el docente integrador como agente de cambio y ... edi. vii (7)/articulo 2.pdf · de cambio y...

25
28 EL DOCENTE INTEGRADOR COMO AGENTE DE CAMBIO Y TRANSFORMACION DE LA EDUCACIÓN VIRTUAL Rojas, N. 1 1 Universidad Fermín Toro, Venezuela Correo: [email protected] PALABRAS CLAVE Educación Virtual - docente integrador complejidad - cambio - transformación social. RESUMEN Para lograr una formación académica exitosa del docente integrador como agente de cambio y transformación de la educación virtual, debe existir una interacción fecunda entre el ser humano y la cultura; por tanto, es necesario abordar la formación del docente integrador como un proceso recursivo y dialógico, por medio del cual la sociedad a través del proceso educativo, forma el individuo tomando como base la definición de un proyecto de vida, en relación a las potencialidades de la persona, a sus expectativas sociales, la convivencia y la diversidad cultural. De allí, que la intencionalidad del presente producto científico es reflexionar a profundidad acerca de la educación virtual y la formación del docente integrador como agente de cambio y transformación para la realización plena de la condición humana. Epistemológicamente el trabajo se apoya en el pensamiento crítico dialéctico. El método se fundamenta en la hermenéutica crítica, la cual según Ricoeur (2000) “es el método interpretativo, que busca est ablecer un nexo comunicativo entre un texto y un intérprete”. Entre las más importantes ideas concluyentes se tiene que el profesional de la docencia de educación integral también debe ser un agente de cambio, un promotor crítico y creador de conocimientos desde los espacios de la escolaridad a través de la integración de la docencia y la investigación en la búsqueda de fortalecer su formación académica y responder a las demandas de la población escolar en la cual trabaja.

Upload: others

Post on 29-Dec-2019

2 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

  • 28

    EL DOCENTE INTEGRADOR COMO AGENTE DE CAMBIO Y

    TRANSFORMACION DE LA EDUCACIÓN VIRTUAL

    Rojas, N. 1 1Universidad Fermín Toro, Venezuela

    Correo: [email protected]

    PALABRAS CLAVE

    Educación Virtual - docente integrador – complejidad - cambio - transformación

    social.

    RESUMEN

    Para lograr una formación académica exitosa del docente integrador como agente

    de cambio y transformación de la educación virtual, debe existir una interacción

    fecunda entre el ser humano y la cultura; por tanto, es necesario abordar la

    formación del docente integrador como un proceso recursivo y dialógico, por medio

    del cual la sociedad a través del proceso educativo, forma el individuo tomando

    como base la definición de un proyecto de vida, en relación a las potencialidades de

    la persona, a sus expectativas sociales, la convivencia y la diversidad cultural. De

    allí, que la intencionalidad del presente producto científico es reflexionar a

    profundidad acerca de la educación virtual y la formación del docente integrador

    como agente de cambio y transformación para la realización plena de la condición

    humana. Epistemológicamente el trabajo se apoya en el pensamiento crítico

    dialéctico. El método se fundamenta en la hermenéutica crítica, la cual según

    Ricoeur (2000) “es el método interpretativo, que busca establecer un nexo

    comunicativo entre un texto y un intérprete”. Entre las más importantes ideas

    concluyentes se tiene que el profesional de la docencia de educación integral

    también debe ser un agente de cambio, un promotor crítico y creador de

    conocimientos desde los espacios de la escolaridad a través de la integración de la

    docencia y la investigación en la búsqueda de fortalecer su formación académica y

    responder a las demandas de la población escolar en la cual trabaja.

  • 29

    EL DOCENTE INTEGRADOR

    COMO AGENTE DE CAMBIO Y

    TRANSFORMACION DE LA

    EDUCACIÓN VIRTUAL

    La educación en tanto proceso

    social, cultural e histórico, es ante todo

    una vía a través de la cual el ser

    humano logra organizar y perfilar sus

    ideas y modos de aprendizaje,

    conforme a los fundamentos

    ontológicos de los patrones de

    pensamiento para la construcción del

    conocimiento a partir de la realidad.

    Este conocimiento se expresa, tanto

    por medio del lenguaje en el contexto

    de la escuela como espacio

    comunicacional, como a través de las

    múltiples manifestaciones de los

    sistemas culturales, los valores y la

    sabiduría epocal de cada sociedad.

    Es por ello, que uno de los más

    grandes desafíos de la educación, y

    de modo más específico de los

    denominados modelos pedagógicos,

    es el desarrollo de la actitud del ser

    humano para contextualizar los

    saberes de cada época y construir un

    conjunto de significados, que permitan

    darle sentido a la convivencia

    humana. En efecto, en el marco de las

    complejas relaciones ontogénicas

    existentes entre educación,

    pedagogía, cultura y sociedad, hoy

    hace falta transitar hacia un

    pensamiento educativo y pedagógico

    ecologizante e integrador, aquel

    según el cual Morín (1999), sitúa todo

    acontecimiento, información o

    conocimiento en una relación

    inseparable con el medio cultural,

    social, económico y, por supuesto,

    natural ... “es aquel pensamiento que

    incita a ver como el acontecimiento

    modifica el contexto o como se le da

    una luz diferente” (p. 27).

    De esta manera, la formación

    profesional del docente integrador

    supone un proceso de indagación de

    la realidad desde la investigación

    educativa para el descubrimiento de

    nuevas verdades en el contexto socio

    comunitario donde cohabita la

    escuela, pues, como lo refiere, Alanís

    (2001) “si los profesionales de la

    docencia han sido formados con base

    a la repetición y la reproducción de

    textos, no puede entonces, esperarse

    que hayan propuestas de

    transformación de los procesos

    educativos” (p. 16).

  • 30

    La problemática asociada a la

    formación profesional del docente

    integrador, alude a que ésta se ha

    concebido tradicionalmente desde una

    perspectiva rígida, fragmentada y

    descontextualizada del proceso de

    autorrealización y del tejido

    socioeconómico. Así lo deja ver

    Montovani (2007), cuando apuntan

    que “la raíz de todo esto está en el

    hecho de que en las ciencias sociales

    y humanas ha existido una tendencia

    a asumir el sujeto tomando como

    referencia de una forma explícita o

    implícita el paradigma clásico

    positivista” (p. 43).

    Sin embargo, es necesario

    mencionar, que cada época, ciencia y

    procesos sociales han dado y dan una

    respuesta diferente a la formación

    humana, la cual es un proceso

    complejo que representa un desafío

    para las concepciones

    epistemológicas tradicionales. Esto

    significa, que no es posible pensar la

    formación profesional y humana del

    docente integrador en el marco de

    propuestas epistemológicas

    unidimensionales, simplistas y

    reduccionistas, por lo tanto, el

    pensamiento complejo constituye una

    perspectiva relevante para su re

    conceptualización.

    Precisamente, de acuerdo con los

    fundamentos filosóficos y

    pedagógicos de la Educación Básica

    en Venezuela, en la actualidad se

    requieren docentes con competencias

    cognoscitivas que sólo las provee la

    investigación y el pensamiento

    complejo desde la autorreflexión y la

    crítica, para la construcción y

    reconstrucción del saber pedagógico,

    y de este modo contribuir con el

    desarrollo de las potencialidades del

    educando, y básicamente con la

    transformación de los procesos

    educativos a este nivel.

    De lo expuesto anteriormente se

    deriva, que para educar la existencia

    humana desde su

    multidimensionalidad se requiere

    pensar en una pedagogía integradora

    desde el pensamiento complejo, lo

    cual en opinión de Rodríguez (2005):

    Es una expresión global,

    totalizadora, es decir, no asume el

    estudio de la ciencia pedagógica como

    expresión atomista, no se refiere en

    particular a sus elementos, factores,

    medios, etc., sino que su pretensión es

  • 31

    construir una visión unificadora y

    unitaria del saber pedagógico,

    vincularlo con el hacer práctico y

    ubicar a ambos en una patente

    realidad (p. 56).

    En efecto, al vincular la razón

    teórica del conocimiento pedagógico,

    con la razón praxeológica que lo

    legitima, la pedagogía se erige como

    una producción intelectiva relevante,

    la cual surge de las complejas

    relaciones ontológicas existentes

    entre la escuela y sus vínculos con el

    contexto comunitario. Es dentro de

    esta dinámica social donde se

    revaloriza la pedagogía y el currículum

    de la educación, pero además donde

    se erige el docente integrador como

    agente de cambio y transformación.

    Pool (2001, p.41), plantea que “el

    docente integrador debe ser reflexivo,

    crítico, creador de ideas, honesto y

    muy humilde, porque ahora tendrá que

    salir con más frecuencia de la escuela

    hacia el entorno y estar más tiempo

    con la comunidad”. De lo que se puede

    deducir, que al docente durante su

    formación debe apropiarse de los

    conocimientos, las habilidades y las

    destrezas requeridas, para actuar en

    cada uno de los niveles del

    subsistema de educación básica.

    Así mismo, hay que propiciar en el

    docente de Educación Integral, la

    adquisición de valores y actitudes, en

    correspondencia con las necesidades

    del medio educativo en el cual se va a

    desempeñar; pero al mismo tiempo,

    se necesita que las instituciones de

    educación universitaria a través de su

    pensum de estudio utilizado para la

    formación integral del docente,

    desarrollen y apliquen estrategias

    metodológicas ajustadas a una

    formación académica, cónsonas con

    las transformaciones que se persiguen

    en los escenarios socio comunitarios.

    Al respecto, Castañeda (2010), en

    consideración al docente integrador

    como un generador de situaciones de

    cambios sociales, expresa:

    Es necesario que todos los

    maestros aprendan medios valiosos

    para desarrollar conductas creativas

    en el aula, modificando los

    procedimientos didácticos

    tradicionales, promoviendo en el aula

    un clima mejor, más adecuado y con

    oportunidades mayores, para que el

    niño pueda verdaderamente

  • 32

    perseverar en la búsqueda constante

    de soluciones creativas. (p.13).

    Este planteamiento de Castañeda,

    viene a sustentar lo fundamental de la

    formación académica del docente de

    educación integral, respecto a la

    creatividad y a la heurística; puesto

    que su función como docente integral

    es compleja, hay un cúmulo de tareas

    profesionales en la Educación Básica

    que están reclamando cambios

    educativos y sociales, tanto en la

    formación integral del docente, como

    en la genealogía ontológica de acto

    pedagógico que desarrolla el docente

    de educación integral en el contexto

    de las escuelas básicas venezolanas.

    De tal manera, que en la actualidad

    la acción pedagógica del docente

    integrador, no solamente debe

    responder a las necesidades y

    expectativas del momento que se vive,

    sino también que vislumbre los

    caminos posibles de un nuevo tiempo

    educativo. Hoy se requiere de un

    docente integral que responda a

    ciertas características básicas, como

    las que determina Díaz (2008),

    cuando expresa:

    Un educador debe poseer

    características, actitudes,

    conocimientos, autoestima, liderazgo

    y controles de comportamientos

    esenciales, que le permitan crear una

    situación de aprendizaje total, ya que

    cuando se adentra en el proceso

    interactivo de enseñanza, suceden

    dos cosas: Cada uno de los

    estudiantes que se encuentran bajo su

    tutela desarrollan su potencial

    creativo, mientras que él mismo

    descubre en el proceso de enseñanza,

    un camino para su expresión creativa

    y autorrealización (p.22).

    Esto permite argumentar, que el

    docente integrador debe actuar como

    mediador entre la cultura, los actores

    y el escenario; pues el enseñante

    debe procurar que sus alumnos no

    sólo aprendan conocimientos, sino

    que básicamente aprendan a ser

    personas en proceso de aprendizaje;

    el que enseña hace algo para que el

    otro aprenda, puesto que eso que

    transmite brinda una ayuda al alumno,

    para que éste se apropie de ese saber

    que le enseña a aprender.

    Ahora bien, hacer referencia al

    proceso de formación integral del

  • 33

    docente para el logro de una

    integración y cohesión social de la

    educación, en función del desarrollo

    humano y de la comunidad en general,

    invita a considerar una diversidad de

    componentes académicos, que son

    fundamentales durante el desarrollo

    del proceso de formación.

    Díaz y Mayz (2004) [Documento en

    línea] expresan que:

    Pensar en una formación educativa integral para poder promover en el educando aprendizajes integrales mediante la interacción comunitaria basada en el trabajo, la participación, la crítica, los deberes y derechos de los ciudadanos, constituyen la guía permanente de las acciones colectivas para la construcción de la cultura y la transformación social.

    Este punto de vista permite visionar

    que debe existir una interacción

    fecunda entre el ser humano y la

    cultura; por tanto, es necesario

    abordar la formación del docente

    integrador como un proceso recursivo

    y dialógico, por medio del cual la

    sociedad a través del proceso

    educativo, forma el individuo tomando

    como base la definición de un proyecto

    de vida, en relación a las

    potencialidades de la persona, a sus

    expectativas sociales, la convivencia y

    la diversidad cultural.

    Ante esta reflexión que se ha hecho

    sobre la formación del docente, Prieto

    (2004) la alude desde la perspectiva

    de la reflexión crítica, y señala:

    Una formación docente que

    promueva la práctica de la reflexión

    crítica, funda el proceso de formación

    en el análisis de los problemas

    escolares; significa los contenidos

    como productos históricos a

    cuestionar a la luz de sus implicancias;

    pues se suscribe la idea que la

    escuela no es un terreno neutral, por

    el contrario es una realidad cruzada

    por factores sociales y culturales, de

    conflictos y contradicciones. (p.11).

    Cabe acotar entonces, que el

    proceso formativo del docente debe

    fundamentarse en la reflexión crítica

    del conocimiento, como una vía para

    la reconstrucción pedagógica y social

    de su formación, tanto desde la

    comprensión de la condición humana

    como en el aspecto académico, esto

    implica pensar en nuevos modos de

  • 34

    explorarla y comprenderla, de acuerdo

    a su formación académica exigida.

    De acuerdo con el Consejo

    Nacional de Universidades y a la

    Oficina de Planificación del Sector

    Universitario (2005), señalan que el

    licenciado o el profesor en Educación

    Integral desempeñará los roles de

    facilitador de aprendizaje, orientador,

    promotor social e investigador;

    además, consideran que el profesional

    de Educación Integral es un docente

    que “domina los principios teóricos y

    prácticos de los conocimientos, en los

    que se inscriben los programas de la

    primera y segunda etapa de

    educación básica”. (p.114), hoy

    conocida, tomando en cuenta a la

    nueva Ley Orgánica de Educación

    (2009), como Educación Primaria del

    Subsistema de Educación Básica,

    pues en el artículo 32 de la citada Ley

    Orgánica de Educación, se establece

    que:

    La educación universitaria

    profundiza el proceso de formación

    integral y permanente de ciudadanos

    críticos y ciudadanas críticas,

    reflexivos o reflexivas, sensibles y

    comprometidos o comprometidas,

    social y éticamente con el desarrollo

    del país, iniciado en los niveles

    educativos precedentes… su finalidad

    es formar profesionales e

    investigadores o investigadoras de la

    más alta calidad y ampliar su

    permanente actualización y

    mejoramiento, con el propósito de

    establecer sólidos fundamentos que,

    en lo humanístico, científico y

    tecnológico, sean soportes para el

    progreso autónomo, independiente y

    soberano del país en todas las áreas.

    (p.29).

    Esta visión normativa permite

    inferir, que la formación integral del

    docente en estos tiempos de pos

    modernización, constituye para las

    instituciones del subsistema de

    educación universitaria, un gran

    desafío en cuanto a la formación del

    profesional de educación integral,

    pues dichas instituciones deben

    introducir nuevos criterios de

    formación humanística, científica y

    tecnológica de la más alta calidad.

    Significa entonces, que se debe

    rediseñar los planes y programas de

    estudio que en la actualidad se utilizan

    para la formación integral del docente;

  • 35

    por lo que se requiere de nuevas

    perspectivas o paradigmas que

    faciliten la aprehensión de nuevas

    estrategias para su formación integral.

    Sin embargo, Liston y Zeichner,

    (2003) sostienen que: “un programa

    de formación docente que forme en

    serio el contexto de la escolarización,

    hará que sus estudiantes examinen

    las teorías actuales respecto a ese

    contexto, estimulándolos a una

    inspección reflexiva y la articulación

    de sus creencias y concepciones

    individuales”. (p.108)

    Esto significa, que los contenidos

    curriculares pueden variar en atención

    a la formación integral del docente, y

    las bases de la futura identidad del

    profesional deben estar estructuradas

    a partir de las experiencias vividas en

    el contexto laboral del docente

    integral; sobre todo, haciendo énfasis

    en los valores éticos y en las actitudes

    propias del ejercicio docente, donde

    se puedan utilizar estrategias y

    metodologías acorde con las

    características del medio, en el cual va

    a desarrollar su acción pedagógica.

    Ante esta serie de consideraciones

    que han sido planteadas en este

    marco de análisis interpretativo y

    argumentativo, desde una perspectiva

    global, es importante mencionar que la

    formación del docente integrador no

    solo puede ser entendida como un

    determinado objetivo, donde su fin

    primordial esté dirigido a desarrollar

    una capacidad o un talento; sino que

    debe surgir desde un proceso

    heurístico creador, enmarcado en un

    constante desarrollo y progresión

    académica de la formación integral del

    docente que esté ganado para la

    investigación, develando nuevas

    verdades mediante la percepción

    integradora del conocimiento,

    tomando en cuenta la

    multireferencialidad de la existencia

    humana, dado que los cambios

    producidos en la realidades humanas

    hace que la ciencia esté sujeta a

    revisión permanentes, por lo que

    Balza y Noguera, (2009) consideran

    que:

    El docente debe tener complicidad con el conocimiento; ser no un docente dominador de contenidos, sino más bien un conocedor de donde se encuentra o se podría encontrar el conocimiento, basándose en una docencia

  • 36

    problematizadora de la realidad, donde el recrear o reconstruir un concepto debe partir de un problema, una idea, o una propuesta crítica. (Pp.123-124)

    Esta consideración implica, dada la

    complejidad de la sociedad y la crisis

    que se está viviendo en materia

    educativa, que el docente integrador

    deje de ser un receptor pasivo de los

    avances científicos para convertirse

    en una gente activo, crítico y creador

    de conocimientos desde los espacios

    de la escolaridad a través de la

    integración de la docencia y la

    investigación científica como requisito

    indispensable para lograr los cambios

    y las transformación de la sociedad

    Esto induce, a que el profesional de

    la docencia de educación integral,

    también debe ser un agente de

    cambio, un promotor crítico y creador

    de conocimientos desde los espacios

    de la escolaridad a través de la

    integración de la docencia y la

    investigación en la búsqueda de

    fortalecer su formación académica y

    responder a las demandas de la

    población escolar en la cual trabaja,

    adoptando nuevos preceptos

    educativos orientados a la

    aprehensión desde la complejidad del

    conocimiento de los hechos, que

    permitan abrir la posibilidad de

    desarrollar lo que Morín (2003) llama

    "un nuevo juego de pensamientos".

    Es por ello, que el desarrollo del

    proceso de integración de la docencia

    con la investigación para el logro de

    una enseñanza que sea de

    comprensión y evaluación del mundo

    real, le viene a dar sentido

    pedagógico-académico al acto de

    aprender como expresión emergente

    para abordar una nueva concepción

    epistemológica del pensamiento

    complejo. Para Morín (2000, p.23)

    "el pensamiento complejo está

    animado por una tensión permanente

    entre la aspiración a un saber no

    parcelado, no dividido, no

    reduccionista y el reconocimiento de lo

    inacabado e incompleto de todo

    conocimiento". Por tanto, el docente

    integral del futuro deberá ser formado

    superando la fragmentación de los

    saberes, entendiendo al conocimiento

    como la relación interdisciplinaria de

    diferentes saberes y analizando la

    realidad bajo una visión integradora

    donde se encuentran y se transitan

  • 37

    diferentes posiciones y puntos de

    referencia.

    Se trata entonces, que desde el

    pensamiento complejo debe

    plantearse un discurso centrado en la

    formación de un docente integral para

    una nueva práctica pedagógica,

    donde el acto de enseñanza conduzca

    a un saber social educativo útil, que

    reivindique el proceso de la

    interdependencia, donde lo interactivo

    y lo interretroactivo en la relación

    docente-contexto, tenga como base la

    complejidad del mundo pedagógico, la

    investigación y la acción sobre la

    realidad constituida frente a una

    realidad por constituir.

    Además, desde una pedagogía

    desde lo complejo, el docente integral

    tiene que formarse y practicar valores

    que vengan a romper con esa cultura

    que aún concibe el proceso de

    enseñanza-aprendizaje como un

    simple intercambio de información, lo

    cual genera un reto educativo que no

    se define solamente en un modelo de

    formación dirigido a una área

    específica, sino que requiere de

    prácticas pedagógicas sólidas,

    autónomas y creativas para

    trascender la simple adquisición de

    conocimiento fragmentados y apostar

    por una visión integradora de la

    realidad.

    En este orden de ideas, es preciso

    apuntar que el proceso de formación

    del docente integral, debe estar

    orientado a formar más allá de límites

    cerrados que no han permitido

    transitar la relación educación-

    sociedad, e impidiendo conocer o

    navegar la realidad concreta acerca

    de los modelos pedagógicos que se

    anidan en el plano de la certidumbre y

    del reduccionismo; por lo tanto, los

    fundamentos epistemológicos para la

    formación del docente integrador

    deben definirse en relación con la

    necesidad de los contenidos de los

    escolares que puedan reflejar su

    realidad compleja, en vista que el

    alumno se educa con elementos

    intrínsecos y extrínsecos a la escuela,

    independientemente del área a la cual

    pertenece.

    Es por ello, la opción y forma de

    aprendizaje que se acopla al tiempo y

    necesidad del estudiante como lo es la

    educación virtual la cual facilita el

    manejo de la información y de los

  • 38

    contenidos del tema que se desea

    tratar y está mediada por las

    tecnologías de la educación las TIC-

    que proporcionan herramientas de

    aprendizaje más estimulantes y

    motivadoras que las tradicionales. Sin

    embargo, este tipo de educación ha

    sido muy utilizada por estudiantes y

    profesores, además su importancia se

    ha ido incrementando en los últimos

    tiempos de manera acelerada, puesto

    que esta educación es una

    herramienta para incorporarnos al

    mundo tecnológico que será lo que

    próximamente predominará en la gran

    mayoría de los centros educativos. A

    través de ésta, además de la

    evaluación del maestro o tutor,

    también se evalúan conscientemente

    los conocimientos.

    Hoy es un tópico aceptado que la

    tecnología es necesaria en los

    procesos de enseñanza y aprendizaje.

    Actualmente la educación virtual (e-

    learning o educación en línea o

    enseñanza en red), se ha vuelto

    amigable y atractiva, lo que ha

    supuesto una rápida penetración en

    nuestras vidas cambiando nuestras

    mentalidades, nuestras formas de

    acceder al saber y de conocer. La

    Educación virtual, ofrece a la escuela

    un medio para extender sus recursos

    didácticos más allá de los confines de

    una área geográfica limitada, los

    estudiantes tienen la oportunidad de

    asistir a clases aun cuando ellos no se

    encuentren en el salón, incluso

    permite interactuar en tiempo real con

    el instructor y otros estudiantes, es un

    salón de clases virtual creando un

    ambiente didáctico equitativo. Así

    pues se enuncia que el objetivo

    principal es: “El ligar interactivamente

    estudiantes, instructores y contenido

    didáctico separados por distancia y

    tiempo”.

    En lo concerniente, este tipo de

    aprendizaje tanto el tutor y los

    estudiantes juegan un rol muy

    importante pues cabe destacar que

    son ellos los que utilizan las nuevas

    tecnologías de la información y la

    comunicación que ofrecen diversidad

    de medios y recursos para apoyar la

    enseñanza; sin embargo no es la

    tecnología disponible el factor que

    debe determinar los modelos,

    procedimientos, o estrategias

    didácticas. La creación de ambientes

    virtuales de aprendizaje debe

    inspirarse en las mejores teorías de la

  • 39

    psicología educativa y de la

    pedagogía. El simple acceso a buenos

    recursos no exime al docente de un

    conocimiento riguroso de las

    condiciones que rodean el

    aprendizaje, o de una planeación

    didáctica cuidadosa.

    En fin, el diseño curricular para la

    formación del docente integrador ante

    los retos del futuro, lo debe constituir

    el establecimiento de nuevas

    relaciones permanentes con las

    comunidades y las tecnologías, en las

    cuales ejerce su rol de docentes,

    entendidas éstas como estrategias

    básicas de posibles alternativas para

    su formación, pero también debe

    entenderse como la perspectiva de

    una pedagogía que no responde

    únicamente a los problemas de la

    escuela, sino que puede expandir su

    práctica hasta el propósito de propiciar

    que las comunidades sean activas en

    la solución de sus propios problemas.

    Visto de esta manera, una nueva

    praxis pedagógica del docente

    integrador, debe redimensionar la

    acción educativa del docente, donde

    sus aspectos académicos y la práctica

    pedagógica estén dirigidos a la

    búsqueda de una identificación ligada

    a un proyecto transformativo de la

    sociedad actual, en la cual el docente

    no debe seguir practicando una

    enseñanza unidimensional y centrada

    en la certeza, puesto que todos los

    saberes son construcciones que

    deben incorporar elementos extra

    escolares, propiciando la socio

    investigación como aporte del

    docente, los alumnos y la comunidad

    en general lo cual necesitan de una

    tecnología avanzada, ya que es un

    recurso capaz de cumplir con el

    manejo de diversidad de información a

    altas velocidades. Las tecnologías de

    la información y la comunicación, en

    general, son necesarias porque son

    las herramientas de trabajo educativas

    que permiten de manera enfática

    acceder a información mucho más

    amplia. El ser humano logra organizar

    y perfilar sus ideas y modos de

    aprendizaje, conforme a los

    fundamentos ontológicos de los

    patrones de pensamiento para la

    construcción del conocimiento a partir

    de la realidad. Este conocimiento se

    expresa, tanto por medio del lenguaje

    en el contexto de la escuela como

    espacio comunicacional, como a

  • 40

    través de las múltiples

    manifestaciones de los sistemas

    culturales, los valores y la sabiduría

    epocal de cada sociedad.

    Es por ello, que uno de los más

    grandes desafíos de la educación, y

    de modo más específico de los

    denominados modelos pedagógicos,

    es el desarrollo de la actitud del ser

    humano para contextualizar los

    saberes de cada época y construir un

    conjunto de significados, que permitan

    darle sentido a la convivencia

    humana. En efecto, en el marco de las

    complejas relaciones ontogénicas

    existentes entre educación,

    pedagogía, cultura y sociedad, hoy

    hace falta transitar hacia un

    pensamiento educativo y pedagógico

    ecologizante e integrador, aquel

    según el cual Morín (1999), sitúa todo

    acontecimiento, información o

    conocimiento en una relación

    inseparable con el medio cultural,

    social, económico y, por supuesto,

    natural ... “es aquel pensamiento que

    incita a ver como el acontecimiento

    modifica el contexto o como se le da

    una luz diferente” (p. 27)

    De esta manera, la formación

    profesional del docente integrador

    supone un proceso de indagación de

    la realidad desde la investigación

    educativa para el descubrimiento de

    nuevas verdades en el contexto socio

    comunitario donde cohabita la

    escuela, pues, como lo refiere, Alanís

    (2001) “si los profesionales de la

    docencia han sido formados con base

    a la repetición y la reproducción de

    textos, no puede entonces, esperarse

    que hayan propuestas de

    transformación de los procesos

    educativos” (p. 16).

    La problemática asociada a la

    formación profesional del docente

    integrador, alude a que ésta se ha

    concebido tradicionalmente desde una

    perspectiva rígida, fragmentada y

    descontextualizada del proceso de

    autorrealización y del tejido

    socioeconómico. Así lo deja ver

    Montovani (2007), cuando apuntan

    que “la raíz de todo esto está en el

    hecho de que en las ciencias sociales

    y humanas ha existido una tendencia

    a asumir el sujeto tomando como

    referencia de una forma explícita o

    implícita el paradigma clásico

    positivista” (p. 43).

  • 41

    Sin embargo, es necesario

    mencionar, que cada época, ciencia

    y procesos sociales han dado y dan

    una respuesta diferente a la formación

    humana, la cual es un proceso

    complejo que representa un desafío

    para las concepciones

    epistemológicas tradicionales. Esto

    significa, que no es posible pensar la

    formación profesional y humana del

    docente integrador en el marco de

    propuestas epistemológicas

    unidimensionales, simplistas y

    reduccionistas, por lo tanto, el

    pensamiento complejo constituye una

    perspectiva relevante para su re

    conceptualización.

    Precisamente, de acuerdo con los

    fundamentos filosóficos y

    pedagógicos de la Educación Básica

    en Venezuela, en la actualidad se

    requieren docentes con competencias

    cognoscitivas que sólo las provee la

    investigación y el pensamiento

    complejo desde la autorreflexión y la

    crítica, para la construcción y

    reconstrucción del saber pedagógico,

    y de este modo contribuir con el

    desarrollo de las potencialidades del

    educando, y básicamente con la

    transformación de los procesos

    educativos a este nivel.

    De lo expuesto anteriormente se

    deriva, que para educar la existencia

    humana desde su

    multidimensionalidad se requiere

    pensar en una pedagogía integradora

    desde el pensamiento complejo, lo

    cual en opinión de Rodríguez (2005):

    Es una expresión global, totalizadora, es decir, no asume el estudio de la ciencia pedagógica como expresión atomista, no se refiere en particular a sus elementos, factores, medios, etc., sino que su pretensión es construir una visión unificadora y unitaria del saber pedagógico, vincularlo con el hacer práctico y ubicar a ambos en una patente realidad (p. 56).

    En efecto, al vincular la razón

    teórica del conocimiento pedagógico,

    con la razón praxeológica que lo

    legitima, la pedagogía se erige como

    una producción intelectiva relevante,

    la cual surge de las complejas

    relaciones ontológicas existentes

    entre la escuela y sus vínculos con el

    contexto comunitario. Es dentro de

  • 42

    esta dinámica social donde se

    revaloriza la pedagogía y el currículum

    de la educación, pero además donde

    se erige el docente integrador como

    agente de cambio y transformación.

    Pool (2001, p.41), plantea que

    “el docente integrador debe ser

    reflexivo, crítico, creador de ideas,

    honesto y muy humilde, porque

    ahora tendrá que salir con más

    frecuencia de la escuela hacia el

    entorno y estar más tiempo con la

    comunidad”. De lo que se puede

    deducir, que al docente durante su

    formación debe apropiarse de los

    conocimientos, las habilidades y

    las destrezas requeridas, para

    actuar en cada uno de los niveles

    del subsistema de educación

    básica.

    Así mismo, hay que propiciar en

    el docente de Educación Integral,

    la adquisición de valores y

    actitudes, en correspondencia con

    las necesidades del medio

    educativo en el cual se va a

    desempeñar; pero al mismo

    tiempo, se necesita que las

    instituciones de educación

    universitaria a través de su pensum

    de estudio utilizado para la

    formación integral del docente,

    desarrollen y apliquen estrategias

    metodológicas ajustadas a una

    formación académica, cónsonas

    con las transformaciones que se

    persiguen en los escenarios socio

    comunitarios.

    Al respecto, Castañeda (2010),

    en consideración al docente

    integrador como un generador de

    situaciones de cambios sociales,

    expresa:

    Es necesario que todos los maestros aprendan medios valiosos para desarrollar conductas creativas en el aula, modificando los procedimientos didácticos tradicionales, promoviendo en el aula un clima mejor, más adecuado y con oportunidades mayores, para que el niño pueda verdaderamente perseverar en la búsqueda constante de soluciones creativas. (p.13).

    Este planteamiento de

    Castañeda, viene a sustentar lo

    fundamental de la formación

  • 43

    académica del docente de

    educación integral, respecto a la

    creatividad y a la heurística; puesto

    que su función como docente

    integral es compleja, hay un

    cúmulo de tareas profesionales en

    la Educación Básica que están

    reclamando cambios educativos y

    sociales, tanto en la formación

    integral del docente, como en la

    genealogía ontológica de acto

    pedagógico que desarrolla el

    docente de educación integral en el

    contexto de las escuelas básicas

    venezolanas.

    De tal manera, que en la

    actualidad la acción pedagógica

    del docente integrador, no

    solamente debe responder a las

    necesidades y expectativas del

    momento que se vive, sino también

    que vislumbre los caminos posibles

    de un nuevo tiempo educativo. Hoy

    se requiere de un docente integral

    que responda a ciertas

    características básicas, como las

    que determina Díaz (2008), cuando

    expresa:

    Un educador debe poseer características, actitudes,

    conocimientos, autoestima, liderazgo y controles de comportamientos esenciales, que le permitan crear una situación de aprendizaje total, ya que cuando se adentra en el proceso interactivo de enseñanza, suceden dos cosas: Cada uno de los estudiantes que se encuentran bajo su tutela desarrollan su potencial creativo, mientras que él mismo descubre en el proceso de enseñanza, un camino para su expresión creativa y autorrealización (p.22).

    Esto permite argumentar, que el

    docente integrador debe actuar

    como mediador entre la cultura, los

    actores y el escenario; pues el

    enseñante debe procurar que sus

    alumnos no sólo aprendan

    conocimientos, sino que

    básicamente aprendan a ser

    personas en proceso de

    aprendizaje; el que enseña hace

    algo para que el otro aprenda,

    puesto que eso que transmite

    brinda una ayuda al alumno, para

    que éste se apropie de ese saber

    que le enseña a aprender.

  • 44

    Ahora bien, hacer referencia al

    proceso de formación integral del

    docente para el logro de una

    integración y cohesión social de la

    educación, en función del

    desarrollo humano y de la

    comunidad en general, invita a

    considerar una diversidad de

    componentes académicos, que son

    fundamentales durante el

    desarrollo del proceso de

    formación.

    Díaz y Mayz (2004) [Documento en línea] expresan que:

    Pensar en una formación educativa integral para poder promover en el educando aprendizajes integrales mediante la interacción comunitaria basada en el trabajo, la participación, la crítica, los deberes y derechos de los ciudadanos, constituyen la guía permanente de las acciones colectivas para la construcción de la cultura y la transformación social.

    Este punto de vista permite

    visionar que debe existir una

    interacción fecunda entre el ser

    humano y la cultura; por tanto, es

    necesario abordar la formación del

    docente integrador como un

    proceso recursivo y dialógico, por

    medio del cual la sociedad a través

    del proceso educativo, forma el

    individuo tomando como base la

    definición de un proyecto de vida,

    en relación a las potencialidades

    de la persona, a sus expectativas

    sociales, la convivencia y la

    diversidad cultural.

    Ante esta reflexión que se ha

    hecho sobre la formación del

    docente, Prieto (2004) la alude

    desde la perspectiva de la reflexión

    crítica, y señala:

    Una formación docente que promueva la práctica de la reflexión crítica, funda el proceso de formación en el análisis de los problemas escolares; significa los contenidos como productos históricos a cuestionar a la luz de sus implicancias; pues se suscribe la idea que la escuela no es un terreno neutral, por el contrario es una realidad cruzada por factores sociales y culturales, de conflictos y contradicciones. (p.11).

  • 45

    Cabe acotar entonces, que el

    proceso formativo del docente

    debe fundamentarse en la reflexión

    crítica del conocimiento, como una

    vía para la reconstrucción

    pedagógica y social de su

    formación, tanto desde la

    comprensión de la condición

    humana como en el aspecto

    académico, esto implica pensar en

    nuevos modos de explorarla y

    comprenderla, de acuerdo a su

    formación académica exigida.

    De acuerdo con el Consejo

    Nacional de Universidades y a la

    Oficina de Planificación del Sector

    Universitario (2005), señalan que

    el licenciado o el profesor en

    Educación Integral desempeñará

    los roles de facilitador de

    aprendizaje, orientador, promotor

    social e investigador; además,

    consideran que el profesional de

    Educación Integral es un docente

    que “domina los principios teóricos

    y prácticos de los conocimientos,

    en los que se inscriben los

    programas de la primera y segunda

    etapa de educación básica”.

    (p.114), hoy conocida, tomando en

    cuenta a la nueva Ley Orgánica de

    Educación (2009), como Educación

    Primaria del Subsistema de

    Educación Básica, pues en el

    artículo 32 de la citada Ley

    Orgánica de Educación, se

    establece que:

    La educación universitaria profundiza el proceso de formación integral y permanente de ciudadanos críticos y ciudadanas críticas, reflexivos o reflexivas, sensibles y comprometidos o comprometidas, social y éticamente con el desarrollo del país, iniciado en los niveles educativos precedentes… su finalidad es formar profesionales e investigadores o investigadoras de la más alta calidad y ampliar su permanente actualización y mejoramiento, con el propósito de establecer sólidos fundamentos que, en lo humanístico, científico y tecnológico, sean soportes para el progreso autónomo, independiente y soberano del país en todas las áreas. (p.29).

  • 46

    Esta visión normativa permite

    inferir, que la formación integral del

    docente en estos tiempos de pos

    modernización, constituye para las

    instituciones del subsistema de

    educación universitaria, un gran

    desafío en cuanto a la formación

    del profesional de educación

    integral, pues dichas instituciones

    deben introducir nuevos criterios

    de formación humanística,

    científica y tecnológica de la más

    alta calidad.

    Significa entonces, que se

    debe rediseñar los planes y

    programas de estudio que en la

    actualidad se utilizan para la

    formación integral del docente; por

    lo que se requiere de nuevas

    perspectivas o paradigmas que

    faciliten la aprehensión de nuevas

    estrategias para su formación

    integral.

    Sin embargo, Liston y Zeichner,

    (2003) sostienen que: “un

    programa de formación docente

    que forme en serio el contexto de

    la escolarización, hará que sus

    estudiantes examinen las teorías

    actuales respecto a ese contexto,

    estimulándolos a una inspección

    reflexiva y la articulación de sus

    creencias y concepciones

    individuales”. (p.108)

    Esto significa, que los

    contenidos curriculares pueden

    variar en atención a la formación

    integral del docente, y las bases de

    la futura identidad del profesional

    deben estar estructuradas a partir

    de las experiencias vividas en el

    contexto laboral del docente

    integral; sobre todo, haciendo

    énfasis en los valores éticos y en

    las actitudes propias del ejercicio

    docente, donde se puedan utilizar

    estrategias y metodologías acorde

    con las características del medio,

    en el cual va a desarrollar su acción

    pedagógica.

    Ante esta serie de

    consideraciones que han sido

    planteadas en este marco de

    análisis interpretativo y

    argumentativo, desde una

    perspectiva global, es importante

    mencionar que la formación del

    docente integrador no solo puede

    ser entendida como un

    determinado objetivo, donde su fin

    primordial esté dirigido a

    desarrollar una capacidad o un

  • 47

    talento; sino que debe surgir desde

    un proceso heurístico creador,

    enmarcado en un constante

    desarrollo y progresión académica

    de la formación integral del

    docente que esté ganado para la

    investigación, develando nuevas

    verdades mediante la percepción

    integradora del conocimiento,

    tomando en cuenta la

    multireferencialidad de la

    existencia humana, dado que los

    cambios producidos en la

    realidades humanas hace que la

    ciencia esté sujeta a revisión

    permanentes, por lo que Balza y

    Noguera, (2009) consideran que:

    El docente debe tener complicidad con el conocimiento; ser no un docente dominador de contenidos, sino más bien un conocedor de donde se encuentra o se podría encontrar el conocimiento, basándose en una docencia problematizadora de la realidad, donde el recrear o reconstruir un concepto debe partir de un problema, una idea, o una propuesta crítica. (Pp.123-124)

    Esta consideración implica,

    dada la complejidad de la sociedad

    y la crisis que se está viviendo en

    materia educativa, que el docente

    integrador deje de ser un receptor

    pasivo de los avances científicos

    para convertirse en una gente

    activo, crítico y creador de

    conocimientos desde los espacios

    de la escolaridad a través de la

    integración de la docencia y la

    investigación científica como

    requisito indispensable para lograr

    los cambios y las transformación

    de la sociedad

    Esto induce, a que el

    profesional de la docencia de

    educación integral

    también debe ser un agente de

    cambio, un promotor crítico y

    creador de conocimientos desde

    los espacios de la escolaridad a

    través de la integración de la

    docencia y la investigación en la

    búsqueda de fortalecer su

    formación académica y responder

    a las demandas de la población

    escolar en la cual trabaja,

    adoptando nuevos preceptos

    educativos orientados a la

    aprehensión desde la complejidad

  • 48

    del conocimiento de los hechos,

    que permitan abrir la posibilidad de

    desarrollar lo que Morín (2003)

    llama "un nuevo juego de

    pensamientos".

    Es por ello, que el desarrollo del

    proceso de integración de la

    docencia con la investigación para

    el logro de una enseñanza que sea

    de comprensión y evaluación del

    mundo real, le viene a dar sentido

    pedagógico-académico al acto de

    aprender como expresión

    emergente para abordar una

    nueva concepción epistemológica

    del pensamiento complejo. Para

    Morín (2000, p.23) "el pensamiento

    complejo está animado por una

    tensión permanente entre la

    aspiración a un saber no

    parcelado, no dividido, no

    reduccionista y el reconocimiento

    de lo inacabado e incompleto de

    todo conocimiento". Por tanto, el

    docente integral del futuro deberá

    ser formado superando la

    fragmentación de los saberes,

    entendiendo al conocimiento como

    la relación interdisciplinaria de

    diferentes saberes y analizando la

    realidad bajo una visión

    integradora donde se encuentran y

    se transitan diferentes posiciones y

    puntos de referencia.

    Se trata entonces, que desde el

    pensamiento complejo debe

    plantearse un discurso centrado en

    la formación de un docente integral

    para una nueva práctica

    pedagógica, donde el acto de

    enseñanza conduzca a un saber

    social educativo útil, que

    reivindique el proceso de la

    interdependencia, donde lo

    interactivo y lo interretroactivo en

    la relación docente-contexto, tenga

    como base la complejidad del

    mundo pedagógico, la

    investigación y la acción sobre la

    realidad constituida frente a una

    realidad por constituir.

    Además, desde una pedagogía

    desde lo complejo, el docente

    integral tiene que formarse y

    practicar valores que vengan a

    romper con esa cultura que aún

    concibe el proceso de enseñanza-

    aprendizaje como un simple

    intercambio de información, lo cual

    genera un reto educativo que no se

    define solamente en un modelo de

    formación dirigido a una área

  • 49

    específica, sino que requiere de

    prácticas pedagógicas sólidas,

    autónomas y creativas para

    trascender la simple adquisición de

    conocimiento fragmentados y

    apostar por una visión integradora

    de la realidad.

    En este orden de ideas, es

    preciso apuntar que el proceso de

    formación del docente integral,

    debe estar orientado a formar más

    allá de límites cerrados que no han

    permitido transitar la relación

    educación-sociedad, e impidiendo

    conocer o navegar la realidad

    concreta acerca de los modelos

    pedagógicos que se anidan en el

    plano de la certidumbre y del

    reduccionismo; por lo tanto, los

    fundamentos epistemológicos para

    la formación del docente integrador

    deben definirse en relación con la

    necesidad de los contenidos de los

    escolares que puedan reflejar su

    realidad compleja, en vista que el

    alumno se educa con elementos

    intrínsecos y extrínsecos a la

    escuela, independientemente del

    área a la cual pertenece.

    Es por ello, la opción y forma de

    aprendizaje que se acopla al tiempo y

    necesidad del estudiante como lo es la

    educación virtual la cual facilita el

    manejo de la información y de los

    contenidos del tema que se desea

    tratar y está mediada por las

    tecnologías de la educación las TIC-

    que proporcionan herramientas de

    aprendizaje más estimulantes y

    motivadoras que las tradicionales. Sin

    embargo, este tipo de educación ha

    sido muy utilizada por estudiantes y

    profesores, además su importancia se

    ha ido incrementando en los últimos

    tiempos de manera acelerada, puesto

    que esta educación es una

    herramienta para incorporarnos al

    mundo tecnológico que será lo que

    próximamente predominará en la gran

    mayoría de los centros educativos. A

    través de ésta, además de la

    evaluación del maestro o tutor,

    también se evalúan conscientemente

    los conocimientos.

    Hoy es un tópico aceptado que la

    tecnología es necesaria en los

    procesos de enseñanza y aprendizaje.

    Actualmente la educación virtual (e-

    learning o educación en línea o

    enseñanza en red), se ha vuelto

    amigable y atractiva, lo que ha

    supuesto una rápida penetración en

  • 50

    nuestras vidas cambiando nuestras

    mentalidades, nuestras formas de

    acceder al saber y de conocer. La

    Educación virtual, ofrece a la escuela

    un medio para extender sus recursos

    didácticos más allá de los confines de

    una área geográfica limitada, los

    estudiantes tienen la oportunidad de

    asistir a clases aun cuando ellos no se

    encuentren en el salón, incluso

    permite interactuar en tiempo real con

    el instructor y otros estudiantes, es un

    salón de clases virtual creando un

    ambiente didáctico equitativo. Así

    pues se enuncia que el objetivo

    principal es: “El ligar interactivamente

    estudiantes, instructores y contenido

    didáctico separados por distancia y

    tiempo”.

    En lo concerniente, este tipo de

    aprendizaje tanto el tutor y los

    estudiantes juegan un rol muy

    importante pues cabe destacar que

    son ellos los que utilizan las nuevas

    tecnologías de la información y la

    comunicación que ofrecen diversidad

    de medios y recursos para apoyar la

    enseñanza; sin embargo no es la

    tecnología disponible el factor que

    debe determinar los modelos,

    procedimientos, o estrategias

    didácticas. La creación de ambientes

    virtuales de aprendizaje debe

    inspirarse en las mejores teorías de la

    psicología educativa y de la

    pedagogía. El simple acceso a buenos

    recursos no exime al docente de un

    conocimiento riguroso de las

    condiciones que rodean el

    aprendizaje, o de una planeación

    didáctica cuidadosa.

    En fin, el diseño curricular

    para la formación del docente

    integrador ante los retos del futuro,

    lo debe constituir el

    establecimiento de nuevas

    relaciones permanentes con las

    comunidades y las tecnologías, en

    las cuales ejerce su rol de

    docentes, entendidas éstas como

    estrategias básicas de posibles

    alternativas para su formación,

    pero también debe entenderse

    como la perspectiva de una

    pedagogía que no responde

    únicamente a los problemas de la

    escuela, sino que puede expandir

    su práctica hasta el propósito de

    propiciar que las comunidades sean

    activas en la solución de sus

    propios problemas.

  • 51

    Visto de esta manera, una nueva

    praxis pedagógica del docente

    integrador, debe redimensionar la

    acción educativa del docente,

    donde sus aspectos académicos y

    la práctica pedagógica estén

    dirigidos a la búsqueda de una

    identificación ligada a un proyecto

    transformativo de la sociedad

    actual, en la cual el docente no

    debe seguir practicando una

    enseñanza unidimensional y

    centrada en la certeza, puesto que

    todos los saberes son

    construcciones que deben

    incorporar elementos extra

    escolares, propiciando la socio

    investigación como aporte del

    docente, los alumnos y la

    comunidad en general lo cual

    necesitan de una tecnología

    avanzada, ya que es un recurso

    capaz de cumplir con el manejo de

    diversidad de información a altas

    velocidades. Las tecnologías de la

    información y la comunicación, en

    general, son necesarias porque son

    las herramientas de trabajo educativas

    que permiten de manera enfática

    acceder a información mucho más

    amplia.

    REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

    Alanis, L. (2001). Liderazgo, mejora y

    centros educativos. Madrid.

    España. Editorial la Muralla.

    Balza, A. y Noguera E. (2009).

    Gestión del conocimiento,

    tecnologías de la información y

    aprendizaje organizacional. Un

    desafío para la sociedad local –

    global. Editorial UNESR y CDCHT.

    San Juan de los Morros. Venezuela

    Castañeda, M. (2000). Contexto de

    enseñanza. Interacción y

    cooperatividad en el aprendizaje.

    México. Editorial Trillas.

    CNU – OPSU (2005) Oportunidades

    de estudio en las Instituciones de

    Educación Superior. Caracas.

    Autor

    Díaz, A. (2008) Perfil del profesor

    creativo. México. Revista

    Mexicana de Pedagogía Nº 36.

    Díaz, L. y Mayz, C. (2004). La

    formación del profesional de

    educación. Experiencia

    venezolana. Revista acción

    pedagógica. Vol. 13. N° 2.

    Disponible en

    htpp//:www.saberaula.ve

    Ley Orgánica de Educación de la

    República Bolivariana de

    Venezuela. (Agosto. 13, 2009)

    Liston I. y Zeichner, J. (2003).

    Formación del profesorado y

    condiciones sociales de la

  • 52

    escolarización (3a.ed.) Madrid.

    España. Ediciones Morata

    Montovani, H (2007). La educación y

    la naturaleza del conocimiento.

    México, Editorial Trillas

    Morín, E. (2000). La cabeza bien

    puesta. Repensar la reforma.

    Reforma el pensamiento. 1ra.

    Edición. Buenos Aires. República

    Argentina. Ediciones Visión, SAIC

    Morín, E. (2003). Introducción al

    Pensamiento Complejo.

    Barcelona. España. Editorial

    Gedisa

    Pool, B. (2001). El docente del siglo

    XXI, como desarrollar la práctica

    docente competitiva. Mc. Graw-

    Hill. Colombia.

    Prieto, M. (2004). La investigación

    educativa. Fundamentos para la

    construcción de la identidad

    profesional. Lisboa. Ediciones

    Universitaria Lasofonas

    Ricoeur, P (2000).Del texto a la

    acción. Buenos Aires: Fondo de

    Cultura Económica

    Rodríguez, A. (2005). Introducción a

    la pedagogía. Madrid. España.

    Editorial Hispanoamérica.

    http://www.monografias.com/trabajos

    24/educacion-virtual/educacion-

    virtual.shtml#ixzz3DsDaFpe2