revista del ismp n° 5

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Revista del Instituto Sanmartiniano del Perú N° 5 Lima, agosto de 1941. Editores: Alayza y Paz-Soldán, Luis y Dellepiane, Carlos.

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1 . i 1 SUMARIO i 1 " · Voto de aplauso al Gobierno. 1 ¡ Contestación del Presidente de la República. 1 I! Entrega de Diploma e insigni<· al Presidente de Honor : Discurso del • • Dr. Alayza. ! 1 INAUGURACION DEL OBELISCO A MILLAN Y PRUDAN 1 i Discursos del Presidente del Instituto, del Embajador de la Repúbli-· 1 f ca Argentina y del Presidente de la República. Í

1 ~ThS~~ 1 ! Discurso del Dr. P edro Ruiz Bravo en el P anteón de los .Próceres. i ! del Coronel Carlos Dellcpiane en la Radio Nacional y del Dr. Luis Fe- 1 f hpe P az Soldán en la Plaz.a San Mc.rtin. 1 1 INSTALACION DE UNA FILIAL EN CHICLAYO '1 i Discurso del Senador Dr. P edro Ruiz Bravo

i HOMENAJE A HIPOLITO UNANUE Y A J. C. ULLOA 1 Discurso del Presidente de la Sociedad Peruana de Historia de la ·1 f Medicina.

'1º SALUDO AL INSTITUTO DE BUENOS AIRES 1 Discurso del Mayor Ricardo Pérez Godoy. .

i MEMORIA DEL PRESIDENTE DEL INSTITUTO

1,- JUNTA DIRECTIVA Y NOMINA DE SOCIOS 1 Estatutos. f

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ESTATUTOS C MODIFICADOS) DEL INSTITUTO SANMARTINIANO DEL PERU

Artículo l 9-Es objeto del Instituto Sanmartiniano del Perú, fomentar por todos los metlios el culto a !.os héroes de nuestra Independencia y los estudios históricos en la República. :

Artículo 2Q-Son miembros del Instituto Sanmartiniano del Perú las personas qu~ con tal objet? se designen, teniendo en cuenta su labor histórica, nacional . o extran­jera.

Artícu.lo 39 -Son Socios Honornríos las' personalidades designadas en razón del cargo que ocupan. de altos méritos o de servicios prestados al Instituto o al Perú: y

).~

So~ios· correspondientes las personalidades de fuera de Lima, a quienes se corif1tra / esa distinción por su c.onsagración, a estudios históricos o por su actuación destacada.

Los Representantes Diplomáticos de la República Argentina y de los Estados Uni· dos de Venezuela, patrias de los libertadores San Martín y Bolívar, residentes en d Perú, son miembros natos de honor . .

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AGOSTO\~ · 1941

© 1935 - 2015 Instituto Sanmartiniano del Perú. Todos los derechos reservados.

Sr. lng'l Man~el Prado, Presidente de la República.

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REVISTA DEL

Instituto S a· n m a r t i n i a n o -d e 1 Perú DIRECTORES:

o

DR. Lurs ALAYZA Y PAZ SOLDÁN

Presidente del Instituto

CORONEL CARLOS DELLEPIANE

Vice-Presidente del Instituto

ANO VI Agosto de 1941 w 5 (li . .

EDITORIAL

EL 3Í DE JULIO realizó el INSTITUTO la inaugur!ación del obe­lisco a los Capitanes argentinos Millán y Pmdán, mát';tir,es dé la Indepen­denéia del Perú. Este núme:o de la REVISTA contiene la materia refe­rente a ·esa importante actuación.

Pué propósito nuestro la erección de dos obeliscos: el que acabamos de inaagurar en San Mateo y el que en qreve será levantado ·en Chancay, para cónmemorar 'fa 'hazafia de otro ilustre argentino; Pringles.. Pero el Presidente de la República, Doctor M anu1et Prado, en1 su hermoso dis­cursó ha querido imprimir miayor .importanóa y grandiosida'd ª' la inicia­tiva originaria del INSTÍTUTO; sugirién.don1os que en cada rincón del territorio nacional ilustrado con una hazaña digna de eternizarse, levan­temos una p.iedra conmemorativa. Tan noble consejo e.si y.a para nosotro~ una consigna.

Fecunda sugerencia. Actuaciones como la del 31 de julio en San Mateo sofz llaméfmientos al recwerdo, que estimJulan la conciencia dé nues- · tro glorioso pasado, de los actos nobles de peruanos y extranjeros que lu­charon por la causa die la emancipación de nuestro país, mediante piedras y bronces que redimirán del olvido f.a gesta emancipadora y sus hazañas le­gendarias. Y como trasunto cfle cada uno de esos días memorables, quedarán unas p

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áginas llenas de enseñanzas y de fuerzas espirituales

( l) .-'Los cuatro números anteriores de está Revista corresponden a: 19: Julio de 1935. - 2°! Diciembre de 1935. - 39: Mayo de 1936. --49: Julio de 1936.

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para las generaciones venideras ' y un j.alón más en Z.~ senda del sacrificio y de la inmortalidad. Las reuni.ones que tales ceremonias provocan con­gregan a los pueblos y constituyen instantes de co:níunión universal de la peruanidad consciente, compacta y fervorosa . . ·

, EL CORONEL Raul Aguirre f\:folina , hasta hace poco Agregado Militar de la Embajada de su país en Lima, hombre de estudbo, historia­d or meritisimo y digno caballero, produjo repetidas prueb.as de su ameri­camsmo y de su afecto a la tierra peruana: desde su obra de realizar un doble homenaje al Mariscal Ramón Castilla, nuestro gnan conductor re­publicano; por medio de la colocación de sendas placas de bronce en el Círculo Militar de<, Buenos Aires y en el monumento erigido a ese prócer en la plazuela de la Merced de esta ciudad, hasta la gestión para hacer posible el empeño del INSTITUTO de erigir los obeliscos a Pringles y a· Millán. y Prudán, el que se ha realizado garcías al generoso donativo vdel Sr. Anfonio Sañtamarina, Senador N ftcional de la .República de{ Plata y cultor magnánimo y selecto del arte y de' las grandeS, .acciones de ar-­gcntinos ilústres.

LA REVISTA expresa su agradecimient'° al -Senador Santamarin.1 y al Coronel Aguirre Molina.

EL MES ULTIMO ha sido de- estC1emecimientos y espectativas. Nuestt.10 viejo di[erendo con la república del Ecuador entró en un

momento crítico,· c.on motivo de • La agresión de las fuerzas de esa nación a nuestros puestos fronterizos de Zarumilla, y de la reacción .de las armas peruanas que rechazaron el ataque y p<;netraron en territorio ecuatoriano, ccupando la provincia del Om, con sus dos más importantes centros: M.achala y Puerto Bolívar, bases de aprovisionamiento que retendrá el Perú mientras permanezca insoluto el litigio de límites. ·

Tan grande ce<mo el éxito' de las .q.rmas ha sido el de la diplomacia, frente a la éúr¡bigua intervención de tres potencias del Continente, con el propósito de arrancar al Perú un arreglo definitivo del• diferendo Perú.­Ecuatoriano, dentro de ,fórmulas ajen.as a las jurídicas que fluyen de nues ­iros títulos de dominio.

Las notas de nuestra Cancillería sobre el particular situaron con se­renidad y altura la gestión tripartita dentro del plano en qu'0 debió pro­ducirse, y marcan . al mismo tiempo un punto de partida en _ el tono· que corresponde al Perú en sus relaciones internaóonales.

El Dr. Alfredo Solf y Muro ha vinculado su nombre, altamente em­plazado siempre en la política, en el foro if en las finanzas, a esas br.illan­tes páginas diplomáticas.

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Dr. Alfredo Sol[ y l'viuro, Ministro de Relaciones Exteriores.

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"' EL INSTITUTO SANMARTINIANO /'.CORDO UN VOTO DE APLAUSO AL GOBIERNO POR SU POLITICA INTERNACIONAL

Lima , 2 de agosto de 194 1.

Señor doctor don Manuel P rado, Presidente de la República:

Cumplo, con la más alta satisfacción, el especial encargo que el Instituto dé mi presidencia' me ha conferido en sesión extraordinaria de la fecha , de trasmitir a uste::I su cálido aplauso por la forma levantada y patriótica como su G obierno ha conducicb la presente etapa del diferencio Perú-ecuatoriano.

El tono elevado de las notas del señor Ministro de Relaciones ExterkJres dirigidas con oportunidad de la mediación tripartita , ha sat isfecho una incesante aspiración na­c10nal en orden a los sagrados preceptos de la soberanía y autonomía del Perú, y ~a.

a cción milita r para repeler los atentados contra el 'suelo patrio, ha revelado la eficiencia de los organismos de defensa nacional y ha dado oportunidad, una vez más, para ex­teriorizar el espíritu marcial de nuestras instituciones armadas: Ejército, Marina, Avia­ción y P olicía.

Anhela el Instituto Sanmartiniano del :Perú que el ambiente de dignidad · y seguri­dad que el Gobierno de us ted ha impreso al momento ac tual. con el doble éxito alcan­zado en la gestión diplomá tica y en la de las a rmas, sea el feliz presagio del retorno de los días grandes de prosperidad inte·rna y exterior respetabilidad, que quedarán liga­das a la · historia de su administración gubernativa.

Aprovecho de esta oportunidad para presentarle. señor Presidente, los sentimientos de mi más dis tinguida consideración:

Dios guarde a usted.

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. L. Alayza ,P . ·S . Presidente del Ins tituto Sanmartiniano

del Perú.

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NOTA DEL PRESIDENTE DE LA REPUBLICA AL PRESIDENTE DEL INSTITUTO SANMARTINIANO

Lima, 8 de agosto de 1941.

Señor doctor don Luis Alayza P hz Soldán, Pre~idente del ·Instituto Sanmartiniano del Perú.

Ciudad. Muy estimado amigo:

H e recibido, con especial satisfacción, su atenta carta de 2 del actual. en la que se sirve expresarme el cálido aplauso ·del Instituto de su presidencia por la forma le­vantada y patriótica como el Gobierno ha conducido la presente etapa del diferendo Perú-ecuatoriano, en su doble aspecto ·diplomático y militar.

Aprecio y agradezco vivamente esta significativa actitud de la Sociedad que, bajo su inteligente y noble dirección cumple, en forma elevada, con exaltar la persona y la obra del Gran Capitán de los Andes. Y quiero dejar constancia, una vez más, de mi_ ~oluntad indeclinable de defender la soberania de la Nación, su honor y su integridad territorial con serena energía, inspirál).dome en los mismos principios que guiaron al insigne Americano, fundador de nuestra Independenda, General don José de San Martín.

C on este motivo, me es grato renovarle las seguridades de mi particular aprecio.

Manuel Prado.

DISCURSO DEL PRESIDENTE DEL INSTITUTO AL HACER ENTREGA AL PRESIDENTE DE LA REPUBLJCA DEL DIPLOMA DE

PRESIDENTE DE HONOR

Sr. Manuel Prado, Presidente de la República:

El Instituto Sanmartiniano del P erú ha acordado, por unanimidad, nombraros su Presidente de HomJr, porque lo mereceis. Conoce vuestro patriotismo y vuestro em­peño por el engrandecimiento del P erú, compulsa el sentimiento del país entero, que ·en este JI!Omento os secunda con la más cálida decisión y tiene fe en el éxito de vues­tros desvelos.

El P erú os debe el que hayais sido el mantenedor del intangible postulado de h constitución de las nacionalidades americanas, y acaba d~ veros reiterarlo con energ.ia ·y altura frente a la campaña del país del Norte, campaña incesante que por su ca­rencia de razones y exce~o de ruido, se parece a esa reclame comercial que medianr~ una repetici6n insistente y bulliciosa, trata de sorprender al público con un producto • feble o una inútil mercancía.

'Los pueblos de América, inspirados, como deben estar, en un ideal inteligente v · honesto, concluirán por formarse concepto entre la doctrina sólida y la reclam al-· tisonante.

En nombre del Instituto de mi presidencia hago votos por vuestra salud personal

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y por el éxito de vuestro bien orientado gobierno, os trasmito un aplauso por vuestra política v iril y serena, sin debilidades ni complacencias, fr ente al propósito de inter­vención extraña en nuestros asuntos nacionales, y deposito en vuestras manos el Di­ploma y la Insignia que os corresponden como a Presidente de Honor de ~ste centro, que tiene por fin rendir culto a los próceres de nuestra independencia y cultivar las

viriles enseñanzas de esas sombras tutelares de Ja P atria.

INAUGURAC!ON DEL OBELISCO A MILLAN Y PRUDAN

(D e "El Comercio" de 19 de agos to de 1941)

Conforme con el programa acordado por el Instituto Sanmartiniano del Per¡1, ~e llevó a cab~ ayer en el pueblo de San Mateo, de la provincia de Huarochirí , la inauguración oficial y solemne del obelisco que la gra titud nacional ha levantado en dicho lugar a la memoria de kis argentinos Domingo Millán y Manuel Prudán, que su­cumbieron en las crestas andinas, luchando heróicamente a l la do del gener¡;¡lísimo San Martín p_or la causa de la Independencia del P erú . .

Con tal motivo, desde las primeras horas de la mañana, dirigiéronse a San Mateo, por la Carretera Central. ' numerosas personalidades del mundo oficial y diplomátirn, especialmente invitadas a la patriótica ceremonia.

El Presidente de la R epública, doctor M anuel P rado, designado por el Instituto, para realizar el acto de la ir:auguración, salió de P alacio a las 9 de la mañana, en compañía de los ministros de Marina y Aviación, Capitán de Navío Diaz Dulanto; de Salud Pública, Trabajoo y P revisión Social. doctor Carvallo; 'del Jefe de la Casa Mili­tar, general Melgar y de los edecanes de servicio.

Durante el trayecto, el Jefe del Estado recibió cálidas y expresivas manifes tacio­r1es de aplauso y simpatía en las poblaciones de Chaclacayo, Chosica, Ricardo P alm¡¡, Cocachacra, San Bartolomé y Surco.

Los elementos más distinguidos de esas localidades esperaban a la comitiva presi­dencial en las calles, saludando su paso con aclamaciones entusiastas y v ivas patrió­ticos. Los alumnos de. los colegios y centros escolares lo mismo que los movilizables formaron también en las plazas respectivas para rendirle homenaje de simpatía y adhe­sióµ al Presidente de la R epública, quien, de pie en su automóvil. agradecía el cariñoso homenaje y enviaba sus saludos efusivos a las clases populares que jubilosas . agolpá­banse en su a lrededor para estrechale la mano, y entre los que hallábanse comisiones de Matucana, Viso, Casapalca y Chilca. La entrada a San Mateo fue en. medio de una lluvia de flores y otras manifest~ciones de simpatía por parte de la poblacién que lo esperaba en las calles. .

Al descender de su auto, el Jefe del Estado recibió el saludo que le presentaron el Embajador de la Argentina, ·señbr C arlos Q uintana; el Ministro P lenipotenciario y En­viado Extraordinario de Bolivia, señor Eduardo Anze Matienzo, especialmente invitado3; .,.¡ Ministro de Fomento y Obras Públicas, ingeniero Moreyra y Paz Soldán; el Di­putado por la provincia, señor Eduardo Fontcuberta; el Presidente del Institut•o San Martjniano, doctor Luis Alayza P az Soldán, con el Vicepresidente, Coronel Carlos Dellepiane, el Secretario, señor Ricardo Cavero Egúsquiza y demás miembros de la Junta DirecÍiva ; el Jefe del Regimiento E scolta P residencial. Coronel F ajardo; el Al-

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calde . Municipal. señor Gregario B. Oré y los representantes de las comunidades, se­ñores Mario Granados y José Pardo Castro.

Formaba en la plaza principal un pelotón del Regimiento Escolta que le rindió los honores reglamentarios. ·

El doctor Prado siguió viaje a pie hasta el local de . la Municipalidad, ac'ompañada do l.;;s personas que lo recibieron y seguido del pueblo que lo aclamaba y lanzaba vi­vas al Perú. Allí, en sesión sole.mne, fue declarado huésped ilustre de la ciudad por el Alcalde, en 111edio de entusiastas aplausos, que fueron agradecidos por el Jefe del Estado. .

Terminada esta breve y significativa ceremonia, la enorme concurrencia presidí · da por el doctor Prado se encaminó hacia la Plaza Cahuide, donde ha ' sido levanté\ · do el obelisco que perpetuará el re:uerdo de Millán y Prudán, y que ha sido traba­jado en granito de nuestras cordilleras andinas por el escultor nacional, don Romauc Espinoza Cáceda. Hallábase el monument·o cubierto con un' velo blanco y entrelaza­das las band~ras peruana y argentina.

La plaza estaba engal<mada con guirnaldas y banderines y fue invadida a los pocos momentos por una concurrencia com¡¡acta que la llenó totalmente."

Cuandc concluyerorJ los vivas y aplausos con c;ue fué saludada la presencia del Presidi:nre Prado, y una vez ocupados los sitios de r.onor por las personalidades qu~ lo acompañaban, dió pnncipio a la ceremonia el Presidente del Instituto, doctor Alay­za Paz Soldan, pronunciando el siguiente discurso:

DISCURSO DEL Dr. LUIS ALAYZA Y PAZ SOLDAN, PRESIDENTE DEL INSTITUTO SANMARTINIANO

Señor Presidente de la República; Señores:

El Institu to Sanmartiniano del Perú, creado bajo los auspici-os del glorioso !lom­bre del General San Martín, Libertador del Perú y Chile, para rendir culto a la me­moria de los próceres d~ nuestra emancipación y d:fundir !a enseñanza que se des­prende del ejemplo y de los sacrificios de esas figuras inmortales, ha querido perpe­tuar el recuerdo del abnegado holocausto de Millan y Pruáán, en este mismo rincón de la Cordillera que, atónito, presenció esa lección de heroísmo: San Mateo, rincón difícil suspendido ery las nubes, nido '.le cóndo.res y reducto deLpatrioti~mo peruano, desde los días legendarios de la resiste'ncia de los antiguos indios de J-'{uarochirí con­tJa los Conquistadores, hasta las horas de sacrificio y de gloria de la Campaña de in Breña.

El de 1824, fué el año terrible de la gesta de nuestra emancipac1on. Habíase desvanEfido la alborada risueña de la libertad, jurada por San Martín con solemnes palabras en Lima el 28 de julio de 1821; y nuevamente caía la Patria bajo las cade­nas coloniales.

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Bolívar, llamado para enfrentar su gloriosa espada y su corazón de gigante a las armas dominadoras, yacía postrado en Pativilca, v íctima eje grave dolencia, y cuanrl0 el P erú contemplaba aterrado cómo juntos agonizaban el insigne guerrero y la Li­ber tad de América, el Destino nos deparó un nuevo golpe: los inexpugnables castillos dd Callao, baluartes inconmovibles de la patria, abrieron sús puertas, por obra de la tnición, a los reales ejércitos.

Apresada la guarnición, fué sumida en las pávidas casasmatas del Callao, hasta el momento en que los realis as abandonaron nuevamente la capital. Comenzaron entor.­ces los cautivos a remontar esta senda tortuosa, abierta por las aguas qel Rimac en ias tocas de la cordillera, custodiados por la división n:andada por el General Monet .

En es te sitio, tocando a las primeras chozas del pueblo de San Mateo, log raron fugar, el 21 de marzo, e:! Coronel del Regimiento del Rio de la Plata Manuel Estom­ba y el Comandónte de artillería Juan P edro Luna: Monet para castigo y ejempla­rización, dispuso fusil ar a dos patriotas, designados por sorteo.

En tal momento comenzó el torneo de heroísmo que el severo obelisco que vais a inaugurar vos, señor Presidente, conmemora. El G~neral de M arina Pascual de Vi­vero, prisionero que en razón de su a lta calidad -viajaba bajo palabra_ de honor a l la­do de Monet, colocóse en la fila de los cautivos para participar de la lotería sinies­tra; protestó el jefe realista, y cuando Vivero insistía empeñado en correr la suerte de sus compañeros de infortunio, surgieron Domingo Millán y M ¡;¡nuel Prudán, recla­mando para si tamaña gloria; ellos habían facilitado la foga de sus jefes, entregándo­les sus mantas para que se disfrazasen de indios; y en prueba mostraban los. kepis y l2s -polacas de los dos valientes c-oroneles, que guardaban en sus mochilas. No hacía, pues, falta que la suerte designase las v íctimas.

Pidió Millán la última gracia: vestir de parada con su compañero, y frente al pe­}rJtón de arcabuceros exclamó sereno y magnífico:

" H e vencido a los españoles en San José, en San Lorenzo y Suipacha y he pe­ieado contra ellos en todos los campos de batalla; he estado ~n casasmatas prisione­

, ro"; y, abriéndose la casaca, dijo con voz de trueno: "¡Al pecho, al pecho!" U~a detonáción cortó los últimos ecos de esta marcial ·arenga. Juntos cayeron los dos mártires a tierra, juntos se elevaron a la gloria sus espí­

ritus, y sus nombres unidos hoy sobre esta piedra equivalen a los cantos de toda una 1

epopeya. L ¡ actuación de hoy renueva una vez más nuestros vínculos

mana R epública del Atlántico. Los genio~ del Sur y del Norte, y gratitud a la her­San .. M artín y Boli-

v ar. tuvieron conciencia de que la independencia americana era ilusoria mientras no quebrantasen el baluarte realista del P erú. Ya el vjrreinato de Lima había estran­gulado, una y otra vez entre sus hercúleos brazos a los ejércitos del Río de la Plat::l y del Alto Perú y auxiliado a las rea les fuerzas de Quito. .Por eso ambos campeones convergieron para romper nuestras cadenas, que eran, en defi~itiva , las de la América toda. Cuando el adalid del, Sur dejó nuestras playas para que el genio del Norte ocupase el palenque, los guerreros del Plata permanecieron bajo los . pendones de éste, para juntos ilustrar los desiertos de la costa con sus hazañas y enrojecer con su san­gre las cumbres de los Andes. Argentinos fueron Mil!án y f'1.udán, que aquí caye-

-ron; como argentinos , Estomba y Luna, que escaparon de manos de sus conduttores, para v olver a ilustrar la tierra peruana con el resplandor de sus aceros; y para más acentuar esta argentinidad, el prestigioso hombre público porteño Antonio Santamari-

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·na, enterado de nuestro pi¡oyecto de erigir un >:Jbelisco a los valientes inmoiados de marzo de 1824, ha ofrecido generosamente el óbolo para realizarlo.

Aquí. a más de tres mil metros de altura, sobre una cima de los Andes como en <1 escenario. de un teatro heroico. se realizó la tragedia. Vertieron sus protagonistas palabras enormes para la posteridad. Todo este drama trascendental tuvo caracteres espectaculares y grandiosos, como convenía a la lección inmortal de amor a la pa­tria y de pundónor militar , de abnegación magnífica y de grandeza de alma que lo3 dos capitanes argentinos ofrecieron a l Perú y a la América entera, en los momentos más luctuosos y desesperados.

No es sólo el holocausto de Millán y Prudán lo que les conquista la dignidad del bronce y la eternidad de la pie:lra; sino las circunstancias de esplendorosas pro­porciones que ellos mismos quisieron aportarles. Tocados 'llª cle la gloria. sintieron ;a trascendencia de su misión en la gesta emancipadora del Nuevo Mundo. y supieron hc.cerla sentir con actitudes y palabras inmortales. Por eso el Instituto Sanmartinia­no ha querido recoger tan alto ejemplo. tan opulenta enseñanza, 'y perpetuarlo en este pedaz.o de roca de la misma cordillera de los Andes que les s irvió de teatro, para ma­terializarla y exponerla con los caracteres de lo inmutable. de lo ·sublime, en una emi­·nencia alzada por la Naturaleza sobre las cimas del Continente.

En aquella tarde memorable, como en las horas cruc;iales de la leyenda, los per­sonajes de la acción representaron las más altas concepciones de la vida. Monet en­carnó la dureza de la guerra, y su rigor es provechoso. porque nos advierte la suer­te del que se deja vencer en la contienda. ~ i Ay de los pueblos que' en estos dias de violencia conserven laxas las fibras viriles y los brazos inermes! ~ Vivero simboliza la igualdad de grandes y pequeños ante !os reclamos de la Patria; Millán y Prudan enseñan que los 'bienes materiales. y el más grande de todos: la existencia, deben sacrificarse en aras del honor y del ideal.

Dos aceros gemelos esculpidos en la piedra . una fecha y dos nombres breves como palabras mágicas. son toda la leyenda que el Instituto Sanmartiniano ha queri· do grabar, y que el arte de nuestro escultor vernáculo Romano Espinoza Cáceda IH cencebido. No hace falta otra cosa. El resto. las piedras lo dirán: las piedras v la eminenci;oi de los Andes. <::ntena d~l mundo, lo trasmitirán a las gen?raciones. a los ~imbitos del orbe y a la serenidad de los planetas.

Señor Prado:

Dijisteis en ocasión significativa estas · palabras: "Es evidente que la abundancia de recursos materiales y el dominio de la técni ·

ca no bastan para conducir al éxito y a la victori<i. Es esencial la acción decisiva del espíritu militar. áeÍ _rl'ofundo amor a la patria, del puncionar del soldado y de la am­bición d.e la inmortalidad; es decir, de las grandes fuerzas morales que, en definitiva , gobiernan los destinos humanos, creando el orden superior al predominio de las leyes fisicas y en el qu7 se afirman los eternos valores que dan sentido a la vida y marcan al hombre las rutas de su incesante progreso".

Y agregasteis:

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"Un pueblo necesita sentir el, orgullo de sus héroes. ; Una nación necesita en su historia páginas gloriosas" .

. . . y el Instituto Sanmartiniano, - que no cesa ~e clamar contra el culto excesivo ¿e los bienes materiales que inficiona la sociedad, y contra el excesivo pacifismo· que resblandece las fibras heróicas de lo~ pueblos, desprestigia las virtudes marciales y cu­bre de olvido las figuras epónimas y las enseñanzas legendarias de los .campeones de nuestras guerras, comprendió al escuchar.os que había llegado para el Perú el manda­t2rio que debía imprimir los rumbos salvadores "de las grandes fuerzas morales que, en

•d.cfinitiva, gobiernan los destinos humanos", como textualmente dijisteis en esa tarde in~pirada en que hablasteis a la juventud de la Escuela Militar de Chorrillos.

Cada mandatario tuvo su misión. Laboraron unos en el desarrol'lo de la riqueza mineral del Perú, otros lo adeiantaron en la senda del progreso, no faltó quien pro­t.•giese los estudios científicos y literarios , y q'uien se empeñase en colocarJ.o altamen­te en el concie~to de los pueblos americanos. Desde luego, todos contribuyeron a man­tPner las instituciones democráticas. Pero a vos, señor Prado, por propio y espon­t:'1~1eo compromiso con la ciudadanía y por el imperativo de esta hora turbulenta áe la humanidad en que os ha tocado regir los destinos de la patria, os corresponde armar el brazo y armar el alma de vuestro pueblo. Bien sabeis que a esto se llega ror la educación viril y marcial de la ciudadanía. realizada con la palabra, con la acción y con el ejemplo, para levantar el tono del sentimiento nacional T encender el espíritu de la más ardiente peruanidad en todas las clases sociales de la República: y bien lo estais cumpliendo y vuestrq significativa concurrei;icia en esta cima de las montañas andinas, ratifica elocuentem~nte la arenga que acabo de recordar y ratifica también vuc~tra actitud juvenil de cuan¿o, con el uniforme del soldado raso volasteis a esa misma frontera que hoy esfais defendiendo gallardamente desde el puesto más elevado de la Nación, contra cuantos directa o indirectamente la desconocen e ame­nazan. Y el Instituto Sanmartiniano, que inmerecidamente presido, me encarga~ decir su palabra en esta soiemO:e actuación, para relevar el significado nacionalista de esta ceremonia, y la satisfacción can que el Perú eatero, hcmbriento de reparaciones y rei­vindicaciones, recoge vuestras leccion~s de dignidad na2ionál y patriotismo y aplau­de la efectividad que ácabáis de darles en la acción, ordenando a nuestras armas cas­tigar con rigor a los inconscientes qu~ osaron profanar nuestras fronteras.

DISCURSO DEL EMBAJADOR. ARGENTINO

En seguida el Embajador argentino, señor Quintana, se expresó en los siguien­tes términos:

"Señor Presidente de la Repúl;lica, Señores:

El doctor Luis Alayza y Paz Soldán, Presidente del Instituto Sanmartiniano del Pe­rú. acaba de hacer con elocuencia el relato de los b!"chos dramáticos que ocu~ríeron . Fué en este sitio, • encuadrado por los Andes majestuosos, donde corrió la sangre d'~

dos héroes argentinos, que mostraron, en un terrible momento, toda la generosidad y r.cbieza de .corazones templados en lé:s duras disciplinas del Ejército Liber tado.r orga-

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nizado por San Martín y euyos últimos representantes desaparecían con mayor o me­nor gloria, pero haciendo honor al sublime desinterés y a la suprema abnegación que fueron !siempre las virtudes esFnciales de su Jefe.

Este monumento, que inauguramos hoy, bajo los auspicios del Instituto Sanmar­tiniano, donado por el Se;acior nacional Antoniq Santamarina, recordará ·. a las gene­raciones presentes y futuras, aquel dramático episodio que la historia llama "el sorteo de Matucana", interrumpido por el ímpetu valiente de dos héroes que tenían del ho­nor el concepto elevado de un imperativo categórico de conducta aun ante las más trágicas consecuencias.

Millán y Prudán fueron los dos oficiales c;ue murieron como valientes, puestas en sus pechos las medallas de los combates de la Ir.dependencia en que habían. parti­cipado. Cayeron fusilados ante sus compañeros, gritando ¡Viva Buenos Aires! Que­den sus nombres, en~oblecidos por el martirio, entregados, con · este obelisc.o, a ia cus­todia reverente del pueblo peruano, como una prenda más de la confraternidad e hi­dal;¡uía que lo unen al pueblo argentino. Quede aquí la imperecedera memoria de una sublime lección de las fuerzas morales, que deben sostener a los ejércitos para que puedan realizar las proezas que en la Argentina se llamaron Salta y Tucumán, en Chile, Chacabuco y Maipú, en el Perú, Junín y Ayacucho.

Señor Presidente, vuestra benévola presencia en esta patética ceremonia, le impri­me fos más altos relieves, le · da categoría de acontecimiento nacional. Confirma vues­tro mensaje del 9 de julio al saludar al pueblo hermano en el día del aniversario d~ la Guerra de la Independeacia que resonó en Buenos Aires con los acentos ,más fran­cos de _la amistad y la simpatía. Es, además, vuestra asistencia a este acto, hermo­sísimo testimonio de la imperecedera gratitud peruana por lo que hicieron en · este país los argentinos, movidos por un interés continental que tuvo ocasión de mostrar­se · en la tierra de los Incas, en toda su plenitud y grandeza. probando ante el mundo que -e11 América existe un sentimiento solidario, cimentado fuo::rternente en afinidades indestructibles y en comunes ideales de fraternidad , de paz y de progreso.

Cuando pueblos corno los nuestros, encuentran en su historia firmes bases en donde apoyar verdaderos acercamientos, no son vanas palabras protocolares las que pronunciamos al reunirnos para, retemplando nuestros espíritus, evocando las haza­ñas de los que tuvieron un ideal que sirvió para hac.er a nuestras patrias dignas del espléndido destino que parece haberles asignado la Providencia en el Continente Ame­ricano, que será corno el arca donde se salvaron de la catástrofe mundial los valores de la· civilización que la Humanidad había acumulado en siglos de esfuerzos y sacri­ficios".

El Presidente de la República entonces, especialmente invitado, descorrió el velo que cubría el obelisco, dando a continuación lectura al siguiente discurso que provo­có aplausos prolongados :

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El Pre$idente de la República leyendo su discurso en '"- inaU.fJuración del oóelisco a Millán y Prudán, en !Jan Mateo .

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DISCURSO DEL PRESIDENTE DE LA REPUBLl¡CA "Señores:

Ha querido el Instituto Sanmartiniano cum¡Jlir con la sagrada deuda de gratitud que tiene la Nación con d9s figuras heroicas ?.rgentinas de la Epopeya de nuestra Emancipación: Domingo Millán y Manuel .Prudán, qulenes, siguiendo la luminosa ru­ta' marcada por el Genio del Libertador don José de San Martín, para quien era u~a rnla la causa de la Independencia de los pueblos. de América, pusieron sus espadas al servicio de nuestra P atria y en episodio memorable digno de ser esculpido en el granito y er. el bronce, inmolaron sus vidas como sólo saben hacerlo los predestind-

- dos de la gloria, llamados a consagrar , en la vida de los pueblos el triunfo de fas grandes fúerzas espirituales.

Al rendir este homenaje a la memoria de esos mártires, el Gobierno Pj!ruáno ex; presa su reconocimiento a la generosa actitud del distinguido ciudadano- argentino don

• Antonio Santamarina , quien, en un gesto que habla muy alto de su devoción por los altos valores de la raza, ha contribuido con el óbolo necesario para la erección de este obelisco en el mismo paraje donde el ci\;lo de nuestros Andes contemplara, con admiración, el holocausto de dos vidas en aras de su ideal y el refulgir de dos nuevas estrellas en la \Constelación de las almas, cuya grandeza moral marca a los demás hombres, a través del tiempo, Jos caminos que conducen a la inmortalidad.

Ante esta columna, mudo testimonio del. alto precio de v,alor y heroísmo con que se forja una Patria, elevemos nuestras mentes ·a la mansión de los héroes y renove-• mos la solemne promesa de cumplir con el deber indeclinable no sólo de defeñder el patrimonio que nos Jegarot¡ con su sacrificio, sino de trasmitirlo a las generaciones futuras, enriquecido con nuestros esfuerzos y con '1a abnegada contribución de nuestro patriotismo.

Agradezco al Presidente del Instituto Sanmartiniano del Perú, doctor Luis Alay­za Paz Soldá n. distinguido hombre de estudio que se ha impuesto y cumple brillan­icmente Ja noble tarea de enfervorizar los sentimientos patri.óticos de la ciudadanía, a quien me ~ne muy hondos y viejos afectos, su~ · expresiones de cálido aplauso a h _ r.cción del Gobierno y al recuerdo que ha hecho de mi incorporación al ejército cuan­do en horas de· pdigro para la · P atria fue necesario acudir en defensa de las mismas fronteras que hoy se ven nuevamente amenazadas y cuya seguridad se halla a cu~ bierto por el valor de nuestrns soldados, que no permitirán un solo instante que sea hc!lado nuestro territorio; y hago votQs por que la siembra espiritual que con tanto celo realiza el ln5tituto Sanmartiniano, exaltando el recuerdo de nuestr::s héroes, con­tinúe cubriendo las distintas regiones del país de imperecederos tribll'tos erigidos por b gratitud nacional en los propios lugares que fueron escenario de los hechos glo­riosos de nuestra Erpancipación". ·

\ Al terminar su discurso: el Presidenfe, doctor Prado,_ en improvisación plena de

hondo se11t1áo americanis ta . a_gradeció los concepto:; vertidos sobre su persona y su Gobierno por el Embajador de la Argentina. Excelentísimo señor Carlos Q uintana; tuvo frases de elogio para . el escultor nacional Romano Espinoza Cáceda, natural , de San Mateo, au tor del obelisco qeu acababa de descubrirse; y puso de relieve la per­sonal. sincera y , fraterna simpatía que siente por la gran R epública del Plata, a la cual lo ligan estrechos vínculos personales.

Las frases del Mandatario fuerón selladas por calurosos aplausos y reiteradas acla­maciones de la multitud.

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DISCURSO PRONUNCIADO POR EL SENADOR POR LAMBAYEQUE, DR. PEDRO RU!Z BRAVO, EN EL PANTEON DE LOS PROCERES, RINDIENDO HOMENAJE A NOMBRE DEL INSTITUTO SANMARTINIANO DE LIMA A

LOS PROCERES DE LA INDEPENDENCIA DEL PERU EL 30 DE JULIO

Señores :

El aniversario de la emancipación del Perú de todo yugo y tutelaje extranjeros nos trae todos lo~ años a este sagrado recinto a rendir homenaje de gratitud y admi· tación a los grandes hombres que gestaron esa glorlosa epopeya que nos incorpcró al concierto . de: los pueblos libres y soberanos. y la circunstancia de pertenecer el me~ desto ciudadano , que habla a la Junta Directiva del Instituto Sanmartiniano, centro creado exclusivamente ,para mantener vivo y exaltar el recuerdo del gºran Capitán de los Andes y · de todos los pat~iotas , civíles y militares, que, con .?i. nos libraron de la esclavitud, me concede el honor de traer su palabra hasta las· tumbas cie esos. próceres heróicos para realzar su memoria ante las jóvenes generaciones peruanas qu~ hoy disfrutan del bien magnífico de la Libutad que kilos conquistaron con el esfuer­zo de sus corazones y con el generoso holocaust·o de sus vidas.

En virtud de esta gratísima misión, nos hallamos frente a estos despojos morta· les que animaron 2lmas sofícdoras y tem2ladas y que ahora se nos ofrecen cerno sim· bolo del mas hermoso de los deberes y como un alto ejemplo de sacrificio por fa Pa­tria. Aquí yacen en el silencio dé este templo:

GUILLERMO MILLER.-Gran Mariscal de los ejércitos libertadores, el amigo y compañero de San Martín, a. quien se le debe parte de la gloriosa jornada de Junín. Su actuación en esta batalla fué deei~iva puesto que al frente de la caballería perua­na, contribuyó a desorganizar a los jinetes españoles. asegurando el éxito inmortal del 6 de agosto. Guillermo Miller más que un auxiliar al servicio de nuestra inde­pendencia, fué un verdadero soldado del P erú, cuya nacionalidad adoptó después de la Gesta Magna y en cuyas fuerzas armadas c.oi:ttinuó sirviendo hasta su muerte. El Perú 1e debe a Miller una deuda inmensa que todavía no ha sido saldada como de­biera.

Al lado d~l Gran Mariscal inglés, reposan los restos no menos sagrados para nosotros del Vice almirante MARTIN JORGE GUISE. el fundador de la marina de guerra del Perú. Guise, que abrazó fa causa de la independencia sudamerican·a de:;­de sus comienzos, estuvo presente en el abordaje de la "Esmeralda" frente a los ca­ñones del Real Felipe. Fué no solo compañero sino émulo de Lord . Cochrane, el otro famoso marino inglés que se puso al servicio de la Libertad del Nuevo Mundo. .Co­mo Miller también se estableció definitivamente en nuestro país y comandó los barcos peruanos en el ased,io y captura de Guayaquil .en 1829.

Pero el gran éxito naval fué pagado . con la sangre c;lel héroe. Guise sucumbió frente a las fortificaciones del Guayas y sus restos fueron traídos al Perú para que durmieran el sueño eterno bajo Jos pliegues gloriosos de nuestra bandera.

FRANCISCO VIDAL.-El primer oficial peruano, el compañero de Miller en el asalto de Valdivia, el guerrillero infatigable de los años 21 y 22. reposa aquí en este Panteón de Jos Próceres al lado de los fundadores de nuestra independencia. Vida! es, una figura legendaria. Sus primeros actos al servicio de la independencia de Sur América se realizan en Chile. Después viene al Perú en la escuadra libertadora de

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Cochrane y contribuye a preparar el ambien.te patriótico para las futuras acciones del ejército argentino del Generalísimo San Martín. La gloria de Vida! resplandece por sus puros de~tellos. Ascendió al mando supremo en una época convulsa de nuestra historia y terminó .d.espués tranquilamente su existencia para venir por último, a ri'­posar bajo las · cúpulas acogedoras de San Carlos.

HIPOLITO UNANUE.-El gran sabio ariqueño, ha merecido también el home­naje de la gratitud nacional al depositarse sus sagradas cenizas en esta cripta de los héroes máximos de nuestra nacionalidad. Unanue, mas que hombre de ciencia que dignificó la medicina peruana, elevándola en jerarquía intelectual en América, fué un notable estadista y sobre todo un patriota de vida ejemplar por sus relevantes virtu- .._ ,. des cívicas y morales. Fué, el primer sabio que lució sobre su pecho la enseña de la primera magi~tratura nacional. Cbmpañero y confidente de San Martín, su mi.­nistro de confianza, siguió actuando con Bolívar en el mismo plano superior de los fundadores de la República. Unanue unió su nombre a la victoria del Callao de 1826. El contribuyó a la rendición· del R eal Felipe, aportando, desde el Consejo de Gobier-no los elementos materiales para la lucha con Redil. La gloria del eminente arique-ño no descansa en sus inmortales páginas de investigaciones científicas. sino en .su labo'r gubernativa, en su cooperación a la independencia del Perú, en su vida inmac•.1-iada, en las enseñanzas que impartió a la juventud de su época y que aún siguen ins­¡:irandó y orient~ndo a las nuevas generaciones del país.

En esta Cripta, que la gratitud nacional ha e rigido a sus grandes hombres no po ­dían faltar los autores del Himno peruano. Tenemos frente a nosotros , las gloriosas cenizas dei músico ALCEDO y de quien escribiera las cadenciosas estrofas de nues­tra can~ión patriótica. LA TORRE Y U9ARTE, unidos en l<¡ muerte como los juntara la gloria en 1822, cuando el éxito popular y la consagración histórica difun­die_ron en todos los ámbitos del Perú libre de entoncEs el coro inmortal y las inspira­das estrofas del Himno de la patria.

FRANCISCO JAVIER MARIATEGUI.-El tribuno y agitador de la revolución americana. SIMON RODRIGUEZ, el Maestro del Libertador. PASCUAL SACO Y OLIVEROS, · el prócer de la gesta lambayecana duermen aquí el sueño definitivo de la gloria, bajo la misma cúpula que alberga a los grandes libertadores del Perú . La crítica histórica, terriblemente escrutadora de los designios humanos, ha tachado d~ apócrifos los restos del venezolano célebre. Pueden no ser, en realidad, estos sagra­dos despojos que contemplamos los del hombre originalísimo y genial que guió los pri­meros pasos de Bolívar y le acompañó al juramento del Abentino en Roma. Pero auténticas o no estas cenizas, ellas c.onstituyen un símbolo permanente de que la gra­titud . del Perú ·no ha· olvidado ni podría olvidar ~ cuantos algo pusieron en la inicia­ción de nuestra República. Ante este sarcófago el Perú rendirá siempre su homenaje a Simón Rodríguez y para cuanto amamos a la patria del Libertador y reverencia­mos su memoria, veremos en este túmulo gl.arioso uno de los vínculos Ínas gloriosos de nuestra solidaridad internacional.·

Pero esta Cripta. señores. no está. completa. Faltan aqui muchos otros próceres i¡:¡ua.1mente dignos de compartir el tranquilo y sereno reposo que la gratitud del Perú

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les 1ia deparado. En la campaña de nuestra independencia hay nombres tradicional­mente gloriosos que deberían estar inscritos dentro de estos muros. Aqur faltan las -.enizas de Felipe Santiago Salaverry, las del vencedor de Ayacucho, Gran Mariscal. La Mar; las del Mariscal Necochea, loacio por Olmedo en su canto a Junín; el intrl­p1d0 comandante de la caballería patriótica que acuchilló a los realistas el 6 de agos- · to l:iasta caer herido de siete lanzases; Castilla, el reorganizador de la Repúbli°ca y vencedor de Junín y Ayacucho; Domingo Nieto, el héroe del Portete y ayudante de La Mar, el 9 de diciembre; Morán el venezolano que se inmortalizó en Matará, b víspera de Ayacucho; y cien nobles soldados más cuyos restos están dispersos en los numerosos cementerios de la República; pero que deben ser exhumados y congrega­dos aqui al lado de Miller, de Guise, de Vida!, de Unanue. de Mariátegui. Esta obra de glorificación le corresponde al Institúto Sanmartiniano del Perú y estoy seguro de <.¡ue llegará a realizarla. no t2nto porque lo preside un hi§toriador de alto prestigio y

dei dmamismo de Luis Alayza, sino porque nuestro Instituto cuenta entre sus Presi­dentes de Honor, al hijo de un héroe, que si no compartió la misma gloria de los vencedores de Ayacucho, de Junín. cie Pichincha y del ' Callao, en cambio tuvo el mé­rito insigne de ·consolidar la obra de todos esos próceres en la memorable jornad3 ciel 2 de Mayo. Con la valiosa cooperación del Presidente de la . República, Dr. Ma­nud Prado. nuestro Instituto, fundado bajo los venerables auspicios del Generalísim0 de los Andes logrará, estoy casi segtlro, Ja suma labor i'Jsticiera de reunir en el Pan­t~ón de los Próceres a todos cuantos nos hicieron libres lf cubrieron de inmarcesibk; laureles •Ja bandera del Perú.

La Patria que estos peruanos crearon por mandato de sus conciencias e interpre·· tando las ansias de autonomía de un pueblo subyugado por la Conquista, no fué cons­tituida por el mero anhelo de pasar de un régimen polítiC:o ·a otro de cualquiera oríen ­t:.lción doctrinaria. Visionarios del futuro y de las únicas normas ideológicas compa­tibles con la evolución de 'la época y con los principios democráticos de la Gran R'?­volución que proclamara los Derechos del Hombre sobre las leyes retrógradas del os­curantismo y de los titulados derechos divinos de los Reyes: nuestros próceres pla3-rriarvu la independencia peruana sobre los moldes de la Democracia y el Derecho que ia mas grande de las naciones latinas había fijado como ideales reguladores de la :1ueva existencia de los pueblos. No le dieron vida artificiosa o convencional. ní me­•1os pusieron límites a sus ansias de superación espiritual. Proclamaron su credo ins-1itucional sobre bases doctrinarias definitivas, y juraron en su nombre y en el de sus descendientes mantenerla dentro de las formas más puras del republicanismo democrá­tico, vinculando a esta determinación su voluntad inquebrantable de defenderla en to­do tiempo y contra cualquiera fuerza reaccionaria que pretendiera socavarla .

Si tal hicieren nuestros abuelos heróicos, si tan preciado legado ft:era defer;diclo y guardado celosamente por nue.stros padres ratific.¡mdo su orientación sustantiya v r.erenne en la bahía del Callao en 1866, cuando el · Conquistador hispano ensayó un:'l absurda reivindicación territorial. corresponde a ' !as generaciones presentes y futuras uhoudar su fé en los ideales que inspiraron la República y reiterar a la faz _del Mur•­clo su resolución indeclinable de mantenerlos como dogmas de- su vida democrática por encima de todo otro sistema de gobierno y · de rancias teorías reaccionarias que ame­nazan hoy la libre determinación de los individuos y de los pueblos. Y en cumpli-1i1iento de este deber venimos aquí los representantes de los poderes púalicos ·y de to· das las instituciones patrias a buscar contacto con nuestros libertadores para renovar­les nuestra promesa de mant~ner en alto los fuer-os de la nacionalidad y hacernos dig­nos de su sacrificio por la patria. Ellos, con la visión de sus restos vrnerables, nos

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<.:icen qué es lo mas digno por hacer y sus espíritus, que yo presienki en nuestro torno, nos dan nuevas fuerzas y nos alfentan . para que sigamos el sendero que elles nos trazaron con el esfuerzo de sus espadas o de su genio y regaron con su sangre generosa .

. De aquí que esta ceremonia que pudieran considerar algunos como un número decorativo dei programa de fiestas patrias, tenga para todos los peruanos un signi~

ficado transcendental: el de la reafírmación de nuestra fé democrática y el compro­miso s.alemne de defender hasta el último extremo, la ~atria que nuestros próceres nos legaron digna y autónoma. Y adquiere contornos de elevación insuperables este sig­nific<:do, en Jos actuales momentos que vive el Mundo, cuando las naciones se agitan impulsadas por pasiones irrefrenables, los principios mas liberales se obscurecen y las fuerzas del mal impeliaas por inspiraciones infernales amenazan la vida libre de ].os pueblos y las conquistas mas puras de la civilización.

Hasta las jóvenes naciones americanas llegan los ecos de esa lucha gigantesc3 y las proyecciones de su influencia fatal. creando un peligro . indisimulable que ya comienza a exteriorizarse en el seno de algunos países hermanos. El fantasma de la Conquista encarnado en un pueblo de indomables inclinadones cavernarias, ha exten­dido sus miradas a los campos ubérrimos de América y en forma inequívoca preten­de adueñarse de nuestro suelo, transformar nuestras instituc'iones. y esclavizar nues­ras conciencias destruyendo • de un golpe la obra magnífica de ,nuestros emancipa-~res. ·

Pero esto no puede ser posible, no lo será nunca mientras las 21 naciones de América alientan los ideales que les legaron los próceres de su independencia; mien­tras sepamos mantenerlas inmaculadas y defenderlas con la mis-ma altivez . y el mismo sacrificio con que las defendieron aquellos bizarros 'fundadores de nuestras nacionali­dades.

Por lo que al Perú concierne, yo estoy seguro, que no habrá peruano que rehu­ya el ·cumplimiento de sus deberes p¡¡trióticos o reniegue del legado de sus antepa­rndos en estas horas decisivas para su destino. Y si algún desmayo hubie ra, de aquí, de estas tumbas surgirá el soplo vivificador, la fuerza incontenible que exaltará11 nues­tras , virtudes ciudadanas y nos lkvarán, unidos y resueltos, a la defensa de los dog.­mas democráitcos que fueron la razón <le ser de nuestra constitución política.

- El Instituto Sartmartiniano cumple deber gratísimo rindiendo culto a la memoria de estos .p róceres ante cuyos restos morta]e$ nos inclinamos reverentes y exhorta a la .. peruanidad'" a · re.templar su amor a la libertad en !.os ejemplos sin paralelo de estos varones ilustres que todo lo sacrificaron por darnos una Patria digna y soberana.

Señores:

• Elevemos nuestros espíritus hasta los tiempos legendarios · de nuestra emancipa-

ción, pongamos nuestras conciegcias en la visión de las jornadas admirables _con que estos próceres y otros igualmente grandes sellaron la libertad de América y por un momento oremos en silencio por su gloria y por las de la P atria.

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ALOCUCION DEL CORONEL CARLOS DELLEPIANE

En la Radio 'Nacíonal del Perú . - 27 julio 1941.

Amables radioescuchas:

Detendré vuestra váHosa atención solamente por algunos minutos·, con . el fin de que recordemos juntos ciertas verdades, sobradamente conocidas, pero que conviene re­petir, a menudo, para formar ~Ínculación espiritual entre todos los componentes de un mismo organismo; en este caso, todos los ciudadanos de nues~ra amada nación.

Dtgnisimas damas, que me quieren escuchar: a Uds. me dirijo, también, en forma muy especial; no por la circunstancia de que vuestra altísima calidad humana, ánforas de la vida, merezca mis íntimos y sagrados respeto:¡~ sino porque estoy firmemente con, vencido que son las mujeres, como madres, principalmente, y como esposas y como hi­jas, las que tienen la más alta responsabilidad en la creación y acrecentamiento de lo> sentimientos másculos y varoniles, que no otros son los que quiero tocar en estos instantes, tan bre.;,,es para la magnitud del tema que se me ha confiado·. Es indiscutible que, según el pensamiento de '. J·ovellanos: "Debem¡¡is ti.atar de que las • damas conoz­can el patriotismo y sepan valorar las virtudes cívicas, para que, distinguiendo y aprt!­éiando a quienes las profesen, sirvan, sirvan con sus gracias y ::!fecto,. de estímulo para la multiplicación del número de patricit:'ls actuantes y efectivos".

Mi muy antigu~ amigo, Antonio Garland, ha querido con generosa benevolencia relevar~e de la tarea de presentarme a vosotros, lo que hubiera debido hacer personal­mente, para respetar las normas clásicas del discurso. Pero, impúgnole esa ya dicha benevolencia, porque. me parece que exageró sob_re mis títul•os para hablaros, siendo así que, soy un simple elemento en las filas muy numerosas y cerradas de los ciudadanos del Perú, patriotas todos, cuyos méritos cívicos han tomado el debido relieve, ayer como hoy, cuando ha sido menester ponerlos a prueba.

Hablo como antiguo Vice-Pr·esidente d_el Instituto Sanmartiniano del Perú, por delegación a mí confiada, de su dignísima Directiva que preside con todo talento y ac­tividad mi amigo el doctor Luis Alayza y Paz Soldán; y el título de mi perorata: San Iv'fartín y el Instituto Sanmartiniano, explica claramente que no hablaremos restricti­vamente de la· festividad cuya víspera hoy celeb'ramos.

' Los días patrios sirven, ciertamente, para tonificar el espíritu cívico" recordando las glorias que nos .son comunes, rememorando el triunfo de los hombres que actuaron en aquellos fastos, triunfo q!.le debieron, exclusivamente, a sus virtudes. Y San Martín, l'!l arquetipo hispano-americano, reúne tal cúmulo de ellas, que nada es mejor que rc­cordarlás, para formar paralelos y de.stacar conclusiones que nos conduzcan a una su­peración del propio carácter, sirviéndonos dé fuente surgente de e¡.:periencia educativa.'

En ·efecto, no han sido 5olamente militares los triunfos del Generalísimo, que ha llegado a ser a¡:;odado eJ. Santo de la Espada, por el literato argentino Dn. Ricardo Rojas. Su fuerta espiritual se demostró más todavía que en lo bélico, en su @Ctitud, gestos y valor ciudadano. Ese valor que tanta falta hace para el servido de las re­públicas. Esa virtuosidad exeelsa, formada por el altruismo, el respeto a las leyes y a

• ;a autoridad que las representa, el convencimiento de que el derecho es juez y norma de todos los áctos humanos, la honestidad gue hace morir casi ciego y empobrecido ·al héroe epónimo de medio continente; dignísiíno éinulo de BOiívar que muere en Santa

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Marta, después de la más gjgantesca carrera de triunfos y es sepultado, como el Divino Redentor, con ropas prestadas por los escasos amigos que lo rodeaban. . . \

Y aquí conviene anotar que el Instituto Sanmartiniano del Perú, fraternal ·orga­nización del Instituto Sanmartiniano -de Buenos Aires , como éSte, tiene por finalidad , expresada en el artículo primero y fundamental de su Estatuto: "Fomentar por todos J.os medios el culto de los héroes de nuestra Independencia y los estudios históricos en la República< De aquí proviene que un Sanmartiniano, se considere siempre como un docente de la Historia P a tria y de lo mismo se deduce que, si ha tomado el nombre de San M artín, no quiere por ello opacar o siquiera disimular los grandes méritos de nues­tros pr,ohombres, :que en la gu~rra de Ja Emancipación, cuando recién se labraban las fronteras y no habían todavía tortuosas y asfixiantes cadenas limítrofes, no eran todos ellos sino americanos-hispánicos, pura y simplemente, que oponían al rojo y gualda del Rey, los cok:ires difusos aún de un prisma de banderas que sólo representaban un ideal Je autonomía. En esa lucha de opiniones, entre hermanos, el ciudadano del Norte y el del Sur, se reunían en el centro o el extremo, únicamente para oponer· su valor y denue­do a la fortaleza de las tropas realistas formadas, en su mayoría, por bravos y deno­<lados soldados de la misma f'..méri~a.

P ara nosotros, nuestro primer gobernante, el Protector de la libertad dd Perú, Don José de San Martín, tiene un aspecto providencial y casi divino, oomo lo dice un célebre historiador de Chile refiriéndose a su patria, que él libertó.

Triunfante y dueño de los destinos de medio Continente, San Martín supo escapar ai torbellino de la ambición personal que arrastró a tantos otros y su carácter le per­mitió negarse rotundamente a ejercer el mando en la Argentina, que lo llamara en varias oportunidades, declinar el gobierno de Chile que se le ofrecía por el.amor po­pular y, finalmente, resignarlo en el .Perú, por libre y propia vgluntad, en magnífico gesto de desinterés y de ·amor por la causa q~e había abrazado, que fuera, siempre, el único móvil de todas sus elevadas acciones y de sus purísimas actividades.

Los Institutos Sanmartinianos han sido creados para glorificar estas varoniles y raras virtudes, que, de ser comunes, originar_ían. la felicidad general. tan buscada por los filósofos i por los practicistas. ,Existe pues un espíritu Sanmartiniano y así como alguien habló y escribió sobre la Imitación de Jesucristo, nuestro Rey, queremos hablar y escribir, con sentido educativo, sobre la imitación de las virtudes cívicas de. San Martín, nuestro héme, ya que es sabido que son más . urgentemente necesarias, cada día que pasa, las lecciones sobre amor a Ja Patria que, con su ejemplo, nos inculcara brillantemerlte el éponimo y paradigmátic? suramericano.

Estamos en vísperas del onomástico de una Nación venturosa y progresista, libre ' dL las taras que acumula el tiempo en las viejas naciones, hasta arrastrarlas al ocaso ;

nos hallamós a 120 aftos adelante del solemne día de la Jura de nuestra Independen­cia y justo era que recordáramos la figura cumbre de esa página de nuestra Historia, b que ha reconocido siempre y seguirá reconociendo la alta autoridad· moral del• Pro­tector ºcuyo bronce, situado en el centro del Perú, demuestra en forma tangible. nuestra ve_neración y recuerdo.

La cabeza descubierta de ese bronce de San Martín, en nuestra plaza del mis­mo nombre que ·es el centro de Lima, es la antena máxima de la peru<::nid<:id; hacia~ .ese lugar y punto geométrico concurren todas las líneas imaginarias que ligan y vin-

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culan estrechamente los más distantes territorios provinciales del Perú . . De este modo. enunciando nuestras fronteras , hacia él converge la mirada espiritual de nuestrds ri­bereños del gran Amazonas ; la de los sembradores de ambas márgenes del Zarumilla , cerca de Tumbes, donde por primera vez tomara tierra Dn. Francisco Pizarra ; la de los pobladores del Titicaca que vieron florecer la misteriosa y archimilenaria civiliza ción del Tiahuanaco; la de los muy pa tri.otas hijos de Tacna que, cerca de Arica, presen­ciaron el gesto másculo de sus heroicos defensores. Ocupa así el centro imaginario del territorio del Perú, el más suntuoso y artístico de los monumentos que la gratitud de los hombres ha levantad.o a San Ma~tín, la mejor y más significativa efigie que de él existe. En esa efigie ecuestre, que lo representa sobre una mole de roca, bien lograda en sus detalles, el General. meditativo, mira hacia el O este, con su caballo al tranco y

bicornio en mano, con el brazo caído como quien .. fatigad.o, alcanza el buen término de una laboriosa empresa; se diría que en ese instante, agobiado por . el peso de 'Ja Gloria que adivina sobre sus hombros, se descubre para or"ear la frente luminosa y que con­templa las rientes vegas 'de Chile desde la cumbre mendocina o que mira al mar desde los médanos de Pisco, recontando la estela de. Jos numerosos navíos en que trajo las enseñas de la nueva patria.

San Martín tiene, pues, el prime~ sitial en la R epública Peruana; en la mente de los peruanos aparece rojo y blanco, de los colores de nuestra bandera que él creara, como el santo fuego de su pasión ' libertadora. americana y cálidamente nacionalista; como la blanc~ pureza de sus intensio~es y como la nívea claridad espiritual. inigua­lada, de . que diera pruebas para mayor gloria nuestra.

T al día como hoy, hace 120 años, el 27 de julio, las damas de Lima buscaban en el fondo de sus arcones sus más costosas y brillantes galas; los hombres armados de alguna pistola que no hubiera caído en manos de la requisa realistá o provistos de sen­dos bastones, se paseaban y comentaban el suceso de mañana: San M artín, el virtuoso, que no quería nada para sí, luchando con la incomprensión de algunos de su propio ambiente, celado por Cochrane,, admirado por la Gloria , llegaría al instante cumbre de ~u vida: proclamar la ".uelta a la autonomía del viejo Imperio de los Incas, que ya había prestado su Sol para iluminar los colores de la bandera argentina; San Martín vitorea.­ría al Perú emancipado de su opulentá, fastuosísima y muy envidiada Corte Virreynal.

Hoy, 120 años desp~és ... nosotros, bajo un gobi_erno virtuoso, patriota y valiente, como el de entonces, celebramos la llegada de un -nuevo 28, cuando nos alcanza en Lima, viniendo con la brisa desde nuestra frontera norte , el olor de Ta pólvora que hemos quemado, para alebrom\r y espantar a insumisos y arrogantes deudores nues­·tros que, oscurecida la inteligencia y nublada la memoria, creen que olvidamos dema­s!ado a nuestras viejas provincias y quieren, por ello, hacerse presentes ante nosotros .

AJ despedir un barc.o que llevaba a unos soldados que partían en excursión al Norte. en estos últimos días, eJ Sr. Don Manuel Prado, Presidente del Perú, satisfecho . de la prestancia de los señores oficiales y del airoso· continente de nuestros soldados lanzó, con voz entusiasta y altamente timbrada, tres sucesivos y sonoros vivas al Perú. Su gesto fué convincente para los más incrédulos ; su sincero y efectivo patriotismo quedó f1 ancamente en descubierto. Repitamos con él. para cerrar esta charla, esos tres víto­res y digamos, conmigo Radioescuchas! ¡ Vjva el Perú! ¡Viva el Perú! ¡Viva el Perú!

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DISCURSO PRONUNCIADO POR EL DOCTOR LUIS FELIPE PAZ SOLDAN, AL PIE DE LA ESTATUA DEL LIBERTADOR JOSE DE SAN MARTIN, EN, . EL

HOMENAJE TRIBUTADO EL 30 DE JULIO DE 1941

Señores :

El Instituto Sanmartiniano del Perú no podía dejar de hallarse presente en esta ceremonia, para unirse al homenaje ·que se tributa a José de San Martín, fundador de la Patria Peruana, libre, soberana e independiente.

No es necesario poner ·de relieve, en toda su esplendidez la gran figura del Pro­tector del Perú. Su solo nombre ev.oca glorias inmarcesibles, y los actos todos de su acción en la naciente república, le destacan con caracteres magníficos ante la posteridad.

La acción libertadora en el P erú tuvo dos épocas bien definidas; y esa diferencia­ción, hace que tenga taqibién dos personajes que las representen y sinteticen. Fué la · Fersonificación de la primera, José de San Martín; lo fué de la segunda, Simón Bolí­var. Por designio misterios.o, esos dos P adres de las otras patrias americanas que pri­mero sacudieron el dominio hispano, para declararse libres y autónomas fueron quie­r.es libertaron y · constituyeron la nación peruana. Aquel, proclamando esa indepen­dencia y dando su. peculiar fisÓnomía democráti_¡:a al antiguo y poderoso Virreynato; y éste, reafirmando su existencia en las épicas jornadas de Junín y de Ayacucho.

' : . San M artín, después de proclamar hace ciento veinte. años la indEjPen~ncia na-cional en la mañana del 28 de julio de 1821. se esfuerza por constituir sobre sólidas bases al naciente estado; y en tal sentido endereza todos sus anhelos y todas sus· dis­pos1c1ones. Animado de un culto fe rviente por la libertad y de un sentimiento ele-

. vado de americanismo, sólo quiere libertar pueblos, pues ya su espada esgrimida en ios campos .de San Lorenzo. de Maipú y de Chacabuco, había dejado oonstituidas a ias Provincias , Unidas del Río de la Plata y a la República de Chile. Ahora venía a completar la obra, dejando establecida, libre, autónoma y soberana a la Patria P erua­na, ·para confiarle después a sus hijos, la inmensa tarea de robustecerla y afianzarld. La reunión del Congreso Constituyente de 1822 culmina la obra redentora de José de San M artín en el Perú.

Llenada esa misión, ajeno a ambiciones y a toda sed de mando, San Martín se dt:spoja del poder supremo que ha venido ejerciendo, y se aleja del teatro de sus triunfos.

En memoral;>le documento dirigido a la Representación N acional. demuestra San Martín su despr!!ndimiento. "Mí presencia en el Perú c.on las relaciones de poder que ha dejado y con las fuerzas , es inconsistente con la moral del cuerpo soberano y con mi opinión propia, porque ninguna prescindencia personal por mi parte alejaría los tiros de lá maledicencia y de la calumnia. He cumplido, Señor, la promesa sa­grada que hice al P erú: he visto reu~idos a sus representantes; la fuerza enemig·a ya no amenaza la independencia de unos pueblos que quieren ser libres y que tienen medios para serlo; un ejército numeroso bajo la dirección de jefes aguerridos está dispuesto a

· marchar dentro de pocos días a terminar para siempre la guerra. N ada me resta sino tributar a vuestra soberaníÍi los votos de mi más sincero agradecimient·O y la firme pro­testa de que si algún día se viera atacada la libertad ,de los' peruanos, disputaré la glo­ria de acompañarlos para defenderla como ciudadano".

Y estas expresiones de desprendimiento y de am~r por los peruanos, las reafirm;i. San Martín en su proclama. "Mis pr.omesas para con los pueblos en que he hecho la

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guerra, está 4umplidas; hacer su independencia y dejar a su voluntad la elección de sus gobierno. F\ruanos: os dejo establecida la representación nacion~l; si depositáis ' en ella ~ntera confianza, cantad el triunfo; sino la anarquía os va a devorar. Que el acierto presida a vuestros destinos y que éstos ós 'colm.en de felicidad y de paz".

La ·misión de San Martín en el Perú, que podríamos calificar de providencial. ha­bía sido ejecutada en forma decisiva y espléndida. Bolíva·r la había predicho, con esa visión que le caracterizaba. En carta dirigida a San Martín en 10 de enero de 1821. le dice con acento profético: "Al saber que V. E ha hollado las riberas del :ferú, ya las he creído libres; y con anticipación me apresuro a cC:,ngratular a V. E. por esta tPrcera patria que le debe su existencia\ Me hallo en marcha para ir a cumplir mis · okrtas de reunir el imperio de J.os Incas al imperio de la Libertad; sin duda que más fácil es entrar en Quito que en Lima; pero V • E. podrá hacer más fácilmente lo difícil que yo lo fácil; .y bien pronto la Divina Providencia que ha protegido hasta aho; a los estandartes· de la Ley y de la Libertad, nos reunirá en algún ángulo del Perú, después de haber pasado sobre los trofeos de los tiranos del mundo americano" .

La predicción de Bolívar quedó .cumplida. El Perú se hallaba constituido en Es­toido libre, y sus propios hijos dirigfan sus destinos.

Comentando la actitud de San Martín en esta ocasión, dice un eminente escritor argentino, Félix Frías, que algunos han reprochado su alejamiento del Perú, antes de haber coronado la empresa por propias manos, ' cediendo el campo a Bolívar. "Este reproche -agrega- honra más que ofen~e · la reputación del ilustre general. Su des­prendimiento magnánimo es a nuestros ojos un título que recomienda altamente el ca­racter de este hombre eminente; y la proscripción que voluntariamente se impuso des­pués de logrado el objeto de su desint; resado patriotismo, nos muestra en él esas cua­lidades morales, que asociadas a los esfuerzos del heroísmo, s~n los verdaderos signos de la gloria". Y este mismo escritor, afirma más adelante: "Habría servido a la Amé­rica por amor a ella, no, por sí mismo, y su mayor recompensa estaba· en .. su propia conciencia. Si los gombres que así obran y eso sienten, no son Jos hombres grandes de la 'tierrá, no sabemos cuáles otros puedan merecer ese título".

· Esta reciedumbre. de su carácter desinteresado, lo demuestra San Martín 'años des­pués, cuando su Patria, las Provincias Unidas del Río de la Plata, requieren sus ser­' 'idos para poner fin a Ja lucha f;,atricida en que se debaten, señalándolo como el hom­bre pred~stinado a ese fin. San Martín rehusa tomar sobre sí semejante responsabilidad. En carta a Bernardo O'Higgins, su amigo, le dice que el objeto de Lavalle, uno dé los jdes argentinos, era que se encargase del mando del ejército en 'Buenos Aires; y con este motivo, exclama: ; "en el estado d~ exaltación a que han llegado las pasiones era aosolutamente imposible reunir Jos partidos en cuestión, sin que quede otro arbitrio que el exterminio de uno de ellos... yo aprovecharía esta ocasión para vengarme de las peisecusiones que mi honor ha sufrido de estos hombres; pero es necesario enseñarles 12. diferencia que h~y de un hombre . de bien a un malvado".

San Martín retirado en Europa hasta sus últimos días, hace vida modesta. Nunca sale de sps Jabí.os, dice' uno de sus biógrafos, una queja ni un reproche por Ja ingratitud de sus contemport..neos, que desconbcieron u olvidaron sus eminentes servicios a Ja li­!:Jertad del Nuevo Mundo. El propio Libertador se somete al veredicto que debe es-perar de la posteridad. "En cuanto a mi conducta pública, mis compatriotas, como w .. !o general if::le las cosas, dividirán sus ,opiniones; los hijos de éstos darán el verdaderÓ fallo", dice en una de Jos documentos salidos de su ¡:luma, al despedirse. de los perua-nos. Y ese fallo ya se ha pronunciado en forma definitiva y contundente, déclarando

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guerra. está 4umplidas; hacer su independencia y dejar a su voluntad la elección de sus gobierno. ·!'\ruanos: os dejo establecida la representación nacían~!; si depositáis en ~lla ,entera confianza, cantad el triunfo; sino la anarquía os va a devorar. Que el acierto presida a vuestros destinos y que éstos ós 'co!m'en de felicidad y de paz".

La ·misión de San Martín en el Perú, que podríamos calificar de providencial. ha­bía sido ejecutada en forma decisiva y espléndida. Bolíva·r la había predicho, con esa visión que le caracterizaba. En carta dirigida a San Martín en 10 de enero de 1821. le dice con acento profético: "AJ saber que V. E: ha hollado las riberas del :ferú, ya lás he creído libres; y con anticipación me apresuro a c~ngratular a V. E. por esta tncera patria que le debe su existencia\ Me hallo en marcha para ir a cumplir mis · ofertas de reunir el imperio de l·os Incas al imperio de la 'Libertad; sin duda que más fácil es entrar en Quito que en Lima; pero V ., E. podrá hacer más fácilmente lo dificil que yo lo fácil; .y bien pronto la Divina Providencia que ha protegido hasta ahora los estandartes· de la Ley y de la Libertad. nos reunirá en algún ángulo del Perú, después de haber pasado sobre los trofeos de los tiranos del mundo americano".

La predicción de Bolívar quedó .cumplida. El Perú se hallaba constituido en Es­t'1do libre. y sus propios hijos dirigfan sus destinos.

Comentando la actitud de San Martín en esta ocasión, dice un eminente escritor argentirio, Félix Frías. que algunos han reprochado su alejamiento del Perú, antes de haber rnronado la empresa por propias manos, ' cediendo el campo a Bolívar. "Este reproche -agrega- honra más que ofen~e · la reputación def ilustre general. Su des­prendimiento magnánimo es a nuestros ojos un tílulo que recomienda altamente el ca­d 'cter de este hombre eminente; y la proscripción que voluntariamente se impuso de•i­pués de logrado el objeto de su desint~resado patriotismo, nos muestra en él esas cua-

. \ -lidades morales, que asociadas a los esfuerzos del heroísmo. son los verdaderos signos de la gloria". Y este mismo escritor. afirma más adelante: "Habría servido a la Amé­rica por amor a ella. no por sí mismo, y su mayor recompensa estaba en .. su propia conciencia. Si los l]ombres que así obran y eso sienten, no son los hombres grandes de la ·tierra, no sabemos clláles otros puedan merecer ese título".

· Esta reciedumbre. de su carácter desinteresado. lo demuestra San Martín ·años des­pués, cuando su P atria, las Provincias Unidas del Río de la Plata. requieren sus ser­Yidos para poner fin a la lllcha fr;'ltricida en que se debaten. señalándolo como el hom­bre pred~stinado a ese fin. San Martín rehusa tomar sobre sí semejante responsabilidad. En carta a Bernardo O 'Higgins, su amigo. le dice que el objeto de Lavalle. uno dé los jefes argentinos, era que se encargase del mando del ejército en 'Buenos Aires; y con este motivo. exclama: ~ "en el estado d~ exaltación a que han llegado las pasiones era aosolu tamente imposible reunir los partidos en cuestión, sin que quede otro arbitrio que el exterminio de uno de _ellos... yo aprovecharía esta ocasión para vengarme de las pelsecusiones que mi honor ha sufri.Jo de estos hombres; pero es necesario enseñarles lé: diferencia que h~y de un hombre . de bien a un malvado".

San M artín retirado en Europa hasta si.Is últimos días. hace vida modesta. Nunca sale de sps labios, dice

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uno de sus biógrafos. una queja ni un reproche por la ingratitud de sus cóntemport.neos, que desconbcieron u olvidaron sus eminentes servicios a ]a li­!Jertad del Nuevo Mundo. El propio Libertador se somete al veredicto que debe es­perar de la posteridad. "En cuanto a mi conducta pública, mis compatriotas. como ei:i !o general~e las cosas. dividirán sus ,opiniones; Jos hijos de éstos darán el verdadero fallo", dice en una de Jos documentos salidos de su rluma. al despedirse. de los perua­nos. Y ese fallo ya se ha · pronunciado en forma definitiva y contundente. déclarando

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que "San Martín es el más grande de los hérose, el más virtuoso de los hombres pú­blicos, el más desinteresado patriota, el más humilde en su grandeza".

Los Peruanos• debemos a José de San Martín imperecedero tributo de gratitud. Sus contemporáneos le opusieron por móviles interesados, y quizá mezquinos, la figura de Simón Bolívar, continuador de la obra libertadora del Per\i; y por mucho tiempo, di.:rante los primeros años de la República .. aparecían contrapuestos ambos personajes, que trabajaron de consuno por la liber tad e independencia de la América Hispana.

Hoy se ha puesto término a esta contraposición. La Historia y . su sereno estudio, han demostrado con la fuerza incontestable de la realidad, que si grande fuera José de San Martín, en sus actos para libertar al Perú, también lo fuera Simón Bolívar al completar la obra de aquél. El uno en las quietas , pero no menos dificiles labores de la administración para constituir la P ;¡tria peruana, mediante su labor constructiva; ei otro, afianzado con su espada y con su genio guerrero, en los cai;npos memorables de las épicas jornadas, la consolidación de aquella obra, y la definitiva emancipació'1 d¡;i la América. El P erú no puede ni debe escatimar su gratitud a sus Libertadores.

Ei homenaje que hoy se tributa , le corresponde por primacía y por propio derech.:­a José de San Martin, por la destaca.fa actuaciól}- que le cupo en la fecha que se con­memora ; y no obstante ello, por ser la figura central de esta recordación, n:i pued·~

d::jarse <le mencionar a quien fuera co11tinuador de st.: obra. El Instituto Sanmartiniano del P erú, ha querido por mi voz y por medio de mi

pPrsona, rendir esta veneración a José de San Martín en la fausta efemerides de la proclamac16n de nuestra independenci;i. Lleno de ención y de fervor patriótico, -:um­plo · el encargo, dEjando asentado el hecho de que en el corazón de todo peruano siem 0

pre habrá un sitio de honor para el Protector •del Perú; y que el recuerdo de sus vir­tudes ciudadanas. debe constituir enseñanza ·y ejemplo que deben imitar gobernantes y gobernados, ( ue se inspiren en los elevados sentimientos de amor a la Patria y d.: confraternidad arr.ericana, que el mismo San Martín recomendara en alguna ocasión, diciendo·: '"Yo no temo del poder de este continente (el europeo), siempre que estemos unidos". •

Y d~bemos formular estos votos, como el mejor homenaje que tributar podemo·s ai fundador de la Patria Peruana, én la fecha en que se declaró su independencia por la voluntad general de sus pueblos y por la justicia de su causa que Dios defendía.

H e dicho;

INST ALACION DEL INSTITUTO SANMARTINIANO DE CHICLA YO

DISCUR$0 INAUGURAL PRONUNCIADO POR EL SENADOR / SEÑOR PEDRO R.WZ BRAVO

(De EL TIEMPO, ·de Chiclayo)

Hoy a la 1 p . m . , tuvo lugar, en la · Sala de Audiencias del · Palacio~e Justicia, la instalación del Instituto Sanmartiniano filial de Chiclayo, con la as_istencia de nues­trd Primera Autoridad Política, señor Adriano J. Baca, .del Presidente de la Corte, doc­tor Raúl Alva, ¿e les Representantes a Congr_eso señores Victor F. Baca, Pedro Ruiz

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Br<wo. Raúl A . Pinto, Ernesto Diez Can·seco, Ernesto Gayoso Ugaz y rnn la concu­rrencia <le los doctores Rómulo Paredes, César Lengua, Aurelio Zegarra, Miguel A. G il rcía Llaque, A . García V elarde, J. A , García, Salazar y de distinguidos elementos de la distintas esferas ¡;aciales, políticas y administrativas.

En el momento oportuno, se abrió la ac tuación con las palabras que pronunc10 el Senador seño!· Pedro Ruiz Bravo insinuando la conveniencia de la instalación del Instituto, leyéndose en seguida por el Secretario Interino doctor García Llaque, la rn­municación Bel {nstituto Central de Lima, qué autoriza la fundación de. la filial en esta ciudad.

El Senador- señor P l'dr0 Ruiz Bravc, pronunció .-! discurso ir.augural de esta nue­va institución, · nominándose como Presidente ál Dr. Rómulo Paredes.

Finalmente, el señor Prefecto del Departamento, dejó instalado el Instituto Som• martiniano de Ch!clayo, con cuyo acto ~e dió por terminada la actuaciór:.

Los cab;illerns visitantes fueron agasajado; con una champañada por e1 Presi­dente de la Corte Dr. R aúl Alva.

DISCURSO DEL Sr. PEDRO RUIZ ERA VO

Los · Institutos Sanmartinianos, que se organizan en los países hispanoamericanos a semejanza del Instituto central de Buenos Aires cumplen en nuestros países una mi­sión trascendental. puesto que no tienen otro objeto que mantener vivo en el cora­zón de nuestros pueblos el culto a los Libertadores que nos dieran patria y sobre te­to al Generalísimo don José de San Martín, uno de los dos grandes libertadores que contribuyeron a cimentar la emancipación del Perú, pero que a diferencia del Norte, que consumó nuestra libertad de todo dominio extranjero, tuvo el singular mérito de proclamarla tres años antes de la histórica batalla de Ayacucho. Aún cuando el Ins­tituto Sanmartiniano de Lima es ,una institución reciente, su labor es ya importante y exaltando la memoria gloriosa de los próceres peruanos Y. de los que contribuyeron a la gloriosa patria del Protector del ·P erú. Fundado en Lima, por inspiración del ilustre historiógrnfo argentino don José Pacífico Otero, iniciador del movimiento sanmarti­niano en Sud América, ha cumplido leal e infatigablemente su labor histórica, promo­viendo. mejor dicho manteniendo, el espíritu cívico en nuestras principales ciudades, exaltando . la memoria gloriosa de los próceres peruanos y los que contribuyeron a la independencia nacional en las grandes legiones de San Martín y d9 Bolívar. En esta labor, digna de elogio, por sus magnífü:os contornos espirituales, le corresponde el pri­mer puesto a nuestro Presidente, el Dr. Luis Alayza Paz Soldá¡,i , historiador y lite­rato de relieves continentales, autor fecundo y magistral de innumerables obras sobre el pasado peruano, espíritu selecto y preclaro y gran señ·or, cuyo prestigio intelec­tual n~ solo ampara y da brillo inusitado a los trabajos de1 Instituto, sino que le

· sirve de feliz heraldo ante los centros e instituciones científicas y culturales del resto de América.' Nuestro Instituto, si ha J.ogrado tener vida intensa y fructífera en los pocos años que tiene de existencia, se la debe al Or. Alayza Paz Soldán, el hombre generoso que ha consagrado parte de su vida a la propaganda sanmartiniana en la forma brillante en que lo lleva a cabo el Instituto.

Esa misma labor de mantener latente en el espíritu público el culto a J.os héroe.> de nuestra gloriosa independencia, debe y puede realizarla en Chiclayo el Instituto Sanmartiniano. filial del de Lima. Una labor de colaboración patriótirn con nuestros

• consocios de la Capital ql!e aunque separados por la. distancia se sentirán cada vez

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mas cerca por los ideales y por la nobleza de la misma causa, de los que aquí orga­nicen y c.'bnstituyen el Instituto filial. Por otra pa¡ te, creo que pocas ciudades del Perú, haciendo excepción especial df Lima, pueden ostentar los mismos timbres de honor y los mismos títulos sanmartinianos que Chiclayo. Un lazo histórico, indes~

tructible por la firmeza del 'jínculo une a esta ilustre ciudad con el nombre inmortal del generalísimo argentino. He aludido señores a la proclamación de la independen­cia del Perú' por los pueblos del antiguo partido de Lambayeque inmediatamente des­pués de haber arribado a nuestras costas la Expedición Libertadora. , A rftes de la ju- . ra de Lima, mucho antes de las gloriosas. jornadas de Pichincha, Junín y Ayacucho, cuando todavía Bolívar no había resuelto su viaje al Perú, para contribuir a nuestra emancipación. los pueblos de Lambayeque y Chiclayo, se alzaban en armas contra e! dominio realista y proclamaban nuestra libertad bajo el poderoso conjuro del gene­rcilísímo argentino. El grito de diciembre de 1820, secundado por los patriotas de e~-

te Departamento, fué debido a la propaganda sanmartiniana, dirigida desde el cuartel general de Huaura y coronada con éxito por los habitantes de es.ta valerosa ciudad. Chiclayo y Lambayeque, habían mantenido una estrecha vinculación patriótica con los soldados del ejército de Sa_n Martín. U na propaganda activísima, mantenida en se·­creto desde las salas de los Cabildos y mediante el desinteresado concurso de estas ilustres poblaciones. Antes que en Lima, ya - en Chiclayo y Lamb;:iyeque el nombre de San Martín ganaba adeptos entusiastas y decididos. Y cuando. se iniciaron las grandes campafias de los años 23 y 24, estos mismos pueblos se entregaron por com­pleto a la causa de la libertad del Perú, ofrendando -recursos, dinero, vituallas y sobre ,. todo soldados a los ejércitos de la independencia.

Si eso lo anota la Historia de la Libertad del Perú, qué sitio meíor, qué lugar mas aparente para la fundación de un Instituto Sanmartiniano que la ciudad de Chi­clayo. Aquí, señores, todo n,os habla del Libertador del Sur todo nos ev.oca la gran­deza del Héroe y su predestinación en los destinos del Perú. Y todo también nos re­cuerda que Jos chiclayanos fueron los primeros en sumarse a la cau&a de la indepen-. ciencia y no deben ser en consecuencia los últimos en asociarse al culto del Genera­lísimo y en mantener encendida la antorcha gloriosa de los ideales sanmartinianos. Por ello es que, cumpliendo un honroso encargo del Dr. Alayza P a-z Soldán, Presi­dente del Instituto SanmartiniaTio de Lima, os he reunido para echar las bases del Instituto de Chiclayo. llamado a realizar en los departamentos del norte la misma bri­llante labor de los otros Institutos que ya funcionan en América .

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HOMENAJE A UNANUE Y A ULLOA ( 1)

("La Prensa", 14 Agosto de 1941)

· La_ Sociedad Peruana Historia de. la Medicina, celebró sesión solemne, recordan­do el 186Q aniversario del nacimiento del sabio peruano, don Hipólito Unánue y el cincuentenario de la muerte del eminente médico José Cas.imiro Ulloa.

Abierta la ceremonia, el Dr. Carlos Enrique Paz Soldán, Presidente de la So­ciedad, pronunció el siguiente discurso:

Señores :

La Sociedad Peruana de Historia de la M edicina celebra hoy, acto que tiene por imperativo: glorificar a "esos médicos que marcan en nuestro pasado un camino de luz".

Dos nombres se asocian a esta .sesión solemne: los de Hipólito Unanue y Jos<! Casimiro Ulloa. Ambos fulgen sobre la oscuridad de la muerte, con fulgor inextiP.­guible. Ambos viven esa vida perdurable de la Reverencia, en la mente de los mé­dicos peruanos.

Cúmplese hoy 186 años del día en que, frente al mar P acífico y al abrigo del peñón solitario del Morro, · dio en Arica su primer grito quien and3ndo el tiempo st>ría el verbo profético y magisterial que . señaló al Perú, por derroteros, la salud, la cultura, la libertad.

Unanuista fanático, .con fanatis¡{¡o que .creo incurable, no diré sin embargo aho­ra, nuevas palabras de exaltación, que muchas dije ya sobre Unanue ·(1755-1833). Pa­ra la gloriosa recordación de esta efemérides, basta nuestra reunión jubilosa de esta tarde, saturada de ese palpitar oculto del yo, prosternado con unc1on ante la efigie del P adre de nuestra Medicina, que nos preside desde el lienzo que es blasón de es­t<• sala.

1 •

Alguna confidencia íntima, apenas, que salga a Jos labios para aliviar la abundan­cia del corazón. De m.is años mozos, Unanue fue rumbo y guía. Su extraordinaria trayectoria vital, sus grandes acciones desinteresadas, su ansia por lo heroico del e~­

píritu, su fe en el poder cr~acor de la inteligencia, su acendrado amor por lo perna· no, conociendo y dando a uonocer 'al Perú, los tuvimos, ento:Jces, por derroteros de­cisivos y trascendentes.

Llegado ya a Ja edaa en que pueden divisarse la cuesta vencida de la ascensión y la que aún se ofrece para descender, quiero decir, en esta Sociedad Peruana de Historia de ·la Medicina, a la juventud que se prepara para servir al progreso espiri­tual del Perú, que no hay', en nuestro historial patrio, vida más pura y ejemplar y digna de ser imitada, que la de Hipólito Unanue. Sólo necesitan los jóvenes para po· derla sentir que en ellos se transfunde, contemplarla ¡;on humildad de alma "que sób fos que bajan los ojos pueden mirar, impávidos, al Sol" ( Pascoaes).

( 1) . ..:-La· REVISTA se honra repr•oduciendo en sus pagmas el her.meso discurso del Presidente de la Sociedad Peruana de Historia de la Medicina, Dr. Carlos E . P a:?: Soldán, con motivo del Aniversario . del fallecimiento del Dr. Hipólito Unanue, en cuya personalidad, según frase del Dr. P az Soldán "se c~mdensan todas las corrientes que dan fµerzas originarias a la peruanidad".

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Y es que en Unanue se condensan todas las complejas corrientes que dan fuentes originarias a ia reruanidad. En su ser físic.o y psíquico, concluyeron muy diversos elementos étnicos y culturaÍes; y puente por donde se unieron les siglos XVIII v XIX. se brinda hoy, a los ojos de la conciencia pátria, como un símbolo, el más a lto. de ~sa "síntesis viviente de la peruanidad" de que liabla con entusiasmo Víctm An-

drés Belaunde. , Nuestrn Sociedad. por humilde, bien puede aventUrarse a la contemplación reite­

rada de la inmensa sombra augusta de Unanue, figura deificable que no conoció, du­rante su tránsito terreno, otra de su talla en la inmensa extensión de la América que

. España contribuyó a formar en su ímpetu aveiiturero y civilizador. Por ventur~sa coincidencia, el recuerdo de la fecha natalicia de Unanue coincide

con otra que puede justificar el homenaje. que la Sociedad ha querido rendi.r el día de hoy, a uno de los discípulos lejanos de la Escuela de San Fernando: José ·Casim\­ro Ulloa, cuyos restos recibiewn sepultura el 12 de agosto de 189L

Biografía singular la de este médico, que llena con su actividad media centuria. ' Su primera aparición, la que habría de captarlo hasta su muerte, fue en la arena del periodismo, C!=JmO gu~ta de decir, nuestra afición al circo. Y algo digno de nota, en su primer articulo ("G aceta Médica de Lima", 15 Agosto, 1856) , es una fr3se que pm·de ser . considerada como la más fiel extraversión del yo profundo que dio a Jo­sé Casimiro Ulloa los perfiles de su personalidad: "Para la sociedad ;:ieruana somos una novedad que no tiene tradición" . El contento que respiran estas ¡;ialabras juve­niles, rumbo y sentencia a un mismo tiempo, fueroñ para la actividad inigualable de Ulloa, liberal con ese liDeralísmo romántico que encegó sus pupilas ·y que su alma r ígida captó por los días de rn adolescencia en el París de mediados del XiX.

La pasión de Uiloa por la Libertad -así con mayúscula - le hizo minirla como cammo abierto, sin obstáculos, a su ímpetu creador de nuevos <"osas. Ella no le de!ó mirar, amorosamente, las lej anías opulentas de nuestro opulento pasad·::. Y a menu­do le precipitó por las rutas del encono y de la beligerancia excesivas. Esto expli­ca el impulso que dio a cuanto hizo, pero, también, de aquí la fragilidad de sus crea­dones, a las que en veces faltó el cimiento perdurable que dan a las cosas que se­rán, aquellas que ya fueron. Y explica, asimismo, sus luchas sin tregua, sus cambiós bruscos desertando de determinadas causas que abrazara con entusi asmo, pero que lue­go aborrecería, defrnudado en sus esperanzas de calmar su sed de novedad.

Nada sería w.ás oportuno que hacer un detenido examen d~ su labor al lado de Cayetano f-Ieredia, cuando obtuvo el beneplácito y el apoyo del gran cóntinuado: de Uhanue, para romper con las tradiciones hipocráticas y le;deni2.nas del vie.io Cok­\jio de la Indeprndencia, en su voluntad de. afrancesar nuestra educación médica. Y quizás sería pertinente, para enfocar su compleja personalidad averigu3r por qué 'no luchó con su denuedo habotual1 para que Heredia fuera reelegido, al termin'ar su pri­mer D ecanato de la Facultad, en 1860, vencido por Miguel Evaristo de los Ríos, me­nos fiel a las viejas tradiciones •del -Colegio de San Fernando,• tan mal juzgado · por no pocos historiadores de nuestra Medicina, pero tan noble y benéfico en nuestr:i evoluciór: hipocrática. • •

Apunto estas consideraciones, porque esta Qociedad es, ~obre todo, un gran filtro depuradór del ayer, un crisol para depurar el juicio de las generaciones venideras.

Mas, en esta hora solemne de culto y de 1fervor, dejemos tal examen para hablar

del sentimiento profundo de duelo que acompañó a la desaparición de José Casiniiro Ulloa, ahora medio siglo. '

Pocos médicos en el , Perú han redbido honores fúnebres más solemnes y no ¡)ar :j¡

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los cargos oficiales que ocupara en el'. momento de su desaparición, sino por su per­sonalidad sobresaliente, que Ulloa.

En Arequipa, el 5 de agosto de 1891 , en el templo ae San Francisco, honras de cuerpo presente d_ieron a esa ciudad la demostración inequívoca de que un Grande ha­bía marchado a la mansión del misterio. En los funerales prestados, se dejó escu­char la palabra de eminentes representativos de la profesión: Montesinos, por la delegación de la Facultad de Medicina, Luciano Bedoya. por' el Concejo ProvinciaÍ de Arequipa y Augusto E. Pérez Araníbar, en nombre del cuerpo médico y 8el cuerpo farmacéutico de la urbe del Misti. Cuanto vecino notable y el pueblo todo estuvie­ron congregados en tan triste ceremonia.

Para que mi información no quede baldía, felizmente se halla entre ' nosotros nues­tro apreciado colega Dr. Pérez Araníbar, cuya asistencia a este acto lo juzga la So­ciedad Peruana de Historia de la Medicina. un delicado homenaje que rinde, nueva­mente, al ilustre muerto que vive en nuestra remembranza.

Trasladado fl ataúd, primero a Moliendo y embarcado en ese puerto con rumbo al Callao, llegó el día 10 de agosto, siendo recibido el 11 a mediodia. El desembar­co se efectuó con grandes ceremonias. Numerosas falúas oficiales, enlutadas, forma·· ron escolta al cadáver, que fue recibido· en tierra por Leonardo Villar, Decano de i'I

Facultad, por el Prefecto y p.ar todos los médicos de la localidad y numerosos que vi­nieron de Lima. El batallón "T arapacá" de infantería formó hileras desde el Muelle D ársena hasta la Estación del Ferrocarril Central. 6

En Lima, de la estación de los D~samparados se condujo procesionalmente el fú­nebre despojo hasta esa Casa. que tanto amara Ulloa de la Plaza de Santa Ana, ca­sa que acogió sus ensueños de estudiante, de reformador y de maestro, enlutada parn recibir sus restos con cortinajes negros desde su puerta hasta el salón de sesiones, don­de se alzó el catafalco, en medio de flores que dabm sobre la triste pomp<1 funera­ria la nota delicada de !a fragilidad bella de las cosas efímeras. A la llegada del cor­tejo a ía Facultad, Leoncio Y . de Mora, estudiante entonces, puso su palabra de con­goja al . servicio .:le la glorificación del Maestro.

El sepelio se efectuó el ái~ 12, a las 3 de la tarde, acto ;:il que asistió todo U­rna. En rnecl.io de un silencio p~ofundo, el ataúd, -en hombros, fue conducido hasta el Cementerio general. -Y el orden de los discursos que rompieron ese incolmable si­irncio que la muerte produce, fue el siguiente: habló primero Manuel R . Artola, en r,ombre 8e la Facultad de Medicina, después se escucharon las frases expresivas de Luis Felipe Villarán, por encargo de la Universidad de San Marcos, a la que Ullo,,. hiciera el beneticio de haberle incorporado el Colegio de San Fernando, de Manuel A . Muñiz, en representación de la Academia de Meditina , forjada en su sólida estruc­tura por el gran muerto; de Miguel Antonio de la Lama, en representación del Co­legio de Abogados; de Enr;que P erla, por la Sociedad G eográfica de Lima ; de Fe­lipe de Osma y Pardq, por la Comisión de Limites de la misma Sociedad, Comisión que tuvo er: Ulloa un colabo1c.dor de alto valimento; de José Lucas Oyague, por el Concejo Provincial de Lima; de Carlos Rey de Castro, en nombre del "Circulo Lite­rario' ' de ia capital; de Casimiro Medina, por la Sociedad M édica Unión Fernandina; de G "rardo Bravo. amigo intimo de Ulloa, y de Belisario M anrique. entonces alumno de fa Facultad, discípulo predilecto del maestro de Terapéutica, al que ciesp:dlera con emocionadas palabras de afecto, que felizmente ahora se reriuevan en forma impresio­nar.te ~n la carta a que dará lectura el señor Sécretario.

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Señores:

No es mi palabra. que tantas veces ensalzó. con justiciero acento y con desinte­rés la vida y la obra de José Casimiro Ulléia. la que agregará nada a su ¡Jervken­cia gloriosa. Sois vosotros todos los que al congregarnos en este día, dáis a la do­ble efemérides que nos confunde en un mismo pensamiento, todo el valer de reveren­da' que tiene nuestra sesil:'m.

Sí. Vosotros hc;bláis aun cuando estéis mudos. En J.o íntimo de vuestros pe­chos se eleva ahora esa· oración sin palabras que es la esencia misma de todo culto profundo. Y si es verdad que otras voces van a alzarse en cuanto calle la mía. voces que entonarán himnos de loa a la memoria que reverenciamos . .permitidme que pida · un minuto de silencio para que todos sintamos ese milagro que quería San P a­bio: sentir el germinar de los huesos entre la hierba ", suprema gracia que la Vida re­serva a Aquellos que supieron atesorarla en creaciones benéficas que prolongan su ser más allá del fatal tránsito efímer.o a que está condenado lo viviente. La Sociedad P eruana de Historia de la Medicina. a l guardar es te minuto de silencio, espera que tal milagro si; renueve. .·

H e dicho.

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• DISCURSO PRONUNCIADO EN EL INSTITUTO SANMARTINIANO DE BUENOS AIRES, POR EL MAYOR RICARDO PEREZ GODOY, PORTADOR

DE UN DISCURSO DEL SANMARTINIANO DEL PERU

Gracias ·señor Presidente. por el gesto tan gentil y significativo· que habeis tenido al reunir la selecta Corporación. que tan dignamente 'presidís, para recibir el salud'.:> amistoso y fraterno del Instituto Sanmartiniano del Perú, del cual ~oy portador.

Gracias a ,_;osotros todos. camarad¡;¡s de un mismo apostolado, que habeis querido brindar ·vuestra acogida espontánea y franca al colega que, de.sde leja~as tierras. es trae )a salutación cariñosa de otros hombres empeñados como vosotros en la misma gran obra de solidaridad continental y de enaltecimiento de nuestro común ,abolengo histórico.

H e llegado a esta tierra del Plata, cuna de tantos hombres ilustres y escenario cte t;:mtos acontecimientos trancendentales en nuestra historia continental. en una misió11 de confraternidad americana, patwcinada noble;;ente por vuestro Gobierno. Tan fe liz circunstancia. me permite encontrarme en es tos momentos en el seno de esta .corpora­ción, donde flota puro y sin mancha. con toda Ja magestad de su grandeza. el espíritu

sanmartiniano.

Señor Presidente:

El Institu to Sanmartiniano del P erú, al que me honro en pertenecer, por unánime acuerdo. ha tenido a bien hacerme portador de un especial saludo para el Instituto de vuestra presidencia. y de manifestaros, además, la satisfacción con que se ve en mi p a ís la magnífica e intensa labor que se realiza en la Argentina en pró de la glorifi­cación de la exelsa figura del Libertador, G eneralísimo D . José de San Martín.

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Como americano y como soldado de un ejército que nació a la vida independieme merced al genio del gran Capitán de los Andes. os trasmito este saludo con toda la emoción que desp}erta en mi espíritu el recuerdo del pasado de 11loria que significa la Epopeya Sanmartiniana.

Y o siento en estos momentos vibrar en esta sala el espíritu del gran C apitán. Y surge en mi mente la épica visión de sus hazañas. Del Ejército de Mendoza. Del paso de las montañas más altas del mundo, en una cruzada que lo hace, por este hecho, más grande que Napoleón y Aníbal. De sus maravillosas campañas de Chile y dei Perú. De la proclamación de nuestra índepeRdencia en la Plaza principa~de Lima, en medio de una multitud agradecida y rebosante de entusiasmo patriótico y de la emo­cion de la libertad. Y sobre todo, de sus sublimes renunciamientos después de haber cumplido su obra redentor'a de medio Continente. Lo veo de retorno a la madre pa­tria, atravesar los Andes en su modesta mula, abnegado y solitario, a compañado so­l~mente de sus recuerdos . y de sus glorias. Y por último, lo veo en Bolougne Sur Me·-, alejarse serenamente de este mundo, que tanto le debe a su espada y a su genio, tenien­do cerca de si, como postrer visión de su vida legendaria, "su corta espada de combate. ·ias grandes pistolas del arzón de su silla de granadero, su retrato envuelto . en los plie­gues de la bandera que él ennobleció en Chacabuco y el estandarte de Pizarra bordado por la madre de CarJ.os V". ·

Para nosotr.os los peruanos. el General San Martín es el verdadero fundador de la P a tria Peruana. La proclamación de nuestra independencia y soberanía es un fruto de su genio . El es el creador. el iniciador de una nueva er2. en nuestra Historia. Por eso, el culto que se rinde a su memoria en mi país no podrá ser jamás confundido ni de3-p1azado por ningún otro, por grande que sea l;:i figura a quien se le • tribute. Es el culto de veneración y cariñoso respeto que los hombres y los pueblos rinden a sus pro­creadores. Podrá haber en el curso de la vida acontecimientos más trascendentales y más gloriosos, per.o el amor filial es· in¡:omparable y eterno.

San Martín fué un americano, en toda la' ex tensión de la palabra. Un gran · ame­ri~ano que sirvió a América $in distinción de fronteras y que todo lo sacrificó, hono­res, poder y glbrias, en aras del ideal de. la libertad, que poseyó su a lma por completo.

En esta hora de violencia y de ihcertidumbre por la que atraviesa el mundo. En momentos en que vacilan sobre sus bases milenarias los principios fundamentales que rigen la convivencia universal. la vida y la obra del gran Capitán es un ejemplo edi­ficante para todos los hombres que en América tienen la grave responsabilidad de g'o­bernar pueblos o comandar soldados.

Por eso, grato es contemplar cómo se juntan hoy los repres11ntantes de los Ejér­c.itos Americanos, impusados por los sentimientos y expectativas que animaron otr.ora a los más nobles y eminentes abanderados de la paz y solidaridad continental.

Cada día que pasa, América se yergue altiva y confiada en esta nueva encrucijada de su historia. Se reafirma en su voluntad. mil veces comprobada. a 'través de su corta pero fructífera vida independiente, de no claudicar de su histórica misión de paladín

de los sagrados fueros del espíritu. Debemos estar seguros de que América sabrá luchar, si necesario fuera, en defensa

de la integridad de sus comunes ideales y de su envidiable patrimonio. La contiend¡¡ emancipadora es una lección de lo que, unida en el ideal y en la

acción, América quiere y puede. Y si nosotros ].os americanos de . hoy. sintiéramos ~n alguna circunstancia flaquear nuestra v.oluntad. o viéramos obscuro el camino que nos impone nuestra misión histórica. no tenemos sino que volvernos hacia las figuras <le nuestros héroes y de nuestros próceres, y muy especialmente del gran Capitán de los

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Andes, con la seguridad de encontrar en su ejemplo la inspiración que nos señale la verdadera ruta de nuestro destino. . '

Seí)or Presidente: reiter·O mis agradecimientos por las frases con que habeis que­rido recibirme en el seno de vuestra Institución, para nosotros tan admirada y distin~

guida. A mi vez os expreso los sinceros sentimientos de fraternidad y cooperación c'~l

Instituto . Sanmartiniano del Perú. Tened por ;;eguro, que vuestras palabras serán reci· bidas y apreciadas en esa Corporación en todo su valor, y que ellas tendrán también muy grata rernnancia en mi patria.

Señores; estoy convencido de que el espíritu de mutuo entendimiento y coopera· ción entre nuestros Institutos ha recibido hoy un nuevo y vigoroso impulso.

Señor doctor Olascoaga:

Permitidme que estreche vuestra mano como una exteriorización del espíritu cor­dial y fraterno con que el Instituto Sanmartiniano de Lima envía, por mi intermedio, este saludo al Instituto Sanm~rtiniano de Buenos Aires, y también, como un testimonio eje la invariable y sincera amistad de nuestros pueblos y como una muestra de la ad· rniraciói1 y el cariño que el Ejército y la intelectaulidad de mi patria experimentan por· !a grande y noble Nación Argentina.

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Comité Directivo del Instituto Sanmartiniano ·del Perú

Señor Coron~l - CARLOS DELLEPIANE,

Vice-Presidente.

Señor Ingeniero PASCUAL SACO L ,

Bibliotecario.

Señor D octor LUIS ALA YZA P. S.,

Presidente.

Señor Doctor L. F. PAZ SOLDAN,

Tesorero.

Señor Doctor • J. M. V ALEGA, Vice-Presidente.

Señor RICARDO CA VER.O E .,

Secretario.

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MEMORIA PRESENTADA POR EL PRESIDENTE DEL INSTITUTO SANMARTINIANO

DEL PERU A LA ]UNTA GENERAL ORDINARIA EL DIA 11 · DE JULIO DE 1941

ScÍíores:

El Instituto con cuya presidencia me honro, creado en 23 de febrero de 1935, por ir.iciattva del historiador argentino José Pacífico Otero, ha venido laborando inin­terrumpiáamente y con creciente entusi<.1smo en el desarrollo de su programa.

Son s01 prencentes estos resultados, sobre~odo si se tiene en cuenta la circunstan­cia de operarse ~n un ambiente poco preparado para el cultivo de la Historia y de fines como lo que constituyen el alma de esta institución. '

En los primeros dos años se hizo el esfuerzo de editar uri órgano de publicida(l: La REVISTA DEL INSTITUTO SANMART IN IANO DEL P E RU. del cual llega­ron a aparecer ·cuatro números, correspondientes a julio y a diciembre de 1935, a ma­yo de 1936 y a julio del mismo año.

Esta revista fué acogida con alto aprecio en el país, y lo ha sido más en el ex­tranjero. Sin embargo se ha suspendido su publicación por razones económicas, a pe· sar de que siempre abundó el entusiasmo de todos para enriquecerla con valiosos es­tudios.

El público no está acostumbrado a pagar las publicaciones de esta indole. Las revistas de estudio existentes se sostienen con subvenciones y se distribuyen gratui­tamente.

Es muy sensible la paralización de la Revista, porque en torno de una hoja impre­sa la vida de las instituciones adquiere importancia dentro y especiales relieves fue­re . y a pesar de los años que han trascurrido desde que entró en receso, constantemen­te se reciben comi¿nicaciones de ·centros de estudios del extranjero, especialmente de los Estados U nidos, que la sol.icitan y expresan el deseo de ser considerados como sus­critores.

AÑO 1938

En la ses1on de Jun ta General cie 9 de febrero se ~ligió el Comité que de,sde en­t:::mces se encuentra al frente del Instituto, el mismo que fué reelegido <los años des­pués. En esa ocasión renunció el Dr. Carlos A. R omero, el +~stacado y anciáno his­toriador que desde Ju fundación había aportado sus esfuerzos y el prestigio de su nom­bre, consagrado eu todo e! orl'e.

Por estar fundada en razones de salud hubo de aceptarse esta renuncia; y se acor­dó expresarle nuestra gratitud, y crear. el cargo de Presidente Honorario, para con­ferírselo.

El resultado de la elección de 9 de febrero de 1938 fué el siguiente :

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Presidente Honorari0: Dr. Carlos A. Rpmero. Presidente: Dr. Luis Alayza y Paz Soldán. Vice-Presidente: Coronel Carlos D ellepiane. Secretarios: Dr. José M. Valega y ·sr. Ricardo Cavero Egúsquiza. Tesorero : Dr. Luis Felipe P az Solcián. Bibliotecario: IngQ Pascual Saco Lanfranco. Vocales: Coronel Manuel C. Bonilla, Sr. César García Rossel. Sr. Scipión Llo­

na, Dr. Miguel A. Martínez, Dr. Pedro Ruiz Bravo, Sr. Remigio Silva, Sr. Carlos G. Saco, Capitán de Navío Ernesto Salaverry.

En la misma sesión se modificaron los Estatutos, reduciendo a 14 el número de miembros de la Directiva. que era de veinte.

En las cinco sesiones celebradas en lS de fe!;irero, 22 de abril. 15 de octnbre, 16 de julio y 12 de diciembre, se tomaron diversos acuerdos: entre otros, el de enco­mendar al Vice-Presidente, Coronel Carlos D ellepíane, presentar un saludo al Insti­tuto Sanmartinia~o de Buenos Aires, apmvechando la oportunidad del viaje de aquel a_]to jefe, designado por el Supremo Gobierno como Agregado Militar a · la Embaja­da del Perú en esa capital.

Los miembros del Directorio del Instituto fraterno han sido declarados Corre.,­, pondientes del nuestro.

En las Fiestas Patrias se designó a los señores Dr. José M. Valega y Dr. Miguel A . Martinez para hablar en la P laza San M artín y en ,el P anteón de los Próceres, respectivamente.

AÑO 1939

' Se celebraron cinco sesiones, con -fechas 4 de abril , 2 de mayo, 12 de julio, 6 de setiembre y 30 de noviembre. En la primera se dió cuenta de la nota del doctor Eduardo Colambres Mármol, Embajador de la R epública Argentina y personalidad que siempre se distinguiera por su fervoroso culto de la memoria del General San Martín, despidiéndose y donando a este Instituto un busto del prócer argentino es-1ampado en bronce, un cuadm representando el P aso de los Andes por los Genera­les San Martin y O'Higgins y dos estantes para le>. Biblioteca.

El Instituto lamentó el alejamiento del culto diplomático.

El Instituto se hizo represeritar en las fiestas que se celebraron en la ciudad del Cuzco, con motivo del centenario de Garcilaso de la Vega, por su Secretario, el señor Ricardo Cavero Egúsquiza.

El Presidente del Instituto, en su calidad de miembro de la Comisión Peruana de Cooperación Intelectual del Perú, fué designado por ésta para representarla en el primer Congreso Pan Americano de la materia, que se celebró ' en Santiago de Chi­ie, ep enero de 1939. A su regreso el Instituto emitió un voto de aplauso a su labor. _

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Con motivo de celebrar el diario "El ._Comercio", decano de la prensa nacional y c0tidiano que siempre se ha distinguido por su celo e inteligencia en la defensa de los altos intereses nacionales, se acordó, en sesión de 2 de mayo, un voto de aplau­

so y congratulacióh. El Coronel Manuel E. Bonilla fué designado para pronunciar una conferencia so­

bre la eficiencia de los ejércitos contendientes en ·la campaña de la emancipación del Perú, ia cual se realizó en el local de la Sociedad Geográfica, ante. numeroso y es­

cogido público.

La mo.dalidad más eficaz que el Instituto tiene a su alcance, de llenar su come­tido, la constituyen las conferencia3. Mediante ellas se pone en contacto con aquella · parte del público que se interesa por asuntos de este género, y ejercita las fuerzas es­pirituales del pensamiento y de la palabra , dentro de un. recinto cerrado, lo que forma un ambiente excepcional para llegar profundamente al alma de las colectividades. Así se puede enseñar a conocer y a venerar a los próceres y a obtener provecho del ejem­plo de sus virtudes; esto es, llenar el cometido de este centro en sus dos .aspectos, el que se refiere a nuestros deberes de gratitud para con los hombres inmortales de la patria, y el que busca en e11os y en las lecciones de sus vidas provecho para las.

generaciones actuales y v enideras.

El Coronel Dellepiane, '\'ice-Presidente del Instituto, envio su renuncia desde .Bue' nos Aires, motivada por la circunstancia de hallarse radicado en esa ciudad.

La ausencia de tan c'eloso y eficiente c-ompañero fué muy lamentada. Para reem­piazarlo, se eligió al Dr. José M. Valega.

El Dr. Alayza hizo saber en la sesión de 18 de julio que, atendiendo a una lla­mada urgente, debía salir a Europa inmediatamente. Con este motivo asumió la pre­sidencia d Vice-Presidente Dr. Valega.

Se designó para hablar en las Fiestas Patrias, en la plaza San Martín y en el Panteón de los Próceres, a los señores Dr. Miguel A. Martínez y Carlos G: Saco.

En la sesión de 6 de setiembre, bajo la presidencia del Dr. José M. Valega, se acordó saludar al historiador argentino Sr. Ricardo Rojas, que visitaba· nuestra ca-pital. • . I

El Dr. Valega dictó en los últimos días del año una conferencia en el local d.~

la Sociedad Geográfica, sobre el proceso Monteagudo desde el ángulo histórico po:í­l!Co, a la cual asistió selecta concurrencia.

AÑO 1940

Se celebraron trr s sesiones, con fechas 22 de enero, 8 de mayo y 13 de noviem­bre. En la primera se dió cuenta del ofido del Sub-Secretario de Estado de los Es­tados Unidos, Summer W elles, dirigido por conducto del Ministerio de Relaciones Ex .. teriores, invitando al Instituto a participar en el VIII Congreso Científico Pan-Ame­ricano dt! Washington. El Presidente, Dr. Alayza, ofreció presentar, y así lo hizo, en extenso trabajo sobre la personalidad de! Mariscal José de La Mar y su ninguna responsabilidad en la guerra contra la gran Co_lombia. ·

t.

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Se invitó al historiador argentino Dr. J. Francisco Silva , del Centro de Inves ti­gaciones Históricas. de Córdoba, que realizaba' estudios de su especialidad en Lima, a dictar una conferencia. Ja que se realizó en el local de la Sociedad Geográfica, y

versó ·sobre el histórico camino que une a Lima y Buenos Aires, pasando por Córdob< .. Tucumán, Potosí y Puno.

El Dr. Silva fué recibido especialmente como miembro Correspondiente de este

Instituto.

En mayo se acordó organizar un ciclo de conferencias sobre los G enerales Casti­lla, Echenique y Vivanco. la trilogía de caudillos que plasmó nuestra R epública a m~­diados del siglo XIX.

Un estudio de este género cuando se ha cumplido casi un siglo de la obra de los tres· grandes personajes, lapso consagrado para las revaluaciones y rec tificaciones his­tóricas. permitirá enfocar y juzgar la importancia del rol que desempeñaron, y su influencia en la organización del P erú.

' Al efecto se solicitó a los doctores Miguel A . Martínez, y Teodosio Cabada, y al Sr. Carlos G. Saco para que, como autores de sendas obras acerca de los nombra­"1os iestadistas, dictasen las conferencias.

Estas no pudieron realizarse en el curso del año, por el deterioro sufrido por el local de la Sociedad Geográfica, con el sismo de 24 de mayo ..

El Coronel Manuel C. Bonilla fué. comisj.onado para hablar en las p; "!s tas P 2t!'ias en la Plaza San Martín.

El Instituto se hizo representar en Arequipa, con motivo de las fiestas centena­rias de la ciudad del Misti , por el Secretario, Sr. Ricardo Cavero Egúsquiza.

Se puso en ~studio la ~bra del Embaj ador argentino, Dr. Colombres Mármol. so­bre las Conferencias de Guayaquil, y el Presidente, Dr. Alayza hizo una exposición sobre ella, expresando que, si bien no era posible pronunciarse sobre la autenticidad de las 14 cartas desconocidas que sostiene el autor haber hallado, mientras la técni­c.::i y la crítica no las califiquen, es siempre muy interesante el aporte del Dr. Colam­bres, porque investiga con lucidez y pleno conocimiento la materia discutida, y. pro­duce la· impresión de . que hasta hey no se ha logrado esclarecer el misterio de esas entrevistas; pues la documentación exhibida por quienes se han ocupado de ella no p t aduce fe plena.

El Dr.' Valega . ofreció hacer un estudio y dictar. una conferencia sobre la obra d~l Dr. Colambres Mármol.

El Instituto Sanmartini?no de Bogotá designó al Dr. , Alayza, Miembro Hono­rario; juntamente con el Presidente del Perú y cuatro altas personalidades naciona­les. Como tal di~tincióp fué, sin duda alguna, motivada por el cargo · qu~ ejerce el

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Con motivo de celebrar el diario "El ._Comercio", decano de la prensa nacional y c0tidiano que siempre se ha distinguido por su celo e inteligencia en la defensa de los altos intereses nacionales, se acordó, en sesión de 2 de mayo, un voto de aplau­

so y congratulacióh. El Coronel Manuel E. Bonilla fué designado para pronunciar una conferenéia so­

bre la eficiencia de los ejércitos contendientes en ·la campaña de la emancipación del Pérú, ia cual se realizó en el local de la Sociedad Ge.ográfica, ante. numeroso y es­

cogido público.

La mo.dalidad más eficaz que el Instituto tiene a su alcance, de limar su come­tido, la constituyen las conferencia3. Mediante ellas se pone en contacto con aquella parte del público que se interesa por asuntos de este género, y ejercita las fuerzas es­pirituales ·del pensamiento y de la palabra , dentr·:i de un. recinto cerrado, lo que forma un ambiente excepcional para llegar .profundamente al alma de las colectividades. Así se puede enseñar a conocer y a venerar a los próceres y a obtener provecho del ejem­plo de sus virtudes: esto es, llenar el cometido de este centro en sus dos .aspectos, el que se refiere a nuestros deberes de gratitud para con los hombres inmortales de la patria, y el que busca en elbs y en las lecciones de sus vidas provecho para las

generaciones actuales y venideras.

El Coronel Dellepiane, Xice-Presidente del Instituto, envio su renuncia desde Bue' nos Aires, motivada por la circunstancia de hallarse radicado en esa ciudad.

La aus1mcia de tan c'eloso y eficiente compañero fué muy lamentada. Para reem-piazarlo, se eligió al Dr. José M. Valega. -

El Dr. Alayza hizo sal:er en la sesión de 18 de julio que, atendiendo a una lla­mada urgente, debía salir a Europa inmediatamente. Con este motivo asumió la pre­sidencia d Vice-Presidente Dr. Valega.

Se designó para hablar en las Fiestas Patrias, en la plaza San Martín y en el Panteón de los Próceres, a los señores Dr. Miguel A. Martínez y Carlos G, Saco.

En la sesión de 6 de setiembre, bajo la presidencia del Dr. José M. Valega, se acordó saludar al historiador argentino Sr. Ricardo Rojas, que visitaba· nuestra ca-pital. · '

El Dr. Valega dictó en los últimos días del año una conferencia en el local d .~

la Sociedad Geográfica, scbre el proceso Monteagudo desde el ángulo histórico po:i­tico, a la cual asistió selecta concurrencia.

ANO 1940

Se celebraron tres sesiones, con fechas 22 de enero, 8 de mayo y 13 de noviem­bre. En la primera se dió cuenta del oficio del Sub-Secretario de Estado de los Es­tados Unidos, Summer W elles, dirigido por conducto del Ministerio de Relaciones Ex .. teriores, invitando al Instituto a participar en el VIII Congreso Científico Pan-Ame­ricano de' Washington. El Presidente, Dr. Alayza, ofreció presentar, y así lo hizo, t:n extenso trabajo sobre la personalidad del Mariscal J~sé de La Mar y su ninguna responsabilidad en la guerra contra la gran Co.Jombia. ·

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Se invitó al historiador argentino Dr. J. Francisco Silva, del Centro de Investi­gaciones Históricas, de Córdoba, que realizabéf estudios de su especialidad en Lima. a dictar una conferencia, la que se realizó en el local de la Sociedad Geográfica, y

versó sobre el históri~o camino que une a Lima y Buenos Aires. pasando por Córdob< .. Tucumán, Potosi y Puno.

El Dr. Silva fué recibido especialmente como miembro Correspondiente de este

Instituto.

En mayo se acordó organizar un ciclo de conferencias sobre los Generales Casti­lla. Echenique y Vivanco, la trilogía de caudillos que plasmó nuestra Repúbliaa a m~­diados del siglo XIX.

Un estudio de este género cuando se ha cumplido casi un siglo de la obra de los tres· grandes personajes, lapso consagrado para las revaluacionés y rectificaciones his­tóricas, permitirá enfocar y juzgar la importancia del r.ol que desempeñaron. y su influencia en la organización del Pe.rú.

' Al efecto se solicitó a los doctores Miguel A . Martínez. y T eodosio Cabada, y

al Sr. Carlos G. Saco para que. como autores de sendas obras acerca de los nombra­dos restadistas, dictasen las conferencias.

Estas no pudieron realizarse en el curso del año, por el deterioro sufrido por el local de la Sociedad Geográfica, con el sismo de 24 de mayo ..

El Coronel Manuel C. Bonilla fué comisi.onado par,a hablar en las F; ~stas P a trias en la Plaza San Martín.

El Instituto se hizo representar en Arequipa, con motivo de las fiestas centena­rias de la ciudad del Misti. por el Secretario. Sr. Ricardo . Cavero Egúsquiza.

Se puso en ~studio la obra del Embajador argentino, Dr. Colambres M á rmol. so­bre las Conferencias de Guayaquil. y el Presidente, Dr. Alayza hizo una exposición sobre ella, expresando que, si bien no era posible pronunciarse sobre la autenticidad de las 14 cartas desconocidas que sostiene el autor haber hallado, mientras la técni­c. :i. y la crítica no las calificjuen, es siempre muy interesante el aporte del Dr. Colam­bres, porque investiga con lucidez y pleno conocimiento la materia discutida, y. pro­duce la impresión de . que hasta hoy no se ha logrado esclarecer el misterio de esas entrevistas; pues la documentación exhibida por quienes se han ocupado de ella no p10duce fe plena.

El Dr.· Valega_ ofreció hacer un estudio y dictar . una conferencia sobr~ la obra d~I Dr. Colombres Mármol.

El Instituto Sanmartini?no de Bogotá designó al Dr . • Alayza, Miembro Hono­rario; juntamente con el Presidente del Perú y ci.:atro altas personalidade~ naci.ona­les_. Como tal distinción fué , sin duda alguna, motivada por el cargo · que ejerce el

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Dr. Alayza, se acordó, por reciprocidad, designar .a los miembros de la Directiva del Instituto hermano, Correspondientes del • nuestro, y declarar Miembros H::morarios a los ~<:'.ñores Sanín _Cano, F abio Lozano · y Lozano, J. M. Castro Silva, Gustavo Otero Mu­ñoz, Eduardo· Valenzueh y al Embajador de ~olombia en Lima, Dr. Eduardo Res­trepo Sáenz.

AÑO 1941

\ En los · ~eses corridos -hasta el · dia diez del presente se han celebrado tres se­

siones con fechas 10 de enero., 9 de mayó y 3 de julio. 1

En la primera se dió cuenta de una comunicación del Coronel Dellepiane obse­:;uiando al Instituto las Insignias de plata esmaltada con la efigie de San Martín pa­r::i uso del Directorio, y se agradeció tan significativo presente del entusiasta y li­beral compañero.

Se acordó ofrecer una fiesta al Coronel Raúl Aguirre Malina, Agregado Militar de la Embajada de la República Argentina en Lima, con motivo de su traslación ::i Buenos Aires. El Coronel Aguirre se ha mostrado siempre como un distinguido· cul­tor de la historia americana, y ha dedicado los dos años de su permanencia en ésta, a esiudiar la figura del Mariscal Ramón Castilla. Por iniciativa suya la República del Plata rindió un doble homenaje a nuestro excelso Mariscal. colocando una palnp el¡ Lronce en el Círculo Militar de Buenos Aires y otra en el monumento erigido al pró­cer en esta capital.

El P.residente ofreció la fiesta en su domicilio, agasajando con un cocktail al dis­tinguido miíitar argentino.

En mayo de! presente año dictó el Dr. Miguel A. Martínez la primera Confe­rencia de la trilogía CastiJia-Echenique-Vivanco. y en junio ú!Úmo el Dr. Teodosio C «­bada pi·onunció la dedicada al Gea<>!al Vivanco. Próximamente tendrá lugar la del Sr. Carios G. Sa~o sobre el Gener.il Eci1enique.

Están aéordadas las tres últimas conferencias de este año: sobre el Mariscal Nieto, a cargo del Dr. Ped~o Ruiz Bravo, sobre el Maris~al Gamarr; a cargó del Co-1 onel _Carlos Dellepiane, y sobre el Mariscal La Mar: que sustentará el Dr. Luis Alayza. ·

El Instituto acordó. levantar dos obdiscos recordatorios QP las acciones ·heróicas ae Millán y Prud<'in en la quebrada de San l\fate9, y de Pringles rn · la playa de P~scadores, de Chancay; por las características nada comunes, de gallarc!ía. abneg¿!­ción y pundonor militar que hacen de es;is acciones dos alfos ejemplos, y' por el e1e­mento educador qu.e ambas encierran.

En 21 de febrero de 1824 el General Moriet conducía a los prisioneros patriotas sacados de las casasmatas del Callao, por fa quebrad_a del Rímac. Al llegar a los primeros ranchos de San Mateo, fugaron el Coronel Ramón Estomba y el Coman­dante Juab Pedro Luna. • Monet, al enterarse. formó a los prisioneros . para sortear a dos de ellos, uno por cada próf.ugo. El General ·de Marina peruano Pascual de Vi­vero, que marchaba al lado de Mo!iet, <Jj)artándos~ de éste púsose violentameu~e a

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ia cabeza de ·1; fila, para entrar en el sorteo. Monet se opuso, y cuando Vivero insistía en su derecho a ·participar · ele la suerte de sus compatriotas, dos jóvenes capi­tanes argentinos, Millán ·y Pr~dán, reclamaron el derecho de ser pasados por las ar­mas ~in sorteo, declarándose autores de la fuga. Para comprobarlo sacaron de sus mochilas las polacas 'de ' ambos jefes, que habían escondido entregándoles, en cambio, sus mantas para improvisar ponchos con los cuales pudiesen disfrazarse.

Monet \os fusiló en el acto. (MF. P az Soldán, T. II. P. 224). P riugles, jefe de una partida patriota de la expedición sanmartiniana · de Hua­

raz, se encontró súbitamente con dos batallones españoles mandados por el Coronel español Valdés en los arenales al N .orte de Chancay. En vez de replegarse, como rezaban sus instrucciones, acometió al enemigo. Arrollado tras breve combate, co­menzó a retirarse hacia la playa de Pescadores, y por último penetró al mar resuel­tamente con su grupo de jinetes, para sepultarse bajo las olas antes que rendirse. Val­dés, admirando tal heroísmo, gritó des.de la orilla que concedía una capitulación ho;i­rosa a los valientes, dejándoles su libertad y sus armas; y sólo enfonces ordenó Prin­gles regr~s;ir a tierra.

El Coronel Aguirre Melina, interesándose por nuestro propósito, habló de él al Sr. Antonio Santamarina, Senador argenitno y persona acaudalada, quien espontánea­mente hizo un donativo de S/o. 3,018 para contribuir a la erección de los obeliscos.

La obra se ha contratado con el escultor peruano Romano Espinoza C áceda, y dentro de pocos dí;is estará concluído el primero de dichos monumentos, a la memo­r ia de Millán y Prudán. P ara la fiesta inaugural ha sido invitado el Presidente de la República, Dr. Manuel Prado, quien gustoso ha aceptado y asistirá, y se ha sefür­lado uno de los días ·de las Fiestas Patrias para efectuarla.

El obelisco a Pringl~s en el puerto de Chancay se · inaugurará dentro de tres meses.

El Instituto fué invitado para participar en el homenaje a nuestro historiador José T oribio Polo. y se encomendó a su Presidente el discurso de orden, en la gran actuación celebrada por · el Instituto Histórico del Perú y la Sociedad Geográfica .:le Lima. juntamente con el nuestro.

El Instituto ha concurrido al Congreso de G eográfia e Flistoria celebrado en el mes de abril. en esta capital. répresentado por su Presidente y por el Ing" Pascual Saco Lanfranco. La laboriosa colaboración de ambos fué premiada con un vc;ito de aplauso en la sesión de 9 de mayo último.

Se han establecido dos centros filiales del Instituto. El pr.imero de ellos en !qui­tos y el segundo, en julio último en C hiclayo. P aré! este fin se comisionó al Dr. Pe­dro Ruiz Bravo, Senador por el Departamento de Lambayeque.

El atto estuvo rodeado de la mayor importancia, y se ha acordado con tal mo­tivo un voto de aplauso al Dr. Ruiz Bravo por su brillante l~bor.

Se ha designado para tomar la palabra en las próximas Fiestas P atrias, en la Plaza San M artín. al Dr. Luis Felipe Paz Soldán, al Coronel Carlos D ellepiane para hacerlo en la Radio Nacional v al Dr. Ruiz Bravo para hablar en el P anteón de los Próceres.

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SOCIOS ACTIVOS

En el lapso de tiempo a que esta Memoria corresponde -febrero 1938 a julio 1941- se han designado íos siguientes socios activos:

Dr. Clemente Palma , Sr. Manuel Vegas Castillo, Ing9 Bernardo Morawski , Sres. Jorge D extre Freile, Enrique D. Rovar y Sra. Fara T '!rasco, y Eduardo Recavarre¡:.

CORRESPONDIENTES

Se ha declarado como tale~ a los señores Juan Manuel Mateo, .Francisco V. Sil­va, Juan Cánter y J_osé Miguel (Rep. Argentina) , Santiago Albornoz, peruano resi­dente en Buenos Aires , Luis Felipe Ferreiro, José Bueno de Oliveyra, ,Max Fieux (Brasil) , Alejandro Araujo (Chiclayo} , Carlos Guzmán y Vera (Callao) , y Dr. A1!-gusto Soriano Infante •( Huaraz). "

Me es altamente satisfactorio dejar constancia de la actividad , ceio y .fervor por la institución que, sin un momento de desmayo, ha animado a los señores miembros del Directorio, quienes ofrecen asi una alta nota de civismo y cultura, destacándos~

en la sociedad capitalina por su consagración al estudio, al ideal y a la salud espi­ritual de la patri~.

Antes de concluir quiero agradecer a nombre del Instituto a la Sociedad Geo­\jráfica de Lima y a su digno Presidente, Dr. Horado H. Urteaga, la hospitalidad que tan auspicioso y acreditado local ofrece a nuestras conferencias.

Lima, julio de 1941.

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COMITE DIRECTIVO ELEGIDO PARA EL Bienio Julio 1941 - Ju_lio 1943

Presidente: D r. Luis Alayza P az Soi­dán, reelegido por aclamación .

Vice-Presidentes: Coronel Carlos D c!.­lepiane y D r. José M. V alega, reelegido.

Secretario: Sr. Ricardo C avero Egú~­

quiza. reelegido. T esorero: Dr. Luis F elipe Paz Soldán,

reelegido.

' Bibliotecario : In g9 Pascual Saco Lan­fr c-·nco, reelegido.

Vocales: Coronel Manuel C. Boni!Li, Sr. Ca rlos Gabriel Saco, C ap. de Navio Ernesto Salaverry , Sr. Pedro Ruiz Bra­'l.' O , Dr. Miguel A . M art ínez. S r. César García RoselI , Sr. Remigio B Silva . Sr. Scipión Llana , reeleg idos, y Dr. Enrique D . T ovar.

M IEMBROS A CTIVOS (1)

Dr. Diómedes Arias Scnreiber. Ing9_ Alberto Alexander. S r. Pablo Abril de Vivero. Dr. Jorge Basadre. S r. pmilio de )a Barre ra . Capitán Juan A. Benites. Capitán Emilio Barrón. lng9 Enrique de las Casas. Ing9 Cat los Camino Calderón. Comandante E duardo Ca~tro R íos Dr. Teoddsio Cabada. Sr. Jorge D extre F reile. Dra. Ella D umbar T emple. Dr. Edmundo Escome!. Dr. Luis E spejo. G eneral Luis Escudero. Tne. C orL C ésar Egúsquiza. Dr. José Gálvez. Srta. Elvira García y García. S~ . Gonzalo H erre ra. Sr. Rafael Larca H errera. Dr. Jua n B. de Lavall e. Dr. Antonio de La Torre. Sr. Luis León P .

Sra. Cristina E lmore de Layous. Dr.- O sear Miró Quesada. lng9 Juvenal Monge. General Pedro P. Ma rtínez. lng 9 Bernardo M orawski. Dr. Juan F. P azos V arela . Dr. Clemente Palma. Dr. C arlos E nrique P az Soldán. M ayor Rica rdo P P.rez Godoy. Sr. Abdón Max. Pajuelo. Sr. Guillermo Q uedas. D r. Emilio 'Romero. Dra. E sther F. de Ramos Ocampo. Sr. Eduardo Recavarren U lloa. Sr. Atilio Sivirichi.

' Sra. Fara de Tarasco. D r. Horado U rteaga. D r. Luis E. Valcárcel. S r. Manuel Vegas Castilio. Tnte. Cor!. César Velarde. Sra. Emilia Romero de V alle. Dr. José W agner. Sr. Emilio Z ileri. S ra. D ora Mayer de Zulem.

( 1) .-Sólo se ha considerado a los Socios ;ictivos que han obtenido el respectivo Diploma.

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MIEMBROS DE HONOR

Presidente de Honor: Dr. MANUEL PRADO, Presidente de la República.

Presidente Honorario: Dr. Carlos A. Romero.

Miembro Honorario nato: Sr. Carlos Quintana, Embajador de la República Argentina.

Miembro Honorario nato: Sr. José Abe! Montilla, Ministro · Plenipotenciario cíe Venezuela.

Miembros Honorarios: Coronel Raúl Aguirre Malina, de Argentina.

Dr. Laurentino Olozcoaga . de Argen­tina.

Sr. Antonio Santamarin;i, de Argenti­na.

Gral. Esteban Vacarezza, de Arge•~­

tina. ~ Sr. Sanin Ca;10, de Colombia.

Sr.)· M. Castro Silva, de Colombia. '-Sr. Fabio Lozano Lozano, .de Colom­

bia. Sr. Gustavo Otero Muñcz, de Colom­

bia. .., Sr. Eduardo R estrepo Sáenz, de Cc­lombia.

Sr. Eduardo Valenzue!a. de Colombia.

MIEMBROS CORRESPONDIENTES

Sr. Santiago Albornoz .. peruano, resi-dente en Argentina.

Sr .. Pedro Belou, de Argentina. Sr. Juan Cánter, de Argentina . Tte. Cor!. Julio A. Lagos, de Argen­

tina. Sr. Enrique Loudet. de Argenti na.

· Sr. Juan Manuel Mateo , de A~gen t i­

na. Sr. José Miguel. de Argentina. Sr. Francisco V. Silva, de Argentina. Sr. Max Fleux, de Brasil. Sr. José Beuno de Oliveira, de Bra­

sil. Sr. Guillermo Porras Troconis, de C,1-

lombia. Sr. Gustavo Mon~oy Garaycoa, de E­

cuador.

Dr. Dagoberto Juar~z. de México. Sr. Daniel F. O'Leary, del Paraguay. Sr. Alejandro Arauja. de . Chicla yc

(Perú). . Sr. Alberto Casavilca, de Ica (Perú}. Sr. Carlos Guzmán y Vera, de Ca­

llao (Perú). Sr. Octavio Nieri. de Ica (Perú}. Sr. Augusto Soriano Infante. de Hua-

rás (Perú). Sr. Luis Felipe Ferreyro. de Uruguay. Dr. Vicente Dávila, de Venezuela. Dr. Cristóbal L. Mend:na, de Vene-

zuela . Dr. José Santiago Rodríguez, de Ve­

nezuela.

MIEMBROS DE LA DIRECTIVA DEL .SANMARTIN IANO DE BUENOS AIRES, DESIGNADOS CORRESPONDIENTES DEL NUESTRO:

Dr. Atiiio Manuel Barilari. Sr. Ismael Bucich Escobar. · Tnte. Crnel. Félix Best. · C:cntral~iranté Pedro L. Casal. Capi tán de Fragata Teodoro Caillc t-

Beis. Sr: Enrique de Gandía. D r. Juan M. Guglialmelli. Dr. Gualberto E. Miquez.

Dr. Pedro Mohorade. Coronel Adrián Ruiz Moreno. Dr. Belisario J. Otamendi. Sr. Ricardo O. Stamb. Dr. Carlos Obligado. Mayor Leopoldo R. Ornstein. Capitán de Fragata Héctor R . Ra ttc: Capitán de Fraga'ta Jacinto R . YabrP. Sr. Rómulo Zavala.

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.. FIRMANTES DE LA ASAMB,LEA CONSTITUTIVA DEL INSTITUTO

. SANMARTINIANO DEL PERU

Sr. Carlos Arellano. Emilio de la Barrera.

.. E. de las Casas.

.. R . C avero Egúsquiza.

.. Santiago Duarte.

.. F. Ericson. P . Etchapare.

,. E. O . Farfán y B. .. M. E. Gamarra Hernández.

Eduardo F. García. .. César García Rosell. '/. .. E. de Habich. ,. Gonzalo Herrera.

Sra. Cristina Elmore de Layous. , Sr. Scipión E. LJ.ona.

.. Miguel A. Martínez. • Daniel Matto.

.. Alfredo Muñoz. E. A. Moya del

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Sr. Isaías Mendoza del Solar S. Mariátegui Leiva.

.. José G. Otero .

.. J. P . Otero,

.. N. P érez Velásquez.

.. Vida! C. Panizo. Abdón l'v!ax. Pajuela.

,, Carlos E. Paz / Soldán. .. R. R . Roverano.

J. M. R amos Ocampo. Sra. Esther F. de Ramos Ocampo. Sr. Luis Santa María.

.. Ati!i.o Sivirichi. X Sra. Adriana E. de Sarria. Sr. C. H. Shephard.

.. Luis Vargas Prada. Ferruccio Zileri.

.. Martlio Zileri.

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TALLERES GRAFICOS DE LA

EDITORIAL LUMEN S . A .

PESCADERIA 133-137 ~LIMA

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'culo 49-La dirección del Instituto está a cargo de un Comité de quince miem· entre los cuales se elegirá un Presidente, dos Vicepresidentes. un Secretario, \In

esorero y un Bibliotecario. Los demás serán vocales. Este Comité asume el manejo de todos los asuutos y la dirección de la man;ha

dd Instituto, debiendo dar cuenta de sus actos en la Memoria anual. ArtícuJ.o SQ- E n caso de ausencia del Presidente, asumirá Ja presidencia un Vic,· ·

¡:::residente. Si no estuviera presentes los Vice-presidentes, podrá sesio~a rse bajo la p:c .. sidencia del miembro de mayor edad entre los concurrentes.

Art ículo 6Q-Las elecciones de cargos se realizarán en la primera quincena de Julio de los años impares, y el Comité electo entrará en funciones el 28 de ese mes. en la actuación solemne de que trata el artículo 99•

La duración de los· cargos es de dos años y s.on reelegibles. Artículo 79-Habrá Junta General ordinaria una vez al año para los efectos del

artículo anterior y para la lectura de la Memoria anual del Presidente y juntas extra­ordinarias cuando las soliciten más de diez miembros.

Artículo 89-El Gamité sesionará una vez al mes, en la fecha que fi je el Presi­dente.

Artículo 99-Habrá una sesión s.olemne el 28 de Julio de cada año, o, si no fue­ra posiblé, en la fecha más próxima, en recordación de la Jura de la Independencia del Perú; y en otras fechas memorables cada vez que lo acuerde el Comité.

Artículo 109-La elección del Directorio será hecha por la Junta General por mayoría de votos. Igualmente por mayoría de votos se tomarán los acuerdos del Comité.

Artículo 119-El quorum para las Juntas Generales lo compondrá el tercio del total de los miembros del Instituto. Si no se alcanzase este número, se citará por segunda vez y se sesionará con los que asistan.

Artículo 129-El quorum de las sesiones del Comité será de seis de sus miem· bros.

Artículo 139-En las Juntas Generales, ordinarias o extraordinarias, se harán las design.aciones de miembros honorarios y correspondientes.

Artículo 149 - El Instituto publicará una revista y formará una Biblioteca y un ficharía. debidamente catalogados.

Articulo 159-Son rentas del Instituto las cuotas de les miembros, cuyo monto f¡. jará el Comité y los fondQS provenientes del importe que se señale para las Insignias v Diplomas. subvenciones, donativos y de actuaciones que se realicen para pru­veerse de fondos·

Articulo 169- El Instituto tendrá fili ales en las ciudades del P erú en que hay¡¡ ambiente para ello.

Articulo 179- ·Los miembr•os del Instituto usarán en las actuaciones oficiales la Insignia de la Institución, que es un botón de oro o plat;i de forma oval con el busto de S:i.n Martín dentro de una franja con los colores de nuestra bandera.

Artículo 189-El Reglamento del Instituto puntualizará las atribuciones de los miembros del Comité.

Artículo 19Q-EI Instituto es extraño a la política y las actividades de esta na­turaleza quedan prohibidas de manera absoluta.

ArtícuJ.o 20•-E! I~stituto Sanmartiniano del Perú colaborará con el de Buenos Aires para los fines que !es son comunes.

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