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N.O21 Noviembre 1974

PUBLlCACION DEL SERVICIO MUNICIPAL DEPARQUES Y JARDINES DE BARCELONA

Portada - El pequeño gorila hijo de «Capita de Nieve». juega con unchirnpance nacido también en el Parque Zoologico de Barcelona

PRECIO 50 Ptas.

Editorial 1Los animales en el antiguo Egipto 3

Antonio JonchLas salamandras gigantes 8

Enrique DaunerJulio Gisbert

Aves en semilibertad 11Jaime Xampeny

Consideraciones y comentarios sobre laalimentación de los gorilas del Africa Occi-dental en la naturaleza 13

Jorge Sabater PiEl orden del picoteo 16

Rosario NosRinocerontes asiáticos (III) 19

J. Vte. Santafé LloplsEstímulos desencadenantes de la conductamaternal del calamón 23

Jordi FábregasEstudio comparativo del grooming de lospsitácidas 26

M.OMercedes Espinosa ValeroNoti-Zoo 28Bibl iografía 32

El conterudo de los aruculos frrrnados expresa la opiruón de sus autoresy no representa forzosamente el punto de vista del Parque Zooloqico deBarcelona

Publicidad: INTERGRAFIS, S. L.Avda. J. Antorno, 756, 3.° Barcelona-l J

Impresión: SIR VENSAE· BarcelonaDep. Legal B. 20.316·62

REDACCION ADMINISTRACIONREDACCION y ADMINISTRACION Servicto Municipal de Par-ques y .Iardrnes. Avda Marques de Corrullas, Parque de Mont-juich Barcelona - PUBLlCACION CUATRIMESTRAL SuscripcrónEspaña 150 Ptas - Extranjero 175 Ptas - DIRECTOR Juan Pe-dret Muntañola - EQUI PO DE REDACCION LUIS Ferrer Lopez,Gerente - Antoruo Jonch Cuspinera, Director Tecruco (Zoo) -.Joaqum M a Casamor de Espona, Director Tecruco (Parques) -Rosana Nos de Nicolau Conservador - Jase Carrrllo de Albornoz,Dr lnqeruero Agrónomo - Jorge Sabater Pí, Conservador - JuanPañella Bonastre Técruco Botáruco - José Juan Ramos, Jefedel Gabinete Tecruco - Fotos Vinyals, Sabater PI, Jonch, Nicolau,Xampeny - Dauner y Coca

EDITORIALLa inactividad en las Instituciones es algo tan fu-

nesto que, de operarse, las condena a muerte segurapor inanición o descuido, una de las peores manerasde morir. Si el comentario lo centramos en el ParqueZoológico, como núcleo donde la vida y la renovaciónforman parte de su esencia, el inmovilismo seríaun auténtico pecado.

Consecuentes con estos principios y siemprecircunscribiéndonos a las posibilidades presupuesta-rias oficialmente otorgadas, el zoo barcelonés va in-crementando sus efectivos y, muy especialmente, suponderación técnica y educacional. Buena prueba deello son la creación del Centro de Biología AnimalAplicada y Primatología, junto con la Escuela Teó-rico-Práctica del zoo y la incorporación de nuevosespecialistas.

Aparte de esta esencial tarea, en el transcurso deeste año se llevarán a cabo ampliaciones de granimportancia, las cuales están ya en curso de reali-zación; entre ellas destacan: la «galería para monostntertores-: la -nursery»: las ordenaciones del recin-to apellidado popularmente « Montañas de Montse-rrat», con unas dependencias especiales para mu-flanes de Córcega, cabra montés, muflones del Atlasy buitres; el departamento definitivo para el cultivodel alimento vivo y, finalmente, el desarrollo de laprimera fase del Centro de Biología Animal Aplicaday Primatología, junto con la Escuela Teórico-Prácticadel zoo.

La rotulación total de las especies del recinto,hoy bastante deteriorada, quedará totalmente reno-vada y se llevarán a cabo consolidaciones en variasinstalaciones ya que, algunas de ellas, llevan muchosaños de servicio y si no conviene olvidar la inicia-tiva, siempre agradable de crear cosas nuevas, nopodemos descuidar el conservar lo que, con tantoesfuerzo fue ordenado.

Con estas directrices e intencionalidades, estamosseguros de que nuestro zoo pervivirá y cada vezserá mejor, objetivo que con toda dedicación trata-remos de conseguir.

Ramón Torres Muñoz

Concejal Presidente del ServicioMunicipal de Parques y Jardines

PEDRO AMILLS NOGUERAAbastecedor - Comisionista de ganado y carnes vacunas

DESPACHO: Consejo de Ciento, 205, entlo. 1a • Teléfonos: 2535051·2538937

BARCELONA·11

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8ARCELONA

Cabeza de Falcón en bronce (850 años a de C I

No hay duda que cada uno de nosotros, bien seapor profesión o preferencia, nos dedicamos al estu-dio de unos problemas determinados con objeto deprofundizar más en sus particularismos y formarnosun mejor y más completo conocimiento. Pese a ello,hay ciertas materias que, englobadas en el conjuntogenérico, que podemos denominar cultura, son o ha-brían de ser, de interés universal.

Las teorías filosóficas, las ciencias de la Natura-leza, la historia, la esencia de las religiones, la his-toria de la civilización, etc. Esta última, unida al com-plejo etnográfico de los pueblos ocupa, a nuestroentender, una singularidad muy especial; conocer lacuna del hornbre, de dónde viene y cómo se ha de-sarrollado; las grandes civilizaciones: el paleolítico,la revolución neolítica, sin duda alguna el períodomás significativo de la humanidad en su peregrinarhacia metas, quizá quiméricas, pero siempre iluml-nadas por este interés tan humano hacia lo desco-nocido.

Este período, calificado por muchos investigadores,como el más importante de la Humanidad ya queinicia el dominio de la naturaleza, se alumbra enAsia, en el «creclente fértil». Caldea, Mesopotamia,Asiria, Egipto, Fenicia, siguiendo Grecia, Roma, etc.,todas ellas juzgadas en el propio lugar donde na-cieron y analizadas a través de la huella que han de-jado en los países objeto de sus apasionantes con-quistas, es seguir sus pasos, es, según nuestro en-tender, viajar con una intensidad y emoción de al-cance infinito, transmutándonos en «descubridores»de la génesis y evolución del hombre, de nosotrosmismos.

LOSANIMALES

EN ELANTIGUO EGIPTOAntoruo Jonch

Director clel Parque Zooloqico de BarcelonaDentro de las facetas de la expresión, en cualqule-

ra de estos círculos, el animal ocupa siempre unlugar preminente. El hombre de todos los tiemposbusca en el animal cualidades que para él misrnodesearía: fuerza, astucia, ligereza, belleza y ello in-fluye en su comportamiento, deseando acercarse almismo, poseerlo, anexionando las virtudes que leaprecia. En el lejano neolítico se originó la valora-ción de estos atributos, naciendo el poder mítico, eltotern. la divinización. El animal no corresponde, enla misma forma, a la palabra que le dirige el hombrey en esta imposibilidad no ve el humano una defl-ciencia, sino un hermetismo para guardar, así, susvirtudes, circunstancia que le impresiona y se con-vierte en un buen determinante para elevarlo a dei-dad. El arte, en cualquiera de sus manifestaciones,nos lo testifica a cada instante y, desde las pinturasrupestres a otros estadios más avanzados, nos im-presiona el realismo de sus traducciones. Hoy, al irquedando alejades de todos estos valores naturales,por la presión técnica que nos estructura en unanueva sociedad, nos parecerá todo ello una fantasíao una elocubración delirante.

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LOS A "IIMALES EN EL ANTIGUO EGIPTO

Sobre el animal convergen conceptos muy diver-sos: la estética, la anatomía, su utilización, la deidado la mitología religiosa en sus más variadas facetas,las aptitudes, la compañía, etc.

Acabamos de recorrer Egipto y deseamos centrarsu acción a esta milenaria civilización aunque, obli-gadamente, de manera muy superficial, dada la pocaextensión que permite un artículo a título de comen-tario y la gran complejidad del tema.

Referirse al animal, sin precisar conceptos, resul-ta, a poco que lo analicemos, una pretensión vacíade sentido ya que no puntualiza su especializacióny se diluye en lo genérico. Al igual que ocurre conlos humanos, si no situamos su posicíón dentro delcontexto social, nos encontraremos, a lo sumo, conuna definición de hombre pero, ausentes de todoencuadre y catalogación, no expresaremos más queun concepto vago.

El animal viene ligado al hombre desde su origen.Ambos compartieron la caverna, la comida, la guari-da, etc.; pero cuando esta relación se modifica, per-fecciona y alcanza un interés extraordinario, hastaconvertirse en uno de sus más destacados elementosdefinitorios y de contenido, es en el período neolítico.En este dilatado estadio es cuando se obra lo quepodríamos llamar el milagro de la domesticación. Conella nace el «animal controlado» (inicio de la do-mesticación) que, seguidamente irá diversificándoseen facetas muy diferentes: el arte, la exhibición, lariqueza, el trabajo, la compañía, etc. y todo ello ex-presado en variadísimas facetas que, exaltadas algrado sumo, en lugar de postergar al animal, lo en-tronizaron como un dios.

Egipto tiene una historia milenaria a través de lacual y perdurando en el testimonio elocuente de susgrabados y bajorrelieves, vemos representados mul-titud de animales. Su profusión, en variedad, quizáno alcance la de Grecia y menos la de Roma, dadoque el largo imperio egipcio no es de tipo conquis-tador sino, esencialmente, agrario; sus hombres rec-tores no tienen gran afán de anexión de territoriosy sus conquistas, fuera de la espina dorsal del «diosNllo», son pocas. La navegación en aguas del mares muy tranquila, llegan a Creta y a Chipre, cruzanel mar Rojo, en originales y técnicamente muy bienconcebidas naves, pero, esencialmente, se limitan

Vaso policromado en forma de pez (1365 años a de C.l

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a recorrer «su Nilo», el gran padre de Egipto. Porello el conocimiento del mundo les será limitado.Ello influirá, también, en la riqueza sobre la temá-tica animal, especialmente de otras regiones, queimpondrá una simplicidad respecto a la exaltacióndel «animal de exhiblción- si la comparamos con la deotros imperios; tampoco dedicará gran interés en elestudio de la biología animal.

En la cultutra predinástica de Egipto, es dondedebemos encontrar las auténticas raíces de una delas características más singulares de la concepciónsocial del pueblo egipcio. Unos mil años antes deque apareciera la figura del primer faraón Narmero Menes, se empiezan a entronizar postulados bá-sicos partiendo de la cultura neolítica exportada depobladores de esta zona norte africana vinculada alOriente cercano, que impresiona vivamente a los delNilo. Esta faceta y la del antiguo imperio faraónico,constituyen la esencia del Egipto totémico que, entreficciones y filosofías, elaboradas a base de inter-pretaciones más o menos lógicas y de principios yreferencias importadas de otros pueblos, llegan a for-mar auténticas doctrinas. A medida que las dinastíasse suceden, se debilitan las creencias aunque, entodo momento, tienen la fuerza suficiente para cons-tituirse en motivación importante y aún resolutiva,en la estructura social y poder de la realeza, en susmás variados estratos. En toda esta complejidad ymezcolanza, el animal está presente, aunque no conel mismo concepto; algunas veces tendrá la calidadde deidad imperativa o, a veces, poetizada, y en otras,será despreciado o hastamaldecido.El halcón, que con sus alasabriga la cabeza del faraón,no sobrepasando nunca surostro, para no rebajar su po-derío, es un animal singulari-zado; su efigie suele quedaresculpida en sus pétreossarcófagos, cuyo ejemplo,quizás uno de los másexpresivos, es el dela tumba de Amenofis li,en el Vallede los Reyes,donde en

Gato en bronce (600 años a. de C.)

LOS ANIMALES EN EL ANTIGUO EGIPTO

sus cuatro ángulos está erguida el ave o dios Horusamparando, con sus elegantes alas, al real difunto,como expresión del culto a la muerte que encarnaesta ave de presa divinizada.

Como hemos indicado, los egipcios no tenlan que-rencia para todos los animales. Algunos fueron ele-vados al rango de dioses, pero otros fueron desterra-dos de su territorio mediante una destrucción ma-siva; entre elles están el elefante, conocido en elneolítico egipcio y en la época predinástica Ger-zeense, desapareciendo seguidamente debido, conseguridad, a su persecución; también ello ocurriócon la jirafa y diversos antílopes.

Los patos y gansos son de domesticación muyantigua. Estos animales, de plasticidad manifiestay, por tanto, susceptibles de ser domesticados, eranvenerados por los egipcios, dado que el proceso dela domesticación era algo así como uno de los másgenuinos «rnllaqros». El faraón lleva en su mano ellátigo que significa el dominio que ejercició sobreel animal hasta domesticarlo y de su barbilla o men-tón pende una barba trenzada. que no es otra cosaque la «barba» del chivo, reverencia al animal do-méstico; estos atributos llegan a ser tan represen-tativos, acompañando y dando forma, junto con elhalcón, la cobra y la ..cruz de la vida eterna >l, a lasdefiniciones de una cabeza, que al observarlas, sinsaber de qué se trata, nos hacen vislumbrar, ine-quívocamente. que se trata de un faraón, tal es surepresentatividad y poder definitorio.

El asno, la cabra, el cordero, aparecen también enel período predinástico. El asno parece que fue do-mesticado en Libia y, otra forma, en Nubia; sln du-darlo, ha sido el animal más útil para los egipciosy sigue todavía siendo un gran colaborador de estepueblo. Los asnos blancos eran animales sagrados.

Las cabras fueron, en un principio, de orejas erec-tas (período Badariense, 3000 años a.C.), diferencián-dose de otra variedad de cuernos torcidos que semanifiesta en el antiguo pre-Badariense (calcolítica),unos 4000 años a.C.; después de la invasión de losIksos, se cruzan ambas especies y aparece otrade nueva que se asemeja a la cabra moderna. Elcordero, más antiguo, se manifiesta en la culturaTasiense, 5000 años a.C.; sufrió varias modificacio-nes y encarnó varias divinidades en Egipto, exten-diéndose por toda Africa; su aplicación, igual que lascabras .era la obtención de leche y con su piel seconfeccionaban odres; estos corderos no tienen lana,siendo su pelo parecido al de los antílopes.

El bueyes un animal clave. Aparece en Egipto enEl Fayum, 4500 años a.C., también en Nayade, ElAmzah, etc. El predinástico ya lo mixtifica y la in-sistencia sobre su cría le concede numerosas modi-ficaciones que van desde un desarrollo desorbitadode sus astas, en longitud y grosor, hasta los bueyessin cuernos. Su tronco es el «auroch- (Bas primi-geni us) • pacientemente domesticado. Los tributosque cobraba el faraón eran, muchas veces, bueyesy vacas que, no obstante el poder sagrado que po-

Cuatro hijos de Horus (Reproducción del Brrtrsh Museum)

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LOS A 1ALES E EL A T e O EGIPTO

Paneles de animales domésticos. tumba del Faraón Sahué, 2650 añosantes de C.. representando cabràs. asnos y un labrador arando con unayunta de bueyes.

Vaca sin cuernos y ternerillo atado a su pata; tumba de la 11 dinastía 2050años antes de C.

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dían tener si poseían unas especiales característi-cas, servían también para el tiro y el beneficio deleche. El más difundido y exaltado fue el buey Apiso Hap, entre cuya cornamenta debía poder sopor-tar, por su circular y perfecta curvatura, el discosolar del dios Ra, hijo de Osiris. La mastaba de Sera-peum, en Sakara, fue especialmente concebida paraenterrar estos bueyes, consagrados al dios Ptahde Menfis, depositándolos en enormes sepulcros degran elegancia; la visita de este monumento funerarioimpresiona por su grandiosidad, fruto de la fervientecreencia dedicada a este singularizado animal. Sinesta trascendencia, hacia el año 1570 a.C. aparece elcebú, buey con jiba, oriundo de la región índica.

El papión hamadryas, en aquella época, vivía en elsur de Egipto. Se le diviniza e inmortaliza transcrl-biéndolo en grabados, pergaminos y esculturas; elnombre de «papíón saqrado», con que hoy todavíase le conoce, responde a este antiguo concepto devaloración divina.

El grupo de los felinos y afines podemos decir quelo encabeza el león. La esfinge, tan generalizadacomo supremo atributo, no es más que un león concabeza humana. El lince y el guepardo, se estimanpara la caza y el zorro y el chacal tienen, especial-mente este último, encarnaciones de dios. El gatosigue, seguramente, al león en importancia mítica;se le aprecian grandes virtudes como cazador y, enespecial, como animal que, no habiendo aceptado unadomesticación completa -el de nuestros días to-davía lo patentiza- resalta la elegancia y facultadesdel felino. Su origen lo atríbuyen algunos comoprocedente del serval y aparece, como animal do-méstico, en el año 1900 a.C. El dios Bastet es suexpresión encarnada y de gran predicación.

El perro es el primer animal que se domesticó y losegipcios deben de heredarlo ya con estos signos; elque utilizan parece derivar de perros parias quemerodeaban cerca de las ciudades, logrados por im-portación. Se utiliza en la guerra, para la caza y comoelemento de compañía; al morir se momifica dadasu condición de perro-dios: Anubis.

La hiena rayada se domesticó, utilizándola parala caza y como alimento; pese a ello perdió interésy desapareció.

Hemos dejado de mencionar dos importante aril-males como son el caballo y el camello, tan impor-tantes, especialmente este último, en el Egipto actual.Dichos seres tienen una acción de presencia enEgipto, relativamente tardía. El caballo aparece des-pués de la invasión de Iksos, en el reino de Ahmes,entre los años 1580 a 1557 a.C. Los Iksos pareceque impresionaron a los egipcios con sus carros decombate tirados por caballos. Durante la 50 dinastíael caballo se utiliza en acciones de guerra. Los egip-cios montaban mucho a caballo y le tenían granaprecio, pero no fue divinizado ello a causa, sindudarlo, de su tardía aparición; ya comentamos queen el período predinástico y en el imperio antiguo, escuando se estructuran las básicas divinidades y creen-cias.

El camello, durante el período predinástico, pareceque existía como animal salvaje y los hebreos quevivían en Egipto lo cazaban para beneficiar su carne,condición que no era compartida por los egipcios quelo consideraban como tabú. Este animal aparececomo especie doméstica en el delta del Nilo haciael año 700 a.C., seguramente llevado allí por los pa-lestinos: el rey Asarhadon de Asiria se cita comoel introductor de este tan útil animal en Egipto. Hoy

LOS ANIMALES E'V EL A 'VTlGUO EGIPTO

día, por lo familiar que se nos ha hecho su estampajunto a las pirámides y ciudades y, especialmente,viéndole deambular con una naturalidad excepcionalpor el desierto, nos da la sensación de un animalentroncado, desde sus inicios, con la historia de estegran y dilatado imperio.

Aparte de la importancia referida en la somera des-cripción efectuada sobre la problemática animal egip-cia, donde este gran país tuvo localizado su «paraíso»,fue en las márgenes del elemento principal que hasostenido el imperio: el Nilo. Pueblos del desiertoy de regiones áridas, igual que los animales, bus-caron sus aguas vivificadoras como centro de unasupervivencia más digna y feliz; las crecidas del«padre Nllo», anualmente registradas, aportaban tie-rras fértiles, con tierra yagua aptas para el cultivode plantas comestibles y pastos para su ganado. Estesingular fenómeno, provocado por las lluvias quetenían lugar en la cabecera del río, lograron quepueblos y tribus, con sus dioses propios y una exhu-berancia especialmente de aves, reptiles como elcocodrilo, anfibios como la rana, insectos y aún, elhipoptóamo, hicieron acto de presencia. Con loshombres llegaron los dioses que le eran propios, cos-tumbres y racismos, los cuales se mezclaban y en-tronizaban junto con los ya existentes; con 16s anl-males se reavivaba el optimismo de la vida y el«ibis saqrado», el dios Thot, pregonero de las cre-cidas, y por ello favorecido de la condición divina,establecía esta auténtica fiesta de la Naturaleza, viday sostén del imperio. El mundo alado, insistimos,tenía la supremacía y, junto a las bandadas de ibisblancos y de otras especies, las grullas, garcetas,patos, gansos y pájaros mil, adornaban el palsaje: la

South Asia Aquariul1)SINGA POR E

paloma, profusamente representada, llegó a utilizarsecomo mensajera, anunciando la llegada de embarca-ciones, resultado de batallas o hechos trascenden-tes, convirtiéndose en precursora de la paloma men-sajera actual. Era éste el momento de las capturasy de llenar los graneros; se cebaban, igual como alos bueyes, a las grullas y a los patos y ocas paraun mejoramiento de sus carnes; una gastronomíay unas despensas muy elaboradas y repletas, eranobjeto de gran preocupación, encerrando refinamien-tos y la seguridad de subsistencia. No todos los ani-males eran aceptados ni tenían el mismo uso utili-tario: la selección, el aprecio y menosprecio, exis-tían en una acción común regida por ancestralesreglas.

Los faraones cazaban durante estos períodos conel «palo arrojadlzo», a modo de «boomeranq», cele-brando esta auténtica «bacanal" que el ambiente lesbrindaba como prebenda de unos dioses bien pre-dispuestos.

Así era este Egipto, entroncado con el animal y susentido mítico. Animales, ritos y dioses, son algoque no puede separarse, como el cuerpo y el almade los egipcios, de acuerdo con su jerarquía. El diosSol, otorgando el día y la noche, presidía su vida,siempre activa y donde el sueño no era aceptado; labarca de la vida y de la noche -no de la muerte,que no existía-, estaba navegando con caracteresde eternidad. Ouizá la tan citada «ave Fénix», egipciatambién, es la mejor concadenación del hombre y elanimal que presiden Egipto ya que, reencarnada desus propias cenizas, es el rito divino que, solemne-mente, escenifica el animal a este maravilloso puebloegipcio.

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~assataman4,.asgigantesEnnque Dauner y Julio Gisbert

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La Salamandra gigante en su gran acuano

A esta primitiva familia perte-necen los mayores urodelos exis-tentes en la época actual, que sedividen en dos géneros con un to-tal de cuatro especies.

Dos especies habitan en Asia;una en Japón y otra en China ylas otras dos en América del Norte.

Su vida transcurre en corrientesde agua pequeñas cerca de las ori-llas. Las cuatro especies presen-tan gran similitud en cuanto a ha-bitat. costumbres y alimentación.

Viven en zonas donde las ternpe-raturas son moderadas, y con mástendencia al frío que al calor.

Su alimento lo constituyen prln-cipalmente los peces de medianotamaño, anfibios y cangrejos de río.

Según algunos observadores, es-tos animales salen en algunas oca-siones del agua alimentándose deanimales terrestres, pero sólo lohacen en ocasiones en las que hayuna gran humedad en el ambiente,como durante una época de lluvias.

LAS SALAMANDRAS GIGANTES

Nuestras primeras experienciasprácticas con un M!3galobatrachusjaponicus. Salamandra Gigantedel Japón.

El ejemplar en el que nosotrosestamos realizando los estudios so-bre esta especie, nos llegó el 18de marzo de 1972, después de rnu-chos trámites y tras pasar tres díasen la aduana del aeropuerto de Bar-celona.

Al llegar medía 38 cm. y pesabaunos 300 gr.

Fue instalado en un acuario in-dividual, de 200 x 50 x 60 cm. y 600litros de capacidad, manteniendo elagua a una temperatura de 15°C.durante el día y algo inferior du-rante la noche. Tres cuartas partesdel acuario están iluminadas indi-rectamente con luz artificial, que-dando el resto en penumbras. Porla mañana recibe un par de horasde luz solar, pero el animal suelepreferir la penumbra. El agua selimpia con un filtro exterior de50 litros de capacidad, cambiándose1/3 del total cada 2-3 meses, segúnla época del año.

El mismo día que llegó, ya aceptócomer algunas lombrices de tierra,que desaparecieron rápidamente ensu enorme boca.

Al llegar tenía una pequeña con-tusión en el ojo izquierdo que lesanó en unos 4 días sin que setuviese que intervenir más que condesinfectante.

Durante los dos primeros mesesde aclimatación, se alimenta exclu-sivamente de lombrices de tierra,consumiéndolas en grandes canti-dades.

Es curioso observar como captu-ra a sus presas, puesto que no lasaguanta con la boca para cornérse-las como los otros urodelos, sinoque las absorbe chupándolas conuna rapidez increíble, tras lo cualtiene que expulsar el agua que seha tragado junto con la presa.

Hemos podido comprobar que, apesar de su aspecto, no es un seragresivo como los Cryptobranchusalleganiensis, sino un ser pacífico yque no intenta morder fuera delagua.

Durante el verano de 1972se ali-mentó casi exclusivamente de pe-ces de agua dulce (Ciprinodontidosdel género Gambusia) de 4-6 cm. delongitud. Para variarle un poco laalimentación, también se le dabanrenacuajos de rana y trozos de hf-gado, no rechazando ningún tipode alimento que se le ofreciera.

El 18 de septiembre de 1972, alos seis meses de su recepción, mi-

Detalle de la parte anterior de la Salamandra gigante del Japón.

de ya 50 cm. y pesa 760 gr. Esteespectacular aumento de tamaño daun promedio de 20 mm. al mes.

Dado su tamaño, empezó a ali-mentársele ya con ranas adultas ypeces vivos de hasta 15 cm., pu-diendo comprobar que los aceptaigual vivos que muertos.

El 15 de noviembre lo volvimos amedir y pesar, dando los valoresde 54 cm. y 800 gr.

Este mismo día se le efectuó uncambio total de los 650 litros deagua (600 del acuario y 50 del fil-tro), renovándose también el fondo,pues hubo de quitar unas cuantasrocas que ya le estorbaban debidoa su rápido crecimiento.

A lo largo del año 1973, su acli-matamiento va siendo ya total y sucrecimiento empieza a disminuir ycada vez será más lento, pues sibien puede llegar a alcanzar 180cm.,esto es al cabo de unos 50-60años.

En lo que también aumenta muyrápidamente es en corpulencia ylos ejemplares adultos pueden lle-

gar a aproximarse a los 50 Kg. depeso.

A mediados de 1973 deja ya defi-nitivamente de comer lombrices,pues las necesitaría en cantidadesenormes ,alimentándose preferen-temente de trozos de hígado, pecesvivos de hasta 20 cm. y, sobre todo,cantidades de renacuajos y ranas.

A sus presas vivas las sueleatrapar al anochecer y de noche, dela forma expuesta anteriormente.

Generalmente no persigue a laspresas sino que espera a tenerlasal alcance de la boca, quedándoseinmóvil como una piedra.

A finales de agosto se le vuelvea renovar toda el agua de la insta-lación, tras lo cual se pasa unosdos días cambiando de sitio todoslos troncos y rocas que se le habíancolocado como escondrijos. Los po-ne en la posición que le parece ade-cuada y en la que no le estorbenen su constante ir y venir noctur-no, de un lado del acuario al otro.

Cada 20-35minutos, según la tern-

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LAS SALAMANDRAS GIGANTES

peratura del agua, sube a la super-ficie a tomar aire, realizándolo dela siguiente manera: Primero sepone de pie apoyándose en susextremidades posteriores y la cola(como los canguros) y con la queseguidamente se da un fuerte im-pulso que le hace alcanzar la su-perficie.

Vuelto a medir y a pesar el día 1de enero de 1974, da 65 cm. y 2.000gramos, y el día 15 del mismo messe renueva toda su instalación,adaptándola a su actual tamaño.

Durante los meses de enero yfebrero se alimenta exclusivamentede ranas y. peces vivos y de tamañoconsiderable. Se encuentra más ac-tivo que de costumbre, incluso du-rante el día y probablemente es de-bido a que se pasa el día luchandocon las ranas que tiene en su ins-talación como alimento. Si bien lasprimeras las captura de una formamás bien estática, se va excitandopaulatinamente, hasta acabar persi-guiéndolas.

En marzo se le varia la dieta, in-giriendo el día 2 unos 80 gr. de hí-gado y el día 9, unos 150 gr. más.

El día 18 de marzo, a los dosaños de su recepción, mide ya casi70 cm. y pesa unos 2.100 gr.

A finales de este mismo mes pa-rece encontrarse enfermo por pri-mera vez desde que llegó; tras pa-sar dos días vomitando (probable-mente había comido con exceso) yuna semana de ayuno, volvió a lanormalidad, siguiendo con su dietade carne, ranas, peces, etc.

Actualmente, cuando ya quedan Uno de los autores del escrito manipulando el animal rmentras se procede a la limpreza del Terrano.lejos todos los peligros que puedaentrañar su acl imatación, y el ani-mal está perfectamente instalado,es cuando empezamos verdadera-mente a observar con detalle todosy cada uno de sus aspectos. Todoslos datos que vayamos obteniendoformarán parte de un trabajo cien-tífico riguroso, enfocado a conocermejor el modo de vida de estosgrandes anfibios.

En estos momentos estamos a laespera de un segundo ejemplar deMegalobatrachus japonicus, al queya podremos aplicar desde jovenlos conocimientos adquiridos conel que ya tenemos.

Para poder proseguir su estudiocuando ambos sean adultos, será in-dispensable la construcción de unestanque a propósito, en el quetengan más espacio que en un acua-rio.

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.JairneXampenyBroloqo Conservador del Parque

Zooloqrco de Barcelona

Momento en que uno de los ejemplares de garza real emprende elvuelo desde la copa de un olmo.

Sin duda alguna la especie más numerosa ennuestro Zoo, en cuanto a aves, es el Pato Real rAnasplatyrhyncha), cuya población en estos momentos esde unos 450 ejemplares, fluctuando constantementedebido a las ventas, intercambios, bajas y nacimien-tos.

Para lograr mantener tan alto número de ejernpla-res en óptimas condiciones, y conseguir que la tasade reproducción sea elevada, ha sido necesario per-mitirles que puedan circular libremente por todo elrecinto del Zoo, ya que no es posible ubicar unapoblación tan importante en ninguna instalación sinque se produzcan interferencias, peleas, etc. entreellos. Además está comprobado que la falta del es-pacio suficiente para las parejas es un obstáculoinsalvable, lIegandb incluso a no construir nidosy siendo su reproducción prácticamente nula. El he-cho de gozar de libertad para moverse por todo elZoo les permite escojer a cada pareja el lugar másadecuado para construir el nido, cosa que casi slern-pre hacen sobre el césped de los parterres y en lu-gares escondidos debajo de las matas de vegetacióno al pie de un árbol.

El peligro que supone para una población numerosano sometida a la presión de la selección natural esel de la pérdida de la pureza de la especie. La au-sencia de depredadores, la abundancia de comida, loscuidados a los que los animales están sometidos enel Zoo permiten que los animales tarados (con mal.formaciones. principios de albinismo. etc.) lleguen

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AVES EN SEMILlBERTAD

incluso a reproductores, por lo que se procura suplirestas circunstancias con una selección muy cuidadosade los ejemplares destinados a la reproducción. Bus-cándose mucho más no el número total de animalesnacidos cada año sino la calidad de éstos. A pesarde lo expuesto este año han nacido ya en el Zoocasi un centenar de nuevos ejemplares.

Esta misma medida de mantener a los animalesen semilibertad se ha aplicado también a otras es-pecies como el Pato Mudo (Cairina moschata) cuyapoblación actual es de más de 150 ejemplares másunos 50 pollitos nacidos este año, y el Pavo real(Pavo cristatus) de los que este año han nacidomás de 35 ejemplares. Es curioso destacar quemientras se mantuvieron a los pavos reales en unainstalación cerrada apenas se lograba que reprodu-jesen, confirmando lo acertado de la medida dedejarlos libres por el Zoo.

Teniendo en cuenta la oportunidad que representael que el Zoo sea una parte del Parque de la Cluda-dela, estas aves no sólo ocuparon el recinto del Zoosino que además, desde hace dos años empezaron averse algunos ejemplares paseándose por los [ardl-nes de la Ciudadela y bañándose en los lagos de laCascada. El año pasado ya empezaron a nidlflcar porlos alrededores de los lagos.

Durante la primavera del año 1973 se realizó laprueba de no recortar plumas o hacer «clsura- (arn-putación de una de las alas a nivel del vértice fle-xor) a algunos ejemplares, a fin de constatar si apesar de poder volar libremente se alejarían o nodel Zoo. Al poco tiempo a medida que se iban ha-ciendo adultos se comprobó que a pesar de despla-zarse volando de una instalación a otra, de irse abañar a los lagos de la Cascada y de volver a comeral Zoo no se observaba disminución en su número.

Esta experiencia representó un riesgo mínimo yaque se comprobó que los patos al levantar el vueloy verse rodeados de las moles de cemento, a lasque nosotros estamos tan acostumbrados, retornabanal paréntesis de Naturaleza que representa el Parquedentro de la ciudad. En algunas ocasiones inclusoes posible ver a alguno posando en las cornisas o enalgún balcón de las casas próximas contemplando elbullicio de la ciudad.

No pretendemos, ni mucho menos, ser los pionerosde la idea de mantener las aves en semilibertad, enalgunos zoos centroeuropeos ya hace años que se haimplantado con algunas especies, llegando incluso amantener pequeñas colonias de buitres y otras avesde gran tamaño que se adaptan a remontarse porlos alrededores y descienden puntualmente a la horade la comida, para recibir su ración.

La combinación de tres factores: el haber nacidoen el lugar, la facilidad de encontrar comida y labarrera que representa la ciudad pueden ser estímu-los incluso más fuertes que el instinto migratorio,siempre que el área en la que se pretende «fljar» alos animales reúna un cierto número de condicionescomo tranquilidad, vegetación adecuada, etc.

Esta primavera, y ante la oportunidad que repre-sentó el nacimiento de 8 ejemplares de Garza Real(Ardea cinerea) en tres nidos situados en la pra-dera existente cerca del foso de los papiones, se

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siguió con este tipo de pruebas dejando a dos de lospollos con las alas enteras. Actualmente es posibleverlos evolucionar sobre la instalación y posarseen los árboles cercanos.

Si el próximo año siguen dando estos resultadoslas pruebas será posible repetirla con otros ejempla-res y no es en absoluto una utopía pensar en laposibilidad de que dentro de unos años se esta-blezca una colonia de estas ardeidas en alguno delos magníficos árboles que enmarcan nuestra co-lección zoológica. Posteriormente se podrá ir arn-pliando este sistema a otras especies, con lo quese habrá conseguido otra dimensión para nuestroZoo -la vertical-.

Aparte del interés estético, estas colonias puedendar pie a realizar estudios sobre el comportamientoy el mecanismo de formación de las colonias de aves.

Garza real posada en el nido.

CO SIDERACIONESy COMENTARIOSSOBRE LA ALIMENTACIODE LOS CiORILASDEL AFRICA OCCIDENTAL

JorgeSabaterPi EN LA N ·"URALEZAParque Zooloqico de BArcelona M I

Un aspecto muy poco conocidode la biología de los gorilas delAfrica occidental es el referente asu alimentación en la naturaleza;su conocimiento nos permite entre-ver algunas facetas del largo pro-ceso filogenético de la especie paraadaptarse a nuevos biotopos con-secuencia de factores geológicosy climáticos y, en menor escala,al resultado de las perturbacionescausadas en la vegetación por laacción de los grandes paquidermos.

Esquema de los 3 biotopos que son explotadospor los qorrlas de Río MUnJA- Bosque denso, arboles con una altura dehasta 40 metros, en el suelo hay muy escasauurrunacrón

B- Bosque secundar.o o hehófilo . árboles dehasta 20 metros siendo la Musanga y elAframomum las especies mas srqnificativasC- Fmcasmdíqenas. banana, yuca, palmera deace.te.

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20

A

Ultimamente, la llegada masivadel hombre en el mundo tradicio-nal de estos póngidos, con los drás-ticos cambios que su presencia con-llevan, augura un trágico desenlacepara esta especie inerme ante lapresencia de su temible pariente.

En varios artículos de la revistaZOO se ha escrita sobre las 2 es-pecies de gorilas existentes: losde llanura que viven en las tierrasbajas del Africa occidental, al oestedel Ubangui hasta Camarones y lascostas de Río Muni y Gabón; los demontaña se ubican en las altas pen-dientes de los volcanes Virunga ylos aledaños del monte Kahuzi, de1 a 4.000 metros de altura, al oestedel Rift albertina y los lejanos con-fines de Ruanda, Zaire y Uganda.

Ambos primates son fitófagos, esdecir comedores de productos ve-getales; los de montaña esenclal-mente folívoros, ya que en los bos-ques que frecuentan las hojas, bro-

tes tiernos y médulas son slern-pre abundantes y frescas: los

de llanura u occidentales,viven en un mosaico de

biotopos donde se in-

B

tercalan el bosque denso con lasformaciones secundarias o hellófi-las, las fincas indígenas y los bos-ques pantanosos; esta riqueza ve-getal permite una alimentación másdiversificada donde los frutos fres-cos y perfumados juegan un papelrelevante.

Una de las diferencias rnorfoló-gicas más significativas entre es-tas dos poblaciones estriba en suaparato masticatorio; los gorilas demontaña tienen las mandíbulas másrobustas y los músculos que lasaccionan también, sus molares pre-sentan coronas más altas con ma-yor número de cúspides; se tratade una adaptación a un régimenherbívoro rnás estricto.

Si bien todas estas peculiarida-des eran perfectamente conocidasdesde hace varios años, era necesa-ria una valoración empírica, tantocualitativa como cuantitativa, de laalimentación de los gorilas de lla-nura, que son los menos estudia-dos, para poder determinar su tras-cendencia en el proceso flloqené-tico de la especie.

El «Centro de lkunde- en RíoMuni, dependiente del Parque Zoo-lógico de Barcelona, llevó a cabode 1958 a 1969 una serie de estu-dios de campo encaminados a co-

e13

CONSIDERAC'O ES Y COMENTA P/OS

nocer. en profundidad, el valor deesta posible problemática.

En el histograma n.O 1, fruto deestas investigaciones, queda per-fectamente reflejada la importan-cia que tienen los frutos en la dietade los gorilas de Río Muni, éstosrepresentan. aproximadamente. el40 % de su alimentación total; lashojas, brotes tiernos y médulas in-tegran el capítulo más importantecon un 55 % Y el resto lo compo-nen las cortezas, raíces, tubércu-los, flores, etc. que suman. apro-ximadamente. el 5 %.

Los frutos más consumidos porestos póngidos son los del Aframo-mum; 3 especies de esta Zingiberá-cea constituyen el menú predilectode estos primates, se trata delAframomum giganteum, Aframomumdanielli y Aframomum sanguineum.

El logro de estos frutos, por ha-llarse a nivel del suelo, no presentaninguna dificultad toda vez que es-tos póngidos al llegar a la adulteztienen muchas dificultades funcio-nales para trepar y desplazarse enlos árboles mediante braquiación.En cuanto a los frutos de la selvadensa que se ubican en árboles muyaltos de (30 a 40 metros de altura)

40

30

20

10

estas limitaciones morfológicas lesobligan a aprovechar. para su ali-mentación. los frutos caídos en elsuelo, ya por simple maduración opor acciones mecánicas diversas(viento. tormentas. paso de ani-males por el rarnaje, etc.); perotoda vez que los más abundantesson los desprendidos por excesode maduración y que cuando ellose verifica es porque se ha iniciadoun primer proceso de fermentaciónlo que hace descender su nivel deapetencia al comportar la modifi-cación de los factores organolépti-cos, gustativo y olfativo; entoncesestos frutos despiertan escaso in-terés y solamente son buscados lospocos que, en el suelo, conservantodavía los factores organolépticoscompletos.

Los chimpancés. mejor adapta-dos a la vida arborícola que losgorilas, no están sujetos a estaslimitaciones al poder explotar, conéxito, este valloso econicho de al-tura lo que les permite mantener.durante los meses de septiembrea mayo. época de la gran fructifica-ción, una dieta frugívora elevada yconstante.

Los fáciles frutos del Aframomum

A

con su sabor dulce e intensamenteácido y su brillante color rojo hanpasado a ser, en cierta manera, loque podríamos denominar en etolo-gía «un modelo apetitivo cultural-en el complejo dietético actual delos gorilas.

Los procedentes de la selva den-sa, cuando son grandes e intensa-mente coloreados de rojo o anaran-[ado, también provocan reaccionespositivas muy intensas; comproba-mos que cuando ello sucede, losejemplares jóvenes y de peso livla-no trepan a los árboles, Y, a la vezque comen intensamente. ti ran ra-mas llenas de frutos al suelo queson consumidos por los animalesque. por su gran tamaño y peso.tienen dificultades para trepar ydesplazarse por el ramaje.

Observamos este caso en dlver-sas ocasiones. concretamente enaltos árboles de Gambeya iecour-tiana, Grewia eoriaeea y Antroca-ryon klaineanum, portadores todosde frutos de sabor dulce y ácidomuy afín al del Aframomum.

Insistimos en que los frutos de laselva densa son muy apetecidos deestos primates. bastante más de loque hasta ahora se había pensado;

,:.~B

.r

A- Mandíbula de un gorila de llanura macho (Gorilla gorilla gorilla)B- Mandíbula de un gorila de montaña macho (Gorilla gorilla berin-gei) El ramus de la mandíbula es más vertical lo que permite mayorestrabajos y los molares son más grandes. coronas más desarrolladasy un mayor número de cúspides.

Histograma rnostrando. en porcentajes. el valor estimativo de losproductos vegetales que componen la alimentación de los gorilasde Río Muni.A- Frutos en sentido amplio (drupas, pomos y bayas)B- Hojas y brotes tiernosC- MédulasD- Cortezas. raíces, tubérculos y floresA B e o

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Troncos de banana y plátano tronchados por los garilas de Río Muní al objeto de lograr su médula que esconsumída por estos póngídos

estos productos podríamos catalo-garlos como de verdadera «golosi-na de los qortlas»: ello es, en cier-ta manera, lo que sucede con lastermitas en la alimentación de loschimpancés.

Según Kortlandt, estudioso de losprocesos de cambio en la conductade los póngidos africanos, esta in-tervención de los jóvenes en la ex-plotación del econicho forestal dealtura, sería relativamente recientey señalaría un intento evidente deadaptación a la selva densa.

Graves, que ha trabajado en va-rios aspectos de la filogénesis delos gorilas, opina que estos prima-tes proceden de algún luqar delRift occidental; su morfología pa-tentiza una adaptación a un econl-cho de alta montaña, húmedo, y congran abundancia de hojas tiernas yjugosas. El gorila de montaña, Go-rille gori lla beringei, sería la formamás antigua y la típica del género,siendo el gorila de llanura de Africaoccidental. Goril/a goril/a gorilJa, unaadaptación moderna a un biotopoforestal cálido; estos últimos, noobstante, siguen explotando de pre-ferencia un econicho provocado, ori-ginariamente, por los grandes pa-

quidermos; el mismo conserva unafisionomía global y rnuchos elemen-tos bastante similares al original delas altas montañas africanas, setrata del bosque heliófilo o secun-dario del Africa occidental dondelas hojas jugosas, los brotes tiernos,y las médulas frescas imperan y si-guen representando, todavía, paraesta subespecie, la base de su dieta.

Desde hace 50 años, el gorila delAfrica occidental ha entrada en con-tacto con un elemento perturbador,las fincas indígenas, logradas a ex-pensas de este bosque secundarioque es su biotopo preferido.

Si bien los productos procedentesde estos cultivos solamente repre-sentan el 12,5 % de su alimenta-ción, no dudamos que esta cifraaumentaría si el hombre no frena-se, de manera drástica, la obligadadesviación de los hábitos alimenti-cios de estos primates hacia susproductos agrícolas.

Esta coyuntura motiva y a la vezintenta justificar las grandes bati-das que de estos póngidos se es-tán llevando a cabo, cada vez conmás intensidad, en estas regionesafricanas del Africa occidental den-samente pobladas.

Los gorilas del Africa occidental,en su progresión hacia las costasdel Océano Atlántico, hace variosmilenios, iniciaron un proceso deadaptación a la selva densa que,cual muralla, cerraba los estrechospasillos del bosque heliófilo dondevivían; esta gran floresta cálida eraentonces la formación botánica do-minante; difícil prueba que, de dis-poner de tiempo, seguramente laespecie lograría superar, pero lapresencia masiva del hombre en es-tos mismos biotopos bajos y so-leados ha alterado el contexto; deeste bosque degradado a la plan-tación primitiva media muy poco yel gorila, cada vez más arrincona-do y carente de posibilidades seha visto obligado a cruzar este urn-brai, el último cargo para justificarsu exterminio; el hombre no toleracompetencias.

El vüopithecus talapoin, un pe-queño primate insignificante le estápermitido, de momento, el vivir co-mo comensal del hombre, al gorilaello le está vedado.

Este desesperado proceso deadaptación al -rnundo del nombre-que el gorila acaba de iniciar será,con seguridad. el último.

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ELORDENDEL PICOTEO

Rosario NosBiólogo ConservadorParque Zoológico de Barcelona

Esta hembra de guacamayo azul ocupa el segundo puesto en la orde-nación social de las hembras del grupo de guacamayos que viven enel Aviario de nuestro Zoo.

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la base biológica de la ordena-ción social de los guacamayos,se apoya en factores de agresi-vidad y potencia física y se esta-blece mediante la ley general del«plcotazo» del individuo domi-nante sobre el subordinado. Estefenómeno descubierto en el mun-do animal por el biólogo noruegoSchjelderup-Ebbe en 1922, es co-nocido por los anglosajones conla denominación de «peck order»y responde a la estructura [erár-quica propia de muchas especiesanimales.

los guacamayos poseen unaelevada capacidad mental y ungran número de formas (fe co-municación. Sus relaciones so-ciales son muy complejas y sealejan del modelo descrito paraanimales más elementales. Re-cuerdan en muchos aspectos alas pautas de la conducta socialde algunos Primates.

La jerarquía que se establece enel interior de un gallinero es rígiday «lineal» y es mucho más patenteque en otros grupos animales.

El gallo A primero en la [erar-quía, picotea a todos los demásgallos que conviven con él, y no re-cibe ningún picotazo. El gallo B se-gundo en el orden de dominancia,picotea a todos los demás machos,con excepción del macho A y norecibe ningún picotazo de ellos, sólopuede ser picado por el macho A.Siguiendo la gradación jerárquicadescendente, los sucesivos pues-tos están ocupados por machos queal igual que los precedentes puedenrepartir picotazos a los individuosque ocupan un nivel inferior y a suvez pueden ser picados por los ga-llos que les preceden en la jerar-quía, pero cada vez están expuestosa un número mayor de picotazos almismo tiempo que disponen de me-nor número de individuos a quieninfringir dicho castigo.

El último macho desempeña el pa-pel de «chivo expiatorlo-, es decir,destinatario de la carga agresiva detodos los dernás y gracias a él to-dos pueden descargar la agresivi-dad acumulada por el mal trato desus superiores, contribuyendo conello de manera decisiva al manteni-rniento de un orden o estructurasocial.

El fenómeno biológico descrito,es el esquema de una estructurajerárquica sencilla, pero las relaclo-

EL ORDEN DEL PICOTEO

nes entre los diversos individuospueden complicarse y el ordena-miento lineal puede ser sustituidopor una jerarquía triangular cuandoalguno de los individuos subordi-nados es capaz a su vez de infrin-gir picotazos al macho A dominan-te, desapareciendo la imagen deldisminuido total y del dominanteabsoluto.

Esta gradación jerárquica produ-ce sus efectos. Uno de ellos, degran importancia para el manteni-miento del orden social, es la in-fluencia que ejerce sobre la con-ducta reproductiva.

Los animales de rango social su-perior se aparean con las hembrasen un porcentaje mucho más altoque los animales de rango inferior,y en muchos casos, los individuosque ocupan estratos inferiores, lle-gan incluso a no aparearse, ya seaporque los machos dominantes losmarginan o porque ellos mismos seautoexcluyen.

Cuando el vínculo entre las pa-rejas no es estable, es decir, cuan-do existe una promiscuidad entrelos diversos elementos de las pare-jas, paralelamente a esta grada-ción jerárquica de los machos, exls-,te una gradación jerárquica de lashembras, que no viene dada sola-mente por su proximidad al machodominante, sino la causa esenciales su superioridad física y su agre-sividad, que manifiestan y ponen enpráctica mediante el método del«picotazo».

La situación jerárquica de lashembras produce resultados dife-rentes a la de los machos, ya quela mayor frecuencia de apareamien-tos no se da en las hembras demayor rango social, sino que por elcontrario, son las hembras de bajonivel social las que copulan másal ser preferidas por los machosdominantes.

Existe también una relación ma-nifiesta entre la posición jerárquicay la actividad en general. Los aní-males dominantes se mueven conmayor intensidad que los anima-les de niveles inferiores, ya seapara mantener los contactos queaseguren su estatus o para bene-ficiar al grupo en la guía y mante-nimiento del orden y en aquellostrabajos que puedan ser útiles so-cialmente.

El animal más elevado en la je-rarquía social aspira también a ungran espacio individual que lo man-tiene gracias a los signos de in-hibición de los que ocupan nivelesmás bajos. Este hecho se mani-fiesta en dos ocasiones, cuando elanimal elije el lugar de descanso,

y cuando se acerca al lugar de lacomida.

En el primer caso el animal esco-ge un lugar de privilegio, desde elcual puede contemplar con superio-ridad a todos los elementos del gru-po, y en el segundo caso, el primeroen comer es el macho A. creándoseun vacío a su alrededor. A pesar deello la atracción entre los miembrosdel grupo es muy fuerte y los indi-viduos no se dispersan.

Estos son los factores esencialesque entran en juego en la ordena-ción jerárquica de un grupo deaves. Sin embargo, el orden des-crito, está sujeto a cambios, comose puede constatar en una cornu-nidad de guacamayos que viven encautividad.

El guacamayo dominante no esforzosamente macho, puede ser in-cluso una hembra, si ésta poseefactores físicos constitucionales su-periores a los demás machos y losexhibe oportunamente, o bien, si

debido a una serie de circunstan-cias favorables, ha ido adquiriendouna superioridad sobre el resto delgrupo. Este concretamente, es elcaso de una hembra de guacamayorojo y amarillo, que ocupaba el lu-gar más próximo al macho A en unacolonia de nueve guacamayos (2.afase). Al separar del grupo al ma-cho A. automáticamente la hembraA pasó a ocupar el primer lugaren línea jerárquica de los machosy siguió siendo la hembra númerouno de la línea de las hembras.

La jerarquía de los guacamayos,se determina y establece despla-zando a los inferiores de un asela-dero o lugar elegido para el reposo,o de la proximidad de un congé-nere. 1:1 número de desplazamien-tos mide el nivel jerárquico del gua-camayo, al mismo tiempo que lositúa por encima del individuo des-plazado y por debajo del que lodesplaza a él. •

La amenaza con el pico es sufi-

La foto de este guacamayo rojo y verde corresponde al macho A. queocupa el primer puesto dentro de la ordenación jérarquica del gruposocial a que hace referencia este artículo.

17

EL ORDEN DEL PiCOTEO

ciente para reforzar el recuerdo yconseguir alejar al subordinado, im-pedir que se acerque demasiado aotro individuo de nivel superior, ohacerle desistir de cualquier actitudmolesta.

El picotazo, sólo se manifiestaen casos extremos de agresividad,y va dirigido al macho más disrnl-nuido. Las heridas ocasionadas a lavíctima en los primeros ataques,desencadenan una intensa acciónagresiva que termina irremediable-mente con la muerte del animalatacado. La vida en cautividad noofrece la posibilidad del alslarnlen-to voluntario del disminuido.

La agresividad del macho domi-nante respecto a los machos, es detipo « lineal» y va dirigida a cadauno de los machos; el macho B, asu vez, descarga su agresividad alos siguientes, y así hasta llegaral último que, al igual que en ungallinero, recibe la descarga agre-siva de todos los demás. Igual-mente sucede en la ordenación [e-rárquica de las hembras, cuyos pi-cotazos a las hembras de más bajonivel sirven para infringir castigosde manera sistemática y a tenor dela capacidad de recuerdo propia decada individuo a fin de mantener araya a sus oponentes.

La agresividad entre machos yhembras forma parte en la mayoríade los casos, de la conducta sexual,y la finalidad es establecer contac-tos entre los sexos opuestos o ale-jar al elemento que interfiere en laformación de una pareja. La fre-cuencia y destino de la agresividadentre sexos opuestos, incide demanera directa en la formación delas parejas y en la intensidad delas relaciones sexuales.

En un gallinero los subordinadosmuestran su aprobación a la lrnpo-sición jerárquica mediante la acep-tación de los picotazos y mediantela copulación; los guacamayos sinembargo, disponen de otros meca-nismos inhibidores de la agresióncomo son el espulgamiento, el en-trecruzado de picos, el desplaza-miento y un acto muy peculiar ycaracterístico de los guacamayos,observado en mayor número en lashembras, pero practicado por alqu-nos machos hacia la hembra domi-nante, que es el modelo típico desumisión empleado por animales ta-les como el perro. Se trata de queel guacamayo se sitúa sobre el sue-lo patas arriba, en una actitud to-talmente indefensa y a merced delataque del dominante.

El proceso social desarrollado enel grupo de los nueve guacamayoscitados es el siguiente:

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El macho A mantiene relacionessexuales de grooming y entrecruza-miento de picos con todas las hem-bras del grupo (l.a fase), pero elmacho B, que sólo se relaciona conlas tres primeras hembras, refuerzala unión con un mayor número decontactos que el macho A. El ter-cer macho apenas mantiene rela-ciones sexuales con dos de las úl-timas hembras del grupo y el cuar- /to y último macho, establece es-casas relaciones sexuales con laúltima hembra del grupo.

El aislamiento del macho A oca-siona una reestructuración de la je-rarquía entre los individuos (2.a fa-se). La hembra A ocupa el lugar ¿que ha dejado vacante el macho A.al mismo tiempo que intensifica lasrelaciones sexuales con el machoB, que pasa a ser el macho nú-mero uno en la línea de los ma-chos. La hembra A inicia tambiénrelaciones con los dos últimos ma- ¿chos.

En esta 'nueva estructuración, elúltimo macho y la última hembraprácticamente marginados en la fa-se anterior, inician en ésta sus re-laciones de tipo sexual, y los ma-chos de orden social bajo presen- ¿tan mayor agresividad.

Se observa una notable diferen-cia entre la conducta del machodominante A y la de la hembra do-minante A. La superioridad del ma-cho A era mucho más efectiva yreal. La hembra A precisa de unamayor actividad agresiva para re-forzar su posición entre los demásmiembros del grupo y conseguir lasumisión de los subordinados.

Los datos descritos correspondena una comunidad de guacamayosdel Aviaria del Zoo de Barcelona.Los individuos que integran el grupohan crecido separadamente y perte-necen a tres especies distintas.

Durante dos años han mantenidorelaciones sociales. La estructurajerárquica descrita, corresponde ala ordenación lograda por estos aní-males durante los cuatro últimosmeses.

Las relaciones sociales de losguacamayos han sufrido un pro-ceso de cambio a través del desa-rrollo filogenético de las especies,y éstas son mucho más complejasque el esquema básico y elemental

descrito para las gallinas, pero asu vez está sujeto a las cerecteris-ticas ontogenéticas, es decir, alproceso de crecimiento y desarrollode cada individuo, cuyas variablespueden afectar a la relación consus congéneres y por consiguiente,crear nuevos cambios en sus es-tructuras sociales.

D

ta fase

D

D JL---------I E

Sociograma de un grupo de guacamayos cuya ordenación social es motivo de este trabajo.la 1.° fase corresponde al equilibrio logrando con todos los ejemplares.la 2.° fase corresponde a la nueva estructuración motivada por la segregación del macho A.

- - - - agresividad (de arriba abajo)grooming y entrecruzamiento de picos. (el número de líneas indica la intensidad de estasrelaciones.

AlnaCEAanTES~SI~TICaS

III

J. Vte. Santafé LlapisColaborador lnst Paleontología de Sabadell

En el número 19 de esta misma revista publicába-mos «Lo que fue y lo que es el rlnoceronte-. breveexposición de la importancia alcanzada por estosperisodáctilos en la era terciaria y de las posiblescausas que han conducido a esta superfamilia haciala extinción.

En el número 20 apareció «Los rinocerontes asiáti-cos- donde expusimos una serie de detalles pro-cedentes de revistas especializadas o de la simpleobservación, y que, por ello, no suelen figurar en lostratados de Zoología general.

En el presente artículo, como contlnuaclón y com-plemento de los dos anteriores nos ocupamos de losrinocerontes africanos. Estos, por lo que respectaa géneros y especies presentan una gran similitudcon sus -coleqas-, los asiáticos. Los que habitanel continente negro, vienen representados por dosgéneros -Oiceras y Ceratatherium- a los que co-rresponden dos especies Diceros bicornis y Cerato-therium simum. Dentro de este último, se incluyendos subespecies C. s. simum (BURCHELL, 1871) yC. s. cottoni (lYDEKKER, 1908).

El «habitat» del Diceros bicornls se ha ido redu-ciendo paulatinamente. El mapa adjunto de distribu-ción nos muestra que esta especie había señoreadopor amplias zonas del centro y del sur del conti-nente africano, no hace más de un siglo. En muchosde aquellos lugares no quedan hoy más que algunosejemplares sueltos.

las flechas de distribución señalan que el rinoce-ronte africano se dirige hacia el centro del continen-te. Tal tendencia se explica por el aumento de zonassemidesérticas y desérticas que empujan hacia lasmás húmedas del centro, no sólo a los rinocerontessino también a la mayoría de los mamíferos, siguien-do la ley, genialmente intuida por el Profesor CRU-SAFONT hace más de dos décadas.

El Ceratotherium simum es, después del elefante,el mayor de los mamíferos terrestres; su cuerpo ca-rece de pelo, excepto en las orejas y en la cola po-bladas de cerdas; su color es gris y en su cabezalucen dos esbeltos cuernos.

la subespecie de C. s. cottoni, que puebla la zonadel Nilo, es muy parecida a la raza sureña, aunque sediferencia de ella por su perfil dorsal más aplanadoen dirección al cráneo y por el menor tamaño de susdientes. las mediciones craneales de arnbas espe-cies son aproximadamente iguales. Esta raza se habíaextendido desde el Sudán anglo-egipcio hasta el lago

19

J x fJX X

X +11

x ~+ +

95 12

lO 7 17O/STRlBUCION ACTUAL RINOCERONTES 8 6

AFRICANOS 19C.s st m u m 12.-cen tro o frica

I.-zulul on dIO IJ-sudan2-rodeslO centro tc=etiooio 18?

c.s.cottoni 15.-somallO +

J.-sudan 16.-kenia4.- zona ecuo torta I

2317- uganda

5.- porte w. nt!o 18.- t o nz orno ++6.- uganda 19-congo 207- uboriqu¡ 20.-zambla •8.- congo +

21.- ro deei a • 2/9.- uboriqin -cbor i 22.-mozambique 2• I

O b icorrus 23-angola • +

JO-com erun ++ • •

JJ.-tchad

d ist nbucron ant error de los dos especies + +

c.s.slmum • C.s.coltoni x O. btc or nts +

Tchad, pero a partir de 1900 su «habitat- se ha idoreduciendo y hoy se ve confinado en el suroeste delSudán, en Uganda y en parte de la provincia deUbangui.

A juzgar por los informes de cazadores primitivosy por el testimonio de algunos naturalistas, la razasureña se encontraba ampliamente distribuida, nohace más de setenta años, por toda el Africa delSur. Hoy sus límites son una estrecha zona en Zulu-landla, Rhodesia y algunos parques de Africa del Sur.

Un error lingüístico ha sido la causa de que seconozca al Dlceros como ..rinoceronte neqro» y alCeratatherium como -rlnoceronte blanco», cuando locierto es que ambos géneros tienen aproximadamentela misma coloración. Se llegó a tal error al traduciral inglés la palabra -boer- que significa rinoceronte«weld- por «white» (blancol , en vez de -wlde-(grueso) .

Ambos rinocerontes presentan, pues, una colora-ción similar y poseen dos cuernos: el nasal y elfrontal. Diferencia a ambos géneros el labio supe-rior que, en el negro es prensil con proyección haciadelante a modo de una incipiente proboscis, mientrasque en el blanco es cuadrado y de ahí que se conozcatambién a este último con el calificativo de -chatc-.

Sus usos y costumbres son en líneas generales,los mismos que los de los rinocerontes asiáticos. Aligual que ellos, su vista es mala, pero su olfato y suoído están muy agudizados. Su sueño es tan pro-

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fundo que, al acercarse un peligro, las bufagas (ave-cillas que posan casi siempre sobre el lomo del ani-mal alimentándose de los numerosos insectos pará-sitos que anidan en su piel) se ven obligadas a pro-pinarle agudos picotazos para despertarle. La pro-fundidad de su sueño permitía, en aquellos tiemposen los que las armas de fuego eran menos precisasy eficaces que las actuales, que el cazador pudieseaproximarse a él y dispararle a bocajarro. Era tam-bién la causa de que los niños masai del Serenguetiempleasen a los rinocerontes como uno de sus ju-guetes preferidos, no exento de peligro y, por ello,acorde con el carácter masai. Tal diversión consistíaen lo siguiente: un niño colocaba una pesada piedrasobre el lomo del animal dormido, el siguiente debíaretirarla y así sucesivamente hasta despertarlo.

El rinoceronte llamado blanco es más sociable ymenos agresivo que el que se viene llamando negro.Cuando abundaban en Africa con cierta frecuencia seveían grupos de tres o cuatro individuos que pasta-ban juntos, en armonía. El negro sólo excepcional-mente se aparea en matrimonio permanente. La agre-sividad del rinoceronte negro no necesita pretextoalguno para desatarse y arremeter contra el primerobstáculo que le sale al paso, contrastando con elpacifismo del blanco. Tanto el uno como el otro poratávicas razones, cuando huelen al hombre, suelenemprender la huida en veloz carrera que puede llegara los 45 Km/h.

RINOCERONTES AS/ATlCOS (III)

El tamaño del rinoceronte blanco destaca sobre elnegro. La razón de esta diferenciación se encuentraen la ley de alometría a que he hecho referenciaen artículos anteriores. El rinoceronte negro tienemolares braquidontos, es decir, de coronas bajas;en cambio, el rinoceronte blanco posee molares hip-sodontos, es decir, de coronas altas. Por la citadaley, los miembros del rinoceronte blanco deben cre-cer en la misma proporción armónica que lo hacensus premolares y molares. Por esta misma razón elrinoceronte blanco es también mayor que el Rhino-ceros unicornis o rinoceronte de la India de molari-dad subhipsodonta.

Tales diferencias en el aparato masticatorio entrelos rinocerontes africanos afecta a su dieta alimenti-cia: el negro se alimenta de ramitas, hojas tiernas,junquillos y toda clase de vegetales blandos; el blan-co, sin despreciar este tipo de alimentación, puedeademás nutrirse de vegetales de mayor dureza.

Ya dijimos en el artículo anterior que la clasifi-cación de los rinocerontes, tomando como base lamayor o menor longitud y deformación de sus cuer-nos, carece de validez científica. Tal error en el quehan caído no pocos zoólogos, explica la proliferaciónde nuevas especies. Corroboran esta afirmaciónlos siguientes ejemplos: SCLATER creó la especieRhinoceros holmwoodi cuyo cuerno anterior llegabaa 1.067 mm.; A. SMITH estableció Rh. keitloa cuyocuerno frontal o posterior medía 535 mm., con lo

La figura del nnoceronte negro africana Oiceros bicornis destaca so-bre el uniforme paisaje de la sabana africana.

que se registraba el récord actual de longitud delcuerno posterior; GRAY fundó la especie Rh. oswe1li,cuya característica más destacada era la ligera lncll-nación del cuerno nasal.

Los cuernos de los rinocerontes africanos se dis-tinguen fácilmente de los asiáticos por su aparienciamaciza, por su ancha base y sobre todo por su ma-yor longitud. En el Diceros bicorn is o rinoceronte ne-gro, llamado «chlpamblr!- en la región del Zambezey -upejana- en Zulu, el grosor de la base de los cuer-nos es tal que en algunos ejemplares llegan a fu-sionarse sus bases, fenómeno insólito en las demásespecies. El cuerno frontal es algo más recto y com-primido que el nasal, estrechándose a medida queaumenta su longitud, pudiendo incluso llegar a sermás largo que el anterior, circunstancia que, comohemos dicho, aprovechó A. SMITH para crear la falsaespecie Rh. keitloe, cuyo cuerno posterior medía535 mm. frente a los 485 mm. del anterior.

El cuerno anterior de mayor longitud de que tene-mos noticia corresponde curiosamente a una hembramatada por DOLLMAN y BURLAGE en Kenia (1835)que alcanzó los 1.360 mm. Aparecen también algu-nos ejemplares de la especie Diceros bicornis concuernos supernumerarios. Aunque algunos autoreshablan de cuatro y hasta rnás cuernos, no ha sidoposible aportar fotografías que corroboren tal aserto,por lo que sólo cabe admitir, como máximo, la pre-sencia de tres cuernos, uno a continuación del otro.

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RINOCERONTES ASIATlCOS li,

El testimonio gráfico que aportó NEUVILLE en 1927,mostraba un animal armado de cinco cuernos, perotal ejemplar tenía su cuerno posterior dividido en cua-tro partes a partir de la base, cuatripartición moti-vada por cualquier accidente fortuito o teratológico.

La tasa de crecimiento del cuerno ofrece notablesvariaciones, incluso dentro de una misma especie.HARVIN dice que el anterior suele alcanzar los 4 cm.a los cuatro meses de vida del animal y los 7,5 cm.a los ocho meses. Por lo que respecta al frontal, suaparición se produce alrededor de los cinco meses,llegando a alcanzar los 3 cm. cuando el animal cuentaocho meses de edad.

Mayor diferencia se observa en el Ceretotheriumo rinoceronte blanco, llamado «chukuru» por los be-chuana y «umhofo» por los matabalies. En un ejem-plar de este género, DOLLMAN y BURLACE lograronmedir un cuerno anterior cuya longitud alcanzó los1.500 mm. y cuyos diámetros, en su base, fueron de176 x 166 mm. en un ejemplar hembra.

La velocidad de crecimiento, aunque variable, sue-le ser de 7 mm. mensuales entre los seis y los treln-ta y seis meses de vida del animal, apareciendo pri-mero el cuerno anterior que el posterior.

Por lo que respecta a su supervivencia los rlno-cerontes africanos gozan de un «status» muy supe-rior al de los asiáticos, sin que esto nos permitaentonar himnos optimistas. De acuerdo con los datosmás recientes, la población del Ceretotherium simumslmum se estima en 1.075 ejemplares que se distri-buyen aproximadamente por la siguiente geografía:Zululandia, 800 ejemplares; Rhodesia, 12 ejemplares;Africa del Sur, 11 ejemplares: y 150 en distintosparques zoológicos.

La raza norteña, Ceratotherïum simum cottoni con-tabiliza de 2.000 a 2.500 animales, cuya distribuciónes la siguiente: Sudán, 1.200; Zona ecuatorial, 10:Zona norte del Nilo, 3; Uganda, 180; Congo, 700.Existen también rinocerontes en la región del Ubanguique no han podido ser contabilizados.

Al Diceros btcornis se le calcula una población en-tre los 11.000 y los 13.000 ejemplares. Sus zonas dedistribución son: Camerún, 450; Tchad, 500; Kenia,2.500; Uganda, 500: Tanzania, de 3.000 a 4.000; Zam-bla, 400: Rhodesia, 1.500: y Mozambique, 500. Ade-más, existen unos 300 ejemplares diseminados pordistintas local idades.

Ante tales datos, uno no puede menos que recor-dar familias antaño ilustres y que hoy aparecen comorestos caducos de un glorioso pasado. El rinoceronteque un día señoreó la tierra con la seguridad dequien se siente potente y arropado en su ilustrelinaje, ha quedado hoy reducido a un número de es-pecies venidas a menos, perecedera reliquia de unasuperfamilia que un día empezó a adentrarse por lassendas que conducen al túnel de la extinción.

El nnoceronte blanco africana Ceratotherium simun en una mstalacióndel Zoo de Barcelona

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Estimulosdesencadenantesde la conducta maternaldel calamonJordi Fábregas

En una de las instalaciones delAviario del Zoológico de Barcelonaen la que conviven pacíficamentepollas de agua, fochas comunes, ibisescarlata, espátulas rosas y patossilbones junto con los calamonesorientales (Porphirio pol iocepha-lus), se observó a primeros de mar-zo del presente año, varios intentosde reproducción; cópulas y puestasde huevos que no se llegaron a in-cubar por parte de los calamonesorientales, bellos animales de unos48 cms., cubiertos de un plumajede color azul verdoso metálico, ex-cepto las plumas de debajo de lacola, que son blancas; largas patasrojas, grueso pico, escudo facialy ojos rojos.

El día 23 de marzo se observó auna hembra posada en el suelo dela instalación, arrinconada entreunos troncos y la pared, que ataca-ba y ponía en fuga a cualquiera desus compañeros de instalación, in-cluso a los de su misma especie.Estaba incubando tres huevos blan-cos, que abandonada solamentepara comer y beber.

El día 11 de abril, es decir, des-pués de 20 días de incubación, na-cieron tres pequeños calamones,

uno de los cuales moría unas horasdespués de su nacimiento. Las crías,después de nacer y secar su plu-món, corrían ya por la instalacióncomo es habitual en todas las avesnidífugas, pero siempre bajo la vi-gilancia de tres adultos que se ibanturnando de tal forma que tomabanparte en el cuidado de los pequeñoscasi todos los calamones de la lns-talación.

Al nacer los pollos, cuyo tamañoera de unos 7 cms., aproximadamen-te, estaban totalmente cubiertospor un plumón negro, excepto enla parte superior de la cabeza, don-de una pequeña calva dejaba apre-ciar una carne rojiza. Sus patas,proporcionalmente más cortas quelas de los adultos, eran de un coloroscuro, casi negro, y su pico blan-co carecía aún de escudo facial.

Una de las facetas más interesantes del comportamiento de las críasdel calamón oriental, es la posicióncaracterística que toman los peque-ños para pedir comida, cosa que enel primer mes de vida hacían muya menudo. La posición en cuestiónconsiste en agachar la cabeza y elcuello dejándolos casi paralelos alsuelo y mover ligeramente las alas.

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En esta posición llaman la atenciónde algún adulto por el movimientode las alas, ya que no siempre to-man dicha posición delante de susprogenitores, y al agachar la ca-beza dejan ver la calva rojiza ya ci-tada anteriormente, la cual incitaa los calamones adultos a llevarcomida a las crías, comida que noles introducen en el pico, sino queel adulto la mastica primero y luegoa través del pico semiabierto se lacogen los pequeños.

A los quince días de edad, lascrías empezaban a picotear el sue-lo y a comer por su cuenta, pero sufuente principal de alimentación es-taba todavía en los adultos, puestoque los pollos son alimentados porsus progenitores hasta que estáncompletamente cubiertos de plu-mas, cosa que ocurre a los dos me-ses y medio, tiempo en que ademásde completar su plumaje, han adqul-rido el tamaño de los adultos y que-dan independizados de sus proge-nitores. Aunque mucho antes yasupieran valerse y defenderse porsí solos, ya que al mes de edad,atacaban y ponían en fuga a laspollas y fochas que se les acerca-ban.

Los aspectos que hay que desta-car en el análisis de esta conducta,son que las crías sólo realizan elritual de petición de comida duranteel primer mes de su vida, tiempoen que la calva rojiza de la cabezase vuelve blanca y en segundo lu-gar, que superada esta edad y porespacio de trece o catorce días,muestran la parte calva de la cabe-za y abren el pico también rojo pordentro, cuando quieren pedir comi-da. Días más tarde las crías siguenrecibiendo alimento de los adultos,a pesar de que se alimentan por sísolos, sin tomar la posición ade-cuada.

Esta conducta de las crías de loscalamones orientales, fue observa-da también en los jóvenes de lapolla de agua y es típica de los re-presentantes de la familia de losrálidos.

En los calamones orientales,como en las demás aves, el desa-rrollo del plumaje sufre una seriede cambios característicos: primeroes una negra bola de plumón vi-viente para pasar luego a una her-mosa ave acuática de unos coloresmetálicos, que van del azul al verde.Observar como aquel pequeño ama-sijo de plumas evoluciona lenta-mente y se transforma en un cala-món adulto con sus largas patasrojas y la silueta característica desu especie, es descubrir una seriede cambios que conducen lenta a

Un polluelo de calamon oriental Porphyno poltcephalus mostrando lamancha roja de la nuca a su madre esto desencadena el rnecarusmode ahrnentacrón

la transformación de la cría enanimal adulto.

Al nacer, la cría de calamónoriental está cubierta por un plu-món negro del que solamentesobresalen un pequeño pico blancosin el escudo facial, y las cortaspatas de color negro. Hasta pasadoel mes de edad, el plumaje continúaigual que al nacer, cambiando so-lamente el tamaño, que pasó de los7 cms., a unos 35 cms., de longi-tud. También había cambiado el co-lor del pico, que oscurecía paula-tinamente y por último la calvaroja se volvió blanca.

Unos cinco días después de ha-ber cumplido el mes de edad, seempezaba a ver un color brillanteen el cuello, y poco tiempo despuésaparecieron las plumas remeras enlas alas, que tardaron una semanaaproximadamente en desarrollarsecompletamente, por supuesto duran-te este tiempo habían adquirido lasilueta de los adultos. La apariciónde las demás plumas de su cuerpoparecía más bien un lento cambiode colór de su plumón, puesto quediariamente aparecía más intensoel color azul brillante en sus plu-

mas, hasta que culminó el ciclo conla aparición de las plumas blancasde debajo de la cola y el completodesarrollo de las otras.

La parte del cuerpo que más tar-dó en llegar a su completo desarro-llo fue el pico. Aproximadamente almes y medio de edad empezó aaparecer en la frente de las críasel escudo facial, que llegó lenta-mente a su total desarrollo a losdos meses del nacimiento de lospequeños, aunque no adquirió el co-lor rojo característico hasta los dosmeses y medio de edad.

iii color característica del picoempezó a aparecer tímidamente porel extremo del escudo facial y porla mandíbula inferior, hasta que Ien-tamente llegó a cubrir todo el pico.

Ahora nos es ya difícil a noso-tros, que durante los dos meses ymedio hemos observado casi diaria-merite el desarrollo de las crías,diferenciarlas de los adultos, pues-to que completamente independiza-das de los adultos, no son más quedos de los calamones de los ochoque conviven en la instalación nú-mero uno del Aviario del ParqueZoológico de Barcelona.

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/I

00I

M.a Mercedes Espinosa ValeroTodas las actividades que realizan los animales tie-

nen una intencionalidad y un significado.El ave a lo largo de su actividad diaria ensucia su

plumaje y precisa del aseo para mantenerlo limpio,sin realizar ninguna actividad superflua sino sola-mente aquellas que sean necesarias para conseguirdicho fin.

La significación del aseo tiene valor de superviven-cia, ya que un ave que no limpia su plumaje, denotaestar enferma y así lo entienden sus congéneres quepronto se aprestan a atacarle, mientras que un avecon plumas relucientes y alisadas manifiesta un buenestado de salud, y esta superioridad es consideradapor el posible atacante.

Para las aves el aseo de su cuerpo es de grantrascendencia puesto que consiste en eliminar de sus

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ESTUDIO COMPARAT O

plumas posibles parásitos, tierra o polvo, restos decornlca. al mismo tiempo que alisar las plumas parasu buena colocación y facilidad de vuelo. El animalprecisa mantener limpio su plumaje a fin de poderesponjaria y renovar la cámara de aire que quedaentre la piel y sus plumas.

Las técnicas del aseo son varias y dependen delas zonas a donde tenga que llegar la limpieza. Elprincipal instrumento del aseo es el pico, con él lim-pia las escamas de las patas y las plumas de lasalas, del vientre, pecho, dorso y cola, pero hay par-tes a las que el pico no alcanza y entonces el averecurre a la pata con la que puede rascar toda lazona de la cara, cabeza y cuello. El uso del pico nose reduce al simple picoteo de las plumas y piel,sino que también sirve para desplazarlo suavementea lo largo de las plumas a fin de alisarlas en unaacción de pinzado que es hacer del pico una pinzapara así apurar una a una las plumas. Y queda porcitar una parte del aseo muy importante eh la quese ponen en juego una pareja de aves. La Importan-cia radica en el fin al que va destinado, pues ademásde ser para perfeccionar la limpieza de aquellas par-tes a las que no ha llegado por sí solo, es un ele-mento fundamental del bienestar social del grupo.Las aves son sociales por naturaleza y necesitande un contacto con las demás para su perfecto equl-librio dentro del grupo, estos contactos que se esta-blecen entre los individuos permiten al que espulgao asea situarse a igual categoría que el espulgado, siel que recibe la acción es de rango superior. Y aun-que se mantenga una distancia entre los individuos,es necesario este contacto que se efectúa por me-dio del llamado aseo mutuo. Este es estimulado porel esponjamiento de las plurnas, y la respuesta es queel ave picotea y asea la cabeza, cuello y pico de suoponente. Se observa que entre los dos miembrosde una pareja suele ser uno de ellos indistintamente

el que espulga y otro el que recibe el espulgamiento.El aseo del ave es exhaustivo y prolijo sin dejar

de limpiar ninguna zona del cuerpo, gracias a quepuede adoptar mil posturas diferentes, que sorprén-den la primera vez que se repara en ellas; tiene granmovilidad de cuello que le permite girar 1800 y asípicotearse el lomo, dorso ... ; es muy flexible ya quegira a la vez la cabeza y la cola en un mismo sentido,y así efectúa el pinzado de ésta.

La pata viene a sustituir al pico en los lugaresdonde éste no puede llegar, pero también le sirveal ave para limpiar más a fondo cabeza. cuello y zo-nas interiores del cuerpo.

Según las especies, son utilizadas más o menos,unas u otras formas de aseo antes definidas, existepues una variabilidad notoria dentro de la forma deaseo.

Las aves con menos desarrollo físico, cotorritas,hacen mucho más picoteo, que las más desarrolladas,

guacamayos, cacatúas, que usan con preferencia suspatas para limpiarse, si bien el pico les es impres-cindible a todas ellas.

Podemos decir que la forma de aseo tiene rela-ción con el parentesco de las especies, pues aquellasaves que siendo de distinta especie son de igual fa-milia, tienen secuencias de ugrooming» o aseo muysimilares, mientras que en comparación con otrasfamilias son distintas, no las acciones en sí pero síla intensidad o la manera con que se efectúen. Elaseo como tantas otras actividades del ave, es unfactor heredado, que es perfeccionado por la prác-tica y por los conocimientos que va aprendiendo, perosiempre dentro de sus posibilidades físicas, por ellohay estas diferencias entre las especies, ya que lascotorritas usan mucho el pico y no tanto las patasporque son más bien cortas y sin mucha «garra-,mientras que los guacamayos y cacatúas utilizanel gran pico pero les es muy fácil el uso de susgrandes patas. También se puede ver la relación dela forma de aseo con el parentesco de las especies,en cuanto al aseo mutuo, ya que las especies de lafamilia de psltácldos efectúan mucho aseo rnutuo.mientras que entre los estúrnidos apenas se conoce;esto es debido al alto grado de sociabilidad exls-tente entre los psitaciformes que necesitan consten-temente el contacto social.

El estudio continuado de estas relaciones y dife-rencias entre las aves nos lleva a conocerlas másprofundamente y a diferenciar entre lo heredado y loadquirido.

Este escrito ha sido hecho como divulgación deuna serie de estudios referentes al grooming, acciónde espulgamiento y aseo de las aves. que se vienenrealizando en el Aviario del Zoo de Barcelona, parallegar a conocer las diferencias y analogías entre lasespecies de esta familia de aves tan desarrolladassocialmente. como es la de los psitácidas.

El guacamayo rojo y verde Arachloroptera con su enorme pico espulgadelicadamente la cabeza del guacamayo Jacinta Ariodorhynchus hya-cinthinus.

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NACIMIENTO DE UN GORILA EN EL PAROUEZOOLOGICO DE BARCELONA

La reproducción de los gorilas en cautividad essiempre un acontecimiento importante en el mundode los Zoos y cuando ello tiene lugar es una dernos-tración de que la especie ha alcanzado, en ciertomodo, un equilibrio biológico notable dentro delcontexto ecoetológico donde se desenvuelve su vida.

Hasta el año 1969 habían nacido en los Zoos 41 qo-rilas, desde aquellas fechas los nuevos alumbra-mientos habidos na rebasan la decena.

El nacimiento de un gorila prematuro en nuestroZoo el 14 de abril de 1973 (ya saben que falleció alos 12 dias) nos certificó que sus padres: Copito denieve y Ndengue eran fértiles y que se había logra-do, también, un equilibrio intraespecífico suficientea la consecución de tan importante secuencia en elcontexto de la vida.

Durante los meses de noviembre y diciembre de1973 se observaron frecuentes cópulas entre Copitade nieve y su compañera Bimvili; se trata de unahembra de 9 años y de unos 70 kilogramos de peso.

Certificada la preñez a mediados de marzo no setomaron medidas especiales hasta que el enqrosa-miento de los pezones y las mamas de la futura ma-dre indicaron que el parto no tardaría más de 4 se-manas.

En este momento la hembra Bimvilí fue segregadadel grupo durante las noches y una vigilancia espe-cial fue establecida al objeto de poder atender, conprontitud, cualquier contingencia.

El día 9 de agosto a las 8,30 horas el animal rom-pió aguas apreciándose, solamente, un descenso no-table de su movilidad pero un aumento de su agre-sividad ante la presencia de intrusos no familiares.

A las 18 horas y de forma súbita, estando el ani-mal en posición cuadrúpeda, nació el pequeño quefue recogido por su madre de forma inadecuada;deben tener en cuenta que se trata de una primí-para y que en estos animales, altamente cerebral i-zados en el sentido humano, todo el proceso etoló-gico inherente al postparto y cuidados a dispensar ala prole, son aprendidos de sus congéneres.

La madre, no obstante, lamió intensamente al pe-queño y cortó, con los dientes, el cordón umbilical;pero toda vez que el neonato parecía muerto, ésta,abrió la boca de su hijo dándole, inmediatamente, unafuerte succión que provocó el inicio de una respira-ción intensa y, a los pocos momentos, éste empezóa gritar.

La madre, excitada ante el cuerpecito que gritabay se movía intensamente inició una conducta anó-mala que aconsejaron la retirada del pequeño previaanestesia de la misma; ello, por los motivos a quehemos aludido anteriormente, es lo que se vienehaciendo en casi todos los Zoos del mundo.

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El pequeño gorila, al nacer, pesaba 2,500 kilos; setrata de una cifra totalmente normal, ya que el pesode estos primates oscila entre 1,500 y 3 kilos.

Se cuida de la crianza de este valioso animal laSra. Luera, muy experta en estos delicados menes-teres, esposa de uno de los veterinarios de esteParque Zoológico.

NACEN DOS LORIS EN EL AVIARIO DEL ZOO

Del cruce de un macho de lori arco iris (Trlcho-glosus haematodus haematodus) y una hembra delori de las Molucas (Trichoglosus haematodus rnoluc-canus) , han nacido dos loris.

El hibridaje entre especies de Psitácidas se da encautividad, aunque no es frecuente el nacimiento deespecies tales como los citados.

En una jaula de cristal de forma cúbica de2 x 1,20 x 1,20 habitan dos parejas de loris. La primerapareja integrada por las citadas especies, muestradesde hace un año una conducta sexual muy patente.Las copulaciones, «grooming» y entrecruzamiento depicos son frecuentes y su situación dentro de la jaula,así como su superioridad sobre otra pareja formadapor dos ejemplares de lori de las Malucas es biendefinida.

NOTI ZOO

Durante los meses de abril y mayo los animalespermanecieron largo tiempo en el nido de madera si-tuado en un ángulo superior de la instalación. En élaparecieron dos huevos de color rosado de unos4 cm. de longitud.

Se incubaron hasta el día 3 de junio último, díaen que eclosiona un huevo y a los dos días lo haceel otro. Los dos polluelos sin plumón forman unabola y se apoyan el uno en el otro.

A los diez días del nacimiento muestran un ligeroplumón blanco. Los globos oculares grandes y pro-minentes de color negro. Están inmóviles en el nidoy se sitúan frente a frente formando una bola. Lospadres permanecen continuamente en el nido alter-nando la salida en busca de alimento.

Hasta finales de julio no son visibles desde el ex-terior del nido. El día 29 de jul io sacan la cabeza porel agujero del nido y puede verse un plumaje azulintenso formando una coronilla. El resto del cuerpo,especialmente en el dorso y borde de las alas pre-senta unas zonas con plumas de colores vivos, ro-jos, amarillos y verdes.

El resto del cuerpo está descamado o cubierto deun plumón blanco.

Permanecen en el nido hasta finales de agosto enque saltan al suelo y su aspecto es el siguiente:carecen de cola, las plumas de las alas son cortas,el color del pico es marrón en lugar de rojo comolos adultos.

El polluelo nacido dos días antes, muestra un plu-maje más desarrollado, especialmente en la cabeza,pecho, dorso y alas.

El tamaño de las crías está muy cerca del de losadultos.

El polluelo mayor es más ágil que su compañero yes capaz de trasladarse de un aseladero a otro conla ayuda de su pico, cosa que resulta imposible almás pequeño.

Durante los primeros días, las relaciones con losadultos eran constantes, después de 30 días de salirdel nido, los padres mantienen ligeros contactos deespulgamiento con el polluelo más joven y rechazanclaramente al polluelo más desarrollado.

La otra pareja de adultos sólo muestran una con-ducta agresiva con los jóvenes si éstos se acercandemasiado.

Las relaciones entre los polluelos han sido slern-pre de tipo amistoso: realizan el ritual del «qroornlnq»para reforzar los lazos de unión y amistad entreellos, se espulgan preferentemente en el cuello y lacabeza, mientras que cuando el grooming es indivi-dual se espulgan con preferencia el plumaje de lasalas.

La situación de las crías es variable, aunque per-manecen preferentemente en los alambres; a dife-rencia de los adultos, no acostumbran a situarse enlos palos, debido al esfuerzo que les representa su-birse en ellos. Durante el acto de comer, los pollue-los permanecen en el suelo, mientras que los adul-tos reposan en los palos, bajando sólo de vez encuando para coger la comida, hecho lo cual vuelvena subir a los palos para comérsela.

Las crías se situaban en un principio, como hemosdicho antes, cerca de los padres, aunque a una dis-tancia prudencial de los otros adultos, cada vez sehan ido separando más de sus progenitores, hastaquedar casi a la misma distancia de todos los adultos.

Los adultos tienen preferencia por la uva, mientrasque las crías se inclinan por la naranja, tambiéngustan de lamer la miel con que se rocía la fruta.

Dos polluelos fruto del cruce de un Lon arcoins y una hembra de Londe las Malucas Estas jóvenes crías muestran un colando plurnaje en-tremezclado con el pulmón denso blanco de nidoActualmente con su plumaje completo muestran los carácteres here-dados de su padre y que corresponden a la subespecre Trichodoglos-sus haematodus haematodus.

Los pollos se desplazan por el suelo dando saltose intentando el vuelo. Durante los primeros días deobservación eran incapaces de cruzar las patas alavanzar por el alambre, al transcurso del tiempo hanido adquiriendo agilidad, llegando a trepar igual quesus padres. A menudo levantan las alas, como des-perezándose. La defecación suele ir acompañada deun levantamiento de las alas o bien, cuando se hallanen el suelo, de un movimiento de retroceso.

Hemos observado varias actitudes en los progeni-tores que parecen señalar unos deseos de indepen-dizarse de los pollos, cada vez los dejan más solosy dejan que se valgan por sí mismos. Apartan a lascrías cuando éstas les solicitan comida. Las críasson agredidas varias veces por sus progenitores yúltimamente se han observado dos cópulas por partede los padres de los pollos, lo que indica el deseode formar una nueva familia y de alejarse de las an-tiguas crías.

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GAVIOTAS EN EL ZOO

El Dr. Niko Tinbergen, uno de los pioneros de laetología, es el que ha hecho un estudio más corn-pleta sobre la conducta de las gaviotas. A él sedeben los descubrimientos de los desencadenantesinnatos de esta especie, del papel que la coloracióndel pico de los adultos desempeña en la peticiónde comida por las crías.

Los trabajos de campo sobre las aves marinas yen especial de las gaviotas, han proporcionado losdatos que han permitido interpretar y descubrir elproceso evolutivo de esta especie sobre el planeta,así como los factores que han determinado su evo-lución natural.

Las poblaciones de estas aves han estado some-tidas especialmente en estos últimos años a unproceso de cambio muy acelerado. Su enemigo, elcuervo, con su actitud depredadora ha ido cribandolas diversas especies que forman este grupo, eli-minando aquéllas cuya conducta era vulnerable paraél y conservando otras cuya modalidad o cambiomutacional les situaba en una condición ventajosa.

Este famoso investigador ha logrado descubrir losmecanismos ventajosos que han hecho prosperar de-terminadas poblaciones, al mismo tiempo que deter-minaba los factores que les han motivado. La intensadensidad demográfica de las costas de los paísesde Europa Occidental y la sucesiva desecación delas zonas costeras han hecho que las gaviotas sevieran precisadas a variar su habitat natural.

Actualmente las poblaciones de estas gráciles avesse han ido desplazando a lugares del interior, cer-canos a las costas, donde encuentran el alimentonecesario. El Zoo de Barcelona ha recibido la masivavisita de gran número de gaviotas reidoras Larusridibundus a causa de la proximidad del mar y de lacomida que el Zoo les brinda. En los últimos añossu número ha aumentado considerablemente y ya eshabitual verlas en los parterres de las instalaciones,comiendo junto a los animales que allí se hospedan.

Ya no emigran, ni abandonan el Zoo al llegar la pri-mavera, son animales del Zoo que se reproducen yviven tranquilamente.

En la época de celo la cabeza cambia su plumajeblanco por otro negro, a manera de bonete: en invier-no sufre el proceso inverso.

La conducta de estas aves en cautividad resultamuy interesante, a fin de estudiar los cambios quepuedan sufrir estos animales al variar el medio enque desarrollan su vida.

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La qavrota reidora afmcada totalmente en nuestro zoo, ena y se repro-duce penódlca~nte En la fotografia se muestra una pareja dedicadaa la incubacion y la viqrlancra de los huevos

ADOUISICION DE UNA PAREJA DE HIPOPOTAMOSPIGMEOS

La novedad más importante ocurrida en el zoo es-tos últimos meses ha sido la adquisición de unapareja de hipopótamos pigmeos.

Estos animales cuyo número declina de maneranotable en estado natural, tiene un área de distribu-ción muy limitada, circunscrita a Liberia y Costa deMarfil.

Su escasez en estado natural no es el único pro-blema que presentan estos animales; sus hábitos so-litarios dificultan extraordinariamente su conviven-cia en parejas, por lo que es difícil lograr un equí-librio estable entre los dos sexos en ambientespequeños y prolongados.

Afortunadamente, los dos individuos que se exhi-ben en el Zoo se han asociado muy bien, lo que noshace presumir que de no presentarse ninguna difi-cultad pronto tendremos descendencia.

Su alimentación, que no difiere básicamente de ladel hipopótamo común, consiste en zanahorias, ce-bada, cultivo hidropónico de cereales, alfalfa, frutafresca y los complementos minerales y vitaminasque se administran a todos los herbívoros del Zoo.

OT zoo

LOS ANIMALES AGRUPADOS, GUARDAN ENTRE SIDISTANCIAS INTERINDIVIDUALES

Es frecuente observar cómo las gaviotas o lasgolondrinas se sitúan a lo largo de un palo de unaembarcación o de un cable eléctrico tendido en uncamino, distribuidas una a continuación de otra, se-paradas entre sí por una distancia equivalente.

Las largas filas de pájaros en formación uniforme,equidistantes entre sí, son imágenes habituales queponen de manifiesto el mecanismo que modela elespacio ocupado por los animales, en interespaciosindividuales, cuya significación responde a unas cau-sas puramente biológicas.

Los animales agrupados no están distribuidos alazar y la separación entre ellos depende de diversosfactores, tales como la disponibilidad de espacio, laproximidad del depredador, la cohesión del grupo, etc.La variación de dichos factores modifica tambiénla separación y distribución de los individuos dentrode los grupos.

Las relaciones que se establecen entre los distin-tos individuos que integran una agrupación animalpueden determinarse mediante el análisis de las di-versas distancias individuales. Es lógico que en aque-llos individuos que están más próximos el númerode interacciones sea mucho mayor que en aquellosotros más alejados.

Mediante la observación de estas distancias po-drá conocerse la cohesión o distensión del grupo,ordenación jerárquica o social de los distintos indi-viduos que los integran, así como la influencia delmedio y la adaptación a él.

En general los animales están sometidos a dos ten-dencias opuestas, una la atracción que sienten haciasu congénere y cuya finalidad es buscar la ayuda ycooperación mutua y la otra es la agresión o aver-sión hacia un posible competidor. El resultado deestos dos impulsos se ve materializado por la exis-tencia de un espacio que rodea al individuo, limi-tado por una superficie esférica cuyo radio varía demagnitud de unas especies a otras y es mayor enaquellos individuos que ocupan un nivel jerárquicomás elevado, de tal manera que puede deducirse lacateqoría de un elemento observando su «espacloindividual".

En los animales de vida aérea como las aves omurciélagos, así como en los monos y mamíferosarborícolas, el espacio particular de cada individuoes realmente una esfera. Pero en los animales de«dos dimensiones», es decir en aquellos que no pue-den elevarse del suelo, como los elefantes y otrosmamíferos de gran volumen, este espacio particular,queda reducido a una superficie circular en la queel animal ocupa el punto central. Este es el casode los animales que muestra esta fotografía, un grupofamiliar de gamo europeo Dama dama, afincados enel zoo de Barcelona y que durante varios años con-

secutivos han visto aumentar su descendencia porunos nacimientos anuales no interrumpidos. Estosanimales sumamente adaptados viven pacíficamenteen una instalación cubierta por densa vegetación

Un grupo de gamos Dama dama reposando en una de las mstalacro-nes del Zoo de Barcelona

y bordeada por un foso de agua. La estampa, suma-mente bucólica de este grupo familiar en el marcosugestivo de esta parte del zoo, transporta al visi-tante a los bosques centroeuropeos, donde no hacemuchos años estos animales daban vida al paisaje.

Tal como puede apreciarse en esta fotografía, losanimales están tumbados en el suelo formando unatrama o red, de malla cuadrangular en la que cadauno ocupa los nudos o vértices de esta red. La situa-ción es casi matemática y responde a una agrupa-ción de tipo familiar y homogénea. Estas distanciasentre los individuos son las mínimas para comuni-carse la alerta, al mismo tiempo que no son excesi-vamente pequeñas para provocar la molestia del con-tacto de unos animales con otros.

Existen sin embargo animales agregados de tipo«contacto», en los que cada uno de ellos está to-cando al otro, es decir no existe distancia inter-individual que los separe. La tendencia afectiva ydefensiva es más intensa que el impulso agresivoo competitivo y los animales forman masas agrega-das. Es frecuente verlo en muchas especies de pá-jaros tales como los de la familia de los estríldidosafricanos y en mamíferos como los pécaris, etc.

En la vida natural es de gran importancia para losanimales la visibilidad del medio, que le permite

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descubrir todo cuanto acontece a su alrededor y laacción del depredador de los cuales depende en granmodo su supervivencia.

Las distancias de los animales que vlven en laselva son mayores que las de los mismos animalesque ocupan los lugares abiertos de la sabana o dela estepa. En estos últimos la acción del depredadores mucho rnás decisiva, ya que la posible víctimadispone de menos medios para burlar la acción deldepredador. Los animales del bosque tienen másescapatorias, disponen de una nueva dimensión quees la altura, que les permite ascender y alejarsepor un nuevo camino, la densa vegetación y la os-curidad les permiten pasar desapercibidos para eldepredador.

En la vida en cautividad los animales disponen demenos espacio disponible, las distancias individualesdisminuyen y los animales se hallan en una tensiónmayor. Las disputas y agresiones son más frecuen-tes y las muertes y resultados fatales alcanzan ín-dices muy superiores a los de los animales libres.

En un lugar reducido, el animal atacado que ha des-pertado la ira del agresor, recibe un ataque superiory no puede huir para ponerse a salvo.

En cautividad las agresiones y disturbios tienenlugar en general durante la noche. Durante el dialos animales respetan las distancias individuales ylas posiciones entre los elementos del grupo, es decirla distribución establecida, pero en las horas oscurasde la noche, por falta de visibilidad, ocupan lugaresque no les corresponden, el frío y la inseguridad lesatrae unos a otros y tienden a agruparse de maneramasiva e incontrolada. Con las primeras luces losanimales se despiertan y descubren al intruso queha osado situarse en un lugar que no le es propio.

El ofendido inicia su ataque hacia el débil y dis-minuido, que no logrará escapar en el espacio siem-pre reducido de una instalación.

Las largas noches invernales son las más propi-cias para este tipo de acontecimientos, una manerade pallar este contratiempo es dejar a los anima-les en la penumbra, a fin de que tengan la suficientevisibilidad para saber dónde están y a qué estánexpuestos.

Los espacios individuales son respetados por todaslas especies sociales, incluso el hombre dispone deestos -espaclos personales» y la base biológica enque se apoya este mecanismo, está infundida por fac-tores psicológicos que actúan variando su magnitud.

También analizando la distancia personal de un grupo,el psicólogo podrá aclarar e interpretar muchos as-pectos de las relaciones sociales entre los diversosindividuos que forman una comunidad.

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BIBllOG APIAIntroducción al estudio comparado del comporta-

miento.

Editorial Omega.Autor: lrenáus Eibl-Eibesfeldt.Barcelona, 1974.

El estudio comparado del comportamiento animalha alcanzado un gran desarrollo en los últimos años.

El conocimiento de que las adaptaciones filoge-néticas condicionan la conducta animal y humana enuna forma definitiva ha impulsado no sólo la Biolo-gía, sino también la Psicología, Psiquiatría y Antro-pología a investigar las bases de este comporta-miento.

El autor proporciona en esta obra, una panorámicade este amplio campo científico que es la Etología.Con un lenguaje ameno, manteniendo un alto sentidocientífico, expone los diversos mecanismos que de-terminan la conducta de las especies animales, ilus-trado con gran número de datos y de citas.

Con los métodos etológicos puede demostrarseel alcance que las adaptaciones filogenéticas pue-den tener en la conducta social del hombre y rnu-chas perturbaciones de nuestra vida social puedentener una gran relación con nuestra evolución filo-genética.

Los resultados del estudio comparado del cornpor-tamiento ofrecen valiosas indicaciones de cómo de-bemos solucionar estos problemas.

THE SWANS.Editor - Michael Joseph Ltd.Autores - Peter Scott y el «Wildfowl Trust».LONDRES 1972.

Desde la más remota antigüedad los cisnes hanllamado poderosamente la atención del hombre; suesbelta figura ha podido ser identificada en pinturasprehistóricas, las leyendas germánicas se refieren,con gran insistencia, a los albos cisnes que proce-dentes del misterioso septentrión llevaban en su rau-do vuelo la tan anhelada primavera; la mitologíagriega es también generosa con estas aves que con-viven con los dioses y hasta comparten su destino.

Esta bonita obra de divulgación, escrita por ungrupo de ornitólogos ingleses bajo la dirección delprestigioso Peter Scott, conocido de todos cuantosmilitan en las filas de la salvaguarda de los valoresnaturales, pretende dar una amplia información so-bre estos animales; los capítulos del libro tratan de:clasificación, distribución, migraciones. reproducción,vida familiar, mortalidad, de estas aves en la his-toria y en el arte y finalmente de su conservación.

La obra está profusamente ilustrada con dibujosa la pluma obra del mismo Peter Scott, también loshay de Philippa Scott y de Ted Jackson; varias inte-resantes fotografías y esquemas complementan suparte gráfica.

Brindamos esta obra a todos cuantos tienen in-terés por la vida salvaje y muy en particular a losjóvenes interesados por las anátidas; les recorda-mos que el «Wildfowl Trust» fue fundado en 1946por Peter Scott para estudiar y salvaguardar a estasaves tan perseguidas por el hombre.

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