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 umanidades Karl R Popper a miseri del historicismo El libro de bolsillo Filosofía Alianza Editorial

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    Karl R. Popper

    La miseria del historicismo

    El libro de bolsillo Filosofa Alianza Editorial

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    10 NOTA HISTRICA if~' ~\l)

    aparecido en forma de libro una traduccin italiana (Miln, 1954) y una traduccin francesa (Pars, 1956)1. El texto de la presente edicin ha sido revisado y se han hecho algunas adi-cwnes.

    l. Posteriormente a la aparicin de la edicin inglesa (1957), se han publi-cado la rabe (1957), la alemana (1960) y la japonesa {1960). {N. del T] ,

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    Prlogo

    l Intent demostrar en La miseria del historicismo>> que el his-toricismo es un mtodo indigente -un mtodo que no da fru-tos-. Pero no refut realmente el historicismo.

    Ms tarde consegu dar con una refutacin del hisloricis-mo: mostr que, por razones estrictamente lgicas, nos es im-posible predecir el curso futuro de la historia.

    El argumento est contenido en un ensayo que publiqu en 1950, intitulado El indeterminismo en la fsica clsica y en la fsica cuntica>>; pero ya no estoy satisfecho de ese ensayo. Un tratamiento ms satisfactorio puede encontrarse en un captulo sobre el indeterminismo que forma parte dd Post-scriptum: Despus de veinte mios, apndice de la nueva edi-cin de mi Lgica de la investigacin cientifica1

    Con el fin de informar al lector de estos resultados ms re-cientes me propongo dar aqu, en unas pocas palabras, un bosquejo de la refutacin del historicismo. El argumento se puede resumir en cinco proposiciones, como sigue:

    l. The Logic o(Scientific Discovery, Londres, 1959. [Versin castdlana de Vctor Snchez de Zavala, Madrid, Tecnos, 1962.]

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    12 PRLOGO

    l. El curso de la historia humana est fuertemente influi-do por el crecimiento de los conocimientos humanos. (La verdad de esta premisa tiene que ser admitida aun por los que ven nuestras ideas, incluidas nuestras ideas cientficas, como el sub-producto de un desarrollo ma-terial de cualquier clase que sea.)

    2. No podemos predecir, por mtodos racionales o cien-tficos, el crecimiento futuro de nuestros conocimien-tos cientficos. (Esta asercin puede ser probada lgi-camente por consideraciones esbozadas ms abajo.)

    3. No podemos, por tanto, predecir el curso futuro de la historia humana.

    4. Esto significa que hemos de rechazar la posibilidad de una historia terica; es decir, de una ciencia histrica y social de la misma naturaleza que la fisica terica. No puede haber una teora cientfica del desarrollo histri-co que sirva de base para la prediccin histrica. .

    5. La meta fundamental de los mtodos historicistas ' (vanse las secciones 11 a 16 de este libro) est, por lo tanto, mal concebida; y el historicismo cae por su base.

    El argumento no refuta, claro est, la posibilidad de toda. clase de prediccin social; por el contrario, es perfectamente_ compatible con la posibilidad de poner a prueba teoras so.-ciolgicas -por ejemplo teoras econmicas- por medio de una prediccin de que ciertos sucesos tendrn lugar bajo cier" tas condiciones.~lo refuta la posibilidad de predecir sucesos_ histricos en tarto puedan ser influidos por el crecimiento de nuestros conocimient~

    El paso decisivo en este argumento es la proposicin (2). Creo que es convincente en s misma: si hay en realidad un crecimiento de los conocimientos humanos, no podemos antici-par hoy lo que sabremos slo maana. Esto, creo, es un razo-namiento slido, pero no equivale a una prueba lgica de la proposicin. La prueba de (2) que he dado en las publicado-

    PROLOGO 13

    nes mencionadas es complicada, y no me sorprenden a que se pudiesen encontrar pruebas ms simples. Mi prueba consiste

    _ .en mostrar que~gn predictor cientfico -ya sea hombre o mquina- tiene la posibilidad de predecir por mtodos cientfi-cos sus propios resultados futur~El intento de hacerlo slo puede conseguir su resultado despus de que el hecho haya tenido lugar, cuando ya es demasiado tarde para una predic-cin; pueden conseguir su resultado slo despus que la pre-diccin se haya convertido en una retrodiccin.

    Este argumento, como es puramente lgico, se aplica a pre-dictores cientficos de cualquier complejidad, inclusive

  • 14 PRLOGO

    quise aludir al ttulo del libro de Marx La miseria de la filo-sofa, a su vez una referencia a Filosofa de la miseria, de Proudhon.

    Penn, Buckinghamshire, julio de 1957

    K. R.P.

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    Introduccin

    El inters cientfico por las cuestiones sociales y polticas no es menos antiguo que el inters cientfico por la cosmologa y la fsica; y hubo perodos en la Antigedad (estoy pensando en la teora poltica de Platn y en la coleccin de constitucio-nes de Aristteles) en los que poda parecer que la ciencia de la sociedad iba a avanzar ms que la ciencia de la naturaleza. Pero con Galileo y Newton la fsica hizo avances inesperados, sobrepasando de lejos a todas las otras ciencias; y desde el tiempo de Pasteur, el Galileo de la biologa, las ciencias biol-gicas han avanzado casi tanto. Pero las ciencias sociales no parecen haber encontrado an su Galileo.

    fDadas estas circunstancias, los estudiosos que trabajan en una u otra de las ciencias sociales se preocupan grandemente por problemas de mtod:,1y gran parte de su discusin es lle-vada adelante con la m1rada puesta en los mtodos de las ciencias ms florecientes, especialmente la fsica. Un intento consciente de copiar el mtodo experimental de la fsica fue, por ejemplo, el que llev, en la generacin de Wundt, a una reforma de la psicologa; de la misma forma que, desde Stuart Mili, ha habido repetidos intentos de reformar a lo largo de l-neas parecidas el mtodo de las ciencias sociales. En el campo

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    16 LA MISERIA DEL HISTORICISMO

    de la psicologa puede que estas reformas hayan tenido algn xito, a pesar de muchas desilusiones. Pero en las ciencias so-ciales tericas, fuera de la economa, poca cosa, excepto des-ilusiones, ha nacido de estos intentos. Cuando se discutieron estos fracasos, pronto fue planteada la cuestin de si los m-todos de la fsica eran en realidad aplicables a las ciencias so-ciales. No era quiz la creencia obstinada en su aplicabilidad la responsable de la muy deplorada situacin de estos estu-dios?

    La pregunta sugieFe una sencilla forma de clasificar las es-cuelas que se interesan por los mtodos de las ciencias menos afortunadas. Segn su opinin sobre la aplicabilidad de los mtodos de la fsica, podemos clasificar a estas escuelas en pronaturalistas o antinaturalistas; rotulndolas de

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    1' 18 LA MISERIA DEL I!ISTOIUCISMO f': tacin de discutir sobre si cualquiera de los argumentos aqu ~, examinados pertenecen o no real, propia o esencialmente al ' historicismo, o lo que la palabra

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    20 l. J.AS DCTRINAS ANTJNATURALISTAS

    El historicismo afirma que la relatividad histrica de las le-yes sociales hace que la mayora de los mtodos de la fsica sean inaplicables a la sociologa. Los argumentos historicistas tpicos sobre los que se basa este punto de vista se refieren a la generalizacin, al mtodo experimental, a la complejidad de los fenmenos sociales, a la dificultad de una prediccin exacta y a la importancia del esencialismo metodolgico. Tra-tar de estos argumentos por ese orden.

    l. Generalizacin

    La posibilidad de la generalizacin y su xito en las ciencias fsicas descansa, segn el historicismo, en la uniformidad ge-neral de la Naturaleza, en la observacin -quiz mejor descri-ta como supuesto- de que en circunstancias semejantes ocu-rrirn cosas semejantes. Este principio, al que se supone vli-do a travs del espacio y del tiempo, es considerado como la base del mtodo de la fsica.

    i!l historicismo insiste en que este principio es necesaria- mente inaplicable en sociolog~ircunstancias semejantes ( slo se repiten dentro de un determinado perodo histrico. t La semejanza nunca persiste de un perodo a otr'2Ji:e aqu que no haya en la sociedad uniformidades a largo plazo sobre 1 las que se puedan basar generalizaciones a largo plaz~esto i es, si dejamos a un lado regularidades triviales, como las des- f critas por la perogrullada de que Jos seres humanos siempre ~ viven en grupos, o de que el suministro de ciertas cosas es li-mitado y el suministro de otras, como el aire, ilimitado, y que slo las primeras pueden tener valor de cambio o de mercado.

    Un mtodo que ignore esta limitacin y que intente gene-ralizar uniformidades sociales supondr implcitamente, se- ~.:: , gn el historicismo, que las regularidades en cuestin son r . semgiternas; as que un punto de vista metodolgico ingenuo ;.

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    l. GENERALIZACIN 21

    -el punto de vista de que el mtodo de la generaliza:Sn pue-de ser tomado de la fsica por las ciencias sociales- pwducir una teora sociolgica fulsa y peligrosamente engaosa. Ser una teora que niegue que la sociedad se desarrolla; o qm alguna vez cambia en algo de importancia; o que los desarrdlos so-ciales, si los hay, pueden afectar las regularidades bsicas de la vida social.

    Los historicistas destacan a menudo que detrs de e~:tas teo-ras equivocadas hay un propsito escondido e interesado; y, en efecto, el supuesto de la existencia de unas leyes sociolgi-cas incambiables puede emplearse fcilmente para fines bas-tardos .. Puede aparecer primero bajo la forma del argumento de que se han de aceptar las cosas indeseables o desagt adables porque estn determinadas por invariables leyes mcturales. Por ejemplo, las inexorables leyes>> de la economa han sido invocadas para demostrar la futilidad de la intervencin legal en la contratacin de los salarios. Un segundo mal uso intere-sado de la suposicin de una persistencia es el fomen1o de un sentimiento general de inevitabilidad, y, en consecuencia, de una disposicin a soportar lo inevitable con calma y >in pro-testa. Lo que ahora es, siempre ser, y el intento de influir en la marcha de los acontecimientos, o incluso de enjuiciarla, es ridculo: uno no discute las leyes naturales, y el intento de de-rrocadas slo puede llevar al desastre.

    Estos son, dice el historicista, los argumentos conserva-dores, interesados e incluso fatalistas, corolario inevitable de la peticin de que se adopte en sociologa un mtodo na-turalista.

    El historicista se opone a estos argumentos sosteniendo que las uniformidades sociales son muy diferentes de las de las ciencias naturales. Cambian de un perodo histrico a otro, y es la actividad humana la fuerza que las cambia. Por-que las uniformidades sociales no son leyes naturales, sino obra del hombre; y aunque se pueda decir que dependm de la naturaleza humana, esto es as porque la naturaleza h11mana

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    22 l. LAS DOCTRINAS ANTlNATURALISTAS 1-, l~c: tiene el poder de alterarlas y quiz de controlarlas. Por tanto, "' c ... las cosas pueden mejorar o empeorar: la reforma activa no es f? necesariamente ftil. J

    Estas tendencias del historicismo atraen a los que sienten la f. llamada de la actividad, la llamada de la intervencin, espe- i: cialmente en los asuntos humanos, negndose a aceptar f como inevitable el estado de cosas existente. Esta tendencia ~. hacia la actividad y contra cualquier clase de complacencia , puede llamarse actvsmo>>. Dir algo ms sobre las relacio ~l-.... .. nes entre el historicismo y el activismo en las secciones 17 , .. y 18; pero puedo citar aqu la conocida exhortacin de un fa- ;e maso historicista, Marx, que expresa la actitud activista de ~; forma muy llamativa: 1

    2. Mtodo experimental

    La fsica usa el mtodo experimental; esto es, introduce con- [ troles artificiales, aislamientos artificiales, y as consigue la ; repeticin de condiciones semejantes y la consiguiente obten- r cin de ciertos efectos. Es obvio que este mtodo est basado : en la idea de que cuando las circunstancias sean semejantes ocurrirn cosas semejantes.:El historicismo sostiene que este ~.; mtodo no es aplicable en sociologa. Ni siquiera sera til si f i fuese aplicable. Porque como las condiciones semejantes ocu ~! rren siempre dentro de los lmites de un perodo determina-, do4 el resultado de un experimento tendra importancia y : consecuencias muy limitadas. Adems, el aislamiento artifi l cial eliminara precisamente aquellos factores que ms im , portancia tienen para la sociologa. Robinson Crusoe y su i

    l. Vase la undcima de sus Tesis sobre Feuerbach (1845); vase tambinl la seccin 17, ms adelante.

    3. NOVEDAD 23

    economa individual aislada no podr nunca ser un modelo valioso para una economa cuyos problemas nacen .xecisa-mente de la interaccin econmica de individuos y grupos.

    Adems, se sostiene que cualquier experimento realmente valioso es imposible.: Los experimentos sociolgicm. a gran escala nunca son experimentos en el sentido fsico. No estn hechos para hacer progresar al conocimiento como :al, sino para conseguir el xito poltico. No son llevados a cabo en un laboratorio aislado del mundo exterior; por el contrario, el mero hecho de que sean llevados a cabo, cambia las condicio-nes de la sociedad. Nunca pueden ser repetidos precisamente bajo las mismas condiciones, ya que estas condicione> fueron cambiadas por su primera ejecucin.

    3. Novedad

    El argumento que se acaba de mencionar merece mayor estu-dio. El historicismo, he dicho, niega la posibilidad de repetir experimentos sociales en gran escala en condiciones precisa-mente equivalentes, ya que las condiciones de la segunda eje-cucin tienen que estar influidas por el hecho de que el ex-perimento se llev a cabo antes. Este argumento reposa so-bre la idea de que la sociedad, como un organismo, posee una especie de memoria de lo que corrientemente llamamos su historia.

    En biologa podemos hablar de la historia vital de un orga-nismo, ya que un organismo est parcialmente condicionado por sucesos pasados. Si estos sucesos son repetidos pierden, para el organismo que los experimenta, su carcter de nove-dad, y toman un tinte habitual. Sin embargo, sta es precisa-mente la razn por la que la experiencia del suceso repetido no es la misma que la experiencia del suceso original, la razn por l.-que la experiencia de una repeticin es nueva. La repeticin de sucesos observados puede corresponder al nacimiento de

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    24 l. LAS DOCTRINAS ANTINATURALISTAS ;

    experiencias nuevas en un observador. Como forma hbitos , : . nuevos, la repeticin produce condiciones nuevas, habituales. ~ La suma total de las condiciones -internas y externas-, en las }; cuales repetimos un cierto experimento, sobre un nico e idn- ~ tico organismo, no puede, por tanto, ser lo bastante semejante f para que podamos hablar de una repeticin genuina. Porque ~ incluso una repeticin exacta de condiciones ambientales se ~combinara con nuevas condiciones internas en el organismo:~el organismo aprende por experiencia. l

    Esto mismo, segn el historicismo, es verdad para la sock ~ dad, ya que la sociedad tambin tiene experiencias: tambin ,, tiene su historia. Puede que slo aprenda lentamente de las re- ~peticiones (parciales) de la historia, pero es indudable que, en ~ efecto, aprende en la parcial medida en que est condicionada por su pasado. Las tradiciones y las lealtades y resentimientos ~. tradicionales, la confianza y desconfianza, no podran de otra ~ forma jugar su importante papel en la vida social. Una repet- cin real tiene, por tanto, que ser imposible en la historia social, i y esto significa que hay que esperar el surgimiento de sucesos ' de carcter intrnsecamente nuevo. Puede que la historia se re- ' pita -pero nunca en el mismo nivel-, especialmente si los acon-tecimientos en cuestin tienen importancia histrica y si ejer-cen una influencia duradera sobre la sociedad.

    En el mundo descrito por la fsica nada puede ocurrir que i sea verdadera e intrnsecamente nuevo. Quiz se invente un : nuevo aparato, pero siempre podremos analizarlo como una 1 combinacin distinta de elementos que ciertamente no son f nuevos. La novedad en fsica es meramente una novedad de arreglos o combinaciones. En directa oposicin con esto, la f novedad social, como la novedad biolgica, es, insiste el his-toricismo, una novedad de tipo intrnseco. Es una novedad 1 real, imposible de reducir a una mera novedad de combina- ciones. Porque en la vida social, los factores ya conocidos ~- arreglados en forma nueva no son nunca en realidad los mis- mos factores conocidos. All donde nada puede repetirse con ; .

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    3. NOVEDAD 25

    precisin, siempre tiene que estar surgiendo la verdadera no-vedad. Esto, se sostiene, concierne a todo estudio del desarro-llo de nuevos estadios o perodos de la historia, cada uno de los cuales difiere intrnsecamente de cualquiera de los dems. 1 El historicismo afirma que nada tiene mayor importancia ' que el nacimiento de un perodo realmente nuevo. Este as-

    pecto importantsimo de la vida social no puede ser invest-gado siguiendo las lneas acostumbradas para explica1 las no-vedades del reino de la fsica, es decir, vindolas como nuevos arreglos de elementos familiares. Incluso si los mtodos nor-males de la fsica fuesen aplicables a la sociedad, nunca seran aplicables a sus rasgos ms importantes: su divisin e11 pero-dos y el surgimiento de la novedad. Una vez que comprende-mos la relevancia de la novedad social, quedamos forzados a abandonar la idea de que la aplicacin de mtodos fsicos or-dinarios a los problemas de la sociologa puede ayudarnos a entender los problemas del desarrollo social.

    Queda otro aspecto de la novedad social. Hemos visto que de todos y cada uno de los sucesos sociales, de cada uno d~ los he-chos de la vida social, se puede decir que, en cierto sentido, es nuevo. Puede ser clasificado con otros hechos; puede mcluso parecerse a esos hechos en ciertos aspectos, pero siempre ser nico en un determinado aspecto. Esto nos lleva, er cuanto concierne a la explicacin sociolgica, a una situacin que es marcadamente diferente de la de la fsica. Es concebible que por medio del anlisis de la vida social seamos capaces de descubrir y de entender intuitivamente, cmo y por qu ocurri un deter-minado suceso; que entendamos claramente sus caus.?s y sus efectos, las fuerzas que lo ocasionaron y su influencia sobre otros sucesos. Sin embargo, puede que a pesar de esto encontremos que somos incapaces de formular leyes generales qm sirvan para describir en trminos generales estos laws causal.~s. Por-que quiz slo sea esta situacin sociolgica particular, y ningu-na otra, la que quede correctamente explicada por las particula-res fuerzas que hemos descubierto. Y estas fuerzas pueden muy

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    26 l. LAS DOCTRINAS ANTTNATURALISTAS

    bien ser nicas e irrepetibles; quiz surjan slo una vez, en esta situacin social particular y nunca ms.

    4. Complejidad

    La situacin metodolgica que se acaba de esbozar tiene otros aspectos. Uno que se ha discutido muy frecuentemente (y que no se va a discutir aqu) es el papel sociolgico de ciertas per-sonalidades nicas. Otro de estos aspectos es la complejidad de los fenmenos sociales. En fsica nos enfrentamos con una ma-teria que es mucho menos complcada; a pesar de esto, an simplificamos ms las cosas artificialmente por el mtodo del aislamiento experimental. Puesto que este mtodo no es apli-cable en sociologa, nos encontramos con una doble compleji-dad -una complejidad que nace de la imposibilidad del aisla-miento artificial-, y una complejidad debida al hecho de que la vida social es un fenmeno natural que presupone una vida mental de los individuos, es decir psicologa, que a su vez pre-supone la biologa, que a su vez presupone la qumica y la fsi-ca. El hecho de que la sociologa est en el ltimo lugar de esta jerarqua de las ciencias nos muestra claramente la tremenda complejidad de los factores implicados en la vida social. Aun-que hubiese uniformidades sociolgicas inmutables, como las uniformidades del campo de la fsica, pudiera muy bien ocu-rrir que fusemos incapaces de encontrarlas, dada su doble complejidad. Pero si no podemos encontrarlas, no tiene objeto el mantener que a pesar de esto existen.

    5. Inexactitud de la prediccin

    Se mostrar en la discusin de sus doctrinas pronaturalistas que el historicismo se inclina a destacar la importancia de la prediccin como una de las tareas de la ciencia. (En este res- ;,

    5. INEXACTITUD DE LA PREDICCION 27

    pecto estoy de acuerdo con l, aunque no creo que la profeca histrica sea una de las tareas de las ciencias sociales.) ~in em-bargo, el historicismo arguye que la prediccin socid tiene que ser muy difcil, no slo por causa de la complejidad de las estructuras sociales, sino tambin por causa de una compleji-dad peculiar que nace de la mutua conexin entre las predic-ciones y los sucesos predichos.

    'La idea de que una prediccin puede influir sobre el suceso predicho es muy antigua. Edipo, en la leyenda, mata a su pa-dre, a quien nunca haba visto, y esto era el resultado directo de la profeca que hizo que su padre le abandonase. E1.ta es la razn que me hace sugerir el nombre de para la influencia de la prediccin sobre el suceso predicho (o, ms generalmente, para la influencia de una informacin sobre la situacin a la que la informacin se refiere), ~;ea esta influencia en el sentido de hacer que ocurra el suceso previs-to, sea en el sentido de impedirlo.

    Los historicistas han destacado recientemente que esta cla-se de influencia puede ser importante en las ciencias sociales; que puede aumentar la dificultad de conseguir predicciones exactas y puede poner en peligro su objetividad. Dicen que se seguiran consecuencias absurdas de la suposicin de que las ciencias sociales pudieran ser desarrolladas tanto como para permitir predicciones cientficas precisas de toda das.~ de he-chos y sucesos sociales, y que esta suposicin, por tanto, pue-de ser refutada por razones puramente lgicas. Porque si lle-gase a ser construido un calendario social cientfico de esta clase y luego llegase a ser conocido (no se podra mantener secreto por mucho tiempo, porque en principio podra ser descubierto de nuevo por cualquiera), sera ciertamente la causa de actos que echaran por tierra sus predicciones. Su-pngase, por ejemplo, que se dijera que la cotizacin de las acciones iba a subir durante tres das para luego caer. Clara-mente, todos los relacionados con ese mercado vend.!ran al tercer da, causando una cada prematura en las cotizaciones y

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    28 1. LAS DOCTRINAS ANTINATURALISTAS ' 6. OBJETIVIDAD Y VALORACIN 29

    refutando la prediccin. En pocas palabras, la idea de un calen- f;, nocimiento de que esta prediccin puede ejercer una inJiuen-dario exacto y detallado de sucesos sociales se cont~adice _a s ft cia sobre el suceso predicho, repercutirn probablemen:e so-misma, y son imposibles, por tanto, predicciones soClales Clen- J bre el contenido de la prediccin; y la repercusin podrfa ser tficas exactas y detalladas. J de tal clase que _qu_edasen gravemente invalidados la objetivi-

    f dad de las prediCciones y otros resultados de la investigacin ~1 en las ciencias sociales. ~. Una prediccin es un acontecimiento social que puede dar

    ~-. lugar a una accin recproca entre ella y otros acontecirnien-Al destacar las dificultades de la prediccin en las ciencias~: tos sociales, y dentro de stos con el acontecimiento que ella sociales, el historicismo, lo hemos visto, avanza argumentos 1' predice. Puede ayudar, como hemos visto, a precipitar este que estn basados en un anlisis_de la influenciad~ las pr;- ~i ~contecimiento, pero es fcil ver que tambin pue~e influir en dicciones sobre los sucesos prediChos. Pero, ademas, segun 1k: ~~de otras maneras. Puede, en un caso extremo, mcluso cau- , el historicismo, esta influencia puede en ciertas circunstan- f; sar el acontecimiento que predice: el acontecimiento podra cias tener importantes repercusiones sobr: el mismo obs_er- ~ no haberse producido en absoluto de no haber sido predicho. vador que hace la prediccin. Consideracwnes de este tipot En el otro extremo, la prediccin de un suceso inminente juegan un papel incluso en fsica, donde cada observacin fu puede llevar a su evitacin e impedimento (con lo que al abs-est basada en un intercambio de energa entre el observa-!. tenerse, a propsito o por negligencia, de predecirlo, el f.oci-dor y lo observado; esto lleva a una incertidumbre, normal- logo en cierta manera podra hacer que ocurriera). Es claro mente insignificante, en las predicciones fsicas, que se sue- ~ que habr muchos casos intermedios entre estos dos ~xtre-le describir bajo el nombre de . Es posible mantener que esta incertidumbre es [ podran ambas tener toda clase de consecuencias.

    6. Objetividad y valoracin

    debida a una influencia mutua entre el objeto observado Y el! Ahora bien: est claro que el socilogo tiene que darse cuen-sujeto observante, ya que ambos p~rtenecen al mismo mun-' taco~ el tiempo de estas posibilidades. Un socilogo fodra, do fsico de accin y de interaccin. Como ha destacado por eJemplo, predecir algo a sabiendas de que su prediccin Bohr, existen en otras ciencias situaciones a1_1logas a sta de ser que este algo ocurra. O bien puede negar que ciertc suce-la fsica, especialmente en biologa y en psiCologa. Pero el so sea de esperar, con lo cual lo evita e impide. y esto no obsta hecho de que el cientfico y_su objeto ~ertenecen al1_11isi~0 ; para_ que en a.mb~s casos observe el principio que parece ga-mundo nunca tiene mayor ImportanCia que en las CI:nCias, rantlzar la obJetividad cientfica: decir la verdad y nada ms sociales, donde (como se ha sealado) conduce _a una mcer- que_ la verdad. Pero aunque haya dicho la verdad, no pod-emos tidumbre de prediccin que es a veces de gran Importancia decir que haya obedecido a la regla de la objetividad cientfica, prctica. . . . j porque al hacer sus predicciones (que los sucesos posteriores

    Nos enfrentamos en el mundo de las ciencias sonales con confrrman) puede haber influido en esos sucesos para inclinar-una plena y complicada interaccin o influencia mutua en~ret los Y dirigirlos de acuerdo con sus propias preferencias. sujeto y objeto. El conocimiento de que exis_ten tendenCiasr. Aunque el historicista pueda llegar a admitir que este cua-que pueden producir un suceso determinado, JUnto con el cot; dro es algo esquemtico, insistir en que destaca clararnente

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    30 l. LAS DOCTRINAS ANTINATURALISTAS

    un problema que encontramos en casi todos los captulos de las ciencias socialesi!;.a influencia mutua entre las declaracio- t nes del cientfico y la vida social casi invariablemente crea si-tuaciones en las que no slo debemos considerar la verdad de r estas declaraciones, sino tambin su influencia real sobre los ~~ desarrollos futuros_j'uede que el socilogo est luchando por : .. . encontrar la verdad; pero al mismo tiempo es inevitable que .. est ejerciendo una clara y definida influencia sobre la socie- ~. dad. Basta con que sus declaraciones ejerzan de hecho una in-fluencia para que su objetividad quede destruida.

    7. HOLISMO 31

    intereses conservadores para retardar cambios sociales pen-dientes.

    Este parecer puede sugerir la posibilidad de analizar y explicar las diferencias entre las distintas doctrinas y escue-las sociolgicas, ya por medio de una referencia a la~. predi-lecciones e intereses prevalentes en un determinadc pero-do histrico (un punto de vista que a veces ha sido llamado historismo>>, y que no debe ser confundido con lo que yo llamo historicismo>> ), o una referencia a su conexin con intereses polticos, econmicos o de clase (un punte de vis-ta que a veces ha sido llamado la Sociologa del Conoci-miento>>).

    Hemos supuesto hasta ahora que el socilogo intenta real-mente buscar la verdad, y nada ms que la verdad; pero el historicista apuntar que la situacin que hemos descrito ~ saca a luz las dificultades de nuestra suposicin. Porque J, cuando las predilecciones e intereses tienen tanta influencia ~. 7. Holismo 2 sobre el contenido de las predicciones y teoras cientficas es r r . muy dudoso que se pueda definir y evitar un prejuicio. Por ! tanto, no debemos sorprendernos al ver que en las ciencias l

    ' sociales no haya casi nada parecido a la objetividad y al r ideal de bsqueda de la verdad que vemos en la fsica.:Es de~ esperar que nos encontremos en las ciencias sociales con . tantas opiniones como se puedan encontrar en la vida so- 1< cial, tantos puntos de vista como hay intereses. Se puede preguntar si este argumento historicista no nos lleva a esa extrema forma de relativismo que sostiene que la objetivi dad y el ideal de veracidad son totalmente inaplicables a las ciencias sociales donde slo el xito -el xito poltico- pue-

    ;La mayora de los historicistas creen que hay an una razn ms profunda por la que los mtodos de la ciencia fsica no pueden ser aplicados a las ciencias sociales. Sostienen que la sociologa, como todas las ciencias biolgicas>>, es decir, to-das las ciencias que tratan de objetos vivientes, no deberan proceder de una forma atomstica, sino de lo que ahora sella-ma una forma . Porque los objetos de la sociologa, )os grupos sociales, nunca deben ser considerados como me-ros agregados de personas. El grupo social es ms que la mera suma total de sus miembros, y tambin es ms que la mera suma total de las relaciones meramente personales que existan en

    de ser decisivo .. ,1 cualquier momento entre cualesquiera de sus miembros.

    Esto se ve inmediatamente incluso en un simple gn,po que conste de tres miembros. Un grupo fundado por A y f, tendr un carcter diferente de'un grupo que conste de los mismos miembros, pero ha sido fundado por B y C. Esto puede acla-

    Para ilustrar estos argumentos el historicista puede desta-car que cada vez que hay una cierta tendencia escondida en , un perodo de desarrollo social, es de esperar que nos encon 1 : tremos con teoras sociolgicas que influyan sobre ese desa l rrollo. Se podra, por tanto, pensar que la ciencia social fun- ciona como una partera, ayudando al nacimiento de nuevos . perodos socials, aunque tambin pueda servir en manos de l.! 2. Del griego holas, 'entero'.

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    32 1. LAS DOCTRINAS ANTJNATURALISTAS lf!,,! 7. HOLISMO 33 ,;::;:,

    rar lo que significa el decir que un grupo tiene una historia l ... es decir, como la mera suma de sus partes, ms la conligura-propia y que su estructura depende en gran medida de su his- ' cin geomtrica de stas. Tmese el sistema solar por ejem-toria (vas~ t~mbin la seccin 3 s~bre Novedad>~). Un gru- plo; a~nqu~ s.ea int~resante estudiar su historia, y aunq.1e este po puede faCJlmente retener su caracter, aunque pierda algu- L estudiO qmza tlumme su estado presente, sabemos que, en nos de sus miembros menos importantes. Y es incluso conce- t' cierto sentido, este estado es independiente de la historia del bible que un grupo guarde mucho de su carcter original ~;. sistema. La estructura del sistema, sus futuros movimientos y incluso cuando todos sus miemb~os origin_ales han sido reem- , desarroll~~, estn pl~namente determinad~s. por la a~tual plazados por otros. Pero los mismos miembros que ahora 1 constelacwn de sus miembros. Dadas las posiCIOnes relativas, constit~yen el g.rupo po~ran quiz haber constituid~ ~no t.. las masas y l~1s mpetu~ de sus miembros, los mmii~ientos muy diferente st no hubiesen entrado en el grupo ongmal W futuros del ststema estan todos plenamente determnados. uno por uno, sino que en vez de esto hubiesen fundado uno t No necesitamos saber, adems, cul de los planetas es ~1 ms nuevo. Puede que las personalidades de los miembros tengan r' . viejo, o cul entr en el sistema desde fuera: la histori:1 de la gran influencia sobre la historia y la estructura del grupo, ! estructura, aunque sea interesante, en nada contribuye a pero esto no impide que el grupo tenga una historia y una es- r nuestra comprensin de su comportamiento, de su mecanis-tructura, ni tampoco que influya fuertemente en las persona- ; . mo y de su desarrollo futuro. Es obvio que las estructuras f-lidades de sus miembros. ': sicas difieren grandemente en este sentido de cualquier es-

    Todos los grupos sociales tienen sus propias tradiciones, 1 tructura social; stas no pueden ser entendidas, ni su futuro sus propias instituciones y sus propios ritos. El historicismo l predicho, sin un cuidadoso estudio de su historia, aunque tu-afirma que debemos estudiar la historia del grupo, sus tradi- f visemos un conocimiento completo de su

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    34 l. LAS DOCTRINAS ANTINATURALISTAS

    cista, est profundamente relacionado con el punto de vista holstico.

    8. COMPRENSIN INTUITIVA 35

    cular~s co~o ~jemplos de estas uniformidades, mientras que la sociO!ogta tiene que contentarse con la comprensin intui-tiva de acontecimientos nicos y del papel que juegan en si-

    ,, tuaciones particulares, ocurridas dentro de particulares con-S. Comprensin intuitiva ~ flictos de intereses, tendencias y destinos.:

    ~i; Me propongo distinguir entre tres diferentes variantes de Hemos tratado hasta ahora, sobre todo, de algunos aspectos!:; la doctrina de la comprensin intuitiva. La primera sostiene caractersticos de la vida social, como: novedad, complejida~ ~.' que un acontecimiento social es comprendido cuando se ana-organicidad, holismo y la forma que tiene la historia de divi :~! liza en trminos de las fuerzas que hicieron que tuvies~ Jugar, dirse en perodos; aspectos que, segn el historicismo, hacen', es decir, cuando son conocidos los grupos e individuos impli-inaplicables a las ciencias sociales algunos mtodos tpicos de ~l cados, sus propsitos o intereses y el poder del que pueden la fsica. Por tanto, se considera necesario un enfoque ms his~ disponer. Las acciones de los individuos o grupos se :mpone trico en los estudios sociales. Forma parte de la doctrina anti f : aqu que concuerdan con sus fines, es decir, que les ocasionan naturalista del historicismo el intentar comprender intuitiva~ ventajas reales, o por lo menos ventajas imaginadas.fEi mto-mente la historia de los distintos grupos sociales, y este punto~\ do de la sociologa ser aqu el de una reconstruccin imagi-de vista desemboca a veces en una doctrina metodolgica que: naria de actividades ya racionales, ya irracionales, dirigidas est muy relacionada con el historicismo, aunque no invaria~ . hacia fines determinados. blemente combinada con l. l. La segunda variante va ms lejos. Admite que este anlisis es

    Es la doctrina de que el mtodo apropiado para las cienciM~; necesario, sobre todo en cuanto se refiere a la compren:;in de sociales, como opuesto al mtodo de las ciencias naturales, ha! acciones individuales o actividades de grupo. \Pero mantiene de estar basado en una ntima comprensin de los fenmenos\ que es necesario algo ms para la comprensin de la vida so-sociales. Las siguientes oposiciones y contrastes se acentan( ca!. Si queremos comprender el significado de un suceso normalmente en conexin con esta doctrina. El punto de miraj social, una cierta accin poltica, por ejemplo, no ba!.ta con de la sica es la explicacin causal; el de la sociologa, una com comprender teleolgicamente cmo y por qu ocurri. Por en-prensin de propsito y significado. En fsica, los acontec cima de esto debemos comprender su significado, la relevancia mi en tos son explicados rigurosa y cuantitativamente y por me'..' de su acaecimiento, Qu se quiere decir aqu por dio de frmulas matemticas; la sociologa intenta compren Y ? pesde el punto de vista que estoy describiendo der los desarrollos histricos en trminos ms cualitativos, como Ja segunda variante, la respuesta sera: un suceso social por ejemplo, por medio de conflictos de tendencias y fines J no slo ejerce ciertas influencias, no slo conduce, con ei tiern-o por medio del o el

  • 36 I. LAS DOCTRINAS ANTINATURALISTAli~'~. 8. COMPRENSION INTUITIVA 37

    creacin de un nuevo ejrcito en un determinado pas, es nece ; btJercera variante del mtodo de la comprensin intuiti-sario analizar las intenciones, los intereses, etc. Pero no podre va, con su nfasis sobre las tendencias y direcciones de la his-mos comprender plenamente el significado o la relevancia de toria, es una posicin que sugiere en cierta medida la aplica-esta accin sin tambin analizar su valor situacional; las fuerzas .. cin de una inferencia por analoga de un perodo hist1 irico a militares de otro pas, por ejemplo, que hasta ese momento -Ji otro. Porque aunque reconoce plenamente que los perodos eran plenamente suficientes para su proteccin, pero que aho histricos son intr1secamente diferentes, y que ningn a conte-ra quiz sean totalmente inadecuadas. En pocas palabras, la si.}'. cimiento puede en realidad repetirse en otro perodo , le! de-tuacin social entera puede haber cambiado aun antes de quef:' sarrollo social, es posible admitir que dominen tendencias ha~an ocurri~o ~d~cionales cambio_s de ~l-echo, ya sean fsicos,~. ~~ogas e~ perodos diferentes, muy ~eparados quizr. entre ya mcluso psteolog1cos; porque la s1tuac1on puede habe~ cam~~t"e ha d1cho, por eJemplo, que semeJanzas o analo~:as de biado mucho ~tes de ~ue na~ie haya not_ado _el c~b10. Por~: esta ~lase valen para ~a Grecia de an~es de Alejandro y ia Ale-tanto, para analizar la VIda soCial debemos rr mas alla del mero~ man1a de antes de B1smarck. El metodo de la comprensin anlisis de las causas de hecho y efectos de hecho, es decir, de :,: ~tuitiva sugi~re en estos casos que deberamos evaluar el sig-motivos, intereses y reacciones causadas por accwnes: hemos~. mficado de Ciertos acontecimientos por medio de una com-de entender que cada suceso juega un papel caracterstico den-~. paracin con acontecimientos anlogos en perodos anterio-tro de la totalidad. El suceso gana en relevancia cuanto ms in+ .,xes, de tal forma que nos ayuden a predecir nuevos de sarro-fluye en la totalidad, y, por tanto, su relevancia est determina~ i !los, no olvidando nunca, sin embargo, que la inevitable

    da~n parte parla totalidad., , f' diferencia entre dos perodos debe tomarse inevitablemente fLa tercera variante de esta doctrinJ de l~ comprensin ini' e~ consideracin.

    tuitiva va an ms lejos, al tiempo q~e ad1~nte t~do lo mante-~ . ~~2,11os, por tanto, que un mtodo capaz de entender el sig-nido por la primera y segunda vanantes.:_Sostlene que para~: nificado de los acontecimientos sociales debe ir mucho ms comprender el significado o la relevancia de un acontec-; all de la explicacin causal. Su carcter ha de ser holstico miento social se nec_esita _algo ms qu~ un anlisis ~e ~u gne[' debe a~u~tar a la determinacin del papel jugado por el sis, efectos y valor sJtuaClonal. Ademas de este anahs1s es ne:: acontecimiento dentro de una estructura compleja; der tro de cesario el de las tendencias y direcciones histricas, objetivasr' un todo que comprende no slo las partes contemporneas, y subyacentes (como el crecimiento o decadencia de ciertas :sino tambin los estadios sucesivos de un desarrollo lempo-tradiciones 0 poderes) que prevalezcan en el perodo en cue> . ral. Esto quiz explique por qu tiende la tercera variante del tin, y el anlisis de la contribucin del acontecimien~o en :mtodo de la comprensin intuitiva a apoyarse en la aniloga cuestin al proceso histrico por el cual estas tendencias~ ,i ~ntre un orgamsmo y un grupo, y por qu tiende a emplear hacen manifiestas, Una comprensin com~l~t~ del as~ntn }l~eas ~~mola de la mente o el espritu de una poca, fu~nte y Dreyfus, por ejemplo, pide, adems de un anl1s1s de su gen~ ; direccwn de todas esas tendencias histricas que jueg

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    38 J. LAS DOCTRINAS ANTINATURALISTAS ~ 9. MTODO CUANTITATIVO 39

    nfasis historicista sobre la novedad; porque la novedad no l'i puede ser explicada causal o racionalmente, sino slo com-prendida intuitivamente. Se ver, adems, en la discusin : . de las doctrinas pronal uralistas del historicismo que hay~-. una profunda conexin entre ellas y nuestra tercera va-~ riante>> del mtodo de la comprensin intuitiva, con su nfa- t sis sobre las

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    40 J. LAS DO(TRIJ\'AS ANTJNAI'\.JRALISTAS

    sin industrial. Pero si consideramos este ejemplo, vemos en seguida que es totalmente imposible intentar expresar leyes sociolgicas en trminos cuantitativos. Porque, si considera mos alguna formulacin como: la tendencia hacia la expan f: sin territorial aumenta con la intensidad de la industrializa f'.: ... , cin>> (una frmula que es por lo menos inteligible, aunque : probablemente no sea una descripcin verdadera de los he ; chos), nos daremos pronto cuenta de que carecemos de todo 1~: U:~todo ~ue n~s permita_ medir ~a ~en~~ncia hacia la expanf. swn o la mtens1dad de la mdustnahzacwn. ~

    Resumiendo el argumento historicista contra los mtodos~ cuantitativo-matemticos, la tarea del socilogo es dar unaf explicacin causal de los cambios sufridos en el curso de la~r historia por entidades sociales, como, por ejemplo, Estados,ot' sistemas econmicos, o formas de gobierno. Como no hay~ forma conocida de expresar en trminos cuantitativos last cualidades de estas entidades, es imposible formular leyes!: cuantitativas. Por tanto, las leyes causales de las ciencias so! ciales, suponiendo que las haya, han de tener un carcter proi fundamente diferente de las de la fsica, por ser cualitativas; ms que cuantitativas y matemticas. Si las leyes sociolgicas: determinan el grado de algo, lo harn slo en trminos muy vagos y permitirn, en el mejor de los casos, slo una grada' cin muy rudimentaria y aproximada.

    Se deduce que las cualidades -sean fsicas o no fsicas- slof pueden ser apreciadas por intuicin. Los argumentos que he- mos usado aqu pueden, por tanto, ser usados para reforZil! los que han sido ofrecidos en favor del mtodo de la com' prensin intuitiva.

    1 O. Esencialismo contra nominalismo

    El nfasis puesto sobre el carcter cualitativo de los acontec-~ mientos sociales plantea el problema de la naturaleza de !01 trminos que denotan cualidades: es el llamado problema~~

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    lO. ESENt:IAUSMO Ct)NTRA NllMlNALlSI\H) 41

    los universales, uno de los problemas ms viejos y ms funda-mentales de la filosofa.

    Este problema, alrededor del cual se libr una gran batalla durante toda la Edad Meda, tiene sus races en las tllosofas de Platn y de Aristteles. Normalmente se le inttrpreta como un problema meramente metafsico; pero, como lama-yora de los problemas metafsicos, puede ser refundido para convertirse en un problema de mtodo cientfico. Slo nos ocuparemos aqu del problema metodolgico, ha>, velocidad>>, carbn>>, blan:ura, , , Estado>>,

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    i 42 l. LAS DOCTHTNAS ANTINATURAUSTAS li;l

    a cada una de las cosas blancas singulares por razn de una cierta propiedad intrnseca que tiene en comn con otras co- ~ sas blancas: a saber, la . Esta propiedad, denotada ~ por el trmino universal, es considerada como un objeto que , merece ser investigado tanto como cualquiera de las cosas in- 1 dividuales mismas. (El nombre de deriva de la asercin de que los objetos universales, por ejemplo, blancu-' ra, existen

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    44 J. J.AS DC>CTRINAS AJ'\:TINATURAUSTAS

    los antinaturalistas al esencialismo~ Sin embargo, de hecho, el esencialismo parece llevar aqu la mejor parte; ni siquiera se enfrenta con una resistencia muy enrgica. Se ha sugerido, por tanto, que mientras que los mtodos de las ciencias natu rales son fundamentalmente nominalistas, la ciencia social debe adoptar un esencialismo metodolgico'. Se sostiene que la tarea de las ciencias sociales estriba en entender y explicar entidades sociales, como el Estado, la accin econmica, el grupo social, etc., y que esto se puede hacer slo por medio de una penetracin en sus esencias. Toda entidad importan te presupone trminos universales para su descripcin, y no tendra objeto el introducir libremente nuevos trminos,~~ como se ha hecho con tanto xito en las ciencias naturales,\. La tarea de las ciencias sociales es describir clara y propia\ mente a esas entidades sociales, es decir, distinguir lo esen- : cial de lo accidental; pero esto requiere un conocimiento de i su esencia. Problemas como qu es el Estado? y qu es el : ciudadano? (que Aristteles consideraba los problemas b- i sicos de su Poltica), o , o , no slo son perfecta. mente legtimas, sino que son precisamente la clase de pre-guntas a cuya contestacin estn destinadas las ciencias so ' . l c1a es. .

    Aunque algunos historicistas puedan diferir en su actitud ! frente al problema metatlsico y en su opinin con respecto a !r la metodologa de las ciencias naturales, es claro que tendern . a ponerse aliado del esencialismo y contra el nominalismo en cuanto afecte a la metodologa de las ciencias sociales. De he . cho, casi todos los historicistas que conozco toman esta acti-1 ' tud. Pero vale la pena considerar si esto queda explicado por , la general tendencia antinaturalista del historicismo o si hay~

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    3 .. V asc la seccin VI del cap. 3 de mi libt:o La socieda.d abierta y sus ene l..;. m1gos, espeC!almente la nota 30, y la secoon Il del capttulo 11. t'!

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    10. ESENCIALISMO CONTRA :-.JOMINAL!Sl\-10 45

    argumentos especficamente historicistas que puEdan ser aducidos en favor del esencialismo metodolgico.

    En primer lugar, est clara la pertinencia del argumento contra el uso de mtodos cuantitativos en las ciencias sociales en este problema. El nfasis puesto sobre el carcter e ualitati-vo de los argumentos sociales, junto con el puesto sobre la comprensin intuitiva (como opuesta a la mera descripcin), indica una actitud profundamente relacionada con el esen-cialismo.

    Pero hay otros argumentos ms tpicos del historicismo, que siguen una tendencia doctrinal ahora ya familiar al lec-tor. (Incidentalmente, son prcticamente los mismJs argu-mentos que, segn Aristteles, llevaron a Platn a desarrollar la,primera teora de las esencias.)

    \El?istoricismo destaca la importancia del cambio. Ahora bien; en todo cambio, podra argumentar el historicista, debe haber algo que cambia. Aunque nada quede sin cambiar, de-bemos poder identificar lo que ha cambiado para poder em-pezar a hablar de cambio. Esto es comparativament~ fcil en la fsica. En mecnica, por ejemplo, todos los cambios son movimientos, es decir, cambios espaciales y temporales de cuerpos fsicos. Pero la sociologa, que se interesa sobre todo por las instituciones sociales, se encuentra con mavores di-ficultades, pues estas instituciones no son fciles de identifi-car despus de que han sufrido un cambio. En un sentido simplemente descriptivo, es imposible el considt;rar que una institucin antes de un cambio es la misma qm despus de un cambio; desde el punto de vista descriptivo, podra ser enteramente diferente.: Una descripcin natur:1lista de instituciones contemporneas de gobierno en Inglaterra, por ejemplo, quiz tuviese que presentarlas como enteramente diferentes de lo que eran hace cuatro siglos. Sin embago, po-demos decir que, en tanto en cuanto existe un gob.ierno, es esencialmente el mismo, aunque pueda haber cambindo con-siderablemente. Su funcin dentro de la sociedad moderna es

  • 46 !. LAS DOCTRINAS ANTINATURAUSTAS

    esencialmente anloga a la funcin que entonces desempea-ba. Aunque casi ninguna caracterstica que pueda ser objeto de descripcin haya quedado igual, se conserva la esencial identidad de la institucin, permitindonos considerar a una institucin como una forma modificada de la otra:tl!!o pode-mos hablar, en las ciencias sociales, de cambios o desarrollos sin presuponer una esencia que no cambia y, por tanto, sin proceder de acuerdo con el esencialismo metodolgic2:.)

    Es claro, naturalmente, que algunos trminos sociolgicos, como depresin, inflacin, deflacin, etc., fueron originaria-mente introducidos de forma puramente nominalista. Pero aun as no han retenido su carcter nominalista. A medida que cambian las condiciones, pronto nos encontramos con socilogos que no estn de acuerdo sobre si ciertos fenme-nos son realmente inflacionarios o no; por tanto, en aras de la precisin puede hacerse necesario el investigar la naturaleza esencial (o el significado esencial) de la inflacin.

    As se puede decir de cualquier entidad social que (Husserl). La extensin de los posibles cambios no puede ser limitada a priori. Es imposible decir qu clase y cantidad de cambio pue-de soportar una entidad social y, sin embargo, seguir siendo la misma. Fenmenos que desde cierto punto de vista pueden ser esencialmente diferentes, pueden desde otros ser esencial-mente los mismos.

    De los argumentos historicistas desarrollados ms arriba, se sigue que una sencilla descripcin de los desarrollos socia-les es imposible; o mejor dicho, que una descripcin sociol-gica nunca puede ser una mera descripcin en el sentido no-minalista.: Y si una descripcin sociolgica no puede dejar a un lado las esencias, menos an podr hacerlo una teora del desarrollo social. Porque, quin podra negar que problemas

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    10. ESENCIALISMO CONTRA NOMJ~i\LISMO 47

    como la determinacin y la explicacin de los rasgos caracte-rsticos de cierto perodo social, junto con sus tensiones y tendencias intrnsecas, se resistirn a cualquier intento de ser tratados por mtodos nominaHstas?

    El esencialismo metodolgico puede t h . . . . , por anto~ asarse en

    el mismo argumento b1stonc1sta que llev a Platn a formu-lar su esencialismo metafsico, el argumento de Hedc\\to de que las cosas cambiantes se resisten a toda descripcin racio-nal. De aqu que la ciencia o el conocimiento presuponga algo que no cambie, sino que permanezca idntico a s mismo: una esencia. Historia, es decir, la descripcin del C2 rubio, y esencia, es decir, lo que queda in cambiado durante el cambio, aparecen aqu como conceptos correlativos. Pero esta correla-cin tiene an otro aspecto: en un cierto sentido,!:I esencia tambin presupone cambio y, por tanto, historia~Porque si aquel principio de una cosa que permanece idntico e incam-biado mientras la cosa cambia, es su esencia (o idea, o forma, o naturaleza, o sustancia), entonces los cambios que sufre la cosa sacan a la luz los diferentes aspectos, lados o po,;ibilida-des de la cosa y, por tanto, de su esencia. De acuerdo con esto,

    tl.a esencia puede ser interpretada como la suma o la fuente de las potencias inherentes a la cosa, y los cambios (o movimien-tos) pueden ser interpretados como la realizacin o actualiza-cin de las potencias escondidas de su esenci'!;)(Esta t~ora se debe a Aristteles.) De esto se sigue que una cosa, es decir, su esencia incambiable, slo puede ser conocida a trav.; de sus cambios. Si, por ejemplo, queremos saber si una cos< deter-minada est hecha de oro, tenemos que golpearla o p~obarla qumicamente, y con esto cambiarla, descubriendo, por tan-to, algunas de sus potencias escondidas. De la misma forma, la esencia del hombre -su personalidad- slo puede ,;er co-nocida cuando se descubre a s misma en su biografa. Apli-cando este principio a la sociologa, desembocamos forzosa-mente en la conclusin de que la esencia o el carcter real de un grupo social slo puede revelarse, y ser conocido, a travs

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    l. LAS DOCTRINAS ANTINATURALISTAS f~ >- ~

    de su historia. Pero si los grupos sociales slo pueden ser co-nocidos a travs de su historia, los conceptos que se usen para describirlos tienen que ser conceptos histricos; y de hecho, conceptos sociolgicos como el Estado japons o la Nacin italiana o la Raza aria no pueden ser interpretados ms que como conceptos basados en el estudio de la historia. Lo mis- 1 mo vale para las clases sociales: la burguesa, por ejemplo, ! slo puede ser definida por su historia: como la clase que lle- 1 g al poder por medio de la revolucin industrial, que ech a un lado a los propietarios de tierras y que est combatiendo y siendo combatida por el proletariado, etc.

    Si bien es cierto que el esencialismo ha sido introducido porque nos permite descubrir una identidad en las cosas que cambian, tambin lo es que ofrece a su vez algunos de los ar-gumentos ms poderosos en favor de la doctrina de que las ciencias sociales deben adoptar un mtodo histrico; es decir, en favor de la doctrina del historicismo.

    11. Las doctrinas pronaturalistas del historicismo

    Aunque el historicismo es fundamentalmente antinaturalista, no se opone en absoluto a la idea de que hay un elemento co-mn entre los mtodos de las ciencias fsicas y de las :;ociales. Esto quiz sea debido al hecho de que los historicistas adop-tan generalmente el punto de vista (que yo compartJ plena-~. mente) de que la sociologa, como la fsica, es una ranJa del 1 conocimiento que intenta ser, al mismo tiempo, teri.:a y em-r prica. r--. -Al decir que es una disciplina terica, entendemos que la r sociologa tiene que explicar y predecir acontecimientos, con

    la ayuda de teoras o leyes universales (que intenta descubrir). Al describir la sociologa como ciencia emprica, queremos decir que ha de estar corroborada por la experiencia, que los acontecimientos que explica y predice son hechos obs.~rvables y que la observacin es la base sobre la que aceptar o rechazar cualquier teora propuesta. Cuando hablamos de xito, en f-sica, pensamos en el xito de sus predicciones: y el