revista del ismp n° 14

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LIMA-JUNIO

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I NS1~ITUTO SANNIARTINIANO D E L

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LIMA- JUNIO

1957

© 1935 - 2015 Instituto Sanmartiniano del Perú. Todos los derechos reservados.

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REV1stA D E L

Instituto Sanmartiniano del Perú Año XIII Enero - Junio 1957 n 9 14

EDITORIAL

El Instituto Sanmartiniano del Perú ha ce1l·ebrado en los últimos meses diferentes actuaciones conmemorativas relacionadas con la lndependeM,ia del Perú y con el Ceneralísi·mo don José de San Mart'Ín, cumpfiendo as i el eminente l"O,I nacional'ista y patriótico que le señalan sus estatutos.

En el mes de julio se cetebró el aniversario del Congreso de Tucumán con actos oficia,les en la plaxa donde se levanta el monumento al general San Marl'ín,. com·o en la sede del Instituto, y con asistencia de.1 señor Embajador de la República Argentina Ceneral de División Roberto Tomás Da•lton.

Considerando la necesidad de fomentar el estudio de. la historia entre los alumnos de los colegios na}c ionales, e·I' Instituto convocó un Concurso entre los estudiantes de instru~ción media y sobre el tema " El Cenera!' San Martí~ y sus colaboradores peruanos de· la Independencia" . El resultado superó a nuestras expecta,tivas dado el gran número de escolares que concunaron con trab-ajos que revelan el profu·ndo afecto que se guarda en e·I• Pe,rú por el Cenera! San Mart'Ín cuya mem'oria perdura en nosotros si·empre con intensidad creciente- . . .

El Instituto continúa gestionando ta erecc1on del monumento al COJ'O

nel And rés de los . Reyes en la plaxa de Hua·cho, capital de ta Provincia efe Chancay, su tierra de. orige·n, co.mo ho·menaje a uno de los más notables cotaboradores del Cenera! San Mart'Ín en la epopeya libertadora.

Nuestra la_boir se desarrolla reglamentariamente, y contando c·on la cooperación de los señores miembros del Instituto y sobre todo con el apo)'I.~ y el estfmuf:o, que nos presta el Supremo Cobierno, presidido por un ilustre consocio, el Dr. Manuel Prado.


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Evocación Sa~martiniana Por Isaac C. Li:noli

Nac ido en las regio1;1es mesopotámicas del ant iguo Virreynato del Río de la Plata, en el pueblo de Yapeyú, el 2 5 de febrero de 1778. bas tole. solamente un lustro para arraigar con amor profundo su corazón a la tie~ rra, madre que lo crió. A la tierra madre que ya no olvidar ía, po rque, en los años viv idos en su seno aprendió a conocer en la leng ua sa lvaje de su sel ,i. va , en el rumoroso torrente de su's ríos, en la caric ia aromad a. de sus v ientos seculares, en el sol luminoso de sus días abrasadores y en e l miste rio de sus noches legendarias de cielos infinitds, el verdadero sent ido de la vida y amó la libertad . . . Allí conoció al indio, al mestizo, a l crio llo y, a pesar de su corta edad. pudo establecer su diferencia de con d ic ión y_ de de.rechos con respecto a los señores his.panos, que imponían entonces su potestad omnipotente por imperio de la ley y del destino y 'sintió en lo más hondo de sU: alma, virgen de emociones toda_vía, la impresión profunda que le inspirára esa odiosa diferencia. Repudió por igual la sumisión p9siva de lds ,unos ante la despótica soberbia de los otros . El, era h ijo de un hogar h ispano/ pero había · nacido bajo el cielo de América.

Cuando debió partir para iniciar su vida estudiosa en ~uends Aires. tenía' va en sí mismo, el se.Uo inconfundible de su orig·en . Era eil retcfío fuerte . de la tierra indiana que 1llevaba en su espíritu el há'lito bravío de la indomable selva y en su pupila azabache el brillo intenso de ese sol ardiente que diera t intes de bronce a su tez varonil. Y eran esas vivaces pu pilas , ·aún candoro'sas en el día del a.lejamiénto transitorio, las que, nubl'adas ta l vez por una lágrima rebelde ,, vieran azoradas tras la popa del na -. vío que hinchaba sus velas rumbo al mar desconocido, perderse poco a poco la fisonomía geográfica de la patria que habría de verle retornar pa ra su historia., hombre ya. casi maduro; ya soldado cas i héroe; ya un predest inado .. , casi un semi dios . . . Acud ía a l llamado de la patri ai, aunque la patria ya no lo conocía . . . Españá lo devolvía a sus raíces después de1 un lapso cuya extensión se prolongaba a poco más de dos décadas y med¡ia, ostentando en su uniforme 'las presillas de coronel del regimiento de Dra gones de· Numancia, con que fuera premiado su val or en las heroicas jornadas de Bai lén y de Al buera . . .

HE!lo ah í, en el ejército del Norte, forjador de vencedores. preparando los héroes del futuro . . . y luego en el gobierno de Mendoza donde cons-truye mientras S!Jeña -Y crea . . . , Era el Vdlcano de la causa cr iolla inspira :': do por la, fuerza de una idea .. .

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Era Mendoia que ofrecía su sangre en la sangre preciosa de sus hijos y eran las madres, fas es[')Osas , la's herma.nas de los hijos de Cuyo que do-. naban sus joyas .Ja la patria para que la patria armara caballeros a los hijos

de Cuyo ...

Y allí está su inmortal esc uad rón de granaderos celebrando en San Lorenzo su baut ismo de fuego en el combate donde se dieran cita con la g'lor ia, recib iendo en la punta de 'sus sables los primeros destellos del sol que anunciaba n al mundo el amanece r de la patria ...

Ern el Genio de la g_uerra que a lentaba a sus leg iones inve ncibles y así el Ande, el colosal gigante: de la tie rra. vió pasar sobre la nieve de sus crestas 'la inmortal caravana de Pegasos q ue g,uiaba el Gra·nde de la Historia ... Era el artífice de la libertad que. iba a dar la libertad a otrds pueblos, siguiendo la estela de 1su sino que le hacía deposita rio de la, herenc ia de los Hij!ost del Sol, y era e l Hijo de1I Sol que iba a arrancar de1 fa Ciudad de 'los Virreyes, el estandarte de los conquistadores para funda r sobre el Imperio de los Incas el Impe rio de la Libertad.

Grande en la adve rsidad como generoso y desinteresado en la.s horas de sus t riunfos, 'se hizo ac reedor a'I car iño de sus subordinados y ali respeto de sus enemigos. Sus éx itos m ilita res no menguaron su acierto en si desempeño de las funciones públ icas q ue debió ejercer por necesidad. porque1

no ambicionaba el poder ni e l m ando; era padre de la Patria que todo lo ,daba por la patria y era el hijo de la pat r ia que abrazaba y combatíá por su causa y por la cual compromet ie ra ante e l'la ell honor de 'Su espada· y de sui corazón .

Y de ahí incomprendido, al luchador infatigable, quemando sus ener· gías en la gesta de la empre.sa redento ra que concibiera su ge·nio, para ''segui r el Destino que lo llama" m ientras Buenos Aires vacila ante e1 ataque tenaz de. los caudillos y es la orde n de ese Gobierno que le llama a soste -' nerlo con la fuerza de sus armas, lo que a rranca de sus labios la pr~mera~ expresión de rebeldía, porque no era su propósito la lucha fratricida , sino• el de "no desenva·inar jamás su espada para mancharla con la sangre de sus compatriotas" . . . Y, así como es irrefr~nable el aluvión que desata 1a montaña, el destino le 111.evó por la ruta de l Pacíf-ko para que cumpliera y se-· li ara e.n e l Perú el destino de América y de is u propio destino.

El Perú, conseguía su independencia por designio del héroe y la tierra de l Sol ab ría entrañas para abrazar en el gue rre.ro v ictorioso la sombra red iviva de Manco Capac , que volvía vengada , a presidir el nuevo esplendor de sus antiguos domi n ios, desde las sombra·s de la etern idad·

Promediaba el año 1822, cua ndo el Gran Capitán, en medio de la plenitud de su g'loria, llegaba a los u'mbra lets de los domin ios de·I L:ibertador Venezpilano. Era la entrevista de los Libertadores, San Martín y Bol ívar, am -


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bos grandes pero polos opuestos al serv1c10 de una causa común . El pri mero quería la unión de las fuerzas de sus mandos pa ra dar el combate dec1s1vo. Era el Libertador del Sur que iba a ofrecer su e'spada victorliosa al, Libertador del Norte para servir bajo sus órdenes, despojándose de la. hon- :, rosa jerarquía de que estaba investido por legítimo derecho, si el!lo\ er,a menester para bien de los pueblos por ambos redimidos .

Erai el renunciamiento de San Martín, cuyo gesto magnífico le agiganta ante la historia y 'sella con broche de oro la última escena de su vida pública continental .

"Serás fo que debes ser y si no, no serás nada.' ' era el lema que rigió• ~a conducta del que habiendo llegado a serlo todo , dejaba ya de serlo para no ser nada por imperio de su determinación y en holocausto de la rcausa que abrazara . Era , sólo el patriota excepcional que habiendo paseado su bandera por todas las latitudes para afianzar la 'soberanía polí tica de su patria, carecía en la ho.ra. más subl

1ime , más ejemplar de su ex.istencia, de•

un pedazo de tierra americana donde dar el reposo merecido a su cuerpo.' enformo y fatigado y a su alma escarnecida por la ponzoña de la maledicencia y la ignominiosa ingratitud de los pueblos que había liberado· Era entonces el hombre ca'si anciano, retomando el camino de los mares ... .. . Era, la hi'storia misma de la patria que partía , con aquel hombre tri ste y per1-sativo, cuyas impávidas pupilas, fijas en- la lejanía del horizonte, vieran una vez más , desde la borda del buque que le llevaba a su ostracismo voluntariq, la inmensidad del cielo cayendo- sobr·e el mar ante la tierra que dejaba' nuevamente·

América y la Patria, necesitarán la infinitud de las edades, para rendirle el justo tributo de gratitud que aún adeudan al "Santo de la Espiada ' '.

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La Celebración del Anivers7r~

Argentino del 9 de Julio de ~

Asociándose a la celebración del Aniversario de la República Argentina, el Instituto realizó en su ·local una actuación solemne que fue amenizad~ por la Banda de Música del regimiento Guardia Republicana y congregó en su salón de actos no solo a los miembros de ·la institución sino al personal' de la Embajada de esa. República, presididos por el Embajador General ROberto Tomás Dalton, y a numerosa concurrencia .

La actuación fue abierta por el Vicepresidente del 1 nstituto y encargado · de la presidencia señor César García Roselil quien pronunció el siguiente discurso :

Excmo. Sr. Embajador de la República Argentina , Sr. Presidente del CEHM. Señores Jefes y Oficiales de los institutos Armados. Señores y Señoras :

El Instituto Sanmartiniano del Pen'.i, fiel a su tradición de mantener vivo el culto a los fundadore•s de la independencia nacional y sobre todas las. cosas, el que le debemos al Generalísimo don José de San Martín, y a su h idalga y generosa nación, se congrega, hoy en esta sala para evocar uno• de los grandes acontecimientos de la historia argentina, el del 9 de julio de 1816, día en .que la pr imera1 asamblea legislativa de las Provincias Unida'sf del Río de la Plata proclamó su independencia , abriendo la ruta gloriosa que condujo al Perú a los soldados del ejército libertador.

Aún cuando el 9 de julio pud iera parecer una fecha genuinamente arg,entina , en verdad lo es también nuestra por sus resonancias históricas ' y· por enorme repercusión que tuvo en los de'stinos del Perú; es una de esas' fechas que trascienden ·de las propias fronteras nacionales paira adquiri,r la dimensión de un suceso · continental, de esos días grandes y preclaros 'de que se enorgullecen los pueblos de América, y los que como el Perú y Ar· gentina, por alentar los mism;os ideales y perseguir los mismos fines de justicia y progreso comparten un pasado idéntico y comunes aspiraciones.

El 9 de julio de 1816 el Congreso de Tucu:mán proclamó la l'ndepe:ndencia argentina . Pero en su seno, en el ambiente caldeado pbr el entu · siasmo y el ardor patriótico, se manifestaron sentimientos peruanistas que


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comprometen nuestra gratitud , porque pusieron de manifiesto que el Perú no era un paí•s extraño ni desconocido para los legisladores del Río de l.E! Plata, sino un pueblo fraterno _unido a ellos por los laz0s perdurables de la i amistad y de la tra.dición. ¿Por qué olvidar que en el recinto del Congreso de Tucumán se escuchó la voz austera y noble de Belgrano invocando la vieje monarquí.a. paternal de los Incas; que en ese Congreso se rindió homenaje a los . precursores de nuestra libertad. como a e'se inca rebelde a;justiciadb' en el Cusco ; o la voz cristiana de ese fraile argentino, representante é1I también, que propuso la consagración de Santa Rosa de Lima como patrona, de la independencia suramericana::> El 1 nstituto recuerda estos hechos, y por esto exalta la fecha del 9 de julio y rinde pleitesía al Congreso · de Tu'cumán, y a eisos hombre,s ilustres que enaltecieron su patria hace ciento cuat're.ntiún años.

Contra "lo que suele decirse la colaborac ión que nos prestó Argent,na para nuestra independencia no comienza con el desembarco en Paracas en 1820. Esa colaboración , regada con la sangre de los próceres peruanos y argentinos, iniciase, podríamos decirlo, diez años antes y desde los primeros momentos en que el pueblo argentino se lanzó a la. lucha por la libertad> de su patria. San Martín culminó, coronó una empresa .que ya habíe cos. tado mares de sangre a los heroicos hijos de Buenos Aires. Esa lucha, se manifiesta no solo en Lima, en los años inciertos de las conspiraciones , entre J 81 O v 1819, s ino en todos 'los pronunciam:ientos en in'sur recc iones que llenan nuestra historia, y en la que estuvo presente el espíritu libertario del Plata. La i·nsurrección del Cusco aparece protegida por los ejércitos de Be!grano; Ze.!a, actúa en Tacna en conección con Castelli , los oficiales de Belgráno son los que promueven la segunda lucha en T acna y los que ju- · ran la independencia en la plaza de Tárapacá en 1815. Y no es una ayuda inmaterial y rómántica la q ue nos prestan los patr iota•s argenti nos e n todo ese período inicial de" nuestra independencia, sino la cooperac ión desinteresada y generosa de hombres resueltos a luchar y a morir en la empresa co mo ese heroico hijo de Santa Fe de Corrientes, compañero de PufY1acahua,. que se dió po r entero a 1.a libertad del Perú. y sucumbió por el la•. No hay en la hi•storia de América ejemplo igual al que d ió la nación argentina por} la emancipación del Continente. Sus hijos combatieron desde San Lorenzo al Desaguadero, desde Paseo hasta Pichincha, desde Chacabuco hasta Moquegua. Donde quiera que volvamos los ojos. bajo el c ie lo americano, ha._ liamos la huella imborrable de ese nob le y genero•so afan por la libertaG' americana . Y todo como secuela del Congreso de Tucumán que abrió la ruta para el triunfal desfile de los Granaderos de San Martín·

Excmo. Señor.

Sobre la significación del Congreso de Tucumán será un mie•mbro activo del 1 nstituto el que nos la dé a conocer con su pa labra erudita y ame-1 na; la del Dr, Abe lardo lndacochea , brillante orador e. in telectua l peruano QL! f:'. a su devoc ión por el Cenera! San Martín une asim ismo un sincero ' y leal afecto a la Nación Argentina .


En seguida ocupó la tribuna el Dr. Abelardo lndacochea, miembro ·activo del Instituto Sanmartiniano y distinguido intelectual quien di1sertó con palabra galana y fácil sobre el significado de la revolución am¡ericana . Re.memoró el movimiento liberal que se inició en Francia para difundirse· más tarde entre los p\,Jeblos de América . Mencionó a los hispanoamericanos que siguieron esas doctrinas y 'las implantaron en sus respectivas países· Citó la actuación del general don José de San Martín en Españai y su. conección con las Logias de Cadiz y Londres y su iniciación militar en la¡ penín1sula . Hizo referencias atinadas sobre los primeros actos militares del gene.rz l San Martín en su patria , el paso de los Andes para libertar Chiile y1

la Exp:edición Libertadora que desembarcó en Paracas en 1820. El orador definió la personal idad mora l y política· de San Martín y terminó su discurso menc ionando las palabras de San Martín al pisar suelo peruano de que no, venía como conquistador sino como libertador. ·

La actuación terminó con e.I Himno Nacional argentino, que la con concurrencia escuchó de pié en ~omenaje a la fecha que se conmemoraba en dicho acto . · ·


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LOS IDEOLOCOS DE LA EMANCIPACION AMERICANA

El Agustino Fray Marcos Du1ran Marte!

Por César Carciía RoseH

El Instituto Riva Aguero, de la Ponttficia Universidad Católica del Perú, ha organizado, para fines del presente año, un simposio sobre La Causa de la Independencia y acerca de las Fuentes en la época de la Precursores entre 1780 y 1820, año éste en que arribó a nuestras playas la Expedición Libertadoriil del General San Martín, y se dió comienzo a la verdadera y efect iva constitución de la República Peruana . La etapa resulta doblemente interesante porque si bien es cierto que despierta el interés de los investigadores peruanos sobre el aspecto doctrinario de la emancipación de América, no lo es menos que desJa_qi_ en ella la concurrencia de los ideólogos y caudillos nuestros que también aportaron ideas, principios y normas jurídicas para el triunfo de dicha causa .

El Temario del Simpasio señala, en sus breves líneas , a casi todos los que. orientaron con sus luces y ta.lent-o el proceso 1 ibertaé:lor en el Perú. como Pablo de Olavide. Bravo de Lagunas, Vizcardo, Baquijano, Rodríguez de Mendoza , Riva Aguero, Vidaurre, Sánchez Carrión, Corvacho, Unanue o a los miembros de la Sociedad Amantes del país y a los redactores del Mercurio Peruano. Notamos sin .embargo la omisión de otro gran ideólogo, sacrificado por sus propias ideas y que debería figurar en la ilustre 'lista de los Precursores y dentro del am:pl io panorama de los fide.I is tas y 1 ibera les¡ del siglo XIX. Tratase de fray Marcos Duran Martel , el egregio• fraile que; intervino en la insurrección de Huánuco del año 12 y capellán de los in;.. surgentes hasta el desastre de Ambo ; que a méri.to de'I proceso que se le siguió en el virreinato fue desterrado a la PenínlSula , bajo partida de regi'stro, y condenado a servir diez años en el hospital del presidio de Ceuta.

Fray Marcos. soportó su· destierro, privado de sus fueros religiosos , impedido de oficiar la. santa misa , y sin mas socorro que la miserable ración de "presidiario", que le señalaron las autoridades peninsulares. Eni 1816, tras ese duro y penoso cautiverio, Fray Marcos dirigió al rey una extensa y bien docum,lentada e.xposición, de 8 de julio de 1816, pidiendo el relevo de la pena que le fuera im.19uesta por la Real Audiencia de Lima; licencia para ej ercer sus actividades religiosas; trato de capellán -porque era agusti -


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no-; pero; al mismo tiempo el derecho de los .americanos para disfrutar las mismas franquic ias y derechos civiles que 'los hij.os .de la Península . El recurso de fray Ma rcos es J?Ues un alegato en favor de los pueblos de Amé~ rica, que el agustino defiende apoyándos.e en la l~gislaci.ón indiana vigente entonces, en las declaraciones de las Cortes General.es y en 'los decretos que hab iánse expedido eni España , durante el cautiverio de Fernando y .de Ja invasión napoleónica, con sentido· liberal y humano.

Nuestro compatriota e.nrnntraba injusto, y .asi lo expresaba valientemente en su a legato al rey, que m.ientras 'los españoles de la. .península for ..: maban sus Juntas de gob ierno con absoluta 1 iber.tad de acción. a los ameri canos -espa·ñoles se les negaba el mismo derecho so p>retexto de que cons .. piraba n c~ntra la Corona; y .eran objeto .de persecuciones y de seve·ros cas.tigos. Fray Marcos no hallaba justificación a trato tan desigual , y citaba en apoyo de sus compatr iotas el decreto de 14 ,de octubre .de 1 81 O, sobre igua'ldad de derechos entre peninsulares y americano.s, igualda.d en el acceso a los ca.rgos públicos, igualdad en la repr.esen.taciói:i a la .Cortes, .igualdad ante la ley como personas h.umanas todos el'los. 1 nvocaba además otros decretos sancionados en España a favor de América: el de la Regencia de 2 de marzo del año 1 O, el del 30 de abril de l mismo año; y terminaba con esta vi..; gorosa imp recac ión :

"Este proced imiento era tanto más represensible, protesta fray Marcos, cuanto fue también dimanaba de la declaratoria que de igualdad que ha.bían he-cho en favor de ella las centrale;s, declaratoria refrendada y amp'liada por sus. sucesores, cuanto en su decreto de 14 de octubre de 181 O, aludiendo a la igualdad y libertad de aquellos reinos, les dicen'< " desde este momento españoles y americanos os veis elevados a la alta dignidad de hombres libres , ya no sois 'los mismos que antes, encorbcidos bajo el yugo, · tanto más duro mientras - más distantes estabais del centro del pode·r . . . . Ya vuestros destinos están en vuestras manos".

Y luego agregaba el prlsionero de Ceuta: " Molestaría demasiado a Vuestra Magestad si hubiese de exponer

el suplicante, por menor, cual ha sido la conducta que han tenido con la América los que han administrado el reyno durante la, cautividad de 'Vuestra rea'I persona y los males que han resultado a aquellas provincias. Y si

· hubo alguno que dejase de conservar los derechos de V. M., todo e~ - :mundo es testigo que no proced ieron voluntariamente, sino irritadas exaspera das, precipitadas por los mismos administradores. Sin esfa. circunstancia, ellas se habrían -desatenldido de la manumisión o emancipación , contenida en el decreto de 14 de febrero de 1 81 O; habrían renunciado la soberan.ía popular que declararon las Cortes Extraordinarias; no habrían adoptado las máximas y principios establecidos de su decretode l 9 de enero de 1811 y en otros varios lugares que han circulado por todo el orbe ; havrí«m cerr.aldo !os oídos a la inicua y alarmante doctrina que exigía haber de sucumbir, todos aquellos reynos a la suerte que estos sufriesen que cua'lquiera que eHa fuese; doctrina tan favori ta que aún después de las ca mpañas de Rusia y


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Arapiles, todavía la reprodujo en abril del año próximo pasado el periódico titu lado '.'Telégrafo Mexicano" .

· .Ignoramos la suerte que corrió el valiente alegato del agustino pe·rua!to . - Tampo.co sabemos si el rey accedió a la súplica del religioso, devolviéndole sus fueros de capellán y su libertad. Solo sí podemos suponer, por la naturál tramitación que se le dió al recurso. que. fue leído por las autor'i-' dades españolas de Ceuta-y Madrid; que circuló en las antesalas,Uel Sobe.rano y . que e.s bien seguro que; el rey lo tuvo en sus manos. Pero se había ) resta b.léd~o el ~bsplutismo en las esferas de gobierno. y no era dable 11acer ·c:;oncesiones de . la riaturalezá de· las que pedía, suplicaba el fra ile cautivo.

·· Pero cualquie.ra que haya sido el destino del alegato de fray Marcos · Durán Marte l .. . es evidente que con su escrito fue uno de los ideó logos que defer;idió el ~erecho de los americanos a disfrutar de la libertad pülí".tica y :civilque . les oto_rgó las Cortes en 181 O, y por tanto, a figurar entre los pre·cursorés de la emancip?ciórl. o sea en ese preclaro aunque reducido g.rupo. de horryl:?re.s de tendencia liberal que señalaron nuevos rumbos al pensamiento am~ricano, ·a.cerca de . los derechos h\.lmanos , de la soberanía popular y

ºdel go.bierno libre; vale decir a los verdaderos precursores de la Emancipación .

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El Concurso de Historia sobre el

General Don José de San Martín

. El ln1.;;tituto promovió un Concurso histór ico entre el alumnado de losi coiegios de segunda f.íi seña nza de Lima, Callao y Balnearios sobre el temé:l\ "Ei 1..;t:i~e;·a ! San MarHn y ~ ¡,.¡ s c:olaborad'ores peruanos de ia inde·pendencia", y sobre bases adecuadas pa r:::i qu ienes debían participar en este interesánte certamen.

Numerosos trabá jos 'fueron pre sEntados al Concurso, y previo examen oue de sus méritos hizo la Comisión formada por el Capitán de Fragata J~an E. Benites. Sr· García Rose!! y Dr. Teodoro Casana, se acordó otorgar el primer Premio de. 500 soles y una mención honrosa, al alumno oel' 4 9 año de media del Colegio c!e "Santa Rosa" de ;Chos ica, 1.;;eñor Luis de la Rosa \/anini , e l segu ndo de 300 so les a Cadete del Coleg io Militar "Leon>c io Prado". Luis Edmü ndo Olazábal ; y un. tercer premio de 200 sole1s a 'la señor ita Do ra Bohorquez del Colegio Esclavas del Sagrado Corazón.

Considerando el entusiasmo que .este Concurso despertó entre los escola res peruanos, se acordó otorgar una Mención Honrosa a los siguientes participantes :

Cadetes del Colegio Milita r Leoncio Prado, Fernando Kajatt, José Gálvez Santa María y Franci'.:;co Vida!; alumnas Gloria Ocampo y Pefronila Rieva de la GUE. Ga rcía y Garcia; María Isabel Miyan , de la GUE. Isabel La Católica; Nancy Huerta Rodríguez y Alicia Pasache, del Colegio Rosa de· Santa María: Antonio Barrios Mantegazza, de l Colegio La Salle ; Kitty Davila, V io leta Aya la . Sabina Castro R. Manuela D. Rodrígue.z y Juana Perales, de·! Colegio Esclavas del Sagrado Corazón.

La d istribución de los _oremios tuvo lugar en la tarde del 23 de julio último, con asistencia del Embaj ador Argentino General Dalton. y de los directores, prof.esores y alumnos de los planteles qu~e habían tenido tan brillante participación en el Conc u rso y miembros del instituto Sanmartiniano.

Publ icamos a continuación los documentos oficiales del concurso .


- 14. -

EL CONCURSO HISTORICO DEL eN STITUTO SAN MARTINIANO DEL PERU

INFORME D.E LA COMISiON PARA

ESTUDIAR LOS TRABAJOS PRESENTADOS

AL CONCURSO HISTORICO DEL

INSTITUTO SANMARTIN IANO.

La Comisión expresa que aceptando la invitación hecha por el Instituto para el Concurso de historia entre los a'lurrinos de instrucción secundaria de Lima, Callao y ba lnearios sobre el téma "El General San Martín y sus colaboradores peruanos de. la Independencia", se han presentado DIECISEIS concursantes bajo los siguientes seúdonimos conforme a las base;; que se hicieron público:

Libertador, Lucero de 'la tarde., Amarilis, Chaoarrita. Chosicano, Li bé lula, Astro, José Bernardo Perú , Cindy, Colombina. lirio del Valle, La Flor de la Canela, Aída Luz, La Cachorro, Cascabelita. Matusalen, Chapi.

Examinados cu idadosamente es-tos trabajos , se advierte que en su redacción se ha seguido, con lijeras variantes, la cronología histórica del General San Martín:, en lenguaje sencillo y propio de un escolar. cit1ándose nombres conocidos y sucesos que por lo general consignan los textos que se utilizan en la e.nseñanza. Sin embargo, estos trabajos revelan un acendrado amor por el Libertador San Martín y sentimientos digno's de todo encom io .

De todos esos trabajos !Y'ierecen mencionarse, porq ue su contenido excede de los textos comunes, y expresan conceptos personales sobre la significación histórica de la independencia de l Perú y el rol, indiscutiblemente decisivo. que jugaron determinadas personalidades peruanas, los que. firman Chosicano, Libertador. Astro, Amarilis y Cindy, por lo que esta, Comisión ha juzgado conveniente seleccionarlos para los Premios.

• En consecuencia, la Comisión cree que el Prime r Premio debe corresponde r e l trabajo presentado por Chosicano y el segundo y 39, a los que llevan los nombres de Libertador. Abiertos los sobres se comprobó que el pri mero es de.I alumno de 4 9 año de media del Colegio Sta. Rosa de Cho'sica do:1 Luis de la Rosa; el segundo a don Luis Edrnundo Olazábal Monteagudo. del · 59 año del Colegio Militar Leoncio Prado, y el tercero a Dora Bohorguez del Colegio del Sagrado Corazón de Jesús.

Pe ro en vista del entusiasmo que el concurso ha despertado entre los concursantes, estimamos justo concederles una Mención Honrosa que acredite su participación en el Certamen y e i aprecio oue el Instituto Sanmartin iano del Perú hace de su devoción a la historia nacional y su culto at Libertador San Martín.

Lima , julio 12 de 1957 Capitán de Fragata Juan E. Ben ites. - C. García RoseH. - Teodcrn Casana


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·EL GENERA L SAN MARTIN Y LA INDEPENDENCIA NACIONAL

Primer Prem io en e! Concurso Histórico de! ln·stituto Sanmartin iano

Po r luis de !a Rosa Vanini 49 af.c· de media de Santa Rosa de Chos'•ca

El 7 de setiembre de· 1820 arribaba a las playas del Perú, en la ensenada de Paracas, una· ex_oe.dición milita r, dirigida por el mas famoso de los generales argentinos, don José de San Martín, y que estaba ll amada a cumplir una mis ión provide nc ia l e histór ica , como fué la de. protejer y apo-yar el movimie nto ema ncitiador del Pe rú . /

San Martín, caudillo eponimo de esa epopeya , no era un soldado improvisado, s ino un guerre.ro que cuy.as sienes se hallaban orladas por el triunfo y la victoria, no solo las que conquistó en su propia patria -San Lorenzo- , o las que lo hicieron famoso en Europa - Bailen y Arjonilla-, sino las ,que íe permitieron consolidar la libertad de. Chile en los campos de Chacabuco y Maipu, tres años antes de organizar la empresa libertaria en favor de los peruanos . -

San Ma rtín , po r otro lado,, lle.gaba a un país cuyos habitantes no~ eran indiferentes a l ll a mado de la Patria_ El Perú , había dado multitud de pruebas pa ra demostra r su amo r a la libertad v su deseo de. emanciparse del gobiern10 es_oa ñol, y constitui r como 'las provinc ias del Río de La Plata, como Chi'le, como \/enezue.la, un país lib re y soberano en América. San Martín, que tuvo d iligentes emisar ios y agentes en el Perú , sabía todo e.llo. y aún había promovido y fomentado estas aspiraciones a la libertad por· medio de oportunas proclamas que el almirante Cochrane se encargó de dis tribu ír e.n los pueb'los v ciudades de la costa del Pe rú, en sus legendari as expedióones de 18 19. Por ello, e·1 gene ralísimo argentino llegaba a territorio amigo, con la completa convicción de. encontrar apoyo en las gentes, colaboración en sus poblaciones, y amigos y adeptos donde quiera

- pudieran flamear las ba nde ras de. la Expedición Libertadora.

Cuando se lee n las proclamas que hizo publicar, en la imprenta del ejército, en favor de la independenc ia , hallamos la prueba evidente de que San Martín sabía a c¡uie n se d irigía y quienes iban a rec ibir el 'llamado a la libertad. Esas proclamas contribuye.ron a despe.rtar el entusiasmo de los


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pueblos y facifüaron, sin duda alguna , la misión que el De'sti_no y el genio tutelar 8el gene.;a 'I San Martín, confiaron a los expedicion;ar1os.

Desde Paracas a Huaur.a, y de Huaura a Lima, en los meses promi ' sores de octubre de. 1820 a julio de 1821, San Mártín pudo contar con nu merosos co laboradores, francos y resueltos muchos, otros prudentes pe ro eficaces, y todos decididos a hacer posible el ideal de la independencia qua trajo · a nuestras costas el soldado de Chacabuco.

los historiadores, argentinos, peruanos, · y aun los europeos que se han ocupado de la campaña ~anmartiniana, aceptan como ev idente y áe rta " coiaboración de los peruanos. Podemos decir que fué unánime el sentim iento de -amor a la independencia y que salvo excasas excepc iones, todo9 trabajaron por hacer posible el .triunfo de esos ideales.

Podemos señalar tres clases de colaboradores a la campaña sanma rtiniana: los guerrilleros que e'l numerosas partidas armadas cerraron todos los accesos entre la s-ierra y Lima, privando a'I ejército e.spañol de alimentos y recursos para sostener la lucha. Guerrilleros audace'.s , como Quiroz, como Palomo, como Huavique, que unidos a oficiales peruanos que se alistaron a.n las filas de los libertadores, mantuvieron una lucha tenaz que h izo po~;ib1e !a ocupación de Lima por el general San Mart'ín, y subsiguie.ntemente la proclamación y jura de la Independencia . No hubo valle costeño entre Pisco y Chancay que no hubiera sido teatro y escenario de esta lucha , aparentemente desigua'I, entre los "montoneros" o insurgentes, y las divisiones del línea de los realistas., c;:on ;choques sangrientos pero porfiados, de una guerra en pequeño, pero salvadora por las condiciones en que se realizaba y la· impotencia de los realistas para dominar y destruir las partidas guerrilleras.

En . esa lucha no permanecieron indiferentes los pueb'los de la sierra. Desde que el general Arenales cruzó las provincias andinas entre lea y Pas--co, donde venció al general O'·Relly, la sierra quedó totalmente insurrecciona da. Cada pueblo tuvo su partida de guerrile.ros, que acosaban a 'las columnas enem igas, les impedían reaprovisionarse, ataban las acem ilas , requisaban e,\ ganado, desorganizaban el territorio, y daban tiempo al Ejército Sanma¡rtiniano para recomponer sus cuadros -y aumentar sus efectivos con los nume• rosos voluntarios que se presentaban en Huaura. Jauja, Huancayo, Huamanga, Cangallo, Tarma, Concepción, convirtiéronse en los centros principales de 'la resistencia de estos guerrilleros incansables, a quienes San Martín distinguió con premios y medallas honrado el humilde pero resue.lto patriotismo de estos modestos colaboradores.

La mujer peruana fué otra de las· colaboradoras eficases del caudillo drgentino. Por eso, San Martín decretó una Banda de Honor para las patriotas que se distinguieron por ·sus virtudes cívicas y por su lealtad a la nueva _ causa. Además de las Tole.do, que lucharon contra el enemigo en las primeras líneas de batalla, y sobre las márgenes del Mantaro, hubo otras da mas peruanas que sin llegar a ta'I heroísmo cumplieron honrosamente la misión de agentes conifidenciales entre el 'Cuartel Ge.neral v los patri ctn ocul tos en Lima. La lista es larga de e.stas mujeres ejem p lares que lig a ron su nombre a los fastos sanmartinianos . Fue una ma jer peruana -Rosa

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Merino- la primera que entonó las estrofas del Himno Nacional; y fué• otra mujer - ia Bell ido-, la primera en inmolarse en aras de la Ratria cuando el Destino la puso en la alternativa de salvar la vida denunciando a los conspi radores o sacr ifica rla antes de cometer un acto de infidencia o delación .

San Martín tuvo ta mbi én colaboradores eficaces en el elemento ilustrado de la cap ital de l virre inato . No citaremos el caso tan conocido de; Vida!, de los hermanos Silva, de los aristócratas que 'lo rodearon y firmaron el Acta de la Independencia del Perú. o recibiron altas condecoraciones y ascensos en e l ejé rc ito libertador, en recompensa de la colaboración que prestaron a . la lucha por la independencia, . sino solo a un ilustre limeño, por desgracia nunca recordado, y que p restó servicios eminentes a la e:man cipación d~ I Perú, siendo el ún ico que ostentó la clase. de Teniente Genera l en el ejérc ito de la Li bertad y el de Gobernador de Lima y Gran Mariscal de los ejércitos nacionales en 1821.

He mencionado a1 famoso marques de Montemira , y Conde de .Valle Ose lle, llamado Pedro José de Zárate y Navia .• linajudo limeño. que ocupó altos cargos en el virreinato y e.I de brigadier de las tropas españ•olas; pero q ue , a despecho de sus v incu laciones con la nob'leza , conspiró por la inde'pendencia en unión del Conde de la Vega del Ren. haciéndose sdspechoso a las autoridades coloniales.

Pero la historia escri to es injusta. y aunque se han publicado numerosos trabajos sobre e'I Perú y su indepenaencia. son pocos los que recuer-i dan al anciano b rigadie r que llenó con su nombre el primer capítuJo de le! historia m ilitar del Perú. Muerto él , ex t inguióse la clase de Teniente Gene ral que cre.ó San Martín para prmiar sus servicios .

El c'lero, el clero peruano, los curas de aldea. fueron decididos cola, boradores del general San Martín. El gue.rrero argentino, que era profundo conocedor del alma humana., no o lvidó al clero en sus propagandas libertarias. Muchos se le presenta ron en Pisco y en Huaura para solicitar un puesto en e l ejérc ito libertador. Como San Martín había creado la Vicaria castrense de l Ejérc ito, y puestola en ma nos de un sacerdote peruano. don Caye tano Requema , muchos clérig.os fueron escog idos pera capellanes de las unidades del ejército, y al lado de los soldados hicieron, 'las campa'ñas de Lima, de lnterrnedios , y mas tarde las de Junín y Ayacucho. y sitios del Callao. Histor iadores de · este aspecto interesantísimo de la independencia del Perú mencionan la actuación del clero entre los años 1821 y 1825, y la lu::ha q ue mant uv ieron aun en las f ilas de las guerrillas de la sierra. El mas fa moso de todos fue un fr anciscano corwertido en corone.! por los azares de la guerra . Fray Bruno Terreros . Aba ndonó los hábi tos para comlbatír por la Pat ria , sia uiendo e ! consejo del gene ral San Martín . Fue el terror de los rea lis tas en las q uebradas andinas de Huancayo y Jauja . Su nombre era mencionado o con terror o con admiración en el va lle del Manta ro . Y volvió a'.f c~mvento cua ndo e l Perú vióse libre. para morir violenta mente la noche en vadeaba e.se río para asistir a un moribundo . •


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>-' ·· _Él padre Vi llar 'Córdova , recuerda, en interes·antes traba jos, la obra pat riota de 'los curas de las parroquias de Canta . Soni muchos estos religiosos que S.!Jpi·eron un ir el nombre de 'Dios y el de la Patria, arriesgando sus vidas en defensa de un el evado ideal de justicia y por amor a la libertad.

Todavía podemos mencionar otro colaborar más entre los que rodearon a l general San Martín y al ejército libertador. Es e'I mas humilde de toc'o-s, e l menos interesado en recompensas y .distirv.:::iones honoríficas. No pi dió grados militares. Sólo asp ira a servir a la libertad que nunca ha conocido Es ,e l neg ro .esclavo q ue abandona las haciendas de la costa para vestir e1' uniforme de soldado. Son cientos los negros esc lavos que llenan los reg:imientos .de la independencia. Ni .s iquiera conocemos sus nombres. Son . héroes anéinimos combatientes desconocidos, pero que derra maron su sangre en los campos de ba ~alla a las órdenes de los libertadores . . El negro esclavo, tamb ién es un mag nífi.co colaborador peruano de San Martín. Y a él va nuestro homené;lje.

Con -los ·colaboradores peruanos del gran caudillo y protector de la incl-ependencia del Perú ·podemos escribir un bello y hermoso libro. Algún día , '.un· hi~tor'iador peruano :acometerá esta empresa justa y necesaria. Pues •será en sus páginas donde el joven de mañana encuentre en• el ejempfo que vigorice sus sent imientos patrióticos, y le haga comprender que sobre la v ida material hay ideales sagrados por los que se debe .luchar hasta morir,

'.e·I ideal de la . libertad, que es la independencia de 'los pueblos que -como el nuestro supieron conquistarla siguiendo las banderas de un caud illo inmortal y brind~ndole ·una su más dec i.dida y entusiasta colaboración.

L. de la R. V.

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T arapacá Juró la Independencia Nacional .el 22 de Octubre de 181 S

Por César García Rosell

Entre los pueblos del antiguo virreinato del Perú que proclamaron la independencia nacional , figura el de San Lorenzo de Tarapacá, cuyo vecindario encabezado por el coronel don Francisco Reyes, se pronunció por la patria en la tarde del 22 de octubre de 18 l 5 v a. presencia del destacamento de tropas de Buenos Aires, q~e ingresara~ a dicho lugar enviadas . por el Cuarte·i general del ejército del Alto Pe.rú del mando de Rondeaú~,, Así consta de los documentos oficiales qUe, por entonces, se dieron a ·Ja• prensa en el Río de la Plata y del acta de la jura que Ronde·au remitió arr ministerio de guerra y marina, desempeñado a la sazón por el general Guido.

\ Sin ·embargo, ninguna de fas obras de historia que se han editado .

en el Perú o en el extranjero sobre lá emancipación de los países hispanoa ~ mericanos da cu·enta de tan importante acontecimiento que hizo figur.ar a San Lorenzo de Tarapacá entre las primeras poblaciones del virreinato del Perú que rompie·ron con el pasado coloni·al y se enrolaron entre los pueblos que luchaban por la libertad de América. La orni'sión es tan.to más inexplicable cuanto que del pronunciamiento de Tarapacá quedaron documento-s fe hacientes y legalizados por los jefes de la expedición mil it ar que protejie'ron dicho acto, cuanto por el propio brigadier genera l Rondeau que dirigía la campaña en e l Alto Perú en 1815. Nuestros textos de historia mencionan las insurrecciones de l í.usco, de Huánuco y de Tacna; 1-as juras de Trujilld y Lambay_eque; se conocen las actas suscritas en Tarma e lea, pero ningúr; libro cita para nada la deSanlorenzo de Tarapacá no obstanté• la trascep• denc ia del acto cívico que tuvo lugar en dicho pueblo, capital de la Subde ~ legación del mismo nombre, de la antigua intendencia de Arequipa. ·

Para quienes se inte•resen por estos ásuntos de h istoria patria entre gamos a continuación los docqm.~ntos oficiales del acontecim iento, que enriquecen nuestra h is to ria patria con hechos que merecen perpetua reco.rdación , y como home naje a l grupo de patriotas que el 22 de octubre de 1815 y como epílogo de la insurrección de Pumacahua juraron la independencia nacional bajo el glorioso .amparo de las banderas del Río. de La Plata.

El primer documento su'scrito por el General Tomás Guido, Ministró dé Guerra y Marina, en Buenos Aires, dice así:


¡¡,

io ;'El General Rondeau, brigadier general del Ejército Auxiliar del Pe

rú, con fecha 22 de noviembre de 1815, informó al Gob ierno Buenos Aires de los progresos-que hace la causa de la libertad .en el Partido de Tarapacá (antes dependiente del virreinato de Lima), donde se han un ido al Teniente coronel don Julian Peñaranda - los de su misma clase don José Francisca Reyes y don Francisco Olazábal, entregando el primero la tropa, armamento, piezas de artille.ría y municiones con que guarnecía aquel pueblo capital de la Subdelegación del mismo nombre·"

"El Teniente corone" Peñaranda fué remitido por el General del Ejército Auxiliar hacia la costa occidental con el f in de presidir los esfuerzos generosos de los habitantes de aquellos pueblos, que repetidas ve.ces -han manife'Stado su adhesión a la libertad y han obrado siempre como amer(canos fie-les a su patria. El resultado correspond ió a tan acertada medida, y P.I pueblo de San Lorenzo de "7arapacá, reunidos los vecinos más respeta bl~3 y representantes de Pica, Cam iña y Huantajaya, se celebró tranquilamente la elección de l comanda nte mil itar y subdei'egado y Cabi ldo con las demostraciones del mayor júbilo, pre'stando estas autoridades sucesivam'ente obediencia a 'la Suprema de las Prov incias Unidas del Río de la Plata ."

"Las Actas celebradas en este plaus ible acontecimiento descubren la opresión en que han gemido los enunciados pueblos ba io los satélites del virrey de Lima , y la 'Sinceridad y placer· con iqu.e se consagran a la¡ causa de· la Justicia" . ·

"Departamento de Guerra.-Excmo. Sr. Son tan visiblemente protejidas por el Dios de los ejércitos, las armas de la Patria, que las de mi mando han logrado posesionarse en el virreinato de Lima, el 22 de l que rige es0

te plaza , y sus pueblo que componen la Subdelegac ión de Tarapacá en la costa . Esta felicidad la he conseguido sin derramamiento de sangre, con solo haber girado violenta1mente sus marchas .por este rumbo resuelto a destruir al tir~mo que la oprimía bajo el epíteto de Subdeleg~do que fué el antipatriota Manuel Almonte, a quien no-.pudo encontrar en ·este part ido por ha ber fugado días antes, llevando consigo al puerto de Arica todos los intereses de los ramos del E1stado, y los que ha quitado en Atacama y Lipes"·

"Con la fuga del citado, recayó la responsabi 1 idad del Partido en el Teniente coronel , que fué del r.ey, y hoy de la Patria, don Francisco Reyes1 que guarnecía la plaza con 30 veteranos pardos y muchos más milic)anos y aunque este fué ordenado días anlte's entregar las a rmas a l Teniente coronel don Fraricisco Ola"záb.al., que vinq de 'su ejército a recibirse de ellas; anoticiado de' sus marchas y prevehciones secretas por la correspondencia qu~ abrí ,cc;m él desde el punto de Llica distante 70 leguas de éste, no solo dilat6 -:la diligencia sino que discutió con ·el refe.rido su compañero sobre la justicia de nuestra cau'Sa , consultando añadir a la· Patria un laurel que tiempo·


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ha habían intentado con el finado Coronel Castro y otros . En este estado, les intimé la rendición por medio de un capitán de caballería , don Pío Lean~ d ro Maldonado, el día 18, a la que sin resistencia entregaron fas armas, inclu1so 7 cañones de á 3".

" Querer pintar a VE. el júbilo con que rebozaba en vivas a la Patria este noble vecindar io y los oficiales pardos don Pedro Mena y don Nicolás Palomino, no me sería practicable· En consecuencia traté de que !se organizasen las autoridade's respectivas de que instruirá a VE. el acta que acompa ñó, esperando sobre ·el particula r superior .aprobación" .

"Tengo mis partidas de naturales sobre Toledo y Cuñuri , en cuyo punto han triuntado las armas que confié a l capitán de · los m ismos, y de haber levantado los pueblos de Carangas, Anda marca, Yanqueras, Totora y T urca, habiendo dejado una partida respetable en Ull agas, bajo el mando del capitán de natura les don Eusebio Guai!lani, y he mandado que se repleguen 1 500 a Camiña con sus capitanes respe.ct ivos, y con 200 mas espero se digne Ud. dirigirme a marchas rápidas, será plantado el árbol de la .libertad en Arequi pa, después dé' hacer que juren obedienc ia a la patria 'los pueblos de Arica, Tacna, Moquegua. etc."

" Dios guarde a Ud. muchos años .-Tarapacá, oc tubre 29 de 1815. -J . de Peñaranda.- Excmo. Sr. Supremo Director del Estado, General en Jefe del Ej é rcito Libertador - (f.) - T. Guido".

La derrota de Sipes ipe o Viluma que puso término a la guerra en el Alto Perú, fr ustró los nobles prppós itos de l vec indar io de Tarapacá , al fina lizar es·e mismo año, pues qb ligó a retirarse a las tropas del comandante Reyes .con e! consi gu iente restable cimiento de las autoridades españolas. Pero el lo no resta importancia al suce'so de aue dan fé los docum1::mtos ante rióres ni le quita a esa antigua poblaciqn _el derecho a f igurar enlfre los pueblos patriotas del Sur del Perú que lucharon por la libertad de América.

C. C. R.


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UNA NUEVA INSTITUCION HISTORIOCRAFICA

Instituto de Historia .Naval del Perú

Un grupo de jefes y oficiales de la armada y distingu,idos intelectuales e historiografos han constituído en Lima el f nstituto de Historia Naval del Perú, deSfinado a promover 'el e'studio y las in.vestigaciones históricas acerca de la marina, de guerra nacional . Lds trabajos tendrán caracter integral o sea .que no estaran circunscritos al período de la República, sino que comprenden además el período hispánico.

La historia de la marina peruana, durante el virreinato, tuvo destacada actividad, ya que no solo hubo de defender la integridad del territorio del Perú de la incursión de las flotas inglesa, holandesa, francesa durante las guerras entre la Metrópoli y la corona británica , sino que, como es sabido, organizó expediciones que lograron descubrir los archipiélagos de las Marquesas, Salomón, etc . en los mares del sur .

La historia adquiere m1¡;1yor actualidad en los años que precediernn e la emancipación americana, con los . viajes de Brown, Bouchard, eochrane a lo . largo de nuestras costas, y la misma Expedición Libertadüira. 1Hay episodios casi desconocidos de nuestra historia naval , como la incursión del navío inglés Cornwallis en 1806 y su combate en punta Nazca con los buques peruanos. Y durante la independencia la campañas de los trasportes conduciendo tropas auxiliares expuE!Stas a los corsarios españoles.

Ya mas recientemente , la marina de guerra del Pe.rú ofrece los memorables episodios de 1879 a 1881 , dignos de mención por los historiado-re.s.

El Instituto que se crea en Lima tiene pues que cumplir una impor-• tante labor de investigación y de coordinación de las fuentes documentales impr€'5as e ineditas cuyo conocimiento es esencial para fijar el rol prominente que ha desempeñado en el proceso histórico del Perú, de ayer y de hoy.

El Instituto de Historia Naval del Perú. ha tenido el acierto de adop ta r como insignia la efigie· del Héroe de Angamos, como la figura mas no

table de la marina peruana .


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Además de la labor de investigación para echar las bases de la h istoria integral de la marina de guerra , el ln1stituto propiciará la reimpresión de 'los trabajos mas interesantes sobre la materia, sean narraciones, derroteros hidrográficos, como colecciones de do~umentos, biografías, etc. para lo

· cual contará con la colaboración de sus propios miernbros y de las personas estudiosas que tengan interés por el estudio de los fastos navales del Perú , para lo cual contará con la colaboración de su's propios miembros .

Provisionalmente la Secretaría General utiliza el / Apartado de Correos 1176, Lima - Perú, a donde pueden dirigirse. los escritores de historia que deseen formar parte de la citada institución .


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Un Fundador .de la Independencia del Perú y d? Chile El coronel Felipe Santiago d_e la Rosa

En Trujillo, ciudad eh donde se· radicara en sus últimos años falleció, en l 883, un veterano de las campañas de la 1 ndependenc ia. que había combatido por la libe.rtad del Perú después de haberlo hecho por la de Ch ile, prestando servicios militares importantes en nuestro país durante la época de la Restaurac ión y de la campaña de Bclivi a Fué e.I coronel· de infantería don Felipe Santiago de la Rosa. quien llegó al Perú, en 1 820, en el Ejército Libertador del General San Martín.

La Rosa perteneciente a familias diSr tinguidas de la ciudad de Santiago, ingresó al ejército en los años inicia.les de la emancipación, como oficial de infantería. del ejército que· venció en Chacabuco y en -Ma ipu en IG's años de. 1817 y _1 81 8. Lucía por tanto las medallas otorgadas a los ven• cedores de estas dos jornadas que se·llaron la libertad de Chile . A parte. de ambas ac-ciones de armas, la Rosa intervino en los

combates del sur de Chile como en Concepción donde tuvo a su cargo uno de lds episodios memorables de la lucha.

En l 820. formando parte del Ejército Libe.rtador, la Rosa desembarcó en Paraca1s el 8 de setiembre e hizo las campañas de Chancay y posteriormente la de lntermedio1s, a las ordenes del general Alvarado. combatiendo en Tarata y Maquegua en enero de 1823. El fracaso de esta expedición lo obligó a salir del Perú para Chile donde incorporado a las tropas de Freire tomó parte en fa campaña sobre Chi loé último refugio de la dominación españQ la en las costas del Pacífico sur.

En 1827 volvió al Perú prestando servicios a las órdenes de los generales La Fuente y Gamarra. Ascendido a sargento mayor volvió a la actividad militar en 1838, durante la Restauración, combatie.ndo en .Guía y en


el norte hasta Yungay· Fué edecán y ayudante del Presidente General Gamarra , a quien acompañó a Bolivia en 184 l para combatir en lngavi.

El comandante la Ro1sa , que lucía sobre su pecho las condecoracione's p or la independencia del P.erú y Chile radicóse en Trulil lo donde formó hogar, y donde falleció dejando descendencia . En la actua1'idad uno de los ni etos de este benemérito a la Patria, es el ingeniero Raúl de la Rosa, vinculado a las .act ividades minerás y económ icas del Perú , Bisnieto del prócer es el alumno Luis de la Rosa Vanini que ganara el primer Premio en el Concurso Histórico promovfdo por el Instituto en julio último.

Los restos del comandante la Rosa pe rmanecen ~n su mode_sta tum ba del cemente r io de Trujillo , donde falleció durante la ocupación chilena . Cuéntase que deseando el jefe de la plaza rend irle honores militar.es al ven cedor de· Chacabuco y Maipu_. sus· fam il iare•s, se opusieron alegando que eran peruanos y que cualquier homenaje .que le tributara el ejército invasor podría hacerl o en la ca lle, pe ro no dentro de su prop io hogar , po rq ue· la Rosa, aunque natural del sur, se había connatural izado con el Perú , su ·segunda y verdadera patria, por cuya 1 ibertad y destinos expusiera tantas veces su vida . ( l ) . ·

La Rosa perte neció a la generac1on de bravo•s soldados q ue cre ían en la hermandad indest ructib le del Perú y Chile y un p rócer que solo tuvo un ideal, como San Ma rtín y como Bolívar, la libertad de América y el derecho de sus pueblos a d isfrutar de ella con plen itud de· espíritu y de dere" ches.

Hoy que se trata de exaltar la memoria .de los fundador.es de nue.stra independencia, c reemos que bi en va'ldría exhumar los restos del prócer la' Rosa de 'Su modesta tumba para darle otra mas digna en esta Capital y jt.mto a los grandes campeones de la emancipación americana·

/


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FILIALES DEL INSTITUTO SANMARTINIANO DEL PERlJ

HUACHO .. PRES ID.ENTE J

Dr. José Torres Muga Provincia Chancay Departamento Lima

I

CHICLAYO PRESIDENTE

Provincia Chiclayo Dr. Ma nuel Arellano y Ramírez

de Montenegro. Departamento Lambayeque

JAUJA PRESIDENTE

Provincia de Jauja Dr. Manuel Marull

Departamento de Jun ín

VEGUETA PRESI DENTE

Provinc ia de Chancay Dr. Luis A. Campos

Departamento de Lima

HUARAL PRESIDENTE

Dr. Javier Huatuco Ortega Provincia de Chancay Departament9 de Lima

MOYOBAMBA PRESIDENTE

Dr . Tente. Cml . , Alej•andro Busta -Provi ncia de Moyobamba mante Valdivia . Departamento de San Mart ín

YA NCAO PRESIDENTE

Sr . Teodoro A . Ram írez P. Depa rtamento de Lima Provi ncia de Chancay

PRESIDENTE CANCIHAPILCA

Dr. A. G . Vargas Provincia Ca nta Depa rta mento de Urna


I

AREQUIPA

Provincia de Arequipa Departamento de Arequipa

PISCO

Provincia Pisco Departamento lea

PUNO

Provincia de Puno Departamento de Puno

- 2.7

PRESIDENTE

Corl R. Pérez Godoy

PRESIDENTE

Sr. Benj amín Sasieta

PRESIDENTE

Dr. Alberto Catacora del Pino ,

LA FILIAL DE CHICLAYO

JUNTA DIRECTIVA PARA EL BIENIO

1956 - 1958

Dr. Manuel Arellano y Ramírez de Montenegro, Presidente . - lng. Víctor Baca Aguinaga , Vice-Presidente. - Dr. Ernesto García Agurto, Secretario. - Dr. Víctor Ortega Vílchez, Pro-Secretario. - Sr. Víctor Alva-1 rez Fernández , Tesorero. - Sr. Félix Nepo •Mora , Pro-Tesorero. -- Dr. Lucio Galarza Villar, Director de Conferencias.

Comisión Calificadora de Socios: Sr. Manue'I Tirado Camuzzo y Mon . jerónimo Mdnlcloñ.edo Barreda .


-·' 28-

MIEMBROS FUNDADORES DEL INSTITUTO SANMARTINIANO DEL PERU

1935

Dr. José Pacífico Otero. histo riador argentino

Dr, Lu is Alaiza Paz Soldán

, General Carlos Dellepiani

Dr. Ricardo Cavero Egúsquiza

· Dr. J. M . Va.lega

Sr. Rafae l Larco H.

Sr . César García Rose!!

Sr. Scipión E. Llona

Sr. Luregue de las Casas Ar ris

General Daniel Matto

... Dr. Manuel Vegas Castill o

, Coronel Vida! C. Panizo

Dr. Carlos E. Paz Soldán

Dr. Miguel A. Ma rtínez

Dr . A t ilio Sivirichi

Dr. Gonzalo Herrera

Dr. Alfredo Muñoz

Sr. Lui•s Vargas Prada

Dr. S. Mariátegui Oliva

Dr. Abdon Max Pajuela

Dr. Enrique Gamarra Hernández

Señora Adriana E. de Sarria

Sr. lsaías Mendoza del Solar

Sr. Luis Santa María

Sr. E. A. Moya del Barco

\


..

Librería é Imprenta "D. Miranda"-Azángaro 858


revista del ismp n° 14

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