ezequiel a. chávez reflexionando. para que la vida suba de nivel

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1968

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    EZEQUIEL t\. {HAVFZ/

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    'Reflexionando PARA QUE LA VIDA SUBA DE NIVEL

    I-1922 -1944-

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    Asociacin (" vil: "Ezequiel /\'. Chvez"

    Mxico, D. F.

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  • Derechos Reservados por la Asociacin Civil "Ezequiel A. Chvez"con domicilio en Diego Becerra 9, Mixcoac, M,dco (19), D .. F.

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    Primera Edicin

    Asociacin Civil "Ezequiel A. Chvez"

    Junio de 1968. 600 ejernplar es.

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    ,A quien lea estas pginas:

    Un sentido comn, poco comn; un humilde pero anhelante pro-psito de encontrar la Verdad, un nimo notablemente sereno yabierto, un rico patrimonio de pensamiento cristiano, orientan uimaestro Ezequiel A. Chvcz seguramente, casi dira de modo infali-ble, en una forma realmente admirable y hasta conmovedora. atravs del laberinto del pensar filosfico moderno, para ponerlosiempre en el camino hacia la Verdad y el Amor - an entoncescuando In se resuelve totalmente el problema considerado.

    una vez ms se proclama en estos escritos de Don Ezequiel eltriunfo del espritu sobre la materia, de la libertad sobre el deterrn-nismo ciego, de la realidad sobre el seudo idealismo de Dios - y pre-c'samente del Dios Cristiano - sobre la incredulidad.

    Pbro. Francisco M. Aguilera.

    Dr. en Teologa.

    Mxico, 25 de enero de 1957.

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    9

    Entrando en materia:

    8 de abril de 1922.

    Unido a Dios estaba Abiahan, que por su virtud lo reconoca.y esto precisamente fortificaba el "yo" de Abrahan, y le daba den-sidad: este yo valeroso, lleno de EJ. No pensaba perderse en El, enconfundirse con El, en renunciar a ser Abrahan, en frente de El, lse mantena al contrario, muy derecho y lcido; a distancias espan-tosas, ciertamente, puesto que Abrahan no era ms que un hombre;unido s: I embargo a El por el conocimiento. consagrado por su unincon El y por la de El con Abrahan. Por Abrahan y por h Alianzaconcluida entre Dios y l, alguna cosa que antes no exista se habaintroducido en el mundo. Abrahan desde el pnncipio haba admiti-do y afirmado la existencia de Dios porque haba intudo Su existen-cia, nada ms pronunciando Su Nombre, lo cual era como el sellocon que sellaba la intuicin que haba tenido de El; que fue lo mis-mo que a m me pas cuando le di este nombre: El Infinito Prop-sito y este otro: El Incondicionado; y ste: El que tojo condicio-na; y ste: el Misterioso Origen del Amor. "Que lucra Dios slo,era el rasgo distintivo de su grandeza".

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  • 10

    12 de diciembre de 1922.

    En dos palabras: cuando cada ciencia se; considera por si y ens misma da, la idea d., que est separada de; todas las restantesC0l110si S2 encontraran lo; asuntos de cada una de ellas en cajonesdistintos inconexos y de diferentes tamaos que no formaran partede un slo mueble. y as son para cada individuo los libros especia-IC$, las revistas, las informaciones del dentista o del mdico, quenada tienen que ver con las artes del marino, ni con los clculos delconstructor de puentes. Desmigada la naturaleza cada cual coge sunll'ndrLlgo que corno aparte.

    Contra esta especie de fragmentacin de la naturaleza cada unoimpllcitamente protesta y porque se rebela a aceptarla intenta refe-rir su ciencia o su arte a lo que 12 parece que ser alguna verdadgcn,Tal que se forja la ilusin de que est en el fondo de ella. Lanccesidad psquica de hacerla as hace ver que el hombre no puedevivir mentalmente sino ponindose en relacin siquiera sea ideal, conl'd:\lllo existe,

    Por esa misma necesidad de sntesis, caracterstica del espritu hu-m:\I10 todo hombre sistema tiza sus conocimientos mediante suposi-C;Oill'S:las de las ciencias que en las primeras pginas de los librosque de ellas tratan suelen presentarse como verdades evidentes y axo-mt icas aceptadas por el comn y universal al sentir, pero que 011rea-iidnd no pueden probarse. Cuando el quimico declara que la naturalezaIlL'est formada ms que por cuerpos que reaccionan los unos para,'l)11los otros, gen .ralmcnte tajos aceptan su dicho; pero el ezpiritucrit ico suele resistirse y declara: que C:S2 materialismo universal distamucho de estar probar.o, porque ningn cuerpo nos e" cene-ido siIh' es por la resistencia que uno opone: resistencias visuales, resisten-,'i:\,; u.ctllcs, resistencias musculares, olfativas spidas: y que quien.h'.' resistencias. s610 diez cnargias, de suerte que la materia se re-solvcra al cabo e!~ cncrmaa, esto es, en algo c;~;enadie sabe qu :::e

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    11

    y que apenas si concebimos asemejndolo a nuestras propias energasa las que nosotros sentimos que imperan y que hacen que se desarro-lle nuestra vida, bien o mal.

    Asi: en primer trmino, apenas estudiamos un poco cualquieraparte del Cosmos, la disgregamos y slo una parte pequesima acier-ta caria uno de nosotros a medio examinar; en segundo trmino apa-rece la tendencia imprescindible en cada uno a reconstruir de algnmodo el todo; en tercero, la crtica de esa tendencia y por lo mismola demolicin de nuestras sntesis, lo cual nos orilla; en cuarto lu-gar, a lanzarnos a hacer otra mera sntesis, Las que desde el prin-cipio de los tiempos han hecho los hombres tienen un carcter obje-tivocuando. como pueden imagnarlo los qumicos, se esfuerzan enreducirIo todo, sin ms ni ms, a lo que llaman materia, o cuandocomo en el caso de los fsicos tratan de convertirlo todo a lo que ima-ginan que sean simples frmulas de mecnica, o cuando como lo ha-ran psiclogos pretenden encontrar en todo manifestaciones de dina-mismos psquicos, Las ms profundas v ms filosficas de talessin tesis seran sin duda estas ltimas?

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    Los ensayos de comprensin del universo intentados de otra ma-nera, er: funcin de una relacin que entre los fenmenos se suponeque existe, tratan de referir cada uno de ellos a algn otro, consi-derando a este ltimo como antecedente incondicional e indispensa-ble al que se le da el nombre de causa; pero si las causas y los efec-tos se concibieran sin que se entretejiesen unos con otros ias causastodas con los efectos, t(\r'fn

  • , ,,1 jllles, por su definicin misma quedan demolidas, como los tomos'1"" la Academia de la Lengua define diciendo "tomo: elemento,,,/1 u-rial primario e hipottico de la composicin de los cuerpos que" l'imsidera corno indivisible e indefinidamente pequeo" por lo cual",.,liJmente se le llama tomo: de a, privativo, y cortar, dividir, porque,,/1 ;;11 le puede; dividir, pero que se ha desintegrado ya por los Doc-IIII:~ Walton y Cockroft en el Laboratorio Cvendish (le la Univer-,,I/M de Can bridge segn todo el mundo puede leerlo en el Su-1",;"lento Educativo del Times de Londres del 7 de mayo de 1932...\ Wsar de eso torna a intentar hacer otra sntesis que cuando me-1/"" consiste en que siente que el universo, despedazado, demolido,,/lIlIlizado entra sin embargo todo entero en su propio pensamientod" .nodo que as su pensamiento lo comprende y lo junta, ,de dnde, 1",jI! esta formidable necesidad de sntesis si no es de la necesidadd' "111 cnder y de ponerse en relacin con todo, COIl todo, hasta lo Infi-Id'"' es decir hasta Dios? De dnde puede venir esta necesidad alI ,,,I//Jl'e, sino de que el hombre tiene hambre y sed de Infinito, esto,," di' Dios?

    Enero 1928.

    ;,upervivencia y retrogracacln pero ms retrogradacin que su-l' . vivencia es la familia otomi en parte de la altiplanicie Mexicana:1,1 r arnilia otomi que viaja con su hogar a cuestas: la madre que1/0'\" al nio a la espalda eternamente y que no tiene nada, nada,,\0,,1;' '''' el mundo ;{i.5 que su pcore batea con tequesquite entre las",,,"liS descarnadas, su nio, desnudo y haraposo a la espalda y su,,,I,oIl/'a lastimera en la [~:.trganta: de dnde viene", de un hondo1""",ilrJ secular formado por un milenario crepsculo vespertino: sus

    13

    antepasados ms remotos vieron llegar a los toltecas que los disper-saron, a los aztecas que los redujeron a ser simples sombras, a losespaoles que impusieron en la tierra su dominio, ~ los mexicanosque no los entienden, que no les hablan, que son de otra raza, quetienen otra lengua, y no alumbra todavia la divina claridad de laredencin que hasta ellos llegue, cuando haya brazos que con amorles tiendan los medios materiales de la vida a la par que las albo-rcantes luces de una cultura adaptada a las brumas de su adolori-do y helado espritu sobre el que, el nico reconfortamiento que hallegado es la religin catlica que lo emancipa del eterno presentedoloroso cuando lo eleva en una nconcienca anonadada: entre el hu-mo del incienso en las iglesias catlicas y el repique clamoroso de lascampanas ..

    12 de agosto de 1928.

    La Reforma Social

    De qu manera corregiremos los errores en que hayamos cado?Claro que para corregirlos tendremos que observar primero nuestrosactos y sus efectos y apreciarlos debidamente: sin pasin ni extravo.No tendremos que hacer otro tanto con los errores de nuestrosgobiernos? Deliberaremos primero serenamente. Acaso calificamos susactos lJamndolos, sin razn, errores, Si despus de un examen des-apasionado, en el que no solo nosotros intervengamos, llegamos alconvencimiento de que nuestros gobernantes proceden mal, debe-mos derrocarlos? No sera este remedio peor que la enfermedad?

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    Las violencias sacrifican innumerables vidas inocentes; siembran laruina y la desolacin, y rara vez alcanzan el fin que a costa de l-grimas y sangre prometen. No es mejor para vadear un ro cru-zarlo en sesgo? La reforma segura, el progreso real, se conquis-tan violentamente? Slo se logran cuando se crea a su respecto unaopinin pblica inteligente y poderosa que, llegando a ser la de lamayora de los hijos del pas, viene a ser incontrastable, como uninmenso ro, y se impone al fin, avasalladora, contra todo y con-tra todos.

    Creer la opinin pblica es lo mismo que educar para la vidasocial, al pueblo. Un nio deja de ser caprichoso, y no vuelve a co-meter tonterias o maldades, cuando es ms fuerte en l su razn quesus infantiles impulsos y sus instintos. Fortalecer su razn, para quearmoniosamente viva en comunin de trabajo y de buen servicio contodos, es educarlo. Eduqumonos nosotros mismos en este alto y no-ble sentido. Eduqumonos, a fin de crear, corregir y perfeccionarconstantemente la opinin superior comn que, para bien del mun-do, a todos nos gobierne. Asi sern corregidos nuestros errores, y,cuando caigamos, no quedaremos hundidos en el fango, sino que noslevantaremos en seguida, puestos los ojos en lo alto, iluminados y for-talecidos por la luz de una nueva esperanza,

    9 de abril de 1931.

    El crecimiento del alma

    Hace ahora sesenta y dos aos cuatro meses y veinte das q110nac; esta es cronolgcamente mi edad. Cul es la que psquica-mente tengo? Es que en efecto, como 10 sugieren quienes hacenmedidas de desarrollo mental, las almas van cambiando de edad?Cul es entonces la edad de mi alma? Es que mi alma tiene unaedad? Es que hay un verdadero crecimiento espiritual? Es quehay un decrecimiento del alma, que con la edad S2 produzca?

    Juan Driesh declara que no sabe si ciertamente existe algunaevolucin del alma; as por dos veces lo dice en La Crisis de la Psi-cologa. tal como me h hacen ver las piig;-s7G y 134 de ia traduc-cin inglesa de este libro, publicada por la Universidad de Yale en 1925.

    1

    Me examino a m mismo con todo cuidado; examino mis pasa-das vivencias, aun cuando s bien cun difcil es examinarse bien,porque se olvida uno casi siempre de lo que antes fue, y. porqueacaso no puede uno poner sobre lo que antes fue, su alma de des-pus, que no le permite ya saber cmo fue su alma de antes.

    Ser posible hacer abstraccin del que no es para revivir al quefue? Si uno es el mismo que el que fue, claro que es posible iden-tificarse con uno mismo; si no es el mismo, sin duda la identificaCinno es posible.

    En parte no es ni puede ser el mismo: yo s bien por la que am toca y todo el mundo lo sabe por lo que le toca, que el horizontepsquico se agranda momento por momento ante el ~;;.evive: S~ haagrandado ante m y se agranda sin cesar porque no es nur .ea :;;.perpetuacin pura y simple del anterior: el q.ie vive sin embargo noes su horizonte; su horizonte y l no SE' COnfU11(1:;n.

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    Yo s igualmente por lo que a mi se refiere y todo el mundo losabe por lo que se le refiere, que he enriquecido desde que nac yque sigo enriqueciendo sin cesar mi saber, aun cuando slo sea conlo que parezca.minsculo e insignificante: con la impresin nueva queme causa cualquiera percepcin, nueva ella misma porque an re-lacionndose .con otras precedentes algo nuevo tiene: el calor de lahora, el estado fsico en que la percepcin se tiene, el panorama mo-dificado, ef ambiente, el yo que la tiene, a cada instante ms ricao ms pobre, y diferente, por lo que Driesh con razn declara queno existen nunca reproducciones mentales de vida, sino que hay siem-pre nuevas producciones, creaciones, de igual manera que lo dicetambin Enrique Bergson; pero esta riqueza nueva que me da lavida mental simplemente porque la vivo, no me altera en mi mismaesencia: est en torno mo: es lo que se llama a veces el contenidomental.

    Yo s tambin, a poco que me introspeccione y me retrospeccio-no, que he venido readaptando y que sigo readaptando cada una demis maneras de conducirme en cuanto a todo; y que he hecho y sigohaciendo mis readaptaciones, a consecuencia de las incesantes ex-periencias de mi vida siguiendo ms o menos diestra o ms o menostorpemente las lecciones que hasta donde me es posible aprendo deesas experiencias, gracias a las cuales he hecho innumerables recti-ficaciones que sigo haciendo an; pero este adiestramiento no esms que un mero adiestramiento y la adaptacin misma no es msque una adaptacin, externa aqulla y externa sta, para el quese adapta y modifica su conducta rectificndola.

    S en fin que me retiro ahora y niego mi aquiescencia a veces,pero no la negaba tambin a v[des cuando era adolescente; cuandoera nio?

    En mi ntima esencia pues, soy el mismo. Verdad es que ahora,a fuerza de confrontar las situaciones de la vida por las que va to-

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    cndorne mi turno que pase con las que s que atravesaron mis pa-dres con relacin a mi mismo en otro tiempo, me sustituyo a ellosy ponindome en su lugar me hago cargo de lo que sin duda expe-rimentaron con relacin a m y que entonces se escap a mi com-prensin y as los quiero ms con un reverente amor lleno de infinitaternura. Esto si llega al fondo de mi mismo y quiz esto si me hahecho crecer.

    Verdad tambin que pensando en escritores a quienes no conocio que imperfectamente conoci y estudiando ms a fondo sus escri-tos, pensando ms a fondo en hombres distinguidos l quienes conocy que ya han muerto y en hombres muertos ya tambin y a quienesno conoc, pero que ahora entiendo un poco porque procuro llegarhasta su ms intima psicologa estudindola en sus obras y en susacciones, siento que mi alma se agranda al ponerse Pll ('()P111J1incon'la suya y que esto es tambin, me parece, una forma de crecimientomental, un verdadero crecimiento.

    Me pregunto por lo mismo, no consiste entonces el crecimientodel alma en eso mismo, en ir ms all de ella a otras almas, hastaentender un poco lo mejor de ellas y amar y admirar lo mejor deellas? Crecimiento? .. La palabra no es buena. Mejoramiento, s;purificacin; liberacin; acercamiento al bien.

    y al pensar en esto me siento posedo de amor al Infinito e Inefa- .ble Propsito de cuanto existe que, fijando las posibilidades de me-joramiento de cuanto existe, me ha dado a m las de mejorarme alpermitirme que entienda cada vez menos mal, ame de un modo cadavez menos imperfecto y que entendindolo a El Mismo cada vez unpoco ms me permite volar hacia El.

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    9 de abril de 1931.

    Los defectos de discernimiento Y de juicio;los d e f e c t o s de perspectiva de la mente; losd e f e c t o s del carcter. C6mo podremos logrart l' a n s t r m a r los e n b u e n a s c u a 1 ida d e s y pon e r

    f i n a todos ellos, sino ',epudindolos?

    No es cierto que se originan los primeros en la falsa estimacinque r.os formamos de nosotros mismos a causa de los goces de quedisfrutamos: de ias riquezas materiales que tenemos; de la posicinsocial de que disfrutamos; de las gentes que estn a nuestro servi-cio; de las que hacen lo rue nosotros les mandamos que hagan?

    y no paramos mientes en que todo eso es transitorio y delezna-ble; que nuestros goces son pasajeros y engaosos; que muchos dsellos estragan ms o menos de prisa nuestro organismo; que otrosnos impiden conceder atencin a lo que nos importa; que todos con-tribuyen para que aumente la superficialidad e inconsistencia de lavida, por la que somos llevados de aqu para all como despojos deun naufragio, ludibrio del viento y de las olas.

    ;":0 nos hacemos cargo que las riquezas materiales que tengamosson todas efmeras y mudables, y que al cabo cuando la miseria f-sica de nuestro cuerpo 2i1 la que podemos caer destruya' o disminuyanuestra posibilidad de hacer uso de ellas. porque nuestros sentidosse emboten y nuestra memoria se nuble y nuestra inteligencia des-maye, sern lo mismo que nada, hasta que cuando nos llegue lamuerte, todas ellas dejan absolutamente de servirnos aunque seanlas ms grandes de toda la Tierra.

    No pensamos en que la posicin social y el buen nombre de losque disfrutamos sufren con el tiempo, como todas las cosas huma--nas, por el desvo, por el olvido, por la imposibilidad material en que

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    19

    al cabo los progresivos achaques de nuestra salud nos impiden co-rresponder a las atenciones y a la deferencia con que se nos trata.

    No advertimos que aquellos que nos sirven y a los que man-damos, puede llegar un momento en que ya no nos sirvan ni hagancaso ya de nuestros mandatos.

    No comprendemos en suma que solo Dios es eterno, que El sloes nuestro nico amparo; que de El todo al cabo depende; que comodijo admirablemente Pascal la nica miseria absoluta es la del hom-bre para quien ni la eternidad de su propio ser ntimo existe, ni exis-te, Creador ninguno de todo Io que vemos y de nosotros mismos.

    Nos es indispensable en consecuencia, rehacer nuestra propia edu-cacin a cada Instante por nosotros mismos para que no olvidemosque por nosotros mismos no valemos n.&la,y ~!!e nada vale ii :;clos valores de hombres mudables I menos por los valores materialesdel dinero y de los bienes materiales porque de todos ellos al cabo,~.ms y ms cada da, nos vemos forzados a desprendernos.

    En tanto que esto ocurre busquemos en las vidas admirables dehombres buenos y en sus virtudes, gua y ejemplo, busqumoslos enlas vidas de familias que por su ntima cohesin y por su buena in-fluencia en bien de todos debamos considerar como el mejor modelo".

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    Mxico, 1932.

    El desquiciamiento de los hogaresy el de las almas.

    La nueva condicin en que vienen concertndose y desbaratndo-se I:1s familiasi un da hechas; al poco tiempo, por el divorcio, des-hechas, Y tornadas a hacer con cnyuges diferentes, es claro que nova a' Jermiti'r ya que entre quienes as conviven, en uniones doble-mente cfmerlis: efmeras porque de hecho lo sean, y efmeras por-que se constituyan bajo el signo de la incertidumbre de su duracin,SE produzcan aquellos estados de nimo que Santiago Chardonne des-cribe cuando habla de las "relaciones verdaderamente ntimas" enlas que existen "la igualdad original del par", no la superioridad deuno y la inferioridad del otro, no la desconfianza, el recelo y la in-quietud, ni el cansancio y la tensin nerviosa, sino la igualdad aban-donada Y confiaela de ambos, con "una completa libertad de lengua-je" corno la que se tiene cuando se habla uno a s mismo", "y a lapar" con "una consideracin recproca"; condiciones, las tres; aque-lla igualdad, esa libertad, esta recproca consideracin, "para que elamor cumpla su fin": vigorizar y perfeccionar a quienes se aman.

    Quil.'re esto decir que tal tipo de amor, el verdadero, el que exigecomo el mismo Chardonne lo observa, "un abrigo independiente parala pareja, un campo cerrado en el que la sociedad no entre, en elque el desorden sea posible" porque lo ordena un orden ms fuerte,('1 de la armona del par; "en el que, alguna cosa viviente, brava y('omplicada, pueda, sin embargo, unir "los corazones desemejante s yImidas", vulvese imposible, en las nuevas condiciones de inc:ertidum-hrc ('/1 que nacen los hogares.

    Imposible tambin que en tales condiciones la familia llegue a",.1' lo que necesita ser: "un ...undo de sentimientos ciertos, con susJ;t!O!ll~OS profundos que le abren a uno el alma", ni que de ella pueda

    .21

    decirse como de la verdadera familia dice Chardonne que "dichosa odividida" por la pena, "y ms cohesiva an al travs de la afliccin,es ella la que rebela" a cada uno de los que la forman "todo lo queel corazn puede contener".

    La verdad de estas palabras no podr sentirse por quienes no ha-yan tenido verdadera familia ni experiencia, par tanto, de como elalma de cada uno de los que la forman se robustece y consolida, sehace seria y grave cuando 'Un dolor que a todos los hiere, al hender-los deja que por las hendiduras las almas se junten. Entonces cadauna SE ve mejor a si propia. Antes quizs no haba llegado a versede veras. y se vuelve cierto lo que Chardonne afirma: "Sin la aflic-cin" que, parecendo despedazar un hogar acerca a quienes lo cons-tituyen, no se conocera uno".

    Por otra parte, como Charrlonne 10 advierte: "en geJlerai el hom-bre tiene pocos conflictos con la sociedad" - conflictos verdaderos.conflictos hondos, de conciencia. No los tiene en las sociedades bien~onstituidas en las que saben respetar las conciencias; pero en todocaso s los tiene dentro de s mismo que es donde se suscitan "losproblemas difciles, las luchas y los escrpulos desgarrantes, la pie-dad, la violencia, la razn" y "por un contacto estrecho entre seres,,,1 matrimonio" digamos mejor, la familia bien unida _ "reanimaesos combates ntimos a la par que las potencias de amor que po-drian extinguirss", No se produce naturalmente ese efecto, en losmatrimonios de un da, que desde antes del divorcio, dejan divorcia-das las almas. Cuando el divorcio legal no llega a separara visible-mente, el menor conflicto levanta ms y ms el muro que entre ellasexiste y por ese muro cesan de verse, y aun de hablarse.

    Cmo impedir que la intolcl'abll;situc.cin que as resulta entrelos cnyuges se propague a los nios y a los adolescentes F; stos no'viven en el seno de familias cuyos nudos de sentimientos se aprie-tan, a pesar de las desemejanzas de las almas'? Cmo lograr que

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    . -~ o,, - - . ", .' ~. : Mi IW$.!'Mi /~ _ ~~'1l

  • 22

    las aflicciones compartidas con amor reciproco anude mejor los co-razones, si entre ellos no existe recproco amor porque no forman fa-milias ms que de nombre? Cmo siquiera materialmente podrnmirarse las familias cuando una organizacin viciosa de las horasde trabajo sustrae de su hogar a padres y a hijos a las horas enque todos pudieran reunirse, a lo menos las de la mesa paterna y las

    de los domingos?La formacin original del hombre, dice Chardonne, "dbese en

    parte a este medio afectivo cerrado, diferente del de! vecino; con susconflictos propios, sus personajes extravagantes y caprichosos, susrecuerdos, su idioma especial, sus lazos nicos"; (1) pero ese mediono puede existir si no es por el amor recproco, que exige la recpro-ca tolerancia Y la inteligencia recproca, Y que se deshace si faltaen l la vnlnntad conjunta, de mantenerlo, Tampoco puede existirsi la dura mano del Estado se lleva a los nios apenas empiecen acrecer para hacerlos suyos Y estamparles su sello oficial, para todos

    un principio idntico."Cuando la sociedad" agrega Chardonne, "se apodera demasiado

    pronto, del nio, para imponerle nociones prcticas y uniformes, losseres pierden sus diversidades y se vuelven exclusivamente servido-res de la comunidad, fragmentos dciles de una masa sin alma".Este es uno de los efectos c~~ la constitucin, a la vez desptica einhumana, no slo del rgimen comt:~~sta y de la antigua Esparta odel Tenoxtitln antiguo, sino de ciertos Estados modernos; pero noes el defecto nico; que por l se quiebra tambin esta cosa exqui-sita y rara, el hogar perdurable y se ciegan en flor los sentimientosque lo anudan a la vez que se impide que se formen futuros hogares.

    con ello vulvese casi imposible que exista el medio ambiente pro-picio para que se pueda hablar de s propio y por lo mismo como

    (1) Snnt iago Chnrdnnne - }

  • J I

    2 de enero 1932

    No todo el mundo puede tenerla virtud de saber oir.

    I 'nigo ahora en la cuenta de que no basta con que un hombre,1111gober~ante -, diga que, antes de resolver y mandar, quiere

    olf' lns opiniones de gentes ilustradas; ni tampoco basta con que ma-I,orilllmente las oiga para que las oiga de veras. No basta, en caso011''lile sea tal la condicin de semejante "poltico", Que no tenga fle-,.11 .lldad ninguna interior, ni crea en nadie ms que en s mi. mo,1",,'ljll(.' si as es l, ninguna opinin influir en l; semejante su alma11illla dura y tajante placa de acero que no puede ser ya modelada(11doblada en porcin ninguna de ella misma, ni admite que sobre,01101dejen rastro ninguno acciones mecnicas, ningunas. Ms est-11I o! inmodicable que esa placa de acera que podr cortar lo que1111cido sobre ella vertido le haya comunicado, en tanto que para0",,1 lma no existe nada que en lo ms mnimo tome en considera-I'!I)I\. )10 puede pues alma de tal linaje llegar a merecer el elogio11"0' 1'1 caballero Felipe de Commynes hizo de Luis Onceno, su Se-llO11', cuando despus de hacer la crnica de su reinado concluyla1'~I'ribiendo: "En suma, era un buen rey. Saba or"; porque quien",110'aparentemente S2 apresta a vil'; pero indcil y orgulloso no oye111siquiera parte de lo que se le dice, quien nunca oye nada ni nada1'''O'IlL' or, tiene alma de dspota y jams el dspota puede ser nio'h nunca buen gobernante, ni buen rey.

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    2;)

    22 de enero de 1932.

    La sensibilidad y

    par a lola insensibilidad

    Infinito

    Sordas, mudas para determinadas vibraciones, y opacas, ciertaszonas, ciertos cuerpos de la naturaleza, diriase que inertes y egostasapenas si parcial y limitadamente participan del don divino de Con-vivir con ella. As ciertas almas. Sobre todo aquellas que nunca hansentido CI" cerles las alas y que, encogidas y orgullosas, niegan quehaya un espacio grande porque jams volaran l l. Los que talaterido entumecimiento sufren cmo podran entender un nrstcs-mo semejante al de SOl' Juana Ins de la Cruz? Cmo pudiera sa-ber nada nunca del ea ntn de le campana, la SeCa yesca?

    Dicense psiclogos quienes oyendo a su paso las voces de SantaTeresa de Jess y de San Juan de la Cruz o tambin las de Sor Jua-:;3 Ins de la Cruz declaran tojo cuanto ellos dijel'On expresin pu-ra cL~iCl2.g!nacin potica, d fantasia, de mitomania; y niegan quesea genuino el vuelo de esas almas a un Ms All y lo considerancomo mero histrionismo y mentira, por suerte que nada de cuantohan escrito de s propios aquellos, que semejantrs psiclog::s S,)O in-capaces de exp2rimentar, es para ellos cierto y asl declaran 2. almasprofunc1am2nte verdicas almas d.: perenne mentira. No es sir:: em-bargo ])

  • 26

    En El, no obstante, vivimos, )' por El nos movemos y somos. Go-tas de agua del Ocano sin medida por qu algunas de ellas se em-pean en no s~r1tir el divino contacto de lo Infinito que a pesar de

    todo las sostiene, las conduce Y las penetra?

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    :, ,,"p'S determinados, cualidades o defectos que ese individuo, esa;:;:ndi;" r:sa clase social, esa raza, ese pueblo, o esos seres no tengan,:.}' fJJ'"cr:de a su respecto de acuerdo con tal atribucin, ya exaltn-';',1'(;, ya deprimindolos, persiguindolos, injurindoios, be(ndolos,-;";'1'''' 'r:indolos o aun matndolos Y sujetndolos a los peores tor-:f.,.r\oS cuan,do nada de eso merezcan, con lo cual se falsea total men-~J' :) Sil respecto la conducta pblica o privada;

    f J.-La' que resulta de que, atribuyndoles en falso, semejantes(;u;Jidlldes o defectos, se les juzgue, falseando tambin acerca de,-Jiu:; !;, Ilistoria y se engrendren en cuantos as le conozcan conceptos'J,j)

  • , 3014 de julio de 1932.

    Ella

    libera,lismo, el romanticismo poltico,ciencia desvinculada de la filosofa

    ; y la historia de Mxico.

    1._Resuiniendo los conceptos cardinales de Benedicto Croce en

    materia de liberalismo se ha dicho con razn que "a causa de su infi-nidad intrnseca la libertad no puede definirse o limitarse por adje-tivos, aunque a veces puede ponerse ella misma sus propios lmitesque son actos de libertad; que es de su misma esencia que no puederechazar o condenar d= 11nmodo absoluto las opiniones de quieneshonradamente difieran de ella, porque ella concede libertad com-pleta a todas las opmiones que 110 ti:ater; de de~'~'ocar el orden libe-ral;

  • I32

    cuando se forj la ilusin de que todos sus hijos estaban de acuerdoen sus tres ideales, la independencia, la religin y la unin. No es-taban de acuerdo en el segundo de ellos, ni lo estaban en sus modosde entender quin gobernara o como gobernara. Su discordia, ala vez religiosa y poltica, llena la historia de Mxico desde enton-ces hasta 1817 y se perpetua desde J 911 hasta ahora. Problema delibertad tambin, porque el religioso lo es y porque el poltico es elque se resuelve en falso cuando niega la igualdad fundamental delos derechos polticos y a libertad para ejercerlos., 5.-Piensa Benedicto Croce que "la era de Bsmarck" se carac-

    teriza porque en ella la filosofa y la historia decayeron constante-mente convirtindose en humildes sirvientas de la ciencia; y dice queentonces en lugar de pensadores hubo "los doctos y profesores conaquel yo no s qu de limitado y de ingenuo, y a menudo de crdu-lo y de pueril en el juicio de las cosas prcticas y pblicas que espropio de su entendimiento y de su modo de vida".

    De esa especie de pueriles y crdulos sabios, sin sentido filos-fico ni sentido histrico, estn llenas las escuelas mexicanas; dilessu arrogante suficiencia la miope filosofa positivista dentro de su ne-gacin de lo que no columbra, orgullosamente asertiva, y dentro desu afirmacin de lo que con candor cree indiscutible, orgullosamenteintrplda a la vez que hinchada de olmpico desprecio para cuantoest fuera de sus alcances.

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    33

    6 de septiembre de 1932.

    El ansia interminable del Ms All

    Ciertamente, como lo observa Mauricio Blondel (La Pellse I, 302.303, 304, 308. 33), la naturaleza muestra por todas partes "bosque-jos, retoques, fracasos, antes de poder romper el suelo y elevarse ala luz", del mismo modo que muestra en "la repeticin de las vibra-ciones fsicas, en la sucesin de los seres vivos, en el seno mismo decada organismo", "las seales de un esruerzo incansable y las ma-nifestaciones de unairr.potencia siempre renovada". Este hecho, tanabsolutamente universal como lo es el del ritmo qu prueba sinoque tiende toda ella a algo mejor y que innumerables veces vencidao alcanzando apenas triunfos parciales va a lo futuro llevada por unImpulso Infinito que le sostiene y la conduce en efecto a Lo Mejor?"porque es por esto por lo que la naturaleza, segn la palabra deSan Pablo a menudo recordada, est gimiendo perpetuamente comopara un parto que no podra terminar en ella misma ni producirsepara ella sola" v por esto tambin es por lo que "el movimiento" "esen sus formas, por todas partes ajustadas a ritmos y adaptadas a unlatido de corazn, que anima y vivifica esta mezcla de orden y dedesfallecimiento que constituye el devenir".

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  • :11\

    8 de diciembre de 1932.

    La necesidad psquica, inmanente:y trascendente de la lgca.

    Gua los actos todos y los pensamientos todos de todos los hom-bres una necesidad inmanente y trascendente de lgica, es decir de(~OlTelacin y consistencia de ideas: en eso y no en lo que se hadicho que es la imposibilidad de pensar que una cosa sea y no seaal mismo tiempo y en el mismo lugar, es en lo que consiste la leyde lili contradecirse, no s.emprs realizada, ni siempre pcrcibda; peroque nos urge siempre como una tendencia que a la par nos da laposibilidad misma de pensar y c!e vivir, y nos permite elaborar nues-1ros conocimientos, y nos hace capaces de ir formando los sistemasde ideas de nuestras ciencias y de nuestras filosofas, as como, sisomos bastante afortunados para ello, los de nuestras propias ac-ciones.

    Esa necesidad lgica de nuestro pensamento es tambin la quenos permite hacer obras de arte: musicales, arquitectnicas, plst-cas, lil oraras y la que nos da la posibilidad de construir sistemas ju-rdicos.

    No todo, en efecto, lo que puede ocurrirse mandar, es susccpti-hlc r1(~convertirse en ley: las leycs estn gobernadas por una lgicaInterna, como las artes, como las cencias. como la filosofa, como clp:'csill11iC'nto todo del hombre: lgica que objetivamente se viola entilnfo cuanto no se advierten las contradicciones de las leyes: peroque se irnpone y acaba por hacer que se dcrozuen las leyes violatorias('ando sus contradicciones se vuelven palpables; que imponen enton-('('S n'visiones y retoques, para conciliar lo que al cabo se ve bienpOI' todos que es ilgico e incongruente ... Por eso con razn so hadicho qlll' hay "una ciencia eterna de la lgica formal subyaciente at orlu lcv': pero sta abraza ms que Ia ley misma porque no es ms

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    qU2 uno de los efectos de la aspiracin inmanente y trascendenteque en el hombre trabaja sin cesar por su consister.da interna es-piritual.

    Que la lgica impere as, demuestra que el espritu gobif:'rna alos hombres; que no impere Siempre, patentiza que no siempre estpresente el espritu, sino ms o menos a menudo ausente. Con ra-zn por 10 mismo una buena razn se ha dcho: que el primero deloc deberes es pensar lgicamente y que hay que cumplir ese debersiempre, siempre.

    No puede pensarse lgicamente si parte dcl pensamiento es falso,porque si lo es no se concierta con los dems peitsamientos y en-tonces OCUlTe 10 que en un edificio del que ciertas partes no seunen unas C011otras: donde no se unen, el edficio no existe. Casode construir algo sobre el hueco, habr de derrumbarse.

    Si trabajamos siempre en pensar lgica y coherentemente y enefecto as pensamos, Con arreglo a tal lgica, obraremos y seremoscon esto obreros de la armona del mundo y no slo de la de nues-tros propios pensamientos.

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  • 18 de enero de 1933.

    Minscula ciencia. Infinito Amor.

    J.1l diferentes y sus avance.i son desiguales: las

  • 38

    an ms vehemente: el de ofrecer a todos su conocimiento; y as,lgicamente infiel a su filosofia, no entr en el no ser sino que salide l por el amor; que ms fuerte que todas sus observaciones, fueel origen de t'odas ellas y su trmino: a la vez, anterior y posteriora ellas. Con esto subi al surjan:'. no entendido el Nrama como elI!O ser, sino' como In Absoluto y experiment "la paz inefable queviene por ;llegar a El".

    Qu es esto decir sino que su larga ascensin le 'ense que elsufrimiento era poca cosa junto a la inefable paz del saber, y quesemejante paz era nada, junto a la inmensa felicidad del ofreclruen-to del saber que a su turno se perda en la fusin del alma con elManantial. Infinito del mismo saber?

    All no lleg, sin embargo, sino porque primero que nada iluminsu alma el amor; el amor despertado, por el dolor y contrariado porl, pero vencedor de l y porque en el trmino de su transfiguracinel amor an enderez su alma hacia el ofrecimiento de su saber yas hacindolo, se transfigur de nuevo al ascender al Supremo Amor.

    .Cmo naci, empero, su primer movimiento de amor sino por-que alguien que no era l lo puso en El; y quien pudo poner en l elamo!' sino la Fuente de todo amor?

    El fue, el Amor Divino, quien lo convid al Banquete Divino quees el amor y por eso, 'desde que sinti en su alma el divino Ilamado,sali de su casa, pas por en medio del dolor, entendi que el dolorera nada y que tojo ftil deseo de extingurlo era nada, y subi alcabo al Supremo Amor. No fue pues la ciencia la que lo hubo dellevar a la Realidad Suprema; no fue la ciencia, sino el amor; y noe! ;'cqueo "mor, sino el qt'" todo Ilega, 1'1 Indeficiente y SoberanoAmor.

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    39

    26 de marzo de 1933.

    Criterios y postulados.La esperanza? La seguridad!

    No; no me he adentrado en el corazn la esperanz.a; siempre haestado conmigo; forma uno de los componentes indestructibles de miser. psquico, razone o no razone a su respecto. Qu digo, la espe-ranza! La seguridad! No fundada en razn ninguna, fino intuitivaY dir.ectamente sentida, de un Ms All, del que vengo y al que voy;quiera yo o no quiera. Que si quiere! De All vengo y All voy. ysi a reflexionar me pongo, mi seguridad crece, porque s bien quetodo viene de atrs; de las prOfundidades insondables, y que en mi seperpetan ciertos rasgos de mis padres y de mis abuelos, y de todami raza, y que todo va adelante, a las prOfundidades in~sclUtables::No necesito, pues, ni he necesitado nunca, asir con las dos manos la _-esperanza y adentrrmela en el corazn.

    De "Dios, el Universo y la Libertad" del mismo auto;'-

    14 de septiembre de 1933.

    Dije en mi libro (indito): "Sor Juana Ins de la Cruz. Su mis-ticismo y su vocacin filosfica y literaria" que "no es bice paraamar a Dios que se ame cuanto es obra de Dios Como los conflictosque entre los hombres surgen no deben serlo para que se afiance en

    ;'. .cada uno de nosotros su reino". y que, "amndonos mutuamente,cumpliremos aquel Mandamiento de Jesucristo que es Sl'icjanL' ,)

    primero: el de amar a Dios sobre tajas 13s cosas y a todos los hom-bres por amor a El".

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  • .1\\

    6 de enero de 1934.

    Tendencias y emociones.Optimismo y pesimismo.

    Vistos objetivamente los fenmenos de la vida mental -- objeti-vamente, sin que dejen de ser fenmenos subjetivos -, se nos pre-sentan como (expresiones de la energa psquica que en mltiples ten-dencias aparece; ora latentes y en potencia, ora en actividad osten-sible. El hecho de que en todos los seres humanos exista, no sloostensiblemente sino tambin en potencia, justifica que puede>.decir-se a todos: Aun cuando hayis fracasado muchas veces en la reali-zacn de vuestros mejores propsitos, no digis que sois incapacesde perfeccionaros o de hacer ms que lo que habis hecho ya; lo pa-sado no puede ser nunca, igual del todo a lo porveJlir; cada quinpuede superarse a s mismo.

    Vistos subjetvamcnte los mismos fenmenos, aparecen primero,en el campo de la introspeccin, como en una especie de oscuridadinterior, en la que cada uno pugna por encontrarse a s propio. Loque uno distingue en seguida dentro de s mismo son sus propiasemociones, es decir: choques mentales, desadaptaconcs, readaptacio-nes, a cada nueva situacin por la que atraviesa, y concomitante fugade las ideas que antes tenia y de las que enton-es tiene, o bien, per-sistent= monoidesmo. Al mismo tiempo se da uno cuenta de si pro-pio en cada momento - y sobre todo cuando est delante de otrapersona -, y siente que se desarrolla sin cesar dentro de si mismoun duelo interior en el que a s propio pudiera uno exhortarse, di-cindose: -Ahora s quedar bien; ahora s ser digno de mi idea;ser lo que quiero ser; ser lo que debo ser, y como si a la vez, se fue-ra juzgando y calificando en cada momento de su actuacin y de suser, ya con alta ya con baja calificacin, valorndose.

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    41

    La actitud deseable consiste, por supuesto, en calificarse Com-parndose con el ideal latente que cada uno lleva en si, y aun cuan-do quede lejos de ese ideal, en creer siempre que' uno puedo supe-rarse a s propio: si no en el mismo dia, si despus; algn da; al fin,contando para ello, s necesaru es, con la misma eternidad. L& ac-titud funesb es la de la desvaloracin, porque es tambin la del pe-cado inexpiable, la desesperacin; la sana actitud entraa de opti-mismo, no el del hoy, que pu:xle ser absurdo, sino el de un maanaque con \'~rdad.::ra fe se tenga la seguridad de que habr de llegar.

    Los pueblos, Como los hembres, necesitan tener ese optimismo delargo aliento, que bien puede conciliarse con un juicio adverso encuanto a lo pasado y a lo presente. Puestos los ojos en lo alto, en elcielo, en el ideal, y dicindose con certidumbre absoluta que El sloc.: la verdad, los pueblos, Como los hombres se salvan y acaban portriunfar.

    En los adolescentes la busca de si propios es an ms angustiosaque en los hombres; pero al propio tiempo es ms fecunda, porqueel cansancio de la vida y las atenciones incesantes de ella no evitanan que se olvide creer en las posibilidades latentes, en las reden-ciones, siempre posibles. Ms fecunda sobre todo, si hac- qt'c losadolescentes asuman la actitud que salva, no la que mata; la sofro-sinoa; no la oIofrnica; la de la fe en que, si serena, si invenciblemen_te se trabaja por el bien, el bien llega.

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  • 42

    lo. de marzo de 1934.

    monopolio de la educacinpor el Estado.

    La tesis ,que sostiene que es al Estado al que incumba la educa-cin de las nuevas generaciones, y que por lo mismo el Estado seencuentra-en el deber de impedir que individuo ninguno se opongaen este punto a su accin, culmin en el ao 399 en Atenas con elsacrificio de Scrates; en el de 323 con la necesidad en que estuvoAristteles de ir a refugiarse en Eubea contra las hostilidades de quefue vctima al fallecimiento de Alejandro; en el de 28, con la crucifi-xin de Jess; en otros aos, entre ellos en el de 177 con el sacrificiode los mrtires de Sin autorizado por el filsofo Marco Aurelio; en elde 303 con la persecucin contra los cristianos decretada por DiocIecia-no; en el de 1498 con el suplicio de Savonarola; en el de 1600 con el deGiordario Bruno; en 10" de 1930 a 1932 con el fusilamiento de 48 eco-nomistas rusos y el fusilamiento, la deportacin o la prisin de 70hombres de ciencia de Petrogrado entre los que figur Lazareff elgrande espectalista de la fsica molecular condenado a diez aos de tra-bajos forzados y cuya esposa al saber el arresto de su marido deses-perada se ahorc en la misma poca en que se suicid tambin arro-j~;::'ose desde un cuarto pisa Madame Gorchine-Eugelhardt esposalle otro condenado a trabajos forzados y en que "para ejercer unapresin moral sobre el acadmico Platonov las autoridades rusasaprehendieron a sus dos hijas y las condenaron a diez aos de tra-bajos forzados" extendiendo por otra parte su accin sobre todos losintelectuales rusos por el hecho de asignanes una racin de paninferior a la de los trabajadores manuales que pueden recibir has-ta 800 gramos diarios, en tanto que los intelectuales slo pueden al-canzar como mximo 600 y esto en Mosc nicamente desde octu-ore (k 1933 sin perjuicio de privarlos cL~ella como puede verse en

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    el estudio que sobre "Los intelectuales en la Unin de las Repbl-cas Socialistas Soviticas" fue publicado en el nmero de 15 de enerode la Revista de Ambos Mundos.

    10. de abril de 1934.

    Lo finito y Lo Infinito.

    Quienes empeados en descubrir a Dios o empeados en negarlo,no lo descubren en efecto. y en su propio fracaso hallan fundamen_tos para su negacin, llegan a ella y no pueden de ella salir porqueno' so dan cuenta de que Lo Infir.'to no puede encontrarse cuandotrate de enc21Trsele en 10 finito .. Bien est que se apele a las sensa-ciones para darse cunta de lo que es material y que con las sensa-ciones teno que ver; que as se vuelve su conocimiento, cama es elde las sensacion2s mismas, objetivo y limitado; justificado es que ala imaginaCin, sea visual, auditiva o de cualquiera otro linaje deimgenes se acuda, para sugerir imgenes limitadas tambin, Comoellas o para traducir en ellas lo que es hijo de la imaginacin; peroquerer pesar y medir lo que ni peso ni medida tiene, querer fijarcontornos a 10 que no tiene lmites es condenarse a una pena estril.Ya lo dijo Descartes y no una vez sla: en los Prrafos 14 y 15 desus comentarios a la XII de sus Reglas para la direccin de la mente,hizo ver qU2 "son puramente espirituales las cosas que el entendi-miento con022 sin el socorro de ninguna imagen corporal", y que "noincde imaginarse ninguna idea corporal que nos represente 10 queSon el conocimiento, la duda, la ignorancia" no obstante io cunl SI}puede tener y S2 tiene la intuicin de todas eilas y aun la de la nadamisma, Con tal de que DI) se trate de conseguirlo por los sentidos ni

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  • 11

    1"'1' 111 imaginacin, sino por la sla luz natural que en nosotros exis-1': .1' que cualquiera que se desprende de preconcebidas irnposibilida-d,'" puede en s propio encontrar; pocas veces empero lo reconoci, ,,, 1 la vehemencia con que lo hizo en sus respuestas a objeciones,1,. (;Ilssendi,. cuando retornando a ste sus procedimientos de dialc-1,'.jIY considerndolo como parece que Gassendi quera ser consde-\',\do como un hombre que slo crea en los datos positivos de los:,\:"lil1os Y que a ellos remita todo razonamiento, le deca: "no pen-",'); que rcspondndoos aqui yo estime responder a un perfecto y, \1 (! filsofo tal como s que sois, sino que como si fuerais de esoshl'lllbre de carne de los qU2 tcns el rostro, 08 dlrigir solamente la\\,,":p"esta que a ellos quisere dirigir", ,. "No es maravilla si en el1,,'r,-ollaj2 que representis, y vista la natural desproporcin que hay,'Id \'(' la carne y el espritu", "no os dis cuenta de la manera con,\11" el espritu obra"; "no seis, pues, libre, si bien os parece; en,'11

  • 46

    6 de mayo de 193

  • 48

    Su actitud, de arrogante y abrumadora suficiencia se ha perpe-tuado, Es la misma que para juzgarla tienen aquellos de sus histo-riadores que no ven ms all de las palabras muertas de los docu-mentos que estudian, cuyo alcance lejano y cuya significacin media-ta no logran percibir, El acto culminante del drama contina, enconsecuencia; representndose: slo que ahora los jueces estn al finhondamente divididos, y que ante unos pocos - que aun cuando pue-dan ser allenistas, o literatos, o historiadores, y se consideren comoespritus despreocupados Y libres, no representan ms que una cien-cia miope y presuntuosa, anloga an a la de la Vieja Unversidadde Pars del siglo XV -', cstn otros, cada vez en mayor nmero,que reconocen que tal ciencia no basta, que hay sucesos que nocaben dentro de las medidas comunes Y que seres existen, excep-cionalmente superiores, a quienes est dado el don de sobresalir porencima de los tiempos y lie guiar ti la humanidad hacia tiempos

    mejotcs.

    7 de mayo de 1934.

    Dos conceptos de ciencia.

    II

    Recordaba Desc'-1rtes el versculo II del Capitulo VIII de la Eps-tola 1 de San Pablo a los l'()!'inti03, que dice: "Pero si alguien de spropio estima que algo sabe, 1~0sabe "an lo que debera saber", yre[cl'alo al versculo I en el que se lee: "Todos declaramos que sabe-"mos. y engreimiento as l'l1lpollamas. Slo construye el amor, Lo"que amor no es, es vanidad". Llevbalo esto a decir: "necesario es"qlw comencemos por el ('allocimicj~j:o de Dios" - es decir, por elamor, ya que, como afirmaba San Juan, "Dios es amor"-, "y hacer

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    '49

    "luego depender de ese conocimiento" - esto es, del amor _. "el que"podamos tener de lo dems" - presente en nuestro nimo que "elque ama", como San Juan deca, "hijo es de Dios".

    No se vuelve con ello indudable que de acuerdo con los concep-tos de Descartes, de San Pablo y de San Juan, el defecto de la eicncade los doctores que juzgaron y condenaron a Juana de Arco fue sufalta de amor, su falta de caridad? "Ciencia que no va junta con Iacaridad", escriba Descartes, "ciencia es de ateas". Esa fue la deaquel tribunal: faltndole el amor, faltbale Dios,

    Mxico, 12 de mayo de 1934.

    Maurcio Blondel, Juana de Arco, la salvaciny la r e s u r r e e r- t j- d e Francia y la existencia

    de un Infinito Propsito.

    Quizs habr quienes digan que como lo piensa Mauricio Blon-del, "porque el mundo entero est penetrado". , . "p:J1' un pensarnien,"to real y dinmico" - yo soy quien estas palabras s11bl'aya-, yporque en algn mo::lo est "constitudo" el mundo por ese pensa-miento, er.cuntrase "la vida superior del espritu" "condicionada en"parte, sostenida, contrariada o guiada por las fuerzas que ella" mis-"ma "pone en obra y que" "ella" tambin contribuye a dirigir,"completar y espiritualizar", a causa de lo cual se producen "con-"tragolpes mutuos de los dos pensamientos", el preccnscisnto y el"consciente, "que cohabitan en cada uno de nlj;'~otrosy entran en corn-"posicin de la vida colectiva de los pu=blos y de la humanidad"; "de"donde" nacen "esos sobresaltos rlc la conciencia popular" tales cc-"mo los que la removieron, maravillada y cc.ifusarnente, en torno de"Juana de Arco, ~' esa especie de providencia de la historia que segn

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  • 50

    "una palabra de San Agustin, descubre, mejor que una sabia refle-""xin, las vias salutiferas que gobiernan a la humanidad por resor-"tes inaccesibles al anlisis discursivo, porque proceden mlris et"occultis uiodis" - mediante admirables y escondidos modos - "en"una especie de comportamiento misterioso, de hecho a la vez de pen-"sarnientos

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    52

    rno mayo, capitaneando a tus ltimos fieles, no pocos de ellos italia-nos, una maana partiste, desde aquel mismo Crepy en Valois don-de nueve meses antes habas querido morir, y despus de franquearel boulevard d Compiegne saliste de all en la tarde "para sorpren-der un puesto enemigo que hostilizaba la ciudad", y al anochecercaste en poder de Juan de Luxemburgo, prisionera.

    'pasado~:( largos meses, ora en el fondo de una torre, ora bajopesadas y duras cadenas en el de otra; concluidos los intrincados en-redos del tupido proceso en el que toda suerte de acechanzas hu-beron de tendrsetc Y en el que ntegra, pura, llena de entereza, sos-tuviste que "nada tenias que hacer all", y pediste "que se te remi-tiera a Dios, de donde habas venido"; transcurridos los angustiososminutos en que mientras te conducan en una carreta a la Plaza delMercado Viejo de Ran para quemarte viva, exclamabas, en tantoque las calles iban quedndu:e atrs: -"Ran, Ran, morir aqu?Sers t, mi ltima morada 7", el 30 de mayo de 1431, ms de unao despus de la tarde nesolada en que de tu caballa te arrancaronhacindote cautiva, doblaste por ltima vez en la hoguera la cabeza;exhalaste como postrer suspiro tu filial y siempre confiada palabra:"jJe~:'~;,!",y consumido tu cuerpo por las llamas, fueron arrojadastus cenizas a la corriente del Sena para que ni en la tierra encontra-ras :;c;Jultura,

    f-'udieron entonces las gentes sin alma decir que' estabas al finmuerta; que profanada t11memoria y escarnecida, desaparecas: queseal ninguna habra de indicar jams el punto donde tus restos des-cansaran; y ms les pareci sin duda que asi S2!,"., cuando supie-ron que lanzado el puado leve del polvo azuladamente blanco detus despojos a la mar revuelta y amarga, pe'doen ella, desapareci,

    Nacida el 6 de enero de 1412, cuando moriste slo diez y nueveaos y medio tenas, y c1r ellos uno habas pasado en la lobreguez

    53

    de las torres en que se acababa la esperanza. Muerta 011.-l mes flo-rido, flor ninguna puelo nacer sobre la inmensidad saladn, y perpe-tuamente mvil que por sepultura se dio a tus cenizas. ,\ ningn p-jaro le fue dable posarse sobre las motas de tierra que hl1hieran po-dido ser piadosa vestidura de tu cuerpo ele virgen, mOl'dido y devo-rado por el fuego, ni dirigir desde ah, como seal de :u 'umba sugrito lastimero y su canto, . " ni pudo sealada una cruz u siquierauna tosca piedra .. ,

    , .. Muerta'? Bien muertar . ,. Por qu entonces si IHuerta es-tabas, si tus cenizas mismas desaparecieron apenas se \~:.tiIlgui-lahoguera, nadie hay que de ti en la vasta redondez del 11111ilrlotenganoticia, que no te vea surgir, blanca y grave, reflexiva, ddicada ypura? Por qu escultores resucitan tu figura inspiradll, rumbo alporvenir, a caballo, en las plazas pblicas; en pie o de ro:lilllls, caminodel Cielo, en el campo y en los altares?

    No inerte en el recuerdo! Viva! Porque, prisionor., tu cuerpoen las torres horribles, estaba libre tu alma, tus "bueno IlIlligos deCompiegne", como t los llamabas, lucharon sin ren:1i's\: husta ha-cer libre a Compiegne; porque viva seguiste despus d que se tecrey muerta, Pars acab por ser tuyo, restituyndose ;, Fl'ancia ya la libertad y el pueblo francs, encabezado invisiblem:'I';l' por ti,vino a hacer grande y libre a tu patria. Porque viva y "01, activi-dad y poder espiritual inmensos custodias la libertad del ruundo, laIglesia Catlica ha reconocido tu virtud acrisolada y heroi"II, tu san-tidad, y las preces de los fieles arrodillados ante ti suben :1 1,0 Alto.Porque tu pensamiento, puro y grave, se extiende entre 1'1:: hombressemejante a una impalpable atmsfera que vivifica a las a!lIII'S, acor-dndcse de ti, cada cual corrobora que es dueo de s.: P"/'i:onal ini-ciativa; reivindica su derecho de existir siempre que lor.. I;;:; de-ms iniciativas tolere, y confirma que todo p.ieblo es amad" !:i a todopueblo respeta; que todo individuo, que toda '.::;rupacin d" indivi-

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    duos, que todo pas merecen consideracin y amistad, si saben tenerpor todos amistad y consideracin.

    Santa Juana de Arco! Santa Juana de Arco! Santa Juana deArco! Tu historia, tu vida, tu muerte, tu resurreccin, tu nueva vidademuestran que el alma no muere puesto que demuestra tu inmorta-lidad y querecuerdan que dijiste que enviada dc Dios tenias que vol-ver a Dio~.

    20 de julio de 1934.

    El hendimiento de la personalidad.

    Hay actitudes mentales grandemente peligrosas para la saludpsquica. Hay conccimientos que extraan una especie de autosuges-tin preaJa de riesgos. Si se acepta la idea de que existe forzosa-mente una suerte de irremediable oposicin entre la subconscienciay la conciencia; si a ello S2 agrega la conviccin de que es necesarioque la conciencia vele sin cesar con decisin y firmeza invariable :para no permitir el paso a la subconsciencia de Obj2tOS y de moti-vos de pensamiento determinados, que se consideren reprobables yque se tengan por inconfesahles, par represin habr de producirseel hendimiento de la personalidad.

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    23 de julio de 1934.

    Lo corporal y Lo Eterno.

    Si; ciertamente, cuando no se piensa ms que en los goces cor-porales ni se vive sino para ver cosas que halaguen la vista y oirsonidos agradables y comer piatillos apetitosos y embriagarse conla ins:nuante y sutil emanacin de los perfumes; cuando no se pidenms que servicios materiales y se encuentran seres que se desvivenpor hacerle a uno tales servicios parece la ms grande injusticia que,~s seres que tales servicios nos hacen mueran.

    Por qu injusticia si ningn mrito tenemos para que as sedesviva nadie por nosotros?

    L1gase entonces a gritar con rabia - lo que yo jams podr re-petir - que Dios es injusto; llegan las gentes imbciles que en sim-ples montones de carne sensual se han convertido, a increparlo, est-pidamente porque no hizo el milagro de hacer que no muriera quiencomo esclavo nos servia; y no se piensa en que el mayor bien quepueden alcanzar los que viven slo de los sentidos, consiste en quesientan que los sentidos no sor. otra cosa que pOdredumbre encubiertapar falaces engaos; que es hora ya de que despierten (!-: sus vanosgcces y de que entren en la consideracin de los valores eternos.

    L .

    Uno Ge las ms grandes servicios causados par p1 dolor de lamuerte consiste entonces en que fuerza a desprenderse de lo efme-ro y lIgas2 a ver nue3tra miseria, nuestro estril y vano orgullo;nuestra nada ..

    Si se aprende entonces la leccin del dolor, su grande alerta!nos obliga a enderezams y ti sentimos hombres. D:..ndonos cuen-ta de que espiritualmente crecemos, rel11!'~ciamos a lo efmero .Ylevantamos nuestro pensamiento a lo definitivo. Ni pedimos ya quenos sirvan a todas horas, ni queremos que nos sirvan mientras ea

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    esta Tierra duremos, sino, por lo contrario, queremos servir un pocoy poner el alma arriba, muy arriba, tan arriba que nada pueda estarms arriba, levantarla hasta lo que no se derrumba nunca, hastalo nico indestructible de donde sentimos que toda fuerza viene, lomismo las fuerzas materiales que se aniquilan a nuestra vista que lafuerza del pensamiento que muertos los hombres todava guan alos supervivientes y la fuerza de los recuerdos que desaparecido loque' los origin, perdura en los que algn tiempo siguen viviendo.

    Nos sentimos entonces lo que realmente somos; a la vez peque-os, dbiles, miserables en tanto cuanto en el polvo nos arrastramoso como animales comemos y como animales dormimos, y fuerte" conuna fuerza invencible en tanto cuanto al Unico Fuerte y Grande nosidentificamos; con El eternos desde entonces, porque nos demos cuen-ta de que por El espiritualmente nosotros y cuanto existe, vivimos,

    25 de julio de l!:J;J4,

    Ms all de las sensaciones,de las materialidades, ms

    de la m u e r t e , ms all,

    ms alla II

    Si Milton, ciego, pudo describir escenas tan bien como si lasviera; si Beethoven, sordo, pudo componer maravillosos edificios desonidos que asombran por su riqueza a quienes mejor oyen: si Ele-na Keller, si Maria Heurtin, ciegos, sordos y mudos han podido me-jor que muchos que ven, que oyen y hablan darse cuenta de lo queno podan ':::1' ni ve nad.e, de lo que ;,: podan oir, ni nadie c:~'e, noquiere decir claramente esto que no vemos propiamente con los ojosdel cuerpo sino con los del alma, que no Olmos propiamente con los

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    odos corporales sino con los del alma, que no hablamos l1laterial-mente con los rganos v0cales sine con el alma?

    y s esto es as no significa que desprovistos de todo rgano desentidos y aun del cuerpo mismo hemos de poder pensar y dflfnoscuenta y amar y querer?

    Las especulaciones, las experimentaciones de la fsica mode'rnavan dC'smaterializando ia materia; las ondas sonoras se sustituyenya por las ondas hertzianas y stas se restituyen a las sonoras; unossentidos reemplazan a los otros, como unas, circunvolacjO!le~ cere-brales en algn modo hacen el papel de otras, sin que por otra partenuestrn, s:mtir1os 10gren ser .impl'f'!sionados ms que por unas cuan-tas de las modalidades de la energia que 110S circunda. Traspasadosestamos por emanaciones invisibles y vibraciones imperceptibles yondas inimaginables e increbles, que empiezan a sorprender instru-'TIentos y aparatos de los modernos descuoridores. y en medio deesta prodigiosa multiplicacin de cosas que no sabemos y que noobstante no por los rganos de 10s sentidos, sabemos, proclamamosCO:1insolente falta de ;undamento que nada hay ms que la mate-ra 'y que el alma es material y que el alma es mortal; sin pensar enQU2 nadie ha podido nunca transformar nada de lo que am

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    18 de octubre de 1934.

    El estadismo y las caractersticaspsquicas de los indviduos.

    Bongl ha contrapuesto la ingenua creencia de quienes conscien-te o inconscientemente piensan que la sociedad est en las manos delreformador como la arcilla en la del alfarero"; que se imaginan que"las soci~dades "son cosas que el hombre fabrica, demuele y reaco-moda a su guisa" y las de los que juzgan que las sociedades se des-arrollan conforme a condiciones que trascienden las leyes que losutopistas forjan.

    Marx y Engels pretenden, dice Bongl, que su socialismo es co-mo ellos dicen: cientfico, objetivo; pero tambin, y ellos ms anque los otros, fan la realizacin de sus sueos a decretos; tambinellos "posedos por la fe" "en el poder del estado puesto al servi-cio de" su "sistema". Para ellos, para Engeles, los hombres son alprincipio iguales; esta es la tesis "del famoso ritmo a tres tiemposde la lgica hegeliana". Luego "viene la civilizacin" que "desarro-lla las facultades, pero ms an las necesidades y que perfeccionaal individuo, pero preparando la decrepitud de la especie, y permiteel amontonamiento y bien pronto el acaparamiento de los bienes, dedonde se derivan el crecimiento de la riqueza Y el" "ne la miseria, lalucha universal y perpetua, la desigualdad; y este es la anttesis" ycomo esta anarquia no puede durar" ... -por qu no ha de du-rar? - "la desigualdad lanzada al extremo"-, cul es el extremo?puede sta alcanzarse?, - "se cambia en su contraria". ~ No esgratuito, no es a prioristco declararlo y creerlo asi? Por qu ha depasar as? -"!Ip] seno", se dice, de un desorden agravado sin cesarpor el progreso mismo nace el despotismo ante el que todos losparticulares son iguales porque todos quedan reducidos a nada"-. Ypor qu no despotisrnos que se devoren unos a otros? Y por qu nopoliarquias desptcas", - "hasta Q'-1emaana la sociedad armonizada

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    al fin por el Contrato Social" -de dnde vendra semejante acuer-do entre los totalmente discordantes?_ "instituya la igualdad en lalibertad, en el sitio y lugar de la igualdad en 1:::esclavitud Sntesis"._A punta fielmente de decretos? Por virtud de un convencimientoy de un cansen sus de todos? Pero no es esto una suposicin gra-tuita? Por qu se le llama t:ientfica?

    Todas estas mutaciones naceran del choque de los intereses an-tagnicos de las mismas y as no habra "verdadero socialismo sinluchas de clases", -para pasar de la primitiva igualdad de ellas enla que no hrtbria antagonismo, a la desigualdad? -Por qu? Parair de la desigualdad intermedia a la igualdad? Otra vez, por qu?Por qu no a otras formas de desigualdad?

    ROUs2au no imagina esto ni lo desea; pero s desea e imaginauna especie de agrarismo al que se dice que no se llega porque los[1l';vilegiados, los ricos, 10 impiden; clama pues contra ellos, contralos que tienen ocios, y como las 2poyan las leyes, clama contra lasley:.s y pl':'tencle qU2 otras leyes sean las que imperen; trata pues el!:!modificar el crden social a punta de leyes. Prase as en el fetichis-mo de las buenas leyes. en la abominacin de las malas leyes; perono supon- esto, desde lue60 para juzgar de las leyes, a16~ que estms all de las leyes? Y qu puede ser 10 que est ms all de lasleyes, y por encima de todo legislador, que lo que est de acuerdo conlas n2c2sidades reales del hombre, sin las cuales ste no puede Vivir?Las leyes pues no pueden decretar sino lo que no se burla de lasnecesidadeS reales de los hombres, lo que acata las prOfundas exigen-c'as d2 su !,,>icologa.

    No 7.:'? en todo caso la fuerza de sus ideas lo que ha hecho la for.tuna de las tesis de Rousseau; es la fU;';"za de sus scntir;,:cntvs; leque p~!ede re:;tarle proslitos a sus afirmaciones, es el sentimientomismo, pero esto no existe sino vinculado a ideas y una ::'e las msimp01'tantes es S'11 duda la que consiste en afirr.:ar que 110 se rnod-

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    fica una sociedad a punta de leyes, sino en caso de que las que seexpidan no hagan punto omiso de la.s indispensables caractersticasde quienes tengan que cumplirlas, de sus imprescindibles necesida-des psquicas.

    16 de noviembre de 1934.

    sus

    L o s e u a t l' o i n s a e i a b l e s d e s e o s ,c a r a c t e r s t c o s del ser humano,

    juicios de valores, sus formas de accin.

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    Defino al hombre diciendo que es el ser que en alguno o en mu- chos momentos de su vida, - acaso en todos aunque con diferente'f. intensidad en cada uno de ellos - se siente anhelantemente con- movido por cuatro ardentsimos deseos que lo llevan a formar juicios de valores y l asumir actitudes y a emprender la realiza- cn de acciones cousecuentes. Tales deseos son: 1Q el de saber'f. quin es el mismo, cmo es, qu cualidades, qu defectos tiene, lo: del mundo; estos ern-" P;:'rOson pocos e incon.secuentes con su conr.lusin; a pesar de todo intervienen en la definicin de 10 futuro con 10 cual todos de hecho contribuyen para forjarlo bien o mal. Los que ms conY:i;tes de su Posibilidad intentan realizado segn un plan, son los educado-

    III

    res,

    Atrayentes como son los cinco problemas que a la satisfaccin de los cuatro de3eos se vinculan, nadie rehuye la consideracin de los dos primeros y quizs nadie la del ltimo; s, a 10 menos hasta sus prOfundidades mayores, la consideracin del tercero; los queen toda' su extensin 10 afrontan sintense impelidos por la in- tuicin de Lo Infinito y desde que la experimentan, vel.;;c atra- (~O,;por el ansia de contribuir a realizar las miras de perfeccio- nam:ento que en El puede haber; SO:1ellos los educadores, los ']ClC de veraS y para siempre 10 son. Los que tal Ploblema esqui\ ':~,

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    empanse en esquivado, y an llegan a negarlo, ms no pueden,aunque as lo quieran, rehuido; afuera de ellos lo sienten y lo sienten en el fondo de su mismo corazn; no pueden rehuirlo porque son hombres y 103 hombres estn psicolgicamente caracterizados por ese, corno por los cuatro insaciables e infinitos deseos y por la,< necesidad de forjar juicios de valores que de la satisfaccin parcial de los tres primeros de sus deseos se derivan y los de desplegar una

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    tanda que su sentido de la realidad se amenge, evite su propia de-cadencia; al educador para que gue a sus educandos en el dificil artede saber cul sea su posicin en cada momento de su vida Y cul lamejor conducta .que a esa verdadera posicin corresponde, no slocon vista a lo inmediato, sino a todo Y a aquello de que todo depen-da; al politco para que no cO:1sultepara sus actos solamente al mi-nuto fugaz que vaya viviendo Y al inters de unos cuantos o de mu-chos, sino las cO:1secuencias prximas Y lejanas Y lejanisimas y alinters verdadero de todos, con lo cual norma su conducta hacia el

    mayor bien de tonos.

    16 de diciembre de 1934.

    La necesidad espiritual de Lo Infinito.

    Dice Julio F. Hecker en su libro titulado "La religin y el comu-nismo" (1) que "funnida la f!losofia hegeliana alemana gracias a lainfluencia de Fenrbach, con el materialismo francs" "interpret lareligin antropolgicamente y propas el t2rreno para el desarrollomafxista del materialismo dialctico "en el que Marx dio a la religin"una int2rpretacin econmica y social llamndola el opio del pueblo"y allcer ~sto ltimo que tanto se ha repetido en los ltimos aos, nopuedo menos de maravillarme de que haya podido pensarse y decir-.se semejante paparrucha: s=mejante "especie insustancial y desati-

    nada" como dice la Academia Espaola.La religin musulmana en efecto comunic un poder estupendo

    a las inconexas poc1:tciones rabes Y las lanz con f~;:::::-zatan cstu-1:cndaal travs del mundo que las hizo dominar en todo el norte del

    1933. Comentado por AI'red 1':. Garvie(1) Landre;. Chapman and Hall.

    (':\ '.Philcsophy". Abril ele 1934, p. 236.

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    Africa conducindolas. hasta: el Sur de Francia y hasta el Sur del Da-nubio, en todo el centro del Asia hasta la India; la religin catlicalevant' a los pueblos todos de Europa en el inmenso movimientosecular de las Cruzadas que uni a los europeos contra los turcos, yella tambin fue la que trajo a los misioneros que salvaron de la es-clavitud y de la desaparicin a las razas indgenas de la Amrica.restituyndolas a la vida, cmo pues llamar a la religin el opiodel pueblo?

    En.la misma obra de Hecker refiere ste que con el deseo de salvar:se el Supremo Consejo de la Iglesia Rusa, el Sobor, "asegur al Gobier-no" ruso; su individual simpata y su individual lealtad; declar pecadomortal el. capitalismo y proclam que la revolucin social era justa",pero que, a pesar de esto, no se salv de nueva opresin, ya que desde1929 toda. actividad o propaganda religiosa de la Iglesia.qued prohib-da,.lo mismo que la educacin religiosa de la [uventud: que slo el cultose permiti, aunque estorbndolo- bajo muchos pretextos; que los tra-hajos de colectivismo industrial se han hecho servir para la propa-ganda atesta y que se.ha organizado en inmensa escala la propagan-da anti religiosa, no obstante lo cual y a despecho de aparentes triun-fos, se-advierte que se va desvaneciendo en los jvenes el inters porel movimiento anti religioso y que, "los ms reflexivos de ellos estnempezando a hacerse las eternas preguntas: De dnde? ~' A dnde?,sin encontrar respuestas satisfactorias".

    Qu quiere decir esto, sino que el hombre tiene hambre y sed desaber y que no lo contentan los limitados progresos de la cienciapositiva.. que. no puede llegar al fondo. recndito de las. cosas, ni paraatrs, ni para. adelante, en ninguna de las dos. insondables profundi-dades del tiempo? Qu significa la desilusin de los [ve.ies rusos,a quienes con, tanto empea han. tratado de reducir las revolucionesa encerrarse en lo que llaman el materialismo cientfico, sino que elmaterialismo cientfico no abraza la ms honda necesidad del esp-ritu humano, la de ir a Lo Infinito?

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    24 de enero de 1935.

    La libertad, don divino. La esclavitud y lamuerte, la negacin de la libertad,

    aberraciones del hombreo Iv ida dad e Dio s .

    Es la libertad un don divino originado por el Infinito Amor. Maslos hombres a menudo lo convierten en esclavitud y muerte,

    Irs violenta y crudamente se palpa que as es cuando animales,hombres y pueblos se acalarnbran en lo que claramente ls daa:un perro buldog, en cerrar como una tenaza rgida y muerta susmandbulas: un toro, en abalanzarse, bajando la cabeza, contra lo quese precipita; un caballo en carrera desbocada; un hombre, en daar-se a s mismo y a todos. slo porque ya dijo que ha de hacer lo queha de hacer y por no desdecirse, aun cuando sepa que va a su ruina,y aun a la muerte misma; un partido poltico, un pueblo entero, apa-rentemente, en suicidarse, como lo hacen aquellos partidos que, asabiendas, luchan entre la conciencia de una nacin entera, y comolo hizo Atenas, cuando enloquecida, sigui al enloquecido Alcibades,Con todo ello demuestran que son libres y ponen de resalto la libe-ralidad prodigiosa de Aqul a quien quizs nieguen, que por elhecho de seguir concediendo, a pesar de todo la libertad, demuestralo Infinito y lo Definitivo de Su amor.

    Por contraposicin, el hombre, que tan pocas veces sabe quererde veras, y querer para siempre, y querer a pesar de todo, hace vi-sible cun inciertamente cumple la gran ley moral de su vida: imitarla Divina Liberalidad. El es, el hombre, el que ha inventado todognero de muertes y de esclavitudes; que aqullos y stos, gnerosson :':',;08 de atentados contra la libertad. F,1 es, el hombre, el in-ventor de todos los oprobiosos modos de obligar a fuerza, tirnica ydespticamente a otros hombres, dizque a que sean felices, conde-

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    nndolos dizque a serlo, a la manera en que les mandan que lo sean.El es, el hombre, el que ha transfOrmado al hOPlbre en medio, eninstrumento, en til, y el que se empea en concebir la vida, la vidaterrestre, como el nico fin. El, l, l es el que convierte todo, todo,todo, en cosa, en cosa sin alma y el que convirtiendo en eso al hom-bre, le quita la dignidad Suprema de ser hombre, es decir, de serlibre en el grado nico en que el hombre lo es.

    El castigo de la pervertida y estpida voluntad del ser viviente- sobre todo del hombre -, empeado en hacer lo que a s pro-pio y a los dems daa resulta' de sus actos mismos y de sus mis-mas acUudes; manifiestas en su obcecacin y es el resultado de ella:supras::! as -sta es la forma de la superacin monstruo:;a, poloopuesto de la superacin admirable -, que pretende el hombre de-fender, creyendo en delirios de interpretacin S:e. sus falsas tesiS;~'o.:,.:..l:(~2sus prOi)ios perjuicio", de sus mismas necedades; tal entre ellS'F'el estpido jacobinismo; persistentes, aun cuanqo toda lgica sanax.las condene, enGaado a s mismo el hombre por falacias de ge-n::'raliz:c;napresurada, f)U2engendra en l la propia tendencia cie-ga a st.:perars2. Su obseSin, sus obsesiones son aparentemente apa-lancamientos subco!1scientes de su yo que, desatentado se niegaY ::e aniquila, cuando est jurando que se afirma y que vive; y quedem0stra as. una vez ms, que la rigidez es la rnucrts. que la fle-xibilidad es la vida, y que sta sube de nivel cuando es capaz dehacer lo que slo en las formas superiores de la existencia S2 logra:inhibirse, cuando la inhibicin S2justifica: saber poner un lmite-a laf9scinadora y c1estorrentada predpitacir. de la actividad .

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    Mxico, 25 de marzo de 1935.

    Los climas mentales.

    El concepto de los climas mentales es de fecunda trascendenciaciertament~. As como en la naturaleza fisica de cada regin de laTierra, que tiene anlogas producciones vegetales y animales, se expli-~an la existencia de esas producciones y la ausencia de otras: el pre-dominio de los v}~ntos reinantes, el grado de humedad ambiente, elrgimen de las lluvias y de las temperaturas; la altitud, la composi-cin y la naturaleza de los lUrcJ103, factores todos del clima fsicode la regin, as en cada poca en el transcurso de la historia de cadapueblo y de cada agregado humano, se explica la preeminencia deciertos pensamientos, sentimientos y actividades voluntarias y la de-bilidad o la falta aparente de cualesquiera otros, por las condicionespsquicas predominantes que forman el clima mental de cada uno delos momentos de la historia de los varios agregados humanos.

    El clima mental del Mxico precortesiano, propicio a las inclina-ciones que llevaban a los hombres al canibalismo se cambio de sbitocon la irrupcin de los conceptos predominantes de los misioneroscristianos y con los arrestos violentos de los conquistadores v de lo:explotadores de los pases conquistados.

    Las frtiles sugestiones de tales conceptos lo son ms, mientrasms se las ahonda: cada regin del Planeta tiene, en efecto un cli-ma fsico predominante y climas secundarios; un s es, un no es, con-tradictorios: los imponen peculiaridades sub-regionales: una barran-ca de primavera perenne en un estril desierto abrasador; la calvacima invernal de un monte, sobre el esto jorl1ndo de una comarcajugosamente prolfica. Lo mismo dentro de un clima mental: as en.el 1Vlr'xicode hoy, caracterizado en su conjunto por la incertidumbredei maana, aura climtica nublada que todos respiran, existen se-cundarios climas mentales: el de los que, asomados un poco a las ven-

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    tanas de las almas de los que mandan entienden ciertos buenos im-pulsos que en ellos Como en todc hombre existen y se van inclinan-do, por tanto, no slo a entenderlos, sino a simpatizar con ellos; elde los que lejos de all y sintiendo slo la spera imposicin de la~'medidas gubernativas que los lastiman, no encuentran en las compen,sacioD2S de las personas con quienes tratan, ms que motivos de;'::criminacin y quizs de ira; el de los que a la vera del camino yn media distancia entre los primeros y los segundos, verdaderos p-jaros burlones encaramados en cualquiera rama mfan~f' de unos yotros irventanrlo juegos de palabras y frases epigramticas eon lasque pblicamente o en privad es corrillos, zahieren, sohre todo a cuan-tos sacan la cabeza. Ms ignorados y moralmente ms fuertes sonlos que desde un punto de vista en el que el clima mental permiteque suban todava los jugos nutritivos de la historia y de los idealesqU2 la humanidad ha venido alquitarando en las milagrosas retorta sde la meditacin y del ensueo; y que desde ese clima mental ejercenuna accin selecta para ofrecer a unas cuantas almas priVilegiadassu visin del Ms All.

    23 Y 24 de abril de 1935.

    La educacin totalmentesubordinada al Estado.

    Ha dicho Fouret (Pdagogie Hitlerienne _4eme des "Deux Mondes"15 Nov. 1935(; que "un rgimen poltico necesariamente pone su se-1:0 a 1i1 enseanza pbiica", 10 cual es una verdad que encent'a sucorrelativo cn el hecho ms gen~ral an de que todos los subordina_dos de una casa de Comercio, de una oficina o de un taller, lo mis-mo que todas las personas y los sirvicntes de u.ia familia ti2ndcn a

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    seguir la direccin que les imprimen aun inconscientemente aquellosde quienes dependen. Comprobando su tesis, Fouret recuerda lo queintent ser la escuela alemana bajo el rgimen de la Repblica en192'5, "un sistema pedaggico extraordinariamente flexible y muy li-beral" que dejaba grande iniciativa a los educandos aun en materiade mtodos; si bien en esto "bajo la direccin" que por otra partereconoce que estaba "llena de tacto" de sus maestros, por contrapo-sicin a lo cual, bajo el rgimen de Hitler, que en su libro Mi Com-bate ha dicho: "El cuerpo debe tener preferencia sobre el espritu ...El maestro debe ... , por su enseanza contribuir a desarrollar en losnios" el "instinto agrario": "el hbito de obedecer a un jefe sin dis-cusin ni murmurar".. "Los derechos del Estado sobre el nio es-tn siempre por encima de los de los padres"; "Uno' de los objetosesenciales de la educacin es "imprimir con hierro candente en elcerebro del discipulo. la conviccin de las eminentes virtudes dela raza aria civilizadora de la Europa ... Todas las ciencias y prin-cipalmente la historia debe ponerse al servicio del Estado ... La "ob-jetividad", "la imparcialidad cientifica y sus errores son tan condena-bles, tan abominables cama el pacifismo" ... "El arte debe ser racista(de la raza) y nacional; debe contribuir a exaltar el orgullo nacional,el orgullo de la raza" la educacin alemana est haciendo en gran n-mero de escuelas alemanas "el elogio de la intolerancia y el fracasode Ia obiei.ividad" y C'1 Doctor Krieck, Rector de la Universidad deFrncort, ha llegado a escribir: "Una educacin alcanzar su fin,que es formar y amoldar al hombre, desde luego en la medida en qU2puede volverlo maleable y plstico". "Los estados de excitacin inten-sa, exttica" que debe suscitar "el arte nacional socialista" "no 'slo;wcen que los sentidos estn ms despiertos, la imaglnacin ms ac-tiva, ms fluidas las almas, sino que los numerosos '~dividu03 de unamultitud recogida se amalgamen en una unidad espiri tual, en unaunin sentimental. CI1 una comunidad" y que "la masa se vuelva d-cil y maleable con tal excitacin espiritual". "En el fondo", observa

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    l mismo, "estos mtodos estn emparentados con los tcnicos deestampacin y de doma de las almas, que la India ha elaborado pormedio del sistema Yoghi y de los mtodos de los claustros budistas".

    Puede la simple enunciacin de esta cruda teora, tan cnicamen_te prOclamada no provocar un sentimiento de inuignacin en cuantosexperimenten algn sentimiento de respeto por la lib2rtad? Si el pro-greso de los hombres no se hace reducindolos a ser simples unida-des intercambiables unas por otras, si la civilizacin griega, de laque la de los pueblos occidentales provienen se deb:! a la mltiplevisin de quienes la formaron, si el mayor progreso de la concienciamoral se, ha asegurado gracias a hombres como Scrates, corno Pla-tn, Como Aristteles; si el mismo Jesucristo respet la libertad decada uno, es posible aceptar que se trate de reducir a todos loshombres a seres que idnticos unos a otros no podran tener ya niindividualidad ni personalidad?

    Naturalmente d~ una educacin asi concebida se deriva cuantose quiera sin ms condicin que quien lo quiera sea el que sobre to-dos se imponga: as se establecern perentorios y dogmticas frmu-las, verdaderos mandatos destinados a sugestionar a las almas, comolos que pueden leerse en el libro del doctor Pablo Somrner e::.critocon el nombre de El Despertar de Alemania, para gua de los maes-tros de las escuelas secundarias alemanas: "No hagis ms quearmas! Con eso habris hecho todo!"; lo cual equivale a aquellos ver-sos que un pintor mexicano que ha acabado por tener fama mun-dial. '. escribi una vez como exhortacin dirigida a un minero alpie de un fresco que decora alguno de los muros de la Secretara deEducacin Pblica de Mxico:

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    amigo " matemtico ilustre, que conoca con 110 fingida humildadlos mritos de quienes a su entender saban ms que l, no slo losde otros pases sino del propio suyo, no nada ms los mayores quel () sus contemporneos, sino los menores que l, que haban sidosus discpulos: mi amigo que haba fundado hace diez y siete aosun hogar; mi amigo, que tena cuatrc hijos cuya educacin segua,con vivo.inters observando las aptitudes e inclinaciones de cada unopara que cada uno llegara a ser, segn su propio modo de ser, lomejor que pudiera ser, se ha privado antier de la vida disparndoseen la mitad del pecho un balazo que lo dej muerto en el acto,

    Cul fue el arrebato que lo llev a semejante fin? Cierto; supalabra vehemente revelaba la fuerza impulsiva de sus impresiones.Sin duda era vctima, l que tan bien manejaba el razonamiento de-ductivo; l que tan ordenado era en sus estudios, l que con limpie-za ejemplar haca sus clculos y llevaba las listas de sus clases ycoleccionaba y clasificaba cuanto a su labor se refera, era vctimade impaciencias que estallaban con singular violencia; pero lo sabay sabindolo esquivaba todas las situaciones en que pudiera estar enric:~go de perder el seoro de si mismo, por lo que no aceptaba dis-tinciones ni puestos en los que algn arrebato pudiera conducido acualquier arranque efusivo que ms tarde tuviera que lamentar, POI'eso cuando figur hace ms de doce aos en una terna en la quepor el Consejo Universitario fU2 propuesto al Ministro de Educacincomo Director de la Nacional Preparatoria no acept la eleccin quede l hizo el Ministro y prefiri seguir en el puesto de profesor quehasta entonces y luego estuvo desempeando, Por qu, pues, sequit la vida?

    Era dueo, me dicen, de la pistola con la que se priv de la exis-tencia; habala comprado en Francia en su viaje a Europa, .poco anotes de su matrimonio, har quizs diez y ocho aos,

    No fue accidental su muerte: pocos minutos despus de un inci-

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    den te que sin duda careca de importancia. encontrolo su hijo mayoren el momento que expiraba, desabotonada y abierta la camisa, queuna gota de sangre manchaba. y la vspera hablaba aun tranquila_mente con." su mdico; a quien le deca que haba aumentado depeso y con quien se quejaba d~ algn dolor que en un pie inespera_damente sufra.

    La oi ms de una vez; en la ltima hace quizs dos aos, decirmecon amargura que su vida, su vida que yo bien saba que fue la deun amante de la verdad y de UlJ enamorado del estudio y del ade

    cJanto cientfi.::o se haba frustrado: que l debera haber ido tem-prano, como su discpulo X, a otro pas en el que habra podido enotro Illedio universitario afrontar los ms altos prOblemas de lamatemtica y adelantar adentrndose en la ciencia, pero que no ha-bindolo hecho entonces senta que en la vana labor de ensear siem~rre las mismas COsas de escasa importancia a estudiantes en -gene-ral de espritu tan J.pegado a reducir su esfuerzo a lo que pudieras~rles de provecho positivo en las labores que les darian despus ma-terialmente lo necesario para vivir, su natural habilidad y su pers-picacia nativa se le embotaban ~ fuerza de reducirse a tan poca cosapero este cruel desengao no Supe jams qu significaCIn Podratener en lo ms hondo de su naturaleza, apasionada y. ardi2::te.

    Supe tambin, formando contraste con este estado de nimo, lasatisfaccin profunda con la que hace poco ms de un ao aplaudila idea de Manuel Gmez Morin de crear en la Universidad Nacio-nal una Facultad de Ciencias; me consta _ porque con Valentin Ga-ma, con Basilio Romo y conmigo trabaj entonces :;ii'cl hacer un pro-v=cto que se c.cJmGal'a a la realizacin de aquella idea-, cun corn-placic:o estaba de colaborar- al buen propsito que Gmez Morn tuvode llevdl'/a al cabo, y no olvido el desconsuelo con el que la ltimavez que lo vi me hablaba de 18. .E;scuela de Inr:enieros en la 'lue segnl, la direccin de quien h:;Oj la tiene a su cargo haba sido o estaba

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    siendo, deca l, con su acostumbrado ardor, funesta porque accedien-do a las solicitaciones de los estudiantes, dictadas a su parecer porla pereza y por aquel espritu mezquinamente prctico que tanto loirritaba, les estaba reduciendo a un mnimum, a su juicio ridculo,la amplitud, el panorama Y las exigencias de sus estudios matem-

    ticos.Todo ello sin embargo - Y esta es la sola sombra densa que yo

    pude mirar en el alma de mi amigo -, no me basta para explicar-me su trgico fin. Ni puedo pensar que haya sido unilateral y estre-cho su pensamiento. Gustaba de leer libros que lo hicieran conocerio que ha sido antes la histor+a de Mxico: oilo hablar -ms de unavez de la obra de la...Seora Caldern de la Barca, testigo que fuede sucesos de antao y conocedora de personajes que tuvieron suhora de poder en la que en ellos se concentr la atencin de sus con-temporneos. Amaba los estudios bien hechos de geografa; comen-taba con juvenil agrado los mritos de no pocas de las obras mejo-res de la coleccin Labor editada en Barcelona; aun s que le" conagrado a Goethe, y tcngo en fin ante mis ojos la cariosa carta queme escribi en 1926 en la que me hablaba con generoso entusiasmode mi geografa elemental de Mxico y me propona alguna correc-cin para perfecconarla

    Su anciana madre, de 77 aos: su espo:a, desc~ndiente del sabiomexicano, D. Leopoldo Ro de la Loza eran creyentes. Lo s biende esta ltima y s que mi amigo no lo era: ms todava: que supalabra era dura y cruel, y violento su sarcasmo contra las creen-cias y prcticas religiosas de su esposa, Y que entre ella y l se sen-tan empujados y arrastrados en opuestas direcciones, sus hijos; unasombra lejana h;o bia cado por otra parte cobre l, la rl,"! el pnoj(IC!contratiempo que aquel antepasado suyo, el que vino a Mxico hara-erca de SIglo y medio para estudiar matemtica" en nuestra Escue-la de Ingenieros, sufri cuando la Inquisicin no le permiti que

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    pasara con l un libro de matemticas sino despus de tachar en lrenglones que pudieran tener asomos herticos; claro era sin dudaque aquella sombra habra desaparecido si l no se hubiese compla-cido en algn modo en evocarla y que si as lo haca era por su mis-mo espritu de [usticia intransigente y rectlnea.

    Hoy me he enterado de que sus discpulos de la Escuela de In-genieros, irritados por el rigor con que los calificaba, aunque reco-nocieran que era justiciero; irritados tambin por las explosiones dedesprecio y de clera que sola mostrar ante sus errores y su faltade comprensin, pretendieron hace ms o menos un ao exigirle querenunciara a seguir siendo su profesor y que si no llevaron al cabosu pensamiento fue porque el director de la escuela pudo disuadirlosde que as lo hicieran.

    Reido estaba pues, con su familia; reido con la sociedad enque viva; reido consigo mismo, porque hacindose cargo de quehaba podido enfrentarse con los problemas ms altos de los que asu juicio eran quizs las nicas verdaderas ciencias, la fsica y espe-cialmente la matemtica, y encontrando el medio cientifico mexica-no sordo, pobre y miope no se haba resuelto a dejarlo todo para ira otro pais, al Instituto Tecnolgico de Massachussets, como Sando-val Vallarta, como Npoles Gndara, en donde pudiera trabajar conindudable ouen xito, all mismo en donde Sandoval Vallarta habahecho observaciones a Einstein, que Einstein haba tenido que reco-nocer que eran justificadas. Vctima creiase de su faIta de resolu-cin, y estirilizada en la labor ingrata del profesorado, sentiase in-capaz ya de afrontar problema" que en otro tiempo le habran pare-cido fciles. Juez as de s mismo, se juzgaba y S2 condenaa, comocondenaba y desdeaba a quienes no pensaban corno l, a los quepretendan que los que se propusiesen llegar a ser ingenieros. pudie-ran tener necesidad de hacer estudios especiales de lgica, de tica,de epistemologa, cuando el sumrnum de la ciencia y el camino real

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    tic 1,11" '''' ,.qtlll,,' "lli sino en la matemtica, en la fsica. En su arre-IlUtl' I\,.t~.""u nlglllla vez de verdaderos filsofos llamndolos despec-livllllI\'n!t. los filo:ofuc