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UNIVERSIDAD DE LAS TUNAS FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES Y HUMANÍSTICAS EL PENTECOSTALISMO Y SU INFLUENCIA EN LA CULTURA EN LAS TUNAS EN EL PERÍODO DE 1994 A 2015 TESIS EN OPCIÓN AL TÍTULO ACADÉMICO DE MÁSTER EN DESARROLLO CULTURAL COMUNITARIO Mención Estudios Culturales de Comunidades Autor: Lic. Enrique Antonio Lalana Torres Tutora: Dra. C Rafaela Macías Reyes. Profesora Titular Las Tunas 2015 Año 57 de la Revolución

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UNIVERSIDAD DE LAS TUNAS

FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES Y HUMANÍSTICAS

EL PENTECOSTALISMO Y SU INFLUENCIA EN LA

CULTURA EN LAS TUNAS EN EL PERÍODO DE

1994 A 2015

TESIS EN OPCIÓN AL TÍTULO ACADÉMICO DE MÁSTER EN DESARROLLO CULTURAL

COMUNITARIO

Mención Estudios Culturales de Comunidades

Autor: Lic. Enrique Antonio Lalana Torres

Tutora: Dra. C Rafaela Macías Reyes. Profesora Titular

Las Tunas 2015

Año 57 de la Revolución

RESUMEN

La presente investigación surge a partir de un acercamiento previo al panorama

protestante de Las Tunas que posibilitó determinar que se había producido una

recomposición del campo religioso local, con un alto porcentaje de denominaciones

pentecostales las que impactaban el sentido identitario y el reacomodo de la dinámica

social existente. Esto permitió plantear como problema las limitaciones en los estudios

realizados acerca del pentecostalismo, afectaban el reconocimiento de su influencia en

la cultura en Las Tunas en el período 1994-2015. Por ello, se estableció como objetivo

valorar las características del pentecostalismo en Las Tunas y su influencia en la cultura

en el período antes mencionado. Para su obtención, fue necesario sistematizar los

referentes teóricos sobre cultura y pentecostalismo y la utilización de métodos y

técnicas de nivel empírico y práctico para obtener la información necesaria. Desde un

enfoque transdisciplinar para lograr analizar el proceso de conformación del

pentecostalismo en el territorio estudiado y valorar su estructura organizativa y

características período antes mencionado, logrando revelar la influencia del

pentecostalismo en la cultura en Las Tunas.

ÍNDICE

Pág. INTRODUCCIÓN 1

CAPÍTULO I: FUNDAMENTOS TEÓRICOS DEL PENTECOSTALISMO EN LAS TUNAS.

8

1.1 Tratamiento teórico de la cultura en la literatura científica. 8

1.2 El pentecostalismo, fundamentos epistemológicos. 13

1.3 Relación entre la cultura y pentecostalismo. Precisiones conceptuales.

16

CAPÍTULO II: EL PENTECOSTALISMO Y SU INFLUENCIA EN LA CULTURA EN LAS TUNAS EN EL PERÍODO DE 1994 A 2015

30

2.1 Proceso de conformación del pentecostalismo en Las Tunas. 30

2.2 Cambios y tendencias en la estructura organizativa,

funcional y proyección cultural del pentecostalismo en Las

Tunas en el período de 1994 a 2015.

44

2.3 La influencia del pentecostalismo en la cultura en Las Tunas. 61

CONCLUSIONES 73

RECOMENDACIONES 75

NOTAS Y REFERENCIAS 76

BIBLIOGRAFÍA

ANEXOS

1

INTRODUCCIÓN

Los análisis sobre religión en Cuba han logrado una apertura que permite un

acercamiento diverso y desprejuiciado a tan importante factor de la cultura nacional a

partir de la estructura interna de los sistemas que conforman el panorama religioso

cubano como fenómeno estructurado y estructurante. Los estudios cubanos enfocados

en estas temáticas, han favorecido las indagaciones sobre la estructura

denominacional, en menoscabo del factor sociocultural. Esto resulta justificado debido a

que la conformación del campo religioso cubano es predominantemente sincrético,

matizado por creencias heterodoxas que implican asistematicidad, escasa recurrencia

institucional y nomadismo religioso.

Las investigaciones realizadas por estudiosos cubanos no son abundantes. En 1990 el

Centro de Investigaciones Psicológicas y Sociales (CIPS) editó el libro “La Religión en

la cultura”, cuyo objetivo estuvo encaminado a ofrecer una panorámica del campo

religioso cubano y donde se abordaba una elemental historia del protestantismo en

Cuba.

Importante en esta dirección resultan los estudios del investigador Jorge Ramírez

Calzadilla, principalmente, en el abordaje metodológico de los estudios socio-religiosos

y las perspectivas objetivas que precisan en el contexto cubano. De manera posterior

se han editado otros textos de la misma entidad, que presentan análisis superiores, en

esencia, relacionados con estudios sociológicos actuales del protestantismo. En esta

dirección los investigadores Juana Berges y Rene Cárdenas han expuesto profundas

reflexiones de obligada consulta.

En 2006 se publicó el texto “Protestantes en Cuba, desarrollo y organización (1900-

1925)”, donde se expusieron análisis de las diferentes denominaciones pentecostales

que se asentaron en el territorio nacional, pero desde la perspectiva occidental y

obviando lo acontecido en la zona oriental a partir del proceso de inversión

norteamericana en esta región y sin acentuar estos procesos desde ópticas

epistemológicas y confesionales diversas.

Sin embargo, la coyuntura de la crisis de los años 90 en Cuba redimensionó lo religioso

en la sociedad a partir de la aparición de los llamados Nuevos Movimientos Religiosos

2

(NMR) y el desempeño de las instituciones religiosas protestantes, específicamente las

pentecostales, a través de su participación e incidencia sociocultural en todas las

direcciones y como reguladoras del comportamiento de su membresía.

La presencia de las denominaciones pentecostales, como parte del panorama

protestante en Las Tunas, generaron cambios sustanciales en el universo simbólico de

los tuneros, específicamente de los feligreses de dichas denominaciones, promoviendo

nuevos valores y provocando una constante transformación en la estructura

sociocultural del territorio.

Ante el nuevo escenario que han impuesto dichas denominaciones, desde el momento

de la creación de instituciones religiosas, que en aras de lograr un acercamiento a las

comunidades en las que se gestan, y tratando de no estar ajenas a estas, los obliga a

agregar a sus procesos prosélitos la necesaria incorporación de aspectos culturales que

les permitan un mejor acercamiento a los diferentes grupos que componen dicha

comunidad.

La interpretación de la experiencia religiosa se realiza por parte de la amplia masa de

creyentes, no a través de un análisis teórico, sino mediante la asimilación mecánica y

pasiva de las normas y reglas de tradición religiosa que cada nueva generación adopta

de las anteriores. Aún más, si se tiene en cuenta, que en una región de tradición

hispánica, crecen inusitadamente sistemas religiosos protestantes que apenas cuentan

con 50 o 60 años de asentamiento. Esto plantea una contradicción respecto a las

regularidades dialécticas de las raíces sociales de la religión.

La coyuntura de la crisis finisecular en Cuba redimensionó lo religioso en la sociedad y

resulta significativo el desempeño de las instituciones religiosas como parte de su

participación e incidencia social en todas las direcciones y como reguladoras del

comportamiento de su membresía. Esto implica cierto interés por expresiones religiosas

que aún esperan más atención científica, como es el caso del cristianismo protestante y

sus estrategias actuales de proyección social y cultural. Las Iglesias evangélicas y

pentecostales, ya algunas centenarias en Cuba, juegan un papel fundamental en el

campo socio religioso cubano.

3

El otro aspecto está referido al hecho de que la gran mayoría de los estudios sobre

religión en Cuba tienen una perspectiva nacional y toman, fundamentalmente, como

unidad de análisis a la zona occidental, obviando la riqueza de las expresiones

religiosas de nuestro país como parte de la cultura nacional. Sin embargo, el grado de

representatividad de estas se encuentra marcado por factores de conformación étnica y

sociocultural.

Según documentos históricos, la presencia del protestantismo en Cuba data de la

segunda mitad del siglo XIX. Por su parte, el pentecostalismo es un fenómeno presente

en Cuba desde las primeras décadas del siglo XX, mas su crecimiento se realiza a

partir del reavivamiento religioso ocasionado por la crisis de los 90 del propio siglo.

Los estudios desde una perspectiva nacional sobre el pentecostalismo presentan varias

limitaciones a saber: no abundan los análisis que revelen la vinculación del

pentecostalismo con la evolución del proyecto revolucionario, la posición de las

denominaciones protestantes norteamericanas ante la intervención en Cuba, el proceso

de institucionalización de estas denominaciones desde iglesias misionadas a

instituciones nacionales, relación reavivamiento pentecostal crisis económica en la

Cuba finisecular, especialmente el impacto interior y reorientación doctrinal e

institucional de estas denominaciones al triunfo de la Revolución.

En el ámbito local no existen investigaciones que revelen un análisis del protestantismo

como fenómeno socio religioso. Sin embargo, algunos estudios en otras direcciones se

acercan al tema, y ofrecen un punto de partida indispensable para cualquier

investigación, en especial, las indagaciones del investigador Carlos Córdoba Martínez

(2000).

Los estudios enfocados en estos fenómenos realizados en esta región geográfica, han

demostrado la riqueza y particularidades que adquieren determinados hechos socio-

religiosos en áreas específicas, como son las indagaciones sobre el Vodú, en el sur

oriental, realizados por Joel James (1999), la investigación sobre el Espiritismo de

Cordón, en el área norte oriental, de Carlos Córdoba y Oscar Barzaga (2010), el

estudio sobre el protestantismo en el Holguín republicano de Alejandro Torres Gómez

de Cádiz Hernández (2008) y el acercamiento a las principales denominaciones

4

protestantes en la región de Victoria de las Tunas en el período de 1902 a 1925 por

José Guillermo Montero (2010).

Actualmente, Las Tunas, como provincia, tiene un panorama protestante compuesto por

27 denominaciones, de las que la ciudad cabecera cuenta con 15, además, la

membresía de estas ha crecido considerablemente en los últimos años y de las cuales

la mayoría es de confesión pentecostal. El pentecostalismo cuenta con una amplia

variedad de instituciones, presenta una propagación de asentamiento que responde

precisamente a características económicas y sociales de determinadas regiones. Esta

particularidad, aun sin estudiar, favorece, junto a otras causas, que esta región presente

una alta representatividad de la labor pentecostal.

En Las Tunas este proceso se inició a través de las campañas de sanidad

desarrolladas a nivel nacional por las denominaciones Asamblea de Dios, sin embargo,

se operó un crecimiento peculiar de un amplio espectro de denominaciones de esta

confesión en estrecha vinculación con la situación socioeconómica del país.

Un acercamiento preliminar al pentecostalismo en Las Tunas posibilitó precisar que:

� Se ha producido una recomposición del campo religioso y hay alta

representatividad de la labor pentecostal.

� Crecimiento de las denominaciones y de la feligresía.

� Reacción o reacomodo a la nueva dinámica social que impacta el sentido

identitario.

� Insuficientes estudios acerca del pentecostalismo en Las Tunas y ausencia de

análisis que revelen la vinculación del pentecostalismo con la cultura.

Teniendo en cuenta lo antes planteado se determinó el siguiente problema científico:

Limitaciones en los estudios realizados acerca del pentecostalismo, afecta el

reconocimiento de su influencia en la cultura en Las Tunas en el período 1994-2015.

El objeto de estudio: el pentecostalismo. El objetivo que persigue la investigación es:

Valorar las características del pentecostalismo en Las Tunas y su influencia en la

cultura en el período 1994-2015.

5

Se acota como campo de esta investigación: las características del pentecostalismo en

Las Tunas y su influencia en la cultura.

A partir del trabajo exploratorio se plantea la siguiente Idea a defender:

El análisis de los cambios en la estructura organizativa y las características que

presenta el pentecostalismo en Las Tunas en el período 1994-2015, posibilita revelar la

influencia del mismo en la cultura.

Como tareas científicas:

1. Sistematizar los referentes teóricos sobre cultura y pentecostalismo.

2. Analizar el proceso de conformación del pentecostalismo en Las Tunas.

3. Valorar la estructura organizativa y las características del pentecostalismo en Las

Tunas en el período 1994-2015.

4. Revelar la influencia del pentecostalismo en la cultura en Las Tunas en el

período 1994-2015.

Metodología: Se fundamenta en un enfoque transdisciplinar que aportan la

Antropología, la Sociología, la Historia, la Psicología Social, entre otras ciencias, donde

la Antropología Cultural opera como disciplina integradora.

El estudio empírico sobre la realidad comunitaria se realizó combinando técnicas

cuantitativas con la búsqueda de los significados profundos de los discursos de los

sujetos de la investigación, por lo que se privilegia la hermenéutica para descifrar los

significados de dichos discursos.

El método de estudio de caso será el marco de análisis general, considerando al

conjunto de la comunidad como caso de estudio, en la modalidad de caso único.

Los métodos que se emplearon en el desarrollo de la investigación fueron:

- Análisis y síntesis: Para estudiar los elementos teóricos sobre la interpretación de

la cultura y contextualizarlos a la problemática pentecostal.

6

- Inducción y deducción: Para realizar análisis lógicos desde lo externo a lo interno

del objeto de investigación, ofreciendo criterios de esclarecimiento de la

problemática a investigar y sus posibles soluciones.

- Lógico-histórico: Este método centra en gran medida el desarrollo de la

investigación, pues su uso contribuyó a resolver los nexos que existen entre

diversos hechos históricos comunitarios y la problemática que se investiga.

- De lo abstracto a lo concreto: La abstracción en este tipo de investigación desde

las subjetividades de los individuos que aporten a una investigación de corte

comunitario requiere de un uso constante por el investigador, pues deben

representarse constantemente los viejos escenarios donde ocurrieron hechos y

vivieron los primeros habitantes de esta comunidad, lo cual debe favorecer el

poder de síntesis que se requiere para la elaboración del informe de

investigación.

- Hermenéutico: Para interpretar textos originales sobre la historia local, a partir de

su articulación con la historia nacional, cartas, álbumes fotográficos, proyectos,

vídeos modernos.

- Entrevista en profundidad: Para realizar el Diagnóstico y confirmar los

presupuestos que justifican la investigación. Para profundizar en el conocimiento

del patrimonio comunitario y cómo es percibido.

- Observación participante: Es un método presente durante toda la investigación.

La convivencia en la propia comunidad le ofrece al investigador la posibilidad de

evaluar la participación de sus miembros en cada proceso efectuado durante la

investigación y desde antes de esta.

- Etnográfico: Constituyó centro articulador del proceso investigativo desde la

entrada hasta la salida del campo de investigación. Permitió analizar y

comprender el comportamiento diario de los pentecostales, logrando un análisis

completo en cuanto a la relación de estas denominaciones con la cultura local.

Los conceptos que se abordan en la investigación son: cultura y pentecostalismo.

7

La presente investigación está estructura en introducción, dos capítulos, conclusiones,

recomendaciones, bibliografía y anexos.

Capítulo I: Fundamentos teóricos del pentecostalismo. En él se presenta un análisis del

tratamiento teórico de los conceptos cultura y pentecostalismo en las ciencias sociales,

así como los fundamentos epistemológicos de la relación entre estas categorías.

Capítulo II: El pentecostalismo y su influencia en la cultura en Las Tunas en el período

de 1994 a 2015. En éste se analizará el proceso de conformación del pentecostalismo

en Las Tunas a través de una valoración de su estructura organizativa y sus

características para revelar su influencia en la cultura en Las Tunas.

8

CAPÍTULO I: FUNDAMENTOS TEÓRICOS DEL PENTECOSTALISMO EN LAS

TUNAS.

En este capítulo se realiza una valoración crítica, un acercamiento a los fundamentos

teóricos generales que sustentan el estudio del pentecostalismo y su relación con la

cultura, así como la influencia de éste en la cultura de Las Tunas desde una concepción

sociocultural, partiendo de la Antropología como ciencia integradora. De igual forma, el

estudio de la evolución de este fenómeno para determinar las tendencias históricas de

su proceso de asentamiento y conformación sociocultural.

El estudio del pentecostalismo exigió la localización de documentos, textos,

informaciones testimoniales, revisión bibliográfica, así como el establecimiento de

sólidos criterios para orientar con mayor acierto el estudio del objeto y el campo de

investigación, si tomamos en consideración que existen escasos estudios con el

enfoque que se le ha dado a esta indagación.

1.1 Tratamiento teórico de la cultura en la literatura científica.

La cultura, como producto de la creación humana, se edifica en el proceso de la vida

cotidiana de la comunidad. Asimismo, conduce a percibirla como un proceso de

interacción social, como una construcción cognitiva e histórica, de ahí que el campo que

abarca es extenso, lo que permite un amplio espectro para su investigación.

El desarrollo histórico del concepto de cultura discurre conjuntamente con el proceso de

surgimiento y desarrollo de la Antropología como ciencia social. Por años, su valor

universal le ha permitido al hombre conservar, reproducir, crear nuevos conocimientos y

valores para la transformación de su medio sociocultural con la intensión de reconocer

el valor de las formas de organización social y de las costumbres de las comunidades.

Adolfo Columbres1, en su libro La emergencia civilizatoria de Nuestra América apunta

acerca de la cultura que: “El término cultura debe convertirse en sinónimo de pluralismo,

de respeto a la identidad del otro, de un no uso de la diferencia para legitimar una

dominación. La aventura del hombre, en tanto especie, es una aventura cultural (…)

(2001: 11).

9

Pablo Guadarrama ha sostenido, al respecto, que: “En el actual creciente proceso de

internacionalización de la vida social, en que los pueblos se conocen cada vez mejor,

resulta progresivamente más fácil percatarse de las similitudes y diferencias que

subsisten en las culturas de las diferentes regiones” (2000: 20).

De lo antes expuesto, parte la idea de que la construcción del concepto de cultura

permite mostrar la evolución del pensamiento antropológico. Para ello, en esta

investigación se ha tomado como punto de partida la definición que hace el antropólogo

inglés Edward Burnett Tylor Primitive Culture: Researches in to the Development of

Mythology, Philosophy, Religion, Language, Art and Custom, publicado en el año 1871.

Taylor enuncia su conocido “aquel todo complejo”, el cual antecede e incorpora nuevos

contenidos para la categoría cultura.

En el mismo incluye la civilización, el etnos, las llamadas bellas artes, la moral, las

creencias, entre otros aspectos importantes. El concepto de cultura de Taylor se

expresa de la siguiente forma: “La cultura o civilización, en sentido etnográfico amplio

es aquel todo complejo que incluye el conocimiento, las creencias, el arte, la moral, el

derecho, las costumbres y cualesquiera otros hábitos adquiridos por el hombre en

cuanto miembro de la sociedad” (Bohannan y Glazer; 2003:169).

La concepción tayloriana sobre la cultura fue bastante amplia, luminosa y pudiera

decirse también acertada, pues se refirió tanto a los elementos intangibles que la

conforman, como a los tangibles que existen aún fuera de la conciencia humana y que

no por eso dejan de ser entes distintivos de la sociedad humana.

El hecho de que Taylor incluya en su concepto de cultura los hábitos adquiridos por la

comunidad humana, indica su conformidad con la conceptualización de cultura como

modos de vida y sistemas de valores, productos de las propias necesidades,

tradiciones y creencias humanas, pues a través de estos componentes de la cultura, se

expresa el hombre, toma conciencia de sí mismo, cuestiona sus realizaciones, busca

nuevos significados y crea obras que le trascienden, y se heredan a las siguientes

generaciones.

Pero a pesar de lo abarcador del concepto planteado por Tylor, el propio desarrollo

humano ha hecho que el concepto de cultura haya rebasado los límites disciplinarios

10

de la Antropología, los estudios culturales y de las mismas ciencias sociales. La

necesidad de nuevos planteamientos epistemológicos que sustenten teóricamente la

nueva visión que se tiene hoy del mundo.

Según Graciela Pogolotti: “El término cultura, es un término amplio y ambiguo. Se ha

dicho que la cultura es la huella que deja el hombre a su paso por la tierra. En ese

sentido la cultura es testimonio y memoria, la cultura está también en nuestras

costumbres, en nuestros hábitos, en una determinada dimensión de la cotidianidad,

pero obra del hombre, también contribuye a su formación” (Colectivo de Autores; 2009:

4).

En concordancia con lo antes dicho, llámese cultura a todo fragmento de humanidad o

conjunto etnográfico que, desde el punto de vista de la investigación, presenta por

relaciones a otros conjuntos de variaciones significativas. De hecho, el término cultura

se emplea para reagrupar un conjunto de variaciones significativas, cuyos límites,

según prueba la experiencia, coinciden aproximadamente. El que esta coincidencia no

sea nunca absoluta ni se produzca jamás en todos los niveles al mismo tiempo no debe

impedir el empleo de la noción de cultura que es fundamental en Antropología y posee

el mismo valor heurístico que el concepto de aislado en demografía que introduce la

noción de discontinuidad.

Según Clifford Geertz, es indispensable partir de esa comunidad objeto de estudio para

lograr una descripción profunda y científica del objeto de la investigación, teniendo en

cuenta que:

Las descripciones de la cultura […] deben encararse atendiendo a los valores que […] asignan a las cosas, atendiendo a las fórmulas que […] usan para definir lo que les sucede. Lo que no significa es que tales descripciones sean ellas mismas […] parte de la realidad que están describiendo; son antropológicas pues son parte de un sistema en desarrollo de análisis científico. Deben elaborarse atendiendo a las interpretaciones que hacen de su experiencia personas pertenecientes a un grupo particular, porque son descripciones, según ellas mismas declaran, de tales interpretaciones; y son antropológicas porque son en verdad antropólogos quienes las elaboran (1993: 28).

Esto permite lograr un acercamiento intencionado al objeto de estudio, con la finalidad

de lograr una aproximación a la comunidad que conforman las denominaciones

pentecostales.

11

Por lo tanto:

El universo simbólico aporta el orden para la aprehensión subjetiva de la experiencia biográfica. Las experiencias que corresponden a esferas diferentes de la realidad se integran por incorporación al mismo universo de significado que se extiende sobre ellas. Por ejemplo, el universo simbólico determina la significación de los sueños dentro de la realidad de la vida cotidiana, que reestablece a cada momento la situación prominente de esta última y mitiga el impacto que acompaña el paso de una realidad a otra (Berger; 2003:125).

Al respecto, el etnógrafo cubano, Miguel Barnet plantea:

Cultura no es todo ni casi todo, es sólo lo que nos ennoblece y nos abre el horizonte intelectual y sensitivo. Lo mejor de la creación del hombre, es lo que a diario se expresa con la experimentación y el cambio. La cultura, como la identidad, no es materia fósil, es algo que se renueva y se transforma en constante contradicción (Barnet; 2006: 1).

Esta interpretación está asida de la concepción humanista del desarrollo, pues entiende

la cultura no como simple proceso de crecimiento y transformación, sino expresada en

la cotidianidad a escala social capaz de aumentar la libertad espiritual, la capacidad de

creación necesaria para llevar adelante cualquier actividad. Lo cual condiciona el

desarrollo sociocultural en dependencia de las propias contradicciones que se generan

en la sociedad a partir de la exigencia de dar respuesta a las necesidades, tanto

materiales como espirituales, del ser humano.

Alain Basail relaciona que:

La cultura adquiere una importancia decisiva como concepción general para la transformación de la realidad y para el desarrollo humano. No se puede hablar de un desarrollo social real, efectivo y perdurable si no está dimensionado culturalmente porque la creación de la cultura produce las diversas formas en que se manifiesta el desarrollo y este a su vez genera determinados fenómenos culturales que reflejan la producción del hombre en su vida social (2004:77).

Se concuerda con Basail en lo imprescindible de la cultura como hecho transformador

de la realidad, teniendo en cuenta la presencia de esta en todas las expresiones de la

vida cotidiana. De igual forma es preciso otorgar a la cultura un carácter totalizador,

colectivo e individual al constituir premisa y resultado de interacciones en una

determinada comunidad que se distingue por caracteres específicos, tanto espirituales

como materiales, producto de la creación humana y de cuya aceptación y aprehensión

depende la continuidad histórica de dicha comunidad.

12

Según Clifford Geertz en su obra The interpretation of cultures expresa que : “La cultura

denota un esquema históricamente transmitido de significaciones representadas en

símbolos, un sistema de concepciones heredadas y expresadas en formas simbólicas

por medio con los cuales los hombres comunican, perpetúan y desarrollan su

conocimiento y sus actitudes frente a la vida” (1973: 33).

Se debe tener en cuenta que el relato científico resultante de ese proceso de

investigación sirva para ejemplificar el entramado simbólico que hay detrás de la acción

social del fenómeno objeto de estudio. Geertz en su teoría no especifica acerca del uso

social de esta en la comunidad donde ha sido recopilada, ni del empleo que hacen de

ella los individuos que la cuentan. En definitiva, para esclarecer su significado, y poder

realizar una descripción densa, se requeriría de una mayor y mejor contextualización

sociocultural.

Lo antes expresado lleva al concepto de cultura manejado por el propio Geertz que

enuncia:

El concepto de cultura al cual me adhiero (…) denota una norma de significados transmitidos históricamente, personificados en símbolos, un sistema de concepciones heredadas expresadas en formas simbólicas por medio de las cuales los hombres se comunican, perpetúan y desarrollan su conocimiento de la vida y sus actitudes con respecto a ésta.(1993: 89)

Este resulta quizás el concepto antropológico de cultura más usado en las últimas

décadas, afirma que el análisis de la cultura ha de ser por lo tanto, no una ciencia

experimental en busca de leyes, sino una ciencia interpretativa en busca de

significaciones. Lo que se busca es la explicación, interpretando expresiones sociales

que son enigmáticas en su superficie.

Por su parte, Iliana Camacho en su investigación expresa:

Según Malinoswki, la cultura incluye todas las manifestaciones de los hábitos sociales de una comunidad, las reacciones del individuo en la medida en que se vean afectadas por las costumbres del grupo en que viven y los productos de las actividades humanas en la medida que se vean determinadas por dichas costumbres, por lo que la cultura de una sociedad consiste en todo aquello que conoce o que cree con el fin de operar de una manera aceptable sobre sus miembros. Por su parte, para Goodenough, la cultura no es un fenómeno material que consista en cosas, gentes, sus conductas y emociones, sino es una organización de todo esto. (Camacho; 2012, 15)

13

De este modo, la cultura constituye un proceso esencial a la vida social que la posibilita

a través de la transmisión y enriquecimiento entre una y otras generaciones o colectivos

humanos heterogéneos, que dan como resultado un determinado grado de cohesión

social, una estabilidad en el ciclo de los símbolos culturales y la construcción social de

ciertos esquemas de comportamientos aceptados dentro del contexto o nivel en que se

produce dicha expresión.

Por otra parte, Rafaela Macías expresa que:

Cultura en su acepción más amplia es una forma integral de vida, con una dimensión simbólica construida social, histórica y selectivamente, que se concretan en las relaciones entre personas, entre comunidades, y con la naturaleza. La dimensión concreta de la cultura está conformada por hábitos, prácticas, objetos y relaciones. Existe no como algo estático sino como un proceso de reproducción permanente de sí misma. (2014: 33)

Lo que lleva a constatar que la cultura es un proceso de reproducción y adopción de

códigos culturales establecidos y aceptados por consenso que constituyen normas,

costumbres, tradiciones y rituales que son el resultado dialéctico de la interacción del

hombre con la sociedad y el medio ambiente.

1.2 El protestantismo y el pentecostalismo, fundamentos epistemológicos.

Para lograr un análisis sobre el fenómeno pentecostal, debe enfocarse en la

diversificación de la vida religiosa en Cuba a partir de la influencia del protestantismo

norteamericano. Las misiones estadounidenses favorecieron la implantación en la

región de un protestantismo que privilegia las experiencias personales y emotivas,

sobre los aspectos doctrinales. El protestantismo constituyó, además, un factor de

cambio cultural en la medida en que promulgó valores modernos, como la autonomía

del sujeto, dígase su individualización, al mismo tiempo que incentivaba la generación

de espacios democráticos, como la búsqueda de consensos en el seno de las

comunidades religiosas y la participación y promoción del laicado.

El protestantismo constituye un sistema religioso moderno. Su génesis responde a

condicionantes propias de las transformaciones de Europa Occidental durante el siglo

XVI y, consciente o no, sus fundadores promulgaron las bases para el correlato

religioso del nuevo orden socio económico que se gestaba, el capitalismo.

14

Las concepciones de Martín Lutero fueron la expresión teológica y social que inició un complejo proceso, marcado por su dinamismo y heterogeneidad. La Iglesia Católica, como soporte ideológico del feudalismo no había sido capaz, en ese momento, de rediseñar su entramado institucional y teológico acorde al cambio social que se avecinaba y fue el blanco visible de la Reforma. (Torres; 2008: 12)

Sin embargo, la Reforma fue un proceso expresivo de relaciones de poder en el

reacomodo europeo generado por el contrapunteo Reforma-Contrarreforma como una

renovación de la cristiandad, por consiguiente, el centro de la institucionalización

protestante, tuvo como eje a sistemas que respondían al espíritu capitalista, de manera

especial el calvinismo y más tarde el anglicanismo.

El protestantismo es un sistema religioso cristiano, concebido en oposición, pero desde

la tradición católica, aunque en el plano institucional otras partes integrantes del

fenómeno religioso, como el culto, la norma y la conciencia se van a constituir de forma

paralela al sistema capitalista y va a expresar la complejidad de proyectos y relaciones

de poder que este implicó.

Estamos en presencia de un sistema religioso profundamente socio-clasista. Mientras

que la Iglesia Católica, de proyección hegemónica, durante todo el Medioevo Europeo

se configuró como poder político y cultural, pero al mismo tiempo alimentado por una

base social eminentemente antagónica; su membresía la conformaban miembros de la

nobleza, comerciantes, campesinos y siervos de la gleba. Como institución, impuso un

discurso de poder que favorecía a una parte de su membresía, pero un universo

simbólico basado en la reconciliación y la salvación colectiva, espacio dicotómico

insalvable en los marcos de la presunta democracia burguesa que se gestaba en las

ciudades, al menos desde lo social.

Por su parte, el Pentecostalismo constituye un movimiento religioso que ocurre dentro

de las iglesias protestantes o evangélicas, que puede tener sus orígenes en divisiones

internas, en la labor de misioneros o como una tendencia autóctona. Para Christian

Lalive, “…el pentecostalismo se presenta como una respuesta religiosa comunitaria al

abandono de grandes capas de la población; abandono provocado por el carácter

anómico2 de una sociedad en transición” (Lalive; 2009: 47). En Cuba la presencia del

pentecostalismo tiene características diferentes a América Latina, ya que su proceso de

15

asentamientos es bastante tardío y se desarrolló en dos momentos, pero como hecho

social ejerció “…una coerción exterior sobre el individuo;… que, al mismo tiempo, tuvo

una existencia propia, independiente de sus manifestaciones individuales” (Durkheim;

1988: 68).

Como todas las denominaciones protestantes, los pentecostales asumen el dogma de

la trinidad, o sea, la naturaleza de Dios como un ser único que existe simultáneamente

como tres personas distintas o hipóstasis: Dios, Jesucristo y el Espíritu Santo. También

la reencarnación de Cristo para lograr la expiación de los pecados del creyente, la

espera del regreso de Jesucristo para instaurar el “Reino de Dios”, la consideración de

la Biblia como única autoridad teológica, así como de la no existencia de intermediarios

entre Dios y los fieles para lograr la salvación como hecho individual que se alcanza

por medio de la fe.

Sus únicos sacramentos son el bautizo que, generalmente, se realiza por inmersión y la

santa cena o comunión que tiene lugar en convenciones, confraternizaciones. Otros

rituales frecuentes son la presentación de niños, los funerales y los matrimonios. De

manera particular, el Pentecostalismo hace énfasis en la evangelización destinada a la

salvación, la sanidad divina, la segunda venida de Jesucristo y el bautismo del Espíritu

Santo de manera similar a la descripción que hace Hechos, 2.1-42.

Según las investigadoras Daisy Fariñas y Ana María Díaz, los pentecostales cubanos

se basan en una interpretación literal del Nuevo Testamento, donde se proclama que el

pecador debe ir buscando la perfección de sus acciones, al igual que Cristo, durante su

vida mediante la ayuda de la fe en el Espíritu Santo. Para ellos, esto conlleva a un

nuevo nacimiento que se produce con la conversión, la profesión de fe, y conlleva una

transformación de la vida del creyente, que se inicia con el bautismo (Mena; 2004: 3).

A partir de sus concepciones apocalípticas, Cristo regresará en el fin de los tiempos,

durante épocas difíciles, cargadas de calamidades, terremotos, enfermedades, guerras,

Por ello se debe esperar ese momento en que se produciría el segundo bautizo, dando

testimonio de fe, entonces salvará a los convertidos.

El pentecostalismo se caracteriza, desde su mismo proceso de configuración, por su

variedad institucional. La ausencia de un poder jerárquico centralizado y de un universo

16

simbólico monolítico, facilitó la atomización de expresiones que respondían a los

intereses de clases de diversos grupos sociales. Lo que le impidió convertirse en un

sistema hegemónico, pero le facilitó los mecanismos necesarios para evolucionar como

expresión del capitalismo.

Es este uno de los factores que inciden que encontremos, dentro de las Ciencias

Sociales, que el uso de clasificaciones del fenómeno religioso protestante sea prolífero,

más allá de los análisis taxonómicos que el positivismo legitimó. Se trata de

concepciones estructurales que tienen un valor metodológico para un espacio concreto

y un contexto específico, pero implicadas en una dinámica social que las obliga a

modificarse constantemente.

Aun cuando las construcciones tipológicas padecen o implican cierta subjetividad como

tipos ideales weberianos, resulta importante definirla como muestra de un grado de

madurez en toda investigación, ya que delimita marcos instrumentales para iniciar el

estudio o determinar la morfología final del objeto de investigación.

El pentecostalismo, como componente de la estructura del protestantismo, es quizás,

uno de los sistemas religiosos que más sujeto a tipologizaciones está sometido, dado

por su inmensa variedad estructural; sin embargo, todo intento de construir algún nivel

de estructuración sistemático busca dar marco y engranaje al objeto de investigación.

Como sistema definicional o analítico, toda tipología construye un nuevo espacio

conceptual con cierto grado de sistematización y claridad en dependencia del contexto.

Pero es dentro del pensamiento racionalista moderno donde estos términos cobran

importancia conceptual. En la obra del pensador alemán Max Weber (1998: 35) se logra

establecer los primeros pilares. Aun cuando el enfoque weberiano parte del contexto

europeo y de la tradición judeocristiana, su construcción tipológica está basada en la

teoría de los tipos ideales. Weber, tras una argumentación socio histórica, deudora del

marxismo, define como Iglesia a una comunidad de creyentes y la Secta como una

comunidad de elegidos.

En América Latina el desarrollo del protestantismo, y en especial del movimiento

pentecostal, atrajo la atención de teólogos y científicos sociales. La recuperación del

17

contexto y sus particularidades implicaron la creación de tipologías que responden a la

dinámica estructura-discurso teológico-proceso de asentamiento.

A partir del reavivamiento religioso experimentado en Cuba durante la década de los 90

del siglo XX, se han intensificado las investigaciones relacionadas con los procesos de

asentamiento y proyección social de las diferentes denominaciones protestantes que

componen el campo religioso nacional.

Para la realización de un análisis de la composición social del pentecostalismo en la

zona de estudio, es importante tipificar el fenómeno para una mejor comprensión del

mismo. Es por ello que se toma como referente, por su trascendencia, la realizada por

el investigador Christian Lalive (2009), producto de un profundo trabajo de campo en

Chile y Brasil. Lalive tipificó el protestantismo en Latinoamérica teniendo en cuenta la

tríada: génesis, estructura y función.

La creencia evangélica pentecostal en la verdad absoluta constituye la base sobre la

cual anuncian que Cristo es “el camino, la verdad, y la vida”, o sea, la solución final de

Dios para el problema del hombre. Por lo que la disolución de la verdad absoluta

representa un desafío real para los pentecostales. Los pentecostales conservadores a

veces consideran el cambio cultural de una manera provisional y aun defensiva. Sin

embargo, pentecostales de los llamados neo pentecostales, piensan que el cambio

cultural trae desafíos y oportunidades. Estos consideran a la cultura un espacio bajo el

control de Dios.

El reavivamiento pentecostal de finales del siglo XX se generó en un momento en el

que Cuba experimentaba, además de una crisis socioeconómica3, un fuerte cambio

cultural a raíz de la influencia de las nuevas prácticas culturales de ese período, que

llevó a cabo una cierta oposición a la idea predominante de la postmodernidad dentro

de las iglesias pentecostales históricas. Sin embargo, el cristianismo reaccionó de forma

positiva a la modernidad.

El énfasis de los pentecostales en la experiencia del espíritu santo como parte de la

cultura pentecostal resulta a la vez una forma de comunicar lo que ellos consideran “la

verdad del evangelio”. En la actualidad, la justificación de lo que los pentecostales

creen en términos de la estructura plausible de lo que la gente está dispuesta a creer,

18

es una de las razones del crecimiento de la membresía de las diferentes

denominaciones pentecostales donde, bajo la influencia de los pastores y misioneros,

hay aceptación de la experiencia religiosa pentecostal en contraposición de las culturas

más racionalistas.

En contraste a este enfoque, en la década de los 90 del pasado siglo XX y principios del

siglo XXI, los pentecostales han logrado un reavivamiento de grandes proporciones

como resultado de la crisis socioeconómica y las propuestas socioculturales planteadas

por estas denominaciones para dar respuesta a necesidades, tanto espirituales como

materiales, de la sociedad cubana actual.

1.3 Relación entre la cultura y pentecostalismo. Precisiones conceptuales.

El pentecostalismo, como forma estructurada y estructurante de la realidad social,

obliga a pensarlo como movimiento para independizarse de la inercia de categorías

preexistentes. Tal proceso se encuentra confrontado permanentemente con un universo

intelectual marcado por la peculiaridad de lo contemporáneo. Esto conduce al individuo

a tomar conciencia de una “insularidad” que, habiendo sido hasta un cierto punto

convencional, justificaba, no obstante, la necesidad de un acercamiento a su análisis

por las especificidades que le da a las prácticas de estas creencias foráneas, dadas de

manera específica en las rápidas transformaciones que alcanzan en cada uno de los

escenarios regionales en los que se desarrolla.

El pentecostalismo, como componente del sistema religioso protestante, está

determinado, a escala social, por responder de manera flexible a las demandas

religiosas de distintas clases y sectores. Su asentamiento y expansión en culturas

ajenas a la que le dio su origen estructural y simbólico demuestran su capacidad de

adaptabilidad, de ahí que América Latina sea un ejemplo clásico. La influencia

norteamericana en esta región, como cultura que se impone desde un centro de poder,

ha sido decisiva en ese proceso de expansión protestante en nuestro ámbito regional.

Lo más significativo es ver cómo estructuras y complejos teológicos litúrgicos han sido

asumidos por grupos de personas portadoras de una cultura secular, ancestral,

totalmente ajena al universo simbólico que propone el protestantismo. Resultan

19

procesos complejos de aculturación o transculturación, y cómo de manera reciente se

ha señalado de hibridación cultural.

En su libro, ya clásico, sobre culturas híbridas, García Canclini plantea cómo la

hibridación no es solo la mezcolanza de cosas heterogéneas sino, sobre todo, la

superación o la caída en desuso de los viejos cánones, la hibridación implica que se

han movido las fronteras.

El crecimiento inusitado de la base social, de los distintos tipos de denominaciones que

componen el campo protestante en Las Tunas implica un profundo cuestionamiento del

rol de la cultura y la tradición en la base social del territorio objeto de estudio. Resulta

indiscutible, en el proceso de globalización las culturas más afectadas son, de forma

precisa, aquellas de herencia místico gestual, amparadas en una lógica simbólica,

propias de los modelos cotidianos locales, que están siendo desplazados forzosa o

inconscientemente por la lógica racional tecnocrática de corte global que imponen los

centros de poder (Torres; 2008: 45).

La cultura cubana no escapa a este proceso. La crisis de los noventa reactivó los

peligros que implicaba el desarraigo. De este modo la polémica en torno a la cultura, y

su implicación en la identidad nacional, ha alcanzado cierto grado de madurez

conceptual.

Al tomar la cultura como eje articulador en el análisis sobre procesos religiosos se hace

indispensable despojarse de concepciones dogmáticas, asumiéndose como un

complejo dialéctico de las profundas relaciones internas y contradictorias de una

determinada sociedad. Es válido plantearse, entonces, las implicaciones culturales en

un contexto determinado del crecimiento y auge de una organización religiosa como el

pentecostalismo, que no posee los elementos sociales de la tradición religiosa.

La provincia de Las Tunas constituye un contexto sociocultural complejo, que en la

centuria pasada impulsó el asentamiento de denominaciones protestantes, con gran

presencia de denominaciones pentecostales, las cuales, aunque no son las pioneras,

resultan las de mayor proyección social y las que más crecen en la actualidad.

En la provincia, al igual que en el resto del país, se está produciendo una

pentecostalización del protestantismo4, pero de manera particular en esta parte de

20

Cuba crecen, de igual modo, denominaciones escatológicas, las cuales no sobrepasan

los cincuenta años de presencia en una región fundada en el siglo XVIII.

Por tal motivo, se debe tener en cuenta que la base social fundamental de estas

denominaciones pentecostales, en los primeros años de su permanencia en el territorio

de Las Tunas, estaba conformada por campesinos o emigrantes de zonas rurales en la

periferia de la ciudad. Claro que esta misma composición se mantiene, aun cuando se

ha enriquecido, teniendo en cuenta la aparición de nuevas construcciones sociales que

a partir del triunfo de la Revolución redefinieron el campo social cubano.

Tomando en consideración los resultados del trabajo de campo realizado sobre estas

denominaciones se puede articular el análisis en torno a dos puntos dicotómicos.

Primero: El desarrollo de denominaciones escatológicas implica un reto a la identidad

sociocultural al ubicar al individuo en un espacio de divorcio con el contexto, lo que

genera importantes rasgos de destradicionalización. Segundo: La conformación de la

identidad sociocultural de la región implicó la construcción de tradiciones religiosas

extáticas y de creencias mágico-religiosas, que favorecen la adaptabilidad de

instituciones pentecostales portadoras de un discurso teológico y litúrgico homólogas a

dichas tradiciones.

El investigador mexicano Elio Mansferrer, en sus análisis sobre el campo religioso de

ese país, al caracterizar las denominaciones fundamentalistas planteaba que “Nosotros

pensamos que la sociedad mexicana tiene una tarea adicional, explicarse por qué, en

un país considerado históricamente el modelo de nacionalismo latinoamericano, han

desarrollado un número tan alto de personas que renuncian a esos elementos de su

identidad nacional” (2000:40).

Cuba no escapa a la preocupación del investigador mexicano. La provincia de Las

Tunas cuenta con una alta membresía pentecostal de denominaciones surgidas en la

coyuntura de la crisis económica de los 90, algunas de las cuales están caracterizadas

por su fundamentalismo, con un discurso teológico escatológico de aristas ahistóricas,

que implican renunciación al pasado y evasión de la realidad social como mecanismo

de “salvación”. Estas ubican al sujeto social en un espacio de divorcio con su contexto,

al considerar este último causante del “mal”.

21

A partir de la conversión, este sujeto se considera un “elegido", portador de una

conciencia religiosa premilenarista, es decir, en espera de la segunda venida palpable

de Cristo, como antecedente del comienzo del reino milenario. Un premilenarismo, que

al nivel de institución se asume en una concepción postribulacionista, la Iglesia será

arrebatada después de la catástrofe.

Los individuos que se convierten a estas denominaciones reconfiguran su cultura, ajena

a las articulaciones tradicionales, en un espacio de rigidez normativa:

Sin dudas, los integrismos socioculturales –con componentes religiosos o no- llevan implícitos también una visión petrificada y absolutizada de la identidad. Se procura, pues, en esas situaciones la simple y pura eliminación de lo que no encaja- real o supuestamente- en la identidad, que fetichizada, ha devenido identidad-valor absoluto (Monal; 2000: 549).

Por lo tanto, se está en presencia de un proceso dialéctico de reelaboración de la

identidad religiosa y sociocultural de un individuo o grupo, que origina una contradicción

o ruptura entre la cultura heredada y los nuevos referentes culturales.

Son grupos de personas, portadoras de una cultura heredada sólida, amparada en la

tradición y el contexto, y que por su expansión y préstamos culturales modifican su

identidad a un sistema que niega su pertenencia, pues sus parámetros referenciales

dejan de poseer sentido histórico contextual. Indiscutiblemente, no es una negación

absoluta, conservan un grupo importante de referentes del pasado, como hábitos y

costumbres que le permiten conservarse en el contexto, pero son partícipes de una

desculturalización al convertirse.

Un ejemplo de esto está en la comunidad religiosa de la denominación Bando

Evangélico Gedeón5, en la que un gran porciento de su composición social es de fuerte

tradición hispánica, ha asumido un complejo dietético (justificado por normas rituales)

totalmente diferente al tradicional, como pueden ser la prohibición de consumir carne de

cerdo, café, bebidas alcohólicas, entre otras.

El crecimiento de la base social de estas denominaciones tiene su coyuntura en una

profunda crisis económica, que generó una serie de impactos psicosociales

desfavorables para el sostenimiento de la identidad cultural. Entre ellos se encuentran

la insatisfacción y desorientación que generan un sentimiento de desprotección, la crisis

22

de sentido, el desmoronamiento de valores legitimados y el consecuente vacío

espiritual.

A men del notable proceso de recuperación económica y social del país y la política

cultural destinada a fortalecer los mecanismos de conservación de la identidad cultural

nacional, no se ha detenido el proceso de nuevas conversiones, aunque ha perdido

intensidad.

El otro aspecto polémico está dirigido hacia la existencia de elementos tradicionales en

la identidad sociocultural de la provincia que favorecen la adaptabilidad estructural de

las instituciones religiosas protestantes al contexto, de manera esencial sobre la base

de elementos como el éxtasis, la oralidad, el exorcismo y la sanidad divina.

En Las Tunas, en la configuración del campo religioso, resulta predominante la

presencia de denominaciones pentecostales (Ver Anexo IV). Las denominaciones de

mayor cantidad de feligreses son precisamente la Asamblea de Dios y la Liga

Evangélica de Cuba (Ver Anexo V).

Según Alejandro Torres Gómez de Cádiz Hernández:

El asentamiento pentecostal se produjo en un contexto de crisis en la región, donde la situación social era semejante a la que presentan muchas regiones de América Latina: una sociedad golpeada por una deprimente situación económica, donde resaltaban grandes sectores sociales empobrecidos. Sin embargo, el sustrato de la tradición que prefiere una comunicación oral y gestual (incluyendo un manifestado poco hábito de lectura) subsiste con fuerza, independientemente del desarrollo educacional y cultural que ha implicado el proceso revolucionario (2007: 35).

De modo que la forma cúltica pentecostal, arraigada en la trasmisión del mensaje

bíblico oral, con fuerte énfasis en la gestualidad, en detrimento de la lectura

hermenéutica de la Biblia, está más cercano a sectores sociales como campesinos,

marginales o individuos de bajo nivel educacional. Es evidente que resulta mucho más

atractivo para este sector la liturgia pentecostal que responde a sus capacidades de

interpretación del mensaje religioso y su conciencia masiva religiosa.

En contraposición, el incremento de intelectuales en denominaciones tradicionales

también responde a la posibilidad de alinear su cosmovisión a un discurso teológico y

23

litúrgico mucho más sistematizado y abstracto, en el que se precisa de un nivel alto de

análisis hermenéutico.

Dentro del pentecostalismo resalta su condición de ser un sistema religioso que basa su

complejo litúrgico en el éxtasis. Según W. George Braswell, el éxtasis es:

[Un] estado afectivo caracterizado por una fuerte excitación nerviosa, por la pérdida del sentir de la realidad y el debilitamiento del control consciente sobre los actos propios. Surge como resultado de la obsesión por las ideas religiosas o como consecuencia de la influencia de algunos elementos del culto religioso sobre la psiquis del hombre. El éxtasis religioso puede ir acompañado de alucinaciones visuales y sonoras, de la sensación de ligereza o ingravidez, de la desaparición de la sensibilidad al dolor y la alteración del sentido del tiempo y del espacio (2005: 42).

El éxtasis no es privativo del pentecostalismo, está presente en el desarrollo evolutivo

de los sistemas religiosos desde la antigüedad. Las danzas extáticas acompañan los

rituales de un buen número de religiones. El hinduismo y el budismo son famosos por la

profundidad y complejidad de sus danzas sagradas, igualmente inseparables de las

religiones de Grecia y Roma, en especial del orfismo.

El sincretismo entre las tradiciones locales de cada país y región y las religiones

dominantes en estas, fenómeno muy frecuente, enriquecen en alto grado el significado

y las peculiaridades de dichas prácticas. Pero además de la caracterización antes

citada, el éxtasis en determinados contextos culturales y temporales también cumple

funciones terapéuticas.

En la investigación realizada por Carlos Córdova y Oscar Barzaga se expone esta arista

en la que se considera al éxtasis como el medio terapéutico por excelencia para dar

tratamiento a los desajustes psicológicos. Este es el medio para exorcizar espíritu

obsesor que invadió al individuo, provocándole determinada enfermedad o malestar

(2000:100).

Como se plantea en la investigación de estos autores, el Espiritismo de Cordón es un

sistema religioso que tuvo su origen en la región oriental, fundamentalmente en las

actuales provincias de Granma, la zona occidental de la actual provincia de Holguín y,

Las Tunas en el siglo XIX. Su desarrollo sobre la población campesina de la región fue

convirtiéndolo en un elemento clave de la cultura religiosa local, estrechamente ligada a

los sectores más humildes, con alta presencia en las zonas suburbanas.

24

Razón por la cual existe una tradición respecto al éxtasis. El pentecostalismo se asienta

en esta región en la década del cincuenta del siglo XX, en un contexto de crisis

económica social y crece, de manera esencial, en las mismas zonas de desarrollo del

espiritismo. Consecuentemente, se está en presencia de una herencia religiosa de

tradición estática, cuyo reflejo favorece y se engarza con la demanda de sentido

mágico-religioso que oferta la liturgia del pentecostalismo.

El pentecostalismo tomó auge entre la población campesina y sigue siendo esta su

base social esencial, incluyendo las zonas suburbanas, donde es predominante la

inmigración del campo y los sectores obreros más humildes. El sistema extático del

pentecostalismo les resultó asimilable con la tradición espírita y las creencias

heterodoxas, ya que responden a las mismas funciones práctico-ilusorias, alienadoras y

terapéuticas.

Sin embargo, el pentecostalismo ha logrado una base social mucho más estable,

nutrida de sectores sociales heterogéneos, dado en la elaboración sistemática de su

discurso teológico y litúrgico. La liturgia pentecostal, con independencia de su

diversidad y de las variaciones realizadas por líderes de denominaciones autónomas,

cuenta con un complejo cultual estratificado, entre los que se encuentran los cultos de

oración, los dedicados a la palabra del Señor, dominicales, especiales por

departamentos, de alabanza y adoración, cultos de bautismo y eucaristía, de sanidad,

de acción de gracias, de reconciliación de conversos y de liberación. Pero todos giran

en torno a la concepción extática.

Uno de los canales más evidentes de adaptabilidad al contexto del pentecostalismo lo

constituye su dinámica concepción del espacio cultual. Según el teólogo Bernardo

Campos, en el culto pentecostal se da un proceso ascendente orientado a lograr un

“contacto con el cielo” por medio del éxtasis. De esa forma el culto típicamente

pentecostal es el espacio donde se genera el éxtasis místico6 y comprende los

siguientes momentos: cánticos, oración de apertura, clausura del tiempo profano,

etapas de progresión mística, oración de cierre y misión o extensión del tiempo sagrado

sobre el profano:

Hay una variedad de “cultos” pentecostales. Los más conocidos son el culto evangelístico, el culto de oración, el culto dedicado a la enseñanza de la Palabra

25

de Dios, los cultos especiales (aniversario de la iglesia, Navidad, Pascua, Pentecostés, Día de las Madres, ), y el culto dominical central (evangelístico), entre otros. Hay también cultos especiales de oración (de un día, una semana, un mes continuo, con objetivos específicos), cultos especiales de evangelización (más conocidos como campañas evangelísticas en la iglesia o al aire libre), cultos de alabanza y adoración (incluye mensaje de la Biblia), cultos de Bautismo y Santa Cena (eucaristía), cultos de acción de gracia (culto fúnebre in memoriam de alguna persona), cultos para la dedicación o presentación de niños, cultos de “sanidad divina”, cultos de restauración espiritual (reconciliación del converso) y , cultos de liberación (de endemoniados), entre otros. Cada uno de estos cultos procuran siempre ser extáticos, es decir, carismáticos, con manifestaciones de los “ministerios”, “dones” y “operaciones” del Espíritu (2002: 81-82).

Esto da medida de la diversidad cúltica dentro del fenómeno pentecostal, cuestión

importante a la hora de comprender el diapasón cultural de estas denominaciones, lo

significativa de esa coyuntura en la difusión cultural del pentecostalismo como

fenómeno sociocultural y la influencia de este espacio en la socialización dentro de la

comunidad pentecostal.

Además, Campos afirma que:

El culto extático en general puede vivir varios momentos que llamaremos de “progresión mística” y su centralidad estará en lo que hemos denominado el “momento del habla con Dios”. No siempre son los mismos pero siguen una estructura más o menos regular o constante. No está de más recordar que los cultos pentecostales son muy variados en intensidad, forma y contenido (2002: 82).

Este formato cultual corre en un orden que depende, en la mayoría de las ocasiones, de

la interpretación de la doctrina que hagan el líder o la congregación, pero que siempre

presenta en su inicio un condicionamiento psicogrupal de la experiencia mística, que se

quiere lograr a través del canto e himnos tradicionales, que conllevan a la glosolalia y al

éxtasis profético. Independiente de la interpretación teológica de la glosolalia o su

justificación bíblica, que delimita cierta elaboración teórica, el éxtasis funciona como

mecanismo que sitúa al individuo en contacto directo con la entidad sobrenatural.

En la base social esta “experiencia” es clave en su concepción, lo que al lograr sanción

institucional se hace ajustable a sectores diversos, incluyendo la presencia de

universitarios e intelectuales.

La primera reacción, al intentar relacionar cuestiones metodológicas y epistemológicas

con el pentecostalismo, puede ser de escepticismo, contradicción o rechazo. Las

palabras metodología, epistemología y pentecostalismo juntas forman un complejo

26

lingüístico y semántico donde aparecen conceptos e imágenes como palabra, tratado,

lógica, discurso, camino, meta, saber, conocimiento, verdad, fe y Dios, que desde el

punto de vista científico son completamente contradictorio.

El pentecostalismo constituye un movimiento religioso que ha padecido la influencia de

modelos y contenidos teológicos y culturales ajenos a la realidad sociocultural en la que

se desarrolla. Este, como movimiento, resulta significativo a partir de su afirmación y

autoexpresión desde la identidad y hacia un ecumenismo desde su pentecostalidad.

El pentecostalismo tiene tanto un saber como un conocimiento teológico, que se centra

en cuestiones referentes a las necesidades espirituales y en ocasiones materiales de

los feligreses de estas denominaciones. Estas cuestiones se expresan desde la

identidad pentecostal como forma de experimentar la religión en contraposición, en

ocasiones, al discurso teológico tradicional, en forma racional, argumentativa y escrita,

sino que se encuentra expresada en los cantos, predicaciones y testimonios, o sea, en

la oralidad pentecostal como una de sus características esenciales.

El pentecostalismo se considera por sus practicantes como el resultado de una opción

del Espíritu, o sea, opción de preferencia espiritual. El tema “Espíritu Santo” es un pilar

del pensamiento teológico pentecostal. De ahí que el Espíritu Santo constituye parte

medular en la ideología pentecostal. El pentecostalismo parte de la realidad concreta de

las comunidades creyentes y busca respuestas a las preguntas, necesidades,

aspiraciones, esperanzas y miedos de los creyentes.

Como parte del sistema religioso cristiano, el pentecostalismo se basa en creencias

subjetivas, de ahí que la vida en comunidad para los pentecostales se base en lo que,

según expresa Vivian Sabater es “la idea de la existencia de fuerzas o seres

trascendentales78, sobrenaturales/supranaturales”. Esto se acompaña, generalmente

con el reconocimiento de la existencia de entes sagrados y con la realización de

determinadas acciones prácticas, derivadas de esas creencias, y con la frecuente

creación de colectivos humanos de carácter religioso. (2003: 1)

Por lo cual, el Pentecostalismo se alimenta de la vida de sus comunidades, puesto que

sus creyentes lo ven como un saber de Dios, que los ponen en condiciones de

27

desenvolverse de una manera más natural que otras tradiciones religiosas. Por eso, la

mejor forma de estudiar este fenómeno es desde la subjetividad.

El aspecto más importante para los pentecostales lo representa la espiritualidad: la

Biblia, más específico el nuevo testamento, como eje central de la Fe pentecostal, la

experiencia religiosa carismática como praxis teológica y el culto pentecostal como

fundamentos de esta religiosidad. De ahí que, además, estos fundamentos sean una

herramienta que les permita desarrollar una teología fiel a su espiritualidad y

convicciones cristianas, volcándose siempre a la experiencia religiosa pentecostal.

Según datos del Consejo Latinoamericano de Iglesias, el 75 por ciento del

protestantismo latinoamericano es pentecostal. Otro aporte es el rescate de la cristiana

como cristiana. La pentecostal, es un esfuerzo de penetrar más profundamente en los

misterios cristianos, tal como son plasmados en las tradiciones bíblicas y, después,

eclesiásticas. Por último, la del Espíritu ofrece enormes posibilidades para el diálogo y

el trabajo ecuménico, con su énfasis en el Espíritu y en las experiencias espirituales,

puede ser un riquísimo aporte.

Otra cuestión interesante a tratarlo constituye la Sanidad Divina. Esta resulta uno de los

mecanismos más singulares del pentecostalismo. Independientemente de su

justificación teológica, forma parte de una tradición ontogenética de la religión que

relaciona los poderes curativos con entes sobrenaturales. Junto al éxtasis, el exorcismo

y la adivinación, la sanidad divina representa una muestra de lo que persiste en el

pentecostalismo de rituales mágico religiosos, que lo convierten en un sistema que

satisface las demandas de sectores humildes o individuos y grupos de personas, con

independencia de su estatus socio-clasistas o nivel educacional.

La cultura en Las Tunas presenta, en su imaginario popular, una muestra amplia de

manifestaciones mágico-religiosas con poderes de curación. Desde las peculiaridades

del catolicismo popular que dominó en la génesis de la cultura autóctona9, hasta la

transculturación con complejos religiosos africanos, caribeños y asiáticos.

A este cuadro se le suma, a partir de la década del 50, el pentecostalismo en su

primera etapa de asentamiento y el Bando Evangélico de Gedeón, que atrajeron la

atención de grandes masas de personas, tanto en zonas rurales como urbanas, con sus

28

campañas de sanidad. Sin embargo, es preciso aclarar, por su predominio, algunas

características de la sanidad divina en el pentecostalismo.

En la mayoría de los casos, la sanidad10 está estrechamente vinculada a la práctica del

exorcismo (o “liberación” en terminología pentecostal). A diferencia del espiritismo, los

individuos son exorcizados de demonios satánicos, representantes del “mal” y nunca de

espíritus obsesores. El mecanismo de exorcismo no difiere, en cuanto al método, de

sus homólogos en el espiritismo o complejos afrocubanos. Se realizan en estado de

trance del individuo, bajo las imposiciones verbales, conjuradas por el “capacitado” por

la institución para este tipo de culto. Solo que en el pentecostalismo se ciñe

estrictamente a una invocación cristiana11.

Dentro del tiempo cultual, se sitúa también un espacio de sanidad, dentro o fuera del

templo, en dependencia de la cantidad de personas. Precedido por oraciones y cantos,

la administración de la sanidad se realiza por varias vías. En las congregaciones

pequeñas, habitualmente se unge simbólicamente y se procede a la “imposición de

manos” para la curación, donde sí se logra “el milagro” el creyente pasa al altar, a

testimoniar su curación. Este elemento implica un acto de legitimización del ritual que

contribuye al estado de sugestión colectiva.

Como se expresó anteriormente, la sanidad divina en el pentecostalismo, al igual que

en otras denominaciones protestantes como los gedeonistas, es un mecanismo que se

engarza con el complejo entramado de tradiciones religiosas de la región, permitiendo

una mejor aceptación de estas denominaciones dentro del panorama sociocultural local.

El uso de una manifestación mágico-religiosa de este tipo tanto en zonas suburbanos,

así como en barrios periféricos e incluso en el propio centro de la ciudad, que aún

cuenta con una arraigada tradición rural, dotan al pentecostalismo de una base social

susceptible a estas manifestaciones mágico-religiosas.

Un análisis detenido de determinados aspectos dentro de las comunidades contribuye a

reafirmar la extraordinaria significación que tiene la cultura en cualquier proceso

sociocultural. Partiendo de que estos aspectos conforman códigos culturales que

configuran los modos de hacer y de pensar, ejecutados de una manera específica, en

29

base a valores, criterios y puntos de vista codificados y asumidos por dicho grupo

humano, no solo como una vía para “ser”, sino para distinguirse como grupo social.

Entre estos códigos culturales resultan importantes: el lenguaje y los modos de decir,

las normas de convivencia y comportamiento social, las costumbres, la interacción

familiar y grupal, así como el sistema de creencias, supersticiones y procederes

mágico-religiosos.

Los principales estudios realizados sobre el pentecostalismo retoman la tesis que

establece una relación entre el éxito de este como movimiento y las condiciones de

marginación del contexto social donde se desarrolla mayoritariamente. La presencia de

fenómenos como la pobreza, el desarraigo, anomia y crisis personal, le permiten al

pentecostalismo hacer acto de presencia en un contexto sociocultural, determinado

como un sistema que ofrece bienes simbólicos que permitirían solventar esta situación

gracias a la nueva identificación y nuevo compromiso ofrecidos (Vallverdú; 2009:185).

De ahí que a partir de una contextualización de los procesos de transformación de la

esfera religiosa tunera asociados a la crisis socioeconómica de los años 90 del pasado

siglo XX, propiciaron la llegada de nuevas ofertas religiosas en el territorio tunero,

siendo uno de los casos más emblemáticos el pentecostalismo como movimiento

evangélico.

Como lo ha anotado el antropólogo mexicano René de la Torre, el pentecostalismo

originalmente fomentaba una identidad ascética, fundamentalista, que se oponía a la

mundanidad de la sociedad (Torres; 2008: 55). Aunque todavía se encuentran muchos

pentecostales que enfatizan la importancia de alejarse del “mundo” y llevar un estilo de

vida austera, el pentecostalismo se ha renovado y diversificado de manera considerable

en los últimos años y sus corrientes ahora incluyen el así llamado neo-pentecostalismo,

el que se caracteriza por su teología de la prosperidad.

Un aspecto a tener en cuenta es la influencia del pentecostalismo en los crecientes

movimientos carismáticos dentro de la Iglesia Católica y de varias iglesias protestantes.

Quienes se adhieren a estas prácticas no se preocupan por llevar un estilo de vida

ascético y de distanciarse de la sociedad “mundana.” Pero sí adoptan varias doctrinas y

prácticas pentecostales como enfatizar la salvación personal y la guerra espiritual; los

30

rituales efusivos donde se experimenta el poder del Espíritu Santo (por ejemplo

hablando en lenguas); la creencia en la infalibilidad de la Biblia y en la segunda venida

de Jesús.

El proceso de globalización cultural le ha permitido al pentecostalismo lograr una

diversificación de la religiosidad a través de la variedad de formas e instituciones

pentecostales que hoy conforman el panorama protestante tunero. Esto ha permitido

que algunas características fundamentales del pentecostalismo, compartidas por los

practicantes en diferentes tipos de iglesias y comunidades (tradicionales,

neopentecostales, comunidades carismáticas dentro de otras iglesias), proporcionan

una clave de entendimiento sobre la rapidez con la cual este tipo de creencias crece y

la manera en la cual se adapta a contextos diferentes, al mismo tiempo de ser crítico en

varios aspectos de las culturas locales.

Al observar las dinámicas simbólicas y rituales desplegadas en el marco de la

estructura organizativa del pentecostalismo como movimiento carismático, los

principales hallazgos comparados muestran la presencia de un claro proceso de

conversión que manifiesta contenidos y significados de transformación cultural e

identitaria y resocialización; una experiencia religiosa caracterizada por una intensa

emocionalidad, donde se busca una relación íntima con lo sagrado; y finalmente, la

importancia del liderazgo carismático, que opera como referente para los adeptos y

articula su organización.

En su investigación, Laudy Baldemira cita a Boas cuando dice:

La cultura incluye todas las manifestaciones de los hábitos sociales de una comunidad, las reacciones del individuo en la medida en que se ven afectadas por las costumbres del grupo en que vive, y los productos de las actividades humanas en la medida en que se ven determinadas por dichas costumbres. (2012:14)

Esto nos permite analizar lo antes expresado como sistema de símbolos culturales, el

pentecostalismo combina tres formas de expresión: ética, mítica y ritual. Su ética

genera cambios de los valores personales y una nueva cosmovisión que interviene en

las relaciones sociales de sus seguidores; ellos ven en el mundo seres y fuerzas

sagradas que crean un universo dual: material y espiritual.

31

En la esfera espiritual gobiernan poderes divinos que pueden ser buenos o malos. Uno

de los objetivos de la liturgia pentecostal está en influir sobre esos seres a través de la

oración, las imposiciones de manos, los exorcismos, los ayunos, las vigilias, entre otros.

Esas creencias conllevan implicaciones sociales capaces de producir cambios en el

lenguaje, en las formas de vestir, en la alimentación, en las relaciones sexuales y en las

formas de esparcimiento de los files. Reinterpreta los sistemas tradicionales de signos,

los adapta a los nuevos contextos culturales e intercambia influencias con otros

sistemas religiosos.

La manera Pentecostal de entender los procesos culturales de cambio, representa una

antítesis de una visión modernista. En la visión Pentecostal, estos procesos están

dados por el distanciamiento del ser humano de Dios y por la influencia de Satanás por

un lado y la salvación que brinda Dios a través de Jesús. Como consecuencia de ello

que la visión pentecostal esté dada por una lectura escatológica de la historia humana

con protagonistas, tanto héroes y villanos, enfocada hacia una decadencia, denigración

moral y de distanciamiento del hombre de Dios que lleva a un fin que es la realización

de un plan divino predeterminado.

Este plan de salvación no sólo depende en cierta medida de rituales y de la

evangelización de los pentecostales para “ganar nuevas almas”, activar el poder divino

y limitar el alcance de las actividades diabólicas. Aunque los miembros de las iglesias

pentecostales ponen mucho énfasis en la necesidad de distanciarse del “mundo” para

no ser influenciados y contaminados por él, no se retiran del “mundo”. Para los

pentecostales el “mundo” también representa un proyecto o un espacio que requiere

acción, intervención y transformación. (Lindhard; 2009: 7).

Por otra parte, el propio mundo evangélico pentecostal les ofrece a los feligreses

diferentes cursos o discipulados que lo formarán en la vida “espiritual”. De igual forma le

aporta los materiales de lectura que le otorgan un punto de vista sobre su comunidad

acorde con su sistema de creencias, así como recursos de la industria cultural que

hacen a la Iglesia una institución.

32

CONCLUSIONES PARCIALES

Se asume para esta investigación el concepto de cultura de Macías (2014) que refiere:

“Cultura en su acepción más amplia es una forma integral de vida, con una dimensión

simbólica construida social, histórica y selectivamente, que se concreta en las

relaciones entre personas, entre comunidades, y con la naturaleza. La dimensión

concreta de la cultura está conformada por hábitos, prácticas, objetos y relaciones.

Existe no como algo estático sino como un proceso de reproducción permanente de sí

misma”. (33)

En tanto se precisa que, la dimensión concreta de la cultura está conformada por

hábitos, prácticas, objetos y relaciones; es el proceso sistémico que rige las relaciones

sociales como base para la superestructura sociocultural de la región estudiada, la que

no es concebible sin reglas de conducta, costumbres, tradiciones y creencias religiosas.

De igual forma, se asume al Pentecostalismo como un movimiento religioso compuesto

por un número de comunidades evangélicas y carismáticas en el seno del

protestantismo, que en el período estudiado dinamizaron el panorama religioso local en

cuanto a la conformación de la base social, la estructura y su influencia en la cultura.

El pentecostalismo en Las Tunas se caracteriza por una diversidad denominacional,

que como movimiento evangélico carismático se consideran como una experiencia

religiosa de lo divino que se explica a través de las relaciones sociales que en él se

desarrollan y las prácticas culturales que se generan en los espacios cúlticos.

33

CAPÍTULO II: EL PENTECOSTALISMO Y SU INFLUENCIA EN LA CULTURA EN LAS TUNAS EN EL PERÍODO DE 1994 A 2015.

El período 1994-2015 es fundacional el proceso de asentamiento de denominaciones

pentecostales en el territorio tunero. Como resultado de este proceso, el campo

religioso sufrió las transformaciones que se experimentan en dicha etapa. En

consecuencia, la estructura sociocultural del pentecostalismo se transformó a través de

proceso de crecimiento que le permitió convertirse en una posible solución a algunos

dilemas del contexto sociocultural tunero al convertirse las iglesias pentecostales en

espacios de socialización.

Las categorías analíticas mencionadas constituyen directrices que clarifican la relación

entre pentecostalismo y cultura al lograrse una imbricación entre el aspecto religioso y

lo tradicional.

2.1 Proceso de conformación del pentecostalismo en Las Tunas.

El proceso de reajuste de la estructura sociocultural cubana que se desarrolló en el

período 1994-2015, le permite al pentecostalismo emerger como sistema, basado en un

proceso de contracción social a partir del reacomodo socio–clasista que impuso la crisis

de este período, lo que impactó la base social del pentecostalismo, dotándola de un

incremento considerable de feligreses, los que provienen tanto de sectores sociales que

tradicionalmente profesaban creencias protestantes y de otros surgidos en el proceso

reestratificador:

“En su conjunto, estas tendencias cuantitativas nos hablan del tránsito desde una estructura sociocultural fuertemente articulada a partir de la estabilidad hacia otra que, manteniendo la centralidad integradora de la propiedad estatal, asume un diseño multisectorial que pueden desempeñar papeles de complementación. Ellos señalan también la rapidez que con estos cambios han tenido lugar y la emergencia de actores socioeconómicos que han fortalecido su perfil, como por ejemplo los cooperativistas, los trabajadores del sector privado urbano y los intelectuales” (Espina; 2001: 131).

Es a partir de lo antes expresado que uno de los factores transformativos del

pentecostalismo durante el periodo estudiado ha sido reajustar su estructura a una base

social que surge como emergente, mediado por el poder estatal, basado en la

propiedad social sobre los medios de producción y que evolucionó hacia la contracción

o desestratificación social

34

La composición del pentecostalismo en Las Tunas está dada por la presencia de 6

denominaciones que profesan esta creencia dentro del campo religioso protestante

local. Estas denominaciones generalmente en su mayoría, se declaran "evangélicos" o

"evangelistas". La mayor parte de los pentecostales, independientemente de la iglesia

en que se hubiesen convertido, se congregaban en iglesias que les son cercanas a su

comunidad y que responden a sus necesidades espirituales, con reglas y pautas que

siempre agregan algo o transforman la ortodoxia pentecostal. (Anexo IV)

El análisis del comportamiento de la base social del pentecostalismo en la ciudad de

Las Tunas durante el período antes mencionado, permite revelar precedentes de la

evolución en su composición, en contraposición a la regularidad existente en las

décadas precedentes al período en el que se centra esta investigación.

En este período se incrementó notablemente el número de denominaciones de

confesión pentecostal, así como la membresía, la que se encuentra en la actualidad con

una cifra aproximada de15500 feligreses12. No se puede olvidar la disminución en la

membresía de las iglesias asentadas en barrios suburbanos y periféricos, así como

cierto crecimiento en los barrios céntricos de la ciudad a partir de procesos migratorios

dados en los últimos años y la propia movilidad de los líderes de estas denominaciones.

Desde los primeros años del período estudiado y hasta la actualidad, la base social ha

estado compuesta, esencialmente, por mujeres, las que significan más del 70% en la

mayoría de las denominaciones.

Esto encuentra su explicación en el estatus ocupacional de dicha base social. Más del

65% de la membresía lo componen amas de casa y jubilados. La presencia de obreros

y cuentapropistas se acerca a un 25%, mientras que sectores como la intelectualidad y

profesionales alcanzan un 10%, teniendo en cuenta que durante años la fuerte

mediación del Estado hizo de estos, los portadores de una política sociocultural

secularizadora y desacralizadora, que ubicó a las instituciones religiosas en un espacio

de conflicto social.

El complejo contexto de los noventa implicó, no solo un crecimiento notable de la base

social del pentecostalismo, sino una compleja heterogeneidad, reflejo de la

reestratificación social que sufrió el país a raíz de la ya mencionada crisis

35

socioeconómica. Las denominaciones que más crecieron en este período fueron la Liga

Evangélica de Cuba que cuenta en la actualidad con una membresía superior a los

5600 feligreses, seguida por la Asamblea de Dios, que cuenta con una membresía

aproximada de 3800 miembros.

Como constituyen las denominaciones pentecostales más importantes, conforman el

universo y la muestra estudiada, principalmente el ejemplo de la Liga Evangélica, cuya

estructura actual cuenta con tres presbiterios que componen la totalidad de la provincia.

Para esta investigación se enfoca el análisis en el presbiterio Tunas I, que abarca de

manera primordial a la ciudad y algunos barrios periféricos compuesto por el templo

principal, ubicado en el centro de la ciudad, y 20 misiones o células; los otros dos

presbiterios abarcan el resto de la actual provincia de Las Tunas, que cuentan con un

número importante de células, pero que en interés de la investigación no fueron

estudiadas.

Aunque en los inicios del proceso de asentamiento de dichas denominaciones, en el

territorio su regularidad era la presencia campesina, las cifras globales actuales

denotan que la población urbana es mayoritaria en relación a la población suburbana y

rural; esto obedece a procesos complejos y no es objetivamente reflejo de la realidad

social. Además, a pesar de que a inicios del período estudiado la población campesina

era dominante, en la actualidad, el conglomerado de la capital provincial es quien

decide la oleada hacia el predominio urbano en la composición social de estas

denominaciones. Es necesario, sin embargo, hacer notar que en sus barrios periféricos

predominan los habitantes originales de áreas rurales a partir de los procesos

migratorios a los que se hacía referencia.

La crisis económica trajo consigo un fuerte éxodo del campo a la ciudad en la región

durante los años 1991-1998. La migración estuvo condicionada, en lo esencial, por la

depresión laboral que implicó la crisis económica en los campos tuneros, donde

predominaba el campesino cooperativista. La búsqueda de empleo y posibilidades de

proyectos de vida, impulsó la migración a la ciudad, lo que generó a su vez un

incremento de áreas suburbanas y marginales.

36

La fuerte presencia de familias de origen campesino y la marginalidad propia que

provocó la crisis, consiguió el crecimiento de denominaciones pentecostales y

escatológicas en las zonas urbanas durante esos años. Sin embargo, a partir de 1997,

con la palpable recuperación económica y el efecto de medidas para revitalizar la

producción agropecuaria, se operó un movimiento revitalizador de las zonas rurales al

existir alternativas viables de empleo.

En el caso de los obreros, tanto los que trabajan en instituciones estatales como los

cuentapropista, se ha operado un incremento de su presencia en las denominaciones

pentecostales. La razón de este fenómeno se debe a la influencia de la Teología o

Evangelio de la prosperidad, que enseña que la prosperidad económica y el éxito en los

negocios son una "evidencia externa" del favor de Dios.

Resulta una enseñanza común entre algunas iglesias pentecostales que a través de la

predicación evangelista establece que Dios quiere que los cristianos sean exitosos,

especialmente en cuestiones económicas. De ahí que se hagan portavoces

primordiales de versículos bíblicos como Deuteronomio 8:18: “Antes acuérdate de

Jehová tu Dios, porque él te da el poder para hacer las riquezas, a fin de confirmar su

pacto que juró a tus padres” o Mateo 7:20: “Así que, por sus frutos los conoceréis”

(Reina-Valera; 1960: 11).

En los primeros años de la década de los 90, evangelistas pastores de gran influencia

en las nacientes denominaciones evangélicas pentecostales eran portavoces de estas

enseñanzas. Esto generó que los críticos de dichas enseñanzas alegan que estas

doctrinas eran usadas para enriquecer de forma indebida a algunos líderes religiosos,

que explotan la ingenuidad de los creyentes sinceros que ofrendan su dinero, y que el

énfasis en “la bendición material” es una mala interpretación de la Biblia.

No es menos cierto que estas prácticas han llevado al incremento de la membresía de

algunas de estas denominaciones con personas anhelantes de una mejora económica,

cediendo el acceso a grupos sociales, que en décadas precedentes su

representatividad era mínima, pero dicho incremento se orienta principalmente hacia el

sector emergente, en especial, al sector vinculado a la propiedad privada, hecho que

resulta clave en la base social de estas denominaciones.

37

La capa social de la intelectualidad, ha desempeñado un rol esencial en el desarrollo de

la base social del pentecostalismo en Las Tunas. Esta, vinculada al sector estatal, ha

tenido una incidencia palpable y principal en denominaciones históricas de

asentamiento urbano (bautistas y metodistas), donde han contribuido a la solidificación

de su laicado. La presencia de esta en la conformación del pentecostalismo en la zona

de estudio la convierte en crucial para el reavivamiento protestante de la década de los

90 del pasado siglo XX.

Resulta significativa la existencia de intelectuales en cargos laicos, incluso como

pastores y ministros. Inciden esencialmente, médicos, técnicos, ingenieros, así como

informáticos y profesionales de la educación y las ciencias sociales. Las

denominaciones han creado mecanismos de superación alternativos, en temáticas

referentes a la teología y aspectos relacionados con la vida social de las

denominaciones, para profesionales jóvenes que, sin dudas, contribuyen a la

solidificación de este sector en su base social.

Otra capa esencial es el estudiantado, de baja presencia en décadas anteriores (no

sobrepasaba el 3% de la membresía) debido, especialmente, a las tensas regulaciones

educacionales en torno a lo religioso. En la actualidad, en el desarrollo de un

pentecostalismo cubano, la juventud funciona como enclave para la institucionalización

de este sistema.

Es positivo señalar que la juventud, en especial el sector estudiantil, es inestable en su

presencia denominacional y constituye la más tendiente al nomadismo religioso. Sin

embargo, es significativa la presencia de estudiantes universitarios, de forma

predominante de la Ciencias Pedagógicas y la medicina. Un segmento, prácticamente

nulo, en la base social del pentecostalismo en Las Tunas lo son los dirigentes, en

esencia por su fuerte vinculación a la política estatal.

Un aspecto notable en el proceso de reestratificación socio-clasista en la región de

estudio es el desarrollo y solidificación del denominado sector informal, como pequeños

empresarios privados y trabajadores independientes, los que con la nueva política

económica del país, pasan a convertirse en un sector económico formal. El auge de

38

estos sectores en las zonas urbanas, vinculados a los oficios de transportación,

gastronomía y otros, ha configurado un sujeto social emergente de la coyuntura actual.

Si bien este sector se ha nutrido de disímiles clases y segmentos sociales, predominan

en ellos personas emigradas de zonas rurales y marginales, aun cuando presentan

características típicas de una pequeña burguesía de propietarios, patrones y

empleadores que provienen de capas intelectuales y dirigentes. Estos sectores resultan

claves en la base social urbana de denominaciones pentecostales y en particular de

denominaciones escatológicas como los Testigos de Jehová y Bando Evangélico

Gedeón, cuyas membresías en las ciudades se caracterizan por sus altos índices de

desvinculados laborales al Estado.

Este sector emergente desempeña un rol protagónico en el auto sostenimiento de

muchas denominaciones, teniendo en cuenta que el protestantismo cubano padeció, en

su proceso evolutivo, de una escasa tradición de ofertorio13 como núcleo de

financiamiento de sus instituciones.

A diferencia de la Iglesia Católica, las denominaciones protestantes en general no

cobran servicios sacramentales ni litúrgicos, y su fuente esencial depende de los

recursos de la ofrenda y el diezmo, así como los donativos de iglesias y cristianos

extranjeros. Se debe tener en cuenta que el cubano no poseía una fuerte tradición

relacionada con estas prácticas, así como tampoco una solvencia económica que lo

permitiera.

Esto generó que las iglesias pentecostales extranjeras necesitaran realizar un proceso

de adaptación a la realidad sociocultural cubana. Las llamadas iglesias madres,

radicadas de manera principal en territorio norteamericano, cuentan con una

membresía en su mayor parte de clase media, la que en Cuba no existía prácticamente

en los primeros años de la década del 90 del pasado siglo XX, de ahí que la iglesia

cubana pentecostal ha sido sostenida por los donativos de estas iglesias

norteamericanas.

El protestantismo cubano sigue siendo, en buena medida, financiado desde el exterior.

Durante las décadas del 70 al 80, el estancamiento en el desarrollo de estas

instituciones tuvo uno de sus pilares en el aislamiento económico que alcanzaron de

39

sus homólogas norteamericanas o europeas y los bajos recursos que implicaba el

ofertorio, de una base social formada en su gran generalidad por amas de casa y

jubilados.

Sin embargo, la nueva coyuntura favoreció en este aspecto a muchas instituciones

religiosas. Resulta importante aclarar que la mayoría de las denominaciones en la

provincia han desarrollado obras constructivas y otros proyectos gracias a los donativos

del exterior. Pero en denominaciones que asimilan su base social de sectores

informales, se ha logrado un alza en su auto sostenimiento, principalmente por el alto

ingreso de muchos de sus miembros.

El crecimiento inusitado de la base social de las denominaciones pentecostales que se

han analizado en la ciudad de Las Tunas implica un profundo cuestionamiento del rol

de la cultura y la tradición en su base social.

Como se ha señalado, la provincia de Las Tunas constituye un contexto sociocultural de

compleja y rica conformación étnica, que en la centuria pasada impulsó el asentamiento

de denominaciones protestantes. Puede deducirse, del proceso de asentamiento en la

región las denominaciones pioneras y de mayor proyección social no son precisamente

las que más crecen en la actualidad.

En la provincia, al igual que en el resto del país, se está produciendo una

pentecostalización del protestantismo, pero de manera particular en esta parte de Cuba

crecen, de igual modo, denominaciones escatológicas y otras altamente

fundamentalistas, las cuales no sobrepasan los cincuenta años de presencia en una

región fundada en el siglo XVIII.

Resulta obvio que la tradición, como parte de la identidad cultural, no puede tener un

contenido petrificado. Varios estudiosos desde posiciones epistémicas diversas, han

coincidido en que la tradición no es solo estereotipos socialmente organizados en la

experiencia del grupo, sino también una forma de control del tiempo orientando hacia el

pasado, pero que le otorga influencia al presente, con proyección al futuro, o sea, es

una forma de organización de la memoria colectiva.

Por lo que se está en presencia de un proceso dialéctico de reelaboración de la

identidad religiosa y social de un individuo o grupo, que origina una contradicción o

40

ruptura entre la identidad heredada y sus nuevos referentes (identidad vertical y

horizontal).

Son grupos de personas donde predomina el origen campesino, portadores de una

identidad heredada sólida, amparada en la tradición y el contexto, que por su expansión

y préstamos culturales (direccionalidad horizontal), modifican su identidad a un sistema

que niega su pertenencia, pues sus parámetros referenciales dejan de poseer sentido

histórico contextual.

Por ejemplo, en una región de fuerte tradición hispánica, un gran porciento de la

población rural ha asumido un complejo dietético (justificado por normas rituales)

totalmente diferente al tradicional, como pueden ser la prohibición de consumir carne de

cerdo, café, bebidas alcohólicas, De igual modo, renuncian a tradiciones seculares

como son las fiestas campesinas, celebración de cumpleaños y otras. Algunas de las

sectas más fundamentalistas practican tendencias desarticuladoras de la convivencia

comunitaria como la endogamia.

En las técnicas empíricas e historias de vida aplicadas a personas pertenecientes a

estos grupos religiosos se refleja un alto índice de enajenación y falta de compromiso

con la realidad, provistos, además por una rígida posición apolítica.

El crecimiento de la base social de estas denominaciones tiene su coyuntura en una

profunda crisis económica, que generó una serie de impactos sicosociales

desfavorables para el sostenimiento de la identidad cultural, como son la insatisfacción

y desorientación que generan un sentimiento de desprotección, la crisis de sentido, el

desmoronamiento de valores legitimados y el consecuente vacío espiritual.

A pesar del notable proceso de recuperación económica y social del país, así como la

política cultural destinada a fortalecer los mecanismos de conservación de la identidad

desde una perspectiva nacionalista, no se ha detenido el proceso de nuevas

conversiones, aunque ha perdido intensidad. Esto muestra la necesidad de asumir

aparatos conceptuales y metodológicos más dialécticos y dinámicos de la identidad

cultural y su reproducción horizontal, así como la búsqueda de mecanismos de

intervención social eficientes, que logren rescatar tradiciones sin afectar la cosmovisión

de estos individuos. No se trata de un proceso de oposición al despliegue de estas

41

tendencias religiosas, sino de reelaboración de los mecanismos de diálogo cultural e

interpretación de las peculiaridades conceptuales.

El otro aspecto controversial está dirigido hacia la existencia de elementos tradicionales

en la identidad sociocultural de la provincia que favorecen la adaptabilidad estructural

de las instituciones religiosas al contexto, esencialmente sobre la base de elementos

como el éxtasis, la oralidad, el exorcismo y la sanidad divina.

En Las Tunas, en la configuración del campo religioso, predomina la presencia de

denominaciones pentecostales. Las de mayor cantidad de feligreses son precisamente

la Asamblea de Dios, la Liga Evangélica y la Iglesia del Camino Cuadrangular.

El siguiente análisis parte de la tesis de varios estudiosos del pentecostalismo en

América Latina, que plantean que la tradición de una comunicación preferentemente

oral favorece el desarrollo del pentecostalismo.

El asentamiento pentecostal, como se ha referido con anterioridad, se produjo en un

contexto de crisis en la región, donde la situación social era semejante a la que

presentan muchas regiones de América Latina: una sociedad golpeada por una

deprimente situación económica, donde resaltaban grandes sectores sociales

empobrecidos. Sin embargo, el sustrato de la tradición que prefiere una comunicación

oral y gestual (incluyendo un manifestado poco hábito de lectura) subsiste con fuerza,

independiente del desarrollo educacional y cultural que ha implicado el proceso

revolucionario.

El culto reside en la trasmisión del mensaje bíblico oral, con fuerte énfasis en la

gestualidad en detrimento de la lectura hermenéutica de la Biblia, es más cercano a

sectores sociales como campesinos, marginales o individuos de bajo nivel cultural y

educacional. Es evidente que resulta mucho más atractiva para este sector la liturgia

pentecostal que responde a sus capacidades de interpretación del mensaje religioso y

su conciencia masiva religiosa.

En contraposición, el incremento de intelectuales en denominaciones tradicionales

también responde a la posibilidad de alinear su cosmovisión a un discurso teológico y

litúrgico mucho más sistematizado y abstracto, en el que se precisa de un nivel alto de

análisis hermenéutico.

42

Dentro del pentecostalismo resalta su condición de ser un sistema religioso que basa su

complejo litúrgico en el éxtasis. A pesar de que este no es privativo del pentecostalismo

y está presente en el desarrollo evolutivo de los sistemas religiosos desde la

antigüedad, es un aspecto fundamental para comprender el universo simbólico del

pentecostal como parte de su cultura y de como componente cultural también cumple

funciones terapéuticas.

En el proceso de asentamiento del pentecostalismo las prácticas extáticas en la

población de la región, con una alta influencia sociocultural del espiritismo en su

variante de cordón, fue convirtiéndolo en un elemento clave de la cultura religiosa local,

entre los sectores más humildes, con alta presencia en las zonas suburbanas. De este

modo, fue estableciéndose una tradición respecto al uso del bautismo del espíritu santo

como parte de la experiencia extática. El pentecostalismo se asienta en esta región en

la década del cincuenta del siglo XX, en un contexto de crisis económica, política y

social14 y crece de manera esencial en las mismas zonas de desarrollo del espiritismo.

Por lo que se está en presencia de una herencia religiosa de tradición estática, cuyo

reflejo en la psicología religiosa (como aspecto emocional de la conciencia religiosa)

favorece y se engarza con la demanda de sentido mágico-religioso que oferta la liturgia

del pentecostalismo.

En el contenido (doctrina) y en las actividades del culto de cualquier nueva formación

religiosa, existen toda una serie de componentes que de forma directa y, en ocasiones

de manera transformadora, son réplicas de los sistemas religiosos anteriores. A estos

componentes no se les puede poner en relación directa con las condiciones sociales

que han dado origen ontológico y gnoseológico a la religión.

El pentecostalismo tomó auge entre la población campesina y sigue siendo esta su

base social esencial, incluyendo las zonas suburbanas donde es predominante la

inmigración del campo y los sectores obreros más humildes. Para esta población, el

sistema extático del pentecostalismo les resultó asimilable con la tradición espirita y

creencias heterodoxas, ya que responden a las mismas funciones práctico-ilusorias,

alienadoras y terapéuticas.

43

Sin embargo, el pentecostalismo ha logrado una base social mucho más estable,

nutrida de sectores sociales heterogéneos, dado en la elaboración sistemática de su

discurso teológico y litúrgico. La liturgia pentecostal, a pesar de su diversidad y de las

variaciones realizadas por líderes de denominaciones autónomas, cuenta con un

complejo cultual estratificado entre los que se encuentran los cultos de oración, los

dedicados a la palabra del Señor, dominicales, especiales por departamentos, de

alabanza y adoración, cultos de bautismo y eucaristía, de sanidad, de acción de

gracias, de reconciliación de conversos y de liberación. Pero todos giran en torno a la

concepción extática.

Uno de los canales más evidentes de adaptabilidad del pentecostalismo al contexto es

su dinámica concepción del espacio cultual, esto, en dependencia de la base social que

compone la congregación, es clave en su concepción de comunidad relacionada a la

“experiencia del bautismo del Espíritu Santo”. Al obtener dicha experiencia, logra cierta

sensación institucional, haciendo ajustable su doctrina a sectores diversos, incluyendo

universitarios e intelectuales.

Así lo demuestran los siguientes fragmentos testimoniales que se obtuvieron al aplicar

entrevistas:

Yo estoy bautizado en agua. Este bautizo no es más que un acto simbólico, una renuncia al pecado, pero no determina nada. El bautismo en el Espíritu Santo es mucho más importante. Ya yo lo recibí. Tú sientes como Dios te está llenando con su espíritu. Este bautizo, a diferencia de la Iglesia Católica no lo reciben los niños, porque no tienen conciencia... El creyente lo busca, y solo lo recibe con la consagración a Dios y este no está obligado a dártelo, depende de su voluntad. Yo lo supe porque la primera vez hablé en lengua y en la segunda me caí. Dios trata contigo si él quiere. (Hombre, 23 años, estudiante universitario. Asamblea de Dios).

Estoy bautizado en agua y el bautizo en el Espíritu Santo lo recibí hace dos años en una campaña que dio el hermano Julio Campo. Esa es una experiencia difícil de explicar. Es un algo que viene sobre ti de momento, que uno lo está esperando, que uno lo anhela y de momento llega y eso es algo maravilloso. Es imposible describirlo con palabras. (Hombre, 42 años, trabajador por cuenta propia. Asamblea de Dios).

Bautizarme con el Espíritu Santo significa mucho para mí y pienso que para todo cristiano verdadero sea lo mismo, bautizarme de esta forma me fortalece espiritualmente, me ayuda a ser mejor persona, a comportarme mejor con las personas que me rodean, a brindar amor a todos, sentirme más capaz de amar a Dios” (Mujer, 51 años, universitaria. Iglesia Liga Evangélica de Cuba).

44

De igual forma, la sanidad divina es uno de los mecanismos más singulares del

pentecostalismo. Independientemente de su justificación teológica, forma parte de una

tradición ontogenética de la religión que relaciona los poderes curativos con entes

sobrenaturales. Junto al éxtasis, el exorcismo y la adivinación, la sanidad divina es una

muestra de lo que persiste en el pentecostalismo de rituales mágico religiosos, que lo

convierten en un sistema que satisface las demandas de sectores humildes o individuos

y grupos de personas, independientemente de su estatus socio – clasistas o nivel

educacional.

La cultura cubana presenta, en su imaginario popular, una muestra amplia de

manifestaciones mágico-religiosas con poderes de curación. Desde las peculiaridades

del catolicismo popular que dominó en la génesis de la cultura autóctona, hasta la

transculturación con complejos religiosos africanos, caribeños y asiáticos.

En Las Tunas predominaron, por razones étnicas y raciales, complejos religiosos como

el catolicismo y el espiritismo de cordón. Este último posee una importancia medular en

torno a las curaciones milagrosas.

La deprimida situación de la salud pública durante la República Neocolonial en la región

y las grandes proporciones de campesinos y emigrantes fueron claves para la

proliferación de estas prácticas mágico-religiosas, ya a través del espiritismo cordonero

o concepciones religiosas heterodoxas y luego pequeñas muestras de sistemas afro-

caribeños.

A este cuadro se le suma, a partir de la década del 50, el pentecostalismo y el Bando

Evangélico de Gedeón, que atrajeron la atención de grandes masas de personas tanto

en zonas rurales como urbanas, con sus campañas de sanidad.

Sin embargo, es preciso aclarar, por su predominio algunas características de la

sanidad divina en el pentecostalismo.

En el contexto institucional, la sanidad se administra dentro de un espacio cultual, a

través de un ministro o persona poseedora de lo que denominan “Dones del espíritu”.

En la mayoría de los casos, la sanidad está estrechamente vinculada a la práctica del

45

exorcismo (o “liberación” en terminología pentecostal). A diferencia del espiritismo, los

individuos son exorcizados de demonios representantes del “mal”. El mecanismo de

exorcismo no difiere, en cuanto al método, de sus homólogos en el espiritismo o

complejos afrocubanos. Se realizan en estado de trance del individuo, bajo las

imposiciones verbales, conjuradas por el “capacitado” por la institución para este tipo de

culto. Solo que en el pentecostalismo se ciñe estrictamente a una invocación cristiana.

Estas invocaciones varían según las denominaciones y concepciones del Ministro o

evangelista que dirija el culto, muchas son creaciones propias transmitidas oralmente.

Por lo general tienen como centro exclamaciones en torno de la “Sangre de Cristo” o

“Te reprendo en el nombre de Jesús” así como alusiones a la derrota de Satanás. Es

importante la constante de palabras como “suéltalo”, o “libéralo” acompañado de frases

en “lenguas”, o sea, el uso de la glosolalia.

En dependencia del tipo de culto, en el mismo se sitúa también un espacio de sanidad,

dentro o fuera del templo, en dependencia de la cantidad de personas. Precedido por

oraciones y cantos, la administración de la sanidad se realiza por varias vías.

Existen diversas variantes a la hora de administrar sanidad, habitualmente se unge de

forma simbólica y se procede a la “imposición de manos” para la curación, donde sí se

logra “el milagro” el creyente pasa al altar, a testimoniar su curación. Este elemento

implica un acto de legitimización del ritual que contribuye al estado de sugestión

colectiva.

El encargado de administrar la sanidad solicita la oración personal con unauto

imposición de manos. En las grandes campañas de sanidad desarrolladas en la

localidad, por predicadores como Orson Vilas o Luis Campos, se han reunido más de

1000 personas, produciendo variadas manifestaciones de “curas milagrosas”.

A pesar de los grandes esfuerzos del Estado revolucionario y los logros palpables en el

campo de la salud y de los profundos procesos de desacralización de la vida cotidiana

que implica nuestro sistema educacional e instituciones culturales, las prácticas mágico

religiosas prevalecen en el imaginario popular de la región de estudio, las que

estimuladas por la crisis económica de los noventa, el pentecostalismo volvió a ser una

46

opción alternativa a las curaciones de enfermedades que la ciencia o el sistema de

salud no podían enfrentar.

Durante el proceso investigativo, además de las entrevistas a pastores de

denominaciones pentecostales, se tuvo en cuenta una encuesta aplicada a una muestra

de 100 feligreses en algunas misiones de estas denominaciones, donde se pudo

constatar que estos reconocen a la sanidad divina como parte de la cultura pentecostal

y la ideología pentecostal, la misma reveló que el 60% de los feligreses encuestados

consideran a esta como alternativa objetiva ante la imposibilidad de las ciencias

médicas de dar solución a ciertos casos; un 32% de los encuestados la considera una

opción secundaria, solo viable en casos extremos y el resto de los encuestados, un 8%,

asume la sanidad como única vía de curación.

Por su parte, el grupo de pastores y evangelistas entrevistados consideran que la

relación de personas que acuden a los cultos pentecostales de sanidad está en

dependencia al origen de las enfermedades. Así mismo, consideran que la causa más

recurrente entre las enfermedades tratadas es considerada producto del “pecado”, por

desobediencia normativa y castigo divino; principalmente entre los adolescente y

jóvenes, en su mayoría del sexo masculino, los cuales coinciden con ser los que más

“recaída de la gracia” presentaban.

El segundo grupo estuvo constituido por las enfermedades causadas por el mismo

hombre a través de “trabajos de brujería” o “daños” que tenían en su mayoría por

objetivo, venganzas de viejas rencillas. Estas eran predominantes en mujeres, con un

rango de edades bastante heterogéneo.

Otro factor esencial fueron las enfermedades como “mecanismos divinos de

conversión”. Individuos afectados por padecimientos extremos con grave peligro para la

vida o que salieron ilesos de accidentes laborales, de tránsito o domésticos. Y en menor

escala se encuentran las enfermedades por causas naturales como la vejez, o por

causas espirituales.

En el estudio realizado por Enrique Lalana (2007), se analiza esta problemática de la

incidencia de la sanidad divina en la proyección pentecostal dentro de la comunidad. En

su investigación se devela un alto porcentaje de miembros que afirman que

47

anteriormente a su acercamiento a estas denominaciones han acudido a otras formas

de curación milagrosa, lo que es muestra del carácter difuso de la religiosidad popular,

que canaliza sus creencias en ámbitos diversos de los sistemas religiosos existentes en

su contexto.

La sanidad divina dentro del pentecostalismo y otras denominaciones como

gedeonistas, es un mecanismo que se engarza con el complejo entramado de

tradiciones religiosas de la región. Su predominio en zonas rurales intrincadas de la

provincia y en barrios suburbanos, la dotan de una base social susceptible a estas

manifestaciones mágico-religiosas.

2.2 Cambios y tendencias en la estructura organizativa, funcional y proyección

cultural del pentecostalismo en Las Tunas en el período de 1994 a 2015.

Entre las normas organizativas funcionales que se generan dentro de la institución

religiosa se regulan las características de las relaciones entre los creyentes. Esto quiere

decir que la institución religiosa constituye un espacio dinámico de relaciones sociales,

que tienen en común la ideología religiosa. Son, en última instancia, relaciones sociales

religiosas. Se antepone el término social para no estrechar la relación religiosa a

interacciones ilusorio prácticas con lo sobrenatural, sino a las relaciones entre sujetos,

que se establecen dentro de la institución, pero fuera del espacio cultual.

Las normas religiosas no solo regulan el espacio cultual, sino que mediatizan la vida

social del individuo. La institución regula la imagen de la realidad que portan o actúan

los sujetos sociales (la institución como saber/deber). Teniendo en cuenta que la

conciencia religiosa es una manifestación de la conciencia social, y no ella en sí misma,

las instituciones religiosas socializan al sujeto de forma voluntaria y alternativa con el

resto de las organizaciones de la superestructura sociocultural.

El tema de la socialización de los individuos es tan multicondicionado que resulta

imposible abordarlo desde una rama particular del saber social. Algunas tendencias

epistémicas, de articulación sociológica o psicológica, han hecho de este término el

centro nuclear de sus indagaciones.

Sin embargo, este adquiere una connotación transdisciplinaria a partir de los diversos

abordajes que se realizan en la actualidad, cuando los fenómenos sociales generados

48

por las crisis afectan a sectores y grupos, que presentan un agudo desfase de las

relaciones sociales, dando origen a sociopatías propias como el alcoholismo, la

drogadicción, la prostitución, la violencia social y doméstica y otros.

La sociedad cubana no está ajena a dicho proceso. No se ha establecido un debate que

determine epistémica o metodológicamente los recursos conceptuales de la

socialización desde un ámbito transdisciplinario, no obstante puede considerarse que

en muchos casos, pesan herencias ideológicas dogmáticas que consideran el

tratamiento alternativo como una crítica contestataria al sistema social cubano.

La crisis económica, su impacto social y las medidas tomadas para enfrentarla

generaron conflictos y fenómenos emergentes para los cuales no estaba diseñado esta

concepción de lo social. La aparición de la drogadicción y otros males en dicho

contexto, obliga a buscar recursos de estudio e intervención social más efectivos en sus

resultados.

Las causas visibles de estos fenómenos sociopáticos se encuentran en una serie de

resultantes de la crisis económica y en el desmoronamiento de una escala de valores

legitimados en etapas precedentes. El Estado ha llevado a cabo, a partir de la gradual

recuperación, políticas encaminadas en la búsqueda de mecanismos de activación de

la vida comunitaria a través de proyectos, espacios institucionales como trabajadores

sociales o centros de atención especializada. Todo amparado en una extraordinaria

concepción de la seguridad social.

Sin embargo, es innegable que la sociedad posee estructuralmente alternativas de

socialización que se construyen en una dinámica de la vida cotidiana, al margen de las

organizaciones, como mecanismos de supervivencia. Las instituciones religiosas

funcionan también como mecanismo alternativos de socialización.

Esa parte de la base social de las denominaciones protestantes, que algunos

estudiosos llaman “sociales” está dada por un aumento del reconocimiento popular del

papel de las iglesias a nivel nacional y de las comunidades locales.

Teniendo como referente categorial los estudios sobre socialización realizados por

Peter Berger y Thomas Luckman, se analizará cómo se comporta este factor en el

objeto de estudio. El acto de socialización a través de la institución religiosa es, por lo

49

general, inconsciente, pues el motivo per se no es la funcionabilidad de ella como

institución reorientadora, sino la fe en lo sobrenatural. La religión mediatiza con fuerzas

sociales impersonales al individuo.

Dentro de la membresía de las denominaciones estudiadas se encuentran tres espacios

claves:

� Los miembros que pertenecían a alguna denominación antes de la crisis.

� Los que retornan, luego de un distanciamiento, por varios motivos.

� Lo nuevos conversos.

Estos últimos, con una composición etárea y heterogénea, con una tendencia al grupo

de edades menores de 55 años. Para estos grupos, en su mayoría, la institución

religiosa constituye un espacio alternativo de resocialización. Alternativo porque no es

absoluto, al ser seres sociales interactuantes en un complejo entramado social, y de

resocialización (por lo general se utilizan los términos de socialización primaria y

secundaria) porque al convertirse, el individuo no opera una socialización secundaria

que superpone o de continuidad a su proceso natural de relaciones sociales, sino que

reestructura, modifica en muchos aspectos su conciencia social.

El individuo se ve obligado a cuestionar su pasado, desde una reinterpretación que gira

en torno a lo sobrenatural, por tanto asume un nuevo complejo de actitudes y valores

que trastocan su identidad como sujeto social en varias magnitudes.

La interrelación individuo–institución religiosa se configura por varias direcciones:

� La institución propone una vivencia (liturgia) y un complejo normativo que

satisface y encauza el sentido gregario, sensible de ser modificado a demanda

de sus actores.

� La institución ofrece un sistema de creencias y normas que operan como

reguladoras en la vida del individuo, resultante terapéutica ante sociopatías como

el alcoholismo, la drogadicción, la prostitución y la violencia.

Como se ha señalado (ver en esta tesis los análisis sobre estructuras organizacionales

del protestantismo en Las Tunas) una de las características básicas del protestantismo

50

en la provincia es poseer instituciones de baja envergadura estructural, autónomas en

su mayoría, que implican una alta adaptabilidad en sus sistemas litúrgicos y doctrinales.

La liturgia entendida en su acepción más original como servicio, trabajo, ofrecimiento de

la comunidad religiosa a lo sobrenatural, ha sido reflejo de las concepciones y discursos

teológicos de las instituciones. Las denominaciones más conservadoras

estructuralmente presentan limitaciones en su adaptabilidad al contexto.

En el análisis profundo que se realizó sobre la herencia misionera en Cuba, ponencias

compiladas por Rafael Cepeda (1986), se reveló el dogmatismo heredado en las

concepciones litúrgicas al no ser asumidas como celebración, sino como divorcio entre

el sentir y la ceremonia. En el discurso teológico tradicional del protestantismo, se

asume la experiencia de los discípulos, el tiempo entre la cruz y la resurrección,

sobrecogidos por el temor, donde no se logra la celebración festiva de la paz, mientras

que en la tradición pentecostal y renovada se reproduce la experiencia del Pentecostés,

en el sentido de adoración festiva y alegre. De igual modo, la conservación estática del

espacio cultual., acompañada por una himnología y música descontextualizada.

Sin embargo, las denominaciones que predominan en la región presentan una profunda

renovación litúrgica. El culto es más avivador, cuyo orden está sujeto a variaciones

circunstanciales, con el acompañamiento musical de instrumentos como guitarras

(electroacústicas y tradicionales), instrumentos de percusión y la elaboración de cantos

con ritmos y letras de la música tradicional cubana o el pop internacional.

Además de las composiciones tradicionales creadas en Cuba por Louis Kroheler, José

Luis Casal, Pedro Triana y Clara Luz Ajo, José Aurelio Paz y otros, entre la juventud de

denominaciones autónomas es frecuente la reproducción de cantos e himnos que se

producen en América Latina con ritmos pop y baladas que se escuchan a través de

emisoras evangélicas de la región. Esto atrae a buena parte de la juventud, que no solo

satisface sus demandas religiosas, sino que encuentra un espacio de relaciones que va

más allá de lo propiamente religioso. Este factor resulta esencial en las zonas urbanas

dentro de la población comprendida entre los grupos de edades de 15 - 35 años.

De modo que la liturgia, carismática, pentecostal o tradicional, busca cumplir la función

original y los que diseñan y organizan institucionalmente la ceremonia, logran

51

adaptaciones a los intereses de varios sectores sociales. Esto resulta muy importante

en denominaciones pentecostales o carismáticas.

El culto pentecostal puede resultar muy atrayente, pues al individuo le es factible

encontrar en el marco de su actividad, poco rígida, un espacio de expresión, pero a la

vez experimentan una sensación de alegría y autorrealización, que a veces se dificulta

en el ámbito familiar y social, de ahí que al ser acogidos favorablemente en estas

denominaciones, se quedan porque perciben que pueden realizar catarsis y responder

a algunas de las necesidades de carácter subjetivo que tienen, dándole un nuevo

sentido a sus vidas.

El otro aspecto está más relacionado con la interacción individuo-norma religiosa dentro

de la institución. Una de las funciones de la religión está en su capacidad reguladora del

ser social, resulta significativo hacer referencia a que también una de las funciones de

la cultura que es precisamente la reguladora.

Uno de los factores claves que generó la crisis económica del noventa en Cuba, a nivel

de conciencia masiva, fue la frustración de muchos proyectos de vida y sociales que se

vieron obligados a ser reinterpretados ante un futuro incierto. En muchos sectores

sociales provocó anomalías, como sensación de baja autorrealización y bajo

reconocimiento social al transformarse la pirámide social.

La depresión de los mecanismos institucionales que funcionan como espacio de

socialización extralaboral fue y siguen siendo claves para que las instituciones

religiosas, entre otras, cubran una necesidad como esta.

En las encuestas realizadas a la la muestra de 150 miembros de estas

denominaciones, un alto por ciento de sus feligreses (78%) considera que su iglesia es

también un centro que le permite un cambio social y actividad fuera de lo cotidiano,

donde desempeñan otras funciones.

Dentro de la denominación, independientemente del espacio cultual, que delimita la

relación entre tiempo sagrado y tiempo profano, coexisten espacios de vida social que

implican una ruptura con el tiempo ordinario y las regularidades de la vida cotidiana. Se

crean vínculos festivos, relaciones fraternas, igualitarias y funcionales con grupos de

personas coincidentes en edades, intereses profesionales y de otro tipo. Ejemplo de

52

ello son las subdivisiones departamentales de las denominaciones, según grupo de

edades o funciones y actividades de recreación como Campamentos de Verano,

lugares de descanso y otros.

Son, ante todo, espacios fraternales voluntarios, donde prevalecen las relaciones

naturales (yo – tú en igualdad ante el “creador” y “superior” que es sobrenatural) y ante

las estructuras sociales cotidianas regidas por relaciones de estatus. Según testimonios

ofrecidos, a través de relatos de vidas se puede constatar lo antes planteado:

Desde el momento que decidí entregar mi vida a Dios he cambiado, pero al entrar a la iglesia cambié mucho más. En ella tú adquieres normas, patrones de conducta, relaciones con personas de bien... he cambiado mi forma de hablar, de vestir, pero eso es secundario, para mí lo mejor fue llegar a ser como Dios. (Hombre, 23 años. Universitario. Iglesia Asamblea de Dios)

Desde mi entrada a la iglesia he cambiado mucho, totalmente. Yo soy otra persona. Hay muchas cosas que antes para mí eran normal y ahora no lo son. (Hombre, 42 años. Carpintero. Iglesia Liga Evangélica de Cuba)

Otro factor esencial está en la resocialización extrema de individuos sociopáticos. En

ellos se produce una transformación radical, vale decir, aquella en la cual el individuo

“permuta los mundos”. Esto parte de la existencia de una concepción ideológica de los

cristianos que resulta interesante en la que dividen la existencia humana en una

confrontación entre dos mundos: “el reino de dios y el reino de este mundo”. Para estos,

los problemas diarios de la vida los responden a través de la vía espiritual en

contraposición a soluciones prácticas.

La institución religiosa implica un complejo normativo, que el individuo asume en

relación a su cosmovisión (de forma voluntaria, o presionado por la colectividad) y en

relación a su estatus socioclasista y cultural. Sin embargo, cuando un individuo

sociopático se convierte a un sistema religioso, se establece una interrelación

normativa, ya que la institución religiosa comienza a regular la percepción de la realidad

que posee ese sujeto, que se transforman en un referente para él y pasa a definir los

lugares y sentidos de su relación sociocultural e individual.

De ahí que las normas religiosas surjan sobre la base de los símbolos religiosos que a

la vez contribuyen a fortalecer esas ideas en la conciencia de los miembros de estas

denominaciones. Los sentimientos religiosos están íntimamente relacionados con los

símbolos y normas religiosas. Estas últimas, al influir sobre las relaciones sociales, les

53

atribuyen un carácter específico, llegan a ser la base del surgimiento de las relaciones

religiosas.

Si bien resulta positiva la resocialización de individuos, que al asumir un complejo

normativo religioso regulan y compensan su conciencia ética abandonando estas

anomalías, también es válido señalar que comienzan a construirse una escala de

valores enajenados, en su mayoría, no comprometidos socialmente, al considerar al

medio como pecaminoso y eliminando, en otros, sus referentes de pertenencia.

Por las características de las estrategias proselitistas de muchas denominaciones

escatológicas, son estas las que más inciden sobre este factor, por su acción en

momentos extremos para el sujeto (visita a hospitales, centros de recuperación,

cárceles o situaciones personales). Este fenómeno plantea un desafío a las

instituciones sociales de nuestro país que deben buscar mecanismos y espacios de

interacción social más objetivos, que permitan al sujeto incorporarse a la sociedad de

forma integral.

Para poder comprender la estructura organizacional y funcional del pentecostalismo

resulta necesario adentrarse en los procesos socioculturales que se desarrollan dentro

de las instituciones religiosas de las diferentes denominaciones pentecostales. Por lo

cual se verá cómo se comporta el ceremonial cúltico para poder comprender estas

tendencias.

Para los pentecostales, el culto constituye la expresión ritual que congrega

periódicamente a los miembros de estas denominaciones evangélicas para venerar a

Dios y recibir la bendición del Espíritu Santo. Compone un espacio tanto de plegaria,

alabanza y adoctrinamiento como lugar de intercambio cultural que, además, ofrece

como contrapartida, la acción del “poder de Dios” en la vida de los hombres. Si la

unidad de sentido del texto es la adoración, la administración espiritual es su unidad de

propósito.

En los casos de estudio, su frecuencia oscila entre dos y cuatro servicios religiosos a la

semana, siendo el más importante y concurrido el del domingo, que de acuerdo a la

liturgia, es el día que se debe reservar para adorar a Dios, aun cuando existen

diferencias a la forma en que guardan el sábado otras denominaciones protestantes y el

54

judaísmo. Este culto dominical suele ser más extenso, superando las dos horas de

duración, en contraste con la hora y media del resto de las reuniones.

El modelo cúltico se presenta sin alteraciones los diversos días de la semana. Aun

cuando se dedica un día a la realización de “cultos de oración”, otro para los de

“evangelismo” y los domingos para la “escuela dominical”, mientras que el momento de

“alabanza y adoración” se desarrolla en todos sin ninguna divergencia. La diferencia

entre éstos estriba en la prioridad y relieve que adquieren distintos aspectos que son

comunes al culto: las plegarias, la prédica y las honras a Dios.

Respecto al orden litúrgico en todos los casos de estudio se encuentran los mismos

componentes: la invocación divina, plegarias y alabanzas, oración pública, lectura y

reflexión de la Biblia, la unción a los enfermos y necesitados, y el momento testimonial

por parte de los creyentes. El culto, además, es lugar de expresión de los dones

espirituales, como se denominan las capacidades sobrenaturales distribuidas por Dios

entre los fieles, y que denotan el poder divino.

En ellos se revela el “bautismo del Espíritu Santo”, como se le dice a la experiencia de

contacto directo de los feligreses con Dios, lo constituye el sello de la identidad

pentecostal. Entre sus manifestaciones frecuentes se cuentan el don de profecía, el don

de discernimiento, el don de lenguas, consistente en el hablar idiomas ignotos en los

que se cifran mensajes divinos, muy utilizado durante el proceso cúltico, el don de

música, el don de danzas, el don de evangelismo o “administrar la palabra” y el don de

sanidad a través del que se produce la obra de curación del Espíritu Santo.

La aparición de estos dones, exceptuando el de sanidad, no se encuentra predefinida

en la estructura ritual. Emergen como producto de un impulso expresivo de los

participantes y se consideran signos del avivamiento del Espíritu Santo como muestra

de la presencia de Dios en el seno de la congregación. Cabe destacar que las iglesias

pentecostales otorgan un importante margen de libertad a los fieles para la

exteriorización de la experiencia religiosa, por lo que los aspectos del proceso cúltico se

pueden presentar con diverso orden, particular énfasis y desigual recurrencia. No

obstante, sus particularidades formales se muestran como un sistema de

55

transformaciones y variantes en torno a las constantes textuales de un patrón ritual

común.

En entrevista a Argibaldo Acebo15, se pudo constatar que la música como centro de la

labor cúltica ocupa un lugar primordial, teniendo en cuenta que esta engloba un número

significativo de estilosmusicales. Aún cuando esta no solo es usada durante la

ceremonia, sino que forma parte importante dentro de la vida cotidiana de los

pentecostales:

A lo largo de los años, la música cristiana ha trascendido notablemente. En las últimas décadas se ha notado un gran aumento en la cantidad de música cristiana producida en iglesias evangélicas y otras ramas protestantes o no denominacionales. Han surgido muchos cantautores que ahora tienen fama internacional, tanto en el mundo anglosajón como el latinoamericano.

A partir de la década de los 90 del pasado siglo, la aparición de denominaciones neo

pentecostales en el panorama religioso cubano permitió un auge de la música cristiana

en el contexto nacional.

A través de los años, la música cristiana ha ido evolucionando. Durante el proceso de la reforma protestante, la música cristiana en diversos círculos se caracterizó por ser simplemente instrumental. Durante el período Barroco en Europa, el preludio coral para el órgano fue ampliamente utilizado, lo que se reflejó en piezas himnos populares y composiciones de música clásica. Algunos de los exponentes más destacados de este tipo de música en la actualidad incluyen a Jesús Adrián Romero, Marcos Witt, Alex Campos, Marcela Gándara, Lilly Goodman, Jaime Murrell, Danilo Montero y Marco Barrientos. (Entrevista a Argibaldo Acebo)

En los inicios del pentecostalismo en Cuba, este sintió la influencia de los himnos

clásicos del protestantismo, específicamente de los himnarios adventista y bautista,

denominaciones que en las primeras décadas del pasado siglo XX contaban con una

fuerte presencia en el territorio de la entonces Victoria de las Tunas.

El culto pentecostal da inicio con un proceso de comunicación ritual, preparada de

antemano por la congregación en el templo o casa de culto, acción esta que asume un

sentido trascendente a la vez que sociocultural. La estructura del servicio se encuentra

diseñada en torno a una temática determinada, en tanto busca la interacción de los

creyentes con Dios a través de la intercesión del evangelista o pastor que dirige la

liturgia.

56

Los cultos convocan a un auditorio heterogéneo, que incluye desde individuos

dedicados a la labor ministerial como pastores y evangelistas, hasta miembros de la

comunidad que rodea los templos y casas de culto que pueden ser invitados a los

diferentes cultos o curiosos que se sienten atraídos por la música o la algarabía que de

manera habitual emana de los espacios institucionales pentecostales, de ahí que los

usos del ritual son proporcionalmente diversos. Lo que ilustra la potencial amplitud en

las modalidades de apropiación de la acción ritual dentro de las comunidades.

El carácter público de la liturgia pentecostal hace de ésta un espacio múltiple. El grueso

de la asistencia lo conforman los integrantes de la congregación ya. La feligresía

también se compone de personas que asisten con cierta regularidad, pero aún no han

tomado la decisión de bautizarse y/o se encuentran en preparación para ello. Sin

embargo, las puertas del templo también se encuentran abiertas para recibir a

individuos “temerosos de Dios”, pero con una profesión de fe difusa e irregular, así

como “personas del mundo”, seres que habitualmente llegan afligidos por situaciones

de crisis.

El culto es un ejercicio colectivo de expresión de la fe, donde la creencia de cada cual

se ve reafirmada y estimulada por el ejemplo y testimonio de los otros. Los asistentes

despliegan en conjunto y de manera coordinada una fuerte actividad simbólica dirigida a

Dios. Esta acción se extiende en dos coordenadas. En el plano horizontal, como un

ejercicio de enunciación colectiva. En el plano vertical, como un proceso de interacción

entre los hombres y Dios a través de flujos simbólicos con un supuesto carácter

comunicacional, que muestran la correspondencia de los creyentes con Dios mediante

sus alabanzas y oraciones de parte del hombre y el mensaje de la Biblia y las

manifestaciones del Espíritu Santo de parte de Dios.

El desempeño sobrenatural se confirma en el testimonio de milagros y exhibición de

dones por parte de los miembros de la congregación, de ahí que el accionar de esta

entidad sobrenatural se encuentra ritualmente institucionalizado en la “unción del

Espíritu Santo”, que se realiza por medio de la imposición de manos.

La importancia de la dimensión sociocultural del rito se refleja de forma transversal de la

acción de alguno de los miembros del culto a través de las manifestaciones del poder

57

de Dios que se derrama sobre la congregación. Éste hace participar a terceros en las

profecías y sanidades que descienden sobre los participantes. Dos momentos claves en

el proceso cúltico son la “administración de la palabra”, cuando Dios habla a los

presentes por intermedio del mensaje bíblico y la alocución de los predicadores; y la

“administración espiritual”, en la que Dios actúa sobre la vida de los necesitados, a

través de la unción de pastores y evangelistas, provistos de dones de sanidad y

liberación.

La oración inaugural expone algunos de los actos de habla característicos del discurso

litúrgico pentecostal: la adoración, la gratitud, la petición de perdón, la solicitud de

bendiciones. Las plegarias suelen empezar con el engrandecimiento del nombre y la

obra de Dios, en señal de veneración. Los fieles exaltan los atributos divinos, ratificando

los supuestos en los que descansa la fe. Las loas son, por lo mismo, un elemento

constante en las oraciones. A través de ellas se expresan y reafirman las

representaciones de la deidad: “Altísimo Dios, rey de gloria, rey del cielo, de la tierra y

de todo lo que nuestros ojos ven.

En el proceso litúrgico otro espacio importante para la proyección cultural es el de las

alabanzas. El uso de sistemas musicales con tendencia a lo popular tradicional con

intención hacia el canto congregacional es un elemento presente en las diversas fases

del culto y ocupa un lugar destacado particularmente en la primera mitad del servicio,

que se extiende hasta el momento de la administración de la palabra.

Este momento define no solo los estilos expresivos de las congregaciones, sino la

propia acción ritual predominante durante esta parte de la ceremonia de estas

denominaciones. Los géneros empleados varios, siempre en correlación con los gustos

estéticos de las congregaciones. De igual forma se utilizan cánticos e himnos de la

liturgia tradicional norteamericana. Aunque se tiende a “cubanizar” con la utilización de

ritmos populares nacionales o cercanos al pop y al pop rock.

También se suelen cantar coros en sucesión, formando cadenas musicales que sirven

de enlace entre un himno y otro con el fin de lograr el momento extático que lleva a la

congragación a la comunión con Dios. De igual forma, las iglesias pentecostales

disponen de un amplio y variado repertorio temático, en el que se manifiestan sus

58

diferentes componentes doctrinarios en las que sus contenidos y funciones sirven con

el propósito de difundir el mensaje cristiano así como los “himnos de exhortación”, que

interpelan a los pecadores para que modifiquen su estilo de vida. También, los “himnos

de llamado”, que invitan a los no creyentes a seguir los caminos de Dios. Éstos resultan

especialmente apropiados para las campañas evangelizadoras.

Algo que se debe tener en cuenta es que el uso de música en las iglesias, la que por razones obvias y según las clasifica la musicología: música religiosa y música profana, toda debe ser religiosa. Esta debe ser escogida teniendo en cuenta el uso que se le debe dar y en dependencia del culto que se va a realizar puesto que esta debe enfatizar en su efectividad en uno de los tres aspectos que según la teología componen el hombre: el espíritu; el alma, como aspecto mental utilizando la terminología bíblica y la parte somática, o sea el cuerpo. (Entrevista a Argibaldo Acebo)

A pesar de que en el culto, los cánticos tienen como público preponderante a los

propios fieles se suele utilizar himnos de os antes mencionados en caso de la presencia

de posibles adeptos.

La prédica es para los pentecostales la manifestación de la voluntad divina, encarnada

en los conocimientos y vivencias de quien la administre, acompañada por la

manifestación del don de lenguas. La misma tiene un lugar central en el culto, tanto

desde el punto de vista organizacional de la liturgia como el sentido que se le otorga. La

entrega del mensaje marca estructuralmente al oficio religioso, definiendo un antes y un

después. Según las creencias pentecostales, a través de la prédica, Dios habla a los

hombres, haya sido expresamente preparada por la persona a quien se le ha asignado

la responsabilidad, o se realice de forma improvisada, se considera inspirada por Dios.

El mismo parte de la lectura de un versículo bíblico y una disertación en torno al tema,

siempre acompañado de una oración para lograr el discernimiento de Dios a partir del

carácter doctrinal o testimonial del mensaje.

En las denominaciones objetos de estudio, predominan las alocuciones dirigidas a la

vida de los oyentes y validadas desde la experiencia de los interlocutores, enseñanzas

sobre la necesidad de “dar testimonio” del accionar del cristiano en la vida social como

evidencia de su cambio y renuncia a la vida mundana. Se debe tener en cuenta que la

intensidad o calidad de la prédica está dado en la calidad del predicador, de sin

59

personas que han recibido o no estudios religiosos, que generalmente son informales y

el nivel de escolaridad formal.

Para los pentecostales, el mensaje divino no se encuentra, por lo tanto, sólo en la letra

impresa de la Biblia, sino en el discurso que Dios es capaz de poner en la voz del

predicador.

Otro aspecto que se tuvo en cuenta en la observación fue el uso de símbolos en la

liturgia y el proceso de socialización de los pentecostales. Los símbolos son elementos

programadores de la conducta, pero en contraste con éste, son exteriores al hombre, se

sitúan en el espacio público, son intersubjetivos y a la vez representativos del universo

simbólico de una determinada comunidad.

Para los pentecostales la Biblia es un objeto simbólico protagónico tanto en la liturgia

como en la vida cotidiana fuera del espacio socializador que es el templo o casa de

culto. Los evangélicos son considerados la encarnación de la palabra de Dios y fuente

de la verdad revelada. La califican como “pan de vida”, puesto que consideran que les

provee un “alimento espiritual”. También la llaman “la espada de Dios”, en tanto la

emplean como instrumento en lo que denominan “luchas espirituales contra las fuerzas

del mal”.

Todos los miembros de la congregación acuden al culto con la suya y en el momento

del sermón abren sus páginas en el capítulo señalado y siguen personalmente la

lectura, que el predicador enuncia en voz alta. Mientras ésta se realiza, la congregación

permanece de pie, para dar solemnidad al acto.

De igual forma, la sanidad divina como “Experiencia espiritual” es una de las prácticas

que más ha influido en el aumento de creyentes pentecostales, debido al argumento

que se trasmite desde un discurso receptivo a las demandas que se generan desde

este escenario con un regulado impacto social, lleno de símbolos religiosos que se

cristalizan en las oraciones y los cultos donde el formato está centrado en los

testimonios de sanidad como uno de los ejes articuladores centrales de la conversión,

que permite, además, construir un escenario simbólico-religioso en donde se desarrolla

la cotidianidad, logrando encontrar respuestas y soluciones a los problemas que se

generan como es el caso de las enfermedades.

60

La observación nos permitió constatar que el momento dentro de la liturgia pentecostal

donde se desarrolla el proceso de sanación es una escenificación en la que se articula

a todos los actores que se vinculan en este proceso: el pastor o evangelista al frente de

ese momento litúrgico y los feligreses o personas que están buscando esa sanidad. Es

un instante creando representaciones que facilitan la comprensión de la enfermedad

como una adversidad espiritual que a la vez influye en lo sociocultural, convirtiendo el

espacio de sanación como un escenario donde existen varios actores en que cada uno

cumple un rol específico.

Hacemos esta alusión para expresar la imagen que da la teatralidad que se utiliza en

los actos de sanidad divina en las denominaciones pentecostales, acciones estas que

implican una serie de relaciones sociales mediadas por imágenes simbólicas.

Algo realmente interesante dentro del pentecostalismo en Las Tunas es la diversidad y

la libertad expresada en su liturgia. A diferencia del resto de las denominaciones que

forman el espectro religioso protestante del municipio, en esta, el culto no presenta un

orden lógico en cuanto a dirección. Por ejemplo, normalmente en la liturgia protestante

es usual que una persona, o sea el pastor, dirija cada uno de los pasos a dar durante el

culto.

Además, existe una diferenciación genérica, por así decirlo, en cuanto al tipo de culto.

Sin embargo, mantienen similitud en cuanto al uso de oraciones, cánticos, alabanzas y

sermones por parte del evangelista; lo interesante es que no cada uno de esos

momentos, incluidos los de oración, sanidad o cualquier otro, generalmente es llevado a

cabo por la totalidad de la membresía, en grupos aparte, según sea el caso.

Generalmente, todo el proceso cúltico pentecostal se puede considerar aleatorio de

estados psicológicos, que llevan a la membresía a alcanzar un estado de éxtasis,

llamado por ellos “Bautismo del Espíritu Santo”, que es donde usualmente inicia el

proceso de la Sanidad Divina a través de la imposición de manos de la persona, que

hará la sanidad acompañado por las oraciones, cánticos y alabanzas de las personas

presentes en el culto.

61

Las prácticas de Sanidad Divina en el fenómeno religioso pentecostal en el municipio

de Las Tunas es un hecho incuestionable. Según el pastor Marcos Gutiérrez de la

denominación Liga Evangélica:

La sanidad es parte medular tanto del culto como de la práctica diaria de nuestro movimiento pentecostal. No se puede olvidar que, bíblicamente hablando, el pentecostalismo viene del día del Pentecostés, donde los apóstoles y un grupo de creyentes en Cristo reciben el Bautismo del Espíritu Santo y con él, todos los dones que éste brinda a los cristianos.(Entrevista )

Algo trascendental en todas las prácticas de sanidad en el mundo es la presencia de

una persona que sea, por decirlo de una forma, el ejecutor de la obra de Dios, o sea, el

que realiza la curación. En el territorio tunero de los últimos 20 años han existido

evangelistas de dentro y fuera de la comunidad que se han encargado de esta labor.

Algunos practicándola en cultos o campañas de sanidad y otros más discretamente a

través de oraciones, imposiciones de manos, No se puede decir que estas personas

tengan determinadas características, sólo que supuestamente están llenas del Espíritu

Santo de Dios y poseen el Don de Sanidad. Por otra parte el nivel cultural y educativo

este puede variar, desde un universitario hasta un iletrado.

De igual forma en el resto del mundo pentecostal existen y existieron personajes con

ese Don como por ejemplo John Alexander Dowie, conocido como el padre del

avivamiento de sanidad en América; William Seymour, Frank Sandford, entre otros, que

son imprescindibles a la hora de hablar de la sanidad en el movimiento pentecostal e

incluso a la hora de hablar del surgimiento del mismo.

También podemos hablar de aquellos que sembraron en el pueblo tunero el fruto de la

sanidad como por ejemplo Richard Jeffery, primer evangelista pentecostal que predicó

en Las Tunas y realizó a la vez actos de sanidad divina; Domingo Saavedra, pastor de

la Asamblea de Dios; Mario Jorge Travieso, fundador de la Liga Evangélica de Cuba en

Las Tunas y actual pastor de la denominación Camino de Restauración; y por último

Frank Fernandini, este evangelista era muy seguido y estaba considerado uno de los

principales evangelistas del país en los la década de los 90, pero en la actualidad está

apartado de las congregaciones.

En el plano de las enfermedades, se debe decir que las más abundantes, o mejor

dicho, las que son presentadas con más frecuencia en los cultos de sanidad, son

62

aquellas enfermedades físico-motoras como son la artritis, la artrosis, las enfermedades

oncológicas, principalmente en mujeres, y existen los casos, que, según el pastor Mario

Jorge Travieso, son más vistos por su carácter mental, las psicológicas y psiquiátricas,

que son consideradas por la mayoría de los pastores entrevistados como posesiones

demoníacas.

En entrevista con el pastor Mario Jorge Travieso, de la denominación Camino de

Restauración y fundador en Las Tunas de la Liga Evangélica, éste afirmaba que:

El 85% de las enfermedades, que se pueden ver o que son presentadas ante Dios para ser sanadas, son de índole espiritual, mientras que un 15% son de tipo físico. La cuestión o el hecho de que vivamos muy cerca de los tiempos de los días del juicio nos da a ver el nivel de degradación moral del hombre. ()

Además expresó que el ciento por ciento de los actos de Sanidad Divina se deben a lo

que la mayoría de los cristianos, en especial los pentecostales, llaman “soberanía de

Dios”, que no es sólo un acto en sí, sino que es un hecho representativo del poder de

Dios. Esto se ve de la siguiente forma; Dios tiene el poder de sanar a las personas,

pero no todas son sanadas.

Generalmente existe la creencia de que si el creyente tiene fe, que no es más que la

seguridad de ser sanados sin dilación, es sanada, pero ahí es donde aparece la

“soberanía de Dios”.

Según Yusniel Santana, pastor de la Liga Evangélica de Cuba:

Hay algo que es fundamental para que exista la sanidad y es la Fe; pero existen los casos de que una persona tenga Fe, más la persona o el evangelista o pastor que va pedir por su sanidad no tenga igual Fe, puede ser sanado, pero existe otro caso, el que prevalezca la Fe en ambas partes y no se realiza la sanidad, eso sucede por la soberanía de Dios o porque no era el momento para que esa persona recibiera la sanidad y esto ocurre debido al plan maestro de Dios con cada uno de nosotros.

He aquí un aspecto dentro del pentecostalismo que caracteriza a la región tunera: la

Sanidad. En el territorio del municipio, los pentecostales reconocen que existe un gran

espectro de enfermedades que son presentadas en las iglesias para recibir solución.

Desde principios de la década de los años 90, con el reavivamiento religioso operado

en el país, han acaecido un gran número de sanidades en las diferentes entidades

religiosas, principalmente las pentecostales.

63

Al asentarse las diferentes denominaciones pentecostales en la localidad aparecieron

también evangelistas con campañas de sanidad a las que asistían cientos e incluso

miles de personas entre las que recibían un gran por ciento soluciones a sus

problemas, no sólo físicos, sino mentales o más bien espirituales.

Respecto a esto Mario Jorge Travieso dice que: “Existen dos tipos de sanidades, una la

sanidad física, que es la que más se ve por estar relacionada con el cuerpo de la

persona que recibe la sanidad y la otra, talvez la más importante, la sanidad interior,

que es la relacionada con los problemas psíquicos y espirituales de las personas”.

En esta misma conversación, Mayín, que es como comúnmente se le conoce a este

pastor, expresaba que el crecimiento de las membresías eclesiásticas pentecostales en

el territorio tunero, y en Cuba, se debía a que las necesidades espirituales de esas

personas no son resueltas:“Entonces buscan de Dios para así lograr una paz que

solamente es encontrada después de conocer a Cristo. Dentro de esas necesidades

están el número de enfermedades que son declaradas incurables por la ciencia humana

y sólo Dios le da una respuesta”.

Por otra parte José Ángel López Vargas, pastor de la Iglesia de Dios Pentecostal M. I.

(Movimiento Internacional) opinaba que la sanidad divina es altamente necesaria para

el crecimiento de la iglesia:

La Sanidad Divina solamente acontece cuando la persona, que está a punto de recibirla, se encuentra preparada espiritualmente para ello, al igual que la persona que va a realizarla. Además deben de encontrase en ayuna y sin pecado.

Por otro lado, para que suceda la sanidad hay que tener en cuenta los siguientes aspectos, primero, que la enfermedad no viene de Dios, segundo, que la sanidad es parte del pacto de Dios con los hombres y que la misma fue parte del ministerios de Jesús y tercero, que él comisionó a sus discípulos a llevar el evangelio, incluida la sanidad en él, a toda criatura de la tierra.

Al hablar sobre la posibilidad de que existan sanidades falsas, este pastor expresa que

puede ser posible. Existen casos en que el evangelista o pastor puede empezar a sufrir

de amor propio y dejar de darle el crédito de las sanidades al verdecer sanador, Dios.

En ese momento un espíritu maligno se apodera de él y comienza a realizar sanidades,

pero falsas, porque no está la presencia de Dios. También puede existir el caso de que

64

el predicador o evangelista sea un fraude y utilice sortilegios con el objetivo de engañar

al pueblo y así llenarse de vanagloria.

Existe un gran número de enfermedades que han sido sanadas en los diferentes cultos

y campañas de sanidad que se han efectuado en el territorio en los últimos años.

Enfermedades físico-motoras, enfermedades dermatológicas, estomatológicas,

oftalmológicas, de las que existen un gran número de testimonios a los que nos

referiremos en el próximo epígrafe.

Según Mayra Cruz, Presidenta Nacional de la iglesia Camino Cuadrangular:

Desde la década de los años 90 se ha experimentado en Cuba, y Las Tunas no está exento de ello, un poderoso derramamiento del Espíritu Santo que se evidencia en la manifestación de los dones del espíritu. Como resultado cientos de personas en los últimos años han sido testigos y han experimentado las señales y milagros de la presencia de Dios en las iglesias pentecostales. Esas señales y milagros no son más que evidencias milagrosas o sobrenaturales utilizadas por el Señor para evangelizar.

No existe un culto específico para la sanidad en el movimiento pentecostal, sino que en

cada uno de los cultos hay un momento para ello, en esto radica la importancia de la

misma en la liturgia pentecostal.

2.3 La influencia del pentecostalismo en la cultura en Las Tunas.

El proceso investigativo llevó a adentrarse dentro del panorama protestante de Las

Tunas en aras de comprender la magnitud del fenómeno religioso pentecostal. De

acuerdo al análisis documental realizado en el Registro de Asociaciones de la Dirección

Provincial de Justicia, se pudo constatar que en esta ciudad existen un total de 15

denominaciones protestantes de las que 6 son de confesión pentecostal. Teniendo en

cuenta la variedad de estas denominaciones, tanto en composición social como en su

sistema dogmático, se tomó la decisión de trabajar principalmente con las

denominaciones Asamblea de Dios Pentecostal y la Liga Evangélica de Cuba.

Éstas dos denominaciones cuentan con características específicas, de ahí el por qué se

toman para la realización del estudio de campo. La Asamblea de Dios Pentecostal es la

denominación de esta confesión que inició el asentamiento del pentecostalismo en Las

Tunas en la década de los años 50 del pasado siglo XX. Por otra parte, la Liga

65

Evangélica, cuyo asentamiento al igual que el resto de las denominaciones

pentecostales, se desarrolló en la pasada década de los 90, es sin embargo, junto a la

Asamblea de Dios, la más representativa de ese período en cuanto a membresía y

proyección cultural.

A pesar de que las denominaciones que componen este panorama protestante son de

subordinación nacional, y autónomas según la denominación, en la provincia cuentan

con un Consejo Provincial de Iglesias, que es el órgano representativo ante los órganos

y organismos de la Administración Central del Estado en la localidad.

La Iglesia Asamblea de Dios Pentecostal posee en la actualidad una iglesia madre,

ubicada en las cercanías de la Plaza Calé, además de 18 misiones en diferentes barrios

de la ciudad. El proceso de trabajo de campo se desarrolló de manera principal en

estas denominaciones por la importancia de ambas dentro del panorama pentecostal en

Las Tunas. Para ello se desarrollaron un total de 12 observaciones (9 en la Liga

Evangélica y 3 en la Asamblea de Dios), las que permitieron un mejor acercamiento a la

composición y proyección sociocultural de estas denominaciones.

Una de las cosas que se pudo constatar son las condiciones materiales de iglesias y

casas de culto. Estas están construidas de mampostería con techos que varían en

dependencia de las características de la denominación en cuanto a número de

feligreses y composición sociocultural. Generalmente, las condiciones materiales de

estas instituciones religiosas tienen buen estado, aunque existen diferencias notables

entre las iglesias madre y las diferentes misiones que estas tienen. Generalmente

cuentan con mobiliarios variados, tanto en la forma como en los materiales utilizados

para estos. Lo mismo se utilizan muebles de producción industrial, como

manufacturados rústicos de madera o metal, según las propias condiciones de la iglesia

o casa de culto.

La arquitectura de los templos y casas de culto pentecostales varía de forma en

dependencia de las características socioeconómicas de la membresía de la

denominación. Por lo general son de características eclécticas con fuerte tendencia al

racionalismo soviético. En la ciudad de Las Tunas, las iglesias madres de las

denominaciones tomadas como muestra para la realización del trabajo de campo

66

(Asamblea de Dios Pentecostal y Liga Evangélica de Cuba) tienen estas características.

El templo de la primera, desde su construcción en la década de los 50 del pasado siglo,

se construyó con particulares eclécticas, donde se pueden ver las tipologías del Art

Nouveau junto con características típicas de la arquitectura religiosa.

La iglesia madre de la Liga Evangélica de Cuba, ubicada en las cercanías del Centro

Histórico de la ciudad es una adaptación de una vivienda de característica de la

arquitectura racionalista con influencias de la arquitectura del realismo socialista. Esta

construcción ha sido modificada de tal forma que presenta además de un conjunto de

locales para uso de oficinas y un espacio central para las reuniones de la congregación.

Este está compuesto de dos pisos y las especificaciones constructivas denotan la

utilización de materiales constructivos de bajo costo. Esto tiene como explicación no

solo las condiciones socioeconómicas de la congregación, sino que esta construcción

se ha realizado sin la debida autorización de las autoridades competentes.

Algunas de las casas culto de ambas denominaciones se encuentran en barrios

marginales, de ahí que la construcción del templo tenga otras características, incluso

existen casos (el Aeropuerto, San José, Santo Domingo) donde la construcción solo

cuenta con un techo de guano, fibrocemento, tejas infinitas o tejas de cinc. Aun así,

poseen otras condiciones que propician la celebración del hecho cúltico.

De igual forma, la posición de los bancos en el templo se ubica generalmente de forma

lineal, siempre maximizando el espacio, permitiendo una mayor presencia de la

membresía. Estos siempre enfocados hacia la zona de la plataforma donde se sitúa el

pastor o la persona que dirige el culto. En este mismo espacio, donde está el púlpito, se

coloca en una esquina el acompañamiento musical, que en dependencia de la

denominación y sus características socioeconómicas varía desde una guitarra hasta un

grupo de pequeño formato. Algo que no falta dentro de estas agrupaciones es la

presencia de la pandereta. En la mayoría de estas instituciones religiosas, se puede

presenciar la imagen de la cruz junto con mensajes alegóricos a la cristiandad tomados

de las escrituras bíblicas, ubicados en la parte posterior del púlpito.

Los cultos poseen horarios predeterminados con varias frecuencias en la semana, los

que en general se realizan martes, viernes y domingos. De manera habitual, los cultos

67

duran aproximadamente entre hora y media y dos horas. El número de asistentes

resulta variable, pero oscila en dependencia del día de la semana y del culto, siendo el

culto dominical, o sea la escuela dominical, el día que mayor presencia tienen estas

denominaciones. En el caso de la iglesia matriz de la Liga Evangélica, los domingos se

reúne una congregación de 300 feligreses de los que 198, que representa el 66% de

esta, está compuesta por mujeres mientras que 102 feligreses, el 34%, son hombres.

De esta congregación la etnia blanca es la predominante.

Por su parte, el comportamiento de la iglesia matriz de la Asamblea de Dios es similar,

aun cuando en el momento de esta investigación la iglesia sufría una reparación capital.

La presencia de feligreses en los cultos dominicales de esta denominación es de 450

personas. El comportamiento de asistencia se comporta en 293 mujeres para un 65% y

157 hombres para un 35%, con preeminencia blanca en la composición de la

congregación.

Como se ha expresado con anterioridad en esta investigación, la música constituye un

aspecto importante durante la liturgia pentecostal. La utilización de grupos de pequeño

formato en los cultos, tanto de la Liga Evangélica de Cuba como de la Asamblea de

Dios Pentecostal, denotan no solo la importancia de esta en el momento cúltico, sino el

potencial de estas denominaciones. Al escuchar las interpretaciones de dichas

agrupaciones se puede constatar la influencia de la industria cristiana internacional, aún

cuando se utilice en ocasiones ritmos nacionales, los cuales son escasos aunque la

música siempre tiende a ser muy movida. Generalmente los coros que se utilizan son

congregacionales, o sea, la congregación se une a la agrupación acompañante e

interpreta tanto himnos como alabanzas, según lo demande el momento del culto.

De igual forma, las oraciones del culto son en su mayoría dirigidas por la persona que

conduce el culto, que pueden ser espontaneas o que se intencionan hacia

problemáticas determinadas, las que en su mayoría están relacionadas con la sanidad

divina o problemas sociales, familiares y comunitarios. De forma usual, los cultos

pentecostales se inician con una oración de apertura que es recitada por el pastor o

evangelista al frente del culto. Esta oración siempre es acompañada por la agrupación

68

musical y mientras el pastor dice la oración, el resto de la congragación lo acompaña

realizando sus propias oraciones en un rictus extático colectivo.

En el proceso de investigación también se lograron entrevistas a diferentes fuentes,

tanto internas como externas, que permitieron una mejor comprensión del

pentecostalismo en el período estudiado.

Aunque según los datos obtenidos sobre la membresía total de las denominaciones

pentecostales es relativo, teniendo en cuenta que la información ha sido obtenida

mediante las técnicas y métodos de la investigación, estos nos dan una media del nivel

de aceptación que tienen estas denominaciones dentro de la comunidad, notando el

alto porcentaje que representan dentro del panorama protestante de la localidad (37%).

Siendo a la vez las dos denominaciones de mayor membresía las que cuentan con una

mejor proyección cultural en la localidad (Ver anexo IV y V).

La composición actual de estas denominaciones resulta homogénea, según datos

aportados por las dos denominaciones que forman la muestra dentro del universo

pentecostal, el 33.5% de la membresía de 9400 feligreses está compuesta por

hombres, o sea 3149 y el 66.2% por mujeres lo que representa 6241 miembros entre

ambas denominaciones. Aun cuando han existido cambios en la composición de la

base social, las amas de casa y los jubilados conforman la mayoría de la membresía de

estas denominaciones.

Sobre lo anterior, Ariel Guerrero, pastor de una de las misiones de la iglesia Liga

Evangélica, expresaba:

Contamos con un alto por ciento de personas mayores de edad que generalmente son amas de casa y jubilados, creo que la razón principal de esto no es que se haga labor proselitista alguna hacia ellos, sino que estas personas buscan de la Gracia de Dios para aliviar aflicciones tanto físicas como espirituales. La iglesia les sirve a estas personas como espacio de en el que no solo adoran a Dios, sino en el que comparten con personas de su misma edad y que tienen una identidad común al estás ahí por y para los demás miembros de la congregación.

De igual forma los jóvenes conforman un grupo muy interesante en la comunidad

pentecostal. La juventud cristiana actual comparte con el resto del mundo los adelantos

de la ciencia y la técnica. Esta generación cuenta en su universo simbólico co la

69

presencia de comunicación más avanzados, lo que les permite un mejor acceso a la

información. Para José Pérez Moya, Pastor Evangelista, la generación joven de las

iglesias de hoy es:

… la generación de las pantallas. Su acercamiento al mundo cristiano es completamente virtual, partiendo de que han perdido la costumbre de leer la Biblia y se acercan más a la experiencia cristiana desde lo audiovisual, incluso lo que leen de las escrituras lo hacen a través de sus celulares o tablets, cosa esta que parece algo ilógico por estar en Cuba, pero la influencia de estos medios ya ha hecho mella en la mentalidad del joven cristiano de hoy. (Entrevista)

El consumo cultural de la membresía de las denominaciones pentecostales está dada

por la influencia de las iglesias matrices y los estándares que desde la música, la

literatura y los audiovisuales (videos musicales principalmente). Estos estándares

incluso han transgredido las fronteras de las instituciones religiosas.

A pesar de que los jóvenes no son una mayoría dentro de la congregación, estos han

logrado una impronta en cuanto al uso de la música y los audiovisuales en la

proyección cultural del pentecostalismo. Según Maikel González, presidente del

Consejo Provincial de Iglesias:

… desde la fundación de este organismo de relación, el impacto de las iglesias pentecostales y evangelistas ha ido en aumento, aun cuando la labor se ha enfocado a lo social, no solo en lo referente a la prevención, sino en el apoyo a grupos etarios y sociales con mayor vulnerabilidad, es el caso de los ancianos y los presos. Como resultado de los proyectos que se han desarrollado en conjunto con las instituciones gubernamentales de la provincia, el acercamiento de las denominaciones que conforman este Consejo Provincial ha permitido la realización de actividades de carácter religioso y cultural en importantes espacios de la ciudad cabecera. Además, hemos logrado que niños de la comunidad participen en las escuelas de verano que por dos años hemos estado desarrollando en las diferentes sedes de nuestras iglesias. (Entrevista)

Aunque la membresía joven de estas iglesias es homogénea, existen jóvenes

que son más representativos al venir de familias cristianas. Su vida la han

pasado dentro de la propia iglesia y su relación con lo cultural se mueve dentro

del propio universo simbólico de la iglesia.

Una de las estrategias para el acercamiento de las iglesias pentecostales a las

comunidades donde estas están ubicadas son las campañas evangélicas.

70

Desde que empezamos la labor evangélica aquí en Las tunas, las relaciones con la comunidad han ido mejorando paulatinamente. Recuerdo que al principio hubo problemas con los vecinos, incluso de agresiones verbales y físicas hacia nosotros, pero con los años hemos alcanzado un cierto grado de tolerancia e incluso aceptación por parte de ellos. Para nosotros también ha sido importante el lograr adaptarnos. Primero porque desde lo personal nos hemos acercado más a Dios y segundo porque desde lo social, hemos logrado una mayor cantidad de conversos, e incluso aquellos que no se han bautizado por x o y, tiene la semilla del evangelio con ellos. Pienso que más tarde, si es voluntad de Dios, la obra fructificará; así es como hemos llegado a tener 20 misiones en los diferentes barrios de la ciudad. (Marcos, pastor Liga Evangélica)

Las Iglesias evangélicas pentecostales han tenido que desarrollar estrategias que con

la apertura de los últimos años y la labor del Consejo provincial de Iglesias han logrado

abrir espacios de interlocución con el gobierno local, permitiéndoseles, en unión de

otras denominaciones, la realización de actividades culturales en espacios públicos

como es el caso del Teatro Tunas y la Sala Polivalente.

Las fechas de mayor impacto para realizar este tipo de actividades son la Navidad y Semana Santa, fechas con un alto simbolismo dentro del cristianismo. De ahí que realicemos programas tanto en las iglesias como fuera de ellas e incluso en ocasiones en colaboración con otras denominaciones que pertenecen al Consejo provincial de Iglesias. Pero la idea es llevar la palabra del Señor a todos los que les interese y compartir con cristianos y no cristianos las enseñanzas de la Biblia y las alabanzas a nuestro Señor. (Maikel)

Cada Iglesia tiene una estrategia diferente para crecer y expandir sus actividades. El

punto elegido para trabajar a veces es cuidadosamente seleccionado por los dirigentes

de la iglesia, pero en ocasiones es producto de la pura casualidad. Generalmente, una

congregación evangélica se inicia con el establecimiento de una misión a la que se le

dota de un número limitado de recursos. Una vez consolidada esta misión, el paso

siguiente será su transformación en un templo, que deberá ser mantenido con la ayuda

de todos sus miembros. Algunas Iglesias pentecostales han tendido a crecer en

espacios donde han encontrado una mayor facilidad para conseguir locales

proporcionados en calidad de préstamo por algún miembro de la congregación.

En Las Tunas, prolifera dentro de las iglesias pentecostales el uso de tratados para

difundir su credo. Así, la prédica en calles y avenidas transitadas, así como la visita

71

casa por casa, constituyen las estrategias de las organizaciones evangélicas para dar a

conocer entre la población su oferta religiosa.

Uno de los factores que más pesaron para que las Iglesias pentecostales tuvieran éxito

en las comunidades rurales fueron las prácticas de curación llevadas a cabo por

pastores que decían poseer un don divino para sanar a los enfermos. Esas mismas

prácticas fueron llevadas a las localidades urbanas donde se utilizaron en campañas

propagandísticas con las que se convocaba a la población a llevar a los enfermos a

Cruzadas de Sanación donde se remediarían sus males.

La diversidad de opciones y ofertas religiosas presentes en las iglesias pentecostales

de Las Tunas ha generado una gran movilidad de personas entre una y otra Iglesia. El

paradigma de un mundo cerrado, donde lo católico y lo evangélico se veían como dos

polos distantes, ha venido cambiando. Lo fundamental es que podemos observar una

amplia corriente de personas que buscan, prueban, ingresan, o salen de las Iglesias

evangélicas, produciendo con ello un dinámico proceso de cultura religiosa.

En este ámbito de religiosidad sucede lo que en los procesos migratorios, en los que el

hecho de que un individuo tome la decisión de emigrar a alguna parte lo hace más

susceptible a elegir nuevos destinos.

La gente que cambia de denominación, tiende a entrar y salir de las congregaciones evangélicas con mayor frecuencia en busca de una mejor relación espiritual. Si las instituciones religiosas no son capaces de darle cabida o no atienden sus demandas, esas personas seguramente se irán a otro sitio. De ahí que muchas de las Iglesias evangélicas compiten a menudo por buscar como resultar más atractivas a algunos sectores de la población. (Ariel)

La implicación de las iglesias en la vida sociocultural de las misiones está muy

vinculada con la labor proselitista que desarrollan, desde los primeros años de su

asentamiento local se pudo visualizar esta estrategia:

Nosotros empezamos el proceso de asentamiento de nuestra denominación entre 1993 y 1994. La estrategia era crecer a partir de pequeños grupos o células. La idea era que se predicara en los propios hogares de los diáconos y diaconizas en su vecindario hasta lograr una iglesia como espacio para que con regularidad y en varios días de la semana se desarrollaran los cultos como lo hemos venido haciendo hasta ahora. Esta estrategia nos dio resultado y la hemos mantenido hasta cierto punto para la creación de las misiones en vista de

72

que la principal función es atraer nuevos conversos y aumentar así su tamaño. (Marcos Gutiérrez, pastor Liga Evangélica)

A través de los años, la Iglesia ha desarrollado en cada una de sus misiones cuatro

grupos homogéneos, cada uno compuestos exclusivamente por hombres, mujeres,

jóvenes o niños. Los grupos predominantes siguen siendo los de mujeres. En su

conjunto, estos grupos cumplen tres funciones cruciales para la Iglesia: dotan de un

sentido de comunidad a los miembros de la iglesia, cargan con el peso del esfuerzo

evangelizador y por último sirven como bases para el financiamiento de la

denominación. Sin embargo, no se debe perder de vista que uno de los éxitos de estas

Iglesia es la práctica de visitar hogares y establecer “relaciones afectuosas” con los

potenciales conversos. En estas visitas los lideres laicos tratan de reclutar nuevos

conversos, aunque no se trata de su único objetivo porque también consuelan a los

abatidos, animan a los que tienen problemas y brindan amistad a los solitarios, la clave

de todo esto es lograr la confianza de los futuros conversos. Lograda la confianza, la

conversión es cuestión de tiempo y perseverancia.

Entre las ceremonias rituales más significativas dentro del pentecostalismo se

encuentran los sacramentos del bautismo y la celebración de la Santa Cena y la

celebración de matrimonios y los 15 de las jóvenes que pertenecen a la congregación.

En este último caso, es interesante cómo existe una alta influencia de la cultura popular

en cuanto a la celebración de estas actividades. Existen similitudes en cuanto a la

ritualidad de la celebración. El baile del vals, la presentación de la festejada, el brindis,

son acciones que se desarrollan al igual que a las fiestas “del mundo”. La diferencia

entre estas es que el hilo conductor de esta festividad está en los pasajes de la Biblia

que hablan sobre las responsabilidades que la homenajeada adquiere en la vida

cristiana partir de ese momento en el que pasa de niña a mujer.

El proceso ritual en un culto de celebración de los quince años de una joven cristiana

pentecostal, se lleva un orden

• Recepción de los invitados (esto puede variar en dependencia del diseño que se

ha creado para el evento, de ahí que pueden ser los padres, los hermanos o los

diáconos y las diaconizas quienes reciben a los invitados).

• Entrada de la quinceañera; escoltada por escortes o acompañantes

73

• Oración de agradecimiento a Dios por los frutos del espíritu en la familia y en la

quinceañera,

• Representaciones danzarías por parte de grupos de jóvenes feligresas

contemporáneas a la festejada.

• Vals con el padre, familiares y amigos;

• Despedida del culto con oración y alabanzas y agradecimiento por parte de la

cumpleañera a Dios, a sus padres, familiares y a los pastores por el desarrollo de

la festividad.

• Celebración de la cena con los invitados

Este evento tiene además entre sus particularidades el que sea un espacio de

enseñanza para la agasajada.

En estas festividades no solo tratamos de enseñarle a la joven cómo será su futuro en la vida cristiana, sino que hacemos un recorrido por la infancia de la joven y los frutos del espíritu en ella y en su familia. Además, durante todo el proceso de preparación del evento, que lo celebramos en la iglesia, nos mantenemos en oración por la quinceañera y su familia. Aunque esta esté en los caminos de Dios, está en un momento muy difícil en la formación de su identidad; a adolescencia, y eso crea un sinnúmero de interrogantes y tentaciones de la carne que deben ser respondidas. (Ariel Guerrero, pastor misión Liga Evangélica)

Los matrimonios son otras celebraciones que se desarrollan en estas instituciones

religiosas que, a pesar de no ser considerada un sacramento, tienen un alto peso en la

conciencia religiosa de los creyentes a partir del reconocimiento de algunos pasajes

bíblicos del Nuevo Testamento en los que se estipula la unión inquebrantable del

matrimonio entre el hombre y la mujer existe la resolución absoluta de esto:

Cristo estipuló en Mateo 19: 5-6 y Marcos 10: 6-9 la unión en matrimonio y la prohibición del divorcio salvo que existiese adulterio. Yo pienso que la finalidad de todo cristiano verdadero, especialmente de la mujer cristiana, es que viva bajo la ley de Dios llegar al matrimonio y tener hijos y tratar de ser feliz. (Mayra Cruz, Presidenta Nacional de la iglesia Camino Cuadrangular)

Aun así, existen matrimonios mixtos dentro de estas denominaciones por la existencia

de conversos de varios sexos que mantienen matrimonios con personas no conversas.

En este sentido, existe una mayoría de casos de mujeres conversas cuyos matrimonios

son con personas que no profesan la misma creencia o no profesan creencia alguna.

Estas relaciones suelen conducir a problemas matrimoniales hasta que sucede uno de

74

dos escenarios: el devoto pentecostal logra convertir a su pareja o el no devoto logra

alejar a su pareja de la iglesia.

Existen muchos casos de parejas mixtas en nuestra congregación, aunque en los últimos tres años las conversiones que se han logrado son de familias enteras, esto es una ventaja porque se logran avances en cuanto a la proliferación de problemas matrimoniales por cuestiones espirituales, claro que ese matrimonio va a sufrir pruebas, pero serán más llevaderas al ser la pareja quien tenga que afrontarlas. (Marcos Gutiérrez, pastor Liga Evangélica)

Todo esto da medida de los aportes y préstamos culturales del pentecostalismo en Las

Tunas. Los puntos de encuentro y desencuentro en el universo simbólico del tunero y

aceptación en las comunidades del territorio. Respecto a esto, existen opiniones que

ensalzan la labor de estas denominaciones desde lo sociocultural:

[...] si hay algo que se le puede reconocer a las iglesias pentecostales que existen en la comunidad es que con su labor han logrado que algunos jóvenes, y ya no tan jóvenes, que tenían una vida dudosa desde la percepción moral, han logrado encaminarse y han logrado un cambio no solo espiritual, sino que su modo de comportarse es diferente. Claro, n todos son así, existen casos que aunque visitan asiduamente iglesias evangélicas su comportamiento en la comunidad deja mucho que desear. Existe un caso que cuando le pregunté por el cambio que había experimentado y la elogié me dijo que el valor de su cambio no era de ella, sino que por gracias Dios que le ha dado la paciencia para poder corregir sus errores. (María de los Ángeles, delegada Circ. 19, CP 15)

Para poder constatar la pertinencia o no de la influencia del pentecostalismo en la

cultural local, se llevó a cabo una encuesta (Anexo III) a un grupo de 50 personas entre

especialistas de la cultura y miembros de denominaciones pentecostales de la

localidad. Se debe tener en cuenta que para este proceso, se escogió a graduados

universitarios principalmente, entre las edades de 25 y 50 años de edad; de los

miembros de las denominaciones pentecostales se desempeñan dentro de los espacios

jerárquicos de estas. Esto se hizo intencionalmente para que la visión del fenómeno

estudiado fuera más desde adentro.

Los resultados de la encuesta arrojaron que el 38% de los 150 encuestados, o sea, 57

reconocen al pentecostalismo como un fenómeno cultural. Por otra parte, 93 no lo

consideran así, lo que representa el 62%. En lo referente a los aportes de éste a la

cultura local, 23 consideran que la música es el principal aporte a la cultura local, lo que

representa el 15% de la muestra, mientras que 8, que representa un 5%, consideran

que el principal aporte está en los valores que le aporta a la comunidad y 27, que

75

representa el 18%, en la proyección que han logrado de la palabra en la sociedad a

través de la labor proselitista que desarrollan.

En lo referente a si los procesos culturales del pentecostalismo y su labor proselitista

tenían relación, 63 que representan el 42% de los encuestados expresó que sí,

mientras 42 que representan el 28% de los encuestados dijo que no y 45 que

representan el 30%, reconoció tener conocimiento de eso. De ahí que 105

encuestados, el 70%, tengan una visión positiva del pentecostalismo y su relación con

la cultura.

De igual forma, la visibilidad social de la labor cultural del pentecostalismo es escasa,

ya que 45 encuestados, o sea, el 30% la considera así, teniendo en cuenta la

participación de unidades artísticas en celebraciones ecuménicas celebradas en la

ciudad, mientras que 105 de ellos, el 70%, considera que es una religión muy

endógena, y su relación con lo que denominan “mundo” está dado en la labor

proselitista que desarrollan. De ahí que 68, el 45% de los encuestados, ven a los cultos

de alabanza y de sanidad como los espacios pentecostales considerados culturales por

la comunidad donde se encuentran estas denominaciones asentadas, las que se

consideran accesible por parte de 68 de los encuestados, o sea un 45%, debido a la

función de estos espacios en la iglesia, sin embargo otros espacios como bodas y

celebraciones de quince son consideradas inaccesibles por 82 de los encuestados, o

sea un 55%.

CONCLUSIONES PARCIALES

La relación entre cultura y pentecostalismo se concreta en el estudio realizado, en los

vínculos entre la experiencia religiosa de la comunidad pentecostal y el consumo de los

productos culturales generados por la industria religiosa que provee dichos productos,

aun cuando estos no son creados en el territorio nacional.

La propia estructura organizativa y la proyección cultural de estas denominaciones

permiten una mejor utilización de lo cultural para la labor proselitista a través del

momento cúltico y las celebraciones sacramentales o no dentro de la liturgia

pentecostal.

76

CONCLUSIONES

La crítica realizada a las ideas de los autores posibilitó establecer la fundamentación

epistémica en relación con la cultura, considerada como un proceso esencial a la vida

social que la posibilita a través de la transmisión y enriquecimiento entre una y otras

generaciones o colectivos humanos heterogéneos, que dan como resultado un

determinado grado de cohesión social, una estabilidad en el ciclo de los símbolos

culturales y la construcción social de ciertos esquemas de comportamientos aceptados

dentro del contexto en que se produce.

El pentecostalismo, como sistema heterogéneo e integrante del hecho religioso,

desempeña un rol importante dentro del protestantismo cubano que encierra en sí una

diversidad estructural y simbólica, diseñadas en el contexto social cubano de la década

del 90 pasado siglo XX, cuyo fundamento teológico le ofrece una alta adaptabilidad

cultural en diferentes contextos socioculturales.

El proceso de asentamiento del pentecostalismo en la etapa de finales del siglo XX, a

diferencia del período de asentamiento del protestantismo histórico en el país, cuando a

través de las juntas misioneras se intentó implantar una concepción estructural y

litúrgica acultural, lo que impidió su asimilación homogénea, de ahí que la tendencia del

pentecostalismo funcionase al apropiarse de determinadas prácticas culturales de

sectores sociales heterogéneos, lo que incrementó su impacto social.

El Pentecostalismo penetró en la región tunera a finales del siglo XX, a partir de la

presencia previa de la Iglesia Asamblea de Dios, asentada en la década del 50 del

propio siglo, contando siempre con el apoyo del capital extranjero debido a las propias

características de estas denominaciones. En la región de estudio, predominan

denominaciones con estructura organizativa estable y de cierto nivel de subordinación,

que a la vez son autónomas que representan instituciones religiosas con alta capacidad

y variación de sus normas organizativo-funcionales, que le permiten adaptabilidad al

contexto sociocultural. Sus normas doctrinales y litúrgicas, que responden como oferta

de sentido, a la demanda religiosa de los sujetos sociales de la región.

De igual modo, estas denominaciones religiosas se caracterizan por poseer un tipo de

administración del poder determinado por:

77

Un liderazgo pastoral, generalmente de carácter carismático, con cierta preparación

teológica pastoral aunque informal. Así como una fuerte migración entre las diferentes

denominaciones tanto del liderazgo como de la membresía.

Las denominaciones pentecostales en Las Tunas, presentan una proyección

sociocultural, mediada por factores internos y externos, como son:

La variabilidad del discurso teológico desde el fundamentalismo, que puede ser

portador de una concepción estática de la sociedad y posiciones no participativas

respecto al desarrollo del proyecto social nacional, hasta una concepción ecuménica.

Inexistencia de canales orgánicos de participación social para estas denominaciones,

ha conllevado a una cierta contracción de su proyección sociocultural, lo que ha

provocado en algunas una concepción intracomunitaria, que se limita a la ayuda

filantrópica o al proselitismo.

El pentecostalismo en Las Tunas, se caracteriza por una tendencia predominante que

responde y se transculturaliza con tradiciones, que forman parte de la conciencia

religiosa de sus actores sociales, al interrelacionarse e impactar en sus diferentes

niveles con elementos mágico religiosos y práctico ilusorios, asistemáticos,

provenientes de creencias heterodoxas de la religiosidad popular, como son: la

oralidad, la sanidad divina, el exorcismo entre otros.

Las instituciones religiosas pentecostales en Las Tunas son espacios donde se

establecen relaciones sociales, más allá de la interacción individuo-ente sobrenatural.

Estas se enfocan en elementos práctico-ilusorios de la conciencia religiosa, pero al

mismo tiempo, como instituciones sociales ofrecen alternativas de socialización como

espacio de socialización donde se establecen y crean vínculos festivos, relaciones

fraternas, igualitarias y funcionales con grupos de personas coincidentes en edades,

intereses profesionales y de otro tipo. De igual forma se convierten en espacio de

resocialización, funcionando como centro de prevención social.

78

RECOMENDACIONES

Al Comité Académico de la Maestría en Desarrollo Cultural Comunitario:

1. Realizar un estudio análogo al efectuado con el resto de las denominaciones

protestantes que forman parte del espectro religioso del país.

2. Realizar estudios comparativos en cuanto a temas y formas en que asumen la

Sanidad Divina los diferentes tipos de religiones que existen en el territorio

estudiado.

3. Continuar el estudio del movimiento pentecostal en el territorio estudiado,

profundizando en las diferentes costumbres y dogmas que la componen.

4. Emplear los resultados de esta investigación en la carrera de Estudios

Socioculturales como material de referencia bibliográfica en la asignatura

Sociedad y Religión.

79

NOTAS Y REFERENCIAS

1 Adolfo Columbres: Escritor y antropólogo argentino, desde hace 30 años realiza una militancia cultural por la causa de Nuestra América. Lo unen fuertes vínculos con Cuba, fundamentalmente con la Casa del Caribe en Santiago de Cuba. 2Anomia: Es un término introducido por Émile Durkheim en el ámbito de la sociología que denomina la falta de normas o a la incapacidad de la estructura social de proveer a ciertos individuos lo necesario para lograr las metas de la sociedad. Se trata de un concepto que ha ejercido gran influencia en la teoría sociológica contemporánea. 3 La crisis socioeconómica que experimentó Cuba en la década de los 90 del pasado siglo XX es un proceso dentro del recrudecimiento del bloqueo económico impuesto por Estados Unidos. El mismo fue más profundo debido a que estaba enfocada hacia aspectos más medulares de la cultura e identidad nacional. La misma tiene características diferentes ya que hace parte de un quiebrede carácter integral, que incluye factores medioambientales, energéticos, alimenticios y socioculturales. Con ella se quiere enfatizar que se asiste al agotamiento de un modelo de organización económica, productiva y social, con sus respectivas expresiones en el ámbito ideológico, simbólico y cultural. El propio contexto en el que se desarrolló, generaron políticas socioeconómicas que en aras de salvaguardar la Revolución, dieron entrada al país a representaciones de la globalización neoliberal que desembocaron en una crisis que afectó además el universo simbólico nacional. 4 Coincidimos con el planteamiento del desaparecido investigador Jorge Ramírez Calzadilla que la dirección esencial en el campo religioso cubano no es hacia una protestantización de la religión en Cuba sino a una pentecostalización del protestantismo cubano. 5 Esta denominación de carácter evangélico tiene ciertos acercamientos al pentecostalismo en cuanto formas de interpretación de la biblia, aunque son mayormente una iglesia apocalíptica. 6 Entiéndase por místico una categoría que señala la presencia de lo divino en la experiencia religiosa. 7 Trascendencia: es interesante señalar que fue el filósofo alemán Immanuel Kant quien estableció una diferenciación entre los términos trascendente y trascendental; el primero lo reservó para entidades como Dios y el alma, porque existen fuera de la experiencia humana (por lo que los concibió como incognoscibles); y el segundo lo utilizó para señalar las formas a priori del pensamiento (los principios innatos) que para él, configuran las percepciones del hombre. 8 Trascendencia: es interesante señalar que fue el filósofo alemán Immanuel Kant quien estableció una diferenciación entre los términos trascendente y trascendental; el primero lo reservó para entidades como Dios y el alma, porque existen fuera de la experiencia humana (por lo que los concibió como incognoscibles); y el segundo lo utilizó para señalar las formas a priori del pensamiento (los principios innatos) que para él, configuran las percepciones del hombre. 9 Jorge Ramírez Calzadilla afirma que el catolicismo español traía consigo una mezcla de leyendas y supersticiones medievales, al tiempo que portaba en sincretismo elementos islámicos y judaizantes de la población del sur ibérico en especial. Más que hacia la perfección espiritual o hacia un modelo bíblico, apuntaba a su exteriorización en lo sensible a través de objetos y devociones. (CIPS:1990,33) 10 Dentro del pentecostalismo las prácticas chamánicas o mágico-religiosas son anatemizadas por considerarlas no cristianas y productos de sistemas amorales que utilizan el mal en sus curaciones. 11 Estas invocaciones varían según las denominaciones y concepciones del Ministro, muchas son creaciones propias transmitidas oralmente. Por lo general tienen como centro exclamaciones en torno de la “Sangre de Cristo” o “Te reprendo demonio” así como alusiones a la derrota de Satanás. Es importante la constante de palabras como “suéltalo”, o “libéralo”, intercaladas con palabras en “lenguas”, haciendo alusión a la presencia del Espíritu Santo. 12 La cifra de la membresía actual de las denominaciones pentecostales es relativa. Se cuenta con datos empíricos provenientes de la observación científica, así como cifras que computan las mismas, cuyo rigor científico es cuestionable. El registro de asociaciones no cuenta con listados oficiales, que se dejaron de solicitar en la década del 90. Sin embargo, la cifra emitida es producto del consenso de informantes claves y abarca las denominaciones que en el panorama son de esta confesión. 13 El Ofertorio es el momento de la ceremonia cúltica en la que se presentan a Dios las ofrendas que se ofrecer a modo de sacrificio en la Eucaristía. 14 El asentamiento de la iglesia pentecostal Asamblea de Dios se desarrolla en pleno apogeo del proceso revolucionario. Es en ese período que se acontece el golpe de estado de Fulgencio Batista, el asalto a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes y la posterior lucha revolucionaria que dio fin a la dictadura y el triunfo de la Revolución en 1959. 15 Argibaldo Acebo: Músico instrumentista, Licenciado en Musicología en el ISA. Presidente de la sección de Música de la filial provincial de la UNEAC

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2. Lindhardt, Martin (2009): Poder, Género y Cambio Cultural en el Pentecostalismo

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3. Martin Lindhardt (2009): “Poder, Género y Cambio Cultural en el Pentecostalismo

Chileno”. En Revista Cultura y Religión (ISSN 0718-4727).

http://www.revistaculturayreligion.cl/index.php/culturayreligion/article/view/152/143

(revisado el 23 de febrero de 2015)

4. Stoll, David. (2002) ¿América Latina se vuelve protestante? En

http://www.nodulo.org/bib/stoll/alp.htm (visitado el 27 de noviembre de 2014)

NOTAS Y REFERENCIAS

1. Adolfo Columbres: Escritor y antropólogo argentino, desde hace 30 años realiza una militancia cultural por la causa de Nuestra América. Lo unen fuertes vínculos con Cuba, fundamentalmente con la Casa del Caribe en Santiago de Cuba.

2. Anomia: Es un término introducido por Émile Durkheim en el ámbito de la sociología que denomina la falta de normas o a la incapacidad de la estructura social de proveer a ciertos individuos lo necesario para lograr las metas de la sociedad. Se trata de un concepto que ha ejercido gran influencia en la teoría sociológica contemporánea.

3. La crisis socioeconómica que experimentó Cuba en la década de los 90 del pasado siglo XX es un proceso dentro del recrudecimiento del bloqueo económico impuesto por Estados Unidos. El mismo fue más profundo debido a que estaba enfocada hacia aspectos más medulares de la cultura e identidad nacional. La misma tiene características diferentes ya que hace parte de un quiebre de carácter integral, que incluye factores medioambientales, energéticos, alimenticios y socioculturales. Con ella se quiere enfatizar que se asiste al agotamiento de un modelo de organización económica, productiva y social, con sus respectivas expresiones en el ámbito ideológico, simbólico y cultural. El propio contexto en el que se desarrolló, generaron políticas socioeconómicas que en aras de salvaguardar la Revolución, dieron entrada al país a representaciones de la globalización neoliberal que desembocaron en una crisis que afectó además el universo simbólico nacional.

4. Coincidimos con el planteamiento del desaparecido investigador Jorge Ramírez Calzadilla que la dirección esencial en el campo religioso cubano no es hacia una protestantización de la religión en Cuba sino a una pentecostalización del protestantismo cubano.

5. Esta denominación de carácter evangélico tiene ciertos acercamientos al pentecostalismo en cuanto formas de interpretación de la biblia, aunque son mayormente una iglesia apocalíptica.

6. Entiéndase por místico una categoría que señala la presencia de lo divino en la experiencia religiosa.

7. Trascendencia: es interesante señalar que fue el filósofo alemán Immanuel Kant quien estableció una diferenciación entre los términos trascendente y trascendental; el primero lo reservó para entidades como Dios y el alma, porque existen fuera de la experiencia humana (por lo que los concibió como incognoscibles); y el segundo lo utilizó para señalar las formas a priori del pensamiento (los principios innatos) que para él, configuran las percepciones del hombre.

8. Trascendencia: es interesante señalar que fue el filósofo alemán Immanuel Kant quien estableció una diferenciación entre los términos trascendente y trascendental; el primero lo reservó para entidades como Dios y el alma, porque existen fuera de la experiencia humana (por lo que los concibió como incognoscibles); y el segundo lo utilizó para señalar las formas a priori del pensamiento (los principios innatos) que para él, configuran las percepciones del hombre.

9. Jorge Ramírez Calzadilla afirmaba que el catolicismo español traía consigo una mezcla de leyendas y supersticiones medievales, al tiempo que portaba en sincretismo elementos islámicos y judaizantes de la población del sur ibérico en especial. Más que hacia la perfección espiritual o hacia un modelo bíblico, apuntaba a su exteriorización en lo sensible a través de objetos y devociones. (CIPS:1990,33)

10. Dentro del pentecostalismo las prácticas chamánicas o mágico-religiosas son anatemizadas por considerarlas no cristianas y productos de sistemas amorales que utilizan el mal en sus curaciones.

11. Estas invocaciones varían según las denominaciones y concepciones del Ministro, muchas son creaciones propias transmitidas oralmente. Por lo general tienen como centro exclamaciones en

torno de la “Sangre de Cristo” o “Te reprendo demonio” así como alusiones a la derrota de Satanás. Es importante la constante de palabras como “suéltalo”, o “libéralo”, intercaladas con palabras en “lenguas”, haciendo alusión a la presencia del Espíritu Santo.

12. La cifra de la membresía actual de las denominaciones pentecostales es relativa. Se cuenta con datos empíricos provenientes de la observación científica, así como cifras que computan las mismas, cuyo rigor científico es cuestionable. El registro de asociaciones no cuenta con listados oficiales, que se dejaron de solicitar en la década del 90. Sin embargo, la cifra emitida es producto del consenso de informantes claves y abarca las denominaciones que en el panorama son de esta confesión.

13. El Ofertorio es el momento de la ceremonia cúltica en la que se presentan a Dios las ofrendas que se ofrecer a modo de sacrificio en la Eucaristía.

14. El asentamiento de la iglesia pentecostal Asamblea de Dios se desarrolla en pleno apogeo del proceso revolucionario. Es en ese período que se acontece el golpe de estado de Fulgencio Batista, el asalto a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes y la posterior lucha revolucionaria que dio fin a la dictadura y el triunfo de la Revolución en 1959.

15. Argibaldo Acebo: Músico instrumentista, Licenciado en Musicología en el ISA. Presidente de la sección de Música de la filial provincial de la UNEAC

142

ANEXO I GUIA DE OBSERVACION

- Denominación: - Fecha de fundación: - Tiempo de duración de la observación: I.- Caracterización del templo. 1.- Nombre del Templo 2.- Dirección - Barrio 3.- Zona: - Rural - Urbana - Sub urbana 4.- Estado material del Templo - Bueno - Regular - Malo 5.- Descripción de los bienes muebles 6.- Carácter funcional del templo - Principal - Autónomo - Misión 7.- Estilo Arquitectónico. - Neoclásico - Art – Decó - Monumental - Ecléctico - Otro 8.- Color del Templo - exteriores - interiores 9.- Disposición de los muebles - Lineales - Circulares 10.- Descripción del altar II.- DESCRIPCION DEL CULTO 1.- Número de asistentes 2.- Sexo predomínate 3.- Raza predominante 4.- Música: - coro - Dúo

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- Solista - Himnos - Cantos - Ritmos nacionales o extranjeros 5.- Oraciones - escritas - espontaneas - recitativas - cantadas 6.- Proclamación - sermón - dialógico 7.- Describir el ofertorio 8.- Celebración de sacramentos - cuales 9.- Actividades rituales de otro tipo - sanidad - glosolalia.

ANEXO II GUIA DE ENTREVISTA

Entrevista a pastores de las iglesias pentecostales Asamblea de Dios Pentecostal, Liga Evangélica de Cuba, Camino Cuadrangular e Iglesia Pentecostal Movimiento Internacional. Objetivo: Obtener información sobre la composición sociocultural de las congregaciones pentecostales en Las Tunas y la proyección cultural de estas denominaciones. 1.- Edad____ Sexo____ Raza: Negro___ Blanco___ Mestizo___ Asiático___ 2.- Nivel escolar: Iletrado___ Primaria___ Secundaria___ Obrero Calificado___ Técnico Medio___ Preuniver.___ Universitario___ Master___ Doctor___ Otros__________________ 3.- Preparación teológica: Licenciado______ Otros________________________ 4.- Estado Civil: Soltero___ Casado___ Divorciado___ Viudo___ 5.- Tiene ordenación pastoral: Si___ No___ No la necesito___ 6.- Ocupación anterior: Estudiante___ Profesional___ Jubilado___ Ama de Casa___ Campesino Propietario___ Campesino___ Obrero___ Cuentapropista___ Desempleado__Militar___ Dirigente___ 7.- Desde que año hace vida religiosa (bautizado):______ 8.- Ingreso personal como Pastor:______ 9.- Años de experiencia como Pastor:______ 10.- Ocupo otros cargos en la Iglesia: Si__No__Cual___ 11.- Perteneció anteriormente a otra Denominación, Iglesia o Grupo Religioso: Si___ No___ Cual__________________ 12.- Accedió al cargo de forma: ______Elegido por la Congregación ______Elegido por instancias superiores ______Autoproclamado por inspiración divina

II.- INSTITUCION. 1.- Denominación____________ 2.- Radica en: Templo___ Capilla___ Casa Culto___ Otros____________ 3.- Nombre del Templo______________________________________________ 4.- Año de fundado:_________ ¿Cuantas misiones tiene adjuntas?._______________ 5.- Que tiempo lleva como Pastor en este Templo:____________ 6.- Como considera el estado material del templo: Bueno___ Regular___ Mal___

7.- El templo está ubicado en una zona: Urbana___ Rural___ suburbana___ 8.-¿Cuáles departamentos componen su Iglesia?: 9.- En su Congregación se cobra el diezmo: Si___ No___ Otra forma de ofrenda___ 10.- El financiamiento lo logran a través de: ______El diezmo ______Presupuesto de las directivas Superiores ______Otros 11.- El reglamento y la disciplina de su congregación es: ______El estatuido para todas las congregaciones de mi Denominación ______Concebido personalmente a partir de mi experiencia. ______Realizado por acuerdos de la congregación ______Otra manera:

III.- MEMBRESIA 1.- Membresía aproximada de su congregación: Bautizados___ Comunidad___ 2.- Edad promedio de su membresía:_________ 3.- Raza predominante de su membresía:____________ 4.- Sexo predominante de su membresía:____________ 5.- De los siguientes estatus sociales que les presento, cual predomina en su membresía. (Ordénelos según predominen) ______Estudiantes ______Intelectuales ______Ama de Casas y Jubilados ______Campesinos ______Obreros ______Cuentapropistas ______Desempleados 6.- En que grupo de edades concentra su trabajo pastoral. (En orden de prioridad). a- 0- 11 años ____ b- 12-17 años ___ c- 18-45 años ___ d- 45 , mas ______

7.- La asistencia a las actividades por parte de su membresía es: Estable___ Poco estable___ Inestable___

8.- Tiene mayor concurrencia a las actividades: ______ Días de Semana ______ Sábados ______ Domingos

9.- Considera que la presencia de jóvenes en su congregación: ______ Ha crecido

______ Se mantiene ______ Ha decrecido

10.- Según su opinión la membresía ha crecido por: Grado de Acuerdo Si No a.- Las personas tenían fe pero temían ir a la Iglesia por problemas políticos b.- La Iglesia ha logrado un mejor trabajo evangelizador en el pueblo c.- La Iglesia es una posibilidad de recibir ayuda económica d.- Las personas encuentran en la Iglesia un espacio para hacer vida social e.- Ser religioso esta de moda f.- Las personas necesitan sentirse regulados por una norma sobrehumana g.- Las personas se sienten insegura social- mente y buscan refugio espiritual en la Iglesia h.- Las instituciones civiles no ofrecen alterna- tivas de asociación llamativas a las personas

IV.- PROYECCIÓN SOCIAL

1.- Considera su denominación como una: Iglesia______ Secta___ Nuevo Movimiento religioso___

2.- -¿Usted cree en la segunda venida de Cristo? Si___ No___

3.- Según sus concepciones escatológicas, Cristo retornara a la tierra: Al finalizar el reino de Dios milenario ______Acuerdo que se desarrolla en la tierra de forma ______Desacuerdo histórica. Después de una catástrofe se iniciara el ______ Acuerdo reino milenario de Dios. ______Desacuerdo La Iglesia sufrirá durante la catástrofe que ______Acuerdo predecerá al reino milenario. ______Desacuerdo La Iglesia será arrebatada a los cielos y no ______Acuerdo sufrirá durante la catástrofe que predecerá ______ Desacuerdo al reino milenario. 4.- Ustedes consideran que la Biblia es un texto sagrado que deba interpretarse: Grado de Acuerdo Si No

Teniendo en cuenta su carácter histórico

Los hechos y profecías bíblicas responden a un contexto histórico especifico Los hechos y profecías se interpretan según las circunstancias actuales 5.- Se realiza Sanidad en su Iglesia: Si___ No___ 6.- Las personas recurren a la sanidad porque: - Tienen fe suficiente el poder de Dios - No encuentran curación en la medicina - Desconfían del sistema medico - Están desesperadas por la situación de su

Salud. 7.- Que tipo de enfermedades predominan entre las personas que reclaman sanidad:

- Trastornos psíquicos _________ - Trastornos físicos congénitos _________ - Trastornos Físicos adquiridos ________ - Enfermedades transitorias _______ 8.- De los feligreses que reciben al espíritu santo y hablan en lengua predominan:

- Hombres - Mujeres - Jóvenes - Personas mayores 9.- Considera que el crecimiento de las Iglesias Pentecostales se debe a: - Por el tipo de culto carismático - Por la oportunidad de bautizarse con el Espíritu

Santo y hablar en lengua. - Por la administración de la sanidad - Por la crisis de valores en la sociedad civil - Por la ineficacia evangelizadora del resto de las Denominaciones 10.- Considera a la música como un factor esencial en la liturgia. Si___ No____ 11.- De la música utilizada en su Iglesia prefiere: Si No - Música tradicional evangélica de origen

Anglosajón

- Música evangélica con ritmos cubanos - Música evangélica con ritmo Pop - Música evangélica de cualquier ritmo 12.- La proclamación la prefiere a través de: ____ A través de un Sermón ____ De forma dialógica 13.- ¿ Considera que el culto y la liturgia de las Iglesias cubanas han logrado originalidad o sigue siendo una copia de las Iglesias norteamericanas? 15.- ¿ Considera a su Iglesia como carismática? Si_______ No ________ 16.- Considera al carismático: Si No ___ Un error teológico y litúrgico. ___ Una forma más directa de ponerse en contacto con Dios ___ Una estrategia evangelizadora ___ Una vulgarización de la tradición evangélica 17.- Considera a su Iglesia: __ Portadora de la verdad absoluta respecto a Dios __ Portadora de una parte de la verdad respecto a Dios. __ La verdadera Iglesia de Dios __ Una Iglesia que comparte junto a otras la misión evangélica. 18.- Se considera un Pastor ecuménico en su relación con otras Iglesias: Si___ No___ 19.- De las denominaciones que a continuación le presento a cuales considera Iglesias verdaderas: __ Iglesia Católica __ Adventistas __ Metodistas __ Testigos de Jehová __ Bautistas __ Pentecostales __ Cuáqueros 20.- ¿ Cuales son los principales problemas sociales que enfrenta como pastor? ( en orden de prioridad) __ Violencia Domestica __ Violencia social __ Drogas

__ Alcoholismo __ Adulterio __ Promiscuidad 21.- Considera a los homosexuales: __ Una plaga social __ Personas normales __ No deben pertenecer a la Iglesia __ Deben ser salvados por la Iglesia 24.- Considera a la Iglesia como una institución necesaria para resolver los problemas sociales: __ Si __ No

Anexo VI

Entrevista a Argibaldo Acebo (músico concertante, presidente de la filial de música

de la UNEAC).

Objetivo: Obtener información sobre el papel de la música dentro del momento

cúltico pentecostal y la vida cotidiana del feligrés de estas denominaciones.

Tema: La música cristiana contemporánea en el pentecostalismo y sus funciones

en la vida sociocultural del feligrés pentecostal.

ANEXO IV

DENOMINACIÓN Y MEMBRESÍA APROXIMADA. DENOMINACIONES PENTECOSTALES

FUENTE: elaboración propia a partir de datos aportados por el Departamento De Asociaciones de la Dirección Provincial de Justicia.

Denominación Membresía Fecha de Asentamiento

Origen de la iglesia

Liga Evangélica de Cuba

5600

1994 A partir de una fracción de la Iglesia

Evangélica Pentecostal Asamblea

de Dios Iglesia Evangélica

Pentecostal “Asamblea de Dios”

3800 1951 A partir de una

campaña de sanidad.

Iglesia Congregacional

Pentecostal en Cuba 1600

1995 Fracción de la Liga Evangélica de Cuba

Iglesia Evangélica Bethel en Cuba

250 1994 Fracción de la Liga

Evangélica de Cuba

Iglesia de Dios en Cuba

150 1996 Fracción de la Liga

Evangélica de Cuba

Iglesia del Nazareno

150

1997 A partir de una fracción de la Iglesia

Evangélica Pentecostal Asamblea

de Dios

33%

33%

22%

9%2%1%

LIGA EVANGÉLICA DE CUBA

IGLESIA EVANGÉLICA

PENTECOSTAL “ASAMBLEA DE

DIOS”

IGLESIA CONGREGACIONAL

PENTECOSTAL EN CUBA

IGLESIA EVANGÉLICA BETHEL EN

CUBA

IGLESIA DE DIOS EN CUBA

IGLESIA DEL NAZARENO

ANEXO IV

DENOMINACIÓN Y MEMBRESÍA APROXIMADA.

DENOMINACIONES PENTECOSTALES

FUENTE: elaboración propia a partir de datos aportados por el Departamento De Asociaciones de la Dirección Provincial de Justicia.

33%

33%

22%

9% 2%1%

LIGA EVANGÉLICA DE CUBA

IGLESIA EVANGÉLICA

PENTECOSTAL “ASAMBLEA DE

DIOS”

IGLESIA CONGREGACIONAL

PENTECOSTAL EN CUBA

IGLESIA EVANGÉLICA BETHEL EN

CUBA

IGLESIA DE DIOS EN CUBA

IGLESIA DEL NAZARENO

DENOMINACION MEMBRESIA

LIGA EVANGÉLICA DE

CUBA 5600

IGLESIA EVANGÉLICA

PENTECOSTAL

“ASAMBLEA DE DIOS”

3800

IGLESIA

CONGREGACIONAL

PENTECOSTAL EN

CUBA

1600

IGLESIA EVANGÉLICA

BETHEL EN CUBA 250

IGLESIA DE DIOS EN

CUBA 150

IGLESIA DEL

NAZARENO 150

ANEXO V

RELACION DE LAS DENOMINACIONES PROTESTANTES EN LA CIUDAD DE LAS TUNAS.

TIPO DE DENOMINACION

CANTIDAD POCIENTO

HISTORICAS 1 10.4 %

SALVACIONISTAS 1 10.4 %

SANTIDAD 3 18.8 %

ESCATOLÓGICAS 4 25 %

PENTECOSTALES 6 37.5 %

TOTAL 15

FUENTE: Elaboración propia a partir de datos aportados por el Departamento de Asociaciones de la Dirección Provincial de Justicia.

6%7%

20%

27%

40%Históricas

salvacionistas

santidad

escatológicas

Pentecostales

ANEXO IV RELACION ESTRATIFICADA DE LA BASE SOCIAL DEL PENTECOSTALISMO.

DENOMINACIO MIEMBROS HOM. MUJE AC/J EST. OBR. CAMP PROF. CP

Liga Evangélica

5600 34% 66% 71% 9% 7% 2% 5% 4%

Asamblea de Dios

3800 32% 68% 76% 5% 68% 1% 6% 6%

TOTAL 9400 33.5% 66.2% FUENTE: Elaboración propia a partir de datos obtenidos en el Departamento de Asociaciones de la

Dirección Provincial de Justicia y entrevistas.

13%

17%

57%

13%Miembros

Hombres

Mujeres

AC/J

Estudiantes

Obreros

Profesionales

Cuenta Propistas

Anexo No. IIII

Con la presente encuesta intentamos sondear su opinión con aspectos relacionados

con la cultura pentecostal

Edad: _____ Sexo: ____ Nivel escolar: ________________________

1. Cuáles son para Ud. las principales características de la cultura pentecostal?

a) ____________________________________

b) ____________________________________

c) ____________________________________

2. ¿en la liturgia y doctrina pentecostal es importante la Sanidad Divina?

Si: ________ No: ______ ¿Por qué?

_________________________________________________________________

_________________________________________________________________

_________________________________________________________________

_________________________________________________________________

_________________________________________________________________

_________________________________________________________________

3. ¿Existe relación entre la Sanidad Divina y los procesos culturales en la labor

proselitista del pentecostalismo?

Sí___ No___ No sé____

4. ¿Cómo experimentan los pentecostales la Sanidad Divina como consumo de

sentido?( ejemplifique)

_________________________________________________________________

_________________________________________________________________

_________________________________________________________________

_________________________________________________________________

_________________________________________________________________

_________________________________________________________________

Anexo No. III

Con la presente encuesta intentamos sondear la opinión de un grupo de personas, profesores, personas relacionadas con la cultura, miembros relevantes de la Iglesia pentecostal, referente al tratamiento de los valores culturales del pentecostalismo en la sociedad tunera

Edad: _____ Sexo: ____ Nivel escolar: ________________________

1. Considera Ud. que el pentecostalismo es un fenómeno cultural? Sí____ No____

2. (En caso de respuesta positiva)¿Cuáles serían para Ud. los principales aportes del pentecostalismo a la cultura local? ______________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________

3. ¿Existe relación entre los procesos culturales y la labor proselitista del pentecostalismo? Sí___ No___ No sé____

4. ¿Es visible la labor cultural del pentecostalismo?(en caso de ser positiva su respuesta ejemplifique) Sí___ No___ ______________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________

5. ¿Cuáles son las principales actividades culturales del pentecostalismo que la comunidad puede disfrutar? ____________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________

6. ¿Son accesibles las actividades culturales pentecostales a toda la población? Sí ___ No ___

7. (si su respuesta es negativa)¿Cuáles actividades son de poco acceso de la población general? ____________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________

8. Cuáles son para Ud. las principales características de la cultura pentecostal? a) ____________________________________ b) ____________________________________

c) ____________________________________ 9. ¿en la liturgia y doctrina pentecostal es importante la Sanidad Divina?

Si: ________ No: ______ ¿Por qué? ______________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________

10. ¿Existe relación entre la Sanidad Divina y los procesos culturales en la labor proselitista del pentecostalismo? Sí___ No___ No sé____

11. ¿Cómo experimentan los pentecostales la Sanidad Divina como consumo de sentido?( ejemplifique) ______________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________

ANEXO IV RELACION ESTRATIFICADA DE LA BASE SOCIAL DEL PENTECOSTALISMO.

DENOMINACIO MIEMBROS HOM. MUJE AC/J EST. OBR. CAMP PROF. CP

Liga Evangélica

5600 34% 66% 71% 9% 7% 2% 5% 4%

Asamblea de Dios

3800 32% 68% 76% 5% 68% 1% 6% 6%

TOTAL 9400 33.5% 66.2% FUENTE: Elaboración propia a partir de datos obtenidos en el Departamento de Asociaciones de la

Dirección Provincial de Justicia y entrevistas.

Miembros, 5600

Hombres, 34%Mujeres, 66%AC/J, 71%Estudiantes, 9%Obreros, 7%Campesinos, 2% Profesionales,

5%

Cuenta

Propistas, 4%

Liga Evangélica

Miembros Hombres Mujeres

AC/J Estudiantes Obreros

Campesinos Profesionales Cuenta Propistas