del determinismo de la duración a la apertura del instante

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Desenvolvimento e Meio Ambiente, n. 4, p. 9-22, jul./dez. 2001. Editora da UFPR 9 Del determinismo de la duración a la apertura del instante: propuestas ante el pensamiento ambiental evolucionista From determining the moment duration to instant starting point: propositions for evolutionary environmentalist viewpoints Antonio de LISIO* RESUMEN En este trabajo se intenta plantear alternativas ante la lógica de la duración evolutiva como marco temporal predominante en la convencionalidad ambientalista. Frente a la racionalidad evolutiva que obliga al determinismo de la causa original bien cósmica o bien planetaria, se plantea axiomáticamente el alcance de una lógica alternativa de los “instantes” epistemológicos, propiciada por la interpretación policéntrica del ambiente. En función del planteamiento de esta apertura de base frente al determinismo de lo primigenio, se derivan otras dos propuestas más operativas vinculadas al abordaje autoreferencial del espacio-tiempo de las organizaciones ambientales en el marco de la termodinámica no lineal o de los sistemas abiertos alejados del equilibrio. Finalmente se plantean algunas repercusiones epistemológicas de las propuestas desarrolladas, tratando especialmente de superar algunas visiones simplificadoras del discurso retórico ambientalista. Palabras-clave: duración, instante, policentrismo, entropía, neguentropía ABSTRACT In this paper, some alternatives are suggested while dealing with the logic of an evolutionary duration as a predominant timing in the environmentalist convention. Due to the fact that people are facing an evolutionary rationality which demands determinism to the cosmical original or planetary cause ,all are expected to deal with an alternative logic to “epistomological moments” It is propelled by a policentric interpretation of the moment. From this approach concerning the basic opening while facing the originary determininsm, two proposals are offered and related to self-reference of environmentalist organization’s timing and space which refer to non-linear or thermodynamic or to open systems which are not balanced. Finally, some epístemological repercussions of the developed proposals are approached in order to find a way to overcome some simplistic views of the environmentalist rethorical speech. Key-words: duration, instant, policentrism, entropy, non-entropy * Cenamb - Universidad Central de Venezuela. brought to you by CORE View metadata, citation and similar papers at core.ac.uk provided by Biblioteca Digital de Periódicos da UFPR (Universidade Federal do Paraná)

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LISIO, A. de. Del determinismo de la duración a la apertura del instante...

Del determinismo de la duración a la apertura del instante:propuestas ante el pensamiento ambiental evolucionista

From determining the moment duration to instant startingpoint: propositions for evolutionary environmentalist

viewpoints

Antonio de LISIO*

RESUMEN

En este trabajo se intenta plantear alternativas ante la lógica de la duración evolutiva como marcotemporal predominante en la convencionalidad ambientalista. Frente a la racionalidad evolutiva queobliga al determinismo de la causa original bien cósmica o bien planetaria, se plantea axiomáticamenteel alcance de una lógica alternativa de los “instantes” epistemológicos, propiciada por la interpretaciónpolicéntrica del ambiente. En función del planteamiento de esta apertura de base frente al determinismode lo primigenio, se derivan otras dos propuestas más operativas vinculadas al abordaje autoreferencialdel espacio-tiempo de las organizaciones ambientales en el marco de la termodinámica no lineal o delos sistemas abiertos alejados del equilibrio. Finalmente se plantean algunas repercusionesepistemológicas de las propuestas desarrolladas, tratando especialmente de superar algunas visionessimplificadoras del discurso retórico ambientalista.Palabras-clave: duración, instante, policentrismo, entropía, neguentropía

ABSTRACT

In this paper, some alternatives are suggested while dealing with the logic of an evolutionary durationas a predominant timing in the environmentalist convention. Due to the fact that people are facing anevolutionary rationality which demands determinism to the cosmical original or planetary cause ,allare expected to deal with an alternative logic to “epistomological moments” It is propelled by a policentricinterpretation of the moment. From this approach concerning the basic opening while facing the originarydetermininsm, two proposals are offered and related to self-reference of environmentalist organization’stiming and space which refer to non-linear or thermodynamic or to open systems which are not balanced.Finally, some epístemological repercussions of the developed proposals are approached in order to finda way to overcome some simplistic views of the environmentalist rethorical speech.Key-words: duration, instant, policentrism, entropy, non-entropy

* Cenamb - Universidad Central de Venezuela.

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Introducción

El tiempo se ha convertido en la dimensión que mejorpermite entender las insuficiencia del método de la cienciaconvencional: muy capaz en la demostración pero muy li-mitada en el descubrimiento. A pesar de que lo ambientalha tratado de convertirse en un planteamiento alternativo,en la práctica el ambientalismo se ha subsumido en laconvencionalidad científica cartesiana. Más allá de los actosde fe de una cierta retórica del discurso holísticomaximalista, la práctica ambientalista se ha visto predo-minantemente orientada por los postulados básicos delmétodo cartesiano. De manera particular debe destacarsecomo ejemplo de esta contradicción entre el discurso y la

práctica el caso de las posturas evolutivas que primordial-mente se defienden, en el tipo de ambientalismo, que allargo de este trabajo calificaremos de convencional. Losambientalistas evolutivos, defienden la necesidad operativade remontar a una causa original primigenia, para derivarposteriormente a un conjunto de consecuencias.

El método cartesiano fuerza a remontar de causa encausa hacia una causalidad inicial, situada evidentementeen el pasado, para de esta manera aislar parcelas causa/efecto, tratando posteriormente de generalizar resultados.Es así como se llega a otro fundamento de la ciencia con-vencional: la universalidad del conocimiento. Lageneralización siempre es posible cuando se actúa sobreuna totalidad seccionada que reduce la complejidad de losprocesos.

FIGURA 1 - EL IDEOGRAMA AMBIENTAL

FUENTE: Gonzáles, 1984. Elaboración y reformulación propia.

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De acuerdo a De Rosnay,

...para el descubrimiento clásico la acción libre aparececomo imposible en el plano científico (teoría de laconciencia epifenoménica), mientras que la observaciónes obvia. Es que existen dos modos fundamentales deactividad de la conciencia, uno corresponde a latransformación de la neguentropia en información. Es elproceso de la observación-información científica-adquisición de conocimiento. El otro corresponde a latransformación inversa de información en neguentropia.El primer proceso es el de la actualización de lo adquiri-do. De la difusión de la reproducción y la duplicación.Por el contrario el proceso inverso, el de la accióncreadora, cuesta muy caro en informaciones. Por ello lacreación de un original (a diferencia de la duplicación)parece tan difícil. (DE ROSNAY, 1976, p. 89)

La duración evolutiva: el determinismo delcontinuidad naturaleza-cultura

La visión evolutiva en el ambiente descansa en elfundamento de la necesidad de comprender al hombre y sucultura como una derivación de la naturaleza. Este princi-pio incuestionable a nivel ontológico, desde el punto devista epistemológico y metodológico, introduce seriasdificultades para comprender al ambiente como conjuntode factores diversos, que son producto de las emergencias,que se han ido superponiendo a la primigenia realidad físi-co-química. Para el análisis de esta visión, se ha conside-rado conveniente centrarse en la evaluación del ideogramaambiental (figura 1), uno de los intentos mejor logradoscomo expresión de esta orientación.

La lectura convencional que hasta ahora se ha hechoen el ideograma puede ser definida como “evolutivaplanetaria”, es decir partiendo de los factores físicos sedeterminan tanto las interrelaciones intranivélicas (a nivelde lo físico-químico o protobiótico) como internivélicos(interrelaciones con los niveles restantes bióticos, social ycultural (figura 2). De tal manera que los procesos ytransformaciones que se estudian en el marco de estainterpretación tienden a favorecer la dimensión evolutiva,− por lo general expresada en términos de antes y despuésen la consideración de los diferentes componentes queestructuran el ambiente. Esta es una visión que anclada enla ecología evolutiva, exige partir de los determinantes que

han regulado la propagación de la energía solar en el plane-ta. Para ello resulta fundamental la comprensión de la maneracomo los tres tipos de rayos solares (actínicos, ultravioletas einfrarrojos), se transmiten en los distintos medios y substratos,es decir, lo que rodea al organismo de manera inmediata ylas superficies y materiales sólidos sobre o dentro de los cualesviven los organismos que expresan la naturaleza de loprotobiótico: agua, aire, tierra. De allí que, como procesosclave de entrada para el ideograma, aparezcan aquellos quedan cuenta de las interrelaciones de la energíaelectromagnética sobre la materia protobiótica. En especialse deben recalcar los códigos físico-químicos, los cuales, enesta interpretación evolutiva-planetaria del ambiente, seutilizan para iniciar un encadenamiento energético que pos-teriormente conduce consecutivamente a la vida, la sociedady la cultura. Estos códigos son la llave de entrada al conjuntode los factores físico-químicos que actúan como:

· generadores, transmisores y reproductores de lasdiferentes formas de fuerzas existentes en el am-biente;

· sustrato químico para el desarrollo de los procesosvitales fuentes y medios para la propagación de estí-mulos sensoriales (GONZÁLEZ et al., 1984, p. 16).

De esta forma los componentes físico-químicos seconvertirían en el primer eslabón de un continuum queconducen del sol y el sistema planetario a la cultura huma-na; de las reacciones del átomo de helio a la poesía, en unalectura que obligatoriamente se realiza en la flecha deldevenir de la energía solar en el planeta, es decir un recor-rido que abarca más de cuatro mil quinientos millones deaños. En este sentido esta interpretación del ambiente siguela tendencia de otros intentos como “el ‘Ambiente-Mundo’de D. Vidart (1986) y la Boule de fleches de Danserau(1976), que se sustentan en la lógica de la duración, de lapermanencia, mediante la cual pareciera que loinmanentemente ambiental está supeditado a una causaprimera físico-química, bien de tipo general cosmológico obien particular del planeta Tierra”. En estes tipos deinterpretaciones basadas en la noción de duración comoextensión en el tiempo, el acento se pone en los aspectosque muestran el recorrido completo de la evolución de lamateria en el planeta. Sin embargo, no siempre para expli-car los hechos se debe remontar al origen del proceso, porcuanto se estaría propiciando una visión determinista des-de el origen, en la que las situaciones una vez iniciadas

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FIGURA 2 - EL POLICENTRISMO AMBIENTAL.LECTURA DE SDE LO FÍSICO QUÍMICO

FIGURA 3 - EL POLICENTRISMO AMBIENTAL.LECTURA DE SDE LO BIÓTICO

FIGURA 4 - EL POLICENTRISMO AMBIENTAL.LECTURA DE SDE LO SOCIAL

FIGURA 5 - EL POLICENTRISMO AMBIENTAL.LECTURA DE SDE LO CULTURAL

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parecieran no estar sujetas a eventuales modificaciones ycambios.

Contrariamente a la luz de la termodinámica no lineal− la que se aplica para el estudio de los sistemas en la realidady no en las condiciones experimentales controladas enlaboratorios (PRIGOGINE; STENGER, 1977; 1988) − seconsidera que cualquier unidad ambiental al estar abierta a losintercambios energéticos con sus contextos de referencia, secaracteriza por procesos no siempre lineales. De aceptarse esteplanteamiento, la linealidad evolutiva se convertiría solo enuna posibilidad, más no en una constante. En lasinterpretaciones evolutivas, se ha pretendido convertir al am-biente en una suma de encadenamientos lineales, reduciendola capacidad de interpretación de las emergencias ybifurcaciones que han permitido la emergencia de la vida dela physis del planeta, de la sociedad de la biología y de lacultura de la sociedad. Si se acepta a los niveles del ambientefísico-químico, biológico, social y cultural como una sucesiónde emergencias, donde cada uno así como expresa caracterís-ticas propias del nivel anterior también manifiesta las propiasque permiten su identificación como una diversidad en launidad ambiental, la lectura centrada en lo físico-químico nopuede considerarse como única.

Circunscribiéndonos al caso del ideograma más queuna lectura lineal se debería tratar de propiciar su interpretación

como holografía, es decir, una visión en la que se pueda cap-tar desde cualquier nivel la diversidad y complejidad del con-junto de factores ambientales. Más que holismo maximalista– es decir, sin valorar el carácter de las partes − se requiere decapacidad holográfica de interpretación holística minimalista– es decir reconociendo la importancia de las partes en laconstitución del todo ambiental.

A la lectura convencional evolutiva y lineal delideograma, en el marco de una visión holográfica- holística-minimalista, se le pueden anteponer otras que expresen re-corridos que deben ser iniciados desde los otros “instan-tes” identificados en la estructura tetracéntrica de los cuatrosniveles considerados.

Es así como centrados en el nivel de lo biótico, yatendiendo a la naturaleza energética del ideograma, se puedeutilizar el código genético para lograr una interpretación“evolutiva viviente” del esquema (figura 3). De manera simi-lar se pueden realizar lecturas iniciadas desde lo socialpartiendo del código semántico y desde lo cultural iniciandoel simbolismo humano (figura 4 y 5, respectivamente).

En estas lecturas alternativas del ideograma, se pasadel peso de la fuerza y la materia al de la información (figu-ra 6), reconociéndose fundamentalmente el papel de loscódigos de información genéticos y semánticos comofactores clave de la dinámica ambiental.

FIGURA 6 - FUERZA E INFORMACIÓN EN EL IDEOGRAMA

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Proposiciones lógico-operativas

Para alcanzar a la identificación de las bases quepermitan la reformulación del planteamiento ambiental, hacefalta lograr una síntesis propositiva que permita llegar a unamayor claridad axiológica y epistemológica. Para ello seexponen a continuación las siguientes proposiciones lógico-operativas que tienen especial relevancia para la reformulacióndel ambiente sobre bases holístico-minimalistas.

Proposición 1

El ambiente estructuralmente hablando es el conjun-to compuesto por las interrelaciones entre los elementosfísico-químicos, bióticos, sociales y culturales.

De manera operativa, y sobre el sustento de la ló-gica de conjuntos, por cuanto esta permite mantener lavisión holística aún reconociendo la existencia de laspartes; este enunciado propositivo tiene las siguientesimplicaciones:

Siendo A un conjunto ambiental determinado, FQrepresenta el subconjunto de elementos físico-quími-cos, B el subconjunto de los elementos bióticos, S elsubconjunto de los elementos sociales y C elsubconjunto de los elementos culturales. Sin embargo,una condición indispensable para que cada subconjuntode elementos sea considerado como parte del conjuntoA es que esté interrelacionado con los otrossubconjuntos estructuralmente identificados, es decir,que:

FQεA A={FQ∩ (B ∪ S ∪ C)} < — > A = {(FQ ∩ B) ∪ (FQ∩S) ∪ (FQ∩C) }

BεA A={B∩ {FQ ∪ S ∪ C)} < — > A = {(B ∩ FQ) ∪ (B∩S) ∪ (B∩C) }

SεA A={S∩ {FQ ∪ B ∪ C)} < — > A = {(S ∩ FQ) ∪ (S∩B) ∪ (S∩C) }

CεA A={C∩ {FQ ∪ B ∪ S)} < — > A = {(C ∩ FQ) ∪ (C∩B) ∪ (C∩S) }

FIGURA 7 - EL POLICENTRISMO AMBIENTAL

Esta propiedad distributiva del álgebra de conjuntoestá indicando la existencia de una estructura policéntricaen el ambiente.

Para comprender mejor este planteamiento, en la fi-gura 7 se realiza su expresión gráfica.

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Esta consideración gráfica, también permite unaexpresión más rigurosa mediante una tabla binaria deverificación, que muestra las distintas posibilidades dedistribución de un elemento cualquiera del conjunto {A}en los distintos subconjuntos que lo conforman (tabela 1).

a considerar. El policentrismo ambiental es una derivantede la aceptación del postulado del holismo minimalista,por cuanto tan solo mediante la existencia de la diversidaden la unidad ambiental, se puede reconocer el peso diferen-cial de cada parte en el todo.

Estas consideraciones de orden epistemológico y ló-gico, están en concordancia con lo que los investigadoresdel campo ambiental han venido reconociendo en la prácticacomo un gradiente en los niveles de naturalidad o deantropización (depende del criterio bien naturalista o bienculturalista que se escoja) de las diferentes unidades delumwelt o mundo ambiental.

Es importante destacar que esta posición holísticaminimalista también permite superar la especie deenciclopedismo ambientalista basado en la premisa de que“todo esta relacionado con todo” (COMMONER, B. 1972),tan en boga a partir de los años ‘70. De aceptar este postu-lado en lugar de intersección (∩) entre conjuntos se estaríahablando de unión (∪) entre conjuntos, lo cual son dossituaciones, si bien no antagónica si bastante distintas, comose expresa gráficamente en las figuras 8 y 9.

Lo importante de este cuadro es que muestra las dife-rentes opciones que tiene un elemento de aparecer en el con-junto {A} en función de su distribución en sus distintossubconjuntos. Esta diversidad de situaciones conlleva a aceptarque de considerarse la existencia de las partes en el todoambiental, la estructura de un conjunto ambiental dado, nonecesariamente debe presentar una distribución estructuralequitativa y equiprobable de cada uno de los elementosconstitutivos a lo largo de los subconjuntos que lo conforman.Son mayores las posibilidades de que esta distribución estésesgada hacia algunos de los subconjuntos, convirtiéndose porlo tanto esta desigualdad en la norma más que en la excepción.

A manera de conclusión, interpretando los resulta-dos de la aplicación de los círculos de Ven y de la Tabla deValidación, se puede afirmar que a pesar de mantener comoconstante la tetraestructura del ambiente, dependiendo delsubconjunto que se utilice como centro, surgen diferenciasen cuanto a la demarcación del ámbito de las intersecciones

FIGURA 9 - UNIÓN EN EL CONJUNTO AMBIENTAL

FIGURA 8 - INTERSECCIÓN EN EL CONJUNTOAMBIENTAL

Para el planteamiento ambiental integral que intentaconsolidarse es importante tener presenta esta distinciónentre intersección y unión. El resto de los elementos que noparticipan en la intersección tetraédrica general deben sertomados como complemento A’ del conjunto ambiental A.

1: aparece en el subconjunto.0: no aparece en el subconjunto.

TABELA 1 - VALIDACIÓN DEL POLICENTRISMOAMBIENTAL

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Con ello se reconoce que las intersecciones entre lossubconjuntos solos abarcan una parte de los mismos, elcomplemento restante queda como un marco de referenciacontextual, que se incorpora al análisis en la medida en quepermite interpretar las interrelaciones que le dan razón deser al conjunto A.

Esto lleva a establecer que la intersección que dacuenta de lo ambiental es válida tan sólo para algún x (∋x)y no para todo x (∀x).

De manera general, un conjunto ambiental A se puedeexpresar algebraicamente como: A = {∋x FQ ∩ ∋x B ∩ ∋xS ∩ ∋x C}.

La intersección se convierte por lo tanto en laoperación que expresa algebraicamente el significado delas interrelaciones e interacciones como procesos básicosde la organización ambiental .

A manera de enunciado lógico verbalizado, tenemosque: sea A un ambiente concreto, su estructura se represen-ta como: A = {∋x FQ ∩∋x B∩∋x S∩∋x C), es decir comoel producto de la intersección entre: FQ (A) o el subconjuntode los elementos bióticos que están en interrelación con losrestantes subconjuntos de {A}; B (A) o el subconjunto delos elementos bióticos que están en interrelación con losrestantes subconjuntos de {A}; S (A) o el subconjunto delos elementos sociales que está en interrelación con los res-tantes subconjuntos de {A}; y C (A) o el subconjunto delos elementos culturales que está en interrelación con losrestantes subconjuntos de {A}.

Proposición 2

Las organizaciones ambientales son estructurasespacios-temporales resultantes del acoplamiento de com-ponentes con especialidades y temporalidades diferenciales.Entonces:A = {∋x FQ (e, t) ∩∋x B (e, t) ∩∋x S (e, t) ∩∋x C (e, t)}

El espacio-tiempo del conjunto ambiental es el re-sultado del acoplamiento entre los espacios-tiempos propiosde cada componente.

Si esto se vincula con el policentrismo de la proposición1, se tiene que la centralidad de un componente en una deter-minada estructura ambiental, está asociada también a lanecesaria supeditación de las temporalidades y espacialidadesde los restantes componentes al espacio-tiempo de los com-ponentes seleccionados como centro. Llevando esteplanteamiento al caso de la cultura, es decir, de acuerdo a laconvencionalidad ambientalista, el nivel más alejado de la“naturaleza”, en los conjuntos ambientales centrados en lasactividades de la especie humana, el acoplamiento odesacoplamiento que dan carácter a la estructura estánsupeditados a su medición, calificación y valoración en laescala de tiempo humano, en cualquiera de sus dimensiones:psicológica o personal subjetiva; objetiva o impersonal, so-cialmente convenida, biológica. Si bien el desconocimientode las otras temporalidades ambientales podría causar ladestrucción de estas estructuras centradas en la cultura, laconsideración de las mismas no necesariamente determinala sobre vivencia del conocimiento y las instituciones queidentifican al nivel cultural. De manera preposicional espe-cífica se puede expresar la situación planteada de la siguientemanera: P Λ Q.

Siendo P la proposición A que establece que eldesconocimiento de las temporalidades de subconjuntosambientales, físico, químicos, bióticos y sociales,pertenecientes (∋) a un conjunto {A} centrado en la cultu-ra, podría causar la destrucción de estas estructuras, sepresenta una situación de conjunción con una propuestaque establece que el conocimiento de estas temporalidadesno culturales no garantizaría necesariamente laperdurabilidad cultural. En términos generales se conside-ra que las temporalidades de los subconjuntosevolutivamente anteriores a un subconjunto dado requierenser tomadas en cuenta para evitar la destrucción delsubconjunto en cuestión. Sin embargo la permanencia delmismo está supeditada a su propia dinámica, es decir a laspautas temporales que le son inherentes. Así, la evoluciónbiológica requiere del tiempo geológico para demarcar sudesempeño en términos del devenir del planeta, la historiahumana requiere del marco temporal biológico y geológicopara establecer sus posibilidades de permanencia comoespecie. Sin embargo, así como la evolución de la vida,está fundamentalmente vinculada a los procesos propiosde este nivel considerados en el ideograma y no de losprocesos propios del nivel físico-químico, la cultura, susposibilidades de permanencia, de transformación, se

FIGURA 10 - EL COMPLEMENTO DEL CONJUNTOAMBIENTAL A

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sustentan en los mecanismos considerados propios de estenivel y no en el biológico, o en el físico-químico, ni siquieraen el social.

Con respecto al espacio, al igual que con el tiempoexisten expresiones diferenciales de espacialidad para losdistintos componentes: desde la planetaria de los ciclos bio-geo-químicos hasta la microscópica de los átomos y célu-las. En la esfera cultural están presentes todas estasespacialidades, sin embargo condicionadas a la métrica ysimbolización que identifica la espacialidad humana. Igualque en el caso del tiempo, el no tomar en cuenta lasespacialidades no humanas podrían menoscabar el devenirde las estructuras ambientales con centro en lo cultural,pero la sobrevivencia de las mismas no está garantizadapor la consideración de las espacialidades físico-químicas,bióticas y sociales distintas a la humana.

En la medida en que se acepta que existen realidadesdiferentes de acuerdo a la centralidad del subconjuntoambiental que se esté considerando, se debería admitir quelos acoplamientos temporales y espaciales deben propiciarsede acuerdo a los valores propios del conjunto de referencia.

De tal manera que la necesidad de acoplamientos −espacios-temporales −, lleva a plantear la necesidad de ladimensión informacional propia de cada nivel, en funciónde la cual se propician los encuentros y desencuentrosfuncionales o temporales −, y morfológicos o espaciales,de acuerdo a los diversos códigos de información ambiental.

Como se consideró en el ideograma,la cultura poseeun tipo de información que le es propia, que es la semánticacultural basada en los códigos que permiten establecer lacomunicación y control sobre la búsqueda y configuraciónde las diferentes formas y conocimientos y de la permanenciade las instituciones. En la información semántica culturales donde se deben buscar las claves que permiten determi-nar los acoplamientos funcionales y morfológicos, medi-ante los cuales se logren introducir las expresionestemporales y espaciales de los restantes componentesambientales, necesarios para la sobrevivencia de lasestructuras humanas. Esto se podría enunciar de la siguientemanera:

Puede persistir toda estructura ambiental centrada enel subconjunto cultural si la información inherente que lacontrola y comunica garantiza el acoplamiento funcional yestructural de los componentes humanos con los restantescomponentes.

Proposición 3

La permanencia de una organización ambiental esuna probabilidad, por lo tanto las estructuras ambientalesdeben ser consideradas como organizaciones fluctuantes,es decir con variaciones espacios-temporales que indicanestados oscilantes.

Esto conduce a plantear la cuestión de la entropía yneguentropía en el intercambio energético ambiental. Alrespecto se debe recordar que las organizacionesambientales están supeditadas al igual que todo el planetaa las leyes de la termodinámica. Es decir que para el umwelten su conjunto la energía no se crea ni se destruye, se trans-forma (I Ley de la termodinámica) y la energía que la dina-miza tiende a su transformación irreversible en calor o enenergía no útil (II Ley de la termodinámica).

En cuanto al primer enunciado, la manera como seconcibe la dinámica ambiental teniendo como procesoconductor la cascada de energía electromagnética solar,resulta suficientemente explicativa. El punto a resolver, secentra en el segundo principio, por cuanto ¿cómo se puedehablar de organización si la tendencia de la energía, su es-tado más probable es la desorganización entrópica? Este esuno de los dilemas cruciales de un debate el que todavía noexiste. Conclusiones definitivas, sin embargo, acontinuación se intentan exponer por lo menos la posiciónpersonal sobre algunos puntos críticos de interés para lacomprensión energética termodinámica del ambiente.

En este sentido, se debe empezar por decir que parael ambiente en su conjunto se generalizan lasconsideraciones que sobre la vida como manifestaciónneguentrópica se han venido haciendo a partir del trabajode Schoridenger (1967). Esta es una premisa sobre la queen términos generales existe acuerdo. De tal manera que elambiente, su organización, se convierte en una especie deretardo de la degradación energética. Toda organizaciónambiental se convierte en una “isla” de orden, en el univer-so del proceso de desorganización termodinámica de laenergía. De tal forma que, en la tendencia macroscópicadel universo y del planeta a la degradación termodinámica,el umwelt terrestre se convierte en una organizaciónmacroscópica neguentrópica. De acuerdo a latermodinámica estadística de Boltzman, la entropía de unsistema termodinámico es una función del número dearreglos microscópicos de los elementos constitutivos. Enla medida en que el número de estados microscópicos de

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un sistema determinado sea menor, menor también es laentropía macroscópica del sistema en su conjunto. Demanera inversa, en la medida en que aumenta el número demicro-estados aumenta el desorden del sistema (FENZL,1996).

En términos de análisis combinatorio, esta situaciónse sintetiza en la fórmula:

donde P expresa el número de maneras de realizar unarepartición particular en los estados n1, n2 de N elementosconstitutivos del sistema. Si en lugar de dos estados setuviesen k estados con n, la fórmula general es:

En términos generales, P define el número de microestados posibles para realizar un macro estado del sistema.En la medida en que las diferencias en la distribución de Nson menores el valor de P aumenta. Es decir que en unsistema dado en la medida en que existe una mayorhomogeneidad en la distribución de los elementos en losdistintos subconjuntos mayor es P y por lo tanto mayor esla entropía del sistema.

Boltzman tradujo el cálculo de P en términos deentropía del sistema, mediante la fórmula: S= k In P, dadoque siendo el número de complexiones P un valormultiplicativo, y la entropía un valor aditivo, se toma ellogaritmo neperiano de P para de esta forma hacer equiva-ler P1+2 = P1. P2 k. De manera relacionalmente sintéticase puede afirmar que:

1) El desorden de un microestado se mide ordinal-mente por la probabilidad del macroestadocorrespondiente.

2) El desorden y la probabilidad de un macroestadoson proporcionales al número de microestadoscorrespondientes “...por lo tanto se está en lacapacidad de decir que conociendo la reparticiónde los elementos se conoce cuál es el grado dedesorden de un sistema” (FORSÉ, 1989, p. 75).

La aceptación de estos enunciados pondría enentredicho la posibilidad de mantener sistemas ambientalesneguentrópicos en el umwelt, por cuanto, una tendencia ge-neralizada de toda organización ambiental, tanto predomi-nantemente natural como predominantemente cultural, es ladiversificación, es decir el aumento del número demicroestados y de elementos, y por lo tanto de los niveles deentropía. Por consiguiente, este aumento en lugar de convertira las organizaciones ambientales en estructurasneguentropicas, en realidad tan solo estaría retardando suproceso entrópico. No se estaría más que alargando el tiempode muerte termodinámica. Sin embargo, de ser esto últimocierto, no se entiende el surgimiento a lo largo de los procesosde emergencias, de novedades, de creación. La muertetermodinámica, contrariamente se circunscribe a la repeticiónconstante. Es por ello fundamental, en el caso de la diversidad,diferenciar entre el aumento del número de elementos y elincremento de los tipos o macroestados de elementos. Estaconsideración conduce a la necesidad de considerar a lasorganizaciones ambientales como sistemas abiertos para loscuales la neguentropía se mantiene como búsqueda constan-te del orden a expensas del desorden del contexto con el queinteractúa. De acuerdo a Prigogine y Stenger (1979; 1988),la relación entropía-neguentropía en los sistemas abiertos seexplica mediante la fórmula:

Ds= Des + Dis

donde:Ds = variación de la entropíaDes = el flujo de entropía entre el sistema y su contextoDis = entropía producida, es decir creada inevitablemente

en el interior del sistema

En esta expresión, Dis es siempre positiva o nula eindica que el sistema, que la entropía del sistema tiendeaumentar o a mantenerse constante. Este estado de equilibriolo alcanza el sistema a expensa de su contexto, es decirque, para que un sistema se mantenga organizado, debeaumentar al grado de desorganización de su contexto. Esesta la equivalencia básica a tenerse en cuenta en funciónde la II Ley de la termodinámica, que en definitiva no niegaque existan excepciones locales de neguentropía, y de estasocurrir no negaría tampoco la tendencia general a ladegradación de la energía total del conjunto sistema + con-texto. Sin embargo queda por resolver que tanfrecuentemente pueden ocurrir las excepcionesneguentrópicas.

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En términos de termodinámica lineal, es decir de sis-temas en equilibrio o cercanos al equilibrio, estasexcepciones son poco probables, por cuanto la necesidadde mantener el equilibrio anula prácticamente todaposibilidad de novedad. Sin embargo, en términos determodinámica no lineal de los sistemas alejados delequilibrio, las posibilidades aumentan por cuanto, lainestabilidad constante, permite la aparición defluctuaciones que podrían, en función de su intensidadintroducir novedad en el comportamiento del sistema,produciéndose una bifurcación comportamental.

De tal manera que al orden por mantenimiento delequilibrio lineal dirigido a comprender la estabilidadrecurrente de los sistemas se le antepone el orden porfluctuación, dirigido a comprender como una situación deinestabilidad no recurrente puede conducir a unareestructuración del sistema.

Implicaciones epistemológicas de las proposi-ciones desarrolladas

Las proposiciones realizadas sobre el policentrismoambiental, la diversidad espacio-temporal, el ordenfluctuante desde una visión personal, tiene profundasrepercusiones para el planteamiento ambiental convencio-nal, sustentado en la interpretación cósmico-planetaria-evolutiva. Para mostrar el alcance de las mismas, tomemoscomo objeto de análisis la ciudad. Esta se convierte en elmundo contemporáneo en la forma de hábitat que lahumanidad en su conjunto está privilegiando. La poblaciónurbana en el ámbito mundial está creciendo de manerasostenida, a una tasa del 2,5 % interanual, cifra queprácticamente duplica la rata de aumento demográfico ge-neral del mundo calculada en 1,3 % (UNFPA, 2000). En laactualidad alrededor del cincuenta por ciento de la poblaciónmundial está viviendo en aglomeraciones urbanas de dis-tintos tamaños y densidades.

Convencionalmente hablando la ciudad se ha utili-zado como una especie de negación de lo ambiental. Losambientalistas y ecologistas, parecieran que han intentadoreproducir entre la ciudad y en el ambiente la antitesishombre-naturaleza. La ciudad se convierte en el marco delplanteamiento evolucionista, en el punto mínimo de pre-sencia de componentes naturales. Sin embargo al asumirseposiciones mas abiertas, dándose cabida al policentrismoambiental, la ciudad se convierte en el máximo de

posibilidades para humanizar el medio natural en funciónde la capacidad del hombre como ser transformador delambiente “Al igual que un arrecife coralino, una colmena oun territorio, la ciudad es a un tiempo soporte y consecuenciadel organismo social que vive en su seno” (ROSNAY, apudVIDART, 1986, p. 65), recordando por supuesto que elhombre hace parte de la naturaleza y, mediante la cultura,se convierte en una manifestación particular del ambiente.Así como los medios propios del nivel físico-químicos sediluyen en el biotopo para garantizar una lectura desde lobiológico, en una interpretación desde la cultura, como esla que se exige para la ciudad, el antrotopo emerge comonoción envolvente del biotopo y por ende de los mediosfísico-químicos. Por supuesto que en una interpretación deeste tipo se mantiene el vínculo estructural entre los distin-tos niveles ambientales, eso sí evitándose las posturasreduccionistas naturocéntricas.

Se debe recalcar también que en el marco de una pos-tura policéntrica, igualmente se considera el aspecto deconcatenación en el tiempo de los hechos, sin embargo másque la supeditación a la causa primera, se intenta interpre-tar los fenómenos como instantes que emergen del flujoenergético con características propias. En el caso de la cul-tura y de una de su expresión más emblemática, como loes la ciudad, a pesar de mantenerse los condicionantes bá-sicos físico-químicos, bióticos y sociales de referencia parael conjunto de la biosfera, estos por sí solo no son suficien-tes para permitir la comprensión de la cultura como hechorelevante en el ambiente. Por ejemplo, para entender el sig-nificado de las instituciones en las relaciones hombre-am-biente, se debe buscar mas en el nivel propiamente culturalde la noosfera, que en la misma biosfera. De manera simi-lar, para comprender el papel de las distintas formas deconocimiento en el ambiente, la génesis del planeta seconvierte en un dato referencial, pero no sustancial,debiéndose insistir más en el reconocimiento de las clavesque han permitido la conformación de las religiones, de lasdiferentes manifestaciones artísticas, de la ciencia comoinstitución, es decir en las distintas manifestaciones en lasque se expresan el potencial del hombre como ser pensantey transformador, adaptativo o destructivo, de la naturaleza.

Las consideraciones sobre el reduccionismo deltiempo evolutivo en estudios ambientales debencomplementarse en el contexto propositivo anteriormenteenunciado, con los referentes termodinámicos a tener encuenta en el estudio de la diversidad de las organizacionesque conforman la unidad ambiental. Continuando con el

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caso de la ciudad, las diversas orientaciones que intentansu interpretación ambiental − la ciudad como hábitat hu-mano, la ciudad como ecosistema fallido y/o incompleto,la ciudad sustentable, la ciudad del ecodesarrollo, entre otros(LISIO, 2000) − por lo general se dirigen, desde el puntode vista funcional, a la búsqueda del equilibrio y laestabilidad. Es decir, a través de estas posturas, se estaríaaceptando que las organizaciones urbano ambientales estánen una situación de equilibrio lineal, que además en el mejorde los casos estaría manteniendo su entropía interna: nula,sin aumento, pero sin disminución. Sin embargo, en elmarco del planteamiento de las estructuras de equilibriooscilante, el estudio ambiental de la ciudad al igual quecualquier otra organización ambiental caracterizada por elpolicentrismo y por lo tanto la desigualdad en la distribuciónde sus elementos constitutivos, debería estar dirigido a lacomprensión de las situaciones de desequilibrio. Estas sonlas que permiten comprender a las organizacionesambientales, en este caso urbanas, como sistemas enequilibrio metaestable, que pueden disminuir su entropíainterna, por supuesto siempre a expensas del aumento en laentropía de su contexto, y con ello no contradiciendo lospostulados básicos de la segunda ley de la termodinámica.

En el mundo real, la ocurrencia de efectos “bola denieve”, tanto en el marco del nivel físico-químico como delbiológico y hasta del cultural, permite evidenciar los casosde no linealidad. Sin embargo, se ha preferido, por lo gene-ral, asumir que la estabilidad se logra en función delequilibrio de la anulación de las fuerzas reconocidas, másque en función de procesos no esperados, desapercibidos osencillamente y escasamente evaluados.

Algunos comentarios finales

El policentrismo y la termodinámica no linealconducen a plantear la diversidad de los marcos espacios-temporales de las organizaciones ambientales que están os-cilando en tanto que sistemas abiertos entre la entropía delcontexto y la neguentropía interna. En el marco del ejerciciode axiomatización y reflexión epistemológica que se ha in-tentado presentar, se puede definir una tipología elementalde las organizaciones ambientales, que, manteniendo laestructura tetracéntrica básica, permite clasificarlas en:

• conjuntos ambientales centrados en los factoresfísico-químicos;

• Conjuntos ambientales centrados en los factoresbióticos;

• Conjuntos ambientales centrados en los factoressociales;

• Conjuntos ambientales centrados en los factoresculturales.

Decir que un subconjunto sea predominante en unaorganización ambiental tan solo ayuda a la diferenciaciónde los elementos que permiten establecer la centralidad ydireccionalidad de la estructura espacial y funcionamientotemporal del conjunto, pero no permite la calificación delos mismos. En otras palabras, el hecho de que unaorganización ambiental esté centrada en la cultura no lahace ni mejor ni peor que por ejemplo una organizacióncentrada a los factores bióticos. A pesar de que la ortodo-xia ambientalista prejuzgue como positivo lapredominancia de los componentes físico-químicos y so-bre todo bióticos, en realidad no es cantidad de naturalezao de cultura lo que determina la viabilidad de lasorganizaciones ambientales, sino la manera como los dis-tintos tipos de componentes se interrelacionan espacio-temporalmente para el mantenimiento de la organización.Lo ambiental, más que una cuestión de cantidades y pro-porciones, es un problema de calidad de vínculos. El pro-blema ambiental de las organizaciones predominantemen-te culturales, como las ciudades, en su esencia no seresuelve incrementando la presencia de los componentesnaturales ya que el quid de la cuestión está en laarticulación y/o desarticulación de la trama de interrelacionessobre la que descansan los vínculos intercomponentes. Espor ello que para calificar una determinada organizaciónambiental hace falta bajar al nivel más operativo de losacoplamientos y desacoplamientos en el espacio y en eltiempo entre los componentes de la organización, debiéndosetener presente que los postulados de la termodinámica nolineal o de las organizaciones abiertas alejadas del equilibrioindican que toda realidad que se interpreta como sistematiene una historia propia, que demarca un recorrido particu-lar entre un conjunto de opciones (PRIGOGINE; STENGER,1979; 1988). Las dimensiones espacios-temporales basadasen la apertura policéntrica permiten calificar autorenfe-renciadamente, es decir en función de comportamientos par-ticulares, a las organizaciones ambientales, sin necesidad deutilizar supuestos universales que impiden captar emergenciade lo local y del instante.

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