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REVISTA ",',' ;:)(ICANA. DE ANALISIS DE LA CONDUCTAMEXICAN JOUi:,>IAL 0F BEHAVIOR ANALYSIS 26,367383

NUMERO 3 (DICIEMBRE)NUMBER 3 (DECEMBER)

LAS PSICOLOGIAS Y LA DEFINICI6NDE SUS OB"IETOS DE CONOCIMIENT01

PSYCHOLOGIES AND THE DEFINITIONOF ITS SUBJECT-MA TTERS

EMILIO RIBES-INESTA2UNIVERSIDAD DE GUADALAJARA

RESUMENSe plantea que la existencia de una sola psicologfa unificada como disciplinacientffica es una ilusi6n. Sobre la base de que existen distintos compromisosontol6gicos y epistemol6gicos sobre el objeto de conocimiento psicol6gico, sesostiene que existen diversas psicologfas, todas elias total 0parcial mente incon-mensurables. Se examinan ocho paradigmas ontol6gicos distintos que ilustran adiferentes psicologfas vigentes en la actualidad.

ABSTRACTThe existence of only one scientific discipline of psychology may be a mereillusion. Given the existence of different ontological and epistemological commit-ments regarding the subject matter of psychology, there might be different psy-chologies, all of them totally or partially incommensurable. Eight different ontolo-gical paradigms are examined to illustrate some of the psychologies currently invogue.La psicologfa es la (mica disciplina, aspirante a formar parte del conjunto de lasciencias empfricas, que carece, a la fecha, de un objeto de conocimiento consen-sado. Esta circunstancia ha creado una percepci6n ilusoria de desarrollo plural yrico en modelos, conceptos, rnetodos, teorlas y conocimiento empfrico. Muchos

1. Articulo recibido eI8.n.200 y aceptado eI1.12.2000.2. Toda correspondencia con el autor debe dirigirse a: Centro de Estudios e Investigaciones enComportamiento, 12 de diciembre 204 (Col. Chapalita), Zapopan, Jal. 45030, correo electr6nico:ribes@cencar.udg.mx

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estudiosos de la psicologfa han argumentado, incorrectamente, que esta discipli-na ha evolucionado como una ciencia rnultlparadiqrnatica que refleja la diversidadde problemas y tenornenos con los que trata. Sin embargo, la condicion actual delproyecto de una ciencia psicoloqica. no es el de una disciplina configurada concampos de estudio diferenciados. En realidad se trata de varias psicologfas,todas elias distintas entre sf, y que transitan por rutas independientes, paralelaso divergentes inclusive. .

No se trata de un caso similar al que ocurre en otras ciencias, en el quesurgen distintas teorfas para explicar un rnisrno fenorneno, como 10 ilustra elconcepto de paradigma como modelo 0 representacion metaflsica dentro de unamatriz disciplinaria (Kuhn, 1982). En otras ciencias, existe un consenso sobre elobjeto general de conocimiento de la disciplina que se aborda conceptual yempfricamente, y las diferencias consisten en planteamientos opcionales decomo examinar un campo particular de tenon-enos de manera mas sistematica yefectiva. Estas diferencias, sin embargo, tienen luqar a partir de un consensosobre la naturaleza del tenorneno estudiado, su relacion con otros fenornenos ycasos empfricos, y los criterios que se deben cumplir para decidir cual de lasopciones teoricas es la mas adecuada. Casos de este consenso fundamental enotras ciencias es que, por ejemplo, la tlsica actual se reconoce historicarnentecomo objeto de conocimiento en la teorfa de las esferas celestes de Aristotelesaunque no comparta ya las mismas categorfas ni explicaciones, 0, como otroejemplo, esta la biologfa moderna que se reconoce tam bien en el objeto deconocimiento de las primeras clasificaciones de la botanlca y la zoologfa.

La condicion peculiar que guardan "las psicologfas", como denominaremosde ahora en adelante a nuestro proyecto de disciplina, radica en el disensoexistente sobre el objeto de conocimiento especffico a ser abordado. La formula-cion de un objeto de conocimiento implica dos dimensiones de compromisoconceptual. EI primer compromiso, que determina en gran medida la forma queasume el segundo, tiene que ver con la definicion misma del objeto que sepropone conocer. Constituye, para decirlo directamente, un compromiso ontol6-gico respecto de los tenomenos empfricos que la disciplina en cuestton planteaabordar. EI segundo compromiso se vincula con la selecclon de propiedades delobjeto definido a fin de estipular los criterios de conocimiento valldos y pertinen-tes. Un mismo objeto, por su caracter abstracto, contiene un potencial inespecf-fico de propiedades analizables. La identificaclon y enurneracion de las propieda-des que definen el proceso de conocimiento de ese objeto, establece diferenciasentre el objeto ontol6gicamente definido y el objeto epistemol6gicamente defini-do. EI grado de propiedades compartidas eplsternoloqicarnente por dos objetosrespecto de un mismo objeto, ontoloqlcarnente considerado, deterrninara la con-mensurabilidad y comparabilidad de los datos, asf como las semejanzas defamilia d e lo s co nce pto s emp le ad os p or ca d a te orfa . L os co nce pto s y d atos deuna teorfa son integrables a otra solo en la medida en que comparten alguna

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dimension definitoria respecto del objeto de conocimiento, ya sea a nivel ontolo-gico 0 a nivel episternoloqlco.Las psicologias, en la medida en que difieren en su torrnulaclon ontol6gicadel objeto de conocimiento, divergen tarnbien total 0 parcial mente en los criteriosepisternoloqicos de como abordarlo. La carencia de criterios comunes a nivelontol6gico y/o epistemoloqico ha determinado directamente que las teorfas gene-rales 0 particulares surgidas en el contexto de las distintas psicologfas no tenqanpuntos de contacto conceptual, rnetodoloqico 0 empfrico y, por consiguiente, nosean directamente conmensurables 0 integrables. De este modo, las categorfaste6ricas (Ribes, Moreno y Padilla, 1996) desarrolladas por las distintas psicolo-gfas, se han materializado en taxonomfas, operaciones, medidas y repre-sentaciones que ocupan espacios 16gicos y empfricos independientes entre sf.Los hechos a ser estudiados, las categorias clasificatorias propuestas, los crite-rios de rnetodo y procedimiento empleados, el tipo de medidas utilizadas y sucaracter de evidencia, asl como la naturaleza de las representaciones te6ricasformuladas 0 elegidas para presentar las teorfas, todo ello, son extrarias unas aotras entre las diversas tsorlas de las psicologfas, aun cuando en ocasionesempleen los mismos terminos a nivel mismo de la definicion de su objeto deconocimiento. Terminos tales como mente, conducta, mundo y aquellos otrosderivados 0 relacionados con ellos (objeto, estlmulo, representaci6n, etc.) son ensentido estricto homonimos, y constituye un grave error categorial considerarlossinonirnos entre los distintos paradigmas.Vamos a examinar distintos tipos 0 paradigmas de forrnulacion del objeto deconocimiento de la psicologfa, con el fin de contrastar sus compromisos ontol6-gico y episternoloqico, y ejemplificar las caracterfsticas de las teorfas que sedesarrolian a partir de ellos. En esta ejemplificaci6n se esquernatizaran lascualidades y propiedades de cada tipo de teorfa, sin pretender idelitificarlas, enprincipio, con casos especificos en la historia de las psicologfas. Se dostacaracomo cada teorfa propone hechos de distinta naturaleza, y a partir de ello, comolos rnetodos, medidas, criterios de evidencia y de explicaci6n, asi como losmodelos empleados varian. Para proceder a este anal isis, vamos a ubicar lasdistintas formulaciones en relaci6n con cinco conceptos basicos: mundo, cuerpo,mente. cerebro y conducta.EI mundo, ef cuerpo, fa mente, ef cerebro y fa conducta constituyen cuandomenos uno de los referentes de cualquiera de las psicologias. Es importanteaclarar, sin embargo, que dichos terrnlnos tienen significacion diferente en cadauno de los paradigmas, e incluso pueden tener interpretaciones especfficasdiversas al interior de cada paradigma. Todas las teorfas psicol6gicas se venobligadas a considerar al mundo como marco de referencia de su objeto deconocimiento. Las entidades 0 acontecimientos que representan 10psicoloqlcosolo tienen sentido frente a 0 en rslaclon con el mundo. Hasta el momento,ninguna psicologfa ha planteado un objeto de conocimiento especffico inde-pendientemente de un mundo 0 realidad "extern a". Este mundo 0 realidad extern a

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370 EMILIO RIBES-INESTAse ha concebido siempre en terrninos de las categorfas de la ffsica, de lasconcepciones del sentido cornun, 0 mas recientemente de formas mas especffi-cas de existencia de 1 0 "externo" derivadas de la ecologfa y las diversas cienciassociales. En el anallsis que pretendo realizar, me lirnitare a significar el mundocomo equivalente a toda existencia distinta y adicional al individuo que se tomacomo punto de referencia de una concepcion psicoloqica. No entrare a examinarsi dichos "mundos" son independientes 0 dependientes de la actividad, naturalezau operaciones de las entidades psicoloqicas propuestas. Solo tornare en cuentaque dichos mundos se asumen como necesarios por las distintas psicologfas.

Los conceptos de cuerpo, mente, cerebro y conducta tampoco se definlran deforma precisa, entre otras razones, porque las propias psicologfas no 1 0 hanhecho en sus formulaciones. Nos limitaremos a utilizar dichos terrnlnos de mane-ra intuitiva, tal como 1 0 hace el "senti do com un". De este modo, nos referiremosal cuerpo como la estructura tlslco-bloloqlca de un organismo, a la mente comoa una entidad no extensa espacialmente que cohabita cuando menos funcional-mente con 1 0 ffsico y que se representa como experiencia individual y suscontenidos, al cerebro como las estructuras del sistema nervioso central respon-sables de la coordinacion de las diversas funciones biotoqicas, y a la conductacomo el hacer y decir de los organismos individuales en la forma de actividadesobservables.

Revisaremos ocho tipos 0 paradigmas de objeto de conocimiento de 10pslcoloqlco. Esta revision no pretende ser exhaustiva, en la medida en que sepodrfan identificar quiza algunos paradigmas adicionales. Sin embargo, con estarevision nos proponemos examinar los paradigmas ontoloqica y episternoloqica-mente preponderantes. Tampoco se pretende que estos objetos-tipo se den enforma pura tal como 1 0 plantean nuestros esquemas. Es posible que, en algunoscasos, se puedan identificar paradigmas mixtos 0 casos diferenciados dentro deuno de los paradigmas. Estas excepciones no anulan la representatividad generalque pensamos tienen los paradigmas bajo anal isis. Los paradlqrnas siempreconstituyen abstracciones que intentan retener 10compartido por diversos casos,al margen de diferencias especfficas que se supone no son definitorias.

AI representar esquematicarnente los distintos paradigmas que describen losobjetos de conocimiento de las psicologfas, hemos adoptado ciertas convencio-nes muy sencillas de seguir. La mente se identifica por un trianqulo, el mundo porun cfrculo, el cuerpo por un cuadrado, el cerebro por un rectanqulo con Ifneasoblicuas, y las acciones de cada una de esas entidades por flechas con direccio-nalidad. La continuidad 0 discontinuidad de las Ifneas de figuras y flechas indicanla supraordmacion 0 subordinacion (0 la fortaleza-debilidad) de los facto resdescritos dentro de los paradigmas descritos. Cuando las flechas "entran" en 0"salen" de uno de las entidades representadas sirnbollcamente, ello significa quehay un e fe cto d ire cto 0 u n o rig en d el e fe cto e n d ic ha s e ntid ad es . P or o tra p arte ,cuando las flechas se inlclan 0 terminan en contacto con el "limite" de algunas delas entidades, seiiala el caracter secundario de la accion descrita.

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370 EMILIO RIBES-INESTAse ha concebido siempre en terrninos de las categorfas de la ffsica, de lasconcepciones del sentido cornun, 0 mas recientemente de formas mas especffi-cas de existencia de 1 0 "externo" derivadas de la ecologfa y las diversas cienciassociales. En el anallsis que pretendo realizar, me lirnitare a significar el mundocomo equivalente a toda existencia distinta y adicional al individuo que se tomacomo punto de referencia de una concepcion psicoloqica. No entrare a examinarsi dichos "mundos" son independientes 0 dependientes de la actividad, naturalezau operaciones de las entidades psicoloqicas propuestas. Solo tornare en cuentaque dichos mundos se asumen como necesarios por las distintas psicologfas.

Los conceptos de cuerpo, mente, cerebro y conducta tampoco se definlran deforma precisa, entre otras razones, porque las propias psicologfas no 1 0 hanhecho en sus formulaciones. Nos limitaremos a utilizar dichos terrnlnos de mane-ra intuitiva, tal como 1 0 hace el "senti do com un". De este modo, nos referiremosal cuerpo como la estructura tlslco-bloloqlca de un organismo, a la mente comoa una entidad no extensa espacialmente que cohabita cuando menos funcional-mente con 1 0 ffsico y que se representa como experiencia individual y suscontenidos, al cerebro como las estructuras del sistema nervioso central respon-sables de la coordinacion de las diversas funciones biotoqicas, y a la conductacomo el hacer y decir de los organismos individuales en la forma de actividadesobservables.

Revisaremos ocho tipos 0 paradigmas de objeto de conocimiento de 10pslcoloqlco. Esta revision no pretende ser exhaustiva, en la medida en que sepodrfan identificar quiza algunos paradigmas adicionales. Sin embargo, con estarevision nos proponemos examinar los paradigmas ontoloqica y episternoloqica-mente preponderantes. Tampoco se pretende que estos objetos-tipo se den enforma pura tal como 1 0 plantean nuestros esquemas. Es posible que, en algunoscasos, se puedan identificar paradigmas mixtos 0 casos diferenciados dentro deuno de los paradigmas. Estas excepciones no anulan la representatividad generalque pensamos tienen los paradigmas bajo anal isis. Los paradlqrnas siempreconstituyen abstracciones que intentan retener 10compartido por diversos casos,al margen de diferencias especfficas que se supone no son definitorias.

AI representar esquematicarnente los distintos paradigmas que describen losobjetos de conocimiento de las psicologfas, hemos adoptado ciertas convencio-nes muy sencillas de seguir. La mente se identifica por un trianqulo, el mundo porun cfrculo, el cuerpo por un cuadrado, el cerebro por un rectanqulo con Ifneasoblicuas, y las acciones de cada una de esas entidades por flechas con direccio-nalidad. La continuidad 0 discontinuidad de las Ifneas de figuras y flechas indicanla supraordmacion 0 subordinacion (0 la fortaleza-debilidad) de los facto resdescritos dentro de los paradigmas descritos. Cuando las flechas "entran" en 0"salen" de uno de las entidades representadas sirnbollcamente, ello significa quehay un e fe cto d ire cto 0 u n o rig en d el e fe cto e n d ic ha s e ntid ad es . P or o tra p arte ,cuando las flechas se inlclan 0 terminan en contacto con el "limite" de algunas delas entidades, seiiala el caracter secundario de la accion descrita.

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Figura 1. Representaci6n del paradigma de la mente y ei mundo.

LA MENTE Y EL MUNDOEI primer paradigma es ilustrado en la figura 1. Este paradigma puede denomi-narse como /a retecion mente-mundo. En esta torrnulaclon, la psicologfa seconclbe como el estudio de la rolacion entre una entidad, la mente, y el mundo.La mente, es contextualizada en un cuerpo, pero en sus relaciones con el mundono requiere de ese cuerpo. Su existencia puede depender del cuerpo, pero susfunciones, como relaciones con el mundo, son independientes del cuerpo. Lamente, desde este punto de vista, se estudia exclusivamente como una actividaddirecta que tiene lugar estrictamente en el tiempo, y los productos de esaactividad constituyen los contenidos que son representaclori del mundo. EI mun-do, desde esta perspectiva, tiene sentido solo como construccion mental. EImundo puede existir como entidad independiente del individuo y su mente pero,como mundo funcional, es un mundo construido por y representado en la mente.Las distintas actividades de la mente son concebidas como la tuncion de entida-des especializadas. De este modo, surgen la percepclon, la memoria, el pensa-miento, la imaqinacion, la atencion, la conciencia y muchas otras entidades queconforman la arquitectura de la mente. Estas entidades guardan una estructura[erarquica en tiempo y tunclon, y las actividades mentales (percibir, recordar,atender, pensar y otras mas) se interrelacionan con base en dicha estructurajsrarquica. La mente, a fin de cuentas, construye 0 reconstruye un mundo a partirde las sensaciones, su contacto con el mundo "real". Ese mundo construido 0reconstruido, es un mundo constituido por representaciones mentales, repre-sentaciones que, en muchos de los casos, se ajustan a un modelo 0 alegorfa decaptaclon, almacenamiento, tabrlcaclon y actuaci6n de representaciones (Ribes,1990).

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Dado que la mente se identifica solo como representacion del mundo y en laforma de elaboraciones de las sensaciones, su almacenamiento, su tabricaciono reconstruccion. su recuperacion como recuerdo y su clasitlcaclon y ordena-miento, entre otras, se requiere de un rnetodo y procedimientos en el que la propiamente, como agente del individuo, sea sujeto y objeto de observacion y experi-rnentacion. Este rnetodo no es otra cosa mas que la introspecclon, desarrolladapor los estructuralistas y tenornenoloqos de finales del siglo XIX y principios delXX, y los actuales protocolos que registran los autoreportes verbales de lossujetos experimentales. Tarnblen pueden incluirse aqul algunos procedimientosde entrevista cifnica, que contemplan al relato del cliente como reporte de sumundo mental, incluyendo las lIamadas "emociones". Para esta psicologfa, ensus diversas formas teoricas, los datos pertinentes son aquellos que satisfacenlos criterios de precision 0 rigor en la autoobservacion de las representacionesconsideradas como hechos significativos de la actividad mental. La siqniticacionde los datos, por consiguiente, depende directamente de la naturaleza de lasentidades, contenidos y operaciones mentales propuestas por cada teorfa espe-cial. Cada teorfa establece los criterios para extraer u obtener evidencia a partirdel reporte verbal como dato basico. Este reporte verbal no es comparable comodato al reporte verbal obtenido, por ejemplo, en una tarea de correspondenciaentre el hacer y el decir, 0 en la que se describan los pasos 0 etapas seguidaspara resolver una problema. Aunque para un observador ingenuo en todos loscasos se trata de informacion que proporciona el individuo sobre 10 que hace 0ante que 10 hace, en ta psicologfa del paradigma mente-mundo, el reporte verbales el informe de la observaclon del individuo sobre sus propias representacionesmentales.

EL MUNDO, LA MENTE Y EL CUERPOEI segundo paradigma a examinar puede denominarse de las relaciones mundo-mente-cuerpo (figura 2). En esta tormulacion, el tenorneno pslcoloqico consisteen una interaccion entre el mundo y la mente a traves del cuerpo. Aunque lamente es independiente del cuerpo como entidad funcional, requiere de la media-cion del cuerpo para interactuar con el mundo. La interaccion entre mente ymundo se da como un reconocimiento del mundo por la mente, que se expresamediante las reacciones (0 pasiones) y acciones del cuerpo frente al mundo. EImundo afecta a la mente a traves del cuerpo y el cuerpo reacciona ante el mundode dos maneras: una autornatica, de caracter tlsico-bioloqica, y otra, intencionaly/o racional, auspiciada por las operaciones de la mente. EI objeto de conocimien-to pslcoloqico yace en la forma en que la mente se relaciona con el cuerpo paraconocer y reconocer el mundo, por una parte, y para actuar respecto de 91mediante el cuerpo, por otra. La mente, como arquitectura de operacionesautocontenidas no es relevante como objeto de estudio. La mente es importante

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Figura 2. Representacion del paradigma del mundo, la mente y el cuerpo.

como entidad interact iva con el cuerpo, el cual Ie permite reconocer y conocer elmundo (no construirlo), pero del cual regula, a la vez, las reacciones yaccionesfrente a ese mundo.En este paradigma, el rnetodo y procedimientos para estudiar los fen6menosmentales requiere del conocimiento de la estructura funcional del mundo, tantoen 10ffsico como en 10convencional (las Ilamadas estructuras del lenguaje, entreotras) y la forma en que estas estructuras actuan sobre el cuerpo como sistemade reacciones y acciones: la identificaci6n de las estructuras biol6gicas quecorresponden a las estructuras del mundo externo. Las acciones verbales y noverbales del cuerpo son consideradas como evidencia de la forma en que elcuerpo responde al mundo y de la forma en que la mente regula las acciones delcuerpo frente a ese mundo. De este modo, aun cuando no se asume que existauna determinacion funcional de las operaciones mentales con base en las estruc-turas biol6gicas, si se supone que existe una correlaci6n funcional estrecha entreelias. Ciertas operaciones mentales se fundamentan, pero no se determinan 0ejercitan, en el funcionamiento de estructuras btoloqtcas especfficas. Dirfamosque las estructuras biol6gicas auspician 0 constrinen las operaciones mentalesposibles. Son las acciones del cuerpo, especialmente las de naturaleza verbal,las que reflejan la estructura de las operaciones mentales, de modo que larepresentaci6n teorica de dichas operaciones puede asumir distintas formas,dependiendo del modelo de estructura funcional que se Ie atribuya al cuerpo, poruna parte, y a la accion organizada del cuerpo, vbgr., la suposicion de que lasoperaciones cognoscitivas poseen una sintaxis profunda que se refleja en ciertaspropiedades sintactlcas del lenguaje escrito.

En este paradigma, la clasltlcaclon de las operaciones de la mente estadeterminada por las caracterlsticas del modelo empleado para describir su es-

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tructura funcional: un sistema de procesamiento de informaci6n, un estructuralingOfstica profunda, un sistema nervioso conceptual, un complejo conjunto deestructuras isom6rficas a la realidad que la represent an y reflejan en forma defconos, y otros mas. Los hechos psicol6gicos se dan como las operaciones deestas estructuras funcionales de ta mente y sus indicadores externos: el compor-tamiento, especialmente lingOfstico, que no es mas que el conjunto de lasacciones y reacciones propias del cuerpo y de las acciones reguladas por lamente. Los datos pertinentes se constituyen a partir de la supuesta correspon-dencia de indicadores selectivos del comportamiento con la operaci6n de lasestructuras funcionales de la mente. En muchas modalidades, la teorfa expresaestos datos en la forma de representaciones maternatlcas que demuestran lacorrespondencia funcional de indicadores empfricos del comportamiento confunciones derivadas de los supuestos estructurales y funcionales sobre la mente.La mente, en este segundo paradigma, ya no es una mente solipsista, sino unamente interactiva, supraordinada al cuerpo, para dirigir de manera efectiva susreacciones y acciones.

LA MENTE Y LA CONDUCTAEI tercer paradigma bajo examen es el de las relaciones mente-conducta (figura3). EI fen6meno psicol6gico se concibe en terrninos de la relaci6n entre la mentey el comportamiento, contextualizados ambos en un cuerpo, cuerpo que, sinembargo, carece de representaci6n conceptual como parte del objeto de estudio.En este paradiqrna, la mente y la conducta actuan respecto del mundo, la primeraconstruyendo la imagen 0 representaci6n del mundo, y la segunda, "respondien-do" a esa imagen. La conducta constituye simplemente un componente terminalde la operaci6n de la mente, sin ninguna atribuci6n propia. La mente, es afectadapor el mundo solo como consecuencia de los efectos del comportamiento. Porello, la mente en este paradigma es mas parecida a la del paradigma mente-cuer-po que a la del paradigma mundo-mente-cuerpo. Es una mente que es afectadaindirecta 0 debilmente por el mundo, pero que tiene un papel activo en suconstrucci6n como representaci6n y, adernas, en la actuaci6n del individuo frentea el.

En este paradigma, el rnetodo y procedimientos para estudiar los fen6menospsicol6gicos requiere de la explicitaci6n te6rica inicial sobre la configuraci6n delas estructuras de la mente y sus funciones. La operaci6n de dichas estructurasy sus funciones se validan en las caracterfsticas del comportamiento del individuoen situaciones que representan al mundo que construye y sobre el cual actua lamente. La consistencia del comportamiento respecto de los criterios pre-estable-cidos sobre la operaci6n de la mente se toma como evidencia de la existencia dedichas estructuras y funciones psicol6gicas. EI comportamiento, como operaci6nterminal de las operaciones mentales, constituye el dato basico 0 indicador

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Figura 3. Represenlaci6n del paradigma de la mente y la conducta.

ace rca de la naturaleza de la mente y de la correspondencia de su estructura yfunciones. La conducta se mide siempre ba]o condiciones (tareas) que correspon-den a 105 supuestos sobre la estructura de la mente. De este modo, la evidenciase puede obtener de dos maneras: una primera, como correlaciones entre com-portamientos distintos que reflejan las relaciones supuestas entre estructuras yfunciones de la mente, y otra, en que el comportamiento, como operaclon sobreel ambiente, refleja directamente las operaciones que tienen lugar como ocurren-cias mentales. En este paradigma, la mente se concibe como una orqanizacionde estructuras y funciones representada en la forma de modelos operatorios ymodulares diversos. La conducta, en la medida en que es isornorfica a dichaorqanizacion modular u operatoria, se constituye en dato pertinente y en eviden-cia confirmatoria de la existencia y funcionamienta de dichas estructuras.

EL CEREBRO Y EL MUNDO

EI cuarto paradigma a examinar es el de las relaciones cerebro-mundo (figura 4).Este paradigma substituye a la mente por el cerebro, manteniendo al cuerpocomo mediador necesario para algunas de las relaciones previstas. En estaforrnulacion, el cerebra constituye un entidad del cuerpo, pero supraordinada asus funciones bloloqlcas y fisicas ordinarias. EI cerebro es afectado directamentepor el mundo y de manera mediada por el cuerpo, y actua sobre cuerpo y sobreel mundo a travss del cuerpo. Las caracterlstlcas de este paradigma son muysimilares a las del paradigma mundo-mente-cuerpo, con la diferencia de que elcerebro, que remplaza a la mente, es una estructura del propio cuerpo. Soloexiste una substancia, el cuerpo, que se diferencia en dos estructuras, el cuerpo,como actor, y el cerebro, como director. EI cerebro se convierte, de este modo,

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Figura 4. Hepresentacion del paradigma del cerebro y el mundo.

en un hornunculo dentro del propio cuerpo, que conoce al mundo y dirige lasacciones del cuerpo. EI cerebro se convierte en el agente del cuerpo, y este essolamente un predicado del cerebro: el cerebro tiene la atribucion de un cuerpoque actua sobre el mundo y media parte de los contactos del cerebro con elmundo. En este paradigma, se da la paradoja logica de que el cuerpo constituyeun organa del cerebro. EI individuo es su cerebro y el comportamiento es reducidoa hechos corporales.

Los hechos para este paradigma son de dos tipos: los hechos que ocurren enel cerebro, como operaciones cerebrales, y las acciones del cuerpo, comocomportamiento ante el mundo. Las acciones del cuerpo son hechos subsidiariosde los hechos neurales. Los hechos neurales son causa de los hechos a nivelcorporal, y constituyen elaborados procesos de captacion, transtorrnacion yoperacion con base en las acciones recibidas del mundo directamente e indirec-tamente del cuerpo. Los hechos, en este paradigma, ocurren en una tripledimension. Una primera dimension es la que tiene lugar como ocurrencias nervio-sas, a nivel electrico y ffsico-quimico. Una segunda dimension, que posee lapreponderancia conceptual y explicativa, es la que se refiere a los hechosneurales interpretados como hechos de un aparato de operaciones neuro-psico-loqlcas. La tercera dimension, corresponde a los hechos corporales, como equi-valentes del comportamiento, efectos que se explican con base en los hechos delas dos dimensiones previas.

EI tipo de hechos a considerar en las tres dimensiones depende directamentedel modelo adoptado para representar al cerebro como agente neuropsicoloqico,ya sea un complejo laboratorio electroquimico, un analoqo a un procesador delntormacton;o una estructura cuya arquitectura es asiento de diversas funcionespsicoloqlcas descritas en ellenguaje ordinario 0por alqun otro de los paradigmas.Los hechos de las tres dimensiones son correlacionados selectivamente paraajustarse a las estructuras y funciones descritas por el modelo. La dimensionfisloloqlca y qufrnica de los hechos constituyen la evidencia dura en este paradig-

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Figura 5. Representacion del paradigma del cerebro, la mente y el mundo.

maoLos hechos en la dimension neuropslcoloqlca se consideran las variablescausales de los tenornonos psicoloqlcos 0 "mentales". Finalmente, los hechoscorporales constituyen solo la contirrnaclon de la operaclon del modelo y sonevidencia de que las dos dimensiones antecedentes son sustento y explicaciondel comportamiento. Este paradigma concibe al comportamiento como hechoscorporales que son epitenorneno de un agente neural que remplaza, comohornunculo material, al propio individuo como coordenada de su hacer y decir.

EL CEREBRO, LA MENTE Y EL MUNDOEI quinto paradigma bajo analisis es el de las relaciones cerebro-mente-mundo(figura 5). En este paradigma se concibe a los tancmenos psicolcqicos como unconjunto de relaciones multiples entre el mundo, el cerebro y la mente, estos doscontextualizados por el cuerpo, pera sin que el cuerpo, como tal, asuma unarepresentacion conceptual importante mas alia de un papel mediador debil 0subordinado en la reaccion y acclon ante el mundo. En este paradigma lainteracclon fundamental seda entre el cerebro y lamente. Lamente es concebidaen el cuerpo, aunque no como una estructura material. Regularmente, se cons i-dera que la mente es una funcion del cerebro transformada en experiencia. EImundo actua sobre el cuerpo y a travss de 131obre el cerebro. EI cerebra a suvez actua sobre el mundo siempre de manera mediada, ya sea por el cuerpo, yasea por la mente. La mente solo es afectada directamente por el cerebro.

Eneste paradigma el hecho central 10constituye la interrelacion entre cerebroy mente, que se da solo en una plano temporal, y que se puede concebir dedistintas maneras, desde la simple correlacion de un hecho neural con un hechode la experiencia conciente, hasta la determinacion directa de la experienciamental por un tipo especffico de hecho neural. Las relaciones entre mundo-cere-

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bro y mente-mundo constituyen las correlaciones que sustentan la supuesta"materialidad" del tenorneno pslcoloqico por un lado, y el sentido 0 significadoexperiencial del mismo. Que hechos son significativos para la teorfa dependedirectamente de las suposiciones que se hagan sobre la estructura funcional delcerebro, sobre cuales son las funciones mentales representadas en la experien-cia conciente, y sobre como se establece la correspondencia entre hechosneurales y hechos de la experiencia. En 10que toea a la representacion concep-tual de la teorfa, este paradigma comparte con los paradigmas de la mente-con-ducta y del cerebro-mundo la eleccion de modelos y estructuras del cerebro y dela mente. Oependiendo de los modelos y estructuras propuestos, distintas propie-dades tacticas de los datos neurales, verbales y de conducta no verbal asurnlranel caracter de evidencia significativa para la teorfa. Este paradigma posee lacaracterfstica peculiar de plantear como objeto de conocimiento a relacionesinferidas a partir de registros electrofislolcqicos y de reportes verbales fundamen-talmente. EI comportamiento y el mundo son facto res que carecen de significa-cion por sf mismos.

EL ORGANISMO REACTIVO Y EL MUNDOEI sexto paradigma a examinar es el del organismo reactivo y e/ mundo (figura 6).En este paradigma se produce un cambio radical en las entidades que conform anel objeto de conocimiento. EI organismo, como individuo bioloqico que se com-porta remplaza a la mente, al cuerpo y al cerebro. EI paradigma se transforma enuna relacion entre dos entidades pero, a diferencia del paradigma de la mente-mundo, la mente es substltuida por el organismo como entidad que mterectua conel mundo. En la medida en que el organismo se constituye como la entidadreferente de los tenornenos psicoloqlcos, el objeto de conocimiento se transform aen una entidad molar y observable cuya tuncion es su relacion con el mundo.

EI paradigma se representa como un mundo que actua sobre el organismo yun organismo que reacciona de manera especffica. Este paradigma clasifica loshechos significativos de acuerdo con las propiedades y caracterfsticas de losacontecimientos y de las entidades en el mundo, y con base en la conflquraclonde los sistemas reactivos del organismo. Los hechos representativos de lostenornenos psicol6gicos son las relaciones que se establecen entre las reaccio-nes del organismo y las acciones del mundo. Estas relaciones constituyen elobjeto de conocimiento fundamental, y su clasitlcacion es la primera forma deconstrucci6n te6rica para identificar, posteriormente, el rnetodo y procedimientosque hacen posible su observaci6n y su producci6n experimental.En este paradigma se da tam bien un desplazamiento radical en el nivel deinferencia sobre la ocurrencia de los hechos significativos y su determinaci6n y/oexplicaci6n. Los hechos y las relaciones entre ellos tienen lugar como aconteci-mientos observables, cuando menos en 10que toea a las reacciones y acciones

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Figura 6. Representacion del paradigma del organismo reactivo y el mundo.

de las dos entidades participantes: el mundo, en la forma de objetos, y elorganismo. Las categorias operacionales y de medida de la teoria se fundamen-tan y concretan en procedimientos y registros replicables, susceptibles de controlexperimental. Los tenornenos pslcoloqlcos, por vez primera, tienen lugar entiempo y espacio, aunque las teorias no representen adecuadamente estasdimensiones en sus categorfas. La posibilidad de hacerlo dependera del modeloexplicativo 0 descriptivo empleado para dar cuenta de los hechos y sus relacio-nes. Las opciones tecrlcas pueden reproducir algunos de 105 modelos, rnetatoras,analogfas 0 sistemas empleados en 105 paradigmas anteriores, aunque ahora elorganismo remplace a la mente como entidad referente primordial. Es por elloque, aun cuando el paradigma del organismo reactivo y e/ mundo constituye unrompimiento ontoloqico con 105 paradigmas que postulan a la mente y/o alcerebro como entidades de referencia, puede, sin embargo, coincidir a la vez enalgunos de los compromisos eplsternoloqicos con dichos paradigmas. Esto tienelugar cuando se coincide en el modelo elegido para representar las explicacionesy descripciones de su objeto de conocimiento. Ejemplos de este paradigma 105podemos encontrar en algunos modelos etol6gicos y del condicionamiento.

EL ORGANISMO ACTIVO Y EL MUNDOEI septlmo paradigma bajo examen es el del organismo activo y e/ mundo (figura7). Este paradigma comparte con el paradigma anterior la postulaclon de lasmismas dos entidades en relacion: el organismo, como entidad bioloqica que secomporta, y el mundo, como conglomerado de objetos y acontecimientos. Sinembargo, este paradigma concibe al organismo como fuente de acciones, almargen de las influencias que el mundo puede ejercer sobre 131.Las reaccionesdel organismo, que se asumen como posibles, no son hechos significativos paraeste paradigma. Los hechos relevantes son las acciones del organismo respectode 105 objetos y acontecimientos del mundo. Los hechos teorlcamente significa-

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Figura 7. Hepresentacion del paradigma del organismo activo y el mundo.

tivos son los efectos de la accion del organismo sobre el mundo y los efectosreactivos del mundo sobre el organismo. Este paradigma invierte la naturaleza delas relaciones y funciones estudiadas por el paradigma del organismo reactivo.Las caracterfsticas reactivas del organismo dejan de ser importantes, y el interesteo rico se traslada a las relaciones construidas por la accion del organismo sobreel mundo. De manera analoqa al paradigma mente-mundo, se construyen lasrelaciones con el mundo, pero estas relaciones ahora no son meras repre-sentaciones 0 intepretaciones de la realidad. Se construyen circunstancias deinteraccion. que no solo afectan la condlcion 0 estado del mundo sino tarnblen ladel propio organismo que es afectado por los efectos de sus acciones.

Los datos de interes teorlco son las caracterfsticas de las circunstancias enque se construyen las interacciones y, a su vez, el tipo de circunstancias que sonconstruidas. Se examinan los cam bios en las acciones del organismo en relacioncon los cambios en el mundo y sus objetos y acontecimientos. EI rnetodo yprocedimientos desarrollados tienen que ver con el arreglo experimental decircunstancias que auspicien u obliguen directamente la ocurrencia de tiposespecfficos de interaccion entre el organismo activo y su mundo. La repre-sentacion de estas interacciones y sus circunstancias, sin embargo, pueden serrepresentadas teorlcarnente de maneras diversas, de modo que el cambio encompromiso ontoloqlco puede ser desbalanceado por coincidencias episternolo-gicas con paradigmas que tienen compromisos ontoloqicos distintos. Una confu-sion usual en las teorfas surgidas bajo este paradigma es la de identificar lascircunstancias de la interacclon con tipos de acclon, 10que, muchas de las veces,lIeva inevitablemente a caer en una version disimulada de los paradigmas men-te-mundo y cerebro-mundo. Ejemplos de este paradigma son las formulacionesde Skinner y de Hull sobre el origen del comportamiento, aunque ambos presen-tan diferencias importantes en los criterios que fundamentan dicho origen.

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Figura 8. Heprasentacion del paradigma del organismo en el mundo.

EL ORGANISMO EN EL MUNDOEI ultimo paradigma por analizar es el del organismo en e/ mundo (figura 8). Esteparadigma tarnbien plantea el objeto de conocimiento de la psicologfa como larelaci6n entre dos entidades, molares y observables, el organismo y el mundo.Sin embargo, a diferencia de los paradigmas del organismo reactivo y activo y elmundo, el paradigma que nos ocupa no propone un organismo separado de yconfrontado con el mundo. EI organismo, en este paradigma, esta en el mundodel cual forma parte. EI organismo no es considerado como una entidad aisladadel mundo que tiene contactos intermitentes con sus objetos a traves de laacciones de uno 0del otro. EI organismo no es el y el mundo, como ocurre en losotros paradigmas en los que el mundo 10esta rodeando sin incorporarlo, ya seacomo cosmos indiferenciado 0como ambiente estimulante. EI organismo, en esteparadigma, esta continuamente en el mundo y solo es distinguible, no de ai, sinoen el, como referente de un tipo anal isis especffico de ese mundo: el analisis delos fen6menos psicol6gicos.Se plantean cambios significativos en la caracterizaci6n de los hechos psico-16gicosal adoptar este paradigma. En primer lugar, los hechos psicol6gicos no seconsideran como ocurrencias discretas en la forma de acciones particulares deobjetos y organismos, aun cuando, con prop6sitos analfticos se discreticen almedirlos y manipularlos. Los hechos psicol6gicos se vuelven continuos en tiempoy en espacio, pues la discontinuidad es solo un artefacto de la separaci6n delorganismo respecto del mundo. La continuidad de los fen6menos psicol6gicosplantea que su genesis e historicidad constituye una suceslon de tiempos presen-tes desde el inicio hasta el fin de la interacci6n del organismo con los objetos ensu mundo. En segundo lugar, los hechos psicol6gicos ocurren siempre posibil ita-

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dos por las propiedades de un medio en el mundo. EI organismo y los objetos enel mundo se relacionan con base en las condiciones iniciales representadas porun medio propicio para dichas relaciones. EI medio no es un "transmisor" entre elorganismo aislado y los objetos del mundo. EI medio es una condici6n del mundoque posibilita ciertas relaciones y no otras entre el organismo y objetos en esemundo. EI medio se constituye asf en un criterio que permite distinguir entredistintas cualidades del mundo, sin necesidad de postular mundos distintos(Popper y Eccles, 1977). Finalmente, las relaciones del organismo con otrosorganismos u objetos en el mundo siempre se dan en situaci6n y no en laausencia de situaci6n, como ocurre en los dos paradigmas centrados en elorganismo. La situacionalidad de los fen6menos psicol6gicos plantea que siem-pre se dan como relaciones en contexto. EI contexto no es un agregado a lasrelaciones entre el organismo y los organismos en su mundo. EI contexto es lasituacionalidad que define, auspicia y regula las caracterfsticas y propiedades detoda relaci6n como heche psicol6gico.En el paradigma del organismo en el mundo los hechos psicol6gicos ocurrensiempre como relaciones en el mundo en la forma de funciones, relaciones quedeben incluir a un organismo, pero que no constituyen relaciones delorganismo.Desde esta perspectiva, los hechos psicol6gicos se definen como fen6menoscontinuos en tiempo y espacio, como relaciones entre el organismo y los objetosen su mundo, con base en las condiciones que posibilita un medio, y en elcontexto de la situacionalidad 0 circunstancia de la relaci6n. En este paradigmano hay entidades u ocurrencias con distintos horizontes de observabilidad, noexiste la distinci6n entre el interior y el exterior del organismo, y los objetos delmundo no constituyen entidades a ser representadas. Los hechos psicol6gicosse clasifican con base en las caracteristicas del conjunto de facto res que conden-san una relaci6n. Las categorfas operacionales y de medida constituyen concep-tos descriptivos de las condiciones, propiedades y variaciones que tienen lugaral ocurrir un hecho como fen6meno continuo en situaci6n. Las explicaciones nopueden darse en la forma de causas eficientes, pues la caracterizaci6n ontol6gicadel fen6meno no autoriza una 16gicaexplicativa basada en la sucesi6n temporalde variables discretas. La representaci6n te6rica de los fen6menos requiere dela construcci6n de modelos propios y especfficos a la complejidad funcional delas diversas formas de organizaci6n de las relaciones del organismo en su medio.EI dato del fen6meno psicol6gico es siempre un episodio situacionalmente deli-mitado. Ejemplos de este paradigma los podemos encontrar en las propuestas deKantor, Gibson y Lewin, aunque los criterios epistemol6gicos sean muy diversosentre ellos.

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.J LAS PSICOLOGfAS Y LA DEFINICI6N DE SUS OBJETOS 383COMENTARIOS FINALES

En este escrito hemos tratado de mostrar que la suposici6n de que la psicologfaes una sola disci pi ina es solo una liusion. Cada uno de los paradigm as sobre elobjeto de conocimiento de la psicologfa examinados constituyen psicologfasdistintas, con compromisos ontol6gicos propios y diferenciados, y con compromi-sos epistemol6gicos que en ocasiones pueden ser coincidentes. Dentro de cad aparadigma pueden surgir teorfas diversas, con grados relativos de pureza onto-16gica y epistemol6gica. La caracterizaci6n de teorfas particulares constituye unpaso adicional, pero distinto al que hemos lIevado a cabo aquf.Las psicologfas descritas por cada paradigma son distintas porque planteanpreguntas diferentes y, en consecuencia, buscan respuestas diferentes. Losmedios para responder a esas preguntas: rnetodo, tipo de datos, criterios deevidencia, representaciones conceptuales, etc., son especificos a cada psicolo-gla. No pueden utilizarse los medios propios para responder a la pregunta de unparadigma a fin de resolver las cuestiones de otro. Hacerlo, no solo constituye unabsurdo y una empresa inutil, sino que significa tarnbien confundir las palabrascon los conceptos. Por ejemplo, hemos visto que en cuatro de los paradigm asanalizados el significado del terrnino mente es total mente distinto. De igualmanera es diferente en los ultimos tres paradigmas el significado del terrninocomportamiento referido a las reacciones y acciones del organismo. Los terrnlnospor sl solos no significan nada. Solo tienen sentido en el contexto del ambito enque son utilizados. Los tsrrnlnos de las psicologfas solo son discernibles enrelaci6n al paradigma que define su significaci6n. Usarlos como equivalentes,independientemente del compromiso ontoloqlco que implica su uso por una teorfaparticular, es un acto que atenta contra la mas elemental 16gica. Sin embargo, esimportante senalar que los pslcoloqos hemos perpetuado esta insensatez alsuponer la existencia de una sola psicologfa, al plantear que las distintas psico-logfas estudian en realidad campos de tenornenos complementarios de un univer-so empfrico coherente, y al suponer que los conceptos y datos de las teorlasgenerales amparadas por distintos paradigmas son complementarias e integra-bles. EI eclecticismo, que es el resultado de esta suposici6n lIevado a sus ultlmasconsecuencias, no es mas que un producto aberrante de la confusi6n conceptualy de la carencia de un compromiso explfcito con los supuestos que fundamentana cada psicoloqla y su aplicabilidad.

REFERENCIASKuhn, T.S. (1982). La tensi6n esencial. Mexico: Conacyt-Fondo de Cultura Econ6mica.Popper, K.R. y Eccles, J.C. (1977). The self and its brain. Berlin: Springer-Verlag.Ribes, E. (1990). Psicologfa general. Mexico: Trillas.Ribes, E., Moreno, R. y Padi lla, A. (1996). Un analisls funcional de la oracttca cientifica:

extensiones de un modelo psicol6gico. Acta Comportamentalia, 4, 205-235.