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20 UNIVERSIDAD ·DE. MEXICO Pár Johannes R. BECHER ':. CONFE8rON POETICA 1 a balada no es una abreviatura épica, un epas en 111:fniature, que se le hubiera tratado líricamente. Una concepción tan equivocada se explica por la manera for- nmlista de considerar la poesía que con- siste en verla únicamente desde la íné- tri ca. La balada es un género poético propio en que se contienen elementos dramáticos, por 10 menos en la misma proporción que épicos y líricos. La ba- lada se utiliza para la exposición de acae- ceres históricos muy determinados que por su densidad y brevedad son precísa- mente antiépicos, aunque entraña ele- mentos épicos, pero no los deja en liber- ta:l sino que, a tenor de su propio ca- rácter, es decir su estilo de balada, los somete a este género. Un acaecer histó- rico, apropiado a la balada, debe tener en sí mismo una densidad de balada, o sea, ser en la realidad una balada, 10. cual nos recuerda que los géneros literarios son ca.tegorías objetivas y no esquemas con7 vencionales, arbitrarios o invenciones su- tilel':"No se puede exponerlo todo en no importa qué género, sino que la tarea del artista empieza ya con la elección apropiada del género que corresponde a l'U tema. 7 \\1. Shakespeare (1564-1616) por Godfrey Kneller. gel que. adu"ce como justificación. no. bá. uada. .' Un renacimiento del soneto sólo· del" contenido," .surgir de la materia, 10 cual no quiere .qecir que el 'Iesquetya" dtil aYQde a est.a. operación. Por: el <!ontrari9, 10 y lo, v:acío se hacen todavía ·más· v.isibles cu:úído la forma no se ller}a 'con nada o con puras naderías. Una .actYtud. huma, na, una cosmovisión, '·integrada- por ele- mentos de disciplina, rigor y.mesura, en- en el soneto su ade- '.:uada y perfecta. El redescubrimiento del sontN:o,' los esfuerzos que se despliegan para conferirle una nueva forma de mación, demuestra que en todos nos- otros existe una nostalgia,' Una voluntad oe orden, de reorganizacíon de las - ciones humanas por más contradictoria y distipta que sea su forma.' . Que el idioma alemán no es propiCIO la expresión poética del soneto.es un erro.r más en que incurre Jorge Federico Jünger, y el soneto de Guillermo gran con ella, y exclaman cuando sus ojos acarician los versos y las estrofas: Qué hermosa poesía!" Miran hacia la lejanía agradeciendo y honrando al poe- ta, pero ignoran la ley interna que pre- side la sustancia poética, de la que ha surgido tal estructuración milagrosa, ig- noran cómo se trama una poesía verda- dera, y no disfrutan justamente el pla- cer que una poesía puede procurar. Si echaran .una mirada en el mundo mila- groso de la poesía crecerían conjunta- mente, de manera más profunda con el poema y con su creador, y se les revela- rían, entusiasmándolos apasionadamente, las transfiguraciones humanas que en- cierra una buena poesía. Calderón de la Baica (1600-1681) por A. Schwerdgeburth. 6 Muchos aman un bosque, 10 contem- plan' con regocijo y exclaman conmovi- dos: Qué hermoso!" Pero del ser vivo que un bósque representa. no se dan cuenta, pues desconocen los mil elemen- tos que entrelazados 10 componen. Lo misnio' acontece con la poesía. Muchos leen. u oyen con agrado poesía, se ale- 4 5 No hay que olvidar que además del realismo, naturalismo, simbolismo, expre- sionismo, o como quieran llamarse todos estos ismos, existe algo que no se puede clasificar ni aquí, ni allá, sino que, dicho con toda sencillez, está más allá de todos los ismos y que se llama: lo malo. género también habría que concebirlo sólo esquemáticamente, y por tanto ne- garle toda necesidad. Pero así como los géneros poétiéOS se distinguen entre sí también por su contenido y son distintas sus posibilidades de dar forma, también se distinguen los distintos tipos de poesía o de versos entre - por su contenido y por sus posibilidades de dar forma. 3 "En el momento en que el poeta con- quista plenamente el verso, y quiere se- guir siendo un poeta está en la obliga- ción de prescindir de tal dominio. Si no 10 hace su obra será meramente la de un versificador y no la de un' poeta. Es claro que Hi:ilderlin no topaba con nin- guna dificultad al repetir versos a la Schiller. En ese momento se aparta de Schiller, se vuelve a Klopstock y renun- cia él la tima." Esta exposición de Jorge Federico J ünger enuncia 10 justo pero también y con mucho 10 erróneo. Lo justo reside en decir que para el poeta hay siempre un peligro en abandonarse a un solo tipo de versos y, por decirlo así, especializarse en ellos. Este peligro es mucho más amplio, pues el poeta se con- vierte en versificador cuando no prac- tica todo tipo de versos. Pero me parece que por detrás de este peligro se oculta otro que afecta al contenido, que se re- fiere a la concepción del mundo y que. no puede ser "superado" técnicamente. Los últimos poemas de Hi:ilderlin no po- drían ser rimados, porque su contenido mismo exige otro tipo de verso y no el rimado: Si bien, contenidos diversos son expresables en uno y el mismo verso, sería erróneo hacer de esto un esquema y olvidar que hay contenidos que no se pueden expresar en un determinado tipo de versos. Si quisiéramos degradar un ti- po de poesía a un simple esquema mé- trico sin contenido, se seguiría que el * Nació. en Munich en 1891. Estudió filosofía y medicina. En 1911 publicó su primer libro de poemas: Una selección de sus poesías, bajo el título de Cadáver sobre el trono (1924), lo hizo reo del delito de alta traición. En 1933 emigró primero a Checoeslovaquia, luego a Francia y .finalmente a la URSS en donde vivió hasta 1945. J ohannes Becher es presidente de la Unión Cultural para el renaaimiento democrá- tico de Alemania -Kulturbund.,.-. Es presidente de la Academi<i.Alemana y miembro del Consejo MundiaYde En 1954 fue nombrado mi· nistro de Cultura de la República Alc!TIana.. 1 2 ¿ Quién eres? ¡ Si pudiera por fin sa- berlo! Lo que uno no es puede; en caso de necesidad, definirse, pero tal dato ne- gativo está muy lejos todavía- de decir 10 que en 10 más hondo eres mismo. Cuando el poeta ha escrito mucho puede, mirand.o hacia atrás,definirse poniendo la atención en tal o cual de sus· versos: "Aquí estoy yo, todo 10 demás flota co- mo baratija en torno del 'aquí estoy yo'." Pero apenas si conseguirá, habiendo cubierto este yo,. evitar en 10 futuro ese "en torno" - para ello tiene que echar por otro camino. Hay que evitarvívir como "baratija" para que esa "baratija" aparezca en la poesía. U NA CONFESIÓN POÉTICA, una "con- ff!ssio poetica", y no una doctrina poética, ningún "ars poetica", nin- guna introducción a. la esencia de la poe- sía. La "confesión poética", como la "de- fensa de la poesía" ha surgido de la praxis creadora, de la necesidad de entenderse a mismo.

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20 UNIVERSIDAD ·DE. MEXICO

Pár Johannes R. BECHER ':.

CONFE8rON POETICA

1 a balada no es una abreviatura épica,un epas en 111:fniature, que se le hubieratratado líricamente. Una concepción tanequivocada se explica por la manera for­nmlista de considerar la poesía que con­siste en verla únicamente desde la íné­trica. La balada es un género poéticopropio en que se contienen elementosdramáticos, por 10 menos en la mismaproporción que épicos y líricos. La ba­lada se utiliza para la exposición de acae­ceres históricos muy determinados quepor su densidad y brevedad son precísa­mente antiépicos, aunque entraña ele­mentos épicos, pero no los deja en liber­ta:l sino que, a tenor de su propio ca­rácter, es decir su estilo de balada, lossomete a este género. Un acaecer histó­rico, apropiado a la balada, debe tener ensí mismo una densidad de balada, o sea,ser en la realidad una balada, 10. cual nosrecuerda que los géneros literarios sonca.tegorías objetivas y no esquemas con7vencionales, arbitrarios o invenciones su­tilel':"No se puede exponerlo todo en noimporta qué género, sino que la tareadel artista empieza ya con la elecciónapropiada del género que corresponde al'U tema.

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\\1. Shakespeare (1564-1616)por Godfrey Kneller.

gel que. adu"ce como justificación.no. prue~bá. uada..' Un renacimiento del sonetoPUe~e v~nír sólo· del" contenido," .surgirde lamateria, 10 cual no quiere .qecir queel 'Iesquetya" dtil .so~eto.r19 aYQde a est.a.operación. Por: el <!ontrari9, 10 hu~co ylo, v:acío se hacen todavía ·más· v.isiblescu:úído la forma no se ller}a 'con nada ocon puras naderías. Una .actYtud. huma,na, una cosmovisión, '·integrada- por ele­mentos de disciplina, rigor y.mesura, en­~m'ntra en el soneto su expr~sión ade­'.:uada y perfecta. El redescubrimiento delsontN:o,' los esfuerzos que se desplieganpara conferirle una nueva forma de 'pla~'

mación, demuestra que en todos nos­otros existe una nostalgia,' Una voluntadoe orden, de reorganizacíon de las -re1a~ciones humanas por más contradictoria ydistipta que sea su forma.' .

Que el idioma alemán no es propiCIOé~ la expresión poética del soneto. es unerro.r más en que incurre Jorge FedericoJünger, y el soneto de Guillermo Sch!~-

gran con ella, y exclaman cuando susojos acarician los versos y las estrofas:"¡ Qué hermosa poesía!" Miran hacia lalejanía agradeciendo y honrando al poe­ta, pero ignoran la ley interna que pre­side la sustancia poética, de la que hasurgido tal estructuración milagrosa, ig­noran cómo se trama una poesía verda­dera, y no disfrutan justamente el pla­cer que una poesía puede procurar. Siecharan .una mirada en el mundo mila­groso de la poesía crecerían conjunta­mente, de manera más profunda con elpoema y con su creador, y se les revela­rían, entusiasmándolos apasionadamente,las transfiguraciones humanas que en­cierra una buena poesía.

Calderón de la Baica (1600-1681)por A. Schwerdgeburth.

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Muchos aman un bosque, 10 contem­plan' con regocijo y exclaman conmovi­dos: "¡ Qué hermoso!" Pero del ser vivoque un bósque representa. no se dancuenta, pues desconocen los mil elemen­tos que entrelazados 10 componen. Lomisnio' acontece con la poesía. Muchosleen. u oyen con agrado poesía, se ale-

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No hay que olvidar que además delrealismo, naturalismo, simbolismo, expre­sionismo, o como quieran llamarse todosestos ismos, existe algo que no se puedeclasificar ni aquí, ni allá, sino que, dichocon toda sencillez, está más allá de todoslos ismos y que se llama: lo malo.

género también habría que concebirlosólo esquemáticamente, y por tanto ne­garle toda necesidad. Pero así como losgéneros poétiéOS se distinguen entre sítambién por su contenido y son distintassus posibilidades de dar forma, tambiénse distinguen los distintos tipos de poesíao de versos entre sí - por su contenidoy por sus posibilidades de dar forma.

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"En el momento en que el poeta con­quista plenamente el verso, y quiere se­guir siendo un poeta está en la obliga­ción de prescindir de tal dominio. Si no10 hace su obra será meramente la deun versificador y no la de un' poeta. Esclaro que Hi:ilderlin no topaba con nin­guna dificultad al repetir versos a laSchiller. En ese momento se aparta deSchiller, se vuelve a Klopstock y renun­cia él la tima." Esta exposición de JorgeFederico J ünger enuncia 10 justo perotambién y con mucho 10 erróneo. Lo justoreside en decir que para el poeta haysiempre un peligro en abandonarse a unsolo tipo de versos y, por decirlo así,especializarse en ellos. Este peligro esmucho más amplio, pues el poeta se con­vierte en versificador cuando no prac­tica todo tipo de versos. Pero me pareceque por detrás de este peligro se ocultaotro que afecta al contenido, que se re­fiere a la concepción del mundo y que.no puede ser "superado" técnicamente.Los últimos poemas de Hi:ilderlin no po­drían ser rimados, porque su contenidomismo exige otro tipo de verso y no elrimado: Si bien, contenidos diversos sonexpresables en uno y el mismo verso,sería erróneo hacer de esto un esquemay olvidar que hay contenidos que no sepueden expresar en un determinado tipode versos. Si quisiéramos degradar un ti­po de poesía a un simple esquema mé­trico sin contenido, se seguiría que el

* Nació. en Munich en 1891. Estudió filosofíay medicina. En 1911 publicó su primer libro depoemas: Una selección de sus poesías, bajo eltítulo de Cadáver sobre el trono (1924), lo hizoreo del delito de alta traición. En 1933 emigróprimero a Checoeslovaquia, luego a Francia y.finalmente a la URSS en donde vivió hasta 1945.Johannes Becher es actualm~nte presidente dela Unión Cultural para el renaaimiento democrá­tico de Alemania -Kulturbund.,.-. Es presidentede la Academi<i.Alemana y miembro del ConsejoMundiaYde h\~·Paz. En 1954 fue nombrado mi·nistro de Cultura de la República Alc!TIana..

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¿ Quién eres? ¡ Si pudiera por fin sa­berlo! Lo que uno no es puede; en casode necesidad, definirse, pero tal dato ne­gativo está muy lejos todavía- de decir 10que en 10 más hondo eres tú mismo.Cuando el poeta ha escrito mucho puede,mirand.o hacia atrás,definirse poniendola atención en tal o cual de sus· versos:"Aquí estoy yo, todo 10 demás flota co­mo baratija en torno del 'aquí estoy yo'."Pero apenas si conseguirá, habiendo des~

cubierto este yo,. evitar en 10 futuro ese"en torno" - para ello tiene que echarpor otro camino. Hay que evitarvívircomo "baratija" para que esa "baratija"aparezca en la poesía.

U NA CONFESIÓN POÉTICA, una "con­ff!ssio poetica", y no una doctrinapoética, ningún "ars poetica", nin­

guna introducción a. la esencia de la poe­sía. La "confesión poética", como la "de­fensa de la poesía" ha surgido de la praxiscreadora, de la necesidad de entenderse así mismo.

UNIVERSIDAD DE MEXICO

Goethe (1749-1832) por Sebbers.

Esquema métrico. La estructura de unesquema métrico no está tan desprovistade contenido como a muchos les da porafirmar. El esquema alude .:nmque muy

.vagamente al contenido. El esquema per­tenece, pues, aunque en un grado muydébil, a menudo imperceptible -como engeneral toda forma-, al conteniclo. Esobvio que la métrica no es el único ele­mento formal en una poesía. Como ele­n~"nt()s de forma hay que contar tambiénla metáfora, la formación de las palabras,\" rlesde luego el empleo de la rima. Pero,como hemos clicho, todos estos elementosestán determinados por el contenido, yprecisamente en un buen poema se com­prueba que la forma es una forma delcontenido, y que la sepa,-ación de formay contenido sólo es perceptible teórica,metodológicamente. En un buen poemano puede hablarse de la dictadura delcontenido o de la forma, pero, nos pa­rece que se puede hablar de hegemonía,por lo cual se entendería un señorío al quelibremente se estaría sometido. La hege­monía, el primado, el momento prepon­derante, sería, en nuestra opinión, tra­tándose de una buena poesía, el conte­nido que se expresaría con mesura pro­pia de pensamiento y de sentimiento.

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Repetimos: en una buena obra de artese alcanza la identidad forma-contenido,de modo que es imposible resolver :llorseparado esta forma y ese contenido. Losintentos de mostrar en tal obra lo quees contenido y lo que es forma seríanun mero juego de ociosidad. Una vezmás: la forma sería, pues. forma del con­tenido.

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A Mallarmé se atribuye el dicho de quela poesía no se hace con sentimientos,sino con palabras. De aquí han deducidomuchos poetas y críticos la idea de. queuna ~poesía no tiene nada que ver con elsentimiento, más aún, que está en la obli­gación de 1i b e l' a r s e de todo estímuloemocional, y concluyen orgullosamente:la poesía es una cosa que hay que "ha­cer", una poesía se fabrica como unamesa. Desde luego que la creación de unpoema na sólo es un asunto del senti­miento sino del hombre completo, de fo-

d.os los sentidos humanos. Las exagera­cIOnes que en un poema provoca la des­uesura del seEtimiento, funda a su vezmtevos perjuicios para la poesia. "Lo con­trario de un error es también un error."Estamos. por la poesía completa que tienecomo creador al hombre completo.

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Nietzsche sostenía I-a opmlOn de quela buena prosa se escribe "fr"ente a lapoesía". pues la prosa sería "una inin­terrumpida guerra en co:ltra de la poe­sía". El atractivo de la prosa reside enque "contradice y aparta de sí toda poe­sía"

En esto se equivoca también Niet7.sche,Dues la buena prosa. se escribe mirandoa la prosa, y la buena poesía mirandode frente a la poesía. La prosa es, comola poesía, una apropiación estética de lavida, peculiar y autárquica. Lo cual noquiere decir que nos metamos a disputarcomo incorrecto que estos dos génerosse mezclen, pues la experiencia enseñaque también de la mezcla surgen a vecescreaciones peculiares y válidas, pero sóloa veces y no por regla. La "forma mez­clada" debe exhibir, como la "forma pu­ra", un carácter de necesidad. En tal casoel arte consiste en la ampliación del gé­nero. y a la vez en mantenerse dentt-o elelos límites del g-énero. La ampliación-las correría por nuevas provincias- Serealiza, como hemos dicho muchas veces;a partir de! contenido, y el mantenersedentro de los límites de un género estambién asunto que afecta al contenido.es decir, es asunto de una comprensiónde la esencia de la literatura y de un pen­samiento que alcance a precisar la pecu­liaridad y el sentido de autarquía de susgéneros.

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Nada es tan peligroso en cuestionesartísticas -lo cual se ve en Nietzsche­como dejar que el gusto o la idiosincra­cia personal dicten' nuestras opiniones.Quien filosofa acerca del arte tiene antetodo que elevarse sobre sí mismo, y pre­guntarse en qué medida una máxima, ouna doctrina, sólo corresponde al gustoprivado, y tiene significado personal sinexpresar un juicio de valor que se acer­que objetivamente a lo legítimo.

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Quien sóbreacentúa el sentll11lento enla vida, suscita una reacción, pues deter­minados sentimientos los soportamos sóloelaborados artísticamente; 'Una exclama­ción patética provoca una sensación devacío y de melosidad cuando no se re­viste bajo una forma firme con palabrasartísticas.

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Muchos poetas necesitan distancia, estoes, tienen que alejarse temporalmente deltema que elaboran. Esta distancia no sóloes temporal, sino qu': caracteriza a la vezcierta ídiosincracia del escritor que exi­ge, para la elaboración de su tema, te­nerlo que pensar exhaustivamente antesde encontrarle su posibilidad de forma.Otros poetas reaccionan al momento, ygozan de la capacidad de apresar conseguro ademán la totalidad y lo esencialde su tema. Creo que en todo poeta, ha­blando concretamente, se encuentra tan-

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to uno como e! otro de los poetas deque hemos hablado. A veces se necesitauna preparación concienzuda, más aúnun estudio científico del tema, otras ve~ces alcanzamos con audaz impulso el ob­jetivo que nos hemos propuesto. Hay quedejar que las dos orientaciones se desen­vuelvan libremente. Sólo una ha de sercombatida, y es la que consiste en con­traponer una a la otra y pretender con­vertirla en la única legitima.

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Muchas de nuestras producciones ori­ginan Hna nueya. si las proseguimos o lasllevamos hasta el fin. Nos hemos que­dado frenados en nuestro primer libropara tomar simplemente aliento y haceruna pausa, pero el tema no está agotadoy exige una continuación. En muchosDoetas se mani fiesta como perjuicio unaespecie de apresuramiento moderno quehace ir como a caza de un tema a otro,y' no agotar todas las posibilidades quehay en la materia tratada, y que surgende esa materia tratándola en una formanueva, prosiguiéndola.

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Que el imperativo de la época- estécontenido en el imperativo de cada díay que sólo así cobre sentido el cumpli­miento del imperativo de cada día; sobreesto hemos hablado repetidas veces, perode particular importancia en este or­den de ideas es la observación de Goethe:"Quien no es capaz de dar cuenta demás de tres mil años, s~ queda, sin ex­periencia, en la sombra, y tiene que viviral día."

Le escribe a Boisseré: "Es convenientecn nuestra época medir. confrontar, nues­tros pequeños estados privados con lagigantesca medida de la historia univer­sal." Así pues, hasta en lo más privadoquiere Goethe vernos ligados con el todo,y un hombre sólo puede ser feliz si "tie­ne la valentía de sentirse en el todo".Todo estado, más aún, todo instante go~a

de un valor infinito, pues el representan­te de una eternidad total. Frente a la"caída" existencialista, el abandono del

F. Schiller (1759-1805) por Graff.

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hombre, y en OposlclOn a la imagen del"superhombre", empuja Goethe alhombre,como "lanzamiento a fines más elevados",hacia una evolución cada vez más altadel género humano.

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Una pérdida de tiempo puede llevar,también en la poesía, a una pérdida deposición y a una pér.dida del juego, yganar un tiempo, a ganar posición y aganar el juego. No hay que temer el em­pleo de estos términos del ajedrez cuan­do se trata. de hacer comprensible la poe­sía que ya, de por sí, es bastante dificil,pues sufre de la indefinición del conceptoy de irracionalidad.

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En cierta ocasión dijo Goethe que se­ría conveniente por algún tiempo prohi­bir la circulación de la palabra "estadode ánimo", "vivencia", por el horrendoabuso en que se' incurre al emplearla.Del mismo modo habría que eliminar denuestra época la palabra "destino" y sub­rayar enérgicamente, que el destino so-mos nosotros. '

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En todo gran poeta hay algo en quese te esconde, un misterio, un enigma,algo inencontrable. Parece como si elpoeta tratara de no mostrarte un versopara estimularte a desentrañar el mis­terio, para que vuelvas a leer sus obrasy dar en ellas con 10 que no encuentras.Conozco un verso de Holderlin que dice:"Quien hace frente a su necesidad, estápor encima de eIla", pero en ningunaparte puedo dar con él, y una y otra vezbusco, y releo con la intención de toparcon el mentado verso, de desentrañar susentido. El misterio me ayuda, pues, a des­cubrir otras poesías, y vuelvo siempre dela pesquisa cargado con bellezas nuevasque me enriquecen el corazón.

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En la colección de canciones popularesde Herder topamos con un soneto fran­cés-medieval, del siglo XIII. Vale la pemnotar que Herder recoge este soneto co­mo canción popular, con lo cual quieredecir que el soneto no fue desde el prin­cipio una forma de poesía culta, sino quese desenvolvió hasta llegar a serlo. Y to­davía otra cosa nos parece digno de no­tarse: este soneto muestra que el sonetono siempre es el mismo, sino que a par­tir de esta forma fundamental se handesarrollado las formas inás diversas, ycon tal diversidad entre sí que no paI'e­cen pertenecer a la misma forma. El so­neto de Shakespeare se distingue del dePetrarca, y ambos del de Baudelaire, mu­cho más que i.m soneto de Petrarca sedistingue de un terceto del Dante. Estoquiere decir que la estructura interna, elcontenido, determina inclusive una formatan ceñida como la del soneto.

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El lenguaje es un juez implacable y nopodemos sustraernos de ser juzgadoscuando lo utilizamos mal. N os exhibe ennuestro descuido y superficialidad, ilu­mina sin piedad nuestra conducta indo­lente frente a él, no deja pasar nada, nisiquiera una coma. Pero también nos re­rompensa, nos [('gala pródigamC'l1te ct:an­do atendemos a sus leyes y nos incli­namos ante ellas devotamente. Hace sur­gir en nosotros prodigios de oración, pro-

poslclOn tras propos\clOn se encadl'mu,casi sin esfuerzo, los períodos se le '/(111­

tan ante nosotros parecidos a las e ate­drales, en su condición y detalle, qll t: seelevan para gloria de Dios, pero en ruyaesencia son testimonios y transfigur;"cio­nes de la omnipotencia del hombr.~ ...Demos al lenguaje lo que es delleng1laje,estudiemos sus leyes, su tramado lote­rior, sus cambios de estructura, y ccufp­rirá a nuestros buenos pensamiento! untono de convicción y una plenitud d( so­noridad, pues en el "servicio a la J ata­bra" habita el lenguaje con todo su p. ,dery allí pronuncia su testimonio irrel uta­ble.

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"El lenguaje es el divisor más prt;,;¡sodel infinito", leemos en Jean Paul. Lasignificación del lenguaje la define. lasubraya J ean Paul, haciéndonos ver '~ue

con el lenguaje se opera la finitización,

Holderlin (1770-1843) por F. K. Hiemer.

esto es, la humanización de lo infinito, laapropiación de la naturale~a de los hom­bres. En este proceso desempeña el len­guaje el papel de un instrumento de pre­cisión, ya que conceptúa, apresa hasta losmás finos matices 10 inconceptuable, dicelo indecible, es capaz de dar a sentir 10indeterminadamente sensible. El cosmossería un desierto vacío antes y despuésdel lenguaje; y cuando se dice que el usode la mano distingue al hombre del ani­mal, surge el lenguaje inmediatamentedel uso de la mano, la comprensión esprimero agitación de las manos y gestos,pero luego articulación y llamado, a imi­tación de las bestias, pero como el hom­bre ya dispone del instrumento que es lamano, el instrumento que es el lenguajeasume un carácter más elevado. No olvi­demos el significado del lenguaje como eldel "divisor más preciso del infinito", yde un modo cada vez más conscienteapartémonos de aquellos que oscurecenel lenguaje, que denigran su capacidadde expresión para reducirlo al trazado deuna línea simple. Investiguemos todo es­tilo para saber si en él se expresa "eldivisor más preciso del infinito".

2'3

El mín:mo poético es a la vez el máxi­1~'~, como nos enseña Goethe, cuandodice que un poema se debe levantar ape­nas un poco de la prosa, y no darse a

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flotar en el vacío o destacarse como meraornamentación. Pero dentro de este mis­mo respecto 10 poético mínimo-máximotiene que preservarse para poderse dis­tinguir de la prosa, aun de la rítmica­alada, llam'ada poética.

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Desde luego que las grandes obras dearte han surgido con libertad, y Dantey Calderón no se añadían a la doctrina dela Iglesia y a la Teología, sino que forma­bañ unidad con esta "doctrina", " en talconcordancia consiste su libertad artística.Rafael y ~iguel Angel creaban en liber­tad para sus mecenas, ya que concorda­ban con ellos en una concepción del mun­do, pese a que obviamente se dierandiferencias, aunque -nunca en los princi­pios. Y tal es también nuestra líbertadartística, el concordar con el principio deque echamos mano; o dicho en otra for­ma, concordamos con nosotros mismos ynos servimos a nosotros mismos. Concor­damos con nosotros mismos, pero no a lamanera del subjetivista, sino que nuestr0.concordancia es una identidad-sujeta-ob­jeto. Concordamos -como Goethe lo di­ría-, con "Dios, el mundo y la natura­leza" y nos sentimos "en el todo".

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Hay que superar lo "insólito e incal-'culable" que Binding caracteriza como"rasgo peculiar del alemán", y educarloen tal dirección que las propiedades ca­racterísticas con que se defina al al,:,máhsean lo razon~ble, 10 limpio, lo honesto,el saber a que atenerse. Lo incalculabley lo insólito se combina muchas vecescon el "asalto a la razón", pero nosotrosqueremos librarnos del asalto -y conello de los asaltos- y elevarnos a un es­tado normal.

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La superioridad de una literatura re­side también en su capacidad de descri­bir otros pueblos y penetrar sus .proble­mas. En esto consiste la superioridad dela literatura soviética frente a la alema­na. Un escritor como Sofronow consigueescribir una obra de teatro sobre Ale­mania en que las figuras que presenta sontan típicamente alemanas que no puedemenos de sorprender informarse de que'Sofronow sólo ha vivido algunas sema­nas en Alemania. ¿ De dónde saca, endónde ha aprendido, cómo sabe todo es­to? No hay más que una respuesta. Unpueblo que, como el ruso, piensa tan hon­damente lo nacional y 10 siente, disponetam!,>ién de la fantasía suficiente parasentIr y pensar otros pueblos. La políticade las nacionalidades de la Unión So­viética da un esencial fundamento a estatendencia, pues le da la posibilidad al ar­tista soviético de meterse por dentro enotros problemas y figuras humanos co­mo en su propia vida, inclusive podríasostenerse que la verdadera sensibilidadnacional de un pueblo es también un sen­tir fundamental que le permite concebir aotro pueblo en su verdadero carácter na­cional.

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La idea poética constituye el contenidopropio de un poema. Si falta o está pre­sente de modo mezquino, la poesía ca­rece de vida, es un fantasma que se hacepresentar como poesía. También podríadecirse: hay formalismo cuando falta laidea poética. Pero no hay que moler mu~

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Dada la sobre-acuarelización de la lí­rica, la magia de la vivencia y el diletan­te afeminamiento, hay que subrayar enér­gicamente los derechos de! grabado y delcobre, pero también el color sobrio, po­deroso, varonil de un Breughel.

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Muy a menudo compruebo que en míla poesía se inclina frente a la música,honda, hondamente - pero para levan­tarse a continuación como si se tratarade una fuerza correspondiente, del mis­mo rango que la música, por donde se veque este inclinarse da testimonio de quela poesía es en su poder noblemente hu­mana.

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3S

se aprupia de sus \'o::es y ele sus. temples,de su pensamiento, orden y sentido. Perode aquí también se sigue que el poeta nopuede atenerse sólo a 10 que tiene de na­tural y de criatura. sino ir l:lás allá y con­vcrtirse en un miembro de la naturalezaracional y pensante, a Tenas de que quie­ra quedarse como naturalista a la ~aga

de la naturaleza y por debajo de ella.Cuando un poeta echa sus raíces en lonatural, pero no forma en sí m.ismo unprincipio ordena??r, nieg~ 'preClsame~tesu naturaleza poetlca espeCIfIca, y lo mIS­mo la niega cuando retirándose de la na­turaleza se convierte en un ser abstracta­mente social.

El poeta está llamado á desempeñarel papel de mediador entre la naturalezay la sociedad, en el sentido en que porun lado se enfrenta a la naturaleza comoser social, y por otro lado C01110 ser socialno se niega a la naturaleza. El hombrees por naturaleza un ser social, con .10cual se quiere decir que el ser SOCIaldel hombre pertenece a la naturaleza, ycon 10 cual se subraya el hecho, además,de que la existencia del hombre no pue­de definirse ni como la de un puro sernatural ni como la de un puro ser so­cial. C~ando nos referimos, pues, a lasbellezas de la naturaleza, no nos remiti­mos, ni las apreciamos como si se tratarade fenómenos puros de belleza, y no po­cIemos como diría Kant, considerarlosdesint~resadamente, sino que los referi­mos a nosotros, a nuestra sociedad ydespiertan en nosotros el cIeseo de erigirun orden bello también en nuestras re­laciones sociales. En este sentido enten­demos la imitación de la naturaleza, elcompetir con ella, el superarla. La natu­raleza tiene que convertirse en una na­turaleza para nosotros. Sólo bajo talperspectiva la naturaleza será verdade­ramente bella y sólo de este modo nues­tra actividad social adquirirá su plenosentido. Cuando se dice: "tenemas unobjetivo ante los ojos", est~ .obje!ivo estambién la belleza, las magl11flcenclas, losmilagros de la naturalez.a que a su vezcopiamos y que nos estImulan. Y crea­mos una nueva realidad, una nueva na­turaleza, desde el momento que añadimosa los milagros de la naturaleza un ordensocial humano, el milagro del "hombrebellamente humano", que es una figuraen que la unidad de lo bueno, lo bello,10 verdadero y. lo libre se corporiza, yen que el vínculo del hombre total conla totalidad del hombre se ha convertidoen fuerza SUprel1l;l del hombre.

Nblbrmé (lM2·189R) f:Ot" Manc!.

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~:\l1dcbirc (1G21-1867) lar Malle!.

No olvidemos que en e! Renacimientotodo miembro de las "clases cultas" eracapaz de escribir un soneto aprecíable,no olvidemos tampoco que en una épocaque no está muy lejana se alcanzará unestado social en que la gran mayoríadel pueblo const ituir:í Ul1:1 dese culta, yque para esta capa culta será obvio, en­tre otras cosas, escribir poesía.

El poeta se evade de su naturaleza-de su específica y poética naturaleza­cuando deja de entenderse como ser na­tural, y olvida que en el ser social estácontenido también el ser natural, y alrevés en el ser natural el ser social. Conel poeta ha creado la naturaleza un ór­gano para expresarse y para hacerse c(;n­ciente por mediodel arte. La natu­raleza, es claro, tie­ne su lenguaje, agi­ta sus árboles, bra­ma el mar, sopla elviento y respira lacalma, el canto delpájaro, el grito delanimal, j oh! sí, in­finitamente rica esla orquesta de lanaturaleza que des­de el principio has­ta el fin del muncloproseguirá sonan­do. Pero con elhombre y en espe­cial con el poeta lanaturaleza ha crea­do un órgano que

cho con esto de idea poética pues conello también se agota. Tal idea se nos hade ofrecer con hondura y amplitud, perono invitarnos a charlar sobre ella y sí in­vitarnos a ver su profundidad y su am­plitud.

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Cuatro opiniones, Algunos sostienenque es falso impedir que cierta literaturase difunda entre nosotros y que obras degente como Eliot, Benn y Kafka, debe­rían editarse y ponerse a discusión. Po­dríamos hacerlo y a nadie se le haríaningún mal.

Otros, por el contrario, sostienen quela "prohibición" de estos o escritoressemejantes está justificada, pues se tra­ta de una "literatura decadente". Otrosestán de acuerdo con la prohibición perosólo temporal y con la salvedad de quetodos estos escritores algún día, en la so­ciedad sin clase, serán editados y leídos.

La cuarta opinión, que es la mía, sos­tiene que no se trata, ante todo, de unaprohibición sino que, en el cambio so­cial que hemos operado tales escritoresactuarían sobre nuestra sociedad de mo­do inútilmente provocativo, y desde lue­go que el cambio social va hacia addan~e,

y que se alcanzará un estado tal en quclos mentados escritores nuevamente se­rán adecuados a la sociedad. Pero tengopor indudable que un poeta como Georgeno retornará nunca como figura de poe­ta, como no lo fue nunca. En el mejorde los casos se conservará uno u otFlpoema de George que, por 10 demás, nos~ reproducirá en la historia de la lite­i:.l:n;':l, sj!~O (11 las no:a5 ¡narginales oen pie de página,

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La afirmación de que sólo es eficaz 10que está bien acuñado es falsa. La expe­riencia enseña que muchas obras quecirculan en la literatura universal estánmuy lejos de ser perfectas en cuanto asu acuñación. No se puede, por ejemplo,decir que Balzac haya sido un artista ce­i:ido. Tampoco La guerra y la paz, parano hablar de Dostoiewski, está perfecta­mente acuñada, viéndola por partes esmuy irregular y las figuras no siempreaparecen "artísticamente ceñidas". Y sinembargo ... no es el acuñado perfecto10 que caracteriza a una gran obra dearte. En tales obras la vida asume talforma, que compite con la naturaleza enla creación de una realidad. La perfec­ción ,artística consiste en que la realidadse exprese en una obra de arte de unamanera convincente, la expresión no tie­ne por qué estar siempre perfectamenteacabada, sino que en su inacabamientonos remite mejor a la vida que las obrasperfectamente acabadas. A obras como el¿ Qué hacer? de Chernicheski y Así sete11tpló el acero de Ostrowski seríamosinjustos aplicándoles la medida del acu­ñamiento acabado, y perfecto. Tienen, sinembargo, tales obras un significado pe­dae-ógico extraordinario y han ejercidosu influencia decisiva sobre millones dehombres.

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"Somos tan talentosos como lo permitela época" - he aquí una excelente de­finición del talento y además deja veren que se distingue del genio, pues éstees más talentoso de 10 que permite laépoca.

UNIVERSIDAD DE MPXICO

Por Irene NICHOLSON

'CA1~"tADE INGLATERRA

dre protestar apasionadamente por el en­vío de jóvenes a la peligrosa zona de Chi­pre. En las épocas electorales, o en losmomentos de crisis nacional, los partidosrolíticos más importantes del país tienender·echo por igual. a un tiempo proporcio­nado de trasmisiones. Asimismo en lasmaterias religiosas y filosóficas se venti­lan opiniones ampliamente divergentes.En los servicios trasmitidos por laB. B. C. a la América Latina ---que de­berían tener la intención, al parecer, defavorecer a Inglaterra-, he oído unaaplastante condenación de los artista¡; in­gleses basada, por cierto, en el hecho deque en Inglaterra tendemos a pintar lospaisajes con grises y verdes y no -¡ quéextraño!- con colores tropicaks.

En los primeros años de la B. B. C. -elauditorio se suponía dividido en dos am­plias categorías, que se encontraban sa­tisfechas, respectivamente, por el progra­ma "ligero" y por el programa "domés­tico". El primero consistía, como su nom­bre indica, de música ligera, revistas mu­sicales, variedades, _charlas populares -yprogramas de interés general. El "HomeSertVice" trasmitía buena música, charlasde viajes, discusiones sobre los tópicos deldía, noticias, críticas inteligentes de li­bros, obras teatrales y arte en general, se­rias obras de teatro, etc. Sin embargopronto se vio que era necesario satisfacerun tercer grupo de intereses y se institu­yó, así, el Tercer Programa que se tras­mitía sólo por las noches y los sábados,además, por la tarde. Este programa per­mitió experimentar con los tipos de mú­sica menos conocidos -recientemente, porejemplo, escuché un excelente programasobre viejos instrumentos chinos- y tras­mitir, digamos, todas las sonatas de Beet­hoven, las obras apócrifas de Shakespeareo el temprano drama inglés. Muchas de lasobras teatrales de García Larca han sidopresentadas en el Tercer Programa y asi­mismo Cervantes y Lope de Vega. Setrasmiten, en francés, poemas de PaulCIaudel o conferencias sobre ecología osobre cualquier tema científico de impor­tancia. Los filósofos discuten entre sí, etc.El tercer programa, en general, ha sidoun foro en el cual importantes intereses

Una célebre aud;ción, en español, de Don Qui­jote, dentro del programa Latinoamericano de

la B. B. C.

DURANTE los últimos meses ha habidouna tempestad de discusiones sobrelos cambios que se realizarán en la

¡:;clítica de la British Broadcasting Cor­roration. Como estos cambios tienen vas­t~s implicaciones, es valioso considerarlos,:W:1 en países tan lejanos como México.Aunque se critique a la B. B. C. -como:l menudo hacemo!, en Inglaterra-, es unhcho indudable que ha establecido un ni­\"~l de seriedad e inteligencia en sus radio­lnsmisiones que es inalcanzable en cual­r:uier país en el que lós programas de ra­(\:0 dependan Cle los anuncios. Reciente­mente, en Londres, hablaba con dos turis­tas norteamericanos que selas habían in­Geniado para escuchar -además de visitartodos los lugares de interés-, algunastransmisiones radiofónicas. Cuando ex­presé mi sorpresa me dijeron: "¡ Pero si)ir a la B. B. C. es precisamente una delas razones por las que estamos aquí !"

Veamos brevemente la situación actual.La British Broadcasting Corporation fun­ciona bajo Privilegio Real, y su derechode monopolio sobre la radiotrasmisión enla Gran Bretaña es renovado de tiempoen tiempo por el soberano. Este monopoliofue absoluto, tanto para el radio comopara la televisión, hasta hace más o me­nos dos años en que se autorizó a unacompañía independiente de televisión paraque trasmitiera programas con anuncios,aunque, claro está, éstos se encuentran es­trictamente controlados. El monopolio dela B. B. C. sobre las radiotrasmisiones esaún absoluto.

Sus ingresos provienen, principalmente,de las licencias para radiorreceptores, lasque tienen, ahora, un valor de una libra es­terlina por año. El hecho de que no se per­mitan anuncios comerciales y de que aunen la TV sean permitidos sólo en unacantidad limitada, significa que los pro­gramas pueden continuar sin verse inte­rrumpidos. Es posible, así, escuchar conseriedad y sin tener que enfrentarse a lamolestia -como recuerdo que sucedió unavez en México-, de tener que escucharel Julio César de Shakespeare interrum­pido a cada momento por los elogios a losefectos paliativos de unas bien conocidaspíldoras. (Esto, dicho sea de paso, es tan­to mala propaganda cuanto muy mal "ra­dio"). En Inglaterra, las obras teatralesy los conciertos que duran varias horas sepresentan sin otras interrupciones que losusuales intervalos de descanso. Asimismose trasmite poesía seria durante tres euar­

'tos de hora o incluso una hora, se sostie­nen discusiones o mesas redondas sobretópicos de interés nacional o internacio­nal, etc.

Otro factor muy importante es que laB. B. C. no se encuentra controlada porel g.obierno. Esto significa que, con los lí­mites usuales de seguridad -como laprohibición de difamación, etc.- a losque, por otra parte, se encuentran sujetoslos diarios y todas las publicaciones perió­dicas, tiene completa libertad de expre­sión. He oído en el radio, por ejemplo,críticas muy serias a la forma en que seresolvió la crisis de Suez; y por la tele­visión de la B. B. C. he visto a una ma-(Traducción de Emilio URANGA)

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"En resumen: 10 esencial de una for­ma poética no está en la rima ni en elacento, sino sien:pre en el cont~nido quese expr~sa co~clentemente por las pala­bras e Jl1conClentemente por el ritmo."

T?pamos con esta observación en unmedItador de la poesía lírica. Este medi­tador. no es materialista. Pero no puedecerrarse a la verdad, pues ha reflexionadosobre la poesía lírica con diligencia, amory con profundos conocimientos, y tal ver­dad I~ expresa como palabra final de susreflexJ?n.~s. Si hubiera antepuesto talProposlclon a sus reflexiones y la hubieratomado como su hilo conductor muchohabría can~bi.a~o su macla de pensar amenudo mlstlflcador y se hubit:ra hechomás concreto y más real.

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Cuenta Eckermann: "Por otro ladocondenó Goethe el camino político, queotros apreciaban altísimamente, por eique Uhland había echado. "Usted va aver; me dijo, como el politico se tragaráal poeta. Ser funcionario y vivir en me­dio de cotidianos choques y excitacione~;

no es cosa apropiada a la naturalezafrágil de un poeta. Dejará de hacer poe­sía y esto es de lamentar. Los suabosdisponen de suficientes hombres capaces,preparados, bien intenciona"dos, eficacesy sinceros que muy bien pueden ser fun­cionarios, pero sólo tienen un poeta dela calidad de Uhland."

Para sustraerse a este peligro debe elpoeta afinar cotidianamente su concien­cia de responsabilidad po é tic a lo quequiere decir que sólo en la defensa de lapoesía puede cumplir su misión poética.

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~o~o un buen ejemplo de la legalidadobJ~tI:v~ que opera también en la poesía,y !Imltandose sólo a uno de sus elemen­t?~, el ritmo, podría abonarse la concep­clOn que reconoce en el ritmo un fenó­meno vital general, y que lo explica co­mo tal, ya que un ritmo existe en elpulso,. en la inspiración y expiración, enel fluJo y el reflujo, en la noche y el día,en el cambio de las estaciones. en elcambio de las generaciones.

Muchas veces una poesía es más quesu autor, y muchas veces sucede a lainversa. Muchas veces el poeta no estáa, la altura de su poesía sino qué la poe­sla supera a su creaclor, es un plus frentea su autor. Pero muchas veces tambiénla figura del poeta no pasa a la poesía,es más que la poesía y ésta alude a élcomo un indicador que señala la direc­ción en que surge, lejanamente, la cum­bre luminosa que representa la persona­lidad poética.

La "confesión poética" no debe serun monólogo, sino que ha de asumir ca­da vez más el carácter de un diálogopúblico que debe dar de sí por este ha­blar con los otros v entre los otros unaf~rma más alta d~ comprensión de símIsmo.

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