del caso bajtín al caso vigotsky

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Del caso Bajtín al caso Vigotsky. Marx pensador de la individualidad humana: Lucien Sève 30/12/2013 Deja un comentario Go to comments Con el regreso, en este texto sobre el “caso Bajtín” y la obra largo tiempo ignorada de Vigotsky, el filósofo Lucien Sève recuerda la riqueza del marxismo soviético de los años 1920. Al componer una rica herencia intelectual, olvidada o deformada bajo los efectos del la estalinización del movimiento comunista, muestra el aporte decisivo de Marx a la comprensión de la individualidad y de la subjetividad. Este texto fue inicialmente publicado en otoño de 2012 en el número 15 de la revista Contretemps. ¿Quién no ha oído hablar de ese monumento ruso del pensamiento de vanguardia contemporáneo que es Mijail Bajtín? Aún muy joven (nació en 1895), publicó trabajos que han marcado la historia naciente del pensamiento marxista del siglo XX: un libro importante sobre El freudismo (1927), un ensayo que hizo época El método formal en los estudios literarios (1928) y, en rápida sucesión en 1929, un notable Dostoievski, así como una obra fundamentalmente innovadora, Marxismo y filosofía del lenguaje –cuatro obras mayores en tres años, productividad de excepción–. Detalle curioso: tres de estos libros aparecieron bajo la firma no de Bajtín, sino de Valentin

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Del caso Bajtín al caso Vigotsky Lucien Sève

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Del caso Bajtn al caso Vigotsky. Marx pensador de la individualidad humana: LucienSve

30/12/2013 Deja un comentario Go to comments

Con el regreso, en este texto sobre el caso Bajtn y la obra largo tiempo ignorada de Vigotsky, el filsofo Lucien Sve recuerda la riqueza del marxismo sovitico de los aos 1920. Al componer una rica herencia intelectual, olvidada o deformada bajo los efectos del la estalinizacin del movimiento comunista, muestra el aporte decisivo de Marx a la comprensin de la individualidad y de la subjetividad. Este texto fue inicialmente publicado en otoo de 2012 en el nmero 15 de la revista Contretemps.

Quin no ha odo hablar de ese monumento ruso del pensamiento de vanguardia contemporneo que es Mijail Bajtn? An muy joven (naci en 1895), public trabajos que han marcado la historia naciente del pensamiento marxista del siglo XX: un libro importante sobre El freudismo (1927), un ensayo que hizo poca El mtodo formal en los estudios literarios (1928) y, en rpida sucesin en 1929, un notable Dostoievski, as como una obra fundamentalmente innovadora, Marxismo y filosofa del lenguaje cuatro obras mayores en tres aos, productividad de excepcin. Detalle curioso: tres de estos libros aparecieron bajo la firma no de Bajtn, sino de Valentin Volshinov en El freudismo y Marxismo y filosofa del lenguaje, y de Pavel Medvdev en El mtodo formal en los estudios literarios. Los bajtianos nos han explicado este misterio de diversos modos. Extremadamente generoso, Bajtn habra ofrecido un regalo a sus dos amigos necesitados de publicaciones, asocindolos a obras en cuya confeccin sus roles habran sido como mucho marginales. O bien, rechazando las modificaciones de los textos que impona el editor, en una Unin Sovitica en vas de stalinizacin, Bajtn habra pedido prestado el nombre a sus amigos Algo por todos aceptado: la paternidad de estas obras pertenece sin duda a Bajtn1.

Afirmacin algo inquietante, que ha sido desde dcadas objeto de exmenes, hiptesis y polmicas, sin afectar, a pesar de todo, la gloria de Bajtn. Ha sido desconcertante para muchos ste fue mi caso el descubrimiento en 2003 del primer trabajo de Bajtn: unos fragmentos de una disertacin filosfica escrita, dicen, en 1924, bajo el ttulo de Por una filosofa del acto2. La sorpresa viene rpidamente de la orientacin del pensamiento de esta disertacin, que est en fundamental discordancia con lo que muestran los libros sobre freudismo, el mtodo formal en literatura y la filosofa marxista del lenguaje, y por una parte incluso con el Dostoievski en su versin original de 1929. En estas cuatro obras publicadas entre 1927 y 1929 sorprendente creatividad, hay que reconocer, Bajtn aparece como un pensador no slo de viva inspiracin marxista sino tambin de autntica inventiva en esa direccin. Ahora bien, la filosofa del acto que profes pocos aos antes es espectacularmente diferente: vemos al autor meditar en un registro tico-religioso sobre la conciencia culpable en un mundo marcado para siempre por la muerte de Cristo un texto, muestran Bronckart y Bota, donde se revela ms o menos lo opuesto de un marxista: un eslavfilo La misma reflexin se podra acordar con el proyecto del libro sobre Dostoievski sin embargo, mucho menos con la forma en que se hizo en este caso, pero ciertamente en absoluto con la orientacin materialista-histrica de las obras sobre el freudismo, la teora literaria o la concepcin marxista del lenguaje, cada vez ms extraa

Seguiramos creyendo la leyenda reinante desde decenios si dos universitarios ginebrinos, Jean Paul Bronckart y Christian Bota, no hubieran finalmente aclarado definitivamente el asunto. El resultado un libro extremadamente informado de seiscientas pginas3 es asombroso. No nos gustara desvelar aqu las peripecias y revelaciones de esta palpitante investigacin llevada a cabo a escala internacional y que se leer como una novela negra teniendo como teln de fondo el mbito de las ciencias humanas y unas grandes maniobras ideolgicas. Sin embargo, s que daremos alguna pista sobre esta obra. En el paso de los aos 1960 y 1970, en la URSS de la degeneracin brezhneviana, los manipuladores rusos interesados, con la complicidad inicial del viejo Bajtn (muerto en 1975), redactaron su panegrico dando por totalmente probado, y apoyado por el testimonio mentiroso de Bajtn, que las obras disputadas eran suyas. La operacin fue facilitada por el hecho que Pavel Medvdev y Valentin Volshinov tuvieron la buena idea de morir jvenes (ambos en los aos 1930): Volshinov de tuberculosis y Medvdev fusilado en el curso de una purga estalinista as se les despojaba sin riesgo alguno de su obra La operacin se transmite rpidamente al ms alto nivel en Occidente, particularmente en Francia (por parte de Tzvetan Todorov) y en Estados Unidos (por parte de M. Holquist): los nombres de Medvdev y Volshinov pierden toda consistencia, y Bajtn es promocionado como el mayor terico de la lingstica y la literatura del siglo XX. Se desarrolla a partir de ah una gratificante y crecientemente rentable Bakhtin Industry la Universidad participa en la empresa, los libros y artculos tienen xito, se cobra por los derechos de autor Lo que el lector descubre leyendo este apasionante libro, puede presentarse sencillamente como la mayor estafa intelectual del siglo XX.

Qu esconde el caso Bajtn?

Merece un comentario el papel de los grandes medios de comunicacin. Los mismos que han contribuido de forma voluntariosa a la glorificacin de Bajtn, de momento han sido discretos sobre el estallido de la burbuja cultural especulativa: ms de un ao despus de la salida de imprenta del libro-revelacin de Jean Paul Bronckart y Christian Bota no ha recibido atencin. Por el lado de los bajtianos en cambio, s se ha procedido a su examen minucioso. Un largo artculo erudito de Serge Zinkine en Cahiers du monde russe, a modo de recensin rigurosa, argumenta que queriendo demostrar demasiado J. P. Bronckart y C. Bota no han demostrado nada4. Dejaremos a los autores del libro y de su crtica cuidarse de argumentar y contraargumentar en tanto que especialistas. Nos limitaremos aqu al meollo del problema: es Bajtn el autor de las obras maysculas firmadas por Medvdev y Volshinov, tal como ha afirmado la leyenda bajtiana? Serge Zenkine debe estar de acuerdo, aunque en unos trminos que admiraran el arte del eufemismo: Despus de haber sido casi dominante durante un cierto periodo, hoy esta opinin, por un retorno del pndulo, ve disminuir su nmero de defensores: los textos disputados son reeditados y comentados como obras de sus respectivos firmantes y no figuran entre las obras completas de Bajtn. Por tanto, no tendramos nada que discutir sobre la revelacin de una falsificacin ms all de tratarse de una simple mecnica de retorno del pndulo En todo caso el resultado est ah, incluso para un bajtiano militante: Bajtn, quien personalmente tom partido de esta enorme estafa literaria, no es el autor de El mtodo formal en los estudios literarios este libro es de Pavel Medvdev, ni de El freudismo y Marxismo y filosofa del lenguaje estos dos libros son incontestablemente de Valentn Volshinov e incluso el Dostoievski les debe, al parecer, a estos jvenes investigadores marxistas, una apreciable parte de su orientacin terica5 que posteriormente Bajtn, bien alejado del marxismo, negar. Jean Paul Bronckart y Christian Bota no habran verdaderamente demostrado nada? Como mnimo han establecido que nos encontrbamos frente a una extraordinaria malversacin.

Octobre 1924. Assis, de gauche droite : M.V. Judina, M.M. Bakhtine, L.V. Pumpjanskij, P.N. Medvedev, A.I. Vaginov; debout : N.A. Voloinova, V.N. Voloinov, E.A. Baxtina, K.K. Vaginov.

Por lo tanto, no se trata nicamente de una simple manipulacin de unos estafadores literarios rusos; el affaire ha tomado proporciones considerables, ha afectado incluso en grandes pases occidentales como Francia o Estados Unidos, como muestran Jean Paul Bronckart y Christian Bota, en proporciones de un delirio colectivo. Cmo comprender esta transmutacin de herencia srdidamente sobornada a gran fenmeno ideolgico-cultural internacional? Es aqu, sin duda, que la cuestin se vuelve apasionante. Veamos las cosas ms de cerca. Las obras de Pavel Medvdev y Valentn Volshinov son muy caractersticas del marxismo sovitico de los aos 1920; un marxismo juvenil, exploratorio, inventivo, a veces avanzado en dcadas a movimientos ulteriores de las ideas y, al mismo tiempo, un marxismo radicalmente no libresco, fundamentalmente no estaliniano. ste es el caso del libro de Volshinov sobre el Marxismo y la filosofa del lenguaje. En su prefacio a la edicin francesa de 1977, Roman Jakobson no escatima en elogios a este Bajtn a quin se atribuye el texto sin problema alguno. Alabando la novedad y la originalidad de esta obra maestra, escribe que consigue superar las investigaciones semiticas actuales y asignarles nuevas tareas de gran envergadura6. Sin embargo, estos trabajos de primer orden, en lugar de ser exhibidos en la Unin Sovitica como tantas otras eminentes contribuciones marxistas a las ciencias humanas, desaparecen pura y simplemente de la escena en los aos 1930, y no han reaparecido sino demasiado tiempo despus; el estalinismo ha pasado por encima con su ortodoxia mortfera. Desde entonces, traducirlo y publicarlo a partir de los aos 1970 en los pases occidentales bajo el nombre de Bajtn no constituye nicamente una gratificante empresa intelectual y un buen negocio comercial, es tambin, hablando en general, la ms eficaz de las crticas silenciosas del marxismo oficial, tanto el de Pars como el de Mosc. As, por ejemplo, a Roman Jakobson, en su corto prefacio al volumen sobre la filosofa del lenguaje, le basta con evocar la palabra oscurantismo, del cual ha sido blanco el investigador eminente, para provocar un gran efecto en el lector cultivado occidental7. El caso Bajtn queda totalmente al margen del conjunto de las profundas descalificaciones culturales, cuyo culmen ser la implosin de la URSS.

Sin embargo, es a partir del momento en el que los bajtianos pretenden ir ms lejos y mostrar el verdadero pensamiento religioso de su hombre, en particular con la publicacin de Por una filosofa del acto, cuando la leyenda se disuelve imparablemente. Una vez descubierto que Bajtn es fundamentalmente un pensador religioso y que continu sindolo hasta el final, que senta incluso alergia y hostilidad hacia el marxismo como lo muestran, entre otras cosas, las correcciones que hizo en la segunda versin del Dostoievski en 1963. Con todo ello la tesis segn la cual Bajtn habra sido el verdadero autor de los trabajos de Medvdev y Volshinov, pierde ciertamente toda credibilidad. A pesar del reconocimiento de que estos textos no pueden pertenecer a las obras completas de Bajtn, Serge Zenkine intenta, sin embargo, una ltima maniobra de salvacin de la leyenda invocando el prodigio. Es cierto, escribe, que [] Bajtn debi hacer una evolucin prodigiosamente rpida de una filosofa fenomenolgica y religiosa a unas ciencias humanas objetivas y sociologizantes. Este ltimo trmino muestra la manera en que el autor presenta el marxismo Pero en nombre del prodigio eslavfilo convencido en 1924, Bajtn se convertira en un marxista original a partir de 1927 es poco probable convencer a los espritus crticos.

La actitud de los bajtianos se invierte frente a las obras que defienden restituir la paternidad de Medvedev y Volshinov. Cuando se las atribua a Bajtn, eran obras maestras; desde que no es el autor descubrimos que no hay razn para subestimarlas, y, adems no se trata de un marxismo tan bueno como se ha dicho. Serge Zenkine cita en este sentido un reciente texto de Patrick Sriot sobre Marxismo y filosofa del lenguaje. Al releerlo sin prejuicio, este autor estima que, ese marxismo sigue siendo rudimentario, es un marxismo reducido a un principio sumario de monismo materialista, un marxismo sin dialctica ni ideologa (en el sentido de La ideologa alemana), sin lucha de clases ni revolucin8 Un giro de 180 grados en relacin al entusiasmo de Roman Jakobson No nos implicaremos aqu en una polmica de segundo orden sobre esta evaluacin indita de Marxismo y filosofa del lenguaje. Digamos simplemente que en 1929, el joven Volshinov comienza una exploracin del territorio lingstico tan audaz en tanto que la emprende sin mapa; como indica desde las primeras lneas en su prlogo: en el campo de la filosofa del lenguaje, no existe hasta el momento ni un solo anlisis marxista. Y las cuestiones que pretende dilucidar como pionero, de manera tan apasionante como titubeante, a las antpodas del esfuerzo escolstico de introducir el lenguaje en el marco de una doctrina preestablecida, son tan novedosas en tanto que plantea las relaciones dialcticas no ver aqu la dialctica sera asombroso entre signo y significado, lenguaje y palabra, discurso directo e indirecto, etc. A travs de estas cuestiones socio y psicolingsticas, plantea relaciones ms generales entre actividad psquica, ideologa y base social, las cuales van a demostrar el papel su mencin es explcita de la lucha de clases. Si tenemos alguna idea del punto en el que se encontraban las investigaciones marxistas en Occidente casi cero, por ejemplo en Francia en 1929, podemos poner en consideracin el carcter notable y pionero, ejemplo del marxismo vivo que constituye tal trabajo.

Sin embargo, el caso Bajtn servir hoy precisamente para desvirtuar y devaluar este pensamiento. Pues la conclusin que, directamente o no, ha destilado durante dcadas la Bakhtin Industry es que esos trabajos rusos de los aos 1920 no seran invocados por los marxistas para ilustrar la riqueza de lo que aporta una orientacin marxiana al pensamiento de las ciencias humanas, por la doble razn: puesto que han estado largamente ignorados en la Unin Sovitica y que adems se deben a un autor cuyo pensamiento no es ni mucho menos el que se imaginaba. A partir del momento en que nos vemos obligados a desacreditar la autora de Bajtn, tambin parecen deteriorarse estos textos largamente reconocidos. Y que todo el caso se haya basado, como han plenamente demostrado Jean Paul Bonckart y Christian Bota, al mismo tiempo, en la estafa de los que han elevado a Bajtn y al delirio colectivo de los que han tomado partido, revela claramente por qu sera tan profundamente inoportuno hacerle publicidad del caso Bajtn.

Del caso Bajtn al caso Vigotsky

Para los que no conozcan la obra del gran psiclogo sovitico Lev Vigotsky (1896-1934), debe apuntarse que la relacin con el Volshinov de Marxismo y filosofa del lenguaje es evidente. Es posible tener la sensacin de que se trata de dos gemelos intelectuales. De edad parecida (Volshinov naci en 1895 y Vigotsky en 1896) y un mismo destino trgico (los dos fallecieron de tuberculosis en su treintena), trabajan en el mismo campo de estudios el de la dialctica de las relaciones entre realidades socio-culturales y la actividad psquica individual con una misma forma de comprender las lecciones de Marx, en las antpodas de la doctrina libresca, comparten la misma receptividad hacia las ciencias humanas ms fecundas del momento, incluido Freud, y una misma inventiva en la exploracin de continentes an largamente desconocidos. Nos preguntamos cmo es posible que no se hayan, por lo que parece, conocido personalmente dado que se citaron recprocamente: Volshinov cita el artculo de Vigotsky La conciencia como problema de la psicologa del comportamiento en su libro sobre freudismo; y en su largo texto de 1930 Psique, conciencia, inconsciente9, Vigotsky se refiere favorablemente al Marxismo y filosofa del lenguaje de Volshinov, aunque de ello el lector no sabe nada porque el editor sovitico suprimi sin comentario alguno la referencia en la reedicin de los aos 1980. Medio siglo despus, Volshinov-Bajtn no existan ms Este pequeo detalle nos muestra un hecho importante. De forma distinta al caso Bajtn, el caso Vigotsky nos lleva a establecer las mismas conclusiones generales: la notable fecundidad inventiva del marxismo sovitico de los aos 1920, la masacre de esta inventiva por parte del estalinismo de los aos 1930, seguido de su desaparicin ms o menos sofisticada en la segunda mitad de siglo por el antimarxismo occidental. Una triple constatacin que ilustra de manera inmejorable el destino de la obra vigotskyana.

Vigotsky percibi mejor que nadie en los aos de 1920 la profunda crisis en la que se hunda la psicologa, incluso en el momento de sus ms notables avances. Vigotsky anticipa un anlisis novedoso10: se estaba produciendo una ruptura dramtica entre una psicologa que se afirma materialista pero nicamente puede explicar comportamientos elementales, y una psicologa de fondo idealista que renuncia a hacer algo ms que una fenomenologa de las conductas complejas. La salida de la crisis pasa por desembocar en una explicacin materialista de las funciones psicolgicas superiores. En el instituto de psicologa de Mosc donde trabaja Vigotsky, la tarea se entiende como el intento de crear una psicologa marxista, formulacin fuertemente criticada por Vigotsky. No puede haber una psicologa marxista como no puede haber, por ejemplo, una mineraloga marxista. Lo que necesitamos es una psicologa cientfica, simplemente, y si imaginamos que la podemos obtener pegando citas de Marx sobre una psicologa no cientfica, nos encontramos en un burdo engao. No puede encontrarse en El capital de Marx una psicologa hecha a medida como la que buscamos. En ningn lugar se encuentra ciencia antes de la ciencia. Lo que puede encontrar la psicologa en El capital es infinitamente apreciado: de entrada un muy sugerente ejemplo de crtica de una ciencia en crisis, la economa poltica; y la superacin de esa crisis mediante una novedosa elaboracin conceptual apropiada y justamente eso es de lo que se trata en psicologa. Y ms directamente an, con el anlisis de la mecanizacin del trabajo, El capital nos sugiere una muy fecunda pista de investigacin para comprender de un modo materialista lo que es una funcin psicolgica superior: una actividad mediada no slo mediante la herramienta sino tambin mediante el signo. A travs del estudio del signo llegamos a entender el control de la conducta, el acto voluntario, la motivacin reflexiva y la personalidad misma. Vigotsky ha hecho algo ms que fundar una psicologa marxista de cartn piedra, ha fundado una va altamente productiva para una psicologa inteligente, tal y como Volshinov hizo para una lingstica perspicaz o Medvdev para una crtica literaria penetrante, y es justamente esto lo que ha dado cuerpo a un marxismo vivo.

Y es justamente eso lo que no poda tolerar el sistema estalinista, fundado en la entera concentracin de poder en una esttica lite autocrtica que deca a los investigadores marxistas: t no ests aqu para pensar por ti mismo, confrmate con poner en las formas prescritas el saber que detentas, bajo pena de algo peor. Vigotsky, marxista altamente creativo, de origen judo, pero tambin tuberculoso, muy probablemente se libr del campo estalinista por su muerte prematura en 1934; como Volshinov, muerto de la misma enfermedad en 1936; mientras que el primo de Vigotsky, David, tambin intelectual judo y activo marxista, as como Pavel Medvdev, fueron vctimas de las grandes purgas. Todo ha sido dicho, tanto sobre los crmenes del estalinismo como sobre la miseria terica del marxismo estalinista, pero, sin duda, no hemos vuelto a la abundante riqueza del marxismo sovitico de los aos 1920, riqueza que se anunciaba ya en los hervideros intelectuales de principios de siglo, en la poca de la Revolucin de 1905. En mi opinin, sigue subestimndose el extraordinario florecimiento de nuevas ideas que suscit la Revolucin de Octubre de 1917, de la cual pronto se celebrar su centenario. Si intentamos hacer un balance aproximativo de todo lo que ha germinado en el primer tercio del siglo XX en Rusia, desde las ciencias humanas a la creacin potica, literaria, teatral, pictrica, musical o cinematogrfica, desde las bases de la cosmonutica y de las teoras de la no linealidad en las ciencias de la educacin11, no podemos dejar de impresionarnos. A travs de una conmocin social inaudita y la ms sangrienta de las guerras civiles, la formidable dinmica de transformacin del mundo levanta muchos espritus por encima de ellos mismos y los empuja hasta puntos extremos de la invencin. Es con este rasero con el que se tiene que medir lo que el estalinismo destruy: una de las ms extraordinarias pocas de creacin cultural de la historia moderna. Y en el hogar de toda esa creatividad encontramos la inspiracin marxiana. Leamos o releamos el magnfico captulo final de la ltima obra de Vigotsky, Pensamiento y lenguaje12, resultado inacabado de una vasta reflexin sobre el signo y el sentido, dictado en su lecho de muerte. Esta obra de palpitante fertilidad fue guardada en un cajn a penas su autor fue enterrado y permaneci all durante dcadas. Pensamos en Lautremont: todo el agua del mar no llegara para lavar una mancha de sangre intelectual.

El caso Vigotsky es tristemente ejemplar de los perjuicios del estalinismo y de las grandes tonteras legadas a sus sucesores, Gorbachov a parte, hasta la Rusia actual de Putin. Habrn hecho falta cincuenta aos para que finalmente aparezca en Mosc ya no una edicin completa pero al menos una seleccin de las obras significativas de Vigotsky en seis volmenes. Pero todava hace falta ms para que esta edicin tan esperada no sea de una calidad deshonrosa, privada de todo aparato crtico, abarrotada de faltas, an con las viejas censuras Entre tanto, convirtindose Vigotsky en una gloria mundial de la psicologa, el heredero actual de los archivos familiares ha entendido qu tesoro posea y han cerrado un contrato de exclusividad con un editor canadiense que no ha procedido an a ninguna publicacin nueva, pero que provechosamente ha cerrado bajo llave privada una herencia literaria an muy incompletamente explorada. Consternante y amargante resultado de una enorme obra intelectual nacida bajo el signo de un resuelto anticapitalismo.

Pero el destino de la obra vigotskyana en los pases occidentales no ha tenido en su conjunto nada de glorioso. El amigo y colaborador de Vigotsky, Alexander Luria, neuropsiclogo reputado, consigui en los aos 1960 convencer a los psiclogos norteamericanos del gran inters que representaba la original obra vigotskyana. Aunque el primer resultado fue la aparicin en 1962 en Estados Unidos por parte de la gran editorial MIT Press de una lamentable traduccin de Pensamiento y lenguaje, este libro de un milln de caracteres se vio reducido a dos terceras partes en una versin privada de numerosos desarrollos crticos y experimentales as como amputado, de forma escandalosa, de prcticamente todas sus referencias al marxismo En 1978, otros investigadores americanos publicaron bajo el ttulo Mind in society un resumen de textos vigotskyanos sometidos a un tratamiento que los mismos autores calificaron de carnicera (tampering)13, la orientacin de este libro imprime sin complejos a la psicologa de Vigotsky un aire cultural tpicamente anglosajn que la desnaturaliza14.

El caso francs es an peor. A mediados de los aos 1980, aunque Vigotsky era ya conocido- lase reconocido, prcticamente en todo el mundo, desde Estados Unidos a Japn pasando por diversos pases de Europa, no haba ningn libro suyo traducido al francs cincuenta aos despus de su muerte Se trataba de algo ms que pura negligencia, como comprend, desolado al respecto, hablando con el gran amigo de Vigotsky, el psiclogo sovitico Alexis Leontiev, francfono y francfilo. Dirigiendo Editions sociales, la editorial comunista con medios limitados, adopt la tarea de poner fin a esta situacin indignante15. Si bien es cierto que este esfuerzo editorial ha facilitado el desarrollo de una corriente francfona de investigaciones vigotskyanas de gran calidad16, sta ha sido hasta el momento desatendida sistemticamente por los medios de comunicacin. Ms de 25 aos despus de la aparicin en francs de Pensamiento y lenguaje, seguida de la publicacin de una buena quincena de volmenes de Vigostky o sobre su obra, un peridico como Le Monde no ha pronunciado an ni una sola vez su nombre. Elocuente ejemplo, entre otros, de una discriminacin cultural obstinada, que reclama ser revisada.

Marx y la individualidad humana

Volvamos un instante al calificativo despectivo usado por Serge Zenkine. El autor caracteriza de sociologizante lo que a su modo de ver es la orientacin del pensamiento de Medvdev y Volshinov en sus investigaciones marxistas. Todo queda dicho sobre el pensamiento de Marx bajo este indestructible clich. Una reduccin impvida de lo humano no slo a lo social, sino tambin a un gastado sociologismo, lase un colectivismo mental indiferente a la individualidad, un objetivismo ignorante en cuanto a la subjetividad, en suma una visin deshumanizante de lo humano de la cual se puede intuir la prctica poltica de la que deriva, frente a lo que se situara, para nuestro honor, inseparable, el personalismo religioso. Y uno se ve obligado a estar de acuerdo, no slo con que el estalinismo ha sido una forma particularmente salvaje de despersonalizacin, sino tambin que ms all de ese cataclismo que llamamos el marxismo se presentaba sin complejos como una valorizacin unilateral de lo social, una llamada impvida a la colectivizacin, una atribucin del individuo al individualismo burgus y de la persona a la ideologa religiosa. Ejemplar, entre otros, es el signo de igualdad puesto por Bujarin entre marxismo y sociologa general; y si grandes marxistas se han alzado contra ese reduccionismo, tales como Gramsci, debemos en cambio reconocer que no fue sin embargo para valorizar el individuo hasta el nivel de importancia de las relaciones sociales. Que hay una evidente hostilidad en esta asimilacin del marxismo como puro y simple sociologismo es indudable, pero nadie puede negar que los marxistas la han hecho plausible por la manera como han comprendido, presentado, practicado y materializado el materialismo histrico.

V. Voloinov et ses proches Lningrad pendant lhiver 1924-25. Assis : M. Bakhtine, M. Judina, V. Voloinov, L. Pumpjanskij, P. Medvedev. Debout : lpouse de Vaginov, E.A. Baxtina, K. Vaginov

Ahora bien, no slo esa unilateral sociologizacin del marxismo no se encuentra en las fuentes de la obra de Marx, sino que las traiciona manifiestamente, hasta el punto que debe hacerse una explicacin histrica de ello. No intentaremos tratar aqu como merecera la inmensa cuestin del pensamiento marxiano y la individualidad humana17, simplemente sealaremos a grandes rasgos como tambin en ese mbito se encuentra Marx lejos de la vulgata tanto tiempo considerara como el marxismo. De alguna manera todo ello empieza en 1845 con el texto de excepcional importancia que es la 6 Tesis sobre Feuerbach, donde anuncia que la esencia humana digamos, eso que hace de nosotros lo humanos que somos no es algo abstracto inherente a cada individuo. Es, en su realidad, el conjunto de las relaciones sociales. Una lectura incomprensible de este enunciado concluye que en lugar de fijar la atencin en el individuo habra que hacerlo nicamente en las relaciones sociales. El pensamiento de Marx es radicalmente otro, como muestra claramente, un aos despus, La ideologa alemana: el secreto del individuo civilizado no reside en un imaginario natural en s mismo, sino en esa humanidad objetivada que es el conjunto de relaciones sociales. Es justamente apropindose del conjunto de relaciones sociales de forma siempre singular, que cada individuo hace en s un ser humano histricamente desarrollado. Desarrollo que constituye el nico fin en s mismo de la historia18. El nico sentido que tiene en efecto la historia para Marx, es aqul que nosotros le damos, haciendo del pleno y libre desarrollo de cada individuo un fin en s mismo. Es por ello que La ideologa alemana presenta la sociedad comunista en tanto se entienda como la nica donde el libre desarrollo de los individuos no es una frase vaca19. Es por ello que en el Manifiesto comunista leemos, frase inconcebible por quien haga del marxismo un sociologismo, que en la futura sociedad sin clases el libre desarrollo de cada uno es la condicin del libre desarrollo de todos20. Y es por ello tambin que al final del libro I de El Capital, resumiendo una ltima formulacin del resultado de la expropiacin de los expropiadores capitalistas, se caracteriza como el restablecimiento de la propiedad individual21, mediante la propiedad comunal de la tierra y de los medios de produccin, en contra de una colectivizacin estatal que desposea al productor directo: en el comunismo, cada uno debe devenir personalmente propietario asociado de los medios pblicos.

El crucial descubrimiento, mostrado por Vigotsky, segn el cual es en tanto que ser esencialmente social que el ser humano es ricamente individual, permite comprender que la obra de Marx es fecunda no slo en el campo de las ciencias sociales economa, sociologa, poltica, historia sino igualmente en el campo del conocimiento de la persona psicologa, psiquiatra, psicoanlisis, psicolingstica, psicosociologa, psicobiografa En este sentido, no dudamos en afirmar que la lectura althuseriana de Marx, de la cual no olvidamos todo lo que le debemos, tambin ha propagado ampliamente una versin gravemente mutiladora del materialismo histrico, amputado de su dimensin antropolgica que es importante restituir. Importancia de orden no slo terico, sino tambin, y ms urgente, poltico. Pues conocemos bien esa poltica considerada como la nicamente marxista, formada en la poca del proletariado de Germinal, que ve en la clase obrera una masa annima segura de s misma, poltica heteronmica que sita el sentido del combate fuera de sus combatientes, encerrada en una sabia doctrina, en un estado mayor autodesignado, y posteriormente, en un Estado omnipotente. Conocemos la grandeza heroica y la miseria final. Es tambin en esa poca que el marxismo es reducido por muchos a sociologa general. Contrariamente a esa posicin, la genialidad de Marx reside en haber descubierto en el capitalismo de la poca victoriana, mediante el profundo anlisis de lo que iba a significar la irrupcin de la ciencia en la produccin y de lo que anunci la iniciativa de los partidarios de la Comuna de Pars, la tendencia dominante de la historia contempornea al desarrollo integral del individuo trabajador, y haber pensado el comunismo en consecuencia, es decir, en trminos de autonoma solidaria de sus actores: La emancipacin de los trabajadores ser obra de los mismos trabajadores. Como bien ha mostrado Isabelle Garo en un texto reciente22: la subjetivacin colectiva no se puede producir ms que en la individualizacin creciente de los individuos, construyendo su propia conciencia crtica y participando en una lucha que nadie les impone.23, porque en Marx es manifiesto el rechazo a pensar cualquier colectivo como primordial en relacin al individuo24. Posicin importante para la transformacin en la actualidad: acabaremos con la aterradora alienacin histrica actual a travs de la ms intensa activacin de la iniciativa emancipadora en cada uno y cada una, creadora de un todos de calidad indita.

Mas entendemos tambin por qu esta dimensin esencial del pensamiento marxiano es por excelencia aquello que no puede admitir el antimarxismo, o, para retomar el trmino de Ricoeur, el amarxismo. Dnde iramos a parar si pareciera evidente que Marx no es simplemente el pensador ms resuelto del comunismo, sino tambin del personalismo ms creble? Mejor an, Marx es el luminoso terico de la emancipacin histrico-social porque en el mismo movimiento es el pensador del libre desarrollo biogrfico-personal. Desaparecera entonces la ltima buena razn para defender el mundo de la libre empresa Esto explica, en el fondo, el porqu del inexplicable rechazo por parte de la ideologa inmensamente dominante2525, en las investigaciones de inspiracin marxiana, se encuentra en lo referente al individuo, a la psique, a lo subjetivo. Un libro fecundo de un investigador marxista sobre la filosofa del lenguaje? Seguramente hay superchera Una novedosa aportacin sobre las funciones psicolgicas superiores de un psiclogo sovitico? Necesariamente irrelevante Aportes de gran valor para la comprensin de los hechos humanos han sido condenados al ostracismo que puede agravarse si no intervenimos enrgicamente con la amenaza presente de una antropologa anglosajona desconocedora de la cultura marxiana. Tenemos demasiados ejemplos de prejuicios tericos y prcticos as causados, desde las nocivas tonteras del todo es gentico hasta la irresponsable eliminacin de la frontera entre la psique del primate salvaje y la del humano socializado. La obra de Vigostky sigue siendo escandalosamente desconocida fuera del crculo de especialistas, ni Sartre, ni Foucault, ni Ricoeur, ni Bourdieu, se confrontaron a su pensamiento en sus reflexiones sobre la conciencia y la biografa. Nosotros hemos perdido mucho pero ellos tambin.

De verdad que debemos darnos prisa en popularizar el pensamiento marxiano de la individualidad y la subjetividad.

Lucien Sve

Traduccin de Ivan Gordillo para Marxismo Crtico.

Fuente: De laffaire Bakhtine au cas Vygotski. Marx penseur de lindividualit humaine

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1Esta es, por ejemplo, la frmula -ritual- que leemos bajo la pluma de Marina Yaguello, traductora y presentadora de Marxisme et philosophie du langage. Editions de minuit, 1977, p. 10.

2M. Bajtn, Pour une philosophie de lacte, Editions LAge dhomme, Lausana, 2003. (En una transliteracin convencional del ruso este nombre se escribe Bahtin).

3J-P. Bronckart, C. Bota,Bakhtine dmasqu Histoire dun menteur, dune escroquerie et dun dlire collectif, Droz, Ginebra, 2011. En castellano en Jean Paul Bronckart y Christian Bota (2011), Bajtn desenmascarado. Historia de un mentiroso, una estafa y un delirio colectivo, Antonio Machado Libros, Madrid, 2013, 491 pginas.

4Cf. S. Zenkine, Jean-Paul Bronckart, Cristian Bota, Bakhtine dmasqu, Cahiers du monde russe, n 52/4, 2011.

5No slo los libros firmados por Medvdev y Volshinov no son regalos del generoso Bajtn a sus amigos, sino que parece ser que eran ellos los generosos.

6Mikhal Bakhtine (V. N. Volochinov) [respetando estrictamente la presentacin del libro, L. S.],Le Marxisme et la philosophie du langage,op. cit., p. 8

7Subrayemos de paso que J.P. Bronckart y C. Bota no le niegan a Bajtn ningn mrito personal, aunque hay que reconocer en l a un mentiroso reincidente. Los lectores de su Rabelais (M. Bakhtine, Lovre de Franois Rabelais et la culture populaire au Moyen Age et sous la Reinassance, Gallimard, 1970) guardan un impresionante recuerdo de una obra importante. Lo que generalmente se ignora es su enorme deuda con Erns Cassirer, pues Bajtn no es solo un mentiroso sino tambin un plagiario voluntario (cf. en el libro de J.P. Bronckart y C. Bota, el punto 3.3 del captulo VI, La indulgencia por los plagios de Bajtn).

8Estas citas de Patrick Sriot provienen de su prefacio a V. N. Voloshinov, Marxismo y filosofa del lenguaje, Lambert-Lucas, Limonges, 2010.

9Cf. L. Vygotski,Conscience, inconscient, motions, La Dispute, 2003, p. 95-121.

10Cf.L. Vigotski,El significado histrico de la crisis en psicologa.

11Dentro de estos tres ltimos campos podramos citar, por ejemplo, grandes obras a menudo subestimadas, ver ignoradas, por el gran pblico de los pases occidentales: las de Konstantn Tsiolkovski, terico mayor de la astronutica, las de Andri Kolomogrov, uno de los matemticos ms creativos del siglo, y las de Antn Makrenko, pionero de la reeducacin de nios delincuentes.

12L. Vygotski,Pense et langage, traduction de Franoise Sve, La Dispute, 4edition, 2012. En castellano en L. Vygotski, Pensamiento y lenguaje, Ed. Paids Ibrica.

13L. S. Vygotsky , Mind in society, edited by Michael Cole, Vera John-Steiner, Sylvia Scribner, Ellen Souberman, Harvard University Press, Cambridge, Massachussetts, London, England, 1978. Debemos sin embargo apuntar los esfuerzos emprendidos a partir de los aos 1990 en Estados Unidos en favor de una recepcin ms exigente de la obra vigostkyana.

14Pueden encontrar numerosas precisiones y anlisis sobre la recepcin occidental de la obra vigotskyana en mi larga introduccin histrico-crtica al mayor libro de Vigotsky, Histoire du dveloppement des fonctions psychiques suprieures, traduccin de Franoise Sve, edicin preparada por Michel Brossard y Lucien Sve, La Dispute, 2013.

15La primera traduccin francesa de Pensamiento y lenguaje, realizada por mi esposa Franoise Sve, apareci en Editions sociales en 1985. Al mismo tiempo el editor suizo Delachaux et Niestl publicaron una seleccin de textos de Vygotski y estudios sobre su obra, Vigotsky aujourdhui, bajo la direccin de B. Schneuwly y J. P. Bronckart, 1985. Habiendo cesado este editor suizo su actividad, actualmente slo La Dispute edita en francs a Vygotki (un nombre que no tiene motivo ortogrfico en francs para aparecer con una y final). Con las apariciones previstas por este editor para 2013 de Histoire du dveloppement des fonctions psychiques suprieures y de un volumen de sus escritos consagrados a la paidologa, la gran parte de las obras mayores de Vigotsky sern finalmente accesibles a los lectores francfonos.

16El lector se puede hacer una idea leyendo los dos excelentes volmenes de estudios aparecidos en La Dispute bajo la direccin del psiclogo Yves Clot, Avec Vigotsky, 1999, 2 ed. 2002. Y Vigotsky maintenant, 2012.

17Personalmente he consagrado una gran parte de mi trabajo terico, desde Marxismo y teora de la personalidad (1969) hasta el segundo tomo de mi tetraloga Penser avec Marx aujourdhui consagrada a la cuestin del hombre (La Dispute, 2008) y a mi reciente libro Alination et mancipation, prcd de Urgence de communisme, et suivi de K. Marx, 82 textes du Capital sur lalination, La Dispute, 2012.

18Cf. en particular K. Marx, Manuscrits de 1857-1858 dits Grundrisse, Editions sociales, 2012, p. 446-447; K. Marx, Le Capital, Libro III, tomo 3, Editions sociales, 1960, p. 198-199.

19K. Marx, F. Engels, Lidologie allemande, Editions sociales, 1976, p. 445 (Traduccin revisada por mi).

20K. Marx, F. Engels, Manifest du parti communiste, Editions sociales, edicin bilinge, 1972, p. 89.

21K. Marx, Le Capital, Libro I, Editions sociales, 1983 o PUF/Quadrige, 1993, p. 857. (subrayado mo).

22Individu, classe, parti: politique et subjectivation, en I. Garo, Marx et linvention historique, Syllepse, 2012, p. 47-76.

23Ibid., p. 61.

24Ibid., p. 71. Es por ello, como indic Jean Jacques Goblot en un estudio sobre Lnine et la gense du stalinisme (cf. J.J. Goblot, Essais de critique marxiste, La Dispute, 2011), Marx fue ms lejos que Lenin, a quin el capitalismo ruso haba mostrado la eficacia, falaz, de la disciplina de la fbrica.

25Recuperando una formulacin del gran psiquiatra comunista Lucien Bonnaf. Cf. su estimulante libro, Dans cette nuit peuple, 18 textes politiques de Lucien Bonnaf, psychiatre, Editions sociales, 1977.