lavboratorio, nº 20, 2007

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    Lavboratorio

    Cambio Estructural y Desigualdad Social (CEyDS) / Facultad de Ciencias Sociales, UBA.

    Estudios sobre Cambio Estructural y Desigualdad Social

    Ao 8 Nmero 20 Verano - Otoo 2007

    El abordaje conceptual-metodolgico de la informalidadCynthia Pok - Andrea Lorenzetti

    Debate terico metodolgico y un nuevo intento de medicin del sector infor-

    mal urbano para el caso del barrio Alto Comedero (San Salvador de Jujuy,

    Jujuy, Argentina)Liliana Bergesio, Laura Golovanevsky y Mara E. Marcoleri

    Elementos definitorios de la informalidad laboral y su incidencia en la nueva

    concepcin de trabajo dentro de los movimientos de desocupados en el Gran

    Buenos AiresClaudia Couso Prez

    Lugar, gnero, y la estructura del trabajo urbano informal en ArgentinaRisa C. Whitson

    Desde la sociedad civil a fortalecer el Estado y a compensar los costos delmercado: reflexiones acerca del sector informal

    Floreal H. Forniy Mara Eugenia Longo

    Empleo, desempleo e informalidad: la composicin del mercado laboral de la

    regin NEA. Una caracterizacin con los datos de la EPH.Ana M. Prez Rubio

    Ms all de la informalidad en el transporte de pasajeros: reflexiones sobre

    los servicios de charters en al RMBA.Susana Kralich y Andrea Gutirrez

    Quines son los trabajadores por cuenta propia? (Argentina, 1980/ 2001)Ricardo Donaire

    Informe de Investigacin:

    Cartoneros. Procesos de institucin de una actividad informalInvestigacin: Los hacedores del cartoneo, dirigido por M ercedes V ega M artnez, Facultad de Cien-cias Sociales, U BA . 2006-2007.

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    Presentacin

    E l Informe de Coyuntura L aboral L avboratorio es unapublicacin del Programa Cambio E structural y DesigualdadSocial, Instituto de Investigaciones Gino Germani / Carrera deSociologa, Facultad de Ciencias Sociales, UBA . S u produccin

    es posible gracias al trabajo de profesores, becarios, docentes,graduados y estudiantes, en el marco de los proyectos vigentesFON CyT BID 1201/ OC-A R PICT CON ICET 09640y el proyecto UBA CyT 108

    Universidad de Buenos AiresFacultad de Ciencias Sociales

    Programa CambioE structural y D esigualdad SocialCarrera de Sociologa

    Instituto de Investigaciones Gino Germani

    StaffDirector del Programa (CEyDS):Agustn Salvia

    Secretario Editorial:Ernesto Philipp

    Editores:Astor MassettiEduardo Chvez MolinaEduardo DonzaGabriel Calvi

    ISSN : 1515-6370

    Colaboraciones y Comentarios:

    Informe Lavboratorio, Instituto de Investigaciones Gino

    Germani,Facultad de Ciencias Sociales, UBA.Uriburu 950 6 piso oficina 21, Cdad. de Buenos Aires(1114). e-mail: [email protected]

    Esta publicacin est disponible en:http:/ / lavboratorio.fsoc.uba.ar

    AutoridadesFacultad de Ciencias Sociales

    Decano

    Federico Schuster

    Vicedecano

    Damin LoretiSecretario Acadmico

    Jorge Lulo

    Secretario de Cultura y Extensin Universitaria

    Javier Brncoli

    Secretario de Gestin Institucional

    Gustavo Bulla

    Secretario de Investigacin

    Ricardo Sidicaro

    Secretario de Hacienda

    Bruno Opromolla

    Secretaria de Posgrado

    Pablo Alabarces

    Carrera de Sociologa

    Director: Lucas Rubinich

    Instituto de Investigaciones Gino GermaniDirectora: Carolina Mera

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    EditorialDesdeLavboratoriocreemos que en el caso del anlisis de la economa informal, su historia ms reciente revela muy clara-mente el papel que este concepto juega, as como sus debilidades y ventajas. Y en ese contexto surgen interrogantes que llaman auna respuesta: es posible seguir hablando de informalidad, o es una tentacin de los enfoques dualistas de lo social?, esposible medirlo con los instrumentos estadsticos existentes?, cmo se comporta operativamente este concepto?, en la actualdinmica laboral, es posible el pasaje informal-formal? Cmo abordar el problema de la cristalizacin y reproduccin dediferentes formas y calidades de insercin laboral en el actual sistema socio-econmico argentino?

    A juicio deLavboratorio

    el esclarecimiento de este problema requiere diferenciar analticamente el campo de la estructuraeconmico-sectorial y las diferentes modalidades de trabajo y empleo en procura de hacer evidente el tipo de relacin que ambasesferas pueden tener en el actual el sistema econmico. Tal cometido implica estudiar las diferentes formas de insercin ocupa-cional de la fuerza de trabajo en clave con los distintos niveles de complejidad, organizacin y penetracin que presentan laspolticas pblicas y el desarrollo capitalista argentino, en trminos de sus capacidades de integracin econmica y social.En este marco, esteLavboratorio rene trabajos que aborden temas y problemas vinculados con las diferentes maneras deinsercin laboral, modalidades de subsistencia y relaciones laborales que emergen, sobreviven y se desarrollan el marco de lasdesigualdades estructurales y regionales, transformaciones y crisis que experimenta el sistema econmico argentino. Al respecto,hemos credo de particular importancia sumar una serie de trabajos donde se discuten nuevos observables a travs de mtodosestadsticos o comparativos de casos, as como propuestas metodolgicas y explicaciones que procuran hacer inteligible lanaturaleza y el sentido de los procesos de segmentacin, fragmentacin y polarizacin del sistema productivo, los mercados detrabajo y la estructura social en la Argentina.

    Si aceptamos que un rgimen social de acumulacin capitalista desigual y perifrico enfrenta capacidades limitadas para generarpuestos de trabajo decentes, los problemas de empleo y de participacin laboral pueden ser la expresin de los diferentesmodos de acumulacin vigentes en dicho sistema expresadas en estrategias e intercambios entre diferentes tipos de agenteseconmicos y sociales- y de sus necesidades efectivas de contar con fuerza de trabajo. Por otra parte, dado el potencial funciona-miento relativamente independiente de las instituciones laborales, puede ser tambin necesario distinguir la existencia dediferentes segmentos laborales con distintas modalidades de regulacin y movilidad socio-ocupacional.No pocas veces, la literatura especializada aborda la heterogeneidad del mercado de trabajo de manera separada. Por una parte, apartir de diferencias econmicas sectoriales u ocupacionales (sector pblica, formal, informal o marginal); o, por otra, en trmi-nos de precariedad laboral (estabilidad, seguridad y calidad del empleo). Ambas perspectivas aceptan que la economa y lasinstituciones sociales hacen posibles y necesarios diferentes puestos de trabajo, representando situaciones diferenciales deseguridad o vulnerabilidad para quienes los ocupan. En nuestro caso, mantener la diferenciacin no implica proponer ladesvinculacin de los segmentos del mercado laboral con respecto a los sectores econmicos, pero tampoco ligarlas por defini-cin de manera independiente a la observacin emprica. Su diferenciacin tiene justamente como propsito no subsumir una

    dimensin de anlisis a otra, posibilitando una evaluacin terica y emprica de los cambios acontecidos en el tiempo, tanto en laestructura sectorial como en las formas de insercin laboral, as como en el tipo de relacin que se establece entre ambos aspec-tos.Para avanzar en esta lnea se abord el tratamiento terico, metodolgico o emprico del funcionamiento heterogneo de laestructura ocupacional y/o segmentado del mercado de trabajo, como expresin o consecuencia de: a) heterogeneidades sectoria-les, b) desigualdades regionales, b) factores de discriminacin tnica, social o cultural, c) desigualdades en los perfiles de educa-cin y calificacin de la oferta laboral, d) efectos de segregaciones socio-econmicas residenciales; u otros factores que puedan serplanteados en el marco del problema convocado.

    Los Editores

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    IndiceEl abordaje conceptual-metodolgico de la informalidad

    Cynthia Pok - Andrea LorenzettiPgina: 5

    Debate terico metodolgico y un nuevo intento de medicin del sector

    informal urbano para el caso del barrio Alto Comedero (San Salvador de

    Jujuy, Jujuy, Argentina)Liliana Bergesio, Laura Golovanevsky y Mara E. Marcoleri

    Pgina: 16

    Elementos definitorios de la informalidad laboral y su incidencia en la

    nueva concepcin de trabajo dentro de los movimientos de desocupa-

    dos en el Gran Buenos AiresClaudia Couso Prez

    Pgina: 24

    Lugar, gnero, y la estructura del trabajo urbano informal en ArgentinaRisa C. Whitson

    Pgina: 30

    Desde la sociedad civil a fortalecer el Estado y a compensar los costos

    del mercado: reflexiones acerca del sector informalFloreal H. Forniy Mara Eugenia Longo

    Pgina: 38

    Empleo, desempleo e informalidad: la composicin del mercado laboralde la regin NEA. Una caracterizacin con los datos de la EPH.

    Ana M. Prez RubioPgina: 45

    Ms all de la informalidad en el transporte de pasajeros: reflexiones

    sobre los servicios de charters en al RMBA.Susana Kralich y Andrea Gutirrez

    Pgina: 51

    Quines son los trabajadores por cuenta propia? (Argentina, 1980/

    2001)Ricardo Donaire

    Pgina: 58

    Informe de Investigacin:

    Cartoneros. Procesos de institucin de una actividad informalEquipo de Investigacin: V ega M artnez, M ercedes (D irectora de Proyecto), Bertotti, Mara Carla (Investiga-dor de apoyo), Iozz i, A drin S ergio (Investigador de apoyo), L ampasona, Julieta (Investigador de apoyo) y M anera,

    M ax imiliano Martn (Investigador de apoyo)Investigacin: Los hacedores del cartoneo, dirigido por Mercedes V ega M artnez, Facultad de Cien-cias Sociales, U BA . 2006-2007.

    Pgina: 65

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    IntroduccinEl artculo aborda la problemtica de la informalidad, presen-tando una estrategia conceptual-metodolgica para sutratamiento, atento a las particularidades que el fenmenoasume en el pas.El abordaje conceptual se nutre de la reflexin en torno a losprincipales enfoques terico-conceptuales, metodolgicos yanalticos existentes. En ese contexto, se ampla la fronteraconceptual implcita en la denominacin sector informal,para rescatar modalidades de insercin no forzosamenteligadas a dicho sector, pero que comparten algunas de sus

    caractersticas.Referenciada en ese marco, se formula una metodologa para ladeterminacin de las unidades propias de la informalidad. Enla metodologa generada se resignifican las unidades econmi-cas en funcin de su escala de produccin, rescatando, a travsde su articulacin con las necesidades de la reproduccin de lafuerza de trabajo, aquellas que son propias de la informalidad.Se avanza tambin en la determinacin de la informalidadimplcita en las relaciones de produccin asalariadas.Se muestra la articulacin entre los desarrollos conceptuales yla medicin, formulando nuevas herramientas para la determi-nacin de la informalidad a partir de las estadsticas disponi-bles. Una vez tipificada, se presenta una caracterizacin

    sinttica de base emprica que permiten reconocer la estructuray heterogeneidad de la informalidad.El desarrollo de esta estrategia de abordaje posibilita delinear,sobre las bases conceptuales, metodolgicas y analticaspropuestas, la grilla de personificaciones sociales emergentesen el seno de la informalidad, su articulacin con la dinmicade las unidades domsticas y con la lgica del mercado detrabajo en su conjunto.

    ObjetivoEl artculo tiene como objetivo presentar una estrategiametodolgica para el abordaje de la informalidad, con

    aplicacin al caso de Argentina, a travs de la revisin concep-tual, desarrollos metodolgicos propios y anlisis de baseemprica, basados en una investigacin ms amplia sobredicha temtica (Pok, Lorenzetti, 2004).La consecucin del objetivo general de la investigacin que sepresenta supuso: La revisin de los antecedentes y estado del arte en cuanto altratamiento de la informalidad La localizacin conceptual y la delimitacin de las dimensio-nes analticas y variables ms significativas La articulacin y elaboracin del abordaje conceptual para eltratamiento de la informalidad en el marco de esta investiga-cin

    La formulacin de una tipologa de composicin de lainformalidad

    La integracin de las dimensiones tratadas en una sntesisque permite tipificar a los grupos de poblacin involucradosen la informalidad

    La informalidad: antecedentes y esta-do del arte. Su localizacin concep-tualEl abordaje del fenmeno de la informalidad propio de larealidad argentina supone recuperar y articular la interseccinde distintas lneas de problematizacin conceptual latinoame-ricana.La consecucin de ese propsito implica recoger una largatradicin, cuyo exponente conceptual inicial ha sido el enfoquede la marginalidad, propio de principios de los 70. Msadelante, surge y se desarrolla la perspectiva del sector informalpropiamente dicho, configurndose, por ltimo el abordajereferido a la precariedad laboral. Este ltimo enfoque concep-tual, centrado en el reconocimiento de nuevas expresiones dela informalidad, se articula a las corrientes mencionadas enbase a dicho eje.Para sintetizar los rasgos bsicos de los enfoques menciona-dos y las potencialidades y limitaciones que los mismosconllevan- se researn las principales caractersticas de cadauno de ellos.

    La marginalidadEl amplio debate sobre la marginalidad se plasm en nume-rosos documentos que resumieron y orientaron el pensa-miento de la dcada (Nun, Marn y Murmis, 1968), sostenien-do la aproximacin sociolgica, articulada con la econmica.Asimismo se generaron espacios de convergenciainterdisciplinaria, particularmente con las perspectivas de laantropologa y de la psicologa social.El enfoque se desarroll en trminos de dos vertientesbsicas. Por un lado, el abordaje desde una matriz basada dealguna manera en la localizacin espacial, emparentando eltratamiento con el de una visin ecolgica (Merlinsky, 1997).

    Desde este punto de vista, se reconocan poblacionesmarginales, adjudicando a los individuos un conjunto decaractersticas sociales, culturales, psicolgicas, y polticas. Estosatributos, estaran principalmente concentrados en determina-dos territorios generalmente en los espacios circundantes delos ncleos urbanos.Segn algunas vertientes, esto resultara del proceso decrecimiento de las ciudades y el desarrollo de la economaurbana, asociado tambin a procesos de migracin interna eindustrializacin por sustitucin de importaciones, lo quedara lugar a un modelo de sociedad dividida en un sectortradicional y uno moderno.La crtica ms importante que se seala con relacin a estosenfoques es su marcado dualismo, que dicotomiza sinarticularlos, los dos mbitos. Por otra parte, en el marco de las

    El abordaje conceptual-metodolgico de la informalidad*

    Cynthia Pok - Andrea Lorenzetti

    * Este artculo retoma parte de la investigacin Los perfiles sociales de la informalidad en Argentina (Pok-Lorenzetti) donde se desarrolla elanlisis de la informalidad en Argentina, incluyendo la determinacin de los perfiles sociales desde la perspectiva de gnero. Esa versin sepresent en el Taller Informalidad y Gnero en la Argentina organizado por Wiego (Women in informal employment, globalizing andorganizing) y CIEPP (Centro interdisciplinario para el estudio de polticas pblicas) en mayo de 2004.

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    discusiones en torno a la relacin entre uno y otro mbito, seha puesto en cuestin el hecho de que los marginados estnefectivamente excluidos del ncleo principal del sistema. Seencontraran, por el contrario, fuertemente integrados a travsdel proceso de explotacin que ejercen sobre ellos las unidadesde dicho ncleo principal. La visin que impera en esta crticaes la de la funcionalidad entre uno y otro mbito, evidencian-do que integracin no implica necesariamente reciprocidad

    (Perlman, citado por Prez Sinz 1991).Adicionalmente, y ms all de las crticas conceptuales, se harefutado empricamente la asociacin entre s, de las caracters-ticas atribuidas a la poblacin de uno y otro espacio. En otrostrminos, que las categoras que supuestamente definiran a laspoblaciones que se contraponen segn los modelos mo-derno y tradicional- han aparecido, frecuentemente,caracterizando indistintamente a uno u otro grupo depoblacin.La otra perspectiva de tratamiento de la marginalidad se basen una versin estructural, de base econmica pero de ndolesociolgica, que reconoci, como caracterstica del capitalismoperifrico, la incapacidad del mercado de trabajo para absorber

    la denominada masa marginal, es decir poblacin por fueradel aparato productivo y excedente an en trminos delejrcito industrial de reserva (Nun, Marn y Murmis, 1969). Elncleo del enfoque es la distincin de este ltimo concepto delde superpoblacin relativa y, a su vez del de masa marginal,sealando las ventajas que derivan de estas precisiones tericas(Nun,. 2001).Considerando la vinculacin intrnseca de la poblacinexcedente con el aparato productivo, pueden establecerserelaciones funcionales, disfuncionales o afuncionales, depen-diendo del sector que se considere y de los ciclos econmicos(Nun 1969), Esto supone tambin una distincin entre

    mercados monoplicos y mercados competitivos, respecto delos cuales vara la funcionalidad del excedente de poblacin,estando el nfasis puesto en las relaciones entre la poblacinexcedente y el sistema econmico. De este modo, en la fasecompetitiva era lcito suponer que, en trminos generales, lapoblacin excedente tenda a actuar como un ejrcito industrialde reserva; en la fase monopolstica, la propia lgica delsistema obliga a diferenciar la parte que cumple esa funcin dela que constituye una masa marginal (Nun, 1969).Esta perspectiva se vigoriz con el aporte del concepto depolo marginal de la economa (Quijano, 1970). Esteconcepto remite a sectores productivos enteros que se insertanen forma subordinada al sector moderno. El valor de esteconcepto radica en dar cuenta del tipo de relaciones que estasocupaciones tienen con los medios bsicos de la produccin,del tipo de relaciones en que ellas se articulan con el resto de laestructura, y ante todo con sus niveles dominantes, y del niveldeprimido que ocupan dentro de esta articulacin (ChvezOBrien, 1997).Ms all de las crticas que se han hecho a este enfoque entrminos de las limitaciones de las definiciones por oposi-cin (Grompone, 1990) que en este caso no lograranobjetar la esencia del esquema- los principalescuestionamientos se centraron en la distincin entre lofuncional y lo indispensable para el funcionamiento del

    sistema. En este sentido, se seala que es posible identificarfunciones cuya permanencia parece ser esencial para la supervi-vencia del sistema econmico, pero es necesario separar lanocin de funcional de la nocin de indispensable, como losugiere la inmensa flexibilidad y capacidad de cambios parciales

    que ha demostrado tener el sistema capitalista para sobrevivira la supresin de mecanismos tradicionales supuestamenteimprescindibles (Marshall, 1981).A pesar de los elementos crticos y del tiempo transcurridodesde su formulacin- el concepto de marginalidad y el marcoconceptual que lo contiene, ha sido reconocido como muysignificativo y potente para la comprensin de la dinmica delcapitalismo perifrico, de las determinantes de su reproduccin

    y de las condiciones sociales de l derivadas

    1

    .El sector informalUna vez desarrollada esta lnea de tratamiento de la realidadsocial latinoamericana se sobreimprimi a sus conclusiones elsiguiente debate, consistente en el reconocimiento de unafranja del aparato productivo de caractersticas muy particula-res: el Sector Informal.Sin lograrse consenso acerca de su naturaleza, se evaluaronlargamente las condiciones de aparicin y evolucin de aquelfragmento del sistema econmico, polemizndose fundamen-talmente sobre el carcter de su vinculacin con el sistemamedular de la economa formal.Es conocido como antecedente destacado, el abordaje que dela economa informal se presentara en una serie de estudiossobre los mercados laborales en frica (Hart, 1970). Sinintencionalidad de formular una teora de la informalidad, -sino de elaborar una descripcin de la realidad observada-, losestudios pioneros de Hart aportaron un elemento distintivosumamente enriquecedor: Su abordaje permite visualizar laexistencia de un conjunto de trabajadores pobres (los infor-males), que forman parte del aparato productivo. As,considera a la pobreza como caracterstica no ya de las franjasde poblacin exteriores al sistema productivo, sino, por elcontrario, de las integradas al mismo.Retomando los trabajos de Hart, la OIT los proyecta a nivel

    internacional (OIT, 1972). Los posteriores desarrollos de lalnea OIT-PREALC se basan en el reconocimiento del sectorinformal como producto del funcionamiento del capitalismoperifrico y se centran, en una primera etapa, en la visualizacinde ocupaciones refugio o empleos autogenerados (Mezzera,1987).Reconociendo el contexto del capitalismo perifrico y losdesbalances del desarrollo tecnolgico, el nfasis est puestoen la determinacin de las caractersticas internas de lasunidades del sector, resultantes de una particular relacincapital/ trabajo y una productividad inferior a la existente en elsector formal (Carbonetto; Hoyle y Tueros, 1988). Las

    caractersticas generales reconocidas son: reducida cantidad decapital por trabajador, bajo nivel tecnolgico, limitada divisinsocial del trabajo, mano de obra poco calificada, predominiode actividades unipersonales, escaso desarrollo de relacionessalariales, inobservancia de normas que regulan la actividadformal, operaciones de pequea escala, etc.Una segunda vertiente se diferencia de la corriente de PREALCen tanto considera al sector informal no como un fenmenoinherente a los pases perifricos sino funcional al sistemacapitalista en su conjunto. Resulta, por lo tanto, una formade vinculacin entre el capital y el trabajo que es consecuenciade la organizacin, a escala global, de la reestructuracin delsistema capitalista (Portes, 1995) y no comporta un fenme-

    no novedoso sino concomitante con el surgimiento delcapitalismo.Las implicancias de este tipo de enfoque se reflejan en elreconocimiento del sector informal en su conjunto para lamaximizacin del plusvalor. De este modo, cobran importan-

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    cia los bienes y servicios producidos en el contexto del hogar uobtenidos a travs de unidades informales y su incidenciasobre el costo terico de subsistencia en trminos del valor delas necesidades que deben adquirirse como mercanca y el costoreal de subsistencia. Uno de los aportes ms significativos es laintroduccin del concepto de proletariado informal, en elmarco del anlisis y redefinicin de la estructura de claseslatinoamericana (Portes,. 1995).

    Una tercera vertiente conceptual consiste en analizar la activi-dad informal a partir de su operacin fuera del sistemaregulatorio. Identifica a la excesiva intervencin estatal, encontraste con la perspectiva anterior, como un impedimentopara el desarrollo que se puede generar con el funcionamientoms libre del mercado. Concibe al sector informal como unconjunto de pequeos empresarios orientados por un espritusimilar al de los orgenes del capitalismo que no puedenalcanzar un desarrollo pleno debido a la excesiva regulacinestatal en torno a las actividades econmicas (De Soto, H.,1987).Los avances en la esfera de la OIT se reflejan en la Memoriadel Director General de la reunin de 1991 de la Conferencia

    Internacional del Trabajo y se defina al sector informal comolas muy pequeas unidades de produccin y distribucin debienes y servicios, situadas en las zonas urbanas de los pasesen desarrollo; dichas unidades pertenecen casi siempre aproductores independientes y trabajadores independientesque a veces emplean a miembros de la familia o a algunosasalariados o aprendices. Estas unidades disponen de muypoco o de ningn capital; utilizan tcnicas rudimentarias ymano de obra escasamente calificada, por lo que su productivi-dad es reducida; quienes trabajan en ellas suelen obteneringresos muy bajos e irregulares, y su empleo es sumamenteinestable (OIT, 1991).

    Con la resolucin de 1993 (OIT, 1993), la DecimoquintaConferencia Internacional de Estadsticos del Trabajo adoptuna definicin internacional del sector informal que se incluyposteriormente en el Sistema de Cuentas Nacionales de lasNaciones Unidas. Dicha resolucin describe al sector informalcomo unidades de produccin de bienes o servicios quetienen por finalidad primordial la de crear empleos y generaringresos para las personas que participan en esa actividad.Estas unidades funcionan tpicamente en pequea escala, conuna organizacin rudimentaria, en la que hay muy poca oninguna distincin entre el trabajo y el capital como factores deproduccin. Las relaciones de empleo en los casos en queexistan- se basan ms bien en el empleo ocasional, el parentes-co, o las relaciones personales y sociales, y no en acuerdoscontractuales que supongan garantas formales. La definicinoperacional, estadstica, de este concepto pone el nfasis enque se trata de unidades que pertenecen a los hogares y que noestn constituidas en sociedad. Esta adaptacin suponeasociar ms fuertemente la determinacin del sector informal aciertos aspectos formales (por ejemplo la disposicin en launidad econmica de registros contables de la actividad), perola innovacin ms significativa en el mbito de la OIT seoperar ms tarde, -en conexin con el abordaje del trabajoprecario-, cuando se asume como un problema de la informa-lidad tambin el de la insercin informal de los asalariados,

    con independencia del sector al que pertenezcan.En otros mbitos, y en la interseccin de la lgica de supervi-vencia con la lgica de la acumulacin, y hacindose eco de losdebates en torno a las estrategias de supervivencia de lasunidades domsticas, se desarrollan tambin una serie de

    trabajos centrados en el sector informal como sector integradopor unidades con una racionalidad econmica diferente quesupone la maximizacin de los ingresos en trminos de podersatisfacer las necesidades del grupo familiar (Corts y Cuellar,1997)..El eje est centrado sobre la articulacin y superposi-cin- de las unidades domsticas y las econmicas, donde lasestrategias econmicas estaran supeditadas a la lgica de losgrupos domsticos o al menos, estrechamente imbricadas con

    la misma. Se han desarrollado distintas tipologas en funcinde estas dobles caractersticas, algunas de las cuales se integranconceptualmente en marcos ms abarcadores (estructura social,economa popular, etc.) (Cariola, C, Lacabanna; Bethencourt,Darwich, Fernndez y Gutirrez, 1989; Corts y Cuellar, 1997;Grompone, 1990; Portes, Castells y Benton, 1989;Carbonetto, Hoyle y Tueros, 1988; Pok y Moreno, 1985;Coraggio, 1994.)Para una adecuada valoracin de los distintos enfoquespresentes en la literatura especializada, resulta til la considera-cin y sistematizacin en base a la unidad de anlisis subyacen-te (Raczynski, 1979). Esta precisin permiti, desde el inicio,distinguir los enfoques basados en las empresas, aquellos

    centrados en la fuerza de trabajo y los que consideran a lasfamilias como unidad de anlisis. Cada una de estas perspecti-vas que responden a distintas tradiciones y marcos tericos-comportaron desarrollos en trminos del aparato productivo,del mercado de trabajo y del bienestar familiar respectivamen-te. Por su parte confirieron tambin al Estado distintos rolesen el desarrollo y en la dinmica del mercado de trabajo, enfuncin de tales concepciones.Un anlisis integrador (Merlinsky, 1997) de los avances de lasdistintas corrientes permite afirmar que se ha avanzado endireccin a reconocer la complejidad y mayores niveles deheterogeneidad para el sector, superando las limitaciones de su

    definicin por oposicin. Se reconoce tambin lamultidimensionalidad del fenmeno, enriqueciendo losenfoques circunscriptos al plano econmico. Esto a su vez, hallamado la atencin sobre la necesidad de recuperar estamultidimensionalidad desde una perspectiva estructural quepermita reconocer las particularidades del sector, atento alproceso histrico social concreto del cual forma parte.Ms all de la riqueza y las potencialidades de los enfoquesconceptuales elaborados en la etapa inicial de constitucin delconcepto de sector informal, los desarrollos posteriorespresentaron ciertas limitaciones. Por un lado, se centraronprincipalmente en el debate acerca de una multiplicidad deindicadores, sin remitirlos necesariamente a los diversosmarcos conceptuales y, por consiguiente, sin ser taxativos en ladelimitacin de aquellos constitutivos diferencindolos de losdescriptivos del fenmeno. Por otro lado, las bateras deindicadores, no siempre remitan unvocamente a un marcoconceptual determinado. La incorporacin o exclusin deindicadores, mostraba ms el problema anteriormenteplanteado que la remisin a estrategias tericas diferenciadas.La precariedad laboralExplotadas en gran medida las potencialidades de estasconcepciones del sector informal, la insuficiencia de susconclusiones para explicar ciertos fenmenos observables en larealidad latinoamericana plante un nuevo desafo conceptual.

    Al evidenciarse que ciertos rasgos de la insercin laboral de lostrabajadores, fuertemente asociados con situaciones dedeprivacin y tradicionalmente considerados del sectorinformal, se manifestaban con fuerza en el sector consideradoformal, se instal en el debate la conceptualizacin de la

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    precariedad laboral.Ya algunos planteos del sector informal, en la ltima etapa,contenan en germen la idea de precariedad laboral. Se exten-di, por ejemplo (Portes, 1995), el concepto de informalidad,a travs de la incorporacin de dimensiones como el controlsobre el poder laboral y los modos de remuneracin. Estopermiti establecer una estructura de clases en base a unadiferenciacin entre burguesa informal y proletariado

    informal dando lugar al reconocimiento de la condicinasalariada de naturaleza informal, fuera del sector definidocomo informal.Tambin en planteos centrados en la regulacin del estado seobserv la extensin, bajo ciertas condiciones, del concepto deinformalidad a otros mbitos, en tanto que la regulacin delestado no alcanzaba a todos los trabajadores, entre ellos, losinsertos en el sector formal.Las primeras menciones al fenmeno de la precariedad,recogidas tempranamente por la OIT (Sylos Labini, 1974),aparecen, sin embargo, con bajo perfil ante la contundencia delas discusiones en torno al sector informal. Como se seala enla literatura especializada (Feldman y Galn, 1990) la precarie-

    dad ha sido un tema de especial inters en los pasesindustrializados en las ltimas dcadas, tanto en mbitosjurdicos como de ciencias sociales. Se discute en torno aldenominado empleo atpico2 (concepto que se sueleasimilar al de precario) y se atribuye ese enfoque a muchostrabajos acadmicos de la sociologa y economa laboral. Elempleo precario sera entonces, en contraposicin, aqul queno es tpico o normal.Los atributos asociados al empleo tpico hacen referencia a unempleo de tiempo completo, para un solo e identificableempleador, por tiempo indeterminado, realizado en eldomicilio del empleador, generalmente protegido por la

    legislacin laboral y la seguridad social. Las formas msfuertemente tipificadas que asumira en esa perspectiva elempleo precario, -con todas las dificultades que las definicio-nes por residuo conllevan- son las reconocidas como empleoclandestino o desprotegido, el empleo a tiempo parcial, elempleo temporario y el empleo asalariado fraudulento(Feldman y Galn, 1990). Estas categoras no son excluyentes,presentando, por el contrario, estrecha vinculacin alrededor desubgrupos especficos de poblacin.Tambin se ha reconocido (Lindemboim, 1996) que no setrata de un fenmeno singular, sino de una gama compleja yheterognea. El recorrido de stas da cuenta de la ambigedadconceptual y operacional de la precariedad laboral y ha dadolugar, complementariamente, y desde distintas perspectivas, alos abordajes relacionados con la calidad del empleo. Esteltimo concepto abarca distintas dimensiones, destacndoseentre ellas las referidas a la naturaleza de la organizacin deltrabajo y a las condiciones de trabajo. Tambin incumbe, -como componente subjetivo-, al grado de satisfaccin de latarea. 3 . El eje de la calidad del empleo ha conducido a los msrecientes enfoques sobre el trabajo decente (OIT, 2002).Al igual que en el caso del sector informal, el tratamiento de laprecariedad laboral se ha visto ms centrado en la discusin desus distintas expresiones que en la de su naturaleza. As, losavances han girado en torno a las precisiones e indicadores

    vinculados al recorte de, por ejemplo, el trabajo clandestino odesprotegido, el empleo a tiempo parcial, el empleotemporario, el empleo asalariado fraudulento y otras formasasociadas al concepto de empleo atpico, que si bien nutren yenriquecen la problemtica del empleo precario, no alcanzan a

    dar precisin al concepto genrico.A diferencia de los aportes iniciales en torno al sector informal,el debate en torno a la precariedad laboral corri una suertedistinta a la de los enfoques que la precedieron. No parecehaberse extendido el tratamiento en trminos, por ejemplo,de fuerza de trabajo excedentaria, en sus mltiples acepcionese implicancias, lo cual permitira sustentar la formulacin ydara solidez terica al concepto. En muchos trabajos, el

    tratamiento del fenmeno se limita a analizar las vinculacionesde los indicadores con la dinmica econmica o estructural queles da lugar, pero sin precisar la naturaleza misma del fenme-no y sin recurrir a ordenadores conceptuales ms amplios.Sin embargo, la multiplicidad de enfoques y desarrollos,posibilit construir e intercalar un concepto genrico, quedebera resumir la naturaleza subyacente a todas las modalida-des de precariedad laboral aludidas. Bsicamente, se tratara deidentificar a la precariedad laboral como una insercin endebleEn este contexto del desarrollo del debate alrededor de latemtica, se ha intentado avanzar en la localizacin conceptualde la misma, definiendo al trabajador precario en trminos deuna insercin endeble en la produccin social de bienes y

    servicios. Dicha insercin endeble est referida a caractersticasocupacionales que impulsan o al menos facilitan la exclusindel trabajador del marco de su ocupacin. Se expresa en laparticipacin intermitente en la actividad laboral y en ladisolucin del modelo de asalariado socialmente vigente.Asimismo se refleja en la existencia de condiciones contractua-les que no garantizan la permanencia de la relacin de depen-dencia (contratos de tiempo parcial, eventual y dems modali-dades restringidas, no sujecin a la percepcin de indemniza-cin por despido, etc.) as como el desempeo en ocupacionesen vas de desaparicin o de carcter redundante en trminosde las necesidades del aparato productivo (Pok, 1992).

    Esta concepcin, que se mantiene en el presente documento,centra el concepto de precariedad en la naturaleza endeble de lainsercin, la cual es en principio y por definicin, independien-te del carcter legal de la misma. En otros trminos, laflexibilizacin (en el campo de la normativa vinculada a laproteccin del trabajador) conduce a situaciones de precariedadlaboral en tanto y en cuanto vulnerabilice el lazo que une altrabajador con el puesto de trabajo, volviendo endeble suinsercin laboral. As, aunque frecuentemente son utilizadosindistintamente para designar el proceso global de deteriorode la situacin del empleo, los conceptos de precariedad y deflexibilidad estn formulados en niveles distintos, siendo elprimero ms inclusivo que el segundo y, en todo caso, elsegundo un caso del primero.Como se dijera, ya desde muy antiguo la OIT reconoci laexistencia del sector informal, tratndolo, inicialmente, comoasociado a actividades de subsistencia en segmentos margina-les o perifricos de la economa. En la recientemente realizadaDecimosptima Conferencia Internacional de Estadsticos delTrabajo (noviembre-diciembre 2003) se avanz en torno anuevas directrices con relacin al tema. En ese ao y a partir deestudios previos (Hussmanns, 2001) las directrices reconocenuna ampliacin del concepto a travs de la nocin de empleoinformal. Este comprende no solo al empleo en el sectortradicionalmente denominado informal, sino que tambin

    incorpora franjas de trabajadores caracterizados por no estarsujetos a la legislacin laboral nacional (u otras normativasequiparables) independientemente del sector formal oinformal en que se desempeen.Con esto, la OIT incorpora a sus orientaciones la perspectiva

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    que, en el contexto de la literatura latinoamericana se conocicomo una de las vertientes del concepto de empleo precario,asociado al empleo no registrado, proporcionando un marcoconceptual ms amplio e inclusivo, y estrictamentereferenciado a criterios metodolgicos de definicin concretade sus componentes. Si bien subsiste alguna dificultad en elplanteo de OIT en tanto engloba en la informalidad afracciones muy dismiles, contraponindose a la prctica propia

    de los estudios en Amrica Latina de distinguir el enfoque dela informalidad y el de la precariedad laboral, la principalventaja reside en que reconoce y coloca en un lugar preeminen-te la existencia de la precariedad laboral (aun bajo otra denomi-nacin) en todos los mbitos del aparato productivo.Es de destacar que esos desarrollos se operan en paralelo conla preocupacin general de la OIT por el trabajo decente queproporciona as un marco para la orientacin de polticas ypara la discusin tcnica en torno a los mejores indicadorespara dar cuenta de las falencias con relacin a los principalescomponentes de la definicin genrica de trabajo decente.En la experiencia del pas se encuentran tambin numerosostrabajos que enfocan, en simultneo, el tratamiento del sector

    informal y el empleo no registrado (Ver, por ejemplo Roca, yMoreno 2000 y Monza, 2000).Abordaje conceptual adoptadoEn base a los planteos desarrollados en el punto anterior, seresume a continuacin el abordaje conceptual adoptado en lapresente investigacin. La valoracin de la informalidad noimplica, en este contexto, limitarse al tratamiento del campotradicionalmente denominado sector informal, sino que,muy por el contrario, recuperando la perspectiva de la precarie-dad laboral, ampliar la frontera conceptual, para rescatar todaslas modalidades de insercin informal, -no forzosamenteligadas al sector informal-, pero que sin diluir las diferencias-,

    comparten algunas de sus caractersticas.Capitalizando los desarrollos reseados y tomando los ejessustantivos de las diversas perspectivas presentadas, elabordaje aqu adoptado se localiza en torno a los siguientesarticuladores:1- La recuperacin de la validez terica y la fortaleza de laconceptualizacin propia de la marginalidad, en trminos de larelacin entre la informalidad y las fracciones excedentarias dela fuerza de trabajo y/o de la poblacin.2- El reconocimiento del sector informal concibindolo comoun conjunto de unidades de produccin que desarrollan suactividad

    a) con ciertos rasgos caractersticos en cuanto a su escala deproduccin y atributos asociadosb) con superposicin de la unidad econmica y la unidaddomsticac) con nfasis en el concepto de capacidad de reproduccin delas unidades domsticasd) adaptadas a ciertas caractersticas de la particular etapahistrica que vive Argentina.3- La resignificacin de la precariedad laboral como marcoconceptual basado ena) la consideracin de la insercin ocupacional endebleb) como atributo de la insercin asalariadac) dando lugar a una multiplicidad de formas de manifesta-

    cind) que no se limita a un sector determinado del aparatoproductivoe) ni a un grupo de poblacin en particular

    4- El reconocimiento de un puente articulador entre elconcepto de sector informal y el de precariedad laboral a travsde un rasgo que los intersecta instalado actualmente como elcampo de la informalidad. Esto supone apuntar a la pobla-cin involucrada en cada uno de estos fenmenos, sin diluirlas unidades de anlisis especficas de cada enfoque.En base a dichos ejes se accede a la formulacin de unaestrategia articuladora entre las caractersticas de la insercin

    productiva con las condiciones de reproduccin de la fuerza detrabajo a las que dan lugar. La revisin de las implicancias deeste abordaje conceptual posibilita, a su vez, un anlisis quemuestre el impacto diferencial y selectivo de las distintasdimensiones incorporadas. Esta concepcin implica reconocerun conjunto de trabajadores ligados a la informalidad, consignificativas diferenciaciones internas, y donde solo unsubconjunto reviste en el sector informal.

    Tipificacin de la informalidad: Lasdefiniciones conceptualesEs sabido que la determinacin de las unidades comprendidasen el sector informal es conceptualmente dificultosa y

    metodolgicamente compleja, dando lugar, generalmente, altratamiento de universos heterogneos y ajustados a lgicasdismiles. Sin embargo, en base a una mayor profundizacinde los subconjuntos que la nocin abarca, es posible encararsu estudio con una mayor riqueza conceptual y reducir laslimitaciones metodolgicas que oscurecen frecuentemente lasconclusiones.Atendiendo a las lneas de desarrollo conceptual prevalecien-tes, a los propsitos analticos de la investigacin que sepresenta y a las posibilidades empricas existentes, se ha hechoun esfuerzo por avanzar en la tipificacin incorporandonuevas dimensiones a su tratamiento.La estrategia de abordaje general retoma, como dimensionesconceptuales principales, la de las relaciones sociales deproduccin y la divisin social del trabajo a nivel singular ygeneral. Dichas dimensiones se expresan, por un lado, en lacategora ocupacional (distinguindose el trabajo independien-te y el asalariado) y, por otro, en las ocupaciones, -especficamente en el nivel de su calificacin-, y en el tamao delas unidades productivas respectivamente.En el mbito del trabajo independiente, las definicionesconceptuales establecidas hacen referencia a personas queconforman unidades econmicas en trminos de esa relacinde produccin. Sin embargo, el tratamiento de este conjunto,en base a las variables establecidas, resulta insuficiente para la

    determinacin de su condicin de informalidad. Es en estecontexto que se vuelve necesario introducir nuevas dimensio-nes que lo ajusten y precisen. Siguiendo los propsitosanalticos establecidos, se incorpora la dimensin referida a laescala de produccin (ya recuperada en la revisin bibliogrfica)y se distinguen las unidades econmicas en funcin de lamisma. Se relaciona el ingreso derivado de la insercinindependiente con las necesidades para la reproduccin de lafuerza de trabajo de la unidad domstica que cada uno integra.As, se establecieron tres niveles de capacidad de reproduccinde la fuerza de trabajo de la unidad domstica.El primero, de reproduccin deficiente, asociado al nivel de

    subsistencia, remite a la insatisfaccin de las necesidadesmnimas alimentarias de la unidad domstica.El segundo, basado en la reproduccin simple, donde sealcanza sin ganancia- a remunerar al mnimo a la fuerza detrabajo, alude a la satisfaccin de las necesidades bsicas

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    alimentarias de la unidad domstica, sin acceder a la satisfac-cin de las necesidades no alimentarias.El tercer tipo, de reproduccin ampliada, es decir que consi-guen retener un margen de ganancia que permite remunerar lafuerza de trabajo y reinvertir en la produccin, se referencia a lasatisfaccin de las necesidades generales, alimentarias y noalimentarias, de la unidad domstica, incluyendo la obtencinde un plus por encima de esos parmetros.

    Para avanzar en la operacionalizacin de estos conceptos, seintrodujo una nueva herramienta: se recurri a una metodolo-ga habitualmente utilizada en el pas para otros fines, comoson la determinacin de los niveles de pobreza e indigencia.En aquella perspectiva metodolgica, las herramientas allutilizadas dan cuenta de la magnitud de la carencia de acceso asatisfactores (alimentarios y no alimentarios) y concurren areflejar las condiciones de vida de los hogares.Por el contrario, en este caso, dicha metodologa no se aplicapara conocer la condicin de pobreza o indigencia del hogar (yde las personas que lo componen), sino para determinar si losingresos provenientes exclusivamente de la actividad indepen-diente de que se trate en cada caso posibilitan la reproduccin

    de la unidad domstica a la que cada trabajador independientepertenece.La operacionalizacin de esta capacidad de reproduccinconsisti en relacionar, al interior de cada unidad domsticaque contuviera un trabajador independiente, el ingreso de stetrabajador, -derivado de su ocupacin-, con la Canasta BsicaAlimentaria y la Canasta Bsica Total determinada para cadahogar a travs de la metodologa del adulto equivalente4 . Cabesealar que este procedimiento se adopt con independenciade que la unidad domstica desarrollara otras estrategias deobtencin de ingresos, (compensadoras de los ingresoslimitados de la ocupacin), para la satisfaccin de sus necesida-

    des.Este procedimiento permite no slo distinguir los tipos deinformales que se fijan en las definiciones conceptuales sinoexcluir de la informalidad a un subgrupo que, compartiendocon los restantes los criterios frecuentemente utilizados para ladelimitacin del sector informal, -como tamao del estableci-miento-, desarrollan su actividad en una escala incompatiblecon la pertenencia a dicho sector.En el campo del trabajo asalariado se consideraron dimensio-nes relacionadas con la precariedad laboral a travs de variablesutilizadas habitualmente como proxy de ella.En el marco del planteo adoptado se har referencia a laextensin de la informalidad en sus distintas modalidades, entrminos de la poblacin involucrada. Es importantedimensionar la contribucin que cada grupo de poblacinespecfico realiza al conjunto, as como identificar y cuantificarla interseccin entre la poblacin vinculada al sector informal yaquella que forma parte del empleo informal.La referencia emprica utilizada es la Encuesta Permanente deHogares (EPH). Este programa, desarrollado por el InstitutoNacional de Estadstica y Censos (INDEC) de Argentina, deaplicacin regular en el mbito urbano, provee la informacinms significativa desde el punto de vista del rea de interspropio del anlisis aqu planteado. Existen otrosrelevamientos que incluyen aspectos de su contenido, pero

    tanto por su cobertura temtica como por su representati-vidad estadstica, el programa mencionado es el mejoradaptado a los requerimientos de informacin a escala sobremercado de trabajo requeridos por esta investigacin5 .

    Tipificacin de la informalidad: Lascategoras de la informalidadSe presentan a continuacin las definiciones conceptuales yoperacionales de las categoras de informalidad definidas en elplanteo conceptual de la presente investigacin, acompaadaspor el peso que tiene cada uno de los agrupamientos vincula-dos a la informalidad. La informacin estadstica se refiere altotal de los 31 aglomerados urbanos relevados en Mayo de

    2003:a) Trabajadores/as independientes/as que desarrollan unaactividad econmica por su cuenta, de complejidad mediana obaja. Corresponde operacionalmente a: cuenta propia enocupaciones de calificacin tcnica, operativa o no calificada:1.338.551 personas.6

    Se tipifican al interior de este conjunto agrupamientosdeterminados en base a la escala de reproduccin de la unidadde la cual forman parte distinguiendo: Unidades de reproduccin deficiente, es decir que trabajan sinmargen de utilidad y obteniendo un ingreso por debajo delnivel de subsistencia. Corresponde operacionalmente a:Poblacin cuenta propia en unidades donde el ingreso

    derivado de la actividad independiente es menor a la CanastaBsica Alimentaria correspondiente al hogar en trminos de lametodologa del adulto equivalente, es decir, se encuentra bajola Lnea de Indigencia. : 819.770 personas Unidades de reproduccin simple, es decir que no existeganancia pero los ingresos alcanzan a remunerar la fuerza detrabajo. Corresponde operacionalmente a: Poblacin cuentapropia en unidades donde el ingreso derivado de la actividadindependiente es menor a la Canasta Bsica Total correspon-diente al hogar en trminos de la metodologa del adultoequivalente, es decir, se encuentra bajo la Lnea de Pobreza:518.781 personas.

    b) Trabajadores/as independientes/as que desarrollan unaactividad econmica contratando fuerza de trabajo, enunidades econmicas pequeas, excluyendo aquellos cuyaactividad es de alta complejidad. Correspondeoperacionalmente a: patrones/as en ocupaciones que no seande calificacin profesional: 88.539 personas7 .Se tipifican al interior de este conjunto agrupamientosdeterminados en base a la escala de reproduccin de la unidadde la cual forman parte distinguiendo: Unidades de reproduccin deficiente, es decir que trabajan sinmargen de utilidad y obteniendo un ingreso por debajo delnivel de subsistencia Corresponde operacionalmente a:Poblacin de patrones/as en unidades donde el ingresoderivado de la actividad independiente es menor a la CanastaBsica Alimentaria correspondiente al hogar en trminos de lametodologa del adulto equivalente, es decir, se encuentra bajola Lnea de Indigencia: 18.810 personas. Unidades de reproduccin simple, es decir que no existeganancia pero los ingresos alcanzan a remunerar la fuerza detrabajo. Corresponde operacionalmente a: Poblacin depatrones/as en unidades donde el ingreso derivado de laactividad independiente es menor a la Canasta Bsica Totalcorrespondiente al hogar en trminos de la metodologa deladulto equivalente, es decir, se encuentra bajo la Lnea dePobreza: 69.729 personas.

    c) Trabajadores/as familiares que desarrollan una actividadeconmica en unidades econmicas pequeas, excluyendoaquellos cuya actividad es de alta complejidad.Corresponde operacionalmente a: Trabajadores/as familiaresde calificacin tcnica, operativa o no calificada, que se desem-

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    pean en establecimientos de hasta cinco ocupados: 60.002personas.d) Trabajadores/as asalariados/as que se desempean enunidades econmicas pequeas, en condiciones de precariedadlaboral desde el punto de vista de su registracin formal.Corresponde operacionalmente a: Asalariados/as que sedesempean en establecimientos de hasta cinco ocupados, yque no se les efecta descuento jubilatorio: 1.010.231 perso-

    nas.e) Trabajadores/as asalariados/as que se desempean enunidades econmicas medianas o grandes, en condiciones deprecariedad laboral desde el punto de vista de su registracinformal. Corresponde operacionalmente a: Asalariados/as quese desempean en establecimientos de ms de cinco ocupa-dos, y que no se les efecta descuento jubilatorio: 1.381. 878personasf) Trabajadores/as asalariados/as que se desempean encarcter de registrados/as, pero en condiciones de precariedadlaboral desde el punto de vista de la continuidad de suinsercin. Corresponde operacionalmente a: Asalariados/as aquienes se les efecta descuento jubilatorio y tienen un

    acuerdo laboral no permanente, es decir que desarrollan untrabajo temporario (por plazo fijo o por tarea u obra), unachanga o un trabajo inestable, de duracin desconocida :112.276 personasAplicando los criterios expuestos, quedan excluidos de laconformacin del sector informal los siguientesagrupamientos: Unidades de reproduccin ampliada, donde se consigueretener un margen que adems de alcanzar a remunerar a lafuerza de trabajo posibilita reinvertir (en la produccin o enampliar los circuitos de comercializacin). Correspondeoperacionalmente a: Poblacin cuenta propia en unidades

    donde el ingreso derivado de la actividad independiente essuperior a la Canasta Bsica Total correspondiente al hogar entrminos de la metodologa del adulto equivalente, es decir, seencuentra por sobre la Lnea de Pobreza. Incluye 334.024personas Unidades de reproduccin ampliada, donde se consigueretener un margen que adems de alcanzar a remunerar a lafuerza de trabajo posibilita reinvertir (en la produccin o enampliar los circuitos de comercializacin). Correspondeoperacionalmente a: Poblacin de patrones/as en unidadesdonde el ingreso derivado de la actividad independiente essuperior a la Canasta Bsica Total correspondiente al hogar entrminos de la metodologa del adulto equivalente, es decir, seencuentra por sobre la Lnea de Pobreza. Incluye 112.155personas.Un tema especial conectado a la problemtica que se encara esel del servicio domstico. Esta actividad, realizada porimportante cantidad de mujeres, arrastra no pocos problemasconceptuales y metodolgicos para su tratamiento. Por unaparte, se trata de la nica actividad laboral que, de maneramasiva, se realiza en condiciones equiparables a las de unainsercin asalariada pero donde la unidad empleadora no esuna organizacin productiva. Al menos la personificacin delservicio domstico no est concurriendo de manera directa a laproduccin de un establecimiento productivo (de un bien o

    de un servicio), evidenciando el carcter bsico de una relacinasalariada y sus implicancias en trminos de relaciones socialesde tipo capitalista. La modalidad servicio domstico puedeconsiderarse, por el contrario, como un rezago de modalida-des de insercin propias de etapas pasadas, precapitalistas,

    como subsistencia de formas de servidumbre. Estodificulta siempre no solo la determinacin de la categoraocupacional para el servicio domstico sino tambin losrecursos concretos vinculados a su medicin.Atendiendo a esa caracterstica, en el marco del abordaje de lainformalidad, se presenta el tratamiento del servicio domsti-co por separado, para posibilitar, por un lado, una visualiza-cin ntida de la insercin laboral en trminos de las unidades

    econmicas involucradas en el sector informal, y por otro, parareflejar ms claramente las caractersticas de esta fraccin la delservicio domstico-, que, ms all de las implicancias concep-tuales, es, como se ha dicho, un importantsimo reservorio deempleo femenino.En base al abordaje conceptual adoptado y el tratamientoemprico de la tipologa desarrollada la composicin general dela informalidad, se expresa de la siguiente manera (ver Cuadro1, en la siguiente pgina).De estos resultados surge que sin considerar el serviciodomstico a hogares- la informalidad abarca a casi cuatromillones de personas, constituyendo el 45,8% del empleototal. Si a ese conjunto de informales se le agrega el servicio

    domstico, esta proporcin asciende al 52,5% del total delempleo, conformando un universo de ms de cuatro millonesy medio de personas.De los informales, ms de un milln y medio son mujeres. Sise le agrega el servicio domstico, este valor supera en total losdos millones de mujeres.Con relacin a la composicin presentada, surge que lainformalidad se nutre de: por un lado las modalidades ms ntidamente tipificadascomo sector informal en este estudio (categoras a, b y c),basadas en la actividad independiente, y que representan el37,3% de la informalidad,

    las modalidades asalariadas de insercin informal (categorasd, e y f) que constituyen el 62,7% de la informalidad,Con respecto de este ltimo conjunto deben hacerse algunasconsideraciones. Se trata de un agrupamiento que incluye ungrupo especial (categora d), que representa el 25.3% de lainformalidad y dentro de ella se encuentran todos los asalaria-dos no registrados de establecimientos pequeos. La particu-laridad del conjunto es que intersecta ambos componentes dela informalidad. El ser asalariados no registrados ya losincluye, de hecho, en la informalidad. Pero si se intentaradeterminar el origen de su informalidad (si lo son porpertenecer al sector informal o por carecer de registracin enunidades econmicas pequeas del sector formal) el agrupa-miento permanece indeterminado.Es de prctica incluir a estos asalariados como integrantes delsector informal, en funcin del tamao del establecimiento.Sin embargo, es sabido que ese criterio es insatisfactorio, dadoque refleja situaciones que no remiten linealmente a un sectoren particular. De hecho existe gran cantidad de establecimien-tos que, teniendo un tamao pequeo, se ubican por susatributos en el universo del denominado sector formal de laeconoma.A fin de guardar coherencia conceptual, se requiere avanzarsobre este problema, profundizando en las caractersticas deeste grupo, para distinguir los asalariados informales del sector

    informal, de aquellos otros asalariados informales queadscriben al sector formal. Para ello es vlido conceptualmenterecurrir a los criterios adoptados en oportunidad de fijar lasdefiniciones de las unidades econmicas del sector informal.En esa ocasin, se depur al sector, eliminando del sector

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    informal las unidades cuyas ganancias superaran, -dada suproduccin de escala ampliada-, la reproduccin de lasunidades domsticas involucradas. Al excluir dichas unidades,-es decir a los patrones que las representan-, lo correcto seraexcluir tambin los asalariados que las conforman.Podra estimarse, por lo tanto, en funcin de los criteriosestablecidos para los patrones, que una proporcin deasalariados similar a la de patrones que se han excluido delsector informal, est inserto, -informalmente -, en el sectorformal. Aplicando las proporciones a las que se hace referencia,-se excluyeron de la informalidad el 55.8% de los patrones deestablecimientos pequeos- podra decirse que, del total de losasalariados no registrados en establecimientos pequeos, el44,2% se origina en el sector informal y el 55.8% en lainsercin precaria en el sector formal. Ambos componentesconcurriran as, a la informalidad, en un 11,1% y 14,2%respectivamente.La composicin general de la informalidad podra, por lotanto, especificarse de la siguiente manera, segn el origen delcual se nutre: las modalidades ms ntidamente tipificadas como sector

    informal en este estudio (categoras a, b y c), basadas en laactividad independiente, y que representan el 37,3% de lainformalidad, las modalidades de insercin informal asalariadas enunidades econmicas de mayor tamao (categoras e y f) que

    constituyen el 37,4% de la informalidad, un conjunto de insercin informal asalariada en unidadeseconmicas de menor tamao (categora d), que intersectaambos componentes (sector informal e insercin informal).El conjunto representa el 25,3% de la informalidad, de loscuales se estima que 11,1 puntos porcentuales se localizan enel sector informal y los 14,2 restantes corresponden a lainsercin asalariada informal en establecimientos pequeos delsector formal.

    Sntesis y principales conclusionesLos principales elementos de sntesis y conclusiones derivadosde la estrategia metodolgica propuesta y su correlato empri-co, articuladas con la dinmica de las unidades domsticas y lalgica del mercado de trabajo en su conjunto, son las siguien-tes:La informalidad en Argentina ha dejado de ser una franjamarginal del mercado de trabajo para instalarse, ya desde hacetiempo, como rasgo constitutivo del mismo, abarcandoprcticamente a la mitad de la poblacin laboralmente activapara el perodo analizado.

    La informalidad se nutre de mltiples modalidades que vandesde las apoyadas en la gestin independiente de las unida-des econmicas con ciertas caractersticas restrictivas hastaformas de insercin endeble basadas en distintas caractersti-cas, incluida la elusin de la normativa laboral, y cuya diversi-

    CUADRO 1Composicin de la informalidad y su distribucin por sexo.

    Total aglomerados urbanos. Mayo 2003Total Mujeres Varones

    Grupos de la informalidad Absolutos% Fila % col

    Absolutos% fila % col

    Absolutos% fila

    % col

    a) Trabajadores/as independientes, actividadeseconmicas por su cuenta, de complej.med. o baja, y noret. margen suficiente para la reproduccin de la unidad

    1.338.551

    100,033,6

    418.798

    31,326,9

    919.753

    68,737,7

    b) Trabajadores/as indep.activ.econ. contratando fuerzade trabajo en unid. econmicas pequeas excluy.altacomplej. y no ret.margen suficiente p/reprod. la u.

    88.539100,0

    2,222.87625,8

    1,565.66374,2

    2,7

    c) Trabajadores/as familiares actividades econmicas enunidades econmicas pequeas excluy. de altacomplejidad

    60.002100,0

    1,535.33958,9

    2,324.66341,1

    1,0

    d)Trabajadores/as asalariados/as en unidadeseconmicas pequeas en condiciones de precariedadlaboral por registracin formal

    1.010.231100,0

    25,3384.899

    38,124,7

    625.33261,9

    25,7

    e)Trabajadores/as asalariados/as en unidades

    econmicas med/grandes, en condiciones deprecariedad laboral por registracin formal

    1.381.878100,0 34,6

    644.97846,7 41,4

    736.89153,3 30,3

    f) Trabajadores/as asalariados/as registr. en condicionesde precariedad laboral por continuidad de su insercin

    112.276100,0

    2,849.19143,8

    3,263.08556,2

    2,6

    Total3.991.477

    100,0100,0

    1.556.09039,0

    100,02.435.387

    61,0100,0

    Servicio domstico580.629100,0

    507.50987.4

    73.12012,6

    Total 4.572.106 2.063.599 2.508.507

    E laboracin propia en base a E PH -IN DE C

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    dad da lugar a una tipologa de grupos constitutivos de lainformalidad. La configuracin presentada para la actividad independientemuestra un componente de heterogeneidad del sector que seaborda en trminos de una tipificacin de unidades econmi-cas informales que ha sido adaptada para el desarrollo de estainvestigacin. En el campo de la actividad independiente, se valida la

    distincin de las unidades que enfrentan condiciones dereproduccin deficiente, es decir que trabajan sin margen deutilidad y obteniendo ingreso por debajo del nivel de subsis-tencia, aquellas de reproduccin simple, es decir que no existeganancia pero los ingresos alcanzan a remunerar la fuerza detrabajo, y las de reproduccin ampliada, donde se consigueretener un margen que se vuelva a reinvertir en la produccin oen ampliar los circuitos de comercializacin. Se delimitan como unidades pertenecientes al sector informala los dos primeros agrupamientos de la modalidad indepen-diente antes mencionados, y en base a una estrategia concep-tual ajustada a los propsitos del abordaje de la informalidad,se formulan las herramientas para su distincin y reconoci-

    miento metodolgico, as como para la exclusin del terceragrupamiento. La informalidad no se circunscribe a un sector determinadosino que se extiende al mbito de la condicin asalariada,donde se reconocen formas de insercin endeble, de carcterprecario, que comparten con los grupos anteriores el rasgo dela informalidad. Coexistiendo con el empleo informal de base estructural,persisten inserciones ocupacionales informales que resultan dela interaccin entre las estrategias laborales de supervivencia de

    las unidades domsticas y las estrategias empresariales decarcter elusivo de la normativa laboral. Siendo la informalidad y la formalidad mbitos tan dismilesen su lgica, no se configuran como reservorios diferencialesde empleo femenino, convirtindose esto en una de lasparticularidades ms significativas desde el punto de vista degnero. Se sostiene a travs del tiempo la prdida de vigencia del

    modelo de asalariado tpico, registrndose una importantefraccin de trabajadores/as precarios/as insertos/as en laestructura nodal del aparato productivo. Ms all del compor-tamiento al interior de la pequea y mediana empresa,tambin en los grandes establecimientos productivos sevisualiza la persistencia de niveles significativos de informali-dad. Desde el enfoque vinculado al desempeo de roles degestin, puede visualizarse una importante presencia femeni-na en la insercin independiente, de moderada participacinrelativa con respecto de los varones, pero el enfoque noadmite perder de vista el significativo componente asalariadodel desempeo femenino en el campo de la informalidad y

    sus implicancias. El conjunto de la informalidad, ms all de las sensiblesdiferencias en las modalidades de insercin de susagrupamientos, expresa la situacin tipificada consistente enuna tensin permanente entre la supervivencia y la acumula-cin, donde ni las estrategias econmicas ni las familiaresalcanzan para saltar los umbrales que permitan ampliar yrecolocar las condiciones de reproduccin de las unidadesdomsticas involucradas.

    NOTAS:1 Castel, R., Conferencia inaugural en Seminario sobre las nuevas condiciones de la insercin asalariada, CEIL, Facultad deCiencias Econmicas, Buenos Aires, 1998.2 Congreso Internacional de Derecho del Trabajo y la Seguridad Social (Caracas, 1985), citado por Feldman, S., Galn, P., Op. cit19903 Corts, R. Exposicin de presentacin del libro Ms y mejores empleos para las mujeres OIT, en el 5to Congreso Nacionalde Estudios del Trabajo, ASET, 2001.4 Incidencia de la Pobreza y de la Indigencia, Informes de Prensa- EPH-INDEC.5 Para un detalle del marco terico conceptual y definiciones utilizadas, ver: Elizalde, Pok,; Villarreal,y Botta,; Marco TericoMetodolgico de la Investigacin Temtica EPH- INDEC.Para un detalle de los diseos muestrales, ver: Trabuchi Clyde, Messere Marta y Mac Farlane Nilsa:Diseo de las MuestrasEPH - INDEC.

    Para un detalle de la Reformulacin de la EPH, ver (entre otros): Propuesta de Reformulacin de la Encuesta Permanente deHogares de Argentina: lineamientos generales, documento base de la Primera Reunin sobre Estadstica Pblica del InstitutoInteramericano de Estadstica, Buenos Aires, Argentina, Junio 1998 (antecedente).Encuesta Permanente de Hogares: cambiosmetodolgicos EPH- INDEC 2003, La nueva Encuesta Permanente de Hogares de Argentina EPH-INDEC 2003, los dosltimos disponibles en www.indec.mecon.gov.ar6 Excluyendo los/as cuenta propia de reproduccin ampliada (331.024 personas) que fueron depurados/as en base a loscriterios expuestos.7 Excluyendo los/as patrones/as de reproduccin ampliada (112.155 personas) depurados/as en base a los criterios expuestos.

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    Sector Informal Urbano y el problemade su medicin1En Amrica Latina la propia evolucin de sus economasfue acompaada por el crecimiento de lo que se havenido denominando actividades informales. Estas fueronfrecuentemente interpretadas como una particularidadinherente al estilo de desarrollo seguido en la regin, obien, como la expresin de la incapacidad de los merca-dos para absorber la mano de obra excedente. As,comenzaron a aparecer como un problema terico ymetodolgico fundamentalmente despus de la Segunda

    Guerra Mundial y con ms impulso a partir de los aos70. Desde entonces, a la documentacin ya existente haido sumndose una extensa produccin bibliogrfica enla que se puede encontrar cierto desencanto por el statusterico alcanzado en la discusin sobre el tema. Esto semanifiesta tanto en promover el abandono de la catego-ra, como en sealar que algunas corrientes cometen elerror de dejar a un lado los logros alcanzados en cuantoa la superacin de las principales debilidades del marcoconceptual, volviendo a plantear cuestiones que proba-ron su inconsistencia.Por ello, todo ejercicio de estimacin emprica del sector

    informal urbano (SIU) se encuentra teido de una ambi-gedad de base: cul es su significado terico estricto?Esta tensin da el trasfondo a todo ejercicio empricoporque, en primer lugar, debe enfrentarse con la legiti-midad de los criterios operativos utilizados para medirun segmento de la ocupacin que no est, en rigor,debidamente definido. Los criterios para definirloapuntan normalmente a una serie de caractersticas quese le atribuyen a la informalidad pero que no se derivande una conceptualizacin rigurosa del trmino. Ensegundo lugar, en varias oportunidades, los resultadospuntuales obtenidos plantean interrogantes cuyos

    significados no pueden precisarse y ellos no puedenresolverse completamente si no se clarifica antes laambigedad de base planteada. Finalmente, la reaccinrelativamente dbil que present el SIU en los 90 pusoen tela de juicio la plausibilidad terica misma de lanocin, segn se la ha utilizado extensamente en lasltimas dcadas, vis--vis otras opciones tericas quepudieran ser capaces de analizar el comportamiento delmercado de trabajo en atencin a algunos fenmenos dereciente aparicin en ese mbito. Todo ello tiene, claroest, repercusiones sobre la estrategia de investigacin enel campo del empleo (Monza 2000).

    Si se considera que la conceptualizacin estadstica sueleseguir a la evolucin econmica y social con un perodode retraso, el caso del SIU no constituye la excepcin ala regla. No hay nada en esto que deba asombrar. Loque importa es que ...las amplias discusiones, debates

    profundos y experiencias de recoleccin de datos hayantenido lugar mucho antes de que un concepto desembo-que en una proposicin de norma estadstica que serecomendar adoptar a los diversos pases (Charmes1992:8). Por ello, y en este marco, proponemos retomarel debate en torno al concepto de SIU; debate que llevaya varias dcadas de desarrollo sin que esto hayaredundado en el desuso de la categora. As, en estetrabajo proponemos profundizar el anlisis de lasinserciones ocupacionales en ferias, comercio callejero ytrabajos por cuenta propia en general, como parte del

    SIU, de los habitantes del barrio Alto Comedero en laciudad de San Salvador de Jujuy (Jujuy-Argentina).Nuestro inters responde al estudio de las respuestasocupacionales implementadas por sus pobladores en elperodo 1995-2005. En un primer momento desarrolla-remos un estado del arte en torno a las metodologas deestimacin utilizadas, incluyendo una revisin de algunosintentos empricos. Luego se llevar a cabo una aplica-cin con datos de Alto Comedero, con el objetivo deponer a prueba nuestras hiptesis acerca de la importan-cia del SIU como fuente de empleo e ingresos parabuena parte de la poblacin del barrio. Paralelamente, se

    hace un aporte a la discusin en torno a la medicin dedicho sector en general.

    Las metodologas de estimacin utili-zadasObtener una estimacin confiable de la magnitud relativa delSIU dentro de las economas nacionales ha resultado ser unatarea sumamente compleja y difcil de lograr. Se han intentadodiversos mtodos, ninguno de los cuales resulta completa-mente satisfactorio debido, fundamentalmente, a la ambige-dad de base que es el no contar con un significado tericoestricto. Situacin paradjica que lleva a que, al carecer de cifrasconfiables, los gobiernos siguen adelante como si el llamadoSIU no existiera (Bergesio 2000).2 Poner en evidencia lasdificultades no significa desconocer los importantes esfuerzosrealizados por muchos/as investigadores/as, en institucionespblicas y privadas, para profundizar y esclarecer el tema y pordespertar conciencia de su magnitud y crecimiento. Por ello, esnecesario revisar los mtodos de medicin empleados hasta elmomento y plantear la situacin creada por sus avances en ladiscusin y su fracaso relativo.Hasta el momento se han aplicado para Amrica Latina,fundamentalmente, cuatro estrategias de estimacin del SIU(Portes 2000):a) Los estudios de mercado laboral de la economa informal son

    liderados por la Organizacin Internacional del Trabajo (OIT)y sus afiliados, tales como el Programa Regional de Empleopara Amrica Latina y el Caribe (PREALC). Estos estudios sebasan en censos y encuestas familiares para estimar la propor-cin de la fuerza laboral que trabaja informalmente. Se experi-

    Debate terico metodolgico y un nuevo intento de medicin

    del sector informal urbano para el caso del barrio Alto Come-

    dero (San Salvador de Jujuy, Jujuy, Argentina)

    Liliana Bergesio, Laura Golovanevsky y Mara E. Marcoleri*

    * FCE-UNJu/UCSE, [email protected]; 0388-4222361

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    ment con un criterio simple de medicin consistente en lacombinacin entre categoras de ocupacin, grupos deocupacin -que dan informacin sobre la calificacin delpuesto de trabajo- y tamao del establecimiento. Por esta va,era posible aislar a los identificados como los dos grandescomponentes de la informalidad: las unidades familiares,integradas entonces por los trabajadores por cuenta propia ylos ayuda familiar; y las microempresas, a partir de la informa-

    cin sobre empleadores y asalariados en establecimientos depequeo tamao, generalmente cinco ocupados -o diezcuando este umbral no estuviera efectivamente captado-. Delconjunto de trabajadores por cuenta propia se han excluido,cuando ha sido posible, a los de calificacin profesional, lo quepermite aislar a los profesionales liberales de manera indivi-dual. La OIT tambin ha incluido un tercer componente de lainformalidad: el empleo en servicio domstico. Esto lo hahecho privilegiando su condicin de actividad de bajosingresos por sobre consideraciones ms detalladas de lascaractersticas particulares de su demanda (Beccaria et al. 2000).A ste esquema bsico en ocasiones se han incorporado otrosindicadores para alcanzar medidas ms afinadas del SIU, que

    han llevado tambin a la determinacin de estratoscuasiformales o cuasinformales. Es el caso de variables quedescriben la situacin prevaleciente en trminos del nivel deproductividad y capacidad de acumulacin, como los ingresospersonales, las dotaciones de capital o las relaciones capital-producto, e incluso la condicin de pobreza familiar. Estamedida se concentra en la ocupacin principal y es evidenteque cuando se considera esta segunda clase de informalidadseeleva la tasa global.Las variaciones de definicin entre pases y a lo largo deltiempo dan lugar a algunas dudas con respecto a laconfiabilidad y comparabilidad de estas cifras y han sido

    criticadas porque, en primer lugar, clasifican a los individuoscomoformales e informales, ignorando que es un hecho comnque los trabajadores de los pases identificados como menosdesarrollados alternen o combinen varias formas de empleo(Escobar 1986). A pesar de las diferencias de definicin, existeun creciente consenso con respecto a que la informalidadno esuna caracterstica de los individuos sino de las actividadeseconmicas, distincin que estas estimaciones ignoran. Ensegundo lugar, homogeneizan hacia abajo la poblacinempleada informalmente porque no distinguen entre empresa-rios -patrones y por cuenta propia- y trabajadores asalariados.En muchos pases hay evidencias de que los llamadospequeosempresarios informales reciben ingresos significativamente msaltos que los trabajadores asalariados, ya sean stos identifica-dos como del sector informal -en negro- oformal. En tercerlugar, las estimaciones de la OIT/PREALC excluyen a lostrabajadores no registrados empleados por las llamadasempresas formales. Este es el resultado de identificar informalidadcon actividades pobres en pequea escala, ignorando que lasempresas ms grandes de muchos pases tambin pagansalarios inferiores al mnimo por medio de la subcontrataciny los contratos temporarios. De manera ms general, elenfoque conceptual y operativo de la OIT hace que susestimaciones sean insuficientes respecto de aqullas basadas enuna definicin de informalidadque incluye a todas las activida-

    des no reguladas, ya sean llevadas a cabo por empresasgrandes o pequeas.b) Un segundo enfoque de medicin se basa en la evolucin delnmero y la proporcin de emprendimientos muy pequeos (E MP) -omicroempresas- como indicador de cambio en las actividades

    informales. Las EMP son definidas como aquellas que empleanmenos de cinco o diez trabajadores dependiendo del pas quese considere. El supuesto bsico es que, la mayor parte de lasactividades definidas como informales son llevadas a cabo porlas empresas pequeas, debido a su menor visibilidad, sumayor flexibilidad y mejores chances de eludir los controlesestatales. Se supone que las empresas ms grandes son msvulnerables a las regulaciones estatales y menos propensas a

    correr el riesgo de penalizaciones. Por lo tanto, es menosprobable que se aboquen directamente a las actividades informa-les, aunque siempre pueden subcontratar a empresas mspequeas que operan informalmente. Como indicador del gradode informalidad, la evolucin de las EMP est sometida a dostendencias contradictorias. Primero, no todas las empresaspequeas se dedican a las prcticas llamadas informales, lo cualproduce una sobrestimacin. Segundo, las EMP informalessonno registradas es decir, no son registradas por el gobierno, locual conduce a la subestimacin. As, ...deben considerarsecomo una estimacin aproximada de la evolucin del sectorinformal sobre la base de las empresas registradas ms cercanasa l (Portes 2000:40).

    c)El tercer enfoque, el mtodo del consumo familiar, desarrolladoinicialmente para los Estados Unidos por Jame