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Distrito de Huayllay Grande, Angaraes
Visita realizada en 2013
Huayllay Grande fue convertido en distrito en 1941, a iniciativa de un grupo de pobladores
descendientes de lirqueños, instalados en ese poblado, que era también comunidad. La elevación
de ese poblado a la categoría de distrito era un anhelo por parte de los comuneros y de los
mestizos hauyllinos. Muchos de ellos, después de ejercer como alcaldes se desempeñaban como
jueces o gobernadores; no solo poseían tierras dentro de la comunidad sino que estaban
dedicados al comercio; eran una suerte de “bisagra” entre los comuneros de la zona y Lircay. Es
interesante observar que Huayllay Grande, a pesar de ser tan o más antigua que Lircay,
permaneció por mucho tiempo como centro poblado, solo alcanzó a la categoría de distrito en la
década de 1940.
En la capital distrital se realiza una fiesta anual para celebrar el Día del Señor de Huayllay, donde
comparecen comuneros de las comunidades vecinas y de Lircay. En el pasado, relata un comunero
de Parco Chacapunco, Anchonga, comuneros de toda la zona oeste de Angaraes participaban de la
procesión. Actualmente, parece que la celebración ha disminuido en importancia, siendo los
presentes en su gran mayoría habitantes de Lircay interesados en participar en la fiesta.
Su historia reciente es marcada por pequeños cambios en su producción agrícola, la principal
actividad económica del distrito, que abastece el mercado de Lircay. El relieve del distrito, sin
embargo, es poco favorable a la actividad agrícola. Su ubicación en una zona de quebrada dificulta
la extensión de las chacras, cuyo tamaño no excede a 1-2 yugadas. El riego es utilizado en una
minoría de las chacras, que disponen de acceso a reservorios construidos por FONCODES.
Asimismo, debido a presiones demográficas y escasez de tierras para cultivar ha ocurrido en el
distrito un proceso de intensa fragmentación, con un comunero relatando que disponía de pocas
tierras para compartir entre sus hijos. Dado esta realidad, no es de sorprender que los jóvenes de
Huallay Grande elijan en su mayoría salir del distrito y buscar empleo en Lima o Huancayo.
Geografía:
Huallay Grande se ubica al noreste del distrito de Lircay, estando a su oeste Anchonga y al este,
Callanmarca. Su limitada extensión de tierra ha llevado a una aglutinación poblacional en su
homónima capital distrital, lo que explica las altas tasas de urbanización señaladas en el censo de
población y vivienda. El distrito consiste en una zona de quebrada inclinada, a las orillas del río
Lircay, que se dedica primariamente a la agricultura y una zona elevada, donde se cultivan papas y
se cría ganados como ovejas y cabras. El clima es templado, siendo la presencia de heladas
limitada a las zonas altas. El régimen de estación de lluvias y secas, predominante en esta zona de
la sierra central, ocurre también en el distrito.
El relieve de Huallay Grande no es favorable a la agricultura. La quebrada del valle de Río Lircay, de
alto grado de declive, facilita la fragmentación de la tierra en pequeñas parcelas, que no llegan a 1
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hectárea de extensión. Además, la escasez de manantiales para abastecer las chacras no ubicadas
en la orilla del río es un factor limitante en la producción agrícola del distrito. El riego viene de
manantiales ubicados en la cumbre del cerro, lo que, de acuerdo a los agricultores entrevistados,
no alcanza para abastecer a todas las chacras. Similarmente a lo que ocurre en el centro poblado
de Ocopa, solamente las chacras ubicadas en las márgenes del río se benefician del fácil acceso al
agua fluvial, mientras que chacras más lejanas se ven limitadas al cultivo secano.
La escasez de agua en todo el distrito es evidente por el desuso de las chacras en época de seca. La
tierra, de textura arenosa, indica una tierra de baja fertilidad, con escasa materia orgánica para
facilitar el cultivo. El río Lircay, fuente potencial de agua para abastecer todo el distrito, no es
utilizado siquiera para consumo domiciliar. Esto puede ser resultado de una mezcla de limitaciones
tecnológicas (falta de bombas para transporte de agua) o miedo de contaminación por el hecho de
que el río cruza la ciudad de Lircay antes de llegar a Huallay Grande. Existe solamente un puquial
que abastece las necesidades de agua de los pobladores, ubicado en las zonas altas del distrito. Sin
embargo, el agua no abastece a todas las viviendas del pueblo de Huallay Grande, tampoco siendo
su tratamiento adecuado para el consumo humano.
Existe también una dificultad con relación a la expansión de tierras arables. Los comuneros se
quejan que las chacras se parcelan progresivamente con el nacimiento de los hijos, pero que ya no
disponen de nuevas tierras para proporcionarles un ingreso adecuado. Se nota en el distrito una
gran saturación y fragmentación de la tierra en las zonas de quebrada, siendo difícil imaginar una
dirección posible para le expansión de la frontera agrícola. El pueblo de Huallay Chico, que
pertenece al distrito de Lircay, imposibilita la siembra de las tierras al sur de Huallay Grande. Al
noreste, las fronteras con el distrito de Callanmarca es otro factor limitante. En resumen, la
escasez de agua y tierras arables dificulta severamente las posibilidades de ingreso de los
habitantes de Huallay Grande, estimulando varios jóvenes a emigrar de la región.
Historia del distrito:
El distrito de Huallay Grande ha sido formado en el año de 1941, siendo reconocido como
“comunidad de indígenas” en 1955. El antropólogo Rommel Plasencia ha escrito la historia del
distrito, donde destaca la antigüedad del pueblo, que se remonta al “Jatun Huayllay” (Alto
Huayllay) de la época pre colombina, que se distinguía del Uchuy Huayllay (el actual Huayllay
Bajo). Durante la época virreinal el pueblo ha tenido notable importancia, casi igual a la de su
vecina Lircay, tan así que en 1876 Huayllay Grande tenía 809 habitantes, un poco menos de Lircay
que tenía 1,118 habitantes. En esos años en ambas poblaciones había familias descendientes de
los españoles, denominadas mistis, pero En Huayllay predominaba la población indígena.
La formación del distrito ha sido resultado de una intervención por parte de un notario en
Huayllay Grande, quien ha solicitado a las autoridades de la municipalidad provincial de Lircay que
se la reconozca como distrito. Desde el inicio, Huayllay Grande ha sido distrito y comunidad
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campesina a la vez; según referencias la comunidad de Huayllay era bastante más grande de lo
que es ahora; de ella se han desprendido otras comunidades de la zona noroeste de Angaraes,
como en el actual distrito de Anchonga, como Parco Alto y Chacapunco. También las actual
comunidad de Carhuapata, era en sus inicios un anexo de Huayllay Grande.
Si bien los notables de Huallay Grande gozaban de prestigio con las élites lirqueñas, lo mismo no
sucedía con los campesinos del distrito. Uno de los comuneros entrevistados en nuestra visita
menciona que en su niñez, hace aproximadamente 60 años, la discriminación de los campesinos
era sistemática y a veces violenta. Menciona que cuando los comuneros bajaban con productos
para venderlos en el mercado de Lircay, algunos lirqueños los trataban con desdén por ser indios.
Tanta era la indignación del comunero que insultó los pobladores de Lircay, y debió huir hacia
Huallay Grande para evitar represalias. Estos relatos demuestran una cierta tensión entre la
comunidad de Huallay y los pobladores de Lircay, predominantemente “mistis”, es decir,
descendientes de españoles. Las tensiones se han reducido con el pasar de los años, pero
memorias de la discriminación siguen vivas entre los comuneros mayores.
Lo que ha dado importancia a Huayllay Grande es la fiesta del Señor, que se celebra durante tres
días seguidos, en el mes de setiembre. Es una grande talla de madera, que se encuentra en la
iglesia del pueblo, construida en el siglo XVIII. A la fiesta del “Señor de Huayllay” acidía gente de
toda la provincia y hasta desde Ayacucho, en esa fiesta se llevaba a cabo una gran feria, donde
predominaba el trueque.
De una posición de prominencia entre las comunidades de Angaraes, Huallay Grande ha declinado
a un status de importancia secundaria. Uno de los comuneros del distrito menciona que antes
había también ferias semanales.
Es importante notar, además, que Huallay Grande es el único distrito donde no se ha observado la
formación de nuevas comunidades. Huallay es el único distrito que no cuenta con anexos,
indicando no solamente su baja población, sino también su débil magnetismo poblacional. Desde
un punto de vista histórico, este dato indica que en el distrito la dinámica demográfica principal ha
sido el estancamiento, resultado de la baja productividad agraria y saturación de tierras cultivadas.
Ya desde la década de 1970, incluso antes de la época del terrorismo, se nota una disminución de
la población: pues entre 1961 y 1981 su población disminuyó de 1,727 a 1,452.
Solo en años recientes ha habido un pequeño aumento de la población, hasta alcanzar la cantidad
de 2,007 habitantes en el censo del año 2007.
Actividades agropecuarias
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Las chacras de Huallay Grande.
Aunque la producción agraria es limitada, por la escasa infraestructura de riego, abastece en parte
a la demanda alimentaria de Lircay. En algunas chacras, ubicadas en las orillas del río Lircay, se
produce col, cebollas chinas, cebolla, orégano, espinaca y ajo para la venta en el mercado principal
de Lircay. Sin embargo, la mayor parte de la producción agrícola es para el autoconsumo, siendo
predominante la siembra de cebada, papa, maíz y trigo. Eso se debe, dicen los agricultores, al
hecho que el acceso al riego es irregular y no disponible en todas las chacras, lo que solo les
permite una cosecha al año, dependen exclusivamente de las lluvias. El uso de insumos modernos
sigue limitado, siendo predominante el uso de abonos naturales. Hemos visto chacras donde
claramente se ve la escasez de agua, lo que lleva a su abandono en época de seca. Es grande la
importancia de la lluvia: uno de los comuneros entrevistados menciona ser un chamán que baila
en la cumbre de los cerros para llamar la lluvia.
Otro entrevistado, que tiene acceso al riego, menciona que no es solamente la falta de
reservorios lo que limita la productividad agraria, sino la ausencia de apoyo técnico para la
diversificación de cultivos, la siembra de frutas y otras verduras que permitan a los pobladores
cambiar su producción. Aunque la capital distrital de Huayllay Grande se encuentra cerca del
centro urbano de Lircay, su producción que allí se obtiene no logra una cantidad y calidad que
satisfaga las demandas locales. Por ejemplo, al visita al mercado de Lircay, varias comuneras de
Huayllay Grande venden los productos de su chacra. Pero, la calidad de sus productos era bastante
inferior a los productos provenientes de Huancayo, lo que reduce el precio por el cual pueden
vender sus productos.
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Huayllay Grande no cuenta hoy día con una feria semanal. Todos acuden a la feria dominical de la
vecina Lircay. En ese día el pueblo está casi desierto, todos van a Lircay hacer sus compras
semanales. La existencia de un transporte frecuente – a cualquier momento se puede tomar un
taxi para bajar a Lircay – también facilita el flujo de personas. Se puede decir que actualmente la
capital distrital de Huayllay Grande es casi una ciudad satélite a la “metrópoli” de Lircay.
Los Caminos
La capital distrital de Huayllay Grande está ubicada a aproximadamente a diez kilómetros de
Lircay. El costo del pasaje es 2 soles y la presencia de vehículos es diaria. La carretera es una pista
carrozable que se encuentra en buen estado de mantenimiento aunque relativamente angosta. La
misma carretera se extiende al noreste, conectando Huayllay Grande con Callanmarca, Huanca
Huanca y Acobamba.
La carretera fue construida en la década de 1940, a iniciativa de los mismos pobladores (ver fotos);
paulatinamente ha sido ampliada hasta Callanmarca en años posteriores. Uno de los comuneros
entrevistados afirma que antes, aunque existiera la carretera, se iba caminando por los cerros
hasta Huanca Huanca, en viajes que duraban hasta 3 días, porque con las carreteras “eran
demasiada vuelta”. Esta anécdota es de suma importancia, pues demuestra la insuficiencia de una
carretera si no hay medios de transporte. Eso es un tema recurrente en varios centros poblados
visitados. La llegada de los medios automovilísticos modernos (taxis y combis) coincide no con la
construcción de las carreteras, sino con el aumento del parque automotor, cosa que se ha dado
solo desde mediados de la década de 1990.
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Un comunero de Huayllay Grande en el Directorio de “El Comercio”
Un hecho emblemático, que expresa el cambio político y social que se dio en la provincia de
Angaraes durante la década de 1970, es que un comunero de Huayllay Grande pasó a ocupar un
lugar en el Directorio de “El Comercio”, importante periódico nacional. Se trataba de Pastor
Ibáñez, dirigente de la comunidad de Huayllay Grande. Ese periódico había sido expropiado por
el gobierno militar de entonces y fue asignado a las organizaciones agrarias y campesinas. Ese
hecho venía a expresar, simbólicamente, los cambios que se querían imprimir a nivel nacional.
Como expresión de la dualidad institucional en los pueblos de Angaraes, Huayllay Grande era
también Distrito, y Pastor Ibáñez desempeñó el cargo de alcalde distrital en el período 1973-
1976. Actualmente sigue trabajando en el Municipio, a cargo de la Oficina de Registro Civil. En
el desempeño de este cargo el Sr. Pastor atiende a los pobladores que se acercan a solicitar
partidas de nacimiento y matrimoniales; lo hace hablando en español y también en quechua.
Durante nuestra visita, en noviembre 2016, nos ofreció una publicación sobre la historia de su
pueblo y nos mostró sus atractivos, entre los que destaca la iglesia colonial donde se conserva
una imagen del famoso Cristo de Huayllay. Todos los años, en el mes de noviembre se lleva a
cabo la fiesta del Señor de Huayllay; hasta la década de 1970 esa fiesta era la más importante
de la provincia y se llevaba una feria comercial, donde predominaba el trueque.
En la plaza del pueblo, al otro lado del palacio municipal, hay unas hermosas casas antiguas, una
de ellas con lindo balconcito de madera en la segunda planta, en realidad era antiguamente el
“calabozo” del pueblo. Es que hasta épocas relativamente recientes, en las poblaciones rurales
había calabozos donde se encerraba a los que cometían faltas. Era expresión de la justicia
popular, administrada por las autoridades comunales. Hoy día esa construcción es un mero
recuerdo del pasado. La carretera que comunica con la vecina Lircay (unos 5 km.) permite la
llegada de vehículos con bastante frecuencia; próximamente será asfaltada. La modernidad se
ve en todas partes, al lado de expresiones del pasado: a media cuadra de la hermosa iglesia
colonial está el nuevo edificio municipal, de tres plantas y con vidrios de colores verdes. Al
medio de la plaza está el monumento al “pulsuruni”, la imagen de un hombre que levanta una
pesada piedra, la típica competencia que se lleva a cabo entre los hombres del pueblo durante
las fiestas. La contigüedad entre tradición y modernidad se da no solo en las expresiones
arquitectónicas, sino también en las instituciones: el municipio distrital comparte espacio
geográfico y personas con la comunidad campesina. Es un mundo donde, al parecer, más que
cambios evolutivos hay trastocamiento y superposición; resultados de procesos telúricos más
que de la evolución, como ocurre con los cerros en medio de los que se encuentra el pueblo. La
modernidad se superpone a la tradición, sin eliminarla. Al parecer, los procesos son telúricos en
todo orden de cosas: a un período largo de quietud y de silencio sísmico pueden sucederse
procesos de rápidos cambios. Eso es lo que muestra la arquitectura del pueblo, donde se ven
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rupturas y superposiciones más que continuidades, al igual que en el ámbito institucional; y por
qué no, también en el ámbito personal: un comunero puede ser miembro del directorio de un
periódico, ocupando el sillón donde antes se sentaba la élite nacional; ese mismo comunero
puede ser también alcalde y luego funcionario municipal. Un mundo aparentemente quieto,
donde en realidad hay fluidez y ambivalencias. Estudiar Huayllay Grande es una buena forma de
entender el Perú.
Sr. Pastor Ibañez, comunero y alcalde del distrito en el período 1973-1976. Fue miembro del
Directorio del periódico “El Comercio”. (Huayllay Grande, Noviembre 2016)
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Plaza de Huayllay Grande, 2013. Se nota el contraste entre la moderna construcción del palacio
municipal y la antigua iglesia, del siglo XVIII.
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En una calle lateral de la plaza de armas, lo que se observa a la izquierda, antiguamente era el
“calabozo” del pueblo. A la derecha una casa antigua, de la época pre republicana, era
posiblemente la casa de uno de los notables del pueblo. (Foto, noviembre 2016)
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Calle empedrada del pueblo.
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Uno de los monumentos de la plaza de armas, representa a un comunero vestido a la usanza
antigua.
Monumento al “pulsuruni”, en la plaza de Huayllay Grande. Representa a un hombre que levanta
una pesada piedra, en las competencias del pueblo.
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Antigua iglesia colonial, a su interior está la imagen del “Señor de Huayllay”