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Dr. Dª. Cristina Paloma Peris Martínez, Profesora asociada de la Universitat de València y Directora Médica de Fisabio Oftalmología Médica. Dr. D. Juan Miguel Tomás Torrent, Jefe de Servicio de Oftalmología del Hospital Universitario de la Ribera. CERTIFICAN: Que la presente tesis doctoral titulada “Estudio de la pauta tratar y extender

con aflibercept en pacientes con degeneración macular asociada a la edad de tipo

neovascular en práctica clínica diaria” ha sido realizada por Dª Teresa Diago

Sempere bajo nuestra dirección , en el Programa de Doctorado de Ciencias de la

Salud para la obtención del título de Doctor por la Universidad Católica de Valencia

San Vicente Mártir.

Para que así conste a los efectos legales oportunos, se presenta esta tesis

doctoral y se extiende la presente certificación en Valencia a 13 de enero de 2020.

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UNIVERSIDAD CATÓLICA DE VALENCIA

SAN VICENTE MÁRTIR

Estudio de la pauta tratar y extender con aflibercept en

pacientes con degeneración macular asociada a la edad de

tipo neovascular en práctica clínica diaria

TESIS DOCTORAL

Presentada por:

Teresa Diago Sempere

Dirigida por:

Dra. Dña. Cristina Paloma Peris Martínez

Dr. D. Juan Miguel Tomás Torrent

2020

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AGRADECIMIENTOS A mis directores de tesis, a la Dra. Cristina Peris y al Dr. Juan Miguel Tomás, dos personas a

las que admiro por su gran capacidad de trabajo y vocación por la profesión médica, ambos

grandes líderes de equipo. Gracias por vuestro tiempo, dedicación y consejos.

Al Servicio de Oftalmología del Hospital Universitario de La Ribera, a todos y cada uno de

ellos (médicos, residentes, enfermeros, auxiliares, optometristas, administrativos) GRACIAS

en mayúsculas. Es un privilegio poder formar parte de esta gran familia. Todos han aportado

su granito de arena a esta tesis doctoral. Con especial mención: al Dr. Tomás, por confiar en

mí, por potenciar mis habilidades, por darme mi sitio y permitir que me desarrollara en mi

gran pasión; a Rafa García y a Paula Alacreu, enfermeros de la Unidad de Mácula, por su

excepcional trabajo en equipo; y a Susana Artal, de lista de espera del área quirúrgica, por su

valiosa ayuda.

Al Dr. Pulido, de Mayo Clinic, mi gran maestro, por contagiarme su pasión por la retina e

iniciarme en el mundo de la investigación.

Al Dr. Diago, por ser un ejemplo a seguir, no he conocido a persona más constante y con

mayor capacidad de trabajo que él, por inculcarme la importancia de la investigación.

A mis padres, Moisés y Encarna, por transmitirme valores como el esfuerzo, el trabajo, la

honestidad, la responsabilidad y por estar siempre ahí. Sin ellos esta tesis no habría sido

posible. A mis hermanos, Joan y Elena, que desde la distancia han estado pendientes de mi

en todo momento. A mi prima Isabel, por su ayuda en el diseño gráfico de algunas imágenes,

es una artista.

A mi marido, David, por su ayuda con la parte de estadística, por su apoyo en este camino de

la tesis doctoral, que no siempre ha sido fácil.

A mi hija, Teresa, por su cariño, por su amor, por su alegría contagiosa, por ser la niña de mis

ojos.

Y por supuesto, a los pacientes de mácula, sin ellos esta tesis no tendría sentido.

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A Moisés y Encarna,

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ÍNDICE de CONTENIDOS

1. INTRODUCCIÓN ………………………………….. 25

1.1 Retina ………………………………….. 25

1.1.1 Concepto ………………………………….. 25

1.1.2 Etimología ………………………………….. 25

1.1.3 Embriología ………………………………….. 25

1.1.4 Anatomofisiología ………………………………….. 26

1.1.5 Circulación de la retina ………………………………….. 30

1.2 Coroides ………………………………….. 31

1.3 Degeneración macular asociada a la edad ………………………………….. 32

1.3.1 Concepto ………………………………….. 32

1.3.2 Clasificación ………………………………….. 32

1.3.3 Epidemiología ………………………………….. 34

1.3.4 Factores de riesgo ………………………………….. 35

1.3.5 Patogenia ………………………………….. 36

1.3.6 Fisiopatología ………………………………….. 38

1.3.7 Diagnóstico ………………………………….. 39

1.3.7.1 Signos clínicos ………………………………….. 40

1.3.7.2 Exploraciones complementarias ………………………………41

1.4 Tratamiento de la DMAE neovascular ………………………………….. 45

1.4.1 Terapia fotodinámica ………………………………….. 45

1.4.2 Terapia antiangiogénica ………………………………….. 45

1.4.2.1 Pegaptanib sódico ………………………………….. 46

1.4.2.2 Bevacizumab ………………………………….. 48

1.4.2.3 Ranibizumab ………………………………….. 49

1.4.2.4 Aflibercept ………………………………….. 50

1.4.3 Pautas de tratamiento ………………………………….. 53

1.4.3.1 Evolución de las pautas de tratamiento ………………………. 53

1.4.3.2 Pautas de tratamiento ………………………………….. 55

2. HIPÓTESIS ………………………………….. 59

3. OBJETIVOS ………………………………….. 61

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4. MATERIAL Y MÉTODOS ………………………………….. 63

4.1 Diseño del estudio ………………………………….. 63

4.2 Criterios de inclusión y exclusión ………………………………….. 63

4.3 Protocolo de tratamiento y seguimiento ………………………………….. 64

4.4 Material y recursos humanos ………………………………….. 66

4.5 Técnica de inyección intravítrea ………………………………….. 69

4.6 Recogida de datos ………………………………….. 70

4.7 Análisis estadístico ………………………………….. 71

4.8 Comité Ético de Investigación Clínica ………………………………….. 73

5. RESULTADOS ………………………………….. 75

5.1 Análisis descriptivo ………………………………….. 75

5.2 Estudio de normalidad de los datos ………………………………….. 79

5.3 Análisis estadístico ………………………………….. 80

5.4 Análisis del cambio de la AV en cada fase de tratamiento …………………… 85

5.5 Modelo multilineal predictor de la AV final …………………………………... 91

5.6 Análisis de la AV inicial como posible factor predictor de la AV final…….. 94

5.7 Análisis del cambio del EMC en cada fase de tratamiento …………………. 96

5.8 Análisis del cambio de la AV frente al cambio del EMC

tras 1 año de tratamiento ………………………………….. 102

6. DISCUSIÓN ………………………………….. 105

6.1 Tratamiento de la DMAE neovascular: Evolución del régimen de TAE……….105

6.2 Discusión con otros estudios de la literatura científica que utilizan

aflibercept en DMAE neovascular ………………………………….. 106

6.2.1 Discusión de resultados visuales y número de inyecciones …………………...106

6.2.1.1 Ensayos clínicos VIEW 1 y VIEW 2 ………………………………… 106

6.2.1.2 Estudios en práctica clínica real: Pauta TAE con aflibercept …………107

a) Diferencias en el protocolo TAE

b) Diferencias en las características de pacientes incluidos

6.2.1.3 Ensayo clínico ALTAIR …………………………………...109

6.2.2 Discusión de resultados del EMC …………………………………...110

6.2.3 Epidemiología ………………………………….. 111

6.3 Factores predictores de la AV final ………………………………….. 112

6.4 Limitaciones del estudio ………………………………….. 113

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7. CONCLUSIONES ………………………………….. 115

8. ANEXOS ………………………………….. 117

- Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios

- Comité Ético de Investigación Cínica

- Autorización de uso de imágenes

9. BIBLIOGRAFÍA ………………………………….. 135

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ÍNDICE de FIGURAS

Figura 1: Estructura de bastón y cono ………………………………….. 27

Figura 2: Estructura y funciones del EPR ………………………………….. 28

Figura 3: Organización celular y capas de la retina ………………………………….. 30

Figura 4: Complejo coroides-membrana de Bruch ………………………………….. 31

Figura 5: Patogenia de la DMAE ………………………………….. 37

Figura 6: Fisiopatología de la DMAE neovascular ………………………………….. 38

Figura 7: Retinografía y AGF de DMAE húmeda ………………………………….. 42

Figura 8: Capas de la retina en OCT macular ………………………………….. 43

Figura 9: Tipos de neovascularización ………………………………….. 44

Figura 10: Evolución de las moléculas anti-VEGF en el tiempo …………………………. 46

Figura 11: Ensayos clínicos y estudios en vida real: Evolución de las diferentes

pautas de tratamiento para DMAE neovascular ………………………………….. 49

Figura 12: Molécula de aflibercept ………………………………….. 50

Figura 13: Bases del mecanismo de acción de aflibercept ………………………………….. 51

Figura 14: Opciones de pautas posológicas para DMAE neovascular

en ficha técnica de aflibercept ………………………………….. 52

Figura 15: OCT macular de paciente con DMAE neovascular …………………………….. 65

Figura 16: Mapa de espesor macular central de paciente con DMAE neovascular ……... 66

Figura 17: Opción follow-up del software de la OCT Heidelberg-Spectralis …………… 67

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Figura 18: Proyector de Topcon ………………………………….. 68

Figura 19: OCT Heidelberg Engineering ………………………………….. 68

Figura 20: Vial de aflibercept 2 mg (Eylea, Bayer Hispania SL, Barcelona, España) …. 69

Figura 21: Diagrama de cajas de la AVlogMAR durante el tratamiento …………………… 76

Figura 22: Diagrama de cajas para el EMC durante el tratamiento ……………………... 77

Figura 23: Intervalo máximo de extensión entre inyecciones ……………………………… 78

Figura 24: Evolución de la AVlogMAR durante 1 año de tratamiento ……………………….. 81

Figura 25: Distribución de la evolución de la AVcsc tras un año de tratamiento ………... 82

Figura 26: Evolución del EMC durante 1 año de tratamiento ……………………………… 84

Figura 27: Distribución de la evolución del EMC tras un año de tratamiento ……………. 84

Figura 28: Gráfico regresión lineal de AV1 vs AV0 ………………………………….. 86

Figura 29: Gráfico de regresión lineal de AV2 vs AV1 ………………………………….. 87

Figura 30: Gráfico de regresión lineal de AV3 vs AV32 ………………………………….. 88

Figura 31: Gráfico de regresión lineal de AV4 vs AV3 ………………………………….. 89

Figura 32: Gráfico regresión lineal de AV4 vs AV0 ………………………………….. 90

Figura 33: Gráfico de regresión lineal de la diferencia AV

al año de tratamiento vs AV0 ………………………………….. 94

Figura 34: Gráfico de regresión lineal de AV4 vs AV0 ………………………………….. 95

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Figura 35: Gráfico de regresión lineal de EMC1 vs EMC0 …………………………………. 97

Figura 36: Gráfico de regresión lineal de EMC2 vs EMC1 …………………………………. 98

Figura 37: Gráfico de regresión lineal de EMC3 vs EMC2 …………………………………. 99

Figura 38: Gráfico de regresión lineal de EMC4 vs EMC3 …………………………………. 100

Figura 39: Gráfico de regresión lineal de EMC4 vs EMC0 …………………………………. 101

Figura 40: Gráfico de la diferencia de AV frente a la diferencia

de EMC tras 1 año de tratamiento ……………………………………103

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ÍNDICE de TABLAS

Tabla 1: Características de los distintos fármacos antiangiogénicos ………………………….. 47

Tabla 2: Diferencias entre las pautas de tratamiento

para DMAE neovascular ………………………….. 57

Tabla 3: Protocolo de tratamiento y seguimiento con aflibercept en régimen TAE

en DMAE neovascular durante el primer año …………………………… 65

Tabla 4: Tabla de equivalencias de agudeza visual …………………………… 71

Tabla 5: Edad, sexo, ojo afectado y bilateralidad (DE= desviación estándar) ………………. 75

Tabla 6: Agudeza visual basal (AV0) y en las semanas 16 (AV1), 24 (AV2), 36 (AV3),

52 (AV4) (DE =desviación estándar) …………………………… 76

Tabla 7: Espesor macular central basal (EMC0), en las semanas 16 (EMC1), 24 (EMC2),

36 (EMC3), 52 (EMC4) (DE =desviación estándar) …………………………… 77

Tabla 8: Pruebas de normalidad de las variables de la diferencia de AVcsc ………………... 79

Tabla 9: Prueba de normalidad de las variables diferencia de espesor macular central ......... 80

Tabla 10: Distribución de la diferencia número de líneas de visión en la semana 52. ……….80

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ÍNDICE de ABREVIATURAS

1. α :alfa

2. AGF: angiografía fluoresceínica

3. ALTAIR: Estudio japonés de treat and extend con aflibercept en degeneración

macular asociada a la edad de tipo neovascular.

4. ANCHOR: Estudio comparativo de ranibizumab con terapia fotodinámica con

veteporfin en degeneración macular neovascular subfoveal

5. AREDS: Estudio de enfermedades del ojo relacionadas con la edad

6. AV: Agudeza visual

7. AV0: Agudeza visual basal

8. AV1: Agudeza visual en la semana 16

9. AV2: Agudeza visual en la semana 24

10. AV3: Agudeza visual en la semana 36

11. AV4: Agudeza visual en la semana 52

12. AVcsc: Agudeza visual corregida (con su corrección)

13. AVI: Angiografía con verde indocianina

14. CATT: Ensayos comparativos de la degeneración macular asociada a la edad

15. CFH: Factor del complemento H

16. CML: carboximetilisina

17. DEP: desprendimiento del epitelio pigmentario de la retina

18. DMAE: Degeneración macular asociada a la edad

19. DNA: ácido desoxirribonucleico

20. EMA: Agencia Europea del Medicamento

21. EMC: Espesor macular central

22. EMC0: Espesor macular central basal

23. EMC1: Espesor macular central en la semana 16

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24. EMC2: Espesor macular central en la semana 24

25. EMC3: Espesor macular central en la semana 36

26. EMC4: Espesor macular central en la semana 52

27. EPR: Epitelio pigmentario de la retina

28. ETDRS: Early treatment diabetic retinopathy study

29. EXCITE: Estudio de eficacia y seguridad de ranibizumab en pacientes con

neovascularización coroidea en degeneración macular asociada a la edad.

30. Fc: fracción constante

31. FDA: Food and Drugs Administration

32. FIR: Fluido intrarretiniano

33. FSR: Fluido subretiniano

34. IC: Intervalo de confianza

35. ICG: verde indocianina

36. Ig : Inmunoglobulina

37. Kda: kilodaltons

38. LogMAR: Logaritmo del mínimo ángulo de resolución

39. MAE: Maculopatía asociada a la edad

40. MARINA: Ensayo clínico de ranibizumab en el tratamiento de la degeneración

macular asociada a la edad neovascular de tipo mínimamente clásico/oculto.

41. mm: milímetros

42. OCT: tomografía de coherencia óptica

43. OCT-A: Tomografía de coherencia óptica-angiografía

44. PIER: Estudio de ranibizumab en pacientes con neovascularización coroidea

subfoveal asociada a degeneración macular asociada a la edad

45. PIGF: factor de crecimiento placentario

46. Pm: peso molecular

47. PRN: pro re nata (según necesidad del paciente)

48. RAP: Proliferación angiomatosa retiniana

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49. RNA: ácido ribonucleico

50. SD: dominio espectral

51. Sig: significancia estadística

52. SNC: Sistema nervioso central

53. TAE: treat and extend: tratar y extender

54. TD: dominio tiempo

55. TFD: terapia fotodinámica

56. µm: micras

57. VCP: Vasculopatía coroidea polipoidea

58. VEGF: factor de crecimiento endotelial vascular

59. VEGFR-1: receptor 1 del VEGF

60. VEGFR-2: receptor 2 del VEGF

61. VEGFFR-3: receptor 3 del VEGF

62. VIEW: Factor de crecimiento endotelial vascular Trap-eye: Investigación de la

eficacia y seguridad en degeneración macular asociada a la edad húmeda.

63. vs: versus

64. VISION: Estudio de inhibición del VEGF en neovascularización ocular

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1. INTRODUCCIÓN

1.1 Retina

1.1.1 Concepto

La retina es la capa más interna del globo ocular, formada por fibras nerviosas que se

encargan de transformar los estímulos luminosos en impulsos nerviosos que se transmiten al

cerebro a través del nervio óptico. La retina procesa todas las señales visuales que recibe.

El espesor de la retina varía entre las 100 a 500 micras (µm). La retina se extiende desde la

papila hasta la ora serrata.

La mácula es el área central de la retina, situada entre las arcadas vasculares y con un

diámetro aproximado de 5,5 milímetros (mm). Es la zona de mayor visión, está altamente

especializada. Es el área con mayor concentración de conos de la retina. También llamada

mancha lútea, por el color amarillo que podemos observar al examinarla, debido al pigmento

xantófilo (luteína) que contiene.

La fóvea es la parte central de la mácula, encargada de la visión central y de los

colores. En el centro se produce una depresión foveal muy característica (1).

1.1.2 Etimología

El término retina proviene del latín, de rete, cuyo significado es red. En la actualidad

sigue utilizándose retina en inglés y en las lenguas romances. Incluso en ruso o alemán se

usan palabras que proceden de red (2).

1.1.3 Embriología

Se considera que la retina forma parte del sistema nervioso central (SNC), ya que se

desarrolla a partir del diencéfalo embrionario (3). La formación de la retina se produce a partir

de la capa interna de la vesícula óptica. La retina se dividirá en una capa externa, que formará

el epitelio pigmentario de la retina (EPR) y una capa interna, que dará lugar a la retina

neurosensorial. Todo ello se producirá durante el primer mes de gestación. La diferenciación

de las distintas capas de la retina suele producirse entre la semana 19 a 21 de gestación, a

destacar la capa de fotorreceptores que se define entorno a la semana 21 (1) (4).

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26

1.1.4 Anatomofisiología

La principal función de la retina consiste en transformar el estímulo luminoso en

impulsos eléctricos y energía química, para así conseguir la visión. La retina está formada por

una serie de capas de células y de sinapsis perfectamente organizadas. Podemos diferenciar la

retina neurosensorial del EPR.

En la retina neurosensorial encontramos distintos tipos de células neuronales (5):

• Los fotorreceptores (figura 1): Son las células que se encargan de la fototransducción,

un complejo proceso en el que se transforma un estímulo luminoso en una señal

nerviosa. Existen 2 tipos de fotorreceptores, los conos y los bastones. Sus nombres

provienen de la forma de los segmentos externos de cada uno de ellos, con forma

conoide en los conos y forma de bastoncillo en los bastones. También poseen

segmentos internos donde están alojados los núcleos y una terminación sináptica.

Los conos son los encargados de la agudeza visual (AV) fina, de la visión

diurna y de la visión de los colores. Constituyen el 5% de todos los fotorreceptores de

la retina, están presentes en la mácula en una gran concentración. Existen 3 tipos de

conos cada uno de ellos con una sustancia concreta que confiere al cono una

sensibilidad específica a determinada longitud de onda de la luz (eritropsina,

cloropsina y cianopsina).

Los bastones suponen el 95% de todos los fotorreceptores de la retina,

poseen una gran sensibilidad a la luz y están especializados en la visión nocturna. Se

localizan por toda la retina a excepción de la fóvea. Los bastones poseen una proteína

denominada rodopsina con mayor sensibilidad a la luz verde azulada.

Page 27: Dr. Dª. Cristina Paloma Peris Martínez

27

Figura 1: Estructura de cono y bastón

*Imagen de Isabel Diago Vidal

• Las interneuronas: Son las células encargadas de la transmisión del estímulo

luminoso desde los fotorreceptores hasta las células ganglionares. Existen distintos

tipos de interneuronas:

Las células bipolares: Se encargan de conectar la retina externa con la retina interna.

Las células horizontales: Son interneuronas laterales.

Las células amacrinas: Son interneuronas laterales.

Las células ganglionares: Son neuronas de consumo.

Las células interplexiformes: Son las encargadas de la retroalimentación.

En la retina neurosensorial existen también células gliales, entre las que se encuentran:

Las células de Müller: Son las células gliales más importantes. Su función consiste en

la conexión vertical.

Los astrocitos: Se hallan en las capas más internas de la retina

La microglía: Son células con gran movilidad, cuya función es principalmente de

fagocitosis.

La oligodendroglía: Son las células encargadas de recubrir con mielina el sistema

nervioso periférico.

Page 28: Dr. Dª. Cristina Paloma Peris Martínez

28

El EPR (figura 2) está formado por una única capa de células hexagonales

estrechamente unidas (zona ocludens) que forman la barrera hematorretiniana externa. Las

células del EPR poseen en su parte apical unas microvellosidades que envuelven a los

segmentos externos de los fotorreceptores y en su parte basal se encuentran fuertemente

adheridas a la membrana de Bruch, la cual separa el EPR de la capa coriocapilar de la

coroides. Entre las funciones del EPR se encuentran la liberación de factores tróficos que

mantienen el funcionamiento de la coriocapilar, la fagocitosis de los discos de los segmentos

externos de los fotorreceptores, la metabolización de la vitamina A y la nutrición de los

fotorreceptores (1).

Figura 2: Estructura y funciones del EPR.

(PEDF: factor derivado del epitelio pigmentario)

*Imagen de Isabel Diago Vidal

Fotorreceptores

Epitelio pigmentario de la retina

(EPR)

Membrana de Bruch

Coriocapilar

CICLO VISUAL (Absorción de luz,

reciclaje de retinoides)

SECRECIÓN PARACRINA (VEGF, PEDF)

VEGF

PEDF

TRANSPORTE (Fluidos, nutrientes y

metabolitos)

LIMPIEZA de segmentos externos

CONEXIÓN CON LA GLÍA

11-cis retinal

Cl y H2O

C6H12O6 y vit A

Fagosoma

Lisosomas

Barrera hematorretiniana

externa

Espacio Sub-Retiniano

Page 29: Dr. Dª. Cristina Paloma Peris Martínez

29

La retina está formada por 10 capas de vítreo a coroides (figura 3) (1) (5):

- Membrana limitante interna: Formada por los pedicelos internos de las células de

Müller.

- Capa de fibras nerviosas: Formada por la porción interna de las células

ganglionares.

- Capa de células ganglionares: Formada por la capa nuclear de las células

ganglionares.

- Capa plexiforme interna: Capa en la que se produce la sinapsis de las células

bipolares con las células ganglionares.

- Capa nuclear interna: Capa en que se encuentran los núcleos de las células

bipolares, amacrinas, de Müller y horizontales.

- Capa plexiforme externa: Capa en la que se produce la sinapsis de los conos y

bastones con las células bipolares.

- Capa nuclear externa: Capa en la que se encuentran los núcleos de los conos y

bastones.

- Membrana limitante externa: Formada por los pedicelos de las células de Müller

conectados a los conos y bastones.

- Segmentos externos e internos de los fotorreceptores: Los segmentos externos de

los conos tienen forma de cono y los de los bastones tienen forma de bastoncillo,

como se ha citado anteriormente.

- Epitelio pigmentario de la retina: Monocapa de células con melanina en su

interior.

Page 30: Dr. Dª. Cristina Paloma Peris Martínez

30

Figura 3: Organización celular y capas de la retina (corte de OCT macular)

*Imagen tomada de “Atlas de OCT” de Neal A. Adams (Heidelberg Engineering)

1.1.5 Circulación de la retina

La retina se irriga a partir de dos circulaciones: la arteria central de la retina, que

irriga los dos tercios internos de la retina, y la coroides, que nutre el tercio externo de la

retina, incluyendo fotorreceptores, EPR y toda la fóvea.

La arteria central de la retina procede de la arteria oftálmica, la cual es rama directa

de la carótida interna. Penetra en el nervio óptico y en la papila se bifurca en las ramas

superior e inferior y posteriormente en las ramas temporal y nasal. Aproximadamente un

10% de la población presenta una variación importante en la que parte de la mácula está

irrigada por una arteria ciliorretiniana (en vez de la arteria central de la retina). Las células

endoteliales de los capilares retinianos están envueltas por pericitos y existen uniones

estrechas entre estas células. Todo ello da lugar a la barrera hematorretiniana interna. La

foveola carece de retina interna , por ello, en esta zona de la retina no existen capilares

retinianos.

Las venas retinianas se unen en la papila para formar la vena central de la retina, la

cual drena en la vena oftálmica superior.

Page 31: Dr. Dª. Cristina Paloma Peris Martínez

31

La capa interna de la coroides es la coriocapilar, un conjunto de capilares en los que

la células endoteliales presentan fenestraciones, cuya función principal será la nutrición de las

capas externas de la retina y el EPR (1) (3).

1.2 Coroides

La coroides es un tejido vascular que se encuentra entre la esclera y la retina. La

coroides está llena de canales vasculares (figura 4) y sus dos principales funciones son: la

nutrición de las capas externas de la retina y la regulación de la temperatura ocular. La

coroides posee uno de los mayores flujos sanguíneos del cuerpo humano. A diferencia de la

retina, la vascularización coroidea posee regulación simpática y sus vasos están fenestrados.

La circulación coroidea es independiente de la circulación retiniana, proviene de las arterias

ciliares posteriores largas y cortas y drena a través de las venas vorticosas, las cuales drenan a

través de la vena oftálmica (1) (3).

En la coroides podemos diferenciar tres capas desde la esclera a la coroides:

- la supracoroides

- la capa vascular

- la membrana de Bruch

Figura 4: Complejo coroides-membrana de Bruch

*Imagen tomada de The Angiogenesis Foundation. Source and Copyright:

© 2019 by The Angiogenesis Foundation, Inc., All Rights Reserved.

www.scienceofamd.org.

Page 32: Dr. Dª. Cristina Paloma Peris Martínez

32

1.3 Degeneración macular asociada a la edad

1.3.1 Concepto

La degeneración macular asociada a la edad (DMAE) es una enfermedad ocular que

se caracteriza por la aparición de lesiones degenerativas en la región macular. Estas

alteraciones maculares aparecen de manera progresiva en personas mayores de 50 años

produciendo una disminución de visión. Esta patología es altamente invalidante, ya que el

área dañada es la mácula, responsable de la visión central. Estos pacientes suelen ver afectada

significativamente su calidad de vida. La pérdida de visión central les impide en muchos

casos la posibilidad de realizar tareas de su vida cotidiana.

Otto Haab describe en 1885 por primera vez la degeneración macular senil como una

enfermedad que afecta a pacientes mayores de 50 años, produciendo una pérdida de visión

central debida a alteraciones en el área macular . Posteriormente, algunos autores utilizaron

distintos epónimos según las diferentes alteraciones observadas en el fondo de ojo.

Fue Gass el que observó que las drusas, la degeneración macular senil y la degeneración

macular senil disciforme representaban la misma entidad clínica (6).

1.3.2 Clasificación

Conforme han ido pasando los años, se ha intentado realizar un sistema de

clasificación reproducible tanto para comparar estudios epidemiológicos como para indicar el

tratamiento adecuado a cada caso.

Se ha utilizado el Sistema Wisconsin (7) , en el que se utilizan 2 grupos diferenciados:

- Maculopatía asociada a la edad (MAE): En la que observamos una ausencia de

signos de DMAE con drusas poco definidas o reticulares.

- Degeneración macular asociada a la edad (DMAE): Correspondería a un estadio

avanzado de MAE con dos subgrupos:

Atrófica: En la que observamos un área mayor de 175 micras con aparente

ausencia de EPR , en la que se pueden visualizar los vasos coroideos.

Neovascular: En la que existe un desprendimiento del EPR asociado a otros

signos de MAE, membrana neovascular subretiniana (cicatriz, hemorragia

subretiniana, exudados duros). Se debe descartar cualquier patología que

pueda justificar lo anterior.

Page 33: Dr. Dª. Cristina Paloma Peris Martínez

33

También se ha utilizado el Sistema de clasificación internacional (8), en el que se diferencian

también dos grupos:

- MAE: Presencia de drusas blandas externas a la neurorretina o el EPR, drusas

blandas o confluentes, drusas con límites bien o poco definidos, o áreas de

hiperpigmentación o hipopigmentación del EPR asociadas a drusas.

- DMAE: Se asociaría a un estadio avanzado de MAE que incluiría dos subtipos:

Geográfica: En la que existe una zona bien definida, circular u oval, de 175

micras con hipopigmentación o ausencia de EPR , donde los vasos coroideos

pueden observarse mejor que en la retina de alrededor.

Neovascular: En la que podemos observar un desprendimiento del EPR o de

la retina neurosensorial asociado a MAE, membrana neovascular coroidea,

depósito de fibrina, hemorragia subretiniana y exudados duros

Ambas clasificaciones son muy similares, definen de igual manera MAE y DMAE.

Se diferencian básicamente en el tamaño a partir del cual consideran drusa blanda y drusa

dura. En el sistema Internacional definen drusa blanda a partir de 63 micras y en el sistema

Wisconsin a partir de 125 micras.

En 2013, Ferris y colaboradores (9) proponen una nueva clasificación para la DMAE

que fue consensuada por un grupo de expertos. Es una clasificación clínica que está basada en

las lesiones que se observan en la mácula al realizar un fondo de ojo en personas mayores de

55 años. Diferencian entre:

- No patológico:

- Sin cambios propios del envejecimiento: Ausencia de drusas y de

alteraciones pigmentarias

- Cambios normales del envejecimiento: Drusas pequeñas y sin alteraciones

pigmentarias

- DMAE:

- DMAE precoz: Presencia de drusas medianas (entre 63 y 125 micras) y

ausencia de alteraciones pigmentarias.

- DMAE intermedia: Presencia de drusas grandes (más de 125 micras) y/o

cualquier alteración pigmentaria relacionada con DMAE.

- DMAE avanzada: Presencia de atrofia geográfica o DMAE neovascular

Esta nueva clasificación ha servido para unificar conceptos, criterios diagnósticos, escala de

gravedad y así poder realizar un mejor enfoque terapéutico a los pacientes con DMAE.

Page 34: Dr. Dª. Cristina Paloma Peris Martínez

34

En la práctica clínica habitual solemos distinguir entre:

+ La DMAE atrófica o seca, la más frecuente, en la que se producen alteraciones

progresivas del EPR macular, con la consiguiente pérdida progresiva de visión

central.

+ La DMAE neovascular, exudativa o húmeda que se caracteriza por el crecimiento

anómalo de vasos coroideos. Este tipo es muy invalidante sino iniciamos tratamiento

precoz.

1.3.3 Epidemiología

La DMAE es la primera causa de ceguera legal en pacientes mayores de 65 años en el

mundo occidental. Estudios poblacionales como el Beaver Damm Eye Study en 1992 (11) o el

metaanálisis de Wong et al en 2014 (10) nos han permitido conocer la prevalencia de las

distintas formas de DMAE según el grupo de edad.

La prevalencia de MAE aumenta a partir de los 40 años de edad. Es posible observar

ya una disminución de visión en formas iniciales de enfermedad, tal y como comprobó el

estudio Beaver Damm en Estados Unidos, en el cual ya se mostraba una pérdida de visión con

tan sólo la presencia de drusas y alteraciones del EPR macular. La prevalencia de DMAE en

personas mayores de 50 años se estima en 1% entre los 65 a 74 años de edad, un 5% entre los

75 a 84 años y un 13% en personas de más de 85 años.

En 2014, Wong y colaboradores realizaron un metaanálisis (10), en el que revisaron

todos los estudios epidemiológicos publicados sobre DMAE hasta 2013, que tuvieran

retinografías y sistemas de clasificación estandarizados (como el Sistema Wisconsin o el

Sistema de Clasificación Internacional). Se analizaron 39 estudios con 129.664 individuos

(entre 30 y 97 años) , de los cuales 12.727 presentaban DMAE. Se estimó una prevalencia

global de la enfermedad de 8,69%. Se prevé una afectación de 196 millones de personas para

el próximo año 2020. Y se estima que esa cifra aumentará a 288 millones de personas con

DMAE para el 2040. En cuanto a la diferencia de prevalencia entre razas, observaron mayor

prevalencia en europeos que en asiáticos o africanos, no existiendo diferencia entre éstos

últimos También se observó una mayor prevalencia de atrofia geográfica en europeos que en

africanos, asiáticos o hispanos. Al centrarse en zonas geográficas, observaron que existía una

menor prevalencia de DMAE en Asia que en Europa o América del Norte. No encontraron

diferencias de prevalencia de enfermedad entre hombres y mujeres. A diferencia de lo que

siempre se había pensado, que era más frecuente en mujeres.

Page 35: Dr. Dª. Cristina Paloma Peris Martínez

35

En 2011, Casaroli-Marano y colaboradores (12) realizaron un estudio con el Grupo de

Estudio de Epidemiología Ocular Español, para conocer la prevalencia de MAE y DMAE en

la población española de más de 65 años. Se estudiaron 2132 individuos, en los que se utilizó

el Sistema de Clasificación Internacional para DMAE. Se observó una prevalencia de 10,3%

para MAE y un 3,4% para DMAE. Resaltar también, que la prevalencia de DMAE en el

grupo de edad entre 65 a 75 años fue de 1,3%. Y en el grupo de más de 80 años de edad, la

cifra de prevalencia aumentó hasta un 8,5%. La prevalencia obtenida en esta muestra

poblacional española fue similar a otros grandes estudios realizados en otros países.

A fecha de 1 de julio de 2018 existen 46.733.038 personas censadas en España, según

los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). De las cuales 9.028.013 son individuos

con una edad igual o superior 65 años. Según los datos de prevalencia del estudio poblacional

español anteriormente citado (12), la MAE afectaría a 929.885 personas en España y la DMAE

a 306.952 individuos.

1.3.4 Factores de riesgo

La DMAE es una enfermedad compleja, de origen poligénico y multifactorial, en la

que alteraciones de distintos genes pueden suponer una predisposición a padecer la

enfermedad. Ciertos factores ambientales pueden interactuar en el desarrollo de la

enfermedad. Otras enfermedades complejas, de gran prevalencia, que se manifiestan en

edades avanzadas y que también son de origen poligénico y multifactorial, son la enfermedad

de Alzheimer, la diabetes mellitus o la enfermedad coronaria. En las cuales al igual que la

DMAE, puede ser complejo determinar lo que es genético y lo que es ambiental (13) .

La importancia del factor hereditario en la DMAE se ha hecho evidente a partir de

estudios genéticos con gemelos y análisis de agregación familiar. La DMAE se ha asociado

con algunos polimorfismos de un sólo nucleótido, la mayoría de los cuales codifican proteínas

que intervienen en procesos inflamatorios. Tras realizar diferentes estudios de mapeo

genético, se han detectado 2 regiones cromosómicas, 1q25-31 y 10q26, ligadas a la DMAE.

Se observó que el gen que codifica para el factor de complemento H (CFH) está asociado a la

DMAE. El CFH es un inhibidor de la cascada del complemento. Cuando existe una alteración

en el CFH, se produce una activación incontrolada del complemento, que da lugar al depósito

de componente inflamatorio en las drusas y coroides de ojos con DMAE. Tan sólo el cambio

de un aminoácido (tirosina por histidina) en el CFH evita que la proteína proteja al ojo del

Page 36: Dr. Dª. Cristina Paloma Peris Martínez

36

daño causado por la inflamación. Se han estudiado otros polimorfismos en genes que

codifican citoquinas y que están asociados a la angiogénesis (14-16) .

La edad es el factor de riesgo más relevante asociado a DMAE, de hecho de ahí su

nombre (asociada a la edad). Los diferentes estudios poblacionales han mostrado como a

medida que la persona envejece el riesgo de sufrir DMAE se va incrementando. También en

esos mismos estudios se observaba una mayor frecuencia de DMAE en pacientes de raza

blanca (12).

El tabaquismo es un factor de riesgo ambiental importante en la DMAE.

Chakravarthy y colaboradores publicaron un estudio en el que se observaba que los

fumadores activos tenían un riesgo de desarrollar DMAE de dos a tres veces superior que los

no fumadores (17). Posteriormente estos autores realizaron un metaanálisis de estudios

prospectivos, en el que el riesgo relativo de DMAE en los fumadores era 1,86 en comparación

con los no fumadores (18). La asociación entre predisposición genética y tabaquismo aumenta

el riesgo de padecer DMAE según Schmidt S y colaboradores (19).

Otros factores de riesgo que se han estudiado son la obesidad, sedentarismo,

hipertensión, dieta pobre en antioxidantes y ácidos grasos omega 3, pero no existe evidencia

concluyente al respecto. Se realizó el estudio AREDS (Age-Related Eye Disease Study) en el

que se demostró que la ingesta de antioxidantes podía disminuir el riesgo de progresión de la

DMAE. Posteriormente, se llevó a cabo el estudio AREDS 2, en el que se incluyeron ácidos

grasos poliinsaturados de cadena larga (omega 3) a la luteína y a la zeaxantina(20). En un

primer análisis no se observó una disminución de la progresión de la DMAE.

1.3.5 Patogenia

Diferentes factores ambientales en individuos con predisposición genética pueden

facilitar el desarrollo de la DMAE (figura 5). Además del factor genético, estudios en los que

se han utilizado técnicas de proteómica, metabolómica, microARNs y marcadores séricos han

permitido conocer distintos biomarcadores que podrían ser de utilidad como prueba de

cribado para el diagnóstico precoz de la DMAE y también para la monitorización de la

enfermedad.

Page 37: Dr. Dª. Cristina Paloma Peris Martínez

37

Lambert y colaboradores proponen un modelo de patogenia basado en estos

biomarcadores (21) . Con el envejecimiento, se produce un incremento del estrés oxidativo, el

cual puede elevar los niveles de homocisteína en plasma. Conforme la función del EPR va

empeorando, distintos acontecimientos tienen lugar, tales como la deleción y reordenamiento

del ADN mitocondrial y un incremento de la oxidación lipídica. Las proteínas se fragmentan

y son glicosiladas dando lugar a niveles altos de productos finales de la glicosilación, tales

como la carboximetilisina (CML) o la pentosidina. La disfunción retiniana conlleva una

fagocitosis de los segmentos externos de los fotorreceptores. Todo ello produce una

inflamación en la que están presentes citoquinas como la IL-6. Varias mutaciones en factores

que regulan la vía del complemento pueden producir una activación y alteración de la misma,

incrementando la inflamación y generando un daño en las células del EPR. El daño producido

en el EPR macular y en los fotorreceptores puede ocasionar DMAE, desarrollando atrofia

geográfica o neovascularización coroidea. En el caso de neovascularización coroidea suelen

verse elevados diversos factores como el VEGF, IL-8, CML.

ATROFIA NEOVASCULARIZACIÓN

Figura 5: Patogenia de la DMAE

Envejecimiento

Estrés oxidativo

Disfunción del EPR

Disfunción retina

Daño del EPR

Daño fotorreceptores

Inflamación crónica

DMAE

Page 38: Dr. Dª. Cristina Paloma Peris Martínez

38

1.3.6 Fisiopatología

La DMAE es una patología compleja, con múltiples factores de riesgo como hemos

visto y sin una causa exacta. Con el envejecimiento, se va depositando material de desecho

sobre la membrana de Bruch, formando así las drusas, que son el primer signo de la DMAE

seca. El acúmulo de drusas puede dar lugar a procesos inflamatorios que pueden conllevar a

la síntesis de factor de crecimiento endotelial vascular (VEGF), responsable de la

angiogénesis (figura 6). Se produce entonces la formación de nuevos vasos, que pueden

penetrar en la membrana de Bruch y en las diferentes capas de la retina. Esta

neovascularización es susceptible de producir exudación y hemorragias. Esta fase

correspondería ya a una DMAE neovascular (22) .

La angiogénesis es un proceso en el que se forman nuevos vasos a partir de

preexistentes. El VEGF se ha identificado como un agente que favorece la angiogénesis.

EL VEGF actúa de manera fisiológica en el adulto en distintas circunstancias, tales como el

proceso de cicatrización tras una herida o tras un infarto agudo de miocardio. Pero el VEGF,

cuando se expresa en exceso, puede producir un crecimiento anómalo de vasos, como ocurre

en el cáncer y a nivel ocular puede dar lugar a una DMAE neovascular (23) .

Figura 6: Fisiopatología de la DMAE neovascular

*Imagen tomada de The Angiogenesis Foundation. Source and Copyright: © 2019 by The Angiogenesis

Foundation, Inc., All Rights Reserved. www.scienceofamd.org.

Page 39: Dr. Dª. Cristina Paloma Peris Martínez

39

Existen 5 subtipos de VEGF:

- El VEGF-A, el más estudiado de todos, promueve la angiogénesis y la

permeabilidad vascular. Es la principal diana de los fármacos antiangiogénicos. Está

codificado por un único gen pero pueden expresarse diferentes isoformas del VEGF-

A.

- El VEGF-B y el factor de crecimiento placentario (PIGF) juegan un papel

importante en la remodelación patológica. El PIGF se asocia también a procesos

inflamatorios.

- El VEGF-C y el VEGF-D se centran en la regulación de la linfangiogénesis.

Los 5 subtipos de VEGF se unen con gran afinidad a 3 receptores (24) :

- El VEGFR 1 (receptor 1 del VEGF) se puede expresar en las células endoteliales,

neutrófilos, monocitos y macrófagos. El VEGF-B y el PIGF tan sólo se unen a este

receptor.

- El VEGFR 2 (receptor 2 del VEGF) se expresa fundamentalmente en las células

endoteliales vasculares. Distintas isoformas del VEGF-A se unen a este receptor y así

activan las células endoteliales.

- El VEGFR 3 (receptor 3 del VEGF) suele presentarse en las células endoteliales

linfáticas. El VEGF-C y el VEGF-D tienden a unirse a este receptor.

1.3.7 Diagnóstico

Realizar un diagnóstico precoz de la DMAE va a ser de suma importancia para poder

instaurar el tratamiento sin demora en caso de que sea de tipo neovascular, lo cual será

decisivo para el pronóstico visual del paciente. Los síntomas que va a presentar el paciente

con DMAE son variados y dependerán del estadio de la enfermedad en el que se encuentren.

Podemos encontrar desde un paciente asintomático con una DMAE seca incipiente hasta un

paciente con DMAE neovascular que normalmente consulta por pérdida de visión o visión

distorsionada (metamorfopsia). Será importante, por tanto, realizar una toma de la agudeza

visual y una exploración de fondo de ojo, donde podremos observar algunas lesiones

características de la enfermedad.

Page 40: Dr. Dª. Cristina Paloma Peris Martínez

40

1.3.7.1 Signos clínicos

En estadios iniciales de la enfermedad al explorar el fondo de ojo podemos observar :

Drusas: Que son depósitos de material extracelular situados entre el EPR y la membrana de

Bruch (25). Se presentan en el fondo de ojo como depósitos amarillentos, podemos observarlos

de forma aislada o con tendencia a confluir. El tamaño de las drusas es variable y se presentan

con mayor frecuencia en el polo posterior. Pueden ser el primer indicador de envejecimiento.

Según el aspecto clínico las podemos clasificar en (25):

- Drusas duras: Se presentan como pequeños depósitos de color blanco amarillento,

con bordes bien definidos, situados por todo el polo posterior. Suelen ser lesiones de

bajo riesgo.

- Drusas blandas: Son de mayor tamaño que las duras y tienen los bordes mal

definidos. Tienen tendencia a la confluencia. Son lesiones que tienen mayor riesgo de

desarrollar DMAE seca y también húmeda.

- Drusas cuticulares (o laminares basales): Se manifiestan como numerosas pequeñas

lesiones más frecuentes en periferia. A veces pueden evolucionar a formas atróficas.

Alteraciones en el EPR: En las capas de la retina externa se puede producir movilización del

EPR. Estas áreas de hiperpigmentación o hipopigmentación pueden dar lugar tanto a la

DMAE seca como a la DMAE húmeda. Estos cambios pigmentarios se producen como

consecuencia del intercambio entre la lipofucsina y la melanina.

En estadios más avanzados de la enfermedad al explorar el fondo de ojo se puede observar:

Atrofia geográfica en la DMAE seca, en la que los cambios pigmentarios de la fase anterior

pueden progresar, confluir y formar placas de atrofia. El daño generado en las capas de la

retina externa así como la atrofia del EPR van a permitir la visualización de la circulación

coroidea.

Desprendimiento del EPR (DEP): Corresponde a la separación del EPR de la membrana de

Bruch. Aunque son más típicos de estadios avanzados tanto de la DMAE neovascular como

de la atrofia geográfica, pueden también aparecer en fases iniciales de la enfermedad. Se

pueden diferenciar entre DEP no vascularizados y DEP vascularizados (26).

Page 41: Dr. Dª. Cristina Paloma Peris Martínez

41

Entre los DEPs no vascularizados se encuentran:

DEP drusenoide: En el que se produce un desprendimiento como consecuencia de la

coalescencia de drusas blandas.

DEP seroso: En el que se produce un desprendimiento redondeado de bordes bien

definidos.

Entre los DEPs vascularizados se pueden observar:

DEP fibrovascular : En el que la membrana neovascular está rodeada por un tejido

fibroso, entre el EPR y la membrana de Bruch.

DEP hemorrágico: En el que se produce una hemorragia que separa el EPR de la

membrana de Bruch.

Entorno al 10% de casos de pacientes con DEPs vascularizados pueden evolucionar a una

ruptura del EPR de forma natural. Si se produce en la fóvea estos pacientes tendrán un mal

pronóstico visual. No desaparece el riesgo de ruptura del EPR con la terapia antiangiogénica.

Neovascularización subretiniana en la DMAE neovascular, en la que se producirá la

formación de nuevos vasos a nivel de la coroides, que van a atravesar la membrana de Bruch

y penetrar en la retina. Oftalmoscópicamente, se puede observar una lesión grisácea poco

definida en la zona macular y puede venir acompañada de hemorragias subretinianas,

exudados duros y en ocasiones de DEP.

Con el tiempo, las membranas neovasculares pueden inactivarse y entrar en proceso de

cicatrización, dando lugar a una cicatriz disciforme.

1.3.7.2 Exploraciones complementarias:

Además de realizar una funduscopia, nos puede ser de gran utilidad la realización de

una angiografía fluoresceínica (AGF) (figura 7). Consiste en la inyección intravenosa de

fluoresceína sódica, una sustancia fluorescente (es decir, que emite parte de la energía

radiante que recibe en forma de luz visible), para poder fotografiar dicha propiedad a su paso

por la circulación sanguínea de la retina y coroides. Características importantes de la

fluoresceína, en condiciones normales, son la impermeabilidad a la barrera hematorretiniana

interna (no existe fuga de colorante a nivel de los vasos de la retina) y a la barrera

hematorretiniana externa (no existe difusión del contraste desde la coroides en caso de que el

EPR esté íntegro) .Existen ciertos patrones patológicos angiográficos que debemos conocer (27), como son los patrones de hiperfluorescencia, destacando el efecto ventana, en el que una

alteración o atrofia del EPR va a dañar la barrera hematorretiniana externa, permitiendo la

Page 42: Dr. Dª. Cristina Paloma Peris Martínez

42

visualización de la circulación coroidea , como ocurre en la atrofia geográfica. Entre los

patrones de hipofluorescencia, destacar el efecto pantalla, en el que algún elemento puede

bloquear de manera parcial o total, la fluorescencia a nivel de la retina y de la coroides, como

puede suceder en el caso de hemorragias retinianas.

Existe una clasificación angiográfica de la DMAE húmeda (27), que distingue entre:

Membrana neovascular predominantemente clásica: En la que se observa una área bien

delimitada en las fase iniciales de la AGF, con una difusión del colorante en las fases tardías,

oscureciendo los límites de esta área.

Membrana neovascular oculta: En la que se observa una hiperfluorescencia irregular en

tiempos precoces . En las fases tardías puede observarse una difusión del colorante.

Figura 7: Retinografía y AGF de DMAE húmeda

(Hospital Universitario de La Ribera)

La tomografía de coherencia óptica (OCT) ha supuesto una verdadera revolución

en el campo del diagnóstico y seguimiento de la patología macular en los últimos años. Es

una prueba no invasiva que nos permite obtener imágenes con una resolución casi histológica

de la retina (figura 8). Nos va a permitir localizar alteraciones en la estructura de la mácula ,

detectar fluido, medir el espesor macular. Podremos diferenciar los distintos tipos de

neovascularización en la DMAE húmeda, con el consiguiente pronóstico y respuesta al

tratamiento que cada uno de ellos presenta.

Los avances tecnológicos, que hemos vivido en la última década, han posibilitado

mejorar la definición de las imágenes, así como la velocidad de captación de las mismas con

las nuevas OCT de dominio espectral (SD) frente a las utilizadas al inicio que eran de

dominio tiempo (TD).

Page 43: Dr. Dª. Cristina Paloma Peris Martínez

43

Figura 8: Capas de la retina en OCT macular

*Imagen tomada de Heidelberg Engineering Academy

Este avance tecnológico en la OCT ha posibilitado una nueva clasificación de la

DMAE exudativa, según la localización de la membrana neovascular (28). Los distintos tipos

de neovascularización que podemos diferenciar por OCT son los siguientes (figura 9) (29):

Neovascularización tipo 1: La neovascularización coroidea se encuentra por debajo del EPR.

Corresponde a las membranas neovasculares ocultas, que son las más frecuentes. Pueden

formarse dilataciones polipoideas en los vasos coroideos, desarrollando una vasculopatía

coroidea polipoidea (VCP).

Neovascularización tipo 2: La membrana neovascular coroidea lesiona el EPR y se coloca

por encima de éste, invadiendo el espacio subretiniano. Se corresponde con las membranas

neovasculares clásicas

Neovascularización tipo 3 o RAP (proliferación angiomatosa retiniana): Se produce un

crecimiento neovascular intrarretiniano. Son característicos los DEP serosos asociado a fluido

intrarretiniano (FIR). Su localización suele ser extrafoveal.

Page 44: Dr. Dª. Cristina Paloma Peris Martínez

44

Figura 9: Tipos de neovascularización: a) Neovascularización tipo 1,

b) Neovascularización polipoidea, c) Neovascularización tipo 2,

d) Neovascularización tipo 3 o RAP.

*Imágenes de Isabel Diago Vidal

La angiografía con verde indocianina (AVI) es un tipo de angiografía en la que se

utiliza como colorante la molécula de verde indocianina (ICG), que a diferencia de la

fluoresceína , nos puede mostrar detalles de la circulación coroidea. Es por ello, una técnica

muy útil para detectar algún subtipo de DMAE como la VCP, con la que se pueden visualizar

los pólipos.

La OCT-angiografía (OCT-A) es una prueba mínimamente invasiva, en la que no es

necesario inyectar colorantes intravenosos para visualizar las distintas capas vasculares de la

retina y coroides. Es una prueba de reciente aparición, que puede ser útil para pacientes con

patología vascular de la retina y glaucoma.

a) Tipo 1

b) polipoidea

c) Tipo 2

d) Tipo 3

EPR

EPR

Coroides Coroides

Coroides

Coroides

EPR EPR

Page 45: Dr. Dª. Cristina Paloma Peris Martínez

45

1.4 Tratamiento para DMAE neovascular

1.4.1 Terapia fotodinámica

La terapia fotodinámica (TFD) fue aprobada en el año 2000 para el tratamiento de la

DMAE neovascular. Supuso un hito en el manejo de esta patología, por primera vez se

lograba que estos pacientes perdieran menos visión. La TFD es un tratamiento selectivo

vasooclusivo que actúa sobre una diana, una anomalía vascular. Consiste en la inyección de

un fármaco fotosensible vía endovenosa que se activa a nivel de la retina aplicando una luz de

determinada longitud de onda sobre la zona a tratar.

En el año 2006, con la aprobación de ranibizumab para el tratamiento de la DMAE

neovascular con el que se consiguió estabilizar la visión y en un porcentaje de pacientes

incluso mejorarla, la TFD pasó a ser un tratamiento de segunda línea. En la actualidad el uso

de la TFD en DMAE está limitado como tratamiento coadyuvante a los antiangiogénicos en

algún subtipo de DMAE más agresivo como es la vasculopatía polipoidea (30).

1.4.2 Terapia antiangiogénica

La aparición de los antiangiogénicos supuso el segundo gran hito en el tratamiento de

la DMAE neovascular (figura 10). A partir de 2005 estos pacientes comienzan a frenar la

pérdida de visión e incluso a mejorarla cuando se realiza un tratamiento precoz con

inyecciones intravítreas de antiangiogénicos. Hasta ese momento la pérdida de visión era

irreversible en pacientes con DMAE neovascular. Los fármacos antiangiogénicos o anti-

VEGF actúan sobre el VEGF bloqueándolo y de esta manera inhibiendo la angiogénesis. En

la actualidad, el tratamiento de elección para la DMAE neovascular son las inyecciones

intravítreas de fármacos antiangiogénicos.

Page 46: Dr. Dª. Cristina Paloma Peris Martínez

46

Pegaptanib Bevacizumab Ranibizumab Aflibercept

Figura 10: Evolución de las moléculas anti-VEGF en el tiempo

Bevacizumab: No indicado para uso intraocular

1.4.2.1 Pegaptanib sódico

Fue el primer anti-VEGF aprobado para uso intraocular para el tratamiento de la

DMAE neovascular, en 2004 por la Food and Drugs Administration (FDA) y en 2006 por la

European Medicament Agency (EMA) (figura 10). Es un antiangiogénico selectivo que actúa

sobre la isoforma 165 del VEGF-A, una proteína que actúa como inductor de la angiogénesis.

Es un conjugado de un oligonucleótido de ácido ribonucleico (RNA) y un grupo

polietilenglicol, de 50 KDa, estable, no tóxico y no inmunogénico (tabla 1). Su eficacia se

demostró con el estudio VISION (VEGF Inhibition Study in Ocular Neovascularization) (31).

Con la aprobación de ranibizumab y los mejores resultados visuales de este último en

pacientes con DMAE neovascular, pegaptanib sódico dejó de utilizarse en práctica clínica

diaria .

Aptámero Anticuerpo monoclonal Fragmento anticuerpo Proteína de fusión

2004 2005 2006 2011

Page 47: Dr. Dª. Cristina Paloma Peris Martínez

47

Bevacizumab

Ranibizumab Aflibercept

Peso

molecular 149 kDa 48 kDa 115 kDa

Osmolaridad

mOsm/kg 300–310

290-300

250–260

Afinidad

VEGFA165

Kd 58 pM Kd 49 pM Kd 0.49 pM

Concentración

mg/mL 25 10 40

Concentración

Mg 1.25 0.5 2.0

Concentración

final

mg/mL

0.312 0.125 0.5

Inhibe VEGF-A VEGF-A

VEGF-A

VEGF-B

PIGF

Galectina-1

Tabla 1: Características de los distintos fármacos antiangiogénicos

Información obtenida de fichas técnicas de bevacizumab, ranibizumab, aflibercept

Page 48: Dr. Dª. Cristina Paloma Peris Martínez

48

1.4.2.2 Bevacizumab

Es un anticuerpo monoclonal humanizado recombinante completo (148 kDa) (Ig G)

(tabla 1). No está aprobado su uso a nivel intraocular en ficha técnica. Fue aprobado en 2004

por la FDA y en 2005 por la EMA para el tratamiento del cáncer colorrectal metastásico

(figura 10).

Phil Rosenfeld, oftalmólogo especializado en retina de Bascom Palmer Institute de

Miami (Estados Unidos), observó que los pacientes con cáncer colorrectal y DMAE

neovascular que recibían bevacizumab por vía endovenosa mejoraban su patología macular.

Este hecho, le animó a utilizar bevacizumab por vía endovenosa en pacientes con DMAE

neovascular (32). El gran inconveniente del uso de esta vía de administración fueron los

efectos secundarios sistémicos. Al mismo tiempo, se estaba desarrollando el ensayo clínico

MARINA (figura 11) con ranibizumab vía intravítrea con buenos resultados preliminares.

Ello junto a la similitud molecular, le animó al uso de bevacizumab vía intravítrea, con el que

consiguió buenos resultados visuales (33). Pronto se propagó su uso con la ventaja de su bajo

coste.

Con la aprobación de ranibizumab, la situación cambió, aparecía un nuevo fármaco

aprobado en ficha técnica para esta patología. El uso de bevacizumab para DMAE

neovascular fue quedando relegado a un segundo plano. Existen estudios como el CATT

(figura 11) en los que se utiliza bevacizumab frente a ranibizumab en DMAE neovascular,

con resultados visuales de no inferioridad (34). En práctica clínica habitual existe bastante

experiencia con bevacizumab para DMAE neovascular, cuya ventaja sería el menor coste.

Page 49: Dr. Dª. Cristina Paloma Peris Martínez

49

Figura 11: Ensayos clínicos y estudios en vida real con los diferentes anti-VEGF: Evolución de

las diferentes pautas de tratamiento para DMAE neovascular. (T&E: TAE: Treat and Extend: Tratar

y extender)

1.4.2.3 Ranibizumab

Es un fragmento (48 kDa) de un anticuerpo monoclonal humanizado que inhibe todas

las formas del VEGF-A (tabla 1). Se desarrolló a partir de un precursor de anticuerpo

monoclonal anti-VEGF-A de ratón. En el proceso de humanización, se eliminó la fracción

constante (Fc) del anticuerpo de ratón, de esta manera se disminuyó la posible

inmunogenicidad en humanos y se redujo el tamaño de la molécula, lo cual permitía una

mejor penetración en la retina. En el fragmento resultante se realizó una maduración de la

afinidad y para así aumentar su afinidad de unión al VEGF-A.

Fue aprobado por la FDA en 2006 y por la EMA en 2007 para el tratamiento de la

DMAE neovascular (figura 10). Es el anti-VEGF del que más experiencia se tiene y con el

que se ha ido buscando la pauta ideal de tratamiento para el manejo de estos pacientes. Con

ranibizumab por primera vez se conseguía un tratamiento aprobado para uso intraocular que

estabilizaba la visión de los pacientes con DMAE neovascular y en un porcentaje incluso la

mejoraba.

Existen numerosos ensayos clínicos que demuestran su eficacia en el tratamiento de

la DMAE neovascular (35-42) (figura 11). En los estudios MARINA y ANCHOR , se utilizaron

dosis fijas mensuales de ranibizumab, frente a placebo y frente a terapia fotodinámica (TFD),

demostrándose la superioridad de ranibizumab (35-36). Posteriormente con los estudios PIER y

EXCITE, se utilizaron pautas fijas trimestrales, pero los resultados visuales obtenidos con las

Page 50: Dr. Dª. Cristina Paloma Peris Martínez

50

inyecciones mensuales de ranibizumab fueron superiores a los obtenidos con la pauta

trimestral o TFD (37-38). Otros estudios que se realizaron con ranibizumab fueron el PRONTO,

HORIZON, SAILOR y SUSTAIN, utilizando la pauta pro re nata (PRN), según las

necesidades del paciente, consiguiendo peores resultados visuales que con la pauta fija

mensual (39-40). En otros estudios más recientes, se utiliza ranibizumab con la pauta tratar y

extender (treat and extend) (TAE) y buenos resultados visuales (41-42).

1.4.2.4 Aflibercept

Es una proteína de fusión recombinante (115 kDa) que fue específicamente diseñada

para inhibir el VEGF (tabla 1), no es un anticuerpo monoclonal . Fue aprobado por la FDA en

2011 y por la EMA en 2012 (figura 10). Posee una fracción constante (Fc) como cualquier

inmunoglobulina Ig G y una fracción variable, formada por el segundo dominio del VEGFR-1

y el tercer dominio del VEGFR-2 (figura 12). Este diseño le confiere una elevada afinidad de

unión al VEGF y al factor de crecimiento placentario (PIGF). Aflibercept actúa sobre el

VEGF-A, el VEGF-B, el PIGF y la galectina-1, todo estos factores tienen un papel potencial

sobre la angiogénesis. Aflibercept es el único antiangiogénico que actúa sobre el PIGF ,

elevado en enfermedades retinianas y que puede ser un promotor clave de la angiogénesis y la

inflamación (23).

Figura 12: Molécula de aflibercept

Posee mayor afinidad de unión por VEGF-A que otros anti-VEGF (43). Papadopoulos

publica en su estudio realizado in vitro la cinética de unión a la familia de las moléculas del

VEGF de los distintos antiangiogénicos (23). La afinidad de unión al VEGF-A de aflibercept

fue de 0,49 pM, de ranibizumab de 46 pM y de bevacizumab 58 pM.

Page 51: Dr. Dª. Cristina Paloma Peris Martínez

51

Fauser realizó un estudio en el que se observaba que la duración de la supresión del VEGF

con ranibizumab y aflibercept era de 34 días y 67 días, respectivamente (44).

El mecanismo de acción de aflibercept se basa en 4 pilares (figura 13):

Proteína de fusión: El diseño característico de aflibercept le proporciona su elevada afinidad

de unión al VEGF y al PIGF.

Alta afinidad de unión: La afinidad de unión al VEGF-A de aflibercept es casi 100 veces

mayor que la de ranibizumab. La afinidad a la isoforma VEGF-A165 es de 46 kDa para

ranibizumab y de 0,49 para aflibercept (23).

Acción multidiana: Es el único anti-VEGF autorizado que se une a todos estos factores:

VEGF-A, VEGF-B, PIGF, Galectina-1. Todas estas moléculas que se unen a los VEGF-R

tienen un papel en el desarrollo de la angiogénesis (23).

Larga duración del efecto: El tiempo medio de supresión de VEGF más largo que

ranibizumab. La duración media (intervalo) de la supresión del VEGF-A: 34 ± 5 (26-69) días

para ranibizumab y 67 ± 14 (49-89) días para aflibercept (p < 0,001) (44).

Figura 13: Bases del mecanismo de acción de aflibercept

Page 52: Dr. Dª. Cristina Paloma Peris Martínez

52

En los ensayos clínicos VIEW 1 y VIEW 2 utilizaban una pauta fija bimestral con

unos buenos resultados funcionales comparables a los obtenidos con la pauta mensual fija con

ranibizumab (figura 11). Y recientemente tras la realización del estudio ALTAIR, se ha

incluido en ficha técnica la posibilidad de realizar la pauta TAE tras la dosis de carga, ya

durante el primer año (figura 14) (45).

Figura 14: Opciones de pautas posológicas para DMAE neovascular en ficha técnica de

aflibercept (48) : Pauta TAE con extensión de 2 semanas, pauta TAE con extensión de 4 semanas y

pauta fija bimestral

* Ilustración de ficha técnica de Eylea® (aflibercept) (Bayer) (agosto 2018)

Page 53: Dr. Dª. Cristina Paloma Peris Martínez

53

1.4.3 Pautas de tratamiento

1.4.3.1 Evolución de las pautas de tratamiento

En la actualidad, disponemos de dos fármacos aprobados por la FDA y por la EMA

para el tratamiento de la DMAE neovascular que consiguen estabilización de la AV y en un

porcentaje también mejoría de la AV. La administración de estos fármacos es por vía

intravítrea. La inyecciones intravítreas se realizan de manera continuada sobre todo durante

el primer año y precisan de un control y de un seguimiento muy estrecho.

El primer antiangiogénico aprobado para el tratamiento de la DMAE neovascular con

mejoría de la AV fue ranibizumab en 2006, del que disponemos ya amplia experiencia, con

numerosos ensayos clínicos y diferentes pautas de tratamiento (35-42).

Posteriormente, aflibercept fue también aprobado para el tratamiento de la DMAE húmeda,

disponible en España desde 2014.

Numerosos estudios se han realizado con ranibizumab buscando la pauta ideal (figura

11) : conseguir la mejor AV con el menor número de inyecciones y visitas posible. En los

ensayos clínicos MARINA y ANCHOR utilizaban una pauta fija mensual de ranibizumab (35-

36) , si bien conseguían unos buenos resultados visuales, había muchos pacientes sobretratados

con el correspondiente alto riesgo local y sistémico de dichas inyecciones así como una pauta

difícilmente trasladable a la práctica clínica real por el gran número de visitas y por el alto

gasto farmacéutico.

En los ensayos PIER y EXCITE se realizaron pautas fijas trimestrales de ranibizumab

pero los resultados visuales no fueron tan buenos como con la pauta fija mensual (37-38). En

estos estudios se pudo observar los diferentes tipos de pacientes con distintas respuestas, lo

cual llevó a pensar en la necesidad de una pauta más individualizada.

En los ensayos PRONTO, SUSTAIN y el CATT se llevó a cabo una pauta

individualizada con ranibizumab (y en el estudio CATT también con bevacizumab,

ampliamente utilizado en DMAE húmeda pero no aprobado en ficha técnica) con una fase de

carga mensual en los dos primeros estudios y posteriormente una pauta Pro Re Nata (PRN)

según las necesidades del paciente (a demanda) en los 3 ensayos (34,39,40). En este régimen de

tratamiento PRN ante una disminución de agudeza visual o un aumento del espesor macular

se inyectaba y si no se evidenciaban cambios no se le inyectaba, visitando a todos los

pacientes de manera mensual. El régimen PRN es reactivo, ya que se inyecta cuando la

Page 54: Dr. Dª. Cristina Paloma Peris Martínez

54

enfermedad ya está establecida. Se observó que se obtenían buenos resultados con esta pauta

cuando era estricta, los controles debían ser mensuales. Con PRN laxos los resultados no eran

buenos. Con esta pauta de PRN estricto aunque conseguíamos disminuir el número de

inyecciones no descendíamos el número de visitas.

Posteriormente surgió la pauta proactiva, TAE descrita por Gupta para ranibizumab,

una vez diagnosticada la enfermedad y realizada la dosis de carga, se inyectaba aunque no

hubiera signos de actividad (a diferencia de la pauta PRN), en la que los intervalos entre

inyecciones se iban alargando progresivamente si no existía evidencia de actividad (a

diferencia de la pauta fija) hasta una extensión máxima de 12 semanas (41). Con esta pauta de

tratar y extender, se conseguían buenos resultados visuales y se lograba disminuir el número

de visitas (que no conseguíamos con la pauta PRN) y el número de inyecciones (que no

conseguíamos con la pauta fija).

Desde 2014 disponemos en España de aflibercept para el tratamiento de la DMAE

húmeda. En los ensayos clínicos VIEW 1 y VIEW 2 utilizaban una pauta fija bimestral con

unos buenos resultados funcionales comparables a los obtenidos con la pauta mensual fija con

ranibizumab (figura 11) (43).

Recientemente en la ficha técnica de aflibercept (desde agosto de 2018) (figura 14),

se ha incluido la posibilidad de realizar una pauta TAE, tras la dosis de carga, realizando

intervalos de extensión con incrementos de 2 o 4 semanas, a diferencia de ranibizumab con el

que los intervalos de extensión son de 2 semanas de incremento. El ensayo clínico en el que

se basa esta nueva pauta de tratamiento para aflibercept es el estudio ALTAIR (figura 11), un

ensayo clínico fase IV, realizado en 40 centros de Japón, con 255 pacientes. El ALTAIR se

concibió para evaluar la eficacia y la seguridad de dos pautas diferentes de TAE con

aflibercept en la DMAE neovascular a lo largo de 2 años: la pauta TAE clásica, con

incremento de 2 semanas en cada extensión entre inyecciones y una nueva pauta TAE, con

incremento de 4 semanas en cada extensión de tratamiento tras la dosis de carga hasta un

máximo de 16 semanas (45, 46).

Page 55: Dr. Dª. Cristina Paloma Peris Martínez

55

1.4.3.2 Pautas de tratamiento: proactivas y reactivas

En la práctica clínica diaria se usan diversas pautas posológicas. En todas ellas se

realiza una dosis de carga de 3 inyecciones intravítreas, una inyección mensual durante 3

meses. Una vez se ha conseguido que la membrana neovascular se inactive tras las tres dosis,

se puede elegir entre un régimen proactivo o un régimen reactivo. Las pautas proactivas son

aquellas que se adelantan a la enfermedad. Se inyecta aunque la membrana esté inactiva. Y

las pautas reactivas son aquellas en las que sólo se trata cuando existen criterios de actividad,

tales como fluido subretiniano o hemorragias.

Entre las pautas proactivas disponemos de:

Pauta fija:

Es aquella en la que se realizan inyecciones regulares a intervalos previstos,

independientemente de la AV y la OCT macular del paciente. Para ranibizumab la pauta fija

es mensual y para aflibercept es bimestral durante el primer año.

Con esta pauta obtenemos unos buenos resultados visuales, pero con una sobrecarga

asistencial y gasto farmacéutico difíciles de asumir en la práctica clínica real. Con un

sobretratamiento de los pacientes con los riesgos e inconvenientes que ello conlleva (aumento

de riesgo de infección intraocular, de desprendimientos de retina, numerosos traslados al

hospital, etc.).

Pauta tratar y extender (treat and extend) (TAE):

Es aquella en la que los pacientes son tratados mensualmente hasta que no se

observan signos de actividad, definiendo actividad como presencia de fluido subretiniano

(FSR) o intrarretiniano (FIR) por OCT o presencia de hemorragias en el fondo de ojo o

pérdida de AV, y una vez conseguida la inactividad, los intervalos de tratamiento se van

espaciando gradualmente hasta que se observa una reactivación (presencia de líquido o

disminución de la AV), se determina así “el intervalo máximo sin presencia de líquido” (47).

Esta pauta fue definida para ranibizumab por Gupta en el año 2010 (41), en la que se

incrementan los intervalos progresivamente 2 semanas en cada extensión, siempre que la

membrana continúe inactiva, hasta un máximo de 12 semanas entre inyecciones, durante el

primer año. Cuando se detectan signos de actividad, se acortan los intervalos de visitas y

tratamiento a 4 semanas hasta que se estabiliza.

Page 56: Dr. Dª. Cristina Paloma Peris Martínez

56

La novedad con respecto a esta pauta, según la reciente ficha técnica de aflibercept

de agosto de 2018 (48), es que con aflibercept se pueden realizar 2 tipos de TAE: El de

incrementar el intervalo entre inyecciones en 4 semanas hasta un máximo de 16 semanas

durante el primer año , o el anteriormente descrito para ranibizumab , de extensiones de 2

semanas en cada intervalo hasta un máximo de 12 semanas.

Se trata de un tratamiento individualizado para cada paciente. La idea de esta pauta

de TAE es la de conseguir una buena agudeza visual, disminuyendo el número de recidivas,

con menos inyecciones y menor número de visitas.

En las pautas proactivas el plazo de la siguiente inyección es predecible, el paciente

sabe que se le administrará una inyección en cada visita, disminuye por tanto su nivel de

estrés debido a la incertidumbre (47). También mejora la dinámica de la consulta, en la que el

oftalmólogo puede planificar y realizar las numerosas gestiones burocráticas para la

autorización de la siguiente inyección.

Entre las pautas reactivas disponemos de:

Pauta PRN (Pro Re Nata) (a demanda):

Es aquella pauta en la que los pacientes, tras la dosis de carga, se visitan

mensualmente y sólo son tratados si existen signos de actividad de la enfermedad. También

llamada pauta a demanda. Es un tratamiento individualizado reactivo. Como aspecto negativo

es que se trata la enfermedad cuando empeora y es necesario un seguimiento estricto mensual,

muy difícil de seguir en la práctica clínica diaria, para conseguir una buena AV. En cuanto se

realiza una pauta a demanda laxa, la AV rápidamente empeora. De esta manera, no se puede

reducir el número de visitas, pero sí el número de inyecciones.

En la tabla 2 podemos observar las diferencias entre las distintas pautas de tratamiento

anteriormente descritas para la DMAE neovascular (47):

Page 57: Dr. Dª. Cristina Paloma Peris Martínez

57

POSOLOGÍA

PRN Fija TAE

Número de visitas Mayor Mayor Menor

Sobretratamiento No Si No

Infratratamiento Si No No

Proactividad (Evita daño irreversible y favorece

planificación) No Si Si

Flexibilidad (Criterios visuales y anatómicos para

decidir tratamiento) Si No Si

Tabla 2: Diferencias entre las distintas pautas de tratamiento para la DMAE neovascular

Page 58: Dr. Dª. Cristina Paloma Peris Martínez

58

Page 59: Dr. Dª. Cristina Paloma Peris Martínez

59

2. HIPÓTESIS

Por todo lo referido se plantea la siguiente hipótesis conceptual:

El uso de aflibercept en régimen de TAE para DMAE neovascular naïve con extensiones de 4

semanas en cada intervalo de tratamiento, tras la dosis de carga, hasta un máximo de 16

semanas durante el primer año, supone una opción terapéutica eficaz y segura en la práctica

clínica diaria, que reduce la carga del sistema sanitario y de los pacientes, al disminuir el

número de visitas e inyecciones, así como la reducción de riesgos.

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60

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61

3. OBJETIVOS

El objetivo principal de este estudio fue el siguiente:

1. Evaluar si existe diferencia entre la agudeza visual corregida (AVcsc) basal y la

AVcsc en la semana 52.

Los objetivos secundarios del estudio se enumeran a continuación:

2. Determinar la proporción de pacientes con mejoría, estabilidad o empeoramiento de

la AV tras 1 año de tratamiento.

(Se define mejoría o empeoramiento al cambio de 0,3 unidades logMAR, [15 letras],

0,5 unidades decimales).

3. Cuantificar la proporción de pacientes con buena visión tras 1 año de tratamiento.

(se define buena visión a AV ≥ 70 letras ,<0,3 logMAR, ≥ 0,5 decimal).

4. Identificar posibles factores predictores de la AV final (semana 52 de tratamiento).

5. Valorar si existe diferencia entre el EMC basal y el EMC en la semana 52.

(EMC definido como la distancia entre la MLI y el EPR en la fóvea).

6. Determinar el promedio de inyecciones anuales necesarias.

7. Cuantificar la necesidad media de visitas anuales.

8. Determinar la proporción de pacientes que consiguen un intervalo máximo de 16

semanas entre inyecciones intravítreas.

9. Analizar los efectos adversos asociados a las inyecciones intravítreas de aflibercept.

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62

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63

4. MATERIAL Y MÉTODOS 4.1 Diseño del estudio

Estudio retrospectivo, observacional, no aleatorizado, de pacientes que acudieron al

Hospital Universitario de La Ribera y fueron diagnosticados de DMAE neovascular naïve en

un ojo entre el 1 de enero de 2015 y el 1 de enero de 2016 y fueron tratados con aflibercept

(Eylea®, Bayer Hispania S.L, Barcelona, España), en régimen de TAE con incremento de 4

semanas en cada extensión de tratamiento, tras la dosis de carga, hasta un máximo de 16

semanas, con al menos un año de seguimiento.

4.2 Criterios de inclusión y exclusión Los criterios de inclusión fueron los siguientes:

- Agudeza visual con su corrección (AV csc) ≥ 0,1 decimal en el momento del

diagnóstico

- DMAE neovascular no tratada previamente en dicho ojo

- Tratamiento con aflibercept en pauta TAE con incremento de 4 semanas en cada

extensión de tratamiento, tras la dosis de carga, hasta un máximo de 16 semanas,

con al menos un año de seguimiento.

-

Los criterios de exclusión fueron los siguientes:

- AV csc < 0,1 decimal en el momento del diagnóstico

- DMAE neovascular tratada previamente con otro anti-VEGF, láser, TFD o

aflibercept en otra pauta.

- Menos de 1 año seguimiento

- DMAE neovascular de tipo VCP

- Otra patología oftálmica que pudiera afectar a la AV o a la anatomía de la mácula

- Patología oftálmica o sistémica que no permitiera la recogida de datos

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64

4.3 Protocolo de tratamiento y seguimiento

El protocolo de tratamiento y seguimiento para pacientes con DMAE neovascular, en

tratamiento con aflibercept en régimen de TAE (con incremento de 4 semanas la extensión

del intervalo tras la dosis de carga) durante el primer año, seguido en la Unidad de Mácula del

Hospital Universitario de La Ribera , en práctica clínica diaria por los dos oftalmólogos que

forman la sección, fue el que se detalla a continuación (tabla 3):

1. Se iniciaba una dosis de carga: 1 inyección mensual durante 3 meses

(total 3 inyecciones).

2. Se inyectaba a las 8 semanas de la tercera inyección.

3. Se inyectaba a las 12 semanas de la cuarta inyección.

4. Se inyectaba a las 16 semanas de la quinta inyección

Se seguía este protocolo siempre que la lesión estuviera inactiva y se cumplieran los

siguientes criterios de extensión en cada visita:

- Ausencia de fluido intrarretiniano (FIR) o subretiniano (FSR) en la OCT de mácula

- Ausencia de hemorragias en la funduscopia

En caso de reactivación de la membrana, cuando no se cumplía cualquiera de los

criterios de extensión anteriormente citados: se realizaba una inyección bimensual hasta que

se cumplieran de nuevo los criterios de extensión, para realizar de nuevo una pauta TAE con

incremento de 4 semanas en cada extensión, dejando como máximo intervalo entre

inyecciones el conseguido antes de la reactivación.

Se visitaba al paciente 2 meses después de cada inyección, como en el régimen fijo

bimensual, para que en caso de reactivación se pudiera detectar de manera precoz.

Page 65: Dr. Dª. Cristina Paloma Peris Martínez

65

Tabla 3. Protocolo de tratamiento y seguimiento con aflibercept en régimen TAE en DMAE

neovascular durante el primer año. (Semana = Sem)

En la visita de diagnóstico se realizaba:

- Anamnesis completa

- Toma de AVcsc con optotipos de Snellen en unidades decimales en la consulta de

mácula

- Pneumotonometría

- Exploración con lámpara de hendidura de polo anterior y polo posterior con lente

de 78 dioptrías bajo midriasis farmacológica

- OCT de dominio espectral (SD-OCT) del área macular (figura 15 y 16).

Adquisición con un barrido de volumen con un ángulo de 30º. Ancho de barrido

x altura: 20º x 20º. Densidad de 240 micras. Mapa de espesor macular.

- La AGF sólo se realizaba si existía duda diagnóstica

- La AVI sólo se realizaba si se sospechaba VCP

- Se programaba para la inyección

Figura 15: OCT macular de paciente con DMAE neovascular: Se observa una lesión con un

desprendimiento del epitelio pigmentario de la retina (DEP) asociado a quistes intrarretinianos y

puntos hiperreflectivos, compatible con una lesión tipo RAP (proliferación angiomatosa de la retina).

Servicio de Oftalmología del Hospital Universitario de La Ribera.

Sem

0

Sem

4

Sem

8

Sem 12

Sem 16

Sem 20

Sem 24

Sem 28

Sem 32

Sem 36

Sem 40

Sem 44

Sem 48

Sem 52

Visita Visita Visita Visita Visita

Inyección Inyección Inyección Inyección Inyección Inyección

Page 66: Dr. Dª. Cristina Paloma Peris Martínez

66

Figura 16: Mapa de espesor macular central de paciente con DMAE neovascular

Servicio de Oftalmología del Hospital Universitario de La Ribera

En todas las visitas de seguimiento se realizaba:

- Toma de AVcsc con optotipos de Snellen en unidades decimales en la consulta de

mácula

- Pneumotonometría

- Exploración con lámpara de hendidura de polo anterior y polo posterior con lente

de 78 dioptrías bajo midriasis farmacológica

- SD-OCT del área macular en modo follow-up (seguimiento) para comparación

con la anterior toma en los mismos puntos (figura 17). OCT de dominio espectral

(SD-OCT) del área macular. Adquisición con un barrido de volumen con un

ángulo de 30º. Ancho de barrido x altura: 20º x 20º. Densidad de 240 micras.

Mapa de espesor macular.

- La AGF y la AVI sólo se realizaban si se observaban resultados inesperados tras

la inyección.

- Se consultaba por efectos adversos tras la inyección

- Se programaba para la siguiente inyección

Las inyecciones no se realizaban el mismo día de la visita. Las inyecciones podían realizarse

antes de 1 semana de la realización del diagnóstico.

Page 67: Dr. Dª. Cristina Paloma Peris Martínez

67

Figura 17: Opción follow-up del software de la OCT Heidelberg-Spectralis: Comparación de

mapas de espesor macular entre una visita y la anterior en paciente con DMAE neovascular.

Servicio de Oftalmología del Hospital Universitario de La Ribera

4.4 Material y recursos

El estudio se ha realizado en las consultas externas del servicio de Oftalmología del

Hospital Universitario de La Ribera, utilizando los recursos humanos y materiales de este

servicio.

Recursos humanos:

- Facultativos especialistas en Oftalmología

- Médicos internos residentes de Oftalmología

- Enfermeros y auxiliares del servicio de Oftalmología

- Optometristas

- Secretaria de Oftalmología (lista de espera)

- Farmacéuticos

Estancias:

- Consultas de oftalmología equipadas para la exploración

- Sala de curas para las inyecciones

- Farmacia hospitalaria para la preparación de la medicación

Page 68: Dr. Dª. Cristina Paloma Peris Martínez

68

Aparataje de exploración:

- Optotipos de Snellen (Auto Chart Projector ACP-8, Topcon, Japan) (figura 18)

- Lámpara de hendidura (Slit lamp Type: BC 900. SER.NO:1400400.0431.

HAAG-SREIT International, Switzerland)

- Pneumotonómetro (NT-510 non contact tonometer, NIDEK S.A, France)

- Lentes de aumento de 78 dioptrias y superfield para exploración de fondo de ojo

(Volk, Mentor, Ohio, USA).

- Angiógrafo (FA, Topcon Medical Systems, Inc., Oakland, CA, USA)

- Tomografía de coherencia óptica de dominio espectral (SD-OCT, Heidelberg

Spectralis; Heidelberg Engineering Inc., Dossenheim, Germany) (figura 19)

Figura 18: Proyector de Topcon: Toma de AV Figura 19: OCT Heidelberg Engineering

Instrumental y material fungible para la inyección intravítrea:

- Bastoncillos de algodón: Star Cott. Bastoncillos 100% algodón

- Paños estériles perforados: Campo 50x60 cm, fenestración adhesiva 5 cm.

REF ES15217CE. Medline International France SAS

- Guantes estériles: Guantes quirúrgicos sin polvo. Curity. Covidien. Germany

REF TPGHS60A

- Bata quirúrgica: OPS Advanced. REF OP9507CEA. Medline International

France SAS.

- Mascarilla: Foliodress mask senso. Hartmann. Germany. REF 992535

- Agujas desechables de 30G: BD Eclipse Needle 30G x ½ (0.3 mmx13 mm).

Sterile. BD. Belgium. REF 305771

Page 69: Dr. Dª. Cristina Paloma Peris Martínez

69

- Gasas estériles: Compresas 5/20x40(10x10). 13 hilos. 8 capas. Gaspunt. España.

REF SO132008

- Blefaróstato

- Medidores: Surgitrac. 3.5/4 mm. SG04. CE.

Fármacos:

- Para la exploración oftalmológica:

• Colirio de tropicamida al 1% (Colircusí tropicamida, colirio en solución 10

mg/ml, Alcon Cusí SA; El Masnou, España)

• Colirio de fenilefrina al 1% (Colircusí fenilefrina, colirio en solución 100

mg/ml, Alcon Cusí SA; El Masnou, España)

- Para la inyección intravítrea:

• Povidona iodada (Curadona 100 mg/ml, LAICO SA; Barcelona, España)

• Colirio de terciana (Colircusí anestésico doble, Alcon Cusí SA; El Masnou,

España)

• Colirio de ciprofloxacino (Colircusí oftacilox, Alcon Cusí SA; El Masnou,

España)

• Aflibercept 2 mg (Eylea 40 mg/ml solución inyectable en vial, Bayer

Hispania SL, Barcelona, España) (figura 20)

Figura 20: Vial de aflibercept 2 mg (Eylea, Bayer Hispania SL, Barcelona, España)

4.5 Técnica inyección intravítrea

Las inyecciones intravítreas de aflibercept se realizaban en una sala de curas en un

entorno limpio con medidas de asepsia. El médico que realizaba la inyección intravítrea

utilizaba mascarilla, bata y guantes estériles . El protocolo seguido para la administración de

la medicación era el detallado a continuación:

Page 70: Dr. Dª. Cristina Paloma Peris Martínez

70

- Instilación de colirio anestésico

- Povidona yodada diluida al 5% con suero fisiológico para la desinfección ocular

- Povidona iodada diluida al 10% para desinfección periocular.

- Colocación del paño quirúrgico perforado y blefaróstato

- Marcado del punto de inyección con un medidor estéril a 3,5 mm de limbo en

pacientes pseudofáquicos y a 4 mm en los fáquicos.

- Inyección de aflibercept 2.0 mg/0,05mL con una aguja de 30G.

- Bastoncillo de algodón para evitar el reflujo.

- Instilación de povidona iodada diluida al 5%

- Instilación de colirio antibiótico

No se prescribían colirios antibióticos para casa.

La medicación de aflibercept venía preparada de la farmacia hospitalaria.

4.6 Recogida de datos

Al ser un estudio retrospectivo, se revisaron las historias clínicas y se confeccionó

una base de datos con los parámetros a estudio:

- AV csc en cada visita (en unidades decimales y en unidades LogMAR)

- EMC en cada visita (en micras)

- Edad

- Sexo

- Ojo a estudio

- Existencia o no de DMAE neovascular en el ojo contralateral

- Número de inyecciones en 1 año

- Número de visitas en 1 año

- Máximo intervalo de extensión

- Efectos adversos.

Tan sólo el investigador principal revisó las historias clínicas y elaboró la base de

datos en un archivo Excel. Se utilizó una correlación numérica de los pacientes, sin nombre,

ni número de historia clínica, ni datos que terceras personas pudieran utilizar para identificar

al paciente.

Page 71: Dr. Dª. Cristina Paloma Peris Martínez

71

4.7 Análisis estadístico

Las variables a estudio fueron la AVcsc y el EMC. Los valores de dichos parámetros

se tomaron en 5 puntos, siguiendo el protocolo de tratamiento, en el mejor de los casos: basal

(semana 0), tras 3 inyecciones intravítreas (semana 16), semana 24, semana 36 y semana 52.

Los datos se expresan como media ± desviación estándar.

La AVcsc tomada en unidades decimales se convirtió a unidades del logaritmo del

mínimo ángulo de resolución (logMAR) antes del análisis estadístico (tabla 4).

Para el cálculo del valor promedio de la agudeza visual en unidades decimales se debe utilizar

la media geométrica, ya que los valores de agudeza visual decimal siguen una progresión

geométrica y no aritmética (49). Una de las ventajas de trabajar en unidades logMAR es que

los valores promedios se calculan con la media aritmética.

Tabla 4: Tabla de equivalencias de agudeza visual

AV decimal AV logMAR

0,10 1

0,12 0,9

0,16 0,8

0,20 0,7

0,25 0,6

0,32 0,5

0,40 0,4

0,50 0,3

0,63 0,2

0,8 0,1

1 0,0

Page 72: Dr. Dª. Cristina Paloma Peris Martínez

72

Para obtener la AV en número de letras ETDRS a partir de la AV en unidades logMAR

utilizamos la siguiente formula:

Los métodos aplicados para la comprobación de la normalidad de los datos fueron los

siguientes:

Test de prueba:

- Prueba de Kolmorov-Smirnof

- Prueba de Shapiro-Wilk

Tras la aplicación de dichos métodos se llega a la conclusión de que NO podemos

asumir la normalidad de los datos, por lo que se utilizaron los siguientes test estadísticos no

paramétricos:

• Prueba de los rangos con signo de Wilcoxon (se trata de la versión no

paramétrica de la t Student para muestras relacionadas)

o Esta prueba la utilizaremos para la comprobación de la significancia

estadística de las diferencias de las variables a estudio tras el tratamiento.

o Esta prueba toma como hipótesis nula H0: La no existencia de diferencias

estadísticamente significativas entre las variables a estudio.

Descartaremos la hipótesis nula si obtenemos un p-valor inferior al nivel

de significancia fijado.

• Test de McNemar:

Sirve para determinar si las proporciones pareadas son diferentes o no lo son.

o Este test lo utilizamos para analizar la significancia de la diferencia

entre la proporción de pacientes que mejoraba o empeoraba en la

AVcsc o EMC tras 1 año de tratamiento.

o Esta prueba toma como hipótesis nula H0: La no existencia de

diferencias en las proporciones pareadas.

Page 73: Dr. Dª. Cristina Paloma Peris Martínez

73

• Modelo de regresión multivariable:

o Tiene como objetivo estudiar la relación entre variables

o Nos ofrece una significación estadística (α) para cada una de las

variables.

o La significación estadística responde a la hipótesis nula H0 cuando la

variable no aporta información significativa en el análisis de

regresión utilizado, de tal forma que para aquellas variables en las

que α sea mayor que nuestro nivel de significancia descartaremos a

esta variable como variable predictiva en el modelo lineal

El análisis estadístico se realizó con el SPSS software v.18. 0 (SPSS, Inc., Chicago,

IL, USA). Todos los test se realizaron a 2 caras. Un valor P< 0.05 se consideró

estadísticamente significativo.

4.8 Comité Ético de Investigación Clínica (CEIC)

El estudio se realizó conforme a los principios de la Declaración de Helsinki

(promulgada por la Asociación Médica Mundial en su última revisión en 2008) y fue

aprobado por el CEIC del Hospital Universitario de La Ribera (anexo).

La decisión de prescribir un tratamiento, estaba totalmente disociada de la decisión de incluir

al paciente en el estudio, que era de carácter retrospectivo, y se realizaba según los criterios

del juicio y la práctica clínica habitual.

Page 74: Dr. Dª. Cristina Paloma Peris Martínez

74

Page 75: Dr. Dª. Cristina Paloma Peris Martínez

75

5. RESULTADOS

5.1 Análisis descriptivo

5.1.1 Datos epidemiológicos

Se incluyeron 34 ojos naïve de 34 pacientes que acudieron al Servicio de

Oftalmología del Hospital Universitario de La Ribera entre 1 de enero de 2015 y 1 de enero

de 2016, con DMAE neovascular y que fueron tratados con aflibercept en régimen de TAE

(con extensión de 4 semanas el intervalo de tratamiento, tras la dosis de carga, hasta un

máximo de 16 semanas), con al menos 1 año de seguimiento, y que cumplieran los criterios

de inclusión anteriormente citados.

La edad media de los pacientes fue de 78± 8 años, con un rango de edad comprendida

entre los 62 y los 93 años. De los 34 pacientes incluidos en el estudio, 21 (61,8%) fueron

mujeres y 13 (38,2%) fueron hombres. Del total de la muestra, 20 (58,9%) ojos fueron

derechos y 14 (41,1%) fueron izquierdos. Al inicio del tratamiento del ojo a estudio, el 55,9%

(n=19) de los pacientes había presentado con anterioridad una DMAE neovascular en el ojo

contralateral.

Los datos demográficos del estudio se exponen en la tabla 5.

5.1.2 Agudeza visual

La AVcsc media en el momento del diagnóstico fue de 0,49 ± 0,24 logMAR. En la

tabla 6 se muestran la media, mediana y desviación estándar de la AVcc en las visitas en la

semana 16, en la semana 24, en la semana 36 y en la semana 52. En la figura 21 puede

observarse un diagrama de cajas de la AV en unidades logMAR durante el primer año de

tratamiento.

Edad Sexo Ojo Bilateralidad Media: 78 años 38,24% Hombres 58,82% Ojos derechos 55,90% Bilaterales DE: 8 años 61,76% Mujeres 41,18% Ojos Izquierdos 44,10% Unilaterales Rango: 62 a 93 años

Mediana: 78 años

Rango intercuartílico: [73;82]

Tabla 5: Edad, sexo, ojo afectado y bilateralidad (DE= desviación estándar)

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76

AGUDEZA VISUAL ( LogMAR )

AV0 AV1 AV2 AV3 AV4

Media 0,49 0,37 0,38 0,38 0,37

DE (Desviación estándar) 0,24 0,29 0,28 0,31 0,30

AV0 AV1 AV2 AV3 AV4

Mediana 0,52 0,40 0,40 0,30 0,35

Intervalo Intercuartílico [0,33; 0,70] [0,15; 0,52] [0,10; 0,52] [0,15; 0,52] [0,11; 0,52]

Tabla 6: Agudeza visual basal (AV0), en las semana 16 (AV1), semana 24 (AV2), semana 36 (AV3) y semana 52 (AV4)

Figura 21: Diagrama de cajas de la AVlogMAR durante el tratamiento: Se muestran las medianas de la AVcsc en el momento del diagnóstico (AV0), en la semana 16 (AV1), en la semana 24 (AV2), en la semana 36 (AV3) y al año de tratamiento, semana 52 (AV4).

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77

5.1.3 Espesor macular central

La media del EMC en el momento del diagnóstico fue de 390 ± 140 µm. En la tabla 7

se muestran la media, mediana y desviación estándar del EMC en las visitas en la semana 16,

en la semana 24, en la semana 36 y en la semana 52. En la figura 22 puede observarse un

diagrama de cajas para el EMC durante el primer año de tratamiento.

ESPESOR MACULAR CENTRAL ( µm )

EMC0 EMC1 EMC2 EMC3 EMC4

Media 390 273 282 284 291

DE (Desviación estándar) 140 74 78 79 74

EMC0 EMC1 EMC2 EMC3 EMC4

Mediana 341 255 258 270 267

Intervalo Intercuartílico [304; 454] [233; 295] [241; 302] [235; 300] [245; 315 ]

Tabla 7: Espesor macular central basal (EMC0), en las semanas 16 (EMC1), 24 (EMC2), 36 (EMC3), 52 (EMC4).

Figura 22: Diagrama de cajas para el EMC durante el tratamiento: Se muestran las medianas del EMC en el momento del diagnóstico (EMC0), en la semana 16 (EMC1), en la semana 24 (EMC2), en la semana 36 (EMC3) y al año de tratamiento, semana 52 (EMC4)

Page 78: Dr. Dª. Cristina Paloma Peris Martínez

78

5.1.4 Frecuencia de inyecciones, visitas, reactivaciones e intervalos de

tratamiento.

Tras 12 meses de tratamiento, el número medio de inyecciones intravítreas de

aflibercept fue de 6,1±0,4: 30 (88,2%) pacientes recibieron 6 inyecciones, 3 (8,8%) pacientes

recibieron 7 inyecciones y 1 paciente recibió 8 inyecciones.

El número medio de visitas durante el primer año de tratamiento fue de 5,1±0,4: 30

(88,2%) pacientes realizaron 5 visitas, 3 (8,8%) pacientes realizaron 6 visitas y 1 paciente

realizó 7 (3%).

Tres (8,8%) ojos mostraron reactivación de la membrana neovascular tras la cuarta

inyección y en 2 (5,9%) ojos se reactivó la membrana tras la quinta inyección.

El intervalo máximo de tratamiento medio fue de 15,1±2,4 semanas. El intervalo

máximo entre inyecciones fue de 8 semanas en 3 pacientes (8,82%), de 12 semanas en 2

pacientes (5,88%) y de 16 semanas en 29 pacientes (85,29%) (figura 23).

Figura 23: Intervalo máximo de extensión entre inyecciones: El 85,29% de los pacientes pudieron extender hasta 16 semanas entre inyecciones en el primer año, el 8,82% de los pacientes pudieron extender hasta 12 semanas y el 5,88% hasta 8 semanas

8,82%5,88%

85,29%

Intervalo máximo de extensión

8 Semanas

12 Semanas

16 Semanas

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79

5.1.5 Efectos adversos

Durante el período del estudio no se registraron complicaciones oculares ni sistémicas

relacionadas con la inyección.

5.2 Estudio de la normalidad de los datos

Previo al estudio de contraste de hipótesis de nuestras variables a estudio, debemos

comprobar la bondad de ajuste de nuestras variables a la distribución normal. De esta manera,

en función del resultado obtenido aplicaremos test paramétricos o no paramétricos.

Los métodos aplicados para comprobar la bondad de ajuste de nuestras variables a

estudio a una distribución normal fueron los siguientes (tabla 8) (tabla 9):

Test de prueba:

- Prueba de Kolmorov-Smirnof ( Para tamaños muestrales >50 )

- Prueba de Shapiro-Wilk ( Para tamaños muestrales ≤50 )

-

Dado que nuestro tamaño muestral es inferior a 50, tomamos como referencia de test

de normalidad la prueba de Shapiro-Wilk. Como podemos observar nos dice que salvo la

variable AV1-AV0 que podría considerarse como normal, p-value=0,06 superior a nuestra

significancia estadística (α=0,05), para el resto de variables no podemos asumir la

normalidad de los datos, teniendo para éstos un p-value=0,03 < 0,05. Por ello asumimos la no

normalidad de los datos por lo que utilizaremos test no paramétricos

Pruebas de normalidad variable AV

Kolmogorov-Smirnova Shapiro-Wilk

Estadístico gl Sig. Estadístico gl Sig.

AV1 - AV0 ,155 34 ,038 ,940 34 ,060

AV4 - AV0 ,220 34 ,000 ,895 34 ,003

AV4 - AV1 ,126 34 ,188 ,893 34 ,003

a. Corrección de significación de Lilliefors

Tabla 8: Pruebas de normalidad de las variables de la diferencia de agudeza visual corregida: Entre AVcsc inicial y AVcsc a la semana 16 (AV1-AV0), entre AVcsc inicial y a la semana 52 (AV4 – AV0) y entre AVcsc semana 16 y AVcsc a la semana 16 (AV4 - AV1)

Page 80: Dr. Dª. Cristina Paloma Peris Martínez

80

Como podemos observar, el test de Shapiro-Wilk nos arroja una significancia

estadística p-value < 0,001, por lo que descartamos la hipótesis de normalidad y asumimos de

nuevo la no normalidad de nuestras variables de estudio aplicando, por tanto, en nuestro

estudio estadístico test no paramétricos.

5.3 Análisis estadístico

5.3.1 Agudeza visual

La media de AVcsc mejoró significativamente de 0,49 ± 0,24 logMAR en el

momento del diagnóstico a 0,37±0,29 logMAR en la semana 16 (tras la dosis de carga)

(p=0.014) y se mantuvo estable hasta la semana 52 (52 vs 16 semanas p=0,665 y 52 semanas

vs basal p=0,008). En la figura 24 se muestra la evolución de la AVcsc durante el primer año

de tratamiento.

El test de Wilcoxon nos ofrece un valor estimado para la mediana de la población para la

diferencia de AVcsc al año de tratamiento de -0,15 logMAR con un IC 95% (-0,238; -0,054)

logMAR.

Pruebas de normalidad variable EMC

Kolmogorov-Smirnova Shapiro-Wilk

Estadístico gl Sig. Estadístico gl Sig.

EMC1mEMC0 ,194 34 ,002 ,707 34 ,000

EMC4mEMC0 ,243 34 ,000 ,717 34 ,000

EMC4mEMC1 ,256 34 ,000 ,805 34 ,000

a. Corrección de significación de Lilliefors

Tabla 9: Prueba de normalidad de las variables diferencia de espesor macular central (EMC): EMC en la semana 16 y EMC inicial (EMC1-EMC0), entre EMC en la semana 52 y EMC inicial ( EMC4-EMC0) y EMC en la semana 52 y el EMC en la semana 16 (EMC4-EMC1).

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81

Tras 12 meses de tratamiento (figura 25), 10 ojos (29,41%) mejoraron la AVcsc mientras que

2 (5,88%) la empeoraron (p=0,039) . En 22 casos (64,71%) la AVcsc permaneció estable. Se

define cambio en la AVcsc como la ganancia o pérdida de al menos 0,3 unidades logMAR.

Figura 24: Evolución de la AVlogMAR durante 1 año de tratamiento: AVcsc (DE) vs semanas de tratamiento AVcsc (DE) vs semanas tratamiento.

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82

En cuanto a líneas de visión (tabla 10), 6 pacientes (17,65%) mejoraron 4 líneas , 4

pacientes (11,76%) mejoraron 3 líneas, 2 pacientes (5,88%) mejoraron 2 líneas y 7 pacientes

(20,59%) mejoraron 1 línea de visión tras 12 meses de tratamiento. En 12 casos (35,29%) no

se ganó ni perdió ninguna línea de visión en la semana 52 con respecto al estado basal. Un

paciente (2,94%) perdió 1 línea de visión y 2 pacientes (5,88%) perdieron 2 líneas de visión

tras 1 año.

0%

10%

20%

30%

40%

50%

60%

70%

Mejoría Estabilidad Empeoramiento

29,41%

64,71%

5,88%

Distribución de la evolución AV tras 1 año de tratamiento

Líneas de visión

Número de pacientes (%)

+4 6 17,65%

+3 4 11,76%

+2 2 5,88%

+1 7 20,59%

0 12 35,29%

-1 1 2,94%

-2 2 5,88%

Tabla 10: Distribución de la diferencia de número de líneas de visión en la semana 52.

Figura 25: Distribución de la evolución de la AVcsc tras un año de tratamiento: Un 29,41% de los pacientes tuvieron una mejoría en la AVcsc, un 64,71% permanecieron estables y un 5,88% tuvieron un empeoramiento. (Se define cambio en AV como al menos una diferencia de 0,3 logMAR)

Page 83: Dr. Dª. Cristina Paloma Peris Martínez

83

Se obtuvo una diferencia estadísticamente significativa (p=0,008) en la ganancia de

letras desde el momento del diagnóstico hasta la semana 52 de tratamiento. Se pasó de

60,29±12,07 letras ETDRS en el momento del diagnóstico a 66,47±14.89 letras en la semana

52 (p=0,008). La media de ganancia de letras ETDRS en la semana 52 fue de 6,18±14,79.

El test de Wilcoxon nos ofrece un valor estimado para la mediana de la población de 7,53

letras con un IC 95% (2,73;11,93) letras.

El porcentaje de pacientes con una AVcsc ≥70 letras (<0,3 logMAR, ≥ 0,5 decimal)

se incrementó de un 26,50% en el momento del diagnóstico a un 50% tras 1 año de

tratamiento (p=0,021) (Test de Mc Nemar)

5.3.2 Espesor macular central

La media de EMC disminuyó significativamente de 390±140 µm en el momento del

diagnóstico a 273±74 µm en la semana 16 (p<0.001). Aunque el EMC se incrementó

discretamente en las semanas posteriores hasta 291±74 en la semana 52, la diferencia entre la

semana 16 y la semana 52 no fue estadísticamente significativa (p=0,400). El EMC

disminuyó 99 µm de la semana 0 a la semana 52 (p <0.001). Tras 1 año de tratamiento (figura

26), el EMC disminuyó en 31 pacientes (91%) mientras que se incrementó en 3 (9%)

(p<0,001).

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84

El cambio en el EMC entre el diagnóstico y al año de tratamiento fue

estadísticamente significativo p<0,001. Tras 12 meses de tratamiento (figura 27), 31 ojos

(91,18%) disminuyeron el EMC, mientras que 3 ojos (8,82%) aumentaron el EMC. El valor

promedio del cambio en el EMC entre el diagnóstico y el año de tratamiento fue de -

98,79±140 micras, el test de Wilcoxon nos ofrece un valor estimado para la mediana de la

población de -75,50 micras con un IC95% (-101,50;-51,50) micras.

.

Figura 26: Evolución del EMC durante 1 año de tratamiento: EMC (DE) vs semanas tratamiento.

0%

20%

40%

60%

80%

100%

Disminuyen Aumentan

91,18%

8,82%

Distribución de la evolución tras 1 año de tratamiento

Figura 27: Distribución de la evolución del EMC tras un año de tratamiento. Un 91,18% de los pacientes disminuyeron el EMC al año de tratamiento, mientras que

Page 85: Dr. Dª. Cristina Paloma Peris Martínez

85

5.4. Análisis del cambio de la AVcsc en cada fase de tratamiento

Nos proponemos analizar gráficamente el cambio en la AVcsc en cada una de las

visitas a lo largo de las 52 semanas de tratamiento. En las siguientes 4 figuras (figuras 28-31)

observamos el gráfico entre AV1 vs AV0, AV2 vs AV1, AV3 vs AV2 y finalmente entre

AV4 vs AV3. Recordamos que AV0 corresponde a la AV en semana 0, AV1 corresponde a la

AV en semana 16 (tras las 3 dosis de carga), AV2 a la AV en la semana 24 (tras la cuarta

inyección), AV3 a la AV en la semana 36 (tras la quinta inyección) y AV4 a la AV en la

semana 52 (tras la sexta inyección), en el mejor de los casos.

Con objeto de visualizar mejor las diferencias entre cada par de observaciones, se ha

utilizado la misma escala en cada uno de los ejes, de tal forma que podemos observar una

línea continua a 45º en color negro que representa los puntos equivalentes al no cambio en la

AVcsc y que hemos llamado “recta de estabilidad”. Los puntos por debajo de esta línea

representaran a aquellos pacientes que han visto mejorada su AVcsc, mientras los que se

encuentren por encima de ésta línea representan a aquellos pacientes que han visto empeorada

su AVcsc, los que se encuentren en la misma línea corresponderían a aquellos que han

permanecido estables.

Se ha realizado un análisis de regresión lineal entre ambas variables, el resultado

correspondiente a la recta que mejor se ajusta a los datos se ha dibujado en color rojo, los

datos del resultado de éste análisis de regresión lineal figuran en un recuadro donde se

especifica:

S: Error típico de la estimación. R cuad:

R cuad(ajustado): p-valor: Ecuación de la recta de mejor ajuste

Page 86: Dr. Dª. Cristina Paloma Peris Martínez

86

Figura 28: Gráfico regresión lineal AV1 vs AV0 (en logMAR): En el grafico tenemos la recta de regresión lineal (rojo) y “recta de estabilidad” (negro), en ésta última los puntos que se encuentran por debajo se corresponden con pacientes que han mejorado su AV, los que están por encima han empeorado y los que se encuentran en la misma línea se mantienen estables. Obtenemos una recta de regresión lineal con p-valor=0,001 pudiendo por tanto asumir una relación lineal entre las variables. El 26,60 % de la variación en la AV1 puede ser explicado por la AV0. El error típico de la estimación S=0,25. El test de Wilcoxon nos confirma que hay diferencia estadísticamente significativas entre AV1 y AV0, p=0,014, estimando para la mediana de la población un valor para AV1-AV0 de -0,11 logMAR.

Page 87: Dr. Dª. Cristina Paloma Peris Martínez

87

Figura 29: Gráfico regresión lineal AV2 vs AV1 (en logMAR): Obtenemos una recta de regresión lineal con p-valor <0,001 pudiendo por tanto asumir una relación lineal entre las variables. El 57,30 % de la variación en la AV2 puede ser explicado por la AV1. El error típico de la estimación S=0,18. Observamos una mejoría en la correlación entre las variables al modelo lineal (de un 26,60 % a un 57,30 % ) y una menor dispersión de los puntos respecto a la línea de regresión (de un S=0,25 a S=0,18). La recta de regresión lineal es más próxima a la “recta de estabilidad” El test de Wilcoxon nos confirma, p=0,861 que no hay diferencia estadísticamente significativa en los valores de AV2 y AV1.

Page 88: Dr. Dª. Cristina Paloma Peris Martínez

88

Figura 30: Gráfico regresión lineal AV3 vs AV2 (en logMAR): Obtenemos una recta de regresión lineal con p-valor<0,001 pudiendo por tanto asumir una relación lineal entre las variables. El 77,10 % de la variación en la AV3 puede ser explicado por la AV2. El error típico de la estimación S=0,15. Observamos de nuevo una mejoría en la correlación entre las variables al modelo lineal (de un 26,60 % incial a un 77,10 %) y una menor dispersión de los puntos respecto a la línea de regresión (de un S=0,25 a S=0,15). Además observamos una coincidencia casi exacta entre la recta de regresión y la “recta de estabilidad” por lo que deducimos que en términos generales la AV a permanecido estable. El test de Wilcoxon nos confirma, p=0,677 que no hay diferencia estadísticamente significativa en los valores de AV3 y AV2.

Page 89: Dr. Dª. Cristina Paloma Peris Martínez

89

Figura 31: Gráfico regresión lineal AV4 vs AV3 (en logMAR): Obtenemos una recta de regresión lineal con p-valor<0,001 pudiendo por tanto asumir una relación lineal entre las variables. El 91,00 % de la variación en la AV4 puede ser explicado por la AV3. El error típico de la estimación S=0,089. Observamos de nuevo una mejoría en la correlación entre las variables al modelo lineal (de un 26,60 % incial a un 91,00 %) y una menor dispersión de los puntos respecto a la línea de regresión (de un S=0,25 a S=0,089). El test de Wilcoxon nos confirma, p=0,533 que no hay diferencia estadísticamente significativa en los valores de AV4 y AV3.

Page 90: Dr. Dª. Cristina Paloma Peris Martínez

90

En términos generales vemos como en la dosis de carga ( AV1 vs AV0 ) es donde ha

habido diferencia estadísticamente significativa en la AV y en las siguientes fases del

tratamiento la recta de mejor ajuste se va acercando cada vez más a la “recta de estabilidad”,

deduciéndose que el efecto del tratamiento en cada una de las fases va evolucionando hacia la

estabilidad en el AVcsc,. Esta misma conclusión puede deducirse de la propia inspección de

los datos, los cuales empiezan estando dispersos alrededor de la “recta de estabilidad” y van

acercándose en cada fase a ésta línea de “estabilidad”, podemos deducir esta misma

conclusión observando la evolución de los valores de R-cuad y del error típico de la

estimación S, el primero nos da una estimación del porcentaje de bondad del ajuste de la recta

de regresión lineal, cada vez es mayor, mientras que el valor de S nos estima el grado de

“dispersión” de los datos respecto a la línea de regresión, este valor es cada vez menor cuando

menor es la “dispersión” de los datos respecto la recta de regresión.

Finalmente, en la figura 32 podemos observar un gráfico de regresión lineal de la AV

logMAR al año de tratamiento (AV4) respecto a la AV al diagnóstico (AV0).

Figura 32: Gráfico regresión lineal AV4 vs AV0 (en logMAR): Obtenemos una recta de regresión lineal con p-valor=0,015 pudiendo por tanto asumir una relación o tendencia lineal entre las variables. El 14,50 % de la variación en la AV4 puede ser explicado por la AV0. El error típico de la estimación S=0,275. El test de Wilcoxon nos confirma que hay diferencias estadísticamente significativas entre AV4 y AV0, p=0,014, estimando para la mediana de la población un valor para AV4-AV0 de -0,15 logMAR.

Page 91: Dr. Dª. Cristina Paloma Peris Martínez

91

5.5. Modelo multilineal predictor de la AVcsc final

Nos planteamos en qué medida podemos establecer un modelo que pueda predecir el

valor final de la AV al año de tratamiento (AV4), para ello tomamos como posibles variables

predictoras:

X1= EDAD

X2= EMC4-EMC0, cambio en el EMC desde su valor previo

al tratamiento hasta el año de tratamiento.

X3= EMC0, espesor macular en el diagnóstico, previo al

tratamiento.

X4= AV0, AVcsc en el diagnóstico, previo al tratamiento.

El método para la obtención del modelo de regresión lineal será “por pasos”, es

decir se irán añadiendo una a una las posibles variables predictoras en función de su

mayor correlación con AV4, conforme vayan aportando más proporción de variabilidad

explicada, se añadirán o no al modelo de regresión lineal. Como destacable de este

método “por pasos”, indicar que hay una continua reevaluación de los predictores

incluidos en el modelo, de forma que si alguna variable queda explicada por las

restantes (en el sentido de que carece de contribución específica propia) queda

eliminada del modelo.

Page 92: Dr. Dª. Cristina Paloma Peris Martínez

92

Los resultados del modelo multilineal son :

Conforme a la tabla anterior únicamente la variable AV0 tiene una aportación

significativa en el modelo de regresión, el modelo explica un 17,10% de la variabilidad de

AV4, que una vez corregido por el efecto de la muestra y de las variables independientes

resulta ser del 14,50%. Por otro lado, el error típico de la estimación (raíz cuadrada de la

varianza no explicada) resulta ser de 0,275.

El coeficiente de correlación lineal R es positivo y de valor 0,414.

La prueba de análisis de la varianza, nos permite verificar si la varianza explicada por

la regresión es significativamente distinta ( y superior) a la varianza no explicada.

De la tabla ANOVA, la columna F (es el estadístico de Fisher-Snedecor) nos sirve

para contrastar la hipótesis nula de que el coeficiente de correlación múltiple R es 0 en la

población. En consecuencia, permite decidir si existe relación lineal significativa entre la

variable dependiente y el conjunto de variables independientes tomadas juntas. El valor de un

nivel crítico (significancia estadística= Sig < 0,05) indica que existe relación lineal

significativa, pudiendo afirmar que la ecuación de regresión ofrece un buen ajuste.

Page 93: Dr. Dª. Cristina Paloma Peris Martínez

93

El valor del estadístico F y la significancia estadística (Sig) p=0,015 nos permite

rechazar la hipótesis nula de que la variabilidad observada en la variables respuesta sea

explicada por el azar, por lo que admitimos que hay algún tipo de asociación entre la variable

dependiente y las independientes, en este caso únicamente una sola variable de las propuestas,

AV0, suponiendo por tanto un efecto real de dicha variable sobre la AVcsc al año de

tratamiento.

Por otro lado, atendiendo a la tabla de “coeficientes” el modelo de regresión será:

AV4 = 0,118+0,511 X1

Siendo:

AV4: Agudeza visual logMAR al año de tratamiento

X1: AV0, agudeza visual basal.

El modelo nos ofrece también un IC95% para el coeficiente B asociado a la AV0, (

por ser un modelo con una sola variable predictora, éste coeficiente se corresponde con la

pendiente de la recta de regresión). IC95% (0,106; 0,915), como vemos esta pendiente es

positiva, lo que traduce en que a mayor AV0 (por tanto menor AVcsc basal) se corresponde

con una mayor AV4 (menor AVcsc al año de tratamiento).

Los coeficientes Beta, al estar basados en valores tipificados, son independientes de

las unidades y escala de las variables originales, por lo que estos coeficientes Beta nos

permiten comparar la importancia relativa de cada una de las variables independientes en la

ecuación de regresión, de tal forma que la variable que tenga un mayor coeficiente Beta (en

valor absoluto) tendrá un mayor peso o importancia en la ecuación de regresión.

Aunque en nuestro modelo únicamente hay una variable predictora y por lo tanto no

es necesario la comparación entre variables, la ecuación de regresión con variables

tipificadas sería:

AV4 = 0,414 Z1, siendo Z1: AV0 en valores tipificados.

Page 94: Dr. Dª. Cristina Paloma Peris Martínez

94

5.6. Análisis de la AV inicial como posible factor predictor de la AV final

Nos proponemos analizar la importancia de la AV inicial como posible factor

predictor de la AV final, para ello vamos a analizar la dependencia entre la mejoría en la

agudeza visual al año de tratamiento con respecto a los valores de agudeza visual inicial

previa al tratamiento para identificar si se obtienen mejores resultados de AV final en

aquellos pacientes tratados con una AV inicial mejor o peor.

Tomando como referencia la figura 33 y su recta de regresión lineal, pendiente de la

recta negativa, vemos que la mejoría (diferencia entre AV4 y AV0) respecto a la AV0 nos

indica que los pacientes con mayor AV0, y por tanto peor agudeza visual de origen, obtienen

una mayor mejoría en la agudeza visual al año de tratamiento, esto lo único que significa es

que la mejoría porcentual es mayor en los pacientes con peor agudeza visual. Por otro lado, en

la figura 34 vemos la dependencia entre la agudeza visual final, es decir al año de tratamiento,

y la agudeza visual previa al tratamiento. Tomando como referencia la recta de regresión

lineal vemos que ésta tiene una pendiente positiva y por tanto aunque los pacientes con mayor

mejoría porcentual son los de peor AV inicial (figura 33), los mejores valores de agudeza

visual final corresponden a los pacientes con mejor agudeza visual de origen (figura 34).

Figura 33: Gráfico de regresión lineal de la diferencia AV al año de tratamiento vs AV0 (en logMAR): Obtenemos una recta de regresión lineal con un p-valor de 0,019 por lo que podemos asumir una dependencia lineal entre las variables y por tanto tomar como referencia ésta recta de regresión para visualizar la dependencia de la mejoría en la AV respecto a la AV inicial.

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95

Vamos a estratificar los pacientes en 2 grupos, dependiendo de si la AV basal es ≤0,3

logMAR (≥ 0,5 decimal, ≥ 70 letras) o es >0,3 logMAR (<0,5 decimal, <70 letras) y vamos a

plantearnos 2 cuestiones:

* Si existen diferencias en el resultado de la AV final (al año de tratamiento) entre los

2 grupos: Para ello realizamos el test de Wilcoxon que nos da una p=0,049, lo cual

nos indica que hay diferencias estadísticamente significativas en estos dos grupos.

* Estimación de la AV final en cada grupo:

- En el grupo de AV logMAR ≤ 0,3, al realizar el test de Wilcoxon, la mediana de la

AV logMAR final es 0,15 con un IC95% [0; 0,3].

- En el grupo de AV logMAR > 0,3, al realizar el test de Wilcoxon, la mediana de la

AV final logMAR es de 0,4 con un IC95% [0,3; 0,55].

En el grupo con mejor AV de inicio consiguió una mejor AV final.

Figura 34: Gráfico de regresión lineal de AV4 vs AV0 (en logMAR): Obtenemos una recta de regresión lineal con un p-valor de 0,015 por lo que podemos asumir una dependencia lineal entre las variables y por tanto tomar como referencia ésta recta de regresión para visualizar la dependencia entre la AV4 respecto a la AV inicial.

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96

5.7. Análisis del cambio del EMC en cada fase de tratamiento

Al igual que hemos hecho para la AV, nos proponemos analizar gráficamente el

cambio en el EMC en cada una de las visitas a lo largo de las 52 semanas de tratamiento. En

las siguientes 4 figuras (figuras 35-38) observamos el gráfico entre EMC1 vs EMC0, EMC2

vs EMC1, EMC3 vs EMC2 y finalmente entre EMC4 vs EMC3. Recordamos que EMC0

corresponde al EMC en semana 0, EMC1 corresponde al EMC en semana 16 (tras las 3 dosis

de carga), EMC2 al EMC en la semana 24 (tras la cuarta inyección), EMC3 al EMC en la

semana 36 (tras la quinta inyección) y EMC4 al EMC en la semana 52 (tras la sexta

inyección), en el mejor de los casos.

Con objeto de visualizar mejor las diferencias entre cada par de observaciones, se ha

utilizado la misma escala en cada uno de los ejes, de tal forma que podemos observar una

línea continua a 45º en color negro que representa los puntos equivalentes al no cambio en el

EMC y que hemos llamado “recta de estabilidad”. Los puntos por debajo de esta línea

representaran a aquellos pacientes que han visto disminuido su EMC, mientras los que se

encuentren por encima de ésta línea representan a aquellos pacientes que han visto aumentado

su EMC, los que se encuentren en la misma línea corresponderían a aquellos que han

permanecido estables.

Se ha realizado un análisis de regresión lineal entre ambas variables, el resultado

correspondiente a la recta que mejor se ajusta a los datos se ha dibujado en color rojo, los

datos del resultado de éste análisis de regresión lineal figuran en un recuadro donde se

especifica:

S: Error típico de la estimación. R cuad:

R cuad (ajustado): p-valor: Ecuación de la recta de mejor ajuste.

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Figura 35: Gráfico de regresión lineal de EM1 vs EMC0 (en micras): con “recta de estabilidad” en color negro y recta de regresión lineal en color rojo. No se obtiene una relación lineal estadísticamente significativa entre las variables p=0,138. Observamos como todos los pacientes han visto disminuido su EMC, puntos por debajo de la recta de estabilidad. El test de Wilcoxon nos confirma que hay diferencias estadísticamente significativas entre EMC1 y EMC0 con p<0,001 y nos da una estimación para la mediana de la plobación de -89,50 con un IC95% (-132,50; -55)

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Figura 36: Gráfico de regresión lineal de EMC2 vs EMC1 (en micras) con “recta de estabilidad” en negro y recta de regresión lineal en rojo, podemos asumir una relación lineal entre las variables p<0,001, el 73,20 % de la variación de EMC2 puede ser explicado por el EMC1. Vemos como la recta de regresión lineal es muy similar a la “recta de estabilidad”, el test de Wilcoxon nos confirma, p=0,336 que no hay diferencia estadísticamente significativa en los valores de EMC2 y EMC1.

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99

Figura 37: Gráfico de regresión lineal EMC3 vs EMC2 (en micras): con “recta de estabilidad” en negro y recta de regresión lineal en rojo, podemos asumir una relación lineal entre las variables p<0,001, el 72,40 % de la variación de EMC3 puede ser explicado por el EMC2. Al igual que en el grafico anterior la recta de regresión es muy similar a la “recta de estabilidad”, el test de Wilcoxon nos confirma que no hay diferencia estadísticamente significativas entre EMC3 y EMC2, p=0,604.

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100

Figura 38: Gráfico de regresión lineal de EMC4 vs EMC3 (en micras): con “recta de estabilidad” en negro y recta de regresión lineal en rojo, podemos asumir una relación lineal entre las variables p<0,001, el 78,20 % de la variación de EMC4 puede ser explicado por el EMC3. Al igual que en el grafico anterior la recta de regresión es muy similar a la “recta de estabilidad”, el test de Wilcoxon nos confirma que no hay diferencia estadísticamente significativas entre EMC4 y EMC3, p=0,914.

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101

En términos generales, vemos como tras la dosis de carga (EMC1 vs EMC0) se ha

producido una diferencia estadísticamente significativa en el EMC y en las siguientes fases

del tratamiento, la recta de mejor ajuste se va acercando cada vez más a la “recta de

estabilidad”, deduciéndose que el efecto del tratamiento en cada una de las fases va

evolucionando hacia la estabilidad en el EMC. Esta misma conclusión puede deducirse de la

propia inspección de los datos, los cuales empiezan estando dispersos alrededor de la “recta

de estabilidad” y van acercándose en cada fase a esta línea de “estabilidad”, podemos deducir

esta misma conclusión observando la evolución de los valores de R-cuad y del error típico de

la estimación S, el primero nos da una estimación del porcentaje de bondad del ajuste de la

recta de regresión lineal, cada vez es mayor, mientras que el valor de S nos estima el grado de

“dispersión” de los datos respecto a la línea de regresión, este valor es cada vez menor cuando

menor es la “dispersión” de los datos respecto la recta de regresión.

Finalmente tenemos la figura 39, gráfico de las variables EMC al año de tratamiento

(EMC4) respecto al previo al diagnóstico (EMC0).

Figura 39: Gráfico de regresión lineal de EMC4 vs EMC0 (en micras): con “recta de estabilidad” en negro y recta de regresión lineal en rojo, no podemos asumir una relación lineal entre las variables p=0,152.

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102

5.8 Análisis del cambio de la AV frente al cambio del EMC tras 1 año de tratamiento

Analizamos gráficamente en nuestra muestra: el resultado de la agudeza visual frente

al espesor macular central tras un año de tratamiento. Como ya sabemos del análisis

estadístico previo, al final del tratamiento ha habido una mejora significativa en la agudeza

visual y una disminución significativa en el espesor macular central, la figura 40 nos muestra

visualmente el resultado en nuestra muestra.

Podemos observar que la disminución en el espesor macular central en términos

generales ha estado entre 0 y -200 micras (en el estudio estadístico estimábamos un valor

promedio de -98 micras). Veintiocho de los 34 pacientes (82,35%) han estado en este rango

de disminución del EMC. De estos 28: 6 pacientes (21,43%) han visto mejorada su AV

(tomando como mejoría una disminución en la AV logMAR en al menos 0,3 logMAR),

mientras que 20 (71,43%) han quedado estables, únicamente en 2 pacientes (7,14%) han visto

empeorada su AV al año de tratamiento.

El test de Wilcoxon para este grupo de pacientes con una disminución del EMC entre

0 y 200 micras nos ofrece una estimación para la mediana de la población del valor de (AV4-

AV0) de -0,16 logMAR con un intervalo de confianza IC95% (-0,26; -0,09).

La ganancia de letras en este grupo fue en promedio de 9,05±10,54 letras, el test de Wilcoxon

nos ofrece un valor estimado para la mediana de ganancia de letras para la población de 8

letras con un IC95% (4,5; 13)

Por otro lado, en términos generales, aquellos pacientes que han visto aumentado su

EMC al año de tratamiento han obtenido un empeoramiento en su AV. 3 pacientes de 34

(8,82%) han visto incrementado su EMC, de los que 2 pacientes (66,67%) han empeorado su

AV al año de tratamiento y 1 paciente (33,33%) ha permanecido estable.

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Figura 40: Gráfico de la diferencia de AV frente a la diferencia de EMC tras 1 año de tratamiento

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6. DISCUSIÓN

6.1 Tratamiento de la DMAE neovascular: Evolución del régimen de TAE

La DMAE es la primera causa de ceguera legal en mayores de 65 años en países

industrializados. A su vez, en estas regiones existe un mayor envejecimiento de la población.

Todo ello hace que sea una patología muy prevalente (10).

El tratamiento actual, de primera línea, para la DMAE neovascular son las

inyecciones intravítreas de fármacos antiangiogénicos. Ranibizumab fue el primer anti-VEGF

aprobado para el tratamiento de estos pacientes con ganancia de AV. Desde 2014 en España,

disponemos también de aflibercept. Dada la alta prevalencia de la DMAE neovascular y las

devastadoras consecuencias si sigue su curso natural, se busca la pauta ideal de tratamiento,

en la que se consiga una buena agudeza visual con el menor número de inyecciones y visitas

posible. En la actualidad, la pauta de tratamiento más extendida para el manejo de la DMAE

neovascular es la de TAE. Es un régimen proactivo, que fue utilizado por primera vez con

ranibizumab, extendiendo 2 semanas en cada intervalo de tratamiento durante el primer año

tras la dosis de carga, cuando no había signos de exudación, hasta un máximo de 12 semanas

(41). Tanto los ensayos clínicos como los estudios en vida real que utilizaban este régimen de

tratamiento con ranibizumab mostraban unos resultados anatómicos y funcionales similares a

la pauta fija, con menos inyecciones y menos visitas (35-42). Lo cual suponía una disminución

de la carga asistencial, de los costes y de los riesgos.

La disponibilidad de aflibercept es más reciente, aun así diferentes estudios ya han

demostrado también la eficacia del uso de aflibercept en régimen de TAE en pacientes con

DMAE neovascular (50-56), con incremento de 2 semanas en cada intervalo de tratamiento

(mismo incremento que con ranibizumab) tras la dosis de carga durante el primer año, hasta

un máximo de 12-16 semanas, sino existía evidencia de actividad.

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106

El reciente estudio ALTAIR (45,46), ensayo clínico fase IV, randomizado, realizado en

distintos centros de Japón, ha comparado 2 pautas de tratamiento en régimen TAE: un grupo

con incremento del intervalo de 2 semanas en cada extensión y otro grupo con incremento del

intervalo de 4 semanas en cada extensión, durante el primer año, hasta una extensión máxima

de 16 semanas. Obteniendo resultados visuales similares en ambos grupos. Lo cual ha

permitido la incorporación de estas dos posibilidades de TAE en la ficha técnica de

aflibercept para la DMAE neovascular (48).

El presente estudio es el primero en práctica clínica diaria, según nuestro

conocimiento, en el que se utiliza la nueva pauta TAE, de incremento de 4 semanas la

extensión del intervalo, hasta un máximo de 16 semanas, para aflibercept en DMAE

neovascular, durante el primer año. En nuestro estudio, en un 94% de los casos no hubo

pérdida de AV con este régimen de tratamiento: el 29% de los ojos mejoró y el 65% mantuvo

la AV (ganancia o pérdida definida como 0,3 unidades logMAR, respectivamente;

equivalente a 0,5 unidades decimales). El porcentaje de ojos con buena visión (≥70 letras

ETDRS, ≥ 0,5 decimal) se incrementó del 26,5% al 50% tras 1 año de tratamiento. También

se observó una mejoría anatómica. La media de inyecciones de aflibercept en 1 año fue de

6,1±0,4, recibiendo la mayoría de pacientes (88,2%) 6 inyecciones.

6.2 Discusión con otros estudios de la literatura científica que utilizan

aflibercept en DMAE neovascular

A la hora de comparar el presente estudio, realizado en práctica clínica habitual, con

diferentes estudios en los que se utiliza aflibercept para el tratamiento de la DMAE

neovascular tanto en pauta fija como en pauta de TAE, debemos tener en cuenta si estos

últimos son ensayos clínicos o estudios en vida real y lo que supone cada uno de estos tipos

de estudio. Los ensayos clínicos son el gold-standard para evaluar la seguridad y eficacia de

los fármacos, en los que los criterios de inclusión y exclusión son estrictos y el entorno es

controlado. Se utiliza la aleatorización para reducir el sesgo y los factores de confusión. Los

estudios en vida real, miden la efectividad en la práctica clínica habitual con consultas llenas,

con elevada presión asistencial, con pacientes habituales no seleccionados (57).

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107

6.2.1 Discusión de resultados visuales y número de inyecciones:

6.2.1.1 Ensayos clínicos pivotales de aflibercept: VIEW 1 Y VIEW 2

(pauta fija)

Los ensayos clínicos VIEW 1 y VIEW 2 fueron los estudios pivotales que

permitieron la aprobación del uso de aflibercept intravítreo para el tratamiento de la DMAE

neovascular. En estos estudios se demostró la no inferioridad de aflibercept en pauta fija

bimestral frente a ranibizumab mensual, único anti-VEGF aprobado en ficha técnica hasta ese

momento para pacientes con DMAE exudativa. Por ello, estos dos estudios son una buena

referencia en cuanto a ganancia de agudeza visual cuando se utiliza aflibercept para el manejo

de la patología a estudio. La mediana de ganancia de visión en número de letras ETDRS tras

un año de tratamiento en nuestro estudio fue de 7,5 y una media de 6,1 letras , similar a los

datos publicados en los estudios VIEW 1 y 2 tras 52 semanas de tratamiento utilizando una

dosis fija bimestral de aflibercept de 2 mg (media de 7,9±15,0 y 8,9±14,4, letras

respectivamente) (43).

En estos dos ensayos clínicos, según el protocolo de tratamiento de pauta fija

bimestral tras la dosis de carga (una inyección al mes durante 3 meses), tenían planificadas 8

inyecciones, y en ambos estudios recibieron una media de 7,5 inyecciones. A diferencia de

nuestro estudio, en el que nuestros pacientes recibieron una media de 6,1 inyecciones.

El hecho de conseguir una agudeza visual similar con menos inyecciones supone una

disminución de la gran carga asistencial que requiere el manejo de los pacientes que presentan

DMAE neovascular, cada vez más prevalente en nuestro medio, también supone una

disminución de los costes directos e indirectos del tratamiento (medicación, personal, material

fungible, traslados, permisos laborales de acompañantes), también una disminución de los

riesgos tanto de la inyección como de la medicación y, por supuesto, una mayor comodidad

para el paciente.

6.2.1.2 Estudios en práctica clínica real: Pauta TAE con aflibercept

Estos buenos resultados visuales obtenidos en nuestro estudio, también son similares

a los conseguidos con aflibercept en pauta de TAE en vida real en distintas publicaciones (50-

56). Sin embargo, en estos estudios de vida real , el número medio de inyecciones no fue en

ningún caso inferior a 7,8. Las diferencias con otros estudios hacen difíciles las

comparaciones, aunque principalmente se deben al régimen TAE utilizado y a las

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108

características de la población incluidas.

a) Diferencias en el protocolo TAE:

La principal diferencia con los estudios anteriormente referenciados es el protocolo

TAE utilizado en práctica clínica habitual. Mientras en estos estudios, la pauta TAE fue

similar a la descrita para ranibizumab (con extensión del intervalo de tratamiento de 2

semanas cuando se cumplían los criterios de extensión), en el nuestro se conseguían

resultados similares utilizando extensiones de 4 semanas. La pauta TAE de nuestro estudio

establecía una reducción del intervalo de tratamiento a 8 semanas cuando no se cumplían los

criterios de extensión, a diferencia de estos estudios en los que se realizaba una reducción de

2 semanas el intervalo de tratamiento(51,52,54-56). En nuestro estudio se documentaron

reactivaciones en 5 ojos (14,7%) durante el año de tratamiento en este régimen TAE. A pesar

del impacto que nuestra estrategia de reducción del intervalo de tratamiento pudiera tener en

el número total de inyecciones, el hecho de que las reactivaciones tuvieran lugar tras

comenzar las extensiones (3 ojos tras la primera inyección después de las 3 dosis de carga

mensuales y dos ojos tras la segunda inyección después de la dosis de carga) es probable que

redujera dicho impacto.

Uno de los estudios realizados en práctica clínica diaria, en DMAE neovascular con

aflibercept, siguió una pauta de TAE con la misma reducción del intervalo que en el nuestro,

en caso de que no se cumplieran los criterios de extensión. En el citado estudio de Castro-

Navarro et al documentaron una media de 7,9±1,2 durante el primer año(50).

En la mayoría de estos estudios de práctica clínica habitual tan sólo permitían

extensiones del intervalo de un máximo de 12 semanas (50,51,53-56), a excepción del estudio de

Decroos et al (52), en el que el máximo intervalo también era de 16 semanas.

En nuestro estudio , la media del máximo intervalo entre inyecciones intravítreas fue

de 15,1±2,4 semanas, en el que el 85,3% de los pacientes consiguió un intervalo de 16

semanas al año de tratamiento. Comparando estos resultados con otras publicaciones,

DeCroos et al (52) reportaron que el 35% de los ojos consiguieron un intervalo de ≥12

semanas, en el estudio de Yamamoto et al (55) el 17,9% de los ojos obtuvieron un intervalo de

12 semanas y en el de Barthelmes et al (53) el 25% de los ojos consiguió un intervalo de ≥9

semanas durante el primer año.

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109

b) Diferencias en las características de los pacientes incluidos:

Con respecto a las características de los pacientes incluidos en nuestro estudio, y a

diferencia de otros (52,55), los ojos que presentaban VCP fueron excluidos de nuestro análisis,

ya que en estos pacientes utilizamos una pauta fija bimestral y suponía un criterio de

exclusión. A pesar de su importancia, la VCP supone una proporción menor de DMAE

neovascular en las regiones de población predominantemente caucásica con respecto a la

población predominantemente asiática (58).

La presencia de otros subtipos de neovascularización como RAP (tipo 3) o tipo 1

(oculta) o tipo 2 (clásica) o mixta, también pueden afectar a los resultados del tratamiento.

Estos datos no fueron registrados cuando los pacientes del presente estudio fueron

diagnosticados. Ito et al (51) afirmaron que durante el primer año de tratamiento la ganancia de

AV y el número de inyecciones administradas no se diferenció entre los ojos con

neovascularización clásica u oculta. En cambio, las diferencias en ambos aspectos fueron

significativas durante el segundo año de tratamiento. Castro-Navarro et al (50) también

confirmaron que la ganancia de AV tras 12 meses de tratamiento no varió significativamente

entre los ojos con neovascularización clásica o RAP. Los pacientes con VCP también fueron

excluidos en este estudio. Es por ello, poco probable que los resultados de nuestro estudio se

vean afectados por el tipo de neovascularización.

Los pacientes de nuestro estudio presentaban una edad similar pero una AVcc basal

ligeramente inferior (0,49 logMAR, 60,3 letras), comparada con algunos estudios de práctica

clínica habitual de DMAE neovascular con aflibercept en régimen de TAE como el de Ito et

al y el de Yamamoto et al , con una AV basal de 0,37 y 0,29 unidades logMAR,

respectivamente (51, 55), y similar a otros estudios de vida real como el de DeCroos et al y el de

Barthelmes et al, con una AV basal de 58,9 y 58,3 letras ETDRS (52,53), e incluso el estudio

ALTAIR que su AV basal giraba entorno a las 55 letras ETDRS (46).

Casi la mitad de los pacientes incluidos en este estudio (41%) también presentaban

DMAE neovascular en el ojo contralateral, de larga evolución, que habían sido tratados con

bevacizumab en régimen de PRN. En la mayoría de los casos con AV de cuenta dedos.

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110

6.2.1.3 Ensayo clínico ALTAIR: pauta TAE con aflibercept

El estudio ALTAIR es el ensayo clínico que recientemente ha permitido la inclusión

en ficha técnica la posibilidad de seguir un régimen de TAE en pacientes con DMAE

neovascular desde el primer año de tratamiento (desde agosto de 2018). Uno de los brazos del

ALTAIR estudió la pauta de TAE con extensión de 4 semanas cada intervalo (45,46,48) , tal y

como hemos realizado en el nuestro. A pesar de las diferencias en los diseños de ambos

estudios y en la población de pacientes incluida, los resultados en este grupo de pacientes fue

similar a los resultados obtenidos en nuestro estudio en práctica clínica real. En el estudio

ALTAIR, el grupo de pacientes con extensión del intervalo de 4 semanas ganaron 8,4 letras y

el 30,9% de los pacientes ganaron ≥15 letras tras un año de tratamiento. En nuestro estudio se

ganaron una mediana de 7,5 letras y el porcentaje de pacientes que ganó ≥15 letras tras un

año de tratamiento fue del 29,4%. La media de inyecciones durante este primer año fue de 6,9

en el grupo de incremento de 4 semanas el intervalo en el estudio ALTAIR y de 6,1 en el

nuestro. Sin embargo, el 40,7% de los pacientes consiguió un intervalo máximo de extensión

de 16 semanas en el brazo de incremento del intervalo de 4 semanas en cada extensión en el

estudio ALTAIR, mientras que en el nuestro lo consiguió el 85,4% de los pacientes.

Cabría resaltar, que el estudio ALTAIR tuvo lugar en Japón, donde la VCP es más

prevalente que en Europa (58), y que según documentaron supuso cerca del 36% de los

pacientes a estudio (45,46). En nuestro caso, la VCP fue un criterio de exclusión, ya que en este

tipo de DMAE neovascular utilizábamos la pauta fija bimestral.

6.2.2 Discusión de resultados del EMC

Si analizamos los resultados de EMC de nuestro estudio, observamos que hay una

mejoría clara con disminución del EMC durante la dosis de carga, que se estabiliza

posteriormente hasta la semana 52 de tratamiento. En nuestro estudio la disminución media

del EMC entre la visita basal y la semana 52 fue de 99 micras. En el estudio ALTAIR (45,46),

los resultados obtenidos en la semana 52, tanto en grupo de ajuste del intervalo de tratamiento

con incremento de 2 semanas en cada extensión como en el grupo de ajuste de 4 semanas en

cada extensión, fueron muy similares: 134 y 126 micras, respectivamente.

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111

La estabilidad tanto en el EMC como en la AV tras la dosis de carga son puntos clave

para la obtención de una buena AV final. Según distintos estudios (40,59), la AV perdida tras

una reactivación con cambios en el EMC, será una visión difícil de recuperar. Algo que

percibíamos en las consultas se ha comprobado en diferentes estudios. De ahí la importancia

de utilizar regímenes proactivos y no reactivos, adelantándonos a la enfermedad. En las

pautas proactivas se administra el tratamiento para reducir al mínimo el riesgo de recidiva de

la enfermedad, no como respuesta a ella. En un análisis a post hoc de los estudios pivotales de

aflibercept, VIEW 1 y VIEW 2, durante el segundo año de tratamiento, a un subgrupo de

pacientes se les administró aflibercept intravítreo hasta que se estabilizó su AV y

posteriormente se llevó a cabo una pauta a demanda. En este subgrupo se observó una pérdida

de visión que no se recuperó con las inyecciones posteriores, a pesar de conseguir finalmente

estabilizarla (59). En el estudio SUSTAIN (40) , el retratamiento con ranibizumab a demanda no

logró que los pacientes recobraran la visión perdida.

Si profundizamos en los resultados de AV frente EMC, obtenidos en nuestro estudio,

observamos que en el 82,1% de los pacientes el EMC disminuyó entre 0 y 200 micras: de los

cuales el 21% mejoró su visión , el 71% la estabilizó y en el 7% de los casos la empeoró

(ganancia o pérdida definida como cambio de 0,3 unidades logMAR, equivalente a 0,5

decimal). La ganancia media de letras en este grupo en el que el EMC descendió entre 0 y

200 micras fue de 9 letras, 3 letras más que para la media de todos los pacientes del estudio.

Si excluimos los datos extremos de EMC, la media de ganancia de letras mejora. De hecho, la

mediana de ganancia de letras fue de 7,5.

6.2.3 Epidemiología

La media de edad de los pacientes de nuestro estudio fue de 78 años, cifra muy

similar a los estudios publicados (31-45,50-56) , tanto en práctica clínica real como en ensayos

clínicos de Europa, Estados Unidos o Japón.

En 2014, Wong y colaboradores (10) realizaron un metaanálisis sobre los estudios

epidemiológicos de DMAE publicados hasta 2013. En dicha revisión, los autores no

encontraron diferencias en la prevalencia de DMAE entre hombres y mujeres. A diferencia de

nuestro estudio, en el que se observó una preferencia por las mujeres, que supuso el 62% de

los pacientes estudiados. Esta cifra es similar a otros estudios de práctica clínica real en

pacientes con DMAE neovascular en los que se utilizaba aflibercept en régimen TAE, como

el de Barthelmes y colaboradores (53) con un 59% de mujeres, el de DeCroos (52) con un 57,5%

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112

y el de Castro-Navarro (50) con un 70%. En los ensayos clínicos VIEW 1 y VIEW 2 también

se observó una predisposición de la DMAE por el sexo femenino, en el VIEW 1 el 56% de

los pacientes eran mujeres y en el VIEW 2 el 57 %, excepto en el brazo de aflibercept de 0,5

mg cada 4 semanas en el que se observó la misma distribución por sexos (43).

Cabría remarcar que en los estudios de vida real realizados en Japón, como el de Ito y

colaboradores (51) o el de Yamamoto y colaboradores (55) predominó la incidencia masculina,

suponiendo un 73% y 59,7%, respectivamente. Así como en el ensayo clínico ALTAIR,

también realizado en Japón, en el que el sexo masculino supuso el 72,9% de los pacientes.

En referencia al estudio ALTAIR, al realizarse tan sólo en centros japoneses, se

planteó la posibilidad de si los resultados del mismo podrían estar afectados por la

sensibilidad étnica y los resultados obtenidos podrían no ser aplicables a población caucásica.

La EMA evaluó esta situación previamente a la aprobación de la nueva posología de TAE con

aflibercept en la ficha técnica de Europa. Se estudiaron datos de las subpoblaciones

japonesas, asiáticas y caucásicas de los estudios pivotales para aflibercept (VIEW 1 Y VIEW

2) y no se observaron diferencias de comportamiento entre las diferentes etnias en estos

estudios (60). La EMA elaboró un informe de sensibilidad étnica.

En nuestro estudio, el 58% de los ojos estudiados fueron derechos y en el 56% de los

casos padecían también DMAE neovascular. Estos datos se ven menos referenciados en los

estudios arriba mencionados.

6.3 Factores predictores de la AV final

Uno de los objetivos del estudio era la posibilidad de identificar un factor predictor de

la AV final, punto clave para poder ofrecer el mejor resultado funcional posible a los futuros

pacientes con DMAE neovascular. Se analizaron variables como la edad, el EMC y la AV en

la visita basal, la diferencia del EMC entre la visita basal y la semana 52. La única variable en

la que encontramos un valor estadísticamente significativo en cuanto a factor predictor de la

AV final fue la AV basal. También hemos podido comprobar matemáticamente que los

mejores valores de la AV final correspondían a los pacientes con una mejor AV de origen.

Page 113: Dr. Dª. Cristina Paloma Peris Martínez

113

Los pacientes con una AV igual o superior a 0,5 decimal obtenían una mejor AV final

que los que partían con AV inferior a 0,5 decimal. Otro concepto diferente, con el que no

debemos confundirnos , es la cantidad de AV ganada, que lógicamente los pacientes con peor

AV de inicio tendrán mayor recorrido para alcanzar (61,62).

Por todo ello, con estos resultados debemos hacer hincapié en la importancia de

realizar un diagnóstico precoz e instaurar el tratamiento de manera inmediata. Sería

interesante instruir tanto a los pacientes como a los médicos de atención primaria para acudir

o derivar al servicio de Oftalmología de forma inmediata ante la sospecha de una DMAE

neovascular. Al igual que mejorar la infraestructura, facilitar la burocracia y concienciar al

oftalmólogo de la importancia de instaurar el tratamiento lo antes posible.

6.4 Limitaciones del estudio

Nuestro estudio presenta algunas limitaciones, como son el carácter retrospectivo del

mismo, que intentamos que fuera prospectivo, pero que en el momento del inicio no fue

posible y que en estos momentos sí que lo sería, al estar ya esta pauta incluida en ficha

técnica. Todos estos trámites burocráticos supusieron un gran retraso en el desarrollo del

estudio. El tamaño de la muestra no es muy elevado, pero para una DMAE neovascular naïve

la cifra no es nada desdeñable. Otra limitación del estudio fue que se realizó en un único

centro. Todas estas limitaciones son bastante comunes en los estudios que analizan aflibercept

administrado en pauta de TAE (50-56).

Otra carencia es la no inclusión del subtipo de DMAE que presentaba cada paciente

en el momento del diagnóstico y que si realizara la investigación en este momento es un dato

que incluiría. Esta es una de las limitaciones de los estudios retrospectivos, que en ocasiones,

a posteriori no se pueden conseguir datos que podrían ser interesantes. En aquella época,

todavía no era frecuente la clasificación de la neovascularización por OCT, que en este

momento sí que reflejamos en la historia, y no realizábamos AGF a todos los pacientes para

realizar una clasificación angiográfica. También es cierto, que la mayoría de estudios

anteriormente citados, tampoco realizaron clasificación de la neovascularización por OCT (52-

56). Algunos autores que sí referenciaron los subtipos de DMAE neovascular en sus estudios

(bien por OCT o angiográficamente) tampoco observaron diferencias significativas entre los

distintos subtipos durante el primer año (50,51).

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El desarrollo tecnológico, la mejora de los software, las nuevas técnicas diagnósticas

son un hecho patente en el campo de la oftalmología, y en el área de la patología macular han

sido revolucionarias en los últimos años. Las nuevas clasificaciones y novedades se van

incorporando de forma paulatina a la práctica clínica habitual. Es probable que en tan sólo

unos años puedan quedar obsoletas de nuevo.

Dada la posibilidad de realizar una pauta TAE desde el primer año siguiendo la ficha

técnica de aflibercept, nuestro objetivo era demostrar la posibilidad de extender los intervalos

de tratamiento 4 semanas durante el primer año en práctica clínica diaria. Los resultados a

largo plazo estaban fuera de los objetivos del presente estudio pero sin duda serían de gran

interés.

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7. CONCLUSIONES

1. Se obtuvo una mejoría media de visión de 6,18 letras entre la visita basal y la semana

52.

2. En un 94 % de los pacientes no hubo pérdida de visión con este régimen terapéutico

tras 1 año de tratamiento: El 29% de los pacientes mejoró su AV y el 65% de los

pacientes mantuvo la AV (ganancia o pérdida definida como cambio de 0,3 unidades

logMAR, equivalente a 0,5 decimal).

3. Se incrementó la proporción de pacientes con buena visión (70 letras, 0,5 decimal)

del 26% al 50% tras 52 semanas de tratamiento.

4. Se obtiene mejor agudeza visual al año de tratamiento en aquellos pacientes con

mejor agudeza visual en el momento del diagnóstico. Por ello, destacar la importancia

de realizar un diagnóstico precoz e instaurar el tratamiento de manera inmediata.

5. Se consiguió una disminución media del EMC de 99 micras entre la visita basal y la

semana 52.

6. La media de inyecciones anuales de aflibercept fue de 6,1 con esta pauta de

tratamiento.

7. El número medio de visitas anuales fue de 5,1 con este régimen terapéutico.

8. En el 85,29% de los pacientes se consiguió un intervalo máximo entre inyecciones

intravítreas de 16 semanas durante las 52 semanas de tratamiento.

9. No se observaron efectos adversos asociados a la inyecciones intravítreas de

aflibercept durante las 52 semanas de tratamiento.

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8. ANEXOS

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Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios

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Comité Ético de Investigación Clínica

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Autorización Uso de Imágenes

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De: Philip Stähler [email protected] Asunto: AW: PERMISSION Fecha: 19 de septiembre de 2019, 17:06 Para: [email protected] Dear Ms Diago, yes, we can give permission for use of the image in your dissertation and are very happy you do. Please reference both us, Heidelberg Engineering, and Neil Adams. Best regards, Philip Staehler Marketing Manager Heidelberg Engineering GmbH Max-Jarecki-Strasse 8 69115 Heidelberg Germany Tel. +49 6221 6463 307 Fax +49 6221 6463 340 E-Mail [email protected] www.HeidelbergEngineering.com | www.he-lounge.com | www.he-academy.com Registered Office: Heidelberg; Court Register: Mannheim HRB 334163 Managing Directors: Arianna Schoess Vargas, Christoph Schoess -----Ursprüngliche Nachricht----- Von: Heidelberg Engineering - Academy <[email protected]> Gesendet: Mittwoch, 18. September 2019 08:14 An: Philip Stähler <[email protected]> Betreff: WG: PERMISSION -----Ursprüngliche Nachricht----- Von: TERESA <[email protected]> Gesendet: Dienstag, 17. September 2019 20:43 An: Heidelberg Engineering - Academy <[email protected]> Betreff: PERMISSION Heidelberg Engineering, I am Teresa Diago, MD. I am an ophthalmologist from Spain who works at Hospital Universitario de La Ribera with Spectralis OCT at the Macula Unit. I am doing my doctoral dissertation about macular degeneration and I would like to ask permission to use one of the images of the atlas by Neil Adams by Heidelberg Engineering. Of course, you would be referenced. Thank you in advance, Best regards, Teresa Diago, MD

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