confiando em la palabra - samuel pipim

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RECIBIENDO LA PALABRA 25 Elena de While, Palabras de vida del gran Maestro (Mountain View, PPPA-PublicaciojJ^s Intornmericnnns, 1971), p. 23; la cursiva es mía. ^—. / * M. L. llnstlngs, W/H Ihe Oíd Boot: Stand7 [¿Permanecerá el viejo^rtJfo?) (VYasJwfgton, D.C., Kevlcw and Hernld, 1923), p. 11. v KurlTÉ. Marquart, Anatoiiiy of nn Erjiloratinn: Missouri ¡n Liitlieran Pers/ieclit* [Anatomía de una exploración: Missouri en la perspectiva luterana] (Fort Wayne, Concordia Theológical Seminary Press, 1977), p. 114. C APITULO 2 L)U/&'-"/TEZI&E¿A>O L A Auiofc-, ÜCU Confiando en la Palabra A través de los siglos, los cristianos que creen en la Bi- blia han recibido las Escrituras como la Palabra de Dios, inspirada, fidedigna y autorizada. En eso han seguido el ejemplo de los creyentes bereanos a quienes Pablo elogió como "nobles" porque "recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando cada día las Escrituras" (Hech. 17:11). ¿Qué es lo que hace a la Biblia única? ¿Y por qué siempre se ha encontrado a los seguidores de Cristo confiando en la Palabra? El libro de los libros La iglesia cristiana siempre ha apreciado su Libro como algo único. La familia de la iglesia ha atesorado este Libro como una joya costosa, aun a pesar de la adversidad y de la oposición de los incrédulos. Este Libro ha separado a los cris- tianos de los no cristianos. Ha dividido a la iglesia entre here- jes y ortodoxos, protestantes y católicos, y en tiempos recien- tes, en conservadores y liberales. ¿Qué es exactamente este li- bro llnmndo ln Biblia? Se refiere a sí misma como "las Escrituras" (Mat. 21:42; Luc. 24:25-27, 44, 45), "el libro de Jehová" (Isa. 34:16), "los oráculos de Dios" (Rom. 3:2, Nueva Biblia española), "la buena palabra de Dios" (Heb. 6:5) y "la palabra de Cristo" (Col. 3:16). La Escritura también se compara a sí misma a una canti- dad de cosas para enfatizar su importante función. Como

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Trecho do livro do teólogo Samuel Pipim sobre confiar na Palavra de Deus.

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  • R E C I B I E N D O L A P A L A B R A 3

    25 Elena de While, Palabras de vida del gran Maestro (Mountain View, PPPA-PublicaciojJ^s

    I n t o r n m e r i c n n n s , 1971), p. 23; la cursiva es ma. ^ . / * M. L. llnstlngs, W/H Ihe Od Boot: Stand7 [Permanecer el viejo^rtJfo?) (VYasJwfgton,

    D.C., Kevlcw and Hernld, 1923), p. 11. v KurlT. Marquart, Anatoiiiy of nn Erjiloratinn: Missouri n Liitlieran Pers/ieclit* [Anatomade una exploracin: Missouri en la perspectiva luterana] (Fort Wayne, Concordia Theolgical

    Seminary Press, 1977), p. 114.

    C A P I T U L O 2 L)U/&'-"/TEZI&EA>O LA

    Auiofc-, CU

    Confiando en la Palabra

    Atravs de los siglos, los crist ianos que creen en la Bi-blia han recibido las Escr i turas c o m o la Pa labra de Dios, inspi rada , f idedigna y au to r i zada . En eso h a n seguido el e jemplo de los creyentes bereanos a quienes Pablo elogi como "nobles" p o r q u e "recibieron la palabra con toda solicitud, e s c u d r i a n d o cada da las Escr i turas" (Hech. 17:11). Qu es lo que hace a la Biblia nica? Y p o r q u s iempre se ha encon t rado a los seguidores de Cristo confiando en la Palabra?

    El libro de l o s l ibros La iglesia cristiana s i empre ha aprec iado su Libro como

    algo nico. La familia de la iglesia ha a tesorado este Libro como una joya costosa, a u n a pesar de la advers idad y de la oposicin de los incrdulos. Este Libro ha sepa rado a los cris-tianos de los no cristianos. Ha d iv id ido a la iglesia entre here-jes y ortodoxos, pro tes tantes y catlicos, y en t iempos recien-tes, en conservadores y liberales. Q u es exactamente este li-bro l lnmndo ln Biblia?

    Se refiere a s m i sma c o m o "las Escr i turas" (Mat. 21:42; Luc. 24:25-27, 44, 45), "el l ibro de J ehov" (Isa. 34:16), "los orculos de Dios" (Rom. 3:2, Nueva Biblia espaola), "la buena palabra de Dios" (Heb. 6:5) y "la pa lab ra de Cris to" (Col. 3:16).

    La Escritura t ambin se compara a s m i sma a una canti-dad de cosas para enfa t i za r su i m p o r t a n t e func in . C o m o

  • 50 RECIBIENDO LA PALABRA

    htnpnrn o luz (Sal. 119:105, 130; 2 Ped. 1:19) no slo d is ipa las nubes de oscuridad en nuestro m u n d o y de d u d a en nuestras vidas, s ino que tam-bin nos ayuda a escapar de los peligros y a ver con clar idad nuestro ca-mino en la vida. C o m o pan o alimento (Mat. 4:4; Job 23:12) a l imenta al hambr ien to y le proporciona nutr ientes para su crecimiento espir i tual . C o m o espejo (Sant. 1:23-25) hace que nos veamos tal c o m o realmente so-mos, para que p o d a m o s ser cambiados a la perfecta i m a g e n m o d e l o de Jesucristo (2 Cor. 3:18). Como agua (Sal. 119:9; Efe. 5:26; Juan 15:3) tiene un poder l impiador y t ransformador . C o m o fuego (Jer. 20:9; 23:29; Sal. 39:3) puede derretir todas las aleaciones del pecado en nues t ras vidas . C o m o martillo (Jer. 23:29) puede quebrantar los corazones endurecidos de u n a manera que n ingn m todo h u m a n o jams p u e d e hacerlo. Como es-pada (Efe. 6:17; Heb. 4:12) puede atravesar nues t ra conciencia, herir nues-tro orgullo y mata r nuest ro espritu rebelde. C o m o semilla (Luc. 8:11) pro-d u c e f ru to en la vida. Y como algo que "discierne los pensamientos y las intenciones del corazn" (Heb. 4:12) n o s ensea a no criticar y juzgar la Biblia, sino ms bien a someternos a sus enseanzas .

    Verdaderamente este Libro no es igual a n ingn o t ro libro.

    Un libro nico Originalmente fue escrita por unos 40 autores diferentes en tres conti-

    nentes diferentes (Africa, Asia y Europa), en pases que d is tan cientos de kilmetros y en un per odo de unos 1.500 aos. Trata con asuntos de inteO rs universal: historia, filosofa, ciencia, salud, arqui tectura, religin, etc.} So dirige n lns necesidades de cndn generacin, ofrece soluciones para la$) perplej idades de In vida, y tambin revela el origen y el fu tu ro de nuestro) m u n d o . Ha llevado paz a las conciencias turbadas, consuelo al acongoja-J do, esperanza al desesperanzado, valor al desa len tado y la seguridad del reencuentro de los enlutados.

    Escrita or iginalmente en hebreo, a r ameo y griego, la Biblia ha sido ' publicada en ms idiomas que ningn otro libro en la historia y, con todo,

    no ha perdido su intensidad original. Este libro que es nico, apela al jo-ven tanto como al anciano, al rico tanto como al pobre, al ignorante tanto c o m o al sabio. Defiende los derechos de cada persona, incluyendo los de los pobres e indefensos, y demues t ra poseer un pode r misterioso para

    t ransformar vidas. Una lectura cuidadosa de este libro nico revela que "la Biblia fue

    escrita por hombres de cada nivel de la vida poltica y social, de sde el rey sobre su trono hasta los ganaderos, pastores, pescadores y polticos de poca importancia. A q u estn las palabras escritas po r prncipes, por poe-tas, por filsofos, po r pescadores, por estadistas, po r profetas, po r sacer-

    CONFIANDO EN LA-PALABRA 51

    dotes, por cobradores de impuestos , po r mdicos, po r h o m b r e s ensea-dos en la sabidur a de los egipcios, por hombres educados en la universi-dad de Babilonia, p o r hombres adiestrados a los pies de maes t ros como Gamaliel. H o m b r e s de cada categora y clase estn r ep resen tados en este vo lumen mi lagroso . Las circunstancias bajo las cuales se escr ibi este li-bro fueron a veces m u y difciles y s iempre las ms var iadas . Porc iones de l fue ron escritas en t iendas de campaa , desiertos, c iudades , pa lac ios y mazmorras . A l g u n a s pa r t e s fue ron escritas en t i empo de pe l ig ro inmi -nente y otras en t iempos de exal tado gozo".1

    Pero la cosa notable acerca de la Biblia es que, a p e s a r de las circuns-tancias que d i e ron or igen a los 66 libros diferentes en este Libro, el conte-nido de la Biblia mues t ra una armona nica. "Contiene toda clase de lite-ratura; pero q u revoltijo sera si los 66 libros hub ie ran s ido escr i tos en esta forma p o r h o m b r e s comunes . Supongamos , po r e jemplo, q u e conse-guimos 66 l ibros mdicos , escritos por 30 o 40 doctores d i ferentes , de es-cuelas diversas. . . los e n c u a d e r n a m o s todos juntos y d e s p u s in tentamos curar a un h o m b r e con ar reglo a ese libro!... O s u p o n g a m o s q u e us ted consigue q u e 35 minis t ros escr iban libros de teologa y d e s p u s ver s i puede encont ra r a lguna piel d e m a s i a d o fue r t e c o m o p a r a un i r l o s to-dos".2 ~

    Una conservac in nica

    Pero an h a y ms: la Biblia ha sido preservada no tab lemente d u r a n t e el proceso de t ransmis in. A pesa r del hecho que f u e escrita en mate r ia l perecedero y f u e copiada y vuel ta a copiar p o r cientos de aos an tes de la invencin de ln impren ta o de las computadoras , cuando se la c o m p a r a con todos los o t ros manusc r i tos ant iguos, la Biblia ha d e s p l e g a d o una exactitud extraordinar ia en su transmisin. A u n q u e d i remos ms de es to en el captulo 8, u n a breve explicacin i lustrar ahora esta p re se rvac in tan notable.

    Con excepcin de a lgunas secciones de Esdras y la roiiad_de Danie l que fueron escritas en a rameo , e l An t iguo Testamento f u e escr i to origi-nalmente en hebreo. El alfabeto hebreo tiene muchas letras q u e se pa r ecen mucho entre s. O b s e r v e p o r e jemplo, la n t ima simili tud entre las le t ras siguientes:

    Beth (3) y Kaf p) Vau Q) y Nun f inal ("))

    Daleth O) y Resh P) Jeth (TI) y He (TI)

    Daleth O) y Kaf f inal (1) Jeth (TI) y Tav (TI)

    Vau 0) y Yodh C) Pe (D) y K a f p )

  • 52 RECIBIENDO LA PALABRA

    A d e m s de eso, si la lnea pe rpend icu la r izquierda de la he (TI) se omite o se borra accidentalmente po r un copista, tenemos una daleth (1)/' lo m i smo tambin con la tau (TI) y la resh p ) , y de manera similar con la

    pe (D) y la kaf p ) . Has ta cerca del ao 700 de nues t ra era, cuando un grupo de escribas

    judos ( l lamados masoretas) inventaron un sistema para escribir las vo-cales, la escritura hebrea consista slo de consonantes sin n ingn signo de pun tuac in y, a veces, apenas con a lgunos espacios entre las pala-bras! Es como si leyramos Gnesis 1:1-3 (Reina-Valera 1960) as:

    NLPRNCrCRDSLSCLSLTRRTRRSTBDSRDNDVCLSTNGLSSTB NSBRLFZDLBSMLSPRTDDSSMVSBRLFZDLGSDJDSSLLZFLL

    La notable exactitud con la cual los masoretas escribieron el texto de la Biblia se debe a las estrictas reglas que siguieron. Por ejemplo, ninguna palabra o letra poda ser escrita de memor ia . Se contaban las palabras o las letras de cada seccin, y si las copias recientemente hechas no se ajus-tnbnn, se descartaba ln copln recin hechn y se comenzaba de nuevo la ta-ren. Hernn.! Rann l\a descr i to el proceso que llev a conseguir esta exactitud nica:

    "Con referencia al An t iguo Tes tamento sabemos que los judos lo preservaron como nunca ha s ido p rese rvado n ingn otro manuscri to. Con su masora {parva, magna y finolis) [mtodos para contar] ponan indi-cadores sobre cada letra, slaba, palabra y prrafo. Tenan clases especiales de hombres dentro de su cultura, cuyo nico deber era preservar y trans-mitir estos documentos prct icamente con una fidelidad perfecta: los es-cribas, los doctores de la ley y los masoretas. Quin ha contado alguna vez las letras y las slabas de las obras de Platn o de Aristteles? De Ci-cern o de Sneca?3

    Por otra par te , el N u e v o Testamento f u e escrito en griego koin, el id ioma comn de los t iempos apostlicos. A u n q u e no existen copias ori-ginales de los escritos primit ivos de los apstoles, h a n sobrevivido copias escritas a mano. Se las l lama manuscritos p o r la f rase latina manu scriptum, que significa "escrito a mano" . Las abreviaturas que usan generalmente los eruditos para los manuscr i tos son: "MS" para el s ingular y "MSS" pa-ra el plural.

    Los materiales del N u e v o Testamento son mucho ms recientes para nosotros que los del Ant iguo Testamento. Pero mientras que los bien adiestrados copistas judos e ran ex t remadamente cuidadosos al copiar cada palabra de los documen tos de l An t iguo Testamento, factores ta les como la gran d e m a n d a de copias del N u e v o Testamento para instruir a

    CONFIANDO EN LA PALABRA 53

    los nuevos creyentes, y las in te r rupciones f recuentes al copiar deb ido a las hosti l idades y persecuciones, l levaron a tener copias hechas precipi ta-damente y a lgunas veces en forma descu idada , de los manusc r i tos origi-nales del N u e v o Testamento. A f o r t u n a d a m e n t e p a r a nosotros, deb ido a que han sido preservados tantos manuscr i tos del N u e v o Testamento, casi s iempre p o d e m o s cotejar cualquier seccin cuando hay a lguna d u d a .

    Como el texto original de la Biblia ha s ido p rese rvado de u n a manera nica, los cristianos p u e d e n estar abso lu t amen te seguros de su exact i tud esencial. Sir Frederic Kenyon, ant iguo director del Museo Britnico y una autor idad en manuscr i tos de la Biblia, lo d i jo as: "El crist iano p u e d e to-mar toda la Biblia en su m a n o y decir s in t e m o r o vacilacin q u e tiene en sus manos la ve rdadera Palabra de Dios, t r ansmi t ida sin p rd ida esencial de generacin en generacin a t ravs de los siglos".4

    Una supervivencia nica

    Sin embargo, de todos los libros q u e a lguna vez se h a y a n escrito, la Biblia ha suf r ido los a taques ms crueles. Con todo, ha sobrev iv ido a la persecucin de los crticos y de los enemigos . C o m o un y u n q u e , "los martillos de los Infleles han estado go lpeando en este libro po f s g l s , pe-ro os martillos se desgastaron y el y u n q u e a n perdura . Si el libro no hu-biera s ido el libro de Dios, los hombres lo hab r an des t ru ido hace mucho tiempo. Emperadores y papas , reyes y sacerdotes , pr nc ipes y gobe rnan-tes, todos hicieron la p rueba ; ellos m u r i e r o n y el libro a n vive". 5

    Bemard R a m m p r e g u n t en forma retrica si, a d e m s de la Biblia, ha habido a lguna vez un libro sobre f i losofa , religin, psicologa o cual-quier otro tema que haya s ido tan " d e s m e n u z a d o , apua l ado , z a r a n d e a -do, escudriado y difamado. . . con tanto v e n e n o y escepticismo, c o n tanta minuciosidad y erudicin en cada captulo, l nea y doctr ina" . R a m m con-cluy: "Mas de mil veces doblaron las c a m p a n a s a n u n c i a n d o la m u e r t e de la Biblia; se f o r m la procesin pa ra su fune ra l ; se l ab r la inscripcin de la lpida sepulcral; y se ley el entierro. Pe ro de a l g n m o d o el cad-ver nunca se q u e d quieto.. . Cons ide rando la e rud ic in total de los crti-cos y la ferocidad y precis in de los a taques , e spe ra r amos q u e la Biblia hubiera sido sepul tada p e r m a n e n t e m e n t e en a lguna ' gen iza ' crist iana.* Pero tal cosa es dif ci lmente el caso. La Biblia a u n es a m a d a p o r mil lones, leda por millones y es tudiada p o r mil lones".6

    Jess lo dijo mejor hace casi 2.000 aos: "El cielo y la t ierra pasa rn , pero mis palabras no p a s a r n " (Mat. 24:35). Acerca de esta declaracin,

    ' ola del Iraduclor-fdilor: Una "geniza" es una habitadn-depsito de una sinagoga para guardar manuscritos viejos de las Escrituras que son demasiado sagrados como para ser des-truidos o descartados.

  • 54 RECIBIENDO LA PALABRA

    alguien ha escrito lo siguiente: "El imperio del Csar ha pasado; las le-giones de Roma estn conver t idas en polvo; las ava lanchas que Napo-len lanz sobre Europa se h a n derret ido; el orgullo de los faraones ha cado; las p i rmides que levantaron para que fueran sus t u m b a s se estn hundiendo cada da en las arenas del desierto; Tiro es u n a roca d o n d e ex-t ienden sus redes los pescadores; a Sidn apenas le q u e d a una roca; pero la Palabra de Dios sobrevive. Todas las cosas que han a m e n a z a d o extin-guirla la han a y u d a d o , y cada da demues t ra cun pasajero es el monu-mento ms noble que el hombre p u e d e erigir, cun pe rdu rab le la ms mnima palabra que Dios ha hablado . La tradicin ha cavado una fosa para olla; la intolerancia le ha encendido muchos haces de lea; muchos Judas la han t raicionado con un beso; muchos Pedros la h a n n e g a d o con un juramento; m u c h o s D e m s la h a n abandonado ; pe ro la Palabra de

    Dios aun vive".7C Cmo expl icamos la notable un idad , poder, supervivencia y la J atraccin universal de este ant iguo Libro?

    \ y Una pretensin nica: La revelacin

    Aunque escrita por escritores humanos , la Biblia hace una afirma-cin osada acerca de su origen divino. El apstol Pablo escribi: "Toda Escritura es inspi rada p o r Dios" (2 Tim. 3:16). Este texto levanta tres pre-guntas acerca de la Biblia: (a) Cunto de la Escritura es insp i rado? (b) Cmo es inspirada " toda la Escri tura"? (c) Cundo y de qu manera fue dada por inspiracin la Escritura?

    1. Cun to de la Escri tura es insp i rado? El contexto de 2 Timoteo3:16 indica que " toda la Escritura" se refiere al Ant iguo Testamento, los li-bros que componan la Biblia en los das de Jess y los apstoles. Pero se-gn otros pasa jes del N u e v o Testamento, " toda la Escr i tura" tambin in-cluye a los escritos del N u e v o Testamento. Por ejemplo, el apstol Pedro se refiere a los escritos de Pablo sobre la misma base como "las otras escri-turas" (2 Ped. 3:15,16), y Pablo en 1 Timoteo 5:18 cita el registro de Lucas 10:7, "porque el obrero es d igno de su salario", y se refiere a esta declara-

    cin como "escri tura". Si " toda la Escri tura" (que consiste del Antiguo y de l N u e v o Testa-

    mento) es inspirada, esto implica, en contra de lo que p re t enden los crti-cos y los liberales, que las secciones de la Biblia que hab lan acerca de mi-lagros, historia, geografa, tica, ciencia, etc., todas son insp i radas tanto como lo son las secciones q u e tratan de doctrinas.

    2. Cmo es i n sp i r ada " toda la Escri tura"? 2 Timoteo 3:16 dice en

    CONFIANDO EN LA PALABRA 55

    forma clara que " toda la Escritura es inspirada por Dios" [thepneustos: literalmente, "respirada por Dios"8], es decir, todos los libros de la Biblia t ienen un origen divino. No slo es Dios la fuen t e esencial de la Biblia, sino q u e Jesucristo t ambin es tuvo conec tado n t imamen te con la p ro -duccin de las Escrituras. Pedro escribi: "Los profe tas que p rofe t i za ron de la gracia dest inada a vosotros , inquir ieron y d i l igen temente i ndaga -ron acerca de esta salvacin, e scudr iando q u persona y qu t i e m p o in-dicaba el Espritu de Cristo que estaba en ellos, el cual anunciaba de ante-mano los sufr imientos de Cris to y las glorias que vendr an tras e l las" (1 Ped. 1:10,11).

    Ms tarde, el apstol P e d r o escribi que el Espr i tu Santo t ambin fue un part ic ipante activo en la p roducc in de las Escrituras: " P o r q u e nunca la profeca f u e t rada p o r vo lun tad h u m a n a , s ino que los san tos hombres de Dios, hab la ron s i endo insp i rados por el Espr i tu San to" (2 Ped. 1:21).

    As que el tes t imonio de la p rop ia Escritura es q u e el libro que lla-mamos Biblia t iene su or igen en todos los miembros de la Tr in idad: Dios el Padre, Dios el Hijo y Dios el Espritu Santo. Al igual q u e los tres m i e m -bros de la Deidad cooperaron en la creacin del m u n d o , as t ambin los encontramos t rabajando jun tos pa ra dar al m u n d o un libro nico: la Bi-blia.

    Las Escri turas rara vez t ra tan acerca de l m t o d o de revelacin de Dios a los escritores de la Biblia. La Pa labra insp i rada declara s imp le -mente: "Dios, hab iendo h a b l a d o m u c h a s veces y de m u c h a s m a n e r a s en otro t iempo a los pad re s p o r los profe tas , en estos pos t re ros das n o s ha hablado por [su] Hijo" (Heb. 1:1, 2). Las " m u c h a s m a n e r a s " en las cuales Dios hab l incluyen: po r v is iones y sueos (Isa. 1:1; Eze. 1:1; Dan . 7:1); por apariciones directas ( teofanas) y mensa jes de Dios (Exo. 3:2-7; 20:1); por m e d i o de un ngel (Dan. 8:15, 16; 9:21, 22; Apoc. 1:1-4); pOr relatos de testigos (1 Juan 1:1-3; 2 Ped. 1:16-18); p o r la medi tac in sobre la na tu ra -leza y la experiencia h u m a n a (Sal. 8:3,4; Rom. 2:14,15; 1 Cor. 7:12, y c o m o otros casos que se encuen t ran en los libros de Job, Salmos, Proverb ios y Eclesiasts); y por la invest igacin histrica.

    La investigacin histrica merece a lgn nfasis como u n o de los mo-dos de la revelacin, ya que en la m e n t e de a lgunos se s u p o n e que un es-critor inspirado no tiene que tomar n i n g n p rs t amo ni compilacin p a r a escribir la Biblia, ni a u n emplear asistencia editorial o de a lgn secretario.

    En contra de este p u n t o de vista, la Biblia indica c laramente q u e los escritores insp i rados ci taron o cop ia ron de au to res anter iores . Toda la verdad, doquier se encuentre , pe r t enece a Dios. As, Moiss registra q u e us material del libro de las g u e r r a s del Seor ( N m . 21:14); Josu y Sa-muel mencionan que t o m a r o n mater ia l del libro de Jaser (Jos. 10:13; 2

  • 56 RECIBIENDO LA PALABRA

    Snm. 1:18); los autores de los libros de Reyes y Crnicas se refieren por lo monos a ocho libros perdidos que usaron como fuentes de informacin (1 Rey. 11:41; 15:29; 2 Crn. 9:29; 12:15; 20:34; 33:19); y Lucas nos informa que para hacer su obra hizo investigacin histrica (Luc. 1:1-4). Deb ido a que el Espritu Santo gu i a los escritores en su seleccin y uso de las fuentes, sus escritos son tanto la Palabra de Dios como lo son la de aque-llos cuyo contenido les f u e revelado directamente en visiones, sueos y

    teofanas. Algunas veces un profeta tambin empleaba un secretario o un asis-

    tente editorial al comunicar el mensa je de Dios, como por e jemplo Jere-mas que emple ln ayuda de Baruc (Jer. 36).*

    3. Cundo y en q u manera f u e i n sp i r ada la Biblia? Cmo asegu-r Dios que la fragil idad de los escritores h u m a n o s de la Biblia no afecta-ra la exactitud de la Biblia? La contestacin se encuentra en la coopera-cin nica entre Dios y sus agentes h u m a n o s elegidos.

    Una cooperacin nica: La inspiracin Probablemente, la cosa ms misteriosa acerca de la Biblia es la forma

    como li*s Autorvs principales del Libro (los miembros de la Santa Trini-d a d ) pud ie ron emplea r a seres h u m a n o s falibles como sus ins t rumentos para redactar, en una manera confiable, el mensaje de Dios. A este proce-so lo l lamamos "inspiracin".

    Escritores fa l ib les , registro in fa l ib l e . Algunos p u e d e n abr igar e l pensamiento de que (1) el mensaje proft ico f u e una invencin de los es-critores de la Biblia, y de que, (2) t en iendo en cuenta que los escritores h u m a n o s eran falibles, la Biblia no es de n inguna manera confiable. En respuesta a tales ideas, el apstol Pedro af i rma:

    "Porque no os hemos d a d o a conocer el pode r y la venida de nuest ro Seor Jesucristo s iguiendo fbulas artificiosas [en griego, mthos: un rela-to, cualquiera que sea su significado, que no est basado en hechos objeti-vos], sino como habiendo visto con nuestros propios ojos su majestad. . . Tenemos tambin la palabra proftica ms segura [en griego, bebaiteron: que tiene la fuerza de 'permanecer f i rme sobre los pies', ' f i rme' , 'confia-ble', 'vlido'], a la cual hacis bien en estar atentos como a una antorcha que a lumbra en lugar oscuro, hasta que el da esclarezca y el lucero de la maana salga en vuestros corazones; en tendiendo pr imero esto, que nin-guna profeca de la Escritura es de interpretacin pr ivada, porque nunca la profeca fue trada por voluntad h u m a n a sino que los santos hombres de Dios hablaron s iendo inspi rados [en griego, fermenoi: l i teralmente,

    CONFIANDO EN LA PALABRA 57

    'arrebatados, llevados'10] po r el Espri tu San to" (2 Ped . 1:16-21). El m i smo Pedro, que fue un recipiente de la inspiracin, no niega la

    voluntad ni la personal idad h u m a n a al escribir las Escri turas (los escri-tores rea lmente "hablaron") ; m s bien recalca tres hechos impor t an te s acerca del f e n m e n o de la inspiracin: (1) la fuen te l t ima del mensa je no fueron los pensamientos e impulsos de los mensa je ros h u m a n o s ; (2) los escritores h u m a n o s fueron a y u d a d o s d iv inamente (" l levados") p o r el Espritu Santo para comunicar sus mensajes divinos; de manera que (3) el producto de este es fuerzo cooperat ivo entre lo h u m a n o y lo d iv ino f u e fi-dedigno ("ms seguro").

    Deb ido a esta cooperacin nica entre Dios y los escritores h u m a n o s de la Biblia, tanto Jess como los cristianos del N u e v o Testamento recono-cieron que a u n q u e los escritores de la Biblia emplearon sus propias pala-bras y expresiones, el p roduc to final (la Biblia) tena el sello de ap roba -cin de Dios como s iendo ve rdade ramen te su Palabra.

    Este l t imo p u n t o es m u y impor tan te . A lgunos telogos m o d e r n o s (llamados neo-or todoxos o bar thianos , seguidores de l telogo suizo Karl Barth) sostienen que la Biblia no es la pa labra de Dios pero que p u e d e lle-gar a ser la palabra de Dios en el m o m e n t o en q u e la Biblia le habla a una persona en un encuentro personal significativo. En un rechazo sutil de la inspiracin de la Biblia, estos telogos ins inan que hasta que la Biblia "llegue a ser" la Palabra de Dios, es m e r a m e n t e la pa labra de humanos , o, en el mejor de los casos, un d o c u m e n t o h u m a n o que contiene la Palabra de Dios. C o m o esta posicin ha g a n a d o un g r a n n m e r o de adherentes , es impor tan te considerar lo que dice la m i s m a Biblia sobre si la Biblia es la palabra de seres h u m a n o s o si es rea lmente la Palabra de Dios.

    Verdaderamente es la palabra de Dios . Asf c o m o los profe tas del Antiguo Testamento amones ta ron en contra de los q u e p ro fe t i zaban sus propias pa labras antes que las pa labras q u e Dios les hab a d a d o (Deut . 18:18, 20; Jer. 23:16), Jess t ambin explic c la ramente q u e "el que Dios envi, las palabras de Dios hab la" (Juan 3:34). La implicacin es que todos los mensajeros ve rdaderos de Dios (los profe tas y los escritores de la Bi-blia) comunicaron el mensa je q u e Dios les hab a d a d o en u n a m a n e r a fi-dedigna. Por eso, Jess p u d o decir de s mismo: "El Pad re que me envi, l me d io m a n d a m i e n t o de lo que he de decir, y de lo q u e he de hab la r " (Juan 12:49); "Y la pa labra q u e hab i s o do no es ma , s ino de l P a d r e q u e me envi" (Juan 14:24).

    La repet ida af i rmacin, " A s dice el Seor" , q u e se an t epone a m u -chos mensajes de los profetas del An t iguo Testamento testifica de la vera-cidad de sus mensajes . Los escritores del N u e v o Tes tamento t ambin ex-plicaron c la ramente q u e todos los escri tos de los p ro fe t a s del A n t i g u o

  • 58 RECIBIENDO LA PALABRA

    i w n m e n l o non en verdnd Ins palabras de Dios. Por ejemplo Marcos citan J.'HriH como diciendo: "Porque el mismo David dijo por el Espritu S

    . (Mar. 12:36). Zacaras, el padre de Juan el Bautista, dijo que Dios h b l "por boca de sus santos profetas 'que fueron desde el principio (Luc. 1:70). En el registro de la pr imera reunin de oracin en la iglesia apost-lica, los creyentes "alzaron unnimes la voz a Dios, y dijeron: Seor... t le inspiraste a tu siervo, nues t ro padre David que dijera..." (Hech. 4:24, 25, Nueva Biblia espaola). Hablando con los judos en Roma, dijo Pablo: "Bien habl el Espritu Santo por medio del profeta Isaas a nuestros padres di-ciendo..." (Hech. 28:25).

    Adems de identif icar a Dios como el origen de las palabras de los escritores del Ant iguo Testamento y de las palabras de Jess, los escrito-res del N u e v o Tes tamento tambin testif icaron de que sus propias pala-bras tenan au to r idad p o r q u e su mensa je t ambin era de or igen d iv ino (Luc. 10:16; Gl. 1:8, 9). Por eso Pedro ins t a sus lectores a recordar las pa labras "que an tes h a n s ido dichas po r los santos p ro fe tas" (2 Ped. 3:2). Pablo s u m su voz cuando habl de las cosas que "Dios nos la re-vel a nosotros p o r el Espritu.. . lo cual t ambin hab lamos no con pala-bras enseadas por sabidura h u m a n a , s ino con las que ensea el Espri-tu, a c o m o d a n d o lo espiri tual a lo espi r i tual" (1 Cor. 2:10,13).

    "Esto es, el Espr i tu de Dios no s u s u r r mecnicamente el texto en los odos del escritor, ni t ampoco los autores tuvieron la experiencia de escribir en forma automt ica . En cambio, exper imen ta ron u n a asimila-cin viviente de la ve rdad , de manera que las experiencias que haban te-n ido en el pasado por med io de la cultura, el vocabulario, las penur ias y cosas parecidas, t odo f u e tomado y as imi lado en el p roduc to nico que en forma s imultnea procedi de la personal idad nica de los escritores. Y sin embargo, y es exactamente cierto, tambin procedi del Espritu Santo! Y el Espr i tu Santo pe rmanec i con los escritores no slo en la e tapa conceptual o la de la formacin de las ideas, sino todo el t iempo hasta la etapa de expresarse, escribir y c o m p o n e r el texto".11

    A pesar de las deficiencias del lenguaje h u m a n o , gracias a la direc-cin del Espri tu, los pensamientos , las ideas y las pa labras de los escri-tores de la Biblia expresan exactamente el mensa je que Dios les revel. Sin embargo, la direccin del Espritu en los escritores inspirados, al ex-presar en sus propias palabras los pensamien tos y las ideas d a d o s por Dios, no debe confund i r se con la inspiracin mecnica (de dictado), una teora equivocada q u e af i rma que el Espri tu Santo dict cada palabra de la Escritura.

    El apstol Pablo resumi la cooperacin nica entre Dios y los escri-tores h u m a n o s de la Biblia en su carta a los crist ianos de Tesalnica:

    CONFIANDO EN LA PALABRA . 59

    "Por lo cual tambin nosot ros sin cesar d a m o s gracias a Dios, de q u e cuando recibisteis la palabra de Dios que osteis de nosotros, la recibisteis no como la palabra de hombres , sino segn es en ve rdad , la pa labra de Dios, la cual acta en vosotros los creyentes" (1 Tes. 2:13). En otras pala-bras, el hecho de que las Escrituras son inspiradas , p r e s u p o n e q u e la Bi-blia es ve rdaderamente la Palabra de Dios.

    Una analoga nica: Humana y divina La naturaleza dual de la Biblia como el p roduc to de ambos , lo h u m a -

    no y lo divino, p u e d e compara r se con Jesucristo y su encarnacin. As como Jess (la Palabra encarnada) es p l e n a m e n t e d iv ino y p l e n a m e n t e humano, as tambin la Biblia (la Palabra escrita) es p l enamen te d iv ina y plenamente h u m a n a . As como Jess t uvo au to r idad pa ra hablar , orde-nar y dar vida a aquellos qu lo aceptaron, as t ambin la Biblia a f i rma lo mismo. Estas af irmaciones son evidentes p o r la mane ra como los es-critores del N u e v o Testamento citan a los del Ant iguo Testamento.

    Lo que la Escritura dice, D i o s lo dice. Los escritores del N u e v o Tes-tamento a m e n u d o personif ican a la Escr i tura con la expresin: "La Es-critura dice..." Esta "Escri tura" exista t ambin en el t i empo de A b r a h a m (Gl. 3:8) y Faran (Rom. 9:17); la Escri tura p u e d e hablar (Rom. 10:11), dar rdenes (1 Tim. 5:18) y predeci r acontecimientos, a lgunos has ta 2.000 aos en el fu tu ro (Gl. 3:8). Esta mane ra so rp renden te de citar pasajes del Antiguo Testamento indica que los escri tores del N u e v o Tes tamento vie-ron algo s o b r e h u m a n o en el A n t i g u o Testamento . El u s o f recuen te de l tiempo presente griego, lguei ("dice"), pa ra describir la accin de la Escri-tura hace pensa r que el A n t i g u o Tes tamento " a n est h a b l a n d o " . El Nuevo Testamento habla del A n t i g u o Tes tamento como si Dios es tuviera hablando; obviamente los escritores del N u e v o Testamento no tuv ie ron duda alguna con respecto a la nt ima relacin entre la Escritura y Dios. Al usar esta clase de f rmula in t roductor ia , los escritores de la Biblia d a n a entender enft icamente el o r igen d iv ino y la consecuente au to r idad de la Escritura.*

    Por ejemplo, Pablo cita a lgunas veces la Escritura p o r el ve rbo lguei ("l/el la/ello dice") sin n o m b r a r exp re samen te el sujeto (Dios, Escritura, etc.).12 Sin embargo, una mi r ada al contexto mues t ra que Dios est impl-cito como sujeto. De m a n e r a s imi lar en los pasa jes c i tados del A n t i g u o Testamento, Dios era el sujeto. Otra cita f recuen temente u sada como fr-

    * Nota del traductor-editor: En el Apocalipsis se ve esa frmula veterotestamentaria de unamanera clara en los mensajes de Jesucristo glorificado y del Espritu Santo a las siete iglesias: "El... dice esto", "Oiga lo que el Espritu dice..." (Apoc. 2:1, 7, 8,11, etc.).

  • 60 RECIBIENDO LA PALABRA

    mua es "Dice Dios" o "Dios dijo". Por ejemplo, en Mateo 19:5 Jess intro-duce al Gnesis con la frase: "Y [Dios] dijo", pero en el versculo del G-nesis fue Moiss (y no Dios) quien estaba hablando. En 2 Corintios 6:16 Pablo presenta sus citas del Ant iguo Testamento diciendo: "Como Dios dijo", con lo cual da a entender que el mensaje del Ant iguo Testamento es el mensaje de Dios. Sea que diga: "La Escritura dice" o "Dios dice", no es de importancia para Pablo; ambos compar ten la misma autor idad.

    Las tres frmulas introductorias que hemos presentado ("La Escritura dice", "Dice Dios" y "Dios dice"), h a n mos t rado que las Escrituras del An t iguo Testamento son un libro divino, hab lando con au tor idad . Pero la fuerza y la constancia con la cual los escritores del N u e v o Testamento enfatizan este hecho, no les impide reconocer que las Escrituras han llega-do a la existencia a travs de ins t rumentos humanos . Vemos esto en otra fo rma que usan pa ra citar a l Ant iguo Testamento.

    David, Isaas y Moiss "dicen". Pablo no tiene dificultad en atribuir la Escritura a sus autores h u m a n o s . De hecho, cita l ibremente al Ant iguo Testamento con frmulas sencillas tales como "David habla de la biena-ven tu ranza" (Rom. 4:6-8); Isaas "dice", " c o m o antes di jo", "Isaas cla-m a " (Rom. 10:16; 9:29, 27); y Moiss "dice" (Rom. 10:19). Si los profetas de l Ant iguo Testamento escribieron o hablaron, sus mensa jes estn cita-d o s como Escritura, ind icando que la inspiracin incluye la comunica-cin escrita y oral. Tambin, parece que Pablo no le da importancia al he-cho de que las palabras sean comentarios de estos autores o palabras di-rectas de Dios regis t radas po r ellos (Rom. 10:5; cf. Lev. 18:5).

    Podemos concluir que la Escritura tiene una pa te rn idad literaria do-ble: Dios es el Autor pr imordial a travs de cuya iniciativa los escritores h u m a n o s hicieron su obra. Sera inexacto decir que la Biblia es un libro h u m a n o que contiene la Palabra de Dios, o asignar a lgunas partes de la Escritura a Dios y otras al hombre . La Escritura es la Palabra de Dios da-da a travs de ins t rumentos humanos . Al igual que no p o d e m o s separar la naturaleza h u m a n a de Jess de su naturaleza d iv ina , as tambin no podemos dividir la Escritura, a f i rmando que a lgunas par tes son huma-nas y otras divinas.

    Una evidencia inequvoca . Una evidencia inconfund ib le de que la Biblia tiene una marca divina es la manera en la cual sus escritores hu-manos registraron los relatos biogrficos de sus hroes y heronas cuando no se portaron bien. No, el sobreviviente del diluvio, se embr iag y no cubri su desnudez ; Abraham, el amigo de Dios, mint i y d u d de Dios; Lot, el hroe del relato de Sodoma y Gomorra , se e m b r i a g y tuvo una

    CONFIANDO EN LA PALABRA 61

    relacin incestuosa con sus hijas; Mara , la h e r m o s a cantora y profet isa de Israel, tuvo un problema de celos y racial y q u e d her ida de lepra; Ra-hab, la mujer de fe y una de los an tepasados de Jesucristo, haba s ido u n a prostituta; David, un hombre segn el corazn de Dios, f u e culpable de adulterio y asesinato; Salomn, el hombre ms sabio que alguna vez haya vivido, vivi la vida de un necio; Judas, u n o de los m s inf luyentes en t re los doce discpulos de Cristo, f u e un l ad rn y un traidor; Pedro, un aps-tol des tacado de Cristo, n e g a su Maes t ro con mald ic iones y j u r a m e n -tos; Juan, el apstol del amor, d e m a n d que ba jara f u e g o del cielo p a r a destruir a sus enemigos; y Pablo, el aps to l de las gentes, pe r s igu i a los discpulos de Cristo.

    Si los relatos biogrficos de las Escr i turas f u e r a n senci l lamente es-fuerzos h u m a n o s para realzar la reputac in mora l de a lgunos h o m b r e s y mujeres prominentes , los escritores hab r an omi t ido ju ic iosamente los as-pectos negat ivos o vergonzosos de sus vidas, o c u a n d o menos los hub ie -ran reconstruido. "Esa es la f o rma c o m o los hombres escr iben la his tor ia ; pero cuando el Seor se encarga de contar su relato de un pecador , no se-lecciona a un pord iosero miserable y p o b r e y lo avergenza . Ni s iquiera da el nombre del ladrn en la cruz, ni el de la m u j e r culpable a qu ien le dijo: 'Ni yo te condeno, ve te y no p e q u e s m s ' ; s ino q u e toma a D a v i d del trono y lo pone en tierra en cilicio y ceniza, y le arranca de su corazn el c lamor 'Ten p iedad de m, oh Dios, confo rme a tu misericordia, confor-me a la mul t i tud de tus p iedades , borra mis rebeliones ' . Y c u a n d o es ab-suelto, perdonado , l impiado y hecho m s b lanco q u e la nieve, la p l u m a de la inspiracin pone por escrito todo el registro tenebroso y condenab le de sus crmenes, y el rey en su t rono no tiene poder , no t iene riquezas, no tiene influencia suficiente pa ra hacer desaparecer la pgina ; y p e r m a n e c e en la historia para que los infieles se m o f e n p o r tres mil aos. Quin es-cribi eso?"13

    "Usted encuentra a un h o m b r e que le dice la ve rdad acerca de reyes, guerreros, pr ncipes y gobernantes de hoy, y p u e d e estar comple t amen te seguro que tiene en su interior el pode r del Espri tu Santo. Y un libro q u e nos habla de las faltas de aquellos que lo escribieron y que le dice a us ted que 'no hay justo, ni an uno ' , tiene en s las marcas de un libro ve rdade -ro; porque todos sabemos q u e los h o m b r e s t ienen faltas, y fracasos, y pe-cados; y entre todos los hombres cuyas v idas aparecen regis t radas en ese libro, cada hombre t iene a l g n defec to , a l g u n a mancha , excepto uno , y ese es 'el h o m b r e Jesucristo' " . u

    lln Libro en el cual confiar La Palabra i n sp i r ada de Dios . Sobre la base de la d iscus in en este

  • 62 RECIBIENDO LA PALABRA

    captulo, los cristianos que creen en la Biblia a travs de las edades siem-pre han recibido la Biblia como la Palabra inspirada, fidedigna y autoriza-da de Dios. Por esta razn el apstol Pablo le escribi a los creyentes en Tesalnica: "Cuando recibisteis la palabra de Dios que osteis de nosotros, la recibisteis no como palabra de hombres, sino segn es en verdad, la palabra de Dios, la cual acta en vosotros los creyentes" (1 Tes. 2:13; cf. Hech. 17:11).

    Contra los que "piensan que pueden simplificar las pretendidas difi-cultades de las sencillas Escrituras, calibrando con su regla finita lo que es inspirado y lo que no es inspirado", Elena de White advierte: "Cuando los hombres, con su juicio limitado, encuentran que es necesario examinar versculos para definir lo que es inspirado y lo que no lo es, se han ade-lantado a Jess para mostrarle un camino mejor que aqul en que nos ha conducido".1 5

    Ella nos exhorta a rechazar el intento de descubrir "grados de inspira-cin" en los escritos inspirados, ya sean los de la Biblia o los suyos, atribu-yendo algunas partes a la inspiracin del Espritu y af i rmando que otras no son inspiradas: "Cuando los hombres se atreven a criticar la Palabra de Dios, se aventuran en un terreno sagrado y santo, y sera mejor que temie-ran y temblaran y ocultaran su sabidura como necedad. Dios no ha puesto a nadie para que pronuncie juicio sobre su Palabra, eligiendo algunas cosns como inspiradas y desacreditando otras como no inspiradas. Los testimo-nios han sido tratados en la misma forma; pero Dios no est en eso".14

    Satisface las necesidades humanas . Porque la Escritura es un libro inspirado, tambin es un libro verdadero y confiable. "La Biblia es ms que un buen libro o que un libro verdadero. El hombre puede escribir un buen libro, un libro verdadero, aun un libro maravilloso, pero el hombre nunca ha producido un volumen que se compare con las Sagradas Escri-turas. |La Biblia nivel A travs de sus pginas sagradas Dios se mueve y habla a los corazones humanos. Es un Libro de origen divino destinado desde el principio a llenar una necesidad nica entre la familia humana. N ingn otro libro lo ha desafiado con xito".17

    "Le seala a los pecadores el camino del perdn, de la paz y de la re-dencin. Nos dice como hombres sujetos a las mismas pasiones que noso-tros, pueden an ser hombres de una fe poderosa, teniendo compaeris-mo con Dios y suplicando con oraciones fervientes y eficaces. Nos cuenta cmo hombres que pecaron contra el Altsimo pueden ser limpiados de sus culpas sangrientas, y lavados y hechos ms blancos que la nieve. Nos dice cmo nosotros, redimidos gracias a la misericordia de Dios, pode-mos permanecer inmaculados como los ngeles en la presencia del Rey eterno. Estamos dispuestos a escuchar sus instrucciones y encontrar vida y paz en Cristo el Seor?"18

    CONFIANDO EN LA PALABRA 63

    Digna de nuestra confianza. En un t iempo cuando est de m o d a p a -ra los cristianos "poner en duda algunas partes de la revelacin, y buscar defectos en las aparentes inconsecuencias de esta declaracin y aquella otra", nos conviene seguir el ejemplo de Elena de White de confiar en la Palabra: 'Tomo la Biblia como lo que es, como la Palabra Inspirada. Creo en sus declaraciones: en una Biblia completa. Se levantan hombres que piensan que encuentran algo para criticar en la Palabra de Dios. Lo exhi-ben delante de otros como una evidencia de sabidura superior. Muchos de esos hombres son inteligentes y eruditos; tienen elocuencia y talento, y toda la obra de la vida [de ellos] es intranquilizar las mentes en cuanto a la inspiracin de las Escrituras. Influyen en muchos para que tengan la misma opinin de ellos. Y la misma obra de propaga de uno a otro, tal como Satans quiere que sea, hasta que podamos ver el pleno significado de las palabras de Cristo: 'Cuando venga el Hijo del hombre, hallar fe en la fierra?' (Luc. 18:8)".19

    Una feligresa muy observadora declar correctamente: "Dios no nos da a nosotros la opcin de elegir qu partes de su Palabra aceptar o recha-zar de la misma manera que no nos da la opcin de aceptarlo o rechazar-lo parcialmente. La salvacin exige que lo aceptemos p lenamente y q u e Aceptemos su Palabra; a su vez, una aceptacin de l requiere una entrega plena a l. Nada ms es requerido y nada menos es aceptable para Dios. I'orque es por su Palabra como lo conocemos; y es por medio de BU Pala-bra como nos gua. Dios y su Palabra son inseparables".20

    Como cristianos que creemos en la Biblia, continuaremos confiando en la Palabra? O nos encontraremos dudando de la Palabra?

    Rcerenclai

    1 VV. A. Criswell, WJiy I Preach That the Bible is Literally True [Por qu predico que la Biblia es literalmente verdad] (Nasville, Broadman Press, 1969), p. 71.

    J H. L. Hastings, Will the Od Book Stand?, p. 21. 3 Bemard Ramm, Protestan! Christian Evidences [Evidencias cristianas protestantes] (Chica-

    go, Moody Press, 1957), pp. 230, 231. * Frederic Kenyon, Our Bible and the Ancient Manuscripts [Nuestra Biblia y los manuscritos

    antiguos] (Nueva York, Harpers, 1940), p. 21. 5 H. L. Hastings, a tado por John W. Lea, The Greatest Book in the World [El mayor libro

    del mundo] (Philadelphia, sin casa publicadora, 1929), pp. 17,18. * Ramm, Protestant Christian Evidences, pp. 232, 233.7 Ay de mfl, no puedo recordar dnde encontr esta cita particular. ' Aplicado a la Biblia, el trmino griego theopneustos se usa una sola vez en la Biblia (2

    Tim. 3:16); puede ser aplicado a cualquier grado de influencia divina. Vase H. Wayne House, "Biblical Inspiration in 2 Timothy 3:16" [Inspiracin bblica en 2 Timoteo 3:16], Bibliotheca Sacra 137 (1980), pp. 54-63.

    ' Juan Carlos Viera, "Modelos bblicos de inspiracin", Revista Adventista (Buenos Aires, ACES), febrero de 1997, pp. 23,24; marzo de 1997, pp. 26, ID. All l discute seis modelos de ins-