d. de pablo maroto, - ucm

4
Revista de libros D. DE PABLO MAROTO, Espiritualidad de la Alta Edad Media, Madrid, Editorial de Espiritualidad 1998, 472 Pp. Los caminos para llegar a Dios son infinitos. ¿Qué hombre no ha luchado para alcanzar la felicidad, la paz de su espíritu? En todos los pueblos, en todas las épocas, el hombre siempre ha intentado buscar —aunque muchas veces no lo ha encontrado— algo que alivie sus ataduras al cuerpo y le sirva de acaricia- dora brisa en su arduo caminar por este mundo. Las gentes de la Alta Edad Media (siglos VI-XII) en una Europa que comenzaba a ser totalmente cristiana en medio de pueblos bárbaros, también interiorizaron y desarrollaron en todos los ámbitos de la vida y de la sociedad una espiritualidad, que les ayudó a seguir avanzando en una época, en ocasiones, dura y difícil. Daniel de Pablo Maroto, toda una autoridad en la Historia de la Iglesia y de la espiritualidad, presenta en este completo volumen una magistral síntesis sobre todos los aspectos relacio- nados con la espiritualidad en un período tan crucial de la Europa cristiana desde la descomposición del mundo antiguo hasta el siglo XII. No obstante, el autor afirma en la presentación del volumen (pp. 9-11) que espera obsequiarnos pron- to con otra entrega sobre la espiritualidad en la Baja Edad Media (siglos XIII- XV), lo que promete ser muy interesante en cuanto que, sin duda, ofrecerá con su habitual claridad un instrumento indispensable para el estudio del caldo de cultivo que desembocaría en un movimiento único, uno de los mayores cambios en el pensamiento y espiritualidad de la Europa occidental, a saber, el humanis- mo renacentista. Mas, parafraseando al mismo autor, en esa espera y esperanza vivimos, y mientras tanto, conformémonos con esta primera entrega. El volumen está articulado en seis grandes partes, cada una de ellas está dividida en distintos capítulos y cada capítulo en sus correspondientes epígrafes, lo que da idea de la claridad de exposición conceptual del autor, que, desde luego, no se caracteriza por perderse en vaguedades ni por la falta de orden, sis- tema y rigor en sus explicaciones, siempre aderazadas con interesantes notas y abundante bibliografía. Y quiero resaltar este aspecto, ya que no conforme con la inclusión de un apéndice bibliográfico al final del trabajo (pp. 451-463), al comienzo de cada uno de los numerosos capítulos —que no de las seis partes generales— aporta todo un elenco de material bibliográfico más que suficiente para la profundización en el estudio de algún tema concreto. La primera parte (pp. 15-5 1) está dedicada, a modo de introducción, a acla- rar los tan amplios conceptos de historia, de historia medieval y de espirituali- dad. Parece que los conceptos más difíciles de explicar son los de espiritualidad cristiana, a la que no duda en definir claramente, para no entrar en Vacías polé- Cuad. Filo!? Chis. Estudios Latinos 2000, 19: 273-297 281

Upload: others

Post on 04-Jun-2022

5 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: D. DE PABLO MAROTO, - UCM

Revistade libros

D. DE PABLO MAROTO, Espiritualidadde la Alta EdadMedia, Madrid, Editorialde Espiritualidad1998,472 Pp.

Los caminosparallegara Dios son infinitos. ¿Quéhombreno ha luchadoparaalcanzarla felicidad,la pazde su espíritu?En todoslos pueblos,en todaslas épocas,el hombresiempreha intentadobuscar—aunquemuchasvecesnolo haencontrado—algoquealivie sus atadurasal cuerpoy le sirva de acaricia-dora brisa en su arduo caminarpor estemundo. Las gentesde la Alta EdadMedia (siglosVI-XII) en unaEuropaquecomenzabaa sertotalmentecristianaen medio de pueblosbárbaros,también interiorizarony desarrollaronen todoslos ámbitosde la vida y dela sociedadunaespiritualidad,que lesayudóa seguiravanzandoen unaépoca,en ocasiones,duray difícil. Daniel de PabloMaroto,todaunaautoridadenla Historiade la Iglesiay de la espiritualidad,presentaenestecompletovolumenunamagistralsíntesissobretodoslos aspectosrelacio-nadosconla espiritualidaden unperíodotan crucialdela Europacristianadesdela descomposicióndel mundoantiguohastael siglo XII. No obstante,el autorafirmaen la presentacióndel volumen(pp.9-11) queesperaobsequiarnospron-to con otra entregasobrela espiritualidaden la Baja EdadMedia (siglosXIII-XV), lo queprometesermuy interesanteen cuantoque, sin duda,ofreceráconsu habitual claridad un instrumentoindispensableparael estudiodel caldo decultivo quedesembocaríaenun movimientoúnico,unode losmayorescambiosen el pensamientoy espiritualidadde la Europaoccidental,a saber,el humanis-mo renacentista.Mas,parafraseandoal mismoautor, en esaesperay esperanzavivimos, y mientrastanto,conformémonoscon estaprimeraentrega.

El volumen estáarticuladoen seis grandespartes,cadaunade ellas estádivididaen distintoscapítulosy cadacapítuloen suscorrespondientesepígrafes,lo que da idea de la claridad de exposiciónconceptualdel autor, que,desdeluego,no se caracterizapor perderseen vaguedadesni por la faltadeorden,sis-temay rigor en susexplicaciones,siempreaderazadascon interesantesnotasyabundantebibliografía.Y quieroresaltaresteaspecto,yaqueno conformeconla inclusión de un apéndicebibliográfico al final del trabajo(pp. 451-463),alcomienzode cadauno de los numerososcapítulos—queno de las seispartesgenerales—aportatodoun elencode materialbibliográficomásque suficienteparala profundizaciónen el estudiode algún temaconcreto.

La primeraparte(pp. 15-51) estádedicada,a modode introducción,a acla-rar los tan ampliosconceptosde historia,de historia medievaly de espirituali-dad.Pareceque los conceptosmásdifíciles deexplicarsonlos deespiritualidadcristiana,a la queno dudaen definir claramente,parano entraren Vacíaspolé-

Cuad. Filo!? Chis. EstudiosLatinos2000, 19: 273-297

281

Page 2: D. DE PABLO MAROTO, - UCM

Revista de libros

micas,como «Ja “vida según el Espíritu”, vivir de acuerdocon las verdadesreveladas,interpretadaspor la Tradiciónde la Iglesia, siguiendoel instinto queDios infundeen el corazónhumanomediantesu Espíritu»(p. 15), y el de EdadMedia cuyo ser se define «en unoscomponentesesencialesconcretos,funda-mentalmentecuatro:el cristianismo,el romanismo,el germanismoy la culturaárabe»(p. 30). El capítulo dedicadoa la conversiónde Europaal cristianismo,da lugar a señalary estudiaren la segundapartedel libro (Pp. 55-178) las cua-tro figurascapitales,los cuatrojilares, los cuatrograndesmaestrosde la espiri-ttíalidadde esteperíodo: “San Benito, patronoy artífice de Europa”,quecon lacomposiciónde su Reglareguló la vida monásticay cuyos espiritualesméritosle hanvalido el calificativo de «padrede Europa»en bocade S.S.Pío XII (PP.55-87); “San GregorioMagno,manantialde la EdadMedia”, granmaestrode laEuropamedieval,hombrede unapiedady caridadexcepcionales,quesupopri-mar la Palabrade Dios y converúrseen misionerode la Iglesiaen una épocaconflictiva (pp. 89-127); “San Isidoro, teólogo espiritual de la Españavisigo-da”, granteólogoy doctorde la Iglesia,quegraciasa suprodigiosointelecto yasuamorpor lo clásicologrósalvarmuchosvestigiosde la Antiguedady trans-mitirlos a la posteridad(pp. 129-143); “San Bernardo,faro en la nochemedie-val”, un hombredivino excepcionaldeunaproduccióny espiritualidaddesbor-dantey compleja(pp. 145-178).Despuésdetratarla figuradeestascuatrolum-brerasde la Alta Edad Media, la parteterceraestádedicadaa «La espirituali-dadde los reinosbárbaros»(pp. 181-219),que no hacemucho tiempohabíanprovocadocon susinvasionesla desmembracióndel ImperioRomanoy el finalde la Antiguedadclásica.Tres son las zonasbárbarasde las que seocupaelautor:el reino delos visigodos,quesignificó un períodode unidadpolítica, trasafincarseen la PenínsulaIbéricay conquistarel reino suevoy cartaginés,y deunidad religiosa,despuésde que Recaredose convirtieraal catolicismoen el587 y con él todo el pueblo,lo queprovocóuna renovadaola de espiritualidaden la iglesiavisigótica,quesetraduciríaen la apariciónde autoresy guíasespi-rituales como los santos Martín de Braga, Leandro de Sevilla, Fructuoso,Valerio, Braulio de Zaragoza,Ildefonso o Eulogio de Córdoba; las IslasBritánicas, que sufrieron una época de evangelizaciónque comenzó SanAgustíny continuarondosfigurasclavesen el mundode la espiritualidady dela cultura: San Columbanoy San Beda el Venerable;por último, el imperiocarolingio de los francos,que, tras los reinadosde Carlos Martel y Pipino elBreve, desembocaríaen una época de un esplendorinigualableen todos losámbitosgraciasa la figuradeCarlomagno,queaseguróla unidadpolítica, reli-giosay cultural del imperio.

Cuad. ru0í. CId.s. EstudiosLatinos2000 i9 ‘73-’97

282

Page 3: D. DE PABLO MAROTO, - UCM

Revistadelibros

Las tresúltimaspartesdel libro estándedicadasa la espiritualidadmonás-tica, sacerdotaly laica respectivamente.La renovaciónde la espiritualidadmonástica(pp. 223-297)seencuentraíntimamenteligada a los acontecimien-tos históricosquesiguieronal desmembramientodel imperio carolingioy a laúltima oleadade invasionesde pueblosbárbarosdel norte y estede Europa,cuyaconversiónal cristianismono seproduciráhastabien entradoel sigloXI.La Iglesiapasapor unaépocadecadente,el llamado«siglo de hierro»,dondelas investiduraseclesiásticasestabana cargode lasautoridadeslaicas,el cleropodíacasarsea su antojo y la compra-ventade los oficios-beneficioseclesiás-ticosseencontrabaa la ordendel día. Traslas tentativasdeLeónIX y NicolásII, seráGregorioVII el papaencargadode atajartodosestosproblemas,conla famosa«Reformagregoriana».Sin embargo,en medio de la degradacióneclesiásticay de la pérdidadel poderpapalde Roma,surgela fundaciónporimpulso del duquede Aquitania Guillermo el Piadosohaciael año909 de laabadíade Cluny y con ella la expansiónde los monasterioscluniacenses,loque constituirátodo un hito social,político y religioso durantetoda la EdadMedia. D. de Pabloseñalaquesonvariaslas razonesqueavalanesteespecta-culardesarrollode Cluny: «Primero,quenacieracomo semillade reformaenmedio de un ambienteeclesialmentecorrupto[ji Segundo,queen unasocie-dadfeudal hayaobtenidoel privilegio de la exenciónde lospoderesciviles yeclesiásticos.Tercero,queen un momentode degradacióndel poderpapalenRoma,sehayasometidodirectamentea él colaborandoen un movimientocen-tralizador de la curia romana. Cuarto, su misma extensión numérica fjjjQuinto, Cluny formaunaverdaderaordenmonástica-ordo cluniacensis-en elsentidode quelos monasteriosestánfederadosa la casamadrede Cluny.» (p.232-233).Un siglo mástardecomienzaa surgir,probablementecomo fruto dela reformade Gregorio VII, un movtmientode unaelevadaespiritualidad,eleremitismo,cuyo máximo exponentees la Cartuja, fundadapor San Brunocuyascostumbresvitales y espirituales,basadasen la oración,el trabajo, laausteridady la pobreza,sustituyerona las reglasmonásticas.Juntoa Cluny ya la Cartuja,otro movimientosurjecon fuerzaen el siglo XI, el nacimientodela ordendel Cistercon el retornoa la Reglade San Benito en su estadomáspuro, en medio de una plenaexplosióndemográficay económicaen Europaasí como del nacimientode las ciudades,universidadesy del inicio de lasCruzadas.Ante la eclosiónde las órdenesmonacales,¿quéocurría mientrastanto con lossacerdotesseculares?A estapreguntasedarespuestaen la quin-ta partede estemanual(Pp. 301-368).Antesdeestudiarla figuradel sacerdo-te, el autorrealizaunavisión global de las estructuraseclesiásticagen las que

283 Cuad.Filo!. Chis. EstudiosLatinos2000, t9: 273-297

Page 4: D. DE PABLO MAROTO, - UCM

Resuisiítde libras

éstese tieneque mover, para pasara continuacióna describir la caracteriza-ción espiritual e intelectual del clerodiocesanoy de los canónigosregulares.Finalmente,la últimaparteestádedicadaal estudiode la espiritualidadde loslaicos y a las distintasmanifestacionesde la religiosidadpopular ipp. 371-433). Paraabordarel estudiode este ternaes necesarioconfesarlos escasosdocumentosde los quedisponemosparaconocerla verdaderay no ideal rea-lidad espiritualy religiosade todoslos estamentosquecomponenla sociedadlaica y no sólo la de las altasesferas.Uno dc los instrumentosde los quedis-ponemosson los tratados~-4úbcr de vi/a chrisrinna, De intriunione laica-fi...— dedicadosa la preparacióndel pueblo laico, quepodían serutilizadospor las cultasautoridadeseclesiásticasparaaleccionara la grey. «Porreligióndel pueblo, religiosidadpopularo piedadpopularentendernosel conjuntodehondascreenciasselladaspor Dios, de las actitudesbásicasque de esascori-viccionesderivany lasexpresionesque las manifiestan.Se tratade la formaode la existenciacultural que la religión adopraen un pueblodeterminado»(p.384). Lascreenciaspopularesy las manifestacionesde religiosidadpopularserevelanen multitudde formas,la mayoríade las vecesmuy simples,deenten-derla figura deDios, deCristo,de la Virgen María y de los santos.Sin ernbar-go. estafe popular cristiana se va a ver rodeadapor numerososelementosmágicos y supersticiosos,muchos de ellos derivadosdel sustratoculturaljudío, grecorromanoy germánicosobreel que se asentabala culturamedieval.Para concluir esteapasionantepaseopor la espiritualidaden la Alta EdadMedia, se haceunasomeramencióndeciertosmovimientoslaicos,agrupadosbajo un mismo espíritu, que desembocaronmuchasvecesen herejías.Entreéstosdestacanlos herejesde Arras-Cambraiy Montforre, la Patanamilanesay otro tipo de movimientosmesiánicosy proféticos.La obraconcluyecon unepílogo (pp. 437-448)en el quese plasmaunaexposición sistemáticade losprincipalestemasanalizados—el alma de la Europamedieval,el monastícís-mo, la monasti~aciónde la Iglesia, la proclamacióny actuaciónde la refor-ma, el caminoclerical.el pueblode Dios: los laicos, el caminoespiritual delcristianismo,el humanismocristiano,el servicio a los hermanos,la herenciafrustradade San Gregorio Magno y la tensiónescarológica~-..-así como unamiradaal presentey futuro desdeel pasado(p. 444): «Pensarnuestropiesen-re desdeel pasadoparaprepararel futuro. En esteaccesoal tercermilenio,próximoya a inatigurarse,los idealesy los valoresde la EdadMedia puedenserun signode prolécíasiles damosun nuevosentido».

Luís PARRA GARcÍA

Coati. Fila!. Uds. EstudiasLatinas2000. lO: 273-ti

284