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SEMBLANZA DE UN MAESTRO La casi totalidad de esta selección de anotaciones fue elaborada con base en la experiencia obtenida durante una visita que se hizo, en el año 2004, al jardín etno-botánico Chara Chacra, en Cumaná-Venezuela. En esa oportunidad pude compartir cercanamente, durante un mes, con el Dr. Keshava Bhat – sus colaboradores, amigos, y los asistentes a los diversos talleres de orientación en salud y educación para el bienestar humano- gran parte de las actividades diarias que allí se realizaron. Al retirarme a descansar por las noches, hacía el intento de reafirmar con algunos escritos ciertos puntos de vista expresados por el doctor durante ese dia, éstos resultaron en un breviario de anécdotas figuradas. Allí deseaba, además, dejar constancia de ciertos rasgos de la personalidad de mi anfitrión, amigo y preceptor; a saber: la convicción en sus creencias; su coherencia en pensamiento, palabra y acciones; su infatigable espíritu, puesto al servicio de descubrir falsos conceptos e ilusiones y de incorporar nuevas visiones; su capacidad para re-educar y ayudar al prójimo; su habilidad para hacer y conservar amigos; su amor por la familia; la simplicidad y satisfacción en su vivir; su tolerancia y respeto por el otro; su pensamiento afirmativo, creativo y totalizador; la naturalidad con que fluía su emocionalidad; su buen humor y el don de la palabra que empleaba a modo de garabato para abrir caminos. En fin, en razón de que la vida no puede ser contenida ni el vivir encerrado en oraciones, frases y papeles, me conformé con señalar-dentro de mis limitaciones- algunos aspectos de la experiencia compartida. Era un intento por valorar y recordar un vivir ejemplar: el de Pallathadka Keshava Bhat. Julián Rivero G. NATURISMO TROPICAL El maestro se hizo maestro integrando las artes de estudiar, meditar, practicar y enseñar. Contando 29 años de edad llegó, con su esposa, a Venezuela el 09 de julio de 1969 y, a su lugar de destino, Cumaná, el día siguiente. Venía por un contrato con la

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SEMBLANZA DE UN MAESTRO

La casi totalidad de esta selección de anotaciones fue elaborada con base en la experiencia obtenida durante una visita que se hizo, en el año 2004, al jardín etno-botánico Chara Chacra, en Cumaná-Venezuela. En esa oportunidad pude compartir cercanamente, durante un mes, con el Dr. Keshava Bhat – sus colaboradores, amigos, y los asistentes a los diversos talleres de orientación en salud y educación para el bienestar humano- gran parte de las actividades diarias que allí se realizaron. Al retirarme a descansar por las noches, hacía el intento de reafirmar con algunos escritos ciertos puntos de vista expresados por el doctor durante ese dia, éstos resultaron en un breviario de anécdotas figuradas. Allí deseaba, además, dejar constancia de ciertos rasgos de la personalidad de mi anfitrión, amigo y preceptor; a saber: la convicción en sus creencias; su coherencia en pensamiento, palabra y acciones; su infatigable espíritu, puesto al servicio de descubrir falsos conceptos e ilusiones y de incorporar nuevas visiones; su capacidad para re-educar y ayudar al prójimo; su habilidad para hacer y conservar amigos; su amor por la familia; la simplicidad y satisfacción en su vivir; su tolerancia y respeto por el otro; su pensamiento afirmativo, creativo y totalizador; la naturalidad con que fluía su emocionalidad; su buen humor y el don de la palabra que empleaba a modo de garabato para abrir caminos. En fin, en razón de que la vida no puede ser contenida ni el vivir encerrado en oraciones, frases y papeles, me conformé con señalar-dentro de mis limitaciones- algunos aspectos de la experiencia compartida. Era un intento por valorar y recordar un vivir ejemplar: el de Pallathadka Keshava Bhat.

Julián Rivero G.

NATURISMO TROPICAL

El maestro se hizo maestro integrando las artes de estudiar, meditar, practicar y enseñar. Contando 29 años de edad llegó, con su esposa, a Venezuela el 09 de julio de 1969 y, a su lugar de destino, Cumaná, el día siguiente. Venía por un contrato con la Universidad de Oriente (U.D.O.), para enseñar en la Facultad de Ciencias. Pronto, los cerros, lagunas, ríos, el cielo y los pueblos de Oriente y Venezuela se convertirían en un aula abierta para los estudios y las enseñanzas del Dr. Keshava Bhat. Originario de Pallathadka, pueblo del sur de la India, nació el 03 de enero de 1940. Estudió en la Universidad de Madrás desde 1955 hasta 1966, año en que obtuvo su Ph.D. en Botánica, después de haber logrado sus títulos de Master en Ciencias (1961) y Bachelor en Ciencias (1959). En la U.D.O., trabajó, en el Departamento de Botánica, con alumnos de pregrado y de postgrado. Luego de obtener el escalafón de Profesor Titular (1980) se retira de la universidad en el año 1987. En 1998, la fundación de divulgación científica Christian Cazabonne (FUNDACICA) le otorga el quinto premio nacional de divulgación científica. En 1999, una semana después de recibir un gran homenaje en Caracas, fue condecorarado en Cumaná con la orden Antonio José de Sucre, en su primera clase. Casado con la Sra. Lic Devaki, en Cumaná nacieron sus cuatro hijos: Paban, Suma, Anasuya y, su hijo varón, Kumar Prasad, nombre que significa Hijo querido, regalado por Dios.

-¡Aquí en Venezuela nació el Naturismo Tropical!- dice el maestro con satisfacción. Entre cumaneses aprendió nuestro idioma, sus usos y nuestras costumbres. También entre ellos, y más allá, creó un sistema de orientación para vivir mejor, con salud y con alegría, las vicisitudes de la vida. Este sistema, el Naturismo Tropical, tiene como principio la realización de los valores esenciales del hombre. La bondad, como valor humano, se expresa en su máxima: hacer el bien siempre que sea posible pero antes que nada no dañar. La buena alimentación y un estilo de

vida sano son los fundamentos prácticos a través de los cuales los aspirantes y naturistas ordenan su vida.

Las bases del Naturismo Tropical encierran un conjunto de teorías y proposiciones, acerca del bienestar humano, que revelan el dinamismo de la naturaleza en términos de la relación del ser humano y su ambiente natural local y global. La teoría de los cinco elementos, la teoría de los seis sabores, la teoría de los cinco cuerpos, la teoría del ahorro y del ahorco, la teoría humano-microbio-virus, la ley de abuela, las bases teóricas del tratamiento de personas enfermas, los indicadores del bienestar humano individual y colectivo y los principios de una educación para la vida real son, entre otros, algunos de sus elementos. Con el transcurrir de los años, estas teorías han sido profundizadas y expandidas hasta configurar un modelo educativo para la preservación y disfrute de la biodiversidad y, en particular, del vivir humano.

Conocedor del país, de los pueblos y del pueblo, quizá como pocos nativos lo son, ha difundido y defendido sus ideas con la sencillez y la valentía propios de quien ha sido honrado con un conocimiento a toda prueba. Con un lenguaje accesible y jovial, el Dr. Bhat ha hablado extensamente del sentido de la vida, desde el nacimiento hasta la muerte; ha reinterpretado una porción del cosmos; ha propuesto un sistema para la identificación y clasificación de las plantas con flores; ha hablado de plantas útiles al ser humano y de cómo sembrarlas, cultivarlas, cosecharlas y procesarlas; ha explicado con profundidad el origen del estrés, ha colocado a la linfa como la base de la formación y el funcionamiento vital en el ser humano. Ha dejado por escrito, en sus libros, la mayoría de sus enseñanzas. Y, por sobre todo, con su ejemplo, modela una forma saludable de vida, acorde a los ritmos de la naturaleza, con una visión totalizadora del saber y del ser humanos.

El hombre, su vida cotidiana y académica, el conocimiento generado, su práctica, sus libros y su escuela, su amistad y sus amigos, todo ello constituye el Naturismo Tropical.El maestro y lo enseñado, lo aprehendido y construido, no pueden ser separados del aprendiz, el aprendizaje, su entorno y su tiempo. El conjunto es una unidad dinámica en desarrollo.

EL JARDÍN

El jardín etno-botánico chara Cakra, localizado en la vía Tres Picos, Cumaná- Edo. Sucre, es único en Venezuela y en el mundo. Sus puertas están abiertas de par en par, durante las veinticuatro horas del día, los doce meses del año. Un hecho extrañamente visto en la Venezuela, y el mundo, de hoy.

El terreno donde funciona el jardín fue adquirido por el maestro en el mes de diciembre de 1979 y allá, bajo la sombra de un solo árbol de tamarindo, al día siguiente, comenzó su misión de orientar a la gente del pueblo en la prevención y mantenimiento de su salud y, también, en el tratamiento de enfermedades. Hacia el centro del terreno hizo construir un galpón multiuso y un anexo con habitaciones y baños. El 20 de marzo de 1982, su esposa e hijos viajaron a Oriente y fijaron su residencia en Manipal, pueblo del sur de la India. A partir de allí el maestro se mudó al jardín visitando con frecuencia a su familia. En el año de 1993 fija su residencia en la India, junto a su familia, desde donde viaja anualmente a América visitando con regularidad algunos lugares de Norteamérica (Florida, Chicago, California, México); Centroamérica (Puerto Rico, República Dominicana, Nicaragua) y sudamérica (Venezuela, Colombia, Chile), llevando su mensaje educativo de la búsqueda

de la fraternidad y el bienestar humanos. En cada gira visita su querida chara Cakra y allí durante su estancia dicta talleres diversos, todos relacionados con el Naturismo Tropical.

En el jardín, el Dr. Bhat mantiene, inquebrantablemente, hasta hoy, esa tarea comenzada por allá en el año de 1979, haciendo suyo ese lema de la universidad de Oriente que reza: Del pueblo venimos y hacia el pueblo vamos, orientando al pueblo en su necesidad de salud y bienestar. Cada sábado se recibe a un grupo de personas, la mayoría, con problemas de salud. Éstas escuchan una charla general acerca de la alimentación y hábitos de vida naturista y luego son orientados individualmente en cuanto al reestablecimiento o el cuidado y mantenimiento de su salud. Por muchos años, el maestro realizó esta actividad, derrochando su buen humor, solo o conjuntamente con algunos de sus alumnos. Todavía, durante los períodos en que suele estar en el jardín, él dicta la charla, compartiendo animosamente con los presentes, y orientando a las personas que lo requieren.

El jardín, con su acceso vial interior en sentido este-oeste, fue planificado con árboles grandes, sembrados desde la entrada hasta el galpón, en el lindero sur. Allí se observan, en el rincón sureste, cerca de la entrada, un árbol de neem con su fresca y generosa sombra.

Considerado sagrado en la India, se dice que bajo la sombra de un árbol de neem nació, en el siglo XVI, Sri Caitanya Mahaprabhu, líder espiritual del movimiento Hare Krishna. El árbol de neem tiene cincuenta y seis usos bien conocidos, se acostumbra a sembrarlo al lado del árbol sagrado de la India, con la creencia de que éste, como Dios, es inmortal; el árbol de neem, representa a su consorte. Cerca del árbol de neem, se ven algunas variedades de sisal y, más hacia la entrada, hubo un árbol de paraíso o alelí, junto al pequeño estanque. Siguiendo, en sentido hacia el galpón, se encuentran algunos apamates y terminando la fila un hermoso datilero. Luego hay árboles pequeños esparcidos hacia el norte, limitados por la ancha vía de acceso que lleva desde la calle hasta el galpón. Entre ellos, encontramos: uveros de playa, algodoneros, túa-túas de variedades morada y blanca, un noni, y un granado. En frente del galpón: un catuche o guanabano, un anón, árboles de ben y paraíso, dos árbolitos de cerecitas o cemerucos y un árbol de jaca. Dos jóvenes, firmes y grandes, robles crecen también casi al frente del galpón, prodigando abundante sombra, cerca de su entrada. Y, a un costado de ésta, un corte de sanguinaria o chinchamuchina se ha establecido junto al viejo tamarindo. Además, arbustos de cayena, flor de mayo e ixora, decoran permanentemente el jardín. A lo largo de la vía de acceso, desde la entrada, crecen plantas de vetiver, árboles de neem, pinos, un guásimo y otros arbustos de cayena roja y blanca. En la esquina noreste del jardín, cercanos a unos arbustos de palitroque, se han sembrado recientemente unas cuarenta semillas de cambur manzano, una variedad muy sabrosa. Otros ejemplares crecen hermanados al otro lado de la vía de accceso, éstos son: un caujaro o pega-pega, tártagos o ricinos y papayas. Numerosos cocoteros se extienden al oeste del terreno, sobre un horizonte de yerbas sanadoras, entre grandes árboles de mango, guayabos, uvero extranjero, pesgua, plantas de sisal, apamates y muchas matas de sábila. Y en una esquina norteña extiende sus ramas el árbol sagrado de la India. Fue traído desde Maracaibo y sembrado allí, en señal de gratitud, por una persona que fue curada, con tratamiento naturista, hace muchos años. Muy cercanos, sus hijos y otro árbol de neem. El árbol sagrado de la India sirve para la curación de veintisiete enfermedades, las vibraciones sutiles que de él emanan son

calmantes naturales de la inquietud mental y armonizan las envolturas el alma en su totalidad.

En la parte delantera del terreno se han cultivado arbustos y muchas hierbas medicinales. Pequeños cercos de cantos rodados bordean a cada especie, muchas de ellas claramente identificadas con letreros de vistosos colores. De este modo, las personas pueden reconocer fácil y rápidamente las plantas que son de su interés. Entre las plantas cultivadas se encuentran: abrojo, helecho alemán, vidrio, pelo de indio o grama bermuda, santa lucía o cielito, albahacas blanca y morada, cariaquito, flor escondida, fregosa, lengua de vaca, libertadora , abundante zábila, suelda con suelda, sape, escoba negra, tostón, verdolaga, rabo de alacrán, espárrago, arrow root o zulú, añil, cundeamor y corocillo, que crece por doquier. En ocasiones, grupos de alumnos de educación media recorren el jardín, tomando notas de sus observaciones, bajo la tutela de algún mentor.

Un ojo de agua dulce se esparce, y corre silencioso, como un hilo entre las matas, dejando ver de tramo en tramo pequeños cardúmenes de pececillos.

La fauna en el jardín es muy variada, abundan pájaros coqueros, azulejos, arrendajos, palomitas, paraulatas, torditos, cristofués, colibríes, y otros, con sus variados cantos y plumajes disímiles. Un canto muy dulce de múltiples frecuencias se escucha dar la bienvenida al amanecer, es un ave muy especial. Al rato su canto se escucha entre el de guacharacas y gallos de las cercanías. Kumar ha educado su escucha y es capaz de imitar fielmente el canto y los silbidos de los pájaros lugareños. Sapos, sapitos, grillos y mariposas multicolores pueblan el terreno. Iguanas, entre otros reptiles, se asolean en el suelo o hacen crujir las ramas de algunos árboles. Un par de ardillas retozan juguetonas entre la arboleda; a veces muy cerca, en los robles frente al galpón.

Hoy día, un pequeño vivero y un lumbricario también son parte del jardín.Finalmente, el jardín es un vasto observatorio celeste. No obstante, el maestro prefiere las caminatas a lo largo y ancho de la vía de acceso para hacer sus observaciones y, si es el caso, comentarlas con quienes le acompañan.

LOS AMIGOS DE LA CHARA.

Los amigos de la Chara es, en realidad, un eufemismo para nombrar a los amigos y colaboradores del Dr. Keshava Bhat, más cercanos a su actividad desarrollada en pro de una vida saludable, en el jardín etno-botánico Chara Cakra.

Contaremos, en primer lugar, impersonalmente, a quienes desde la Universidad de Oriente hicieron posible su traslado desde la India hasta los espacios académicos de esa casa de estudios, en Cumaná. Luego, sin que ello signifique un orden particular, se encuentran: el Sr. Domingo Defazzio y la Sra. Ana, joyeros, quienes colaboraron, a través de un préstamo, con la compra el terreno donde se construyó el jardín. El Sr. Giovanni Caldarello vendió la bienechuría. La Sra. Carmiña y Pepe, también colaboraron con la compra del terreno mediante la obtención de libros (Herbolarios), en retorno.

En los primeros tiempos, el profesor Nelson Quintero, docente de la U.D.O., colaborador y aspirante del Naturismo Tropical y los señores Oscar Siso, Alexis Villarroel, Luis Ugas, Enrique, Alexis y Ardus Virdus y Lisset Pérez estudiantes–aspirantes del Naturismo Tropical. El señor Eutimio Gómez, agrimensor jubilado, ya fallecido, quién escribió el prefacio del libro Las bases del Naturismo, colaboró celosamente con el cuidado de la Chara desde 1980 hasta1996 y durante ese tiempo aprendió elementos de yoga y Naturismo. El Sr. Enrique fundó en Cumaná una tienda naturista cuyo nombre es El Corocillo.

El Sr. Chano Molina, merideño y el Sr. Antonio colaboraron con el mobiliario. El Sr. Luis Lusich, herrero, construyó el techo del galpón.

El señor Rafael Núñez, ya fallecido, colaborador y practicante de yoga, era calvo y creció su cabellera usando sape y un estilo de vida naturista. La señora Maricruz, su esposa, paciente-haciente desde 1974, se encargó de la jardinería de la chara. El Sr. Carlos Laguado, cuidador de la chara. El profesor Jhony Romero, estudió Yoga, colaborador desde 1979. El Dr. Pastor Angulo, barquisimetano, aficionado al cultivo de orquídeas, amigo del maestro, ya fallecido.

El Sr. Pedro Castro, quien se ha dedicado a la industria de la zábila, germinados y cápsulas, colaboró con la iniciación de la pared perimetral; el Sr. Hugo Blanco ha colaborado con el relleno de zonas bajas del jardín y Juan el jardinero con su valioso trabajo.

El Sr. Nelson Núñez colaboró con la publicación de la primera edición del libro Herbolario Tropical, que hoy cuenta con más de veinte ediciones y traducciones a los idiomas inglés y francés. El licenciado Henry Suárez ha colaborado y permanecido en contacto con la Chara por veinte años. Durante, al menos, diez años los profesores Jaime Avendaño, Emiliano Ruiz, Gerardo Montero, Fanny Locker, Rosario Molina y Ramón Galindo, también han colaborado en la chara.

Las profesoras Dulce María Ramirez y Yaneth Bólivar colaboraron en la cocina y Judith Ehman en la oficina, también por diez años. Se recuerda el apoyo externo de la profesora Beatriz Guiriare, el señor Eloy Gíl y del profesor Mario Moino, fotógrafo.

Las personas encargadas de ediciones Vivir Mejor, quienes se han dedicado a publicar todos los libros del maestro, y FundaVime, en Caracas. Entre ellas: Miguel Cifré y su esposa Liria de Cifré, quien coordina la agenda del Dr. Keshava Bhat en Venezuela y otros lugares del mundo; Frank Bracho, economista; Silvia Probst, odontóloga; Efan Woo, médica, y la Sra. Carmen de Freites, más conocida, en el Naturismo, como mamá Freites. Ediciones Vivir Mejor ha publicado entre otros títulos: Herbolario Tropical,1985; Las bases del Naturismo,1991; El sentido de la vida,1994; La vuelta al conuco,1966; Good Bye to ruling scientific model: Proposal for a new science,1998. El maravilloso mundo linfático,2009. Helical helix: Solar sistem a dinamic process, fue publicado en India en el año 2008.

La canta-autora Carolina Fernández, el señor Eliseo, músico y Rómulo Lazarde, guitarrista; Ramaco, excelente ventrílocuo; Eliseo Rivas, homeópata; el profesor Cubillán y familia, panadero y repostero, y Rogelio de Río Caribe con sus cuentos, chistes y poemas, llenos de buen humor oriental; también, todos ellos han colaborado con sus talentos en las actividades desarrolladas en la chara.

Entre otros colaboradores ya fallecidos se cuentan: el Dr. Hugo Sánchez Medina y la profesora Doris; el Dr. Peché Gómez; el Sr. Fernando Jurado, dibujante; el señor José Lorenzo, productor de germinados en Puerto Ordaz y la licenciada Matilde Gracián.

El Dr. Krishna Bhat, dictó cursos de Yoga durante marzo, abril y mayo de 1983. A partir de éstos se realizó el libro El poder del yoga, con traducción al castellano del Dr. Keshava Bhat, publicado por ediciones Vivir Mejor.

El señor Venkat Krishna y Mairet Medina, quienes han sido colaboradores permanentes, conjuntamente, con la Sra. Silvia Dicuru, la arquitecta Roselia Cordero, el Lic. Juan Rodríguez (Juan Corocillo) y la profesora María Auxiliadora, son miembros fundadores de la Fundación Jardín Etno-botánico chara Cakra, con sede en Cumaná.Otros colaboradores de la chara son: Rosa Avilés ¨Rosita¨, la profesora Morabia Martínez y la profesora Eloísa Tollinchi, quien ha colaborado con una gira de conferencias y otras actividades. Así como el Sr. Antonio Marcano y familia, comerciantes; el profesor Bashirullah y la Sra. Arah, su esposa, quienes gerencian El jardín de la salud, una tienda naturista en Cumaná. Nelson Camelo, consecuente colaborador y amigo. Son muchos los amigos de la Chara que han secundado, apoyado y colaborado con la misión del Dr. Keshava Bhat. Los nombres de tantos otros se han escapado a este breve recuento, no por ello dejan de ser Amigos de la Chara.

HIPÓCRATES Y BHAT.

Numerosas plantas silvestres, popularmente denominadas montes, crecían a sus anchas en la chara Cakra. Entre mangos, cocoteros, guayabos, apamates y árboles de pesgua, tártago, ben y paraíso, se erguían, a su nivel, mostrando su esplendor. Podían reconocerse, fácilmente, cortes de sape, conocido como flor de pozo, con sus florecitas blancas como margaritas; al menos, tres variedades de corocillo; abundante grama pelo de indio y gramalote o gamelote, reverdeciendo frecuentemente; matas de lengua de vaca, con sus inflorescencias alargadas como espigas y plantas de tostón con inflorescencias, separadas y alargadas, punteadas de blanco o rojo, según la variedad, creciendo por doquier. Hierba mora con sus pequeñas perlas negras; flor escondida con el secreto de su reproducción en el envés de sus hojas y santa Lucía o cielito, enredada en el suelo con sus florecillas azules, se mostraban aquí y allá. La grama lochita, abundaba en los lugares más húmedos, creciendo muy cerca del suelo, y con sus hojas como monedas verdes, en variedades de hoja grande y de hoja pequeña. Pira, bledo o amaranto; suelda con suelda con sus graciosos colirios de flores azules y matas de malva que destacaban por su color rojo entre el verdor. La verdolaga con sus flores sencillas de color amarillo se desparramaba por el suelo mientras la artemisa esparcía su agradable olor por sus alrededores. La vernonia con sus raíces aromáticas y la vasella con sus suculentas hojas, crecían sin dificultad entre otros montes. Adicionalmente,

muchas otras plantas cultivadas se encontraban en el jardín, gran número de ellas, debidamente identificadas.

El maestro solía recorrer a diario el jardín para observar su estado e identificar los recursos disponibles como alimento o como remedio, así como también detectar y solucionar las necesidades vitales de algunas plantas y el mejoramiento del terreno. Gustaba de comer mangos y, en época de cosecha, salía muy temprano a recoger frutas y montes para ser usados como alimento. Otros días, sugería al encargado de la preparación de las comidas que acompañado de algunos aprendices recogiera algunas plantas y los instruyera acerca de su correcta cosecha y uso en la cocina. Así, era usual que algunos montes fuesen incorporados en la preparación de los atoles de cereales o agregados a sopas o integrados en la preparación de guisos y salsas o elaboradas salsas, exclusivamente, con ellos. Durante el día, siempre había disponible para beber infusiones de hierbas y especias o de conchas de algunas frutas y vegetales.

Cada monte, con sus propiedades medicinales específicas, con una visión totalizadora, sin aislarse sus principios activos curativos, era empleado con sabiduría, cumpliéndose de este modo la sentencia Hipocrática: Que tu alimento sea tu medicina, que tu medicina sea tu alimento.

PRASS

En el Naturismo Tropical tan importante es el tema de la alimentación como el de la evacuación en el uso adecuado del sistema digestivo. Indispensable es, además, la respiración y el descanso apropiados. El maestro acostumbraba a comentar en sus charlas que a las personas nos es familiar preguntarnos unos a otros: - ¿Comiste bien?, ¿Ya comiste?, ¿Cuántas veces has comido hoy?-. Pero casi nunca se nos oye decir:- ¿Cuántas veces has evacuado hoy?, ¿ Evacuaste bien?. Existe un tabú relacionado con este tema, a tal punto que las expresiones usadas en este sentido son alegóricas de la situación. Por ejemplo: -¿Fuiste al baño?, ¿Fuiste a París?, ¿Ya mandaste el fax?, ¿Ya mandaste el e-mail?, etc.

En relación a ¿qué comer? y ¿qué no comer?, aspectos centrales de la alimentación, el maestro nos previene, en sus charlas y libros, en cuanto a que no debemos consumir: carnes, quesos, huevos, leche y sus derivados; café, té, guaraná, mate, chocolate, bebidas gaseosas y bebidas alcohólicas; aceites refinados y frituras; embutidos y enlatados; chucherías en general; arroz y azúcar refinados; harinas refinadas; tomates y aguacates, vegetales crudos; aditivos y productos químicos; sabores y colores artificiales; cigarrillos y tabaco en cualquier forma o presentación, así como tampoco usar materiales sintéticos en las prendas de vestir. Recomienda, a su vez, evitar cualquier cosa en exceso; consumir los alimentos hervidos, al horno, asados, al vapor y/o tostados; harinas integrales de trigo, maíz; arroz integral y otros cereales integrales; yogurt y suero de yogurt; frutas, semillas y jugos naturales; papelón, panela, melaza, miel de abejas; sabores y colorantes naturales y ropa elaborada de tejidos naturales, por ejemplo: algodón, lino.

De acuerdo con la Teoría de los seis sabores, expuesta por el maestro (Bases del Naturismo, Cap. III), en la preparación de una comida naturista deben emplearse, en forma combinada, todas las partes de la planta: raíces, tallos, hojas, flores , frutos y semillas, con el fin de garantizar la presencia de todos los elementos y sabores. A modo de ejemplo, pueden mencionarse algunas raíces como batata, yuca, apio, rábano, remolacha, zanahoria; tallos de zanahoria, ocumo, pira, ñame, zulú, rábano, repollo, bróculi, coliflor, verdolaga; hojas de pira o bledo, repollo, verdolaga, ben; flores de bróculi, coliflor, auyama, cayena, jamaica, ben, piña, jaca, higuera; y entre otros frutos y semillas podemos usar plátanos, calabacines, berenjenas, chayotas, auyamas, vainitas,

chimbombó; caraotas, arvejas, lentejas, frijoles, garbanzos, maíz (jojoto, cariaco, blanco, amarillo, etc.), avena, cebada, trigo entero o partido, ajonjolí crudo, tostado( en forma de gomasio, lechadas, horchatas); lechosas, mangos, cocos, cambures, guayabas, naranjas, parchitas y otras frutas, preferiblemente de temporada. Es recomendable además emplear brotes de frijol y otros granos. Otros productos como el cazabe y derivados de la caña de azúcar. Y condimentos como la sal marina, cúrcuma, jengibre, orégano, semillas de cilantro, pimienta, comino, clavo de olor, canela, vainilla natural y cardamomo.

El maestro ha hablado extensamente en relación a qué, cuándo y cómo comer explicando en detalle los hábitos saludables. Ha dado numerosas recetas culinarias y aparecen en algunos de sus libros ( Herbolario Tropical, pp. 23-46; Qué, Cómo y Cuándo comer; ambos en Ediciones Vivir Mejor), enfatizando la calidad y la cantidad del alimento a ingerir según el metabolismo individual y la temporada del año. Así también ha dado suficiente información acerca de la conveniencia y práctica del ayuno.

En la teoría del Ahorro y del Ahorco, el maestro señala expresamente a la inadecuada alimentación y los malos hábitos alimentarios como factores directos del estreñimiento, indicando claramente como esos factores generan un colon colapsado, responsable de la mayoría de las enfermedades conocidas.

Durante mucho tiempo el maestro ha repetido sin cesar: - Si usted comió ayer tres veces, hoy debe evacuar tres veces; debe evacuar hoy tantas veces como haya comido ayer; en otro caso usted está ahorrando y está preparando su camino a la morgue. En un lapso de veinticuatro horas usted debe evacuar hoy la comida de ayer. Así por ejemplo, un poco antes del desayuno de hoy usted debería evacuar la comida ingerida durante el desayuno de ayer y en forma similar debe ocurrir en relación al almuerzo y la cena -. Otro aspecto que resaltaba era la caracterización de la evacuación, al respecto señalaba: - Casi nadie observa su propia evacuación. Su consistencia debe ser PASTOSA, la acción RÁPIDA, en cantidad ABUNDANTE, de textura SUAVE y mantenerse en SUSPENSIÓN en el agua, abreviando, PRASS. Además, el color y el olor debe ser el propio de las heces normales -.En el sistema digestivo está la clave para mantener una buena salud y menor riesgo de enfermedades. Coma sano, tenga buenos hábitos y PRASS.

LEY DE ABUELA.

Cuando el maestro enunció esta ley estaba pensando en cómo ayudar al ser humano a proteger su descendencia mediante un proceso de concientización de los futuros padres.En la ley de abuela, el maestro afirma que la abuela es responsable de la salud y de la calidad genética de su progenie, pues, cuando nace una niña, ella ya lleva en su vientre, aproximadamente, unos 432 óvulos. Así, el óvulo de ayer, contenido en el vientre de la abuela, será la niña de hoy que al crecer se convertirá en la madre de mañana y luego en la abuela de pasado mañana, y así sucesivamente. El maestro explica que en el vientre de una mujer embarazada (futura abuela) hay un óvulo fecundado que está en proceso de división celular. Si antes de los 40 días ocurre un proceso de meiosis nacerá una hembra y si no ocurre nacerá un varón. Es decir, el proceso de meiosis es el indicador del sexo.Por otro lado el maestro insiste:- El papel de la alimentación es de vital importancia porque las sustancias ingeridas por una niña pueden afectar el núcleo y/o el citoplasma de su óvulo, mientras que las sustancias ingeridas por un varón pueden afectar el núcleo y/o el citoplasma de sus espermatozoides, lo cual, en ambos casos, incide directamente en las

generaciones futuras, pues, el cigoto es la unión biológica de ambas células. Y, también, las sustancias ingeridas por una mujer gestante afectan directamente al embrión, al feto, y a los óvulos del feto, si es el caso, en forma indirecta. Si la mujer embarazada (futura abuela) consume alimento sano logrará que el feto que se transformará en mamá lleve óvulos sanos. Si consume sustancias tóxicas su descendencia está en peligro-.

El consumo de drogas, legales o ilegales, como: café, té, chocolate, guaraná, bebidas alcohólicas, cigarrillos, marihuana, cocaína, etc., puede afectar al núcleo, al citoplasma y/o al metabolismo. El daño dependerá de la cantidad y la capacidad de eliminación, tiempo de consumo, exposición activa/pasiva, concentración y toxicidad de las sustancias ingeridas.

El maestro ha hecho énfasis en la abuela como portadora responsable de una buena o mala descendencia pero también ha dejado, suficientemente, clara la responsabilidad del abuelo varón. En este caso, si el hombre consume sustancias tóxicas 75 días antes de la concepción, sus espermatozoides serán dañados con las consecuentes alteraciones en la formación del cigoto; si es que llega a producirse la fecundación.

Una pregunta de extraordinaria sencillez y, a la vez, de penetrante agudeza ha planteado los términos del desarrollo de la ley de la abuela en una dimensión de gran profundidad intelectual y humana. El maestro se ha interrogado a sí mismo: - Sabiendo que ambos gametos poseen núcleo y citoplasma y, también, su integración en la célula madre, el cigoto. ¿ Qué ocurre con los nutrientes que llegan, los desechos que salen y el proceso metabólico que se realiza en el cigoto, en el embrión y, más tarde, en el sujeto adulto?-. Y revela que cuando descubrió los alcances predictivos de la ley de abuela estuvo varios días sin poder dormir, hasta que formalizó algunas conclusiones y pudo ponerlas por escrito para su divulgación. Hizo una asociación de la teoría de los cinco elementos con los componentes celulares básicos: masa, volumen, núcleo, citoplasma y metabolismo, concluyendo que cualquier variación celular es dependiente sólo de los últimos tres factores mencionados. Así, de acuerdo a la ley de abuela, el óvulo, el espermatozoide, el cigoto o el feto pueden sufrir alteraciones a nivel del núcleo, del citoplasma y/o del metabolismo. En una primera aproximación, planteó un arreglo de igual cantidad de elementos dispuestos en filas o columnas no necesariamente iguales en número, al que llamaremos matriz; una matriz de doble entrada, situando en cada entrada los gametos y sus componentes variables, con combinaciones de algún daño presente o en condiciones normales. Y, ya en esta primera aproximación, concluye que de cuarenta y nueve casos, es decir, de cuarenta y nueve posibles uniones gaméticas, doce terminan irremediablemente en abortos. Caracterizando a cada uno de los componentes celulares variables: núcleo, citoplasma y metabolismo, con un grupo de indicadores (Por ejemplo: el núcleo es asociado con el elemento aire y como consecuencia con los movimientos del cuerpo: vibratorio, muscular, de neurotransmisión, de transporte y peristálsis) y tomando uno de los treinta y siete casos restantes procede a hacer un análisis a un nivel más profundo. Así, tomando una unidad de análisis ( un cuadro o elemento de la matriz): la unión gamética donde se han considerado las variables: núcleos, femenino y masculino, y considerando los cinco movimientos y sus combinaciones, en condiciones de presentar algún daño y en condiciones normales, obtendríamos sólo de allí treinta y dos combinaciones por cada fila y

columna de una nueva matriz, respectivamente. En el estudio de esta nueva matriz se generan un total de 1024 posibilidades de análisis. Si seguimos, a un nivel más profundo aún, y extraemos de esta última matriz, por ejemplo, el cuadro marcado con movimiento de neurotransmisión para ambos gametos, obtendremos otra matriz con 268.435.456 elementos para su análisis.

Esto revela la complejidad del estudio.( Las bases del Naturismo,1991, Cap. IV).

El maestro concluye advirtiendo el inminente peligro para las próximas generaciones humanas: - Si no se trabaja en la dirección de crear, en los futuros padres, la conciencia de una concepción, gestación y crianza responsables, las próximas generaciones no tendrán la posibilidad de ver nuevos descendientes-, y lo ilustra mostrando cómo, en el mundo, ello ya está sucediendo. La decadencia y desaparición del género humano no sólo está signada por la enfermedad y la vejez, el hambre y la desnutrición, el hampa común y el hampa organizada, la guerra fraticida entre países y entre bandos religiosos, sino también por la irresponsabilidad del hombre con el planeta y su ambiente.

No obstante, el maestro afirma que: - Según la ley de abuela, mientras se tenga una herencia genética sana y se mantengan buenos hábitos de alimentación y de vida, se puede individualmente disfrutar de salud física, mental y espiritual.

SANAR AL ENFERMO.

El maestro ha repetido incansablemente que el ser humano debe ser considerado como una unidad dinámica integral. Que no se debe fraccionar la totalidad dinámica. Que cada ser humano es un microcosmos constituido por un cuerpo físico (alimento y aliento) y un cuerpo sutil (mente, intuición y felicidad). Y que cada cuerpo necesita su alimento en cantidad y calidad apropiadas y oportunas. En relación al cuerpo físico ha expresado que los requerimientos de una persona, para su normal funcionamiento, varían según su necesidad y capacidad. Que cada cuerpo es único y, por lo tanto, la comida balanceada es un mito.

Cuando personas enfermas, individualmente o en talleres, insisten en preguntarle: - Doctor, ¿qué se puede tomar para tal o cual enfermedad?-. Él, invariablemente, responde: - Cualquier tratamiento es para el enfermo, la enfermedad no existe. Lo que se puede encontrar es el tejido enfermo no la enfermedad. Lo que se ha dado en llamar enfermedad es sólo un nombre para unos síntomas, pero las causas de una reacción corporal anormal, es decir, la acción, reacción e interacción internas del fenómeno suelen permanecer ocultas-. Y, enseguida, agrega: - Si usted no cambia su alimentación y su estilo de vida no hay remedio que valga. Con tratamiento podrá, tal vez, paliar sus síntomas pero si no elimina la intoxicación diaria y mantiene su cuerpo con un ph adecuado, usted se mantendrá, irremediablemente, enfermo. En el naturismo no se tratan los síntomas, los síndromes o las enfermedades, simplemente nos ocupamos de la persona enferma como una totalidad-. No obstante, las personas acuciadas por sus males o los de algún ser querido, siguen repitiendo: - Doctor, ¿qué puede suministrarse a una persona con tal o cual enfermedad?-. El maestro, pacientemente, responde: - No lo sé. Ella tiene que venir personalmente. Así, yo no puedo saber.-

El interés y la capacidad del ser humano para generar mitos y dejarse llevar por el pensamiento mágico ha estado presente en todas las épocas y en todas las culturas. En cuanto a la salud se refiere, muchas personas toman algún medicamento y luego lo recomiendan a otras personas, otras

recomiendan a su médico, a su acupunturista chino o a su masajista como remedios. En cualquier caso, la responsabilidad por la salud se sitúa generalmente, en algún lugar fuera de nosotros. En fin, vivimos en una cultura que no ha aprendido a hacerse cargo ni de cargar con la salud Por hacerse cargo quiero significar tomar conciencia de nuestro estado saludable más allá de cualquier momento en que sentimos alguna dolencia o malestar físico. Es darse cuenta de que nuestros cuerpos: físico y sutil, trabajan armoniosamente, eficientemente, creativamente, en un estado saludable. Y por cargar con nuestra salud, quiero significar: salir de nuestra comodidad una vez que hemos decidido hacernos cargo de nuestra salud; generar, entonces, cambios en nuestra alimentación y estilo de vida, y usando nuestras facultades mentales corroborar los beneficios. Necesitamos generar una cultura de la auto-responsabilidad.

DESARROLLO Y SUBDESARROLLO

El progreso o evolución o desarrollo, individual o colectivo, en los aspectos material, mental y espiritual se fundamenta en una salud individual (persona) y colectiva (grupo, comunidad, sociedad, humanidad), en los ordenes físico, mental y espiritual, respectivamente. En caso contrario, un individuo, grupo, comunidad, sociedad enfermos físicamente, mental y espiritualmente, están condenados al subdesarrollo en esos mismos términos. Con esa intención, con muchas ideas y sus acciones, el maestro aconsejaba que la disciplina es la base para nuestro progreso. Usar los recursos disponibles con criterio de escasez y no con escasez de criterios era para él una forma de vida, un modo de vivir con eficiencia y creatividad. -La abundancia de la naturaleza debe ser administrada con eficiencia, emplear los recursos locales, los productos frescos de la estación, -, decía. Y lo mostraba a diario.

En cierta oportunidad, un alumno pidió su permiso para cosechar algunas plantas de vetiver y disponer de sus fragantes raíces. El permiso fue concedido y una tarde el alumno obtuvo muchas raíces, dejando de lado un montón de plantas cortadas y otras aún con sus raíces.

Esa misma tarde, un grupo de estudiantes realizaba un paseo con el maestro revisando el jardín; uno de ellos avistó un montículo de vetiver cortado y preguntó al maestro: -¿qué es eso?, refiriéndose a las plantas. El maestro respondió: - ¡Vandalismo! -. Haciendo, obvia alusión al mal uso de los recursos. En la mañana siguiente, el maestro y el alumno responsable de aquél hecho, resembraron las plantas con raíces en otros lugares del jardín y las plantas cortadas se reservaron para hacer manualidades.

El maestro enfatizaba que otra necesidad del ser humano para su desarrollo es vivir en libertad. Una libertad responsable. Una libertad limitada por nuestros deberes propios, deberes con: el hogar, el trabajo, la comunidad, la sociedad y la humanidad. Tenemos deberes como abuelos, padres, hijos, hermanos, tíos, cuñados, chóferes o peatones, jefes o empleados, creyentes o no; en general, debemos ejercer una libertad que considere responsablemente al prójimo y a nosotros mismos.

La acción diaria del maestro era un ejemplo de cómo vivir en libertad. En la chara, en un día promedio, se levantaba un poco antes de las cuatro de la mañana, realizaba su acostumbrado baño de asiento y aseo personal y, luego, si había buena visibilidad salía a ver el cielo. Después se dedicaba a sus estudios y/o tareas personales antes de salir

nuevamente a recorrer y evaluar el estado del jardín. Antes de las siete de la mañana hacía alguna inspección por la cocina para ver en que podía ayudar y cuando el desayuno estaba listo se invitaba a todos a desayunar. Era una costumbre en la chara que amigos, allegados y visitantes que aparecían durante las horas de la comida fuesen tácitamente invitados a comer.

Cuando no dictaba talleres siempre encontraba alguna actividad para organizar o realizar personalmente, ocupándose hasta la hora del almuerzo. En la hora acostumbrada, servía su alimento, ingería su comida compartiendo con los presentes y luego lavaba sus utensilios de comer. Después de un breve descanso, a las dos o dos y media de la tarde ya estaba nuevamente retomando sus actividades. A golpe de las cinco y media de la tarde, si le era posible, tomaba nuevamente un baño y, en algunos casos, unos minutos de descanso o estudio. Posteriormente, bajaba nuevamente al galpón para compartir y recibir visitas; salía a observar el cielo nocturno y, por lo general, a lo sumo, a las nueve de la noche ya estaba en la cama. Era su forma disciplinada de vivir creativamente, expandiendo sus propios límites.

El Naturismo Tropical desarrolló sus bases teóricas y su práctica en el ejercicio de la disciplina, la eficiencia y la creatividad del maestro. Éste era el signo de su salud física, mental y espiritual Por otro lado, alertaba continuamente, de todas las maneras que le eran posibles y accesibles, en relación a como la indisciplina y el libertinaje conducen a la ineficiencia y a la imitación ciega, trayendo consigo la enfermedad física, mental y espiritual de individuos y pueblos.

SEMILLAS DE AUYAMA.

La eficiencia, en el pensamiento, la palabra y la acción, era una práctica diaria del maestro. Repetía incansablemente que se administraran los recursos con criterio de escasez y no con escasez de criterios. Durante varios días, durante su rutinaria inspección de la cocina, comentó que al ser cortada una auyama debían extraerse la tripa para cocinar como alimento en guisos y/o sopas y limpiar sus semillas para sembrar o tostarlas para comer , aderezadas con sal, cúrcuma y pimienta. Muchas veces al ver en la despensa trozos de auyama con semillas, repetía que debían secarlas, procesarlas y guardar el trozo de auyama boca abajo para su mejor preservación. En ocasiones, al no obtener respuesta a sus comentarios, optaba por hacer el trabajo personalmente y en silencio.

La pereza y la falta de atención son enemigos del aprendizaje, el conocimiento y la formación de un buen carácter.

ECHÁNDOLE COCO AL COCO.

En la chara Cakra el coco, fruto del cocotero, era empleado en gran variedad de aplicaciones. En su uso culinario da un sabor característico a guisos, atoles, salsas, dulces

y tortas. Como consecuencia, todos los comensales obtienen los beneficios, propios, de la fibra y la grasa no saturada, natural de la semilla de coco, durante su proceso digestivo.En cierta fecha, hallándose reunidos un grupo de alumnos, el maestro pidió al alumno j que les sirviera de guía y les enseñara las bondades del fruto sagrado. De inmediato, se dirigieron a un lugar cercano, donde se encontraban un montón de frutos, no tiernos, esperando ser procesados. Al llegar al sitio, el estudiante guía dijo:- Vamos a seleccionarlos, separando los que sirven para comer de los que sirven para extraer aceite-.

Otro estudiante del grupo preguntó:-¿Cómo haremos eso?-. El guía respondió:- Recojan un coco cada uno y agítenlo; si perciben movimientos y sonidos secos dentro de él, significa que ese coco sirve para extraer aceite, en otro caso, si perciben movimiento y sonido de agua el coco servirá para comer. Si no suena, está seco o está lleno de agua.Afanosamente los alumnos separaron un lote de cocos para posible extracción de aceite de otro lote para comida, manteniendo cada quien un coco en su mano. Finalmente, alguien interrogó al alumno j: - Y ahora, ¿qué haremos?-. El guía, señalando un palo enclavado en el suelo, reveló:- Emplearemos una tecnología de punta para obtener las semillas-. Y clavando un coco en la punta del palo, comenzó a presionarlo hacia abajo y hacia los lados, arrancando progresivamente la concha externa hasta obtener la semilla. Enseguida arrojando las conchas junto a otro montón similar, preguntó: -¿Qué haremos con eso?, refiriéndose a las conchas-. Alguien dijo:- Eso es basura-. Otro, le salió al paso y, dijo:- ¡No!, he visto, aquí en la cocina, que esa fibra se usa para fregar platos y ollas-. Otro más agregó:-En los viveros la emplean como medio de enraizamiento para ciertas plantas-. El guía completo:- Esa fibra, puede también quemarse para espantar la plaga o usarse para desfoliar la piel durante el baño. Y agitando, en alto, la semilla en su mano, lanzó una seguidilla de preguntas: ¿Quiénes desean bañarse con aceite de coco?, ¿Quiénes quieren aprender a extraer aceite de la semilla?, ¿Quiénes quieren pelar cocos como les mostré antes?-. Casi todas las manos se alzaron. Después de un rato, cada estudiante tenía, al menos, una semilla de coco consigo. El guía dijo entonces:- Vamos a obtener la nuez de la semilla-. Acto seguido, la arrojó con fuerza contra una piedra rompiéndose la cáscara o jícara y dejando ver la nuez entera. Algunos más sorprendidos que otros imitaron la acción con entusiasmo y, al final, todos obtuvieron, por lo menos, una nuez. La voz del guía se oyó de nuevo:- Mañana, usando un molino, extraeremos aceite prensado al frío de estas nueces pero ¿qué haremos con estas cáscaras (envolturas de las nueces)?-. Ante el silencio, el mismo respondió:-Quemaremos estas jícaras para obtener carbón activado.

Además, cualquier pedazo de esta concha puede ser usado como remedio. Más tarde el maestro explicará cómo hacerlo, es muy fácil-. Y así ocurrió. Al día siguiente, durante la preparación del almuerzo, el maestro pidió al encargado de la cocina que agregara un trozo de la concha de coco a la sopa y explicó, detenidamente, su acción. Explicó, además, como la inflorescencia del coco y, también, sus raíces eran empleadas como remedio. Un alumno dijo:-Yo he visto, en tiendas, los cocos secos tallados con figuras diversas, y sirven como adornos y como medio de sustento. El maestro trajo entonces una palma coco y mostró cómo tejer la hoja de diferentes maneras para hacer manualidades. Refirió que juntando las nervaduras centrales de las hojas se pueden hacer escobas y que el tallo de la planta es útil, empleado como viga, en la construcción de casas. Adicionalmente, enseñó a usar los vástagos de un racimo de cocos tiernos para hacer manteles individuales.

Se cortaron cocos tiernos, se bebió su agua fresca y se aprovechó su comida. El maestro habló, largamente, de los beneficios del agua de coco como nutriente y como remedio. Finalmente, mostrando un coco tierno en su mano inquirió:- ¡Usted cree que el agua trepa el cocotero?, ¿cómo llegó el agua hasta aquí?-.

CAMBUR, PLANTA SAGRADA.

El cambur junto con el coco, el mango y el tamarindo son considerados, en la India, frutales sagrados. En Venezuela es una fruta que abunda durante todo el año en sus diferentes variedades, especialmente: manzano, guineo y titiaro. Ésta última, una variedad de frutos pequeños, de pulpa de color amarillo y muy dulce.

Durante un viaje a Cumaná, un alumno acompañaba al maestro y decidieron entrar a un ventorrillo de carretera para tomar agua de coco tierno y comprar cazabe y cambures. Saciaron su sed mientras el maestro observaba algunos racimos colgados del techo y otros acomodados en el suelo. Eligió dos de ellos, uno verde y otro maduro. Más tarde, de nuevo en la vía, preguntó al alumno:- ¿Se dio cuenta de que algunos racimos han sido madurados con carburo?. El alumno respondió:- No, en realidad no, ¿cómo supo usted eso?-. El maestro respondió sonriendo:- Los racimos madurados artificialmente presentan dos colores, la fruta es amarilla mientras que el vástago está verde, en los otros racimos el proceso de maduración es uniforme.

El maestro, comía gustosamente la fruta con su concha si estaba limpia y en buen estado. Preparaba, en ciertas ocasiones, un postre con cambur maduro cortado en trocitos y sazonado con pimienta, jengibre, cardamomo y un punto de papelón. Si había disponible agregaba al final una cucharadita de ghee (mantequilla clarificada).

La inflorescencia del cambur, esa parte morada que sobresale al final del racimo, generalmente, cuando está en la mata, era usada en cierta receta culinaria llamada repollo astronómico. También tiene uso medicinal.

El corazón o palmito de cambur obtenido después de desacoplar las conchas o cachipos se emplea para comer en guisos o tomar como jugo. También es remedio empleado en diversos tratamientos. De los cachipos, una vez secados al sol, se extrae una fibra resistente y útil para la elaboración de manualidades.

La hoja fresca es empleada, frecuentemente, en algunos lugares de las costas venezolanas para servir conservas de coco. En la India son empleadas como recipientes para comer.

Las hojas asadas al fuego se utilizan para envolver las tradicionales hallacas y también como cubiertas en la elaboración de hallaquitas dulces: especie de dulce de coco con papelón, envuelto en hojas asadas de cambur embadurnadas con una mezcla de arroz integral remojado y licuado con agua. -¡Y, por si acaso, las hojas todavía no son basura! decía el maestro: –Pueden reciclarse: secarlas al sol, quemarlas y luego usar sus cenizas como remedio. En cierta oportunidad él personalmente asó unas hojas directamente sobre

la hornilla de una cocina de leña que había en la chara. Y, en una fase posterior, después de demostrar cómo cortar cada hoja, con la mano, para obtener pedazos enteros, útiles para servir o envolver, se divirtió, conjuntamente, con los presentes elaborando matracas (especie de juguetes sonoros) con la nervadura central de la hoja.

LA TOTALIDAD Una noche se quemaron gran cantidad de cáscaras de semillas de coco, haciendo una fogata que ardió hasta convertir el material en brasa ardiente. Todas las personas presentes observaban el fuego sintiendo su calor y, algunos, admirando su belleza: sonidos crepitantes, gama de colores naranjas y azules y movimiento en proceso. El maestro invitó a mirar el movimiento espiralado de las llamas que se torcían, envolviéndose a sí mismas, avivándose y desvaneciéndose, a medida que el sustrato se consumía. De repente, preguntó a un alumno:-¿qué ve usted allí?-, señalando las llamas. El alumno respondió:-candela, humo, cenizas, conchas de coco-. El maestro invitó una vez más a extender la mirada, consciente, más allá de la experiencia: -Además de eso, ¿qué más pueden ver?, piensen en la totalidad, no fraccionen-. Todos se miraron las caras interrogándose en silencio: ¿qué otra cosa puede haber allí?-. Pensaron y al rato todos se rindieron ante ese mundo invisible para ellos. Entonces, el maestro abrió los ojos, como fingiendo una sorpresa, y, finalmente, dijo: -Allí en el fuego están todos los elementos: el éter está representado por el espacio que ocupa; si no existiera el aire las llamas se apagarían y el fuego no sería posible; hay agua contenida en las conchas ardientes y en el aire que lo sostiene y la tierra está a la vista en las conchas que son su materia prima. Lo que vemos predominantemente, en la quema, es el elemento fuego pero el resto de los elementos también están presentes. Algo análogo ocurre en cualquier otro fenómeno natural, con predominio de alguno de los elementos, pero si nuestra mirada es total, captaremos la experiencia más allá de lo evidente-. El fuego se extinguió al consumirse la materia prima y las brasas ardientes y cenizas quedaron como testigos actuantes de aquella revelación.

El maestro echó suficiente agua para apagar los carbones encendidos. Al día siguiente, se lavaron los carbones resultantes del proceso, retirando las cenizas, y se colocaron durante un rato al sol. Más tarde:¡El carbón activado estaba listo para su uso!

La base del universo material, los cinco elementos, está presente en todo tiempo y en todas partes, incluso en el vacío que aunque así se denomine tampoco está vacío . Cuando fraccionamos perdemos el proceso total, la totalidad. El análisis sin la mirada sintética oportuna es tiempo perdido y mera especulación. La ciencia funciona de tal manera que todo nuevo conocimiento que no se acopla al paradigma oficial es rechazado. En el campo de la física, el éter, por ejemplo, no ha sido comprendido pero sí rechazado y olvidado. Sin embargo, a nivel subatómico, los físicos aceptan la dualidad onda-partícula. Es decir, las partículas subatómicas pueden ser al mismo tiempo ondas; ondas probabilísticas, modelos matemáticos abstractos, que representan tendencias a existir en lugares específicos y tendencias a ocurrir en tiempos concretos. En su lenguaje, los físicos nos están diciendo que la base de nuestra realidad material, el mundo subatómico,

se aprehende en términos de una idea matemática de patrones de probabilidad. Y, además, que no pueden predecir la ocurrencia de un suceso atómico con certeza. En otras palabras, por ejemplo, no saben controlar las reacciones nucleares. De allí la necesidad de realizar pruebas nucleares que tanto daño han causado al ambiente y, por ende, a la vida en el planeta. Esto explica, claramente, por ejemplo, la desproporción de las explosiones nucleares causadas en Hiroshima y Nagasaki, con las consecuencias no suficientemente conocidas y ni aprendidas. Sólo se tiene una visión parcial del proceso; sin embargo, los resultados de este conocimiento fragmentado se ha puesto al servicio de la guerra sin prever los efectos letales que pueden estar causando en este mismo momento. Así, por ejemplo, el uso del uranio deteriorado, resultante de la fisión nuclear, empleado como peso muerto en el lanzamiento de bombas, durante las recientes guerras en el golfo pérsico, Afganistán e Irak. Tan irresponsable, peligroso y dañino es meter las manos en la candela como jugar a buenos y malos usando la fisión nuclear; en ambos casos, lo que predomina es el fuego y a diferencia del éter su manifestación no es sutil.

SUERO DE YOGURT.

Cierto día, durante una actividad práctica de enseñanza-aprendizaje-evaluación, ya que el maestro, sin decirlo explícitamente, solía promover el aprendizaje y luego supervisar la acción del aprendiz, una vieja alumna orientaba a algunos alumnos. Les explicaba cómo preparar un suero de yogurt mientras acariciaba el pelaje de un perro que entraba, en ese momento, al área de la cocina de leña, situada detrás del galpón la cocina. Indicaba una dilución incorrecta y un errado orden de colocación de los ingredientes. Esto no pasó desapercibido al maestro quien, acercándose, sacó al perro de la cocina e hizo la corrección oportuna. Posteriormente, en privado, reprendió severamente a la estudiante por no ser responsable en el conocimiento y manejo de la información que estaba compartiendo y adicionalmente por el riesgo de contaminación del alimento y el mal ejemplo para los aprendices.

Si no hay discernimiento en el aprendizaje sólo hay imitación ciega con el riesgo de distorsionar la enseñanza. El discernimiento es indispensable para obtener un aprendizaje real y cuestionar si es necesario el conocimiento dado.

LA LAMPARITA

En la chara Cakra se realizaban talleres donde el maestro compartía su bondad y conocimientos con los interesados, sin distinción de raza, credo político o religioso, clase social o formación educativa. Durante un encuentro denominado Aprendiendo a Sanarme, un grupo de unas veinticinco personas compartían, de manera entusiasta y solidaria, diversas prácticas dirigidas a la libre toma de conciencia de lo que la salud representa para el individuo y la responsabilidad personal indispensable para generarla y mantenerla. En relación a esto el maestro repetía frecuentemente: - Lo que se necesitan son hacientes. -, haciendo alusión, con esta última palabra, a las personas capaces de autogestionar responsablemente su salud y, de ser el caso, su enfermedad; guardando el calificativo de pacientes para aquellas personas enfermas impedidas de valerse por sí mismas. El énfasis era dirigido al cultivo de una buena alimentación y un estilo de vida saludable. Durante cinco días se aplicó la Teoría de los cinco elementos para mostrar un camino hacia una vida

en armonía con la naturaleza, indicando en su curso el tratamiento adecuado para las personas, enfermas en su mayoría, asistentes al taller. Cada uno aprendía haciendo a preparar su remedio y el alimento a consumir por el grupo. Uno de los puntos fuertes, en cuanto al tratamiento del enfermo se refiere, era la desintoxicación. Para ello se emplearon variadas técnicas y tecnologías relacionadas directamente con el uso adecuado de los elementos: espacio, aire, agua, tierra y fuego.Cada día era de intensa actividad desde cerca de las cuatro de la mañana, hora en que el maestro solía levantarse a ver el cielo, cuando había buena visibilidad, hasta cerca de las nueve de la noche, hora en que tocaba acostarse, después de que los interesados hubieran acompañado, nuevamente, al maestro en su recorrido estelar. Uno de esos días, una práctica vespertina consistió en darse un baño de arcilla y, posteriormente, champú de cayena y agua dulce; luego disfrutar de un período de ejercicios respiratorios y relajación. Durante el baño, al parecer, como resultado del momento de ocio y distensión, los participantes se entregaron a cantar, bailar, y contar chistes riendo libremente. Esta situación se prolongó gratamente, olvidando así la hora acordada para iniciar la siguiente actividad. El final de ese día anduvo de cabeza, el encargado de dirigir la preparación de la cena apareció de repente, puso a sonar con alto volumen un merengue de moda y se metió en la cocina alegremente, comenzando a bailar conjuntamente con otros participantes que le esperaban para ser orientados en la elaboración de la cena. Algunos que venían de tomar el baño también se integraban al baile. Al fondo y detrás de la activada cocina industrial, pegado a un tablero de madera, había varios letreros alusivos a la debida actitud y comportamiento a seguir durante la preparación de los alimentos. Uno de ellos decía: ¡SILENCIO!. De este modo parte de un estilo de vida rutinario, no acorde con lo que la mayoría de las personas habían venido a buscar en la realización del encuentro-taller, había entrado a la chara Cakra en un momento inoportuno. Un alumno, que fungía de instructor de los ejercicios de respiración y relajación, el alumno j, hizo una sugerencia que no fue escuchada, tras lo cual optó por alejarse del lugar no cumpliéndose la actividad programada.

Al poco rato la música cesó pero la energía quedó en el ambiente. Comenzaron a llegar algunos visitantes y el espacio se llenó de nuevo de risas, cuentos y canciones acompañadas de un cuatro (instrumento musical, de cuatro cuerdas, típico de Venezuela). Eso se prolongó durante y más allá de la cena. Mientras tanto el maestro escuchaba y trabajaba en silencio en su habitación. Cuando lo creyó oportuno salió de ella, con una lamparita encendida, tropezándose con el alumno j, quién andaba por allí cerca. – ¡Mira, una lamparita de citronella!-, exclamó. Y la acercó para que éste la oliera. –Voy a bajar-, agregó. Y se dirigió al sitio de reunión. El alumno j pensó: - Habiendo suficiente luz en el galpón, ¿para qué será esa lamparita?, ¿querrá usarla como sahumerio para llamar la atención del grupo e intentar, sin advertirles directamente, cambiar la energía del lugar. Y recordó a Diógenes, el griego, crítico mordaz de las creencias y costumbres de su tiempo, de quien se cuenta que en cierta ocasión salió por las calles de Atenas, a pleno día, alumbrándose con un farol a ver si podía encontrar a alguien que mereciese llamarse hombre. También este Diógenes tenía como doctrina vivir conforme a la naturaleza.

Se habían pautado reuniones diarias, al final de cada jornada, para compartir y evaluar las actividades realizadas. Ese día no hubo tal reunión. El maestro regresó más temprano a su

habitación; eran las ocho de la noche. – Estaban cansados, nos reuniremos mañana-, comentó al alumno j. Dio las buenas noches y desapareció internándose en su habitación.

La sanación es un encuentro consigo mismo; es un abrazo en la intimidad de nuestros cuerpos visibles e invisibles. Como parte de este proceso, y de una vida sana y saludable, el silencio es un hábito necesario. Hábito difícil de crear y mantener en una sociedad de consumo desaforado, donde se cree que se puede transmutar el tiempo en dinero y que todo se puede comprar y vender.

Para sanarse, y para estar sano, se requiere tiempo, ¿qué tiempo?. Se requiere tiempo de uno, el tiempo que la persona, sana o enferma, debe dedicar a sí misma. El descanso y la relajación son factores indispensables para estar saludables o, en otro caso, para recuperar la salud. En ambos casos, como parte del mantenimiento preventivo o del tratamiento curativo, la regeneración celular debe ocurrir en forma óptima para lograr el propósito deseado.

La sociedad de consumo masivo nos vende música para relajarse pero lo que la verdadera relajación propone es todo lo contrario, se necesita introversión. La relajación no puede comprarse ni venderse. La persona que va a relajarse necesita escuchar su propia música, su música interior. Sus sonidos internos, sus pulsos y armonizar su mente en la quietud y en el silencio interior. Sin embargo, la gente, comúnmente, piensa lo contrario y son frecuentes las expresiones del tipo: ¡Voy a una sesión de bailoterapia para relajarme! o, de otro modo, ¡Vamos a hacer tal o cual cosa para relajarnos!, o ¡Pon la música de relajación!. Bien, en cualquiera de estos casos, usted no escuchará a su cuerpo, se mantendrá al margen de él, quizá sentirá un alivio al realizar una actividad diferente a la usual, pero eso no es relajación es sólo distracción.Cuando tenemos la oportunidad de estar en un lugar que privilegia el silencio, los sonidos de la naturaleza, cualquiera sea ese lugar, estamos en presencia de un ambiente que promueve la sanación. ¿ Porqué no elegir ese ambiente dentro de nosotros?, ¿porqué no crear esa atmósfera interna?. Posiblemente, algunos estarán pensando: - Porque no tenemos tiempo-. En ese caso, nuestra salud peligra o el enfermo está auto-condenado, a seguir enfermo, probablemente a morir más pronto. Me viene ahora a la memoria la siguiente frase, dicha por alguien en alguna parte: Corremos, corremos y corremos y sólo nos detenemos para morir. Como ya se ha mencionado antes: es muy fácil perder el objetivo si no hay plena conciencia en la actividad que se realiza.

¡DE ALLÁ VENIMOS!

El maestro tenía la capacidad de reconocer cerca sesenta constelaciones, a simple vista, según la visibilidad y oportuna aparición durante el año. Las nombraba, señalaba y repetía con emoción cada vez que un alumno o un grupo de alumnos se acercaban a su punto de observación.

Una madrugada, de mediados de junio, eran las 2:30 A.M., caminaba por el jardín acompañado del alumno j, señalando y nombrando algunas estrellas y planetas. Comentaba entonces: -Allá está la

estrella polar a 640 años luz de distancia de nuestro planeta, según la estimación de los científicos. Para los efectos de nuestra percepción es una estrella fija pero sabemos que se mueve y detrás de ella todo el sistema solar se desplaza en forma espiralada. ¡Míre! El triángulo del norte: Vega, de la constelación Lira; Altair, de la constelación Águila y Deneb, de la constelación Cisne, son sus vértices. Al sur puede ver Sagitario y, a su derecha, Escorpio. Observe Antares su estrella más brillante y, en la cola, al fondo otra estrella muy brillante, Shaula. ¡De allá venimos!. Esta noche, como a la 8 P.M., podrá ver la Cruz del Sur y, a su izquierda, las estrellas Alfa y Beta de la constelación Centauro. ! Justo en aquél lugar! -. Y mostró su dedo, señalando un espacio en el firmamento sureño. Luego, por un rato, siguió mostrando otras constelaciones y planetas. De una manera natural, y como consecuencia de sus comentarios, una tarea había sido asignada.

Cualquier momento es oportuno para enseñar y para aprender. Si el maestro y el alumno están dispuestos y el alumno tiene la capacidad, puede aprender.

¡ALLÁ, LAS PLÉYADES!

En la chara Cakra el maestro solía despertar muy temprano para observar el cielo: polaris, la luna, los planetas y constelaciones visibles. Pequeños grupos de alumnos acompañaban al maestro en esa actividad. En ocasiones, el rápido desplazamiento de estrellas fugaces o meteoritos causaba alegría entre los presentes y, con regularidad, podían observarse satélites artificiales como brillantes puntos móviles en el fondo iluminado de estrellas.Una madrugada, en uno de esos recorridos, el maestro señalando un grupo de diminutas estrellas dijo: -¡Allá, las pléyades!-. Y, seguidamente, preguntó: -¿Cuántas estrellas ven allí?-. Un estudiante respondió: -Cinco, veo cinco estrellitas-. Está viendo mal- Afirmó el maestro-. Añadiendo: - Popularmente se conocen como las siete cabrillas y las luces que emiten son diferentes en color y parpadeo-. Los alumnos, en silencio, trataron no sin dificultad de confirmar esa observación.

Haciendo una analogía con la enseñanza de los maestros: en general, observamos cómo los estudiantes pueden no tener la capacidad para comprenderlos o, teniendo esa capacidad, no estar dispuestos a aprender o, quizá, no saber ponerlas en práctica o enseñarlas a otros o, aún más, distorsionarlas o, tal vez, ni siquiera interesarse en ellas. Es así que un aprendiz, mientras el maestro señala una constelación, puede mirar hacia otro lado perdiendo la información dada. Otro, mirando la constelación no tenga la capacidad de percibirla totalmente o, es posible, que mientras el maestro señale la constelación un alumno mire sólo el dedo que la indica. Aún más, puede criticar si el dedo está torcido y/o la uña está sucia. Pero peor aún, puede suceder que ni siquiera se levante temprano para observar el cielo. Cuando no existe curiosidad para aprender no es posible el conocimiento. La correcta percepción del fenómeno observable es una condición sin la cual no es posible el conocimiento verdadero.

RITAMBARA

Una madrugada, durante los primeros días del mes de agosto, en luna nueva, el alumno j observaba un cielo claro y lleno de estrellas. Desde el patio de la casa donde habitaba podía ver, por debajo de la alta rama del enorme y frondoso matapalo y a la izquierda de la cúspide del cerro Cariaprima, el más alto de la zona, una ventana sin fin para asomarse hacia la diminuta y opaca estrella norteña Polaris, la estrella guía de exploradores y

navegantes, la estrella alfa de la Osa menor. Más arriba de la estrella polar, como una letra M inclinada, estaba Casiopea y a la izquierda de ésta, como una figura geométrica: un rombo con un triángulo escaleno adyacente en su lado inferior izquierdo, estaba Cefeo.

Más arriba se observaba Pegaso con Andrómeda en sus patas traseras y, debajo de ella, a la derecha de Casiopea, se hallaba Perseo. El alumno j recordaba que el maestro contaba que Perseo, según la mitología griega, hijo de Zeus y de Dánae, cortó la cabeza de un monstruo marino llamado Medusa para liberar a Andrómeda, hija de Cefeo y de Casiopea. De la sangre derramada de Medusa se formó Pegaso, caballo alado que montó para alejarse del lugar con Andrómeda, con quien se uniría en matrimonio más tarde. En ese momento el alumno j pensó: - Son sólo mitos, juegos de la memoria, la percepción y el lenguaje, pero la intuición de la belleza, la inmensidad y el regocijo están en mí-. También, más arriba, sobre una curva imaginaria con orientación este-oeste se podían ver, inequívocamente, seis de las constelaciones zodiacales y otras. Géminis, simbolizada con dos pares opuestos de sus estrellas más visibles, con Castor y Pólux como estrellas principales. Tauro, en forma de V, con Aldebrán su estrella alfa. Luego, por encima de la constelación Triángulo (situada arriba y a la derecha de Andrómeda, por encima, y a la izquierda de las Pléyades) estaba Aries, también en forma de V, seguida de las cinco estrellas más visibles de la constelación Piscis. Más al oeste, sobre la línea imaginaria mencionada, tres estrellas en forma de arco, fácilmente perceptibles, representaban a la constelación Acuario, precediendo a Capricornio.

Arriba y a la derecha de Tauro, se observaban Rigel y Betelgeuse de la constelación Orión y, al fondo, más lejanas, pero claramente visibles: Sirio de Can Mayor, más grande y brillante, y Proción de Can Menor, más pequeña y opaca. Lamentablemente, por la iluminación del alumbrado eléctrico existente, el alumno j no podía distinguir constelaciones en la dirección sur.

Eran casi las cuatro de la mañana, dato importante si tomamos en consideración que lo que ante nosotros aparece como firmamento se mueve, temporalmente, con la percepción ilusoria. Así, por la rotación terrestre, la posición de la luna, las estrellas y los planetas, se perciben diferentes cada cierto tiempo. Por ejemplo, para ese mismo día a las cinco y media de la mañana se observaba a la constelación Capricornio, al oeste, en forma de V invertida, desapareciendo en el horizonte, mientras que Géminis se levantaba en el este para dar paso a la constelación de Cáncer, que debido a la luminosidad de la aurora no se haría visible mucho tiempo.

Las observaciones celestes eran una enseñanza que el maestro había sembrado en la mente y el corazón del alumno j, quien las disfrutaba con alegría y un sentimiento reverencial hacia lo inmenso, lo distante y lo desconocido. Eran unos momentos de gratitud y de conexión con el universo, con el maestro y con otros tantos que, quizá por similares o diferentes razones, estuvieran observando ese mismo pedazo de cielo.

ANALEMA.

Una de las actividades preferentes del maestro era la observación del cielo, a ella dedicaba un tiempo, casi todas las noches y madrugadas, desde hacía muchos años. La curiosidad por los cuerpos celestes fue despertada en él desde niño; por ese tiempo, un tío acostumbraba a mostrarle algunos planetas y constelaciones. La regularidad en sus observaciones le había permitido darse cuenta, entre tantos fenómenos celestes, de los solsticios, esto es: para un observador en el ecuador, el sol se desplaza durante el año desde una posición extrema al sureste, en el mes de diciembre, hasta una posición extrema al noreste en el mes de julio, para seguir repitiendo ese patrón año tras año.

En cierta oportunidad el alumno j le mostró una fotografía muy interesante. Era una curva cerrada, alabeada (tridimensional), con una forma parecida al símbolo de infinito, descrita por treinta y seis puntos luminosos sobre un fondo de color azul añil. El fotógrafo, su creador: Vasily Rumyantsev, decía de ella: - ¨Es la foto más complicada que he hecho en mi vida, muestra la posición del sol a lo largo de un año. Todas las exposiciones han sido realizadas a la misma hora, 5:45 U.T., y sobre el mismo negativo de 60 mm, haciendo una foto cada diez días. La analema muestra gráficamente el paso de las estaciones.¨

El maestro al observar la fotografía comentó:- Es una ilusión. Al ver aparecer el sol durante la aurora, ascender hasta el cenit, y luego descender en el ocaso, podemos inclinarnos a pensar que el sol describe ese arco durante el día. Es un error afirmar que la trayectoria descrita por la analema es el movimiento real del sol durante un año. El sol, aún cuando es la estrella más cercana, 499 seg, luz, está realmente muy lejos de aquí. Su trayectoria no describe una curva cerrada sino una curva espiral abierta; esto es, aunque pudiésemos obtener su origen no conocemos la ubicación de su punto final por cuanto el sol está en movimiento. Esa fotografía es, en realidad, otra confirmación de que el planeta tierra no gira alrededor del sol y que, como el resto de los planetas, se mueve en espiral siguiendo al sol.

Rubén, un alumno del maestro, con gran entusiasmo, ingenio y creatividad, diseñó un artefacto para obtener la analema. Éste consistía en una caja rectangular, de madera, sin una tapa lateral. Un pequeño orificio en el centro de la tapa superior proyecta la luz solar como un puntito luminoso sobre una hoja de papel, que se coloca sobre la base o tapa inferior a través de la abertura lateral. Este aparato es de una pasmosa simplicidad y eficacia. Colocando la cara lateral opuesta a la abertura orientada hacia el norte (estrella polar) y usando un procedimiento similar al del fotógrafo: en este caso, marcando el puntito luminoso reflejado sobre el papel, cada diez días, a la misma hora y en el mismo lugar, durante un año; el alumno obtuvo una analema similar a la antes escrita. Muchas analemas han sido obtenidas por fotografía desde diferentes puntos de observación terrestre, encontrándose siempre curvas alabeadas cerradas pero no con la forma del símbolo de infinito en todos los casos. Es obvio que, la forma de la analema depende del punto de la superficie terrestre donde se coloca el observador. Así por ejemplo, una analema obtenida en zonas tropicales diferirá de otra obtenida más allá de la zona ecuatorial, en dirección hacia los polos.

La percepción obtenida, solamente, a través de los sentidos sensoriales puede ser engañosa. La información proveniente de los sentidos sensoriales debe ser analizada, sintetizada y evaluada antes de sacar cualquier conclusión. El sentido común, la lógica y el conocimiento corrigen la percepción errónea. La percepción correcta es aquella que ha sido filtrada a través de la memoria y el intelecto, y que, además, ha sido contrastada con los datos provenientes del sentido común o de la ciencia ordinaria según el caso.

PISANDO CAÑAS.

En el jardín del maestro había numerosas especies de plantas medicinales cultivadas y, también, silvestres. La mayoría de éstas últimas conocidas y desechadas como malezas o montes por la gente común, agricultores y, hasta por, los ingenieros agrónomos. Numerosos cocoteros destacaban entre otros frutales y plantas. En un rincón norteño, el árbol sagrado de la India, de grueso tronco y hojas acorazonadas, de ápice largo y puntiagudo, se erguía junto a su hijo mayor y otros retoños. Este árbol sirve, según comentarios del maestro, para la curación de veintisiete enfermedades. Bajo la sombra de un pariente de este árbol obtuvo Shidharta Gautama su nirvana; conocido como Buda (el despierto) fue el fundador de una de las tres religiones con más seguidores en el mundo entero. Los embajadores y mensajeros del budismo han llevado alrededor del mundo el árbol sagrado de la India como un mensaje de inmortalidad.

En la chara se escuchó decir que, durante la temporada de lluvias del año anterior, una parte del jardín sufrió una inundación y como consecuencia algunos árboles de mango pudrieron sus raíces, razón por la cual fueron sacrificados. El tronco enraizado de uno de ellos fue aprovechado para construir un trapiche de palo, conocido en la zona como “pisaculo” debido a que, típicamente, la presión de extracción es ejercida sentándose sobre un palo largo y moviéndose, arriba y abajo, como en el sube y baja de los parques infantiles.

Un día, un alumno trajo como regalo unas varas de caña de azúcar. El maestro sugirió extraer jugo de caña para tomar durante el almuerzo. Se transportaron las varas hasta el trapiche, se lavaron, y se mostró su uso a un grupo de interesados en procesarlas. Era cerca de mediodía, la tarea que comenzó con entusiasmo, por la novedad, al rato se tornó pesada por la naturaleza del sistema de extracción y el calor sofocante. Uno de los participantes, visiblemente cansado, exclamó: -

¡Vamos a dejarlo así!. Este aparato es muy primitivo. Ya sabemos como se hace-. El estudiante que coordinaba el grupo les recordó enseguida: - Esta tarea tiene dos objetivos: en primer lugar, obtener jugo de caña para disfrutar en el almuerzo y- recordando las palabras del maestro acerca de la alegría interna- viendo que los demás disfrutan, disfrutar también nosotros con esa observación; en segundo lugar, aprender el funcionamiento del trapiche de palo.Finalmente, se extrajo una jarra grande de jugo de caña y durante el almuerzo todos disfrutaron su sabor y su frescura.

Es muy fácil perder el objetivo si no hay plena atención al realizar una actividad

BAGAZOS.

El proceso de extracción de jugo de caña se prolongó por largo rato. Un participante del grupo que realizaba la tarea, dijo:- Esos bagazos desechados aún pueden tener jugo-. Otro agregó:-Si viene el maestro, seguramente, pedirá procesarlos de nuevo para aprovecharlos mejor-. A este comentario- visiblemente cansado- uno de los alumnos que movía la caña de lado a lado para ser pisada y

extraer su jugo, respondió:- Pues si viene y pide eso, le diré que lo haga el mismo-. En efecto, más tarde el maestro se acercó y viendo los bagazos amontonados sugirió reprocesarlos. A esta sugerencia, y cumpliendo su promesa, el alumno replicó enseguida:- ¡Hágalo usted mismo!-. El maestro, sin inmutarse y con la mejor disposición, comenzó a mostrar cómo usar el palo para pisar las cañas. Ante ese gesto, todos dijeron casi al unísono:- Está bien, es suficiente, nosotros continuamos-. Posteriormente, los bagazos serían utilizados como relleno y abono.

La enseñaza que se ejerce con humildad rinde sus mejores frutos si los alumnos son sensibles a ambas. La enseñanza y el aprendizaje son un proceso donde el enseñante y el aprendiz se encuentran, mutuamente, en un espacio-tiempo cognitivo, afectivo y espiritual.

¡NO HAY BASURA!

El maestro daba muestras de su creatividad e ingenio en sus ideas acerca de temas diversos como: astrofísica, geología, biología, genética, educación, alimentación, salud y bienestar humanos, entre otros. En todos, mantenía sólidos y controversiales argumentos que confrontaba a diario con los conceptos de la ciencia. Con su ejemplo, enseñaba la creatividad y la eficiencia, en el diario quehacer, a cada paso que daba. Por ejemplo: si se picaban piñas para comer (debían cortarse longitudinalmente y no en rodajas para disfrutar los sabores predominantes en los diferentes lugares de la inflorescencia; más dulce cerca de la mata y, gradualmente, ácido al alejarse de ella). Las conchas se empleaban para hacer infusión y la semilla para sembrar. Finalmente, las conchas eran usadas para preparar una rica mermelada. ¿Dónde está la basura?.

El reciclaje es una forma útil y pro-activa de creatividad y eficiencia. El bienestar humano es inversamente proporcional al número de kilogramos de basura producidos.

ESE EMBUSTE NO ES VERDAD.

Esa expresión se convirtió en un emblema verbal del maestro. Solía emplearlo cuando se refería a algún aspecto o un tema donde mantenía un desacuerdo, de orden conceptual, con los especialistas o con lo que la ciencia sostenía al respecto. Así, por ejemplo, explicaba detalladamente porqué razón no existe la tan nombrada capa de ozono o porqué el agua no es su fórmula química o porqué no debemos hablar del nivel del mar. En casos como éstos, y muchísimos otros, el, originalmente, decía: - ¡Eso es embuste, no es verdad!-. Pero sus oyentes escuchaban otra cosa, a saber: - ¡Ese embuste no es verdad!. De este modo, ellos repetían, entre bromas y sorpresa, la tergiversación de la expresión original, hasta tal punto que él terminó por acostumbrarse y en muchas ocasiones se le escuchaba, realmente, decir: - ¡Ese embuste no es verdad!, al referirse a lo que el consideraba un concepto errado en la ciencia.

Hablaba, claramente, de las limitaciones del método científico convencional o método cartesiano. Así, en relación a su primer momento: la observación de la naturaleza, refería que para medir sucesos aislados el método cartesiano sólo emplea tres de los sentidos sensoriales, dejando el gusto, el tacto y el olfato fuera de la observación. Además, indicaba que los sentidos perciben los estímulos dentro de un rango con limitaciones. Todo esto conlleva al fraccionamiento de la observación y violación de los principios del dinamismo y la totalidad inherentes en la naturaleza.

Nuevamente, en el segundo momento del proceso investigativo, el investigador comete errores al realizar la presentación del problema, desde su particular punto de vista, producto de una especialización o súper-especialización en el tema, frecuentemente, ignorando la complejidad

inherente a la totalidad del proceso. En la fase del planteamiento de las hipótesis de investigación, muchas veces, la subjetividad del investigador confina la hipótesis a un prejuicio al cual espera llegar como un resultado específico de su investigación. La fase de experimentación es la más vulnerable de todas ya que es imposible debido al dinamismo de la naturaleza encontrar dos eventos iguales; la replicación experimental es imposible. El maestro agrega en este punto:- Los errores experimentales incluyen errores humanos, errores instrumentales y la variabilidad de las condiciones externas e internas del material experimental. Debido a los errores humanos e instrumentales, no hay precisión ni posibilidad de realizar comparación entre ellos. La biodiversidad es tan compleja y tan amplia, de modo que, es humanamente imposible comparar un organismo experimental con un organismo control, pues, ambos son genéticamente y biológicamente diferentes. Las conclusiones teóricas basadas en los pasos previos no son confiables. Finalmente, el maestro propone un nuevo método para hacer ciencia (El sentido de la vida, 1994, pp. 70-71). Es su manera de decir:- ¡Ese embuste no es verdad!-.

Al observar críticamente numerosas investigaciones, en diferentes campos de la ciencia, advertía sobre los errores cometidos al llegar ciertas conclusiones y al establecimiento de algunos conceptos, construyendo paralelamente sus propios argumentos y conclusiones. Es así que propone una nueva clave para clasificar las plantas con flores o que explica, con otro enfoque, conceptos que considera errados en biología, genética, medicina, química, botánica, matemática, geología, astrología. Y, cuando habla en público, en muchas ocasiones, se refiere a los conceptos errados diciendo: -¡Ese embuste no es verdad!

La evolución de la ciencia ha sido signada por pioneros, visionarios, hombres que han sido osados, que han ido contracorriente, arriesgando su reputación y, muchas veces, hasta perdiendo sus vidas en tales empresas. Muchos de ellos han sido considerados locos en su época u obligados a retractarse públicamente. Gracias a la gran mayoría de ellos, revolucionarios, creadores de nuevos paradigmas, la ciencia ha avanzado y la verdad científica ha llegado a considerarse provisoria: hasta tanto se demuestre lo contrario; siendo éste, quizás, uno de los mayores valores de la ciencia moderna. No obstante, la propia rigidez y el carácter refractario a las nuevas ideas, que aún persisten en muchos círculos científicos, es una prueba histórica que los hombres de ciencia imponen a la verdad científica.

URAGUA.

El 10 de julio de 1999 se cumplieron treinta años de la llegada del maestro a Venezuela. En ese entonces se le rindió un nutrido y merecido homenaje en la sede de la Asociación Pro-Venezuela, en Caracas. Allí acudieron desde todo el país, amigos, alumnos y, también, natupanas o simpatizantes del Naturismo Tropical. El embajador de la India en Venezuela, el embajador de Venezuela en la India, el ministro de Relaciones Exteriores, el presidente de la Corporación Venezolana de Guayana y el Sr. Frank Bracho, figuraban entre las personalidades invitadas que tomaron la palabra en su debido momento. El médico Gracián Rondón, de Mérida, presentó unos vídeos de casos de enfermedades curadas usando tratamientos naturistas. Durante ese acto, desde el más alto nivel, se le ofreció al maestro la posibilidad de seleccionar unas tierras, en el sur del país, para el desarrollo de un proyecto con base en el Naturismo Tropical. Fue un acto lleno de entusiasmo, alegrías y otras saludables emociones, quizá porque el maestro no se esperaba esa oferta ni los presentes presenciar la dimensión humana del maestro. Ese día transcurrió allí en un regocijo general ante la buena nueva, intercambiando además de

cantos y de las gratas conversaciones propias del compañerismo y la amistad, gran variedad de productos vegetales, productos naturales, elaborados en forma artesanal, comidas y postres.

En los días siguientes a ese acto, se concretó una invitación al maestro para hacer un recorrido en helicóptero por la zona sur del país, a fin de escoger las tierras más aptas para el desarrollo del proyecto. Fue así que el maestro eligió en el Territorio Delta Amacuro, distrito Casacoima, en la Sierra de Imataca, bordeando el Orinoco, a nueve kilómetros del Castillo de Guayana (con una localización aproximada de: 8º N, 60.3º O), una tierras a las que dieron el nombre de Uragua. Ur, del alemán, que significa prístino(a); de modo que, Uragua quiere decir agua prístina o principio de agua.

El maestro recorrió algunas ciudades del país explicando el proyecto e invitando, a amigos y simpatizantes, a construir juntos una comunidad auto-sustentable para vivir en armonía con la naturaleza.

El maestro se fue a vivir a Uragua y estuvo allá desde el 14 de noviembre de 1999 hasta el 14 de enero del año 2001, exceptuando un par de meses que tuvo que viajar a la India. Frank Bracho se quedó allá una temporada, escribiendo Poesías desde Uragua, entre sus composiciones destacan: Uragua, ¿Tierra de nuestros sueños?; Canto al Currucay y Vigilia por Gaia. Rodolfo Villegas, un joven ingeniero valenciano, también disfrutó de la compañía del maestro y del lugar por más de un año. Erika, una hermosa joven costarricense, también vivió por allá durante una temporada. Todos colaborando con la puesta en marcha del proyecto.

En Uragua, la naturaleza se expresa por doquier. Un manantial genera una hermosa laguna donde el martín pescador, con su plumaje brillante, vuela entre sus orillas. Un arroyo de aguas cristalinas abandona la laguna para explorar nuevos terrenos. Y, muy cerca, desde una casa aledaña, el calor humano llevado allí por los pioneros del proyecto, comienza a mojar sus aguas., como un ritual: antes del amanecer y al atardecer. ¿ Qué mejor lugar para tomar un baño de asiento y a la vez observar un retazo del cielo?. Era una cita ineludible e inolvidable. Con las propias manos, un poco cada día, se excavó un tramo para ampliar su cauce. Una pequeña poza resultó de aquella labor. ¡Cuanto disfrute en todas esas horas de silencio o de sana compañía!. Pequeñas tortugas habitaban la umbría.

Un camino conducía desde la casa hasta el arroyo. Con la luna llena, el camino se iluminaba haciendo más claro el tránsito de la casa a la poza. En algunos días se observaban huellas de cunaguaros entrando al arroyo. De la poza, aguas abajo, el arroyo generaba un brazo izquierdo, ideal para bañarse si alguien deseaba intimidad. Cerca de la entrada al arroyo, a contracorriente, usualmente, se acercaban tres pequeños peces: Pepe, Pepita y Pepito, para comer migajas del alimento ofrecido por aquellos que los consideraban mascotas. Al anochecer y en las madrugadas se escuchaban los monos aulladores, los araguatos, desde la profundidad del monte y del bosque. Y las luciérnagas se encendían, intermitentemente, como puntos brillantes sobre fondos oscuros. Durante el día, era frecuente observar diferentes tipos de reptiles, insectos y mariposas; entre éstas, las

azules daban un signo particular al aire de Uragua. Pájaros de vistoso y colorido plumaje, tucanes y guacamayas, revolaban y descansaban en los árboles.

Mucha gente, conocidos, simpatizantes del naturismo y amigos de la chara, se acercaron por Uragua para visitar al maestro y ver de que se trataba el experimento. Pocos entendían, verdaderamente, la dimensión humana del concepto de eco-aldea o aldea auto-sustentable, implícito en el proyecto. Y, mientras recibía visitantes, Uragua lo que más necesitaba, realmente, eran personas y familias dispuestas a radicarse allá y trabajar bajo los lineamientos del proyecto naturista. En verdad, ninguno estaba dispuesto a dejar su status quo y su estilo de vida citadino. No obstante, alguna ayuda material y el apoyo desinteresado de muchas personas, en distintas actividades, favorecieron la estada del maestro durante 446 días.

Por aquella época, el alumno j se quedó algunos días en Uragua. Durante su estancia, aprendió algunas tareas propias de las faenas del campo. Con Edilio, un callado joven barquisimetano, procedente de Bojó, quien vivió allá una temporada, aprendió machetología; es decir, el conocimiento del arte y correcto uso del machete: desde amolar el instrumento, usando para ello piedras convenientes, su correcto agarre y desplazamiento, hasta aplicaciones para el corte de diferentes tipos de montes, bejucos, palos, ramas y árboles. En cada caso, la posición el cuerpo, y el manejo y cuidado en su uso es diferente.

El aprendiz sintió un profundo respeto y admiración por las personas que manejan este arte con experticia. Entre otras tareas que el alumno j realizó estuvieron: la preparación de abono orgánico, luego el acondicionamiento del terreno para la siembra y, posteriormente, la realización de una siembra. En relación con la preparación del abono: junto con otros aprendices, cortaron ramas y troncos secos de algunos árboles y las juntaron para ser quemadas y obtener cenizas; éstas, mezcladas con suficiente hojarasca, la cual tiene maneras de ser eficientemente acumulada y desplazada, y bosta de vaca, procedente de una vaquera cercana, eran los constituyentes básicos, que luego de juntados fueron removidos, arriba y abajo, en un gran montón, con azadones y palas.

Un día el maestro organizó una caminata y un grupo lo acompañó. Salieron por la parte trasera de la casa y tomaron un camino angosto, que al inicio, cerca de la casa, tenía a su derecha un huerto de berenjenas. Más adelante, adentrados en el bosque, se encontraron con matorrales y obstáculos en la vía. A medida que avanzaban, el maestro nombraba árboles y bejucos, aquí y allá, y explicaba sus usos. Un gran árbol de tacamajaca o currucay , estaba a la derecha del camino. Este árbol produce una resina de exquisita fragancia, a veces empleada para elaborar incienso; también, es empleada como cicatrizante, para ayudar a sanar heridas. Otro árbol, bordeando la derecha el camino, tenía la parte baja de su tronco parecida al cuerpo de una mujer. Después, salieron a campo abierto y caminaron atravesando pequeños cauces de agua clara, hasta llegar a la laguna: fuente del arroyo principal, su borde opuesto estaba poblado de moriches, otras palmas y arbustos de exuberante follaje y belleza. Disfrutaron por un rato aquél lugar y continuaron rumbo a las cárcavas. Estas formaciones, fosos como avenidas entre cerros arenosos, producto de la erosión del viento y de la lluvia, formaban a ambos lados especies de castillos como en una ciudad china. Era curioso observar como la mayoría de los

montículos de arena, tallados por la erosión, culminaban en una piedrita, testigo armonioso y equilibrado de la acción del viento. Después de curiosear por largo tiempo, regresaron a la casa observando a su paso huellas de venados, cunaguaros y otros animales.. Las actividades en Uragua eran diversas: por un lado la limpieza de algunas áreas aptas para la siembra y otras necesarias para el tránsito de un lugar a otro; la observación y clasificación de los recursos naturales disponibles era parte de la actividad del maestro; se elaboraba abono orgánico, se preparaban terrenos para sembrar y, también, se dedicaba tiempo a la siembra y a la cosecha. Numerosos árboles de merey, ya existentes, mostraban generosos sus frutos. Y el maestro se lamentaba de no tener suficiente ayuda para recoger toda la cosecha. Contaba que él sólo había recogido cerca de sesenta sacos.

El centro de operaciones era, en realidad, una casa rural con una especie de antesala, dos habitaciones, una cocina y un cuarto muy pequeño, donde se guardaban las herramientas. En un rincón de la cocina habitaba una araña mona, reina absoluta de su espacio. Toda Uragua era una ofrenda a cielo abierto. La parte posterior de la casa tenía un alero que se extendía por su lado derecho. Bajo este último, se colgaban hamacas o colocaban carpas los visitantes. Muy cerca se estaba construyendo una churuata para albergar un mayor número de visitantes.

Cierto día, se organizó otra pequeña excursión para visitar unas enormes piedras de épocas remotas, la mayor de ellas era llamada La Sultana. No lejos de la casa, por otro camino, había otra de estas antiguas y grandes rocas; desde su cima podían divisarse las sabanas y bosques casi en un ángulo de trescientos sesenta grados. Por allí cerca, trepaban plantas de vainilla, ofreciendo su perfume a todo aquél que lo apreciara.El maestro tenía un plan para construir casas con una arquitectura autóctona, fabricando bloques de adobe y usando, mayormente, los recursos de la zona. Ya había ubicado algunos terrenos para este desarrollo. Se obtuvo una bomba de ariete para traer agua del arroyo hasta la casa y quería emplear paneles solares para el alumbrado indispensable. En todos los casos, pensaba en tecnologías no contaminantes y que no generaran mayor dependencia externa.

Temprano en la noche y durante las madrugadas, la observación del cielo era ineludible si había visibilidad y buen tiempo. En un lugar apartado, plano, con excelente visibilidad periférica, se construyó un observatorio solar y allí se efectuaron algunas mediciones.

Entre ellas: los solsticios de junio y diciembre, los equinoccios de marzo y septiembre; y, también, algunos ángulos relativos al movimiento terrestre, tomando como referencias los desplazamientos de las sombras del sol y de la luna.

Allá en Uragua, acompañado de doce personas, recibió el maestro el primero de enero del año 2000. Y el año del milenio, sólo cinco personas, en la poza del arroyo de aguas claras, se cobijaron bajo luces de luciérnagas y estrellas, pidiendo en la transición protección para el mundo entero. Trece días más tarde, agradeciendo tanta abundancia de recursos, el maestro partió de Uragua dejando atrás una experiencia inolvidable.

SALTOS DE MONO

El ¨salto de mono¨ es un paisaje, de extraordinaria belleza, situado en la Sierra de Imataca. Allá estuvo el maestro, por primera vez, en el año de 1994. En un viaje organizado por Rafael Rotundo, de Puerto Ordaz, fue el maestro con Emiliano, Frank Bracho y cincuentitantas personas, la mayoría de ellas simpatizantes del Naturismo Tropical.

Entrando por Platanal, según cuentan, anduvieron a pie unos treinta y dos kilómetros y, al final, realizaron una marcha silenciosa de dos horas hasta llegar al punto más alto. Durante el viaje se encontraron con situaciones inesperadas: una enorme mapanare, un hermoso césped de orquídeas y árboles gigantes con lianas, que cambiaban, de tanto en tanto, en cada uno, su visión y pensamiento. ¡No hay otro igual! Siete saltos de, aproximadamente, unos quinientos metros de altura, señores del lugar, como monos saltando al agua de piedra en piedra, enmudecieron a unos e hicieron saltar de júbilo a otros.

En una segunda visita, estando ya viviendo en Uragua, el maestro junto con Edilio, su hermano Emilio, Erika y Rodolfo, hicieron otra excursión, con un campamento de una noche, pero no lograron llegar a los últimos saltos. En esa oportunidad, observaron zonas deterioradas y gran cantidad de basura. Entre algunos animales pudieron ver cachicamos, venados, arañas, abejas redondas como pelotas y bachacos a toda hora. En otra ocasión, estando el alumno j en Uragua, se organizó otra visita al salto de mono pero éste debió desistir de participar en ella debido a que una espina de corozo se clavó en la planta de uno de sus pies: ¿Mala suerte?, ¿buena suerte?, ¿quién sabe?, pero lo cierto es que allá se encuentra esa grandiosa belleza natural.

¡LA VIDA, SIEMPRE LA VIDA!

El 25 de julio de 2010, la vida dejó las envolturas de Pallatadka Keshava Bhat en el parque nacional de Yellowstone, en Estados Unidos de Norteamérica. Era el dia de Gurupurnima, la luna llena del mes de ashad, observado como un dia sagrado en el calendario tradicional de la India. Consciente de ese hecho, el maestro observó por última vez un pedazo del cielo en plenilunio, en todo su esplendor, pero sin deslumbrarse pues sabía que la luna no es la luna y que precisamente por ello es la luna y que el brillo prestado no la hace menos bella y misteriosa ante los ojos del observador sino que más bien la glorifica. Este dia es de una profunda significación: conmemora el principio del Guru, aquello que deshace las ilusiones y lleva de la oscuridad a la luz; representa los momentos más auspiciosos y benéficos año, muy especialmente para dar inicio a la vida espiritual, para intensificar la práctica espiritual o para llevar a cabo una transición. En otro plano, es un dia para honrar a los maestros de ayer y de hoy.

Allí donde el vivir se extingue la vida siempre permanece. Yellowstone, es el parque nacional más antiguo del mundo, con sus 9000 kilómetros cuadrados, aproximadamente, y de ellos un 80 % de bosques, de pinos en su mayoría. Es un sistema volcánico de extrema e incomparable belleza:

volcanes, géisers y fuentes termales; lagos, cañones y ríos. Tierra de osos y bisontes; alces, ciervos, antílopes, coyotes y lobos; nutrias, cisnes y grullas. Se dice que experimenta un ciclo regular de erupciones volcánicas cada 600.000 años y la última fue hace 640.000 años, por lo que se espera la próxima gran renovación en cualquier momento. El maestro se encontraba en el parque, hospedado en un hotel con parte de su familia, durante una visita recreativa. No obstante era un sitio de interés para sus investigaciones. Ese fue el lugar que la vida eligió para su despedida. Y, esa madrugada, después de invitar a su amada esposa a ver esa luna tan especial, partió en silencio con la sonrisa del deber cumplido en su rostro relajado. Sus restos fueron llevados a la India, donde se le rindieron honores a su memoria y se realizaron las ceremonias acostumbradas en su tradición. Sus cenizas han sido esparcidas en su país de origen y, también, parte de ellas trasladadas por su hijo a su país adoptivo, Venezuela. El dia de la luna llena de diciembre de 2010, una sencilla y emotiva ceremonia fue ofrecida por Kumar en Cumaná, en el jardín etno-botánico Chara Chacra, a las sombras del viejo tamarindo y del árbol sagrado de la India. Desde diferentes partes el país, numerosas personas acudieron a rendirle sus respetos y honrar su memoria. El maestro vivirá por siempre en sus descendientes, en el recuerdo de su esposa y demás familiares, en sus enseñanzas, en aquellos que recibieron su sabia y oportuna orientación de salud y educación, y también en todos los que tuvimos la buena fortuna de amarle, aprender y compartir con él.

¨ Todas las enseñanzas están en nuestros libros o impartidas personalmente, toca ahora a cada quien ser coherente con ellas en su conciencia, sin necesidad de juicios o recordatorios¨ P. Keshava Bhat.