revista del ismp n° 29

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REVISTA DEL INSTITUTO SANMARTINIANO DEL PERÚ (EN LÍNEA) ISSN 2414-8555 Año 80, N° 29 Alexis R. Arévalo-Vergara, Editor | Publicaciones de la Biblioteca del ISMP | octubre 2015

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Revista del Instituto Sanmartiniano del Perú N° 29 Lima, octubre de 2015.

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REVISTA DEL

INSTITUTO SANMARTINIANO DEL PERÚ (EN LÍNEA) ISSN 2414-8555

Año 80, N° 29

Alexis R. Arévalo-Vergara, Editor | Publicaciones de la Biblioteca del ISMP | octubre 2015

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Revista del Instituto Sanmartiniano del Perú

(En línea) ISSN 2414-8555

Año 80, N° 29

PUBLICACIONES DE LA BIBLIOTECA DEL ISMP

Alexis R. Arévalo-Vergara, Editor.

Lima, octubre de 2015

Page 4: Revista del ISMP N° 29

Revista del Instituto sanmartiniano del Perú

(En línea) ISSN 2414-8555

http://www.institutosanmartinianodelperu.org/

https://issuu.com/bibliotecaismp

Editado por:

Alexis Rolando Arévalo-Vergara

Av. Ayacucho Mz. C Lt 39 Urb. La Capullana, Santiago de Surco – Lima

e-mail: [email protected]

© Instituto Sanmartiniano del Perú

Plaza Bolognesi N° 467, esquina con Av. Guzmán Blanco - Lima 1- Perú

Teléfono: (51-1) 4230310

Prohibido su reproducción total o parcial

Derechos reservados

D. Leg. N° 822

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Revista del Instituto Sanmartiniano del Perú N° 29

5

ÍNDICE

Consejo Directivo del ISMP (2015-2017)

9

Editorial

ARÉVALO-VERGARA, Alexis R.

11

I. SECCIÓN ACTUALIDAD

17

¿Publicar o perecer? Los nuevos retos de la edición académica

ARÉVALO MAJLUF, Patricia

19

Coronación del rey de Tonga (Polinesia), el 4 de julio de 2015

BAILEY, Sir Anthony

36

In memoriam, Dr. Juan Vicente Ugarte del Pino, Historiador del Derecho

BLUME ROCHA, Ernesto Jorge

39

¿Educación en medios o medios para la educación?

CHÁVEZ GUERRERO, Josué M.

44

El terrible hacinamiento penitenciario: Una cruda realidad en nuestros días

COLLAZOS CHUMBE-ALEGRE, Pierina Isabel

53

Las condecoraciones españolas en América Latina

ESPINETA ARIAS, Adrià

59

Terrorismo y amenaza a las libertades públicas en sociedades democráticas

HUARCAYA FLORES, Gustavo D.

71

Algunas reflexiones sobre el lamentable precedente constitucional: “Huatuco Huatuco”

INGA TACACHI, César Augusto

78

El Lote 192: una triste realidad loretana

NÚÑEZ ARÉVALO, Daniel A.

81

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Revista del Instituto Sanmartiniano del Perú N° 29

6

II. SECCIÓN LITERARIA

97

2.1 Cuentos

97

El despido

JIMÉNEZ DELGADO, Elías

99

Nariguala, el cerro que me salvó

RAMOS SILVA, José

102

Coronación de la Virgen de la Choza

VERGARA ROBLES, J. Alejandro

105

El zorrito de Boulanger

VERGARA ROBLES, Marcela L.

109

2.2. Poemas

113

Tenía una vaca roja y blanca

ARNAO VILCARROMERO, Roy

115

A Panamá

ELBAYO

116

El Presidente

ELBAYO

117

2.3 Estudios literarios

119

El conde gallero y la apuesta de un título nobiliario

ARÉVALO-VERGARA, Alexis R.

121

Narrador de cuentos, hacedor de realidades

PEZÁN, Leandro Adolfo

126

III. SECCIÓN HISTÓRICA

133

3.1 Historia General

133

Vida de don Joaquín de la Pezuela después de ser virrey (1821-1830)

CEBALLOS-ESCALERA Y GILA, Alfonso de

135

El fons honorum de la Casa Real de Georgia

HERAS Y BORRERO, Francisco Manuel de las

146

La heráldica en las monedas acuñadas tras el descubrimiento de América, durante los reinados de los Austrias y los Borbones españoles

HUIDOBRO MOYA, José Manuel

158

La Falange Española: una gran desconocida en Hispanoamérica

NARVÁEZ ESPINOZA, Aleks Fernando

195

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Revista del Instituto Sanmartiniano del Perú N° 29

7

La fundación institucional de las Escuelas

Académico-Profesionales de la Facultad

de Letras de la UNMSM

(1946-1947)

NÚÑEZ HUALLPAYUNCA, Efraín 217

Cuatro temas de historia universal

STENNING LUZA, John Paul

245

3.2 Historia Sanmartiniana

255

La primera misión diplomática del Perú independiente

ARÉVALO-VERGARA, Alexis Rolando & GARRO MIRÓ

QUESADA, Arturo

257

Bernardo Monteagudo y el impacto de la Revolución de Mayo en el Perú

HAMPE MARTÍNEZ, Teodoro

269

José de San Martín frente al Proyecto monárquico de coronación del Inca en el Congreso de Tucumán (1816)

OLAZA PALLERO, Sandro

299

El Perú: los complicados inicios republicanos

OLIVARI ORTEGA, Walter Ricardo

330

Los Libertadores de América y la entrevista frustrada de febrero de 1822

PAREDES MUÑANTE, Jorge Guillermo

340

La creación de la bandera nacional

SALAZAR SÁENZ, Alcibíades

364

Preguntas y respuestas sobre el Gral. José de San Martín

SANTOSTEFANO, Carlos Alberto

372

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Revista del Instituto Sanmartiniano del Perú N° 29

8

“El que lee mucho y anda mucho, ve mucho y sabe mucho”.

MIGUEL DE CERVANTES Y SAAVEDRA

Escritor español (1547-1616)

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Revista del Instituto Sanmartiniano del Perú N° 29

9

“80 AÑOS DE ANIVERSARIO INSTITUCIONAL (1935-2015)”

INSTITUTO SANMARTINIANO DEL PERÚ

CONSEJO DIRECTIVO 2015 – 2017

Presidente Adolf Friedrich Wilhelm Sobrevilla Guzmán

1.° Vicepresidente

Crescencio Domingo Díaz Cáceres

2.° Vicepresidente Felipe Díaz Morales

Secretario

Carlos Manuel Castañeda Jiménez

Pro-Secretario Augusto Zavala Rojas

Tesorero

José Andrés Mogollón Saavedra

Pro-Tesorero Juan San Martín Vásquez

Bibliotecario

Alexis Rolando Arévalo-Vergara

Maestro de Ceremonias Juan Augusto Fernández Valle

Abanderado

José Pablo Velásquez Peláez

Vocales Herrmann Hamann Carrillo Raúl Antonio Labarthe Saric

Luis Felipe Quevedo Valderrama Francis Christian Ramírez Espinoza

Segundo Vicente Zarria Carbajo

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11

EDITORIAL

Distinguidos lectores, simpatizantes de la causa sanmartiniana, es para mí un verdadero

honor haber editado la Revista N° 29 del Instituto Sanmartiniano del Perú

(ISMP), coincidiendo así con las celebraciones por los 80 años de aniversario

institucional (1935-2015); y cumplir, de este modo, con el proyecto cultural dirigido hacia

el Bicentenario de la Independencia Nacional (1821-2021).

La labor ad honorem que hemos estado realizando desde la Biblioteca del ISMP ha sido

ardua, y considero que hemos cumplido a cabalidad con los objetivos trazados que son

los de impulsar la labor académica del Instituto, habiendo llegado especialmente a los

jóvenes, a través de las redes sociales.

Durante este tiempo hemos podido compartir con ellos nuestras actividades, tales como

la digitalización de todas nuestras revistas, desde la primera publicada en 1935 hasta la

actualidad a través del portal ISSUU1; catalogación y restauración de nuestras unidades

bibliográficas; donaciones recibidas; nuevas adquisiciones; etc. Asimismo, consideramos

resaltante señalar que ya contamos con el Número Internacional Normalizado de

Publicaciones Seriadas – ISSN, correspondiéndonos el N° 2414-8555; el cual permitirá

identificar de manera única nuestra colección de revistas a nivel internacional.

La presente publicación se divide en tres secciones: actualidad, literaria e histórica.

Sobre la SECCIÓN ACTUALIDAD, puedo referir que contamos con nueve

interesantes artículos: el primero de ellos, sobre las nuevas formas de publicación de los

textos académicos, por la destacada comunicadora Mg. Patricia Arévalo Majluf,

directora del Fondo Editorial de la Pontificia Universidad Católica del Perú; el segundo

artículo, nos lo remite el diplomático del servicio exterior de la Unión Europea Sir

Anthony Bailey, Oficial de la Orden del Imperio Británico y embajador itinerante de

la República de Montenegro, quien nos ilustra sobre el reino de Tonga (Polinesia) y la

invitación que le hicieron a la ceremonia de coronación de su actual rey S.M. Tupou VI,

1 Cfr. https://issuu.com/bibliotecaismp

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Revista del Instituto Sanmartiniano del Perú N° 29

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el 4 de julio de 2015. Tonga se ubica exactamente frente a las costas del Perú, a 25 horas

de viaje en avión sin escalas, si lo hubiera.

El tercero, es la Necrología del Dr. Juan Vicente Ugarte del Pino, destacado historiador

del Derecho, Caballero Gran Cruz de la Orden El Sol del Perú, fallecido el 6 de octubre

último, a los 92 años de edad, escrito por el catedrático Ernesto Jorge Blume Rocha,

miembro del Centro de Estudios Histórico-Militares del Perú, quien lo conoció

personalmente y nos revela los principales aportes del sabio a la historiografía nacional.

El cuarto artículo, del Mg. Josué M. Chávez Guerrero, miembro del Instituto

Sanmartiniano del Perú, se enfoca en la trascendencia de la educación mediática (nuevas

tecnologías de la información y comunicación - NTIC) que se encuentran tan presentes

en nuestras vidas, y el debate sobre el papel que tienen los medios de comunicación en

esta importante tarea; el quinto texto, es un aporte de Pierina Isabel Collazos

Chumbe-Alegre, Egresada de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la

Universidad Nacional Mayor de San Marcos, quien desarrolla el caótico sistema

penitenciario nacional y las políticas que deben desarrollarse para un cambio radical en

el hacinamiento de las cárceles y los focos delincuenciales que se encuentran dentro de

ellas.

El sexto artículo es de Adrià Espineta Arias, natural de Andorra La Vella, Principado

de Andorra, vecino de Barcelona, y destacado coleccionista de condecoraciones

internacionales, quien nos hace un repaso sobre las principales preseas que otorga el

reino de España a favor de los más conspicuos ciudadanos latinoamericanos. El séptimo

artículo, es del novel abogado Gustavo Huarcaya Flores, quien por sus

investigaciones ganó una importantísima beca que lo llevo a Europa; su trabajo

académico, se enfoca en el terrorismo y la amenaza a las libertades públicas en

sociedades democráticas.

El penúltimo texto, del abogado laboralista César Augusto Inga Tacachi, miembro

del Instituto Sanmartiniano del Perú, es una crítica al precedente vinculante “Huatuco

Huatuco”, mostrándonos su pesar por la afectación que genera a los derechos laborales

en general. El último artículo, del joven loretano Daniel Augusto Núñez Arévalo,

estudiante del último año de la Facultad de Derecho de la Universidad Privada Antenor

Orrego (Trujillo), quien desarrolla concienzudamente la delicada problemática de la

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13

concesión petrolera del Lote 192 y la lamentable postergación de las comunidades

indígenas de la selva peruana.

La segunda parte de la revista es la SECCIÓN LITERARIA, con cuatro cuentos, tres

poemas y dos estudios literarios. Con respecto a los cuentos, el primero titulado “El

despido” por el Ing. Elías Jiménez Delgado, trata sobre la lucha interna que tiene un

Jefe de Personal en la peor de todas sus funciones (el cese); la segunda titulada

“Nariguala, la tierra que me salvó” por José Ramos Silva, quien desarrolla una

conmovedora experiencia personal ocurrida en Catacaos, Piura, durante el Fenómeno

del Niño en los 60; el tercer y cuarto texto son de los hermanos José Alejandro y

Marcela L. Vergara Robles, Baronesa consorte de Arévalo y Orbe, sobre sus

vivencias en la ciudad de Zorritos, Provincia de Contralmirante Villar, Tumbes,

igualmente ambientada en la década de los 60, período en el que su padre el Dr. D. Jorge

Alejandro Vergara y Lévano, fue Alcalde provincial y antiguo magistrado de la Corte

Superior de Justicia de Piura y Tumbes.

Por otra parte, en poemas, tenemos uno del joven Roy Arnao Vilcarromero, quien

nos deleita con “Tenía una vaca roja y blanca”, visión positiva del compromiso solidario

que debemos tener todos los peruanos. El segundo y tercero son divertidos epigramas

de Elbayo, caballero peruano que bajo ese seudónimo ha prometido seguir colaborando

con nosotros.

Del mismo modo, contamos con dos estudios literarios, el primero de mi autoría en la

que hago un análisis respecto a la tradición “El conde de la Topada” del genial Ricardo

Palma, enfocándome especialmente en la cesión del título nobiliario de Conde de

Castañeda de los Lamos, luego de una pelea de gallos; mientras que, el segundo estudio

es de Leandro Adolfo Pezán, estudiante del último año de la Facultad de Economía

de la Universidad de Piura, quien examina detalladamente la problemática nacional

desde el punto de vista literario, presentándonos su propuesta virtual “Azul”.

La tercera es la SECCIÓN HISTÓRICA, que se subdivide primero en Historia General

con cinco interesantes artículos, tales como, la vida del penúltimo virrey D. Joaquín de

la Pezuela, 1.° Marqués de Viluma, luego de su retiro del Perú, escrito por su descendiente

directo el Dr. Alfonso de Ceballos-Escalera y Gila, 8.° Vizconde de Ayala, 3.°

Marqués de la Floresta, Cronista de Armas de Castilla y León, y oficial heráldico personal

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14

de S.M. el Rey Juan Carlos I de España. Además, se debe mencionar que don Alfonso ha

tenido la amabilidad de remitirnos dos fotografías de su archivo personal: el escudo

primigenio del Marquesado de Viluma y un retrato miniatura de su antepasado.

El segundo artículo trata sobre el fons honorum de S.A.R. el Príncipe Davit de Bagration-

Mukhraneli, Jefe de la Casa Real de Georgia, miembro de la dinastía real europea más

antigua del orbe cristiano, pues remonta su origen al bíblico rey David. Actualmente, el

príncipe reside en Tiflis, capital de Georgia, Estado ubicado en el Cáucaso (entre Rusia y

Turquía). Los Bagration se encuentra estrechamente emparentados con las Casas Reales

de España (Borbón) y Baviera (Wittelsbach), y las Imperiales de Alemania

(Hohenzollern) y Rusia (Romanov), fascinante artículo de mi finado amigo el

diplomático del servicio exterior de la Unión Europea Dr. Francisco M. de las Heras

y Borrero, 1.° Barón de Casa de las Heras, Miembro Correspondiente de la Real

Academia de Jurisprudencia y Legislación de España, etc.

El tercero, es un brillante estudio sobre la numismática en América bajo la dominación

española, del Mg. José Manuel Huidobro Moya, Hidalgo de España y Caballero de

la Orden Ecuestre del Santo Sepulcro de Jerusalén. El cuarto artículo está referido a la

Falange Española y a su fundador José Antonio Primo de Rivera, que falleció ejecutado

luego de ser acusado de conspirador contra el Gobierno de la Segunda República,

durante los primeros meses de la Guerra Civil Española, de Aleks Fernando Narváez

Espinoza, Bachiller en Historia por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos; este

trabajo es parte de uno mayor que piensa publicar en un futuro próximo.

El quinto artículo es de autoría del destacado investigador sanmarquino Efraín Núñez

Huallpayunca, quien nos ha remitido un ensayo que describe el ambiente académico,

los antecedentes y los primeros años de la institucionalización de las disciplinas de las

Letras como profesiones, a raíz de la promulgación de la Ley N° 10555 (Estatuto

Universitario), en 1946. Continuamos con un compendio sobre cuatro temas curiosos de

la historia universal de John Paul Stenning Luza, Bachiller en Derecho por la

Universidad de Lima, quien nos sorprende con el trágico final del rey Agamenón,

vencedor de Troya (Edad Antigua); luego con la fundación de Oxford, la universidad más

antigua del mundo anglófono de finales del siglo XI (Edad Media); continúa con la

conquista de México por Hernán Cortés (Edad Moderna); y por último, la vida del

magnate norteamericano John Davison Rockefeller, Presidente de Standard Oil, que se

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Revista del Instituto Sanmartiniano del Perú N° 29

15

inició en los negocios mercantiles con tan solo siete años de edad.

Finalmente, pasamos a la sección Historia Sanmartiniana, que como bien su nombre lo

señala se enfoca en la vida y obra del Gral. D. José de San Martín, Libertador del Perú,

en los precursores y próceres de nuestra independencia y la Gesta Libertadora. En esta

oportunidad, contamos con siete artículos, comenzando por la primera misión

diplomática del Perú independiente, que tuvo como objetivo principal buscar un príncipe

europeo para que sea coronado Emperador del Perú, en coautoría con el notable

periodista Lic. Arturo Garro Miró Quesada, columnista de Lucidez.pe (diario online

de noticias) y mi persona.

El segundo artículo del catedrático Dr. Teodoro Hampe Martínez, miembro del

Instituto Sanmartiniano del Perú y de la Academia Argentina de la Historia, quien nos

relata las gestiones de Bernardo Monteagudo, ministro de San Martín, a fin de consolidar

la independencia peruana. El tercer artículo del abogado Sandro Olaza Pallero,

catedrático de Historia del Derecho Argentino en la Universidad de Buenos Aires, trata

sobre los planes de coronación de un Inca en el Congreso de Tucumán en 1816, y la

postura que tuvo San Martín respecto al sistema monárquico.

El cuarto artículo del Mg. Walter R. Olivari Ortega, catedrático de la Facultad de

Derecho de la Universidad de Ciencias Aplicadas y Ambientales (UDCA), Bogotá,

Colombia, sobre los complicados inicios republicanos, precisándonos que la

independencia solo fue conseguida gracias a decisiones externas (San Martín y Bolívar)

pues se encontraba fuertemente enraizado el conservadurismo y sometimiento a la

metrópoli.

El quinto artículo, del profesor sanmarquino Jorge G. Paredes Muñante, quien nos

informa sobre una frustrada entrevista entre los Libertadores de América en febrero de

1822, motivo por el cual San Martín se determinó a llevar a cabo, tiempo después, la

famosa entrevista de Guayaquil. El sexto artículo, se encuadra en el campo de la

vexilología, pues trata sobre la creación de nuestra primera bandera nacional por el Gral.

José de San Martín, luego continúa la línea del tiempo hasta la cuarta y última versión

de la bandera, que es la que ahora tenemos; interesante texto del Ing. Alcibiades

Salazar Sáenz, Presidente Honorario Vitalicio del ISMP.

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Revista del Instituto Sanmartiniano del Perú N° 29

16

El séptimo y último artículo es de autoría del Teniente Coronel de Artillería del Ejército

Argentino Carlos Alberto Santostefano, el cual nos proporciona una relación de

preguntas y respuestas sobre el Libertador D. José de San Martín, que resultan muy

útiles a fin de conocer el carácter que tuvo este gran hombre, tan querido en Argentina,

Chile y el Perú.

Concluyo esta editorial señalando que agradezco profundamente a todos mis

colaboradores, quienes atendiendo a mi sincero interés por rescatar el espíritu

académico del Instituto Sanmartiniano del Perú (ISMP), han contribuido

magníficamente a la consecución de nuestra Revista N° 29.

Esperamos continuar con este delicado compromiso que nos llena de profunda alegría y

satisfacción por el logro alcanzado. Tengo la convicción que este es el camino idóneo para

la proyección cultural que tiene el ISMP a miras del Bicentenario de la Independencia

Nacional (1821-2021).

Estimados lectores, solo me queda invitarlos cordialmente a disfrutar de la lectura de

nuestra revista, que estoy seguro la sabrán apreciar y será de vuestro entero agrado.

Lima, 26 de octubre de 2015

ALEXIS ROLANDO ARÉVALO-VERGARA,

Gran Oficial de las Palmas Sanmartinianas del Perú,

Bibliotecario y Editor de la Revista del ISMP (2013-2017)

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I. SECCIÓN ACTUALIDAD

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19

¿PUBLICAR O PERECER?

LOS NUEVOS RETOS DE LA EDICIÓN ACADÉMICA

PATRICIA ARÉVALO MAJLUF1

Pontificia Universidad Católica del Perú

Resumen:

Este es un momento crucial para la edición académica y universitaria, debido a los

cambios tecnológicos. Esto hace necesario reflexionar sobre el rol de las editoriales

universitarias en las comunicaciones académicas y la importancia de la búsqueda de un

modelo que les dé viabilidad en este contexto.

Las publicaciones en esta nueva etapa se refieren a la comunicación y diseminación de

los conocimientos, una función que se ha vuelto más compleja y más importante gracias

a la llegada y la rápida evolución de las tecnologías digitales y las redes. Replantear el

compromiso de publicar hacia un sentido más amplio puede permitir a las universidades

cumplir más cabalmente el impacto global potencial de sus programas académicos,

aumentar la reputación de sus instituciones y mantener una voz autorizada para

determinar lo que constituye la investigación académica fundamental.

Palabras clave: publicación académica / evaluación por pares / tecnología /

conocimiento / visibilidad

I. Introducción: La comunicación académica y los retos de la publicación

universitaria

El objetivo principal de la universidad es la producción y transmisión de conocimiento.

Las vías para esta transmisión han estado tradicionalmente acotadas a la cátedra

universitaria y las publicaciones producidas por el cuerpo docente. Sin embargo, las

1 Directora del Fondo Editorial de la Pontificia Universidad Católica del Perú, Bachiller en Letras y Ciencias Humanas, mención en Lingüística y Literaturas Hispánicas y Magister en Comunicaciones por la PUCP.

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nuevas formas de difusión de la información plantean un reto y este es un momento

crucial para las editoriales y publicaciones universitarias.

En los últimos años ha habido mucha especulación sobre el destino de la edición en

general y de la publicación académica en particular. Se ha dicho que el libro tal y como

lo hemos conocido hasta hoy está destinado a desaparecer y que la industria editorial en

general está sufriendo una serie de transformaciones que no se veían desde Gutenberg.

Incluso hay quienes proclaman que el libro impreso será pronto una reliquia o un ítem

de colección, tal como sucedió con los discos de vinilo con la llegada de los discos

compactos. Sin embargo, hoy parece que la cultura impresa no tiene demasiadas

intenciones de desaparecer y que para ver la verdadera revolución en la industria

editorial hay que mirar más allá de lo puramente tecnológico, pues los cambios en el

campo social y económico, aunque no sean tan evidentes ni espectaculares, son

profundos.

Indudablemente, una de las áreas más afectadas por las nuevas tecnolgías es la de las

comunicaciones, pero solo podemos establecer la verdadera importancia de la revolución

digital en las publicaciones si nos situamos en un panorama más amplio. Hemos visto

desaparecer las formas tradicionales de publicar y de comercializar los libros: desde hace

unos veinte años las grandes editoriales han ido absorbiendo a las pequeñas y las

librerías tradicionales han dado paso a las grandes cadenas y las ventas por internet. El

clásico editor independiente, que trataba de manera directa con cada uno de sus autores

y confiaba en sus gustos y su instinto para elegir los libros que se incluirían en su catálogo

es hoy una especie en extinción, casi una figura mítica. Hoy estas decisiones se toman en

función a intereses corporativos y números fríos. Jason Epstein, ex director de Random

House, en su ya clásico Book Business: Publishing Past, Present and Future2, a pesar de

su desencanto con los cambios en la propiedad de las editoriales, predice que las

tecnologías y la internet permitirán a la industria acceder a sus lectores «tradicionales»

y no solamente dirigirse a las grandes masas que pueden permitir que las editoriales

obtengan ganancias importantes.

André Schiffrin —quien renunció al cargo de editor que había ostentado por más de

treinta años en Pantheon Books cuando este sello fue adquirido por Random House y

2 EPSTEIN, Jason. Book Business: Publishing Past, Present and Future. Nueva York, 2012, Norton & Co.

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Revista del Instituto Sanmartiniano del Perú N° 29

21

fundó una pequeña editorial en 1993 (The New Press)— en su libro The Business of

Books3 ofrece una reflexión crítica de lo sucedido en la edición en la era de los

conglomerados, en la que la visión de los editores ha sido reemplazada por las

prioridades de los contadores y accionistas de las empresas, obedeciendo el mandato

supremo del mercado en menoscabo de la misión de estimular el debate crítico a través

de las publicaciones. Es una situación compleja e incluso cuestionable desde el propio

punto de vista de los números. Si el 80% de las ventas de las industrias culturales

proviene de un 20% de sus productos, que a su vez son adquiridos por un 20% del

público4, ¿será rentable, entonces, perseguir la rentabilidad a toda costa en un negocio

que siempre ha sido de márgenes bajos? Lamentablemente, si la búsqueda de

rentabilidad no resulta efectiva, la industria editorial comercial estaría destinada a

desaparecer y solo nos quedaría la edición sin fines de lucro, lo cual no tiene

sostenibilidad en un mediano plazo. Ya decía Pierre Bourdieu hace varios años que

«perseguir el beneficio inmediato máximo en el mercado de los libros no significa

necesariamente obedecer propiamente a la lógica del interés: identificar la búsqueda del

máximo beneficio con la búsqueda del máximo público es exponerse a perder el público

actual sin adquirir ningún otro, a perder el público relativamente restringido de los que

leen mucho…sin ganar por eso nuevos lectores»5.

Actualmente podemos hablar de una industria globalizada en la cual las grandes

empresas y conglomerados dominan no solo la publicación comercial sino, de manera

creciente, el main stream de las publicaciones académicas, a través del control de las

principales revistas científicas6. Este sistema de propiedad es determinante en los

criterios de producción de artículos científicos en el mundo entero.

La edición académica no es simplemente un área más de las publicaciones. En el mundo

de la edición existen diversos campos —ficción, no ficción, actualidad, infantil, científico,

ciencia-ficción, autoayuda, revistas, gastronomía, textos educativos, libros ilustrados,

3 SCHIFFRIN, André. The Business of Books. How the International Conglomerates took over Publishing and Changed the Way We Read. Nueva York, 2001, Verso. 4 VILLANUEVA, Eduardo. Vida digital. La tecnología en el centro de lo cotidiano. Lima, 2010, Fondo Editorial de la PUCP, p. 51. 5 BORDIEU, Pierre. Pensamiento y acción. Buenos Aires: Libros del Zorzal, 2002, p. 98.

6 Elsevier, con base en Ámsterdam, es la mayor editorial de medicina y literatura científica del mundo, incluyendo entre sus publicaciones 2397 revistas científicas (www.elsevier.com). Esta editorial maneja la base de datos Scopus, que aloja las principales revistas indexadas y se vende a las principales bibliotecas del mundo.

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entre otros— que no necesariamente tienen mucho que ver entre sí. Ciertamente cada

uno de estos campos se define de acuerdo a su mercado, pero este no es el único criterio

para delimitar las diversas áreas de publicaciones, pues existen una serie de factores y

agentes involucrados: organizaciones, redes, cadenas de suministros, relaciones de

poder, recursos, prácticas específicas, competidores, etcétera. La edición es un campo de

mucha especialización, aunque existen algunos tipos emparentados o áreas que se

superponen en algunos aspectos.

La edición académica es probablemente una de las que requiere de mayor

especialización, pero no se puede entender si no se le ubica en su relación y dependencia

con la educación superior, la cual provee sus contenidos y es simultáneamente su

principal mercado. Es más, la publicación académica y de texto universitario es —o

debería ser— uno de los pilares en los que descansa la educación superior. A través de

estas publicaciones los académicos hacen conocer los resultados de sus investigaciones

a sus colegas y estudiantes, lo que ha constituido tradicionalmente la base del debate

crítico e intelectual en el mundo moderno. Tanto la enseñanza como la investigación

dependen, en gran medida, de las publicaciones académicas y la tendencia a concentrar

las ediciones comerciales en libros que pueden apelar al gran público hacen que la

edición académica de obras de calidad sea cada vez más importante, no solo para proveer

a la academia sino incluso para la discusión y el debate público, contribuyendo a la

construcción de una cultura crítica e informada esencial para la existencia de una esfera

pública.

La publicación académica debe entenderse en el sentido amplio de la comunicación y

amplia difusión de los conocimientos; es decir, no solamente se deben considerar las

publicaciones impresas sino también las electrónicas y cualquier forma que permita

hacer públicos los contenidos. Dentro de estas últimas, inclusive, cabría diferenciar lo

que podríamos llamar comunicaciones «formales» (revistas académicas, por ejemplo) e

«informales» (artículos colocados en un repositorio, blogs, redes sociales).

El acceso a internet otorga el potencial de convertir casi cualquier esfuerzo intelectual en

alguna forma de publicación, lo cual además aumenta considerablemente la cantidad de

información disponible y plantea la necesidad de nuevas maneras de catalogar esa

información, a fin de reconocer y diferenciar la que tiene valor académico e importancia

para la institución.

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Revista del Instituto Sanmartiniano del Perú N° 29

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Los profesores necesitan escribir y publicar. No solo porque esto es inherente a su

actividad académica sino por las propias exigencias del medio, que a veces presiona de

manera excesiva sobre el número de publicaciones. Ante esta presión por la cantidad es

casi imposible asegurar la calidad y vigencia de todos los libros y artículos que llegan a

ver la luz, pero el verdadero problema es que esta concentración en la productividad deja

de lado la preocupación por la recepción de los contenidos. Mucho de lo que se publica

prácticamente no llega a ser leído, aunque también es cierto que hay libros que tras sus

quince minutos de fama resultan ser estrellas fugaces y, por el contrario, publicaciones

que pueden haber pasado inadvertidas en su momento, pueden al cabo de un tiempo —

incluso años— tener un impacto extraordinario.

En este escenario, a medida que se transforma la naturaleza de las publicaciones

académicas, las universidades deben destinar sus recursos —investigación académica,

actividades pedagógicas, colecciones bibliográficas, capacidad tecnológica y manejo

editorial— hacia servicios adecuados a los intereses de la propia comunidad

universitaria, replanteando las publicaciones de manera que estas puedan permitir

ampliar la presencia de la universidad a nivel global. Esto, además de aumentar la

reputación de la institución —a través de, por ejemplo, una mejor presencia en

rankings—, mantiene el rol de la universidad como vocera de los temas de investigación

y permite establecer parámetros para el reconocimiento de los miembros de la

comunidad académica. Aunque es difícil adaptarse a los cambios a la velocidad que estos

nos imponen, es indispensable revitalizar el rol editorial de la universidad de acuerdo a

las nuevas oportunidades que nos permiten estas transformaciones.

II. Principales cambios en la producción editorial y la comunicación

académica

1. Nuevas formas de publicación

En la publicación académica formal, las editoriales universitarias ejecutan procesos de

selección, edición, impresión y distribución de los contenidos realizados por un autor.

En cambio, las publicaciones académicas «informales» son la diseminación de

contenidos que por lo general no han pasado por esos procesos, como blogs, ponencias,

conferencias, boletines y revistas de estudiantes, etcétera. En los últimos años, este tipo

de publicaciones se ha expandido fuertemente gracias a las nuevas tecnologías, a medida

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24

que los académicos recurren cada vez más a servidores públicos, blogs, listas de interés

y repositorios institucionales para compartir sus trabajos, ideas, datos, opiniones y

críticas, así como para realizar sus propias investigaciones.

Estas formas de publicación «informales» han invadido el ambiente universitario y la

educación superior. A medida que los académicos utilizan cada vez más estos canales

para compartir y encontrar información, los límites entre la publicación formal e

informal serán cada vez más difusos. Los cambios en el comportamiento de los

profesores también deberían conducir a cambios en el enfoque de las propias

universidades hacia los distintos tipos de publicaciones.

Tradicionalmente, las universidades han participado de manera directa en la publicación

formal de su producción intelectual. Hoy, en cambio, la responsabilidad de difundir

digitalmente la producción académica está migrando hacia los canales informales

operados por otras entidades que no son necesariamente las editoriales universitarias

sino otras áreas de la propia universidad, como bibliotecas, centros de informática

académica, facultades y departamentos e institutos de investigación.

Si bien es cierto que estas entidades juegan un rol decisivo en las comunicaciones

académicas (aunque la distinción entre «formal» e «informal», «académico» y «no

académico» es cada vez más difusa) y que el proceso mismo de edición ha ido cambiando

en los últimos años —y probablemente en un futuro cercano sea muy distinto del que

conocemos actualmente—, el rol de las editoriales universitarias sigue siendo valioso en

este nuevo contexto. El primer paso —y el más evidente— ha sido colocar sus

publicaciones on line, especialmente las revistas académicas, pero junto con estos

cambios en la creación y publicación de contenidos han surgido modelos de distribución

alternativos (repositorios institucionales, servidores donde se alojan documentos no

impresos, revistas de acceso abierto, tiendas de libros electrónicos) que han permitido

ampliar el acceso, reducir los costos y que los investigadores puedan compartir

contenidos abiertamente, con o sin pago de por medio.

Esto conlleva igualmente a un cambio en los modelos que sustentan la producción

editorial. Es probable y deseable que siga existendo un mercado diverso que permita

publicar un amplio rango de contenidos: pagados o de acceso abierto; arbitrados o

autoeditados; texto o multimedia. Este mercado debe involucrar a entidades comerciales

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25

y a otras sin fines de lucro, e incluir colaboraciones entre bibliotecas, editoriales y centros

de informática académica.

2. Incremento exponencial de la información online

Los nuevos hábitos de investigación y enseñanza han aumentado las expectativas sobre

la disponibilidad de contenidos en formato electrónico. Estos cambios de

comportamiento, especialmente entre los estudiantes y los profesores más jóvenes, han

sido más veloces que la capacidad de las universidades de adaptarse. Si bien los

profesores utilizan materiales impresos para la lectura completa de monografías o de

libros enteros, esta modalidad representa solo una parte de las actividades de

investigación, pues para la búsqueda de artículos o temas específicos la principal fuente

de consulta es internet.

Esto no supone que los libros van a desparecer, pues el libro impreso seguirá siendo el

formato preferido para la lectura de un texto completo. Sin embargo, es evidente que no

basta con realizar publicaciones impresas y que los editores académicos deben colocar

en línea tanto sus nuevas publicaciones como las anteriores y publicar simultáneamente

en papel y de manera electrónica.

3. Nuevos modelos de publicación digital

Las editoriales ya han implementado tecnologías digitales para su producción (edición,

impresión y almacenamiento), lo cual permite tirajes más cortos, mejor control de

inventarios e impresión por demanda. Estos nuevos procesos de producción implican

cambios en las publicaciones —menos costos y más visibilidad— pero no alteran la

naturaleza de los productos. La tecnología digital, sin embargo, también ha producido

cambios en la manera en que se crea, transmite y consume la producción académica, y

estos avances empiezan a tener un impacto en la transformación de los modelos

editoriales.

La primera etapa de esta transformación —el traslado de productos impresos

tradicionales a formatos electrónicos— está muy avanzada y ha sido liderada por los

editores de revistas que han desarrollado modelos híbridos impreso-electrónicos. La

mayoría de los lectores prefiere actualmente acceder a las revistas online, y a medida que

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26

aumentan los niveles de comodidad con ese sistema de distribución de producción

académica, aumenta la demanda para que otros tipos de contenidos sigan el mismo

camino.

La segunda etapa de la transformación es más reciente y está basada en la interacción en

tiempo real, como vemos en aplicaciones como Facebook o Twitter. Las publicaciones

académicas del futuro necesitarán alojar contenidos creados en maneras nuevas y

complejas: materiales de referencia continuamente actualizados; centros

interconectados que incorporen regularmente nuevas obras; recursos con contenidos

autogenerados por el usuario.

Junto con estos profundos cambios en la creación y publicación de contenidos, han

surgido modelos de distribución alternativos que permiten ampliar el acceso, reducir

costos y compartir contenidos abiertamente. Estas alternativas —servicios de edición,

repositorios de bibliotecas institucionales, revistas de acceso abierto y herramientas de

autoedición y archivo— frecuentemente compiten con las funciones editoriales

tradicionales y tienen el potencial de romper con los modelos económicos así como con

los de selección y acreditación en los que se apoyan los editores académicos.

4. Concentración y escala

El sector de las comunicaciones académicas ha mantenido durante mucho tiempo una

mezcla de editoriales grandes y pequeñas con y sin fines de lucro. Sin embargo, en la

última década este sistema se ha desgastado. A nivel mundial, los editores comerciales

publican más del 60% de todas las revistas arbitradas, son propietarios del 45% de ellas

y publican otro 17% para organizaciones sin fines de lucro7.

En el área de economía, por ejemplo, en 1960 existían treinta revistas en idioma inglés,

casi todas publicadas por organizaciones no comerciales. En 1980, las 120 revistas de

economía en inglés se dividían en partes iguales entre editores con y sin fines de lucro.

Para el año 2000 ya había 300 revistas, y algo más de las dos terceras partes de ellas eran

7 CROW, Raym. «Publishing Cooperatives: an alternative for Non-Profit Publishers». First Monday, volumen 11, Nº 9 (setiembre 2006). En http://firstmonday.org/issues/issue11_9/crow/index.html.

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publicadas por editoriales comerciales8. La demanda por los productos de las editoriales

pequeñas, especialmente las monografías, ha disminuido, dejándolas con aún menos

capacidad financiera para desarrollar nuevos productos.

La naturaleza segmentada del mercado de las comunicaciones académicas aumenta el

poder de las editoriales más grandes para explotar nichos de mercado de manera

monopólica. Cuando una revista se encuentra firmemente establecida en un medio no

puede tener sustitutos. Por ejemplo, el propietario de un título de prestigio se encuentra

en una posición que le permite atraer los mejores trabajos y luego cobrar tarifas

monopólicas para acceder a dichas investigaciones. Tal es el caso de las principales

editoriales de revistas científicas y académicas, Elsevier y Thomson Reuters, que

concentran además la información a través de sus bases de datos y sistemas de

indexación (Scopus e ISI, respectivamente). Debido a la presión de los profesores, las

bibliotecas deben continuar con las suscripciones a estas bases de datos, sin importar los

precios que estas cobren.

Lo que está en riesgo es un mercado diverso que ofrezca oportunidades de publicación a

un amplio rango de contenidos por un precio razonable. Los académicos más

especializados, sobre todo en áreas de humanidades y ciencias sociales, producen

investigaciones que pueden resultar de interés solo para un pequeño número de pares,

por lo que su valor comercial es bastante bajo, aun cuando su impacto académico puede

ser mucho más alto. Las editoriales universitarias y otras sin fines de lucro están

acostumbradas a lidiar con la frecuente lucha entre lo académico y la recuperación de

costos y si estos editores desaparecieran los autores tendrían menos opciones para

publicar (y consecuentemente habría menos conocimiento disponible).

La comunidad académica parece estar mirando a los modelos de acceso abierto como

una solución a estos retos. Sin embargo, se mantiene el problema de la sostenibilidad

económica de las publicaciones. El acceso abierto puede ser una solución en las ciencias

y tecnologías, donde la ayuda privada o estatal puede extenderse a los gastos de

publicación, pero no aplica sin embargo a todas las áreas de investigación, para las cuales

las subvenciones son escasas.

8 Brown, Laura; Rebecca Griffiths y Matthew Rascoff. «University Publishing in a Digital Age». Ithaka Report, 2007. En http://www.ithaka.org/ithaka-s-r/strategy/Ithaka%20University%20Publishing%20Report.pdf, p. 11.

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5. Nuevo rol de las editoriales universitarias

Las editoriales universitarias han tratado de mantenerse al día con estas nuevas

tendencias, pero en muchos casos la producción editorial ha disminuido drásticamente

debido a la inviabilidad económica del modelo, dado que la estabilidad financiera de las

editoriales es más incierta a medida que desciende la demanda por sus productos

tradicionales. El movimiento de acceso abierto está cuestionando el modelo tradicional

de publicación e incluso hay quienes argumentan que el precio adecuado de la

investigación académica es cero, o que en todo caso se trata de un costo que debe ser

asumido por las instituciones.

Podríamos estar ante el fin de una era. Hemos visto cómo en el Perú la mayoría de

universidades han ido disminuyendo el número de títulos impresos. Si las editoriales

universitarias mantienen el sistema que han utilizado hasta ahora, es claro que no

podrán cumplir con las expectativas de los consumidores.

III. El futuro de la comunicación académica

¿Cómo debe ser el futuro sistema de comunicación académica? En primer lugar, es

posible que deje de existir la editorial en el sentido tradicional, pues muchos de los

contenidos que se produzcan serán transmitidos por vía electrónica. Para lograr este

cambio adecuadamente será necesario desarrollar nuevas habilidades, de un lado

técnológicas, pero sobre todo las referidas a la manera efectiva de comunicar estos

contenidos. Aun cuando el libro impreso no vaya a desaparecer, es indudable que el

panorama ha cambiado. Los tirajes de las publicaciones académicas han disminuido en

un 75% desde la década de 1970, y sin embargo se producen cada vez más títulos9. Esta

realidad, a la larga, puede conducirnos a un problema de sostenibilidad si no nos

planteamos rutas alternativas.

En segundo lugar, ciertas actividades, como el desarrollo de tecnologías en ambiente

digital, sobrepasan los límites de la «edición» propiamente dicha y requieren de un

9 TOWNSEND, Robert. (2003). «History and the Future of Scholarly Publishing». En Perspectives. The Newsmagazine of the American Historical Association. Octubre 2003. http://www.historians.org/Perspectives/Issues/2003/0310/0310vie3.htm.; CLOSS, Julie. Academic Publishing in the 21st Century. Tecnology, survival and change. Leeds: The Higher Education Academy, 2010. http://prs.heacademy.ac.uk/view.html/prsdocuments/550

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trabajo coordinado con otras áreas de la universidad, a fin de optimizar recursos

técnicos.

En tercer lugar, la editorial universitaria tiene que actuar como un socio estratégico de la

institución que la hospeda, pues se vuelve central dentro de la misión de investigación y

enseñanza de la universidad. Hasta muy recientemente los modelos de trabajo y las

funciones de las bibliotecas y editoriales han estado claramente diferenciados; hoy esa

práctica tiende a modificarse, con lo cual la colaboración entre ellas se vuelve

indispensable. Tradicionalmente, las bibliotecas han estado a cargo del manejo de las

suscripciones a revistas académicas y a bases de datos, pero en este momento ello no se

puede desligar de la investigación y producción editorial de la universidad, ya que estas

bases de datos no solo albergan a las revistas académicas más importantes sino que sus

estadísticas de uso determinan prácticas editoriales, temas de investigación y posición

internacional de la universidad.

La asociación entre la editorial universitaria y su institución es compleja. Por un lado,

debe apoyar la producción interna, pero lo reducido de nuestro mercado y la falta de

opciones que tiene un académico para publicar han producido en el Perú un fenómeno

inverso al que se da en sociedades con mayor diversidad y desarrollo, y es que las

universidades publican casi exclusivamente aquellas investigaciones que se producen y

financian en el seno de las mismas instituciones. En la academia norteamericana y

europea el número de publicaciones que corresponden a la propia institución es cada vez

menor. Según una investigación de Ithaca10, el mayor porcentaje de autores locales

publicados por las editoriales universitarias se ubica entre 25 y 30%, pero la mayor parte

se encuentra en un rango inferior al 10%. Los profesores intentan por lo general publicar

fuera de sus claustros y buscan a las editoriales más prestigiosas en sus áreas, con

independencia de su afiliación. Es más, prefieren publicar en editoriales distintas a la de

su universidad, pues la distancia institucional evita cualquier apariencia de favoritismo

y le otorga a su trabajo reconocimiento externo. En nuestro caso, los fondos que se

destinan a las publicaciones dan preferencia a los docentes de la universidad, y en la

mayoría de los casos, cuando las publicaciones son externas estas son impulsadas por

investigadores que provienen de universidades extranjeras, por lo general de primer

nivel, que suelen hacer aportes para el financiamiento de la publicación, precisamente

10 BROWN et al., ob. cit.

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30

por la necesidad que tienen esos investigadores de no publicar en su propia casa. Esto

sucede especialmente en las áreas de humanidades y ciencias sociales, campos en los que

se realizan investigaciones en el extranjero a través de los institutos de estudios

latinoamericanos de universidades americanas y europeas.

De otro lado, las universidades deben pagar precios muy altos para tener acceso a las

publicaciones académicas. La adquisición de las principales bases de datos, como Scopus

o ISI11, resulta un esfuerzo que no todas las universidades pueden realizar. El open

access puede aliviar algunos de estos problemas, pero no existe una única solución para

las distintas disciplinas y tipos de contenido. Hay ciertas áreas, en especial las de las

ciencias naturales, físicas y de la salud, para las cuales el acceso abierto no es suficiente,

pues la producción mundial más relevante se encuentra en las bases de datos de acceso

limitado a pago.

Existe una gran necesidad y oportunidad de revitalizar el rol de la universidad y sus

capacidades editoriales. Las editoriales universitarias pueden mantenerse como una

parte viva del sistema académico si se adaptan rápidamente a la nueva realidad.

La lectoría en picada.

Una investigación realizada en Wharton en el año 2001 a 436 suscriptores de revistas de

administración reveló que el 90% de artículos académicos ni siquiera son leídos por los

suscriptores12. El síndrome de «publicar o perecer»13 ha devaluado el propósito inicial

de la investigación en la educación universitaria, que es que esta sea un camino hacia la

innovación. El concepto deriva en una visión cínica: siempre y cuando publique, ¿qué

importa si me leen o no?

Las nuevas tecnologías permiten que algunos trabajos que no pueden aparecer como

libros impresos —no solamente por un criterio de calidad, sino por un criterio comercial,

por lo especializado de los temas— puedan ser publicados de manera electrónica. Aunque

para cualquier autor es mucho más estimulante y grato ver su libro impreso en su

11 Institute for Scientific Information. 12 SIGGELKOW, citado por WHITWORHT, Brian y Rob FRIEDMAN. «Reinventing academic publishing online». First Monday vol. 14, Nº 8, agosto de 2009. En http://firstmonday.org/htbin/cgiwrap/bin/ojs/index.php/fm/article/view/2609/2248. Fecha de consulta: 29 de setiembre de 2015. 13 WATERS, Waters, Lindsay. Enemies of promise. Chicago, 2014, Prickly Paradigm Press.

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biblioteca, la ventaja de la publicación electrónica es que brinda aquello que todos

buscamos: visibilidad. Las publicaciones electrónicas permiten rastrear visitas,

citaciones e impacto, cosa que además resulta más adecuada para el desarrollo

profesional de los profesores, en general. Las nuevas formas de distribución electrónica

en formatos e-pub o mobi permiten además una visibilidad y difusión de nuestras

publicaciones hasta hace poco impensables. Tener una tienda on-line de libros

electrónicos ha permitido, por ejemplo, que nuestros libros viajen a lugares

insospechados; y aunque todavía ese rubro no representa un porcentaje muy alto de

nuestras ventas, el crecimiento es constante y va en ascenso.

De este modo, replantear el compromiso de publicar hacia un sentido más amplio puede

permitir a la universidad cumplir más cabalmente el impacto global potencial de sus

programas académicos, aumentar el prestigio de su institución y mantener una voz

autorizada para determinar lo que constituye la investigación académica fundamental y

los miembros de la comunidad académica que merecen reconocimiento.

El peer-review y la investigación interdisciplinaria

La parte más importante y más delicada del proceso de publicación es la revisión de

manuscritos. La evaluación por pares es tan antigua como la propia imprenta, y existió

desde el siglo XVI bajo la forma de «correctores» de planta, que a la misma vez que

ayudaban a los autores a revisar sus textos, componían los tipos. Las mejores imprentas

eran aquellas que tenían los mejores correctores y así ayudaban a los autores a producir

libros de mayor nivel y autoridad. Más adelante, en el siglo XVII, con el surgimiento de

las academias científicas (la Royal Society en Londres, en 1662 y la Académie Royale des

Sciencies de París en 1669) el procedimiento se oficializó para seleccionar aquellos

manuscritos que cumplían con sus requisitos para ser publicados y podían acceder al

ansiado imprimatur.

El sistema de arbitraje o evaluación por pares es una de las bases de la academia moderna

y probablemente una de las condiciones fundamentales para la construcción de valor del

conocimiento. Muchas de las decisiones en este campo se toman basadas en este sistema

que para muchos es garantía de una buena práctica, pues son los propios científicos, en

las distintas disciplinas, quienes evalúan las publicaciones de sus colegas y proponen

apoyos financieros para investigaciones o decisiones sobre ascensos y nombramientos,

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preservando la autonomía de la ciencia e impidiendo que sean legos quienes decidan

sobre contenidos científicos.

La cosa puede ser muy distinta en la realidad: las prácticas son tan diversas que

difícilmente se puede hablar de un «sistema»; no todas las revistas científicas usan

árbitros externos y en muchos casos los editores pueden tener mucho poder en lo que

atañe a la revisión de manuscritos. En cuanto a los árbitros, pueden cometer errores,

muchas veces muy gruesos. Sin embargo, a pesar de sus imperfecciones, se trata de «la

manera menos imperfecta de mantener la calidad de las publicaciones científicas»14.

El arbitraje es uno de los problemas que enfrentan día a día las editoriales universitarias:

¿qué se publica y con qué criterio? Una buena práctica es el sistema de evaluación por

pares. En el caso de la PUCP, el primer filtro es el departamento académico, que presenta

las propuestas. Luego, esta es evaluada por un experto que designa el directorio del

Fondo, conformado por su presidente —el vicerrector o vicerrectora de investigación—,

su director o directora, seis profesores ordinarios de las distintas facultades y un

representante estudiantil. Una vez recibido el informe, se evalúa y discute nuevamente

en el directorio y si es necesario se envía a una segunda evaluación. Recién luego de ese

proceso se toma la decisión de publicar o no. En la PUCP se publican entre cincuenta y

sesenta títulos nuevos por año, además de 24 revistas académicas, lo cual representa un

ritmo de dos títulos por semana, con un promedio de 350 páginas cada uno. Y una buena

proporción de lo que se recibe, casi la mitad, no se llega a publicar porque no pasa la

evaluación.

La evaluación por pares, sin embargo, es el cuello de botella del proceso de publicación,

tanto por el atraso que a veces representa para la toma de decisiones como por la

dificultad del anonimato, tanto con respecto al autor como al árbitro. Lo ideal sería que

las universidades de la región tuviéramos un sistema de intercambio de que podrían

hacer las evaluaciones de manera cruzada entre distintas instituciones. Esto es

importante por varias razones: el sistema, como ya señalé, puede resultar perverso, pues

dado que uno de los criterios de evaluación del cuerpo docente para ascensos,

promociones, sabáticos y bonos son las publicaciones, muchas veces se busca publicar a

14 Según un editor de la revista Nature, citado por BIAGIOLI, Mario. «From book censorship to academic peer-review». Emergences, vol. 12, Nº 1, pp. 11-45, 2002. http://www.fas.harvard.edu/~hsdept/bios/biagioli_censorship_review.pdf.

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toda costa, sin importar si el libro va a ser leído o no. Por ello es crucial evaluar de manera

transparente y con criterios concretos aquello que se debe publicar y aquello que no.

Mejorar la visibilidad

Existen medidas relativamente sencillas para mejorar la visiblidad de una institución que

se pueden tomar de manera inmediata, como utilizar los códigos, metadata y protocolos

que permitan aparecer rápidamente en los buscadores convencionales como Google. Las

instituciones utilizan bases de datos en las cuales almacenan su producción intelectual o

académica. Desde el punto de vista de la visibilidad y el acceso es importante que la

mayor parte de esta información sea pública, es decir que pueda ser encontrada por los

motores de búsqueda.

IV. Reflexión final: comunicación y utopía

Actualmente, el panorama mundial de las comunicaciones y las publicaciones es muy

distinto de aquel que existía hace veinte años o menos. Las nuevas tecnologías y la

globalización han generado una nueva revolución industrial y cultural que ha modificado

la manera de difundir los conocimientos. No en vano se habla actualmente de una cuarta

o quinta revolución cultural: un cambio tan profundo que afecta a todas las estructuras

de la sociedad, algo mucho más amplio que la simple aparición de nuevas tecnologías o

la constitución de conglomerados transnacionales.

Las nuevas tecnologías han ocasionado cambios en las comunicaciones y las industrias

culturales tan rápidos que han producido una impresionante aceleración histórica con la

cual cuesta mucho trabajo, actualización y constante reactualización y reconversión,

ponerse al día.

Ante esta nueva realidad surgieron visiones empresariales optimistas, como la tan

emblemática de Bill Gates en su libro Camino al futuro, que consideraba que la gran

ventaja de esta nueva era de la información consiste en la optimización del mercado a

través del pleno conocimiento y acceso entre productores y consumidores, y la reducción

de la «fricción»15 casi a cero a través de la llamada autopista de la información16. Esta

15 La «fricción» consiste en la parte correspondiente a la intermediación en el precio final de los bienes simbólicos. 16 GATES, Bill. Camino al futuro. Bogotá: McGraw-Hill, 1995.

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nueva era permitiría, dentro de esta visión, una sociedad más libre, pues al permitir el

acceso de «todos» los hombres a «toda» la información, los haría más libres e iguales,

partícipes de una utopía donde no se necesitarían más leyes ni regulaciones que las

derivadas del propio sistema de información. Hemos visto que esto no es tan cierto. No

somos todos iguales y las diferencias que se dan con respecto al mundo desarrollado se

mantienen en el mundo académico. Es más, seguimos encontrando resistencias y

barreras de ingreso a un ámbito donde a pesar de la supuesta democratización de la

información, todavía no podemos acceder debido a limitaciones propias de nuestro

subdesarrollo.

Con el «gatesismo» estamos en la antítesis del «orwellianismo». Hemos pasado de las

visiones pesadillescas del futuro a la visión de un próximo mundo feliz. Sin embargo, es

dudoso que la nueva era sea efectivamente una época de felicidad e igualdad. La

tecnología y el acceso a la información pueden ser herramienta de bienestar o fuente de

disparidad, la comunicación con información ilimitada puede representar liberación o

alienación, puede ser fuente de prosperidad o de control y manipulación. La

globalización puede significar la apertura de oportunidades o la reducción de las

posibilidades de desarrollo, sobre todo en nuestros países. A pesar del optimismo en la

capacidad autorreguladora del ciberespacio, existe todavía indefinición sobre temas tan

importantes como poder diferenciar la información válida de la pura charlatanería; sobre

el derecho a la intimidad, la propiedad intelectual, etcétera, que hoy son incontrolables

en la autopista de la información.

El sueño o la pesadilla pueden depender de la visión que alumbre las transformaciones.

Tal vez las nuevas perspectivas anuncien, como señaló Daniel Bell, el fin de la ideología.

Definitivamente, la doctrina del todo o nada, del viejo debate ideológico entre izquierda

y derecha, ha perdido vigencia en la escena contemporánea. La lucha de clases como

fuente principal del cambio social ha sido reemplazada por la comunicación sin límites.

Sin embargo, el fin de la ideología tal vez no sea otra cosa que el miedo a la ideología. El

fin de la ideología no es —o no debería ser— el fin de la utopía. Hoy más que nunca existe

la necesidad de alguna utopía que nos permita unir la pasión, la acción y la inteligencia,

pero una utopía que especifique dónde queremos ir y nos señale el camino al futuro.

El reto está en llevar nuestra producción a lo que podríamos llamar la esfera pública

académica. Lo público es por definición lo abierto, aquello que está disponible para que

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todos lo vean, lean o escuchen. Lo privado es lo que está oculto, dentro de un círculo

delimitado. Es la idea de la visibilidad versus la invisibilidad. Hoy somos todavía casi

invisibles, seguimos investigando y produciendo conocimientos en un ámbito casi

privado, mientras la Academia, con mayúscula, representa lo público. No hemos podido

acceder al espacio elevado de la esfera pública científica y por lo tanto no somos capaces

de intervenir en su desarrollo.

Más allá de la visión ideal y normativa de la esfera pública, esta es casi por definición un

ámbito de continua lucha hegemónica que jamás puede ser neutral. La academia puede

actuar como guardiana más que como creadora de conocimientos y puede colocar altas

vallas y construir fosos profundos para impedir que la asedien, pero esto puede ser una

trampa para sus propios intereses, pues las tecnologías actuales proveen de un acceso a

la visibilidad que antes resultaba impensable. Prestándonos el lema de Redalyc17, La

ciencia que no se ve, no existe, debemos buscar nuestro espacio, pues solamente en la

medida en que podamos acceder a un discurso académico en el que podamos actuar

como pares o iguales con respecto a la ciencia de otras latitudes podremos llegar a incidir

y actuar directamente en la ciencia y la academia global.

17 Red de Revistas Científicas de América Latina y el Caribe, España y Portugal.

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CORONACIÓN DEL REY DE TONGA (POLINESIA),

EL 4 DE JULIO DE 2015

SIR ANTHONY BAILEY1

Univerity College de Londres

Resumen:

El reino de Tonga se ubica en la Polinesia, exactamente frente a las costas del Perú, a 25

horas de viaje en avión, sin escalas, si lo hubiera. Resulta importante conocer esta remota

nación que ha quedado como la única monarquía constitucional de la región, vigente

desde mediados del siglo XIX. Su actual Rey S.M. Tupou VI, ha sido recientemente

coronado en una magnífica ceremonia, en la que resalto el boato y el tradicionalismo, de

la cual ha quedado como recuerdo una hermosa galería de fotografías.

Palabras clave: Tonga / Polinesia / monarquía constitucional /coronación /

diplomacia

Sir Anthony Bailey, KGCN, OBE, GCSS, y su encantadora esposa S.A.S. la Princesa

Marie-Therese von Hohenberg, Lady Bailey2, felicitan al Instituto Sanmartiniano del

Perú por su labor académica y remiten una serie de fotografías de la coronación de S.M.

Tupou VI, Rey de Tonga, realizada el 4 de julio de 2015, a la cual asistieron como

invitados, a fin de ilustrar a la ciudadanía peruana sobre este remoto reino de la

Polinesia.

El Reino de Tonga, es un país ubicado en Oceanía, exactamente frente a las costas del

Perú, allende el mar de Grau. Se calcula en 25 horas de viaje en avión, sin escalas –si lo

1 Sir Anthony Bailey, KGCN, OBE, GCSS, nació el 13 de enero de 1970, en Londres, Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte. Egresado de la Univerity College de Londres, actualmente se desenvuelve como diplomático del Servicio Exterior de la Unión Europea, Enviado Especial ante el Gobierno de Antigua y Barbuda (desde el 2015) y embajador itinerante de la República de Montenegro ante los Gobiernos del Medio Este y el Norte de África (desde el 2010). Por sus actividades caritativas y profesionales ha sido condecorado en muchas oportunidades por los gobiernos del Reino Unido, Santa Sede, Portugal, Hungría, Líbano, Jordania, Montenegro, Bulgaria, Costa Rica y Antigua & Barbuda. Asimismo, por sus actividades a favor de la Liga Monárquica ha sido condecorado por las más importantes Casas Reales europeas: Georgia (Bagration), Dos Sicilias (Borbón) y Portugal (Braganza). 2 S.A.S. la Princesa Marie-Therese von Hohenberg, Lady Bailey, nació el 31 de julio de 1972, es bisnieta agnada de S.A.I.R. el Archiduque Francisco Fernando de Austria-Este, heredero presunto del imperio austro-húngaro y de su esposa morganática S.A.S. Sofía, Duquesa de Hohenberg, cuyo cruel asesinato ocurrido en Sarajevo, el 28 de julio de 1914, fue el detonate de la Primera Guerra Mundial.

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hubiera- desde Lima, Perú hasta Nukualofa, capital del reino. Tonga tiene 747 km2,

conformado por 177 islas, de las cuales solo 36 están habitadas, cuenta con una población

de más de 100 mil habitantes, mayoritariamente cristianos, hablan el inglés y el tongano.

Su economía se basa en el turismo y en la explotación agrícola. Es miembro de la

Organización de las Naciones Unidas (ONU), la Mancomunidad de Naciones, la

Organización Mundial del Comercio y el Foro de las Islas del Pacífico.

Se sabe que la dinastía real “Tupou” de Tonga es actualmente la única monarquía

constitucional de la Polinesia, vigente desde 1845. El actual rey Tupou VI, nació el 12 de

julio de 1959, sucedió en el trono a su hermano mayor el rey George Tupou V, quien

falleció soltero, el 18 de marzo de 2012. Se debe precisar que la ceremonia de coronación

se llevó acabo recién el 4 de julio de 2015.

El actual rey estuvo preparándose para el puesto desde hace muchos años, ocupando

importantísimos cargos tales como Primer Ministro de Tonga (2000-2006), Ministro de

Asuntos Exteriores (1998-2004), Ministro de Defensa (2004), Alto Comisionado de

Tonga para Australia (2012), entre otros.

El rey casó el 11 de diciembre de 1982 con su prima segunda S.M. la Reina Nanasipauʻu

Tukuʻaho, hija del Barón Vaea de Houma, y de su esposa, la Baronesa Tuputupu Vaea de

Houma (nacida Tuputupukipulotu Lausiʻi). Tienen tres hijos: la Princesa Angelika

Lātūfuipeka Tukuʻaho (1983), el Príncipe Heredero Tupoutoʻa ʻUlukalala (1985), y el

Príncipe Ata (1988).

S.M. el Rey Tupou VI de Tonga tuvo a bien condecorar a sus ilustres invitados Sir

Anthony Bailey y a la Princesa de Hohenberg, Lady Bailey, como Grandes Oficiales de la

Devotísima Orden de la Casa Real de Tonga y con las medallas de oro de su Coronación.

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Revista del Instituto Sanmartiniano del Perú N° 29

38

El INSTITUTO SANMARTINIANO DEL PERÚ invita cordialmente a sus distinguidos

lectores a colaborar con nuestras próximas revistas.

Atención : Alexis R. Arévalo-Vergara, Editor

Correo electrónico : [email protected]

Fecha límite de entrega : 01.03.2016

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Revista del Instituto Sanmartiniano del Perú N° 29

Del Perú a Tonga distan 25 horas de viaje en avión, sin escalas, si lo hubiera.

Tonga, reino paradisiaco de la Polinesia.

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Los Reyes de Tonga, el día de su coronación (4 de julio de 2015)

Los esposos Bailey junto a S.M. el Rey Tupou VI de Tonga

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Festividades por la coronación de S.M. el Rey Tupou VI de Tonga

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Banquete en el Palacio Real de Tonga

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IN MEMORIAM, DR. JUAN VICENTE UGARTE DEL PINO,

HISTORIADOR DEL DERECHO

ERNESTO JORGE BLUME ROCHA1

Universidad de Lima

Resumen:

El destacado jurista e historiador del Derecho Dr. Juan Vicente Ugarte del Pino,

Caballero Gran Cruz de la Orden El Sol del Perú, ha fallecido recientemente. El ilustre

maestro nos lega incontables textos académicos y un buen grupo de discípulos que

continuarán su magna obra. Realizamos un homenaje a este gran hombre que ha dejado

huella para las generaciones futuras.

Palabras clave: Necrología / Historiador del Derecho / académico / Universidad

Nacional Mayor de San Marcos / instituciones del Perú

El Dr. Juan Vicente Ugarte del Pino nació en el distrito del Rímac en Lima, el 12 de junio

de 1923. Terminó su educación secundaria en el colegio Maristas de Miraflores en 1940.

En 1941, inició sus estudios de Historia y Derecho en la Universidad Nacional Mayor de

San Marcos. El 25 de junio de 1946, recibió el grado de Bachiller en Historia con la

sustentación de una excelente tesis titulada “Juan de Ovando y la Recopilación de Leyes

de Indias”, que a la postre se convirtió en su tercer libro más importante cuando fue

publicado por el Instituto de Derecho Indiano y Estudios Clásicos en Trujillo el año 2006.

En aquella publicación, según el reconocido historiador peruano Rafael Sánchez–

Concha Barrios, refiriéndose a Juan de Ovando, el Dr. Ugarte del Pino “(…) observó las

1 Abogado por la Universidad de Lima, egresado de la Maestría en Historia por la Universidad

Nacional Mayor de San Marcos, miembro del Ilustre Colegio de Abogados de Lima, del Centro de

Estudios Histórico-Militares del Perú y coordinador adjunto del Grupo de Historia del Derecho

del Instituto Riva-Agüero, de la Pontificia Universidad Católica del Perú. Realiza labor docente en

importantes universidades de nuestra capital.

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actitudes de este magistrado frente a la realidad americana y su manejo del derecho”2.

Según Ugarte y siguiendo a Sánchez–Concha “(…) la tesis central en las explicaciones

que ofrece Ugarte del Pino consiste en que el Derecho peruano tiene sus bases en el

sistema jurídico occidental que se apoya en el derecho romano cristianizado”3.

Obtuvo una beca conferida por el Instituto de Cultura Hispánica que le permitió viajar a

España a hacer estudios de Licenciatura y Doctorado en la Universidad Complutense de

Madrid entre los años 1948 a 1949, según información proporcionada por el propio

distinguido historiador y jurista. En 1949 fue incorporado a la Sociedad Peruana de

Historia cuando se encontraba en España constituyéndose en el miembro numerario más

antiguo de la institución después de los miembros fundadores, aunque el acto formal se

llevó a cabo un año después, conforme lo expresó uno de sus más importantes discípulos

Fernán Altuve-Febres Lores4.

De esta época es un trabajo suyo “Los Procesos Seguidos a los Conspiradores de la

Emancipación” que debió haber sido probablemente su discurso de incorporación a la

Sociedad Peruana de Historia5. Años después Ella Dunbar Temple Directora de la

Sociedad en ese entonces y Alberto Tauro del Pino Secretario General de la misma

mencionaron sobre la participación del Dr. Ugarte del Pino en las celebraciones hechas

por la institución por el Centenario de la Guerra del Pacífico: “Desde fines de 1978, se

constituyó en el seno de la Sociedad una Comisión Especial integrada por los Miembros

de Número doctores Pons, Tauro, Ulloa, Ugarte del Pino, Ugarte Chamorro y del Busto,

a fin de planificar las actividades de la Sociedad en lo atañadero a ese acontecimiento

histórico nacional; y se procedió a efectuar mesas redondas internas, de carácter

preparatorio”6.

2 SÁNCHEZ–CONCHA, Rafael. Miradas al Perú Histórico. Notas sobre el Pasado Peruano. Primera edición. Lima: Editorial San Marcos, 2002, p. 337. 3 Loc.cit. 4 Vid. ALTUVE-FEBRES LORES, Fernán. In memoriam: Juan Vicente Ugarte del Pino. http://www.expreso.com.pe/opinion/fernan-altuve-febres-lores/juan-vicente-ugarte-del-pino/ 5 Vid. ANDINA NOTICIAS. Presidente García condecora con Orden del Sol del Perú a jurista Vicente Ugarte del Pino. http://www.andina.com.pe/agencia/noticia-presidente-garcia-condecora-orden-sol-del-peru-a-jurista-vicente-ugarte-del-pino-220304.aspx 6 SOCIEDAD PERUANA DE HISTORIA. Actos Académicos en Conmemoración de la Guerra con Chile. Serie: Actos Académicos. Publicaciones de la Sociedad Peruana de Historia. Lima: Dirección Universitaria de Biblioteca y Publicaciones de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, 1983, p. 9.

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Sobre la actuación del Dr. Ugarte del Pino años después como Director de la Sociedad

Fernán Altuve–Febres señala lo siguiente: “Tras la muerte de la Dra. Ella Dunbar Temple

en 1998, quien ejerció una larga y benéfica dirección, fue elegido como Director de la

Sociedad Don Vicente Ugarte del Pino quien ha sido responsable de mantenerla al día

institucionalmente, de incorporar en ella a nuevos historiadores y de haber rescatado la

“Biblioteca Histórica Peruana” auspiciando la publicación de importantes autores en

varios libros como: “Centenario de Arturo Jiménez Borja” (2008), “Bartolomé Herrera y

su tiempo” (2010), La Azarosa vida del Dean de Ostolaza (2012) y “José María de Pando

y la utopía monárquica” (2014)”7.

El Dr. Francisco del Solar señaló sobre su vida académica dentro de la Universidad

Nacional Mayor de San Marcos, que: “Juan Vicente fue elegido decano de la Facultad de

Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos en 1988.

En 1996, su alma máter y donde enseñó 35 años, le distinguió como “Profesor Emérito”8.

También sería profesor fundador de la Cátedra de Historia del Derecho Peruano en la

Universidad de Lima desde la creación de la especialidad en 1981 hasta el año 1990 en

que fue elegido Magistrado del Tribunal de Justicia del Acuerdo de Cartagena. Fue

nombrado Miembro de Número de la Academia Peruana de Derecho el 06 de agosto de

1997. Ese mismo año fueron elegidos también miembros de número de la Academia

Peruana de Derecho otros importantes juristas como Enrique Normand Sparks,

Domingo García Belaunde y Gabriela Araníbar Fernández–Dávila9.

El segundo libro más importante del Dr. Juan Vicente Ugarte del Pino fue “Historia de

la Facultad de Derecho” que en palabras del Dr. Jorge Basadre Ayulo, “(…) incide sobre

la evolución de nuestra Universidad de San Marcos”10. Anteriormente en 1946, el Dr.

Gustavo Pons Muzzo, quien fuera Presidente del Instituto Sanmartiniano del Perú, ya

7 ALTUVE–FEBRES LORES FERNÁN. Los 70 años de la Sociedad Peruana de Historia. www.expreso.com.pe/opinion/colaboradores/los-70-años-de-la-sociedad-peruana-de-historia/ 8 CHANAMÉ ORBE, Raúl, Carmen MEZA INGAR y otros. Homenaje a dos maestros: Juan Vicente Ugarte del Pino y Luis Bedoya Reyes. Lima: Comisión Ejecutiva de la Revista del Foro 2013, 2013, p. 92. 9Vid. ACADEMIA PERUANA DE DERECHO. Anuario de la Academia Peruana de Derecho. 2006-2008. Primera Edición. Lima: Gaceta Jurídica, 2008, p. 19. 10 BASADRE AYULO, Jorge. Historia del Derecho Universal y Peruano. Cuarta Edición. Lima: Editora y Distribuidora Ediciones Legales, 2011, p. 146.

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había publicado un libro sobre el mismo no obstante el trabajo de Ugarte del Pino

terminó siendo el más actualizado sobre la materia.

En cuanto a la historia de la Facultad de Derecho de la Pontificia Universidad Católica

del Perú, tenemos que el importante historiador del derecho peruano, Dr. Carlos Ramos

Núñez, publicó el año 2009 el libro denominado: “Crónicas de claustro: historia de la

facultad de Derecho de la PUCP”. El primer libro más importante del Dr. Ugarte del Pino

fue “Historia de las Constituciones del Perú” editado en los años 1978 y 2012. Según

Jorge Basadre Ayulo “(…) era la obra más acabada y completa sobre esta materia

inclinándose a la Constitución de Cádiz”11. Domingo García Belaunde, importante

constitucionalista peruano, señala sobre este trabajo: “(…) es una valiosa compilación

documental que contiene todos los textos constitucionales incluyendo el de Cádiz”12.

Ramos Núñez, señala que sería interesante utilizar la perspectiva de la historia social en

una nueva edición de la “Historia de las Constituciones del Perú”: “Asimismo, circula por

allí una Historia de las Constituciones del Perú, de Vicente Ugarte del Pino que incluye

los textos de las principales Cartas Políticas del país. Las precede una sucinta descripción

del momento político. Una historia social o funcional habría procurado recrear todo el

contexto social y cultural que sirvió de escenario a cada Carta”13.

En la segunda edición de este trabajo el año 2012 Ugarte sostuvo: “Treinta años después

iniciamos la segunda edición a pedido de nuestros ex alumnos, de muchos ciudadanos y

de los estudiosos de la política de hoy, incorporando no sólo el texto de la Constitución

de Bayona que habíamos eliminado, así como los comentarios de la época histórica de su

formulación, sino los textos de las Constituciones del 70 y de la actual, como una

contribución al cabal conocimiento del proceso histórico de nuestro devenir

constitucional”14.

11 Loc.cit. 12 GARCÍA BELAUNDE, Domingo. “El constitucionalismo peruano en la presente centuria” En: Derecho. Revista de la Facultad de Derecho de la Pontificia Universidad Católica del Perú, Nºs 42-43, p. 99. 13 RAMOS NÚÑEZ, Carlos Augusto. Cómo hacer una Tesis de Derecho y no envejecer en el intento (y cómo sustentar expedientes)”. Cuarta edición. Lima: Gaceta Jurìca, 2007, p. 117. 14 UGARTE DEL PINO, Juan Vicente. Historia de las Constituciones del Perú. Segunda edición. Lima: Inversiones Yahaira, 2012, p. 20.

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Sobre estos dos últimos trabajos, Ramos Núñez, recapitulando afirma lo siguiente: “Aún

dentro del entorno sanmarquino, Vicente Ugarte ha lanzado dos contribuciones de

interés para la disciplina: Historia de la Facultad de Derecho e Historia de las

Constituciones del Perú”15.

Asimismo se editaron dos libros como homenaje al Dr. Vicente Ugarte del Pino: uno el

2006 por el Instituto de Derecho Indiano y Estudios Clásicos y el otro el año 2013 por el

Colegio de Abogados de Lima. Fue condecorado en muchas oportunidades siendo

relevante mencionar la Orden El Sol del Perú, en el grado de Gran Cruz, otorgada el año

2009, en mérito a su trayectoria como jurista e historiador.

El 12 de junio, Vicente Ugarte del Pino cumplió 92 años. A partir de ese momento su

salud empezó a decaer por lo que falleció el 6 de octubre último. Hubo diversos

homenajes por parte del Colegio de Abogados de Lima, el Poder Judicial y la Universidad

Nacional Mayor de San Marcos. Su casa en Barranco y su biblioteca serán convertidas en

un museo para que lo visiten todos los ciudadanos que aman a su patria.

Descansa en paz estimado maestro y amigo.

15 RAMOS NÚÑEZ, Carlos Augusto. Jorge Basadre: Historiador del derecho y comparatista. 2da. Edición. Lima: Editora Jurídica Grijley, 2009, p. 112.

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¿EDUCACIÓN EN MEDIOS O MEDIOS PARA LA

EDUCACIÓN?

JOSUÉ MIGUEL CHÁVEZ GUERRERO1

Universidad de Lima

Resumen:

El presente texto busca reflexionar sobre la trascendencia de la educación,

específicamente desde la alfabetización mediática, en un momento histórico en el que las

nuevas tecnologías de la información y comunicación (NTIC) están tan presentes en

nuestras vidas. De igual manera se debate sobre el papel que tienen los medios de

comunicación en esta importante tarea, así como la labor que viene realizando el Estado

para poder proponer y establecer reglas claras que fomenten la formación de productores

y espectadores activos, responsables y más cívicos.

Palabras Clave: Medios de comunicación / sociedad del conocimiento / educación /

alfabetización mediática

I. Introducción

Hoy en día los medios de comunicación, en sus distintos soportes, están más presentes

que nunca en la vida de las personas. Se ha legitimado su presencia en escuelas y hogares,

formal e informalmente2. Nos encontramos pues en los tiempos de la “tercera ola”, esa

1 Licenciado en Comunicación Social y especializado en Realización Audiovisual por la Universidad de Lima, Máster en Comunicación y Educación por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) y Diplomado en Antropología y Fotografía por el Centro de la Imagen. Miembro del Instituto de Investigación de Arte Peruano (IAAPERU) y del Instituto Sanmartiniano del Perú. Asimismo, se destaca su trabajo académico, desenvolviéndose en la actualidad como Jefe de Práctica en la Universidad de Lima y en la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP). Es co-fundador y co-director del primer centro de educación audiovisual para niños y adolescentes en el Perú: Lúdica. Es Consultor en temas de educomunicación para diversas instituciones. Ha trabajado en el área de postproducción e imagen institucional de Latina. Se ha desempeñado como director en la serie de televisión “Historias detrás de la muerte” y ha sido Director general de la serie web “Cineducación”. 2 En el último informe trimestral de INEI sobre estadísticas de las TIC en los hogares se señala que de cada 100 hogares en 88 existe al menos una Tecnología de Información y Comunicación. En Lima el 63,4% de la población de 6 a más años de edad accede a internet. Así mismo indica

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época que Alvin Toffler había anticipado como el resurgimiento del prosumidor3, aquél

que tiene tantas oportunidades de producir y de diseminar mensajes propios como de

consumir mensajes ajenos (Piscitelli & Ferrés, 2012).

En este contexto, donde las tecnologías y los contenidos ya no son propiedad exclusiva

de los medios de comunicación sino de las personas y donde, principalmente el

audiovisual, en sus distintos formatos, se nos presenta con un sinfín de posibilidades, es

que resulta interesante poder analizar y reflexionar sobre cómo los usuarios, más allá del

uso lúdico y recreativo que le pueden dar a este, lo adoptan como una herramienta para

poder leer, crear y representar.

Dicho esto, se presenta el debate sobre la importancia de la educación “en” y “con”4

medios en donde, tanto el sistema educativo a través de la escuela, así como los medios

de comunicación en sus distintos soportes (televisión, internet, radio, etc.) cumplen un

papel fundamental. Sin embargo, ¿existe un plan al respecto desde el Estado?, ¿de qué

manera se materializan estos esfuerzos?, ¿todos apuntamos a lo mismo?, con estos

cuestionamientos trataremos de esbozar sucintamente el panorama que existe

actualmente.

II. De la sociedad del conocimiento a la alfabetización mediática

que de cada 100 hogares 82 tiene al menos un televisor y 79 un aparato de radio (INEI). Ipsos Apoyo por su parte, en un estudio publicado a inicios del 2014 donde se encuestó a 965 mil niños (7 y 12 años de Lima Metropolitana), afirma que la mayoría de ellos acostumbra a usar internet y se conectan en promedio 3 días a la semana durante una hora cada día (Ipsos Perú). Finalmente un estudio realizado a mediados del 2013 por la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI), reveló que en el Perú el 77% de los escolares de entre 10 y 18 años usa las TIC para sus estudios personales (El Peruano). 3 La palabra prosumidor -en inglés, prosumer-, es un acrónimo que procede de la fusión de dos palabras: “producer” (productor) y “consumer” (consumidor). El concepto fue anticipado por Marshall McLuhan y Barrington Nevitt en 1972 en el libro “Take Today” (Campos Freire, 2011, p. 258). 4 Para poder definir la educación “en” y “con” medios audiovisuales, hay que tomar en cuenta lo señalado por Pérez Rodríguez (2004). Ella considera dos posibilidades cuando se aborda la educación “en” medios: La primera sitúa al alumno ante el proceso de la comunicación como emisor activo, es decir, se debe introducir en el aula la expresión y comunicación mediante el lenguaje audiovisual con la creación y elaboración de productos mediáticos. Mientras que la segunda hace referencia al alumno como receptor crítico, en otras palabras, supone enseñar a decodificar el audiovisual entendiendo sus códigos y analizando críticamente sus contenidos. Por otro lado la educación “con” medios implica el uso de estos como recursos didácticos de forma que desempeñen un papel esencial como auxiliares pedagógicos. En ese sentido los medios cumplen en este caso un papel transversal.

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Nos encontramos inmersos en un mundo que, apoyado en las TIC, produce, manipula,

acumula y transmite información a una velocidad increíble. No obstante, a pesar de estar

en plena “Sociedad del Conocimiento”5 y de la mencionada explosión informativa, se

están presentando diversas contradicciones en la ciudadanía que es importante

reconocer: confusión, saturación y falta de calidad de la información; pero también una

escasa capacidad para seleccionar con sentido crítico dentro de la abundancia de

información.

De otro lado, pese a los avances tecnológicos que se han producido en el campo de la

información y comunicación, la autonomía personal ante los medios, y a través de ellos,

no ha avanzado de manera suficiente. De hecho, el desarrollo mediático no se ha

acompañado de una adecuada promoción de las competencias informativas y mediáticas

de las personas. Por tanto, empieza a preocupar seriamente la brecha cognitiva que se

abre no solo entre los individuos, sino entre los individuos en relación con las

potencialidades del propio sistema comunicativo (Gavara de Cara & Pérez Tornero,

2012). En ese sentido, esta brecha conocida como brecha digital o mediática agrupa

distintos inconvenientes, que en un nivel más básico tiene que ver con las diferencias

económicas de las personas. Sin embargo, Ferrés (2008) deja entender que no tendría

que ver solo con esto sino con diferencias de formación y de posibilidades de acceso al

control social de medios, es decir, entre ciudadanos con formación y con poder para ser

productores de mensajes frente a los que no tienen otra posibilidad que acceder a ellos,

si no es como consumidores más o menos pasivos. De igual manera, Ferrés indica que

existe otra acepción ligada a la distancia que separa a los que tienen sensibilidad e interés

por las informaciones disponibles en las tecnologías de la información y de la

comunicación de los que sólo ven en estas la oportunidad para un entretenimiento

primario y evasivo.

En resumen, nos encontramos ante un problema, o mejor dicho, ante un reto que se debe

superar esencialmente –por no decir obligatoriamente- desde la educación.

Precisamente como respuesta a esto, aparece la “alfabetización mediática” -o

5 La noción de sociedad de la información se basa en los progresos tecnológicos. En cambio, el concepto de sociedades del conocimiento comprende dimensiones sociales, éticas y políticas mucho más vastas. Así mismo, un elemento central de las sociedades del conocimiento es la “capacidad para identificar, producir, tratar, transformar, difundir y utilizar la información con vistas a crear y aplicar los conocimientos necesarios para el desarrollo humano. Estas sociedades se basan en una visión de la sociedad que propicia la autonomía y engloba las nociones de pluralidad, integración, solidaridad y participación” (UNESCO, 2005, p.17-29).

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recientemente llamada “alfabetismo transmedia”6- la cual hace referencia al

conocimiento, las habilidades y las competencias que se requieren para utilizar e

interpretar los medios (Buckingham, 2005). Sin embargo, hay que tener en cuenta que

esta no es una formación puramente técnica o instrumentalista sino que debe involucrar

sobre todo el análisis y la reflexión crítica. En otras palabras se propone desarrollar, por

un lado, la participación activa a través de la creación de productos propios teniendo un

conocimiento pleno de los conceptos involucrados en el proceso como el lenguaje, las

tecnologías, los procesos de producción, representación de valores e ideologías, entre

otros; y en segundo lugar –no menos importante- la mirada crítica cuyo desafío está en

consolidar una enseñanza que promueva otras lecturas -y escrituras- sobre la cultura que

portan los medios (Dussel, 2006). Se trata, pues, de capacitar a las personas para que,

como consumidores de los medios, estén en condiciones de interpretar y valorar con

criterio (Buckingham, 2005). Finalmente, como trasfondo, hay que tomar en cuenta que

la alfabetización mediática fomenta una ciudadanía activa y participativa en los procesos

sociales y culturales, de igual forma provee de un ambiente para el aprendizaje de valores

y actitudes como la responsabilidad, la organización, la socialización y el trabajo en

equipo.

III. De la alfabetización mediática a los hechos

En este contexto nacen alrededor del mundo diversas propuestas específicamente de

alfabetización audiovisual y cinematográfica. Algunas de ellas llevadas a cabo de forma

acertada en sistemas educativos de países como Argentina, Brasil, España y Reino

Unido7.

En el Perú, las políticas de Estado con respecto a la incorporación de la alfabetización

mediática y el desarrollo de la competencia audiovisual en la educación formal8, hasta no

6 Carlos A. Scolari (2014) apunta al respecto: “las prácticas transmedia están cambiando los retos de los investigadores y educadores: la alfabetización mediática no puede limitarse al análisis crítico de la producción o el lenguaje de los medios. El viejo consumidor de medios ahora es un prosumidor, un sujeto activo que crea nuevos contenidos y los comparte en las redes digitales. Es en este contexto que nace el concepto de alfabetismo transmedia”. 7 La programación de asignaturas mediáticas especializadas en las escuelas de Gran Bretaña data de finales de 1960. A comienzos de la década de 1970 se introdujeron Estudios sobre comunicaciones y Estudios de Televisión (Buckingham, 2005). 8 Educación propia del sistema educativo, el cual está institucionalizado en alto grado, graduado cronológicamente y estructurado jerárquicamente, y se extiende desde el inicio de la enseñanza primaria hasta la universidad (Percerisa, 2007, p. 18-19).

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hace mucho habían sido poco significativas, por no decir nulas9. En la actualidad ha

habido un mayor acercamiento, aunque hay que recalcar que estas aún siguen siendo un

tanto imprecisas. Por ejemplo en el Marco Curricular Nacional, cuya tercera versión se

encuentra en consulta por parte de la comunidad académica, se menciona dentro de sus

ocho aprendizajes fundamentales, la necesidad de que los estudiantes se comuniquen

utilizando el lenguaje de manera eficaz pero no solo a través de la modalidad oral, sino

mediante otras manifestaciones como la audiovisual. Sin embargo, de manera

contradictoria, cuando se exponen detalladamente las competencias ligadas a este

aprendizaje, solo aparece la comprensión y expresión a través textos escritos y orales; así

como el desenvolvimiento en entornos virtuales. Si bien esta última competencia está

ligada a las TIC e incorpora una parte de la alfabetización mediática, no define con

exactitud la competencia audiovisual y sus respectivas capacidades. Es dentro del

aprendizaje fundamental llamado “interactúa con el arte” que hay una mejor

aproximación a este concepto, pues precisa dos competencias que podríamos traducir

como de producción y lectura del audiovisual10. No obstante habría que preguntarnos si

el tratamiento artístico que se le da es el más adecuado ya que se corre el riesgo de

encasillar y limitar su alcance.

Por su parte, el Proyecto Educativo Nacional al 2021 señala que los medios de

comunicación masiva deben asumir su rol educador facilitando campañas educativas,

haciéndose corresponsables en la transmisión de valores y la formación de ciudadanía

(Ministerio de Educación, 2007). Esto podría parecer algo discordante si sabemos que

los medios de comunicación masiva, principalmente la TV, responden a intereses

económicos cuyos principales clientes son los auspiciadores y no los espectadores.

Precisamente, hoy por hoy, nos encontramos envueltos en una discusión pública

bastante encarnizada sobre la calidad de los contenidos televisivos, en lo que se ha

llamado el surgimiento de la “televisión basura”. En este sentido cabría preguntarnos por

qué a pesar de la existencia proyectos educativos como el anteriormente mencionado o

9 A pesar de esto, ha habido algunas propuestas independientes en entornos de educación formal y no formal como en los colegios “Newton College”, “América High School”, “Markham College”, “Altair” y “Johannes Gutenberg”. De igual manera en organizaciones como “Lúdica”, “Nómadas”, “Grupo Chasqui”, “NAPA”, “DocuPerú”, entre otros. 10 El texto puntualiza la primera competencia como la expresión a través de diversos lenguajes y manifestaciones artísticas incluyendo prácticas tradicionales y nuevas tecnologías. La segunda indica la necesidad de que el alumno perciba y aprecie las producciones artísticas de su entorno y las de otras épocas y culturas, respondiendo a ellas con sensibilidad y pensamiento crítico (Ministerio de Educación , 2014).

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reglamentaciones como la ley de radio y televisión (Ley N°28278)11, no se llega a

comprender aún la gran responsabilidad social que poseen dichos medios. Si bien, los

canales de televisión abierta, son empresas privadas que gozan del derecho de libertad

de expresión y sobre todo de libre competencia, estas usan un espectro radioeléctrico, el

cual es público, por lo que deberían ser fiscalizados y su programación orientada hacia la

búsqueda del bienestar de todos. No obstante, como indicamos, existe el concepto de

libre competencia el cual muchos dirigentes, productores y conductores televisivos usan

como defensa ante las críticas. Se apela de esta forma a decir que se produce lo que más

le gusta a la gente, que las personas tienen un doble discurso ante la programación, que

la gente puede elegir que ver, que la educación debe ser tarea de la escuela y del hogar,

más no de los medios, estos solo deben entretener. Un pensamiento bastante limitado y

convenido por cierto. Sin embargo, a pesar de esto, el Estado podría regular con mayor

firmeza todavía la aplicación de la ley, la cual existe y deja bien claro cuáles son los

deberes de los medios ante la sociedad.

Es sumamente necesario ser conscientes de las grandes potencialidades educativas de la

comunicación y los medios, pues estos sí cumplen un papel formador, sí transforman

nuestra percepción de la realidad y sí (re)construyen hábitos y costumbres,

especialmente en los niños y adolescentes. Es posible entretener y educar a la vez, es

posible lograr una sinergia entre medios y escuela con el fin de crecer como sociedad, no

es tarea de uno, es tarea de todos.

IV. Conclusiones

A manera de cierre, volvemos a recalcar el gran poder que tienen los diversos medios de

comunicación masivos, un poder que debe ser observado y tratado con mucho cuidado,

en ese sentido, como lo hemos indicado anteriormente, urgen políticas educativas junto

con iniciativas privadas que asuman esta labor pedagógica con mucha seriedad y

constancia. Lamentablemente, si no se pone el debido esfuerzo, no contribuiremos a

solucionar una problemática que Pérez Tornero y Gavara de Cara (2012, p. 9) explican

así:

11 Puede revisarse a detalle en: www.congreso.gob.pe/comisiones/2002/discapacidad/leyes/28278.htm

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“El desarrollo mediático no se ha acompañado de una adecuada promoción de las

competencias informativas y mediáticas de las personas. Por tanto empieza a

preocupar seriamente la brecha cognitiva que se abre no solo entre los individuos,

sino entre los individuos en relación con las potencialidades del propio sistema

comunicativo”.

De esta manera las autoridades educativas, así como los docentes, deben tener como

tarea prioritaria la incorporación de la alfabetización mediática en el currículo escolar.

Se requiere sistematizar los contenidos teóricos y el diseño de actividades prácticas con

el objetivo de desarrollar competencias mediáticas que brinden a los estudiantes las

herramientas necesarias para hacer frente a este nuevo entorno socio-comunicativo, un

entorno que no solo abarca el mero entretenimiento. Además, la educación básica

regular debería asumir dichas competencias como parte de una formación transversal y

holística, reforzando el aprendizaje de las distintas materias.

Todo lo expuesto antes, nos invita también a repensar el concepto de educación y

entenderla como una gran sinergia de contenidos, métodos, medios, y espacios. Sobre

esto Pérez Tornero (2004, p. 14) indica:

“Un rasgo esencial en la sociedad del conocimiento es que la educación y la

formación no pueden restringirse en ella ni al ámbito clásico de la escolarización,

ni al de las instituciones formativas sino que necesita un marco más amplio para

desarrollarse. La sociedad del conocimiento ha renovado las exigencias

educativas en todos los campos, ampliando, los ámbitos de aplicación y

multiplicando los sistemas y métodos de realización”.

Finalmente las empresas, dirigentes y productores mass media deben asumir un

compromiso serio y real sobre los mensajes y contenidos que transmiten. Existe una

responsabilidad social que debe ser asumida y sobre todo, que debe ser fiscalizada

fehacientemente por el Estado conforme a ley. Sin la necesidad de ir en contra de las

libertades propias de la empresa privada y los medios de comunicación, debe prevalecer

el principio de autoridad con el objetivo de impulsar, no obligar, una mejor gestión de lo

que se produce y difunde. Como hemos advertido, la labor, esa importantísima labor por

una mejor educación que nos haga crecer como sociedad, recae en todos, entidades

públicas y privadas, de no ser así todo esfuerzo estará incompleto, si es que no inútil.

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Revista del Instituto Sanmartiniano del Perú N° 29

51

V. Bibliografía

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53

EL TERRIBLE HACINAMIENTO PENITENCIARIO:

UNA CRUDA REALIDAD EN NUESTROS DÍAS

PIERINA ISABEL COLLAZOS CHUMBE-ALEGRE1

Universidad Nacional Mayor de San Marcos

Resumen:

Uno de los problemas existentes en nuestro Sistema Nacional Penitenciario es el terrible

hacinamiento que vienen afrontando los internos de cada establecimiento penitenciario.

El hacinamiento es la principal fuente de estos problemas que impiden al recluso

resocializarse, siendo imperativo establecer reformas para combatirlo.

Palabras clave: sistema penitenciario / cárcel / realidad nacional / hacinamiento /

reformas

1. Antecedentes históricos

Si analizamos al régimen penitenciario a lo largo de la historia observaremos que a través

del tiempo ha ido modificándose, ya sea con respecto a su organización administrativa,

subcultura carcelaria y aplicación normativa.

Así tenemos que durante el período greco-romano, origen de la civilización occidental,

los delitos eran penados severamente, enviándose a los reclusos a las famosas galeras en

las cuales los criminales jamás salían. Estos eran obligados a expiar sus culpas a golpe de

remo y siempre bajo la atenta supervisión de los cómitres2, que cual buitres fustigaban a

la carroña. Estos gendarmes usaban corbachos3, látigos poderosísimo, con los cuales

azotaban y flagelaban según las necesidades de la barcaza.

1 Egresada de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Miembro Principal y Coordinadora del Taller de Derecho Empresarial “Ulises Montoya Manfredi”, reconocido mediante la Resolución N° 1036-D-FD-2010 de fecha 31.10.2010, por la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la UNMSM. 2 Suerte de gendarmes romanos que verificaban el cumplimiento de las penas. 3 Látigo confeccionado con piel seca y retorcida de toro en especial extraída de la zona viril del animal.

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54

Durante la Edad Media hasta finales del XVIII, el “derecho punitivo” era considerado

como “una amalgama de castigos que se caracterizaban por ser heterogéneas, caóticos,

desiguales, rigurosos, crueles y arbitrarios. El verdadero leit motiv u objetivo era

provocar el miedo, siendo fuente continua de errores judiciales”4. Una concepción

contraria al Derecho Penal de nuestros días, ya que si nos remontamos a aquellas épocas

se aplicaba castigos durísimos no autorizados por las leyes y de una manera arbitraria.

Otro ejemplo del régimen penitenciario occidental, lo encontramos en Francia, en la

célebre Bastilla5 de Paris que antiguamente era considerada una Fortaleza y tras la

Revolución de 1789 se convirtió en establecimiento carcelario para la nobleza.

Como vemos durante los siglos XVI ,XVII e incluso en algunos hasta el S.XVIII, países

como Francia, Inglaterra ,España y Portugal, implantaron el encierro para tener mano

de obra en trabajos forzosos claro ejemplo de ellos fueron los que anteriormente hemos

mencionado.

Cabe recalcar que con el transcurso de los años el Sistema Penitenciario en estos países

y en resto, el objetivo no sólo fue castigar y usar la violencia también se tuvo la idea de

edificar “casa de trabajo o casas disciplinarias” que luego se volverían los denominados

“centros penitenciarios”, así como lo que aconteció en Estados Unidos durante 1660 que

estableció correccionales y fijo penas pecuniarias para los diversos delitos que

repercutían en aquel entonces. Considero que esa cruda realidad de aquellos tiempos no

se aleja ni es ajena a la que vivimos actualmente en nuestro Sistema Nacional

Penitenciario.

4 GUDÍN RODRÍGUEZ-MAGARIÑOS, Faustino. “Introducción a la Historia de las Prisiones”, p. 4. [En línea] <http://ocw.innova.uned.es/ocwuniversia/derecho-constitucional/derechos-de-los-reclusos/pdf/ESTUDIO0.pdf> [Consulta: Lunes, 02 de noviembre de 2015] Citando a MONGE GONZÁLEZ, Almudena, “La pena de muerte en Europa”en Historia de las prisiones. Teorías economicistas. Crítica. (Curso de doctorado), Dir. GARCÍA VALDÉS, Carlos, Madrid. 1997, pp. 25-43. 5 La Bastilla era una fortaleza que protegía el costado oriental de la ciudad de París conocida formalmente como la Bastilla Saint-Antoine. Fue construida en el medioevo, para ser exactos en el año 1383, tomada y saqueada el 14 de julio de 1789 y destruida al día siguiente por una turba parisina, detonante que fue de la Revolución Francesa y la caída del Antiguo Régimen. Dicha cárcel contaba con solo 7 presos: 4 falsificadores, 1 pervertido (preso a pedido de su familia) y 2 locos. El marqués Bernard-René Jordan de Launay (1841-1789), fue el último Gobernador que tuvo la Bastilla, fue linchado junto con los otros defensores de la fortaleza, y su cabeza ensartada en una pica y paseada por la ciudad. Cfr. Suárez Verdeguer, Federico. Ensayos Moderadamente polémicos. Madrid: Ediciones Rialp, S.A., 2005, p. 91.

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2. Problemática nacional

La problemática penitenciaria que atravesamos en estos días son las siguientes: Falta de

control por parte de las autoridades, carencia de personal administrativo

penitenciario, falta de infraestructura penitenciaria, violencia carcelaria, falta de

protección de la salud física y mental del interno corrupción y hacinamiento en los

establecimientos penitenciarios entre otros. Creo que es necesario hacer mención de que

nos dice nuestra Constitución sobre el Régimen Penitenciario en el Art.139 inciso 22, “El

Régimen Penitenciario tiene por objeto la reeducación, la rehabilitación y la

reincorporación del penado a la sociedad”. A su vez, lo señala el Título Preliminar del

Código de Ejecución Penal6 en su Art.II: “El Régimen Penitenciario (…) La misma regla

aplica al procesado, en cuanto fuere pertinente.”

En función de nuestra normativa, nos cabe precisar si nuestro Sistema Nacional

Penitenciario está cumpliendo con dichos fines. ¿Es viable hoy en nuestro días este

régimen? ¿Se da esta figura en nuestra sociedad?

Considero en particular que el problema de readaptación del sujeto es una situación muy

difícil de conseguir en nuestros días por diferentes factores internos dentro de los cuales

se encuentran las condiciones infrahumanas en las que viven o mejor dicho sobreviven

en el establecimiento penitenciario ya que no existen suficientes recursos para

abastecerse como lo que ocurrió en Penal de Picsi7, de Chiclayo, donde se originó un

motín tras un atentado que hubo contra un interno a quien le prendieron fuego.

Este incidente no fue premeditado por sus propios homicidas ni por el propio personal

penitenciario ya que las llamas se propagaron rápidamente a las celdas más próximas

por lo que el incendio fue a mayor escala produciendo humo toxico que fue

extendiéndose al resto de internos que no podía salvarse porque seguían encerrados en

sus celdas a pesar del incidente. A su vez, los internos alegaron vivir en condiciones

infrahumanas y percibir constantes maltratos de diferente índole provenientes de los

6 Se citó el Art II del Título Preliminar del Código de Ejecución Penal: Objetivos de la Ejecución Penal Artículo II.- La ejecución penal tiene por objeto la reeducación, rehabilitación y reincorporación del penado a la sociedad. La misma regla se aplica al procesado, en cuanto fuera pertinente. 7 El penal de Picsi se encuentra ubicado en la provincia de Chiclayo, región Lambayeque.

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56

agentes del Instituto Nacional Penitenciario (INPE) como por ejemplo: abuso de la

autoridad; cobros indebidos para recibir privilegios cuando recibían a sus parientes y

hasta propuestas indecorosas para recepcionar visitas, vejámenes físicos como

psicológicos y la falta de alimentos. No sólo los maltratos provienen del administrativo

sino que también de sus propios compañeros internos ya que entre ellos también se

cobran cupos para gozar privilegios en las celdas sobretodo del espacio para sobrevivir.

Mi pregunta es ¿cómo podemos reinsertar y/o readaptar al individuo en nuestra

sociedad? Si este sujeto se encuentra viviendo en forma hacinada8 en condiciones

infrahumanas. Creo que es necesario saber que en la actualidad sólo contamos con un

total de 68 establecimientos penitenciarios en nuestro país según informe de fecha

21.08.15, elaborado por el Instituto Nacional Penitenciario (INPE), como podemos

visualizar que el problema más concurrente hoy en día es el hacinamiento penitenciario.

A su vez otro informe realizado por el Instituto Nacional de Estadística e Informática, en

adelante “INEI”, determinó que por cada 1´000.000 habitantes hay 2,120 internos,

asimismo se calculó que la total población penitenciaria al 21 de Agosto de 2015 es de

75,655 con una capacidad de albergue de 33,497 y con una sobrepoblación de 42,158

equivalente a 126%.

En atención a lo expuesto, analicemos lo acontecido en el Penal de Picsi, el cual se creó

con la finalidad de albergar como máximo 800 reclusos, sin embargo, según unas

estadísticas realizadas durante el año 2013 demostraron que el hacinamiento carcelario

en Picsi aumento en 115% alrededor de 2000 internos y en el 2014 fueron 3 mil reclusos,

casi cuatro veces más de su capacidad original con el que fue creado y actualmente en

el presente año rebasa su capacidad en 300% aproximándose a la cifra de 3100

reclusos. Es decir, el sistema carcelario peruano está en crisis y no hay voluntad política

para resolverlo.

8 “Hacinada” proviene del término “hacinamiento” que hace referencia a un estado de cosas que se caracterizan por el amontonamiento o acumulación de individuos o de animales en un mismo lugar, el cual a propósito que no se haya físicamente preparado para albergarlos. Es decir, la cantidad de los seres humanos que habitan o que ocupan un determinado espacio es superior a la capacidad que tal espacio debería y puede contener, de acuerdo a los parámetros de comodidad, seguridad e higiene. Se puede visualizar en la siguiente página: http://www.definicionabc.com/social/hacinamiento.php

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Revista del Instituto Sanmartiniano del Perú N° 29

57

3. Conclusión

El problema del hacinamiento en nuestro Sistema Nacional Penitenciario se viene

incrementando mensualmente y es fuente de otros problemas adicionales que ya hemos

mencionado anteriormente, por lo que es conveniente reducir estas cifras; a fin de lograr

que el sujeto denominado también “interno” se resocialice y se desenvuelva

correctamente en nuestra sociedad, no obstante, la realidad hace que se encuentre

sumergido en la subcultura carcelaria que a la larga, por ser inadecuada, hace que el

sujeto reincida en los mismos u otros delitos más graves.

Al respecto, es necesario adoptar algunas reformas para el mejor funcionamiento

institucional tales como: cambiar eventualmente al personal asignado a fin de menguar

los problemas de corrupción que puedan haber; asimismo, trasladar a los internos a otros

locales penitenciarios para evitar el terrible hacinamiento; otra buena herramienta de

fiscalización sería realizar constantemente auditorías a los establecimientos

penitenciarios; así mismo, ocupar el tiempo del interno a fin de que hagan trabajos

comunales y por qué no, a largo plazo pensar en beneficiar a la sociedad en general

capacitando a los reclusos en construcción a fin de que hagan obras en las carreteras

siempre con personal preparado para su vigilancia y supervisión laboral.

4. Bibliografía

CAMPOS PERAL, Gustavo Adolfo. “Situación Actual de Sistema Penitenciario en el Perú”

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02 de noviembre de 2015]

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romper-seguridad-noticia-1847247

http://peru21.pe/actualidad/penal-picsi-muerto-y-13-heridos-dejo-incendio-

provocado-pelea-2-reos-video-2229441

http://rpp.pe/peru/actualidad/inpe-en-penal-de-picsi-no-hubo-un-motin-fue-una-

pelea-entre-internos-noticia-903720

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21.08.2015.

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Page 67: Revista del ISMP N° 29

Revista del Instituto Sanmartiniano del Perú N° 29

59

LAS CONDECORACIONES ESPAÑOLAS EN

AMÉRICA LATINA

ADRIÀ ESPINETA ARIAS1

Escuela Superior de Administración y

Dirección de Empresas, ESADE

Resumen:

El sistema de honores del reino de España incluye entre sus preseas más importantes: la

Orden del Toisón de Oro, la Orden de Carlos III, la Orden de Isabel la Católica y la Orden

del Mérito Civil, que han sido y siguen siendo concedidas a los ciudadanos

latinoamericanos que se han destacado en sus labores y en su vida diaria, en especial a

favor de aquellos que contribuyen en el fortalecimiento de las mutuas relaciones entre

sus países y la monarquía hispánica.

Palabras clave: condecoraciones / sistema de honores / diplomacia / España /

Latinoamérica

El sistema de honores del Reino de España es un complejo entramado de

condecoraciones nacionales y ministeriales, que abarca todo tipo de acciones, situaciones

y méritos que conllevan el otorgamiento de las correspondientes preseas.

Dada las permanentes relaciones entre España y los Estados latinoamericanos se ha

propiciado la concesión de diversas condecoraciones, en muchas ocasiones de forma

recíproca. Se ha considerado para su estudio solo cuatro de ellas por considerarlas

principales y que según orden protocolario serían: la Insigne Orden del Toisón de Oro,

la Real y Distinguida Orden de Carlos III, la Real Orden de Isabel la Católica y la Real

1 Natural de Andorra La Vella, Principado de Andorra. Bachiller en Derecho por la Escuela Superior de Administración y Dirección de Empresas, ESADE (2015), Barcelona, y con estudios de postgrado en Relaciones Económicas Europeas e Internacionales por el CEI - Centro de Estudios Internacionales (desde el 2015). Se desenvuelve como Secretario de la Taula Permanent en el Fòrum Nacional de la Joventut d'Andorra (desde el 2015) y Administrador de International Orders and Medals (desde el 2013).

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Orden del Mérito Civil. El orden que va a seguirse no será el protocolario por razones

derivadas a la importancia de unas sobre otras en relación con las concesiones.

España y América Latina tienen una especial relación histórica, que al día de hoy ha

devenido en intensos vínculos que abarcan ámbitos tan variados como las relaciones

internacionales, comercio, turismo, cultura, etc. Es por todo ello, que tanto España como

la mayor parte de Estados latinoamericanos han sido generosos a la hora de conceder sus

condecoraciones.

1. La Real y Americana Orden de Isabel la Católica

La Orden española por excelencia que ha marcado las relaciones internacionales entre

España y Latinoamérica ha sido desde sus inicios la Real Orden de Isabel la Católica.

Nacida el 14 de marzo de 1815 bajo el nombre de Real y Americana Orden de Isabel la

Católica, incluía el fin de premiar la lealtad acrisolada y los méritos contraídos en favor

de la prosperidad de aquellos territorios. Es decir, nació con la firme voluntad real de

premiar a los entonces súbditos españoles peninsulares como americanos por su lealtad

y méritos a favor de sus territorios y de la Corona de las Españas.

Las concesiones podían hacerse tanto a civiles como a militares, tal y como afirman Don

Alfonso de Ceballos-Escalera, marqués de la Floresta, y Don Fernando García-Mercadal

en su libro Las Órdenes y Condecoraciones Civiles del Reino de España, sus primeros

pasos fueron prometedores y brillantes, en el sentido que no solamente nació con la

solemnidad requerida para una condecoración de altura, sino que incluía entre el elenco

de caballeros a los indígenas americanos, para los que se estableció una medalla especial.

Es importante destacar este punto, pues ellos no podían formar parte de ninguna de las

Órdenes españolas vigentes en aquellos tiempos, lo que implicó un avance destacable en

materia premial.

El Papa Pío VII, en 1816, estableció para sus caballeros las mismas prerrogativas de las

que gozaban los de la Orden de Carlos III, lo que constituyó un gran reconocimiento de

la Iglesia hacia esa nueva Orden. Sin embargo, la independencia de los territorios

ultramarinos y los cambios constitucionales que vivió España entre los años 20 y 40 del

siglo XIX hicieron que la originariamente americana Orden de Isabel la Católica se

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convirtiese en una orden nacional con ánimo -sin resultados2- de que conservase su

carácter americano. Ello se hizo latente en el Real Decreto de 15 de abril de 1889, por el

cual la Orden perdió la denominación de americana. Ello no conllevó, por otro lado, que

ésta se siguiese concediendo en tanto que la principal condecoración de mérito a favor

de ciudadanos españoles y residentes en ultramar hasta finales del siglo XIX.

La Orden se conservó hasta 1931 con notable prestigio en España y en el resto del mundo.

Quizás fue ello lo que evitó que el Decreto republicano de 24 de julio de 1931, del que

hablaremos más adelante, no suprimiese la Orden de Isabel la Católica, que perdió el

tratamiento de “real” y se constituyó como la máxima condecoración de la Segunda

República Española. Además, se modificaron las insignias, suprimiendo cualquier

referencia a la antigua monarquía. De ese periodo se destaca que la primera

condecoración civil concedida por la Segunda República Española, fue la Cruz de la

Orden de Isabel la Católica, a la bailarina hispano-argentina Antonia Mercé, también

llamada “La Argentina”.

El régimen del General Franco tomó la Orden de Isabel la Católica como segunda en el

sistema de honores de aquél entonces, por detrás de la Orden de Carlos III. Fue

concretamente durante ese periodo que se consolidó la práctica de consagrar la Orden

de Isabel la Católica para premiar los méritos contraídos en el ámbito internacional y

diplomático español3.

Las listas de condecorados con la Gran Cruz de la Orden, fácilmente localizables en

internet, facilitan la percepción del cambio en sus concesiones al encontrar a ministros

plenipotenciarios o embajadores, nacionales y extranjeros. En 1940, acabada la Guerra

Civil española, destacan en el grado de Collar, por ejemplo, los presidentes Manuel Prado

Ugarteche, del Perú y Roberto M. Ortiz, de Argentina, que darán inicio a una larga saga

de presidentes latinoamericanos condecorados con dicho grado. Durante los 37 años que

2 DE CEBALLOS-ESCALERA Y GILA, Alfonso; GARCÍA-MERCADAL Y GARCÍA LOYGORRI, Fernando. Las Órdenes y Condecoraciones Civiles del Reino de España pp.133. Madrid, 2003. En 1847 el primer ministro Pacheco reformó el sistema de honores español e intentó sin éxito que la Orden de Isabel la Católica fuese concedida solamente a ciudadanos de ultramar. 3Wikipedia: Anexo: Condecorados con la Orden de Isabel la Católica. Consultas a partir de 1940.

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duró el régimen del General Franco, se concedieron en conjunto 32 Collares4, de los

cuales al menos 17 se concedieron a presidentes de repúblicas latinoamericanas.

El advenimiento de la nueva monarquía tras la muerte de Franco en 1975 no supuso

grandes cambios en el proceder de las concesiones de la Orden. Las constantes relaciones

entre España y América Latina han hecho que esta Orden haya regresado en cierto modo

a sus orígenes, al menos al más alto nivel diplomático, siendo que la Gran Cancillería de

la Orden se encuentra en el Ministerio de Asuntos Exteriores del Reino de España. La

Orden se encuentra regida por lo dispuesto en el Real Decreto 2395/1998 de 6 de

noviembre, que establece que se debe “premiar aquellos comportamientos

extraordinarios de carácter civil, realizados por personas españolas y extranjeras, que

redunden en beneficio de la Nación, o que contribuyan, de modo relevante, a favorecer

las relaciones de amistad y cooperación de la Nación española con el resto de la

comunidad internacional”5.

En tal sentido, más allá de las clásicas concesiones en el ámbito diplomático y político,

se ha favorecido también las concesiones a personalidades del ámbito de la música (Ej.

cantante mexicana Chavela Vargas, agraciada con la Gran Cruz en el 2000) y la literatura

(Ej. escritora chilena Isabel Allende, agraciada con la Gran Cruz en el 2004; y, el escritor

nicaragüense Sergio Ramírez, condecorado el pasado mes de mayo del 2015). Se puede

decir que la referida Orden es la que más ha sido otorgada en la historia de las relaciones

hispanoamericanas.

2. La Real Orden del Mérito Civil

La inclusión de esta condecoración es debido a dos cuestiones relevantes: su actualidad

y su futuro. Fue creada por el rey D. Alfonso XIII en 1926 con el objeto de “premiar los

méritos de carácter civil en general contraídos por los funcionarios dependientes del

Estado, Provincia o Municipio o por personas de uno y otro sexo que, ajenas a la

Administración, presten o hayan prestado servicios relevantes, con trabajos

4 DE CEBALLOS-ESCALERA Y GILA, Alfonso; GARCÍA-MERCADAL Y GARCÍA LOYGORRI, Fernando. Las Órdenes y Condecoraciones Civiles del Reino de España pp.135. Madrid, 2003. Cuadro 12 (Concesiones de Grandes Cruces y Collares por periodos históricos). 5 MINISTERIO DE ASUNTOS EXTERIORES Y DE COOPERACIÓN DE ESPAÑA, Reglamento de la Orden de Isabel la Católica pp. 7 art. 1 (http://www.exteriores.gob.es/Portal/es/SalaDePrensa/Multimedia/Publicaciones/Documents/2011orden%20isabel%20la%20catolica_reglamento.pdf)

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extraordinarios, provechosas iniciativas o con una constancia ejemplar en el

cumplimiento de sus deberes”6. Dicho objeto se ha escrito tal y como aparecía en el

decreto fundacional pues en la actualidad y en base a la legislación vigente, el texto no ha

cambiado en absoluto, como puede observarse en su reglamento.

Pero, se preguntará el lector: ¿por qué motivo se incluye si aparentemente no puede

concederse a extranjeros? La respuesta es muy simple: el punto dos del artículo del

reglamento dice así: Esta condecoración podrá ser concedida, además, a personas de

nacionalidad extranjera, siempre que hayan prestado servicios distinguidos a España

o una notable colaboración en todos aquellos asuntos que redunden en beneficio de la

Nación7.

Se debe recordar que la condecoración fue restaurada durante el régimen del General

Franco, luego de su temporal supresión mediante Decreto republicano del 24 de julio de

1931, lo que permitió nuevamente su concesión a extranjeros en los términos descritos

en el articulado anterior.

La impresionante obra de Alfonso de Ceballos-Escalera, marqués de la Floresta, Manuel

María Rodríguez de Maribona y de Antonio Sánchez de León, La Orden del Mérito Civil:

Una élite al servicio del Estado (1926-2006), presenta una completísima lista de 198

páginas con la relación de caballeros y damas del Collar, Gran Cruz, Corbata y Placa de

Honor que va desde la fundación de la Orden hasta el siglo XXI.8

Así, proporcionando cifras de Grandes Cruces concedidas, encontramos la siguiente

información: los países Latinoamericanos con más concesiones en dicho grado, entre

1940 y 2006 son, en primer lugar, Argentina, con 80, seguida por México, con 78, que a

su vez va seguido por Perú, Chile y Colombia, con 64, 57 y 56 respectivamente.9

6 DE CEBALLOS-ESCALERA Y GILA, Alfonso; GARCÍA-MERCADAL Y GARCÍA LOYGORRI, Fernando. Las Órdenes y Condecoraciones Civiles del Reino de España pp.148. Madrid, 2003. Extracto del Real Decreto de 25 de junio de 1926. 7 MINISTERIO DE ASUNTOS EXTERIORES Y DE COOPERACIÓN DE ESPAÑA, Reglamento de la Orden del Mérito Civil pp. 7 art. 1.2. 8 DE CEBALLOS-ESCALERA Y GILA, Alfonso; DE MARIBONA Y DÁVILA, Manuel María; SÁNCHEZ DE LEÓN Y COTONER, Antonio, La Orden del Mérito Civil : Una élite al servicio del Estado (1926- 2006). Pp. 57 - 259. Madrid, 2007. 9 DE CEBALLOS-ESCALERA Y GILA, Alfonso; DE MARIBONA Y DÁVILA, Manuel María; SÁNCHEZ DE LEÓN Y COTONER, Antonio, La Orden del Mérito Civil (1926). Pp. 46.Cuadro VIII. Madrid, 2007.

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Revista del Instituto Sanmartiniano del Perú N° 29

64

La Orden del Mérito Civil es la condecoración civil que más ha sido concedida al interior

de España. Ello no implica que se otorgue con facilidad, porque hasta hace relativamente

poco tiempo, se concedía fundamentalmente en el ámbito funcionarial Estatal y

diplomático, ampliándose ahora a gran variedad de ámbitos y méritos llevados a cabo

por ciudadanos ejemplares, por los miembros de las fuerzas armadas y de los distintos

cuerpos de seguridad del Estado.

Las concesiones de Grandes Cruces se pueden reducir en grandes ámbitos de

condecorados, nacionales y extranjeros, que son: el político-diplomático (también

incluye militares y alto clero); el financiero (banqueros, empresarios, industriales);

profesional público (profesores, jueces, literatos, historiadores, juristas); profesional

privado (médicos, ingenieros, arquitectos, diseñadores); artístico (artistas, músicos,

escritores, deportistas) y, finalmente, la social (ONG, Fundaciones, Sindicalistas)10.

Y más recientemente, el ámbito civil, o aquél en el que personas sin una profesión

concreta hayan realizado méritos suficientes como para considerar su inclusión dentro

de la Orden. Destacamos aquí la concesión de la Cruz de caballero de la Orden del Mérito

Civil al Sr. Hugo Manuel López, oriundo de Paraguay, en 2015, por haber salvado al

anciano que cuidaba de un incendio. Su valor hizo que se le incluyera en la lista de 38

condecorados cuya ceremonia de imposición fue presidida por el rey Felipe VI11.

Además, incluiremos, extraído de la larga lista de condecorados con esta Orden, al

primer latinoamericano que recibió las insignias de Gran Cruz de la Orden, el Sr.

Ildefonso Félix Cavagna Martínez, presidente del Banco de la Nación Argentina, quien

recibió la condecoración el 20 de febrero de 194712.

La Orden del Mérito Civil abarca en la actualidad un gran número de ámbitos

“condecorables” y es probable que en un futuro no muy lejano sustituya a la infinidad de

10 DE CEBALLOS-ESCALERA Y GILA, Alfonso; DE MARIBONA Y DÁVILA, Manuel María; SÁNCHEZ DE LEÓN Y COTONER, Antonio, La Orden del Mérito Civil (1926). Pp. 39. Cuadro V. Madrid, 2007. 11 Diario ABC, 18 DE JUNIO DE 2015. Enlace: http://www.abc.es/casa-del-rey/rey-felipe-vi/20150618/abci--201506181736.html 12 DE CEBALLOS-ESCALERA Y GILA, Alfonso; DE MARIBONA Y DÁVILA, Manuel María; SÁNCHEZ DE LEÓN Y COTONER, Antonio, La Orden del Mérito Civil (1926). Pp. 72. Cuadro V. Madrid, 2007.

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Órdenes ministeriales españolas (por citar algunas: Orden Civil de Sanidad, Orden del

Mérito Postal, Orden del Mérito en Telecomunicaciones, Orden Civil del Mérito

Medioambiental, Orden Civil de la Solidaridad Social, y un largo etcétera) tal y como hizo

Charles de Gaulle en Francia en 1963 al crear l’Ordre National du Mérite.

Por el momento, podemos concluir con una sencilla reflexión: la Orden del Mérito Civil

ha servido a España durante casi 90 años según lo establecido en su decreto fundacional

sin casi cambio alguno, generando entre sus condecorados españoles y extranjeros un

nexo de unión, aunque de importancia menor que la Orden de Isabel la Católica13.

3. La Real y Distinguida Orden de Carlos III

En las recepciones que se realizan en el Palacio Real de Madrid, con cena de gala ofrecida

por S.M. el Rey de España, es común observar que los presidentes visitantes, si son de

países latinoamericanos en su primera visita, ostentarán su recién concedido Collar de la

Orden de Isabel la Católica, como se ha comentado en el apartado correspondiente a

dicha condecoración. Esa observación no suele fallar, vista la práctica común en dichos

eventos. Es importante dejarnos un margen, pues los servicios del Ministerio de Asuntos

Exteriores de España suelen ser automáticos en estos asuntos, pero en ocasiones, éstos

pueden modificarse.

Y es en estos casos en los que entra en juego la que es de especial predilección de quien

suscribe, no sólo por su antigüedad e importancia, sino también por su belleza y

simbología: la Real y Distinguida Orden de Carlos III.

Nacida en 1771 como la primera Orden de los Borbones españoles, la Real y Distinguida

Orden de Carlos III fue creada con unos objetivos distintos a los de las demás órdenes de

las que hemos hablado en este artículo hasta ahora. Nació en un siglo conocido por el

nacimiento de otras grandes órdenes que fueron de máxima importancia en la Europa

de los siglos XVIII y XIX, algunas incluso en el siglo XX, a saber: la Orden del Águila

Negra (1701), del Reino de Prusia; de la Orden de San Andrés (1698), nacida en el XVII

13 DE CEBALLOS-ESCALERA Y GILA, Alfonso; DE MARIBONA Y DÁVILA, Manuel María; SÁNCHEZ DE LEÓN Y COTONER, Antonio, La Orden del Mérito Civil (1926). Pp. 33. Madrid, 2007.

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pero exponencial en el siglo XVIII, del Imperio Ruso, la Orden de San Patricio (1783),

del entonces Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda, o la Orden de San Jenaro (1738),

del Reino de Nápoles y Sicilia, creada por el que posteriormente sería Carlos III de

España, fundador de su Orden homónima.

Todas estas órdenes tienen en común un conjunto de principios, normas y conductas que

se perderían para sus caballeros a lo largo del siglo XIX, con la aparición de las órdenes

de mérito. Básicamente, éstas eran órdenes de caballería, a las que se accedía por gracia

del Soberano Gran Maestre. Los requisitos de entrada en sus orígenes consistían en las

pruebas de nobleza y la voluntad del monarca para que los nuevos caballeros se uniesen

a ellas.

Los Estatutos originarios de la Orden de Carlos III establecían que se creaba para

premiar y distinguir a los sujetos beneméritos y adeptos a Su [de S.M. el Rey Carlos III]

persona, tanto civiles como militares. Los primeros caballeros de esta Orden fueron,

siguiendo las reglas de la época, nobles y católicos.

El papa Clemente XIV concedió en 1772 a todos los caballeros de la Orden un conjunto

de privilegios y gracias espirituales que aún mantienen su vigencia al día de hoy. Pero las

concesiones realizadas por su fundador fueron escasas.14 Originariamente, la Orden se

creó para conmemorar el nacimiento del Infante Carlos Clemente Antonio de Borbón,

hijo del entonces príncipe de Asturias (futuro Carlos IV), que falleció en 1774. Así,

durante su reinado, Carlos III concedió un total de 97 Grandes Cruces, por aquel

entonces su máximo grado, y el menor número de ellas de todos los monarcas que ha

tenido España.

Al igual que la Orden de Isabel la Católica, el siglo XIX cambió la Orden de Carlos III,

concretamente destacamos las reformas de 1804 y de 1847. En esta segunda se conforma

la Orden de Carlos III en tanto “premio de los méritos y servicios de la esfera civil”15. A

diferencia de la primera, la Orden de Carlos III no fue creada en su origen para ser

concedida en las Américas, por lo que sus concesiones permanecieron en el ámbito

14 DE CEBALLOS-ESCALERA Y GILA, Alfonso; GARCÍA-MERCADAL Y GARCÍA LOYGORRI, Fernando. Las Órdenes y Condecoraciones Civiles del Reino de España pp.110. Madrid, 2003. 15 DE CEBALLOS-ESCALERA Y GILA, Alfonso; GARCÍA-MERCADAL Y GARCÍA LOYGORRI, Fernando. Las Órdenes y Condecoraciones Civiles del Reino de España pp.112. Madrid, 2003.

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europeo hasta finales del siglo XIX y principios del siglo XX, destacando una de las pocas

excepciones latinoamericanas que se dieron: la concesión de la Gran Cruz al Exmo. Sr.

Don Juan Mariano de Goyeneche y Gamio, III conde de Guaqui, que fue ministro

plenipotenciario de la República del Perú en el Reino de España. Es destacable asimismo,

la concesión de la Gran Cruz en 1886 y del Collar en 1910 al presidente mexicano Porfirio

Díaz.

La Orden mantuvo su naturaleza primaria de Orden nobiliaria, formando parte de ella

mayoritariamente, los miembros de la nobleza española y europea, como puede

observarse en la lista de condecorados del siglo XIX y principios del XX16.

El advenimiento del régimen republicano de 1931 trajo consigo la supresión de la

condecoración, siendo ésta reinstaurada por el General Franco en 1942, retomando las

regulaciones previas a la supresión republicana. Fue precisamente en esa época en la que

la Orden de Carlos III fue la más alta condecoración civil del Estado Español pues la

Orden del Toisón de Oro era, en esa época, la condecoración dinástica de la Casa de

Borbón.

El General Franco concedió tan solo seis Collares de la Orden durante el tiempo que duró

su dictadura, ninguno de ellos a presidentes latinoamericanos. De este periodo

destacamos la excepción acaecida en 1962, cuando por Estatutos no se permitía la

entrada de damas en la Orden: el General concedió la Gran Cruz de la Orden a la entonces

princesa de España, Sofía de Grecia y Dinamarca, con motivo de su matrimonio con el

príncipe Juan Carlos. Fue la primera dama que lució la banda desde los tiempos de Isabel

II, quien fue Soberana Gran Maestre de la Orden.

No será hasta los primeros años del reinado de Juan Carlos I, en 1978, que se concederá

al presidente Carlos Andrés Pérez Rodríguez, de Venezuela. Le seguirán el presidente

José López Portillo, de México y el presidente Belisario Antonio Betancur, de Colombia,

en 1979 y 1984 respectivamente.

Al día de hoy, dichas concesiones se realizan, como ya se ha comentado, en segundas

visitas de los Jefes de Estado extranjeros que ya sean poseedores del Collar de la Orden

16 Wikipedia: Anexo: Condecorados con la Orden de Carlos III. Consultas siglos XIX y XX.

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de Isabel la Católica. Al concederse esta con más periodicidad a presidentes

latinoamericanos, no es de extrañar ver que son precisamente éstos, junto con otros

monarcas y las más altas figuras de la política nacional española, los condecorados con

el Collar de esta Orden.

En los casos en los que un Jefe de Estado extranjero recibe el Collar de la Orden, por

rigor protocolario su consorte recibirá la Gran Cruz. Las concesiones más recientes de

ambas condecoraciones a autoridades latinoamericanas fueron las producidas en 2014 a

la presidenta Michelle Bachelet, de Chile, ya reinando S.M. Felipe VI y al presidente

Enrique Peña Nieto (y esposa; Gran Cruz) de México.

En España, por lo general desde los tiempos del general Franco, los ministros salientes

del gobierno de España reciben la Gran Cruz de la Orden por los servicios prestados a la

Nación.

4. La Insigne Orden del Toisón de Oro

Aún siendo ésta la máxima condecoración española, debido a motivos derivados del

objeto de este artículo, no seré extenso en la descripción de la Insigne Orden del Toisón

de Oro, pues su afectación a Latinoamérica no es extensa y se reduce a la figura de una

sola persona y concesión. A modo de resumen, el autor debe indicar al lector que ésta es

una de las Órdenes de caballería más prestigiosas del mundo, y una de las más antiguas.

Nacida en el Ducado de Borgoña en 1430, pasó a la Corona española como la máxima

condecoración del reino en 1482.

Al cambiar la dinastía real en España, en el siglo XVIII, se llegó a un acuerdo con los

Emperadores del Sacro imperio primero, y luego con los Emperadores de Austria acerca

del Gran Magisterio de la Orden, que recayó en el rey de España. Sin embargo, a la

muerte del Emperador Carlos VI del Sacro Imperio Germánico, los Emperadores de

Austria siguieron usando las insignias y concediendo condecoraciones: estamos ante el

nacimiento de la rama austríaca de la Orden, que fue oficial hasta 1918 y la caída del

Imperio Austrohúngaro, convirtiéndose luego la Orden en dinástica de la Casa de

Habsburgo.

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La Orden española convivió primero con las antiguas Órdenes Militares de Santiago,

Calatrava, Alcántara y Montesa; posteriormente con la Orden de Carlos III y la Orden de

las Damas Nobles de la Reina Maria Luisa, y finalmente, con el sistema de honores que

se configuró a lo largo de los siglos XIX y XX.

Se mantuvo reservada como Orden nobiliaria concedida por gracia de S.M. el Rey de

España hasta la reforma de 1847, en la que se consigna la naturaleza dual (Estatal y

dinástica) de la Orden y se permite la intervención en sus concesiones del Consejo de

Ministros.17

La Segunda República española suprimió la Orden en 1931 y desde ese momento hasta

la proclamación de Juan Carlos I en tanto que Rey de España, la Orden fue meramente

dinástica, del mismo modo en que lo había hecho en 1918 la rama austríaca. En 1977, el

Conde de Barcelona y padre del rey Juan Carlos I cedió los derechos dinásticos, y con

ellos el Gran Magisterio de la Orden, a su hijo.

El reinado de Juan Carlos I ha dejado 25 concesiones de la Orden del Toisón de Oro y

entre ellas debemos destacar la del economista, político y escritor uruguayo Enrique

Valentín Iglesias18, que recibió el Collar de manos de S.M. el Rey en 2014 por su incesante

labor y “su eficaz dedicación y permanente entrega al servicio de la Comunidad

Iberoamericana”, tal y como establece el Real Decreto de concesión. Ello le convierte en

el primer ciudadano latinoamericano en recibir tan alta condecoración.

5. Conclusiones

A lo largo de este artículo he intentado resumir en la medida de lo posible las principales

condecoraciones españolas y su repercusión en América Latina y en España. No se ha

profundizado en infinidad de nombres por temor a la desconexión del lector respecto a

la materia tratada, pero confío en que resulte lo más interesante y amenamente posible

para todas aquellas personas que hayan dedicado el interés y tiempo necesario para

hacerse una idea de la complejidad del asunto.

17 DE CEBALLOS-ESCALERA Y GILA, Alfonso; GARCÍA-MERCADAL Y GARCÍA LOYGORRI, Fernando. Las Órdenes y Condecoraciones Civiles del Reino de España pp.102. Madrid, 2003. 18 BOE: Real Decreto 223/2014, de 28 de marzo, por el que se concede el Collar de la Insigne Orden del Toisón de Oro a don Enrique Valentín Iglesias García.

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Latinoamérica ha sido durante años fuente de diversos premios y honores nacidos de

cada Estado. Esto es algo que como estudioso de ellos valoro de forma muy positiva, a

pesar de la caída en calidad de las preseas que se acrecienta a nivel mundial por el costo

de la manufactura de las piezas de mayor calidad. Los Estados deben valorar este hecho

e intentar conservar la belleza de las piezas originales de época, pues muestra en parte

su grandeza y las de las preseas que conceden.

Las relaciones entre Estados soberanos dan como consecuencia la concesión de

condecoraciones basada en el principio de reciprocidad. Y como ya he dicho, cada Estado

plasma en ellas parte de su esencia. En ellas descansa la belleza con las que han sido

dotadas y los méritos y servicios por los cuales son concedidas, que son el orgullo de

quienes las reciben, así como muestra de agradecimiento y reconocimiento de los

Estados que las conceden.

Brindo pues, por la continuidad en las excelentes relaciones que unen los Estados de

Iberoamérica y que los méritos contraídos al respecto sigan siendo premiados como éstos

merecen.

Andorra la Vella, 28 de septiembre de 2015.

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1. Real y Americana Orden de Isabel la Católica

2. Real Orden del Mérito Civil

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3. Real y Distinguida Orden de Carlos III

4. Insigne Orden del Toisón de Oro

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Los reyes de España portando la Orden El Sol del Perú y el Presidente del Perú Ollanta Humala y Sra., con la Real y Americana Orden de Isabel la Católica, en recepción oficial en el

Salón del Trono, Palacio Real de Madrid, el 7 de julio de 2015.

Los reyes de España (hoy eméritos Juan Carlos I y Sofía) y los príncipes de Asturias (hoy reyes Felipe VI y Letizia), portando la Orden Mexicana del Águila Azteca, y el Presidente de México

Enrique Peña Nieto y Sra., luciendo la Real y Americana Orden de Isabel la Católica, en el Palacio Real de Madrid, el 09 de junio de 2014.

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TERRORISMO Y AMENAZA A LAS LIBERTADES

PÚBLICAS EN SOCIEDADES DEMOCRÁTICAS

GUSTAVO DANIEL HUARCAYA FLORES1

Universidad de San Martín de Porres

Resumen:

El terrorismo surge durante la Revolución Francesa, en la actualidad ha evolucionado a

los actos de violencia criminal contra el Estado y la sociedad organizada. No es correcto

que el Estado actué con actos similares a los de estos grupos, ya que la espiral de violencia

sería incontrolable. Resulta necesarísimo tener una política antisubversiva reconocida

por todos como medio eficaz para combatir este flagelo.

Palabras clave: terrorismo / políticas antisubversiva / represión / Estado / sociedad

En las últimas décadas la sociedad ha sido víctima de uno de los peores flagelos hasta

ahora conocidos: el terrorismo; cuyo término proviene del latín terrere, utilizado

durante la revolución francesa para identificar la política de terror y violencia impuesta

por el Estado a la caída de Robespierre, como modelo de represión y control social2.

Posteriormente se designará con este término a las luchas de movimientos de carácter

político en las que se empleo la violencia criminal como forma de intimidación coercitiva.

Si bien es cierto en la actualidad no existe una definición unánime de que se entiende por

terrorismo, todas ellas giran en torno a dos elementos principales: la violencia como

medio y el terror como resultado3. No obstante, existe cierto consenso entre los autores,

quienes utilizan el término terrorismo para designar conductas pluriofensivas,

1 Abogado por la Universidad de San Martín de Porres, con estudios de posgrado en Derecho del Trabajo y miembro del Ilustre Colegio de Abogados de Lima. 2 CHIRINOS ARRIETA, Carlos (1990) Terrorismo y delito. Lima, Editorial Colmillo Blanco, p. 36. 3 BRAMONT-ARIAS TORRES, Luis Alberto y García Cantizano, María del Carmen (2009) Manual de Derecho Penal, Parte Especial. Lima, Editorial San Marcos, p. 553.

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consistentes en la comisión de determinados delitos comunes, los que implican el uso o

la amenaza de la violencia con finalidad política4.

Así, el terrorismo como actividad ataca frontalmente a los derechos humanos

fundamentales utilizando métodos que se apartan de los canales de participación

democrática. De ahí que el terrorismo solo pueda presentarse en el contexto de una

sociedad libre y democrática, es decir en un estado de derecho5, en el que no sólo afecta

a los gobiernos e instituciones democráticamente constituidas, sino que, sobre todo,

afecta a los ciudadanos quienes se ven perjudicados por los ataques graves contra las

condiciones de vida más esenciales para su desarrollo individual y social.

De esta manera, partiendo del hecho que la sociedad democrática ha de poder defenderse

eficazmente, que no puede vivir atemorizada, que el terrorismo en cualquiera de sus

formas es inaceptable e injustificable, se ha de señalar también que la defensa de la

democracia no puede realizarse de cualquier forma, utilizando métodos

antidemocráticos, ya que, no se puede atacar la barbarie con más barbarie, puesto que se

estaría construyendo de esa manera una espiral en la que cada acto violento de una parte,

serviría para alimentar el extremismo de la otra6.

Se debe tener como premisa que el uso de la fuerza debe ser rechazado como regla

general, pero debe hacerse una excepción en situaciones de necesidad7. Dado que,

aunque resulte una verdad no sujeta a comprobación, es útil recordar que la primera

obligación de todo estado es proteger a sus ciudadanos y defender su territorio nacional,

por ser este un elemento esencial de la propia seguridad nacional.

Asimismo un estado no puede estar seguro a menos que sus ciudadanos también lo

estén8. Por ello la suspensión de garantías no debe exceder la medida de lo estrictamente

necesario para atender a la emergencia, resulta también ilegal toda actuación de los

4 LAMARCA PÉREZ, Carmen (1985) Tratamiento Jurídico del Terrorismo. Madrid, Centro de Publicaciones del Ministerio de Justicia, p. 95. 5 CASTAÑEDA SEGOVIA, Mateo (2009) El delito de terrorismo y garantías procesales en la lucha antiterrorista. Lima, Editorial Grijley p. 2. 6 ARIAS QUINCOT, Cesar. “La Crisis de Oriente Medio”, Revista del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, N° 2, Agosto 2010 p.22. 7 EPSTEIN, Richard (2003) Principios para una sociedad libre. Lima, Fondo Editorial UPC, p. 21. 8 KAHHAT, Farid. “Implicancias del concepto de seguridad humana para la agenda de seguridad internacional”, Revista del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, N° 1, Junio 2007. p.72.

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poderes públicos que desborde aquellos límites que deben estar precisamente señalados

en las disposiciones que decreten el estado de excepción, aun dentro de la situación de

excepcionalidad jurídica vigente9.

Estos deberes colocan al estado en una posición jurídica de garante de los derechos

humanos, de la cual emergen obligaciones esenciales para la protección y salvaguarda de

estos y no repetir hechos como los sucedidos en Perú en los años ochenta, en los que las

acciones terroristas tuvieron como consecuencia, de un lado que gran parte del territorio

peruano estuviese bajo estado de emergencia y de otro, que las fuerzas armadas y

policiales encargadas de reprimir las acciones de los grupos armados irregulares

empleasen métodos que violaban los derechos humanos, atrapando a la población civil

en medio un fuego cruzado.

Al respecto es de gran preocupación que una gran cantidad de personas estén dispuestas

a canjear las garantías del sistema democrático por políticas antidemocráticas de

seguridad nacional, lo que conlleva a que el orden constitucional desaparezca y junto a

él, todos los mecanismos de control y protección de los derechos y libertades

fundamentales de las personas.

De manera tajante el Tribunal Europeo de Derecho Humanos ha señalado en muchas

ocasiones, que los derechos fundamentales, consagra uno de los valores fundamentales

de las sociedades democráticas y que incluso en las circunstancias más difíciles, tales

como la lucha contra el terrorismo y el crimen organizado, se prohíbe en términos

absolutos la tortura y los tratos inhumanos o degradantes, puesto que, las necesidades

de investigación y las facultades innegables del combate al terrorismo no deben acarrear

restricciones a la protección de la integridad de la persona10.

Por ello la aplicación de una política antisubversiva que desconoce los tratados

internacionales y la legislación nacional y no toma en cuenta los derechos humanos, tiene

como resultado ineludible que las estructuras sociales y de comunicación se rompan y

los ciudadanos pierdan la confianza para organizarse y actuar públicamente, lo que el

Estado debe evitar de cualquier manera.

9Corte IDH. Caso Cantoral Benavides vs. Perú. Sentencia del 18 de Agosto de 2000 párr. 72. 10 Eur. C. H.R., Caso Argimiro vs. España. Sentencia del 18 de diciembre de 2010. Párr. 57.

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Por las razones expuestas, el estado debe tener la seguridad de que contará con el pleno

respaldo del pueblo y de sus instituciones representativas, y además que se ha legitimado

ante la comunidad internacional el uso de la fuerza, teniendo como finalidad no

exclusivamente la victoria militar, sino pensar en el efecto ulterior al fin político, es decir

el estado de paz que debería existir como resultado lógico de la victoria, de lo contrario

la situación podría revertirse y ser el germen de un nuevo conflicto11.

De la misma forma, existe un número importante de asuntos jurídicos que ameritan un

examen puntual. Uno de ellos tiene que ver con el sometimiento a la justicia de quienes

hayan participado en la comisión de actos terroristas. Dado que el cumplimiento estricto

y riguroso de las reglas fundamentales del debido proceso será una pieza fundamental

de las investigaciones preliminares y de los procesos penales seguidos contra los

presuntos violadores de derechos humanos12.

Cuando hablamos del respeto a las normas del debido proceso, nos referimos a la

necesidad de tener magistrados independientes, a la necesidad de tener procesos

públicos y sin demoras. También se refiere a las garantías de la defensa en materia penal

como son el derecho a ser informado de las imputaciones, el derecho al tiempo y las

facilidades para la defensa, el derecho a contar con interprete, el derecho a estar presente

en el proceso, el derecho a que se le presuma inocente, entre otras.

Pero el terrorismo, como sucede con el narcotráfico, es también un crimen transnacional

que reclama la cooperación de la comunidad de estados. Reclama, necesariamente un

sistema de reciprocidades que coadyuve, para beneficio de todos los miembros de esa

comunidad, en la prevención y persecución de esa modalidad de crimen organizado, cuya

naturaleza es particularmente cruel por afectar a la población civil, por dañar a víctimas

inocentes. Ese sistema de reciprocidades obedece a un legítimo interés colectivo, pero

responde también a un interés individual por parte de cada estado.

La tragedia del 11 de septiembre puso en evidencia la alta vulnerabilidad de cualquier

estado a un ataque terrorista, el cual como lo ha señalado Naciones Unidas es una

11 ORDOÑEZ VELÁZQUEZ, Fernando. “Dialogo e interacción en el consejo de seguridad nacional para la determinación de la estrategia militar y conducción de la guerra”. Revista del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, N° 1, Junio 2007 p. 93. 12 RIVERA PAZ, Carlos (2010) Protocolo para la investigación de casos de violación sexual en el conflicto armado interno. Lima, Instituto de Defensa Legal. p. 148.

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amenaza a la paz y seguridad internacionales, puesto que pone en peligro la paz social,

dado que se trata de fenómenos que corroen el tejido social con sus secuelas nefastas de

violencia, muerte y corrupción13.

Si bien es cierto, la solución de los conflictos internos solo le compete al Estado, cuando

se violan gravemente los Derechos Humanos, las necesidades humanitarias, el Derecho

Internacional Humanitario, cualquier regla del Derecho Internacional o si el conflicto

por algún motivo tiene alcance global, la comunidad internacional debe intervenir14. Así

el quebrantamiento de las normas ius cogens de Derecho Internacional justificarían la

intervención humanitaria.

La idea principal es la de reconocer que siendo gobiernos democráticos los existentes en

la región, entonces todos son iguales, y entre iguales se puede establecer relaciones de

cooperación, con el objetivo de aunar fuerzas para combatir al terrorismo, el cual se ha

convertido en un fenómeno globalizado, que no respeta fronteras. Localizar y destruir al

enemigo es una tarea compleja, la colaboración en ese combate habrá de condicionar y

definir la naturaleza de la cooperación en otros ámbitos.

Así, la finalidad de la lucha deberá estar siempre bien definida, ser consistente y tener el

respaldo de la población nacional; en caso contrario la situación podría revertirse en

contra del propio estado. Todos los partícipes en la lucha contra el terrorismo,

independientemente de su posición, jerarquía o rango, deberán actuar desde la legalidad

constitucional plasmada en el marco jurídico, ya que las Fuerzas Armadas no son

instituciones o cuerpos al margen del estado constitucional, sino que son parte de él, y

sus normas, actuaciones y prácticas han de estar sometidos a él.

En efecto la democracia se afirmara en aquellos lugares en que se restablezca los vínculos

destruidos a causa del terrorismo, así como de la recuperación de la institucionalidad del

sistema democrático, incluyendo el establecimiento de las bases jurídicas y políticas que

permitirán superar las brechas sociales y abrir caminos de reconciliación, puesto que

13 ROBLES SOUZA, Victor. “Terroristas o Narcotraficantes”. Revista del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, N°1 Junio 2009. p. 105. 14 REVILLA MONTOYA, Pablo. Chechenia: ¿separatismo, terrorismo o libre determinación de los pueblos? Revista Jurídica “Docentia et Investigatio” Facultad de Derecho UNMSM, N°1, Vol.7. p. 188.

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cuanto mayor sea la desigualdad social, más inestable será la democracia pudiendo

inclusive hasta romperse15.

De la misma manera se podría prevenir estos actos, mediante mecanismos suficientes

para permitir que ambas partes, la minoritaria y la mayoritaria convivan16, creando de

esta forma un clima de tolerancia, que disuadan a estos grupos de optar por medios o

canales que no sean sino los democráticos.

En consecuencia, la lucha contra el terrorismo debe tener un componente político e

ideológico adicional orientado a demostrar la superioridad de la democracia como el

único sistema que protege la libertad y les brinda a las personas las oportunidades que

necesitan para alcanzar la prosperidad.

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los Pueblos? Revista Jurídica “Docentia et Investigatio” Facultad de Derecho

UNMSM, N°1, Vol.7.

Rivera Paz, Carlos (2010) Protocolo para la investigación de casos de violación sexual

en el conflicto armado interno. Lima, Instituto de Defensa Legal.

Robles Souza, Víctor. “Terroristas o Narcotraficantes”. Revista del Comando Conjunto

de las Fuerzas Armadas, N°1 Junio 2009.

Salado Osuna, Ana (2004) Los casos peruanos ante la Corte Interamericana de

Derechos Humanos. Trujillo, Editorial Normas Legales, p. 81.

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Revista del Instituto Sanmartiniano del Perú N° 29

78

ALGUNAS REFLEXIONES SOBRE EL LAMENTABLE

PRECEDENTE CONSTITUCIONAL:

“HUATUCO HUATUCO”

CÉSAR AUGUSTO INGA TACACHI1

Universidad Alas Peruanas

Resumen:

El Tribunal Constitucional se ha pronunciado recientemente con un precedente

vinculante “Huatuco Huatuco” que resulta a todas luces lamentable y opuesto a la

Constitución y a las normas internacionales en materia laboral que nuestro país se

encuentra obligado a respetar.

Palabras clave: precedente vinculante / Tribunal Constitucional / Derecho Laboral /

normas internacionales / Constitución del Perú

El precedente Huatuco Huatuco, que modifica el nivel de protección ante el despido

arbitrario de un trabajador público sujeto al régimen laboral privado, ha despertado el

legítimo interés de los profesionales del derecho y de la ciudadanía en general, siendo

muchas las voces que se han mostrado en desacuerdo con una disposición que es, a todas

luces, contraria a la Constitución Política y a las normas internacionales relativas al

derecho del trabajo y a la reposición laboral.

Si tomamos en cuenta la avalancha mediática que ha caído sobre el Tribunal

Constitucional y el actual gobierno como consecuencia de la dación de este precedente

vinculante (en redes sociales se comienza a discutir la posibilidad de realizar una marcha

de protesta), no debería sorprendernos que en las próximas semanas se disponga su

derogación. No obstante, muy aparte de lo que pueda suceder en el futuro con este

precedente, es lamentable constatar que el Estado, quien debería ser el primer garante

1 Abogado por la Universidad Alas Peruanas, Egresado de la Maestría en Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, miembro del Ilustre Colegio de Abogados de Lima y del Instituto Sanmartiniano del Perú.

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de los derechos laborales, persiste en su intención de vulnerar estos derechos,

desprotegiendo a los trabajadores en beneficio de las instituciones, sean públicas o

privadas.

A finales del año 2014, el cada vez más desprestigiado Congreso de la República aprobó

la Ley No. 30288, conocida en su momento como Ley del Régimen Laboral Juvenil o

sencillamente Ley “Pulpín”. En pocas palabras, esta era una ley dirigida a beneficiar a las

empresas a costa de reducir sensiblemente los beneficios laborales de los jóvenes

trabajadores, intención que, similar a lo que ocurre con el precedente Huatuco Huatuco,

es totalmente opuesta a la Constitución y a las normas internacionales en materia laboral

que el Perú se ha obligado a respetar. Todos recordamos la gran cantidad de críticas que

recibió esta ley, así como las multitudinarias marchas que se organizaron exigiendo su

derogación; numerosas voces políticas se levantaron indignadas para despotricar en

contra de ella y, cuando finalmente el Congreso dispuso a regañadientes su derogación,

los principales líderes políticos “saludaron” alborozados esta decisión.

Sin embargo, deseamos hacer notar que en un principio, al momento de votar la

aprobación de la Ley “Pulpín”, 68 congresistas – repartidos entre Gana Perú, Fuerza

Popular, Perú Posible, el PPC, Solidaridad Nacional y otros partidos – votaron a favor de

la misma. Es decir, los mismos políticos que luego criticaron la ley, fueron aquellos que

aprobaron la ley. Evidentemente, los líderes de estos partidos políticos también

estuvieron de acuerdo con la dación de esta controvertida norma.

¿Cómo se explica que estos congresistas, a los cuáles hemos visto, una y otra vez, en

ridículas disputas, se muestren en perfecto acuerdo cuando se trata de aprobar una ley

que perjudica a los trabajadores? ¿Cómo es posible que los políticos nombrados en

representación del pueblo tengan que esperar que el pueblo mismo se manifieste para

recién actuar (o fingir actuar) en defensa de aquellos que los nombraron? ¿Y si el pueblo

no hubiera protestado? Como señalamos al principio, es lamentable que el Estado se

haya convertido en el promotor de la vulneración de los derechos laborales en el Perú,

tal y como lo han demostrado el Legislativo y el Ejecutivo con la Ley “Pulpín” y ahora, el

Poder Judicial con el precedente Huatuco Huatuco.

Es necesario entonces que los peruanos estemos alertas, especialmente teniendo en

cuenta que se avecinan las campañas electorales en las que estos mismos congresistas y

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candidatos presidenciales, quienes han demostrado que tienen poco o ningún interés en

el bienestar del pueblo, nos querrán convencer a toda costa de sus buenas intenciones,

de su honestidad y de su voluntad de trabajar en pro de los intereses de la nación. No

caigamos nuevamente en la comedia representada a la perfección por estos personajes

políticos, quienes aparentan ser antagonistas, cuando la realidad es que son los mejores

amigos y socios en esa gran empresa llamada política, que tiene como única finalidad

lucrar con los peruanos.

Existe un refrán popular que dice: cada pueblo tiene el presidente que se merece;

demostremos que somos un pueblo que merece un buen gobierno, ejerzamos con

inteligencia nuestro derecho al voto, eligiendo apropiadamente a las personas que

guiarán nuestros destinos por los próximos cinco años, valorando, no que sepan bailar,

cantar o contar chistes, sino que sientan realmente la necesidad de trabajar por el país,

defendiendo con empeño los derechos de sus ciudadanos; solo así podremos formar

parte activa del desarrollo y el progreso de nuestro Perú.

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EL LOTE 192: UNA TRISTE REALIDAD LORETANA

DANIEL AUGUSTO NÚÑEZ ARÉVALO1

Universidad Privada Antenor Orrego

Resumen:

En los últimos meses hemos tenido poco movimiento mediático en torno al Lote 192,

pese a ser uno de los yacimientos petrolíferos más importantes de nuestro país. En tal

sentido, es nuestro deber explicar el complejo problema que ha surgido a raíz de los

conflictos sociales, políticos y normativos.

Palabras claves: Petróleo / Loreto / PetroPerú / PerúPetro / Comunidades Indígenas

I. Introducción

Antes de desarrollar el presente texto, me presento ante ustedes queridos lectores, como

un amable escritor que solo busca como fin aportar información valiosa sobre un tema

muy delicado que ocurre en nuestra selva. Asimismo, hacer un agradecimiento especial

al actual Director de esta revista, el Sr. Alexis R. Arévalo Vergara, a quien guardo gran

respeto por su labor académica y al ser él prueba palpable de que a los jóvenes de hoy sí

nos interesa investigar.

Seguramente se preguntarán los motivos y razones que me impulsaron a escribir estas

líneas, no voy a dejarlos disconformes, estoy en la obligación moral de hacerlo. De lo

poco y bueno que tengo en esta vida es el privilegio de ser loretano y como tal, desde que

vivo en esta apreciada tierra, he sabido sufrir todas las vicisitudes que se han presentado

por políticas gubernativas perniciosas.

Todos estos acontecimientos se han ido guardando poco a poco en la memoria de los

pueblos indígenas y de toda la comunidad loretana y hoy hablaré de una de ellas. Los

1 Natural de la ciudad de Yurimaguas, Provincia de Alto Amazonas, Loreto. Estudiante de décimo primer ciclo de la Universidad Privada Antenor Orrego (Trujillo).

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loretanos somos muy unidos y tenemos una riqueza natural envidiable, pero a veces el

Estado no cumple su rol protector y hace todo lo contrario vulnerando con sus intereses

los derechos de nuestros pueblos. Esto desata un conflicto social y tiene como

consecuencias las manifestaciones y las huelgas. Con el presente artículo deseo aportar

mi defensa hacia los pueblos de la amazonia por los atropellos cometidos por el

centralismo.

En los últimos meses hemos tenido un poco de movimiento mediático en torno a la figura

que representa uno los recursos naturales que mayores ingresos genera en nuestro país,

la zona de extracción petrolera más importante de nuestra selva, el tan renombrado y

conocido Lote 192. Esta zona petrolera abarca un problema muy complejo, el cual

comprende problemas sociales, normativos y políticos. A lo largo del presente artículo

intentaré explicar cada uno de ellos de forma concisa, para vuestra mejor comprensión.

Las cuencas de los ríos Pastaza, Corrientes, Tigre y Marañón, ubicadas al norte de la

región Loreto, son testigos originarios que en la actualidad existe un paraíso petrolero,

un yacimiento de hidrocarburos que se encuentra conformada por los lotes 8 y por el Ex

Lote 1-AB (hoy Lote 192), esta última con una extensión de 290 mil hectáreas y es

considerado como la zona petrolera más importante del país.

Debo precisar algo muy importante sobre la denominación de este Lote. Para efectos de

la última licitación (proceso de contratación pública), fue rebautizado como Lote 192 y

ocupa en la actualidad una extensión de 512 mil hectáreas, superior a las 290 mil que

abarcaba cuando tenía la denominación de lote 1-AB.

Este Lote, suministra casi un cuarto de toda la producción petrolera del país. Se calcula

en 17% el porcentaje que el Lote 192 aporta a la producción peruana de petróleo. Para ser

un poco más exacto con los datos técnicos sobre este territorio petrolero, adjunto una

imagen que brinda muy buenos detalles:

Los loretanos tienen motivos para estar orgullosos por tener en su territorio esta zona

natural, pero durante 40 años de explotación los beneficios económicos y el desarrollo

han brillado por su ausencia.

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La extracción y la actividad sobre los hidrocarburos encontrados por la cuenca baja del

Amazonas se iniciaron entre los años 1920 y 1930. Sin embargo, no representaban una

actividad intensificada por ser considerado económicamente riesgoso y por ello, las

empresas nacionales e internacionales que buscaban sacar provecho de la extracción

tuvieron que retirarse, percatándose que su dinero no iba a tener un destino provechoso.

La seriedad en estas actividades fue cobrando más fuerza durante el gobierno militar de

Juan Velasco Alvarado (1968-75), debido a la intensa búsqueda y descubrimientos de

yacimientos petroleros por zonas aledañas al río Corrientes por el año 1970. Dichas

inspecciones geográficas fueron realizadas por la empresa nacional PetroPerú2 y la

empresa petrolera Occidental Petroleum Corporation del Perú (OPCP u OXY), luego, esta

última tendría un papel muy importante en la explotación petrolera de la región hasta el

29 de agosto del 2001. Después, el Lote pasaría a ser adjudicado por la empresa argentina

PlusPetrol; todas estas empresas mencionadas han generado una gravísima

contaminación ambiental que aún perdura y lastimosamente pensamos que seguirá.

Luego de explicar de manera general los datos históricos y geográficos de este sector

petrolero, como desarrollo de nuestro primer capítulo intentaré dar una explicación

general acerca de la protección jurídica que brinda nuestro ordenamiento a los

recursos naturales y el por qué del conflicto social que gira en torno al Lote

192.

II. Marco normativo

Para desarrollar este capítulo tengo que hacer un repaso por nuestro ordenamiento

jurídico y explicarlo desde su origen. En nuestra pirámide normativa, el cuerpo legal más

importante es nuestra Carta Magna de 1993, la cual expresa en su artículo 2° lo siguiente:

Toda persona tiene derecho: Inc. 22. a gozar de un ambiente equilibrado y adecuado al

desarrollo de su vida". Es decir, hay un grado de preocupación por salvaguardar el

derecho a vivir y gozar en un ambiente sano y libre del rastro de la contaminación. Toda

persona tiene derecho a realizar sus actividades en un ambiente decente y es

responsabilidad y deber del Estado afinar su política ambiental y encaminarla por este

fin.

2 Petróleos del Perú, es una empresa estatal peruana y de derecho privado dedicada al transporte, refinación, distribución y comercialización de combustibles y otros productos derivados del petróleo. Fuente: www.petroperu.com.pe/

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Luego, nuestro ordenamiento jurídico ofrece otro dispositivo legal que brinda una

protección especial a nuestros recursos naturales, estoy hablando de la Ley N°28611 Ley

General del Ambiente. Esta ley tiene como objetivo establecer principios y normas

básicas para asegurar el efectivo ejercicio del derecho a un ambiente saludable,

equilibrado y adecuado para el pleno desarrollo de la vida, así como el cumplimiento

del deber de contribuir a una efectiva gestión ambiental y de proteger el ambiente.

Entonces, los ciudadanos no estamos en la simple posición de recibir protección legal

para que se cumpla de manera efectiva nuestro derecho a vivir en un ambiente saludable,

también tenemos el deber de proteger nuestros recursos naturales, para asegurar un

desarrollo de vida pleno, la de nosotros y de las generaciones futuras.

Asimismo, el Estado tiene un rol protagónico como encargado de manejar directamente

los recursos naturales, pues así lo señala el artículo 66° de la Constitución: “Los recursos

naturales renovables y no renovables, son patrimonio de la nación. El Estado es

soberano en su aprovechamiento”. Este punto merece un comentario especial para

ir conociendo más sobre el tema. Es decir, nos indica que en materia de Derecho de

Propiedad, hemos acogido para nuestra legislación el Sistema Dominalista Estatal.

Traducido, esto quiere decir que el dueño del suelo NO es el dueño de los recursos

naturales encontrados en el subsuelo, ¿entonces quién es el dueño del subsuelo? en un

primer momento, el Estado peruano. Un ejemplo para entenderlo mejor: Un día José va

de vacaciones a su pueblo natal en la selva loretana y compra un predio rural, al siguiente

día realiza sus excavaciones matutinas para verificar el estado del terreno o para

constatar la existencia de agua y entonces ocurre un milagro, en vez de encontrar agua,

descubre que tiene PETRÓLEO. En primera instancia uno pensaría que a José le sonríe

la vida, pero acogidos al Sistema Dominalista es improbable que dure mucho esa

sensación de alegría; puesto que, el Estado enterado del hecho pasará a hacerse cargo del

petróleo, colocándolo como concesión a favor de alguna empresa que será la encargada

de extraer los hidrocarburos y obtener los pingues beneficios. Lógicamente esta empresa

tendrá que pagar un porcentaje de las ganancias al Estado.

Hagamos una comparación con lo que ocurriría en Estados Unidos, el sistema de

propiedad tiene otro tratamiento jurídico, José allí sí sería propietario de los recursos

naturales, le pertenecería todo el terreno en su integridad: suelo y subsuelo; puesto que

allí se ha acogido el Sistema Accesorio o Fundiario, el cual permite que “el

propietario de la superficie, sea también propietario del subsuelo y, por lo tanto, de los

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recursos naturales que pudieran existir. Para este sistema, superficie y subsuelo son

uno sólo, a diferencia del Sistema Dominalista se trata de dos inmuebles diferentes y

separados”, los mismos que implican derechos independientes el uno del otro.3

Entonces, nuestro amigo José comprando su terreno en Estados Unidos disfrutaría en

soledad de los beneficios de la extracción de petróleo, sin correr el riesgo que el Estado

llegue y se lo arrebate.

De lo dicho anteriormente, el ejemplo suena muy sencillo. Ahora, compliquemos un poco

las cosas. Propongo como ejemplo a las comunidades indígenas en lugar del citado José.

Los indígenas un día son visitados por funcionarios del Estado quienes les informan que

habrá un nuevo huésped, explicando que éste será el encargado de extraer el petróleo de

sus tierras. A diferencia de José, los indígenas ya ocupaban este territorio petrolero desde

hace centurias y por lo tanto, existe una conexión mucho más enraizada con toda esa

naturaleza que los rodea, sacarlos de ese territorio ancestral les resulta a ellos chocante.

Además, les indigna la idea de compartir su hogar con personas extrañas, más aún

cuando en un inicio llegan con una sonrisa y con promesas que terminan siendo

incumplidas. ¿Qué promesas? beneficios económicos por la extracción del petróleo,

promesas de desarrollo social, educación, salud, alimentos, indemnizaciones por los

daños causados, entre otras falacias. ¿Por qué digo que son falacias? son más de 40 años

de explotación del lote y hasta ahora nadie ha visto a ningún indígena conduciendo un

Ferrari, no se ha visto a los pueblos indígenas recibir parte de las ganancias, tampoco se

ha visto hospitales decentes, universidades o colegios de calidad al norte de Loreto y no

quiero seguir con este maltrato que sería largo enumerar.

Los loretanos han sabido detectar mentiras corporativas como las descritas

anteriormente. Han aprendido que a una casa no debe entrar cualquier extraño, que si

deseas ingresar, antes debes consultarlo y garantizar que no hará ningún daño, y que

cuando se vaya, lo dejará como lo encontró. Desde que mencioné “casa” alguno habrá

detectado que he aplicado mal el término. Líneas arriba manifesté que nuestra

Constitución no permite considerar como propiedad privada a los recursos naturales de

estas zonas, en este caso, el petróleo en el subsuelo de nuestra región. Por lo tanto, en

3 EGUREN NEUENSCHWANDER, Juan Carlos - Propiedad del subsuelo y los recursos naturales en el Perú: situación y soluciones al conflicto económico y social - Setiembre 2009 Página Web: http://www2.congreso.gob.pe/sicr/cendocbib/

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este punto los indígenas están obligados a que se proceda conforme a ley y que la idea de

considerarlo como parte de sus propiedad es jurídicamente imposible. Pero para acceder

a los recursos del subsuelo primero se debe tener acceso al suelo y allí se genera el

conflicto social, un conflicto que tiene su raíz en este detalle.

En el presente caso del Lote 192, para tener acceso a esta zona petrolera se debe seguir

un proceso. Al intentar acceder a un territorio con recursos naturales también intentas

acceder a una zona en donde habitan los pueblos de la amazonia. Las decisiones estatales

que se tomen con respecto a esto deben ser consultadas antes con ellos, de lo contrario

se originan las multitudinarias manifestaciones de los pobladores que en ocasiones

llegan a paralizar a toda una región. Estas paralizaciones causan temor en la gente del

Gobierno porque no solo los obliga a cancelar agendas para atender con urgencia estos

problemas, también se paralizan las producciones del petróleo y como consecuencia de

esto los ingresos diarios caen en picada. La región también pierde ingresos por las

paralizaciones, exacto, pero los derechos de los pueblos de nuestra amazonia están por

encima de todo, es innegable que ellos son los pobladores originarios de estos remotos

lugares.

Para resumir lo explicado anteriormente, cuando la extracción del petróleo se ejerce sin

antes consultar adecuadamente con las comunidades, sin respetar sus condiciones de

vida, sin respetar las leyes ambientales y la Constitución, es allí donde el problema social

se hace evidente, es allí donde se originan las huelgas que tantos dolores de cabeza

originan al Gobierno central.

Hasta aquí llegan mis límites explicativos sobre la protección jurídica que ofrece nuestro

ordenamiento en materia ambiental y el conflicto social que existe en torno al Lote 192,

así que por ello, doy paso a nuestro siguiente capítulo.

III. Lamentable contaminación y postergación de los pueblos indígenas

Desde los años 70, los pobladores aledaños a esta zona natural viven una pesadilla de

nunca acabar. Se han sentido amenazados y han visto cómo sus tierras han sido

destruidas por culpa de la contaminación que generan las empresas petroleras que han

pasado por allí. Éstas, lo hicieron de tal forma porque aquí solo interesa generar ingentes

cantidades de dinero, por allá la vida no tiene ningún valor. Es una suerte que tu

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domicilio no se encuentre por allí, agradece a tus padres que eligieron vivir alejados de

una zona petrolera.

Considero que este maravilloso territorio está siendo socavado por pésimas políticas

gubernativas más interesadas en relaciones con sus próximas contratistas que por los

verdaderos intereses de estos pueblos de la amazonía, por ello, considero crucial

comentar la trayectoria contaminante de nuestras amistades extranjeras, tales

como, la empresa petrolera Occidental Petroleum Corporation (OXY).

La OXY inició sus operaciones en 1970 utilizando prácticas contaminantes afectando las

cuencas aledañas (Pastaza, Corrientes, Tigre y Marañón) y dejando áreas de producción

y exploración contaminadas, ríos y suelos degradados, y para variar, aumentando el nivel

de plomo en el cuerpo de los pobladores. Recién 14 años después (1984), por reiteradas

denuncias de los nativos y pobladores, el gobierno declaró dicha área como “la región

medioambiental más dañada del país”. Luego, 12 años después (1996), por

primera vez, el Gobierno dio prioridad a evaluaciones ambientales y territoriales. A pesar

que en 1993 se promulgó el marco reglamentario ambiental de hidrocarburos, ningún

gobierno obligó a OXY un plan de remediación, lo que nos resulta

sorprendente.

Entiendo que por estos tiempos (años 90) el Estado estuvo preocupado por otros

intereses, pero esto terminó por ser visto por la comunidad loretana como un Gobierno

despreocupado e ingrato con su amazonia. La entidad petrolera mencionada, goza del

privilegio de salir en primera fila de nuestra lista de responsables directos por generar

daños ambientales irreversibles en nuestra región. Los hechos contaminantes son tan

elevados que refleja excesiva flexibilidad de nuestra legislación ambiental y la práctica

de una ideología entreguista. Los intereses monetarios les hacen olvidar a nuestros

pobres indígenas que se ven obligados a bañarse en ríos contaminados ¿es eso justo?

Otra entidad que merece un espacio principal en estas líneas, es la petrolera argentina

Pluspetrol, que fue la encargada de continuar a partir del 2001, con estas prácticas

contaminantes, pero esta vez corroboradas por diferentes evaluaciones e informes

posteriores, registrando alarmantes impactos de contaminación por encima de límites

permisibles. Desde 2012 Pluspetrol tiene 15 procedimientos sancionadores por no

cumplir con el plan ambiental establecido. A fines de 2012 recibió una multa de US$ 11.3

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millones por contaminar la cuenca del Pastaza y en noviembre 2013 otra por S/. 20

millones por contaminar y casi desaparecer la laguna Shanshococha4.

Luego de todo lo detallado anteriormente, llegamos hasta agosto del 2015 y los loretanos

respiraban satisfechos porque por fin este huésped se marchaba pronto de sus tierras a

finales de ese mismo mes. Luego, como a “Rey muerto Rey puesto” las negociaciones

para elegir al sucesor culminó con la concesión a favor de la empresa canadiense Pacific

Exploration & Production Corporation. La nueva petrolera cuenta con contrato de

explotación por el periodo de 2 años, se encuentra aprobado por Decreto Supremo Nº

027-2015-EM y fue publicado en el diario oficial El Peruano el sábado 29 de agosto.

IV. La Consulta Previa

Antes de elegir a la empresa petrolera, el Estado tenía que cumplir con un proceso

especial, y no estoy hablando del proceso de contratación pública. Es un proceso especial

cuya existencia tiene como fundamento salvaguardar los derechos fundamentales de los

pueblos. Hablo del proceso de Consulta Previa, al cual dedicaré el presente capítulo.

Entendido como un espacio de diálogo, un espacio de entendimiento, que busca

armonizar por un lado los derechos de las comunidades nativas y por otro lado la

necesidad del gobierno de impulsar la política energética. Por medio de la Consulta

Previa las comunidades y el Estado tienen como finalidad llegar a un acuerdo respecto a

las decisiones que afecten o podrían afectar directamente los derechos de los pueblos.

Pero antes, se debe pasar por una serie de etapas y una de ellas es el dialogo que por ley

se debe cumplir, y debe darse teniendo en cuenta los principios de buena fe, plazos

razonables, transparencia, contando con información oportuna, entre otros más. Si no

se cumple alguna etapa o se transgrede alguno de los principios, la Consulta Previa

podría ser declarada nula, arbitraria y esto se convierte en otro problema.

Pero, ¿cómo se encuentra regulado el proceso de la Consulta Previa en nuestro

ordenamiento jurídico? La primera en darnos un alcance sobre la regulación del proceso

de Consulta Previa es el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo,

sobre pueblos indígenas y tribales, también conocido como Convenio 169 de la OIT.

4 4 PALACIOS DONGO Alfredo Lote 192 (ex 1AB) en Loreto: historial contaminante – Pag. Web: http://www.expreso.com.pe/

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El Convenio 169 fue ratificado por nuestro país y entró en vigencia el 02 de febrero de

1995, cuenta con rango constitucional por tratarse de un tratado internacional que vela

por la protección de los derechos humanos y tuvo un grado de aceptación y conformidad

enorme para nuestros hermanos de la selva. La positiva normativa ayudaría a solucionar

los problemas ambientales que generaban las empresas petroleras de turno. Pero esto

solo quedó allí, en el baúl, junto a otras reliquias normativas, que en la realidad no se

aplican.

Pero la historia no acaba aquí, los años pasaban y las comunidades exigían que se

promulgue una ley y su reglamento, a fin que se finiquite la regulación del proceso de

Consulta Previa, que especifique de forma taxativa este mecanismo de defensa con sus

respectivas etapas y procedimiento.

El Gobierno promulga la Ley de Consulta Previa y ésta entra en vigencia en abril del 2012,

pero se originaron otros problemas a raíz de esto.

Si por un lado tenemos el Convenio 169 que entró en vigencia en febrero del 95 y por otro

lado tenemos a la Ley de Consulta Previa que comenzó a regir desde abril del 2012,

entonces ¿desde qué año es de exigible cumplimiento la Consulta Previa? El Tribunal

Constitucional, que es el máximo órgano de interpretación de normas y de protección de

los derechos, con Sentencia N° 00025-2009-PI/TC – Fundamento N° 23, ha establecido

lo siguiente: “La exigibilidad del derecho a la consulta está vinculada con la entrada en

vigencia en nuestro ordenamiento jurídico del Convenio 169 de la OIT (…) Esto es, desde

el 02 de febrero del 1995, el Convenio 169 de la OIT es de cumplimiento obligatorio en

nuestro ordenamiento”. Entonces, ¿por qué el Gobierno sostiene la idea de que la

Consulta Previa debe regir desde el 2012? Y por si fuera poco ¿por qué se apartan de una

Sentencia emitida por el Tribunal Constitucional que tiene carácter obligatorio?, muy

fácil. Esta tesis del Gobierno es muy engañosa. Si se aceptara la vigencia de la Consulta

Previa desde el año 95 se tendrían que revisar todas las concesiones otorgadas desde ese

año y no solo eso, existiría la posibilidad para los indígenas de pedir indemnización al

Estado por todos los daños ambientales ocasionados por las empresas concesionarias

desde febrero del 95. Esto obviamente no resulta conveniente al Gobierno central.

El proceso de Consulta Previa que se tuvo que llevar a cabo antes que se concluya el

contrato con PlusPetrol, o sea, antes del 29 de agosto del 2015, tuvo algunos

contratiempos y problemas (si, más problemas). Partes integrantes de la Consulta Previa

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fueron las 3 federaciones involucradas: Fediquep, que representa comunidades de la

Cuenca del Pastaza, Feconaco a comunidades de la Cuenca del Corrientes y Feconat a

las de la Cuenca del Tigre. Fediquep y Feconaco concentran la mayor cantidad de

comunidades directamente afectadas con la mayor cantidad de pozos e instalaciones

petroleras en sus territorios, por tanto sus exigencias y preocupaciones son mayores que

las de Feconat. Sin embargo, el gobierno solo ha firmado el acuerdo de Consulta Previa

con Feconat, excluyendo a Fediquep y Feconaco. Además Fediquep y Feconaco al no

haber firmado ningún acuerdo con el gobierno, han expresado su disposición de dialogar

a través de una carta dirigida al presidente Humala con fecha 21 de Agosto y recibieron

una respuesta por medio del Oficio 1518-2015-MEM-DGAAE, el cual el gobierno da

unilateralmente por concluido el diálogo, excluyéndolos de toda participación en el

acuerdo, el cual fue firmado solo con Feconat y una ONG.

Esto garantiza un problema de nulidad de la Consulta Previa, Fediquep y Feconaco

exigen al gobierno cumplir con garantizar sus derechos, más allá de quién opere el lote.

Los nativos están evaluando interponer una demanda de nulidad de la Consulta Previa

por incumplir plazos, falta de transparencia y por la falta de buena fe con la que ha

actuado el Gobierno.

Si se respetara todo el proceso de la Consulta Previa nos ahorraríamos grandes conflictos

sociales, pero esto no pasa. Al Estado, conforme se evidencia de las pruebas, le cuesta

respetar la Consulta Previa porque lo considera una traba para el desarrollo de las

inversiones en los sectores minero y petrolero. Pero claro, antes de negociar sobre el Lote,

todo son agarrones cálidos de manos, abrazos, sonrisas agradables, buenos tratos hacia

los indígenas, de eso no hay duda, los loretanos ya sabemos cómo funciona todo esto.

La falta de transparencia en esta Consulta Previa fue criticada por el Presidente Regional

de Loreto al calificar el proceso de irregular, de ser una vergüenza nacional y un

escándalo por haberse entregado el Lote a una empresa extranjera que tiene vínculos con

el presidente de PeruPetro5, Rafael Zoeger6. Aunque creo que no es ninguna novedad, en

5 PERUPETRO S.A., es la Agencia Nacional de Hidrocarburos, una Empresa Estatal de Derecho Privado, que en representación del Estado Peruano, se encarga de promocionar, negociar, suscribir y supervisar contratos para la exploración y explotación de hidrocarburos en el Perú – Fuente: http://www.perupetro.com.pe/ 6 Pacific Exploration operará el Lote 192 por dos años sin la presencia de Petroperú – Pag. Web. http://larepublica.pe/

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nuestro país las cosas turbias ya no sorprenden a nadie. Aquí lo que sorprende es ver

procesos de contrataciones públicas transparentes y sin polémicas. Pero pasemos a

relatar un poco sobre el papel de PetroPerú en este conflicto, las exigencias del pueblo

loretano y el contenido del nuevo contrato de concesión, así que doy por inaugurado este

último capítulo.

V. La polémica concesión del Lote 192

Sucede que toda la comunidad loretana, liderada por su Presidente Regional, pedía la

intervención de PetroPerú porque se encuentran en contra de toda intervención

extranjera. El motivo de esta propuesta es la falta de progreso y desarrollo que no han

aportado las empresas extranjeras a las comunidades. Los argumentos se basan en que

la empresa estatal traería consigo la soberanía energética que esperan hace 40 años los

pueblos loretanos y accesorio a ello vendría el progreso y el desarrollo de las

comunidades.

La idea suena dulce para los oídos, pero el trago amargo vendría luego cuando PetroPerú

a través de un comunicado expresara que “tras una evaluación legal, técnica

y financiera”, la empresa estatal decide no participar en la explotación de este Lote,

debido a que no le era rentable. Sin embargo, el problema se produce con anterioridad,

pues desde un inicio se evitó que PetroPerú sea la empresa encargada de la explotación

de esta área natural. Uno de los principales obstáculos para otorgarle la concesión del

Lote 192 a PetroPerú era la Ley Nº 30130: Ley que declara de necesidad pública e interés

nacional la prioritaria ejecución de la modernización de la Refinería de Talara para

asegurar la preservación de la calidad del aire y la salud pública y adoptar medidas para

fortalecer el gobierno corporativo de Petróleos del Perú.

Con lo dicho anteriormente, la empresa estatal tendría aparentemente limitada

participación en este Lote. Pronto sucedería un evento nacional que fue titulado como

HISTÓRICO para nuestra amazonía, el cual se concretó el 03 de Septiembre de este año.

En el hemiciclo del Congreso de la República se orquestaba la aprobación de una nueva

Ley que permitiría el retorno de PetroPerú a la actividad petrolera. Lo que señala esta ley

es que apenas sea promulgada, Perupetro deberá iniciar las negociaciones con Petroperú

para suscribir un contrato de explotación de hidrocarburos para el Lote 192, pero antes,

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PeruPetro deberá evaluar la capacidad económica y técnica de PetroPerú para verificar

si la empresa estatal se encuentra en condiciones de hacerse cargo del lote petrolero.

Luego, teniendo en cuenta que el 29 de agosto del 2015, Pacific firmó con el Estado un

contrato por dos años de explotación del Lote ¿qué pasará con este Contrato si esta ley

llega a promulgarse? La Constitución en el artículo 62° prohíbe que los términos de un

contrato sean modificados por leyes u otras disposiciones de cualquier clase. Si

PetroPerú así se encuentre calificado para operar el Lote, en mi opinión, se tendría que

respetar el contrato celebrado con Pacific. Es un contrato ley y puede modificarse solo

por acuerdo de sus partes y solo puede darse por concluido por voluntad de los

contratantes.

Una alternativa viable para dar por finalizado este contrato es verificar su validez. Espero

no ser el único, pero este contrato no es santo de mi devoción y podría tener algunos

vicios por las irregularidades que se dieron en el proceso de Consulta Previa y por los

vínculos existentes del propio Presidente de PeruPetro con la nueva empresa

concesionaria. Además, las fuertes e indignantes manifestaciones de los loretanos que

rechazan la explotación del Lote por los extranjeros, dieron paso a la posibilidad de que

este nuevo contrato sea investigado por la Contraloría y pueda declararse su nulidad por

contener vicios y no cumplir con los requisitos esenciales.

Ahora, dejando a un lado el tema de que si el contrato es nulo o no, este nuevo acuerdo

suscrito con la empresa canadiense ofrece algunos beneficios que antes no eran

adquiridos por las comunidades indígenas. Para un mejor entendimiento, a continuación

pondré un cuadro con los puntos esenciales que se discuten en este conflicto y lo que nos

ofrece el nuevo contrato:

PETICIONES DE LOS PUEBLOS

INDÍGENAS

BENEFICIOS QUE OFRECE EL

CONTRATO

1) Titulación de sus territorios.

2) Servidumbre petrolera (por uso de

territorio amazónico para fines de

explotación). Ellos también tienen

derecho a obtener los beneficios del

petróleo.

3) Indemnización por parte del Estado por

los daños ambientales ocasionados desde

1) Aporte del 0.75% de las ventas de petróleo de este lote a un Fondo Social a favor de las Comunidades Nativas de la zona.

2) PeruPetro velará por el respeto al medio ambiente y el bienestar social

3) Evitar mayor importación de petróleo.

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que se comenzaron las actividades en

este Lote.

4) Mejoramiento de la educación y el

cuidado de la salud.

5) Compensación por caída de los ingresos

por canon petrolero.

6) Remedios a la contaminación ambiental

causada por actividades extractivas de

hidrocarburos.

Antes de comenzar a escribir estas últimas líneas, quiero aclarar que el cuadro anterior

no se trata de un cuadro comparativo. Es imposible comparar las peticiones de los

indígenas con lo plasmado en un contrato y su supuesto principal beneficio:

Evitar mayor importación de petróleo.- Me pregunto si el Gobierno

Central cree sinceramente que a los indígenas les interesa evitar la excesiva

importación del petróleo en nuestro país. Es una propuesta que se aleja de los

verdaderos intereses de los pueblos indígenas, aquí lo que interesa es que se

realice una valoración integral de todos los daños que se han ocasionado desde

que se comenzó a extraer el petróleo y que se indemnice a la población que lo ha

sufrido. Aquí no importa evitar la elevada importación del petróleo, de esto que

se preocupen políticos y economistas. Quisiera que el Estado proponga algo real

y favorable para las comunidades indígenas largamente postergadas.

Otra joya del contrato es el siguiente: “Perupetro velará por el respeto al medio

ambiente y el bienestar social”. Por mucho tiempo nos han vendido lo mismo.

Esta propuesta se encuentra muy apartada de la verdad, hay que ser sinceros. En

la actualidad, el medio ambiente y el bienestar social se encuentran por detrás de

los intereses económicos, no hay voluntad política para cambiar ello. Si tienen el

deseo de cumplir con este beneficio que presenten garantías de cumplimiento.

Quiero que las leyes se cumplan, que no solo sirvan como adorno, quiero que se

cumpla con todas las etapas del proceso de Consulta Previa, quiero más

rigurosidad a las empresas que contaminan no solo al Lote 192, sino a todos los

recursos naturales del país. ¿Es tan difícil ponerle seriedad a esto?

Siento un ambiguo cariño y una preocupación constante por todo lo que ofrece

este contrato, en especial por este último beneficio. Debo enfrentarlo y debo

comentarlo porque así lo exige la vida: Aporte del 0.75% a un Fondo Social a

favor de las Comunidades Nativas de la zona. Estén o no de acuerdo conmigo,

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asiduos lectores, este artículo no será capaz de cerrar con broche de oro por culpa

de esta propuesta. Es una propuesta que a simple vista se ve atractiva, como

beneficio el 0.75% suena bien. ¿Cómo llegamos a la conclusión de que es el

porcentaje indicado? Esto debemos preguntarle a los firmaron el acuerdo. ¿Se

tuvo en cuenta las necesidades de todos los indígenas? ¿Consideran el 0.75% un

aporte a la altura de lo que merecen los pueblos de la amazonia? Como sé que el

Gobierno de turno responderá a todo esto con un sí, entonces yo respondo con

un NO. Los intereses de los indígenas no solo se centra en obtener los beneficios

del petróleo, también abarca necesidades como: remediación ambiental por los

daños que ocasionaron las empresas petroleras, necesitan educación de calidad y

ahora más que nunca requieren de centros médicos porque el petróleo está

deteriorando la salud de los pobladores. A esta propuesta yo la considero un

insulto para la inteligencia de los loretanos. Espero que pronto sea replanteada y

se ofrezca un porcentaje decente (no llega ni al 1%) y a la altura de la necesidad

de los pueblos.

No soy un experto negociando, pero el Gobierno en su política de negocios está

desaprobado. Gollorías para los inversionistas extranjeros y la espalda para los

pueblos indígenas. El ánimo de enriquecimiento fácil es excesivo, mientras que

nuestros indígenas se mueren de cáncer por culpa del petróleo y se hunden en la más

extrema pobreza (pese a la riqueza que descansa en sus suelos).

Se debe reflexionar en este caso porque es un tema de interés nacional, se trata de

nuestros recursos naturales y deben estar destinados a buenas manos. Con el

presente artículo no he venido a pedir un cambio radical, solo he venido a pedir

respeto para la memoria de nuestros pueblos de la amazonia. Ellos solo conocen

abusos e injusticias perpetrados por cada gobierno que ha pasado desde hace

décadas. Nuestros pueblos indígenas tienen derechos y el Estado debe honrar sus

obligaciones como protector de todos y cada uno de ellos.

VI. Conclusiones

1. Nuestra Constitución Política del Perú en su artículo 66° si bien señala que los

recursos naturales son “Patrimonio de la Nación”, este concepto no debe ser

entendido como que el Estado Peruano es el propietario total y absoluto de los

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mismos. Debe entenderse que, el Estado en nombre del interés público o bien

común, es el encargado de entregar en concesión a alguna empresa minera o

petrolera determinados recursos naturales.

2. Existe una idea planteada por algunos juristas estudiosos del Análisis Económico

del Derecho, se trata de la idea modificar las leyes en materia de propiedad y

aplicar el Sistema Accesorio en nuestro ordenamiento jurídico. Entonces, en el

presente caso del Lote 192, el petróleo pasaría a ser propiedad de los pueblos.

Esta idea es cuestionable, pues no se ajusta a la realidad peruana. Las

comunidades no cuentan con los recursos necesarios para hacerse cargo de la

explotación de hidrocarburos.

3. La excesiva flexibilidad de nuestra legislación ambiental y la práctica de una

ideología entreguista del Estado con las empresas contaminantes han

contribuido con la aceleración de los daños ambientales generados en nuestro

Lote 192.

4. La Consulta Previa como un método de entendimiento entre el Estado y las

comunidades indígenas, es una clara solución para evitar conflictos sociales. Pero

por voluntad política no se aplica de manera legítima o tal vez por la existencia

de conflicto de intereses. Aún si no fuera así, el Estado está fallando en su rol

protector de los derechos humanos, está dando la espalda a los indígenas y

favoreciendo la inversión extranjera, sin velar por la protección de la dignidad de

los pueblos.

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96

El INSTITUTO SANMARTINIANO DEL PERÚ invita cordialmente a sus distinguidos

miembros y simpatizantes a colaborar donando un libro o revista para nuestra biblioteca

institucional.

Dirección : Plaza Bolognesi N° 467, esq. con Av. Guzmán Blanco, Lima.

Teléfonos : Fijo (51-1) 4230310 / Celular (51-1) 989887404

e-mail : [email protected]

Horario de atención : Lunes a viernes de 09.00 a.m. a 06.00 pm.

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II. SECCIÓN LITERARIA

2.1 CUENTOS

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EL DESPIDO

ELÍAS JIMÉNEZ DELGADO1

Universidad Nacional de Ingeniería

Llego la noticia, se había producido un desbalance, existía un sobre stock de productos.

La orden era terminante, reducción de personal.

El tema de reducción ya lo había sufrido en otras empresas, muchas veces me pregunte

si no era mejor, formar parte de los despidos y no tener que tomar la decisión de decidir

quiénes salían y quienes irían a permanecer en sus puestos, cuántos dramas se

producirán, cuántos rostros familiares que dieron su esfuerzo en el trabajo serían

afectados con esta decisión.

No quería pensar en los dramas que se podían formar en cada una de las familias de estos

trabajadores; despreciaba mi comodidad de no irme con ellos, pero no quería dejar de

asumir la responsabilidad de la selección de la gente a ser despedida, para así darles

personalmente la noticia.

Las decisiones frías y netamente técnicas son en beneficio de la empresa y servirán para

crear nuevas vacantes en el futuro, nuevos puestos de trabajo para más gente necesitada

¡claro en el futuro sí!, por ahora yo era el creador de un drama, no podía evitar ser el

verdugo.

La selección de despedidos sería primero por edad, los mayores quedarían sin trabajo,

probablemente en condiciones de no poder trabajar más. Pensaba, la competencia es

fuerte sobreviven laboralmente los jóvenes, simples argumentos para justificar la

decisión tomada.

1 Ingeniero Mecánico y Eléctrico, por la Universidad Nacional de Ingeniería; optó el título profesional mediante la sustentación de la tesis: “La industria nacional de ensamblaje automotriz y el vehículo de tres ruedas como alternativa” (1994).

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Un buen gerente debe saber tomar las decisiones correctas. Algún día me pasara a mí,

soy el culpable de estar en este engranaje del que no tengo el valor de salir; ya que, ello

significaría salir del sistema, perder mi capacidad de consumo.

Tocaron la puerta e ingresó, tenía suficiente confianza para no anunciarse y me hablaba

con términos familiares, habíamos sido compañeros en otras empresas, en otros

trabajos, en otros esfuerzos con metas conseguidas.

- Hola Juan, que pasa la gente está movida, se ha corrido el

rumor que se despedirá gente, no habrás considerado en la

lista a Ramírez, porque mi mujer me mata si lo has hecho.

Trate de ser lo más real y sereno posible, apreciaba mucho a este esforzado hombre que

no tenía otro problema que la edad.

- No Félix, él no, lamento decirte que tú estás entre los

considerados en salir.

Se puso pálido, su rostro se demacró, le temblaba los labios, cuando dijo:

- ¡Qué carajo te pasa! ¿No somos amigos? ¿No nos hemos

sacado la mierda por esta compañía? ¿No te he apoyado en

todo momento y así me pagas?

Puse el tono más profesional que había obtenido a través de otras circunstancias

similares, aunque esta vez era realmente penoso darle esta noticia a un querido amigo.

Sabía que esto sería muy duro para él, que tal vez sería su último trabajo.

- Félix la decisión la he tomado yo, de la manera más técnica

posible. La empresa nos ha permitido pasar momentos muy

agradables. ¡Grandes momentos! Ahora hay que aceptar esta

realidad, espero que la amistad que hemos creado entre

nosotros, supere este mal momento.

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Le estiré la mano para estrechársela, me dio la mano más por educación que porque fuera

su deseo. No dijo una palabra más y salió lentamente de la oficina.

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NARIGUALA, EL CERRO QUE ME SALVÓ

JOSÉ RAMOS SILVA1

Fundación Cultural del Banco de la Nación

Catacaos es una hermosa ciudad al norte del Perú, a unos cuantos kilómetros de la ciudad

de Piura, sería principios de los 60, cuando llegué allí junto con toda mi familia, desde

mi natal Talara. En esa época había mucho campo, verdor por todos lados, era

impresionante, casas diseminadas, la escuela era muy bonita, pero para llegar se

utilizaba el único transporta que había, los burritos, que todas las familias tenían para

movilizarse. Yo me transportaba en burro al Colegio.

Mi padre inició un negocio avícola. Recuerdo como había gran cantidad de pollitos que

se multiplicaban sin cesar, con mis hermanos repartíamos huevos a los restaurantes de

Piura. El negocio iba muy bien, mi padre era próspero, nos sentíamos felices de estar en

ese pueblo, pero no contábamos con que la naturaleza nos jugaría una mala pasada.

Una tarde de verano, el cielo se oscureció y comenzó lo terrible lluvia. Por primera vez

conocería lo que era el fenómeno del Niño, los rayos, truenos y relámpagos no pararon

toda la noche. La lluvia torrencial siguió durante tres días seguidos, el cauce del río

comenzó a crecer.

La última tarde del diluvio, la lluvia se intensificó aún más y el párroco Padre Rebolledo,

asustado desde lo alto de la única torre que tenía la antigua iglesia de Catacaos se

encontraba observante de los sucesos que ocurrían en el río. Nos recomendó no dormir

y así hicimos. Todos mis hermanos Luciano, Francisco, Teodoro, Augusta, Pascuala y yo,

estábamos sentados en una banca larga, mis padres muy cerca escuchando atentos a la

radio, recuerdo como nos mirábamos unos a otros asustados. El Padre Rebolledo nos

1 Nació en El Alto, Talara, Piura. Actualmente, se desempeña como trabajador en el Banco de la

Nación y colaborador de su Fundación Cultural.

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advirtió que cuando tocara tres veces la campana sería la señal de que el río se había

desbordado.

A las 7 de la noche la luz se cortó. A la 01:30 de la madrugada, la temida campana sonó

tres veces. Los pobladores con mecheros alertados ya del desborde del río, fueron hacia

la plaza de la iglesia y el sacerdote con voz fuerte les dijo:

- ¡Hijos míos les pido calma! Refugiémonos en el Nariguala.

La gente comenzó a rezar, todo era un caos, muchos trataron de sacar sus cosas pero era

imposible. Mientras corríamos y doblamos en la misma esquina de mi casa, quedé

petrificado de ver un bulto negro que se nos venía encima, era el torrente de agua que

arrasaba con todo lo que encontraba a su paso. Mis hermanos me jalaron de la mano y

empezamos a correr desesperados por otro camino hacia el Nariguala.

El Nariguala era un cerro, muy cerca al poblado, sobre este había una vetusta capilla, que

dicen fue la primera de Sudamérica. Todo el pueblo se refugió allí. Mi padre y otros

vecinos empezaron a hacer barricadas, diques con lo que tenía, para que la fuerza del río

se debilitará en su terrible accionar.

Yo, a mi corta edad, empezaba a entender la gravedad del fenómeno del Niño, la

magnitud de su aciago daño. Las aguas y el barro empezaron a subir, todos estábamos

muy asustados. La corriente arrasaba todo a su paso, escuchábamos la desesperación de

los animales arrastrados y veíamos como los árboles se desprendían.

A la mañana siguiente, todo era agua, el cerro Nariguala se había convertido en una isla.

Mi padre y otras personas improvisaron una lancha y fueron a ver como habían quedado

las casas, el agua llegaba hasta los techos. Los animales todos muertos, su granja

destruida, que profundo dolor. Fue la primera vez que lo vi llorar. Yo estaba también

conmocionado, y al ver a mi padre bajando de la rudimentaria barcaza corrí a abrazarlo

fuertemente. Él solo dijo:

- Adiós negocio de la granja.

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Los días pasaron, no quedó nada, comíamos poquísimo y compartíamos lo que teníamos

entre todos. La ayuda del gobierno era escasa y solo la recibíamos cuando pasaban los

helicópteros que nos tiraban algo de comer.

Al finalizar esa terrible la semana, el agua empezó a bajar y quedó todo un desastre, el

fango, ese barro pegajoso estaba por todos lados. Fuimos con mi madre y hermanos a ver

lo que quedaba de la casa, en el camino vimos cuerpos humanos enterrados en el lodo,

una visión espantosa. Al llegar mi madre nos abrazó, mi padre que se nos había

adelantado estaba sobre lo que quedaba del techo, con la mirada perdida. Esa imagen

hasta ahora la recuerdo y no quisiera que a nadie le pasara.

Al bajar las aguas, también se desprendió parte del supuesto cerro Nariguala que terminó

siendo parte de una antigua ciudadela de la cultura Tallán. Los españoles habían

construido su iglesia sobre la pirámide fortificada a fin de evitar las idolatrías del pueblo,

las centurias pasaron y ya nadie se acordaba de que en alguna época había sido un

baluarte prehispánico. Lo más curioso fue que a las faldas del Nariguala se encontró poco

tiempo después un copón de oro macizo, que terminó siendo llevado a Piura.

Nariguala, en la antigua lengua tallán significa “tierra salvadora” ¿Qué coincidencia

verdad? Ese lugar me salvó la vida y la de toda mi familia. Yo viví para contarlo, otros

lastimosamente no.

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Plaza e Iglesia de Catacaos, antes del desastre.

Nariguala, que en la antigua lengua tallán significa “tierra salvadora”.

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CORONACIÓN DE LA VIRGEN DE LA CHOZA

JOSÉ ALEJANDRO VERGARA ROBLES1

Universidad Nacional Federico Villareal

Mi padre era un distinguido abogado sanmarquino que había llegado a Zorritos, Tumbes,

a mediados del mes de febrero de 1955, a ocupar la plaza de magistrado de la Corte

Superior de Justicia de Piura y Tumbes; ascenso provechoso para su carrera profesional,

aunque lastimosamente lo obligaba a alejarse de las delicias mundanas de Lima.

En su venida al acogedor balneario, trajo consigo a mi madre, mi hermana mayor y yo,

que para ese entonces tenía apenas tres meses de nacido. A nuestra llegada, la Empresa

Petrolera Fiscal (EPF) nos cedió, para vivir, una hermosa casa frente al mar, en aquellos

tiempos la ciudad se movía en torno a la petrolera.

Los años discurrieron apacibles, rodeado de muchos amigos que se convirtieron en

cómplices de mil y un travesuras. Asimismo, mi familia creció en número, con el

nacimiento de mis dos hermanitas, aunque una de ellas, Martita, murió al cumplir su

primer año de vida, por una epidemia que azotó el Norte a finales de los 50. Ese hermoso

lugar, esa casa que me vio crecer durante toda mi infancia, todavía la recuerdo; ojalá esos

años no hubieran pasado nunca.

Los recuerdos corren y pasan, pero hay uno que jamás olvidaré, ocurrió cuando aún era

un pequeño niño, de unos ocho años aproximadamente. Mi padre, que para ese entonces,

había decidido renunciar a su carrera judicial, se había lanzado a la política con mucho

éxito, logrando ser elegido Alcalde de la Provincia de Contralmirante Villar. El pueblo lo

adoraba, porque era un hombre bueno y se había ganado fama de justo por las sentencias

que había dado. Ese respeto bien ganado aún se respira cada vez que viajamos para allá.

1 Licenciado en Cooperativismo, por la Universidad Nacional Federico Villareal, funcionario del Órgano de Control Institucional del Ministerio de Transportes y Comunicaciones.

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Un día vinieron unos vecinos del interior de la provincia a fin de invitarle a participar de

las festividades de la Virgen. Las fiestas se llevarían a cabo en “La Choza”, pobrísimo

pueblo ubicado en las montañas; para llegar allí, se tenía que seguir un sinuoso camino,

rodeado de un verdor aparente. Las mulas y cabras se cruzaban cada tanto, por esa

carretera polvorienta, y yo que me ubicaba como el copiloto de mi padre, veía cómo iba

cambiando el panorama tumbesino.

Al llegar, fuimos recibidos con mucho cariño por la comunidad que reunida se

encontraba en medio de la plazuela, que más era un pampón. Las casitas diseminadas en

desorden eran de cañaveral revestido de barro. Paramos y descendimos del automóvil.

Las autoridades que habían llegado, presididas por mi padre, ingresaron a la modesta

capilla. Yo entré de su mano y me senté a su lado. Recuerdo mil y un rezos en latín todo

oficiado por Monseñor Hinojosa, Obispo de Piura y Tumbes, otro invitado especial. Al

concluir salimos y nos ubicamos en el atrio, donde se había dispuesto una gran mesa con

mantel para que los notables se sentaran a comer. El Obispo se sentó a la diestra de mi

padre, y yo a su otro costado.

Esperamos a que mi padre, en calidad de Alcalde, concluyera su acostumbrado discurso

y luego de muchos aplausos, empezamos todos a comer el opíparo banquete. La

población se encontraba muy contenta porque las fiestas patronales en la provincia se

celebraban tirando la casa por la ventana. El ambiente destilaba alegría, la cerveza, la

chicha de jora y los fuegos artificiales no se dejaron esperar.

El pueblo en pleno regocijo, brindaba una y otra vez, algunos comían hasta parados el

seco de cabrito, la carne seca con plátano frito, tallarines con pichón al horno, entre otros

manjares de la región. Las risas y el bullicio estaban a flor de piel, y allí en medio de esa

batahola, un sencillo hombre, de unos 70 años aproximadamente, se abrió pasó y

dirigiéndose hacia mi padre y a Monseñor Hinojosa, les dijo:

- Sr. Alcalde, Monseñor, el pueblo de La Choza les agradece haber venido desde

tan lejos para celebrar con nosotros estas fiestas, vengo a rogarles me perdonen

por este atrevimiento, pero he querido ¡quiero! frente a ustedes, hacer un regalo

a Nuestra Señora.

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Entre sus manos cargaba nervioso una caja, veía que sus manos temblaban. La emoción

lo embargaba, de eso no había duda. Entonces extrajo del interior una hermosísima

corona del más fino oro, todos quedamos deslumbrados.

Mi padre el Alcalde y Monseñor Hinojosa se pararon. Era un regalo magnífico. El

humilde hombre incorporándose nuevamente les dijo:

- Deseo coronar a Nuestra Señora la Virgen de La Choza, si me lo permiten.

Mi padre solo atinó a decirle:

- ¡Buen hombre, adelante! ¡Vaya, vaya!

Mientras que el Obispo lo santiguaba.

Con gran ceremonial el anciano se acercó a las andas de la Virgen, se subió como pudo y

le colocó sobre sus sienes la corona. Ha sido el regalo más soberbio que he visto en mi

vida, aunque chocante por la pobreza de la región. Durante mucho tiempo se habló sobre

ese espectacular suceso. La corona de oro costó una verdadera fortuna, pues tiempo

después hubo uno o dos que hicieron averiguaciones en varias joyerías de Piura sobre el

exquisito regalo.

Se supo que se llamaba don Sixto Fajardo, piurano de nacimiento y que si bien vivía en

un humilde lugar, pues dormía incluso en una tarima, no era tan pobre como aparentaba.

Tenía un importante fundo cerca a “La Choza”, donde criaba ganado caprino y al parecer

le iba muy bien. ¿Entonces por qué vivir con tanta modestia? No era por avaro, sino todo

lo contrario, era un hombre desprendido que prefirió vivir de forma ascética, al igual

como vivían sus pares.

Años después nos enteramos que don Sixto había fallecido y que su entierro fue

multitudinario. Dejó testamento mostrándose, como lo que era, un hombre rico. Legó

toda su fortuna a un asilo de ancianos en su Piura natal, quizás él, conocedor de las

penurias de las personas que llegaban a la tercera edad, quiso darles una mejor calidad

de vida.

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Ignoró si la corona seguirá en las regias sienes de la Virgen de La Choza; si es que tan

digno regaló pasó a otra iglesia por orden superior o si acaso tendrán memoria de tan

fastuoso regalo los actuales pobladores del lugar, lo único que sé es que jamás lo olvidaré.

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EL ZORRITO DE BOULANGER

MARCELA LETICIA VERGARA ROBLES1

Universidad Ricardo Palma

Las tardes secas de Zorritos solo se alegraban con el venir de la fresca brisa. El mar que

siempre se encontraba sereno me despertaba la mayor curiosidad, esa amplia playa y el

mar zafiro eran mi patio de juegos. Aún recuerdo como junto con mis amiguitos Lucy,

Mariza, Dora, Maga, Norita, Román y otros tantos más, recolectábamos estrellas de mar

y caracoles de hermosos colores, o cuando hacíamos cabañas con los troncos de

algarrobos varados en la caleta. Tampoco puedo olvidar, las persecuciones a los

escurridizos cangrejos que zigzagueaban sin cesar habidos de ocultarse en las pocas

peñas que había.

Mi casa, como todas las demás, quedaba exactamente frente al mar, al lado de la única

calle que había, la Panamericana, la cual estaba flanqueada por altos cocoteros. Era la

primera semana de diciembre de 1965 y mi casa se arreglaba para las fiestas. La

temporada navideña había llegado y las celebraciones en un lugar tropical como lo era

aquel resultaba un tanto extraño, pues los vecinos se esmeraban con los nórdicos pinos

de plásticos y las lucecitas de colores.

Así ocurrió que mi mamá había tomado la precaución, desde hacía varios meses atrás, de

mandar traer desde Lima nuevos adornos navideños. Un día nos sorprendió la llegada

de una caja bien embalada. El remitente era nada menos que el más querido de sus

hermanos, mi tío Christian, que en esa oportunidad nos deslumbró con la magnificencia

del contenido. Al abrirla, toda la familia quedó maravillada por los hermosos

duendecillos venecianos de cristal. Fue un milagro que el paquete llegara intacto hasta

Tumbes.

1 Bachiller en Contabilidad por la Universidad Ricardo Palma; actualmente, se desempeña como analista contable en la Gerencia de Finanzas y Contabilidad del Banco de la Nación. Es la Baronesa consorte de Arévalo y Orbe (Casa Real de Georgia), Dama Hijadalgo de los Doce Linajes de Soria, Reino de España y Miembro de la Benemérita Sociedad Fundadores de la Independencia, Vencedores el 02 de Mayo de 1866 y Defensores Calificados de la Patria.

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Una mañana, habría sido la quincena de ese caluroso mes, de aquellos en que toda mi

familia dormía plácidamente, que nos levantó al unísono un grito de terror, la empleada

de la casa, que se llamaba Simona, había entrado muy temprano por la puerta de servicio,

al ingresar se dio con la ingrata sorpresa de encontrar en medio de la cocina una

espantosa serpiente moteada de gris, que levantaba el cuello presta a morder al primero

que se le acercara.

Nuestro vecino el joven Isaac Boulanger -nieto de un potentado de la región- se

encontraba ya levantado y raudamente corrió a la casa y al ver a la maligna víbora, agarró

un machete que se encontraba en el pasaje de la casa y partió en dos al animal. No

obstante, la mitad que tenía la cabeza escapó como pudo por el mismo lugar por donde

entró, una ventana entre abierta. La otra mitad se retorció por unos segundos hasta que

su diabólico movimiento cesó definitivamente.

Mi padre sorprendido por la rapidez del joven le dijo:

- Muchas gracias Boulanger, pero que peligroso ¡te ha podido morder!

El joven ensanchó el pecho orgulloso, y con una sonrisa dijo:

- No se preocupe Sr. Alcalde, al parecer los ejercicios que hago están dando buen

resultado.

Luego de una risotada general, mi padre le invitó a desayunar con nosotros. Boulanger

me preguntó:

- ¿Cuántos años tienes?

Yo rápidamente le respondí:

- 4 años.

- ¡Ah, ya estas grande! ¿no te gustaría que te regale una mascota?

- ¿Un gua guau?

- No, jajaja

- ¿un gatito?

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- No, que te parece si te regalo un zorrito.

Recordé que mi padre me había dicho una vez que la ciudad se llamaba Zorritos, por la

cantidad de zorros costeños que había en la zona. Cuando viajábamos en familia, ya sea

a Piura o a Tumbes, veía tristemente a varios de estos zorritos atropellados en la

carretera, al parecer bajaban de la montaña a comer crustáceos, muy muys u otros

animalitos marinos, pero su desesperación, quizás la noche, hacía que muchos perdieran

la vida cruzando la carretera. Nunca, hasta ese momento, había visto uno vivo.

Al terminar el desayuno, Isaac Boulanger se fue a su casa y me quedé pensativa. Mis

papas solo me miraron y sonrieron. Así fue que al día siguiente el joven Boulanger me

trajo un zorrito, era apenas una cría, y tenía un hermoso color dorado, como era pequeño

podía hacerme compañía y se podía amaestrar, su pelaje era suave y sus ojos tiernos

aunque algo temerosos, tenía una cinta azul amarrada en su cuello.

En la noche mi padre lo amarró a un algarrobo que teníamos en el patio trasero, yo me

hice la dormida y vi como el animalito se estremecía, nunca había sido amarrado, era

salvaje y sabía que quería su libertad.

Sin hacer ruido me acerqué hacia él, que me miraba entristecido. Lo solté y el zorrito

escaló el cerro hacia su madre que lo llamaba.

A la mañana siguiente, nadie hizo escándalo sobre la pérdida de la mascota, ni siquiera

Boulanger que esa mañana nos vino a visitar, creo que me había visto la noche anterior

ayudando a escapar al zorrito. Estaba triste porque pese al poco tiempo que lo había

tenido le había tomado afecto.

Llegó noche buena, y todos comíamos felices, cansados de tanto jugar y de los

interminables cuetones que mi hermano reventaba una y otra vez, nos fuimos a dormir.

A la mañana siguiente, me levanté y corrí a ver los regalos que “Papa Noel” nos había

dejado.

Envuelto con papel de regalo estaba mi bicicleta, estaba tan feliz. En ese momento tocó

la puerta Boulanger y dio un saludo general a todos, diciendo:

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112

- ¡Felices fiestas!

Mirándome me dijo:

- Te he traído un regalito.

Corrí hacia él temerosa, pensando que me traía nuevamente al zorrito. Pero en vez de eso

me entregó un zorrito de peluche. Abracé a Boulanger y le di las gracias. Lo llamé Pinky,

lo subí a la canasta de mi bicicletita y lo pasee. Ese peluche, el zorrito de Boulanger, lo

tendría durante toda mi infancia acompañándome siempre a todos los lugares donde iba.

Nunca lo olvidaré.

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113

2.2 POEMAS

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115

TENÍA UNA VACA ROJA Y BLANCA

Por

ROY ARNAO VILCARROMERO1

Universidad Peruana Los Andes

Me regalaron una vaquita,

Que era muy graciosa,

Y tenía los dos colores,

De mi patria soberana.

Esta vaca nació en mi tierra,

Representando a mi patria,

Y quiero rendirle homenaje,

Con los cantos de los andes.

Esta vaca labora con fuerza,

La misma de mis antepasados,

Que con sudor construyeron,

Nuestro Machu Picchu amado.

Cada ordeño es felicidad,

Por dejar beber a mis hermanos,

De todas las razas,

De mi Perú soñado.

1 Estudiante del último año de la Facultad de Ingeniería de Sistemas, de la Universidad Peruana Los Andes.

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116

A PANAMÁ

Por

ELBAYO

Pituquín, Pitucán,

¿A dónde irá a viajar?,

Nuestro amigo del barrio,

Se manda a mudar,

U.S.A. fue,

Europa también,

¿A qué otro lugar irá?

Él debe parar donde hay novedad,

Y por eso se va,

A Panamá.

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117

EL PRESIDENTE

Por

ELBAYO

El Perú tiene sus presidentes,

¡y qué presidentes!,

Uno chinito de risa,

Que asegura es inocente,

Otro cholito agringando,

Que asegura es sagrado,

Otro gordito bien inflado,

Que asegura es nuestro Rey,

Y otro que dice serlo,

Pero que realmente no lo es,

¿y quién lo es?

Su mujer.

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118

La poesía es el género de la sinceridad última e irreversible.

MARIO BENEDETTI

Escritor y poeta uruguayo (1920-2009)

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119

2.3 ESTUDIOS LITERARIOS

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121

EL CONDE GALLERO Y LA APUESTA DE UN

TÍTULO NOBILIARIO

ALEXIS ROLANDO ARÉVALO-VERGARA1

Universidad de Lima

Resumen:

En las Tradiciones Peruanas de D. Ricardo Palma se hace mención de un conde gallero

que perdió una apuesta y tuvo que ceder su título nobiliario a favor del vencedor. En este

texto se busca dilucidar este singular caso ocurrido en las postrimerías del virreinato.

Palabras clave: título nobiliario / Condado de Castañeda de los Lamos / gallero / gallos

de pelea / Tradiciones Peruanas / Ricardo Palma

1. La historia de cómo se apostó un título de Castilla en una pelea de gallos

La Real Academia Española señala que el gallero es aquel “aficionado a las riñas de

gallos” o el “que se dedica a la cría de gallos de pelea”. Esta costumbre típicamente

española, tuvo y tiene gran raigambre en el Perú. Digo esto debido a que tanto en Lima

como en el más pequeño poblado del Perú existe algún coliseo donde se realizan estas

lides, en las que estos finos plumíferos despliegan con gran habilidad sus destrezas en la

guerra sin cuartel.

Estas peleas resultan vacías si no se complementan con algún aliciente monetario; que

permita animar a los galleros a proseguir con la cría y entrenamiento de estas finas aves.

Sino fuera de este modo, estoy seguro que terminarían en algún suculento plato. En tal

sentido, una buena pelea de gallos no estaría completa sin la muy acostumbrada apuesta;

1 Abogado por la Universidad de Lima; Egresado de la Maestría en Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Asimismo, es miembro del Ilustre Colegio de Abogados de Lima; de la Benemérita Sociedad Fundadores de la Independencia, Vencedores el 2 de Mayo de 1866 y Defensores Calificados de la Patria; de la Sociedad Amantes del País y del Instituto Sanmartiniano del Perú. Asimismo, es el 2.° Barón de Arévalo y Orbe (Casa Real de Georgia), Caballero Gran Cruz de la Orden del Águila de Georgia, Gran Oficial de las Palmas Sanmartinianas del Perú, entre otras distinciones.

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122

siendo la más famosa de todas ellas, la que ocurrió en la Plazuela de Cocharcas, Lima, el

8-IX-1819. Fue allí muy cerca a la Iglesia de Nuestra Señora de Cocharcas, en el actual

Barrios Altos en el Cercado de Lima, que se apostó nada más y nada menos que un título

nobiliario de Castilla.

La historia que puede parecer fábula no es invento mío, dado que es relatada con detalle

en las “Tradiciones Peruanas” de D. Ricardo Palma Soriano, eminente escritor

peruano quien llegó a ser Director de la Biblioteca Nacional del Perú y gozar de asiento

en la Real Academia Española. La tradición lleva por título: “El Conde de la Topada”,

que en resumen cuenta como D. Manuel Díaz de Requejo y Castañeda, Conde de

Castañeda de los Lamos, llegó a apostar “el oro y el moro”, en las peleas de gallos. Fue su

rival, un tal D. Pío García, gallero de profesión y riquísimo minero y comerciante de Lima.

Ambos sujetos, eran galleros de pura cepa y gozaban de un público cautivo que, minuto

a minuto, vitoreaban las hazañas de estas aves guerreras. Sin embargo, al final de la

jornada habían sido derrotados, casi en su totalidad, los gallos del Conde de Castañeda,

quien viendo la crecida deuda que tenía con D. Pío García, decide apostar su título de

nobleza. El Conde de Castañeda se encontraba muy confiado de que en este último

combate vencería de forma definitiva; dado que, su gallo era un pura sangre “carmelo-

tostado o ajiseco”, mientras que el de D. Pío García era un simple “lechuza (…) hijo de

chusco y gallina terranova”.

La batalla final se dio y venció increíblemente la ave de D. Pío García, para desgracia y

deshonra del Conde de Castañeda de los Lamos. Poco tiempo después, el Conde gallero

cumplió con su palabra y cedió el título nobiliario a D. Pío García, mediante Escritura

que autorizó el Escribano de Cabildo D. José María La Rosa. D. Pío García no contentó

con este hecho, solicitó la ratificación de dicha cesión por parte de S.M. el Rey Fernando

VII; acompañando para ello su limpieza de sangre con la indicación de ser “hidalgo por

derecho de nacimiento”; así como un “buen lastre de onzas de oro”, seguramente para

acallar a aquellos chismosos que no tardarían en ir con el cuento a la Cámara o peor aún

a los mismísimos oídos del Rey. Al parecer este jocoso asunto jamás llegó a divulgarse en

la Corte madrileña. Fue así como un gallero llegó a ser Conde de Castañeda de los Lamos.

Sin embargo, algunos “envidiosos, que nunca faltan” lo llamaron desde ese día el Conde

de la Topada.

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123

2. El extraño asunto de la cesión del título de Conde de Castañeda de los

Lamos

Para toda persona interesada en las ciencias heroicas resulta interesante descubrir el

verdadero asunto sobre esta supuesta cesión. Es descabellado pensar que una simple

apuesta valga para hacerse de un título nobiliario; además de que sería impensable que

el Cabildo de Lima y el mismo D. Joaquín de la Pezuela, Marqués de Viluma y Virrey del

Perú (1816-1821), hayan dado su beneplácito respecto a este asunto, que hubiera sido

una clarísima afrenta a la nobleza peruana. Para comprender este asunto debemos pues

remitirnos al derecho nobiliario, muy estudiado en el Reino de España. La cesión jurídica

correcta, solo podía darse si es que existiese alguna relación consanguínea muy cercana

entre el cedente (poseedor original de la merced nobiliaria) y el cesionario, o beneficiario

de dicha transferencia.

El que lee con detenimiento y cuidado la tradición “El Conde de la Topada”, podrá

percatarse de las licencias que se tomó D. Ricardo Palma que como literato no quiso

perjudicar la belleza de su obra; ya que con suma sutileza menciona muy levemente el

parentesco entre ambos galleros. Asimismo, excluye el apellido materno de D. Pío García,

buscando de esta forma que el lector no descubra la cercana consanguinidad que

pudieron haber tenido ambos personajes.

El título Conde de Castañeda de los Lamos fue concedido a D. Juan de Castañeda

Velázquez y Salazar, Obispo del Cuzco, por la suma de 20,000 pesos, que se emplearon

para la reconstrucción de la ciudad de Lima, que había sufrido un terrible terremoto y

maremoto en el Callao en 1746. Fue el gestor de dicha concesión D. Joaquín de Lamo y

Zúñiga (algunos dicen que fue este el primer Conde), Tnt. Crnl. del Regimiento de

Infantería Española de Lima y Contador Mayor de la Superintendencia General de

Cruzada del Reino del Perú, que logró se otorgase la merced nobiliaria por Real Despacho

de S.M. D. Fernando VI el 8-V-1760, con el Vizcondado previo de Noriega.

El gestor del título llegó a ser por derecho II Conde de Castañeda de los Lamos, al haber

casado con doña Francisca Xaviera de Castañeda Hidalgo, hija legítima de D. Alejo de

Castañeda Velázquez y Salazar, Alférez Real de Huara (hermano del Obispo) y doña Luisa

Bartolina Hidalgo. El Conde no consiguió dejar sucesión directa con doña Francisca

Xaviera, ni tampoco con su segunda esposa doña Catalina de Zegarra y Solisbango. Sobre

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124

el particular, D. Alberto Rosas Siles, en su obra “La Nobleza titulada del virreinato del

Perú”, menciona que sucedió en el título D. José Pío García y Martínez (hijo de D.

Francisco García y doña Teresa Martínez), figurando como poseedor de dicha gracia en

su testamento del 14-II-1822 ante el Escribano D. José María de la Rosa. Al parecer, en

dicho testamento D. José Pío indica que era sobrino de los Condes de Castañeda de los

Lamos (sin mayor información genealógica al respecto); Rosas Siles finaliza este asunto

indicando que si bien D. José Pío “utilizó el título (…) no puedo alcanzar esta investidura

a pesar de sus gestiones al efecto”.

No queda claro entonces como D. José Pío era sobrino de los Condes de Castañeda de los

Lamos. Es más, en la obra “La nobleza titulada en el Perú colonial” de D. Luis de Izcue,

señala que fue Conde de Castañeda de los Lamos al advenimiento de la República un tal

D. Pío García Requejo Castañeda (no Martínez), pero igualmente sin información

genealógica sobre el particular. Por otro lado en la obra del Padre D. Rubén Vargas

Ugarte, S.J., “Títulos Nobiliarios en el Perú” señala que el primer Conde D. Joaquín de

Lamo y Zúñiga “legó el título nobiliario a su sobrino D. Manuel Diez Requejo y Castañeda

quien no tomó posesión de el sino que lo renunció a favor de D. Pio García y Martínez

llamado por el Testamento del primer Conde. D. Pío García tampoco tomó posesión del

título”.

Vargas Ugarte agrega que “sucedió a D. Joaquín Lamo y Zúñiga don Pío Ignacio Lamo y

fué el 3er. Conde por Real carta de 4 de diciembre de 1818 don Pablo Joaquín de Lamo y

Frías, fallecido sin sucesión”. Esta última información que fue proporcionada a Vargas

Ugarte por D. Felipe A. Barreda, no coincidiría en fechas con la confirmación de la carta

de sucesión del título nobiliario que obtuvo D. José Pío García del Virrey del Perú el 20-

IX-1819; este documento se encuentra en el Archivo General de Indias. Aunque no he

tenido la oportunidad de leerlo directamente, abre una nueva posibilidad sobre la

verdadera sucesión de este título nobiliario.

Lo que si he podido revisar recientemente es el libro Dos Linajes de Felipe A. Barreda,

en ese fascinante libro se hace mención pormenorizada sobre el linaje García de

Sobrecasa, casa originaria de Carranceja, Montañas de Burgos, España, y de la cual era

descendiente directo D. Francisco García de Sobrecasa y Posadas, quien vino al Perú y

casó en Lima “en su Sagrario el 5 de Junio de 1750 (T. 9. F. 158 vlto.) con Da. María

Teresa Martínez de Paz, n. en Huaura, h. l. del General Miguel Martinez y de Evarista

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Paz y Fiesco y bendijo tal unión el Iltmo. Obispo del Cuzco y del Consejo de S.M. Juan de

Castañeda, quien tenía relación de parentesco con la desposada”2. Ellos fueron padres de

“D. José Pío García y Martínez quien nació en Los Reyes el 11 de Julio de 1772 y b. en el

Sag° el 6 de Abril de 1775 (T. 13 fs. 167)”3. En tal sentido, según Felipe A. Barreda, el

conde gallero D. José Pío García sería descendiente directo colateral de D. Juan de

Castañeda Velázquez y Salazar, Obispo del Cuzco, 1.er Conde de Castañeda de los Lamos;

he allí la razón por la que pudo cederse el referido título de nobleza.

3. Bibliografía

Archivo General de Indias. Unidad de Títulos Nobiliarios. Conde de Castañeda de los

Lamos: Informe sobre confirmación de la carta de sucesión del expresado título

dada por el Virrey del Perú a D. José Pío García. 1819, Septiembre, 20.- Perú.

Signatura: TITULOS_DE_CASTILLA,3,R.14

BARREDA, Felipe A. Dos Linajes. Lima: Editorial Lumen, S.A., 1955.

IZCUE, Luis de. La nobleza titulada en el Perú colonial. Lima: Casa Editorial La Opinión

Nacional, 1927.

PALMA SORIANO, Ricardo. El conde de la Topada. En “Tradiciones Peruanas”, Tomo VII.

ROSAS SILES, Alberto. La Nobleza titulada del virreinato del Perú. En: “Revista del

Instituto Peruano de Investigaciones Genealógicas No. 21, p. 361-363.

VARGAS UGARTE, Rubén. Títulos Nobiliarios en el Perú. Lima: José de Lamar y Cortazar,

1958, p. 32-33.

2 BARREDA, Felipe A. Dos Linajes. Lima: Editorial Lumen, S.A., 1955, p. 70. 3 Ibíd., p. 72.

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NARRADOR DE CUENTOS, HACEDOR DE REALIDADES

LEANDRO ADOLFO PEZÁN1

Universidad de Piura

Resumen:

A través de la historia, la ficción nos ha ayudado a sobrevivir, pues nos ha dado una

ventaja sobre el resto de criaturas: ejercer un poder inmenso sobre el comportamiento

social, de manera que la cooperación masiva sea viable. La dualidad de nuestra realidad

nos permite escapar del mundo en el que el resto de criaturas viven y nos permite crear

estructuras espirituales. La ficción puede ser buena, puede permitirnos salir del hoyo que

estamos viciosamente cavando.

Palabras clave: ficción / relato / historia / cuento / narrador

Soy un narrador de cuentos. Como tal, vivo estableciendo vínculos con muchas otras

personas a través de realidades ulteriores. La primera historia que conté alguna vez fue

la de una princesa cuyo principado era el de todos los sueños, era la matriz de ellos y, por

decirlo de algún modo, la proveedora de sueños de los hombres. Era el fruto de la

esperanza y el tiempo. Esta princesa marcaría el resto de mi vida, se volvió el centro de

mi narración y, de alguna manera, mi motivación diaria. Es la historia que me permite

llegar a otros a través de simples y breves párrafos y se llama Azul; son las ficciones que

configuran mi blog2.

Los cuentos nos impulsan, cautivan y ayudan. De hecho, la capacidad de desenvolverse

en una realidad aparte de aquella del plano meramente sensorial (y crearla) es parte de

la naturaleza de todo ser humano, pues es ella la que nos desprende del actuar egoísta y

nos permite perseguir objetivos comunes. Los ideales generan movimientos, los gustos

comunes generan simpatías, sentimientos similares por el mismo objeto exaltan las

pasiones. En este sentido, todos somos narradores. Ahora bien, ¿qué implicancias

1 Estudiante del último año de la Facultad de Economía, de la Universidad de Piura. Actualmente se desenvuelve como Analista en el Banco de Crédito del Perú. 2 Azul - azul.sirimiri.pe

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tiene en nosotros? ¿Podemos escribir historias libremente? ¿Puede uno de nuestros

cuentos cambiar el mundo?

«Cuando la realidad se vuelve irresistible, la ficción es un refugio. Refugio de

tristes, nostálgicos y soñadores». —Mario Vargas Llosa

A través de la historia, la ficción nos ha ayudado a sobrevivir, pues nos ha dado una

ventaja sobre el resto de criaturas: ejercer un poder inmenso sobre el comportamiento

social, de manera que la cooperación masiva sea viable. La fantasía nos lleva a vivir una

realidad dual: la objetiva y la ideada. Esta noción de realidad imaginada es la que nos

permite establecer leyes, formar asociaciones, fundar empresas, unificar países, ¡y hasta

reconocer derechos! Pues en el momento en el que uno se ciñe a lo específicamente

objetivo, descriptivo, imitando a un animal, como lo fue en algún momento en la historia

de la Tierra, los países dejan de existir, las firmas de igual forma… las leyes, los números,

se esfuman también y de derechos humanos nadie hablaría. La vida transcurriría

tranquila, pacífica, entre perpetuar la especie y sobrevivir mientras nos encontremos

conscientes. Tal como nuestros amigos animales.

La dualidad de nuestra realidad nos permite escapar del mundo en el que el resto de

criaturas viven y nos permite crear estructuras que puedan, de alguna manera, asegurar

nuestras contingencias, como la muerte, por ejemplo. Creemos en que hacemos un viaje

espiritual, nos aferramos a la ciencia y su capacidad para extender la vida, o a la idea de

la resurrección, a la existencia de un alma, de una u otra manera siempre apuntando a

evitar morir. El miedo inevitable a la inexistencia, al vacío, proporciona una perfecta

oportunidad para la narración.

De la misma manera, con la fantasía podemos referir a otros de realidades que ellos aún

no manejan o que ni siquiera nosotros manejamos. Uno puede conocer algunas

características de algún lugar sin siquiera estar ahí; sin embargo, nace la pregunta: si es

que aquel relato es descriptivo, ¿cómo es que termina siendo una ficción? Y resulta que

ninguna realidad es agotable por una sola historia. Es más, es por solamente conocer una

historia que nacen los prejuicios. Así, pues, nos rodeamos de la historia «África es pobre»

(y por lo tanto se nos hace difícil asumir ricos africanos), «las personas de tez oscura son

agresivas y peligrosas» (y pensamos que hay una mayor probabilidad de que sean

criminales si observamos una), «si es de determinado lugar o condición social entonces

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es sucio» (y por tanto se establecen tratos diferenciados con respecto a los servicios

higiénicos en algunos lugares).

El riesgo de contar una sola historia es que esta nos engloba en un solo contexto del cual

es muy difícil salir. El riesgo de la única versión es el de generar un prejuicio sistemático

e ingenuo basado solamente en una cara de la realidad. La ignorancia es atrevida.

Proust decía que en el amor el otro no tiene la culpa sino la imaginación de uno mismo.

Es la historia que escribimos, que nos cuentan y que nosotros leemos la que nos permite

entablar un vínculo íntimo con otra persona, único, en el que la conexión no está en este

mundo sino en el ulterior.

Pero en el momento en el que eliminamos la ficción nos encontramos solos, sin la

posibilidad de convivir con cualquier extraño, pues no hay garantía alguna de que él crea

lo mismo que uno y que por tanto haya desarrollado los mismos valores y apreciaciones

que uno. El círculo en el que nos limitaríamos a actuar sería muy reducido, basado en la

intimidad y en una delicada confianza casi familiar. Las historias, por otro lado, nos

permiten coincidir en una manera de actuar dentro de un grupo independientemente del

número de integrantes. Garantiza la seguridad, el desarrollo y

las probabilidades de crecimiento del grupo.

El Estado es producto de una narración colectiva. La misma que mueve el

comportamiento religioso, o el emprendimiento empresarial. Es exactamente el mismo

mecanismo el que funciona con el discurso discriminatorio (racista, homofóbico, entre

otros) o el que determina el comportamiento de grupos subversivos (terroristas,

guerrilleros…). El relato funciona siempre que alguien pueda conectar con él y no es

solamente el relato, sino la habilidad del narrador para seducir a sus receptores.

Las historias pueden mover nuestro comportamiento, sí, o aún más, los valores que lo

determinan; dependiendo, claro, de la intensidad, credibilidad y consecuente fuerza del

relato.

A menudo se suele generalizar el valor social de alguien en base a su comportamiento en

dos grandes grupos: aquellos buenos y aquellos malos. Las manzanas buenas y las

manzanas podridas… ¿Pero acaso alguien se pregunta si es que los barriles en los que

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estas manzanas se transportan están en óptimas condiciones? ¿O si es que el problema

no son unos cuantos barriles malos por azar sino quien hace los barriles? En otras

palabras, ¿es realmente la persona el problema o es que esta se encuentra en una

situación en la que no puede evitar comportarse de determinada manera? ¿O será que la

situación que configura el comportamiento de los individuos es así por un problema en

el sistema? La psicología social nos ha enseñado a no dejar de lado el poder del

contexto3 y, con ello, a no dejar de lado todo aquello que lo configura: la situación

económica, las leyes, el gobierno…

El ser humano en su unicidad como individuo inevitablemente termina siendo una

combinación de todos y cada uno de los elementos de su conjunto de creencias. De

manera que, un cambio en el comportamiento de alguien puede darse de dos modos:

atacando su conducta o los motivos detrás de ella. Es clara la brecha de dificultad entre

ambas opciones. Mientras que la primera se soluciona con una reducción o flexibilización

de los permisos sociales, la segunda implica saber aquella creencia que impulsa el

comportamiento de la persona y, después, la búsqueda de unahistoria más poderosa que

aquella que perpetuaba el hábito.

En una sociedad como la nuestra, el rompecabezas es que no tenemos historias que

contar. Los cuentos de sostenibilidad y crecimiento urbano o del cuidado del medio

ambiente no son lo suficientemente fuertes. No las creemos. La razón es simple: en estas

historias no somos víctimas de ningún modo de todos aquellos problemas que sabemos

que ocasionamos (o empeoramos) pero cuyos efectos no se materializan hasta dentro de

un plazo remoto. No apelan a nuestras emociones porque las amenazas solamente son

creíbles si es que el castigo es inmediato y, por tanto, no son capaces de modificar de

ninguna manera nuestro comportamiento. No hay manera de asociar nuestro mal actuar

con las consecuencias casi apocalípticas para la ciudad, el país o el mundo en el futuro.

No creemos que podamos ayudar a salvar el planeta con una acción tan pequeña como

consumir de empresas que cuiden su impacto ambiental, así como tampoco creemos que

podemos salvar a Lima de su desorden vial dejando de viajar en los famosos micros. Mi

acción hoy, nos repetimos, no tiene efectos ni ayuda a escapar de la maldición ya puesta

3 Para ampliación del tema revisar el trabajo de Philip Zimbardo o Stanley Milgram.

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(por nosotros mismos) sobre esta ciudad. No hay un nexo entre la realidad en la que

vivimos y la que le toca a la siguiente generación.

Queremos salvar a Lima, pero seguimos apoyando el pésimo sistema de transporte

público. Queremos salvar el mundo, pero seguimos comprando de empresas no

amigables al medio ambiente. Queremos vivir en paz, sin dividirnos, pero aún así

discriminamos. Y es que en esta disonancia cognitiva terminamos siendo como la zorra

con las uvas que nunca alcanzó4.

«¡Si tan solo fuera tan simple! Si tan solo existieran personas totalmente malas

haciendo el mal insidiosamente en algún lugar y solamente fuera necesario

separarlas del resto (que hace el bien) y destruirlas… Pero la línea que divide el

bien y el mal corta a través del corazón de cada ser humano. ¿Y quién está

dispuesto a destruir una parte de su propio corazón?». —Aleksandr Solzhenitsyn

Acomodamos nuestras ideas para que estas contradicciones encajen. Nos creemos otras

historias que le den la razón al actuar. Nos creemos, ingenuamente, que no hay una

alternativa a los buses temblorosos, o que no somos capaces de pagar de más por el

servicio formal. Podemos a veces creer que el mundo ya no es salvable, que un solo

producto no hará la diferencia, que ese solo producto no afecta a la empresa, o peor, que

alguien hará lo que yo debería hacer. Es este el sistema de creencias que configura el

comportamiento colectivo, la relajación de los grupos, la indiferencia de otros, la falta de

memoria de algunos y el afán cortoplacista, totalmente favorable al consumismo, que

viene en aumento en los últimos años. Es la robotización y la perpetuación de la

mediocridad de la sociedad. Es la falta de una historia que seguir, la minimización de las

responsabilidades individuales para con el resto y el inminente resquebrajamiento

de la población.

No deberíamos olvidar que por narraciones ya nos han ganado en las dos últimas décadas

del siglo pasado. ¿Volverá el Estado a permitir la proliferación de historias que atenten a

destruirlo? La peor alternativa que tenemos es la indiferencia que, paradójicamente,

hemos estado ejerciendo. Los frutos, podridos, son visibles: ignorancia,

irresponsabilidad y una reacción inmadura para aceptar las sentencias que como

4 Ver fábula «La zorra y las uvas» de Esopo.

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sociedad dictamos en los años de la finalización del período sangriento, fatal, del

terrorismo. ¡Exigimos justicia! Pues es inimaginable a nuestro razonamiento que un

sentenciado por terrorismo salga libre después de haber cumplido su condena de

veinticinco años de cárcel. ¿Perdón? Nadie armó semejante escándalo al momento de

dictar la sentencia, ¿o será que veinticinco años sonaban como un horizonte lo

suficientemente lejano como para que el peruano se desprendiera de esa historia? ¿Acaso

no es el mismo fenómeno el que observamos hoy en día en nuestra población?

Somos narradores sin narración, pero narrando, improvisando. Exploradores sin

objetivo, pero explorando, descubriendo tierras ya descubiertas por otros sin saberlo.

Ciudadanos no comprometidos, pero ciudadanos al fin. Somos un puñado de personas

unidos por el nombre de una región o país que no ha aprendido a contar sus cuentos, a

inmortalizar su cultura y mover sus valores. Aquella ficción que imaginó un grupo de

criollos hace casi ya doscientos años ha quedado solamente en nombre y en algo de

territorio. Es esta la historia de un pueblo sin memoria de sí, condenado a vagar en

círculos y repetir los mismos errores de siempre sin cuestionarse siquiera.

«La civilización comienza con una rebelión. Prometeo, uno de los Titanes, roba el

fuego de los dioses en el Monte Olimpo y se lo lleva al hombre como un regalo,

marcando así el comienzo de la cultura humana. Por esta rebelión, Zeus lo

sentencia a ser encadenado al Monte Cáucaso donde unos buitres se comen su

hígado durante el día y en la noche solamente vuelve a crecer para ser comido de

nuevo el día siguiente. Esta es la historia de la agonía del individuo creativo, cuyo

descanso nocturno solamente lo resucita para que pueda soportar su agonía el día

siguiente». —Rollo May

¡Claro está que nada nunca debe ser tan apocalíptico! La solución es cambiar el enfoque.

No solamente de trata de legislar, reglamentar e imponer sino de culturizar. Un pueblo

culto inevitablemente se apropia de las historias de su tierra y, por tanto, las siente como

parte del flujo del tiempo; una vez involucrado, el pueblo no se pierde, aprende, no solo

de sus errores sino de sus motivos.

La ficción puede ser buena, puede permitirnos salir del hoyo que estamos viciosamente

cavando. La ficción, bien trabajada, puede impulsar un cambio idiosincrásico. ¡Podemos

hacer de nuestros niños unos héroes! Plantar la historia de responsabilidad, de que todos

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somos parte de algo muy grande; que la sola falta de uno en este proyecto llamado Perú

es no solo irremplazable, pero una pérdida tremenda. La historia de la importancia (y el

orgullo) de esforzarse por, desde donde estemos, hacer de nuestro entorno el mejor

posible porque, de una manera u otra, las personas terminan escogiendo el libro que más

les gusta. Como mencioné; no necesariamente por la historia en sí sino por el interés que

puede generar el narrador en sus receptores.

Las historias nos permiten estructurar realidades mucho más poderosas que el mundo

en el que vivimos. Desde la escapatoria de la inevitabilidad de la muerte hasta la decisión

de una creencia común para la formación de un Estado o la unificación de un país.

Generan prejuicios y ayudan a eliminarlos, definen nuestro comportamiento y lo

cambian. ¿Estamos contando las historias que nos gustaría escuchar?

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III. SECCIÓN HISTÓRICA

3.1. HISTORIA GENERAL

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VIDA DE DON JOAQUÍN DE LA PEZUELA DESPUÉS DE

SER VIRREY (1821-1830)

ALFONSO DE CEBALLOS-ESCALERA Y GILA,

VIZCONDE DE AYALA Y MARQUÉS DE LA FLORESTA1

Universidad Complutense de Madrid

Resumen:

El artículo, primero de una serie sobre la época, la vida y el gobierno del virrey Pezuela,

se dirige a relatar los últimos años de su vida, desde su exoneración del mando en enero

de 1821, hasta su muerte en Madrid en septiembre de 1830. Se examinan en el artículo

sus viajes y avatares, su conducta política y militar, su fortuna y hacienda, y sus

circunstancias familiares.

Palabras clave: Perú / Virreinato / Pezuela / Quinta de la Magdalena / Viluma

La vida militar y política del general Pezuela (1761-1830), no ha sido aún abordada con

la atención que merece, máxime considerando la ingente cantidad de documentos que

nos ha legado, y que hoy se conservan repartidos en varios fondos de Santander y

Segovia. Me propongo iniciar con este artículo, dedicado al transcurso de su vida después

de dejar el virreinato en azarosas y violentas circunstancias -es decir, empezando por el

final de su presencia en Lima-, una serie de trabajos sobre su densa actividad militar y

política.

1 Doctor en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid, en Ciencias Políticas por la Universidad Pública do Minho (Portugal), y en Historia Medieval y Moderna por la U.N.E.D., Cronista de Castilla y León, antiguo Profesor de Historia del Derecho y de las Instituciones en la Universidad de Valladolid, antiguo Profesor Catedrático de Geopolítica en la Universidad de Lisboa, antiguo Director de la Cátedra de la Mar en la Universidad Camilo José Cela (Madrid), antiguo Profesor del Centro Superior de Estudios de la Defensa Nacional, de la Escuela de Guerra y de la Escuela de Guerra Naval, Correspondiente de las Reales Academias de Jurisprudencia y Legislación, y de la Historia. Es autor de cuarenta y dos libros y de cuatro centenares de monografías y artículos, todos publicados. Es caballero de la Real y Distinguida Orden de Carlos III, y comendador de número de las Reales Órdenes de Isabel la Católica y del Mérito Civil.

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Digamos, antes de seguir, que el artillero Pezuela había llegado a Lima el 1º de abril de

1805, y que en Lima nacieron varios de sus hijos. Residió en la Ciudad de los Reyes

durante tres lustros largos, y se consideraba un limeño más, muy unido al país y a sus

costumbres. Un amor que se aumentó cuando en los años de 1813 a 1815 recorrió todo el

territorio del Virreinato, al mando de un ejército formado mayoritariamente por criollos

y por indios -siempre mostró más afición a estos, que a los peninsulares-. Quiero decir

con esto que en Pezuela se daban las contradicciones sentimentales tan frecuentes en las

guerras civiles -y no otra cosa fue aquella de las independencias americanas-: el general

Pezuela, aún siendo peninsular, se sentía más cercano a sus paisanos y amigos peruanos,

que a los militares y políticos peninsulares.

Sabido es que el general Pezuela, que fue un excelente jefe militar durante su etapa de

general en jefe del Ejército Real del Perú (1813-1816), durante cuyo mando los rebeldes

bonaerenses y chilenos se vieron impotentes para sublevar el Perú y fueron

reiteradamente derrotados, no fue, después de su nombramiento como virrey el 6 de

abril de 1816, tan hábil como político. Hombre de otra época y de otros valores -los de

una absoluta obediencia al Rey y a los superiores-, en él no cabían las insurgencias ni las

asonadas, tan usadas desde aquellos primeros decenios del siglo XIX, tanto en América

como en la Península. De ahí, y de una absoluta falta de medios y de refuerzos -la

Península ya había abandonado a su suerte a las autoridades americanas-, su relativo

fracaso político.

Los jefes que estaban al mando del Ejército Real a finales de 1820 -Laserna, Valdés,

Canterac, Ferraz y otros- eran soldados peninsulares muy distinguidos en las campañas

napoleónicas, pero eran también de ideas liberales, y estas habían de chocar con las

absolutistas del virrey. Ya en aquel otoño, tras el fracaso de las conferencias de Miraflores

con el general San Martín, forzaron la instalación de una Junta Militar que dirigiese la

campaña contra los rebeldes bonaerenses; este organismo, de facto, menoscababa las

facultades del virrey. Los roces personales entre el virrey Pezuela y su general en jefe

Laserna eran además constantes, como recuerda el primero en sus escritos.

Finalmente, en la noche del 29 de enero de 1821, un inaudito motín de los jefes del

Ejército acampados en Aznapuquio, causó la destitución y el confinamiento del virrey

Pezuela, su familia y sus fieles. El virrey, que se hallaba en aquel momento trabajando en

su despacho del palacio virreinal, se vio forzado, para evitar males mayores, a resignar el

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mando y a trasladarse aquel mismo día hacienda de la Magdalena, en las cercanías de

Lima. La escena y los sucesos inmediatos los conocemos con gran detalle, por haber sido

recogidos en sus memorias por el más tarde general García-Camba2, y publicados por

Rodríguez Casado y Lohmann Villena en el prólogo de su edición de la Memoria de

Gobierno de Pezuela, páginas XXXVII-XLII. La sedición, en palabras de Ricardo Palma,

significó para la causa patriota tanto como una batalla más, ganada a España. Todo

el elemento civil de la capital, impresionada `por el escándalo que dio el militarismo,

se hizo partidario de la independencia, desmoralizando por completo una sociedad

habituada por cerca de tres siglos de administración colonial a mirar con profundo

respeto el principio de autoridad civil, hasta creer la persona del Virrey tan sagrada e

inviolable como la del Monarca... la derrota de Ayacucho no fue sino el corolario

preciso, inevitable, de la desmoralizadora e injustificada rebelión3.

A los pocos días de su confinamiento, quedó aislado porque una fuerza militar al mando

del entonces comandante Ferraz, dificultó el acceso a la quinta. Por cierto que este jefe

tenía sobre todo órdenes estrictas de contener a la virreina doña Ángela de Ceballos, cuyo

enérgico carácter temían todos los conspiradores.

Esa propiedad de la Magdalena merece algún comentario. Era un antiguo rancho

propiedad de la Orden de San Juan de Dios, en las afueras de Lima, sobre el camino de

El Callao y en las riberas del Rimac; fue adquirido por Pezuela en precio de 5.00 pesos,

y transformado en una quinta de recreo, bien amueblada y alhajada, con jardines y

huertas, calesa, mulo y cuatro esclavos. Las obras se concluyeron en 1818.

La familia estaba entonces, enero de 1821, muy separada y repartida. Su hijo mayor don

Manuel se hallaba destinado en la Península como oficial de Artillería; y también

estudiaban en Madrid desde 1819, en el célebre Real Colegio de San Mateo (Escuelas

Pías), sus hijos menores don Juan Manuel y don José, acompañados en la corte por su

hija doña Joaquina, ya entonces viuda del brigadier Osorio, el reconquistador de Chile.

2. GARCÍA CAMBA, Andrés, Memorias para la historia de las armas españolas en el Perú, Madrid, 1916, en dos tomos. 3. PALMA, Ricardo, “La rebelión de Aznapuquio”, en El Comercio de Lima, 1º de mayo de 1895. Una visión más moderna y de conjunto del motín de Aznapuquio en MAZZEO DE VIVÓ, Ana Cristina, “Los nudos de la desunión: conflictos y divergencias en la dirigencia del Ejército realista durante la emancipación del Perú, 1810-1824", en la Revista de Indias, 247 (2009), págs. 105-136.

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Los diarios de Pezuela nos informan día y día de su vida en aquellos azarosos meses,

recluido en la quinta de la Magdalena; han sido publicados por Rodríguez Casado y

Lohmann Villena al final de la edición de la Memoria de Gobierno del virrey, páginas

840-863. El 9 de abril, el virrey dispuso el embarque en El Callao de su esposa, hijas y

demás familiares en la fragata de guerra británica H.M.S. Andromaque, que partió aquel

dia hacia Portsmouth por la vía del Janeiro; el virrey hubo de permanecer en la

Magdalena, con la sola compañía de su yerno el coronel Ceballos-Escalera, a quien al

principio se le negaron los pasaportes para salir del Perú.

El 26 de mayo, el virrey y su yerno lograron embarcarse, al precio de pagar 8.000 pesos

fuertes -una cantidad exorbitante- en la corbeta mercante estadounidense General Brun,

que había entrado en El Callao burlando el bloqueo chileno mediante su mucha vela, y

que se proponía salir del mismo modo con destino al Janeiro. Dilatada la partida por

temor a caer en manos enemigas, el 7 de junio entró en el Callao la fragata de guerra

estadounidense U.S.S. Constelation, y el virrey y su yerno transbordaron a este buque,

porque la corbeta estaba amenazada y hubo que reforzar su guardia. La libre salida de la

corbeta fue negada por las fuerzas insurgentes, y fueron pasando los días en el mismo

estado de cosas.

Entonces, ya mediado el mes de junio, la dotación de la Constelation representó unas

comedias dos noches seguidas. Y en la segunda noche, a las diez, se presentó a bordo de

improviso el general San Martín. Conociendo el rectísimo carácter del virrey depuesto,

este hubo de pasar sin duda un mal rato. Él mismo relata así el encuentro: se presentó a

bordo repentina e inopinadamente el General San Martín con otros Gefes, y el Virrey

padeció la sorpresa y tubo disgusto de ver y hablar por aquella rara casualidad a aquel

Caudillo. Concluidas que fueron las recíprocas ceremonias que ya en aquel caso exigía

la urbanidad, hablaron del Suceso de la deposición del Virrey, y este pidió a San Martín

que permitiese la salida de la Brun, y después de distintas negativas a los varios

argumentos que se le hicieron al efecto, manifestó que de ningún modo podía permitir

la salida del Virrey y demás Militares que le acompañaban, porque se comprometía y

exponía a que creyesen sus Oficiales que había sido sobornado, que él por otra parte no

reconocía a Laserna por tal Virrey, que Lima sería suya dentro de pocos días, y que él

empeñaba su palabra de honor de que después que sucediese, quedaría en libertad para

poder marchar a donde quisiere. San Martín se retiró a su buque concluida la

representación, pasadas las dos de la madrugada.

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A los pocos días se dio permiso a la corbeta estadounidense para salir del Callao, pero

llevando a bordo solo a los pasajeros paisanos y sin mercancías. El virrey y los militares

que le acompañaban -los coroneles Marqués de Casares y Ceballos-Escalera, y el alférez

de navío Llerena- se desembarcaron, dejando a sus esposas y sus equipajes a bordo de la

U.S.S. Constelation, pero conviniendo en que a los pocos días embarcarían

subrepticiamente en el cercano puerto de la Chira, al sur de Lima. Se dirigieron al pueblo

de Surco, escoltados por una partida de húsares enviada por Laserna. La corbeta llegó al

punto indicado, pero en aquel momento se desató un gran temporal que hizo imposible

el embarque por medio de un bote; el virrey Pezuela, desesperado, quiso alcanzar el

buque a nado, y hubo de ser contenido por su séquito. Aquel momento se le hizo muy

amargo. El que sí se echó a las embravecidas aguas, jugándose la vida, fue el alférez de

navío Llerena, que pudo llegar al bote y avisar al patrón de que comunicase al capitán

que el embarque podría hacerse en Chorrillos, al norte de la Chira.

Por fin, el 29 de junio de 1821 pudo embarcarse Pezuela en una playa desierta y a bordo

de una miserable canoa de indios, llevando solamente sobre sí el traje que llevaba puesto.

Alcanzado con dificultad el bote de la corbeta, en medio de una mala mar y tras dos horas

terribles, pudo al fin embarcarse en la corbeta cuando ya buques insurgentes se

aproximaban a la zona. Tras varios intentos frustrados de encontrar la fragata U.S.S.

Constelation en Huacho y en Ancón, la corbeta puso rumbo al Cabo de Hornos, y tras

sufrir otro temporal cerca de las islas Malvinas, arribó felizmente al Janeiro cuarenta

días después.

En el Janeiro -primer puerto de todas aquellas costas americanas que no era enemigo-

fue recibido el virrey por el ministro de España, teniente general Conde de Casa Flores,

y provisto de dinero y de ropas -las camisas y traje que usó durante la larga y fría travesía

se las facilitaron caritativamente otros pasajeros: don Faustino del Campo y el señor

Puira-. Afortunadamente allí en el Janeiro toparon con la fragata británica Ober-

glendoble, que traía a bordo al sobrecargo de la Brun, con las esposas de los militares y

con todos sus equipajes, transbordados de la U.S.S. Constelation en el Callao.

Desde allí navegó el virrey en un buque paquete hacia Europa, con su yerno el coronel

Ceballos-Escalera, y luego de sufrir dos temporales en las islas de Cabo Verde y en el

Canal de la Mancha, arribaron a Plymouth el 9 de febrero de 1822, tras sesenta días de

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navegación. Desde allí se trasladaron a Lisboa a bordo de otro paquete, llegando el 18 de

febrero. Pezuela permaneció en la capital portuguesa, mientras Ceballos-Escalera

viajaba a Madrid a besar la mano del Rey y a pedirle licencia para que Pezuela fuese a la

corte. Obtenida esta, Pezuela llegó por fin al palacio real de Aranjuez, en las cercanías de

Madrid, el 20 de mayo de 1822; allí besó la mano del monarca y obtuvo su cuartel para

la villa y corte, donde permaneció pasivo durante el resto del Trienio constitucional.

Su llegada a la corte no debió de ser particularmente grata, ni alegre. Sumida entonces

España en las turbulencias del Trienio constitucional, ya muy graves, hubo de buscar

casa para su numerosa familia, reunida de nuevo; y hubo sobre todo, de buscar los

medios para mantenerse y para mantenerla. Pues desde su destitución, un año y medio

antes, no había percibido ninguno de sus sueldos y haberes; y el Tesoro Público estaba

exhausto. El general Pezuela se expresa amargamente en sus memorias: ni un real de

sueldo se me ha pagado, ni esperanza de que el malhadado gobierno (Dios le tengan

eterno descanso) pague a ninguna clase del Estado. De manera que al cabo de cuarenta

años de servicio hechos al rey y a mi patria me encuentro con un empleo que no se paga

unto y, perdida mi corta fortuna, con nueve hijos que cual más cual menos todos graban

mi corto bolsillo, y con un gobierno que no hacía precio de los hombres de bien y menos

de servicios hechos en América, que hasta los detesta, porque los mira contrarios a las

máximas filantrópicas y liberales de que está empapado.

A más de cuanto dejó en el Perú -su hacienda de la Magdalena, el mobiliario de su casa

de campo y el muy rico cedido al palacio virreinal, que era de su propiedad, sus servicios

de mesa de plata y diversos equipajes y carruajes-, perdió 12.000 pesos fuertes prestados

a un rico comerciante que nunca rindió cuentas, y otros 28.000 pesos fuertes prestados

al rey en un empréstito para cubrir las necesidades de la defensa del Virreinato. Su viaje

y el de su familia le costaron más de 20.000 pesos. Y en aquel cúmulo de desgracias que

se abate sobre Pezuela, le sorprende la quiebra de su apoderado en Cádiz, el comerciante

Juan Antonio Uriarte, perdiendo con ella el resto de sus bienes, pues en su casa de

comercio tenía depositados 17.000 pesos. Hubiéranse visto Pezuela y su familia en la

mayor necesidad a no haber salvado la económica y previsora doña Angela de Ceballos

8000 pesos de sus ahorros de alfileres y un importante caudal en joyas. Con aquella

suma, y la que obtuvieron vendiendo las preseas, más las dotes de sus hijas, que

generosamente les fueron devueltas, pudieron sobrevivir los primeros años.

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Rechazado por el gobierno, abandonado por el Rey, pasa Pezuela sus días esperando las

noticias de América, las cartas de sus leales Ramírez, Olañeta y otros jefes criollos,

desatendidos por Laserna, y que esperan siempre verá Pezuela respuesta en su Virreinato

-muchas de esas misivas se conservan en el archivo familiar-. Tristeza y amargura. Dolor

por la tierra peruana en manos de los sublevados de Aznapuquio; dolor por España

donde se disputan el mando masones y comuneros.

Tras el triunfo en 1823 de los ejércitos de la Santa Alianza, los Cien Mil Hijos de San Luis,

sobre las huestes liberales, y restaurado Don Fernando VII como monarca absoluto,

Pezuela -un general al cabo afín a la Monarquía absoluta, o más bien al orden político y

a la disciplina militar, y purificado en junio de aquel año-, solicitó y obtuvo licencia para

pasar a Sevilla a recuperar su salud, pero el 1º de junio de 1823 se le ordenó detenerse en

Córdoba, donde disfrutó de esa licencia, retornando luego a la corte.

Por fin, dos años después, impresionada toda España por la gran derrota de Ayacucho y

la pérdida del Perú, el Rey volvió los ojos hacia su leal Pezuela, y le nombró capitán

general de Castilla la Nueva, es decir de Madrid -por lo tanto, un puesto militar de notoria

relevancia- el 11 de marzo de 1825. A ser otro su carácter hubiese recogido entonces toda

suerte de honores, pero su firme espíritu militar, poco hecho servilismos palaciegos, y

menos aún a motines y ediciones militares, le concitó enseguida las iras del partido

apostólico o ultrarrealista: apenas se mantuvo en el cargo veinte días.

El general Pezuela, proponiéndose evitar las violencias de que él también había sido

víctima, sostuvo el criterio, como presidente de la junta de purificaciones, de que todo

militar que no hubiese tomado parte activa y personal en las pasadas revoluciones,

limitándose a seguir sus banderas, debía de ser purificado sin más pesquisas ni

dilaciones. El coronel Ceberg, suizo ultrarrealista y secretario de dicha Junta, oyendo a

Pezuela expresarse en tal forma, le preguntó con arrogancia: ¿Y que haría Vuecencia con

los jefes y oficiales que nos hemos unido a los cuerpos realistas o al ejército del Duque

de Angulema?. Contestándole el general Pezuela, con autoridad y energía: Si proceden

de los Cuerpos que servía en el Ejército constitucional, prenderlos y juzgarlos conforme

Ordenanza. Esta recta interpretación de la disciplina militar era un juicio sobradamente

imprudente para ser expuesto en aquellos tiempos. Ante la denuncia del coronel Ceberg,

fue depuesto Pezuela de su cargo, sin que le valieran sus muchos méritos, tan

elogiosamente reconocidos poco antes por Fernando VII.

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Entonces tuvo fin su larga carrera militar, quedando en destino de cuartel en la capital

del Reino durante el resto de sus días. Sin embargo, por real orden de 26 de junio de

1826, el Rey le manifestó lo satisfecho que estaba de los brillantes méritos y conocidos

sacrificios que en defensa de su Corona había prestado en todas épocas, y

particularmente en la que con tanto celo, prudencia y pundonor desempeñó el delicado

y espinoso cargo de Virrey.

Sus últimos años no debieron de ser alegres, debido a algunos disgustos familiares, cual

la pérdida de una hija, y de otros dos hijos en servicios del Rey. Pero fueron unos años

muy interesantes para los historiadores, ya que el general Pezuela, hombre de una

meticulosidad admirable, como buen artillero, los dedicó a reunir y a arreglar todos los

papeles de su vida militar y política, a más de los relativos a la administración de sus

bienes. El legado documental, lo dije antes, es ingente, y en cada legajo, en cada

carpetilla, se percibe su característica letra picuda, dando explicaciones y aclaraciones.

Es sorprendente que apenas haya llamado la atención de los historiadores -salvo los ya

citados Rodríguez Casado y Lohmann Villena-.

No obstante, aún le deparó la fortuna alguna satisfacción postrera al general Pezuela: el

31 de marzo de 1830, el Rey Don Fernando VII le creó Marqués de Viluma, con el

vizcondado previo de la Pezuela, en memoria y recompensa de los distinguidos servicios

contraídos en vuestra dilatada carrera militar, y particularmente los hechos como

General en Jefe del Egército del Alto Perú en las gloriosas acciones de Vilcapujio, el dia

primero de octubre de mil ochocientos trece, y de Ayouma el catorce de noviembre

siguiente, y en la batalla de Viluma el veintinueve de noviembre de mil ochocientos

quince, destruyendo dos egércitos organizados y muy superiores en fuerzas de los

ynsurgentes de Buenos Ayres, reconquistando y conservando las Privincias del Alto

Perú y asegurando el basto Reino del mismo nombre: acciones por las cuales tuve a

bien mandar por mi Real Orden de treinta y uno de mayo de mil ochocientos diez y seis,

se cantase un solemne Te Deum en todas las yglesias de mis Reynos... Recordemos que

la decisiva batalla de Viluma o Sipe-Sipe contra los rebeldes bonaerenses, se dio sobre

las faldas de los Andes, cerca de Cochabamba, en el Alto Perú (actual Bolivia). Esta

merced regia era entonces la suprema recompensa a que podía aspirarse en España, y

convirtió al anciano Pezuela -que ya contaba 69 años, una edad avanzada para aquella

época- en cabeza de una Casa nobiliaria. Era ya hora, pues todos sus iguales

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contemporáneos la habían logrado antes: Abascal fue creado Marqués de la Concordia

en 1812; Goyeneche, Conde de Guaqui en 1817; y hasta el golpista Laserna era Conde de

los Andes desde 1824.

Poco pudo disfrutar de ella, pues, un ataque cerebral, seguido de altas fiebres, le causó

rápidamente la muerte en su casa de Madrid, en la calle de Fuencarral número 10, cuarto

principal, a las seis menos cuarto de la mañana del 16 de septiembre de 1830. Se le

hicieron solemnes honras funerales el 24 de dicho mes y año en la iglesia parroquial de

San Luis -hasta 7.602 reales se gastaron en ellas-, y fue llevado a enterrar a un nicho del

recién creado cementerio de San Luis, al norte y extramuros de la villa y corte , el más

bello de Madrid porque contaba con una frondosa arboleda y un magnífico jardín -pero

que lamentablemente fue destruido hacia 1930-. Parece ser que sus restos mortales se

condujeron por entonces al cementerio de la sacramental de San Lorenzo, pero aún no

he podido localizarlos.

Había otorgado su testamento muchos años antes, el 25 de abril de 1813, al salir de Lima

para tomar el peligroso mando del Ejército Real del Perú, al que pronto cubriría de

glorias; en ese texto, de alto espíritu patriótico castrense, recomendó a sus hijos

mantenerse siempre en la más exacta religión cristiana, y en la obediencia al Rey, como

hasta el día.

La herencia del Virrey fue bien corta, pues como ya hemos advertido sus bienes quedaron

casi todos en Lima en 1821. Así los 28.000 pesos fuertes dados por Pezuela en empréstito

a la Real Hacienda para atender la defensa del virreinato -cuando quiso recobrarlos en

Madrid, se le respondió que acudiera a Lima ¡que ya era independiente!-; más otros

12.000 pesos de plata, en efectivo, depositados en poder del señor Villacampa.

En cuanto a los inmuebles y muebles, el inventario y tasación de estos es como sigue:

unas casas de campo de nueva fábrica en el Pueblo de la Magdalena, que valen 12.745

pesos fuertes; los muebles que en ella había, tasados en 1.190 pesos fuertes; un coche

inglés, 2.000 pesos fuertes; guarniciones para seis caballos con chapeado de plata, 700

pesos fuertes; seis caballos negros de tiro, 500 pesos fuertes. En casa de don José de la

Cendeja, un coche inglés y una berlina, tasados en 2.600 pesos fuertes. En casa de don

Sebastián Ugarriza, sillas, mesas, fanales, armarios y otros muebles, tasados en 715 pesos

fuertes; en poder de don Blas Sotomayor, una cama de caoba de matrimonio con su

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colgadura de red, mosquitera, dos colchas, once libreas, porción de libros y un ramillete

para la mesa de comer en días de etiqueta, que tenía doce figuras de China, varias

piezas de cristal abrillantado, y por base tres espejos guarnecidos de plata con pies de

lo mismo, valuado en 760 pesos fuertes. En total, 21.213 pesos fuertes.

Durante varios años su fiel amigo, el comerciante limeño don Joaquín de Asín, procuró

poner en cobro esos bienes, como también don Lucas de la Cotera, don Felipe Pardo y

don Ignacio de Aramburu; pero con poco éxito. La Quinta de la Magdalena, tras la

independencia, fue ocupada por el Libertador don José de San Martín entre 1821 y 1822,

y luego por el otro Libertador don Simón Bolívar entre 1823 y 1826; desde entonces el

palacio fue llamado Quinta de los Libertadores4. Finalmente, los hijos del virrey Pezuela

lograron venderla al Gobierno peruano hacia el 1855 -hoy es sede del Museo Nacional de

Arqueología, Antropología e Historia del Perú, y se encuentra perfectamente restaurada-

.

La virreina viuda doña Ángela de Ceballos y Olarría, señora de muy recio carácter -como

nos recuerda Ricardo Palma en sus celebradas Tradiciones Peruanas-, sobrevivió al

general hasta 1841. De su matrimonio, celebrado en Santander el 28 de febrero de 1793,

nacieron diez hijos: don Joaquín (que premurió); don Manuel, II Marqués de Viluma,

que fue ministro de la Corona, presidente del Senado y embajador; don Ramón (que

premurió); don Martín (que premurió); doña María del Carmen (dama noble de la Orden

de María Luisa, casada en Lima con el después teniente general don Rafael de Ceballos-

Escalera y Ocón); doña Joaquina (casada en Lima con el brigadier don Mariano Osorio5,

y en segundas nupcias con el brigadier don Cayetano Meléndez de Ayones y Peñalosa);

don Juan Manuel, primer Conde de Cheste, Marqués de la Pezuela y Vizconde de Ayala,

también ministro de la Corona, a más de capitán general de los Ejércitos, poeta y director

perpetuo de la Real Academia Española6; don José, coronel de Caballería y uno de los

4. LUNA GONZÁLEZ POLAR, Julio A., La Casa de Gobierno en Lima del libertador Simón Bolívar, 1823-1826, Lima, 1964. COLOMA PORCARI, César, “El Virrey Pezuela y su Palacio de la Magdalena. Documentos inéditos (1818-1925)”, en Historia y Cultura, 19 (1990), págs. 9-84. 5. CEBALLOS-ESCALERA Y GILA, Alfonso de, Marqués de la FLORESTA, "Papeles de familia del brigadier D. Mariano Osorio, penúltimo gobernador y capitán general del Reino de Chile", en Cuadernos de Ayala, 25 (enero-marzo 2006), págs. 19- 23. 6. Don Manuel y don Juan Manuel de la Pezuela y Ceballos, junto a su padre el virrey, tienen merecido lugar en el Diccionario Biográfico Español de la Real Academia de la Historia, tomo XLI. La apasionante vida del Conde de Cheste (1809-1906), ha sido magistralmente narrada -con muchas menciones de su patria limeña- por URBINA MELGAREJO, Antonio de, Marqués de ROZALEJO en su obra Cheste o todo un siglo, Madrid, 1935.

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más eximios tratadistas e historiadores de la isla de Cuba; doña Juana (esposa del

mariscal de campo don Juan Loriga y Reguera); y doña Isabel (esposa del jurista don

Santiago de Tejada y Santamaría, académico y vicepresidente del Senado). De varios de

ellos quedó una numerosa y larga prole, que llega hasta el día.

En tan ilustre descendencia perduró siempre el recuerdo de los días legendarios de Lima,

de la Magdalena, de las campañas del Alto Perú. En palabras del ilustre don Juan Pérez

de Guzmán y Gayo, numerario de la Real Academia de la Historia, escritas y publicadas

en La Época el 6 de septiembre de 1899: Con este último culto del vínculo de la sangre,

se enlazaba otro, el culto al Perú… todo lo peruano era, para la familia de los Pezuelas,

como cosa de propia familia.

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“Si buscas la perfección nunca estarás contento”.

CONDE LEÓN TOLSTÓI

Escritor ruso (1828-1910)

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El Virrey Pezuela, Maqués de Viluma1

1 Cortesía de su descendiente directo don Alfonso de Ceballos-Escalera y Gila, Duque de Ostuni, Vizconde de Ayala y Marqués de la Floresta, quien especialmente nos lo remite a fin de que sea publicado en la Revista del ISMP N° 29.

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Escudo del Marquesado de Viluma2

2 Cortesía de su descendiente directo don Alfonso de Ceballos-Escalera y Gila, Duque de Ostuni, Vizconde de Ayala y Marqués de la Floresta, quien especialmente nos lo remite a fin de que sea publicado en la Revista del ISMP N° 29.

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EL FONS HONORUM DE LA CASA REAL DE GEORGIA

FRANCISCO MANUEL DE LAS HERAS Y BORRERO,

BARÓN DE CASA DE LAS HERAS1

Universidad de Sevilla

Resumen:

El fons honorum de S.A.R. el Príncipe Davit de Bagration-Mukhraneli, actual Jefe de la

Casa Real de Georgia, miembro de la dinastía real europea más antigua del orbe

cristiano, y emparentado estrechamente con las Casas Reales de España (Borbón) y

Baviera (Wittelsbach), y las Imperiales de Alemania (Hohenzollern) y Rusia (Romanov).

Asimismo, sobre la Orden del Águila de Georgia, a la cual han pertenecido muchos

miembros de la realeza y nobleza europea, tales como los reyes Humberto II de Italia

(1946), Boris III de Bulgaria (1918-1943), el Gran Duque Vladimiro Kírilovich Romanov,

Jefe de la Casa Imperial Rusa (1938-1992), los archiduques de Austria Carlos y Francisco

José de Habsburgo-Lorena y Borbón, entre otros distinguidos personajes.

Palabras clave: Casa Real / Georgia / Orden dinástica / títulos nobiliarios / monarquía

1. Relaciones de parentesco con otras Casas Reales europeas

Georgia es un país independiente ubicado entre Asia y Europa, en la costa del mar Negro,

al sur del Cáucaso, entre Rusia y Turquía. Desde tiempos inmemoriales se estableció allí

una férrea civilización que lucho por permanecer independiente; sin embargo, un lugar

1 Miembro Correspondiente de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación de España, Doctor en Derecho por la Universidad de Extremadura (1998); Licenciado en Derecho por la Universidad de Sevilla (1973); Diplomado en Genealogía, Heráldica y Nobiliaria por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas del Ministerio de Educación y Ciencias de España (1974); en Economía de la Empresa por la Universidad Politécnica de Madrid (1974). Se desenvolvió como Diplomático del Servicio Exterior de la Unión Europea hasta su sensible fallecimiento el 30 de julio de 2013; no sin antes dejarnos esta valiosa colaboración que ahora es publicada y actualizada a la fecha. El Dr. De las Heras, fue creado Barón de Casa de las Heras, el 12 de marzo de 2008, por S.A.R. el Príncipe Davit de Bagration-Mukhraneli, Jefe de la Casa Real de Georgia; asimismo, fue Presidente de la Diputación de los Doce Linajes de Soria, Señor del Solar de Tejada, Infanzón de Illescas, Caballero Gran Cruz de la Orden del Águila de Georgia, del Santo Sepulcro de Jerusalén, de la Constantiniana de San Jorge de las Dos Sicilias, etc.

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tan estratégico como lo es aquel hizo que fuera disputado por los más poderosos

imperios, desde Roma y Persia, hasta Rusia y el Imperio Otomano. Los Bagration -reyes

que fueron de Georgia hasta la ocupación definitiva por parte del Imperio Ruso en el siglo

XIX- son considerados la dinastía real europea más antigua del orbe cristiano, y

emparentados estrechamente con las principales Casas Reales, como las de España,

Baviera, Alemania y Rusia.

Así tenemos que el actual Jefe de la Casa Real de Georgia S.A.R. el Príncipe Davit de

Bagration-Mukhraneli, está vinculado estrechamente con las Casas Reales de España

(Borbón) y Baviera (Wittelsbach), al ser sobrino carnal de S.A.R. Bagrat de Bagration-

Mukhraneli y Baviera, Príncipe de Georgia, Grande de España, Caballero de Honor y

Devoción de la Soberana Orden de Malta y Gran Collar de la Orden del Águila de Georgia,

e hijo de S.A.R. el Príncipe Irakli de Bagration-Mukhraneli, Jefe de la Casa Real de

Georgia (1957-1977) y de Da. María de las Mercedes de Baviera y Borbón (1911-1953),

Infanta de España, Princesa de Baviera y Georgia, y sobrina del rey Alfonso XIII de

España.

Estas relaciones y la preeminencia que tiene la Casa Real de Georgia entre la realeza

europea hizo que S.M. el Rey Felipe VI de España, invitara al Príncipe Davit de

Bagration-Mukhraneli de Georgia, a la ceremonia de su proclamación como nuevo

monarca, acto protocolar que se llevó a cabo ante las Cortes Generales en el Palacio de

las Cortes, en sesión conjunta y extraordinaria del Congreso de los Diputados y el Senado,

el 19 de junio de 2014. Así como a la recepción que se desarrolló en el Palacio Real de

Madrid.

Asimismo, el Príncipe Davit de Bagration-Mukhraneli de Georgia se encuentra

emparentado con las Casas Imperiales de Alemania (Hohenzollern) y Rusia (Romanov),

al ser primo de S.A.I.R. el Zarévich Jorge Mijailovich Romanov, Gran Duque de Rusia,

hijo de S.A.R.I. el Príncipe Francisco Guillermo de Prusia y de S.A.I. la Gran Duquesa

María Vladímirovna Romanov y Bagration-Mukhraneli, actual Jefa de la Casa Imperial

de Rusia, hija a su vez del S.A.I. el Gran Duque Vladimiro Kirílovich Romanov, Jefe de la

Casa Imperial de Rusia (1938-1992) y de S.A.I. Leonida Georgievna de Bagration-

Mukhraneli, Gran Duquesa de Rusia y Princesa de Georgia (f. 2010)2.

2 ROBLES DO CAMPO, Carlos. “Un antepasado común para Europa”. En: Anales de la Real Academia Matritense de Heráldica y Genealógica, Tomo I. Madrid: RAMHG, 1981, p. 199.

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S.A.R. el Príncipe Davit de Bagration-Mukhraneli, Jefe de la Casa Real de Georgia, se

casó con su prima S.A.R. la Princesa Anna Bagration-Gruzinsky, con la que tiene a su

único hijo y heredero S.A.R. el Príncipe Giorgi Bagration Bagrationi, que nació en

Madrid, el 27 de setiembre de 2011 y bautizado por el Patriarca Elías II de Georgia en la

antigua Catedral de Svetitsjoveli3 en Miskheta, Georgia, el 3 de noviembre de 2013.

El príncipe Giorgi, de 4 años de edad, ocupará a su debido tiempo la Jefatura de la Casa

Real de Georgia, al reunir en su persona los derechos dinásticos de ambas ramas de los

Bagration (Mukhraneli y Gruzinsky).

2. La Orden del Águila de Georgia

Tras la muerte del Príncipe Jorge, Jefe de la Casa Real de Georgia, el 16 de enero de 2008

en Tiflis, la capital georgiana, el Príncipe Davit de Bagration-Mukhraneli, su hijo, asume

el Gran Maestrazgo de la Real Orden del Águila de Georgia y la Túnica Inconsútil de

Nuestro Señor Jesucristo, conforme al derecho tradicional monárquico de dicho país, así

como todos los derechos y deberes inherentes a la jefatura de la Casa y Familia.

La naturaleza jurídica de las órdenes de caballería, que actualmente están vigentes, es un

tema que no ha sido, a nuestro parecer, suficientemente estudiado. Nacidas en la época

medieval, han llegado hasta nuestros días como auténticos “monumentos jurídicos”,

dignos de respeto y admiración por la función social que aún hoy siguen desempeñando,

como es el caso de la Real Orden del Águila de Georgia. Nos encontramos, pues, en

presencia de entes jurídicos verdaderamente atípicos, que se resisten a ser encasillados

en alguna de las categorías conocidas de sujetos del derecho.

De las diversas clasificaciones de las Órdenes Ecuestres, que realiza la doctrina, el

italiano Giacomo Bascapè4 es el que, en nuestra opinión, mejor sintetiza el tema,

distinguiendo entre:

a) Órdenes Estatales: aquellas que en el ordenamiento interno de un Estado gozan

de personalidad jurídica pública.

3 Construido en el siglo XI, centro religioso de la Georgia medieval. Es Patrimonio de la Humanidad desde 1994. 4 BASCAPÉ, GIACOMO. “Gli Ordini Cavallereschi in Italia – Storia e Diritto”. Milán: Editrise Heraclea, 1992, p. 104 y siguientes.

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b) Órdenes Dinástico-Estatales: aquellas que, con anterioridad a la Revolución

Francesa, pertenecían al patrimonio histórico de una dinastía reinante y han

continuado, sin cambiar de naturaleza, como legado de la corona.

c) Órdenes Dinásticas-Familiares: aquellas que el príncipe soberano y sus

descendientes, incluso en el exilio, conservan el “ius collationis”.

d) Órdenes Pontificias: aquellas emanadas de la soberanía supraestatal de la Iglesia

Católica y, en teoría, jerárquicamente superior a la de los Estados.

e) Órdenes Magistrales: aquellas que ostentan una personalidad de derecho

internacional.

De acuerdo con esta clasificación, la Real Orden del Águila de Georgia y la Túnica

Inconsútil de Nuestro Señor Jesucristo sería una Orden Dinástica o Familiar, la cual no

depende “de la soberanía de ningún Estado”. Es, precisamente, esa condición “familiar”

la que ha permitido y posibilitado la existencia de la Orden hasta nuestros días, con

independencia de la suerte política sufrida por el Reino de Georgia, del que, en otra

época, llegó a ser la más emblemática distinción.

Ahora bien, la singular naturaleza jurídica de la Orden no evita que el recibimiento de

una persona en la misma, no constituya un auténtico acto de derecho premial, mediante

el que se reconoce en dicha persona la concurrencia de méritos excepcionales o la

realización de servicios especiales a favor de Georgia, la sociedad en general, o de la

dinastía Bagration en particular. En este sentido, el ingreso en la Orden viene a constatar

la adscripción y pertenencia a una elite moral como expresión de las virtudes

caballerescas. Conforme señala Alfonso de Ceballos-Escalera, “los honores y

distinciones, como instrumentos de gratificación estatal, han existido y existen en todos

los regímenes políticos, sean monárquicos o republicanos y con independencia de su

particular orientación ideológica”5.

Esta facultad de ejercicio del derecho premial, ya sea el otorgamiento de una distinción

caballeresca, de mérito o un título nobiliario, es una competencia que se reconoce al Rey

como Jefe de una Dinastía. Dicha competencia puede ser ejercitada, como señala el

Magistrado de la Sala Tercera del Tribunal Supremo, Rodríguez-Zapata, incluso, “al

5 CEBALLOS-ESCALERA Y GILA, Alfonso. Cuadernos de Ayala, no. 10 (reseña de la obra “Las Ordenes y Condecoraciones Civiles del Reino de España”). Madrid: 2002, p. 5.

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margen del Estado (...) por Reyes ya destronados o por Jefes de Casas Reales

antiguamente reinantes”6.

El reconocimiento de un “fons honorum” a las dinastías reinantes, o que han reinado, es

unánime y pacíficamente aceptado por la generalidad de la doctrina. El británico Gayre

of Gayre, citando a la “Comisión Internacional para el Estudio de las Órdenes de

Caballería”, sostiene, además, “lo inadmisible de un Estado que intervenga, por prácticas

judiciales o administrativas, en los asuntos de las órdenes pertenecientes a una familia o

casa Principesca”7.

El goce pacífico de este "fons honorum" ha venido siendo disfrutado por la dinastía

Bagration-Mukhraneli, sin contestación alguna. A este respecto, es muy significativo el

reconocimiento efectuado al Príncipe Jorge, padre del Príncipe Davit, como legítimo Jefe

de la Casa Real de Georgia, por parte del prestigioso "Cercle d'Etudes des Dynasties

Royales Européennes", dirigido por Jen-Fred Tourtchine, uno de los especialistas

científicos más exigente de estas disciplinas8.

Son muchos los ejemplos que podemos contar, tanto recientemente como en el pasado,

relativos al ejercicio del fons honorum por parte de titulares de dinastías históricas

destronadas, otrora soberanas o aspirantes en armas a la soberanía. Así, en este sentido,

podemos citar los títulos otorgados por el Archiduque Carlos, futuro Emperador Carlos

VI de Austria, que fueron reconocidos al término de la guerra de sucesión al trono, 1701-

1714, por Felipe V, su contendiente y rival. Igualmente, los reyes carlistas ejercieron

ampliamente esta facultad inherente a todo soberano, otorgando títulos nobiliarios a sus

fieles leales, títulos que forman parte hoy día a todos los efectos del elenco de la nobleza

del Reino de España, tras el reconocimiento de los mismos efectuado por el General

Franco en 1948.

Su Majestad Alfonso XIII, una vez en el destierro, también ejerció esta prerrogativa,

otorgando a su hijo Alfonso el condado de Covadonga, a su hijo Jaime el ducado de

6 RODRÍGUEZ-ZAPATA PÉREZ, Jorge. “Los Títulos Nobiliarios en nuestro Constitucionalismo histórico y en la Constitución de 1978”, in “Compendio de Derecho Nobiliario”. Madrid: Editorial Civitas, 2002, p. 55. 7 GAYRE OF GAYRE AND NIGG, R. “Le Crépuscule de la Chevalerie”. París: Editions Fernand Lanore, 1975, p. 15. 8 TOURTCHINE, Jean-Fred. Manuscrites du C.E.D.R.E, "Le Royaume d'Espagne", volume III, 1996, p. 131.

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Segovia, y al escritor y periodista Cesar González Ruano el marquesado de Cagijal. Su

heredero, el Conde de Barcelona, otorgó a su hija Pilar el ducado de Badajoz y a su hija

Margarita el ducado de Soria, haciendo uso de sus facultades como Jefe de la Casa Real

de España. Además, el Conde de Barcelona discernió en diferentes ocasiones la Orden

del Toisón de Oro, la más alta distinción de la monarquía española.

De la misma manera, el rey Humberto II de Italia, efímero rey de mayo, otorgaría durante

su exilio numerosos títulos de nobleza y otras condecoraciones. Don Duarte de Braganza,

Jefe de la Casa Real Portuguesa, también realiza con regularidad el ejercicio del derecho

premial atinente a las órdenes dinásticas de la Casa de Braganza.

En los últimos años, S.A.R. Carlos Hugo de Borbón Parma, en su condición de

indiscutido Duque de Parma, ha otorgado diferentes títulos parmesanos a sus hijos

Carlos Javier (Príncipe de Piacenza), Jaime (Conde de Bardi), Margarita (Condesa de

Colorno) y Carolina (Condesa de Sala). Así mismo, otorgó en el año 2003 el también

parmesano condado de Villalonga y Morell a Felipe de Villalonga y Morell, su fiel

servidor, desgraciadamente ya fallecido. Además, el Duque de Parma otorga, a quienes

considera merecedores de ello, con el pleno reconocimiento y aceptación del estado

italiano, la Orden Constantiniana de San Jorge y la Orden de San Lodovico. En su

condición de Jefe de la dinastía carlista ha titulado, también, a tres de sus hijos con

títulos ligados a esta causa: Duque de Madrid a Carlos Javier, Duque de San Jaime a

Jaime y Duquesa de Gernika a Carolina. De igual forma, ha retomado la concesión de las

condecoraciones de la Real Orden de la Legitimidad Proscrita, que distribuye entre sus

seguidores carlistas de acrisolada fidelidad.

Podríamos así seguir desgranando una amplia relación de ejemplos en los que los

titulares de dinastías históricas, que ejercieron funciones soberanas, continúan

disfrutando de forma pacífica el ius honorum.

Consecuentemente y en línea con lo anteriormente expuesto, Su Alteza Real Davit de

Bagration-Mukhraneli, nuevo Jefe de la Casa Real de Georgia desde el 2008, ejerce en

plena conformidad con el derecho histórico, el Gran Maestrazgo de la Real Orden del

Águila de Georgia y la Túnica Inconsútil de Nuestro Señor Jesucristo, colocándose a la

cabeza de un ente moral cargado de prestigio y tradición.

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Así mismo, el príncipe Davit de Bagration-Mukhraneli de Georgia, como actual titular

del fons honorum del que es depositaria su dinastía, ejercita también, al igual que su

difunto padre (q.G.h.), el príncipe Jorge, la facultad de discernir títulos nobiliarios a las

personas que por sus méritos y cualidades se hayan hecho acreedoras a semejante

distinción, ratificando este proceder la expresión máxima del ejercicio del derecho

premial por parte del jefe de una familia, que ha ejercido en el pasado funciones

soberanas sobre un territorio determinado.

Entre los miembros de la Orden del Águila de Georgia, tenemos:

Patriarca Ilia II de Georgia

Patriarca Bartolomeo I de Constantinopla

Patriarca Theophilos III de Jerusalén

Patriarca Irinej de Serbia

Humberto II, Rey de Italia

Boris III, Rey de Bulgaria

George Tupou V, Rey de Tonga

Kigeli V, Rey de Ruanda

Gran Duque Vladimir Kirillovich Romanov, Jefe de la Casa Imperial de Rusia

Príncipe Alejandro de Sajonia-Gessaphe, Jefe de la Casa Real de Sajonia

Príncipe Leka Zogu Skander, Jefe de la Casa Real de Albania

Príncipe Nicholas Petrovivh-Njegosh, Jefe de la Casa Real de Montenegro

Duarte Pío de Braganza, Duque de Braganza y Jefe de la Casa Real de Portugal

Miguel de Braganza, Infante de Portugal y Duque de Viseu

Carlos de Habsburgo-Lorena y Borbón, Archiduque de Austria

Francisco José de Habsburgo-Lorena y Borbón, Archiduque de Austria

Andrés Salvador de Habsburgo-Lorena y Salm-Salm, Archiduque de Austria

Príncipe Nicolás de Hohenzollern-Sigmaringen, Regente de Rumanía

Aleksandar Pavlov Karađorđević, Príncipe de Serbia y Yugoslavia

Karl Vladimir Karađorđević, Príncipe de Serbia y Yugoslavia

Jaime de Borbón y Battenberg, Infante de España, Duque de Segovia

Francisco de Borbón y Escasany, 5.° Duque de Sevilla, Grande de España

Carlos Gereda de Borbón, Marqués de Almazán, Gran Maestre de la OMHSLJ

Juan Manuel Mitjans y Domecq, 5.° Duque de Santoña, Grande de España

Alfonso de Ceballos-Escalera y Gila, 8.° Vizconde de Ayala y 3.° Marqués de la Floresta

Alejandro Alfonzo-Larraín y Recao, 6.° Marqués de Torre Casa, Caballero de Malta

Fernando María Musoles Martínez-Curt, 7.° Barón de Campo Olivar, Caballero de Soria

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Francisco Manuel de las Heras y Borrero, 1.° Barón de Casa de las Heras, Caballero de Soria

Rolando H. Arévalo y Montalván, 1.° Barón de Arévalo y Orbe, Caballero de Soria

Alexis R. Arévalo-Vergara, 2.° Barón de Arévalo y Orbe, Palmas Sanmartinianas del Perú

José Luis Pérez Sánchez-Cerro, Embajador del Perú, Palmas Sanmartinianas de Argentina

Juan Van Alen y Acedo, Senador del Reino de España, Caballero de Malta

Ronald S. Mangum, Brigadier General del Ejército de EE.UU.

Sir Anthony Bailey, OBE

Sir Michael Smurfit, KBE

Francis Martin O'Donnell, GCMM, Embajador de la Soberana Orden de Malta

Sir Robert Balchin, Barón Lingfield Kt

Sir Ian Lowson, Bt OstJ

Bidzina Ivanishvili, Primer Ministro de Georgia

Zurab Pololikashvili, Embajador de Georgia

Maija Lahteenmaki, Embajadora de Finlandia

3. Los títulos nobiliarios de Georgia

La nobleza de Georgia tiene su origen en tiempos remotos y deriva de las concesiones

realizadas por los antiguos monarcas georgianos o por nuevas concesiones otorgadas por

los príncipes Irakli (1957-1977), Jorge (1977-2008) o David de Bagration-Mukhraneli

(2008 a la fecha), en su calidad de Jefes de la Casa Real de Georgia. Las primeras

concesiones tuvieron un origen guerrero, por brindar su apoyo militar al soberano y

colaborando en la consolidación de un orden establecido. Con el transcurso de los años

el apoyo militar prestado al monarca va derivando hacia una eficaz ayuda en la gestión

de los asuntos públicos, evolucionando este colectivo social hacia una nobleza palatina.

Así, a semejanza de otros estados europeos, la nobleza de Georgia ostentaba el ejercicio

de los cargos públicos, que les estaban exclusivamente reservados, tanto militares, como

judiciales y administrativos.

Desde, aproximadamente, el comienzo del siglo XIII se conocieron en Georgia los títulos

de Conde y de Barón, con los que se designaban a los altos funcionarios, pero, en

principio, ni eran hereditarios ni tenían otro carácter que el de denominaciones

aplicables a los puestos de gobierno y administración, careciendo ya en esta época de

asiento territorial. Con el tiempo las concesiones nobiliarias se van haciendo

transmisibles. Normalmente los títulos se transmitían por agnación, aunque la nobleza

personal, a semejanza de la nobleza rusa, podía transmitirse a las esposas e hijas.

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Tras la incorporación de Georgia en 1801 al imperio ruso, la nobleza georgiana pasa a

engrosar las filas de la nobleza rusa y los bagrátidas se convierten en príncipes rusos,

ocupando los más altos niveles en el escalafón imperial.

Así, en el prestigioso Anuario Genealógico, Diplomático y Estadístico "Almanach de

Ghota", en su edición de 1876, figura el Príncipe Bagration-Moukkransky en la lista de

Senadores como Secretario de Estado. Y en la edición de 1917, año que marca el fin de

una época y de un estilo de vida, también figura el Príncipe Bagration-Moukkransky en

un elevado rango de la Corte Imperial: General al servicio de Su Majestad, miembro de

la Casa Militar del Zar.

Pero, pese a la dominación imperial rusa, primero, y soviética, después, la dinastía

Bagration continuó ostentando la Jefatura de la Casa Real de Georgia sin solución de

continuidad, representando los derechos históricos inherentes a esta condición. No

obstante, habría de esperar hasta que el príncipe Irakli de Bagration-Mukhraneli (1909–

1977) para que, como Jefe de la Familia Real, restaurase en su plenitud la nobleza

georgiana, poniendo de manifiesto el ejercicio del ius honorum, que siempre había

ostentado esta dinastía.

Los títulos nobiliarios georgianos en la actualidad tienen el siguiente orden jerárquico:

1.- Príncipe 2.- Duque 3.- Marqués 4.- Conde 5.- Vizconde 6.- Barón9.

9 En el Diccionario de la Real Academia Española se señala que, Barón, nesa., quizás viene del franco baro “hombre libre”; señalando que es: 1. m. y f. Persona con un título nobiliario que en España y en otros países es inmediatamente inferior al de vizconde. 2. m. y f. Consorte del barón o de la baronesa. 3. m. y f. Persona que tiene gran influencia y poder dentro de un partido político, una institución, una empresa, etc. Correspondiéndole para el uso de sus armas, la corona de barón, que es: 1. f. Heráld. corona de oro esmaltada y ceñida por un brazalete doble o por un hilo de perlas. Asimismo, sobre las baronías tenemos a: REZABAL Y UGARTE, José de. Tratado del Real Derecho de las Medias-Anatas Seculares y del Servicio de Lanzas a que están obligados los Títulos de Castilla. Origen histórico de este juzgado en el Reyno del Perú. Madrid: En la Oficina de B. Cano, 1792, pp. 92-93. Dice: “El título de Barón fue tan estimado en otras Naciones, que equivalía en tiempo del Rey Don Alonso al de Ricos-hombres. Sin embargo, en estas se tomó posteriormente en acepción más estricta la voz de Barón luego que se intruxeron (sic) las demás dignidades tituladas, y solo llegó a aplicarse este dictado á los Señores de algún castillo ó territorio con corto número de vasallos. En esta significación los Barones correspondían a Castilla á los antiguos Infanzones, y abolido este nombre se pueden equiparar á los Señores de vasallos: bien que esta denominación suele extenderse aún á los que poseen Lugares ó Villas de alguna consideración, sin título de Conde ó Marqués. Lo constante es, que las Baronías se deben reputar Dignidades Reales de inferior órden á las demás tituladas, aunque siempre es preciso que cada

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Las sucesiones o nuevas concesiones de los títulos nobiliarios del Reino de Georgia, son

otorgadas por los Jefes de la Casa Real de Georgia. El príncipe Jorge, heredero de don

Irakli, continuó con el ejercicio de esta facultad, otorgando títulos nobiliarios a las

personalidades que se hicieran merecedoras a ello por los servicios prestados a la causa

monárquica georgiana. El último título otorgado por el príncipe Jorge, el 26 de diciembre

de 2007, escasos días antes de su fallecimiento, fue el condado de Casa López-Neira al

distinguido letrado Antonio López Neira.

El Príncipe David, en su condición de nuevo Jefe de la Casa Real de Georgia, ha

procedido, de inmediato, al ejercicio de la prerrogativa premial, otorgando, el 12 de

marzo de 2008, el condado de Casa Moreno al ilustre magistrado Emilio Moreno y Bravo,

el condado de Santa Nino al dilecto abogado Francisco Manuel Rodríguez Aseijas, y la

baronía de Casa de las Heras al diplomático de la Unión Europea Francisco M. de las

Heras y Borrero.

Asimismo, el 08 de setiembre de 2010, Su Alteza Real el Príncipe Davit de Bagration-

Mukhraneli, Jefe de la Casa Real de Georgia, otorgó la Baronía de Arévalo y Orbe, a favor

del distinguido ciudadano peruano Excmo. Sr. D. Rolando Homero Arévalo y Montalván,

Caballero Gran Cruz de la Orden del Águila de Georgia10, Caballero Hijodalgo de los Doce

Linajes de Soria, en el Reino de España, Contador Público y Auditor de Cuentas, quien

probó su acrisolada nobleza agnaticia; su padre y su abuelo también fueron caballeros de

la referida Orden georgiana y su bisabuelo el Ilmo. Sr. Juez D. Marcelino Arévalo y Orbe,

figuraba con la calidad de “Noble” en su partida sacramental de matrimonio de 1869. Del

mismo modo, su digna esposa la Excma. Sra. Baronesa Da. Marcela Leticia Vergara y

nación siga los usos que tuviere adoptados sobre su graduación ó preferencia. En Castilla son desconocidas, y solo las hay en los Reynos de Valencia y Catañuña que se se le han unido, y en estos constituyen una clase de monor estimación que la de los Duques, Condes y Marqueses”. Igualmente, tenemos: Cfr. ALMIRANTE, José. Diccionario Militar. Etimológico, histórico, tecnológico. Madrid: Imp. y Lit. del Depósito de la Guerra, 1869, p. 142 Dice: “BARON. Del latín baro, barus, del germánico bar, hombre. En la invasión de los bárbaros todavía no indicaba nobleza, más que meramente sexo, como lo prueban los godos en España. Hacia el siglo VI, pero más especialmente desde el XI, ALTO BARÓN era sinónimo de GRANDE, de RICO-HOMBRE, título á veces preferente al de CONDE ó DUQUE. De todos modos esta voz septentrional y feudal no ha tenido arraigo en CASTILLA, que más expresivamente usó RICO-HOMBRE.-<<Varon (sic) equivale á señor de villa ó lugar cercado, con jurisdicción de mero y mixto imperio>>. V. FERNANT MEXIA, veinticuatro de Jaén, en su Nobiliario vero, fol. Sevilla. 1492 lib. 1 cap. 33 - Mem. Hist. Esp. T. VIII. Pág. 6 Nota de Gayangos”. 10 MARTÍNEZ LARRAÑAGA, Fernando. Armorial de la Orden del Águila de Georgia y la Túnica Inconsútil de Nuestro Señor Jesucristo. Madrid: Real Colegio Heráldico de Georgia, 2013, pp. 144-147.

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Robles, Dama Hijadalgo de los Doce Linajes de Soria y Miembro de la BSFI11, probó

descender en línea recta cognada12 de S.M. el Rey Bagrat III, 1.° Rey de Georgia unificada

(1008-1014). Su hijo, el destacado abogado e historiador, Excmo. Sr. D. Alexis Rolando

Arévalo-Vergara13, Gran Oficial de las Palmas Sanmartinianas del Perú14, es el actual 2.°

Barón de Arévalo y Orbe, por cesión que le hizo su padre y aprobada por la Casa Real,

mediante Despacho firmado en Tiflis, Georgia, el 27 de octubre de 2014.

El original de los títulos nobiliarios georgianos, expedidos ante notario en Tiflis, la capital

de Georgia, y en la lengua nacional, son traducidos al inglés por traductor jurado, que

garantiza la fidelidad de la transcripción. Los Ministerios de Justicia y Relaciones

Exteriores, por su parte, certifican con la firma y sello de sus autoridades competentes la

legalidad y constancia del acto realizado. Es de destacar que, en la actualidad, los títulos

nobiliarios georgianos son transmisibles en la línea de la primogenitura con preferencia

del varón respecto de la hembra a igualdad de grado. Un escogido y selecto grupo de

personalidades georgianas, así como extranjeros que han destacado por su devoción a la

dinastía Bagration, conforman hoy la nómina de la Nobleza Titulada de Georgia a la

espera de la restauración de la monarquía en este país, símbolo de su soberanía y

exponente de sus mejores días de gloria.

11 150 años de Historia de la Benemérita Sociedad Fundadores de la Independencia, Vencedores el 2 de Mayo de 1866 y Defensores Calificados de la Patria. En el Sesquicentenario de su Fundación 1857-28 de setiembre-2007. Lima: La Comisión Especial, 2007, p. 729. 12 MONTELLS Y GALÁN, José María (Vizconde de Portadei). Registro de Nobleza y Armas del Excmo. Sr. Don Rolando Homero Arévalo y Montalván, Barón de Arévalo y Orbe. Madrid: Real Colegio Heráldico de Georgia, 2012, p. 3. 13 Asimismo, es Caballero Gran Cruz de la Orden del Águila de Georgia; Caballero Hijodalgo de los Doce Linajes de Soria; Caballero Jure Sanguinis de la Real y Militar Orden de San Miguel del Ala de Portugal; Gran Oficial de las Palmas Sanmartinianas del Perú; Miembro del Ilustre Colegio de Abogados de Lima; de la Sociedad Amantes del País; de la BSFI y del ISMP. (Cfr. MARTÍNEZ LARRAÑAGA, Fernando. Armorial de la Orden del Águila de Georgia, Op. Cit., pp. 148-151. Asimismo, véase 150 años de Historia de la Benemérita Sociedad Fundadores de la Independencia, Op. Cit., p. 674.) 14 El 25 de mayo del 2015, durante una Sesión Solemne en el ISMP, por los 205 Aniversario de la Revolución de Mayo y Día Nacional de la República Argentina, en presencia del Sr. Presidente del ISMP Ing. Alcibíades Salazar Sáenz, del Excmo. Sr. Embajador de la República Argentina Darío Pedro Alessandro, diplomáticos, altos oficiales del ejército peruano y argentino, y distinguidas personalidades, se concedió la citada condecoración al Director de la Biblioteca Sr. Alexis R. Arévalo-Vergara, "en mérito a su excepcional contribución al Instituto Sanmartiniano del Perú, mediante la reorganización de la Biblioteca Institucional <<Ricardo Cavero Egúsquiza>>, lo cual ha fortalecido la misión cultural, educativa y patriótica de la Institución”.

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LA HERÁLDICA EN LAS MONEDAS ACUÑADAS TRAS EL

DESCUBRIMIENTO DE AMÉRICA, DURANTE LOS REINADOS DE LOS

AUSTRIAS Y LOS BORBONES ESPAÑOLES

JOSÉ MANUEL HUIDOBRO MOYA1

Universidad Politécnica de Madrid

Resumen

En este artículo se plantean los cambios que se sucedieron en la acuñación de monedas,

tanto en sus aspectos físicos como, fundamentalmente, en aquellos relacionados con la

heráldica de los distintos reyes a cuyo nombre se emitieron dichas monedas, centrándose

en la época que transcurre desde el descubrimiento del Nuevo Mundo (América),

reinando los Reyes Católicos, hasta nuestros días, bajo las dinastías reinantes de los

Austrias y los Borbones españoles, lo que viene a abarcar un periodo de poco más de

cuatro siglos, desde finales del XV a principios del XXI.

La influencia que tuvo la explotación de las nuevas minas de plata y oro descubiertas fue

decisiva para toda la actividad de acuñación de mondas –limitada en Europa por la

escasez de metales nobles–, y solventar las necesidades de la Corona, que se produjo,

tanto en los territorios del Nuevo Mundo, con la creación de numerosas cecas2 (México,

Lima, Potosí, etc.), como en la Península, eso sí, variando en algunos casos los tipos que

se emitían en uno y otro lugar para la circulación local.

1 Ingeniero de Telecomunicación por la Universidad Politécnica de Madrid (UPM). Master en Dirección de Márketing y Comercial (IDE-CESEM), Máster en Economía de las Telecomunicaciones (UNED) y Especialista en Gestión de las TIC (UPM). Autor de 56 libros y más de 800 artículos publicados. Profesor durante 20 años en Master organizados por diversas universidades. Vocal de las Juntas del Colegio/Asociación Española de Ingenieros de Telecomunicación (COIT/AEIT) y Director de su revista Bit, del Foro Histórico de las Telecomunicaciones (FHT) y de ACTA (Asociación de Autores Científico-Técnicos y Académicos). Asimismo, es Máster en Derecho Nobiliario y Premial, Heráldica y Genealogía (UNED), Diplomado en Historia Militar y Diplomado en Heráldica General y Militar (IHCM). Ha sido cruzado Caballero de la Orden Ecuestre del Santo Sepulcro de Jerusalén y Miembro de la Real Asociación de Hidalgos de España. 2 Ceca: Lugar de producción, taller o edificio donde se fabrica la moneda y, por extensión, la ciudad donde se acuña moneda. El término deriva de siccah, cuño o derecho de acuñación de moneda, utilizado en documentos medievales. Modernamente, “Casa de la Moneda”, aunque “ceca” se emplea en los tratados de Numismática.

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Se repasan las distintas emisiones realizadas por cada monarca, incidiendo

fundamentalmente en los cambios heráldicos de los escudos de armas de cada uno, que

solían representarse en el reverso de las monedas, sobre todo en las de mayor valor,

mientras que en el anverso lo habitual era mostrar el busto del monarca, además de

diversas leyendas en ambos, sí como su valor, ensayador y ceca.

Palabras clave: Numismática / heráldica / Nuevo Mundo / acuñación / Austrias /

Borbones

1. Introducción

Existe una directa relación entre la numismática y la heráldica3, que se puede apreciar

observando el reverso de muchas monedas y algunos billetes antiguos, no tanto

actuales, que incluyen el escudo de armas del gobernante del país o ciudad en la que

fueron acuñadas o emitidos, u otros símbolos relacionados directamente con la

heráldica.

Numismática: Ciencia que trata del conocimiento de las monedas y medallas,

especialmente las antiguas, en todos sus aspectos y todo lo que con ellas se relaciona,

nacida como disciplina unida al coleccionismo.

Heráldica: es la ciencia o arte del blasón («blasón», según la RAE se define como el

«arte de explicar y describir los escudos de armas de cada linaje, ciudad o persona»).

Actualmente, como otras disciplinas, se la denomina como “ciencia instrumental” de la

historia. Es además un campo de expresión artística, un elemento del derecho medieval

y de las dinastías reales hasta nuestros días.

Si consideramos lo que fue la acuñación de moneda en la España, se aprecia que se

produjo un salto muy importante, tanto cuantitativo como cualitativo, tras el

descubrimiento, por Cristóbal Colón, y posterior colonización del Nuevo Mundo, pues

no sólo se consiguió un gran aporte de metales nobles (oro y plata) para su acuñación,

3 Es evidente la estrecha relación que existe entre Numismática y Heráldica en España, así como que la numismática es esencial para hacer un seguimiento de la evolución de la heráldica a lo largo de la historia, como fuente de información complementaria a otras, siendo un buen referente de ello la obra de Aloïs Heiss "Descripción general de las monedas hispano–cristianas", editado en Madrid, 1865.

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que escaseaban en Europa, sino que muchas de las nuevas piezas fueron acuñadas allí en

las numerosas cecas que se establecieron, como las de México (en México), Santo

Domingo, Lima4 (en Perú), Potosí (Perú/Bolivia) y, más tarde, Guatemala, Popayán (en

Colombia), , Santa Fé de Bogotá (en Colombia), Santiago (en Chile). etc., con diferentes

calidades, dando lugar a una de las piezas más bonitas y reconocidas mundialmente para

el comercio, como fue el Real de a 8, o “Columnario”, que pervivió durante un largo

periodo de tiempo.

El descubrimiento del Nuevo Mundo tuvo lugar el 12 de octubre de 1492, durante el

reinado de los Reyes Católico, Isabel I de Castilla y Fernando II de Aragón, que en 1475

reunieron las armas de las Coronas de Castilla y de Aragón en un escudo cuartelado,

siguiendo la fórmula iniciada por Fernando III. Se otorgó a las armas castellanas el lugar

preferente (primer cuartel).

Desde la llegada de la Casa de Austria a los tronos de Castilla, Aragón y Navarra y, más

tarde, con los Borbones, las armas de Castilla han figurado en las diferentes armas reales

de los monarcas españoles y desde 1869, año de su creación, en el cuartel preferente en

las diferentes versiones del escudo nacional español. Durante su reinado, en muchas de

las monedas acuñadas podemos ver, principalmente en su reverso, el escudo de armas

heráldico del correspondiente monarca, representando las posesiones sobre las que

ejercía su dominio, con leyendas en anverso y reverso que servían, habitualmente, como

medio propagandístico5.

Si bien la acuñación de moneda se hacía mayoritariamente en la Península Ibérica, con

los metales provenientes de la explotación de las minas de oro y plata del Nuevo Mundo,

también es cierto que muchas se acuñaban directamente en las cecas establecidas en “las

Indias”, con destino a ser usadas localmente o exportadas a España, siendo, por tanto,

su tipo diferente.

4 Hace más de 400 años, durante el Virreinato, Lima (fundada el 18 de enero de 1535) fue llamada “La Ciudad de los Reyes”, probablemente en honor del emperador Carlos I y de su madre la reina Juana. 5 FRANCISCO OLMOS José María de. “Propaganda política en la moneda de los Borbones (1700-1868)”. En: VI Jornadas sobre Documentación Borbónica, Universidad Complutense de Madrid, pp. 177-234.

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161

Durante los movimientos de independencia que se sucedieron durante el siglo XIX, la

mayoría de antiguas colonias españolas comenzaron a remarcar la moneda existente Más

adelante, los gobiernos provisionales fundieron las piezas españolas para acuñar moneda

local, pero durante algún tiempo fue frecuente que se siguieran usando las monedas de

anteriores reselladas.

2. Reyes Católicos. Un nuevo sistema monetario

Los Reyes Católicos, Isabel y Fernando, lograron la unidad nacional con las conquistas

de Granda y de Navarra y la unión personal de Aragón y Castilla, pero cada uno de sus

reinos siguió acuñando la moneda propia; también, en 1492 se descubriría el Nuevo

Mundo (América), que iba a alterar, notablemente, el equilibrio de metales preciosos en

el Viejo Mundo, dando lugar a cambios de tipos.

Los Reyes accedieron al trono de Castilla tras la Guerra de Sucesión Castellana (1475–

1479) contra los partidarios de la princesa Juana “la Beltraneja”, hija del rey Enrique IV

de Castilla. En 1479 Fernando heredó el trono de Aragón al morir su padre, el rey Juan

II de Aragón. Llegamos así a finales siglo XV, y los Reyes Católicos, con la toma de

Granada, finalizan la unificación de los reinos españoles. Impulsan el cambio

(Ordenanzas de 23 mayo de 1475, en Córdoba) de todas las monedas y sus valores6 para

adaptarse a la expansión de los nuevos tiempos que enfrentan e introducen, entre otras,

la moneda llamada “Excelente” mayor/entero (de valor 970 maravedíes), que equivalía

al doble castellano, de 9 gramos. Se acuñaron estas piezas en las cecas de Burgos, Cuenca,

Coruña, Granada, Segovia, Sevilla y Toledo. A la vez creó una nueva, el excelente de la

granada o ducado, con un peso menor y siguiendo los patrones del ducado veneciano.

Isabel y Fernando reinaron juntos hasta la muerte de ella en 1504. Entonces Fernando

quedó únicamente como rey de Aragón, pasando Castilla a su hija Juana, apodada "la

Loca", y su marido Felipe I de Castilla, apodado "el Hermoso", duque de Borgoña y conde

de Flandes. Sin embargo, Fernando no renunció a controlar Castilla y, tras morir Felipe

I en 1506 y ser declarada Juana incapaz, consiguió ser nombrado regente del reino hasta

su muerte ocurrida en 1516. La pieza típica de este reinado es el “Excelente”, de oro de

6 La Ordenanza de 1475 fijaba el valor del Enrique de oro en 435 maravedís y el de la Dobla de la Banda en 335 maravedís. Plata o vellón: el del Real de plata en 30 maravedís y el de la Blanca en un tercio de maravedí.

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buena ley, que lleva el perfil enfrentado de los reyes en el anverso, y el escudo de España

con todos sus reinos, y el águila explayada como soporte, en el reverso. Con su hija Juana

y su nieto Carlos, comenzarían las primeras acuñaciones en América. Cfr. Anexo 1.

La divisa de los Reyes Católicos era, el Yugo del Rey Fernando, y las Flechas, de 5 a 11, de

la Reina Isabel. A ellos debemos que, a partir de 1497, las monedas tuvieran la marca de

ceca y la sigla del ensayador, por un lado como una garantía pública de la bondad de la

moneda y, por otro, para así identificar a los oficiales responsables de la ceca por

cualquier fraude de ley o peso de la moneda.

En algunos casos la labra de moneda se realizaba por cuenta de los particulares, y así se

hacía libremente desde antes de las Ordenanzas de Medina del Campo de 18 de junio de

14977, que prohibieron su fundición fuera de las Casas de Moneda. Esta norma estuvo

vigente, y de hecho sigue apareciendo en la Novísima Recopilación en tiempos de Carlos

IV, hasta la promulgación de las Ordenanzas de Cazalla de 16 de julio de 1730, que

ordenaba la labor de toda la moneda por cuenta del Rey. A pesar de la estabilidad

monetaria que introdujo la Pragmática de 1497 en Castilla, y toda la plata y el oro que

empezó a fluir desde América, toda una serie de circunstancias, pero sobretodo los

desmesurados gastos de la corona, llevó en poco más de 100 años a otra crisis de vellón

(aleación de cobre y plata), que se depreciaba, con los resellados del siglo XVII.

En los primeros tiempos de la conquista, además de la “moneda de la tierra”, se

contrataba en tejos (trozos de metal que podían llegar a pesar varios kilos, pero los había

de pequeño tamaño que, sin llegar a estar acuñados, llevaban determinadas marcas

oficiales que permitían su valoración inmediata8), y en el Perú, los de oro eran conocidos

como “barretones”, que llevaban grabados su ley a fin de conocer su valor con solo

pesarlos. El nieto de los Reyes Católicos Carlos I dispuso, en 1535, “que el oro o plata que

se funda, se marque en el tejo o barretón, por la ley que tenga y que por aquel precio

corra y pase”. Esta pragmática fue ratificada en 1551 y recordada por Felipe II en 1578.

7 CASILLAS ROLLÓN, Antonio. Medina del Campo 1497: análisis de la reforma monetaria de los Reyes Católicos, [en línea] http://bit.ly/1gq4VHq [Consulta: 1 de agosto de 2015]. 8 TORRES, Julio. La implantación de la moneda en América, [en línea] http://bit.ly/1IOr3UX [Consulta: 1 de agosto de 2015].

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163

Estos barretones o tejos, dieron lugar, más tarde, a la denominación de “pesos oro”,

moneda de cuenta que durante mucho tiempo se utilizó en las contrataciones9.

2.1. Las primeras acuñaciones americanas

Durante el gobierno de Doña Juana, hija de los Reyes Católicos, y de su hijo Carlos

(futuro emperador) se acuñaron las primeras monedas americanas, ceca de México10 (en

1535), Santo Domingo11 (en 1536), Lima (en 1565), y ya más tarde, con Felipe II, en Potosí

(en 1575), etc. Se prohibió la acuñación en oro, para garantizar así su exportación a

España, que persistió hasta el reinado de Carlos II. Juana y Carlos introdujeron en

América el tipo de las columnas de Hércules, con la leyenda “PLUS ULTRA” alusiva a las

tierras recién descubiertas, que serian el germen del futuro “columnario”. Inicialmente

se intentó resolver el problema de escasez de numerario mediante piezas acuñadas en

Sevilla con la marca F y tipos normales, prohibiéndose la circulación de moneda

peninsular12, pero la medida resultó inoperante y se siguió el trueque hasta que, con la

creación de nuevas cecas americanas, se solventó la situación. Los distintos virreyes

combatieron la circulación de la plata de baja ley o “mala plata”, que, entre otros

inconvenientes, presentaba el de eludir el impuesto del “quinto real”13 y se usaba con

toda malicia para el pago de los indefensos indígenas. Cfr. Anexo 2.

En 1546 se pusieron en explotación los yacimientos argentíferos de Zacatecas y sólo dos

años después los de Guanajuato (México); ambos, junto con los de S. Luis Potosí

(Virreinato del Perú14), produjeron más plata que cualquier otra zona en el mundo. La

obtención del metal se vio favorecida por la utilización de la amalgamación con mercurio

9 La moneda hispanoamericana [en línea] http://hispanoamericaunida.com/2013/07/19/la-moneda-hispanoamericana/ [Consulta: 7 de agosto de 2015]. 10 GONZÁLEZ GUTIERREZ, Pilar. La creación de la primera casa de moneda en Nueva España: producto acuñado. [en línea] http://bit.ly/1KC4lAf [Consulta: 30 de julio de 2015]. 11 GONZÁLEZ GUTIERREZ, Pilar. Importación y acuñación de moneda circulante en La Española durante el siglo XVI. [en línea] http://bit.ly/1SUVOPW [Consulta: 30 de julio de 2015]. 12 Quinientos años de moneda española; Fábrica Nacional de Moneda y Timbre. Madrid, 1988, p. 23 13 Quinto Real, o Quinto del Rey, fue un impuesto de 20% establecido por el rey de España en 1504 sobre oro, plata y joyas de las minas en las colonias de América. Aunque el Quinto fue establecido por solo 10 años, permaneció hasta 1723 cuando fue reducido al diezmo (10%). 14 Reinando Carlos I de España, por Real Cédula del 20 de noviembre de 1542, fue creado el Virreinato del Perú (gobernaciones de Nueva Castilla y Nueva Toledo). Después de la proclamación de la República del Perú en 1821, la capital virreinal fue trasladada al Cuzco hasta 1824, finalizando el virreinato con la capitulación del Virrey José de la Serna e Hinojosa ante las fuerzas de Antonio José de Sucre, en la Batalla de Ayacucho.

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(azogue), que comenzó a utilizarse en 1555 desplazando al tratamiento por fuego15. La

producción de oro en México fue escasa, no así en Perú y los metales preciosos llegaban

desde América, no sólo en monedas, sino en forma de lingotes de metal noble. Estos

lingotes tenían un sello como indicación de que se había pagado el quinto real, tributo

que pertenecía a la Corona de todo el metal que se explotaba en las minas americanas.

La Real Cédula de 11 de mayo de 1535, siendo Virrey D. Antonio de Mendoza, conde de

Tendilla, determinó la forma y requisitos con que debía batirse la moneda en México y

que pudiera correr por todas las posesiones, prohibiéndose el envío a otra parte; se previó

la fábrica de reales de a tres, de a dos, sencillos y la mitad y el cuartillo, de labra tosca y

baja ley, con los mismos tipos castellanos y con la Y coronada y las Columnas de Hércules

o castillo y león, y en los medios reales las iniciales K e I de Carlos y Juana, bajo corona

y las columnas; la ley fue de 11 dineros y 4 granos. En esta ceca, al principio, solo se

permitía la acuñación de moneda de plata y de cobre.

El Emperador, Carlos V de Alemania, que también era Carlos I de España, introdujo el

Thaler en todos los Estados bajo control de la Monarquía española, rebautizándola con

nombres diversos, entre los que predominó el de Real de a Ocho, Peso fuerte, Peso duro,

Peso o Duro. Moneda de plata con numerosas emisiones por la abundancia de plata y

sobre todo por la calidad de ésta, entre otras en el siglo XVI, la procedente inicialmente

de México y, desde 1545, de las minas de Potosí. Solo en los primeros 28 años se

testimonia que "el Tesoro de Potosí paso un balance al Rey de España por el que resultaba

que el producto de las minas de plata desde 1545 hasta 1573 había sido de 820 millones

513 mil y 893 duros, cantidad mayor a la que se calculaba que era el caudal metálico

circulante en todos los Estados europeos"16.

El “Real de a Ocho”, además de liderar el comercio universal con nombre español, sirvió

de modelo para el nacimiento de la unidad monetaria de otros Estados, como es el caso

del Dólar, la unidad de plata del sistema monetario de Estados Unidos, creada por ley de

2 de abril de 1792.

15 MUÑOZ, Miguel. L Historia Numismática del Estado de México. México, 1975, p. 12. 16 La Casa de Moneda de Potosí. [en línea] http://www.bolivian.com/cnm/cmpotosi.html [Consulta: 27 de julio de 2015].

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165

En América, según la legislación dictada de 1535, se inició la acuñación de las grandes

piezas, con la técnica de martillo; de aspecto tosco y lisas, sin cordoncillo en el contorno

(recortadas o “macuquinas” (macacos). En 1728 el rey Felipe V ordenó el cambio en la

fabricación para sustituir estas monedas, lo que dio paso a las monedas circulares con

cordoncillo de seguridad en el canto. Cfr. Anexo 3.

La cruz de las macuquinas españolas en la que figura un cuartelado de castillos de Castilla

y leones de León, dentro de orla de 8 lóbulos, no sólo simboliza la unión de estos dos

reinos, sino también la de la Iglesia y el Estado y la premisa de que España era el país

católico más poderoso del mundo durante casi cuatro siglos. La cruz florenzada sólo fue

utilizada por las casas de moneda de México en sus monedas de plata. La potenzada –de

Jerusalén– de lises por la ceca de Sante Fé de Bogotá para las de oro. El resto por distintas

cecas del Nuevo Mundo. Cfr. Anexo 4 y 5.

El tipo de las columnas de Hércules se implantó en la impronta monetaria de las

emisiones americanas con Carlos I y se convirtió en el tipo propio de la moneda de Indias.

Tipo mantenido por Felipe II, que en la Casa de la Moneda de Potosí se popularizó y se

dio a conocer con el nombre de “perulero”, por llevar en el reverso el distintivo de las

columnas sobre ondas de mar y el lema “PLUS ULTRA”, acompañado por la marca de

ceca de México (una gran “M” con una pequeña "o" por encima), la marca de valor y las

iniciales de los ensayadores, y en el anverso, el tipo de una cruz cantonada de castillos y

leones, con el nombre del rey y la leyenda “DEI GRATIA HISPANIARUM ET INDIARUM

REX”, y en el aludido tipo perulero “POTOSÍ”, la fecha y “EL PERU”.

2.2. Las Casas de Acuñación en América

A continuación se mencionan distintas cecas de América: Buenos Aires, Caracas,

Cartagena, Cuzco, Chiloé, Chihuahua, Durango, Guatemala, Guadalajara, Guanajuato,

Guayana, Huatla, Lima, Maracaibo, Mendoza, México, Morelos, Nuevo Reino (Bogotá),

Oaxaca, Pasco, Popayan, Potosí, Querétaro, Real de Catorce, Rioja, Santa Marta,

Santiago de Chile, Santo Domingo, Sombrerete, Tegucigalpa, Tierras Calientes

(Huétamo de Núñez), Tlalpujahua, Valdivia, Valladolid de Michoacán, Zacatecas,

Zacatlan, Zongolica, aunque no todas ellas acuñaron monedas coloniales españolas.

Aunque cada una contaba con sus propias ordenanzas, por las cuales se rigieron,

básicamente todas fueron iguales porque se dedicaron a la misma función (fundir

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metales y acuñar monedas) siguiendo las mismas técnicas. Curiosamente, en Cuba,

mientras perteneció a España, nunca hubo ceca y el circulante procedía de las virreinales,

(sería con la publicación de la Real Cédula de 1556 cuando se comience a enviar las

primeras monedas procedentes de México) aunque sí se produjo alguna emisión

esporádica de monedas “de necesidad” en Santiago de Cuba17 tras el bloqueo de la misma

por Gran Bretaña. Tampoco en Argentina (CN Buenos Aires, 1875) se acuñaron monedas

coloniales.

LUGAR FECHA DENOMINACION OBSERVACIONES

MEXICO

1535

a

1821

Casa de Moneda de

México

Llevo el nombre originalmente de

"fundición" y es la mas antigua de América,

14 años después de extinguirse el imperio

azteca. Inicialmente produjo monedas de

plata y cobre iguales a las que circulaban en

la Península Ibérica, elaboradas a martillo.

Por la cedula real de 25 de febrero de 1675 se

permite elaborar moneda de oro en México,

igual a la que se acuñaba en España,

comenzando esta acuñación en 1679.

SANTO

DOMINGO

1542

1586

Casa de Moneda de

Santo Domingo

Monedas iguales a las que circulaban en la

Península Ibérica, de plata y vellón. Decreto

de su creación en Nov. 1536 en Valladolid.

QUITO 1535 Casa de Fundición y

Rescate

No acuñaba monedas pero fundía y

“quintaba” los metales preciosos.

LIMA 1565

1824

Casa de Moneda de

la Villa Real de Santa

Rosa de Lima

Fundada en La Ciudad de los Reyes o Lima.

Parte de las herramientas y equipos de Lima

fueron desplazados a Potosí en 1575.

Monedas de oro y plata.

POTOSI 1575

1825

Casa de la “Villa

Imperial” de Potosí

Antes de instalarse una Casa de

amonedación, circulaba en la Villa Imperial

de Potosí la plata sin sellar a la que se llamó

"plata corriente". Se creó la efímera Casa de

Moneda de La Plata (1573-1574). La actual

17 QUIROGA PRIETO, Alánchela “La moneda en los reinos de Indias: México y Cuba”. Estudios de Historia monetaria, Ab Initio, Núm. Extr. 1, Madrid, 2011, pp. 125-168.

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167

(segunda) casa de la Moneda se terminó de

construir en 1773. Monedas de oro y plata.

BOGOTA 1626

1820

Casa de Santa Fe de

Bogotá

Por Real Cédula de 1 de abril de 1620. Pese a

que había prohibición de elaborar monedas

de oro en América, hay evidencias de

doblones acuñados en 1622. Monedas de oro

y plata

CARTAGENA 1620 Casa de Moneda de

Cartagena de Indias

Filial de la Casa de Santa Fé de Bogotá18 por

Real Cedula de 10 de junio de 1620. Solo

monedas de vellón (cobre/plata)

inicialmente. La maquinaria para la ceca

llegó en 1625. De oro y plata (macuquinas)

hasta 1634.

GUATEMALA 1731

1822

Casa de Moneda de

Santiago de los

Caballeros de

Guatemala

Monedas de plata. En 1733 el edificio se

destruye por un terremoto. Se restablece la

acuñación en 1776. Marcas de ceca G y NG.

SANTIAGO 1743

1817

Casa de Moneda de

Santiago de Chile

Por iniciativa de Francisco García de

Huidobro. Una moneda de oro con la imagen

del rey Fernando VI de España fue la

primera pieza que se acuñó en sus talleres.

POPAYAN 1729

1822

Casa de Moneda de

Popayán, Virreinato

de Nueva Granada.

(Actual Colombia)

Cerró durante algún tiempo por problemas

internos, pero se reabrió nuevamente 1749.

Acuñación de monedas de oro y plata

Las primeras casas de monedas estaban regidas por particulares que, a modo de

delegación real, tendrían el privilegio de acuñar monedas, con ciertas limitaciones, en

nombre del monarca, hasta las Ordenanzas de Castilla de 1730, en que son explotadas

por cuenta de la Real Hacienda.

A continuación se mencionan dos de las “Casa de Moneda” pertenecientes al Virreinato

del Perú y otra perteneciente al Virreinato de Nueva España, la de México, por ser de las

más importantes.

18 La Casa de Moneda en la Colonia. [en línea] http://www.banrepcultural.org/node/124446 [Consulta: 23 de julio de 2015].

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La Casa Nacional de Moneda (CNM) de Lima19

La historia sobre la creación de la CNM se remonta a la presencia española en tierras

americanas, cuando se optó, por el uso del llamado "peso ensayado y "el tejón", ambos

de oro, elaborados rudimentariamente. Si bien ellos sirvieron para realizar grandes

transacciones, no resultaron eficientes para negocios y operaciones pequeñas, que

requerían moneda menuda.

A mediados del siglo XVI, y a raíz de la gran producción y afluencia de plata de América

hacia España, la corona comprendió la importancia de acuñar monedas en estas

colonias; ello daría mayor beneficio económico y favorecería el control. En abril de 1561,

el entonces Virrey del Perú, Diego López de Zúñiga, conde de Nieva, remitió una

comunicación al rey Felipe II, solicitando autorización para establecer una casa de

moneda, indicando las razones que justificaban su pedido.

La CNM fue creada el 21 de agosto de 1565, por Real Cédula de Felipe II, emitida, en la

ciudad española de Segovia. Los trabajos se iniciaron en 1568, utilizándose por entonces

un local en las “Cajas Reales", ubicado en una esquina de lo que hoy en día es Palacio de

Gobierno. La Real Cédula de 1565 ordenó acuñar sólo monedas de plata, prohibiendo las

de oro y vellón. Las primeras monedas peruanas se acuñaron en 1568 y son similares a

las acuñadas en México durante el reinado de Carlos I y su madre la reina Juana. Dichas

piezas se conocen con el nombre de “Rincones” pues el ensayador que puso la inicial de

su apellido en ellas era Alonso de Rincón20.

La creación de la Casa de Moneda de Lima buscaba ordenar la caótica y variada emisión

de moneda de diversos pesos y leyes, que amenazaban seriamente la estabilidad política

y económica del recién establecido virreinato. “Las primeras monedas acuñadas en Perú

durante el siglo XVI surgieron como un intento por regular las prácticas comerciales en

el Virreinato; sin embargo, estos reales lograron escasa efectividad y circulación, cayendo

en desuso en pocos años”21.

19 La Casa Nacional de Moneda. [en línea] http://www.bcrp.gob.pe/billetes-y-monedas/casa-nacional-de-moneda/historia.html [Consulta: 23 de julio de 2015]. 20 Museo Numismático del Perú. [en línea] http://www.bcrp.gob.pe/docs/Proyeccion-Institucional/Museo/Museo-Numismatico-del-Peru.pdf [Consulta: 31 de julio de 2015]. 21 HUIDOBRO SALAZAR, María G. La “propaganda española en las monedas coloniales”. En: Revista Humanidades. Dic. 2011 N° 24. Santiago de Chile: Universidad Nacional Andrés Bello, pp. 177-197.

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169

Una historia accidentada motivó más de una clausura. La necesaria reapertura la

autorizó el rey Carlos II, mediante Real Cédula del 6 de enero de 1683. Hasta entonces,

las monedas habían sido labradas y hechas a golpe de martillo y yunque. Esas piezas

llamadas Macuquinas, aparecen con un borde irregular y su forma no es perfectamente

circular. A partir de 1751, y gracias a la implementación de un molino y tres volantes, se

acuñaron las primeras monedas de oro de cordoncillo, cuyas denominaciones fueron de

ocho, cuatro, dos y un Escudo. A estas monedas se les conoce como Peluconas pues llevan

en el anverso, el perfil del monarca Felipe V o Fernando VI, luciendo una larga peluca,

como se estilaba entonces. Se acuñaron también las llamadas Columnarias, monedas de

cordoncillo que en el reverso incluían el diseño de dos hemisferios superpuestos en

representación del Viejo y el Nuevo Mundo, flanqueados por dos columnas de Hércules

que simbolizaban la unidad y la fuerza del imperio español.

Desde su creación, hasta 1821, la CNM era una institución de la Corona Española, pero

al declararse la Independencia del Perú en 1821, el Virrey La Serna huyó de Lima

llevándose la maquinaria y continúa acuñando hasta 1824. San Martín la incorpora al

Gobierno nombrando como primer Director General a don José de Boque y, años más

tarde, en 1830, se expide el primer Reglamento.

La primera Casa de Moneda (CNM) de Potosí22

El Virreinato del Perú tuvo en el siglo XVI una inmensa extensión. En el año 1545 se

encontró la extraordinaria mina de plata de Potosí (en el Alto Perú, actualmente Bolivia),

llamada “Cerro Rico”, que fue en su tiempo la mina de plata más grande del mundo

(situada a unos 4.000 metros de altura) –Potosí produjo el 80% del total de la plata que

se extrajo en el Perú y el 50% de toda la que se obtuvo en el mundo a fines del siglo XVI23–

. y su explotación se relaciona con las minas de azogue (mercurio) de Huancavelica,

descubiertas en 1566, junto con las de almacén en España, cuyo producto era esencial

para beneficiar la plata. Durante el gobierno del Virrey Francisco de Toledo24 (virrey del

22 La Casa Nacional de Moneda. [en línea] http://www.bolivian.com/cnm/1acasa.html [Consulta: 25 de julio de 2015]. 23 Cerro Rico de Potosí o La boca del Infierno. [en línea] http://www.gabrielbernat.es/colonia/mineria/html/potosi.html [Consulta: 7 de agosto de 2015]. 24 Francisco Álvarez de Toledo fue el virrey más destacado del Perú. Sentó las bases del virreinato peruano al conseguir la ordenación administrativa del gobierno y la legalidad política de todo su extenso territorio.

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Perú entre 1569 y 1581) se fundó la Casa de Moneda de Potosí. Su primera maquinaria la

recibió de la efímera Casa de Moneda de La Plata (1573–1574), la misma que había sido

remitida de la ceca de Lima en 157225.

En 1568 el Licenciado Castro pedía al Rey Felipe II la creación de una "Casa de fundición

y de Moneda", interpretando los continuos reclamos de los dueños de minas y

comerciantes de la naciente Villa de Plata al pie del Cerro Rico. Después de tomar

conocimiento de la preocupación el Virrey Toledo estando en Potosí eligió la parte sur de

la Plaza del Regocijo, frente a la iglesia Matriz o Catedral, en un solar cuadrado de 75

varas castellanas de lado para la construcción de la Ceca. El edificio comenzó a

construirse en 1572, aunque algunos historiadores aducen que fue con posterioridad al

cierre de la Casa de Moneda de La Plata, a fines de 1574 o principios de 1575.

Al convencerse el Virrey Toledo de la inconveniencia del funcionamiento de la ceca en

ese lugar se decidió que las herramientas y materiales de la efímera ceca de La Plata (hoy

Sucre) fueran trasladados a Potosí. No cabe dude que a pesar de haberse trasladado los

materiales de La Plata en 1575, bien puede haberse preparado el nuevo edificio en fecha

anterior, para encontrar toda la casa en condiciones de funcionamiento al recibir las

herramientas y utensilios para su funcionamiento. Cañete y Domínguez dice que la

construcción comenzó en 1572, cuando el Virrey Toledo visitó la ciudad de Potosí en viaje

de inspección. El alarife potosino Jerónimo de Leto fue el encargado de su construcción

a quien el Virrey, por provisión de 27 de septiembre de 1575, certifica el pago de la obra

que importó 8.231 pesos un tomín y 13 gramos de plata corriente. La construcción tenia

muros de piedra y barro; modeladas las chimeneas con ladrillo y cal y las oficinas con

techo de teja roja.

En el Nuevo Mundo, mucho antes de la llegada de los españoles, los indígenas del

imperio incaico contaban en sus principales centros de población con expertos en el arte

de determinar la ley del oro y la plata que utilizaban en la fabricación de sus adornos y

utensilios. La ley del oro era aproximadamente de 21 quilates según datos estimados. La

conquista abrió a los europeos una zona rica en minerales (fundamentalmente plata,

pero también oro y cobre) que se incremento con la producción del Cerro de Potosí con

sus vetas registradas a partir de 1545. Al principio los españoles utilizaban el trueque,

25 Museo Numismático del Perú. [en línea] http://www.bcrp.gob.pe/docs/Proyeccion-Institucional/Museo/Museo-Numismatico-del-Peru.pdf [Consulta: 30 de julio de 2015].

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pero muy pronto a medida que las entrañas de la tierra entregaban sus frutos, emplearon

activamente tejos de oro o plata de ley variable, como reguladores comunes de las

transacciones. El sistema, tolerado por la falta de monedas, fue combatido luego por las

autoridades que no querían dejar de recaudar los impuestos reales.

Años Oro (kilos) Plata (kilos)

1503-1510 4.965 0

1511-1520 9.153 0

1521-1530 4.889 148

1531-1540 14.466 86.193

1541-1550 24.957 177.573

1551-1560 42.620 303.121

1561-1570 11.530 942.858

1571-1580 9.429 1.118.592

1581-1590 12.101 2.103.027

1591-1600 19.451 2.707.626

Envíos a España de oro y plata en el siglo XVI, en valores absolutos

La única solución viable para canalizar la creciente producción argentífera y aurífera se

cifraba en crear Casas de Moneda, como lo habían hecho en México en 1535, treinta años

después en Lima. Pero la producción de reales de plata no alcanzaba a cubrir las mínimas

demandas del comercio local. Demás esta decir que el territorio altoperuano que

comenzaba a ser explotado, solo pudo proveer de metálico a partir de la creación de la

Casa de Moneda en Potosí, que por iniciativa del dinámico Virrey Francisco de Toledo,

inicio su actividad, con altibajo, en diciembre de 1572. Esta primera Casa de Moneda

trabajó durante más de 200 años, dando lugar a que se extendiese en el mundo el dicho

“vale un Potosi”, de Miguel de Cervantes, como símbolo de riqueza y de poder.

Las primeras piezas emitidas por la ceca potosina llevaban en su anverso un escudo

imperial de España con todos sus dominios, timbrado de corona real, y en su reverso una

cruz cuartelada de castillos y leones, cerrada por semicírculos en sus respectivos campos.

Habiendo comenzado la acuñación durante el reinado de Felipe II, las monedas llevaban

como leyenda perimetral la inscripción PHILIPVS D.G. HISPANIARVM ET INDIARVM

REX. Mostraban además una letra P, que significaba Perú, y el valor generalmente

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aparecía consignado en números romanos; también figuraba la inicial del nombre o el

apellido del ensayador, funcionario que garantizaba la aleación empleada en las

emisiones y era por ello responsable de mantener la justa proporción de plata26.

La Casa de Moneda de México (CMM). México27

Durante los casi trescientos años del Virreinato de la Nueva España (1535-1821), la

minería fue tan importante que permitió a la Metrópoli acumular una gran riqueza en

metales finos. El dinero de la época estuvo formado por monedas metálicas fabricadas

en plata, oro y, en menor medida, en cobre.

En 1535 el Virrey Antonio de Mendoza arribó a la Nueva España portando consigo una

cédula real en la que la Corona Española disponía la creación de la primera casa de

moneda en América. Para el local se eligió la parte trasera de las “casas viejas” de

Moctezuma, propiedad de Hernán Cortes. Las primeras monedas que circularon durante

la Colonia fueron las cuartillas, los medios reales, los sencillos y los reales de a dos, de a

tres y de a cuatro, todas ellas de plata y del tipo macuquino, es decir, de tosca acuñación,

bordes irregulares y espesor variable. A ellas se sumaban las monedas de cobre de dos y

cuatro maravedíes, que se consideraban de poco valor, dejando de circular en 1552.

En 1569 el rey ratificó la orden de construir instalaciones adecuadas para la Real Casa de

Moneda. Al año siguiente comenzó la obra, para la cual se eligió un predio dentro del

perímetro del actual Palacio Nacional, frente a la calle que, por ese motivo, se llamaría

de la Moneda (hoy sede del Museo Nacional de las Culturas). En 1679 se procedió, por

primera vez en la región, a la acuñación de monedas de oro, también macuquinas.

Gracias al troquelado (véase figura) y a su creciente perfección, las piezas ganaron un

gran reconocimiento más allá de las fronteras de la Nueva España, al grado de difundirse

por comarcas tan lejanas como los países del Lejano Oriente, con los que había un

considerable intercambio mercantil por la costa del Pacífico. Por mandato de 20 de mayo

de 1676, el Virrey Enríquez de Rivera dispuso que la ley de oro fuera de 22 quilates y que

26 Las monedas españolas. [en línea] http://www.todo-argentina.net/historia/hist_moneda/moneda1.htm [Consulta: 2 de agosto de 2015]. 27 La Casa de Moneda de México. [en línea] http://www.cmm.gob.mx/es/casa-de-moneda/historia [Consulta: 2 de agosto de 2015].

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de cada marco (peso castellana) se labrasen 68 piezas o escudos con valor de 440

maravedíes cada una.

En 1732 se implantó el sistema de acuñación proveniente de la Península Ibérica.

Además de facilitar un eficaz acordonamiento de las monedas troqueladas –y, con ello,

reducir las posibilidades de falsificación–, dicho sistema permitió la elaboración de

columnarias, piezas de cuidadoso acabado y por cuya belleza fueron imitadas por los

acuñadores del rey Cristián VII de Dinamarca. Para 1894 –cuando Alejandro de

Humboldt se refirió a la Casa de Moneda como “la más grande y rica en todo el mundo”–

la institución contaba con 400 obreros, que troquelaban anualmente más de 30 millones

de pesos. Con el inicio de la guerra de Independencia, los caminos que conducían al

interior del país habían dejado de ser seguros para los cargamentos de metal o de

moneda. Por lo tanto, las autoridades establecieron casas de moneda provinciales en

Sombrerete, Zacatecas, Durango, Chihuahua, Valladolid y Guadalajara, entre otras

ciudades, las cuales se sumaron a la tarea de acuñación que se llevaba a cabo en la capital,

si bien con su propia marca de ceca.

3. La dinastía de los Austrias

Con Carlos I de España y V de Alemania (Gante, 1500–Yuste, 1568), hijo de Juana I “La

Loca” y Felipe I “el Hermoso”, comienza una nueva época, la de los Austrias. Al ser

coronado Emperador del Sacro Imperio Romano-Germánico, en 1519, timbra el escudo

con la corona imperial y acola el águila bicéfala imperial austriaca (Sacro Imperio

Romano–Germánico).

3.1. Acuñaciones de Carlos I

Las armas de Carlos I (V de Alemania) añaden a las de Castilla, León, Aragón, Navarra,

Dos Sicilias y Granada, presentes en el escudo anterior, las de Austria (de gules y una faja

de plata), Borgoña antiguo (bandado de oro y de azur con bordura de gules), Borgoña

moderno (de azur, sembrado de flores de lis de oro y bordura componada, cantonada de

plata y gules), Brabante (de sable y un león de oro, coronado de lo mismo, lenguado y

armado de gules), Flandes (de oro y un león de sable, lenguado y armado de gules) y Tirol

(partido de plata y un águila de gules, coronada, picada y membrada de oro, cargado el

pecho de un creciente trebolado de lo mismo). Carlos I incorpora también las columnas

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de Hércules con la leyenda PLUS ULTRA, en representación del Imperio ultramarino, y

rodea el escudo con el collar del Toisón de Oro, como soberano de dicha Orden.

La mayor parte de acuñaciones las realizó Carlos I de España, y V de Alemania, en sus

dominios, destacando muchas piezas por su gran belleza. En muchas de las monedas,

como los ducados, taleros y guldens, aparece el águila bicéfala, símbolo imperial. Al ser

coronado Emperador, en 1519, timbra el escudo con la corona imperial y acola el águila

bicéfala imperial austriaca. A partir de 1520 sustituye el cuartel correspondiente a

Aragón y Sicilia, por otro en el que se incorporan las armas de Nápoles (Jerusalén,

Hungría) y Navarra. El reino de Nápoles, vinculado a la corona española, pervivió hasta

1816, en que cambió su denominación para pasar a ser conocido como reino de las Dos

Sicilias, que paso a integrarse en Italia en 1861, bajo la dinastía de los Saboya. Cfr.

Anexo 6.

3.2. Acuñaciones de Felipe II

Con su hijo Felipe II (1527–1598), comienza una nueva terminología de distintos valores,

¿pero cual es el cambio heráldico? Felipe establece lo que significa una novedad, ya que

la moneda “escudo” que lleva en el anverso su rostro, llevará en el reverso el escudo de

los reinos de España que es el suyo, pero cortado, en el 1º campo las armas españolas,

con el escusón central superior de su madre Isabel de Portugal (de la dinastía Avis,

reinante de 1385 a 1580) mientras fue rey de Portugal (1580–1596), y en el 2º las armas

de la casa de Austria que le corresponden por su abuelo y que usaba Carlos V su padre,

con el escusón de sus posesiones, y sustituye la corona imperial por la real (abierta o de

cuatro florones, tres de ellos vistos).

Este escudo fue utilizado por los Austria, desde Felipe II hasta el último, Carlos II, a partir

del cual reinaría en España la dinastía de los Borbones, dando lugar al cambio de escudo.

Felipe II, además, retiró de su escudo el águila, la corona imperial e incluso las columnas

que servían de representación de la divisa personal del emperador: "PLVS VLTRA" y

cambia el título por “Rey de las Españas” (Hispaniarum Rex). Esta situación se observa

en pinturas, relieves, sellos de documentos y las monedas de época, tanto bajo los

Austrias menores como los primeros Borbones. Pero las columnas, desde el reinado de

Felipe V por lo menos, vuelven en las emisiones de monedas americanas, siendo las dos

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coronas de tipo real las que se encuentran sobre ella y en sus bases unas ondas

simbolizando el océano, encerrando a dos globos (que representan el viejo continente y

las Indias) con el agregado del lema UTRAQUE UNUM (ambos son uno). Cfr. Anexos

7 y 8.

3.3. Acuñaciones de Felipe III

Con el reinado de Felipe III se inicia un periodo de acuñación masiva de piezas de vellón

(“mala moneda”, que con el paso del tiempo iría disminuyendo su ley hasta acabar en

cobre.

Según disposiciones de 1535, las monedas acuñadas en América eran lisas, sin

cordoncillo y muy regulares en contorno, hasta la aparición de las denominadas

"macuquinas”, y muchas de ellas sufrieron el fraudulento cercén. A partir de Felipe III se

llamó onza a la pieza de ocho escudos de oro. Cfr. Anexos 9 y 10.

3.4. Acuñaciones de Felipe IV

Felipe IV (1605–1665) “el Rey Planeta”, sucedió a su padre Felipe III, casó con Isabel de

Borbón y, posteriormente, con Mariana de Austria. Recuperó militarmente los Países

Bajos y vivió la separación del Rosellón y de Portugal. Durante su reinado la moneda de

plata de Lima, México y Potosí continuó siendo del tipo “macuquina” o “corriente”

llamada también ”cortada”, irregular y de gran tosquedad. Hubo una gran cantidad de

tipos fraudulentos, por lo que se ordenó la acuñación de nuevos tipos para diferenciarlos,

y se procedi ó al resello masivo de casi todas las monedas de cobre y de vellón para alterar

su valor, y muchas de las de plata, provenientes de “Indias” también.

3.5. Acuñaciones de Carlos II

Al principio del reinado de Carlos II (1665–1700) el escudo era el mismo que el de sus

antecesores, pero a partir de la independencia de Portugal, en 1668, cambiará y desde

ese momento el escusón de Portugal que aparece arriba del escudo se quitará, aunque no

de manera inmediata en todas.

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La decisión más importante en materia monetaria consistió en permitir, Real Cédula del

25 de febrero de 1675, la acuñación de monedas de oro de 2, 4 y 8 escudos en las cecas

de América. Estas piezas fueron del tipo macuquino, con la particularidad de que en los

cuatro cantones del reverso en lugar de alternarse leones y castillos, como en la moneda

de plata, lo hará una flor de lis en cada uno. Cfr. Anexo 11.

Las acuñaciones americanas siguieron la pauta de los anteriores Austrias, manteniendo

incluso el escusón (quinas) de Portugal, a pesar de que ya había obtenido la

independencia de España.

4. La dinastía de los Borbones

Tras la Guerra de Sucesión (1701-1713), con la llegada al trono de Felipe V, “el Animoso”,

nieto de Luis XIV, al morir Carlos II sin descendencia, se instaura la dinastía de los

Borbones en España. Con su llegada se produjo una importante legislación y reforma

monetaria28, distinguiéndose tres etapas claramente definidas desde el punto de vista del

sistema monetario: La primera abarca desde la entronización de Felipe V hasta el período

marcado por la Guerra de la Independencia y los primeros años del reinado de Fernando

VII; la segunda se extiende hasta la desmonetización del maravedí en 1848 y la tercera

culmina con la creación de la Peseta en 1868. Con la llegada de la dinastía borbónica se

abrieron nuevas casas de moneda en Guatemala29, Popayán y Santiago de Chile.

4.1. Acuñaciones de Felipe V

Con Felipe V comenzará a usarse en el escudo acuñado, siempre en el reverso de las

monedas, su escudo de armas con el escusón con las tres lises de la Casa de Francia

(Borbón–Anjou), que continúa usando el actual rey Felipe VI, aunque en algunas

regiones, como, por ejemplo, el Reino de Aragón no se adoptó el nuevo diseño,

acuñándose monedas con sus símbolos tradicionales. Cfr. Anexo 12.

28 SANTIAGO FERÁNDEZ, Santiago. “Legislación y reforma monetaria en la España Borbónica”. VI Jornadas Científicas sobre Documentación Borbónica en España y América (1700-1868) .Universidad Complutense de Madrid, Madrid, 2007, pp. 403-436. 29 SANDOVAL ABULLARADE Víctor Hugo. Periodo Colonial. Monedas de Guatemala [en línea] http://www.monedasdeguatemala.com/colonialeshis.html [Consulta: 7 de agosto de 2015].

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El escudo de Felipe V (1700–1759), mantiene todos los elementos del anterior, pero

cambia el diseño y distribución de los mismos: las armas de Flandes y Tirol aparecen

ahora en cuarteles separados, en punta del escudo, en lugar de en el escusón en que

figuraban anteriormente, y se añade un nuevo escusón central con los lises de la casa de

Borbón, con la bordura en gules para distinguirse de los franceses. Con frecuencia el

escudo adopta forma ovalada o redondeada, siguiendo la moda francesa. El diseño de la

corona se moderniza, adoptando la forma actual, de ocho florones (cinco vistos).

Así, pues, las armas de Francia, brisadas con bordura de gules, aparecen desde 1713 en

el escusón del escudo de España, porque el rey Luís XIV de Francia así lo dispuso para

su nieto, que sería Felipe V de España. Además, se añadió la Orden del Espíritu Santo,

tan importante para Felipe V como recordatorio de su origen francés y del

mantenimiento de sus derechos sucesorios a la Corona de Francia, que no desaparecería

de las piezas hispanas hasta el reinado de Carlos III.

Con las ordenanzas de 1728, se estipula una nueva ley y talla para las monedas de plata.

A partir de entonces, toda la que se labrase en las cecas americanas, tendían una ley de

11 dineros (916,6‰) y una talla de 68 en marco (3,38 gr. por real) y en las cecas de la

península los valores altos de 8 y 4 reales. A esta plata es la que se denominamos “plata

nacional” o “plata gruesa”. Las piezas menores de dos, uno y medio reales, acuñadas en

las cecas peninsulares, tendrían una ley de 10 dineros (833,3‰) y 75 o 77 reales en marco

(3,06 y 2,98 gramos por real).

Es la llamada “plata provincial” para uso interior. Con el fin evitar la confusión y el fraude

como consecuencia de que existieran monedas de medio, uno y dos reales con diferente

peso y contenido en plata, se decidió diferenciar las acuñaciones peninsulares, que

llevarían las armas tradicionales de la Monarquía –sin ninguna variación respecto del

período anterior– y las que se realizaran a partir de estas ordenanzas en las cecas

americanas, las denominadas desde entonces “real fuerte columnario” o “columnario de

mundos y mares” con la leyenda VTRAQUE VNUM (ambos son uno) en todos sus

valores, siendo los primeros labrados en la ceca de México en 1732 no acuñándose en el

resto de las cecas en este reinado salvo las labradas a martillo (macuquinas) en la de

Guatemala a partir de 1733. Este nuevo tipo de moneda indiana, se convirtió durante

mucho tiempo, en la más apreciada en todo el mundo y la más valorada de la

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numismática española en el extranjero, en su valor de ocho reales, también conocida

como el “Spanish Dollar” o “Piastra Spagnola”30.

Según cuenta la Dra Mª Teresa Muñoz Serrulla, en su artículo31 Legislación monetaria:

la moneda de los reinos de indias en época moderna, “La ordenanza fundamental de

este periodo fue la emitida en 1728, completada posteriormente en 1730. En estas

normativas se establecía la duplicidad de especies en la plata (plata nacional y plata

provincial), se incluía el cambio tipológico en la moneda de oro recuperando el retrato

del monarca (aspecto que culminaría Carlos III en el vellón y la plata). Las diferentes

calidades de la moneda de plata obligaba también a un cambio tipológico, manteniendo

el tradicional, heredado de la dinastía anterior para la plata peninsular y creando el

denominado de mundos y mares para la nacional. Se iniciaba la incorporación de las

cecas y los oficios a la Corona al tiempo que se imponía la fabricación mecanizada; la

centuria vio cómo se establecían nuevas cecas en Indias”. Con la Ordenanza de 9 de junio

de 1728 se acuñó la nueva moneda de plata (Real Fuerte) del tipo columnario (desde

1732, Columnarios de Mundos y Mares) y se introduce en México la moneda de busto32

con peluca, armadura, chorrera, banda y collar del Toisón (denominadas “peluconas” en

España, nombre popular que llegará hasta Carlos III y que se mantuvo en circulación

hasta 1809, no sólo en México, sino también en Lima, Popayán y Santa Fe; Onza

apreciada en toda Europa en donde se la conocía con el nombre de Doblón de España) y

terminó la macuquina; en Lima se acuñaron macuquinas hasta 1772. Cfr. Anexo 13.

4.2. Acuñaciones de Fernando VI

A Felipe V, con el breve reinado de Luis I en medio, le sucede Fernando VI. Respecto a

su padre y hermano solo cambia el aspecto exterior del escudo, haciéndole mas curvas.

En las monedas de plata utiliza el escudo coronado cuartelado de castillos y leones. Con

frecuencia, se prescinde de todas las demás en un modelo simplificado (conocido como

30 Felipe V en la moneda española de la Casa de Borbón. [en línea] http://corveracolecciones.com/?page_id=14 [Consulta: 2 de agosto de 2015]. 31 MUÑOZ SERRULLA, Mª Teresa: “Legislación monetaria: la moneda de los reinos de indias en época moderna”. Universidad Complutense de Madrid. Numismática e Investigación Documental, pp. 116-153. 32 RUIZ TRAPERO, María. “El real de a ocho: su importancia y trascendencia”, en GALENDE DÍAZ, Juan Carlos, IV Jornadas Científicas sobre documentación de Castilla e Indias en el siglo XVI, Madrid, 2005, pp. 357-377.

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“escudo pequeño” o “simplificado”) que únicamente lleva las de Castilla, León y Granada,

sumadas del escusón con los lises borbónicos y rodeados a veces del Toisón de Oro.

Esta misma práctica la seguirían empleando sus sucesores: Carlos III, Carlos IV,

Fernando VII. etc. en muchas de las monedas que acuñaron durante sus reinados. Luis I

de Borbón, llamado “el Bien Amado” o “el Liberal”, rey de España, durante su reinado de

229 días es el más efímero de la historia española (sin contar el gobierno de Felipe el

Hermoso) también acuñó moneda. Era el hijo mayor de Felipe V y María Luisa de

Saboya. En el anverso de algunas de sus monedas se puede ver representada la cruz

potenzada de la orden del Santo Sepulcro de Jerusalén.

Se pueden apreciar las diferencias entre piezas acuñadas en la Península y en las “Indias”

(ultramar), ya que había normas diferentes para cada ceca. En las dos piezas siguientes

se pueden ver diferencias en las leyendas, los bustos y los escudos. En 1754, el rey

Fernando VI dictó una provisión para que en América solo circulara moneda acuñada en

ella, para evitr el ingreso de moneda extranjera, cuya recogida se ordenó33. Cfr. Anexos

14, 15 y 16.

Durante los siglos XVIII y XIX, reinando Carlos III, Carlos IV y Fernando VII, las piezas

de a 8 (Reales) acuñadas en las “Indias”, en su reverso llevaban el escudo de España con

las columnas de Hércules acoladas al mismo. Se explicaba su origen en la voluntad del

emperador Carlos I de España, influenciada por la de su maestro, el médico italiano Luigi

Marliani, y vienen a simbolizar la parte del reino que se sitúa “PLUS ULTRA”, más allá

de las columnas de Hércules, más allá del mar.

Los 8 reales columnarios

Tenemos emisiones peninsulares y ultramarinas, cada una en su plata privativa, y

muchas de las piezas acuñadas en la península y en ultramar eran distintas en su diseño.

El ejemplo más típico es el de los Reales de “Mundo y Mares” o “Columnarios”

El Columnario es un tipo de moneda y no una nueva unidad monetaria. Se utilizó como

denominación mayor para los columnarios el Real de a 8 (también denominado peso

33 ROMERO, Emilio. Historia económica del Perú. Editorial Sudamericana. Buenos Aires, 1949. pp. 191–204.

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fuerte o peso duro), subdividida en cuatro reales, dos reales, un real y medio real, siendo

los columnarios los más conocidos reales españoles que circularon por el mundo, debido

en parte a tener un acabado y calidad muy superior a las antiguas monedas macuquinas,

acuñadas a martillo y de aleación de plata de baja ley y peso inexacto. Cfr. Anexo 17.

El 9 de junio de 1728 se dictaron nuevas ordenanzas para la acuñación de moneda

rebajando la ley en los metales preciosos, medida muy impopular para las cecas de

Guatemala, Potosí, México, Lima. Una nueva y trascendental moneda, el “columnario”,

nació el 10 de septiembre de 1728, y se caracterizó por la representación de los dos

hemisferios flanqueados por las columnas de Hércules. Circularon en México a partir de

1732, y se labraron en Lima a partir de 1752 y en Potosí en 1767.

Los Duros Columnarios, o Reales de a 8, son una de las monedas españolas que más

relevancia histórica ha tenido34. Son monedas que nos transportan a mediados del siglo

XVII35I. Por primera vez el mundo entero estaba interconectado y los 8 reales fueron la

primera moneda “aceptada internacionalmente”. Tanto es así que el símbolo de dólar ($)

proviene de la heráldica de las monedas españolas, con un peso de 550,2 granos

españoles (27,468 gramos) de plata de ley de 917 milésimas y un diámetro de 39 mm. El

canto de la moneda tiene un cordón protector con unas hojas de laurel grabadas en gran

detalle.

Para las emisiones indianas la tipología establecida sería la conocida como

COLUMNARIA y la Ceca de México fue la primera en acuñar monedas, en 1732, bajo el

gobierno del Virrey Juan de Acuña, reemplazando a las acuñaciones a martillo

(macuquinas). Aparecen en ellos nombrados Felipe V, Fernando VI y Carlos III. En

cuanto a las cecas, se emitieron en México, Lima, Santiago, Potosí, Popayán, Guatemala

y Santa Fe de Bogotá, siendo las dos primeras las que más piezas acuñaron con gran

diferencia. Su acuñación finalizó con la Real Cédula del 27 de marzo de 1772, que

ordenaba variar el tipo por el busto de perfil de los monarcas españoles, laureados y

vestidos como emperadores romanos (tipo militar). Cfr. Anexo 18.

34 RUIZ TRAPERO María. “El real de a ocho: su importancia y trascendencia”, en GALENDE DÍAZ, Juan Carlos, IV Jornadas Científicas sobre documentación de Castilla e Indias en el siglo XVI, Madrid, 2005, pp. 357-377. 35 Los 8 reales columnarios. [en línea] http://blognumismatico.com/2012/11/25/los-8-reales-columnarios/ [Consulta: 21 de julio de 2015].

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El reverso del columnario mostraba un dibujo característico: dos globos terráqueos

representando a los hemisferios oriental y occidental con una corona real encima de

ambos, debajo de los dos globos aparecía un dibujo de olas marinas (representando al

mar que separaba Europa y América), aparecía una columna coronada (ambas coronas

reales hasta 1758 y real e imperial a partir de entonces, con el reinado de Carlos III) a

cada lado de los globos (por lo cual las monedas tuvieron el nombre de columnarios)

representando las Columnas de Hércules, cada columna era ceñida con un paño llevando

el lema “PLUS ULTRA” (lema nacional de España que significa en latín “más allá”), en el

borde superior del anverso aparecía la leyenda “UTRAQUE UNUM” que en latín significa

“ambos son uno” resaltando la unidad entre los territorios del imperio español en cada

hemisferio; en el borde inferior aparecía la fecha de emisión y las marcas de la ceca.

El anverso de la moneda mostraba el nombre del monarca español en latín seguido de la

leyenda (también en latín) “D G HISPAN ET IND REX” que significa “por la gracia de

Dios Rey de las Españas y de las Indias”, a la izquierda aparecían las iniciales del

ensayador y en el centro el escudo de España en gran tamaño con una corona real

encima; para evitar falsificaciones o cercenamientos el canto de la moneda tenía

grabadas unas hojas de laurel en gran detalle (cordoncillo).

4.3. Acuñaciones de Carlos III

Carlos III (1716–1788), rey de España desde septiembre de 1759, realiza una importante

reforma: el busto del rey aparecerá en todas las piezas, y en el escudo, aparte de

introducir en éste las armas de los Ducados de Parma–Médicis (de oro y seis flores de lis

de azur distribuidas de arriba a abajo, una, dos, dos y una) y Toscana–Farnesio (de oro

y cinco roeles de gules distribuidos en el campo de arriba a abajo, dos, dos y uno, un

tortillo de azur en jefe cargado de tres flores de lis de oro), en representación de su

herencia italiana; también sustituye el Collar de la Orden del Espíritu Santo por el de la

que él mismo crea y que lleva su propio nombre, manteniendo el Toisón de Oro. Cfr.

Anexo 19.

Carlos III concede mayor preeminencia a la Corona de Castilla en todos los aspectos, y

esto se manifiesta también en la Heráldica: desde Carlos III las armas de Castilla y León

ocupan la posición central en el escudo. Con estos añadidos, Carlos III deja establecidas

lo que serían a partir de ese momento las Armas Reales de España, que son las personales

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del monarca y nada tienen que ver con las del Escudo de España. Utiliza en las monedas

de plata y en algunas de oro, como las de 1/2 escudo, el escudo cuartelado coronado de

castillos y leones.

Existe una diferencia de tipología entre las monedas de plata acuñadas en España, en las

que aparece el rey “civil” y las acuñadas en América, con el rey “militar”, a la heroica o a

la romana, junto al añadido de las Columnas de Hércules, tipo tradicional de las monedas

indianas desde que Carlos I lo introdujo en las piezas de los años 30 del siglo XVI. Así,

desde 1772 aparecieron las monedas con el busto laureado del monarca (tipo militar) en

la Casa de Moneda de Lima y en la de Potosí.

Por la Pragmática de mayo de 1772, la moneda de plata que viene a sustituir en Las Indias

al “columnario de mundos y mares”, es la que llamamos “de Real Busto, vestido a la

heroica con Clámide y Laurel” y que comenzó a acuñarse en las distintas cecas

americanas, en 1772 en sus valores nominales de ½ real, 1 real, 2 reales, 4 reales (tostón)

y 8 reales (peso). Siendo común el anverso de “Real Busto” en todas las monedas, la

diferencia entre americanas y peninsulares estriba en que en las peninsulares será “Real

Busto desnudo, con una especie de manto real” es decir “civil” a diferencia del busto

“militar” de las indianas. En el reverso, las columnas de Hércules que siguen figurando

en las labradas en América y no así en las labradas en las cecas peninsulares36.

No solamente cambió el diseño de las monedas, sino que también lo hizo su contenido

en plata fina que se rebajó y pasó a ser de 902,7 milésimas (10 dineros y 20 granos) en

las americanas y de 812,5 milésimas (9 dineros y 18 granos) en las provinciales, sin

variación en su talla. Cfr. Anexo 20.

4.4. Acuñaciones de Carlos IV

Carlos IV nació en noviembre de 1748 en Nápoles. Hijo de Carlos III y María Amalia de

Sajonia, heredó la corona de España a la muerte de su padre, siendo rey desde 1788 a

1808. Sigue la línea de su antecesor, sin introducir cambios significativos en las monedas

acuñadas durante su reinado. Por real orden del 30 de abril de 1789, se crea la moneda

de plata de 1/4 de real "cuartillo", en la serie de monedas americanas.

36 Los reales ‘columnarios’ y ‘de busto’ (1732-1788). [en línea] http://corveracolecciones.com/?page_id=629 [Consulta: 2 de agosto de 2015].

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Como las comunicaciones con la metrópoli eran muy dilatadas, las nuevas matrices

tardaron en llegar algunos años a las cecas americanas, y es por ello que, entre 1789 y

1791, aparecen monedas con el busto de Carlos III pero con la leyenda CAROLUS IIII (o

IV) … DEI GRATIA.

4.5. Acuñaciones de Fernando VII

Tras la entrada de tropas francesas en España, el príncipe Fernando se alzó contra el

gobierno de su padre, al que solicitó que abdicase, produciéndose así el Motín de

Aranjuez de marzo de 1808 en el que Carlos IV abdicó y Godoy fue encarcelado. Carlos

pidió a Napoleón que mediara para recuperar el trono que su propio hijo le había

usurpado. En Bayona, Napoleón intercedió para que Fernando abdicase en su padre, con

el que tenía pactada otra abdicación a favor del hermano de Napoleón, José Bonaparte;

ambos abdicaron de sus derechos al Trono español, que pasó a manos de José I.

El 2 de mayo de 1808; la Guerra de Independencia contra la presencia francesa en

España empezó. Finalizada, se reinstaura la dinastía borbónica en 1813. Fernando VII

(“el Deseado”) recupera el escudo completo de Carlos III, aunque, curiosamente,

mantiene la misma forma exterior que se le había dado en la época de José Bonaparte.

El simplificado es igual al de sus antecesores Borbones.

Durante los años 1808, 1809 y 1810, se acuñaron monedas con la leyenda de Fernando

VII y el busto de Carlos IV. A partir de 1811, se empiezan a acuñar monedas ya con el

busto de Fernando VII y se hace la acuñación con fecha 1808, con el nuevo busto, como

se había ordenado.

Cuando Fernando VII ocupó el trono español en 1808, demoraron en llegar los nuevos

cuños a América, por lo que en la Casa de Moneda de Lima se decidió acuñar monedas

con un busto imaginario del rey. Aparecieron entonces las monedas que conocemos

como de “Busto Limeño” entre 1808 y 1811. Desde 1810 se acuñaron monedas con el

busto de Fernando VII, último monarca español que apareció en la moneda peruana37.

Tras llegar al poder los Liberales y sometiéndose a la Constitución (Trienio Liberal 1821

y 1823), el rey lo es “por la Gracia de Dios y la Constitución”, y se abandona el término

37 Museo Numismático del Perú. [en línea] http://www.bcrp.gob.pe/docs/Proyeccion-Institucional/Museo/Museo-Numismatico-del-Peru.pdf [Consulta: 27 de julio de 2015].

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de soberanía sobre la Indias, haciendo alusión solamente a las Españas. Además, se

cambian las leyendas en latín por otras en castellano. Otra novedad introducida por

Fernando VII, en las monedas de plata, es que se empezó a utilizar, a partir de 1821, el

modelo americano y, de esta manera y por primera vez, el escudo con las columnas de

Hércules aparece en la moneda hecha en la península, siendo el que se mantuvo con

posterioridad hasta hoy. Cfr. Anexo 21.

Además, en otras cecas americanas se acuñaron piezas de 8 Reales (duros) con distintos

bustos38.

En algunas de las monedas acuñadas durante el reinado de Fernando VII (1814–1833),

como son, por ejemplo, la de 8 escudos y la de 320 reales, se aprecia una modificación

significativa en el escudo, en el que el escudo “abreviado” de España es el que forma el

escusón, aunque ya desde Carlos III, en 1761, se concedió mayor preeminencia a la

Corona de Castilla en todos los aspectos.

4.6. Acuñaciones de Isabel II

El legado numismático de Isabel II (la reina de los tristes destinos), hija de Fernando VII

y María Cristina de Borbón, y Reina de España en el periodo1833–1868, es riquísimo y,

también, bastante complejo porque hubo varios cambios en el sistema monetario de la

época, acuñándose auténticas preciosidades, tanto de oro como de plata o cobre, y lo hizo

en muchas cecas, habiendo además pruebas (proof). Todo ello hace que su legado

numismático sea muy amplio39.

En el periodo Isabelino hubo distintos cambios monetarios y para ello se necesitaba

cambiar de diseño en las distintas monedas que se pondrían a circulación. Una de las

monedas más características durante el reinado de Isabel II, fue la de 20 reales (duro) de

plata, que mantenía en su reverso el mismo escudo (simplificado) que el de sus

inmediatos antecesores, con la excepción de rey extranjero José Napoleón I, alternando

con el diseño ovalado en algunos valores.

38 Los retratos de Fernando VII en los 8 reales. [en línea] http://blognumismatico.com/2011/12/14/los-retratos-de-fernando-vii-en-los-8-reales/ [Consulta: 5 de agosto de 2015]. 39 MARTÍNEZ, Javier. Blog Numismatico - Isabel II Reina de las Españas. [en línea] http://isabeliireinadelasespanas.blogspot.com.es/ [Consulta: 22 de julio de 2015].

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Isabel II, asistida por su ministro de Hacienda Manuel Beltrán de Lis, desmonetiza el

maravedí e introduce, a manera de ensayo, el Sistema Métrico Decimal para frenar la

anarquía y variedad de las monedas circulantes, y en especial de la abusiva francesa40.

En la moneda de plata y oro la ley será de de 900 milésimas. Así, el Doblón se divide en

10 escudos, ó en 100 reales, ó en 1.000 décimas. Cfr. Anexo 22.

Durante su reinado la Ley de todas las monedas de oro serían de 900 milésimas. Según

Real Decreto de 15 de abril de 1848, el artículo 6 disponía que las monedas de oro se

acuñaran en prensa de volante con virola cerrada con el canto estriado (para evitar

recortes). Con las reforma monetaria de 1848 desapareció el maravedí (unidad de

cuenta) pero, hasta 1856, no se dispuso la sustitución de los maravedís por los céntimos

en las contabilidades oficiales.

5. Restauración de la monarquía tras la Revolución de 1868

La Revolución de 1868, que destronó a Isabel II, suprimió la dinastía borbónica pero no

la Monarquía. Tras la Constitución de 1869 se estableció un nuevo escudo, consistente

en los cinco cuarteles tradicionales: Castilla, León, Aragón, Navarra y, entado en punta,

Granada. Se suprime el escusón con las armas de la dinastía Borbón–Anjou. El escudo

se timbra con la corona mural, y se colocan las columnas de Hércules con el lema “PLUS

ULTRA”, sin coronas. De este escudo se conoce la representación que se hizo del mismo

en las monedas de 20 y 50 cts. y 1, 2 y 5 pts., y que sirvió como referencia para el escudo

de la II República en 1931, mientras que en la monedad de oro de 100 pesetas se conservó

el timbre borbónico.

En las monedas de 5 pesetas (duros de plata) aparecidos en 1869 y cuya última acuñación

de produjo en 1899, podemos ver como, además de variar su anverso según el régimen –

República, o Monarquía mostrando el busto del soberano– en su reverso de muestra el

escudo de España, que, si con El Gobierno Provisional de 1868 estaba coronado por una

corona mural, con la monarquía se coronaba con una corona real, además de incluir el

escusón correspondiente a la familia real reinante. Cfr. Anexo 24.

40 Sistema monetario de Isabel II. [en línea] http://isabeliireinadelasespanas.blogspot.com.es/2013/04/sistema-monetario-de-isabel-ii.html [Consulta: 5 de agosto de 2015].

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5.1. Acuñaciones de Alfonso XII41

Tras el breve reinado de Amadeo I de Saboya (1871–1873), en el que se mantiene el

escudo establecido por el Gobierno Provisional, con las únicas variaciones de restablecer

la corona real y el escusón incorporando las armas reales de los Saboya, es decir de gules

una cruz de plata.

Con el pronunciamiento militar del General Arsenio Martínez–Campos a favor del hijo

de Isabel II, el 29 de diciembre de 1874 en Sagunto (Valencia), daba comienzo la

Restauración Borbónica. Alfonso hizo su entrada triunfal en Madrid el 15 de enero de

1875 y fue proclamado por las Cortes Españolas como nuevo Rey de España. Se iniciaba

el reinado de Alfonso XII, dando así por concluido el periodo histórico conocido como

Sexenio Revolucionario.

Las primeras monedas de la Restauración, los duros de plata de 1875 (y 1876), llevarán

en reverso el tradicional escudo con el cuartelado de castillos y leones, y como leyenda

de anverso una muy simple: “Alfonso XII Rey de España”, sin ningún tipo de

legitimación, ni la divina (por la gracia de Dios), ni la constitucional (no existía

oficialmente Carta Magna), colocando en el reverso los datos técnicos de ley y peso de

anteriores emisiones. Fueron piezas de pura propaganda política y de ensalzamiento del

nuevo monarca. Por segunda vez, desde Amadeo I, en una moneda a nombre de un Rey

de España (Alfonso XII) no se incluye la leyenda: “POR LA GRACIA DE DIOS” y tampoco

aparece la leyenda: “CONSTITUCIONAL”, ya que aún no había oficialmente nueva

Constitución, pues no se había elaborado siquiera. Cfr. Anexo 25.

El escudo de España presentado en el reverso de estas acuñaciones es el tradicional del

reino peninsular, histórico en las monedas borbónicas con la inclusión del escusón con

las tres flores de lis, distintivo de la dinastía Borbón. La vuelta a la antigua simbología

viene recogida en el ya indicado anteriormente Decreto de 6 de enero de 1875.

Con la jura y promulgación de la nueva Constitución, el 30 de junio de 1876 (“Artículo

59: El Rey legítimo de España es Don Alfonso XII de Borbón”), se inicia la monarquía

41 Estudio monográfico: Las monedas de Alfonso XII (1875-1885). [en línea] http://www.imperio-numismatico.com/t46195-estudio-monografico-las-monedas-de-alfonso-xii-1875-1885 [Consulta: 2 de agosto de 2015].

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constitucional de Alfonso XII en España. Para adecuarse a la nueva situación de

constitucionalidad del país se abordaron las oportunas reformas monetarias. Por R. O.

de 22 de Agosto de 1876 se actualiza el rostro del Rey, se cambia la leyenda, el escudo

nacional y el canto para las monedas de plata y oro. Cfr. Anexo 26.

En el anverso de estas monedas se puede leer: ALFONSO XII POR LA G. DE DIOS.

Vuelve la legitimización divina y tradicional de los monarcas españoles una vez más al

monetario tras su ausencia en los duros de 1875 y 1876. En el reverso se observa: REY

CONSTL DE ESPAÑA. 5 PESETAS. Desaparece la leyenda de ley y peso, que es igual que

en las anteriores monedas.

El escudo de España cambia radicalmente en las monedas pues se adopta el creado por

el Gobierno Provisional con la inclusión de la corona real y el escusón borbónico. Se pasa

del escudo tradicional patrio a un escudo que engloba los cinco reinos históricos

peninsulares: Castilla, León, Aragón, Navarra y Granada. La decisión de aceptar la

simbología del régimen anterior puede ser debido al talante conciliador que se quiere de

la nueva monarquía, ya que Alfonso XII llegó a una España con una guerra abierta en

Cuba, una recién terminada con el Cantón de Cartagena (Murcia) y el país en plena

guerra civil con la llamada Tercera Guerra Carlista. Con el nuevo Rey, conocido como "el

Pacificador", terminarían todas las guerras abiertas.

5.2. Acuñaciones de Alfonso XIII

Con Alfonso XIII “el Africano”, hijo póstumo de Alfonso XII y María Cristina de

Habsburgo-Lorena, se sigue este último diseño, y el busto va cambiando según la edad

del monarca: pelón (1888–1892), bucles (1892–1894), tupé (1895–1902) y cadete

(1903–1906). Cfr. Anexo 27.

Durante los reinados de Isabel II, Alfonso XII y Alfonso XIII, tanto en Filipinas como en

Puerto Rico se acuñaron monedas similares a las peninsulares, pero con el “peso” como

unidad de valor y el “centavo” como subdivisiones, en oro, plata y cobre. Se mantuvo el

cuartelado de Castilla y León en el reverso, pero con Alfonso XIII se cambió, incluyendo

ya la representación de los 5 Reinos. Cfr. Anexo 28.

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Hay que decir que la Casa de Moneda de Madrid acuñó piezas para Puerto Rico y

Filipinas con distintos valores (pesos y divisores) de 1895 a 1897, que ahora ya llevaban

el escudo general de todas las monedas (el de 1869) y no el cuartelado de castillos y

leones, como con Alfonso XII.

6. Juan Carlos I y Felipe VI

6.1. Vuelta de la Monarquía con Juan Carlos I

Desde el exilio del rey Alfonso XIII, en 1931, es España desaparece la monarquía y se

instauran diversos regímenes políticos hasta que tras la muerte del Jefe del Estado,

Francisco Franco, Don Juan Carlos fue proclamado Rey el 22 de noviembre de 1975, y

pronunció en las Cortes su primer mensaje a la nación, en el que expresó las ideas básicas

de su reinado: restablecer la democracia y ser el Rey de todos los españoles, sin

excepción, volviendo así las dinastía de los Borbones.

Actualmente con la adopción del Euro (2002, en los diversos países de la Unión Europea,

entre ellos España, la representación de los escudos en los reversos de las monedas ha

desaparecido, manteniéndose solamente en algunas de ellas que son monedas de curso

legal pero de curso no forzoso, más bien conmemorativas, para coleccionistas, como las

de 12 euros (2002–2010), 20 euros (2010–2012) o la de 30 euros de valor facial, a partir

del año 2013, para conmemorar el 75 aniversario del Rey Juan Carlos I, que lleva como

armas completas, además del escudo raso, el collar del Toisón de Oro, el yugo y las flechas

y, acolada, la Cruz de Borgoña, y por timbre la Corona Real de España. Como se puede

apreciar, sus armas y las del Estado Español coinciden –salvo el esmalte del león– si no

se añaden adornos exteriores. Cfr. Anexo 29.

6.2. Proclamación de Felipe VI

Tras la abdicación de Juan Carlos I y la proclamación de su hijo Felipe VI, en junio de

2014, se han acuñado nuevas monedas de uno y dos Euros que incorporan su busto, así

como algunas otras conmemorativas (por ejemplo de 30 €. El escudo de armas de Felipe

VI difiere ligeramente del de su padre, siendo lo más significativo que el león es púrpura

(no gules) y la desaparición, como adornos exteriores, de las divisas del yugo y las flechas

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así como la cruz roja de Borgoña acolada. Así, el escudo raso de este monarca lleva

exactamente las mismas armas que las del Reino de España. Cfr. Anexos 30 y 31.

7. VINCULACIÓN. SERIES IBEROAMERICANAS42

En la actualidad se mantiene una estrecha vinculación entre España y todos los países de

Iberoamérica, siendo prueba de ello las excelentes relaciones que se mantienen, tanto a

nivel político como comercial, y los distintos actos conmemorativos que se vienen

sucediendo.

Así, en el año 1992 (V aniversario del descubrimiento de América) La Real Casa de la

Moneda (RCM) / Fábrica Nacional de Moneda y Timbre (FNMT) de España emitió la I

Serie Iberoamericana. Ya en aquel momento el simple hecho de que 14 países se pusieran

de acuerdo para acuñar una moneda en común, supuso un hito histórico, cultural,

económico y político.

Característica singular de estas series es que cada país participante permite que su

escudo nacional aparezca reproducido en las monedas de los otros países, hecho que no

había ocurrido a lo largo de los veinticinco siglos de Historia Numismática. Los reversos

de las monedas muestran, por tanto, el escudo nacional del país emisor rodeado por los

escudos del resto de los países participantes. Cfr. Anexo 32.

El Banco Central de Reserva del Perú (BCRP) también participa en este programa, con

emisiones de monedas sobre diversos temas de trascendencia cultural para los países que

en ella intervienen .Así, forma parte de la Serie Iberoamericana43, serie numismática que

organiza la RCM/FNMT de España. Cfr. Anexo 33.

En las primeras nueve Series las monedas mantuvieron la métrica del denominado Real

de a ocho ó duro de plata, pieza que durante siglos fue de uso universal y que se acuñó a

ambos lados del Océano Atlántico, como ahora vuelve a suceder, en las tierras de América

42 RCM / FNMT. Series Iberoamericanas [en línea] http://www.fnmt.es/coleccionista/emisiones-2015/x-serie-iberoamericana [Consulta: 5 de agosto de 2015]. 43 BCRP. Series Iberoamericanas de Perú [en línea] http://www.bcrp.gob.pe/docs/Billetes-Monedas/Monedas-de-Coleccion/Serie-Iberoamericana.pdf [Consulta: 5 de agosto de 2015].

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y de la Península Ibérica. En la última Serie, la X, correspondiente a 2015 y dedicada a

nuestras RAÍCES CULTURALES, se comenzó a utilizar la métrica del Real de a cuatro.

8. Acuñaciones Hispanoaméricanas Post-Coloniales

Como cierre de este artículo, me ha parecido conveniente, por ser muy ilustrativo y

curioso, incluir esta apartado, reproducido del blog de José Ramón Martínez Pérez, en

http://www.joseramonmartinez.com/2015/03/28/acunaciones-hispanoamericanas-

post-coloniales/

Una continuación natural de las acuñaciones españolas del siglo XIX, son las

hispanoamericanas post-coloniales, tras el fenómeno de la independencia de los

territorios americanos continentales que tuvo lugar a principios del siglo XIX; sin

embargo, las cecas siguieron acuñando monedas con los módulos españoles; cambiando

los tipos por los que las nuevas repúblicas (o monarquías) eligieron para representar a

sus recién creadas naciones. Haciendo un recorrido; de Norte a Sur, únicamente por las

naciones que surgieron en el momento de independizarse (y no las que aparecieron al

cabo de unos pocos años), las monedas que aparecieron fueron:

México: Una de las últimas naciones en conseguir su independencia de forma efectiva

(en 1832) y también en acuñar sus primeras monedas; instauró una monarquía en la

persona de Agustín de Iturbide. Las primeras monedas acuñadas en la ceca de México

fueron los 8 Reales a nombre del efímero monarca. Al cabo de unos pocos años; con el

derrocamiento de la monarquía en 1823; el tipo cambiaría a la moneda con el gorro frigio

sobre unos rayos. Cfr. Anexo 34.

Centro América: La ceca de Guatemala, fundada en 1733, pasó a pertenecer tras la

independencia a la “República Federal de Centro América“, una nación fallida que

terminaría por desmembrarse en sus cinco naciones constituyentes: Guatemala, El

Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa Rica. Las monedas tendrían como nuevo tipo una

serie de figuras alegóricas de la nación recién creada: En el anverso un sol naciente sobre

5 picos de montañas (que representan a las naciones constituyentes de la República); y

la leyenda “REPUBLICA DEL CENTRO DE AMERICA”, y el año de acuñación. En el

reverso aparece un árbol; u bajo sus ramas el valor; y la leyenda “LIBRE CRESCA

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FECUNDO”, la marca de ceca (NG para Guatemala, CR para Costa Rica), el ensayador y

a ley 10 Ds y 20 Gs. Cfr. Anexo 35.

Colombia: Aunque tras la independencia aún se llamara “Nueva Granada”; al controlar

la ceca de Popayán; sus primeras acuñaciones tenían en el anverso una cabeza femenina

de india, con la leyenda “LIBERTAD AMERICANA” y el año de acuñación; mientras que

en el reverso una Granada entre las marcas del valor y la leyenda “NUEVA GRANADA”

y las iniciales de los ensayadores. Cfr. Anexo 36.

Perú: Las primeras acuñaciones hechas en el Perú post-colonial fueron efectuadas en la

gran casa de la moneda de Lima y tuvieron un carácter provisional al ser recapturada la

ciudad por las tropas realistas fieles a España. En 1825 aparecería el nuevo tipo. En el

anverso tras una columna dos figuras femeninas alegóricas: A la izquierda la justicia y a

la derecha la virtud. En la parte externa la leyenda “POR LA VIRTUD Y LA JUSTICIA”.

En el reverso un escudo sobre varias banderas y una palmera y la leyenda “PERU LIBRE

· LMAE · 8R · 1822 “; indicando la ceca LMAE en anagrama, el valor: 8 Reales y el año

de acuñación. Cfr. Anexo 37.

Bolivia: En la ceca de Potosí se acuñaron las primeras monedas de la recién creada

República de Bolivia; si bien cambiaron la designación, cambiando de “Reales” a “Soles”;

manteniendo los módulos españoles. En el anverso figura el retrato de Simón Bolívar de

perfil mirando a la derecha en uniforme militar; bajo el retrato “BOLIVAR” y la leyenda

“LIBRE POR LA CONSTITUCIÓN”. En el reverso bajo seis estrellas un árbol y dos

alpacas. La leyenda “REPUBLICA BOLIVIANA M J 1827 8S · PTS”. Cfr. Anexo 38.

Chile: La ceca creada en época de Fernando VI en 1755; fue la encargada de acuñar las

primeras monedas de la República de Chile en 1817; y cambiando también la

denominación para el caso de los 8 Reales; llamándole “Peso” (el nombre popular para

la moneda de 8 Reales y que a día de hoy tienen las monedas en muchos países

hispanoamericanos), pero manteniendo el nombre de Reales para los módulos más

pequeños. En el anverso un globo sobre una columna, iluminado por una estrella, y la

leyenda “UNION Y FUERZA · FJ · 1817″. En el reverso un volcán en explosión con una

columna de humo; en lo alto “UN PESO” rodeado de una corona de laurel y la leyenda

“CHILE INDEPENDIENTE · SANTIAGO”. Cfr. Anexo 39.

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192

Argentina: Argentina es un ejemplo curioso puesto que no tiene ninguna ceca (fundada

en 1875, inauguró su primera fábrica en 1881.) en su territorio que acuñara moneda con

anterioridad; sin embargo en 1813 las tropas del General Belgrano tomaron la ciudad de

Potosí; lo que les permitió controlar la ceca donde acuñaron las primeras monedas de la

por entonces “Provincias del Río de la Plata”. En el anverso aparece un sol, y la leyenda

“PROVINCIAS DEL RIO DE LA PLATA” cerrado por un florón. En el reverso aparece el

escudo de la república entre un 8 y una R y la leyenda “EN UNION Y LIBERTAD · PTS J

·1813″, donde PTS es el anagrama de la ceca de Potosí; J el ensayador y 1813 el año de

acuñación. Cfr. Anexo 40.

9. Conclusiones

El descubrimiento y explotación de importantes yacimientos mineros en el Nuevo

Mundo (sólo en Nueva España llegó a haber 3.000 minas de plata en explotación poco

antes de la independencia de México), tuvo una importancia crucial, tanto para la

financiación de la Corona y de los conflictos en que se veía envuelta, como para la emisión

de gran cantidad y tipos de monedas, jugando España, a raíz de ello, un papel

predominante en el Mundo durante varios siglos, creándose numerosas cecas –a veces

por particulares, incorporándose posteriormente a la Corona, como la de Santiago de

Chile– en los Virreinatos (de la Nueva España, en 1535, con capital en ciudad de México;

el del Perú en 1542, con capital en Lima, y, en 1717, el de Nueva Granada44, con capital

en Bogotá, abarcando los actuales territorios de Colombia, Ecuador, Panamá y

Venezuela) para la acuñación de las propias monedas (en un principio, monedas de mala

calidad y ley, y escasa circulación, por lo que hubo que importar algún tiempo moneda

de la Península) y, así, solventar la falta de numerario que dificultaba el comercio,

conforme a las normas emitidas por la Corona, variando a veces los tipos llamados

“Indianos” y los “Peninsulares”, prohibiéndose a principios del siglo XVIII la

contratación con metal no amonedo (tejos, barretones, etc.). En estas cecas también se

producían medallas conmemorativas.

44 El Virreinato de Nueva Granada [en línea] http://www.claseshistoria.com/america/colonial-virreinatos-nuevagranada.html [Consulta: 12 de agosto de 2015].

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193

La reforma monetaria llevada a cabo por los Reyes Católicos, en 149745, que modificó el

ordenamiento monetario de Alfonso X, el Sabio, siguió vigente, con los cambios básicos

por las circunstancias históricas y económicas (leyes monetarias de Carlos V del 11 de

mayo de de 1535, de Felipe V de 1723 y Carlos III de 1771), hasta el siglo XIX, cuando el

ministro de Hacienda de Isabel II, Manuel Beltrán de Lis, desmonetizó el maravedí. Así,

con Carlos I, que trasmite directrices al nuevo Virrey Antonio de Mendoza para la

creación de tres Casas de Moneda: México, Potosí y Santa Fe de Bogotá, comienza una

nueva etapa y, tanto durante el reinado de los Austrias, como el de los Borbones, se

produjeron emisiones peninsulares y en las “Indias”, con sus particularidades, tanto en

plata como en oro, además de algunas de vellón o cobre, con diferente valor según su ley,

circulando en gran cantidad y, en algunos casos, aceptadas internacionalmente, incluso

en los mercados asiáticos mediante su resello, como fue el caso del “Real de a 8” acuñado

en las cecas americanas.

La heráldica ha estado presente en la mayoría de tipos y, junto con las leyendas y

símbolos, ha servido para mostrar la voluntad política y lanzar mensajes

propagandísticos de cada una de las dinastías reinantes en cada momento. A lo largo del

siglo XIX, tras la independencia de las distintas naciones iberoamericanas,

desaparecieron los Virreinatos, y las nuevas naciones surgidas dejaron de utilizar los

tipos dados por los Borbones y empezaron a emitir sus propias monedas, con una

simbología y valor propio, como sucedió, por ejemplo, en Perú, cuya emancipación fue

proclamada por José de San Martín el 28 de julio de 1821, asumiéndose la forma política

de una República, pese a que el ejército realista aún controlaba gran parte del territorio

virreinal, pues a guerra se desarrolló entre 1811 y 1824. Las primeras acuñaciones hechas

en el Perú post-colonial, con la impronta independentista, fueron efectuadas en la ceca

de Lima en 1822 (cobre y plata) y tuvieron un carácter provisional al ser recapturada la

ciudad (en 1823 y 1824) por las tropas realistas fieles a España.

10. Bibliografía

BELTRÁN MARTÍNEZ, Antonio. Historia de la moneda española. Vico & Segarra,

Madrid, 1983.

45 La moneda hispanoamericana [en línea] http://hispanoamericaunida.com/2013/07/19/la-moneda-hispanoamericana/ [Consulta: 12 de agosto de 2015].

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1568–1651. Asociación Numismática Española. Barcelona, 1971.

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Anexo 1

Excelente de la Granada de los Reyes Católicos (Segovia)

Anexo 2

4 reales de Juana y Carlos (México)

Anexo 3

8 reales –macuquinos– de Carlos II (1684)

Anexo 4

Cruz Florenzada 1572-1733 y Cruz Griega 1571-1652

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Anexo 5

Cruz de Jerusalén 1652-1772 y Cruz Santa Fé de Bogotá 1651-1758

Anexo 6

Moneda de 4 reales acuñada en México (antecedente de los columnarios)

Anexo 7

Moneda de 8 reales acuñada en Segovia, con las armas de Felipe II

Anexo 8

Real de Felipe II (hacia 1574), acuñado en Lima (Perú)

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Anexo 9

Cuartillo (de vellón). Anverso las armas de Castilla y León. Reverso dos

columnas con una granada en medio, como símbolo de Santa Fe, PLUS ULTRA a

los lados y la letra del ensayador. Leyenda: PHILIPPUS TERTIUS YSPANIAE ET

INDIAE REX.

Anexo 10

Cincuentín o moneda de plata de valor 50 reales (Felipe III) acuñada en Segovia

Anexo 11

8 escudos (onza) de Carlos II (1695), ceca de México

Anexo 12

Moneda de Felipe V con el escusón de los Borbones

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Anexo 13

8 escudos de Felipe V (México, 1738), conocido como “pelucón”

Anexo 14

4 escudos (muy raros) de Fernando VI (Sevilla) 1749

Anexo 15

8 escudos (muy raros) de Fernando VI (Lima) 1749

Anexo 16

4 escudos de Fernando VI (Lima) 1750, conservando el diseño de las monedas de

ultramar

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Anexo 17

Macuquina de 8 reales de plata. Anv. Cruz potenzada con castillos y leones. Rev.

Escudo de Felipe II

Anexo 18

8 reales de Fernando VI (1758)

Anexo 19

Moneda de Carlos III –Doblón de 8 Escudos– que incorpora sus nuevas (grandes)

armas

Anexo 20

Moneda de 8 Reales (acuñada en Potosí) de Carlos III (tipo militar)

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Anexo 21

8 Reales de Fernando VII (con busto “Limeño”).

Anexo 22

20 Reales de plata de Isabel II

Anexo 23

Doblón de 100 reales (10 escudos) de oro de Isabel II (1856)

Anexo 24

Moneda de 5 pesetas acuñada por el Gobierno Provisional (1869–1870)

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Anexo 25

5 pesetas de Alfonso XII (En la leyenda se indica que pesan 25 gramos)

Anexo 26

5 pesetas de Alfonso XII (1877)

Anexo 27

5 pesetas de Alfonso XIII (1888), conocido como “pelón”

Anexo 28

Peso (5 Ptas.) de Puerto Rico (Alfonso XIII / 1895)

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Anexo 29

Moneda de plata 30 euros (2013) con escudo de S. M. Juan Carlos en reverse

Anexo 30

Moneda conmemorativa de 30 euros (2014) del rey Felipe VI

Anexo 31

Escudo de Felipe VI

Anexo 32

Serie: Columnaria (México). El diseño que presenta en Anv. está

inspirado en el "Real de Ocho". En Rev. Escudo Nacional rodeado por

los de los otros 13 países participantes.

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Anexo 33

(Izq.) I Serie: 1 Nuevo Sol (plata) Perú. Encuentro de Dos Mundos). Esta moneda

tiene como diseño en Anverso. la figura “El “Mestizaje” que representa la fusión

de dos culturas (Dcha). X Serie: 4 reales (plata) Perú; 1 Nuevo Sol; peso: 13,50 g;

diámetro: 33,00 mm. (Anv.) Representación del Machu Picchu, balcones de Lima

y el Tupi de Oro.

Anexo 34

Anexo 35

Anexo 36

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Anexo 37

Anexo 38

Anexo 39

Anexo 40

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LA FALANGE ESPAÑOLA: UNA GRAN DESCONOCIDA EN

HISPANOAMÉRICA

ALEKS FERNANDO NARVÁEZ ESPINOZA1

Universidad Nacional Mayor de San Marcos

Resumen:

Sobre el casi absoluto desconocimiento de la ideología del Falangismo español en

Hispanoamérica frente a todo lo publicado y difundido referente a las corrientes del

fascismo italiano y el nazismo alemán pese a que el acontecimiento de la Guerra Civil

Española tuvo un impacto político, social y cultural más relevante en los países

hispanoamericanos frente a lo que fue la misma Segunda Guerra Mundial. Y como el

pensamiento de su fundador José Antonio Primo de Rivera apenas se conoce más allá de

la historiografía española.

Palabras Claves: Fascismos / José Antonio Primo de Rivera / Falange Española /

Guerra Civil Española / Hispanoamérica

1. LA FALANGE ESPAÑOLA ESA GRAN DESCONOCIDA EN

HISPANOAMERICA

En Hispanoamérica se tiene a la mano bastante material bibliográfico sobre las

ideologías totalitarias que rigieron Italia y Alemania respectivamente en el primer tercio

del S XX como lo fueron el fascismo y el nazismo así como las numerosas biografías de

sus fundadores Mussolini y Hitler. Lo que siempre llama la atención es la mención

apenas simbólica de otros movimientos de corte o inspiración fascista que también se

dieron en los demás países de Europa en esos años y que prácticamente desaparecieron

con la derrota de las potencias fascistas en 1945. Pero lo que más sorprende es que la

influencia que llegaron a tener los regímenes de España y Portugal como lo fueron el

1 Bachiller en Ciencias Sociales, especialidad Historia, por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos; ha participado en varios eventos y congresos de Historiografía como asistente en Chile y México y como ponente en Perú. Actualmente, se dedica a la investigación de su tesis sobre la Guerra Civil Española y su influencia en el Perú.

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franquismo y el salazarismo respectivamente, hayan sido marginados así como tan poco

estudiados, salvo en sus países de origen, mientras que aquí son tratados de manera

circunstancial o referencial en la gran mayoría de los casos por los investigadores de

habla hispana en América.

Esto particularmente llama la atención porque en Hispanoamérica el impacto de la

Guerra Civil Española fue sumamente sensible debido a los fuertes lazos culturales y

espirituales que nos vinculan a ella como lo son principalmente la lengua castellana y la

religión católica. Conflicto que traspasó sus fronteras y que afectó a varios sectores de la

sociedad desde los políticos a los intelectuales en varios países no solo de Europa sino de

todo el mundo. El estallido de la guerra civil española no solo dividió a las clases políticas

e intelectuales españolas entre los que apoyaban a los sublevados franquistas

(acaudillados por el general Francisco Franco2) y los que defendían la causa del gobierno

de la II República Española (dirigido entonces por una coalición de partidos de izquierda

en el denominado Frente Popular). Del mismo modo, esto se repitió de manera análoga

en los demás países de la América Española donde dependiendo de los gobiernos de cada

país ya sea conservador de derechas o liberal de izquierdas respectivamente daban su

apoyo de manera directa o indirecta a cada bando sucediendo del mismo modo con los

partidos políticos e intelectuales locales. ¿Pero qué había causado que lo que sucedía en

España más allá de los lazos comunes mencionados anteriormente hayan generado tal

preocupación entre los hispano americanos por el conflicto fratricida desatado en la

Madre Patria? Cuando se mantenía un fuerte discurso antiespañol sobre el cual se

fundamentaba la independencia de los países de la América Hispana.

Parte a esa respuesta es que la situación que estaba sucediendo en España era una

realidad casi análoga con lo que sucedía en el resto de la América Española. La creación

de los partidos de masa y la influencia de las ideologías socialista, anarquista y comunista

se dieron con gran fuerza a principios del S XX y la crisis de los sistemas de gobiernos

liberales ayudaron al surgimiento de los movimientos fascistas y reaccionarios a quienes

en varios casos, en particular el italiano con el Fascismo, los grupos conservadores dieron

2 Francisco Franco Bahamonde (1892-1975) fue un militar español que fundó junto con el Gral. Millán Astray el cuerpo de guerra de África La Legión extranjera, donde ascendió rápidamente por méritos de guerra hasta llegar a general a los 35 años. A la muerte temprana del jefe de los rebeldes el general José Sanjurjo, pasó a ser su nuevo líder (caudillo) y futuro jefe de gobierno de la España Nacional. Tras su victoria en la guerra civil inició un gobierno dictatorial en España.

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de manera entusiasta su apoyo a Benito Mussolini y sus fuerzas de choque los camisas

negras para tratar de parar en seco el auge revolucionario dentro de las clases proletarias

que veían en la revolución rusa de 1917 un ejemplo a seguir. Una perspectiva que causaba

terror entre las clases dominantes contraladas por terratenientes y burgueses

industriales ante la posibilidad de que los mismos hechos violentos se repitieran en su

propio suelo.

El Perú mismo no fue una excepción al caso. Con la caída del autócrata de Augusto B.

Leguía tras la crisis económica causada por el crack económico de la bolsa de Nueva York

en 1929 llega al poder con una revolución iniciada en Arequipa el comandante Luis M.

Sánchez Cerro quien inspirado en la ideas de Mussolini durante su exilio en Italia (debido

a un intento previo para derrocar a Leguía) funda en 1930 el partido la Unión

Revolucionaria de abierta inspiración fascista y que a la muerte de su caudillo en 1933 en

el Campo de Marte por causa de un militante aprista, su sucesor el Dr. Luis A. Flores lo

convertiría en una auténtica organización fascista que llegó a poseer sus propias

escuadras de camisas negras que llegaron a tener un fuerte apoyo popular.

2. José Antonio Primo de Rivera y el surgimiento de la Falange

En el caso particular de España la fundación de un movimiento de inspiración fascista

surgiría con la figura de José Antonio Primo de Rivera quien ostentaba el título de

marqués de Estella y fuera hijo del general Miguel Primo de Rivera3 (1923-1930) quien

al no poder salvar a la monarquía española con la dictadura que implantó partiría al

exilio en París en 1930 donde fallecería poco tiempo después. Con la victoria en las

elecciones municipales de abril de 1931 de las listas republicanas en las grandes ciudades

españolas y el posterior exilio del mismo Rey Alfonso XIII aquel 14 de abril de 1931 se da

la inmediata proclamación de la II República en toda España, José Antonio Primo de

Rivera pese a que se mantuvo al margen de la vida política de su país decide entonces

ingresar al mundo de la política en el partido Unión Monárquica Nacional si bien al

principio lo hizo tan solo con la idea de la defensa del gobierno y la obra de su padre a

3 El general Miguel Primo de Rivera fue un destacado militar español que intentó por medio de un golpe de Estado tratar de devolver el orden al país y así consolidar el reinado del Rey Alfonso XIII llegando a tener varios éxitos entre ellos la derrota de la sublevación de los rebeldes rifeños del protectorado español de Marruecos en el famoso desembarco de Alhucemas en 1925 y el desarrollo de grandes obras públicas pero el crack de 1929 y la oposición interna por intelectuales y políticos así como la pérdida de confianza del Rey lo obligaron a abandonar el poder y partir al exilio a París donde a causa de una diabetes fallece el 16 de marzo de 1939 en París.

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quien se le había atacado y calumniado desde las cortes republicanas de todo tipo de

hechos por parte de sus antiguos adversarios ya en el poder. Pero más tarde, abandonaría

sus posturas conservadoras y ya muy alejado de los ideales monárquicos llegando a

considerar a la monarquía “una Institución gloriosamente fenecida” es en esos

momentos cuando fuertemente inspirado por las ideas vitalista del pensador José Ortega

y Gasset4 así como atraído cada vez más por las ideas totalitarias de Mussolini que ya se

estaban volviendo en modelos a seguir por parte de varios partidos y gobiernos de

Europa5. Es así que decide fundar el 29 de octubre de 1933 en el teatro de la Comedia de

Madrid durante un acto de “Afirmación Nacional” la Falange Española. Un movimiento

patriótico decidido a llevar a cabo un cambio revolucionario dentro de la política y la

sociedad española donde demostraba sin retraimientos su desencanto por el sistema

liberal y el parlamentarismo así como el uso legítimo de la violencia para la imposición

de sus ideas de la cual ya hacían tanto uso sus adversarios políticos los socialistas y en

particular los anarquistas6. Cuestión relevante y polémica fue que en aquel discurso

inaugural justificó la existencia del socialismo frente a la explotación injusta que sufría

el hombre ante el sistema capitalista pero que a la vez este degeneró en la nefasta lucha

de clases y la negación de la patria así como en todo valor espiritual al hombre.

Las ideas y conceptos de Primo de Rivera fueron al principio más retóricas que políticas

pero se afirmaban en la cuestión de la Patria, la Familia y el Sindicato como bases

fundamentales para la regeneración española. José Antonio Primo de Rivera no iba solo

en esta aventura política a él se unieron personajes trascendentales en la realización del

proyecto de la Falange particularmente el as de la aviación Julio Ruiz de Alda (uno de los

tripulantes del hidroavión Plus Ultra que hizo el primer vuelo desde España a América)

4 José Ortega y Gasset (1883-1955) fue un prominente intelectual, ensayista y filósofo español que promovió las ideas del perspectivismo y la razón vital que tendría una profunda influencia ideológica tanto en José Antonio Primo de Rivera como en Ramiro Ledesma y otros precursores de la Falange. 5 Los gobiernos autoritarios y los partidos fascistas se estaban expandiendo por toda Europa ejemplo de ello eran los gobiernos autoritarios del Almirante Horthy en Hungría, del general Metaxas en Grecia o del Canciller Engelbert Dollfuss en Austria también estaban los partidos fascistas como la Unión Británica de Fascistas de Sir Oswald Mosley, el partido Rexista de León Degrelle en Bélgica y la Guardia de Hierro Rumana de Cornelio Zelea Codreanu entre muchos otros. 6 El fenómeno anarquista llegó a tener una fuerte influencia en España desde finales del S XIX a principios del S XX las ideas del cambio para el establecimiento de una sociedad libertaria por medio de la acción revolucionaria violenta fue utilizado muchas veces por los anarquistas españoles diversas veces y su principal y más numerosa organización era la CNT (Central Nacional de Trabajadores).

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y Alfonso García Valdecasas7 antiguo militante republicano desencantado de ella quien

se alejaría tempranamente del grupo pero retornaría a él una vez estallada la guerra civil.

José Antonio carente todavía de una base ideológica fuerte al inicio de la carrera de su

proyecto político logró que se le unieran las figuras claves que le darían la base y el

contenido ideológico que necesitaba la Falange Española para darle ese verdadero

sentido revolucionario que buscaba para su movimiento y en ello contribuyó de manera

eficiente la figura del intelectual Ramiro Ledesma Ramos discípulo del mismo Ortega y

Gasset quien ya se había unido al dirigente católico castellano Onésimo Redondo8 con

quien ya había fundado las JONS (Juntas Ofensivas Nacional Sindicalistas) ambos

planteaban una visión totalitaria para España llegando a publicar sus ideas en un

semanario titulado La Conquista del Estado que llegó a ser considerado tan

subversivo por el gobierno republicano que se llegó a requisar varios de sus números. Las

JONS poseían un pequeño grupo de militantes de fuerte experiencia revolucionaria pues

estaba conformado principalmente por antiguos dirigentes y miembros de

organizaciones socialistas, comunistas y hasta anarquistas a estos últimos Ledesma

siempre les había admirado por su disciplina y mística revolucionaria y aquellos que se

unieron a las JONS fueron el componente más activo dentro de sus filas.

3. La Fundación de FE – JONS

Por cuestiones tanto de táctica como de militancia ambas organizaciones la Falange y las

JONS llevaron a cabo conversaciones que terminarían por unificar a ambos

movimientos. Así, el 15 de febrero de 1934 nace la FE – JONS siendo su primer acto

7 Alfonso García Valdecasas (1904-1994) Fue catedrático de derecho opositor al régimen de Miguel Primo de Rivera, apoyó la instauración de la República para apartarse luego, finalmente decide unirse a la Falange de José Antonio de cual es uno de los fundadores y algunos atribuyen que él le dio el nombre, su militancia duró poco, pero al iniciar la guerra civil va a la zona nacional para reintegrarse a ella recibiendo el puesto de subsecretario de educación nacional (1938- 1940). 8 Onésimo Redondo (1905-1936) Oriundo de una familia católica y agrícola, hombre de profundas convicciones religiosas iba diario a misa, practicaba los ejercicios espirituales de San Ignacio, rezaba el rosario a diario y leía seguido la Biblia. Deseoso de revivir la visión de los monjes guerreros de la reconquista y que en Valladolid se había encargado de organizar un sindicato de remolacheros católicos para defenderse de la explotación de los caciques y evitar la propagación del socialismo durante su estancia como estudiante en Alemania fue testigo del auge del nazismo lo cual influyó en su fuerte antisemitismo y el deseo de crear una organización revolucionaria que transformara política y socialmente a España. Su viuda Mercedes Sanz de Bachiller fue la fundadora del Auxilio Social

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público el 4 de marzo de 1934 en el Teatro Calderón de Valladolid9. Es en este acto donde

la Falange Adopta su simbología característica: el emblema del yugo y las flechas

originario del escudo de los Reyes Católicos que simboliza la unidad de España, la

bandera roja y negra inspirada en los colores del anarquismo por su sentido

revolucionario y la camisa azul en su identificación con la clase obrera por ser el color de

los overoles que usaban los proletarios españoles así como el uso del saludo brazo en alto

de inspiración fascista que ya habían adoptado los falangistas así como el tuteo entre sus

militantes y el trato entre ellos por medio de la palabra “camarada” para así recuperarla

de los comunistas para finalmente agregar sus principales lemas: ¡Arriba España!,

¡Patria, Pan y Justicia! y ¡España: Una, Grande y Libre!

Pero lo que verdaderamente sería una contribución fundamental para la Falange sería la

doctrina del Nacional Sindicalismo mediante la cual se buscaba para España:

La creación de un Estado Sindical en donde la lucha de clases sería superada. El

sindicato vertical que juntaría en un mismo organismo a patrones y trabajadores

organizados por ramos de producción.

Nacionalización de la banca y reforma agraria, respetando la propiedad privada

pero sometiéndola a los intereses de la comunidad (Basado en el lema falangista

por la justicia social: Por la Patria, el Pan y la Justicia).

Las unidades fundamentales de la organización social son aquellas a las que se

pertenece por orden natural. Este es el caso de la familia, el municipio y el

sindicato.

La defensa de la Unidad de la Patria y le rechazo a todo separatismo en base al

principio del Destino Universal porque para ellos España no es un territorio, ni

un agregado de hombres y mujeres; España es, ante todo, una unidad de destino;

una realidad histórica; una entidad, verdadera en sí misma, que supo cumplir –y

aún tendrá que cumplir– misiones universales.

Catolicismo romano, pero sin admitir intromisiones de la Iglesia. El Estado debe

ser independiente de cualquier influencia o control.

9 La celebración de la fusión de ambos movimientos no pasó desapercibida por los partidos de la izquierda española dirigidos por el diputado del PSOE (Partido Socialista Obrero Español) Remigio Cabello a las afueras del teatro hubo serios incidentes con actos de violencia llevando al asesinato de uno de los asistentes el estudiante de Medicina Angel Abella.

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201

El anticomunismo, el anti capitalismo y desprecio por el liberalismo se resumían

en una expresión: "Ni capitalismo, ni comunismo, sino nacional-sindicalismo".

Se expresaba así un deseo de superar el enfrentamiento entre ambas tendencia,

consideradas por los falangistas como perversas e injustas. El nacional-

sindicalismo sería así la alternativa a la dialéctica entre el capitalismo y el

comunismo.

Es un partido que acaba por definirse como Republicano (República Nacional

Sindicalista), al considerar que la monarquía ya había cumplido con su papel histórico

en España. José Antonio y Ramiro Ledesma Ramos eran republicanos convencidos en

ese sentido. Los principales éxitos de ambas organizaciones fueron la creación por parte

de la Falange de un Sindicato Español Universitario (SEU) y de las JONS con la Central

Obrera Nacional Sindicalista (CONS) obra que fue saboteada por los sindicatos de

izquierda y los patronos que no querían aceptar más sindicatos. También se crearon

publicaciones primero la “FE” de Falange, boicoteada por la izquierda y luego el “Arriba”

y “Haz” que se volvieron clandestinas por la persecución gubernamental.

La Falange original de José Antonio estaba integrada por antiguos seguidores de su

padre, militares retirados, oficiales jóvenes, universitarios, ex-legionarios, monárquicos,

republicanos desilusionados y antiguos militantes de izquierda. Debido a que el

conglomerado original de la Falange había una fuerte confusión ideológica entre sus filas.

La entrada de las JONS con Ledesma le daría un sentido doctrinario más fuerte y

revolucionario pero a la vez muy decidido al uso de la violencia en el campo político.

Ledesma obtuvo el carnet N°1 del movimiento por ser el primero en la lucha por la

revolución nacional, José Antonio el N°2, Onésimo el N° 3 y Ruiz de Alda el N°4. Serían

José Antonio, Ramiro Y Ruiz quienes formarían un triunvirato dentro del movimiento

que decidiría que planes y acciones trazar para el camino de la FE-JONS hacia el poder.

Las diferencias doctrinarias y de personalidades entre Ramiro y José Antonio llevarían a

una pugna dentro del liderazgo debido a que Ledesma consideraba que José Antonio no

daba la talla necesaria de líder carismático como el antiguo agitador socialista que había

sido Mussolini ni el resentido y violento veterano del frente de guerra que era Hitler, se

le achacaba el ser “un señorito y un romántico” más que un caudillo10. Finalmente las

10 Ramiro Ledesma tuvo fuertes desavenencias con José Antonio sobre el sentido ideológico y la organización de la FE-JONS por ello su salida definitiva del movimiento. Plasmó sus críticas

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diferencias sobre el sentido ideológico que debería tener el movimiento de FE-JONS y el

reemplazo de un triunvirato por una jefatura única presidida por José Antonio

determinarían la salida de Ledesma de FE-JONS junto a un pequeño grupo de sus

incondicionales.

4. José Antonio y la Doctrina de la Falange de las JONS

José Antonio Primo de Rivera gracias a su gran carisma personal logró estar a la cabeza

de la FE – JONS aunque el costo de aquello fue la salida de Ramiro Ledesma del

movimiento. Esto se debió particularmente a que Ramiro Ledesma era más cercano a las

doctrinas totalitarias de Hitler y Stalin así como en el concepto del Estado todo poderoso

y fuerte por encima del individuo y que como no creyente veía en el catolicismo solo un

valor sociológico y cultural. Mientras que José Antonio como católico practicante e

inspirado en las doctrinas de Santo Tomás de Aquino pensaba en un sentido del hombre

como portador de valores eternos que no debía ser sometido ni a la tiranía del partido o

del Estado. José Antonio Apenas y tuvo tiempo de poder exponer su doctrina en las

Cortes Republicanas cuando salió elegido diputado durante el segundo bienio

republicano en 1933 (etapa en que las derechas tomaron el control del gobierno hasta

1935). Si bien se había alejado de los postulados originales del fascismo (pesa a su

admiración personal por Mussolini11) para darle un sentido más propio y español al

Nacional Sindicalismo de la Falange, Primo de Rivera no convencía a las masas obreras

ni campesinas aunque demostró tener éxito entre los grupos de clase media y los

estudiantes universitarios gracias a su gran oratoria donde obtuvo un buen número de

jóvenes militantes. Pero su discurso cada vez más alejado de la derecha conservadora y

que le hacía competencia a la izquierda con sus declaraciones a favor de la reforma

agraria y nacionalización de la banca le granjeó enemigos en ambos bandos por lo que

en la derecha se le tachó incluso de ser un “marquesito rojo”.

Así mismo, ese conflicto con la derecha se hizo mayor Durante todo ese periodo, ya que

dedicó sus discursos en las cortes junto a la defensa de la memoria de su padre, en criticar

contra la figura de José Antonio y su forma de llevar a la Falange en su obra ¿Fascismo en España? publicada en 1935. 11 José Antonio Primo de Rivera llegó a visitar a Mussolini a Roma donde llegó a tener una breve entrevista con él incluso llegó a hacer un prólogo de la obra traducida al español de El Fascismo de Benito Mussolini. El propio Duce llegó a declarar que luego de conocer a José Antonio lo consideró “la mente más brillante de toda Europa”

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la corrupción e insolidaridad social de las derechas, además de apoyar los ya

mencionados proyectos a favor de las clases bajas como la ley de la reforma agraria y en

particular para condenar el sistema capitalista. Llegó incluso a negar la entrada a la

Falange al antiguo ministro de su padre José Calvo Sotelo12 (quien ya se había

autoproclamado fascista), pese a su gran influencia en la derecha. Esto se debió a que

José Antonio consideraba que él había sido desleal con su padre y también porque para

él era el representante de los intereses de los monárquicos y latifundistas. Este tipo de

posturas causaron la salida de los derechistas y monárquicos del movimiento falangista

que no solo causaron su merma económica sino que también se diera una persecución

política por parte de la derecha gubernamental contra la Falange y José Antonio, ya que

fue detenido varias veces y los locales de la Falange clausurados. Mientras que la salida

de Ledesma causó que se alejaran los elementos más propensos a orientaciones más de

corte fascista y proletaria cosa que también afectó seriamente la unidad interna dentro

de la Falange.

Otro problema que se tuvo que granjear la Falange de José Antonio fue la cuestión

religiosa si bien la Falange tenía la base principal de sus ideas inspiradas en el catolicismo

ya que declaraba que la fe católica, era la misma esencia del españolismo y que el hombre

era portador de valores eternos. Cuando redactó sus 27 puntos programáticos, si bien el

Punto 25 declaraba su sentido católico como parte del espíritu de reconstrucción

nacional, también reconocía abiertamente la necesidad de una separación entre la Iglesia

y el Estado. Esto determinó su aislamiento de varios sectores conservadores cercanos a

la jerarquía de la Iglesia Católica quienes también recelaban de su estética fascista que

temían podría derivar hacia un panteísmo del Estado tal como lo hacía la Italia de

Mussolini así como del discurso revolucionario de los camisas azules entre los cuales

militaban algunos antiguos comunistas, socialistas y hasta anarquistas que no habían

abandonado en parte sus posturas anticlericales. Esta desconfianza vino en particular del

alto clero católico, pese a que Primo de Rivera era un católico practicante y dio su

12 José Calvo Sotelo (1893-1936) Fue un político y jurisconsulto español, llegó a ser Ministro de Hacienda durante la dictadura del general Primo de Rivera, tuvo que exiliarse tras la proclamación de la II República Española logró ser elegido diputado en las Cortes Republicanas sin abjurar de sus ideas monárquicas. Formó el partido Renovación Española y defendió posturas cercanas al corporativismo y el fascismo. Intentó unirse a la Falange pero fue rechazada su admisión por su fundador José Antonio Primo de Rivera por desavenencias personales y políticas. Ante el fracaso del líder de la derecha española José María Gil Robles se vuelve en el nuevo líder de la oposición derechista en las Cortes Republicanas. Fue asesinado por miembros de la Guardia de Asalto Republicana adscritos a la izquierda española su muerte fue el catalizador final para el estallido dela guerra civil en España. Fue el proto mártir de la Cruzada Nacional de los franquistas.

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condena pública a la ley del divorcio en las Cortes republicanas, pero aquello no fue

suficiente ya que él se negó a defender la vieja alianza del trono y el altar al declararse

republicano. José Antonio jamás pudo reconciliarse con estos grupos, pues ya había

adjurado de su antiguo monarquismo y lo hacía claro en sus discursos.

Aquella estética de corte fascista también causó pánico particularmente entre los

partidos y sindicatos de izquierdas tanto socialistas como anarquistas. Sobre la Falange

ya cundía entre ellos una paranoia ante el auge de los Fascismos que se estaban dando

en toda Europa particularmente en Italia y Alemania así como en la vecina Portugal

donde el gobierno del dictador civil Oliveira Salazar13 ya había también tomado

elementos del fascismo para su “Estado Novo”. La violencia contra la Falange de Primo

de Rivera no se hizo esperar y los grupos de pistoleros de izquierda asesinaron a varios

militantes de la Falange desde los inicios del movimiento sufrió una serie de atentados

donde la falange perdió muchos de sus miembros. Ante esta ola de violencia sin respuesta

por parte de la Falange los grupos más reaccionarios dentro del movimiento presionaron

a José Antonio para llevar a cabo acciones de represalia y aunque este era reacio a caer

dentro de aquel espiral de violencia política en que se vivía en la España Republicana se

vio obligado a permitir la creación de escuadras de asalto para tales acciones. Así fue que

se crearon las escuadras de las Falanges de la Sangre. Aquellos grupos fueron capaces

gracias al entrenamiento de miembros con formación militar de responder de manera

contundente al pistolerismo anarco socialista, pero a la vez llevaron a un camino de

violencia del cual la Falange entraría con mayor fuerza una vez que estallara la guerra

civil en toda España.

5. La Persecución de sus líderes y la Guerra Civil

Tras el fracaso de las izquierdas de intentar implantar un régimen revolucionario en

Asturias en octubre de 1934 contra el gobierno conservador de derecha (1934-1936)

llevado a cabo por mineros socialistas y anarquistas en donde las fuerzas

gubernamentales tuvieron el apoyo de varios voluntarios falangistas en develar aquella

13 Antonio Oliveira Salazar (1889-1970) Fue un abogado, economista y profesor que llegó a ser el dictador de Portugal. Creador del Estado Novo gobernó el país desde 1926 hasta su muerte en 1970. Su régimen personalista y autoritario colaboró con las fuerzas franquistas durante la Guerra Civil dejando pasar pertrechos por su frontera, entregando simpatizantes republicanos capturados en su territorio e incluso dejando partir un cuerpo de voluntarios a luchar en España conocidos como los “viriatos”.

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intentona revolucionaria. Su líder José Antonio advirtió la amenaza latente de que una

próxima revolución no sería derrotada por medio de la fuerza de las armas sino mediante

una política de cambio social adecuada, pero la incapacidad de los líderes derechistas de

aplicar las reformas necesarias y la victimización de los jefes izquierdistas perseguidos,

provocaron que junto con los escándalos de corrupción del gobierno derechista14, dar a

la recientemente formada coalición de los partidos de izquierdas organizadas en un

Frente Popular un triunfo en las elecciones de febrero de 1936. En ellas, José Antonio

perdería su escaño e inmunidad parlamentaria de manera más que polémica. Apenas

instalados en el poder la vengativa izquierda española temerosa que la FE-JONS fuera

una potencial amenaza al estilo nazi-fascista debido a que tras su victoria en las

elecciones de febrero de ese año tuvo un aumento considerable de militantes. La Falange

fue ilegalizada en marzo de ese año y sus líderes encarcelados.

José Antonio Primo de Rivera sería acusado de varios cargos entre ellos el de posesión

ilícita de armas y pese a que como abogado que era demostró la improcedencia de las

acusaciones sobre su persona el gobierno republicano lo encarceló de todas maneras

junto al resto de la plana mayor de la Falange. Durante esos meses una facción del

ejército español encuadrado dentro de una organización militar secreta la UME (Unión

Militar Española) decidió conspirar contra el gobierno republicano tras los resultados de

las elecciones de febrero consiguiendo el apoyo de elementos de la derecha política

española, tanto del tradicionalismo carlista así como de los falangistas para llevar a cabo

un golpe de Estado contra el gobierno del Frente Popular de la República. Los falangistas

pese a sus reservas dejaron de lado todas sus diferencias para pactar con ellos tras darse

el asesinato del líder opositor de derecha y jefe del partido monárquico Renovación

Española José Calvo Sotelo llevado a cabo por parte de miembros del cuerpo de

seguridad de la República. Ante esta situación de peligro así como de una manipulación

de su movimiento con la llegada masiva de militantes desilusionados de los partidos de

la derecha a la Falange en los meses anteriores y pese a los intentos previos de llevar a

cabo golpes revolucionarios por su cuenta, José Antonio desautorizó cualquier acuerdo

14 El Escándalo del Estraperlo ocurrido en 1935 fue el responsable de la caída del gobierno conservador debido a que un grupo de empresarios ayudaron a implementar un sistema de juego (el estraperolo) de tipo fraudulento en el casino de San Sebastián (País Vasco) que hacía ganar siempre a la casa de juegos en este hecho estuvieron involucrados varios miembros del gobierno conservador incluyendo un pariente del propio jefe de gobierno Alejandro Lerroux. Otro asunto fulminante fue el del Asunto Nombela sobre la acusación de una indemnización fraudulenta a una compañía de Africa Occidental que recaía esta vez directamente sobre el mismo Alejandro Lerroux.

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con los militares si estos iniciaban la lucha. Pero la muerte antes mencionada de José

Calvo Sotelo y el recrudecimiento de la persecución a sus militantes forzaron a aceptar

formar parte de la conspiración que estallaba el 17 de julio en el protectorado de

Marruecos y el 18 ya se propagaba por toda la Península.

Con el estallido de la Guerra Civil en España la Falange sufriría un verdadero martirio

dentro de sus filas ya que en las zonas donde fracasó el golpe de Estado debido a que las

fuerzas gubernamentales fueron apoyadas por milicias armadas de campesinos y obreros

se llevaron a cabo verdaderas políticas de exterminio sobre todos aquellos que eran

considerado enemigos de la República (nobles, sacerdotes, gente de derechas,

monárquicos o falangistas)15. Se llevaron a cabo en los primeros meses de la contienda

ejecuciones de manera extra judicial en la gran mayoría de los casos a cargo de grupos

de milicianos descontrolados y también en los tribunales populares creados en

emergencia por el gobierno del Frente Popular. Este desborde de la violencia

revolucionaria causó el casi total aniquilamiento de toda la plana mayor de la Falange

empezando por su líder José Antonio Primo de Rivera que en el mes de junio fue

trasladado de su prisión en Madrid hacia la de Alicante donde a los pocos meses de

iniciada la guerra civil se llevó a cabo un polémico juicio contra su persona así como

contra su hermano y cuñada acusados todos ellos de conspirar contra la República. Pese

a la brillante defensa que hizo de su persona tal como lo reconocieron sus propios

adversarios presentes en el juicio, se dictó sentencia de muerte en su contra aunque logró

que se las conmutaran a la de su hermano y cuñada siendo cambiadas por las de varios

años de reclusión.

La muerte de José Antonio Primo de Rivera ocurrida en Alicante el 20 de noviembre de

1936 dejaría sin su principal cabeza política a la Falange así junto a la perdida de otros

elementos igual de importantes tales como su hermano Fernando Primo de Rivera y Julio

Ruiz de Alda ambos asesinados en la Cárcel Modelo de Madrid por turbas de milicianos.

Junto a ellos también caerían asesinados destacados políticos derechistas y militares

desafectos a la República. También moriría uno de los principales fundadores de las

15 El golpe de Estado que se inició el 17 de julio de 1936 en el Protectorado Español de Marruecos se fue expandiendo por el resto del territorio peninsular a partir del 18 de julio pero tan solo lograron los rebeldes en los primeros días de estallado el conflicto tan solo dominar la tercera parte del territorio nacional controlando las principales zonas rurales del país como Sevilla y Zaragoza pero fracasando en tomar las principales ciudades y zonas industriales de España como eran: Madrid, Bilbao y Barcelona.

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JONS Onésimo Redondo quien a la semana de liberado en Valladolid de la cárcel por los

militares rebeldes, fatalmente se toparía su convoy en el cruce de caminos en Labajos

(Segovia) con una patrulla de anarquistas que lo asesinarían. Incluso el propio Ramiro

Ledesma, quien había limado asperezas con José Antonio cuando este fue encarcelado,

también caería asesinado en octubre de 1936 en las tapias del cementerio de Aravaca

junto al gran escritor Ramiro Maeztu. Mientras que en la zona controlada por los

militares rebeldes varios elementos de la Falange principalmente de los “camisas nuevas”

(elementos provenientes de la derecha e incluso de la izquierda) que se dedicaron junto

con las fuerzas militares y demás grupos de derecha no solo a ir a luchar en el frente sino

que también a realizar acciones de represión en contra todo quien fuera o se sospechara

de ser republicano o militante de izquierdas, todas estas acciones se llevaron a cabo fuera

de todo control y en contra de la voluntad de José Antonio.

Carentes de líderes de primera línea los falangistas sobrevivientes en la zona nacional

lucharon por el poder dentro de la Falange saliendo elegido como Jefe Provisional

Manuel Hedilla16 quien no sería reconocido por el resto de la plana de la Falange,

situación que llevó incluso a un altercado armado que causó una víctima entre los

mismos falangistas. Aquel funesto hecho conocido como “los sucesos de Salamanca” es

aprovechado por el general Francisco Franco quien decide llevar a cabo su decreto de

Unificación por el cual todos los partidos políticos y grupos afines son fusionados en un

solo gran partido la Falange Española Tradicionalista de las JONS bajo su jefatura única.

Una vez llevado a cabo este proceso un buen número de falangistas se adhieren al nuevo

régimen de mala gana por las circunstancias del momento y con el objetivo principal de

ganar la Guerra Civil mientras que otros para tratar de salvar parte de la doctrina de José

Antonio y finalmente aquellos que aceptaban más por simple oportunismo y ambición

entre los que destacaron los conocidos “camisas nuevas”. Aquel proyecto de Unificación

fue realizado con la ayuda del cuñado del Franco el connotado político y abogado español

16 Manuel Hedilla (1903-1970) Fue destacado miembro de la Falange Española desde sus inicios llegando a ser designado consejero nacional de la Falange. Colaboró con los militares en el golpe de Estado del 18 de julio. Con la detención de José Antonio y el estallido de la guerra civil se convierte en el Jefe Provisional de la Falange. Las divisiones internas dentro de la Falange por facciones opuestas a su reconocimiento como jefe de la Falange llevaron a un enfrentamiento violento que fue aprovechado por Franco para llevar a cabo la Unificación de todas las facciones políticas con la creación de la FET de las JONS bajo su jefatura personal. La negativa de Hedilla a cooperar este nuevo régimen liderado por Franco llevó a su detención en abril de 1937 bajo acusaciones de conspirar contra Franco y se le llegó a darle dos condenas a muerte pero al final fueron conmutadas para evitar conflictos con los demás falangistas cumplió prisión en las Islas Canarias y luego en Mallorca hasta su liberación definitiva en 1947 tras ello se apartó de la vida política el resto de su vida.

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Ramón Serrano Suñer, mejor conocido como el cuñadísimo, quien fuera amigo personal

de José Antonio así como un destacado miembro del bloque de las derechas (la CEDA).

De este modo se llevó a cabo sus planes para “domesticar a la Falange” y quitarle gran

parte de su contenido revolucionario que nunca fue del agrado de las clases privilegiadas

españolas en lo particular sobre aquello de la reforma agraria y la nacionalización de la

banca. Los falangistas que no acataron someterse incondicionalmente a Franco fueron

removidos de sus cargos y muchos fueron llevados a juicio para luego purgar prisión

como lo fue el caso de Manuel Hedilla a quién incluso se le llegó a sentenciar a muerte

acusado de conspirar contra el Caudillo aunque luego la pena le fue conmutada por varios

años de prisión. Incluso se llegó a ejecutar a algunos elementos de Falange que no

quisieron aceptar aquella situación17. Otra cuestión que se manejó con mucho secreto fue

acerca de la ejecución de José Antonio ya que se mantuvo vivo el rumor de que no había

sido ejecutado por el gobierno republicano creándose así el famoso mito del “Ausente”

aquella norma se dio para evitar la desmoralización dentro de las filas falangistas.

Aunque finalmente ya en el año de 1938 se hizo oficial la confirmación de su ejecución.

Aquello le dio al naciente régimen franquista el principal mártir de su cruzada nacional

contra el comunismo.

6. La Falange en Hispanoamérica

La fuerte herencia occidental de los hispanoamericanos en relación particular con

España hizo que el conflicto español no fuera ajeno a nosotros así como el auge de las

ideologías totalitarias que no pasaron desapercibidas entre los pueblos de

Hispanoamérica así como para las mismas colonias de inmigrantes europeos en

particular las de los italianos y alemanes que se sentían muy identificados con el fascismo

y el nazismo dejando sentir esa influencia entre los grupos políticos así como en las elites

y oligarquías locales de esos años donde el sentimiento anti yanqui era mucho mayor que

el antifascismo entre ellos. En el caso de las colonias de españolas la situación era muy

distinta en algunos países de Hispanoamérica apenas y se tenía algún conocimiento con

respecto a la ideología falangista traída por algún inmigrante español ya que en general

los españoles asentados eran monárquicos o de ideas socialistas o anarquistas y no todos

17 Notable es el caso de Marciano Durruti hermano del famoso líder anarquista Buenaventura Durruti quien logró pasar a zona nacional pero que debido a su discurso radicalizado sobre subordinar el ejército a la Falange así como por su pasado anarquista fue llevado ante un Consejo de Guerra y fusilado en León el 22 de agosto de 1937.

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tenían el mismo consenso. Una vez estallada la Guerra Civil en España algunas colonias

llegaron a polarizarse en defensa de cada bando ya sea el franquista o el republicano

como fue el caso de la colonia española de Colombia y la Argentina donde los

enfrentamientos violentos se llegaron a dar incluso en plena calle. En el caso de Perú la

colonia española en aplastante mayoría estaba con las fuerzas de Franco al que se adhirió

el mismo cuerpo diplomático acreditado en Lima18, mientras que en el caso de México si

bien la gran mayoría de la colonia española estaba también del lado de los rebeldes su

cuerpo diplomático se mantuvo fiel al gobierno de la República Española19 y tuvo

también como gran aliado de su causa al gobierno mexicano del general Lázaro

Cárdenas.

El problema para la Falange radicó siempre en que si bien existían algunos núcleos

falangistas en varios países de la América Española no todos los que estaban con los

rebeldes querían ser falangistas o entendían de qué trataba la doctrina de José Antonio,

situación misma que se daba en España donde los nuevos camaradas de falange

desconocían las doctrina de José Antonio y se dedicaban más a “cazar rojos”. La

situación también se complicó en lo correspondiente a que los miembros notables de las

colonias españolas muchos eran gente de derechas de ideas conservadoras y

monárquicas completamente ajenos a los ideales de José Antonio cuyo cuerpo doctrinal

de contenido revolucionario superador de derechas e izquierdas aunque llegaba de

manera más dosificada a los demás países de América luego de darse el decreto de

unificación llevado a cabo por Franco por lo que no era muy bien entendido. Y si bien era

cierto que comenzaron crearse sedes de Falange donde había colonias españolas estas no

trascendían de importancia más allá de la misma colonia.

La situación para la difusión del ideario falangista entre las colonias españolas fue mucho

más difícil por los enfrentamientos que hubo entre los representantes de la Falange local

con los miembros de notables de las colonias españolas pues ellos debido a sus fuertes

ideas conservadoras no simpatizaban con aquel contenido radical y reformador que

daban los camisas azules en sus discursos así como al hecho de ver sometida su propia

18 El Cónsul de España en Lima Antonio Pinilla Rambaud se pondría al servicio del gobierno rebelde establecido en Burgos y llegaría a escribir una obra dedicada al Falangismo español titulada “Glosa al himno de la Falange” 19 Felix Gordon Ordás fue el embajador de la España Republicana en México y siempre contó con el apoyo incondicional del Presidente Lázaro Cárdenas y de todo el gobierno de Mexicano estando presente en muchos eventos y mítines a favor de la causa republicana.

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autoridad a gente desconocida dentro de la colonia. Momentos que llevaron a fuertes

desencuentros que la misma Jefatura Exterior de la Falange con ayuda del Ministerio de

Asuntos Exteriores del gobierno rebelde establecido en Burgos tuvo que imponer su

autoridad para que se colaborara con las Legaciones de la Falange Exterior y fueran

respetadas por los principales miembros de la colonia.

Pero sí bien los grupos falangistas en Hispanoamérica tuvieron no solo estas dificultades

con los mismos miembros de la colonia española que si bien simpatizaban con la causa

franquista mas no con las ideas de la Falange, también tendrían que enfrentarse a la

hostilidad no solo de los españoles simpatizantes de la República sino también de los

propios hispanoamericanos tanto de los políticos, como de los periodistas e intelectuales

que consideraron a la causa republicana como suya y no dudaron en llevar a cabo

campañas de ataque contra los representantes del “fascismo español”20 en sus tierras.

Pese a ello, el reconocimiento oficial de sus legaciones de la Falange Exterior por parte

del gobierno de Burgos así como las victorias obtenidas en los frentes de batalla se fueron

complementando con el apoyo de los grupos intelectuales de los conservadores locales y

en particular de la Iglesia Católica, quien era una de las principales víctimas en la guerra

civil española con la pérdida de un rico patrimonio cultural y la muerte de miles de

religiosos en zona gubernamental21. Dando así la Iglesia una legitimidad moral al

alzamiento militar de Franco al calificarlo de “Cruzada” y bendecir la lucha de los camisas

azules falangistas y los boinas rojas carlistas contra el marxismo. Los medios

conservadores también ayudaron a difundir gran parte de la doctrina falangista y hubo

personajes como en Perú, como lo fue el mismo José de la Riva Agüero que no dudaron

en dar loas a las ideas de su fundador José Antonio Primo de Rivera. Los principales

diarios conservadores del Perú incluso llegaron a enviar corresponsales de guerra a

España para difundir las noticias y hasta ideario falangista en las columnas de sus

periódicos. Si bien en abril de 1939 se dio el triunfo de las fuerzas sublevadas sobre la II

República Española lo que consolidó la posición de la Falange en la primera etapa del

20 En el caso del Perú sería obra de una publicación de estudiantes universitarios de autoría anónima titulada C.A.D.R.E. (Círculo De Amigos de la República Española) Que se dedicaría a atacar al Cónsul Pinilla Rambaud e insultar a los rebeldes franquistas y demás seguidores 21 Sobre la persecución religiosa en España llevada a cabo en la zona controlada por el gobierno republicano que fue de la más violenta en toda la historia de España. Según la tesis doctoral del religioso y ex arzobispo de Merida – Badajoz Antonio Montero Moreno Historia de la persecución religiosa en España, 1936-1939 de 1961, calcula que hubo alrededor de 6.832 víctimas religiosas asesinadas en el territorio republicano, de las cuales 13 eran obispos, 4.184 sacerdotes, 2.365 religiosos y 283 religiosas. Sin contar el número de laicos.

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franquismo, esta no tuvo las fuerzas suficientes para que su influencia fuera

determinante entre los partidos y gobiernos hispanoamericanos. Sus escritos y doctrina

no pasaron de las publicaciones repartidas entre los colonos españoles y periódicos

conservadores locales o lo que se distribuía en los colegios religiosos regentados por

sacerdotes españoles. Tampoco ayudaba la dura situación económica de España tras la

guerra civil pues aquello no permitía al nuevo gobierno nacionalista de Franco llevar a

cabo una campaña proselitista en los antiguos dominios españoles aparte de que se había

dado la consigna de no intervenir ni conspirar contra los gobierno locales de cada país.

Pero sin duda la estocada final que marcó el declive de la difusión de la doctrina

falangista en la América Española fue sin duda el estallido de la Segunda Guerra Mundial

y en particular con el ingreso de los EE.UU. a la guerra contra las potencia del Eje tras el

ataque japonés a Pearl Harbor en diciembre de 1941 acrecentó más su presión sobre los

gobierno del Centro y Sur de América para que no solo rompieran relaciones con los

países del Eje sino que se también proscribieran a gobiernos simpatizantes de ellos como

era el caso de España. Esto se debió en particular al fuerte discurso antiliberal y anti

yanqui que manejaba la falange exterior en su propaganda y de la cual era muy

simpatizante muchos escritores e intelectuales conservadores hispanoamericanos. Pero

debido al fuerte acoso gubernamental de los países que se posicionaron al lado de los

aliados las sedes de la Falange en el Exterior se cerraron para dentro de sus propias

colonias o tuvieron que disolverse ante la incapacidad de continuar y más cuando se dio

la derrota definitiva de las potencias del Eje en 1945.

7. Conclusiones sobre el Falangismo en Hispanoamérica

Si bien dentro del contexto político y social del primer tercio del S XX donde estaban en

auge los fascismos en toda Europa y se trató de copiar o de imitar aquel modelo en

España pese a los intentos del fundador de la Falange que intentara llevar a su

movimiento a una etapa más singular y propia alejada de sus raíces fascistas, cosa que

no pudo completar debido a lo prematura de su muerte. La Falange Intento difundir su

doctrina dentro de las masas españolas y fue la Guerra Civil el mayor catalizador que

donde tuvo su mayor oportunidad para intentarlo pero fue a la vez su glorioso fracaso ya

que las viejas fuerzas tradicionales españolas como lo eran el Ejército, la Oligarquía y la

Iglesia Católica fueron los que mantuvieron el monopolio del poder político y social en la

“Nueva España” franquista donde la simbología y la estética falangista no pasarían de lo

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ceremonial en la mayoría de los casos salvo en su mayor logro que fue la creación de una

legislación social que ayudó de manera significativa a la clase proletaria española en la

dura post guerra que siguió en los años siguientes en base a sus principios de justicia

social. Sin embargo, el poder real quedó en las manos de la vieja derecha reaccionaria

encabezada por el general Franco quien siempre limitó y recortó el ideal revolucionario

de la Falange. Y así como en España la Falange se vio enfrentada a las fuerzas

conservadoras la misma situación se repitió en la América Española donde los grupos

conservadores conformados por los notables dentro de las colonias españolas no

reconocerían su autoridad o colaborarían poco con ellos ya ellos también veían con

mucho recelo la ideología revolucionaria de los camisas azules y su tónica fascista. La

entrada de los EE.UU. a la Segunda Guerra Mundial fue la estocada final para que los

grupos falangistas en Hispanoamérica y su ideología no prosperaran más allá de los

ámbitos de la colonia española o de los centros religiosos regentados por sacerdotes de

esa nacionalidad y que esta solo sea tomada en cuenta por los intelectuales conservadores

hispanoamericanos mas no para su difusión entre las grandes masas populares. Sin

embargo hubo unos casos a resaltar y es que en Colombia el político Laureano Gómez

fue influenciado por las ideas de la Falange y en Chile inspirado en ellas también se fundó

el partido de la Falange Chilena. En Argentina Juan Domingo Perón se inspiraría en las

ideas del Nacional Sindicalismo para su proyecto político. Un caso en particular que tuvo

una influencia ideológica casi totalmente desconocida por muchos fue que el futuro líder

revolucionario de Cuba Fidel Castro durante sus años de estudiante en el colegio Belén

de la Habana regentado por jesuitas españoles fue que tuvo contacto con las ideas de la

Falange Española gracias a la biblioteca de su colegio así como a la influencia intelectual

de su profesor el jesuita oriundo de León Armando Llorente con quien cantara varias

veces el himno de la Falange el “Cara al Sol” y fue a tal punto que en sus años de

guerrillero en la Sierra Maestra entre sus principales libros de cabecera estaban las obras

de ¿Qué Hacer? de Lenin y las Obras Completas de José Antonio Primo de Rivera el

fundador de la Falange.

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217

LA FUNDACIÓN INSTITUCIONAL DE LAS ESCUELAS

ACADÉMICO-PROFESIONALES DE LA FACULTAD DE

LETRAS DE LA UNMSM (1946-1947)1

EFRAÍN NÚÑEZ HUALLPAYUNCA2

Universidad Nacional Mayor de San Marcos

Resumen:

La historia institucional de las Escuelas Académico-Profesionales, de las actuales

Facultades de Letras y Ciencias Sociales de la UNMSM, empieza en 1946 con la

promulgación de la Ley 10555 (Estatuto Universitario). En esa fecha se crean y se

institucionalizan las disciplinas de las Letras como profesiones. Surgen así los Institutos

quienes se encargarán de formar a un tipo especial de profesional. Este ensayo describirá

el ambiente académico, los antecedentes y primero años de esta institucionalización en

la Facultad de Letras.

Palabras claves: Facultad de Letras / Institutos / cátedras / catedráticos / planes de

estudio

1. INTRODUCCIÓN

Muchas de las actuales Facultades y carreras profesionales de la Universidad Nacional

Mayor de San Marcos, tuvieron su origen a partir de la cátedra universitaria. Así, por

ejemplo, la historia de la Facultad de Educación empieza con la cátedra de Pedagogía,

creada en 1896. Igualmente, la carrera de Sociología, de la Facultad de Ciencias Sociales,

1 Este ensayo es un breve avance de un trabajo mayor que estamos preparando sobre la historia de la Facultad de Letras de la Universidad de San Marcos, la misma que contendrá todas las referencias bibliográficas, que por espacio, hemos omitido en la presente. 2 Licenciado en Educación, especialidad Ciencias Sociales (2013), Bachiller en Educación (2012) y Bachiller en Ciencias Sociales, especialidad Historia (2009) por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Ha publicado varias obras entre ellas: Más allá del pasado; El plan de estudios de la UNMSM en la década del setenta. La era del marxismo académico; Syllabus: El Plan de Estudios de la Facultad de Letras y Ciencias Humanas de la UNMSM (1968) TOMO I y II; La universidad de San Marcos y Jorge Basadre: el catedrático y su legado histórico-jurídico, entre otros.

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218

nace con la fundación de la cátedra de Sociología aquel mismo año. La Facultad de

Psicología también tiene su antecedente institucional en una cátedra universitaria, al

igual que Biología, Química, Física, y todas las demás facultades y escuelas profesionales

que integran la actual estructura académico-profesional de la universidad. Ahora, si

hacemos un minucioso seguimiento hacía el pasado, veremos que existen más ejemplos

de cátedras fundacionales.

El contenido de este ensayo gira en torno a los orígenes de las actuales Escuelas

Académico-Profesionales de la Facultad de Letras de la UNMSM, la misma que empieza

desde mediados de los años cuarenta con la fundación institucional de las profesiones3;

es decir, con la creación de los Institutos de formación académica. Esta fundación

institucional debe ser entendida como la creación de una entidad (Instituto) destinada a

formar a un tipo especial de profesional, con cursos no solo de formación general

(humanidades) sino también acorde a su futuro desarrollo y exigencia profesional

(especialización).

Debemos recalcar también, que años más tarde, muchos de los Institutos creados en ese

contexto se separaron de manera individual (Educación y Psicología), y otras se

agruparon de acuerdo a su orientación profesional para tener un desarrollo institucional

autónomo (Ciencias Sociales). Mientras tanto, los Institutos que quedaron ligados a la

Facultad de Letras fueron del área de las humanidades: Filosofía, Literatura, Lingüística,

más tarde serían Periodismo, Arte y las demás especialidades. En este ensayo, y de

acuerdo al arco temporal que hemos elegido, veremos los orígenes de todos los Institutos

que en ese entonces aparecieron en la Facultad de Letras: las cátedras, los catedráticos y

los primeros planes de estudio4.

Debemos mencionar que estos Institutos tuvieron un desarrollo académico

ininterrumpido desde su creación, el mismo que pasa por varios periodos hasta llegar a

3 Muchas de esas escuelas ya no pertenecen a la Facultad de Letras, como Educación, Psicología, y todas las carreras de las Ciencias Sociales (Historia, Antropología, Sociología, Arqueología, Trabajo Social y Geografía). 4 En 1967 el Dr. Carlos Daniel Valcárcel publicó un trabajo sobre la Facultad de Letras y Ciencias Humanas, dicha obra fue la continuación del trabajo que realizaron los alumnos del Dr. Carlos Wiesse en 1919. Nosotros hemos tomado como referencia, para el presente ensayo, el trabajo del Dr. Valcárcel, además revisamos y utilizamos las mismas fuentes que él utilizó en su obra, las mismas que omitiremos en la presente por el espacio, pero que estarán contenidas en el trabajo final que estamos preparando sobre el mismo tema.

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219

la actual estructura universitaria. Así, todo empieza con la creación de los Institutos en

los años cuarenta; luego, en los años sesenta, los Institutos pasan a llamarse

Departamentos. En los años setenta, y a raíz del Decreto Ley N° 17437 del general Juan

Velasco Alvarado, los Departamentos cambian a los Programas Académicos, los mismos

que durarán hasta mediados de los años ochenta donde se convertirán en las actuales

Escuelas Académico-Profesionales. Por tanto, la década del cuarenta es considerada

como una época fundacional, porque, entre otras cosas, dio origen a los Institutos de

formación profesional que hasta hoy perduran en la universidad a pesar de sus cambios

académicos y administrativos.

Ahora, un antecedente de la presencia de los Institutos lo vemos en el breve Rectorado

del Dr. José Antonio Encinas (1931-1932) y su proyecto de universidad nueva. Allí se

aplicaron una serie de reformas, entre ellas, la creación de varios Institutos: Historia

General y del Perú, Literatura, Filosofía, Geografía del Perú, Psicología, Antropología,

Música, Educación, Ciencias Biológicas, Ciencias Químicas, etc., pero debido a la

clausura de la universidad (1932), esta iniciativa no pudo concretarse (Encinas 1973); y

no sería hasta 1945 en que se volvería a retomar dichas ideas. Aquel año, y como veremos

más adelante, tras finalizar el periodo del Dr. Horacio Urteaga, como Decano titular de

la Facultad de Letras, le siguió en la dirección el Dr. Pedro Dulanto, con él se inicia el

debate del nuevo Estatuto Universitario y, dentro de ella, la discusión de los futuros

Institutos. Más adelante, en 1946, y con un nuevo Estatuto rigiendo la vida de la

universidad, asume el decanato el Dr. Luis Alberto Sánchez, con él se crean y organizan

los diferentes Institutos. Finalmente, Sánchez, al ser elegido Rector, deja vacante el cargo

decanal, el mismo que recaerá en el Dr. José Jiménez Borja, quien finalmente, en 1947,

pondrá en funcionamiento los Institutos.

La tradición docente en la enseñanza de la Filosofía, o la Literatura, dentro de la Facultad

de Letras, se remonta desde muchos años atrás, casi desde la misma aparición de la

universidad en el territorio peruano. Le seguirán en esta cronología, Historia y,

finalmente, las demás profesiones de épocas más recientes (Arqueología, Antropología,

Arte, Periodismo, Psicología, etc.). Generaciones de ilustres catedráticos han dejado su

legado en la cátedra universitaria de San Marcos desde sus orígenes, y es precisamente

aquel legado que debemos rescatar del olvido. Ahora, cojamos tan solo una especialidad,

por ejemplo, Filosofía, pero veámosla desde la época republicana. Así, la tradición

docente en la enseñanza de la filosofía la podemos iniciar con Manuel A. Puente-Arnao,

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220

Pedro M. Rodríguez y Daniel Ruso, a estos les seguirían Alejandro Deustua, Javier Prado,

Mariano Iberico, Julio Chiriboga, Enrique Barboza, Nelly Festini, Francisco Miró

Quesada Cantuarias, Luis Felipe Alarco, José Russo Delgado, Juan B. Ferro, Víctor Li

Carrillo, Augusto Salazar Bondy, Antonio Peña Cabrera, David Sobrevilla, César Krüger

Castro, Raymundo Prado, María Luisa Rivara de Tuesta, Juan Abugatas, José Carlos

Ballón, Óscar García Zárate, Miguel Polo Santillán, etc.

La historia institucional de nuestras escuelas debe ser revalorada y difundida entre la

comunidad universitaria, porque eso genera identidad en los catedráticos y alumnos.

2. Las leyes de educación de 1941 y 1946

Bajo el gobierno del Dr. Manuel Prado y Ugarteche, y siendo Ministro de Educación el

Dr. Pedro Oliveira, se promulgó el 01 de abril de 1941 la Ley Orgánica de Educación

Pública. Dicha ley, entre otras cosas, respetaba la autonomía universitaria y eliminaba el

cogobierno en la universidad; sin embargo, años más tarde, en 1946, durante el gobierno

del Dr. José Luis Bustamante, y Ministro de Educación el Dr. Luis E. Valcárcel, se

promulgó la Ley 10555, con esta ley los estudiantes regresaban al gobierno de la

universidad mediante el tercio estudiantil, cosa que no ocurría con la norma anterior

(1941). Además, esta nueva ley modificó el régimen de estudios en la universidad, pues

creaba la Escuela Preparatoria, el Colegio Universitario, las Escuelas de Altos Estudios y

los Institutos.

El gobierno del Frente Democrático Nacional había generado muchas expectativas en los

peruanos, pero todas fueron truncadas por la difícil situación económica que vivió

nuestro país al finalizar la Segunda Guerra Mundial. Y es que, desde ese momento, una

de las consecuencias que afrontó el Perú fue la caída de las exportaciones y la falta de

divisas. A esto debemos sumarle las discrepancias con el APRA (aliado del Gobierno) y

el golpe de estado del general Manuel Odría en octubre de 1948.

Sin embargo, en ese contexto tan adverso, el espíritu democrático que caracterizó el

gobierno del Dr. Bustamante hizo posible el ambiente propicio para una nueva reforma

universitaria, la misma que sustituiría la de 1941. Esta nueva ley (10555) estaba inspirada

en las reformas de 1920 y 1931.

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221

Como vemos, la creación de los Institutos se hizo realidad durante el gobierno del

presidente Bustamante y Rivero; y en la Universidad de San Marcos, bajo el decanato, y

futuro rectorado, del Dr. Luis Alberto Sánchez. Así, la década del cuarenta vio nacer dos

reformas universitarias, siendo la más significativa la de 1946.

3. El ambiente académico (1946-1947)

A mediados de los años cuarenta, la Facultad de Letras albergaba a un selecto grupo de

catedráticos, tanto de las Ciencias Humanas, las Ciencias Sociales, la Psicología y la

Educación. En 1946, el Dr. Pedro Dulanto era Decano de la Facultad, y algunos de los

catedráticos que la conformaban eran los Dres. Luis Alberto Sánchez, Mariano Iberico

Rodríguez, Raúl Porras Barrenechea, Enrique Barboza Salvador, Julio Chiriboga Vera,

Luis E. Valcárcel, Julio C. Tello Rojas, José Jiménez Borja, Augusto Tamayo Vargas,

Teodosio Cabada Gonzáles, José M. Valega, Oswaldo Hercelles García, Francisco

Cadenillas, Roberto Mac Lean y Estenós, Manuel Beltroy Vera, entre otros.

Además, vemos por esos años que las letras y las ciencias sociales estaban representadas

por notables intelectuales: la historia con Jorge Basadre y Raúl Porras; la etnología con

Luis E. Valcárcel; la sociología con Roberto Mac Lean; la literatura con Luis Alberto

Sánchez y Jiménez Borja; la filosofía con Mariano Iberico; por otra parte, la arqueología

estaba por perder a su más notable investigador, Julio C. Tello.

Ahora pasemos a ver el desarrollo académico de la Facultad de Letras desde el corazón

mismo del claustro, y teniendo como protagonistas a todos los notables catedráticos de

aquellos años fundacionales.

En enero de 1946, la Junta de Catedráticos de la Facultad de Letras ratificó a Luis E.

Valcárcel como catedrático Principal Titular de Historia del Perú (Incas) por 10 años. Lo

mismo ocurrió con los Dres. Teodosio Cabada y Julio Chiriboga, quienes fueron

ratificados como catedráticos Principales Titulares de Historia de la Cultura (Curso

Avanzado) y de Metafísica (Curso Doctoral), ambos, por 10 años. Más adelante, Raúl

Porras es nombrado catedrático Principal Titular de Historia del Perú (Fuentes e

Instituciones) tras la jubilación de quien fuera titular de ella, Dr. Horacio Urteaga. En

marzo de 1946 se exoneró del pago de derechos del grado de Doctor en Filosofía a Walter

Peñaloza, primer alumno sobresaliente de la promoción del año 1940. La tesis que

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222

sustentaría Peñaloza se tituló La deducción trascendental y el acto de conocimiento

racional. Por otro lado, fue denegada la solicitud del Dr. Demetrio Villanueva para que

fuese obligatorio el curso libre de Axiología.

En otra sesión del Consejo de Facultad, se discutió lo referente a la Reforma Universitaria

y el Estatuto Universitario. En ella, ocurridas entre los meses de febrero, marzo y abril

de 1946, el Decano, Pedro Dulanto, dijo que el Ministro de Educación, Dr. Luis E.

Valcárcel, y el Presidente de la Comisión de Reforma Universitaria de la Cámara de

Diputados, Dr. Luis Alberto Sánchez, concluyeron que la Facultad de Letras se

encontraba en favorable condición para continuar ocupándose del Estatuto

Universitario. Ante eso, Julio C. Tello manifestó que a su parecer, “no hay diferencia

sustancial entre el proyecto de reforma y sus sugerencias, pues estas se reducen al

encasillado de las actividades académicas de la Universidad en tres ciclos: la Escuela de

Cultura General, las Escuelas Profesionales y la Escuela de Altos Estudios”.

Inmediatamente, Raúl Porras dijo que encontraba diferencias fundamentales entre la

proposición del Dr. Tello y el proyecto del Estatuto: “que el Proyecto crea la Escuela

Preparatoria y el de Tello la suprime”; por ello, Porras propuso un nuevo sistema que

implicara una reforma completa de la segunda enseñanza y del sistema actual de las

Facultades, acercándose al tipo del College Americano.

La Junta de Catedráticos acordó comunicar a la Comisión de Reforma Universitaria el

informe del Dr. Tello. Por otra parte, Luis Alberto Sánchez dijo que el problema estaba,

a su juicio, “en el tránsito de la Enseñanza Secundaria a la Universitaria, por lo que

agregó, se requería la Escuela Preparatoria”.

Como estamos viendo, por esos meses se estaba discutiendo en la Facultad de Letras el

nuevo Estatuto Universitario, el mismo que regiría a partir de abril de ese año. Uno de

los temas más importantes durante la discusión fue la participación de los estudiantes

dentro de la Facultad (cogobierno), la cuestión era si se debía limitar esa participación y

así evitar el gobierno de los alumnos. Sobre tan polémico asunto, debemos resaltar las

opiniones de los maestros Julio C. Tello, Raúl Porras y Manuel Beltroy. Pasemos a ver

esa breve discusión:

En el debate sobre el Proyecto de Reforma Universitaria, el Decano manifestó que el Dr.

Julio Chiriboga había quedado en redactar el informe de la Facultad en el proyecto del

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223

Estatuto Universitario, adjuntando el documento presentado por el Dr. Tello. En ese

momento Tello expresó “que en el Proyecto de Estatuto se volvía a la tradición, y que San

Marcos debía ser como las universidades norteamericanas, o como las inglesas, que

opinaba porque se excluyera la política de la universidad”.

A su turno, Raúl Porras, coincidiendo con Tello, dijo “que el régimen del cogobierno ya

se había experimentado; y que el exceso de atribuciones, sobre todo en el orden

académico, que se arrogan los delegados estudiantiles, fue la causa del fracaso de la

reforma de 1931; que la representación estudiantil era moralmente necesaria, pero

reducida a justos límites; y que había que evitar la dictadura estudiantil, fácil de

producirse con un porcentaje derivado de delegados estudiantiles, y de profesores

complacientes, como sucedió en 1931”.

Por su parte, el Dr. Manuel Beltroy dijo “que debería tomarse en consideración la elevada

categoría de la Universidad Soviética por su magnífica organización científica y de

investigación”. Tello agregó “que la Universidad debe decir en su informe, que discípulos

y maestros no son factores concomitantes; que no puede aceptarse que el discípulo

gobierne al maestro, que los hijos gobiernen a los padres”. Además “que el alumnado en

el gobierno de la Universidad, es como un puente entre la política y la Universidad, para

desgracia de ésta, y que no estaba de acuerdo con el cogobierno de la Universidad”.

La Junta tomó en cuenta en su informe el Proyecto de Estatuto presentado a su

consideración, y opinaba porque se limite a un alumno por año la representación de los

estudiantes en el Consejo de Facultad. La Junta aprobó asimismo la siguiente

proposición del Dr. Raúl Porras: “La participación del alumnado en el gobierno de la

Universidad se referirá a las actividades sociales y deportivas del estudiantado y a las

cuestiones culturales que no interfieran en la organización académica”.

Ahora, debemos tomar en cuenta que esta discusión sobre el cogobierno es muy

importante, pues tuvo como finalidad la participación limitada del alumnado en los

órganos administrativos y evitar los excesos o la toma de poder por parte de ellos5.

5 Recordemos que el 08 de mayo de 1932, el presidente de entonces, Luis Miguel Sánchez Cerro, había decretado la clausura de la Universidad, argumentando que San Marcos se había convertido en un foco de subversión con “grupos extremistas afiliados al Soviet, y cuyas actividades se realizan con la tolerancia de las actuales autoridades universitarias”. Los grupos extremistas aludían directamente a los alumnos, y ante esos excesos, se clausuró la universidad.

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224

¿Regresarían los estudiantes para participar en las decisiones dentro de los órganos de

poder en la Universidad después de la experiencia de 1932?6

Por otro lado, en otra reunión, en abril, y a pedido del Dr. Roberto Mac Lean, se contrató

al siguiente personal docente en la Facultad:

Catedráticos Interinos Principales: Dr. Luis Felipe Alarco, de Psicología; Dr.

César Góngora Perea, de Lógica; Dr. Luis Felipe Alarco, de Moral y Metafísica; Dr.

Antero Peralta, de Filósofos Contemporáneos; Dr. Felipe Cossío del Pomar, de

Historia General del Arte; Dr. Manuel Beltroy, de Historia de la Literatura Antigua;

Dr. Luis F. Xammar, de Castellano (curso avanzado); Dr. Elías Ponce, de Filosofía

de la Educación; Dr. Manuel Argüelles, Psicología Infantil y del Adolescente; Dr.

Carlos Daniel Valcárcel, de Metodología de la Historia y la Geografía.

Catedráticos Auxiliares: Dr. Carlos Velit Ruiz, de Elocución y Composición

Castellanas, y Dr. Gustavo Saco, de Psicología General.

Profesores Contratados: Dr. Javier Pulgar Vidal, de Geografía Humana

General y del Perú; Dr. Walter Peñaloza, de Estética; Dr. Nicanor Pareja, de

Metodología de las Ciencias; Dr. Uladislao Zegarra y Araujo, de Pedagogía General,

y Dr. Roberto Reich, de Historia Antigua y Media.

Profesores Contratados de idiomas: Sres. Miguel Sardón, Raúl López de la

Fuente, Arístides Castro y Marcelo Llona, de Inglés; Antonio Borja García y Darío

Herrera Paulsen, de Francés; Fernando Tola, de Latín, y Walter Peñaloza de

Griego.

Ayudantes de Prácticas: Metodológicas: Sres. Asunción Caballero Méndez, de

Ciencias Biológicas; Víctor Rondinel, de Ciencias Físico-Químicas; Sras. Hilda

Reátegui de Gavinsky, de Castellano y Literatura; Raquel Jodinez de Morales, de

Ciencias Biológicas, y Dra. Rita Castro Ramos, de Filosofía y Ciencias Sociales.

Además, Pedro Dulanto (Decano de la Facultad de Letras) fue declarado catedrático

Principal Titular de Metodología de la Historia y de Geografía por ser el catedrático más

antiguo de la Sección Historia. Finalmente, por esos días se dio cuenta del fallecimiento

6 En lo que respecta al cogobierno de 1931 y 1932, la experiencia no fue nada positiva, pues esta llevó a una crisis en la universidad: “no hubo colaboración de maestros y alumnos, sino gobierno directo de los alumnos, o más bien gobierno directo de las asambleas estudiantiles, en las que prevalecieron las soluciones más radicales y extremas”. (Rospigliosi 1935: 40-41).

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225

del Dr. Mariano Ignacio Prado y Ugarteche, antiguo catedrático de Historia Crítica del

Perú7.

Mientras tanto, sobre el proyecto del Estatuto Universitario, la discusión continuó (15-

IV-1946), pero esta vez ya no sobre el Cogobierno, sino sobre los cursos para la Sección

de Cultura General. El Decano solicitó a la Junta de Catedráticos para que dijeran cuáles

eran, a su juicio, los cursos Básicos de Cultura General. Después de un ligero debate en

torno a qué cursos considerarse como cultura general, Julio C. Tello dijo que a su juicio,

“un curso de cultura general es un curso integral, panorámico, básico de una ciencia; se

requiere que sea una síntesis cultural”. Esta caracterización fue aceptada. En seguida, el

Decano pidió que una Comisión informara sobre estos puntos a reglamentarse en una

próxima reunión y propuso para integrarla a los Dres. Chiriboga, Valega y Xammar. La

Comisión estudiaría qué cursos serían considerados de Cultura General.

En abril de 1946, días antes de la promulgación del nuevo Estatuto, el Decano invitó a la

Comisión respectiva a informar a la Facultad sobre las materias que a su juicio tenían el

carácter de cursos de Cultura General. José M. Valega, a nombre de la Comisión, dio

lectura al siguiente cuadro de materias, la misma que fue aprobada:

Colegio Universitario: Cursos Básicos:

PRIMER AÑO:

- Elocución Castellana

- Literatura Universal (Primer curso)

- Historia general del Perú (Primer curso)

- Historia General del Perú (Segundo curso)

- Historia Universal (Primer curso)

- Sicología General

- Lógica

- Un idioma

- Instrucción Pre militar.

7 Mariano Ignacio Prado y Ugarteche pasó a ser Catedrático Titular de la cátedra de Historia Crítica del Perú cuando cesó en la docencia universitaria el Titular de ella, Dr. Manuel Marco Salazar. Años más tarde, al renunciar el Dr. Mariano I. Prado, sería reemplazado por el Dr. Carlos Wiesse.

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SEGUNDO AÑO:

- Literatura Castellana

- Literatura Universal (segundo curso)

- Historia General del Perú (tercer curso)

- Historia General del Perú (cuarto curso)

- Historia Universal (segundo curso)

- Sociología General

- Geografía Humana General del Perú

- Moral y Metafísica

- Un idioma

- Instrucción Pre-Militar.

Por esos meses, los temas tratados en el claustro de la Facultad de Letras estaban

relacionados principalmente con algunas incidencias relativas a la distribución del

alumnado, el número de cátedras, los horarios de clases, los catedráticos, los exámenes,

los asuntos económicos, y el nombramiento o cese del personal administrativo. De esto

último, por ejemplo, el 23 abril de 1946, la Junta de Catedráticos de la Facultad de Letras

declaró cesante al Dr. Héctor Lazo Torres en el cargo de secretario de la Facultad. El

Decano y cada uno de los catedráticos presentes, expresaron su elogio al Dr. Lazo por los

importantes servicios como catedrático y secretario de la Facultad y al sentimiento de

pesar que producía su separación. La Junta acordó declarar cesante al Dr. Lazo en el

cargo de Secretario, dándole las gracias por los importantes servicios prestados8.

El 24 de abril de 1946, el presidente del Perú, José Luis Bustamante y Rivero, promulga

la ley 10555 (Estatuto Universitario). Días después, el 30 de abril, y con un nuevo

Estatuto rigiendo la vida de la Universidad, se empezó a aplicar los diferentes artículos,

siendo una de ellas la incorporación de los delegados estudiantiles en los Consejos de

Facultad. Así, en la Facultad de Letras, se leyó, por disposición del Decano Pedro

Dulanto, el oficio del Centro Federado de la Facultad de Letras y Pedagogía,

8 El Dr. Héctor Lazo Torres fue secretario de la Facultad de Letras desde el 14 de septiembre de 1924 (siendo decano de la Facultad el Dr. Alejandro Deustua) hasta el 26 de febrero de 1931, en que es reemplazado en la Secretaría por el Dr. Raúl Porras. Tras ser reabierta la Universidad luego del receso en julio de 1935, la Facultad, presidida por el ex decano más antiguo de entonces, Dr. Luis Miró Quesada, y siendo secretario el Dr. Humberto Solari Hurtado, se eligieron nuevas autoridades, siendo elegido decano el Dr. Horacio Urteaga, y secretario de la Facultad al Dr. Héctor Lazo Torres. A partir de allí hubo una asistencia ininterrumpida del Dr. Lazo hasta su jubilación en abril de 1946. En junio de aquel año se le reconoce al Dr. Lazo, secretario y catedrático de la Facultad de Letras, 21 años y 10 meses de servicios hasta el 23 de abril. Sería reemplazado más tarde en la Secretaría por don Alejandro Torres Oblitas.

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comunicando la elección de los estudiantes Ramiro Gómez Lucich, Hugo Sanguinetti y

Eduardo Ochoa Tello como Delegados al Consejo Provisional de la Facultad.

Inmediatamente, el Decano invitó a pasar a la Sala de Sesiones a los Delegados

Estudiantiles y dijo “que rigiendo en la fecha las disposiciones del nuevo Estatuto

Universitario que señala una nueva época en la vida de la universidad, de conformidad

con lo dispuesto por el artículo 87°, declaraba incorporados al Consejo Provisional de la

Facultad a los delegados estudiantiles, expresando que se complacía de esta

incorporación y que formulaba los más efusivos votos porque la Universidad, y

particularmente la Facultad, alcanzara bajo la vigencia del Estatuto Universitario sus

más altos fines docentes”. Y con esas palabras del Decano se iniciaba una nueva etapa en

la Facultad de Letras.

Por su parte, el delegado Sanguinetti expresó “el deseo de los delegados del alumnado

para colaborar con sus maestros y llevar a la realidad los ideales de la reforma

universitaria”. Además, “Como una muestra de solidaridad, la Federación de Estudiantes

envió una comunicación apoyando a los alumnos de la Universidad Católica que

deseasen trasladar sus matrículas a San Marcos sin exigírseles un examen de

revalidación” (Valcárcel 1967: 105).

Con la promulgación del nuevo Estatuto se inician una serie de cambios en la Facultad,

entre ellas, la separación de la Co-Facultad de Educación para dar nacimiento a la

Facultad de Educación, siendo elegido primer Decano de ella, al Dr. Pedro Dulanto.

Además, y como hemos visto, se integraban al Consejo de la Facultad los delegados

estudiantiles, y lo más importante, y tema de este ensayo, se da inicio a la creación de los

Institutos.

El 04 de mayo de 1946, el Decano saliente, Dr. Pedro Dulanto, dio la bienvenida en la

Sala de Sesiones a los nuevos delegados estudiantiles, para ello se leyó el oficio del Centro

Federado de Letras y Pedagogía comunicando la elección de los estudiantes Alberto

Rubio Fataccioli, Manuel Mejía Valera, Reynaldo Alarcón, Julio César Pozo, Eduardo

Busallen, Leticia Struque, Miguel Guevara Moran, Carlos Wiesse y Luis Anamaria

Miranda como Delegados al Consejo de la Facultad.

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El Decano, Pedro Dulanto, dijo “que de conformidad con el artículo 13° del Estatuto

Universitario, debiendo integrarse a la Junta los delegados del alumnado […] Es

pertinente que diga aquí, que en el año 1912, ejerciendo yo el cargo de presidente del

Centro Universitario de Lima, institución equivalente a la actual Federación de los

estudiantes, solicité que los alumnos tuvieran representación ante el Consejo

Universitario a fin de que pudiesen dejar oír su voz respectiva en este alto cuerpo. El

Estatuto Universitario añade con acierto, el voto de los estudiantes, en ciertos casos, que

bien emitidos, como ha de serlo, salvaría a la Universidad de inconvenientes

perturbaciones”.

De inmediato, y por mandato del Estatuto, se procedió a elegir nuevas autoridades

universitarias en la Facultad. Estuvieron presentes en aquella reunión los Dres. Luis

Alberto Sánchez, Julio C. Tello, Roberto Mac Lean, Jorge Basadre, Julio Chiriboga, José

Jiménez Borja, Luis E. Valcárcel, Aurelio Miró Quesada, José M. Valega, Teodosio

Cabada, Oswaldo Hercelles, Manuel Beltroy, Carlos Cueto Fernandini, Felipe Cossío del

Pomar, Antero Peralta y los delegados estudiantiles: Pozo, Alarcón, Mejía, Busallen,

Rubio, Guevara, Wiesse, Anamaría y la señorita Struque.

A continuación se procedió a elegir autoridades universitarias de la Facultad. Siendo 25

los votantes, se fijó en 13 la mayoría. Los resultados fueron así: Luis Alberto Sánchez 20

votos, Raúl Porras 4 votos y Pedro Dulanto 1 voto. Por lo tanto, se eligió decano de la

Facultad de Letras a Luis Alberto Sánchez para el periodo 1946-1951.

El nuevo Decano dijo que el artículo 67° del Estatuto Universitario creaba en la

Universidad la Facultad de Educación y, que debiendo esta organizarse de inmediato,

proponía la nominación de los catedráticos de la Sección de Pedagogía, presidido por el

Dr. Dulanto, por ser el más antiguo, para organizar la mencionada Facultad.

Expresó también que estando próxima la fecha designada para la apertura del año

académico, era urgente ponerse de inmediato a trabajar de acuerdo con las normas del

nuevo Estatuto. Dijo que por lo que respecta a la Facultad de Letras, y según lo contempla

el artículo 18°, era necesario organizar los diferentes Institutos, y para lo cual era

necesario comunicar a algunos profesores especializados. Enseguida, Sánchez propuso a

la Junta la creación de los siguientes Institutos: Historia, encargado su organización a

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Jorge Basadre9; Filosofía, a Julio Chiriboga10; Antropología, al Dr. Julio C. Tello;

Etnología, a Luis E. Valcárcel; Filología, a Fernando Tola; Literatura, a José Jiménez

Borja, y el de Literatura Peruana y Folklore a José Gálvez. Agregó además que la

delegación estudiantil podría encauzar a los alumnos para que, según sus intereses

culturales, se inscribieran en dichos Institutos11.

La llegada de Luis Alberto Sánchez al Decanato de Letras generó muchas expectativas.

El delegado estudiantil, Eduardo Busallen, expresó que quería hacer oír la voz del

estudiantado, en cuyo nombre hablaba por encargo de sus compañeros de la Delegación

de Estudiantes ante la Junta de la Facultad. Manifestó “que todo el alumnado de San

Marcos, y en especial el de la Facultad de Letras, se felicitaba y se encontraba alborozado

porque ya tenían al frente del Decanato al Dr. Luis Alberto Sánchez, quien representaba

los anhelos del estudiantado para la más completa realización de la reforma

universitaria”. El delegado Busallen hizo una amplia y emocionada referencia acerca de

la personalidad intelectual y la labor universitaria del Dr. Sánchez, de quien dijo “que era

un ejemplar maestro, luchador desde sus años de estudiante, y a quien los espíritus

egoístas le cerraron las puertas de San Marcos, mientras las Universidades y los

Institutos Culturales de todo el continente le recepcionaban calurosamente, lo

aclamaban como un gran maestro que es y le abrían de par en par todas sus puertas”.

El 08 de mayo de 1946, la Junta de catedráticos se volvió a reunir, pero esta vez para

elegir a los delegados ante la Asamblea Universitaria para la elección del Rector y

Vicerrector de la Universidad. Fueron elegidos: Luis Alberto Sánchez, Manuel Beltroy,

Teodosio Cabada, Luis E. Valcárcel, Luis Fabio Xammar, Augusto Tamayo Vargas, José

M. Valega, Julio C. Tello, Jorge Basadre y Felipe Cossío del Pomar.

Inmediatamente después de la elección, el Decano invitó a los catedráticos encargados

de organizar los diferentes Institutos para exponer los planes, campo y objeto de estudio.

9 Sobre la fundación de la Escuela de Historia, ver nuestro ensayo publicado en Nueva Corónica. Revista Académica de la Escuela Académico Profesional de Historia de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. N° 1, Lima, enero 2013, 16 pp. Publicación electrónica [en línea], <http://sociales.unmsm.edu.pe/ftp/nuevacoronica/N.%201.%202013.%20Nunez,%20Efrain.pdf>. 10 Sobre la fundación de la Escuela de Filosofía, ver nuestro ensayo en Dialéctica. Revista de Filosofía de la Escuela Académico Profesional de Filosofía de la UNMSM, Año 2, N° 2. Lima, julio 2013, pp. 305-309. 11 En 1946, eran 1075 los alumnos matriculados en la Facultad de Letras (principalmente del 1° y 2° año).

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Las intervenciones giraron en torno a la labor que debían realizar los Institutos. En ese

entonces, Sánchez invitó al sub decano a ocupar la presidencia de la Junta para tomar

parte en el debate, e inmediatamente hizo una amplia exposición sobre el problema de

la organización y el procedimiento a seguir en la elaboración de los planes de cada

Instituto; destacó la necesidad de caracterizar primero el campo del Instituto, para, más

adelante, hacer la distribución de su contenido; y dijo que por ello era útil, primero saber

qué es lo que va a hacer el Instituto, y segundo, qué es lo que va a hacer el Colegio

Universitario. Propuso para el efecto se nombrase una Comisión Coordinadora del

Instituto y otra Comisión Coordinadora para el Colegio Universitario, en cuya labor ya

se había avanzado algo. Propuso, finalmente, se nombrase una Comisión con carácter

permanente para cada Instituto, el mismo que podría solicitar el concurso de cualquier

catedrático de la especialidad que juzgase conveniente, y luego un coordinador para lo

referente a la labor con otras Facultades.

Después de algunas intervenciones en torno a la labor que debían realizar los diferentes

Institutos, el Consejo aprobó las proposiciones del Dr. Sánchez. En seguida, Sánchez

reasumió la presidencia de la Junta e invitó a los catedráticos encargados de formular los

planes de estudio de los Institutos y hacer la exposición de los mismos. Jiménez Borja

hizo la exposición del plan del Instituto de Literatura y Julio Chiriboga el de Filosofía. De

esta forma, con Luis Alberto Sánchez se crean y organizan los Institutos de formación

profesional.

Tras la elección de Sánchez como rector de San Marcos en 1946, había quedado vacante

el cargo de Decano en la Facultad de Letras. Ante eso, la Junta de catedráticos elige

Decano al Dr. José Jiménez Borja, y sub decano al Dr. Felipe Cossío del Pomar. El nuevo

Decano dijo que se iba a discutir sobre los cursos electivos, y que en relación a estos cada

uno de los Institutos explicaría su plan. También expuso el plan del Instituto de

Literatura que consideraba para el Colegio Universitario los siguientes cursos: Castellano

(General) (obligatorio para todas las facultades), tres horas semanales; Literatura

Universal (Introducción), tres horas semanales; Literatura Peruana (General), dos horas

semanales y Literatura Castellana (General), dos horas semanales. Luego, por el Instituto

de Filosofía, el Dr. Carlos Cueto señaló los cursos que habían sido considerados:

Psicología General, tres horas; Lógica y Teoría del Conocimiento, dos horas;

Introducción a la Psicología Experimental, dos horas; Introducción a la Filosofía, dos

horas; y Metafísica y Ética, tres horas.

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A mediados de mayo de 1946, el Consejo de Facultad, después de un amplio debate sobre

las necesidades de los cursos de nueva creación que integraban el Plan de Estudios, y

teniendo en consideración los notorios méritos de los profesores propuestos para servir

las cátedras, aprobó los planes de estudios de los Institutos de Literatura, Historia,

Filosofía y Psicología, Antropología y Etnología, y, asimismo, eligió por unanimidad a los

profesores que iban a dictarlas:

Instituto de Literatura

Cursos del Colegio Universitario

- Castellano (General) (Obligatorio para todas las Facultades), 3 horas: Dr. Carlos

Velit Ruiz

- Literatura Universal (Introducción), 3 horas: Dr. Luis F. Xammar.

- Literatura Peruana (General), 2 horas: Dr. Augusto Tamayo Vargas.

- Literatura Castellana (General), 2 horas: Dr. Aurelio Miró Quesada Sosa

Cursos avanzados y de Investigación:

- Literatura Antigua (Orientales y Griega), 3 horas: Dr. Fernando Tola

- Literatura Antigua (Latina), 2 horas: Dr. Augusto Tamayo Vargas

- Literatura Medieval, 3 horas: Dr. Manuel Beltroy

- Literatura Moderna, 3 horas: Dr. Manuel Beltroy

- Literatura Contemporánea, 3 horas: Dr. Rodolfo Ledgar

- Literatura Americana, 3 horas: Dr. Luis Alberto Sánchez.

- Literatura Peruana (monográfico), 3 horas: Dr. Luis F. Xammar

- Castellano (curso avanzado) (Primer curso), 3 horas: Dr. José Jiménez Borja

- Teoría Literaria, 3 horas: Dr. Alcides Spelucín.

Instituto de Filosofía

Cursos del Colegio Universitario:

- Psicología General, 3 horas: Dr. Carlos Cueto Fernandini

- Lógica y Teoría del Conocimiento, 2 horas: Dr. Luis Felipe Alarco

- Introducción a la Psicología Experimental y Práctica de laboratorios, 2 horas: Dr.

Walter Blumenfeld.

- Introducción a la Filosofía, 2 horas: Dr. José Russo Delgado

- Metafísica y Ética, 3 horas: Dr. Luis Felipe Alarco.

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Revista del Instituto Sanmartiniano del Perú N° 29

232

Cursos avanzados y de Investigación:

- Estética, 3 horas: Dra. Nelly Festini

- Historia de la Filosofía Antigua, 3 horas: Dr. Mariano Iberico

- Historia de la Filosofía Medieval, 3 horas: Rvdo. P. Bernardo Siebers.

- Historia de la Psicología, 3 horas: Dr. Carlos Cueto Fernandini.

- Historia de la Filosofía Moderna, 3 horas: Dr. Mariano Iberico

- Metafísica (curso de investigación), 3 horas: Dr. Julio Chiriboga.

- Filosofía Contemporánea, 3 horas: Dr. Antero Peralta

- Psicología Experimental, 3 horas: Dr. Walter Blumenfeld.

- Ética (curso de investigación), 3 horas: Dr. César Góngora.

Instituto de Historia

Cursos del Colegio Universitario:

- Sociología (Introducción), 3 horas: Dr. Roberto Mac Lean.

- Historia y Geografía del Perú, 3 horas: Dr. Javier Pulgar Vidal

- Introducción a la Historia Universal, 3 horas: Dr. Alberto Tauro del Pino.

- Historia General de la Cultura, 3 horas: Dr. Teodosio Cabada

- Historia del Perú (Instituciones), 3 horas: Dr. Teodosio Cabada.

Cursos avanzados y de investigación:

- Fuentes Históricas del Perú, 3 horas: Dr. Raúl Porras.

- Fuentes de la Historia Universal, 3 horas: Dr. Roberto Reich

- Historia General del Arte, 3 horas: Dr. Felipe Cossío del Pomar.

- Geografía del Perú, 3 horas: Dr. Javier Pulgar Vidal.

- Geografía General, 3 horas: Dr. Víctor M. Dávila.

- Historia de la Cultura (curso avanzado), 3 horas: Dr. Teodosio Cabada.

- Sociología (curso avanzado), 3 horas: Dr. Roberto Mac lean.

- Historia del Arte Americano y del Perú, 3 horas: Dr. Felipe Cossío del Pomar.

- Filosofía de la Historia, 3 horas: Dr. Carlos Daniel Valcárcel.

- Arqueología Americana, 3 horas: Dr. Julio Cesar Tello.

- Historia del Perú (Incas), 3 horas: Dr. Luis Eduardo Valcárcel.

- Historia del Perú (Conquista y Colonia), 3 horas: Dr. Raúl Porras.

- Historia del Perú (Emancipación), 3 horas: Dr. José M. Valega.

- Historia del Perú (República), 3 horas: Dr. Jorge Basadre.

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Revista del Instituto Sanmartiniano del Perú N° 29

233

- Historia de América, 3 horas: Dr. Andrés Townsend.

Instituto de Antropología

Cursos del Colegio Universitario:

a. Antropología General:

- Paleontología Humana, 1 hora: Dr. Julio C. Tello.

- Antropología Física, 2 horas: Dr. Pedro Weiss

- Arqueología, 1 hora: Dra. Rebeca Carrión Cachot.

- Anatomía Comparada de los Vertebrados, 2 horas: Dr. Alfredo León Rendón

- Antropología y Tipología, 1 hora: Dr. Alfredo León Rendón

- Geografía del Perú, 3 horas: Dr. Javier Pulgar Vidal.

b. Cursos avanzado y de investigación:

Arqueología Americana:

- Arqueología Norte y Centro americana, 1 hora: Dr. Julio C. Tello

Arqueología sudamericana:

- Arqueología del Norte y Centro Andino, 1 hora: Dra. Rebeca Carrión Cachot.

- Arqueología del sur andino, 1 hora: Sr. Toribio Mejía Xespe

- Arqueología Incaica, 2 horas: Dr. Alejandro Arancibia

- Psicometría, 1 hora: Dr. Hans Hahn

- Zoogeografía, aplicada al conocimiento de los animales aprovechados por el

hombre en la Antigüedad, 1 hora: Dr. Johanes Wilhe.

- Fitogeografía, aplicada al conocimiento de las plantas aprovechadas por el

hombre en la antigüedad, 1 hora: Dr. Augusto Weberbauer.

- Paleopatología. 1 hora: Dr. Pedro Weiss

- Arte Antiguo Peruano, 1 hora: Dra. Rebeca Carrión Cachot.

Instituto de Etnología

Cursos del Colegio Universitario:

- Introducción a la Etnología, 3 horas: Dr. Luis E. Valcárcel.

- Geografía del Perú, 3 horas: Dr. Javier Pulgar Vidal.

Cursos avanzado y de investigación:

- Historia del Perú (Incas), 3 horas: Dr. Luis E. Valcárcel.

- Curso General de Etnología, 3 horas: Dr. Jorge Muelle

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- Sociología (curso avanzado), 3 horas: Dr. Roberto Mac Lean.

- Historia de la Cultura Peruana, 3 horas: Dr. Luis E. Valcárcel.

- Historia de la Cultura (curso avanzado), 3 horas: Dr. Teodosio Cabada.

- Investigaciones Etnológicas en el Perú (Trabajos de campo y de Gabinete), 3

horas: Dr. Jorge Muelle

Instituto de Filología

Cursos del Colegio Universitario:

- Inglés, Sr. Arístides Castro

- Inglés, Dr. Miguel Sardón

- Inglés, Dr. Marcelo Llosa

- Inglés, Dr. Raúl López de la Fuente

- Francés, Br. Antenor Borja García.

- Francés, Br. Darío Herrera Paulsen

- Italiano, Dr. Siro Simoni

- Alemán Sr. Federico Scwab

Filología Clásica

Cursos avanzado y de investigación:

- Lingüística General, 3 horas: Dr. Pedro Benvenuto

- Introducción a la Lingüística Indoeuropea, 2 horas: Dr. Alberto Pinchierle

- Latín, 3 horas: Dr. Fernando Tola.

Filología Americana:

- Lingüística General, 3 horas: Dr. Pedro Benvenuto

- Fonética, 2 horas: Dr. José Farfán

- Quechua, 3 horas: Dr. Teodoro Meneses.

- Introducción a la Lingüística Americana, 2 horas: Dr. William Townsend

El decano solicitó al Dr. Carlos Cueto que, en consideración por haber sido él uno de los

colaboradores en el Plan de Estudios de los Institutos, se sirviera hacer una breve

exposición sobre el régimen de estudios que se pondría en marcha en la Facultad.

Cueto hizo una exposición sobre el régimen de los estudios creado por el nuevo Estatuto,

destacando que el régimen de los mismos sería flexible, o sea que en el Colegio

Universitario, en las Facultades y en las Escuelas Superiores, habría un número de cursos

obligatorios a los que no se sustraería ningún alumno; y también un número de cursos

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electivos que seleccionaría libremente de conformidad con su vocación, sus aficiones o

sus planes futuros; dijo que el régimen flexible podía ser también absoluto, en el caso de

que el Plan de Estudios ofreciera un número de cursos todos ellos electivos, como sucedía

en la Escuela de Altos Estudios y otras secciones de las Facultades que se distinguía en

la investigación. En lo concerniente al sistema de crédito, expresó que este sistema

flexible funcionaba en todas las universidades modernas; “que un crédito es la unidad

que sirve para valorizar un curso según su extensión en horas de clases semanales, y dijo

que la Facultad de Letras había adaptado la siguiente forma: cursos de una hora a la

semana, 5 créditos; cursos de 2 horas a la semana, 10 créditos; y cursos de 3 horas a la

semana, 15 créditos”.

Cueto expresó, entre otras cosas, y en lo que respecta al Plan de Estudios de cada uno de

los Institutos de la Facultad, que los alumnos que intenten seguir estudios superiores en

uno de estos, se inscribirían en el Colegio Universitario, de preferencia en los cursos

electivos que figuraban en el curriculum del Instituto correspondiente como propio del

Colegio Universitario, y al ingresar a la Facultad, se inscribirían en los cursos avanzados

y de investigación que allí se proponían hasta completar el número de 20 horas

semanales por año. Si el Plan de alguno de los Institutos no bastara para completar este

número de horas, los alumnos complementarían los créditos necesarios (200 en dos

años) entre los cursos de los demás Institutos, de preferencia entre aquellos que se

recomendaban al pie de cada uno de los Planes. Un alumno del Colegio Universitario, o

de la Facultad de Letras, debía obtener en un año 100 créditos; por tanto, al elaborar su

Plan de Estudios sumando el valor de unos cursos con otros deberá efectuar una pequeña

operación aritmética a fin de completar dicha cifra.

El Decano propuso al Consejo de la Facultad que constara en el Acta el acuerdo de la

Comisión referente a que la Facultad había adoptado el sistema de créditos, y que este

acuerdo se pusiera en conocimiento de los alumnos.

Por esos días, el bachiller José Russo Delgado sustentó la tesis, Moral y vida en Federico

Nietzche, para optar el grado de Doctor en Filosofía. La sesión estuvo presidida por el

decano José Jiménez Borja, además del sub decano Cossío del Pomar y de los doctores

Mariano Iberico, Julio Chiriboga, Antero Peralta, Nelly Festini, Walter Peñaloza

(Instituto de Filosofía); Andrés Townsend, Ella Dunbar Temple, Carlos Daniel Valcárcel

(Instituto de Historia); José León Barandiarán y Carlos A. Velásquez, Director del

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Revista del Instituto Sanmartiniano del Perú N° 29

236

Colegio Universitario. Siendo los objetantes en el acto de grado los Dres. Iberico y

Peralta, la tesis fue aprobada por unanimidad con la nota sobresaliente y aprobada para

su publicación12.

Entre mayo y junio de 1946, en dos sesiones del Consejo de Facultad, se aprobó crear el

curso de Axiología en el Instituto de Filosofía para dictarse en 1947. La propuesta fue del

Dr. Julio Chiriboga. También se nombró a Walter Peñaloza catedrático de los cursos de

Seminario en el Instituto de Filosofía, y Griego en el de Filología. Además, se nombró a

Nelly Festini para dictar al tercer grupo de alumnos del curso de Metafísica-Ética ante la

imposibilidad de Luis Felipe Alarco, y al Dr. César Góngora, catedrático de Ética (curso

de investigación)13.

Finalmente, en noviembre, el decano propuso la creación del Instituto de Periodismo. El

Consejo aprobó crear el Instituto de Periodismo en la Facultad de Letras, y para ello, la

Junta acordó encomendar al Decano y a Luis Alberto Sánchez su organización14. El 22

abril de 1947, el Decano dio cuenta sobre la Comisión que la Facultad había

encomendado, a él y al Dr. Sánchez, en relación al Instituto de Periodismo. Informó que

se había contratado, por tres años, al distinguido periodista argentino José Gabriel López

para dirigir el Instituto y dictar dos cátedras en el mismo15, y explicó sobre el plan

propuesto que abarcaba dos años, y que contemplaban una base cultural, siguiéndose

dos años de Letras o dos años del Colegio Universitario para ingresar a dichos estudios.

El Delegado estudiantil Busallen preguntó ¿qué título iba a conferir el Instituto de

Periodismo? El decano manifestó que debía esperarse el informe previo de la Comisión

12 Por esos años la Facultad de Letras otorgaba los grados de Bachiller en Humanidades, y Doctor en Historia, en Literatura y en Filosofía. Además, los derechos de matrícula eran de la siguiente forma: 1° y 2° años era de S/. 60.00; 3° y 4° años de S/. 30.00. El grado de Bachiller en Humanidades era de S/. 130.00, y el de Doctor en Historia, Literatura o Filosofía, S/. 160.00. 13 Aparte de lo anterior, vemos una vida cultura muy activa dentro de la Facultad. Así, por ejemplo, se realizaron diariamente numerosas actuaciones culturales: Homenaje a José Asunción Silva, donde asistió el Ministro de Relaciones Exteriores de Colombia; conferencias de visitantes extranjeros como Guido di Ruggero, ex Rector de la Universidad de Roma; Bernardo Canal Feijöo, Frida Schultz de Montovani, etc. Además, la Universidad otorgó el grado de Doctor Honoris Causa a los Dres. Carlos Martínez Durán, Rector de la Universidad de Guatemala; A. Londoño y Londoño, Canciller de Colombia, y Howard W. Flores, descubridor de la Penicilina. 14 Más adelante, en abril de 1948, el Instituto pasaría a llamarse Escuela de Periodismo, y estaría a cargo del periodista español Andrés García de la Barga (Corpus Barga), quien estaría en la dirección de la Escuela por casi 20 años. Así, desde abril de 1947, se inicia la formación profesional de periodistas en San Marcos. 15 Ya desde octubre de 1946, el Decano Jiménez Borja, y a pedido del Rector Luis Alberto Sánchez, había invitado al señor José Gabriel para el dictado de un curso de “Problemas de la literatura española de ambos mundos” para 1947.

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de estudios. En esa misma reunión se aprobó el plan del Instituto, cuyo director dictaría

dos cátedras; sin embargo, aún no se sabía qué título iba a conferir el Instituto de

Periodismo a sus egresados. Por otro lado, en el Instituto de Literatura se aprobó el

funcionamiento de la cátedra de Castellano Superior (2° curso) que estaba contemplado

desde el año pasado en el plan de estudios, pero no se había dictado. Por su parte, en el

Instituto de Filosofía se aprobó la creación de dos cátedras: un Seminario de Filosofía y

Lógica (curso superior). Finalmente, en el Instituto de Filología el Consejo aprobó el

funcionamiento de las cátedras de Introducción a la Lingüística, Quechua (2° curso),

Lingüística General, Fonética y Latín (3° curso).

En mayo de 1947, el Decano propuso a la Junta el nombramiento de nuevos catedráticos,

los mismos que habían sido solicitados por los diferentes Institutos. Y a propuesta del

Instituto de Filosofía se nombraron a los profesores Walter Peñaloza y Alberto Saberbien

para dictar el curso de Lógica y Teoría del Conocimiento a los alumnos del Colegio

Universitario. Además, el Decano propuso al Dr. Francisco Miró Quesada Cantuarias

para dictar un nuevo curso de Seminario de Filosofía. También se nombró a Luis Felipe

Alarco para el curso de Lógica Superior, recién creado en el Instituto de Filosofía.

También se eligió al Dr. Modesto Rodríguez Montoya para ser Jefe de Prácticas de

Psicología Experimental del Instituto de Filosofía.

El 03 de junio de 1947, a los 67 años de edad, fallece el padre de la arqueología peruana,

Julio Cesar Tello Rojas. Con su muerte, asume la dirección del Instituto de Antropología

la Dra. Rebeca Carrión Cachot (la primera arqueóloga del Perú).

En julio de 1947 los catedráticos discutieron cómo iba a ser la estructura física del nuevo

pabellón de la Facultad de Letras en la futura Ciudad Universitaria. En ese entonces, el

Decano informó sobre el problema de la construcción de la Ciudad Universitaria, al

respecto del cual el Consejo Universitario urgía a contestar a la Facultad de Letras sobre

el correspondiente anteproyecto. El Decano propuso que para el Pabellón de Letras se

reprodujera la actual arquitectura de los dos patios, y que se nombre una Comisión entre

los directores de los Institutos y tres delegados de los alumnos (señores César Camino,

Jorge Moral Silva Santisteban y Rómulo Cafferata), la misma que estaría presidida por

el Decano para determinar las características definitivas del edificio. El Consejo aprobó

las propuestas del Decano.

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238

Finalmente el Decano puso en conocimiento del Consejo, que una delegación de los

alumnos de la promoción 1946, había acordado llevar el nombre del que fuera catedrático

Dr. Luis Fabio Xammar16, y que solicitaban se les autorizara para denominar con el

nombre del indicado profesor al aula Nº 4, en la que se colocaría una placa recordatoria.

4. CONSIDERACIONES FINALES

La Universidad de San Marcos comienza el año escolar de 1946 con la promulgación de

un nuevo Estatuto, la misma que cambiaría la estructura y organización académica de

las distintas Facultades. La Ley 10555, conocida como Estatuto Universitario, fue

promulgada el 24 de abril de 1946, y dentro de ella, los artículos referentes a la educación

superior modificaron la Ley Orgánica de Educación Pública N° 9359 (01-IV-1941).

En lo que respecta a la Facultad de Letras, y en un contexto en que era necesaria la

especialización, los principios de la Reforma Universitaria del año 46 hicieron que se

crearan los Institutos de formación académica. Es decir, se institucionalizaron las

profesiones que la Facultad ofrecía hasta mediados de los años cuarenta (además se

crearon nuevas carreras profesionales). La Facultad empezó, entonces, a organizarse en

base a Institutos. Así, 1946 es un año fundacional, porque se crearon los Institutos de

Literatura, Filosofía, Historia, Antropología, Etnología y Filología, todos ellos dedicados

a los estudios profesionales con un amplio número de cátedras de la especialidad de

carácter flexible y con un plan de estudios que permitían al alumno elegir su futura

vocación profesional. Es así que a partir de 1946 empieza el desarrollo institucional de

algunas de las actuales escuelas académico profesionales de la Facultad de Letras y

Ciencias Humanas.

16 En marzo de 1947, fallece, en un accidente aéreo, en Colombia, el Catedrático Titular de la Facultad de Letras y Director de Educación Artística del Ministerio de Educación Pública del Perú, Dr. Luis Fabio Xammar. Días después, en abril, y a un mes del fallecimiento, se realizó un homenaje en el Salón de Grados de la Facultad. Aquel día, abrió el acto, haciendo uso de la palabra, el Decano José Jiménez Borja, le siguió el Dr. Augusto Tamayo Vargas con el discurso de orden; luego, el Dr. Salvador Gaona expresó a nombre de los alumnos, finalizó el acto el estudiante Vicente Gonzales Montolivo, quien recitó poesías escogidas del fenecido Dr. Xammar. Pocos días después del homenaje, desde la Biblioteca Nacional, la Srta. Carmen Ortiz de Zevallos, de la Secretaría de la Escuela de Bibliotecarios, envió al Decano Jiménez Borja un comunicado expresando que la Biblioteca Nacional había instituido la “Beca Luis Fabio Xammar” para los estudiantes de Literatura en homenaje a la memoria de quien fuera eminente catedrático de la Facultad.

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239

Los Institutos creados tuvieron por finalidad la especialización; es decir, organizar todas

las cátedras del mismo campo de estudio en una sola área; además, se crearon nuevas

cátedras y se reunieron en un solo grupo a los estudiantes que se iban dedicar a la misma

especialidad o especialidades afines. Esto trajo como consecuencia el fin de las

tradicionales secciones de la Facultad de Letras (Historia, Filosofía y Literatura), que

venían arrastrándose desde mediados del siglo XIX siendo una de sus características las

asignaturas comunes para todos los estudiantes.

A partir de 1946 los diferentes Institutos empezaron a crear, formar y modelar su propio

perfil profesional, institucional y administrativo. El desarrollo institucional de algunos

de ellos, a partir de aquellos años fundacionales, sería disparejo (Historia y Filosofía), en

muchos casos incompleto (Antropología y Arqueología) y en otros precario (Periodismo).

Sin embargo, la postura conjunta de los catedráticos de la Facultad frente a las

dificultades económicas y las constantes crisis de las coyunturas políticas de los

gobiernos, tanto del Estado como de la Universidad, hicieron que los diferentes

Institutos mantuviera un desarrollo pleno, continuo y activo, logrando desde entonces

avances y retrocesos pero nunca el estancamiento. Gracias a ese compromiso docente, se

logró mantener el funcionamiento de los Institutos hasta llegar a las actuales Escuelas

Académico Profesionales.

Finalmente, debemos revalorar a los catedráticos de aquella época fundacional, así como

a los primeros directores de los Institutos (hoy llamadas Escuelas Académico

Profesionales). Además, recordar a los tres ilustres decanos que, de alguna forma,

concretaron el ideal de la institucionalización profesional de las carreras de la Facultad:

Dres. Pedro Dulanto, Luis Alberto Sánchez y José Jiménez Borja.

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UNIVERSIDAD NACIONAL MAYOR DE SAN MARCOS Datos estadísticos del año 1947 Facultad de Letras

I. Matricula según año, especialidad y sexo:

Secciones 3° año 4° año Hombres Mujeres Totales ---------------------------------------------------------------------------------------------------------- V M V M Historia 19 13 16 9 35 22 57

Filosofía 14 4 11 3 25 7 22 Literatura 30 7 15 4 45 11 56

Arqueología - - - - - - -

Antropología - 1 1 - 1 1 2 Etnología 9 1 8 - 17 1 18

Periodismo 24 4 - - 24 4 28

-------------------------------------------------------------------------------------------- 96 30 51 16 147 46 193

Observación:

V: Varones M: Mujeres

II. Matriculados según sexo y lugar de nacimiento A. Peruanos nacidos en el Departamento de: Hombres Mujeres Total

Amazonas - - -

Ancash 12 3 15

Apurímac 2 - 2 Arequipa 4 1 5 Ayacucho 3 3 6 Cajamarca 4 - 4 Callao 6 3 9 Cusco 4 1 5 Huancavelica 3 - 3 Huánuco 5 1 6

Ica 9 3 12

Junín 10 2 12 La Libertad 3 2 5 Lambayeque 4 - 4 Lima 45 20 65

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241

Loreto 4 - 4 Madre de Dios - - -

Moquegua 2 1 3 Pasco 1 - 1

Piura 9 - 9 Puno 3 2 5 San Martín 1 - 1 Tacna Tumbes

Departamento no declarado: 3 3 Peruanos nacidos en el extranjero: 1 2 3

B. Extranjeros: 7 2 9

---------------------------------------------

147 46 193

III. Alumnos matriculados presentados a los exámenes de promoción:

Especialidad 3° año 4° año Totales ------------------------------------------------------------------------------------------------

Apr. Apl. Apr. Apl. Apr. Apl. Historia 24 8 16 9 40 17 Filosofía 12 6 10 4 22 10

Literatura 30 7 15 4 45 11

Antropología 1 - 1 - 2 -

Etnología 9 1 5 3 14 4 Periodismo 24 4 24 4

------------------------------------------------------------------------------

100 26 47 20 147 46

Observación: Apr.: Aprobados

Apl.: Aplazados IV. Datos estadísticos de grados, títulos y diplomas otorgados, según especialidad: -----------------------------------------------------------------------------------------

Total Varones Mujeres ----------------------------------------------------------------------------------------- - Bachiller en Humanidades 20 13 7 - Doctor en Historia 1 1 - - Doctor en Literatura 2 1 1 - Doctor en Filosofía 4 3 1

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V. Número de personal docente de la Facultad (Catedráticos Principales, Auxiliares, Contratados,

Jefes de laboratorio, ayudantes, etc.)

---------------------------------------------------------------------------------------------- Categoría personal docente Hombres Mujeres Total ---------------------------------------------------------------------------------------------- Catedrático Categoría “D” 1 - 1 Catedrático Categoría “CH” 13 - 13 Catedrático Categoría “C” 5 - 5 Catedrático Categoría “B” 40 4 44 Profesores Contratados 7 - 7

Profesores Instructores 6 1 7

---------------------------------------------------------------------------------------------- Totales 72 5 77

VI. Nacionalidad del personal docente:

---------------------------------------------------------------------------------------------- Nacionalidad del personal Hombres Mujeres Total ---------------------------------------------------------------------------------------------- Peruanos 61 4 65 Nacionalizados peruanos 2 - 2 Extranjeros (Países) 9 1 10 ---------------------------------------------------------------------------------------------- Totales 72 5 77

VII. Número de personal administrativo de la Facultad:

---------------------------------------------------------------------------------------------- Personal Administrativo Hombres Mujeres Total ---------------------------------------------------------------------------------------------- Personal Administrativo 9 4 13 Personal Subalterno 9 - 9 ---------------------------------------------------------------------------------------------- Totales 18 4 22

Fuente: Archivo de San Marcos

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243

DOCUMENTOS USADOS

ARCHIVO HISTÓRICO “DOMINGO ANGULO”. Documentos sin clasificar. Oficios y

matriculas, 1947.

REVISTA

Revista Letras. Órgano de la Facultad de Letras, números 33, 34 y 35. Segundo

cuatrimestre, 1946

BIBLIOGRAFÍA

ENCINAS, José Antonio

1973 La Reforma Universitaria en el Perú, 1930-1932. Lima.

NÚÑEZ HUALLPAYUNCA, Efraín

2013 “La fundación de la Escuela Académico Profesional de Filosofía de la Universidad

Nacional Mayor de San Marcos (1946-1947)”. Dialéctica. Revista de Filosofía de

la Escuela Académico Profesional de Filosofía de la Universidad Nacional Mayor

de San Marcos, N° 2. Lima, pp. 305-309.

2013 “La Escuela Académico-Profesional de Sociología de la Universidad de San

Marcos (1961-1968)”. Revista de Sociología. Revista de la Escuela Académico

Profesional de Sociología de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, N°

23. Lima, pp. 321-340.

2013 “La crisis en la Escuela de Historia de la UNMSM (1949-1950)”. Nueva Corónica.

Revista de la Escuela Académico Profesional de Historia de la Universidad

Nacional Mayor de San Marcos. N° 2. Lima, pp. 9-15. Publicación electrónica.

Accesible en Internet:

http://sociales.unmsm.edu.pe/ftp/nuevacoronica/n.2.2013/N.%202.%202013.

%20Nunez%20Huallpayunca.pdf

2013 “Los orígenes de la Escuela de Historia de la UNMSM (1946-1947)”. Nueva

Corónica. Revista de la Escuela Académico Profesional de Historia de la

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Revista del Instituto Sanmartiniano del Perú N° 29

244

Universidad Nacional Mayor de San Marcos. N° 1. Lima, 16 pp. Publicación

electrónica. Accesible en Internet:

http://sociales.unmsm.edu.pe/ftp/eap%20historia/nc2013%201.pdf

2013 “Los planes de estudio de la UNMSM en los años setenta”. La Universidad de San

Marcos de Lima. Documenta Histórica. Miguel Maticorena Estrada (comp.), pp.

139-146.

2012 “La Facultad de Letras y la crisis en San Marcos (1966-1969)”. Síntesis Social.

Revista de Investigaciones Histórico-Sociales. N° 4. Lima, pp. 249-271.

2011 “La formación académico-profesional del estudiante de Historia en la Facultad

de Letras y Ciencias Humanas de la UNMSM en 1968”. Síntesis Social. Revista de

Investigaciones Histórico-Sociales. N° 3. pp. 275-294.

ROSPIGLIOSI VIGIL, Carlos

1935 La crisis universitaria en el Perú. Lima.

VALCÁRCEL, Carlos Daniel

1967 La Facultad de Letras y Ciencias Humanas (1919-1966). Lima.

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Revista del Instituto Sanmartiniano del Perú N° 29

245

CUATRO TEMAS DE HISTORIA UNIVERSAL

JOHN PAUL STENNING LUZA1

Universidad de Lima

Resumen:

Se han elegido cuatro temas históricos que resultan bastante curiosos, tomándose como

referencia las épocas de la humanidad. La primera de ellas (edad antigua) es el caso del

rey Agamenón, vencedor de Troya, quien fue asesinado por su propia esposa,

cumpliéndose así la venganza que había jurado contra su marido; en la edad media,

tenemos la fundación de la Universidad de Oxford, de la cual resulta importante conocer

la onerosidad de llevar una carrera, así como los plazos para concluirla, extendiéndose

para la Facultad de Teología en 13 largos años. En la edad moderna, tenemos el caso de

la conquista de México por Hernán Cortés, quien al tener un grupo temeroso de soldados

decidió quemar sus naves a fin de que no se escapara ninguno pues su objetivo máximo

era el sometimiento del imperio azteca; y finalmente, en la edad contemporánea, el caso

del magnate Rockefeller, quien desde sus tempranos 7 años de edad se había iniciado en

los negocios con la venta de pavos y préstamos con una tasa del 7 %.

Palabras clave: historia / Agamenón / Universidad de Oxford / Hernán Cortés /

Rockefeller

I. Palabras preliminares

Mi amigo Alexis Arévalo-Vergara, a quien conozco no solo de la universidad, sino que

también hemos sido compañeros de trabajo, me invitó a escribir un artículo para este

medio. Agradeciendo su gentil invitación y en concordancia con el objetivo esencial de la

revista, esto es, el estudio de la historia, procederé a presentar cuatro temas, uno por

cada etapa histórica.

1 Bachiller en Derecho por la Universidad de Lima (2015).

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246

La idea que se me vino a la mente fue escoger unos cuantos tópicos elementales sobre

esta fascinante rama del saber y tocarlos de una manera bastante sintética, toda vez que

a mi modo de ver se está ante una publicación que busca fomentar el quehacer intelectual

sin que ello resulte tedioso.

Asimismo, quisiera hacer hincapié en no ignorar las notas al pie de página (pues si no

tuvieran sentido, para qué colocarlas). De igual modo, la bibliografía es de utilidad para

no incurrir en el plagio, profundizar sobre lo leído, así como para descubrir nuevas y

maravillosas fuentes de conocimiento.

II. Época antigua: El Rey Agamenón, Troya y su asesinato

Dentro de lo que fue la civilización aquea, esta estaba compuesta por reinos aliados. No

obstante, Micenas2 ejercía una influencia particularmente preponderante, siendo

Agamenón considerado como soberano supremo de todas las demás monarquías. En

efecto, si la empresa de invadir Troya3 se pudo llevar a cabo, fue en gran parte gracias a

él, pues, por ejemplo, en lo que respecta al aporte de embarcaciones para la invasión,

contribuyó con más de cien navíos.

Cuando el descomunal contingente llevaba esperando ya buen tiempo por vientos

favorables para zarpar, el adivino Calcante propuso que a lo mejor estos no llegaban

debido a una antigua afrenta del monarca a la Diosa Artemis4, lo cual podría solucionarse

rápidamente sacrificando a su hija Ifigenia. Naturalmente, tal acto no fue tolerado por

su esposa Clitemnestra, quien, de hecho, nunca se lo perdonaría.

Dentro de los diez años5 que duró la guerra, el bando aqueo realizó expediciones a

poblaciones adyacentes en busca de tesoros, bienes de valor y mujeres. En una de las

tantas, Agamenón tomó como concubina a Criseida, hija de Crises, un sacerdote del Dios

Apolo6. Debido a ello, este se apersonó en el campamento ofreciendo un nada deleznable

rescate a cambio de que le regrese a su hija. Lejos de ello, el rey lo botó con amenazas e

insultos. Ciertamente, esta conducta no fue tolerada por tal divinidad, echándoles

2 Hoy en día es territorio macedonio y búlgaro. 3 Territorio turco en el presente. 4 Diosa de la naturaleza, animales salvajes y de la caza. 5 Se estima que ocurrió entre el 1250 y 1240 A.C. 6 Dios de la belleza, de la luz, de las artes y de la adivinación.

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encima la peste negra, lo cual evidentemente comenzó a causar serios problemas.

Empero, el oráculo Calcante planteó que la misma podía terminar, pero era

indispensable que sea devuelta con su padre. Así, tras verse forzado a cumplir con la

recomendación del brujo y muy a su arrogante estilo, se dirigió contra Aquiles7,

exigiéndole que le ceda a la bella Briseida. Y si bien es cierto logró apoderarse de ella

imponiendo su jerarquía, este en represalia, se retiró con sus tropas, lo cual ocasionó que

los invasores vuelvan a verse en una situación adversa.

Como es de conocimiento general, la victoria acabó siendo aquea. Así, “Agamenón

regresó triunfalmente a Micenas en compañía de su esclava Casandra8. Pero no

terminaron aquí sus vicisitudes. Durante su ausencia, Clitemnestra estuvo maquinando

un plan para liberarse de su esposo: quería vivir libremente con su amante Egisto9 y, a la

vez, vengar la muerte de su hija Ifigenia. Los dos amantes diseñaron una trampa perfecta.

Ya en su mansión, Agamenón se despojó de sus armas para tomar un baño; al salir del

agua vistió su túnica, pero apenas tuvo tiempo de advertir que ni su cabeza ni sus brazos

podían pasar por las aberturas del cuello y las mangas, que estaban cosidas. Con el

todopoderoso señor de los guerreros desnudo, cegado y atrapado por una débil tela, los

conspiradores atravesaron su cuerpo con una espada.”

III. Época medieval: Una visión general sobre el origen de las

universidades y un muy breve aterrizaje en Oxford10

Realmente no se sabe con exactitud cuándo se fundó la primera universidad, pero se

acepta que ocurrió entre mediados del siglo XII y comienzos del XIII, siendo usualmente

la de Boloña considerada la primera (entre el 1155 y el 1158). Luego vendrían, por

ejemplo, Oxford (1163), Cambridge (1209), Palencia11 (1212), Salamanca (1218),

Montpellier (1220), Toulouse (1229), Padua (1222), Nápoles (1224), Heidelberg (1386),

7 Rey de los mirmidones. 8 Hija de Príamo, Rey de Troya. También fue asesinada por Clitemnestra. 9 Egisto era primo hermano de Agamenón y le tenía odio porque sus hermanos fueron asesinados por su tío Atreo, producto de disputas por el trono micénico con Tiestes. 10 La universidad está en la ciudad del mismo nombre, la cual se ubica a su vez en el condado de Oxfordshire. 11 Palencia es la capital de la provincia del mismo nombre. Esta, a su turno, se halla en la comunidad autónoma de Castilla y León.

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Colonia (1388), Cracovia (1397) y Glasgow (1451), de tal modo que hacia el 1500 Europa

contaba con unas sesenta de estas instituciones.

“La irresistible expansión geográfica de las universidades se explica por la función que

cumplieron en la formación de un personal cualificado para el servicio de la Iglesia y de

los Estados. Pero cabe señalar que lo que distinguió principalmente a esta institución, y

lo que hace de ella un auténtico invento de la Edad Media occidental, fue su modo de

organización”, que en parte pervive hasta el día de hoy, ya que desde aquellos tiempos

fundacionales se manejaban las ideas de estudios generales y facultades.

De esta manera, artes liberales hacía las veces de lo que hoy se conoce por estudios

generales; sin embargo, se enseñaba solamente tres disciplinas: Gramática, retórica y

dialéctica12. Luego de esa etapa, el alumno podía escoger entre tres facultades superiores:

Teología, Derecho o medicina.

En cuanto a la metodología de enseñanza, por las mañanas se practicaba la lectura, o sea,

el profesor parafraseaba y comentaba alguna obra elemental, para posteriormente, por

la tarde, plantear preguntas y moderar debates. Asimismo, las carreras eran largas. En

efecto, y tomando como ejemplo a la Universidad de París, egresar del programa de artes

liberales podía tomar entre cinco y seis años, mientras que para hacerlo de la carrera de

teología podían ser hasta trece.

Estudiar en la universidad era también, al igual que en el tiempo presente, muy costoso.

Veamos:

- Banquete, como agradecimiento por haber sido admitido13

- Alojamiento

- Comida

- Velas

- Tasas para rendir exámenes

- Libros (recuérdese que aún no existía la imprenta)14

12 Resulta curioso que siendo disciplinas pertenecientes al rubro de las artes liberales, no se promoviera la enseñanza de la aritmética, geometría, música o astronomía. 13 El cual podía resultar siendo muy oneroso para el oferente, según la cantidad de comensales. 14 A falta de la misma, había quienes se dedicaban a transcribir manualmente libros enteros. En consecuencia, era de suponerse que ante semejante labor cobraran honorarios bastante elevados.

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249

Ante esta situación hubo gente caritativa que de manera totalmente desinteresada

ofrecía hospedaje y alimentación a aquellos alumnos que lo necesitaran. El caso más

emblemático fue el del teólogo Robert de Sorbon en la Universidad de París, a la que en

su honor, también se le conoce como La Sorbona. Pero los propios maestros también

pasaban por apuros económicos. Como no tenían un sueldo fijo y considerando que la

mayoría eran miembros del clero o por alguna razón tenían derecho a una renta

eclesiástica, eran subvencionados por la Iglesia.

Finalmente, pero no por ello menos importante, a las mujeres no se les tenía permitido

estudiar en las universidades. Por el contrario, eran formadas de manera particular en

sus hogares.

Ahora bien, dicho lo anterior, aterrizaré de manera sucinta esta suerte de parte general

en una universidad en particular15: Oxford.

Oxford, que por cierto es la casa de estudios más antigua del Reino Unido, vio su

reputación acrecentada de manera digamos, autoritaria. Y es que fue gracias al Rey

Enrique II, quien prohibió a los estudiantes ingleses acudir a la Universidad de Paris,

que apostaran más por una entidad local, en vez de mirar hacia afuera.

No puede dejar de destacarse que veintiséis primeros ministros británicos fueron

alumnos de la universidad16. Tampoco puede dejar de resaltarse que muchos alumnos y

profesores pertenecieron a las fuerzas armadas, perdiendo la vida en las guerras

coloniales, así como en la primera y segunda guerra mundial.

Y como dato anecdótico, en las semanas de exámenes, tanto alumnos como profesores

circulan con sus togas, capas y birretes. Adicionalmente, los estudiantes se colocan un

clavel distintivo: Blanco cuando van a rendir el primer examen; rosado para los

siguientes; y rojo17 para el último.

15 Escogida simplemente al azar. 16 Por ejemplo, David Cameron (vigente), Tony Blair y Margaret Thatcher (http://www.ox.ac.uk/about/oxford-people/british-prime-ministers). 17 Para representar la sangre como símbolo de lo difícil que es el nivel académico.

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Por lo demás, con cierta frecuencia se organizan cenas de etiqueta a las que concurren

estudiantes, docentes y autoridades.

IV. Época moderna: Instancia previa a la conquista de México

Cristóbal Colón descubrió Cuba en 149218, siendo conquistada en 1510. Desde allí se

iniciaron una serie de exploraciones en la región del Caribe y Golfo de México.

Justamente, en 1517, Diego de Velásquez, quien se desenvolvía como gobernador de la

isla, envió a Francisco Hernández de Córdoba a explorar. Así, llegó a lo que ahora se

conoce como Playa del Carmen19, Cozumel20, Yucatán21 y Champotón22; no obstante,

resultó herido y tuvo que retornar a Cuba, muriendo poco después.

A pesar de ello, al año, Juan de Grijalva realizó una nueva expedición; empero, De

Velásquez le retiró la confianza. Fue por eso que Hernán Cortés, que prescindiendo de la

venia de la mencionada autoridad, partió en 1519 hacia Cozumel, desde donde preparó

la expedición. Cabe mencionar al sacerdote Jerónimo de Aguilar, quien fuera tomado

prisionero por los nativos. Tras su rescate se unió a la misión, aportando muchísimo

sobre la vida y costumbres de los aborígenes.

En marzo de ese año llegaron a Tabasco23, donde fueron atacados por los locales, pero

para buena suerte de los expedicionarios, el padre logró convertirlos en aliados. Es más,

hubo una mujer en particular, la Malinche24, quien ofreció valiosísima información.

Ahora bien, sin perjuicio de lo expuesto, hay que caer en la cuenta de que todo esto era

de alguna manera “informal”, toda vez que Cortés no contaba con la autorización de De

Velásquez. Al mismo tiempo, cierto número de soldados temerosos comenzaron a

regresase a Cuba. En consecuencia, destruyó las naves en las que habían llegado, para

18 En el viaje con el que se descubrió América. 19 Zona Turística en el estado de Quintana Roo. 20 Isla perteneciente al estado de Quintana Roo. 21 Península de Yucatán. Separa el Mar Caribe del Golfo de México. En ella se ubican los estados de Campeche y Quintana Roo. También la zona norte de Belice, así como El Petén, departamento de Guatemala. 22 Pequeña ciudad en el estado de Campeche. 23 Estado de Tabasco. 24 También conocida como doña Marina. Bien valdría leer algo sobre ella en http://www.nationalgeographic.com.es/articulo/historia/secciones/7067/malinche_indigena_que_abrio_mexico_cortes.html

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251

que nadie más intentase huir. También cabe mencionar que constituyó el ayuntamiento

denominado la Villa Rica de Vera Cruz25. Y por supuesto, mientras tanto26, envió

emisarios a España con el propósito de regularizar su situación, buscando que Carlos V27

le conceda los títulos de capitán general y gobernador de la localidad mencionada.

Ya con un reconocimiento oficial, proseguiría hasta lograr el objetivo.

V. Época contemporánea: John Davison Rockefeller28

Como es harto sabido, este señor está considerado en la historia como uno de los más

grandes magantes y visionarios del quehacer empresarial, sobretodo ligado a la actividad

petrolera. En un esfuerzo de síntesis, vale la pena remontarnos hacia su niñez, porque es

desde allí que comienza a hacerse a sí mismo.

Si bien es cierto nació en el seno de una familia que, contrariamente a lo que muchos

afirman, no pasaron por apremios económicos, al menos en los aspectos más

elementales29; sin embargo, debido al azaroso trabajo del padre30, su madre le inculcó la

mentalidad del ahorro. Y así, a los siete años, hizo su primera actividad comercial.

Efectivamente, descubrió el nido de un pavo salvaje, haciéndose de las crías para

venderlas. Tiempo después, lograría juntar cincuenta dólares para prestárselos a un

granjero con una tasa de interés del 7%.

Al egresar de la secundaria, en vez de optar por ir a la universidad, decidió seguir un

cursillo de negocios, de manera que a los dieciséis años ya se encontraba laborando como

ayudante de contabilidad en una empresa del rubro agrícola y, tras una serie de vaivenes,

ocurrió un hecho sumamente trascendental: Se descubrió el petróleo en Titusville,

Pensilvania. Este acontecimiento se dio muy oportunamente, pues el aceite de ballena,

combustible que se usaba en aquel entonces comenzaba a escasear, con la

correspondiente disparada de los precios.

25 Lo que en el presente es el estado de Veracruz. 26 Provisionalmente se autoproclamó general y juez. 27 Por alguna razón, también llamado Carlos I (¿?). 28 8 de julio de 1839 – 23 de mayo de 1937. 29 Su hermana Mary Ann se encargaría de desmentir aquellas falsas especulaciones. 30 Recorría los Estados Unidos fingiendo ser médico y vendiendo medicinas falsas contra el cáncer.

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252

En ese contexto conoció a un químico inglés, Samuel Andrews, quien lo convenció de que

invirtiera en una refinería que pretendía levantar. Lamentablemente, como se trataba de

algo novedoso, fue entendible cierta reticencia por parte de los eventuales consumidores

y como era de suponerse, el proyecto no prosperó. Sin embargo, Rockefeller,

vislumbrando la prosperidad en la expansión del país a través del ferrocarril hacia el

oeste, le compró el negocio a su socio y posteriormente la de su propio hermano. Así, en

1870 constituyó Standard Oil Company, con él mismo como presidente.

Sin perjuicio de su gran visión para los negocios, capacidad de generar riqueza y cultura

de desprendimiento31, también fue muy criticado por una serie de conductas carentes de

ética32. Por ejemplo:

Coludirse secretamente con un grupo de empresas ferroviarias,

vendiéndoles petróleo a precios módicos, con tal de que no le

compren a la competencia.

Sus descendientes entre 1936 y 1950 se aliaron, entre otras, con

General Motors y Firestone, para comprar e inmediatamente

desmantelar más de cien sistemas de tranvías públicos en cuarenta y

cinco ciudades, con el afán de imponer la dependencia del automóvil

y el ómnibus.

Pero así como se le reprochó, también se debe ser justo y reconocer

que gracias a John Davison Rockefeller, en el presente podemos notar

su gran legado:

Exxon Mobil y Chevron, corporaciones que descienden de la Standard

Oil Company

Chase Manhattan Bank

El estudio de abogados Milbank, ubicado en Wall Street, Manhattan

El Museo de Arte Moderno de Nueva York

El museo Cloisters, también en Nueva York

La Universidad de Nueva York

El Rockefeller Center (conjunto de rascacielos en Manhattan)

La Universidad de Chicago

31 La actitud caritativa que lo caracterizó desde la infancia, también la aprendió de su madre. 32 Quedémonos en este plano. Un análisis legal excedería largamente la finalidad del presente trabajo.

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253

VI. Nota final

Admito que es la primera vez que redacto para un público y naturalmente prometo en las

siguientes oportunidades hacerlo mejor. Estoy abierto a sugerencias y críticas

constructivas.

Soy de la idea de que el estudio de la historia no debe ser visto nunca más como una

disciplina aburrida y que premia un memorismo extremo. Más bien, es importante

estudiarla procurando esforzarse en retener, sí, los datos más esenciales, y considerar

que estudiando el pasado podemos entender el tiempo y lugar en el que nos

desenvolvemos y proyectarnos mejor hacia el futuro.

Si uno es lo suficientemente observador resulta muy preocupante como desde épocas

inmemoriales, por ejemplo el imperio antiguo egipcio, se sigan cometiendo en la

actualidad los mismos yerros.

VII. Bibliografía

Historia Universal (El mundo griego). Barcelona: Editorial Sol 90, año 2002, páginas 18

a 25. Este tomo es parte de una colección difundida por el periódico El Comercio

en 2003.

“El belicoso Rey de Micenas Agamenón”. En: Revista Historia. Barcelona: National

Geographic España, N°97, año 2012, páginas 46 a 55. La cita textual se ubica en la

página 55.

“El nacimiento de la universidad”. En: Revista Historia. Barcelona: National Geographic

España, N°117, año 2013, páginas 68 a 79. La cita textual se ubica en la página 70.

“Oxford: Una ciudad Honoris Causa”. Revista Clío Historia. Barcelona: MC ediciones, N°

144, páginas 60 a 69.

BARROY SÁNCHEZ, Héctor Quauhtémoc. Historia de México. Quinta edición. México

D.F.: McGraw Hill, año 2012, páginas 54 a 58.

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254

“El hombre más rico del mundo”. En: Revista Historia y Vida. Barcelona: Prisma

publicaciones 2002, N° 540, año 2013, páginas 68 a 77.

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255

3.2. HISTORIA SANMARTINIANA

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257

LA PRIMERA MISIÓN DIPLOMÁTICA DEL PERÚ

INDEPENDIENTE

ALEXIS ROLANDO ARÉVALO-VERGARA1

Universidad de Lima

ARTURO GARRO MIRÓ QUESADA2

Universidad San Ignacio de Loyola

Resumen:

Con la llegada al Perú del Libertador don José de San Martín, se convirtió éste en nuestro

Protector, buscó tranzar la paz con el ejército realista, y unir fuerzas para separarnos

definitivamente de España. San Martín pensaba que el mejor sistema de gobierno era el

monárquico, estableciendo políticas que evidenciaban este propósito, tales como: la

creación de los títulos nobiliarios del Perú; la orden El Sol del Perú, que era hereditaria;

la Sociedad Patriótica de Lima; y finalmente enviar una misión diplomática -la primera

del Perú independiente- a Europa, para convencer a algún príncipe a venir al Perú a fin

de coronarse emperador. Esta investigación trata sobre los posibles candidatos al

hipotético trono peruano.

Palabras clave: Perú / José de San Martín / gesta libertadora / monarquía / misión

diplomática

La llegada a nuestro país del Libertador don José de San Martín no solo tuvo como fin la

simple liberación del yugo español sino que también hubo un elaborado plan político

1 Abogado por la Universidad de Lima; Egresado de la Maestría en Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Asimismo, es miembro del Ilustre Colegio de Abogados de Lima; de la Benemérita Sociedad Fundadores de la Independencia, Vencedores el 2 de Mayo de 1866 y Defensores Calificados de la Patria; de la Sociedad Amantes del País y del Instituto Sanmartiniano del Perú. Asimismo, es el 2.° Barón de Arévalo y Orbe (Casa Real de Georgia), Caballero Gran Cruz de la Orden del Águila de Georgia, Gran Oficial de las Palmas Sanmartinianas del Perú, entre otras distinciones. 2 Licenciado en Comunicaciones por la Universidad San Ignacio de Loyola, Ex pasante en la Organización de los Estados Americanos (OEA). Actualmente organizador de eventos académicos en el sector público y columnista del portal de noticias Lucidez.pe.

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para el Perú independiente. ¿Qué clase de gobierno debía adoptar nuestro país tras la

liberación del régimen virreinal? ¿Debíamos ser una república o una monarquía? El plan

político estuvo trazado por San Martín y su ministro Bernardo de Monteagudo, quienes

basados en la sangrienta década de enfrentamientos civiles en Argentina, optaron por

una salida más conservadora, mediante la instauración de una monarquía

constitucional; creyendo que un “Emperador del Perú” podría salvar a nuestro país de

una cruenta guerra civil.

El elaborado Plan Monárquico de San Martín estuvo dividido en dos etapas. La

PRIMERA ETAPA, correspondió al establecimiento de la Orden El Sol del Perú3,

condecoración máxima del nuevo Estado, que reemplazaría a las antiguas órdenes

militares españolas (Santiago, Calatrava, Alcántara y Montesa). La Orden sería conferida

a los patriotas más ilustres con el especial privilegio de que fuera esta hereditaria

buscando así que sus descendientes valorasen el patriotismo de sus antecesores y

tratasen de emularlos.

Asimismo, el Libertador decidió revalidar los títulos nobiliarios4 de Castilla como

títulos del Perú. Además, creó un Consejo de Estado, compuesto por doce individuos que

asesoraban a San Martín en los asuntos de gobierno. Los miembros habían sido elegidos

por su especial adicción al sistema monárquico; entre ellos se puede mencionar al

Ministro Monteagudo, al Dr. Hipólito Unanue, al Conde de Valle Oselle y Marqués de

Montemira, al Marqués de Torre Tagle, y a los Condes de la Vega del Ren y de Torre

Velarde.

Finalmente, San Martín creó la Sociedad Patriótica de Lima5, compuesta por los más

destacados intelectuales del momento. El Protector del Perú indirectamente buscaba que

desde estas canteras surgiera de forma natural la idea de la instauración monárquica.

3 Cfr. La Orden del Sol del Perú: 1821-1825, 1921-1971. Lima: Instituto Sanmartiniano del Perú, 1971. Asimismo, en: UGARTECHE, Pedro. La Orden del Sol del Perú, 1821-1925. Lima: Editorial Lumen, 1966. 4 Cfr. DE IZCUE, Luis. La nobleza titulada en el Perú colonial. Lima: Casa Editorial La Opinión Nacional, 1927. Asimismo, en: ROSAS SILES, Alberto. La Nobleza titulada del virreinato del Perú. En: Revista del Instituto Peruano de Investigaciones Genealógicas No. 21. Finalmente, se puede consultar también: VARGAS UGARTE, Rubén. Títulos Nobiliarios en el Perú. Lima: José de Lamar y Cortazar, 1958, p. 32-33. 5 Cfr. PACHECO VÉLEZ, César. La Sociedad Patriótica de Lima: un capítulo de la historia de las ideas políticas en el Perú. Lima: Comisión Nacional del Sesquicentenario de la Independencia del Perú, 1973.

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259

Fue así como, dicha institución convocó a una alocución sobre la forma de gobierno más

conveniente para nuestro país. Uno de los miembros, el Presbítero Dr. D. José Ignacio

Moreno se decidió a hablar de las bondades monárquicas en detrimento de otras formas

de gobierno. Este discurso agradó obviamente a San Martín, quien lo honró con el cargo

de Canónigo Magistral. Empero, el planteamiento de Moreno tuvo varios detractores

tales como Sánchez Carrión, Luna Pizarro y Pérez Tudela, quienes lo criticaron

duramente.

Pese a esto, San Martín y Monteagudo prosiguieron con el “Plan Monárquico”

considerando que la primera fase había sido ya concretada satisfactoriamente; ahora

estaban listos para pasar a la SEGUNDA ETAPA, que estaba referida al envío de

una Misión Diplomática a Europa, con el especial encargo de convencer a un

príncipe para que viniese a coronarse “Emperador del Perú”. Esta histórica misión

estuvo conformada por el Ministro Plenipotenciario don Juan García del Río, y por su

secretario don Diego Paroissien, personas de la entera confianza de San Martín. La

Misión diplomática partió desde el Callao hacia Valparaíso, de allí tomaron camino hacia

Santiago, donde tuvieron una breve entrevista con O’Higgins con el propósito de que se

enterase del Plan, posteriormente pasaron a Buenos Aires y desde allí viajaron con

dirección a Europa, llegando a Inglaterra a mediados de 1822.

La Misión García del Río-Paroissien tenía además otros fines secundarios como el

reconocimiento del Perú como Estado soberano e independiente; el forjar alianzas

estratégicas mediante tratados de comercio; conseguir empréstitos; favorecer compañías

mineras extranjeras; y remitir a nuestro país cuanto intelectual y técnico europeo

quisiera ayudar a cimentar las bases del nuevo Estado independiente. Aunque, claro

reiteramos todo esto quedaba en segundo plano frente al principal objetivo que era el de

conseguir un Emperador para el Perú. Así lo expresa el preclaro intelectual peruano don

Mariano Felipe Paz Soldán en su obra Historia del Perú independiente.

“El verdadero objeto de tan extraordinaria mision á Europa (…) eran el grande

proyecto de Monarquizar la América, para lo cual había obtenido San Martin del

Consejo de Estado una ámplia instrucción á fin de que los enviados Garcia del Rio

y Paroissien solicitaran del gobierno inglés que el Príncipe de Sussex Cobourg, ó

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260

en su defecto uno de los de la dinastía reinante de la Gran Bretaña pasara á

coronarse (…) Emperador del Perú” (sic).6

Las instrucciones para la primera Misión Diplomática peruana se encontraban en el Acta

del Consejo de Estado, firmado en Lima, el 24 de diciembre de 1821; en dicho documento

se indicaba a los diplomáticos que debían convencer al Duque de Sussex para que viniese

al Perú, o en su defecto algún otro Príncipe de la corona británica.

Es interesante comentar, que la corona peruana no solo debía ser ofrecida a los príncipes

ingleses sino que también había la posibilidad de ofrecer el trono a algún príncipe

alemán, que fuese preferentemente pariente colateral de la Casa Real Británica. Este

príncipe debía aceptar convertirse al catolicismo, religión oficial del Perú. En defecto de

un príncipe alemán, era factible ofrecer la corona peruana a un archiduque de Austria,

siempre y cuando los ingleses lo respaldasen.

Si, el respaldo británico no se consiguiese, recién allí los diplomáticos podían acercarse

a la corte del Zar de Rusia, única potencia que rivalizaba militarmente con Inglaterra.

Allí los diplomáticos podían hacer el ofrecimiento a algún Gran Duque de Rusia para que

viniese a coronarse al Perú. Si Rusia también se negase, el Acta del Consejo de Estado de

1821, señalaba que podía hacerse igual ofrecimiento a un príncipe de Francia o Portugal,

e incluso uno de España, siempre que fuera el Duque de Luca.

¿Pero quiénes eran estos príncipes europeos candidatos a un hipotético trono peruano?

1. Inglaterra

El Reino Unido de Gran Bretaña, pese a haber perdido sus 13 colonias americanas seguía

siendo la potencia primigenia de Europa, el halo de superioridad había sido ganado tras

la derrota de Napoleón, convirtiéndose en amos y señores indiscutibles del mar. El rey

Jorge III de Inglaterra (1738-1820), quien había fallecido apenas un año antes de

proclamada nuestra independencia; había casado con la princesa Carlota de

Mecklemburgo Strelitz con la que tuvo varios hijos. ¿Pero cuál de ellos era el candidato

más idóneo para convertirse en Emperador del Perú?

6 PAZ-SOLDÁN, Mariano Felipe. Historia del Perú independiente. Lima: 1868, p. 271.

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261

a) El Acta del Consejo de Estado del 24 de diciembre de 1821, señalaba que debía

proponérsele la idea en primer lugar al príncipe Augusto Federico de Hannover, Duque

de Sussex, Conde de Inverness (1773-1843). El Duque de Sussex era un hijo segundón de

la Casa Real Británica y del que se puede decir que era rebelde contra su padre, pues no

le había obedecido en sus elecciones matrimoniales. El Duque de Sussex había casado en

dos oportunidades con mujeres que no pertenecían a la realeza, hecho inaudito en aquel

entonces. Los matrimonios fueron calificados como morganáticos, impidiendo de este

modo que su descendencia pudiera aspirar siquiera a ser considerados dentro del orden

sucesorio de la corona británica. Es interesante comentar que, el Duque de Sussex, solo

tuvo descendencia de su primer matrimonio con Lady Augusta Murray, con la que había

tenido dos hijos: Augusto Federico d’Este y Augusta Ema d’Este.

Es posible que el Libertador don José de San Martín pensase en el Duque de Sussex dada

su posición relegada en la Corte y la imposibilidad de que sus hijos heredasen. San

Martín, creyó que la aventura le resultaría al Duque gratificante y que nada podía perder.

b) En defecto, del Duque de Sussex, los diplomáticos peruanos podían pensar en otro

hijo del fenecido rey Jorge III, siendo la otra única posibilidad el príncipe Adolfo

Federico de Hannover, Duque de Cambridge, Conde de Tippery (1774-1850), que había

casado en 1818 con la princesa alemana Augusta de Hesse-Kassel, con la que tuvo al

príncipe Jorge Guillermo, Duque de Cambridge (1819-1904). Esta elección resultaba

también adecuada pues se trataba de una joven pareja con un hijo de apenas 4 años; nada

podían perder porque difícilmente su hijo Jorge Guillermo llegaría a ser Rey de

Inglaterra.

2. Alemania

En la segunda década del siglo XIX, Alemania era un conglomerado de Estados que si

bien tenían similitudes de lengua e historia se encontraban separados políticamente,

recordemos que se tuvo que esperar hasta 1870 para la unificación alemana bajo la casa

de los Hohenzollern. ¿Entonces a que casa real alemana se refería el Acta del Consejo de

Estado de 1821?

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262

a) Un primer candidato alemán al trono peruano era el príncipe Leopoldo de Sajonia-

Coburgo-Saalfeld (que luego sería Leopoldo I, primer rey de Bélgica), había pertenecido

a la familia real británica por vínculo uxorio; al haber casado el 02 de mayo de 1816 con

la princesa Carlota Augusta de Gales (hija única y heredera del Rey Jorge IV del Reino

Unido y de Carolina de Brunswick-Wolfenbüttel).

Sin embargo, la princesa Carlota Augusta falleció el 06 de noviembre de 1817 al día

siguiente de haber dado a luz un niño muerto. Fue así como el príncipe Leopoldo de

Sajonia-Coburgo-Saalfeld perdió la posibilidad de convertirse en Rey de Inglaterra. La

historia de este personaje es bastante interesante ya que fue el principal promotor de los

matrimonios regios de todos sus parientes. Asimismo, se sabe que fue propuesto al trono

de Grecia y Bélgica, aceptando este último y convirtiéndose en su primer monarca en

1831.

Consideramos que hubiera sido difícil convencerlo de venir al Perú, ya que si bien en

1821 no ocupaba ningún trono, sus intereses estaban puestos definitivamente en Europa;

la lejanía del Perú hubiera hecho imposible la consecución de sus más grandes

ambiciones que eran la de perpetuar su linaje en sendos tronos europeos; quizás su

mayor logro fue conseguir en 1840 la unión entre su sobrina la reina Victoria del Reino

Unido con su otro sobrino el príncipe Alberto de Sajonia-Coburgo-Gotha.

b) Un segundo candidato debía buscarse, según especificaciones del Acta del Consejo de

Estado, en una casa principesca alemana colateral a la Casa Real Británica, haciéndose

especial mención a los Brunswik. El duque Carlos II Guillermo de Brünswick-

Wolfenbuttel había logrado emparentar con la familia real británica a través de su

casamiento con la princesa Augusta de Hannover (hermana del rey Jorge III de

Inglaterra), la ceremonia religiosa se había realizado en la Capilla Real del Palacio de St.

James, el 16 de enero de 1764, con sucesión. Es posible que alguno de sus descendientes

pudiera ser considerado como candidato al trono peruano ¿pero quién? Consideramos

que la opción más lógica hubiera sido el nieto de los anteriores, el príncipe Pablo de

Württemberg Brunswick-Wolfenbüttel (1785-1852), cuarto hijo del rey Federico I de

Württemberg (1754-1816) y de la duquesa Augusta de Brunswick-Wolfenbüttel. El

príncipe Pablo se mostraba como el mejor candidato alemán, pues era primo hermano

del Rey de Inglaterra (incluso su madrastra había sido la princesa Carlota del Reino

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Unido, hija del rey Jorge III); por lo que, gozaba de una envidiable cercanía con la familia

real británica.

3. Austria

En el caso de Austria, se señala que cualquier archiduque era idóneo para el Perú,

siempre y cuando Inglaterra aceptase dicha fórmula. Creemos que en el caso austriaco la

única opción válida era la archiduquesa María Clementina de Austria casada con su

primo Leopoldo de Borbón-Dos Sicilias, príncipe de Salerno (1790-1851).

Leopoldo de Borbón-Dos Sicilias era hijo de Fernando I, rey de las Dos Sicilias (1751-

1825) y de María Carolina de Habsburgo-Lorena, archiduquesa de Austria; mientras que

su esposa la archiduquesa María Clementina era hija del emperador Francisco I de

Austria (1792-1806) y de su segunda esposa María Teresa de las Dos Sicilias (1772-1807).

Creemos que esta pareja eran los únicos candidatos posibles para coronarse

Emperadores del Perú, ya que el resto de sus hermanos tanto de Leopoldo como de María

Clementina ocupaban sendos tronos europeos, siendo ellos los únicos relegados.

4. Rusia

Si fallaba la Misión peruana en Inglaterra, Alemania y Austria podían los diplomáticos

García del Río y Paroissien dirigirse a la corte del Zar Alejandro I de Rusia (1777-1825),

única potencia que rivalizaba militarmente con Inglaterra. En San Petersburgo podían

solicitar al Zar que algún Gran Duque de Rusia viniese a nuestro país para coronase

Emperador del Perú, “ó algún otro á quien el Emperador asegurase su proteccion” (sic)7.

Esta última parte en el que se hace mención de -algún otro- hace sospechar del candidato

ruso. ¿Quién podría ser? El Zar Alejandro I pese a haber estado casado con la princesa

Luisa de Baden, solo tuvo dos hijas que murieron a tierna edad; aunque si tuvo varios

hijos extramatrimoniales. ¿Acaso el Consejo de Estado del Perú se adelantaba a los

hechos y daba carta blanca para aceptar a alguno de los hijos naturales del Zar? Si se

hubiera llegado a tal punto, el candidato seguramente hubiera sido el príncipe Nikolai

Lukash Vsevoloisky (1796 –1868), hijo ilegítimo del Zar Alejandro I y de Sofía

7 Ibíd., p. 272.

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Vsevolozhskaya (1775-1848). Sin embargo, dada su filiación no podía aspirar al trono

ruso, pero siendo el mayor de los vástagos del zar podía quizás ser elegible para un

distante trono americano.

Sobre el príncipe Nikolai Lukash se sabe que desde muy joven ingresó al ejército

imperial, sirviendo con valentía en la campaña contra Napoleón. Con el tiempo fue

ascendido al rango de Teniente General del Ejército y destinado al Cáucaso, sirviendo

como Gobernador de Tiflis (1855-1857), en el antiguo Reino de Georgia, territorio

anexado al imperio ruso a principios del siglo XIX, tras el fallecimiento del rey Jorge XII

Bagrationi de Georgia (1746-1800), último monarca de la dinastía real más antigua de

Europa.

Ahora si la corona peruana se hubiera ofrecido exclusivamente a los Romanov legítimos,

la elección hubiera recaído en alguno de los hermanos menores del Zar Alejandro I;

habiendo solo dos opciones posibles. La primera opción recaía definitivamente en el

Gran Duque Constantino Pávlovich Romanov (1779-1831), que se dice fue preparado

intensamente por su abuela la Zarina Catalina II “la Grande” para ocupar un hipotético

trono bizantino, tras una imaginada conquista de Estambul. Viendo la imposibilidad de

vencer a los otomanos, las aspiraciones del Gran Duque se desvanecieron.

El Gran Duque Constantino había casado con la princesa Juliana de Sajonia-Coburgo, de

la que se divorció en 1819. Al año siguiente, casó morganáticamente con la aristócrata

polaca Johanna Grudna-Grudczinska, a quien se le concedió el título de Princesa

Lowiczka; empero, tuvo que renunciar a la sucesión al trono ruso. Entonces, sin haber

logrado en su juventud ser emperador de un resucitado imperio bizantino; menos aún

podía aspirar en su madurez a la sucesión al trono ruso; era lógico que se considerase a

éste como candidato para el Perú. La segunda posibilidad, recaía en el Gran Duque

Miguel Pávlovich de Rusia (1798-1849), también hermano de Alejandro I, y dada su

remota posición en la sucesión, era factible su elección como posible Emperador del

Perú.

5. Francia

Con la caída de Napoleón Bonaparte, los Borbones fueron nuevamente restablecidos en

el trono francés en la persona del rey Luis XVIII (1814-1824), hermano del ejecutado Luis

XVI. De este linaje real tendrían que haber salido el candidato a la corona peruana; sin

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265

embargo, Luis XVIII no contaba con sucesión directa, entonces la elección pasaba a los

colaterales. Luis XVIII tenía como hermano y sucesor al príncipe Carlos de Borbón,

Conde de Artois (fututo rey Carlos X de Francia), cuyos dos hijos estaban directamente

ligados a la sucesión del trono galo. En tal sentido, poco interés podían tener los príncipes

franceses en un hipotético imperio peruano. Entonces ¿quién podía ser el candidato

francés? consideramos que ninguno; salvo que se llegase a considerar a lejanos parientes

como el príncipe Luis Felipe de Orleans (futuro rey Luis Felipe I de Francia) o en su

defecto al príncipe Luis Enrique José de Borbón-Condé (1736-1830); aunque lo

dudamos, pues viejo y sin hijos poco podía hacer en medio de la inestable situación

americana.

6. Portugal

En el caso portugués, no se consideró de ninguna forma a la rama fundada por el

emperador Pedro I del Brasil, quedando de este modo la candidatura libre al resto de sus

hermanos. ¿Acaso había un rechazo peruano a que Brasil terminara por absorber a los

países de la costa del Pacífico? ¿Esta decisión tenía alguna relación con las frustradas

aspiraciones de la reina Carlota (madre de Pedro I)? Recordemos que el rey Juan VI de

Portugal (1767-1826) había casado con la infanta Carlota Joaquina de Borbón, hija del

rey Carlos IV de España. Durante la invasión napoleónica la familia real portuguesa se

estableció en el Brasil. Fue allí que la reina Carlota Joaquina de Portugal se enteró del

encierro de la familia real española en Bayona y quiso de este modo hacerse con todos

los territorios americanos alegando ser hija de Carlos IV, con igual derecho que sus

hermanos, y además como residente en Brasil podía controlar fácilmente al Perú, Río de

la Plata, etc. Esta aspiración no tuvo éxito pese a que algunos ilusionados prestaron su

apoyo. Terminada la amenaza napoleónica, la familia real portuguesa regresó a Lisboa

mientras que el hijo mayor don Pedro quedó en el Brasil donde proclamó la

independencia y se coronó primer Emperador8.

8 El caso brasileño resulta sumamente interesante, Pedro I había sido proclamado primer emperador del Brasil el 12 de octubre de 1822; sin embargo, la guerra de independencia brasileña finalizó recién con la firma del Tratado de Río de Janeiro el 29 de agosto de 1825. El imperio del Brasil tuvo dos monarcas el ya mencionado Pedro I y su hijo Pedro II, estupendo gobernante, que trajo al Brasil no solo estabilidad política sino también un gran auge económico. La monarquía solo caería tras un burdo golpe de Estado militar en 1889, fecha en la que se depuso al ya cansado Pedro II quien prefirió marchar a Europa, desilusionado por el destino que le había tocado, no intento recuperar nunca su corona.

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Viendo la genealogía de la Casa Real de Braganza creemos que solo podían haber un

candidato al trono peruano el Infante don Sebastián Gabriel de Borbón y Braganza (1811-

1875), único hijo del Infante don Pedro Carlos de Borbón y Braganza (1786-1812) y de la

Infanta María Teresa de Portugal (1793-1874), hija primogénita del rey Juan VI de

Portugal, que había quedado relegada tras el nacimiento de sus hermanos varones Don

Pedro (Emperador del Brasil) y Don Miguel (Duque de Braganza).

En tal sentido, el infante Don Sebastián Gabriel, al igual que su madre, habían quedado

definitivamente relegados en la sucesión al trono luso. Su ideal alejamiento de las

conjuras dinásticas que se fueron sucediendo durante todo el siglo XIX, hizo a Don

Sebastián Gabriel candidato ideal al trono peruano; pese a que tan solo contaba con 11

años. Evidentemente, dada su minoría de edad, hubiera sido necesaria una corregencia

compartida entre la infanta María Teresa y el propio Libertador San Martín, que seguro

hubiera resultado muy conveniente.

7. España

En el caso de no encontrar un monarca para el Perú en todos los reinos anteriormente

mencionados, quedaba como última posibilidad solicitar a España al Duque de Luca.

Pero ¿quién era este Duque? Su nombre era Carlos II de Borbón-Parma, Duque de Luca,

un príncipe italo-español que había sido hijo de Luis I, Duque de Parma, Plasencia y

Guastalla y de la infanta española María Luisa de Borbón; y nieto por vía materna del rey

Carlos IV de España. Empero, pese a sus excelentes conexiones dinásticas con varias

casas reinantes europeas, la serie de vicisitudes que se sucedieron tras el advenimiento

de Napoleón Bonaparte, lo convirtieron en un rey sin reino. Napoleón lo había despojado

de Parma aunque lo indemnizó en 1803, por así decirlo, con el reino de Etruria, de breve

duración, pues quedó disuelto cuatro años más tarde. Fue así como el príncipe Carlos II

se vio obligado a trasladarse a la Corte de Madrid donde tenían la falsa promesa del

emperador francés de que le sería entregado un nuevo reino al norte de Portugal. La

invasión napoleónica a España desbarató todos los planes de Carlos II.

A la caída de Napoleón, se vislumbró la posibilidad de recuperar sus antiguos dominios

parmesanos; sin embrago, el Congreso de Viena determinó que los Ducados de Parma,

Plasencia y Guastalla pasaran a la esposa de Napoleón la archiduquesa María Luisa de

Austria. A cambio se le entregó de forma vitalicia el pequeño ducado de Lucca, al norte

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de Toscana; de allí que se le conozca como “Duque de Luca”. Como era evidente, su

ducado era pequeñísimo y las rentas bajas, por lo que la propuesta de un rico imperio

sudamericano pudo haberlo traído al Perú. Se sabe que el Duque de Luca conocía los

planes monárquicos sudamericanos, ya que incluso en 1817 había sido voceado para

coronarse Rey del Río de la Plata, a propuesta del Director Supremo don Juan Martín de

Pueyrredón; sin embrago, la caída de su gobierno hizo que el proyecto monárquico

argentino fracasara.

Queda claro entonces que las candidaturas eran varias, si no aceptaba uno había otro que

fácilmente podía sustituirlo como aspirante al soñado imperio de San Martín. No

obstante, pese a estas amplias y al parecer favorables posibilidades, la situación interna

del país era grave. San Martín había buscado en varias oportunidades convencer al Virrey

en unir fuerzas y colocar un monarca en el Perú; ninguna de sus propuestas fueron

aceptadas. Tampoco pudo liberar completamente al Perú, puesto que solo estaba libre la

costa peruana, mientras que el grueso de las fuerzas de La Serna estaban muy bien

apertrechadas en la sierra.

Viendo esto, San Martín, hombre juicioso, supo que su tiempo había llegado y que si

quería ver libre al Perú debía renunciar a aquellas sinceras y bien intencionadas

aspiraciones que tenía. Viajó a Guayaquil, y el 26 de julio de 1822, se dio la histórica

entrevista de los Libertadores, que determinó la salida de San Martín de suelo peruano.

Fue así como, la primera Misión Diplomática peruana ya no tuvo más asidero

acabándose de este modo con las aspiraciones monárquicas tantas veces anheladas. Pero

¿hubo acaso algún logro meritorio de esta primera Misión diplomática peruana? La

respuesta es afirmativa, pues se logró afianzar las relaciones comerciales con Inglaterra

lográndose además el primer empréstito de nuestro país por la elevada suma de un £

1’200,000.00 (Un Millón Doscientas Mil y 00/100 Libras Esterlinas), que ayudó a

solventar la crecida deuda que nos trajo la guerra de independencia.

Conclusión

Finalmente, debemos referir que el ingreso de un príncipe europeo como Emperador del

Perú solo hubiera retrasado lo inevitable. Las ambiciones particulares de los caudillos

militares peruanos, tarde o temprano, hubieran aflorado, resquebrajando el poder real y

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haciendo que la monarquía peruana cayese, en un símil a lo sucedido en México con

Agustín I de Iturbide, primer emperador mexicano que había sido proclamado como tal

en mayo de 1822. Su breve reinado duró hasta marzo de 1823 en que abdicó,

trasladándose a Europa.

En breve el Congreso Mexicano mediante Decreto del 23 de abril de 1824, decretó la

proscripción de D. Agustín de Iturbide, declarándolo traidor y fuera de la ley, así como

enemigo público, en caso de que se presente en cualquier parte del territorio mexicano;

igual suerte correrían todos aquellos que lo ayudasen a su regreso. El Decreto decía

textualmente lo siguiente:

“1. Se declara traidor y fuera de la ley á D. Agustin de Iturbide, siempre que bajo

cualquiera titulo se presente en algun punto de nuestro territorio. En este caso

queda por el mismo hecho declarado enemigo público del estado. 2. Se declaran

traidores á la federación, y serán juzgados conforme á la ley de 27 de setiembre

de 1823, cuantos cooperen por escritos encomiásticos ó de cualquier otro modo á

favorecer su regreso á la república mexicana” (sic)9.

Iturbide, que ignoraba esta amenaza contra su vida, regresó a México, siendo arrestado

y posteriormente ejecutado en Padilla, Tamaulipas el 19 de julio de 1824. Por lo que,

podemos concluir que la suerte de un monarca europeo en el Perú pudo haber sido la

misma que la del tristemente célebre Iturbide10.

9 Colección de Órdenes y Decretos de la Soberana Junta Provisional Gubernativa, y Soberanos Congresos Generales de la Nación Mexicana. Tomo III. México: Imprenta de Galván á cargo de Mariano Arévalo, 1829, p. 44. 10 Los Iturbide nuevamente resurgirían cuando Maximiliano I de Habsburgo, segundo emperador de México (1864-1867) por obra y gracia de Napoleón III, adoptó a los nietos del primer emperador (Agustín y Salvador) a los que convirtió en sus herederos dándoles además su apellido “de Iturbide-Habsburgo”. Sin embargo, la monarquía mexicana caería una vez más, siendo igualmente fusilado este segundo emperador en la ciudad de Querétaro el 19 de junio de 1867; demostrando así la imposibilidad de que en México pudiera subsistir la monarquía.

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BERNARDO MONTEAGUDO Y EL IMPACTO DE LA

REVOLUCIÓN DE MAYO EN EL PERÚ

TEODORO HAMPE MARTÍNEZ1

Pontificia Universidad Católica del Perú

Resumen:

Bernardo Monteagudo fue uno de los miembros más destacados de aquella primera

generación de políticos apasionados por el poder que surgieron en América hispana al

fragor de las guerras de independencia. Su inteligencia superior, su excepcional cultura,

su lealtad a la causa americana, así como su carácter, constancia, don de mando e

ilimitada capacidad de trabajo y organización, unidos a un pragmatismo poco común, le

convirtieron en el revolucionario por excelencia. El zigzagueante sendero ideológico que

lo condujo desde el jacobinismo extremo con el cual azuzó a los porteños en la Revolución

de Mayo hasta el monarquismo sui generis que promovió desde el Ministerio de Guerra

y Marina y la Sociedad Patriótica en Lima, da cuenta de la inventiva del pensamiento

revolucionario y de su recomposición en función de problemáticas concretas.2

Por ello, resultará interesante evaluar la biografía político-intelectual de este «jacobino

converso» que se propuso imaginar a la nación peruana, optando por una suerte de

monarquía de corte republicano en la cual era imprescindible conciliar creativamente

1 Licenciado en Historia y en Educación por la Pontificia Universidad Católica del Perú (1983); Doctor en Geografía e Historia por la Universidad Complutense de Madrid (1986). Profesor ordinario de la Pontificia Universidad Católica del Perú (nombrado en 1988) y de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (nombrado en 2003). Ha sido Profesor visitante en la Universidad de Paris X, la Universidad de Toulouse II, la Pontificia Universidad Católica de Chile, la Universidad de Sevilla, la Universidad de Paderborn y la Universidad de Brown. Ha recibido becas de investigación del Banco de España, de la John Carter Brown Library, de la Fundación Alexander von Humboldt y del Ministerio de Ciencia e Investigación de Austria. Es miembro nacional principal del Instituto Panamericano de Geografía e Historia y del Instituto Latinoamericano de Historia del Derecho. Miembro de número del Centro de Estudios Histórico-Militares del Perú, del Instituto Ricardo Palma, de la Sociedad Peruana de Estudios Clásicos y del Instituto Sanmartiniano del Perú. Miembro correspondiente de la Academia Argentina de la Historia, la Casa de la Cultura Ecuatoriana y la Sociedad Chilena de Historia y Geografía. 2 Cf. McEvoy, Carmen. «De la comunidad retórica al estado-nación: Bernardo Monteagudo y los dilemas del republicanismo en América del Sud, 1811-1822». En: Convivencia y buen gobierno: nación, nacionalismo y democracia en América Latina, comp. José Nun y Alejandro Grimson. Buenos Aires: Edhasa, 2006, p. 73-74.

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valores antiguos y modernos. Primeramente vamos a tratar la relación de Francisco

Antonio de Zela, el prócer limeño que se levantó contra el poder real en Tacna, con Juan

José Castelli (1764-1812), uno de los líderes más connotados de la Revolución de Mayo

en Buenos Aires. Luego estudiaremos el impacto de las Cortes generales y la Constitución

de Cádiz en Hispanoamérica del período emancipatorio, así como el proyecto de

monarquía aborigen que discutió el Congreso rioplatense de Tucumán, y finalmente nos

detendremos en las principales incidencias y el destino del proyecto monárquico de San

Martín y Monteagudo para el Perú.

Palabras clave: Bernardo Monteagudo / José de San Martín / Gesta Libertadora /

proyecto monárquico / sistema de gobierno

1. Castelli y Zela: comunidad de aspiraciones

Los grandes preceptos de igualdad, libertad, fraternidad, se extendieron en la época

independentista a lo largo y ancho de toda América. Uno de los hombres que más se

destacó en el ámbito de estas ideas revolucionarias fue Juan José Castelli, conocido como

el «Adalid de Mayo» o el «orador de la revolución». Su vida política no fue muy extensa,

dado que murió a edad relativamente temprana (1764-1812), cuando se iniciaba el

gobierno del segundo triunvirato en Buenos Aires. Pero sus ideas trascendieron las

fronteras de su patria, llegando a difundirse desde el Río de la Plata hasta Paraguay,

Chile, el Alto Perú, el Perú nuclear y Ecuador.

Al igual que otros próceres de la época, Castelli consideraba que América debía

configurarse como una gran familia, una reunión de países que sustentara las bases de

una confederación. Buscaba una transformación completa en lo político, lo económico y

lo social. Según ha destacado un valioso trabajo de la profesora Cristina Mazzeo (2007),

sus ideas corresponden a la vanguardia del movimiento revolucionario en América del

Sur.

Juan José Castelli se nutrió de nuevos conceptos durante su formación como abogado en

la Universidad de Chuquisaca. Esto le permitió dar a sus ideas un sustento jurídico en el

cual se basó su concepto de soberanía popular.3 En sus primeras proclamas se evidencia

3 Mazzeo, Cristina. «La fuerza de la palabra dicha: las proclamas de Juan José Castelli y su proyección continental». En: La república peregrina: hombres de armas y letras en América del

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la defensa de la monarquía, pero luego, al ser criticado por la facción más conservadora

de la revolución, se volcó hacia la independencia. En la declaración de Tiahuanaco,

proclamada en el primer aniversario de la Revolución de Mayo (25 de mayo de 1811),

reconoció a los indios como ciudadanos iguales ante la ley, pero respetó sus

particularidades al decidir que eligieran a sus propios representantes.

Poco se ha escrito en realidad sobre Castelli. No fue un personaje que suscitara el interés

de los historiadores políticos, quizá porque llevaba el estigma de haber sido considerado

un jacobino. Sin embargo, el jacobinismo se enmarca en una mística que proclamaba a

la dignidad humana como algo inseparable de la libertad. Manifestaba, además, odio

hacia la aristocracia y el despotismo. Castelli fue considerado un radical por sus ideas

que propugnaban la supresión de las castas en el Alto Perú y la igualdad con los

indígenas. En fin, su propuesta va a estar enmarcada en el más claro concepto del

republicanismo y el derecho natural de los pueblos, considerando a la revolución como

un deber que, en caso necesario, tendría que ser impuesto por la fuerza para el bienestar

de todos los hombres.4

Recordemos que luego de los sucesos del 25 de mayo de 1810 y erigida ya la junta grande

en Buenos Aires, Castelli fue designado representante de la misma con plenas facultades.

Entre sus instrucciones se encontraba la de obtener la mayor cantidad de adhesiones en

todos los pueblos del interior, darles confianza en el nuevo gobierno, fiscalizar el

reclutamiento de nuevos soldados, imponer contribuciones y, en caso extremo, aplicar la

pena de muerte.

A través de sus proclamas, Castelli promovió la unidad de la América española. Su deseo

era lograr en Lima la instalación de un gobierno provisorio y reservar a los distritos del

Perú, Chile, Santa Fe y Buenos Aires para discutir sobre la organización de unas cortes

generales americanas. Esa fue la razón por la que eligió Tiahuanaco, sede de varias

culturas, como el sitio para lanzar su declaración ya mencionada. En aquel espacio, cuya

fuerza ritual recordaba haber sido el primer imperio americano, proclamó la anulación

Sur, 1800-1884. Lima: Institut Français d'Études Andines & Instituto de Estudios Peruanos, 2007, p. 123-149. 4 Cf. Hampe Martínez, Teodoro. «Zela y Castelli: la primera rebelión criolla», en Caretas: ilustración peruana (Lima), nº 2216, 26 de enero, 2012.

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de los derechos de los soberanos españoles sobre América, rindió homenaje a la memoria

de los Incas e incitó a vengar a aquellos antepasados.

Pero Castelli recibió de la junta bonaerense la contradictoria orden de no presentar

combate con su ejército sin tener la seguridad del éxito. En estas circunstancias, el 20 de

junio de 1811 las fuerzas del general José Manuel de Goyeneche avanzaron sobre las

tropas revolucionarias en Guaqui, infligiéndoles una rotunda derrota, la cual dio por

perdido definitivamente el Alto Perú. De tal manera toda esta rica comarca quedó en

poder de los españoles y criollos comandos por Goyeneche, a quien Castelli definía como

«poseedor de un corazón formado en la intriga y habituado al crimen».5

Si bien el ejército auxiliar de la junta de Buenos Aires fue vencido en Guaqui, las

proclamas de Castelli corrieron como reguero de pólvora y dieron lugar a varias

sublevaciones en el Perú, entre 1811 y 1814. Dichos alzamientos no llegaron a feliz

término por una serie de razones, incluyendo las diferencias internas entre los

conductores de la revolución y la presión de diversos factores económicos y sociales.

No cabe duda de que los hechos ocurridos en San Pedro de Tacna entre el 20 y 23 de

junio de 1811, es decir la conspiración de Francisco Antonio de Zela, estuvieron

influenciados por la ideas de Castelli. Debido a la posición estratégica de Arica y Tacna

para cortar el suministro a las tropas españolas que rondaban el Alto Perú, resultaba de

vital importancia que las poblaciones de estas comarcas se sublevaran. Evidencias

documentales han comprobado que existió un canal de comunicación entre Castelli y

Zela, y las condiciones estaban dadas para una rebelión en Tacna. Pero ésta estalló el

mismo día en que el ejército patriota fue derrotado en Guaqui. Es un hecho que el

descalabro de las tropas rioplatenses debilitó el ritmo de la rebelión tacneña porque se

contaba con dicho ejército para sostener el movimiento.

El 20 de junio un grupo de personas capitaneado por José Rosa Ara, hijo del cacique

indígena de Tacna, logró tomar el cuartel de caballería y apoderarse de las armas, y a

continuación el vecindario comenzó a reunirse, dando vivas al rey, a la junta de Buenos

Aires, a Castelli y a Zela. La noche de ese mismo día se organizó una reunión en la casa

de Zela, donde éste dio lectura a las últimas comunicaciones de Castelli, informó sobre

5 Mazzeo, «La fuerza de la palabra dicha», [2], p. 139.

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los avances del ejército bonaerense y señaló que otras ciudades como Arequipa,

Moquegua y Tarapacá también estaban dispuestas a sublevarse.

El segundo día de la rebelión, sin enterarse aún del desastre de Guaqui, Zela se proclamó

Comandante Militar de la Unión Americana y mandó publicar un bando donde

anunciaba la inminente llegada de las tropas rioplatenses, prometiendo a sus

conciudadanos que «la mansedumbre de mi corazón y la generosidad de nuestros

restauradores, cuya personería ejerce el doctor don Juan José Castelli, darán a conocer

el beneficio que se os espera».6 Luego llegaron refuerzos procedentes de los jefes

indígenas de Tarata, de Sama, de Locumba y de Ilabaya; pero no llegaron las esperadas

fuerzas de Arequipa ni de Tarapacá.

Lamentablemente, el 23 de junio Zela fue víctima de un repentino ataque cerebral y debió

ceder la conducción del movimiento a Rafael Gabino de Barrios. Esto coincidió con la

llegada de las noticias sobre la derrota del ejército bonaerense en Guaqui, por lo que ya

no se podía contar con los refuerzos indispensables para mantener la rebelión. Así, a

pesar del entusiasmo y la buena disposición de los participantes, la insurrección quedó

abortada. Cuando finalmente llegó a Tacna el ejército realista, no hubo batalla alguna.

Goyeneche rodeó la casa de Zela, y este prefirió aceptar su detención buscando que con

su castigo no se vieran afectados los patriotas que lo habían secundado.7

San Pedro de Tacna era en realidad un próspero pero humilde pueblo, con unos siete mil

habitantes, mayormente indios, en cuya estructura social estaba a la cabeza la familia de

los caciques Ara. Se sabe por referencias documentales de la riqueza que poseían estos

jefes indígenas, que accedían a libros importados de Europa y uno de cuyos miembros,

José Rosa Ara, participó decisivamente en el movimiento de Zela. Lo cierto es que esta

insurrección no pasó de ser un grito de libertad y no aspiró a constituir una junta de

gobierno porque Tacna, la posterior «ciudad heroica», no poseía el mismo rango de sede

de audiencia o cabeza de intendencia que otras poblaciones hispanoamericanas.

2. La Constitución de Cádiz: monarquía limitada

6 Cf. Seiner Lizárraga, Lizardo. Francisco Antonio de Zela, Lima: Editorial Brasa, 1995, s.v. «El estallido del movimiento», p. 45-58. 7 Arévalo Vergara, Alexis Rolando. «En honor al bicentenario de Francisco Antonio de Zela y el primer grito libertario». Mercurio Peruano (Piura), nº 524, 2011, p. 64.

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La Constitución liberal de Cádiz recibió el consentimiento tanto de peninsulares como

de americanos, y fue jurada de manera solemne en las principales ciudades del nuevo

continente; así en Lima se juró el 2 de octubre de 1812, recibiendo amplia legitimidad

popular. De este modo se inauguró en Iberoamérica la monarquía constitucional,

proyecto que después buscaría ser reeditado de forma fallida en el Perú en 1821, con San

Martín y Monteagudo, y en México en 1822, con Agustín de Iturbide. Sólo fue ensayado

con éxito en Brasil, durante el largo período que va de 1822 hasta 1889.8

La Constitución doceañista inauguró la división de poderes entre el Legislativo, el

Ejecutivo y el Judicial, limitando cualquier prerrogativa absolutista. Consagró el

principio de ciudadanía a partir de los 25 años, igualando a españoles y americanos en

sus derechos políticos. Proclamó la libertad de pensamiento y otorgó inclusive el sufragio

a los analfabetos que cumplieran determinados requisitos. Además, ratificó las bases

democráticas del gobierno municipal, desechando el régimen edilicio patrimonial en el

que había degenerado el ayuntamiento colonial.

Sin embargo, el ilustre historiador José Agustín de la Puente Candamo expresa: «Esta

Constitución tendrá el triste destino de no satisfacer plenamente a los extremistas, no

calmar el problema americano y ganar, en cambio, la odiosidad de los tradicionales».9

La Constitución de Cádiz regulaba las relaciones entre el Ejecutivo y las Cortes desde

unos esquemas que se situaban en las antípodas del sistema de gobierno parlamentario,

tal como había denunciado desde su exilio londinense José María Blanco-White.10 El Rey

se configuraba a la vez en jefe del Estado y jefe del Gobierno (según estaba definido en el

Discurso Preliminar), y la Constitución no establecía un órgano colegiado de gobierno

―Consejo de Ministros o gabinete― ni por tanto la preeminencia en él de un Secretario

de Estado o Ministro. Los Secretarios del Despacho, si bien gozaban de una autonomía

8 El traslado de la familia real portuguesa a Río de Janeiro, en 1808, resultó decisivo para que el territorio del Brasil alcance su independencia. Sólo un año después de que el rey José VI regresara a Portugal, su hijo y heredero del trono, Pedro I (1798-1834), proclamó oficialmente la independencia política del Brasil, el 7 de septiembre de 1822, haciéndose coronar en seguida como primer Emperador de la nueva nación. 9 Puente Candamo, José A. de la. Notas sobre la causa de la independencia del Perú. 2ª ed. Lima: Librería Studium, 1970, p. 70. 10 De esta denuncia se ocupa el artículo de Joaquín Varela Suanzes, «Un precursor de la monarquía parlamentaria: Blanco-White y El Español (1810-1814)». Revista de Estudios Políticos (Madrid), Nueva época, nº 79, ene-mar. 1993, p. 101-120.

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mayor que sus antecesores en el siglo XVIII, eran considerados por la Constitución como

ministros del Rey y no como verdaderos titulares del Poder Ejecutivo y de la función de

gobierno; función esta última que los redactores del instrumento gaditano (como era

común en la época) habían desconocido en tanto que capacidad autónoma, distinta de

las tres clásicas funciones o poderes del Estado.

Ejecutivo y Legislativo, en definitiva, se concebían como dos poderes separados e

independientes, sin más mecanismos de unión entre ellos que la débil iniciativa y la

sanción regia de las leyes, la cual llevaba anexa un simple veto suspensivo del monarca.

A esto podría añadirse el formulario Discurso de la Corona, que el Rey debía pronunciar

en la apertura de las sesiones parlamentarias y que el Presidente de las Cortes debía

contestar «en términos generales», según disponía el art. 123. Todo este ordenamiento

jugaría más adelante un papel importante en el desarrollo del sistema parlamentario

español.11

Por otro lado, la creación de una Diputación Permanente de Cortes y de un Consejo de

Estado obedecía también al sentimiento de desconfianza hacia el Ejecutivo y, en lo que

concierne a esa última institución, al deseo de disminuir el peso de los Secretarios del

Despacho. El Consejo de Estado, cuyos miembros eran nombrados por el Rey a

propuesta en terna de las Cortes, ejercía unas funciones consultivas, correspondiéndole

asesorar al Rey «en los asuntos graves gubernativos y señaladamente para dar o negar la

sanción a las leyes, declarar la guerra y hacer los tratados», como establecía el art. 236.

En el Reglamento del Consejo de Estado, aprobado por Decreto CLXIX del 8 de junio de

1812, se facultaba también a este órgano para proponer al Rey las medidas necesarias

«para aumentar la población, promover y fomentar la agricultura, la industria, el

comercio, la instrucción pública y cuanto conduzca a la prosperidad nacional» (art. 3º).

La suma de tales atribuciones, a las que debe añadirse la de proponer al Rey, en terna,

las personas destinadas a ocupar determinados oficios eclesiásticos y judiciales,

convertían al Consejo de Estado ―según palabras de Menéndez Rexach― en un

verdadero Consejo de Ministros en sentido moderno, aunque colocado, naturalmente,

bajo la dirección del monarca, que era quien finalmente decidía. En este esquema, sigue

afirmando este autor, los Secretarios del Despacho «quedaban relegados a la simple

11 Cf. Varela Suanzes, Joaquín. «La monarquía imposible: la Constitución de Cádiz durante el Trienio». Anuario de Historia del Derecho Español (Madrid), vol. 66, 1996, p. 653-687.

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ejecución de lo que el Rey acuerde, por sí solo o previo dictamen del Consejo de Estado.

Se institucionalizaba así a nivel orgánico el dualismo funcional entre deliberación y

ejecución, al que en las Cortes de Cádiz se atribuyó gran importancia como garantía

frente a la arbitrariedad».12 No muy distinto sería el esquema administrativo fijado por

el Estatuto Provisional del general San Martín en el Perú (1821), que normaba las

funciones y relaciones entre el Protector, cabeza del nuevo Estado, y los ministros de su

gabinete, titulares de los despachos de Estado y Relaciones; Guerra y Marina; y

Hacienda.

Fernando VII sentía un odio profundo hacia la Constitución de Cádiz, porque restringía

notablemente sus prerrogativas, sin que él hubiera tenido arte ni parte en su elaboración

ni, desde luego, en su restablecimiento. Pese a ello, cuando se vio obligado a restaurarla

tras la victoriosa rebelión del general Riego, no tuvo reparo alguno en proclamar su

fidelidad a este código, a la vez que su amor por sus otrora vasallos o súbditos.13

En realidad, la nueva promulgación de este texto constitucional en 1820 supuso una luz

de esperanza para los liberales radicales y para los demócratas de toda Europa, relegados

o perseguidos a consecuencia de la política reaccionaria que la Santa Afianza había

impuesto en el viejo continente. La Constitución de 1812, fruto señero de una guerra de

independencia nacional, primero, y enarbolado osadamente, después, ante las fauces de

la reacción internacional, se convirtió durante el Trienio en un punto de referencia para

todo el movimiento liberal y nacionalista de Europa y América, marcando así un hito

decisivo en la historia del liberalismo occidental.14 Con su restablecimiento en la década

del veinte, el epicentro de la revolución europea se había trasladado a España; esto es, a

una nación que pocos años antes había asombrado al mundo entero por la heroica

12 Menéndez Rexach, Ángel. La Jefatura del Estado en el Derecho Público español. Madrid: Instituto Nacional de Administración Pública, 1979, p. 239. 13 Marcelino Menéndez Pelayo lo definiría como un monarca "de aviesa condición; falso, vindicativo y malamente celoso de su autoridad, la cual, por medios de bajísima ley, aspiraba a conservar incólume" (Historia de los heterodoxos españoles. 3ª ed. Madrid: Biblioteca de Autores Cristianos, 1978, II, p. 741-742). 14 Sobre la influencia de la Constitución de Cádiz en Europa, véase Ferrando Badía, Juan. La Constitución española de 1812 en los comienzos el Risorgimento. Roma: Instituto Jurídico Español, 1959, y «Vicisitudes e influencias de la Constitución de 1812». Revista de Estudios Políticos (Madrid), nº 126, 1962, p. 169-228, y también Timmermann, Andreas. Die "Gemäßigte Monarchie" in der Verfassung von Cádiz (1812) und das frühe liberale Verfassungsdenken in Spanien. Münster: Aschendorff, 2007.

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victoria que su pueblo, galvanizado básicamente en defensa de la monarquía y la religión

tradicional, había infligido a Napoleón, la bête noire de la Europa reaccionaria.15

Los «exaltados», también llamados «veinteañistas», querían restablecer íntegramente el

programa de las Cortes de Cádiz e incluso radicalizarlo. Sus dirigentes más destacados

eran Álvaro Flórez Estrada, Moreno Guerra, Romero Alpuente, Istúriz y, de forma más

ambigua, Calatrava. Estos hombres pensaban que en España había un peligroso divorcio

entre el poder político, en manos de los liberales, y el poder social, en manos de los

absolutistas. Este divorcio sólo podía solucionarse, a juicio de ellos, acelerando el proceso

revolucionario y ampliando la base social de las nuevas instituciones. Los moderados

pensaban, por el contrario, que no debían radicalizarse los conflictos sino buscar un

entendimiento, teniendo en cuenta el escaso apoyo popular con que contaba el Estado

constitucional, como se había puesto de manifiesto de forma trágica en 1814, cuando la

masa popular había dado la bienvenida a Fernando VII y el absolutismo.

Ahora bien, aunque durante el Trienio existiese un órgano colegiado de gobierno

(Gabinete de seis miembros), un Primer Ministro y una responsabilidad política de

ambos ante las Cortes, no es posible hablar de una parlamentarización de la monarquía,

ni mucho menos de una monarquía parlamentaria. Lo que pretendieron los diputados

«exaltados», así como algunos moderados, no era tanto introducir un sistema

parlamentario de gobierno, cuanto un sistema convencional o asambleario, en el cual las

Cortes participasen de todas las funciones del Estado, incluida la jurisdiccional.16

3. El Congreso de Tucumán: monarquía nativa

La vida del abogado y político tucumano Bernardo Monteagudo estuvo siempre marcada

por acontecimientos intensos vinculados a la esfera pública. Acerca de su primera época,

Gustavo Montoya nos da un vivo retrato del personaje: «…en sus reflexiones predominan

los elementos retóricos, panfletarios y demagógicos. Pero más allá de entender estas

iniciales reflexiones en el contexto en que fueran formuladas, es importante destacar el

15 Cf. Varela Suanzes, «La monarquía imposible», [10], p. 662. 16 Artola, Miguel. Antiguo régimen y revolución liberal. Barcelona: Editorial Ariel, 1978, p. 218-219, recuerda que las Cortes "se declararon competentes en relación con diversos procedimientos judiciales, en los que su decisión tuvo carácter resolutorio por encima de las competencias de los tribunales o del poder, reservado al monarca, de conceder indultos".

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espíritu pedagógico y doctrinal con que están impregnadas».17 Se trataba, pues, del

imperativo de sembrar el ánimo revolucionario apelando a los afectos y las pasiones.

Durante el Congreso de las provincias del Río de Plata realizado en 1816 en Tucumán, su

«patria chica», un compañero de armas de la Revolución de Mayo, el abogado

bonaerense Manuel Belgrano (primo hermano de Castelli), encabezó la propuesta de los

alto-peruanos para restituir la monarquía incaica y, además, establecer al Cuzco como

capital del nuevo Estado constitucional. Optó por recurrir a la búsqueda de un monarca

de linaje inca, con la idea de que bajo esta condición la población mayormente indígena

del Alto Perú se plegaría a su causa y se lograría la unidad de América del Sur. La

propuesta de Belgrano fue dada tal vez para desagraviarse de aquellos opositores que lo

señalaban como «traidor» por haber intentado traer un monarca europeo. En tal sentido,

comulgaba con los ideales del general San Martín, Libertador del Perú, quien trató

también de obtener un príncipe foráneo para este territorio.18

El Congreso de Tucumán se inicia el 24 de marzo de 1816. En aquel entonces el gran

debate era la independencia política. El mismo día, pero tres años antes, la Asamblea

General Constituyente de 1813 había quemado en plaza pública todos los elementos de

tortura, festejando seguramente el decreto abrogatorio del Santo Oficio de la Inquisición

dado por las Cortes de Cádiz. Esa fue una fecha de gran representación simbólica para lo

que habían sido cuatrocientos años de colonialismo, de censura y de opresión. Esto, que

aparece como una casualidad, merecería ser estudiado ciertamente con más

profundidad.

Un segundo aspecto, que también tiene que ver con lo simbólico, se refiere al regreso de

Manuel Belgrano desde el viejo continente. Él llegaba de la Europa de la Santa Alianza y

de las monarquías en plan de retorno, buscando escarmentar a los revolucionarios de la

primera hornada. En ese marco, Belgrano propuso al Congreso de Tucumán que se

instaurara una monarquía constitucional, a cuya cabeza debía estar un Inca. Esto es algo

extraordinario, que se discutió el 6 de julio de 1816 y se seguirá discutiendo por muchos

17 Montoya, Gustavo. «Pensamiento político de Bernardo Monteagudo: entre el autoritarismo y la democracia». Investigaciones Sociales: revista del Instituto de Investigaciones Histórico-Sociales UNMSM (Lima), nº 8, 2001, p. 88. 18 El punto ha sido tocado en Alberto Rivera Acuña-Falcón y Raúl Chanamé Orbe, «¿Utopía o realidad? La monarquía independiente de Monteagudo» (comunicación presentada al Congreso "El Bicentenario desde una mirada interdisciplinaria: legados, conflictos y desafíos", Córdoba, Argentina, 27-29 de mayo de 2010).

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años después. Es importante porque era la idea de muchos patriotas, y se expresaba

además en las provincias del Noroeste argentino, que constituyen una especie de extremo

meridional quechua o andino. La propuesta de elevar un Inca a la clase superior de

gobierno tenía el propósito de atraer a las masas indígenas a la revolución, a las guerras

de liberación que se anunciaban como dramáticas, y así restablecer la justicia histórica

frente a tres siglos de resistencia sumergida.19

Se ha dicho que Belgrano debió soportar cierta mofa colectiva a su propuesta de coronar

a un Inca, pues los diputados de origen porteño dijeron, entre risas, que se quería coronar

«a un príncipe de patas sucias», acusándole además de realista y casi hasta de traidor.

Lo cierto es que el autor de aquella proposición, al igual que San Martín, Güemes,

Pueyrredón y varios otros, veía la necesidad de legitimar la Revolución de Mayo,

abriéndola a los pueblos indígenas y mestizos, o sea, a las grandes mayorías olvidadas.20

Cabría preguntarse: ¿qué hubiese pasado si Belgrano lograba imponer la idea de una

monarquía constitucional liderada por un Inca? Quizá se hubiera conquistado ―tal como

sugería Eduardo Rosenzvaig― algunos elementos nuevos, no sólo para la historia

argentina, sino también latinoamericana. Quizá hubiéramos logrado mostrar que somos

un continente esencialmente indígena, no como lo señala aquella idea que trajo la Iglesia

a este continente y asegura que nacimos a partir de la conquista.21 Además, con ese Inca

al frente de la estructura política primaría la idea de que hay otros principios filosóficos

de vida. Por ejemplo, los principios de reciprocidad y redistribución, donde no todo se

hace a cambio de un trueque capitalista, sino por un principio de solidaridad mutua.

Esto, sin duda, es algo que hubiera cambiado la fisonomía de las nacientes repúblicas.

4. El proyecto monárquico de San Martín y Monteagudo

La experiencia de más de diez años de revolución previa a la independencia peruana

19 Cf. Colombres, Adolfo, «Una visión de la historia cultural: Tucumán y el Noroeste argentino» (28 de abril 2014). Artículo disponible en https://culturatucuman.wordpress.com. 20 Conviene recordar aquí las insinuaciones que, alrededor del proyecto del Inca, se expresaron a favor de la "candidatura" de Juan Bautista Túpac Amaru (1747-1827), hermano paterno del rebelde Túpac Amaru II. Su novelesca existencia ha sido tratada recientemente en: Neira, Hernán (ed.). Visión de los vencidos. Estudio y transcripción de las Memorias de Juan Bautista Túpac Amaru. Santiago de Chile: Editorial USACH, 2009, y Ayala, José Luis. Juan Bautista Túpac Amaru (cronivela). Lima: Fondo Editorial Cultura Peruana, 2013. 21 Cf. Rosenzvaig, Eduardo. Historia crítica de la cultura de Tucumán, t. 1. El vientre de cerámica. San Miguel de Tucumán: Universidad Nacional de Tucumán, Facultad de Artes, 2008.

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había hecho evidentes, a los jefes del Ejército Libertador, los nefastos resultados

producidos por el brusco cambio en la estructura política de los nacientes Estados, que

tras varios siglos de dominación colonial iniciaban su existencia autónoma constituidos

en democracias representativas. De ahí que, a su arribo al Perú, el monarquismo

representara una convicción profundamente arraigada en el ánimo de San Martín, lo

mismo que en el de su más eficaz colaborador, el coronel Bernardo Monteagudo, quien

para entonces estaba desligado ya de las postulaciones liberales que anteriormente había

defendido.22 Carmen McEvoy explica de manera clara las razones por las que existía un

entusiasta y necesario interés en establecer una monarquía constitucional:

Monteagudo se propuso poner en funcionamiento un sistema político que

tuviera muy en cuenta las limitaciones sociales, geográficas, étnicas y

económicas que se oponían a la posibilidad del proyecto republicano en el

Perú. En pocas palabras, la opción monárquica surgió ante la imposibilidad

vivenciada tanto por Monteagudo como por San Martín de llevar a cabo en

su lugar de origen, las Provincias Unidas del Río de la Plata, la alternativa

contractual; es decir, el ideario republicano que inicialmente defendieron...23

Aun cuando San Martín había proclamado la independencia en Lima, el virrey don José

de la Serna seguía gobernando en el sur peruano, desde la sede audiencial del Cuzco.

Para derrotarlo y garantizar la independencia, y para que el Perú pasara del régimen

virreinal a la vida independiente de modo pacífico, San Martín instauró el Protectorado.

El 3 de agosto de 1821, mediante un decreto, asumió las funciones políticas y militares

de gobierno. El régimen del Protectorado contaba sólo con tres ministerios: Estado y

Relaciones Exteriores (a cargo de Juan García del Río), Guerra y Marina (a cargo de

Bernardo Monteagudo) y Hacienda (a cargo de Hipólito Unanue).

22Hay diversas fuentes para estudiar el proyecto monárquico de ambos dirigentes, que fueron en su momento (1971-1976) editadas por la Comisión Nacional del Sesquicentenario de la Independencia del Perú. Desde el punto de vista doctrinario, contamos con el brillante y juvenil aporte de Jorge Basadre, La iniciación de la República; contribución al estudio de la evolución política y social del Perú. Lima: F. & E. Rosay, 1929-30. 2 vols., y con el ya clásico estudio de Puente Candamo, José A. de la. San Martín y el Perú; planteamiento doctrinario. Lima: Editorial Lumen, 1948. 23 McEvoy, Carmen. «El motín de las palabras: la caída de Bernardo Monteagudo y la forja de la cultura política limeña (1821-1822)». Boletín del Instituto Riva-Agüero (Lima), vol. 23, 1996, p. 101-102.

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La labor de gobierno de San Martín se empeñó, más que en hacer la guerra, en persuadir

a la población peruana del hecho de la independencia y de su proyecto de monarquía

constitucional, entendido como el puente que salvaría el abismo entre el coloniaje y la

libertad. En este propósito resultó un personaje clave su ministro Monteagudo,

tucumano a quien se motejaba de «mulato», un ideólogo de veras brillante, a quien, sin

embargo, su animadversión contra los españoles terminó volviendo impopular entre la

clase dirigente de Lima.24

En la Sociedad Patriótica de Lima sería Monteagudo quien propondría un concurso

dentro del cual se hallaba el tema más importante del momento: ¿Cuál es la forma de

gobierno más adaptable al Estado peruano, según su extensión, población, costumbres y

grado que ocupa en la escala de la civilización? La sola convocatoria hecha por el ministro

trajo eco en los diferentes frentes. Habría que indicar que el lugar no era quizá el más

apropiado para debatir el tema, por tratarse de un cenáculo compuesto de solo 40

miembros, elegidos a dedo por el gobierno. Para calmar los ánimos, se puso de manifiesto

que el mencionado debate tendría fines exclusivamente académicos, en clara alusión al

conocido autoritarismo de Monteagudo.25

Más tarde, desterrado en la apacible ciudad de Quito, Monteagudo haría una

ponderación de lo acaecido con su persona en el Perú. El resultado fue uno de los mejores

alegatos en defensa de la monarquía constitucional en América. «La democracia era

inadaptable al Perú», sentenció.26 Para demostrarlo se refirió a la moral del pueblo, el

estado de su civilización, la proporción en que estaba distribuida la masa de la riqueza y

las mutuas relaciones existentes entre las varias clases que formaban aquella sociedad.

Ya hemos dicho que, apenas proclamaba la independencia, el general San Martín tomó

a su cargo la responsabilidad gubernativa del país bajo el título de Protector del Perú,

asumiendo todas las atribuciones de los poderes ejecutivo y legislativo; lo hizo

24 Cf. Contreras, Carlos, y Marcos Cueto. Historia del Perú contemporáneo: desde las luchas por la Independencia hasta el presente. 3ª ed. Lima: Pontificia Universidad Católica del Perú, Universidad del Pacífico & Instituto de Estudios Peruanos, 2004, p. 55. 25 Los 40 miembros de la Sociedad Patriótica pueden ser agrupados en tres sectores: el grupo conservador, que apoyaba el monarquismo de San Martín; el bando liberal, que reunía a los partidarios republicanos; y un sector intermedio o moderado, aunque proclive a posiciones liberales. Cf. Pacheco Vélez, César. «La Sociedad Patriótica de Lima, de 1822 (primer capítulo en la historia de las ideas políticas en el Perú republicano)». Revista Histórica (Lima), vol. 31, 1978, p. 20-25. 26 Cit. en Contreras y Cueto, Historia del Perú contemporáneo, [23], p. 64.

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considerando que así lo reclamaba la conveniencia pública, aunque únicamente

«mientras existan enemigos en el país y hasta que el pueblo forme las primeras nociones

del gobierno de sí mismo».27 El régimen sanmartiniano, de corte autocrático, quedó

sancionado el 8 de octubre de 1821 mediante la promulgación del Estatuto Provisional,

el cual vino a significar la primera dentro de una bien organizada cadena de acciones

tendientes a la realización del proyecto monárquico. Y esto ha merecido la enérgica

censura de algunos historiadores: por ejemplo, Leguía y Martínez condena el afán

monarquista de San Martín, calificándolo de «estigma que afea su nombre, mancha que

opaca su gloria...».28

De conformidad con Jorge Basadre, se distinguen tres etapas en el proyecto monárquico

expuesto por el Libertador durante su administración en el Perú, las cuales detallaremos

a continuación.

Primera etapa: la conferencia de Punchauca

La etapa inicial se ubica en los meses anteriores a la proclamación de la independencia

en Lima. Se trata de las gestiones oficiales emprendidas ante los representantes de la

corona española, aprovechando la formación de una Junta de Pacificación convocada por

el virrey La Serna en abril de 1821. Instalada dicha Junta, los diputados patriotas y

realistas tuvieron varias reuniones y concertaron finalmente una entrevista entre los

jefes de ambos ejércitos, la cual ocurrió el 2 de junio de dicho año en la casa-hacienda de

Punchauca, sobre el valle del Chillón (unos 25 km. al noreste de Lima).

Por su ubicación equidistante entre el cuartel general de Huaura (asiento de los

patriotas) y el fundo Aznapuquio, donde se guarecían las tropas realistas, Punchauca

resultó el escenario idóneo para las conversaciones que hemos mencionado. Si no fuera

por el recuerdo de los historiadores, empero, nada haría pensar hoy que esa polvorienta

edificación —a un costado de la carretera a Canta— fue alguna vez teatro privilegiado de

la política internacional.

27 Puente Candamo, José A. de la (ed.). Obra gubernativa y epistolario de San Martín. Lima: Comisión Nacional del Sesquicentenario de la Independencia del Perú, 1974-76, I, p. 27. 28 Leguía y Martínez, Germán. Historia de la emancipación del Perú: el Protectorado. Lima: Comisión Nacional del Sesquicentenario de la Independencia del Perú, 1972, V, p. 2.

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En aquella conferencia, San Martín, motivado por la convicción de que el Perú se

arruinaría en caso de continuar la guerra, hizo una franca declaración sobre la forma

política que pensaba dar al país: «La experiencia de una revolución que dura ya once

años ha demostrado que el gobierno más adecuado a las clases, a las costumbres, aun a

los vicios, a las preocupaciones, en general, al carácter y a la educación del Perú, es la

monarquía; una monarquía constitucional que asegure a este pueblo su independencia,

su libertad, su tranquilidad y su opulencia, eximiéndolo del desorden y de la

anarquía...».29 Pero el santo de la espada fue más allá y formuló un plan que conduciría

al cese inmediato de las hostilidades. Propuso proclamar la independencia del Perú y

erigir un triunvirato como junta gubernativa o regencia, que estaría presidido por La

Serna; conseguido esto, los ejércitos patriota y realista se unirían en un solo y San Martín

viajaría a España para concertar con el Rey el establecimiento de una monarquía

constitucional en el Perú y la elección de un príncipe borbónico por las Cortes.

Sin embargo, tal proposición, que apuntaba a la integración del Perú en una suerte de

«mancomunidad hispánica» y que resultaba netamente ventajosa para los intereses de

la corona, fue rechazada por el virrey y su cuerpo de oficiales generales. Alegaron que

dicha fórmula contravenía las instrucciones regias que habían recibido y que sólo podría

aceptarse una junta si gobernaba en nombre de la nación española, no admitiendo la

soberanía del Perú.30

Segunda etapa: el debate sobre la forma de gobierno

La siguiente etapa está constituida por una serie de disposiciones que el general San

Martín aplicó, junto con su ministro Monteagudo, buscando formar en el Perú algunos

núcleos interesados en la realización de su objetivo monárquico, y tiene su culminación

en el envío de una misión diplomática de primer rango a Europa. Empecemos señalando

la creación de la Orden del Sol, el 8 de octubre de 1821, por medio de la cual se pensaba

formar una casta de honor que, representando una especie de nobleza burocrática,

serviría para contrapesar y limitar los alcances de la aristocracia tradicional. La Orden,

29 Leguía y Martínez, Historia de la emancipación del Perú, [27], IV, p. 268. Véase también Piccirilli, Ricardo. «San Martín y el diario de Abreu: las tramitaciones de Miraflores y Punchauca». Historia (Buenos Aires), nº 3, 1957, p. 126-155, y Pons Muzzo, Gustavo. Las conferencias de Miraflores y de Punchauca y su influencia en la conducción de la guerra de la Independencia en el Perú. Lima: Instituto Sanmartiniano del Perú, 1999, p. 26-28. 30 Paz Soldán, Mariano Felipe. Historia del Perú independiente. Primer período, 1819-1822 [1868]. Edición facsimilar. Buenos Aires: Instituto Nacional Sanmartiniano, 1962, I, p. 166-167.

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destinada a ser «el patrimonio de los guerreros libertadores, el premio de los ciudadanos

virtuosos y la recompensa de todos los hombres beneméritos», agrupó en su inicio a más

de 200 miembros, comprendiendo las categorías de fundadores, beneméritos y

asociados.31

Otra medida eminentemente promonárquica durante el Protectorado fue la revalidación

de los títulos de Castilla, conferidos a lo largo del tiempo colonial a diversos súbditos de

origen peruano, mayormente descendientes de los conquistadores y primeros

pobladores, funcionarios virreinales y (para el siglo XVIII) comerciantes enriquecidos.

Al producirse la Independencia, la aristocracia titulada se hallaba bastante extendida en

el virreinato del Perú, pues había un ducado, 70 marquesados, 49 condados, dos

vizcondados y numerosas hidalguías.32 Interesado en conservar y proteger esta nobleza

tradicional, San Martín mandó por decreto del 27 de diciembre de 1821 reconocer las

antiguas dignidades, que serían denominadas en lo sucesivo títulos del Perú.33

Además, los impulsores del proyecto monárquico no descuidaron la difusión de sus

ideales dentro del ambiente intelectual de la época. Con tal objeto, el Protector dispuso

el 10 de enero de 1822 la fundación de la Sociedad Patriótica de Lima, establecimiento

académico —puesto bajo la presidencia del propio Monteagudo— cuyo propósito era el

planteamiento de tesis y la formulación de ideas acordes con los anhelos sanmartinianos.

La Sociedad Patriótica fue instalada en el recinto de la Universidad de San Marcos y

celebró un total de veinte reuniones. El encendido debate sobre la cuestión de la forma

de gobierno comenzó el día 1 de marzo, cuando el presbítero José Ignacio Moreno ofreció

un brillante y elocuente discurso en defensa del establecimiento de la monarquía en el

Perú, basado en el presupuesto de que la difusión del poder político se halla en razón

directa de la ilustración y civilización de un pueblo y en razón inversa de la extensión de

su territorio (tal como lo plantea Montesquieu en El espíritu de las leyes).34

31 Cf. Ugarteche, Pedro. La Orden del Sol del Perú (1821-1825; 1921-1971). Lima: Instituto Sanmartiniano del Perú, 1971, p. 11-18. La Orden del Sol subsistió hasta después de la victoria de Ayacucho, siendo abolida por el Congreso el 9 de marzo de 1825, al considerarla poco conforme con los fundamentos de la primera Constitución republicana, de orientación liberal. 32 Cf. Rosas Siles, Alberto. «La nobleza titulada del virreinato del Perú». Revista del Instituto Peruano de Investigaciones Genealógicas (Lima), vol. 21, 1995, p. 41-43. 33 El uso de los títulos de nobleza fue prohibido por el Congreso Constituyente dos años después. Cf. Leguía y Martínez, Historia de la emancipación del Perú, [27], V, p. 41-46. 34 Basadre, La iniciación de la República, [21], I, p. 23-24.

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Como puede imaginarse, la réplica republicana no se hizo esperar y tuvo lugar sólo una

semana después, en la sesión del 8 de marzo. En esta oportunidad intervinieron el

abogado Manuel Pérez de Tudela, moderadamente inclinado al gobierno democrático, y

el presbítero Mariano José de Arce, quien refutó el discurso de su monárquico colega

(Moreno), expresando su desacuerdo con la propuesta de tomar en cuenta la extensión

para determinar el sistema político de un país. También participó Fernando López

Aldana, advirtiendo sobre los inconvenientes que resultarían de la elección de un

soberano, ya fuere éste un descendiente de los incas, un príncipe europeo (lo cual «sería

degradante para la América») o uno de los caudillos de la Emancipación.35

Ya vemos, pues, que la política auspiciada por San Martín debió enfrentar la aguda

reacción de los dirigentes liberales, quienes desplegaron su contestación a varios niveles.

Uno de los más tenaces fue José Faustino Sánchez Carrión que, encubierto bajo el

seudónimo del Solitario de Sayán, dirigió a la Sociedad Patriótica una serie de cartas

sobre la inadaptabilidad de la institución monárquica en el Perú.36

La situación se complicó a tal punto que se llegó a los hechos tumultuarios del 25 de julio

de 1822, día en que la población limeña —aprovechando el vacío de autoridad producido

por la ausencia de San Martín, quien había viajado a Guayaquil para su conferencia (tan

célebre como misteriosa) con Bolívar— se amotinó, exigiendo la deposición del odiado

ministro Monteagudo, a quien se achacaba el haber experimentado «todos los horrores

del despotismo».37 A raíz de la presión popular, se produjo su destitución y alejamiento

del país, tras lo cual pudo abrirse el debate periodístico, antes imposible, debido a la

represión que imponía el factótum rioplatense.

Tercera etapa: la leyenda del rey José

35 Comp. Leguía y Martínez, Historia de la emancipación del Perú, [27], V, p. 122-131; Pacheco Vélez, «La Sociedad Patriótica de Lima», [24], p. 28-31. 36 Cf. Porras Barrenechea, Raúl. «José Faustino Sánchez Carrión, el tribuno de la República Peruana». En su Los ideólogos de la Emancipación, Lima: Editorial Milla Batres, 1974, p. 23-25. Véase también el reciente artículo de Carmen McEvoy, «El Tribuno de la República: ideología y praxis de José Faustino Sánchez Carrión», en Caretas: ilustración peruana (Lima), nº 2397, 6 de agosto, 2015. 37 En el Prospecto de La Abeja Republicana se puede leer lo siguiente: "...por desgracia hemos experimentado durante el año de nuestra regeneración política todos los horrores del despotismo, debidos exclusivamente al ex ministro don Bernardo Monteagudo..." (La Abeja Republicana [1822-23]. Edición facsimilar. Prólogo y notas de Alberto Tauro. Lima: Ediciones Copé, 1971, p. 1).

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De acuerdo con el ya citado maestro Jorge Basadre, la última etapa o aspecto de la acción

monarquista se refiere a la versión del «rey José», que habla de los presuntos deseos de

San Martín por ocupar él mismo el hipotético trono del Perú independiente (algo similar

a lo que había realizado Iturbide en México, coronándose emperador). Si bien no

sabemos hasta qué punto eran auténticas esas tendencias personalistas, es un hecho que

corrió cierto rumor que atribuía al Libertador tales intereses y que en buena medida

resultaba fruto de la creciente impopularidad respecto a su comportamiento en el país,

donde se le achacaba inacción en el plano militar y un excesivo despliegue de lujo.38

Referencias a ese supuesto propósito sanmartiniano se encuentran en la condena oficial

a la letrilla La Palomita, que se cantó en Lima el día de la jura del Estatuto Provisional,

en honor de «nuestro protector y emperador del Perú». Además, en su proclama de

despedida al pueblo peruano, el 20 de septiembre de 1822, el mismo San Martín admite

que «ya estoy aburrido de oír decir que quiero hacerme soberano...».39

En suma, podemos afirmar que las ideas monárquicas que el Protector trató de fomentar

en el país no encontraron la repercusión esperada, al menos entre los círculos sociales y

políticos más encumbrados, los cuales respondieron con indiferencia o aun con abierta

oposición. Desde un inicio se dejó sentir la voz de los dirigentes liberales, que exigieron

la inmediata convocatoria de un Congreso nacional, llamado a decidir sobre la forma de

gobierno y a otorgar su primera Constitución al Estado peruano. Abatido luego del

levantamiento popular contra Monteagudo, su mayor hombre de confianza, el Protector

amparó la instalación del Congreso Constituyente y dejó en manos de éste el «mando

supremo que la absoluta necesidad me hizo tomar contra los sentimientos de mi corazón,

y que he ejercido con tanta repugnancia».40

5. El destino de la misión García del Río-Paroissien

38 Cf. Basadre, La iniciación de la República, [21], I, p. 39. 39 Puente Candamo, Obra gubernativa y epistolario, [26], II, p. 379. Véase también Bas, Jorge Guillermo. «Notas referentes a la salida de San Martín del Perú». Revista de la Universidad Nacional de Córdoba, 2ª serie, nº 4, 1963, p. 201-259. 40 Pons Muzzo, Gustavo, y Alberto Tauro (eds.). Primer Congreso Constituyente. Lima: Comisión Nacional del Sesquicentenario de la Independencia del Perú, 1973-75, III, p. 14. Haciendo un análisis del fracaso de las ideas del proyecto monárquico, Basadre escribe: "San Martín lo comprendió y, sin empecinarse en su plan, apoyó la reunión del Congreso, donde, eliminado Monteagudo, entraron en masa los liberales, y se retiró" (La iniciación de la República, [21], I, p. 40-41).

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Entre los dispositivos enmarcados en el plan que debía conducir al establecimiento de

una monarquía en el Perú, se encuentra la erección de un cuerpo político consultivo,

cercano a San Martín, destinado a aconsejarle y proponer los medios más efectivos para

la consecución de dicho objetivo. Se trata del Consejo de Estado, compuesto de una

docena de miembros (la mayoría de ellos en virtud de los altos cargos públicos que

ocupaban).41 Su instalación se realizó en diciembre de 1821, en medio de la azarosa

situación política y material que pasaba la colonia recién independizaba: en el campo

financiero apremiaba una severa crisis, que se buscaba resolver por medio de préstamos

solicitados a naciones extranjeras, a lo cual se aunaba la necesidad de conseguir dinero y

vituallas para culminar la guerra de la Independencia.

Fueron tales urgencias económicas, agregadas a los propósitos monarquistas, los que

motivaron el envío de varias misiones diplomáticas al exterior, algunas de ellas a otros

países de América y la principal a Europa.42 Esta última fue encargada a dos personajes

de gran prestigio, nacidos fuera del Perú, que estaban cercanamente vinculados al

Libertador: eran Juan García del Río y Diego Paroissien, nombrados el 24 de diciembre

de 1821 con el voto aprobatorio del Consejo de Estado. En punto a sus rasgos biográficos,

diremos sucintamente que García del Río (de 27 años de edad) era un letrado nacido en

Cartagena de Indias, hijo de un comerciante español, y ocupaba el ministerio de

Relaciones Exteriores en el primer «gabinete» peruano; mientras que Paroissien (de 38

años), era un médico londinense que había decidido mejorar su suerte en

Hispanoamérica, tomando abierto partido por la causa independentista.43

A ambos comisionados se les otorgó plenos poderes, como «enviados extraordinarios y

ministros plenipotenciarios», para negociar en nombre del Perú con los gobiernos

soberanos de América y Europa, y se les explicó las condiciones para la venida de un

príncipe europeo a que reinase en este país.

41 Cf. Leguía y Martínez, Historia de la emancipación del Perú, [27], V, p. 47. 42 Álvarez Brun, Félix (ed.). Misiones peruanas, 1820-1826: misión García del Río-Paroissien. Lima: Comisión Nacional del Sesquicentenario de la Independencia del Perú, 1972, p. xiii-xxiii. Véase también Estévez, Alfredo, y Óscar Horacio Elía. «San Martín, Protector del Perú: anotaciones acerca de algunas cuestiones económico-financieras». Universidad (Santa Fe), nº 30, 1955, p. 23-83. 43 Cf. Hampe Martínez, Teodoro. «Sobre el proyecto monárquico de San Martín (La misión García del Río-Paroissien, 1821-1825)». Revista de Historia del Derecho (Buenos Aires), nº 27, 1999, p. 195-218, notas 24 y 25.

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Junto con las indicaciones referentes al príncipe que debían conseguir para ser coronado

Emperador del Perú, asegurando de este modo la protección de alguna de las potencias

europeas —en lo posible, la Gran Bretaña o el Imperio ruso—, los emisarios de San

Martín recibieron una serie de instrucciones de diversa índole, que estaban obligados a

ejecutar a lo largo de su travesía y que podemos resumir de la manera siguiente:

(a) En Chile, debían manifestar al supremo director Bernardo O’Higgins sus

instrucciones reservadas sobre el proyecto monárquico, así como obtener de su

gobierno una respuesta satisfactoria por la conducta que había observado el

marino Lord Cochrane (uno de los grandes protagonistas de la Expedición

Libertadora); además, debían solicitar el envío de un contingente de mil hombres

a la costa de Arequipa para participar en la campaña de puertos intermedios, con

miras a obtener la liberación de las provincias andinas meridionales.

(b) En el Río de la Plata, debían gestionar ante el gobierno nacional (que no

encontraron instalado) el envío de fuerzas militares por Salta hacia el Alto Perú

para atacar a las tropas realistas acantonadas en dicha región.

(c) Ante las cortes europeas, debían propiciar el reconocimiento de la independencia

peruana por las principales potencias; debían negociar un empréstito por un

máximo de 6.000.000 de pesos e interesar la inversión de capitales europeos en

las minas del Perú. Por último, quedaban encargados de mandar a este país

individuos de notorio mérito en artes o ciencias, así como máquinas de especial

utilidad y obras impresas para la Biblioteca Pública de Lima, recién establecida.44

Ha habido alguna controversia respecto a la correcta interpretación de las instrucciones

políticas y financieras brindadas a García del Río y Paroissien, hecho derivado

seguramente de la incógnita que rodeó el motivo de su partida, ya que las notificaciones

para los comisionados se guardaron en secreto y fueron redactadas originalmente en

clave. Mientras unos señalan que el aspecto crucial de la misión García del Río-

Paroissien era el político: declarar el proyecto monárquico a los mandatarios de Chile y

Buenos Aires y lograr la venida de un príncipe europeo; otros historiadores sostienen que

lo fundamental era conseguir el apoyo económico y el reconocimiento de la

independencia por las potencias europeas, pues el asunto de un hipotético soberano

44 Comp. Paz Soldán, Historia del Perú independiente, [29], I, p. 270-271, y Álvarez Brun, Misión García del Río-Paroissien, [41], p. xxiv-xxv.

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289

peruano era meramente accesorio.45 No va por este último camino nuestra opinión, ya

que parece evidente que el punto nuclear de dicha misión diplomática —según lo

manifiesta una pluma tan influyente como la de Bernardo Monteagudo— era el envío de

«un príncipe de aptitud y prepotencia que rija los destinos del Perú, pues está [San

Martín] altamente penetrado que el gobierno más conducente a su felicidad es el

monárquico constitucional...».46

Puede decirse que García del Río y Paroissien tuvieron una actuación francamente

positiva en el Viejo Mundo, dando cumpliendo a la mayoría de las instrucciones que

habían recibido, incluyendo el envío de libros para la nueva Biblioteca Pública, como se

puede apreciar por los interesantes listados de títulos que acompañan a su

correspondencia. En total, remitieron al Ministerio de Relaciones Exteriores peruano

183 oficios, de los cuales más de 150 aparecen fechados en Londres.47

Los reportes de los comisionados se hallan impregnados de una queja constante por la

incertidumbre que sufrían —tengamos en cuenta la lentitud y la dificultad de las

comunicaciones en la época— respecto a los cambios políticos producidos en el Perú. Así

es que los enviados tropezaron con dificultades para el cumplimiento de su misión

debido al pronto alejamiento de San Martín de la escena peruana y al incierto cuadro

político que a partir de entonces imperó en el país, lo cual determinó una sucesión de

revocaciones parciales y ambiguas de su mandato. El 22 de noviembre de 1822 un

decreto del Congreso Constituyente declaró insubsistentes los poderes conferidos por el

gobierno protectoral a estos agentes «en todo lo que dicen relación a la forma de

gobierno», añadiendo que sus instrucciones referentes a la monarquía eran «opuestas al

voto común de los pueblos y gravosas a los verdaderos intereses del Perú».48

6. Epílogo: la añoranza monárquica de Riva Agüero

45 Comp. Paz Soldán, Historia del Perú independiente, [29], I, p. 271, y Álvarez Brun, Misión García del Río-Paroissien, [41], p. xxii. 46 Así se expresa Monteagudo en un oficio que dirigió al Consejo de Estado el 2 de abril de 1822, por encargo del Protector (Puente Candamo, Obra gubernativa y epistolario, [26], I, p. 280). Hemos abordado con detalle el tema de los eventuales candidatos para asumir la corona imperial del Perú en el artículo «Un príncipe europeo para ser emperador del Perú: la misión García del Río-Paroissien (1821-1825)». Boletín de Lima, no. 16/17/18, dic. 1981, p. 3-19. 47 Por la datación de su correspondencia, sabemos que también estuvieron en París dos veces, la primera entre febrero y mayo de 1824 y la segunda entre septiembre del mismo año y enero de 1825 (cf. Álvarez Brun, Misión García del Río-Paroissien, [41], oficios n° 160, 161, 162, 175, 176, 177, 178, 179, p. 276-283 y 307-311). 48 Pons Muzzo y Alberto Tauro, Primer Congreso Constituyente, [35], III, p. 83.

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290

José de la Riva Agüero y Sánchez Boquete fue el primer presidente de la República del

Perú. Se hizo de la presidencia en febrero de 1823, a través de un golpe de Estado que

derrocó a la Junta Gubernativa formada tras la partida de San Martín. Es paradójico, sin

lugar a dudas: la vida republicana del país comenzó imponiendo el autoritarismo. Al

Congreso de aquel entonces no le quedó otra alternativa que avalar el golpe y ascender a

Riva Agüero al grado de Gran Mariscal. No es difícil imaginar que el cambio de

mentalidad de este personaje comenzó cuando se ciñó la banda de presidente del Perú.

Tal vez ahí comprendió que el país no estaba preparado para un gobierno republicano. Y

es curioso, puesto que desde 1809 Riva Agüero se había constituido en un denodado

revolucionario y conspirador que creía firmemente en la ruptura con España y en las

ideas liberales. Pronto, el peso de la realidad lo convencería de lo contrario.

El pensamiento del Riva Agüero maduro es el de un reaccionario, y de esto ―tras una

azarosa vida― quedó constancia cuando se dieron a conocer sus memorias, al poco

tiempo de morir. En ellas se aprecia la añoranza de un hombre por el Antiguo Régimen,

especialmente ante el caos y la anarquía que la instauración de la república supuso para

el Perú.49

En 1858, la librería de los hermanos Garnier, de París, publicó un libro titulado

Memorias y documentos para la historia de la independencia del Perú y causas del mal

éxito que ha tenido ésta, obra firmada por Pruvonena (anagrama de «Un peruano»),

seudónimo bajo el cual se escondía José de la Riva Agüero y Sánchez Boquete. La

explicación para que el ex presidente del Perú decidiera encubrir su identidad podría

estar en la desazón y la frustración que debió sentir al ver cómo la obra de la

independencia, aquella por la que él tanto había luchado ―aun a riesgo de su propia

vida―, se había derrumbado y llevado consigo los esfuerzos y la honra de muchos

patriotas. Esos sentimientos, sin lugar a dudas, se acentuaron por la persecución que

sufrió Riva Agüero a manos de sus enemigos y por el exilio que durante muchos años lo

mantuvo alejado de la patria. A su regreso, ya en edad senil, pudo observar desde la paz

de su retiro a un país devorado por la anarquía y las luchas entre los caudillos; en ese

momento, tal vez, sus remembranzas se dirigieron a los viejos tiempos, al de sus

antepasados, y quizá el ex presidente evocara el antiguo orden de la monarquía.

49 Cf. Torres Arancivia, Eduardo. Buscando un rey: el autoritarismo en la historia del Perú, siglos XVI-XXI. Lima: Pontificia Universidad Católica del Perú, Fondo Editorial, 2007, p. 126-127.

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Enrique de Rávago Bustamante observa que en esas añoranzas «aflora el pesimismo y la

amargura de un hombre que, aventajado por la herencia material de la vieja aristocracia

criolla, sentía que no había obtenido todo el reconocimiento que merecía de parte de los

dirigentes de la República».50 Lo evidente es que el criollo limeño buscó reivindicarse

mediante dicha obra, y esta intención se percibe durante toda la narración. Al mismo

tiempo, realiza un balance del proceso de independencia, al cual salpica de anécdotas e

historias, verosímiles la gran mayoría, irrisorias o patéticas las otras. En muchos pasajes,

los juicios que hace de las personalidades que trató son lapidarios, apasionados y crueles,

y esto le da una fuerte carga de subjetividad a un análisis que se pretende imparcial.

No obstante, el principal hilo conductor de las memorias se encuentra en el afán de Riva

Agüero de querer demostrar que los peruanos se habían equivocado al optar por el

sistema republicano, y que la única solución estaba en «volver al estado en que se hallaba

este país en el tiempo último de la dominación española».51 La democracia que se

pretendió instaurar en el Perú ―decía Pruvonena― solo habría llevado a la anarquía: el

país se había convertido en una nación de pares, mas no de ciudadanos. El poco realismo

del proyecto republicano exasperaba al autor, quien se quejaba del divorcio existente

entre la ley y la realidad en el país, pues mientras la primera proclamaba al ciudadano,

la segunda estaba formada por súbditos. También propugnaba un gobierno de la

inteligencia en el que los más capaces gobernasen sobre el vulgo; dicha propuesta estaba

cargada de un contenido eminentemente racista que marginaba al mestizo, al indio y al

negro.

En cuanto a los actores que aparecen en las memorias de Pruvonena, estos son los

personajes centrales de la independencia del Perú, así como de la posterior etapa del

caudillismo militar, todos quienes que tuvieron un trato muy cercano con Riva Agüero.

En extensos pasajes aparecen las figuras de San Martín, Monteagudo, Bolívar, Torre

Tagle, Gamarra, Salaverry, Santa Cruz, etc., casi todos tratados con severidad, desprecio

o sorna.52

50 Rávago Bustamante, Enrique de. El gran mariscal Riva Agüero, primer presidente y prócer de la peruanidad. 2ª ed. Lima: Industrial Gráfica, 1999, p. 199. 51 Riva Agüero, José de la (alias P. Pruvonena). Memorias y documentos para la historia de la independencia del Perú, y causas del mal éxito que ha tenido esta. Paris: Garnier hermanos, 1858, I, p. 270. 52 El valor de estas memorias fue tratado brevemente en el clásico manual de Raúl Porras Barrenechea, Fuentes históricas peruanas: apuntes de un curso universitario. Lima: Juan Mejía Baca & P.L.Villanueva, 1954, p. 286.

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José de San Martín es presentado como un personaje timorato que se dejó envolver por

la perversa influencia de su asesor, Bernardo Monteagudo, y cuyas acciones no fueron lo

suficientemente hábiles para llevar a buen término la conducción de la guerra. Así, el

desembarco en la bahía de Pisco es representado como una acción violenta, encaminada

hacia el saqueo y la depredación, mientras que el Protectorado queda como un interregno

tiránico en el que más pesaba la opinión de Monteagudo que la de cualquier otro

funcionario, lo que condujo a sistemáticos abusos contra los peninsulares residentes en

Lima. Es de comprenderse, entonces, que los epítetos lanzados contra estos dos

personajes no pudieran ser más despectivos: mientras que Monteagudo queda como un

Robespierre sediento de sangre, San Martín es catalogado de bárbaro.

Extensos pasajes de la memoria están dedicados a Simón Bolívar. El balance que traza

Pruvonena sobre la presencia bolivariana en el Perú es absolutamente duro: incluye la

desmembración del país ―refiriéndose a Guayaquil y al Alto Perú―, saqueos

sistematizados, robos sacrílegos, división entre los peruanos e intervención extranjera.

Asimismo, la inconsecuencia del Libertador también fue blanco de Riva Agüero, al

criticar su proyecto dictatorial y su Constitución Vitalicia con tintes de monarquía

absoluta. Sin embargo, el análisis furibundo de este insidioso escritor no se detuvo en la

crítica política; también apeló a acusaciones raciales para arremeter contra el

venezolano: lo describió como un zambo «que tenía más sangre de Guinea que de

España», de costumbres licenciosas, promiscuo y depravado.53

No obstante, el momento cumbre de la obra llega cuando Riva Agüero enumera y explica

las causas del fracaso de la independencia del Perú. Si aquel proyecto había quedado

trunco ―decía Pruvonena― se debía a que la tendencia del país apuntaba a un régimen

monárquico, ya que la mayor parte de su historia había vivido bajo tal sistema de

gobierno. Asimismo, las instituciones republicanas que se intentaron crear en el Perú

nunca llegaron a consolidarse, y como consecuencia se generó un vacío de poder que

múltiples caudillos militares pretendieron llenar. Finalmente, señala que la aplicación

del sistema democrático en este territorio solo había traído caos y anarquía, puesto que

las diferencias raciales y culturales eran tan hondas que la pretendida igualdad ante la

53 Cf. Pruvonena, Memorias y documentos para la historia de la independencia, [50], I, p. 219.

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ley no era más que una ficción novelesca. En esencia, advierte Torres Arancivia (2007),

el primer presidente de la República buscaba a un rey perdido.54

* * *

La convulsión política y social continuaría incluso en el epílogo de las luchas por la

independencia, buscando adeptos en las comunidades más recónditas de los Andes.

Acontecía que el sentimiento hacia los ideales de la patria aún se encontraba «tibio»

entre la mayor parte de los naturales; como bien señalan los historiadores Contreras y

Cueto, en varias regiones indígenas del centro del Perú se mantenía una posición de

fidelidad hacia la Corona.55

En el fondo podemos señalar que Monteagudo era originalmente un agitador jacobino, y

el alma de las propuestas ideológicas de San Martín. Sin embargo, su díscola y fulgurante

personalidad no fue de gran ayuda para el proyecto monárquico del Libertador, eso sin

olvidar lo diverso de los conflictos y características que acompañaban al naciente Estado

peruano. El abogado tucumano, con la experiencia vivida en las provincias argentinas y

su paso por Chile, se había embarcado en los designios de lo que Gustavo Montoya

denomina: «el descomunal desafío que suponía el conciliar, articular y darle una

solución de continuidad al problemático tránsito —por lo menos en el plano intelectual—

del súbdito al ciudadano».56

Monteagudo es un claro ejemplo del dilema asociado a la necesidad, sentida entre los

intelectuales post-absolutistas, de conciliar universos mentales, tradiciones culturales,

sistemas de creencias contrapuestos y en gran medida irreconciliables. Así se entiende la

propuesta monteagudina de fundar una monarquía peruana basada en el mérito y con

una plebe armada para defenderla. Hay que tener en cuenta que el general San Martín,

desde su desembarco en la bahía de Paracas hasta su renuncia como Protector ante el

Congreso Constituyente, dirigió una guerra de desgaste en la cual la conquista de la

opinión pública era un objetivo primordial. En este contexto virtualmente bélico el

Protector, secundado por su fuerte ministro Monteagudo, impartió numerosos decretos

para fundar una nueva sociedad y capturar la sensibilidad patriótica de sectores

54 Torres Arancivia, Buscando un rey, [48], p. 130. 55 Contreras y Cueto, Historia del Perú contemporáneo, [23], p. 69. 56 Montoya, Gustavo. «Pensamiento político de Monteagudo», [16], p. 88. Podemos remitir además a San Martín Vásquez, Juan. «Bernardo Monteagudo: del pensamiento jacobino a la propuesta monárquica para el Perú». Tiempos: revista de historia y cultura (Lima), vol. 6, 2011, p. 151-157.

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294

heterogéneos hacia la «santa causa» de la independencia. Para ello sancionó una nueva

emblemática y promovió nuevos símbolos y rituales cívicos.57

Una discreta placa en la Biblioteca Nacional de Lima, de la cual fue fundador, constituye

quizás el único reconocimiento oficial del Estado peruano hacia un hombre que, como

muy pocos de sus contemporáneos, supo entender a cabalidad el carácter y los límites

que las guerras de liberación planteaban a las nacientes repúblicas hispanoamericanas.

Esas eran épocas en que las alternativas ideológicas se abrían paso y había que elegir la

más adecuada para la organización del país. En tal sentido, Simón Bolívar describía a

Monteagudo como un gran diplomático, pero advertía que era «aborrecido en el Perú

por haber pretendido una monarquía constitucional».58

Una de las causas para el alejamiento forzado de Monteagudo en 1822 fue la

animadversión que se había generado hacia su persona; llegaron a señalarlo como

oprobioso, grosero y hasta una suerte de rifador de los destinos del Perú. Del rioplatense

se decía que era un hombre de temer, creyente de sus reformas, altanero al hablar,

siempre muy provocativo y arrogante.

En suma, entendemos que el derrotero intelectual de Bernardo Monteagudo, el

protagonista de la Revolución de Mayo y de la primera independencia peruana, puede

ayudar no sólo a comprender el uso argumentativo de los conceptos revolucionarios, sino

también a entender sus múltiples sentidos y su aplicación a lo largo del tiempo. La

reconfiguración del utillaje mental del prócer tucumano ocurrió, como él mismo

constantemente lo sugiere, a partir de un conjunto de problemas políticos concretos,

siendo probablemente el más importante el desafío que supuso construir un Estado

soberano en el Perú. Su comunidad de enemigos le plantaron al final, sin embargo, una

mala jugada, pues murió asesinado en Lima en enero de 1825.59

57 Cf. Ortemberg, Pablo. «Celebración y guerra: la política simbólica independentista del general San Martín en el Perú». En: Viejas y nuevas alianzas entre América Latina y España (XII Encuentro de Latinoamericanistas Españoles). Madrid: Consejo Español de Estudios Iberoamericanos, 2006, p. 1275 y ss. 58 Carta de Simón Bolívar a Francisco de Paula Santander, del 4 de agosto de 1823, cit. en Montoya, «Pensamiento político de Monteagudo», [16], p. 86-87. Véase también ibídem, p. 102-105. 59 Cf. Palma, Ricardo. «Monteagudo y Sánchez Carrión: estudio histórico». En: Tradiciones; sexta serie. Lima: Imprenta del Universo, 1883, p. 77-86, y el reciente ensayo de Varillas Montenegro, Alberto. «Palma, Monteagudo y Sánchez Carrión». Aula Palma (Lima), vol. 11, 2012, p. 193-220.

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299

JOSÉ DE SAN MARTÍN FRENTE AL

PROYECTO MONÁRQUICO DE CORONACIÓN DEL INCA

EN EL CONGRESO DE TUCUMÁN (1816)

SANDRO OLAZA PALLERO1

Universidad de Buenos Aires

Resumen:

El presente trabajo se centra en una de las cuestiones más importantes tratadas en el

Congreso de Tucumán en 1816, el referido a la forma de gobierno y que se tradujo en el

proyecto monárquico incaico presentado por Manuel Belgrano. Proyecto de monarquía

constitucional o temperada que fuera apoyado entusiastamente por los diputados de las

Provincias Unidas de Sudamérica y por el general José de San Martín, con el objetivo de

posibilitar la lucha por la independencia.

Palabras clave: José de San Martín / Manuel Belgrano / Congreso de Tucumán /

Monarquía constitucional incaica / Independencia.

I. Introducción

El presente artículo se centra en una de las cuestiones más importantes tratadas en el

Congreso de Tucumán en 1816, el referido a la forma de gobierno y que se tradujo en el

proyecto monárquico incaico presentado por Manuel Belgrano. Proyecto de monarquía

constitucional o temperada para las Provincias Unidas de Sudamérica apoyado

entusiastamente al principio por los diputados, con el objetivo de adaptarse a la realidad

del país y posibilitar la lucha por la independencia americana. De los congresales que

apoyaron el proyecto monárquico de Belgrano, cuatro eran sacerdotes: Manuel Antonio

Acevedo, Pedro Ignacio de Castro Barros, José Andrés Pacheco de Melo, y José Ignacio

1 Abogado y doctorando en Derecho (Facultad de Derecho-Universidad de Buenos Aires). Docente de Historia del Derecho Argentino (Universidad de Buenos Aires y Universidad del Salvador). Miembro correspondiente de la Junta de Historia Eclesiástica Argentina por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Miembro correspondiente por la Provincia de Buenos Aires del Centro de Estudios Genealógicos, Históricos y Heráldicos de Santiago del Estero.

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300

Thames. Mientras que los otros tres eran abogados: Pedro Ignacio de Rivera, José Severo

Feliciano Malabia y Mariano Sánchez de Loria. Varios de estos congresales estudiaron

derecho en la Universidad de San Francisco Xavier, en Charcas, donde sobresalió el

conocimiento de los viejos tratadistas hispano-indianos de Derecho Civil, Canónico,

Natural y de Gentes. Como lo ha sostenido Vicente O. Cutolo: “No fue, como

generalmente se dice que los doctores de Chuquisaca hubieran bebido en las furtivas

lecturas de Rousseau, de Montesquieu, Raynal o Condillac, ni en las Declaraciones de los

Derechos del Hombre, sino en aquellos autores que como Antonio Gómez, Diego

Covarrubias y Leyva, Solórzano y Pereira, Gaspar de Escalona y Agüero, Jacobo

Menochio, proclamaron antes que ellos principios de hondo contenido jurídico, moral y

filosófico”. José Severo Malabia se doctoró en leyes, Pedro Ignacio de Rivera era

graduado en cánones (1790) y de doctor en leyes (1793), y José Mariano Sánchez de Loria

fue doctor en leyes (1798).2

El Río de la Plata desde 1810 habría sido gobernado bajo el sistema republicano. Por otra

parte, en ese momento la palabra “república”, era en general, sinónimo del gobierno con

legitimidad legal y popular, al estilo norteamericano. También era sinónimo de rechazo

a la monarquía absoluta. Al respecto, Dardo Pérez Guilhou ha dicho que para

determinados ideólogos república “era el gobierno moderado, mixto, tal como lo habían

concebido los clásicos romanos, que contenía notas de la democracia, de la aristocracia

pero siempre sujetas al imperio de la ley”.3

El 9 de enero de 1815, Carlos de Alvear asumió el cargo de director supremo, mientras la

bandera española flameaba en el fuerte de Buenos Aires, reemplazando desde meses

atrás a la enseña creada por Belgrano, como signo de la política de apaciguamiento

iniciada por su predecesor Gervasio Antonio de Posadas. Las circunstancias no eran

propicias al nuevo mandatario. Al día siguiente de su asunción del mando, su segundo,

Manuel Dorrego, fue totalmente derrotado por José de Artigas en Guayabos, dejando en

manos de éste toda la campaña uruguaya. Lo que significaba para Alvear un nuevo

peligro a los ya provenientes de la acción realista en Chile y el Alto Perú, sumado a la

2 CUTOLO, Vicente Osvaldo, “Los abogados del Congreso graduados en Chuquisaca”. En: Cuarto Congreso Internacional de Historia de América celebrado en Buenos Aires del 5 al 12 de octubre de 1966. Buenos Aires: Academia Nacional de la Historia, 1966, t. III, pp. [195]-215. 3 PÉREZ GUILHOU, Dardo, “Pensamiento político y proyectos constitucionales (1810-1880)”. En: Nueva Historia de la Nación Argentina. Buenos Aires: Academia Nacional de la Historia-Planeta, 2003, t. V, pp. 13-45.

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amenaza de una invasión atlántica. Alvear cayó en pesimismo y entonces planteó dos

caminos: la posibilidad de un acuerdo con Portugal que salvara al país de una venganza

española, y aun la conveniencia de someterse al dominio de Inglaterra, a cuyo efecto

envió a Manuel José García a Río de Janeiro a fines de enero. El 3 de abril, el ejército que

había mandado para apoderarse de Santa Fe dirigido por el coronel Ignacio Álvarez

Thomas, al llegar a Fontezuelas se pronunció contra el director supremo y proclamaba el

fin de la guerra civil. Poco después, Alvear se embarcó en una nave inglesa hacia el

exterior. Había ofrecido poner todo el país bajo el pabellón británico y ahora éste,

benigno, protegía sólo su cabeza. El movimiento triunfante tenía dos opciones: ir hacia

una confederación incoherente con Artigas, o con San Martín hacia la organización de la

nación unida en la lucha por la independencia.4 Noemí Goldman ha planteado que la

emergencia de una tendencia confederal no fue sin embargo privativa de la Banda

Oriental, pues en la propia Buenos Aires habría surgido una primera expresión pública

de esta tendencia en 1816: “Antes de esa fecha, y desde 1812, ya había indicios de su

existencia, aunque condenada por los centralistas como anarquizante e identificada con

el artiguismo, no tuvo manifestación pública hasta mediados de 1816”.5 Sobre la

personalidad de Alvear el historiador Miguel A. De Marco ha realizado la siguiente

reflexión: “A poco de asumir, éste advirtió que su cometido no era fácil y se dejó llevar

por un rasgo de su personalidad que le ganaba no pocas enemistades: era autoritario y

altanero; escuchaba poco y recibía los sanos consejos con respecto a la marcha de los

negocios públicos como muestras de desafecto personal”.6

Derrocado Alvear, fue designado director supremo el general José Rondeau, que

entonces se encontraba al mando del ejército del Perú, y como interino a cargo efectivo

del gobierno a Álvarez Thomas. El cabildo de Buenos Aires, co-vencedor con éste último

de la dictadura alvearista, le asoció una Junta de Observación y dictó un Estatuto

Provisional, que regiría la organización del Estado hasta la reunión del Congreso General

de todas las provincias. Sin embargo, la sanción del Estatuto Provisional fue un error del

cabildo. Al propio director le disgustaba, siendo Salta la única provincia que lo reconoció.

4 FLORIA, Carlos Alberto y GARCÍA BELSUNCE, César A., Historia de los argentinos. Buenos Aires: Editorial Larousse, 1992, t. I, pp. 343-348. 5 GOLDMAN, Noemí, “Crisis imperial, Revolución y guerra (1806-1820)”. En: GOLDMAN, Noemí (directora), Historia Argentina. Buenos Aires: Editorial Sudamericana, 1998, t. III, p. 64. 6 DE MARCO, Miguel Ángel, San Martín. General victorioso, padre de naciones. Buenos Aires: Editorial Emecé, 2013, p. 124.

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Las demás provincias lo consideraron un cuerpo constitucional dictado sin consenso.7 El

Estatuto Provisional de 1815 establecía en su artículo 30 sobre el director supremo y la

convocatoria del Congreso: “Luego que se posesione del mando, invitará con particular

esmero, y eficacia a todas las ciudades y villas de las provincias interiores para el pronto

nombramiento de diputados, que hayan de formar la Constitución, los cuales deberán

reunirse en la ciudad del Tucumán, para que allí acuerden el lugar en que hayan de

continuar sus sesiones”.8

La reacción personificada en Fernando VII y su círculo, estaban convencidos de que con

la derrota de la revolución en Europa el espíritu de rebelión en Hispanoamérica estaría

condenado a la misma suerte. El monarca español presumió que podría presentarse ante

el Congreso de Viena como el vencedor de dos mundos, y envió como delegado al

marqués de Labrador. Al respecto, sostuvo Manfred Kossok: “Para Labrador, en el

sistema político que representaba no existía una cuestión general de las colonias ni una

particular de Suramérica. Pero es imposible engañar o corregir la historia. Los sucesos

de los años siguientes quebraron las ilusiones de la corona española sobre el silencio

eterno de América. Al agravarse otra vez la crisis del dominio colonial desde 1816 a 1817,

surgieron otros motivos que provocaron la intervención de Inglaterra y de la Santa

Alianza: 1) El renovado conflicto español-portugués por la Banda Oriental (Uruguay). 2)

Al mismo tiempo, la solicitud de España, dirigida a las grandes potencias, de mediar

entre la metrópoli y las colonias insurrectas”.9 Desde su exilio en Río de Janeiro, Alvear

en carta a San Martín le manifestaba que las intenciones de Fernando VII eran las más

terribles: “Nada hay que esperar de un monarca tan cruel, y hoy no queda otro recurso

que vencer o morir, el querer alucinarse de otro modo sería perecer irremisiblemente.

De la Inglaterra no se debe esperar ningún auxilio está fuertemente ligada con España,

además de estar fuertemente interesada en el sistema colonial”.10

La prensa fue el medio primordial de que se dispuso en los primeros tiempos de las

Provincias Unidas para la formación de la opinión pública, por lo que su estudio es

7 FLORIA, Carlos Alberto y GARCÍA BELSUNCE, César A., Historia de los argentinos. Buenos Aires: Editorial Larousse, 1992, t. I, pp. 376-377. 8 LEIVA, Alberto David, Fuentes para el estudio de la historia institucional argentina. Buenos Aires: Editorial Universitaria de Buenos Aires, 1982, p. 108. 9 KOSSOK, Manfred, Historia de la Santa Alianza y la emancipación de América Latina. Buenos Aires: Ediciones Sílaba, 1968, pp. 62-63. 10 Carlos de Alvear a José de San Martín. Río de Janeiro, 2-II-1816. En: Documentos para la historia del Libertador General San Martín. Buenos Aires: Instituto Nacional Sanmartiniano, 1954, t. III, p. 207.

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primordial para determinar en qué grado las ideas filosóficas y políticas fueron

adoptadas por una minoría culta y dirigente. También permite apreciar en qué medida

se fueron trasvasando a la parte receptiva del cuerpo social para incorporarse a su acervo

de opiniones y creencias.11 Destacaba el periódico El Redactor que el Congreso Soberano

de las Provincias Unidas del Río de la Plata denominado “esperanza de los pueblos libres”

se había instalado en la ciudad de San Miguel del Tucumán el día 24 de marzo de 1816,

en medio de “las críticas circunstancias, a que nos han reducido los contrastes e

infortunios una guerra obstinada”. Fecha consagrada por “nuestra madre la Iglesia a la

memoria del adorable misterio de la Encarnación del Hijo de Dios”. Se hizo necesario

publicar “la erección gloriosa de este respetable cuerpo de un modo digno de su

representación, y todo se efectuó el 25 siguiente”.12 Debe subrayarse que en la sesión del

14 de septiembre, el diputado fray Justo Santa María de Oro, hizo la moción para que se

eligiera por patrona de la independencia de la América a Santa Rosa de Lima, dejando

asentado que se ocurriría al Papa oportunamente para la aprobación y confirmación de

dicho patronato.13

Ya en febrero de 1816, Belgrano estaba considerando la factibilidad de una opción

incaica, por lo que sólo faltaba la oportunidad de exponer su nueva propuesta

monárquica en el Congreso que se estaba por llevar a cabo en Tucumán. Es oportuno

considerar que el momento político era favorable a las ideas belgranianas. Hay que

recordar que en Europa se había firmado el 26 de septiembre de 1815 el pacto de la Santa

Alianza –integrado por Rusia, Prusia, Austria y posteriormente Francia- que tuvo como

objetivo principal impedir que se instaurasen repúblicas bajo las formas de gobiernos

liberales, democráticos, parlamentarios y constitucionales.14

Belgrano entusiasmado con el proyecto lo comunicó a Manuel Ascencio Padilla, carta

que la recibió su esposa Juana Azurduy, pues el destinatario murió en un enfrentamiento

con los españoles el 14 de septiembre de 1816. Le remitía el despacho de coronel de

11 GARCÍA BELSUNCE, César A., “Presencia de la Ilustración en la prensa directorial”. En: Cuarto Congreso Internacional de Historia de América celebrado en Buenos Aires del 5 al 12 de octubre de 1966. Buenos Aires: Academia Nacional de la Historia, 1966, t. II, p. 48. 12 RAVIGNANI, Emilio, Asambleas constituyentes argentinas 1813-1898. Buenos Aires: Instituto de Investigaciones Históricas-Universidad de Buenos Aires, 1937, t. I, p. [181]. 13 STORNI, Hugo, “Presencia católica en el Congreso”. En: FURLONG, Guillermo (coordinador), El Congreso de Tucumán. Buenos Aires: Theoría, 1966, p. 354. 14 LOZIER ALMAZÁN, Bernardo, Proyectos monárquicos en el Río de la Plata 1808-1825. Los reyes que no fueron. Buenos Aires: Editorial Sanmartino, 2011, p. 120.

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milicias nacionales y que el Soberano Congreso había resuelto “restablecer la monarquía

de los antiguos Incas, destronada con la más horrenda injusticia por los inicuos

españoles”. Detallaba Belgrano que había sido testigo de algunas sesiones “sobre ello y

espero tener la gloria de contribuir por mi parte a tan sagrado designio; en el entretanto

poniéndose usted y toda su gente bajo la augusta protección de mi Generala, que lo será

también de ustedes Nuestra Señora de Mercedes”.15

II. Un momento crucial: la propuesta de monarquía incaica

En las sesiones del Consejo de Estado español, se trataba la manera de hallar soluciones

a la política interna o exterior de la Península y a la grave situación de Hispanoamérica.

La diplomacia y gobierno de Fernando VII se esforzaban por elevar a España a un plano

destacado en la política europea, recuperar su antiguo prestigio y territorios en el Viejo

Mundo, mediante el apoyo de otras potencias para mantener el acatamiento a la

soberanía real. Pero la realidad reflejada en las sesiones del Consejo de Estado -informes,

memorias, resoluciones gubernamentales y otros documentos- demostraba la gran

distancia de retornar al Antiguo Régimen.16

La situación rioplatense previa a la instalación del Congreso era crítica. En el orden

interno, los problemas eran graves, pues, las provincias no obedecían al gobierno

directorial, expresión del centralismo porteño. A esto se sumaba la acción del artiguismo

que se había extendido por el litoral, llamando a la insurrección a Entre Ríos, Corrientes

y Santa Fe. También la situación religiosa se presentaba delicada e influía negativamente

en lo político, pues el pueblo estaba en contra de una revolución que fuera en perjuicio

del catolicismo. Por disposición de la Asamblea del año XIII cesaban todas las

autoridades extranjeras en el Río de la Plata. La interrupción de las relaciones con Roma

con estas provincias, significaba una violación unilateral del concordato establecido con

España en 1753. Como toda relación de Roma se practicaba a través de España, rotas las

relaciones de ésta con el Río de la Plata, la Santa Sede dejaba de nombrar obispos, enviar

15 Manuel Belgrano a Manuel Ascencio Padilla. Tucumán, 23-X-1816, en BENENCIA, Julio Arturo, “Carta de Belgrano al coronel de milicias nacionales D. Manuel Ascencio Padilla”. En: Historia, N° 49. Buenos Aires: 1967, p. [110]. 16 GUERRERO BALFAGÓN, Enrique, “Fernando VII y las provincias del Plata a la luz de los archivos españoles (1814-1816)”. En: FURLONG, Guillermo (coordinador), El Congreso de Tucumán. Buenos Aires: Editorial Theoría, 1966, pp. 49-50.

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sacerdotes, etc., lo que no podría ser bien visto por el pueblo, quien enseguida estaba

dispuesto a identificar a la revolución como contraria a la religión.17

En el Congreso General Constituyente convocado para sesionar en Tucumán por el

director interino Ignacio Álvarez Thomas, se volvió a plantear la cuestión de la

independencia. Aunque el tema era muy importante, no fue considerado hasta los

primeros meses de las reuniones. Los diputados habían comenzado a llegar a principios

de ese año y el gobernador Bernabé Aráoz tomó las medidas pertinentes para facilitar y

organizar la reunión.18 Para algunos exponentes de la historiografía argentina, tanto

Álvarez Thomas como Antonio González Balcarce, han sido gobernantes ineficaces. Así,

José R. Retamosa manifestó que “ni uno ni otro supo calmar las pasiones internas, ni

solucionar los grandes conflictos provinciales provocados desde el exterior, como por

ejemplo, la invasión portuguesa a la Banda Oriental”.19 Álvarez Thomas y González

Balcarce fueron criticados por un informe realista anónimo: “Ignacio Álvarez: Ignorante

y tímido capaz de entrar en cualquiera negociación que le asegure la existencia. Fue

Director y el primero que vendió patentes de corso: tiene un hermano en el Ejército Real

del Perú brigadier”. Sobre González Balcarce el informe era lapidario: “Don Antonio

Balcarce: Era teniente coronel por el rey, ahora brigadier. Es adusto terco, escaso de

luces, y no vive gustoso con la revolución: es uno de los que entraron al principio en el

partido portugués siendo Director por cuyo motivo fue depuesto por el Cabildo y Junta

de Observación: tiene grandes antecedentes en el asunto de la revolución”.20

En la célebre sesión secreta del 6 de julio de 1816, fue tratado el problema sobre la forma

de gobierno. Manuel Belgrano había sido invitado por el Congreso para que expusiese

“sobre el estado actual de Europa, ideas que reinaban en ella, concepto que ante las

naciones de aquella parte del globo se había formado de la revolución de las Provincias

Unidas y esperanzas de obtener su protección”.21 En un temario brindado por Belgrano

17 ÁVILA, José Luis, “La América hispana y el Río de la Plata en 1816”. En: FURLONG, Guillermo (coordinador), El Congreso de Tucumán. Buenos Aires: Editorial Theoría, 1966, pp. 15-28. 18 PÁEZ DE LA TORRE (H), Carlos, “Bernabé Aráoz”. En: DE MARCO, Miguel Ángel y MARTIRÉ, Eduardo (coordinadores.), Revolución en el Plata: Protagonistas de Mayo de 1810. Buenos Aires: Academia Nacional de la Historia-Editorial Emecé, 2010, p. 55. 19 RETAMOSA, José, “La elección de Pueyrredón como director supremo”. En: FURLONG, Guillermo (coordinador), El Congreso de Tucumán. Buenos Aires: Editorial Theoría, 1966, p. 170. 20 GALLARDO, Guillermo, Joel Roberts Poinsett agente norteamericano 1810-1814. Buenos Aires: Editorial Emecé, 1984, pp. 289-290. 21 GIANELLO, Leoncio, Historia del Congreso de Tucumán. Buenos Aires: Editorial Troquel, 1968, p. 252.

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se destacaban los siguientes puntos: 1°) La revolución americana había perdido prestigio

y toda posibilidad de apoyo en los poderes de Europa por “su declinación en el desorden

y anarquía continuada por tan dilatado tiempo”; 2°) Había acaecido una mutación

completa de ideas en Europa en lo respectivo a forma de gobierno. Como el espíritu

general de las naciones en años anteriores, era republicarlo todo, en la actualidad se

trataba de monarquizarlo todo. Un ejemplo era Inglaterra, con su avance, no por sus

armas y riquezas, sino por una constitución de monarquía temperada: “Que la Francia la

había adoptado. Que el rey de Prusia, por sí mismo, y estando en el goce de un poder

despótico, había hecho una revolución en su reino, y sujetádose a bases constitucionales

iguales a la de la nación inglesa; y que esto mismo habían practicado otras naciones”; 3°)

Que “en su concepto la forma de gobierno más conveniente para estas provincias sería la

de una monarquía temperada; llamando la dinastía de los Incas por la justicia que en sí

envuelve la restitución de esta Casa tan inicuamente despojada del trono” y el entusiasmo

general con que sería acogida por los habitantes del interior.22

Meses después, Belgrano escribía emocionado a Bernardino Rivadavia, el 8 de octubre

de 1816, describiendo los pormenores de la sesión secreta: “Al día siguiente de mi arribo

a ésta, el Congreso me llamó a una sesión secreta y me hizo varias preguntas. Yo hablé,

me exalté, lloré e hice llorar a todos al considerar la situación infeliz del país”. Sobre la

materia en cuestión, decía que les habló a los congresistas de la monarquía constitucional

“con la representación soberana de la casa de los Incas: todos adoptaron la idea”.23

Dardo Pérez Guilhou ha explicado claramente que al discutirse el proyecto en varias

sesiones, dieron su consentimiento la totalidad de los miembros del Congreso: “Como

conclusión de lo expuesto podemos afirmar que, salvo la excepción indicada [Jaime

Zudañes, diputado por La Plata], todos los congresales apoyaron la forma monárquica

constitucional de gobierno”.24

22 PÉREZ GUILHOU, Dardo, Las ideas monárquicas en el Congreso de Tucumán. Buenos Aires: Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad de Mendoza-Editorial Depalma, 1966, pp. [15]-16. 23 GIANELLO, Leoncio, Historia del Congreso de Tucumán. Buenos Aires: Editorial Troquel, 1968, p. 254. 24 PÉREZ GUILHOU, Dardo, Las ideas monárquicas en el Congreso de Tucumán. Buenos Aires: Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad de Mendoza-Editorial Depalma, 1966, p. 24.

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Como se puede ver, en la sesión del 31 de julio, se alzó en pro de la candidatura del Inca

la firme voz de Pedro Ignacio de Castro Barros, quien pronunció un prolijo razonamiento

a favor del gobierno monárquico constitucional por haber sido “el que dio el Señor a su

antiguo pueblo, el que Jesucristo instituyó en su Iglesia, el más favorable a la

conservación y progreso de la religión católica y el menos sujeto a los males políticos que

afectan ordinariamente a los otros”. Asimismo, “sostuvo las ventajas del [gobierno]

hereditario sobre el electivo y las razones políticas que había para llamar a los Incas al

trono de sus mayores, despojados de él por la usurpación de los reyes de España”.25

Con la irrupción del sistema representativo, llamado ortodoxo por Rubén Darío Salas,

dentro de él perdía sentido la tradicional dicotomía monarquía-república en la medida

que el poder efectivo residía en el cuerpo representativo identificado con la rama

legislativa del poder. En el discurso político rioplatense de hombres de acción como José

de San Martín, Juan Martín de Pueyrredón –figuras más relevantes de la Logia Lautaro-

, o de diplomáticos como Rivadavia y José Valentín Gómez, se clamaba por un gobierno

vigoroso cercano en espíritu al régimen caído. La representación de la monarquía

constitucional llamada “temperada”, siguiendo libremente los principios postulados por

Gaspar Melchor de Jovellanos, cuyo príncipe monarchique fue definido con perfil

rotundo por Georg Wilhelm Hegel, se puede conceptualizar como aquella en donde el

monarca es “responsable” ante la nación, según las prescripciones que la constitución

establezca. Es decir, donde el poder más que ejecutivo es gubernativo, en tanto poder

vigilante y activo, que se supone incesantemente ocupado en el gobierno y conservación

del Estado”.26

Se ha marcado la oposición de San Martín al federalismo, concretamente el de José de

Artigas, visto como un elemento perturbador de la necesaria independencia –tal vez por

querer imitar al federalismo estadounidense- y por ser concreción de un localismo que

no ayudaría a la organización.27

25 GIANELLO, Leoncio, Historia del Congreso de Tucumán. Buenos Aires: Editorial Troquel, 1968, p. 257. 26 SALAS, Rubén Darío, Lenguaje, Estado y poder en el Río de la Plata. El discurso de las minorías reflexivas y su re-presentación del fenómeno político-institucional rioplatense (1816-1827). Buenos Aires: Instituto de Investigaciones de Historia del Derecho, 1998, p. [173]. 27 ACEVEDO, Edberto Oscar, La independencia de Argentina. Madrid: Editorial Mapfre, 1991, p.146.

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Desde Mendoza, San Martín le expresaba a Tomás Godoy Cruz su disconformidad con la

federación y que se mudara la capital fuera de Buenos Aires por “las justas quejas de las

provincias”. Insistía con su desconfianza hacia ese sistema y se preguntaba: “¿si en un

gobierno constituido, y en un país ilustrado, poblado, artista agricultor y comerciante, se

han tocado en la última guerra contra los ingleses (hablo de los americanos del norte) las

dificultades de una federación, que será de nosotros que carecemos de aquellas

ventajas?”.28 No deja de ser significativo que el diputado mendocino Godoy Cruz fue el

vehículo de las ideas de San Martín, como refiere Miguel A.: “Graduado en la Universidad

de San Felipe, Chile, como bachiller en filosofía, cánones y leyes, contaba apenas 24 años,

circunstancia que lo convertiría en el más joven de los congresistas. En el momento de

ser elegido era síndico procurador del Cabildo y había facilitado su casa para instalar una

fábrica de pólvora, además de contribuir con generosidad a los gastos militares del

ejército de Cuyo”.29

Sobre el pensamiento político de San Martín, Bartolomé Mitre sostuvo que a pesar de ser

republicano por inclinación y por principio, la monarquía no le era antipática. Desde

1812 se habría inclinado por este sistema “como una solución ya que no como un ideal,

por cuanto consideraba difícil, si no imposible el establecimiento de un régimen

democrático”. Explicaba que faltaban elementos sociales y materiales “para consolidar

una república con un gobierno consistente, y que con un monarca era más fácil radicar

el orden, fundar la independencia, asegurar la libertad y conquistar por el hecho aliados

poderosos, neutralizando el antagonismo con el Brasil”.30 Un descendiente de Alvear ha

resaltado que varios dirigentes de la época eran monárquicos: “De San Martín, se han

visto sus ideales monárquicos, su inclinación por los gobiernos fuertes, su aspiración a

una alianza o protección de una potencia de las de primer orden en Europa, etcétera,

para el Perú. Es conocida asimismo la posición monarquista de Manuel J. García y de

Nicolás Herrera, y la carta que en ese sentido escribe a Rondeau”.31

28 José de San Martín a Tomás Godoy Cruz. Mendoza, 24-II-1816. En: Documentos para la historia del Libertador General San Martín. Buenos Aires: Instituto Nacional Sanmartiniano, 1954, t. III, p. 239. 29 DE MARCO, Miguel Ángel, San Martín. General victorioso, padre de naciones. Buenos Aires: Editorial Emecé, 2013, p. 127. 30 MITRE, Bartolomé, Historia de San Martín y de la emancipación sudamericana. Buenos Aires: Editorial J. L. Rosso, 1950, t. I, p. 438. 31 ALVEAR, Carlos María de, “Notas a Strangford y Memoriales atribuidos al General Alvear”. En: Homenaje al General Carlos María de Alvear en el 2° Centenario de su nacimiento. Buenos Aires: Edición de Enrique D. Bassi, 1990, p. 163.

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Adolfo Saldías también notó el republicanismo de San Martín: “En cuanto a San Martín,

-hoy está fuera de duda- sus ideas se inclinaban a favor de la república. Así lo manifestó

expresamente, llamándose con orgullo, ante alguno de sus amigos del Congreso

ciudadano republicano”.32 Carlos S. A. Segreti sostuvo que Godoy Cruz “sabe que en San

Martín la monarquía del Inca es un recurso y por eso la acepta, pero es indudable que

cuando advierte que, no para todos es así, decide la consulta. Como veremos, no ignora

que la voluntad popular está por la república”. En un primer momento el cabildo de

Mendoza decidió consultar al pueblo a través de un cabildo abierto, pero a pesar que la

mayoría de los asistentes estuvo por la iniciativa del Inca “la posición contraria del doctor

Bernardo de Vera y Pintado les arrastra en su apoyo”.33

Por su parte, Enrique Díaz Araujo ha investigado el monarquismo en San Martín y su

posición frente al proyecto del Inca: “Están las cartas a Godoy Cruz, en las que el

Libertador expresa que las inclinaciones republicanas deben sacrificarse por el bien del

suelo, si no todo se volverá una leonera, cuyo tercero en discordia será el enemigo

(24.5.1816)”. Luego agrega: “Enseguida el 22.7.1816, le indica: Yo digo a Laprida lo

admirable que me parece el plan de un Inca a la cabeza. Las ventajas son geométricas.

Pero por la Patria: les suplico que no nos metan una Regencia de varias personas. En el

momento que pase de una, todo se paraliza y nos lleva al diablo. Al efecto no hay más que

variar de nombre a nuestro Director y quede un Regente. Esto es lo seguro para que

salgamos a puerto de salvación”. Díaz Araujo señala que este texto es cierto, pero “Mitre

con el fin de restarle importancia, indica que San Martín en una carta a Pueyrredón (del

22.7.1816) donde hablaba de las ventajas geométricas del plan monárquico, lo exponía

con un ligero sabor irónico”.34

Otro crítico al sistema federal fue Bernardo de Monteagudo, quien fundamentaba en

1815, que la insinuada confederación era “absurda y contraria a sus mismos fines, porque

lejos de unir los pueblos, que debería ser su objeto, los alejará más unos de otros: es

antipolítica, porque ataca el vigor del Estado, que bajo la unidad republicana se conserva

en un grado más eminente”. Citaba el ejemplo de la monarquía británica que se había

32 SALDÍAS, Adolfo, Ensayo sobre la historia de la constitución argentina. Buenos Aires: Imprenta y Librería de Mayo, 1878, p. 65. 33 SEGRETI, Carlos S. A., La máscara de la monarquía 1808-1819. Córdoba: Centro de Estudios Históricos, 1994, p. 169. 34 DÍAZ ARAUJO, Enrique, San Martín: cuestiones disputadas. La Plata: Universidad Católica de La Plata-Fondo Editorial San Francisco Javier, 2014, t. I. pp. 432-433.

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manejado hasta poco tiempo antes bajo una forma verdaderamente federal: “Inglaterra,

Escocia e Irlanda que componen aquel Imperio tenían leyes y establecimientos

separados, bien que bajo la presidencia de un solo rey”. Todo esto, hasta que se le ocurrió

a un gran político “combinar los intereses de los tres pueblos con la reunión del

Parlamento, estrechando así los vínculos que han de preservarlos de los peligros de que

antes se hallaban amagados”.35

Monárquicos y republicanos tenían sus partidarios en Córdoba, sin embargo serían más

numerosos los segundos. A fines de 1815, Ambrosio Funes en una carta a su hermano el

deán Gregorio Funes, se refería al republicanismo del diputado electo al Congreso, José

Antonio Cabrera: “Cabrerita anda siempre gritando y porfiando por la república

democrática. Supongo que en esto piensa Isasa y los suyos, menos un amigo nuestro que

está por la monarquía”.36 Un testimonio realista sobre Cabrera decía: “Doctor Cabrera:

Cordobés; sujeto de conocimientos y penetrado del desorden revolucionario, pero

imprudente en su conducta pública. Atrabiliario”. Mientras que respecto del deán

Gregorio Funes mencionaba: “Doctor. Deán de Córdoba de mucho crédito por su

literatura, tímido patriota por las circunstancias, pero amigo de la pacificación y sosiego

público. Es lisonjero y en sus composiciones plagiario”.37

El Congreso de las Provincias Unidas de Sudamérica después de intensas discusiones,

finalmente se pronunció por la declaración de la Independencia el 9 de julio de 1816

“invocando el Eterno que preside el Universo, en el nombre y por la autoridad de los

Pueblos que representamos, protestando al Cielo, a las naciones y hombres todos del

globo la justicia, que regla nuestros votos”. Declaraban los diputados “solemnemente a

la faz de la tierra, que es voluntad unánime e indubitable de estas provincias romper los

violentos vínculos que las ligaban a los reyes de España, recuperar los derechos de que

fueron despojados, e investirse del alto carácter de una nación libre e independiente del

rey Fernando VII, sus sucesores y metrópoli”. Aclaraban que de hecho y de derecho

quedaban “con amplio, y pleno poder para darse las formas, que exija la justicia, e impere

el cúmulo de sus actuales circunstancias”. Las provincias “así lo publican, declaran y

35 MONTEAGUDO, Bernardo de, “Federación”, El Independiente, Buenos Aires, 7, 13 y 21-III-1815. En: MONTEAGUDO, Bernardo de, Escritos políticos. Buenos Aires, Editorial La Cultura Argentina, 1916, pp. 239-242. 36 BISCHOFF, Efraín U., El general San Martín en Córdoba. Córdoba: Librería Cervantes, 1950, p. 78. 37 GALLARDO, Guillermo, Joel Roberts Poinsett agente norteamericano 1810-1814. Buenos Aires: Editorial Emecé, 1984, pp. 292 y 294.

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ratifican, comprometiéndose por nuestro medio al cumplimiento y sostén de esta su

voluntad, bajo el seguro y garantía de sus vidas, haberes y fama”.38 Sostiene Gonzalo

Segovia que la denominación “Provincias Unidas” es de origen extranjero: “En este

debate se refleja el conocimiento que entonces se tenía de algunas experiencias federales

o confederales de cierto éxito: Estados Unidos, Suiza, los Países Bajos […] Pero también

hay en esta denominación una fuerte connotación geopolítica. El nuevo país se va

adecuando, geográficamente, al molde del Virreinato del Río de la Plata”. Advierte

Segovia el cambio de este sentido geográfico político adoptado en el Congreso de

Tucumán: “que aparentan traducir un cierto americanismo, que puede deberse en parte

al proyecto monárquico de los Incas y a las aspiraciones continentales que despertaba la

gesta sanmartiniana, en combinación con los ideales bolivarianos de unidad

sudamericana”.39

El diputado porteño Juan José Paso, al declararse la Independencia tuvo a su cargo la

lectura del trascendental documento. Y en la discusión sobre la forma de gobierno, Paso

se manifestó partidario de la monarquía constitucional como garantía de la unión y freno

de los peligros de la anarquía. También se le encomendó redactar una propuesta al

Directorio, en el que el Congreso se manifestaba dispuesto a aceptar un protectorado de

la casa de Braganza, e incluso proponer la coronación de un infante del Brasil o de

cualquier príncipe extranjero. Lo cierto es que Pueyrredón la rechazó por indecorosa.40

Margarita Hualde y Pérez Guilhou han advertido que la polémica “monarquía versus

república” fue más ficticia que real, y que el periodismo no se polarizó en términos tan

antagónicos: “Ningún periódico adhiere a la monarquía absoluta ni piensa en la

entronización de un príncipe español. Optan decididamente por la monarquía

constitucional El Observador Americano y El Censor (a partir de agosto de 1816)”.41

Belgrano escribió en el periódico El Censor que el reconocimiento de la legitimidad de la

38 RAVIGNANI, Emilio, Asambleas constituyentes argentinas 1813-1898. Buenos Aires: Instituto de Investigaciones Históricas-Universidad de Buenos Aires, 1937, t. I, pp. 216-217. 39 SEGOVIA, Gonzalo, “Los nombres de la Nación Argentina”. En: Revista de Historia del Derecho N° 25. Buenos Aires: 1997, pp. 440-441. 40 DE MARCO, Miguel Ángel, “Juan José Paso”. En: DE MARCO, Miguel Ángel y MARTIRÉ, Eduardo (coordinadores), Revolución en el Plata: Protagonistas de Mayo de 1810. Buenos Aires: Academia Nacional de la Historia-Editorial Emecé, 2010, p. 417. 41 HUALDE DE PÉREZ GUILHOU, Margarita María y PÉREZ GUILHOU, Dardo, “Ideas políticas en la prensa porteña de 1816”. En: Cuarto Congreso Internacional de Historia de América celebrado en Buenos Aires del 5 al 12 de octubre de 1966. Buenos Aires: Academia Nacional de la Historia, 1966, t. II, p. 187.

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casa de los Incas, con sede en el Cuzco, era un pensamiento “racional, noble y justo” con

el que la patria se aseguraría “la losa del sepulcro de los tiranos”.42 El Censor fue un

periódico órgano del cabildo de Buenos Aires, creado por una disposición en el Estatuto

Provisional de 1815 y dirigido por Antonio José Valdés. Comenzó a aparecer el 15 de

agosto de 1815 y desapareció el 6 de febrero de 1819 con el N° 177. En el N° 55, del 12 de

septiembre de 1816, se incluyeron las proclamas de Belgrano y Güemes a favor de la

monarquía incaica y comenzó la publicación de la carta del primero lo que motivó la

polémica con La Crónica Argentina. Luego, en el N° 56, del 19 de septiembre, terminó

la publicación de la carta de Belgrano y anunció que iba a buscar una constitución sujeta

a la naturaleza de las circunstancias. En el N° 57, del 26 de septiembre, asumió

directamente la defensa de Belgrano y Güemes; y por último en el N° 58, del 3 de octubre,

se lanzó con decisión a defender la monarquía con un Inca a la cabeza.43 De Güemes decía

un informe realista anónimo: “Coronel y gobernador de Salta. Patriota en el concepto de

los peruleros y de ideas españolas entre los de Buenos Aires. Muy querido en Salta. No

conoce la táctica militar pero es buen guerrillero a la cabeza de los gauchos”.44

Fray Cayetano Rodríguez, diputado por Buenos Aires, en una carta fechada a fines de

1815, había fijado su pensamiento respecto del próximo Congreso: “Constituyámonos

primero y después pensaremos que forma de gobierno se adapta a nuestra situación

local, al genio natural de los habitantes, a nuestras relaciones exteriores y al carácter de

la potencia a que debemos unirnos, que pueda y deba garantir nuestras resoluciones”.45

Rodríguez junto con el deán Funes fueron los redactores del El Redactor del Congreso

Nacional, que apareció en Buenos Aires el 1° de mayo de 1816 y concluyó el 28 de enero

de 1820, con un total de 52 números. Respecto a la discusión sobre formas de gobierno,

El Redactor soslayó un pronunciamiento claro y en el N° 25 del 25 de julio de 1816,

resaltó que los pueblos debían elegir una postura intermedia que diera lugar a la razón,

al juicio y a la prudencia. Prevenía sobre los excesos del gobierno monárquico, que solía

42 DE MARCO (H), Miguel Ángel, “Manuel Belgrano”. En: DE MARCO, Miguel Ángel y MARTIRÉ, Eduardo (coordinadores), Revolución en el Plata: Protagonistas de Mayo de 1810. Buenos Aires: Academia Nacional de la Historia-Editorial Emecé, 2010, pp. 88-89. 43 HUALDE DE PÉREZ GUILHOU, Margarita María y PÉREZ GUILHOU, Dardo, “Ideas políticas en la prensa porteña de 1816”. En: Cuarto Congreso Internacional de Historia de América celebrado en Buenos Aires del 5 al 12 de octubre de 1966. Buenos Aires: Academia Nacional de la Historia, 1966, t. II, pp. 166-167. 44 GIANELLO, Leoncio, Historia del Congreso de Tucumán. Buenos Aires: Editorial Troquel, 1968, p. 295. 45 FRÍAS, Susana R., “Fray José Cayetano Rodríguez”: En: DE MARCO, Miguel Ángel y MARTIRÉ, Eduardo (coordinadores), Revolución en el Plata: Protagonistas de Mayo de 1810. Buenos Aires: Academia Nacional de la Historia-Editorial Emecé, 2010, p. 444.

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caer en un despotismo absoluto, pero a la vez advertía que cuando los pueblos huían

indiscriminadamente de esta forma estaban amenazados de caer en el otro extremo

desolador de un interregno perpetuo.46

Vicente Pazos Silva –o Pazos Kanki, como le gustaba firmar para recordar su origen

aimara- era un sacerdote católico nacido en el Alto Perú, y que volvió de Londres casado

y convertido al protestantismo. Afirmaba Mitre, que Pazos Kanki tenía un “carácter

excéntrico, de moralidad equívoca, con un juicio desequilibrado y una inteligencia

bastante cultivada y activa, nutrida con fuertes lecturas”.47 Dirigió el periódico La

Crónica Argentina, que se editó del 30 de agosto de 1816 al 8 de febrero de 1817.

Simpatizante del federalismo y de José de Artigas, llegó incluso a transcribir una carta

anónima de un diputado, escrita desde Tucumán donde daba a entender que la idea del

Inca estaba debilitada. Con respecto a este tema, en el N° 23, de noviembre de 1816, al

mismo tiempo que reiniciaba con inusitada violencia la crítica a la monarquía incaica,

sentaba una nueva tesis ideológica contraria a la anterior. Negaba al Congreso y a todas

las asambleas de notables, capacidad constituyente, exhortándolos a que se dediquen a

gobernar y no a discutir formas de gobierno. Consideraba la propuesta de entronizar a

un Inca como una locura, y hacía ver el estado de disolución en que se encontraba esta

dinastía indígena. También sostuvo que esta propuesta era de origen español para

promover la división entre los americanos.48

Manuel Antonio de Castro fue un publicista y jurista fecundo. Según Ricardo Levene:

“Sus escritos completos constituyen material para cinco volúmenes, por lo menos, que

no creo sea necesario realizar, pues algunos de ellos sólo tienen hoy valor documental”.49

De acuerdo a un informe realista anónimo Castro era un talento “y puede sacarse partido

46 HUALDE DE PÉREZ GUILHOU, Margarita María y PÉREZ GUILHOU, Dardo, “Ideas políticas en la prensa porteña de 1816”. En: Cuarto Congreso Internacional de Historia de América celebrado en Buenos Aires del 5 al 12 de octubre de 1966. Buenos Aires: Academia Nacional de la Historia, 1966, t. II, pp. 173-174. 47 GALLARDO, Guillermo, “Sobre la heterodoxia después de mayo de 1810”. En: Archivum, vol. IV. Buenos Aires: Enero-Junio 1960, p. 111. 48 HUALDE DE PÉREZ GUILHOU, Margarita María y PÉREZ GUILHOU, Dardo, “Ideas políticas en la prensa porteña de 1816”. En: Cuarto Congreso Internacional de Historia de América celebrado en Buenos Aires del 5 al 12 de octubre de 1966. Buenos Aires: Academia Nacional de la Historia, 1966, t. II, pp. 178-182. 49 LEVENE, Ricardo, “Noticia preliminar”. En CASTRO, Manuel Antonio de, Prontuario de Práctica Forense. Buenos Aires: Facultad de Derecho y Ciencias Sociales-Universidad de Buenos Aires, 1945, p [15].

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de él. Era gobernador de Córdoba”.50 Dirigió el periódico El Observador Americano que

vio la luz el 19 de agosto de 1816 y el último ejemplar fue el N° 12, del 4 de noviembre del

mismo año. Esta publicación se pronunció por una monarquía temperada como la forma

de gobierno más conveniente y la única que afianzaría la felicidad de los pueblos

americanos. Enfatizaba Castro, que hacía tiempo se hablaba de un gobierno monárquico

constitucional, pero desde un año a esa parte y sobre todo en los últimos meses la idea

se había generalizado en el sentido de crear una nueva dinastía o llamar a la antigua de

los Incas. No se expedía sobre cuál sería la más conveniente de éstas, pero aclaraba que

la idea de la monarquía incaica ya circulaba antes de que Belgrano la planteara en el

Congreso.51

Julio Pinto y Gabriela Rodríguez han sugerido que en el derrotero institucional

argentino, luego de la independencia del virreinato las tendencias institucionales

centrífugas superaron ampliamente a las centrípetas, por lo tanto el sentimiento de

Nación fue extremadamente débil en la región. Para estos autores esta es la razón por la

que se dieron de forma inicial “los denodados esfuerzos de Manuel Belgrano y de otros

hombres de Mayo, quienes, tras la declaración de la Independencia, trataron de

influenciar al Congreso de Tucumán -en el que predominaban los diputados

altoperuanos- para que asumiera como propia la identidad nacional del período

precolombino, que sería representada institucionalmente por la monarquía

constitucional incaica”. Expectativa presente en la bandera nacional, cuyo sol era

también el símbolo del poderío incaico o en la letra inicial del Himno Nacional, al invocar

Vicente López y Planes: “Se conmueve del Inca la tumba y revive en sus huesos el ardor,

al ver renovado en sus hijos de la patria el antiguo esplendor”.52

Respecto del apoyo de las provincias norteñas a la guerra de la independencia hay que

recordar que en un oficio del teniente de gobernador de Mendoza, José de Moldes, a la

Junta Provisional de las Provincias del Río de la Plata, solicitaba se aprobara una

50 GALLARDO, Guillermo, Joel Roberts Poinsett agente norteamericano 1810-1814. Buenos Aires: Editorial Emecé, 1984, p. 292. 51 HUALDE DE PÉREZ GUILHOU, Margarita María y PÉREZ GUILHOU, Dardo, “Ideas políticas en la prensa porteña de 1816”. En: Cuarto Congreso Internacional de Historia de América celebrado en Buenos Aires del 5 al 12 de octubre de 1966. Buenos Aires: Academia Nacional de la Historia, 1966, t. II, pp. 175-177. 52 PINTO, Julio y RODRÍGUEZ, Gabriela, “La difícil búsqueda de una nueva legitimidad constitucional”. En: PINTO, Julio y MALLIMACI, Fortunato (compiladores), La influencia de las religiones en el Estado y la Nación Argentina. Buenos Aires: Editorial Universitaria de Buenos Aires, 2013, p.10.

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escarapela nacional “con alusión al sur, celeste, y las puntas blancas por las manchas que

tiene este celaje que ya hemos despejado”. Llaman la atención las divisas de graduación

propuestas que tenían por base al sol y que “tiene alusión con lo más sagrado que

adoraron nuestros abuelos”.53

San Martín se refería a varias causas que provocaron la aparición cierta del ideario

monárquico. Las sintetizó en carta a Godoy Cruz, donde valoraba en primer término la

necesidad de afianzar la independencia, asimismo, anticipaba con sus expresiones la

imposibilidad de entendimiento con España. En segundo término, justificaba la

monarquía por la presencia de la corona portuguesa que no vería de buen agrado un

vecino republicano. Además, subrayaba, que la carencia rioplatense de elementos

culturales notables y la exigua población en tan vasto territorio harían imposible

prestigiar una república. Se ha dicho también que el liberalismo de San Martín estaba

acompañado por un fuerte tinte conservador que propiciaba garantizar la libertad

individual y comunitaria por el seguro camino del orden. “En la misma línea –resaltó

Pérez Guilhou- estuvieron Belgrano, Güemes, Pueyrredón, Rivadavia y los congresales

de Tucumán. Pero nadie dudó que el futuro monarca no recibiría su investidura del

derecho divino sino de la ley”.54

Segreti ha notado que una cosa fue propiciar la monarquía del Inca por especialísimas

razones y otra la creencia en ella, habiendo una enorme distancia entre ambas: “Por

cierto, ni San Martín, ni Pueyrredón, ni Belgrano podían decir que todo no psaría de un

recurso para concitar mayor apoyo a la gran causa de la independencia. [José Celedonio]

Balbín recuerda –refiriéndose al diputado por Santiago del Estero doctor Pedro

Francisco Uriarte- que Belgrano, influyera para que el quichua se enseñase en todas las

escuelas del país con el fin de que algún día fuese idioma nacional. Ante tal iniciativa –

tan íntimamente ligada a la monarquía del Inca- Belgrano, riéndose, le decía a Balbín:

¡Qué clérigo tan inocente! ¡Qué cándido!”.55

53 José Moldes a la Junta Provisional de las Provincias del Río de la Plata. Mendoza, 31-XII-1810. En: PALOMBO, Guillermo y ESPINOSA, Valentín A., Documentos para la Historia de la Bandera Argentina. Buenos Aires: Instituto de Estudios Iberoamericanos, 2001, p. 27. 54 José de San Martín a Tomás Godoy Cruz. Mendoza, 24-V-1816, en PÉREZ GUILHOU, Dardo, “Pensamiento político y proyectos constitucionales (1810-1880)”. En: Nueva Historia de la Nación Argentina. Buenos Aires: Academia Nacional de la Historia-Editorial Planeta, 2003, t. V, pp. 21-22. 55 SEGRETI, Carlos S. A., La máscara de la monarquía 1808-1819. Córdoba: Centro de Estudios Históricos, 1994, p. 161.

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En otros países hispanoamericanos, como México, también se realizaron intentos de

establecer monarquías. Fue el caso del proyecto constitucional firmado en Tacubaya el

18 de septiembre de 1821, es decir a nueve días de consumarse la independencia

mexicana con motivo de la llegada del Ejército Trigarante encabezado por Agustín de

Iturbide. Este Plan de una Constitución para el Imperio Mexicano de autor desconocido,

trató de juntar lo indiano y moderno: “Este plan ha sido bosquejado, no solamente

después de un estudio profundo de las constituciones antiguas y modernas, sino también

consultando con los principios luminosos de los mejores publicistas”. Los publicistas

“que han escrito con acierto sobre la materia sin desentenderse y acomodándose a las

costumbres, carácter y necesidad de las clases que componen este vasto Imperio, en

unísono con el sistema monárquico moderado, que felizmente ha adoptado la Nación; y

que se acuerda perfectamente con las opiniones y los intereses de las naciones cultas de

Europa”.56

Para José María Rosa la forma de gobierno monárquica parecía la más conveniente de

acuerdo a la situación europea: “Debe comprenderse que por el estado de las ideas en

Europa, la forma monárquica parecía ser la más conveniente para conseguir que se

reconociese la independencia. Y antes que un príncipe español, o portugués, o francés, o

inglés, era más patriótico coronar uno nativo de América”.57

Isidoro J. Ruiz Moreno ve en la propuesta incaica un símbolo de afirmación americana:

“El rechazo de los Borbones a la iniciativa llevada por Rivadavia y Belgrano a Europa, de

coronar a un Infante hermano de Fernando VII, explica –más que las presuntas

bondades del régimen monárquico- el entusiasmo inicial del Congreso por entronizar a

un descendiente de los Incas, como símbolo de afirmación americana”.58

Sobre las gestiones monárquicas rioplatenses entre 1815 y 1820, hay que destacar que

Manuel de Sarratea en carta del 8 de enero de 1816, recordaba al conde Domingo de

Cabarrús, los antecedentes con Bernardino Rivadavia y Juan Manuel de Gandasegui.

56 ARENAL FENOCHIO, Jaime del, “Ambigüedad y necesidad del derecho indiano en los orígenes del constitucionalismo mexicano”. En: TORRES AGUILAR, Manuel (coordinador), Actas del XV Congreso del Instituto Internacional de Historia del Derecho Indiano, Córdoba (España) del 19 a 24 de septiembre de 2005. Córdoba (España): Diputación de Córdoba, 2005, t. II, pp. 1178-1180. 57 ROSA, José María, Historia Argentina. Buenos Aires: Editorial Oriente, 1976, t. III, p. 172. 58 RUIZ MORENO, Isidoro J., Campañas militares argentinas. La política y la guerra. Buenos Aires: Emecé Editores, 2005, p. 201.

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Sarratea insistía sobre el hecho de que los armamentos de Cádiz demostraban que en

España los distintos gobiernos adoptaban la misma actitud respecto de las Provincias

Unidas. Por lo tanto, Cabarrús en el caso que dispusiera, debería presentar las bases

expuestas en la nota sobre creación de una corona independiente con un miembro de la

familia real española como soberano.59

Otra cuestión a tener en cuenta fue el retorno de Fernando VII a su trono y su

impugnación a las propuestas constitucionalistas gaditanas, convirtiendo la guerra civil

en independentista. Al respecto, Esteban de Gori ha hecho la siguiente reflexión: “Pero

pese a ello, más tarde la búsqueda de un rey por parte de Belgrano, San Martín y

Rivadavia para el Río de la Plata, así como en otros territorios, será una respuesta frente

a la fragmentación política que suscita la crisis monárquica y la misma guerra de

independencia”.60

III. Buscando al Inca

En un discurso dirigido a los alumnos del Colegio Nacional, en 1882, el intelectual

católico José Manuel Estrada daba su opinión sobre el monarquismo y la dinastía Inca.

Hacía referencia a que entre las dinastías extranjeras la incaica contrariaba el

sentimiento nacional, así, “la dinastía de los incas excitaba repulsiones más vivas que las

nacionales: la repugnancia de raza, la altivez del elemento blanco, que por emanciparse

de España, no renunciaba su carácter conquistador de la tierra”. Por eso “eran pura

ilusión las esperanzas de los monarquistas argentinos, que hasta 1820, imaginaron

organizar, bajo una potestad real, un pueblo, que ya no podía ser gobernado, sino en

concierto con su índole y complexión”.61

El Congreso de las Provincias Unidas aceptó que parte del antiguo simbolismo incaico

quedara plasmado oficialmente, por ejemplo, cuando dispuso las características que

59 BELGRANO, Mario, Rivadavia y sus gestiones diplomáticas con España (1815-1820). Buenos Aires: Editorial Huarpes, 1945, p. 79. 60 DE GORI, Esteban, La república patriota: travesías de los imaginarios y de los lenguajes políticos en el pensamiento de Mariano Moreno. Buenos Aires: Editorial Universitaria de Buenos Aires, 2012, p. 289. 61 ESTRADA, José Manuel, “El patriotismo. Discurso conmemorativo dirigido a los alumnos del Colegio Nacional el 22 de mayo de 1883 con motivo del aniversario de nuestra independencia”. En: Obras completas de José Manuel Estrada. Buenos Aires: Editorial Compañía Sud-Americana de Billetes de Banco, 1905, vol. XII, pp. 310-311.

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debían distinguir a la banda usada por el Supremo Director de Estado. Así en oficio

fechado en Buenos Aires el 26 de febrero de 1818, advertía que “serán peculiares y

privativas de ella los dos colores blanco y azul que la distinguen en la forma que hasta

ahora se han usado, y en ella se pondrá un sol bordado de oro en la parte que cruza desde

el hombro hacia el costado”. También en oficio de la misma fecha, el Congreso

comunicaba que la bandera nacional de guerra llevará “un sol pintado en medio de

ella”.62

Poco después de que Manuel Belgrano expusiera ante el Congreso su opinión sobre la

monarquía como forma de gobierno, el proyecto fue presentado oficialmente por el

diputado catamarqueño Manuel Antonio Acevedo. El proyecto de Acevedo difería del de

Belgrano en que en lugar de proponer a un miembro como único heredero directo,

planteaba restablecer la dinastía sin indicación de persona. Poco se discutió a quién y

cómo se daría la corona, ni en qué posición recíproca vendrían a quedar los indígenas y

criollos después de ese repudio tácito a la conquista.63 Ha observado Vicente D. Sierra

sobre el Congreso y el régimen de gobierno: “Una serie de factores de distinto orden y

valor determinó que la cuestión no se resolviera con facilidad, y así, al entrar en el debate

de la constitución por dictarse, el tema se complicó con el de la dinastía a la que se

habrían de confiar los destinos del nuevo Estado”.64

Muchos años después, Tomás Manuel de Anchorena explicaba a Juan Manuel de Rosas

sobre la fracasada tentativa de coronar a un Inca difícil de hallar. El ex diputado afirmaba

que más allá de la discusiones de un gobierno monárquico constitucional, lo ridículo era

“la mira en un monarca de la casta de los chocolates, cuya persona, si existía,

probablemente tendríamos que sacarla borracha y cubierta de andrajos de alguna

chichería para colocarla en el elevado trono de un monarca, que deberíamos tenerle

preparado”. Anchorena, le habría preguntado privadamente a Belgrano “por una

ocurrencia tan exótica”, a lo que éste contestó “que él lo había hecho con ánimo de que

corriendo la voz, y penetrando en el Perú se entusiasmasen los indios y se esforzasen en

62 PALOMBO, Guillermo y ESPINOSA, Valentín A., Documentos para la Historia de la Bandera Argentina. Buenos Aires: Instituto de Estudios Iberoamericanos, 2001, pp. 179 y 182. 63 BINAYÁN CARMONA, Narciso, “Sobre el plan de coronación del Inca”. En: BINAYÁN CARMONA, Narciso, Dieciséis Estudios Genealógicos. Buenos Aires: Armerías, 2002, p. [69]. 64 SIERRA, Vicente D., Historia de la Argentina. Buenos Aires: Editorial Científica Argentina, 1975, t. VI, p. 452.

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hostilizar al enemigo”.65 Un realista expresaba sobre los hermanos Anchorena: “Don

Juan José Anchorena: Comerciante de gran crédito e influjo público, con facilidad hace

una revolución: ha figurado en ellas pero siempre con miras pacíficas destruyendo los

embates e intentonas fraccionarias y sugiriendo la concordia. Quiere bien a los españoles

europeos: ha desempeñado empleos de consecuencia y despreciado otros muchos.

Hombre de juicio e integridad y se le considera capaz de un acomodamiento con España”.

Respecto de su hermana decía: “Doctor Don Tomás Anchorena: Diputado en el último

Congreso y hermano del anterior: no de tanto crédito pero sí de ideas semejantes”.66

En ese momento crítico, los realistas desde Río de Janeiro, remitían a la corte del rey un

informe anónimo sobre las Provincias del Plata. Se comunicaba el 7 de noviembre de

1816, que el Congreso seguía en Tucumán, y “que éste decretó ya la independencia del

señor don Fernando VII y de toda la testa coronada; la ha jurado y celebrado mucho,

pero no tienen seis mil hombres para sostenerla”. Además, el “citado Congreso se halla

discutiendo si convendrá coronar a un descendiente de los incas”. Así, existía “mucho

partido por semejante medida, y los tales incas tienen ya de indio lo mismo que yo”. El

informe no era muy optimista sobre la coronación del Inca: “Veremos lo que sucede, pero

estemos seguros que cosa juiciosa no la hemos de ver”.67

A pesar de estas incertidumbres, podían encontrarse fácilmente descendientes de los

Incas, ya blancos, con una posición destacada e influyente, como también vástagos de la

dinastía incaica en muy buena situación económica y social. Entre los primeros se puede

recordar, por citar sólo a algunos, a los hermanos José Miguel , Juan José y Luis Carrera

-octavos nietos de Bárbola Coya Inca, mujer de Garci Díaz de Castro-, José Matías

Zapiola y Bonifacia de Lezica, cuñada de Anchorena –octavos nietos de Inés Huaylas

Ñusta, mujer de Francisco de Ampuero-. De esta forma, cualquiera de éstos hubiera

podido hacer valer su filiación. También subsistía una dilatada sucesión, residente

precisamente en Tucumán, de la misma princesa antepasada de los Carrera.68 El más

distinguido de los hermanos Carrera, José Miguel, fue caudillo de la revolución chilena,

65 IRAZUSTA, Julio, Tomás M. de Anchorena o la emancipación americana a la luz de la circunstancia histórica. Buenos Aires: Editorial Huemul, 1962, p. 28. 66 GALLARDO, Guillermo, Joel Roberts Poinsett agente norteamericano 1810-1814. Buenos Aires: Editorial Emecé, 1984, p. 290. 67 DE MARCO, Miguel Ángel, Argentinos y Españoles. Rosario: Fundación Complejo Cultural Parque de España-Centro de Investigación y Documentación Histórica, 1988, p. 29. 68 BINAYÁN CARMONA, Narciso, “Sobre el plan de coronación del Inca”. En: BINAYÁN CARMONA, Narciso, Dieciséis Estudios Genealógicos. Buenos Aires: Armerías, 2002, p. 70.

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pero después de la derrota de Rancagua en 1814 se exilió en las Provincias del Plata. La

historiadora Beatriz Bragoni ha señalado su desacuerdo con Pueyrredón, San Martín y

Bernardo O´Higgins y sus andanzas en el Río de la Plata: “En ese lapso, el personaje se

incorporó de lleno en el escenario político del Río de la Plata a partir de alianzas

inestables, con el propósito de combatir el poder de los tiranos que obstruían su regreso

al Chile ya independiente, representado por la conducción autocrática de Juan Martín de

Pueyrredón en Buenos Aires, José de San Martín en Cuyo y de Bernardo O´Higgins en

Santiago. En medio de una enredada trama de conspiraciones urdida con apoyos

chilenos y rioplatenses, que conoce un punto de inflexión notable en 1818 con el

fusilamiento de sus hermanos Juan José y Luis en Mendoza, capital de la jurisdicción

cuyana, y de Manuel Rodríguez en Chile para cuando las tropas patriotas habían

coronado sus éxitos en Maipú, Carrera asiste a una metamorfosis política que lo

transforma en el antihéroe de la epopeya guerrera, al convertirse en líder de fuerzas

irregulares en la jurisdicción de las Provincias Unidas del Río de la Plata cuyas acciones

políticas incluían desde la guerra de guerrillas hasta el asalto y saqueo”.69

Entre los miembros descendientes de la casa real incaica se encontraban indígenas o

mestizos como Juan Bautista Condorcanqui –hermano de José Gabriel Condorcanqui- ,

quien al debatirse el proyecto estaba preso en las mazmorras españolas. Después de ser

liberado arribó a Buenos Aires en 1822 a la edad de ochenta años. Sus restos se

encuentran en el cementerio de la Recoleta y figura como enterrado el 2 de septiembre

de 1827 con el nombre de “Juan Bautista Tupamaro”, pero nadie ha podido ubicar su

tumba. Los largos años de prisión y sufrimientos fueron relatados en sus Memorias: “A

los 80 años de edad y después de 40 de prisión por la causa de la independencia, me hallo

transportado de los abismos de la servidumbre a la atmósfera de la libertad, y por un

nuevo aliento que me inspira, animado a mostrarme a esta generación, como una víctima

del despotismo que ha sobrevivido a sus golpes, para asombro de la humanidad”.

Exclamó cuando llegó a América: “Aquí los brazos de mis hermanos ya independientes

se extendieron para estrecharme”. Advertía su pertenencia a una familia heroica: “Una

familia inocente e ilustre que había mantenido toda la pureza, sencillez y dulzura de

nuestros virtuosos padres y antiguos Incas”.70 Sobre la rebelión de Túpac Amaru, es

69 BRAGONI, Beatriz, José Miguel Carrera. Un revolucionario chileno en el Río de la Plata. Buenos Aires: Editorial Edhasa, 2012, p. 14. 70 ASTESANO, Eduardo B., Juan Bautista de América: El Rey Inca de Manuel Belgrano. Buenos Aires: Editorial Castañeda, 1979, pp. [9], 77 y 78.

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interesante la correspondencia entre José de la Cuadra y Juan Esteban de Anchorena,

donde el primero le comentaba al segundo la ayuda inglesa al Inca, -en realidad un poco

tarde, pues éste último acababa de ser ejecutado el 18 de mayo de 1781-: “Los más opinan

que el destino del inglés será a la costa de Arica, con el fin de auxiliar al rey fingido, y si

es así no creo logre ningún favorable partido”.71

Un descendiente de la familia real fue Dionisio Inca Yupanqui, diputado suplente por el

virreinato del Perú ante las Cortes de Cádiz. Había nacido en el Cuzco y se educó en el

Seminario de Nobles de Madrid, llegando a ser coronel de un Regimiento de Dragones.

Luchó contra los invasores franceses, teniendo algunas destacadas intervenciones en los

debates de las Cortes –como en el tema de la igualdad de representación-, al igual que

los diputados Dueñas, Gordillo, Huerta, Laserna, Luján, Mendiola y Mejía, Ostolaza,

Parada, y Pérez de Castro. En la sesión del 16 de diciembre de 1810 habló del

desconocimiento de España sobre América: “La mayor parte de sus diputados y de la

nación apenas tiene noticia de este dilatado continente. Los gobiernos anteriores le han

considerado poco, y sólo han procurado asegurar las remesas de este precioso metal,

origen de tanta inhumanidad, del que no han sabido aprovecharse”. Inca Yupanqui votó

en contra del acuerdo que resolvía que el virrey Fernando de Abascal continuase

gobernando, no obstante haberse pedido su inmediata separación “por haber sido

predilecto de Godoy”. Su hermano Manuel Inca Yupanqui fue Intendente del Ejército de

Napoleón y Gentilhombre del monarca.72 Un diario editado por españoles exiliados por

Fernando VII recordaba los improperios a los americanos en las cortes de Cádiz: “En las

cortes se trataron con desprecio las reclamaciones de los americanos. Diputado hubo que

decía si los americanos se quejan de haber estado tiranizados por trescientos años,

ahora sufrirán el mismo tratamiento por tres mil años. Otro se explicaba así: Si por

algo me alegro de la victoria de Albufera, es porque ahora podemos enviar tropas para

sujetar aquellos rebeldes. Y alguno se atrevió a proferir estas palabras: Yo no sé a qué

clase de bestias pertenecen los americanos”.73

71 Carta de José de la Cuadra a Juan Esteban de Anchorena. Jujuy, 24-VII-1781. En: IBARGUREN (H), Carlos, “La rebelión de Túpac Amaru a través de las cartas de José de la Cuadra a Juan Esteban de Anchorena”. En: Historia N° 49, Buenos Aires, 1967, p. 92. 72 VALLE IBERLUCEA, Enrique del, Los diputados de Buenos Aires en las Cortes de Cádiz y el nuevo sistema de gobierno económico de América. Buenos Aires: Martín García Librero Editor, 1912, pp. 67, 99 y 119. ASTESANO, Eduardo B., Juan Bautista de América: El Rey Inca de Manuel Belgrano. Buenos Aires: Editorial Castañeda, 1979, pp. 94-95. 73 Ocios de españoles emigrados. Londres, Enero de 1827, vol. VII, p. 93.

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Otro candidato fue el sacerdote racionero de la catedral de La Plata, Juan Andrés

Ximénez de León Manco Cápac. Este personaje fue el primer capellán de las fuerzas

armadas argentinas, descendiente legítimo de los Incas. Los profundos conocimientos

de la región y su influjo sobre los indios hacían valiosa su incorporación al Ejército

Auxiliar del Perú, obtenida gracias al gobernador intendente de La Plata. Así lo declaró

él mismo en nota al gobierno del 4 de agosto de 1813: “Desde que se instaló felizmente el

gobierno de las Provincias Unidas, se dignó S. E. conferirle el título de primer capellán y

vicario general del Ejército Auxiliar del Perú […] en cuya virtud despreciando todas las

comodidades y perdiendo sus intereses, se puso en peligro de perder la vida, y despreció

los honores con que lo habían honrado los reyes de España”. Ximénez de León Manco

Cápac debió ser de la más estrecha confianza de los revolucionarios como Juan José

Castelli, pues, el representante de la Junta no dudó en apoyar calurosamente sus

reclamos de funciones castrenses. Además, el médico inglés Diego Paroissien, al escribir

al conocido intrigante Padilla, le transmitió afectuosos recuerdos de su querido

“compatriota”. En 1811, se le expidió despacho de capellán castrense del Ejército

Libertador, y fue Belgrano quien testimonió laudatoriamente sobre el patriótico

comportamiento del canónigo Ximénez de León Manco Cápac. Al retirarse del Alto Perú

las tropas argentinas, quedó sin su canonjía y sin su empleo de capellán castrense. Los

rastros de este sacerdote se pierden en 1815, en dos documentos donde menciona su

parte en la distribución de las presas siendo capellán al mando del coronel de marina

Guillermo Brown, y en un reclamo para que se le pagaran los emolumentos por su

canonjía en Charcas.74

IV. Fracaso del proyecto

No debe causar extrañeza que las ideas monárquicas hayan persistido en el Río de la

Plata durante los diez primeros años de la Revolución. Antes de 1810, con la prisión de

Fernando VII por los franceses, varios personajes destacados –Manuel Belgrano, Juan

José Castelli, Mariano Moreno, Cornelio de Saavedra, Hipólito Vieytes, etc.- pensaron en

la regencia de su hermana Carlota de Borbón, esposa del príncipe Juan de Portugal,

refugiados ambos en Brasil. El 25 de mayo de 1810, según Moreno, aquellos juraban no

74 ETCHEPAREBORDA, Roberto, “Un pretendiente al trono de los incas, el padre Juan Andrés Ximénez de León Manco Cápac”. En: Cuarto Congreso Internacional de Historia de América celebrado en Buenos Aires del 5 al 12 de octubre de 1966. Buenos Aires: Academia Nacional de la Historia, 1966, t. I, pp. [193]-201. GARCÍA DE LOYDI, Ludovico, Los capellanes del Ejército. Ensayo histórico. Buenos Aires: Dirección de Estudios Históricos-Secretaría de Guerra, 1965, vol. I., pp. 52-53.

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323

reconocer otro soberano que Fernando “el más amado de los monarcas”. Sin embargo,

en abril de 1811, Manuel de Sarratea se dirigió a Río de Janeiro “para negociar el

coronamiento de la princesa Carlota y la subsiguiente transferencia de la corona del Plata

al príncipe don Pedro de Braganza”, pero este plan fracasó. Cuando el rey español fue

restablecido en el trono, el 11 de diciembre de 1813, el Segundo Triunvirato propuso la

paz al general Joaquín de la Pezuela por cesar los motivos de la guerra, enviando a

España comisionados “para conciliar nuestros derechos con los que él tiene al

reconocimiento de sus vasallos”. Fernando VII se negó a tratar con “pueblos rebelados”,

agregando que “la clemencia es debilidad” y que perecieran todos “si es preciso, y a los

que escapen de la muerte, sólo les quede en su alivio ojos para llorar”. Ante esta situación,

las gestiones de Bernardino Rivadavia, Belgrano y Sarratea se encaminaron a la

proclamación de Carlos IV o a la de su hijo Francisco de Paula. El director Carlos de

Alvear, mientras tanto, ofreció a Inglaterra la corona del Plata: “Estas provincias desean

pertenecer a la Gran Bretaña, recibir sus leyes, obedecer a su gobierno y vivir bajo su

poderoso influjo. Ellas se abandonan sin condición alguna a la generosidad y buena fe

del pueblo inglés”.75 Un informe secreto realista decía sobre Alvear: “Bien conocido y en

el día se cree trabaja a favor de los portugueses”.76

El representante Tomas Manuel de Anchorena sostuvo que de acuerdo a la naturaleza

del país no se encajaba en la monarquía, basándose en “la mayor resistencia de los llanos

a la forma monárquica de gobierno, y por la imposibilidad moral de conformar a unos y

otros bajo la misma forma y gobierno que se adoptase para los de las montañas”, por lo

que apoyaba la federación.77 Además, recordaba años después, que cuando se produjo el

nombramiento de diputados para el Congreso, el poder conferido a cada uno de ellos era

“para que determinasen el lugar en donde deben continuar las sesiones y proceder

inmediatamente a fijar la suerte del Estado y formar y dar constitución que deba regirlo”.

Pero en las instrucciones “nada se les dice de la forma de gobierno, sino esto solo, y por

consiguiente no se excluye, al menos expresamente, el monárquico constitucional”.78

75 DEMICHELI, Alberto, Origen federal argentino. Buenos Aires: Editorial Depalma, 1962, pp. 44-45. 76 GALLARDO, Guillermo, Joel Roberts Poinsett agente norteamericano 1810-1814. Buenos Aires: Editorial Emecé, 1984, p. 288. 77 RAVIGNANI, Emilio, Asambleas constituyentes argentinas 1813-1898. Buenos Aires: Instituto de Investigaciones Históricas-Universidad de Buenos Aires, 1937, t. I, p. 244. 78 IRAZUSTA, Julio, Tomás M. de Anchorena o la emancipación americana a la luz de la circunstancia histórica. Buenos Aires: Editorial Huemul, 1962, pp. 25-26.

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La prensa de la época tuvo un gran protagonismo en los debates, por ejemplo, cuando La

Crónica Argentina polemizó con El Censor sobre las ventajas e inconvenientes de una

dinastía incaica en el Plata. Su redactor se quejaba de que traiga a discusión de un

problema práctico la opinión de los teóricos, burlándose de su oponente por citar a

Gaspar de Real como autoridad en la materia: “Querer en el día enseñar política por Mr.

Real como obstinarse en enseñar medicina por Buchan o la filosofía por Losada. Mr. Real

tuvo celebridad en su tiempo; pero después de los escritos de un Montesquieu, un Burke,

un Price, un Adams y otros muchos, su gloria ha desaparecido”.79

La historiografía de la independencia argentina ha manifestado diversas

interpretaciones sobre el fracaso del proyecto monárquico de Belgrano, en su mayor

parte críticas. Al enfocar Bartolomé Mitre la propuesta presentada por Belgrano, la

calificó de extravagante en la forma e impracticable. Reconocía que “era una idea que

estaba en la cabeza de muchos pensadores” teniendo su razón de ser “si no en los hechos,

por lo menos en la imaginación, que a veces gobierna a los pueblos más que el juicio”.

Esto podría ser más valedero en los países en que la población indígena o mestiza

prevalecía y constituía el elemento activo, como en los casos de México o Perú. La

propaganda revolucionaria difundía con entusiasmo “los manes de Manco Capac, de

Moctezuma, de Guatimozín, de Atahualpa, de Siripo, de Lautaro, Caupolicán y Rengo,

como a los padres y protectores de la raza americana”. De este modo, los Incas

especialmente constituían entonces “la mitología de la revolución: su Olimpo había

reemplazado al de la antigua Grecia; su sol simbólico, era el fuego sagrado de Prometeo,

generador del patriotismo; Manco Capac, el Júpiter americano que fulminaba los rayos

de la revolución, y Mama Ocllo, la Minerva indígena que brotaba de la cabeza del padre

del nuevo mundo fulgurante de majestad y gloria”.80

Señaló José Manuel Estrada, que el proyecto de Belgrano fue una mitología de la

revolución: “Cuando los primeros bandos republicanos buscaban en el Olimpo griego los

dioses del derecho y de la fuerza, buscaban también en la tumba de los Incas el eco amigo

y uniónico de la libertad, bajo cuyo amparo se alzaba el pueblo”. Por su parte, afirmaba

79 La Crónica Argentina N° 21. Buenos Aires, 17-X-1816. En: GARCÍA BELSUNCE, César A., “Presencia de la Ilustración en la prensa directorial”. En: Cuarto Congreso Internacional de Historia de América celebrado en Buenos Aires del 5 al 12 de octubre de 1966. Buenos Aires: Academia Nacional de la Historia, 1966, t. II, p. 49. 80 MITRE, Bartolomé, Historia de Belgrano y de la independencia argentina. Buenos Aires: Editorial Suelo Argentino, 1945, pp. 457-458.

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que ni “la raza criolla, que hacía la revolución desciende de la sangre indígena: ni el Inca

fue para el hombre primitivo de la cordillera y los valles argentinos, sino conquistados y

tiranos”. La forma de gobierno monárquica proyectada en el Congreso habría fracasado:

“Cuando el Dr. Acevedo promovió este debate se declaró por la monarquía

constitucional. San Martín y Belgrano coadyudaban a tan estériles combinaciones,

aterrados por el aspecto amenazador que tomaba la anarquía. Este era el punto de

partida del Congreso que debe ser nuestro criterio”. A todo esto, el “tumultuoso

nacimiento de la democracia ponía parar en aquellas almas honestas y leales, y creyeron

que extirpar el germen del frenesí popular, el amor de su soberanía, sofocándolo bajo la

prepotencia de un rey, una obra patriótica y racional. No veían ni la eterna justicia del

principio ni su pureza esencial”. Con respecto a la oposición de los diputados al proyecto

de “utopía”, mencionó Estrada: “Sólo uno de los diputados, el Dr. Anchorena, salvó su

conciencia de republicano, porque trayendo a recuerdo de sus lecturas de Montesquieu,

no encontraba propicio el suelo de las Provincias Unidas, para la ubicación etnográfica

de la monarquía. El padre Oro reclamaba solamente una consulta previa a las

provincias”.81

En su análisis sobre esta cuestión, Adolfo Saldías hacía la siguiente reflexión: “Había

además en el seno del Congreso otro grupo, formado por los diputados del Alto Perú, que

prohijaba los cándidos proyectos de Belgrano sobre la monarquía de la casa de los Incas;

y que contaba, en todo caso, con el apoyo de otros diputados monarquistas”. Pero en el

caso de esos proyectos monárquicos “nunca respondieron al ideal político de ninguno de

los prohombres de nuestra Revolución, si se exceptúa a Belgrano; sino a las exigencias

cada vez mayores de nuestra diplomacia guerrera, que tendía a librarnos del poder

militar de España.82

El historiador Martin V. Lazcano recordó que Francisco de Miranda presentó a Pitt un

plan de Gobierno Incaico monárquico constitucional en 1790, siendo reiterado en 1798.

Algunas de sus cláusulas prescribían: “El Poder Ejecutivo sería delegado a un Inca

hereditario, con el título de Emperador”. Mientras que la Cámara Alta estaría compuesta

“de Senadores o Caciques vitalicios, nombrados por el Inca, y la Cámara de los Comunes

81 ESTRADA, José Manuel, “Lecciones sobre la historia de la República Argentina”. En: ESTRADA, José Manuel, Obras completas de José Manuel Estrada. Buenos Aires: Librería del Colegio, 1896, t. II, pp. 164-165. 82 SALDÍAS, Adolfo, Ensayo sobre la historia de la constitución argentina. Buenos Aires: Imprenta y Librería de Mayo, 1878, pp. 65 y 70.

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escogida, por todos los ciudadanos del Imperio, había de tener atribuciones semejantes

a la del Parlamento Inglés”. El Inca designaría “a los ministros del Poder Judicial, cuyos

cargos son vitalicios”. Lazcano refirió “que la idea del gobierno incaico resurgió en 1816,

patrocinado por el general Belgrano”, teniendo las simpatías de San Martín quien la

apoyaría “no a base de un Consejo pluripersonal, sino de uno unipersonal, llamársele

Regente del Reino”.83

Desde otra visión, Cayetano Bruno, respecto al debate sobre la forma de gobierno,

planteaba que la adopción del Inca y del Cuzco como capital, si bien en la actualidad

parezca una idea peregrina, no lo era entonces: “Por haber sido la intervención de los

eclesiásticos determinante en este punto que, sin embargo no llegó a resolverse, es

menester estudiarlo con algún espacio”. Observaba que la cuestión de la monarquía

temperada o constitucional “se venía defendiendo desde los comienzos de la revolución;

y era lo más valedero entonces, dado el repudio general que la revolución francesa se

había granjeado en la vida pública”.84

Otra opinión valedera, en este caso, es la de Vicente D. Sierra, quien evaluó muchos

factores que contribuyeron al fracaso del proyecto incaico: “No sólo no se produjo el

efecto que se esperaba en las masas indígenas del Alto y Bajo Perú; también debe tenerse

en cuenta que muchos de los que se plegaron a él lo hicieron más por odio a Buenos Aires

que por gusto de la idea”. Sierra resumió un informe muy interesante del presbítero

Antonio Sáenz del 1° de febrero de 1817: “Destacó Sáenz que la rivalidad que se produjo

denunció hasta qué punto la idea de coronar a un Inca en el Cuzco respondió al propósito

de disminuir a Buenos Aires, contra la cual eran grandes las prevenciones de las

provincias por estimar arbitraria la forma como administraba las rentas de la aduana”.85

Un atento examen de esta cuestión, lo hizo Leoncio Gianello, quien señaló sobre el plan

monárquico de Belgrano, los que sostuvieron su realización “bajo el pretexto de que

fueron simulaciones, máscaras, para cubrir otros designios reales”. Pero no fue así, dijo

este autor: “No hubo tal simulación. Se creyó sinceramente en el Inca, aunque hoy nos

83 LAZCANO, Martín V., Las sociedades secretas, políticas y masónicas en Buenos Aires (Acción desarrollada pro-independencia, unión y organización de la Nación Argentina, y en bien de la humanidad. Buenos Aires: Imprenta de Pedro García, 1927, vol. II, pp. 61-62. 84 BRUNO, Cayetano, Historia de la Iglesia en la Argentina. Buenos Aires: Don Bosco, 1971, t. VIII, p. 73. 85 SIERRA, Vicente D., Historia de la Argentina. Buenos Aires: Editorial Científica Argentina, 1975, t. VI, p. 452.

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sea difícil comprenderlo sin comprender y conocer antes la realidad de aquel momento

histórico”. Fracasó porque fue postergado “para adoptar otro plan que se creyó más

viable o más conveniente”.86

Dardo Pérez Guilhou, se ha referido a las actitudes asumidas por fray Justo Santa María

de Oro y Tomás Manuel de Anchorena, negando su republicanismo: “Conocida es la

actitud del padre Oro quien, en la sesión del 15 de julio, al ver inclinados los votos de los

representantes a adoptar el sistema monárquico constitucional, expuso que para

proceder a declarar la forma de gobierno era preciso consultar previamente a los

pueblos”. Seguidamente Pérez Guilhou recalcó que estas palabras transcriptas en los

textos escolares y con las cuales se ha simpatizado “no significan que el padre Oro fuera

republicano, ya que él invocaba la necesidad de la consulta sin manifestarse ni a favor de

la monarquía ni en contra de ella; más bien pensamos que Oro adoptó tal actitud para

debilitar la candidatura del Inca, que en esos momentos contaba con amplia mayoría”.87

V. Conclusiones

La situación militar y el retorno al poder de Fernando VII decidido a sofocar a los

insurgentes, impulsó al director Gervasio de Posadas a enviar a una misión diplomática

ante las cortes europeas, con el objeto de interesarlas por la independencia de la región.

El plan contemplaba la coronación de un hijo de Carlos IV, Francisco de Paula, dentro

de un proyecto de monarquía constitucional con el nombre de Reino Unido del Río de la

Plata. Al fracasar este proyecto, Manuel de Sarratea respaldó la formación de un Estado

independiente con un príncipe de la casa real española, pero la intransigencia de

Fernando VII impidió las conversaciones.88

El proyecto de Belgrano y otros que le siguieron fracasaron por múltiples e importantes

razones. Quizá la más decisiva fue la que invocó Manuel Moreno desde el periódico El

Independiente. Después de hacer un estudio sobre nuestra sociedad, arribaba a la

conclusión de que en ella no existían nobles ni personas que pudieran entender serlo.

86 GIANELLO, Leoncio, Historia del Congreso de Tucumán. Buenos Aires: Editorial Troquel, 1968, pp. 274-275. 87 PÉREZ GUILHOU, Dardo, Las ideas monárquicas en el Congreso de Tucumán. Buenos Aires: Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad de Mendoza-Editorial Depalma, 1966, pp. 18-19. 88 OYARZÁBAL, Guillermo Andrés, “Manuel de Sarratea”. En: DE MARCO, Miguel Ángel y MARTIRÉ, Eduardo (coordinadores), Revolución en el Plata: Protagonistas de Mayo de 1810. Buenos Aires: Academia Nacional de la Historia-Editorial Emecé, 2010, p. 529.

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Pues la monarquía moderna, como lo destacó Montesquieu, era inseparable de la nobleza

de sangre, clase socialmente superior. Decía también que en nuestro país, el estado social

era de una medianía general y sólo se pudo formar una pequeña burguesía comercial

pero sin grandes fortunas.89 Un informe realista anónimo calificaba a Manuel Moreno:

“Doctor Don Manuel, oficial mayor de la Secretaría de Estado hermano del difunto

Moreno famoso revolucionario. Ha estado en Londres, es enemigo mortal de España: no

tiene el talento de su hermano, pero es tan terrorista como él. Afortunadamente no ha

tenido empleo capaz de dar rienda a su carácter carnívoro pero por lo bajo hace todo el

mal posible: es grande amigo del doctor Agrelo y su consocio en la Crónica Argentina. El

director Pueyrredón le teme”.90

Con respecto al proyecto incaico, Jaime Gálvez afirmó: “La restauración de la casa de los

Incas a trescientos años de despojados del trono, sonaba a revancha contra España, a

más revolucionario que ninguna otra combinación dinástica. Y esto era marchar en las

líneas del legitimismo y de las restauraciones, impuestas por la Santa Alianza”. Además,

“si se coronara un príncipe extranjero, éste traería consigo fuerzas militares foráneas

para imponer el orden, para terminar con la anarquía y las discordias internas, pero

tendrían contra suya a toda la población, como pasó durante las invasiones inglesas”. Por

lo que, la monarquía aborigen no tendría ese problema, siendo, en una palabra, “la más

política y patriótica de las monarquías”.91

Este plan llegó a oídos del gobierno estadounidense, como lo informó César Augusto

Rodney al Secretario de Estado, del 5 de noviembre de 1818: “El año antepasado, es

cierto, una de las gacetas se aventuró a abogar por la restauración de los Incas de Perú,

con una monarquía limitada, pero fue mal recibida. Ninguna propuesta para la

restauración de poder hereditario de ningún género, en cuanto pude saber, será

escuchado seriamente por el pueblo”.92

89 PÉREZ GUILHOU, Dardo, “Pensamiento político y proyectos constitucionales (1810-1880)”. En: Nueva Historia de la Nación Argentina. Buenos Aires: Academia Nacional de la Historia-Editorial Planeta, 2003, t. V, p. 22. 90 GALLARDO, Guillermo, Joel Roberts Poinsett agente norteamericano 1810-1814. Buenos Aires: Editorial Emecé, 1984, p. 297. 91 GÁLVEZ, JAIME, Revisionismo histórico constitucional 1810-1967. Buenos Aires: Editorial Celcius, 1967, pp. 46-47. 92 BRACKENRIDGE, E. M., La independencia argentina. Viaje a América del Sur hecho por orden del gobierno americano en los años 1817 y 1818 en la fragata “Congress”, prólogo y traducción de Carlos A. Aldao. Buenos Aires: Editorial América Unida, 1927, t. I., p. 335.

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Finalmente, el rechazo final de la solución monárquica, no significó adhesión ciega a

ningún sistema republicano en particular. Al contrario, ello generó una revisión crítica

de la forma republicana, que afectó también al modelo norteamericano. Asimismo, no

fue obstáculo para que la experiencia política y constitucional de las naciones

monárquicas –Inglaterra, España, Francia- fuese aprovechada ampliamente por

nuestros constituyentes.93

93 LEVAGGI, Abelardo, “Espíritu del constitucionalismo argentino de la primera mitad del siglo XIX”. En: Revista de Historia del Derecho N° 9. Buenos Aires: 1981, p. 267.

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EL PERÚ: LOS COMPLICADOS INICIOS REPUBLICANOS

WALTER RICARDO OLIVARI ORTEGA1

Universidad Nacional Mayor de San Marcos

Resumen:

Sin Bolívar ni San Martín para darnos libertad hubiera sido imposible su consecución.

La característica del Perú de aquella época fue la de contar con una clase dominante que

vivía en una abierta dependencia de los privilegios coloniales, su conservadurismo

rancio, liberalismo tímido y fidelismo a ultranza, se evidenciaba de como la nobleza

limeña financió las campañas del Virrey Abascal contra los ejércitos patriotas. El Perú,

como país independiente emergió sin alterar en el fondo las estructuras de dominación

colonial, sin una clase en el poder que pudiera ser reconocida como “dirigente” sino sólo

como “dominante” y tal vez lo más grave una república sin ciudadanos, en mayoría.

Palabras clave: independencia / República del Perú / clases sociales / oligarquía /

política

1. Introducción

El presente trabajo, pretende ofrecer una renovada visión y valoración, de los inicios de

la formación de la Republica del Perú, con la declarada intención de colaborar a la difícil

tarea de, con el auxilio de la Historia –principalmente- y otros enfoques, podamos los

peruanos entender la características más importantes que conforman nuestra heredad

patria.

2. Una República no “tan joven”

La llegada de la Independencia al Perú, tuvo algunas diferencias –comprensibles para un

analista aguzado- en relación a otros países de la región, pues su centralidad colonial no

forjó un criterio de beneficio en la lucha por separarse de la Metrópoli europea. Así dice

1 Abogado por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y Master en Ciencia Política por la Universidad de Salerno, Italia. Actualmente, se desempeña como Catedrático de los cursos de Introducción a la Filosofía e Historia de las Ideas Políticas, en la Facultad de Derecho de la Universidad de Ciencias Aplicadas y Ambientales (UDCA), Bogotá, Colombia.

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bien Germán Arciniegas: “Los orígenes mismos de la República peruana, tan diferente

de las otras de nuestra América. El Perú no inventó su Guerra de la Independencia. Le

hicieron esa guerra por una punta los argentinos y por otra los venezolanos”.2

De manera coincidente, Manuel González Prada, en su artículo “El Lima antiguo”3dice:

“Sin Bolívar, Sucre, San Martín y Arenales, sin los venidos de fuera para darnos libertad

i quien sabe si hoy mismo vegetaríamos bajo la dominación española. Incapaces de

manumitirnos por la acción de nuestros brazos, los limeños (y todos los peruanos)

somos los manumisos de Colombia y la Argentina”.4

Con el triunfo de las expediciones libertadoras: primero San Martín y luego Bolívar, el

necesario desalojo de los españoles, mostró la real y dura situación que el país debió

enfrentar para hacer posible un Estado-Nacional de corte republicano como lo

demandaba la necesidad. Tener una clase dirigente, una elite que condujera el país hacia

un horizonte de provecho, esto no hubo, ni tampoco el asomo de estructuras políticas

sólidas, con partidos políticos. He aquí un gran drama que afrontó el Perú en sus inicios.

“La formación de la nacionalidad peruana, luego del largo ciclo de las guerras de la

Independencia, se cuenta entre las ambiguas y complejas indagaciones de hispano-

américa”5. En efecto los primeros pasos del Perú en su proceso de separación tuvieron

las dificultades propias de una realidad atravesada por una anterior centralidad desde la

ciudad de Lima, política, económica y cultural, además de militar –era el fortín español

más sólido- y una fuerte presión desde la periferia colonial representada desde el sur con

José de San Martin en Buenos Aires, Argentina y desde el norte con Simón Bolívar en

Caracas.

El Perú desde Lima “arrastrando un pasado colonial majestuoso en sus inicios”6 aunque

luego conoció “…una prolongada decadencia en los siglos XVII y XVIII”7, sin olvidar o

2 Arciniegas, Germán. “González Prada, Mariátegui, Haya de la Torre, tres momentos de una sola vida”. En Cuadernos Americanos 93 (1957) página 205 3 “El Lima antiguo “fue editado póstumamente en El Tonel de Diógenes (1945, páginas 20-21) a partir de un manuscrito sin fecha. Lo hemos tomado del libro “Manuel González Prada: ensayos 1885-1918” Edición, introducción y notas de Isabelle Tauzin-Castellanos. Ed. Universidad Ricardo Palma. Lima 2009. Perú. 4 O. Cit. Página 303. 5 Ibídem. Página 37. 6 Ibídem. Página 37. 7 Ibídem. Página 37.

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excluir el pasado pre-colombino, momento histórico este donde, desde la imperial

ciudad del Cuzco se administró tal vez el aparato político más importante y grande de

América: el Tawantinsuyo8.

La característica de tener el Perú una “…clase dominante limeña [que] vivía en una

condición de abierta dependencia estructural de los privilegios coloniales, de allí su

fidelismo a ultranza”9. Incluso se puede comprobar esto al ver como “Los comerciantes

del Tribunal del consulado, que constituían la fracción más importante de la nobleza

limeña, financiaron las campañas del Virrey Abascal contra los ejércitos patriotas y

secundaron activamente las campañas contrarrevolucionarias de los ejércitos

realistas”10. No cabe duda entonces que están difíciles circunstancias fueron incluso mal

resueltas por los personajes y sectores sociales llamados a hacerlo. Atrapados en una

“…mezcla de conservadurismo rancio y liberalismo tímido, el lenguaje cifrado de los

criollos expresaba preocupaciones múltiples…”11.

Y es que por ello “…la posición de los criollos era las más conservadora del continente”12;

el enorme pánico a perder sus tradicionales privilegios, sus beneficios coloniales aunque

a veces regateados por los peninsulares españoles, agrandado por el no deseado

alzamiento o insolencia de las clases bajas preferentemente indios y/o negros,

emancipados de un régimen de servilismo o esclavitud que ya habían asomado con fuerza

inusitada en el levantamiento de Túpac Amaru en 1780. Todo esto hizo que como posible

-y luego real- futura clase en el poder ya libre de la presencia española, pensaban los

criollos peruanos que “…la cuestión se planteaba en términos de como apropiarse de los

mecanismos de poder antes usufructuados por la corona española y la burocracia

colonial, no desmontarlos”13.

Tal vez la figura en cuya actuación se describe con claridad esta ambivalencia, al final con

opción conservadora es la del aristócrata limeño, José de la Riva Agüero, quien fue

nombrado el primer presidente del Perú y descrito como “…a la vez orgullo y vergüenza

8 Nombre quechua con el que los Incas denominaban a su organización política. Se puede traducir como el Imperio que abarca las cuatro fronteras. “Tawa=cuatro” “suyo=área o región”. 9 Manrique, Nelson. “Democracia y Nación: la promesa pendiente” en “La Democracia en el Perú: Proceso Histórico y Agenda Pendiente” Informe PNUD. Lima, Marzo 2006. Página 17. 10 Ibídem. Página 17. 11 Gómez García, Juan Guillermo. O. Cit. Página 20 12 Manrique, Nelson. O. cit... Página 20. 13 Ibídem. Página 20.

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de la aristocracia criolla”14, quien comenzó como –aparente- revolucionario a favor de la

causa libertaria y término como un fiel servidor realista aceptando “…comisiones del Rey

de España algún tiempo después de que José de San Martín se hubiera asentado en Perú

y once años después de que hubiera empezado la revolución”15.

En un extenso libro titulado “Memorias y Documentos para la historia de la

Independencia del Perú y causas del mal éxito que ha tenido esta”, publicado en 1858,

un año después de su muerte y firmado con el seudónimo de P. Pruvonena, el autor no

solo descarga toda su ira final contra el proceso que ultimadamente libera al Perú, “país

que se consideraba el corazón de América del Sur”16y que aún mantenía el “…sueño de su

anterior grandeza colonial”17, sino que se describe de manera clara y precisa la verdadera

posición de una clase social –la aristocracia criolla peruana-; cual es la del desencanto

con el sistema republicano, el rechazo a las expediciones libertadoras arribadas al país

para expulsar a los españoles y que así también conseguirían asegurar su propia

independencia, así como la dura crítica a sus líderes, llegando incluso a calificar a José

de San Martin y Simón Bolívar de “dos facinerosos”18.

Demostrando, como lo sugiere la real situación posterior, que solo era la conciencia

vergonzante de una elite que no fue capaz de conducir los cambios políticos-militares, de

su independencia nacional. Diremos por último , que al inicio de la República en el Perú,

el país emerge sin alterar en el fondo las estructuras de dominación colonial, sin una

clase en el poder que puede ser reconocida por ello de “dirigente” sino sólo como

“dominante” y tal vez lo más grave una república sin ciudadanos, en mayoría.

3. El “boom” del guano”

En realidad, los años iniciales de la independencia del país, no provocaron el nacimiento

de una elite local fuerte en términos políticos y económicos con resonancia nacional. Y

se ha dicho que la alta clase colonial se perjudico de la reformas borbónicas, las cuales

quebraron “la hegemonía política de la que Lima disfrutó alguna vez sobre toda América

del Sur hispana”19.

14 Lynch, John. “Las revoluciones en Hispano-américa, 1808-1826” Ed. Ariel. Barcelona, 1983. Página 180. 15 Ibídem. Página 299. 16 Gómez García, Juan Guillermo. O. Cit. Página 40. 17 Ibídem. Página 40. 18 Ibídem. Página 44. 19 Gilbert, Dennis. “Historia de tres familias” Ed. Horizonte. Lima, 1973. Página 16.

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El “vacío político” de sus primeros momentos, ya en libertad, pero sin argumentos para

avanzar, es sin duda el rasgo político más notorio del país en sus primeros instantes de

independencia y libre del yugo colonial español. Esto producirá la llegada casi necesaria

de los militares y con ellos los infaltables “caudillos”, aquellos líderes ocasionales, tan

frecuentes y dañinos en toda America Latina. Estas figuras caudillistas duran en el Perú

algo más de tres décadas y solo el asunto del guano20propicia el nacimiento del primer

partido político, en el sentido estricto del término, y que fue el Partido Civil, se forma

con lo más graneado de la oligarquía limeña, es decir resulta siendo su representante.

La situación económica del Perú, luego de la Independencia, fue muy dura y algunos

afirman que es muy difícil hablar con claridad de ella, pues mostraba como principal

signo el estar por completo enmarañada. Tal vez, lo más notorio eran los llamados

enclaves semi-feudales, mostrados por las propiedades extensas en el área agrícola que

tenían los hacendados, en un papel notorio de terratenientes que cada vez ampliaban

más sus límites a expensas de las tierras comunales de las comunidades campesinas

nativas.

De esta forma, la política nacional cae en un estado casi caótico, como respuesta casi

natural a las condiciones de la vida económica, lo cual genera luego la llegada de los

“caudillos” militares. Esto se mantuvo inalterable hasta el periodo conocido como la

“época del guano”, etapa en la cual el país exportó grandes cantidades de un recurso

natural que por siglos, se había acumulado en las costas peruanas y era muy rico en

nitrógeno y de allí ser valorado como un gran fertilizante. Las necesidades de regiones

mundiales como Estados Unidos de Norteamérica y una Europa que se industrializaban

de forma rápida donde además su población aumentaba y se multiplicaba en las grandes

ciudades, movió la necesidad de incrementar su productividad en el campo.

El exitoso negocio de exportar este producto enriqueció a los comerciantes peruanos de

una manera espectacular, formando una nueva elite adinerada que emparentada en

ventajosos e interesados matrimonios y enlaces con las antiguas y señoriales familias

capitalinas, formarían la llamada “oligarquía” nacional.

En lo social, se puede mencionar que la fundación del exclusivo “Club Nacional” señala

un signo de relativa prosperidad en eso años; en lo político: “El dinero proveniente del

20 El guano de la islas es una materia orgánica natural, que abona la tierra y la fertiliza, su uso en Europa y USA fue de gran demanda desde el Perú a principios de los años 30´del siglo XIX.

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guano hizo posible erigir un gobierno fuerte en Lima por primera vez desde que terminó

el gobierno español. [Y] Fue posible sostener una burocracia considerable, y lo que es

más importante en términos de poder, un ejército numeroso y profesional”21.

Confirmándose de esta manera la tradicional historia de subordinación de las provincias,

por parte de la elite limeña; aun cuando esto en general no significara una necesaria y

reclamada estabilidad política.

Peor aún, cuando la situación nacional se conmueve y agita violentamente en un

acontecimiento llamado “el contrato Dreyfus”. Ocurre que durante el gobierno del

presidente José Balta, ante una aguda crisis fiscal, el recién nombrado Ministro de

Hacienda, don Nicolás de Piérola, buscando recursos frescos para cubrir la deuda

externa, que se acumulaba por préstamos que el gobierno había hecho contra los ingresos

anticipados del guano, de súbito negoció con un poco conocido empresario francés,

dueño de una firma comercial un contrato, que le retiraba a los privados nacionales el

privilegio de la explotación y venta del codiciado guano de las islas y se lo otorgaba a la

casa de los Hermanos Dreyfus.

El escandalo no se hizo esperar y los consignatarios como reacción apasionada y a la vez

de cálculo, terminarían por formar un partido político que los represente: el cual toma

por nombre Partido Civil, mostrándose dicha agrupación entonces, como un claro y

notorio defensor de los intereses de la mayoría de la alta clase limeña. Su líder natural,

candidato en las siguientes elecciones y luego elegido Presidente del Perú en 1872, Don

Manuel Pardo y Lavalle, era un rico consignatario de guano, el más importante.

Anotaremos también, que el historiador Jorge Basadre, califica con sinceridad histórica

a este periodo de “prosperidad falaz” y que durante este momento histórico muy poco

se hizo para promover el desarrollo de la industria o eliminar la pobreza en las clases

bajas del país. El dinero del negocio del guano solo habría generado a lo sumo una clase

rentista que muy poco impulsó también la infraestructura que el país necesitaba para su

evolución y crecimiento.

Se puede afirmar entonces, que a mediados del 1870, el falso “boom” guanero mantenía

aun una economía débil que conforma decaían los recursos que la exportación del

preciado fertilizante producía, esta se afectaba de gravedad. Buscando nuevas opciones

21 Gilbert, Denis. O. Cit. Página 19.

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se giró entonces la atención hacia la costa sur –en aquel momento peruana todavía- zona

ésta rica en yacimientos de salitre y se intentó su exportación. Los encontrados intereses

con Chile provocarían una guerra que al encontrar al Perú económicamente débil y

políticamente dividido, lo devastó.

4. La “República Oligárquica” (1895-1918)

La aparente prosperidad de la exportación del guano, fue luego reemplazada por el

“boom” del salitre, este elemento esencial para la industria militar de esos años del siglo

XIX y se convertirá en el factor esencial de un gran conflicto bélico que vendrá pronto y

enfrentará al Perú (y Bolivia) con Chile en lo que se conoce como la “Guerra del Pacifico”.

No hubo golpe más duro para el Perú, que la amarga derrota en la guerra, su impacto

transciende en algunos casos el alma misma de la identidad nacional. El país luego se

repone con gestos de heroísmo en algunos casos, pero solo por el rol de individualidades

que no siempre fueron acompañados por el resto de los que debían hacerlo.

Los últimos años del siglo XIX y los primeros del siglo XX están marcados a fuego por

este infausto suceso, la perdida de tres provincias y su cautividad estarán en la cotidiana

presencia del imaginario nacional. La recuperación nacional se hizo entonces con

algunos azares de la política, la historia y la economía.

De la mano de la egregia figura del Mariscal Andrés Avelino Cáceres, “el Caudillo de la

resistencia” en la guerra, se inicia la reconstrucción, ella se ve de momento alterada, por

un mal papel de quien fue un buen militar pero un mal gobernante, pues Cáceres una vez

en el poder se convierte en Dictador, aplicando una exagerada e innecesaria fuerza y

violencia, en un país exhausto de ella, por lo recién acontecido.

El plan de rebelión, contra el gobernante dictatorial es dirigido tras bambalinas por el

renacido Partido Civil, todavía el más fuerte y en verdad quizás el único que merezca el

nombre de partido, siempre fiel representante de elite criolla capitalina. Aunque esta vez

acaudillado por la conocida figura de don Nicolás de Piérola: “el conspirador

sempiterno” lo llamará el historiador Jorge Basadre22.Esta extraña pero oportuna y

ventajosa alianza, derriba al ahora dictador Andrés Avelino Cáceres y el conspirador

22 Basadre, Jorge. “Perú: Problema y Posibilidad”. Biblioteca Ayacucho. Caracas, Venezuela. Página 100.

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gobernará con el apoyo del viejo civilismo con relativa tranquilidad, en un ambiente que

favorece la recuperación, con la buena fortuna además de algunas buenas noticias y

decisiones que alivian la alicaída economía nacional. Así las cosas, “durante un periodo

aludido como la “República Oligárquica” (1895-1918) un pequeño círculo de familias

llegó a dominar casi todas las instituciones nacionales”23.

5. La Economía

En el plano económico con el restablecimiento de la economía de exportación, la

oligarquía peruana resurgió. Asumiendo la agricultura el papel más dinámico, siendo de

manera notoria que el azúcar reemplazaba el papel que hace algunos años había tenido

el guano; los propietarios de las haciendas del norte del país fueron los actores

principales y predominantes en este nuevo periodo.

Recobrada la agricultura de los efectos de la guerra de 1879, esta exportó azúcar y

algodón gracias a la innovación en sus ingenios los cuales se modernizaron con

tecnología reciente, crearon ferrocarriles privados y facilidades portuarias para el

transporte de las mercaderías, también los propietarios de las haciendas no solo viajaban

fuera del país en busca de lo último en maquinarias, sino que llegaron emplear a técnicos

calificados de origen europeo e imitaban con ellos las mejores técnicas foráneas.

Así el relativo éxito de estos personajes, se reflejará luego en su interés por participar en

los grandes temas nacionales. El Partido Civil que era su representante evidente llegó a

colocar dos presidentes de la república en el breve lapso de veinte años y nominó a un

tercero para tentar el cargo.

Es de añadir como complemento, que también el restablecimiento de la agricultura

costeña, empujó el resurgimiento de la minería nacional, lo cual ocurrió gracias a las

conexiones de ferrocarriles en la sierra central, Y por último todo en conjunto impulso

un sensible desarrollo de la economía urbana, empujando una expansión de los sectores

industriales, financieros y de servicios.

23 Gilbert, Dennis. O. cit. Página 15.

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De esta forma queda en claro que “…durante la República Oligárquica la ubicación

ecológica (sic) de la oligarquía dentro de la economía peruana estaba bien definida”24.

6. La política

El resurgimiento provocado, por el cierto avance económico después de la “Guerra del

Pacifico” se trasladó finalmente al plano político. Luego de un breve retorno a los

regímenes militares, estos se tornaron impopulares –sobre todo el Cáceres- a pesar de

su prestigio adquirido en la contienda bélica y principalmente al momento de la

“resistencia” a la ocupación de tropas extranjeras en suelo nacional.

A pesar de sus diferencias internas –la más evidente y difícil, era entre el Partido Civil y

Piérola- la elite se reagrupo con una gran facilidad olvidando viejas rivalidades y rencillas

ocurridas en el pasado inmediato y por tanto se puede con certeza afirmar que a partir

de la victoria en la guerra civil e insurgencia contra el gobierno dictatorial del General

Cáceres, convertido ya en rechazado dictador: “Ahora ya era posible hablar bastante

literalmente de una oligarquía en el Perú. [Ya que] El Estado estaba ahora [de nuevo]

en poder del civilismo”25y se podría decir que…”Controlaba el partido, el mismo, un

pequeño grupo de familias que dominaba las posiciones económicas claves”26

Reinstalada de esta manera la oligarquía en el poder, pronto ella se deshace de Piérola y

en adelante gobierna en solitario siempre por medio del Partido Civil hasta el año de

1918, con una sucesión casi ininterrumpida de presidentes de su propia cantera en un

periodo bautizado por el ya mencionado historiador peruano Jorge Basadre, como la

época de la “República Aristocrática”, periodo en el cual salvo el breve momento de

gobierno de Guillermo Billinghurst de 1910-1912, se vive una sensación de retorno a la

posibilidad de encaminar el país hacia el futuro.

Pero un hijo preclaro del civilismo don Augusto B. Leguía, clausura con fuerza este

periodo, cuando escindido él de su anterior organización partidista, derrota en la

elecciones al candidato “oficialista” don Isaac Alzamora y apresurado por retornar al

24 Ibídem. Página 34. 25 Ibídem. Página 36. 26 Ibídem. Página 36.

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poder –pues ya había gobernado antes- obliga a un “golpe” y de esa manera empieza una

historia que abre una época y cancela otra.

Esto es parte de otra historia…..

7. Bibliografía

Basadre, Jorge. “Perú: Problema y Posibilidad”. Biblioteca Ayacucho. Caracas,

Venezuela, 1978.

Gilbert, Dennis. “Historia de tres familias” Ed. Horizonte. Lima, 1973.

Lynch, John. “Las revoluciones en Hispano-américa, 1808-1826” Ed. Ariel. Barcelona,

1983.

Manrique, Nelson. “Democracia y Nación: la promesa pendiente” en “La Democracia

en el Perú: Proceso Histórico y Agenda Pendiente” Informe PNUD. Lima, Marzo

2006.

Mariátegui, José Carlos. “Siete ensayos de interpretación de la realidad peruana”.

Editorial Amauta. Lima, 1980.

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LOS LIBERTADORES DE AMÉRICA Y LA ENTREVISTA

FRUSTRADA DE FEBRERO DE 1822

JORGE GUILLERMO PAREDES MUÑANTE1

Universidad Nacional Mayor de San Marcos

Resumen:

Es ampliamente conocida la entrevista entre San Martín y Bolívar en Guayaquil, en julio

de 1822. En cambio, es menos, salvo entre los especialistas, la entrevista frustrada de

febrero de 1822. La entrevista frustrada tiene una gran importancia porque permite

comprender mejor los motivos que impulsaron a San Martín a viajar a fines de julio de

1822 para reunirse, en Guayaquil, con Bolívar. Esta entrevista ha dado motivos a diversas

interpretaciones por lo que el análisis sobre la entrevista frustrada resulta relevante.

Palabras clave: José de San Martín / Bolívar / entrevista de Guayaquil / independencia

/ Libertadores del Perú

1. Las expediciones libertadoras y la posición política de Guayaquil

De la documentación de la época fluye, en forma diáfana, que tanto Bolívar como San

Martín tenían entre sus planes reunirse en alguno de los territorios por ellos liberado.

Sabemos que esta reunión se llevó a cabo en julio de 1822 y en la ciudad de Guayaquil.

Que fue San Martín quien fue al encuentro de Bolívar y que esta reunión ya estando el

Protector en aguas guayaquileñas estuvo a punto de frustrarse. Mucho se ha hablado, y

aún constituye un tema muy controversial, sobre los motivos, el desarrollo y las

1 Educador en Historia y Geografía por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos Sus investigaciones y publicaciones están centradas en dos campos: En el educativo, lo referente a la lectura, el hábito lector y las nuevas tecnologías de la información y la comunicación. En el campo histórico, en la etapa de la independencia hispanoamericana cuenta con varios trabajos publicados sobre la materia. Asimismo, el autor ha querido hacer un especial agradecimiento a Gustavo Montoya por su siempre generoso apoyo y lo fructífero de sus aportes.

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consecuencias de las cuatro reuniones que ambos libertadores tuvieron en Guayaquil los

días 26 y 27 de julio de 1822.

El brevísimo primer encuentro de los libertadores del 26 de julio cuando aún el Protector

se encontraba a bordo del navío Macedonia, a pocas horas de su llegada, nos permitirá

tocar, aunque en forma muy concisa, uno de los aspectos que, de una u otra manera,

estuvo ligada a la entrevista de los libertadores, en la frustrada de febrero y en la efectiva

de julio, y es el concerniente a la situación política de Guayaquil, territorio que había

proclamado su independencia en octubre de 1820.

Utilicemos esta fugaz reunión del 26 para tocar un problema que de una u otra manera

enfrentó a las dos corrientes libertadoras e incluso a sus jefes.

Bolívar fue, el 26 de julio, llevándole su saludo personal y protocolar de recibimiento en

territorito guayaquileño, en territorio colombiano. Ello fue una no esperada y hasta

ingrata sorpresa para San Martín. Guayaquil había proclamado su independencia el 9 de

octubre de 1820 y ambos libertadores tenían ideas, muy precisas, aunque en parte

diametralmente opuestas, sobre el futuro político de Guayaquil independiente. San

Martín le había expresado a Bolívar su posición. En misiva del 3 de marzo de 1822, es

decir escrita de su regreso del frustrado encuentro de febrero, le expresa:

“Por las comunicaciones que en copia me ha dirigido el gobierno de Guayaquil, tengo

el sentimiento de ver la seria intimidación que le ha hecho V.E. para que aquella

provincia se agregue al territorio de Colombia. Siempre he creído que en tan delicado

negocio el voto espontáneo de Guayaquil sería el principio que fijase la conducta de los

estados limítrofes, a ninguno de los cuales compete prevenir por la fuerza la

deliberación de los pueblos...Dejemos que Guayaquil consulte su destino y medite sus

intereses para agregarse libremente a la sección que le convenga, porque tampoco

puede quedar aislado sin perjuicio de ambos...” (Leguía y Martínez, tomo VII: 158 –

159).

San Martín recibió respuesta de Bolívar en misiva suscrita desde Quito el 22 de junio de

1822 y en la cual el Libertador en señal en forma clara y tajante su posición sobre la

adscripción territorial de Guayaquil a territorio colombiano.

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“V.E. expresa su sentimiento que ha tenido al ver la intimidación que hice a la provincia

de Guayaquil para que entrase en su deber. Yo no pienso como V.E. que el voto de una

provincia debe ser consultado para consultar la soberanía nacional, porque no son las

partes sino el todo del pueblo el que delibera en las asambleas generales reunidas libre

y legalmente... Yo no creo que Guayaquil tenga derecho a exigir de Colombia el permiso

para expresar su voluntad para incorporarse a la república; pero si consultaré al

pueblo de Guayaquil, porque este pueblo es digno de una ilimitada consideración de

Colombia, y para que el mundo vea que no hay un pueblo de Colombia que no quiera

obedecer sus leyes”. (Leguía y Martínez; tomo VII: 159 – 161).

Guayaquil, al proclamar su independencia, formó una Junta de Gobierno la cual, para

asegurar su posición separatista, no tuvo más remedio que solicitar el auxilio tanto de la

expedición libertador comandada por Bolívar como la capitaneada por San Martín. Era

una decisión de subsistencia del paso político tomado. Pero acarreaba sus dificultades,

toda vez que ambas expediciones estaban en pleno proceso de liberación de los pueblos

aun bajo dominio español y ambos libertadores tenían ideas ya formadas sobre lo que

debería ser el futuro político territorial de Guayaquil. Si bien es cierto que ambos

libertadores tenían ideas aparentemente opuestas sobre el destino de Guayaquil, toda

vez que Bolívar consideraba que Guayaquil era parte del territorio colombiano en tanto

que San Martín veía con simpatía que Guayaquil formase parte del Perú independiente,

sin embargo, ambos libertadores consideraban que un Guayaquil autónomo, soberano,

no era lo conveniente. Despectivamente Bolívar se refería como republiqueta la para él

ilusa pretensión de constituir un pequeño estado autónomo. Aunque, como ha puesto de

realce, entre otros, Jaime Rodríguez, Guayaquil tenía como plan ganarse la zona andina

de la audiencia de Quito, el añorado Reino de Quito, y conformar un Estado soberano,

como el que se haría realidad con la descomposición de Colombia, en 1830 (Rodríguez,

2006). Algo más, Guayaquil era un territorio económicamente estratégico y de allí los

intereses colombiano y peruano por su posesión. Como señala Jaime Rodríguez:

“Guayaquil era una base naval, un centro de construcción de buques y uno de los

puertos principales del Pacífico, con importantes enlaces comerciales que abarcaban

desde la Nueva España en el norte hasta Chile en el sur. Pero, aunque era el puerto

principal del Reino de Quito, la topografía de la región hacía que fuera más fácil viajar

de Guayaquil a Lima por mar que a Quito, su capital, situada en la cordillera. El viaje

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a Santa Fe de Bogotá, capital del virreinato de Nueva Granada y más tarde de la

República de Colombia, era todavía más difícil”. (Rodríguez, 2006: 179).

En octubre de 1820 no existía aún un Perú independiente. Por lo tanto, los que señalan

que la junta guayaquileña, llevada de su simpatía por el Perú, se entregó a éste

embrionario Estado, comete un anacronismo toda vez que el Perú independiente era aún

una entelequia.

En cuanto a la posición de los guayaquileños, los documentos de la época son

perfectamente claros en señalar que reinaba un ambiente muy caldeado entre tres

posiciones que se habían decantado durante el proceso separatista, y que tenían raíces

claramente perceptibles desde el siglo XVIII, tres posiciones o “partidos” en pugna: el de

aquellos que deseaban un Guayaquil independiente, plenamente autónomo, soberano,

aquel otro que, teniendo en cuenta los múltiples intereses comunes peruanos-

guayaquileños, que databan de la etapa virreinal, eran partidarios de una futura

agregación a un Perú independiente, y, por último, el de aquellos partidarios de su

pertenencia a Colombia por considerar que Guayaquil había sido parte constitutiva del

virreinato de Nueva Granada y por ende era parte integrante de Colombia.

José Antonio Gómez Iturralde señala que estos tres “partidos” tenían connotados líderes.

Francisco María Roca lideraba la posición peruanista, Bolívar y su fuerza la favorable a

Colombia, en tanto que Olmedo era la cabeza visible del grupo autonomista. Como señala

Gómez Iturralde esta batahola política partidarista estuvo reflejada y expresada en una

“guerra” de impresos, folletos y libelos, como el ensayo publicado por Francisco María

Claudio Roca titulado “El Amigo del País o Ensayos sobre la felicidad de esta provincia”

y que, a decir de David J. Cubitt, constituye uno de los textos “más importante que haya

sido publicado en Guayaquil a comienzos del siglo XIX, durante los años de transición

entre los períodos de la colonia y el de la independencia”. (Grases, 1981: 554).

A. J. de Sucre nos ha dejado testimonios valiosos donde se refiere al grupo autonomista.

Basta leer sus comunicaciones a Santander de 1 de agosto y de 18 de setiembre de 1821,

así como sus misivas de 2 de diciembre de 1821 y la del 15 de marzo de 1822 dirigidas al

Ministro de Guerra. (De la Rosa, 1938, documentos 140, 144, 156 y 170). En el oficio del

5 de enero de 1822, enviado desde Cali por el Secretario de Bolívar (por expreso encargo

del Libertador) al Ministro de Guerra se hace mención tanto a los que deseaban su

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incorporación al Perú como a aquellos partidarios del “extravagante delirio” de un

Estado independiente”. (De La Cruz, 1914)

Mencionemos, muy sucintamente, las otras entrevistas entre los libertadores de

América, en julio de 1822. El mismo 26 se llevó a cabo dos entrevistas más, pero esta vez

ya en tierra guayaquileña. La primera fue después de la ceremonia de recibimiento que

se le ofreció a San Martín y donde ocurrió el incidente de la coronación del Protector,

cuando doña Carmen Garaycoa y Llaguno, “una joven de diez y ocho años, que era la

más radiante belleza del Guayas” (Henao, 1920: 413) ciñó por brevísimo tiempo las

sienes de San Martín con una corona de laureles de oro esmaltado. El Protector quitó de

inmediato de sus sienes la corona y con la caballerosidad del caso le expresó a la dama

guayaquileña:

“… que él no merecía este honor, habiendo otros cuyos méritos estaban por encima de

los suyos, pero que la conservaría como uno de los días más felices de su vida, por venir

de quien venía y por el sentimiento que había inspirado el obsequio”. (Encina, 1953: 75)

El incidente de la coronación está confirmado por el testimonio de Vicuña Mackenna

quien la recibió de la propia dama guayaquileña. En dicha ceremonia de recibimiento,

Bolívar estrechó la mano de San Martín y le dijo: “Al fin se cumplieron mis deseos de

conocer y estrechar la mano del general San Martín”, según el testimonio de Rufino

Guido.

Después de esta ceremonia protocolar, los libertadores tuvieron su primera entrevista

en tierra guayaquileña (la segunda si consideramos el breve encuentro a bordo de la

Macedonia). Esta entrevista, a puerta cerrada y sin testigos, fue de aproximadamente

hora y media, aproximadamente Horas después, ya en la tarde el mismo 26, el Protector

visitó, en su casa, al Libertador conferenciando brevemente por espacio de media hora.

El día 27, entre la una y cinco de la tarde, ambos libertadores tuvieron su entrevista más

larga, de aproximadamente cuatro horas. Todas las entrevistas fueron sin testigos, lo cual

ha dado pie a controversiales interpretaciones, partiendo del hecho si realmente fueron

estrictamente privadas o tuvieron testigos. Lo cierto es a eso de la una de la madrugada,

del ya 28 de julio, San Martín abandonó la fiesta que se había preparado en su honor y

que lo hizo acompañado de Bolívar hasta el muelle donde se despidieron, embarcándose

el Protector de regreso al Perú.

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2. El anhelo de la entrevista

Hay un suceso realmente no desconocido pero sí poco mencionado, a pesar que su

análisis resulta muy importante para poder desentrañar algunos aparentes misterios de

la reunión que tuvieron los libertadores, en julio de 1822. Nos estamos refiriendo a la

entrevista frustrada de febrero de 1822, es decir cinco meses antes de la que tuvieron en

Guayaquil a fines de julo de ese mismo año.

Que la entrevista era deseada por ambos libertadores, no cabe la menor duda. Así hablan

los documentos de la ́ época. Fue San Martín, quien a poco de haber arribado a las costas

del Perú, exactamente el 12 de octubre de 1820, desde Pisco, se dirigió al Libertador

expresándole su deseo de reunirse con él. Esta misiva no ha sido hallada, pero se sabe de

ella por la respuesta que le diera Bolívar, desde Bogotá, el 10 de enero de 1821. El

Libertador le dice a San Martín:

“Tengo la honra de acusar a V.E. la recepción del despacho a 12 de octubre, en Pisco del

año próximo pasado. Este momento lo había deseado toda mi vida; y sólo el de abrazar

a V.E. y el de reunir nuestras banderas puede serme más satisfactorio. El vencedor de

Chacabuco y Maipú, el hijo primero de la Patria, ha olvidado su propia gloria al

dirigirme sus exagerados encomios; pero ellos le honran porque son el testimonio más

brillante de su bondad y propio desprendimiento. Al saber que V.E. ha hollado las

riberas del Perú, ya las he creído libres, y con anticipación me apresuro a congratularlo

a V.E. por esta tercera patria que le debe su existencia. Me hallo en marcha para ir a

cumplir mis ofertas de reunir el imperio de los Incas al imperio de la Libertad; sin duda

que más fácil es entrar en Quito que en Lima; pero V.E. podrá hacer más fácilmente lo

difícil; y bien pronto la divina Providencia, que ha protegido hasta ahora los

estandartes de la Ley de la Libertad, nos reunirá en algún ángulo del Perú, después de

haber pasado por sobre los trofeos de los tiranos del mundo americano”. (Lecuna, 1929,

tomo II: 98).

Véase que Bolívar le expresa a San Martín que esa reunión se llevaría a cabo en territorio

peruano toda vez que él avanzaba hacia el sur para cumplir su oferta de reunir el “Imperio

de los Incas al imperio de la libertad”. No es simple retórica. Los avances de las dos

expediciones libertadoras, por la dirección que seguían y por sus objetivos, conllevaba a

que, en algún momento, y en algún lugar, su conjunción previa reunión de sus líderes , y

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en lo cual hay que ver no solo ideales sino intereses, de diversas índole, que han sido

soslayados en los análisis de los historiadores.

El 24 de junio de 1821 Bolívar obtuvo la victoria de Carabobo sobre las fuerzas realistas

al mando del Mariscal de Campo Miguel de la Torre. Dicho triunfo le permitió ingresar

triunfalmente en la ciudad de Caracas, el día 28 de aquel mismo mes. Desde Trujillo, con

fecha 23 de agosto de 1821, Bolívar se dirigió a San Martín y recordando aquel gran

triunfo de Carabobo, le expresaba:

“Mi primer pensamiento en el campo de Carabobo, cuando vi mi patria libre, fue V.E.,

el Perú y su ejército libertador. El contemplar que ya ningún obstáculo se oponía a que

yo volase a extender mis brazos al libertador de la América del Sur, el gozo colmó mis

sentimientos...” (Lecuna, 1929, tomo II: 300).

Nuevamente repite Bolívar que la reunión de ambos libertadores se habrá de producir

en territorio peruano. Estamos en agosto de 1821, es decir aproximadamente a un año de

la entrevista a realizarse en territorio peruano sino en Guayaquil como producto de la

decisión de San Martín de ir en búsqueda de su par norteño.

De su regreso de Huanchaco, donde San Martín recibió documentos remitidos por

miembros de la Junta de Guayaquil así como también del representante peruano ante

dicho gobierno, en los cuales, además de informársele sobre los últimos acontecimientos,

se le trasmitían las opiniones y decisiones de Bolívar sobre la suerte de Guayaquil. San

Martín creyó conveniente comunicarse epistolarmente con Bolívar para darle a conocer

sus ideas sobre el problema en cuestión y proponerle una reunión que debería servir para

tratar de solucionar ese y otros problemas. Esta misiva fue suscrita en Lima, a 3 de marzo

de 1822, y en ella le dice:

"Yo no puedo ni quiero dejar de esperar que el día en que se realice nuestra entrevista,

el primer abrazo que nos demos transigirá cuantas dificultades existen y será la

garantía de la unión que liga a ambos Estados, sin que haya obstáculo que no se

renueve definitivamente. Entre tanto, ruego a V.E. se persuada de que la gloria de

Colombia y la del Perú son un solo objeto para mí, y que apenas concluya la campaña,

en la que el enemigo va a hacer el último experimento reuniendo todas sus fuerzas,

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347

volaré a encontrar a V.E. y a sellar nuestra gloria, que en gran parte ya no depende

sino de nosotros mismos". (Instituto Sanmartiniano, 1941: 25 - 26)

Repárese, que a semejanza de Bolívar, San Martín señala que cuando lo permita el avance

de la expedición libertadora del sur, volará a encontrarlo para sellar “nuestra gloria”.

El Libertador recibió con mucho retardo esta misiva, según él mismo lo dice, "a causa de

las dificultades que presentaba para las comunicaciones el país de Pasto". La respuesta

que a ella dio Bolívar lleva la huella indeleble del triunfo de Pichincha, así como de la

toma de Pasto y Quito. Desde este último lugar, el día 22 de junio de 1822 el Libertador

se dirige al Protector en respuesta a la carta que hemos mencionado, y en bellas

expresiones le renueva sus ansias de conocer y abrazar al amigo, al libertador del sur:

"Mas, dejando aparte toda discusión política, V.E. con el tono noble y generoso que

corresponde al jefe de un gran pueblo, me afirma que nuestro primer abrazo sellará la

armonía y la unión de nuestros estados, sin que haya obstáculo que no se renueva

definitivamente. Esta conducta magnánima por parte del Protector del Perú fue

siempre esperada por mí. No es el interés de una pequeña provincia lo que puede turbar

la marcha majestuosa de la América Meridional, que, unida de corazón, de interés y de

gloria, no fija sus ojos sobre las pequeñas marchas de la revolución, sino que eleva sus

miras sobre los más remotos siglos, y contempla con gozo generaciones libres, dichosas

y anegadas en todos los bienes que el cielo distribuye a la tierra, bendiciendo la mano

de sus protectores y libertadores.

La entrevista que V.E. se ha servido ofrecerme, yo la deseo con mortal impaciencia, y

la espero con tanta seguridad, como ofrecida por V.E.". (Lecuna, 1929, tomo III: 50).

Un día antes de zarpar del Callao rumbo al norte en búsqueda del Libertador, San Martín

volvió a escribirle para comunicarle su viaje que tendría como fin conferenciar para

"combinar en grande los intereses" que les habían confiado los pueblos:

"Ansioso de cumplir mis deseos frustrados en el mes de febrero por las circunstancias

que concurrieron entonces, pienso no diferirlos por más tiempo... Mi alma se llena de

pensamientos y de gozo cuando contemplo aquel momento: nos veremos, y presiento

que América no olvidará el día en que nos abracemos". (De la Cruz, 1914: 46 -47).

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348

El Protector no se equivocaba. Hispanoamérica no podrá olvidar nunca la reunión de sus

libertadores en Guayaquil.

Y a escasos días del arribo de San Martín a Guayaquil, e ignorando Bolívar que unos

pocos días después tendría oportunidad de abrazar y conversar con su par en tierra

guayaquileña, le escribió el 23 de julio una misiva en la que la renovaba su deseo de

conocer al hermano en la causa libertadora de América: "...tengo el placer de asegurar

que al acercarme al Perú me hallo más fuertemente animado del deseo de conocer a

V.E. y de emplearme en servicio de la nación peruana". (Otero, 1932, tomo III: 706).

Como hemos señalado, ambos libertadores pensaban que la reunión se llevaría a cabo en

el territorio en el cual accionaba su respectivo par. ¿A que obedecía este deseo? Muy

probablemente al hecho de sentirse más a gusto como visitantes que como anfitriones en

momentos en los cuales aún quedaba pendiente la conclusión, por parte de ambos, de la

liberación de los territorios que ellos se habían propuesto independizar. En el caso de

Bolívar, la conquista de Quito había sido una tarea harto difícil y no solo la región de

Pasto, sino el propio Quito y por supuesto Guayaquil. En el caso de San Martín, la

situación política y militar se había vuelto cada vez más compleja y la liberación del

territorio peruano se había estancado. Veremos, por otra parte, que el caso de Guayaquil

tenía especiales singularidades y significados para ambas expediciones y para ambos

Estados en formación, Colombia y Perú.

Este anhelo de ver reunidos a los libertadores en algún lugar de Hispanoamérica, que

bien podía ser Guayaquil, era también compartido por J. J. Olmedo, como se aprecia en

su misiva dirigida a San Martín desde Guayaquil, el 29 de octubre de 1821. En dicha

carta, leemos:

“Terminada la guerra en Venezuela parece que S.E. el Presidente de la República ha

dirigido una expedición a Panamá. Otra división baja a las provincias del Cauca; y

quizás dentro de pocos días se aparecerá en esta ciudad el mismo Libertador de

Colombia; su presencia y sus armas disiparán las últimas sombras del poder español

que aun vagan por esta parte de los Andes. ¡Quizá el cielo nos prepara el grande

espectáculo de ver reunidos en un punto los dos Libertadores del Sud-América!”.

(Grases, 1981: 554).

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349

3. El fallido encuentro de febrero de 1822

La entrevista de los libertadores pudo haberse llevado a cabo en febrero de 1822, pues en

aquel mes, como lo veremos a continuación, San Martín fue en búsqueda de Bolívar. El

estudio de "entrevista frustrada" tiene una importancia singular para poder dilucidar

acerca del verdadero fin o fines de la tan anhelada reunión. ¿Qué impulsaba a San Martín

marchar al norte en búsqueda de Bolívar? ¿Qué motivo o motivos impulsaban al

Libertador a encontrarse con San Martín en algún lugar del territorio peruano? ¿Qué

tema o temas los inquietaban y que hacían necesario buscarse para dialogar? Para San

Martín, innegablemente, lo primero que tenía que estar en juego era el aspecto militar

de la guerra separatista, de los límites a que había llegado la expedición que él

comandaba, que si bien era cierto se había declarado formalmente la independencia en

gran parte del territorio peruano, sin embargo, en los hechos, coexistían las dos fuerzas

enfrentadas en la lucha y se hacía difícil prever una pronta derrota de las fuerzas realistas

que la obligaran a su evacuación, la cual pasaba por enfrentamientos decisivos que

pusieran fin a la guerra, como lo que ocurriría todavía años después, en 1824 y 1826, y

que se hizo realidad solo cuando las fuerzas de ambas corrientes libertadoras actuaron

sobre suelo peruano. San Martín tenía que estar consciente de las limitaciones de sus

fuerzas, de los problemas políticos y militares a los cuales se enfrentaban y por ello la

necesidad de entrevistarse con su par para analizar la situación y planificar un pronto

término de la guerra. Pensar que San Martín solo deseaba una visita protocolar, una

entrevista amical, carece totalmente de sentido. Algo más, sabemos que Bolívar siempre

estuvo pendiente y preocupado por la evolución de la guerra en el Perú y listo para actuar

porque era consciente, como lo era San Martín, que mientras no se pusiera punto final a

la guerra separatista en el Perú esto ponía en grave riesgo lo conseguido en los otros

exdominios de España. No hay que perder de vista que los libertadores estaban muy bien

informados de lo que ocurría en el Viejo Mundo, es decir del sexenio absolutista entre

1814 y 1820 y luego el inicio, en enero de 1820, de lo que sería el trienio liberal.

De la posición autonomista de los liberales españoles que concebían a la nación española

desde una posición inclusiva con respecto a los territorios hispanoamericanos y que, de

acuerdo a la declaración de las Cortes del 15 de octubre de 1810 “de igualdad de

representación y de derechos entre los americanos y los peninsulares, así como una

amnistía para todos aquellos acusados de participar en la insurgencia. Con estas

medidas los diputados americanos querían dejar zanjadas varias cuestiones”. (Chust,

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2006: 222). Pero ello no implicaba renunciar a enfrentar a la insurgencia americana con

el recurso a las armas. No podía concebir la metrópoli la posibilidad de la independencia

de sus exdominios americanos ahora concebidos como partes integrantes de la nación

española. El artículo 1° de la constitución gaditana establecía que la nación española era

la reunión de todos los españoles de ambos hemisferios, señalando el artículo 5° que eran

españoles todos los hombres libre nacidos y avecindados en los dominios de las Españas,

y los hijos de éstos.

Los territorios hispanoamericanos habían sido, y seguían siendo, sumamente valiosos

como para poder concebir cualquier forma de renuncia a ellos, hecho que ya se había

visto cuando diversos perspicaces políticos españoles sugirieron a monarcas de fines del

siglo XVIII concederles su autonomía porque de no hacerlo, la independencia sería la

respuesta americana. Y no pasó mucho tiempo para que estos perspicaces análisis y

reflexiones se cumplieran. Nuevamente el insaciable Ares exigía nuevas cuotas de

sacrificio económico a los americanos:

“La importancia de mantener a América dentro de la Monarquía española fue tal que

desde 1812, en plena guerra contra las tropas napoleónicas, se organizaron

expediciones para combatir la insurgencia, tiempo en donde la suerte de la guerra en

la península no sólo era incierta sino que el ejército francés aún dominaba”. (Chust,

2006: 223).

Habiendo decidido San Martín ir en búsqueda de Bolívar, delegó el mando político en el

marqués de Torre Tagle, el 19 de enero de 1822. En el decreto respectivo, en su parte

considerativa, el Protector explicaba que habiendo sido la "causa del continente

americano" la que lo llevó a encargarse del mando supremo, y teniendo ahora que

cumplir una misión trascendental, se veía obligado a abandonar momentáneamente

dicho mando, el cual lo delegaba en el citado marqués:

"..., porque tiempo ha que no me pertenezco a mí mismo, sino a la causa del continente

americano. Ello exigió que me encargase del ejercicio de la autoridad suprema y me

sometí con celo a este convencimiento; hoy me llama a realzar un designio, cuya

contemplación halaga mis más caras esperanzas; voy a encontrar en Guayaquil al

libertador de Colombia; los intereses generales de ambos estados, la enérgica

terminación de la guerra que sostenemos y la estabilidad del destino a que con rapidez

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se acerca la América, hace nuestra entrevista necesaria, ya que el orden de los

acontecimientos nos ha constituido en alto grado responsable del éxito de esta sublime

empresa. Yo volveré a ponerme al frente de los negocios públicos en el tiempo señalado

para la reunión del congreso..." (DASM, 1911, tomo XII: 577-579).

Como se habrá podido apreciar, en esta parte considerativa el Protector establece, en

forma clara y terminante, los objetivos de su entrevista con Bolívar: “... los intereses

generales de ambos estados, la enérgica terminación de la guerra que sostenemos y la

estabilidad del destino a que con rapidez se acerca la América, hacen nuestra entrevista

necesaria,...”.

El 1 de febrero de 1822 San Martín se embarcó rumbo a Guayaquil en la goleta

Macedonia. Algunos historiadores señalan, erróneamente, que lo hizo en la goleta

Moctezuma, pero Leguía y Martínez aclara que la Moctezuma en esos momentos ya no

era nave peruana sino del gobierno chileno. Por los informes que tenía San Martín

suponía que Bolívar se encontraba Guayaquil. Esto es muy importante resaltar porque

personajes de la época y luego posteriores historiadores han sostenido que el viaje a

Guayaquil era para inclinar la balanza para que ese territorio se decidiese por su

pertenencia al Perú, aprovechando que Bolívar no se encontraba en dicha ciudad. Sin

embargo, la parte considerativa del decreto comentado es diáfana en señalar que San

Martín se dirige a esa ciudad porque allí piensa reunirse con Bolívar. Ese 1 de febrero,

Luis de la Cruz le escribía a Bernardo O'Higgins informándole sobre dicho viaje.

Pocos días después, San Martín, en forma totalmente inesperada, hace una escala no

prevista en el puerto de Huanchaco. ¿Por qué San Martín decidió dicha escala? El arribo

a Huanchaco debió ser antes del 11 de febrero, porque el día 12, desde Trujillo, San

Martín le escribe a Torre Tagle y le hace referencia sobre su llegada a Huanchaco. (Más

adelante transcribiremos la misiva en mención). Lo cierto es que por esas casualidades

que tiene la historia, el arribo a Huanchaco le permitió a San Martín recibir allí tanto

comunicaciones enviadas por la Junta de Guayaquil como las enviadas por Francisco

Salazar, el “agente del Perú ante esa junta, para el gobierno de Lima y para San Martín”

(Encina, 1953: 26).

Por lo tanto, fueron el contenido de esas comunicaciones, las que hacen que San Martín

decida volver nuevamente a Lima, donde llega los últimos días de febrero. Es necesario

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señalar que Leguía y Martínez, tan acucioso en cuanto a los datos, señala que el arribo se

produjo el 3 de marzo, pero esto es un error, porque el 27 de febrero la Gaceta de

Gobierno comunicaba la llegada del Protector. En la Gaceta del Gobierno del miércoles

27 de febrero leemos:

“S.E. el Protector del Perú ha regresado desde el puerto de Guanchaco, donde recibió

noticias oficiales, comunicadas por el Gobierno de Guayaquil y por el general Sucre, de

que S.E. el Libertador de Colombia marchaba sobre Juanambú con cuatro mil hombres,

sin duda para concluir la guerra de la revolución en Colombia..." (Gaceta del Gobierno

del miércoles 27 de febrero de 1822).

A pesar de lo que hemos expresado sobre lo que consideramos el verdadero motivo por

el cual San Martín decide abandonar la travesía rumbo a Guayaquil para regresar al

puerto del Callao, sin embargo, el tema despertó, y aún lo hace, diversas interpretaciones

sobre estas motivaciones, por lo que constituye, innegablemente, un tema controvertible

donde se mezcla los nacionalismos y los cultos a los héroes que terminan por oscurecer

acontecimientos que en realidad son bastante transparentes.

Para algunos historiadores la verdadera causa del retorno de Sn Martín, desde

Huanchaco, lo fue el hecho de haberse allí informado que Bolívar abriría campaña por

Pasto, por lo que no podrían encontrarse en Guayaquil. Las comunicaciones de la Junta

y de Francisco Salazar daban noticia de dicho acontecimiento. Salazar, por ejemplo,

estaba muy bien informado de lo que ocurría en Guayaquil y de la tensa situación que se

vivía. Sobre esto no cabe la menor duda, porque Olmedo, en misiva del 28 de diciembre

de 1821, le hacía conocer la crítica situación que se vivía ante la actitud de la fuerzas

colombiana, bajo la dirección de Sucre, de imponer la decisión del reconocimiento de

Guayaquil como territorio colombiano. (Arosemena, 2009).

Por otra parte, entre las comunicaciones enviadas por Salazar había una dirigida a

Monteagudo en la cual “… le informaba de que Sucre había recibido orden de desistir de

la expedición a Quito, y que venía de regreso a Guayaquil, para cumplir las

instrucciones de Bolívar, fantasía forjada, quizás, sobre la base del recuerdo de su

desgraciado viaje a raíz de la victoria de Yaguachí. Terminaba dando por concluida su

misión y pidiendo licencia para retirarse de Guayaquil. Con la noticia de que Bolívar

estaba aún en Cali el 2 de enero, como rezaban las datas del oficio y de la carta,

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desaparecía el objeto del viaje a Guayaquil. Dos días más tarde, el 22 de febrero, San

Martín dio la vuelta al Callao, y el 28 del mismo mes llegaba a este puerto”. (Encina,

1953: 27).

Otros historiadores, sin embargo, consideran que en Huanchaco San Martín recibió

noticias que Bolívar, a comienzos de enero de 1822, había incursionado por Cali, en tanto

que Sucre, cumpliendo el encargo de Bolívar, había ingresado, con fuerzas colombianas

en territorio guayaquileño y había hecho campaña a favor de la decisión de los

guayaquileños por formar parte de Colombia. Como, según esta interpretación, el

Protector realmente perseguía, con su presencia en Guayaquil, influenciar para que dicho

territorio se anexase al Perú, al saber que los colombianos se le habían anticipado

consideró ya inútil su viaje. Esta segunda opinión fue y es compartida especialmente por

los historiadores venezolanos, con Vicente Lecuna al frente de todos ellos. Para Lecuna,

San Martín, en febrero de 1822, al igual que en julio, no salió del Callao en búsqueda de

Bolívar, sino que realmente su objetivo era Guayaquil, es decir, hacer que este territorio

terminase por decidir su anexión al Perú.

En cambio los historiadores argentinos suelen sostener la primera versión. Historiadores

de otras nacionalidades dividen sus opiniones al respecto. Para el alemán Gerhard

Masur, el historiador paraguayo Julio César Chávez y el ecuatoriano José Manuel

Goenaga, ente otros, el objetivo de San Martín en febrero, y también en julio de 1822, fue

Bolívar y no Guayaquil, de allí que al informarse que el Libertador no se encontraría en

Guayaquil resolvió volver a Lima. El historiador chileno Antonio Encina señala al

respecto:

“Con la noticia de que Bolívar estaba aún en Cali el 2 de enero, como rezaban las datas

del oficio y de la carta, desaparecía el objeto del viaje a Guayaquil. Dos días más tarde,

el 22 de febrero, San Martín dio la vuelta al Callao, y el 28 del mismo mes llegaba a este

puerto”. (Encina, 1953: p. 27)

4. Nuestra visión sobre los motivos de la entrevista frustrada

Tratemos de analizar un poco más detenidamente este acontecimiento de la entrevista

frustrada para poder dilucidar el o los motivos que impulsaron el regreso de San Martín.

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354

Existe una misiva de O'Higgins al Brigadier chileno Luis de la Cruz y Goyeneche, fechada

desde Santiago a 6 de marzo de 1822, que es respuesta a la que el brigadier La Cruz le

enviara desde Lima, el 1 de febrero, y que es muy importante por lo que allí dice

O’Higgins sobre lo que sabía acerca del lugar en el cual, en ese momento, se encontraba

Bolívar. El contenido de esta carta es muy utilizado por los historiadores que sostiene

que realmente San Martín no viajaba en búsqueda de Bolívar sino que su objetivo era

Guayaquil. En la mencionada misiva, leemos:

“Mi amigo muy querido:

Helado me ha dejado su apreciable de 1ro del mes pasado acerca del viaje del Protector,

nuestro amigo, a Guayaquil, a verse con el general Bolívar; y tanto mayor es mi

sorpresa, cuanto sé hasta la evidencia que este jefe ni piensa ni menos puede, según la

situación que ocupa, venir al punto expresado.

Yo no he recibido aviso ni tampoco comunicación alguna de nuestro amigo San Martín

por la Minerva; tal vez por la fragata inglesa próxima a dar la vela de ese puerto, dirija

sus comunicaciones”. (De la Cruz, 1920, tomo II: 127)

¿Quién era Luis de la Cruz? ¿Qué tanto podía saber de lo que acontecía en el Perú? Luis

de la Cruz era un ciudadano chileno de gran trayectoria política y militar. Había

integrado, conjuntamente con Manuel Javier Rodríguez Erdoyza, el Directorio Supremo

de Chile, en marzo de 1818. En 1821 fue enviado al Perú, encargándose de organizar la

escuadra. Fue nombrado miembro de la Orden del Sol. El gobierno del Perú le concedió

los grados de General de División y de Gran Mariscal, el 5 de febrero y el 25 de marzo de

1822, respectivamente. Por lo tanto era un personaje que estaba muy ligado a la esfera

del poder protectoral sanmartiniano.

Llama la atención como O'Higgins, en la respuesta a la misiva de Luis de la Cruz, (la cual,

por otra parte, no ha sido hallada) es tan enfático en señalar la imposibilidad de imaginar

siquiera que Bolívar pudiera constituirse en Guayaquil. De qué fuentes procedían los

datos que manejaba O’Higgins para afirmar, tan taxativamente, que era imposible que

Bolívar, por la fecha que San Martín iba en su búsqueda, estuviese en Guayaquil. Si esto

fuera así, ¿cómo pudo San Martín concebir una entrevista con Bolívar en dicha ciudad?

¿No sería esto una prueba contundente, como lo sostenía el historiador guayaquileño

Camilo Destruge, que San Martín realmente maquinaba la anexión de dicha provincia al

Perú? Al respecto, Destruge, señala:

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Revista del Instituto Sanmartiniano del Perú N° 29

355

“Es verdad que el Protector del Perú se había separado de Lima el 6 de febrero de 1822,

anunciando que su viaje obedecía al propósito dé encontrarse con Bolívar en

Guayaquil... Pero a este respecto se impone una pregunta: ¿Era posible que San Martín

ignorara que el Libertador se hallaba, por entonces, muy lejos de esta ciudad, en la

campaña sobre Pasto, sin poder vencer el paso para el Sur? ¿Era posible que ignorara

las circunstancias de que recién se abría la campaña sobre Quito por el lado de Cuenca;

campaña en la que iba a figurar la División peruana?

Es extraño; pero sea de ello lo que fuere, resultó que, en llegando a Paita, no continuó

el viaje al sur, sino que regresó a Lima, a cuya Capital llegó hacia los últimos días de

febrero”. (Destruge, 1920: 352-353)

Consideramos que la explicación dada por el propio San Martín, el 19 de enero, y luego,

a su regreso, se ciñe a las noticias de las que tomó conocimiento en Huanchaco de que

Bolívar no podría estar en Guayaquil. Su partida de Lima lo hizo bajo el presupuesto que

lo encontraría en Guayaquil. Ya hemos consignado que en la nota aparecida en la Gaceta

del 27 de febrero se decía que el Protector había regresado por haber recibido noticias en

el sentido de que Bolívar marchaba sobre Juanambú, es decir por la ruta interior. Y en la

parte considerativa del decreto de 3 de marzo, por el cual comisionaba a Torre Tagle

seguir con el mando supremo, expresaba: el Protector

"Acontecimientos imprevistos nos han obligado a diferir la entrevista que resolví tener

con el Libertador de Colombia: yo arribé casualmente a Huanchaco, cuando me dirigí

a Guayaquil, y supe que antes de venir el general Bolívar al lugar de mi destino, había

determinado buscar en la campaña de Quito el sitio de Carabobo, que él no duda

encontrar donde quiera que despliegue los colores del arco iris". (Gaceta del Gobierno

del miércoles 6 de marzo de 1822).

Si bien es cierto que en Huanchaco el Protector recibió comunicaciones escritas que

informan de la decisión de Bolívar de ya no marchar a Guayaquil sino abrir campaña por

Pasto, también las recibió en el sentido de la actuación de Sucre impulsando la anexión

a Colombia, Masur es quien ha puesto de realce este punto, haciendo recordar que los

cambios de planes del Libertador se realizaron también en los primeros días de enero de

1822, por lo que no hay razón para pensar que San Martín no recibiera informaciones

sobre este hecho; y, lo que es más importante, el propio Protector así lo consigna.

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Revista del Instituto Sanmartiniano del Perú N° 29

356

Sabemos que la junta guayaquileña se había dirigido a San Martín, el 29 de diciembre de

1821, comunicándole que era muy probable que el Libertador ya no se dirigiera sobre

Guayaquil, como ellos pensaban que iba a ocurrir, según la misiva dirigida al Protector

el 19 de octubre de 1821, a la cual ya hemos hecho referencia, sino que maniobraría en

dirección a Pasto. En la carta en mención leemos: “Noticias muy positivas recibidas

recientemente de Quito por buenos conductos aseguran que el Libertador Bolívar se

dirige sobre Pasto, hecho que confirma por el movimiento que hacen todas las tropas

de Quito sobre Pasto…” (Grases, 1981: 561-562).

Se sabe que Bolívar permaneció en Bogotá entre el 2 y el 13 de diciembre de 1821,

emprendiendo ese último día viaje hacia el sur. El 1 de enero ya se encontraba en Cali y

a los pocos días decidió abrir campaña sobre Quito por Guayaquil, trasladándose con su

ejército hacia el puerto de Buenaventura y cuando ya estaba para embarcarse recibió

comunicaciones de Sucre informándole de la llegada a Quito de refuerzos realistas al

mando de Juan de La Cruz Mourgeón, así como también de la sublevación de Nicolás

López, el cual con el navío Alejandro y cuatro cañoneras patrullaba las costas.

En vista de estos sucesos, el Libertador desistió de su plan de pasar a Guayaquil y acordó

utilizar la vía interior, por la terrible zona de Pasto. El 23 de enero llegaba a Popayán.

Como se podrá apreciar, por este esquemático relato de los movimientos de Bolívar,

sobre los cuales Gerhard Masur (Masur, 1951) ha puesto énfasis, la decisión de no ir por

Guayaquil sino por Pasto el Libertador la tomó los primeros días de enero de 1822, de lo

cual resulta perfectamente claro que no se puede argumentar ningún tipo de

imposibilidad con relación a que San Martín, en Huanchaco, recibiese informes al

respecto. Esto que parecería ser solo una posibilidad se convierte en un hecho

demostrado, pues en la Gaceta del Gobierno, de 27 de febrero, como ya lo hemos

señalado, se dice en forma expresa que San Martín fue informado en Huanchaco que el

Libertador marchaba sobre Juanambú para concluir la guerra de la revolución en

Colombia, y, en el decreto de 3 de marzo el propio Protector expresó que su retorno se

debía al hecho de haberse enterado que Bolívar no podría llegar a Guayaquil por haber

“determinado buscar en la campaña de Quito el sitio de Carabobo”.

Pero es necesario analizar más la carta de O’Higgins a Luis de la Cruz, de 6 de marzo de

1822. Señalábamos, que dicha misiva es respuesta a la que Luis de la Cruz le escribiera

el 1 de febrero, pero, como también hemos señalado, esa carta es hasta hoy inexistente,

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357

y de ser encontrada, podría, tal vez, darnos algunas luces que expliquen la afirmación tan

taxativa de O’Higgins, porque en ella, probablemente, Luis de la Cruz le cuente sobre lo

que sabía o consideraba que podían ser los motivos del viaje. Lo que si conocemos es

una carta de O’Higgins a San Martín, ya de regreso de su frustrado viaje, de 11 de abril

de 1822, en la cual hace referencia al viaje de febrero.

En esa misiva no hay ninguna referencia a los movimientos de Bolívar, pero sí a la

preocupación de O’Higgins, y con él del gobierno de Chile, por la expedición libertadora,

por ellos preparada, financiada y mandada, y, por supuesto, por la personas de su gran

amigo y “hermano” don José de San Martín, considerando O’Higgins que en este viaje se

había corrido, innecesariamente, el grave riesgo de haber caído en poder de los realistas

y con ello haber puesto en peligro a toda la expedición libertadora del sur.

“¡Que días tan amargos me ha ofrecido el viaje de usted a la costa abajo! Tanto más

punibles (sic) , cuando se aumentan los rumores falsos que preparaban los ingratos y

díscolos, que usted conoce mejor que yo, en contra del Ejército Libertador; y, sobre

todo, el que por imprevisión cayese usted en los buques españoles que sabíamos habían

dado la vela de Acapulco para estas costas . Nueva existencia veo en su apreciable de

28 de febrero, que me ha entregado el padre Bauzá, y que me presenta la complacencia

de su regreso a esa capital con salud”. (De la Cruz, 1920, tomo II: 162).

Existe otra misiva de O’Higgins muy importante sobre el viaje para la entrevista frustrada

que no deja duda que O’Higgins recibía información de todo lo que ocurría en el Perú,

muy especialmente de acontecimientos significativos. Y, por supuesto, el haber San

Martín encargado el poder a Torre Tagle, para marchar en búsqueda de Bolívar, lo era.

Es por ello que en la carta de O’Higgins a Torre Tagle, desde Santiago, con fecha 12 de

abril de 1822, le dice:

“Mi muy apreciable y condiscípulo:

Antes de recibir su afectuosa nota 21 de Enero último, felicité a usted por sus glorias

cívicas y por el bien merecido asiento en que usted reemplaza a nuestro generoso amigo

el protector. Reitero ahora los mimos votos y sentimientos, y a la par de su intensidad

es y será siempre mi empeño por el mejor éxito de las circulares que recibí y pasé a las

provincias de Buenos Aires, quiera el cielo secundar las intenciones de usted para que

la América toda le bendiga con la cordialidad que yo lo hago.

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He recibido al árbol genealógico de mi finado padre y soy tan reconocido al cuidado de

usted de remitírmelo, como a su señor en conservarlo. Sírvase usted significarle mi

consideración y aprecio para que cuente, con usted, son su amigo y servidor affmo., q.

b. s m.” (De la Cruz, Ernesto, 1920, tomo II: 164-165)

Cabe, a estas alturas, hacerse la pregunta: Si San Martín, como sostienen los bolivaristas,

realmente regresó porque se informó que Bolívar se encontraría en Guayaquil, ya que

por allí había decidido abrir campaña sobre Quito, ¿cómo es que informó al pueblo

peruano que el Libertador había abierto campaña por el interior, por Pasto? Tal vez

podría decirse que expresó esto queriendo justificar su regreso, pero resultaría

sumamente curioso que realmente el Libertador no usase la vía marítima sino la

terrestre. ¿Simple coincidencia, según los bolivaristas? Por otro lado, debe considerarse

que en la Gaceta del miércoles 27 se decía que dicha noticia la había obtenido San Martín

tanto de la Junta Guayaquileña como del propio general Sucre. Si en verdad el Protector

no hubiese recibido dicha información no se hubiese atrevido a que se consignase esto,

incluso tildándolas de “noticias oficiales”, pues cabía la posibilidad de ser desmentido

por el mismísimo Sucre. Es por estas razones que consideramos que el Protector sí

recibió en Huanchaco noticias de que el Libertador marcharía sobre Pasto, por lo que no

podría llegar a Guayaquil, y es por ello que San Martín decidió de inmediato regresar a

Lima. El propio Felipe Larrazábal, eximio historiador bolivariano, sostuvo que esta fue

la causa del regreso del Protector. Al respecto, señala:

“San Martín regresó de Paita a los pocos días, porque recibió aviso que Bolívar no podía

entonces ir á Guayaquil. Para el 2 de Marzo se hallaba da nuevo en Lima. Allí aguardó

mejor coyuntura de ver al Libertador, y ésta se le ofreció a poco”. (Larrazábal, s.d., tomo

II: 448)

Si el Protector, en febrero de 1822 renunció a llegar a Guayaquil porque allí no se

encontraría el Libertador, resulta, como consecuencia lógica de aquello, que San Martín

no había maquinado la anexión de dicha provincia al Perú y mucho menos ir a decidir

con su presencia dicho suceso. De allí que J. M. Goenaga dijera:

“Si San Martín hubiera tenido algún pensamiento oculto que desarrollar, no habría

desperdiciado el momento propicio de encontrarse solo, para haber influido en el

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Revista del Instituto Sanmartiniano del Perú N° 29

359

ánimo de los habitantes de la provincia de Guayaquil que vivían disputándose

Colombia y el Perú”. (Goenaga, 1911: 9).

El historiador chileno Gonzalo Bulnes, en su monumental “Historia de la expedición

liberadora del Perú (1817-1822)”, afirma:

“El 8 de febrero de 1822 San Martin, que deseaba conferenciar con Bolívar, salió para

Guayaquil; pero solo llegó al puerto de Guanchaco por haber sabido que el Libertador

había retardado su viaje”. (Bulnes, 1888, tomo II: 463)

En el mismo sentido, el historiador Julio César Chaves afirma:

“Si el Protector hubiese tenido en vista –como han sostenido algunos historiadores- dar

un golpe en Guayaquil, al saber que su rival estaba ausente, lejos de interrumpir su viaje

lo hubiese acelerado, pues todo se le facilitaba al poder actuar solo, sin rival, en

Guayaquil. Ninguna prueba más concluyente de que en esa ocasión –enero de 1822- no

iba a dar un “golpe” en Guayaquil como tampoco fue ese su objetivo en julio del mismo

año” (Chaves, 1965: 29).

Pero los bolivaristas nos dicen que la prueba de que el Protector regresó por la actitud de

Bolívar frente al problema guayaquileño la tenemos en el hecho que vuelto a Lima, de

inmediato San Martín ordenó que la división de Santa Cruz, que estaba auxiliando a

Sucre, retrogradase desde donde se encontrase y se dirigiese sobre Lima.

Esta decisión, de la cual a los pocos días el propio gobierno peruano se arrepintió y dio

una contraorden al respecto, se explica a la luz de las ideas de San Martín y de los

políticos peruanos con respecto a dicho problema. San Martín, innegablemente, veía con

agrado una posible anexión de dicho gobierno al Perú, pero en última instancia lo

supeditaba a la voluntad del pueblo guayaquileño. Informado de los planes y acciones

anexionistas, por intermedio de Sucre, del Libertador, ello debió disgustarle y creyó que

debía adoptar una posición que pusiese en salvaguardia la voluntad del pueblo

guayaquileño (debe recordarse que la propia junta de Guayaquil se dirigió a él en esta

emergencia). Ordenar el retiro de la división de Santa Cruz era abrir un compás de espera

para ver cómo iba a decidirse la suerte de Guayaquil; de allí que se ordenase a La Mar,

(personaje natural de Cuenca) que en caso de solicitar auxilio el gobierno guayaquileño

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360

se le brindase con todas las fuerzas a su disposición. El gobierno peruano (el mando

supremo no estaba en poder de San Martín sino del delegado Torre Tagle) pensó que era

contraproducente colaborar con fuerzas que podían participar en la maniobra de la

anexión de Guayaquil a Colombia, de lo que podía resultar que el propio gobierno

peruano participara en esos planes, a los cuales estaba totalmente opuesto. Así se explica

las órdenes del gobierno del Perú de 2 y 3 de marzo. Aunque pronto se recapacitó sobre

los gravísimos inconvenientes que la orden dada a Santa Cruz crearía, tanto inmediatos

como mediatos, por lo que se resolvió, pocos días después, revocar la orden de regreso

dada a Santa Cruz.

Podemos concluir diciendo que en Huanchaco San Martín se informó tanto de los planes

del Libertador de decidir la agregación de Guayaquil a Colombia como de su decisión de

abrir campaña por Pasto. Que el saber que Bolívar no se encontraría en Guayaquil,

cuando él llegase a dicho puerto, fue lo que obligó a frustrar su viaje y regresar a Lima.

Que la orden del retiro de la división de Santa Cruz respondió a los informes que logró

sobre la actitud de Bolívar frente al problema guayaquileño, y estimándose posible una

solicitud de auxilio por parte del gobierno y pueblo guayaquileño, era necesario estar en

condiciones para cumplir con ello, para lo cual era necesario que la división peruana que

estaba auxiliando a Sucre abandonase a este y se pusiese a órdenes de La Mar, el cual

recibió la orden de ayudar a Guayaquil en el caso que se le solicitase auxilio militar. Que

meditadas las consecuencias negativas que para las relaciones entre Perú y Colombia e

incluso para la causa americana traería la orden de retiro, se optó por dar una

contraorden, la cual permitió la gran victoria de Pichincha.

San Martín, muy cautamente, se había percatado que su presencia en suelo guayaquileño

sin la presencia de Bolívar despertaría, necesariamente, recelos y fue ello motivo que

también coadyuvó a su decisión de no continuar su viaje en dicha dirección, según se

puede apreciar claramente en la siguiente carta dirigida a Torre Tagle.

“Excmo. Sor. Marqués de Torre Tagle

Trujillo, Febrero 12, 1822

Compañero y amigo amado.

Una corazonada de las mías me hizo tocar en Huanchaco, por sí un incidente no había

permitido el que Arenales pasase a Piura: efectivamente, a mi arribo supe que su salud

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361

no le había permitido marchar y de consiguiente me hubiera llevado un gran chasco:

aquí he conferenciado con él, y efectivamente veo que su salud no le permite encargarse

de aquel mando: en este conflicto he tenido por conveniente nombrar a La Mar general

de ella dándole la orden para que inmediatamente pase a encargarse de su mando,

pues no he encontrado conveniente ni útil a los intereses del Estado el dejar aquella

división en manos de Sucre: de este modo La Mar por su mayor graduación se

encargará del mando del todo, y salvamos las dificultades que por la enfermedad de

Arenales se nos presentaba.

Consecuentemente a haber ya conferenciado con Arenales y no tener otro objeto,

igualmente que por no inspirar confianza a los colombianos, y que no tomen celo los

guayaquileños, nos veremos en esa en breves días, para salir enseguida a correr mis

aventuras.

Cuidado, cuidado, y cuidado con el Jefe que se nombre para relevar a Arenales: la

provincia está en buena tranquilidad, y con buenos deseos, pero se necesita en ella un

hombre de una personalidad a toda prueba y de una política capaz de conciliar todos

los intereses.

Mañana o pasado mañana me embarco.

Mil cosas a todos nuestros amigos y se repite con los sentimientos de siempre su

invariable que lo conoce.

José de San Martín.

Venga a mí amigo inmediatamente dos buques para llevar la recluta que se halla aquí

y que no hace más que consumir”. (Ortiz de Zevallos, 1963: 102)

Este documento es una prueba más que San Martín en ningún momento pensó en

maquinar una decisión violenta de Guayaquil en favor de su anexión al Perú.

Además, para mayor consistencia en lo que se sostiene, existe otro documento, fechado

a 3 de marzo de 1822, dirigido a Bolívar, en respuesta a una de 23 de agosto de 1821

traída personalmente por el coronel Ibarra. En esa carta del 3 de marzo, San Martín le

dice a Bolívar:

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362

“...la casualidad de haber arribado a Huanchaco cuando salí del Callao con destino a

Guayaquil para tener con V.E. una entrevista, hizo que me informarse de la venida de

V.E. por Juanambú, con cuyo motivo regresé a ésta, sintiendo tener que diferir la

esperanza de aquella entrevista,...” (Leguía y Martínez, tomo VII: 220)

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364

LA CREACIÓN DE LA BANDERA NACIONAL

ALCIBIADES SALAZAR SÁENZ1

Universidad Nacional de Ingeniería

Resumen:

La historia de la Bandera Nacional discurre en los primeros años de vida independiente,

siendo la primera inspiración del general don José de San Martín, Libertador del Perú, a

su llegada a nuestro país. Ha habido cuatro versiones, siendo la cuarta y última bandera,

la aprobada por el Congreso Constituyente del Perú, con Ley del 25 de febrero de 1825.

Debemos siempre recordar que la Bandera Nacional es el principal símbolo de la Patria,

ella representa el honor y la unión de todos los peruanos, por lo que debe ser usada y

contemplada con profundo respeto y veneración. Sus formas deben ajustarse siempre a

las normas que establece la ley, a fin de que su prestancia y uniformidad en su

presentación, sean dignas de admiración.

Palabras clave: vexilología / bandera / símbolos patrios / Perú / civismo

I. Introducción

Una bandera, es una pieza de tela normalmente rectangular, aunque puede adoptar

formas muy variadas, que se sujeta por uno de sus lados a un asta, o se cuelga de una

driza. Se utiliza para identificar o representar a una persona, o grupo de personas.

También puede servir para trasmitir señales. El estudio de las banderas se conoce como

vexilología.

1 Ingeniero Electrónico por la Universidad Nacional de Ingeniería; Postgrado en Administración y Gestión por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos; con estudios de Organización y Administración de Empresas en la Universidad ESAN, y en el INEA – Instituto Nacional de Energía Atómica, Universidad de Nueva York e INICTEL. Es Radioaficionado OA4XT, Mason, miembro del Colegio de Ingenieros del Perú, del Instituto Sanmartiniano del Perú, en el cual se ha desempeñado como su Presidente durante los periodos del 2011-2013 y 2013-2015; siendo actualmente Presidente Honorario Vitalicio. Ha sido condecorado con las Palmas Sanmartinianas del Perú, en el grado de Gran Oficial; asimismo, se le ha concedido la Medalla y Diploma del Senado Argentino, Instituto Nacional Sanmartiniano de Argentina (Palmas Sanmartinianas), del Regimiento de Granaderos a caballo José de San Martín de Buenos Aires (grado de Caballero), Intendencia (Municipalidad) de San Lorenzo Provincia de Santa Fe – Argentina, de los distritos de Pueblo Libre, Paracas, Pisco, Ancón, Huaral y Huaura.

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365

A través de los tiempos, se ha perpetuado el uso de la Bandera y actualmente está

generalizada la convicción de que en el pabellón nacional se concentran los símbolos de

historia, nacionalidad y libertad de cada país. Pero fue a partir de la Revolución Francesa

que se generalizó el uso de la bandera como distintivo de cada nacionalidad y

representación genuina de la patria.

En el Imperio Incaico no se usó bandera como distintivo, fue recién con la llegada de

Francisco Pizarro, que la ciudad de Lima y otras principales ciudades del virreinato

usaron banderas.

Hasta la creación de la Primera Bandera del Perú, en el virreinato se rindió homenaje al

pabellón real de España, que como sabemos fue adicionado progresivamente con las

armas de Castilla, León, Aragón y Navarra, y desde mayo de 1785 se empleó la bandera

nacional española adoptada desde ese año por Decreto Real, que como es conocido,

consta de tres franjas horizontales de color rojo, amarillo y rojo.

Así tenemos que, en el Perú independiente fueron nuestros primeros símbolos patrios la

Bandera Nacional, también conocida como la Primigenia, inspiración de don José de San

Martín, Libertador del Perú; el Escudo que iba al centro de esta Bandera; y la Escarapela

Nacional Bicolor.

II. La creación de la primera bandera del Perú:

Cuando la Expedición Libertadora arribó a la bahía de Paracas, el 7 de setiembre de 1820,

todas las naves llegaron enarbolando la bandera chilena, es decir, los siete navíos de

guerra, las catorce embarcaciones de transporte y las once pequeñas embarcaciones

auxiliares; pero, el Ejército Unido Libertador del Perú, que venía embarcado y lo

constituían unos 4,400 hombres, venían bajo otras banderas. Dicho contingente lo

componía en su mayor parte soldados argentinos, pero habían varios batallones chilenos,

y no faltaron los soldados paraguayos, uruguayos, peruanos y de otras nacionalidades,

que inicialmente habían integrado el Ejército de los Andes, que formó el General San

Martín en Mendoza, y con el cual combatió en Chacabuco y Maipú hasta lograr la

independencia chilena.

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366

Ya para entonces se encontraba en plena vigencia la Bandera Argentina, creada por el

general Manuel Belgrano en Rosario el 27 de febrero de 1812, que es de color celeste y

blanco. Pero también se tenían otras banderas, y para evitar confusiones y lograr la

identidad de la República que se empezaba a formar, San Martín vio por conveniente

crear su propia bandera.

Es tradición que en los días que permaneció el general San Martín, embarcado en la bahía

de Paracas, a bordo de su navío “San Martín”, entre el 8 y 12 de setiembre; observó

bandadas de flamencos o pariguanas, con los colores rojo y blanco. De inmediato

comisionó a sus oficiales ingleses Charles Chaworty y Wood Taylor, para que le

presentasen diseños de banderas con esos colores, quedando aprobada aquella que se

caracteriza por ser rectangular, dividida en cuatro campos por líneas diagonales –como

la cruz de San Andrés- de los cuales el superior e inferior blancos y los laterales de rojo

encarnado; al centro, lleva como escudo una corona de laurel verde ovalada, atados sus

tallos en la parte inferior con una cinta dorada, y dentro de ella el astro sol amarillo con

sus rayos; saliendo detrás de sierras escarpadas de color pardo oscuro, sobre un mar

tranquilo entre azul y verde; la parte superior de color azul, representando el

firmamento.

Ese era aproximadamente el paisaje que se apreciaba desde el mar. El diseño definitivo

del que fuera primer escudo nacional, fue del dibujante profesional don Francisco Javier

Cortés, patriota peruano, que trabajaba en el cuartel general del Ejército Libertador.

Una vez aprobado el diseño definitivo, el Capitán General y en Jefe del Ejército

Libertador del Perú, expidió el Decreto que creó la Primera Bandera Nacional, en su

Cuartel General de Pisco, el 21 de octubre de 1820, el que fue firmado además por su

Secretario de Gobierno don Juan García del Río, el que inicia su texto con el

considerando siguiente:

“Por cuanto es incompatible con la independencia del Perú, la

conservación de los símbolos que recuerdan el dilatado tiempo de su

opresión. Por tanto, he venido en decretar; y decreto lo siguiente:”

Después de describir la bandera y el escudo, siguen los dos artículos siguientes:

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“2. Todos los habitantes de las Provincias del Perú que están bajo la

protección del ejército Libertador, usarán como escarapela nacional, una

bicolor de blanco y rojo encarnado: el 1º en la parte inferior, y el 2º en la

superior”.

“3. Lo dispuesto en los dos artículos anteriores sólo tendrá fuerza y

vigor, hasta que se establezca en el Perú un Gobierno General por la

voluntad libre de sus habitantes”.

El Decreto que creó la Primera Bandera Nacional, dado en su Cuartel General de

Pisco, el 21 de octubre de 1820; fue publicado en la Gaceta del Gobierno de Lima

Independiente Nº 14, del día sábado 25 de agosto de 1821.

La tradición no confirmada, nos narra que ese mismo día, el general San Martín

hizo formar su ejército en la Plaza Mayor, llamada “De la Concordia”, en Pisco, donde

hizo rendir los honores correspondientes a la nueva bandera, y ante su ejército y el pueblo

de Pisco, juró defenderla; después de lo cual tomó el Juramento a sus soldados y a los

pisqueños presentes, diciéndoles que aquella bandera significaba el símbolo y el

compromiso de luchar por ella, para alcanzar la libertad e independencia del Perú.

Es necesario aclarar, que la escenificación o simple mención del llamado “Sueño de San

Martín”, en el que aparece el Libertador recostado bajo una palmera, soñando con una

bandada de pariguanas; no es sino la interpretación libre del poeta patriota iqueño

Abraham Valdelomar, que quiso explicar la creación de la bandera nacional.

La Ley Nº 23586 del 28 de febrero de 1983, confirma en su artículo 2º, que la provincia

de Pisco es “Cuna de la Primera Bandera Nacional” y declara día cívico no

laborable en esa provincia y declara “Día de Pisco”. Desde entonces se empezó a celebrar

con júbilo el aniversario, interviniendo la Filial de Pisco del Instituto Sanmartiniano del

Perú.

El día 20 de octubre emprendió su marcha desde Ica al interior, la división del coronel

Álvarez de Arenales. El día 22 se ordenó al Ejército dirigirse a la bahía de Paracas para

su reembarque, lo que se hizo efectivo el día 23; el día 24 se embarcó el General en Jefe,

y el día 26 se hizo a la vela el convoy, con rumbo norte.

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368

En consecuencia, la confección en tela de la nueva enseña nacional quedó diferida por la

fuerza de las circunstancias, por lo menos hasta llegar a Huaura.

La importancia de los acontecimientos ocurridos durante el traslado del Ejército

Libertador hasta su destino final, incluyendo el temerario bloqueo al puerto del Callao,

la captura de la fragata “Esmeralda”, la estadía en la bahía de Ancón, el desembarco en

las costas de Huacho y la toma de posesión del territorio a lo largo del río Huaura,

culminaron aproximadamente el 20 de noviembre, lo que nos da margen para concluir,

que la primera bandera del Perú se conoció después de esa fecha.

Con fecha 20 de diciembre de 1820, San Martín dio a conocer en Huaura una bandera

peruana que corresponde al decreto de Pisco, pintada por él en acuarela sobre papel, que

se conserva actualmente en el Museo Histórico Nacional de Buenos Aires, institución a

la que fue donada en 1892 y que nuestro Instituto ha reproducido en la “Revista

Sanmartiniana” Nº 28.

III. ¿Desde cuándo se empezó a usar la bandera nacional?

Sin encontrar respuesta concreta, debido a que el acto que parece haber protagonizado

San Martín en el “Histórico Balcón” de su Cuartel General en Huaura, no quedó

registrado en documento oficial alguno. El Instituto Sanmartiniano del Perú intentó

dilucidar esa incógnita, y lo único que pudo lograr fue una comunicación escrita el 14 de

mayo de 1970, por la que el Dr. José Torres Muga, prominente médico de Huacho, le

comunicó a nuestro ex – Presidente Sr. Ricardo Cavero-Egúsquiza, que él había

concurrido a Huaura cada 27 de noviembre desde el año 1918 y según pudo averiguar, la

conmemoración se repetía ineludiblemente desde que se produjo el acontecimiento en

1820; en ceremonia organizada por la Municipalidad de Huaura, con asistencia de altas

autoridades nacionales y los Embajadores de la República Argentina. Nunca se dudó de

que dicho acontecimiento se hubiese producido. Es por tanto la tradición y la repetición

de cada aniversario, el que sustenta y da validez al hecho histórico, a lo que se ha dado

en llamar el “Primer Grito de Libertad”, sin mencionarse si se empleó bandera alguna.

Con motivo de la proclamación de la Independencia del Perú, San Martín dirige una carta

al Cabildo de Lima, con fecha 18 de julio de 1821, en la cual remite el diseño de la bandera

y solicita se designe una persona, que al juicio sano del Ayuntamiento sea el más

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369

benemérito de la patria y más digno por sus servicios a ella, para que porte el estandarte

patrio.

En respuesta de fecha 25 de julio de 1821, firmada por el Conde de San Isidro y otros

personajes, el Cabildo de Lima comunica al Libertador, que eligió al Señor Regidor

Conde de la Vega del Ren, título con el que se conocía al Dr. José Matías Vásquez de

Acuña, como la persona más benemérita de la Patria, para que condujera la bandera el

28 de julio, encargándosele organizar la ceremonia.

Se conoce que fue don Manuel Ramírez, el artesano que bordó la primera bandera; la

estrella y regatón de plata dorada colocada en el extremo del asta donde se acondicionó

el pendón, lo confeccionó don Agustín Larrea. El cordón y las borlas que adornaban el

estandarte los hizo don Pedro Alvarado. En total, el estandarte costó al Ayuntamiento,

contando materiales y mano de obra, la cantidad de 519 pesos y 5 reales.

IV. Posteriores banderas del Perú.

La segunda bandera del Perú se dio por decreto dado en Lima el 15 de marzo de 1822,

por el Supremo Delegado, marqués de Torre Tagle, se modifica la Bandera Nacional

establecida en Pisco, disponiéndose. "La Bandera Nacional del Perú se compondrá de

una franja blanca transversal entre dos encarnadas de la misma anchura, con un sol

también encarnado sobre la franja blanca" (Así se lee de la Gaceta del Gobierno, No.22,

Tomo segundo del sábado 16 de marzo de 1822).

Con respecto a la tercera bandera del Perú; fue creada por Decreto dado en Lima del 31

de mayo de 1822, el marqués de Torre Tagle, modifica la Bandera Nacional, disponiendo

que: "La Bandera Nacional del Perú, será de tres listas verticales o perpendiculares, la

del centro blanca, y la de los extremos rojas con un sol también encarnado sobre la lista

blanca. El estandarte será igual en todo a la bandera, con la diferencia que en lugar del

sol, llevará las armas provisionales del Estado, bordadas sobre el centro de la lista

blanca". (Así se lee de la Gaceta del Gobierno, No.47, Tomo segundo del miércoles 12 de

junio de 1822).

La cuarta y actual bandera del Perú, se dio cuando el Congreso Constituyente del Perú,

con Ley del 25 de febrero de 1825, establece la Bandera Nacional del Perú:

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370

"El Pabellón y Bandera Nacional se compondrá de tres franjas verticales,

rojas las laterales y blanca la del centro, en cuyo centro se colocará el

escudo de las armas con su timbre, abrazado aquél por la parte inferior de

una palma a la derecha y una rama de laurel a la izquierda entrelazadas.

El Pabellón de los buques mercantes será sencillo, sin escudo ni otra

insignia. La Escarapela será de color blanco y encarnado interpolados".

Asimismo, mencionamos el Decreto Ley Nº 11323 de fecha 31 de marzo de 1950,

que dictó normas para el empleo y confección de la Bandera Nacional y los otros símbolos

de la Patria, para darles uniformidad y dimensiones adecuadas; así por ejemplo, para la

bandera se establece que debe ser en la proporción de tres para el largo y dos para el

ancho; en cuanto a la longitud del asta, será por lo menos tres veces mayor que el largo

de la bandera para facilitar su ondeamiento. Las dimensiones de los estandartes y sus

astas, fueron fijadas por los Decretos Supremos del 4 de julio de 1901 y del 30 de

noviembre de 1944.

Debe tomarse en cuenta que existen:

- Bandera Nacional para izar (que es la simple)

- Pabellón Nacional para izar (con escudo)

- Estandarte (que es portátil).

El día 7 de junio de cada año, conmemoramos el “Día de la Bandera”, en recuerdo de los

peruanos y extranjeros que inmolaron sus vidas por ella en el Morro de Arica. Ese día,

en las plazas públicas, cuarteles, buques y colegios, militares y civiles, adultos y niños,

renovamos nuestro juramento de fidelidad a la bandera y defenderla hasta perder la vida.

La histórica bandera peruana con el diseño que el libertador José de San Martín utilizó

para proclamar la independencia de Perú de manera simbólica en 1820 y de forma

definitiva en 1821 fue sustraída de su urna del museo de sitio en Huaura en dos

oportunidades; en Julio 1985 por miembros del Movimiento Revolucionario Túpac

Amaru y recuperada 3 años después por el Ejercito; y el 27 de Febrero de este año, robada

por una red internacional de tráfico de bienes culturales y recuperada el 14 de Marzo por

la Policía Nacional del Perú, cuando los delincuentes intentaban venderla a una tienda

de antigüedades de Miraflores. La bandera fue exhibida en una ceremonia especial

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371

realizada en el Patio de Honor de Palacio de Gobierno y fue entregada al Instituto

Nacional de Cultura (INC), que la tendrá bajo su custodia.

V. Conclusión

La historia de la Bandera Nacional discurre en los primeros años de vida independiente,

siendo la primera inspiración del general don José de San Martín, Libertador del Perú.

El acto de creación oficial se dio mediante Decreto dado en su Cuartel General de Pisco,

el 21 de octubre de 1820 y publicado en la Gaceta del Gobierno de Lima Independiente

Nº 14, del día sábado 25 de agosto de 1821. No obstante la bandera fue posteriormente

modificada. Ha habido cuatro versiones de la bandera, siendo la cuarta y última, la

aprobada por el Congreso Constituyente del Perú, con Ley del 25 de febrero de 1825.

Debemos siempre recordar que la Bandera Nacional es el principal símbolo de la Patria,

ella representa el honor y la unión de todos los peruanos, por lo que debe ser usada y

contemplada con profundo respeto y veneración. Sus formas deben ajustarse siempre a

las normas que establece la ley, a fin de que su prestancia y uniformidad en su

presentación, sean dignas de admiración.

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Revista del Instituto Sanmartiniano del Perú N° 29

372

PREGUNTAS Y RESPUESTAS SOBRE EL

GRAL. JOSÉ DE SAN MARTÍN

CARLOS ALBERTO SANTOSTEFANO1

Teniente Coronel de Artillería del Ejército Argentino

Resumen:

Serie de preguntas y respuestas sobre el Gral. D. José de San Martín, desde su infancia

hasta su fallecimiento, haciendo especial énfasis en su accionar como hombre público en

Argentina, Chile y el Perú.

Palabras clave: José de San Martín / Libertador / independencia

1. ¿Cuándo y dónde nació San Martín?

José de San Martín nació el 25 de febrero de 1778 en el pueblo de Nuestra Señora de los

Tres Reyes Magos de Yapeyú, situado en la costa del río Uruguay, en la provincia de

Corrientes a casi 780 kilómetros de Buenos Aires.

2. ¿Cómo estaba compuesta su familia?

Su papá, don Juan de San Martín y Gómez había nacido en la Villa de Cervatos de la

Cueza, en Castilla la Vieja, y era capitán del ejército español. En 1767 llegó al país doña

Gregoria Matorras que venía de Paredes de Nava, un pueblo cercano a Cervatos, donde

1 Carlos Alberto Santostefano, Teniente Coronel de Artillería del Ejército Argentino (Promoción 116 CMN Colegio Militar de La Nación). Se ha desempeñado como Profesor Militar del Ejército Argentino - EMOSPAC - Escuela Militar de Oficiales de los Servicios para Apoyo de Combate. (1996/97); Profesor Instructor de Tiro de Armas Cortas y Largas - Legajo ITA 0482 - RENAR - Registro Nacional de Armas. (Promoción1995). Es experto en Armamento - UTN - Universidad Tecnológica Nacional. (Promoción 2007) y Diplomado en Seguridad, Resolución de Conflictos y Derechos Humanos - IUPFA Instituto Universitario de la Policía Federal Argentina. (Promoción 2011). Ha recibido las siguientes distinciones, en 1984, una recompensa “Al Mérito” del Servicio de Seguridad, en razón de haber obtenido el mejor promedio de egreso como Subteniente de seguridad y Servicios. Escuela de Infantería Boletín Público de Ejército Nro 4681; en 1988, otra recompensa “Al Mérito” del Servicio de Seguridad en el Curso avanzado del Servicio, Escuela de los Servicios para Apoyo de Combate "General Lemos", Boletín Público de Ejército Nro 4681; en 1994, una Medalla y Condecoración de Naciones Unidas al Servicio de la Paz por el servicio brindado en Chipre; en 2001, un Diploma de Honor por haber prestado servicios en la Unidad Decana del Arma de Artillería.

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conoció a Juan. Se casaron en la catedral de Buenos Aires. Don Juan no pudo estar

presente y fue representado por un amigo, el capitán de dragones Juan Francisco de

Somalo. El matrimonio tuvo cinco hijos: María Elena, Manuel Tadeo, Juan Fermín

Rafael, Justo Rufino y el menor de la familia, José Francisco de San Martín.

3. ¿Cómo era Yapeyú?

Yapeyú fue fundada por los jesuitas en 1627. Con los años se convirtió en el más

importante centro ganadero del Río de la Plata, donde se fabricaban los mejores zapatos

de la zona que se exportaban a Chile y Perú. Se producía yerba mate, se fabricaban barcos

y funcionaba una importante escuela de música. A partir de la expulsión de los jesuitas

en 1767, la actividad económica decayó notablemente pero Yapeyú siguió siendo una

ciudad importante dentro de la estrategia española para estas tierras.

4. ¿Por qué la familia San Martín se traslada a España?

En diciembre de 1783, Juan de San Martín solicita y obtiene un permiso para regresar a

España. La familia se instala primero en Madrid y luego en Málaga, en la calle de Pozos

Dulces. Allí José cursa sus estudios primarios, probablemente en la escuela de

Temporalidades cercana a su casa, y el 15 de julio de 1789, al día siguiente de que en París

estallara la Revolución Francesa, José Francisco de San Martín fue aceptado como

cadete en el Regimiento de Infantería de Murcia.

5. ¿Cómo fueron las primeras batallas de San Martín?

A poco de ingresar al regimiento participa en numerosos combates en España y en el

Norte de África. Entre 1791 y 1795 durante la guerra entre España y Francia, San Martín

se destacó en muchos combates como los de Orán, Pirineos y Rosellón. Fue ascendido a

teniente coronel y condecorado con la medalla de oro por su actuación en la batalla de

Bailén el 19 de julio de 1808.

6. ¿Por qué decide regresar al país?

San Martín no olvidada sus orígenes criollos y quiso incorporarse a la lucha por la

independencia americana. Un año después de producida la revolución de Mayo, pidió el

retiro del ejército español y se embarcó hacia Londres el 14 de septiembre de 1811. San

Martín estuvo cuatro meses en Londres. Allí entró en contacto con grupos

revolucionarios como la Gran Hermandad Americana, una logia fundada por Francisco

de Miranda, un patriota venezolano que se proponía liberar América con la ayuda

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financiera de los ingleses. Se relacionó también con políticos vinculados al gobierno

británico, como James Duff y Sir Charles Stuart, quienes le hacen conocer el plan

Maitland. En enero de 1812 San Martín se embarca en la fragata inglesa George

Canning rumbo a Buenos Aires.

7. ¿En qué consistía el Plan Maitland?

Thomas Maitland era un general escocés que en 1800 escribió un Plan para capturar

Buenos Aires y Chile y luego emancipar Perú y Quito. Allí proponía ganar el control de

Buenos Aires, tomar posiciones en Mendoza, coordinar acciones con un ejército en Chile,

cruzar los Andes, derrotar a los españoles y controlar Chile, continuar por mar hacia el

Perú y liberarlo. Todo parece indicar que San Martín conoció el plan durante su estadía

en Londres en 1811 y, años más tarde, lo tendrá muy en cuenta para desarrollar su

estrategia libertadora.

8. ¿Cómo era la situación política en buenos aires a la llegada de San

Martín?

Gobernaba el Primer Triunvirato integrado por Feliciano Chiclana, Manuel de Sarratea

y Juan José Paso. Pero el verdadero poder estaba en manos del secretario de gobierno,

Bernardino Rivadavia, que venía desarrollando una política muy centralista sin atender

los reclamos del interior, cada vez más perjudicado por la política económica de Buenos

Aires, que fomentaba el libre comercio y mantenía un manejo exclusivo del puerto y las

rentas de la aduana. Además, el Triunvirato, por temor a enemistarse con Gran Bretaña

(aliada de España), frenaba el proceso independentista y hasta había sancionado a

Belgrano por enarbolar la bandera.

9. ¿Cómo es recibido? ¿qué misión se le encomienda?

Es recibido en Buenos Aires por el Triunvirato que le respeta su grado militar de teniente

coronel y le encarga la creación de un regimiento para custodiar las costas del Paraná

frente al peligro de los ataques de los españoles provenientes de Montevideo. El nuevo

regimiento se llamará de "Granaderos a Caballo" y se instalará en el Retiro.

10. ¿Con qué sectores se contacta San Martín al llegar?

A poco de llegar, San Martín entró en contacto con los grupos opositores al Triunvirato,

encabezados por la Sociedad Patriótica, fundada por Bernardo de Monteagudo, y creó,

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junto a su compañero de viaje, Carlos de Alvear, la Logia Lautaro, una sociedad secreta

cuyos objetivos principales eran la Independencia y la Constitución Republicana.

11. ¿Cuál fue la primera intervención política de San Martín en Buenos

Aires?

San Martín y sus compañeros se decidieron a actuar y el 8 octubre de 1812 marcharon

con sus tropas, incluidos los granaderos, hacia la Plaza de la Victoria (actual Plaza de

Mayo) y exigieron la renuncia de los triunviros, porque, como dijo San Martín: “...no

siempre están las tropas para sostener gobiernos tiránicos”. Fue designado un segundo

Triunvirato afín a la Logia y a la Sociedad Patriótica integrado por Juan José Paso,

Nicolás Rodríguez Peña y Antonio Álvarez Jonte.

12. ¿San Martín hablaba con acento español?

Don José había pasado la mayor parte de su vida en España, particularmente en el Sur y

por tanto tenía un claro acento andaluz. Así lo cuentan quienes lo conocieron, que

también recuerdan que tocaba muy bien la guitarra y entonaba "cantes" típicos de

aquellas zonas de España.

13. ¿Cuándo y con quién se casó?

Don José se hacía tiempo también para la diversión y poco a poco fue tenido en cuenta

en las selectas listas de invitados de las tertulias porteñas. La más famosa y agradable,

según cuentan, era la de don Antonio Escalada y su esposa Tomasa, en la que sus hijas,

Remedios y Nieves, no perdían de vista a ningún nuevo visitante. Por allí pasó don José

y parece que fue amor a primera vista. "Esa mujer me ha mirado para toda la vida", le

diría en una carta a su amigo Mariano Necochea. Se casaron el 12 de septiembre de 1812

en la Iglesia Nuestra Señora de la Merced, después de una firme pero breve oposición de

la familia Escalada. Él tenía 34 años y ella, 15.

14. ¿Cuál fue la primera y única batalla que libró San Martín en territorio

argentino?

A principios de 1813 los granaderos de San Martín ya están listos para emprender su

primera misión: defender las costas del Paraná atacadas por los españoles que buscaban

por esta vía aliviar el bloqueo al puerto de Montevideo, sitiada por Rondeau. Los

españoles robaban ganado y atacaban los poblados de la costa. San Martín siguió el

movimiento de la escuadra por tierra y se instaló en el convento de San Carlos, posta de

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San Lorenzo. Allí los esperó hasta que el 3 de febrero de 1813 unos 300 españoles

desembarcaron. San Martín ordenó un ataque envolvente y los españoles fueron

empujados hacia el río.

15. ¿Cuándo y dónde planeó el cruce de los Andes?

En 1814 se le encomendó el mando del ejército del Norte en reemplazo del general

Belgrano. San Martín aceptó el cargo pero hizo saber a las autoridades que sería inútil

insistir por la vía del Alto Perú y que se retiraría a Córdoba para reponerse de los dolores

causados por su úlcera estomacal y terminar de delinear las bases de su nueva estrategia

militar consistente en cruzar la cordillera, liberar a Chile y de allí marchar por barco para

tomar el bastión realista de Lima. Repuesto parcialmente de sus males, pero con el plan

terminado y aprobado, logró ser nombrado gobernador de Cuyo.

16. ¿Qué medidas tomó San Martín como gobernador de Cuyo?

En Mendoza comenzó los preparativos para su ambicioso plan sin descuidar las tareas

de gobierno. Fomentó la educación, la agricultura y la industria. San Martín dio un gran

impulso a la industria vitivinícola en Mendoza y San Juan importando nuevas cepas y

trayendo al país a expertos europeos para mejorar la calidad de los vinos y licores

cuyanos. Creó un sistema impositivo igualitario cuidando que pagaran más los que más

tenían.

17. ¿Cuándo y dónde nació su hija?

Mercedes Tomasa de San Martín nació en Mendoza el 24 de agosto de 1816. Por ese

motivo en Mendoza el día del padre se celebra en esa fecha. Mercedes dejó de ver a su

padre cuando tenía 4 meses, cuando emprende el cruce de los Andes y se traslada con su

madre a Buenos Aires a casa de sus abuelos. Merceditas recién volverá a ver a su padre

siete años después.

18. ¿Qué participación tuvo San Martín en el Congreso de Tucumán?

San Martín no estuvo presente en las sesiones del Congreso, pero siguió su desarrollo

muy de cerca a través del diputado por Cuyo Tomás Godoy Cruz y apoyó la propuesta de

Belgrano de coronar a un rey Inca como soberano de estas provincias. Preocupado por la

demora en la declaración de la Independencia, le escribió a Godoy Cruz pidiéndole que

transmita su inquietud y que "es cosa bien ridícula" que tengamos bandera, himno y

escarapela pero que no seamos independientes.

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19. ¿Cómo se financió el Ejército de los Andes?

Se ha dicho muchas veces que fue gracias a las joyas donadas por las damas de la alta

sociedad mendocina. Esto no fue así. El total de lo obtenido por las joyas que ya no

usaban las damas ricas de Mendoza fueron 216 pesos, lo que apenas alcanzaba por aquel

entonces para comprar unas 50 mulas. El ejército pudo armarse gracias al sacrificio del

pueblo cuyano que donó ropas, ollas, mulas, armas, alimentos y hasta sus sueldos para

poder formar el ejército libertador.

20. ¿Cuánto tardaron San Martín y sus hombres en cruzar los Andes?

El ejército de los Andes partió de Mendoza el 12 de enero de 1817 y llegó a Chile el 5 de

febrero. A lo largo de esos 25 días, 5.400 hombres, atravesaron las montañas más altas

de América con una temperatura que oscilaba entre los 30 grados durante el día y 10 bajo

cero durante la noche. Durante muchos tramos San Martín debió ser trasladado en

camilla debido a los terribles dolores provocados por la úlcera.

21. ¿Cómo se concreta la libertad de Chile?

A poco de cruzar los Andes, el 12 de febrero de 1817, las fuerzas patriotas derrotaron a

los españoles en la cuesta de Chacabuco. La excelente táctica militar aplicada por San

Martín permitió que sus tropas sólo sufrieran 12 muertos y 120 heridos, mientras que las

bajas de soldados al servicio de España llegaron a 500 muertos y 600 prisioneros. El

triunfo de Chacabuco aseguró la independencia de Chile que sería consolidada un año

después, el 5 de abril de 1818, tras el definitivo triunfo de Maipú.

22. ¿Qué apoyos recibe San Martín para la expedición al Perú?

Pocos días después de Maipú, San Martín volvió a cruzar la cordillera rumbo a Buenos

Aires para solicitar ayuda al gobierno del Directorio para la última etapa de su campaña

libertadora: el ataque marítimo contra el bastión realista de Lima. Obtiene la promesa

de una ayuda de 500.000 pesos para su plan limeño de los que sólo llegarán

efectivamente 300.000. San Martín regresó a Chile, donde obtuvo la ayuda financiera

del gobierno de ese país y armó una escuadra, que quedará al mando del marino escocés

Lord Cochrane.

23. ¿A qué se llamó la genial desobediencia de San Martín?

Cuando se disponía a iniciar la campaña recibió la orden del Directorio de marchar hacia

el Litoral con su ejército para combatir a los federales de Santa Fe y Entre Ríos. San

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Martín se negó declarando: "el general San Martín jamás desenvainará su espada para

combatir a sus paisanos". Desobedeció e inició la travesía hacia el Perú.

24. ¿Cómo fue la campaña del Perú?

El 20 de agosto de 1820 partió desde el puerto chileno de Valparaíso la expedición

libertadora. La escuadra estaba formada por 24 buques y conducía a unos 4.800

soldados. El 12 de septiembre la flota fondeó frente al puerto peruano de Pisco. Allí el

ejército se proveyó de víveres y aumentó sus efectivos con los pobladores locales, entre

ellos muchos esclavos, que se sumaban voluntariamente al ejército libertador.

Una división al mando del general Arenales se dirigió hacia el interior del Perú con el

objetivo de sublevar a la población y obtuvo la importante victoria de Pasco el 6 de

diciembre de 1820. Por su parte San Martín ordenó bloquear el puerto Lima. Así, el virrey

De la Serna se vio acosado por todos los flancos y debió rendirse el 10 de julio de 1821.

Ese día entró victorioso el general San Martín a la capital virreinal.

25. ¿Cómo fue la relación entre San Martín y Cochrane?

La enemistad entre el marino escocés Thomas Cochrane y San Martín comenzó a gestarse

apenas zarparon de Valparaíso rumbo a Lima. Cochrane estaba molesto por tener que

obedecer las órdenes de San Martín y generó numerosas situaciones conflictivas durante

el viaje. A fines de 1821, tras la toma de Lima, argumentando que se le adeudaban varios

meses de sueldo, tomó varias embarcaciones de la flota y huyó hacia Chile, debilitando

notablemente la defensa del puerto del Callao.

26. ¿Cómo fue la actuación de San Martín en el Perú?

El 28 de julio de 1821 San Martín declaró la independencia del Perú y le fue otorgado el

título de Protector del Perú, con plena autoridad civil y militar. San Martín abolió la

esclavitud y los servicios personales (mita y yanaconazgo), garantizó la libertad de

imprenta y de culto, creó escuelas y la biblioteca pública de Lima. Debió enfrentar graves

dificultades financieras, lo que creó entre la población un creciente descontento. Pese a

las dificultades, San Martín pudo controlar la situación y lograr la rendición de los

realistas del Sur y del Centro del Perú.

27. ¿Qué pasó en la entrevista de Guayaquil?

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Mientras San Martín llevaba adelante su campaña desde el Sur el patriota venezolano

Simón Bolívar, lo venía haciendo desde el Norte. Finalmente los dos libertadores

decidieron reunirse. La famosa entrevista de Guayaquil (Ecuador) se realizó entre los

días 26 y 27 de julio de 1822. Había entre ellos diferencias políticas y militares.

Mientras San Martín era partidario de que cada pueblo liberado decidiera con libertad

su futuro, Bolívar estaba interesado en controlar personalmente la evolución políticas de

las nuevas repúblicas. El otro tema polémico fue quién conduciría el nuevo ejército

libertador que resultaría de la unión de las tropas comandadas por ambos. San Martín

propuso que lo dirigiera Bolívar pero éste dijo que nunca podría tener a un general de la

calidad y capacidad de San Martín como subordinado. El general argentino tomó

entonces una drástica decisión: retirarse de todos sus cargos, dejarle sus tropas a Bolívar

y regresar a su país.

28. ¿Qué hizo San Martín tras la entrevista?

Tras la entrevista de Guayaquil San Martín regresó a Lima y renunció a su cargo de

Protector del Perú y partió rumbo a Chile donde permaneció hasta enero de 1823. Cruzó

por última vez los Andes y estuvo unos días en Mendoza desde donde pidió autorización

para entrar en Buenos Aires y poder ver a su esposa que estaba gravemente enferma.

Rivadavia, ministro de gobierno del gobernador Martín Rodríguez, le negó el permiso

argumentando que no estaban dadas las condiciones de seguridad para que San Martín

entrara a la ciudad. En realidad, Rivadavia, que siempre le había negado cualquier tipo

de ayuda a San Martín, temía que el general entrase en contacto con los federales del

Litoral.

29. ¿Por qué decidió partir hacia Europa?

El gobernador de Santa Fe, Estanislao López, le envió una carta advirtiéndole que el

gobierno de Buenos Aires esperaba la llegada del general para someterlo a un juicio por

haber desobedecido las órdenes de reprimir a los federales. San Martín le agradeció a

López su advertencia pero le dijo que no quería más derramamiento de sangre.

Ante el agravamiento de la salud de Remedios, San Martín decidió viajar igual a Buenos

Aires pero lamentablemente llegó tarde. Su esposa ya había muerto sin que él pudiera

compartir al menos sus últimos momentos. Difamado y amenazado por el gobierno

unitario, San Martín decidió abandonar el país en compañía de su pequeña hija,

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Mercedes, rumbo a Europa. Tras pasar brevemente por Londres, San Martín y su hijita

se instalaron en Bruselas. En 1824 pasaron a París para que Mercedes pudiera completar

sus estudios.

30. ¿Por qué no regresó más a su país?

San Martín seguía interesado e inquieto por la situación de su país. En febrero de 1829,

decidió regresar como consecuencia de la guerra con Brasil. Pero cuando llegó al puerto

de Buenos Aires, se enteró del derrocamiento del gobernador Dorrego y de su trágico

fusilamiento a manos de los unitarios de Lavalle. Decidió entonces no desembarcar.

Muchos oficiales, tanto unitarios como federales, le enviaron cartas a su barco y lo

visitaron con la intención de que se hiciera cargo del poder. San Martín se negó porque

creía que, tomara el partido que tomara, tendría que derramar sangre argentina y no

estaba dispuesto a eso. Triste y decepcionado, decidió regresar a Europa.

31. ¿Cómo fue su relación con Rosas?

En 1838, durante el gobierno de Rosas, los franceses bloquearon el puerto de Buenos

Aires. Inmediatamente José de San Martín le escribió a don Juan Manuel ofreciéndole

sus servicios militares. Rosas agradeció el gesto y le contestó que podían ser tan útiles

como sus servicios militares las gestiones diplomáticas que pudiera realizar ante los

gobiernos de Francia e Inglaterra.

Al enterarse del bravo combate de la Vuelta de Obligado, el 20 de noviembre de 1845,

cuando los criollos enfrentaron corajudamente a la escuadra anglo-francesa, San Martín

volvió a escribir a Rosas y a expresarle sus respetos y felicitaciones. Quizás por este hecho

el general dispuso en su testamento que el sable que lo acompañó en todas sus campañas

fuera entregado a don Juan Manuel de Rosas, por la satisfacción que tuvo "como

argentino, por la firmeza con que aquel general sostuvo el honor de la república contra

las injustas pretensiones de los extranjeros que trataban de humillarla".

32. ¿Cómo fueron sus últimos años?

San Martín atravesaba en Europa una difícil situación económica. Del gobierno

argentino no podía esperar nada y ni el Perú ni Chile le pagaban regularmente los sueldos

que le correspondían como general retirado. Vivía de la escasa renta que le producía el

alquiler de una casa en Buenos Aires y de la ayuda de algunos amigos como el banquero

Alejandro Aguado que lo ayudó para poder comprar su casa de Grand Bourg. San Martín

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para ese entonces estaba muy enfermo. Sufría asma, reuma y úlceras y estaba casi ciego.

Su estado de salud se fue agravando hasta que falleció el 17 de agosto de 1850.

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El Instituto Sanmartiniano del Perú invita cordialmente a los amantes de las letras y la

historia a colaborar con nuestras próximas revistas.

Correo electrónico: [email protected]

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