carrados; clark - la conquista del espacio 714 - desertores del futuro

Upload: daniel-arellano

Post on 05-Oct-2015

25 views

Category:

Documents


9 download

DESCRIPTION

ciencia ficcion

TRANSCRIPT

LTIMAS OBRAS PUBLICADASEN ESTA COLECCIN

709 - Nuestros pequeos visitantes - Lou Carrigan

710 - Esfinge csmica - Curtis Garland

711 - Galaxia al rojo vivo - Clark Carrados

712 - Los malditos seres de Gogn - Ralph Barby

713 - La cada del dios Urdung - Ralph Barby

CLARK CARRADOSDESERTORES DEL FUTUROLA CONQUISTA DEL ESPACIO n. 714

Publicacin semanal

EDITORIAL BRUGUERA, S. A.BARCELONA BOGOTA - BUENOS AIRES CARACAS - MEXICO

ISBN 84-02-02525-0

Impreso en Espaa Printed in Spain

1. edicin en Espaa: junio, 1984

Clark Carrados - 1984

texto

Almazn - 1984

cubierta

Concedidos derechos exclusivos a favor

de EDITORIAL BRUGUERA, S. A.

Camps y Fabrs, 5. Barcelona (Espaa)

Todos los personajes y entidades privadas que aparecen en esta novela, as como las situaciones de la misma, son fruto exclusivamente de la imaginacin del autor, por lo que cualquier semejanza con personajes, entidades o hechos pasados o actuales, ser simple coincidencia.

Impreso en los Talleres Grficos de Editorial Bruguera, S. A.Parets del Valls (N-152 Km 21,650) Barcelona - 1984

CAPTULO PRIMERO

La pareja se paseaba tranquilamente por el ameno parque cuando, de pronto, se encontraron con un conocido que les salud con gran efusin.Jan, querido... Dina, ests ms hermosa que nunca... Cunto me alegro de veros!Jan y Dina Fervoz correspondieron amablemente a los saludos de su amigo. Jan lo encontr excesivamente eufrico, aunque no comprenda los motivos.Parece que te sientes muy feliz, Lall dijo. Acaso te ha sucedido algo agradable?Lall Urghen, en efecto, tena buenas noticias que comunicar a sus amigos.He aceptado la modificacin dijo. No os parece magnifico?Los dos esposos cambiaron una mirada de inteligencia, en la que haba al mismo tiempo una buena dosis de compasin.T has hecho eso, Lall? pregunt Jan.En efecto. Es lo mejor. En lo sucesivo, no tendr que preocuparme de nada. Sygip lo har todo por m, como lo est haciendo por infinidad de personas que aceptaron la modificacin.Una chispa de indignacin apareci en los ojos de Dina, pero su marido lo advirti a tiempo y apret su mano, a fin de evitar que cometiera alguna imprudencia.Qu os pasa? pregunt Urghen. Por qu no me felicitis? Modificarse es lo mejor que puede hacer cualquier persona que viva en el siglo XXXI; vosotros, adems, por vuestra educacin, deberais saberlo mejor que nadie...Dispensa, Lall; la noticia nos ha pillado de sorpresa... Por supuesto estamos de acuerdo contigo y te felicitamos muy sinceramente dijo Jan.Urghen sonri anchamente.Gracias, no esperaba menos de dos buenos amigos como vosotros. Dentro de un par de semanas, ir a veros y os contar qu tal se encuentra uno en su nuevo estado de modificacin...Urghen se march. Jan y Dina quedaron nuevamente a solas.Est loco dijo ella, plida de indignacin.No es el nico contest Jan tristemente. Y lo malo es que muy pronto, lo que ahora es voluntario... slo hasta cierto punto, pasar a ser absolutamente obligatorio.Y no podemos hacer nada por evitarlo, Jan.El hombre asi con su mano el brazo de su esposa.Ese imbcil nos ha estropeado el paseo dijo. Anda, ser mejor que volvamos a casa.Una vez en su apartamento y tras asearse un poco, Dina se dispuso a preparar la comida.Cuando se haya modificado, Lall tendr una dispensadora automtica de alimentos y todo gratis manifest.Jan haba encendido la televisin, pero no miraba a la pantalla.Y tambin tendr que ver obligatoriamente ciertos programas, en los que se dir que Sygip es el nico y el mejor jefe de Estado planetario que hemos tenido en mil aos y que como l no habr jams otro. Obedecerle ser amarle y cumplir el menor de sus deseos ser la mejor prueba que un ciudadano podr dar de su afecto hacia Sygip.Sygip... Un nombre maldito dijo ella rabiosamente. Un da vendr una patrulla de policas, ya modificados, y nos llevarn a nosotros a un centro de modificacin... Jan, t eres hombre de recursos. No se te ocurre una idea para evitar algo que un da puede resultarnos inevitable?Fervoz permaneca pensativo, tirndose del labio inferior. De pronto, exclam:S, hay... puede haber un medio, aunque quiz resulte arriesgado...No me importara correr riesgos a tu lado. El riesgo de convertimos en una manada de borregos absolutamente obedientes a la voz de su pastor, es muchsimo mayor. Sygip no tiene medida de la moderacin y su ambicin de poder crece de da en da. De qu vientre naci ese monstruo? Seres como Sygip no deberan venir al mundo, Jan.Ah es donde yo quera ir a parar, Dina sonri Fervoz. Podemos evitar el nacimiento de Sygip y la historia actual tendra otro desarrollo.Dina se qued sin aliento, porque haba comprendido las intenciones de su esposo.Jan, t crees...?Te atreves a venir conmigo?No te dejara solo por nada del mundo respondi ella apasionadamente.Fervoz sonri, a la vez que atraa a su esposa hacia s.Muy pronto lo haremos. Tenemos que modificar la historia del siglo XXXI, para evitar que un monstruo como Sygip pueda llegar a gobernar nuestro planeta de un modo tan tirnico, como nadie ha conocido jams.* * *En el interior de la sala reson suavemente una campanilla. Tynner Hasso estaba en el bao, secndose en la pantalla de aire caliente y, desnudo como se hallaba, fue a la otra estancia y presion una teclaUna tarjeta surgi por una ranura. Hasso la cogi y ley el mensaje que le enviaban. Al terminar, se sinti estupefacto.Qu querr ese viejo buitre? mascull.El viejo buitre se llamaba Ard Barran y le recibi en su despacho una hora ms tarde.Tengo un trabajo para usted, Tynner dijo.Seor? contest Hasso disciplinadamente.Alguien, situado en un puesto muy alto, me pidi al mejor de mis agentes. He pensado en usted, eso es todo.Seor, hay otros en el Departamento...Lo s, pero, repito, pens en usted, porque no tiene prejuicios ni ideas preconcebidas al respecto... en ningn caso. Nunca se forma opiniones previas al asunto en que debe intervenir y ello le permite solucionarlos mucho mejor que otros agentes ms veteranos.Hasso carraspe.Son elogios inmerecidos, seor...Bah! Barran agit una mano. Usted sabe mejor que nadie que es cierto lo que he dicho. Pero no puedo exponerle el caso en que va a intervenir, porque la persona que me ha llamado quiere decrselo l mismo.Barran apret una teclaCoronel, mi agente est dispuesto dijo por un interfono.Un hombre entr a poco. Era alto, fornido, de corta barba negra, terminada en punta, ataviado con el uniforme propio de la Guardia Presidencial.Coronel Duwin, le presento al agente Tynner Hasso dijo Barran.Duwin mir a Hasso casi desdeosamente. El agente apret los labios.Me mira como a un insecto. Claro, l est junto a Sygip y..., pens.Encantado, coronel dijo con voz neutra.Tiene que acompaarme, agente manifest Duwin secamente.Adnde, seor? Puedo saber...?En el momento apropiado.Hasso se volvi hacia su jefe. Barran esboz una sonrisa de circunstancias.Tynner, a partir de ahora, est usted a las rdenes directas del coronel Duwin dijo.S, seor.Tengo mi aeromvil dispuesto en la terraza indic Duwin.Momentos despus, embarcaban en el aparato, Duwin lo hizo despegar y luego marc determinada ruta en la programadora de vuelos. Al concluir, se retrep en su asiento.Agente Hasso, va a tener usted el inmenso honor de ser recibido por Sygip, ms todava, la satisfaccin de ejecutar la misin que l mismo le explicar manifest. Sygip est algo delicado y le recibir en una habitacin en penumbra y muy caldeada. Es slo una leve indisposicin, aunque de tratamiento ms largo de lo ordinario y los mdicos, por supuesto, aseguran que su vida no corre el menor peligro. Lo ha entendido?S, seor.Trtelo con el respeto debido y, aunque podr hacerle preguntas para aclarar algn punto que pueda parecerle oscuro, no formule objeciones.Comprendo, coronel.La misin que Sygip va a encomendarle es de enorme importancia. Yo no puedo decirle ms, aunque si le aseguro desde aqu que, de fracasar, la historia de la Tierra puede cambiar de un modo radical dijo Duwin dramticamente.Hasso se sinti terriblemente impresionado por las palabras del coronel. Qu clase de misin iba a encomendarle el hombre que era la mxima autoridad en el planeta?Decidi ser paciente y no devanarse los sesos con suposiciones que luego podan resultar incorrectas. Lo mejor era esperar, decidi finalmente.* * *El aeromvil aterriz al pie de una enorme montaa, cubierta de espesos bosques hasta la mitad. Haba nieves perpetuas en la cima y Hasso se sinti lleno de admiracin al contemplar el famoso Kilimanjaro, en el corazn de frica. Conque aqu es donde vive Sygip, se dijo.Una carretilla elctrica, conducida por un oficial de la guardia, les transport hasta la entrada de un tnel abierto casi en la base de la montaa. La presencia de Duwin al lado de Hasso hizo innecesarios los numerosos controles que haba a trechos, ante puertas metlicas de cierre automtico, invulnerables a medios extraos de apertura. Slo el que conoca la clave poda abrirlas y, al observarlo, Hasso se dijo que Sygip no deba de confiar mucho en la gente, cuando se haca guardar de aquella forma tan protectora.Cmo se protege el que dice protegernos a todos!, pens sarcsticamente.La carretilla se detuvo al fin en una enorme caverna, de suelo espejado y brillantemente iluminada. Haba varias puertas en la base de aquel recinto copular, cada una de ellas guardada por dos soldados fuertemente armados.Con paso firme. Duwin se encamin hacia una de las puertas. Un soldado la abri, mediante el mecanismo de control que llevaba pendiente del cuello. Los dos hombres pasaron y se encontraron en una antecmara sobria pero elegantemente decorada, en la que, tras una mesa, se hallaba un hombre de mediana edad.Estamos citados con Sygip declar Duwin.Tiene una visita. Deben esperar dijo el que pareca ser un secretario privado.Gracias.Transcurrieron algunos minutos. De pronto, una puerta que haba al fondo se abri y apareci una alta figura, envuelta en una capa negra de la cabeza a los pies. Era una mujer, sin duda, pero Hasso no pudo ver ni siquiera detalles de su rostro, porque llevaba la capucha muy echada hacia adelante y tena la cabeza inclinada sobre el pecho.El secretario se levant, entr en la otra cmara y volvi a salir a los pocos momentos. Hasso aspiraba el tenue perfume que la desconocida haba dejado como una estela al pasar por su lado.Puede pasar, agente indic Duwin.Yo... solo? titube Hasso.Sygip quiere verle a usted a solas.Hasso se llen los pulmones de aire y avanz resuelto haca la estancia en la que se hallaba el hombre que gobernaba el planeta Tierra en el siglo XXXI.CAPTULO II

La temperatura era sofocante, pero Hasso trat de hacer abstraccin del calor. Haba muy poca luz; una diminuta lmpara rojiza, situada en un rincn, sobre una repisa baja, era el nico foco de iluminacin de la estancia, que no se vea demasiado grande. La luz, sin embargo, pareca disminuida, debido a que se hallaba directamente situada tras el hombre sentado en un gran butacn.A Hasso le pareci que Sygip tena muchos aos, pero no habra podido asegurarlo dadas las deficientes condiciones de iluminacin. Cuando la puerta se hubo cerrado a sus espaldas, hizo una profunda reverencia.Seor...Eres Tynner Hasso dijo el enfermo.S, excelencia...Llmame Sygip a secas. Odio los tratamientos.Gracias, seor... Sygip...Eres joven, audaz, emprendedor. Tengo de ti las mejores referencias.Es usted muy amable conmigo. Slo soy un agente como tantos otros, seor.Mejor que muchos dijo Sygip. Tynner, la historia actual corre grave peligro. T puedes hacer que todo siga como hasta ahora.No veo cmo Sygip. Desconozco la misin que me va a confiar.Tienes que trasladarte al siglo XXI. Dos miserables han desertado en un cronomvil y pretende, con la eliminacin fsica de un gran sabio que existi en aquella poca, alterar las lneas actuales del tiempo, a fin de satisfacer sus ambiciones personales. Hemos alcanzado un bienestar como jams se ha conocido en ninguna poca de la humanidad. Te gustara encontrar de repente buscando races e insectos para alimentarte? Te gustara vivir cubierto de pieles y rascndote las llagas y los parsitos que cubriran tu epidermis? Te agradara tener que luchar a muerte por un pedazo de carne podrida, arrancada de los flancos de un animal muerto por enfermedad? O tal vez sorber los sesos de un hombre de otra tribu, muerto en un combate por un poco de territorio?Hasso se espant al or aquellas palabras.En absoluto, Sygip! contest vivamente.Entonces, ve al siglo XXI y captura a los desertores de su futuro, antes de que puedan llevar a cabo sus criminales propsitos.Pero, seor... Tendr que usar un cronomvil...El coronel Duwin te proporcionar todos los medios necesarios para el cumplimiento de tu misin, pero antes tendrs que presenciar un programa de televisin que se emitir especialmente para ti, en tu alojamiento. Cuando llegues a casa, marca la clave 01-AA-02-BB-03-CC. Recordars la clave?S, seor.Bien, entonces, recibirs un programa realizado para ti solo. Obsrvalo con gran atencin y reptelo cuantas veces quieras, pero no intentes grabarlo, porque est sujeto a un procedimiento de borrado automtico. Es decir, no podras llevarte el cartucho de cinta para verlo en otra pantalla.Comprendo.Repite, insisto, el programa todas las veces que quieras; por otra parte, es muy corto y aprenders fcilmente su contenido. Al terminar, deja la palabra FIN durante treinta segundos seguidos en la pantalla. Eso es todo.S, seor... Excelencia...Qu te ocurre ahora, Tynner? pregunt Sygip.Parece ser que he de perseguir a unos desertores de nuestra poca, que han viajado al pasado. Pero nunca he manejado un cronomvil.Vuelve a casa y no te preocupes de ms. La mano del enfermo se movi dbilmente. Eso es todo, Tynner Hasso. Hazlo por toda la humanidad del siglo XXXI.S, seor. Perseguir y capturar a los fugitivos de nuestra poca, pero, qu har despus con ellos?Trelos aqu. Otros se encargarn de juzgarlos y castigar su abominable crimen. Buena suerte!Hasso entendi que se le despeda y, tras una nueva reverencia, abandon la cmara. Duwin le dirigi una fra mirada.Estoy listo, coronel dijo el joven.Le llevar a su casa respondi Duwin.* * *Hasso lleg a su apartamento terriblemente excitado, por lo que, antes de encender el televisor, decidi darse una ducha que le relajase, cosa que hizo sin prdida de tiempo. Una vez seco y vestido nuevamente, fue a la sala, se sent frente al televisor y, en voz alta, dijo:01-AA-02-BB-03-CC.El televisor se encendi inmediatamente. La figura de un hombre de unos sesenta aos de edad, vestido con ropas muy anticuadas, apareci de inmediato. Un locutor invisible dijo:Este es el profesor Horacio W. F. Hutton, inventor de la primera mquina del tiempo, hoy llamadas cronomviles, cuyas primeras pruebas con xito tuvieron lugar el mes de marzo de dos mil noventa y nueve. El da primero del mes siguiente, Hutton consider su mquina perfectamente utilizable. Emplazamiento de las pruebas: Gran Bretaa, Londres, Nuevo Paddington. Old Market Road, nmero seiscientos ochenta.Hasso se dio cuenta de que, pese a las seguridades dadas Sygip, no podra tal vez conservar en la memoria todos aquellos datos y se propuso copiarlos en un papel. Pero, a fin de evitar problemas, decidi aguardar hasta el fin de la transmisin.Otra imagen apareci a continuacin de la anterior. Era la de una mujer de unos cuarenta y cinco aos, de tez color canela clara y todava muy atractiva:Doctora Flavia Langham, autora de la tesis Sobre la contraccin y dilatacin de los vectores espaciotemporales en lugares sometidos a una gravedad normal. Fue publicada en el mes de octubre de dos mil setenta y ocho y fue una de las obras en las que, principalmente se bas el profesor Hutton para la construccin del primer cronomvil conocido. Residencia de la doctora en aquella poca: Nairobi, frica Oriental, Barkley Field, dos mil novecientos uno.Otra persona, ahora un hombre, apareci en la pantalla a continuacin.Profesor Werner Walter Schummening, autor de Teora sobre la utilizacin de energas ilimitadas, otra de las obras bsicas en las investigaciones del profesor Hutton. Sin estas dos obras, Hutton no habra podido construir en modo alguno su mquina del tiempo. Residencia del profesor Schummening: Munich. Baviera, Alemania, Europa, Bergstrasse, nmero doscientos diez. Fecha de publicacin de su libro: agosto de dos mil sesenta y uno. Fin.Hasso se apresur a rebobinar la cinta, a fin de evitar que se borrase sin haber tenido tiempo de repetir la emisin. Mientras, pens que los fugitivos deban de conocer sin duda aquellos datos y que buscaran a los tres cientficos que haban hecho posible la construccin de los cronomviles.Por quin empezara Hutton, el primero que haba fabricado una mquina del tiempo? O se limitaran a evitar que los otros dos realizaran las investigaciones que haban servido para que Hutton convirtiera en algo prctico lo que tantos otros haban deseado antes que l.Antes de repetir la emisin, busc papel y lpiz y anot los datos ms importantes. Al terminar, cuando se sinti seguro de no haber olvidado nada, dej que transcurriesen treinta segundos una vez hubo aparecido la palabra FIN en la pantalla.Entonces aparecieron dos ojos en la pantalla.* * *Eran unos ojos enormes, de casi veinte centmetros cada uno, con pupilas que parecan de fuego, pero cuyo resplandor oscilaba ligeramente, sin llegar a apagarse en ningn momento. Hasso se sinti extraamente atrado por la mirada de aquellos ojos que parecan flotar en un fondo gris azulado, sin que formasen parte de un rostro humano.Al cabo de unos segundos, los ojos perdieron su forma y se convirtieron en sendos crculos, del mismo dimetro, en cuyo interior giraba velozmente unas espirales de vivos colores, que se alternaban con cierta regularidad. Hasso se relaj en su silln y, sin darse cuenta, se encontr dormido.Despert despus de un rato cuya duracin supo consultar su reloj.Demonios! mascull. He dormido casi dos horas...Ah, se ha despertado ya! son una voz femenina.Hasso se incorpor, atnito, dndose cuenta de que no estaba solo. Ella le miraba, con una ligera sonrisa en unos labios que, sin colores artificiales indicaban riqueza de vida.Era una mujer joven, que aparentaba unos veinticinco aos, de pelo intensamente negro, muy abundante y recogido en un gran moo, sujeto con una cinta que pareca de hilos de plata.Los ojos eran profundos, verdosos. Tena una figura excepcional, lo que se apreciaba perfectamente debido a su indumentaria: una especie de traje de una sola pieza, de color negro, con zapatos de medio tacn. El escote, redondo, permita ver el arranque de un pecho de proporciones clsicas.Sin dejar de sonrer, la bella desconocida le entreg una taza humeante.Hoy, como en tiempos pasados, un poco de caf, siempre reconforta dijo.Gracias, seora... pero si no recuerdo mal, estoy en mi casa...Me llamo Irina Walgh se present ella, sentndose con cierta negligencia en el brazo de otro silln. Estoy en su casa, ocupando el puesto del coronel Duwin.Hasso la min con desconfianza.Seora, tengo instrucciones de tratar solamente con el coronel...Irina no se inmut. De un bolsillo poco menos que invisible de sus pantalones, extrajo un documento que entreg al joven.Lea, por favor dijo.Hasso desdobl el papel. Los renglones escritos decan:Por orden ma y en nombre de Sygip, usted Tynner Hasso, actuar en un todo y en cualquier circunstancia, con la capitana Irina Walgh, cuyas rdenes respecto a la misin que le ha sido confiada obedecer disciplinadamente.Ella recobr el papel.Fechado, firmado y sellado, como habr podido comprobar dijo. Satisfecho?Nunca he visto la firma de Duwin ni el sello de su departamento respondi l. Pero, en fin, dar el documento por legtimo. Qu pretende usted de m, seora?Irina guard de nuevo el papel.Lo dice el documento sonri. Est usted a mis rdenes... para capturar a los desertores de nuestra poca.Sygip no me dijo nada acerca de una colaboracin con otras personas.Le dio determinadas instrucciones, pero tampoco le orden rechazase esa colaboracin.Bueno, la verdad es que hay cosas que no acabo de entender... ni tampoco me importa demasiado. Voy a realizar esa misin, sin saber por qu me han elegido y... crame, si no fuese porque no tengo ganas de vestirme de pieles ni me gustan las races ni las cucarachas o los gusanos, dejara que esos dos fugitivos consiguieran sus propsitos.Dirase que est en contra del sistema actual de vida exclam Irina, extraada.El sistema de vida, no; el de gobierno..., pero sa es otra cuestin que no vamos a tratar ahora. Dgame, usted ha entrado en mi casa, cuando yo dorma...Hipnotizado sonri ella.Hasso record de repente los ojos gigantescos que haban aparecido en la pantalla.Hipnotizado, por qu?Hay cosas que ignoraba y que deba aprender. Por ejemplo, el manejo de un cronomvil y la reparacin de posibles averas. Ahora ya sabe casi tanto como el ms experto ingeniero temporal.El joven silb.De modo que he estado sometido a una sesin de hipnopedia...Enseanza durante el sueo puntualiz Irina.Nunca me lo hubiera imaginado... Bien, seora; cules son sus rdenes?Ah, est decidido a aceptar mi colaboracin ri la joven.Tengo otra alternativa?Le dir una cosa, Tynner. Es usted el encargado de llevar a cabo la misin y yo respetar sus iniciativas en todo momento, excepto cuando vea que puede suceder algo que comprometa el xito de la misin, en cuyo caso usted obedecer mis rdenes. Est claro?S, seora.Ah, lo haba olvidado... Durante su sueo, usted ha aprendido tambin a manejar el transportador individual instantneo que formar parte de su equipo de combate.Parece como si fusemos a la guerra rezong l.Algo muy parecido, aunque usted no lo crea, Tynner.Irina se puso en pie. Cerca de ella, en una silla, haba una gran capa negra, en la que envolvi su cuerpo. Al verla Hasso record a la desconocida que haba visto salir de la cmara donde se cuidaba Sygip.Ella sonri.S, era yo confirm.Fue hacia la puerta, pero, antes de abrir, se volvi hacia el joven.Descanse toda la noche, Tynner. Est preparado para las ocho en punto de la maana, hora en que vendr a buscarle para ir a la Central de Viajes Temporales.En donde nos aguarda un cronomvil supuso l.Exactamente confirm Irina.CAPTULO III

Era un edificio de forma cbica, impresionante, con una gran cpula de un material translcido, color perla, en el que apenas se vean algunas ventanas en la planta baja. Una gran puerta de forma semicircular permita el acceso al interior.Los vigilantes estaban dentro. Irina ense una tarjeta metlica y el paso qued franqueado sin objeciones.Ella haba cambiado ahora de indumentaria: blusa holgada, falda corta, que terminaba a unos diez centmetros de las rodillas y botas blandas de media caa. Un oficial les recibi y gui hasta una sala, en la que les entregaron unos cinturones, anchos de unos diez centmetros y de uno de grosor, que se colocaron inmediatamente.Cinturones de traslacin instantnea explic ella. Ya sabes cmo se manejan.S, seora.Ahora vamos a nuestro cronomvil.El mismo oficial les gui hasta una segunda estancia, mucho ms amplia y situada bajo la cpula translcida. En el centro estaba la mquina del tiempo.Era una burbuja transparente, situada sobre una especie de pedestal de seccin cuadrada, de unos dos metros de ancho por cuarenta centmetros de altura. En el interior del aparato haba dos cmodas butacas.Delante de los asientos haba una especie de consola de control. El oficial entreg a cada uno de ellos una especie de caja de unos veinte centmetros de largo, por diez de ancho y tres de grueso.Control remoto del aparato, para enviarlo a pocas anteriores o posteriores y hacerlo desaparecer de la vista de personas extraas explic.Los aparatos de control tenan correas que permitan colgarlos del hombro. El oficial abri una escotilla.Pueden partir cuando gusten dijo.Hasso se senta extraamente inquieto. Duwin no le resultaba especialmente simptico, pero, por qu no estaba all, aunque hubiese delegado sus funciones en Irina?Renuente, se sent en su butaca. La escotilla se cerr y la joven se volvi hacia l, con la sonrisa en los labios.Bien, comandante, t gobiernas la nave dijo.Las enseanzas recibidas durante su sueo hipntico surgieron de inmediato en la mente del Hasso. Fij la vista en el teclado y dijo:Supongo que los fugitivos habrn ido primeramente en busca del profesor Schummening, no es as?Suposicin correcta apret ella.Agosto de dos mil sesenta y uno... murmur Hasso.Movi una serie de ruedecillas, hasta que la fecha deseada apareci en una pequea pantalla. Una luz verde se encendi inmediatamente.Hasso presion la tecla sealada con la palabra ARRANQUE. Apenas cinco segundos ms tarde, todo cuanto les rodeaba desapareci de su vista.* * *El cronomvil estaba viajando a travs del tiempo, en retroceso.Todo era gris a su alrededor. El silencio, absoluto, resultaba abrumador.Haban partido desde el ao tres mil cincuenta y siete. Iban a recorrer diez siglos en un viaje hacia atrs.Y despus?Irina pareci adivinar sus pensamientos.Tendremos que hallar nuestra situacin sobre el terreno y trasladarnos a las inmediaciones de la residencia de Schummening dijo.Ya contest l, atento a las cifras que aparecan y desaparecan con enorme rapidez, sealando las fechas que el aparato retroceda en el tiempo.Casi de repente, la espectral luz griscea empez a aclararse. Instantes despus, sintieron herida la vista por un gran resplandor.Fuera haba un sol muy brillante, en un cielo sin nubes. Irina dijo:Hemos llegado. Tynner.El joven mir asombrado a su alrededor.Esto es el ao dos mil sesenta y uno?Pues... s. Mira la cifra de final de viaje...Hasso abri la escotilla y sali al exterior. Una bocanada de aire clido dio de lleno en su rostro. Olor a sal marina y a yodo penetr en sus pulmones.Estaban en una playa que pareca extenderse hasta el infinito, de arena casi blanca, y completamente lisa, sin el menor signo de vegetacin en las inmediaciones ni hacia tierra adentro. Hasso se inclin y, en cuclillas, llen su mano de arena y luego la dej resbalar entre los dedos.Irina se sinti extraada al observar la actitud del joven.Qu te ocurre, Tynner?No estoy seguro... pero creo que no estamos precisamente en el ao dos mil sesenta y uno contest Hasso.Ella se ape de un salto.Qu ests diciendo? El cronomvil funciona perfectamente... No hay motivos para suponer una avera...Hasso se incorpor, frotndose las manos en los costados.Mira a tu alrededor. El Centro de Viajes Temporales est en el lugar que ocupaba antiguamente una pequea ciudad llamada Charlesfield. Est situada tierra adentro y el cronomvil slo viaja adelante y atrs, pero no se desplaza en el espacio.A menos que lo muevas con el control remoto.Lo que no hemos hecho hasta ahora. Es como si hubiramos descendido verticalmente mil aos. Al volver al punto de partida, ascenderamos en el mismo sentido. Charlesfield estaba a unas doce millas del ocano. Ahora nos encontramos a la orilla. Y, hace cuarenta mil aos, el mar cubra gran parte de la tierra ahora en seco.Irina se puso las manos en la cara al comprender la veracidad del argumento expuesto por Hasso.Cuarenta mil aos repiti.Todava no se pintaban bisontes en las cuevas de Altamira sonri l. Quieres hacer una comprobacin mejor, que elimine todas tus dudas?Por supuesto...He visto una muy bien provista cartera portamapas. Busca el correspondiente a Europa, marca las coordenadas de Munich y viaja con tu transportador individual. Yo te espero aqu.Irina dud un momento, pero, al fin acab por aceptar la proposicin del joven.De acuerdo dijo. Ir a Munich...Cuidado con los uros advirti l.Uros?Toros salvajes. Se extinguieron prcticamente en su totalidad, antes de concluir el siglo XX. Tambin encontrars mamuts, bisontes, osos de las cavernas...No eres muy proclive al optimismo, eh? dijo Irina sarcsticamente.Me sentira mucho mejor, viviendo en mi poca, pese a todo contest l. Y, mientras viajas a Munich, en donde no podrs pedir una buena jarra de cerveza y salchichas, tratar de encontrar la avera del cronomvil.Hubo un momento de silencio. Luego, Irina manipul en su cinturn de traslacin instantnea y, pocos segundos ms tarde, haba desaparecido de la vista del joven.Entonces, Hasso se acerc a la parte posterior del aparato, levant una tapa en el pedestal y contempl los mecanismos del interior, tratando de preguntarse dnde demonios estaba la avera que les haba hecho recorrer una distancia temporal cuarenta veces superior a la programada.* * *En el aeromvil haba una especie de equipo de acampada, con el cual hizo un sombrajo, sostenido por cuatro varillas hincadas en la arena. Con la espalda apoyada en la burbuja, dormitaba apaciblemente cuando, de pronto, oy ruido a sus espaldas.La voz de Irina son llena de aprensin:No, no te vuelvas, Tynner!Hasso resping.Qu diablos ocurre ahora? pregunt.Estoy... desnuda...Cmo? grit l. Es que quieres convertirte en una mujer de las cavernas?Irina estaba a punto de echarse a llorar.No s cmo se me ocurri la idea... T tenas razn; Munich no existe todava... Hay enormes bosques, abundancia de animales salvajes de todas clases..., pero haca mucho calor y era un lugar muy agradable... Es algo que no haba hecho nunca y siempre dese... Cuando vea imgenes de ros en el televisor, bordeados de rboles y con frescas orillas...S, debe de ser algo muy agradable convino l. Bueno, y qu ms?Pues... me quit todas las ropas y me met en el agua. Al poco rato, o ruidos extraos... Y un enorme oso se me ech encima. Pude esquivarlo, sal corriendo y volv contigo, pero no tuve tiempo de recoger mis ropas.Y el cinturn?Oh, lo haba dejado con las ropas, ya programado para el regreso, por si ocurra algo, de modo que, mientras escapaba del oso, agarr el cinturn al pasar y lo puse en funcionamiento... No tengo una sola prenda de ropa encima, Tynner dijo ella, muy avergonzada.No has trado equipo de repuesto?No.Hasso elev los ojos al cielo.Bueno, ahora desmontar este sombrajo y podrs envolverte en la tela. Pero vamos a volver a nuestra poca dijo.Por qu? se extra ella.Temo que la sesin de hipnopedia no fue todo lo completa que hubiera sido de desear. He podido reparar en parte la avera, pero no me atrevo a seguir adelante. En cambio, estoy seguro de volver a nuestra poca.Si no hay otro remedio...Adems, nos equiparemos convenientemente. No se puede andar por el mundo, sin saber cundo regresaremos, y sin una sola muda de ropa encima. Y qu tenemos de comer? Has puesto siquiera una cantimplora de agua en el cronomvil?Tynner, debo admitir que he sido muy descuidada...Hasso solt la tela y la tir hacia atrs.Avisa cuando ests lista dijo malhumoradamente. Un viaje al siglo XXI, que acaba cuarenta mil aos antes... sin un mal palillo de dientes en el equipaje...Irina no dijo nada por el momento. Un poco despus, l oy su voz:Puedes volverte, Tynner.Hasso gir en redondo. Irina se haba envuelto en la tela, que le llegaba hasta cerca de los tobillos, ya que la haba doblado por la parte superior, a fin de no arrastrarla por el suelo.Me siento ridcula.No te preocupes ahora de tu aspecto dijo l. Anda, vamos. Hemos de regresar a nuestra poca, a fin de equiparnos convenientemente.S, es lo mejor convino la joven.Irina se acomod en su asiento. Hasso se situ en el suyo, con el ceo fruncido, cosa que not la joven y le hizo sentirse preocupada.Qu le sucede, Tynner?Estaba pensando... No s por qu, pero me he acordado de repente de dos buenos amigos, que aceptaron la modificacin... Qu opinas t sobre el particular?Es muy conveniente respondi Irina.Pero t no te has modificado todava.No admiti la joven. Tena trabajo...Y se necesitaba tu iniciativa.Es verdad.Te modificars cuando haya concluido la misin?Irina vacil.No s...Hasso ri sarcsticamente.No, no te modificaras asegur. Eso queda para la plebe, para el ciudadano de a pie, para las personas que son solamente un grupo de cifras y letras en el computador universal. Se necesitan hormigas que trabajen y que no piensen, aunque, eso s, dndoles bien de comer y proporcionndoles casa, ropa y ciertas comodidades que les hagan ser felices, ignorando as que slo han pasado a la nfima categora de esclavos.No digas eso! protest Irina. Los modificados son gente como t y como yo...Pero que no tienen posibilidad de elegir ni su trabajo, ni su residencia ni... Bueno, hacen lo que les ordenan, sin pararse a pensar si les conviene o no, o si les gusta, que es ms importante todava.La modificacin les asegura una vida mnima de doscientos aos, Tynner dijo Irina acaloradamente.Una vida de borrego que bala a cada orden que recibe, sin pararse a meditar en si es buena o no para su cuerpo o su espritu. A quin diablos se le ocurrira esa diablica idea?Bueno, el ordenador universal, hace tiempo ya, lleg a la conclusin de que...Maldito ordenador universal! barbot Hasso. Si de m dependiera, lo volara con explosivos...Ests blasfemando! se aterr la joven. Si te oyeran, podras pasarlo muy mal. Incluso podran modificarte en contra de tu voluntad, algo que por ahora no es obligatorio.Las presiones que se reciben constantemente en pro de la modificacin son muy intensas, pero, como has dicho, da llegar en que todo el mundo est modificado. Menos el que manda.Te refieres a Sygip?S, claro. Por cierto, es un nombre muy raro... Aunque yo lo he odo nombrar siempre de esa manera, desde que nac...En realidad, Sygip no es un nombre, sino un conjunto de letras que definen su cargo: Supremo y Gran Primer Presidente.Hasso deletre las iniciales de las palabras y lleg a una rara conclusin.Hay un fallo. La I que hay al final de la palabra, antes de la P...Es el nmero uno en caracteres romanos, hombre.Hasso emiti una sonrisa burlona.Entonces, Sygip ha olvidado hasta su nombre original... Oye, yo ando ya por los treinta y cinco aos y l era presidente desde que tengo uso de razn... Debe de ser viejsimo, no te parece?Lo es confirm Irina. Pero estamos discutiendo sobre un tema mucho menos importante que el que nos interesa solucionar.S, estoy de acuerdo contigo. Hasso emiti un largo suspiro y empez a manipular en los controles. Bueno, vamos all, a nuestro siglo...Al cabo de unos segundos, puls la tecla de arranque y todo cuanto les rodeaba desapareci de inmediato.CAPTULO IV

El regreso se hizo sin inconvenientes. Un atento oficial acudi a recibirles y Hasso le hizo una sucinta relacin de lo ocurrido, lo que no le impidi despotricar contra los que haban construido el cronomvil y los encargados de su revisin. Termin la violenta filpica, amenazando con despellejar vivos a los tcnicos si en su prximo viaje temporal volva a fallar el aparato y, tras despedirse de Irina, regres a su apartamento.El viaje y los contratiempos sufridos le haban puesto en un estado de nerviosismo bastante desagradable. Era preciso que se calmase, pens. Tom una ducha, se visti y luego concibi una idea.El televisor poda servir tambin como videfono, mediante un canal apropiado, y asimismo se podan enviar mensajes grficos, que eran recibidos personalmente o grabados si el destinatario se hallaba ausente. En previsin de lo ltimo, Hasso decidi emplear el segundo procedimiento y, tras marcar las cifras del cdigo correspondiente, redact un mensaje:ESTOY SOLO.NECESITO COMPAIA.RESPUESTA RAPIDA, POR FAVOR.Esper unos momentos. Antes de treinta segundos, ley:TODAS MIS EMPLEADAS EN ACCION.PUEDO IR YO EN PERSONA?Hasso sonri y contest afirmativamente. Ella atenda por el nombre de Tarya Lohr y era muy hermosa.Tarya dijo que tardara una hora, pues tena unos asuntos que resolver, pero que a partir de ese momento, estara a su lado veinticuatro horas, si le pareca bien. Hasso dio un par de zapatetas de alegra y se prepar para recibir a su amiga.Al cabo de unos minutos, estuvo todo listo. De pronto, se le ocurri una idea para entretener la espera.El televisor tena un canal de informacin, que poda ser utilizado por cualquier ciudadano. Hasso se sent ante el aparato, seleccion el canal adecuado y luego redact un mensaje grfico:QU ES LA MODIFICACION?QUIN FUE SU AUTOR?QU LEYES APOYAN ESTE SISTEMA?CULES SON LAS VENTAJAS QUE REPORTA A LA COMUNIDAD?Tras formular las preguntas, aadi las cifras de su cdigo personal y dej pasar unos momentos. Al fin, la pantalla se ilumin:CONSULTA DENEGADA.EN SU CODIGO PERSONAL NO FIGURA LA INDICACION DE MODIFICADO.Hasso se qued boquiabierto.Nunca me hubiera figurado... murmur.Pero no tard en deducir que era una respuesta lgica. Un modificado recibira los informes deseados, porque ya no estara en condiciones de protestar de una situacin que l estimaba injusta y vejatoria, adems de atentatoria contra la dignidad personal.A quin demonios se le ocurrira la idea de la modificacin? mascull.Pero Tarya iba a llegar muy pronto y pens que lo mejor era despreocuparse del asunto.Cuando ella hizo su aparicin, Hasso la contempl crticamente de los pies a la cabeza. Era una mujer alta, de formas majestuosas, largos cabellos rubios y sonrisa llena de promesas.Bienvenida a mi casa dijo l, a la vez que tenda una mano hacia la recin llegada.* * *Pas mucho rato antes de que ninguno de los dos pronunciase una sola palabra. Tarya tena la cabeza apoyada en el pecho de Hasso y. de pronto, dijo:Te noto preocupado, Tynner. Qu te sucede?Ests modificada? pregunt l.Qu cosas tienes! Ni se me ocurrira siquiera...Y tus empleadas?Dos de ellas se modificaron. El contrato se cancel automticamente.Las dems no quieren, supongo.Se resisten, aunque saben... Todos sabemos que un da u otro tendremos que modificarnos obligatoriamente. Pero, por qu preguntas algo que sabes tan bien como yo?No lo creas, Tarya respondi Hasso. En realidad, la modificacin no me ha preocupado hasta hace muy poco, cuando record a dos personas que huyeron... al pasado.Por qu?Hay cosas que estiman sera mejor no hubieran sucedido jams, entre ellas, el actual sistema de gobierno.A m no me parece tan malo dijo ella. Si no te metes con otros, puedes vivir tranquilamente...Ms tranquilo se vive, creo, una vez se ha aceptado la modificacin.Hombre, tienes todos tus problemas resueltos...A cambio de perder la personalidad propia, Tarya.Ella se mordi los labios.Eso si es cierto concord.Tarya, de quin fue la idea de la modificacin?Por qu no preguntas a Informacin?Ya lo he hecho.Y...?

La respuesta ha sido denegada, basndose en que no estoy modificado.Es decir, el modificado s puede saber quin concibi la idea...Porque, sencillamente, ya no puede protestar.Entiendo murmur ella, muy preocupada. Oye, Tynner, esto que estamos comentando, no ser el principio de una especie de dominio universal de una sola persona sobre el resto de la humanidad?Celebro que empieces a verlo dijo Hasso.Y esa persona es Sygip.Nuestro Supremo y Gran Primer Presidente, cuyo nombre ignora la gente.Oh, no, yo si s cmo se llama, Tynner.De veras?Sygip es Zreno Grinden, nacido hace... Bueno, no s la edad exacta, aunque s puedo decirte que no es un adolescente. Sin embargo, hace mucho tiempo que no se le ve en pblico y que sus ministros desarrollan las ideas de gobierno que l concibe como mejores para nuestro beneficio.Tarya, t ests muy enterada de muchas cosas...Ella solt una risita.Si yo te contara...S, me imagino. Conoces a gente muy importante: ministros, altos cargos...Ninguno de los cuales est modificado, por supuesto.Claro, ellos son la elite, los que tienen que guiar a la manada de borregos. Sabes de alguno de ellos que haya conocido con cierta intimidad a Sygip?Tarya medit unos instantes. Luego respondi:Quiz Forkshil Marobbi. Una vez estuve con l y le o decir que se senta preocupado por la salud de Grinden, esto es, de Sygip. Marobbi tiene ya ciento cuarenta aos y, aunque algunos cursos ms atrasados, fue condiscpulo de Sygip en la Universidad, rama de Ciencias Temporales. Eran grandes amigos, fue ministro de Alimentacin durante unos aos y luego se retir a la vida privada, es todo lo que puedo decirte.Gracias, preciosa dijo l, inclinndose para darle un beso.Piensas ir a ver a Marobbi adivin Tarya.Ahora no. por supuesto.Hasso empez a mordisquear una oreja de su bella acompaante. Tarya le ech los brazos al cuello.Un buen rato despus, ella dijo:Tengo hambre!Hasso se ech a rer.Yo preparar la comida...Deja, lo har yo, no te preocupes. Al ponerse en pie, le mir. Si estuvieses modificado, tendras tu dispensadora de alimentos conectada al ordenador de SERVICIOS GRATUITOS aadi.Al diablo con la modificacin! Quiero conservarme como soy, libre de pensar lo que me d la gana y aceptar o rechazar lo que no me guste, entiendes?Tarya suspir.Lo malo es que, tarde o temprano, todos acabaremos modificados profetiz lgubremente.Deja este tema a un lado. Has dicho que tenas hambre... Hasso le dio una palmada en el atractivo final de la espalda. A preparar la cena!Ella se ech a rer y sali del dormitorio. Hasso se levant, vistindose solamente con unos pantalones cortos.Mientras Tarya se ocupaba de disponerlo todo, Hasso fue a la sala y, para entretenerse, conect el televisor. Emitan un programa de ciencias naturales, que le pareci horriblemente pedante y espantosamente aburrido. Iba a apagar el televisor, cuando, de pronto, son la voz de Tarya:Voy con la cena, Tynner!En el mismo instante, una lmpara situada a un lado del televisor se encendi intermitentemente. Era la seal para cambiar al canal de recepcin de mensajes personales.Tarya llegaba en aquel momento con una bandeja en las manos y cruz por delante de la pantalla, justo cuando Hasso presionaba la tecla con la que indicaba se hallaba dispuesto a recibir el mensaje.Entonces, un deslumbrante rayo de luz blanqusima brot de la pantalla y alcanz el cuerpo de Tarya.Hasso estaba en una situacin ligeramente oblicua respecto del televisor y lo vio todo con ojos llenos de horror. El rayo lleg al costado derecho de la mujer y sali por el opuesto, aunque habiendo ya perdido buena parte de su intensidad luminosa.Tarya no dijo nada, ni siquiera grit. Solt la bandeja y cay al suelo fulminada, mientras de su cuerpo se elevaban dos columnitas de humo oscuro, que despedan un repugnante olor a carne quemada.Al mismo tiempo, la pantalla estallaba en mil pedazos con sonoro estrpito. Hasso se qued petrificado.Segundos ms tarde, cuando empezaba a reaccionar, adquiri la conviccin de que Tarya estaba muerta.* * *Abri la puerta y no manifest sorpresa al ver a Irina sentada, aguardndole en la sala. Ella le dirigi una fra mirada.Llevo aqu ms de dos horas esperando dijo.No he podido venir antes. Vuelvo del cementerio.Has ido al entierro de Tarya Lohr.Era una mujer de ideas anticuadas. No le gustaba que su cuerpo de convirtiese en cincuenta gramos de cenizas. Prefera el sistema tradicional: una fosa y tierra encima, con una lpida, indicando los aos de nacimiento y defuncin.Y t, claro, te has encargado de esos trmites...Me pareci que era lo mejor que poda hacer, teniendo en cuenta que haba muerto en esta casa. A dos pasos del lugar que ocupas.Irina se levant de un salto. Hasso ri amargamente.No temas, no creo que intenten otra vez matarme por el mismo sistema aadi.Qu dices? Fue una avera del televisor...Te lo han dicho as los expertos, verdad? Qu expertos? Con quin has hablado?Solicit informacin a la computadora. Dijo que haba sido una elevacin de tensin anormal, lo que ha provocado una descarga de electrones muy concentrada...Y un cuerno! Eso no pasa nunca, no puede pasar, a menos que se haga a propsito. Simplemente, fue un asesinato exclam l con gran vehemencia.Un asesinato! repiti Irina, estupefacta. Pero, por qu?No queran matar a Tarya. Queran matarme a m.Ella tena los ojos desmesuradamente abiertos.Matarte a ti... No comprendo...Hasso, con aire fatigado, fue a la dispensadora de alimentos y se sirvi una taza caf.Sabes por qu estaba Tarya en mi casa? pregunt, al volver a la sala.Irina hizo un gesto de repugnancia.Tambin solicit informacin acerca de esa mujer manifest. Tena un negocio de contratacin de... compaa para caballeros solos. Reciba llamadas, las atenda, concertaba las entrevistas... Y, a veces, tambin aceptaba ella proposiciones para hacer compaa a los hombres. Como en tu caso.Es cierto. La llam para que me hiciera compaa, y no lo digo con otras palabras, para no herir tu anticuada pudibundez. Pero tambin lo hice por otros motivos.Era una...Era un ser humano y muri en mi lugar, porque yo haba formulado a la computadora una serie de preguntas acerca de la modificacin. Quera obtener el mayor nmero posible de informes, sabes?Qu te respondi la mquina, Tynner?Respuesta denegada, porque no estoy modificado.Ella entorn los ojos.Comprendo. T esperabas recibir informes de Tarya... Conseguiste algo positivo?Hasso hizo un gesto afirmativo.Ella saba muchsimas cosas, de gente importante, claro. Me dio un nombre.Pero, por qu te preocupas por un asunto que no te incumbe en absoluto? Es que ya no recuerdas que tienes una misin que cumplir?Lo s perfectamente, Irina.Bien, entonces, es mi obligacin informarte que ya tenemos un cronomvil completamente nuevo y con todos sus mecanismos comprobados de forma exhaustiva, lo cual excluye el riesgo de un error, como el que padecimos. Adems, he preparado un equipo que nos permita actuar sin problemas y...Hasso hizo un gesto con la mano.Es intil. Digas lo que digas cort, no pienso ir al siglo XXI sin antes haber visitado a cierta persona.Irina pareci resignarse.Puedo saber, al menos, el nombre de esa persona? rog.Claro, no hay inconveniente. Se llama Forkshil Marobbi y fue condiscpulo de Zreno Grinden.Quin es Grinden? pregunt ella, muy intrigada.Hasso sonri burlonamente.Parece mentira que, a estas alturas, desconozcas el autntico nombre de Sygipcontest.CAPTULO V

Irina se emparej con el joven cuando ste se dispona a salir de la casa.Adnde vas? pregunt l.Contigo respondi Irina firmemente.Cre que regresabas a tu casa...Yo tambin tengo inters en hablar con Marobbi. Bueno en or sus respuestas dijo la joven.Muy bien, como gustes.En la azotea, subieron al aeromvil de Hasso, quien program inmediatamente la ruta. Hasso se reclin en su asiento cuando el aparato levant el vuelo y cruz los brazos sobre el pecho.Irina observ su preocupacin.Qu vas a preguntarle a Marobbi cuando lo veas? quiso saber.Estoy empezando a pensar que quiz toda la culpa no sea de Sygip respondi l.No entiendo...Irina, sospecho que el ordenador universal se ha desarrollado de tal manera, que ya toma decisiones por s mismo, sin necesidad de atender a los programas dispuestos por personas.Un ser mecnico inteligente!Autointeligente! puntualiz l.Eso es imposible...Irina, conozco algo sobre computadoras. Las que hay en el siglo XXXI son absolutamente diferentes de las que existan hace mil aos. Mejor dicho, slo hay una computadora. La Universal.Una mquina que ha englobado a todas las dems...

Incluyendo a los programadores primarios de nuestras viviendas, como son los del televisor, que sirve para todo, los de temperatura, comida, contabilidad de gastos... Todos los ordenadores son uno ahora, como las hojas y las ramas de un rbol son el rbol mismo. Lo entiendes?Pero... eso es monstruoso! exclam Irina.Ahora te das cuenta? dijo l, sonriendo amargamente.Irina agit las manos.Un momento, un momento! Tenemos un presidente mundial, Sygip, que es quien nos gobierna, con la colaboracin de sus ministros...Has visto a Sygip?S, claro, el da en que te llam a ti.Hablaste con l.En efecto.Qu conclusiones sacaste de la conversacin?Fue muy breve. Slo me hizo algunas recomendaciones acerca de la misin que debamos llevar a cabo. No hablamos de otra cosa, excepto de ti. Dijo que tena los mejores informes tuyos y que eras el hombre ideal para evitar la alteracin de la historia que pueden provocar los Fervoz.Entiendo. Debo estar muy agradecido a quienes facilitaron esos informes a Sygip...Entonces, dale las gracias a la mquina.Fue ella, eh? rezong Hasso.Quin, si no?El joven se ech a rer.Has dicho quin y eso slo se puede aplicar a las personas, no a las mquinas corrigi.Tynner, esa mquina puede que no tenga figura humana, pero es un ser viviente dijo Irina dramticamente.Hasso se qued muy pensativo al or aquellas palabras. Al cabo de unos momentos, dijo:Si es as, tendramos que estudiar la forma de...De qu? pregunt ella, dndose cuenta de la interrupcin de Hasso.Tendramos que estudiar la forma de destruir esa maldita mquina, para poder considerarnos algn da verdaderamente libres.Eso es imposible! No lo conseguirs y, adems, provocaras una catstrofe inimaginable.Hermosa, sobre ese asunto, tengo mis propias ideas, pero, por otra parte, es posible que no necesite hacer nada al respecto. Tal vez se encarguen de ello los Fervoz.Alterando las lneas del tiempo, verdad?Justamente.Pero nosotros tenemos el deber de impedirlo.Y lo intentaremos. Pero no es seguro que lo consigamos.Te sientes pesimista, veo dijo ella, irritada.Hasso se inclin un poco hacia adelante.Estamos llegando contest, lacnico.Desde el aire, podan divisar la residencia de Marobbi, situada en un agradable paraje, con un extenso jardn a su alrededor. Hasso pens que Marobbi haba recibido una buena recompensa al retirarse de su cargo de ministro.Y sin necesidad de someterse a la modificacin, pens.De pronto, se dio cuenta de que haba algunas personas en el jardn, movindose de una forma extraa.Irina tambin lo vio y lanz una exclamacin de sorpresa:Tynner, qu pasa ah?Pronto lo sabremos contest l, mientras tomaba nuevamente los mandos del aparato.Al aterrizar, un hombre uniformado se acerc a ellos y les pregunt qu deseaban.Venimos a visitar al ex ministro Marobbi dijo el joven.Lo siento. Marobbi ha muerto.Muerto! repiti Hasso, abrumado.Qu ha pasado? pregunt Irina, ms prctica.El oficial se sinti receloso.Quines son ustedes? pregunt.Ella sac una tarjeta de su bolso. Al verla, el polica salud respetuosamente.Estoy a sus rdenes, seora dijo.Gracias, oficial contest la joven. Ahora, por favor, informe de la muerte de Marobbi...Muri asesinado. Entraron unos ladrones en su casa, intent resistirse y lo mataron de un golpe con una estatua de metal.* * *Hasso lanz sbitamente una fuerte risotada. Estaban ya en el aeromvil, de regreso, y la joven se volvi para mirarle, sorprendida e indignada a un tiempo.Tynner, la cosa no es para echarse a rer dijo reprobadoramente.Puede que tengas razn, puede que lo que ocurre sea para echarse a llorar. Pero la risa tambin puede ser una defensa contra el llanto contest l.No te comprendo. Vas a decirme ahora que tienes ganas de llorar? exclam Irina, desconcertada.Han intentado asesinarme a m y, en mi lugar, muri una buena amiga. Vamos ahora a ver a un ex ministro, gran amigo de Sygip y nos lo encontramos muerto, asesinado al parecer por unos ladrones que haban entrado en su residencia a robar. Hermosa, cundo has odo t alguna vez que haya ladrones en esta poca y menos que maten para conseguir un botn?Irina se sinti perpleja.Es cierto. Puede decirse que, prcticamente, todos los delitos estn abolidos...Rectifica: los delitos han estado abolidos siempre. Pero ahora no se cometen, lo cual es muy distinto.Conforme. Entonces, t crees que no fueron tales ladrones.NoEn qu te basas para afirmar una cosa semejante?Muy sencillo: no podan emplear el mismo procedimiento, porque se habran delatado a s mismos. En consecuencia recurrieron a otro mtodo, mucho mejor que el anterior.Por qu es mejor que el anterior? pregunt la joven.Puesto que no se cometen delitos, no existe apenas polica. No hay ficheros ni antecedentes de criminales y, entonces, cmo van a perseguir a los asesinos de Marobbi?Irina se qued muy pensativa al escuchar aquellas palabras.Al cabo de unos momentos, dijo:Me pregunto quin habr ideado un plan tan siniestro y por qu, Tynner.Eso mismo pienso yo.Ha podido ser el ordenador universal.Por qu?Si le preguntsemos, respondera?Yo no pienso intentarla te lo aseguro dijo Hasso firmemente.Temes...No tengo ganas de que me disparen otra descarga de electrones. Hombre prevenido..., t ya me comprendes, verdad?Irina suspir, a la vez que se reclinaba en el asiento.Crees que debemos continuar con la misin asignada? inquiri.Podemos hacer otra cosa?Evidentemente, no. Aunque parece como si alguien quisiera impedir que lo hicieras t. Pero si tienes xito en la misin, nuestra poca no sufrir alteraciones.Eso es lo que ms me cuesta de comprender. Me asignan una misin y luego tratan de impedirlo, buscando mi muerte. A qu se debe semejante incongruencia? No lo entiendo, francamente.Quiz lo supiramos si la mquina contestara a algunas preguntas muy crticas dijo Irina. Pero temo que no nos permitiran formularlas.Cmo?Cuando cierto personaje de rango muy elevado, quiere acceso a informaciones de carcter reservado, va al lugar donde est la mquina y, tras las autorizaciones pertinentes, utiliza un canal estrictamente restringido. Es la clase de preguntas que un ciudadano corriente hace desde su casa y recibe en su pantalla la respuesta de SIN INFORMACION SOBRE EL TEMA. Lo entiendes ahora?S contest Hasso. Pero eso viene a demostrar que algunos de los gobernantes actuales no son tan sinceros como proclaman cuando estn ante un pblico.Y ni a ti ni a m nos concederan la autorizacin para utilizar el canal restringido, as que no te hagas ilusiones. Algunas de las preguntas que te planteas a ti mismo y cuyas respuestas podras conocer, quedarn para siempre en tu mente, sin ser atendidas jams.Hasso frunci el ceo.Eso que dices es muy fuerte manifest. Algn da... Pero ahora tenemos algo ms importante que hacer, no es as?En efecto, Tynner.Dices que tienes todo preparado...S corrobor Irina.Entonces, cundo vamos a ver al profesor Schummening?Te parece maana, a primera hora?De acuerdo, preciosa.Ella sonri.Tynner, me encuentras bonita?Hasso se volvi un instante y la mir penetrantemente.Eres la chica ms guapa que he visto en mi vida respondi.CAPTULO VI

El cronomvil se materializ en un ameno paraje, con abundancia de rboles y plantas silvestres y el suelo cubierto de fresca hierba. Hasso salt al suelo y se llen los pulmones de aire.Esta vez hemos acertado dijo.Seguro? No hay seales de vida humana...Hasso seal unas colinas que se entrevean a travs de los rboles.He visto fotografas de este lugar, antes de que se fundara Charlesfield contest. Estuve hojeando unos libros de historia antigua... por medio de la pantalla, claro, y el paisaje es exactamente igual al de las ilustraciones de esos libros.En el viaje anterior, llegamos a la orilla del mar...Hasso seal a sus espaldas.Est en aquella direccin. Hace cuarenta mil aos, las aguas cubran estos parajes. Se supone que un movimiento ssmico provoc el levantamiento del suelo hace unos veinticinco mil aos. Lgicamente, las plantas empezaron a crecer despus y...Est bien cort ella. Recuerda que no hemos venido precisamente en viaje de placer. Estamos en el continente americano y hemos de trasladarnos a la vieja Europa.Habr que esconder el cronomvil, supongo.Lo enviar, por control remoto, a cinco minutos en el futuro de este tiempo y dejar el generador en continuo funcionamiento. De esta forma, todo el que venga por aqu, no encontrara jams el cronomvil, porque siempre estar cinco minutos ms adelantado que su tiempo.Hasso la contempl con admiracin.Eres una chica lista elogi. Tienes ttulo...?Doctora de Primer Grado en Ciencias Temporales respondi Irina. Anda, vamos a preparar las cosas. Tenemos que viajar a Munich y no son cuatro pasos.Bueno, disponemos de los cinturones de traslacin instantnea.S, pero es preciso que estudiemos bien el itinerario. Hemos de marcar las coordenadas con la mxima precisin, a fin de aparecer en el jardn de la casa el profesor, a orillas del Isar.Es el rio en que te baaste hace cuarenta mil aos sonri l.Irina pareci sentirse preocupada.No me dej ningn instrumento... pero, qu pensara el cazador primitivo que se encuentre mis ropas all?Ser un hombre de las cavernas, un neartandeliense, y tal vez crea que han sido dejadas por un dios desconocido. Se prosternar ante tus vestidos y les rogar le concedan una buena caza, a fin de conseguir la ruda mano de una arisca doncella de su tribu.No es cosa de broma, Tynner dijo ella en tono de reproche. Bueno, empezamos?Minutos despus, estaban listos. Irina consult el mapa de que se haba provisto y luego indic unas cifras a su acompaante.Cul es el margen de error? pregunt l.De tres a cuatro metros respondi la joven.Dices que vamos a aparecer en el jardn de la casa del profesor. Qu sucedera si me materializase en el lugar ocupado por... un grueso olmo por ejemplo?Nada dijo Irina. La materia del tronco del rbol te rechazara, permitindote materializarte en un lugar no ocupado y, por tanto, libre. Llegars a unos centmetros del suelo y podrs poner los pies en la hierba sin problemas.Hasso baj la vista hacia su cinturn.Un invento maravilloso sonri. Encanto, estoy listo.Entonces, contar hasta tres, a fin de iniciar y terminar el viaje juntos. Conforme?Cuenta ya indic l.Al or la cifra tres. Hasso presion el botn de arranque y todo cuanto se hallaba a su alrededor desapareci de su vista.* * *Su cuerpo se descompuso en cuatrillones de fragmentos.Fue una desintegracin sin el menor dolor.Desaparecieron todas las sensaciones: visuales, auditivas, olfativas, tctiles...No era nada y era todo. Era un ser humano que exista y no exista. Un torbellino de tomos que giraban vertiginosamente en un espacio, donde no haba nada ms que el vaco absoluto.Era como si se hubiese dormido, pero pudiera ver lo que suceda a su alrededor, hallndose en la nada.Ni siquiera poda pensar, aunque saba que estaba plenamente consciente. Era slo una sensacin puramente instintiva, porque le resultaba imposible coordinar la menor idea.Le pareci que era un embrin en el tero de su madre. Consciente de que algn da tena que nacer, pero sabedor al mismo tiempo que no era sino un diminuto puado de clulas que acababan de acceder al principio de la vida.Y, de repente, la oscuridad se disip y volvieron todas las sensaciones.Regres la luz. Aspir nuevamente el aire. Vio plantas y rboles y flores y a Irina a su lado. Ella sonrea.No ha pasado nada. Estamos justamente en el lugar deseado dijo.Hasso inspir profundamente.Bueno, hemos llegado contest. Y ahora...?Ella seal la casa que se vea a quince pasos de distancia, un edificio pequeo, de dos plantas y aspecto encantador.Fue construida a finales del siglo XIX y reconstruida por los antepasados del profesor, despus de la guerra mundial del 39-45 explic. Y ahora slo falta que veamos al profesor...

La joven se interrumpi. Una mujer de edad madura y rostro todava agraciado, acababa de entrar en el jardn, con un par de bolsas en las manos.La recin llegada les mir con cierta suspicacia.Quines son ustedes? pregunt.Hasso se dio cuenta de una cierta expresin de tristeza en las facciones de la mujer, cuya edad calcul en unos cincuenta aos.Disculpe, seora; queremos ver al profesor Schummening...La mujer abri los ojos.Pero, es posible que no lo sepan todava? exclam.Qu hemos de saber, seora? pregunt Irina.Soy Inge Schummening se present la mujer. Viuda del profesor.Hasso sinti que se le caa la mandbula.Ha muerto...Irina reaccion con presteza.Lo lamentamos infinito y le ofrecemos nuestras condolencias, seora Schummening dijo. Crame, ignorbamos la infausta noticia y nos sentimos abrumados por la desaparicin de un cientfico tan notable. Pero, si no le importa, nos gustara saber cundo ocurri... la defuncin.Inge suspir.Por qu no entran en casa? invit. Tomaremos una taza de t... Presiento que ustedes son seguidores de sus teoras, no es as?En efecto, seora se apresur Hasso a responder. Permtame que le presente a la doctora Walgh. Yo soy Tynner Hasso, ingeniero.Celebro conocerles, muchachos. Entren, entren en casa...Los dos jvenes siguieron a Inge. Hasso se apresur a llevarle las bolsas que, supuso, contenan provisiones. Inge les acomod en una agradable salita, desde la cual se divisaba el esplndido paisaje, a orillas del Isar, y luego se retin a la cocina para calentar el agua del t.Aqu pasa algo raro cuchiche Irina al quedarse solos. Segn mis informes, Schummening tena que estar vivo todava en esta poca.Algo falla en tus informes, porque no creo que la seora Schummening, que no nos conoca, trate de engaarnos.Habrn llegado ya los Fervoz?Por qu lo dices?Schummening fue el primero; la doctora Langham le sigui y, al fin Hutton construy la primera mquina del tiempo. Si Schummening muri antes de completar sus investigaciones y, por tanto, sin publicar su Teora sobre la utilizacin de energas ilimitadas. Flavia Langham no habra llevado a buen fin sus trabajos y Hutton no habra podido construir siquiera un sencillo cascanueces.Hasso se acarici la mandbula pensativamente.Sabes en qu fecha fue publicado el libro de Schummening?Agosto de dos mil sesenta y uno. Estamos en julio de ese ao.Entonces, el libro no ha salido a la luz pblica.Puede estar en la imprenta.Tendremos que investigar a fondo ese detalle.S, ser conveniente.Inge Schummening vino a poco con una bandeja. Sirvi el t y luego mir complacida a sus visitantes.Me gusta hablar con personas que comprenden las teoras de mi difunto esposo. Debo confesar que slo soy una sencilla ama de casa, que no entiende nada de ciencia tan complicada, pero eso no obsta para que piense que tuve un esposo maravilloso y un cientfico de primer orden, a pesar de los numerosos crticos que combatan sus hiptesis con un encarnizamiento que parece increble dijo.Nosotros admitimos plenamente sus teoras, seora se apresur a decir Irina. Pero, por favor, y rogndole me disculpe, si traigo a su memoria malos recuerdos... Qu le sucedi a su esposo?Inge emiti un profundo suspiro.Fue asesinado. En esta misma casa respondi.* * *Hasso e Irina se quedaron anonadados al or la respuesta de la seora Schummening.Los Fervoz haban llegado antes, dedujo Hasso de inmediato.Una pareja de desalmados, que no dudaban en llegar al asesinato, si con ello conseguan su propsito.Lo malo era que los Fervoz se desplazaran nuevamente en el tiempo y buscaran a la doctora Langham para darle muerte tambin. Finalmente, acabaran con la vida de Hutton y la historia del siglo XXXI resultara radicalmente modificada.Podran evitarlo?Despus de la respuesta de Inge, se haba producido un hondo silencio. Irina fue la primera en romperlo.Asesinato dijo, consternada.S, y por un colega suyo, lo que hace ms sorprendente, y tambin ms repugnante, un suceso que caus enorme sensacin hace poco ms de un ao contest la viuda del profesor.Hasso dio un salto en su asiento.Dice que el profesor muri hace ms de un ao?En efecto.Y lo mat un colega.Martin von Klauberg, profesor de Paleohistoria en la Universidad de Munich.No han sido los Fervoz, se dijo el joven.Von Klauberg fue condenado a una pena poco menos que simblica dijo Inge con amargura. El jurado consider que haba existido provocacin por parte de mi esposo y la pena que sentenci el juez fue mnima, concedindole, adems, el beneficio de la prisin atenuada. Es decir, est en la calle, tras apenas unas semanas de crcel.Haba una gran amargura en la voz de Inge, not Hasso. Pobre mujer, compadeci mentalmente.Me parece increble que dos cientficos de prestigio discutieran como..., como cargadores de muelle coment Irina.Ver... Es que mi marido encontr algo a orillas del Isar, que le hizo pensar... Werner sostena la teora de que, hace muchos miles de aos, viajeros de otro tiempo, haban llegado a esta regin. Von Klauberg le tach de loco y visionario, y entonces mi esposo quiso demostrar sus teoras con pruebas fehacientes.Qu pruebas, seora? pregunt Hasso.Unos ropajes de un tejido especial, que no se fabrican en la actualidad: blusa, falda, botas, prendas ntimas... Eran vestidos de mujer, desde luego...Irina se puso plida. Hasso contuvo un respingo.Seora, dnde encontr el profesor esos ropajes? pregunt el joven.Inge se puso en pie y, acercndose a una de las ventanas, tendi el brazo derecho:All, a menos de un kilmetro de esta casa. Fue un da en que, un poco cansado de sus trabajos, decidi salir a dar un paseo, para despejarse la mente. Haba una excavadora funcionando y Werner vio que dejaba al descubierto unas prendas de ropa. Se las pidi al operario, atrado por su forma y su tejido, las trajo a casa, empez a estudiarlas y... Bueno, a los pocos das, llam a Von Klauberg y le ense su descubrimiento.Qu pas despus?Discutieron. Von Klauberg le tach de impostor. Mi marido se encoleriz y profiri unas frases muy fuertes. Pero, desde luego, no cogi la estatuilla de bronce para golpear a Von Klauberg, como ste afirm en el juicio, sino que sucedi exactamente todo lo contrario.Y as muri el profesor dijo Hasso pensativamente. Seora, sabe qu fue de esos ropajes?Von Klauberg es un tipo repulsivo, astuto y calculador. Consigui llevrselos a su casa. Ahora est preparando una tesis para anunciar precisamente lo que negaba a mi esposo.Hasso se puso en pie.Seora, no sabe cunto le agradecemos los informes que nos ha proporcionado dijo. Debe saber tambin que lamentamos profundamente la muerte de su esposo, a quien considerbamos como uno de los genios cientficos de esta poca. Nunca le olvidaremos, crame; es ms, haremos todo lo posible para que se conozca la verdad de la historia y la estafa histrica que el profesor Von Klauberg quiere perpetrar no pueda llevarse a efecto. Lo haremos as, no es cierto. Irina?S, lo haremos tal como mi colega ha dicho, seora Schummening confirm la muchacha.CAPTULO VII

Hasso se detuvo de pronto en un lugar donde an se notaban los efectos de la accin de la excavadora.Fue aqu, no?Irina mir a su alrededor.Tuvo que ser. El rio y sus alrededores han cambiado en cuarenta mil aos contest.Olvidaste tus ropajes y alguien los encontr cuatrocientos siglos despus. Por culpa de tu vestido, un hombre muri asesinado.Bueno, yo lo siento mucho, pero cuando vi aquel oso gigantesco que se abalanzaba sobre m...Lo s, lo s, y no te culpo en absoluto, porque todo proviene del error del cronomvil, causado por una intempestiva avera. Pero, qu sucedera si regresramos a aquella poca a recoger tus ropas?Irina parpade.S recobramos mis vestidos, Schummening no los encontrar dijo.Y, por tanto, seguir vivo todava en julio de dos mil sesenta y uno.Pero ya ha escrito su Teora...En la fecha de edicin de ese libro tiene que haber a la fuerza un error dijo Hasso.Por qu? pregunt ella, extraada.Tiene que haber un error insisti l. Un error tal vez deliberado.Irina entorn los ojos.Quieres decir que... alguien nos engaa?No estoy tan seguro de ello, aunque tampoco me extraara en absoluto respondi Hasso. De todos modos, por qu no hacemos la prueba y viajamos a la poca en que perdiste tus ropajes?Qu suceder entonces?No suceder. La excavadora trabajar, desde luego, pero Schummening no encontrar nada, no llamar a su colega, no discutirn, no habr asesinato y, por lo tanto, continuar viviendo muchos aos ms.Pero...La seora Schummening no recordar una visita que no se producir, porque ya no tendremos necesidad de ello.Irina medit unos momentos.Est bien, pero tendremos que regresar al cronomvil...No tiene mando de control remoto?S, desde luego.Entonces, trelo aqu y viajaremos desde este lugar a cuarenta mil aos en el pasado.Ahora no sera conveniente, Tynner objet ella.Por qu?Hombre, es de da... Podran vemos.Hasso sonri.Tienes razn, y creo que hay una manera de entretener la espera hasta que se haga de noche dijo, a la vez que empezaba a desabrocharse la blusa.Eh, qu vas a hacer? exclam ella, alarmada.Voy a darme un bao en el ro contest Hasso tranquilamente. Por qu no me acompaas?Irina se mordi los labios.Sin ropa...Bah, en Alemania y menos en esta poca, eso no llama la atencin dijo l displicentemente.Bueno, pero no mires hasta que est dentro del agua.Como quieras, preciosa.Hasso se lanz al ro momentos despus. Irina le sigui a poco.Tynner, por qu no disfrutamos de estos pequeos placeres en el siglo XXXI? pregunt ella algunos minutos ms tarde.Vivimos en una poca demasiado reglamentada. A decir verdad, no s por qu diablos quieren modificarnos, si ya actuamos como hormigas...Pero tambin con absoluta seguridad. En todo dijo ella, enftica.No corremos riesgos. Estamos abocados a una decadencia total. Y puede que ello sea mejor, porque as se reavivar en el hombre el espritu de lucha que le es congnito y que nuestra civilizacin ha barrido totalmente.No me parece un panorama muy agradable. Volver a pocas en que la gente se peleaba por sobrevivir...No, sino volver a pocas en que el ser humano tenga sus propias iniciativas, sin necesidad de que una mquina le dicte lo que debe hacer o no debe hacer respondi Hasso vivamente. Admito que, en determinados aspectos, el ordenador universal en necesario, pero no debemos permitir que se desarrolle hasta el punto de controlar nuestras vidas absolutamente y convertimos en sus servidores. Sabes lo que somos ahora?No, dmelo, por favor pidi Irina.En el siglo XXXI y pese a nuestra apariencia civilizada, no somos sino salvajes idlatras de un dios mecnico, al cual ofrecemos continuamente nuestros sacrificios. A diario, a todas horas.Qu sacrificios? pregunt ella, muy extraada.Nuestra libertad, nuestra independencia... Hemos dejado de pensar, de criticar... A cambio de una seguridad casi o total, hemos ofrecido a ese dios mecnico lo mejor del ser humano: nuestras almas.Irina pareci sentirse muy impresionada por aquellas palabras.Tal vez tengas razn murmur.Creo que la tengo dijo l, a la vez que se acercaba a la orilla. El bao ha terminado aadi.La joven sali tambin. Hasso se volvi y la mir sonriendo.Ests... sin ropa dijo.Irina se inclin a un lado para agarrar su mata de pelo con ambas manos, a fin de escurrirla.Sabes?, no me importa contest.Hasso pase la vista por los alrededores. Luego carraspe. Ella se irgui. Hasso le tendi una mano.Irina la acept. Haba unos arbustos y pasaron al otro lado. Luego se tendieron sobre la fresca hierba y se amaron con frentico apasionamiento.* * *Tena que ocurrir esto? pregunt Irina mucho ms tarde, cuando ya anocheca, con la cabeza apoyada en el pecho del joven.Hubiera sucedido en nuestra poca?Lo dudo mucho. Tynner.En el siglo XXI gozamos de libertad de movimientos. Lo comprendes ahora, verdad?Pero no pertenecemos a esta poca aleg Irina.Hasso suspir.Desgraciadamente, es cierto convino. Encanto, es hora de empezar a vestirme aadi.S, ya es hora de volver a la realidad... y de pensar en el viaje al ao... Qu ao era, Tynner?Ms o menos, treinta y siete mil antes de Cristo.Ayer, como quien dice ri la joven.Apenas se hizo de noche. Irina manej el mando de control remoto y el cronomvil se materializ a los pocos momentos.Vamos a viajar ahora? Llegaramos de noche.Marcar las cifras horarias con un retraso de doce horas dijo l.Doce horas de retraso? Para qu? se extra.As llegaremos de da, apenas dos horas despus de tu bao. No vamos a viajar a esa poca antes de que se te ocurra meterte en el rioEs verdad. Dispensa, no haba cado en la cuenta. Entonces...?Haz lo mismo que hiciste cuando vinimos a Munich, pero con nosotros dentro. A cinco minutos de este futuro, nadie podr encontrarnos y descansaremos tranquilamente en espera del nuevo daEs una idea estupenda aprob Irina.* * *El sol haba salido ya haca rato, cuando Hasso se dispuso a maniobrar en los controles del aparato, a fin de regresar al ao 37.000 A.C. Cuando ya estaba a punto de accionar el mando de arranque, se volvi haca la joven.Se me acaba de ocurrir algo... No hay en el Centro Temporal un registro de viajes en cronomviles?S, desde luego. Se anotan puntualmente las partidas y regresos...Y hay tambin una estacin de seguimiento.En efecto.Segn tengo entendido, todo viaje temporal deja un rastro, naturalmente imperceptible por los sentidos humanos, pero que puede ser seguido por el detector correspondiente de la estacin de seguimiento.Eso es admiti la joven.Muy bien. Cuando regresemos, iremos a esa estacin, para estudiar el rastro dejado por los esposos Fervoz. As sabremos con toda exactitud los desplazamientos que han realizado y, lo que an es ms importante, el lugar y la fecha en que se hallan en el momento de la observacin.Me gusta tu idea. Tynner. Y tambin te pregunto por qu no lo habremos hecho antes...Hasso entorn los ojos.Hay demasiada precipitacin en nuestros viajes murmur.Qu quieres decir pregunt ella.Hablaremos de este asunto en otro momento eludi Hasso una respuesta ms amplia. Ahora tenemos algo ms importante que hacer.Presion la tecla y el paisaje desapareci de la vista de los dos viajeros del tiempo.El trayecto, esta vez, le pareci a Hasso ms breve que en la ocasin anterior. Casi no crea haber arrancado, cuando ya estaban en la poca deseada.El cronomvil se pos en el suelo. En el mismo instante, notaron una fuerte sacudida.Qu ocurre? pregunt Irina, alarmada.La tierra trepid. Hasso empez a sentirse preocupado.No lo entiendo dijo.De pronto, ella lanz un grito:All, Tynner! Mira mis ropas!Hasso mir en la direccin sealada y, en efecto, a unos treinta metros del aparato, casi en la orilla del rio, estaban los vestidos de la joven.Bueno, puedes ir a recuperarlos...Irina abri la portezuela de su lado y puso el pie en el suelo. Apenas lo haba hecho, se sinti violentamente lanzada a un lado.Entonces, Hasso vio que las colinas del horizonte, relativamente cercanas, se agitaban como sacudidas por una violentsima tempestad. Inmediatamente, comprendi lo que suceda.Irina, vuelve! Es un terremoto!Ella haca esfuerzos por levantarse. El suelo se mova con largas ondulaciones, que provocaban un terrible estruendo.Varios rboles cayeron tronchados por las espantosas sacudidas ssmicas, con fragor que daaba cruelmente los tmpanos. A gatas, llena de pnico, Irina regres al cronomvil.Cuando ya estaba a punto de entrar, el suelo se abri bajo sus pies.La joven chill, aterrada. Hasso se inclin y pudo agarrar su mano antes de que Irina desapareciera en aquella hendidura, de cuyo fondo brotaban siniestros vapores.Tenemos que marcharnos de aqu cuanto antes dijo l, cuando ya ella estaba a salvo.Los ropajes de Irina eran todava visibles. El cronomvil sufra fuertes sacudidas, pero aguantaba bien. Hasso decidi desplazarse unos das en el futuro.Volveremos luego, cuando la tierra haya recobrado su estabilidad.En el momento de arrancar, vio que un talud se derrumbaba justo sobre el lugar donde estaban los vestidos de la joven, provocando una enorme polvareda.No es mucha tierra dijo. Podremos excavar luego con las manos...La visin del suelo torturado desapareci de sus ojos instantes ms tarde. Irina se relaj en su asiento.Cre que iba a morir dijo. Me has salvado la vida y no lo olvidar jams, Tynner.Hasso sonri.Me dan ganas de viajar a un ao en el futuro dijo.Por qu? se extra ella.Dentro de un ao, sabremos si lo que sucedi ayer ha tenido consecuencias contest l alegremente.Irina hizo un signo negativo.No habr consecuencias de natalidad asegur.Por qu? se extra l. Hemos actuado como un hombre y una mujer que...La mujer no es frtil.Hasso apret los labios.Quiere eso decir que no puedes tener hijos?Por ahora, no. Cuando hice el doctorado y luego se me concedi un empleo, la mquina sugiri se me esterilizara durante un tiempo. Acept...Esa maldita mquina dijo l rabiosamente. Ha de meterse en todo... No nos deja el menor resquicio para decidir por nosotros mismos.No te quejes, todava no ests modificado, Tynner.Ni lo estar jams! asegur Hasso con gran vehemencia.En cuanto a tus deseos, dudo mucho de que logres evitar la modificacin que, tarde o temprano, llegar para todos vaticin Irina.Hasso se volvi hacia la joven.Me estn dando ganas de permitir que los Fervoz consigan lo que se propusieron al desertar de su poca exclam.No digas eso... Tienes una misin que cumplir...Ser mejor que iniciemos el regreso dijo l ceudamente.Ya habr cesado el terremoto, en efecto. Las sacudidas ssmicas no son nunca de gran duracin.Hasso maniobr en sentido contrario. Cuando volvieron al lugar donde haban estado momentos antes, vieron que, sobre las ropas de Irina, haba casi una montaa de tierra.Pero an suceda algo peor.El horizonte estaba en llamas. Un fuerte viento empujaba el fuego precisamente en aquella direccin.La atmsfera estaba llena de pavesas incandescentes que descendan de las alturas, contribuyendo as a una rpida propagacin de las llamas. Al presenciar aquel fantstico espectculo, Hasso se qued absorto.Un fuego en el bosque... treinta y siete mil aos antes de Cristo...Por qu no? dijo Irina. El hombre conoci el fuego mucho antes. Una hoguera dispersada por el terremoto... Incluso el rayo cado en una tempestad como las que, en ocasiones suelen acompaar a los movimientos ssmicos... No hace falta un fsforo para incendiar un bosque, Tynner.El joven asinti.Tienes toda la razn convino. Pero, sabes lo que va pasar?No tengo la menor idea...Tus ropas estn ah, debajo de esa pequea montaa de tierra. Pasaran los siglos, cambiarn las estaciones, el tiempo... Las lluvias arrastraran la tierra, parte de la cual se apelmazar hasta casi convertirse en roca... Y despus de treinta y ocho mil aos, una excavadora sacara tus vestidos a la luz y un tal Werner Schummening los encontrara. El resto ya lo sabes. Irina.Ella movi la cabeza afirmativamente, porque comprenda los argumentos de Hasso.As suceder, en efecto dijo tristemente.Y como ya no podemos evitarlo, es hora de que emprendamos el regreso a nuestra poca.Irina se sorprendi.Cre que iramos a visitar a la doctora Langham manifest.No contradijo l firmemente. Es un viaje intil, porque esta misin, como dije antes, se ha realizado con demasiada precipitacin, sin documentarnos apropiadamente acerca de los personajes a quienes debamos encontrar, y de las acciones que era preciso realizar, para obtener un xito completo.Crees que lo conseguirs cuando ests bien preparado, Tynner? pregunt la joven.S repuso Hasso, seguro de lo que deca.CAPTULO VIIIAntes de dar un nuevo paso, Hasso decidi tomarse veinticuatro horas de reposo completo en su casa. Cuando se sinti mejor, encendi el televisor y formul una peticin:DESEO HABLAR CON EL CORONEL DUWIN.La respuesta lleg a los pocos segundos.EXPONGA MOTIVOS PETICION.Hasso, procurando dominar la irritacin que senta, escribi:LOS EXPONDRE A EL PERSONALMENTE.DUWIN NO PUEDE ACCEDER A SU PETICION.La indignacin del joven alcanz lmites indescriptibles. Olvidando todos los reglamentos, tecle:MALDITO ORDENADOR UNIVERSAL!ERES UNA MAQUINA SOLAMENTE.OBEDECEME!Prudente, el joven se apart a un lado, temiendo recibir una nueva descarga de electrones, a travs de una pantalla que haba sido repuesta rpidamente. Pero, con gran sorpresa suya, ley la respuesta del ordenador.TRANSMITO SU MENSAJE AL CORONEL DUWIN.PERMANEZCA A LA ESPERA.Hasso silb.A veces, hay que estimular un poco a los criados dijo sarcsticamente.Transcurrieron cinco minutos. De pronto, el rostro de Duwin se hizo visible en la pantalla.Puedo preguntarle por qu me ha arrancado a mis abrumadoras tareas, cotidianas? dijo con acento nada amistoso.Lo va a saber en seguida, coronel. Negcieme una entrevista con Sygip. Deseo ver al presidente cuanto antes.Imposible!Coronel...Yo no soy una mquina; soy un ser humano y le digo que su peticin queda rechazada, seor Hasso.Duwin desapareci de la vista del joven. Hasso, menos enojado de lo que hubiera credo, se pellizc la mandbula pensativamente.Hay algo que debera hacer...La luz de llamada del televisor se encendi en aquel instante. Segundos ms tarde, Hasso contemplaba el bello rostro de Irina.Ests ms guapa que nunca sonri, En qu puedo servirte, encanto?Tengo que decirte algo muy extrao, Tynner manifest la joven. He estado en la estacin de seguimiento de viajes temporales.Ah, s, casi lo haba olvidado... Qu has conseguido, Irina?Una informacin sorprendente: los Fervoz siguen todava en esta poca.Cmo? se asombr l. Pero, no se haban desplazado al siglo XXI, para empezar primero con el profesor Schummening?Hicieron el viaje, en efecto, pero regresaron secretamente y han desaparecido. Se supone que se han escondido en alguna parte, pero no se tiene la menor idea del lugar en donde puedan hallarse en estos momentos.Es verdaderamente sorprendente coment Hasso. Tendramos que hablar con ellos, pero si no sabemos dnde estn... Aunque hay un detalle que me extraa.Si, Tynner?El viaje temporal de los Fervoz tuvo que ser registrado...No, porque fue un viaje clandestino contradijo Irina.Bien, pero tenemos el sistema de deteccin, que ha permitido saber que hicieron ese viaje y que regresaron a nuestra poca. A m me encomendaron la misin de capturarlos, bajo tus rdenes, precisamente porque viajaban al siglo XXI.Adnde quieres ir a parar, Tynner?Pudieron robar un cronomvil. Pero ya se saba que haban desertado de nuestra poca. Por tanto, alguien deba de estar advertido para el momento de su regreso.Si no se saba que iban a volver, por qu haba que esperarlos? arguy la joven.Es que se puede ir y venir al pasado tan tranquilamente, como si no existiera un centro de control de esos viajes?T tambin podras hacerlo, Tynner dijo ella.A ver, explcate.Regresaras a un tiempo adelantado cinco minutos al actual y nadie te vera. Luego devolveras el cronomvil por control remoto...Pero ellos quedaran entonces a cinco minutos de... de esta hora, por ejemplo.Es que no necesitaron volver al centro de control. Pudieron regresar a un lugar desierto con cinco minutos de adelanto, por precaucin, habiendo desplazado previamente el aparato, cosa que se puede hacer, como sabes. Una vez en seguridad, pudieron retrasarse de nuevo esos cinco minutos, devolviendo el aparato a continuacin... y quedndose en un lugar que no podemos siquiera imaginarnos.Si es como dices, por qu han actuado de semejante manera? No te parece una conducta llena de incoherencias?No puedo juzgar, hasta que hayamos hablado con ellos respondi Irina.Est bien, ahora yo te dir una cosa. Ped primero una entrevista con el coronel Duwin y se me neg. Al fin, pude conseguirlo.Qu tenas que pedirle, Tynner? se extra ella.Quiero hablar con Sygip. Me lo ha negado.Tynner, deberas imaginarte que Sygip no recibe a cualquiera que se lo pide y en cualquier momento.Yo soy un caso distinto, y perdona la vanidad. O no me encarg personalmente la captura de los Fervoz?S, pero quiz en estos momentos le resulte imposible... Adems, para qu queras verle?Soy un poco ingenuo confes Hasso. Quena pedir a Sygip que me contara algo de su vida...No te entiendo en absoluto, Tynner. Qu te propones?Me gustara seguir hablando contigo, pero ya lo haremos en otro momento... y personalmente. Tienes que darme las coordenadas de tu apartamento, para usar el aparato de traslacin instantnea.Muy bien Irina comprendi que el joven no quera ser ms explcito hablando a travs del televisor y cit una serie de letras y cifras, que Hasso anot cuidadosamente. Ven cuando quieras, cario se despidi.Al quedarse solo Hasso marc las cifras del cdigo de informacin y luego tecle una peticin:DESEO LEER UNA SUCINTA BIOGRAFIA DE ZRENO GRINDEN, ACTUAL SUPREMO Y GRAN PRIMER PRESIDENTE DEL PLANETA.La respuesta lleg a los pocos segundos:PETICION DENEGADA.FALTA SU CIFRA DE MODIFICADO.Hasso apret las mandbulas.Me lo imaginaba dijo entre dientes.Pero, de pronto, record que todava tena otro recurso y volvi a formular una nueva peticin:DESEO INFORMACION SOBRE LUGAR OCUPADO EN BIBLIOTECA MUNDIAL POR ENCICLOPEDIA GENERAL UNIVERSAL, ULTIMA EDICION.INFORMACION SOLICITADA NO CONCEDIDA. FALTA CIFRA MODIFICADO.Hasso ley aquella respuesta y, sin poder contenerse, prorrumpi en una serie de interjecciones de tal riqueza y variedad, que lleg a sorprenderse a s mismo. El torrente de imprecaciones slo ces cuando se qued sin aliento.Pero no tard en concebir una idea que, supuso, le dara la solucin para los problemas que alguien quera no fuesen resueltos.* * *Acababa de ponerse el camisn, cuando, de pronto, oy un ligero chasquido en la sala. Antes de que pudiera averiguar lo ocurrido, Hasso apareci en el umbral del dormitorio.Preciosa dijo el joven, con una sonrisa de oreja a oreja.El camisn era muy transparente y apenas ocultaba nada. Irina se sonroj, aunque no intent cubrirse.Podas haber avisado...Las sorpresas, a veces... proporcionan otras sorpresas. Y me alegra que, pese a todo, sigas siendo una mujer de cualquier poca.Aficionada a los trapos y prendas ntimas muy atractivas, verdad?En efecto. Pero no temas, no he venido aqu para lo que quiz supones, aunque tampoco sera de desdear... en otro momento.Ella entorn los ojos.Explcate, quieres?Sera mejor que te vistas. Voy a salir y quiero que me acompaes.Adnde, Tynner?A la Biblioteca Mundial. Quiero consultar la ltima edicin de la Enciclopedia General Universal.Tynner, eso est prohibido! exclam Irina sin poder contenerse.Me he enterado esta tarde. Si estuvisemos modificados, podramos hacerlo, pero parece que este pequeo detalle nos impide enterarnos de cosas que alguien considera nocivas para personas que todava conservan su libertad de crtica y su independencia psquica. As que, puesto que me han prohibido esa informacin, voy a obtenerla por mi cuenta.Y quieres que vaya contigo.No te obligo. Si no quieres, ir solo respondi l con firme acento.Irina se sac el camisn por encima de la cabeza.Iremos juntos decidi.No vuelvas a hacer eso delante de m ri l.Irina le dirigi una sonrisa maliciosa.Tienes mucha prisa?Cario, no me siento en estos momentos capaz de... de reaccionar adecuadamente. Anda, termina de vestirte...En todo caso, empezar a vestirme corrigi ella festivamente.Cuando ya terminaba, formul una pregunta.La Biblioteca estar cerrada. Piensas forzar alguna de las puertas?En absoluto. Para qu queremos los cinturones de traslacin instantnea?Habr vigilantes...Vigilantes? repiti Hasso desdeosamente. No se necesitan, si saben que nadie va a cometer el horrible delito de consultar un libro sin permiso del omnipotente ordenador universal.Ella hizo un apesadumbrado gesto de aquiescencia.S, creo que tienes razn, Tynner concord.Minutos despus y, con la ayuda de los cinturones de traslacin instantnea, se hallaban en el interior de la Biblioteca Mundial.CAPTULO IX

El lugar se hallaba absolutamente desierto y en silencio. Algunas luces haban quedado encendidas, lo que disipaba la oscuridad, concediendo al ambiente una penumbra un tanto lgubre. Pero no se vea el menor rastro de vigilantes que pudieran impedir la estancia de personas no autorizadas en el lugar.Lo primero que hizo Hasso fue consultar a una de las mquinas de informacin. Pronto supo el punto exacto donde se hallaba situada la Enciclopedia.Vamos all dijo.Podas haber ledo el dato deseado en una mquina lectora.Tal vez est conectada con el ordenador universal.S, es cierto. Se te habra negado el permiso.Y, por tanto, leeremos directamente en el tomo correspondiente.La Biblioteca Mundial era un gigantesco edificio de ms de cuarenta plantas, que ocupaba una superficie de casi cinco kilmetros cuadrados. Por fortuna, slo tuvieron que llegar a la segunda planta, aunque despus necesitaron recorrer casi mil metros antes de llegar al lugar deseado.Los libros estaban perfectamente clasificados, Hasso no tard mucho en encontrar el tomo decimocuarto de la letra G.Aqu dijo, buscando el nombre que tanto le intrigaba.Coloc el libro sobre una mesa. Irina se inclin a su lado.Grinden, Zreno, actual Supremo y Gran Primer Presidente de la Tierra ley l. Nacido el cinco de abril de dos mil ochocientos veinticuatro...Tiene ms de dos siglos de edad! exclam ella, aterrada.Exactamente, doscientos treinta y tres aos puntualiz Hasso. Fjate en este otro dato: Nombrado Sygip el veintids de septiembre de dos mil novecientos cincuenta y tres. Qu te parece?Lleva ciento cuatro aos de presidente dijo ella, espantada.Y nadie lo saba, verdad?Irina se mordi los labios.Por qu ignorbamos ese dato, Tynner?Cario, sospecho que, en cierto modo, de alguna manera, hemos sido modificados. No del todo, puesto que hemos tenido la suficiente libertad como para venir aqu sin permiso, pero, quin nos ocult que Sygip es un viejo con ms de dos siglos de edad? Por qu no se nos ha dicho que es presidente desde hace ms de cien aos?Siempre hemos sabido que era presidente...Y su nombre autntico se nos haba ocultado, verdad?S, pero, cmo lo consiguieron?Mediante un tratamiento subliminal dedujo Hasso. Desde nuestra infancia, se nos ensea por medio de la televisin. Nos ensean lo que ellos quieren... Perdn, lo que quiere la mquina...Lo que quiere Sygip corrigi ella.Como gustes. Pero ahora. Sygip, o quiz la mquina, piensan que todava quedan demasiadas personas con la mente libre y dispuestas a utilizar su propio juicio. Los Fervoz son un ejemplo de lo que digo, aunque no comprenda los motivos de su regreso sin haber hecho lo que se propusieron al viajar al siglo XXI.Entonces...Entonces, tenemos una solucin: hablar con Sygip en persona.No te concedern la entrevista, a menos que anuncies la captura de los desertores.Y ni aun as estoy seguro de que Sygip acceda a recibirme. Me enviarn una nota de agradecimiento, un ascenso... y tal vez una amistosa recomendacin de que me modifique.Pero hay una forma de llegar hasta Sygip, aunque sea sin permiso del coronel Duwin.Cul, Tynner?De pronto, Hasso se puso rgido. Ella se alarm al ver su expresin.Abri la boca para preguntarle qu suceda, pero, antes de que pudiera pronunciar una sola palabra, se oy una voz poderosa en la planta inferior:Tienen que estar por aqu! Bsquenlos!Irina se sinti aterrada al reconocer aquella voz.El coronel Duwin! exclam.Ya me extraaba a m que ese tipo no diese seales de vida dijo Hasso tranquilamente.* * *Los quiero vivos, pero no arriesguen sus vidas! grit Duwin. Pueden estar armados.Eso es una invitacin para que disparen contra nosotros, apenas nos vean murmur Hasso. Pero tenemos una forma de largarnos de aqu, sin necesidad de enfrentarnos con Duwin y sus esbirros.Las manos del joven fueron a su cinturn de traslacin instantnea. Pero casi en el mismo instante, una lamparita roja se encendi junto a la hebilla.No lo hagas! exclam Irina, aterrorizada.Hasso la mir intrigado.Porqu...?Duwin es muy listo. Ha puesto en funcionamiento un interferidor de cinturones de transporte instantneo. Desapareceras, pero no volveras a aparecer jams. Quedaras disgregado eternamente, comprendes?Demonios! resping Hasso. Suerte que me has avisado a tiempo...Ustedes dos! orden Duwin. Suban a la planta siguiente.Hasso agarr la mano de la joven. Cerca de ella estaba la entrada a otra sala, pero, en lugar de atravesarla por completo, Hasso se qued en el umbral, si bien protegido por el amplio saliente de la estantera de la que haba extrado el libro que acababan de consultar.No te muevas susurr al odo de Irina.Ella