VIII Jornadas de Geomorfología Litoral Geo-temas 151SSN 1576-5172

Cartografía geomorfológica en el Dominio Público Marítimo-Terrestre.

Geomorphological mapping ofthe Maritime-Terrestrial Public Domain.

F. Nozal\ M. Montes\ J.A. Díaz de Neira\ A. Sevillano1* y A. Rodríguez Garcíaz

1 Área de Geología, Geomorfología y Cartografia Geológica. IGME, CI Calera 1, Tres Cantos, Madrid (28760); r.no7.a1@i!.:mc.cs; m.1l10ntes@I ~l1le .es; i.diol.dencirn@igl1lc.es; u.scvillnno@igmc.e.s. l· Unidad del IGME en Palma de Mallorca, Admón .Peiférica del Estado CI Felicil\ Fuster 7 (07006). 2 Área de Geodinámica Externa, Fac. de Ciencias. Ambientales, Universidad de León, Campos de Vegazana sin, León (24071); arodrn@uniléQn.cs

Resumen: El deslinde del Dominio Público Marítimo-Terrestre (DPM-T) requiere la ubicación precisa de ciertos elementos geomorfológicos, resultando indispensable una cartografia geomorfológica detallada y "normalizada" de los mismos, tal y como aparecen especificados y definidos en la Ley 2/2013, de 29 de mayo de protección y uso sostenible del litoral y de modificación de la Ley 22/1988, de Costas. El IGME, en el 2013, plantea el Proyecto "Estudio Geomorfológico de detalle en la Zona Marítimo-Terrestre", cuyo principal objetivo es la aplicación y adecuación de la metodología y normativa del Mapa Geomorfológico de España, profundizándose en los elementos morfogenéticos relacionados con el litoral y utilizándose una escala de trabajo más detallada (1:5.000 o menor) . El proyecto implica el tratamiento de los datos espaciales con un Sistema de Información Geográfica (ArcGis) para su validación. Al tratarse de un "Proyecto piloto" se han seleccionado tres áreas de trabajo con diferentes características geomorfológicas y dinámicas litorales: 1) en la costa cantábrica, el entorno litoral de San Vicente de la Barquera y su complejo estuarino; 2) en la costa atlántica meridional del litoral gaditano, el sector noroccidental de Tarifa; y 3) en el Mediterráneo, dentro del ámbito de las Islas Baleares, buena parte de la costa de la isla de Formentera.

Palabras clave: cartografia geomorfológica, ribera del mar, dominio público maritimo-terrestre.

Abslract: The delineation between the pub/ic and priva te domain in the Maritime-Terrestrial areas is a teehnical issue, based in the loeation of diverse geomorphologieal elements and /or morphogenetic domains which are deseribed in the new Spanish Coastal Law (Law 2/2013, of May 29 protection and sustainable use of coastal and amending Law 22/1988, ofCostas) Geomorphological mapping is the indispensable tool to achieve this goal. The 1GME has an acknowledged expertise in the planning and realization of thematie mapping, which enables it to propose a Project regarding the issues arising with the law enforcement. The main goal of this new Project is the implementation and adaptation of both the methodologies and the standards used in the Geomorphological Map series, to the specific problems of littoral domain and the great detail (1:5.000 scale and lower) of the new maps. Al! the spatial data will be, of course, integrated into a GIS server for their management and exploitation. This methodology will be applied in three areas of the Spanish coast showing different characteristics. The chosen areas are: a portion of the Cantabrian coast in the vicinity of San Vicente de la Barquera with an estuarine and coastal complex dynamics; an area 01 the southern Atlantic coast, north-west of Tarifa; and finally, a portion ofthe Formentera lsland in the Mediterranean realm.

Key words: Geomorphological mapping, coastline, Maritime-Terrestrial Public Domain.

INTRODUCCIÓN

El interés "mediático" suscitado durante la pasada tramitación y aprobación definitiva de la Ley 2/2013, de 29 de mayo de protección y uso sostenible del litoral y de modificación de la Ley 22/1988, de 28 de julio, de Costas, ha vuelto a poner en evidencia, entre otras cuestiones, las dificultades técnicas existentes a la hora de llevar a cabo el correspondiente deslinde del Dominio Público Marítimo-Terrestre (DPM-T) conforme a las especiticaciones y definiciones de dichas leyes.

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Desde un punto de vista exclusivamente técnico, la delimitación de la "ribera del mar" conlleva el establecimiento espacial, a lo largo del litoral, de unos límites que se definen principalmente en función de las características geomorfológicas, siendo por tanto, una cuestión de pura dinámica y morfogénesis litoral. Surge así, en este contexto, la oportunidad de plantear en el IGME el presente Proyecto piloto de "Cartografia Geomorfológica de detalle del litoral".

Los objetivos generales de este Proyecto contemplan por una parte, el análisis dc los critcrios y definiciones de los "accidentes geográficos (sic)" que se emplean en la determinación del dominio público,

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tal como se especifican en la Ley, en su Reglamento y en el correspondiente Manual de Instrucciones Técnicas (MMA, 2006), evaluando el estado de la cuestión y aportando nuevos posibles criterios para una futurible delimitación más precisa de éste. Por otra, contempla la aplicación y adecuación de la metodología y normativa específica del IGME (Martín­Serrano et al., 2004) desarrollada para la elaboración de cartografias geomorfológicas de forma sistemática, profundizando y ampliando específicamente la morfogénesis litoral y aquellas otras relacionadas muy directamente con ella, como son los procesos de vertiente, eólicos o antrópicos. La aplicación práctica para la validación de dicha normativa específica, se lleva a cabo mediante la realización de cartografia geomorfológica a gran escala (1/5.000 y menor), y el tratamiento de los datos espaciales con un Sistema de Información Geográfica (ArcGis 10.1); para ello se han elegido tres áreas de actuación con características geomorfológicas propias y dinámicas litorales diferentes, además de algún otro factor condicionante: en la costa cantábrica, el entorno litoral de San Vicente de la Barquera; en la costa atlántica sur, concretamente sobre el litoral gaditano, se ha seleccionado el sector NO de la localidad de Tarifa y, por último, en el Mediterráneo, se ha trabajado en parte del litoral de la isla de Formentera.

SAN VICENTE DE LA BARQUERA

La zona que comprende el entorno litoral de la localidad de San Vicente de la Barquera, corresponde, en general, a una costa rocosa acantilada que se extiende desde el Cabo Oyambre, al este, hasta la Punta del Morro de Berellín, al oeste.

En ella aparecen representados diversos tipos de acantilados activos, sin playa o con playa intermareal a pie de los mismos; hacía el oeste se desarrollan también pequeñas calas de origen kárstico con playa y, en la parte central, la denominada Ría de San Vicente de la Barquera asociada a los ríos Escudo y Gandarillas.

El conjunto de playas corresponderían a los dos tipos mencionados en la ley de costas: playas "naturales" y "semi-urbanas". En la margen suroriental de la desembocadura estuarina se desarrolla una barrera confinante de playa con discretos sistemas dunares. La ría está compuesta por dos grandes complejos estuarinos (Flor-Blanco et al., 2013) con sus correspondientes marismas, del Rubín y del Pombo respectivamente. Ambas marismas fueron objeto de diversas labores de desecación para su puesta en cultivo desde finales del siglo XIX (Gutiérrez Franco, 2013); diversas actuaciones durante la guerra civil (1937) ocasionaron la voladura y rotura de algunos de los diques de la marisma de Pombo y la inmediata anegación de los terrenos desecados, habiéndose regenerado la marisma de forma "natural" con el paso del tiempo. A muchos de los elementos del litoral se les

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superponen diversas actuaciones antrópicas importantes, como son el propio urbanismo de la localidad y su zona de influencia, con su pequeño puerto pesquero-recreativo y la construcción de espigones y diques en el paso de desembocadura.

TARIFA

En la costa gaditana se ha seleccionado el entorno occidental de la localidad de Tarifa, que corresponde a la última gran ensenada del litoral atlántico, justo antes del Estrecho de Gibraltar. El litoral cartografiado comprende una franja costera que se extiende desde la isla de las Palomas, frente a dicha localidad, hacia el noroeste, por la larga y rectilínea Playa de los Lances, el quiebro de la Punta de la Peña y la Ensenada de Valdevaqueros hasta donde dobla, en la Punta Paloma.

Como siempre, la litología del sustrato junto a la dinámica litoral (viento, oleaje, mareas y corriente de deriva) y la evolución "reciente" de dicho sector, caracterizada por diversas oscilaciones eustáticas y movimientos tectónicos, son los condicionantes de su morfología. La playa de los Lances, con cerca de 7 km de longitud, configura una costa baja lineal que corresponde a una gran barra arenosa que encierra una amplia llanura aluvial, labrada sobre litologías blandas (margas) del Cretácico por diversos cursos fluviales, principalmente los ríos de la Jara y de la Vega. Aparecen representadas amplias playas arenosas "naturales" con pequeños cordones dunares y mantos eólicos en la zona supralitoral, puntualmente antropizados; en las desembocaduras de los ríos se configuran pequeños estuarios con discretas marismas y lagunas costeras temporales, favorecidas por el crecimiento de barras arenosas a favor de la deriva litoral.

Tanto la isla de las Palomas, sobre el sustrato rocoso resistente de la "Piedra Ostionera", nivel marino del Pleistoceno Inferior (Goy y Zazo, 1990), como el resto del litoral, desde el final de la playa de los Lances hasta Punta Paloma, exceptuando la desembocadura del río del Valle, presentan un perfil acantilado o escarpado de pequeña entidad, no superando los 15 m. En su parte inferior, frecuentemente aflora el sustrato rocoso cenozoico, mientras que la parte superior aparecen depósitos asociados a una terraza marina (entre +8 y +11 m) del Pleistoceno Superior, datada en 95 ka y asignada al MIS 5c (Zazo et al., 1999), cuya continuidad se ha constatado y cartografiado en el Proyecto.

La ensenada de Valdevaqueros se debe a un cambio en la dirección de la costa de NO-SE a NE-SO de origen tectónico (Zazo et al., 1999), conformándose como una zona protegida de los vientos de poniente; los frentes de oleaje refractados y disipados redistribuyen los materiales arenosos formándose otra barra o flecha litoral que cierra, en el fondo de la bahía, la ut:st:mbucauura del río del Valle, dando lugar a una

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pequeña laguna litoral intermareal con marismas, por infiltración a través de la barra arenosa.

Sobre la margen occidental de esta ensenada aparece la gran duna de Valdevaqueros, edificada por los aportes de arena arrastrados por los fuertes vientos de levante desde la playa situada inmediatamente al SE. Su origen y desarrollo inicial (artificial), se debe a las labores de retención de arena (empalizada y reforestación) llevadas a cabo durante los años 1938-1940, llegando a sobrepasar su coronación, en el 1990, los 30 m de altura (Gracia y Benavente, 2000).

El abandono posterior de las labores de mantenimiento anual en la empalizada de cañizo situada sobre la cresta dunar, debido a un cambio sobre sus competencias administrativas, junto con otras actuaciones poco eficaces, dieron lugar al progresivo avance y movilización, monte arriba, desde su posición inicial hasta alcanzar en el 2004 la carretera A-2325 a Punta Paloma (Zendrera, 2012). A partir del 2011, es cuando la duna empieza a enterrar la carretera a lo largo de su cara de avalancha, con un frente que supera los 500 m de largo. Desde entonces dicha carretera se despeja mediante una excavadora que va limpiando y traspasando la arena al otro lado de la carretera, por lo que la misma, actualmente, discurre por el fondo de una trinchera arenosa amenazada desde sendos márgenes.

ISLA DE FORMENTERA

La tercera zona, dentro del ámbito insular de la Comunidad Balear, corresponde concretamente a la isla de Formentera, habiéndose elegido ésta por su mención expresa en la nueva Ley de Costas: Disposición adicional cuarta. Deslinde de la isla de Formentera: " ... debido a la especial configuración geomorfológica de la isla de Formentera ... "; haciéndose referencia además, para su inclusión dentro del DPM-T a dos aspectos: 1) "Al espacio alcanzado por las mayores olas en temporales ordinarios, entendiendo como tales, los que se han repetido, al menos, en tres ocasiones en los cinco años inmediatamente anteriores al momento del deslinde"; y 2) "playas formadas por arenales o pedregales en superficie casi plana, con vegetación nula o escasa y característica".

Formentera muestra una configuración orográfica peculiar, representada por dos relieves destacados a modo de mesetas, La Mola (al este) y Sant Francesc (al oeste), unidos por una franja estrecha con dirección NO-SE de baja altura y de unos 2 km de anchura.

La Mola aparece limitado por espectaculares acantilados prácticamente verticales, que sobrepasan los 100 m de altura. Tanto estos acantilados, como los que flanquean el extremo meridional del promontorio 1Ii: Sanl Franci:sc (Cap lit: Barbaria), Si: hall i:xcluillu del proyecto.

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El relieve de Sant Francesc presenta una progresiva disminución altimétrica en sentido NNO, por lo que su extremo meridional presenta abruptos acantilados, que van perdiendo cota hacia el noroeste, hasta transformarse insensiblemente en una costa baja con dos lagunas costeras: los estanys d'Es Peix y Pudent.

Hacia el extremo noroccidental de dicho relieve, desde la Punta de sa Gavina, el litoral se conforma como una plataforma rocosa suavemente inclinada que acaba cortada en un pequeño acantilado sobre el mar; a lo largo de dicho borde se han identificado y cartografiado acumulaciones de bloques métricos imbricados formando cordones, los cuales se disponen hasta una cota aproximada de +8 m s.n.m. y desplazados unos 50 m, tierra adentro, del borde acantilado (entre 3 y 5 m de altura) de donde proceden. Estas acumulaciones consideramos que deben ser semejantes a las citadas en las islas cercanas (Roig­Munar et al., 2014) e interpretadas como debidas al oleaje de fuertes temporales y/o de tsunamis.

Morfológicamente, el estrecho corredor central que une los citados promontorios, posee un relieve suave y alomado, con una altura media de 15 a 20 m sobre el mar. Está constituido en su mayor parte por un complejo de sistemas dunares antiguos (relictos) normalmente cementados, entre los que se intercalan suaves depresiones con limos rojos y encostramientos carbonatados, presentando perfiles litorales bajos. Así, el litoral septentrional es de carácter rocoso y con escasa playa, mientras que el meridional, denominado Platja de Migjorn, presenta extensas playas arenosas alternando con tramos rocosos. Al norte de Sant Francesc también aparece un bajo y estrecho cordón con forma triangular, constituido igualmente por dunas cementadas y largas playas arenosas con discretos cordones dunares actuales asociados; entre éstas morfologías, llegan a desarrollarse pequeñas depresiones con lagunas interdunares más o menos temporales. Playas y dunas se prolongan hacia el norte, hasta converger en el paraje de Es Trucadors, extremo más septentrional de Formentera.

Todos estos depósitos eólicos cementados, glacis y brechas rojas encostradas corresponden a depósitos fósiles, que no guardan relación con la morfología litoral actual de la isla, habiéndose originado en un periodo de clima frío, con un nivel marino bajo, que facilitaría la exposición, en la plataforma desecada, de extensas superficies arenosas, y su movilización eólica hacia la antigua línea de costa. Ante la falta de dataciones absolutas en dichos materiales, y teniendo en cuenta las relaciones laterales y verticales que presentan con otros depósitos, se han atribuido en este proyecto, al Pleistoceno Superior por correlación con depósitos similares descritos en Menorca (Pomar et al., 2013), donde recubren totalmente un sustrato que corresponde a depósitos marinos (calizas y calcarenitas) o continentales (limos, arenas, brechas y paleosuelos rojos) del Tortoniense y a las areniscas

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calcáreas o "marés" (playas y dunas antiguas cementadas) asignadas al Pleistoceno Inferior. Depósitos de marés (s.s.) sólo se han reconocido en afloramientos puntuales del litoral, como los de Cala en Baxter, y en el extremo suroriental de la playa de Migjorn, en la Punta de sa Fragata.

La consideración de "especial configuración morfológica de la isla" y las excepcionalidades mencionadas en la Ley, las interpretamos, después de llevar a cabo el trabajo de campo, como la dificultad de diferenciar entre dunas antiguas o relictas y dunas actuales y, el papel de las primeras respecto a garantizar la estabilidad de la playa y la defensa de la costa, para incluirlas, o no, en el dominio público. De igual modo se constata la coexistencia de playas arenosas o de cantos y de afloramientos rocosos de distinta magnitud e incluso, la existencia de suaves rampas o plataformas rocosas intermareales que deberían incluirse, dentro del mismo concepto, como playas "rocosas", tal como se contempla en el Manual de Instrucciones Técnicas para la realización del Deslinde del DPM-T (MMA, 2006).

Respecto al alcance de las mayores olas en temporales ordinarios, habría que considerar el origen de los bloques imbricados mencionados, y la presencia tanto de vegetación halófila como del lapiaz litoral debido al spray marino.

REFERENCIAS

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