20 anos da força sindical em espanhol

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Años de lucha

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20 a ñ o s - Fu e r z a s i n d i c a l

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Años de luchaLa Historia de Fuerza Sindical

FUERZA SINDICAL

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Portada Alan MaiaRevisión

Edson Baptista ColetewJosias A. Andrade

DATOS INTERNACIONALES DE CATALOGACIÓN EN LA PUBLICACIÓN (CIP)

2013Impreso en Brasil

Printed in Brazil

20 AÑOS DE LUCHA - LA HISTORIA DE FUERzA SINDICALRealización

Centro de Cultura y Memoria SindicalSecretaría de Cultura y Memoria de Fuerza Sindical

Secretaría General de Fuerza Sindical

DirecciónJoao Carlos Gonçalves (Juruna)

Milton Baptista de Souza Filho (Cavalo)

CoordinaciónCarolina de Souza Ruy

RedacciónAntonio Diniz

EntrevistadoresAndré Cintra, Antonio Diniz

Priscila Lobregatte

Mecanografía y EdiciónLuciana Cristina Ruy

IconografíaFabio Eduardo Casseb Oliveira

Rodrigo Telmo Lico

Arte GráficaLaercio D’Angelo Ribeiro

TraduciónMarinete Alves Bayer

Fuerza Sindical

www.fsindical.org.br [email protected]

Centro de Cultura y Memoria Sindical

www.memoriasindical.com.br [email protected]

R484v 20 años de lucha: La historia de fuerza sindical. / Arte Gráfica; Laércio D’Angelo Ribeiro; coordinacción Carolina de Souza Ruy; traducción Marinete Alves Bayer. --1.ed. —.São Paulo: Centro de Memória Sindical, 2012. 144p. ISBN 978-85-66157-031 1. Fuerza sindical – História. 2. Movimientos sociales – Brasil - História. 3. Sindicalismo – Brasil – Historia. 4. Sindicatos – Brasil – Historia. 5. trabajo y clases trabajadoras – Brasil – Historia.

CDD 331.880981Catalogação na Publicação: Eliane M. S. Jovanovich CRB 9/1250

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El balancE dE los vEintE años Es positivo, pEro quEda mucho por conquistar

LPaulo Pereira da Silva.

p r E s E n ta c i ó n

a historia de los veinte años de Fuerza Sindical muestra que la Central se ha convertido en la mejor opción política y

sindical para los trabajadores brasileños. A lo largo de estas dos décadas de lucha, nuestra organización se ha convertido

en referente para los sindicatos por el hecho de dar prioridad a la negociación entre capital y trabajo en las demandas relacio-

nadas con las reivindicaciones específicas de los trabajadores, tales como el incremento salarial y la mejora en las condicio-

nes de trabajo. Al mismo tiempo, Fuerza Sindical ha hecho una aportación fundamental en la lucha de la sociedad por la sobera-nía, la democracia, y la libertad de expresión y de prensa.

La Central surge en un período de decrecimiento de los movimientos huelguistas. Fue funda-da el 8 de marzo de 1991, en medio de una crisis económica internacional que provocaba recesión y desempleo en masa, especialmente en los países en vías de desarrollo, como es el caso de Brasil. Coincidía con la caída, en efecto dominó, de los regímenes socialistas de los países del Este de Europa. Según los fundadores de la Central, la situación económica y política de entonces abría espacio para una nueva organización que pudiera situarse a la izquierda, debido al radicalismo infantil de la Central Única de Trabajadores (CUT), y a la derecha, debido al conservadurismo inmovilista de la Confederación General de Trabajadores (CGT).

Nace Fuerza Sindical, en el I Congreso de 1991, donde los delegados debatieron sobre la independencia y en contra de la sumisión al Estado y a los empresarios, de manera abierta y transparente. Nacía así una central pluralista, apartidista, independiente y democrática. Nacía una central que se negaba a ser correa de transmisión de un partido político, porque entendía la necesidad de aglutinar en su estructura todas las corrientes políticas que representaban la diver-sidad de pensamiento existente entre los trabajadores.

Al final del Congreso, se aprobó un conjunto de resoluciones que apuntaban hacia la construc-ción de un nuevo modelo de desarrollo económico, político y social para el país, con el propósito

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de mejorar la calidad de vida y de trabajo de los brasileños, promover el progreso empresarial y profundizar en la democracia. Dichas propuestas se recogen en el libro “Un proyecto para Brasil” (Um projeto para o Brasil), que inspiró al fundador de Fuerza Sindical, Luis Antonio de Medeiros.

Para alcanzar esos objetivos, siempre defendemos la idea de que el capital y el trabajo na-cional e internacional deben ir de la mano en el proceso; y que el Estado, para que sea correcto, racional y eficaz, debe tener una relación armónica y democrática con la sociedad. También debe haber una relación entre los tres niveles de gobierno y los tres poderes. Es necesario mo-dernizar el Estado y la economía a través de una reforma fiscal, una reforma del sector empre-sarial, una reforma del Estado y del sistema judicial.

Entendemos que el movimiento sindical no debe actuar únicamente en los límites estre-chos del corporativismo. Nuestra central ha sido pionera en la participación política, mediante actuaciones de elaboración y ejecución de políticas públicas. Con recursos del Fondo de Asis-tencia al Trabajador (FAT), Fuerza Sindical creó el Centro de Solidaridad con el Trabajador (CST), una agencia de empleo para la intermediación laboral. Además, promovió y ejecutó con recursos públicos el Programa Nacional de Cualificación, que preparó, entre 1997 y 2002, a más de quinientas mil personas para buscar empleo en el mercado de trabajo.

Apoyamos la unidad de las centrales sindicales en la lucha por mejorar la vida del pueblo y sumamos muchos logros, como por ejemplo, la Ley que establece la política de recuperación del poder adquisitivo del salario mínimo. La historia de luchas; el compromiso con los traba-jadores, con la unidad, con la democracia; y la defensa de la estructura sindical es el resultado de nuestra experiencia, de acuerdo con lo que se establece en nuestro congreso fundacional.

Actualmente, contamos con 2.675 entidades afiliadas, que representan a 9,9 millones de trabajadores. Es fantástico el crecimiento respecto al momento de la fundación en 1991, cuan-do 783 sindicatos y federaciones decidieron crear Fuerza Sindical. Es un resultado que demues-tra lo acertada que ha sido nuestra política a lo largo de estos 20 años.

Compañeras y compañeros: este libro cuenta la historia de la lucha de Fuerza Sindical. El balance presentado es optimista, sin embargo es necesario luchar mucho más para mantener nuestros derechos y conquistar otros, como el de la reducción de la jornada de trabajo sin re-ducción de salarios.

Paulo Pereira da Silva, Paulinho, es Presidente de Fuerza Sindical

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brasil carEcía dE un movimiEnto sindical modErno

EFernando Henrique Cardoso.

stuve en el Memorial de América Latina aquel histórico 8 de marzo de 1991, al lado de los importantes dirigentes

sindicales que crearon Fuerza Sindical, la nueva central que venía con tesis innovadoras al mundo de las organizaciones

representativas de los trabajadores.Como senador de la República, además de ser testigo de

aquel acto político de fundación, yo no ocultaba mi participa-ción activa en los debates que llevaron a la articulación de una relación de fuerzas políticas capaces de aportar un salto cualita-tivo al sindicalismo brasileño.

Había mucha gente en ese acto masivo, con obreros capaces de reflexionar y afrontar retos propios de personas idealistas. Brasil carecía de un movimiento sindical moderno, que se interesara no únicamente por gritar consignas y discursos radicales – por no decir histéricos – sino también preocupado por con-quistas reales y por la mejora de la vida de los trabajadores.

Todos saben los orígenes del sindicalismo brasileño, ligado al corporativismo, con fuerte inspiración en el fascismo italiano. Al acoplarse fácilmente a los esquemas del poder, sus re-presentaciones se quedaron desfasadas ante el avance de las relaciones de trabajo impulsadas por la sociedad tecnológica. Las organizaciones clientelistas, manipuladas, terminaron siendo tachadas de amarillas por los sectores de la izquierda política.

Como reacción al conservadurismo sindical, surgió una especie de sindicalismo ideoló-gico con posturas extremistas, provocando atascos en las negociaciones en las huelgas convo-cadas por unos líderes, que no ofrecían resultados concretos a la masa de asalariados. De esta manera, se abría el espacio, y la necesidad, de una nueva visión dentro del movimiento sindical.

El libro Un proyecto para Brasil resumía, a la vez que ponía en claro, los objetivos de Fuerza Sindical. Esta nueva línea del movimiento sindical brasileño se manifestaba, desde el principio,


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en el Centro de Solidaridad con el Trabajador, a través del énfasis puesto en la cualificación profesional. Después de la caída del Muro de Berlín, los trabajadores se hicieron más pragmá-ticos y se interesaban menos por un discurso socialista.

Al plantearse como no partidista, la nueva central ganó musculatura política y se extendió fuertemente en el medio obrero y del comercio. De esta manera, se establecía la pluralidad del movimiento sindical, contra el esfuerzo de quiénes se empeñaban en poner una camisa de fuerza ideológica y única a los sindicados.

Mientras estuve en la Presidencia de la República, mantuve con los movimientos sindicales y con Fuerza Sindical en particular, una relación de trabajo de cercanía y respeto, pero con total independencia política.

Nunca hice alianzas con los que utilizan a los trabajadores, o peor aún, con los que dotan a las organizaciones de fuertes aparatos para reforzarse en el juego de la política.

Fernando Henrique Cardoso, ex-Presidente de Brasil

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vEintE Exitosos años dE vida

LLuiz Inácio Lula da Silva.


os trabajadores brasileños, junto con otros sectores sociales y políticos, estuvieron al frente de la lucha contra la dictadura y

por la redemocratización del País. El sindicalismo que surgió en las décadas de 1970 y 1980 supo combinar sus reivindica-

ciones específicas con la defensa de los intereses generales de la población. La libertad sindical, por ejemplo, nunca ha

sido una reivindicación corporativa o particularista, sino que estuvo siempre articulada con las demás libertades demo-cráticas: libertad de opinión y manifestación, libertad de pren-sa, de organización de partidos, elecciones libres, parlamento libre, etc. Lo que no podíamos permitir en la democracia re-conquistada era el mantenimiento de restricciones al derecho de organización sindical. No sería aceptable que le correspondiera al Estado la determinación de la forma de organización de los trabajadores, limitando los sindicatos a una organización por sectores y sus respectivas federaciones y confederaciones; prohibiendo, por otro lado, las entidades de carácter general, intersectoriales, capaces de congregar diversos segmentos de asalariados, o sea, de representar el conjunto de la clase trabajadora.

Sería inadmisible, sobre todo, que fuesen proscritas las llamadas centrales sindicales, me-diante las cuales esperábamos potenciar la participación del sindicalismo urbano y rural en la vida brasileña. Para nosotros, la democracia solo sería plena con libertad sindical sin restric-ciones. Así, se reforzó la idea de la autonomía organizativa de la clase trabajadora brasileña y se consolidó la convicción de una sociedad civil protagonista, no solamente coadyuvante, y, menos aún, únicamente espectadora de las grandes decisiones nacionales.

Primero, se intentó construir una central sindical unificada. Posteriormente, se crearon las seis centrales sindicales existentes actualmente. En 1991, nacería Fuerza Sindical, una de las más grandes organizaciones de trabajadores de nuestro País.

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A lo largo de mis ocho años en la Presidencia de la República, tuve el privilegio de mante-ner un intenso y fecundo diálogo con todas y cada una de las centrales sindicales. Las respeté activamente y me respetaron todas ellas. Sin menoscabo de su autonomía e independencia, las centrales fueron partícipes de mi gobierno en la reanudación del crecimiento a través de la creación de empleos, distribución de renta e inclusión social.

En realidad, fueron colaboradoras en la implementación del nuevo modelo de desarrollo que llevó a Brasil - esta vez con incidencia sobre los trabajadores y el pueblo pobre - a dar el enorme salto de calidad que conocemos y a ocupar un nuevo lugar en el mundo. La unidad de las centrales fue fundamental para el avance del País en tan poco tiempo. Sin esa unidad no se habrían creado quince millones de puestos de trabajo formales en ocho años; no se habría lo-grado incrementar fuertemente el valor del salario mínimo y adoptar una política para valori-zarlo todavía más durante el siguiente período; no se habría sacado de la extrema pobreza (con la movilización de otros sectores populares) a 28 millones de personas; y no se habría elevado a nivel de clase media a otros 39 millones de personas. Sin la agilidad y la lucidez política de las centrales, en alianza con el gobierno, Brasil no habría adoptado una estrategia anti recesiva para afrontar la crisis internacional de 2008, garantizando el empleo y la renta de los trabaja-dores. Fuerza Sindical participó en todo, con entusiasmo y creatividad, cuidando los derechos de los asalariados y ayudando al País a inaugurar una nueva y promisora página de su historia.

Felicidades a Fuerza Sindical por sus primeros y victoriosos veinte años de vida. Que su futuro sea todavía más exitoso en la defensa de los asalariados y de las mujeres y hombres de nuestro querido Brasil.

Luiz Inácio Lula da Silva, ex-Presidente de Brasil

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FuErza sindical – una historia dE luchas y conquistas

Ep r E Fa c i o

Milton Cavalo.

n el año 2011, el Centro de Cultura y Memoria Sindical se ha dedicado a promover acciones de fomento de re-

flexiones y debates acerca de la Central, más que conme-morar el vigésimo aniversario de Fuerza Sindical.

A través de tertulias, lecturas y debates, nos hemos dado cuenta de que a pesar de haberse desarrollado bajo la

égida de la democracia, Fuerza Sindical afrontó grandes retos a lo largo de su trayectoria, debido a que nació en un período de recesión económica, crisis de ideologías y dispersión del movi-miento sindical. Pero la Central conquistó su espacio con vigor y combatividad, haciéndose conocida por su gran capacidad de organización y movilización, lo que se pone de manifiesto en múltiples campañas por la repo-sición y ampliación de los derechos de los trabajadores.

Este libro es el producto de un gran trabajo de estudio sobre esta historia. Como no sería posible recoger en 144 páginas todos los hechos relevantes ocurridos en estos 20 años, el libro se estructura en base a entrevistas, testimonios y artículos.

No pretendemos agotar el debate acerca de la historia de Fuerza Sindical, sino arrojar luz sobre momentos de la historia reciente del sindicalismo que hasta el momento no están claros. Queremos apropiarnos de nuestra historia, evitando que se pierda en discursos difamatorios que orientan algunos hechos hacia visiones distorsionadas. También queremos plantear cues-tiones para que los lectores puedan reflexionar sobre el sentido y la importancia de Fuerza Sindical para los trabajadores brasileños.

En este propósito contamos con un equipo que demostró, además de calidad técnica, una gran implicación con el tema. Se logra así que este libro no sea un mero trámite, sino un trabajo colectivo, producto del interés por comprender el mundo del trabajo y la admirable evolución de Fuerza Sindical desde 1991 hasta nuestros días.

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“EContamos también con la disponibilidad de los sindicalistas, que han abierto hueco en sus

agendas para concedernos los testimonios. Lamentablemente, no se han podido publicar todos los testimonios como nos hubiera gustado. Ha sido un duro trabajo, el de restringir la lista de personas al límite de las páginas del libro. Por ello, hemos optado por incluir fotos y citas de otras personas que han construido esta bella historia. Se intenta que los testimonios no cuenten las historias personales, sino que representen sectores, reflejando algunos de los episodios de la lucha de los trabajadores brasileños.

Además de una visión panorámica de la historia de Fuerza Sindical y de los testimonios que se incluyen, el libro recoge también artículos de prensa, que ofrecen otros puntos de vista sobre la Central. De esta forma, en los tres primeros capítulos, proponemos enfoques diferentes del análisis del mismo período.

Aportamos también algunos datos que demuestran la representatividad de Fuerza Sindi-cal, según se expresa en la diversidad de sectores, instituciones afiliadas, trabajadores y Direc-ción Ejecutiva. Están representados varios Estados brasileños y los principales sectores de la economía.

Finalmente, con el ánimo de contextualizar a Fuerza Sindical en su tiempo, consideramos interesante ofrecer al lector, en las páginas finales del libro, una breve retrospectiva de hechos que han marcado estos 20 años, con la idea de despertar la memoria y hacer más palpable la historia de la Central.

El resultado es un producto dinámico y estimulante. Es un libro que puede leerse empe-zando por cualquiera de los capítulos, que habla a través de datos, imágenes y textos. Es un libro que plantea cuestiones y abre puertas a futuras investigaciones.

Milton Cavalo, Presidente del Centro de Cultura y Memoria Sindical ySecretario de Cultura y Memoria de Fuerza Sindical

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“E

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São Paulo, 24 de agoSto de 1990

n aquellos tiempos ellos tenían parámetros. Unos eran de línea china, otros pro-Moscú y otros aún, pro-Albania, sin contar los que hablaban de Rosa y de Trotsky.

Las verdades estaban en pie, en todas las banderas, en todos los folletos, en todos los panfletos.

Y se marchaba con las verdades: en las campañas por la Amnistía, en los 1ºs de Mayo con más de cien mil. Las grandes huelgas eran titulares en los periódicos.

Con todas esas verdades unidas se llegó a proponer un proletario para Presidente del País.Y había alegría, risas, fuegos y banderas para todos los gustos. Pero, y como decía Plinio Marcos, “siempre hay un pero”, la cosa no cuajó.La mayoría se frustró.Peor aún, las verdades del Este también empezaron a venirse abajo. Nicaragua, tan amada

en versos, también tuvo su día.Y aquí estamos nosotros. Con dolores en el pecho, necesitando una verdad, buscando una

verdad en la que creer.A veces es desesperante. Miras a tu alrededor. Son

otros tiempos.Hay democracia, sí. Aunque en el medio rural se

siga asesinando a dirigentes sindicales.Pero hoy vas al sindicato. Vas a las asambleas. An-

das con la hoz y el martillo en las manos. Sales de ma-nifestación. Te movilizas y ya no hay tanta represión.

¿Hubo avances o todo sigue siendo lo mismo?A veces pienso que queríamos demasiado. Que-

ríamos el socialismo, la fraternidad, el amor. Creo que la mayoría de los activistas piensa que no ha me-recido la pena…

¡Yo ya tengo canas y no veo nada!Tal vez porque no hemos sido capaces de ver las

semillas de la evolución: ¿Cuántos participan en los sindicatos?

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”14

20 a n o s- F o r ç a s i n d i c a l

Tal vez no seamos capaces de medir y mirar, dentro de la fábrica, compañeros que nunca han participado en nada y hoy enseñan orgu-llosos su carnet de socio del sindicato. Cuando llevas un periódico del sindicato, la gente quiere leer.

¿Cuántos no han hecho su primera huelga? ¿Cuántos no han participado en su primera manifestación? ¿Cuántos no han dicho su primer “no” en la vida? Arriesgando su empleo, arriesgando la leche para los hijos, arriesgando su matrimonio…

¿Cuántos no tuvieron su primera experiencia de querer ser libres?¿Y por qué no prosperó? ¿Por qué esta frustración?¿No sería que en aquel momento apuntábamos hacia cosas im-

posibles? ¿Que queríamos filet mignon cuando todavía era tiempo de solomillo?

Quizá seamos ingenuos al creer que todo depende de nuestra militancia, de nuestra capacidad, cuando en la realidad estamos en un planeta que gira, que cambia, en el que siempre hay nuevas pers-pectivas surgiendo en algún lugar.

Estamos en un momento de reflexión, de debate sobre nuevas etapas.El que tenga capacidad para oír, analizar, situarse tranquilamente en el momento actual, en

los años 90, será capaz de ayudar a nuestro pueblo, de seguir caminando hacia la felicidad que tanto anhelamos, a la que tanto señalamos como punto de búsqueda y es la luz que nos atrae.

Creo que estoy escribiendo esto para mí mismo. Ando con mucho dolor y angustiado.

João Carlos Gonçalves, Juruna, Secretario General de Fuerza Sindical.

Texto escrito el 24 de agosto de 1990, antes de la fundación de Fuerza Sindical

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Í ndicE

Capítulo 1 – Historia ....................................................................................................................17La historia de Fuerza Sindical.............................................................................19 Una Central que llega para pujar por la hegemonía del movimiento sindical......23Años de cambio en el orden mundial................................................................27La crisis financiera refuerza la unidad de las centrales sindicales...............31Mantener e intensificar el desarrollo nacional...................................................35

Capítulo 2 – Testimonios..............................................................................................................39

Construyendo Fuerza SindicalJosé Ibrahim.............................................................................................................41

Fuerza para apalancar los sindicatosLuiz Antonio de Medeiros.......................................................................................49

Por una central más laboralMelquíades Araújo..................................................................................................53

Toda la sociedad gana con la cualificación sindicalCláudio Magrão de Camargo Crê..........................................................................57

Sindicalismo, medio ambiente, salud y seguridad en el TrabajoJosé Gaspar Ferraz de Campos...............................................................................61

Fuerza Sindical y las mujeresNair Goulart............................................................................................................67

Pluralidad, independencia y uniónPaulo Pereira da Silva, Paulinho...........................................................................73

Sindicalismo democrático e ciudadanoJoão Carlos Gonçalves (Juruna).............................................................................81

Grandes campañas: reducción de la jornada y valorización del salarioMiguel Torres...........................................................................................................91

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Estructura propia significa independencia y autonomíaLuiz Carlos Motta...................................................................................................95

Exportando ideas hacia el mundoNilton Souza da Silva (Neco).................................................................................99

Capítulo 3 – Artículos.............................................................................................................105 Fuerza Sindical en la nueva etapa de desarrollo en Brasil

Sérgio E. A. Mendonça.........................................................................................107

Veinte años de conquistas

Luiz Fernando Emediato......................................................................................115

Fuerza Sindical en 2011......................................................................................................129 Sectores – Fuerza Sindical...................................................................................130

Dirección ejecutiva de Fuerza Sindical...........................................................132 Presidentes de Fuerza Sindical en los Estados..................................................134 Evolución de la Central........................................................................................135

Retrospectiva.........................................................................................................................136

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1Historia

Capítulo

18


U

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Ula historia dE FuErza sindicalEl nacimiento de Fuerza Sindical ocurre en el marco de reorganización de los trabajadores brasileños post dictadura militar, proceso que tuvo su punto de partida en la CONCLAT 1981.

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Arnaldo Gonçalves, actual Secretario General del Sindicato Nacional de Jubilados, habla por el micrófono en la CONCLAT. Detrás, Luiz Inácio Lula da Silva y Hugo Pérez, en 1981.

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no de los primeros blancos de la dictadura militar, instituida en 1964, fue el movimiento sin-dical, ya que éste comprometía directamente la producción y, consecuentemente, los intereses

económicos del gobierno golpista.Muchos sindicatos sufrieron intervención militar y se vieron impedidos para luchar contra

la creciente inflación que presionaba los salarios e imponía una severa economía de austeridad a la sociedad.

Movimientos como la huelga de Osasco y Contagem de 1968 y las del ABC de 1978, 1979 y 1980, que osaron oponerse al régimen, quedaron marcados tanto por el valor y la capacidad de organi-

zación de los trabajadores como por la violenta represión que sufrieron.Sin embargo, a pesar de la represión, gracias a ellos el sin-

dicalismo volvió a tomar cuerpo, y, en 1981, todavía bajo la dictadura militar, logró unirse para realizar un gran encuentro que marcaría un hito para el movimiento sindical brasileño: la I Conferencia Nacional de la Clase Trabajadora (CONCLAT).

CONCLAT

En la CONCLAT, realizada entre el 21 y el 23 de agosto de 1981, en las instalaciones vacacionales del Sindicato de los Textiles de Sao Paulo, (en Praia Grande, Sao Paulo), se debatió sobre la creación de una central sindical que representara a los sindicatos existentes en Brasil. Todas las corrientes políti-cas que actuaban en el movimiento sindical constituyeron, en aquellos días, la Comisión Pro-CUT y decidieron crear aque-lla central en 1983.

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Resultado de la votación en el 8º Congreso del Sindicato de los Metalúrgicos de Sao Paulo, agosto de 1986.

Foto Michele Mifano

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h i s t o r i a

La visión en torno a dos propuestas dividió las corrientes que tenían la intención de disputar la hegemonía del movimiento sindical. Una de ellas, ligada a los sindicalistas que posteriormente fundarían la CUT, proponía a la incipiente central la afiliación de cualquier organización sindical, incluyendo las oposiciones sindicales, además, por supuesto, de los sindicatos, federaciones y confederaciones. Esta tesis entró en conflicto con la otra propuesta de las corrientes ligadas al Partido Comunista Brasileño (PCB) y al Partido Comunista del Brasil (PCdoB), que defendían que únicamente las organizaciones reglamentadas deberían afiliarse a la central.

En terminología sindical, se trató de un enfrentamiento entre unicidad (que presupone la creación de un sin-dicato por base territorial, una federación por Estado y una confederación nacional) y pluralidad sindical.

La ruptura que se dio a partir de la formación de la Comisión Pro-CUT en 1981, enfrentó a grupos con po-siciones ideológicas, políticas y sindicales divergentes. Ante la situación creada, los sindicalistas que defendían la unidad sindical no se presentaron en el Congreso de 1983.

Unidad de acción

La CUT fue, entonces, creada por sindicalistas ligados al recién fundado Partido de los Trabajadores (PT). Por otro lado, la militancia del PCB y del PCdoB, sectores independientes, se rearticuló, defendiendo la unidad sindical y de acción.

Esos partidos, creados como iniciativa de cuadros de la Oposición Metalúrgica, que en la época estaban en la clandestinidad debido a la dictadura militar, pasaron a reunirse en el Sindicato de los Metalúrgicos de São Paulo, con sede entonces en un antiguo edificio de la Rua do Carmo. Defendían la unidad de acción entre sectores y sin-dicatos ligados a la CUT. Esta unidad permitió, por ejemplo, a través de una histórica campaña salarial unificada en 1985, la conquista de la reducción de la jornada de trabajo semanal que pasó de 48 a 44 horas para todo el sector, sin reducción de salarios. Tal conquista influyó en la formulación de cláusulas laborales en la Constitución de la República de 1988, cuando el beneficio se extendió a todos los trabajadores brasileños.

8º Congreso de los Metalúrgicos de São Paulo

En 1986, cuando sindicalistas de varias corrientes políticas estaban en la dirección del sindicato de los Meta-lúrgicos de São Paulo, creció el debate sobre la creación de una nueva estructura sindical nacional. El mismo año se creó la Central General de Trabajadores (CGT), y el sindicato celebraba su 8º Congreso.

Lo interesante es que, a pesar de que el Presidente del sindicato, Joaquim dos Joaquim dos Santos Andrade (Joaquinzão), fuera el mismo que asumiera la presidencia de la nueva central, los delegados presentes en el Con-greso rechazaron la propuesta de afiliación del sindicato a la CGT. No estaban convencidos de afiliar el sindica-

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Dirección electa en la fundación de Fuerza Sindical en marzo de 1991.

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l to ni a la CUT, con la que ya entonces algunos militantes no estaban satisfechos con sus rumbos políticos, ni a la CGT.

Creación de Fuerza Sindical

El escenario nacional e internacional del cambio de década de 1980 a 1990 cons-piraba contra actitudes radi-

cales, autoritarias e inflexibles adoptadas por algunas instituciones creadas, o reactivadas, después de la dictadura militar.

La promulgación de la Constitución de la República de 1988 reforzó la reconstrucción de la democracia brasi-leña. Pero, por otro lado, la caída del socialismo real de la Unión Soviética, en 1991, reforzó la hegemonía interna-cional del neoliberalismo, generando una crisis ideológica entre los movimientos sociales.

Este contexto justificaba el interés, por parte de un grupo de sindicalistas, de crear una central sindical más moderada, acorde con las cuestiones de su tiempo. En 1991, el debate sobre la creación de esta nueva central sin-dical, que tenía al frente a Luiz Antonio de Medeiros, Presidente del Sindicato de los Metalúrgicos de São Paulo; Melquíades de Araújo, Presidente de la Federación de los Trabajadores en las Industrias de Alimentación del Esta-do de São Paulo (FETIASP); Paulo Fernandes Lucânia, Presidente de la Federación de Empleados en el Comercio del Estado de São Paulo (FECOMERCIARIOS); y Cláudio Magrão, Presidente de la Federación de los Trabajadores Metalúrgicos del Estado de São Paulo, ya estaba maduro. La central debería tener las siguientes características: no ser correa de transmisión de ningún partido político, ni intransigente, sino abierta al diálogo con los empresarios y con el gobierno en la defensa de los derechos de los trabajadores. También sería una central protagonista en las luchas emprendidas por la sociedad brasileña.

De esta forma, surge Fuerza Sindical en su I Congreso Nacional, realizado entre el 8 y el 10 de marzo de 1991, en el Memorial de América Latina, (São Paulo, SP). Nació como una institución democrática y pluralista, rotunda defensora de la libre negociación y de la libertad y autonomía sindicales.

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Euna cEntral quE llEga para compEtir por la hEgEmonía dEl movimiEnto sindical

Los primeros años de la década de 1990, período en el que Fuerza Sindical se estructu-ró y se expandió, estuvieron marcados por graves crisis económicas y políticas.

n Brasil, esas crisis tuvieron su ápice en los dos primeros años del gobierno de Fernando Collor de Mello.

Ya, en marzo de 1990, el equipo económico de Collor, con el fin de aplacar la hiperinflación de 1989, que llegó a 1.782,9% (Banco de datos de Folha de São Paulo), decretó su primer plan de estabilización económica (Plan Collor I). Congeló precios y salarios y bloqueó los depósitos en libretas de ahorros y cuentas corrientes por un período de dieciocho meses.

En enero del siguiente año, el segundo choque económico (Plan Collor II) promueve una nueva congelación de precios y salarios, incrementa las ta-sas de interés y reduce las tarifas de importación. Los daños de ese gobierno fueron grandes. Con su política económica, Collor agudizó la recesión, elevó el desempleo a tasas altísimas y llevó a la quiebra a muchas empresas.

Con todo esto, el desempleo se convirtió en un enorme reto para toda la sociedad, y, sobre todo, para el movimiento sindical, que se vio impulsado a emprender acciones de resistencia a la recesión, a la pérdida de miles de pues-tos de trabajo y a la pérdida de derechos. En ese escenario, Fuerza Sindical pasa a disputar con la CUT y la CGT la hegemonía del movimiento sindical brasileño.

Fuerza Sindical en un acto por la renuncia del Presidente Fernando Collor (SP), 1992.

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La Central toma las calles

Para revertir los daños sufri-dos por los trabajadores, Fuerza Sindical se empeñó en luchar por incrementos de salarios, en de-fensa de cláusulas incluidas en los convenios colectivos y por dere-chos laborales garantizados por la legislación.

También lideró los movi-mientos masivos por la correc-ción de la tabla del IRPF y por la creación de la ley que estableció la Participación en los Beneficios y Resultados (PLR). Otra im-portante lucha emprendida por Fuerza Sindical, durante el gobierno de Itamar Franco, fue la lucha en contra de las pérdidas del Fondo de Ga-rantía por Tiempo de Trabajo (FGTS), como consecuencia del Plan Collor, cuyo valor alcanzó cerca de 10 mil

millones de reales (este importe total se refiere a una acción lanzada en 1993 por el Sindicato de los Metalúrgicos de São Paulo y otras entidades vin-culadas a Fuerza Sindical contra el gobierno de la Nación). Esas pérdidas fueron negociadas por las centrales sindicales ya en la primera legislatura del gobierno de Fernando Henrique Cardoso.

En 1995, Fuerza Sindical participó en el Consejo Deliberativo del Fondo de Asistencia al Trabajador (CODEFAP) e incentivó la elaboración de un plan nacional de cualificación profesional, emprendido por el gobierno FHC. Y, como cauce para la inserción de esos trabajadores en el mercado laboral, en 1988, en convenio con el gobierno federal, la Central creó el Centro de Solidaridad con el Trabajador (CST), que hace la función de intermediación entre los desempleados y las empresas.

Fernando Henrique Cardoso en la entrega de diploma de curso de cualificación profesional (SP), hacia 1996.

Centro de Solidaridad con el Trabajador, fundado en 1998.

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De Medeiros a Paulinho

Con estas acciones, Fuerza Sindical, en su primera década, llevó a escena un modelo de sindicalismo innovador e inserto en las transformaciones sociales, económicas y políticas que sucedían a nivel mundial.

Entre 1992 y 2001, Fuerza Sindical pasó de 190 a 700 en-tidades afiliadas. Fueron años de consolidación de sus estruc-turas y de extensión a nivel nacional. Ese crecimiento permi-tió que la Central entrase en el siglo XXI con mucho vigor. En 1999, Luiz Antonio Medeiros, Presidente de Fuerza Sindical

desde su fundación, reelegido en el 2º y 3º Congresos, abandona el cargo para presentarse a las elecciones como diputado federal. En su lugar, el metalúrgico para-naense Paulo Pereira da Silva, Paulinho, asume interinamente la presi-dencia de la Central. Nacido en Porecatú, Estado de Paraná, Paulinho desarrolló su trayectoria sindical en São Paulo, habiéndose trasladado allí a los veinte años.

Su militancia en el Sindicato de los Metalúrgicos del Estado de São Paulo fue productiva y, en 1994, sustituyó a Medeiros en la presi-dencia de la entidad. A su vez, pasó a defender el modelo de sindicato ciudadano, inspirado en el sindicalismo europeo, según el cual el mo-vimiento debería abarcar a los trabajadores de todo el País, incluyendo a los desempleados y jubilados, y no únicamente los miembros de los sindicatos afiliados. Más tarde, esas ideas derivaron en la creación del

Sindicato Nacional de los Jubilados y Pensionistas y en la defensa de la reglamentación del trabajo autónomo y externalizado.

Luiz Antonio de Medeiros, al dejar la presidencia de Fuerza Sindicalpara asumir el cargo de diputado federal, abraza a Paulo Pereira da Silva(Paulinho), nuevo Presidente de la Central, marzo de 1999.

Paulinho, en un acto de solidaridad, Monte Santo (Bahía), 1998.F

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Fundación del SindicatoNacional de los Jubilados, Pensionistas y Mayores, 15 de junio de 2000.

João Inocentini, Presidentedel Sindicato Nacional de los

Jubilados, en la JornadaNacional de Luchas, 3 de

agosto de 2011.

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Sindicato Nacional de Jubilados, Pensionistas y Mayores

l proceso que culminó con la creación del Sindicato Nacional de Jubilados, Pensionistas y Mayores de Fuerza Sindical (SINDNAPI) ocurrió en el cambio de siglo, año 2000,

cuando todavía gobernaba Fernando Henrique Cardoso.La creación de un sindicato de jubilados es un tema clásico de discusión entre militantes

y teóricos del movimiento. La iniciativa de concretar esta idea parte de la dirección de Fuerza Sindical, fuertemente apoyada por su Presidente, Paulinho, quien se dio cuenta de que en

Brasil había espacio para una institución poderosa que representara el creciente contingente de jubilados, a ejemplo de la UIL Pensionati italiana.

El Sindicato Nacional de Jubilados, uno de los principales sindicatos surgidos a lo largo de estos veinte años, asumió la tarea de tratar temas específicos de este sector, tanto desde el punto de vista económico como de la salud y de la integración social.

Según João Batista Inocentini, Presidente del Sindicato desde 2001, entre las conquistas del SINDNAPI se destacan: la política de recuperación del salario mínimo, la conquista de medicamentos más baratos, el avance del reajuste para jubilados de mayo para enero, además de la lucha por la recuperación de las pérdidas de los planes económicos y los ahorros. Otra gran bandera del Sindicato es el intento de demostrar en los tribunales la inconstitucionalidad del factor previdenciario1, que según Inocentini, reduce los beneficios de las personas que se jubilarán.

1 N.del T.: El Factor Previdenciario es una fórmula creada en 1999, que tiene en cuenta la edad, el tiempo de cotización y la expectativa de vida del trabajador para el cálculo de la pensión. Es un instrumento para reducir el valor del ingreso a cobrar por las personas que se jubilan antes de alcanzar la edad prevista por ley.

E

años dE cambio En El ordEn mundial Marcado por la reacción hacia los efectos globales del neoliberalismo, el inicio del siglo XXI ha dado lugar a grandes transformaciones mundiales. Fuerza Sindical, conectada con os cambios y las necesidades de su tiempo, entró en la nueva era promoviendo ac-ciones que dinamizaran la vida de los trabajadores brasileños, a través de la creación del Sindicato Nacional de Jubilados; las celebraciones del Día del Trabajador; y el fo-mento y la participación en las Marchas de la Clase Trabajadora.

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Marcha de las Clases Trabajadoras

En 2004, Fuerza Sindical realizó una marcha por la subida del salario mínimo a cien dólares y por la recu-peración del Fondo de Garantía (desfasado debido a la falta de corrección). Cerca de 150 trabajadores, entre me-talúrgicos, de la construcción, de la alimentación, costureras, químicos, trabajadores del comercio, miembros de sindicatos afiliados a Fuerza Sindical, marcharon a pie de São Paulo a Brasilia, durante un viaje de 31 días.

La marcha supuso un marco a partir del cual se desarrolló la jornada de marchas hacia Brasilia con la participa-ción de todas las centrales sindicales – Fuerza Sindical, CUT, Unión General de los Trabajadores (UGT), Central de Trabajadores y Trabajadoras de Brasil (CTB), Central General de Trabajadores de Brasil (CGTB) y la Nueva Central Sindical de los Trabajadores (NCTS). Entre 2004 y 2009, la unidad de acción llevada a la práctica en las seis “Marchas de la Clase Trabajadora” presionó al gobierno, conquistó avances y dio visibilidad a temas como la reducción de la jornada sin reducción de salarios; distribución de renta; ratificación de las Convenciones 151 y 158 de la OIT (negociación en el servicio público y contra el despido injustificado); contra la precarización; aproba-ción del PEC 438/01 (contra el trabajo análogo al esclavo) y por el trabajo decente.

Pero la principal conquista de esas marchas unitarias fue el acuerdo con el gobierno federal, el que más tarde se convertiría en la Ley 12.382 de marzo 2011. Acuerdo que garantiza la política de valorización del salario mínimo hasta 2015. Dicho reajuste, que significó una valorización del salario mínimo en torno a 55% de incremento real, se basa en la inflación del año anterior, sumada a la variación del PIB de dos años anteriores.

Nuevos tiemposSegún el sociólogo y científico político Emir Sader, en su libro A Nova

Toupeira (Boitempo Editorial, 2009), el cambio del siglo XX al XXI supuso “una fase de resistencia, de defensa contra el cambio regresivo de proporciones históricas gigantescas, producido por el paso de un mundo bipolar a uno unipolar, bajo la hegemonía imperial norteamericana, y de un modelo regulador a un modelo neoliberal.

Para él, las manifestaciones contra el encuentro de la Organización Mundial del Comercio (OMC) en Seattle, 1999, señalaron la extensión del malestar ante el modelo hegemónico y el potencial popular de la resistencia.

En esas manifestaciones, miles de personas, entre las que se encontraban ecologistas, anarquistas, trabajadores sindicalizados (incluyendo la AFL-CIO, la principal organización sindical estadounidense), militantes obreros, es-tudiantes, pacifistas y humanistas se movilizaron por cambios sociales, económicos, políticos y medioambientales en las calles de Seattle, desde el 30 de noviembre hasta la caída de la llamada “Rueda del Milenio”.

6ª Marcha de las centrales sindicales, Brasilia, noviembre de 2009.

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De hecho, tal y como ponderó el sociólogo, fue una señal de los nuevos tiempos en los que vimos emerger gobiernos de izquierda en América Latina, como Hugo Chávez en Venezuela en 1998, Luiz Inácio Lula da Silva en Brasil en 2002, Néstor Kirchner en Argentina en 2003 y Tabaré Vázquez en Uruguay en 2004.

Fueron tiempos de consolidación de la sociedad civil organizada y participativa a nivel global, alcanzando sus mayores expresiones en la creación de mecanismos como el Foro Social Mundial en 2001.

Foro Social Mundial

Aunque, en la década de los 90 Fuerza Sindical defendiera la privatización de empresas públicas estratégicas como siderúrgicas y empresas de telefonía, también empezó a poner en cuestión, en sus debates internos, el mo-delo neoliberal, reconociendo los grandes daños causados por este modelo a los trabajadores. Pero, en 2001, la Central todavía encontraba gran resistencia por parte de las instituciones de izquierda de Brasil, lo que creó, en

un primer momento, un clima de discriminación entre los movimientos sociales.Esta situación llevó a que no se llegara a una decisión como dirección de Fuerza

Sindical, de participar en el I Foro Social Mundial en Porto Alegre (RS).A pesar de ello, muchos sindicatos afiliados a la Central, como es el caso del

Sindicato de los Metalúrgicos de Osasco y Región y el Sindicato de los Telefónicos de Sao Paulo, además de la Secretaría Nacional de Juventud de Fuerza Sindical, participaron desde el inicio, de manera organizada, en el Foro.

A través de esos sindicatos y secretarías y de la propia postura de la Central ante cuestiones sociales, Fuerza Sindical logró superar la discriminación que su-fría, sumándose a los demás movimientos sociales.

Por cierto, con su amplia representatividad sindical, capacidad de organiza-ción, y habiendo sido la primera central en crear la Secretaría Nacional de la Mujer, la Secretaría Nacional del Medio Ambiente y el Sindicato Nacional de los Jubilados, Fuerza Sindical pasó a mostrarse como una institución interesante, que reforzaba diversos frentes de lucha de los trabajadores.

De esta forma, a partir de 2002, la participación organizada en el Foro Social Mundial pasó a ser una decisión clara por la dirección de Fuerza Sindical, la cual tiene una participación creciente en el evento.

Cabe destacar que la solidaridad internacional siempre estuvo en la agenda de Fuerza Sindical, ya que fue la primera central sindical en pedir la afiliación a la CIOSL (Confederación Internacional de Organizaciones Sindi-cales Libres), hoy CSI (Confederación Sindical Internacional)

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Delegación de Fuerza Sindical en el Foro Social Mundial en Dakar, Senegal, 2011.

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Acto contra la crisis en Curitiba (PR), septiembre de 2008.

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la crisis FinanciEra rEFuErza la unidad dE las cEntralEs sindicalEs

Al final de la primera década del siglo XXI, las instituciones sociales bra-sileñas ya habían tomado cuerpo y habían vuelto a levantarse. El sindica-lismo ya contaba con una amplia representación, expresada en la existen-cia de diversas centrales sindicales fuertes y actuantes. Además de Fuerza Sindical y de la CUT, están: UGT, CTB, CGTB, NCST y CONLUTAS.

ás que disfrutar de libertad de organización, las centrales sindicales, a partir de 2007, pasan a

actuar desde otro peldaño, ya que fueron regula-das por el gobierno. Esto les abrió la posibilidad de

participar en negociaciones y recaudar recursos de la contribución sindical.

Al terminar los primeros diez años del siglo XXI, la dictadura militar ya era un pasado deslucido, pese a sus

deudas pendientes. La hiperinflación de los años 80 también era una realidad lejana, desconocida para los jóvenes.

La década consolidó una nueva etapa en Brasil, que dejaba atrás la imagen de país subdesarrollado y pasaba a ser una potencia en desarrollo, con elevados índices de superación en diversos aspectos como infraestructura, mortalidad y longevidad.

En este contexto, Brasil enfrentó la más dura crisis financiera mundial des-de 1929, que estalló en Estados Unidos a finales de 2008, con la quiebra del banco de inversiones estadounidense Lehman Brothers.

Aunque los efectos nefastos de la crisis global no se consolidaron en Bra-sil, algunos bancos particulares se aprovecharon de la situación para reducir la

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oferta de crédito y muchas empresas, teniendo capaci-dad para operar a pleno rendimiento, disminuyeron la producción y pasaron a despedir a centenares de traba-jadores. Fueron reacciones anticipadas, algunas veces oportunistas, que revelaron el miedo a la quiebra de la bolsa de Nueva York.

Ante la crisis, Fuerza Sindical reaccionó inmedia-tamente, presentando al gobierno federal medidas ca-paces de blindar al país de las posibles consecuencias de una recesión mundial. Sus propuestas incluían in-versiones a bajos intereses en los sectores con demanda

de mano de obra intensiva – como la construcción y el sector de infraestructuras -; así como el mantenimiento de las inversiones públicas; la desgravación fiscal de los materiales de construcción, de la línea blanca de electrodo-mésticos y de los vehículos; ampliación de la oferta de crédito a intereses bajos; y el mantenimiento de la política de incremento real del salario mínimo.

Además de condenar y denunciar la especulación financiera como causa de los problemas económicos del mundo, la dirección de Fuerza Sindical invitó al resto de las centrales sindicales a salir a las calles en manifestacio-nes contra una posible política de austeridad y contra el oportunismo de los empresarios, que planteaban solucio-nes como el recorte del funcionariado.

6º Congreso

En la preparación de su 6º Congreso Nacional (entre el 28 y 31 de julio de 2009, en el municipio de Praia Gran-de, Sao Paulo), Fuerza Sindical elaboró el documento “Toda Fuerza por el Trabajo Decente”, que actualizaba el ideario de la Central sobre grandes temas, como empleo, desarrollo sostenible y democracia participativa.

Todavía, al calor de las reacciones ante la crisis financiera internacional, el documento condenó la inviabilidad del programa neoliberal, presentando propuestas contundentes para superarlo, como, por ejemplo, el refuerzo de la unidad de acción entre las centrales sindicales, bajo el slogan “Los trabajadores no pagarán por la crisis”.

Delegados de todo Brasil y representantes internacionales participaron en el 6º Congreso, que aprobó el do-cumento y eligió una dirección nacional ampliamente representativa, con el Presidente reelecto Paulo Pereira da Silva al frente.

El evento reforzó el perfil de pluralidad, unidad y democracia de Fuerza Sindical.

6ª Congreso de Fuerza Sindical, julio de 2009.

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El númEro dE dElEgados sE incrEmEnta En 41% En El 6º congrEsso nacional

Según datos del DIEESE (Departamento Intersindical de Estadística y Estudios Socioeconómicos), el 6º Congreso Nacional de Fuerza Sindical reunió a 2.528 delegados, entre los cuales 843 están vinculados a sindi-catos, 52 a federaciones, 17 son representantes de las colonias de pescadores y 2 representan a confederaciones.

Respecto al 1º Congreso Nacional de 1991, hubo un crecimiento de 41% en el nº de congresistas y 17% en el nº de entidades representadas. Según el DIEESE, 58,9% de los participantes eran de la Región Sureste, seguida de las regiones Sur (13,6%), Noreste (11,2%), Centro-Oeste (9,7%) y Norte (6,5%).

Hubo un crecimiento significativo en la participación de la Región Norte, de poco más de 3% al 7%. Sao Paulo siguió siendo el Estado que contribuyó con el mayor número de delegados, el 48%, seguido de Minas Gerais, con poco menos de 7%.

Casi la mitad de los delegados del último Congreso, el 47%, provenía de entidades sindicales de la industria. Más del 20% eran del sector servicios, casi un 13% del comercio, los trabajadores rurales representaron el 1,6% y el de la pesca el 1,2%.

40 horas semanales

La crisis internacional no afectó a la lucha por la reducción de la jornada de trabajo de 44 a 40 horas semanales sin recorte de salarios. Este fue otro tema de trabajo del 6º Congreso.

Consciente de que la reducción de la jornada, además de mejorar la calidad de vida del trabajador, podría crear 2,2 millones de nuevos puestos de trabajo, según el cálculo del DIEESE, Fuerza Sindical, en conjunto con otras centrales sindicales, ya en 2009, llamó a las puertas del Senado y de la Cámara de los Diputados - presididos en ese momento por José Sarney y Michel Temer - solicitando acelerar la tramitación y aprobación de la Propuesta de Enmienda Constitucional (PEC) 231/95, que se refiere a la reducción del tiempo de trabajo.

2ª CONCLAT: propuestas para un proyecto de desarrollo

Pasada la fase de mayor inestabilidad debido a la crisis y, ante la proximidad de las elecciones presidenciales, las centrales brasileñas Fuerza Sindical, CUT, CTB, CGTB y NCST realizaron el día 1 de junio de 2010, en el esta-dio de Pacaembu (Sao Paulo), un gran evento nacional conocido como la 2ª CONCLAT (Conferencia Nacional de la Clase Trabajadora).

La 2ª CONCLAT fue el resultado de un proceso de debates entre las centrales sindicales, a través del cual

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Agenda de la Clase Trabajadora.

Eunice Cabral, Presidente del Sindicato de las Costureras de São Paulo y de la CONACCOVEST, Toma la palabra en la Conferencia Nacional de la ClaseTrabajadora, en el estadio de Pacaembu(São Paulo), el 1 de junio de 2010.

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se hizo un balance de los últimos años sobre la economía y la situación de los trabajadores brasileños. Se sacó la conclusión de que la crisis financiera de finales de 2008 y el proceso de globalización de las últimas décadas han llevado a la reducción de la capacidad de los países de controlar y ejecutar políticas de soporte al desarrollo económico con creación de empleo e inclu-sión social.

Ante esas formulaciones, las centrales aceptaron el reto de construir una nueva agenda de los trabajadores brasileños y presentarla a los principales candi-datos a la Presidencia de la República: José Serra (PSDB) y Dilma Rousseff (PT).

La “Agenda de la Clase Trabajadora” subraya la necesidad de implantar como principio las soluciones colectivas y la calidad de vida del trabajador; destaca el fortalecimiento de lazos internos de solidaridad y cooperación in-ternacional que potencie la lucha por nuevos modelos de desarrollo sosteni-ble; aporta sugerencias de ampliación de la distribución de la renta; propone la revocación del factor previdenciario y afirma la necesidad de valorizar la educación pública de calidad, de fortalecer el Sistema Único de Salud (SUS) y el Programa de Aceleración del Cre-cimiento (PAC).

Sobre las cuestiones laborales, la Agenda destaca la reivindicación de la jornada de trabajo, la lucha por la ratificación de la Convención 158 de la OIT, que impide el despido injustificado y la regulación de la Convención 151 de la OIT sobre la negociación colectiva en el sector públicoO evento reforçou o per-fil de pluralidade, unidade e democracia da Força Sindical.

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mantEnEr E intEnsiFicar El dEsarrollo nacional

En los últimos veinte años, Brasil ha vivido un gran avance en cuanto a democracia y desarrollo económico. Los logros obtenidos por parte de los trabajadores se han debido a la presión de las organizaciones de clase y a la política de gobiernos progresistas de Itamar Franco a Dilma Rousseff, electa a la Presidencia de la República en 2010.

l movimiento sindical brasileño ejerció un papel destacado en este período. Pero la con-quista de un Brasil sin pobreza, con valorización del trabajo y distribución de la renta,

todavía demandará mucha acción. El camino para alcanzar los objetivos de la “Agenda de la Clase Trabajadora” no está libre de conflictos.

Fuerzas conservadoras, representadas por la élite económica, industrial o rural, que des-de hace cinco siglos se em-

peñan en cultivar el abismo que mantienen las clases sociales

en Brasil, se plantan como piedras en este camino.La externalización del trabajo, modelo se-

gún el cual las empresas burlan las convenciones colectivas, es un ejemplo de las maniobras anti-sociales lanzadas por la élite económica. Para los empresarios, el empleado subcontratado es ven-tajoso, ya que no tiene los mismos derechos que cubren al sector mayoritario de la empresa. Por eso, las negociaciones del movimiento sindical en el Congreso Nacional encontraron dificulta-des por parte de la patronal para la regulación de esta actividad.

ECentrales sindicales en la Jornada Nacional de Luchas, São Paulo, 3 de agosto de 2011.

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Reunión con dirigentes de Fuerza Sindical sobre la lucha por la jornada de 40 horas semanales, en Brasilia, 2011.

Sérgio Luiz Leite (Serginho), Presidente de la Federación de los Trabajadores en las Industrias Químicas ye Farmacéuticas del Estado de São Paulo (Fequimfar), en un acto por la implementación de la Agenda de la Clase Trabajadora, 6 de julio de 2011.

Miguel Torres con trabajadores huelguistas en Suape (PE), marzo de 2011.

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De la misma forma, la aprobación de la PEC 231/95 (sobre la reducción de la jornada de trabajo y la revocación del factor previdenciario) por el Congreso Nacional, causas urgentes para el movimiento sindical, afronta dificul-tades creadas por la misma élite, empeñada en mantener sus privilegios.

Retos para Fuerza Sindical

Además, Fuerza Sindical debe posicionarse en los principales debates sociales que surgen en el año en que cumple 20 años. Uno de esos debates se refiere a un desarrollo económico y social compatible con la preservación del medio ambiente.

A partir de la tramitación por la Cámara, en 2011, del nuevo Código Forestal, el tema ambiental no ha dejado de estar en el orden del día de Fuerza Sindical, considerando el hecho de haber sido la única central sindical que ha participado en la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, ECO 92.

En el plano organizativo, se plantea la necesidad, por parte de la Central, de incrementar el nivel de afiliaciones de entidades sindicales, invertir en la formación de dirigentes y en sus estructuras físicas.

En cuanto a desafíos, la adquisición de una sede propia, inaugurada en marzo 2010, es un ejemplo emblemá-tico de fuerza y expansión de la Central. La nueva sede nacional, en la Rua Rocha Pombo, bairro da Liberdade, SP, acoge las secretarías de la Central y a Fuerza Sindical del Estado de Sao Paulo. El edificio se convierte en referencia para los trabajadores y en escenario de debates teóricos y políticos de las más variadas tendencias del País.

Continuar avanzando

Los indicadores sociales y económicos de 2011 reafirmaron algo que Fuerza Sindical siempre sostuvo: la im-portancia de la unidad de acción y la elevación del protagonismo de la clase trabajadora en la lucha política nacio-nal Actitudes responsables respecto a conquistas relevantes para el crecimiento de Brasil.

Aunque sigamos conviviendo con grandes problemas sociales, la historia ha demostrado que el éxito experi-mentado en Brasil e 1994 a 2011 se basa en la combinación de democracia, amplia representatividad social, estabi-lidad de la moneda, crecimiento económico y desarrollo social.

El mantenimiento de este éxito dependerá del grado de diálogo y compromiso entre el poder institucional y el movimiento de los trabajadores.

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2Testimonios

Capítulo

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construyEndo FuErza sindical

José Ibrahim

Metalúrgico, trabajó en la fábrica Cobrasma, en Osasco (Sao Paulo), donde, como Pre-sidente del sindicato local, fue uno de los protagonistas de la huelga de 1968. Participó en la fundación de Fuerza Sindical y fue el primer secretario de Relaciones Internacio-nales de la Central.

Entrevista realizada el 14 de abril de 2011

Del PT a Fuerza Sindical

Soy una persona con historia en el movimiento sindical. Vengo de atrás, de la lucha de resistencia con-

tra la dictadura. Esa pelea la tuvimos en Osasco (1), me

costó prisión y tor-tura, diez años de exilio

y todo eso. Fui fundador del PT y también ayudé a fundar la CUT.

Pero me mantuve dentro del Partido. Mientras Lula (2) era el Presidente yo era el Secretario. Yo tenía varias divergencias políticas en el PT y, en 1986, dejé el Partido. Fui a trabajar con Brizola (3). Luego salí del PT, durante un cóctel en el Sindicato de los Metalúrgicos de São Pau-lo, en la época en la que Joaquinzão (4) era el Presidente y Luiz Antonio de Medeiros, Vice-

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Melquíades Araújo, al lado de Luiz Antonio de Medeiros y JoséIbrahim, toma la palabra en la fundação de Fuerza Sindical, marzo de 1991.

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presidente, le dije a Medeiros que sentía la necesidad de crear una central diferente, que contemplara la acción y la lucha sindical fuera de la acción monolítica que teníamos.

En la cabeza de algunas personas, principalmente dirigentes de la CUT, el sindicalismo estaba dividido entre los revolucionarios y los amarillos. Yo no estaba de acuerdo y creía que había condiciones para crear alternativas para el movimiento sindical. Pero cuando se lo dije a Medeiros, éste me contestó que el Sindicato de los Metalúrgi-cos de São Paulo, por sí solo, ya era una central. No estuve de acuerdo y le dije que por más fuerte que sea el sindi-cato y por más importante que sea su historia, representa únicamente un sector. El diálogo se quedó en este punto.

Tiempos después, en 1989 o 1990, Juruna (João Carlos Gonçalves), de quien siempre fui muy amigo, me trans-mitió que Medeiros quería conversar conmigo, para retomar aquel diálogo a medias y me comentó que él ya estaba hablando sobre este tema con varios líderes. “Estamos dispuestos a organizar aquella central de la que tú hablabas. Una central diferente, con otra visión. ¿Estás dispuesto a entrar en este proyecto?”, me preguntó Medeiros. Y le contesté que sí.

Construyendo otra vía nueva

Había espacio para construir otra vía: combativa pero que no fuera estrecha ni sectaria. Mientras la CUT era muy radical, la CGT era muy conservadora. Los sindicatos de la CGT no tenían poder de negociación, era una central superada. Y aquello de “central única”, de “partido único” ya había pasado a la historia, era un concepto de la época de la guerra fría.

Juntamos entonces un grupo que creía en este proyecto: Medeiros, Araújo de la Federación de la Alimentación, yo mismo y varios compañeros de Guarulhos y Osasco (donde estaba el sindicato del que fui Presidente). Organicé los primeros viajes antes de la fundación y empezamos a articular la Central a nivel nacional.

Salí con Medeiros, Alemão (5) y Araújo, a lo largo y ancho de Brasil, para debatir la propuesta de la Central. Dialogamos con Meneguelli (6), conVicentinho (7).

En aquel entonces Medeiros, al ser una persona que estaba al frente de este nuevo proyecto, evitaba esos deba-tes, con lo cual, yo terminaba realizando la complicada tarea de debatir con la gente de izquierda.

Tuvimos mucho tiempo para conversar y elaborar nuestros primeros documentos. Cuando yo estaba en el PDT (Partido Democrático Laborista) tenía buena amistad con César Maia (8), que era secretario de Brizola. Antes de la fundación de Fuerza Sindical llegué a llevar a Medeiros a casa de Brizola. Tanto Maia como Brizola veían con buenos ojos la creación de la Central y nos ayudaron a elaborar los primeros documentos.

Antes de la fundación todo estaba muy avanzado. La convivencia era muy buena y cada cual ya sabía cuál sería su papel.

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Reacciones

El comienzo fue difícil, la reacción en contra nuestra fue muy dura. La CUT se dio cuenta de que iba a per-der la hegemonía, que había una nueva fuerza en el territorio, compitiendo con propuestas alternativas para los trabajadores. Por tanto, para desprestigiarnos, decían que “éramos una central que estaba naciendo en brazos de Collor”, que éramos una “central collorida”, la “Farsa Sindical”. Nos pusieron muchos palos en la rueda, dentro y fuera de Brasil. Fue muy difícil. Durante bastante tiempo estuve manteniendo el dicurso de la Central, de que íbamos a innovar el movimiento sindical brasileño, que no íbamos a crear un sindicalismo de cúpula, al estilo de un partido, sino una central pluralista, combativa, reivindicativa, de lucha.

Medeiros, Juruna, Paulinho y yo estábamos coordinados con el mismo discurso: “hemos venido con seriedad, para luchar, para pelear”, pero con una visión diferente.

¡Nació fuerte!

A pesar de todo lo mencionado, la Central ya nació fuerte, representativa y con gran inserción en varios sec-tores. Entre los sindicatos de metalúrgicos existentes en Brasil, excepto en el ABC paulista, llegamos a los princi-pales. También alcanzamos una gran representación en el sector servicios, alimentación, además de otros sectores importantes como el textil y el calzado. A continuación, Fuerza Sindical siguió creciendo y es en la actualidad una central respetada y fuerte.

Secretaría Internacional

Como yo venía de una experiencia de diez años de exilio, período en el que trabajé mucho con centrales sindicales internacionales, principalmente europeas, fui electo como 1º secretario internacional. Construí una trayectoria de respeto en el movimiento sindical internacional, conquistamos nuestro espacio con mucho vigor.

La primera central que desde el principio creyó en la propuesta de Fuerza Sindical fue la UIL (Unione Italiana del Lavoro), la única central de peso y con una historia muy potente en Italia. Su apoyo fue muy importante, nos ayudó a crear nuestra Escuela Sindical (9) con financiación de los italianos. Pero la CIOSL (Confederación Inter-nacional das Organizaciones Sindicales Libres) tardó cerca de dos años en aceptar nuestra afiliación.

Mientras no se nos admitía en la CIOSL, mantuvimos muchas relaciones bilaterales e intercambios con las cen-trales de Francia, España, Italia. Establecimos también una buena relación con China. La primera delegación que viajó a China, por invitación de la central sindical china, fue encabezada por Medeiros y por mí. También estuvi-mos en Japón. Y fuimos ocupando espacio. También ocupamos espacio en la OIT (Organización Internacional del Trabajo). Durante once años seguidos fui jefe de la delegación de Fuerza Sindical en la Conferencia Anual de la OIT.


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Encuentro con el Papa

Antes de la fundación de la Central, Medeiros de-seaba mucho mantener una entrevista con el Papa Juan Pablo II. Como yo era el secretario internacional, era una de mis tareas. Entonces nos organizamos Romano (10) y yo. Romano también tenía muchas ganas de co-nocer al Papa.

Poco antes de la fundación preparé una agenda centrada en Europa, para divulgar e invitar a personas para la creación de Fuerza Sindical. Aprovechando los contactos que yo tenía en Italia, pedí cita con el Papa. Fue difícil. Estuvimos más de diez días dando vueltas por Europa y esperando la confirmación de la cita, ya me costaba creer que lo íbamos a conseguir, pero Me-deiros, cada día en el desayuno nos localizaba (en cual-quier país donde estuviéramos) y nos preguntaba sobre el tema. Por fin nos llamaron desde Italia confirmando la entrevista.

Nos fuimos a Italia. Al llegar a Roma, el día ante-rior a la visita, me acordé que no tenía un traje adecua-do y lo comenté con Romano. Él tenía una corbata bla-zer en la maleta, pero no un conjunto completo, digno de ser recibido por el Papa. Me dijo entonces: “no hay problema, vamos a una tienda y compras el traje”. Le contesté: “Por cierto, no es un problema, sino dos, por-que no tengo dinero para comprar un traje”. Y Romano me dijo: “¿Quieres saber? Vamos allí, paso la tarjeta de

crédito y te pago un traje”. De esta manera, compré el traje.En el encuentro con el Papa, el jefe de protocolo nos indicó que esperásemos la hora de la comunión, una tradi-

ción en esas audiencias. Romano, Medeiros y yo nos quedamos a la espera. Cuando nos llamaron, entró Romano, luego yo, y Medeiros me tiró del traje y me dijo que los comunistas no toman la hostia. Me volví hacia él y le dije:

Rubens Romano, José Ibrahim y Luiz Antonio de Medeiros son recebidos por el Papa Juan Pablo II, en el Vaticano, en febrero de 1991.

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“Pero la del Papa sí que voy a tomarla, no me la pierdo”. Yo entré y Medeiros se quedó fuera, no se presentó para tomar la hostia.

La audiencia con el Papa fue muy buena. Duró unos 15 minutos. Le explicamos lo que era Fuerza Sindical. Había traducción, el Papa tiene un traductor. Pedimos su comprensión y su bendición, ya que Brasil es un país cristiano. El Papa dio su bendición a la Central y deseó buena suerte en la defensa de los trabajadores. Estuvo bien. Salimos y nos hicimos la foto histórica: Romano, Medeiros y yo, junto al Papa.

Relación con los Presidentes

La fundación de Fuerza Sindical tuvo lugar durante la Presidencia de Fernando Collor (11), quien sabía que debía negociar con el movimiento sindical, pero no había negociación con la CUT, ni con federaciones y confederaciones anquilosadas. No teníamos ninguna alianza tácita con Collor, pero él veía que con nosotros se podría dialogar.

Fuerza Sindical siempre buscó la negociación institucional. En la década de los 90, cuando formé parte de la Central, dialogamos mucho con Itamar Franco (12) sobre la participación del trabajador en espacios de debate, y planteamos desde entonces la reivindicación del poder de compra de los jubilados y la recuperación del salario mínimo. También tuvimos bastante diálogo con Fernando Henrique Cardoso (13) en sus dos legislaturas. En el período de FHC conseguimos espacio de participación en términos de opinión en los Consejos del Fondo de Ga-rantía, del Fondo de Asistencia al Trabajador y del BNDES, planteando inversiones, generación de empleo y trabajo decente, entre otras cosas.

Mientras la CUT era “anti”, nuestra línea era la de debatir sobre los problemas concretos. En ese período nació la idea de construir el Sindicato Nacional de los Jubilados, que hoy es una potencia dentro de Fuerza Sindical. Esas eran nuestras luchas y Fuerza Sindical siempre mantuvo el diálogo, al igual que lo mantuvo con el Presidente Lula y actualmente lo mantiene con la Presidenta Dilma (14).

De Medeiros a Paulinho

Paulinho es un líder con un alto sentido de la oportunidad, lo cual me parece una virtud. Tiene sensibilidad para darse cuenta rápidamente de las cosas y para actuar. Medeiros tiene una formación política más sólida, pero Paulinho es más lanzado e impetuoso que Medeiros, lo que define un perfil, un estilo de actuación diferente. Mientras que Medeiros en la presidencia era más cauteloso y tenía un estilo más moderado, Paulinho era en cierto sentido, más osado. Normalmente es acertado y, en mi opinión, actualmente, es el primer líder sindical del País. Además, con el ejercicio de su mandato parlamentario creció mucho, desarrollando un trabajo de defensa del tra-bajador, lo que dignifica a Fuerza Sindical.


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Los 20 años de Fuerza Sindical

Fuerza Sindical tuvo un papel fundamental en la renovación y oxigenación del movimiento sindical. Y yo me enorgullezco de haber participado en este proceso. Para ejercer este derecho supremo de la ciudadanía – la parti-cipación política –, los trabajadores deben organizarse, tener sus propias herramientas y voz en la sociedad. Para ello, los trabajadores necesitan una central como es Fuerza Sindical, que en estos 20 años se convirtió en uno de los mejores cauces de participación de los trabajadores y una herramienta importantísima para la construcción de una democracia fuerte en Brasil. Aunque queda mucho por hacer, el movimiento sindical avanzó mucho en estos 20 años y la marcha de Fuerza Sindical es victoriosa.

Fuerza Sindical Pernambuco en la lucha por el trabajo decente, en 2010.

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Notas de la redacción

(1) Huelga de 1968, en Osasco, iniciada en la fábrica metalúrgica Cobrasma.

(2) Presidente de la República de 2003 a 2006 y de 2007 a 2010, Luis Inácio Lula da Silva fue Presidente del Sindicato de los Metalúrgicos de São Bernardo, de 1975 a 1980. Fue también uno de los fundadores del Partido de los Trabajadores (PT), en 1980, y de la Central Única de los Traba-jadores (CUT), en 1983.

(3) Leonel Brizola fue un político brasileño, miembro del PTB (Partido Laborista Brasileño) de Getúlio Vargas. Uno de los más grandes oponentes a la dictadura militar, su nombre estaría en la primera lista de cargos políticos revocados por el Acto Institucional Número 1, el 10 de abril de 1964, junto con otras 102 personas, tales como João Goulart, Jânio Quadros, Luís Carlos Prestes y Celso Furtado. Al volver a Brasil, con la am-nistía de 1979, Brizola quiso asumir la antigua sigla (PTB), pero perdió la disputa del registro en el Tribunal Superior Electoral – TSE para Ivete Vargas, sobrina de Getúlio. Fundó, entonces, junto con otros laboralistas históricos y nuevos simpatizantes, el PDT.

(4) Joaquim dos Santos Andrade, Joaquinzão, fue Presidente del Sindicato de los Metalúrgicos de São Paulo entre 1965 y 1987.

(5) Enílson Simões de Moura, metalúrgico, participó en la organización de las huelgas de 1978 y 1979, en el ABC, y fue secretario general de Fuerza Sindical entre 1991 y 1997.

(6) Jair Meneguelli fue Presidente de la CUT entre 1983 y 1994. Después, fue elegido diputado federal.

(7) Vicente Paulo da Silva, Vicentinho, fue Presidente de la CUT entre 1995 y 2002, y también se elegió diputado federal.

(8) César Maia, economista y político, perteneció a los cuadros del PDT hasta 1991, cuando rompió con Leonel Brizola. Fue alcalde de la ciudad de Rio de Janeiro durante doce años.

(9) Proyecto de Escuela de Formación Sindical de Fuerza Sindical en la década de los 90. La UIL, con la central sindical ELA-STV, de origen vasco, apoyó la compra del edificio para el funcionamiento de la Escuela, en Embu-Guaçu (SP).

(10) Rubens Romano era Presidente del Sindicato de los Trabajadores del Comercio de la Ciudad de São Paulo y secretario de Finanzas de Fuerza Sindical en la etapa de su fundación.

(11) Fernando Collor de Mello fue Presidente de Brasil entre 1990 y 1992, siendo el primer Presidente electo por voto directo a continuación del régimen militar. Renunció al cargo intentando evitar un proceso de impeachment, pero el proceso siguió adelante y Fernando Collor tuvo sus derechos revocados por ocho años.

(12) Itamar Franco fue Vicepresidente en el gobierno de Fernando Collor, habiendo asumido la Presidencia de Brasil a partir del impeachment de Collor, en 1992. Durante su gobierno fue ideado el Plan Real, elaborado por el entonces ministro de Hacienda Fernando Henrique Cardoso.

(13) Fernando Henrique Cardoso, sociólogo, fue Presidente de Brasil de 1995 a 1998 y de 1999 a 2002.

(14) Dilma Vana Rousseff es Presidenta de Brasil desde 1º de enero de 2011.


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FuErza para consolidar a los sindicatos

Luiz Antonio de Medeiros

Metalúrgico, fundador y Presidente de Fuerza Sindical de 1991 hasta 1999. Fue Pre-sidente del Sindicato de los Metalúrgicos de São Paulo. Dejó la presidencia de Fuerza Sindical para ser diputado federal por São Paulo durante dos legislaturas.

Entrevista realizada el 14 de abril de 2011


partir de 1987, cuando ganamos las elecciones para la presidencia

del Sindicato de los Metalúrgicos de São Paulo (1), nuestro grupo moder-

nizó la organización. Creamos cinco delegaciones, equipamos con coches y organizamos a los trabajadores en las

fábricas como delegados sindicales, entre otras cosas. De esta forma, el sindicato se dio a conocer, se convirtió en referente, y esto nos acercó a los trabajadores. Los metalúrgicos, por ejemplo, fueron los primeros en reducir la jornada de 48 a 44 horas remuneradas (2). Tam-bién fueron los que más crecieron en garantía de protección a los accidentados y a la mujer trabajadora.

Pero a nivel nacional la gran mayoría de los sindicatos no participaba apenas. Además, la CUT estaba en pro-ceso de formación. Era una central combativa, pero de mucho control. Los grandes debates de la CUT no resulta-ban en acuerdos salariales, tensaban la cuerda hasta romperla, generando muchos despidos.

Había dos grandes sindicatos de metalúrgicos: el de São Paulo y el de São Bernardo do Campo. Teníamos a quinientas mil personas en el Sindicato de los Metalúrgicos. El sueño de la CUT era tener ese sindicato, el Sindi-cato de los Metalúrgicos de São Paulo, porque era el más grande. De haberlo conseguido, sería una central única. Pero la idea de ser única ya es una oposición a la pluralidad y a la pluralidad democrática.

A Huelga de los Metalúrgicos que llevó a la conquista de la jornada de trabajo del sector de 48 a 44 horas semanales (SP), 1985.

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No era aceptable para nosotros (del sindicato), rendirnos a los radicales, que querían hacer un sindicato cons-truyendo otros objetivos. Por otro lado, tampoco queríamos ser identificados con un sindicalismo apático, amari-llo y desfasado que se limitara a gestionar la presión salarial.

Llegamos a la conclusión de que la idea de “único” no nos convencía, debía ser democrático. En una fábrica hay personas que son socialistas, otras comunistas, gente de derechas, de izquierdas, católico, protestante… y la cúpula también debe reflejar esa diversidad. En el sindicato se debe representar la pluralidad de visión de los trabajadores.

¿Por qué la cúpula tiene que ser única? Nos opusimos a la idea de central única y creamos nuestra propia organización, con el objetivo

de luchar, pero también de buscar la negociación, porque pensábamos que en primer lugar era ne-cesario agotar la negociación. Partimos del principio de que, aun existiendo muchas divergencias, a partir de un determinado momento debe haber convergencia entre patrón y trabajador.

Me acuerdo de dos sindicalistas muy importantes, con los que al final de 1990 decidí crear Fuerza Sindical: Melquiades Araújo, que era y sigue siendo Presidente de la Federación de la Ali-mentación e Lucânia (3) de la Federación de los Trabajadores del Comercio. Éramos represen-tantes de tres grandes sectores: metalúrgicos, comercio y alimentación. Trabajábamos como un

núcleo y cada uno llevó la propuesta a debate a sus sectores. Queríamos formar una central sindical que no fuese ni radical ni inmovilista.

Esa fuerza sindical nacional debería participar en las luchas generales, buscando representar al trabajador en las grandes cuestiones nacionales y teniendo como idea original el combate con negociación.

Creamos entonces una fortaleza inexpugnable. Participamos en elecciones en todo Brasil. En Volta Redonda (RJ), por ejemplo, que era un sindicato de la CUT, nos presentamos y ganamos. Siempre tuvimos un programa afirmativo de luchas, propuestas y proyectos. Y desde el principio tuvimos el valor de dar la cara para defender y garantizar nuestra independencia, lo que no era una característica muy habitual del sindicalismo de aquella época. Por ejemplo, durante el gobierno de Fernando Henrique Cardoso abrimos un gran proceso por la repo-sición de las pérdidas de más de 40% del Fondo de Garantía en el gobierno Collor. Yo mismo abrí ese proceso en el Sindicato de los Metalúrgicos. Es un buen ejemplo de cómo Fuerza Sindical nunca perdió la noción de independencia y hoy es una de las centrales más grandes del País.

Paulo Fernandes Lucânia.

Medeiros con Leonel Brizola, 1991.

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Primeras luchas

En aquella época, mediados de los años 90, a nadie le importaba la negociación de la tabla del Impuesto sobre la Renta. Sin embargo, nosotros lo abordamos y negociamos este tema con Marcilio Mar-ques Moreira. Además, respecto al tema de la PRL (Participación en los Beneficios o Resultados), Fuerza Sindical luchó por la participa-ción de los trabajadores en los beneficios de las empresas. La revalo-rización de las pensiones también se debió a nuestra intervención. Abrimos procesos nacionales en un momento en el que nadie los ha-cía. Son luchas y negociaciones en los que fuimos pioneros.

Transformaciones a lo largo del tiempo

Fuerza Sindical mantuvo su independencia respecto a los gobiernos. A pesar de colaborar con el gobierno Lula en la negociación del salario mínimo, actuamos con independencia. No se puede hacer sindicalismo si no hay independencia ante el empresario, los partidos y los gobiernos. Pero hoy hay mucha confluencia, ya no existe radicalismo revolucionario ni afirmaciones como “voy a acabar con el sistema de producción, de mercado”. Defen-demos un mercado con fuerte reglamentación, pero ya no hay un sector que plantee el sindicato como palanca para hacer la revolución, como había antes.

Creo que las centrales están cumpliendo su papel, pero también creo que los sindicatos deben ser más com-bativos ahora que estamos en un momento de crecimien-to económico y en momentos como este es necesario usar determinadas tácticas para conseguir más ventajas para el trabajador. Por ejemplo, cuando existía Monark (fabri-cante brasileña de bicicletas) y Caloi (fabricante brasileña de bicicletas y equipamientos), parábamos una de ellas y manteníamos a la otra trabajando. No había forma de que los empresarios despidiesen a los trabajadores. Lo que quiero decir es que debemos actuar mucho más por sec-

Medeiros y Araújo en el congreso de fundación de Fuerza Sindical, marzo de 1991.

Araújo, Paulo Pereira da Silva (Paulinho), Enílson Simões (Alemão), Medeiros y otros militantes de Fuerza Sindical manifestándose en apoyo a las reformas del gobierno, (SP), 1995.

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tores, por regiones, por fábrica, para lograr lo que no se consigue en un acuerdo general. Tenemos que dar una sacudida a la realidad sindical.

Unidad entre las centrales

Creo que la unidad entre las centrales es posible y muy positiva. No se debe dividir el movimiento sindical por reivindicaciones como la reducción de la jornada de trabajo. Hay que negociar conjuntamente. No se pasa de una jornada de 44 a 40 horas en un momento. Cuando conseguimos las 44 horas semanales, en la constitución de 1988, el proceso fue de ir reduciendo una hora por semestre, hasta completar el paso de 48 a 44 horas. Ahora es posible pasar de 44 a 40 horas también progresivamente. Las centrales tenían que llegar a ese acuerdo. Creo que es importante la demostración de fuerza, una celebración de 1º de Mayo con dos o tres millones de personas y todas las centrales juntas, asumiendo la lucha por la reducción de la jornada de trabajo.


Los 20 años de Fuerza Sindical se han recorrido por un camino acertado, con eficacia y responsabilidad. La principal bandera de lucha debe ser la reducción de la jornada de trabajo, pero creo que los sindicatos brasileños deben resolver el problema de la financiación. No se puede quitar el impuesto sindical repentinamente, pero, por otro lado, se ve mal que Brasil todavía mantenga ese tipo de tributo. ¡Es una llaga! ¡La salida es negociar! Fuerza Sindical se ha creado para consolidar los sindicatos. Ese impuesto es de la época de Getulio. Llega un momento en el que los sindicatos deben caminar por sus propias piernas. Las instituciones que tienen una larga trayectoria son las que se renuevan y yo creo que esta institución no se ha renovado. Pero tenemos que buscar una alternativa para el tema de la financiación.

Notas de la redacción(1) Medeiros fue electo para la presidencia del Sindicato de los Metalúrgicos de São Paulo en 1987 y 1990.

(2) En 1985, metalúrgicos paulistas realizaron una huelga de 54 días por las 40 horas semanales. El movimiento se inició por el Sindicato de los Metalúrgicos de São Bernardo do Campo y Diadema y también contó con la participación del Sindicato de los Metalúrgicos de São Paulo, con un seguimiento estimado de 290 mil trabajadores. La huelga tuvo, como resultado, la reducción de la jornada de 48 horas semanales a 40 horas en algunas fábricas y 44 o 45 horas en otras. Esa lucha tuvo fuerte influencia sobre la elaboración de los derechos laborales en la Constitución de 1988, que reconoció en su texto la jornada laboral de 44 horas.

Presidente de la República de 2003 a 2006 y de 2007 a 2010, Luis Inácio Lula da Silva fue Presidente del Sindicato de los Metalúrgicos de São Bernar-do, de 1975 a 1980. Fue también uno de los fundadores del Partido de los Trabajadores (PT), en 1980, y de la Central Única de los Trabajadores (CUT), en 1983.

(3) Paulo Fernandes Lucânia (1940/2007) fue Presidente de la Federación de los Empleados en el Comercio del Estado de São Paulo (FECESP) de 1989 a 2007.

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por una cEntral más laborista

Melquíades Araújo

Presidente de la Federación de los Trabajadores en las Industrias de Alimentación en el Estado de São Paulo – FETIASP, y primer Vicepresidente de Fuerza Sindical. Parti-cipó en la fundación de Fuerza Sindical en 1991.

Artículo publicado en la web de Fuerza Sindical el 22 de marzo de 2011.

Organización Sindical – Antecedentes

esde el inicio de la “Era Vargas” (1) la organización de la clase trabajadora a nivel nacional nos ha sido negada. En los tiempos de plomo de la dictadura militar (1964/1985) la reu-nión de sindicatos y federaciones de sectores diversos llegó a ser considerada práctica sub-versiva (2).

Sin em-bargo, bastó

con que el sis-tema se orientase

hacia la distensión, aunque fuera una apertura “lenta, gradual y se-gura” (3), tal y como fue anunciada, para que se reactivase la idea de la organiza-ción de una central sindical.

De hecho, a partir de la CONCLAT, en el año 1981, el proyecto pasó de la idea a la construcción. No fue posible crear una central única debido a la división puramente política, con lo cual se crearon, primero la CUT (en agosto de 1983), luego la CGT, que, debido a la división política, evolucionó hacia una CGT confederación y otra central.

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Araújo en campaña por la valorización del salario mínimo, 2010.

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La necesidad de Fuerza Sindical

Gran parte de los sindicatos y federaciones, que defendían una actuación centrada en las necesidades concre-tas de los trabajadores y en la defensa férrea de sus derechos e intereses, tanto individuales como colectivos, no aceptaba ninguna de las centrales existentes. Poco a poco, partiendo de los trabajadores, en la base, hacia la cúpula de los sindicatos; y de éstas hacia las federaciones y confederaciones, fue creciendo la idea de construir una central que diera prioridad a propuestas más laborales y menos político-partidistas.

Esta central nació el 8 de marzo de 1991, ya marcada por la democracia, por la autenticidad y por la actuación eficaz y transparente: Fuerza Sindical.

Su fundación abrió otro espacio y un nuevo camino. El primero y el segundo Presidentes (Antonio de Medei-ros y “Paulinho” Pereira da Silva) proceden del sector metalúrgico. Pero conquistaron representatividad en todos los sectores de las ramas profesionales: en la industria, comercio, transporte, servicios, medio rural, comunicacio-nes, educación, deportes, ocio, etc.

La Federación de los trabajadores en las Industrias de la Alimentación y Afines del Estado de São Paulo está representada en la dirección de Fuerza Sindical desde la creación de la Central. Y nos enorgullece mucho ocupar una de sus vicepresidencias. Es importante tener presente que, en 2002, según estadísticas del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE), Fuerza sindical contaba con 839 entidades afiliadas y actualmente

cuenta con el 13,7% del total de entidades or-ganizadas en centrales, atendiendo plenamen-te a la exigencia del Art. 2º, párrafo único de la Ley nº 11.648 de 2008, para mantenerse como central.

Principales banderas de lucha

Fuerza Sindical destaca en el plano sociopo-lítico y económico de Brasil por la seriedad de las causas que defiende. Las más importantes son:

La lucha por la reducción de la jornada de trabajo de 44 hacia 40 horas semanales sin re-ducción de salarios.

La lucha por la valorización del salario mínimo, tal y como contempla el Inciso IV del

Elza de Fátima Costa Pereira, Tesorera del Sindicato de los Metalúrgicos de São Paulo, en campaña salarial, octubre de 2009.

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Artículo 7º de la Constitución, atendiendo a los fines para los que ha sido establecido: garantizar trabajo, vivienda digna, alimentación, educación, salud, ocio, vestido, higiene, transporte y seguri-dad social.

La lucha por el trabajo decente y por la defensa de los derechos laborales conquistados con duro es-fuerzo, combatiendo la flexibilización y la externa-lización de la mano de obra.

El mantenimiento de la financiación de la or-ganización sindical a través de contribuciones del sector considerado como conjunto, como forma de compensación por la representación amplia de

asociados o no asociados, en las negociaciones colectivas e inclusión de todos en los acuerdos y convenciones colectivas, mediante la contribución de negociación legitimada por el Artículo 7º de la misma Ley nº 11.648 de 2008.

Por todo ello, en el vigésimo aniversario de la Central, saludamos a la valerosa Fuer-za sindical y sus afiliados, deseándoles larga vida.

Notas de la redacción(1) Entre 1930 y 1945, cuando Getulio Vargas (PTB) go-

bernó Brasil. Fue un período de profundas trans-formaciones en el País, que se hizo más urbano e industrializado. Getulio volvió a ser Presidente el 31 de enero de 1951 y lo fue hasta 24 de agosto de 1954, cuando se suicidó.

(2) Cuando se estableció la dictadura en abril de 1964 se creó a continuación un sistema represivo contra todo tipo de asociación civil contraria al régimen. Las huelgas de trabajadores y estudiantes pasaron

Carlos Vicente de Oliveira (Carlão), Presidente del Sindicato de los Trabajadores de la Alimentación de São Paulo, septiembre de 2009.A

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Neuza Barboza, en asamblea en Mars Brasil, en Mogi Mirim (SP), mayo de 2011.

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a considerarse delito. Los sindicatos sufrieron intervención federal y los líderes sindicales que se mostrasen contrarios al sistema eran tachados de subversivos, según la Ley de Seguridad Nacional.

(3) Expresión acuñada por el general dictador Presidente Ernesto Geisel, cuyo gobierno ya sufría una gran presión social por la redemocratización de Brasil. Geisel, que fue Presidente entre 1974 y 1979, declaraba que la entrega del poder a los civiles no se haría de forma precipitada. Después de su gobierno, la dictadura duraría todavía seis años.

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toda la sociEdad gana con la cualiFicación sindical

Cláudio Magrão de Camargo Crê

Metalúrgico, Presidente de la Federación de los Metalúrgicos del Estado de São Paulo y Vicepresidente del Sindicato de los Metalúrgicos de Osasco. Participó en la fundación de Fuerza Sindical, siendo su primer secretario de Formación Sindical.

Entrevista realizada el 21 de junio de 2011

Política de formación de dirigentes en los 20 años de Fuerza Sindical

ntre 1992 y 2000, en la Federación de Trabajadores en las Industrias Metalúrgicas del Esta-do de São Paulo logramos

elaborar importantes pro-gramas de formación y cualificación profesional

de dirigentes sindicales y de trabajadores empleados y

desempleados. Miles de personas pasaron por los pupitres escolares de la Federación y de los 54 sindicatos metalúrgicos afiliados.

Eso es muy importante, ya que, un mayor nivel de conocimiento por parte del dirigente mejora su actuación en defensa de los derechos y anhelos de los trabajadores.

Además de las obligaciones de las organi-zaciones sindicales, en la actualidad la sociedad

EJorge Nazareno (Jorginho), Presidente del Sindicato de los Metalúrgicos de Osasco y Región, al lado de Mônica Veloso, Cláudio Magrão y Paulo Pereira da Silva (Paulinho), realiza una asamblea contra despidosde metalúrgicos de la fábrica Amsted-Maxion, en Osasco (SP), diciembre de 2008.

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exige la participación de los trabajado-res en la administración directa e in-directa del Estado. Para participar en los Consejos (del Fondo de Garantía del Tiempo de Trabajo, de la Seguri-dad Social y del Fondo de Asistencia al Trabajador) el dirigente necesita una formación específica y un buen nivel de conocimiento político, económico y social. Con la cualificación de los diri-gentes sindicales no ganan únicamente los trabajadores sino toda la sociedad.

Retos en la cualificación de dirigentes sindicales

Aunque en estos 20 años hayamos conseguido algunos avances en este aspecto, la acción de los sindicatos, federaciones, confederaciones y centrales sindicales todavía no es suficiente. De modo general, los recursos finan-cieros de esas entidades se destinan a otras actividades diferentes de la cualificación. Creo que por parte de muchos de los actuales sindicalistas hay cierto recelo de ser superados por los nuevos compañeros y por eso no invierten en la formación de base.

Trabajadores sin formación sindical se destacaron en 1978

Los dirigentes que surgieron en esa etapa reflejaban los contextos objetivos y subjetivos en los que vivían. Son compañeros y compañeras que se formaron al calor de la lucha por la reposición de las pérdidas ocasio-nadas por la inflación y por la recuperación y valorización salarial y terminaron ganándose el respeto de los trabajadores. Reivindicábamos entonces cerca de 100% o 200% de incremento salarial. La estabilización econó-mica y la globalización de la economía llevaron a la necesidad de contar con otro tipo de dirigentes, que fueran capaces de sacar a los empresarios, además del incremento de salarios, reivindicaciones sociales, como mejores condiciones de trabajo, ayudas para la alimentación, cualificación y recualificación profesional. La situación actual es diferente, no tan dura, pero el sindicalista debe actualizarse y estar a la altura de las exigencias del mundo que le rodea.

Manifestación contra los altos intereses, São Paulo (SP), enero de 2009.

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Capacitación de Dirigentes Sindicales de Base

Estamos impartiendo el curso de Capacitación de Dirigentes Sindicales de Base en los sindicatos de Araras, Ourin-hos, Franca, Cruzeiro, Espírito Santo do Pinhal, Fernandópolis, Piracicaba, Tatuí, Embu-Guaçu, Artur Nogueira, Cerquil-ho, Marília, Ribeirão Preto, São José do Rio Preto y Mogi-Guaçu en la sede de la entidad, en la Capital de São Paulo.

Los debates giran en torno a temas esenciales de la lucha de los trabajadores.

Entre otros temas, los sindicalistas debaten sobre la historia del movimien-

to sindical, estructura sindical y nociones básicas de economía. Tenemos una política de formación permanente de los dirigentes, para ampliar nuestra actuación en la base y, de esta manera, reforzar nuestras luchas sindicales. Se prevé que, hasta finales de 2011, cerca de trescientos sindicalistas habrán pasado por las aulas de nuestra Fede-ración.

Federación conectada al mundo virtual

La Federación está conectada – y busca siempre actua-lizarse – al mundo virtual y a las actuales redes sociales. Es una línea que puede aportar mucho a la cualificación y formación de los dirigentes sindicales. Las organizaciones sindicales vienen aprovechando bien las herramientas digi-tales para ampliar y divulgar sus acciones y para fomentar diálogos y debates. Internet es un poderoso instrumento de movilización y es otra forma de transmitir información y promover el intercambio entre el movimiento sindical y los demás sectores de la sociedad.

Seminario de formación de mujeres negociadoras, São Paulo (SP), 2005.

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Geraldino Santos Silva en el primer Curso de Formación Sindical de Centro-Oeste, Goiás (GO), agosto de 2011.


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sindicalismo, mEdio ambiEntE, salud y sEguridad En El trabajo

José Gaspar Ferraz de Campos

Sociólogo, miembro de la Dirección Ejecutiva del PDT-SP y consultor de Fuerza Sindi-cal. Fue exiliado en 1971, durante la dictadura militar. Vivió en Francia hasta 1979, donde fue Secretario General del Comité por la Amnistía. Participó en la fundación de Fuerza Sindical.

Entrevista realizada el 11 de abril de 2011.

Una nueva central

uerza Sindical aglutinó a muchos sindicalistas que estaban dispersos, que no es-taban en la CUT ni en la CGT (que tenía una estructura pequeña). El núcleo que

dio origen a Fuerza Sindical estaba en el Sindicato de los

Metalúrgicos de São Paulo, lidera-do por Luiz Antonio de Medeiros, y

en la Federación de la Alimentación, liderada por Melquíades Araújo. Su ori-

gen también es fruto de la relación de los metalúrgicos de São Paulo con otros sindicatos de metalúrgicos de Brasil. Eran personas que no se sentían representadas por ninguna de las dos centrales existentes.

En los inicios, había algunas personas que estuvie-ron en el exilio y tuvieron una participación impor-tante en Brasil, articuladas principalmente por José Ibrahim. Con 21 años, en 1968, Ibrahim fue Presidente

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Seminario sobre Salud y Condiciones de Trabajo, en Volta Redonda (RJ), alrededor de 1996. José Gaspar es el segundo, de izquierda a derecha.


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del Sindicato de los Metalúrgicos de Osasco, con una dirección compuesta por personas que más adelante participarían en la resistencia a la dictadura. Uno de ellos fue Zequinha (1), que murió junto a Lamarca (2) en Bahia.

José Ibrahim, João Carlos Gonçalves (Juruna) y Nair Goulart nos invitaron a mí y a Domingos Fer-nandes (3), para conversar en un bar en el barrio de Pinheiros (SP), al inicio de 1991. Ibrahim decía: “Mira, nosotros, con Luiz Antonio de Medeiros, Eníl-son Simões de Moura, Alemão, y otros cuantos, va-mos fundar una nueva central. Os queremos invitar

a participar”. Le contesté que yo había sido director de ANDES (Asociación de Profesores de la PUC), pero ya no tenía responsabilidad sindical. Pero como ellos necesitaban un cuerpo político e ideológico, nos sumamos a la construcción de la nueva central.

“Sindicalismo de resultados”

Había un vacío en el movimiento sindical y además, la sociedad esperaba una res-puesta. Decir que Fuerza Sindical surgió en contraposición a la CUT es muy poco. Perso-nas como Luiz Antonio, José Ibrahim, Paulinho, Juruna, en fin, nuestro grupo jamás se adaptaría a la estructura tan jerarquizada de la CUT. Éramos más libertarios y lo somos todavía.

No es casualidad que se propagaran comentarios como “Collor abrió espacio para Fuerza Sindical”. No ha sido por Collor, el hecho es que había un espacio para entrar con nuestra propuesta. El gobierno federal de la época fue simpático a la creación de Fuerza Sindical, pero la verdad es que teníamos una relación fuerte con la gente.

Introdujimos en Brasil un nuevo estilo, Fuerza Sindical se fundó con el planteamiento de la negociación. La expresión “sindicalismo de resultados” acuñada por Luiz Antonio de Medeiros impregnó entonces, y lo sigue haciendo hoy, la vida de Fuerza Sindical. Es necesa-rio sentarse a la mesa y negociar, es lógico. La negociación forma parte de Fuerza Sindical, no es solamente una cuestión programática, es su espíritu.

Materia de la primera Revista de Fuerza Sindical, junio de 1991.

Certificado de partici-pación en la 1ª Confe-rencia Eco-Sindical.

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Eco 92

El Congreso de la CIOSL (Confederación Internacional de las Organizaciones Sindicales Libres), realizado en Caracas de 17 a 24 de marzo de 1991, tuvo como tema central la cuestión ambiental. El sindicalismo mundial quería insertarse en Rio-92 (4). Como Domingos y yo mismo teníamos relaciones en ese ámbito debido a anti-guos lazos con los fundadores del Partido Verde, como Gabeira (5) y otras figuras destacadas, creamos un grupo dentro de Fuerza Sindical, en el que también participa-ba Juruna, para debatir sobre cuestiones de medio ambiente. Organizamos un evento que molestó mucho a las demás centrales. Sin contar con recursos del impuesto sin-dical y sin dinero, reunimos en la Praia do Trabajador, en São Sebastião (SP) a 470 dirigentes sindicales de todo Brasil. Invitamos también a diputados, ambientalistas y sindicalistas de Europa – Francia, España, Bélgica, entre otros países – para debatir sobre medio ambiente y desarrollo. Fue algo absolutamente inédito. A partir de ese

hecho, Fuerza Sindical se insertó en la Agenda de Rio-92. La dirección de Fuerza Sindical de la época me propuso para la Secretaría Ejecutiva de esa Conferencia. Escribí entonces un libro titulado Agenda 21 da Rio 92 no Local de Trabalho (Agenda 21, de Rio-92 en el puesto de trabajo), del que, sin ningún tipo de modestia, afirmo que es lo único que hay escrito en el mundo sobre la relación entre medio ambiente y trabajo. Se trata de una síntesis de lo que se debatió en São Sebastião. En 1996 reedité el libro bajo el título La Ecología del Trabajo, y lo lancé en España con el apoyo de un amigo, entonces Presidente del Club Mundial de la Prensa, Tito Dragó.

José Ibrahim, que era secretario de Relaciones Internacionales de Fuerza Sindical, tuvo un papel muy impor-tante en todo eso. Al haber estado exiliado un tiempo (durante la dictadura militar) en Europa tenía buenas rela-ciones con las centrales sindicales europeas y supo aprovechar la sabiduría y audacia política que teníamos para facilitarnos el trabajo. Fuerza Sindical no tenía una estructura tan jerarquizada. Hoy es una central mucho más fuerte, tiene una dirección muy cohesionada y sede propia. Pero en aquella época solo contábamos con una casa pequeña en la Rua Lisboa, barrio de Pinheiros, en São Paulo.

Temas pioneros

Además de este tema del medio ambiente, Fuerza Sindical planteó, una serie de otras cuestiones novedosas, lo cual fue fundamental para la consolidación de la Central. Una de ellas fue la creación de la Secretaría de la Mu-jer, resultado de un movimiento liderado por Nair Goulart, que venía de una vertiente política de izquierda en el movimiento sindical.


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Otra cuestión es la de la Salud y Seguridad en el Trabajo. Para insertarnos en esa área utilizamos documentos desarrollados por la OIT (Organiza-ción Internacional del Trabajo) y por la CIOSL. Nos basamos en el supuesto del sistema tripartito de la OIT, que implica a empresarios, trabajadores y go-bierno. Fuerza Sindical introdujo ese sistemal en Brasil, especialmente en la cuestión de la salud y de la seguridad en el trabajo. Luchamos por introducir dispositivos de seguridad en diversas máquinas, y lo conseguimos gracias al sistema tripartito.

Otra cuestión es la Participación en los Benefi-cios o Resultados. Paulinho no era todavía diputado,

pero gestionó una Medida Provisional, que Ciro Gomes (6) incluyó en el orden del día. La idea fue de Fuerza Sin-dical, de Paulinho. Y en ese proceso, en el gobierno de Fernando Henrique Cardoso, abrió un espacio muy grande para el sistema tripartito en el Ministerio de Trabajo. La relación con el Ministerio del Trabajo respecto a esta cuestión fue muy buena durante los cuatro años del gobierno FHC. Dornelles (7) fue un buen ministro y Paulo Paiva (8) fue un ministro extremadamente democrático.

20 años de Fuerza Sindical

El movimiento sindical brasileño necesita preparar a sus nuevas generaciones. Creo que hoy las cuestiones en las que fuimos pioneros, como por ejemplo la ambiental, quedan en un segundo plano debido a la prioridad dada a otros temas como el salario y la inserción del sindicalismo en la política nacional. Las centrales sindicales no han participado, por ejemplo, en el debate sobre el Código Forestal. Y los parlamentarios no lograron crear un grupo político a nivel nacional para defender la cuestión ambiental.

Otro punto es la necesidad de valorar nuestra historia. Hace poco estuve en un evento del PDT donde hablé de Zequinha. Entonces, un joven de unos 30 años me abrazó y me dijo: “tuvo que venir gente de fuera para que se recordase a Zequinha. ¡Ellos no hablan, tienen miedo!” Le pregunté: “¿Miedo de qué?” y él me contestó: “¡de la sombra! Existe cierto miedo del pasado”.

Sin embargo, esta directiva de Fuerza Sindical se preocupa por la preparación de una nueva generación para asumir la Central. Paulinho, Juruna y Miguel tienen una gran responsabilidad para no dejar que Fuerza sindical

Curso sobre Salud y Seguridad en el Trabajo para Trabajadores del Sector Público, realizado por Fuerza Sindical Santa Catarina, en Botuverá (SC), mayo de 2011.

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caiga en manos de aventureros, que están presentes en la política, en el sindicalismo, en las empresas y en todas partes. Quiero estar vivo dentro de diez años para poder visitar a esos compañeros siempre. Yo todavía colaboro con Fuerza Sindical y voy a seguir colaborando mientras se mantenga una directiva de este tipo. Jamás estaría en una central que hiciera el juego de la derecha, el juego de las clases dominantes.

Creo que es necesario que exista una central como Fuerza Sindical, insertada en el movimiento y cada día más con un perfil de central ciudadana. ¡Fuerza Sindical es una central que llegó para quedarse!


(1) José Campos Barreto, Zequinha, fue líder de la huelga metalúrgica de 1968 en Osasco e histórico militante socialista, asesinado por las fuerzas de la represión aún joven, en 1971, junto con el capitán Carlos Lamarca.

(2) Carlos Lamarca fue un capitán del Ejército Brasileño que, por su desacuerdo con la dictadura, se incorporó al grupo de militares disidentes, convirtiéndose en uno de sus principales opositores. Lamarca fue comandante guerrillero e integrante de Vanguardia Popular Revolucionaria. Buscado por la represión fue localizado en la región del Agreste baiano, el 17 de septiembre de 1971, y asesinado por un Comando Especial del Ejército.

(3) Domingos Fernandes, ecologista, es uno de los fundadores del Partido Verde. Recientemente se reincorporó a las filas del PDT.

(4) La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y Desarrollo Rio 92 – o Eco 92 –, realizada de 3 a 14 de junio de 1992, en Rio de Janeiro, fue un marco para el ecologismo global, consagrando el concepto de desarrollo sostenible. Fernando Collor de Mello, Presidente de Brasil en aquel año, transfirió durante el evento, la Capital Federal de Brasilia hacia Rio de Janeiro, devolviendo a la ciudad el puesto ocupado en el período de 1763 a 1960.

(5) Fernando Gabeira, periodista y político, es conocido por haber participado en la lucha armada contra el régimen militar, como militante del MR-8 (Movimiento Revolucionario 8 de Octubre) y por su actuación en el Partido Verde (del cual es miembro fundador).

(6) Ciro Gomes fue ministro de Hacienda en 1994, por invitación del entonces Presidente Itamar Franco. Fue también candidato a la Presidencia de Brasil en 1998 y en 2002, por el PPS. En 2002, las listas en las que Ciro se presentó candidato también estaba Paulo Pereira da Silva (PDT) como Vicepresidente.

(7) Francisco Dornelles fue ministro de Industria y Comercio y ministro de Trabajo en el gobierno FHC. En 2006, fue electo senador de la República por el Estado de Rio de Janeiro. Actualmente, también es Presidente Nacional del PP (Partido Progresista).

(8) Paulo Paiva fue ministro del Trabajo, en el gobierno de Fernando Henrique Cardoso, de 1º de enero de 1995 a 31 de marzo de 1998.


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FuErza sindical y las mujErEsNair Goulart

Metalúrgica, Presidenta de Fuerza Sindical Bahia, Vicepresidente de la CSI – Confe-deración Sindical Internacional. Participó en la fundación de Fuerza Sindical y fue la 1ª secretaria Nacional de las Mujeres de la Central.

Entrevista realizada el 21 de marzo de 2011.

Mujeres sindicalistas en la fundación de Fuerza Sindical

as mujeres trabajadoras que actuábamos en los inicios de la déca-da de los 90 vimos que el movimiento sindical brasileño no tenía

en cuenta nuestras propuestas específicas, como era la corrección de salarios diferenciados.

Las mujeres realizaban los mismos trabajos que los hombres en va-rios sectores, pero con salarios más bajos. Es verdad que

aún estando cada vez más presentes en el mercado de trabajo, todavía tenemos esas reivindicaciones. Pero en aquel momento la situación era aún más grave. Era necesario contemplar a las trabajadoras. Y, además de que nues-tras reivindicaciones no estaban incluidas entre las propuestas del movimiento sindical, nuestra participación en las negociaciones colectivas era muy pequeña.

Por tanto, cuando surgió la idea de crear Fuerza Sindical, organizamos un encuentro con la asistencia de más de trescientas mujeres de varios sindicatos de Brasil, sobre todo de los sectores de la confección, alimentación, comercio, limpieza y conservación, química, juguetes, además de muchas metalúrgicas, para debatir sobre nuestra futura participación en esa nueva institución.

El encuentro tuvo lugar en febrero de 1991, un mes antes de la fundación de Fuerza Sindical, en la sede del Sindicato de los Trabajadores del Comercio, en Cotia (SP).

Decidimos que además de la participación de las mujeres en la dirección de la Central, también queríamos que

LNair Goulart.


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el movimiento que estaba empezando se comprome-tiese con la lucha en defensa de nuestras propuestas. En el Congreso de 8 de marzo de 1991 llevamos nuestras propuestas para debatirlas con los dirigentes.

Por tanto, Fuerza Sindical fue el resultado de un proceso del que participaron varias mujeres, empeña-das en asegurar el compromiso con nuestra agenda, que consistía básicamente en luchar contra la violen-cia; por más oportunidades en el mercado de trabajo; igualdad de salarios; y contra el acoso sexual y moral en el trabajo.

Secretaría Nacional de la Mujer

En el Congreso fundacional de Fuerza Sindical, sentimos la necesidad de una buena preparación de nuestra Secretaría. Estábamos cansadas de organiza-

ciones que no respondían a las demandas de las mujeres. Por ello, tomamos nuestro tiempo para construir la Secretaría de la Mujer con esmero. Y así lo hicimos. En septiembre de 1991, realizamos en Riocentro (RJ) un congreso con más de mil mujeres para crear la Secretaría Nacional de la Mujer de Fuerza Sindical, para la cual fui electa 1ª secretaria. Fue un congreso mucho más numeroso que el encuentro que habíamos realizado en febrero. Constituimos la Secretaría a nivel nacional y fomentamos la instalación de Secretarías en los estados. Durante varios años, nos dedicamos a la creación y ampliación de la Secretaría.

En el primer y segundo período, hicimos acuerdos de colaboración con diversas centrales sindicales del mun-do y creamos un programa de formación sindical para mujeres. Fuimos construyendo una política para las muje-res dentro de Fuerza Sindical, en colaboración con la CLC (Canadian Labour Congress), de Canadá, que financió un programa de formación que preparaba a las mujeres para la negociación colectiva.

Cuota de 30%

Para el 3º Congreso de Fuerza Sindical, en 1997, en el Palacio del Trabajador (barrio de Liberdade, en São Paulo), preparamos un proyecto de cuotas de un mínimo de 30% de mujeres en las direcciones de Fuerza Sindical, tanto Nacional como regionales. Para ello, hicimos una campaña con el apoyo de un dosier explicativo sobre lo

Mariazinha, Ruth Coelho, Nair y Elza, en el congreso que discutió sobre la participación de las mujeres en la fundación de Fuerza Sindical en Rio de Janeiro (RJ), septiembre de1991.

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que significaba la cuota y también una cinta morada que entregábamos a las personas que apoyaban. Cuando nos dimos cuenta, la gran mayoría de participantes del congreso llevaba la cinta morada. La mayoría nos apoyaba y se aprobó la propuesta. Pero fue una pelea. Luiz Antonio de Medeiros se enfadó y nos acusó de querer desestructurar el congreso. Fue algo que tuvo repercusión, los periódicos del día siguiente al con-greso lo publicaron con grandes titulares: “Las mujeres quieren el 30% y dividen Fuerza Sindical”. Y entonces, Medeiros se enfadó del todo y nos llamó para hablar. Nosotras defendimos nuestros planteamientos y reafirmamos que íbamos a luchar por aquel derecho.

Después de eso, el propietario de Folha de S.Paulo (1) dijo a Medeiros que quería conocerme, porque, según él, yo era “una estratega”, por haber conseguido hacer aprobar por el congreso de Fuerza Sindical la cuota de 30%, algo que ni siquiera la CUT había hecho. Fue un hecho muy importante y decisivo en la historia de la Central.

Cambios en la Central

Cuando Paulinho (Paulo Pereira da Silva) asumió la presidencia de Fuerza Sindical, en 1999, introdujo una dinámica más abierta a la Central, potenciando las perspectivas de inserción en la sociedad. Es importante recordar que, cuando creamos Fuerza Sindical, sentimos una gran resistencia por parte de otros sectores del movimiento sin-dical. Decían que no representábamos a los trabajadores y que éramos una “central patronal”, un lenguaje para deconstruir. Fue difícil afron-tar, al mismo tiempo, a los empresarios y a otros sindicalistas. Con la entrada de Paulinho esas críticas perdieron el norte.

Luchas de las mujeres

En los primeros años de la Secretaría nos dedicamos a formar a las mujeres para que participasen en las negociaciones colectivas. Nuestra intención era prepararlas para que asumiesen puestos en los

Valclécia Trindade en el acto conmemorativo del Día de la Mujer, marzo de 2011.

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Cartel del Seminario de las Mujeres Trabajadoras de las centrales sindicales.


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sindicatos, entrasen a formar parte de las juntas directivas e hiciesen que los sindicatos asumieran sus reivindicaciones en las campañas salariales.

Este planteamiento haría posible trabajar por la equi-dad, promocionar cargos y carreras, cualificación profesio-nal, oportunidades para mejorar los salarios e incrementar la ayuda para guarderías. Trabajamos sobre esas propuestas en varios sectores, que empezaron a abrir mesas de negociación con las mujeres. Era algo que hasta entonces no se daba, ya que los pliegos se centraban siempre en los grandes temas, como el incremento salarial.

Nos planteamos incorporar a las campañas generales lo que llamamos “Programa de las Mujeres”, para no llevar una

lucha segmentada, sino unitaria en cuanto a las reivindicaciones de la Central.De esta forma, las acciones como las luchas por la valorización del salario mínimo, por la reducción de la

jornada de trabajo, contra el desempleo y por el desarrollo con distribución de la renta, desarrolladas por Fuerza Sindical, también atienden a las mujeres. Según los indicadores del IBGE, ellas son las que más sufren con la po-breza, y el desempleo; y tambiénson las que tienen los salarios más bajos. En contrapartida, son cabeza de familia en un tercio de los hogares brasileños. Cuando se consigue mejorar la distribución de la renta y el salario mínimo, se beneficia un gran contingente de mujeres.

Hoy tenemos muchas más mujeres al frente de organizaciones como sindicatos y federaciones, no solamente en las Secretarías de Mujeres de varios sindicatos y federaciones vinculados a Fuerza Sindical, sino también en las direcciones ejecutivas de tales organizaciones. La actual Presidenta de la Confederación Nacional de Trabajadores Metalúrgicos (CNTM), por ejemplo, es una mujer, Mónica (2).

En la dirección de la OIT

La OIT (Organización Internacional del Trabajo), que es una organización de Naciones Unidas, tiene re-presentación tripartita – del gobierno, empresarios y trabajadores. Yo representé a los trabajadores de Brasil durante la pasada legislatura, pero ahora habrá una nueva elección. La principal referencia de la OIT son las Convenciones internacionales a las que los países pueden adherirse. De las ocho Convenciones de los derechos fundamentales de los trabajadores, Brasil ya ratificó siete de ellas. No solamente firmó la Convención 87, que

Cláudio Magrão, Nair e Mônica, na Conferência Nacional da Classe Trabalhadora, junho de 2010.

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trata justamente de la libertad sindical, sino que ratificó las Convenciones que tratan sobre la igualdad salarial, contra el trabajo infantil, contra el trabajo forzoso, el tra-bajo esclavo, y la Convención de la negociación colectiva del servicio público. Brasil firmó las principales Conven-ciones, situándonos como una importante referencia in-ternacional.

El hecho de no haber ratificado la Convención 87 fue por falta de unidad, tanto entre los empresarios como entre los trabajadores. Y si Brasil decide adoptar esa Convención sobre la libertad sindical habrá que cambiar la Constitución Brasileña en su Artículo 5º.

La elección de Dilma Rousseff

La lucha por la participación política de las mujeres em-pezó desde hace décadas, con la conquista del voto femeni-

no en 1932. Pero avanzamos lentamente. En las elecciones de 2006 y 2010, por ejemplo, elegimos el mismo número de diputadas, solamente 45. No representamos ni el 10% del total de 513 parlamentarios. En el Senado es algo más. Por esto, necesitamos la Ley de Cuotas.

La elección de Dilma Rousseff desmitifica el prejuicio de quinientos años, de que las mujeres no valen para la política, y demuestra que estamos preparadas para ejercer el poder en su más alto grado. Dilma ya es la 11ª mujer electa Presidenta en América Latina. Solamente en Argentina, hay dos mujeres que ya alcanzaron la Presidencia: Isabelita (3) y Cristina (4). Por tanto, creo que la victoria de Dilma conlleva un gran simbolismo.

Pero más allá de esto, Dilma trae una preocupación típica de quien entiende las dificultades de las mujeres, como la responsabilidad con los hijos. La realidad es que los padres no quieren saber si el hijo es pequeño, si tiene dos, tres años o seis meses. Por lo general, eso no cambia nada en su vida, y en cambio, para nosotras las mujeres, el hecho de no tener adonde dejar el hijo es un problema muy serio.

Hace poco, Dilma reafirmó uno de los compromisos de su campaña, lanzando un programa para mujeres embarazadas, la Red Cigüeña. El programa beneficia a mujeres expuestas a malformaciones fetales, mortalidad materna, falta de apoyo, falta de guarderías. Por eso, creo que ella va a proporcionar un salto en la calidad de vida de las mujeres.

Maria Auxiliadora, la segunda de izquierda a derecha, al lado de Dilma Rousseff, en el acto: “Mujeres trabajadoras con Dilma Presidenta”, en la campaña electoral de 2010.F

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Dilma también puede favorecer el avance en relación con otras de nuestras banderas de lucha; debe presionar al Estado y garantizar mejores condiciones para las mujeres. Nuestra esperanza es que ella pueda llevar a cabo esa diferencia, abrir espacio y demostrar que podemos participar en la política.

Perspectivas de avance

Tenemos buenas perspectivas en términos de crecimiento de las mujeres en nuestro País, no solamente en cuanto a participación en el mercado de trabajo. Lo ideal sería llegar a 50% de mujeres en el parlamento, cámaras municipales, alcaldías, y que logremos una sociedad con más igualdad y equidad.

Si llegamos a conseguir lo anterior, toda la sociedad estará bien y el país avanzará más. Fijémonos en el caso de Islandia, que cuenta con muchas mujeres en el parlamento, una mujer es Primera Ministra, las responsabilidades en el hogar se comparten entre hombres y mujeres. Es un pueblo más feliz, es un buen ejemplo.


(1) Octavio Frias de Oliveira (1912/2007) fue periodista y empresario brasileño, propietario del conglomerado Folha da Manhã, empresa que edita el diario Folha de S. Paulo, el periódico Agora, el portal de internet Universo Online (UOL) y es propietaria del Instituto Datafolha, editorial Publifolha, imprenta Plural y el diario económico Valor, en conjunto con las Organizaciones Globo.

(2) Mônica Oliveira Lourenço Veloso, secretaria general del Sindicato de los Metalúrgicos de Osasco y miembro de la Dirección Ejecutiva de Fuerza Sindical, asumió la presidencia de la CNTM en mayo de 2011.

(3) María Estela Martínez, conocida como Isabelita Perón, fue la primera mujer en ocupar la Presidencia de la República Argentina, en 1974, después de la muerte de su marido, Juan Domingo Perón (fue la 3ª esposa de Perón), electo a través de una lista denominada Perón-Perón (Juan para Presidente e Isabelita para vicePresidenta). El 24 de marzo de 1976 Isabelita fue cesada por la dictadura militar.

(4) Cristina Kirchner es la actual Presidenta de Argentina.

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pluralidad, indEpEndEncia y unión

Paulo Pereira da Silva, Paulinho

Metalúrgico, Presidente de Fuerza Sindical y diputado federal por el PDT-SP. Fue Pre-sidente del Sindicato de los Metalúrgicos de São Paulo y participó en la fundación de Fuerza Sindical en 1991.



n 1981, en la CONCLAT (Conferencia de Clase Trabajadora), surgió la idea de crear una central de trabajadores que fuese única. No se trataba de que hubiera dos. Pero hubo una ruptura y fi-

nalmente nacieron la CUT (Central Única de los Trabajadores) y la CGT (Confederación General de los Trabajadores), fundadas en 1983 y 1984. Puedo decir que la mayoría del movimiento sindical

se quedó con la CGT, aunque aquella central representase un sindicalismo muy desfasado y pegado al sistema. Si, por un lado, la CGT no representaba el movimiento sindical, por otro, la CUT venía avanzando mucho, ganando sindicatos y mucha importancia. Cada elección que se realizaba, la

CUT salía vencedora.En aquel entonces, yo estaba trabajando en la fábrica, aunque ya pertenecía al Sindicato de los Metalúrgicos de

São Paulo. No era uno de los principales líderes del movimiento sindical, pero estaba bien informado. Y entonces, empezamos a tener la idea de crear otra central que pudiese representar a los sindicalistas que no se encontraban en las opciones existentes. Y así creamos Fuerza Sindical.

¿Y qué hizo la CUT? Se inventó un discurso para intentar descalificarnos. Decían que éramos una central patronal, hecha por el Presidente Fernando Collor y que no teníamos futuro.

En un primer momento conseguimos mantenernos apoyados en cuatro grandes sectores: metalúrgicos, ali-mentación, comercio y construcción. De las dieciséis ramas de producción existentes en Brasil teníamos mayoría en cuatro, quizás las más importantes. Con esto ganamos sostenibilidad y todo lo que decía la CUT empezó a desvanecerse.

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Pluralidad partidista

Siempre mantuvimos nuestras posturas: pluralidad partidista con unidad interna e independencia respecto a los gobiernos. Estamos reafirmando esa posición. No adoptamos la postura de apoyar ciegamente a un gobierno u oponernos totalmente a otro.

Con la presidencia de Fernando Henrique, aunque él era una persona próxima, Fuerza Sindical protagonizó una importante huelga general contra el gobierno por la recuperación de la corrección monetaria del FGTS (Fondo de Garantía del Tiempo de Trabajo), perdida durante el gobierno de Collor. Ahora, aún apoyando al gobierno del PT (Partido de los Trabajadores), nos molestó la determinación del salario mínimo al inicio del gobierno Dilma, porque creemos que no se corresponde con el camino que Lula venía recorriendo. Apoyamos a Dilma, salimos a la calle con ella, pero no por ello vamos a estar de acuerdo con la presión sobre el salario mínimo, que es la base de sustento de cuarenta millones de personas.

Con esta postura, Fuerza Sindical demuestra su independencia en relación con los partidos y gobiernos. Es im-portante subrayar que nunca estuvimos vinculados a un partido. En la Central hay gente de todos los partidos, del PT al DEM (Partido Demócrata), de la izquierda a la derecha. Yo, por ejemplo, soy del PDT (Partido Democrático Laborista). Antonio de Souza Ramalho, uno de los Vicepresidentes, es suplente en la Asamblea Legislativa de São Paulo por el PSDB (Partido de la Social Democracia Brasileira). También está João Ramalho, que es diputado del PDT por el estado de Minas. Y Jorginho (Jorge Nazareno Presidente del Sindicato de los Metalúrgicos de Osasco), que es Presidente del Consejo Fiscal de Fuerza Sindical y es del PT. Es decir, tenemos una plu-ralidad bastante interesante que siempre in-tentamos mantener. Por eso tenemos relación con los principales partidos, lo cual resulta incómodo para muchos a quienes les gustaría que tuviésemos una tendencia única.

Durante el gobierno de FHC (Fernando Henrique Cardoso)

Al inicio del gobierno de Fernando Hen-rique, en 1994, Fuerza Sindical tenía tres años. Estábamos empezando. Yo aún no estaba en la directiva. En 1991, yo era Vicepresidente de

Paulinho en manifestación de Fuerza Sindical, São Paulo (SP), alrededor de 1995.

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Fuerza Sindical en São Paulo y secretario general del Sindicato de los Metalúrgicos de São Paulo. En 1993, en nuestro 2º Congreso, asumí una de las vicepresi-dencias y la presidencia de los Metalúrgicos de São Paulo. Como Vicepresidente, en la época de (Luiz Antonio de) Medeiros, trabajé en la organización de Fuerza Sindical. Y cuando Medeiros se apartó, asumí la presidencia de la Central.

En el inicio de mi gestión como Presidente de Fuerza Sindical, me dediqué a organizar la Central. Podemos decir que entre 1994 y 2002 logramos or-ganizarla por todo el territorio brasileño. Durante el

período de Fernando Henrique trabajamos mucho en esta línea y realizamos varias otras luchas, entre ellas, la negociación del Fondo de Garantía del Plan Collor, debido a que 42 millones de personas habían sufrido pérdidas del FGTS y parte de éstas habían denunciado judicialmente. Fue una gran batalla para recuperar esas pérdidas.

Sugerí entonces a Fernando Henrique, que todavía era mi amigo, la realización de un acuerdo que remunerase las pérdidas del Fondo durante el Plan Collor, aunque no se hubiese entrado en proceso con la Justicia. Fue una nego-ciación que implicó a 42 millones de personas, de las que 37 millones recibieron el Fondo. Recientemente, el entonces ministro de Trabajo, Francisco Dornelles, dijo que tal vez haya sido el más grande acuerdo realizado en la historia.

Es un ejemplo. Tuvimos también la manifestación ante la reforma de la Seguridad Social. Había un intento de incrementar la edad mínima para jubilarse y nosotros nos posicionamos en contra. Fue la primera paralización en la que Fuerza Sindical se unió a la CUT para organizar una huelga nacional. Aunque no se haya parado el país, fue una de las huelgas más grandes, lo que frenó la reforma en cuestión. Juntamente con la negociación del Fondo de Garantía, fueron las conquistas más importantes de aquel período.

Participación en los Beneficios o Resultados (PLR)

Hay un tema importante en el que me empeñé personalmente y puedo decir que conseguí realizar: en el últi-mo año del gobierno de Itamar, en 1994, elaboré un acuerdo de Participación en los Beneficios o Resultados (PLR) en São Paulo. Hicimos una propuesta de medida provisional, tratamos con Ciro Gomes, que era el Ministro de Hacienda, e Itamar lo firmó. Faltaban dos días para el final de su gobierno. Hoy, gracias a esa medida, el 90% de los trabajadores brasileños tiene participación en los beneficios o resultados de las empresas. En la época, muchos

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Manifestación por las reformas estructurales (RJ), 1998.


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eran contrarios, argumentando que supondría quitar el incremento real del salario. Pero mantuvimos la PLR y seguimos teniendo incremento real del salario. Puede parecer poco, pero, por ejemplo, cada trabajador de las montadoras del estado de Paraná, recibió diez mil reales más en 2010, como participa-ción en los beneficios. Significa algunos millones o miles de millones de reales que entran a la economía. Significa permitir que el trabajador participe de lo que produce. Se trata de una Ley que obliga a las empresas a dar la PLR. Los Sindicatos deben ir empresa por empresa con el acuerdo colectivo para negociarlo.

Durante el gobierno Lula

En la primera legislatura del gobierno Lula, yo, particularmente, no lo apoyé. Veníamos de un gran desgaste en el gobierno de Fernando Henrique debido a su política centrada en el sector financiero, altos intereses, que beneficiaban a quienes querían ganar sin trabajar. Y Lula mantuvo esta línea al principio. Tanto es así que, en sus primeros dos años de gobierno, mantuvo el 2% al año de incremento real del salario mínimo.

Pero mucha gente de Fuerza Sindical lo apoyó, como João Inocentini, Presidente del Sindicato Nacional de los Jubilados y Juruna (João Carlos Gonçalves), secretario general de Fuerza Sindical. Fue un período muy convulso, debido a las denuncias del “Mensalão” (1). El gobierno cambió después del Mensalão y fueron muchos los movi-mientos sociales que garantizaron la Presidencia para Lula. Los trabajadores se dieron cuenta de que la élite podría dar el golpe y apartar al trabajador del Poder. En mi opinión, esta es la clave que ha hecho cambiar la actitud de Lula, que pasa a tratar muy bien a las centrales sindicales y a los movimientos sociales.

Hubo mucha discusión interna en Fuerza Sindical, lo que ayudó nuestra consolidación como central plu-ral. Fue una época de grandes actividades. Iniciamos, en 2004, las marchas de las centrales sindicales, que ayuda-ron a la unidad, a pesar de las dificultades, porque cada una tiene sus propias tendencias.

En su segunda legislatura, la gran mayoría de los di-rectores apoyó a Lula. Era difícil no apoyarlo, ya que su gobierno ayudó mucho a los movimientos sociales, es-pecialmente a las centrales sindicales. Y, después de las elecciones, él consolidó realmente su política de avances en al ámbito de lo social. Uno de los mayores ejemplos de

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Paulinho con Leonel Brizola, en la conmemoración do 1º de Mayo, en São Paulo (SP), 2003.

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ello es la valorización del salario mínimo. Teníamos un salario mínimo muy bajo, en torno a ochenta dólares y, du-rante el gobierno de Lula, empezamos a negociar su recuperación. Conseguimos llegar a, más o menos, trescientos dólares, beneficiando a 49 millones de brasileños. No es ninguna maravilla, pero mejoró la vida de mucha gente.

También es importante mencionar que, en 2007, conquistamos la legalización de las centrales sindicales en Brasil. Aunque esta acción esté en Supremo (2), la legalización representa el auge de nuestra organización sindical. Su conquista se debió a mucha lucha, en la que yo, como diputado, me empeñé mucho.

La lucha por las 40 horas

La cuestión de las 40 horas es una lucha muy difícil. En Brasil, en quinientos años de historia, solamente se alteró la jornada de trabajo en dos ocasiones: en 1943, cuando Getúlio (Vargas) reguló las ocho horas diarias en la Constitución – en la época había jornadas de quince, die-ciséis horas – y, después, en la Constitución Ciudadana, en 1988. En ese año, hubo una lucha muy grande de los tra-bajadores para reducir la jornada de 48 a 40 horas. Se llegó entonces a un acuerdo con el conocido “Centrão” (3) que existía en la Constituyente para reducir la jornada semanal hasta 44 horas. Además, los trabajadores conquistaron un tercio de las vacaciones, baja por maternidad de 120 días – y baja por paternidad de 5 días – y la multa sobre el Fondo de Garantía subió de 10 a 40% en casos de despido injus-tificado. En resumen, desde 1988 la gente viene luchando por las 40 horas.

La reducción es posible. Por ejemplo, en la Volkswagen había 44 mil trabajadores que producían 300 coches. Hoy, 12 mil trabajadores producen 2.200 vehículos. La produc-tividad de las empresas no se duplicó sino que se cuadriplicó. Por eso, es muy importante tocar la jornada, y por ser tan importante es complejo. No es como incrementar el salario, que se establece en una cuantía, la jornada de trabajo significa ganar calidad de vida.

Es una lucha de clases. Al principio, en 2010, casi llegamos al voto sobre la medida, pero había por lo menos tres mil empresarios en Brasilia presionando en contra. En esa situación nos dimos cuenta de lo pequeña que es la representación de los trabajadores en Brasilia. Nosotros logramos elegir a 62 diputados y 6 senadores mientras que

Manifestantes del Sindicato de los Metalúrgicos de Guarulhos (SP) en un acto por la reducción de la jornada de trabajo, en 2010.

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ellos tienen 242 electos. Es desigual, llegada la hora de la verdad, de la lucha de clases, cada uno ocupa su sitio.

Cambios en las relaciones sindicales y de trabajo

En 20 años cambiaron mucho las relaciones entre los trabajadores y las empresas. Antes teníamos que luchar por cosas básicas, como por ejemplo una fuente, papel hi-giénico, café con leche y pan con mantequilla en los sitios de trabajo. Hoy la realidad es otra, hay una mejora general en las relaciones. Antes no teníamos con quien hablar, en cuanto llegábamos a la puerta de la fábrica venía la poli-

cía. Nos llevaban a la cárcel por la mañana, por la tarde y por la noche. Fui arrestado dos veces el mismo día (risas).Antes no teníamos ningún poder de resolución con el departamento de personal. Hoy dialogamos con los

principales empresarios de Brasil, con todas las federaciones empresariales de las industrias y con el empresariado del sector productivo. Y, cuando se trata de una multinacional, ponemos en marcha nuestras relaciones interna-cionales para comunicarnos con las centrales de fuera del país.

Por lo general, cuando el Presidente de una gran empresa asume la dirección aquí, lo primero que hace es llamar al sindicato para conversar, porque quiere mantener relación con la Central. Actualmente, esas relaciones son buenas, lo que no significa que cuando llegue el momento no se haga huelga. En la crisis financiera (iniciada en la bolsa de Nueva York en 2008), pedimos una reducción de impuestos y la liberación de crédito. Toda la presión ejercida sobre el gobierno la llevaban los trabajadores y empresarios.

Cambio de perfil del trabajador

El trabajador actual es una persona con más formación. La gran mayoría tiene más nivel escolar que hace 20 años. Esta nueva realidad también nos llevó a cambiar nuestra forma de abordar la situación. El dirigente sindical tuvo que mejorar su discurso. Hoy solo nos movilizamos si existen motivos concretos en juego. No sirve para nada salir a las puertas de la fábrica y criticar si el tema no movilia a los obreros.

Debido a la mayor facilidad para negociar que existe hoy, muchas veces, en una huelga, no necesitamos parar toda la fábrica. Cuando se paraliza toda la fábrica todos pierden días. No se puede hacer una huelga de treinta días porque los trabajadores acaban perdiendo salario.

Una vez paramos la tapicería de la Ford. La Ford tenía 5,6 mil trabajadores y paramos solamente la tapicería,

Manifestación unitaria de los Trabajadores del Comercio de Minas Gerais en campaña salarial 2010

Archivo Federación de los Trabajadores del Comercio de Minas Gerais

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que tenía sesenta personas responsables del montaje de los asientos. Con lo cual iban fabricando coches, pero no tenían asientos (risas). Entonces, la empresa llamó a todo el personal para preguntar “¿Qué es lo que queréis?” La reivindicación no era de los sesenta, sino de toda la fábrica. La empresa atendió y pagó incluso los días de paro. Es un procedimiento más inteligente.

Principales reivindicaciones de la actualidad y los retos de Fuerza Sindical

Hoy Fuerza Sindical está bastante consolidada. Estamos organizados en todos los Estados y en el Distrito Fede-ral. Tenemos mucha fuerza en los principales sectores de la economía privada, por lo que el principal desafío que se impone es avanzar hacia el sector público, donde hay un margen para crecer, ya que está descontento con la CUT.

En cuanto a la lucha de los trabajadores, creo que el reto principal – no solamente de Fuerza Sindical – es termi-nar con el factor previdenciario, que corroe la jubilación cuando la persona necesita parar de trabajar. El segundo, es reducir la jornada de trabajo. A continuación necesitamos regular la subcontratación. Actualmente hay empresas que tienen toda la producción subcontratada (tercerizada, “cuarterizada”, quinterizada”…) ya no se sabe quién es el patrón. Hay que regular y garantizar que los trabajadores mantengan sus derechos y los derechos específicos de

su sector. También tenemos que resolver la cuestión de la contribución sindical. Nuestra preocupación es el debili-tamiento sindical. En la medida que un sindicato no tiene recursos para mantener su lucha, puede haber un debili-tamiento de sus sectores y como consecuencia se sufrirán ataques de la derecha, de los sectores conservadores hacia los derechos. Finalmente, creo que la cuestión de la Segu-ridad Social es fundamental y el gobierno va a tener que negociar mucho en el caso de querer modificarlo. Debe haber un consenso, debe hacerse con tranquilidad.

Avances en la lucha por los derechos de los trabajadores

Sobre los derechos de los trabajadores, creemos que tenemos pocos, pero los empresarios piensan que son muchos. Esos derechos fueron conquistas históricas. El Fondo de Garantía, 13º salario o paga de Navidad. Mu-

Antonio de Souza Ramalho, Presidente del Sindicato de los Trabajadores en la Construcción de São Paulo, en asamblea con trabajadores, agosto de 2010.

Archivo Sindicato de los Trabajadores en la Construcción de São Paulo


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chos son de la época de Getúlio Vargas. Además de estos ¿qué otros derechos se garantizan por la Constitución a los trabajadores? Es muy difícil de conquistar.

Pero hubo luchas y avances importantes, como la participación en los beneficios, en el gobierno de Itamar, que permitió a millones y millones de brasileños tener hoy acceso a un pequeño ingreso por ese concepto; la ne-gociación del Fondo de Garantía, en el gobierno de Fernando Henrique; la valorización del salario mínimo en el gobierno de Lula, que disminuyó la desigualdad social; y la legalización de las centrales sindicales.

Las campañas salariales tienen un gran impacto en la renta y generan un efecto en cadena: si hay crecimiento económico hay incremento salarial, con el aumento de la media salarial crece la renta, si la renta sube se incremen-ta el consumo y el empleo.

Y respecto a la legalización de las centrales, aunque no sea algo percibido por el trabajador, es muy importante, porque mejora nuestra estructura e integra a los sindicatos pequeños, haciendo que todos se fortalezcan.


Han sido 20 años de luchas, de conquistas, de convencimiento de los dirigentes sindicales para la unidad de las centrales.

Yo diría que estamos aprendiendo a construir una central sindical, porque en Brasil nunca las hubo. En cada golpe militar que se dio en Brasil los primeros en sufrirlo fueron los sindicatos, con sus dirigentes presos, tortura-dos, muertos. Por tanto, estos 20 años, en los que vivimos en democracia, han sido de aprendizaje. Hemos apren-dido a unirnos para poder conquistar cosas que normalmente no están al alcance de un sindicato.

De aquí a otros 20 años seguramente esta organización estará mucho más fortalecida. Nuestra experiencia será muy importante para los trabajadores jóvenes que están llegando al mercado de trabajo. Y como el trabajo se va transformando en una acción muy individualizada es importante que esos jóvenes sepan que es necesario unirse, mantener su afiliación sindical y su participación, para garantizar no solamente sus derechos, sino la am-pliación de esos derechos en el futuro.

Notas de la redacción(1) Escándalo del Mensalão (o “esquema de compra de votos de parlamentarios”): es como se ha dado en llamar a la más grande crisis política sufrida

por el gobierno del Presidente Luiz Inácio Lula da Silva en 2005/2006 en Brasil.

(2) Proyecto de Ley 1990/07 del Poder Ejecutivo que reconoce a las centrales sindicales como entidades de representación general de los trabajado-res. El proceso en el STF (Supremo Tribunal Federal) fue documentado por el DEM con acción de inconstitucionalidad.

(3) El grupo mayoritario en la Constituyente era el Centro Democrático, llamado “Centrão”, formado por una parte de los parlamentares del PMDB, por el PFL, PDS y PTB, además de otros partidos más pequeños. El “Centrão”, apoyado por el Poder Ejecutivo y por representantes de las ten-dencias más conservadoras de la sociedad, logró influir decisivamente en la regulación de los trabajos de la Constituyente.

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sindicalismo dEmocrático y ciudadano

João Carlos Gonçalves, Juruna

Metalúrgico, secretario general de Fuerza Sindical y Vicepresidente del Sin-dicato de los Metalúrgicos de São Paulo. Fue de la Dirección Nacional de la Juventud Obrera Católica (JOC) en la década de 1970, participó en la funda-ción de Fuerza Sindical en 1991 y fue Presidente del DIEESE en 1994.


Nacimiento de las centrales sindicales

l proceso de nacimiento de las centrales sindicales tuvo su inicio en 1981, cuando los tra-bajadores decidieron realizar la Conferencia de las Clases Trabajadoras (CONCLAT), que

puede ser considerado el primer congreso unitario. En aquella ocasión, todas las corrientes políticas, sindicales y partidistas, que actuaban en el movimiento sindical, decidieron realizar

un nuevo congreso, en 1983, para la fundación de una central sindical. Desde allí se organiza la llamada Comisión Pro CUT.

Pero, en los debates que apuntaban hacia el Congreso de 1983 y hacia el nacimiento de la actual CUT (Central Única de Trabajadores), hubo una división del movimiento. Ruptura que se

manifestó principalmente en torno a la contribución sindical y la unicidad, lo que significa contar con un sindi-cato en la base, una federación en el Estado (región) y una confederación nacional. Por tanto, el debate se situaba entre unicidad y pluralidad, tal y como afirmaban algunos compañeros del Partido de los Trabajadores (PT), que también estaba naciendo en aquellos momentos (1980).

Además de lo anterior, la cuestión de abrir la posibilidad de incluir en la central no únicamente las entidades sindicales sino también las organizaciones, las oposiciones y las asociaciones sindicales, también fue motivo de división del movimiento. Desde el llamado Partidão PCB (Partido Comunista Brasileño) al sector que ya estaba en la estructura sindical, varios sindicalistas pensaban que solamente las entidades sindicales ya registradas debe-

EJornada Nacional de Luchas, Florianópolis (SC), julio de 2011

Archivo F

uerza Sindical


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rían afiliarse. Así, en 1983, lo sectores que defendían la unicidad sindical terminaron no asistiendo al congreso.

Por tanto, el nacimiento de la CUT ya viene dado con una división en el movi-miento. Las entidades que no se afiliaron y que no participaron en el proceso (miembros del Partidão, del PDT, del PCdoB, además de sectores más conservadores que estaban en la estructuras de federación, confedera-ción y sindicatos) buscaron una forma de hacerse representar, llamando a un nuevo CONCLAT y buscando una articulación en torno a la llamada unidad sindical.

Se inicia, entonces, una experiencia de unidad de acción en el movimiento.El Sindicato de los Metalúrgicos de São Paulo, presidido por Joaquinzão (Joaquim dos Santos Andrade), tenía

afiliados en aquel momento (inicio de la década de los 80) más de cuatrocientos mil trabajadores y congregaba varios sectores, siendo una referencia para el movimiento sindical. Pero internamente había una gran variedad de posiciones y una fuerte “oposición sindical metalúrgica”, formada por personas del Partidão, PCdoB, MR-8, además de sindicalistas más radicales, ligados al nacimiento del PT, que terminaron rompiendo con la oposición y entrando con la lista de Joaquim en 1981. Esta oposición, a su vez, se terminó rompiendo e insertándose en la articulación creada por Miguel Huertas (1) con Joaquim, en el Sindicato de los Metalúrgicos.

O sea, que la ruptura en 1983 no fue solamente entre los “auténticos” y los “conservadores”. Fue un conflicto de posiciones políticas y sindicales. Con esta configuración realizamos la huelga de 1983 y la primera campaña salarial unificada en 1985, en la que conseguimos la reducción de la jornada de 48 a 44 horas semanales.

Esa experiencia hizo posible pensar en una nueva estructura que no fuese la Central Única de los Trabajado-res, nacida en 1983.

Raíces de Fuerza Sindical

En 1986, en el 8º Congreso del Sindicato de los Metalúrgicos de São Paulo, se propuso que el sindicato se afiliase a la naciente CGT (Confederación General de los Trabajadores). Y, entonces, sucede algo inédito en el sin-

Joaquim dos Santos Andrade (Joaquinzão), al recibir el premio Wladimir Herzog para el Sindicato de los Metalúrgicos de São Paulo, octubre de 1981.

Foto Laércio M

iranda

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dicato: a pesar de que Joaquinzão estaba en la presi-dencia de aquella central, se rechazó esa propuesta en el congreso, que reunía cerca de cinco mil personas. Decidimos no afiliarnos ni a la CUT ni a la CGT. La idea fue rechazada por una alianza entre oposición y sectores de la directiva, entre los que me encontraba, junto con Walter Schiavon (2), Geraldo Magela (3) y Nair Goulart. Permanecí en la dirección hasta 1987 y después me aparté.

De esta manera, Joaquim fue Presidente de la CGT sin la afiliación de su sindicato, y éste, se man-tuvo independiente y con el sello de defensor de la unidad general.

Por otro lado, había sectores de la CUT, como el grupo de José Ibrahim de Osasco; el de Arnaldo Gonçalves, que era unidad sindical de los Metalúrgicos de Santos; Medeiros y sindicatos y varias personas que estaban descontentas. Y empezaron a pensar que podría haber otra salida.

Y la información llegó a los partidos políticos, como el Partidão y el PDT. Brizola, que defendía la existencia de los sindicatos era fundamental para la social democracia, realizó algunos encuentros con Medeiros. De esta forma, fuimos creando una base para que en 1991, se consolidara esa articulación.

El nacimiento de Fuerza Sindical, es por tanto, fruto de la dificultad que había para repensar el movimiento organizado a partir de una estructura que no fuese partidista ni de un sindicato, una estructura combativa pero también abierta a negociaciones, un sindicalismo centrado en las cuestiones actuales que preocupaban a la socie-dad como las privatizaciones, el medio ambiente, la ciudadanía.

Empezamos con pocos sindicatos, cerca de trescientos, pero grandes, como el de los Metalúrgicos de São Pau-lo, de la Alimentación y de los Trabajadores del Comercio. Fuerza Sindical nace por no querer el radicalismo, como el de la CUT. En aquel entonces la CUT reunía a quienes hoy están en el PSTU, en la Convergencia y en el PSOL, cuadros que hacen inviable la unidad.

Contexto internacional

¿Qué significó la caída del Muro de Berlín en 1989? Supuso el fin del tipo de organización bipolar existente, y consecuentemente, del tipo de organización sindical que se fortalecía a través del Partido Comunista, las llamadas

Rogério Magri, electricista, Presidente de la CGT entre 1988 y 1989.

Archivo S

indicato de los Electricistas de S

ão Paulo.


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“centrales únicas de los trabajadores”. Donde había un Partido Comunista, estaba CGT o CUT. Pero en Europa, en aquella época, ya se desarrollaba una experiencia de social democracia, con las llamadas UGTs (Unión General de los Trabajadores). Cuando decidimos construir una central cuyo referente no fuesen las CUTs, sino las UGTs, no por casualidad tuvimos el apoyo de la UIL italiana. Y la UGT de España empezó a acercarse a nosotros.

La caída del Muro de Berlín, con la disminución del poder del Partido Comunista de orientación estalinista, y de los sectores que se organizaban a su alrededor, abrió un espacio en América Latina, y en Brasil, para un nuevo tipo de organización.

Contexto nacional

Tanto el nacimiento de Fuerza Sindical como el de la CUT se dieron en períodos de desempleo, de inflación muy alta, de cambios en la forma de producir y de la introducción de nuevas tecnologías. Fueron períodos de mu-chas huelgas para recuperar la inflación, que superaba casi los 80% al mes y presionaba los salarios, y constantes búsquedas de negociación. Había mucho enfrentamiento y poco resultado real. Eran luchas defensivas, para no perder derechos.

El movimiento sindical también contribuyó a la apertura política, con la redemocratización. Participamos en las luchas por las Directas (en 1985), por las elecciones para gobernador y Presidente de la República. Ese proceso

Sindicato de los Metalúrgicos de São Paulo en la campaña ¡Directas Ya!, Praça da Sé (SP), enero de 1984.

Foto Q

uilica Saia

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fue generando una nueva mentalidad, de que el movimiento sindical podía ir más allá del enfrentamiento, buscan-do soluciones y negociaciones entre empresarios, trabajadores y el propio gobierno.

Fuerza Sindical nació en un período en el que el país ya no vivía bajo gobiernos autoritarios del régimen militar. Por eso nació con una diferencia: no solamente luchar y reivindicar sino también participar, planteando propuestas. Y la Central se estableció debido a eso, porque no éramos una central a la contra, del “abajo la presión salarial”, “abajo lo que sea”.

Evolución de Fuerza Sindical

Había espacio para crecer. Aunque la CUT haya na-cido fuerte, principalmente a causa del PT, había muchas organizaciones sindicales independientes y, gracias a ellas, Fuerza Sindical creció mucho en los sectores de la construcción, comercio y metalurgia.

La Confederación Nacional de los Trabajadores en la Industria (CNTI) congregaba a metalúrgicos, alimenta-ción, construcción, químicos y a todos. Y durante el gobierno de Sarney, Medeiros propuso que los metalúrgicos creasen su propia confederación. Así retiramos de la CNTI un brazo importantísimo del movimiento sindical: los metalúrgicos de todo Brasil. Muchos de esos metalúrgicos, que se congregaron con Medeiros en la Confederación Nacional de Trabajadores Metalúrgicos (CNTM), terminaron en Fuerza Sindical.

Nuevas reivindicaciones para el trabajador

Desde el inicio planteamos nuevas líneas, como la formación de un Centro de Solidaridad con el Trabajador abierto a los desempleados. Creamos el primer Centro de Solidaridad en el barrio de Liberdade, y, después, las demás centrales hicieron lo mismo. Otra preocupación era la cualificación profesional. Al transformarse las fuer-zas productivas era importante que, cada vez más, hubiese ese tipo de cualificación. Ya se había establecido en la Constitución el Fondo de Asistencia al Trabajador (FAT) y esa financiación terminó pasando a los sindicatos para aplicarse en cursos de cualificación profesional. Organizamos muchos de esos cursos durante el gobierno de Fer-nando Henrique Cardoso. Hubo cambios en el gobierno Lula, pero, de todos modos, el FAT abría la posibilidad de participar en los consejos gestores nacionales, regionales (estados) y municipales. En definitiva, fueron espacios abiertos en la vida institucional para que los trabajadores pudieran estar representados.

Juruna en curso de Formación Sindical en el Sindicato de los Empleados de la Salud de São Paulo, 1994.

Archivo F

uerza Sindical


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También se abrieron canales de negociación directa con el empresariado. Hasta 1988, la negociación siempre terminaba pasando al Tribunal Regional del Trabajo, porque las huelgas estaban prohibidas. No había negocia-ción. El patrón no ofrecía nada, porque cualquier oferta se podía rechazar y llevar el caso al Tribunal, el cual ya tenía su propuesta como garantía.

Si antes de la Constitución muchos enfrentamientos pasaban al Tribunal (que siempre declaró ilegales las huelgas, resultando en dificultad de negociación), con la Constitución de 1988 esa posibilidad empezó a cambiar, abriendo vías hacia la negociación directa. Eso exigió que los sindicatos estuvieran mejor preparados. No era suficiente hacer huelga, había que tener propuesta y contrapropuesta. Ir al Tribunal ya no era solución ni para los patronos ni para los trabajadores. En realidad los cambios no venían dados por la creación de Fuerza Sindical, sino porque nuestra Central fue más competente para adecuarse a los nuevos tiempos.

Importancia de las centrales sindicales

Las centrales aportaron un marco positivo al consolidar la posibilidad de articulación del trabajador, no sola-mente en momentos de campañas salariales sino también como sector en los llamados sectores económicos: metal, química, comercio, entre otros. Hicimos viables las campañas salariales unitarias, lo que significó un salto cualita-tivo en la valorización de los salarios, fortaleciendo el movimiento. Antes, las negociaciones eran aisladas y podían ser distintas en el ABC, en São Paulo, Osasco y Guarulhos. Las centrales sindicales posibilitaron, a través de la organización en confederaciones o de los llamados sectores económicos, que las negociaciones fueran nacionales. Hoy, cuando hay una huelga, si el sindicado está afiliado a Fuerza Sindical, toda la central apoya, invierte econó-micamente, aporta militantes, un sector apoya a otro. Cuando hay un aumento real la información se distribuye y la mayoría de los sectores lo consiguen.

Cambios en el sector productivo

En los años 80 había cerca de 45 mil trabajadores en la Volkswagen de São Bernardo do Campo (SP). Se pro-ducía prácticamente todo el coche allí. Actualmente, esa fábrica solamente monta lo que se produce en otros sitios, hubo un desmantelamiento del proceso. Fábricas que estaban cerca unas de otras se han trasladado.

Varias operaciones que se ejecutaban por obreros que estaban en la fábrica se han externalizado. Muchos de esos servicios que producen piezas para las empresas del automóvil se realizan en un domicilio particular. En Vol-ta Redonda (RJ) hay sectores metalúrgicos de una misma planta que no son de la misma empresa. Eso va creando diferencias entre los trabajadores y va fragmentando el movimiento.

Trabajé en Villares (4) en los años 80. Desde el ingeniero hasta el vigilante, pasando por el cocinero, el ayu-

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dante, el personal de limpieza, todos eran de Villares y podían afiliarse al Sindicato de los Metalúrgicos. Cuando se empieza a externalizar, los vigilantes son de una empresa de vigilancia y su sindicato es el de vigilantes; el personal de limpieza trabaja para una subcontrata, etc. Esos absurdos, permitidos por la es-tructura económica, fragmentan el movimiento sin-dical y viene dificultando nuestra inserción.

Por otro lado, el nacimiento de la central permitió el encuentro de todos. Por eso, no hay mayor dificultad.

Reconfiguración regional sindical

Como hasta mediados de los años 90 las indus-trias brasileñas estaban concentradas en el eje São Paulo, Rio de Janeiro y Minas Gerais (con poca realidad fuera, excepto en la Zona Franca de Manaus), las principales experiencias sindicales se desarrollaron en ese eje. En los demás Estados del Nordeste y del Norte, lo que había eran, más bien, organizaciones de funcionariado público, y rurales. De 1994 en adelante, debido a los cambios ocurridos en la economía y con la desconcentración industrial, la actuación sindical también tuvo que cambiar, exigiéndonos más información y militancia.

Para ello, contamos con un proceso de “recualificación” de los dirigentes sindicales. A través del DIEESE reali-zamos los llamados PCDAS (Programas de Capacitación de Dirigentes y Asesores Sindicales), financiados en parte por el gobierno FHC. Esos PCDAS (5) nos dieron la posibilidad, como dirigentes sindicales, de viajar para conocer experiencias internacionales, dedicarnos a la formación, a la lectura, realizar debates. Fueron experiencias funda-mentales para prepararnos para los cambios que estaban – y están – ocurriendo desde 1998. Varios importantes dirigentes que hoy están en el movimiento pasaron por los PCDAS.

Hoy tenemos sindicatos fuertes en el Centro-Oeste, en Pernambuco, Santa Catarina, Paraná, en fin, en varios Estados. Y las centrales están demostrando eficacia para articular el movimiento a nivel nacional.

Contribución sindical

Nuestra experiencia de contribución sindical obligatoria data de los años 40. Muchos sectores del movimiento afirman que eso perjudica la organización porque no favorece la búsqueda de socios por parte del sindicato, ya que recibe un día del salario de todos los trabajadores. Pero, por otro lado, ¿cómo será la representación sindical? ¿Se

Edivan Dias Guarita, Presidente del Sindicato de los Vigilantes de São Paulo, dirigiendo una huelga del sector, marzo de 2008

Archivo Sindicato dos Vigilantes de São Paulo


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representará a todos los trabajadores o solamente a los asociados? Detrás de ese debate está el aspecto financiero, pero también el organizativo. La CUT, por ejemplo, defiende abiertamente la supresión de la contribución sindical y, como añadido, la pro-puesta de pluralidad en el sindicato, o sea, más de un sindicato en la misma base. De esta forma, crea un problema, porque las demás centrales, incluida Fuerza sindical, defienden la pluralidad en las cen-trales y en las federaciones y unicidad en los sin-dicatos (un único sindicato por base territorial o municipio).

La contribución en concepto de negociación colectiva se decide en la campaña salarial, por los

trabajadores, con la definición de un importe que será descontado en la campaña salarial. ¿Qué pasa hoy? Cuando el sindicato realiza una asamblea y define una cuantía, el Ministerio Público declara que sólo hará el descuento a los socios. Eso rompe los sindicatos, porque los hay que cuentan con un 60 o 70%, pero, en general, el nivel de asociados es de 15%. Por eso, me parece peligrosa para el movimiento sindical la eliminación de la contribución sin garantizar una alternativa. Lo ideal sería legalizar una contribución por negociación para to-dos, pero mientras no existe, la contribución sindical es fundamental para los trabajadores. Mientras no haya otra norma que beneficie a todos por acuerdo colectivo, soy contrario al cambio. ¡Hay que tener algo garanti-zado por ley!


Los 20 años de Fuerza sindical, para mí, son veinte años de lucha, de experiencias de todo el movimiento sin-dical. Innovamos al especificar cada Secretaría: Mujer, Juventud, Temas Raciales, para poder defender propuestas propias a través de acuerdos colectivos, convenciones colectivas, negociaciones con el gobierno.

Además, como ya se ha mencionado, mediante acuerdos con los gobiernos, posibilitamos la creación de los Centros de Solidaridad y de los cursos de cualificación profesional.

Fuerza Sindical también ha destacado en estos veinte años, por haber consolidado la unidad de acción entre las centrales sindicales, defendiendo el principio democrático.

El Presidente Luiz Inácio Lula da Silva recibe la camiseta de la 4ª Marcha de los Trabajadores, entregada por Juruna, Brasília, diciembre de 2007.

Foto José C

ruz/AB

r

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Otro hecho es la pluralidad sindical. Tenemos activistas de diversos partidos y, sin embargo, no es un mo-vimiento partidista.

En el gobierno de FHC se dio un paso importante al consolidar la presencia de los trabajadores en los consejos y en la construcción de los centros de solidaridad.

En el gobierno de Lula profundizamos sobre el debate tripartito, logramos reformas en la legislación y en la estructura sindical, lo que viene marcando cambios en la actual legislatura, y contribuimos al reconocimiento legal de las centrales sindicales.

Tenemos el reto de consolidar nuestras bases regionales, en los diversos Estados de Brasil, y el de fortalecer la formación sindical. Pero nuestro objetivo principal es mantener la calidad y nuestro ritmo de crecimiento.

Notas de la redacción(1) Economista, ligado a la Federación Internacional de Trabajadores de las Industrias Metalúrgicas (FITIM), fue coordinador del Departamento

de Educación Sindical del DIEESE.

(2) Walter Schiavon fue director ejecutivo del Sindicato de los Metalúrgicos de São Paulo entre 1981 y 1987.

(3) Geraldo Magela fue director del Sindicato de los Metalúrgicos de São Paulo entre 1984 y 1987.

(4) Se trata de una unidad de las industrias Villares, fabricante de ascensores, que en la década de los 80 se encontraba en el barrio de Santo Amaro, São Paulo.

(5) En 1994, los PCDAS, que ya existían para los empresarios, empezaron a realizarse también para los trabajadores. Con financiación del Minis-terio del Trabajo y del Ministerio de la Ciencia y Tecnología, los cursos eran coordinados por el DIEESE, con participación de universidades contratadas.


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grandEs campañas: rEducción dE la jornada laboral y valorización dEl salario

Miguel Torres

Metalúrgico, Presidente del Sindicato de los Metalúrgicos de São Paulo y Vicepresidente de Fuerza Sindical.



lo largo de estos últimos años, Fuerza Sindical ha marcado un antes y un después en el movimiento sindical. Hasta 1991 solo existía la CUT, que tenía una fuerte actuación en el

sector público. Fuerza Sindical llegó al sector privado y se desarrolló bien en este medio. Hoy, ciertamente, es la central más grande del sector privado en el País. Además de eso, también

logró tener una actua-ción muy fuerte entre

los trabajadores de la industria.

Fuerza Sindical se viene posicionando en los debates nacionales, con independen-cia de los gobiernos de turno. La Central puso los intereses de los trabajadores en primer lugar.

Marcha hacia Brasilia

Entre nuestras luchas más importantes destaco la Marcha hacia Brasilia, por el sa-lario mínimo de cien dólares, en 2004.

APrimera Marcha hacia Brasilia, 2004.

Archivo F

uerza Sindical


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En esta marcha, cerca de 150 traba-jadores de diversos sindicatos de Fuerza Sindical caminamos de São Paulo a Bra-silia, un viaje que duró 31 días. Acam-pábamos todos los días. Fue una lucha que unió a los principales sectores: me-talúrgicos, trabajadores de la construc-ción, de la alimentación, costureras, químicos, trabajadores del comercio. Todos los grandes sindicatos nos ayu-daron. A partir de la Marcha – prácti-camente realizada por Fuerza Sindical – se desarrolló la jornada de Marchas de las centrales sindicales hacia Brasi-lia, que nos permitieron grandes e im-portantes avances, como la política de

valorización del salario mínimo. Siempre tuvimos esa característica de posicionarnos en la línea delantera.

Principales luchas

Destaco, además, la lucha por la recuperación del Fondo de Garantía, que había sufrido un desfase en el gobierno de Collor, debido a la falta de corrección, y nuestras excelentes campañas salariales con cláusulas innovadoras, como la baja por maternidad de seis meses. Desde el principio, al inicio de la década de los 90, luchamos por las correcciones de las tablas del Impuesto sobre la Renta, independientemente del gobierno. Nuestra Central siempre lideró esta lucha, así como las luchas contra los paquetes económicos y en defensa de los intereses del trabajador. Eso se repitió en este año 2011, al inicio del mandato de la Presidenta Dilma Rousseff, respecto a la política de valorización del salario mínimo.

Sindicalismo brasileño

Desde 1991 hasta la actualidad hubo un salto cualitativo en el sindicalismo, en todos los sectores y centrales. El sindicalismo está más maduro. Pese a las diferencias entre sindicatos y centrales sindicales, descubrimos muchas convergencias, lo que viene fortaleciendo el movimiento. Hoy tenemos más capacidad, coherencia e inteligencia para reivindicar. El cambio de temperamento y de actuación del sindicato se debe a una representación de más peso.

Miguel Torres, en campaña salarial unificada, São Paulo (SP), octubre de 2010.

Foto Jaélcio S

antana

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Las marchas de las Centrales, de las que fue pionera Fuerza Sindical en el año 2000, fueron fundamentales para llegar a ese nivel de madurez. Llevamos a las marchas lo que había de convergente y a través de estas logramos trabajar la unidad e incorporar nuevos temas y propuestas de los trabajadores. Debido a esta unidad, conquis-tamos la legalización de las centrales sindicales, que hasta entonces no existían desde el punto de vista jurídico. Fuerza Sindical tuvo un papel determinante en este proceso de legalización, con su capacidad de liderazgo del movimiento, consiguiendo este nuevo avance para la clase trabajadora.

Lucha por la reducción de la jornada de trabajo

Esta es una reivindicación fijada desde 1988. Anteriormente, los grandes sindicatos ya trabajaban con 44 ho-ras. El Sindicato de los Metalúrgicos de São Paulo y el Sindicato de los Metalúrgicos de São Bernardo do Campo fueron los primeros en conquistar las 44 horas por convenio, en 1985. En la Constitución de 1988 conseguimos la reducción de 48 a 44 horas semanales para todos los trabajadores.

Pero la lucha por la reducción de la jornada a 40 horas viene siendo muy difícil. El empresariado no admite tocar la producción. Por eso, la reducción debe ser conquistada por ley, ya que mediante negociaciones será muy difícil. Al-gunos sectores ya han avanzado, como es el caso de cerca del 30% de los trabajadores metalúrgicos en São Paulo que conquistaron el derecho a una jornada inferior a 44 horas semanales.

Ahora tenemos que ampliar esta conquista para todo el País.

Por tanto, esta lucha, que fue efer-vescente en 2010, se viene intensifican-do en 2011 (1), ya que no hemos logra-do llevarla a votación por el Congreso. Creemos que esa votación puede darse todavía este año, por lo que tenemos que movilizarnos.

La reducción de la jornada es via-ble económicamente y es fundamen-tal para garantizar al trabajador más tiempo para la familia, estudios, ocio. En síntesis, más calidad de vida.

Antonio Neto (CGTB), Paulinho (Fuerza Sindical), José Calixto (NCST) y Wagner Gomes (CTB) con el Senador Aécio Neves en la campaña por el reajuste del salario mínimo, Brasília (DF), febrero de 2011.

Agencia B

rasil


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Retos para Fuerza Sindical durante los próximos años

La lucha por las 40 horas sigue siendo una referencia para los próximos años.Otro gran desafío es conseguir que Brasil ratifique la Convención 158 de la OIT, que prohibe el despido in-

justificado. Actualmente, los niveles de rotación son muy elevados, alcanzando cerca del 30% de la mano de obra en períodos de negociación salarial en cualquier sector. Este mecanismo es utilizado por las empresas para pagar menos salarios.

Hay que afrontar también el reto de regular la subcontratación que, como forma de organización del trabajo, precariza la mano de obra. Es necesario regular ese fenómeno para asegurar los mismos derechos que el sector principal al que pertenece la empresa externalizada.

Además, tenemos la cuestión de la contribución sindical, cuyo desafío es conseguir su legalización a través del Senado.

Finalmente, está el tema de la unidad de las centrales. Reconocemos, cada vez más, la importancia de la uni-dad en torno a puntos de interés común para los trabajadores. La última CONCLAT, por ejemplo, el 1º de junio de 2010 en São Paulo, en el estadio de Pacaembu, reunió a más de treinta mil trabajadores de todo Brasil, con un programa que abarcaba a todos los sectores de la sociedad. Fue un factor clave de unidad de las centrales en el que Fuerza Sindical tuvo un papel fundamental.


Fuerza sindical creció y demostró que vino para quedarse. Está mejorando cada día, incorporando a nuevos sindicatos, confederaciones, federaciones y prestando un servicio importante al país. El 24 de marzo de 2011, organizamos la celebración de los 20 años de la Central con una mesa muy representativa, con líderes políticos y sindicales. El acto destacó la pluralidad y la capacidad de convivir con las diferencias, lo que define bien a Fuerza Sindical. Fue un acto importante. Felicidades a Fuerza Sindical, una central, al mismo tiempo, joven y con mucha experiencia en la lucha.

Notas de la redacción(1) El 6 de julio de 2011, las centrales sindicales iniciaron una jornada nacional de lucha, cuyo tema principal es la campaña para que el Congreso

Nacional vote la jornada de trabajo de 40 horas semanales.

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Estructura propia signiFica indEpEndEncia y autonomía

Luiz Carlos Motta

Trabajador en el Comercio, Presidente de la Federación de los Empleados en el Comercio del Estado de São Paulo (Fecomerciários) y Secretario de Finanzas de Fuerza Sindical.



lo largo de dos décadas, Fuerza Sindical se consolidó internamente, con la formación de departamentos y secretarías que aportaron mucho al mantenimiento y ampliación de

conquistas para los trabajadores.Fuerza Sindical tiene sedes en todos los Estados de Brasil y ocupa la línea de frente del

sindicalismo, alzan-do banderas funda-

mentales, como la lucha por la reduc-

ción de la jornada semanal del trabajo sin disminución de salario y la lucha por la adopción de una política permanente de valorización del salario mínimo.

A través de las luchas políticas, demo-cráticas y ciudadanas, Fuerza Sindical se dedicó a fondo a la campaña por la elección del Presidente Lula, en 2003, y a la campa-ña de la Presidenta Dilma, en 2010, donde capitaneó las más expresivas victorias.

ALuiz Carlos Motta entrega la medalla conmemorativa de los 20 años de Fuerza Sindical al Presidente de la Cámara de los Diputados, Marco Maia, marzo de 2011.

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Debido a su carácter plural y apartidista, Fuerza Sindical amplió su campo de actuación. En las rei-vindicaciones de la clase trabajadora en Brasilia, siempre liderada por el Presidente de la Central, el diputa-do Paulinho, conquistamos, en los gabinetes de la Cámara, del Senado y del Palacio del Planalto, un grado de credibilidad que pocas entidades sindicales conocen. Asimismo, ese elevado concepto es reconocido en las movilizaciones de calle, en las ce-lebraciones del 2º de Mayo, en las tra-dicionales marchas de las centrales a Brasilia, los trabajadores y las traba-jadoras creen en Fuerza Sindical.

Fuerza Sindical prima por su capacidad pluralista.

Conquista de la sede propia

Reconozco que la adquisición de la nueva sede trajo gran independencia a la Central, que por muchos años ocupó los locales del Sindicato de los Metalúrgicos de São Paulo y Mogi das Cruzes, al que debemos eterna grati-tud (1). Además de las confortables y espaciosas instalaciones, el edificio es un espacio más que adecuado para la realización de reuniones, encuentros, debates sindicales, laborales y políticos. El hecho de constituirse en escena-rio permanente de debates dota al local de una función benéfica de Fuerza Sindical hacia el movimiento sindical brasileño, en el año que celebra sus 20 años de actuación.

1º de Mayo de Fuerza Sindical

Las celebraciones del 1º de Mayo, Día Internacional del Trabajo, demuestran el perfil popular y aglutinador de la Central. Fuerza Sindical, ya notoria en el sindicalismo brasileño por su actuación incondicional en la defensa de los derechos de los trabajadores, reinventó la celebración del 1º de Mayo en la Capital paulista, realizando even-

Dilma Rousseff y Luiz Inácio Lula da Silva en la conmemoración del 1º de Mayo, en São Paulo (SP), 2010.

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tos reflexivos y reivindicativos y, al mismo tiempo, lúdicos, para más de un millón de trabajadores, con la pre-sentación de artistas consagrados y el sorteo de valiosos premios. La orga-nización del más grande 1º de Mayo del mundo es un mérito que Fuerza Sindical ostenta con mucho orgullo.

También reconozco la importan-cia de los congresos, coloquios, se-minarios y otras actividades que dan solidez a la organización unitaria y a la estructura interna de la Central. Subrayo que son decisivas y orienta-doras las manifestaciones laborales y sindicales en las que participo con los trabajadores del comercio y prácticos de farmacia en el Congreso Nacional, y en los demás Estados de Brasil, al lado de nuestro Presidente, el diputado federal Paulinho, de Fuerza Sindical.

Otro buen ejemplo es la actuación de Fuerza Sindical en el proceso y concreción de la legalización de las cen-trales sindicales, además de las marchas a Brasilia.

Principales retos

Nuestro gran reto es ampliar la participación de sectores, intensificando, a través de la prospección o de una cam-paña eficaz, la afiliación de entidades representativas de sectores variados en todo el territorio nacional. Fuerza Sindical ya tiene credibilidad para alcanzar este objetivo, ya que cuenta con una visibilidad positiva en todo Brasil y dispone de modernos y eficaces medios de comunicación, por tanto, debe concentrar esfuerzos en este sentido. Basándose en estas herramientas y en el excelente cuadro de dirigentes del que dispone, Fuerza Sindical va a progresar mucho más.

Los 20 años de la Fuerza Sindical

Como ex-secretario de Relaciones Internacionales, soy testigo de que Fuerza Sindical rompió las fronteras

Motta en manifestación por el reajuste del salario mínimo, 2011.

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nacionales y conquistó respeto y reputación en los cinco continentes. Actualmente, ejerciendo el cargo de Tesorero de Fuerza Sindical Nacional, respaldado por un incansable grupo de dirigentes sindicales del sector del comercio y prácticos de farmacia, sigo paso a paso la saludable influencia de la Central ante los problemas más importantes y pertinentes del desarrollo de un Brasil con estabilidad económica. La lucha por la valorización del salario mínimo es la más acuciante. La reducción de la jornada semanal sin reducción salarial también viene dando a Fuerza Sin-dical un concepto incomparable de combatividad y liderazgo en todo el movimiento sindical brasileño.

Las conquistas de Fuerza Sindical en estos incansables 20 años de actuación sindical me llena de orgullo y a los demás trabajadores del comercio del Estado de São Paulo, ya que asumimos esta Central como nuestra debido a su trayectoria de luchas y victorias. Se trata de una entidad verdaderamente comprometida con el trabajador. Recuerdo que su nacimiento fue en la sede de la Federación de los Empleados del Comercio del Estado de São Pau-lo, al inicio de los años 90, donde se definieron sus metas e ideología, así como los primeros trazos de su logotipo.

Dados esos orígenes, expreso mis más sinceras felicitaciones a Fuerza Sindical, por la credibilidad de la que disfruta en el movimiento sindical y deseo que se extienda cada vez más, con seriedad, respeto y combatividad. ¡Felicidades, Fuerza Sindical!

Nota de la redacción(1) El 7 de marzo de 2010 Fuerza Sindical inauguró su nueva sede, en la Rua Rocha Pombo, 94, Liberdade, São Paulo. Es un edificio comprado con

recursos propios. Antes, la Central funcionaba en el Palacio del Trabajador, en la Rua Galvão Bueno, edificio del Sindicato de los Metalúrgicos de São Paulo. La distancia entre los dos edificios es de menos de un kilómetro.

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Exportando idEas hacia El mundo

Nilton Souza da Silva, Neco

Trabajador del comercio, Presidente del Sindicato de los Empleados en el Comercio de Porto Alegre (SINDEC), secretario de Relaciones Internacionales de Fuerza Sindical y representante de los trabajadores brasileños en el Consejo de Administración de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).


Organizaciones sindicales internacionalesn 1991, además de la CIOSL (Confederación Internacional de las Organizaciones Sindi-

cales Libres), que pregonaba “sindicalismo democrático e independiente”, existía la FSM (Federación Sindical Mundial), de izquierda, alineada al bloque socialista y la CMT (Con-

federación Mundial del Trabajo), próxima a la democracia cristiana y al Vaticano. En Brasil, la CUT, Fuerza Sindical y la CGT, centrales existentes en

los años 90, siempre estuvie-ron afiliadas a la CIOSL, que lleva-

ba una línea de sindicalismo sociopolítico.Cada una de esas “centrales mundiales” tenía

un brazo regional en el continente americano: la ORIT (Organización Regional Interamericana de Trabajadores), ligada a la CIOSL, el CPUSTAL (Congreso Permanente de Unidad Sindical de los Trabajadores de América Latina y del Caribe), ali-neado a la FSM y la CLAT (Central Latinoameri-cana de Trabajadores), próxima a la CMT.

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Nilton Neco en el Congreso de la CROC (Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos), México, marzo de 2010.


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La ORIT se cambió a CSA (Confederación Sindical de Trabajadores de las Américas), y la CIOSL se convirtió en CSI.

Actualmente, la CUT, Fuerza Sindical y UGT están en la CSI, mientras la CTB y CGTB en la FSM.

Relaciones internacionales

Fuerza Sindical mantiene hoy relaciones con práctica-mente todos los países en América. Tenemos una buena re-lación con la CGT de Argentina. En México, Venezuela y

Estados Unidos también tenemos buenas relaciones desde hace bastante tiempo, además de Costa Rica, Colombia, Chile y Perú.

Ahora estamos llegando a África, región importante por los países de habla portuguesa, donde no teníamos relación. Actuamos en una organización denominada Comunidad Sindical de los Países de Lengua Portuguesa (CSPLP), de la que soy Vicepresidente. Portugal también participa, pero damos prioridad a África, debido a sus dificultades. Con excepción de Sudáfrica, que tiene dinero, el resto está en la más absoluta pobreza. Senegal, tiene doce millones de habitantes, pero solamente trescientos mil están formalizados, para dar una idea. El movimiento sindical africano intenta sobrevivir a duras penas.

Fuera de América y África, Fuerza Sindical mantiene relaciones tradicionales en Europa. Tenemos una impor-tante relación con la UIL (Unione Italiana del Lavoro), con organizaciones sindicales de España, Portugal y Fran-cia. Las relaciones están en función del intercambio de experiencias con los europeos y también de la existencia de multinacionales europeas en Brasil.

Desde hace algún tiempo tenemos relación con China, país que no podemos despreciar, ya que se ha conver-tido en la segunda economía del mundo. Ya hemos estado dos veces allí y, ahora, en abril 2011, intentaremos pro-fundizar nuestra cooperación sindical (1). Nuestros diálogos tratan de transmitir nuestra experiencia en relación con las condiciones de trabajo, el respeto a la legislación laboral, la OIT (Organización Internacional del Trabajo).

Los dirigentes sindicales chinos forman parte del Partido, como en Cuba. Nuestra idea, respetando todas las características culturales del país, es profundizar el debate sobre las condiciones de trabajo, la relación entre patrón y trabajador. Estamos conociendo China un poco más. En la primera visita, en 2007 o 2008, estuvimos con los sectores de más peso, para conocer. Fuimos acogidos por el secretario de Relaciones Internacionales no de una central, sino del Partido y le dijimos que el objetivo de la visita era conocer la verdadera China. No queríamos

Nilton Neco en el Foro Internacional en Pekín, enero de 2011.

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saber lo que salía en la prensa, sino conocer, ir a las fábricas, ver cómo se realizaba el trabajo, las condiciones de seguridad, los derechos. Solamente después de hablar con el secretario del Partido tuvimos la reunión con la Fe-deración Sindical.

Esa presión que venimos haciendo como movimiento sindical ha mejorado las condiciones allí. Por supuesto, hay que tener la perspectiva de que son mil trescientos millones de personas y que alimentar a toda esta población no es nada fácil. Por otro lado, está la cultura china, que es más pacífica, muy diferente de la nuestra.

Además de esas visitas y relaciones bilaterales para consolidar el trabajo de Fuerza Sindical a nivel internacio-nal, participamos también en seminarios internacionales, como invitados, por estar afiliados a la CSI y a la CSA.

1º de Mayo

La central sindical CROC (Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos), de México, está repli-cando nuestra experiencia de fiesta del Día del Trabajador. En 2009 y 2010 realizaron un 1º de Mayo como el nues-tro, pero masivo y popular. Ha sido a partir de un sencillo intercambio verbal en el que les preguntamos si querían seguir con un 1º de Mayo de discursos para la militancia, con media docena de personas, o bien si les gustaría realizar un evento para los trabajadores, con shows de grandes artistas y sorteos de premios, donde poder llevar a la familia. Un día lúdico y, a la vez, político.

Brasil

Al ser un país fuerte a nivel internacional, con una economía en desarrollo, ya no se mira a Brasil en el exte-rior como un pobre país donde el pueblo no tiene dinero y con un movimiento sindical débil. ¡No! Nuestro mo-vimiento sindical tiene dinero y es fuerte. El país creció, también es fuerte e incluso presta dinero al FMI (Fondo Monetario Internacional). ¿Cuándo se imaginaría algo así? Soy de los que en su día salíamos a las calles a gritar: “¡Fuera de aquí… el FMI!

Como Brasil creció, las multinacionales brasileñas también crecieron, no solamente la Petrobras. Hay un gran abanico de empresas brasileñas que invadieron a otros países, en la rama de la alimentación, de carne bovina, en las que somos los primeros del mundo. ¿Qué pasa con la construcción. Somos potentes, con grandes empresas brasileñas en el sector, como la Odebrecht, en Angola. Son nuestras multinacionales.

Hemos sabido sobrevivir en medio de un ambiente de crisis económica y pasamos rápidamente por ella. Hoy sabemos que el mejor modelo sindical para superar la crisis es el de Brasil. La unidad del movimiento sindical lo propició. No serviría para nada que cada central (CUT, Fuerza Sindical, CGTB o CTB) intentara resolver la crisis en solitario. Lo que sirve en estos casos es unirnos para debatir propuestas con los gobiernos, como en el caso de


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la recuperación del salario mínimo. A pesar de la crisis podemos incrementar el salario mínimo, lo que significó “distribución de renta”.

El préstamo nómina, una decisión del gobier-no de Lula, con participación activa de las centra-les sindicales, es otra cosa fundamental en Brasil, pues facilitó el acceso del trabajador al crédito; además de la campaña por la política de combate a los intereses, emprendida por las centrales, en especial por Fuerza Sindical.

No en vano, cuando viajamos a otros países la gente se sorprende por el hecho de que Brasil haya sacado del nivel de la pobreza a ocho millones de personas y elevado treinta millones a la clase C. ¿Qué nos demuestra esto? Que nuestras políticas

de distribución de la renta a través del salario mínimo y de la beca familia son acertadas.

Foro Social Mundial

En las primeras ediciones del Foro Social Mundial participamos como invitados en debates puntuales. A partir de 2005 empezamos a invertir fuertemente en el Foro, con nuestras propias actividades, las llamadas activi-dades “auto gestionadas”. Pasamos a invertir más, enviando grandes delegaciones con 100 a 150 personas, cuando el Foro se organiza en Brasil, y de 15 a 20 personas cuando es fuera, apostando en este gran evento como un dise-minador de ideas.

En el último Foro unificado, en Belém (PA), en 2009, participamos con 120 dirigentes sindicales. Realizamos talleres conjuntos con otras centrales, en la Tienda del Mundo del Trabajo, y talleres propios. En Dakar (Senegal), en 2011, una edición descentralizada, también participamos con actividades propias. Ahora estamos planificando actividades para 2013, en Porto Alegre, que también será una edición descentralizada.

Respecto al eslogan “Otro Mundo es Posible”, defendemos que ya construimos ese otro mundo y que hay que cambiar el enfoque. En el mundo del trabajo, por ejemplo, hay que entender que no toda reivindicación es universal. La reducción de la jornada a 40 horas semanales, que está tan de moda en Brasil, es una reivindicación nacional vinculada a ciertas contingencias y circunstancias locales, como lo es la etapa de industrialización y de desarrollo del país.

Claudio Janta en el Foro Social Mundial, Porto Alegre (RS), enero de 2005.

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Líneas universales

A nivel internacional se destacan tres temas importantísimos. Uno es el “trabajo decente”, que conseguimos incorporar a nivel mundial porque es una orientación de la OIT. Es una cuestión que estamos tratando a escala internacional y que en Brasil está muy avanzada. Somos incluso un “país-piloto” en la OIT para la aplicación de la Agenda Mundial del Trabajo Decente.

La OIT estableció como plazo hasta 2015 para que los firmantes de esa Convención implementen en sus países la Agenda del Trabajo Decente.

Desde hace más de cuatro años estamos trabajando en una co-misión nacional para fijar los indicadores que nos permitan medir la aplicación de esa agenda.

Para 2012 ya está aprobada la realización de un Congreso Nacio-nal sobre la aplicación de la Agenda del Trabajo Decente.

Otro tema que logramos abordar a nivel internacional en el mo-vimiento sindical es la cuestión de la solidaridad efectiva. Hubo un terremoto en Japón (2) y escribimos una cartita de solidaridad. Pero eso sólo no es suficiente. También estimulamos la solidaridad efecti-va. Hay que enviar cosas concretas, materiales, una ayuda financiera. Tenemos que ver cómo aportar para que esa solidaridad sea realmen-te efectiva.

El tercer tema universal es la unidad del movimiento sindical. Venimos trabajando este tema, buscando con-solidar espacio en el Mercosur, constituido con influencia europea. En Europa los trabajadores cuentan con una entidad, la Confederación Europea de Sindicatos, que trata sólo cuestiones de trabajadores. En el Mercosur lo estamos consolidando. En 2013, probablemente habrá elecciones propias en cada región – actualmente el Parlasur es ocupado por los diputados de la legislatura de cada país. El trabajador tiene derecho a elegir quién le va a repre-sentar, proceso en el que vamos a participar.

Unidad sindical orgánica y unidad de acción

Hay un debate internacional acerca de dos posturas diferentes sobre las centrales sindicales: la unidad sindical orgánica y la unidad de acción.

Algunos defienden que la unidad sólo se puede dar en el ámbito de la esfera orgánica, dentro de la misma

Agenda Mundial del Trabajo Decente


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entidad. En Fuerza Sindical somos de los que creemos que no es necesario que la unidad sea orgánica para reali-zar la unidad de acción. Esta tesis nos influyó mucho y se hizo una realidad que Brasil está intentando exportar. Intentamos transmitir la actual experiencia brasileña, que tiene seis centrales sindicales con una agenda común, como ejemplo para el resto del mundo, principalmente los países donde el movimiento está muy fraccionado, con casi quince centrales.

Creo que desde 2004 (3) empezó a ganar fuerza en el movimiento sindical brasileño la tendencia favorable a la unidad de acción. La fusión orgánica que se dio fue la de la CGT (Confederación General de los Trabajadores) con la SDS (Social Democracia Sindical) y la CAT (Central Autónoma de Trabajadores), que generó la UGT, en 2007, motivada por la fusión orgánica de las entidades internacionales.

No es fácil gestionar y mantener la unidad cuando se juntan grupos diferentes (la gente ligada a la Iglesia, la gente ligada a la izquierda, los socialdemócratas). El grupo hegemónico siempre intenta prevalecer.

Para 2012, en el Congreso de la CSA, propondremos el debate sobre la gran experiencia de esa unidad orgánica internacional, porque la unidad en la formación de la CSI y de la CSA también se da por acuerdos de transición. En 2012 esos acuerdos volverán a debatirse para garantizar una nueva representatividad, que puede no correspon-derse con lo que se cosió hace años.

El debate ya no se refiere a la fusión, esto ya está. El gran debate será sobre quien tiene realmente represen-tatividad para estar al mando. Ya hay quienes defienden que del primero al segundo mandato al menos hay que mantener las cosas como están. Vamos a verificar si esa unidad de varias tendencias va a consolidarse o no. ¡Será un buen debate!

Notas de la redacción(1) Entre 19 y 28 de abril de 2011, una comitiva de doce sindicalistas de Fuerza Sindical visitó China, por invitación de la Federación Nacional de

los Sindicatos de aquel país (FNSCh), participando en encuentros sindicales en las ciudades de Yinchuan, Shangai y Pekín, y en el Foro In-ternacional sobre Globalización Económica y Sindicatos, “Transformando el modelo de crecimiento económico, trabajo decente y seguridad social”, en Pekín.

(2) Terremoto con magnitud de 8,9 grados en la escala Richter, que asoló la costa noreste de Japón el día 11 de marzo y generó un tsunami de diez metros, que arrastró ciudades costeras próximas al epicentro. Fue el más grande temblor registrado en la historia del país en 140 años (desde que se inició el control de los datos).

(3) En 2004, fue realizada la Marcha Nacional del Salario Mínimo, en Brasilia, marcando el inicio de las Marchas de la Clase Trabajadora, en las que

participaron todas las centrales sindicales, sellando la acción unitaria. La 6ª Marcha, la última, fue realizada en noviembre de 2009.

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Cronologia

Artículos3Capítulo

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AFuErza sindical En la nuEva Etapa dE dEsarrollo dE brasil

Sérgio E. A. Mendonça*

Fuerza Sindical fue fundada el 8 de marzo de 1991, en el Día Internacional de la Mujer. Ciertamente el gran acontecimiento mundial de aquel año fue el fin de la Unión

Soviética (URSS). Dos años antes, en 1989, había caído el Muro de Berlín. El pensador marxista inglés, Eric Hobsbawn1, sugirió que esos eventos históricos significaron ¡el fin

del siglo 20! Todo indicaba que un nuevo orden mundial estaba en curso, con la clara he-gemonía del modo de producción capitalista y el final de la principal experiencia socialista. También, el arreglo de poder entre las naciones, construido a partir del final de la Segunda

Guerra Mundial, sufrió profundos cambios con la consolidación de la hegemonía americana. El científico y político norteamericano Francis Fukuyama2 afirmó que esos episodios caracterizaban el fin de la historia, entendido como el triunfo del capitalismo y de la de-mocracia liberal occidental y, portanto, el “fin” de la lucha de clases. Es posible afirmar, sin riesgo a equivocarse, que el año 1991 fue un año de grandes transformaciones en el mundo.

La década de los 90

El inicio de los años 90, período de fundación de Fuerza Sindical, representó una época de marcadas transformaciones en la sociedad brasileña. A nivel político, fueron años de avance de la democracia, a partir de la aprobación de la nueva Constitución Bra-sileña, el 5 de octubre de 1988. La Constitución Ciudadana, así bautizada por el Presiden-te de la Asamblea Nacional Constituyente, el diputado Ulysses Guimarães, significó la síntesis posible de la lucha por la redemocratización, después de dos décadas de dictadura militar en Brasil.

1 “Era dos Extremos. O breve século XX. 1914-1991”. Companhia das Letras2 “El fin de la historia”, artículo publicado en 1989 en la revista norteamericana The National Interest. En 1992, Fukuyama publicó el libro “El fin de la historia y el último hombre”.

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Muro de Berlín y, al fondo, la Puerta de Bradenburgo, 9 de noviembre de 1989.

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A nivel económico, Fernando Collor de Mello, el primer Presidente electo en elecciones directas después de dos décadas de Presidentes militares, elegidos indirectamente, adoptó una política que tuvo fuerte impacto sobre la estructura productiva construida en el período desa-rrollista, entre las décadas de 1930 y 1980. En el intento de afrontar la hiperinflación3 del final de los años 80, su gobierno implantó el Plan Collor, que llevó al país a una recesión de más de dos años. Adoptó una política de completa apertura comercial y financiera, exponiendo el par-que productivo instalado en Brasil a la competencia de los productos importados, con enorme

impacto sobre varios sectores económicos que tuvieron dificultad para sobrevivir en ese nuevo contexto. Una frase de impacto de Collor fue: “en Brasil no se produ-cían coches sino carros”.

La década de los 90 fue de enorme dificultad para el movimiento sindical bra-sileño. El tema del desempleo entró en la agenda de la sociedad y de las políticas públicas nacionales. Aunque el país ya hubiese pasado por períodos de crisis eco-nómica y de bajo crecimiento en otros momentos de su historia, en ese momento el desempleo urbano se convirtió en un nuevo reto para la sociedad brasileña. Mien-tras avanzábamos en la democracia, retrocedíamos en términos de crecimiento económico.

Manipulación de los índices y la campaña salarial

Para intentar entender las dos recientes décadas, período de existencia de Fuerza Sindical, cabe regresar al final de los años 70, época en la que el movimien-to sindical brasileño tuvo un papel importante en la redemocratización de Brasil, en la lucha por la recuperación de los salarios y en la mejora de las condiciones de trabajo, en una sociedad urbana e industrial.

Después de más de una década de dictadura militar tras el golpe de 1964, en 1977 el movimiento sindical, inicialmente en el ABC paulista y luego en varias regiones brasileñas, retomó aliento para recuperar pérdidas salariales provocadas por la inflación, que había sido manipulada en 1973. El Sindicato de los Metalúrgi-cos de São Paulo hizo un largo trabajo de análisis técnico, asesorado por el DIEE-SE, y llevó el tema a la Justicia, que falló contra el Estado, y lo condenó a pagar

3 La tasa mensual de inflación llegó a 84,9% en marzo de 1989.

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las pérdidas. En realidad, significó una condena política simbólica, ya que el pago de las pérdidas a los trabajadores jamás se realizó.

En el contexto de finales de los 70, el movimiento sindical intensificó su lucha, que además de económica, re-clamaba el retorno de la democracia, sumándose a la acción política de la Iglesia Católica y otras organizaciones y movimientos. Los cuadros del mo-vimiento sindical de entonces habían sido formados en diversas “escuelas”: partidos de izquierda, Iglesia Católica y la propia burocracia sindical, que es-tuvo retraída en los “años de plomo”. Las huelgas, marchas y otras manifes-

taciones inyectaron nuevo ánimo en la lucha por la redemocratización del país.

CONCLAT

Hubo un rápido resurgir del movimiento. En agosto 1981, se realizó en Praia Grande, en el litoral paulista, el mayor encuentro de líderes sindicales desde el golpe militar. La Conferencia Nacional de las Clases Trabajadoras (CONCLAT) fue el embrión de las centrales sindicales brasileñas. En aquel momento, la intención era crear una única central sindical. Por divergen-cias de conceptos y por la propia formación histórica del movimiento sindical brasileño, no se logró el objetivo. En agosto de 1983, fue fundada la Central Única de los Trabajadores (CUT). En noviembre del mismo año, un nuevo encuentro pone en marcha la Coordinación Nacio-nal de las Clases Trabajadoras (CONCLAT). A continuación, parte del movimiento sindical presente en el encuentro de noviembre de 1983 creó, en 1986, la Confederación General de los Trabajadores (CGT), y, en 1991, Fuerza Sindical.

En la experiencia del movimiento sindical internacional es común la existencia de más

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Huelga en la Aliperti (SP), 1985.

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de una central de trabajadores. Son muchas las razones que explican el pluralismo sindical, la principal es la trayectoria histórica de las fuerzas políticas, especialmente los partidos. En la mayoría de los países predomina la pluralidad y no la unidad en el movimiento sindical. Difí-cilmente sería diferente en Brasil.


Diez años después de la realización de la CONCLAT en Praia Grande, 1981, nació Fuerza Sindical, en un momento en el que crecía la participación de las fuerzas sociales organizadas en espacios institucionales, tras la promulgación de la Constitución de 1988. Dos experiencias de participación institucional son dignas de mención: el Consejo Superior del Fondo de Garantía del Tiempo de Trabajo (FGTS) y el Consejo Deliberativo del Fondo de Asistencia al Trabajador (CODEFAT). El Fondo de Asistencia al Trabajador (FAT) fue creado por la Ley 7.998/90 y re-glamentó los artículos 7, 201 y 239 de la Constitución Federal. Por primera vez en la historia, se legisló un fondo con recursos oficiales para financiar el sistema público de empleo en Brasil, en especial, para garantizar recursos para el seguro desempleo.

En conjunto con las demás centrales, Fuerza Sindical pasó a actuar decisivamente en esos espacios tripartitos, donde se definían las directrices de importantes políticas públicas, como el seguro de desempleo, la intermediación laboral, la cualificación profesional, el abono salarial y las políticas de vivienda y saneamiento. Todo ello, tal y como se ha dicho, en un momento en el que el desempleo se planteaba como el principal reto del mercado de trabajo brasileño.

Fuerza Sindical nace con el sello de “sindicalismo de resultados” y de pluralismo político. Luiz Antonio de Medeiros, su primer Presidente, fue el principal líder de la Central que pre-sentó públicamente el proyecto de la nueva entidad. El “sindicalismo de resultados” se puede entender como un sindicalismo más pragmático o menos ideológico, abierto a debatir sobre la nueva etapa del capitalismo brasileño tras la apertura de la economía en 1990.

En 1993 Fuerza Sindical presentó el libro “Un Proyecto para Brasil: la propuesta de Fuerza Sindical”, con sus propuestas para los nuevos tiempos del país. Intenta, de esta forma, afirmar-se como central con una intervención más amplia sobre la vida brasileña.

Merece la pena recordar la experiencia de participación de las centrales sindicales y del DIEESE en el Programa Brasileño de Calidad y Productividad (PBQP), donde el movimiento sindical aceptó debatir sobre los temas de modernidad tras la apertura de la economía bra-

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sileña. Ante la fuerte subida del desempleo, el movimiento sindical siempre insistió so-bre la prioridad de preservar empleos y distribuir los bene-ficios de la productividad, en la medida que las empresas pasaban por procesos de rees-tructuración productiva. En el PBQP Fuerza Sindical estuvo presente con propuestas y de-nuncias sobre la grave situa-ción de desempleo.

Lo mismo sucedió en los debates sobre la competitivi-dad de la economía brasileña. Los dirigentes de Fuerza Sin-dical acompañaron todo el proceso de construcción del

Estudio sobre la Competitividad de la Industria Brasileña (ECIB), coordinado por el actual Presidente del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES), Luciano Coutinho. En el estudio, Fuerza Sindical y el movimiento sindical presentaron propuestas que se inclu-yeron en el capítulo sobre los condicionantes sociales de la competitividad, especialmente los relacionados con la necesidad de cualificación de los trabajadores.

Contribuciones importantes

El pragmatismo orientó la intervención de Fuerza Sindical en la lucha sectorial y corporativa y en la presencia en los espacios públicos y estratégicos. No han sido años fáciles. La lucha sindical fue marcada fundamentalmente por la resistencia a la recesión, al desempleo y por el debate sobre un nuevo modelo económico, tras la apertura económica promovida por el gobierno Collor. La Central, abierta al diálogo, ciertamente aportó al avance en diversos frentes, como son:

Sindicato de los Textiles de São Paulo hace huelga en la empresa Alpargatas, São Paulo (SP), 1982.

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Participación en los Beneficios o Resultados (PLR). Instrumento de remuneración variable, asociado a metas de resultado de las empresas. Las entidades sindicales afiliadas a Fuerza Sindical aprovecharon esa nueva ley como la oportunidad para avanzar, y recomponer parte de las pérdi-das salariales derivadas de la reestructuración productiva y de la alta inflación hasta 1994.

Desempleo y cualificación profesional. La intervención de Fuerza Sindical y demás cen-trales en el CODEFAT mantuvo el “hierro caliente”. En otras palabras, los temas del desempleo y cualificación del trabajador entraron, para no salir, de la agenda de las políticas públicas, desde la crisis económica de los años 90.


En algunos temas, a lo largo de la década de los 90, la posición de Fuerza Sindical fue di-ferente de las demás centrales sindicales. Probablemente el tema más evidente haya sido el de la privatización de empresas estatales. En el caso de las siderúrgicas y en particular la privati-zación de la Compañía Siderúrgica Nacional (CSN), hubo una clara división del movimiento sindical, con Fuerza Sindical apoyando la privatización. En el gobierno de Fernando Henrique Cardoso, Fuerza Sindical apoyó con entusiasmo la utilización de parte de los recursos de los trabajadores en el FGTS para la compra de acciones de la Petrobras y Vale do Rio Doce. Aun-que el movimiento sindical estuviese dividido, Fuerza Sindical mantuvo una posición clara, recogiendo los dividendos políticos de la decisión de la sociedad.

En el gobierno de Itamar Franco, tras el cese del Presidente Collor, el entonces ministro del Trabajo, Walter Barelli, creó el Foro Nacional sobre Contrato Colectivo y Relaciones del Trabajo. Fuerza Sindical participó en este importante esfuerzo, que no llegó a consenso sobre una nueva propuesta para el sistema de relaciones de trabajo en Brasil, pero indicó las cuestiones que debe-rían ser objeto de cambio para el perfeccionamiento de las relaciones laborales en el país.

En el inicio del gobierno de Lula, en 2003, se creó el Foro Nacional del Trabajo (FNT), en el que Fuerza Sindical tuvo una importante contribución hacia el cambio de las relaciones labora-les en Brasil. La resistencia en el movimiento sindical y otros sectores de la sociedad impidieron que el Congreso Nacional votase las modificaciones en la estructura sindical. Sin embargo, en el FNT se avanzó hacia la implantación de criterios de representatividad de las entidades sin-dicales, especialmente las centrales de trabajadores. El saldo positivo fue el reconocimiento de las centrales sindicales mediante la Ley 11648 de 6 de marzo de 2008.

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La experiencia de construcción de una propuesta unitaria del movimiento sindical en el FNT dio lugar a una nueva forma de actuación de las centrales, apoyada en la unidad de acción, que se fortaleció con las Jornadas Nacionales de la Clase Trabajadora, que a cada año moviliza-ron a miles de trabajadores en todos los Estados, y terminaban con la presentación, en Brasilia, de propuestas de la clase trabajadora para el gobierno federal y el Congreso Nacional. Fuerza Sindical fue una entidad activa en las diversas jornadas y en el Congreso Nacional, con actua-ción destacada de su actual Presidente, Paulo Pereira da Silva, Paulinho, el diputado federal por São Paulo, en la defensa pública de las propuestas de los trabajadores.

Cabe mencionar que una de las principales conquistas de las Jornadas Nacionales fue la política de valorización del salario mínimo, reforzando la legitimidad de actuación de Fuerza Sindical y las demás centrales en la defensa del sector más desprotegido de los trabajadores activos, jubilados y pensionistas.

Actualmente, Fuerza sindical es la segunda central brasileña en número de trabajadores representados por las entidades afiliadas. Con veinte años cumplidos, es una entidad joven que ya consolidó su espacio en la vida sindical y pública de Brasil. Actúa en todos los temas que afectan a los trabajadores brasileños. Además de la lucha clásica por la mejora salarial, más em-pleo y mejores condiciones de trabajo, la central desarrolla políticas sobre cuestiones de género, jóvenes, raza, y personas con discapacidad, entre otras, confirmando su madurez como entidad representante de los múltiples intereses de la clase trabajadora.

Nuevos desafíos

Brasil recorrió mucho camino en los últimos años. El pueblo recuperó la autoestima y me-joró su vida. Pero queda mucho por hacer para que el país llegue a otro escalón de desarrollo, erradique la pobreza, valorice el trabajo y distribuya la renta.

El movimiento sindical, incluida Fuerza Sindical, tiene un papel estratégico en esta nueva etapa. La trayectoria del desarrollo exigirá claridad de objetivos, visión estratégica para cons-truir alianzas con otros sectores sociales y políticos para avanzar y cambiar el país. El intento de construir pactos sectoriales, como el debate sobre la producción y el empleo, liderado por los metalúrgicos de Fuerza Sindical y de la CUT, es un ejemplo de opción estratégica, sobre la desindustrialización en Brasil.

El camino del desarrollo no será fácil. Quedarán patentes las tensiones sobre una distribu-

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ción que asegure mayor bienestar a la población. Un ejemplo es la necesaria subida de salarios: seremos desarrollados solamente si la masa salarial incrementa su participación en la renta nacional. El éxito o fracaso del desarrollo en Brasil dependerá de las opciones y madurez de los agentes sociales y políticos en la búsqueda de puntos de convergencia para la construcción de políticas abiertas que atiendan al interés de los trabajadores y de la población. Fuerza Sindical ya demostró, a pesar de su juventud, que puede contribuir decisivamente al éxito de esta nueva etapa de desarrollo. La responsabilidad es enorme. El gran músico Adoniran Barbosa, en uno de sus letras magistrales decía: “Dios da el frío según la manta”. La manta de Fuerza Sindical es grande.

Sérgio E. A. Mendonça es economista. Fue director técnico del DIEESE entre 1990 y 2003. Fue Secretario de

recursos humanos del Ministerio de Planificación entre 2003 y 2009. Actualmente es asesor de la dirección técnica

del DIEESE.

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20 años dE conquistasLuiz Fernando Emediato*

n 1991 todavía era posible exponer publicidad en la Capital paulista. En la primera semana de marzo, se publicitó un mensaje por todo el Estado. Una niña de cerca de

diez años con una bandera en la que se podía leer “NACE UNA NUEVA FUERZA”, en mayúsculas. A la izquierda de la niña, y de la bandera, la frase absolutamente desprovista de

modestia: “La bandera que va a cambiar este País”.El mismo año, los días 8, 9 y 10 de marzo, 1793 delegados sindicales, representando

a 783 sindicatos y federaciones y 74 representantes de entidades sindicales internacionales, celebraron un congreso en el Memorial América Latina para crear Fuer-za Sindical, liderados por su fundador, Luiz Antonio de Medeiros. Sería algo más que la tercera central sindical brasileña, que surgía para con-traponerse (con esta misma palabra) a la entonces radical Central Única de Trabajadores (CUT) o a la acomodada Confederación General de los Trabajadores (CGT), hoy disuelta.

Fuerza Sindical nació con un proyecto, jamás alterado, de actuar con los trabajadores, los intelectuales, la sociedad civil, los empresarios, los políticos, el poder judicial y el Estado, para la construcción de una alter-nativa para un Brasil que no tenía rumbo, esperanza ni autoestima; un país que se agotaba en la pobreza, la inflación, el desempleo y la recesión. Nacía pluralista, apartidista, democrática, progresista e independiente. Nacía con el proyecto de transformar el país en una nación moderna, capaz de competir con el mundo desarrollado.

Entonces, era una novedad lo que hoy parece obvio: los sindica-tos – anunciaba Fuerza Sindical – no deben limitarse a defender a sus asociados, corporativamente, reivindicando únicamente incre-mentos salariales y buenas condiciones de trabajo. Hay que hacerlo,

Ea r t í c u l o s

Primera Revista de Fuerza Sindical, junio de 1991.

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pero además, participar en las principales decisiones políticas, económicas y sociales en el mismo nivel que el gobierno, políticos y empresarios. Nacía en Brasil el sindicalismo ciudadano.

Aquel primer trimestre de 1991, los 1.793 delegados de 783 sindicatos y federaciones reu-nidos en el Memorial de América Latina sabían que estaban dando origen a algo grandioso. Pero quizás no se imaginarían que estaban empezando a cambiar al propio país. Veinte años después, Fuerza Sindical representa a millones de trabajadores y deja su huella indeleble en la historia reciente. Gran parte de los cambios producidos en Brasil en las dos últimas décadas – leyes, comportamiento sindical, modernización de la economía, privatización de empresas deficitarias, protección de empresas estatales estratégicas, valorización del salario mínimo, re-distribución de la renta, preservación de derechos – tienen en su origen la mano de Fuerza Sindical y de sus dirigentes.

Una bandera para cambiar Brasil

Al Memorial de América Latina acudieron invitados de Brasil y del mundo, para par-ticipar en aquel momento histórico. Uno de ellos, el senador Eduardo Matarazzo Suplicy, del PT, simpatizante de la CUT, dejó claro que con la fundación de Fuerza Sindical “los trabajadores tendrán otra importante opción en su lucha contra la presión y la recesión”. El también senador Fernando Henrique Cardoso – que todavía no soñaba ser Presidente de la República – fue al grano: “el surgimiento de Fuerza Sindical traerá mayor equilibrio al sindicalismo brasileño”.

En su discurso y en la entrevista concedida posteriormente para la revista de fundación de la Central, Fernando Henrique reforzaba la idea de que “en el momento en que solamente haya una central las minorías serán aplastadas y fácilmente el amarillismo dominará el movimiento sindical”. El senador compartía la idea de que las centrales deben negociar con el gobierno, con los empresarios y con otros sectores de la sociedad.

El sindicalismo brasileño se había fortalecido y renovado, después de las grandes huelgas de 1978 y 1980. Había tomado cuerpo y ganado vida. Pero la hiperpolitización, principalmente de la CUT – que se vinculó al PT o vice-versa – había dejado a todos ante un dilema. Tal y como recordaba Fernando Henrique, la Constitución de 1988 marcaba una ruptura entre el sindica-lismo y el Estado, pero sin romper con la visión corporativista y la unidad forzada.

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¿Quiénes eran aquellos hombres?

La aparición de Fuerza Sindical daría inicio a una saludable competencia entre las cen-trales, principalmente porque nacía con la propuesta de ser independiente, de no aliarse a un partido político – pese a que sus dirigentes, como cualquier ciudadano, pudiesen y debiesen tener preferencias e incluso militancia partidista. Para ser independiente, la Central tampoco

debería depender del Estado para su-fragar sus acciones – una lucha que se mantiene hasta hoy, con la opo-sición de los capitalistas y políticos conservadores, que intentan siempre romper a las organizaciones sindica-les, dificultando su recaudación de fondos y proponiendo a la Justicia causas sin sentido.

Pero ¿quiénes eran aquellos hombres que, durante aquellos tres días de marzo de 1991 fundaron Fuerza Sindical? ¿Qué pensaban? ¿Cuáles eran sus partidos? El profe-

sor de la Universidad de Campinas (UNICAMP) y de la Universidad de São Paulo (USP), Leôn-cio Martins Rodrigues, juntamente con el profesor Adalberto Moreira Cardoso, del Centro Brasileño de Análisis e Investigaciones (CEPRAP), hicieron una encuesta a los participantes del congreso fundacional y el resultado no podía ser otro: el papel principal de una central sindical, según el 76%, era actuar políticamente, presionando al gobierno y a los políticos en defensa de los intereses de los trabajadores. Solamente el 20,6% opinaban que una central de-bería mantenerse al margen de la política y del gobierno, dedicándose únicamente a cuestiones sindicales.

La gran mayoría – 88,2% – consideraba que los trabajadores se beneficiaban más cuando negociaban directamente con las empresas, sin intervención del gobierno y de la Justicia del Trabajo. La mayoría de esos – 89% – defendía la huelga como importante instrumento de lucha “pero siempre como último recurso”. Una sorpresa: los sindicalistas presentes nunca habían

Público en el congreso fundacional de Fuerza Sindical, marzo de 1991.

Archivo F

uerza Sindical

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participado en otros congresos organizados por la CUT, CONCLAT y CGT, es decir, no se sen-tían representados por las demás centrales y esperaban algo nuevo. Por tanto, Fuerza Sindical no surgió – como se la acusaba – para “dividir” al movimiento sindical, sino para sumar.

En coherencia con la propuesta de la nueva central de ser apartidista y pluralista, la encues-ta reveló que estaban presentes personas de todos los credos políticos: 17,7% simpatizaban con el PT, 16,9% con el PMDB, 16,6% con el PDT, 13,5% con el PSDB, 6,7% con el PCB y PCdoB, 8,9% con otras siglas y 18,9% sin preferencia por ningún partido.

Al contrario de los que consideraban a Fuerza Sindical como “de derechas”, la encuesta señalaba que la mayoría simpatizaba con partidos considerados progresistas, de centro izquier-da o de izquierda. Más que eso, aunque los críticos insistían en que la central nacía bajo la inspiración del entonces Presidente Fernando Collor, la mayoría había votado a Lula (27,4%), Mário Covas (17,6%), Brizola (17,6%) y solamente el 14,7% a Collor. Unos pocos – 5,4% – habían votado a Roberto Freire.

Los fundadores de Fuerza Sindical eran progresistas, defendían un sistema de gobirno parla-mentario con un Congreso fuerte, con disminución del poder del presidente de la República. La mayoría (66,2%) defendía un entendimiento nacional entre trabajadores, empresarios y gobierno.

Fuerza Sindical, con sus dirigentes del PDT, PT, PSDB, PMDB y de varios otros partidos, nacía unida en la tolerancia y en la predisposición al diálogo. Muy diferente de lo que entonces había en el movimiento sindical brasileño.

Melquíades Araújo, Presidente de la Federación de Trabajadores en la Industria de la Ali-mentación del Estado de São Paulo, fundador y líder histórico del PSDB, primer vice Presidente de Fuerza Sindical, fue claro en su discurso: “No queremos una central que solo proteste, sino que participe en las decisiones, que se siente a la mesa de negociación en igualdad de condi-ciones con los empresarios y con los representantes del gobierno. Y que debata en esa mesa su propuesta, su proyecto”.

Jorge Nazareno dos Santos, actual Presidente del Sindicato de los Metalúrgicos de Osasco, era y sigue siendo cuadro del PT, pero optó por estar en Fuerza Sindical. Según él: “Debemos ser realistas. Mi sindicato, que históricamente ganó sus luchas al lado de los metalúrgicos de São Paulo y Guarulhos, no podría estar en otra central”. Explicación: el poderoso Sindicato de los Metalúrgicos de São Paulo, el más grande de América Latina en su sector, es el sindicato madre de Fuerza Sindical.

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En busca de propuestas para Brasil

Propuestas para cambiar, Brasil ya ha conocido muchas. Pero todas, hasta entonces, habían causado más decepción que esperanza, porque se desplomaban sobre la ciudadanía en forma de “paquetes” económicos que finalmente sólo traían daños. Fuerza Sindical quería debatir sobre un proyecto definitivo para Brasil – un nuevo modelo económico, político y social.

Esa idea nueva – ambiciosa, poderosa – había empezado a nacer cuando el Sindicato de los Metalúrgicos de São Paulo fue presidido por Luiz Antonio de Medeiros, un amazonense perseguido, aún muy joven, por la dictadura militar. Medeiros logró salir del país, exiliándose en Europa y después estudió en Moscú, en la Escuela Internacional Leninista, que formaba cuadros internacionales para los partidos comunistas en varios países. Trabajó entonces en una metalúrgica en Leningrado sólo volvió a Brasil tras la amnistía de 1979. Se dedicó a la carrera sindical y, en 1988, durante la Constituyente, se hizo nacionalmente conocido por sus ideas innovadoras y su capacidad para negociar.

Luego pasó a llamarse “sindicalista de resultados”, un hombre que, en lugar de confrontar al capital, negociaba – y conquistaba – mejoras notables para los trabajadores que represen-taba. Desde entonces se entusiasmó con la idea de la creación de una nueva central sindical. Llevó la idea a los sindicalistas – todos independientes – de los sectores de la alimentación, comercio, textiles, gráficos, químicos y, en poco tiempo, ya había conquistado el apoyo de casi mil sindicatos en todo el país.

Pero ¿con qué ideas se intentaba conquistar a esos sindicalistas independientes? La inci-piente Central defendería el diálogo con la sociedad y con el Estado, la participación del traba-jador en los beneficios de las empresas, el replanteamiento del desarrollo. También defendería la participación de los trabajadores, representados por los sindicalistas, en los consejos institu-cionales y las empresas estatales, y en los diferentes foros de discusión.

A través de la participación y el diálogo se buscaba un nuevo modelo de desarrollo econó-mico, político y social. El mundo estaba cambiando: el Muro de Berlín se venía abajo, la Unión Soviética y el socialismo real se desplomaban. El capitalismo salvaje amenazaba con controlar-lo todo, como de hecho ocurrió cuando los neoliberales asumieron el mando de las finanzas mundiales y estuvieron a punto de romper con todo el planeta.

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Los cambios tecnológicos marcarían a la humanidad con un impacto similar al los que provocó la invención del papel y la imprenta, la que difundió el conocimiento, dando lugar al Renacimiento, las carabelas y la industria naval, llevando al hombre el descubrimiento de nuevos mundos. Luego vendría la revolución industrial, la má-quina de vapor, la electricidad, el motor a gasolina y la aviación.

La microelectrónica, la informática, las comunicacio-nes a velocidad del pensamiento, las telecomunicaciones, internet, telefonía móvil, innovaciones que surgían todos los días, mientras Brasil se mantenía parado, sus empre-sas con máquinas de escribir u ordenadores antiguos, el mercado de trabajo sin percatarse de lo dramáticos que serían los cambios.

El capitalismo practicado en Brasil, afirmaba Fuerza Sindical en su Carta de Principios: era primitivo, salva-je, basado en la práctica de cárteles y monopolios y en la búsqueda de favores por parte del Estado. Un capitalismo autárquico, sin riesgos, que dependía del proteccionismo estatal y se beneficiaba del proprio proceso inflacionista, mediante la especulación.

Élites egoístas, sin proyecto de nación, dirigían el país y sus principales instituciones, mientras los trabajadores, desorganizados, participaban poco. Los datos sociales di-vulgados en 1991 por el IBGE eran dramáticos: los 10% más pobres tenían 0,6% de la renta nacional, mientras los 10% más ricos se apropiaban del 53,2% de la renta. En ese

marco, 48,6% de los trabajadores recibían hasta dos salarios mínimos (alrededor de 52 dólares) y solamente 3,2% recibían más de veinte salarios mínimos (1040 dólares). Era la peor distribu-ción de renta de todo el mundo.

Periódico O Estado de São Paulo de 1 de marzo de 1986, afirma que el Plan Cruzado se hundía.

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Hoy la situación es muy diferente. Aunque la renta de los 10% más ricos se haya incremen-tado en 12,58% en los últimos diez años, la de los 10% más pobres se incrementó en 69,08% y la de los 50% más pobres en un 52,59%. Esto ha sucedido gracias a las políticas públicas llevadas a cabo en los últimos veinte años y, principalmente en los últimos diez años. Fuerza Sindical participó en esos cambios, luchando por la valorización del salario mínimo, por el seguro de desempleo, la preservación e incremento de los ingresos de los jubilados. El salario mínimo equivale hoy a más de trescientos dólares, multiplicando por seis su valor de 1991.

Si hoy vivimos en un país con inflación controlada (pese al griterío sobre un descontrol que nunca hubo) y en el que disminuye la pobreza es gracias al Plan Real (en el gobierno de Itamar Franco, a continuación del destituido Fernando Collor), al inicio de los programas sociales en el gobierno de Fernando Henrique y a la firme disposición del Presidente Lula de continuar y radicalizar tales políticas. Fuerza Sindical apoyó a todas esas iniciativas – en el gobierno FHC, en el de Lula y en el actual de Dilma Rousseff –, aunque siempre criticando la política de altos intereses para contener la inflación, también duramente criticada dentro del propio gobierno por el entonces Vicepresidente José Alencar, ya fallecido.

En su programa de luchas, Fuerza Sindical presentó a la sociedad – empresarios, trabaja-dores, Congreso y gobiernos – sus propuestas respecto al salario mínimo, jubilaciones, par-ticipación en los beneficios, libre negociación, seguro de desempleo, organización social en el centro de trabajo, co-gestión, convenio colectivo, formación y recualificación de mano de obra, formación y educación sindical, seguridad y medicina del trabajo, garantías de empleo, libertad y autonomía sindical, unificación de calendarios de campañas salariales, cooperati-vismo, economía sumergida, trabajo de la mujer, transportes, vivienda, educación, política económica, deuda externa e interna, reforma del Estado, inmigración, derechos constitu-cionales, reforma agraria, medio ambiente y organización política de la sociedad, además de forma de gobierno, democratización de los medios de comunicación y soberanía en la política exterior.

El sol, la flor y un proyecto para Brasil

Tantas ideas necesitaban un símbolo. Medeiros había buscado en la central francesa Force Ouvrière (Fuerza Obrera) la inspiración, modernizada, para el nombre de la nueva central. Pero necesitaba un rostro y lo fue a buscar en un joven grupo de designers que en aquel mo-

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mento se familiarizaban con los nuevos ordenadores Apple, los poderosos e in-novadores Macintosh. Al principio, el borrador de propuesta de los jóvenes

artistas desconcertó a los dirigentes de la Central, en los últimos meses de 1990. Se trataba de un círculo con una esfera roja en el centro y en su interior una flor.

“Pero… ¿una margarita?”, se sorprendió el Presidente de la Fede-ración de Trabajadores del Comercio de São Paulo, Paulo Lucânia, ya fallecido. “No, no es una margarita sino un girasol”, explicaron los de-

signers. La idea de la flor no convencía demasiado a los hombres, hasta que la metalúrgica Nair Goulart, hoy Presidenta de Fuerza Sindical del

Estado de Bahia, pidió la palabra y lo valoró positivamente. ¡La fuerza de la mujer apoyaba la idea!

El símbolo se basaba en el sol, rojo como el de Oriente, fuente de vida y energía, y en el girasol que siempre está frente a la luz y de espaldas a la oscuridad: fuerza, energía, vida

y determinación.En su discurso de cierre del primer congreso, el fundador y primer

Presidente de la Central se empeñó en afirmar: “nuestro compromiso es con este símbolo, este girasol que representa la vida y este sol que representa la energía, fuente de nuestra vida. Es la energía que nos dará fuerza, la luz que nos guiará hacia nuestro gran destino”.

La Central adquiría así su logotipo. En el congreso de fundación, Medeiros hizo un encendido discurso de cierre y miró hacia la nueva bandera, con su logo alegre y colorido, concluyendo: “un pueblo sin es-peranza es un pueblo sin futuro, es un pueblo sin alegría, es un pueblo sin proyecto”.

Un Proyecto para Brasil

La idea de un proyecto para Brasil nacía en el Congreso, no era una mera promesa y se haría realidad en menos de dos años, cuando la Central presentó en sociedad las 656 páginas del documento “Un Proyecto para Brasil – la propuesta de Fuerza Sindical”. En una actitud Libro “Un proyecto para Brasil”

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más que osada, la Central contrató un enorme equipo de especialistas para hacer lo que ningún partido, ni el propio gobierno, había hecho hasta entonces: estudiar y redactar un proyecto para el país.

Lo que Fuerza Sindical anunciara en su Congreso no había sido una figura retórica. Toda-vía sin recursos propios, contó con el apoyo del Sindicato de los Metalúrgicos de São Paulo para contratar al ingeniero y economista Antonio Kandir con el fin de dirigir un equipo de casi cien investigadores, especialistas y científicos. De este equipo se destacaron otros 26 coordinadores. Al final todos deberían presentar a la sociedad, en nombre de Fuerza Sindical, un documento con propuestas reales, capaces de cambiar el país en todas las áreas.

Antes de iniciar los trabajos, se sacó un resumen de lo que se proponía para someterlo a análisis y aportaciones de economistas, filósofos, científicos políticos, educadores, sociólo-gos, empresarios, militares y miembros del gobierno de Itamar Franco, Presidente de la época. Brasil vivía un momento difícil y había conciencia de que cualquier proyecto de cambio sería exitoso únicamente si contaba con un mínimo consenso.

Impeachment

Luiz Antonio de Medeiros, que había apoyado a Collor durante la campaña electoral, es-cuchaba resignado la falsa acusación de que la Central estaba al servicio del Presidente. Pero ante las evidencias de corrupción y los nebulosos negocios en el gobierno, Medeiros se unía al movimiento por el impeachment. En nombre de Fuerza Sindical, el 18 de septiembre de 1992, pronunció, en el Valle Anhangabaú, un discurso histórico apoyando el impeachment y defen-diendo, una vez más, un nuevo proyecto para el país. El discurso, cuidadosamente discutido con la dirección de la Central, dejaba claro que, sin un proyecto de nación, Brasil resbalaría hacia abajo, ahogado por la decepción del pueblo con sus dirigentes. Ese proyecto implicaba reformas estructurales profundas del Estado burocrático, en las áreas fiscal y tributaria y en la educación. Había que crecer, crear empleo y distribuir recursos a millones de brasileños, hasta entonces privados de sus derechos básicos.

Por primera vez en la historia del país, trabajadores organizados estaban contratando, con sus propios recursos, un equipo de científicos para elaborar un proyecto de nación, implicando a sectores significativos de la sociedad. De este proceso resultó una cuidadosa sistematización de propuestas realistas para la construcción de un nuevo modelo de desarrollo para Brasil.

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El estudio se publicó en un libro. Estaba abierto a la crítica y al debate y se perfeccionó a lo largo de los ocho años del gobierno de Fernando Henrique Cardoso. Varios de los especialis-tas contratados por Fuerza Sindical trabajaron en el gobierno – Kandir como ministro, otros como secretarios y directores – poniendo en práctica parte de las ideas que habían ayudado a elaborar.

El Estado brasileño incorporó ideas de ese proyecto en el sistema de competencia, comu-nicaciones, explotación del petróleo, sistema de seguro de desempleo y de cualificación profe-sional; en el propio sistema sindical, con la legalización de las centrales y la participación de los trabajadores en los consejos de administración de empresas estatales; y en la gestión de pro-gramas sociales, Ministerios de Sanidad, Trabajo, Seguridad Social y otros. Hubo profundos cambios en la salud, asistencia social y en la alimentación de la población más pobre.

Casi veinte años después del “Proyecto Brasil” todavía queda mucho por hacer. La política económica ortodoxa basada en altas tasas de interés, sigue siendo inadecuada y con fuerte influencia del mercado financiero, principalmente de los rentistas, en su mayoría extranjeros – los mismos que casi llevan a los Estados Unidos y al mundo a la bancarrota en 2008. El sis-tema de Seguridad Social sigue siendo injusto, con millones de personas en el sistema privado, pensionistas del INSS cobrando pensiones devaluadas, bloqueadas por el factor previdenciario, mientras funcionarios públicos siguen cobrando aportaciones millonarias del Tesoro, restando recursos a medidas más urgentes y justas, como inversiones en educación y salud.

Luchas constantes

El día a día de Fuerza Sindical, desde su instalación, en 1991, en una pequeña casa en la Ca-lle Coronel Oscar Porto, en São Paulo, hasta su traslado al imponente Palacio del Trabajador, sede del Sindicato de los Metalúrgicos de São Paulo y actualmente, en su sede propia en la Calle Rocha Pombo, Barrio Liberdade, es de luchas, conquistas y decepciones puntuales, provocadas por la injusticia.

Un mes después de su nacimiento, la Central ya empezaba su tarea con la defensa de los trabajadores rurales asesinados brutalmente en Bico do Papagaio, violenta región en el límite entre los Estados de Pará, Tocantins y Maranhão, en el Norte-Noreste brasileño. Una visita a la región llevó a la elaboración de un primer informe de la Central, entregada al entonces minis-tro de Justicia del gobierno Collor, coronel Jarbas Passarinho. El informe afirmaba que “Brasil

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no será un país moderno mientras su tierra siga un siste-ma de distribución como en la Edad Media. La reforma agraria debe ser un objetivo de este gobierno”. Solamente en aquella región ya habían sido asesinados 383 trabajado-res rurales en diez años (desde 1980).

Antes de que el equipo de Fuerza Sindical hubiese descansado de su extenuante viaje por Bico do Papagaio, hubo que afrontar la intransigencia de la FIESP (Federa-ción de las Industrias del Estado de São Paulo), ante la re-cesión económica, que estaba suponiendo el despido de miles de trabajadoras. Los empresarios tuvieron que re-troceder y desde entonces empezaron a considerar otras alternativas, presentándose empresarios y trabajadores ante el gobierno para exigir cambios.

Los movimientos por una jubilación digna, por el me-dio ambiente – consolidados en el I Congreso Eco-sindi-cal realizado en São Sebastião con anterioridad a la Eco 92 – y una sorprendente colaboración con la CUT para evitar despidos en Autolatina (empresa que unía los intereses de Ford y Volkswagen), mostraban a la sociedad el gran po-tencial de lucha de Fuerza Sindical.

El momento de Paulinho

En 1998, el fundador de Fuerza Sindical, Luiz Antonio de Medeiros, pasó el relevo del mando de la Central a otro metalúrgico, Paulo Pereira da Silva, que venía destacando por su carisma y coraje. Medeiros fue elegido diputado federal con 185 mil votos y se apartó de la di-rección sindical, dejando a Paulinho la misión de fortalecer y hacer crecer la Central.

Con Paulinho al frente, se impusieron otras luchas: la reposición de las pérdidas del FGTS –con el riesgo de llevar a la quiebra (como de hecho fue) a la Caixa Económica Federal, un pa-trimonio de la sociedad, pero era una necesidad; la recuperación de las fiestas del 1º de Mayo, que en su inicio reunió a setenta mil personas en un estadio de fútbol, lo cual se criticó por

Segunda revista de Fuerza Sindical, marzo de 2000.

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otras centrales, pero hoy se realiza por todas y reúnen a más de un millón de personas; la re-valorización y recuperación del poder de compra del salario mínimo, que ya está en más de trescientos dólares; reajustes anuales de las pensiones; la intransigente defensa de los derechos de los trabajadores; el apoyo a la privatización y participación de los trabajadores como “socios” de las empresas, una vez que se compraron acciones de la Petrobras y la Vale con recursos del FGTS; y, finalmente, la presencia constante de la Central en el Congreso Nacional, para el que su Presidente Paulinho fue elegido diputado federal.

El Presidente de Fuerza Sindical, diputado Paulinho, ya en su segundo y victorioso man-dato, es evaluado por el Departamento Intersindical de Asesoría Parlamentaria (DIAP) como uno de los cien más poderosos del Parlamento brasileño, liderando todas las causas relacio-nadas con los trabajadores: comisiones, gabinetes y plenos, junto a la misma Presidencia de la República.

Desgraciadamente, tal proyección pone a Fuerza Sindical en el foco de denuncias infun-dadas, como en 2002, cuando Paulinho fue candidato a Vicepresidente de la República en las listas de Ciro Gomes. Se denunció a Fuerza Sindical por la compra de una finca por valores hiperfacturados en el interior de São Paulo. En realidad, la Central orientaba a los trabajadores rurales a disfrutar de los beneficios del Banco da Terra, un programa gubernamental que les apoyaba como emprendedores en dieciocho fincas. En una de ellas el sistema no funcionó, hecho que aprovecharon políticos regionales sin escrúpulo para denunciar. Debido a la moro-sidad del sistema judicial, hasta hoy no se ha aclarado la denuncia. Se espera con ansiedad el final del proceso en la justicia.

En el mismo año se acusaron injustamente a Fuerza Sindical, CUT, CGT, SDS y FIESP de tener alumnos fantasmas y de no haber pagado correctamente sus contrapartidas en programas de cualificación profesional al Fondo de Asistencia al Trabajador (FAT) en el ámbito del Plan Nacional de Formación Profesional (PLANFOR), del gobierno FHC. Se trataba de un amplio y ambicioso programa de preparación profesional jamás visto en el país, orientado al mercado de trabajo, para más de dos millones de trabajadores al año. De 1997 a 2002, al aparecer las primeras denuncias, Fuerza Sindical ya había preparado a casi medio millón de trabajadores en más de 1500 municipios brasileños. El programa crecía, con la producción de material didáctico propio, orientando hacia el empleo a través de puestos del Sistema Nacional de Empleo (SINE), con el que Fuerza sindical mantenía

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agencias en São Paulo, Guarulhos, Osasco, Santo André (Gran São Paulo) y en Recife, Olinda y Jaboatão (Gran Recife).

Fuerza Sindical se preparaba para extender ese extraordinario trabajo social, llevado a cabo por entidades sindicales en toda Europa (con normas mucho más modernas que las brasi-leñas), cuando sufrió denuncias anónimas, por las que los organismos de control interrumpie-ron los programas para iniciar investigaciones para averiguar los hechos. En 2012 se cumplirán diez años de estas investigaciones, cuando se espera que, finalmente, el Tribunal de Cuentas de la Unión (CTU) pueda juzgar los hechos y declarar la inocencia de Fuerza Sindical de esas calumnias, y, así, impartir justicia.

El futuro

En 2010, con su legalización y la consolidación de un sistema de financiación, Fuerza sin-dical dejó sus instalaciones en la 8ª y 9ª planta del Palacio del Trabajador, sede del Sindicato de los Metalúrgicos de São Paulo, y se trasladó a una sede propia en el barrio Liberdade. En los últimos dos años, se dedicó a una campaña de sindicalización.

Como lo hace desde su fundación, y para mantener su independencia, Fuerza Sindical no indicó a ninguno de sus dirigentes para cargos del gobierno. La mayoría de ellos apoyó al gobierno de Fernando Henrique Cardoso y su reelección, aún criticando siempre la polí-tica macroeconómica basada en los altos intereses. La Central no apoyaba, en el gobierno de Collor, al ministro de Hacienda Marcilio Marques Moreira. En el gobierno de FHC se opuso firmemente al ministro de Hacienda Pedro Malan. En el gobierno de Lula criticó a su primer ministro de Hacienda Antonio Palocci y al poderoso, e independiente, Presidente del Banco Central Henrique Meirelles.

En el segundo gobierno de Lula, en función de sus avances en el área social, el Presidente de Fuerza Sindical – diputado por el PDT, partido que apoyó al gobierno –, y los principales dirigentes de la entidad pasaron a apoyar al gobierno -, pero siempre criticando su política ma-croeconómica y su modelo de Seguridad Social, que mantuvo el factor previdenciario.

Fuerza Sindical apoyó la campaña presidencial de la candidata Dilma Roussef y sigue apo-yando su gobierno, a pesar de no haber estado de acuerdo con el reajuste del salario mínimo. Ahora se prepara, en sus veinte años, para continuar en la construcción del futuro: defenderá la reducción de la jornada de trabajo a 40 horas semanales sin reducción de salarios, la recupe-

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ración de un poderoso programa de cualificación profesional, el fin del factor previdenciario y una política macroeconómica más creativa, sin énfasis en la incesante y casi automática subida de intereses. Aunque el proyecto para Brasil de Fuerza Sindical haya echado raíces en el Estado brasileño, no ha sido totalmente absorbido y queda mucho por hacer.

* Luiz Fernando Emediato es escritor, periodista y empresario. En 1990, al aceptar una invitación de Luiz Antonio

de Medeiros para trabajar en el apoyo de Comunicación y Marketing para el lanzamiento de Fuerza Sindical,

diseñó el logotipo de la Central y ayudó a organizar el congreso de fundación. Siguió encargándose de la Comu-

nicación y Marketing de la central hasta la investidura del Presidente, Paulo Pereira da Silva. Representando a

Fuerza Sindical, fue consejero del Consejo Nacional de Seguridad Social, del Consejo Deliberativo del Fondo de

Asistencia al Trabajador – del cual fue Presidente en 2009 y 2010 – y del Consejo de Desarrollo Económico y Social

(CDES), de la Presidencia de la República. Ejerce, por vocación social, la función de consultor de Fuerza Sindical.

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Cronologia

FuErza sindical En 2011or su gran capacidad de organización Fuerza Sindical llegó a sus 20 años con un índice ascendiente de afiliaciones, con una promedio de crecimiento entre 1991 y 2011, de 20% al año.

En 1995 Fuerza Sindical contaba con 441 entidades asociadas, de los más diver-sos sectores (prestación de servicios, confección textil, industria, comercio, rurales y

muchos otros), y casi cuatro millones de trabajadores en la base.Entre el 5º Congreso, en 2005, y junio de 2009, en vísperas del 6º Congreso, la Cen-

tral pasó del rango de los 900 a más de 1500 sindicatos afiliados, incrementando en más de 80% el número de trabajadores representados.

En 2011 se cuenta con 2.675 entidades y 9.986.818 trabajadores en la base, distribuidos en los principales sectores de la economía.

Para contemplar la diversidad de perfiles de los trabajadores, Fuerza Sindical, a lo largo de su historia, creó diversas secretarías, que en 2011 son: Internacional, Formación Sindical, Salud y Seguridad en el Trabajo, Seguridad Social, Juventud, Infancia y Adolescencia, de Po-líticas Raciales y Étnicas, Ciudadanía y Derechos Humanos, Empleo y Cualificación Profesio-nal, Medio Ambiente y Ecología, Política Agraria, Pesca, Deporte y Ocio, Cultura y Memoria Sindical, Seguridad Alimentaria, Transportes, Asistencia a la Persona con Discapacidad, entre otras.

Su extensión nacional y representatividad van de la mano con la mejora de la calidad de vida de los trabajadores y con el desarrollo de Brasil. El principal objetivo de Fuerza Sindical es la construcción de un País más justo, con estabilidad y crecimiento económico, progreso científico y tecnológico y, sobre todo, con trabajo decente.

Pa r t í c u l o s

130


sEctorEs - FuErza sindical

1Rural

2 Comercio

3 Servicios

4 Metalúrgicos

5 Construcción

6 Químicos

7 Alimentación

131

s E c t o r E s

8 Textil y Confección 9 Servicios Urabanos

10 TransporteSalud e Servicios Generales

12 Gráficos 13 Administración Pública

14 Jubilados 15 Electricistas

11

132


dirEcción EjEcutiva dE FuErza sindical

CARGO NOMBRE SECTOR UNIDAD FEDERATIVA

Presidente Paulo Pereira da Silva (Paulinho) Metalúrgico SP1º Vicepresidente Melquíades de Araújo Alimentación SPVicepresidente Abraão Lincoln Ferreira da Cruz Pesca RNVicepresidente Almir Munhoz Telefonía SPVicepresidente Antonio de Sousa Ramalho Construcción SPVicepresidente Eunice Cabral Confección SPVicepresidente Ivandro Iris Moreira de Souza Público SPVicepresidente João Batista Inocentini Jubilado SPVicepresidente Levi Fernandes Pinto Comercio MGVicepresidente Luiz Carlos Gomes Pedreira Senalba (Cultura, Educación…) SPVicepresidente Maria Augusta Caitano dos Santos Marques Comercio SPVicepresidente Miguel Eduardo Torres Metalúrgico SPVicepresidente Paulo Roberto Ferrari Edifício SPSecretario General João Carlos Gonçalves (Juruna) Metalúrgico SP1º Secretario Sérgio Luiz Leite Químico SP2ª Secretaria Valclécia de Jesus Trindade Textil SP3º Secretario Edson Geraldo Garcia Comercio GOSecretario de Finanzas Luiz Carlos Motta Comercio SP1º Secretario de Finanzas Francisco Sales Gabriel Fernandes Metalúrgico SP2º Secretario de Finanzas Miguel Padilha Alimentación SC3º Secretario de Finanzas Minervino Ferreira Comercio SPSecretario de Rel. Internacionales Nilton Souza da Silva Comercio RS1º Secretario de Rel. Internacionales Hebert Passos Filho Químico SP2º Secretario de Rel. Internacionales Antonio Vitor Alimentación SP3ª Secretario de Rel. Internacionales Monica de Oliveira Lourenço Veloso Metalúrgico SPSecretario de Rel. Sindicales Geraldino dos Santos Silva Metalúrgico SP1º Secretario de Rel. Sindicales Oscar Gonçalves Comercio SP2º Secretario de Rel. Sindicales Carlos Roberto de Carvalho Malaquias Textil MG3º Secretario de Rel. Sindicales Luciano Martins Lourenço Químico SPSecretario de Organización y Movilización Nelson Silva de Souza Metalúrgico PR1º Secretario de Organización y Movilización Antonio Sergio Farias Alimentación PR2º Secretario de Organización y Movilización Cícero Firmino da Silva Metalúrgico SPSecretario de Formación Sindical José Pereira dos Santos Metalúrgico SP1º Secretario de Formación Sindical Ari Oliveira Alano Metalúrgico SC2º Secretario de Formación Sindical João Perres Fuentes Comercio SPSecretario de Salud y Seguridad en el Trabajo Arnaldo Gonçalves Jubilado SP1ª Secretaria de Salud y Seguridad en el Trabajo Cídia Fabiane Correa dos Santos Comercio RS2ª Secretaria de Salud y Seguridad en el Trabajo Elvira Berwian Graebin Calzado RSSecretario de Seguridad Social Paulo José Zanetti Jubilado PR1º Secretario de Seguridad Social Claudio Magrão de Camargo Crê Metalúrgico SPSecretaria de Políticas para la Mujer Maria Auxiliadora dos Santos Juguete SP1ª Secretaria de Políticas para la Mujer Maria Susicléia Assis Confección SPSecretario de Políticas para la Juventud Jefferson Tiego da Silva Comercio RS1ª Secretaria de Políticas para la Juventud Francisca Léa da Rocha Meneses Confección CESecretario de Políticas Infancia y Adolescencia Gleides Sodré Almazan Metalúrgico SP1ªSecretaria de Políticas Infancia y Adolescencia Vilma Pereira Pardinho Químico SPSecretario de Políticas Raciales y Étnicas Adalberto Souza Galvão Construcción BA1ª Secretaria de Políticas Raciales y Étnicas Maria Rosangela Lopes Metalúrgico MG

133

d i r E c c i ó n E j E c u t i v a

Secretaria de Ciudadanía y Derechos Humanos Ruth Coelho Monteiro Confección SP1º Secretario de Ciudadanía y Derechos Humanos Raimundo Nonato Roque de Carvalho Metalúrgico MG2º Secretario de Ciudadanía y Derechos Humanos Severino Augusto da Silva Edificio SPSecretario de Políticas Públicas Lourival Figueiredo Melo Autónomo SP1º Secretario de Políticas Públicas (Salud) José Lião de Almeida Salud SP2º Secretaria de Políticas Públicas (Educación) Mara Valéria Giangiulio Público SP3º Secretario de Políticas Públicas (Seguridad) Evandro Vargas dos Santos Vigilante RSSecretaria de Políticas de Empleo y Cual. Profes. Neuza Barbosa de Lima Alimentación SP1º Secretario de Empleo y Cual. Profesional Reinaldo Rosa de Souza Construcción MG2º Secretario de Empleo y Cual. Profesional Defendente Francisco Thomazani Alimentación SCSecretario de Medio Ambiente y Ecología Antonio Silvam Oliveira Químico SP1º Secretario de Medio Ambiente y Ecología Valdir Lucas Pereira Edificio SP2º Secretario de Medio Ambiente y Ecología Antonio Johann Senalba RSSecretario de Relaciones Institucionales Carlos Cavalcante Lacerda Metalúrgico DF1º Secretario de Relaciones Institucionales Ezequiel Sousa do Nascimento Público DF2º Secretario de Relaciones Institucionales José Leodegário da Cruz Filho Edificio RJSecretario de Política Agraria Elmo Silveira Léscio Rural SP1º Secretario de Política Agraria Braz Agostinho Albertini Rural SP2º Secretario de Política Agraria Daniel Vicente Rural SPSecretario Nacional de Pesca Walzenir Oliveira Falcão Pesca AM1º Secretario Nacional de Pesca Manoel Xavier de Maria Pesca SCSecretario de Deportes y Ocio Valdir Pereira da Silva Metalúrgico SP1º Secretario de Deportes y Ocio Mauro Cava de Britto Telefonia SPSecretario de Cultura y Memoria Sindical Milton Baptista de Souza Filho Metalúrgico SPSecretario de Seguridad Alimentaria Nuncio Mannala Metalúrgico PR1º Secretario de Seguridad Alimentaria Luis Carlos Silva Barbosa Comercio RSSecretario Nacional de Transportes Moacyr Firmino dos Santos Transporte SPSecretario Nac. Asistencia Pers. con Discapacidad Antonio Messias dos Santos Químico SP

MieMbros PerManentes de la ejecutiva nacionalCARGO NOMBRE SECTOR UNIDAD

FEDERATIVADirector Ejecutivo Permanente Aldo do Amaral de Araújo Fuerza Sindical PE PEDirector Ejecutivo Permanente Amauri R. dos Santos Vigilantes SPDirector Ejecutivo Permanente Ilton Ferreira Barreto Federación Nacional Estibadores DFDirector Ejecutivo Permanente Antonio Porcino Federación Nacional Frentistas SPDirector Ejecutivo Permanente Uébio José da Silva Federación Nacional Aviadores SPDirector Ejecutivo Permanente Leonardo Del Roy Gráficos SPDirectora Ejecutiva Permanente Cristina Helena Silva Gomes Servicios Públicos SPDirector Ejecutivo Permanente Carlos Alberto Freitas Servicios SPDirector Ejecutivo Permanente Mario Limberger Fed. Nac. Técnicos Agrícolas RSDirector Ejecutivo Permanente Gerson Antonio Fernandes Fed. Nac. Rev. Vehículos MGDirectora Ejecutiva Permanente Dulce Elena Alimentación SPDirector Ejecutivo Permanente Luciano Martins Lourenço Químicos SPDirector Ejecutivo Permanente Claudio Guimarães Janta Fuerza Sindical RS RSDirector Ejecutivo Permanente Osvaldo Mafra Fuerza Sindical SC SCDirector Ejecutivo Permanente Sergio Butka Fuerza Sindical PR PRDirector Ejecutivo Permanente Francisco Dal Pra Fuerza Sindical RJ RJDirector Ejecutivo Permanente Rogério Fernandes Fuerza Sindical MG MGDirector Ejecutivo Permanente Alexandro Martins Costa Fuerza Sindical ES ESDirectora Ejecutiva Permanente Nair Goulart Fuerza Sindical BA BADirector Ejecutivo Permanente Willian Roberto Cardoso Fuerza Sindical SE SEDirector Ejecutivo Permanente Albegemar C. Costa Fuerza Sindical AL ALDirectora Ejecutiva Permanente Monica de Oliveira Lourenço Veloso CNTM PRDirector Ejecutivo Permanente José Porcino Sobrinho Fuerza Sindical PB PBDirector Ejecutivo Permanente José Antonio Souza Fuerza Sindical RN RN

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prEsidEntEs dE FuErza sindical En los Estados

Estado Presidente Estado Presidente AC LUIZ ANUTE DOS SANTOS

AL ALBEGEMAR CASIMIRO COSTA

AM VICENTE DE LIMA FILIZZOLA

AP MARIA DE FÁTIMA COELHO

BA NAIR GOULART

CE RAIMUNDO NONATO GOMES

DF EPAMINONDAS LINO DE JESUS

ES ALEXANDRO MARTINS COSTA

GO RODRIGO ALVES CARVELO

MA JOSÉ RIBAMAR FRAZãO OLIVEIRA

MS ILDEMAR DA MOTA LIMA

MT MANOEL DE SOUZA

MG ROGÉRIO FERNANDES

PA IVO BORGES DE FREITAS

PB JOSÉ PORCINO SOBRINHO

PE ALDO AMARAL DE ARAÚJO

PI FABRÍCIO DOURADO GONÇALVES

PR SÉRGIO BUTKA

RJ FRANCISCO DAL PRA

RN FRANCISCO DE ASSIS PACHECO TORRES

RO ANTONIO ACÁCIO MORAES DO AMARAL

RS CLÁUDIO R. GUIMARãES SILVA (JANTA)

SC OSVALDO OLAVO MAFRA

SP DANILO PEREIRA DA SILVA

SE WILLIAN ROBERTO CARDOSO

TO CARLOS AUGUSTO MELO DE OLIVEIRA

RR MANOEL ANTONIO DOS SANTOS SANTANA

Director Ejecutivo Permanente José Fernandes Fuerza Sindical CE CEDirector Ejecutivo Permanente Fabrício Dourado Fuerza Sindical PI PIDirector Ejecutivo Permanente José Ribamar Frazão Oliveira Fuerza Sindical MA MADirector Ejecutivo Permanente Ivo T. Freitas Fuerza Sindical PA PADirectora Ejecutiva Permanente Maria Fátima Coelho Fuerza Sindical AP APDirector Ejecutivo Permanente Vicente Lima Fillizola Fuerza Sindical AM AMDirector Ejecutivo Permanente Antonio A. Amaral Fuerza Sindical RO RODirector Ejecutivo Permanente Luiz Anute dos Santos Fuerza Sindical AC ACDirector Ejecutivo Permanente Manoel de Souza Fuerza Sindical MT MTDirector Ejecutivo Permanente Idelmar Mota Lima Fuerza Sindical MS MSDirector Ejecutivo Permanente Rodrigo A. Carvelo Fuerza Sindical GO GODirector Ejecutivo Permanente Epaminondas L. Jesus Fuerza Sindical DF DFDirector Ejecutivo Permanente Carlos Augusto Melo de Oliveira Fuerza Sindical TO TO

135

E v o l u c i ó n

4411995

7072001

7582002

9472005

26752011

1995 3.967.927

2001 4.113.446

2002 4.288.569

2005 5.284.322

2011 9.986.818

EntidadEs aFiliadas

trabajadorEs En la basE

Datos de 31 de julio de 2011

Evolución dE la rEprEsEntatividad dE FuErza sindical

136


En Estos 20 años…

ntre los años 1991 y 2011 Brasil conquistó dos Campeonatos Mundiales de Fútbol, pero perdió el piloto de Fórmula 1 Ayrton Senna.

A lo largo de estos 20 años, un Presidente fue destituido y tres fueron elegidos, dos de ellos reelgidos.

El mundo cambió su estilo de consumo, su forma de consumir cultura e información. Todo se ha puesto al alcance de un click.

Se impusieron Internet y la telefonía móvil. Se decretó la obsolescencia del disco de vinilo, del CD, del disquete y de otros viejos formatos. Algunos periódicos tradicionales impresos cerraron sus puertas, Jornal do Brasil y Washington Post, entre otros.

Aparecen cosas nuevas diariamente.¡El mundo caminó doscientos años en veinte! Pero, respecto a otros aspectos, es como si se cayera por un

precipicio…En estos 20 años fueron soterrados países, agitados por volcanes, terremotos, tsunamis, huracanes, tor-

mentas. Desbordamientos de aguas y deslizamientos de tierras derrumbaron miles de viviendas y de vías.Y un murmullo que echaba la culpa al llamado calentamiento global, otra nueva moda, flotaba en el aire.En estos 20 años, la cuestión ambiental creció y ganó fuerza. La humanidad, sensibilizada, empezó a au-

tocensurarse, introduciendo en la vida cotidiana el intangible concepto de planeta.Y el planeta cambió de hecho.Se desmanteló la Unión Soviética. El imperio estadunidense tembló ante el atentado contra las Torres

Gemelas y, en respuesta, atacó a Afganistán, con el pretexto de capturar al que lideró el atentado, Osama Bin Laden. Y lo capturó, así como al iraquí Saddan Hussein.

Entre el ecologismo y el belicismo, prevaleció el petróleo como la “niña de los ojos”. Y Brasil descubrió su olla de oro negro en la Cuenca de Santos, el pre-sal.

Brasil avanzó, estabilizó la moneda, controló la inflación y subió al puesto de uno de los diez principales mercados del mundo. Se hizo más competitivo en puertos marítimos, ferrocarriles, telecomunicaciones, pro-ducción energética, distribución de gas natural y aeropuertos, teniendo como meta la promoción de mejores infraestructuras.

E

137

r E t r o s p E c t i v a

Pero, a pesar de la estabilidad macroeconómica que incrementó la renta per capita, situando el país en el rán-king de los países más prometedores del mundo, Brasil todavía carga con diferencias entre pobres y ricos, entre los Estados del Norte y del Sur, entre la población urbana y rural.

La población, según el Censo Demográfico de 2010 realizado por el Instituto Brasileño de Geografía y Esta-dística (IBGE), alcanzó la cifra de 185, 7 millones de habitantes, un 9,5% más que en el año 2000. Son 190 millones en acción, con menos niños, más mujeres, más personas mayores, más personas declarándose negras y mestizas. Y todavía, según el IBGE, más de sesenta mil personas viviendo con compañeros o compañeras del mismo sexo.

En estos 20 años se eligió a la primera mujer para la Presidencia de Brasil. Y el primer negro para la Presidencia de Estados Unidos.

Vivimos la crisis financiera internacional más importante desde 1929. China, India, Rusia, Sudáfrica y Brasil emergieron. Europa declinó. Y la juventud en Egipto y Libia se alzó contra gobiernos dictactoriales.

Con el avance de la ciencia, la humanidad fue capaz de desvelar el código genético y crear seres en laboratorio, enviar hombres al espacio, incluido un brasileño, y rescatar a trabajadores atrapados en el interior de la Tierra.

En Brasil, los trabajadores de la construcción también se alzaron, en Jirau y Suape, contra condiciones indig-nas de trabajo.

Brasil escogió el camino de la socialdemocracia y encontró en la apertura económica una de sus principales alianzas.

Fuerza Sindical creció dentro de este contexto mundial, entre hechos aislados, aleatorios y espontáneos como la vida misma. Hechos que traen recuerdos y hacen más palpable su trayectoria.

138


199131/1: La Ministra Zélia Cardoso anuncia el Plan Collor 2.15/2: Autolatina (unión entre Volkswagen y Ford) anuncia el des-

pido de 5.110 obreros. Éstos entran en huelga y el holding se echa atrás en su decisión.

8/3: Creación de Fuerza Sindical, en el Memorial América Latina, SP.

26/3: Creación del Mercosur. Brasil, Argentina, Uruguay y Para-guay firman el Tratado de Asunción.

29/10: Huelga general de 300 mil metalúrgicos de São Paulo, Osas-co y Guarulhos.

26/12: Disolución de la URSS.

19923/6: Eco-92, en Rio de Janeiro.Julio y agosto: Juegos Olímpicos de Verano en España.Agosto y septiembre: ¡Fuera Collor! El pueblo pide el impeachment del Presidente. El Vicepresidente Itamar Franco asume el gobierno.

199428/2: El Plan Real estabiliza la moneda brasileña.1/5: Muere Ayrton Senna, ídolo brasileño de Fórmula 1.8/5: Nelson Mandela asume la Presidencia de Sudáfrica, poniendo

fin al Apartheid.Junio e julio: Campeonato Mundial de Fútbol en los EEUU. Brasil

se consagra tetracampeón.Octubre: Fernando Henrique Cardoso es elegido para la Presiden-

cia de Brasil.

139

1995Julio: Para iniciar el ajuste de cuentas de la dictadura militar, el go-

bierno FHC hace una lista de 136 desaparecidos entre 1964 y 1979. En octubre la viuda del obrero Manoel Fiel Filho, Teresa, muerto bajo tortura en 1976, recibe la noticia de que será indemnizada.

199617/4: Masacre de Eldorado de los Carajás. La policía del Estado de

Pará asesina a 19 trabajadores rurales sin tierra.17/7: Reforma de FHC en la Seguridad Social establece el factor

previdenciario.Agosto y septiembre: Juegos Olímpicos de Verano en Atlanta.3/10: 57 ciudades brasileñas introducen el voto electrónico en las

elecciones municipales.

199712/1: Programa de despidos voluntarios en la Volkswagen brasileña

suprime 4062 puestos de Trabajo.28/1: Se aprueba en la Cámara una medida constitucional que pre-

vé la reelección presidencial23/2: Clonación de la oveja Dolly, 1º animal creado en laboratorio.8/6: Gustavo Kuerten, 20 años, gana el torneo Roland Garros,

Francia, y relanza el tenis brasileño.5/7: Enílson Simões, Alemão, escinde Fuerza Sindical y crea SDS

(Social-Democracia Sindical).

199822/1: La película Central do Brasil, de Walter Salles, gana el Oso de

Oro a la mejor película en el Festival de Berlín.12/5: La coalición PT-PDT-PSB-PCdoB lanza la candidatura Lula-

Brizola a la Presidencia.Junio y julio: Campeonato Mundial de Fútbol en Francia. Gana la

selección anfitriona.4/10: Fernando Henrique Cardoso es reelegido en la primera vuel-

ta. Luiz Antonio de Medeiros se elige diputado federal.6/12: El Coronel Hugo Chávez es elegido Presidente de Venezue-

la por el bloque de izquierda Polo Patriótico, con 57% de los votos.


140


20001/2: Entra en vigor en Francia la jornada de Trabajo de 35 horas

semanales.

2001Enero: 1º Foro Social Mundial convoca a la construcción de otro

mundo posible.11 de Septiembre: Ataques atribuidos a Al-Qaeda derriban las To-

rres Gemelas del World Trade Center en Nueva York, y alcan-zan el Pentágono en Washington, EEUU.

4/11: Se lleva al cine Harry Potter y la Piedra Filosofal, la primera película de la serie Harry Potter.

2002Junio y julio: Brasil gana el Campeonato del Mundo, en Corea del

Sur y Japón.30/8: Lanzamiento Cidade de Deus, de Fernando Meirelles y Kátia

Lund, película que revolucionó el cine nacional.27/10: Luiz Inácio Lula da Silva (PT) es elegido Presidente de la

República en la segunda vuelta de las elecciones.

2003Enero: Entra en vigor el nuevo Código Civil brasileño.Marzo: Estados Unidos inicia el ataque militar contra Iraq.

200512/2: Asesinato de la monja Dorothy Stang, en el sur del Estado de

Pará, misionera que trabajaba en la zona de Xingu, promo-viendo proyectos de desarrollo sostenible.

6/6: Roberto Jefferson denuncia el Mensalão, abriendo la mayor crisis política del gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva.

Junio: Fundación de la Nueva Central Sindical de Trabajadores (NCST).

22/7: El brasileño Jean Charles de Menezes es confundido con un terrorista y muerto por la policía en el metro de la ciudad de Londres.

141

2006 29/3: Marcos Pontes, cosmonauta brasileño, es el primer nativo de

lengua portuguesa en viajar al espacio.Junio y julio: Campeonato Mundial de Fútbol en Alemania, gana

la selección italiana.7/8: Sancionada en Brasil la Ley Maria da Penha, de protección de

la Mujer.Octubre: Luiz Inácio Lula da Silva es reelecto Presidente de Brasil.Octubre: Paulo Pereira da Silva es electo diputado federal con el

expresivo resultado de 287.443 votos, el sexto candidato más votado del Estado de São Paulo.

30/12: El dirigente Saddam Hussein es ejecutado en Iraq por las fuerzas de ocupación.

2007Enero: Apple lanza el teléfono móvil iPhone.19/7: Fundación de la Unión General de los Trabajadores (UGT).8/11: La Petrobras anuncia el hallazgo de un gigantesco yacimiento

de petróleo y gas en la costa de Santos (SP), estimada en seis mil millones de barriles. Es el inicio del pre-sal.

12/12: Fundación de la Central de los Trabajadores y Trabajadoras de Brasil (CTB).

200819/2: Fidel Castro renuncia a la Presidencia y al mando de las Fuer-

zas Armadas en Cuba y es reemplazado por su hermano Raúl Castro.

8/8: Se inician los Juegos Olímpicos en Pequín.Septiembre y octubre: Se inicia la peor crisis financiera mundial

desde 1929.


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200920/1: Investidura de Barack Obama y Joe Biden como Presidente y

Vicepresidente de los Estados Unidos de América.25/6: Muere el cantante estadunidense Michael Jackson.2/10: Rio de Janeiro es elegida como ciudad sede de los Juegos

Olímpicos de 2016.

2010 12/1: Terremoto en Haití mata a 230 mil personas, entre ellas la

pediatra brasileña Zilda Arns Neumann, fundadora de la Pastoral de la Infancia.

3/2: Avatar, largometraje de James Cameron, asume la posición de película más taquillera.

1º/6: Realizada en São Paulo la 2ª CONCLAT, con las Centrales Sin-dicales brasileñas Fuerza Sindical, CUT, CTB, CGTB e NCST.

5/8: Un grupo de 33 mineros quedan atrapados en la mina San José, en Chile, y son rescatados con vida a partir del 13 de octubre.

31/10 - Dilma Rousseff es elegida la primera Mujer Presidenta de Brasil en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales.

201111/1: Lluvias en la Región Serrana de Rio de Janeiro dejan más de

800 muertos. 13/2: Se inician protestas árabes, con revueltas populares en oposi-

ción a los gobiernos de la zona.2/3: Apple anuncia el iPad 2 con un nuevo procesador, denomina-

do A5.8/3: Fuerza Sindical cumple 20 años.Marzo: Gigantesco terremoto seguido de tsunami, en Japón, causa

mucha destrucción y cerca de 10 mil muertes.Marzo: Se levantan los obreros de la construcción en obras del go-

bierno federal en varios Estados, destacándose los trabajado-res de Jirau (Rondonia) y Suape (Pernambuco). Cerca de 80 mil obreros exigen condiciones dignas de trabajo e ingresos.

2/5: Osama bin Laden, fundador y líder de al-Qaeda, es capturado y muerto por militares norteamericanos, en Pakistán.

143

r E F E r ê n c i a s

rEFErEncias bibliográFicasUm Projeto para o Brasil – A Proposta da Força Sindical, Editora Geração, SP, 1993.

Estatutos del 6º Congreso de Fuerza Sindical, 2009.

Aposentados da Fuerza Sindical, 10 anos de história, Sindicato Nacional de los Jubilados, SP, 2010.

TROPIA, Patrícia Vieira, Fuerza Sindical: política e ideología no sindicalismo brasileiro, Editora Expressão Popular, SP, 2009.

RODRIGUES, Leôncio Martins e Cardoso, Adalberto Moreira, Força Sindical, uma análise sócio política, Editora Paz e Terra, SP, 1993.

RODRIGUES, Leôncio Martins (org), Sindicalismo e sociedade, Editora Difusão Europeia do Livro, SP, 1968.

RODRIGUES, Leôncio Martins e Cardoso, Adalberto Moreira, CUT: os militantes e a ideologia, Editora Paz e Terra, SP, 1990.

DELGADO, Lucília de Almeida Neves, O Comando Geral dos Trabalhadores no Brasil, 1961 – 1964, Editora Vozes, RJ, 1986.

LEMOS, João Batista, A política sindical do PCdoB, Editora Anita Garibaldi, SP, 2009.

sitEs:Fuerza Sindical: htpp://www.fsindical.org.br

Agencia Sindical: http://www.agenciasindical.com.br/

Proyecto Memoria DIEESE: http://memoria.dieese.org.br/museu

Bertolino, Osvaldo, Especial Da CUT à CTB: http://www.outroladodanoticia.com.br/da-cut-a-ctb.html

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Este libro fue compuesto por Minion Pro, 11/16 e

impreso sobre papel cuché 115g en enero de 2011.

20 anos da força sindical em espanhol

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