el uso del adjetivo en «al filo del agua»

14
TH. XL, 1985 NOTAS 401 EL USO DEL ADJETIVO EN « AL FILO DEL AGUA » I. INTRODUCCIÓN Como es sabido, en la literatura, el lenguaje no es sinónimo del sistema general de la lengua, sino sinónimo del habla de un determi- nado escritor o de un determinado género. La novela que me propongo estudiar es Al filo del agua, obra del novelista mexicano Agustín Yáñez. Lo que voy a hacer ahora no es explorar el mundo lingüístico total de ese autor, sino mostrar lo que me llamó especialmente la atención y me produjo impacto psicológico y artístico conmovedor, durante la primera lectura de dicha obra. Esto es, el uso del adjetivo. En el libro, Agustín Yáñez agrupa un gran número de adjetivos extraordinariamente importantes, cuyo uso como expresión no es de manera esporádica o accidental, sino obra de un intenso subjetivismo, de una marcada voluntad expresiva, y se entrecruza una amalga- ma de tendencias y de sentimientos, y, en consecuencia, el adjetivo en esta novela despliega toda su potencia estilística y expresiva: tiene un gran peso artístico y estético que merece un análisis concienzudo. Todo el libro —desde su título "Al filo del agua" hasta cada capítulo que lo compone — late con un simbolismo que expresa la angustia y tristeza del hombre consciente y civilizado ante un pueblo "seco, triste, conventual", "pueblo de mujeres enlutadas". Lo que des- cribe la novela no es una pesadilla ni alucinación onírica, sino una realidad o, más bien, unos latigazos del autor hacia la realidad para enseñar a México a ver sus propias caras. La novela se desarrolla con técnica casi cinematográfica, que pre- senta panorámicamente un pueblo, un mundo en el cual nos sumerge el autor. A medida que se mueve la cámara de la narración va mos- trándonos, siempre en primeros planos, los elementos del paisaje que aumentan la morbosidad del ambiente. En las 387 páginas hay un total de 43 adjetivos para modificar un solo substantivo, que es el pueblo "Bajío". Al que jamás haya vivido en tal pueblo, le es difícil percibir la hondura y sinceridad de este libro, porque estos adjetivos referidos a dicho pueblo son consecuencia de un verdadero y profundo sentir artístico, y el símbolo constituye la esencia cuyo significado es básico para la comprensión de toda la obra. Razón por la cual, el solo estudio del uso del adjetivo en este libro valdría para calificar el trazo estilístico del autor, respirar su atmósfera y heredar sus manías.

Upload: duongngoc

Post on 06-Jan-2017

225 views

Category:

Documents


2 download

TRANSCRIPT

Page 1: El uso del adjetivo en «Al filo del agua»

TH. XL, 1985 NOTAS 401

EL USO DEL ADJETIVO EN « AL FILO DEL AGUA »

I. I N T R O D U C C I Ó N

Como es sabido, en la literatura, el lenguaje no es sinónimo delsistema general de la lengua, sino sinónimo del habla de un determi-nado escritor o de un determinado género.

La novela que me propongo estudiar es Al filo del agua, obradel novelista mexicano Agustín Yáñez.

Lo que voy a hacer ahora no es explorar el mundo lingüísticototal de ese autor, sino mostrar lo que me llamó especialmente laatención y me produjo impacto psicológico y artístico conmovedor,durante la primera lectura de dicha obra. Esto es, el uso del adjetivo.

En el libro, Agustín Yáñez agrupa un gran número de adjetivosextraordinariamente importantes, cuyo uso como expresión no es demanera esporádica o accidental, sino obra de un intenso subjetivismo,de una marcada voluntad expresiva, y se entrecruza una amalga-ma de tendencias y de sentimientos, y, en consecuencia, el adjetivo enesta novela despliega toda su potencia estilística y expresiva: tiene ungran peso artístico y estético que merece un análisis concienzudo.

Todo el libro —desde su título "Al filo del agua" hasta cadacapítulo que lo compone — late con un simbolismo que expresa laangustia y tristeza del hombre consciente y civilizado ante un pueblo"seco, triste, conventual", "pueblo de mujeres enlutadas". Lo que des-cribe la novela no es una pesadilla ni alucinación onírica, sino unarealidad o, más bien, unos latigazos del autor hacia la realidad paraenseñar a México a ver sus propias caras.

La novela se desarrolla con técnica casi cinematográfica, que pre-senta panorámicamente un pueblo, un mundo en el cual nos sumergeel autor. A medida que se mueve la cámara de la narración va mos-trándonos, siempre en primeros planos, los elementos del paisaje queaumentan la morbosidad del ambiente. En las 387 páginas hay untotal de 43 adjetivos para modificar un solo substantivo, que es elpueblo "Bajío". Al que jamás haya vivido en tal pueblo, le es difícilpercibir la hondura y sinceridad de este libro, porque estos adjetivosreferidos a dicho pueblo son consecuencia de un verdadero y profundosentir artístico, y el símbolo constituye la esencia cuyo significado esbásico para la comprensión de toda la obra.

Razón por la cual, el solo estudio del uso del adjetivo en este librovaldría para calificar el trazo estilístico del autor, respirar su atmósferay heredar sus manías.

Page 2: El uso del adjetivo en «Al filo del agua»

402 N O T A S T H . XL, 1985

Así, pues, el presente trabajo será un estudio particular del usodel adjetivo y a través de su recorrido expresivo.

Por último, me permito aclarar que en este trabajo sólo se tratade adjetivos connotativos.

II. FUNCIONES CONCEPTUALES

Ya reconocemos que la voz humana no es solo sonido, ni siquierasonido personal, sino palabra, y el adjetivo es "una clase de palabraque acompaña, regularmente al substantivo precisando o ampliandosu significación"1. En las obras literarias el adjetivo es, con muchafrecuencia, capaz de traducir la personalidad estilística de un escritor.

Para comprender mejor el sentido del adjetivo, hay que averiguarprimero la relación que éste mantiene con lo que significa.

Al abrir la obra Al jilo del agua, descubrimos de golpe, entre laslíneas escritas, el verdadero valor espiritual de los adjetivos que evo-can innumerables imágenes de variada y asombrosa naturaleza. Casicada adiet'vo o complemento determinativo, que siempre lleva el ca-r^c'er adiet'val, va cargado de intenciones que expresan la armoníadel sentimiento con el pensamiento, de lo entrañable con lo intelectual.

A continuación vamos a analizar dos aspectos de su posible fun-ción conceptual:

1. TRAZAR EL AMBIENTE Y LA COSTUMBRE DEL PUEBLO:

Fiiémosnos en la primera frase del primer capítulo: "Pueblo demuieres enlutadas": con un complemento determinativo, salta inme-diatamente a los oíos del lector el triste ambiente del pueblo, imagenque cubrirá todo el espacio novelesco. Con eso el autor no declara oexpresa simplemente lo que dice, sino que nos brinda la situaciónantes de narrar, y nos zambulle en un mundo tétrico, en una escenaviva, actual, desplegada ante nuestra imaginación.

Acto seguido, nos conduce a un lucar cuyo cielo está con "telasde humo", que indica la dimensión del humo, y esa densidad del hu-mo nos ahnea v nos produce una inmensa compasión hacia los quese mueven bajo tal circuns'ancia.

Lueao. con un especial cuidado al elegir los adietivos que califi-can el pueblo, tales como 'llovizna interminable", "horas muertas",

1 ARÁUS OJEDA ARÉVALO, Lenguajes y palabras. Fondo Educativo Interameri-cano, S. A., 1983, pág. 116.

Page 3: El uso del adjetivo en «Al filo del agua»

T H . XL, 1985 N O T A S 403

"día de ira, de furor, noche de divina venganza", "silencio tétrico","angustia exasperada", "luna teñida de sangre", "cielo siniestro", "mú-sica macabra", "calamidad pública", "fantasía colectiva", "pesadía ge-neral" y "lágrimas de sangre" etc., da una serie de dibujos proyectadossobre la pantalla de nuestra sensibilidad.

Una escena de la página 193 nos suministra un buen ejemplo:

Domingo. Tarde pueblerina. Después del rosario. Recogida la plaza. Idas lasgentes de los ranchos. Cerradas las tiendas. Encerradas las familias. Calladaslas campanas. Las calles abandonadas. La angustia exasperada. Sin tener a dondeir, hacia dónde salir. Todavía el sol alto. La tarde clara, inútil. Sordos golpes desangre, que quiere reventar. Tedio de las horas muertas. El más pesado tiempoen este confín, en este confinamiento [ • • • ] . Conversaciones aburridas. Dentro delas casas. Bostezos. Lástima de tarde bonita [ . . . ] . Domingo, finado el ejerciciotempranero 2 .

Con 22 adjetivos describe subrayada y condensadamente la mo-notonía y el tedio de la vida pueblerina haciéndonos percibir cómo sedibuja en su imaginación un nítido y muy expresivo cuadro.

Sobre la costumbre del pueblo, hay dos adjetivos que poseen unagran fuerza evocadora y tienen profunda alma. Ellos son: 'hermético'y 'encerrado'. Cuando encontramos una y otra vez los sintagmas "puer-tas herméticas", "pueblo hermético", "tiendas herméticamente cerradas",o "familias encerradas", "mujeres encerradas" . . . pensamos sugestiva-mente en lo escondido detrás de estas expresiones, pues aparentementenos está pintando la costumbre del pueblo, pero esencialmente nos re-cuerda una verdad: con la puerta hermética no es fácil penetrar la luz;y, como siempre, encerradas las familas, es difícil unirse para cambiartal situación en que

el cura, el jefe político y las principales familias mantienen la vida de la co-munidad dentro de convenciones y conveniencias que, sin beneficiar a nadie, nohacen tnmpoco la felicidad de ninguno 3 .

En la página 68 hay una oración que dice: "Es un profundo díade fiesta, capaz de abrir las puertas y los corazones"4. Abrir puertases cosa ligera y pueden hacerlo hasta los niños en una situación nor-mal, pero allí, en ese pueblo, es precisamente una cosa de suma parti-cularidad. Por eso el adjetivo "capaz", que causa una sensación especial,no puede ser reemplazado por ningún otro.

3 AGUSTÍN YÁÑEZ, Al filo del agua, con Prólogo de ANTONIO CASTRO LEAL,

decimaséptima edición, México, Edit. Porrúa S. A., 1982, pág. 193.1 ANTONIO CASTRO LEAL, op. cit., pág. ix.4 AGUSTÍN YÁÑEZ, op. cit., pág. 68.

Page 4: El uso del adjetivo en «Al filo del agua»

404 N O T A S T H . XL, 1985

Más abajo en la misma página, dice: "Con las puertas vueltas acerrar, poco después de medio día, se restaura el silencio" 5. Ese ad-jetivo participial "vueltas" tiene la misma fuerza condensadamenteexpresiva que el de "capaz".

Aunque es capaz de 'abrir', vuelve a 'cerrar' medio día después.Este hecho nos dejó ver con claridad la profundidad de la enraizadacostumbre pueblerina.

2. DAR RELIEVE AL CARÁCTER DE LOS PERSONAJES:

1) Pintura de la figura colectiva:

Así como en este libro el pueblo aparece como el principal protago-nista, la descripción de la figura colectiva constituye la esencia de ca-pital importancia: "Caras de ayuno y manos de abstinencia. Caras sinafeites. Labios consumidos. Pálidos cutis [ . . . ] " s . Ocho adjetivos ocomplementos determinativos nos trazan la fisonomía de la gente quecompone la otra cara de dicho pueblo.

El adjetivo "pálido", que está sintáctica y semánticamente relacio-nado con "cutis", conlleva un tono muy expresivo que encierra múl-tiples significados. Entrelazando un dibujo de "pálidos cutis" de laspersonas que viven allí y la morbosidad del ambiente del pueblo entero,el adjetivo "pálido" adquiere conciencia real de sí mismo dentro deluniverso expresivo a que está destinado.

"Entre mujeres enlutadas pasa la vida. Llega la muerte. O elamor. El amor, que es la más extraña, la más extrema forma de morir;la más peligrosa y temida forma de vivir el morir"7. Ese grado su-perlativo del adjetivo, "la más [ . . . ] " , da un enorme peso a la den-sidad de su expresión y muestra un gran esfuerzo de acercamientoa la conciencia del personaje. Y al mismo tiempo se forma el fondonovelesco en el cual se desarrollan todas las actividades de los sereshumanos.

2) Descripción de la silueta individual:

La tarea principal de una obra literaria es la creación de figuras.En esta novela, mientras el autor dedica su atención en el pueblo-héroecolectivo, no deja de esforzarse por mostrar los tipos en el individuo

5 Ibid.. pág. 68.

• Ibid., pig. 14.T Ibid., pág. 14.

Page 5: El uso del adjetivo en «Al filo del agua»

TH.XL.1985 NOTAS 405

caracterizándolos en diversos aspectos. Y los adjetivos, sin lugar adudas, desempeñan un papel eminentemente importante.

A manera de una rápida ilustración, se podrían destacar algunosejemplos preponderantes en los que la participación del adjetivo esesencial por su significado:

Veinte años de vivir en el pueblo no han sido suficientes para que tenga fami-liaridad en alguna casa, con algún vecino, por afable que sea para todos [ . . . ] .Hombre de conciencia estricta, humilde, retraído, enérgico, celosísimo de su res-ponsabilidad y autoridad [ . . . ] es amigo de pocas y buenas palabras, enemigode tertulias y chismes, indiferente a cuanto no sea cumplir sus deberes apostólicos 8 .

Con tan pocas líneas, cuya expresión concentrada aparece principal-mente en los adjetivos, el narrador deja vivir el espíritu del señorcura don Dionisio María Martínez. Y luego, con la pintura de lafisonomía, nos hace ver una imagen completa:

Enjuto, alto, grandes las manos, pobladas las cejas, ralo y encanecido el cabello,el gesto severo, sin llegar a la acritud más que en casos extremos, la fisonomíadenuncia lo recio del carácter y el temple de las virtudes, mayor entre las cualesemerge la caridad, hecha compasión, bien que no siendo de genio expansivo,las ejercite ocultándose, y asuman formas de rudeza cuando hay riesgos deostentación 9 .

Aquí, la mayoría de los adjetivos son positivos y sólo unos pocosnegativos, pero estos últimos están cargando una fuerza contrastanteque desempeña el papel principal en la creación de este personaje:

El confesonario es el centro de sus actividades, el punto desde donde dirige lavida — las vidas — de la comarca 10.

Esta descripción contiene doble sentido: en el plano real, es unhecho verdadero y visible; en el plano imaginario, es invisible e in-tangible, pero es esencial, es la raíz de toda la morbosidad que do-minaba este pueblo. Cabe preguntar: si el que dirige la vida sólo semueve dentro del confesonario, ¿cómo podría tener una visión tanamplia como para alcanzar a cambiar dicho pueblo donde

ahoga o expulsa a los que quisieran marcarle un camino hacia el progreso o alos que piensan que deben de ser otras las normas de la existencia en común.

8 Ibid., pág. 41.

' Ibid., pág. 41.10 Ibid., pág. 42.

Page 6: El uso del adjetivo en «Al filo del agua»

406 NOTAS TH. XL, 1985

Así, pues, el novelista trata de interpretar su sentimiento íntimo,causado por la exploración de la profundidad de los problemas en-raizados en la conciencia de este pueblo.

La pintura de las figuras de Marta y María es también sugestiva:

El alma de Marta está tocada de penumbra; la de María es radiante [ . . . ] . Martaes pálida, esbelta, la cara ovalada, las cejas nutridas, grandes las pestañas, losojos hondos, la boca exangüe, la nariz afilada, sin relieve los pechos, el andarsilencioso y lenta la v o z 1 2 .

Once adjetivos referidos a la imagen de Marta nos dan una impre-sión de que es una muchacha hábil, serena y prudente, y constituyeuna nota perfecta de la afirmación, más adelante, de que

Marta es la sobrina de las confianzas [ . . . ] es el ama del hogar [ . . . ] . María esmorena, la cara redonda y sanguínea, la boca carnosa y coronada de ligerísimobozo, los ojos grandes y glaucos, de rápidos movimientos, el timbre de la vozgrave y juguetón 1 3 .

También once adjetivos en correspondencia directa con la figura deMaría, pero nos ofrece una pintura totalmente diferente. Es una niñasana, viva, impaciente y llena de energía. Y esto da pie para el desen-lace en el cual María abandonó definitivamente ese pueblo sombríopara buscar algo nuevo.

Otro ejemplo que nos interesa es el primer encuentro de Gabrielcon Victoria en el campanario:

Cuando desembocó en la luz, parecía envejecida: los labios exangües, convulsos;consumida la carne bajo los pómulos; temblorosas las manos, enflaquecidas; contrala palidez, las olas crecientes del rubor en el rostro; y los ojos de fiebre, brillan-tes, inflamados con [ . . . ] 1 4 .

Si "las inéditas emociones inverosímiles de los dos" se convierten enuna potente fuerza emotiva para el lector, es debido a la intervencióndel adjetivo que presta la expresividad a la imagen.

Cuando Gabriel vio salir a la señora Victoria,

rendido, el corazón gritaba que seria un viaje por allí cerca [ . . . ] . Los ojos norespondieron a tan peregrina ilusión [ . . . ] . Una ola extraña se abatió contra elmuchacho [ . . . ] .

11 ANTONIO CASTRO LEAL, op. cit., pág. ix.

1 2 AGUSTÍN YÁÑEZ, op. cit., pág. 71 .

" Ibid., pág. 71 .

" Ibid., pág. 181.

Page 7: El uso del adjetivo en «Al filo del agua»

TH. XL, 1985 NOTAS 407

Mientras tanto, Victoria,

cada vez con m a y o r lent i tud, cu.-.l si resistiera opuestos vientos violentísimos, [ . . . ]incl inada la cabeza, [ . . . ] cinco, d iez minu tos q u e parecieron siglos [ . . . ] l s .

En este caso, el escritor ya se asoma al mundo interior de suspersonajes, y los adjetivos, armoniosamente usados, poseen una esco-gida expresividad y presentan un especial realce. Sobre todo, los adje-tivos antitéticos formados dentro de un mismo sintagma, tal como"canto nuevo y arcaico", aumenta el peso de la confusa mezcla desensaciones en este momento crítico para estos dos enamorados.

Por los aspectos arriba analizados ya vemos que el autor ora aludeperifrásticamente, ora describe con rápidos y penetrantes rasgos el am-biente y la costumbre del pueblo, para trazar a grandes rasgos elcarácter de los personajes dando a su expresión las dos características:concisión y fuerza emotiva. Y el uso del adjetivo siempre obedece a laconstrucción total de la imagen, y no existe ningún adjetivo puramen-te decorativo, sino que se entreteje en un dibujo que nos hace experi-mentar el pulso anormal de la vida de este pueblo.

Como dice Carlos García Prada en su Teorías estéticas:

El lenguaje es un fenómeno humano, social y cultural que existe no sólopara fines de representación, sino para fines de expresión y de comunicación *'.

El adjetivo, como una partícula del lenguaje, cumplió perfecta-mente su fin de expresividad en esta obra.

III. VALORES ESTÉTICOS

1. EL USO METAFÓRICO:

El lenguaje, además de ser emisario de las sensaciones, es tambiénplurisignificativo, porque en él el signo lingüístico es portador de múlti-ples dimensiones semánticas.

El lenguaje que usa Agustín Yáñez es evidentemente metafórico,lleno de significación profunda. Cuando describe algo, no sólo lo re-fleja, sino que también lo simboliza, de modo que, con mucha fre-cuencia, las expresiones tienen doble o triple sensaciones y valores.

A continuación voy a hacer un análisis partiendo del punto devista metafórico.

" Ibid., págs. 239-240.

" CARLOS GARCÍA PRADA, Teorías estéticas. Ediciones iberoamericanas S. A.

"EISA", Madrid, 1962, pág. 165.

Page 8: El uso del adjetivo en «Al filo del agua»

408 NOTAS TH. XL, 1985

1) Metáfora explícita (símil):El siguiente grupo de ejemplos pertenece a este tipo de metáforas:

"pálido como la cera" (pág. 239), "las cejas del señor cura como nubesde tormenta" (pág. 241), "los toques habían caído en el desasosiego deVictoria como chispas en polvorín" (pág. 187), "El señor cura vinocomo un hombre que trae puñales clavados", "La justicia es para elorganismo social como la salud para el organismo humano" (pág. 171),"como pájaros locos, puestos en última desesperación, a ciegas, comopájaros perdidos [ . . . ] " (pág. 289).

Esta serie de múltiples metáforas que están construidas a travésde un "como", que interconecta el plano real y el plano evocado, aveces tomando el paisaje como fondo, dibuja el estado espiritual de lagente, presenta el valor abstracto adjetival en una forma tangible o vi-sible para reforzar el efecto de la descripción.

2) Metáfora implícita:Otro tipo de metáforas que no lleva ese "como" lo llamaremos

metáfora implícita "Con la cara de pan de cera" (pág. 97), "la cara ymanos de cera" (pág. 343), "el cielo de fuego" (pág. 251), "telas dehumo", "El cuchillo de la canícula se mueve a diestra y siniestra"(pág. 251). Aquí la preposición "de" tiene el mismo valor de "como".

Otro ejemplo de una metáfora lograda cuyo propósito es dar unafuerte sensación es "el piélago amargo"; también puede ser una me-táfora implícita.

3) Un entrelazamiento de metáforas explícitas e implícitas:

Los pasos, las voces, las miradas — como aves en libertad reciente, comoescolares cuando el maestro se ausenta, como internos en asueto —, tejen redes,taladran muros, persiguen sombras en campo de oro, en paños de oro: el grancampo, los grandes paños de la tarde brocada de sol: un sol —corazón de lahistoria —; sol, como fragua del mundo; este sol misericordioso, Padre de fami-lias, buen pastor que conduce la fiesta por vericuetos de misterio17.

El autor ora escoge la mirada directa, contemplativa, ora la inte-rior metafórica o simbólica, desata una serie de imágenes con el doblefondo de analogía: una real y visible y otra evocativa invisible dandohondura a la expresividad:

— "Va a llover fuego sobre este pueblo— Y todas las plagas, como en Egipto" 18.

Aquí cada frase tiene un trasfondo: la primera se viste de unametáfora implícita que expresa la gravedad de las calamidades, y la

" AGUSTÍN YÁÑEZ, op. «'(., pág. 105.w Ibid., pág. 101.

Page 9: El uso del adjetivo en «Al filo del agua»

TH. XL, 1985 NOTAS 409

segunda es una metáfora explícita. Las dos forman una imagen com-pleta cargada de un fuerte valor figurativo.

2. EL EMPLEO SIMBÓLICO:

Como dice Kayser:

Todo texto literario (en el sentido más amplio de la palabra) es un conjuntoestructurado de frases, fijado por símbolos 19.

La fuerza de los símbolos reside en que uno puede imaginar másde lo que el autor dice. En general hay tres tipos de símbolos dig-nos de análisis, a saber: símbolo representativo, símbolo expresivo ysímbolo apelativo.

El sintagma "pueblo de mujeres enlutadas", que se repite tantoen la narración, es un ejemplo perfecto del símbolo representativo, por-que con un solo aspecto ya ha podido darse una caracterización precisa.

"Todo el pueblo es nave funeraria por el Jubileo de Ánimas. Loserá también el camposanto, [ . . . ] " 2 0 . Estos dos símbolos, indepen-dientes entre sí, y unidos al mismo tiempo, forman una imagen inge-niosa, una visualización que obedece a un cuadro imaginado. Sonejemplos de símbolo apelativo, porque estos fenómenos simbólicos sir-ven como punto de contacto entre el plano real y el evocado, y aunquecorresponden al clima real de este pueblo, pueden ser empleados, almismo tiempo, para simbolizar a cualquier otro pueblo semejante.

A las expresiones "oscuras canicas" y "al filo del agua" las pode-mos considerar símbolos expresivos. Con estas "oscuras canicas" que"son dejadas rodar en estrecho límite de tiempo y espacio en un lugardel Arzobispado, [••.]>>21, se simbolizan las vidas del pueblo. Y to-mando una expresión campesina, un símbolo bisémico, "al filo delagua" significa "el momento de iniciarse la lluvia y —en sentido fi-gurado, muy común — la inminencia o el principio de un suceso" 22;como título y conclusión simbólica de la novela, resume toda la fuerzay hace que los conceptos abstractos adquieran forma y cuerpo. Es unafusión de los dos elementos: la metáfora y el símbolo en armonía quellevan al lector a la culminación del sentimiento motivado.

18 WOLFGANG KAYSER, Interpretación y análisis de la obra literaria, versiónespañola de Ma. D. Mouton y V. Ga. Yerba, Madrid, Edit. Gredos, 1958, pág. 19.

50 AGUSTÍN YÁÑEZ, op. cit., pág. 367.21 Ibid.. pág. 2." Ibid., pág. 2.

Page 10: El uso del adjetivo en «Al filo del agua»

410 NOTAS TH.XL, 1985

3. LA TÉCNICA SINESTÉSICA:

"La sinestesia es una imagen que se obtiene por el cruce de senti-dos de distinta clase". Consiste en "entrecruzar dos imágenes para lo-grar una única, mucho más rica" ¿3. De modo que es importante resal-tar las cargas sinestésicas.

En esta obra el autor nos demuestra su gran maestría en eldominio de dicha técnica, de la cual se aprecian dos tipos a lo largode las jugosas páginas:

1) Un cruce de sentidos de distinta clase no contrastantes:"humedécense las palabras" (pág. 13): la sensación táctil pasa a

la auditiva."casa sorda" (pág. 54): visual-auditiva."músicas invisibles" (pág. 95): auditiva-visual."novedades calientes" (pág. 279): auditiva-táctil."fría dolencia" (pág. 290): en general, el adjetivo "frío" se mueve

en un ambiente de tristeza o de muerte. Aquí, al colocarse expresa-mente al lado de "dolencia", evoca una sensación como si la escarchacayera en la nieve.

2) Un cruce de sensaciones en franca antítesis que sirve para agu-dizar lo que califica:

En las estructuras "dulce tristeza" (pág. 8), "dulce ponzoña"(pág. 311), el adjetivo "dulce" presenta un significado más psicológicoque sensitivo, y forma un sentimiento muy complicado, o hace resaltarla sensación más amarga, igual que la risa amarga es más triste queel llanto.

De semejante modo, en los sintagmas "criminal calma" (pág. 53),"gozo de la tortura" (pág. 183), "cólera divina" (pág. 221), "cóleracelestial" (pág. 226), "desesperanza divina" (pág. 304), "droga placen-tera" (pág. 311), los adjetivos antagónicos tienen la misma fuerzaemotiva.

4. LA PERSONIFICACIÓN:

Se trata de una técnica descriptiva cuya carga pasional y estéticanos es comunicada por medio del adjetivo personificado:

La expresión "Gentes y calles absortas" (pág. 3) asociada con"puertas y ventanas [... ] cerradas" y pocas casas "furtivamente abier-tas" nos ofrece una imagen que se proyectaba al mismo tiempo en dosaspectos: en el espíritu de la gente y en la vista de la calle. No sóloque la gente era cautelosa, sino que la calle también era contagiada

" ARÁUS OJEDA ARÉVALO, op. cit., 109.

Page 11: El uso del adjetivo en «Al filo del agua»

TH.XL, 1985 NOTAS 411

por ese ambiente. Así que con el objeto personificado fomentó la fuer-za emotiva.

"duermen las campanas" (pág. 9), otro objeto personificado noshace recordar una frase al comienzo del libro que dice: "Pueblo sinotras músicas que cuando clamorean las campanas [ . . . ]" . Y ahora,con el dormir de las campanas, perdió la única música y evocó un sen-timiento de abandono total y triste.

Si decimos que esta es una personalización de las campanas quetransmiten una atmósfera desolada, a la luz de la siguiente frase "Sedesató la ternura de las campanas en una confusa mezcla de llanto yrisa, responso e himno, vacante y repique general" 2i aparece directa-mente la persona detrás de la campana y nos inducirá inmediatamenteal descubrimiento de la emoción que sentía ese hombre, cuya tristezafue transmitida por las campanadas de un modo que no sabemos quiéninfluye en quién.

En los sintagmas "sol sanguinolento" (pág. 204) y "estrellas im-pasibles" (pág. 289) el substantivo y el adjetivo están íntimamente liga-dos y nos permiten experimentar, una vez más, la recia expresividadque poseen los sustantivos "sol" y "estrellas" mediante la personifica-ción que les prestan los adjetivos "sanguinolento" e "impasibles" queson adjetivos teñidos de énfasis y llenos de un acentuado sabor especial.

5. LA ACUMULACIÓN:

Lo de que varios adjetivos vayan dirigidos a la misma diana subs-tantival es un fenómeno estilístico que nos sorprende en esta obra. Elautor se esfuerza por vestir los paisajes, objeto o personas con todaclase de imágenes cuya forma está subrayada por dos tipos:

1) La forma más usada sería la coordinación, como por ejemplo:

Pueblo sin billares, ni fonógrafos, ni pianos (pág. 5).En las noches de luna escapan miedos y deseos a la carrera; pueden oírse

sus pasos, el vuelo fatigoso y violento (pág. 7).Creciente zozobra colectiva (pág. 329).desgraciada mujer insatisfecha (pág. 351).tristes mujeres presas (pág. 363).

En los últimos ejemplos, dos adjetivos están simétricamente ante-puestos y pospuestos.

El paralelismo sintáctico nos permite descubrir una semejanza se-mántica o contraste significativo, por ejemplo:

u AGUSTÍN YÁÑEZ, op. cit., pág. 240.

Page 12: El uso del adjetivo en «Al filo del agua»

412 N O T A S TH. XL, 1985

Sin reservas dolorosa y dichosa (pág. 313).serena y ciega confianza (pág. 335).dulce sabor acibarado (pág. 372).

A veces varias coordinaciones forman una unidad en favor de unamultisignificación: "Se sintió ridículo y orgulloso, grosero y tímido,ineducado y cobarde".

2) Una secuencia bien nutrida de adjetivos forman una unidadvital y perfecta que encierra varios aspectos:

"luces de la tarde-fuertes, claras, desvaídas, agónicas" (pág. 3),son adjetivos que marcan el paso del tiempo basados en expresionesenérgicas que nos hacen sentir el oculto significado simbólico.

"y suena un ruido seco, espeso, rítmico, escalofriante" (pág. 60),tiene el mismo valor estético.

"Marta veneranda. Marta fiel [ . . . ] . Marta entristecida por confusainquietud [ . . . ] " (págs. 79-80). Doce adjetivos o complementos deter-minativos califican acumulativamente a un mismo substantivo formandoa la vez parte de una imagen metafórica y simbólica.

Los siguientes ejemplos muestran la carga emotiva de las acumula-ciones adjetivales en un solo ámbito descriptivo:

Gabriel [ . . . ] muchachito de cinco años, muy moreno, de cutis delicado, deojos y continente tristes, ajeno a juegos y amigos, vergonzoso, huraño, arisco(pág. 178).mujeres flacas, dispuestas a caer, encerradas en la oscuridad, ansiosas de luz,torturadas de deseos (pág. 212).

Es el caso de María "triste mujer amargada, fracasada, desesperan-zada, incapaz de ser tocada por el alto deseo" (pág. 313), y Marta"cada año más vieja, más achacosa, más abandonada y desesperada"(pág. 308).

Por estos ejemplos bien se ve que el autor ha acumulado en sucaracterización los rasgos de angustia, de tristeza, de conventualidad ode las cualidades propias de los personajes para mostrarnos las diferen-tes caras del núcleo substantival.

6. LA REITERACIÓN:

Es otro excelente procedimiento del estilo del autor. Dos formasde reiteración se ven en la obra:

1) Reiteración del sintagma entero:Las dieciocho frecuencias de la reiteración del sintagma "mujeres

enlutadas" puede iluminar muchos aspectos, como el análisis que hemoshecho anteriormente.

Cuatro veces "severo y solemne" para modificar al señor curadándole un fuerte carácter.

Page 13: El uso del adjetivo en «Al filo del agua»

TH. XL, 1985 N O T A S 413

2) La reiteración del mismo adjetivo formando diferentes sintag-mas que obtienen valores especiales:

El adjetivo "seco" —que aparece 15 veces en la novela constitu-yendo otros tantos sintagmas, tales como: "pueblo seco" (pág. 4 y178), "ritmo seco" (pág. 34), "ruido seco" (pág. 60), "lengua seca"(pág. 192), "río seco", "aire seco" (págs. 251 y 303), "bocas secas" (pág.377) —, haciendo eco con la expresión "sin lágrimas en el llorar", asu-me un tono discursivo y conceptuoso que va descubriendo las facetasmás ocultas del pueblo, porque sólo con este adjetivo ya bastaría parasuscitarnos una imagen no sólo de la tierra seca, de un calor sofocante,sino de un pueblo espiritualmente seco, asociándose a "lo seco delsaludo" entre la gente. De esta manera se materializan los conceptosabstractos en una imagen plástica, perfectamente visible, donde palpa-mos una compenetración de varias impresiones sensoriales.

Otro adjetivo que evoca una serie de imágenes es "sordo":"casa sorda" (pág. 54), "pueblo mío, amargo y sordo" (pág. 115),

"cólera sorda" (pág. 218), "dolor sordo" (pág. 311), "sorda voz" (págs.97 y 297). Once ocurrencias, en total, del adjetivo "sordo" crean, antenuestra vista, un mundo sordo, en donde la descripción subjetiva llegaa su pleno desarrollo.

Luego encontramos otra serie de imágenes basadas en el adjetivo"tétrico": "tétrica la noche" (pág. 107), "tétrico silencio" (pág. 122),"calles tétricas" (pág. 148), "tétrica explicación"..., teñido todo deun marcado subjetivismo.

El adjetivo "interminable" logró también su debido valor estético.Mientras saboreando las expresiones "llovizna interminable", "horas in-terminables", "Rezos interminables en la interminable tarde, durantela interminable noche" (pág. 383), nos causan un interminable efecto:hasta quisiéramos lanzar interminables gritos emanados de nuestrasalmas por la interminable inquietud y compasión hacia tal pueblo.

IV. C O N C L U S I O N E S

Aunque la angustia y la tristeza que nos produce esta obra es' i n t e r m i n a b l e ' , mi pobre trabajo terminará por el momento.

Lanzando una mirada de conjunto, la obra literaria es una confi-guración de lenguaje o de frases, y el adjetivo es un poderoso ele-mento expresivo al servicio del estilo; un medio esencialmente estilís-tico; es el espejo que nos refleja el estado sentimental del autor. AgustínYáñez ha obrado con pericia genial mediante certeros toques adjetivalesque intervienen frecuentemente en metáforas y símbolos para revelarlos problemas de un cierto pueblo típico que nos hace sentir la fuerzaabrumadora del sufrimiento que nos oprime.

Page 14: El uso del adjetivo en «Al filo del agua»

414 NOTAS TH. XL, 1985

El significado simbólico que justifica la totalidad de la novela escomo un diagnóstico del médico que analiza los síntomas de la en-fermedad para que esta sea curada.

Aunque lo que vio el autor en este pueblo con sus ojos de médiconos hizo llorar, abrigamos la esperanza de que algún día, tarde otemprano, se cambiará tal situación, a pesar de que

la Revolución pasa por aquel pueblo conventual, hipócrita y sombrío removiendosólo un poco la superficie como el oleaje de un mar agitado en cuyo fondo lasaguas quedan, como siempre, quietas y oscuras "5 .

Refresca, al fin y al cabo, el corazón del moribundo con el rocío deuna esperanza divina.

En este caso el adjetivo que, hondamente saturado de sentimien-tos, está empleado con la exclusiva finalidad de recrudecer el sombríoambiente del pueblo, va hiriendo directamente la fibra interna dellector; y, al mismo tiempo, tiene por evidente función exacerbar laespera del mismo.

Por falta de tiempo suficiente, ese análisis quedó as! sin serretocado y será somero, pero el solo estudio desde el punto de vistaadjetival ya contribuirá a la formación del juicio final sobre la obrade Agustín Yáñez en su totalidad, porque el adjetivo interpreta perfec-tamente la personalidad estilística del autor, y su empleo mide cuali-tativa y cuantitativamente la potencialidad expresiva de la obra.

Razón por la cual el adjetivo, en este libro, constituye un casode alto valor.

FANG YINGInstituto de Idiomas de Pekín.

B I B L I O G R A F Í A

GARCÍA PRADA, CARLOS, Teorías estéticas, Madrid, Ediciones iberoame-ricanas S. A., 1962.

KAYSER, WOLFGANG, Interpretación y análisis de la obra literaria, ver-sión española de Ma. D. Mouton y V. Ga. Yerba, Madrid, Edit.Gredos, 1958.

OJEDA ARÉVALO, ARÁUS, Lenguajes y palabras, segundo tomo, FondoEducativo Interamericano S. A., 1983.

YÁÑEZ, AGUSTÍN, Al filo del agua, con Prólogo de ANTONIO CASTRO

LEAL, decimaséptima edición, México, Edit. Porrúa S. A., 1982.

ANTONIO CASTRO LEAL, op. cit., pág. zi.