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INFORME NACIONAL
BRASIL
INDICE
I. CONTEXTO ............................................................................................................. 5 a. Información general .......................................................................................... 5 b. Contexto político .............................................................................................. 5 c. Indicadores económicos................................................................................... 8 d. Indicadores Sociales......................................................................................... 9 e. Etnicidad.......................................................................................................... 9
II. SECTOR DEFENSA.................................................................................................. 10 Normativa............................................................................................................... 14
2.1 MINISTERIO ........................................................................................................ 15 2.2 LIDERAZGO CIVIL ................................................................................................. 20 2.3 CONTROL EXTERNO.............................................................................................. 22
a. Congreso ........................................................................................................ 22 b. ONGs .............................................................................................................. 23
2.4 FUERZAS ARMADAS .............................................................................................. 24 a. Misión............................................................................................................. 24 b. Funciones ....................................................................................................... 25 c. Estructura jerárquica ....................................................................................... 27 d. Ingreso ........................................................................................................... 30 e. Formación...................................................................................................... 31 g. Justicia Militar ................................................................................................. 34 h. Servicio Militar ................................................................................................ 35
2.5 PRESUPUESTO ..................................................................................................... 36 2.6 REFORMAS Y MODERNIZACIÓN ................................................................................ 38
III. SECTOR SEGURIDAD PÚBLICA ................................................................................ 44 Planificación de la Política....................................................................................... 46 Seguridad privada................................................................................................... 48
3.1 SECRETARÍA DE SEGURIDAD PÚBLICA DE RÍO DE JANEIRO ................................................ 48 3.2 LIDERAZGO CIVIL ................................................................................................. 49 3.3 INSTITUCIÓN POLICIAL: POLICÍA MILITAR DE RÍO DE JANEIRO ........................................... 51
a. Misión............................................................................................................ 52 b. Estructura jerárquica y grados........................................................................ 53 c. Ingreso .......................................................................................................... 55 d. Formación y especialización ........................................................................... 56
3.4 CONTROL INTERNO .............................................................................................. 59 3.5 CONTROL EXTERNO.............................................................................................. 60
a. Asamblea Legislativa de Río de Janeiro ........................................................... 60
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b. ONGs ............................................................................................................. 60 3.6 ETNICIDAD Y GÉNERO............................................................................................ 61
Políticas de Inclusión de Género.............................................................................. 61 Políticas de inclusión étnica .................................................................................... 62
3.7 REFORMAS Y MODERNIZACIÓN ................................................................................. 62 Algunas reformas ................................................................................................... 64
IV. INTELIGENCIA ....................................................................................................... 67 V. BIBLIOGRAFÍA Y FUENTES CONSULTADAS ............................................................... 72 VI. ANEXOS................................................................................................................ 75
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PRESENTACIÓN
El presente informe desarrollado por el Programa Seguridad y Ciudadanía
de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO), sede en Chile, se
enmarca en el proyecto “Reforma del Sector Seguridad en América Latina y el
Caribe”. Dicho proyecto tiene por objetivo central realizar un diagnóstico del
sector en veinte países de la región.
Adicional al análisis comparado realizado durante el primer año de
implementación del proyecto, nos interesa avanzar en la descripción de las
principales características del sector seguridad en cada uno de los países
involucrados. Específicamente, este documento presenta el caso de Brasil y
contempla cuatro dimensiones claves: (i) el contexto político, económico y social,
que permite dar cuenta de los principales elementos asociados a la situación
interna; (ii) los elementos y características del sector defensa, focalizando la
descripción en la institucionalidad pública, liderazgo civil, Fuerzas Armadas, el
control externo, presupuesto y elementos del proceso de reforma; (iii) sector
seguridad pública, que contempla las características institucionales, la Policía
Militar de Rio de Janeiro, además de los ejes de la reforma policial y procesos
modernizadores y; (iv) la institucionalidad de la inteligencia.
Esta recopilación se elaboró con fuentes de información secundaria y de
acceso público, tales como leyes, decretos, información estadística, sitios oficiales
de las instituciones y revisión de prensa, entre otras. Agradecemos la valiosa
colaboración de los licenciados Paulo de Mesquita, de Human Rights Watch, quien
aportó en la recolección de información en su calidad de experto en temas de
Defensa y Seguridad en Brasil. La redacción del presente documento estuvo a
cargo de Felipe Ajenjo Martínez, asistente de investigación de FLACSO-Chile.
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Confiamos que el esfuerzo realizado permita avanzar en el desarrollo de
análisis y debates académicos y de política pública en Brasil. Asimismo,
esperamos que este aporte sea el inicio de una mirada regional sobre uno de los
temas centrales de la consolidación democrática en América Latina y el Caribe.
Finalmente, agradecemos el aporte de Open Society Institute en el financiamiento
de esta iniciativa y al auspicio de la Organización de Estados Americanos.
Lucía Dammert
Programa Seguridad y Ciudadanía
FLACSO Chile
Santiago, Agosto 2006.
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I. CONTEXTO
a. Información general
Brasil nace como República Federal en 1891, si bien ya había logrado la
independencia de Portugal en 1822. Es el país de mayor superficie de la región,
con una población total que supera los 180 millones de personas (2004). Por su
tamaño, es el país latinoamericano que comparte fronteras con mayor cantidad de
naciones. Limita por el norte con Colombia, Venezuela, Surinam, Guyana y Guyana
francesa; al oeste, con Bolivia y Perú; al sur con Uruguay, Paraguay y Argentina.
Brasil es una república federal conformada por 26 estados y un distrito federal,
los cuales constituyen “La Unión”. Cada estado posee atribuciones para
gobernarse según lo permite la constitución, a través de gobernadores elegidos
por el pueblo en elección directa. La gobernación general del país está a cargo del
Presidente de la República quien junto a sus ministerios y las Fuerzas Armadas
ostenta el Poder Ejecutivo. El Poder Legislativo recae a nivel nacional en la Cámara
de Diputados y en el Senado y a nivel de los estados, en las respectivas Asambleas
Legislativas. Por su parte, el Poder Judicial está organizado a nivel federal y a nivel
de los Estados y se encuentra integrado por el Supremo Tribunal Federal, el
Superior Tribunal de Justicia, y la Justicia Federal, la cual es impartida por los
tribunales y jueces de los estados.
b. Contexto político
El escenario político reciente de Brasil se desarrolla en el marco del
cuestionamiento público de la clase política y su capacidad para gobernar y
administrar el país de manera eficiente, actuando dentro de la ley y sin buscar el
propio beneficio. Así, sin importar el partido político o la orientación económica
de la autoridad, los dirigentes políticos no han entregado señales que permitan
probar su probidad y depositar la confianza de la ciudadanía en sus manos.
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Desde la vuelta a la democracia en 1985, luego de sucesivos gobiernos de
corte militar y dictatorial que impusieron censura y restringieron las libertades de
los ciudadanos, se eligió al primer presidente civil del país en 21 años. El tema
fundamental en dicho momento fue lograr el dinamismo económico suficiente
para asegurar el crecimiento de un país tan grande y complejo como Brasil y
fortalecer la democracia, demostrando las capacidades de la institucionalidad civil
en el mantenimiento de la estabilidad del país. Además, se priorizó enfrentar los
serios problemas de violencia, narcotráfico y crimen organizado que presentaba el
país. Sin embargo se presentaron dificultades en el plano económico las cuales se
dieron de manera conjunta con escándalos por serias situaciones de corrupción
que alcanzaron a autoridades de diversos niveles de la administración nacional y
estatal, llegando a afectar al mismo presidente Collor de Melo en 1992, quien
terminó renunciando a su cargo. Durante los posteriores gobiernos de Fernando
Enrique Cardoso y Luis Ignacio Lula da Silva las propuestas para lograr la
modernización del sector público y el abandono de las prácticas ilegales dentro
de la las instituciones de gobierno fueron, junto a las propuestas en materia
económica y de empleo, las cartas que permitieron el acceso al poder del Partido
Social Demócrata Brasileño (PSDB) y posteriormente del Partido de los
Trabajadores (PT). Durante dichos gobiernos, ya sea en momentos de crisis
laboral y recesión -como durante el segundo gobierno del presidente Cardoso- o
en momentos de bonanza económica -como durante el mandato de Lula da Silva-
, los escándalos de corrupción han remecido al país y los aparentes esfuerzos por
eliminar dichos hechos se han demostrado infructuosos. Incluso durante el
gobierno de Lula da Silva, primer presidente brasileño de izquierda, quien
representaba el cambio en la forma de administrar el país y prometía eliminar las
malas prácticas institucionales, se vio envuelto en situaciones de ilegalidad. Lula
Da Silva vivió momentos de crisis desde 2003 ante escándalos que involucraban a
miembros de su partido, el PT, con dinero mal habido, y financiamiento ilícito de
campañas electorales, lo cual le valió la pérdida de apoyo popular. Esto causó
gran revuelo en el país puesto que Lula era visto como un verdadero cambio en la
manera de hacer política, un representante de los trabajadores que no permitiría
que siguieran robando el dinero de todos. Desde entonces, el presidente bajó en
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popularidad y recibió un constante ataque por parte de la derecha, pese a qué no
se le ha podido involucrar directamente con los hechos. Los escándalos de
corrupción que afectaron a miembros de su círculo político pocos días antes de
los comicios de Octubre de 2006 llevó a que el presidente no pudiera ser reelecto
en primera vuelta, como se esperaba.
Si bien la Constitución Política de Brasil del año 1988 permite la existencia
de variadas agrupaciones políticas en el país1, son pocos los partidos políticos
que logran aglutinar una cantidad de partidarios suficiente para tener
participación en cargos de elección popular. Los más importantes, dada la
votación alcanzada a nivel nacional y federal además de su representación en el
parlamento son -pese a los escándalos- el PSDB y el PT, quienes además, han
disputado con mayor votación las elecciones presidenciales de los últimos años y
que en 2006 se enfrentaron en segunda vuelta.
Así, si bien Brasil no ha enfrentado -desde el retorno a la democracia en
1985- problemas de inestabilidad producto de la acción de las Fuerzas Armadas,
esta se ha producido por el manejo institucional de los sucesivos gobiernos civiles
y su incapacidad por eliminar practicas institucionalizadas de corrupción, que
incluyen el uso ilegal de fondos públicos, la apropiación de dinero proveniente de
las arcas fiscales, la aceptación de sobornos y la creación generación de redes y
negocios con el crimen organizado. Ante esto, surge la posibilidad de pensar que
tal vez este tipo de situaciones no sean posibles de enfrentar sin reformas
profundas que no se han llevado a cabo. El desafío de los futuros gobiernos
parece ser demostrar la eficiencia no solamente de un partido político específico,
sino de toda la clase política que se ha visto desprestigiada y mostrado impotente
para solucionar este tipo de problemas. La mejora de la calidad de vida de los
habitantes de Brasil, la lucha contra los bolsones de pobreza aún existentes, la
1 Esta posibilidad no ha existido siempre en Brasil. Durante el régimen militar (1964-1985), solamente se permitieron la Alianza Renovadora Nacional (ARENA) y el Movimiento Democrático Brasileiro (MDB), el primero reunía a los partidarios del régimen militar y el segundo a la oposición, pero controlada. Esta norma de partidos duró hasta 1980.
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estabilidad del empleo, y sobre todo, la redistribución de la riqueza, no puede
darse de manera natural –aunque los indicadores macroeconómicos sean
notables-, en una entorno de enriquecimiento ilícito y corrupción en el aparato
público.
c. Indicadores económicos
Desde el retorno a la democracia, asegurar la estabilidad económica del
país fue una de las prioridades de los gobiernos democráticos. Los fuertes
embates inflacionarios y los periodos de recesión vividos en la década de los
ochenta llevaron al frecuente cambio de moneda para enfrentar su devaluación y
provocaron la instauración de planes económicos austeros por parte del gobierno
durante los noventa. Desde mediados de los noventa se registra una clara
disminución de la Inflación, la cual pasa, según datos del Banco Interamericano de
Desarrollo, BID (2005) de un 66% el año 95 al 16% el año 1996, estabilizándose
desde entonces, alrededor del 7%. La activación de la demanda interna para
potenciar el desarrollo de la industria nacional -la cual representa tres quintos de
la producción industrial de Sudamérica- ha sido un aspecto incluido en las
políticas económicas de los gobiernos brasileños. Brasil es el país con mayor
volumen exportador de Sudamérica, estableciendo relaciones con mercados
diversos como la Unión Europea, Estados Unidos, Asia, el MERCOSUR y
Latinoamérica, siendo la agroindustria el rubro que destaca por su capacidad de
producción y exportación. Los últimos años, la economía Brasileña se ha
mantenido estable pese a las crisis que han vivido países vecinos como Argentina
y Uruguay y otros mercados donde exporta sus productos como Asia, registrando
variaciones en sus indicadores pero sin caer en periodos continuados de recesión.
Según datos del BID (2006), el promedio de crecimiento registrado por la
economía brasileña durante el periodo 1995-2004 fue de 2,3%, con un peak de
4,9% el año 2004 bajando al 3,3% para el año 2005. Ese mismo año, el PIB per
cápita fue de 4.297 dólares, y la tasa de desempleo del 9,9%. Si bien la situación
económica ha sido estable y próspera, los niveles de pobreza en el país son altos
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existiendo una gran parte de la población que subsiste bajo la línea de la pobreza
-52,6% según el BID (2006).
d. Indicadores Sociales
Según los datos de CEPAL (2005), en el tema social, Brasil orienta el 19,5%
de su gasto público. Casi 3% del gasto total se realiza en salud, 3,3% en educación
y 1,6% en Defensa. En relación a los niveles de alfabetización, el 88,4% de los
adultos mayores de 15 años saben leer (CEPAL 2006). En materias de igualdad, a
partir de datos del informe del PNUD (2005) se tiene que el Coeficiente de Gini
Brasileño es de 0,593 , lo que da cuenta de una situación de alta desigualdad en
la distribución del ingreso, si bien este coeficiente ha descendido en los últimos
años.
e. Etnicidad
Brasil es un país multicultural y multirracial que incluye en su población
personas de origen indo americano, africano, europeo, árabe y asiático. La
integración e igualdad de las personas de diferentes orígenes está asegurada en
la constitución y su participación se constata en el mundo político, académico,
económico y cultural. Sin embargo, la población de origen indígena y las
localidades formadas por habitantes de pueblos enfrentan una situación
complicada. Del total de la población, el 0,2% reconoce ser parte de una etnia
originaria, las cuales se ubican generalmente en las localidades de la Amazonia.
Estos grupos indígenas, enfrentan problemas de aislamiento y desconexión de la
actividad económica y política, viéndose afectada su situación de vida dado al
interés económico que despierta territorio. Esto ha provocado el desplazamiento
de localidades indígenas de su lugar de vida. El gobierno federal dispone de
programas de integración y políticas que favorecen las etnias originarias, y la
regularización de sus territorios para asegurar su protección y propiedad, sin
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embargo los niveles de pobreza del mundo indígena y de descontento de muchas
ONGs preocupadas del tema sigue siendo alto.
II. SECTOR DEFENSA
Desde el año 1964, cuando el presidente Goulart fue derrocado mediante
un golpe de estado, hasta el año 1985, donde se eligió nuevamente a un
presidente mediante votación popular, las Fuerzas Armadas se adjudicaron el rol
de conducción del país y lograron hacerse de gran poder, autonomía e influencia
en materias de defensa que en cierto grado se ha mantenido luego de la vuelta a
la democracia. Esto, dado que la preocupación por los temas de defensa en
Brasil, una vez recobrada la democracia, no vino de manera inmediata,
priorizándose temas económicos y sociales por sobre materias relacionadas con
las Fuerzas Armadas y la Seguridad Nacional. Al mismo tiempo, los problemas de
marginalidad, violencia, narcotráfico y crimen organizado que afectan al país en
niveles preocupantes. Esto ha llevado a que por una parte los temas de seguridad
pública reciban mayor atención que los temas de Defensa; y por otra, propician
que las Fuerzas Armadas tengan participación en materias de seguridad pública
ante la imposibilidad de las fuerzas policiales de hacerse cargo por si solas de
dicho escenario.
No obstante, el interés ha sido mayor en los temas de seguridad pública,
las materias de defensa sí fueron abordadas y se llevaron a cabo reformas y
modificación en la organización del gobierno para poder asumir las tareas de
planificación, comando y control del sector. De la misma forma, se ha avanzado
hacia la delimitación de los lineamientos de la política de defensa del país y el
establecimiento de los roles que los distintos actores cumplen en la mantención
de la seguridad del país y su defensa. Así, en Junio de 2005, bajo el mandato del
Presidente Lula da Silva, se promulga mediante el Decreto Nº 5.485, la Política de
Defensa Nacional de Brasil. En este documento condicionante del más alto nivel
jerárquico en los temas de Defensa, se condensa la visión del Gobierno en el
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campo de la Defensa Nacional y la seguridad regional e internacional,
constituyéndose en la guía más específica y explícita que ha tenido, desde el
regreso de la democracia, este sector del Estado brasileño. Dicha política adopta
los siguientes conceptos:
“I.- Seguridad, es la condición que permite al país la preservación de la soberanía y de la integridad territorial, la realización de sus intereses nacionales, libre de presiones y amenazas de cualquier naturaleza, y la garantía a los ciudadanos del ejercicio de los derechos y deberes constitucionales. II - Defensa Nacional es el conjunto de medidas y acciones de Estado, con énfasis en la expresión militar, para la defensa del territorio, de la soberanía y de los intereses nacionales contra amenazas preponderantemente externas, potenciales o manifiestas.” (Política de Defensa Nacional, Decreto 5.485/2005)
Estas definiciones dan cuenta del interés que adquiere para Brasil la
Defensa como camino para garantizar la seguridad de la población, entendida no
solamente como la ausencia de amenazas, sino también como la capacidad de
llevar a cabo los intereses nacionales. Así, la actividad militar es concebida como
apoyo del proceso de desarrollo brasileño y de su posicionamiento como actor
principal en el plano político y económico en el hemisferio. Además, dichas
definiciones establecen claramente que la Defensa Nacional y la actividad militar
se enfoca principalmente al extranjero, pero no de manera exclusiva. Ello permite
dejar abierta la posibilidad de utilizar las Fuerzas Armadas en el combate de
amenazas internas como el narcotráfico, el terrorismo y el crimen organizado,
actividades contra las cuales las Fuerzas Armadas de Brasil ya han actuado en
diversas zonas del país.
Actores de la Defensa
La defensa del territorio Nacional en resguardo de la soberanía del país es
una necesidad básica de cada nación y en Brasil es una función que recae en el
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Presidente de la República en tanto es él, junto a sus ministros -por disposición
constitucional-, quien tiene la dirección superior de la administración del país.
Esta tarea del ejecutivo, recae en un ministerio especializado, en éste caso el
Ministerio de Defensa, encargado de la planificación y elaboración de las políticas
y lineamientos estratégicos del sector, además de su administración. El Ministro,
ejerce la dirección superior de la Defensa. Por otra parte, la actividad operativa
destinada a la Defensa y mantención de la Seguridad del país es llevada a cabo
por las Fuerzas Armadas: Ejército, Marina y Fuerza Aérea o Aeronáutica. Las tres
fuerzas son parte de la administración federal y se subordinan al Ministerio de
Defensa y al Presidente. .
Además del Presidente, de la autoridad ministerial y las Fuerzas Armadas,
existen otros organismos que cumplen un rol importante en materias de Defensa.
El Congreso, tiene atribuciones constitucionales que le permiten negar o autorizar
al presidente decisiones en materias de defensa, como la declaración de guerra y
paz, el ingreso de tropas extranjeras al territorio nacional. Además su capacidad
de legislar en todas las materias de estado y en particular sobre el presupuesto
anual, le entrega un rol importante en las materias de Defensa. A su vez, La
constitución de 1988 prevé la existencia del Consejo de Defensa Nacional,
“órgano de consulta del Presidente de la República en los asuntos relacionados
con la soberanía nacional y la defensa del Estado democrático” (Art. 91).
Participan en dicho Consejo, el Vicepresidente, los Presidentes de ambas cámaras
del Congreso Nacional, el Ministro de Justicia, el Ministro de Defensa, el Ministro
de Relaciones Exteriores, el Ministro de Planificación. Su tarea es discutir temas
como la declaración de guerra, el establecimiento de estados de excepción,
proponer medida para la mantención del estado democrático y la independencia
del país y proponer los criterios y condiciones de la utilización del territorio y sus
recursos para asegurar la seguridad nacional. Por su parte, el Estado Mayor de la
Defensa, es un órgano de asesoramiento del Ministerio de Defensa en materias de
Defensa, y tiene como jefe un oficial general del máximo rango en actividad que
rota entre las tres fuerzas, nombrado por el Presidente de la República. Al Estado
Mayor le compete elaborar la planificación del empleo combinado de las Fuerzas
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Armadas y asesorar al ministro en la conducción de los ejercicios combinados y
en la actuación de las fuerzas brasileñas en las operaciones de paz. El Consejo
Militar de Defensa, es un órgano asesor permanente del Ministro de Defensa y del
Presidente en su calidad de comandante supremo, en las materias que
comprenden el uso de los medios militares, integrado por los comandantes en
jefe de las Fuerzas Armadas y el Jefe del Estado Mayor.
Planificación de la Política
A partir de la Ley Complementaria 97, de Septiembre de 1999, se
reglamenta la preparación, organización y empleo de las Fuerzas Armadas, y se
institucionaliza el Ministerio de Defensa como cartera del gobierno federal
encargada de las materias del sector. Mediante el Decreto 5.201, de Septiembre
de 2004, que define la estructura del Ministerio de Defensa y la competencia de
los órganos que lo integran, se establece que en la órbita de dicho ministerio, se
cuenta con una entidad dedicada a la planificación estratégica de la política del
sector. La Secretaría de Política, Estrategia y Asuntos Internacionales, la cual tiene
dentro de sus responsabilidades formular las bases de la Política de Defensa
Nacional, las Políticas y Estrategias Militares y orientar la conducción de los
asuntos internacionales que involucren a las Fuerzas Armadas en estrecha
relación con el ministerio de relaciones exteriores. Tiene bajo su dependencia, el
Departamento de Política y Estrategia, el Departamento de Asuntos
Internacionales y el Departamento de Inteligencia Estratégica. La planificación
estratégica llevada a como por esta Secretaría es aprobada, posteriormente, por el
Ministro de Defensa y el Presidente de la República.
La política de Defensa y los lineamientos estratégicos originados por el
poder ejecutivo son transformados en planes, programas y objetivos precisos
para las Fuerzas Armadas por el Estado Mayor de la Defensa y por los comandos
del Ejército, Marina y Fuerza Aérea o Aeronáutica.. Los planes conjuntos son
elaborados por el Estado Mayor de la Defensa. Son las propias Fuerzas Armadas
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quienes evalúan el cumplimiento y el éxito de dichos planes, programas y
objetivos. Así, una vez elaborada la política y establecidas las bases generales
para la Defensa, las Fuerzas Armadas tienen la autonomía suficiente para tomar
decisiones y definir materias como la doctrina institucional, la disposición de
tropas, la estructura operativa y logística de las instituciones armadas, las
inversiones en infraestructura, la formación y capacitación del personal militar, la
gestión de recursos humanos y los ascensos y bajas. Todos estos aspectos son de
responsabilidad do Ministerio da Defensa y de los Comandos Militares, pero son
definidos principalmente por las Fuerzas Armadas, Ejército, Marina y Fuerza
Aérea.
Normativa
El ministerio de Defensa de Brasil tiene como fundamento legal la Ley
Complementaria 97, de Septiembre de 1999, en la cual se reglamenta la
preparación, organización y empleo de las Fuerzas Armadas, y se institucionaliza
el Ministerio de Defensa. Sus funciones se establecen en la Ley 10.683 del año
2003, que dispone la organización de la Presidencia de la República y de los
ministerios. El Decreto 5.201 de Septiembre de 2004, define nuevamente las
funciones del Ministerio de Defensa además de establecer su estructura y
organización.
Por su parte, las Fuerzas Armadas se rigen por normas generales incluidas
en la Ley Complementaria 97, de Septiembre de 1999, por la Ley 6.880, Estatuto
de los militares de 1980, y por reglamentos internos para cada fuerza
establecidos vía decreto: Reglamento Disciplinario para la Marina de Brasil
(Decreto Nº 88.545 - 26/07/83), Reglamento Disciplinario para el Ejército
Brasileño (Decreto Nº 4.346 - 26/08/02), Reglamento Disciplinario para la
Aeronáutica (Decreto Nº 76.322 - 22/09/75).
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2.1 Ministerio
En Brasil existe el Ministerio de Defensa desde el 10 de Junio de 1999,
fecha en que el ministerio fue oficialmente creado, siendo los Ministerios “da
Marinha”, “do Exército” y “da Aeronáutica”, existentes hasta entonces,
transformados en Comandos. Hasta la fecha de redacción del presente informe –
octubre de 2006- se han desempeñado en el cargo cinco ministros, únicamente
civiles, nombrados por los presidentes de la república de cada periodo.
El Ministerio de Defensa es el órgano del Gobierno Federal encargado de
asumir la dirección superior de las Fuerzas Armadas del Brasil y se encarga de
establecer políticas nacionales de Defensa y Seguridad, ejerciendo la
administración, dirección, y control de las materias de Defensa en el País. A partir
de la Ley 10.683 que establece las Disposiciones sobre la organización de la
Presidencia de la República, de los Ministerios y de otras providencias se establece
que las materias de competencia de este ministerio son:
”Artículo 27.- Los asuntos que constituyen áreas de competencia de cada Ministerio son os siguientes:
(…) VII.- Ministerio de Defensa:
a. política de defensa nacional; b. política y estrategia militar; c. doctrina y planificación del empleo de las Fuerzas Armadas; d. proyectos especiales de interese de la defensa nacional; e. inteligencia estratégica e operacional en interes de la defensa; f. operaciones militares de las Fuerza Armadas; g. relaciones internacionales de las Fuerzas Armadas; h. presupuesto de la defensa; i. legislación militar; j. política de movilización nacional;
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k. política de ciencia y tecnología en las Fuerzas Armadas; l. política de comunicación social en las Fuerzas Armadas; m. política de remuneración de los militares y pensionistas; n. política nacional de exportación de material de uso militar, así
como el fomento de las actividades de investigación y desarrollo, producción y exportación en áreas de interés de la defensa y control de la exportación de material bélico de naturaleza convencional;
o. actuación de las Fuerzas Armadas, cuando ocurriese, para garantizar la Ley y el orden, apuntando a la preservación del orden público y de la seguridad de las personas y su patrimonio, garantizando también su cooperación al desarrollo nacional y la defensa civil y el apoyo al combate a los delitos transfronterizos y ambientales.
p. logística militar; q. servicio militar; r. asistencia de salud, social y religiosa de las Fuerzas Armadas; s. constitución, organización, efectivos, adiestramiento y
aprestamiento de las fuerzas navales, terrestres y aéreas; t. política marítima nacional; u. seguridad de la navegación aérea, del tráfico marítimo y la
salvaguarda de la vida humana en el mar; v. política aeronáutica nacional y funcionamiento de la política
nacional de desarrollo de las actividades aeroespaciales; w. infraestructura aeroespacial, aeronáutica y aeroportuaria;”
(Ley 10.683. 2003)
Para poder asumir todos los temas que se estiman de competencia del
Ministerio de Defensa, el año 2004 se estableció, por medio del Decreto 5.201, la
organización y las funciones de las distintas dependencias y órganos que integran
la órbita del ministerio. A partir de dicho Decreto, se establece que dentro del
ministerio, es el Ministro de Defensa quien tiene el mando superior del sector,
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cargo de exclusiva responsabilidad y subordinación directa del Presidente de la
República. La misma normativa indica que la organización del ministerio dispone
de organismos de asistencia directa e inmediata del ministro, como son su
Gabinete y la Consultoría Jurídica. A su vez, en la órbita del ministerio, se
encuentran también órganos de tipo asesor en materias técnicas y específicas de
tipo militar, los cuales son el Estado Mayor de la Defensa y el Consejo Militar de
Defensa.
Siguiendo la línea de mando, el ministerio dispone órganos específicos
para el gobierno, administración y planificación de materias de la defensa. La
Secretaría de Política, Estrategia y Asuntos Internacionales se encarga, entre otros
asuntos, de elaborar la Política Nacional de Defensa, dar origen a la doctrina y
estrategia de defensa militar, supervisar la actividad de inteligencia estratégica
para la defensa y orientar la conducción de loa asuntos internacionales que
involucren a las Fuerzas Armadas. Por su parte, La Secretaría de Logística, Movilización, Ciencia y Tecnología, está encargada de formular y supervisar las
políticas de fomento de la ciencia y tecnología dentro de las Fuerzas Armadas,
controlar la exportación de material bélico, coordinar las actividades relativas al
servicio militar, coordinar la participación de las Fuerzas Armadas en el desarrollo
del país, entre otras tareas. A la Secretaría de Organización Institucional, le
compete principalmente, elaborar las directrices relacionadas con la
modernización de las estructuras institucionales, elaborar directrices para la
aplicación de normas relativas a la gestión del personal de las Fuerzas Armadas,
elaborar directrices para la planificación, ejecución y control del presupuesto de
las Fuerzas Armadas y coordinar y ejecutar la gestión interna del ministerio.
Finalmente, la Secretaría de Estudios y de Cooperación está encargada de
proponer directrices generales de orientación en la capacitación del personal de
las Fuerzas Armadas, promover estudios sobre materias importantes para la
Defensa.
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Organigrama del Ministerio de Defensa de Brasil
Fuente: Ministerio de Defensa y Decreto 5.201.
La orgánica del Ministerio de Defensa establece también la existencia de
órganos de Estudio, asistencia y apoyo, entre los cuales se cuentan la Escuela
Superior de Guerra, el Hospital de las Fuerzas Armadas, el Centro de Catalogación
de las Fuerzas Armadas y la Representación de Brasil en la Junta Interamericana
de Defensa. Estos órganos deben desarrollar estudios y evaluaciones en sus
respectivas áreas de actuación y llevar a cabo actividades de apoyo para las tareas
ministeriales. También destaca dentro del organigrama ministerial, la existencia
de la Secretaría de Control Interno, parte del Sistema de Control Interno del Poder
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ejecutivo federal que tiene actuación específica en la fiscalización y supervisión de
la actividad de los distintos órganos ministeriales y de las Fuerzas Armadas. Por
su parte, las Fuerzas Armadas de Brasil se subordinan al Ministro de Defensa, y se
incluyen en la organización ministerial a través de los Comandos de Ejército, de
Marina y de Aeronáutica. Si bien las Fuerzas Armadas tienen estructuras
particulares y se rigen internamente mediante reglamentos específicos, su
dirección suprema recae en el Ministro de Defensa, por lo cual se encuentran en la
línea de mando del ministerio.
Al momento de redacción de este informe -Octubre de 2006- el Ministro
de Defensa del Brasil era Waldir Pirés, quien asumió el cargo en Marzo de 2003 y
pertenece al mundo civil, como todos los ministros desde la creación de la cartera
en 1999. Su gabinete, compuesto por 7 asesores de confianza del ministro,
incluía solamente un militar retirado, en el área de asesoría comunicacional,
estando el resto del cuerpo asesor formado solamente por civiles A nivel de las
Secretarías -para la misma fecha- de las 4 que se mencionan más arriba, 2 de
ellas estaban a cargo de Militares en actividad (Secretaría de Logística,
Movilización, Ciencia y Tecnología; Secretaría de Política, Estrategia y Asuntos
Internacionales), una estaba bajo dirección de un militar retirado (Secretaria de
Estudios e de Cooperación), y otra se encontraba a cargo de un civil (Secretaría de
Organización Institucional). Se puede ver que si bien las Fuerzas Armadas
dependen directamente del Ministro de Defensa, existen otras dependencias del
ministerio que se encuentran bajo la dirección de Personal Militar, los cuales si
bien no integran la línea de mando sobre los medios de la Defensa, ocupan
cargos importantes dentro de la cartera ministerial. Si bien las secretarías
ministeriales ocupadas por Personal Militar, activo o retirado son precisamente las
que tratan asuntos de carácter técnico en materias netamente militares, la
participación de miembros de las instituciones castrenses en un rol de dirección y
no de asesoría, no se adapta a la tendencia que siguen otros países del Cono Sur.
El hecho de ser precisamente la Secretaría de Organización Institucional –
encargada de realizar los cambios orgánicos en el ministerio y en las fuerzas-
aquella que se encuentra bajo dirección civil, dejaría ver la intención del gobierno
20
por asegurar la promoción de los cambios necesarios para modernizar el sector y
asegurar el control civil sobre el mismo.
2.2 Liderazgo civil
En Brasil, el liderazgo de la autoridad civil sobre el sector defensa está
garantizado por Ley. Esta condición se incluye en la Constitución de la República
Federativa del Brasil de 1988, la cual establece normas básicas relativas a los
temas de Defensa. Define la Defensa como una materia de interés de la Unión de
Estados Federales y atribuye al Presidente de la República como titular del poder
ejecutivo encargado de ejercer la dirección superior de la administración Federal,
la decisión de las políticas de nivel nacional y la conducción de las Fuerzas
Armadas. La constitución define también a las Fuerzas Armadas como
instituciones “organizadas con base en la jerarquía y disciplina bajo la autoridad soberana del Presidente de la República”(Art. 142).
Según la constitución, el Presidente de la República es el Comandante
Supremo de las Fuerzas Armadas. En lo concerniente al empleo de los medios
militares el Presidente es asesorado por el Consejo Militar de Defensa que
integran los Comandantes de las tres Fuerzas Armadas y por el Jefe del Estado
Mayor de la Defensa, teniendo como presidente al Ministro de Estado de Defensa.
A partir de la Ley Complementaria 97, de 1999, la cual dispone las normas
generales de organización, preparación y empleo de las Fuerzas Armadas, se
establece que éstas actúan solamente bajo directa subordinación Presidente en el
caso del uso combinado de las fuerzas; al Ministro de Defensa en el caso de
ejercicios de adiestramiento combinado; y al Comandante en Jefe, bajo dirección
del Ministro, en el caso de uso aislado de una Fuerza.
“ARTÍCULO 15.- El Empleo de las Fuerzas Armadas en la defensa de la
Patria y la garantía de los poderes constitucionales, de la Ley y el orden, y en la participación en operaciones de paz, es de responsabilidad del Presidente de la
21
República, quien determinará al ministro de Estado de la Defensa, la activación de órganos operacionales respetando la siguiente forma de subordinación:
I. directamente al Comandante Supremo, en el caso de Comandos Combinados, compuestos por las Fuerzas Armadas y cuando sea necesaria, por otros órganos
II. directamente al Ministro de Estado de la Defensa, para fines de adiestramiento en operaciones combinadas, y para participación brasileña en operaciones de paz.
III. directamente al respectivo Comandante de la Fuerza, respetando la dirección superior del Ministro de Estado de la Defensa, en el caso del empleo aislado de medios de una única fuerza (...)”
Sumado a lo anterior, el liderazgo civil sobre el sector se refuerza al ser el
Presidente de la República, en acuerdo con el Ministro de Defensa, quien designa
el Comandante en Jefe de cada fuerza según criterios de grado y antigüedad. Esta
designación no requiere venia del Parlamento. La permanencia del Comandante en
Jefe en el cargo depende de la decisión del Poder Ejecutivo, aunque ella está
sujeta a las causales de retiro. No existe ningún mecanismo especial de remoción,
ni causales específicas que se encuentren expresadas en algún tipo de norma y
que provoquen esta salida del cargo. Tampoco ocurre necesariamente que los
Comandantes en Jefe cumplan en el cargo periodos paralelos al del Presidente de
la República.
“Artículo 84.- Compete privativamente al Presidente de la República: (…) 13.- Ejercer el comando supremo de las Fuerzas Armadas, nombrar los
Comandantes de la Marina, del Ejército y de la Aeronáutica, promover a los oficiales-generales y nombrarlos para los cargos que les son privativos; (Redacción dada por la Enmienda Constitucional nº 23, de 02/09/99)”
(Constitución de la República Federativa de Brasil de 1988)
22
2.3 Control Externo
a. Congreso
El Congreso Nacional tiene atribuciones que le otorgan un importante rol
en materias de Defensa Nacional y que evitan la concentración de todas las
decisiones en el Poder Ejecutivo. Así, tanto para declarar la guerra como para
celebrar la Paz, el Presidente requiere la aprobación del congreso, misma
autorización que debe existir para el ingreso de tropas extranjeras al territorio
brasileño (Art. 49 de la Constitución). De igual forma, es necesaria la autorización
del Congreso para la declaración de los estados de Defensa y de Sitio por parte
del Presidente (Art. 136 y 137 de la Constitución).
Sumado a lo anterior, el Congreso tiene la facultad para legislar acerca de
todas las materias de interés de la Unión Federal, incluyendo la Defensa Nacional,
lo cual le entrega posibilidad de decisión y control sobre el sector de la Defensa.
Si bien el interés concreto por legislar en materias de Defensa y Fuerzas Armadas
y la actividad legislativa en relación a estos temas no son frecuentes, cabe señalar
que la posibilidad existe. Por ello, tanto para apoyar el proceso legislativo como
para ejercer control sobre las actividades de los organismos del sector de la
Defensa existen en la Cámara de Diputados y en la Cámara de Senadores
comisiones que tratan de manera conjunta los temas de Defensa y Relaciones
Exteriores.
Por otra parte, el Congreso tiene la posibilidad de ejercer control sobre
distintas áreas del gobierno a través del Presupuesto Nacional. Cada año se
requiere la aprobación del presupuesto por parte del Congreso para que este
pueda entrar en operación. El presupuesto incluye los gastos de la Defensa y
Fuerzas Armadas, y la posibilidad de los parlamentarios de llevar a cabo
modificaciones al proyecto de presupuesto es una manera de ejercer control
sobre el sector Defensa.
23
Según la Constitución Federal de Brasil, la fiscalización contable, financiera,
presupuestaria, operacional y patrimonial de la unión y de las entidades de
administración directa e indirecta, en cuanto a legitimidad, legalidad,
racionalidad, etc., será ejercida de manera externa, por el Congreso Nacional. El
control externo del Congreso, es ejercido con el auxilio del Tribunal de Cuentas
de la Unión. Este órgano, no está subordinado jerárquicamente al Parlamento,
tiene competencias constitucionales propias y juzga también al parlamento. Existe
en el Congreso una comisión mixta permanente, prevista en el artículo 166 de la
Constitución que se encarga de investigar los gastos no autorizados, inversiones
no aprobadas y tiene facultades para pedir información esclarecedora tomar
resoluciones. Por su parte, el Tribunal de Cuentas de la Unión, dispone de una
unidad técnica específica para el ejercicio del control externo sobre el sector de la
Defensa Nacional., la 3ª Secretaría de Control Externo, que además del Ministerio
de Defensa y los Comandos de las FFAA, incluye al Ministerio de RREE. El tribunal
debe llevar a cabo auditorías, examinar procesos y prestaciones, fiscalizar la
descentralización de los recursos públicos federales, mantener actualizadas las
bases de información del área.
b. ONGs
Existen en el país algunas organizaciones no gubernamentales que analizan
de manera permanente las actividades y decisiones en materias de Defensa. El
Núcleo de Estudios Estratégicos de la Universidad de Campinas (Unicamp), el
Grupo de Estudios de la Defensa y Seguridad (Gedes), de la Universidad del Estado
de São Paulo (Unesp) y el Grupo de Estudios Estratégicos de la Universidad Federal
de Río de Janeiro (Uferj), son unidades académicas que realizan un monitoreo
constante de la actividad militar y las decisiones en materias de Defensa. Si bien
dichas instituciones han investigado y trabajado el tema de la Defensa, solamente
algunas han tenido participación ocasional en las comisiones de Defensa del
congreso y en la asesoría del gobierno en la formulación de leyes en relación al
tema. Si bien tampoco han tenido participación en la implementación de políticas
24
en el sector Defensa, sí han participado en la evaluación de dichas iniciativas. En
general, se constata que la actividad académica de alta calidad que tiene lugar en
el país en torno a materias de Defensa no se encuentra necesariamente integrada
a la labor del gobierno y las instituciones de la Defensa, si bien es posible que de
manera excepcional sean estas llamadas a paticipar ante una situación más o
menos urgente.
2.4 Fuerzas Armadas
a. Misión
Las Fuerzas Armadas de Brasil están compuestas por El Ejército, La Marina
y La Fuerza Aérea o Aeronáutica y se despliegan como instrumento del Estado
para mantener la defensa del país. Su misión y características generales se
establecen a partir de la Constitución;:
”Articulo 142.- Las Fuerzas Armadas, constituidas por la Marina por el Ejercito y por la Aeronáutica son instituciones nacionales permanentes y regulares, organizadas con base en la jerarquía y en la disciplina, bajo la autoridad suprema del Presidente de la Republica, y se destinan a la defensa de la Patria, a la garantía de los Poderes Constitucionales y, por iniciativa de cualquier de estos, de la ley y el orden.” (Constitución de la República Federativa de Brasil,
1988) Dicha definición establece la estricta subordinación Militar al mandato Civil
del Presidente, situación necesaria para asegurar la estabilidad de los gobiernos
democráticos, teniendo en cuenta el rol que jugaron las Fuerzas Militares en el
gobierno del país en épocas pasadas. A la vez, este artículo plantea la posibilidad
de las Fuerzas Armadas de participar en la mantención de la Ley y el Orden
únicamente bajo la iniciativa de los poderes constitucionales, situación que se
25
torna necesaria en el país cuando la actividad criminal organizada y el narcotráfico
sobrepasa la capacidad de las fuerzas policiales.
b. Funciones
Las Fuerzas Armadas llevan a cabo diferentes funciones según su ámbito
de competencia (tierra, aire y agua), para cumplir con la misión que les es
confiada. Así, realizan las actividades necesarias para distinguir las posibles
amenazas internas y externas a la estabilidad del país. Además de preparar las
fuerzas necesarias para un posible enfrentamiento, realizan otras actividades en
tiempos de paz, a partir de los establecido en la Ley Complementaria 97 la cual
señala que las fuerzas armadas tienen la atribución subsidiaria general de
“cooperar con el desarrollo nacional y la defensa civil, en la forma determinada por el Presidente de la República”, lo cual incluye la “participación en campañas institucionales de utilidad pública y de interes social”. (Art. 16). Esto lleva a que
las instituciones militares a cooperar en la conservación del orden y la
tranquilidad en lo interior, contribuir en la preservación del Medio Ambiente,
realizar o apoyar tareas de acción comunitaria y/o acción cívica, ejecutar
operaciones de protección civil en el marco de los diferentes sistemas de
emergencia. A su vez, las Fuerzas Armadas del Brasil han tenido una constante y
activa participación en misiones de Paz bajo el mando de la ONU, destacándose
de manera reciente el la labor realizada por tropas Brasileñas en Haití. .
Las Fuerzas Armadas -según lo previsto en la Constitución Federal y lo
especificado en la Ley Complementaria 97- tienen la posibilidad de intervenir en
la mantención del orden y la seguridad pública, si bien esta es una facultad
establecida como medida excepcional y ocasional. En el caso de quebrantamiento
del orden y seguridad interior, cuando las fuerzas destinadas a la Seguridad
pública, es decir, las Policías Federal, Rodoviaria y Ferroviaria, las Policías Civiles y
26
Militares de los Estados, las Guardias Municipales y los Cuerpos de Bomberos
Militares, son insuficientes para enfrentar alguna situación particular, es posible,
solicitar la intervención de las Fuerzas Armadas para el apoyo en la resolución de
un problema puntual. La incapacidad de las fuerzas de seguridad es establecida
por el Presidente de la República o por el Gobernador del Estados en dónde es
requerida la intervención militar. Bajo el conocimiento del Presidente, las Fuerzas
Armadas pueden acudir al llamado actuando de forma episódica, en un territorio
claramente establecido y durante un tiempo limitado. Está previsto, que el control
operativo de las fuerzas policiales se traspase durante el periodo que dura la
intervención militar, a quien dirige la operación militar para coordinar de mejor
forma las tareas (Artículo 16, Ley Complementaria 97, 1999). Los problemas de
crimen organizado y narcotráfico en Brasil han llevado a que las Fuerzas Armadas,
especialmente el Ejército, actúen dentro del territorio, para controlar situaciones
de violencia extrema o prestar apoyo en zonas donde la policía se ve
sobrepasada. También han colaborado con la policía durante jornadas electorales
y en visitas de mandatarios internacionales. A comienzos de la transición,
participaron también en la represión de huelgas que se sucedieron en el país.
Algunas funciones o atribuciones específicas de la Marina, producto de la
especialización de sus recursos técnicos y humanos son: la orientación y control
de la marina mercante y sus actividades en lo que interesa a la defensa nacional;
proveer seguridad a la navegación marítima; contribuir en la formulación y
conducción de políticas nacionales relacionadas con el mar e; implementar y
fiscalizar el cumplimiento de la ley y el reglamento en el mar y las aguas interiores
en coordinación con otros órganos del poder Ejecutivo Federal o Estadual.
Por su parte, la Aeronáutica tiene como atribuciones subsidiarias
específicas aquellas referidas al control y vigilancia del espacio aéreo nacional. De
manera específica, le compete: orientar, coordinar y controlar las actividades de
Aviación Civil; proveer seguridad a la navegación aérea; contribuir en la
formulación y conducción de la política Aeroespacial Nacional; establecer, equipar
27
y operar, de manera directo o bajo concesión, la infraestructura aeronáutica,
aeroespacial y aeroportuaria; operar el correo aéreo nacional; cooperar con el
Gobierno Federal en la represión de los delitos de repercusión nacional e
internacional en relación al uso del espacio aéreo e infraestructura aeroportuaria,
además de apoyo logístico, de inteligencia, comunicación e instrucción y; actuar
contra el tráfico aéreo ilícito, especialmente en lo referido al tráfico de drogas,
armas, municiones y pasajeros ilegales.
Por último, al ejército le compete de manera específica: contribuir en la
formulación y conducción de las políticas nacionales que dicen relación con el
poder militar terrestre; cooperar con órganos públicos federales, estaduales,
municipales y, excepcionalmente, con empresas privadas, en la ejecución de
obras y servicios de ingeniería, proviniendo los recursos del órgano solicitante;
cooperar con órganos federales, cuando fuese necesario, en la represión de los
delitos de repercusión nacional e internacional, en el territorio nacional, en la
forma de apoyo logístico, de inteligencia, de comunicaciones y de instrucción.;
actuar por medio de acciones preventivas y represivas en la faja de la frontera
terrestre contra delitos transfronterizos y ambientales, realizando patrullamiento,
revisión de personas y vehículos, pudiendo detener a las personas que cometan
delito flagrante.
c. Estructura jerárquica
La división jerárquica de las tres Fuerzas Armadas de Brasil es de tipo
militarizado y vertical con estricta separación entre el cuerpo de oficiales y
graduados (suboficiales). Las posibilidades de ascenso del personal militar se ven
restringidas según la pertenencia a uno de escalafones, pudiendo solamente
quienes ingresan a los centro de formación de oficiales, llegar a los puestos
superiores de la jerarquía institucional. La distinción de los oficiales por sobre los
graduados se constata al considerarse jerárquicamente superiores a quienes son
28
aspirantes a convertirse en oficiales de las instituciones (plazas especiales), por
sobre los grados más altos de los graduados (suboficiales).
Los nombres de los rangos de cada institución difieren por tradición, pero
reflejan un mismo nivel jerárquico y de comando de tropas dentro de la fuerza.
Las escalas jerárquicas con los grados equivalentes entre las distintas Fuerzas,
son las siguientes:
Tabla 1: Grados Fuerzas Armadas Brasil
GRADOS
CATEGORIA
CALIFICACION
EJERCITO MARINA FUERZA AEREA
Oficiales
Generales
Mariscal
General de
Ejército
General de
División
General de
Brigada
Almirante
Almirante de
Escuadra
Vicealmirante
Contra
Almirante
Mariscal del Aire
Teniente
Brigadier del Aire
Mayor Brigadier
del Aire
Brigadier del Aire
Oficiales
Superiores
Coronel
Teniente
Coronel
Mayor
Capitán de
Mar y Guerra
Capitán de
Fragata
Capitán de
Corveta
Coronel
Teniente Coronel
Mayor
Oficiales
Intermediarios
Capitán Capitán
Teniente
Capitán
PERSONAL
SUPERIOR
(OFICIALES)
Oficiales
Subalternos
Teniente 1º
Teniente 2º
Aspirante
Teniente 1º
Teniente 2º
Guardia
Marina
Teniente 1º
Teniente 2º
Aspirante
29
Graduados Subteniente
Sargento 1º
Sargento 2º
Sargento 3º
Suboficial
Sargento 1º
Sargento 2º
Sargento 3º
Suboficial
Sargento 1º
Sargento 2º
Sargento 3º
PERSONAL
SUBALTERNO
Plazas Cabo
Taifeiro-Mor
Soldado 1ª
Clase
Taifeiro 1ª
Clase
Cabo
Marinero
Cabo
Taifeiro-Mor
Soldado 1ª Clase
Taifeiro 1ª Clase
Soldado 2ª Clase
Taifeiro 2ª Clase
30
d. Ingreso
El ingreso a las Fuerzas Armadas de Brasil se puede llevar a cabo mediante
la postulación a las escuelas de formación de oficiales o suboficiales de las
distintas Fuerzas Armadas. También quienes se alistan para el servicio militar,
luego de su permanencia en alguna de las fuerzas como soldado, pueden acceder
a un curso de especialización para integrarse a la carrera militar en el cuadro de
graduados (suboficiales). Ciudadanos profesionales en áreas de interés técnico
para las instituciones, también pueden ingresar a la fuerza a través de cursos
específicos de preparación.
Los requisitos de ingreso para acceder a los Centros de Formación de
oficiales y suboficiales no se encuentran delimitados por una normativa que se
extienda a todas las Fuerzas Armadas, sino por reglamentos particulares que
rigen a cada una de ellas. Si bien puede existir cierta variación en los criterios de
ingreso, todos toman en cuenta condiciones relativas a la nacionalidad, edad,
aptitud intelectual, capacidad física e idoneidad moral y disponen de cursos
especiales según el nivel educacional del postulante. Así, con ciertos matices, el
ingreso a las instituciones castrenses para el círculo de oficiales contempla el
ingreso exclusivo de brasileños solteros sin hijos, menores de 24 años en el caso
del ejército, de 22 en la marina y de 21 en la Fuerzas Aérea, pudiendo las mujeres
acceder solamente a ciertas armas (áreas, especialidades). Se realiza un examen
físico, intelectual, psicológico y médico, existiendo también ciertos requisitos de
altura mínima para los postulantes. Para ingresar a las escuelas o academias de
formación de oficiales es preciso haber cursado con éxito la enseñanza media. En
el caso de los centro de formación para los aspirantes a suboficiales, los
requisitos son similares. Es preciso ser soltero y sin hijos, dado que el régimen de
enseñanza es de internado. La mujer puede ingresar a la fuerza pero restringida a
ciertas armas dentro de la institución. En el caso de la edad, los requisitos son
flexibles, al igual que con el nivel académico del postulante, puesto que existen
diferentes mecanismos de ingreso al impartir cursos de formación que permiten
31
nivelar los estudios de los postulantes. También se efectúan exámenes de
idoneidad física e intelectual para hacer ingreso a cada fuerza.
e. Formación
En Brasil existen centros de estudio al interior de cada Fuerza Armada para
la formación y perfeccionamiento de sus oficiales y suboficiales. Además de la
diferenciación que existe en los centros de formación y tipo de enseñanza entre
oficiales y suboficiales, las 3 Fuerzas Armadas cuentan con escuelas de formación
especializada según la complejidad y particularidad de las tareas que realizarán
sus efectivos o el área de desempeño a la que acceden o que elijen. Por otra
parte, la actividad de educación y capacitación llevada a cabo por las Fuerzas
Armadas no se dirige solamente a la formación y preparación de su propio
personal, sino que también se dirige a la educación de la población de manera
general a través de colegios militares donde reciben educación niños de todo el
país. Además, los centros de formación de las tres instituciones militares entregan
la posibilidad de preparar civiles como reservistas de las Fuerzas Armadas y los
centros de educación superior, de incluir a civiles en cursos de en materias de
Defensa y Estrategia Militar, ofreciendo grados de maestría.
Una generalidad en la formación impartida por las distintas Fuerzas
Armadas es que las mujeres solamente pueden acceder a ciertos centros de
formación donde se imparten las materias en las cuales se les permite
desempeñarse dentro del mundo militar: Salud, administración e ingeniería,
reservándose las especialidades que implican un mayor desempeño físico,
exclusivamente para hombres. También ocurre que las tres fuerzas ofrecen
formación militar diferenciada según el nivel de estudios del aspirante, lo cual le
permite también desempeñarse en distintos círculos jerárquicos de la institución.
Quienes tienen formación básica pueden acceder a la nivelación en los centros de
formación de las fuerzas en las cuales además se preparan militarmente para
formar parte del cuerpo de plazas o soldados de las Fuerzas Armadas. La
educación media permite acceder a las escuelas de oficiales o de sargentos,
32
mientras que haber cursado estudios superiores permite el ingreso a la institución
luego de un curso de preparación. La duración de los cursos de formación
también varía. Las plazas se forman en aproximadamente 10 meses, mientras que
los cursos de sargentos significan otros meses de formación adicional y los
oficiales cursan 4 años de preparación (5 en el caso de ingenieros).
Dentro de la Fuerza Aérea, existen diversos órganos de enseñanza para el
personal, los cuales entregan desde formación básica, hasta estudios superiores
en los temas de Defensa. Bajo la dependencia del Departamento de Enseñanza
Aeronáutica (DEPENS), se encuentran: la Escuela Preparatoria de Cadetes del Aire
(EOCAR), donde comienzan a recibir enseñanza militar jóvenes que después harán
ingreso a la academia para oficiales; la Academia de la Fuerza Aérea (AFA), donde
se forman los futuros oficiales de la institución; la Escuela de Especialistas de
Aeronáutica, donde se imparten los cursos para sargento, último grado del círculo
de graduados (suboficiales); el Centro de Instrucción y Adaptación de Aeronáutica,
donde se imparten cursos de especialización para las áreas médicas; la
Universidad de la Fuerza Aérea (UNIFA) se encarga de planear, coordinar y
controlar los cursos orientados al perfeccionamiento y altos estudios militares
destinados a los oficiales, a la cual se subordinan la Escuela de Comando y Estado
Mayor de Aeronáutica, y la Escuela de Perfeccionamiento de Oficiales de
Aeronáutica.
En el ejército, también existen órganos diferenciados para la formación
inicial de oficiales y suboficiales de la institución, además de escuelas que dictan
cursos de especialización técnica y centros de formación d de tipo superior para
el personal de la institución. Quienes quieran enrolarse como cuadro permanente
de la institución en el circulo de graduados, reciben formación en las escuelas de
sargentos, las cuales se hallan divididas según el área de especialidad que
imparten (artillería, caballería, comunicaciones, mantención de armamento,
topografía, intendencia, etc.) En el caso de los oficiales de carrera, estos ingresan
a la Academia Militar “das Agulhas Negras”. Por otra parte, la escuela de Salud del
33
Ejército y la Escuela de Administración del Ejército preparan a profesionales de
áreas específicas para integrarse a la carrera militar cuando ya poseen un título en
áreas de salud y de administración.
En al caso de la Marina, quienes se integran al circulo de graduados de
manera permanente, los hacen a través de los cursos dictados en el Centro de
Instrucción Almirante Alexandrino. Los Oficiales, por su parte, egresan de la
Escuela Naval. El Centro de Instrucción Almirante Wanderwolk realiza cursos de
preparación para profesionales que quieran ingresar a la Marina. Destaca también
en la institución, la Escuela de Guerra Naval, dependiente del Estado Mayor,
órgano de altos estudios militares que prepara a los oficiales de la institución para
su desempeño en labores operativas y administrativas de alto nivel,
perfeccionándolos para cargos de comando.
f. Control Interno
En el ministerio de defensa, el control interno es ejercido por la Secretaría
de Control Interno con el fin de garantizar la transparencia en el uso de los
recursos, siendo su actuación fuertemente orientada a garantizar el cumplimiento
de las leyes y reglas, realizando una acción principalmente preventiva. Dicha
Secretaría, tiene actuación tanto en los órganos del Ministerio como las Fuerzas
Armadas. Entre otras cosas, le comete: asesorar al ministro en temas económicos
y financieros; ejercer control y fiscalización de la gestión presupuestaria y
financiera y contable del sector; realizar auditorías; supervisar y controlar la
coordinación de las actividades de control interno de los comandos de las fuerzas
armadas y otros órganos dependientes del ministerio; coordinarse con los
órganos de control del poder federal central; perseguir los actos ilegales o
irregulares dentro de los organismos del sector; estudiar casos de retiro o paso a
reserva; fiscalizar el cumplimiento de las metas plurianuales; prestar orientación
en materia de elaboración y ejecución del presupuesto ministerial; disponer de
información al órgano de control central para la rendición de cuentas al
34
presidente y; realizar otras actividades inherentes a su área de actuación (Decreto
5.201, Artículo 30).
La supervisión y coordinación de la Secretaría de Control Interno del
ministerio se coordina con las respectivas unidades de control de los comandos
militares a través del Consejo de Control Interno.
Cada comando de las Fuerzas Armadas dispone de su propia estructura de
control interno, independiente de la Secretaría Federal de Control Interno y de la
Secretaría de Control del Ministerio. En la Marina, el control interno compete a la
Directoría de Cuentas de la Marina (DCom), la cual debe coordinar los servicios de
auditoría, garantizar la regularidad de las cuentas, además de favorecer al
perfeccionamiento de las actividades de control operacionales de las
organizaciones de la Marina. En el Ejército, corresponde a la directoría de
Auditoría (DAud), órgano de apoyo técnico-normativo y de ejecución de la
Secretaría de Economía y Finanzas del Ejército y su misión es acompañar y avalar
la gestión presupuestaria, financiera, patrimonial, y de personal, de las unidades
gestoras del ejército. En la Aeronáutica, corresponde a la Subsecretaría de
Auditoría (SuAud), el cumplimiento del plan anual de auditoría, el
acompañamiento y evaluación de la gestión relacionada al desempeño de las
unidades gestoras y de las entidades vinculadas, y a la verificación de precisión y
suficiencia de los datos referentes a la administración del personal. Depende de la
Secretaría de Economía y Finanzas de Aeronáutica.
g. Justicia Militar
La Justicia Militar es una rama especializada de la Justicia Nacional de
Brasil, integrada por el Supremo Tribunal Militar y por los Tribunales y Jueces
Militares que dispone la Ley. Está encargada de procesar y juzgar los crímenes
militares en virtud de lo establecido en el Código Penal Militar. Tanto los Jueces
como los fiscales son civiles, y el órgano superior de Justicia Militar, el Supremo
35
Tribunal Militar, está integrado por 15 ministros nombrados por el Presidente de
la República de los cuales 10 son Oficiales Generales de las Fuerzas Armadas y el
resto civiles calificados para el cargo.
La Justicia Militar tiene por cometido velar y preservar bienes jurídicos de
naturaleza diferente a aquellos protegidos por las normas penales comunes.
Existen valores que se entienden como estrictamente necesarios para que puedan
funcionar las instituciones militares tales como el orden, la disciplina, el
cumplimiento del deber, la subordinación, la jerarquía, la eficiencia, la moralidad.
Estos no deben ser quebrantados y son normados entonces, por la Justicia Militar.
Además de la violación a los reglamentos militares, las faltas que constituyen
delito y crimen en las cuales se ve involucrado el personal militar, caen dentro de
la jurisdicción de la justicia Militar. La Justicia Militar puede procesar civiles en los
casos en que el delito esté previsto en la Ley de Seguridad Nacional o en el Código
Penal Militar. Por su parte, el personal militar goza de un fuero especial que le
impide ser procesado y juzgado por los tribunales civiles, salvo en los casos en
que sea expulsado de las Fuerzas Armadas.
h. Servicio Militar
En Brasil, el servicio militar es obligatorio con la posibilidad de objeción de
conciencia. La Ley de Servicio Militar, (Le Nº 4.375, del 17 de Agosto de 1964) y
su Decreto Reglamentario (Dec Nº 57.654, del 20 de Enero de 1966) fijan las
normas, los procedimientos, los derechos y los deberes de todos los ciudadanos
brasileños, en lo que respecta al Servicio Militar Obligatorio. La Constitución de
la República Federativa de Brasil, de 1988, incluyó la opción de objeción de
conciencia, la cual supone el reemplazo del servicio militar efectivo por un
servicio alternativo a quienes, en tiempo de paz y una vez alistados, argumenten
razones de conciencia para no realizar el servicio, las cuales pueden ser de tipo
religioso, filosófico o político. Anualmente se realiza el llamado de convocación al
servicio militar, obligación que puede caer en cualquier brasileño hombre entre 18
36
y 45 años. Desde el año 1996 las mujeres también pueden realizar el servicio
militar, pero de manera voluntaria, ya que el llamado al servicio durante tiempo
de paz, es solamente para hombres. El Servicio Militar dura 10 meses, durante los
cuales los participantes reciben instrucción técnica en materia militares, además
de recibir educación y ser preparados para un oficio. Así, el Servicio Militar es
visto como un factor de progreso social y en una fuente de oportunidades, razón
por la cual la cantidad de jóvenes que se presentan a servir es muy superior al
número de personas que son aceptadas, debido al tamaño de las Fuerzas
Armadas del país en relación a su población.
2.5 Presupuesto
En Brasil, el presupuesto de la Defensa, que incluye el de las Fuerzas
Armadas forma parte del presupuesto general de la Unión el cual es enviado
anualmente por el Presidente de la República al Congreso para su aprobación. El
criterio de asignación presupuestario se establece en virtud de los recursos
disponibles, de las prioridades de la defensa y otros sectores del gobierno. El
ciclo presupuestario comienza en las Fuerzas Armadas, las cuales hacen presentes
sus necesidades y requerimientos al Ministerio de Defensa, en donde se prepara
el presupuesto del sector antes de enviarlo al Presidente. Dentro del Ministerio
existe una unidad especializada en evaluar el presupuesto en base a planes de
desarrollo y programas, el Departamento de Planificación presupuestaria y
Financiera, subordinado a la Subsecretaría de Organización Institucional. A este
departamento le compete, principalmente: 1)proponer las directrices generales
relativas a la planificación, ejecución y control presupuestario de las Fuerzas
Armadas y, observar y evaluar el desarrollo de esas actividades; 2) analizar y
proponer la consolidación de los planes plurianuales y de las propuestas
presupuestarias y complementaciones de las Fuerzas Armadas y de la
administración central del ministerio.
37
El presupuesto de las Fuerzas Armadas si bien se origina en las
necesidades expresadas por cada fuerza, debe concordar con los objetivos de la
política de defensa nacional fijada por el Presidente y el Ministro. Así lo señala la
Ley Complementaria Nº 97 de 1999, Sobre las Normas Generales para la
Organización, preparación y empleo de las Fuerzas Armadas:
“Artículo 12.- El presupuesto del Ministerio de Defensa contemplará las
prioridades de la política de defensa nacional explicitadas en la Ley de Directrices Presupuestarias:
§ 1º El presupuesto del Ministerio de Defensa identificará las dotaciones propias de la Marina, del Ejército y de la Aeronáutica. § 2º La consolidación de las propuestas presupuestarias de las Fuerzas Armadas será hecha por el Ministerio de Defensa obedeciéndose las prioridades establecidas en la política de defensa nacional, explicitadas en la Ley de Directrices Presupuestarias § 3º La Marina, el Ejército y la Aeronáutica harán la gestión, de forma individual, de los recursos presupuestarios que les fueren destinados en el presupuesto del Ministerio de Defensa”. (Ley
Complementaria Nº 97, 1999)
Los gastos de la defensa y el presupuesto del sector se publican
anualmente en el portal de transparencia del Gobierno Federal:
http://www.transparencia.gov.br/, sin embargo el órgano encargado de las
materias presupuestarias del Gobierno Federal es la Secretaría de Presupuesto
Federal, dependiente del Ministerio de Planificación, Presupuesto y Gestión. La
información publicada del presupuesto incluye los gastos del Ministerio, de los
Comando Militares y de las Unidades Militares, por año y por tipo de gasto. La
clasificación del presupuesto según tipo de gasto, se realiza: por Poder, por
Función y Sub-función de Gobierno, por Grupo de Gasto, y por Categoría
Económica. No se incluye en esta información, lo montos globales de los gastos
reservados.
38
Según la información dispuesta por la Secretaría de Presupuesto Federal, el
presupuesto del sector Defensa para el año 2006, fue fijado en 35.168.125.317
Reales (R$) -aproximadamente 16,4 billones de dólares- lo que corresponde
aproximadamente el 1,9% del producto interno bruto del país, porcentaje que se
ha mantenido estable en los últimos años. De dicho total, R$27.198.022.324 se
destinan a remuneraciones del personal y encargos sociales, lo que corresponde a
un 77% del total del presupuesto asignado. El año 2005, de R$32.065.513.754, el
presupuesto asignado al pago de remuneraciones de sector ascendía a
R$23.882.760.025, lo que corresponde al 74% del total. El año 2004, de un total
de R$27.989.881.636, se aprobaron R$21.204.392.508 como grupo de gasto en
remuneraciones, lo que corresponde a un 75%. De los datos del año 2006 se
puede ver que la mayor parte del gasto del sector destinado a las Fuerzas
Armadas es asignado al Ejército. Si bien los montos asignados no dependen
necesariamente de la institución -sino de las inversiones específicas que se
realicen cada año- la partida asignada a cada fuerza tiene que ver también con
el tamaño de la Institución en materia de Recursos humanos, siendo el ejército
quien tiene un contingente mayor.
Tabla 2: Presupuesto Defensa 2006
Presupuesto Defensa
2006
R$ moneda local
(Reales)
Millones de
Dólares
% del total
Ministerio de Defensa 1.169.247.799 546 3,3%
Ejército 15.306.186.657 7.154 43,5%
Aeronáutica 7.593.462.594 3.549 21%
Marina 8.578.314.594 4.011 24%
Total Sector Defensa 35.168.125.317 16.439 100%
Fuente: Secretaría de Presupuesto Federal
2.6 Reformas y Modernización
39
Dado el papel que cumplieron las Fuerzas Armadas durante los gobiernos
autoritarios, donde participaron de la toma de decisiones políticas y fueron un
instrumento de represión ciudadana, se instaló en Brasil, desde el retorno a la
democracia en 1985, el desafío de lograr devolver legitimidad a las instituciones
armadas fuertemente cuestionadas en aquel momento. De la misma manera se
buscaron las fórmulas para asegurar la estabilidad de los gobiernos civiles, lo que
requería cambios en el sector defensa y también al interior de las instituciones
que participaron en los gobiernos militares para evitar su intervención en asuntos
políticos y evitar situaciones de confrontación entre civiles y militares. Sin
embargo, en un primer momento no se registraron cambios profundos en el
sector, sino la negociación entre los distintos actores para garantizar la
estabilidad democrática del país, asegurando la mantención de altos niveles de
poder y autonomía por parte de las Fuerzas Armadas. De manera tardía, los
cambios más emblemáticos tuvieron lugar muchos años después de la
reinstauración de la democracia, casi al final de la década de los noventa, con la
creación del Ministerio de Defensa y la nueva normativa para las Fuerzas
Armadas. Los cambios y reformas dentro del sector defensa se han orientado en
esa perspectiva a asegurar la gobernabilidad del país y a potenciar y modernizar
las Fuerzas Armadas, adaptándolas a los nuevos escenarios regionales y
mundiales, si bien, el efecto, intensidad y magnitud de las normas puede dejar
lugar a dudas.
Desde el retorno a la democracia en 1985, se han llevado a cabo reformas
en el sector defensa que significaron cambios en aspectos tales como: el rol
constitucional de la Defensa y las Fuerzas Armadas; el mando constitucional del
Presidente sobre las Fuerzas Armadas; la estructura orgánica de la cartera de
Estado encargada de los temas de Defensa; los programas de formación del
personal de las Fuerzas Armadas. De la misma forma se han llevado a cabo
procesos de modernización del sector asegurando el desempeño ordenado y
eficiente de las Fuerzas Armadas nacionales, al servicio de los objetivos fijados
por la institucionalidad civil-democrática. La mayoría de estas reformas se
establecen mediante la vía legal, a partir de la Ley Complementaria 97, de Junio
40
de 1999, iniciativa del gobierno, promulgada catorce años después del final de los
gobiernos militares, donde se reglamenta la preparación, organización y empleo
de las Fuerzas Armadas y por la cual se crea el Ministerio de Defensa. Sin
embargo con anterioridad, se habían incluido aspectos reformadores de la
Defensa en la nueva Constitución Federal de 1988 y se había dado origen por
primera vez la Política de Defensa Nacional..
El año 1996 se generó la primera Política de Defensa Nacional, durante el
gobierno del Presidente Cardoso en lo que fue el primer documento que explicitó
las concepciones de la defensa que tenían los gobiernos civiles en el país desde
una perspectiva conjunta, antes incluso de la creación del Ministerio de Defensa.
En ella se expresaban los objetivos del país en el área de la Defensa, en relación al
contexto regional e internacional, se precisaba la orientación estratégica que
tomaría el país en materias defensivas frente a las amenazas probables y se
establecían las directrices que deberían seguir las Fuerzas Armadas y la defensa
de la patria en general. Casi 10 años después, el gobierno del Presidente Lula da
Silva actualiza los contenidos de la política de Defensa Nacional. El 30 de Julio de
2005, mediante el Decreto 5.484, se dio a conocer la Política de Defensa Nacional
que condensa la visión del Gobierno de Brasil en materia de Defensa Nacional y
seguridad regional e internacional. Esta política constituye el documento más
específico que ha tenido este sector del Estado Brasileño desde la reinstauración
de la democracia, donde se definen las áreas estratégicas prioritarias para el
Estado y la Defensa (Amazonas y Atlántico Sur); se precisa la importancia del
sector defensa y su adecuado equipamiento para enfrentar los posibles conflictos
producto de las ambiciones de otros estados por territorios y recursos naturales
de otros países; se reconoce el creciente peso de amenazas no estatales como el
crimen organizado, el narcotráfico y el terrorismo, lo que supone el uso de los
recursos de la defensa dentro del territorio para combatirlas. El documento define
además la postura de Defensa de Brasil como disuasiva y sustentada en la
capacidad militar creíble y establece la necesidad de la interoperabilidad y empleo
coordinado de las Fuerzas Armadas. De la misma forma señala el interés del país
por participar con un rol más activo en las operaciones de paz en el ámbito
41
regional e internacional al igual que en misiones humanitarias, a la vez que se
estrechan relaciones con las Fuerzas Armadas de los países amigos, en especial
de Sudamérica.
La Ley Complementaria 97 establece la suprema jerarquía que tiene el
Presidente de la República como comandante de las Fuerzas y la estricta disciplina
con la cual estas deben acatar sus decisiones. A su vez se precisa el rol de las
Fuerzas Armadas orientado a la Defensa contra amenazas externas, permitiendo
su acción en el ámbito interno para la preservación de la Ley y el orden, bajo la
estricta subordinación del poder civil, con previo conocimiento presidencial y
ministerial de las operaciones y con acuerdo de la autoridad local de gobierno. El
cambio en el Rol de las Fuerzas Armadas ya había sido abordado en la nueva
Constitución Federal que entró en vigencia en el año1988, al incorporar el artículo
142, el cual define el papel de las Fuerzas Armadas y su relación con Presidente,
el Congreso y el Poder Judicial. Se explicita en la constitución la subordinación de
las Fuerzas Armadas al Presidente de la República.
La creación del Ministerio de Defensa -a partir también de la Ley
Complementaria 97- como un paso necesario para asegurar el control civil sobre
el sector, ocurrió de manera tardía en relación a otros países del continente. Si
bien fue una intención del poder ejecutivo desde el retorno a la democracia, la
idea enfrentó resistencia por parte del mundo militar y no pudo concretarse hasta
el segundo gobierno de Fernando Enrique Cardoso en 1999. Sin embargo, más
que asegurar el control civil sobre el sector, funcionó como una manera de
racionalizar el empleo y preparación de las Fuerzas Armadas, pues los militares
jugaron un papel importante en su creación e implementación y ocuparon la
mayoría de los cargos de la nueva cartera (Marques, 2002). No obstante la
creación de este ministerio permitió centralizar la administración de las Fuerzas
Armadas que hasta ese entonces se incluían en la administración federal mediante
tres Ministerios Separados y disminuyó notablemente la presencia militar en los
altos cargos de gobierno, habiendo antes 5 ministros militares que luego
desaparecerían. Esto permitió no solamente que las decisiones de la Defensa se
42
hicieran de manera coordinada, sino también entregar el control de dichas
materias a una nueva institucionalidad de dirección netamente civil, a la cual se
subordinan todas las fuerzas. Si bien podrían existir dudas acerca del liderazgo
concreto que es capaz de ejercer el Ministerio de Defensa sobre el sector y podría
objetarse la real reducción de la autonomía que antes ostentaban las Fuerzas
Armadas Fuerzas Armadas, se reconoce la instauración del ministerio como una
avance primero y fundamental para la modernización del sector, su correcto
funcionamiento y control por parte de la autoridad civil-democrática. El rol que
cumple dicho ministerio es central, siendo el órgano del Gobierno Federal
encargado de asumir la dirección superior de las Fuerzas Armadas del Brasil,
encargado de establecer las políticas nacionales de Defensa y Seguridad,
ejerciendo la administración, dirección, y control de las materias de Defensa en el
País. La posterior Ley 10.683 que establece las Disposiciones sobre la
organización de la Presidencia de la República, de los Ministerios y de otras
providencias, dispuso la organización que actualmente el Ministerio tiene para
asumir su misión de liderazgo del sector. Del mismo modo, los decretos
5.2101/2004 y 4.419/2005 provocaron ciertas modificaciones en los organismos
que componen el ministerio y las tareas que realizan.
La modificación de los contenidos de los planes de enseñanza impartidos
en los distintos centros de formación y capacitación de las Fuerzas Armadas no se
originó en el poder civil, sino al interior de las propias Fuerzas. Hubo esfuerzos
por reformar la enseñanza militar desde la transición hacia la democracia,
particularmente para adaptar la metodología y el contenido de la formación
militar a las exigencias de una sociedad democrática y de un nuevo escenario
internacional. Se pensó en enfatizar la importancia de las nuevas preocupaciones
(derechos humanos, medio ambiente, migraciones, narcotráfico, terrorismo,
crimen organizado), de las relaciones con la sociedad y la valorización del debate
y la tolerancia hacia las personas, grupos y organizaciones con puntos de vista
diferentes. Sin embargo estas reformas fueron dirigidas por los propios militares,
y la enseñanza militar enfatiza que los cambios e innovaciones deben respetar el
orden y la disciplina de las Fuerzas Armadas y atender los intereses de las propias
43
fuerzas limitando la influencia de actores externos al proceso. Por su parte, los
actores externos, la sociedad, las universidades y principalmente el gobierno han
demostrado poca preocupación por las reformas a la educación militar y por otros
asuntos militares y de defensa que continúan siendo tratados principalmente por
los propios militares. Los gobiernos priorizaron el control civil y la modernización
del sector, y si bien el Ministerio de Defensa tiene atribuciones para revisar los
planes de formación y hacerse parte en ellos, esta prerrogativa no fue utilizada.
Los comandos militares del Ministerio de Defensa fueron los impulsores de la Ley
9.364 de Directrices y Bases de la Educación, de 1996, y la Ley 9.786 de
Enseñanza del Ejército, de 1999.
Otro tipo de iniciativas que se llevaron a cabo en Brasil en el tema de la
defensa son los intentos por modernizar las instituciones militares, promover el
cambio en los modelos de gestión, facilitar la incorporación de nuevas tecnologías
(principalmente informatización) y compra de equipamiento (material de
transporte, armamento personal y comunicaciones). Todas estas iniciativas surgen
desde las Fuerzas Armadas y se realizan de manera autónoma, si bien reciben
aprobación de parte del Ministerio de Defensa Nacional y cuentan con el respaldo
presupuestario necesario.
Las reformas llevadas acabo en el sector defensa no tuvieron resistencia en
las Fuerzas Armadas puesto que fueron el fruto de constantes negociaciones
entre el poder civil y el mundo militar. Esto porque fue este último el que orientó
la planificación e implementación de las reformas, y principalmente porque no se
vieron afectados ciertos niveles de autonomía que los militares ostentaban. La
resistencia a las reformas, extrañamente, vino de parte del mundo civil, desde
donde se argumentó que las reformas eran muy limitadas para poder ejercer el
necesario control civil sobre el accionar de las Fuerzas Armadas.
44
III. SECTOR SEGURIDAD PÚBLICA
La seguridad pública es un tema de gran relevancia en Brasil dado los altos
niveles de delincuencia y violencia registrados en todo su territorio. Esto, sumado
al nivel de organización y de adhesión que alcanza la actividad criminal y al serio
problema de narcotráfico que afecta al país, convierte a la seguridad pública en
un tema prioritario. El problema de seguridad que muchas veces sobrepasa la
capacidad de las fuerzas policiales ha llevado a la utilización necesaria de las
Fuerzas Armadas en variadas ocasiones legitimando la Militarización de la
Seguridad Pública, situación que presenta una tendencia contraria en la mayoría
de los países de la región. Se suma a esto, el funcionamiento de organizaciones
policiales poco integradas, corruptas y excesivamente violentas y la conducción
política inestable, en exceso dependiente del gobierno de turno. Por el interés que
en este tema tiene la opinión pública, se vuelve un ámbito fundamental de
competencia política, especialmente a nivel de los gobiernos estaduales. El debate
en torno al tema es permanente y las respuestas van desde cambios cosméticos e
inyección de recursos hasta profundas reformas, todas con la idea de disminuir
los niveles de violencia y delitos y aumentar la sensación de seguridad.
La seguridad pública en el país se organiza en distintos niveles según el
ámbito territorial y jurisdiccional que se examine. A nivel nacional, el Gobierno
Federal se ocupa de la seguridad pública a través de la Secretaría Nacional de
Seguridad Pública (SNASP), entidad encargada de dirigir una política nacional de
seguridad pública además de entregar fondos que destina el Gobierno Federal a
los distintos estados para su utilización en dicha materia. Si bien idealmente las
actividades de la SNASP supondrían una definición a nivel nacional de ciertos
lineamiento de las políticas conducidas por los gobiernos estaduales, al no
disponer de ningún ente ejecutor, su labor se limita a la distribución de recursos,
los cuales le entregan cierta capacidad de negociación con los estados, la cual
tampoco es tan efectiva al ser limitados los recursos de los cuales dispone. A nivel
45
nacional actúan también la Policía Federal y la Policía Rodoviaria (con anterioridad,
también la Policía Ferroviaria que ha desaparecido).
La Constitución de la República Federal de Brasil establece que la seguridad
pública es “deber del Estado, derecho y responsabilidad de todos” (Art. 144). El
mismo artículo señala que la actividad de seguridad pública, orientada a la
preservación del orden público y el cuidado de las personas es realizada en todo
el país por distintas instituciones:
a. Policía Federal: Encargada de investigar los delitos en contra de las
instituciones y el patrimonio de la unión de estados federados, además de
prevenir el tráfico de drogas, ejercer funciones de policía marítima,
aeroportuaria y de fronteras y de actuar como policía judicial al servicio de
la justicia federal.
b. Policía Rodoviaria Federal: Encargada del patrullaje preventivo y de acción
contra el delito flagrante en las vías terrestres federales.
c. Policías Civiles: Existentes en cada estado, están encargada de la
investigación de los delitos y crímenes ya ocurridos con el objetivo de
entregar a la justicia las pruebas y los acusados para que los órganos
competentes dicten sanción.
d. Policías Militares: Existentes en cada estado, están encargadas de llevar a
cabo la labor operativa de prevención y control del delito flagrante,
patrullando de manera uniformada el territorio de su jurisdicción.
Así, a partir de lo establecido por la constitución Federal, la seguridad
pública brasileña se haya configurada según la organización general de la Unión.
Esta, dividida en 26 estados más el Distrito Federal, dispone que actúen, además
de las fuerzas policiales federales de jurisdicción nacional -encargadas de ciertos
delitos y en sectores específicos del territorio-, 54 cuerpos de policía. Estos si
bien realizan el mismo tipo de funciones, se organizan de manera distinta, pues
cumplen con su tarea en función de las particularidad de las leyes y ordenanzas
de sus propios estados y su conducción y orientación dependen generalmente de
46
la visión del gobernador acerca de las necesidades y prioridades en lo que
respecta a la seguridad pública.
Si se lleva el análisis al nivel municipal, se verá además que en algunos
municipios existe una guardia civil, la cual si bien no cumple labores policiales
como tales, realiza acciones de vigilancia y cuidado del patrimonio municipal, lo
que incluye plazas, parques y edificios públicos.
Así, el panorama de la seguridad pública en Brasil es muy complejo y a la
vez problemático, pues todos los cuerpos policiales que funcionan en el territorio
llevan a cabo su misión de manera separada, con organización y criterios de
trabajo, formación, gestión, control interno y manejo de la información diferentes.
Si a esto se suma las particularidades de la administración del gobierno, la cual
define la orientación de la misma policía, y la mala relación existente entre las
fueras policiales que actúan en una misma jurisdicción (Policía Militar y Policía
Civil) se puede señalar que la seguridad pública del país sufre de desorganización,
irracionalidad y crisis, agravada por la violencia, el crimen organizado y el
narcotráfico que afecta al país.
Debido a la gran cantidad de cuerpos policiales operando actualmente en
Brasil, el análisis de la seguridad pública en el país requiere la selección de un
caso de estudio, en este caso, dentro del Estado de Río de Janeiro, escogido por la
heterogeneidad de la población y la existencia de reformas recientes en su policía,
se ha escogido la Policía Militar de Rió de Janeiro (PMRJ), puesto que es la
institución que lleva a cabo el patrullamiento del estado, la labor preventiva y el
contacto diario con la población, permitiendo además compararla con otros casos
de estudio en la región latinoamericana.
Planificación de la Política2
2 Este aspecto se elaboró en base a la información proporcionada por el experto nacional.
47
En Río de Janeiro, la planificación para la seguridad pública incluye los
lineamientos estratégicos tanto de la Policía Militar como de la Policía Civil del
estado, materia que es definida por el Gobernador y el Secretario de Seguridad
Pública, Es el Gobernador del estado quien tiene por Ley la facultad de planificar
la política de seguridad pública del estado, la cual se elabora junto al secretario
quien será el encargado de aplicarla y administrarla. La Secretaría de Seguridad,
cargo que equivale al de un ministerio, es el órgano de la administración del
estado encargado de los temas de seguridad pública, el cual busca promover la
integración de la preparación, organización y acciones de ambas policías, en
función de los objetivos que tienen tanto el Gobierno como las mismas
instituciones policiales. Dentro de la Policía Militar y la Policía Civil existen
órganos responsables por la aplicación del planeamiento estratégico de las
instituciones, subordinados al Comandante general de la Policía Militar y al
Delegado General de la Policía Civil. Le corresponde a las fuerzas policiales
responder a los requerimientos del Poder Ejecutivo en las materias que este dicte,
y eso es en parte lo que produce que exista una gran diferencia entre los distintos
cuerpos de policías del país. Materias como la formación, los recursos humanos,
la disposición de las tropas, las funciones operativas, y logística, los ascensos y
bajas pueden ser definidos por la secretaría, si bien se adaptan a una planificación
que incluye la participación de la policía.
El presupuesto de la Secretaría de Seguridad Pública y de las Policías Civil y
Militar del Estado son parte del presupuesto general del estado, el cual es enviado
anualmente por el Gobernador a la Asamblea Legislativa para que dé su parecer,
incluya ciertas enmiendas y lo apruebe. Los montos de gasto incluidos y los
destinos de dichos recursos se establecen en función de las prioridades de la
seguridad pública y de otros sectores de gobierno. El origen del presupuesto
involucra a las policías que establecen sus necesidades particulares y la Secretaría
de Seguridad Pública que señala las propias y decide en función de todo el sector.
Luego este presupuesto debe ser aprobado por el gobernador.
48
Seguridad privada
En Brasil, las actividades de seguridad privada son, según la Ley 7.102 de
1983, materia de control de la Policía Federal en todo el país. Estas actividades
superan las capacidades de la institución encargada de su control, lo cual produce
que el sector no se encuentre bien regulado, existiendo informalidad en las
empresas, además de ilegalidades, que incluyen a políticos y policías. El personal
de la Policía Militar de Rio de Janeiro tiene prohibido realizar trabajos de
seguridad privada durante sus horas libres, pero las necesidades económicas de
los funcionarios cuyo sueldo es bajo, los lleva a participar de manera ilegal en
estas empresas. La misma Policía Militar conoce dichos problemas, pero al estar
concientes de su incapacidad de ofrecer un sueldo razonable, permiten que
ocurran dichas situaciones. Las ilegalidades llegan al punto de involucrar a
policías en el manejo de los negocios de seguridad privada junto a políticos, lo
cual ayuda a que no se regule ni sancione las irregularidades y faltas del sector.
3.1 Secretaría de Seguridad Pública de Río de Janeiro
La Secretaría de Seguridad Pública (SSP) del Estado de Río de Janeiro es la
cartera encargada de la administración, planificación y conducción de las
políticas de seguridad pública del estado. De esta secretaría dependen las Policías
Militar y Civil de Río de Janeiro. El cargo de Secretario de Seguridad es ocupado
por un personero, de exclusiva confianza del Gobernador del estado
correspondiendo al cargo de mayor importancia y atribuciones en materias de
seguridad pública. Durante los gobiernos militares, los cargos de dirección de la
seguridad pública recayeron sobre militares, mas ha sido una tónica, desde el
retorno a la democracia, que este cargo sea ocupado por civiles o por miembros
de las policías del Estado o de la Policía Federal. En asistencia del secretario, la
estructura de la SSP contempla la existencia de la Subsecretaría de Inteligencia, la
Subsecretaría de Administración y la Subsecretaría de Integración Operacional,
correspondiendo a la línea de mando de alta jerarquía de la cartera. De estos
cargos, a la fecha de redacción de este informe (octubre de 2006) solamente el
Subsecretario de Administración era civil. Tanto el Secretario de Seguridad Pública
49
(Policía Federal), como el Subsecretario de Inteligencia (Ejército) y el Subsecretario
de Integración Operacional (Policía Militar) Así, dentro de la Secretaría, los
miembros de la Policía Civil y Militar del Estado ocupan diversos cargos
intermedios, más o menos especializados.
Como parte de la organización de la secretaría, se contempla un gabinete
asesor del ministro, compuesto por personas de exclusiva confianza del
secretarios, entre quienes se encuentran tanto civiles como miembros de
instituciones policiales. También se considera una Inspectoría General que ejerce
control sobre a actividad policial haciendo investigación y seguimiento a los casos
de malas prácticas policiales ocurridos en ambas policías.
Tabla 3. Organigrama Secretaría de Seguridad del Estado de Rio de
Janeiro
Fuente: Secretaría Nacional de seguridad Pública
3.2 Liderazgo civil
El liderazgo civil sobre la PMRJ está asegurado al ser esta un organismo
creado en base a la subordinación al mandato del gobierno del estado, a partir de
lo establecido en el artículo 144 de la Constitución Federal de la República. Este
artículo señala que las Policías Civiles y Militares son instituciones que operan en
50
todo el país para asegurar la seguridad de la población, deber de cada Estado,
siendo la PMRJ dependiente de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado de
Río de Janeiro. Así, las decisiones en materias de seguridad se llevan a cabo en el
ejecutivo y se traspasan a al institución policial a través de su jefe máximo, quien
se subordina a las directrices del gobierno del estado. El cargo superior de la
Policía Militar de Río de Janeiro (PMRJ), corresponde al “Comandante General de la
Policía Militar”, quien es designado directamente por el Gobernador en acuerdo
con el Secretario de Seguridad Pública de entre los Coroneles de la institución que
se encuentran en actividad. La duración del Jefe de Policía en su cargo es variable
pues depende de su desempeño y de las consideraciones del gobierno de turno.
Su duración podría depender del período de gobierno bajo el cual ha sido
designado, aunque puede ser ratificado en el cargo en función de su buena labor
como Comandante. Dada la confianza política que supone el cargo, no existen de
manera explícita causales de remoción del Comandante General de la Policía
Militar. Depende básicamente de la confianza política y ministerial, lo que no
excluye su remoción por problemas en la conducción y desarrollo estratégico y
operativo del trabajo así como la posibilidad de abandonar el cargo producto de
un proceso judicial que compruebe algún crimen durante el ejercicio de su
función.
Si bien el poder ejecutivo del Estado tiene absolutas facultades sobre la
seguridad pública y sobre las instituciones policiales tanto civiles como militares,
esto no asegura que todas las intenciones del gobierno se plasmen efectivamente
al interior de ambas policías. Así, no obstante las directrices son seguidas desde
la máxima autoridad policial, existen ciertas características de la cultura
organizacional de las policías que dificultan la integración del trabajo de la Policía
Militar y la Policía Civil, que permiten y perpetúan hechos de corrupción y que
aceptan el uso desmedido de la fuerza por parte de los funcionarios policiales,
que se resisten a las reformas, etc. Esta situación impide que las voluntades
políticas del Gobierno se concreten, pese al interés que puedan demostrar los
mandos superiores de la institución. Las policías del Estado de Río de Janeiro,
tanto civiles como militares, no tienen gran autonomía, son débiles
51
administrativamente, por lo cual son muy dependientes de la secretaría de la cual
están subordinadas. Sin embargo existen ciertas actividades al interior de la
policía que no responden a intereses corporativos, sino más bien particulares, que
impiden la modernización y democratización de la institución, no responden a
valores de los derechos humanos y permiten prácticas habituales de corrupción.
Los intentos por reformas institucionales se han encontrado con resistencia que
no es detona la organización policial, sino de ciertas estructuras de poder
existentes dentro de la organización, corruptas y que actúan de manera oculta.
3.3 Institución policial: Policía Militar de Río de Janeiro
La Policía Militar de Río de Janeiro (PMRJ) es una institución permanente,
organizada en base a la jerarquía y la disciplina que está destinada a la
mantención del orden público y la provisión de seguridad en todo el estado. Lleva
a cabo esta tarea mediante su actuación como policía preventiva y su constante
presencia y patrullaje del territorio, lo cual le permite ejercer el control y la
represión de los delitos o crímenes que en él suceden a la vez que inhibe la
ocurrencia de otras acciones delictuales.
Si bien la génesis de la labor policial en Brasil se remonta a los tiempos de
la colonia Portuguesa en América en el siglo XVII, y en Río de Janeiro se reconocen
fuerzas encargadas de la Seguridad desde el siglo XIX; la creación definitiva como
cuerpo de Policía encargado de la prevención y combate del crimen, de la PMRJ
tiene su origen reciente en la fusión de estados y la reorganización de la
República Federal durante el siglo XX. En el año 1960, la capital del país fue
transferida de Río de Janeiro a Brasilia y la ciudad de Rió de Janeiro pasó a tener el
nombre de Estado de Guanabara. Hasta entonces la institución era denominada
Policía Militar del Distrito Federal pasando a llamarse Policía Militar del estado de
Guanabara. Más tarde, en 1975, el Gobierno Federal decidió crear un nuevo
estado que incluyera al de Guanabara. Esta nueva unidad de la Federación recibió
52
el nombre de Estado de Río de Janeiro y consiguientemente, se fundieron las
corporaciones policiales militares existentes previamente. De esta manera surgió
la actual denominación de “Policía militar del Estado de Río de Janeiro”.
En la actualidad la PMRJ cuenta con un contingente superior a los 38 mil
efectivos para desempeñarse en un Estado con una población de más de 12
millones de personas y con graves problemas sociales lo que supone un escenario
complejo para la labor policial. Además de su trabajo contra el delito y la
violencia, la PMRJ requiere superar hechos de corrupción y malas prácticas que
ocurren al interior de sus filas lo cual supone grandes desafíos para la institución.
a. Misión
La Policía Militar existe en cada estado del país a partir de lo establecido en
la Constitución federal de 1988. Esta señala que la seguridad pública estará
encargada, entre otros organismos, a la Policía Militar en cada estado. A su vez
señala la misión que deben cumplir estos cuerpos policiales en su contribución a
la seguridad de la población.
“Art. 144. La seguridad pública, derecho y responsabilidad de todos, es ejercida para la preservación del orden público y la defensa de las personas y de su patrimonio, a través de los siguientes órganos:...
V - policías militares y cuerpos de bomberos militares.
§ 5º. A las policías militares les cabe el rol de “policiamento ostensivo”3 y preservación del orden público;...
3 El policiamento ostensivo se refiere a la acción policial de presencia o de muestra, ya sea por el uso de uniformes, por el uso de vehículos o los mismos distintivos que la policía pone en evidencia y que permite la inhibición de los actos delctuales y le entrega seguridad a la población y al propio policía.
53
§ 6º. Las policías militares y los cuerpos de bomberos militares, fuerzas auxiliares de reserva de Ejército, se subordinan de manera conjunta con las policías civiles, a los Gobernadores de los Estados, del Distrito Federal y de los Territorios.” (Constitución Federal de la República, 1988)
La Ley 443 del Estado de Río de Janeiro, del año 1981, establece el estatuto
de la Policía militar del Estado, describiendo a la institución y señalando
nuevamente el rol que esta cumple:
“Art. 2- La Policía Militar del estado de Río de Janeiro, subordinada al Secretario de Estado de Seguridad Pública, es una institución permanente, organizada con base en la jerarquía y en la disciplina, destinada a la mantención del orden público en el Estado de Rio de Janeiro, siendo considerada fuerza auxiliar, reserva del Ejército.“ (Ley estatal 443, 1981)
b. Estructura jerárquica y grados
La división jerárquica de la PMRJ es de tipo militarizado, asemejándose a la
organización de las Fuerzas Armadas. Los integrantes de la institución se dividen
en Oficiales y “Praças” (plazas), que equivale al círculo de suboficiales. La manera
de ingresar a la institución de ambos cuerpos es diferenciada, tanto en los
requisitos de ingreso como en el lugar de instrucción. Quienes ingresan a la
academia de formación de oficiales, al terminar los cursos de instrucción tienen el
grado de aspirantes a oficiales y si son bien calificados en sus comandos, son
nombrados teniente 2º. Quienes ingresan a los cursos de formación de plazas,
luego de 6 meses se ubican en el puesto de soldados, el escalafón inferior,
pudiendo subir en jerarquía, únicamente luego de ciertos años de servicio y
teniendo como límite, el grado de sargento. Existe sin embargo la posibilidad de
que las plazas, una vez alcanzado el grado máximo de su escalafón, accedan,
mediante la aprobación de cursos especiales, a grados de la oficialidad, pero no
les es posible llegar a los grados de comando superior. En este caso, se
54
transforman en oficiales auxiliares. La movilidad al interior de los círculos de
oficiales y plazas está definida por la antigüedad del personal, su desempeño,
mérito y la aprobación de los cursos necesarios para acceder al puesto superior.
Los grados de la PMRJ se ordenan respetando los círculos de oficiales y
plazas de la institución y se encuentran establecidos en la Ley 443 del Estado de
Río de Janeiro, que dispone sobre el estatuto de los policías militares:
Círculo de Oficiales:
Superiores: Coronel PM
Teniente Coronel PM
Mayor PM
Intermediarios: Capitán PM
Subalternos: Teniente Primero PM
Teniente Segundo PM
Círculo de Plazas:
Plazas Especiales: Aspirante a Oficial PM
Cadete PM
Subtenientes
y Sargentos: Subteniente PM
Sargento 1º PM
Sargento 2º PM
Sargento 3º PM
Cabos y
Soldados: Cabo PM
Soldado de PM clase a
Soldado de PM clase b
55
Soldado de PM clase c
Alumno de Curso de Formación
de Soldados (reclutas)
c. Ingreso
Según lo establecido por la Ley 443 del Estado de Río de Janeiro, el ingreso
a la Policía Militar está disponible para todo ciudadano brasileño de nacimiento,
independiente de su raza o creencia religiosa. En función de la estructura
jerárquica de la institución, es posible hacer ingreso a través de distintas centros
de formación según se aspira a pertenecer al círculo de oficiales o de plazas
(suboficiales)
En el caso de los aspirantes al escalafón de oficiales, la Academia de Policía
Militar “Dom Joâo” permite el ingreso tanto de hombres como mujeres, quienes
deben tener entre 17 y 30 años al momento de inscripción, deben tener su
situación militar al día (ser reservistas o estar dispensados del servicio), estar al
día con sus obligaciones electorales, tener conducta anterior intachable sin
presentar antecedentes penales y poseer estudios de enseñanza media aprobados
con buen comportamiento. Se requiere además poseer aptitud intelectual, física y
psicológica acordes con la labor a desempeñar para lo cual se realizan diversas
pruebas a través de la Universidad del Estado de Río de Janeiro. Se requiere
además, para ingresar a la Academia de Oficiales de la Policía Militar, que los
aspirantes tengan una estatura mínima de 1,68 metro en el caso de los hombres y
de 1,60 metro en el caso de las mujeres.
En lo que respecta a los aspirantes al círculo de plazas de la Policía Militar,
existen Centros Formación y Perfeccionamiento de Plazas, que imparten los
cursos de formación de soldados de la Policía Militar. Tampoco en este caso se
hace diferencia en el ingreso según género, estableciéndose un rango de edad
56
para los postulantes entre 18 y 30 años. Al igual que en el caso de los aspirantes
a oficial, quienes pretenden ingresar como soldados a la institución deben tener
su situación militar al día (ser reservistas o estar dispensados del servicio), estar
al día con sus obligaciones electorales, tener conducta anterior intachable sin
presentar antecedentes penales y poseer estudios de enseñanza media aprobados
con buen comportamiento. También existen requisitos de aptitud intelectual,
física y psicológica acordes con la labor a desempeñar, los cuales son
supervisados por la propia PMRJ. Los requisitos de estatura, 1,68 metro
(masculino) y 1,60 Metro (femenino) también están vigentes en este caso.
Además del ingreso a las escuelas matrices de formación de oficiales y
soldados, es posible ingresar a la PMRJ al poseer un título profesional de
educación superior, según la disponibilidad de cargos que presente la institución.
En este caso, los aspirantes realizan un curso de preparación y hacen ingreso a la
institución en el círculo jerárquico que se establezca según su nivel de
competencia.
d. Formación y especialización
La Policía Militar de Río de Janeiro, dispone de diversos centros propios de
formación y capacitación de su recurso humano, en los cuales se lleva a cabo la
preparación inicial para el desempeño de las labores policiales, la capacitación y el
perfeccionamiento constante del personal policial en materias específicas y la
preparación de los oficiales superiores para las tareas de dirección planificación y
gestión que les corresponde asumir. Estos centros dependen de la Directoría de
Enseñanza e Instrucción, órgano de dirección sectorial encargado de la
planificación, coordinación, fiscalización y control de las actividades del sistema
de enseñanza de la institución. Además de la formación inicial del policía, la
institución impone su constante perfeccionamiento. Así, para el ascenso de grado
es requisito, además del desempeño del policía, de sus méritos y de su
antigüedad en la institución, que éste haya cursado los cursos de pasaje de grado
57
que ofrecen perfeccionamiento y profundización de sus conocimientos y que se
imparten en los diversos centros de formación policial del Estado. Además de lo
anterior, existen convenios con Universidades del Estado y ONGs que trabajan
temas de seguridad pública quienes dictan cursos incluidos en los distintos
programas de formación de los policías. Como complemento a su interés por
fomentar la educación, la PMRJ también dispone de escuelas para hijos del
personal de la institución.
Quienes ingresan al círculo de oficiales de la PMRJ a través de la Academia
de Policía Militar, reciben un ciclo de formación que dura 3 años durante el cual se
cursan 49 materias de área jurídica, ciencias, humanidades y técnicas policiales,
entre las cuales se incluyen el Derechos humanos, Derecho Constitucional,
Derecho Penal, Derecho Administrativo, Criminología, Psicología, Sociología,
Comunicación Social, Ética, entre otros. Una vez cursados los 3 años de
formación, los cadetes pasan a ser aspirantes de oficial, integrándose en distintas
unidades donde conocen la labor policial de manera concreta y al cabo de un año
egresan como Teniente 2º de la Policía Militar.
Quienes ingresan al círculo de plazas de la PMRJ a través de los Centros de
Formación y Perfeccionamiento de Plazas, reciben un ciclo de formación de
duración variable, con un mínimo establecido de 6 meses previo a comenzar la
actividad policial diaria. Durante este periodo reciben formación técnica en
materias policiales y adquieren conocimiento básico en temas jurídicos. Existen
cursos específicos de Derechos Humanos y uso legítimo y gradual de la Fuerza.
El Centro de Instrucción Especializada en Armamento y Tiro (CIEAT) de la
PMRJ es un centro de formación especializada en preparar a los distintos niveles
jerárquicos de la Policía Militar en materias esenciales del la labor policial como
son el manejo y uso de los armamentos de los cuales disponen. Es así como este
centro de formación entrega capacitación especializada y permanente en estas
materias, debiendo todo policía, participar de cursos impartidos en este centro
durante su formación y, capacitado, posteriormente, a lo largo de su carrera. El
58
CIEAT está encargado, además, de preparar al personal que se convertirá en
instructor del personal policial en materias de armamento y tiro.
La PMRJ dispone de la Escuela Superior de la Policía Militar (ESPM) para la
realización de altos estudios en materias de seguridad pública, impartiendo el
Curso Superior de Policía Militar a los Oficiales Superiores de la Institución
(Tenientes Coroneles y Mayores) y ofreciendo perfeccionamiento al resto de los
oficiales de la institución, con el fin de profundizar sus capacidades de
conducción y gestión policial. Producto de un convenio existente entre la
Secretaría de Seguridad Pública del Estado y la Universidad Federal Fluminense, el
Curso Superior de Policía Militar confiere a sus graduados el título de Postgrado
en Políticas Públicas de Justicia Criminal y Seguridad Pública a la vez que el curso
de perfeccionamiento de oficiales también recibe reconocimiento como título de
postgrado.
La educación y formación del personal de la PMRJ en el respeto a los
derechos humanos ha sido un interés del Gobierno del Estado, de la Sociedad Civil
y de la misma policía. Es así como los cursos que esta materia se encuentran en
los programas de formación de oficiales y plazas. Sin embargo, se reconoce que
impartir los cursos no es suficiente para asegurar, en la práctica, que el trabajo
policial se lleve a cabo respetando cabalmente los deberes de los ciudadanos y
utilizando la fuerza de manera apropiada. Así, las acusaciones en contra de la
policía por el uso excesivo de la fuerza, la innecesaria utilización del arma de
servicio y la ejecución sumaria son un problema que la institución debe enfrentar
con mucha mayor frecuencia de lo esperado. Es por ello que se trabaja en la
institución para lograr que el respeto a los Derechos Humanos prime entre los
valores de la policía militar, trabajando de manera conjunta con organizaciones de
la sociedad civil para impartir cursos teóricos y prácticos en la materia y para
monitorear el comportamiento de los efectivos policiales.
59
3.4 Control Interno
La organización de la PMRJ contempla la existencia de la Corregedoría de
Policía Militar, dependiente directamente del Director General, encargada de
supervisar y facilitar la investigación de hechos irregulares ocurridos dentro de la
institución y la denuncias en contra de los policías militares activos e inactivos.
Opera a través de los distintos comandos que componen la institución, en
especial a través de las Delegaciones Policiales Judiciarias Militares y el Centro de
Criminalística de la Policía Militar quienes tienen la capacidad y los medios para
llevar a cabo la investigación. Estas investigaciones tienen la intención de
sancionar a los policías que hayan faltado a sus responsabilidades o hayan
incumplido con su deber. En el caso en que la acción policial significase un
crimen, el policía debe responder ante la justicia militar. Dentro de la órbita de la
Secretaría de Seguridad, existe a la vez otra Directoría General que supervisa las
tareas de control interno de la Policía Militar y la Policía Civil, las cuales pueden
hacerse parte en los procesos cuando estimen que estos no se llevan a cabo de
manera apropiada ni diligente, o cuando la resolución no es satisfactoria.
La Secretaría de Derechos Humanos del Estado de Río de Janeiro dispone
también de una Ouvidoría, órgano encargado de recibir denuncias de personas
respecto a la labor de los policías (Policías Civiles y Militares) con el fin de
canalizar y hacer seguimiento a su investigación. La Ouvidoría no puede
establecer sanciones ni recomendarlas. Tampoco puede revisar las decisiones de
las Corregedorías de cada policía.
Justicia Militar: La PMRJ se organiza disciplinariamente en virtud de los valores militares
por lo cual es la Justicia Militar la encargada de procesar y juzgar los crímenes
militares. Al personal de la PMRJ que comete algún crimen se le aplican las penas
que señala el Código Penal Militar, el cual establece la relación y clasificación de
los crímenes militares durante tiempo de paz y de guerra.
60
3.5 Control Externo
a. Asamblea Legislativa de Río de Janeiro
La organización de la República del Brasil en estados federados supone la
posibilidad de cada Estado de administrar su territorio y disponer de un poder
ejecutivo, legislativo y judicial propios, para ocuparse de aquellas materias acerca
de las cuales la Federación no tiene facultades exclusivas; tal es el caso del orden
y la seguridad pública. Así, la Asamblea Legislativa del Estado de Río de Janeiro
tiene la posibilidad de sancionar leyes sobre seguridad pública y policías, además
de estar facultada para fiscalizar y controlar la actividad de los distintos órganos e
instituciones del poder ejecutivo. Sin embargo, dicha Asamblea no lleva a cabo
una labor activa en estos temas, aún cuando son una prioridad durante las
campañas políticas. Pese a que existe una comisión permanente de Seguridad
Pública y Asuntos de Policías, y otra de Defensa a los Derechos Humanos, la
injerencia del poder legislativo en estas materias se encuentra en un segundo
plano cediéndole todo el protagonismo al poder ejecutivo del Estado.
b. ONGs
Existen en Brasil, y operan en Río de Janeiro, distintas organizaciones no
gubernamentales ocupadas del estudio y monitoreo de la seguridad pública y la
actividad policial. Entre ellas se desatacan:
- Universidad Cándido Mendes, Centro de Estudios de Seguridad y
Ciudadanía (Cesec)
- Universidad Federal Fluminense – Núcleo Fluminense de Estudios y
Pesquisas (Nufep)
- Universidad Federal de Rio de Janeiro – Núcleo de Estudios de Ciudadania,
Conflicto e Violencia Urbana (Necvu)
- Universidad Estatal de Rio de Janeiro – Programa de Estudios sobre a
Violencia (PEV)
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- Universidade Estadual do Rio de Janeiro, Núcleo de Pesquisas de Violencia
(Nupevi)
- Instituto Superior da Religión (Iser)
- Viva Río
Estas instituciones, además de su producción académica en torno al
diagnóstico y problematización de la seguridad pública en el Estado, han tenido
participación ocasional en las comisiones de la asamblea legislativa, en la asesoría
del gobierno, en la formulación de leyes en relación al tema, y en la planificación y
evaluación de las políticas de seguridad pública. Algunas, como la Universidad de
Río de Janeiro y la Universidad Fluminense tienen convenios con la Policía Militar y
la Policía Civil para que los policías asistan a clases en dichos establecimientos en
el marco de sus Cursos Superiores de Policía, obteniendo titulación de postgrado.
Viva Río es una ONG ocupada de diversas problemáticas de la seguridad pública y
entre otras cosas, tiene acuerdos con la PMRJ para impartir cursos de Derechos
Humanos en los Planes de Formación de plazas de la institución.
3.6 Etnicidad y género
Políticas de Inclusión de Género
Actualmente la PMRJ no establece diferencia alguna entre hombres y
mujeres dentro de la institución. Esto significa que no existen políticas específicas
de promoción de género puesto que la posición adoptada por la institución es la
de igualdad de género y no la promoción particular de un grupo. Sin embargo, en
su momento, se llevaron a cabo cambios importantes para asegurar dicha
igualdad. El año 1993 fueron unificados los cuadros de oficiales masculino y
femenino, estableciendo la igualdad en las promociones y asegurando al personal
femenino la posibilidad de llegar a los cargos superiores de la institución. Si bien
antes se limitaba la participación de las mujeres policía a ciertas áreas de la labor
policial (atención de mujeres, tránsito, salud), en la actualidad estas desempeñan
62
en los mismos puestos que lo hacen los hombres. Pese a esta igualdad propiciada
por la Institución, las mujeres son una minoría dentro de la PMRJ, llegando a ser
1.442 (531 oficiales y 993 plazas)4, un número inferior al 4% del total de
efectivos.
Políticas de inclusión étnica
El tema étnico no constituye una problemática para la Secretaría de
Seguridad Pública ni para la Policía por lo cual no ha motivado una política
orientada a fomentar la participación de minorías étnicas o raciales. La postura
institucional supone la absoluta igualdad del personal policial tal como se
encuentra establecido en el Estatuto de la Policía Militar (Ley Estatal 443, artículo
10), donde se señala que el ingreso a la policía se hace sin diferencia racial ni
religiosa. Esto no descarta que acontezcan situaciones particulares y puntuales de
discriminación. Por ello existe dentro del gobierno instancias encargadas de
solucionar y evitar dichas situaciones en todo nivel de la administración del
Estado, no solamente en la Policía.
3.7 Reformas y modernización
La seguridad pública es un problema serio en los estados más populosos
de Brasil, y sin duda presenta una situación crítica en el estado de Río de Janeiro.
La pobreza y desigualdad que se observa en el país se suma a la marginalidad y
exclusión social de bastos sectores de la población, al surgimiento de
organizaciones criminales complejas, a la actividad de narcotráfico y a al violencia
que se vive en ciertos sectores menos acomodados de las ciudades. Esto, en el
marco de un sistema policial poco eficiente, corrupto y excesivamente agresivo,
con políticos despreocupados del tema y un sector de la ciudadanía que demanda
4 En base datos publicados por la propia policía.
63
cambios inmediatos desde distintas ópticas, suponen un escenario sumamente
complicado frente al cual se han llevado a cabo distinto intentos de reformas.
Según la perspectiva, los problemas de seguridad pública pueden requerir
un aumento de las penas para los delincuentes, el aumento del personal policial y
los recursos para su institución, medidas de rigor de tipo “tolerancia cero” contra
los delincuentes, sistemas de premiación y bonificación de los policías por llevar a
cabo actos valerosos, etc. Se puede intentar, desde otro punto de vista, mejorar el
sistema penitenciario para lograr la rehabilitación y readaptación de los
delincuentes condenados, humanizar la acción policial, fomentar la integración de
las instituciones policiales que operan en una misma jurisdicción, modernizar la
gestión policial, mejorar la formación policial, aumentar el control externo de la
policía, organizar a la comunidad, hacer policiamiento comunitario, etc. Ante eso,
es preciso señalar que en Río de Janeiro se ha intentado, o por lo menos se ha
planteado, todas estas soluciones.
Sumado a la situación problemática de la seguridad pública, que sin duda
algunos estados han logrado solucionar mejor que otros (Minas Gerais es
reconocido como ejemplo), en Brasil el Gobierno Federal tiene muy poca
capacidad para incidir en las decisiones de seguridad pública que se toman en los
estados, salvo mediante la asignación de recursos del Fondo de Seguridad Pública.
Esto lleva a que no existan criterios similares en todo el país para prevenir y
reaccionar ante los problemas de seguridad, a que no estén establecidas bases
mínimas de desarrollo del sector o reformas básicas que implantar en los estados
en temas de formación, gestión, etc. Esto significa una desarticulación nacional en
la seguridad pública y una dependencia exclusiva de los momentos políticos y la
contingencia mediática, que supone la ausencia o debilidad en el impulso de
cambios de fondo. Durante el Gobierno de Lula Da Silva se presento la Política
Nacional de Seguridad Pública, el año 2004 y había sido anunciada durante la
campaña electoral del presidente. En ella se proponían ciertas directrices para la
seguridad pública en todo el país y ciertos mecanismos que aseguraban algún
control de las medidas implantadas en esta materia en cada Estado. Finalmente,
64
por problemas políticos, posiblemente la mala imagen que podía crearse el
Presidente producto de una primera etapa de difícil implementación de las
medidas, que hubiera arriesgado su posibilidad de reelección, esta política no se
hizo efectiva. En su lugar quedó simplemente en un Fondo de Seguridad Pública
que el Gobierno Federal reparte en los Estados y que le entregan una leve
capacidad de negociación con los Gobernadores de los Estados.
En un nivel más preciso, la separación de las fuerzas policiales dentro de
cada Estado en Policías Civiles y Militares genera roces y desintegración que
vuelve irracional la operación de las policías en tanto comparten entre ambas el
manejo del ciclo delictual, y si bien persiguen un mismo fin, compiten por
recursos, buscan mejorar su imagen, defienden sus intereses y terminan no
cooperando, reteniendo información y finalmente haciendo poco eficiente y
racional el sistema policial del Estado. En Río de Janeiro esto es un hecho
reconocido por ambas policías. Podría postularse como solución, trabajar
activamente en la integración de ambas instituciones, como se ha avanzado con
éxito en el Estado de Minas Gerais, o de manera mucho más profunda y profunda,
modificar la Constitución Federal que obliga a la existencia en cada Estado de 2
Instituciones Policiales separadas para ocuparse de distintos momentos del ciclo
delictivo, lo que permitiría la formación de una única nueva policía.
Algunas reformas
Desde el retorno a la democracia en 1985, se han impulsado diversas
reformas o cambios significativos en el sector de la seguridad pública. Algunas de
ellas han venido de la mano de modificaciones legales, mientras que otras se han
manifestado como actitudes e intentos permanentes impulsados por los
gobiernos, la sociedad civil y las propias instituciones, por mejorar su
organización y capacidades para llevar a cabo las materias que les son
encomendadas.
65
Los problemas de violencia y criminalidad ya llevaron a hacer más drásticas
las penas y a aumentar el número de detenidos saturando las cárceles de
numerosos estados del Brasil, situación que es crítica los estados de Sao Paulo y
Río de Janeiro. En Río, durante los años 90 se promulgaron además, leyes -luego
derogadas- que bonificaban a los policías por participación en actos valerosos, lo
que llevó a que se registrar arrestos y ejecuciones arbitrarias e innecesarias de
sospechosos -culpables e inocentes- aumentando el número de civiles muertos
en enfrentamientos policiales. A su vez se han inyectado de manera permanente
recursos a las fuerzas policiales que han radicado en el aumento de efectivos,
patrullas, armamento y tecnologías. Por otra parte se ha intentado en los últimos
años iniciar reformas al interior de la policía para asegurar el respeto a los
Derechos Humanos, mejorar la integración entre la Policía Militar y la Policía Civil,
aumentar la transparencia de la institución, el control externo y la sanción de los
actos irregulares, a la vez que se intentó utilizar modelos de policía comunitaria.
Lamentablemente, muchas veces estos cambios dependen de momentos de crisis
y suceden a modo de reacción ante una situación gravísima que recibe gran
atención de la opinión pública, y pocas veces ocurren previniendo los problemas.
Al mismo tiempo, la estabilidad de las medidas implementadas por los Gobiernos
para mejorar la situación de la seguridad pública depende de los calendarios
electorales, y la alternancia en el poder de los diversos partidos, lo que lleva a
tomar medidas de corto plazo y a que aquellas que requieren de mayor tiempo
queden inconclusas.
En 1996, el Congreso Nacional aprobó la Ley 9.299 -impulsada por el
Gobierno Federal- transfiriendo desde la Justicia Militar a la Justicia Común el
juzgamiento de los miembros de instituciones militares (entre las cuales se
incluyen las Policías Militares) que cometen crímenes dolosos contra la vida de
civiles. Hasta entonces estos hechos eran juzgados por los propios militares, lo
cual causaba molestia y preocupación por parte de amplios sectores de la
población que estimaban parcial el juzgamiento de los militares cuando la víctima
era un civil. En el año 2004, pese a que el Congreso Nacional aprobó una Ley que
devolvió el juzgamiento de los crímenes cometidos por los militares de las
66
Fuerzas Armadas a la Justicia Militar, se mantuvo la norma para los Policías
Militares, quienes en caso de crímenes dolosos contra la vida de civiles, deben
responder ante los organos de Justicia del Estado. Este es un cambio de suma
importancia dada la frecuencia de denuncias contra policías producto del uso
excesivo de la fuerza contra los civiles, muchas veces inocentes, quienes resultan
heridos o muertos durante los operativos policiales. Este cambio permite borrar
una posible imagen de impunidad de los policías a la vez que los obliga a ser más
criteriosos en tanto no tienen fuero militar.
Mediante la Ley 3.339 del Estado de Río de Janeiro, del año 1999, se crea el
Instituto de Seguridad Pública (ISP) del Estado, como institución con
administración propia vinculada a la Secretaría de Seguridad Pública. Esta
institución nace con el fin de planificar e instaurar políticas públicas en materia de
seguridad pública y auxiliar a la cartera encargada del sector en las acciones que
realiza en el territorio estatal. El ISP lleva a cabo investigaciones y sistematiza
estadísticas que sirven de base para el trabajo policial en el Estado. Su posibilidad
de acceder a la información disponible por la Policía Militar y la Policía Civil, que
generalmente no era compartida, lo ubica en posición de gerenciar el proceso de
reforma e integración de las policías del Estado. Fue un reconocido avance para la
integración y la modernización de la gestión policial, contribuyendo también en la
formación policial al impartir cursos de perfeccionamiento para los policías.
El año 2004, la Secretaría Nacional de Seguridad Pública, del Ministerio de
Justicia del Gobierno Federal, elaboró una Matriz Curricular Nacional que
establecía ciertas directrices a seguir en la elaboración de los currículos
académicos de los centros de formación de las policías de todos los estados. No
es una Ley o Decreto, sino una propuesta de reforma de los programas de
formación que pueden o no ser adoptadas por las policías de cada Estado. Esta
propuesta tiene el valor de promover la reforma e integración de de los
programas de formación de la Policía Militar y Policía Civil, adecuándolos las
necesidades de las policías al estado de derecho y a la sociedad contemporánea.
Los planes de formación de la Policía de Río ya han recibido reformas y se llevan a
67
cabo cursos en conjunto con organizaciones académicas y de la sociedad civil
para mejorar la preparación del recurso humano de las policías de los estados y
principalmente para instalar el respeto a los Derechos humanos como un valor
prioritario de las instituciones y a la vez, instar al trabajo conjunto, integrado y
cooperativo de las policías.
Si bien estas reformas han encontrado oposición en un comienzo, no viene
de manera institucional, sino manifestada por ciertas estructuras de poder que se
encuentran incrustadas en el entramado institucional y que se resisten a perder
los beneficios que el desorden institucional les permite obtener. Es la misma
institución la que reconoce sus falencias y lleva a cabo, en conjunto con el
Gobierno, medidas destinadas a mejorar su eficiencia y ordenar la institución,
pero se ve limitada por estos fenómenos corruptos que muchas veces involucran a
políticos y delincuentes en su operación. Por ello, las reformas muchas veces se
quedan únicamente en intentos, pero no se concretan, pues existen amenazas,
chantajes y sobornos que detienen las discusiones y suspenden las medidas.
Se puede decir finalmente, que el mayor cambio ocurrido en la Seguridad
no es necesariamente normativo, sino más bien cultural. Una nueva forma de
pensar, que es capaz de criticar y reconocer los errores y debilidades del sistema
es lo que se aprecia al interior de las policías del Estado de Río de Janeiro. El
interés por cambiar, lograr un trabajo más humanos, comunitario y correcto es lo
que los mandos superiores de las instituciones policiales, el gobierno y la
sociedad civil buscan concretar, pero se ven enfrentados a la inercia estructural de
las organizaciones policiales que se acostumbran a las malas prácticas, y con el
vaivén político que vuelve los cambios inestables e inconclusos.
IV. INTELIGENCIA
Desde el retorno a la democracia en 1995, la actividad de inteligencia en
Brasil no ha tenido la atención que sí han tenido la seguridad pública y la defensa,
principalmente porque no ha demostrado entrar en crisis y es considerada una
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actividad necesaria para la mantención de la seguridad interna y externa del país.
No obstante, desde entonces la actividad de inteligencia ha sido regulada de
manera general por la Ley 9.883 de 1999, que instituye el Sistema Brasileño de
Inteligencia y crea la Agencia Brasileña de Inteligencia (ABIN). Por su parte, el
decreto 4376 del año 2002, dispone sobre la organización y funcionamiento del
sistema de inteligencia instaurado por la Ley anterior.
Las instituciones que realizan actividades de inteligencia en el País (y su
dependencia) son:
En el Gobierno Federal:
- Agencia Brasileña de Inteligencia ABIN (Gabinete de Seguridad Institucional)
- Centro de Inteligencia (Ejército)
- Centro de Inteligencia (Marina)
- Centro de Inteligencia de Aeronáutica (Fuerza Aérea)
- Directorio de Inteligencia (Policía Federal).
En los Gobiernos de los 27 Estados:
- Servicios de inteligencia (Policía Civil).
- Servicios de inteligencia (Policía Militar).
Estas instituciones, dada su labor, conforman junto a órganos dependientes
de distintas carteras ministeriales del Gobierno Federal (Hacienda, Trabajo, Salud,
Ciencia y Tecnología, Medio Ambiente, Integración, Asistencia Social, Relaciones
Exteriores, Justicia) el Sistema Brasileño de Inteligencia e integran sus tareas de
planificación y ejecución de la actividad de inteligencia en el país, con la finalidad
de entregar apoyo al Presidente en asuntos de interés nacional. Los Estados
forman parte del sistema en la medida en que se generen convenios y se acepte el
control externo de la ABIN. El Decreto 4376/2002, señala que el Sistema Brasileño
de inteligencia es responsable por “el proceso de obtención y análisis de datos e
69
informaciones y de la producción y difusión del conocimiento necesario para el proceso de decisorio del Poder Ejecutivo especialmente en lo que se refiere a la seguridad de la sociedad y del Estado, así como a la protección de asuntos reservados de interés nacional” (Art. 1).
El Decreto 4376/2002, también da origen, vinculado al Gabinete de
Seguridad Institucional, el Consejo Consultivo del Sistema, el cual está encargado
de emitir pareceres acerca de la Política Nacional de Inteligencia; proponer normas
y procedimientos para el intercambio de información entre los distintos
miembros; contribuir al perfeccionamiento de la doctrina de inteligencia; opinar
sobre las propuestas de integración de nuevos órganos al sistema; proponer la
creación o extinción de grupos de trabajos para materias específicas de
inteligencia. Este consejo está integrado por los titulares de la ABIN; del Gabinete
de Seguridad Institucional; de la Secretaría Nacional de Seguridad Pública; de la
Coordinación de Inteligencia del Departamento de Policía Federal y de la Policía
Rodoviaria Federal, del Ministerio de Justicia; del Departamento de Inteligencia
Estratégica de la Secretaría de Política, Estrategia y Asuntos Internacionales, del
centro de inteligencia de la Marina, Ejército y Aeronáutica, del Ministerio de
Defensa; de la Coordinación General de Combate a Ilícitos Transnacionales, del
Ministerio de Relaciones Exteriores; y del Consejo de Control de Actividades
Financieras del Ministerio de Hacienda.
La Ley 9.883, crea la Agencia Brasileña de Inteligencia (ABIN) agencia
central del sistema de inteligencia. Su función es asesorar al Presidente de la
República por medio de la producción de conocimientos estratégicos sobre
oportunidades, antagonismos y amenazas, reales o potenciales, sobre los
intereses de la sociedad o el país. Le compete la planificación, ejecución,
coordinación, supervisión, y control de las actividades de inteligencia del país. El
Decreto 4376/2002 especifica sus funciones estableciendo que como órgano
central del Sistema de Inteligencia debe: establecer las necesidades de
conocimiento específico de los órganos del sistema de inteligencia y traducirlas
en el Plan Nacional de Inteligencia; coordinar y promover el intercambio de
70
conocimiento entre los miembros del sistema; observar la actividad de los
órganos del sistema para asegurar su funcionamiento de acuerdo a la norma;
analizar los datos, información y conocimiento generado para verificar su
adscripción al Plan Nacional de Inteligencia; solicitar a los órganos y entidades de
la administración pública federal la información necesaria para cumplir con los
objetivos del sistema; promover el desarrollo de los recursos humanos y
tecnológicos y de la doctrina de inteligencia además de realizar estudios e
investigaciones para el ejercicio y perfeccionamiento de la actividad de
inteligencia; dar soporte técnico y administrativo al Consejo Consultivo del
Sistema de Inteligencia y; representar al Sistema Brasileño de Inteligencia frente al
órgano de control externo de la actividad.
La autoridad para revisar las decisiones de inteligencia recae finalmente en
un civil, pero depende según la agencia u órgano que la realiza y según si es
Federal o Estatal. En el caso de la ABIN, quienes tienen la posibilidad de revisión y
dirección son el Gabinete de Seguridad Institucional y el Presidente de la
República. En el caso de la agencia de las Fuerzas Armadas, son los comandantes
de la fuerzas, el Ministro de defensa y el Presidente de la República. En lo que
especta al Servicio de Policía Federal, el Director General de la Policía Federal, el
Ministro de Justicia y el Presidente de la República. En el caso de las policías de
cada estado, los comandantes generales de las policías militares, los directores
generales de las policía civiles, los secretarios de seguridad pública, y los
gobernadores del Estado respectivo
Según el artículo 5º de la Ley 9.883/1999 del 07 de Diciembre de 1999,
que creó a la ABIN, la ejecución de la Política Nacional de Inteligencia, fijada por el
presidente de la república, debe ser llevada a efecto por la ABIN, con la
supervisión de la Cámara de Relaciones exteriores y de Defensa Nacional del
Consejo de Gobierno. Pero antes de ser fijada, debe ser sujeta al control externo
por parte de los órganos competentes. Según el artículo 6º, el control de las
actividades de inteligencia será llevado a cabo por los líderes de la mayoría y
minoría de la Cámara de Diputados y del Senado Federal, así como por los
71
presidentes de las comisiones de Relacione Exteriores y Defensa Nacional de
ambas cámaras.
Desde la democratización ha habido denuncias de actividades ilegales de
inteligencia, tanto por parte de la inteligencia militar como por la policía federal, y
policías estaduales, siendo las escuchas telefónicas ilegales la denuncia más
frecuente. Uno de los casos más grave ocurrió en Sao Paulo el año 2002, donde la
policía habría utilizado a prisioneros condenados para infiltrar grupos criminales.
Sin embargo las no ha habido sanciones en ninguno de esos casos. La
participación de la Inteligencia militar en asuntos de seguridad interior del país
existe, pero no es ilegal, en tanto la Constitución federal señala que las fuerzas
armadas son responsables de la mantención de la ley y el orden, y permite el uso
de las fuerzas armadas en el control de la seguridad pública.
La Ley 9.883, y su Decreto Reglamentario, no establecen cuáles son los
límites de la actividad de inteligencia que permitan un efectivo control del sector.
No hace referencia a los medios razonables y permitidos en los cuales se puede
recaer para conseguir información y generar la inteligencia que se necesita, no
regula la capacidad operativa de estas agencias ni establece la necesidad de
consulta previa a una acción de inteligencia. A la vez no se precisa la manera de
ejercer control sobre el sector y se deja afuera al poder judicial como posible
agente de autorización de ciertas acciones al margen de la legalidad que pueden
ser necesarias para la generación de inteligencia. Tampoco se precisa cuáles son
las agencias autorizadas para realizar actividades de inteligencia. Las capacidades
de la ABIN para ejercer coordinación tanto en recursos humanos y técnicos como
en atribuciones legales que obliguen a los organismos de inteligencia a entregar
informes periódicos, no solamente cuando la ABIN lo dispone. Tampoco se precisa
una regla específica para el control que realiza el Congreso, en tanto no se detalla
la forma en que se ejercerá este control, por ejemplo, si es que se deben
presentar informes periódicos de la actividad al Poder Legislativo.
72
V. BIBLIOGRAFÍA Y FUENTES CONSULTADAS
Fuentes Consultadas
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http://www.iadb.org/countries/index.cfm?language=English, consultado en Julio
de 2006.
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http://websie.eclac.cl/sisgen/SistemasDisponibles.asp, consultado en Julio de
2006.
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- Portal de Transparencia del Gobierno Federal. Información disponible en el sitio
web: http://www.transparencia.gov.br/, consultada en Octubre de 2006.
- Secretaría de Presupuesto Federal ministerio de Planificación, Ministerio de
Planificación, Gestión y Presupuesto. Información disponible en el sitio web:
http://www.planejamento.gov.br/orcamento/index.htm., consultada en Octubre
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73
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- ____________________ Código Penal Militar.
- ___________________ Decreto 5.201, 2004.
- __________________ Decreto Nº 88.545 - 26/07/83, Reglamento Disciplinario
para la Marina de Brasil.
- __________________ Decreto Nº 4.346 - 26/08/02, Reglamento Disciplinario para
el Ejército de Brasil.
- ___________________ Decreto Nº 76.322 - 22/09/75, Reglamento Disciplinario
para la Aeronáutica de Brasil.
- ___________________ Ley 7.102, 1983.
- ___________________ Ley 9.883, 1999.
- ___________________ Ley 10.683, 2003.
- ___________________ Ley Complementaria 97, 1999.
- ___________________ Ley del Estado de Río de Janeiro 443, 1981.
- ___________________ Ley del Estado de Río de Janeiro 3.339, 1999.
- ___________________ Política de Defensa Nacional, Decreto 5.485/2005.
- Marques, A. (2004): “El ministerio de Defensa en Brasil: Limitaciones y
perspectivas”, en Revista Fuerzas Armadas y Sociedad (FASOC) Nº 34, pp. 27-51.
74
- PNUD (2005) Informe sobre Desarrollo Humano.
- Skidmore, T & Smith, P. (1996). Historia Contemporánea de América Latina,
Editorial Crítica.
75
VI. ANEXOS
Gráfico Anexo 1
Brasil: Producto per capita (u$)
4426,979
4805,735 4933,7254739,921
3180,293
3535,556
2960,71
2611,3132824,452
3325,054
4297,361
1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005
Fuente: BID, 2006
Gráfico Anexo 2
76
Brasil: Crecimiento económico (Cambio porcentual anuel del PIB)
4,2
2,7
3,3
0,1
0,8
4,4
1,3
1,9
0,5
4,9
3,3
1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005
Fuente: BID, 2006
Gráfico Anexo 3
Brasil: Inflación anual
66
16
6,93,2
4,97,1 6,8
8,4
14,8
6,
2000 2001 2002 2003 2004 2005
uente: BID, 2006
6,6 8
1995 1996 1997 1998 1999
F
77
Ind res e ico iales 2006
ólares): 11.593 (2005).
Deuda en relación al PIB
icado conóm s/Soc (BID )
a.- Deuda Externa (en miles de millones de d
1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 5,6 3,9 4,3 6,2 10,4 9,8 10,4 14,4 11,9
b.- Tasa de desempleo:
1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 20054,6 5,4 5,7 7,6 7,6 7,1 6,2 11,7 12,3 11,5 9,9
c.- Tasa de desempleo juvenil:
1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 11,4 12,6 14,4 17,2 18,3 … 17,9 …
d.- Porcentaje n Analfabeto:
de la Població
1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 11,4 10,7 10,7 10 9,7 ... 9,5 9,1 8,9 …
Tabla Anexa 4: Últimos Cinco Ministros de Defensa de Uruguay.
Waldir Pires 31 de Marzo de 2006 hasta la
fecha
José de Alencar 8 de Noviembre de 2004 al 31
de marzo de 2006
José Viegas Filho del 1º de Enero de 2003 al 8
de Noviembre de 2004
Geraldo Magela da Cruz Quintão 24 de Enero de 2000 al 31 de
diciembre de 2002
Élcio Álvares 10 de Junio de 1999 a 23 de
enero de 2000
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