arquitectura 19 - 1917

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1 ' ' 1 t ' 1 ' 1 ' ' ' 1 ¡ ' \ 1 1 ' ' ' 1 1 ' '1 1 ¡ ' 1 1 ' SI G p ose :=Qnr1que o o N cumplimiento de un deber ineludible AHQUT- 'l'EC'l'URA consagra en sus páginas un mod esM re- cue rdo al Maestro insigne, - gloria de las letras caste1lanas; honra de la América; orgullo de su patria , - que ha caído para si empre, en la mitad de su carrera, le jo s ele su tierra natal, en 'la isla encantada que sedujo un día la ambición de Atenas, junto al mar Tirreno que guarda en sus ondas azules los r ecuerdos seculares de la vieja Italia, cuna de la raza latina que tuvo en el alma selecta de Rodó un magnífico exponente de su genio. Su inteligencia ampliamente compre nsiva, abierta, - como el palacio legendar io del monar- ca oriental, - a todos los vien- tos del espír itu; vibrante, - como una placa de sonoridad exqu isita, - a todo noble senti- mient _o, tuvo una de sus excel- sas manifestaciones en su amor por las artes bellas, su simpa tía por los artistas gen iales, su ad- miración por sus obras inmorta- les . que traduj o en admirables "diálogos de bronce y mármol". Esa faz de su compleja perso- nalidad es la que atrae par .ticu- l armente nuestro comentario . D e los múltiples aspectos que ofre- ció su talento de sorprende nte amplitud al adaptarse a la s ma- nifestaciones superiores de la vi- da, como pensador profundo ; como moralista, sembrador .de las más sanas ideas; como li- terato no superado en la magia de su estilo ; como hom- bre público que sirvió con lealtad a su patria, - de todas las modalidades en que se manifestó su intensa activi·dacl intelectual, ninguna adquiere lnayor relieve para exigir el homenaje de ARQUITECTURA que la firme tendencia que ori entaba su atención hacia las cosas de arte. . En los capítulos admirab les de "Proteo" , - en los pa- noramas que el Maestro contemplara desd e el " Mirador de Próspero", - en las páginas que enviara desde el Viejo Mundo como impresiones · de su viaje tan fatal- mente interrumpido, - en las concepciones todas de sn pluma privilegiada, entre la urdimbre delicada de su estilo inimitable, a través de los clásicos perfiles con que su mano de orfebre daba forma a los pensamientos su blimes, se deja ver siempre. palpitante de .emoción y de simpatía, el sent imi ento artístico que animaba su espí ritu ansioso ele luz y de belleza que abrazaba las ob ra s. her mosas y Jas nobles ideas y las buenas acciones en un mismo intenso y generoso af.ecto. Gl Caracterí s tica notoria ele su personalidad fué su pa- sión por la madre Grecia, su culto fervoroso por el ideal helénico, su admiración por el pueblo inr ..:omparable que, - en una hora feliz para la humanidad, - reunió en síntesis jamás renovada, el desarrollo armonioso del cuerpo y el cultivo elevado del espír itu. E sa comunidad de sentimientos con "la raza por quien empezó a ser obra de hombres la belleza ·', implicaba asi- mismo su amor por el arte, que levantó en aquella tierra preferida de los dioses las pie- dras serenas de los templo s y los mármoles sin mácula · de las estatuas que reinan desde hace siglos sobre el . mnndo de las for- mas por la indiscutida sobera- nía de sn belleza inefable. ¿Quién ha dirigido a las crea- ciones del arte un himno más lleno de unción, una 'invocación más conmovedora que la que es- cribiera Rodó sobre " los már - moles sepultos"? Su pluma, - dominadora .ele la fo1:1ma, - na- rra allí la gloria de " los dio- ses que, en siglos de arte, esculpieron los cinceles de Ate- nas, de Sicione y de Pérgamo , .. Allí predice la suerte venturosa de los sepultados despojos · de mármol que " de su actual se- pulcro resurgirán un día en la deslumbradora ple nit ud de su belleza " . Y allí, sobre todo! en- tona con en1oc ión profunda, la elegía ele "lo s que no resucitarán jamás" . .. Su vida, truncada en la cúspide, la producción se l ecta de su genio, interrnmpida para siemp re ¿no constituyen, por ventura , la más hermosa obra ele arte? Un perfecto equilibrio, una armonía constante enlaza su obra serena y fecunda. saturada de acción y de optimismo, impreg- nada de generosidad y de e ntu siasmo, con su existencia tranquila de hombre bueno que ignora su grandeza para lle nar, con sublime sencillez dentro ele la agitada col- mena humana el papel que sus super iores cualidades le s eñalan junto al esfuerzo común de sus contemporáneos . Arte fué su vida, arte fué su obra, consagradas ambas al culto de la belleza suprema, - la 'tnoral, - que él ansió ver arraigada en el corazón de la juventud de América, ideal augusto, simbolizado en "la imagen dulce y s erena de Ariel" a ,cuyo servicio vinculó la potencia de su numen que sembró a ma.nos llenas, envueltas en el ropaj e magnífico de su p.rosa incomparable, las simient es ge neradoras de perfección y de progreso. '

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José Enrique Rodó / Andrea Palladio / Un monumento funerario / Un hotel privado / Higiene de la habitación / La arquitectura colonial / La enseñanza de la arquitectura en Estados Unidos / Estudios de Arquitectura / Un proyecto interesante / Crónica

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Page 1: Arquitectura 19 - 1917

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N cumplimiento de un deber ineludible AHQUT­

'l'EC'l'URA consagra en sus páginas un modesM re­

cuerdo al Maestro insigne, - gloria de las letras

caste1lanas; honra de la América; orgullo de su patria, -

que ha caído para siempre, en la mitad de su carrera, lejos

ele su tierra natal, en 'la isla encantada que sedujo un día la

ambición de Atenas, junto al mar Tirreno que guarda en

sus ondas azules los recuerdos seculares de la vieja Italia,

cuna de la raza latina que tuvo en el alma selecta de Rodó

un magnífico exponente de su genio.

Su inteligencia ampliamente

comprensiva, abierta, - como

el palacio legendario del monar­

ca oriental, - a todos los vien­

tos del espír itu; vibrante, -

como una placa de sonoridad

exquisita, - a todo noble senti­

mient_o, tuvo una de sus excel­

sas manifestaciones en su amor

por las artes bellas, su simpa tía

por los artistas geniales, su ad­

miración por sus obras inmorta­

les .que tradujo en admirables

"diálogos de bronce y mármol".

Esa faz de su compleja perso­nalidad es la que atrae par.ticu­

larmente nuestro comentario. D e

los múltiples aspectos que ofre­

ció su talento de sorprendente

amplitud al adaptarse a las ma­

nifestaciones superiores de la vi­

da, como pensador profundo ;

como moralista, sembrador .de

las más sanas ideas; como li­

terato no superado en la magia de su estilo ; como hom­

bre público que sirvió con lealtad a su patria, - de todas

las modalidades en que se manifestó su intensa activi·dacl

intelectual, ninguna adquiere lnayor relieve para exigir el homenaje de ARQUITECTURA que la firme tendencia que orientaba su atención hacia las cosas de arte. .

En los capítulos admirables de "Proteo", - en los pa­noramas que el Maestro contemplara desde el " Mirador

de Próspero", - en las páginas que enviara desde el

Viejo Mundo como impresiones ·de su viaje tan fatal­mente interrumpido, - en las concepciones todas de sn

pluma privilegiada, entre la urdimbre delicada de su

estilo inimitable, a través de los clásicos perfiles con

que su mano de orfebre daba forma a los pensamientos

sublimes, se deja ver siempre. palpitante de .emoción y

de simpatía, el sentimiento artístico que animaba su

espíritu ansioso ele luz y de belleza que abrazaba las

obras. hermosas y Jas nobles ideas y las buenas acciones

en un mismo intenso y generoso af.ecto.

Gl

Característica notoria ele su personalidad fué su pa­

sión por la madre Grecia, su culto fervoroso por el ideal

helénico, su admiración por el pueblo inr..:omparable que,

- en una hora feliz para la humanidad, - reunió en

síntesis jamás renovada, el desarrollo armonioso del

cuerpo y el cultivo elevado del espíritu.

E sa comunidad de sentimientos con "la raza por quien

empezó a ser obra de hombres la belleza · ', implicaba asi­

mismo su amor por el arte, que levantó en aquella tierra

preferida de los dioses las pie­

dras serenas de los templos y los mármoles sin mácula ·de las

estatuas que reinan desde hace

siglos sobre el .mnndo de las for­

mas por la indiscutida sobera­

nía de sn belleza inefable.

¿Quién ha dirigido a las crea­

ciones del arte un himno más

lleno de unción, una 'invocación

más conmovedora que la que es­

cribiera Rodó sobre " los már­

moles sepultos"? Su pluma, -

dominadora .ele la fo1:1ma, - na­

rra allí la gloria de " los dio­

ses que, en ~eis siglos de arte, esculpieron los cinceles de Ate­

nas, de Sicione y de Pérgamo , ..

Allí predice la suerte venturosa

de los sepultados despojos ·de

mármol que " de su actual se­

pulcro resurgirán un día en la

deslumbradora plenitud de su

belleza " . Y allí, sobre todo! en­

tona con en1oción profunda, la

elegía ele "los que no resucitarán jamás" . ..

Su vida, truncada en la cúspide, la producción selecta de su genio, interrnmpida para siempre ¿no constituyen,

por ventura, la más hermosa obra ele arte? Un perfecto equilibrio, una armonía constante enlaza su obra serena

y fecunda. saturada de acción y de optimismo, impreg-

nada de generosidad y de entusiasmo, con su existencia

tranquila de hombre bueno que ignora su grandeza para

llenar, con sublime sencillez dentro ele la agitada col­mena humana el papel que sus superiores cualidades le

señalan junto al esfuerzo común de sus contemporáneos.

Arte fué su vida, arte fué su obra, consagradas ambas

al culto de la belleza suprema, - la belle~a 'tnoral, - que

él ansió ver arraigada en el corazón de la juventud de

América, ideal augusto, simbolizado en "la imagen dulce

y serena de Ariel" a ,cuyo servicio vinculó la potencia de

su numen que sembró a ma.nos llenas, envueltas en el

ropaje magnífico de su p.rosa incomparable, las sim ientes

generadoras de perfección y de progreso.

' •

Page 2: Arquitectura 19 - 1917

• 1

• •

LOS MAESTROS DE LA ARQUITECTURA

• •

• n re a a 10

(Confinuací6n del núm !I'O anleri01•) •

ALLADIO supo imprimir a todas sus obras sello tan personal que. a pesar de la variedad que las distingue, son inconfundibles por sus

rasgos de sobria elegancia y armoniosa proporción. •

Son el justo medio entre el arte de Venecia ~el egante en su riqueza, rayana en aparatosidad, y el de ' la Ro.ma coetánea de severa grandeza y estricta corrección, pero de austera sobriedad en ocasiones. Palladio ha sabido uni r en sus palacios de Vicenza, la gracia del Sansovino en la Librería de Venecia, a la correcciótt bramantesca del palacio de la Cancillería . y a la grandeza majestuosa ele Sangall o en el Farnese'.

Las villas Las villas erigidas por Palla·dio en el de la Véneto para su aristocrática cliente1a ex-

campiña véneta , , 1 . presan aun con mas e ocuenc1a que las re-

sidencias de Vken za la flexibilidad de su talento y su adaptabilidad a las exigencias del me-dio en ·que le tocó actuar . De poca altura en relación a la superficie que ocupan, general'mentc discretas por la noble sobriedad de su aspecto exterior, son principalmente interesan­tes por su planta equilibrada, de exagerada simetría muchas veces, pero reveladora siempre de un detenido estudio y de un dominio pleno de la .composición ar­quitec.tónica en que fu eron maestros los romanos a cuya ciencia Pallaclio rinde homenaje una vez más.

Limitaremos nuestra relación a unos pocos ejempla-•

res, las más típkas y conocidas villas que en nuestros días, son otras tantas etapas selectas de peregrinación artística, sitios deliciosos donde se adunan armoniosa­mente el encanto de ·una campi,ña sonriente y la belleza de la creación humana que el arte excelso de Palladio

forjó. '

Villa En prim·er término debe figurar la villa Capra o Rotonda Capra conocida vulgarmente con el nom­bre de Rotonda. E s la obra más característica del clasi­cismo palladiano, la que más se ajustó a los principios -teóricos, hoy desprestigiados, deducidos del estudio de las obras antiguas, la 11nás .loada por los neo- clásicqs que tanto exageraron -el r igor de esos principios y que

' hidéron de e'IJa el modelo ,inimitable por la armonía de su composición, por la pureza d e sus líneas, por la proporción de sus pórticos, por su simetría rigurosa. Inspirada e n el Panteón de Roma, se compone de una

(j2

gran sala circular cubierta con una cúpula a cuyo al­red~dor están dispuestas ocho salas rectangulare~ gran­des y pequeñas separadas dos a dos por las entrada. que dan acceso a la sala central .desde cuatro pórticos cxásV!os situados en los ejes de los frentes. La cons-

. ,, truccwn presenta un aspecto exterior de absoluta si-metría que el mismo Palladio justifica en \el libro segundo de su tratado "en razón de gozar por cada una de sus partes de hermosísimos panoramas ele lo. que unos son de perspectiva próxima, algunos más lejanos, otros limitádos por el hori zonte por lo cual

se han dispuesto pórticos en todas ellas". (*) Y esta disposición tan ensalzada por unos como com~batida por otros mediante razonamientos a priori, Palladio ex­plica por exigencias de armonía con el ambiente, como lo haría el arquitecto moderno más libre de prejuicio principistas.

V.

11 V

1 Próxima a b anterior, también ·en los

a a a marana · alrededores de Vicenza, en las faldas de .

los montes Berici, está la villa Valniarana, menos pre-tenciosa que la Rotonda, pero más atrayente, sin duda, a pesar de su menor celebridad. André Maure], el es­critor ya citado, palladiano entusiasta que califica a la Rotonda '<le "curiosa más que interesante c reación cu·yo menor <!efecto no es su aspecto -de t emplo, h a­

biendo sido construída para villa", afirma a ecidida­mente que " es en la Valmarc:Lna donde Palladio da una prueba definitiva de su genio, de su inteligencia prodi ­giosa que desdeñando la hipérbole y lo florido, se ciñe a construir para el uso propio de las cosas. . . Es el lugar d el reposo, del aire puro, de ,¡a paz, de la expan­sión. No fatiga al espíritu refinamiento alguno. Amplios espacios, planos lisos ; ¡todo para la utilidad y los brazos extendidos ! Sólo los grotescos del muro y el frontón que se levanta, como un labio que sonríe, tienen alguna expresión: es preciso distraer al que Uega, mostrán­dosele amigo y hospitalario". (*)

De disposición muy simple, consta de un pabellón cen­tral con un piso altó, precedido de una terraza a la

que .da acceso una escalinata. Adosa·da un ala ·circul ar.

(*) Palladio. - Trattato di Archi tettura. Ed. 1828. L ivorno. Libro Secondo, pág. 31.

(*) André Maurel. - P etites viltes rl'Italie. Vol. I , pág. 2r2 .

Page 3: Arquitectura 19 - 1917

,

-----==·~=--

• •

ARQUITECTURA

cubierta de un pequeño domo . . \lgo distante, la "oran­

gerie ", otro pabellón de aspecto rústico que encuadra

los jardines.

VILLA CAPRA O ROTONDA

Los frescos con que decoró más tarde el Tiépolo su

interior, han contribuíclo a su mayor fama . . \lejánclonos de esos alrededores de Vi­

Otras villas cenza testigos del heroísmo de los com-en el Véneto

pañeros de Daniel ~[anín que en 1 el die-

ron su vida por la natria, encontramos como más im-~ -

portanles: las villas ele los Pisani en 1\tfontagnana. cerca

de Lcgnano, y en Bagnoli, al Sur de Padua hacia el •

~ \dige; la de los Foscari, en la ~f alcontenta sobre el Drenta; las de . \ngaran, cerca ele Bassano; Emo, en

Fanzolo , cerca de Castelfranco, y Darbaro ('hoy Gia­

comclli ), junto a l\ laser, en las estribaciones de los

~ \lpes Cárnicos. Villa Barbaro Esta última, sobre todo, es interesante

en Maser conocer. Los hermanos Darbaro. Daniel

el patriarca ·de Aq uilea y su hermano 1\iarco Ant onio, el patricio, sus felices propietarios. llamaron a Palla-

dio que la concibió y realizú tal como ha llegado hasta

nosotros. Conservada milag-rosamente en medio de

nna r egi<'>n frecuentada por invasores extranjeros, sirve

ele relicario a la obra incomparable de Paolo Veronesc, admirable conjunto decorativo que embellece todas las

salas de la villa, descollando con justicia entre las me­

jores producciones ·del pintor más representativo de ]a

magnifkencia veneciana. Un J)abellón central en resalto precediclo ele una

escalinata y decorado en toda la altura de su fachada

con cuatro columnas jónicas que encuadran sn aber~

turas y sostienen un frontón, encierra en su interior las salas principales, las escaleras de acceso al piso alto y las 'Ci rculaciones continuadas luego en direcciún per­

pendicular por galerías simétricas terminando en sus

extremos por otros dos pabellones destinados a depen­

dencias. D etrás el ja rdí n, a nivel de las habitaciones del prime r piso en línea con las galerías citadas y en él

dispuesta en eje con la construcción principal una fuente.

y luego un muro en hemiciclo decorado con ni­

chos en cuyo centro aparece entre dos atlantes la en­

trada a la gruta de Neptuno. Y por fin, como fondo.

las faldas umbrosas ele la montaña. Es un sitio ame­

nísimo donde la munificencia de los Barbaro operó por

intermedio de Palladio la más armoniosa unión de la

naturaleza y del arte. Citemos una vez más a André

::\laurel. "Un acuerdo ad mirable ele los lugares preside

así la forma general y sus detalles, el pabellón central

para la ostentación, los pórticos para captar el calor

atenuando sus rigores, el reposo de las noches fre scas,

b uscando al norte la tibieza de los bosques rampan­

tes". (*) Y antes de entrar a estudiar las igle-

La Capilla . · 1 d 1 V

.11

M stas de Venecm que nos muestran a ->a-e a 1 a aser

llaclio en una faz tan interesante de su

obra fec unda como distinta de las ya estudiadas, y a

modo de transición - si ésta cabe entre obras tan di­

versas- debemos mencionar la capilla (tempietto) de

-

-

VILLA BARBAR.O EN MASER (H oy Giacomttlí)

J.fl N~ J.fl,

-

... ~~ f.~~7.J~~ 4 J._ .... :;

• p .71

·~

~ . •• • ..

(;---• ' .. ) . ,'- ...... } ~

~ ...

._------------~~------~ . .. . •

P lanta de la ViUa Barbaro en Mas~r

la villa ::\{aser, no muy distante de ella, en la que Pa­

lladio aplica las fo rmas de la antig üedad tan de su

afecto, haciendo un Panteón en miniatura, al que quita, (*) André Maure l. - Quinze jours a V cnise, pág. 173.

Page 4: Arquitectura 19 - 1917

i

• 1

l

• • •

ARQ UIT ECTURA

sin embargo, su solemnidad y abe imprimir la gracia

por pequeños detalles decorativos. Tales son, las guir­

naldas que unen los capiteles corintios del pórtico, las torrecillas que preceden la cúpula, - a la manera de las

que más tarde agregará rl Bernino al Panteón de

. \gripa, - las dos estatuas encuadrando la escalinata

ele acceso: detalles todos que sugieren 1a vecindad de la alegre villa ele crita, en cuya proximidad fué levan­

tada por orden de ~rareo .\ntonio narbaro en me­

moria de u hermano ya muerto, el patriarca de .A.:quilea.

Las Iglesias Nos acercamos al térmi.no de nuestro . de Venecia viaje. Partiendo de Vicenza, el ve~dadero

cen tro de producción pallacliana, h emo hecho luego

una excursión por sus pintorescos suburbios. para con­tinuar por lo de otras ciudades del Véneto, Padua.

Verona o Treviso, donde el ilustre arquitecto dejó para siempre impresa la huella de su paso; terminare­

mo en la ciudad ducal donde su genio no va a ser • •

comprendido por exótico y también - ¿ por qué no cie-ci rlo? - por inadaptable a la aparatosidad magni fi- ·

cente de la reina del Adriático.

T EMPLETTO DE LA VILLA BARBARO EN MASER

l >alladio es llamado a V e necia cuando ya e ·taba en

todo el apogeo de su fama, a la mitad de su carrera

artística. Oigamos una vez más al autor tantas veces citado: "Pallaclio tuvo la audacia de perseguir la

grandeza por medios no solamente desconocidos de

los vene<:ianos, sino que, má aún, debían escapar a

su a lma material ·" Yanidosa. Llamaron a Palladio por­que tenía éxito y ellos iban al éxito como todos lo

ricos. Érase muy snob en Venecia .... Hablándose . tanto de él, debía ser bueno. Pero lo de comprenderlo,

era otra cosa. La fachada de San Giorgio l\Iag­giore la amamos ho.'' .'r la e ncontramo sob·::-rbia. Xo nos imaginamos ningún monumento se m ejante a la Librería en su lugar. Pero tengamos cuidado que nuestra edu<:ación greco- romana no nbs predisponga

a ello. Una vez la boga pasada, muerto Palladio, Ve-

64

necia se apresurará a erig1r la Salu t e " . Y más abajo

j usti ficanclo a Venecia nos dice toda vía: " al pie de los

.-\!pes y a las puer tas de Oriente no podía participar en

SAN GIORGIO MAGGIORE - F achada

un de ·pcrtar (el Renacimiento del siglo XVI) cuya

pureza clásica le e capaba. La Venecia negociante no

podía comprender lo que no brilla; la Venecia ele lumi­

nosidad tan tenue y tan cambiante debía po ce r un arte

sutil y torturado en sus forma s ". (*) La obra de Palladio, s in embargo, hubiera quedado

incompleta sin las iglesias venecianas. La iglesia es

en efecto. durante el período .del Renaci·miento, el tipo

arquitectónico de composición más compleja, donde

existe mayor número de p roblemas a re olver. Las etapas todas de tan floreciente época de renovación artística están señaladas por otro tan tos progresos en

la solución de tan noble tema. Así Brunellc. chi con

la cúpula de Santa ~Iaría del Fiori marca el primer paso y en seguida Alberti con an Andrés de ~1antua

el segundo. Bramante, Sangallo y 'Miguel Angel cons­

tituyen otra serie de jalones con sus sucesivos pro­yectos de San Pedro, de cada uno de los cuales va a

tener alguna cosa el definitivo. Por fin Vignola con

el Cesú y Palladio con el Reclentore van a marcar las etapas finales clausurando el cicl o evolutivo. T odo lo

que seguirá has ta nuestros días podrá s iempre refe­rirse a cualquiera de los tipos señalados . .

Las tres fachadas ele San Giorgio, San France co

alle Vigne y Redentore no difieren rfunclamentalmente.

A las vacilaciones de sus predecesores para adaptar a

la nueva estructura un frente que netamente la acu­

sara, Palladio pone fin, encarando resueltamente el

problema y resolviéndolo con valentía. Aplica los ór­

denes a la fachada en toda la adtura ele ésta a la man~ ra

de Alberti en ,SJ.n Andrés; pero más lógico, hace de

la fachada la expresión sincera de la disposición in­

terna: su silueta exter ior revela la sección tran versal;

la inclinación de sus fronton es señala la pendi ente de

(*) André Maure!. - Quinze jours a Vcnise, págs. 145 y q6.

,

1 •

Page 5: Arquitectura 19 - 1917

ARQUITECTURA

los te·chos; la separación neta y pre·ci'sa entre los tra­mos verticales del frente i'ndica las divisiones interio­re·s en sentido longitudinal; el pórtico central formado por el orden colosal que sostiene el frontispicio y en­cuadra la puerta principal de entrada, acusa la nave;

Planta de la Iglesia del Redentor •

los tramos que lo limitan con las pilastras de menor altura sosteniendo los medios frontones, fo rman las cabeceras de los colaterales.

"Pero el gran atractivo de estas iglesias (San Gior­gio y el Redentor), dice Gromort, es la belleza de su disposición interior. Pare·ce que la proporción fuera allí omnipotente: rara vez el Renacimiento se ha mos­trado tan poco pródigo de ornamentos y rara vez tam­bién ha llegado con medios tan sencillos a un efecto tan impresionante". Y agrega refiriéndose al Reden­tor, la iglesia predilecta de lord Byron: " es la obra de esta época que en su nobleza tranquila, se acerca más a la idea que podemos formarnos hoy del cará·ct.er de un e·dificio religioso". (*).

Los proyectos de Palladio

y sus restauraciones

de ant guos monun.el1tos.

Muchos proyectos de Palladio queda-ron sin realizar. Es interes~nte exami ­narlos en su obra. " I quatro libri d' Ar­chitettura " o el'l las recopilaciones que· posteriormente se hicieron. Además de

los correspondientes a los tipos ya estudiados y que no llegaron a ejecutarse, entre otros los palacios An­garano y Della Torre, en Vicenza, otro para Venecia, la villa Mocenigo, la fachada para San Petronio de B0lonia, figuran sus proyectos de puentes.

Del más importante de todos dice el mismo Palladio en su tratado: "Bellísima, a mi juicio, es la invención del puente que sigu·e, y muy acomodada al lugar donde se debió edificar, que era en el medio de una ciudad de las mayores y más nobles de Italia y metrópoli de mu­chas otras ciudades donde hay grandísimo tráfico, casi de todas partes del mundo. El río es anchísimo y el puente debía estar en el sitio mismo donde los comer­ciantes se reunen a tratar sus asuntos. Pero para con- 1

servar la grandeza y dignidad de la Ciudad y para producirle todavía gra·ndísima renta, yo hacía sobre el puente tres canes en el sentido de su anchura: la del medio amplia y hermosa, las otras dos, una por cada banda, algo menores. De una y otra parte de estas calles

(*) Georges Gromort. - L 'architecture de la Renaissance en ltallie. pág. 135.

65

ordenaba las tiendas de manera de disponerlas en seis filas . Además de esto, en las cabeceras del puent·e y en el medio, esto es sobre el arco mayor, disponía los pórticos donde se reunirían los mercaderes a negociar, aportando comodidad y belleza grandísima. Varias gra­das se disponían para subir a los pórticos de los extre­mos, a cuyo nivel estaría el suelo de la parte restante del puente". (*) Tan hermoso programa está sober­biamente realizado en el proyecto que nos presenta y que parecía estar destinado a unir las dos riberas del gran Canal en Rialto. Allí mismo ·se erigió algo más tarde el puente que hoy existe y que ·manteniendo las tiendas proyectadas por Palladio, bien que dispuestas sólo en dos filas a lo largo de la ·calle central, es de composición muy diferente y de mérito artístico in­comparqblemente inferior.

Quedaría trunco este estudio sobre el egregio ar­quitecto sino hiciéramos una mención siquiera de sus restauraciones antiguas, ya basadas en 'los datos del Vitrubio, ya en los que él mismo recogió en sus via­jes examinando los restos de las antiguas construc-

• c10nes romanas. En el segundo de sus libros, al estudiar la habitación,

nos presenta en diferentes proyecciones la casa de los griegos y la de los romanos, así como un tipo de villa ele estos últimos. En el tercero, conjuntamente con los de su invención, los puentes romanos: el Elio sobre el Tíber, el de Trajano sobre el Danubio, y las plazas por­ticadas de los griegos y de los latinos. Por fin, en el

' IGLESIA DEL REDENTOR - Interior •

cuarto, los templos paganos; el de .la Paz, el de Marte Vengador, el de Nerva, el de Antonino y Faustina, el de Venus y Roma, el de Minerva Médica, los de Júpiter en el Quirinal y en el Capitolio, el de Vesta, el de la Fortu~a Viril, el Panteón, el ~de Castor y Polux, el de

• la Concordia, el de Neptuno, el de y esta en Tívoli, los de Augusto en Pola, la casa cuadrada de Nimes. Y

• sólo a guisa de comentario diremos, que quien con esa conciencia estudió tan importantes obras, harto ca~

(*) Palladio. - Trattato di Architettura. E. 1828. Livorno. Libro terzo. Cap. XIII. pág. 32.

-

}

Page 6: Arquitectura 19 - 1917

1 1

• •

A RQU ITECT URA

pacitac.lo estuvo pa.ra utilizar sus . enseñaqzas en las obras maestras donde tan bien reflejó el espíritu de aquéllas así como para a entar su prestigio e influen­cia en las épocas que le . iguieron, consagra ndo :-u

fama de gran maestro.

Burckhardt, en el "Cicerone ", afirma que ningún ar­qu itecto ha penetrado más profundamente que él en la

esencia de los monumentos antiguos y M. R eymond,

llega a decir que es el arquitecto que ·encarnó de la

manera má compl eta el espíri tu del R enaómien to.

Influencia de ¿ \1 primer renacimiento de exuberan-Pallaoao en la cia ornamental - quatrocentesco italiano

arquitectura de - 1 F · 1 E · ' los t iempos plateresco e. pano, ranc1sco y nnque modernos Il en Francia, Tudor en Inglaterra, pe-

ríodos todos de transición en qu e las antiguas formas o

es tructurales no han desaparecido por completo, va a suceder en toda Europa un estilo, más directamente in pirado en lo cánones antiguo , que Bramante ini­ciará en Italia y que llegará al límite de su evolución

con Miguel ~'\ngel y Palladio en la segunda m itad del siglo XVI. Y mient'tas en Italia se rá la inUuencia de

~1iguel Angel la predominante. generándose el ba­t-roco que va a florecer principalmente en el ~ igl o si­

g uiente, fuera de la penín ul a la influencia palladiana

será m á eficaz. . España El e tilo g reco- romano o herre r iano

e pañol d eriva, e cier to, más directamente de Bra­man te y ele la escuela roma na que de P a llaclio al cual es anterior en varias obras - ¿\lcázar ele Carlos \ ' en

Cranada, Alcázar de Toledo - y contemporáneo en el Escorial la obra maestra, de J ua n de Herrera. ~i n em­

barg o, es el que representa en España e l principio pa­

lladiano, frente al barroqui mo que surgirá ya bien entrado el siglo iguiente con Crescenzi, y adquirirá

personería nacional con Clmrriguera. Francia En Francia, extinguidos Jos Valoi , aca-

badas las cruentas guerra~ religiosas, va a pr imar e l clasicismo, y desde el Luxemburgo, residencia de la RegeJlte italiana. y a traYé de los reinados de lo L uí-es . hasta las ob ras de Gabriel, . u predominio impedí rá

aparezcan la líneas torturadas del barroco. E s sabido que ei ro,c~ille francés l([Ueclará relegado ,a los in t eno­res o a los frentes de alguna. residencia privada .

1

Por lo demás, la influe ncia de Palladio es notor ia en la arquitectura de los iglos XVIJ y X\.ITl y en el L uxemburgo, en el Louvrc, en Yersailles. ~n los edifi ­cios de la plaza de la Concordia , o en las residencia del quartier ainl- Germain o de Burdeo en:ontrare­

mos en la variada aplicación de los órdenes las cliver-as cualidade de , ever idad, nobleza, riqueza o elegan­

cia que caracteri zaron las con, trucciones de \'icen za

cuyo autor fecundo iué mae tro en su expresión. Inglaterra Pero el pallacliani mo triunfa principal-

mente en Ing laterra. Al cao. Tudor sucede el R enac i­

miento razor.ado de J ones y de V\ ree n y la obra genial de estos dos artistas abarcando todo el siglo XV 11 . es ele tal trascendencia, a pesar de la evidente inspiración extranj er a, que su estilo arraiga para s iempre en la Tsla. haciendo escuela y nacionalizándose para no dejar

66

de ejerce r c u adelante su influencia. El único trozo con, truído del \:Vithethall y el hospital de Greenwich tienen a finida d indiscutible con las obra de Palladio.

cuyo tratado de arquitectura es fama llevaba Iñigo J o­nes iempre consigo. Por lo de .ná . u mentor no en­

t orpeció la libre man ifestaciún de u genio, que al decir

de Vv. Amstrong, fué creador de una nueva forma de arquitectura a la que luego Cristopher \N reen clarú la

flexibilidad adecuada, adaptándola en sus numero. as

obras a la. nece idade. de la vida inglesa. Y el arte moderno ele .:\orman .. ~ha\\" en u e\·olución

• hacia el de los dos g rande arquitectos ingle ~ , ha producido una erie de edificio. que, en la actualidad .

mantienen prestigiosamente en la capital del Reino Unido la influencia de Palladio por su intermed io.

Neo-clásico y eclécticismo contemporáneo

-Cuando en el tran curso del siglo X\ 'I 11

se inicia el neo- clá ico en Ita lia para repercutir luego en los demás paí ~ e de

Europa, son lo principios y cualidarl r.;; de proporción, armonía, simet ría, obriedad ~rnamcnta i,

pureza de líneas, los que prevalecerán; pero la exagera­

ción de es to principio produce un arte tan frí o e inexpresivo como co rrecto, que en la inmutabilidad de

su t eoricismo lleva el germen ele su próximo fin . De~­

prestigiado, el ro man ticismo tra ~ el ojival corno reac­ción. Por fin, en el eclectici mo de los últ imos ti em­

pos, Palladio e jerce influencia preponderante, que ana ­lizada con det enimiento podría ser de grancJ :~ s proyec­

cion es ! ' motivo de un estuclio especial bien inte resan te

t?Or cierto. Hasta en las nueva. orientacion ~s d~ la ar­quitectura hacia la búsqtt~da de formas m ft. rn armo-

o

•••••• •

< •

' 1

PROYECT O DE PUENTE MONUMENT A L

nía con lo nuevos mate rial e· y procedimientos con~­

tructivos, son los principio de su escuela los que dan la pauta y s irven de guía al criterio y de freno a los desborrles de la imaginación.

• ELZEARJO Bmx.

Page 7: Arquitectura 19 - 1917

LEONARDO BISTOLFI, Escultor

Una de las obras más hermosas \' artísticas del Cemen-•

terio del Buceo es indis,.:utiblementc la que el ilustre es-cultor italiano Leonardo Bistolfi ha realizado para el se­pulcro de la familia (;iorello. En ella el gran poeta clel

r

lteva como en triunfo de devoción el cuerpo del difunto querido. lo forman los hombres fuertes, curvados bajo el pe:--o del féretro; las mujeres, doncellas y madres. que aportan el homenaje de su~ lágrimas y de us plegarias;

1

1

" •

'

SEPULCRO DE LA FA~ILIA GIORELLO EN EL BUCEO . BistoUi, Escultor

mármol ha reproducido una vez mú::. el solemne. el intenso dolor humano que acompaña al misterio de la :\ r uerte, con esa serena grandeza. con esa sugestiva belleza, que dan la expresión imponente de todas -;us obras de maestro. La composición se ha inspirt•do en t'l momento en que los obreros de la fábrica recibían el cuerpo del que había sido su jefe amoroso. para transportarlo al Cementerio en corte jo, rodeflndolo d<' afecto _\· d(' dolor. El g-rupo que

() 7

lo:-. niños l!Uc ayuuan transportando las guirnaldas de flores \' los velos ondulantes. Y todos se sienten domi--nadas por un impulso único de reconocimiento al muerto. E::.te es el poema ttue Bistolfi ha e!'culpido en el mármol \ iYificando la materia compacta por el sentimiento de dolor que irradia de todo el armónico conjunto del monu­mento.

E. P. B.

Page 8: Arquitectura 19 - 1917

'

'

1

.. 1

1

. " • r1va o te n . o CH. GIRAU;L T y L. CHIFFLOT. Arquitectos

1

N números anteriores hemos publicado el proyecto

primitivo del edificio cuya planta definitiva, junto con fotografías de las fachadás y algunos interiores

'

aparecen en la presente revista. Pocas palabras son necesarias para explicar la plant¡,

,

por~que o~rece u~a distribución de una claridad notable.

Comparándola con la primitiva, obsérvase que ha sido reducida, pues en vez de ocupar toda la manzana, deja hacia la Plaza Zabala un jar.dín con patio de honor .

En el ángulo .de las calles 25 y !.0 de Mayo se halla

la bajada a cu~ierto para coches y automóviles, la cdal

forma un interesante motivo semicircular coronado por una terraza, detrás de la cual se eleva un esbelto belveder

de líneas armoniosas y serenas.

El gran .salón, la bi­blioteca y el billar dan lugar sobre la calle 25 de Mayo a una balco­

nada a la que corres­ponde en el piso alto

una loggia ·de colum­nas gem-inadas. En este

mismo frente, inmedia­to a la entrada, está el departamento del por­tero, claramente acusa­do al exterior.

... ..., ..;

<.,'<"

. -

¡·anco concuerdan con el

mente su ubicadón no le con junto del edificio. Posible­resulta favorable. S in duda al-

guna este edificio ganaría en alto grado si estuviera co­locado en una de las avenidas de la Capital, con algunos espacios libres en sus frentes, emplazado en los alrededo­res donde la vegetación le formaría un marco digno de su elegancia.

Sin embargo, aún en su posición actual, este hotel ofrece un aspecto externo que merece ser elogiado. Por

de pronto, ha de señalarse la franqueza de las soluciones

adoptadas que: como hemos observado anteri0'rmente, tradncen fielmente la distr ibución interior.

· Las cuatro fachadas del edificio presentan una \'arie­

1

' ' 1 . \

•• -_, o o/1

dad de puntos de vi s-.

ta que ha(:en modifi car o

su aspecto de una ma-nera ·pintoresca a medi­

da que cambia el lugar de observaci<;)n Todas ellas están tratadas en

estilo Luis XVI con gran seguridad en los perfi­les y una completa ar­

monía de sus líneas. La decoración está aplica­da con una sobriedad y

-.L-.<t- <-·+ . - - -.-. l

'Sencillez que no exclu­ye, antes por el contra­rio: subraya la elegan­cia del conjunto. En nuestro medio, ·donde los ignorantes han lle­nado la ciudad de fa-

l

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..: ~-r-u. ""-")lo : .. j..- § o -• r- -·-,

1 1 --- chadas sobrecargada -

. En la calle --5olís es­

tán situados varios dor­mitorios, como lo ates­tigua la sencillez ele­gante de la fachada. A la calle !.0 de :Mayo dan las piezas de servicio, • • cocina, etc., las cuales ' ____ - ·

.de ornamentos incone­xos colocados sin orden

CALLE ~

presentan un frente ' ni proporción alguna, bien caracterizado. r • PLANTA BAJA resulta agradable repo-

Esta fachada a la calle I.0 de Mayo ha debido sopor- sar la vista fatigada en un edificio en que domina la sim-tar muchas críticas de pa:rte de personas que no plicidad ornan1ental, que pone en valor las líneas de la

o

perdonan al arquitecto su sinceridad al demost rar arquitectura en vez de oblite~arlas con superfetadones o 1

claramente el interior, en vez de disfrazar los ser- tan fuera de razón como opuestas al buen gusto. vicios con una máscara que los hiciera parecer gran- , Este hotel~ proyectado por dos reputados arquitectos des salones. franceses, constituye una nota de arte ·en nuestro am-

E l hall central comunica con el patio de honor a tra~és biente metropolitano, un ejemplo· a imitar para los pro-de una loggia, -dando lugar a una fachad~ de excelente pietarios acomodados que están en condiciones de levan-

• efecto, flanqueada por dos cuerpos sa~ie~tes. tar una mansión de acuerdo con sus medios de fortuna,

Como una 1nuestra de la suntuosidad y buen gusto y una lección para que el público sepa conoce r las condi-•

de los interiores, regiamente amueblados, damos una vi~ta ciones verda.deras de la buena arquitectura y aprecie en del comedor y otra del gran hall. su justo valor las tendencias de los arquitectos nacionales

• 1

Los exteriores . del palacete del señor Ortiz de Ta- que se esfuerzan en combatir los prejuicios existentes

.

68

Page 9: Arquitectura 19 - 1917

'

ARQUITECTURA

y eu realizar obra sana y artística que. felizmente, se va

imponiendo cada vez con mayor intensidad, en razón de

esa meritoria labor llevada a cabo por nuestros profe­

sionales en beneficio de la comodidad de las viviendas

y de la estética de J.\1ontevideo, tan maltratada por los

que no han sabido respetar sus condiciones naturales.

GRAN HALL

.l t

\

La previsión de su fundador ha colocado a la Capital

en excepcionales condiciones topográficas, la naturaleza

la ha favorecido pródigamente ~on sus dones y los pro­

pietarios cooperan a esa obra al levantar edificios que

son una prueba palpable del adelanto de nuestra cul-, .

tn ra arttsttca.

1 COMEDOR

• •

NOTA DE LA SOCffiDAD DE ARQUITECTOS \ .

OR acuerdo de la Comisión Directiva se resolvió

pasar a 1a Honorable f unta Económico- Admi-•

nistrativa de la Capital, una nota, tendiente a apresurar la promulgación de la O rdenanza sobre hi­

giene de la habitación, que la Corporación ~r unicipal rlel

anterior período había proyectado.

He aquí la nota :

~Iontevideo .. -\hri l 17 de rgr7.

Señor Presidente de la Honorable Junta Económico- .-\d­

ministrativa de la capital, ingeniero don Raúl Pitta­

luga.

Señor Presidente:

La Corporación Municipal que actuó en el anterior pe­ríodo, dejó a muy buen punto, entre otras iniciativas de positivo mérito. una, que por su importancia edilicia y

por su influencia sobre la salud pública. merece que se

lleve a término a la brevedad posible. Se refería ella a tm proyecto de ordenanza que debía regular las condiciones

• higiénicas de la luz y del aire para las casas de habitación.

y que una Comisión especial formuló por en~argo ele la

T-T onorable Junta.

Oída la opinión de varias Corporaciones. todas, a

excepción de la " Liga de Propietarios ", se expidieron en términos favorables al proyecto en sus líneas funda­

mentales.

Ahora bien , señor Presidente, la importancia efectiva

que <iel punto de vista edilicio tendría la reglamentación

( • t t ),

proyectada, no escapará a la apreciación de la Hono­

rable Junta, la que, 'dando cima al trabajo ya iniciado,

contribuiría en forma eficaz al mejoramiento higiénico

de la defectuosa edificación actual .de nuestra ciudad.

La " Sociedad de . \rquitectos ", sólo inspirada por el de­seo de que una pauta reglamentaria. racional y cientí­

fica, rija la edificación general, propendiendo al respeto de los elementos principales de la arquitectura' sanitaria,

se permite indicar a la Honorable Corporación que usted

dignarmente preside. la conveniencia de que preste su

preferente atención al estudio de la O rdenanza en pro­

yecto, y cuyos beneficios dependen de su sanción.

La realización de ese proyecto implicaría para la alta

autoridad municipal, impedir la persistencia y propagación del grave peligro que para ]a salud pública entrañan los edificios deficientemente aereados e iluminados, y en­cauzar el desarrollo armónico de la vida comunal. en una parte esencial de su CO'l'lpleja estructura, por la vía efit.:az

• y positiva de los medios preventivos.

La " Sociedad de Arquitectos,. espera que la indica­

ción que formula sea aceptada por la Honorable Junta,

dados sus reconocidos propósitos de propender al mejo­

ramiento general.

Saluda al señor P residente y demás miembros de la ~

Honorable ] unta con toda consideración.

Raúl Lerena 4icc7.1edo, Se~re t n.du

Eugenio P. Baroffio, Presidente

Page 10: Arquitectura 19 - 1917

'

• i

1 .. . .. ..

a rquitectura · '

UBLICAl\IIOS a continuación varios croquis de

motivos de arquitectura colonial sudamericana,

tOmados de la " Revista de Arquitectura'~, de

Buenos Aires. que gentilmente nos han cedido los her­

mo_sos clisés. Esos estudios forman parte ~de una obra del

a rquitecto Juan Kronfnss. ex -profesor t(:"n la Escuela de . -\rqnitectura de Buenos _ ires y actualménte en Córdoba.

El señor Kronfuss ha estudiado los tipos coloniales de

Chile, Paraguay: Perú y Bolivia1

refiriéndose en los que

reproducimos en este número a la Argentina. Son en su

mayor parte motivos correspondientes a la Capital de

la provincia de Córdoba y a los departamentos de J e ús

V[aría v Santa Catalina. "

~.

--• •

/ /

/

. .

La índole del trabajo del aTqnitecto Kronfuss. impone

nn perfecto conocimiento del origen' y de la realización

de la~ formas que caracterizan el esülo cqlonial. Por eso

ese estudioso profesional complementó el material digno

de examen de que se dispone en Sud- América; con in­

ve:-;tigaciones de los originarios estilos de Espa.ña, usaqos

en la~ épocas correspondientes. Considerando que los motivos coloniales tuvieron ori­

gen en los utilizados en España en aquel entonces y que su aplicación fué hecha .por personas poco expertas y de

escasísima preparación técnica, el señor Kronfuss atri­huve a cuatro causas distintas las modificaciones· que

~

caracterizan el estilo colonial en

Sud - América. Y esas causas se-,

nan:

I .0 Lé' falta de una cultura igual

a la de España y el incompleto re­

cuerdo de las formas usadas en la -patria 1ejana.

2.0 La colaboración de obreros , . .

tecmcamente mcompetentes.

3.0 Los materiales de construc-,

ción de que se disponía, que tan

pronto era el granito poroso. como

el barro, como el guijarro de río.

( Como no es posible pensar en

)

J •

nn estilo gótico sin piedras. tam- -:.-- r poco es posible co•11parar las exu- J berantes formas del estilo Barro- ~ . ..._ co, con el ·que puede adaptarse a \

los material~s de nuestro suelo). .íri 4.0 La influencia indígena - en

lo que respecta a Bolivia y Perú - que hubo de mez­

clarse en las formas de los estilos españoles de la época.

Las investigaciones del señor Kronfuss, aportan sin

duda tm precioso ~naterial histórico que servirá de base para apreciar debidamente los trabajos de adaptación

racional que desde los comienzos de la civilización de

..

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Page 11: Arquitectura 19 - 1917

ARQU ITECTURA

. \..mérica, se hicieron. ·con las formas de la Ar-4uitectura europea.

Teniendo en cuenta todos los innumerables factores que influyen en la determinación de un arte arquitectónico local, y recordando siempre que apar te de los que se refieren a los materiales, existen con igual valor los que responden a con­ceptos ideológicos, cree­mos que los países jó­venes de América po­

drán llegar a ver pron­to surgir una arquitec­tura especial que refle­je sus condiciones de pueblo joven, heredero de innumerables for-mas de culturas extra­ñas, -coexistentes y de influencia fatal.

N u estro país. menos rico que los demás, en restos coloniales, mere­ce tatnbién un estudio serio y metódico que

---

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1"\ l't 1 ,

aunque más n.o sea de carácter histórico - cultural, aclare y fij e los verdaderos tipos de arquitectura colonial que puedan persistir o modificarse con arreglo a las necesi­dades del presente.

"El porvenir. escribe Gustavo Le· Bon, guarda siem­pre sedimentos del pasado. Luego, pues, para que la pre­visión sea posible1 para que lo sea la visión hacia adelante. es necesario mirar ante hacia atrás. "

¿N o podría aplicarse este pr incipio a la arqu itectura

-

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71

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amerita na? Aca~o el · cono·.::imiento '<le úuestro pasado arquitectónico, - donde no todo fué; como que.da dicho, importación exclusiva de la madre patria porque se impuso también la in­fluencia del medio, - acaso el análisis de las construcciones ·coloniales pueda proporcionarnos los indicios de una arquitectura del porvenir ela­

!/'-<'" 1 ' _. 1 )

-

1

borada con los gérmenes antiguos fermentados al contacto de las nuevas ne­cesidades y ele las nuevas tendencias.

Las formas coloniales han muerto necesariamen-• te ante el avance de im-portaciones posteriores de más moderna apariencia. Pero es posible que bajo la

escoria acumulétda por el tiempo y el olvido quede algún germen capaz de ser fecundado, .- algún ele­mento que, tal vez sin sos­pecharlo, persistá en las

jJeculiariclacles de nuest ra construcción actual. · . En estas mismas columnas nos hemos octipado cómo

t n Estados Unidos, - el país progresista por excelencia, - los americanos han sab~do adaptar a las exigencias del presente los tipos de casas ele campo de la época co­lonial, dotando a la arquitectura de·l pasado ele una nueva inesperada juventud.

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En nuestros esfuerzos bien explicables de modernizar­nos, de europeizarnos, quizás seamos ingratos con la labor . . arquitectónica del pasado. Tal vez alguna forma que des-echamos por anticuada. algttna solución ·que condenamos por atrasarda respondan mejor a las. necesidades del am-

...

Page 12: Arquitectura 19 - 1917

i

1 ARQUITECTURA

biente que la que nosotros tomamos estimulados por el afán de la renovación y del progreso.

"Tan ir racional como la pasión de lo viejo~ - dice Rodó, - que conside­ra buenas las cosas tan sólo porque tienen a su favor los prestigios de la tradición, es la pa­sión de lo nuevo que las considera buenas sólo porque tienen a su favor los prestigios de la novedad. ,.

Sea como fuere, aun­que no tuviera directa­mente niñgún resultado ele aplicación efectiva al terreno de la prácti­ca, el estudio de la ar­quitectura colonial será siempre saludable.

¡Es tan atrayente co­nocer la labor merito-

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. . ..

ria de los que, en condiciones precarias, a través de épocas venosas, nos precedieron ingenuamente en el camino del arte y levantaron en nuestro suelo todavía virgen las

-• ., • 1 \ t

· J.i \ .. \L~ '''\'\. \ 1 t

' . 1 . .

obras primitivas de una arquitectura en

formación ! Los ejemplares de esa arquitectura ar­

caica sorprendidos por el señor Kronfus en el interior de la República Argentina y que reproducimos en estas páginas, ofrecen verdadero interés del punto de vista ar­tístico o h istórico.

Vemos en primer término una por tada de una: de las numerosas iglesias de la

- 2 ¡'

docta ciudad de Córdoba. U na columna corintia sustenta un entablamento cuyos perfiles están de~orados con in­genua sencillez. Una chambrana timbrada con las insig-

·• )_,.. c..""'~.... ... . nías episcopales en­cuadra una puerta de madera de confección asaz primitiva .

• En un recorte de mu-

ro al rededor del cual st perfila la cornisa apa-

-rece una pequena co-lumna pseudo- dórica. de macizas proporcio­nes, cuya función como elemento a rquitectóni­co no se percibe clara­mente.

Un frontón muy re­cortado en su cornisa­miento corona una bal­conada de hierro en "pecho de paloma .,_ A

la altura en que está ubicada e a baranda "buchona" no causará segu ramente las molestias que sus congéneres de los balcones bajos de l\1ontevideo originan a los distraídos transeuntes por su atrevido avance sobre la línea de edificación.

Otro frontón ·de iglesia presenta generosamente a la vista del observador las más variadas fanta sías del barroco.

A través de las arcadas de un claustro se divisa una cúpula no muy esbelta pero de aspecto imponente, deco­rada con obeliscos en las bases de sus nervios y rematada en un cupulín con columnitas ge­

minadas. U na vieja escalinata flanqueada

por pedestales con .esferas como las que tan a menudo decoraban los portones de nuestras quintas, da acceso a una casa de campo de se-iíorial apariencia.

-

Page 13: Arquitectura 19 - 1917

...

• •

-

La Enseñanza de la A1rquitectura en Estados Unidos

L curso de construcción tiene una g ran importancia en ésta como en toda las escuelas o F acultades de Arquitectura de Estados U nidos y comprenden en

la F acultad de Arquitectura de Ha rvard los sigu ientes cursos :

S·íl M al eriales y Mé todos de construcción de edificios, en cuya parte se estudian los materiales en sí mismos y

. desde eL pu nto de vista ele st~ empleo como elemento cons-

. . , . tructlVo y arqmtectomco.

' :;• Teoría de la construcción de edific·ios. - E n esta

par.te ·del curso se estudia la 1ifecánica aplicada a 1as Construcciones, analítica y gráficamente.

Durante el año escolar se dedican dos períodos <le una semana cada uno al estudio de detalles de constmcción relacionados con alguno . de los proyectos desarrollados

en el curso 4c (Curso intermedio de P royectos de Ar­quitectura ) , exigiéndose el estudio constructi vo completo de uno d e aquéllos, como mínimo. para obtener aproba­ción en este curso.

En la parte sc1 se estudia la construcción propia­mente dicha, para •Jo cual se posee ya el conocimiento de la resistencia de los materiales que intervienen en ella.

l•: I curso scF es un curso cor to et~ el que se trata úni­camente el cemento armado.

• En estos dos úLtimos 5c1 y 5d1 se d ed ica una semana

en cada uuo, al estudio de detalles ele construcción de los proyectos ejecutados en el curso 4c.

Para seguir el curso 5c1 o scP se ex ige la aprobación previa del curso 5.

E l modelado. grupo 6, comprende tres cursos, el 6a, 6b y 6c, en los cuales se estudia el ornamento a rquitec-

• • t OillCO.

El objeto de estos cursos, es dar al estudiante el sen­timiento de la composición -de orpato arquitectónico en r·elieve, cosa que no puede obtenerse solamente con e l ·dibujo. ejecutándose ~emás algunas composiciones de los mismos estudiantes.

Los cursqs 7 (Acústica) y 8 (Instalaciones de Cale-•

facc.ión, Ventilacién, de Electricida-d y Sanitarias en los edificios), se dan alterna-damente uno un año y el otro al siguiente. E l primero se desarrolla en ·quince con fe­rencias y el segundo también en conferencias en las que se insiste especialmente" en los detalles de estos traba­jos. E l curs9 9 (Práctica Profesional, Contratos, y Pre­supuestos), 'es una asignatura en la que, como su nombre lo indica, se estudian las leyes, ordenanzas, etc., toda la parte legal de la profesión y el estudio del cálculo de pre­supuestos.

73

1

Relacionado con e te curso se dan conferencias espc-•

ciales en las que se tratan ya edificios especiales,· ya casos especiales <le práctica profesional ; así, por ejemplo, du­rante el año escolar 1911 -1 2 el Arqui tecto Cass Gilbert, autor del \ i\Toolworth Building, trató el tema "La orga­nización del estudio de un Arquitecto y sus relaciones

con su cliente, con el empresario y con su colega", des­filando por esa tribuna los más afama·dos a rquitectos norteamericanos. •

E l curso Ioa2 y IOb2, Composición decorativa, se des­

arrolla simultáneamente con los cursos 4b y 4c respectiva­mente, y al final de cada uno ·de ellos debe ejecutarse nn proyecto ·de una semana de tiempo, que se toma ele aquellos cursos. "!'

Los cursos 20a y 2od son cursos complementarios ele Historia de la Arquitectura y de P royectos de Arquitectu ra de los que participan generalmente los aspirantes al tí ­tulo de " 11a:ster in Architecture " .

Además existen en esta Facultad los cursos d e Ve-

rano, ·durante el cual fu ncionan los de Proyectos ele Arquitectura, y que permite completar cursos a los que no los han terminado durante el año escolar, o avanzar a los que d,eseen.

E l plan {le estudio que hemos · descripto a grandes ras­gos se ,desarrolla en ·tal ,.modo qne permite a los estu­diantes ·destinar la mayor parte de la 'tarde al. dibujo y a los proyectos de Arquitectura, ofreciendo esta par­ticularidad {1ue los trabajos a ejecutarse en los cursos

4b y 4C, deben ser terminados en fechas alternadas, de modo que los estudiantes 'de estos cursos puedan ayudarse ]nÚtuamente. Esta F acultad cuenta con dos premios de

$ 1.000 por año cada uno que obligan a viajar por Eu­ropa a quienes lo obtienen y además los titulados en ella son ad mitidos a participar en el concurso del "Premio de Roma ".

La Sociedad de Arqu itectos de Boston, el Instituto Americano ·de Arqui.tectura, y la Sociedad Central de los

Arquitectos d iplomados por el Gobierno francés, donan todos los años premios para los estudiantes.

La F acultad de Arquitectura ~de la U niversidad de Harvarrd ocupa un edif icio dona<:lo por los esposos Ro­binson en memoria de su hijo Nelson Robinson, estu­

diante de tercer año de esa Facultad, en el año 1900, y ocupa un lugar prominente entre las de aquel país no sólo por formar parte de una de las Universidades de más nombre, sino también por sus métodos de estudio y su cuerpo selecto de profesores.

H oRACIO A cosTA Y LARA.

1

¡ .

...

Page 14: Arquitectura 19 - 1917

1

1

'

-

' • • 1

Estudios de Arquitectura •

PROYl::CTO DE CONSTR UCCIÓN 2.° CURSO

AS reproclttc'.: iones que hemos venido publi~ando de los trabajos realizados en las {Eferentes asig­

naturas de la Facultad, habrán servido para de­

mostrar el incremento y la seriedad que han adquirido !os estudios en el referido centro de enseñanza.

Tócale hoy el turno al curso de construcción que es uno de los más importantes de la Facultad, ya que en los

dos años de que consta la asignatura se estudia toda la parte de la a rquitectura que se refiere especialmente a la construcción. desde los cimientos hasta ·la cubierta de los edificios, incluyendo todos los detalles complementarios

~. ' 1

exigidos en la ejecución de una obra moderna .

Las fotografías que acompáñan estas líneas reprodu­cen algunas láminas ele las muchas que constituyen el proyecto del últi mo curso de construcción confeccionado

j)Or el estudiante l\faurici_o Cra votto bajo la dirección del

catedrático, arquitecto Américo E. Maini. La inspección de esos clisés bastará para dar una idea

aproximada de la forma en que se estudia e e proyecto

,.

Corte· v.v

• • Esca.la . ~,JY.

final de construcción. E n él figu ran todos los elementos

constructivos de un edificio de importancia. De cada uno

se han ejecutado los detalles necesarios para la perfeda realización de aquéllos. Donde ha sido preciso se ·han

efectuado los cálculo de resistencia correspondiente .

F ácil es comprender que los alumnos, al estudiar con

.toda conciencia un proyecto de la naturaleza del que no

ocupa, al dibujar con precisión todos sus detalles. al

ejecutar los cálculos necesarios, efectúan una aplicación práctica inmejorable de los conocimientos que han adqui­rido ·en el curso, lo que hace que el estudio de la cons­

trucción realizado en la Facultad sea una base sólida para

el ejercicio de sus tareas profesionales. Este último resul tado es precisamente el que debe

llenar la referida materia cuyo estudio teórico resu ltaría

completamente ineficaz si no fu era seguido paralelamente

por la parte práctica que e , sin duda alguna, la parte

esencial y la más útil del programa.

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74

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Page 15: Arquitectura 19 - 1917

ESTRUCTURA METALICA

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• · Un proyecto L arquitecto Silvio Geranio que presentó a la corpo­

ración municipal de la cual formaba parte un pro­

yecto ya aprobado que dimos a conoc.er en estas

columnas, tendiente a la formación ·de un album edi licio que contendría todo el material gráfico que pudiera ser

compilado paulatinamente sobre nuestra edificación an­

tigua. acaba de dirig irse a la Sociedad de Arqui tectos ~on una propo ición que completa y perfecciona aquella iniciativa.

Habiendo sido aceptado el proyecto ref.erido, la Comi­

sión Directiva se ha di rig ido a la F acultad de Arquitec­

tura pidiendo la inclu ión en lo programas prácticos de

1-Jistoria de la A rquitectura y de Topografía del estudio

y replanteo de las obras antiguas que ofrezcan interés

h istórico o artístico. La Sociedad ha -dir igido también una comunicación al

Ministerio de Obras Públicas a fin de que por medio -de la Dirección ele A rquitectura se p roceda al relevamiento

de los edificios públicos que estén en las condiciones antes

interesante \

citadas por su antigüedad o sus méritos a rqui tectónico .

En la interesante exposición de motivos que acom­

paña al proyecto mencionado se hacen atinadas conside­

raciones sobre los beneficios y caracteres del mismo. que servirán para coadyuvar a la ejecución de la tarea

que la Junta Económico- Administrativa ha encomendado

a una Comisión especial. "El procedim iento expuesto, -dice entre otras cosas. - tiene el objeto doblemente aus­

picioso de ofrecer a nuestro gremio una ocasión de pre-entarse no sólo como una simple corporación de trabaja­

dores sino también como un cuerpo ele cultores de estu­

dios locales aún no emprendidos en forma científica y . de ofrecer al mismo tiempo a la cultura nacional un

' valioso contingente de conocimientos regionales. hasta el ·día mal estudiados y peor apreciados. Ser ía un expo­

nente de elevado méri to para nuestra carrera si iniciá-· ramos su entrada oficial al concierto intelectual del paí

con la realización de una obra de la importancia y t ras­

cendencia de la que en estas líneas se propone. "

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CRÓNICA •

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Banco de A raíz del concurso de proyectos para el la República.

Concurso nuevo edificio del Banco de la República, de proyectos celebrado hace algún tiempo y que fué decla-

rado desierto, se procedió a formula r un nuevo llamado.

Los arquitectos nacionales, que no concurrieron a l certa­men anterior por causas que oportunamente dimos a co­

nocer a los lectores, se han ·presentado al presente con­

curso en apreciable <:antidad, pues alcanza a t reinta y

ocho el número de proyectos recibi.clos. '

E n el próximo número es posible que ya haya sido p ro­

nunciado el fallo del jurado y estemos en condiciones d e reproducir en nuestras columnas los trabajos que resul­

ten vencedores en este concurso, uno de los más impor­

tantes de los celebrados en esta capital. ConfeArencia E n vi r tud de un ofrecimiento recibido por

del rq. 1 C . . ' n· . 1 S . Chrlatophersen a omtston t.recttva ,ele a octedad d e Ar-quitectos se está actualmente· combinando la forma en que el distinguido a rquitecto A lejandro Christophcrsen, socio corresponsal en Buenos Aires, pueda dar una ser ie de conferencias sobre temas referentes a la profesión.

No se tiene aún la seguridad ele poder realizar estas conferencias que patrocinaría la Sociedad de A rquitectos y que constitu irían un verdadero acontecimiento por las

condiciones que cara,.::terizan al señor Christopher~en como uno de los más preparados arquitectos ·del Río de la Plata, pero es .de esperar que se a llaneu todas las difi­cultades para poder llevar a la práctica tan hermosa ini­

ciativa. Colonia de La Asistencia Pública Nacional ha recibido

Convalecien- d 1 d Al . el G 11. 1 . tes. e 1 octor eJan ro a ma una generosa donación destinada a la formación d e una colonia para convalecientes en los a lrededores ele la capital].

Con tal motivo el Consejo Directivo ele la A si tencia .f>ública se ha dirigido a la Sociedad de Arqui tecto p idién-

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dole que formule, de acuerdo con las intencione ele

~lquella corporación, el programa que regirá en el lla­

ma~o a concurso d e proyectos para la colonia refer ida. El proyectado establecimiento será ubicado en un te­

rreno de catorce hectáreas, situado en el ce:tmino ele Ca­

rrasco, frente al camino de la Cruz, y deberá presentar

todas las cualidades exigidas en la actualidad a una ob:·a ele su índole.

La realización de este con,.:urso de proyectos o frecerá

a nuestros arqui tecto el medio de estudiar un tema de

gran interés, que no ha sido hasta ahora propue. to en ' nuestro pats.

.- Homenaje Invitada por el Comité ele Ho:nenaj e a la Rodó Rodó, que preside el R ector de la U ni versi-

dad. doctor Emilio Barbaroux, la Sociedad de J\ rquitec­tos ha enviado su adhesión o freciendo su con e u rso en las demostraciones que se proyectan celebrar a la llegada a la patria ele los restos del insigne autor de Ariel.

Grupo Hemos1de <:onsignar el a nuncio de un nuevo escolar de la

Unión concurso que ha d e realizarse próximamente. E l Ministerio de Instrucción Pública acaba de publ i­

ca r el llamado para este <:er tamen que tendrá por objeto

la edificación de un grupo escolar en la U nión, que debe ser levantado en vi rtud del legado hecho con ese fin por el extinto señor J. Sanguinetti .

Edificación Los señores senadores Román Fre_ire y en Villa Colón Julio :M. Sosa han presentado a la Cá:ma ra

-de que forman parte un proyecto por el cual se obliga

a dejar espados li~res en los edi ficios que se construya n al f rente de las aveni.das de Villa Colón.

La sanción de este proyecto sería en alto grado bene­

ficiosa para la estética de aquella pintoresca localidad que constituye por sus bellezas naturales uno de los mfls atra~­tivos paseos de la capita l.

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