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    Brian Connaughton

    Comentarios

    p. 289-292

    Martnez Lpez-Cano, Mara del Pilar(coordinadora)

    Iglesia, Estado y Economa. Siglos XVI al XIX

    Mxico

    Universidad Nacional Autnoma de Mxico,Instituto de Investigaciones Histricas,

    Instituto de Investigaciones Dr. Jos Mara LuisMora

    1995

    314 p.

    cuadros

    Formato: PDF

    Publicado: 13 febrero 2015

    Disponible en:

    http://www.historicas.unam.mx/publicaciones/publicadigital/libros/iglesia_estado/iee.html

    DR 2015. Universidad Nacional Autnoma de Mxico-Instituto deInvestigaciones Histricas. ISBN 978-607-02-5875-6. Prohibida lareproduccin total o parcial,por cualquier medio,sin autorizacin escrita deltitular de los derechos patrimoniales.

    http://www.historicas.unam.mx/publicaciones/publicadigital/libros/iglesia_estado/iee.htmlhttp://www.historicas.unam.mx/publicaciones/publicadigital/libros/iglesia_estado/iee.htmlhttp://www.historicas.unam.mx/publicaciones/publicadigital/libros/iglesia_estado/iee.htmlhttp://www.historicas.unam.mx/publicaciones/publicadigital/libros/iglesia_estado/iee.htmlhttp://www.historicas.unam.mx/publicaciones/publicadigital/libros/iglesia_estado/iee.html
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    COMENTARIOS

    BRIAN F

    CONNAUGHTON

    Guillermina del Valle Carlos Marichal y Cristina Gmez

    cubren

    una

    gama de

    posiciones

    de anlisis

    desde

    Cristina Gmez

    con un

    enfoque

    esencialmente

    poltico

    hasta

    Carlos

    Marichal con

    una

    perspectiva

    contundentemente

    econmica.

    Sin

    embargo,

    queda

    claro los abordajes

    se

    complementan,

    no se nulifican. Carlos Marichal realiza una labor de

    sistematizacin

    en

    materia de la crisis

    econmica

    del

    Estado

    espaol.

    El resultado es indudablemente exitoso demostrndonos grficamente

    los tamaos apabullantes del maremoto fiscal

    de

    la

    Espaa

    peninsular.

    ste es un

    trabajo

    que

    culmina

    un

    largo

    esfuerzo analtico y slo

    podemos

    felicitar al

    autor por

    un logro apreciable. Es

    un

    fruto ms de

    su visin

    certera

    del

    papel de

    la economa en

    la

    modificacin de la

    consabida

    idiosincrasia

    del mundo hispanoamericano.

    Por otro

    lado

    Cristina

    Gmez

    tampoco

    anda

    errada en su

    insis-

    tencia,

    ya clara en su

    tesis doctoral de

    no

    hace

    mucho tiempo,

    de

    que

    nada se entiende si

    no

    en

    sus

    cabales

    dimensiones

    polticas. Cristina

    percibe, y lo percibe bien que se

    jugaba

    la direccionalidad

    misma

    de la

    sociedad mexicana

    en la

    poca crucial que puede

    marcarse entre

    la Re-

    volucin

    Francesa

    y la

    consumacin

    de

    la

    independencia mexicana en

    1821. Una de las grandes ironas de la

    historia

    es

    que

    el esfuerzo

    econmico de la Iglesia

    mexicana

    por

    salvar

    al antiguo rgimen la dej

    exhausta.

    Los

    tres ponentes

    han

    cubierto

    una

    larga

    etapa en

    que

    la Iglesia

    demostr una decidida voluntad de colaborar el salvamento del orden

    establecido. Esta

    colaboracin de la

    Iglesia tena rasgos

    de

    cautiverio

    dorado.

    Cmo

    no

    cooperar

    y cmo sobrevivir a partir

    de

    la coopera-

    cin? Por si esto fuera poco la buena disposicin de la Iglesia

    en

    Puebla

    debi marchitarse, a

    partir

    de 1812. El capital

    particular

    slo fue

    capaz

    de aportar el

    12 50/0

    del total del

    prstamo

    extraordinario de ese

    ao.

    Y

    qu ofreca

    el Estado a cambio

    de

    tanta

    generosidad

    eclesistica

    poblana interesada o no? Ms amenazas a la riqueza y st tus del clero

    con toda

    seguridad, porque

    ya

    era

    imposible

    refrenar la

    eclosin de

    nuevos valores por ms que

    Fernando

    VII _/lel

    deseado -lo

    intentara.

  • 7/25/2019 23.- Comentarios

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    290 IGLESIA, ESTADO Y ECONOMA

    Su

    ineptitud

    al respecto dej desamparada,

    bronca

    y ms

    nacionalista

    a

    la

    Iglesia mexicana.

    No debe

    sorprender que

    la

    Iglesia, con

    Prez

    Martnez a la cabeza en

    Puebla,

    se

    cambiara

    de orientacin.

    l/A

    m

    mis

    fueros ,

    gritaba

    una

    Igle-

    sia

    no

    slo desairada,

    sino

    relativamente empobrecida

    tras

    una

    larga

    sangra. Sus cuadros sacerdotales y sus finanzas sufriran an

    ms

    en

    corto tiempo. Vea llegar la tormenta. Comprenda

    muchas

    de las

    grandes cuestiones poltico-ideolgicas

    de su momento. Cuando lleg

    el quebranto

    del sistema,

    en medio

    del jaque

    que

    se

    le puso a

    Fernan

    do en

    Espaa, en

    1820, el

    camino

    qued claro. El clero

    novohispano

    opt

    por la Independencia, por una serie de reformas, y por

    un

    su

    bido providencialismo que la conservaban como factor decisivo en los

    cambios

    de la afortunadamente

    catolicsima sociedad mexicana.

    Abad y

    Queipo ya haba

    anticipado esto en 1799. Deca

    entonces:

    l/El clero ama cordialmente la persona sagrada de V.M. Obedece y

    venera

    profundamente sus resoluciones soberanas. Pero desea existir. (Subra

    yado mo.)

    Insista

    en que l/Las

    prerrogativas

    y distinciones

    de

    los

    ...

    eclesisti-

    cos, ... de todo miembro de.

    la

    sociedad) que

    ha hecho

    o hace

    importan

    tes servicios al Estado,

    son

    pagos legtimos con que el

    Estado

    satisface

    , ,us deudas naturales. (Subrayado mo.) Aada que la nobleza y el

    clero

    formaban l/las dos columnas sobre que descansa el trono . Abad y

    Queipo se permiti

    citar

    a

    Montesquieu,

    en

    el

    spritu

    de las Leyes, al

    efecto de que l/Quitad en una

    monarqua

    ... las prerrogativas de los

    seores,

    del clero y de la nobleza, y tendris bien

    pronto

    un estado

    popular. 1 Recalcaba

    en

    su desesperacin el prelado:

    Los

    clrigos

    son hombres, y su corazn

    es

    tambin

    sensible

    al

    inters

    de su conser

    vacin,

    de su

    honor y

    de su bienestar

    ..

    Slo

    le

    faltaba

    hacer

    referencia

    a las

    particularidades

    religiosas del pueblo mexicano para

    completar

    el

    cuadro.

    Pero

    qu

    tan

    poderosa era la Iglesia novohispana? Era

    responsable

    de

    la

    liquidez financiera

    del

    rgimen? Mientras

    Carlos

    Marichal

    enfatiza

    la

    presencia nlasiva

    del clero y sus finanzas

    en

    medio de la crisis del

    Imperio, Guillermina del Valle nos

    aporta datos contrastantes.

    Segn

    ella,

    en

    una poca clave de insolvencia del Estado, la Iglesia represent

    un apoyo mucho menos

    sustancial de

    lo que hubiramos

    esperado.

    Manuel Abad y Queipo, Representacin sobre la inmunidad

    personal

    del clero,

    reducida por

    las leyes del Nuevo Cdigo,

    en la cual

    se propuso al Rey el

    asunto de

    diferentes leyes,

    que

    establecidas,

    hadan

    la base principal de un gobierno liberal y

    benfico

    para

    las Amricas

    y

    para su

    metrpoli

    11

    de diciembre,

    1799),

    en

    Jos

    Mmia

    Luis Mora,

    Obras sueltas,

    Pmis,

    Libreda de

    Rosa,

    1837,2 v.

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    COMENTARIOS 29

    Adems la decreciente

    capacidad

    financiera eclesistica en

    el

    centro

    oblig

    a una federalizacin

    prematura de

    la

    pobreza recurriendo

    a la

    provincia eclesistica para apoyar

    los

    compromisos adquiridos.

    y

    con todo

    la liquidez

    de

    la Iglesia a travs de todo este

    medio

    siglo

    de

    caos

    es impresionante. Es obvio que la Iglesia no representaba

    nicamente consumo sino ahorro.

    Yaca

    en

    las

    arcas

    de

    la Iglesia este

    dinero

    o

    dependa de

    mltiples liquidaciones

    de bienes hasta ahora

    poco

    estudiadas o incluso negadas? Si

    hubo

    liquidaciones

    de bienes

    desde antes

    de 1804, qu efectos

    tuvo no

    slo en la Iglesia

    sino en

    sectores populares que dependan

    del

    alquiler de sus

    viviendas, o de

    elites

    que haban disfrutado de un confortable

    acomodo

    oligrquico con

    la

    Iglesia

    en

    tomo a tales

    bienes?

    Finalmente quiz

    falta

    subrayar

    an

    ms fuertemente que

    el pro

    fesor Marichal que la crisis financiera que desemboc en la afectacin

    de las

    finanzas

    de la Iglesia era algo que vena de mucho

    tiempo

    atrs.

    2

    Tenemos que estar dispuestos

    a tratar

    de un

    largo

    periodo de

    descenso

    y

    de creciente incompetividad

    de la

    economa

    imperial.

    En

    esto, si bien

    es

    cierto

    que

    no

    se

    procuraba

    la

    confrontacin cabal de ambos poderes

    haba un proceso

    ms

    sutil en que se pretenda refuncionalizar a la

    Iglesia

    en

    trminos

    de

    su

    utilidad

    social,

    econmica

    y poltica.

    En

    tiempos

    ms tranquilos, esto

    hubiera podido

    lograrse mediante la correa

    de

    sugerencias y

    orientaciones polticas

    que

    comunicaban

    a la reale

    za

    con

    sus funcionarios

    eclesisticos.

    La

    coyuntura

    de

    crisis

    ms

    cabal

    a fines del siglo

    XVIII

    hizo

    de

    esta

    correa

    un

    recurso insuficiente

    o

    hasta

    inservible. .

    Sigue resonando

    sin embargo

    la precaucin de

    Guillermina

    del

    Valle,

    en

    el

    sentido de que

    los

    fondos

    eclesisticos

    podan

    representar

    mucho menos de

    lo

    que hemos supuesto. Es la movilizacin econmica

    de que

    es

    capaz Campillo en Pueblala medida de

    la capacidad de la

    Nueva

    Espaa o es el eco postrero

    de

    una singular

    grandeza que

    feneca?

    Por otra parte qu

    tan

    elstica era

    la

    situacin? Lograron

    todos

    sus

    propsitos

    las

    afectaciones

    de que

    nos

    habla

    Marichal?

    Re

    curdese

    se interesa el autor

    de e:: te

    trabajo ms

    en causas

    que efectos.

    Y si la Iglesia

    poblana

    an tena recursos no

    demuestra

    el estudio de

    Guillermina que

    otras

    provincias

    no lucan

    tanta riqueza

    desde

    muchos

    aos

    atrs?

    Ya el problema est presente en Francisco Seijas y Lobera, Gobierno military poltico

    del Reino Imperial

    de l

    Nueva Espaa 1702),

    estudio, transcripcin y notas de Pablo

    Emilio Prez-Mallana Bueno, Mxico, UNAM, 1986, y

    en Las Nuevas Memorias del

    Capitn

    le n

    de Monsgur J709-1714), edicin e

    introduccin de

    Jean-Pierre Berthe,

    Mxico, UNAM, Instituto de Investigaciones Histricas, 1994.

  • 7/25/2019 23.- Comentarios

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    9 IGLESIA, ESTADO Y ECONOMA

    Quiz hoy, ms

    que

    nunca

    podemos

    apreciar que los grandes

    cambios se dan

    de

    manera

    categrica

    slo en medio

    de

    las crisis ms

    abrumadoras.

    Al

    buscar

    la poltica dentro del rgimen colonial, debe

    mos

    empezar con las

    actitudes que

    posibilitaron

    ciertas acciones

    y

    respondan

    a ciertos intereses.

    Estas

    actitudes, para fines del XVIII, se

    basaban en el hecho

    de

    que el

    decaimiento

    del imperio

    espaol

    haba

    logrado

    escindir la

    unin

    de

    las

    dos majestades. El desenlace

    de

    esa

    historia

    se

    conoce ampliamente.

    Slo

    quisiera agregar que

    el contrapunto

    necesario

    al

    esfuerzo de

    Carlos

    Marichal

    por enfatizar lo

    econmico

    y no lo ideolgico en

    la

    primera

    desamortizacin

    sera rescatar ms cabalmente la crisis fiscal

    que imposibilit

    la realizacin

    del

    primer

    programa liberal

    en

    el

    periodo

    anterior

    a

    la

    Itpre-reforma , y luego

    la nueva

    crisis

    de

    endeudamiento

    excesivo de los

    aos cuarenta

    y

    cincuenta que precedi

    a

    la Reforma.

    3

    Esto

    no

    quitara

    la

    carga ideolgica ni

    de

    una desamortizacin

    ni de

    otra,

    pero permitira justipreciar la

    enormidad del

    peso econmico en

    ambas.

    3 Sobre lo primero , vase Pedro Lissaute,

    Discurso pronunciado en

    l

    solemnidad del

    tercer aniversario de

    l

    apertura del Institu to de Jalisco por el ciudadano ... Profesor de

    l

    Primera Seccin en el

    mismo

    establecimiento Guadalajara [Imprenta del Supremo Gobier

    no], 1830. En

    cuanto

    al periodo previo a la Reforma, vase Jan Bazant,

    Alienation

    of

    Church Wealth in Mexico. Social n Economic Aspects

    of

    he Liberal Revolution

    1856-1875,

    Cambridge, Cambridge University Press, 1971,

    y

    l

    artculo de Francisco J. Cervantes

    en

    este mismo libro (p. 131-147).