sistematización de experiencias pedagógicas sobre oralidad

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[ 75 ] Oralidad-es E-ISSN 2539-4932 • Vol 1, No 1 (enero-junio 2015). pp. 75-81. Sistematización de experiencias pedagógicas sobre oralidad La oralidad como semillero de investigación infantil y juvenil: una experiencia en el Pacífico Colombiano Genith Mercedes Solis Peralta Magíster en Literatura Colombiana y Latinoamericana, grupo de investigación Binta-Zakiya. [email protected] Para citar este artículo: Solis G. (2015). La oralidad como semillero de investigación infantil y juvenil: una experiencia en el Pacifico Colombiano. Oralidad-es, 1(1), 75-81. Recibido: 15-marzo-2015 / Aprobado: 10-mayo-2015 Resumen Para las comunidades del Pacífico sur colombiano, la tradición oral no es un pasado estancado, a la espera de que el folclorista la rescate. Ella vive, se transforma permanentemente, situación que se hace evidente cuando descubrimos que los niños y niñas de estas comunidades son dignos repre- sentantes de su cultura, poseen habilidades admirables para el baile, la danza, el canto; son intér- pretes de ritmos propios del Pacífico, haciendo uso de instrumentos musicales como la marimba, el bombo, el cununo y el guasa. Sin embargo, esta característica que los identifica plenamente se ve minimizada cuando en el contexto escolar presentan dificultades para expresar sus propias ideas; prevalece la timidez y la inseguridad en sí mismos. Ante este escenario desafiante, un grupo de cin- co maestras nos propusimos adelantar con treinta estudiantes un acompañamiento en el desarrollo de estrategias metacomunicativas que permitieran potenciar las competencias comunicativas, con especial énfasis en la oralidad. Palabras clave: oralidad, ancestralidad, metacomunicación, competencias comunicativas. Abstract For the communities in the Colombian South Pacific, oral tradition is not a stagnant past waiting for the folklorist to rescue it. It lives and it undergoes a permanent process of transformation. This is evident when we discover that children in these communities are worthy representatives of their culture, as they possess an admirable prowess for dance and singing. They are interpreters of the Pacific rhythms with musical instruments such as the marimba, the hype, the cununo and the guasa. However, this characteristic that identifies them is diminished by their shyness and their own insecurities. With the goal of enhancing their communicative competences, emphasizing on their oral communication skills, 30 students were accompanied by a group of 5 teachers in the development of their meta-communicative skills. Keywords: orality, ancestry, metacommunication, communication skills.

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E-ISSN 2539-4932 • Vol 1, No 1 (enero-junio 2015). pp. 75-81.

Sistematización de experiencias pedagógicas sobre oralidad

La oralidad como semillero de investigación infantil y juvenil: una experiencia en el Pacífico Colombiano

Genith Mercedes Solis PeraltaMagíster en Literatura Colombiana y Latinoamericana, grupo de investigación Binta-Zakiya.

[email protected]

Para citar este artículo: Solis G. (2015). La oralidad como semillero de investigación infantil y juvenil: una experiencia en el

Pacifico Colombiano. Oralidad-es, 1(1), 75-81.

Recibido: 15-marzo-2015 / Aprobado: 10-mayo-2015

ResumenPara las comunidades del Pacífico sur colombiano, la tradición oral no es un pasado estancado, a la espera de que el folclorista la rescate. Ella vive, se transforma permanentemente, situación que se hace evidente cuando descubrimos que los niños y niñas de estas comunidades son dignos repre-sentantes de su cultura, poseen habilidades admirables para el baile, la danza, el canto; son intér-pretes de ritmos propios del Pacífico, haciendo uso de instrumentos musicales como la marimba, el bombo, el cununo y el guasa. Sin embargo, esta característica que los identifica plenamente se ve minimizada cuando en el contexto escolar presentan dificultades para expresar sus propias ideas; prevalece la timidez y la inseguridad en sí mismos. Ante este escenario desafiante, un grupo de cin-co maestras nos propusimos adelantar con treinta estudiantes un acompañamiento en el desarrollo de estrategias metacomunicativas que permitieran potenciar las competencias comunicativas, con especial énfasis en la oralidad.

Palabras clave: oralidad, ancestralidad, metacomunicación, competencias comunicativas.

AbstractFor the communities in the Colombian South Pacific, oral tradition is not a stagnant past waiting for the folklorist to rescue it. It lives and it undergoes a permanent process of transformation. This is evident when we discover that children in these communities are worthy representatives of their culture, as they possess an admirable prowess for dance and singing. They are interpreters of the Pacific rhythms with musical instruments such as the marimba, the hype, the cununo and the guasa. However, this characteristic that identifies them is diminished by their shyness and their own insecurities. With the goal of enhancing their communicative competences, emphasizing on their oral communication skills, 30 students were accompanied by a group of 5 teachers in the development of their meta-communicative skills.

Keywords: orality, ancestry, metacommunication, communication skills.

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INTroduCCIóN

A través de la oralidad, las personas ex-teriorizan sus pensamientos, emociones y saberes construidos en el diario vivir. desde esta perspectiva, los estudiantes comparten, contrastan y crean nuevos sig-nificados sobre la realidad. Por esta razón, el maestro debe propiciar en el aula situa-ciones adecuadas para que los estudiantes den a conocer su concepción de mundo en interacciones comunicativas reales. En el contexto escolar se promueve la oralidad como una manifestación lingüística funda-mental para el desarrollo integral del alum-no, no solo como un bagaje natural o lo que ya trae aprendido, sino como elemento indispensable para el aprendizaje, el pen-samiento, la comunicación y la conviven-cia en el aula. Por consiguiente, es de gran importancia para este grupo docente esti-mular la oralidad y la investigación en los estudiantes, pues es en el marco del aula que la lengua oral se convierte en un es-pacio especialmente privilegiado para esta cultura afrodescendiente tradicionalmente oral.

Colombia estableció muy tempranamente, desde el período colonial y el nacimiento de la república, la idea de que la sociedad estaba dividida entre dos culturas: la que tenía como sustento y referencia la cultura escrita y la que no; esta última no fue ma-teria de interés, pues fue tomada dentro de esa división como una no-cultura o un an-timodelo de cultura.

debieron transcurrir siglos para que el país tomara conciencia de su diversidad cultu-ral, mediante el reconocimiento de las mi-norías étnicas, acontecimiento legitimado a partir de la nueva Constitución de 1991. Este escenario partió la historia del país en

dos. En adelante podríamos pensar, como lo expresa Juan Moreno Blanco (2011), que ganar la conciencia de la historia es tal vez el logro más importante de todo proyecto educativo, y que para concretarlo hemos de enseñar la historia que nos permita re-construir el pasado, inmediato y menos in-mediato, en relación con el presente.

Hay necesidad de referir el país diverso y complejo que buscamos conjurar para que los jóvenes obtengan una conciencia de su realidad histórica nacional. Es por eso que debemos orientar nuestra mirada a formas nuevas de conocimiento de la historia que privilegian lo subalterno, para así acceder a las sociedades y las culturas que fueron situadas al margen de la llamada “historia nacional”, escenario desde el cual conside-ramos que es más fructífero la aproxima-ción a las realidades culturales, porque su funcionamiento implica la interacción hu-mana, es decir, empezar a tomar conciencia y a valorar lo propio como forma de poder conocerme y reconocerme frente al otro.

Propósito y metodología en el acompa- ñamiento de Binta-Zakiya

El propósito más importante del acompa-ñamiento realizado al programa "Todos a aprender" del Ministerio de Educación Na-cional (2014) fue recuperar el papel de la oralidad para potenciar las competencias comunicativas, el desarrollo de habilidades y la construcción de conocimiento desde el semillero de investigación con niños, niñas y jóvenes que representan a seis institu-ciones educativas del municipio de Tuma-co, que conforman el grupo Binta-Zakiya. Este semillero de investigación se configu-ra a partir de la realización de los siguien-tes ejes de trabajo, que se convierten en la ruta sobre el cual funciona la experiencia:

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• Conformación y organización del se-millero investigativo Binta-Zakiya.

• realización de diferentes tipos de ta-lleres desde donde se recrean las di-ferentes expresiones de la cultura, en los que participen los niños, niñas y jóvenes del proyecto Binta-Zakiya.

• Fortalecimiento de la oralidad para potenciar las competencias comuni-cativas en niños, niñas y jóvenes de cuarto grado de primaria a octavo de bachillerato.

• Elaboración del relato de la experien-cia, de tal manera que se vayan reco-giendo los avances y dificultades del proceso.

Metodológicamente, pretendemos que en ca-da encuentro los estudiantes puedan tener la oportunidad de interactuar con las dife-rentes manifestaciones de la cultura a través de la música, danza, pintura, radio, teatro, poética, cuentería, experiencias como líde-res sociales, de tal manera que al final de cada experiencia los estudiantes puedan, en un ejercicio metacomunicativo, volver a de-cir, volver a contar, desde sus posibilidades, logrando un proceso de apropiación discur-sivo que deberá ir mejorando en la medida en que ellos vayan transitando por cada uno de los talleres. Este ejercicio permitirá ir de-sarrollando sus competencias comunicativas.

¿Por qué es importante la estrategia meta-comunicativa? Precisamente porque la “me-tacomunicación” nos permite colocarnos “fuera” del marco de la interacción –como contexto–, para reflexionar y “vernos” en la relación. Así, la metacomunicación se con-vierte en un medio al que podemos recu-rrir cada vez que necesitamos “chequear” cómo nos está “yendo” en el encuentro con alguien, proponiéndole al otro la posibili-dad de que reflexionemos juntos acerca de

nuestra relación. Es decir, la metacomuni-cación nos permite volver sobre lo ya dicho, con el fin de validar lo expresado o, por el contrario, ampliar, complementar o simple-mente negar el enunciado que en un prin-cipio pudo no haber quedado explícito para el interlocutor. Es en este ejercicio de de-cir y volver a decir sobre lo que les gusta, lo que les disgusta, lo que aprendieron o lo que les gustaría aprender en donde los ni-ños de Binta-Zakiya logran ir apropiándose de un discurso nuevo, amplio, que les da seguridad, porque hablan de lo que han vi-vido y sentido en cada taller, dándole mayor fuerza a sus argumentos.

Las orientaciones administradas por los do-centes a través de las prácticas de observa-ción tienen la finalidad de explorar el discurso oral y el proceso de apropiación de la expe-riencia como herramienta para el fortaleci-miento de la oralidad en el contexto escolar. La práctica de esta estrategia permite co-nocer las diferentes expresiones de oralidad más allá de la información escolar, promueve el enriquecimiento personal como mecanis-mo para el fortalecimiento de la identidad, la gestión de su propio aprendizaje y el amor por los valores culturales de su entorno co-mo un complemento para integrarse al resto del mundo.

El acompañamiento dado a cada uno de los participantes del proyecto estará centrado en lograr que el niño se enamore del proyecto, que vaya poco a poco venciendo la timidez, que pueda tener convicción de sus propios argumentos, para lograr mayor seguridad en lo que afirma, en lo que niega o contradice, de tal manera que pueda dar cuenta de su evolución.

Por lo anterior, el proyecto contempla sub-proyectos complementarios, necesarios, que

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obedecen a los diferentes talleres que se irán desarrollando para ellos:

1. Taller de creación artística a partir de elementos reciclables (respon-sable: Leonardo Torres, universidad Nacional).

2. Taller de décimas (responsable: Fa-biola Catillo reina)

3. Taller música y danza (gestor cultu-ral: maestro Francisco Tenorio)

4. Taller de elaboración de instrumentos musicales (gestor cultural: maestro Francisco Tenorio)

5. Taller de cuentería (gestor cultural: Pachín Carabalí)

6. Taller de pintura: (gestor cultural)7. Taller de comunicación (periodista)

Fundamentación teórica

Civallero (2006) afirma que la oralidad –la expresión de la palabra hablada– es la forma más natural, elemental y original de producción del lenguaje humano. Es inde-pendiente de cualquier otro sistema: exis-te por sí misma, sin necesidad de apoyarse en otros elementos. Esta característica la diferencia de la escritura, estructura se-cundaria y artificial que no existiría si, previamente, no hubiera algún tipo de ex-presión oral (ong, 1987, p. 57).

Por su parte, Pacheco (1992) señala que los estudios de oralidad conforman una lí-nea de investigación que se inició formal-mente hace unos 70 años. Que Colombia se reconozca como un país diverso y lo ha-ya legitimado constitucionalmente en el año 1991 pone de manifiesto la importan-cia de iniciar la ardua tarea hacia el recono-cimiento de la oralidad como un elemento representativo y significativo de la cultu-ra. En la oralidad se conjuga una dualidad

importante: ella representa lo fugaz y lo permanente, el hoy y el mañana, ya que se la trae desde el pasado y se la confronta con el presente, pero además nos permite adelantarnos hacia el futuro como lo anun-cian proféticamente los mayores en sus re-latos. Las fuentes orales son una rica veta para la investigación, que reposa en la me-moria de los abuelos y sabedores, pues son ellos quienes poniendo a caminar la palabra se convierten en el único mecanismo para transmitir sus conocimientos, tradiciones y saberes. En la oralidad encontramos el ca-mino expedito para reconstruir el pasado desde una mirada social, económica, políti-ca y cultural, configurando de esta manera las tradiciones del colectivo, que conoce-mos generalmente como tradición oral.

Igualmente, para Vansina (1965) la tra-dición oral es “el conjunto de testimonios concernientes al pasado que se transmiten de boca a oído y de generación en gene-ración” (p. 2). La tradición recupera expe-riencias con las que un grupo se identifica; también evalúa procesos culturales, des-echando unos y validando otros, de acuer-do con su funcionalidad para vincularse al entorno social o para dar solución a proble-mas vigentes. desde esta mirada, la tradi-ción de los abuelos no es el pasado, sino el eslabón mediante el cual la cultura se hace presente.

Por su parte, Zapata olivella (1977) ex-presa que la trasmisión de la tradición oral obedece a tres leyes fundamentales: Ley de la acumulación: todos los conocimientos son acumulados a través de los tiempos y las generaciones. Por ello, los hombres no necesitan descubrir de nuevo el fuego, ni la rueda, ni las aplicaciones de determina-das plantas, porque estos saberes forman parte del acervo que reciben; gracias a esa

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acumulación de conocimientos, cada ge-neración significa un avance en la marcha de los seres humanos. Y en este sentido, el papel de las nuevas generaciones está en la reelaboración y recreación de esos saberes. Ley de la transmisión: todos los conocimientos son transmisibles, gracias a ello cada generación se enriquece con los conocimientos que recibe de las genera-ciones anteriores y puede construir nuevos conocimientos y enriquecer a las que las suceden. La transmisión de su acervo es causa también de que una sociedad sub-sista y permanezca en el tiempo. un ejem-plo de ellas es cómo todavía en Tumaco algunas personas rezan el rosario inclu-yendo las letanías en latín en la noche de acompañamiento del cuerpo de un difunto. La Ley de la modificación: ningún conoci-miento es recibido pasivamente, quien lo toma lo adapta a su mundo conceptual y lo recrea con base en su propia experien-cia. En la tradición oral, los conocimientos no están dados, se crean y se recrean per-manentemente. Según esta ley, la palabra oral tiene una codificación modificadora que no tiene la escritura: el conocimiento precisamente se va actualizando porque al pasar de boca a oído y de oído a boca ya no será lo mismo.

En tanto, en su defensa de la oralidad, ong (1987) recalca el origen “abrumado-ramente oral” del lenguaje. Las razones de su defensa son muchas: el pensamiento se relaciona de modo articulado con el soni-do, el lenguaje existe como hablado u oído independientemente de la escritura, mu-chas lenguas existieron y se transformaron en otras sin haber llegado a la escritura. A pesar de estos fundamentos, la oralidad ha sido cuestionada y desprestigiada desde la aparición de la escritura y de la imprenta, ya que las últimas se han convertido en la

modalidad establecida para la transmisión del conocimiento.

Pero son finalmente Vich y Zavala (2004) quienes más se acercan a lo que repre-senta la cosmovisión de las comunidades del Pacífico a la hora de conceptualizar la oralidad:

La oralidad es una práctica, una experiencia que se realiza y un evento del que se parti-cipa. Situada siempre en contextos sociales específicos, la oralidad produce un circuito comunicativo donde múltiples determinan-tes se disponen para constituirlo. Es nece-sario afirmar que todos los discursos orales tienen significado no solo por las imágenes que tienen sino, además, por el modo en que se producen, por las circunstancia en la que se inscriben y por el público al que se dirigen (p. 11).

Estas consideraciones son muy importan-tes, porque otros estudios sobre “discursos orales” o “tradición oral” se han limitado a recopilar e interpretar textos sin detenerse a reflexionar sobre los contextos particu-lares en que fueron producidos. Por tan-to, estudiar la emergencia de la oralidad dentro de contextos específicos tiene im-plicaciones importantes para la teoría del lenguaje, porque ya no es posible cono-cer rigurosamente el sistema lingüístico solo desde las competencias individua-les. Al decir de duranti (1986), el lengua-je se hace posible solo a través de su uso por actores en tiempos y lugares particu-lares. después de todo, la comunicación es un circuito donde la comunidad legiti-ma y provee de elementos para construir el lenguaje.

La teoría crítica contemporánea afirma que tanto las relaciones sociales como las

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identidades de los sujetos son socialmente construidas, tienen un carácter inestable y cambian o pueden cambiar constantemen-te. desde este punto de vista, todo estu-dio sobre la oralidad debe partir del análisis de sus condiciones de producción y de la complejidad de mediaciones que en él in-tervienen: contexto social, identidad del enunciador, discursos hegemónicos, imagi-narios sociales, formas de recepción, etc. No se trata, por tanto, de estudiar “textos orales” como si estos fueran unidades aisla-das y autónomas, sino más bien involucrar-se con el análisis de la ejecución del acto oral dentro de una práctica comunicativa situada en un contexto material y simbóli-co específico. Lo dicho, producto de la re-flexión, el análisis y la investigación de Vich y Zavala (2004), es importante en la me-dida en que las expresiones culturales que tienen como eje fundamental la oralidad son significativas, emergen y representan al colectivo en situaciones contextuales; de lo contrario solo serían representaciones artísticas individuales y expresiones cultu-rales propias del hombre del Pacífico que dan cuenta del mágico universo de la ora-lidad, como la décima, la cuentería y las cantaoras.

La variabilidad de la tradición oral es actua-lización y creación continua; en ese senti-do, el pasado no es estático, está siempre en permanente reelaboración. Para una co-munidad como la tumaqueña, en donde la población se caracteriza por ser alegre, hospitalaria, embajadores de las diferentes expresiones, como la música tradicional y la danza, todas ellas manifestaciones de la cultura de un pueblo que crea y se recrea permanentemente:

La cultura de un pueblo no es algo que ya está hecho y que solo debe ser transmitido,

sino algo que se hace y rehace todos los días, un proceso histórico, acumulativo y se-lectivo sí, pero sobre todo creativo. Es en la creación donde siempre ha de ponerse el acento, pues, de lo contrario, se va cayen-do en una concepción anquilosada de cultura como si todo consistiera en decidir y hacer uso de un patrimonio inmutable, o casi. La creación no solo enriquece esta herencia, si-no también la actualiza, adecuándola a los tiempos que corren para que dé respuestas, convincentes y eficaces a los nuevos fenó-menos. Es justamente el hecho creativo que promueve el cambio cultural. Sin creación, la cultura se vuelve estática, se desvincula progresivamente de la vida real y termina convirtiéndose en una parodia de sí misma, en algo que se exhibe, no que se vive (Co-lombres, 1991, p. 130).

En este sentido, la oralidad como palabra viva representa el legado de la ancestrali-dad; devolver la palabra a los niños y niñas implica transformar la comunicación unidi-reccional entre el maestro y el alumno pa-ra permitirles participar en las decisiones que se toman dentro y fuera del aula. Por lo tanto, se requiere crear espacios don-de los estudiantes tomen la palabra para proponer cambios que mejoren sus propios desempeños y los del maestro. desarrollar la oralidad significa también abrir una gran puerta al conocimiento, quitar el miedo a hablar, poner al descubierto la mente y el corazón de quien se expresa, tomar con-ciencia de la realidad y asumirse como lo-cutor y al otro como interlocutor. de esta manera, se podrá potenciar el derecho a la igualdad de expresión y participación so-cial, así como el fortalecimiento de la iden-tidad, la defensa del territorio y el respeto a los valores culturales ancestrales que tie-nen que ver con la cosmovisión del hombre del Pacífico.

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rEFErENCIAS

Civallero, E. (2006). Aprender sin olvidar: li-neamientos de trabajo para la recuperación de la tradición oral desde la biblioteca. dis-ponible en http://www.aacademica.org/ed-gardo.civallero/5

Colombres, A. (1991). Manual del promotor cultural. Ediciones Colihue. SrL.

Moreno, J. (2011). Narrativas de la oralidad cultural en el contexto colombiano: una in-troducción. Cali: Editorial universidad del Valle.

ong, W. (1987). Oralidad y escritura, tecnolo-gías de la palabra. Bogotá: Fondo de Cultu-ra Económica.

Pacheco, C. (1992). La comarca oral. Caracas: La casa de Bello.

Vansina, J. (1965). Oral Tradition. London: routledge-Kegan.

Vich, V. y Zabala, V. (2004). Oralidad y po-der, herramientas metodológicas. Bogotá: Norma.

Zapata olivella, M. (1977). El folclore en los puertos colombianos. Bogotá.