versiones españolas del soneto 20 de sonetos a orfeo de reiner maria von rilke

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  • 8/18/2019 Versiones españolas del soneto 20 de Sonetos a Orfeo de Reiner Maria von Rilke

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     Versiones españolas del soneto 20 de Sonetos a Orfeo de Reiner Maria von Rilke

    (Dir aber, Herr, o was weih ich dir, sag...)

     20

     Reiner Maria von Rilke

    Dir aber, Herr, o was weih ich dir, sag,der das Ohr den Geschöpfen gelehrt?—Mein Erinnern an einen Frühlingstag,seinen Abend, in Rußland—, ein Pferd....

    Herüber vom Dorf kam der Schimmel allein,an der vorderen Fessel den Pflock,um die Nacht auf den Wiesen allein zu sein;

    wie schlug seiner Mähne Gelock

    an den Hals im Takte des Übermuts,bei dem grob gehemmten Galopp.Wie sprangen die Quellen des Rossebluts!

    Der fühlte die Weiten, und ob!der sang und der hörte—, dein Sagenkreiswar in ihm geschlossen.

    Sein Bild: ich weih's.

     20

    ¿Dime, Señor, qué he de ofrendarte?¿A ti, que enseñaste el oír a las criaturas?Mi recuerdo de un día de primavera:atardecía en Rusia... Y un caballo...

    Venía solo de la aldea, el blancocon la estaca en la traba de las manosa estar solo, de noche, en las praderas.¡Cómo las ondas de su crin golpeaban

    en su pescuezo al ritmo de su brío,en su galope a saltos, estorbado!Su sangre de corcel, ¡cómo latía!

    Sentía, sí, la inmensidad...Y ¡Cómo!Cantaba, oía...el ciclo de tus fábulasse cerró en él.

    Su estampa: Te la ofrendo.

  • 8/18/2019 Versiones españolas del soneto 20 de Sonetos a Orfeo de Reiner Maria von Rilke

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     20

    Pero a ti, di, Señor, ¿qué dedicarte,si enseñas el oír a lo creado?

    Mi recuerdo de un día en primavera,de su poniente, en Rusia: de un caballo...

    De la aldea bajaba el rocín solo,atadas las pezuñas delanteras,al prado, a pasar solo aquella noche:¡cómo golpeaba la onda de sus crines

    en el cuello, al compás de la insolenciade su torpe galope encadenado!¡Cómo alzaba las fuentes de su sangre!

    Presintió lo lejano y ¡arre allá!,cantó y oyó: tu ciclo de leyendasse cerró en él: Su imagen te dedico.

     20

    [Eustaquio Barjau]

    Y a ti, Señor, ¿qué te consagro?, dime,

    tú enseñaste a escuchar a las criaturas.Mi recuerdo de un día, en primavera,su anochecer en Rusia, un caballo...

    Del pueblo venía el caballo blanco, solo,una estaca en la pata delantera,a estar solo de noche en las praderas;cómo su crin rizada golpeaba

    en su cuello al compás de su arrogancia,en su galope toscamente atado.

    Su sangre de corcel, ¡cómo manaba!Sentía inmensidades, ¡de qué modo!Cantaba y escuchaba, estaba en éltu ciclo de leyendas.

    Su imagen te consagro.