a escondidas

154
A Escondidas Patrick D. Frutos A Escondidas Patrick D. Frutos /saac Baltanás 1996 A Isaac Baltanás

Upload: isaac-baltanas

Post on 28-Jan-2016

26 views

Category:

Documents


4 download

DESCRIPTION

¿Recuerdas los dorados años noventa? Fue una época increíble en muchos aspectos y lo fue especialmente para la radio. En aquellos tiempos Patrick D. Frutos dirigía el programa A Escondidas, en Onda Diez. Imagina un espacio donde se hablaba de la noche, de la superación y de las pequeñas cosas de la vida. En un tono intimista y sosegado Patrick hizo gala, entre canción y canción, de su originalidad y su profesionalidad, convirtiendo un programa de madrugada en algo diferente. Este libro recoge las transcripciones de aquellas intervenciones a lo largo de varios años, guardando la estructura del programa. Además, en su interior encontrarás el enlace para escuchar fragmentos de la emisión de A Escondidas, grabados entre 1996 y 1997. ¿A qué esperas para volver a los dorados años noventa de la radio nocturna? Como decía la locución femenina del programa: “Patrick D. Frutos te espera en A Escondidas”.

TRANSCRIPT

Page 1: A Escondidas

A Escondidas

Patrick D. Frutos

A EscondidasPatrick D. Frutos

/saac Baltanás

1996

A

Isaac Baltanás

Page 2: A Escondidas

i

A Escondidas

Patrick D. Frutos

A EscondidasPatrick D. Frutos

/saac Baltanás

1996

A

Isaac Baltanás

Page 3: A Escondidas

Este libro contiene transcripciones de programas radiofónicos transmitidos en abierto a través de FM du-rante los años 1996 y 1997. Salvo que se manifieste lo contrario, las palabras aquí escritas son de domi-nio público y se atribuye la autoría a Patrick D. Frutos, salvo citas o parafraseados de canciones.La edición de este libro carece de ánimo de lucro y bajo ningún concepto puede ser vendido, ni ser objeto de un intercambio monetario o de otra índole.

aescondidas.isaacbaltanas.comisaacbaltanas.com

COPYRIGHT

ii

Page 4: A Escondidas

Todo sabe mucho mejorcuando se hace de forma furtiva.

Patrick D. Frutos

FRASE

iii

Page 5: A Escondidas

[...] Más adelante, en la adolescencia, descubrí la radio nocturna. Fue gracias a un Walkman (en mi caso, obviamente era un Walkwoman) que me habían regalado

por mi décimo cumpleaños y que, como comprenderéis, llevaba mis buenos cinco años dándole un uso trepidante. El programa en cuestión se llamaba Fórmula Noche, y viví su cambio de nombre, allá por 1994, al nombre perfecto para un programa de radio: A

Escondidas.Me enamoré de la voz de Patrick D. Frutos en los primeros cinco segundos.

Y le adoré para siempre en los cinco siguientes.

Cristina Blanco RabanedoA la luna se le ve el ombligo

FRASE 2

iv

Page 6: A Escondidas

Aquel verano de 1996 fue muy especial para mí. Se produjo un cam-bio radical en mi modo de ver el mundo. Fue mi primer despertar. Empe-cé a ser consciente de mis capacidades y a tener una ligera sospecha de lo que luego sería mi vocación. Desperté al romanticismo, viví mi primer amor y nacieron fuertes amistades que aún a día de hoy perduran.

Y en aquellas noches de verano encontré a alguien que me susurró al oído cosas que necesitaba oír. Por primera vez en la vida encontré a al-guien que pensaba como yo, que sentía parte de lo que yo estaba sintien-do en aquellos días. Había descubierto la voz de Patrick D. Frutos.

He de reconocer que Onda Diez era ya de por sí una emisora diferen-te. Lejos de las programaciones convencionales y musicales, Onda Diez te-nía contenidos temáticos muy variados. Quizá para muchos el espacio más destacado fuera It´s Your Time, un programa dirigido por Toni Pe-ret, pero esto era sólo la punta del iceberg. Me pasaría horas hablando de Música en el Horizonte, un espacio dedicado a la música New Age; o A cuento de qué, el programa nocturno de cuentos dramatizados de Pepa Gea, donde la ficción sonora encontraba su rincón. Onda Diez era toda una fiesta en las ondas nutrida de momentos radiofónicos de lo más varia-do.

Y en medio de todos esos contenidos de alta calidad estaba A Escon-didas, un formato basado en radiofórmula de baladas de los ochenta que

PRÓLOGO

v

Page 7: A Escondidas

dirigía Patrick D. Frutos, siempre después de medianoche. A Escondi-das... “¡Qué título tan oportuno!”, pensé la primera vez que lo escuché. Recuerdo que lo descubrí una noche, girando el dial. Las sintonías pasa-ban y de repente oí a un hombre susurrando por el micrófono. Me llamó la atención. Lo dejé unos segundos. Lo que decía no era cualquier cosa, no era verborrea de locutor barato, no era alguien queriendo venderte al-go o anunciando el nuevo single de un disco de moda. Había algo más en sus palabras. Lo que decía tenía corazón. Era un hombre hablando de sen-sibilidad, de amor, de madrugada, de romanticismo, de superación... Las canciones estaban bien escogidas, sí, y desde el punto de vista de la em-presa, (Onda Cero), esas canciones eran la razón de ser del programa, pe-ro lo que a mí me interesaba era lo que decía Patrick, lo que un hombre a quinientos kilómetros de distancia tenía que decirle a un muchacho que estaba despertando a nuevos pensamientos.

Al principio me pareció curioso, después fascinante y finalmente em-pecé a grabar cada una de sus intervenciones en viejas cintas de cassette recicladas que tenía por casa. No me lo podía perder. Pronto, mi afición por grabar sus intervenciones se convirtió en un compromiso, una cita a medianoche a la que no podía faltar.

Así, durante aquel verano, al terminar cada uno de los intensos días, luchaba conmigo mismo por mantenerme despierto al filo de la madruga-da y poder capturar cada una de las intervenciones de Patrick, evitando grabar las canciones, por aquello de ahorrar cinta. Pero llegada cierta ho-ra caía rendido en la cama, aún con el dedo apoyado en la tecla Rec y casi nunca llegaba al final del programa. Es por eso, que en este libro, la mayo-

vi

Page 8: A Escondidas

ría de los programas no tienen despedida, porque nunca pude aguantar despierto hasta altas horas de la madrugada para grabarlo.

A Escondidas solía durar unas tres horas. Los que hayan nacido en los ochenta o antes sabrán que no había cintas de cassette de más de 120 minutos, (60 minutos por cada cara), por lo que, como mucho, podía gra-bar una hora seguida a partir del momento en que me quedara dormido. Hay que tener en cuenta que mi grabadora no era reversible, para aprove-char las dos caras de la cinta. Es por eso que gran parte del archivo está concentrado en las primeras horas del programa, especialmente entre las doce y la una de la madrugada.

En mi obsesión por acaparar todas las emisiones de A Escondidas in-tenté utilizar otros medios de grabación de mayor duración. ¿Qué apara-to doméstico podía haber en casa que grabase más tiempo que una cinta de cassette? ¡Un vídeo! Así que una noche conecté la salida de audio del sintonizador de radio a la entrada de audio del vídeo. Era un gran adelan-to porque podía programar la grabación y, además, una cinta de vídeo do-méstica podía grabar de continuo durante 180 minutos.

Hubiera sido perfecto. La idea era buena, pero el vídeo no entendía muy bien eso de grabar “sólo audio”. No salió bien. Por otra parte, la re-cepción en el salón, donde estaba el vídeo, tampoco era muy buena; ade-más, las cintas de vídeo eran definitivamente más caras que las de audio; y finalmente, como factor determinante, a mi madre no le hacía gracia en-contrarse cables de por medio a primera hora de la mañana, ni que andu-viese toqueteando electrodomésticos en casa. Desistí y volví a mi habita-

vii

Page 9: A Escondidas

ción, con mi vieja grabadora de cassette y con los cascos, a grabar manual-mente cada una de las intervenciones de Patrick D. Frutos, una por una, canción tras canción.

Las grabaciones no tienen toda la calidad que desearía porque el re-petidor más cercano de Onda Diez estaba situado a unos 60 kilómetros de mi ciudad, (que por otra parte se encontraba en un valle). Con mucho esfuerzo, una antena de más ganancia que fabriqué yo mismo con mate-riales reciclados y con una radio más sensible, conseguí obtener una re-cepción aceptable algunas noches. Las emisiones de radio se ven afecta-das por los fenómenos atmosféricos, de modo que, aunque el equipo fue-ra el mismo, la propagación no siempre era la idónea y eso explica que al-gunas grabaciones se oigan mejor y otras peor. Había días en que se escu-chaba perfectamente, incluso en estéreo; y otras en las que se colaban es-purias, (interferencias), de otras emisiones de radio más cercanas.

Por otra parte, la calidad de las cintas usadas para la grabación tam-poco era homogénea. Usaba cintas de cassette recicladas que sacaba de cualquier parte, con la esperanza de poder grabar algo más de todo el ma-terial que ofrecía Patrick en las madrugadas de Onda Diez.

Como verás a lo largo del libro, Patrick solía invitarnos a los oyentes a salir a la calle y dar un paseo en medio de la madrugada, mientras él nos acompañaba. Pero en mi caso era improbable que pudiera hacerlo con una señal de radio tan débil. Mi Walkman no captaba la señal de On-da Diez a pie de calle.

viii

Page 10: A Escondidas

Ya en aquella edad yo era un gran aficionado a la radio y desde hacía tiempo tenía mi propia emisora de radio FM. A través de ella emitía mis programas de radio y, por qué no, debo admitirlo, en más de una ocasión, imitando a Patrick D. Frutos. Así que un día usé mi propia emisora de ra-dio como repetidor, para poder salir de una vez, en medio de la noche, acompañado por Patrick, como él sugería. Es decir, que durante algunas noches, la voz de Patrick D. Frutos se escuchó perfectamente en mi ciu-dad.

Con el tiempo, el comienzo de A Escondidas se convirtió en el mo-mento más esperado del día, en especial por esa larga introducción, pau-sada y triunfal, que Patrick hacía apoyándose en la música de Yanni. Sus reflexiones acerca de las cosas de la vida, su manera de usar la voz, las pausas... todo estaba orquestado en un estilo de hacer radio un tanto pe-culiar, pero sin resultar cargante. Era ideal para que todo cuanto tuviera que decir frente al micrófono fuera calando poco a poco en mi mente.

Pero mi relación radiofónica con Patrick D. Frutos no había acabado ahí. Aún tenía muchas cosas que aprender de él. Una vez le llamé por telé-fono.

Recuerdo que tardé varias semanas en reunir el valor y el coraje para marcar el 91 5386303, (nunca olvidaré el número). Le llamé una tarde de sábado lluviosa que estaba haciendo un especial de fin de semana, (sí, Pa-trick solía estar en varios proyectos a la vez). Me dijo que tenía prisa por-que iba a entrar en directo, así que le dije que le llamaría más tarde. Un par de horas después me fui a una cabina telefónica, cargado con muchas

ix

Page 11: A Escondidas

monedas y con la esperanza de que se alargase la conversación. La lluvia estaba arreciando, pero no me importaba. Marqué el número de nuevo y lo cogió una colaboradora del programa. Con tono firme le dije que que-ría hablar con Patrick. “¿De parte de quién?”, me preguntó ella. “De Isa-ac, le he llamado antes”, le dije yo. Patrick cogió el teléfono enseguida. Y ahí estábamos, por primera vez en mi vida en comunicación bidireccio-nal. Ahora no sólo le escucharía yo, sino que también podía escucharme él... pero en ese momento me bloqueé. Pensaba que tenía muchas cosas que decirle, pero no me había dado cuenta de que en realidad tenía mu-chas cosas que preguntarle. Él había acabado el programa y, como años más tarde entendería yo al convertirme en locutor, tenía que marcharse del estudio. Apenas pude hacerle unas preguntas sobre los jingles de On-da Diez y la sintonía de A Escondidas, Música y Luces, (la edición del sá-bado). Me dijo que estaba “medio producida” por él. Le dije “¡Eres un monstruo, un genio!”. Él me dio las gracias. Me quedé en silencio. No sa-bía qué más decir y entonces él hizo el amago de despedirse. Es completa-mente lógico que si la otra persona no muestra más signos de querer se-guir hablando des por terminada la conversación. No supe qué decir en ese momento. Yo también me despedí, colgué el auricular de la cabina e inmobilizado por la emoción me quedé allí, quieto bajo la lluvia, asimilan-do lo que acababa de pasar. Había hablado con Patrick D. Frutos, el locu-tor que tanto me había inspirado, pero me sentía como un tonto porque no había hecho una lista de todas las preguntas que tenía para él, que eran muchas.

x

Page 12: A Escondidas

Me prometí que le volvería a llamar en breve, pero nunca lo hice. Ahora lo que me quedan son estas grabaciones de las emisiones de A Es-condidas y todas esas preguntas que aún tengo apuntadas y que espero pueda hacerle algún día.

Años más tarde empecé a trabajar en la radio y me di cuenta de que a algunos oyentes les pasaba lo mismo conmigo, lo mismo que a mí me había pasado con Patrick. Cuando eres locutor no eres consciente de que has entrado en la casa de muchas personas, en sus vidas. Has estado pre-sente en sus mentes cuando estaban tristes, alegres, discutiendo, adormi-lados; te has metido en la cama con ellos, has comido con ellos. Cuando eres locutor de radio firmas un contrato laboral, pero no te explican que firmas también un pacto tácito con miles de personas al mismo tiempo, en el que vas a acompañarles en sus momentos más íntimos. Ellos te de-jan pasar hasta lo más hondo de su ser. Hablan contigo y escuchan activa-mente lo que les dices y, sin que tú lo sepas, te responden. A veces pode-mos llegar a ser conscientes de una mínima parte, porque siempre hay al-guien que llama al estudio y te lo dice.

Mi mentor en la radio decía que una llamada telefónica de un oyente equivale a mil personas que están pensando lo mismo. Una vez un oyente me llamó para decirme que me había equivocado al mencionar el intér-prete de una canción y en ese momento pensé que no era uno, sino mil oyentes los que probablemente se habrían dado cuenta de mi error. Te ha-ces en locutor de radio y eso te convierte automáticamente en amante de los pensamientos de muchas personas, aunque no lo sepas.

xi

Page 13: A Escondidas

Y no es una cuestión racional, el pacto lo haces con el subconsciente de los oyentes, no con ellos mismos. Tu timbre de voz penetra en la parte más profunda de sus pensamientos. Luego, cuando vas a la panadería, co-mo por arte de magia, te reconocen. Nunca te han visto, pero saben que eres tú, ni siquiera lo dudan. Titubean porque no entienden cómo es posi-ble que puedan estar tan seguros de sí mismos, pero no dudan de que se-as tú, sino que se sorprenden de sí mismos por haberte reconocido sólo por la voz. Tú, como profesional, hay momentos en que ni te esfuerzas en negarlo. ¿Por qué? Para ellos, quizá para ti también, es una feliz coinci-dencia. Debemos pensar que ese oyente que te ha reconocido por fin, des-pués de mucho tiempo, ha completado un puzzle en su cabeza, un puzzle que empezó con tu voz y terminó con tu rostro. Nunca te imaginan cómo eres realmente. Las personas imaginan y construyen imágenes a partir de lo que han visto y por eso casi nunca aciertan. Dependiendo de qué locu-tor, a veces puede resultar una decepción... Yo me imaginaba a Patrick D. Frutos con la cara de un tipo que vi en un anuncio de un periódico una vez. Le puse esa cara, no sé por qué. Tenía muchas entradas, la frente arrugada y una boca muy grande. Suele pasar que caricaturizamos la ima-gen que nos formamos de nuestros locutores favoritos. Los imaginamos con una gran frente, con con una gran nariz, o excesivamente guapos, o excesivamente barbudos... Años más tarde, muchos años después, ya con Internet de la mano, pude ver una foto de Patrick D. Frutos... y fue una grata sorpresa. A veces decimos que la voz que habíamos oído no le pega a esa persona, pero en el caso de Patrick no podía ser de otra manera. Me encantó poder ponerle cara por fin al locutor que inspiró parte de mi ca-rrera profesional.

xii

Page 14: A Escondidas

De hecho, fue el estilo de Patrick y el formato de A Escondidas lo que me inspiraría muchos años más tarde para crear la serie Inflexiones (www.inflexiones.com).

Como en todo programa de radio, Patrick hacía referencia a la hora, la dirección postal y al teléfono varias veces cada noche. He transcrito al-gunas de esas ocasiones para poner de manifiesto la manera tan cercana y personal de expresar algo tan rudimentario, rutinario y mundano como decir la hora o recordar qué programa o en qué sintonía estamos. Identifi-car la emisión, bien de viva voz o con un indicativo cada poco tiempo, es un recurso imprescindible en la radio, importante, porque ayuda a los nuevos oyentes que se incorporan a saber qué están sintonizando, espe-cialmente en aquellos momentos en los que la radio era analógica. Por cierto, imprescindible, sí, pero a día de hoy es un recurso que no muchos locutores respetan. Patrick a veces utilizaba indicativos con una voz feme-nina (cuya transcripción podrás encontrar el final de este libro), o simple-mente con su propia voz, de una manera muy personal y cercana. Es por eso que también lo he incluido en las transcripciones.

Las intervenciones están dispuestas en un modo similar a la estructu-ra de A Escondidas. Hay dieciséis capítulos, simulando dieciséis edicio-nes del programa. Cada uno de ellos comienza con una introducción de Patrick, seguido de las intervenciones que pude grabar durante aquellos años. Cada intervención está separada por unos asteriscos (***), que re-presentan las canciones que Patrick pondría en ese momento. Lógicamen-

xiii

Page 15: A Escondidas

te no puedo recordar cuáles eran. Pero si piensas en cualquier balada de los ochenta seguramente Patrick la puso en A Escondidas alguna vez; aunque en algunos casos hace referencia a alguna que otra canción en concreto, como verás más adelante.

Sería aconsejable que leyeras esto por la noche, poniendo las cancio-nes señaladas, dejándote llevar por la música, para tener una sensación lo más realista posible de cómo era el programa de radio.

¿Alguna vez has leído radio? Creo que ahora es el momento. No obs-tante, los cortes originales en audio están en la web:

patrickdfrutos.isaacbaltanas.com Cada capítulo tiene un título, pero éste no hace referencia al conteni-

do del mismo, sino a la presentación del programa. Después, como cada noche, las intervenciones varían de temática.

Hay cuatro elementos que conforman el lenguaje radiofónico: la voz, la música, los efectos sonoros y el silencio. Sólo esos cuatro. Y sólo con esos cuatro elementos se han llenado las miles de horas diarias en todo el mundo durante los últimos 120 años de radio. Alguno de esos elementos se han usado más que otros. Incluso de alguno de ellos se ha abusado. Otros, por el contrario, no se utilizan casi nunca y creo que los propios profesionales de la radio ni siquiera saben que los cuatro son igualmente importantes y que con los cuatro se puede producir un mensaje impactan-te. Es la combinación de los cuatro lo que hace de la radio un medio efecti-vo. Quitando sólo uno de ellos, como si se tratase de una fórmula química o las patas de una silla, la emisión se va al traste, (se vuelve aburrida).

xiv

Page 16: A Escondidas

Uno de los elementos menos utilizados, (quizá porque los locutores temen no saber usar) es el silencio radiofónico. Yo mismo aprendí a ha-cer radio en una emisora donde se tenía animadversión al silencio. No po-día existir el silencio entre corte y corte, entre cuña y cuña. En las radio-fórmulas el silencio ha quedado en el olvido. Los cortes se suceden a toda prisa, incluso superponiendo unos milisegundos de un corte a otro, de una cuña a otra. Y cuando hay un silencio parece que no es intencionado, sino que es un defecto técnico, como las desconexiones regionales, por ejemplo.

Después están los efectos, que no siempre se usan y no se usan bien. En la radio española, al menos, los efectos son siempre los mismos: esca-sos, repetidos típicos...

Acto seguido podríamos hablar de las voces, de las voces no educa-das, de las voces que hablan demasiado o de cuando varias voces hablan a la vez porque los locutores han olvidado que se trata de radio, que cuan-do se escuchan dos voces a la vez en una emisión el oyente no entiende nada.

Y por último el recurso más usado, el elemento del que se abusa sin límite: la música. Se han creado cadenas de radio a nivel nacional usando un único elemento, algo que está muy lejos de ser un mensaje de radio completo, variado, colorido. Convertir una radio en un hilo musical es la peor manera de explotar una licencia radiofónica, la forma más pobre de dar un servicio público. Pero lo hacen igualmente, esperando obtener al-gún resultado, alguna rentabilidad.

xv

Page 17: A Escondidas

Patrick D. Frutos, a través de A Escondidas y el resto de sus proyec-tos, ha sido uno de los locutores que me ha enseñado a usar el silencio en la radio como uno de los recursos más preciados y destacados para lla-mar la atención del oyente. Hacía un buen uso de él, de forma natural, sin que estuviera escrito en un guión. En realidad formaba parte de su es-tilo pausado cuando hacía A Escondidas, no siendo así cuando locutaba en Música y Luces, naturalmente. Era su firma, su forma de partir una frase en varios grupos de palabras con sentido (grupos fónicos) y hacer desfilar cada uno de ellos intercalando el silencio. Los oyentes necesitába-mos muy pocos recursos para entender lo que estaba diciendo y con ese silencio en medio, partiendo la frase en dos, tres y cuatro pedazos, era sencillo asimilar lo que Patrick decía en medio de la noche. Creo que la magia de A Escondidas radicaba ahí, aunque los oyentes no supieran ex-plicar exactamente por qué.

Ni mucho menos escribimos como hablamos, eso está claro. Por eso hay que tener en cuenta que este libro es el resultado de unas transcrip-ciones de la palabra hablada. Es la transcripción de un hombre hablando por la radio. No hablamos como escribimos y nos escribimos como habla-mos, pero considero oportuno respetar en todo lo posible las palabras de Patrick ante el micrófono, a fin de hacer que el lector se imagine con el máximo lujo de detalles lo que era este programa de radio. Por ello se pue-de apreciar en el texto la presencia de giros lingüísticos, expresiones colo-quiales, redundantes, y otros elementos característicos del lenguaje radio-fónico, más propios de la lengua hablada que de la escrita. Es parte de mi

xvi

Page 18: A Escondidas

afán por hacerte llegar el mensaje de Patrick D. Frutos intacto, tal como él lo dijo en directo.

Por otra parte, Patrick hablaba de manera directa y personal y eso también se refleja en las transcripciones, que he intentado hacer de la ma-nera más fidedigna posible. Sólo he omitido errores de pronunciación o titubeos naturales que nos suceden a todos a la hora de hablar.

Como todo programa en directo, con el paso del tiempo, es lógico que parte de algunos argumentos se repitan, o al menos se haga referen-cia a una misma idea en distintos momentos y esto también se refleja en el texto.

Las lecturas de Patrick D. Frutos merecen la pena porque en él pode-mos descubrir la sensibilidad, el romanticismo y la ternura de un hombre que sabe expresar los sentimientos. Si todos los hombres tuviéramos esa facilidad para pronunciar palabras de este calibre muchos problemas de pareja (y de amistad) se resolverían. Así que si quieres decir algo hermo-so a un ser querido seguro que encontrarás inspiración en las palabras de Patrick. Piénsalo de esta manera: las palabras “noche”, “siempre” y “to-do” son las más usadas en sus intervenciones. Puede que sea el libro más sincero y directo que puedas encontrarte nunca.

Este es mi homenaje a Patrick D. Frutos.Feliz lectura... A Escondidas.

xvii

Page 19: A Escondidas

Muchas noches yo me pregunto dónde estarán aquellas madrugadas, aquellas noches que solíamos pasar junto al fuego escuchando alguna vie-ja historia, mientras ese disco picado sonaba de fondo. Ese disco que nos gustaba escuchar una y otra vez, que nunca nos cansábamos de oír. ¿Dón-de estarán aquellas madrugadas? ¿Dónde estará aquel viejo caserío junto al monte y a pocos metros del mar? Donde tantos buenos momentos he-mos pasado, donde en tantos instantes hemos sido felices. Son muchas pequeñas cosas, muchos pequeños detalles que forman nuestro pasado, ese pasado más o menos lejano, o más o menos cercano. Ese pasado que posiblemente ya nunca más volverá de esa misma forma. Aunque no per-demos la ilusión y la esperanza de que vuelvan.

Pero mientras todo esto sucede, mientras esa esperanza sigue viva en nuestra mente, nos gusta que llegue la madrugada para recordarlo, pa-ra cerrar los ojos y aunque sólo sea con la imaginación volver allí. Siem-pre con él, siempre con ella y siempre con la misma canción. Esa misma canción que en otras ocasiones nos ha emocionado, nos ha hecho en defi-nitiva felices.

Para cada uno de nosotros es una canción completamente distinta, aunque siempre que la escuchemos nos devuelva a ese lugar mágico, que para cada uno de nosotros es también distinto, al igual que la música, y al igual que el recuerdo.

18

AQUELLAS MADRUGADAS

Page 20: A Escondidas

Por cierto, buenas noches, soy Patrick D. Frutos y esta es una nueva edición de A Escondidas, en Onda Diez, hasta las tres de la madrugada, hasta que sean las dos en Canarias. Ciento ochenta minutos de radio para soñar, ciento ochenta minutos de radio para entender, para compartir, pa-ra dejarnos llevar.

***

¿Por qué nacerá gente, si nacer o morir es indiferente? Pero lo que es-tá claro es que morir es algo horrendo y nacer es algo realmente maravi-lloso. Como cada día que nace, como cada madrugada que comienza, co-mo cada sueño que se forja en cada mente.

***

En ese sueño, en ese paraíso, es el único lugar en el mundo donde tú eres el protagonista de un viaje especial. Un viaje imaginario, pero real-mente hermoso. Porque recorremos todos los lugares habidos y por ha-ber, conocemos a todas las personas conocibles, disfrutamos de cada ins-tante como si fuera el último que nos tocara vivir.

***

Hay momentos en los que una canción puede serlo todo. Puede ser lo más fácil, lo más difícil, lo más triste, lo más alegre. Puede ser aquella razón que has tenido para seguir viviendo, que te ayude a seguir creyen-do, mientras el reloj sigue avanzando.

19

Page 21: A Escondidas

Ten en cuenta que el momento que ahora estés viviendo, el segundo que ahora estés sintiendo jamás se volverá a repetir, por lo que cada ins-tante es único.

***

El tiempo del sentimiento, el tiempo del amor, el tiempo de las emo-ciones sólo existe si entre las dos personas existe una canción. Da igual cu-ál sea: más o menos lenta, más o menos rápida... Sea como sea, la música siempre formará parte de nuestra vida, de nuestro pasado, nuestro pre-sente y nuestro futuro.

***

Esta es tu vida. Esta es tu historia. Disfrútala cuantas veces quieras. Y si no te gusta, si la ves injusta, imagínate una diferente. Imagínate un lugar único, donde sólo tú y ella, o sólo tú y él, podáis llegar; donde la mú-sica suene distinta y donde no suceden las cosas que habitualmente suce-den en otros lugares, sino las que tú quieras que sucedan.

***

¿Sabes una cosa? Me encantaría que hubiera un eclipse de sol. Pero un eclipse total, de esos que a las doce del mediodía o las cuatro de la tar-de, parece que es completamente de noche. Alguna vez ha habido eclipses parciales, pero totales, aquí en España que yo recuerde, en los últimos años no ha habido ninguno. Y la verdad es que puede parecerte una tonte-

20

Page 22: A Escondidas

ría, pero me apetecería que hubiera uno. Hace muy poquito hubo uno de luna, no sé si lo verías. Espero que sí porque fue muy bonito ver cómo po-co a poco se iba ocultando la luna en el cielo. Pero respecto a los de sol, la gente que los ha visto dicen que son realmente espectaculares.

***

A veces nos gusta enterrarnos en nosotros mismos, nos gusta intro-ducirnos en nuestro mundo, en nuestra burbuja de cristal y no queremos saber nada más de los demás. Pero es aconsejable que no te guardes los sentimientos para ti, que no la pagues contigo mismo, ni con los demás. Intenta contárselo a alguien, de confianza, por supuesto. Seguro que hay por ahí cualquier compañero que está deseando compartir tus sentimien-tos y que lo único que quiere es que no te hundas ante tan desesperada si-tuación. Es a ese al que debes considerar un amigo y no aquellos que sólo son tus amigos por algún tipo de interés. Los verdaderos amigos son aque-llos que sólo piden a cambio de su ayuda tu amistad desinteresada.

***

Todo en la vida tiene un principio y un fin, toda historia que comien-za algún día ha de finalizar. Aunque siempre se espera que el final llegue lo más tarde posible cuando la historia es buena. Pero recuerda que hoy es el primer día del resto de tu vida y, por lo tanto, has de aprovecharlo al máximo y no desperdiciar tan mágico momento.

Y si no tienes nada que hacer, si no se sospecha ningún peligro, haz un esfuerzo, empieza a caminar y ve en busca de esa persona tan especial

21

Page 23: A Escondidas

para ti. Y habla con ella. Porque piensa que nada es eterno y llegará el día en que te tengas que separar de esa persona.

***

Si tú eres de los que andan buscando el amor y aún no lo has encon-trado, no desfallezcas. Ya sabes que el amor no está para quien lo busca, sino para quien lo encuentra... cuando menos te lo esperes, de quien me-nos te lo esperes y donde menos te pienses.

***

Siempre se ha dicho que el que espera desespera y si tú buscas un amor no te desesperes, ni te preocupes en exceso. Lo mejor que puedes hacer cuando estés así es intentar relajarte y confiar en la música, esas canciones que consiguen hacerte feliz y apartarte del mundo real por un momento. Y hacer de tu soledad una compañera ideal.

***

Pero si tú eres de los que han alcanzado la cima, si tú eres de los que han encontrado a su compañera o compañero ideal, enhorabuena. Claro, que si no es así, no te desesperes, no debes preocuparte. Más vale ir sin prisa, pero sin pausa. La constancia es un arma bastante eficaz a la hora de conseguir aquello que se desea.

***

22

Page 24: A Escondidas

Está claro que pase lo que pase hay que seguir sonriendo, hay que in-tentar ser felices, no importa lo alto que nos pongan el listón.

***

Hay un lugar, por pequeño que éste sea, para cada uno de nosotros en el mundo. El problema es saber cuál le corresponde a cada uno. Quizá tú ya lo hayas encontrado. Es posible que en estos momentos estés justo donde debas estar durante toda tu vida... al lado de él o ella.

***

En muchas ocasiones te habrás preguntado si de verdad existe un pa-raíso donde todo, absolutamente todo se vea de otro color. Recuerda que el único paraíso que nunca nos podrán quitar es el recuerdo. Ninguna per-sona será capaz de quitarte un buen momento para recordar, nadie nos podrá sacar de aquel mágico lugar, tan especial para cada uno de noso-tros, y todo ello a base de la más pura y sincera imaginación.

***

La vida en ocasiones pasa demasiado deprisa. Apenas nos da tiempo a saborear esos momentos gratos que, de vez en cuando, nos ofrece y que hay que saber guardar para siempre en la memoria... por aquello de que en muchas ocasiones son muchísimos menos los momentos gratos que

23

Page 25: A Escondidas

los otros. Pero a fin de cuentas la vida es así, hay que tomarla como viene, la vida de cualquier forma sigue siendo hermosa.

***

A veces es difícil e incluso nos creemos que es imposible ser feliz. Pe-ro la felicidad que todos buscamos está mucho más cerca de lo que quera-mos creer. La vida es una lucha continua en la que no siempre se puede ganar, en la que no siempre se puede ser feliz.

***

Siempre que finaliza un día y, por consiguiente comienza otro, se po-ne de manifiesto esa magia que nos envuelve, que nos seduce; esa magia que nos enamora uno a uno.

***

No pienses en el futuro, no recuerdes el pasado, intenta vivir el pre-sente; ese presente maravilloso que tenemos por delante, que podemos compartir juntos, que podemos vivir, que podemos disfrutar.

***

Aunque no debemos recordar el pasado, todos sabemos que las no-ches son para recordar. Es ineludible hacer caso omiso a algunos recuer-

24

Page 26: A Escondidas

dos y echar la vista atrás: recordar esos momentos, esos lugares, esas per-sonas, esos amores... sobre todo ese amor, ese primer amor.

***

Para hacer fácil lo difícil, para conseguir aquello que deseas, debes primero creer en ti mismo. Debes tener orgullo propio. Debes pensar que eres igual que los demás; que no eres no inferior, ni superior, pero que tie-nes unos encantos que has de saber aprovechar.

***

No siempre tiene que ser tu gloria personal, de vez en cuando no vie-ne mal una pequeña ayuda de esos amigos de verdad.

***

Ya sabes que la música unida a la imaginación te pueden llevar a lu-gares de ensueño, o a vivir días de ensueño.

***

Hay determinados momentos en los que sientes que la vida se rompe ante tus narices y no puedes hacer nada por evitarlo, o sientes que no pue-des hacer nada. Aunque en realidad puedes hacerlo todo. Pase lo que pa-se, siempre hay que intentar salir adelante. Luchar. La vida no es fácil, pe-ro si luchas por lo que quieres es mucho más sencillo el conseguirlo.

25

Page 27: A Escondidas

***

Si la noche es ilusión, es simpatía; si la noche es amistad, si la noche es fantasía, si la noche es música, si la noche es amor... y sobre todo, si la noche es emoción, es cariño, si es sentirnos bien el uno con el otro... ¿có-mo definirías el día?

***

Dicen que dos es compañía y tres es multitud, pero a veces tres pue-de ser un número mágico. A veces, no siempre. Pero cuando resulta bien, resulta muy bien.

***

¿Y qué me dices de esto? (refiriéndose a la última canción del progra-ma). También invita a muchas y diferentes situaciones.

Y lo que invita a otras situaciones es la música de Yanni que suena de fondo. Nos dice que llegó el final, que nos quedan cuatro minutos para lle-gar a las tres, para llegar a las dos en Canarias y que por hoy... por hoy fue todo. Pero ya sabes que si Dios quiere la próxima semana a las doce de la noche del sábado y a las doce de la noche del domingo estamos de nuevo juntos, aquí, en Onda Diez, para seguir poniéndole sentimiento, pa-ra seguir poniéndole emociones a cada madrugada que nace.

26

Page 28: A Escondidas

Queda por delante una semana. Quedan por delante muchos sueños que hacer realidad; muchas experiencias que vivir para luego contarlas, para luego recordarlas también; muchas canciones que escuchar, y mu-cho por decirnos. Así que no pierdas el tren, ese tren de la vida que sale cada madrugada que comienza. Por supuesto yo desde aquí te deseo que seas la persona más feliz del mundo, o por lo menos que lo intentes. Si lo consigues mucho mejor para ti.

Lo dicho, que lo pases bien y el sábado y el domingo estamos aquí de nuevo, si Dios quiere. A las doce, las once en Canarias. Buenas noches. Te habló Patrick D. Frutos.

Hasta la semana que viene. Adiós.

27

Page 29: A Escondidas

Lo mismo que llegó el fin de semana, también se marcha. Pero antes de que eso suceda, aunque teóricamente ya estamos en lunes, en lunes 15 de abril de 1996... antes de que la semana comience con toda su ampli-tud, con todo su esplendor, tenemos un tiempo de radio para alejarnos un poquito de la monotonía, para alejarnos de los problemas, de algunos malos pensamientos que pudiéramos tener. Para relajarnos, para cargar energías, que posiblemente nos hagan falta dentro de algunas horas. En definitiva para soñar también, por supuesto. Siempre A Escondidas, y siempre en Onda Diez. Por cierto, te habla Patrick D. Frutos, juntos hasta que las tres nos separen. Serán las dos en Canarias. Y tenemos por delan-te prácticamente tres horas para soñar, tres horas para entender. Tres ho-ras para dejarnos llevar, para disfrutar de nuestra música, para evocar nuestros recuerdos y para imaginarnos historias, que por supuesto siem-pre han de acabar bien. Historias que no se me ocurren otra manera de in-ventarlas, de imaginarlas, que no sea con una canción de fondo.

***

Mágicos viajes a través de la noche, a través de las canciones. Mien-tras, lentamente va pasando el tiempo.

Y yo te invito a que salgas con cuidado, cierres despacio la puerta, ba-jes los peldaños que te separan de la calle y comiences a caminar lenta-

28

NUESTRO MOMENTO

Page 30: A Escondidas

mente con los Walkman puestos, eso sí, en Onda Diez. Que comiences a caminar en cualquier dirección, es igual. En silencio, con la mente puesta en cualquier sueño probable, en cualquier historia que pudo ser y nunca fue. Y poco a poco, mientras la música sigue sonando en la radio, las his-torias siguen llegando a tu mente.

***

¿Sabes?, me encanta compartir contigo esta canción. Quizá por lo que dice la letra, por lo que dice al menos el título: No te dejaré... o trata-ré de no hacerlo nunca. Quiero estar siempre contigo. Quiero ser esa per-sona que te acompaña cada noche. Quiero ser esa persona que está conti-go donde tú estás. Que hace lo que tú haces. Que siente lo que tú sientes. Que llora cuando lloras. Y que ríe cuando ríes.

***

Me encanta conocerte palmo a palmo, saber hasta lo más profundo de tus secretos, lo más íntimo de ti. Todo lo que escondes. Y lo que no es-condes también. Todo lo que piensas, lo que pensabas y lo que pensarás. Si me lo permites, quiero saber lo que haces, dónde lo haces. Y, por su-puesto, con quién.

***

Me encanta sentir una vez más este terciopelo negro. Ese terciopelo tan sensual que llevas.

29

Page 31: A Escondidas

***

Me gusta caminar a tu lado. Sobre todo caminar en la madrugada, re-corriendo las calles de la ciudad semidesierta a estas horas, que comien-zan a ser intempestivas. A estas horas tan especiales y tan misteriosas a la vez.

***

Me gusta verla bailar. Tenerla frente a mí. Disfrutar con cada movi-miento, con cada paso, con cada sensación, con cada nota. Y, por supues-to, con cada canción.

Sobre todo, si son canciones como esta que acabas de escuchar, mu-cho más. Hermosa versión, ¿verdad? Extraña, porque no es de las más co-nocidas, pero se incluyen en un álbum que te recomiendo absolutamente llamado Beautiful Dreams, que recoge grandes éxitos, pero en versión or-questada. Y ahí estaba el Missing You. También tienes el Always in my mind. Y un montón de canciones. Te lo recomiendo absolutamente.

Chris de Burgh, Lady in red, la dama de rojo, esa mujer especial que me encanta ver como baila, cómo se mueve.

***

Me gustan las contradicciones. Me gusta contradecirme. Desmentir-me y afirmarme.

30

Page 32: A Escondidas

***

A veces me gusta esperar, porque hay cosas por las que merece mu-cho la pena hacerlo.

***

No sabes cómo me gustaría que me quisieras tal y como yo te quiero a ti.

***

Por eso, que eres mi mejor amigo, quiero que estés a gusto conmigo. Y quiero que entre los dos alimentemos esta amistad, para que dure siem-pre. Porque siempre la amistad es como el amor. Y es como todo en esta vida: hay que alimentar la mediodía para que vaya creciendo.

***

Por cierto, ¿sabías que hay miradas que consiguen desnudarnos? ¿Por qué no nos echamos una de esas miradas? Imaginarias, claro está. Y conseguimos desnudar la madrugada, que tiene muchas emociones ocul-tas.

***

31

Page 33: A Escondidas

No está ni cerca ni lejos. No está ni aquí, ni allí. Está donde tu imagi-nación sea capaz de crear ese lugar. Pero esté donde esté, hay un lugar pa-ra nosotros.

***

Con los dedos de una mano se cuentan los minutos que nos separan de la una, de las doce de la noche en Canarias. Y el reloj sigue avanzando y nosotros seguimos juntos aquí, en la noche. Juntos en la intimidad de la madrugada, de esta madrugada tan especial, de esta madrugada prima-veral, porque hay que recordar que estamos en primavera. Y en primave-ra dicen que la sangre altera.

***

De pronto haces un pequeño lapsus, un pequeño inciso. Desvías los ojos y miras con miedo el reloj. Levantas tu cara y el reloj pasa ya de las dos, indicándote que, aunque la noche es joven, el tiempo sigue transcu-rriendo. Y algo en ti te dice que debes aprovecharlo, que no debes dejar que se escape ni un solo segundo.

***

Música con sentimiento para gente con ilusión, para gente con cora-zón, con alma. Como tú, que te gusta lo bueno, que te gusta sentir la músi-ca por dentro, sentir las canciones, vibrar con ellas.

32

Page 34: A Escondidas

***

A lo mejor te parece una solemne estupidez, pero cuando las cosas no van como tú quieres, que suele ser bastante a menudo, escuchar músi-ca de piano puede relajarte, puede ser que olvides en parte esos momen-tos. Música de piano como esta que acabas de oír y que a estas horas a uno le transporta a una nube... eso sí, contigo, por supuesto.

***

No busques más. Aquí está tu paraíso. Aquí está nuestro paraíso. Ese mágico lugar que cada noche nos inventamos en la radio, a base de la más pura y sincera imaginación.

***

Que no me entere yo que esta noche la pasas completamente solo. Porque ya sabes que no estás solo. No estás sola. Alguien te ama de la ciu-dad, que decía Miguel Ríos. Y con muchísima razón. Hay veces que no te das cuenta de que el amor está a tu lado. Hay veces que logras pasar sin reparar en él.

***

En estos momentos lo mejor es no hablar demasiado. Que las pala-bras enredan y tornan oscuros las ideas, que decía Víctor Manuel pero, ¿qué sientes?

33

Page 35: A Escondidas

***

No hay emoción, si no hay música. Y no hay emoción, si no hay pa-sión.

***

Mientras lentamente vas quedándote dormido la música te va me-ciendo poquito a poquito. Y vas entrando en ese mundo tan especial de los sueños. Mientras, poco a poco, la madrugada va avanzando... este lu-nes 15 de abril de 1996. Estamos en primavera, no lo olvides y hay que aprovecharse de ella.

***

No importa el nombre. Importa que estemos juntos.

***

Oye, por cierto, ¿tienes la misma hora que yo? Porque es que no me lo puedo creer: La una y nueve... ¿la tienes? Pues, caramba... Hombre, sa-bía que el tiempo pasa rápido, pero no tanto, caramba.

***

34

Page 36: A Escondidas

Yo hay momentos en los que no soy capaz de pensar nada, ni lo más mínimo. Momentos como este, por ejemplo, sin ir más lejos. Quizá por-que tú estás frente a mí. Porque me miras con esos ojos realmente ardien-tes, brillantes, penetrantes. Esos ojos cargados de pasión, cargados de amor, ese amor especial. De ese amor que, como te decía antes, nunca muere.

***

No se donde éstas. No puedo verte. Posiblemente estés muy lejos de mí, pero yo no puedo evitar pensar en ti. No puedo, por mucho que lo in-tente. No puedo dejar de hacerlo porque, entre otras cosas, tampoco quie-ro hacerlo.

35

Page 37: A Escondidas

Hay muchas citas famosas sobre el amor. Pero quizá una de las que más me ha llamado la atención, de las últimas que he podido leer, ha sido una que decía que “el amor es el triunfo de la imaginación sobre la inteli-gencia”. Y es que a veces la inteligencia se nos puede quedar corta a la ho-ra de definir un sentimiento, a la hora de contar una historia, a la hora de disfrutar de cada instante. Ay de nosotros si no tuviéramos imaginación, si no fuéramos capaces de crear nuestros mundos, nuestros momentos, nuestros lugares y, cómo no, también nuestros personajes de ficción. Esos personajes a los cuales amamos sin haberlos conocido nunca y posi-blemente aún a sabiendas de que no los conoceremos jamás. Pero la ima-ginación siempre está ahí. Cosa grande la imaginación. Ayuda a que viaje-mos a través del espacio, del tiempo, de la naturaleza, de nosotros mis-mos.

Ante todo buenas noches. Cinco minutos sobre las doce de la noche, sobre las once en Canarias. ¿Qué tal te fue el día? ¿Bien? Fenómeno, no sabes cuánto me alegro. Tenemos por delante ciento ochenta minutos pa-ra soñar, para imaginar, para crearnos nuestros mundos, nuestros luga-res, nuestros recuerdos y para disfrutar de los que ya existen. Esta es una nueva edición de A Escondidas. Como siempre, en Onda Diez, como siem-pre desde las doce y hasta las tres, desde las once y hasta las dos en Cana-rias. Y como siempre, te habla encantadísimo tu amigo Patrick D. Frutos,

36

SOBRE EL AMOR

Page 38: A Escondidas

que espero sigas conmigo este paseo que cada noche iniciamos en la ra-dio.

Porque la radio y la noche son mágicas si se funden. Por eso, ya sa-bes, fúndete con ellas, fúndete con la madrugada, fúndete conmigo. Y jun-tos, tú y yo, crearemos esa magia de la que tanto andamos faltos.

***

Hay cosas que son realmente inolvidables. Por buenas, otras por lo contrario, pero yo me quiero centrar siempre en las buenas. Aquellas co-sas que nos han hecho felices y que nos gusta recordar noche a noche, des-de la radio y a través de las canciones. Por eso acércate un poquito más, que hay mucho que compartir.

***

Hay momentos en los que una canción puede serlo todo. Puede ser lo más fácil, lo más difícil, lo más triste, lo más alegre. Puede ser aquella razón que te ayude a seguir viviendo, que te ayude a seguir creyendo.

***

Cómo canta esta mujer (refiriéndose a Olivia Newton-John). Cómo sabe transmitir los sentimientos que lleva en su interior. Lleva muchísi-mos años haciéndolo. Y son muchísimas las canciones con las que hemos gozado todos. Desde los temas de Grease, hasta los temas de Have you ever been mellow. O Please Mr. please. O tantas y tantas canciones. Y es

37

Page 39: A Escondidas

que no sólo hay que saber cantar, también hay que saber transmitir lo que te dicta el corazón.

***

Hay un hotel. Hay un pequeño bar. Y hay un perfume esparcido por el aire, por el viento. Un perfume que te atrae y que te dice que te acer-ques un poquito más, que entres tímidamente en ese local. No tendrás que buscar mucho. Esa persona está ahí.

***

Hay un lugar, por pequeño que éste sea, para cada uno de nosotros en el mundo. El tema es saber encontrar el que le corresponde a cada uno. Pero haberlos haylos, que dirían por ahí, y desde luego el mejor lu-gar para compartir esas horas en este mundo es este, donde te encuentras ahora mismo. ¿El nombre? No importa. Ya sabes que sólo importan las personas.

***

Miramos la misma luna, aunque estemos muy lejos tú y yo. Pero ya sabes que la radio y la luna nos unen con ese lazo tan especial que se lla-ma música.

***

Hay unos ojos que me están mirando fijamente, hay unos labios que, entrada la madrugada me dirán que sí... aunque ahora lo sigan dudando.

38

Page 40: A Escondidas

***

Hermosa canción. Y que además te trae recuerdos, no muy lejanos porque tiene un par de años, pero sí recuerdos que aún seguro son mara-villosos. ¿A que sí? Ya sabes que si quieres me los puedes contar. No tie-nes más que escribirme una carta o una tarjeta postal. Casi mejor una car-ta, porque en una postal cabe poquito. Y si quieres contar muchas cosas casi mejor una carta, que así no tienes límite, cuentas lo que te apetezca. Patrick D. Frutos. A Escondidas. Onda Diez. Paseo del pintor Rosales, 76. 28008 Madrid.

***

A fin de cuentas no hay que darle más vueltas: el corazón tiene reac-ciones que no somos capaces de comprender. Así que lo mejor es dejar que de vez en cuando rija el corazón, sin preguntarse qué es lo que va a pasar después.

***

Historias de la música, historias de la noche, historias de nuestra pro-pia imaginación.

***

39

Page 41: A Escondidas

Son las historias que se cuentan al amparo de la madrugada, las his-torias que surgen de un pasado o que surgen de nuestra propia imagina-ción. Pero, por supuesto, historias hermosas de compartir.

***

No sé si a ti te sucederá lo mismo pero yo me imagino tantas y tantas cosas escuchando esta canción... cierro los ojos y me imagino una carrete-ra desierta, viendo pasar ante mí ese maravilloso paisaje. Sobre todo a es-tas horas, iluminados por la luz de la luna, recorriendo tantos y tanto lu-gares... Y por supuesto, lo que es mejor, conociendo a tantas personas es-peciales.

***

Viajando aunque sólo sea con la imaginación. Siempre a través de la música. Y con un piano como este todo se puede conseguir.

Por cierto, ¿qué tal va este mes de julio? ¿Qué tal llevas las vacacio-nes si las estás disfrutando? ¿O cómo llevas esa espera? O a lo mejor tú eres de los que las disfrutan en agosto. Sea como fuere, ya sabes que la ra-dio siempre te acompaña. Y A Escondidas, como siempre, cada noche de sábado y cada noche de domingo.

***

Inventándonos extrañas manera de decir “te quiero”. Maneras curio-sas, maneras diferentes y completamente originales.

40

Page 42: A Escondidas

***

Pedazo de canción, pedazo de joya musical. Siempre he dicho que aquella frase de “lo bueno si breve dos veces bueno” tiene algunas excep-ciones. Y este es uno de los casos en los que, aunque la canción dura algo más de ocho minutos, no deja de ser una joya.

***

Jugar con las interrogaciones, con lo que pudiera haber sido y nunca fue... o con lo que puede ser.

***

¿Hace un refresquito, o un café helado? O caliente, como tú prefie-ras. Venga, anímate, que te invito.

***

Llamando, como cada noche, a las puertas de la sinceridad, de la pa-sión, de la verdad, de la alegría. Aunque a veces la alegría trate de esqui-varnos, nosotros debemos ir tras ella hasta conseguir alcanzarla.

***

41

Page 43: A Escondidas

Realzar la amistad, sobre todo cuando una amistad, por las vicisitu-des que sean ha quedado un poco aparcada, se ha perdido y al cabo de los años vuelves a recuperarla, es una de las sensaciones más hermosas que pueden llegar a existir. Y es que seguro que estarás de acuerdo conmigo en que no hay nada como la buena amistad... la auténtica, la amistad con mayúsculas.

***

Frente a ti una larga carretera. La línea discontinua va indicando los minutos que han pasado y los minutos que aún quedan por pasar.

***

Recordándote que la esperanza es lo último que se pierde. Que el sol brillará mañana un día más y que todo aquello que te preocupa en la ac-tualidad serán simples tonterías, mañana cuando veas el sol en el cielo.

***

En ocasiones es difícil, e incluso nos creemos que es imposible ser fe-liz, pero la felicidad está mucho más cerca de lo que tú quieras creer.

***

42

Page 44: A Escondidas

La fortuna, algo tan especial y a veces tan efímero, que espero se ha-ya posado a tu lado esta noche. Y por supuesto permanezca junto a ti pa-ra siempre.

***

Por cierto, ¿sabes que es la una de la madrugada, que son las doce de la noche en Canarias? ¿Qué tal estás? Buenas noches. Yo soy Patrick D. Frutos. ¿Y tú quién eres?

43

Page 45: A Escondidas

No sé si te habrás dado cuenta, pero estamos llegando al otoño. Se nota, aparte de por la temperatura, que poquito a poquito va bajando, ya no hace tanto calor, las noches son un poquito más largas... Pero aparte de todo eso la luz es completamente diferente. Ese olor que se respira en el ambiente es distinto. Ya se van viendo hojas caídas por el suelo, co-mienzan los colegios, comienza el curso, la gente lentamente va volviendo de sus vacaciones. Aún quedan algunos que las disfrutan en este mes de septiembre, pero la inmensa mayoría está ya incorporada a sus trabajos, a sus estudios, o al quehacer cotidiano. Alguno puede pensar que es una pena que llegue el otoño, otros que tiene mucho de bueno, que todo co-mienza. En realidad es como si comenzáramos un año. Fíjate, nunca te has parado a pensar que cuando llega el 1 de enero, cuando en realidad cambiamos de año, apenas nada cambia: tú sigues en tu curso, todo sigue igual. Y, sin embargo, cuando llega el otoño es como si todo empezara: empiezas un nuevo curso, hablas del mes de mayo como del año pasado, aunque en realidad es el mismo año. No sé, todo es nuevo. Y eso siempre es interesante.

Como interesante es que llegue la noche, en este caso las doce, como siempre los sábados y los domingos, desde la doce y hasta las cuatro. Ya sabes que el resto de la semana estamos un poquitín más tarde, pero tam-poco mucho: desde la una, de una a tres, o de doce a dos si estás en Cana-rias, claro está. Pero siempre con las mismas ganas de estar contigo, siem-

44

LLEGANDO AL OTOÑO

Page 46: A Escondidas

pre con las mismas ganas de complacerte, de acompañarte, de hacerte sentir bien. Las mismas ganas de hacerte feliz y de intentarlo día a día. Hay días que lo conseguimos y otros días no tanto, pero siempre segui-mos intentándolo. Y mientras tú me dejes yo lo seguiré intentando. Por cierto, yo soy Patrick D. Frutos. ¿Qué tal estás? Buenas noches, esto es Onda Diez, esto es A Escondidas. Y estaremos juntos hasta que las cuatro nos separen, estrenando ya este lunes, 16 de septiembre de 1996.

***

Qué sugerente para comenzar esta madrugada, (refiriéndose a la can-ción que había sonado anteriormente), que promete ser interesante. Cla-ro, que todo depende de cómo te lo propongas.

***

No quiero vivir, si vivir es hacerlo sin ti. No quiero estar aquí si voy estar solo, si no voy a poder disfrutar de tu presencia, sentirte cerca, sen-tirte a mi lado.

Por cierto, no sé ni cómo te llamas, ni dónde estás, pero no importa. Te siento junto a mí.

***

No sabes hasta qué punto me relaja el mar. Además es un reconstitu-yente tremendo. Yo soy de los que cuando estoy junto a él soy una perso-na completamente distinta. No tengo nada que ver con el Patrick D. Fru-

45

Page 47: A Escondidas

tos del interior. El mar es como una fuente de inspiración, una fuente de deseos de pasiones, una fuente de vida en definitiva.

***

No sé qué sentirás cuando escuchas estas canciones conmigo, pero a mí me encanta. Desde luego es un placer maravilloso compartir esto a tu lado, acurrucado; si quieres, abrazados. O simplemente juntos, mirando el horizonte. Ese horizonte lejano, que nos resulta imposible alcanzar, pe-ro que nos encanta mirarlo.

***

Aunque no nos conozcamos no somos extraños en la noche, sino to-do lo contrario. No nos conocemos personalmente, pero pero tú ya sabes cómo soy. Y yo puedo imaginarme cómo eres. Y puestos a imaginarnos, hay tanto que imaginar en la noche…

***

Por cierto no te olvides de poner despertador a punto. ¿A qué hora lo tienes que poner? ¿A las seis, a las siete, o quizá a las ocho? Sea a la hora que fuere recuerda que ahora mismo son veinticuatro los minutos que fal-tan para las dos, para la una en Canarias. Buenas noches soy Patrick D. Frutos. ¿Y tú quién eres?

***

46

Page 48: A Escondidas

Y tú no te quedes con las ganas de saber cuánto amor nos puede ca-ber en esta noche. Dale rienda suelta. Y líame, que me encanta.

***

Créeme que a mí me sucede lo mismo: el que el tiempo se pase tan rá-pido, porque estoy contigo y estoy bien. Y porque me apetece seguir están-dolo, así que no te vayas, que tengo muchas cosas que decirte, que tene-mos muchas cosas que hacer juntos. Por ejemplo, sin ir más lejos y, ade-más nada mejor para hacer a estas horas, que amarnos.

***

La noche es interesante. Y si además de todo eso el naranja colorea el cielo, la situación puede ser realmente peligrosa, porque nunca se sabe lo que podría llegar a ocurrir.

***

Caray, si en más de una ocasión has pensado perderte... ¡Caramba, no te lo pienses más! Perdamos juntos.

***

Puestos a perdernos, ¿por qué no nos perdemos en ese lugar que es-tás pensando? Sí, sí ahí, donde nadie más ha llegado nunca. Y posible-

47

Page 49: A Escondidas

mente donde nadie más llegará. Porque es nuestro lugar secreto, porque sólo podemos acceder a él usando la imaginación.

***

Sin cortarnos lo más mínimo, sin avergonzarnos, sin sentir pudor, nos vamos acercando, cada vez más sintiendo nuestro calor. Disfrutando de tu sonrisa y de esa forma tan particular que tienes de acariciarme.

***

Nuestras emociones, que a veces permanecen un tanto oscuras por determinadas intenciones que podemos llevar en el corazón. Y es que a ve-ces no tenemos muy claro lo que queremos, pero cuando por fin consegui-mos aclararnos, luchamos con todos nuestros medios, con todos los me-dios a nuestro alcance, para conseguir lo que deseamos.

***

Son pasajes de una vida, pasajes de un pasado, de una historia, de un momento, que aunque corto, siempre nos apetecerá volverlo a revivir. Siempre estará en nuestra memoria.

***

48

Page 50: A Escondidas

Me encanta, siempre que llega la noche, pasear por la playa, escu-char de fondo el mágico sonido del mar, viendo cómo la luna nos vigila desde el cielo. Y sentarme con ella junto al malecón.

***

Vamos dando paso tras paso. Pasos hacia adelante. Como diría la canción, también un pasito para atrás, pero básicamente vamos dando pasos hacia adelante. Vamos recorriendo ese sendero. Vamos recorriendo esos lugares. Nos vamos conociendo cada vez más.

Y por cierto, si aún quieres que nos conozcamos más, ya sabes, acer-carte a la radio. Bien través de las cartas, que puedes enviar a Patrick D. Frutos. A Escondidas. Onda Diez. Paseo del pintor Rosales, 76. 28008 Madrid. O si lo prefieres también tienes el teléfono, que quizá para mu-chos sea más rápido. Quizá hay una canción, quizá algún recuerdo, algo que te inquiete, que quieras contarme.

***

No sé ni dónde estás, ni lo que haces. Y probablemente, personalmen-te nos conocemos... O casi seguro. Pero pensamos lo mismo con cada una de las canciones. Nos identificamos con todos ellos, incluso con la madru-gada, que para muchos es algo tenebroso. Y como no me canso de repetir-te noche a noche, hay que vencer ese miedo a la noche.

***

49

Page 51: A Escondidas

Nuestro piano del anochecer que no puede faltar. Ese piano que pue-de poner los pelos de punta a cualquiera, a poco sentimiento que tengas en el cuerpo.

***

Poniéndole un poquito ese toque humano a esta madrugada que a priori comienza como una madrugada más. Y sin embargo, puede ser la mejor madrugada de tu vida. Pero claro, para eso lo tienes que intentar, con todas tus fuerzas que sea así.

***

Fíjate, hasta en otoño las canciones suenan mejor. No sé por qué, qui-zás porque el sentimiento sea diferente al de las otras épocas. O porque somos más vulnerables a la tristeza, por aquello de que tenemos que des-pedir a esa persona querida, hemos tenido que acabar forzosamente con esa historia veraniega de amor, o amistad. Sea como fuere, recuerda que esa historia algún día se podrá repetir. Claro que la última palabra la ten-drás tú a la hora de decidir lo que crees que es mejor para ti. Y como te de-cía antes, no te pongas triste, levanta ese ánimo y si no quieres hacerlo por ti, hazlo por él o por ella; por esa persona a quien amas y que posible-mente esté distante, quizás demasiado distante.

50

Page 52: A Escondidas

Quizá porque muchas veces estamos acostumbramos a que alguien nos guíe, a que alguien nos vaya iluminando el camino, nos resulta un tan-to difícil encontrar ese camino por nosotros mismos. Pero quizá cuando lo hacemos es cuando más ilusión nos hace; cuando más apego le pone-mos a las cosas que vamos consiguiendo. Cuando, en definitiva, más va-lor les damos. Quizá porque de noche sea todo mucho más difícil, en mu-chas ocasiones le damos más valor a la noche, o quizá simplemente sea por el encanto que ella conlleva.

Sea como sea de nuevo llegó la noche, de nuevo ha llegado la madru-gada. Pasan algunos minutos de las doce, de las once en Canarias. Esta-mos ya en la Península y en Baleares estrenando un nuevo día: un lunes 28 de octubre de 1996. Y como siempre juntos, hasta que las tres nos se-paren. Serán las dos en Canarias. Buenas noches, te habla, como siempre, encantado, tu amigo de la noche, tu amigo Patrick D. Frutos. Desde A Es-condidas, desde Onda Diez, para ponerle todo el sentimiento posible a es-ta madrugada, todo el sentimiento necesario para que esta madrugada sea ideal. De modo que, como siempre, yo te invito a que me des la mano, a que te levantes y a que juntos paseemos a través de los recuerdos, a tra-vés de la música, a través de las vivencias y experiencias,  

***

51

ENCONTRAR EL CAMINO

Page 53: A Escondidas

Se pueden decir tantas y tantas cosas en tan solo un instante... Y es que a veces no nos acordamos de todo lo que decimos. Solamente nos acordamos de lo que queremos. Había una canción de Laredo que decía que un hombre sólo escucha lo que quiere escuchar.

Era una versión que hacía del clásico de The Boxer de Simon & Gar-funkel, que alguna de estas noches escucharemos, por cierto, porque es una maravilla. Además es una versión muy bien hecha. Han respetado mucho la música e incluso la letra del original. Se limitaron a traducirla y la verdad es que les quedó bastante bien.

Y decía eso en alguna de las estrofas, que un hombre sólo escucha lo que quiere escuchar... Y qué verdad es esa. A veces nos empeñamos en no hacer caso de las cosas y luego, claro, pasa lo que pasa.

***

Se pueden decir tantas cosas a estas horas... y no sé por qué en oca-siones nos da vergüenza hacerlo. Confesar los sentimientos, confesar lo que precisamente pensamos, a esa persona que tenemos delante, a esa persona quien queremos, a quien amamos; a esa persona por la cual sería-mos capaces de darlo absolutamente todo. Resulta realmente complica-do, pero a veces hay que hacerlo y es más, yo te recomiendo que lo hagas. Podrías llegar a observar que la felicidad está mucho más cerca de lo que imaginas.

***

52

Page 54: A Escondidas

No tengas miedo, acércate. Solamente quiero seducirte. Quiero via-jar a través de ti; viajar a través de tu cuerpo, o a través de tu mente; a tra-vés del tiempo, a través de los recuerdos, a través de las músicas, de los instantes, de tu propia imaginación.

***

Qué cosas. Qué sentimientos se pueden llegar a compartir a estas ho-ras con determinadas canciones y con determinados instrumentos.

***

Y siempre que hablamos de sentimientos hay que hablar de la madru-gada, porque en la madrugada los sentimientos son muchos más fuertes. Alguno puede pensar que el odio también. Pues quizá, puede que sí. Pero tú ya sabes que sólo se odia lo que se ha querido, que hiere menos el odio que el olvido. Por eso no me olvides nunca.

***

No hay que hacer grandes halagos, grandes hazañas, para sentirse un héroe. Basta simplemente con poder vivir el día de la manera más dig-na posible. Porque la vida es una completa aventura y en muchas ocasio-nes hacen falta muchos héroes para poder salir adelante, para poder vivir cada jornada, que aunque sean sólo veinticuatro horas, pero dan para mu-cho, y hay que luchar tanto en ellas...

53

Page 55: A Escondidas

***

¿Cuántas veces has soñado con que eres el amo del futuro, con que sabes todo lo que va a suceder siempre, con que lo tienes todo controla-do? Pero como en muchísimas ocasiones te he dicho, el control es tan só-lo una ilusión. Nadie sabe lo que va a suceder mañana, ni siquiera dentro de una hora. Por eso la vida es tan hermosa, por eso la vida es tan emocio-nante. Porque así siempre valoramos todos los momentos, todos los ins-tantes, como si fueran los últimos.

***

No sé demasiado, pero sé que te quiero y es lo único que tengo que saber.

***

No sé si a ti te sucederá lo mismo con esta canción. A mí me recuer-da al verano, quizá sea porque apareció en él, apareció hace un par de años, en 1994. Que parece mentira, pero el tiempo vuela. Y recuerdo esas noches calurosas con luna llena brillando sobre el mar, tejiendo nuestros sueños, y paseando juntos por la playa.

***

Bienaventurado si has alcanzado la cima, porque ya sabes que será cuesta abajo el resto del camino. Claro, que si tú eres de los que aún no

54

Page 56: A Escondidas

han alcanzado a cima, tampoco debes preocuparte. Más vale ir sin prisa, pero sin pausa, la constancia es un arma bastante eficaz a la hora de con-seguir aquello que se desea.

***

Si tú no estás aquí me falta el aire. Nada tiene sentido. Por eso siem-pre te pido que no te vayas, que te quedes, que compartamos juntos la ma-drugada. Ya sabes que lo mejor siempre está por venir.

***

Y si no importan nuestros nombres, qué importa la hora, qué impor-ta el día, qué importa el lugar...

***

Así que si por casualidad esta noche te vence el pesimismo, no te preocupes, dame la mano. Sal de ese pequeño lugar, sal de ti mismo y no lo pienses más. A veces hay que dejar de pensar las cosas, hay que relajar-se. Puede servir una canción, o puede servir también salir a dar una vuel-ta para olvidarse, aunque sea por unos instantes, de todo aquello que nos agobia.

***

Si te parece nos perdemos juntos. 

55

Page 57: A Escondidas

***

¿Tienes frío? Ven, acércate, déjame acurrucarte. Déjame taparte, arroparte con la música, arroparte con los recuerdos, arroparte con todo el sentimiento del mundo que tengo para ti.

***

Además, en este mundo y en esta vida, aunque a veces sea muy cruel, siempre hay que darle una oportunidad a todo. Sino parece que la vida se queda sin sentido. Se queda incluso sin valor.

***

Caramba qué razón tiene esta canción. Seguro que en más de una ocasión has pensado que siempre hay una canción para cada momento, para cada persona. Siempre hay un tema que se identifica perfectamente contigo, con algo que has vivido, o que estás viviendo en este momento. Lo escuchas y dices: “Pero bueno, si esto me ha pasado a mí” o “me está pasando”. A veces te haces viejo de repente, sin arrugas en la frente, pe-ro con ganas de morir, como decía Celtas Cortos. Los problemas, la ten-sión... qué sé yo, tantas y tantas cosas que a uno le agobia así de repente... Pero como te digo siempre, todo tiene solución. Basta con saber encon-trarla. Y a veces la encontramos cuando menos lo esperas. Ahora mismo posiblemente hayas solucionado ese problema que tanto te agobiaba hace unos minutos.

56

Page 58: A Escondidas

***

Sin lugar a dudas, estés donde estés, y hagas lo que hagas, siempre serás la historia de mi vida. Así que no lo dudes ni un sólo instante.

***

Sin hacernos un sólo reproche, sin preguntarnos ni un sólo porqué. Simplemente disfrutando de las cosas tal y como son. Haciéndolas por-que sí, porque nos lo dicta el alma, porque nos lo dice el corazón.

***

No sé si te habrás fijado pero esta noche la luna brilla de una manera diferente, al igual que las estrellas. ¿Por qué no lo compruebas? Abre la ventana, que además hace buen tiempo, y compruébalo. Seguro que me das la razón. No sé por qué será, aunque lo puedo intuir... por ti, por su-puesto.

***

Sin nada que pensar. Simplemente escucha la música. Simplemente dejándote llevar.

***

57

Page 59: A Escondidas

Me trae una cantidad de recuerdos este tema de Santana que ahora mismo tenía los ojos cerrados y estaba viviendo aquel momento. Hace ya unos pocos de años, porque es del 78, así que calcula. Pero no sé, es como si no hubiera pasado el tiempo, como si todo siguiera igual, como si aún siguiera teniendo doce años que tenía entonces. Y, sin embargo, luego abres los ojos y de repente te das cuenta de que el tiempo pasó, pero de que afortunadamente hay muchas cosas que contar, hay muchas cosas que recordar de todo ese tiempo que ha pasado después.

***

Hermosa palabra la amistad. Sobre todo cuando se funden con te-mas como este. Una auténtica joya de la música que pone de manifiesto que toda regla tiene su pequeña excepción. Me refiero a aquello de lo bue-no, si breve, dos veces bueno. En este caso no se puede aplicar esa frase porque es una maravilla. No se puede cortar por la mitad. Son algo más de trece minutos, pero trece minutos de placer, trece minutos de encanto, trece minutos de sublimidad musical.

Y además, si la noche es joven, la música consigue que seamos feli-ces. Cuanta más música haya, mucho mejor para todos, ¿no?

***

Qué cosa más horrible es la culpabilidad. Y qué mal se pasa cuando uno se siente culpable por algo. Claro, que peor se pasa cuando a uno le hacen culpable de algo que en realidad no ha hecho.

58

Page 60: A Escondidas

***

¿Recuerdas esa promesa que me hiciste la pasada semana? Quiero creer que la habrás cumplido. Me refiero a lo de que ibas a intentar ser fe-liz. Por lo menos sigue intentándolo. Hay mucho que contar y desde lue-go en estas noches de verano es mucho más sencillo... lo de ser feliz, claro está.

***

Ha llegado el otoño pero el que llegue el otoño no significa que ten-gas que ponerte triste. No quiero verte cabizbajo. Venga, levanta ese áni-mo. Y si no quieres hacerlo por ti mismo, hazlo por él, hazlo por ella. Haz-lo por esa persona a quien tanto quieres. No me gusta la gente triste. Quiero verte sonreír. Venga, sonríe. Aunque sea un poquito, hazlo por mí. Te estoy esperando. Y desde aquí puedo verte.

59

Page 61: A Escondidas

Si en algún momento alguien te preguntara qué es la amistad o cómo definirías tú tan mágica palabra... hay momentos en los que la mente se queda completamente en blanco, porque hay sensaciones que no se pue-den definir. Aunque posiblemente lo mejor que podríamos decir de la amistad es que es una de las cosas más maravillosas que existen. Que co-mo todo lo bueno no se puede comprar y como todo lo bueno es difícil de encontrar. Amiguetes posiblemente encuentres muchos a lo largo de la vi-da, pero amigos, lo que se dice amigos con mayúsculas, de esos son conta-dos con los dedos de una mano y tristemente en ocasiones nos sobran hasta dedos. Pero si hay alguien en quien puedes confiar, ese alguien es la música. La música nunca engaña. La música siempre va a estar ahí cuan-do más la necesites. Siempre va a haber una canción que te haga sonreír. Siempre va a haber una canción que te saque de ese pozo, de ese mal tra-go, de ese pésimo momento, o de ese bache, como tú prefieras. Y si entre las canciones que tengo preparadas para ti, para esta noche, se encuentra precisamente esa, a eso de las tres de la madrugada, cuando sean las dos en Canarias, podré decir con orgullo que he cumplido mi objetivo, que no era otro que hacerte feliz. Créeme que, como cada noche, lo voy a inten-tar. Buenas noches, yo me llamo Patrick D. Frutos y quiero que comparta-mos juntos estas horas de radio con ilusión, aparte de con la mejor músi-ca de la radio en la noche. Con los deseos de que este día que comienza, este lunes, sea para ti el mejor día de tu vida.

60

LA AMISTAD

Page 62: A Escondidas

***

Fíjate, hasta en otoño la música suena de forma diferente. No sé por qué será, pero siempre sucede así.

***

En tu pulso noto que estás temblando. ¿Por qué tiemblas? No tiem-bles. Desnuda todos tus prejuicios y acércate. Ven.

***

Y así, entre sueño y sueño, entre canción y canción, descubriendo un mundo maravilloso, del que en muchísimas ocasiones nos resistimos a sa-lir.

***

Mañana tienes que madrugar. No te olvides de poner bien el desper-tador. A ver si vamos a tener un problema gordo. Que no quisiera yo que eso sucediera. Así que míralo bien. Revísalo. Y ponlo a la hora que creas oportuno.

Por cierto esta canción venía muy bien por aquello de si vas a dormir-te. Por lo de buenas noches, claro está. Pero a mí me gustaría que siguie-ras conmigo un poquito más. Hay muchas cosas que compartir, tenemos

61

Page 63: A Escondidas

mucho que escuchar. Además, fíjate, la noche es joven, son las doce y me-dia, las once y media en Canarias

***

Es bonito eso de decirle a esa persona a quien se quiere, a él o a ella, aquello de no te preocupes, que pase lo que pase nada va a cambiar mi amor por ti. Todo va a seguir exactamente igual.

***

Es cuestión de sentimientos, es cuestión de emociones. Todas aque-llas que compartimos siempre que llega la madrugada. Es cuestión de can-ciones. Ya sabes que si quieres alguna canción me la puedes pedir a tra-vés del 5386303. 5386303, con el 91 delante si llamas desde fuera de Ma-drid.

***

Es el sentimiento de cada noche transformado en canciones, transfor-mado en recuerdos que, poco a poco, van desfilando ante nosotros; com-binado con esas mágicas siete notas musicales que son capaces de conse-guirlo absolutamente todo.

***

62

Page 64: A Escondidas

Hay que decir aquello de “¡chapó!” por esta mujer, Mary Wilson. Va-ya versión, vaya pedazo de versión que ha hecho del tema de los Beatles, aquel And I Love Her. Bueno, ella lo llamó And I love Him, que es lo mis-mo. Pero el sentimiento es el mismo y la ilusión con la que se hacen las co-sas es prácticamente la misma.

Y, mientras, el tiempo sigue pasando y nosotros seguimos compar-tiendo la noche a través de la radio, a través de Onda Diez.

Por cierto, te recuerdo esa dirección, si quieres escribirme. Ya sabes que me encanta que lo hagas. Eso sí, por favor, letra legible, porque algu-nas cartas es una pena tener que apartarlas, por aquello que no se entien-de lo que decís. Ya que os tomáis la molestia pues, por favor, que sea una letra legible, que se pueda entender, porque sino es una lástima. Ya sa-bes: Patrick D. Frutos. A Escondidas. Onda Diez. Paseo del Pintor Rosa-les, 76. 28008, Madrid.

***

No sé si a ti te habrá pasado alguna vez, pero a mí con esta canción me sucedió algo muy curioso: fue escucharla en la radio una tarde y acto seguido ponerme una chaqueta, coger dinero e irme a una tienda de dis-cos a comprarla. Menos mal que la pude encontrar, por cierto. De esos discos que te llaman la atención la primera vez que los oyes y dices “vaya pedazo de canción, me voy a comprar el disco cuanto antes”. Sin saber có-mo era el resto del LP, pero desde luego es una joya. Claro que tratándose de Camel tampoco es de extrañar.

¿Por qué no me cuentas qué significan para ti las canciones? ¿Qué te hacen sentir las canciones como las que noche a noche vamos compartien-

63

Page 65: A Escondidas

do? Porque la música, como te he dicho en muchas ocasiones, es capaz de conseguirlo todo. A veces cierras los ojos y escuchas determinada canción y viajas a ese mágico mundo al cual no podrías llegar de ninguna otra for-ma.

***

Esos pequeños detalles, esos pequeños sueños, pequeñas cosas, que aún con ser pequeñas nos ayudan a vivir, nos hacen falta. Sin ellas nota-mos que la vida pierde gran parte de su significado. Por eso nos gusta compartirlas noche a noche desde la radio. Porque los sueños, al igual que las luces de la carretera, son también un poco como los días: se acer-can muy despacio y cuando llegan se vuelven a marchar. Cuántas veces lo habrás notado. Sobre todo cuando llega el fin de semana, que estás toda la semana esperando a que llegue el sábado y el domingo. Y cuando lle-gan, se vuelven a marchar tan rápidamente que apenas tienes tiempo de disfrutarlos.

***

Desde luego hay temas que consiguen hacernos la noche mucho más agradable. Fíjate, la una y tres minutos, las doce y tres minutos en Cana-rias. ¿Qué tal estás? ¿Qué tal estás pasando esta madrugada? Espero que estés bien, espero que estés contento. Que en definitiva seas feliz. Yo soy Patrick D. Frutos, ¿y tú quién eres?

***

64

Page 66: A Escondidas

Me encanta este mundo que hemos creado. Un mundo particular, un mundo único donde solamente estamos tú y yo, donde solamente existen nuestras ilusiones. De fondo nuestra música y siempre presente el amor, en todo su esplendor, en todas sus magnitudes. Ese amor verbal y ese amor de hecho.

***

Por cierto, por si te sirve de algo, yo soy Patrick D. Frutos, esto es On-da Diez, esto es A Escondidas. El tiempo del sentimiento, el tiempo del amor, el tiempo de las emociones.

***

¿Tú te acuerdas, —bueno seguro que sí, porque además es un clásico, de aquella canción de Bryan Adams—, de aquel tema de la banda sonora original de la película Robin Hood, el príncipe de los ladrones, aquel Everything I do, I do it for you? Decía que de todo lo que yo hago, lo ha-go por ti. Por supuesto nosotros corroboramos esa frase: por pequeña que sea la acción, por insignificante que parezca, cuando lo haces con amor, cuando lo haces por otra persona, precisamente por esa persona a quien quieres, se convierte en una acción casi de gloria. Simplemente por-que a las pequeñas acciones el amor las aumenta, las magnifica. El amor lo puede conseguir todo. Todo lo que no se puede hacer por amor, es que es imposible realizarlo.

65

Page 67: A Escondidas

***

Siempre resulta tan fácil perderse... Sobre todo contigo, ahí de fren-te, mirándome de esa forma.

***

Una pasión que por momentos me desborda. Búscame, estoy muy cerca de ti. Vamos a ahogar juntos esa pasión que nos hace esta noche. No te dé vergüenza, no te apures, estoy a tu lado. Búscame, seguro que me encuentras.

***

A veces incluso hace falta hasta un poquito de magia...

***

Pues, por qué no hacer de esta noche algo inolvidable también. Yo creo que es una gran idea. ¿Y tú qué piensas?

***

La mejor manera que se me ocurre de elaborar las ilusiones, los sue-ños, las esperanzas, las vivencias, todo lo que en definitiva nos hace feli-ces: hacerlo con amor.

66

Page 68: A Escondidas

***

Hay veces en que hay que hacer las cosas... no hay que pensárselo, simplemente hacerlas porque sí. Y por supuesto, a veces por salvar el or-gullo, podemos perder incluso algo tan importante y tan hermoso como puede ser la felicidad.

***

Caramba, si como te digo en más de una ocasión... si hay cosas que son así porque tienen que ser así, porque está escrito que sean así, ¿por-qué preocuparnos tanto por ellas?

***

Hay temas que aunque sean un poco largos, merece la pena escuchar-los enteros. Joyas musicales como esta por ejemplo, de Pink Floyd. Can-ciones que lo dicen todo, sin decir una sola palabra. Canciones que expre-san todos los sentimientos, sin excepción.

67

Page 69: A Escondidas

No sé si tú te acordarás de una canción de Joan Manuel Serrat... la verdad es que tampoco es tan antigua porque tendrá unos nueve años, que comenzaba diciendo aquello de: La vida te la dan, pero no te la rega-lan. La vida se paga. Si a plazos o al contado, la vida pasa factura, reba-ña y apura hasta las migajas. Y cuando la escuché por primera vez me quedé pensando “pero qué razón tiene esta canción”. La vida nos la dan pero cuánto trabajo cuesta en muchísimas ocasiones mantenerse firme ante los vaivenes de la propia existencia. Pero, como siempre te digo, de-trás de cada infortunio siempre hay alguna ventaja. Así que hay que apro-vechar al máximo cada uno de los instantes que tenemos por delante.

Y en este caso tenemos por delante dos horas para compartir ilusio-nes, para compartir recuerdos, para compartir canciones y para estrenar un nuevo día, un jueves, 21 de noviembre de 1996. Buenas noches, soy Pa-trick D. Frutos, esto es Onda Diez. Y aquí estamos juntos. A Escondidas hasta las cuatro, dándole rienda suelta a las ilusiones, al corazón y com-partiendo las mejores canciones de la radio en la noche. ¿Te vienes? Te in-vito a que demos juntos ese mágico paseo a través de la música.

***

68

LA VIDA TE LA DAN PERO NO TE LA REGALAN

Page 70: A Escondidas

Hay muchos pasos, hay muchas decisiones en la vida que son tan im-portantes que habitualmente suelen ser irreversibles. Por eso hay que pensárselas muy mucho antes de dar determinados pasos.

***

Los susurros que están a la orden del día en este programa, o en este caso a la orden de la noche, porque queda más apropiado. Susurros espe-ciales que nos gusta oír cada madrugada con determinadas canciones, con determinadas historias, que nos vamos contando lentamente.

Por cierto, si quieres escribirme, ya sabes: Patrick D. Frutos. A Escon-didas. Onda Diez. Paseo del Pintor Rosales, 76. 28008 Madrid. Y de paso dime cuáles son tus canciones.

***

Desde luego no se puede negar que es un genio. Que es un artífice de la pasión, del canto, del saber expresar lo que se lleva dentro. De hacer ca-ciones en definitiva, de hacer arte. Joaquín Sabina con su nuevo álbum, que tiene un título curioso, pero hermoso a la vez: Yo, mi, me, contigo. Es un título complicado, pero las cosas complicadas son las que mejor salen. 

***

¿Quién no jugó alguna vez con soldaditos de plomo?

69

Page 71: A Escondidas

***

Soy capaz de cualquier cosa con tal de que estuvieras siempre conmi-go, que no nos separáramos nunca.

***

No importa si hace frío o hace calor, no importa si ha salido el sol, llueva o nieve. No importa el lugar. Solamente importan las personas. Tú y yo, que compartimos este mágico instante, en este lugar indefinido... porque cada uno está en un sitio. Esa es una de las facultades de la radio, el poder unirnos en la distancia.

***

No podía ser de otra forma. Sólo tengo ojos para ti, para mirar tu be-lleza, para mirar esa expresión tan especial que tienes, esa forma de ser feliz, esa forma de compartir, de hacer amor.

***

Suspendidos en el tiempo, olvidándonos de todo y de todos. Y es que desde luego con canciones como esta todo se puede conseguir.

Por cierto cuál ha sido hoy mi sorpresa, mi gran y agradable sorpre-sa, el ver que por fin se ha editado, o se ha reeditado, porque hasta hace muy poquito estaba descatalogada, la banda sonora de la película Xana-

70

Page 72: A Escondidas

dú. Un compacto de donde se extrae este Suspended in Time, de Olivia Newton-John. Ya sabes que esta banda sonora estaba interpretada por Olivia Newton-John y por la ELO (Electric Light Orchestra). También co-labora Cliff Richard en temas como el Suddenly, por ejemplo, que hacen a dúo Olivia y Cliff Richard. Y desde luego durante muchísimo tiempo ha estado descatalogada esta banda sonora. No sé por qué, porque era una maravilla y por fin se ha vuelto a editar. Si tienes la oportunidad y te gus-ta hazte con ella, aunque la tengas en disco. Yo la tenía en disco y ni pun-to de comparación (con el CD). Uno de esos discos que desde luego mere-ce la pena tener en casa.

Como todos los que suenan cada noche, porque la música de noche ya sabes que se vuelve natural.

***

Hay tantas maneras de agradecer cualquier cosa a otra persona... No hay nada más hermoso que corresponder cuando alguien te ha hecho un favor, cuando alguien ha hecho algo que necesitabas, que te ha ayudado a ser feliz. No hay nada más bonito que corresponderle. Y no porque te ha-ya hecho algo, sino simplemente porque te apetece. Las cosas que se ha-cen porque sí son mucho mejores. Si tratamos de buscarle una razón a ca-da cosa que hacemos al final terminaríamos muy mal. Es mejor hacer las cosas porque sí, sin buscar razones, simplemente porque te lo dice el cora-zón y ya está.

***

71

Page 73: A Escondidas

Tal como somos. Así es como debemos presentarnos a los demás, tal como somos. ¿Para qué vamos a aparentar lo que no somos, si al final to-do se termina sabiendo? Y tú imagínate el lío en el que te metes.

***

Hoy te das cuenta de tantas cosas... te das cuenta de que el tiempo ha pasado, que no puedes volver atrás. Sin embargo también te das cuenta de que queda un hermoso futuro, un largo y hermoso futuro por vivir. 

***

Y, por supuesto, hablando de necesidades, yo necesito una mujer es-ta noche. Pero no una mujer cualquiera, te necesito a ti, claro está.

***

Todo en la vida es polvo en el viento, cierro por un instante mis ojos y el momento se escapa entre mis dedos. Pero cuando se escapa un mo-mento, al instante y sin que apenas nos demos cuenta, llega otro nuevo momento que hay que vivir al máximo posible.

***

Todo parece tranquilo en el salón. Las luces medio apagadas o medio encendidas, como tú prefieras. Un aspecto un tanto tenue. La radio apaga-da, la televisión también, el teléfono dormido en su rincón. Todo un poco

72

Page 74: A Escondidas

revuelto, dando señal de que hubo una intensa actividad hace algunas ho-ras allí.

***

Todo sobre el amor, todo sobre los sueños, todo sobre las ilusiones. En definitiva, la noche es todo sobre todo.

***

No sé si te habrás dado cuenta pero es como si comenzara todo cada madrugada, como si no hubiera habido día anterior. Y todo vuelve a em-pezar, toda vez que llega la noche.

***

Todos necesitamos a alguien a quien amar. Todos necesitamos sentir-nos amados en alguna que otra ocasión. Y es que sin lugar a dudas la vida sin amor es algo tremendamente tétrico, horroroso. Vaya, que es imposi-ble aceptarla. El amor es aquello que mueve todo. El amor es la razón de las razones.

***

Tú que vives en Córdoba, no me digas que no tiene que ser una goza-da salir a a la calle ahora mismo y pasear por la Mezquita, como decía es-ta canción de Medina Azahara. ¿Por qué no lo haces? No sé ahora el tiem-

73

Page 75: A Escondidas

po que puede hacer en Córdoba, pero imagino que no hará demasiado fresco todavía y la noche quizá invita pues a pasear, invita a salir. Aún el verano deja todavía sus pequeños restos, su pequeña influencia. Y quizá te apetezca dar un paseo. Yo te invito. Venga, ¿por qué no te animas?

***

Por supuesto que va a ocupar un lugar de privilegio en tu vida (él o ella).

***

Apetecía un poco de ritmo, de feeling, para encarar mejor esta ma-drugada. Aún nos queda tiempo para compartir esta noche. Así que no te vayas. Te invito a que tú y yo, solos tú y yo, nos colguemos del tiempo, nos suspendamos en él.

***

A veces un trago es bueno. Ayuda a desahogarnos, pero como todo en la vida, tiene su término medio. Demasiado es malo. Por eso hay que buscar el término medio para cada cosa. El punto justo. El punto exacto para, ni quedarnos cortos, ni sea demasiado.

***

74

Page 76: A Escondidas

Con esta música se me antoja un viaje a través de las estrellas. A tra-vés de ese mágico universo. ¿Te apuntas? Yo creo que podría ser una ex-periencia de lo más excitante.

75

Page 77: A Escondidas

Me imagino que te habrás dado cuenta de que, aunque cronológica-mente estamos viviendo el invierno 97, pues es como si el verano, o por lo menos la primavera, llamara a nuestra puerta. Porque vaya temperatu-ras que está haciendo por ahí... y por aquí también. No sé cómo estará la cosa donde tú estás en este momento, pero desde luego está haciendo unos días que no son normales. Decía un buen amigo mío: hace una tar-de imprescindible. Pues eso digo yo, un día de esos que invita a pasear, si es posible dejarlo todo a un lado... Aunque ya sé que es complicado, por-que hoy ha sido lunes y los lunes ya sabemos lo que son... Pero si tienes unos minutos, pues yo te invito a que lo dejes todo por un momento y sal-gas a la calle a dejarte llevar, a dar una vuelta, a disfrutar de ese aspecto que ofrece la ciudad o el campo, depende de donde te encuentres.

Por cierto, ¿qué tal te fue la jornada? ¿Bien? No sabes cuánto me ale-gro. Iniciamos el martes, martes 4 de marzo de 1997, en Onda Diez, como siempre. Desde las doce y hasta las cuatro. O desde las once y hasta las tres si te encuentras en Canarias. Compartiéndolo todo, incluso lo más ín-timo, aquello que tú quieras compartir conmigo. Yo por mi parte voy a ha-cer lo propio. Como siempre, a la una y media tendremos nuestras versio-nes y acto seguido nuestras preguntas secretas, para irnos conociendo no-che a noche. Pero hasta ese momento vamos a dejarnos llevar por la músi-ca. Vamos a no pensar, a olvidarnos del tiempo. Yo, si quieres, de vez en cuando te repetiré la hora pero olvídate del reloj y del bien metal y de to-

76

PARECE VERANO

Page 78: A Escondidas

do aquello que a diario nos agobia y dame la mano. Vamos a pasear jun-tos esta noche. Por cierto, te habla tu amigo Patrick D Frutos. Esto es On-da Diez, esto es A Escondidas. ¿Y tú quién eres? Venga, dame la mano, que hay mucho para compartir esta noche.

***

Siempre que finaliza un día y por consiguiente comienza uno nuevo se pone de manifiesto esa magia de la que te hablaba antes. Esa magia que nos envuelve, que nos seduce, esa magia que nos enamora uno a uno.

***

Estaba pensando en que el reloj, con su tic-tac, nos va marcando la pauta. Fíjate, las doce y treinta y cinco, o la una menos veinticinco, como tú prefieras llamarle.

Pero tampoco es del todo cierto eso, porque ya cada vez hay más relo-jes digitales que no hacen ningún tipo de ruido y caramba, que nos esta-mos cargando algo tan bonito como ese sonido tan especial de los relojes, marcando cada segundo... El tic-tac, que de vez en cuando apetece oírlo de fondo. Igual que la frituras de los discos, que ahora con el sistema ci-bernético, que es el compact disc, pues tampoco suenan ya los ruidos... a veces desagradables cuando son muy fuertes. Pero de vez en cuando, pues un poquito de friturita no viene mal, por aquello de que uno es un poco romántico y un poco sentimental con este tipo de cosas. Pero caram-ba, cuando uno pone un compact disc y escucha cosas como esta (I Say A Little Prayer de Aretha Franklin), a la perfección pues, pues en fin...

77

Page 79: A Escondidas

***

Cuando están sonando los discos y pensaba en lo que te decía antes, de que nos estamos cargando los sonidos clásicos de las cosas: que si los relojes, que si el compact disc y todo lo demás, a uno se le viene a la cabe-za esa frase o ese refrán que decía que ¡Las ciencias avanzan que es una barbaridad!

La música es un lenguaje universal. No importa el idioma en el que esté cantada una canción, todo el mundo puede entenderlo.

***

Es increíble cómo la música nos puede hacer llegar a pensar a deter-minadas horas. Cada vez que escuchamos una canción y, sobre todo si lo hacemos de noche, esta misma melodía nos suena de forma distinta. No sé por qué será, pero la música tiene un algo especial. Y si se funde con la noche, ese algo especial se convierte en algo realmente maravilloso.

***

Y desde luego la música siempre te lleva por un buen camino. Hay un camino que recorrer juntos cada noche. Hay un camino que me encan-ta andarlo contigo, de la mano, eso sí. Disfrutando de la brisa, del frescor de esta madrugada.

78

Page 80: A Escondidas

Por cierto, ¿por qué no me cuentas lo que estás haciendo? O lo que te gustaría hacer. Venga, ya sabes que lo único que tienes que hacer es en-viarme una carta o una tarjeta postal. La envías a Patrick D. Frutos. A Es-condidas. Onda Diez. Paseo del Pintor Rosales, 76. 28008, Madrid. Y de paso dime cuáles son tus canciones. A ver si una noche de estas la pode-mos compartir.

***

Y ya sabes, que la música unida a la imaginación, te pueden llevar a unos lugares realmente de ensueño. Basta sólo con que no te resistas. Con que cierres los ojos y simplemente eso... te dejes llevar por el ritmo, te dejes llevar por el mágico influjo de la noche.

***

La noche es un poco como los trenes. No se detienen salvo para repa-rar en algún pequeño sueño, en alguna pequeña estación, durante algu-nos minutos. En esos pequeños sueños, que son como las luces de la ca-rretera: llegan muy despacio y cuando están frente a nosotros vuelven a marcharse, que son aquellas pequeñas cosas que nos ayudan también a vivir. Porque la vida sin sueños no tiene ningún sentido. Y como decía Luis Eduardo Aute en una canción: Los sueños cine son. Por eso hay que tratar siempre de disfrutar de esa película.

***

79

Page 81: A Escondidas

La noche invita a todo tipo de sensaciones, a todo tipo de palpitacio-nes, de emociones y qué se yo. De tantas y tantas cosas diferentes...

***

Llamemos juntos a la química, que la química hará por supuesto el resto. Como por ejemplo, olvidarnos del tiempo, de ese tiempo que nos gusta vivir, aunque también nos gusta olvidarnos de él. Pero de vez en cuando conviene saber que las horas siguen pasando y es casi un minuto el que pasa de la una, las doce en Canarias.

Buenas noches, ¿qué tal estás? Déjame que siga estrechándote entre mis brazos. Por cierto, por si te apetece saberlo, soy Patrick D. Frutos. Cla-ro, que eso tampoco importa mucho, porque yo no sé cómo te llamas. De modo que lo mejor es que olvidemos nuestros nombres y recordemos nuestro físicos, nuestra cara y sobre todo, lo que es más importante, nues-tro corazón.

***

La vida en ocasiones pasa demasiado deprisa. Apenas nos da tiempo a saborearla, a saborear esos momentos gratos que de vez en cuando nos ofrece y que hay que saber guardar para siempre en la memoria... por aquello de que en muchas ocasiones son menos los momentos gratos, que los otros. Pero a fin de cuentas la vida es así, hay que tomarla como viene. Y en definitiva la vida, de cualquier forma, sigue siendo hermosa.

***

80

Page 82: A Escondidas

Vamos a olvidarnos en la medida de lo posible de utilizar la violen-cia. Y si hay que utilizar alguna violencia, si hay que utilizar balas, que las balas sean las palabras, que aunque a veces se enreden, pero siempre con-siguen transmitir los sentimientos.

***

Con el tiempo, lentamente vamos aprendiendo esa lección, esa triste lección de que las cosas no son lo que solían ser. Pero si quieres pueden ser lo que tú quieres que sean.

***

Las luces de la ciudad iluminan tenuemente nuestras pasiones. Esa pasión ardiente, esa pasión que nace entre tú y yo esta noche. Porque la noche siempre es diferente, si tú la quieres hacer distinta. Y hay un reino más que conquistar cada madrugada, cada segundo que pasa. Cada ins-tante hay una nueva lucha que abrir en la mente, en el corazón y en ese lu-gar mágico que nos creamos tú y yo.

***

¿Qué tendrán las noches de verano? Quizá que consiguen que los sue-ños se hagan realidad. Esos mágicos sueños de una noche de verano, que decía Shakespeare. Y que por cierto, me encanta compartirlas contigo. ¿Te vienes? Venga, acércate.

81

Page 83: A Escondidas

***

Hablando de recuerdos, de presentes, aunque, cómo te decía antes, es mejor hablar de presentes que de pasados o futuros... Pero siempre las noches son para recordar. Es inevitable hacer caso omiso a algunas adver-tencias y echar la vista atrás: recordar esos momentos, esos lugares, esas personas, esos amores. Sobre todo ese amor. Porque tú puedes recordar el segundo, el tercero, el cuarto. Pero nada como el primero.

***

Y sobre nuestros sueños se oyen de fondo las olas del mar. Ese mis-mo marco en el que tantas veces hemos soñado y en el que tantas hermo-sas historias se han forjado... tantos hermosos amores, hermosas relacio-nes han comenzado.

***

Será a lo mejor que a veces las palabras nos cuestan, que no nos sa-len fáciles, como decía la canción. Y que hay que recurrir a la música, a esas siete notas mágicas, para que nos ayuden a contar lo que sentimos.

***

¿Por qué será que las personas cambiamos tanto en ocasiones? En muchas ocasiones cambiamos para mejor, por supuesto, pero otras veces

82

Page 84: A Escondidas

hacemos lo contrario. Somos capaces de destrozar aquello que nos ha cos-tado mucho construir. Somos capaces de destrozar la amistad, de destro-zar el amor, de destrozar las ilusiones de los demás.

***

Son tantas cosas las que puede llegar a decir una canción, aunque sea instrumental, es igual. El lenguaje de la música es realmente especial y es capaz de decirlo todo. A veces sin mentar ni una sola palabra. Lengua-je que cada noche tratamos de poner en práctica. Tratamos de evocar grandes momentos con canciones realmente inolvidables, temas que evi-dentemente nos han marcado.

***

(Comienza Swept Away de Yanni)

Y también nos vamos dando cuenta de que el tiempo se nos escapa entre las manos. Fíjate, nos quedan ya muy poquitos minutos: cinco apro-ximadamente, para alcanzar las tres de la madrugada, las dos para ti que estás en Canarias. Desearte lo mejor para este nuevo día que comienza y como siempre, emplazarte para mañana, cuando sean las doce de la no-che, las once en Canarias. Aquí, en Onda Diez. Seguiremos soñando, se-guiremos imaginando, seguiremos despertando al amor, llamando a las pasiones, a las emociones, a las vivencias y experiencias. Y nos lo seguire-mos contando todo, incluso nuestros mayores secretos... si tú quieres, cla-ro.

83

Page 85: A Escondidas

Lo dicho, que lo pases bien y que seas feliz. Buenas noches y hasta mañana si Dios quiere. Te habló, como siempre, tu amigo Patrick D. Fru-tos. Adiós.

84

Page 86: A Escondidas

No sé si te habrá sucedido alguna vez, pero hay veces, cuando tienes muchas ganas de decirle algo a alguien, llevas horas pensando en lo que vas a decirle... Y justamente cuando tienes a esa persona frente a ti, es co-mo si la mente se te quedara bloqueada y no eres capaz de decirle ni una sola palabra, sobre todo cuando se trata de sentimientos, cuando se trata de expresar lo que sientes por esa persona. Y uno se queda pensativo en las curiosidades del ser humano. En realidad, qué poco sabemos de noso-tros mismos... Cuantos más conocimientos vamos adquiriendo, más nos damos cuenta de todo lo que ignoramos.

Cuatro minutos sobre las doce de la noche, cuatro minutos sobre las once en Canarias. Como siempre, después de Samuel Rodríguez, después de Del Cero al Infinito, llega el tiempo en el cual apetece recapacitar so-bre los acontecimientos vividos durante el día; si tienes la oportunidad, de cerrar los ojos y dejarte llevar, prepararte quizá para la jornada que co-mienza... por cierto un jueves, día 6 de marzo de 1997.

Pero hasta que esa jornada comience quedan algunas horas para en-tender, para dejarnos llevar y para disfrutar del mágico poder de la músi-ca. Buenas noches, soy Patrick D. Frutos. Esto es Onda Diez, esto es A Es-condidas. ¿Y tú quién eres?

***

85

SIN SABER QUÉ DECIR

Page 87: A Escondidas

Recuerda que con una canción se puede decir todo aquello que se lle-va dentro.

***

Lo mejor que se puede hacer en una noche despejada, en una noche en la que se ven con total claridad las estrellas y en la que la luna ilumina los rincones más oscuros de las calles, es darle rienda suelta a esas sensa-ciones que durante el día es prácticamente imposible sentir, a esos valo-res: a la amistad, al amor, a la generosidad y como no, a la honestidad también. Porque a veces resulta bastante complicado el ser honesto, o por lo menos la vida nos lo pone difícil. Hay que seguir intentándolo, por-que es una de las cosas más valiosas que hay en el mundo. 

***

Los sueños son como el cine, pero mucho mejor, porque podemos to-mar parte en ellos. Y además no cuesta dinero, así que ya sabes, a disfru-tar. Que quizá sea lo mejor de la vida. Y si no es así por lo menos sabemos que cada vez que soñamos es completamente diferente, unos son más bo-nitos, otros un poco desagradables, pero al fin y al cabo ahí están.

***

Hay que disfrutar las cosas con cada movimiento, con cada paso, con cada sensación, con cada nota, por supuesto, con cada canción... y sobre

86

Page 88: A Escondidas

todo si la canción es esa que nos recuerda a aquel momento, aquel lugar o aquel maravilloso amor.

***

Yo siempre me he calificado como muy amante de las frases y había una que decía: Si lo que vas a decir no es más bello que el silencio, no lo digas, cállate. Y desde luego es que hay veces que es mejor darle paso al silencio. No sé si puede llegar a ser el mejor de los sonidos, no sé si tú es-tarás de acuerdo en esto, pero a veces el silencio puede resultar tan mara-villoso que da pena romperlo.

***

Así, así abrázame, que me encanta sentirte muy cerca.

***

Eclipse total en tu corazón, (Total eclipse of the heart). Vaya pedazo de tema, una de las mejores canciones de esta maravillosa cantante, Bon-nie Tyler. No fue el más triunfante, pero por lo menos a mí es la que más me gusta. No sé, cada vez que la oigo se me ponen los pelos como escar-pias. Sobre todo por como es la canción y lo que dice, porque tiene mu-cho mensaje.

***

87

Page 89: A Escondidas

Qué felices somos cuando estamos en familia, o entre amigos, o qui-zás con esa chica, con ese chico. En definitiva, con esa persona a quien queremos. Y si además nos rodea ese ambiente que nos gusta, que nos ha-ce sentir bien, en definitiva, cuando todo es perfecto, nuestro propio ca-rácter se hace más comprensible, todo nos resulta más fácil. Incluso pode-mos llegar a tomarnos los inconvenientes de la vida con optimismo.

***

Aunque en ocasiones desgraciadamente no tenemos ese ambiente. Hay personas a las que un día lluvioso, en una pequeña habitación, con esa persona a su lado y con esa canción de fondo, esa canción mágica tan-to para uno como para otro, puede hacerles sentir de lo más felices. Y, sin embargo, para otros esa situación les invita a caer en lo más profundo de su tristeza.

***

A veces, sin ni siquiera venir a cuento, cualquiera de las personas que nos rodean nos hacen unas preguntas que nos dejan asombrados, no sabemos qué responder. Unas veces porque desconocemos el tema, otras porque sean preguntas muy personales. No te quedes en silencio. Recuer-da aquella frase de habla ahora o calla para siempre. Repasa todos tus sentimientos, todos tus recuerdos y saca una conclusión. Y si no es en ese preciso instante, no es necesario que contestes en ese momento, pero no dejes la pregunta en el aire. Asegúrate y haz que los demás piensen que es-tás seguro de lo que piensas.

88

Page 90: A Escondidas

***

El tiempo que lentamente se va pasando. Y pensamos en lo que po-díamos haber hecho en él, que nunca hicimos, arrepintiéndonos de tan-tas y tantas cosas... Pero hay que arrepentirse de aquello que se ha hecho, nunca te arrepientas de lo que no hagas. No pienses aquella típica frase de si hubiera hecho esto o si hubiera hecho lo otro... Si tienes una gran idea, o crees que es una gran idea... ¡Ponla en práctica cuanto antes!

***

Se pueden decir tantas y tantas cosas en un instante que a veces no nos acordamos de lo que decimos. Sólo nos acordamos de lo que quere-mos. Había una canción que decía: un hombre escucha lo que quiere escu-char. A veces nos empeñamos en no hacer caso de las cosas y luego pasa lo que pasa...

***

Y claro, una de las cosas que suelen pasar en estos casos es que lle-gan los arrepentimientos posteriores. Lo que te decía antes, vaya: si hu-biera hecho esto, si me hubiera callado... Había una frase que me dijeron hace muchísimo tiempo y nunca se me olvidó, que decía: la mejor pala-bra es aquella que se está por decir, pero que no se dice. Que significa más o menos que cuando vayas a decir algo, sobre todo si es malo, que te

89

Page 91: A Escondidas

lo pienses mucho y que procures evitarlo. A veces, una vez dicho puedes pedir perdón, pero hay cosas que ya no tienen remedio.

***

Quizá uno de los destinos del hombre sea estar constantemente bus-cando soluciones a cada problema. Aunque a veces esas soluciones no las encontramos, pero nos da igual, seguimos buscándolas. Eso sí, cuando en-contramos alguna, la satisfacción que sentimos no se puede contar con palabras. 

***

Seguro que has pensado que hay una canción para cada momento, para cada persona. Siempre hay un tema que se identifica perfectamente contigo, con algo que has vivido, o que estás viviendo en ese momento. Lo escuchas y dices: “pero bueno, si esto me ha pasado a mí” o “me está pasando...” A veces te haces viejo de repente, sin arrugas en la frente, pe-ro con ganas de morir. Los problemas, la tensión... Son tantas y tantas cosas que le agobian a uno de repente... Pero siempre se ha dicho que to-do tiene solución, aunque ésta a veces no nos guste, que la tengamos co-mo última alternativa. En otras ocasiones la encontramos cuando menos lo esperamos y encima nos viene como anillo al dedo.

***

90

Page 92: A Escondidas

Los latidos del corazón que, al igual que el reloj con si tic-tac, van marcándonos la pauta de ese tiempo que va transcurriendo, de esos re-cuerdos que poco a poco vamos acumulando en la memoria.

***

Qué cosa más horrible es la culpabilidad, y qué mal se pasa cuando uno se siente culpable por algo. Claro, que peor se pasa cuando a uno le hacen culpable de algo que en realidad no ha hecho.

***

En realidad, ¿qué es la felicidad? Alguien podría definirlo, porque es complicado. No se sabe si se podrá o no definir, pero qué maravilloso es cuando está a nuestro lado. Muchas veces nos creemos que es difícil e in-cluso imposible ser feliz, pero la felicidad está mucho más cerca de lo que todos queramos creer. 

***

No se sabe lo que pasará en el futuro pero es preferible no plantear-lo. Es mejor disfrutar de este momento, de este instante. Hagas lo hagas, estés donde estés, vívelo a tope, que el futuro ya llegará; que el mañana, mañana llegará. No te preocupes por él. De vez en cuando echa la vista ha-cia el pasado, pero tampoco te preocupes en exceso por lo que hiciste, por-que lo que hiciste, bueno o malo, hecho está. Ahora hay que pensar en el

91

Page 93: A Escondidas

futuro y pensar sobre todo en este maravilloso presente que tenemos pa-ra compartir.

***

¿Como se podrá diferenciar a veces el orgullo de la simple dignidad? Complicado, por cierto, pero en ocasiones hay que intentarlo para no es-tropear ningún tipo una relación, ni ninguna amistad.

Cuatro minutos los que pasan de la una, de las doce en Canarias. Bue-nas noches. Soy Patrick D. Frutos. Esto es A Escondidas. Esto es Onda Diez.

92

Page 94: A Escondidas

Cuando llega el lunes parece como si el mundo se nos cayera encima, como si no le viéramos el fin a los malos ratos. Parece como si todo per-diera el sentido, como si perdiéramos un poco el norte. Pero el lunes llega y como dice aquel poema, todo llega y todo pasa. Después llega el mar-tes, más tarde el miércoles, para darle el testigo al jueves... Y después del jueves llega el viernes. Con él comienza quizá el desenfreno. Comienzan un poco a circular por tu mente diferentes ideas de relax, de libertad, qui-zá... me refiero a libertad de actos, sin tener que estar sometido a un hora-rio predestinado. Y, aunque todavía tiene que pasar el viernes, ya esta-mos inmersos en él. En un viernes 7 de marzo de 1997. De modo que va-mos a darle rienda suelta al optimismo, que falta hace. Desde este preciso momento y hasta que las cuatro nos separen vamos a compartir juntos las mejores canciones de la radio de noche. Los temas que nos identifi-can, las canciones que nos cuentan aquello que necesitamos escuchar, las canciones que nos traen los recuerdos, que nos gusta recordar... En defini-tiva, nuestras canciones.

Por cierto, buenas noches, soy Patrick D. Frutos, esto es Onda Diez y esto es A Escondidas, hasta las cuatro. Venga, ¿te vienes conmigo? Te in-vito a dar ese mágico paseo a través de la música y a través de los recuer-dos.

***

93

EL VIERNES

Page 95: A Escondidas

Qué manía tenemos a veces de hacer promesas porque sí. Hacer por hacer. Y, sin embargo, luego en muchísimos casos nos vemos incapaces completamente de cumplirlas.

***

Hay ocasiones para utilizar esas llamadas tres medicinas del hombre cuando algún problema te agobie en exceso. Ya sabes: la mujer, la música y el vino. Pero todo con moderación, claro está. Sobre todo lo digo por lo del vino. Porque la mujer y la música no hacen daño. La mujer, si eres un hombre claro, o el hombre si eres una mujer, que hay que especificar, lógi-camente. Pero ahí está el tema: es un remedio casero, pero muy eficaz.

***

Cuando te decía lo de las tres medicinas del hombre, lo de la mujer, la música y el vino, me refería al vino con mucha moderación. No es la so-lución beber hasta perder el control para evadirse de los problemas. Ade-más, tampoco se disfruta. Un vasito de vino, o de whisky, o de lo que sea, pues viene muy bien, pero eso, un vasito, o dos... Tampoco hay que pasar-se. Todo en la vida es bueno o malo, depende del uso que se le dé a las co-sas.

***

94

Page 96: A Escondidas

Nos gusta sentarnos en nuestro sillón favorito, leer nuestro libro, vol-ver a leer esas historias. Después, cerrar los ojos y ver cómo nuestro pasa-do lentamente va acercándose a nosotros de nuevo, con canciones como estas, que recuerden al ayer una vez más. Canciones que consiguen espan-tar la soledad, que consiguen que lentamente volvamos a ser felices.

***

No lo puedo evitar pero siempre que compartimos esta canción se me ocurre aquella frase: me gustas mucho como eres, porque te pareces mucho a ti.

***

En ocasiones llorar es bueno. A veces hay que hacerlo. No nos gusta, pero hay tantas cosas en la vida que no gustan... y que sin embargo tene-mos que asumir que hay que hacerlas, que... ¿qué más da una más? Y en ocasiones llorar sirve de mucho. Sobre todo cuando se llora de alegría.

***

Fíjate, es curioso las paradojas que tiene la vida. Todo lo malo es siempre inolvidable. Pero lo bueno también.

***

95

Page 97: A Escondidas

Lo has de hacer por ti mismo, como decía la canción. Puede ser tu gloria personal. Aunque de vez en cuando un poquito de ayuda de esos amigos de verdad siempre viene muy bien. Así que ya lo sabes. No te preo-cupes y deja correr tu imaginación. Déjate llevar por la noche, déjate lle-var por la música.

***

Siempre que escucho esta canción, que por otra parte me trae gran-des recuerdos, me acuerdo también de esa frase, de ese dicho: lo mejor para evitar las tentaciones es caer directamente en ellas.

***

Piensa siempre en mantener cualquier amistad que tengas. Los ami-gos, los buenos amigos, siempre van a estar ahí cuando los necesites. Los buenos amigos nunca piden nada y siempre dan. Para ellos la amistad es lo primero. No se preocupan de nada más, simplemente de estar bien con-tigo. Aunque a veces la amistad se confunde con el amiguismo, que aun-que palabras parecidas, no significan lo mismo. Son completamente dis-tintas: los amigos siempre van a estar ahí; los amiguetes están cuando tú puedes servirle; en los momentos difíciles, cuando más falta te hagan, nunca los encontrarás.

***

96

Page 98: A Escondidas

Los consejos están en muchas ocasiones para no hacerles caso. Por-que al final eso es lo que terminamos haciendo: pedimos consejo y luego hacemos lo que creemos conveniente. Así debe ser, cada uno debe come-ter sus propios errores. Y debe recapacitar, pero después de haberse equi-vocado uno mismo, no con los errores de los demás. Porque a veces los consejos que nos dan para nosotros no funcionan.

Pero cuando estés preocupado, cuando no sepas bien qué hacer, un paseo por el jardín no viene nada mal... o por el parque, o por la playa, o simplemente por la gran ciudad, que a estas horas ofrece una imagen real-mente maravillosa.

Por cierto, casi dos minutos los que pasan de la una, dos minutos los que pasan de las doce de la noche en Canarias. Buenas noches. Soy Pa-trick D. Frutos. Esto es A Escondidas. Esto es Onda Diez. ¿Y tú? ¿Tú quien eres?

***

Los latidos del corazón, que al igual que el reloj con su tic-tac, van marcándonos la pauta de ese tiempo que va transcurriendo, de esos re-cuerdos que poco a poco vamos acumulando en la memoria.

***

Como te decía al principio, olvidémonos de los números y demos rienda suelta a la imaginación. Démosle rienda suelta a la madrugada, a este nuevo día que comienza, que puede ser el día más importante de tu vida, si tú te lo propones en serio.

97

Page 99: A Escondidas

Por cierto, te recuerdo que si te apetece unirte a esta aventura, hay un teléfono abierto para ti: el 5386303, con el 91 delante si llamas desde fuera de Madrid. Por si necesitas oír esa canción que te pueda ayudar en esta madrugada.

***

A mí se me ponen los pelos de punta, —como escarpias, que me gus-ta decirte—, cada vez que escucho esta canción, en cualquiera de sus dos versiones. Existe en inglés y en francés. Yo la prefiero en francés. No sé, quizá el francés sea un idioma... dicen que es uno de los más sensuales, por cierto, junto con el italiano. Claro, que el español no se queda a la za-ga. No vayamos a pensar aquí que el español no es nada de eso. Todo lo contrario, es uno de los idiomas más románicos. Sobre todo en España se entiende muy bien, (bromea). Y fuera de bromas, en serio, es también uno de los idiomas más sensuales. Porque el español, la persona, es uno de los seres más románticos que hay. Dicen del italiano, pero aquí tam-bién se cree muy mucho en el amor. ¿Recuerdas aquella copla que decía que cuando la española besa, besa de verdad? Pues aplícate al cuento.

***

Desde luego que no hay nada mejor que hablar de presentes, de pre-sentes felices, por supuesto. De grandes momentos. También, de vez en cuando hay que echar la vista atrás, porque el pasado tiene mucho que de-cir. El pasado nos puede ayudar mucho a vivir este presente, a vivir este mágico instante.

98

Page 100: A Escondidas

***

Si viene hasta hasta ti una pasión, dale una gran bienvenida, que siempre te invita a tener sensaciones nuevas. O por lo menos es lo que se pretende de cada uno de los sentimientos que vamos teniendo, de cada una de las emociones que nacen. Los recuerdos y también, por supuesto, las experiencias. Y además, cuanto más ardiente sea la pasión mucho me-jor a la hora de definirla después.

***

¿Recuerdas anoche cuando te hablaba de quién pudiera estar junto a un río? Esos parajes maravillosos de los que gozamos en nuestro país... Aunque muchas veces nos empeñamos en visitar otros lugares, sin repa-rar en lo que hay aquí en España, que hay verdaderas maravillas.

Y con canciones como estas uno se puede imaginar tantas y tantas co-sas... Así que lo mejor es seguir imaginando, dejar la mente en blanco, los ojos cerrados y simplemente dejarnos llevar por la música.

***

¡Y qué verdad es esa! Los sueños son como las luces de la carretera: se acercan muy despacio y cuando ya los tenemos encima se nos escapan de las manos sin poder evitarlo.

***

99

Page 101: A Escondidas

Luz de la madrugada muéstrame el camino del cielo. Muéstrame ese camino maravilloso que todos queremos seguir y que a veces nos perde-mos en búsquedas, hasta lograr encontrarlo.

***

Maravillosas pretensiones a estas horas tan intempestivas de la no-che... lo de ser el capitán de tu corazón. Mientras, continuamos nuestro viaje a través del mar; mientras, continuamos navegando a través de la música. Para llegar a buen puerto, espero, a eso de las tres, a eso de las dos en Canarias.

100

Page 102: A Escondidas

De nuevo llegó la madrugada, de nuevo llegaron las doce de la noche al reloj, de nuevo sucede que iniciamos un nuevo día. Cruzamos esa fron-tera mágica que divide dos jornadas. Una espero haya sido buena, y otra que seguro va a ser mucho mejor. Y de nuevo, toda vez que llega la madru-gada, llega este tiempo de radio, A Escondidas, a todas las emisoras Onda Diez. Y como siempre, hagas lo que hagas, estés donde estés, te habla tu amigo Patrick D. Frutos. Será hasta las tres de la madrugada, serán las dos en Canarias. Tenemos ciento ochenta minutos por delante para com-partir juntos, ciento ochenta minutos para nosotros: para inventarnos nuestro vocabulario, para inventarnos nuestras cosas, para contarnos to-do aquello que hemos hecho y lo que nos gustaría hacer. Y cómo no, para escuchar nuestra música, nuestras canciones, aquellas que nos traen los mejores recuerdos; aquellas que nos emocionan, aquellas que nos hacen sentir, aquellas que siempre consiguen que seamos felices. En definitiva, la música de nuestra vida, la música de A Escondidas. Porque, como te di-go siempre, y no me cansaré de hacerlo, todo sabe mucho mejor cuando se hace de forma furtiva. Y no sé por qué será, pero desde luego, desde que el mundo es mundo, siempre ha sido así.

***

101

DE NUEVO

Page 103: A Escondidas

Escucha la voz de tu conciencia, ella te dice el sendero que has de se-guir pero, ¿a dónde vas tan aprisa? Siéntate un momento y recapacita so-bre el sendero que has recorrido. Piensa bien lo que has hecho durante el día. Decía la estrofa de una canción: un hombre se mide por la vida a fin de mes, aunque yo diría más bien que se mide por la vida al final de cada jornada.

***

Y si la vida de un hombre se mide a final de mes, o el final de la jorna-da, hagamos que esa misma vida merezca la pena, hagamos que podamos estar orgullosos de todo aquello que hemos hecho hoy. Si tú sabes que tu vida ha merecido la pena, si tú compruebas que te sientes orgulloso con lo que has hecho o con lo que quieres hacer, la felicidad está mucho más cerca de lo que imaginas.

***

Sólo podemos entender el presente si comprendemos el pasado. Por eso siempre te he dicho que es bueno evadirse por un momento de esas preocupaciones que ocupan este maravilloso presente y profundizar en el pasado, poco a poco y sin miedo. Porque lo hecho, hecho está y por mu-cho que quieras, sea para bien o para mal, nada podrá cambiar. Todo lo contrario del futuro. A veces podemos tener una buena idea y hemos per-dido la ocasión por pensarlo demasiado. Pero como siempre te he dicho: la cosa pierde color cuando la piensas dos veces. Así que no te agobies.

102

Page 104: A Escondidas

***

Lo que te decía antes, a veces tenemos la fea manía de pensar las co-sas mucho. Si tienes una buena idea, o crees que es una buena idea, ¡ca-ramba, ponla en práctica cuanto antes!, no vaya a ser que luego pierdas la ocasión.

***

Y si hacemos caso a lo anterior, también te podría decir que si de ver-dad quieres a esa persona y ésta ni siquiera lo sabe o se lo imagina, ¡díse-lo de una vez!, que para luego puede ser tarde. Créeme, no siempre existe una segunda oportunidad y en ocasiones ni siquiera una primera.

***

Quizás sea eso en lo que consiste nuestra vida, en luchar y luchar por conseguir una oportunidad para ese sueño, para esa chica, o ese chico. En definitiva, para eso que queremos y que no tenemos y que posiblemente deseemos más que nadie en el mundo.

***

Parece mentira, pero a veces a cupido le gusta jugar con nosotros y es como si tuviéramos unos ojos que fueran capaces de ver en la oscuri-dad, de distinguir cosas que con la luz no somos capaces de diferenciar, de saber cuándo nos hemos enamorado y cuándo hemos encontrado a la

103

Page 105: A Escondidas

mujer de nuestros sueños, o el hombre de nuestros sueños. En definitiva a esa persona que tú posiblemente acabas de encontrar.

***

Como bien decía la canción, se respiran vientos de cambio, y si no los hay hoy, los habrá mañana. Pero seguro que hay cambios, porque co-mo tantas veces te he dicho, nada es eterno, todo cambia, tarde o tempra-no.

***

El amor es un poco como el arte, se aprende apreciándolo día a día, noche a noche y cuando más lo sientes más te gusta. Es como un vicio, si lo pruebas no podrás parar. Pero a diferencia de otros vicios, este es bene-ficioso para nuestro cuerpo y nuestro corazón, que en ocasiones se ve un poco apagado. 

***

Lentamente van transcurriendo los minutos en esta madrugada. Fíja-te, las doce y treinta y siete minutos. Las once y treinta y siete en Cana-rias. ¿Qué tal estás? ¿Qué tal van esos estudios, o ese trabajo? O qué sé yo, lo que estés haciendo en este momento. Sea lo que fuere, espero que lo lleves bien. De todas formas siempre hay una canción para conseguir ese momento perfecto, para conseguir ese ámbito bucólico que estabas buscando.

104

Page 106: A Escondidas

***

No sé si alguna vez te lo has preguntado pero, ¿cómo es posible que con tan sólo siete notas musicales se puedan hacer tantas canciones dife-rentes y cada canción sea capaz de conseguir tantas cosas distintas?

***

¿Te has fijado cómo está luna esta noche? Ofrece una imagen real-mente maravillosa. Me encanta compartirla contigo. Ya sabes que yo para eso soy bastante generoso. Me gusta compartirlo todo, sin ninguna reser-va, sin preguntarme ningún por qué. Simplemente por que sí, porque me apetece y porque tú eres tú.

***

Siempre que hay probabilidades de por medio se puede perder... y a mí me gusta ganar.

***

A veces me olvido de los lugares, me olvido de todo. Me dejo simple-mente llevar. Sobre todo con temas como este, tan sugerentes, tan espe-ciales...

***

105

Page 107: A Escondidas

Vaya maravilla, (refiriéndose al tema que había sonado anteriormen-te). Como te digo siempre: a veces no importan las palabras. Simplemen-te con una canción se puede decir todo aquello que se lleva dentro. Eso sí, A Escondidas, que sabe mucho mejor todo cuando se hace de forma furti-va. No lo olvides nunca.

***

A veces tratamos de luchar contra tantas y tantas cosas completa-mente distintas y no podemos contra ninguna de ellas... pero seguimos lu-chando. Quizá porque vaya en nuestro sino. Luchar y luchar por conse-guir aquello que deseamos. Por cierto, ¿por qué no me cuentas lo que de-seas? ¿Por qué no me cuentas lo que te gustaría hacer, lo que más te hace feliz? Venga, anímate. Toma papel y bolígrafo y escribe aquello que te dic-te el corazón a estas horas. Toma nota: Patrick D. Frutos, A Escondidas. Onda Diez. Paseo del Pintor Rosales, 76. Código postal 28008 Madrid. Venga, no te dé vergüenza, que te estoy esperando con los brazos abiertos de par en par.

***

Una de las grandes facultades del ser humano es que cuando cae tie-ne la oportunidad de levantarse, así que no te preocupes si has cometido un error, si has caído en alguna ocasión. Hay que intentar volverse a le-vantar. Y como te decía antes, lo puedes conseguir.

106

Page 108: A Escondidas

***

Acércate y dame la mano. Vamos a dar un paseo juntos. Vamos a acercarnos hasta el malecón, ese malecón de antaño donde tantos buenos momentos hemos pasado tú y yo... Acercarnos a ese lugar y disfrutar de ese mágico sonido del mar, viendo romper las olas abajo.

***

Lentamente se cierra la puerta, quedamos completamente aislados en un mundo, solos tú y yo, en una habitación completamente a oscuras. Con una pequeña vela de fondo alumbrando tímidamente nuestro amor, alumbrando tímidamente nuestra estancia, nuestra naciente amistad. Nuestra creciente pasión.

***

Aunque tú no te lo creas, alguien te va a salvar esta noche de tu deses-peración, de tu depresión, de tus pesadillas, de esos malos sueños. 

***

¿Qué es lo mejor que podríamos hacer en un día como este que amar-nos? Porque a fin de cuentas amarse es el fin de la vida, es uno de los obje-tivos más bonitos que se pueden llegar a cumplir. Y además tú ya sabes que en el amor uno más uno es igual a todo; y dos menos uno equivale a

107

Page 109: A Escondidas

nada. Por eso hay que hacer frente a cualquier dificultad que pueda llegar y darle rienda suelta al amor.

***

Siempre que se habla de amor, se ha de hablar de un amor duradero. De ese soñado amor eterno.

***

Espero que esta canción te haya animado. Si no es así quizá la si-guiente, o la otra, pero esta noche quiero conseguirlo. Voy a poner toda la carne en el asador para que cuando lleguen las cuatro de la mañana, po-der decir aquello de “misión cumplida”. He hecho que alguien se sienta más feliz que otros días. 

***

Apenas sí te conozco pero del poco tiempo que hace que te conozco, o de lo poco que te conozco, aún no sabes de qué manera te necesito. Y ca-da día te necesito más. Cada segundo que pasa, cada pequeño instante te haces más imprescindible en mi vida.

108

Page 110: A Escondidas

Cuando el pesimismo nos invade, que en ocasiones suele ser bastan-te a menudo, por cierto, hay que plantearse el luchar con todas nuestras armas para librarnos de él, todas las armas que tengamos a nuestra dispo-sición. Cuando luchamos muy en serio y con mucha tenacidad por aque-llo que deseamos, al final es mucho más sencillo que lo consigamos, y en muchísimos casos terminamos haciéndolo. Por eso, una de las mejores batallas que podemos iniciar es esa batalla que se gana con las palabras, esa batalla que se gana con las ideas, que se gana con las buenas intencio-nes. Piensa que hoy es el principio de todo. Que mañana hay un nuevo día por delante que vivir con mucha más fuerza que el anterior, con mu-chas más ilusiones, con muchas más ganas. Para que mañana, cuando vuelva a llegar la noche, te tumbes en la cama, cierres los ojos y vuelvas a repasar con tu mente todos los momentos del día, te quede ese orgullo de decir que has cumplido la misión que se te ha encomendado; que has con-seguido aquello que tenías preparado para hoy y que mañana ya vere-mos. Pero hoy, por tanto, puedes decir aquello de “misión cumplida”.

Por cierto, llegó la noche, llegó la madrugada... algunos minutos so-bre las doce, sobre las once si estás en Canarias. Y como siempre, la radio se viste de fiesta, la música se vuelve natural. Y de aquí hasta las tres, o hasta las dos, si estás en Canarias. Prepárate para soñar conmigo, para so-ñar despiertos, para imaginar, para pensar, para disfrutar...

109

EL PESIMISMO

Page 111: A Escondidas

O si lo prefieres, para sentirnos, para amarnos, para dar rienda suel-ta a todas nuestras emociones, a la música y a nuestros recuerdos. Así que yo te invito a que demos juntos ese paso, del dicho al hecho. Por cier-to, soy Patrick D. Frutos, ¿qué tal estás?

***

No importa si hace frío o hace calor, no importa si ha salido el sol, llueva o nieve, ni importa el lugar. Solamente importan esas dos personas enamoradas que luchan por estar juntas, que luchan por seguir adelante, a pesar de todos los inconvenientes, que en ocasiones son muchos. 

***

Hay muchos pasos, hay tantas decisiones en la vida que habitualmen-te son irreversibles... Por eso hay que pensárselas muy mucho, antes de dar determinados pasos.

***

Son tantas cosas las que puede llegar a decir una canción... Aunque sea instrumental el lenguaje de la música es realmente especial y es capaz de decirlo todo, a veces sin mentar una sola palabra. Lenguaje que cada noche intentamos poner en práctica. Tratamos de evocar grandes momen-tos, con canciones realmente inolvidables, temas que evidentemente nos han marcado.

110

Page 112: A Escondidas

***

Sabes que siempre hay una canción para conseguir ese momento per-fecto, para conseguir ese ámbito bucólico que estás buscando, mientras se iluminan lentamente nuestras pasiones, esa pasión ardiente, esa pa-sión nacida entre esas dos personas.

***

Si por casualidad alguna vez te invade el pesimismo, no te preocu-pes. A veces hay que dejar de pensar las cosas, hay que relajarse. Puede servir una canción o puede servir también dar una vuelta para olvidarse, aunque sea por unos instantes, de todo aquello que nos agobia.

***

Si la amistad y el amor son prácticamente las dos cosas más impor-tantes que puede haber en la vida, aparte lógicamente de la salud, claro está, ¿por qué tenemos la manía de preocuparnos tanto por otras cosas que a priori no tienen importancia? ¿Por qué nos preocupamos por todo, por qué no hacemos nada más que darle vueltas a las cosas? Si como te di-go en muchas ocasiones la cosa pierde color cuando la piensas dos veces y más dispuesto pareces a pensar en lo peor, que decía aquella canción de Radio Futura. Y con mucha razón por cierto. ¿Porqué tendemos a pen-sarlo todo tanto, a retraernos tanto, a cuando tenemos una buena idea pensarla muy mucho, meditarlo demasiado...? A veces perdemos muchas oportunidades por pensar tanto. No me gusta dar consejos, pero de vez

111

Page 113: A Escondidas

en cuando hay que dejar a un lado la mente y hacer lo que nos dicta el co-razón. En ocasiones funciona y además funciona bastante bien.

***

Y ya te digo, a volar, que el amor no es nada más, y a jugar que si lo aburres partirá, que vivir amando es vivir siempre imaginando, e ima-ginar es libertad, que decía una canción (de Víctor y Diego)... y con toda la razón del mundo.

***

Si alguien te preguntara en realidad qué es la noche, habría tantas respuestas que darle... Para algunos la noche es simplemente el momento en cual el día se acaba, pero para otros es un momento sublime. Para otros lo peor de la jornada. Otros, sin embargo, pensarían todo lo contra-rio. Son múltiples y diferentes las respuestas a esta cuestión. También se podría decir que es tiempo de pensar, de meditar, de entender. También es tiempo de dejarse llevar. Es tiempo de cerrar los ojos y repasar uno a uno todos los momentos de estos días atrás. Por supuesto, es tiempo de que recapacites lo que has vivido y de que repases también el tiempo que nos queda por vivir.

***

Desde luego que no hay nada mejor que hablar de presentes. De pre-sentes felices, por supuesto, de grandes momentos. También, de vez en

112

Page 114: A Escondidas

cuando hay que echar la vista atrás, porque el pasado tiene mucho que de-cir. El pasado nos puede ayudar mucho a vivir este presente, a vivir este mágico instante.

***

Y hablando de recuerdos, de presentes, aunque como te decía antes, es mejor hablar de presentes que de pasados o futuros, las noches son pa-ra recordar. Es inevitable hacer caso omiso a algunas advertencias y echar la vista atrás. Recordar esos momentos, esos lugares, esas perso-nas, esos amores... Sobre todo esos amores, ese primer amor. Porque tú puedes recordar el segundo, el tercero, el cuarto... pero ese primero nun-ca jamás se olvidará, mientras que los otros poco a poco se irán desvane-ciendo con el paso del tiempo.

***

Recuerda que cada latido del corazón, cada latido es una palpitación, una emoción, un sentimiento que se libera, un recuerdo que cae en el olvi-do, pero que gracias a la música consigues que vuelva.

***

Si hay cosas que tienen que ser así, porque tienen que ser así, porque está escrito que sea así, ¿por qué preocuparnos tanto por ellas?

***

113

Page 115: A Escondidas

Una de las sensaciones más hermosas que podríamos sentir, aparte de la nostalgia, claro, quizá sería volver a recuperar la amistad; el realzar-la si ésta ha perdido importancia en nuestros corazones, si se ha perdido a través del tiempo, la distancia, o incluso a veces malentendidos. Es algo maravilloso el poder volver a sentir la presencia de esa persona después de muchos años o después de haberse separado a muchos kilómetros de distancia para, años después de haberse separado, volver a encontrarse. Y es que no hay nada como la amistad.

***

Hay tantas maneras de agradecer cualquier cosa a otra persona... No hay nada más hermoso que corresponder cuando alguien te ha hecho un favor, cuando alguien te ha hecho algo que necesitabas, que te ha llegado a hacer que te sientas feliz. No hay nada más bonito que corresponderle y no porque te haya hecho algo, sino porque simplemente te apetece. Las cosas que se hacen porque sí son mucho mejores. Si tratamos de buscarle una razón a cada cosa que hacemos, al final acabaríamos mal. Es mejor hacer las cosas sin razón alguna, simplemente porque te lo dice el cora-zón y ya está.

***

Recuerdo tras recuerdo, melodía tras melodía, canción tras can-ción... Y la luna sigue brillando con la misma intensidad. Porque por su-puesto, seguimos teniendo la esperanza de que mañana todo va a ir mu-

114

Page 116: A Escondidas

cho mejor y de hecho mañana todo va a ir mucho mejor. Recordándote así que la esperanza es lo último que se pierde, que el sol brillará mañana un día más y todo aquello que te preocupa en la actualidad serán simples tonterías cuando mañana veas de nuevo amanecer.

***

Hay un hombre, hay una mujer. Están cerca el uno del otro, pero la timidez tan grande que les acompaña a los dos impide, como si fuera un muro, que se acerquen. Impide, como si fuera una pared, que vayan cono-ciéndose, que emprendan una nueva relación llena de amistad y amor.

***

No sé si te has parado a pensar que en muchas ocasiones el amor se pierde por no saber perder el miedo a la soledad, al desamor, al desenga-ño, a todos los inconvenientes que, como todo en la vida, tiene también el amor. Pero hay que saber poner las cosas en una balanza y descubrir que el amor tiene muchas más ventajas que inconvenientes. Y si tu quieres no tiene por qué haber ningún desengaño, ningún miedo, ningún desamor.

***

Y no olvides que si el amor se pierde luego es muy difícil recuperarlo. Por eso no dejes que se pierda el amor. No dejes que se pierda la amistad, no dejes que se pierda la ilusión.

115

Page 117: A Escondidas

***

El amor significa sacrificio, significa entrega, generosidad, compartir-lo todo sin reservas, sin preguntar por qué. Simplemente compartirlo. Si falla alguna de estas cosas entre tú y ella o entre tú y él, no hay amor posi-ble.

***

Pues nada, que nos quedan muy poquitos minutos, cuatro para alcan-zar las tres, para alcanzar las dos en Canarias. Desearte simplemente que hayas disfrutado con este tiempo de radio que hemos compartido juntos, que hayas sido feliz y que por supuesto lo sigas siendo, claro está. Te ha-bló como siempre tu amigo Patrick D. Frutos, desde Onda Diez, desde es-ta edición de A Escondidas, que lentamente toca a su fin.

Pero ya sabes que el próximo día estaremos de nuevo juntos, cuando lleguen las doce, cuando lleguen las once en Canarias. Aquí, por supues-to, no lo olvides, en Onda Diez, la radio que llega más lejos y suena más cerca de ti. Pues eso, que seas feliz, que tengas mucha suerte. Buenas no-ches y hasta el próximo día. Adiós.

116

Page 118: A Escondidas

Muchas veces nos tiramos un montón de tiempo esperando la oportu-nidad de volver a ver a alguien; esa persona a quien hace muchísimo tiem-po que no ves y que la quieres con todo el alma, o le tienes un gran apre-cio. A veces es nuestro amante; otras veces nuestro amigo; otras simple-mente un conocido, pero al que le tenemos un aprecio especial, por algu-na u otra razón. Y en ocasiones nos tiramos meses e incluso años hasta que tenemos la oportunidad de volver a verle. Y cuando llega ese momen-to, cuando le tenemos frente a frente, en ocasiones no sabemos cómo reaccionar. A veces la personalidad nos impide exteriorizar los sentimien-tos de forma que esa persona se entere de lo que sentimos en ese instan-te. Nos quedamos inmóviles, quietos, con una timidez sobrenatural... y sin embargo nos morimos de ganas de abrazarle, de hacerle sentir que sentimos algo muy especial por él. A veces el hombre tiene unas reaccio-nes imposibles de calificar. Pero quizá eso sea lo más interesante, lo me-jor de todo: que cada persona reacciona de forma distinta ante los mis-mos acontecimientos, ante las mismas situaciones.

Por cierto, no sé si te habrás dado cuenta de que ya pasó una semana más, ya estamos de nuevo en el lunes... bueno en domingo por la noche, no te me pongas triste, ya de antemano. El domingo por la noche, ese día mágico en el que tenemos la oportunidad de dejarnos llevar por la músi-ca, por los sueños y por nuestras experiencias. Y desde aquí hasta las tres, hasta las dos si estás en Canarias. Cierra los ojos, dame la mano y vamos

117

VOLVER A VER A ALGUIEN

Page 119: A Escondidas

a descubrir juntos todos, absolutamente todos los secretos de la madruga-da.

Por cierto, soy Patrick D. Frutos, tu amigo de la noche, que espero te sientas bien, que seas feliz y haya sido esta semana para ti algo especial, mientras lentamente esperas que llegue la siguiente, para que sea mucho mejor que la anterior.

***

Venga, te invito a bailar un vals, ¿te apetece? Te advierto que yo bai-lo bastante mal, pero bueno, con la intención todo se puede superar.

Una de las canciones que apareció en el último álbum de Joaquín Sa-bina, (Yo, mi me contigo), un álbum que te recomiendo absolutamente porque es toda una maravilla, se llama Jugar por jugar. Y venía a conti-nuar esa línea de grandes canciones, comenzada por el Contigo, que es el primer single y que te encanta porque yo lo sé. Porque nos conocemos y cuando una canción está bien hecha nos gusta a todos.

***

La noche: no se puede definir. Lo mejor es sentirla, vivirla. Y más que vivirla compartirla con esa persona a quien quieres, esa persona a quien tienes a tu lado, a quien te gusta acariciar.

***

118

Page 120: A Escondidas

Con la manos completamente abiertas, buscando el calor del otro, buscándonos, sintiéndonos, y abrazándonos cada vez más fuerte.

***

Búscame, seguro que me encuentras, estoy ahí, junto a ti, quizá no puedes verme, pero aquí estoy.

***

Te propongo un trato: no vamos a hablar de futuro. Y si quieres tam-poco vamos a hablar del pasado. Hablemos mejor del presente. De un pre-sente maravilloso que tenemos por delante. Que podemos compartir jun-tos, que podemos vivirlo, que podemos disfrutarlo.

***

Cierro mis ojos, y de pronto me encuentro en ese mágico lugar. Me encuentro con ella en esa playa especial, en esa playa donde tantos bue-nos momentos hemos vivido, con tantas emociones. Donde nació ese pri-mer amor, donde por supuesto, nació ese primero beso.

***

Mientras la madrugada va lentamente transcurriendo combinamos, como cada noche, cosas dispares, cosas completamente distintas. A veces antagónicas. Pero fíjate, el resultado ahí está, ¿no crees?

119

Page 121: A Escondidas

***

Quiero compartirlo todo esta noche contigo. Porque no importa el lu-gar, sólo importan las personas. ¿Te vienes? Además, ya sabes que todo es para ti.

***

Y no sé por qué será pero siempre, cada vez que llega la madrugada se ponen de manifiesto frases como esta: conocerle o conocerla, es amar-la. Quizá porque hay veces que conociendo a una persona un poquito más a fondo conseguimos amarla aún más si cabe. Aunque nunca llega-mos a conocer completamente a todas las personas. Pero, como siempre te digo, aunque no lleguemos a conocer al cien por cien a esa persona a quien queremos, podemos hacer lo posible por conocer, pongamos... ¿el noventa y nueve por ciento?

***

Corre a buscar ese amor que, aunque tú no lo sepas todavía, está al final de esa carretera. Al final de ese camino está esa persona por quien tanto llevas buscando, por quien tanto llevas rezando. Al final siempre aparece tu media naranja donde menos te lo imaginas, cuando menos te pienses. Y siempre que llega comienzan los mejores sentimientos, los me-jores momentos de tu vida.

120

Page 122: A Escondidas

***

Por cierto, se me olvidaba preguntarte cómo te fue el día. O cómo te fue el fin de semana que hemos dejado atrás hace ya treinta y ocho minu-tos. Espero que bien. ¿Y esos exámenes? Venga, no te agobies, que todo tiene solución. Que todo llega y todo pasa, al igual que las vacaciones. También sucede lo mismo con los días de trabajo, con esas jornadas mara-tonianas de estudio. Y mientras, mientras... una guitarra canta... (comien-za canción de guitarra).

***

Aunque parezcan un tanto lejanas, acércate a la luna y las estrellas. Ellas te transmiten sus secretos de una manera muy especial. Y luego, si quieres, ¿por qué no me lo cuentas? Y de paso, ¿cuáles son tus canciones? Patrick D. Frutos. A Escondidas. Onda Diez. Paseo del Pintor Rosales, 76. 28008 Madrid.

***

Yo siento unos escalofríos tremendos cada vez que me acerco a ti. Quién sabe, será esa química de la que te hablaba antes. O será directa-mente el amor, o qué sé yo. Pero me encanta sentirlo. Por eso no me cor-to en llorar, para que esa sensación continúe. De vez en cuando, una ora-ción, suplicando la continuidad de esa sensación, que decía Presuntos (Implicados), y dejar que el tiempo transcurra con los ojos cerrados, bien

121

Page 123: A Escondidas

cerrados y estrechándote muy fuerte. Así consigo que la sensación sea mu-cho más intensa, así conseguimos que la pasión aumente por momentos.

***

Dame tu mano, déjame cazar para ti mil, o las mariposas que hagan falta. Para que tú seas feliz, para que esta noche sea diferente. Para que puedas decir que esta es tu noche.

***

Las luces del paseo lentamente se van apagando a nuestro paso para invitar a la emoción; para invitar al amor; para invitar, si me lo permites, a la pasión. Esa pasión que nace cada noche entre tú y yo.

***

Habrás sentido que las alas de la esperanza se han roto, que ves muy lejos esos sueños, que ves muy lejos esas ilusiones, que ves alejarse cada vez más todo aquello por lo que siempre has luchado. Pero yo siempre te digo que pase lo que pase, pienses lo que pienses, debes seguir luchando. La vida es un cúmulo de luchas y si no luchas luego nunca conseguirás lo que quieres.

***

122

Page 124: A Escondidas

Aún no te lo había dicho, me gusta decirte las cosas con música: te quiero. Así que me gustaría que no lo olvidases nunca.

***

Hay que dejar de ponerle condicionantes a la vida. Hay que dejar de ponerle condiciones a lo que hacemos. Simplemente es mejor hacerlo por-que sí, porque nos apetezca, porque nos lo dicte el corazón.

***

Se dejaba llevar por ti. Y yo también. Yo me sumo a esa intención. A ese cúmulo de sensaciones, de buenas ideas que a veces se nos pasa por la mente. Llévame donde tú quieras.

***

Me encanta introducirme cada vez más en ti. Llegar hasta esos luga-res tan especiales, donde sólo se puede llegar usando la imaginación.

123

Page 125: A Escondidas

Pues así, como el que no quiere la cosa, acaba de finalizar el jueves, acaba de transcurrir un nuevo día. Y como siempre que comienza cada jornada llegamos los locos de la noche, los locos de la madrugada, locos por la buena música, locos por soñar contigo, por compartir todo lo que llevamos dentro...

Hoy, como bien has comprobado, no es el piano de Yanni el que nos dice buenas noches, sino que es el piano de Suzanne Ciani, con este Ne-verland. Pero vamos, que no hemos cambiado la sintonía, ni nada por el estilo. Aunque de vez en cuando dicen que la variedad está al gusto. Hay que variar de vez en cuando y se me había ocurrido que Suzanne Ciani también tiene un sentimiento especial. Y por qué no compartir para em-pezar esta maravilla, este Neverland. Dicen que renovarse o morir. Así que bien vale la pena. No sé, a uno de vez en cuando pues se le ocurren historias que siempre que llega la noche, pues le apetece compartir con los demás, compartir contigo en este caso. Y quien dice historias musica-les dice historias de cualquier otra índole. Ya sabes que la madrugada es nuestro rincón de encuentro. La noche es nuestra cómplice. Y este tema a mí me pone los pelos de punta cada vez que lo oigo. Y simplemente me apetecía empezar el programa de hoy con esto. Es uno de los grandes te-mas de Suzanne Ciani. Una mujer que además hace muy poquito tiempo estuvo en directo aquí, en Onda Diez; en el programa de Álvaro Fernán-dez, ya sabes, Música en el Horizonte. Tuvimos la oportunidad también

124

SUZANNE CIANI

Page 126: A Escondidas

de conocerla... La tierra de las maravillas, la tierra de las ilusiones, la tie-rra de los sueños en definitiva: A Escondidas, como cada noche, hasta las tres. Por cierto, soy Patrick D. Frutos. ¿Y tú quién eres?

***

Hay veces que me gusta desbordarme en ti, que me gusta desbordar-me en la pasión. Olvidarme del mundo. Olvidarme de la cruel realidad. Esa realidad que nos acompaña día a día, hora a hora y minuto a minuto.

***

Y desde mi ventana veo las ruedas de los coches rodar y rodar. Desde mi ventana veo la vida pasar y pasar. Pero no me gusta quedarme al mar-gen. Me gusta participar de todos los detalles, de todo lo que acontece al-rededor.

***

A veces resulta que eres un poco tímida... No te preocupes, dame tu mano, déjame que te sienta mucho más cerca. Déjame que sienta cada la-tido de tu corazón.

***

Disfruta esta madrugada, ponte cómodo, cierra los ojos.

125

Page 127: A Escondidas

***

Yo no sé exactamente lo que pasará en el futuro, pero prefiero no plantearlo. Prefiero simplemente disfrutar este momento, este instante. Hagas lo que hagas, estés donde estés, vívelo a tope, que el futuro ya llega-rá.

***

Una mujer enamorada, un hombre enamorado, dos personas enamo-radas y surge un sueño que se convierte en realidad. 

***

Que sería de las noches de verano si luego no pudiéramos recordar los mágicos momentos que vivimos en ellas. No tendría ningún sentido, ¿no crees? Por eso de las noches de verano siempre puedes sacar algo nuevo. Yo te invito que extraigas de esta todo el sentimiento que lleva con-sigo.

***

¿Dónde estás Yolanda? Que no te veo y quiero verte. Quiero ver cuál es esa belleza tan grande que a buen seguro tienes, para que alguien tan especial como Pablo Milanés haya hecho tan sublime canción.

***

126

Page 128: A Escondidas

Qué cosas, qué historias de tres. Dicen que dos es compañía y tres es multitud, pero a veces tres puede ser un número mágico. A veces, no siempre. Pero cuando resulta bien resulta muy bien.

***

El amor tiene que ver con todas las cosas. Aunque a veces pensemos que no. Como decía Tina Turner: ¿Qué tiene que ver el amor con todo eso? El amor siempre está presente en todo. A veces en un primer plano, otras veces un poco más atrás y en otras ocasiones en un plano en el cual ni siquiera nos damos cuenta. Pero siempre está presente. Así que ya sa-bes, dale tienda suelta al amor.

***

Hermosa canción, (Unchained Melody). Hermosa versión, por otra parte. Fíjate que hay versiones diferentes de este clásico de los The Righ-teous Brothers. Es la versión de John Gary. Bastante desconocida, pero realmente hermosa. Desde luego a mí hay canciones que me ponen los pe-los de punta y esta es una de ellas. Esta es uno de esos clásicos que no im-porta la versión... y hay más: hay versión de George Benson, hay versio-nes de tantos otros artistas que han cantado esta canción... Y todas me po-nen los pelos de punta.

***

127

Page 129: A Escondidas

Y si te sientes mucho mejor puedes escribirme, puedes contarme aquello que te sucede, aquello que te preocupa, aquello que te inquieta. Ya sabes, toma un papel y un bolígrafo y mándame lo que te dicte el cora-zón: Patrick D. Frutos. A Escondidas. Onda Diez. Paseo del Pintor Rosa-les, 76. 28008 Madrid. Y si quieres pedirme alguna canción, si quieres que compartamos una de estas madrugadas cualquiera de tus canciones, uno de esos temas que en definitiva te hacen feliz, esos temas que te emo-cionan, que te llegan a lo más profundo del corazón... me lo puedes poner también en la carta y poquito a poquito, iremos compartiéndolas, noche a noche.

Ya sabes que ahora estamos todos los días. De lunes a viernes de una a tres. Y los sábados y domingos desde las doce y hasta las cuatro. Siem-pre una hora menos para ti que estás en Canarias, por supuesto.

Que no me olvido de todos esos grandes amigos que nos escuchan desde esas islas maravillosas, esas islas afortunadas... Las Canarias... va-ya pedazo de paraíso. Sin despreciar lo demás, que España tiene unos lu-gares realmente de ensueño.

***

Como toda vez que llega la madrugada, dejando hablar a ese lengua-je universal: el de la música. No importa el idioma. A veces, como en este caso, ni siquiera importan las palabras.

***

128

Page 130: A Escondidas

No importa si antiguo o moderno. La cosa es disfrutar de algo tan maravilloso como es el sonido del mar. Quizá tú estés junto a él en este momento. Y sino, no te preocupes, que ya queda menos para verlo.

***

Son días que a priori comienzan como un día normal y corriente y, sin embargo, cuando llega la madrugada te das cuenta de que ha sido el mejor día de tu vida. 

***

El piano de la noche que, por supuesto no puede faltar. Y es que ya sabes que el piano tiene una magia especial. Sabe cómo seducirnos. Ese piano que nos gusta compartir noche a noche desde la radio, desde Onda Diez, desde este pequeño rincón donde nos reunimos cada noche al llegar las doce.

***

El sonido de la madrugada se hace mucho más placentero cuando es-tamos juntos. Suena diferente cuando suenan canciones como estas, cuan-do somos capaces de compartirlo absolutamente todo. Y además sin nin-guna reserva.

***

129

Page 131: A Escondidas

¿Sabes una cosa? Me encantó el sueño que tuviste ayer. Porque me contaste que yo aparecía en él. Me encanta aparecer hasta en lo más ínti-mo de ti.

***

El sueño imposible. ¿Cuál es el tuyo? ¿Por qué no me lo cuentas? Venga no te dé vergüenza, cuéntame lo que piensas, lo que te gusta hacer a estas horas. Y dime cuáles son tus canciones, aparte de tus sueños, o si me lo permites, de tus deseos... E incluso, si quieres, cuéntame los más su-blimes y los más perversos. Así que, venga, anímate, que no te dé vergüen-za.

***

Por cierto, ¿te has fijado qué hora es? Fíjate, si tan sólo quedan die-ciocho minutos para las dos, para la una en Canarias. Increíble pero cier-to. Eso es porque estás a gusto y por eso se te pasa el tiempo tan rápido. Como siempre, juntos desde la media noche y hasta las cuatro, compar-tiendo todo el sentimiento del mundo, todo lo que tú quieras compartir. Como siempre, A Escondidas, porque sabe mucho mejor cuando es furti-vo el amor.

***

¿Te apetece que bailemos? La verdad es que con esas canciones uno se puede imaginar todo, tantas y tantas cosas... Sobre todo si tiene que

130

Page 132: A Escondidas

ver contigo. Y además ya sabes que a mí me gusta darle rienda suelta a la imaginación: situaciones, momentos...

***

Lo que quieras, pero el último baile resérvamelo. El último baile que vayas a bailar esta noche guárdalo para mí. Ese es mío y no quiero com-partirlo con nadie. Ese es para nosotros dos.

***

Pasando, una tras otra, las líneas blancas de la carretera. Sigues reco-rriendo ese camino, sin saber quizá a dónde vas. Pero sabiendo seguro que al final de ese camino, de ese largo y tortuoso camino, está la ilusión, está el deseo que tantos años llevas deseando hacer realidad. Porque la noche siempre consigue que tus deseos se hagan realidad. Y si esta noche no lo consigues siempre vendrá otra después.

***

Me encanta estar aquí sentado en mi nube. Desde lo alto puedo divi-sarlo todo. Te veo a ti; a ti, que estás trabajando en este momento; a ti, que estás con los codos sobre la mesa, estudiando frente a ese terrible cua-derno de apuntes y con ese vaso de zumo de naranja a tu lado, que te va alegrando de vez en cuando la existencia; y a ti, que estás metida en la ca-ma, con los ojos cerrados, todo apagado, el Walkman a tu lado, disfrutan-

131

Page 133: A Escondidas

do de las canciones, dejando que la música te acaricie los oídos, que te cuente aquello que necesitas oír. 

***

En ocasiones la vida nos juega malas pasadas. Pero curiosamente el destino luego nos ofrece la oportunidad de recordar esos malos momen-tos con una ilusión especial, con una nostalgia diferente. Y desde luego aquí en la radio me encanta recordar los mejores momentos contigo. A ve-ces hay canciones que inevitablemente nos traen a la mente malos mo-mentos. Pero como te decía antes, con el tiempo pasado se recuerdan con una nostalgia especial y ¡qué caramba!, hay veces que nos apetece recor-dar esos momentos.

132

Page 134: A Escondidas

Quizá como por arte de magia, pero ya llegó de nuevo el domingo, o en este caso llegó de nuevo también el lunes. El lunes, que para muchos es un día realmente pésimo, pero como en más de una ocasión te he di-cho, también tiene un encanto especial. Hay grandes cosas que pueden co-menzar en lunes: hay amores, hay relaciones, hay amistades... no sé, hay mucho que se puede hacer en un día como hoy. De todas formas, si no quieres pensar en el lunes yo te invito a que relajes, a que te dejes llevar. Es tiempo para iluminar los sueños. Es tiempo para iluminar las ilusio-nes. Llega la hora de imaginar, de entender, de pensar... o de no pensar, de dejarnos llevar, de escuchar buenas canciones. En definitiva, de recor-dar, como cada noche dominical. Desde la radio, desde Onda Diez, desde A Escondidas. Y como siempre, recibe un saludo muy especial de quien va a estar contigo hasta las tres, hasta las dos en Canarias: Tu amigo Pa-trick D. Frutos.

Buenas noches, ¿qué tal estás? Por cierto, espero que seas feliz. Si es así no sabes cuánto me alegro. Y, sino, voy a intentar que lo seas durante el tiempo que estemos juntos, que por otra parte espero que sea un tiem-po bastante bien aprovechado. Por lo menos desde aquí créeme que lo voy a intentar. Con canciones, con recuerdos y con todo aquello que en de-finitiva nos identifica, como cada noche.

***

133

EL LUNES

Page 135: A Escondidas

Y por más que pase el tiempo uno no deja de preguntarse por qué tie-ne que ser tan difícil todo. Por qué las cosas que nos hacen sentir bien cuesta tanto trabajo conseguirlas y resulta que lo peor de la vida siempre es gratuito.

***

¿Por qué no me escribes y me cuentas tus inquietudes? Me cuentas cuáles son tus sueños, qué es lo que haces, o lo que te gustaría hacer. ¿Cu-ál es tu música? Sólo tienes que coger un papel y bolígrafo. Patrick D. Fru-tos. A Escondidas. Onda Diez. Paseo del Pintor Rosales, 76. 28008. Ma-drid. Anímate y no te de vergüenza. Si aquí todos somos amigos.

***

Y ya que pasaron las vacaciones de Semana Santa, nos queda que re-correr ese camino, ese corto camino que nos separa del verano, de esa época estival, donde también muchos sueños, muchos amores comien-zan. Sobre todo historias que nacen junto al mar.

***

Este es uno de los temas que me incitan a bailar. Venga, ¿te atreves a bailar conmigo? No te dé vergüenza.

***

134

Page 136: A Escondidas

Por si acaso hay alguna suspicacia por ahí, me refería a bailar bastan-te, bastante agarradito.

***

Cómo nos gusta ir presumiendo en ocasiones de lo que no somos. Pe-ro bueno, al final todo se descubre y fíjate tú lo mal que se pasa. Por eso siempre te digo que hay que ir con la verdad por delante y con lo que real-mente se es, ir disfrazado de lo que uno es. Y no de lo que no es. Porque luego, ya sabes lo que pasa. Y se queda bastante mal. Porque nos ha pasa-do a todos y yo me incluyo, por supuesto. Y uno se queda con la cara así, un poco extraña diciendo: “He hecho un ridículo tremendo”.

***

Puro sentimiento, puras razones de convicción para amar la noche un poco más.

***

Espero que de todas formas tú en este día que ha finalizado hayas si-do feliz, o por lo menos que lo vayas intentado. Yo, por otra parte, seguiré intentando que lo consigas.

***

135

Page 137: A Escondidas

¿Qué piensas? Espero que te encuentres bien. Que te sientas bien es-ta noche. De todas maneras, antes te decía que si quieres escribirme lo puedes hacer, siempre que te apetezca contarme algo. No tienes más que coger un un papel y un bolígrafo. Escribírmelo. Luego lo envías a Patrick D. Frutos. A Escondidas. Onda Diez. Paseo del Pinto Rosales, 76. 28008. Madrid.

***

¿Cuántas veces me habré preguntado lo mismo? ¿Que se te pasará por la cabeza escuchando determinadas canciones? Porque hay cada can-cioncita que desde luego consigue que tengamos unos pensamientos y unas ideas de lo más curioso.

***

Tú te sigues preguntando qué será esa voz, cuál será esa pasión que está naciendo en ti. Ese sentimiento. Ese temor, quizá. Esa sensación, que no sabes cómo definir, pero que la sientes nacer muy profundamente dentro de tu ser.

***

¿Qué se siente estando tan cerca de las estrellas? O por lo menos, ¿qué sientes tú al estar tan cerca de ellas?

***

136

Page 138: A Escondidas

Se pasa rápido el tiempo. Fíjate, la una y veintiséis, las doce y veinti-séis en Canarias. Hola, buenas noches, ¿qué tal estás? Espero que estés bien, que estés disfrutando, que seas feliz, o por lo menos que lo estés in-tentando.

***

Y pregunto yo: Y con estas canciones, ¿quién no tiene una visión del amor?

***

En ocasiones resulta tremendamente fácil caer rendido a tus pies. Quizá será por tu forma de ser tan especial, tan diferente a la de los demás. 

***

Resulta tan difícil a veces creer en algo... A veces creemos que una canción puede ayudarnos y en efecto puede hacerlo. Si tienes fe y si lo ha-ces con mucha intensidad, la música puede sacarte de ese mal momento. La música es capaz de todo, incluso de lo más difícil.

***

137

Page 139: A Escondidas

Y a pesar de que dispongamos de menos tiempo, hay que seguir ara-ñándole un rato más... o dos, o los que sean posibles para poder seguir so-ñando.

***

¿Qué tal ves la luna esta noche desde la ventana? Venga, te invito a que, si aún no lo has comprobado, dejes lo que estás haciendo por unos instantes y, si no reviste ningún peligro, te asomes a la ventana, disfrutes de ese mágico espectáculo: la luna y las estrellas alumbrando la ciudad se-midesierta mientras, de vez en cuando, ves pasar algún coche o alguna persona. Mientras, poco a poco, todo va dejando de latir. Y la noche lo cu-bre todo con su oscura neblina.

***

Qué bonito compartir canciones como esta contigo. (Refiriéndose a Stand By Me de Ben E. King) 

***

Se necesitan mucho más que simples palabras, mucho más que sim-ples promesas. Se necesitan acciones, pero hechas con verdadera convic-ción.

***

138

Page 140: A Escondidas

¿Sabes lo que yo haría en este preciso momento? Y es más, si tienes la oportunidad de hacerlo, te recomiendo que lo hagas. Salir a la terraza y tumbarte en una hamaca, o en un sillón, lo que tengas por ahí a mano, y quedarte mirando fijamente al cielo, a las estrellas. Y continuar en esta noche tan especial que estamos compartiendo, con la radio cerquita; pero a un volumen bajito, porque ya a las horas que son pues puede molestar, sobre todo si hay alguien que tenga que madrugar. Si tú tienes que madru-gar mañana te recomiendo que lo hagas en una noche en la que no tengas que madrugar, porque cuanto más tarde lo hagas mejor... a eso de la una o las dos o dos y media, como ahora. No sé, la ciudad ofrece una imagen distinta. Una imagen quizá poco conocida, pero realmente maravillosa. Así que si tienes oportunidad, hazme caso. Y sino guarda mi consejo para cuando puedas hacerlo.

***

Y ya que hablábamos antes de pequeños incisos, ¿por qué no hace-mos uno y nos tomamos un cafelito juntos? O un té, o un vaso de leche, o un refresco, qué sé yo, lo que te apetezca tomar estas horas. Aunque algu-no podrá pensar que es un poco tarde, por aquello de que son las dos y diez, la una y diez en Canarias. Venga, te invito. ¿Qué quieres? ¿Café con leche? ¿O simplemente te tomas un zumito? Venga, verás como en tres minutos estás como nuevo.

139

Page 141: A Escondidas

Desde la noche de los tiempos las doce siempre ha sido una hora má-gica. Las doce de la noche siempre ha sido una hora en la que muchos he-chizos comenzaban, otros por el contrario finalizaban. Dicen que es la ho-ra bruja. Otros dicen que es la hora de los fantasmas. Y además de todo eso, las doce de la noche es el principio de un nuevo día. Y siempre que es-to sucede comienza una nueva ilusión, se abren de nuevo las esperanzas, esperanzas de que todo vaya mejor en ese nuevo día que comienza. De que la vía sea diferente, de muchas y diversas cosas.

Y siempre que llegan las doce de la noche, en la radio, en Onda Diez, la música se vuelve natural, las canciones suenan de forma distinta. Aflo-ran los sentimientos y recuerdos. El pasado vuelve a superponerse al pre-sente. Y comienza también este tiempo de radio diferente. Este tiempo de sueños: sueños de gloria, sueños de placer, sueños de amistad y sueños de amor. Este tiempo que se llama A Escondidas y que espero que estés impaciente por que comience. Impaciente por que llegue de nuevo ese mágico instante, esas mágicas doce de la noche... u once si estás en Cana-rias, claro está. Sea como fuere, ya estamos aquí para iniciar de nuevo las ilusiones, nuestros sueños y nuestras inquietudes. Por cierto, buenas no-ches, soy Patrick D. Frutos, tu amigo de la noche, tu amigo de la radio, al-guien que siempre está contigo, desde la cabina de tu camión, desde esa garita de vigilancia, desde ese lugar de estudio, o de relax. Y cómo no, des-de esa mullida cama, donde lentamente vas acurrucando y acariciando

140

LAS 12

Page 142: A Escondidas

esa radio que te ofrece las canciones que tú quieres escuchar. Esas cancio-nes que te hace feliz volver a oír. Será hasta las tres, serán las dos en Cana-rias. Buenas noches.

***

Quizá es este un mágico viaje que cada noche iniciamos desde la ra-dio. Un viaje espacial, un viaje imaginario, pero realmente hermoso por-que recorremos todos los lugares habidos y por haber, conocemos a todas las personas conocibles, disfrutamos de cada instante como si fuera el úl-timo que nos tocara vivir.

***

No sé bien qué es, pero hay una fuerza, una fuerza oculta, una fuerza extraña que todos llevamos en nuestro interior y que de vez en cuando sa-le a la luz para decirnos algo, con una voz un tanto tenebrosa en ocasio-nes... Y en este caso nos dice que nos acerquemos más, que la noche es jo-ven, que acaba de empezar, que hay que disfrutarla, que hay que sentirla, que hay que vibrarla.

***

Hay una ilusión, hay un sueño, hay un deseo que dentro de unas ho-ras, entrada ya la madrugada, cuando el sol esté a punto de aparecer por el cielo, se convertirá en una maravillosa realidad.

141

Page 143: A Escondidas

***

Qué voz más sensual tiene esta mujer (Olivia Newton-John). Cómo canta. A mí me pone los pelos como escarpias, ¿y a ti? A veces una can-ción lo puede conseguirlo todo. A veces una canción nos emociona. Tan-to, que nos quedamos realmente alelados, que somos capaces de olvidar-lo todo.

***

Caramba, si no fuera por ti esto no sería lo mismo. Qué digo yo, no sólo no sería lo mismo, sino que encima tampoco tendría ningún sentido. Contigo el tiempo desaparece. No nos damos cuenta de que sigue transcu-rriendo.

***

Y mientras lentamente la noche se va construyendo, mientras lenta-mente vamos atravesando esta madrugada, vamos sumando minuto tras minuto en el reloj. Y mientras las canciones siguen sonando en nuestra mente, se sigue forjando ese sueño, esa historia, ese lugar, esa experien-cia, que poco a poco se va haciendo realidad.

***

142

Page 144: A Escondidas

Vente conmigo a descubrir lo eterno. Vente conmigo en este viaje in-finito, donde todo, absolutamente todo tiene otro color. Donde todo pue-de suceder.

***

Como cada madrugada el viaje está garantizado a través de la músi-ca, a través de los recuerdos, a través de la pasión.

***

Músicas que invitan a la reflexión, al sueño. A veces un sueño de glo-ria. Otras no tanto, pero al sueño en definitiva, a dejarnos llevar, o si lo prefieres, a bailar.

***

Antes te invitaba a bailar y corroboro lo dicho. ¿Te apetece? Venga, vamos a bailar juntos en esta madrugada tan especial. Ya estamos a vier-nes. Qué te parece. Estamos ya en el umbral de un fin de semana. Vete pensando lo que vamos a hacer.

***

Pues es lo que digo yo, que el mañana, mañana llegará. No te preocu-pes por él. De vez en cuando echa la vista hacia el pasado, pero tampoco te preocupes en exceso por lo que hiciste. Porque lo que hiciste, bueno o

143

Page 145: A Escondidas

malo, hecho está. Ahora hay que pensar en el futuro. Y pensar sobre todo en este maravilloso presente que tenemos para compartir.

***

Viviendo la noche en todo su esplendor, en toda su maravilla, sin ta-pujos, sin vergüenzas, dándole rienda suelta a todo. Incluso a lo más pro-fundo, a lo más íntimo, a lo más especial.

***

¿Te has parado a pensar que a veces, las canciones más tristes son las que más nos gustan? A veces son las que mayor número de recuerdos nos traen.

Por cierto, si necesitas unas canción, si necesitas recordar algo muy especial con una determinada melodía, ya sabes que tienes un teléfono a tu disposición: 5386303. Como siempre, marcando el 91 si llamas desde fuera de Madrid. Buenas noches, ¿qué tal lo llevas? Espero que estés pre-parado ya para disfrutar este fin de semana que estamos a punto de estre-nar. Espero que sí.

No te olvides del mensaje, que el vivir amando es vivir siempre ima-ginando e imaginar (siempre) es libertad.

***

No sé si te habrás dado cuenta, imagino que sí, porque en alguna oca-sión te habrá sucedido, que cuando, bien por egocentrismo o por vani-

144

Page 146: A Escondidas

dad, por egoísmo, o por cualquier otra razón estropeamos algo que nos ha costado mucho tiempo construir, —un amor, una relación o una amis-tad—, se necesitan mucho más que palabras para volver a ponerlo en pie.

***

Cierro mis ojos y cuento hasta diez, como decía la canción. Te invito a que tú hagas lo mismo, a ver qué es lo que sucede. Quién sabe, a lo me-jor comienzan a pasarse por tu mente sensaciones nuevas, experiencias realmente excitantes.

***

Me gusta tenerte, como el mar. Me gusta rasgar lentamente el velo de tu inocencia. Me gusta compartir contigo tus vivencias. Me gusta com-partir contigo tus recuerdos, tus canciones y todo aquello que en definiti-va nos une.

***

¿Te has dado cuenta de que en la vida todo son números? Las horas son números, los días, los meses... todo lo que hacemos son números. No sé quién inventaría los números, pero desde luego sin ellos nos somos ca-paces de vivir. Aunque algunas veces los números son maravillosos, cuan-do son grandes. Por ejemplo del tiempo que aún nos queda para compar-tir, o cuando son grandes de alegría... Los números... curioso invento los números, curioso invento las cifras.

145

Page 147: A Escondidas

***

Yo reconozco que desde aquí poco puedo hacer, pero si te sirve de al-go, si te sirve para desahogarte, me lo puedes contar, me lo puedes escri-bir. Patrick D. Frutos. A Escondidas. Onda Diez. Paseo del pintor Rosa-les, 76. 28008 Madrid.

***

Desde luego muy apropiado, ¿no? (en referencia a la canción de Dun-can Dhu, No puedo evitar). Por lo menos a mí me sucede. Yo no sé si a ti te pasará lo mismo. Espero que sí, por la cuenta que me trae. Pero yo no puedo evitar pensar en ti. Porque tampoco quiero evitarlo y me encanta. Sobre todo a medida que nos vamos introduciendo cada vez más en la no-che.

***

Todo en la vida tiene principio y fin. Toda historia que comienza al-gún día ha de finalizar. Aunque siempre se espera que el final llegue lo más tarde posible cuando la historia es buena. Pero recuerda que hoy es el primer día del resto de tu vida y por lo tanto has de aprovecharlo al má-ximo. Y desde aquí, desde la radio, desde A Escondidas, desde Onda Diez, yo te invito a que lo hagas.

***

146

Page 148: A Escondidas

No sé por qué será. Será quizá tu forma de ser, pero desde luego me encanta cómo eres. Porque evidentemente te pareces mucho a ti; porque tú eres especial; porque tú eres distinto, o distinta; porque tú eres una persona realmente diferente y me gusta compartir contigo todo lo que ten-go en mi mano. Me gusta compartirlo contigo todo. Incluso me gusta com-partir lo más íntimo de tus secretos. Y, si lo prefieres, de tu cuerpo, claro está.

***

(Indicativo Onda diez)

Evidentemente el tiempo vuela, el tiempo no perdona y tristemente hemos llegado al final del programa de hoy.

(Música: Swept Away de Yanni)

Nos queda muy poquito para llegar a las tres, para llegar a las dos en Canarias y por mi parte nada más. Desearte únicamente que disfrutes, que seas feliz, que lo pases bien. Y será el próximo sábado si Dios quiere, cuando sean las doce de la noche, las once en Canarias, cuando estemos de nuevo juntos aquí en Onda Diez, para seguir compartiendo grandes canciones. El sábado los ochenta, ya sabes. Y el domingo los sueños, la música tranquila, las experiencias y muchas sorpresas más. Lo dicho, que lo pases bien, que trates de ser feliz, que lo intentes por lo menos y que es-ta semana sea para ti lo mejor del mundo. Buenas noches y hasta la sema-

147

Page 149: A Escondidas

na que viene si Dios quiere. Te habló como siempre, encantado, tu amigo Patrick D. Frutos. Adiós.

148

Page 150: A Escondidas

A Escondidas.Onda Diez. A EscondidasCada noche sintoniza Onda Diez, no te sentirás solo. A Escondidas.Cada noche sumérgete en la música. A Escondidas en Onda Diez.Deja correr tu imaginación cada noche en Onda Diez.Él te espera cada noche en Onda Diez. Patrick D. FrutosEsta es nuestra cita: A Escondidas.La noche es diferente en Onda Diez. A Escondidas.Música diferente para gente diferente. Onda Diez.

149

VOZ FEMENINA

Page 151: A Escondidas

De todo el valor que Patrick aportó a través de la radio hubo un rega-lo que él me hizo sin saberlo. Fue quizá uno de los regalos más importan-tes de toda mi vida: la música de Yanni. Gracias a él descubrí a este gran artista de New Age, quien ha supuesto para mí el compositor de la banda sonora de mi vida. La sintonía de A Escondidas, Swept Away, me gustó desde la primera vez que la escuché. Durante mucho tiempo estuve de-seando que dijera el título de la canción en cuestión. Nunca olvidaré aquel agosto de 1997 en que, después de una larga búsqueda, encontré el disco Reflection of Passion y en él, la sintonía de A Escondidas. Fue una de las mejores experiencias musicales de toda mi vida, un feliz encuentro y uno de los mejores regalos que alguien pudo hacerme en aquel momen-to. Yanni fue conquistándome y cada nuevo disco que compraba me gus-taba aún más.

La música de Yanni era realmente cara. No es que el disco costase

más dinero, sino que cada nueva publicación repetía muchas de las can-ciones incluidas en los otros, de manera que cada nuevo álbum sólo traía tres o cuatro canciones nuevas. No fue el único con el que me sucedió. Su-zanne Ciani usaba el mismo método en la edición de sus discos. Es algo que nunca llegué a entender, pero no me importaba, porque cada nueva canción de Yanni era una pieza que aún casi veinte años después me hace sentir lo mismo que la primera vez. Las canciones de Yanni son las únicas

150

SWEPT AWAY

Page 152: A Escondidas

que aún no he conseguido aborrecer. Será el efecto Mozart, que le atribu-yen a su música...

Swept Away, es una canción instrumental compuesta por Yanni en 1989 y que se estrenó en el disco Chameleon Days, en ese mismo año.

En aquel nuevo álbum Yanni revelaba un lado más optimista, jugue-tón y animoso. Preservaba muchos de los sonidos y parte de la naturaleza con la que muchos oyentes estaban familiarizados, al tiempo que intentó usar sonidos más clásicos y más fáciles de identificar.

“Me propuse este álbum para crear sonidos instrumentales que fue-ran más familiares. Para eso usé mucho piano acústico, las armónicas de mis sintetizadores y otros sonidos, para conseguir sonidos más creativos, lejos de la frialdad del puro sintetizador”, dijo Yanni. El percusionista acústico, Charlie Adams, se unió a Yanni en varios de los temas para do-tarlos de una dimensión más natural. El profundo conocimiento de Yanni en la expresión sinfónica se ve muy claramente en Chameleon Days. Tam-bién podemos ver la intensidad de los sentimientos que marcaron sus dos álbumes anteriores en la discográfica Private Music.

Chameleon Days, incluyendo el tema Swept Away, la sintonía de A Escondidas, fue grabado íntegramente en el estudio personal de la casa de Yanni, en Palm Beach (CA), en un grabador digital de 24 pistas, Sony PCM 3324.

Compositor por: YanniAsistente de compositor: Charlie AdamsMasterización: Chris Bellman

151

Page 153: A Escondidas

Soporte técnico: John TeshAsesor técnico: Jerry StecklingFotografía: Phillip DixonDirección artística y diseño: Norman Moore

152

Page 154: A Escondidas

Pues como dice aquella canción de German Coppini (Alien Divino), por increíble que parezca, no da para más.

Patrick D. Frutos

153

DESPEDIDA