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ESTUDIOS LA AFABILIDAD COMO FRUTO DEL ESPIRITU SANTO ANGEL SUQUIA GorCOECHEA Dil'Bctor cie la Casa Diocesana de Ejercicios Esplrituales de NuestraSefiora de la Almuclena (Madrid) SUl\IARIO: Terminolog-la g-enel'al cie los frutos.-Terminolog-ia particular de la be- nig-nidad. La afabiliclad en la Sag"l"adu Escritura.-La afabiliclad como virtud mo- ral y como fruto dei Espiritu severidad se opone a la afabilidad.- La afabilidad de Dios, modelo de nuestra afabilidad.-Nuestra afabilidad, imitrr- c-i6n de la afabilidad divina. TERMINOLOGIA GENERAL DE LOS FRUTOS SE llaman frutos porque proceden de un mismo principio como de su origen y raiz: clel don increado del Espiritu Santo y deI don creado de la gracia santificante. Se distinguen por el proceso divüso que, en su desarrollo, si- gue el Espiritu Santo en cada uno de los justos. Orclena la vida propia deI inclividuo en sus relacionescon Dios, a quien debe so· meterse, y este orden trae consigo, como frutos, la caridad, el gozo, la paz, la paciencia y la longanimidad. Ordena las relacioncs deI individuo c.on sus iguales, a los que le ligan vinculos de con· vivencia humana, y este orden procluce los frutos de la benevolencia, benignidad, mansedumbre y fidelidad. Ordena, finalmente, las re1a- ciones deI individuo para con todo aquello que esta bajo su dominio y senorio, y este orden trae consigo los frutos de la modestia, de la continencia y la castidad (1). Se llaman frutos no solo por raz6n de la fruicion personal -frui-, sino por razon de la fr.uctificacion apostolica (2). Si es verdad que de los frutos gaza el mismo que los tiene, no es ésta, a nuestro parecer, la razon ùltima de la nomenclatura. sino el que los saboree también el projimo, los guste, y este sabor dulce de los frutos que produce la vida c.ristiana en los cristianos le lleve, mis· teriosamente, los ojos yel alma a Dios. (1) II-lI, q. 70, u. 3 ael corp. (2) GARDEIL, A., art. Frllits cln Saint-Esprit, en "Dictionnaire de Tlléolog'ie Ca- tholique", t. VJ (Paris, 1047), col.· 947 s. -.r

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ESTUDIOS

LA AFABILIDAD COMO FRUTO

DEL ESPIRITU SANTO

ANGEL SUQUIA GorCOECHEA Dil'Bctor cie la Casa Diocesana de Ejercicios Esplrituales

de NuestraSefiora de la Almuclena (Madrid)

SUl\IARIO: Terminolog-la g-enel'al cie los frutos.-Terminolog-ia particular de la be­nig-nidad. La afabiliclad en la Sag"l"adu Escritura.-La afabiliclad como virtud mo­ral y como fruto dei Espiritu Santo.~La severidad se opone a la afabilidad.­La afabilidad de Dios, modelo de nuestra afabilidad.-Nuestra afabilidad, imitrr­c-i6n de la afabilidad divina.

TERMINOLOGIA GENERAL DE LOS FRUTOS

SE llaman frutos porque proceden de un mismo principio como de su origen y raiz: clel don increado del Espiritu Santo y deI

don creado de la gracia santificante. Se distinguen por el proceso divüso que, en su desarrollo, si­

gue el Espiritu Santo en cada uno de los justos. Orclena la vida propia deI inclividuo en sus relacionescon Dios, a quien debe so· meterse, y este orden trae consigo, como frutos, la caridad, el gozo, la paz, la paciencia y la longanimidad. Ordena las relacioncs deI individuo c.on sus iguales, a los que le ligan vinculos de con· vivencia humana, y este orden procluce los frutos de la benevolencia, benignidad, mansedumbre y fidelidad. Ordena, finalmente, las re1a­ciones deI individuo para con todo aquello que esta bajo su dominio y senorio, y este orden trae consigo los frutos de la modestia, de la continencia y cl~ la castidad (1).

Se llaman frutos no solo por raz6n de la fruicion personal -frui-, sino por razon de la fr.uctificacion apostolica (2). Si es verdad que de los frutos gaza el mismo que los tiene, no es ésta, a nuestro parecer, la razon ùltima de la nomenclatura. sino el que los saboree también el projimo, los guste, y este sabor dulce de los frutos que produce la vida c.ristiana en los cristianos le lleve, mis· teriosamente, los ojos yel alma a Dios.

(1) II-lI, q. 70, u. 3 ael corp. (2) GARDEIL, A., art. Frllits cln Saint-Esprit, en "Dictionnaire de Tlléolog'ie Ca­

tholique", t. VJ (Paris, 1047), col.· 947 s.

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LA AFABIj..IDAD COMO FRUTO DEL ESPIRITU SANTO 395

TERMINOLOGIA PARTICULAR DE LA BENIGNIDAD

La benignidadesta, en la Hnea de la justicia, entre la benevo­lencia y la cordialidad. En la linea de las palabras, entre la manse­dUl11bre y lafidelidad. . Se llaman benignos aquellos en los que arde el deseo de hacer el bien al projimo. "Bona-igneitas", en la terminologia escolastica. Santo Tomas determina exactal11ente el sentido de la palabra con una cita oportuna de San Isidoro: "Benigno es aque1 a quien le sale espontaneal11ente ha cel' el bien y cuya ,conversacion es dul­ce" (3).

El "jrestotes", fi j restos", de los LXX se traduce en la Vulgata, indistintal11ente, pOl' "benignitas", "bonus", "hul11anitas".

En castellano, luego de haber cotejado los dicdonarios de la Lengua con los autores c1asicos de la literatura religiosa espafiola, sobre todo con Santa Teresa de Jesus, nos parece, aunque no de un modo definitivo, que al "j restotes", "jrestos" -del griego-, y al "benignus" ,"lhul11anus", " bonus "-deI latln-responde perfec­tamente la palabra castiza de "a'fabilidad" (4).

POl' eso, sera el térl11ino que usemos con preferencia en nuestro trabajo.

LA AF ABILIDAD EN LA SAGRADA ESCRITURA

a) " J restotes", "j restos", se dice en la Sagrada Escritura de las cosas cu,yo ~tso -Iaos agrada, en contraposicion a aqueUas cuyo uso nos resulta desagradable.

El vino afie j 0 de j a un buen regusto en la boca; ct1ando se ba bebido de él una vez, yano se quiere beber de otro nuevo, porque éste sabria mal, mientras aquél tiene un sabor e:x;quisito-" j res­tOs"-(5).

El que se acerca a Cristo para tOl11ar su yugo sobre las espaldas y seguirle, lejos de ballar pesada la carga, la encuentra suave -" jrestos"-(6).

b) Se clice también de la-s jJ:erStolJtas cuyo trato 11.OS(l'gract.a, en contraposicion al trato de quienes, siendo amigos, no tuvieron de­licadeza alguna.

San Pablo va camino de Roma. Huye de los falsos berl11anos que quisieron matarle. Ha sufrido azotes,escarnios, insultos y

(3) " .... B~nig-nus est vil' spolHe ael benefacienclum 'paratus, ot dulcis alloquio." " ... Est llabitus voluntarie beneraclivus." II-II, 'g. 80, a. 1, ad corp. y ad 4mn.

(4) Cfr. ,SAN1'A TERESA DE .JESÛS, Vida, c. 27, n. 18; c. 38, n. 21; Gamina de z;cl'{ecci61l, c. 41, n. 7; Modo de visitaI' los convelltos, nn. 3-4.

(5) De., 5. 3\1. (6) MI., Il, n.

396 ANGEL SUQUiA GOICOECHEA

vejaciones sin numero. Una defensa vigorosa delante de Agripa le hubiera valido la libertad si él mismo no hubiera apelado antes al César. En Sida, el Apostol Se ve gratamente sorprendido por las atenciones de los carce1eros. El j efe de la expedicion-" jresâme­nos epétrepsen"-, "humane agens" (7), le permite vi sitar a los amigos.

c) " J restas" se dice de la pel' sana que es matel'ial y espi1"i­tua,[mente utiZ. San Pablo escribe a Filemon para recomendarle a Onésimo. Ha huido de su senor para refugiarse en la compania deI Apostol, que le ha engendra do para Crist,o en las cadenas deI cautiverio. Le recomienda con estas palabras: "Recibe a Onésimo, que en algun tiempo te fué inutil-"ajreston"-y que ahora, 10 mismo a ti que a mi, nos es util-"eujreston"-(8).

d) "Jrestos" se dice de la peryS011!(JJ que, por su afabilidad y buen trata, atrae al que sufre y esta apenado, y que, lejos de im­poner afliccion sobre aflicciones, impone-es verdad-una carga para liberarle deI sufrimiento, pero una carga que se lleva de buen grado porque es suave y ligera-"jrestos" (9).

e) " J restotes" dicese de ~a afabilidad pe'tr's:onificadJa en el Nifi,o Dios, que naceentre un as pajas; que, tembloroso de amor y de bondad, invita a todos a que 'Vengan a El: "Ha aparecido la afabilidad y la bondad-" jrestotes kai filanzropia" -del Sal­vador" -( 10), ensenândonos a imitarle en ese rasgo admirable de caridad que le hace tan accesible a los hombres.

La a'fabilidad dice, por 10 tanto, una mayor determinacion de la benevolencia. Esta tiende a hacer el bien ,al projimo . .Alquélla tiende a entregar la propia persona junta con el bien que s'e le en­trega; y wando no es posible llegar con el socorro, material 0 es­,piritual, con que la benevolencia querria llegar, se acerca con la afabilidad: le recibe y le escucha. Se ha ce como Dios, que atiende a los que le invocan y tiene piedad aun de los' que ja111élS le invo­caron. Si la cordialidad da el bien deI amor misl110 y deI afecto, la afabilidad regala con amor la palabra, balsamo que cura y sua­Vlza heridas que ,abren no pocas veces la dureza y la asperidad.

LA AFABILIDAD COMO VIRTUD MORAL y COMO FRUTO

DEL ESPIRITU SANTO

La virtud de la afabilidad es una virtud que llamariamos so­cial y humana. N ace de las exigencias sociales de la sociedad en

(7) Act., 27, 3. (8) Phi!., j, l'f. (9) Mt., j l, 28. (10) Tit., 3, 4.

LA AFABILIDAD COMO FRUTO DEL ESPÎRlTU SANTO 397

quevivimos. Sin lasinceridadde unos mierribrosconotros,la sa" ciedad no podria subsistir. De la misma manera, si cada uno. de los hombres no sehubiere c01wenientemente. con los otras en la conversacion yen el tmto, sin ofender, .a.i1adie, y sin que a,su vez se ofenda de las palabras y de los actos ajenos, :la sociedad seria insoportable (II). Par eso la virtud de la afabilidad se la "debemos ·en alguna manera" a la, sociedad y la concebimos coma parte de la justicia (u).

La afabilidad es para hacer grata la vida cle los que nos rodean. porque nadie puede vivir mucha tiempo con los· tristes (I 3). Santa Teresa tiene un cqncepto peculiar de esta virtud. Cuando ella era joven aun,en medio de sus mismas ligerezas y vaniclacles, era mujer que se complacia en clar gusto a los demas (I4). En sus instrucciones a las monjitas de San José cle Avila,recalca mucho la misma idea: "Todas las personas que os trataren, amen vuestra conversacion. Mientras mas santas, mas conversables con las her­manas" (I 5). Supo tomar las" debidas precauciones para que no hicieran dano en sus comunidades las !almas melanco1icas qUe, re­cargan la vida propia ;y a j ena con tintes demasiado negros (16).

La afabilidad llega a todos sin distincion; aunque no a todos en la misma medida, sinoen la que conviene a cada cual: a los amigos coma a amigos, y a los extranos coma a extranos (17).

Pero ~ no sera una hipocresia, le j os de ser virtud, mostrar amor a quien no se ama? No. Porque es la manifestacion deI amor que, ·en :alguna manera, debemos a todos los hombres con los que estanios vinculados con los lazos miturales dé la convivencia so­cial (r8).

Los clones deI Espiritu Santo perfeccionan las virtudes morales clel hombre. Este puecle conc1ucirse conforme a las normas humaIns ba j 0 el crit.erio cle la propiarazon ; pero si aun para esta es ayuclaclo

(11) "T .. ] Homo llalul'aliter est anilliul sociale, clel.let ex quaclum 110nestaie 've­j'itatis munifeslationclll alils 'l1ominilms, sine qua ,socielas 110minum :c1ura1'8 non l'osset. Tta nec sine delectationo." II-II, q. 114,. a. 2, ael 11lm.

(12) "[ ... ] Haec "irlus est pars juslitiae [ .... ] Non 11abet plenum dobiti 1'u11o­nr:m, seel solum a ttelllli 1 quoc!clum elebHum bonestntis." II-II, q. li4, a. 2, incorp.

(13) ARIST6TELES, Elica, lill. 8, C.· 5.

(14) ('[ ... ] Un hel'mano cie mi padre' [ .... ] l1aciurne le leyese buenos libros cIe romance ... , y uunqne no era amigo lIe e11os, mos1.ral1a que Bi; porque en esta cie dU!' contenta a olros 118 1.eniclo extrema, aunque' a mi me hiciese pesar." SAN 'l'A TERESA DE JESÛS, Yicla, c. 3, n. ~.

(15) SAl'iTA TERESA DE JESÛS, Conl'Îno cie pertcccton, c. 41, n. 7. (16) SAN'l'A TERESA DE JESÛS, Vibro de las Fu'nclac'iones, e. 7, nn. ô-l0.

(17) "[ ... ] Non enim ostendit eis sig'na per.fectae amicitiae, quia non eodern modo se habet famlliul'ite1' ael eXll'aneos SiCllt ael eos qui sunt ,8ibi speciall umici1.ia junct!." II-II, q. 114, a. J, ael 2um.

(18) II-II, q. 115, a. 1, in corp .. y al! 1ml1.

398 ANGEL SUQUIA GOICOECHEA

de Dias con un instintoespecial, se clebe a 11n exc.eso de bonnarl divina (19).

Conducirse en el trato y en la conversacion con los hombres conforme a las normashumanas bajo el peso de la ,propia raz6n, '110 deja deser Ull;a virtuel: moral; conducirse en el trato y enh conversacion con los hombres con'forme a las normas de la raz6n y de la fe bajo el dulce atractivo de un instintoespecial de! Espî ritu Santo, llega a ser uno de sus mas sabrosos frutos: el de la afabi1idad .0 benignidad.

LA SEVERIDAD SE OPONE A LA AF ABILIDAD

A la afabilidad-" jrestotes" -Se opone la severidad a la agrie­dad-" apotomia, pikria"-.

San Pablo habla,en la Epistola a los Romanos (20), de la severidad de Dias. Escribe a los de Corinto una carta dura porque, al presentarse delante de e1los, quier'e tratarles menos severamell­te (21). Rec.uerda a los de Efes·o que son miembros de un mismo Cuerpo para recomendarles la afabilidad en el trato mutuo y con· denar las .palabras duras, agrias- f

' pas a pikria" ---'que entristecen al projimo y al Espiritu Santo, que viV'e en eHos (22).

~ Qué tendran las palabras af:ables-deda el poeta-, que se recogen con amor, camo un ramo de flores, y se guardan en 10 intima de1 espiritu para aspirar S11 perfume en los momentos amargos de la 'existel1cia?

El Evangelio ha condenacIo serial11ente las palabras que hieren al projimo: "Habéis oido que se dijo a vuestros mayores: no ma­taras; y quien matare, sera condenado a l11uerte en juicio. Yo os digo mas: quienquiera que tomare ojeriza con su herl11ano, merecera que el juez le condene; y el que le llal11a1'e reca, mere­cerit que le condene el concilio; mas quien le llamare fatuo, sera l'eo deI fuego eterno" (23).

El Apostai, bajo -el recuet-do y la impresion de la bondad deI Salvador, aconseja a Tito que instruya a sus fieles en la obediencia a los superiores, en la amabiliclad entre eHos, para que vivan lej os de la blasfemia y de las pendencias (24).

0(19) "[ ... ] Manifestum est anlem 'C/nod virtntes Immanae perncinnt hominem, ~ecumdum quod .homo naIns els mov81'i pCI' l'aUoncm in ,11is quae interins vel ex­luius agit. Oporle!. ig-itur inesse 'l1omini altior8s pel'fectiones secundum qnae sil dlspositns ad lloc quod divinitns moyeatur." !l-loI, Cj. 08, a. l, in corp.

(20) Rom., H, S2. . (2t) 2 Cor'., 13,JO. (22) Ephc.,~, 3'/, (23) Mt., 5, ~'1 55. (~4) T'iI.,;J, 2 ..

LA AFABIj..IDAD COMO FRUTO DEL ESPIRITU SANTO 399

San Ignacio de Loyola, que habia pasado por pruebas formi· dables,del espiritu que le tuvieran al borde mismo de la desepera. d6n, sabe 10 que una palabra puede hacer en el espiritu, y ad­'vierte al qUe da los Ejercicios "que si ve al que los hace triste y desolado, no se haya con él duro ni desabrido" (25). En las Cons­tituciones de la Compafiia, en el capItulo destirrado precisamente a los superiores, sena16 el fundador, con estupenda precisi6n, los limites justos de esta virtud: "Sepa mezclar de tal modo la rec­titucf y la seriedad necesarias COn la benignidad y la mansedumbre, que ni se deje flefer de 10 que juzgare mas agradar a Dios N ues­tro Senor, ni de je tener la compasi6n que conviene tener de SU1l

hijos" (26).

LA AFABILIDAD DE DIOS, MODELO DE NUESTRA AFABILIDAD

La afabilidad, como, ·fruto deI Espiritu Santo, es obra de Dios. De otra manera no ,podria servir para la edificaci6n deI pr6jimo. Es verdad que el hombre tiene su parte, aunque subordinada, en esta obra; porque el hombre se salva siempre ,en la accion de Dios (27), solo desaparece la esterilidad moral (28) y los valores humanos adquieren un nuevo brillo en ra vida cleiforme (29)

Cuando la cariclad invadeel alma, uniénclola a Dios. la va asemejando mas y mas a E1. :Hay un contagio profunclo: el alma piensa, obra, habla, siente, como Dios. Cuanto la caridacl ,es mas perJec.ta, la iclentificacion es mas total. Las, obras en sazon caen -entonces cle la cariclad maclura, coma los frutos clel arbol, como -el aroma deI huerto. Cuando Dios se complace en llegar al alma a tt-avés de esas comunicaciones intimas y profunclas cle la vicla mistica, hay un,!- sobreabunclancia 'espléndicla de frutos que sirven para la edificacion de los demas.

"Comienza a clar muestras de alma que guarda tesoros cle cielo, y a tener deseos de repartirlos a otros, y suplicar a Dios no sea el1a sola la rica. Comienza a aprovedhar a los projimos casi sin entenderlo ni hac.er nada cle SI; ellos loentienden, porque ya las flores tienen tan creciclo el 0101', que les hace desear J1egarse a

(25) Exel'eitia Spi1'Ullalia SaneU 19natii de Loyola et eorum Direetoria, en "Mo­numenta Hlstorica Scoietatis Jesu" (Matriti, 1919), p. 230. Cfr., aSimismo, la lmitaeirin (le cristo, lib. 1, c. 13, 'Y el Directorio de Gonzalez Dlivila, en E'xereitia S'Pintllalia Saneti 19natii de L01Jola et eorum Direetoria, p.~07.

(~6) SancU IgnatH 'de Loyola Constit1Jtiones Soclelalis Jesll, en "Monumenta Hls-~(lrica Societntis Jesu" (Homae, 1936), t. II, p. 664.

(27) Le., Il, 24. (28) Ep/!-e., 5, 27. (29) 1 PI!'., 3, -le.

: ANGEL SlJQui~.GqlcOECHEA

ellél,s. Entienden qt}e tiene virt)1des y ven la fruta qUe es codidosa. Quiérev.le ayudar a comer" (30). .• . ..... i . "Los .cuales-olores del huerto~s.on en tanta abundanciaal­.gunas vec~s1 que al :almale parec~ est~rvest,ida de <;IeJeih:s yba~ada en gloria inestimable; tanto que no s610 10 siente,ella dentro" pero aun. suéle1e redundar tanto de fuera,que le conocen los que sal?el1 advertir, y les pareee estar la tal alma coma un delei~os? jardiJil de cleleites y riquezas de Dios. Y no ~610 cuando estas flo'res es~àn abiertas-por los toques mistico.s. divinos-st: echa,. de v·er esto en estas santas aimas, pero ordinariamepte-.-e~ su vida' de' fe. y de .amor-traen un no sé gué de grandeia y dignidad que causa res­peto y detenimiento a los demàs" (31).

El cristiano perfecto-no caben medianias en el cristiano­·es afable con la afabilidad de Dios, que se complace, coma en sus Ipropios actos, en escuchar y en bendecir: "oîjtirmos, eulogia".

Dios es· a'fable al constituirse a si mismo como objeto de nues­tra clicha eterna. Cuanda le veamos car a a cara en el delo, "con­versaremos" con El eternamente:" Si amicitia delectat, dilig;ent Deum plus guam seipsos, et Deus illos,plus quam illi ,seipsos. et invic.em tamquam seipsos; quia illi illumet se invicem per illum; et ille se et illos per i psum" (3'2).

"El premio de la virtuel sera el mismoque nos elio la virtuel. Colmara todos nuestros· deseos A:quel a q)1ien le veremos par siem­pre, le amaremos sin j amas cansarnos, lealabaremos sin sentirl10s nunca fatigados" (33).

Entre los extremoi) deI error maniqueo y :panteista esta la Verdad cristiana. Ni Dias esta tan distante que sea Îrnposible su acci6n creaclon, que termina inmediatamente en la misma criatura, ni esta tan cerca que se confunde con dIa. Es un ser infinitamente trascendente, pero que, en su infinita bondad y misericordia, se nos hace aceesible, trata y conversa con nosotros, porque" sus delicias son estar con los hijos de los hombres" (34). Ayer habl6 a Israel, por medio de los profetas, y hoy, en un exceso de afabilidacl, nos habla, personalmente, por medio de su propio Hijo (35). "Di6 a entender el Apostol que Dios ha quedado C01110 mudo y no .tiene mas quehablar porque la que hablaba antes en .parte a los pr.o­fetas, .l'a 10 ha hablaelo en El todo, elàndonos al Todo, que es Su Hijo" (3'5 bis).

(30) SANTA TERESA Dl! JESÜS, Fida, c. 10, n. 3. (31) SAN ,JUAN DE LA CRUZ, Cdnf:icO, espi:ritual, C:ll1. 17, n·. o. (32) SAN ANSELMO, Pl'osWglon, cc. '24-.26, en PL, t. 158, col. 239 s. (33) SAN AGUs'NN, De civitate Dei, lib. n, e. 30, en PL, t .. ~1, co!. 801.. (34) Prov., 8, l, (35) Heur., 1, 1. (35 bis) SAN JUAN DE LA CRUZ, Subida deI Monle Cannelv, lib. 2, c. 22, n. 4.

LA ' AFABILIOAD . COMO . FRUTO DEL ESpiRlTU SANTO 40r

Se . nos dio por 'âmigo ai ~acer:' "se nascens dedit socium". Todos podemos conversar" con El: los· pecadores se le acercan 1l0ra~do' (36); los enfermas y nècesitadosleapretujanpor sentir el benéfito influjo de su pocfer 'divino (37) ; los ninos' se sieiltan en susbrazos' para reeibir sus· blatidas taricias (38); los gentiles y publicanos admiran su condescendencia porque ,entra en casa de e110s (39). La palabra de Baruc tuvo una realizacion perfecta en Cristo: "Vivio conversando wn los hombres" (40).

Prometio estar con e110s hasta el fin de los sigLos y 10 esta en la Euca.ristîa,en la Iglesia" en ca da uno de los miembros de su Cuerpo mistko. Sigue hoy . tan cerca como ayer, como manana, como siempre.

Si la oradones para "tratar' de· cosas de ami stad con quien sabemos nos ama muoho" (41), podemos "pedirle comoa Pa:dre, suplicarlecomo a Padre, hablarle'?· (42). San Agustîn se admi­rara de la bondad divina, ,que nos admite en su presencia a pesar de nuestras miserias. Casi' nuncaesta: nuestra oracion plenamènte en' Dios:" es distraîda, poco delicada, ~ Quién admitirîa un tercero en los dialogos intimos? Solo Dios nos soporta, porque es infini­tamente afable.

Dios sigue comunicandose 'a solasen el secreto de los tota·zones Sus mensajes personales se desean:con anhelo i1l'decible, cuando: la noche deI sentido y dd espiritu deja el alma vacia de todo 10 que no sea caminar en" fe y amor" (43).

Con la experiencia de la afabilidad divina nace el gusto de Dios el~ las aImas que se acogen a El como a piedra, refugio, monte. Se desea mas un solo dia en casa de Dios,que mil anos en casa de los pecadorès· (44).

Con la experiencia de la afabilidad divina; el alma se pone en marcha haoia Dios. La veracidad es el m'otivo formaI de la .fe·; se cree en el misterio de Cristo porque El~que no puede engafiarse ni engafiarnos-Io ha revèlado. La afabilidad es el motivo forma! de nuestra marcha hacia Dios: '\Creemos què Dios existe y 'tue premia a los que van a El" (45). Hay una c.orrelacion entre l'a afabilidad y la fe. Noes ésta una nocion purament'e intelectl1al, sino también afectiva. El entendimiento es el que asiente a la

(36) Le., 7, 37. (37) Mc., 5, 24. (38) Le., 18, 15-'17. (39) Le., 7, 37;. Le., 19, 1-10. (40) Bar., 3, 38. (41) SANTA TERESA DE JESÛS, Vida, c. 8, n. 5 '(42) SANTA TERESA DE JESÛS, Gamina de pel'feeei6n, c. 28, nn. 2-3. (43) SAN JUAN DE LA CRUZ, Gantiea espiritùal, qlll. 6. ('14) 1 Ptr., 2, 4; PS., 83, 11. (45) Hebr., 1.1, 6.

402 ANGEL S,UQuIA GOICOECHEA

verdad de Cristo, pero es la voluntad la que ordena el asentimiento. La gracia invade todo el mecanismo. sobrenatural.

Dios es una Verdad que se comunica. La Encarnaciôn es una comunicaciôn sustancial: "Bendito Dios y Padre de N. Senor J e­sucristo, que nos ha bendecido--acto propio de la afabilidad­en su Hijo ... " (46).

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NUESTRA AFABILIDAD, IMITACIÔN DE LA AFABILIDAD DIVINA

La afabilidad, como fruto deI Espiritu Santo, n,o es precisa­mente para que goce de eUa el cristiano, sino para que "edifique" al prôjimo. Una epifania constante de Cristo en el mundo para. descubrir sensiblemente el corazôn de Dios a los hombres y ha­certes volver los ojos a la sociedad eterna deI cielo (47). "Asi brille vuestra luz delante de los hombres, que vean vuestras obras buenas y glorifiquen al Padre que esta en los cielos" (48).

La caridad es esencialmente una e indivisible, pero al ponerse en contacto con las necesidades sociales tan di versas toma mùlti· Iples facetas. Los colores no .se forman en el sol, sino en la tien'a ·iluminada. Es la misma caridad la que ahora obra el bien con he­nevolencia, luego escudha con afabilidad, m'anana ama con cordia­lidad y afecto. La misma caridad siempre que inviste al prôjimo por todas partes para iluminarIe el camino a Dios. '

Debemos ser imitadores cle l'a a.fabilidad· de Dios. No faltan ocasionesen la :vida para que el am or se extienda, ya sea en forma de benevolencia, ya sea en forma de cordialidad 0 de afabilidad. i Hay tantisimos a quienes escuchar, atender y recibir!

El autor anônimo de la Carta ,a Di:ogneto rec.alca este nuestro deber: "Dios fué caridad y afabilidad al enviarnos a su propio Hijo para resc.atarnos deI pec'ado. Si Dios ha hecho esto con nos­otros, es justo que primera conozcamos al Pach'e, luego le ame­mos, y c.uando comencemos a amarle, le imitemos" (49).

San Ireneo insiste en la mismb en su obracontra los H erejes = es en esto de la afabilidad en 10 'que, sin duda, podemos imitar a Dios, porque en otras cosas nos resulta imposible (50).

a) La afabilidad esta siempre pronta para ejercer la hosp·ita­lida·d. Quien comulga con lias necesidades de los fieles, quiere so-

(46) Ephe., l, 3, (47) 1 Pt1'., 2, 12; Le" ta, 29. (48) Ml., 5, 16 .. (49) "[ ... ] Primum quidem cog'noscas Patrem [ ... ] quantuIll clilig-es eum qui uI'iol"

i~1 te clilexerit? 'Cum autern clilig'cre coepcris. irnHator eius ]}enig'llilatis eris." Hp/st, od Dio{]/letem, en PL, 1., 2, col. 1,180 S8.

(50) Contra Hae1'eses, en PG, t. 8, col. '1034, s.

LA AFABILIQAD COMO FRUTO DEL ESPIRITU SANTO 403

correr !a sus hermanos', va en busca-" sectantes" -de la ocasion para ejercer la hospitalidad COn todos. Es l11<lS: no se trata deI simple ejercicio de la hospitalidad, sino de un amor profundo -"filosonian dio kontes"-a la misma: de un amor que impele a recibir a Cristo en cada uno de sus miembros (SI). "Fui httés~ ped, y me recibisteis" (52). i Con qué enc'arecimiento recomienda el Apostol a los hebreosi que no se olviden de la hospitalidad que Abrahan presto al ange1 para acordarse de los encarce1ados y de los que sufren como si dlos mismos sufrieran cadenas y persecu­ciones! (53). En sus cartas a Tito y Timoteo, entre las cualicl'ades que han de ado'rnar la persona de los Obispos, senala siempre el que sea amante de la hospitalidad, dulce y afable (54).

Da hospitalidad debe ser sincera, cordial. A los romanos les recomienda Febe, la cu al esta dedicada al servicio. de la Iglesia de Cenerea, para que la rec.iban por amor deI Senm como debe reci­birse a los fieles, y le den favoren cualquier negocio que nècesita1'e de eUos (55). A Filemon le recomienda Onésimo para que le reciba de su parte coma si .fuera su mismo hijo (56).

La hospitalidad debe ser habituaI, facil, espontanea, de los unos para con los otros, con el fin de hacer una gran familia cristiana, sin tendencias la la division, unidos en Jesucristo, el cual es piedra angulai, sobre quien trabado todo el edificio se alza para ser templo santo del Sefi:ar, morada de Dios por medio deI Espiritu Santo (57).

b) La afabilidad invita a la flexibiJMdad con todos coma COl1-

viene al siervo de Dios (58): depuesta toda malic.ia y engano, los fingimientos e hipocresias y envidias y todas las murmuracio­nes (59). La madre que nutre a sus hijos es el simbolo de esta flexibilidad, que se ha de tener, ante todo, COl1 los que' acaban de nacer a una nueva vida de fe y a los que el Padreles alimenta con Su Verbo (60). Asi se comporta el Apostol con los cristianos, coma parvulo ,en media de ellas, como n1adre que esta criando. llena de ternura para con su~ hijas (61). iQuéacento tienen las p'alabras de San Agustîn! Quiere instruir a :'lus fieles a la manera

(51) num" 12. 13. (52) Ml., 25, 35, (53) lIe/J1'., 13, 2, (54) TU" 1, 8; l''im., 3, '2. (55) Rom" 16, 2, (56) PMI., 1, 15. (57) Epile., 2, 18-22. (58) 2 T'iIl1., 2, 24. (59) 1 Pli'" 2, 2. (60) 1 Tin/., 2, 7. (61) 1 Tim., 2, 7.

,ANGEL SUQUJA GOICOECHEA

de Dios: lestrata como la maclrea sus hijos, como la gallina a ,sus poUuelos.

c) La afabilidad procura dalr gusflo' al p,r6jimAo ent,odo 10 que es bueno y pueda edificarIe (62); a imitacion de Cristo,que nunda busco la satisfaccion propia (63); 'en toclas las cos,as, sin ofensa de, Dios ni, adulaci6n, buscanclo agradar primero a Dios que a los hombres (64), sin querer nUllca la utilidad propia inte­resadall1este, sino la de los demas a fin de que se s'alven (65).

'd) La afabilidad bendioe-con la "eulogia", qUe es su acto propio-a los que le maldicen y ara pOl' los que le calumnian (66).

e) La afabilidad es s,e'rvicVall; con él!quella servicialidad con que Cristo se humilIo a si mismo haciéndos·e .obediente, en sUblime ac.to de servicio, hasta la muer te y hasta la muerte de cruz (67); con aquella servicialidad del Apostol, que, se muestra dispuesto pOl' tercera v,ez par'a il' a ver a los de. Coril1to, sin querer ocasio­narles gravamen alguno (68), siguiendo al piede la l:etra el con­sejo deI Evangelio: "A quien te fo.rzare il' cargado mil pasos, ve con él otros dos mil" (69).

f) La afabilidad, cuida de los pequenos detaJles de finura y delicac1eza, ciel saludJo persQ'i'wl, a'fectuoso y cordialisimo. El hnal de la carta a los Romanos es, un tratado completa de afabilidad cristiana, llevada a la practica con perfecci6n.

Recuerda los nombres propios: "A Prisca y Aquila, a Marb, Andr6nico y Juni'a, a Apeles, a lo.s de la fami1ia de Aristobulo, a los de la casa de Narciso, a Trifena y a TrÏ'fosa, a Pérsida, a Rufo, a Asincrito, a Flegonte, a Hermas, a Patrobas, a Hermes, a Fi16logo y Julia, a Nereo -y Œ impiade y a tod,os los santos que son 'fie1es en el Senor."

Enumera los ser,vicios y los méritos de cada unD de eHas: "Los cuales, pOl' salvar mi vida, expusieron sus cab-ezas"; "la cual ha traba j ado mucho entre vosotros"; "mis parientes y com­prisioneros, que son ilustres entre los apostoles y ministr05 deI E vangelio" .

Alaba c.on brgueza y sin mie do : l'Los cu ales creyeron en Cristo antes que yo"; "probado y fiel servidor de Jesucristo"; "los cuales traba jan por el servi cio deI Senor"; "la cu al ha tra­bajado asimismo mucho pOl' el Senor".

(62) Dom" 15', .2. (63) Tit" 2, Il. (64) f 1'hess., 2, 4.; Gàl., 1, 10. (65) J Cor., 10, 32 (66) Mt., ,5, 21; SAN FULGENCIO, Sermo 3 de Sancto Stephano, C. 2, n. 3. (67) Phi/L, 2, 8. (68) 2 Cor., 12, 15. (fig) Mt., G, .. 1.

r

LA AFABILIDAD COMO FRUTO DEL ESPÎRITU SANTO 405

Les nmestra con pala,bras el afecto ternisimo que les tiene: "A su querido Epeneto"; "la Ampliato, a quien ama entranable­mente en el Senor"; "a su amada Eustaquis"; "a su carisima Pérsida"; "a Rufo,' escogido clel Sennr", y "a su madre, que es. mia".

Aun tiene la delicadeza de transmitirles el saludo de todos los que estan con él: de Timoteo, de Lucio, de Jason y de Sosi­patro, de Oayn, de Erasto, deI tesorero de la ciudad, de Cuarto y de toda la Iglesia. ..

y todavia quiso permitir que su amanuense ·escribiera al mar­gen de aquella carta-Ia mas densa en doctrina y contenido~unas palabras, una postdata: que denota toda, la amabilidad y llaneza con que trataba el Apostol a cuantos convivian COll él: "Os sa­ludo en el Senor, yo, Tercio, que he sido el amanuense de esta carta" (70).

,LA PSICOlOGIA DE SANTA TERESA POSTURAS - FEMINISMO -ElEGANCIA

pOl' el P. NAZARIO DE SAl'1TA TERESITA Ca1'1Jwlita Descalzo

Pr610go ,dei P. MAURICIO DE IHIARTE, S. J. Pl'OfeS01' de Ps'Ïcologüt Expel'ime'l1.tal en la Univcl'sidad

Pontiricia de Salamanca

Un volumen de /too p(tginas. - GrMicas Sebastian, Madrid, 1:)50 - 35 pesetas

Dic·e el PR6LoGO:

"Obra nueva dèbe llamarse ésta sin t6piw. Nueva por la nueva met6dica, aplioada 'al esLudio de su personalidad, pers­pectiva abierla sobre su vida yescritos, camino nùevo para su comprensi6n y, pOl' 10 mismo, descubrimienLo de nuevos pano­ramas y de nuevas realidadesen 'ese inagotable territorio del alma teresiana ... Novisima y magnifica semblanza de 'reresa de Jesus, como mujer, santa y mistica, ·en su unidad pluriva­lente ... La maestria de toda la obra hace de ,ella tal vez la me""' jor inLroduoci6n y guia para el conocimiento de la Santa, y nada digamos para la lecturade susescritos."

Pedidosal autor : "LA SAI·nA" - A VILA

(70) Rom" 16. 1-21.