fundamentos estrategicos del ajedrez y contragambito falkbeer estrin

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5/22/2018 FundamentosEstrategicosDelAjedrezyContragambitoFalkbeerEstrin-slide... http://slidepdf.com/reader/full/fundamentos-estrategicos-del-ajedrez-y-contragambito-falkbe

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  • El ex campen mundial de ajedrez por correspondencia, el sovitico Y. B. Estrin, nos ofrece unas magistrales lecciones encaminadas a perfeccionar los conocimientos tcnicos del ajedrecista.

    Para ello se cuestionan diversos temas de estrategia ajedrecstica, tanto por lo que se refiere a la teora de aperturas y a sus ltimas investigaciones, como a otras fases de la partida y a su metodologa actual. Taimanov y Zlotnik incluyen consejos muy valiosos para conducir la lucha ajedrecstica y desarrollar la visin combinativa en el tablero.

    El propio Estrin, en un captulo dedicado al contragambito Falkbeer, profundiza en la esencia de los gambitos y nos explica el porqu es indispensable familiarizarnos con ellos.

    La preparacin terica ocupa un lugar importantsimo en la actividad creadora de los mejores jugadores del mundo. En este libro, fruto de la experiencia acumulada en la Unin Sovitica durante estos ltimos aos, se ofrecen al lector los ms candentes problemas planteados por la metodologa actual de la enseanza del ajedrez.

    Cubierta: Geest/Hoverstad

  • FUNDAMENTOS ESTRATGICOS DEL AJEDREZ

  • Y. B. ESTRIN (Compilador)

    FUNDAMENTOS , ESTRATEGICOS

    DEL AJEDREZ

    EDICIONES MARTINEZ ROCA BARCELONA

  • Titulo original: Teoria i praktika shakhmatnoi igry

    Traduccion de J. M. Lopez de Castro

    Revisin tecnica: Juan Navarro

    Ed. Vyssh. Shkola, Moscu, 1981 1985, Ediciones Martincz Roca, S. A. Gran Via, 774, 7.0, Barcelona-13 ISBN 84-270-0989-5 Deposito legal B-36.929-1985 Impreso por Diagrfic, S. A., Constitucion 19, 08014 Barcelona

    Impreso en Espatia - Printed in Spain

  • NDICE

    La estrategia en el ajedrez . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11 M. E. Taimanov. Principios estratgicos de la apertura . . . 13 B. A. Zlotnik . Fundamentos estratgicos del ajedrez . . . . . . 22

    l. Elementos de estrategia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 23 A. Columnas y diagonales abiertas . . . . . . . . . . . . . . . . . . 23 B . Estructura de peones, casillas dbiles . . . . . . . . . . . . . 30 C. Disposicin de las piezas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 43 D. Centro . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 52

    11. Posiciones tpicas del medio juego . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 70 A. Estructura de Carlsbad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 71 B . Posiciones simtricas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1 O 1

    La maestra del jugador de ajedrez . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 115 Y. B. Estrin . Bl contragambito Falkbeer . . . . . . . . . . . . . . . . . 117 Prefacio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 117 Primera variante . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 122 Segunda variante . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 127 Tercera variante . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 135 Pa1 ti das ilustrativas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 151

    7

  • Esta obra, recopilada por el ex campen mundial de ajedrez por correspondencia Y. B. Estrin, tiene por objeto brindar una ayuda sistemtica al jugador de ajedrez. Aparte de divulgar la experiencia sovitica, el presente libro ofrece diversas cuestiones de estrategia y tctica de suma utilidad para el desarrollo de las ideas ajet..tecisticas.

    Primeramente se elucidan importantes temas estratgicos: El gran maestro Taimanov llama la atencin de/ lector sobre la metodologa que Iza de aplicarse en la fase inicial de la partida. A su vez, B. Zlotnik, profesor emrito del instituto Central de Cultura Fsica de la Orden de Lenin, trata detalladamente de los fundamentos estratgicos del ajedrez. El propsito de ambos artculos es indicar al estudiante el camino a seguir para peifeccionar sus conocimientos y tcnica de juego.

    Mencin destacada merece el artculo de/propio compilador, en el que se estudian los mtodos tcticos para conducir la lucha y desarrollar la visin combina ti va. Para ello, Estrin expone la importancia de familiarizarse con los gambitos, y profundiza en la esencia de stos con su trabajo sobre el contragambito Falkbeer.

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  • 1 LA ESTRATEGIA EN EL AJEDREZ

  • PRINCIPIOS ESTRATGICOS DE LA APERTURA

    La apertura en la partida de ajedrez es, como si dijramos, la cosmovisin del jugador, su credo artistico. Los buenos ajedrecistas elaboran esquemas iniciales con vistas a determinar de antemano no slo la estructura de la inminente batalla en el medio juego, sino a veces tambin el carcter que revestir la partida en el final.

    A modo de ejemplo pueden citarse las profundas investigaciones de Mikhail Botvinnik en la Defensa Nimzoindia, que orientaron el desarrollo de la teora de esta apertura durante toda una dcada. La idea bsica de Botvinnik refleja una concepcin estratgica que se proyecta sobre todo el juego.

    En qu consiste? Examinemos la siguiente partida Botvinnik-Capablanca, jugada en el torneo A VRO de Holanda, 1938.

    l. d4 Cffi 2. c4 e6 3. Cc3 Ab4 4. e3 dS

    S. a3 6. b X c3 7. eX dS 8. Ad3 9. Ce2

    10. 0-0 11. AX a6

    M. E. Taimanov Gran maestro internacional

    AXc3+ c5 eX d5 0-0 b6 Aa6 CXa6

    Diagrama nm. 1

    1 3

  • El plan de Botvinnik consiste e!} reforzar de momento la posicin central de las blancas mdiante f3 y e4, para luego, una vez puestos en movimiento estos peones, emprender un peligroso ataque contra el rey enemigo. Por su parte las negras tratarn de contener el avance de los peones del adversario y organizar a su vez un contraataque en el flanco de dama.

    12. Ab2

    Ms tarde empez a jugarse aqw 12. Dd3 para provocar la respuesta 12 .... , c4, despus de lo cual la acometida de los peones blancos resulta todava ms eficaz. Por ejemplo:

    12 . ... , c4; 13. Oc2, Cb8; 14. f3. Te8; 15. Cg3, Cc6; 16. Df2, Dd7: 17. Ab2, Te6; 18. Tae 1, Tae8; 19 Te2, g6; 20. Tfe1, Ca5; 2 1. e4, Db7: 22. e5, Cd7; 23. f4, fS; 24. Cf l , b5. 25. Ce3, Cb6; 26. g4; con peligroso ataque de las blancas ( G ligoricBenk, Budapest, 1948).

    Si a 12. Dd3 las negras contestan 12 . ... , Cc7, entonces el blanco, abriendo el juego en el centro mediante 13. f3, De8; 14. a4, Dc6; 15. c4!, logra las mejores perspectivas: 15 . ... , eX d4; 16. eX d5, DX d5; 17. e4, Dd7; 18. D X d4, Ce6 (obviamente el final que resulta de 18 . ... , D X d4; 19. C X d4, Ce6; 20. CfS es del todo favorable a las blancas); 19. Df2, Tfd8; 20. Ab2 (Lilienthai-Benko, Mosc-Budapest, 1949).

    12. Dd7 13. a4 Tfe8 14. Pd3 c4

    Como se revel ulteriormente, era ms fuerte 14 . ... , Db7! Con la jugada del texto las negras preparan una maniobra de caballo que tiene por olr jeto ganar el dbil pen a4.

    14

    15. Dc2 16. Tae11 17. Cg3 18. f3 19. e4

    Cb8 Cc6 Ca5 Cb3 DXa4

    Diagrama nm. 2

    Los planes estrategicos de ambos bandos han tomado forma concreta. Las negras tienen ya en su haber el pen dbil que se proponan ganar y ahora preparan avance lateral en el flanco de dama. En cuanto a las blancas, estn ya listas para emprender un fuerte ataque contra el rey adversario.

    Quin correr ms? Los estudios tericos de Botvinnik

    y la prctica de esta variante en diversos campeonatos muestran que las posibilidades del blanco son mucho mejores.

    He aqu la continuacin de esta partida ya clsica:

    20. eS 21. Df2

    Cd7 g6

    22. f4 f5 23. e X f5 a. p. C X f6

  • 24. r5 25. T X el 26. Te6 21. rx e6 28. Df41 29. DeS

    TX el TeS TX e6 Rg7 DeS De7

    Diagrama nm. 3

    Las negras parecen haberse defendido satisfactoriamente, pero... con la brillante combinacin que sigue, Botvinnik fuerza la victoria del blanco.

    30. Aa31 1 3 1. ChS+I 32. Dg5+ 33. D X ffi+ 34. e7

    DXa3 gX h5 Rf8 Rg8

    Las amenazas 35. Df8++ y 35. e8= D+ son mortales de necesidad. La nica cuestin que ahora se plantea es si las negras pueden o no dar jaque perpetuo.

    34. 35. Rfl 36. Rg3 37. Rh4 38. RX hS 39. Rh4

    Del+ Dc2+ Dd3+ De4+ De2+ De4+

    40. g4 Del+ 41. RhS

    Los jaques se han acabado, y Capablanca no tuvo ms remedio que abandonar.

    La posicin que sigue procede de una partida Botvlnnlk-Alexander (encuentro por radio URSS-Gran Bretaa, 1946):

    Diagrama nm. 4

    No es dificil darse cuenta de su identidad con la posicin ya vista en el diagrama 2, de la partida Botvinnik-Capablanca. La nica diferencia consiste en que aqu el alfil de las blancas se encuentra en a3, en vez de b2. Por una parte, esto es ventajoso para el blanco, ya que su alfil tiene asi mayor actividad. Pero hay tambin un inconveniente: ahora las blancas deben perder un tiempo en defender esa pieza.

    20. Db2 a5

    En una partida Euwe-Denker ( Groningen, 1946) se jug 20 . ... , g6;

    15

  • 21. eS, Cd7; 22. f4, fS; 23. e X f5 a.p., C X ffi (a 23 .... , T X el; 24. TX el , C X fO sigue 25. Te6! con ventaja de las blancas) y aqu conti nuando 24. Ae7, Dc6; 25. fS, Ce4: 26. T X e4!, d X e4; 27. ffi, Rf7; 28 De2 el blanco habra tenido un peligroso ataque.

    21. e5 bS 22. Ad6

    Como lo indic A. Konstantinopolski, era ms fuerte 22. e X ffi!, b4. 2.3. Df2, D X a3 (o 23 . ... , b X a3 24. CfS con ataque decisivo. Cierto que la jugada del texto tambien conserva la superioridad de las blancas.

    22 ... 23. e X ffi! 24. rx g7 2S. TeS! 26. f4 27. De2 28. fS 29. dX e5 30. ffi?

    Te6 TXd6 b4 TeS Dd7 Tde6 TX eS bX c3

    Grave negligencia. Segn el propio Botvinnik, las blancas deban continuar 30. e6 o 30. ChS con amenazas decisivas.

    30 . . Da7+?

    A su vez las negras cometen un error, dejando escapar la ocasin de apoderarse de la iniciativa mediante 30 .... , Cd4!

    31. Rhl Cd4 32. De3 Ta8 33. D X c3 a4

    Ahora sigue una combinacin sencilla, pero elegante:

    16

    Diagrama nm. 5

    34. D X d4! ! 3 5 . Cf5 36. e x d4 37. CfS 38. e6

    DXd4 h5 TeS d4 abandonan

    Esta idea de Botvinnik, relacionada con el avance metdico de los peones e y f, se vino ms tarde a utilizar tambin en otras aperturas, por ejemplo la variante de Carlsbad del gambito de dama.

    En tal sentido es digna de atencin la siguiente partida Botvinnik-Keres del 20.0 campeonato de la URSS (Moscu, 1952):

    l. d4 2 . c4 3 . Cc3 4. e X d5 S. Ag5 6. e3 7. Ad3 8. Dc2 9. Cge2

    10. 0-0 11. Tabl

    Cffi e6 d5 eX d5 Ae7 0-0 Cbd7 TeS Cf8 C6 Ad6?

  • Un error. Haba que jugar 11. ... , Ch5, cambiando los alfiles de casillas negras.

    12. Rh1 Cg6 13. f3l Ae7 14. Tbe1

    Dia:rama nm. 6

    Las negras han tenido que perder tiempo y regresar con el alfil a e7. Las blancas, por su parte, han renunciado a su primitivo plan de juego en el flanco de dama y ahora preparan el avance e4 para atacar por el centro.

    14. 15. AX e7 16. Cg3 17. Df2 18. crs 19. AX fS 20. e4

    Cd7 TX e7 Cffi Ae6 AXfS Db6

    Tras minucioso aprontamiento para efectuar esta ruptura central, las blancas llevan adelante su plan estratgico.

    20. 21. rx e4 22. eS 23. Ce4!

    dX e4 Td8 CdS

    El proyecto de las blancas se realiza con pleno xito. Las fuerzas enemigas se estorban unas a otras y nada pueden hacer para oponerse al violento ataque que se les viene encima.

    23. 24. Cd6 25. Ae4 26. Dh4l 27. AX dS 28. Tc1 29. Tc3

    30. CfS!

    Cf8 Dc7 Ce6 g6 eX dS Dd7 Tf8

    El golpe de gracia, que fuerza inmediatamente la victoria. Si el caballo es capturado, sigue mate en 3 jugadas. La partida continu todava:

    30. 31. Ch6+ 32. Dffi

    Tfe8 Rf8 Cg7

    17

  • 33. Tcf3 34. e x n 35. DgS 36. Ch6 37. g4

    TeS Tc6 CfS Dg7 abandonan

    La idea de Botvinnik constituye un modelo de desarrollo en la apertura.

    Es interesante observar que yo mismo tuve una vez la oportunidad de aplicarla . . . jcontra el propio Botvinnik! Sucedi esto en la quinta partida de nuestro match para obtener el titulo de campen de la U RSS (20.0 campeonato, 1 9 5 2), en el que ambos compartimos exaequo los dos primeros puestos ( Mosc, 1 953) .

    l. d4 2. c4 3. Cc3 4. Cf3 S. e3 6. Ad3 7. 0-0 8. a3 9. b X c3

    10. eX dS 11. a4 12. Ac2 13. Del!

    Cf6 e6 Ab4 eS 0-0 dS Cc6 AXc3 b6 eX d5 c4 Ag4

    Esta continuacin relativamente nueva le cogi de sorpresa a mi ilustre adversario y, segn parece, gracias a ello lograron las blancas una considerable ventaja de apertura.

    La posicin merece un diagrama:

    ( Vase diagrama num. 8)

    13. . TeS?

    Es curioso que este mismo error se cometiera tambin en las partidas Tolush-Keres (Talhn, 1 945) y Taimanov-Bondarevski ( semifinal del 20.0 campeonato de la

    18

    Diagrama nm. 8

    URSS). Se imponia jugar 1 3 . . . . , A X f3; 1 4. g X f3, Dd7. En tal caso, debido al carcter cerrado de la posicin, los caballos negros pueden enfrentarse con xito al par de alfiles enemigos. Despus del movimiento del texto, a las negras se les van a plantear graves problemas.

    14. Ch4l

    Tolush habi a jugado aqu 1 4. Cd2 para, tras 1 5 . f3, e fectuar el avance e4. Pero Keres logr desbaratar este plan por medio de la maniobra ... , Ah5-g6! Mi continuacin la hace ineficaz.

    14 . ... Ab5

    Bondarevski, en la partida arriba mencionadd, prob aqu un plan distinto: 1 4 . . . . , Ca5; 1 5 . f3, Ac8; 1 6 . Aa3, Cb3. Sin embargo, tampoco as consigui igualar e l juego.

    15. f3 16. e x g6 17. e4

    Ag6 hX g6 dX e4

  • Necesario, pues de lo contrario sigue 1 8. eS con el ulterior avance del pen f3.

    Ahora las blancas obtienen un fuerte centro de peones, lo que, junto con e l par de alfiles, les asegura la su perioridad.

    18. rx e4

    Diagrama nm. 9

    y he aqui realizado(por su adversario) el plan de Botvinnik! Las ne gras se encuentran de nuevo en graves dificultades y ni siquiera el campen del mundo es capaz de oponerse con eficacia al arrollador avance de los peones blancos.

    18. ... Dd7

    De nada le servia al negro 1 8 . . . . , C X e4; 1 9 . A X e4, C X d4 en vista de 20. De3!, Cc2; 2 1 . Df3!, T X e4; 22. D X e4, C X a l ; 23 . Ag5! con ventaja de material por parte de las blancas.

    19. Ag5 Ch7 20. Ae3 Ce7

    21. Tl3 f:5 22. e5 Cf8

    Las negras no pueden jugar 22 . . . . , g5 a causa de 23. Dfl !

    23. h4 Ce6 24. Td1 Dd5

    No es posible 24 . . . . , CdS debido a 25 . hS!

    25. Acl Tf8 26. Aa3 Tae8 27. Dg3

    Esta partida ilustra claramente la superioridad del par de alfiles en su lucha contra dos caballos.

    27. 28. A X e7 29. T X fS 30. A X f:5

    g5 T X e7 T X fS Cf4

    Despus de 30. . . . , g X h4; 3 1 . D X h4 las amenazas de las blancas serian irresistibles.

    31. D X g5 32. d X eS 33. Rh2 34. Ae6+ 35. AX c4 36. Ae6!

    T X eS DXdl+ Dd2 Rh7 g6 abandonan

    Otro interesante duelo de apertura tuvo lugar en mi partida del 27.0 Campeonato de la URSS contra Polugayevski ( Leningrado, 1 960):

    l. d4 2. c4 3. Cl3 4. Da4+ S. Cc3 6. e4

    d5 dX c4 Cf6 Cbd7 e6 c5

    19

  • A la sazn recordaba yo nicamente que esta jugada del negro daba ventaja a las blancas, pero no tenia una idea clara de las diversas continuaciones.

    7. d5 !

    Lo ms fuerte. Es peor 7. A X c4, e X d4; 8. C X d4, Ac5; 9. Ae3, 0-0; 10. 0-0-0? (10. Cc2!) y las blancas, en una partida LOwenfisch-Suetin (1953), cayeron vctimas de un fortsimo ataque tras 10 . ... , Dc7; 11. Rb1, a6: 12. Db3, b5.

    7. ... e X d5 8. eS d4

    Slo ahora, al parecer, se dio cuenta Polugayevski del peligro que encerraba la variante recomendada aqui por los manuales de aperturas, segn los cuales las negras deban obtener ventaja: 8 . ... , b5; 9. D X b5, Tb8; 10. Da4, d4; 11. e X ffi, d X c3;12. A X c4, Tb4 (si 12 . ... , e X b2 sigue 13. A X f7+!) 13. Dc2, D X ffi.

    De hecho, poco antes de nuestro encuentro, en 1959, haba salido a la luz un anlisis del maestro hngaro Negyessy donde se demostraba de manera convincente que, jugando 13. Dd1!, en lugar de 13. Dc2, las blancas consiguen una posicin victoriosa. Por eso, en la partida que comentamos, el negro se abstuvo de continuar 8 . .... bS.

    9. AX c4l 10. e X ffil 11. AgS 12. 0-0-01

    dX c3 DXffi Dc6

    (Vase diagrama nm. 10)

    En este momento me senti feliz de poder efectuar este bonito sacrificio

    20

    Diagrama n lim. 10

    de dama. Es claro que a 12. ..., D X a4 hubiera seguido 13. The1 + forzando la victoria. Tampoco se salvan las negras con otras respuestas.

    12 . ... eX b2+

    Si 12 . ... , Ae7, las blancas continan 13. D X c6! (pero no 13. The1? a causa de 13 . ... , 0-0! 14. D X c6, A X g5+) 13 . .. . , b X c6: 14. A X e7, eX b2+; 15. RX b2, RX e7; 16. Thel+, Rd8; 17. Cg5; o 16 . ... , Rf8; 17. CeS con neta sperioridad.

    13. RX b2 Ae7 14. The1 ffi 15. AbS Db6 16. Rcll

    Ya no hay defensa. La partida sigui:

    16. 17. AX d7+ 18. T X e7l 19. De4+ 20. AfS+ 21. DeS+

    rx g5 Rf8 RX e7 Rd8 Rc7 Rc6

  • 22. Td6+ 23. Db2+

    Rb5 abandonan

    El final de esta partida se ha jugado en el ms puro estilo de los maestros antiguos, y durante mucho tiempo me sent orgulloso de tan brillante victoria hasta que . . . , hasta que me entere de quP.ya en 1 934 -es decir, 26 aos atrs- mi>> sacrificio de dama babia sido recomendado por Hans Mller. Decididamente . . . iNunca te acostars sin saber una cosa ms! .

    Para terminar, repetiremos que no es tan necesario acordarse de infinitos sistemas y variantes como penetrar en su esencia intima y tratar de asimilarla.

    Por desgracia, actualmente la mayona de los jvenes ajedrecistas se contentan con memorizar datos y mas datos, preocupndose slo de seleccionarlos; o sea, reteniendo para si lo que se les antoja til e interesante y lo que corresponde a sus gustos.

    21

  • FUNDAMENTOS ESTRATGICOS DEL AJEDREZ

    La fuerza practica de un ajedrecista depende de los siguientes factores: su capacidad para calcular variantes, para evaluar correctamente una posicin y para elaborar un plan de juego que responda a las exigencias de la misma.

    La aptitud para el clculo de variantes entra de lleno en el campo de la tctica, mientras la correcta evaluacin de las posiciones y lo referente al plan de juego pertenecen a la estrategia.

    Estrategia y tctica forman un todo indisoluble. E l ajedrez moderno, caracterizado por un gran dinamismo y combatividad con frecuentes cambios de plan debidos a la tenaz defensa del adversario, le exige a cada jugador una slida maestria tanto tctica como estratgica.

    La experiencia demuestra, no obs-

    22

    B. A. Zlotnik Maestro de Deportes, Profesor emrito del GTzOLIF K ( Instituto Central de Cultura Fisica de la Orden de Lenin)

    tante, que muchos jvenes de hoy, fascinados por el atractivo de las complicaciones tcticas, son a menudo incapaces de resolver satisfactoriamente los problemas ms estratgicos que les plantea la partida.

    El presente ensayo 'tiene por objeto indicarles a esos jvenes ajedrecistas cmo han de trabajar personalmente para perfeccionarse en la estrategia.

    En la primera parte se estudian los diversos elementos estratgicos cuyo dominio permite evaluar certeramente una posicin.

    En la segunda se consideran algunas posiciones ti picas del medio juego. Su examen atento es la mejor manera de abordar el problema de la eleccin de un plan correcto de batalla.

    Al tocar esta o aquella cuestion es-

  • tratgica, atenderemos tambien, adems de los casos y puntos de vista generales, a las excepciones que confirman la regla, teniendo con ello por nica meta una evaluacin lo ms fina posible de las posiciones. Cuanto ms alta es la categoria del jugador y mayor su experiencia, tanto mas provecho saca de una gran amplitud de miras en el momento de apreciar los rasgos de la lucha que se desarrolla sobre el tablero. Por eso, el estudio de todo este material le ayudar al ajedrecista a salirse de una mentalidad y pensamiento estereotipados, as como a agudizar su olfato posicional. Hemos de aadir que, en el presente trabajo, se ofrecen por regla general no fragmentos de partidas aislados de su contexto, sino las partidas mismas en su totalidad, de modo que aparezca claramente la relacion que existe entre apertura, medio juego y, segun los casos, tambin el final. Salvo raras excepciones. dichas partidas reflejan la prctica de los mejores maestros del mundo.

    l. ELEMENTOS DE ESTRATEGIA

    El primer campeon oficial del mundo. Wilhelm Steinitz. fue el fundador de la teona cienufica en ajedrez. Su tesis basica reza as: Todo plan que se elabore ha de ser congruo con el caracter de la posicin. >> Sin embargo, antes de fmjar un plan es preciso hacer el recuento de los signos o indicios que permiten evaluar la posicin. Steinitz defini por si mismo algunos de esos elementos. que le sirvieron para fundamentar su teona.

    Pese a haber sido sta elaborada en el siglo pasado. muchos de sus principios, con los que se ha enriquecido la practica del ajedrez moderno. siguen aun siendo validos.

    Examinemos a continuacin los principales factores posicionales o elementos estratgicos, como aqu los llamamos, que han resistido con xito a los embates del tiempo:

    A) Columnas y diagonales abiertas B) Estructura de peones, casillas

    dbiles C) Disposicion de las piezas D) Centro

    El jugador que asimile bien estos elementos sera capaz de aprender a evaluar una posicin. Tal evaluacin, de carcter esttico. constituye el punto de partida para ponerse a buscar la jugada correcta y calcular variantes.

    Debemos hacer notar que, en la prctica actual de los torneos, tienen tambin gran importancia los factores o elementos dinmicos del juego posicional, pero de ellos no tratamos en este ensayo.

    A. Columnas y diagonales abiertas

    Hoy en dia, cualquier ajedrecista de nivel medio esta al tanto del importante papel que desempean en la partida las columnas abiertas. Su valor reside en el hecho de ser como grandes vas de comunicacion por donde las piezas atacantes pueden invadir el campo enemigo. No cabe duda de que quien las tenga bajo su dominio gozara de una incontestable ventaja posicional.

    Con todo, cometeriamos un error valorando las columnas abiertas en abstracto, sin tener a la vez en cuenta otros elementos de la posicion. Por si sola una columna abierta no significa nada; su inters le viene de poderse utilizar para resolver determinados problemas estrategicos. Las piezas pesadas que ocupan una columna

    23

  • abierta deben actuar en armorua con las demas piezas de su bando.

    La conquista de una columna abierta facilita la ganancia de espacio, una disposicin mas armonica de las piezas propias, la creacin en ella de avanzadillas o puntos de apoyo y un agrupamiento especifico de los peones.

    Diagrama mm 1 1

    La situacion de los peones en el diagrama precedente indujo a las blancas a enfilar su artillena en la columna h, tras de lo cual resulta muy peligrosa la amenaza h X g5 . Ahora las negras deben o ceder a su adversario la columna h jugando l . . . . , Thy8, o efectuar ellas mismas el cambio l . . . . , g X h4 y quedarse asi con un pen muy dbil en h6 . Las piezas blancas estn idealmente colocadas para penetrar en el campo enemigo. A esa manera de disponer la artillera se le suele dar el nombre de Alekhine, por ser tpica del antiguo campeon del mundo y sin duda tambin debido al gran efecto que produjo en una famosa partida jugada en

    24

    San Remo, en 1 9 3 0, entre Alekhine y Nimzovich:

    Diagrama nm. 12

    En esta curiosa posicion, que surgi tras el movimiento 30. h4, las negras se vieron obligadas a abandonar: iLa parlisis de sus piezas ( zugzwang) es total!

    A veces el mero dominio de una columna abierta basta para lograr el triunfo, pero en general ste se consigue invadiendo por ella el territorio enemigo con las piezas pesadas, que a menudo pasan a ocupar la sptima u octava fila ( segunda y primera del adversario respectivamente).

    (Vase diagrama nm. 13)

    La posicin representada en este diagrama se dio en una partida Kotov-Steiner ( encuentro U RS S -USA, Mosc, 1 95 5 ). Para incrementar su presin en el flanco de rey, las blancas preparan l a apertura de la columna g.

    l. Tf3 Cd6

  • Diagrama nlim. 13

    2. g4 Tf8 3. Rh l Rh8 4. Tgl Dd8 5. Tfg3 Td7 6. g51

    La apertura de la columna en cuestin no puede ahora evitarse y las blancas, que han enfilado en ella las dos torres, no tardan en lograr una superioridad decisiva.

    6. 7. A X f5 8. gXh6 9. Dg2

    crs e X f5 gXh6

    Y a tenemos a todas las piezas blancas ocupando triunfantes la columna abierta. Las negras no pueden defender al mismo tiempo los distintos puntos atacados (g8, g7, g6).

    9. 1 0. Tg6 1 1 . Tg8+

    Tdt7 De7 abandonan

    Un ejemplo ms complicado de dominio y explotacin de una columna

    abierta lo constituye el remate de la siguiente partida Botvinnik-Boleslavski ( 1 4.0 campeonato de la URSS, Moscu, 1 945).

    Diagrama nm. 1 4

    l. b4l

    Las blancas siguen un plan caractenstico de estas estructuras de peones: efectuar los avances b4. c4 y eS , amenazando despus ocupar con uno de los caballos la casilla d6 ( Cc4 y Cd6).

    l . 2. Ab3

    Ae6 T X d2

    Las negras tienen que ceder a su adversario la columna abierta, pues el alfil de g7 est atado a la defensa del peon e5 .

    3. D X d2 4. a X b3 5. c4 6. c5

    A X b3 De6 Af6

    Permite la invasin de la sptima fila y la ganancia de un pen.

    25

  • 6. 7. Dd7 8. D X b7 9. ex gs

    10. D X a6 1 1 . Db7 12. Dd7 13 . Dd6 14. Cg4 15 . DXeS

    Cc8 D X b3 AgS h X g5 Ce7 TeS Rf8 D X b4 TaS

    Ganaba inmediatamente 1 5 . e x e5, D X e4: 1 6 . Df6, Df5 : 1 7 . Cd7+, etc.

    1S . 1 6. Td7 17. Dd6+ 18. Dd4+

    Db3 1 CgS Rg7

    y las negras se rindieron pocas jugadas despues.

    El dominio de una columna abierta en el centro tiene de particular que puede servir de excelente contrapeso para defenderse de un ataque enemigo por cualquier de ambos flancos, como lo confirma el clasico postulado estratgico: Al ataque en un flanco conviene oponerse mediante una ruptura central. Los ejemplos de este tipo de contraataque son numerosisimos. He aqui uno de los mas notorios:

    A. Rubinstein A. Nimzovich San Sebastin, 1 9 1 2

    (Defensa india antigua)

    l. d4 2. c4 3. Cf3 4. Cc3 5. e4 6. Ae2 7. 0-0 8. Dc2 9. b3

    26

    Cf6 d6 Cbd7 eS Ae7 o.o TeS Af8 c6

    En optmon de Em. Lasker, es mejor 9 . . . . , g6 seguido de 1 0 . . . . , Ag7 para luego . . . , eXd4 y . . . , CeS.

    10. Ab2 ChS?

    Diversin prematura en el flanco de rey. Lo correcto e ra 10 . . . . , a6 seguido de 1 1 . . . . . b5 .

    1 1 . g3 Cb8 12. Tad1

    Preparndose a abrir una de las columnas centrales.

    12. 13 . Cbl ! 14. Tfel

    Dffi Ah3 Cf4

    Diagrama nitm. 15

    15. d X eS

    Esta jugada pone de relieve la fragilidad del ataque lateral de las negras.

    15 . 16. C X eS !

    d X eS T X e5

  • 1 7. Afl Cd7 1 8. Dd2!

    Varias piezas negras estn ahora en el aire.

    1 8. 19. T X f1 20. Rg2 21 . f4 22. rx gS 23. D X d7 24. Tf2

    A X fl Ch3 + CgS Dg6 T X e4 Te2+

    y las blancas ganaron. Las diagonales abiertas tienen tan

    ta importancia para los alfiles como las columnas para las torres. El siguiente ejemplo es caractenstico.

    Diagrama nm. 16

    A esta posicin se lleg en una partida Spielmann-Henlinger (Viena, 1 929). Los alfiles blancos apuntan agresivamente al flanco de rey de las negras. Haciendo intervenir las piezas restantes en el ataque. las blancas no tardan en alcanzar la victoria.

    l . DhS g6

    No salvaban la partida ni 1 , . . . , h6; 2. A X g7! , R X g7; 3. Ce5+, e X 5: 4. C X 5 + con rpido mate, ni l . . . . , 5; 2. Ce X f5 , e X f5 ; 3. C X f5 , Cffi; 4. Dg5, g6: 5 . Tfe 1 . Ac5; 6. Te6, etc.

    2. Cg4! Af6 3. CX f6+ CXf6 4. Dh6

    Es peor 4. DeS a causa de 4 . . . . , Dd5!

    4. TeS S. Tad1 De7 6. Tfel CeS 7. Cf5!

    La irrupcin de este caballo decide el juego. Su captura es imposible debido a la variante 7 . . . . , g X f5 ; 8. A X 5, ffi; 9. A X e6+, Rh8; 1 0. Td7.

    7. 8. TeS 9. Ce7 +

    DeS AdS abandonan

    En efecto, si 9 . ... D X e7 seguira brillantemente 10. D X h7+!, R X h7; 1 1 . Th5 +, Rg8; 1 2. Th8++.

    En los torneos actuales a menudo se emplean variantes de apertura cuya idea motriz es la lucha por la conquista de las diagonales para incrementar la actividad de los alfiles. En la defensa india de rey y en la variante del dragn de la defensa siciliana, por ejemplo, la pieza negra de choque no es otra que el alfil de casillas oscuras. Por su parte el alfil de rey blanco desempea el mismo papel en las aperturas Rti e inglesa.

    Para llegar a dominar una importante diagonal, que, dicho sea de

    27

  • paso, puede ser utilizada tambin por la dama. es a veces necesario sacrificar un peon y hasta la calidad. He aqw una ilustracin tpica de esta idea:

    R. Vaganian D. Velimirovich Ohrid, 1 972

    (Defensa Benoni)

    l . d4 Cf6 2. c4 eS 3 . dS g6 4. Cc3 Ag7 5. g3 0-0 6. Ag2 d6 7. Cf3 e6

    En esta conocida posicin. las blancas suelen jugar 8. 0-0, y despus de 8 . . . . , eXd5: 9. cXd5, Cbd7 : 10. Cd2 ambos bandos vienen a tener iguales posibilidades. Con su siguiente jugada, las blancas emprenden un dudoso camino de adquisiciones materiales. a costa de empeorar la situacion de sus piezas.

    S. dX e6? 9. gS

    1 0. AXb7

    AX e6 AXc4!

    10. ... Cbd7

    Ahora las blancas pueden ganar o la calidad o un pen, pero, como a menudo lo ha demostrado la prctica de esta variante. en ambos casos tienen las negras suficiente contrajuego.

    1 1 . D X d6 h6 12. Cge4

    Es mejor 1 2. Ch3. Tb8: 1 3 . Ag2. TeS: 14. 0-0. aunque tambin en este

    28

    Diagrama num. 1 7

    caso la posicion d e las negras resulta muy prometedora.

    12. 13. A X e4 14. 0-0

    C X e4 TeS A X c3!

    Fuerte jugada que les obliga a las blancas a aceptar el sacrificio de calidad, dejando que el negro domine la importante diagonal h l -a8.

    15. A X aS 1 6. Dd1 17. D X d7

    A eS D X aS Ad4

    Ahora, en vista de la amenaza 1 8 . . . . . Ae6: 1 9. D a4. Ah3, las blancas tienen que devolver la calidad, lo cual. por otra parte. no debilita el ataque negro.

    18. e3 19. RXfl 20. Da4 2 1 . Re2

    AXfl Af6 Dhl + Te5

    El ataque entra en su fase decisiva

  • y el circulo fatal empieza a estrecharse en torno del rey blanco.

    22. Ddl 23. Ad2 24. Dgl 25. Tcl 26. Rel 27. Tc4

    D X h2 Tf5 Dh3 Dg4+ Df3 A X b2

    A 27 . . . . . Th5 seguina 28. Tf4.

    28. g4 TeS 29. Dh2 DdS 30. Tc3 TeS 31. D X h6 Td8 32. Tc2 Ac3 ! 33. Abandonan

    En la soberbia partida que sigue. las blancas sacrifican una torre para apoderarse de la diagonal a 1 -h8.

    E. Geller D. Velimirovich La Habana, 1 97 1

    ( Defensa india de rey)

    l . ef3 ef6 2. c4 g6 3. d4 Ag7 4. g3 0-0 S. Ag2 d6 6. 0-0 eS 7. ec3 ec6 8. d5 eas 9. ed2 eS

    Mas frecuente es aqw 9 . . . . , a6 con la idea de 10 . . . . , Tb8 y 1 1 . . . . , b5.

    10. e4 eg4

    En una partida Geller- Langeweg (Amsterdam, 1 970) se hizo 1 0 . . . . . CeS, mas tambin en este caso, despus de 1 1 . b3, f5 ; 1 2. e X f5. g X f5 ; 1 3 . Ab2. Cf6; 1 4. Dc2. Ad7; 1 5 .

    Tae1 , a6; 1 6. Cd1 , b5; 1 7 . Ce3, Ch5; 1 8. Af3, Dg5; 1 9. A X hS!, D X h5; 20. f4, les fue imposible a las negras igualar el juego.

    1 1 . b3 f5 12. e X f5 e4

    Intento prematuro de asumir la iniciativa. Lo correcto era 1 2 . . . . , g X f5.

    1 3. f6! ex f6

    Diagrama nm. 18

    14. Cd X e4! ! ...

    Brillante sacrificio de torre. Despues de 1 4. Ab2, e3!; 1 5 . f X e3, Cg4, las negras tendnan un excelente juego.

    14. 1S. e X e4 1 6. AgS 11. ex f6+ 18. Dal 1 9. Te1

    e x e4 A X al Af6 T X f6 Rti

    Pese a la falta de una torre, las

    29

  • blancas son ms fuertes en el sector donde se desarrolla el ataque, ya que al negro le es muy dificil poner en juego las piezas de su flanco de dama.

    19. ... TbS

    Como lo demostro ms tarde el gran maestro l. Zaitzev, hubiera sido aqui mejor 1 9: . . . , Dh8, para despus de 20. Dc3, b6: 2 1 . Te6, T X e6! ! ; 22. d X e6+ (a 22. D X h8? seguirla 22. . . .. Tel+; 23. Af l , T X fl+; 24. R X f l , Ah3+ y 25 . . . . . T X h8); 22. . . . , A X e6; 23 . Df3 +, AfS ; 24. DdS +, Ae6; 25. Df3+ forzar a las blancas a contentarse con tablas por jaque perpetuo.

    Sin embargo, descubrir esa contracombinacion sobre el tablero es prcticamente imposible, lo cual justifica el riesgo aceptado por las blancas.

    20. Te3 b6 2 1 . Tf3 Af5 22. g4 DhS 23. A X f6

    Las blancas pasan a un final tericamente ganado.

    23. 24. D X ffi + 25. 8 x es 26. Te3 27. Te6+ 28. Af3 29. Rfl 30. Ah5 3 1 . TeS+ 32. Te7 + 33. TXb7

    D X ffi R X ffi g X f5 Cb7 Rf7 TgS+ RfS Tg5 Rg7 Rh6

    y poco a poco el blanco transformo su ventaja en victoria.

    30

    B. Estructura de peones, casillas dbiles

    El papel que a sumen los peones en la partida de ajedrez fue perfectamente descrito por Philidor con esta frase ya proverbial: Los peones son el alma de la posicin. La cadena ideal de peones, que ambos jugad

  • de apertura que dejo dbil esa importante casilla ( c6 ). Ello le permiti al blanco apoderarse de la columna abierta c.

    l . Cf3 2. d4 3. c4 4. Ce3 S . e X dS 6. e3 7. Ac4 8. e X d4 9. 0-0

    1 0. Te1

    d5 Cf6 e6 c5 ex d5 Ce6 e X d4 Ae7 0-0 b6?

    Esta jugada tenia que haber sido precedida del cambio de caballos en c3. Tambin era posible 1 0 . . . . ; Cf6 seguido de 1 1 . . . . , b6.

    1 1 . C X d5 1 e X d5 12. Ab5 Ad7

    Es mejor 1 2 . . . . , Ca5 .

    1 3 . Da4 14. Af4 15 . DX b5 1 6. Da4 17 . A X d6 18. Tae1 1 9. De2!

    Cb8 A X b5 a6 Ad6 D X d6 Ta7

    (Vase diagrama nm. 1 9)

    Nada pueden hacer las negras contra la ocupacin de la columna e y su eventual dominio de la casilla critica c6. Los siguientes cambios, que quitan de en medio las damas y un par de torres, no les alivian la situacion. Sobre "el tablero se da el mismo caso de que antes hablbamo:; a propsito del dominio de las columnas abiertas; la victoria de las blancas es segura.

    Diagrama nm. /9

    19. 20. T X e7 21 . Dc7 22. T X e7 23. Rfl 24. TeS + 25. Tc3 26. Cel 27. h4 28. Tc7 29. Cf3 30. Cel 3 1 . Cd3

    Te7 D X e7 D X e7 f6 Tf7 Tf8 g5 h5 Cd7 Tf7 g4 ffi f4

    Es instructivo observar cmo Botvinnik va poco a poco reforzando la posicin de sus piezas.

    32. f3 33. g X f3 34. a4 35. Tc6 36. Rf2 37. b3 38. Re2 39. Tg6 40. CeS 4 1 . Tg7 + 42. Ce6

    g X f3 aS Rf8 Re7 Tf5 Rd8 Cb8 Rc7 Ca6 ReS Tf6

    3 1

  • 43. ee7 + 44. e x dS 4S. TgS

    Rb8 Td6 abandonan

    La explosin de una casilla dbil del adversario es tambin el tema de esta otra partida de Botvinnik, donde, hacindose fuertes en el punto c6, las blancas obtienen una ventaja decisiva:

    M. Botvinnik J. Donner Amsterdam, 1 963

    (Apertura Rti)

    l . c4 2. ef3 3. g3 4. Ag2 S . 0-0 6. b3 7. Ab2 8. e X dS 9. d4

    1 0. d X eS !

    ef6 e6 dS Ae7 0-0 b6 Ab7 e x dS eS

    El plan de las blancas consiste en apoderarse de la casilla c6 .

    1 0. 1 1 . ebd2 1 2. a3

    A X eS ed7 eS f6?

    Era preciso impedir la jugada siguiente de las blancas mediante 1 2. ... aS.

    1 3. b4 14. ed4! IS . R X g2 1 6. Db3 1 7. Tfc l 1 8. Df3

    Ae7 A X g2 Dc7 Tfc8 Db7 + edS

    Despues de 1 8 . . . . , D X f3+; 1 9 . e 2 X f3, Rf8: 20. ec6. Tc7: 2 1 . Tc2. Tac8: 22. Tac 1 con la amenaza 23.

    32

    e X e7, T X c2; 24. e X -c8, la ventaja de las blancas es tambin evidente.

    19. e4 CS f6 20. bS ! a6 21 . ee6

    Diagrama nm. 20

    Las blancas han logrado el fin que se proponan y la posicin de las negras es critica.

    21 . 22. a4 23. a X b5 24. T X a l 25. Tdl 26. ee4 27. eS 28. Tal

    Af8 a X b5 T X al Ta8 CeS CeS TeS

    Ahora el negro no puede contestar 28 . . . . . Ta8 a causa de 29. TX a8. DX a8: 30. ee7 +. por lo que no h ay defensa contra la invasin de la torre blanca.

    28. 29. Ta7

    Tc2 D X a7

  • 30. e X a7 3 1 . e x b6

    T X a7 abandonan

    La toma del punto c6 constituye asimismo uno de los motivos principales del ti pico sacrificio de pieza en d5 .

    L Stein M. Tal Mosc, 1962

    ( Defensa sicil iana)

    l . e4 2. ef3 3. d4 4. e x d4 S. c3 6. AgS 7. Ac4 8. Dd2 9. 0-0-0

    10. Ab3

    eS d6 e X d4 ef6 a6 ebd7 DaS e6 b5

    Nada les reportan a a las blancas la continuacion 1 0. Ad5 , ya que despus de 1 0 . . . . . b4!; 11. AX a8, bX c3. 12. b X c3, Cb6; 13 . Cb3! , Db5 ( no 13 . . . . , Da3+'!; 14. Rbl , CX a8; 15 . Dd4! con peligrosa iniciativa del blanco) no les quedan a cosa mejor que repetir jugadas: 14. Cd4. DaS: 15 . Cb3, Db5 .

    1 0 . ... 1 1 . The l

    Ab7 CeS

    Esta variante lleva a un juego dificil para las negras. Como lo demuestra la prctica, es mas solido 11 . . . . , 0-0-0 o 11 . . . . , Ae7.

    1 2. A X f6 13 . Df4 14. Dg4! I S . AdS

    g X f6 Ae7 0-0-0

    Cambiando el principal defensor de la casilla c6.

    I S ... b4?

    Muy arriesgado. Era ms fuerte 15 . . . . , Thg8; 16. Dh3, Tg7 con peor posicin, pero defendible.

    16. A X b7 + R X b7 17. CdSi

    Diagrama nm. 21

    Si ahora 17 . . . . , Thg8. las blancas gananan con la inesperada y elegante jugada 18. Cc6! Por eso hay que aceptar el sacrificio propuesto.

    17 . ... 18. e X dS

    e X dS Td7

    Una defensa ms tenaz sena 18 . . . . , Af8; 19. Cc6, Db6; 20. Dh5! (despus de 20. C X d8+, D X d8; 21. D X b4+, Ra7 las negras tendrian cierto contrajuego), 20 . . . . , Td7, aunque tambin aqu la continuacin 21. Rbl . amenazando 22. Te8, pondria al negro en situacin dificil.

    19. ec6 D X a2 20. D X b4+ Rc7

    3 3

  • 2 1 . eXe7 Tb8 22. Da3 Dc4

    Tampoco 22. . .. , D X a3; 23 . b X a3 , Te8; 24. ec6 les dejara a las negras la menor esperanza de salvacion.

    23. ec6 24. DaS + 2S. Rbl 26. Td4 27. Rcl 28. Te3 1

    Tb3 Tb6 ea4 e x b2 DeS

    Ahora perece el caballo de las negras, por lo cual stas abandonaron unas cuantas jugadas des pues.

    La ndole de la estructura de peones depende de la presencia, por una parte, de peones retrasados, aislados o doblados, y por otra de que haya o no peones pasados, sobre todo si tienen buen apoyo. Para deteriorar la estructura de peones del adversario, es a veces preciso recurrir a sacrificios de material.

    D. Bronstein S. Tartakover

    34

    Torneo l nterzonal Estocolmo, 1 948

    Diagrama mim 22

    Pese a llevar un pen de ventaja, la posicion de las negras es peor, dada la clara debilidad de sus peones doblados en las columnas e y g.

    l . De4 1

    Jugada caracterstica. Las debilidades del esqueleto de peones se dejan sentir especialmente en el final.

    l. 2. e x e4 3. Re2 4. Tad l S. T X d8 6. TO

    D X e4 Ae7 Td8 0-0 T X d8 b6

    Anticipandose a l a maniobra de las blancas ee4-f2-d3-c5 .

    7. et2 TdS 8. ed3 Af6 9. eb4 TbS

    Algo mejor era9 . . . . . Td6; 1 0. Td 1 , T X d1 ; 1 1 . R X d 1 , c5 .

    1 0. a4 1 1 . e4 12. aS 13 . Tal 14. Rd3 lS . ea61

    TeS b5 Ad8 Tc4 Ae7

    Ahora en el campo de las negras se forma -slo de momento, es ciertoun tercer par de peones doblados. Mas debil seria 1 5 . b3 , ya que des pues de 1 5 . . . . , T X b4; 1 6 . e X b4, A X b4 al negro le quedaran algunas posibilidades de tablas.

    lS. 1 6. T X a4 17. eb8 18. b X a3 19. e X c6

    Ta4 b X a4 a3 A X a3 A eS

  • 20. Rc4 2 1 . RbS 22. Ra6 23. e x a7 24. g3 2S. c4 26. CeS 27. eS 28. Rb6 29. a6

    Agl Rf7 Rf6 RgS Af2 Rf6 A X g3 Rf7 ReS abandonan

    Los dinamicos metodos de lucha propios de nuestra epoca han enriquecido y en parte transformado el concepto de casilla y peones dbile!. respecto al que se tenia en tiempos de W. Steinitz. Algunos sistemas modernos de apertura entraan la creacin, en el propio campo, de ciertas debilidades llamadas dinamicas)), que se compensan con un activo juego de piezas.

    Examinemos por menudo, a la luz de esta idea, el problema de los peones doblados.

    He aqu lo que escribio a este propsito A. Nimzovich en su libro Mi sistema: .En qu consiste la desventaja de los peones doblados? Cuando a la vez estan aislados, son faciles de capturar, o como mnimo su defensa resulta ardua; pero el problema no se agota con esto, pues dichos peones ofrecen tambien inconvenientes aunque sean compactos y puedan defenderse con facilidad ( entendemos por compactos>> los peones doblados que forman cadena con otros peones) . . . La razon principal es que los peones doblados, al avanzar apretadamente en fila, dan pie a ciertos fenmenos de parlisis, bien conocidos>>.

    A. Nimzovich ilustra su pensamiento mostrando la siguiente estructura de peones, tipica de la apertura de los cuatro caballos:

    Diagrama nm. 23

    Luego sigue diciendo: Las negras. cuando su adversario juegue d3-d4, deben incitarlo a efectuar un nuevo avance en el centro: d4-d5 . Despues de esto. la debilidad de los peones doblados salta a la vista)).

    Sin embargo, Nimzovich olvida en sus comentarios una importante cualidad de los peones doblados ( en particular, de la estructura representada en el diagrama), a saber, su excelente control de las casillas centrales. Ello permite en muchos casos aun aceptar su aislamiento, a fin de desarrollar ventajosamente las piezas propias o restringir la actividad de las contrarias. Nadie ha sabido mejor que Botvinnik explotar esta idea estrategica, evaluando con acierto el aspecto positivo de los peones doblados.

    M.Botvinnik V. Panov ll.o campeonato de la URSS

    Leningrado, 1 939 (Apertura de los cuatro caballos)

    l . e4 eS 2. CfJ Ce6

    35

  • 3. Cc3 4. AbS S. 0-0 6. d3 7. b X c3 8. AgS 9. Te1

    10 . d4 1 1 . Ac1

    Cf6 Ab4 0-0 A X c3 d6 De7 Cd8 Ce6 c6

    Segn la teon a moderna es mas preciso 1 1 . . . . , Td8: 1 2. Afl . cS. pero aun asi las blancas pueden seguir el mismo plan que en la presente partida.

    1 2. Afl Cd7 1 3 . g3 eS

    Gracias a esta jugada de su adversario, las blancas disponen ahora del punto dS. La decisin del negro, no obstante, era prcticamente forzada a causa de la amenaza 1 4. A'a3.

    1 4. d X eS ! 1S . Ch4!

    d X eS

    La idea de Botvinnik toma forma concreta en esta maniobra del caballo blanco.

    1S . g6 1 6. Cg2 Cg7 1 7. Ce3 Cf6 1 8. Ag2 Ae6 1 9. c4

    (Vase diagrama nm. 24)

    Los peones blancos de la columna e reparten asi sus funciones: uno sirve para reforzar la pieza que ha de instalarse en dS. mientras el otro impide (en caso de necesidad) que las negras se instalen a su vez en la casilla homologa d4.

    3 6

    Diagrama nm.24

    19. Tad8 20. De2!

    Es importante hacer notar aqui el modo particular en que las blancas explotan la casilla debil del adversario: deben. en efe cto, asegurarse el dominio del punto d5 , pero no han de apresurarse a ocuparlo. Observese que la continuacion 20. Cd5 . A X dS: 2 1 . e X dS. Cd7 seguida de la maniobra . . . . Ce8-Cd3 dari a a las negras una cmoda posicion de bloqueo. Por eso. antes de apoderarse de la casilla d5 , las blancas toman sus precauciones para hacerlo con las debidas garantJas de xito.

    20. 2 1 . Ab2 22. f4 23 . Tad 1 24. Td2 2S. g X f4

    Cd7 f6 Tde8 b6 e X f4 gS

    A su vez las negras tratan de obtener para si la c asilla eS. pero no lo consiguen.

  • 26. r x g5 27. eS 28. Cd5!

    r x g5 Df7

    En el momento mas propicio, ya que ahora no es posible el cambio arriba mencionado. La partida esta estratgicamente decidida. Aun sigui:

    28. 29. Tfl 30. De4 3 1 . D X fS 32. e x f4 33. AdS + 34. e6+ 3S. T X f4 36. Tg2+ 37. Tg X g4+ 38. T X g4+ 39. Tg3 40. Ag7 1 4 1 . Af8!

    Ch5 Cf4 DfS A X fS g X f4 Rg7 Cffi Rg6 Cg4 A X g4 RfS Tg8 Te7 abandonan

    En la siguiente partida, donde las negras juegan la defensa Nimzoindia, M. Botvinnik emplea un mtodo analogo de explotacin de los aspectos positivos del peon doblado.

    M. Bovitnnik V. Chekhover Leningrado. 1 938

    ( Defensa Nimzoindia)

    l. d4 Cffi 2. c4 e6 3. Ce3 Ab4 4. Cf3 0-0

    Mas preciso es 4 . . . . . c5; ya que la siguiente clavada del caballo negro resulta en este caso bastante desagradable.

    5. Ag5 d6

    6. e3 7 . Ae2 8. Dc2 9. 0-0

    1 0. b X c3

    De7 eS TeS A X c3

    No es bueno 1 O. O X c3 a causa de 10 . . . . , Ce4 y las negras salen de todas sus dificultades.

    10. h6 1 1 . Ah4 eS? !

    Con esta jugada las negras, por un lado. refuerzan su presin sobre el centro blanco, pero por otro debilitan la casilla d5 . Mejor hubiera sido la inmediata 11 . ... , Ag4, y en caso de 1 2. A X f6, D X f6; 1 3 . De4, A X f3; 1 4. A X f3, Cc6; l S. De2, De7! el negro tendna una posicion muy slida.

    12. Tae1 Ag4 13 . A X ffi!

    Eliminando al defensor de la casilla d5 .

    13. 14. De4

    D X ffi A X f3

    Era mejor 1 4 . . . . . Ac8.

    1S . A X f3 16. d X eS 17. Td1 18. TdS

    Ce6 d X eS Tad8

    (Vase diagrama nm. 25)

    La posicion presente es ventajosa para !as blancas, por haber ocupado estas el importante punto central dS . Veamos ahora como aprovecha Botvinnik esta circunstancia.

    18. 19. Tfd1

    b6 Ca S

    37

  • Diagrama nm. 25

    20. h3 T X dS 2 1 . T X d5 !

    Es peor 2 1 . e X d5 , Dd6 ( 2 1 . . . . Cb7?; 22 . Da4) seguido del traslado del caballo a d6, despus de lo cual las negras obtendran una posicin muy prometedora.

    2 1 . De7 22. Ag4 Db7 23. AfS !

    Fuerte jugada que decide practicamente el destino de la partida, ya que ahora las negras no pueden impedir la irrupcin de la torre enemiga en su 2. fila.

    23. ... Db8 24. Td7 Td8

    Defendindose de 25 . Ah7+, Rf8; 26. Dd5.

    38

    25. D X eS ! C X c4 26. D X b8 T X b8 27. Ae4 !

    L a variante 2 7 . T X a7, Cd6; 28.

    Ad3, c4; 29. Afl , C b5 les dan a contrajuego a las negras.

    27. 28. Ad5 29. e4 30. c4 3 1 . e X bS 32. eS 33. f41 34. Rf2

    Ca3 Tf8 a S bS C X bS a4 Cd4

    La intervencin del rey blanco en el juego pone rpidamente fin a la batalla.

    34. 35. g3 36. g X f4 37. Re3 38. fS 39. Te7 40. e6 4 1 . f X e6

    gS g X f4 Ce6 c4 CeS Cd3 f X e6 abandonan

    El peon e6 no puede ser detenido en su marcha triunfa l hasta la 8.3 fila.

    En la pratica actual de los torneos se dan bastantes partidas donde resulta aceptable para uno de los dos bandos dejarse debil i tar la estructura de peones doblando! os y aislandolos. Veamos un ejemplo:

    L Portisch R. Fiseher Torneo interzonal

    Sousse, 1 96 7 ( Defensa india de rey)

    l . Cf3 2. g3 3. c4 4. d4 S. Ag2 6. Cc3 7. 0-0 8. e4

    Cf6 g6 Ag7 0-0 d6 Cbd7 eS c6

  • 9. h3 1 0. Te1 1 1 . dS 1 2. Tb1 13 . Ae3 14. A X eS? !

    Db6 TeS CeS a5 De7

    Mas a menudo se juega 14 . Cd2.

    1 4. 1S . d X e6

    d X eS b X e6

    Por supuesto, no 1 5 . . . . . D X c6 a causa de 1 6 . Cd5 con ventaja de las blancas.

    Diagrama nm. 26

    He aqUI una posicion que, por su canicter, nos recuerda la surgida (con los colores cambiados) en la partida precedente Botvinnik-Panov despues de la 1 4.8 jugada. R Fischer procede ahora a trasladar su caballo a e6 ( ... , Ch5-g7-e6) al estilo de Botvinnik.

    1 6. Ca4 AfS 17 . Db3 Ch5 18. De3

    A 1 8. Db6 las negras contestanan 1 8 . . . . , De7 seguido de 1 9 . . . . , Ta6, ya que no es posible 1 9. D X c6? a cau-sa de 1 9 . . . . , Ad7.

    18 . ... , Da7 19. h4!

    Preparando el cambio de los alfiles de casillas blancas. favorable al primer jugador en esta posicin, y amenazando a la vez h5 si el caballo negro se va a g7.

    19. 20. Rh2 2 1 . Ah3 22. R X h3

    Cg7 ffi A X h3 Ce6? 1

    Curiosamente, a esta misma posicin. aunque con un tiempo de ms para las blancas (Tbd1 ), se lleg en una partida Vaganian-Balashov(Vilna. 1 975), que sig\}io aqui: 23 . . . . , Tbd8; 24. Rg2, h5!; 25. T X d8, T X d8; 26. Cd2, Ce6: 27. Cb3, Tb8 con mejores posibilidades para el negro. Es claro que tambin en la posicin del texto hubiera sido mejor 22 . . . . , hS , impidiendo la prxima jugada de las blancas.

    23. h5 24. Th1 25. Rg2

    g X h5 TadS Dg7

    Defendiendo indirectamente el peon h5, pues a 26. T X h5? seguina 26 . . . . . Cf4+.

    26. Rfl 27. Th4 28. De2 29. b3 30. Td1 3 1 . D X d1 32. De2

    Dg4 Dg6 Ah6 Td7 T X d1 + TdS Ag5 !

    39

  • Fischer encuentra a cada paso jugadas ingeniosas, pero aun asi no logra inclinar a su favor el platillo de la balanza.

    33. ex gS 34. T X hS 35. Dg4

    f X gS Td2

    La variante 35 . D X d2, D X h5 : 3 6 . Dd7, Cd4 e s peligrosa para las blancas.

    35. 36. Th2 37. Cc3 38. Cdl 39. Rg2

    h6 Rg7 Td3 Dti Dd7

    Las negras atacan el caballo enemigo y al mismo tiempo preparan una bonita celada: 40. Ce3?. T X e3! : 41 . f X e3 , Cf4+; 42. Rf3, Ddl +.

    40. DfS T X d 4 1 . D X eS + Rg8?

    Decision ambiciosa, que hubiera podido resultarle fatal a Fischer. Haba que jugar 4 1 . . . . , Rg6; 42. Df5 +. Rg7: 43. DeS + con tablas por jaque perpetuo. lo cual es del todo conforme al estado presente de la partida.

    42. T X h6 Cg7 43. Tg6?

    Lamentable error. La continuacion 43. Db8+. Dd8: 44. D X d8 +. T X d8: 4S . T X c6, o43 . . . . , Rl7 : 44. eS brindaba a las blancas verdaderas probabilidades de triunfo.

    40

    43. 44. T X g7 + 45. DeS + 46. Dh5 + tablas.

    g4! D X g7 Rh7 Rg8

    Un rasgo esencial para definir globalmente la calida d de cualquier estructura de peones lo constituye tarobien la presencia de las llamadas islas o islotes ( grupos sueltos de peones e incluso u n solo peon) . El siguiente ejemplo. tomado de un final. ilustra mejor que n ada la debilidad que representan tales islas.

    P. Spielmann A. Rubinstein San Petersburgo, 1 909

    Diagrama nm. 2 7

    La posicin d e las negras e s mejor por hallarse su rey mas cerca del centro, pero sobre todo por tener solamente dos islas de peones. mientras el blanco tiene cuatro.

    Ahora podn an ganar inmediatamente un peon jugando l . . . . . Tb3 : 2 . Ta2. Td3. pero d e spus de 3 . a4. T X d4; 4. a5 las blancas activanan sus fuerzas.

    l. Ta8! 2. Tc3 Ta4 3. Td3

  • La torre blanca, obligada a defender sus peones dbiles, se encuentra ya en una posicin pasiva.

    3. Re7 4. Rg3 Re6 S. Rf3 RdS 6. Re2'? t

    Ahora sena desventajoso para las negras 6 . . . . T X d4 a causa de 7. Re3, tras lo cual el pen a3 se vuelve muy peligroso. Con todo, era mas preciso 6. h4. frenando el avance de los peones doblados del enemigo.

    6. gS ! 7. Tb3 f6 8. Re3 Rc4 9. Td3 dS

    1 0. Rd2 Ta8 1 1 . Re2 Ta7 12. Rd2 Te7!

    Poniendo a las blancas en zugzwang.

    1 3. Tc3 + 14. a4 IS . Ta3 1 6. Tal 1 7 . Re3?

    R X d4 Ta7 Ta5 Rc4

    La variante 1 7 . Tc1 +!, Rb4; 1 8 . Tbl +. R X a4; 1 9. Rd3. TeS; 20. Rd4. Tc2: 2 1 . Tb7, T X f2; 22. T X g7 les daba a las blancas posibilidades de tablas.

    17 . ... d4 + 18. Rd2 Tf5

    La torre negra. a diferencia de su contraria. desarrolla gran actividad.

    19. Rel Rb4! 20. Re2 RaS 2 1 . Ta3 Tf4

    22. Ta2 23. Rd3 24. R X d4 2S. Rd3 26. Te2 27. Re3 28. Tc2

    Th4 T X h3 + Th4+ T X a4 Tf4 Rb6 Rb7 !

    Las negras impiden el juego activo de la torre enemiga.

    29. Tc1 Ta4 30. Thl Rc6 3 1 . Th7 Ta7 32. Re4 Rd6 33. RfS g6+ 34. R X g6 T X h7 3S. R X h7 ReS 36. Rg6 g4 37. abandonan

    La siguiente partida constituye un modelo de tecnica en lo que se refiere a explotar la debilidad de las islas de peones.

    T. Petrosian M. Botvinnik 5 . partida del match

    Moscu, 1 963 (Defensa Grunfeld)

    l . c4 2. d4 3. Cc3 4. Cf3 S. e3 6. Ae2 7. A X c4 8. d5

    g6 Cf6 d5 Ag7 0-0 d X c4 eS e6

    Decision delicada. que concede a las blancas un final ligeramente favorable. Mereca considerarse 8. Ce8.

    9. d X e6 D X di +

    4 1

  • 10. R X d l 1 1 . A X e6

    A X e6 r x e6

    Diagrama nm. 28

    En la posicin que acaba de surgir, las negras tienen una sola debilidad: el peon e6 . Comentando esta partida, T. Petrosian observaba que el intento de ganar ese pen estaba condenado al fracaso. No obstante, hacia hincapi en que la debilidad de un pen aislado no depende solo del peligro de su captura. Otro inconveniente, no menor, consiste en que la casilla o varias de las casillas que tiene delante pueden ser aprovechadas por el adversario como puntos fuertes para sus piezas. En atencion a esto, Petrosian juzgaba que la partida era aqu mejor para las blancas.

    12. Re2 ec6 13. Tdl Tad8

    Es ms correcto 1 3 . .. . . Rf7 .

    14. T X d8 T X d8 1 5. eg5 !

    42

    Fuerte jugada, gracias a la cual un caballo blanco pasar a ocupar una posicin inexpugnable en el centro.

    1 5. 1 6. ege4 11. ex e4 18. Tbl 19. Ad2!

    TeS e x e4 b6 Cb4

    Si ahora 1 9 . . . . . C X a2. seguiria 20. Tal , eb4; 2 1 . A X b4, e X b4; 22. T X a7. A X b2; 23. Tb7 con ventaja de las blancas.

    19. Cd5 20. a4 TeS 21 . b3 Af8 22. Tcl Ae7

    Era preciso 22 . . . . . Tc7; impidiendo la siguiente jugada del blanco.

    23. b41 24. b5 25. Ac3 26. Tc2 27. T X c3 28. Tc2 29. ed2

    c4 Rf7 Aa3 e x c3 Ab4 Re7 c3

    Pasar aqw a un final de torres mediante 29 . . . . . A X d2; 30. R X d2, Td8+: 3 1 . Rc3 , Tdl les daba a las negras, segn Petrosian, ms posibilidades de defensa.

    30. ee4 3 1 . Rd3 32. Rc4 33. e X c3 34. ee4!

    Aa5 Td8 + Td l Th l

    Las blancas devuelven el pen ganado. pero refuerz a n su posicion en el centro.

    34 . . .. T X h2

  • 3S. Rd4. Rd7 36. g3 Ab4 37. ReS

    Con esta jugada las blancas inician la penetracin del rey en las filas enemigas, lo que no tardar en decidir el resultado de la lucha.

    37. 38. Rf6 39. Rg7 40. Tc61 4 1 . Rf7 42. Te6 43. Td6+ 44. ReS 4S. Tc6 46. CgS 47. Rf7 48. Rg8

    ThS + Ae7 + eS Thl Tal Ad8 ReS Ac7 Tdl Td8+ Td7+ abandonan

    C. Disposicin de las piezas

    Mucho tiempo ha transcurrido ya desde que el clebre gran maestro alemn S. Tarrasch proclamara, entre tantos otros, este conocido principio: Cuando una pieza est mal, toda la partida est mal. Semejante frmula parece demasiado categrica, aunque tambin en las partidas de nuestros das pueden encontrarse no pocos ejemplos que confirman su veracidad. El aprovechamiento de la mala posicin de las piezas del adversario es un tema frecuente en la prctica del ajedrez. Por ello, al aficionado que trata de perfeccionarse le es indispensable aprender a explotar ese tipo de desventaja.

    U. Winter J. R. Capablanca Hastings, 1 9 1 9

    (Apertura de los cuatro caballos)

    l . e4 eS

    2. Cf3 Cc6 3. Cc3 Cf6 4. Ab5 Ab4 S. 0-0 0-0 6. A X c6

    Mas rico en posibilidades resulta 6. d3, d6; 7. Ag5 , como se jug en la partida Botvinnik-Panov anteriormente mencionada.

    6. 7. d3 8. AgS 9. Ah4 1 0. CdS?

    d X c6 Ad6 h6 eS

    A esta jugada se debe, de hecho, la prdida de la partida. Era necesario hacer primero 10. A X f6, D X f6, y solo despus 1 1 . Cd5, con igualdad.

    1 0. l l . C X f6+ 1 2. Ag3 13 . b3 14. D X f3 1S. g X f3

    gSI D X f6 Ag41 A X f3 D X f3 f61

    Diagrama nm. 29

    43

  • El alfil blanco esta ahora como encerrado en una jaula, de la cual le es prcticamente imposible escapar por hallarse los dos peones f2 y f3 privados de movimiento.

    1 6. Rg2 17 . a4 1 8. Thl 19. h4

    aS Rl7 Re6 Tfb

    .8

    Disfrutando en realidad de una pieza de ms, las negras preparan una ofensiva en el flanco de dama.

    20. h X g5 2 1 . b3 22. Ta2 23. Tha1

    h X g5 c6 bS c4!

    No, naturalmente, 23 . . . . , b4?, despus de lo cual, la suerte del alfil negro no seri a mucho mejor que la de su contrario.

    24. a X bS 2S. e X b3 26. Ta4 27. d4

    e X b3 T X bS T X b3 TbS

    Las negras tienen ya un pen de ventaja. El resultado de la partida no deja lugar a dudas.

    28. Tc4 Tb4 29. T X e6 T X d4 30. abandonan

    Tales ejemplos abundan en las partidas de J. R Capablanca. El encerramiento de una pieza enemiga en un lado del tablero, excluyendola asi del juego, seguido de un ataque en el flanco opuesto, era uno de los procedimientos ms caracteristicos del ilustre ajedrecista cubano.

    Veamos ahora dos ejemplos modernos. El gran maestro S. Furman

    44

    dio a la primera fase de la siguiente partida el nombre de apertura . . . id e un caballo!

    S. Furman L Polugayevski 37. Campeonato de la U RSS

    Mosc, 1 969 (Defensa india de dam:i)

    l. d4 2. c4 3. Cf3 4. Cbd2 S. e3 6. Ad3 7. 0-0 8. a3 9. b4

    1 0. b X eS 1 1 . Tb1

    Cf6 e6 Ab4+ 0-0 b6 Ab7 dS Ae7 eS b X eS Aa6

    Esta jugada dificulta el desarrollo del flanco de dama de las negras. Era preferible 1 1 . . . . , Dc8.

    12. CeS 13 . e X d4 14. Cdf3 IS. C X eS

    e X d4 Cfd7 C X eS Af6?

    Un error. Ahora las negras no consiguen romper el cerco que las oprime. La nica posipilidad de continuar luchando consisiia e n sacrificar la calidad mediante 1 5 . . . . , A X c4; 1 6 . C X c4, d X c4; 1 7 . Ae4, Cd7.

    (Vase diagrama nm. 30)

    1 6. De2 h6 17. Tdl D eS

    Tratando de simplificar e l juego. Sin embargo, despues del cambio de damas toda vi a resaltara con ms fuerza el subdesarrollo del flanco de dama negro.

  • Diagrama nm. 30

    1 8. e X dS 1 9. A X e2 20. Af4 2 1 . Aa41

    D X e2 e X dS Td8

    Cortndole el camino al caballo negro, que sigue sin poder moverse.

    2 1 . Ae7 22. Tb3 g5 23. Ag3 f6 24. Cg61

    Es importante cambiar el alfil de rey de las negras, principal defensor de su posicin.

    24. 25. A X d6 26. Ce7+ 21. crs 28. Te1

    Ad6 T X d6 Rf7 Te6

    Sin dejarse seducir por la ganancia de un peon, las blancas siguen disponiendo sus piezas de la manera mas eficaz posible. El negro no puede ahora impedir la invasin de las torres enemigas.

    28. 29. h3 30. Te7 + 3 1 . Te3

    hS h4 Rf8

    Cambiando la unica pieza activa de las negras.

    3 1 . 32. C X e3 33. TeS+ 34. e x dS

    T X e3 Ad3 Rf7 abandonan

    A veces, para excluir del juego una pieza enemiga, es necesario sacrificar uno o hasta dos peones.

    D. Bronstein A. Belyavski 43. Campeonato de la URSS

    Erivan, 1 975 (Defensa Caro-Kann)

    l . e4 2. d4 3. Ce3 4. C X e4 5. CeS !? 6. g4!?

    e6 dS d X e4 AfS Db6 Ag6

    Mereca atencion 6 . . . . . Ac8.

    7. f4 8. De2 9. h4

    10. fSI 1 1 . g5

    e6 Ae7 hS e x rs

    (Vase diagrama 3 /)

    La idea de las blancas aparece con claridad: excluir del juego al alfil negro de g6, gracias al sacrificio de un pen y bloquear el naneo de rey enemigo. En este caso dos peones blancos bastaran para contener a cuatro del adversario. mientras el pen de

    45

  • Diar:rama 1111 111. 3 /

    mas que las blancas tienen en el naneo de dama les asegura la superioridad en el final. De momento, no obstante. la situacion general es muy tensa, pues las blancas l levan retraso en el desarrollo y su rey est mal protegido.

    1 1 . Cd7 1 2. Cb3

    Es netamente peor 1 2. C X d7, R X d7; 1 3 . Cf3, Ad6 y las blancas no conseguiran nada.

    12. Dc7 13 . Ch3 0-0 1 4. Af4 Ad6 1S. Dh2 Cf8

    Parece ms correcto 1 5 . . . . , Cb6, y si entonces 1 6. 0-0-0, podna seguir 16 . . . . , Cd5 ; 1 7 . A X d6, D X d6. En tal caso, las blancas, para instalar e l caballo en f4, tendnan que debilitar su posicin mediante c4.

    1 6. 0-0-0 17 . A X d6

    46

    Ce6 T X d6

    Nueva inexactitud. Dentro de tres jugadas, las negras mismas propondrn el cambio de damas. Por eso era mejor aqu 1 7 . . . . , D X d6.

    18. Ac4 19. Cf4 20. D X f4 21 . D X c7 + 22. c3

    Ce7 e x r4 Tdd8 R X c7 The8

    Era digno de considerarse 22 . . . . , b6. impidiendo e l traslado del caballo blanco a la casilla clave f4 ( vi a c5). Tambin parece interesante, e incluso de mayores perspectivas, 22 . . . . b5 seguido de 2 3 . . . . , CdS .

    23. CeS Cc8 24. Cd3 Cd6 2S. Ab3 Te3

    No iguala la partida 25 . . . . . Te4 a causa de 26. Tdfl , Tg4; 27. Ad J . Tg3; 28. Cf4, Ce4; 29 . Af3 con mejor juego de las blancas.

    26. Cf4 27. Thgl 28. Tdfl 29. Adl 30. Af3 31 . d X eS + 32. Cg2 33. Cf4

    Tde8 T8e7 Ce4 Rd6 c5 R X eS Td3 Td8?

    Haba que regresar con la torre a e3. tras de lo cual les hubiera sido d ificil a las blancas reforzar su posicion.

    34. Tdl 3S. T X d7 36. Td1 37. R X dl

    Ted7 T X d7 T X di + Cd6

    La estrategia de l as blancas ha tenido xito. Prctic amente estan jugando con una pieza de mas.

  • 38. Rc2 39. a4 40. Rd3 4 1 . Rd4

    a5 Rb6 Rc7 CeS

    Ahora el blanco, con paso firme, transforma su ventaja posicional en victoria:

    42. b4 43. e X b4 44. aS 4S. g X f6 46. ReS 47. bS 48. b6

    a X b4 Ce7 f6 g X f6 Af7 ReS abandonan

    El tema de la disposicin de las piezas entraa todava otros aspectos. Por ejemplo, segun los distintos sistemas de apertura, puede variar la importancia o el papel que desempea tal o cual pieza. En la defensa india de rey suele ser especialmente importante para las negras el alfil del fiancheto, mientras en la apertura espaola el primer violn de la orquesta de las blancas lo lleva su alfil de rey. el llamado alfil espaol.

    Es tambin tradicional la nocin de piezas malas. Asi, en la defensa india de rey el alfil blanco de casillas claras asume muchas veces un papel pasivo. y en la defensa francesa le ocurre lo mismo al alfil de dama de las negras. Naturalmente. esta division de las piezas en buenas y malas es algo convencional, lo que da mayor interes a los casos en que puede mostrarse lo contrario, es decir, a las excepciones.

    Veamos, entrando un poco en detalles, la cuestion del alfil de dama negro en la defensa francesa. Se han hecho ya celebres algunos ejemplos que prueban la superioridad del caballo blanco sobre el alfil malo de

    las negras en esta apertura. He aqUJ uno de ellos:

    A. Gipslis R. Emma Lyon, 1 958

    Diagrama nm. 32

    En el diagrama aparece un final bastante caractenstico de la defensa francesa. La ventaja de las blancas reside en la superioridad de su caballo sobre el alfil negro y en la posibilidad de ocupar con sus piezas las casillas d4 y e5 .

    l . 2 . a3 3. Cc3 4. TeS S. Ce2 6. Cd4 7. R X f2 8. Tel 9. R X el

    1 0. Rf2

    Ta6 Ta4 TaS Tac5 Tc2 T X f2+ Tcl T X el A eS

    La mencionada superioridad d..:l caballo sobre el alfil enemigo es aho-

    47

  • ra evidente y se apreciara todavw mejor en las jugadas que siguen:

    10. 1 1 . Cf3 12. Cg5 13 . Cf3 14. CeS 15 . Rg3 16. d4 17. Rh3 18. g5 19. Rh4 20. r x g5 2 1 . g6 22. Cg4 + 23. Rg5

    Rf7 Re7 h6 Aa4 Ae8 Rf6 Re7 Aa4 Ad1 h X g5 + Ac2 Rf6 Re7 abandonan

    Sin embargo. el papel del alfil en los finales como el que acabamos de ver no es siempre tan lamentable. Todo depende de los rasgos concretos de la posicion.

    W. Kunert K. Oppenrieder Munich, 1 95 1

    Diagrama nm. 33

    A pesar de que cuatro de los seis peones negros se encuentran en casi-

    48

    llas del mismo color que su alfil, la ventaja de las negras no ofrece duda, debido a la presion que ejercen por la columna semiabierta a y sobre el punto d4. Como pro nto se ver, tambin le espera un buen futuro al propio alfil negro.

    l . a3 2. Tac1 3. a X b4 4. Tc2 5. Ab5 6. A X c6 7. Tb1

    Tfa8 b4 Ta2 T8a4 T X b4 A X c6 Rf7

    Las piezas blancas estan atadas a la defensa de sus p eones debiles, por lo que la marcha d e l rey negro no tarda en decidir la partida.

    8. Td2 AbS + 9. Rt2 h6

    10. g4 Tb3 l l . Ce1 Rg6 12. Rg2 Rg5 13. h3 Rf4 14. Tt2+ Re4 1 5. Cf3 Te3 1 6. Tdl ? Ae2 17. abandonan

    La puesta en j uego del alfil de dama negro constituye uno de los principales problemas de l a defensa francesa. El modo ms senc i l l o de resolverlo es cambiar ese alfil frances)). Por ejemplo: l . e4. e6: 2. d4, d 5 : 3. Cd2. C ffi : 4 . e5 . Cfd7: 5 . Ad3 . c5 : 6 . c3 . b6: 7 . Ce2. Aa6: o bien l . e4. e6: 2 . d4. dS : 3. eS . eS : 4.c3, Db6 : 5 . C f3 . Ad7 : 6 . Ae2. AbS . El inco nveniente d e este cambio es qu..: hacl.! perder tiempo. Por otra parte. los verdaderos paladines de la defensa francesa en modo alguno consideran m alo su alfi l de dama. creyendo en su brillante porvenir.

  • V. Kupreichik B. Zlotnik Kiev, 1 970

    (Defensa francesa)

    l . e4 2. d4 3 . eS 4. c3 S . Cf3 6. Ca3 7. e X d4 8. Ad2 9. A X b4

    10. Ae2 1 1 . Dd2 12. h4?

    12. 1 3 . 0-0-0 14. e X f6 I S . Ad3 16. Rbl 17. Cc2

    e6 dS eS Db6 Ad7 e X d4 Ab4+ Cc6 ex b4 Ce7 0-0

    Cbc6 f61 T X f6 Taf8 h6 A eS

    Las negras intentan activar el alfil mediante ... , g6-f5.

    18 . Tdfl ?

    Lo correcto era 1 8. h5.

    18. Cg6 19. Tdl Cf4 20. AO Ag6 21 . Ral Ae4

    ( Vase diagrama nm. 34)

    El alfil malo se ha convertido en una pieza activa que mantiene vigilados ambos flancos del campo enemigo.

    22. Ccel Cb4 23. a3

    Dia:rama nm. 34

    En caso de 23. Ce5 , TeS!; 24. Cd7. DaS ; 25. a3. Da4; 26. C X 10+, g X lo ; 27. Tc l , Db3!; 28. T X eS+. Rg7 . las negras gananan bril lantemente.

    23. 24. De3? ! 2S. CeS 26. Td2 27. C X c6 28. Cd3 29. f3 30. g3 3 1 . D X d2 32. A X d3

    Ce6 DaS Da4 TeS T X e6 Tc2 Ag6 T X d2 e x d3 D X d4

    La actividad de las piezas negras se ha traducido por la ganancia de un peon y una clara ventaja posicional. Aun siguio:

    33. Tdl 34. D X d3 3S. T X d3 36. h X gS 37. Rbl 38. Rc2 39. Rd2

    A X d3 D X d3 gS h X gS Rl7 Re7 Rd6

    49

  • 40. Re3 eS 4 1 . b4 Th6 42. g4 Th3 43. Re2 Th2+ 44. Re3 d4+ 4S. Re4 Re6 46. Tb3 Te2+ 47. abandonan

    En la partida siguiente. el alfil de dama negro entra en juego por d7-e8-h5 .

    E s curioso ver cmo. gracias a esa maniobra, las negras obtienen una superioridad decisiva.

    La impresion que produjo en su tiempo el proceder de las negras fue tal que toda esta variante empezo a considerarse como refutacion ideal del sistema de apertura adoptado por el blanco. No obstante, si las blancas juegan bien. al negro no le es posible igualar la partida.

    J. Kupper T. Petrosian Tel-Aviv. 1 964

    (Defensa francesa)

    l . e4 e6 2. d4 dS 3. Cd2 Cffi 4. eS Cfd7 S. c3 eS 6. f4 Cc6 7. Cdf3 c4? !

    Precisamente esta jugada sirve de preambulo al plan de bloqueo que han escogido las negras.

    8. g4 9. g X hS

    10. Ce2 1 1 . Cg3 12. b4?

    hS Cb6 T X hS Th8

    Error principal de las blancas. m o-

    5 0

    tivado a l parecer por e l deseo d e excluir del juego al alfil francs del adversario. A una lucha compleja con mejores posibi l idades para el blanco lleva 1 2. Dc2 amenazando 1 3 . fS. y si ahora 1 2 . . . . g6. sigue el avance h4-h5 con destrozos en el flanco de rey de las negras. Tampoco es malo aqu 1 2 . b3 , manteniendo la tension en el ala d e dama.

    12. 13. a4 14. bS I S . Aa3 16. A X f8 17. Del 18. Ae2 19. Adl 20. Ta2

    Ad7 a5 Ce7 Cg6 C X fS Cg6 De7 0-0-0

    Diagrama nm. 35

    La presencia de peones debiles en a4. f4 y h2 les o bliga a las blancas a pasar a la defensa. Pronto se pondra de manifiesto que ni siquiera podrn llevar adelante su idea principal: restringir la actividad del alfil enemigo.

  • 20. 2 1 . Tt2 22. 0-0 23. Tg2 24. Tff2 2s. e x h4 26. en

    ffi Tdf8 fS I Ae8 eh4 T X h4 Ah S

    Ahora se ve cmo el alfil activado de las negras es aqu, por lo menos, tan bueno como el de las blancas.

    27. Ae2 Th8 28. Tg3 Rb8 29. Tfg2 g6 30. Tt2 Ra7 3 1 . Tfg2 Df8 32. TgS Dh6 33. T2g3 Ag4 34. Dd2 ed7 3S. Tg2 ef8 36. ee3 Af31

    El alfil negro de casillas blancas se ha convertido en la pieza mas activa del ataque y la posicin enemiga se viene inmediatamente abajo.

    37. b6+ Rb8 38. Del A X g2 39. Da3 Dh7 40. Dd6+ ReS 4 1 . DeS + Rd8 42. A X fS T X h2 43. Dd6+ Dd7 44. Db8+ Re7 4S. Ae2 Af3 46. Tg3 T X c2 47. e x c2 Ae4 48. ee3 Th 1 + 49. Rt2 D X a4 SO. abandonan

    En la variante l. e4, e6; 2. d4, dS ; 3. eS , eS; 4. c3, ec6; S . Cf3, Db6; 6. a3, c4 es caractenstico, para poner en juego el alfil de dama de las negras. el itinerario d7-a4.

    Cuando el citado alfil negro se desarrolla por b7 y su diagonal esta obstruida por su peon d5, las blancas correrian peligro en subestimarlo, pues tarde o temprano este alfil acaba por entrar eficazmente en juego.

    l. Boleslavski A. Ufimtzev Moscu, 1 944

    (Defensa francesa)

    l . e4 2. d4 3. ee3 4. e x e4 S. e X ffi+

    e6 dS d X e4 effi g X ffi

    Es arriesgado 5 . . . . , O X 10 a causa de 6. Cf3, Ad7; 7. Ag5, Dg6; 8. Ad3. 15 ; 9. h4 con ventaja de las blancas (Tarrasch- Lasker, Munich, 1 908). Por eso las negras. en lugar de 6 . . . . Ad7. han de perder tiempo con la jugada preventiva 6 . . . . , h6.

    6. en b6 7. AbS + c6 8. Ac4 Aa6 9. Ab3?1

    El cambio de alfiles dejaba a las blancas con una ligera superioridad.

    9. Dc7 10. c4 ed7 1 1 . 0-0 0-0-0 1 2. De2 Ad6 13 . a4 Tdg8 14. aS eS

    Preparndole el camino al Aa6 para que participe en el ataque contra el rey blanco.

    15 . a X b6 D X b6 16. Ae3?

    5 1

  • Errneo. Despus de 1 6. Aa4, e X d4; 1 7 . A X d7+, R X d7; 1 8. b4, las posibilidades de entrambos serian aproximadamente iguales.

    1 6. 17 . d X c5 18. Ad1

    Ab7! e x c5

    A fin de reforzar el punto f3 .

    18. 19. Dd2 20. DaS 2 1 . eel

    Tg4 ee4! Thg8!

    Si 2 1 . A X b6?, las negras daran elegantemente mate de esta manera: 2 1 . . . . . T X g2 +: 22. Rh l . T X h2+!: 23. e x h2. e x f2++.

    Diagrama nm. 36

    21 . 22. e x g2

    T X g2+ ! ed2 ! !

    S i ahora 2 3 . A X b6. las negras fuerzan el mate en tres jugadas: 23 . . . . . T X g2+ ! : 24 . Rh l . T X h2 + : 25 . Rgl . Th l + +.

    5 2

    23. Dd5

    i Para obstruir la lnea de ataque del alfil frances las b lancas tienen que entregar la dama! Tampoco se salvaban con la variante 2 3 . f3 , D X e3 +; 24. Tl2. e X 13 +: 25 . A X f3. A X 13.

    23. 24. e X d5 25. A X d2 26. Af3 27. abandonan

    A X d5 D X 62 D X al A X h2+!

    D. C entro

    La primera nocion estrategica que se 1.:: inculca al jugador d.:: ajedrez .::n cierne es la del papel y significado del centro. Es evidente que las piezas situadas en el centro ejercen ah su mxima actividad. E n un santiamen pueden trasladarse a cualquier flanco y reforzar el juego en el sector mismo donde empieza a l ibrarse la batalla. A lo largo de toda la partida el ajedrecista debe tener presente la importancia del dominio de las casil las centrales, por mucho que le apasionen los acontecimientos que tienen lugar en los flancos.

    Por centro se entiende, propiamente hablando, el cuadrado constituido por las casillas d4, d5, e4 y eS . Existe tambin un concepto mas amplio que incluye las casillas vecinas, formandose as un cuadrado de 1 6 .

    (Vase diagrama nm. 3 7)

    La toma de las casillas centrales puede efectuarse de dos maneras. Una consiste en ocuparlas con los propios peones ( centro de peones). La otra. en ocuparlas o ejercer presion sobre ellas con piezas ( centro de piezas).

    Dada la extrema importancia del

  • Diagrama nm. 37

    problema del centro. que rebasa con mucho el simple contexto de los elementos estrategicos, le prestaremos aqu especial atencion.

    Cent ro de peones

    La nocin clsica del centro respondia a la imagen de un par ideal de peones: en d4 y e4 de blancas y dS y eS de negras. Este concepto es bien conocido de todos los ajedrecistas desde sus primeras lanzas rotas en el noble juego. En la apertura italiana (o Giuoco Piano), el gambito de rey y el gambito Evans, las blancas a menudo forman ese tipo de centro, aunque para ello les sea necesario sacrificar un pen.

    E n muchas aperturas cerradas de nuestros di as. por ejemplo la defensa Tarrasch mejorada o la defensa Grnfeld, las blancas se constituyen un slido centro de peones, mientras el negro trata de contenerlo y hacer presin sobre el con piezas para luego minarlo con los peones propios. En tales casos, la fuerza del centro blan-

    co depende de su movilidad. Veamos cmo tod9 esto se realiza en las partidas de los jugadores ms fuertes del mundo, sirvindonos de ejemplo una determinada variante de apertura: la defensa Tarrasch mejorada del gambito de dama.

    P. Keres R. Fine Ostende, 1 937

    (Gambito de dama)

    l. Cf3 2. d4 3. c4 4. Ce3 5. e X d5 6. e4

    d5 Cf6 e6 c5 C X d5

    Esta jugada tiene por objeto formar un centro de peones. Otra continuacin posible es 6. e3.

    6. 7. b X e3 8. e X d4

    ex e3 e X d4 Ab4+

    O bien 8 . . . . , Cc6; 9. Ac4, bS!? (Spassky-Fischer, match, 1 972).

    9. Ad2 10. D X d2 l l . Ac4

    A X d2+ 0-0 Cd7

    En la partida Spassky-Petrosian que veremos ms adelante ( Mosc, 1 969), las negras jugaron aqui 1 1 . . . . , Cc6.

    12. 0-0 b6 13 . Tad1 Ab7 14. Tfel TeS 15 . Ab3 Cf6 1 6. Df4 De7 17. Dh4 Tfd8 18. Te3?!

    5 3

  • Era mas fuerte 1 8 . e5, Cd7; 1 9. Cg5 , Cf8; 20. Ce4, A X e4; 2 1 . D X e4; o 1 8 . . . . , Cd5, 1 9 . Cg5 , h6; 20. Ce4, Cc3; 2 1 . Cf6+! con iniciativa de las blancas.

    18. bS 19. Tdel aS 20. a4! b4?

    Era necesario 20 . . . . , b X a4!; 2 1 . A X a4, h6 con juego complicado.

    Diagrama nm. 38

    Ahora las blancas llevan a cabo una importante ruptura en el centro.

    2 1 . dS! 22. eS 23. CgS

    e X dS ed7 ef8?

    Esto hace perder la partida. Mejor defensa era 23 . . . . , h6! , aunque despus de 24. e6, h X g5; 25. e X f7 +, R X f7; 26. Te7 + tambin hubieran tenido las blancas un ataque muy peligroso.

    54

    24. e x h7 ! e x h7 25. Th3 Del

    26. D X b7 + 27. The3 28. Dh8+ 29. D X g7 30. Df6+ 3 1 . e6!

    Rf8 d4 Re7 Tf8 ReS abandonan

    En efecto, a 3 1 . . . . , d X e3 seguna 32. e X f7 + , T X f7; 33 . A X f7+, Rd7; 34. De6+ y las negras reciben mate o pierden la dama.

    No menos bri l lante fue la victoria lograda por Keres 25 aos ms tarde en la siguiente partida, gracias tambin a un centro movil de peones.

    P. Keres E. Geller M oscu, 1 962

    (Gambito de dama)

    l . d4 2. c4 3. en 4. ec3 S. e X d5 6. e3 7. Ae4

    ef6 e6 dS eS e x dS ee6 e x c3? !

    Dando le al adversario ocasin para formar un fuerte centro de peones. Mas prudente e ra 7 . . . . , e X d4; 8. e X d4, Ae7.

    8. b X c3 9. 0-0

    10. e4 1 l . Ab2 12. De2 13. Ad3 14. Tad1 15. e X d4

    Ae7 0-0 b6 Ab7 e as TeS e X d4 Ab4?

    Es mas fuerte 1 5 . . . . . Affi. Ahora vuelve a produci rse la. tematica ruptura central.

  • Diagrama nm. 39

    16. d5 ! 17 . e X dS

    e X dS De7

    Las negras no tienen nada mejor. Despus de 1 7 . . . . , A X d5: 1 8. DeS, ffi: 1 9. DhS: o 1 7 . . . . , Ac3; 1 8 . AfS ! . Tc4; 1 9 . CeS: o finalmente 17 . . . . , Te8: 1 8 . CeS con la amenaza 19 . A X h7+ . l a superioridad del blanco es obvia.

    18. CeS 19. DhS 20. e x g6! 2 1 . A X g6 22. Td3 23. f4!

    ffi g6 h X g6 Dg7 Ad6

    El ataque de las blancas no puede ya pararse.

    23. 24. Dg4 2S. Rh1 26. Ah7 +! 27. De6+ 28. Tg3 +

    Dh8 AeS + Te7 Rf7 Rg7 abandonan

    Las negras reciben mate en la siguiente jugada.

    Ni siquiera el impenetrable T. Petrosian fue capaz de resistir a esta misma estrategia en la partida que sigue:

    B. Spassky T. Petrosian 5 .0 partida del match

    Moscu, 1 969 (Gambito de dama)

    l . c4 2. Ce3 3. Cf3 4. d4 S. e X dS 6. e4 7. b X c3 8. e X d4 9. Ad2

    10. D X d2 l l . Ac4

    Cffi e6 dS eS C X dS C X c3 e X d4 Ab4+ A X d2+ 0-0

    Hasta aqui la posicion es la misma que en la partida ya vista Keres-Fine. Ahora las negras desarrollan su caballo por otra casilla.

    1 1 . Cc6 12. 0-0 b6 13 . Tadl

    Variante especialmente preparada por B. Spassky para este encuentro. En la 1 8. partida del match de desquite Alekhine- Euwe (Amsterdam, 1 937) e jugo_ mas debilmenLI.!. 1 3 . Tfd l '? ! . Ab7: 1 4. Df4 y. despues d.: 14. . . . . CaS. las negras quedaron bien. Spassky hace de la ruptura central de dS el motivo principal de su juego. para lo cual es mejor que las torres blancas se situen respectivamcnl.! en di y e l .

    13 . Ab7 14. Tfe l

    5 5

  • Diagrama nzim. 40

    14. . . . Tc8

    l. Boleslavski recomendaba aqUI 14 . . . . , Ca5 ; 1 5 . Ad3, Dd6 para si 1 6 . d5 contestar 1 6 . . . . . eS . En una partida Polugayevski-Tal ( 3 7. o campeonato de la URSS, Moscu, 1 969) se hizo 1 5 . . . . , Tc8 en lugar de 1 5 . . . . . Dd6; pero despus de 1 6. d5, e X d5; 1 7 . eS! l as negras fueron victimas de un fortsimo ataque: 1 7 . . . . , Cc4 ( era mejor 1 7 . . . . . De?) 1 8. Df4. Cb2; 1 9. A X h7+!. R X h7; 20. Cg5 +, Rg6; 21 . h4, Tc4; 22. h5 +, Rh6; 23 . C X f7 + con ventaja decisiva de las blancas.

    La jugada del texto permite tambien el importante avance central.

    15 . dS ! 16. A X dS 17. Df4 18. DfS 19. e X dS

    e X dS CaS Dc7 A X d5

    El pen pasado de las blancas decide ahora el tesultado de la lucha. ya que el negro no consigue defenderse con el principal mtodo empleado

    56

    en estos casos: el b loqueo. Por ejemplo: 19 . . . . , Dd6; 20. Cg5 , Dg6; 2 1 . D X g6, h X g6; 22. d6, Cb7; 23 . d7, Tcd8; 24. Te7 , Cc5 ; 25. Td6; o 1 9 . . . . , Cc4; 20. Cg5 , g6; 2 1 . Dh3, h5; 22. Ce4, Cd6; 23. Cf6 + , Rg7 ; 24. Dg3 con ventaja c lara de las blancas en ambas variantes.

    1 9. 20. Df4 21 . d6 22. d7

    Dc2 D X a2 Tcd8

    Este pen inmovi l iza las dos torres enemigas. La posicin de las negras esta ya perdida. E l j uego siguio todavia.

    22. 23. Df5 24. Tdcl 25. Tc7 26. Cd4 27. Tc8 28. Cc6 29. ex dS ! 30. Cc6!

    Dc4 b6 Da6 bS Db6 Cb7 Cd6 e x rs abandonan

    A raiz de la derrota que acabamos de ver. el propio Petrosian aadio este sistema de juego ( con las blancas) a su panoplia. Demostr ademas que el centro de peones ofrecia ciertas ventajas suplementarias, ideando un plan de ataque, nuevo en esta clase de posiciones. en el flanco de dama.

    T. Petrosian M. Tal Moscu. 1 972

    Las 1 2 primeras jugadas son las mismas que en la partida Keres- Fine. vista anteriormente.

  • Diagrama nm. 41

    13 . a4

    El npico ataque de minonas. posible aqui gracias a la posicion del caballo negro en d7.

    1 3. 14. Tfe l I S . Ad3 16. aS

    Ab7 TeS ebS ee6?!

    Era mejor 1 6 . . . . . b X aS: 1 7 . T X aS . Cc6 .

    17 . a X b6 e x d4

    Un error. que da a las blancas ventaja decisiva. Habia que jugar 1 7 . . . : , D X b6. aunque tambien asi prefenble la posicin blanca.

    1s. e x d4 19. b X a7 20. Ta3 21 . h3 22. Tel

    D X d4 TfdS A aS h6 Db6

    Aqw no era posible 22 . . . . , A X e4'? a causa de 23. T X c8. T X c8: 24.

    a8=D, T X a8; 25. T X a8, A X a8: 26. Ah7+, etc.

    23. T X eS 24. Ta2 25. De3 26. Tal 27. Afl 2S. Da3 29. DaS 30. Da3 3 1 . Da6 32. Db5! 33. Da4 34. Tbl 35. DaS 36. eS 37. TbS 3S. Da3

    T X c8 Te7 Db3 Td7 Db2 Db6 Db2 Db6 DeS Dd4 Dd6 TdS Rh7 Dd4 TdS abandonan

    En suma, el bando que posee un centro movil de peones debe esfozarse o por crear un peon pasado o por atacar en uno de los dos flancos. La eleccion del plan dependera de las caractensticas concretas de la posicin dada.

    Los mtodos mas eficaces de lucha contra un centro de peones son la contraofensiva o ruptura en el centro. el bloqueo y la presin por medio de piezas. En general, las simplificaciones son ventajosas para el bando que se defiende, ya que entonces aumenta la importancia de los peones laterales.

    La partida siguiente ilustra bien el metodo de presin de piezas en el centro.

    T. Petrosian R. Fiseher 8.a partida del match Buenos Aires, 1 97 1 (Gambito de dama)

    l . d4 2. e4

    effi e6

    5 7

  • 3. ef3 4. ec3 S. e3 6. a3 7. Dc2 8. b X c3 9. Ab2

    10. Ad3 1 1 . 0-0 12. ed2

    dS eS ec6 ee4 e x c3 Ae7 0-0 b6 e aS

    Men:cia atencion 1 2 . e X d5 . evitando el cambio de caballos.

    1 2. 13. e x c4 14. A X c4 1S. e4 1 6. De2

    d X c4 e x c4 b6 Ab7 TeS

    La posicion esta mas o menos equilibrada. Ahora las blancas teman que haber parado la amenaza 1 7. . . . . e X d4: 1 8 . e X d4, A X e4 mediante 1 7 . Tac1 o 1 7 . Ad3 .

    17. Ab3? bS I 18. f4 Db6 19. Rh1

    Perdida de tiempo. Era mejor 1 9. fS.

    19. 20. e X d4 21 . a X b4 22. dS?

    e X d4 b4 A X b4

    (Vase diagrama nm. 42)

    Las negras estaban bien preparadas para contrarrestar este ataque l!n 1!1 centro. Por l!so aqUI no til!nl! el mismo efecto que en las partidas vistas precedentemente. Era ms fuerte 22. Tf3, impidiendo la siguiente jugada del negro.

    5 8

    Diagrama nm. 42

    22. 23 . A X e3 24. Ae2 2S. eS 26. Dd2 27. Tab1 28. Tf2

    Ac3 T X c3 e X dS Te3 d4 Da6

    No es mejor 28. D X d4, De2: 29. Tgl , Aa8 con fuerte ataque de las negras en vista de la amenaza 30 . . . . . Tg3!

    28. 29. Rgl 30. A X e4 3 1 . h3

    Td8 Ae4 T X e4 d3

    Parece como s i se h ubieran invertido los respectivos papeles de ambos bandos. Ahora son las negras quienes tienen un pen pasado en el centro y el ataque al rey enemigo.

    32. Tb3 33. Tb2 34. g3 3S. Rh2 36. Ta2

    Dc4 Tdd4 TdS TbS Tb 1

  • 37. g4 Te2 38. T X e2 d X e2 39. D X e2 D X f4 + 40. Rg2 Tb3 4 1 . abandonan

    Efectivamente, si ahora 4 1 . Df2. seguina 4 1 . ... De4+: 42. Rh2. Tf3: 43. Dg2, Dg4+ y las negras ganan la dama.

    Ademas del centro mvil del que acabamos de hablar, existen otras estructuras de peones centrales en las que no nos detendremos aqu, dado el caracter limitado de este trabajo.

    Centro de piezas

    Si la ocupacion del centro con peones no desempea un papel decisivo en la lucha o si no hay peones disponibles para ese menester, cada uno de los dos bandos trata de dominar las casillas centrales con piezas. La batalla de piezas por el control del centro se caracteriza de ordinario por una extrema tensin. Son necesarias finas maniobras para asegurarse desde el principio la superioridad en el centro y poder as atacar sin riesgo en uno de los flancos.

    El siguiente ejemplo nos muestra algunas peculiaridades de este tipo de lucha.

    (Vase diagrama num. 43)

    La po!>icion aqu1 representada pro \'icne de una partida Botvinnik- LiIientbal ( match-torneo. Moscu, 1 94 1 ).

    Ninguna de ambas partes puede formarse un centro de peones. por lo que la batalla gira en torno al dominio de las casillas centrales con piezas. Las fuerzas negras estan ya bastante centralizadas y. a primera vis-

    Diagrama nm. 43.

    ta, su posicion parece solida. N o obstante, las blancas tienen la posibilidad de utilizar tambien sus peones del flanco de rey en la lucha por el control del centro y desorganizar asi la actual disposicin de las piezas enemigas.

    l. ... bS

    Tratando de impedir el avance g4 del adversario. Pero la jugada del texto tiene el inconveniente de debilitar el propio flanco de rey.

    2. Tael Dd7 3. Rb2 Rb7 4. Ag5

    Para que el caballo de e2 participe a su vez en la batalla por el centro.

    4. CeS 5. Cf4

    Mas fuerte. como lo indico Botvinnik mismo. hubiera sido 5. Cd4. En tal caso. despues de 5 . . . . . Ad3: 6. Tgl , Cfg4+: 7. Rh l ! ( si 7 . h X g4? . seguina 7 . . . . . C X g4+: 8. Rh l .

    5 9

  • A X d4, las piezas negras ocupanan posiciones precarias.

    5. 6. A X f6 7. Ce4

    c6 A X f6

    Al paso que refuerzan su presion en el centro. las blancas preparan un ataque al debilitado llaneo de rey del oponente.

    7. Ae7 8. Dc3 Dc7 9. Ce21

    Abriendole camino al p.!on f2 para expulsar del centro al caballo enemigo. Las negras tenan ya que pensar en facilitarse la defensa mediante 9 . . . . . A X e4; 1 0. A X e4, Af6: 1 1 Dc2. 0!7.

    9. 10. f4 1 1 . Cd4

    Tad8 Cf7 Ch6

    Por fin. tras dura lucha de maniobras, han afirmado las blancas su predominio en el centro. El golpe de gracia no se hace esperar.

    12. Cg5 + abandonan

    A 1 2 . . . . . A X g5 ; 1 3 . fX g5 , Cg8 sigue 1 4. C X f5 , g X f5 ; 1 5 . T X f5 con ataque decisivo al desamparado rey negro.

    Una centralizacin integral>> como la que acabamos de ver se da pocas veces. Mas a menudo hay que contentarse con centralizar una u otra pieza. Detengmonos a examinar este caso con mayor detalle.

    El rico patrimonio que nos legaron los maestros del pasado ofrece no po-

    60

    cos ejemplos del modo de explotar la centralizacin de una pieza. Es upica, por ejemplo, l a estrategia de H. Pillsbury basada e n centralizar un caballo. He aqui uno de los primeros modelos de esa e strategia.

    H. Pillsbury l. Hanem Nueva York. 1 89 3

    (Apertura del peon d e dama)

    l . d4 d5 2. e3 e6 3. Ad3 Cf6 4. f4 Ad6 5. Cf3 b6 6. 0-0 0-0 7. c3 eS 8. Ce5 !

    Diagrama num. 44

    Tenemos ante nosotros una upica formacin Pillsbury>> en la que el caballo de s asume .!l principal papel. Ahora les convendria a las negras cambiar los alfiles de casillas blancas mediante 8 . . . . , A a6 .

  • 8. 9. Cd2

    1 0. Tf3 1 1 . Th3

    De7 Cc6 Ab7 e X d4?

    Lo correcto era 1 1 . . . . , g6.

    1 2. A X h7 +1 13 . Dh5 14. D X h7 + 15. e X d4

    e x h7 Tfe8 Rf8

    y las blancas explotaron fcilmente su ventaja hasta convertirla en victoria.

    Ms tarde Pillsbury perfeccion su idea, desarrollando el alfil de dama ( por g5) antes de formar la cadena de peones.

    El mayor exito de su carrera - 1 .

  • P. Keres S. Flohr Semmering, 1 937

    ( Defensa Grnfeld)

    l . d4 2. c4 3. CfJ 4. g3 5. Ag2 6. e X dS 7. 0-0 8. Cc3 9. b X c3

    Cffi g6 Ag7 c6 dS C X dS? ! O-O C X c3 c5

    Nos hallamos ante una posicin terica de la defensa Grnfeld, aunque con un tiempo de ms por parte de las blancas.

    1 0. Aa3 e X d4 11 .. e x d4t

    Despus de la jugada natural 1 1 . e X d4, las negras tendran buenas posibilidades de igualar la partida mediante 1 1 . . . . Cc6; 1 2. e3. Ae6.

    Diagrama nm. 46

    62

    He aqw el comentario de Keres acerca de esta posicin: La ltima jugada de las blancas tiene por principal objeto ejercer presin en el flanco de dama. El c aballo ocupa un puesto dominante e n el centro, los alfiles blancos disponen de buenas diagonales y, por otro l ado, la debilidad del pen c3 no es muy importante en la prctica si se considera lo adelantadas que estn las blancas en el desarrollo. El negro deber hacer frente a graves dificultades. Aadamos por cuenta nuestra que tampoco es despreciable la presin eventual de las blancas por las columnas d y b.

    1 1 . Dc7 1 2. Db3 Af6

    Ms lgico parece 1 2 . . . . , Ca6.

    13 . Tfd 1 14. c4 15. Db4

    Cd7 CeS Ce6?

    La continuacin 1 5 . . . . , Ca6; 1 6 . Db5, Tb8; 1 7. c5 , Td8; 1 8. e3, Ad7; 1 9 . c6, A X d4; 20. T X d4, A X c6; 2 1 . T X d8+ , T X d8; 22. A X c6, O X c6; 23 . D X c6, b X c6; 24. A X e7 desembocara en un final favorable para las blancas, lo cual, no obstante, hubiera sido un mal menor.

    1 6. CbS DeS 17. Tacl ! Td8

    Aceptar el sacrificio de peon, 1 7 . ... , O X e2, era peligroso en vista de 1 8 . Cc3, D e5 ; 1 9 . Cd5 .

    1 8. TdS 1 9. e X dS 20. Ca7 !

    T X dS a6 Cd4

    Tampoco salvan la partida otras continuaciones: 2 0 . . . . , T X a7; 2 1 .

  • T X c8+, Cf8; 22. Db6, Dd4; 23. Ac5; o 20 . . . . , Ad7; 2 1 . d X e6.

    21 . T X eS+ 22. e x c8 23. h4 24. De4

    T X c8 D X e2 ers abandonan

    Resulta curioso encontrar casi la misma posicin del diagrama precedente en otra partida, RomanishinSveshnikov (Cheliabinsk. 1 974) iniciada con una apertura distinta:

    I . c4 2. g3 3 . Ag2 4. ef3 S. 0-0 6. d3 7. e4 8. Ce3 9. e X dS

    10. e X d5 1 1 . d4 1 2. e x d4 1 3 . b X c3

    e6 d5 g6 Ag7 e5 Ce7 0-0 b6 e X d5 e x dS e X d4 e x e3

    Diagrama nm