CESION DE BOLETO

DOCTRINA:A la cesión de boleto efectuada en una subasta, no se le otorga efec-

tos jurídicos si no ha sido formalizado por escritura pública.

Tribunal: Cámara Federal de Apelación de Mar del Plata.Autos: “O.S.E.C.A.C. c/Arizona SACIFIA s/Ejecución fiscal”.Fecha: 1º de marzo de 2001.

FALLO:Mar del Plata, 1 de marzo de 2001.

Y Vistos: Estos autos caratulados: “O.S.E.C.A.C. c/Arizona SACI-FIA s/Ejecución fiscal”, expte. Nº 5407 del registro interno de esteTribunal, provenientes del Juzgado Federal Nº 2, Secretaría Nº 5de la ciudad de Mar del Plata.

Y Considerando:Que arriban estas actuaciones a la Alzada en virtud del recur-

so de revocatoria con apelación en subsidio impetrado por la ad-quirente en subasta (cedente) juntamente con la cesionaria del in-mueble de marras, a fs. 281/283, contra la resolución del Juez degrado obrante a fs. 280 que ordena no autorizar la cesión de bo-leto efectuada en autos a favor de un tercero.

NOTA A FALLO

Estamos frente a una sentencia de Cámara por la cual se resuelve no autorizar la ce-sión de boleto efectuada en la subasta de los autos “O.S.E.C.A.C. c/Arizona SACIFIAs/Ejecución fiscal”.

Veamos primero dónde estamos situados jurídicamente, conforme las normas de fon-do que corresponden. Es sabido, y vale repetirlo, que de acuerdo a la estructura de VÉLEZ

respecto al Derecho Real de Dominio, éste se constituye por el título causal (contrato redac-tado en escritura pública) y el modo (entrega de la posesión del inmueble) (Arts. 1184, 577y ccds. del C.C.) que se cumplimenta por la entrega y toma de posesión de la cosa. Es decir,que antes de ella se tiene solamente un derecho personal. En este caso, nos encontramoscon una compraventa en subasta donde rige la excepción establecida en el Art. 1184 delCódigo Civil “deben ser hechos en escritura pública, con excepción de los que fuesen cele-brados en subasta pública: 1º) Los contratos que tuviesen por objeto la transmisión de bie-

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Se agravia del criterio empleado por el a quo –aplicación delartículo 1184 1er. párrafo del Código Civil–, por cuanto no surgede autos que se haya consolidado el dominio del bien a su favor,por no haber tomado posesión del inmueble comprado en subas-ta y por ende no habiendo todavía adquirido el derecho personalemergente del boleto judicial oportunamente concertado, el mis-mo es cesible a través de los escritos presentados en el expedien-te. Es decir, no es necesaria la escritura pública para instrumentarla transmisión.

Resumidos los agravios, corresponde que nos adentremos enel tratamiento de la cuestión suscitada como litigiosa.

A fin de arribar a una solución adecuada respecto del themadecidendum debemos realizar una interpretación armónica de losartículos 586, 587 del código de rito y el artículo 1184 del CódigoCivil.

Es importante destacar que la aquí cedente de los derechos yacciones de boleto de compraventa (Sra. Arsenia Puerto) ha ad-quirido la propiedad del inmueble de marras por medio de subas-ta judicial (conforme surge de fs. 290), en virtud de lo cual nosencontramos en la esfera de lo reglado por los artículos 575 yccds. de la ley ritual, normativa que restringe sensiblemente la vo-luntad de las partes.

Dicho acto judicial –remate– de acuerdo dimana de las cons-tancias de autos y según reconoce la propia actora, no ha queda-do aún perfeccionado, ello a la luz del artículo 586 del C.P.C.C.N.

nes inmuebles, en propiedad…”. Ello es así porque por imperium del proceso, el título seformaliza por lo actuado a partir del auto que ordena la subasta hasta la aprobación del re-mate, y el modo se cumplimenta por el auto que ordena se libre oficio para que el oficial dejusticia ponga en posesión al adquirente. Vale entonces que, cumplido con los dos requisi-tos nos encontramos frente a la transmisión del dominio dentro de la excepción ya señala-da del Art. 1184. De esta forma, el dominio ya está transmitido, resta cumplir entonces conla inscripción en el Registro de la Propiedad para su publicidad y oponibilidad a terceros(Art. 2505 del C.C.). Como el interesado no puede llevar consigo el expediente judicial, loque sería un tanto molesto, el Código de Rito establece dos formas distintas de lograr undocumento portante de ese derecho o testimonio expedido por el Juzgado de las piezasmás importantes del proceso, o por Acta de Protocolización requerida por el adquirente aun notario. Hacemos notar que este último documento es escritura por estar inserto en elprotocolo, pero es acta porque carece de contenido negocial estando el notario por ejem-plo en este caso, exento de cumplir con el Art. 23 de la Ley 17.801, respecto de los certifi-cados registrales. Estos conceptos están recogidos y destacados en la sentencia que comen-tamos, precisando: “…de allí que solamente haya podido transmitir derechos y/o accio-

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Razón por la que no se han podido desarrollar a esta instancia losactos posteriores propios a la aprobación de la subasta, por ejem-plo escrituración (según lo normado por los artículos 587 y ss. delcódigo de rito), por lo que no se ha perfeccionado aun el derechoreal de dominio en cabeza de la adquirente. Destacamos estas cir-cunstancias a fin de precisar cuál es la situación jurídica en la quese encuentra la aquí cedente.

De allí que solamente haya podido transmitir derechos y/oacciones, pero no el derecho real de dominio. Y es aquí dondedebemos traer a colación el artículo 1184 del Código Civil queimpone la obligación de realizar por escritura pública la cesión deeste tipo de acciones o derechos. La referida norma debe comple-tarse con lo establecido por el artículo 1185 que caratula de noconcluidos a los actos que debiéndose formalizar por escriturapública no cumplen con tal recaudo; reduciendo sus efectos sola-mente entre las partes.

Entonces, concluimos que no se puede otorgar efectos jurídi-cos al contrato de cesión de derechos y acciones del boleto decompraventa que dimana a fs. 278 vta., toda vez que no ha sidootorgado por escritura pública, sino tan sólo por instrumento pri-vado con firmas certificadas ante notario.

Y por otra parte es dable destacar que el entuerto se en-cuentra dentro del marco de una subasta judicial, instituto quegenera efectos jurídicos especialísimos; tan sólo observemos queel propio artículo 1184 en su primera parte exime de escritura pú-

n e s , pero no el derecho real de dominio”. Concordamos hasta aquí plenamente con el fa-llo, por lo tanto el acto válido para esa transmisión de derecho (por ser personal) deviene dela figura de la cesión. La “controversia” se produce con respecto a la forma del documentoque la contiene. Recordamos que el Art. 973 del C.C. establece “La forma es el conjuntode las prescripciones de la Ley respecto de las solemnidades que deben observarse al tiem-po de la formación del acto jurídico; tales son: la escritura del acto, la presencia de testigos,que el acto sea hecho por escribano público o por un oficial público o con el concurso deljuez del lugar”. Continuando con el Art. 974 y concordantes, que dice: “Cuando por esteCódigo o por las leyes especiales no se designe forma para algún acto jurídico, los interesa-dos pueden usar de las formas que juzgaren convenientes”. Nos trasladamos ahora al Títu-lo IV del Libro II de la Cesión de Créditos y su Art. 1434 dice “Habrá cesión de crédito,cuando una de las partes se obliga a transferir a la otra parte el derecho que le competecontra su deudor, entregándole el título del crédito, si existiese”. Es indudable que frente aeste plexo de normas la cesión de derechos y acciones del boleto de compraventa que di-mana de los autos referidos tiene plenos efectos jurídicos tal como ha sido otorgada. Nosresta considerar la resolución contraria del Tribunal sentenciante que expresó: “Y en el caso

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blica al acto que se desarrolló en subasta pública. Y ello es asíporque el expediente judicial tiene un valor probatorio incontro-vertible, porque proviene del organismo jurisdiccional, cuyas com-probaciones son irreversibles. De allí, que el juzgador a quien toquedecidir debe ser sumamente exigente y celoso del cumplim i e n t ode la normativa vigente que rodea cada acto, a fin de respon-der a la fe de la que goza la actuación judicial.

Y en el caso de marras, se observa que se ha realizado unacesión de derechos y de acciones sin el cumplimiento de los debi-dos recaudos formales y sin el control judicial pertinente. Por loque mal puede la cedente pretender oponer un acto jurídico sinhaber respetado cabalmente los requisitos legales pertinentes ymenos aún pretender la venia judicial cuando escapa al juzgadorde grado el debido control de las circunstancias que rodearon eltraspaso.

En consecuencia y por los argumentos expresados ut supra yde acuerdo a lo normado por los artículos 575, 586, 587 y ccds.del código de rito y artículos 1184 y 1185 del Código Civil, esteTribunal

RESUELVE:Confirmar el resolutorio puesto en crisis de fs. 280 y en con-

secuencia no autorizar la cesión de boleto efectuada en autos afavor de un tercero (cfr. artículos 575, 586, 587 y ccds. delC.P.C.C.N. y artículos 1184 y 1185 del Código Civil).

Regístrese, notifíquese y devuélvase. - Alejandro OsvaldoTazza. Juez de Cámara. Jorge Ferro. Juez de Cámara. ❏

de marras, se observa que se ha realizado una cesión de derechos y de acciones sin el cum-plimiento de los debidos recaudos formales y sin el control judicial pertinente”. A sus efec-tos esgrime el Art. 1184 del C.C. diciendo que éste “…impone la obligación de realizar porescritura pública la cesión de este tipo de acciones y derechos”. Lamentablemente el Tribu-nal soslaya frente a este artículo que consta de 11 incisos en señalar en cuál de ellos centrasus dichos. Repasando la norma encontramos que los incisos que enumera referidos a la ce-sión de derechos son el sexto “…la cesión, repudiación o renuncia de derechos heredita-rios” y el noveno “…la cesión de acciones o derechos procedentes de actos consignados enescritura pública”. Es indudable que ninguno de ellos legisla sobre el tipo de cesión que es-tamos tratando, así como de los restantes incisos puede inferirse que comprende la misma.Por todo ello estamos en desacuerdo, respetuosamente, con el fallo, dejando a salvo queestos conceptos los vertimos frente a la ignorancia de la norma precisa que esgrime el Tri-bunal para su resolución.

Oscar Eduardo Sarubo

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