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Demanda Médica "Síndrome Forense de

Sócrates".

Dr. Cristian Francisco1

Docencia Investigativa.

Síndrome Forense de Sócrates. Es el daño físico, psíquico y social que padecen profesionales inocentes de mala práctica en su ejercicio profesional y que pese a esto son acusados y requeridos por la justicia, o reciben reclamos en instancias extrajudiciales patrocinados por abogados. Roberto I. Keklikián

Es el daño que sufren los profesionales "evidentemente inocentes" que reciben demandas absurdas. Este daño se manifiesta con reacciones sintomatológicas denominado como "Síndrome forense de Sócrates".

La intolerancia social a los inesperados resultados médicos, ha determinado que se confundan aquéllos debidos a errores; con aquéllos en los que las actividades médicas ha sido correcta o aquellos que tienen evidencias en la relación de causalidad con los resultados.

1 Médico, Obstetra-Ginecólogo/Oncólogo, Docente Universitario.

En la actualidad no existen documentación suficiente en hechos reales, ejemplos, resultados o recomendaciones, con respecto el daño que sufren los profesionales de la salud (Médicos)) que enfrenta y sufren por demandas judiciales, respecto a las acciones de su práctica profesional. Es la fuente estimuladora para esta escritura, la publicación del Ingeniero y Criminólogo español Miguel Ángel Gallardo Ortiz. Con el tema: “El Imputado Inocente Indefenso o el Síndrome Forense de Sócrates”

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Tampoco debe creerse

ingenuamente, que hoy en día, puedan ejercerse altas y numerosas responsabilidades durante mucho tiempo, sin haber sido agobiado, presionado o difamado, por acusaciones más o menos creadas, maliciosamente injustas, e incluso es relativamente frecuente que funcionarios, empresarios y profesionales de cualquier actividad y clase, el haber tenido que

comparecer alguna vez como imputado en un juzgado de instrucción por denuncias interesadamente inexistentes hasta la falsedad más inconsistente, y solicitando obstinadamente una pena groseramente deformada.

Cuando se presentan estas acusaciones, se evidencia la presencia de un malicioso efecto que exhibe una envoltura legal, presenta

como resultado el rechazo social y repercusiones psicológicas, que hace que el imputado parezca más culpable, aún aquel que se acompañe de una defensoría egregia.

Son en esos casos, y en esos momentos, que no resulta fácil razonar con claridad, y menos aún argumentar eficazmente, porque la acusación, por sí misma, altera el equilibrio y el entendimiento hasta el punto de hacer prácticamente imposible la defensa vigorosa porque la lógica de las pruebas objetivamente no siempre es eficaz, e incluso puede perjudicar más aún al imputado surtiendo efectos judiciales contraproducentes sean cuales fueren los testimonios, documentos y pericias del defensor que utilice en la defensoría como pruebas de descargo para el exculpado. Éste que se señala es un drama que han vivido, viven y probablemente seguirán viviendo muchos "grandes incriminados".

Hecho verídico de resultados recién, presento un caso donde un médico altruista, dedicado, con una competencia en su área incuestionable, docente hipocrático; fue acusado y juzgado, con pruebas incongruentes, en donde el reporte de los hallazgos histopatológicos anteceden a los hechos fisiopatológicos que provocaron la expiración del paciente. Pero resulta incomprensible que los representantes del ministerio de salud del país, tomen decisiones laborales

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drásticas en contra de profesionales médicos frente a la prensa, sin haber descendido al lugar de los hechos y, recabar los informes documentados pormenorizado de lo ocurrido. Se comportan como acusadores, jueces y ejecutores de condenas. Los resultados son, una reacción psicosocial en donde los familiares de los pacientes afectados, tienen actitudes tendientes a ejecutar acciones rencorosas, de ejercer justicia personales. Se publican opiniones a destiempo, donde sin la publicación de los informes investigativos de lo ocurrido, comentaristas avezados a opiniones acomodativas al momento, intensifican el repudio hacia el imputado, culpable o inocente a la evolución de los acontecimiento por los resultado que puede ser fisiológico o un resultado fisiopatológico, en la evolución de los organismos vivientes.

Es necesario que le hagamos saber a la prensa y la población en general, que para un buen profesional la palabra (oral o escrita) no es inocua, y puede herir de muerte del mismo modo que una arma de fuego.

Hay un perverso efecto judicial, pero también social y psicológico, que hace parecer más culpable aún al que se defiende bien, pero no sólo es injusto, sino que resulta ser tremendamente maligno, el sospechar más de quien se defiende bien, sólo porque se defienda bien,

como si la única prueba moral de la inocencia fuera la torpeza.

“Yo fui acusado siendo absolutamente inocente. De lo que se me acusa, hace años que soporto una causa judicial sin que se me resuelva, temo ser condenado con igual injusticia, como fui acusado”. Son expresiones repetitivas que oímos en el ambiente profesional médico con una frecuencia incrementada en cantidad vertiginosa.

Ejercer la profesión médica en donde las opiniones se adelantan a los resultados de los hechos, los comentarios son ejercidos sin el dominio de las evidencias en la evolución fisiológicas del comportamiento orgánico, en la etiología, prevención o diagnósticos, alternativas resolutivas y evolución mórbida de una afección orgánica, se adelantan a los pronóstico pre establecido o a la posibilidad de vida a un determinado tiempo, es un riesgo escabroso

El profesional médico hoy, ejercer su trabajo bajo una mirada atenta no a los resultados evolutivos fisiológicos con evidentes efectos positivos, sino a los desencadenamientos fisiopatológicos propios de órgano en decadencia, o con afecciones disimulas con desempeño insuficiente agudo o crónico alterado por invasiones infecciosas, en donde intervenciones quirúrgicas evidencias lo que estaba ocurriendo hacía tiempo. De estos hechos se desencadenan acusaciones incontrolables, a veces

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infundadas, con sañas, sobre decisiones medicas apoyadas en normas conductuales.

Tenemos la intención de advertir o sugerir a los colegas a que dominen un mínimo de conocimientos médico-legales e informar del comportamiento que deben observar y los cuidados que deben tomar para desalentar la promoción de estos juicios, y si eventualmente se inician, ponerse en situación propicia para afrontarlos.

Hoy en día " Demandar al médico es un negocio en alza”.es lo que se evidencia el deseo incrementado de obtener recurso de los resultados insatisfecho,

Aumento de la cantidad y variedad de demandas jurídicas en contra de los médicos especializados e instituciones privadas inclusive públicas, según informes del Colegio Médico Dominicano (CMD). El  Seguro de Responsabilidad Civil de la Práctica Médica (SERECOM),  entidad que protege la práctica de los médicos afiliados, ha recibido 110

demandas en el primer trimestre del año.2012.

Los galenos se sienten agobiados por las numerosas demandas médicas de pacientes que por cualquier afección que es normal dentro de un procedimiento se quejan en los tribunales. Están asesorados por abogados a los que solo les “interesa el dinero”, en nuevo paso de los médicos es contrademandar a quienes acusen, pero con un mensaje a los pacientes para que no se dejen engañar por abogados a los que solo les interesa el dinero.

� Se ha prestado un especial interés a este fenómeno que se ha presentado en la medicina y para ello ha tenido que incorporar más médicos abogados. El CMD, con su filial especializada, la Asociación de Médicos Abogados, cuenta con más de cien miembros, se encarga de orientar y asistir legalmente a sus agremiados y estimular las demandas reconvencionales en todos los casos de que terminen con una sentencia absolutoria del médico.

Referencias www.cita.es/imputado. participasaper@yahoo.com.ar

www.perinatologia.org.ar. publicado en el libro "clínicas. Perinatológicas argentinas vol 4,. 2005-2006".

http://queduquequeducuando.blogspot.com/2013/02/deberian-los-docentes-tener-tambien-una.html

http://medicosasesinos.blogspot.com Altagracia Ortiz g. Médicos están

agobiados por demandas de pacientes. Periódico Hoy 02 mayo, 2012

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http://hoy.com.do/medicos-estan-agobiados-por-demandas-de-pacientes

Francisco, C. Catedra de Obstetricia y Ginecología. Hospital de La Mujer Dominicana, mayo 2013.

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