tome a una enfermera “novata” bajo su tutela

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Nursing. 2011, Diciembre 37 EL FUTURO de la profesión enfermera depende de la eficacia de los sistemas de selección y de retención de los profesionales de enfermería recién graduados. Según Pellico et al., entre el 18 y el 50% de las enfermeras recién graduadas abandonan la profesión durante el primer año de trabajo 1 . El paso de estudiante de enfermería a los profesionales de enfermería es un cambio cultural y también un shock para la mayoría de enfermeras. Ya no tienen el apoyo de los tutores de las prácticas clínicas y deben aprender a actuar por sí mismas. Este momento puede llegar a ser muy estresante para la nueva enfermera. Para empezar a sentirse cómoda y confiada en su labor, la enfermera recién graduada requiere como mínimo 12 meses de trabajo con apoyo y oportunidades de desarrollo profesional 2 . La tutorización efectiva de la enfermera “novata”, de tú a tú, aumenta la competencia, la seguridad del paciente y el compromiso profesional, lo cual favorece a su vez la retención 2 . Este artículo describe el proceso de tutorización y las características que requiere el tutor. Pero antes revise el rol del tutor. Comparar el tutor con el preceptor Aunque son figuras similares, el tutor y el preceptor tienen roles distintos. El preceptor actúa como coach y profesor durante un tiempo limitado. DESARROLLO PROFESIONAL Tome a una enfermera “novata” bajo su tutela Pamela Woodfine, MSN, RN

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Page 1: Tome a una enfermera “novata” bajo su tutela

Nursing. 2011, Diciembre 37

EL FUTURO de la profesión enfermera depende de la eficacia de los sistemas de selección y de retención de los profesionales de enfermería recién graduados. Según Pellico et al., entre el 18 y el 50% de las enfermeras recién graduadas abandonan la profesión durante el primer año de trabajo1.

El paso de estudiante de enfermería a los profesionales de enfermería es un cambio cultural y también un shock para la mayoría de enfermeras. Ya no

tienen el apoyo de los tutores de las prácticas clínicas y deben aprender a actuar por sí mismas. Este momento puede llegar a ser muy estresante para la nueva enfermera. Para empezar a sentirse cómoda y confiada en su labor, la enfermera recién graduada requiere como mínimo 12 meses de trabajo con apoyo y oportunidades de desarrollo profesional2.

La tutorización efectiva de la enfermera “novata”, de tú a tú, aumenta la competencia, la seguridad del

paciente y el compromiso profesional, lo cual favorece a su vez la retención2. Este artículo describe el proceso de tutorización y las características que requiere el tutor. Pero antes revise el rol del tutor.

Comparar el tutor con el preceptorAunque son figuras similares, el tutor y el preceptor tienen roles distintos. El preceptor actúa como coach y profesor durante un tiempo limitado.

DESARROLLO PROFESIONAL

Tome a una enfermera “novata” bajo su tutelaPamela Woodfine, MSN, RN

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Por el contrario, el tutor procura que la enfermera “novata” que busca desarrollarse profesionalmente pueda ir avanzando, proporciona consejo y apoyo continuado, comparte valores y la impregna de su profesionalidad3. La tutoría tal como la define Sheila Grossman, autora de un libro sobre este tema, “es una experiencia guiada, asignada de manera formal o informal, que potencia las capacidades del tutor y del tutorizado, para desarrollarse personal y profesionalmente, sobre la base del respeto mutuo, el cuidado, la colaboración y la competencia”4.

Por otro lado, los preceptores son asignados por un periodo de tiempo limitado para orientar a la enfermera recién graduada.

Pero la enfermera “novata” tiene necesidades que van más allá del periodo de orientación inicial y se beneficiará más de un tutor que de un preceptor, en relación con su desarrollo profesional general.

El profesional de enfermería con experiencia que desea ser tutor necesita formación teórico-práctica específica sobre el rol del tutor, incluyendo 5 competencias esenciales. (Véase el cuadro anexo Adquirir las competencias esenciales.)

Crecer deprisaEl modelo de adquisición de habilidades de Dreyfus empleado por Patricia Benner identifica cinco niveles de pericia clínica enfermera: aprendiz, principiante, competente, proeficiente y experta5. (Véase el cuadro anexo Identificar los niveles de pericia.) La enfermera recién graduada entra al mercado laboral como aprendiz. Tiene los conocimientos adquiridos en los estudios universitarios pero no los suficientes para situarse en el siguiente nivel de pericia. La enfermera recién graduada puede tener una ejecución práctica relativamente aceptable pero precisa la supervisión y el ejemplo de un tutor, así como un preceptor que refuerce y evalúe su práctica para avanzar y evolucionar a enfermera principiante. La expertez y las habilidades de pensamiento crítico se desarrollan con el tiempo.

Igual que ocurre en otras profesiones, gran parte del aprendizaje y del desarrollo profesional se produce durante el primer año de trabajo. Es durante este tiempo que los aprendices desarrollan sus habilidades y aprenden a actuar por sí mismos en el entorno laboral. La crítica constructiva, el apoyo y la guía son de gran importancia para el miembro más reciente del equipo. Considere este ejemplo real.

Un caso ejemplarHace unos años tutoricé a una enfermera aprendiz, a la que llamaré Anabel.

En la primera fase del proceso de tutoría, la fase introductoria, un miembro del departamento de personal nos presentó. Se me informó de que Anabel era muy tímida, una persona tranquila que necesitaba adquirir confianza y mejorar sus habilidades clínicas. Durante el primer día de

nuestra relación de tutoría Anabel y yo compartimos cuáles eran nuestros objetivos personales y profesionales. Por ejemplo, Anabel quería llegar a ser independiente en la ejecución de las intervenciones enfermeras básicas y no tener miedo de pedir ayuda cuando la necesitara. Ambas queríamos una relación de trabajo en la que nos sintiéramos cómodas al comunicarnos.

En la segunda fase establecimos los objetivos y los criterios de consecución. Juntas propusimos un plan para ayudarle a conseguir sus objetivos. Empleando el listado de criterios de orientación, marcamos el periodo de tiempo necesario para la adquisición de cada habilidad competencial.

Los contratos de aprendizaje y las evaluaciones de la ejecución son herramientas importantes a considerar en el proceso de tutorización. Un contrato de aprendizaje, tal como lo definió Bastable, es un acuerdo mutuo negociable, un documento escrito con los acuerdos entre el maestro y el aprendiz (tutor y tutorizado), que especifica qué, cómo y en cuánto tiempo se producirá el aprendizaje6. El programa de orientación de la enfermera aprendiz debería incluir un instrumento de evaluación de competencias con los objetivos específicos para adquirir el siguiente nivel de pericia.

La revisión de estas competencias con la enfermera aprendiz forma parte del contrato de aprendizaje y permite al tutor individualizar el proceso de aprendizaje. Anabel y yo revisamos su contrato de aprendizaje e identificamos algunos objetivos para ella.

En la tercera fase establecimos las líneas para poner en marcha el plan de actuación y nuestra dinámica relacional, incluyendo una comunicación abierta, disponibilidad y crítica constructiva. Anabel debía pedir que se le aclarara cualquier instrucción o información que no comprendiera.

La cuarta fase, de reflexión y retroalimentación, es la más importante. En ella se potencia el pensamiento crítico y aumentan las habilidades clínicas, la esencia de la pericia clínica. Empezamos por participar en el cambio de turno, y a partir de ahí establecimos las prioridades de cuidados de cada paciente para aquel día. Trabajamos codo con codo, al tiempo que yo iba

Adquirir las competencias esencialesEl programa Robert Wood Johnson Nurse Fellows identifica 5 competencias esenciales para los líderes y los tutores7:

Autoconocimiento. El tutor debe identificar su estilo de aprendizaje personal y su habilidad para trabajar con los demás.

Visión estratégica. El tutor debe ser capaz de identificar con perspectiva los aspectos que afectan a las enfermeras.

Asunción del riesgo y responsabilidad. El tutor facilita y potencia el crecimiento y el desarrollo profesional de la enfermera aprendiz. El tutor puede emplear métodos innovadores o no ortodoxos y debe promover la asunción responsable del riesgo y el beneficio de aprender de los errores.

Relación y comunicación efectivas. El tutor mantiene una actitud de escucha activa e identifica claves verbales y no verbales; también se comunica de forma honesta y emplea las técnicas de retroalimentación.

Inspiración. El tutor adquiere un compromiso con el desarrollo profesional de las enfermeras aprendices y con el crecimiento de la profesión.

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argumentando el porqué de cada una de las intervenciones que realizábamos.

A medida que fueron pasando las semanas, las responsabilidades de Anabel fueron aumentando progresivamente y empezó a completar por sí sola una gran parte del trabajo. Después de 3 meses había pasado de ser una tímida aprendiz a una confiada principiante. Hoy, 3 años después, es una enfermera competente y aún mantenemos el contacto.

Superar los obstáculosDe mi experiencia como preceptora y tutora he identificado algunos obstáculos con los que se encuentran las enfermeras aprendices. Los principales factores que contribuyen a superar los obstáculos incluyen la crítica constructiva y el consejo. Las enfermeras aprendices valoran positivamente los consejos y necesitan sentirse aceptadas. Si no consiguen superar las expectativas marcadas por la unidad, se consideran a sí mismas incompetentes. Los tutores y los aprendices deben establecer unas pautas de comportamiento y poner en común sus expectativas, incluyendo lo que la enfermera aprendiz espera de esta experiencia. Se trata de compartir información sobre uno mismo, de manera que ambas sepan cómo ayudarse la una a la otra. Apueste por una comunicación abierta, honesta y constructiva.

La enfermera aprendiz es como una esponja: absorbe toda la información de lo que se hace, por lo que la práctica debe ser cuidadosa y basada en la evidencia.

La enfermera aprendiz requiere tiempo adicional y una aplicación práctica de la información. En ocasiones, la información o la situación pueden precisar de una revisión o una demostración práctica. La relación de tutoría debe ser colaborativa y deben evitarse los juicios de valor; el tutor debe actuar como motor del cambio.

Pago por adelantadoActualmente se considera que la enfermera proeficiente es aquella que tiene una experiencia mínima de 3 a 5 años con una misma población de pacientes5. Este periodo de 3 a 5 años permite a la enfermera proeficiente demostrar su experiencia de tutorización como un todo y ajustar y mejorar su propio rol como tutora. Al transmitir

sus habilidades clínicas y proporcionar apoyo continuado, está contribuyendo a facilitar y a dar sentido a la incorporación de la enfermera aprendiz al mundo laboral.

Algunas enfermeras veteranas se resisten a actuar como tutoras o se sienten amenazadas cuando se incorpora al equipo una enfermera más joven.

Las enfermeras jóvenes pueden aportar nuevas ideas, son muy hábiles en el manejo de los sistemas informáticos y en algunos casos tienen un sueldo que una enfermera veterana puede haber tardado años en conseguir.

Cuando se dan cuenta que unas pueden aprender de las otras, enfermeras veteranas y jóvenes pueden trabajar como socias, compartiendo e intercambiando ideas y habilidades. La enfermera aprendiz puede ayudar a la enfermera veterana a adquirir habilidades en el manejo de los sistemas de información, al tiempo que la enfermera veterana puede ayudarla a adquirir habilidades clínicas.

Una carrera que emprende el vueloLa tutorización es una inversión en la próxima generación de enfermeras. Las enfermeras veteranas deberían reflexionar sobre su propia experiencia, preguntándose sobre cómo sus preceptoras o tutoras las ayudaron a convertirse en las enfermeras que son hoy. Recuerde, los cisnes no nacen bellos: al principio son como patos, pero con el tiempo se transforman bajo la tutela de un buen tutor. N

BIBLIOGRAFÍA

1. Pellico LH, Djukic M, Kovner CT, Brewer CS. Moving on, up, or out: changing work needs of new RNs at different stages of their beginning nursing practice. OJIN: The Online Journal of Issues in Nursing. 2009;15(1).

2. Hayes JM, Scott AS. Mentoring partnerships: as the wave of the future for new graduates. Nurs Educ Perspect. 2007;38(1):27-29.

3. Hodges B. Factors that can influence mentorship relationships. Paediatr Nurs. 2009;21(6):32-35.

4. Grossman SC. Mentoring in Nursing: A Dynamic and Collaborative Process. New York, NY: Springer Publishing; 2007.

5. Benner P. From Novice to Expert: Excellence and Power in Clinical Nursing Practice. Commemorative ed. Upper Saddle River, NJ: Prentice Hall Health; 2001.

6. Bastable SB. Nurse as Educator: Principles of Teaching and Learning for Nursing Practice. 2nd ed. Sudbury, MA: Jones and Bartlett; 2003.

7. Dracup K, Bryan-Brown CW. From novice to expert to mentor: shaping the future. Am J Crit Care. 2004;13(6):448-450.

Pamela Woodfine es profesora asociada en la Escuela de Enfermería de la University of Massachusetts-Amherst.

La autora declara no tener ningún conflicto de intereses con la publicación de este artículo.

Identificar los niveles de pericia

Aprendiz. No tiene experiencia en la situación, necesita desarrollar sus habilidades y se orienta en términos de variables objetivas del estado del paciente (p. ej., signos vitales); necesita normas y protocolos que guíen su práctica.

Principiante. Tiene un nivel de ejecución relativamente aceptable, pero aún requiere más experiencias en situaciones reales que le permitan reconocer lo que ocurre.

Enfermera competente. Tiene una provisión de experiencia específica moderada y empieza a ser capaz de comprender su actuación en términos de objetivos o planes a largo plazo; es consciente de estos objetivos y planes.

Enfermera proeficiente. Tiene una provisión de experiencia específica amplia, percibe y comprende las situaciones como un todo e interpreta los significados en términos de objetivos a largo plazo. De su experiencia ha aprendido a distinguir qué acontecimientos pueden producirse en una determinada situación y cómo actuar.

Enfermera experta. Tiene una gran experiencia y es muy intuitiva; hace acopio de una enorme cantidad de experiencias previas que le permiten actuar no sólo basándose en los principios analíticos y fundamentando su actuación en la anticipación que le da la comprensión global de la situación.

Fuente: Benner P. From Novice to Expert: Excellence and Power in Clinical Nursing Practice. Commemorative ed. Upper Saddle River, NJ: Prentice Hall Health; 2001.