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SECRETARÍA DE EDUCACIÓN EN EL ESTADO UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA NACIONAL UNIDAD UPN 162 “EL PROFESOR COMO FACILITADOR DEL APRENDIZAJE DE LA HISTORIA EN EL SEXTO GRADO DE PRIMARIA: UNA PERSPECTIVA CONSTRUCTIVISTA” JOSÉ JUAN ORTIZ MORELOS ZAMORA, MICH. , AGOSTO DEL 2007

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SECRETARÍA DE EDUCACIÓN EN EL ESTADO

UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA NACIONAL

UNIDAD UPN 162

“EL PROFESOR COMO FACILITADOR DEL APRENDIZAJE DE LA HISTORIA EN EL SEXTO GRADO DE PRIMARIA: UNA PERSPECTIVA

CONSTRUCTIVISTA”

JOSÉ JUAN ORTIZ MORELOS

ZAMORA, MICH. , AGOSTO DEL 2007

SECRETARÍA DE EDUCACIÓN EN EL ESTADO

UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA NACIONAL

UNIDAD UPN 162

“EL PROFESOR COMO FACILITADOR DEL APRENDIZAJE DE LA HISTORIA EN EL SEXTO GRADO DE PRMARIA: UNA PERSPECTIVA

CONSTRUCTIVISTA”

TESINA VERSIÓN ENSAYO

QUE PRESENTA

JOSÉ JUAN ORTIZ MORELOS

PARA OBTENER EL TÍTULO DE LICENCIADO EN EDUCACIÓN PRIMARIA PARA EL MEDIO INDÍGENA

ZAMORA, MICH., AGOSTO DEL 2007

DEDICATORIA

A Anavel: por su paciencia en mis momentos de reflexión

A Gizby Yalid, Arafat Camilo y Julissa: mis hijos

A todos los que dedican su mejor tiempo, en recuperar el valor de la

educación.

ÍNDICE

PÁG

INTRODUCCIÓN 5 CAPÍTULO I. ANTECEDENTES 7 A. Referencias contextuales. 7 B. Identificación del problema. 10 C. Reflexión en torno al problema. 11 D. Justificación. 15 E. Propósito general. 17 F. Objetivos específicos. 17 G. Conceptualización. 17 CAPÍTULO II. ENFOQUE CENTRADO EN EL APRENDIZAJE 24 A. Constructivismo. 24 B. La teoría de Piaget sobre el desarrollo cognitivo. 26 C. La aportación de Ausubel a la psicología cognitiva. 27 D. Vigotsky y el aprendizaje. 30 CAPITULO III. ESTRATEGIA METODOLÓGICA 32 A. La enseñanza de la historia. 33 B. Problemas y dificultades para la enseñanza de la historia. 36 C. Materiales para el aprendizaje de la historia. 38 D. La historia oral como recurso metodológico. 41 E. El libro de texto en el aprendizaje de la historia. 44 CONCLUSIONES 51 BIBLIOGRAFÍA 57 ANEXOS 59

5

INTRODUCCIÓN

Nos encontramos en una fase de cambios sociales, políticos y económicos

acelerados. Esta serie de transformaciones están repercutiendo en las

instituciones educativas y en la cultura en general. El uso de nuevas tecnologías

alternativas como la red internet ha significado un fuerte cuestionamiento, tanto de

los contenidos educativos que utiliza la escuela así como en la metodología

aplicada en los distintos sistemas de enseñanza. Ante esta situación es necesario

revisar las formas de pensar y hacer de los profesores de historia en la escuela

primaria.

Los maestros en las escuelas están poco preparados para esos cambios y

reaccionan en parte con inseguridad. En lo cotidiano laboral, a menudo, les queda

muy poco tiempo para reflexionar sistemáticamente sobre sus experiencias. En

general, los resultados son intentos de explicación limitados a los problemas

emergentes, esa inseguridad se manifiesta también en otras formas; en un

retorno a medidas de educación autoritarias o a atribuciones proyectivas a los

alumnos, de los conflictos así surgidos. Desde los diversos campos del

conocimiento, se critica que los estudiantes saben menos que antes, que ya no

logran los niveles educativos establecidos. En cuanto a las relaciones sociales se

señala que cada vez con mayor frecuencia los alumnos presentan trastornos de

comportamiento.

Los índices de calidad de la educación mexicana, son preocupantes, los

estudiantes que terminan la educación básica ocupan los últimos lugares en las

evaluaciones internacionales comparadas del aprovechamiento escolar, se

argumenta en suma, que la educación mexicana está en crisis.

Durante mucho tiempo el trabajo del profesor se ha desarrollado dentro de una

práctica didáctica tradicional, que se caracteriza por presentarle al alumno los

conocimientos únicamente de forma expositiva, esperando que los capte y

reproduzca tanto literal como mecánicamente, asumiendo éste una actitud pasiva

de mero receptor, obteniendo en consecuencia un aprendizaje memorístico y

6

ajeno a él; como respuesta alternativa a este modelo didáctico surge dentro de la

postura constructivista la noción de aprendizaje significativo, que establece que el

alumno es responsable de su aprendizaje, ya que es él, quien construye,

modifica, enriquece y diversifica el contenido que forma parte de su estructura

cognitiva, atribuyendo sentido y significado a los contenidos curriculares con los

que tiene contacto en el salón de clases; en consecuencia, en este modelo

didáctico se han redefinido los papeles que juegan profesor y alumno, quedando

establecida la función del docente en términos de ser facilitador o guía del

proceso de construcción del conocimiento de los alumnos, haciéndoles participar

en tareas y actividades que les permitan construir significados.

La primera parte de este trabajo aborda los antecedentes y referencias

contextuales de la situación problemática, la justificación del trabajo, el propósito

general y los objetivos específicos propuestos en esta tesina.

La segunda parte describe el enfoque de educación centrada en el aprendizaje.

Tomando en cuenta que es fundamental conocer y comprender los procesos a

través de los cuales nuestros alumnos aprenden.

En la tercera parte se trabaja en la estrategia metodológica sobre el papel que

desempeña el docente en el aprendizaje de la historia a partir de la teoría del

aprendizaje significativo y la utilización de diversos materiales, finalmente se

anotan las conclusiones y las fuentes documentales consultadas, así como los

anexos respectivos.

7

CAPÍTULO I. ANTECEDENTES

A. Referencias contextuales

La localidad de Charapendo forma parte del municipio de Gabriel Zamora,

Michoacán, está delimitada por las siguientes colindancias; al norte y al poniente

con el ejido de Jucutacato; al oriente y el sur con el ejido Lombardía,

perteneciente a la cabecera Municipal de Gabriel Zamora. Actualmente cuenta

con una población de 2,800 habitantes, de acuerdo al censo de población del

2004.

Las actividades económicas se basan principalmente en la existencia de viveros

de plantas de ornato y árboles frutales, donde se ocupa una gran parte de la

población económicamente activa. Otras actividades son los cultivos de nanche,

changunga, mango y guayaba. La actividad ganadera del lugar es también

representativa, aunque ésta se orienta a la engorda, la ordeña para la venta de

leche y elaboración de queso en pequeña escala.

El comercio de la comunidad gira en torno a la venta de leche, queso, huevos

que se producen ahí mismo; los abarrotes y demás productos de consumo se

adquieren en las tiendas del lugar que se surten en la ciudad de Uruapan y con

agentes de ventas provenientes de otras ciudades del Estado.

Las instituciones educativas en la comunidad se conforman de la siguiente

manera: se cuenta con el Jardín de niños “Juan de la Fontaine”; la Escuela

Primaria Federal “Justo Sierra” y una escuela Tele secundaria; las cuales

satisfacen la demanda de educación básica dentro de la población. En lo que se

refiere al nivel medio superior y superior no se tienen instituciones que atiendan a

este nivel y por lo tanto los jóvenes viajan a Lombardía, ubicada a 12 kilómetros,

donde se encuentra establecido un Colegio de Bachilleres y a la ciudad de

Uruapan, ubicada a 21 kilómetros y que ofrece una mayor oferta educativa, en

cuanto al nivel superior.

8

La infraestructura básica de la comunidad está compuesta de servicios como: una

red de agua entubada que satisface las necesidades básicas como el lavar y el

aseo personal, sin embargo, no es potable y se adquiere agua de la ciudad de

Uruapan que llega a través de pipas. Existe una red eléctrica que cubre la

totalidad de la población. El servicio telefónico se proporciona por medio de una

caseta de teléfonos de México. Las calles son transitables durante todo el año y

cuentan con pavimento la mayoría de ellas. La red de drenajes da servicio a la

mayor parte de las viviendas. La seguridad pública está a cargo de un policía que

depende del Municipio de Gabriel Zamora.

Las actividades de recreación y esparcimiento se componen de: unidad deportiva

que cuenta con cancha de fútbol, espacio para correr, un auditorio para

básquetbol y voleibol, un jardín central y un billar. No se cuenta con casa de la

cultura y las actividades culturales no se fomentan. Las fiestas y celebraciones

giran en torno a la religión como: Semana Santa, Sagrado Corazón, todos los

santos, 12 de diciembre en que se festeja a la Virgen de Guadalupe, las posadas,

Navidad y Año Nuevo. Las conmemoraciones cívicas que se celebran son: el 15 y

16 de septiembre, La Guerra de Independencia, además el 20 de noviembre,

aniversario de la Revolución Mexicana.

La escuela

La escuela Primaria Rural Federal “Justo Sierra”, turno matutino, es de

organización completa, tiene seis grupos, docente de educación física, un

intendente y por supuesto el director, aspecto que favorece el proceso enseñanza

– aprendizaje. Sin embargo, hay mucha suspensión de clases por motivos

sindicales y de irresponsabilidad por parte de los docentes y el director que se

ausenta cotidianamente de la institución.

La infraestructura de la escuela es adecuada y suficiente. Cuenta con espacios

deportivos y recreativos para que los alumnos desarrollen sus capacidades

motrices. El mobiliario de las aulas es basto y adaptable para que los alumnos

permanezcan cómodamente sentados, creando el ambiente propicio para

desarrollar adecuadamente las actividades didácticas dentro del aula.

9

Los docentes de la escuela cuentan con la formación normal básica y con más de

quince años de servicio, sólo en dos casos de los seis, han cursado la

Licenciatura en la Universidad Pedagógica Nacional. Representando en

consecuencia, una desventaja respecto de papel que asume el maestro dentro del

aula. De los seis profesores, cuatro cuentan con doble turno con el propósito de

recibir una mayor remuneración y poder hacer frente a sus necesidades

familiares, sin embargo, este factor ha propiciado que no se actualicen por falta de

tiempo y las ocupaciones derivadas de su doble trabajo.

Los padres de familia han conformado un comité, con la finalidad de estar

pendientes de lo que acontece en la escuela y existe poca credibilidad sobre el

desempeño eficiente de los docentes, culpándolos del bajo aprovechamiento de

los alumnos. Ya han sido retirados de la escuela dos profesores que debido a su

irresponsabilidad y bajo perfil académico en ningún grupo los aceptaron los

padres, quedando a disposición de la supervisión escolar.

El grupo escolar

El grupo de sexto año está constituido por treinta alumnos. La totalidad de los

cuales viven en esta comunidad. La mayor parte de ellos tienen un nivel de vida

aceptable, es decir, comen y visten modestamente. La edad de los alumnos es de

once a los catorce años. No existen hábitos de lectura y la mayor parte de sus

papás son personas que cursaron solamente la educación primaria, careciendo

de los conocimientos necesarios para apoyar a los niños en sus tareas, dejando al

profesor la mayor responsabilidad del aprendizaje.

La conjunción de problemáticas económicas, culturales y de formación

profesional, tanto de docentes como de padres de familia, ha propiciado que

exista un bajo rendimiento académico, reprobación y deserción.

10

B. Identificación del problema ¿Qué es la investigación? Es un recurso básico, una forma de búsqueda e

indagación acerca de nuestras propias circunstancias. Es, por lo tanto una auto

reflexión.

La investigación supone un replanteamiento de la función docente que no es

entendida aquí como la ejecución de una programación previamente determinada,

sino que es el resultado de una forma de conciencia y de posición ante el propio

hecho de enseñar y aprender, ante el alumno y ante la sociedad en su conjunto.

Para llevar a cabo la investigación se hace necesario estar insatisfecho con el

estado actual de las cosas e identificar un área problemática.

En el sistema educativo básico y concretamente en nuestra escuela, no se

realizan supervisiones al trabajo con el propósito de conocer el desempeño de los

maestros frente al grupo y entonces esto permite que cada uno de los profesores

adopte su propio criterio para guiar el proceso educativo, de acuerdo a su

formación, preferencias, conocimientos y costumbres.

Los procesos de capacitación y actualización no están respondiendo a las

necesidades específicas de nuestro centro de trabajo y más bien están

orientándose a fortalecer la habilidad lógico-matemática y verbal. En detrimento

de otras áreas del conocimiento como la historia.

La idea específica que orientó este trabajo fue la siguiente: El bajo nivel de

aprovechamiento en la asignatura de historia en nuestra escuela, tiene su origen

en el deficiente desempeño docente. Este argumento tiene tres supuestos:

Primero: El docente al impartir la clase de historia sigue asumiendo un papel

tradicional dentro del aula y frente a los alumnos, ocasionando bajos niveles de

aprovechamiento.

Segundo: La forma de pensar y hacer de los profesores al impartir la clase de

historia carece de referentes teóricos, psicológicos y pedagógicos, que orienten

su papel docente en las distintas dimensiones educativas.

11

Tercero: La postura constructivista de la enseñanza y el aprendizaje significativo

constituyen el fundamento teórico y metodológico para garantizar aprendizajes

significativos en la asignatura de historia, pero la mayoría de los profesores no

utilizan este enfoque dentro del proceso E-A.

C. Reflexión en torno al problema

Hasta principios de siglo XX, las concepciones epistemológicas realistas o

empíricas, y consecuentemente las teorías del aprendizaje asociacionistas, eran

dominantes en la epistemología y la psicología. Dichas teorías se encuentran

enmarcadas dentro de la pedagogía tradicional. Este enfoque se centra en la

enseñanza, es decir, da prioridad al proceso de transmisión de los conocimientos,

el docente transmite saberes y el alumno recibe la información digerida.

Durante este período se dio prioridad a la enseñanza, ya que se concebía al

profesor como el transmisor de saberes culturales, el docente enfocaba la

instrucción desde su particular estilo y sin considerar la capacidad constructiva del

aprendizaje en sus alumnos. En muchas ocasiones la forma de adquisición del

conocimiento era mecánica y repetitiva, o sistemática y rígida, basada en

programas con extensas actividades sin considerar el potencial, necesidades e

intereses del estudiante.

Sin embargo, durante este periodo ha ido creciendo simultáneamente, tanto a

nivel epistemológico como psicológico, una fuerte corriente de oposición a dichas

concepciones.

La teoría psicogenética del desarrollo intelectual que encuentra su máxima

expresión en Jean Piaget y que constituye una teoría epistemológica que está

centrada en dar respuesta al cómo se pasa de un estado de menos conocimiento

a otro de mayor conocimiento, es la que se supone debe de regir o ser el

fundamento para que se logren más altos niveles de calidad en el proceso

educativo.

12

El punto de partida de esta perspectiva está en la idea de que la enseñanza,

como acción aislada de la producción o generación de conocimientos, no permite

el desarrollo de todas las capacidades de los estudiantes. La probabilidad de

descubrimientos, de creación de conocimientos, propicia el despliegue de un gran

número de potencialidades que mediante los procesos habituales de la

enseñanza no son puestos en acción y permanecen sin desarrollarse. Además, la

multiplicación de acciones que propone la metodología integradora de trabajo da

lugar a un ambiente de acción colectiva en el que todos los que participan están

involucrados. Es decir, crea un nuevo espacio de trabajo escolar activo y

compromete a todos los participantes.

Para Piaget, el aprendizaje está determinado por el desarrollo. El maestro es un

facilitador y el alumno construye sus propios esquemas y estructuras; hace

también alusión a las metodologías didácticas por descubrimiento y participación,

y da importancia a la selección y organización de los contenidos curriculares.

Tanto a nivel epistemológico como psicológico. Piaget defiende una concepción

constructivista de la adquisición del conocimiento que se caracteriza por lo

siguiente:

• Entre sujeto y objeto de conocimiento existe una relación dinámica y no

estática. El sujeto es activo frente a lo real, e interpreta la información

proveniente del entorno.1

• Para construir conocimiento no basta ser activo frente al entorno. El

proceso de construcción es un proceso de restauración y reconstrucción,

en el cual todo conocimiento nuevo se genera a través de otros previos. Lo

nuevo se construye siempre a partir de lo adquirido, y lo trasciende.2

• El sujeto es quien construye su propio conocimiento.3

1 COLL, C. Significado y sentido en el aprendizaje escolar, en: DÍAZ BARRIGA, A.F. Estrategias docentes para un aprendizaje significativo. Mc GRAW HILL. México. 2001. p. 29-32 2 Ibid, p. 30 3 Ibid, p. 30

13

La teoría del aprendizaje verbal significativo de David Ausubel, hace énfasis en el

desarrollo de habilidades del pensamiento, aprendizaje significativo,

procesamiento humano de la información y solución de problemas. Para Ausubel,

el aprendizaje está determinado por conocimientos y experiencias previas. El

maestro organiza la información tendiendo puentes cognitivos y el alumno es un

procesador activo de la información. Para Ausubel es necesario conocer la

naturaleza del aprendizaje para estar en condiciones de incidir en los alumnos y

lograr la construcción de significados relevantes.

El enfoque sociocultural que deriva de las ideas de Vigotsky, considera

fundamental la función mediadora del profesor, hace énfasis en el aprendizaje

guiado, trabajo cooperativo y la enseñanza recíproca. Tiene como objetivo, el

explicar cómo se ubica la acción humana en ámbitos culturales, históricos e

institucionales. El aprendizaje requiere la interiorización y apropiación de

representaciones y procesos. El profesor provee una mediación por ajuste de la

ayuda y el alumno se apropia o reconstruye los saberes culturales.

De acuerdo con Wallon los factores ambientales y sociales son de extraordinaria

importancia para el desarrollo del niño, para conocer al niño y actuar sobre él es

necesario analizar su ser social, es decir, el conjunto de sus condiciones de

existencia.

Para Wallon, “no se puede separar al niño del medio, no hay individuo fuera de la sociedad.

Todo ser vivo conlleva un medio que es su complemento indispensable. El estudio del niño exige,

por lo tanto, el del medio donde se desarrolla. ”4

El medio es complementario del ser vivo. El estudio del niño exige, por lo tanto, el

del medio donde se desarrolla. En esta acción recíproca entre el niño y el medio

es donde reside el primer fundamento de la actividad educativa. Es decir, una de

las características fundamentales del niño es la de ser una personalidad en

4 TRANG-THONG, “El niño y el medio”, en antología UPN: El campo de lo social y la educación indígena II. UPN-SEP. México. 1993

14

desarrollo y que el medio social es vital y fuera de éste, el desarrollo normal es

imposible.

Partiendo de que existe una estrecha relación entre sociedad y educación, y que

la primera está en constante transformación, así como las continuas necesidades

de actualización de los conocimientos, ahora se habla de una educación a lo largo

de la vida, la cual representa para el ser humano una construcción continua de

sus conocimientos y actitudes que le permitan desarrollarse integralmente en la

sociedad de la información.

Es necesario aclarar que el proceso educativo está estrechamente vinculado con

el medio social, económico y político. En este sentido es importante considerar

algunos elementos que caracterizan nuestra sociedad contemporánea.

Primeramente el proceso de globalización económica, mediatizado por las redes

mundiales de la información y comunicación, que a su vez acarrean la

internacionalización del sistema financiero y la especialización de los procesos

productivos y finalmente la conformación de patrones que determinan las formas

de vivir, conocer, trabajar e interrelacionarse y que están intrínsecamente

vinculados con el proceso educativo.

Este panorama nos muestra la necesidad de atender los aspectos fundamentales

del proyecto de individuo y ciudadano contemporáneo, que aspiramos a formar de

paso por la escuela.

El docente tiene un papel central en la transformación de la educación. Podemos

decir que si bien el esfuerzo y decisión de cada maestro como individuo o como

grupo no es el factor único que garantice el cambio que necesita nuestro sistema

educativo, sí es un factor indispensable sin el cual otro tipo de iniciativa tiene poco

alcance.

Actualmente, se considera que el conocimiento se adquiere de forma específica

en diferentes dominios con características diferenciadas, ya que lo que el sujeto

construye son significados, ello no implica que no desarrolle capacidades

15

generales. Todo conocimiento se construye a partir de otro anterior. Por lo tanto,

el contenido tiene gran importancia en los procesos de aprendizaje, por ello es

necesario que el profesor conozca los preconceptos de sus alumnos, para que a

partir de ellos propicie el cambio cognitivo, favoreciendo la adquisición de nuevos

conocimientos conceptuales, procedimentales y actitudinales.

El conocimiento se construye en estrecha interrelación con el contexto en el que

se crea y usa, por ello su significación y aplicación dependen de dicho contexto.

El estudio de la actividad constructiva de los alumnos debe realizarse en el aula

interrelacionando a profesor, alumnos y contenidos contextualizados.

La pedagogía constructivista da mayor importancia al aprendizaje y este enfoque

toma en cuanta que en el proceso educativo, el alumno es el eje central de la

actividad escolar; docente y alumnos interactúan y ambos aprenden

conjuntamente.

La intervención pedagógica con enfoque constructivista, debe ser sistemática e

intencionada, contar con prescripciones concretas para la enseñanza y planificar

cuidadosamente las actividades de enseñanza y de aprendizaje, todo lo anterior

encaminado a lograr que el estudiante modifique sus esquemas de conocimiento

de manera significativa, que realice un verdadero cambio conceptual y actitudinal

Hemos de cambiar el enfoque basado en la instrucción por uno centrado en el

proceso de aprendizaje, lo cual nos obligará a diseñar, incorporar y difundir

acciones que lleven a nuestros alumnos a asumir y entender los contenidos de

aprendizaje planteados, a través del autoaprendizaje y la responsabilidad

compartida. La evaluación del docente no puede hacerse ya solamente por la

forma como organiza sus lecciones o la cantidad de diplomas que acumula, sino

básicamente por el grado de aprendizaje que hayan obtenido sus alumnos.

D. Justificación

La elaboración de este trabajo, responde a la necesidad personal de dar forma a

las ideas y conceptos construidos durante el proceso de formación personal, al

16

cursar la Licenciatura en Educación para el medio Indígena Plan 90 que oferta la

Universidad Pedagógica Nacional. La experiencia docente propia data de diez años atrás, cuando la actividad

escolar significó una oportunidad para ingresar como profesor de educación

media superior, para ello contaba con la licenciatura en economía y

posteriormente ingresé a la licenciatura LEPEPMI`90 en UPN, en el subcentro de

Cherán.

Vivimos en una época de cambio, que exige nuevas y rápidas adaptaciones. Su

brusca incidencia sobre la educación es un desafío en marcha. Éste es el motivo

fundamental que determina la necesidad de una continua capacitación, pues sin

la actualización constante los conocimientos y el desempeño pronto resultan

obsoletos.

Hoy, más que nunca, la profesión de la docencia enfrenta grandes retos y

demandas. La nueva circunstancia exige de los docentes un compromiso con la

calidad del proceso enseñanza-aprendizaje, así como la utilización de la

tecnología en el aula, como una necesidad impostergable.

En el presente trabajo se analiza la práctica educativa desde la pedagogía

tradicional y su contrastación con la postura constructivista. En este escenario se

hace imprescindible revisar el papel del docente en el proceso de enseñanza

aprendizaje de la historia como punto medular.

Es necesario que el docente se asuma como un sujeto que promueve el

desarrollo individual de sus alumnos y la transformación de la sociedad. Otra

razón que me movió a realizar esta investigación es la necesidad de ordenar las

ideas en la búsqueda de una práctica docente más consistente y objetiva en la

enseñanza de la historia.

La inquietud estriba en que el papel del profesor de historia sigue siendo uno de

los problemas fundamentales en el bajo rendimiento de los alumnos, por tanto, es

necesario distinguir entre una posición tradicionalista que limita la construcción de

17

aprendizajes significativos y una perspectiva constructivista que promueve la

construcción de aprendizajes en el área del conocimiento de la historia.

E. Propósito general

Describir los referentes teóricos del enfoque constructivista respecto al rol del

docente y a partir de la implementación de estrategias innovadoras en el

aprendizaje de la historia, transformar la práctica docente en el aula y en

consecuencia lograr aprendizajes significativos en los alumnos.

F. Objetivos específicos

• Analizar los fundamentos teóricos del constructivismo.

• Ubicar al aprendizaje significativo dentro de la postura constructivista,

analizando sus fundamentos teóricos.

• Identificar el papel del docente dentro de la postura teórica del aprendizaje

significativo

• Implementar estrategias que permitan facilitar el proceso de construcción

de aprendizajes significativos en la asignatura de historia.

F. Conceptualización

La educación, es una práctica propia de las sociedades y, tiene además distintas

funciones, destacando la de transmitir, reproducir y preservar el legado cultural de

una generación a otra. Otra de las funciones comúnmente asignadas a la

educación es la de: “fomentar avances en los ámbitos económicos, políticos y sociales, para

propiciar un desarrollo humano más armonioso y genuino”.5

En el caso de nuestro país, la educación se concibe como un derecho individual,

mismo que se encuentra establecido en el Artículo 3º Constitucional y en la Ley

General de Educación, la cual define a la educación como: “medio fundamental para

adquirir, transmitir y acrecentar la cultura; es proceso permanente que contribuye al desarrollo del

individuo y a la transformación de la sociedad, y es factor determinante para la adquisición de

conocimientos y para formar al hombre”6

5 DELORS, Jacques, et.al. La educación encierra un tesoro. UNESCO. México. 1996. p. 9 6 Ley General de Educación. SEP. México. 1993. 1ª. edición

18

El concepto de educación considerado en lo fines y propósitos de la educación

intercultural bilingüe para las niñas y los niños indígenas, considera que: “La

educación consiste en lograr que los individuos puedan dirigir cabalmente su propio desarrollo; es

decir, permitir que cada persona se responsabilice de sí mismo a fin de contribuir al progreso de la

sociedad en la que vive, fundándolo en la participación responsable de las personas y las

comunidades”7

Así mismo, el sistema educativo nacional establece la orientación y los principios

de la educación nacional: “La educación básica en el sistema educativo nacional se puede

entender como el segmento de la educación intencionada e institucionalizada que realiza la

sociedad, mediante los servicios que este sistema ofrece, para que las niñas y los niños adquieran

los conocimientos, habilidades y destrezas, hábitos, actitudes y valores fundamentales que les

permitan desarrollar sus capacidades, vivir y trabajar con dignidad, participar en el desarrollo

nacional, mejorar la calidad de su vida, tomar decisiones fundamentadas y continuar

aprendiendo”8

En síntesis, la educación es un proceso mediante el cual las personas adquieren

conocimientos, habilidades, destrezas y actitudes que les permite su desarrollo

individual y social, y cuyo fin prioritario es que participen de manera integrada y

efectiva en la construcción de su propia realidad en el encuentro de su identidad

particular y la transformación social.

Concepto de escuela

El proceso enseñanza-aprendizaje se refiere a la práctica educativa donde

convergen los que se educan y el educador, ambos enmarcados en una

institución que modela y constituye el eje rector de la enseñanza y el aprendizaje.

Dicha institución escolar oferta el conjunto de los contenidos que la sociedad

considera necesarios para socializar a los jóvenes y de esta manera reproducir el

conjunto de saberes que garanticen los fines culturales de un pueblo o nación.

7 Lineamientos generales para la educación intercultural bilingüe para las niñas y los niños indígenas. SEP. México. 1999. p.31 8 Ídid, p. 31

19

“La escuela es por excelencia, la institución encargada de socializar a los sujetos; socialización

que implica, salir de nuestra propia naturaleza, renunciar a nuestras representaciones, violentar

nuestras inclinaciones para transformarnos en sujetos sociales”9

En el caso de la educación formal, dicho proceso se desarrolla en la escuela, el

cual responde a un propósito que lleva a la especificación y justificación de qué y

cómo enseñar, a quién hacerlo, bajo qué normas de enseñanza, entre otros. Una

de las metas de la educación formal es guiar al alumno hacia el contacto y

posterior dominio del conocimiento.

Currículo

Existe una gran variedad de significados y usos del término, sin embargo, en este

caso, se entiende como el plan que una institución educativa propone e interactúa

con el proceso mas amplio de las relaciones sociales y de la cultura, tanto en la

escuela como fuera de ella, y es donde se define una intencionalidad explícita

respecto a las finalidades, contenidos y acciones a realizar por parte del maestro

y de sus alumnos, así como las condiciones académico-administrativas para

desarrollarlo, los cuales se concretan generalmente en el proyecto educativo que

está documentado y conformado en un plan y programa de estudios.

El currículo no se considera estático pues se encuentra estrechamente vinculado

con las necesidades y aspiraciones sociales que por su misma naturaleza pueden

cambiar, pero también depende o es influido por los avances de la ciencia, la

tecnología y las humanidades, lo cual hace necesario actualizarlo

permanentemente.

Concepto de práctica docente

Se entiende la práctica docente como praxis social, objetiva e intencional en la

que intervienen los significados, las percepciones y las acciones de los agentes

implicados en el proceso: maestros-alumnos, autoridades escolares, padres de

familia y las diferentes organizaciones administrativas y laborales propias de la

institución. 9 DURKHEIM, E. Educación como socialización, en antología: Grupo escolar, UPN-SEP, México, 1992, p.69

20

Este concepto de práctica docente favorece al maestro y al alumno, al intervenir e

interactuar en el proceso educativo. Cada docente tiene la posibilidad de

convertirse en un orfebre humano, tiene en sus manos la posibilidad de recrear el

proceso a través de una comunicación diferente, cercana y profunda con los

jóvenes con quienes trata en el salón de clases.

El docente tiene que dar cada día, un nuevo significado a su propio trabajo, de

manera que pueda encontrar una mayor satisfacción en su desempeño cotidiano

y un mayor reconocimiento por su labor. El maestro tiene la posibilidad de

compartir y enriquecer su proyecto educativo con sus colegas, con los padres de

familia, con las academias y con los propios directivos, de tal manera que esta

riqueza se refleje en una mejor educación para sus alumnos, sea cual fuere su

condición socioeconómica.

De aquí se desprenden las múltiples relaciones interpersonales que el docente

practica y las cuales debe fomentar permanentemente. Entre éstas formas de

relación, tenemos las siguientes:

• Docentes y alumnos en una comunidad de intereses intelectuales,

sociales y tecnológicos.

• Docentes y comunidad estrechamente vinculados con la marcha de la

sociedad y su desarrollo.

• El docente y los valores personales, sociales e institucionales, ya que

la educación como un proceso intencional dirigido a personas

concretas, lleva siempre implícita una orientación hacia el logro de

determinados propósitos, a través de los cuales se pretende la

formación de un determinado tipo de ciudadanos y construir un modelo

de sociedad bien definido.

“Este conjunto de relaciones se entremezcla para formar un entramado que convierte la práctica

educativa en una realidad compleja, que trasciende siempre el ámbito técnico-pedagógico. Esto

es, la práctica educativa va siempre “más allá del salón de clases”. Las múltiples relaciones que

21

mantiene el docente torna complejo el análisis de su trabajo, por ello, para facilitar su estudio, se

han organizado en seis dimensiones, que servirán de base para analizar más claramente la

práctica docente”10

Dimensión personal

La práctica docente es esencialmente una práctica humana. Es ella, la persona

del docente como individuo, una referencia fundamental. Es un sujeto con ciertas

cualidades, características y dificultades que le son propias; un ser no acabado,

con ideales, motivos, proyectos y circunstancias de vida personal que imprimen a

la vida profesional determinada orientación. En este nivel se asientan las

decisiones fundamentales del maestro como individuo, las cuales vinculan de

manera necesaria su quehacer profesional con las formas de actividad en las que

se realiza en la vida cotidiana. Esta dimensión invita al maestro a reconocerse

como ser histórico capaz de analizar su presente y construir su futuro, a recuperar

la forma en que se enlazan su historia personal y su trayectoria profesional, su

vida cotidiana y su trabajo en la escuela: quién es él fuera del salón de clase, qué

representa su trabajo en la vida privada y de qué manera ésta se hace presente

en el aula.

Dimensión institucional

La práctica docente se desarrolla en el seno de una organización. En este

sentido, el quehacer del maestro es también una tarea colectivamente construida

y regulada en el espacio de la escuela, lugar de trabajo docente. La institución

escolar representa para el docente el espacio privilegiado de socialización

profesional. A través de ella entra en contacto con los saberes del oficio, las

tradiciones, las costumbres y las reglas propias de la cultura magisterial.

Dimensión interpersonal

La función del docente como profesional que trabaja en una institución está

cimentada en las relaciones entre las personas que participan en el proceso

educativo: alumnos, maestros, directivos y padres de familia. Estas relaciones

interpersonales que ocurren dentro de la institución son siempre complejas, pues 10 MERCADO, Ruth. “El trabajo cotidiano del maestro”, en antología UPN: Análisis de la práctica docente. UPN-SEP. México. 1992. p. 64-67

22

se construyen sobre la base de las diferencias individuales en un marco

institucional, estas diferencias no solamente atañen a la edad, el sexo o la

escolaridad, sino a cuestiones menos evidentes a primera vista pero de igual o

mayor importancia: la diversidad de metas, los intereses, las ideologías frente a la

enseñanza y las preferencias políticas.

Su importancia para la práctica docente y para la experiencia educativa en su

conjunto es enorme en muy diversos sentidos. Todos sabemos que un clima hostil

o indiferente empobrece las posibilidades de actuación de los maestros; la

experiencia educativa de los alumnos también se alimenta de este clima

institucional. El esfuerzo diario de cada maestro proviene del hecho de que no

trabaja solo; sino en un ligar colectivo en donde tiene la necesidad de ponerse de

acuerdo con otros, de tomar decisiones conjuntas, de participar en acciones, de

construir proyectos o de disentir frente a lo que otros colegas dicen y hacen; que

le exigen encarar diversos tipos de problemas y ocupar determinada posición con

los alumnos, demás compañeros y autoridades de la escuela.

Dimensión social

El trabajo docente es un quehacer que se desarrolla en un entorno histórico,

político, social, geográfico, cultural y económico, mismos que le imprimen ciertas

exigencias y que al mismo tiempo es el espacio de incidencia más inmediato de

su labor. Este espacio que de manera genérica supone un conjunto de

condiciones y demandas para la escuela, representa no obstante, para cada

maestro, una realidad específica derivada de la diversidad de condiciones

familiares y de vida de cada uno de los alumnos.

Dimensión valoral

La práctica docente en cuanto a acción intencionalmente dirigida hacia el logro de

determinados fines educativos, contiene siempre una referencia axiológica, es

decir un conjunto de valores. El proceso educativo nunca es neutral, siempre está

orientado hacia la consecución de ciertos valores, que se manifiestan en distintos

niveles en la práctica docente. La práctica de cada maestro da cuenta de sus

valores personales a través de sus preferencias conscientes e inconscientes de

23

sus actitudes, de sus juicios, todos los cuales definen una orientación acorde a su

actuación cotidiana, que le demanda de manera continua la necesidad de hacer

frente a situaciones diversas y tomar decisiones.

Dimensión didáctica

La dimensión didáctica hace referencia al papel del maestro como agente que

orienta, dirige y guía, a través de los procesos de enseñanza, la interacción de los

alumnos con el saber colectivo culturalmente organizado, para que construyan su

propio conocimiento. Desde una perspectiva constructivista, se asume que,

siempre que hay un aprendizaje autentico, hay un proceso de reconstrucción por

parte del sujeto que aprende, quien está redescubriendo este nuevo

conocimiento, aunque ya haya sido descubierto a lo largo de la historia. Al

maestro le corresponde organizar y facilitar el acceso al conocimiento para que

los alumnos se apropien de él y lo recreen. Por ello, esta dimensión invita a

revisar la forma de acercarse al conocimiento y de conducir el proceso educativo

Alumno

En este caso, se parte de una concepción del alumno como sujeto activo, que es

capaz de pensar al mundo, hacerse una concepción de él y actuar en

consecuencia. Bajo esta concepción, el alumno se convierte en el centro del

proceso formativo, al ser el responsable último de su propio proceso de

aprendizaje, quien construye el conocimiento y atribuye sentido a lo que aprende.

Las significaciones que logra dependen de los conocimientos previos que posea y

de su puesta en relación con el nuevo material de aprendizaje, así como de la

propia actividad de aprendizaje y de la interrelación con los otros.

24

CAPÍTULO II. ENFOQUE DE EDUCACIÓN CENTRADA EN EL APRENDIZAJE El enfoque de educación centrado en el aprendizaje se caracteriza por focalizar la

actividad del alumno, como el eje que sirve de guía en los procesos de enseñanza

y aprendizaje mediante estructuras pedagógicas que facilitan, orientan y

promueven una interacción constructiva entre el alumno y el profesor, entre el

alumno y su objeto de conocimiento, entre el alumno y su grupo escolar, entre el

alumno y su entorno inmediato.

A. Constructivismo

El paradigma constructivista del aprendizaje considera que, la educación no

puede reducirse a la transmisión de información o conocimientos, entendiendo

que ésta, debe promover el desarrollo del pensamiento lógico y, a su vez, sus

estructuras cognoscitivas.

César Coll (1993-2001) propone un marco teórico constructivista conformado por

las diferentes teorías psicológicas del aprendizaje, entre ellas podemos mencionar

las más representativas: la teoría psicogenética de Piaget, la teoría del

aprendizaje significativo de Ausubel y la teoría sociocultural de Vigotsky.

Fundamentos del proceso enseñanza-aprendizaje

¿Qué es el constructivismo? ¿Por qué hace el maestro algún tipo de actividad?

¿Qué finalidad busca el profesor con una estrategia?

El constructivismo es una postura epistemológica en el sentido que explica, qué

aprende el ser humano, cómo aprende y cómo es que llega a conocer. Por tanto,

el constructivismo no es una metodología o una fórmula; son ideas, teorías,

presupuestos, que el docente debe tener acerca de cómo el ser humano realiza el

abordaje respecto al conocimiento.

El constructivismo parte de la convicción de que el conocimiento se construye

activamente por sujetos cognoscentes, no se recibe pasivamente del ambiente.

Existe una relación dinámica entre sujeto y objeto de conocimiento, el sujeto es

25

activo frente a lo real, interpretando la información proveniente del entorno. Es

decir, para la construcción del conocimiento no es suficiente el ser activo frente a

lo real, pues es necesario un proceso de reestructuración y reconstrucción, en el

que todo conocimiento nuevo se construye a partir de otros anteriores

trascendiéndolos.

De acuerdo con César Coll, la concepción constructivista se organiza en torno a

tres ideas fundamentales:

1ro. El alumno es el responsable último de su propio proceso de aprendizaje. El es quien

construye o más bien reconstruye los saberes de su grupo cultural.

2do. La actividad mental constructiva del alumno se aplica a contenidos que poseen ya un grado considerable de elaboración. Esto quiere decir que el alumno no tiene en todo momento

que descubrir o inventar en un sentido literal todo el conocimiento escolar, pues este conocimiento

es producto de un proceso de construcción social. Con base en lo anterior se dice que, el alumno

reconstruye el conocimiento preexistente en la sociedad, pero lo construye en el plano personal

desde el momento que se acerca en forma progresiva y comprehensiva a lo que significan y

representan los contenidos curriculares como saberes culturales.

3ro. La función del docente es engarzar los procesos de construcción del alumno con el saber colectivo culturalmente organizado. Esto implica que la función del docente no solo

consiste en crear las condiciones para que el alumno despliegue una actividad mental

constructiva, sino que debe orientar y guiar explícita o deliberadamente dicha actividad11

La psicología genética puede realizar valiosos aportes para mejorar nuestra

práctica de la enseñanza, dado que esta disciplina estudia cuáles son los

procesos intelectuales por medio de los cuales se construye el conocimiento.

Entre los aportes de la psicología genética a la didáctica figura un principio

general muy conocido: “Todo conocimiento se origina a partir de conocimientos anteriores; los

conocimientos anteriores funcionan como marco asimilador a partir del cual se otorgan

significados a los nuevos objetos de conocimiento”12

11 COLL, C. Significado y sentido en el aprendizaje escolar, en:. DÍAZ BARRIGA, A. F. Estrategias docentes para un aprendizaje significativo. Mc GRAW HILL. México. 2001. p.30-32 12 AISENBERG, Beatriz y Silvia Alderoqui. Didáctica de las ciencias sociales, en antología: El campo de lo social y la educación indígena II. UPN-SEP. México. 1997. p. 26-27

26

B. La teoría de Piaget sobre el desarrollo cognitivo.

El desarrollo cognitivo puede comprenderse como la adquisición sucesiva de

estructuras lógicas cada vez más complejas que subyacen a las distintas áreas y

situaciones que el sujeto es capaz de ir resolviendo a medida que crece. La teoría

de Piaget ha permitido mostrar que en el desarrollo cognitivo existen

regularidades y que las capacidades de los alumnos no son algo carente de

conexión, sino que guardan una estrecha relación unas con otras. En este

sentido, las adquisiciones de cada estadio, formalizadas mediante una

determinada estructura lógica, se incorporan al siguiente, ya que dichas

estructuras poseen un orden jerárquico.

El sujeto construye su conocimiento a medida que interactúa con la realidad. Esta

construcción se realiza mediante varios procesos, entre los que destaca los de

asimilación y acomodación. En el caso primero, el individuo incorpora la nueva

información haciéndola parte de su conocimiento.

En cuanto a la acomodación, se considera que mediante este proceso la persona

transforma la información que ya tenía en función de la nueva.

La asimilación está determinada por los procesos de acomodación y viceversa. La

equilibración se produce cuando se ha alcanzado un equilibrio entre las

discrepancias entre la información nueva que se ha asimilado y la información que

ya se tenía. “La concepción constructivista del aprendizaje escolar se sustenta fundamentalmente en la idea de

que la finalidad de la educación es promover los procesos de crecimiento personal del alumno en

el marco de la cultura del grupo al que pertenece. Los aprendizajes no se producirán de manera

satisfactoria a no ser que se suministre una ayuda especial a través de la participación del alumno

en actividades intencionales, planeadas y sistemáticas que logren propiciar en éste una actividad

mental constructiva”13

13 DÍAZ BARRIGA, A.F. Estrategias docentes para un aprendizaje significativo. Mc GRAW HILL. México. 2001. p. 30

27

Desde la postura constructivista se rechaza la idea del alumno como mero

receptor o reproductor de saberes culturalmente deseados, se asume que éste

construye los saberes al ser un sujeto activo en el proceso de conocer.

Por otra parte, desde esta postura se plantea a las instituciones el compromiso de

promover el doble proceso de socialización e individualización, lo cual permite a

los educandos construir una identidad personal en el marco de un contexto social

y cultural determinado.

C. La aportación de D. Ausubel a la teoría cognitiva.

Para estar en condiciones de entender nuestro papel docente, es necesario saber

y comprender; ¿Cómo aprenden nuestros alumnos?, ¿Qué condiciones y factores

hay que tomar en cuenta?

David Ausubel, es un psicólogo educativo que a partir de la década de los

sesenta, dejó sentir su influencia a partir de importantes elaboraciones teóricas y

estudios acerca de cómo se realiza la actividad intelectual en el ámbito escolar.

“Ausubel como otros teóricos cognoscitivistas, postula que el aprendizaje implica una

reestructuración activa de las percepciones, ideas, conceptos y esquemas que el aprendiz posee

en su estructura cognitiva. Por lo tanto, bien podría caracterizarse su postura como constructivista

e interaccionista, puesto que asume que el sujeto construye el conocimiento y que la información

de los materiales de estudio se interrelacionan e interactúan con los esquemas de conocimiento

previo y las características personales del aprendiz”14

Por otra parte, Ausubel afirma que es necesario diferenciar los tipos de

aprendizaje que pueden ocurrir en un salón de clases y plantea dos dimensiones

posibles del mismo:

En primer lugar encontramos el modo cómo se adquiere el conocimiento, que

puede ser por recepción o por descubrimiento y en segundo lugar la forma en que 14 Ibíd, p.35

28

el conocimiento es incorporado en la estructura cognitiva del estudiante, que

puede ser por repetición o significativo

En las escuelas, la enseñanza está organizada en función del aprendizaje por

recepción de grandes cantidades de material de estudio. Esto no quiere decir que

recepción y descubrimiento sean excluyentes o completamente antagónicos,

pueden ser compatibles cuando el conocimiento adquirido por recepción es

utilizado para resolver problemas de la vida diaria que implican descubrimiento.

Respecto al aprendizaje significativo, es claro que se prefiere éste al aprendizaje

por repetición pues permite la adquisición de grandes cuerpos integrados de

conocimientos con sentido y relación.

Para que exista una incorporación de conocimientos de manera significativa, es

necesario:

A. Que haya una relación sustancial y no arbitraria; es decir, hay que tomar en

cuenta los conocimientos previos de los alumnos y buscar la relación entre lo que

ya sabe y los nuevos conocimientos.

Modo (recepción)

Modo (descubrimiento)

Forma (repetición)

Recepción repetitiva Se pide al alumno que haga

la lectura de la reforma liberal

en su libro de texto.

Descubrimiento repetitivo

Se pide al alumno que

identifique las causas de la

Reforma Liberal.

Forma (significativa)

Recepción significativa

Se pide al alumno que a

partir de la información

analizada, identifique los

conceptos básicos

Descubrimiento significativo

Se pide al alumno que a

partir de los conceptos

básicos, elabore un mapa

conceptual

29

B. Que el contenido sea potencialmente significativo; es decir, ¿qué quiero

lograr?, ¿a dónde quiero llegar?, es necesario tener claro el objetivo que

perseguimos y las actividades que vamos a desarrollar.

C. Que haya disposición para aprender; es decir, que el alumnos esté motivado y

las dos condiciones anteriores se den.

D. Intervención del profesor en la construcción del aprendizaje significativo.

Los profesores tenemos que creer y estar convencidos de que; el alumno es el

responsable de su aprendizaje; se trabaja con contenidos con un grado de

elaboración, es decir, el conocimiento se reconstruye y hay que contextualizar el

conocimiento.

Los parámetros que guían la acción didáctica del profesor para favorecer

aprendizajes significativos, pueden ser entre otros:

- La observación del proceso activo del alumno en el aula.

- La acción didáctica debe estar presidida por la actividad constructiva y la

autonomía de los alumnos, sin descuidar las interacciones entre profesor,

alumnos y contenido.

- Que los alumnos den sentido al contenido al aprender significativamente.

- Que los alumnos encuentren interesante lo que van a hacer y aprender.

- Partir de los conocimientos previos de los alumnos.

- Planificación eficaz de las situaciones de enseñanza-aprendizaje.

- Uso de materiales didácticos novedosos.

- Trabajo en equipo y colaborativo.

- Favorecer que el alumno vaya llevando un control progresivo de su proceso de

aprendizaje (aprender a aprender).

Para Ausubel, aprender de manera significativa es sinónimo de comprender. Por

ello, lo que se comprenda será lo que se aprenda y recuerde mejor porque

quedará integrado en la estructura de conocimientos. El autor tiene una visión de

aprendizaje basada en los procesos internos del alumno y no sólo en sus

30

respuestas, esta concepción coincide con los esquemas del alumno, pero

discrepa de ella en lo que se refiere a la importancia de la propia actividad y

autonomía en la asimilación de conocimientos. Si existe demasiada discrepancia

entre la información nueva y los esquemas del sujeto, es posible que éste no

pueda asimilar la información que se le presenta.

La capacidad de comprensión y aprendizaje de la información nueva está

determinada por el nivel de desarrollo cognitivo del sujeto. Lo que cambia a lo

largo del desarrollo son las estructuras, pero no el mecanismo básico de

adquisición del conocimiento.

Aprendizaje significativo es aquel que se relaciona de manera significativa y no

arbitraria con otros conocimientos. Ausubel utiliza los organizadores previos, que

son materiales utilizados por el profesor para desarrollar esos nuevos

conocimientos. Al profesor le permite enganchar los conocimientos previos con

los nuevos.

Este autor resalta la importancia de las ideas previas, ya que si se enseña la

ciencia al margen de las propias ideas que a menudo tienen los niños y los

adolescentes, no se podrá producir una verdadera asimilación de los contenidos

escolares, ya que perdurará siempre una separación entre lo que se ha recibido

en la escuela y el conocimiento cotidiano que tiene el alumno al respecto.

D. Vigotsky y el aprendizaje.

Para este autor el ser humano es una consecuencia de su contexto. El

aprendizaje se desarrolla en contacto con otros a través de procesos psicológicos

superiores: lenguaje y pensamiento.

Los conceptos básicos de esta aproximación están planteados en las siguientes

categorías: un desarrollo real. Que es el recorrido máximo de conocimientos por

nosotros mismos; una zona de desarrollo próximo. Que es la distancia intermedia

entre desarrollo real y desarrollo potencial; y un desarrollo potencial. Que es el

recorrido máximo de conocimientos gracias a la ayuda de otros.

31

En esta teoría el conocimiento no es un objeto que se pasa de uno a otro, sino

que es algo que se construye por medio de operaciones y habilidades

cognoscitivas que se inducen en la interacción social. Vigotsky señala que el

desarrollo intelectual del individuo no puede entenderse como independiente del

medio social en el que está inmersa la persona.

“Para Vigotsky , el desarrollo de las funciones psicológicas superiores se da primero en el plano

social y después en el nivel individual”15

La transmisión y adquisición de conocimientos y patrones culturales es posible

cuando de la interacción (plano interpsicológico) se llega a la internalización

(plano intrapsicológico). A ese complejo proceso de pasar de lo interpersonal a lo

intrapersonal se lo denomina internalización

“Internalización es el proceso mediante el cual lo que ocurre fuera del individuo pasa al plano de

su mente. Desde esta perspectiva, no heredamos los conocimientos ni las actitudes sino que las

adquirimos a partir de nuestras interacciones sociales, llamamos internalización a la

reconstrucción interna de una operación externa”16

15 BAYER, A. S. Vigotsky. visitado nuevamente, en antología UPN: Grupo escolar. UPN-SEP. México. 1992. p.115 16 DE LIMA, Dinorah. Nuevas ideas para viejas intenciones, en antología: Criterios para propiciar el aprendizaje significativo en el aula. UPN-SEP. México. 1993. p. 53

32

CAPITULO III. ESTRATEGIA METODOLÓGICA Visión social de la historia El conocimiento histórico forma parte de la vida cultural y social. La historia es

tema de películas y concursos televisivos, es motivo de celebraciones y festejos

públicos, es objeto de campañas institucionales y forma parte del enorme legado

cultural que se transmite, entre otros medios, a través de la tradición oral. Ello

quiere decir que el alumnado, sin ser consciente, está configurando una visión de

lo histórico en su vida como integrante de la sociedad que, generalmente, no

coincide con la historia escolar o la historia contenida en los libros de texto.

¿Qué visión de la historia es la que se suele transmitir fuera de la escuela?. ¿Con

qué elementos se construye la percepción social del conocimiento del pasado?

Saber historia es igual a ser anticuario o albacea del recuerdo; saber historia es

conocer curiosidades de otros tiempos, recordar datos que identifican un

monumento o un acontecimiento, o, simplemente, recitar nombres de glorias y

personajes pasados.

La Historia “interesante” es aquella que trata nuestro ayer o anteayer inmediato.

Precisamente, lo que no puede considerarse historia por su, todavía, estrecha

vinculación con el presente, porque no existe aún una teoría explicativa que reúna

los requisitos exigibles a una explicación histórica, o simplemente, porque no es

posible investigarlo por la situación de las fuentes. Pese a ello, esta historia es la

que tiene sentido conocer, incluso desde el punto de vista académico.

En el aspecto de cómo enfocar y tratar la materia, de acuerdo a nuestra encuesta

aparece que la mayor parte del profesorado basa su actividad didáctica

fundamentalmente en el uso del libro de texto.

El uso del libro se compagina con algunas actividades de comentario de textos.

Pese a todo, la mayor parte del tiempo se dedica a la explicación del profesor;

otros más explican entre media hora y una hora cada día de clase. Todo ello, más

33

otras conclusiones de la investigación, abona la idea de que la visión que los

alumnos perciben de la historia por parte de sus profesores se acerca más a

escuchar relatos, más o menos interesantes.

“Las ideas que los niños tienen sobre el mundo social constituyen el punto de partida para el

aprendizaje de los contenidos escolares del área de estudios sociales”17

El mayor error, es hacer depender el aprendizaje escolar demasiado directamente

de una determinada interpretación histórica. Lo peor es que, desde el punto de

vista didáctico, el alumnado memoriza explicaciones acabadas que no resultan

comprensibles ni significativas.

A. La enseñanza de la historia

En su libro Problemas de enseñanza y aprendizaje de la historia: ¿.y los maestros

qué enseñamos por historia?, Julia Salazar Sotelo propone a los profesores

estrategias alternativas y diversos recursos didácticos concretos para mejorar la

calidad de su enseñanza en la materia de historia, de manera que en el aula no

sólo promuevan el conocimiento, sino que lleven concretamente a los educandos

hacia una postura en que ellos sean capaces de realizar una interpretación

personal y crítica sobre los temas históricos, todo ello tomando en cuenta los

saberes previos del alumno, sus habilidades y destrezas.

“El enseñante es el mediador entre el mundo social actual y el niño”18

¿Qué enseñamos por historia? A través de su atenta lectura, encontraremos la

respuesta a esta y otras preguntas, lo que nos ayudará a normar la ruta didáctica

más pertinente para verdaderamente enseñar historia en la escuela primaria.

Al impartir la materia nos hemos preguntado ¿qué es la historia, para qué la

enseñamos y cuál es la meta que pretendemos alcanzar en la formación de

nuestros educandos? La historia tiene que dejar de ser el aburrido relato del

17 AISENBERG, Beatriz y Silvia Alderoqui. Didáctica de las ciencias sociales, en antología: El campo social y la educación indígena II. UPN-SEP. México. 1997. p. 38 18 POSTIC, Marcel. La relación educativa, en antología: íbid. p. 105

34

pasado; debe presentarse como resultado de una relación estrecha entre el

historiador que se encuentra en el presente y el pasado que refiere.

El historiador interpreta, trata de comprender el tránsito de los hombres en el

tiempo y las huellas del pasado investigando la información contenida en

documentos, ruinas, piezas, etc., haciendo que estos elementos salgan de su

condición estática en las vitrinas de los museos y adquieran palpitante vigencia.

Acertadamente lo dice Miguel León Portilla: hay que ir "más allá del tepalcate y el

documento".

No se trata únicamente de recopilar componentes históricos. Cuando el

historiador integra e interpreta la información obtenida de los diversos materiales

les confiere un significado que deriva en un proceso de edificación social del

momento histórico y no se estanca en descifrar códices o en la restauración de

monumentos y recintos. El historiador interroga a la realidad del momento a partir

de su propia concepción para realizar una reconstrucción de eventos relevantes

de la realidad social del pasado.

Enseñar es la acción de transmitir, proponer y promover un conocimiento que al

ser asimilado dará como resultado el aprendizaje como un acto común en el que

tanto el alumno como el docente se involucren activamente en la materia.

Enseñar historia no implica comprometer al alumno a memorizar las líneas del

tiempo sobre personas, episodios o instituciones del pasado nacional o mundial,

sino a interpretarlos y ubicarlos en un tiempo y espacio determinados, por medio

de la reflexión, el cuestionamiento y el debate sobre los problemas humanos

reales a los que se enfrentaron los protagonistas de un curso histórico averiguado

y sobre la postura que asumieron ante los sucesos, en el sitio específico donde

acaecieron.

¿Qué implica la enseñanza de la historia en la educación primaria?

Los docentes que laboramos en primarias enfrentamos la tarea de asimilar, en la

práctica cotidiana, la supresión de las ciencias sociales y la reincorporación de la

historia, el civismo y la geografía –como asignaturas–, en el plan y los programas

de estudio que tienen vigencia a partir de la modernización educativa.

35

Asimilar, en la práctica cotidiana, un cambio de contenidos y materiales

educativos no resulta una tarea sencilla; quizá por eso aún predomina la

enseñanza tradicional de la historia en la educación primaria, caracterizada por la

transmisión oral y/o escrita de información, generalmente limitada al libro de texto,

y por el uso constante del cuestionario, como guía para la lectura e instrumento

para la evaluación.

La reproducción de la enseñanza tradicional de la historia se explica, porque en

ese tipo de práctica se ignoran tanto las características de la historia –objeto de

conocimiento–, como las de los niños –sujetos cognoscentes–; situación agravada

por la deficiente selección, creación y organización de recursos para el

aprendizaje.

El problema esencial que se genera con la enseñanza tradicional de la historia

consiste en la carencia de significados que para los alumnos tiene el estudio de

esa disciplina, en consecuencia, no se alcanza la intención educativa de facilitar la

construcción racional y sistemática de explicaciones de la realidad histórico-social,

ni una comprensión que propicie la participación del educando en la vida social.

La ruptura de la enseñanza tradicional de la historia representa una cuestión

compleja, e implica:

a). De acuerdo con su significado etimológico, enseñar a investigar, indagar e

informar acerca de los procesos de desarrollo de las sociedades humanas.

b). Recurrir, en ese sentido, a una metodología hipotético-deductiva para

propiciar que, en el marco de una situación problemática, los niños emitan sus

saberes previos y formulen hipótesis.

c). Conocer el proceso que siguen los niños al aprender historia –al construir

conocimientos históricos–, para que nuestra intervención pedagógica resulte

congruente y pertinente.

Los niños, ante situaciones históricas, evolucionan hacia razonamientos

educativos a través de una serie de etapas:

36

- Sólo extraen hechos descriptivamente, sin poder deducir conclusiones

- Empiezan a establecer relaciones entre hechos cada vez más complejos.

- Son capaces de evaluar e interpretar hechos.

El carácter relativista de la historia implica la necesidad de que los alumnos

comprendan que no existe la verdad absoluta en la historia; la repercusión de esta

característica en los procesos cognoscentes se traduce en el desarrollo de la

capacidad para confrontar informaciones diferentes, hasta opuestas, sobre un

mismo hecho histórico.

Resulta conveniente, ante la evidencia de las limitaciones que el propio desarrollo

cognoscitivo impone al niño para desarrollar un razonamiento hipotético-

deductivo, realizar un diagnóstico que nos permita un punto de partida hacia los

propósitos curriculares de la asignatura de historia.

Además de ir descubriendo, reconstruyendo el proceso que siguen los niños al

construir conocimientos históricos en acciones concretas, es necesario orientar,

con el uso de instrumentos pertinentes, la observación de ese proceso e intentar

interpretarlo a la luz de un marco teórico.

Para cerrar estas reflexiones, se destaca que, la historia permite recuperar el

pasado para explicar racionalmente el presente y proyectar, con un mínimo de

rigor, el futuro, dotándonos de conciencia histórica.

B. Problemas y dificultades para la enseñanza y el aprendizaje de la historia

El alumnado considera la asignatura de historia, y la propia historia, como una

materia que no necesita ser comprendida sino memorizada, socialmente también

se identifica este conocimiento como una especie de conocimiento útil para

demostrar “sabiduría” o para recordar, manifestando erudición, datos y

efemérides. La principal virtud intelectual que se requiere para saber historia es,

según la opinión popular, tener una gran capacidad de memoria.

Debe considerarse, también, las evidentes dificultades que supone la enseñanza

y aprendizaje de una materia, como es la historia, por dos tipos de causas: en

37

primer lugar, porque la historia forma parte del contexto cultural y social, de una

manera determinante, ejerce una gran influencia en la concepción que los

alumnos y alumnas tienen de esta materia. En segundo lugar, por la enorme

complejidad y nivel de abstracción que tiene la ciencia histórica.

Dificultades ligadas a la naturaleza de la historia como ciencia social

El estudio de la historia, en toda su complejidad, supone el uso del pensamiento

abstracto formal al más alto nivel. Queda pues claro que será totalmente

imposible intentar ofrecer a los alumnos de ciclos básicos e, incluso, medios, la

selección de contenidos que puedan estar por arriba de su nivel de comprensión.

Una dificultad para el aprendizaje de la historia radica en la imposibilidad que

ofrece de poder reproducir hechos concretos del pasado, mientras que las

llamadas ciencias experimentales permiten repetir en el laboratorio la mayor parte

de los fenómenos que vienen contenidos en los temas del plan de estudios en las

asignaturas de física, química o ciencias naturales, lo que posibilita, un tanto, el

aprendizaje por descubrimiento, pero se hace mucho más complicada en historia,

en la medida que las investigaciones que los alumnos deben realizar para

construir su propio conocimiento, suponen manipular vestigios del pasado que

dan una información sesgada y, en ocasiones, de difícil interpretación.

Para conocer estos hechos mediante una técnica de investigación, tan solo

disponemos de fuentes que, como es bien sabido, suponen un trabajo de análisis,

crítica y relación que requiere una cierta especialización técnica. Por ello, muchos

profesores prefieren impartir la historia a través de libros de texto que ofrezcan las

informaciones acabadas, en las que la actividad de los alumnos se reduce a

copiar apuntes.

La destreza y el gran conocimiento de historia y de psicopedagogía que supone el

preparar unidades didácticamente aceptables, adaptadas a las diversas edades,

es una dificultad añadida al profesorado que se plantea salir de una enseñanza

memorística o meramente comprensiva.

38

Los conceptos que se utilizan en las clases presentan diversos aspectos distintos.

Algunos son términos que tienen una utilización corriente en el lenguaje cotidiano,

por ejemplo: monarca, aristócrata, democracia, colonialismo, iglesia, etc.

Generalmente, los alumnos tienen una referencia de lo que significan estas

palabras. Como esta aparente comprensión es percibida por el profesor, con

frecuencia se dan por sabidas sin considerar que cualquiera de ellas, monarca,

aristócrata, etc. cobra significación diversa y, en ocasiones, muy distinta según el

contexto histórico en el que se trate.

Otro problema que se plantea al trabajar con conceptos es la incorporación de

palabras técnicas de uso, casi exclusivo, de los historiadores, y que requieren

trabajar el aprendizaje de los conceptos con sucesivas aproximaciones que los

llenen de contenido. Se trata de términos como, por ejemplo, estamento,

feudalismo, mercantilismo, revolución burguesa, etc.

C. Materiales para el aprendizaje de la historia

El objetivo consiste en reflexionar sobre la aplicación de un procedimiento para

propiciar el aprendizaje de la historia. Con su aplicación se persigue un fin: que el

aprendizaje de los contenidos resulte fácil para los alumnos, en especial cuando

utilizan una metodología activa, en la que aprenden haciendo. Para conseguir esa

meta conviene desarrollar y utilizar materiales curriculares y recursos apropiados.

Así será posible obtener una mayor rentabilidad a las horas dedicadas al estudio.

El instrumental recomendado, en este caso, son los mapas conceptuales. Como

es sabido, proporcionan un aprendizaje más sólido mediante la manipulación,

lectura y observación, a la vez que permiten ampliar los conocimientos bajo un

modelo metodológico constructivista.

Buscar un enfoque metodológico que permita una asimilación no traumática es

una tarea de dificultades y de tiempo. La verdad es que los resultados que se

obtengan al final del proceso, la eficiencia, por utilizar un término económico, es

una proporción que está supeditada a la metodología utilizada. Un primer paso en

39

la enseñanza de la historia consistirá en crear conciencia sobre la importancia que

tuvieron los hechos del pasado en el desarrollo del presente.

Otra ventaja encomiable de tal forma de aprendizaje será el incremento de

comunicación entre profesor y alumno. Bajo la dirección del profesor y contando

con pequeños grupos podrán realizarse algunos trabajos para fomentar la

reflexión y la crítica sobre determinados factores políticos, sociales o económicos.

Por otro lado, podrían lograrse ventajas poniendo en práctica el trabajo en grupo

como una forma de estimular la discusión y el intercambio de ideas, a la par que

se desarrolla la cooperación y la motivación. No hay que olvidar que, en su

conjunto, las Ciencias Sociales facilitan la reflexión crítica y sus contenidos

posibilitan la diversidad de opiniones.

Por supuesto, no todas son ventajas; también hay problemas. Pensemos en la

actitud de rechazo que hoy experimentan determinadas áreas de conocimiento,

en las aulas.

Los mapas conceptuales

Toda enseñanza bien articulada debe establecer una relación coherente entre

objetivos y contenidos. Los contenidos son los medios a través de los cuales se

pretende alcanzar las intencionalidades educativas. Son considerados los ejes

para conseguir la acción didáctica, aunque es necesaria una adecuada selección

que permita la reflexión teórica para proporcionar a los alumnos recursos y

técnicas de trabajo.

La apropiación de contenidos requiere de la utilización de materiales y recursos

didácticos; esto es, cualquier instrumento u objeto que pueda servir para aprender

algo, bien sea mediante la manipulación, lectura u observación. El profesor

deberá planificar mediante un proceso mental interno, a modo de guía, cómo va a

desarrollar el proceso de aprendizaje. Para ello planteará diversas estrategias:

planear, organizar, diseñar, motivar, etc.

40

El profesor es la fuente de información excepcional; sin embargo, nunca debe ser

exclusiva. Hay otras accesibles, como las tecnologías, la bibliografía o las formas

de trabajar los contenidos para que resulten más aprensibles, mediante un

aprendizaje activo y por descubrimiento. Los mapas conceptuales, en ese sentido,

se conciben como un proceso de estructuras en las que el conocimiento se

identifica con la compresión de significados, cuya estructuración se realiza en

redes complejas. Su cualidad más apreciable es que desarrolla destrezas y evita

un aprendizaje memorístico.

El aprender aprendiendo puede estructurarse en jerarquías a través de mapas

conceptuales, donde la idea sustancial consiste en proporcionar los conceptos de

mayor generalidad mediante la representación gráfica de la concepción de un

tema o de un hecho histórico. Entre los diferentes conceptos se establecen unos

nexos y también crean unas relaciones cruzadas, utilizando para ello ejes

inclusores y organizadores; distinguiendo, eso sí, palabras claves con las que se

designan los acontecimientos o los hechos históricos. Durante el proceso de

identificación, selección y organización de la información, el alumno va eligiendo

su propio enfoque. Utilizar los mapas conceptuales como una técnica concreta de

aprendizaje constituye una estrategia que permite repasar los contenidos de

conocimiento lo cual se realiza mediante la selección y secuenciación de

actuaciones.

Es recomendable hacer una lectura y analizar el material informativo con el que

se cuenta y establecer la organización temática del material con el fin de

concretar los diferentes apartados del tema a trabajar.

Con el objetivo de que la explicación sea lo más sencilla posible, se establece en

primer lugar el núcleo de contenidos conceptuales, para indicar con posterioridad

los recursos a utilizar para profundizar en ellos. En unos casos los materiales

curriculares son bibliográficos, en otros se optó por los mapas conceptuales e

incluso hubo momentos para echar mano de los recursos cartográficos e

informáticos.

41

D. La historia oral como recurso metodológico en el aprendizaje de la

historia

Se parte del cuestionamiento de la manera en que se ha llevado a cabo la

enseñanza de la historia, la cual nos permitió reflexionar acerca del estado en que

se encuentra el conocimiento histórico dentro del aula; un segundo aspecto, sería

la relación que se establece entre la escuela y la comunidad o entorno social que

le rodea, tanto al alumno como al maestro, y del cual también son integrantes.

Al examinar la práctica docente en las materias de historia, y aquí es en

cualquiera de ellas: historia universal, historia de México, etcétera, se encontró

que la reproducción de métodos de enseñanza tradicionales, en donde se

memoriza pero no se crea conocimiento, es la más utilizada. Se recurre a una

enseñanza en donde prevalece la exposición dirigida por parte del maestro. Lo

mismo se presenta en las otras partes del proceso en donde tanto las lecturas y la

evaluación son canalizadas por los docentes. Seguimos encontrando maestros,

en todos los niveles escolares, desde la primaria hasta en el de educación

superior, que siguen explicando la ciencia de la historia con una corriente de corte

historicista, en donde lo que más importa es el nombre del héroe, la fecha de la

batalla, o el hecho relevante.

Con el fin de dejar atrás este tipo de prácticas y avanzar en los procesos

educativos y de investigación, es menester adoptar otras actitudes y métodos en

la impartición de la materia de historia. Es imperativo que se realice una práctica

docente con una enseñanza participativa en donde las actividades, tanto del

maestro como del alumno, mantengan relaciones internas y externas alrededor de

la escuela, con recursos metodológicos que los aproximen hacia una apropiación

y recreación del conocimiento histórico.

Los aprendizajes significativos deberán responder a necesidades concretas de

una comunidad, tanto escolar como de la sociedad en su conjunto. La

problemática de cualquier realidad social, con la que a diario se enfrenta el

alumno en su comunidad, debe ser explicada dentro de la escuela. Lo primero

será rescatar el vínculo que existe entre el proceso enseñanza-aprendizaje e

42

investigación y que llevará a tomar una nueva postura de cómo aprehender,

recrear y producir conocimiento histórico en una relación directa con la familia, el

barrio, la ciudad y la región.

La enseñanza de la historia no debe seguirse presentando como una acumulación

de datos sin más contexto que el que ofrecen los héroes y villanos. Por el

contrario, se debe permitir al alumno crear una conciencia crítica de su entorno

social, no sintiendo el conocimiento histórico como algo ajeno a él, sino como el

resultado del mismo proceso. Para lo cual habrá que pugnar por una metodología

que promueva una integración del conocimiento y tienda los vínculos, por un lado,

entre la investigación y la docencia y, por otro, entre la escuela y la comunidad.

Al ir en la búsqueda de esas historias no oficiales, el alumno se acerca a la

historia con el fin de rescatar aquella que no ha sido escrita y no se encuentra en

sus libros de texto. Es precisamente en este punto en donde puede ir al encuentro

de la historia oral, la cual lleva a maestros y alumnos a tender una relación con la

comunidad en donde van a realizar su trabajo de campo y a enfrentarse a una

historia viva y actuante.

“Al enseñante corresponde el cuidado de desmitificar las imágenes que con frecuencia se cree

que constituyen la realidad o la verdad, de operar las aproximaciones a los hechos, clasificarlos,

situarlos en una perspectiva histórica y extraer su significado”19

En los trabajos de historia oral el alumno y maestro se vinculan con la comunidad

a través de su participación directa y en el interés despertado en la población,

después de que ésta se ve involucrada a través de las entrevistas. Además de

que aquellos sectores que nunca habían sido tomados en cuenta, en ese

momento se vuelven protagonistas de la historia local.

La historia oral escolar sirve para salvar la brecha entre lo académico y la

comunidad: trae la historia al hogar, ya que relaciona al mundo del aula de la

clase y el libro de texto con el mundo directo y diario de la comunidad en que vive

el estudiante y en este sentido se produce una reafirmación de su identidad frente

19 POSTIC, Marcel. La relación educativa, en antología: El campo de lo social y la educación indígena II. UPN-SEP. México. 1997. p. 105

43

al grupo o frente a los demás. Se lleva al alumno a la afirmación de sus valores

comunitarios, en la defensa y ampliación de los espacios donde expresa los

valores culturales más entrañables, es ahí en donde se vivifica y fortalece su

propia identidad.

Porque además aquel que narra su pasado se lo apropia, al estudiante se le

promueve hacia la investigación, la cual no le resultará tan ajena, porque la

realizará en el mundo que está más cercano a él que es el de la familia, el de su

barrio, o el de su pueblo.

Entre los posibles temas de proyectos que pueden trabajarse en el aula, desde la

historia oral, encontramos las historias de vida familiares, las migraciones,

costumbres, historia oral de su comunidad o escuela o la propia autobiografía. En

un proyecto de historia oral es posible recuperar, además de la voz de aquellos

que nos dejan su testimonio, objetos tales como fotografías o retratos, cartas,

diarios personales, vestidos y todos aquellos tesoros familiares que se han

guardado durante décadas entre las familias. Con todos estos «documentos» que

completan un testimonio, es posible llegar a formar colecciones temáticas, por

ejemplo, de fotografías, que pueden ir desde las historias genealógicas o de las

calles y edificios públicos.

A la historia lo último que le interesa estudiar es lo "estable" de una sociedad. No

se presentará más como una lista de nombres y fechas, sino que se entenderá

como una disciplina que ayude a entender las diversas formas de cambio social.

La historia trata de cosas que nunca son iguales, y como tampoco puede

suponerse que todas sean iguales, de ahí en parte la validez de cada una de las

distintas interpretaciones que se recogen en los distintos testimonios e historias

de vida.

Finalmente, se crean lazos de compromiso entre la escuela y la comunidad, en la

medida en que nos aproximemos a la región, se le conoce, se integra a ella, se da

el proceso de identificación, se realiza el rescate de una historia local, junto con la

construcción de la historia de la región. Se involucra tanto a la comunidad escolar,

44

como a la sociedad en su conjunto. Se establece una línea de comunicación en

donde la escuela ya no se verá como un ente aislado del resto de la sociedad.

E. El libro de texto en el aprendizaje de la historia

En historia existen materiales didácticos para distintos niveles educativos:

primaria, secundaria, nivel medio superior y superior. Varía en cantidad y –hasta

cierto punto– en sus características. Estos tienen dos ventajas: son importantes

por el número de sus destinatarios, y se pueden comparar los libros de texto

únicos y gratuitos con los materiales complementarios (para el maestro: guías,

antologías documentales, libros de actualización; y libros informales para el

alumno: las colecciones Colibrí, Rincón de lectura, Sácate diez, El tiempo vuela,

Dialogar y descubrir, etc.

Las imágenes en la enseñanza de la historia

Los libros de texto de historia, cuarto, quinto y sexto grado, editados por la

Secretaría de Educación Pública (SEP), que se distribuyen gratuitamente a los

alumnos del grado correspondiente en las escuelas primarias del país, contienen

una gran cantidad de imágenes que pueden contribuir ampliamente en la

enseñanza de la materia en el aula. Por ejemplo, tan solo el libro de sexto grado

cuya extensión es de 111 páginas, tiene aproximadamente 108 imágenes.

Pero, ¿saben los maestros qué son las imágenes?, ¿qué función tienen en los

libros de texto? y, ¿las utilizan para enseñar historia?

Las respuestas a estas preguntas en general son negativas, sin dejar de señalar

que algunos maestros hacen uso de ellas al dar sus clases y muchos reconocen

que los nuevos diseños de los textos incluyen numerosas ilustraciones que los

hacen atractivos o llamativos ante los niños.

Partiendo de que los docentes tienen una noción sobre que son las imágenes,

pero de que ésta es insuficiente para hacer uso de ellas y darles la importancia

debida en las clases de historia, y de que el proceso de la reforma integral de

contenidos y métodos educativos en el cual estamos inmersos apenas ha

45

alcanzado algunos propósitos, de tal modo que las nuevas orientaciones para

enseñar la asignatura, entre ellas la utilización de las imágenes, no son práctica

común entre los maestros.

Las imágenes de los libros de texto gratuitos de historia contienen información

sobre los contenidos del programa escolar, complementan el texto escrito de cada

página, constituyen un recurso de enseñanza durante la clase y son una

herramienta de aprendizaje para que los niños comprendan los temas históricos.

Mediante las imágenes se pueden recoger y ampliar nociones y conocimientos

que los niños poseen, e introducir, desarrollar o evaluar nuevos; se pueden

desarrollar también habilidades para observar, y finalmente, fomentar valores y

actitudes ante cada época histórica.

¿Por qué puede lograrse esto?

Porque en historia, las imágenes son contenido al mismo nivel que el texto escrito

y porque al mismo tiempo pueden constituirse en una valiosa herramienta visual

para estudiar e imaginar el pasado, por eso se llaman imágenes.

La principal forma para aprovechar las imágenes y lograr los propósitos ya

mencionados, es ayudar a los niños a leerlas, proporcionándoles poco a poco

códigos que les permitan descifrarlas. Después de la observación y lectura,

vendrá la interpretación, posteriormente la reproducción o el dibujo o mejor aún la

creación o producción de diversos tipos de imágenes por los niños. Así, la lectura

de imágenes visuales tiene el mismo valor que la lectura del texto escrito, la

producción de imagen vale tanto como la producción de texto escrito, la

alfabetización visual es tan importante como la que por ambos procesos

contribuyen a la expresión y la comunicación como herramientas de aprendizaje.

Las imágenes son un recurso sencillo al alcance de todos los maestros y los

niños, porque todos tienen un ejemplar del libro de historia, según el grado de

trabajo o estudio. De tal modo que si convenimos en que la imagen es contenido y

herramienta, su lectura recoge, amplía y desarrolla conocimientos, nociones,

habilidades, actitudes y valores, y de que todos los niños cuentan con una

46

alfabetización visual elemental, sobre todo por el contacto permanente con los

medios masivos de comunicación, conviene reflexionar sobre lo que puede hacer

la escuela para aprovechar los conocimientos previos de los niños, y formarles un

juicio crítico ante las imágenes.

¿Cómo leer las imágenes de los libros de historia?

La clave está en la conducción de lectura que el maestro proponga, en que tenga

claro qué persigue con ella, en el tipo de preguntas que haga a los niños, en que

relacione los propósitos y los contenidos que quiere enseñar con la imagen

específica a leer, en que considere a la imagen contenido y herramienta y no la

deje de lado al usar los textos, pero sobre todo en que les dé la palabra a los

niños y les permita expresarse.

Para aprovechar las imágenes de los libros de texto a base de preguntas, éstas

tienen que adecuarse a la imagen en cuestión y a la secuencia o ritmo de lectura

que el propio niño marque.

Los conocimientos previos que tiene el niño le permite leer la imagen, las

preguntas son un recurso didáctico para que los exprese, también que él maneja

nociones temporales y espaciales, que relaciona el pasado con el presente, que

maneja una interpretación del hecho histórico, que cuenta con habilidades para

observar y se da cuenta de ciertos componentes de la imagen, además de que

relaciona conocimientos escolares con los de su vida cotidiana. Esto y más puede

lograrse con la lectura de imágenes de los libros de texto al enseñar historia.

Los libros de texto de historia frente a otros materiales didácticos

Desde los años sesenta los libros de texto gratuitos y los materiales didácticos

para enseñar historia en la primaria provocaron escándalos académicos y

políticos. En la década de 1990 se repitió esta situación, incrementándose, pues

los libros y guías elaborados y publicados. En 1992 fueron retirados de la

circulación –después de muchos ataques– y aquellos que se generaron por

concurso, en 1993, no salieron a la luz, probablemente para "curarse en salud".

47

En el caso de la enseñanza de la historia, en la escuela primaria, hay una

tendencia a restarle su carácter de material único al libro de texto, elaborando

otros materiales didácticos para maestros y alumnos.

Los planes y programas de historia –de primaria y secundaria– son un listado de

los temas de cada curso. Éstos no son desglosados, no incluyen objetivos,

programación por horas, bibliografía y recursos.

Los libros de texto intentan cubrir los contenidos históricos de planes y

programas, ilustrándolos con ciertos recursos (pinturas, caricaturas, líneas del

tiempo, documentos –que a veces aumentan la información histórica–, etc.) y con

actividades didácticas para los alumnos.

Las guías de historia para maestros de primaria tratan ciertos elementos teóricos

de didáctica de la historia (las dificultades para comprender los conceptos

utilizados en la historia, algunos criterios para manejar el tiempo, para introducir la

geografía y el civismo en la enseñanza de la historia, etc.), proponiendo

actividades y ejercicios prácticos sobre ellos, que los alumnos deben realizar en el

salón de clase.

Las Antologías Documentales y la Biblioteca para la Actualización del Maestro

intentan aumentar y poner al día a los maestros en información histórica. Pero

éstas sólo tratan ciertos temas y períodos del programa; por ejemplo en la

antología sólo se incluyen documentos (leyes y decretos) de los siglos XIX y XX.

También los materiales informales para niños cubren sólo algunos temas del

programa en forma didáctica y viva: son cuentos o aventuras, los cuales

contienen múltiples actividades y recursos.

En suma, estos materiales incluyen elementos didácticos y disciplinarios dispares;

éstos no están integrados entre sí siempre, ni aún en el libro de texto –el único

material que sirve para dar el curso y cubrir el programa, relativamente–. Por lo

cual los maestros y alumnos deben combinar estos elementos.

48

Adecuación de libros y materiales a las necesidades y características de los

maestros.

En principio considero que en México los maestros de primaria tenemos una gran

responsabilidad. En el caso de la historia, debemos cubrir un programa enorme,

combinar los elementos dispersos que contienen los libros y los materiales

didácticos, como son: actualizar su información histórica para desarrollar

diferentes temas del programa; aplicar algunas sugerencias didácticas –

contenidas en la guía del maestro– al libro de texto y al programa; ayudar a los

alumnos a asimilar los puntos de vista de obras informales que tratan algunas

etapas y problemas históricos que el libro de texto suele abordar de manera

tradicionalista, entre otros.

Esto, parece que es pedir mucho, por dos razones:

1). La falta de integración y la forma en que están realizados los materiales

didácticos. En este sentido, en este apartado se trata del trabajo que dichos

materiales exigen del maestro, mediante dos ejemplos solamente: el maestro

debe en sus horas libres leer los libros de la biblioteca de actualización y traducir

esta información histórica, de investigadores, a lecciones para el salón de clases;

esto implica nada menos que cambiar su lenguaje, adecuarlo a las capacidades e

intereses de los alumnos de diferentes edades. El segundo ejemplo es más

sencillo; el maestro, para utilizar la citada Antología Documental de historia en sus

clases, debe buscar quién es el autor, en qué momento y dónde elaboró el

documento, su objetivo y trascendencia frente a otros testimonios, una explicación

mínima del evento que narra; porque los investigadores que hicieron esta

antología no registraron estos datos en breves notas al pie de página de cada

documento

2). A pesar de que falta un perfil de los maestros de primaria, se piensa que,

por sus características, no siempre se adecuan a estas demandas por las

siguientes razones:

a). Hay maestros de primaria que, probablemente no son historiadores. Por lo

tanto ellos no saben historia, cómo enseñarla, mucho menos relacionarla con

49

otras materias. Naturalmente, para ellos es difícil traducir trabajos de

investigadores excelsos a las aulas, o incluso buscar información para usar la

antología.

b). Las cargas laborales del maestro no le permiten realizar las tareas aludidas

y otras mencionadas anteriormente. El actual sistema de asignaturas –

implementado recientemente– para los últimos grados de primaria y para toda la

secundaria, divide y triplica el trabajo del maestro, la cantidad de alumnos que

atiende, el número de exámenes que debe calificar, de aulas y escuelas en que

enseña. Esto se empeora por una cuestión fundamental: los bajos salarios del

maestro –que lo obligan a dar más clases y hacer otras actividades para subsistir.

Finalmente –sobre todo a nivel rural–, hay otras dificultades para que el maestro

se documente: la escasez de materiales en las bibliotecas, la falta de

hemerotecas, la carestía de algunos recursos extras ante el presupuesto limitado

del profesor, etc.

La investigación educativa, los libros de textos y los materiales didácticos

Es natural que una parte de los maestros no desempeñen las tareas mencionadas

–actualización disciplinaria, combinación de materiales y actividades didácticas–

para preparar sus clases. Investigaciones recientes en algunas aulas de historia,

en primaria, dejan ver ciertas contradicciones: los maestros se presentan en sus

clases sin ninguna preparación previa sobre el tema y utilizan prácticas sui

generis, como las siguientes: delegan las tareas en los alumnos (haciéndolos que

llenen un cuestionario sobre el tema o preparen una conferencia para el día

siguiente), usan en forma prioritaria el libro de texto, leyéndolo en clase u

ordenando a sus pupilos que lo resuman o dictan a sus alumnos unos viejos

apuntes que confeccionaron hace años.

El papel fundamental que tienen los libros de texto en clase es significativo:

algunos maestros de plano dependen de él, otros lo toman como la guía central

del curso. Se necesitaría multiplicar las investigaciones en las aulas de historia de

nivel básico para darnos cuenta si esta práctica es generalizada. Por el momento

no se puede aseverarlo, sí se puede, en cambio, conjeturar acerca de sus

50

razones. Ello se debe a que el libro de texto es el único material que cubre los

contenidos de planes y programas y que responde a los cuestionarios y pruebas

de la evaluación. También se incurre en esta práctica por la ley del menor

esfuerzo, porque de esta manera el maestro, atiborrado de horas-clase, no tiene

que realizar ningún trabajo extra fuera del aula.

Este hecho lleva a una conclusión amarga: los materiales didácticos

complementarios para la escuela primaria (guías del maestro, libros de

actualización, monografías estatales), que contienen importantes elementos

didácticos y disciplinares, se desperdician en cierta proporción de los maestros

mexicanos.

51

CONCLUSIONES

Impartir la materia de historia implica motivar al alumno a pensar históricamente,

comprender el método con el que se elabora dicho conocimiento; los valores

relacionados con éste, su influencia en la vida cotidiana en el aula, el entorno

familiar y social, y las actitudes éticas y cívicas que presenta el discurso, aunados

a los procesos del pensamiento que estimulan su estudio.

La selección de temas o momentos históricos específicos, por lo menos en la

primaria, debe obedecer a un criterio educativo cercano a la realidad existencial

del alumno, que le muestre un significado específico dentro del discurso histórico.

El enfoque del contenido deberá implementarse en programas que no

necesariamente se apeguen al estricto recorrido cronológico. Pueden ser

desarrollados por medio del planteamiento de momentos y problemáticas que

correspondan no sólo al aspecto político, sino a otros ámbitos en el paso de la

historia.

Se podrá hacer alusión a los juegos y cantos en el periodo de la llamada Reforma

liberal; se podrá debatir si se respetaba la equidad de género en la época colonial

y presentar el imaginario social de la misma, visto a través de sus leyendas,

etcétera. Se podrán referir historias locales o regionales y su cohesión con el

entorno nacional.

Hay que transformar el discurso historiográfico en un discurso didáctico que

descarte los términos abstractos y generalizados para cautivar al alumno con

narraciones que motiven su interés.

Para lograr que el devenir histórico que se imparte en el aula no quede en un mar

de información abstracta y hasta cierto punto inútil, se debe conferir tal coherencia

al contenido, que sea capaz por sí mismo de estimular en el alumno la activación

del pensamiento y posibilitar la espontánea práctica de sus habilidades y

destrezas elementales al leer, escribir, hablar y escuchar mejor. Esto es,

promover un enfoque constructivista.

52

En un nuevo intento de renovación por parte de la SEP en 1993, el libro de texto

gratuito vigente de Historia de México de sexto grado ha incrementado y

actualizado conceptos didácticos, como la barra o línea del tiempo, para leerse y

consultarse de manera independiente. Se presentan nuevas lecturas al término de

cada lección, relacionadas con los temas estudiados. Al final del libro se sugieren

nuevas actividades con el propósito de incentivar en el educando la investigación,

la reflexión, la consulta y la lectura de textos adicionales.

En la presentación de los nuevos libros de texto se invita a profesores, alumnos y

padres de familia a manifestar recomendaciones y críticas con el fin de mejorar

los materiales educativos como una actividad sistemática y permanente.

Se encuentra una aliada en la materia de español, por medio de la lectura gratuita

de la poesía ancestral o las diversas versiones de las leyendas, etcétera.

Ya es tiempo de que se deje de transitar por la historia de México en concluyente

tiempo pasado con respecto de la herencia cultural que nos legaron nuestras

grandes culturas, como mayas, mexicas, olmecas, mixtecas y zapotecas que

aportaron conocimientos relevantes de escritura, astronomía y arquitectura, entre

otros.

¿Cuál es el papel del docente de historia a partir de las teorías constructivistas de

la enseñanza y el aprendizaje?

El rol que desempeña el profesor depende del paradigma en el cual se encuentra.

Por esta razón, la tarea del profesor no puede ser la misma en una concepción

constructivista que en una concepción tradicional y reproductora del conocimiento.

Y la responsabilidad del profesor no es la misma en una perspectiva centrada en

el alumno y en su aprendizaje que en una perspectiva centrada en la enseñanza y

en el profesor.

Existe una flexibilidad curricular que permite al docente adaptar los contenidos al

contexto sociocultural del alumno. El docente es un diseñador de métodos para

producir aprendizajes, el sistema de evaluación permite la búsqueda y mejora

53

continua de estrategias de y en consecuencia para propiciar aprendizajes

significativos en los alumnos.

El docente debe abatir el paradigma tradicional de enseñanza de la historia y

reclamar su derecho de libertad de cátedra para poder practicar otros enfoques

didácticos que mejoren el modelo ancestral de enseñanza.

Desde luego que el profesor también debe cumplir con el seguimiento de los

avances programáticos diseñados por la SEP para cada grado, pero puede

implementar sus propias propuestas para lograr un aprendizaje más significativo

del conocimiento histórico y la maduración del pensamiento hipotético-deductivo

del alumno.

Las nuevas propuestas de las diversas instituciones educativas pretenden mostrar

la historia como un objeto de conocimiento que tienda a consolidar diversas líneas

de investigación y se pase de la reflexión teórica al minucioso análisis etnográfico

y a la elaboración de didácticas innovadoras para apoyar la enseñanza-

aprendizaje de la materia.

Es indispensable enseñar la historia como una asignatura formativa en el

desarrollo de habilidades; hay que verla como objeto de enseñanza de manera

que el educando aprenda los principios y actitudes presentados como objeto de

conocimiento, en la medida que se les introduzca en los procesos de

investigación que ejercen los historiadores. El alumno debe interactuar; puede y

debe preguntar por qué importa tal o cual periodo o vestigio, etcétera.

La Intervención del profesor en la construcción del aprendizaje significativo de sus

alumnos tiene como objetivos:

• A partir de los conocimientos previos de los alumnos, se inicia el proceso

de enseñanza-aprendizaje, garantizando que los nuevos conocimientos se

relacionen culturalmente con las vivencias de los alumnos.

• Todo conocimiento se construye a partir de otro anterior y no se construye

sin una base previa

54

• El proceso de enseñanza – aprendizaje requiere de una participación del

docente, donde éste se convierta en guía y facilitador de aprendizajes

significativos. Es necesario, propiciar ambientes y circunstancias para

facilitar el aprendizaje de los propios alumnos.

• Los contenidos académicos son solo el pretexto para propiciar los

aprendizajes y de ninguna manera deben convertirse en un fin por sí

mismos, es a partir de ellos que se crean las relaciones para facilitar el

conocimiento

• La interacción social es fundamental en la construcción del aprendizaje

significativo y, por esta razón, se hace necesario el trabajo colaborativo y

en permanente comunicación

• No se trata de enseñar a los alumnos, hay que provocar el aprendizaje en

ellos.

• Hay que invitar a los alumnos a construir los conocimientos juntos.

• No hay que postular dentro del aula, sino atender las dudas que se van

presentando a lo largo del proceso.

• No estamos convencidos de ser docentes, cuando no manejamos los

instrumentos y las estrategias necesarias para hacer frente a nuestra

función mediadora

El constructivismo nos ofrece la posibilidad de un cambio de estructura del

mecanicismo al enfoque mediado. Se requiere ir haciendo que el lenguaje del

constructivismo no produzca temor. No podemos ser totalmente constructivistas o

Piagetanos, somos eclécticos y mucho de lo que ya hacemos, es constructivismo,

y solo hay que rescatar lo que venimos haciendo y mejorarlo y aquello que no

funciona, cambiarlo, ver otras posibilidades.

Al profesor le corresponde, según esta concepción, asegurar las condiciones que

permitan el aprendizaje significativo y a los estudiantes que asuman una postura

responsable ante su aprendizaje. El profesor, al mismo tiempo, responde por la

calidad del aprendizaje, de ahí que se habla de una responsabilidad compartida.

55

El buen maestro ha de ser una persona con profundo amor a un tema de estudio,

nacido de una familiaridad completa, debe ser capaz de despertar y conservar el

interés de los estudiantes y dirigirlos hacia tareas que logren éxitos. Sobre todo, el

maestro debe ser capaz de acrecentar el deseo de saber.

Esta es la clase maestros que nuestra sociedad necesita. La clase de enseñanza

que un maestro es capaz de impartir es una destreza adquirida.

Semejantes maestros se hacen en las aulas. La destreza que deben tener puede

aprenderla cualquiera con inteligencia adecuada, que esté dispuesto a correr los

riesgos y peligros de actuar de acuerdo con responsabilidades claramente

aceptables.

El buen maestro, como cualquier profesional, es aquel que conoce su trabajo y lo

realiza cabalmente; es el que sabe que, como parte integrante de la comunidad,

trabaja de la manera más eficiente con las personas a él encomendadas. En

resumen, el buen maestro es aquel que se preocupa por alcanzar una eficiencia

profesional.

Debemos, por tanto, abandonar la postura de la enseñanza que da al alumno los

contenidos digeridos y sin sentido para él, así como los procedimientos y

directrices de su comportamiento, y adoptar una enseñanza sustentada en

experiencias que lleven al estudiante a descubrir y construir el conocimiento por sí

mismo, enseñarle a resolver problemas, desarrollar sus competencias

comunicativas y pensar críticamente, así como dotarle de los elementos que

fomenten su capacidad de reflexionar en la forma en que aprende y se comporta,

autorregulando el propio proceso de aprendizaje mediante el uso de estrategias

flexibles y apropiadas, de tal modo que se transfieran y adapten a nuevas

situaciones, es decir, que aprendan a aprender.

La enseñanza será así un conjunto de actividades sistemáticas mediante las

cuales profesores y alumnos podrán compartir progresivamente el significado de

los contenidos del currículo escolar. En este sentido el docente se convierte en un

56

orientador o guía, cuya misión consiste en engarzar los procesos de construcción

de los alumnos con los significados colectivos culturalmente organizados.

Es necesario rehacer el discurso de la educación mexicana. Tienen que

esclarecerse los fines, el significado y el valor de la escuela en la vida social. Hay

que volver a levantar en la población una nueva esperanza social. Hay que volver

a levantar en la sociedad una vigorosa fe en el poder transformador de la

educación. Tenemos que ponernos de acuerdo en el significado y trascendencia

de las tareas que realizamos.

57

BIBLIOGRAFÍA

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58

TLASECA, Ponce, Marta Elba. Elaboración de propuestas pedagógicas, un conocimiento para la formación profesional autónoma vía la reflexión de la experiencia docente. UPN. México, 1994.

59

ANEXOS

CUESTIONARIO: Para los docentes

1. Los motivos por los que elegí ser maestro.

2. En mi experiencia como alumno, ¿a quién recuerdo como mi mejor

maestro y por qué lo considero así?

3. A quién recuerdo como mi peor maestro, ¿por qué lo fue?

4. Los métodos de enseñanza que se usaron con mayor frecuencia durante

los años de mi experiencia como alumno fueron:

5. Ahora, desde mi perspectiva, ¿qué pienso acerca de esos métodos?, ¿en

qué sentido fueron útiles y en que aspectos los considera superables?

6. ¿En qué grado consideramos que nuestro trabajo docente refleja los

modelos de maestro que hemos rechazado o los que más hemos

valorado?

7. ¿Qué relación encontramos entre el modelo de maestro que hemos

asimilado de hecho y el modelo al que aspiramos?

8. ¿Qué creemos que tienen, en nuestra forma de enseñar, los métodos

pedagógicos con los que aprendimos como alumnos?

9. La razón por la cual trabajo actualmente en esta escuela es:

10. Al interior de la escuela, los principales facilitadores que encuentro

presentes para el desarrollo de mi trabajo docente son:

11. Los principales obstáculos que encuentro para el desarrollo de mi trabajo

docente son:

13. Lo más importante que he aprendido en la escuela donde he trabajado es

lo que se refiere a:

14. Qué actividades académicas y extraacadémicas realizo en la escuela?

15. Si tratara de identificar algunas rutinas, costumbres y/o tradiciones que

forman parte de la vida diaria de la escuela, y que creo que son las que le

dan una identidad propia, mencionaría:

16. La solución de los problemas de la escuela en última instancia está en

manos de?

60

17. En el momento actual, ¿qué creo que la sociedad espera y necesita del

trabajo de los maestros?

18. En una escala de 1 a 10, ¿cómo estimo que la sociedad valora el trabajo

del maestro?

19. De acuerdo con mi opinión, ¿cuál es la razón por la que la sociedad

valora así al maestro?

20. El lugar que debiera ocupar el maestro en la sociedad, es una escala

del 1 al 10 es:

21. En concreto, ¿qué aporta el trabajo del maestro a la sociedad?

22. ¿Cuáles creo que son las más notorias consecuencias de la crisis

económica, social y política que vive el gremio magisterial, en nuestro

trabajo diario?

23. ¿Conoce el modelo educativo de la institución en la que labora? ¿Cuál

es?

24. ¿Conoce el modelo de enseñanza - aprendizaje de la institución en la que

labora? ¿Cuál es?

25. ¿Se hace uso de éstos dos modelos en la práctica real? ¿Considera

usted que estos modelos cubren las necesidades de los alumnos de su

escuela?

26. ¿Cree importante que el profesor diseñe o elija un modelo de enseñanza -

aprendizaje para llevar a cabo su labor docente?

27. ¿La institución donde labora cuenta con una visión? Mencione los cinco

aspectos más significativos.

28.¿La institución donde labora cuenta con una misión? ¿Cuál es?

29. ¿La institución cuenta con la infraestructura necesaria para llevar a cabo

a labor docente de forma adecuada? De no ser así que mejoras propone.

30.¿Cuenta usted con estudios de Licenciatura acordes a su trabajo?

¿Cuáles son?

31. ¿Tiene formación pedagógica, psicológica y didáctica?

32. ¿Cómo describe el ambiente de trabajo?

33. ¿Con que frecuencia asiste a cursos de actualización?

34. ¿Ha tomado cursos de especialización en el área de la historia? Cuáles ?

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35. ¿Prepara usted sus propios programas de estudio? ¿Cómo y en base a

qué los elabora?

36. ¿Prepara usted su propio material didáctico? ¿En base a qué?

37. ¿De qué herramientas educativas se apoya para su trabajo en clase

(métodos, técnicas, estrategias, etc.)?

38. ¿Se basa en alguna teoría de la enseñanza? ¿En cuál?

39. ¿Qué herramientas tiene al alcance para apoyar su trabajo en clase?

¿Son suficientes? ¿Con que frecuencia hace uso de estas herramientas?

40. ¿Considera usted que se hace un uso suficiente y adecuado de las

tecnologías?

41. ¿Qué instrumentos de medición utiliza para evaluar? ¿Cómo lleva a

cabo la evaluación de los alumnos?

42. ¿Cómo es la relación maestro-alumno?

43. ¿Cual asignatura es una prioridad para usted? ¿Por qué lo considera así?

44. ¿En que asignatura encuentra un mayor grado de complejidad para su

abordaje?

45. ¿Le gusta la asignatura de historia? ¿Por qué?

46. ¿Qué materiales utiliza con mas frecuencia para llevar a cabo el proceso

E-A de la historia?

47. ¿Cómo organiza al grupo en la signatura de historia?

48. ¿Cuáles actividades y técnicas utiliza en la asignatura de historia?

49. ¿Cómo evalúa los aprendizajes de la asignatura de historia?

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CUESTIONARIO: Para los padres de familia

1. Asiste regularmente a indagar sobre el desempeño escolar de su hijo?

2. Cuál es su punto de vista sobre el papel de los profesores?

3. Conoce el modelo de E-A que utilizan los profesores de la escuela?

4. Ha observado la organización de los niños en el aula?

5. Cómo es la relación maestro – maestro?

6. Cómo es la relación maestro - alumno?

7. Cómo es la relación maestro - padres de familia?

8. Considera eficientes los métodos y técnicas que aplica el profesor dentro

del aula?

9. Qué tipo de materiales para el aprendizaje de la historia le solicita el

profesor a su hijo?

10. Cómo considera el aprovechamiento de su hijo en la asignatura de

historia?

11. Qué aspectos no le gustan de los profesores?

12. Cree usted que es necesario que los profesores se actualicen?

13. Le gustaría cambiar a su hijo de escuela? ¿Por qué?

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CUESTIONARIO: Para los alumnos

1. Asiste puntualmente a clases tu profesor?

2. Cómo es la relación del profesor con los alumnos dentro del aula?

3. Cuáles actividades realiza cotidianamente el profesor?

4. Qué materiales utilizan en el aula?

5. Cómo es tu relación con los demás compañeros?

6. De qué manera se organizan para realizar el trabajo dentro del aula?

7. Te gusta la asignatura de historia? ¿Por qué?

8. Cuáles actividades realiza el profesor en la asignatura de historia?

9. Qué materiales utilizan en la asignatura de historia?

10. Qué cosas no te gustan del profesor en la asignatura de historia?

11. Te gustaría cambiar de profesor en la asignatura de historia? ¿Por qué?

12. Consideras que tu aprovechamiento es bueno en historia?

13. Qué te gustaría que hiciera el profesor para que aprendieras historia?