i n d i c e · 2018. 10. 11. · • acta de la reunión de la permanente, celebrada el día 17 de...

ALDIZKARI NAGUSIA / BOLETÍN OFICIAL (apirila • 2000 • abril)

I N D I C E

IGLESIA. BIZKAIA. ELEIZEA

Documentos. Agiriak OBISPOS • Homilía de D. Ricardo Blázquez en la celebración del miércoles de ceniza (8

de marzo de 2000) • Intervención de D. Ricardo Blázquez en Radio Popular y COPE Bilbao: «La

purificación de la memoria» (12 de marzo de 2000) • Intervención de D. Ricardo Blázquez en Radio Popular y COPE Bilbao: «La

peregrinación jubilar de Juan Pablo II« (26 de marzo de 2000) • Decreto de extinción de las Fundaciones Pías de más de 50 años (1 de abril

de 2000)

Información. Albisteak SECRETARÍA GENERAL • Nombramiento • Fallecimiento CAJA DIOCESANA DE COMPENSACIÓN • Acta de la reunión de la Permanente, celebrada el día 17 de marzo de 2000 CRÓNICA DIOCESANA • D. Ricardo Blázquez, en el homenaje a Rafaela de Ybarra • Encuentros jubilares de Misiones y Catequistas • Próximos encuentros jubilares • Apertura del año jubilar, en el Santuario del Buen Suceso (Karrantza) • Cesión de la ermita de Gerediaga


• Mesa redonda sobre los proyectos del Gesto Diocesano • 100 números de «Agenda» • Las nuevas tecnologías, al servicio de la comunicación de parroquias y gru-

pos ELIZBARRUTIKO BARRIAK • On Ricardo Blázquez, Rafaela Ybarraren omenaldian • Misino eta Katekesi arloko Urte Santuko topaketak • Urte Santuko hurrengo topaketak • Urte Santuaren hasierea, Ntra. Sra. del Buen Suceso Santutegian (Karrantza) • Gerediagako baselizea emotea • Elizbarrutiko keinuaren egitasmoei buruzko mahaingurua • «Agenda» argitalpenaren lehen 100 aleak • Teknologia barriak, parroki eta talde komunikazinoaren zerbitzura

IGLESIA. EUSKALERRIA. ELEIZEA

Documentos. Agiriak • Diócesis de Bilbao, San Sebastián y Vitoria: «Hacia la actualización del com-

promiso misionero en Misiones Diocesanas» (30 de octubre de 1999)

IGLESIA. ESPAÑA. ELEIZEA

Documentos. Agiriak • Comunicado de la Comisión Episcopal de Pastoral Social para el Día del

Amor Fraterno, en la festividad de Jueves Santo: «Un mensaje: condonación (perdón, justicia, esperanza)» (30 de marzo de 2000)


Información. Albisteak • Nota de Prensa final de la LXXIV Asamblea Plenaria de la Conferencia Epis-

copal Española (Madrid, 3-7 de abril de 2000)

IGLESIA. ROMA. ELEIZEA

Documentos. Agiriak • Carta de Juan Pablo II a los sacerdotes, con ocasión del Jueves Santo de

2000 • Mensaje del Santo Padre para la XXXVII Jornada Mundial de Oración por

las Vocaciones (IV Domingo de Pascua, 14 de mayo de 2000)


IGLESIA. BIZKAIA. ELEIZEA

Documentos. Agiriak HOMILÍA EN LA CELEBRACIÓN DEL MIÉRCOLES DE CENIZA El centro del año litúrgico es la celebración del misterio pascual, es decir, de la pasión, muerte y resurrección de nuestro Señor Jesucristo. Hacia delante la Pascua se ha expansionado durante cincuenta días hasta la fiesta de Pentecos-tés; y hacia atrás le ha precedido una larga preparación, la cuaresma, que em-pieza el miércoles de ceniza. Cuatro elementos se han ido incorporando poco a poco a este tiempo de preparación hasta su configuración definitiva, como aparece ya en tiempos de San Agustín y de San Juan Crisóstomo. Desde muy pronto a la celebración de la vigilia pascual precedieron uno o dos días de ayuno, ampliado a varios días más en el siglo III; en recuerdo de los cuarenta días de Jesús en el desierto se formó la cuaresma como itinerario hacia la Pascua, en el siglo IV; será también el tiempo de formación inmediata de los catecúmenos para recibir los sacramentos de la iniciación cristiana en la vigilia pascual y la renovación del bautismo por parte de los cristianos; y, por fin, será periodo de preparación a la reconciliación de los penitentes. Los textos litúrgicos reflejan estas cuatro perspectivas; es un tiempo fuerte e intenso; se nos invita constantemente a acentuar la escucha de la Palabra de Dios y la oración, el estilo sobrio de vida y la solidaridad con los necesitados. Cuaresma es tiempo de gracia, ofrecido por Dios, para renovarnos evangélicamente; la celebración del misterio pascual será tanto más auténtica, cuanto más honda y humilde sea nuestra disposición. No hay una vida nueva sin mortificar la vida vieja del egoísmo, de la autosuficiencia y de la rivalidad. Necesitamos que el Espíritu de Dios despierte nuestro espíritu y lo mantenga vigilante para aprovechar esta oportunidad de salvación. La cuaresma de este Año Jubilar debe ser particularmente celebrada; hay, en efecto, una sintonía entre cuaresma y Jubileo por la llamada a la conversión, la acogida de la misericordia y la indulgencia de Dios, la purificación del corazón y de la vida para la reconciliación, la superación de las consecuencias sociales del pecado, la defensa de los pobres y de los esclavizados por diversos motivos. Nos permitimos recordar algunas perspectivas de la cuaresma de este Año Jubilar.

1) La imposición de la ceniza nos invita a ejercitar la memoria. Una de las fórmulas que podemos escuchar dice así: �Acuérdate de que eres polvo y al polvo volverás� (cf. Gen 3,19). Este gesto impresionante nos re-cuerda la fragilidad de la existencia, que frecuentemente rehuimos dis-trayéndonos o refugiándonos en el poder conquistado por el hombre.


La ceniza, ese resumen inconsistente del cuerpo humano vigoroso y be-llo, nos plantea preguntas importantísimas. ¿Dónde estás? ¿Dónde está tu Dios? ¿Dónde está tu hermano? La cuaresma es una oportunidad para descubrir a Dios por la fe, la obediencia, el respeto y la confianza. Este descubrimiento fundamental ilumina al hombre, los aconteci-mientos de la vida y las cosas.

El encuentro con Dios sitúa al hombre en su propio lugar, como criatu-ra, como pecador y como hijo; a la luz de Dios se descubre a sí mismo y a los demás en su dignidad, en sus límites y en sus pecados. Ante Dios debemos reconocer con verdad y sin evasiones nuestros pecados. Los acontecimientos personales, familiares, sociales y eclesiales aparecen en el horizonte de sentido que confiere la providencia paternal de Dios; no vivimos como arrojados a la intemperie sino cobijados en el ámbito protector divino, no vivimos expuestos al azar caprichoso sino confia-dos al cuidado solícito del Padre, no estamos sometidos a un destino ciego sino destinados a la comunión con Dios que es nuestra morada. La luz de Dios ilumina las cosas como dones de la creación que Dios vio buena, sin despreciarlas ni convertirlas en ídolos esclavizadores; las co-sas, medidas desde la Vida eterna, son provisionales, fugaces y penúl-timas. Nada puede dar el hombre a cambio de su alma; nada acumula-do rescata para siempre su vida (cf. Lc 9,25; 12,13-21).

El �eclipse de Dios� en la conciencia personal y en la vida social, intro-duce, por el contrario, oscuridad, confusión y desorientación. La cua-resma debe ser una llamada a entrar en las razones más hondas de la vida; un aldabonazo para no caer en la tentación, que consiste en resu-midas cuentas en olvidarnos de Dios y en dar la espalda a todas las per-sonas �heridas de la vida�.

2) Cuaresma debe ser un tiempo de reconocimiento de los pecados, de

penitencia y de reconciliación. Como todos hemos reproducido la huida de la casa paterna, debemos imitar también la confesión del hijo pródi-go: �Padre, he pecado contra el cielo y contra ti� (Lc 15,21). Dios Padre nos ofrece el perdón y la reconciliación en su Hijo crucificado y resuci-tado (cf. 2 Cor 5,18-21). Lo que realmente sana, molesta y escuece; sin diagnóstico y sin medicinas no hay curación. Si nadie reconoce fallos, ¿cómo va a nacer la paz? Si no nos acercamos al ministro de la Iglesia para confesar nuestros pecados, ¿cómo va a nacer la alegría del cora-zón, que es el fruto del perdón recibido? (cf. Salmo 50). Invito a los presbíteros a que nos mostremos, además de penitentes, ministros dis-puestos a administrar el sacramento de la reconciliación. Una combi-nación pastoral de la modalidad primera y segunda del sacramento, contenidas en el Ritual de la Penitencia, prestará un servicio humana-mente impagable a los cristianos que se acercan con espíritu contrito y humillado. Queremos participar también nosotros los obispos, en la medida de nuestras posibilidades, en las celebraciones penitenciales de los templos jubilares de la diócesis.

3) El domingo próximo, en una iniciativa sin precedente, pero profunda-

mente cristiana, pedirá perdón el Papa en nombre de la Iglesia católica


por los pecados pasados y presentes de sus hijos. En Cristo somos un cuerpo solidario a lo largo de la historia y a lo ancho del mundo. Pedir humildemente perdón a Dios y a los hermanos es una lección evangéli-ca; de esta manera se tributa a Dios el homenaje de la verdad, que libe-ra y no humilla. Públicamente reconoce la Iglesia que en muchas oca-siones ha utilizado procedimientos intolerantes en la transmisión de la verdad; que es también responsable en la división de los cristianos; que ha presentado ante los hombres un rostro desfigurado de Dios y en lu-gar de ser su testigo ha dado antitestimonio, profanando así su nombre, y contribuyendo a su rechazo; que en muchas ocasiones ha habido con-nivencias y débil denuncia de las injusticias, esclavitudes, �holocaus-tos�... Purificar la memoria, por el examen valiente y humilde, pedir perdón por los fallos y pecados, buscar la reconciliación con los ofendi-dos, cuyos descendientes a veces todavía los sienten vivamente, y re-orientar lo que se deba tanto personal como institucionalmente, es per-der lastre para la nueva evangelización en el umbral del tercer milenio, etc. Confiamos que surgirá la reciprocidad porque todos reconozcamos los fallos y el apretón de manos para caminar juntos los antes distan-ciados al servicio del Evangelio y de la humanidad.

La purificación de la memoria, a que nos convoca proféticamente Juan Pablo II, es sobre todo acogida humilde del perdón de Dios, ante quien nos postramos arrepentidos y dispuestos a una vida nueva y mejor; es también liberar el corazón de agresividades, resentimientos y acusacio-nes a los demás, y así abrir la oportunidad de un nuevo comienzo. Car-guemos con el peso de las equivocaciones y pecados de los que nos han precedido; y agradezcamos también los beneficios que a través de ellos hemos recibido.

4) Otro aspecto, que tiene que ver con el ayuno grato a Dios y con el Año

Jubilar: la condonación de la deuda externa, o su disminución sustan-cial, a los países pobres. �El ayuno que yo quiero es éste: abrir las pri-siones injustas, hacer saltar los cerrojos de los cepos, dejar libres a los oprimidos, romper todos los cepos; partir tu pan con el hambriento, hospedar a los pobres sin techo, vestir al que ves desnudo, y no cerrarte a tu propia carne� (Is 58,6-7).

El primer paso para la remisión de la deuda consiste en reconocernos realmente en deuda con el hermano; la opulencia de unos países no es del todo independiente de la pobreza de otros. El que Dios perdone nuestras deudas nos capacita para perdonar también nosotros a los demás sus deudas. La conversión a Dios se debe mostrar y acreditar en la conversión a los necesitados.

En este espíritu cuaresmal y jubilar nuestra diócesis ha puesto en mar-cha lo que llamamos �Gesto 2000: demos a África una oportunidad�. Asumimos tres proyectos para cambiar deuda en desarrollo: uno en Etiopía �salud y promoción de la mujer�, otro en R. D. Congo �forma-ción integral para los desplazados� y un tercero en Angola �un nuevo centro social para el suburbio�. Invitamos a dedicar el 1% de nuestros presupuestos a todos los niveles (diocesano, comunitario, de grupo u


organización, personal, etc.) para sacar adelante estos proyectos. Que-remos aligerar el peso de la deuda que frena el desarrollo de los pueblos pobres. El gesto será auténticamente cuaresmal si nuestra colaboración es fruto del ayuno y de un estilo de vida más sobria. La solidaridad eco-nómica se fundamenta en la fraternidad de todos, hombres y mujeres, bajo la mirada del mismo Padre celestial.

Queridos hermanos y hermanas, pido al Señor que este tiempo de cuares-ma, tan rico en motivaciones cristianas, renueve nuestra fe, nuestra oración, nuestra participación en la Eucaristía del domingo, nuestra atención a los nece-sitados, nuestra generosidad para compartir los bienes recibidos. ¡Entremos con decisión en el desierto de la cuaresma! ¡Que Santa María, la Virgen Madre de Dios, nos ayude a entrar por la puerta de la conversión!

8 de marzo de 2000

! Ricardo Blázquez

Obispo de Bilbao

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INTERVENCIÓN DE D. RICARDO BLÁZQUEZ

EN RADIO POPULAR Y COPE BILBAO

«La purificación de la memoria» El Papa ha anunciado que el día 12 de marzo del 2000, en el marco de las celebraciones del gran Jubileo, pedirá perdón a Dios y a los hermanos por las culpas cometidas por los hijos de la Iglesia. ¿Qué significado tiene la petición de perdón pública de sus pecados por parte de la Iglesia? La Comisión Teológica Internacional ha estudiado la cuestión y el día 7 hizo públicas sus reflexiones. La Iglesia �no puede atravesar el umbral del nuevo milenio sin animar a sus hijos a purificarse, en el arrepentimiento, de errores, infidelidades, incohe-rencias y lentitudes. Reconocer los fracasos de ayer es un acto de lealtad y de valentía que nos ayuda a reforzar nuestra fe, haciéndonos capaces y dispuestos para afrontar las tentaciones y dificultades de hoy� (ib. Tertio Millenio Adve-niente, 33; cf. Bula Incarnationis Mysterium, n. 11) La Iglesia quiere purificar su memoria histórica haciendo un examen de conciencia sincero con el estudio competente, sereno y honesto de algunas for-mas de antitestimonio de Jesús y pidiendo perdón a Dios y a los hermanos sin falso sentido de la dignidad. El antijudaísmo, la inquisición, la desunión de los cristianos, los �métodos de intolerancia e incluso de violencia en el servicio a la verdad� (ib. n. 35), la responsabilidad en la indiferencia religiosa y el ateísmo de nuestro tiempo, las connivencias o silencios cobardes con graves formas de in-justicia, la deficiente recepción del Vaticano II, etc.


De la toma de conciencia del pasado debe surgir también una mirada prospectiva, que incluye arrepentimiento de los pecados, reorientación en lo necesario y renovada confianza en Dios de cara al futuro. La humilde purifica-ción de la memoria histórica por parte de la Iglesia será sin duda comprendida y correspondida por todo hombre de buena voluntad. Como en el �confiteor� de la misa, los representantes de la Iglesia en nom-bre propio y de sus hijos confiesan los pecados ante Dios y ante los hermanos. Se ponen bajo el juicio de Dios, rico en misericordia y paciente, que mantiene su fidelidad por todas las edades. No se erige la generación presente en tribunal de la historia para juzgar a las generaciones anteriores; el ser la generación crono-lógicamente última no la habilita para ser criterio definitivo. Debe ser conscien-te de sus debilidades y pecados y, por ello, se remite también a la misericordia divina. Los criterios, a la luz de los cuales reconoce la Iglesia los pecados de sus hijos, no son aquellos según los cuales el mundo en cada momento querría so-meter a examen a los cristianos; la medida es el Evangelio de la gracia y de la verdad. Ceder a criterios exteriores significaría una forma de secularización in-terna de la conciencia cristiana. La Iglesia pide perdón porque muchos fieles cristianos han hecho y hacemos lo que el Evangelio reprueba. A través de estas peticiones de perdón se reconoce la Iglesia el mismo suje-to en el discurrir de las generaciones cristianas, y, siendo ella santa, carga con los pecados de sus hijos. El que la Iglesia confiese hoy tanto sus pecados como la fidelidad de Dios, es signo de la comunión en la historia. Que el Papa pida perdón, en nombre de la Iglesia, se ha malentendido a veces; estos gestos son tan admirados por muchos como incomprendidos por algunos. La Iglesia quiere ante todo confesar la santidad de Dios, purificar su conciencia y su memoria por el perdón, lamentar sinceramente sus fallos y dis-ponerse, en el umbral del tercer milenio, con un corazón limpio y fortalecida la fe, a dar con mayor transparencia el testimonio de Jesucristo que los hombres esperan. Con el perdón pierde lastre para proseguir la misión recibida del Señor. La Iglesia gana credibilidad por la conversión a Dios y la aceptación renovada de la verdad del Evangelio. El perdón solicitado públicamente por la Iglesia invita a la reciprocidad, y así a poner todos los hombres juntos los cimientos de una eta-pa histórica, en que la humanidad camine más reconciliada. Si los que han acusado tradicionalmente a la Iglesia dedujeran, por el hecho de reconocer ésta sus pecados, que tenían razón o que eran inocentes, habrían concluido indebidamente. La Iglesia pide perdón y ofrece perdón de-seando mutuo intercambio reconciliador. Y de igual manera se instrumentaliza-rían gestos tan generosos, si se negara a la Iglesia sus aportaciones excelentes a la humanidad (en la cultura, en servicios sociales, caridad, santidad�), y se to-mara ocasión de su humildad y valor para desacreditarla y humillarla sistemáti-camente. La Iglesia �no tiene miedo a la verdad que emerge de la historia y está dispuesta a reconocer equivocaciones allí donde se han verificado, sobre todo cuando se trata del respeto debido a las personas y a las comunidades. Pero es propensa a desconfiar de los juicios generalizados de absolución o de condena respecto a las diversas épocas históricas.


La petición de perdón realizada por el Papa nos invita a todos a imitar este gesto tan cristiano y reconciliador.

12 de marzo de 2000

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INTERVENCIÓN DE D. RICARDO BLÁZQUEZ EN RADIO POPULAR Y COPE BILBAO

«La peregrinación jubilar de Juan Pablo II»

Juan Pablo II, a pesar de su edad y limitaciones físicas, posee una enorme capacidad de iniciativa y, por tanto, de sorpresa. Su energía espiritual es poten-tísima; y esta fuerza interior arrastra y conmueve. En pocos días han tenido lugar dos acontecimientos realmente históricos; por una parte, la Jornada del Perdón, celebrada el día 12 de marzo, en el primer domingo de cuaresma; y, por otra, la peregrinación a Tierra Santa. La celebración del día 12, en la basílica de san Pedro, fue magnífica. Pasará sin duda a la historia la imagen del Papa a los pies del Crucificado, representado en una impresionante talla románica llevada a la basílica vaticana desde la igle-sia de San Marcelo para el año santo. Después de las solemnes peticiones de perdón, se dirigió el Papa al Señor clavado en la cruz y con mirada implorante de misericordia y besándolo con transparente devoción le expresó con su cuerpo y espíritu el dolor por los pecados y el amor para el futuro. El silencio denso pa-recía recoger en síntesis de fe y arrepentimiento la historia de los pecados y también de la fidelidad de sacerdotes, obispos, papas, religiosos y seglares. Con humildad y valor deseaba el Papa �purificar la memoria� de la Iglesia, acogiendo el perdón y la reconciliación que Dios Padre nos ofrece en Jesucristo crucificado por nosotros y por la humanidad entera. La semana pasada ha sido definida por el mismo Juan Pablo II como �pe-regrinación personal y un viaje espiritual del obispo de Roma a los orígenes de nuestra fe�. Completa la peregrinación iniciada en Ur de Caldea siguiendo los pasos de Abraham hasta la tierra que Dios había prometido darle (este tramo del camino sólo pudo ser recorrido espiritualmente en Roma) y las jornadas del pueblo de Israel desde Egipto hasta el monte Sinaí. Ahora ha reanudado la pe-regrinación en el monte Nebo, donde Moisés avistó la tierra de promisión; y ha culminado en Belén, Nazaret, el monte de las Bienaventuranzas y Jerusalén, en que Jesús el Mesías prometido ha cumplido la esperanza inherente en todos los recorridos anteriores. Es una peregrinación religiosa, con honda repercusión personal para Juan Pablo II y con relevante significación para su ministerio de pastor de la Iglesia, a la que ha conducido, por designio de la providencia, hasta el umbral del tercer milenio. Aunque este viaje ha suscitado particularmente la atención internacio-nal, ya que el pequeño rincón visitado es la cuna del judaísmo, cristianismo e


islam, y porque quiere el Papa favorecer el diálogo interreligioso de hebreos, cristianos y musulmanes, −insistiendo en que la religión auténticamente vivida es pacificadora, y cuando se ha ejercido la violencia en nombre de Dios, ha sido ultrajado su Nombre santo−, el viaje es ante todo peregrinación espiritual. Aun-que las esperanzas depositadas en esta visita para la causa de la paz entre israe-litas y palestinos han sido grandes, se debe insistir en que es primordialmente un viaje santo, que repercutirá sin duda benéficamente también en el estableci-miento de la paz justa y estable en ese lugar tan complejo y atormentado. �Belén es el corazón de mi peregrinación jubilar�, dijo Juan Pablo II, cuan-do visitó el lugar del nacimiento de Jesús; era la meta que había ansiado desde que celebró la primera Navidad como Papa en el ya lejano 1978. Celebró la Eu-caristía donde Jesús la instituyó en la última cena con sus discípulos; conocien-do cómo se sumerge el Papa diariamente en la celebración de la misa, podemos suponer su hondura en el Cenáculo, un espacio tan propicio a la intimidad. Je-rusalén es el lugar de la crucifixión del Señor; y en Jerusalén ya resucitado re-unifica a los discípulos y los envía como sus testigos hasta los confines del mun-do. En Nazaret, con el anuncio del ángel, la acción poderosa del Espíritu Santo y la disponibilidad libre y creyente de la Virgen María, comenzó la gestación del Hijo de Dios, la encarnación del Verbo eterno del Padre. Y junto al lago de Gali-lea, en el entorno de aquellas suaves colinas, Jesús proclamó las bienaventuran-zas y más tarde otorgó a Pedro y a sus sucesores el cuidado de su rebaño. Miles de jóvenes, también de nuestra diócesis, se han reunido con el Papa allí. No es difícil imaginar cómo ha revivido el Papa en su espíritu el diálogo entre Jesús resucitado y Pedro: �Simón, hijo de Juan, ¿me quieres?�. �Señor, tú conoces to-do, tú sabes que te quiero�. �Apacienta mis ovejas� (Jn 21,17). Esta peregrinación del Papa, obispo de Roma y pastor de la Iglesia univer-sal, a la tierra de Jesús, al origen del Evangelio y a los fundamentos de la Iglesia, en el año jubilar del 2000 aniversario del nacimiento del Señor, es altamente significativa. Visitar los lugares concretos en que están las raíces de la fe cristia-na es cultivar la memoria que nos identifica profundamente en medio de la ac-tual situación histórica con sus esperanzas e incertidumbres. Sin identidad cla-ra, asumida gozosamente, no estamos capacitados para afrontar con libertad el futuro. Peregrina el Papa a los fundamentos mismos del cristianismo, ratifican-do la fidelidad al Señor y buscando la luz y la fuerza que brotan de la inspiración primera. El Concilio Vaticano II promovió la renovación de la Iglesia, volviendo a las fuentes; pues bien, haciendo suya la intención conciliar, venera el Papa al Señor en sus lugares de nacimiento, actividad evangelizadora, muerte y resu-rrección. El sucesor de Pedro hace la misma profesión de fe en Jesucristo, quien a su vez le garantiza su presencia y compañía. Jesucristo, el mismo ayer, hoy y siempre, es el centro y la piedra angular de la Iglesia; es el único Salvador de la humanidad. Todo esto y mucho más resuena en la peregrinación jubilar del Pa-pa a Tierra Santa.

26 de marzo de 2000

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DECRETO DE EXTINCIÓN DE LAS FUNDACIONES PÍAS DE MÁS DE 50 AÑOS

DON RICARDO BLÁZQUEZ PÉREZ, POR LA GRACIA DE DIOS Y DE LA SANTA SEDE,

OBISPO DE BILBAO Teniendo en cuenta lo establecido en el canon 1303,2 del Código de Dere-cho Canónico, concretado por el artículo 5 del Decreto General de la Conferen-cia Episcopal Española sobre algunas cuestiones especiales en materia económi-ca, así como también por el Segundo Decreto General ambos de fecha 1 de di-ciembre de 1984, por las presentes,

DECRETO 1. La extinción de todas las Fundaciones Pías no autónomas que, depositadas

en el Obispado, tengan una existencia de más de 50 años salvo aquéllas cuyos beneficiarios, por deseo del fundador, sean personas físicas particu-lares.

2. Los capitales de las Fundaciones Pías no autónomas extinguidas se agru-

parán en un fondo que gestionará la Administración Diocesana aplicándo-sele la misma rentabilidad que la establecida en la Diócesis para el resto de las Fundaciones Pías no autónomas. Esta renta se ingresará en el Fondo Especial de Atención al Clero instituido en la Diócesis en fecha 30 de mar-zo de 1994.

3. Al comienzo de cada año, se procederá a extinguir las Fundaciones Pías no

autónomas que en el año anterior hayan cumplido los 50 años de existen-cia.

4. La Administración Diocesana comunicará a las parroquias o personas ju-

rídicas afectadas por esta disposición facilitándoles la lista de las Funda-ciones que han quedado extinguidas.

5. El presente Decreto entrará en vigor a partir de su promulgación en el Bo-

letín Oficial de la Diócesis.

DADO en Bilbao, a uno de abril de dos mil.

! Ricardo Blázquez Obispo de Bilbao

Por mandato del Sr. Obispo

Carmelo Ibarra

Canciller


Información. Albisteak SECRETARÍA GENERAL

NOMBRAMIENTO • Rvdo. D. Gaspar MARTÍNEZ FERNÁNDEZ DE LARRINOA, Responsable de

la Delegación Diocesana de Patrimonio Histórico-Cultural (21.03.00).

"""

FALLECIMIENTO • Rvdo. D. Ángel URIGÜEN DUÑABEITIA, jubilado, falleció en Bilbao el día

25 de marzo de 2000, a los 84 años de edad.


CAJA DIOCESANA DE COMPENSACIÓN

ACTA DE LA REUNIÓN DE LA PERMANENTE, CELEBRADA EL DÍA 17 DE MARZO DE 2000

Asisten: Josu Rekakoetxea; José M. Gandiaga; Vicaría I: Araco; Vicaría II: Llaguno; Vicaría III: Intxaurza; Vicaría IV: Barrenechea; Vicaría V: Rementeria, Vicaría VI: Corres, y Vicaría VII: Iraurgui. Con la asistencia de los reseñados, se celebró la reunión de marzo, en la fecha indicada, en los locales del Obispado. Se comenzó con una oración y a continuación se procedió a tramitar los asuntos previstos en el �Orden del Día�. 1. AYUDAS Ante el elevado número de solicitudes de ayuda, 39, y la cuantía de las mismas, un total de 73 millones de pesetas, y teniendo en cuenta que la suma a repartir en este trimestre estaba presupuestada en 20 millones, se tomaron los siguientes acuerdos previos:

• No atender, por esta vez, a las parroquias que han pedido ayuda para todo el año (a repartir en las 4 reuniones de la Permanente). Esta me-dida afecta a las siguientes parroquias: La Asunción de Nuestra Señora, de la Campa-Erandio; La Asunción de Nuestra Señora, de Zeanuri; Santa María, de Amorebieta; La Asunción de Nuestra Señora, de Mar-kina; Santa Ana, de Las Arenas, y San Severino, de Balmaseda.

• A las 6 parroquias de Carranza, que habían pedido ayuda por un

importe global de 11.300.000, concederles 4 millones y medio, para que la Junta �pro reparación de Templos del Valle� los distribuya según su criterio y la urgencia de las obras.

• A la parroquia de Dima, que había pedido ayuda para reparar tres Er-

mitas, por un importe de 2.950.000, se le concede un millón para que lo distribuya según su criterio y urgencias.

• No se atiende a las parroquias de Zamudio y Larrabetzu, ya que al pedir

ayuda para amortizar las deudas que tienen contraídas con la Adminis-tración diocesana, esta situación puede diferirse.

• Tampoco se atiende la petición de la parroquia de Santa Teresa de Ba-

rakaldo, pues se considera que puede endeudarse un poco más con el �Fondo de Ayudas interparroquiales�, alargando los plazos de amorti-zación.


• Tampoco se atiende la petición de la parroquia de Zierbena, hasta que se aclare el cuantioso volumen de las obras a realizar.

A continuación se procedió a la concesión de las siguientes ayudas que, por las razones anteriormente indicadas, suponen, en general, la mitad o un tercio de lo solicitado:

• PQ. MARÍA MADRE DE LA IGLESIA. BILBAO. Quinientas mil pesetas (500.000), para obras de acondicionamiento de locales parroquiales.

• PQ. SAN ANTONIO DE PADUA. ETXEBARRI. Quinientas mil pesetas

(500.000), para obras en la casa cural.

• PQ. SANTA MARÍA MAGDALENA. LA ARBOLEDA. Quinientas mil pesetas (500.000), para obras en la casa cural.

• PQ. SANTO DOMINGO DE GUZMÁN. BERANGO. Un millón de pese-

tas (1.000.000), para reparación de la cubierta del salón parroquial.

• PQ. MARÍA REINA. BILBAO. Setecientas mil pesetas (700.000), para obras de eliminación de humedades en el templo parroquial.

• ERMITA DE SAN COSME Y SAN DAMIÁN. GALDAMES. Ochocientas

mil pesetas (800.000), para reparación de la cubierta.

• PQ. SAN PEDRO APÓSTOL. LA CUADRA-GÜEÑES. Un millón de pe-setas (1.000.000), para obras en el solado del templo parroquial.

• PQ. SAN VICENTE MÁRTIR. SODUPE. Un millón de pesetas

(1.000.000), para obras de instalación de calefacción y arreglo del presbiterio.

• PQ. SAN COSME Y SAN DAMIÁN. BECI-SOPUERTA. Trescientas mil

pesetas (300.000), para reparación de las ventanas de la casa cural (habitada por una comunidad de religiosas).

• PQ. SAN MIGUEL ARCÁNGEL. ARCENTALES. Cuatrocientas mil pe-

setas (400.000), para obras en la cubierta del pórtico.

• PQ. SAN MIGUEL ARCÁNGEL. ZALLA. Un millón de pesetas (1.000.000), para obras de remodelación de locales parroquiales.

• PQ. SAN PEDRO APÓSTOL. ARANZAZU. Cuatrocientas mil pesetas

(400.000), para obras en el templo parroquial.

• PQ. ANDRA MARI. MAÑARIA. Setecientas mil pesetas (700.000), pa-ra reparación de la cubierta del templo parroquial.

• PQ. SANTA MARINA. OTXANDIO. Un millón de pesetas (1.000.000),

para obras en el templo parroquial.


• PQ. SAN ANDRÉS APÓSTOL. ETXEBARRIA. Un millón de pesetas (1.000.000), para reparación de la cubierta del templo parroquial.

• PQ. SAN MIGUEL ARCÁNGEL. ARRAZOLA-ATXONDO. Un millón de

pesetas (1.000.000), para obras de reparación en el interior del templo.

• PQ. SAN PELAYO. BAKIO. Un millón de pesetas (1.000.000), para obras en la cubierta del templo.

• PQ. ANDRA MARI. ERRIGOITI. Un millón quinientas mil pesetas

(1.500.000), para obras en la cubierta del templo parroquial.

• PQ. SAN JUAN BAUTISTA. MUSKIZ. Un millón de pesetas (1.000.000), para reparación de la fachada y torres del templo parro-quial.

• PQ. NUESTRA SEÑORA DE BEGOÑA. SESTAO. Un millón de pesetas

(1.000.000), para obras de reparación de la cubierta del templo.

TOTAL DE AYUDAS CONCEDIDAS: 21.800.000 ptas. 2. APORTACIÓN DE PARROQUIAS Y SECTORES, por el concepto

de �Aportación parroquial� Hasta la fecha se han recibido pocas comunicaciones: 9 sectores. Se nota una tendencia a la baja. Salvo alguna ligera subida, la mayoría de las parroquias mantienen las cuotas del 99 e incluso bajan. Esperemos que las cosas mejoren.

""" No habiendo más asuntos que tratar, se dio por terminada la reunión.


Crónica Diocesana*

DON RICARDO BLÁZQUEZ, EN EL HOMENAJE A RAFAELA DE YBARRA

El pasado 8 de marzo se celebró el acto de conmemoración del centenario de la muerte de la Beata Rafaela de Ybarra de Vilallonga (1843-1900) en la Bi-blioteca de Bidebarrieta de Bilbao. En el transcurso de este acto, en el que dio una conferencia coloquio don Manuel Montero, intervino, entre otras personalidades, nuestro Obispo, don Ricardo Blázquez. Por su interés recogemos una parte de su intervención:

«El día 23 de febrero celebramos el centenario de la muerte de Rafaela de Ybarra. Esta fecha no ha pasado desapercibida entre tantas efemérides que cele-bramos este año en Bilbao: el 700 aniversario de la fundación de la villa, el cente-nario de la coronación de la Virgen de Begoña, el cincuentenario de la erección de la diócesis y por tanto de la designación de la parroquia de Santiago como cate-dral. Merece un subrayado particular el centenario de la muerte de Rafaela, ya que es una persona que ha enriquecido nuestra historia y nos ha dejado una este-la luminosa. El mejor homenaje es prolongar su forma de actuar.

Como todos sabéis, estamos muy avanzados en las obras de restauración de la catedral del �Señor Santiago�, según pide la tradición jacobea. Esperemos que para el día de la fiesta el Apóstol, es decir el 25 de julio, tenga lugar la dedicación del nuevo altar y la reinauguración de la catedral. Pues bien, en la cripta de la ca-tedral, donde se muestra un trozo del muro de la iglesia primitiva de Santiago, queremos recordar, para mantener la memoria y recibir su estímulo, a los testigos de la fe cristiana y del Evangelio en la historia de nuestra Iglesia. En los mismos cimientos de la Catedral está la memoria de los grandes testigos de Dios y de los discípulos más fieles del Señor. Allí tendrá su lugar, en la iglesia madre de la dió-cesis, Rafaela de Ybarra, beatificada por Juan Pablo II el 30 de septiembre de 1984. Rafaela fue bautizada en la iglesia de Santiago el 18 de enero de 1843, dos días más tarde de su nacimiento.

Nuestra ciudad ha contraído una deuda humanamente impagable con Ra-faela de Ybarra. De cómo transcurrió su vida y de cómo se multiplicó y desvivió por los demás, especialmente por los débiles y acosados en su dignidad humana y cristiana, todos estamos más o menos al corriente; la conferencia del profesor D. Manuel Montero, elegido rector de la Universidad del País Vasco hace pocos días, nos ha ayudado eficazmente a revivir aquel tiempo, en que vivió Rafaela y a apre-ciar su excelente labor. Supo escuchar el clamor de los necesitados en medio de su situación económica y social. Pagamos la deuda con ella siguiendo su ejemplo.

Hace aproximadamente un mes, la revista Cáritas hizo una entrevista a Vi-cente Romero, que nos ha mostrado en TV las tragedias humanas de varios rin-cones del mundo: con éxodos, rencores, campos de refugiados. La región de los

* La información de esta Crónica Diocesana está elaborada por la Delegación de MCS.


Grandes Lagos en el centro de África, Centro América asolada por el Mitch, la pe-nínsula de los Balcanes con su inmenso dolor en algunas de las repúblicas (Ser-bia, Montenegro, Kosovo, Bosnia-Herzegovina, Albania, etc�) El entrevistador le preguntó qué le había impresionado más, y dijo: los misioneros. Y así lo justifica-ba: �Los misioneros tienen un �motor�, que yo no tengo y que les envidio sincera-mente�.

Un �motor� de fe y esperanza que les permite ver más allá de la inmediatez de las situaciones que viven. Admiro esa entrega suya a las cosas pequeñas cuan-do saben que lo que habría que cambiar es la situación general y como ven que eso no está en sus manos se dedican a cambiar el mundo que tienen al alcance de su mano. De esta manera, ayudan a sobrevivir a miles de personas jugándose, en muchos casos, su propia vida. Esto es lo más admirable (V. Romero, en Cáritas, n. 401, año 2000, p. 37). Pues bien, Rafaela de Ybarra era movida también por esa fuerza oculta y admirables en sus obras.

La mejor manera de actualizar la vida y la obra de Rafaela de Ybarra es en-trar en sus motivaciones y colaborar en la ayuda a los necesitados que padecen indigencias nuevas e indigencias de siempre.»

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ENCUENTROS JUBILARES DE MISIONES Y CATEQUISTAS

Prosiguen los encuentros jubilares en la Diócesis. El pasado 25 de marzo se celebró en Elorrio el de los misioneros. El acto central de la mañana lo constituyó la eucaristía presidida por don Carmelo Echenagusía. El almuerzo compartido tuvo lugar en el comedor de la Escuela Pública �Alejandro Goikoetxea� de Elorrio. A partir de las cuatro de la tarde, hubo muchos y buenos testimonios mi-sioneros de Asia, África, América y Europa. Se terminó la jornada con un con-cierto-catequesis de cantos misioneros a cargo de la escolanía del Colegio Públi-co �Alejandro Goikoetxea� de Elorrio. En todos los actos hubo con una gran presencia de personas vinculadas a Misiones: misioneros y misioneras en activo y otros que han regresado de países del Tercer Mundo, familiares suyos, corresponsales de revistas misioneras, miembros de diversas parroquias y grupos con carisma misionero, etc. También hubo personas procedentes de países de misión que siempre enriquecen los en-cuentros con su presencia. Como siempre que se celebran jornadas misioneras hubo una gran creati-vidad, una fuerte participación y una profundidad y generosidad en el compar-tir. El sábado 8 de abril, a partir de las seis de la tarde, se celebró el encuentro diocesano de Catequistas en la parroquia de Ntra. Sra. del Carmen. Fue un en-cuentro al que asistieron más de 250 personas con una gran presencia de jóve-nes y de hombres.


Lorentzo Zugazaga, delegado episcopal de Catequesis, hizo el saludo inicial y situó el encuentro en el año jubilar. Los cantos, los gestos y los símbolos ayu-daron a crear un ambiente muy participativo. El texto de San Lucas sobre la presentación que Jesús hizo en Nazaret de su misión y el pasaje de los discípulos de Emaús ayudaron a orar y a interiorizar el sentido del Encuentro. Durante el encuentro se trabajó en grupos. El fruto de esta reflexión se pa-sará a las parroquias. El Obispo, don Ricardo Blázquez, estuvo muy cercano en su intervención. �Nuestra fe −dijo− crece cada vez que la transmitimos a otros�. También formu-ló a los catequistas presentes unas preguntas recogidas de EN n. 76. �¿Creéis lo que anunciáis? ¿vivís lo que creéis? ¿predicáis lo que vivís?�. El rito de la paz y el envío pusieron punto final a este encuentro jubilar de catequistas del que todos los participantes guardarán un gran recuerdo.

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PRÓXIMOS ENCUENTROS JUBILARES

Dentro del calendario de encuentros jubilares en nuestra Diócesis están previstos en fechas próximas el de Juventud en la parroquia de Ntra. Sra. del Carmen (15 de abril), Periodistas en la parroquia San Vicente Mártir de Abando (6 de mayo), Paz y Reconciliación en la parroquia Ntra. Sra. de Begoña (13 de mayo). El encuentro de Pastoral de la Juventud tiene como lema �Jubileo para todos y para todas / Azkenengoak Lehenengo� y reunirá a jóvenes cristianos y cristianas de parroquias, movimientos, comunidades, colegios y asociaciones de la Diócesis de Bilbao, y también a acompañantes, monitores y monitoras, consi-liarios, profesores y profesoras, religiosos y religiosas. El encuentro comenzará a las 10 de la mañana, con la acogida, presenta-ción y oración comunitaria. A las 11, los participantes se dividirán en talleres para reflexionar sobre la realidad de la juventud en Bizkaia. En principio están previstos los siguientes talleres: 1) Jesucristo Buena Noticia para los jóvenes, su religiosidad. 2) El compromiso cristiano en la exclusión social. 3) El acceso al trabajo. 4) Precariedad laboral. 5) Fracaso escolar. 6) Políticas de Juventud. 7) El ocio y el tiempo libre. 8) Asociacionismo juvenil. 9) Jóvenes sin familia. 10) Sin techo. 11) Cárcel. 12) Drogadicción. 13) Prostitución. 14) Sur (Tercer Mun-do). 15) Inmigrantes. 16) Gitanos y Gitanas. 17) Mujer joven. 18) Discapacitados y discapacitadas físicos. 19) Discapacitados y discapacitadas psíquicos. 20) Enfermos y enfermas mentales. 21) Pacificación. Después de un descanso, se finalizará el encuentro con la celebración eucarística.


El encuentro jubilar de los periodistas cristianos de Bilbao se celebrará en la mañana del sábado 6 de mayo. Comenzará a las once y media de la mañana. Después de la acogida y un espacio para diálogo se celebrará una eucaristía que presidirá nuestro Obispo, don Ricardo Blázquez. La iniciativa de este jubileo ha partido de un pequeño grupo de periodistas a los que acompaña pastoralmente la Delegación de Medios de Comunicación Social, desde hace varios años. La convocatoria la han firmado más de 30 periodistas de diferentes medios (periódicos, radios, televisiones, gabinetes de comunicación...) que hay en Bil-bao. Junto con los profesionales de la comunicación podrán participar en la eucaristía los familiares más cercanos (esposos y esposas, hijos e hijas, etc.). El encuentro jubilar por la Paz y la Reconciliación tendrá dos partes. La primera, de reflexión y dialogo, de nueve y media de la mañana a una y media en la Casa de Ejercicios de Begoña, y la segunda, una eucaristía, a partir de las cuatro y media de la tarde, en la basílica de Begoña. A la primera parte están invitados los miembros de las comisiones parro-quiales, sectoriales o vicariales de paz y reconciliación; los cristianos y cristianas que participan en movimientos sociales por la paz, y, en general, las personas que viven la paz y la reconciliación como uno de sus temas prioritarios. El contenido de esta primera parte consistirá en un encuentro de reflexión y diálogo sobre la actitud de la Iglesia y los cristianos ante la paz. Intervendrán dos ponentes y, a partir de sus aportaciones, se trabajará en grupos. Al final habrá una puesta en común. La comida tendrá un carácter informal y en ella se compartirán los bocadi-llos. La organización aportará caldo caliente, refrescos, vino y café. Para asistir a esta primera parte del encuentro será necesario la inscripción previa obligatoria, que podrá realizarse llamando al teléfono 94.412.70.70 (de lunes a jueves, de nueve y media de la mañana a una y media del mediodía, y a la tarde, de cuatro a seis y media; los viernes, sólo a las mañanas). La fecha lími-te para inscribirse será el viernes 5 de mayo al mediodía. La segunda parte se realizará a partir de las cuatro y media de la tarde y estará abierta a todos. Consistirá en una eucaristía, presidida por nuestro Obis-po, don Ricardo Blázquez, en la basílica de Ntra. Sra. de Begoña y podrán parti-cipar todas las personas que lo deseen. Los asistentes podrán orar por al paz y la reconciliación en nuestro pueblo, con un espíritu comunitario, en comunidad con todas las personas que han hecho de la paz y la reconciliación su compromiso prioritario.


El encuentro jubilar de la Paz y la Reconciliación se realizará simultánea-mente en las diócesis de Bilbao, San Sebastián y Vitoria. Serán encuentros con diferentes contenidos, pero con el mismo lema �Ofrece el diálogo, recibe la paz�. Otros dos encuentros jubilares que se anuncian en el mes de junio son la Jornada de Apostolado Seglar: Vigilia de Pentecostés, que se celebrará el 10 de junio a la tarde, en la parroquia San Vicente Mártir de Abando, y el Día de la Caridad, previsto para el jueves 22 de junio, a la tarde, en el Casco Viejo.

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APERTURA DEL AÑO JUBILAR,

EN EL SANTUARIO DEL BUEN SUCESO (KARRANTZA) La apertura oficial del Jubileo en el Santuario del Buen Suceso (Karrantza) se realizará el 16 de abril, festividad del domingo de Ramos, a la una del medio-día. Estará presidida por don Carmelo Echenagusía, Obispo Auxiliar de Bilbao. A partir de esa fecha, y hasta la clausura, el 18 de septiembre, las eucaristías del domingo se celebrarán a la una del mediodía. Éste es el calendario de celebraciones jubilares para los diferentes grupos: domingo 7 de mayo, dedicado a los jubilados del Valle; domingo 14, a los ma-trimonios del Valle; domingo 21, Primeras Comuniones; domingo, 28, a los jó-venes del Valle; domingo 3 de junio, a los niños del Valle y a sus padres. El santuario está en disposición de atender, previa reserva, a grupos que, con carácter de visita y peregrinación, deseen orar y celebrar la eucaristía en el Santuario. Todas las parroquias de Karrantza se están movilizando para la celebra-ción del año jubilar en el Santuario del Buen Suceso (Karrantza). Dado que el santuario se encuentra habitualmente cerrado, han de llamar previamente a efectos de reserva a estas personas de contacto: Mayordomo del Santuario (Marcial Canales, tel. 94.610.70.94) y Párroco (Patxi Otamendi, tel. 656.763.800).

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CESIÓN DE LA ERMITA DE GEREDIAGA El día 16 de marzo en la Sede de las Juntas Generales de Bizkaia, Hurtado de Amézaga, 6, fue firmada por el Presidente de las Juntas Generales y por el Obispo de la Diócesis la cesión de la ermita de Gerediaga (Ayuntamiento de Abadiño). La ermita será restaurada por las Juntas Generales y se conservará siempre su condición de lugar de culto y será mantenido el uso religioso que venía practicándose.


Estuvieron presentes el Secretario General del Obispado, el Vicario Terri-torial y el Párroco de Matiena. Tomaron parte también en el acto los Cofrades de la ermita, quienes firmaron la conformidad con la cesión. La iniciativa partió de ellos al no poder en la actualidad conservar adecuadamente la ermita. Dado que ésta es desde tiempos remotos iglesia juradera de la M. N. y M. L. merindad del Duranguesado, han tenido interés en recibir la cesión las Juntas Generales.

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MESA REDONDA SOBRE LOS PROYECTOS DEL GESTO DIOCESANO

En el marco de la celebración del Año Jubilar en nuestra Diócesis, el lunes día 3 de abril tuvo lugar una mesa redonda con la presentación de los proyectos del Gesto de la Diócesis de Bilbao �Demos a África una oportunidad: convirta-mos DEUDA en DESARROLLO�. El Vicario general, Andoni Gerrikaetxebarria, presentó el Gesto de la dió-cesis de Bilbao de dedicar el 1% de todos los presupuestos a todos los niveles (diocesano, comunitario, de grupo y organización, familiar, personal, etc.) para sacar adelante infraestructuras de salud comunitaria y educación en el corazón de África. Para cambiar Deuda en Desarrollo, la Diócesis de Bilbao suma sus esfuer-zos en poner en marcha tres proyectos de desarrollo: �Salud y promoción de la mujer�, en Etiopía, por Cáritas; Formación integral para los desplazados en la República Democrática del Congo, por Alboan, y �Centro Social para el suburbio de Luanda� en Angola, por Misiones Diocesanas. Para dar una información de primera mano sobre estos proyectos partici-paron en la mesa redonda Helleny Tsegaw y Lourdes Larruy de la Comunidad de San Pablo Apóstol en Etiopía; Mateo Aguirre, del Servicio Jesuita al Refugia-do en R. D. Congo, y Mª Dolores García, de Misiones Diocesanas, en represen-tación del equipo de misionero en Angola.

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100 PRIMEROS NÚMEROS DE �AGENDA� �Agenda�, hoja informativa mural, cumplió el pasado mes de marzo su número 100. Fue creada por la Delegación de Medios de Comunicación Social como un soporte informativo para anunciar los diferentes actos que se organi-zan en nuestra Diócesis. Se editan 10 números al año. En verano se hace un nú-mero especial que incluye las actividades diocesanas de julio, agosto y septiem-bre.


Desde 1998 se realizan cuatro ediciones según las vicarías (I y II; III y VII; IV y V; y VI), de forma que, además de los actos diocesanos generales, se puede dar información de otros actos más locales. Desde la primera vez que se editó, en abril de 1990, se han anunciado cerca de 3.000 actos. Habitualmente �Agenda� se coloca en las carteleras de las parroquias, en los tablones de anuncios de las salas de reuniones de los asociaciones y movi-mientos, y en los despachos parroquiales, para que los diocesanos estén infor-mados de los distintos actos que se realizan en la Diócesis por las parroquias, asociaciones, grupos, comunidades, instituciones, organismos, etc.

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LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS, AL SERVICIO DE LA COMUNICACIÓN DE PARROQUIAS Y GRUPOS �Las nuevas tecnologías, al servicio de la comunicación de parroquias y grupos� es el título de una conferencia de tipo práctico que han organizado con-juntamente la Delegación de Medios de Comunicación Social de la diócesis de Bilbao y Suspergintza Elkartea, con motivo de la Jornada Mundial de las Comu-nicaciones Sociales. Su celebración está prevista para el miércoles día 3. Sus destinatarios son los miembros de parroquias, grupos, comunidades, organizaciones, etc. intere-sados en este tema. Una de las características principales que se pretende dar a esta conferencia es su carácter eminentemente práctico. Los motivos de este encuentro nacen de la doble constatación, por un lado del uso de las nuevas tecnologías de la comunicación en el ámbito eclesial y, por otro, las dificultades que encuentran miembros de algunas parroquias y grupos en su utilización.


Elizbarrutiko Barriak*

ON RICARDO BLÁZQUEZ, RAFAELA YBARRAREN OMENALDIAN

Joan dan martxoaren 8an, Rafaela Ybarra de Vilallonga dohatsuaren heri-otzearen mendeurreneko ekitaldia ospatu zan Bilboko Bidebarrieta Liburute-gian. Ekitaldian, Manuel Monterok berbaldi-mahaingurua eskaini eban, eta beste pertsona ospetsu batzuk ere, euren artean on Ricardo Blázquez gure go-tzainak, esku hartu eben. Interesgarria danez, bere berbaldiaren zati bat jasotzen dogu:

«El día 23 de febrero celebramos el centenario de la muerte de Rafaela de Ybarra. Esta fecha no ha pasado desapercibida entre tantas efemérides que cele-bramos este año en Bilbao: el 700 aniversario de la fundación de la villa, el cente-nario de la coronación de la Virgen de Begoña, el cincuentenario de la erección de la diócesis y por tanto de la designación de la parroquia de Santiago como cate-dral. Merece un subrayado particular el centenario de la muerte de Rafaela, ya que es una persona que ha enriquecido nuestra historia y nos ha dejado una este-la luminosa. El mejor homenaje es prolongar su forma de actuar.

Como todos sabéis, estamos muy avanzados en las obras de restauración de la catedral del �Señor Santiago�, según pide la tradición jacobea. Esperemos que para el día de la fiesta el Apóstol, es decir el 25 de julio, tenga lugar la dedicación del nuevo altar y la reinauguración de la catedral. Pues bien, en la cripta de la ca-tedral, donde se muestra un trozo del muro de la iglesia primitiva de Santiago, queremos recordar, para mantener la memoria y recibir su estímulo, a los testigos de la fe cristiana y del Evangelio en la historia de nuestra Iglesia. En los mismos cimientos de la Catedral está la memoria de los grandes testigos de Dios y de los discípulos más fieles del Señor. Allí tendrá su lugar, en la iglesia madre de la dió-cesis, Rafaela de Ybarra, beatificada por Juan Pablo II el 30 de septiembre de 1984. Rafaela fue bautizada en la iglesia de Santiago el 18 de enero de 1843, dos días más tarde de su nacimiento.

Nuestra ciudad ha contraído una deuda humanamente impagable con Ra-faela de Ybarra. De cómo transcurrió su vida y de cómo se multiplicó y desvivió por los demás, especialmente por los débiles y acosados en su dignidad humana y cristiana, todos estamos más o menos al corriente; la conferencia del profesor D. Manuel Montero, elegido rector de la Universidad del País Vasco hace pocos días, nos ha ayudado eficazmente a revivir aquel tiempo, en que vivió Rafaela y a apre-ciar su excelente labor. Supo escuchar el clamor de los necesitados en medio de su situación económica y social. Pagamos la deuda con ella siguiendo su ejemplo.

Hace aproximadamente un mes, la revista Cáritas hizo una entrevista a Vi-cente Romero, que nos ha mostrado en TV las tragedias humanas de varios rin-cones del mundo: con éxodos, rencores, campos de refugiados. La región de los

* Elizbarrutiko Barriak egitea GKetako Ordezkaritzaren ardurea da.


Grandes Lagos en el centro de África, Centro América asolada por el Mitch, la pe-nínsula de los Balcanes con su inmenso dolor en algunas de las repúblicas (Ser-bia, Montenegro, Kosovo, Bosnia-Herzegovina, Albania, etc�) El entrevistador le preguntó qué le había impresionado más, y dijo: los misioneros. Y así lo justifica-ba: �Los misioneros tienen un �motor�, que yo no tengo y que les envidio sincera-mente�.

Un �motor� de fe y esperanza que les permite ver más allá de la inmediatez de las situaciones que viven. Admiro esa entrega suya a las cosas pequeñas cuan-do saben que lo que habría que cambiar es la situación general y como ven que eso no está en sus manos se dedican a cambiar el mundo que tienen al alcance de su mano. De esta manera, ayudan a sobrevivir a miles de personas jugándose, en muchos casos, su propia vida. Esto es lo más admirable (V. Romero, en Cáritas, n. 401, año 2000, p. 37). Pues bien, Rafaela de Ybarra era movida también por esa fuerza oculta y admirables en sus obras.

La mejor manera de actualizar la vida y la obra de Rafaela de Ybarra es en-trar en sus motivaciones y colaborar en la ayuda a los necesitados que padecen indigencias nuevas e indigencias de siempre.»

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MISINO ETA KATEKESI ARLOKO URTE SANTUKO TOPAKETAK

Era Bateko eta besteko jubileu topaketak ospatzen dihardue Elizbarrutian. Joan dan martxoaren 25ean misiolariena ospatu zan Elorrion. Goizeko ekitaldi nagusia, on Karmelo Etxenagusia buru zala ospatu zan eukaristia izan zan. Anaitasun bazkaria Elorrioko Alejandro Goikoetxea eskola publikoan izan zan. Arratsaldeko 4etatik aurrera, Asia, Afrika, Amerika eta Europako misiolari testigantza ugari eta onak eskeini ebezan. Jardunaldia amaitzeko, Elorrioko Ale-jandro Goikoetxea Ikastetxe Publikoko ume kantariek misiolari kantuen kon-tzertu-katekesia emon eben. Misinoekin hartuemon estuan dagozan makina bat lagunek parte hartu eban ekitaldi guztietan: lanean diharduen misiolariak eta Hirugarren Mundutik itzuli diranak, honeek etxekoak, misiolari aldizkarietako barriemoileak, misio-lari krismadun hainbat parrokia eta taldetako kideak, etab. Misino herrialdeeta-tik etorritako lagunak ere egon ziran eta euren presentzia, beti lez, guztiz abe-rasgarria izan zan. Misiolari jardunaldiak ospatzen diran guztietan lez, sormena, partehartzea eta banatzearen sakontasun eta eskuzabaltzasuna nabarmentzekoak izan ziran. Apirilaren 8an, zapatua, arratsaldeko 6etatik aurrera, Katekisten elizba-rrutiko topaketea ospatu zan Karmengo Ama parrokian. Bertan, 250 lagunetik gora batu ziran, tartean gazte eta gizonezko asko egoalarik.


Lorentzo Zugazaga Katekesirako gotzain ordezkariak egin eban hasierako agurra eta Urte Santuaren barruan kokatu eban topaketea. Abesti, keinu eta sinboloen bidez, jentearen partehartzea eragin zan. Nazareten Jesusek bere mi-sinoaren aurkezpena egin ebaneko San Lukasen testua eta Emauseko ikasleen pasartea lagungarri izan ziran otoitz egiteko eta Topaketearen zentzuna barrura-tzeko. Batzarrean, talde lana ere egin zan. Gogoeta honen emaitza parrokietara bialduko da. On Ricardo Blázquez Gotzainak hurkotasun haundia erakutsi eban bere berbaldian. �Gure fedea −inoan− hazi egiten da beste batzuei helarazten deutse-gunean�. E.N. agiriaren 76. zenbakian agertzen diran itaunak ere egin eutsezan han alkartutako katekistei: �Sinisten dozue iragarten dozuena? bizi dozue sinis-ten dozuena? hotsegiten dozue bizi dozuena?�. Bakearen erritoaz eta bialketeaz amaitu zan partehartzaile guztiek biho-tzean gordeko daben katekisten Urte Santuko topaketa hau.

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URTE SANTUKO HURRENGO TOPAKETAK Urte Santuko Elizbarrutiko topaketei jagokenez, honeek dira hurrenez hu-rren ospatuko diranak: Gazteena, Karmengo Ama parrokian (apirilaren 15a), Kazetariena, Abandoko San Bizente Martiria parrokian (maiatzaren 6a), Bake-rako eta Alkarganatzeko taldeena, Begoñako Andra Mari parrokian (maiatzaren 13a). �Jubileo para todos y para todas / Azkenengoak lehenengo� da Gazteen Pastoraltzaren topaketaren goiburua; Bilboko Elizbarrutiko parrokia, mugi-mendu, komunitate, ikastetxe eta alkarteetako gazteak batuko ditu, eta honee-kin batera, laguntzaile, monitore, kontsiliario, irakasle, erlijioso eta erlijiosak. Topaketa goizeko 10etan hasiko da, harrera, aurkezpen eta alkarte otoitza-gaz. 11etan, partehartzaileak tailerretan banatuko dira, Bizkaiko gazteriaren egoereari buruz gogoetea egiteko. Hasiera batean, tailer honeek aurreikusi izan dira: 1) Jesukristo, Barri Ona gazteentzat. Gazteen erlijiozkotasuna. 2) Kristau konpromisoa gizarte baztarketan. 3) Lanean hastea. 4) Lan eskasia. 5) Eskola porrota. 6) Gazte politikak. 7) Aisia eta aisialdia. 8) Gazteen alkartekidetasuna. 9) Familia bako gazteak. 10) Etxe bako gazteak. 11) Kartzelea. 12) Drogazaleta-suna. 13) Prostituzinoa. 14) Hegoaldea (Hirugarren Mundua). 15) Gazte etorki-nak. 16) Ijitoak. 17) Emakume gaztea. 18) Gazte minusbaliatu fisikoak. 19) Gazte minusbaliatu psikikoak. 20) Buruko gaixotasunak dabezan gazteak. 21) Bake-tzea. Atsedenaldiaren ostean, eukaristia ospakizunaz amaituko da topaketea.


Bilboko kazetari kristinauen Urte Santuko topaketea maiatzaren 6ko −za-patua− goizean izango da. Goizeko hamaika t�erdietan hasiko da. Harrera eta alkarrizketarako gunearen ostean, eukaristia ospatuko da, on Ricardo Blázquez Gotzaina buru dala. Azken urteetan Gizarte Komunikabideetarako Ordezkaritzaren pastoral laguntza jasotzen daben kazetarien talde txiki batek eragin dau jubileu hau. Bilboko komunikabide desbardinetan (egunkariak, irratiak, telebistak, prentsa-bulegoak�) jarduten daben 30 kazetaritik gora izan dira deialdia sinatu dabenak. Komunikazino arloko beharginez gain, honeek etxekoek ere (senar-emazteak, seme-alabak, etab.) eukaristian parte hartzeko aukerea izango dabe. Bake eta adiskidetzearen aldeko jubileu topaketeak zati bi izango ditu. Le-henengoa, gogoeta eta alkarrizketarako, goizeko bederatzi t�erdietatik eguerdiko ordu bata t�erdira Begoñako Espiritualitate Etxean eta, bigarrena, eukaristia, arratsaldeko lau t�erdietatik aurrera, Begoñako basilikan. Lehenengo zatian, bakerako eta alkarganatzeko parrokietako, eskualdee-tako edo bikaritzetako batzordeetako kideek, bakearen aldeko gizarte mugi-menduetan parte hartzen dabenek eta, orokorrean, bakea eta adiskidetzea le-hentasunezko gaitzat bizi daben lagunek parte hartuko leukee. Elizak eta kristinauek bakearen aurrean daben jarrereari buruzko gogoeta eta alkarrizketea izango da. Hizlari biren aurkezpenaren ostean, talde lana egin-go da, eta azkenean, bateratze-lana. Bazkarian, gure ogibitartekoak danon artean banatuko doguz. Talde anto-latzaileak salda beroa, freskagarriak, ardoa eta kafea jarriko ditu. Topaketearen lehen zati honetan parte hartzeko, nahitaezkoa da aurretik izena emotea. Horretarako, 94.412.70.70 telefonora deitu (astelehenetik egue-nera, goizez bederatzi t�erdietatik ordu bata t�erdietara, eta arratsaldez, lauetatik sei t�erdietara; barikuetan, bakarrik goizez). Maiatzaren 5eko �barikua� eguer-dian amaituko da izena emoteko epea. Bigarren zatia, arratsaldeko lau t�erdietatik aurrera burutuko da, eta gura daben guztiek parte hartu daikee. Eukaristia ospatuko da, Ricardo Blázquez Go-tzaina buru dala, Begoñako Andra Mari basilikan eta, dinogunez, deialdia zabala da. Bertara hurreratuko diranek, gure herriaren baketze eta adiskidetzearen alde otoitz egiteko aukerea izango dabe, alkarte espirituaz baketze eta adiskide-tzearen konpromisoari lehentasuna emon deutsoen beste lagun batzuekin bat eginda. Gure herriaren bake eta adiskietzearen aldeko jubileu topaketa hau, batera ospatuko da Bilbao, Donostia eta Gasteizko elizbarrutietan. Hiru topaketa des-bardin izango dira, baina goiburu bakarraz: �Alkarrizketea eskeini, bakea jaso�.


Honeek dira ekainerako iragarritako beste jubileu topaketa batzuk: Lai-koen Apostolutzaren Jardunaldia, ekainaren 10ean, arratsaldez ospatuko dan Mendekoste Bezperea, Abandoko San Bizente Martiria parrokian eta Karitatea-ren Eguna, ekainaren 22an, arratsaldez, Alde Zaharrean.

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URTE SANTUAREN HASIEREA, NTRA. SRA. DEL BUEN SUCESO SANTUTEGIAN (KARRANTZA)

Apirilaren 16an, Erramu-Domekea, eguerdiko ordu batean ospatuko da Ntra. Sra. del Buen Suceso Santutegian (Karrantza) Urte Santuaren hasiera ofi-ziala. Karmelo Etxenagusia Bilboko Gotzain Laguntzailea izango da buru. Egun horretatik aurrera, eta irailaren 18rarte, domekako eukaristiak eguerdiko ordu batean ospatuko dira. Hau da Urte Santuko ospakizunen egutegia talde desbardinentzat: maia-tzaren 7ko domekea, bailarako jubilatuei eskeiniatakoa; hilaren 14koa, Baila-rako senar-emazteei; hilaren 21ean, Lehen Jaunartzeak; hilaren 28koa, Baila-rako gazteentzat; ekainaren 3ko domekea, Bailarako ume eta honeen gurasoen-tzat. Aurretik eskatu ezkero, taldeak Santutegira joan daitekez, bisita edo erro-mesaldian, bertan otoitz egin edo eukaristia ospatzeko. Karrantzako parrokia guztiek esku hartzen dihardue, Urte Santua Ntra. Sra. del Buen Suceso (Karrantza) Santutegian ospatzeko. Santutegia normalean itxita egoten danez, aldez aurretik honako lagun honeei deitu behar jake erreserbea egiteko: Santutegiko etxezainari (Marcial Canales, tel. 94.610.70.94) eta Parrokoari (Patxi Otamendi, tel. 656.763.800).

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GEREDIAGAKO BASELIZEA EMOTEA Martxoaren 16an, Bizkaiko Batzar Nagusien egoitzan, Hurtado de Ame-zaga, 6, Gerediagako (Abadiño) baselizearen emotea sinatu eben Batzar Nagusi-etako Buruak eta Elizbarrutiko Gotzainak. Baselizea Batzar Nagusiek erabarri-tuko dabe eta gurtzarako leku izango da beti eta, orain arte lez, aurrerantzean ere, gai erlijiosoetarako erabiliko da. Bertan egon ziran, Gotzaitegiko Idazkari Nagusia, Lurraldeko Bikarioa eta Matienako Parrokoa. Baselizako anaikideek ere parte hartu eben, emotearen onespena sinatuz. Eurona izan zan ekimena, gaurregun ezin dabe eta baselizea behar dan lez zaindu. Berau, aintzinatik, Durangaldeko Merindade Txit Prestu


eta Txit Leialaren Zinpe-eliza danez, Batzar Nagusiek baselizeaz arduratzeko interesa erakutsi dabe.

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ELIZBARRUTIKO KEINUAREN EGITASMOEI BURUZKO MAHAINGURUA

Gure Elizbarrutian, Urte Santua ospatzen dala-ta, mahaingurua egin zan apirilaren 3a, astelehena, �Emon deiogun aukerea Afrikari: ZORRA GARAPEN bihurtu dagigun� Bilboko Elizbarrutiko Keinuaren egitasmoak aurkezteko. Andoni Gerrikaetxebarria Bikario Nagusiak aurkeztu eban Bilboko elizba-rrutiaren keinua: maila guztietako (elizbarrutiarena, alkarteena, talde eta era-kundeena, familiena, norberarena, etab.) aurrekontuen %1a Afrikako alkarte osasun eta hezkuntzako azpiegiturak suspertzeko emon. Zorra Garapen bihurtzeko, Bilboko Elizbarrutiak buru-belarri jardungo dau, garapenerako hiru egitasmo martxan jarteko: �Emakumearen osasun eta sustapena�, Etiopian, Caritasek eraginda; �Erabateko formazioa desplazatuen-tzat�, Kongoko Errepublika Demokratikoan, Alboanek aurkeztuta, eta �Gizarte aterpea Luandako auzo pobrerako�, Angolan, Elizbarrutietako Misinoek bultza-tuta. Egitasmo honeen inguruko barri zuzenak emoteko, Etiopiako San Paulo Apostolua Alkarteko Helleny Tsegaw eta Lourdes Larruyk, Kongoko Errepublika Demokratikoko Errefuxiatuaren Laguntzarako Jesuiten Zerbitzuko Mateo Agi-rrek eta Angolako misiolari taldea ordezkatuz, Elizbarrutietako Misinoetako kide dan Mª Dolores Garcíak parte hartu eben mahainguruan.

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�AGENDA� ARGITALPENAREN LEHEN 100 ALEAK �Agenda� barri emoteko horma-orriaren 100. alea atara zan joan dan mar-txoan. Gizarte Komunikabideetarako Ordezkaritzak sortu eban, gure Elizbarru-tian ospatzen diran ekitaldi desbardinak iragarteko informazino-euskarri lez. Urtean 10 ale argitaratzen dira. Udan aparteko alea kaleratzen da, uztailean, abuztuan eta irailean, elizbarrutian burutzen diran ekitaldiak batuz. 1998tik aurrera, lau argitalpen egiten dira, bikaritzaka (I eta II, III eta VII, IV eta V, eta VI). Holan, elizbarruti ekitaldi orokorrez gain, lekuko ekintzen ba-rri emoten da. 1990. urtean lehenengo aldiz argitaratu zanetik, 3.000 ekitaldi inguru iragarri izan dira. Normalean, �Agenda� aleak, parrokietako karteleretan, alkarte eta mugi-menduen batzar-geletako iragarpen-tauletan eta parroki bulegoetan jarten dira,


eliztarrek Elizbarrutiko parrokia, alkarte, talde, komunitate, erakunde, orga-nismoek... egiten dabezan ekitaldien barri izan dagien.

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TEKNOLOGIA BARRIAK, PARROKI ETA TALDE KOMUNIKAZINOAREN ZERBITZURA

�Teknologia barriak, parroki eta talde komunikazinoaren zerbitzura� da, Bilboko elizbarrutiko Gizarte Komunikabideetarako Ordezkaritzak eta Susper-gintza Elkarteak, Gizarte Komunikabideen Munduko Jardunaldiaren inguruan, batera antolatu daben berbaldi praktikoaren goiburua. Eguastenean, hilak 3, ospatuko da eta gai honetaz arduratzen diran parro-kia, talde, alkarte, erakundeetako... kideak dira jasotzaileak. Berbaldi honen ezaugarririk nagusienetarikoa bere izaera praktikoa izango da. Bi dira topaketa hau eratzea ekarri daben arrazoi nagusiak: alde batetik, eliz esparruan komunikazioko teknologia barriak erabilten dirala eta, bestetik, parrokia eta talde batzuetako kideek honeen erabilpenean zailtasunak dabezala.


IGLESIA. EUSKALERRIA. ELEIZEA

Documentos. Agiriak

DIÓCESIS DE BILBAO, SAN SEBASTIÁN Y VITORIA

«Hacia la actualización del compromiso misionero en Misiones Diocesanas»

A lo largo del año 1998, las Diócesis de Bilbao, San Sebastián y Vitoria ce-lebraron el cincuentenario de las Misiones Diocesanas. Se puso de relieve la sig-nificación de este hecho eclesial, que tuvo su origen en 1948, con la salida de un primer grupo de ocho sacerdotes a la misión de Los Ríos, en Ecuador. A lo largo de cincuenta años, unos 600 misioneros −sacerdotes, religiosas y laicos− han seguido a aquellos primeros, haciéndose presentes, además de en Ecuador, en Venezuela, Angola, Chile, Rwanda, Brasil y República Democrática del Congo. Las celebraciones tuvieron dos momentos principales: el primero de ámbi-to diocesano, en torno al día 19 de marzo, día de las Misiones Diocesanas en las tres Diócesis; el segundo, los días 7 y 8 de noviembre de 1998, en un Encuentro Interdiocesano que tuvo lugar en el Seminario diocesano de Vitoria. Durante el año 1998, dos centenares de grupos misioneros reflexionaron sobre la realidad de las Misiones Diocesanas, en orden a mantener y renovar el compromiso misionero de las tres diócesis en el marco de las Misiones Diocesa-nas. El Encuentro Interdiocesano de noviembre congregó a las tres Diócesis �para orar, para reflexionar y para celebrar� en el cincuentenario de Misiones Diocesanas. La reflexión se hizo a partir de las aportaciones provenientes de los grupos misioneros. Los Obispos de Bilbao, San Sebastián y Vitoria hemos recogido las pro-puestas que se entregaron como fruto del Encuentro Interdiocesano. Este do-cumento es la expresión de nuestra acogida y discernimiento de las mismas y signo de nuestra voluntad de actualizar el compromiso interdiocesano por las Misiones Diocesanas.

""" El presente documento tiene dos partes. La primera recoge la parte doctri-nal de la carta del día de las Misiones Diocesanas, del 19.3.99, �Entra en esta aventura�. Escribíamos en ella: �creemos que puede ser muy útil recoger, ya desde ahora, algunas afirmaciones recurrentes en los trabajos de reflexión hechos a lo largo del año pasado. Habrán de servirnos para consolidar y renovar el �espíritu misionero� que inspire nuestra actuación y para señalar las líneas que habremos de seguir en el futuro�.


La segunda parte es más concreta y operativa. Presenta algunas propuestas que nos parecen especialmente importantes, de las presentadas tras el Encuen-tro Interdiocesano. Queremos, antes de presentar las líneas de actuación, hacer dos observa-ciones:

a) Aunque Misiones Diocesanas ha contribuido eficazmente a cultivar el espíritu y la colaboración misionera en nuestras Diócesis, la condición de �Iglesias Misioneras� no se circunscribe a aquéllas. Es más amplia. Comprende también los trabajos y aportaciones de Obras Misionales Pontificias, la labor de religiosos y religiosas oriundos de nuestras Dió-cesis, la colaboración con otros Institutos misioneros, como OCSHA, IEME, las ayudas a otras iglesias que no corresponden a Misiones Dio-cesanas, el anuncio misionero en nuestra sociedad para con los aleja-dos, etc. Al hablar de �Iglesia Misionera� lo hacemos en este sentido amplio.

b) La colaboración de nuestras iglesias con las existentes en otros países

ha de ser entendida desde el respeto y la aceptación de sus propios pla-nes pastorales.

""" I.- He aquí unas LÍNEAS BÁSICAS DE ACTUACIÓN para el futuro de nues-

tras Misiones Diocesanas:

1) De las Misiones Diocesanas a las Diócesis Misioneras. Al hablar de Mi-siones Diocesanas nos centramos en lo que nuestras Diócesis están haciendo hoy en las iglesias de Ecuador, de Rwanda y de Angola, a las que ayudamos. Son �nuestras� Misiones, porque nuestras Diócesis son las que como tales han asumido el compromiso misionero.

Al hablar de Diócesis Misioneras no nos centramos en lo que algunos �hacen� sino en lo que todos �somos� como miembros de comunidades que se sienten misioneras, pues el compromiso de ser misioneras es al-go esencial para ellas.

Nuestras Misiones Diocesanas nacieron de estas iglesias que sintieron ardientemente la �misión� eclesial de evangelizar. Ahora es el momento de redescubrir e impulsar el espíritu misionero de nuestras iglesias dio-cesanas.

Hemos de trabajar para que el espíritu misionero no sea solamente pa-trimonio de unos cuantos grupos sensibilizados, sino componente de la vida cristiana de cuantos formamos la iglesia.

2) Hacia una más plena comprensión de la misión de evangelizar. La

renovación de la Iglesia promovida por el Concilio Vaticano II, nos ha


ayudado a comprender mejor la unión inseparable que debe existir en-tre el anuncio explícito de Jesucristo, el hijo de Dios, y la incorporación de los valores del Evangelio al mundo de las realidades temporales.

El anuncio de la Paternidad de Dios, que ama a todos los hombres y quiere que todos se salven, no ha de quedar desfigurado por el olvido de las exigencias de una auténtica fraternidad entre todos los hombres y mujeres.

Este mensaje, ante la amplitud y gravedad de la pobreza y de los pobres en los territorios de misión, nos ha llevado a una más plena compren-sión de lo que ha de ser la acción evangelizadora en nuestra iglesia y en Misiones Diocesanas. Hemos de descubrir, en la doctrina y en la prácti-ca, el lugar que los pobres han de tener en el anuncio del Evangelio de Jesús, como destinatarios privilegiados de la evangelización y también como agentes de la misma acción evangelizadora.

No tendrían sentido actualmente unas Misiones Diocesanas que igno-raran cualquiera de estos dos ejes de la acción misionera: el anuncio de la Paternidad de Dios y de la salvación en su hijo Jesucristo y el trabajo con unas personas que quieren ser hermanos de verdad y para ello tra-bajan por la justicia y los derechos humanos.

3) La urgencia de la ineludible incorporación de los laicos a la acción mi-

sionera. Desde los inicios de Misiones Diocesanas, �el misionero seglar� estuvo presente con los sacerdotes; poco a poco se ha ido desarrollando una rica aportación a los trabajos misioneros, tanto en tareas de educa-ción y celebración de la fe, como en acciones de promoción y de ayuda socio-cultural.

La necesidad de intensificar la presencia y la acción de los misioneros seglares resulta hoy de una urgencia apremiante. No sólo por la escasez de vocaciones sacerdotales y religiosas, sino por la conciencia que en la Iglesia se ha tomado de la misión de los laicos en la obra evangelizado-ra y por tanto también en la misión. De aquí que hayan surgido nuevas formas de colaboración entre laicos y presbíteros, que están llamadas a un mayor desarrollo.

Esta nueva conciencia del ser misionero en la vida de los laicos cristia-nos, ha de vincularse a la conciencia de �ser enviados� de la propia Igle-sia. El envío misionero constituirá una de las señales más claras de la propia identidad del misionero seglar. Y lo distinguirá de otras formas de ayuda a la promoción socio-cultural inspirada en el Evangelio por parte de los seglares. Tal como la colaboración entre Misiones Diocesa-nas y otros grupos configurados como ONGS, respetando adecuada-mente la identidad de cada grupo.

4) Misiones Diocesanas como colaboración entre Iglesias. Nuestras igle-

sias diocesanas −es la experiencia de estos 50 años− no sólo dan, sino que también reciben en el intercambio de relaciones misioneras. Existe una forma de �solidaridad� entre las iglesias que es realización visible


de la �comunión� que existe entre ellas en virtud de la común pertenen-cia a la Iglesia, Cuerpo de Cristo.

La solidaridad se traduce en intercambio de bienes, cuando somos conscientes de que los otros nos pueden dar algo que nosotros no te-nemos o tenemos menos. De esta manera, nuestras Diócesis estarán abiertas para acoger, en el espíritu de una fraternidad eclesial sincera y dejando de lado formas veladas de superioridad, la experiencia de otras experiencias religiosas de fe, de valores humanos y cristianos y de ac-tuaciones pastorales, vividas en las iglesias en las que se hacen presen-tes las Misiones Diocesanas.

""" II.- Presentamos a continuación unas PROPUESTAS, que juzgamos importan-

tes en orden a la actualización del compromiso misionero en nuestras Dió-cesis:

1) Intensificar la animación misionera diocesana

• potenciando los grupos parroquiales de animación misionera y

creando grupos misioneros; • ofreciendo nuevos cauces, por medio de las procuras de misiones a

la información y formación misionera de las Diócesis; • comunicando a los diocesanos las situaciones de urgencia que se

van dando en los territorios de misión; • enriqueciendo con personal voluntario de las procuras de Misiones

Diocesanas; • intensificando la formación misionera en los Seminarios Diocesa-

nos.

2) Propiciar vías para la formación de los misioneros laicos

• cualificando personas responsables de la formación, trazando un plan formativo, con objetivos, tareas, contenidos y medios, con la implicación de personas y medios de las tres diócesis.

3) Realizar un estatuto del misionero laico

• profundizando su identidad en la iglesia, desarrollando los aspectos

jurídicos y económicos, especialmente los relativos a su seguridad social y a las excedencias laborales.

4) Estar abiertos a nueva forma de presencia misionera

• de marcado carácter laical, con la presencia de un sacerdote anima-

dor, en ámbitos de primer anuncio misionero.


5) Someter a estudio la conveniencia de revisar el criterio de la territo-rialidad, teniendo en cuenta las circunstancias actuales de nuestras diócesis y las de las Diócesis y las de las Diócesis de destinación. Para eventuales cambios, se escuchará al Grupo Misionero y se procederá de acuerdo con los Obispos del lugar.

"""

Tenemos la confianza en Dios Padre �dueño de la mies�, que renueva el espíritu misionero en su iglesia que es católica, esto es, universal. Y nuestra es-peranza en la acción del Espíritu Santo que realizará en nuestras iglesias de Bil-bao, San Sebastián y Vitoria, con la colaboración nuestra, la actualización del compromiso misionero en Misiones Diocesanas.

Bilbao, San Sebastián y Vitoria, 30 de Octubre de 1999

! Ricardo, Obispo de Bilbao ! José María, Obispo de San Sebastián

! Miguel, Obispo de Vitoria ! Carmelo, Obispo auxiliar de Bilbao


IGLESIA. ESPAÑA. ELEIZEA

Documentos. Agiriak CONFERENCIA EPISCOPAL ESPAÑOLA COMISIÓN EPISCOPAL DE PASTORAL SOCIAL

COMUNICADO DE LA COMISIÓN EPISCOPAL DE PASTORAL SOCIAL PARA EL DÍA DEL AMOR FRATERNO

EN LA FESTIVIDAD DEL JUEVES SANTO

«Un mensaje: condonación» (Perdón, Justicia, Esperanza)

El Jueves Santo de este año del Gran Jubileo de la Encarnación nos recuerda, con una viveza especial, la presencia real de Jesucristo, de su Cuerpo, en medio de nosotros, presente en todos los pueblos y en todos los hombres del orbe entero (San Agustín); presente en su cuerpo, que es la Iglesia; presente en la Eucaristía, tomad, esto es mi cuerpo; presente en los más pobres y humildes del mundo, conmigo lo hicisteis. Con su presencia entre nosotros, toda la humanidad, en Él, está vuelta hacia el Padre; toda la Iglesia, con Él, está ya, en esperanza, en prenda y anticipo misterio-sos, sentada a la derecha del Padre, por obra del Espíritu Santo, por el poder del Amor, cada persona humana, con una humanidad como la suya, desde su Encarna-ción, está invisiblemente visitada por el amor del Padre, rodeada por la fraternal solidaridad del Hijo, acogida y defendida insospechadamente a la sombra del Espí-ritu. Desde hace dos mil años, la humanidad de Cristo es un impulso inagotable de comunión, fraternidad, solidaridad, cercanía y compromiso con cada vida humana, con toda persona de cualquier lengua, raza, nación y religión; un impulso incompa-rable de libertad, de dignidad, de promoción humana, de divinización, palabra ésta tan querida de nuestros hermanos de la Iglesia Oriente, que los cristianos de Occi-dente no debemos olvidar. Más aún, la humanidad de Cristo no sólo es un impulso inagotable e incomparable, sino que en ella ya se ha realizado la plenitud a la que están llamados los que no rechazan su entrega en la cruz y la vida que nos es dada en su resurrección. El Jueves Santo de este año, intensamente eucarístico, nos vuelve a plantear, con renovada urgencia, el reto permanente, desde el principio, de hacer de la Euca-ristía mesa de comunión y no de rivalidad, de acepción de personas, de autoafirma-ción sectorial, de exclusión. Que nadie pueda sentirse extranjero, ni extraño, olvi-dado y excluido de la mesa del Señor. El arduo trabajo por la justicia nace de las entrañas de la Eucaristía; se consolida y fortalece con este Pan y culmina sólo, con la fuerza del Espíritu Santo, cuando al otro, al marginado, al despreciado, al atribu-lado, se le invita a pasar a la cena, pasión, muerte y resurrección del Señor.


El Jueves Santo de este Año Jubilar, para que sea un año de verdadera con-versión, tendremos que volver a contemplar con mirada limpia y renovada, las ma-nos, los brazos y el cuerpo de Jesucristo, el Maestro y el Señor, abajándose a lavar los pies de los discípulos, en lección inolvidable, es decir, que no podemos olvidar. Todos comprendemos lo que significa ponerse a los pies del otro. Todos sabemos que las grandes causas, los ideales más hermosos, se realizan con gestos humildes, pequeños, a veces despreciados por el contexto sociocultural en que nos movemos, con trabajos poco espectaculares y, tantas veces, escondidos. No hay una verdadera conversión cuando no aprendemos u olvidamos este gesto del Maestro, que subraya no sólo cuál es el talante del discípulo, sino también la inmensa dignidad de los pe-queños, los pobres, los que no saben, los que no entienden, los que no están lim-pios. El Evangelio deja de ser utopía cuando desciende de la cabeza al corazón y a las manos; el reino de Dios se hace presente cuando lavamos los pies, cuando ser-vimos a los pobres, cuando inclinamos y posponemos nuestro yo ante el misterio del tú. Cuando descubrimos que el gesto del Señor lavar los pies nos lleva a no re-huir la cruz como paso necesario para acoger la vida que nace de la Pascua, camino que nos abre a la vida eterna. El Jueves Santo de este año 2000 es un día especialmente indicado para re-cordar las palabras solemnes del Papa Juan Pablo II en la Bula de proclamación del Año Jubilar: �No se ha de retardar el tiempo en que el pobre Lázaro pueda sentarse junto al rico para compartir el mismo banquete, sin verse obligado a alimentarse de lo que cae de la mesa (cf. Lc 16,19-31). La extrema pobreza es fuente de violencias, rencores y escándalos. Poner remedio a la misma es una obra de justicia y, por tan-to, de paz�. Finalmente, hermanos, en este Jueves Santo, en el año del Gran Jubileo de la Encarnación, desde la Comisión Episcopal de Pastoral Social, queremos mantener encendido el fuego de la antorcha, en esta carrera de la condonación de la Deuda Externa a las naciones más pobres de la tierra. Este fuego ha prendido en muchos sectores de la sociedad y se alza esta antorcha dentro y fuera de la Iglesia, aportan-do luz y esperanza a los más pobres. Queremos hacerlo, desde la solidaridad y cari-dad pastoral de la Iglesia, recordando estas palabras del Papa: �Muchas naciones, especialmente las más pobres, se encuentran oprimidas por una deuda que ha ad-quirido tales proporciones que hace prácticamente imposible su pago. Resulta cla-ro, por lo demás, que no se puede alcanzar un progreso real sin la colaboración efectiva entre los pueblos de toda lengua, raza, nación y religión. Se han de eliminar los atropellos que llevan al predominio de unos sobre otros; son un pecado y una injusticia... ¡Que este año de gracia toque el corazón de cuantos tienen en sus ma-nos los destinos de los pueblos!�. Todos los cristianos, con una vida más sobria, vigilante y atenta a los signos de los tiempos, cambiando nuestro modo de vivir y de ser, estamos llamados a ser testigos valientes y humildes del Reino que viene, y acrecentar así la esperanza de los hombres y mujeres de nuestro tiempo.

Madrid, 30 de marzo de 2000

LOS OBISPOS DE LA COMISIÓN EPISCOPAL DE PASTORAL SOCIAL


Información. Albisteak NOTA DE PRENSA FINAL DE LA LXXIV ASAMBLEA PLENARIA

DE LA CONFERENCIA EPISCOPAL ESPAÑOLA

(Madrid, 3-7 de abril de 2000)

Se aprueban la Declaración de identidad de la Universidad Pontifi-cia de Salamanca y una Nota con motivo de la Jornada Internacio-nal de Salud Laboral

A las 11 horas del lunes, 3 de abril, comenzó en la Casa de la Iglesia, la LXXIV Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Española (CEE), con el discurso de su Presidente, Cardenal Antonio Mª Rouco Varela, quien aludió a los temas del orden del día de esta Asamblea Plenaria, ofreciendo asimismo algunas reflexiones sobre la Iglesia y la CEE en el contexto del Gran Jubileo del año 2000 y de la mis-ma sociedad española. Presencia del nuevo Nuncio En la sesión de apertura de la Plenaria del Episcopado español, participó por primera vez el nuevo Nuncio Apostólico en España, Mons. Manuel Monteiro de Castro, quien dirigió un breve y fraternal saludo a los Obispos españoles. Mons. Monteiro presentó sus Cartas Credenciales a S. M. el Rey el pasado miércoles día 29. Sucede en el cargo a Mons. Lajos Kada, quien, tras cuatro años en este servicio, marchaba de España en el pasado mes de febrero, tras cumplir 75 años de edad. Los Obispos españoles invitaron a almorzar a Mons. Monteiro el lunes, día 3. Por su parte, el nuevo Nuncio Apostólico ofreció una recepción a todos los miem-bros de la CEE en la tarde del martes, día 4 de abril. Setenta y nueve Obispos Han participado en la Asamblea Plenaria 79 Obispos miembros de la CEE además de algunos Obispos eméritos y el sacerdote Administrador Diocesano de Zamora, D. Agustín Montalvo Fernández. No han participado en la Asamblea, por motivos pastorales, Mons. Rafael Bellido Caro, Obispo de Jerez de la Frontera, y Mons. Antonio Dorado Soto, Obispo de Málaga, y, por motivos de salud, Mons. Teodoro Úbeda Gramage, Obispo de Mallorca, y Mons. Rosendo Álvarez Gastón, Obispo de Almería. En la mañana del martes, día 4 de abril, hubo de ausentar de la Asamblea el Obispo de Santander, Mons. José Vilaplana Blasco, con motivo del fallecimiento de su madre. La Asamblea Plenaria expresó al Obispo de Santander su condolen-cia fraternal y la seguridad de su ferviente plegaria.


Mons. Luis Quinteiro, Obispo auxiliar de Santiago de Compostela, y Mons. Jesús García Burillo, Obispo auxiliar de Orihuela-Alicante, fueron designados Se-cretarios de Actas de esta Asamblea Plenaria. Por su parte, actuaron como mode-radores de las sesiones Mons. Juan José Omella Omella, Obispo de Barbastro-Monzón, y Mons. Carlos Osoro Sierra, Obispo de Ourense. Asistieron igualmente a la Asamblea Plenaria de la CEE como representantes de la CONFER Española su Presidente, P. Jesús Mª Lecea, y la Vicepresidenta, M. Tránsito González del Estal. Concelebración eucarística e informaciones varias Todos los Obispos participantes en la Asamblea Plenaria y los sacerdotes que trabajan en los Secretariados y Departamentos de la Casa de la Iglesia se reunieron en la Concelebración eucarística, en la capilla de la Casa de la Iglesia, el miércoles día 5 de abril a las 12:45 horas. Presidió el Vicepresidente de la CEE y Arzobispo de Barcelona, Cardenal Carles Gordó. Como es habitual, los Obispos dedicaron también parte del tiempo de la Asamblea a conocer las actividades y proyectos de la Presidencia y Secretaría Ge-neral de la CEE, de las Comisiones Episcopales, del Comité para el Gran Jubileo del año 2000 y del Fondo de Ayuda a proyectos de Evangelización. Igualmente, en esta reunión de todos los Obispos españoles prosiguió la re-flexión iniciada en la anterior Asamblea Plenaria acerca del presente de la Iglesia Católica en España y de la CEE. �Las Edades del Hombre�, propuesta para el Premio �Príncipe de Asturias� El Obispo Secretario General de la CEE, Mons. Juan José Asenjo, comunicó a los Obispos que el Comité Ejecutivo, en su reunión del pasado 10 de febrero, to-mó el acuerdo de proponer para el Premio �Príncipe de Asturias de las Artes� en su edición del año 2000 al proyecto �Edades del Hombre�. En fechas próximas, el nuevo Presidente de la Fundación �Las Edades del Hombre�, Mons. Luis Gutiérrez Martín, Obispo de Segovia, solicitará a distintas personalidades de la vida pública española su adhesión por escrito a esta candida-tura. Por su parte, el Obispo Secretario General de la CEE pedirá también su ad-hesión por escrito a los Obispos españoles. La iniciativa de la citada propuesta del Comité Ejecutivo de la CEE ha tenido como punto de partida una comunicación a la CEE de la Fundación �Príncipe de Asturias�, invitándole a presentar candidaturas a los aludidos premios internacio-nales.


�Principios y normas para la inspección del área de los profesores de Religión Católica� El Presidente de la CE de Enseñanza y Catequesis, Mons. Antonio Cañizares Llovera, Arzobispo de Granada, presentó a la Asamblea Plenaria el borrador de documento titulado �Principios y normas para la inspección del área de los profe-sores de Religión Católica�. Dicho borrador había sido estudiado por la Comisión Permanente en su reunión del pasado mes de febrero. Este documento tiene por finalidad efectuar el necesario seguimiento de las clases y acompañar al profesorado de Religión Católica en la escuela. Se presta en él especial interés a la persona del profesor atendiendo a su vinculación laboral con el Estado o con los titulares de los centros educativos y a su relación con la Iglesia y con el Obispo diocesano de quienes recibe la �misión canónica� para im-partir la enseñanza religiosa. El texto ha sido enriquecido con numerosas propuestas de los Obispos. La CE de Enseñanza y Catequesis presentará una nueva redacción del documento a la Comisión Permanente en su reunión del próximo mes de junio. V Centenario de San Juan de Ávila Desde el 6 de enero de 1999 y hasta la misma fecha de 2001, la Iglesia Católi-ca en España celebra el V Centenario del nacimiento de San Juan de Ávila, patrón del clero secular español. El organismo encargado de la organización de esta cele-bración es la Junta Episcopal Pro Doctorado de San Juan de Ávila, que está com-puesta por los Arzobispos de Sevilla, Mérida-Badajoz y Granada, por los Obispos de Ciudad Real, Jaén y Córdoba y por los Directores de los Secretariados de las Comisiones Episcopales de Clero y de Seminarios y Universidades. Tres son las iniciativas de esta Junta Episcopal para esta conmemoración: la celebración de un Encuentro de sacerdotes en Montilla (Córdoba), ciudad donde se conservan sus reliquias, el 30 y 31 de mayo del año 2000 y a la que se calcula asistirán más de un millar de presbíteros seculares españoles; la reedición de las obras completas del Santo, a cargo de la Biblioteca de Autores Cristianos (BAC), y de la antología de sus escritos sacerdotales; y la organización, en Madrid, en la sede de la CEE, del 27 al 30 de noviembre, de un Congreso internacional sobre la figura y obra de San Juan de Ávila, en el que participarán destacados especialistas. Gestos significativos de solidaridad En el marco del presente año jubilar 2000 y en consonancia con las raíces bíblicas e históricas de todos los Jubileos romanos y eclesiales que intensifican y visibilizan el compromiso socio-caritativo de la Iglesia, tras su estudio por el Comi-té Ejecutivo y la Comisión Permanente, la Asamblea Plenaria ha considerado la posibilidad de realizar algún gesto importante y significativo a partir de las suge-rencias del Santo Padre en la Bula Incarnationis mysterium, en la que nos dice que es posible recibir el jubileo no sólo por medio de las peregrinaciones a los san-tuarios jubilares sino también a través de la visita a los enfermos, ancianos solos,


minusválidos o encarcelados haciendo una peregrinación hacia Cristo presente en ellos y cumpliendo los requisitos acostumbrados, sacramentales y de oración. Son también caminos y medios jubilares otras iniciativas que favorezcan de modo con-creto y generoso el espíritu penitencial, que es como el alma del jubileo. A saber: abstenerse, al menos durante un día, de cosas superfluas (por ejemplo, el tabaco, las bebidas alcohólicas o practicando la abstinencia según las normas generales de la Iglesia y las de los Episcopados) y dando una suma proporcionada de dinero a los pobres; sosteniendo con una significativa aportación obras de carácter religioso o social (especialmente en favor de la infancia abandonada, de la juventud con dificultades, de los ancianos necesitados, de los extranjeros de los diversos países que buscan mejores condiciones de vida); dedicando una parte conveniente del propio tiempo libre a actividades de interés para la comunidad u otras formas pa-recidas de sacrificio personal. En este sentido, la Asamblea Plenaria ha conocido la relación de todas las acciones especiales que están realizando las diócesis españolas con motivo del Ju-bileo. Se trata de gestos solidarios importantes, consistentes y significativos. Pen-diente todavía de precisar el importe global de los mismos, se estima que la Iglesia Católica en España dedicará más de dos mil millones de pesetas a estas acciones socio-caritativas especiales e insertadas en el marco del Año Jubilar. Dichas accio-nes jubilares no supondrán detrimento alguno a otros habituales compromisos eclesiales de la pastoral social y caritativa. Como gesto jubilar propio de la CEE, la Asamblea ha decidido destinar tres partidas, por un importe aproximado de 140 millones de pesetas cada una, prove-nientes del Fondo de ayuda a proyectos de evangelización, a proyectos pastorales de Iglesias necesitadas. La primera de ellas ha sido ya aprobada por los organis-mos correspondientes de la CEE y se hace pública junto a esta Nota de Prensa. Está previsto asignar las dos restantes en los meses de julio y noviembre. Aprobación de Asociaciones Nacionales En virtud de sus competencias estatutarias, la Asamblea Plenaria de la CEE ha aprobado las siguientes Asociaciones Nacionales:

• Aprobación de los nuevos Estatutos de Manos Unidas. • Modificación de Estatutos de la Asociación interdiocesana de �Scouts de

Aragón� − �Movimiento Scout Católico�. • Aprobación de Estatutos y erección canónica de �Cáritas de la Provincia

Eclesiástica de Toledo�. Tribunal de la Rota y Causas de los Santos La Asamblea ha adoptado diversos acuerdos en relación con las obligaciones que ha contraído la CEE con el Tribunal de la Rota de la Nunciatura Apostólica en España a raíz de la entrada en vigor del Motu proprio �Nuntiaturae Apostolicae� del pasado 1 de noviembre.


Mons. José Luis Gutiérrez, Relator de la Congregación para las Causas de los Santos, y D. Ramón Fita Revert, Delegado diocesano para las Causas de los Santos de la archidiócesis de Valencia, han informado a los Obispos acerca de la situación de los procesos de beatificación y canonización de las causas de los mártires de la Guerra Civil española. Como afirmó el Cardenal Rouco Varela, en su discurso de apertura de esta Asamblea Plenaria, la CEE �trata del modo de organizar −unificándolos y agilizán-dolos− los procesos de canonización de algunos de los numerosos hermanos y hermanas en la fe que dieron su vida por Cristo en los trágicos acontecimientos de la Guerra Civil. Todos ellos perdonaron a sus perseguidores y no fueron actores de violencia, sino víctimas inocentes de ella�. Otros temas La Asamblea Plenaria aprobó asimismo los criterios de constitución y distri-bución del Fondo Común Interdiocesano para el año 2000. Los Obispos estudiaron y dialogaron ampliamente acerca del esquema de un futuro documento sobre la familia como santuario de la vida y futuro de la huma-nidad. Finalmente, la Asamblea conoció el proyecto de modificaciones de las �Orientaciones para los Institutos Superiores de Ciencias Religiosas�, aprobadas hace tres años �ad experimentum�. Este tema volverá a la Asamblea una vez in-corporadas las observaciones de los Obispos y consultadas las Facultades de Teo-logía.

Madrid, 7 de abril de 2000


IGLESIA. ROMA. ELEIZEA

Documentos. Agiriak

CARTA DE JUAN PABLO II A LOS SACERDOTES CON OCASIÓN DEL JUEVES SANTO DE 2000

Queridos hermanos en el sacerdocio: 1. Jesús, �habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó has-ta el extremo� (Jn 13,1). Releo con gran conmoción, aquí, en Jerusalén, en este lugar en el que, según la tradición, estuvieron Jesús y los Doce con motivo de la Cena pascual y la Institución de la Eucaristía, las palabras con las que el evange-lista Juan introduce la narración de la Última Cena. Doy gloria al Señor que, en el Año Jubilar de la Encarnación de su Hijo, me ha concedido seguir las huellas terrenas de Cristo, pasando por los caminos que él recorrió, desde su nacimiento en Belén hasta la muerte en el Gólgota. Ayer estuve en Belén, en la gruta de la Natividad. Los próximos días pasaré por diver-sos lugares de la vida y del ministerio del Salvador, desde la casa de la Anuncia-ción, al Monte de las Bienaventuranzas y al Huerto de los Olivos. El domingo estaré en el Gólgota y en el Santo Sepulcro. Hoy, esta visita al Cenáculo me ofrece la oportunidad de contemplar el Misterio de la Redención en su conjunto. Fue aquí donde Él nos dio el don in-conmensurable de la Eucaristía. Aquí nació también nuestro sacerdocio. Una carta desde el Cenáculo 2. Precisamente desde este lugar quiero dirigiros la carta, con la que desde hace más de veinte años me uno a vosotros el Jueves Santo, día de la Eucaristía y �nuestro� día por excelencia. Sí, os escribo desde el Cenáculo, recordando lo que ocurrió aquella noche cargada de misterio. A los ojos del espíritu se me presenta Jesús, se me presen-tan los apóstoles sentados a la mesa con Él. Contemplo en especial a Pedro: me parece verlo mientras observa admirado, junto con los otros discípulos, los ges-tos del Señor, escucha conmovido sus palabras, se abre, aun con el peso de su fragilidad, al misterio que ahí se anuncia y que poco después se cumplirá. Son los instantes en los que se fragua la gran batalla entre el amor que se da sin re-servas y el mysterium iniquitatis que se cierra en su hostilidad. La traición de Judas aparece casi como emblema del pecado de la humanidad. �Era de noche�, señala el evangelista Juan (13,30): la hora de las tinieblas, hora de separación y de infinita tristeza. Pero en las palabras dramáticas de Cristo, destellan ya las luces de la aurora: �pero volveré a veros y se alegrará vuestro corazón y vuestra alegría nadie os la podrá quitar� (Jn 16,22).


3. Hemos de seguir meditando, de un modo siempre nuevo, en el misterio de aquella noche. Tenemos que volver frecuentemente con el espíritu a este Cená-culo, donde especialmente nosotros, sacerdotes, podemos sentirnos, en un cier-to sentido, �de casa�. De nosotros se podría decir, respecto al Cenáculo, lo que el salmista dice de los pueblos respecto a Jerusalén: �El Señor escribirá en el regis-tro de los pueblos: éste ha nacido allí� (Sal 87 [86], 6). Desde este lugar santo me surge espontáneamente pensar en vosotros en las diversas partes del mundo, con vuestro rostro concreto, más jóvenes o más avanzados en años, en vuestros diferentes estados de ánimo: para tantos, gra-cias a Dios, de alegría y entusiasmo; y para otros, de dolor, cansancio y quizá de desconcierto. En todos quiero venerar la imagen de Cristo que habéis recibido con la consagración, el �carácter� que marca indeleblemente a cada uno de voso-tros. Éste es signo del amor de predilección, dirigido a todo sacerdote y con el cual puede siempre contar, para continuar adelante con alegría o volver a empe-zar con renovado entusiasmo, con la perspectiva de una fidelidad cada vez ma-yor. Nacidos del amor 4. �Habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el extremo�. Como es sabido, a diferencia de los otros Evangelios, el de Juan no se detiene a narrar la institución de la Eucaristía, ya evocada por Jesús en el dis-curso de Carfarnaúm (cf. Jn 6,26-65), sino que se concentra en el gesto del lava-torio de los pies. Esta iniciativa de Jesús, que desconcierta a Pedro, antes que ser un ejemplo de humildad propuesto para nuestra imitación, es revelación de la radicalidad de la condescendencia de Dios hacia nosotros. En efecto, en Cristo es Dios que �se ha despojado a sí mismo�, y ha asumido la �forma de siervo� hasta la humillación extrema de la Cruz (cf. Flp 2,7), para abrir a la humanidad el acceso a la intimidad de la vida divina. Los extensos discursos que, en el Evangelio de Juan, siguen al gesto del lavatorio de los pies, y son como su co-mentario, introducen en el misterio de la comunión trinitaria, a la que el Padre nos llama insertándonos en Cristo con el don del Espíritu. Esta comunión es vivida según la lógica del mandamiento nuevo: �Que, como yo os he amado, así os améis también vosotros los unos a los otros� (Jn 13,34). No por casualidad la oración sacerdotal corona esta �mistagogía� mos-trando a Cristo en su unidad con el Padre, dispuesto a volver a él a través del sacrificio de sí mismo y únicamente deseoso de que sus discípulos participen de su unidad con el Padre: �Como tú, Padre, en mí y yo en ti, que ellos también sean uno en nosotros� (Jn 17,21). 5. A partir de ese núcleo de discípulos que escucharon estas palabras, se ha formado toda la Iglesia, extendiéndose en el tiempo y en el espacio como �un pueblo congregado por la unidad del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo� (S. Cipriano, De Orat. Dom., 23). La unidad profunda de este nuevo pueblo no ex-cluye la presencia, en su interior, de tareas diversas y complementarias. Así, a los primeros apóstoles están ligados especialmente aquellos que han sido pues-tos para renovar in persona Christi el gesto que Jesús realizó en la Última Cena, instituyendo el sacrificio eucarístico, �fuente y cima de toda la vida cristiana�


(Lumen gentium, 11). El carácter sacramental que los distingue, en virtud del Orden recibido, hace que su presencia y ministerio sean únicos, necesarios e insustituibles. Han pasado casi 2000 años desde aquel momento. ¡Cuántos sacerdotes han repetido aquel gesto! Muchos han sido discípulos ejemplares, santos, márti-res. ¿Cómo olvidar, en este Año Jubilar, a tantos sacerdotes que han dado testi-monio de Cristo con su vida hasta el derramamiento de su sangre? Su martirio acompaña toda la historia de la Iglesia y marca también el siglo que acabamos de dejar atrás, caracterizado por diversos regímenes dictatoriales y hostiles a la Iglesia. Quiero, desde el Cenáculo, dar gracias al Señor por su valentía. Los mi-ramos para aprender a seguirlos tras las huellas del Buen Pastor que �da su vida por las ovejas� (Jn 10,11). Un tesoro en vasijas de barro 6. Es verdad. En la historia del sacerdocio, no menos que en la de todo el pueblo de Dios, se advierte también la oscura presencia del pecado. Tantas veces la fragilidad humana de los ministros ha ofuscado en ellos el rostro de Cristo. Y, ¿cómo sorprenderse, precisamente aquí, en el Cenáculo? Aquí, no sólo se con-sumó la traición de Judas, sino que el mismo Pedro tuvo que vérselas con su debilidad, recibiendo la amarga profecía de la negación. Al elegir a hombres como los Doce, Cristo no se hacía ilusiones: en esta debilidad humana fue donde puso el sello sacramental de su presencia. La razón nos la señala Pablo: �Lleva-mos este tesoro en vasijas de barro, para que aparezca que una fuerza tan extra-ordinaria es de Dios y no de nosotros� (2 Co 4,7). Por eso, a pesar de todas las fragilidades de sus sacerdotes, el pueblo de Dios ha seguido creyendo en la fuerza de Cristo, que actúa a través de su minis-terio. ¿Cómo no recordar, a este respecto, el testimonio admirable del pobre de Asís? Él que, por humildad, no quiso ser sacerdote, dejó en su testamento la ex-presión de su fe en el misterio de Cristo presente en los sacerdotes, declarándo-se dispuesto a recurrir a ellos sin tener en cuenta su pecado, incluso aunque lo hubiesen perseguido. �Y hago esto −explicaba− porque del Altísimo Hijo de Dios no veo otra cosa corporalmente, en este mundo, que su Santísimo Cuerpo y su Santísima Sangre, que sólo ellos consagran y sólo ellos administran a los otros� (Fuentes Franciscanas, n. 113). 7. Desde este lugar en que Cristo pronunció las palabras sagradas de la insti-tución eucarística os invito, queridos sacerdotes, a redescubrir el �don� y el �misterio� que hemos recibido. Para entenderlo desde su raíz, hemos de re-flexionar sobre el sacerdocio de Cristo. Ciertamente, todo el pueblo de Dios par-ticipa de él en virtud del Bautismo. Pero el Concilio Vaticano II nos recuerda que, además de esta participación común de todos los bautizados, hay otra espe-cífica, ministerial, que es diversa por esencia de la primera, aunque está ínti-mamente ordenada a ella (cf. Lumen gentium, 10). Al sacerdocio de Cristo nos acercamos desde una óptica particular en el contexto del Jubileo de la Encarnación. Este nos invita a contemplar en Cristo la íntima conexión que existe entre su sacerdocio y el misterio de su persona. El


sacerdocio de Cristo no es �accidental�, no es una tarea que Él habría podido incluso no asumir, sino que está inscrito en su identidad de Hijo encarnado, de Hombre-Dios. Ya todo, en la relación entre la humanidad y Dios, pasa por Cris-to: �Nadie va al Padre sino por mí� (Jn 14,6). Por eso, Cristo es sacerdote de un sacerdocio eterno y universal, del cual el de la primera Alianza era figura y pre-paración (cf. Hb 9,9). Él lo ejerce en plenitud desde que ha sido exaltado como Sumo Sacerdote �a la diestra del trono de la Majestad en los cielos� (Hb 8,1). Desde entonces ha cambiado el mismo estatuto del sacerdocio en la humanidad: ya no hay más que un único sacerdocio, el de Cristo, que puede ser diversamen-te participado y ejercido. Sacerdos et Hostia 8. Al mismo tiempo, ha sido llevado a su perfección el sentido del sacrificio, la acción sacerdotal por excelencia. Cristo en el Gólgota ha hecho de su misma vida una ofrenda de valor eterno, ofrenda �redentora� que nos ha abierto para siempre el camino de la comunión con Dios, interrumpida por el pecado. Ilumina este misterio la carta a los Hebreos, poniendo en labios de Cristo algunos versos del Salmo 40: �Sacrificio y oblación no quisiste; pero me has formado un cuerpo... ¡He aquí que vengo... a hacer, oh Dios, tu voluntad!� (Hb 10,5-7; cf. Sal 40 [39], 7-9). Según el autor de la carta, estas palabras proféticas fueron pronunciadas por Cristo en el momento de su venida al mundo. Expre-san su misterio y su misión. Comienzan a realizarse desde el momento de la En-carnación, si bien alcanzan su culmen en el sacrificio del Gólgota. Desde enton-ces, toda ofrenda del sacerdote no es más que volver a presentar al Padre la úni-ca ofrenda de Cristo, hecha una vez para siempre. Sacerdos et Hostia. Sacerdote y Víctima. Este aspecto sacrificial marca profundamente la Eucaristía y es, al mismo tiempo, dimensión constitutiva del sacerdocio de Cristo y, en consecuencia, de nuestro sacerdocio. Volvamos a leer, desde esta perspectiva, las palabras que pronunciamos cada día, y que resona-ron por primera vez precisamente aquí, en el Cenáculo: �Tomad y comed todos de él, porque esto es mi Cuerpo que se entrega por vosotros... Tomad y bebed todos de él, porque este es el cáliz de mi Sangre, Sangre de la Alianza nueva y eterna, que será derramada por vosotros y por todos los hombres para el perdón de los pecados�. Son las palabras transmitidas, con redacciones sustancialmente conver-gentes, por los Evangelistas y por Pablo. Fueron pronunciadas en este lugar al anochecer del Jueves Santo. Dando a los apóstoles su Cuerpo como comida y su Sangre como bebida, Él expresó la profunda verdad del gesto que iba a ser reali-zado poco después en el Gólgota. En el Pan eucarístico está el mismo Cuerpo nacido de María y ofrecido en la Cruz:

Ave verum Corpus natum de Maria Virgine, vere passum, immolatum in cruce pro homine.

9. ¿Cómo no volver siempre de nuevo a este misterio que encierra toda la vi-da de la Iglesia? Este sacramento ha alimentado durante dos mil años a innu-


merables creyentes. De él ha brotado un río de gracia. ¡Cuántos santos han en-contrado en él no sólo el signo, sino como una anticipación del Paraíso! Dejémonos llevar por la inspiración contemplativa, rica de poesía y teolo-gía, con la que Santo Tomás de Aquino ha cantado el misterio en las palabras del Pange lingua. El eco de aquellas palabras me llega aquí hoy, en el Cenáculo, como voz de tantas comunidades cristianas dispersas por el mundo, de tantos sacerdotes, personas de vida consagrada y fieles, que cada día se postran en adoración ante el misterio eucarístico:

Verbum caro, panem verum verbo carnem efficit, fitque sanguis Christi merum, et, si sensus deficit,

ad firmandum cor sincerum sola fides sufficit. Haced esto en memoria mía 10. El misterio eucarístico, en el que se anuncia y celebra la muerte y resurrec-ción de Cristo en espera de su venida, es el corazón de la vida eclesial. Para no-sotros tiene, además, un significado verdaderamente especial: es el centro de nuestro ministerio. Éste, ciertamente, no se limita a la celebración eucarística, sino que también implica un servicio que va desde el anuncio de la Palabra, a la santificación de los hombres a través de los sacramentos y a la guía del pueblo de Dios en la comunión y en el servicio. Sin embargo, la Eucaristía es la fuente desde la que todo mana y la meta a la que todo conduce. Junto con ésta, ha na-cido nuestro sacerdocio en el Cenáculo. �Haced esto en memoria mía� (Lc 22,19). Las palabras de Cristo, aunque dirigidas a toda la Iglesia, son confiadas, como tarea específica, a los que conti-nuarán el ministerio de los primeros apóstoles. A ellos Jesús entrega la acción, que acaba de realizar, de transformar el pan en su Cuerpo y el vino en su Sangre, la acción con la que Él se manifiesta como Sacerdote y Víctima. Cristo quiere que, desde ese momento en adelante, su acción sea sacramentalmente también acción de la Iglesia por las manos de los sacerdotes. Diciendo �haced esto� no sólo señala el acto, sino también el sujeto llamado a actuar, es decir, instituye el sacerdocio ministerial, que pasa a ser, de este modo, uno de los elementos cons-titutivos de la Iglesia misma. 11. Esta acción tendrá que ser realizada �en su memoria�. La indicación es importante. La acción eucarística celebrada por los sacerdotes hará presente en toda generación cristiana, en cada rincón de la tierra, la obra realizada por Cris-to. En todo lugar en el que sea celebrada la Eucaristía, allí, de modo incruento, se hará presente el sacrificio cruento del Calvario, allí estará presente Cristo mismo, Redentor del mundo. �Haced esto en memoria mía�. Volviendo a escuchar estas palabras, aquí, entre las paredes del Cenáculo, viene espontáneo imaginarse los sentimientos de Cristo. Eran las horas dramáticas que precedían a la Pasión. El evangelista Juan evoca los momentos de aflicción del Maestro que prepara a los apóstoles para su propia partida. Cuánta tristeza en sus ojos: �Por haberos dicho esto vuestros corazones se han llenado de tristeza� (Jn 16,6). Pero Jesús los tranqui-


liza: �No os dejaré huérfanos, volveré a vosotros� (Jn 14,18). Si bien el misterio de la Pascua los apartará de su mirada, Él estará, más que nunca, presente en su vida, y lo estará �todos los días, hasta el fin del mundo� (Mt 28,20). Memorial que se actualiza 12. Su presencia tendrá muchas expresiones; pero, ciertamente, la más subli-me será precisamente la de la Eucaristía: no un simple recuerdo, sino �memo-rial� que se actualiza; no vuelta simbólica al pasado, sino presencia viva del Se-ñor en medio de los suyos. De ello será siempre garante el Espíritu Santo, cuya efusión en la celebración eucarística hace que el pan y el vino se conviertan en el Cuerpo y la Sangre de Cristo. Es el mismo Espíritu que en la noche de Pascua, en este Cenáculo, fue �exhalado� sobre los apóstoles (cf. Jn 20,22), y que los en-contró todavía aquí, reunidos con María, el día de Pentecostés. Entonces los en-volvió como viento impetuoso y fuego (cf. Hch 2,1-4) y los impulsó a ir por todas las direcciones del mundo, para anunciar la Palabra y reunir al pueblo de Dios en la �fracción del pan� (cf. Hch 2,42). 13. A los dos mil años del nacimiento de Cristo, en este Año Jubilar, tenemos que recordar y meditar, de modo especial, la verdad de lo que podemos llamar su �nacimiento eucarístico�. El Cenáculo es precisamente el lugar de este �naci-miento�. Aquí comenzó para el mundo una nueva presencia de Cristo, una pre-sencia que se da ininterrumpidamente donde se celebra la Eucaristía y un sa-cerdote presta a Cristo su voz, repitiendo las palabras santas de la institución. Esta presencia eucarística ha recorrido los dos milenios de la historia de la Iglesia y la acompañará hasta el fin de la historia. Para nosotros es una alegría y, al mismo tiempo, fuente de responsabilidad, el estar tan estrechamente vincula-dos a este misterio. Queremos hoy tomar conciencia de él, con el corazón lleno de admiración y gratitud, y con esos sentimientos entrar en el Triduo Pascual de la pasión, muerte y resurrección de Cristo. La entrega del Cenáculo 14. Mis queridos hermanos sacerdotes, que el Jueves Santo os reunís en las catedrales en torno a vuestros Pastores, como los presbíteros de la Iglesia que está en Roma se reúnen en torno al Sucesor de Pedro, ¡acoged estas reflexiones, meditadas en la sugestiva atmósfera del Cenáculo! Sería difícil encontrar un lu-gar que pueda recordar mejor el misterio eucarístico y, a la vez, el misterio de nuestro sacerdocio. Permanezcamos fieles a esta �entrega� del Cenáculo, al gran don del Jue-ves Santo. Celebremos siempre con fervor la Santa Eucaristía. Postrémonos con frecuencia y prolongadamente en adoración delante de Cristo Eucaristía. En-tremos, de algún modo, �en la escuela� de la Eucaristía. Muchos sacerdotes, a través de los siglos, han encontrado en ella el consuelo prometido por Jesús la noche de la Última Cena, el secreto para vencer su soledad, el apoyo para sopor-tar sus sufrimientos, el alimento para retomar el camino después de cada des-aliento, la energía interior para confirmar la propia elección de fidelidad. El tes-


timonio que daremos al pueblo de Dios en la celebración eucarística depende mucho de nuestra relación personal con la Eucaristía. 15. ¡Volvamos a descubrir nuestro sacerdocio a la luz de la Eucaristía! Haga-mos redescubrir este tesoro a nuestras comunidades en la celebración diaria de la Santa Misa y, en especial, en la más solemne de la asamblea dominical. Que crezca, gracias a vuestro trabajo apostólico, el amor a Cristo presente en la Eu-caristía. Es un compromiso que asume una relevancia especial en este Año Jubi-lar. Mi pensamiento se dirige al Congreso Eucarístico Internacional, que se des-arrollará en Roma del 18 al 25 de junio próximo, y tendrá como tema Jesucristo, único salvador del mundo, pan para nuestra vida. Será un acontecimiento cen-tral del Gran Jubileo, que ha de ser un �año intensamente eucarístico� (Tertio millennio adveniente, 55). Este Congreso pondrá de manifiesto precisamente la íntima relación entre el misterio de la Encarnación del Verbo y la Eucaristía, sacramento de la presencia real de Cristo. Os envío desde el Cenáculo el abrazo eucarístico. Que la imagen de Cristo, rodeado por los suyos en la Última Cena, nos lleve, a cada uno de nosotros, a un dinamismo de fraternidad y comunión. Grandes pintores se han consolidado delineando el rostro de Cristo entre sus apóstoles en la escena de la Última Ce-na; ¿cómo olvidar la obra maestra de Leonardo? Pero sólo los santos, con la in-tensidad de su amor, pueden penetrar en la profundidad de este misterio, apo-yando como Juan la cabeza en el pecho de Jesús (cf. Jn 13,25). Aquí nos encon-tramos, en efecto, en la cima del amor: �Habiendo amado a los suyos que esta-ban en el mundo, los amó hasta el extremo�. 16. Quiero concluir esta reflexión, que con afecto entrego a vuestro corazón, con las palabras de una antigua oración:

«Te damos gracias, Padre nuestro, por la vida y el conocimiento que nos diste a conocer por medio de Jesús, tu siervo. A ti la gloria por los siglos. Así como este trozo de pan estaba disperso por los montes y reunido se ha hecho uno, así también reúne a tu Iglesia desde los confines de la tierra en tu reino [...] Tú, Señor omnipotente, has creado el universo a causa de tu Nombre, has dado a los hombres alimento y bebida para su disfrute, a fin de que te den gracias y, además, a nosotros nos has concedido la gracia de un alimento y bebida espirituales y de vida eterna por medio de tu siervo [...] A ti la gloria por los siglos»

(Didaché 9,3-4; 10,3-4).


Desde el Cenáculo, queridos hermanos en el sacerdocio, os abrazo espiri-tualmente a todos y os bendigo con todo mi corazón.

Jerusalén, 23 de marzo de 2000

JOANNES PAULUS

!!!!!

MENSAJE DEL SANTO PADRE PARA LA XXXVII JORNADA MUNDIAL DE ORACIÓN POR LAS VOCACIONES

(14 de mayo de 2000. IV Domingo de Pascua)

«La Eucaristía, fuente de toda vocación

y ministerio en la Iglesia»

¡Venerados Hermanos en el Episcopado, carísimos Hermanos y Hermanas de todo el mundo! La Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones que será celebrada en el clima glorioso de las fiestas pascuales, momento particularmente intenso de las fechas jubilares, me ofrece la ocasión para reflexionar junto con vosotros sobre el don de la divina llamada, compartiendo vuestra solicitud por las voca-ciones al ministerio sacerdotal y a la vida consagrada. El tema que quiero pro-porcionaros este año se pone en sintonía con el desarrollo del Gran Jubileo. Quisiera meditar con vosotros sobre: La Eucaristía, fuente de toda vocación y ministerio en la Iglesia. ¿No es quizá la Eucaristía el misterio de Cristo vivo y operante en la historia? En la Eucaristía Jesús continúa llamando a su segui-miento y ofreciendo a cada hombre la �plenitud del tiempo�. 1. �Cuando llegó la plenitud del tiempo, Dios mandó a su Hijo

nacido de mujer� (Gal 4,4) �La plenitud del tiempo se identifica con el misterio de la Encarnación del Verbo... y con el misterio de la Redención del mundo� (Tertio millenio adve-niente); en el Hijo consustancial al Padre y hecho hombre en el seno de la Vir-gen se abre y llega a su plenitud en el �tiempo� esperado, tiempo de gracia y de misericordia, tiempo de salvación y de reconciliación. Cristo revela el plan de Dios respecto de toda la creación y en particular respecto del hombre. Él �revela plenamente el hombre al hombre y le comunica su altísima vocación� (Gaudium et Spes, 22), escondida en el corazón del Eter-no. El misterio del Verbo encarnado será plenamente descubierto sólo cuando cada hombre y cada mujer sean realizados en Él, hijo en el Hijo, miembros de su Cuerpo místico que es la Iglesia.


El Jubileo, y éste en particular, celebrando los 2000 años de la entrada en el tiempo del Hijo de Dios y el misterio de la redención, incita a cada creyente a considerar su propia vocación personal, para completar lo que falta en su vida a la pasión del Hijo en favor de su cuerpo que es la Iglesia (Cor 1,24). 2. �Puesto con ellos a la mesa, tomó el pan, lo bendijo, lo partió y

se lo dio. Se les abrieron los ojos y lo reconocieron. Mas Él des-apareció de su presencia. Se dijeron uno al otro: �¿No ardía nuestro corazón dentro de nosotros mientras en el camino nos hablaba y nos explicaba las Escrituras?� (Lc 24, 30-32)

La Eucaristía constituye el momento en el que Jesús, al darnos su Cuerpo inmolado y su Sangre derramada por nuestra salvación, descubre el misterio de su identidad e indica el sentido de la Vocación de cada creyente. En efecto, el significado de la vida humana todo en aquel Cuerpo y en aquella Sangre, ya que por ellos nos han venido la vida y la salvación. Con ellos debe, de alguna mane-ra, identificarse la existencia misma de la persona, la cual se realiza a sí misma en 1a medida en que sabe hacerse, a su vez don para todos. En la Eucaristía todo esto está misteriosamente significado en el signo del pan y del vino, memorial de la Pascua del Señor: el creyente que se alimenta de aquel Cuerpo inmolado y de aquella Sangre derramada recibe la fuerza de trans-formarse a su vez en don. Como dice S. Agustín: �Sed lo que recibís y recibid lo que sois� (Discurso 272,1: en Pentecostés). En el encuentro con la Eucaristía algunos descubren sentirse llamados a ser ministros del Altar; otros, a contemplar la belleza y la profundidad de este misterio; otros, a encauzar la fuerza de su amor hacia los pobres y débiles, y otros, también a captar su poder transformador en las realidades y en los gestos de la vida de cada día. Cada creyente encuentra en la Eucaristía no sólo la clave interpretativa de su propia existencia sino el valor para realizarla, y construir así, en la diversidad de los carismas y de las vocaciones, el único Cuerpo de Cris-to en la historia. En la narración de los discípulos de Emaús (Lc 24,13-35) S. Lucas hace entrever cuanto acaece en la vida del que vive de la Eucaristía. Cuando �en el partir el pan� por parte del �forastero� se abren los ojos de los discípulos, ellos se dan cuenta que el corazón les ardía en el pecho mientras lo escuchaban expli-car las Escrituras. En aquel corazón que arde podemos ver la historia y el descu-brimiento de cada vocación, que no es conmoción pasajera, sino percepción ca-da vez más cierta y fuerte de que la Eucaristía y la Pascua del Hijo serán cada vez más la Eucaristía y la Pascua de sus discípulos. 3. �He escrito a vosotros, jóvenes, porque sois fuertes, y la palabra

de Dios permanece en vosotros y habéis vencido al maligno� (1 Juan 2,14)

El misterio del amor de Dios �escondido desde los siglos y desde las generaciones� (Col 1,26) es ahora revelado a nosotros en la �palabra de la cruz� (1 Cor 1,18) que morando en vosotros, queridos jóvenes, será vuestra fuerza y


Cor 1,18) que morando en vosotros, queridos jóvenes, será vuestra fuerza y vuestra luz y os descubrirá el misterio de la llamada personal. Conozco vuestras dudas y vuestras fatigas, os veo con cara de desaliento, comprendo el temor que os asalta ante el futuro. Pero tengo, también, en la mente y en el corazón la ima-gen festiva de tantos encuentros con vosotros en mis viajes apostólicos, durante los cuales he podido constatar la búsqueda sincera de la verdad y el amor que permanece en cada uno de vosotros. El Señor Jesús ha plantado su tienda en medio de nosotros y desde ésta su morada eucarística repite a cada hombre y a cada mujer. �Venid a mí, todos vo-sotros, que estáis cargados y oprimidos y yo os confortaré� (Mt 11,28). Queridos jóvenes, ¡andad al encuentro de Jesús Salvador! ¡Amadlo y ado-radlo en la Eucaristía! Él está presente en la Santa Misa que hace sacramental-mente presente el Sacrificio de la Cruz. Él viene a nosotros en la Sagrada Comu-nión y permanece en los Sagrarios de nuestras Iglesias, porque es nuestro ami-go, amigo de todos, particularmente de vosotros jóvenes, tan necesitados de confidencia y de amor. De Él podéis sacar el coraje para ser sus apóstoles en este particular paso histórico: el 2000 será como vosotros jóvenes lo queráis y lo de-seéis. Después de tanta violencia y opresión, el mundo tiene necesidad de �echar puentes� para unir y reconciliar; después de la cultura del hombre sin vocación, hacen falta hombres y mujeres que creen en la vida y la acogen como llamada que viene de lo Alto, de aquel Dios que porque ama, llama; después del clima de sospecha y de desconfianza, que corrompe las relaciones humanas, sólo jóvenes valientes, con mente y corazón abiertos a ideales altos y generosos podrán resti-tuir belleza y verdad a la vida y a las relaciones humanas. Entonces este tiempo jubilar será para todos de verdad �año de gracia del Señor�, un Jubileo vocacio-nal. 4. �Os escribo a vosotros, padres, porque habéis conocido al que es

desde el principio� (1 Juan 2,13) Cada vocación es don del Padre, y como todos los dones que vienen de Dios, llegan a través de muchas mediaciones humanas: la de los padres o educa-dores, de los Pastores de la Iglesia, de quien está directamente comprometido en un ministerio de animación vocacional o del simple creyente. Quisiera con este mensaje dirigir la mirada a toda esta categoría de perso-nas, a las que está ligado el descubrimiento y el apoyo de la llamada divina. Soy consciente de que la pastoral vocacional constituye un ministerio no fácil, pero ¿cómo no recordaros que nada es más sublime que un testimonio apasionado de la propia vocación? Quien vive con gozo este don y lo alimenta diariamente en el encuentro con la Eucaristía sabrá derramar en el corazón de tantos jóvenes la semilla buena de la fiel adhesión a la llamada divina. Es en la presencia eucarís-tica donde Jesús nos reúne, nos introduce en el dinamismo de la comunión ecle-sial y nos hace signos proféticos ante el mundo. Quisiera aquí, dirigir un pensamiento afectuoso y agradecido a todos aque-llos animadores vocacionales, sacerdotes, religiosos y laicos, que se prodigan con entusiasmo en este fatigoso ministerio. ¡No os dejéis desanimar por las difi-


cultades, tened confianza! La semilla de la llamada divina, cuando es plantada con generosidad, dará frutos abundantes. Frente a la grave crisis de vocaciones al ministerio sacerdotal y a la vida consagrada que afecta a algunas regiones del mundo, es menester, sobre todo en este Jubileo del Año 2000, afanarse para que cada presbítero, cada consagrado y consagrada redescubra la belleza de su propia vocación y la testimonie a los demás. Que cada oyente llegue a ser educador de vocaciones, sin tener miedo a proponer una elección radical; que cada comunidad comprenda la centralidad de la Eucaristía y la necesidad de los ministros del Sacrificio Eucarístico; que todo el pueblo de Dios alce siempre la más intensa y apasionada oración al Due-ño de la mies, con el fin de que mande operarios a su mies. Y que confíe esta oración a la intercesión de Aquélla que es Madre del Sacerdote eterno. 5. Oración

Virgen María, humilde hija del Altísimo, en ti se ha cumplido de modo admirable el misterio de la divina llamada. Tú eres la imagen de lo que Dios cumple en quien a Él se confía; en ti la libertad del Creador ha exaltado la libertad de la criatura. Aquél que es nacido en tu seno ha reunido en un solo querer la libertad salvífica de Dios y la adhesión obediente del hombre. Gracias a Ti, la llamada de Dios se salda definitivamente con la respuesta del hombre-Dios. Tú, primicia de una vida nueva, protégenos a todos nosotros en el �SÍ� generoso del gozo y del amor. Santa María, Madre de cada llamado, haz que los creyentes tengan la fuerza de responder con ánimo generoso al llamamiento divino y sean alegres testimonios del amor hacia Dios y hacia el prójimo. Joven hija de Sión, Estrella de la mañana, que guías los pasos de la humanidad a través del Gran Jubileo hacia el porvenir, orienta a la juventud del nuevo Milenio hacia Aquél que es �la luz verdadera que ilumina a todo hombre� (Juan 1,9). ¡Amén!

En el Vaticano, 30 de septiembre de 1999

i n d i c e · 2018. 10. 11. · • acta de la reunión de la permanente, celebrada el día 17 de...

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