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68 aGatHos • año 2015 - número 2 entrevista a Germán Zambrana-Delgado y Maricarmen Vilà i espino E ntrEvista Maricarmen Vilà i Espinó estudió Derecho y se especia- lizó en el Derecho de Propiedad Intelectual de obras ar- quitectónicas y artículos de diseño. Germán Zambrana- Delgado estudió Arquitectura y como arquitecto ade- más de edificios y esculturas diseña detalles y objetos que facilitan determinadas acciones humanas, por ejemplo, sentarse. Sus caminos se cruzaron hace años y sus respectivas vocaciones se enamoraron, pero el amor ya se sabe, necesita más espacio que el profesional así que se ca- saron. Sus vocaciones, se trenzaron de tal forma que componen el equipo ideal en todas las dimensiones de la vida, personal y profesional. Cuando la energía amo- rosa se alía con la vocación creativa el resultado suele ser inesperado, dando la bienvenida a la innovación. Cada día a primerísima hora de la mañana cruzan la ciu- dad de Barcelona en bicicleta, desayunan al alba frente al Mediterráneo y regresan a sus ocupaciones cruzan- do de nuevo la ciudad Condal. Amantes de los animales, los perros, me consta que hay una galga afgana «Virginia» que les tiene el corazón ro- bado y ella cuando los ve, también se desvive con ellos. Germán y Maricarmen fundaron la firma Zade & Vilà Asociados un « laboratorio de innovación y desarrollo en arquitectura, arte y diseño» habiendo obtenido nu- merosos premios y distinciones en concursos naciona- les e internacionales. Su obra ha sido publicada en re- vistas especializadas. Entre algunas obras en nuestro país que llevan su sello se encuentran «El Bosque de la Vida», en el Campus Universitario de Leioa, Bilbao, o el «Centro para la Promoción de los vinos con D.O. Bier- zo» en Cacabelos, León. Es la primera entrevista que se publica en Agathos en pareja, pero la ocasión lo merece porque este tándem no lo puede deshacer una entrevista. Gracias por aceptar la entrevista en plena canícula. Ger- mán, una de las ideas de Einstein era que cualquier fór- mula matemática se debía poder explicar con una ima- gen que entendiera un niño de cinco años. ¿Cómo ex- plicaría la «Arquitectura» a ese niño? German Zambrana-Delgado. Considerando que los arqui- tectos seguimos agotando libros y debates acerca de la de- finición de arquitectura, esta es una buena pregunta. Care- ciendo del talento de Esopo o Samaniego, optaría por una analogía con el mundo animal. Por ejemplo invitando al niño a observar los nidos de los pájaros y señalando tres casos de complejidad creciente. El primero, el del pájaro carpintero, que taladra el tronco de un árbol para con su repiqueteo construir un nido y cortejar a su pareja. Durante semanas taladra un orificio cuasi-cilín- drico de unos 20 cm de profundidad, cuyo interior adecenta- rá utilizando los fragmentos de su trabajo, dejando una en- trada de menor diámetro para acceder y protegerse. Su ca- beza es todo un prodigio mecánico que le permite golpear la madera unas dieciséis veces por segundo sin dañar su ce- rebro, gracias a que está equipado con una estructura ósea esponjosa que absorbe los impactos. El segundo, el del hornero, que construye con su pareja un nido semejante a un horno de barro. Transportan en sus pi- cos pequeñas porciones de tierra, ramas, raíces y todo tipo de materiales que hallan en su entorno y gracias a sus glán- dulas salivares especialmente dotadas, van elaborando una masa que depositan capa a capa. El resultado es una suerte de vasija esférica que dispone de un orificio circular de en- trada adaptado al tamaño de su cuerpo y un divisorio verti- cal que protege el habitáculo destinado a los huevos. Y finalmente el del ave tejedora (en realidad hay varios tipos y cada uno tiene su propia forma de nidificación), pequeño pájaro cuyo nido, según los expertos, es de entre las aves, el más elaborado. Para construirlo utiliza hebras de hojas, ramitas, hierba y tiras de fibra, que va entrelazando y anu- dando utilizando el pico. Son los machos los que elaboran el nido para una vez concluido esperar a que su potencial pa- reja lo inspeccione y lo apruebe o lo destruya. El nido se asemeja a una pequeña cesta suspendida de una rama con un orificio de entrada en la base, El prodigio de entretejer las ramitas con su pico bien merece una visita a YouTube. Otros Entrevista a Germán Zambrana-Delgado arquitecto y diseñador Maricarmen Vilà i Espinó abogada especializada en Derecho de Propiedad Intelectual de obras arquitectónicas y artículos de diseño © MaricarMen Vilà i espinó & GerMán ZaMbrana-DelGaDo – ZaDe&Vilà associats

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    aGatHos • año 2015 - número 2entrevista a Germán Zambrana-Delgado y Maricarmen Vilà i espino

    EntrEvista

    Maricarmen Vilà i Espinó estudió Derecho y se especia-

    lizó en el Derecho de Propiedad Intelectual de obras ar-

    quitectónicas y artículos de diseño. Germán Zambrana-

    Delgado estudió Arquitectura y como arquitecto ade-

    más de edificios y esculturas diseña detalles y objetos

    que facilitan determinadas acciones humanas, por

    ejemplo, sentarse.

    Sus caminos se cruzaron hace años y sus respectivas

    vocaciones se enamoraron, pero el amor ya se sabe,

    necesita más espacio que el profesional así que se ca-

    saron. Sus vocaciones, se trenzaron de tal forma que

    componen el equipo ideal en todas las dimensiones de

    la vida, personal y profesional. Cuando la energía amo-

    rosa se alía con la vocación creativa el resultado suele

    ser inesperado, dando la bienvenida a la innovación.

    Cada día a primerísima hora de la mañana cruzan la ciu-

    dad de Barcelona en bicicleta, desayunan al alba frente

    al Mediterráneo y regresan a sus ocupaciones cruzan-

    do de nuevo la ciudad Condal.

    Amantes de los animales, los perros, me consta que hay

    una galga afgana «Virginia» que les tiene el corazón ro-

    bado y ella cuando los ve, también se desvive con ellos.

    Germán y Maricarmen fundaron la firma Zade & Vilà

    Asociados un « laboratorio de innovación y desarrollo

    en arquitectura, arte y diseño» habiendo obtenido nu-

    merosos premios y distinciones en concursos naciona-

    les e internacionales. Su obra ha sido publicada en re-

    vistas especializadas. Entre algunas obras en nuestro

    país que llevan su sello se encuentran «El Bosque de la

    Vida», en el Campus Universitario de Leioa, Bilbao, o el

    «Centro para la Promoción de los vinos con D.O. Bier-

    zo» en Cacabelos, León.

    Es la primera entrevista que se publica en Agathos en

    pareja, pero la ocasión lo merece porque este tándem

    no lo puede deshacer una entrevista.

    Gracias por aceptar la entrevista en plena canícula. Ger-

    mán, una de las ideas de Einstein era que cualquier fór-

    mula matemática se debía poder explicar con una ima-

    gen que entendiera un niño de cinco años. ¿Cómo ex-

    plicaría la «Arquitectura» a ese niño?

    German Zambrana-Delgado. Considerando que los arqui-tectos seguimos agotando libros y debates acerca de la de-finición de arquitectura, esta es una buena pregunta. Care-

    ciendo del talento de Esopo o Samaniego, optaría por unaanalogía con el mundo animal. Por ejemplo invitando al niñoa observar los nidos de los pájaros y señalando tres casosde complejidad creciente.

    El primero, el del pájaro carpintero, que taladra el tronco deun árbol para con su repiqueteo construir un nido y cortejara su pareja. Durante semanas taladra un orificio cuasi-cilín-drico de unos 20 cm de profundidad, cuyo interior adecenta-rá utilizando los fragmentos de su trabajo, dejando una en-trada de menor diámetro para acceder y protegerse. Su ca-beza es todo un prodigio mecánico que le permite golpear lamadera unas dieciséis veces por segundo sin dañar su ce-rebro, gracias a que está equipado con una estructura óseaesponjosa que absorbe los impactos.

    El segundo, el del hornero, que construye con su pareja unnido semejante a un horno de barro. Transportan en sus pi-cos pequeñas porciones de tierra, ramas, raíces y todo tipode materiales que hallan en su entorno y gracias a sus glán-dulas salivares especialmente dotadas, van elaborando unamasa que depositan capa a capa. El resultado es una suertede vasija esférica que dispone de un orificio circular de en-trada adaptado al tamaño de su cuerpo y un divisorio verti-cal que protege el habitáculo destinado a los huevos.

    Y finalmente el del ave tejedora (en realidad hay varios tiposy cada uno tiene su propia forma de nidificación), pequeñopájaro cuyo nido, según los expertos, es de entre las aves,el más elaborado. Para construirlo utiliza hebras de hojas,ramitas, hierba y tiras de fibra, que va entrelazando y anu-dando utilizando el pico. Son los machos los que elaboran elnido para una vez concluido esperar a que su potencial pa-reja lo inspeccione y lo apruebe o lo destruya. El nido seasemeja a una pequeña cesta suspendida de una rama conun orificio de entrada en la base, El prodigio de entretejer lasramitas con su pico bien merece una visita a YouTube. Otros

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    Germán Zambrana-Delgado arquitecto y diseñador

    Maricarmen Vilà i Espinó abogada especializada en Derecho de

    Propiedad Intelectual de obras arquitectónicas y artículos de diseño

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  • © biblioteca nacional De praGa. (concurso internacional). ZaDe & Vilà asociaDos.

    © centro para la proMoción De los Vinos con D.o. bierZo. ZaDe & Vilà asociaDos.

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    cer paralelismos ni mucho menos, pero ¿cómo se sien-te cuando ve que alguno de sus proyectos se manipula,se le añade o se le quitan elementos que no estaban enel plano original?Germán Zambrana-Delgado. En «El manantial» Ayn Randeligió como protagonista de su novela a un arquitecto, puesconsideraba que en él se encarnaba toda la esencia del cre-ador individual, inteligente, independiente e íntegro. De he-cho ella contó que para escribir esta novela trabajó duranteun tiempo en un despacho de arquitectura y aunque noocultó su gran admiración por Wright negó que él hubierainspirado su personaje. Si en la novela esto puede ser así,en la película que ella misma guionizó, no lo es tanto, puesla estética de los edificios de Roark, tienen una clara deudacon la arquitectura de Wright.

    El clímax de la película, con un Roark dinamitando el con-junto de viviendas Cortland porque los propietarios habíanpervertido su proyecto, ratifica el valor del individuo creadorque defiende su obra y se niega a subordinarla ante nadie.Una filosofía –el Objetivismo, fundado por Rand–, que sesustenta en la idea de la individualidad como motor de la so-ciedad. Por cierto, me permito recomendar su siguiente no-vela titulada «La rebelión de Atlas», donde estas ideas en-cuentran su máxima expresión.

    Howard Roark ejemplifica una manera de ser y actuar quedebería inspirar a cualquier creador. Nosotros, como mu-chos otros profesionales del ámbito creativo, hemos tenidola incómoda y a veces dolorosa experiencia de confrontar elhecho de que nuestra obra sufría las agresiones de los ilu-minados de turno, aunque para ello haya que pagar el pre-cio de la incomprensión o el aislamiento.

    Maricarmen Vilà. En el caso de la arquitectura es alarman-te la impunidad con que se infringen los derechos de autor.Para comprender la gravedad del daño que se causa, la so-ciedad tendría que entender que la obra arquitectónica esuna creación cuya integridad merece el mismo respeto que,por ejemplo, una obra pictórica o escultórica, sin olvidar susespecificidades, que en el caso de la arquitectura tienen ca-racterísticas que demandarían una explicación bastante ex-tensa.

    Germán Zambrana-Delgado. Es fácil adivinar la reacciónque provocaría el hecho de que el propietario de un Giaco-metti decidiera eliminar su base a una altura que estimaraconveniente para que cupiera en su salón, o que alguien de-cida introducir algo de color a un Picasso que ha compradoporque lo juzga demasiado gris. Aunque estos ejemplosadolezcan de cierta simpleza, responden al propósito de se-ñalar de manera entendible, que lo que parece tan evidenteen lo que se refiere a los derechos de autor en el caso de lasobras de arte, no lo es en el caso de la obra arquitectónica.

    ¿Se puede preservar, legalmente, ese proyecto originaly asegurar que la construcción se corresponda con loproyectado? Maricarmen Vilà. Sí se puede, sin embargo la respuesta aesta pregunta podría resultar compleja si se empiezan aanalizar los presupuestos del concepto genérico de obra ar-quitectónica.

    tipos de tejedores agrupan sus nidos llegando a construirverdaderos «edificios de apartamentos» en los que varioscientos de parejas tienen su propio habitáculo con su entra-da particular. El conjunto maravilla por su complejidad y be-lleza.

    Detrás de estos tres ejemplos de arquitectura animal, no só-lo está el virtuosismo técnico o la singular belleza de susobras sino el hecho de que cada construcción tiene comoobjeto final la creación de un lugar destinado a la vida, queno es otro propósito que el que persigue la arquitectura.

    Maricarmen, a ese mismo niño, ¿cómo le explicaría queaquello que ha creado otra persona, ya está creado, queuno no puede atribuirse autorías falsas? Maricarmen Vilà. Siguiendo este recurso a la analogía, meapoyaré en un animal, pero imaginario. Le diría al niño máso menos lo siguiente: Supongamos que tú has creado du-rante muchos días de esfuerzo y dedicación un amigo ima-ginario que tiene la forma de un dinosaurio transparente, loque le permite ser invisible, y una antena en la cabeza quele dota de la capacidad de acceder a todo tipo de comunica-ciones y estar enterado de cuanto acontece. Con cada deta-lle imaginado crece tu afecto hacia él hasta convertirlo en tumejor amigo. Es tuyo porque tú lo has creado. Un día vieneotro niño, al que le cuentas sobre tu amigo invisible que esun dinosaurio-transparente-que-se-entera-de-todo, men-cionando todo tipo de detalles y hasta haciéndole un dibujo.¿Cómo te sentirías si te percatas que aquel niño se paseapor la escuela y por el barrio diciendo que ha creado un ami-go invisible que le acompaña a todas partes y que no es otroque un dinosaurio-transparente-que-se-entera-de-todo? Lasensación de tristeza y rabia es la misma que podría sentircualquier persona que habiendo creado algo, que es suyo,tenga que convivir con la deslealtad de otras personas quese apropian de aquello que le pertenece.

    Por el sólo hecho de la creación del dinosaurio transparen-te, al autor se le confiere la propiedad intelectual de estaobra, adquiriendo sobre ella unos derechos de carácter per-sonal y patrimonial que, como indica la ley, le atribuyen laplena disposición y el derecho exclusivo a la explotación dela obra, protegiéndolo de la usurpación o falsificación.

    Germán Zambrana-Delgado. Resulta interesante que lapregunta plantee este tema desde una perspectiva pedagó-gica. Si un niño comprende el valor de la creación y el respe-to a la propiedad intelectual, seguramente llegará a confor-mar una sociedad más respetuosa a los derechos persona-les y patrimoniales de los creadores y menos indiferente enlo que se refiere a la usurpación y la falsificación.

    Hace poco vi «El manantial», permítanme añadir que mepareció una extraordinaria película. El protagonistaprincipal, el arquitecto Howard Roark, creo que emulabala personalidad de Frank Lloyd Wright, cuando ve quesu obra original, de la que cede los planos con la condi-ción de que se sigan todos y cada uno de los criterios,ha sido manipulado, traza un plan para derribarla y laexplosiona. A ello le ayuda la mujer de la que está ena-morado y que será su futura esposa. No quiero estable-

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    La vigente Ley de Propiedad Intelectual española de 1996reconoce como objeto de propiedad intelectual los proyec-tos, planos, maquetas y diseños de obras arquitectónicas.Además, otorga el derecho a la integridad, que correspondeal autor de una obra de arquitectura, confiriéndole la facul-tad de impedir cualquier deformación, modificación, altera-ción o atentado contra ella que suponga perjuicio de sus le-gítimos intereses y menoscabo de su reputación. Y ojo quenos estamos refiriendo específicamente a los intereses denaturaleza personal o moral y no a intereses de caráctereconómico o patrimonial.

    La garantía de la estricta correspondencia entre los planosaprobados y lo finalmente ejecutado es responsabilidad dediferentes organismos administrativos y colegiales que dispo-nen de un amplio conjunto de recursos materiales y legales.

    La realidad cotidiana tiene una respuesta menos categóri-ca, que demuestra la desaprensión con que se vulnera estederecho en lo que se refiere a la obra construida. Agotaría-mos horas para analizar casos sin apenas alcanzar un míni-mo porcentaje de las infracciones que promotores y propie-tarios perpetran en los edificios de viviendas. Resulta másllamativo que también ocurra en edificios singulares proyec-tados por arquitectos de reconocido prestigio.

    Siguiendo con la misma película, en el alegato finalcuando él, Howard Roark, ejerce su propia defensa, diri-me entre otros argumentos «…todo lo que tenemos, to-dos los grandes logros han surgido del trabajo inde-pendiente de mentes independientes y todos los horro-res y destrucciones de los intentos de obligar a la hu-manidad a convertirse en robots sin cerebros y sin al-mas, sin derechos personales, sin ambición personal,sin voluntad esperanza o dignidad… » la película se es-trenó en 1949, ¿estamos volviendo a ese papanatismode lo colectivo trata de aniquilar la individualidad? Germán Zambrana-Delgado. Todo acto creador implicauna forma de descontextualización temporal en el que lo da-do, lo conocido, da paso a lo nuevo. Forma parte de nuestracondición histórica la capacidad de ver hacia el pasado conuna comprensión y claridad que no existen cuando miramosel presente. Cada etapa, con su sucesión de estilos ha pro-vocado idéntica reacción de extrañamiento y rechazo antelo nuevo. Nos pasa al ver la obra de Mies o Le Corbusier, es-tigmatizados por sus contemporáneos en esos lejanos ini-cios del siglo XX y emulados hasta la saciedad en nuestrosdías como paradigma de lo «moderno».

    Si bien es cierto que en cada creador auténtico vive de algu-na manera un Roark atrapado en una contemporaneidadque nunca es la suya, también pervive ese colectivismodestructor que lo juzgó en cada propietario, promotor, políti-co o ciudadano que se niega a comprender y aceptar que eldesarrollo de la sociedad obedece al esfuerzo y a la creativi-dad de los individuos. Cabe reconocer que parte de la culpaderiva de la actitud de la mayoría de los arquitectos que ac-túan como si esa gran batalla frente al colectivismo se hu-biera perdido. Si esto pasa en arquitectura, tal vez debería-mos ver con alguna esperanza que en nuestros días lairrupción de la tecnología, pensemos en un iPad comoejemplo, esté coadyuvando a crear en la sociedad un ciertoreconocimiento consiente hacia la tarea creativa de los indi-

    viduos. De hecho, parecería que los ingenieros informáticoshubieran tomado la posta de la vanguardia con su capaci-dad de transformar el mundo. El interés en reconocer la cali-dad y complejidad de un dispositivo o la eficiencia y bellezade una aplicación, ya no es prerrogativa de un pequeño cír-culo de freakes y expertos tecnológicos, de hecho, es me-nos frecuente encontrar a quien no conozca a Steve Jobs oMark Zuckerberg y sus aportaciones a la sociedad, Ojo, nohablamos de esa visibilidad que crea famosos temporalesentre los variados campos de la creatividad, como en su díalo fueron peluqueros, fotógrafos de moda, (alguna vez losarquitectos), o los chefs que viven su momento de gloriamediática, es un fenómeno más complejo que no obedeceúnicamente a la evolución de los medios de comunicación.En cualquier caso, confiemos en que este reconocimientosocial configure una onda expansiva que incorpore otrasáreas de creación más ignoradas por la sociedad.

    Maricarmen Vilà. Podríamos apuntar también que ese ide-al del arquitecto como creador independiente y no sometidoa las presiones de lo colectivo haya estado demasiado au-sente en la construcción de nuestras ciudades. Cuando ve-mos fotografías de los primeros edificios modernos de losaños veinte, únicamente la presencia del automóvil antiguojunto a personas vestidas de época, nos revela que no setrata del edificio inaugurado hace unos días en alguna partede nuestra ciudad.

    «El bosque de la vida» una bella denominación para unespacio tan particular como es el lugar de descansoeterno de las persona que han donado su cuerpo a laciencia. ¿Cómo se gesta el concepto de vida sobre lamuerte, que en realidad permite, de nuevo, la vida?Germán Zambrana-Delgado. Agradezco que mencioneeste proyecto. Es posible que resulte interesante para loslectores de Agathos conocer una obra que intenta plasmareste concepto de la vida y la muerte a través de la arquitec-tura.

    En marzo de 2000 la Universidad del País Vasco, convocó aun concurso internacional para la construcción, dentro delCampus Universitario de Leioa, de un espacio destinado aresguardar las cenizas de los donantes de cuerpos para lainvestigación científica.

    Maricarmen Vilà. Nos desplazamos a Bilbao para conocerel lugar y recabar mayor información y nos entrevistamoscon Francisco Doñate, director del Departamento de Neuro-ciencias y promotor del proyecto. Al acercarnos a su despa-cho nos sorprendió ver un ramo de flores apoyado en supuerta, y detrás de su escritorio varias hileras de urnas en-tremezcladas entre sus numerosos libros. Nos explicó quese trataba de las cenizas de los donantes de cuya custodiase había hecho responsable y que las guardaba en su des-pacho al no existir otro lugar donde depositarlas (tampocoservía la capilla del Campus debido a que los donantes per-tenecían a diferentes religiones). Año tras año habían creci-do en número y para él era habitual encontrarse ofrendasflorales de parientes o allegados que, ante la ausencia deotro lugar, se acercaban a su puerta para honrar la memoriade sus muertos. Estos hechos le impulsaron a buscar lospatrocinios necesarios para construir un lugar destinado ala custodia de estas cenizas.

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    año 2015 - número 2 • a G a t H o swww.revista-agathos.com

  • © el bosQue De la ViDa. ZaDe & Vilà asociaDos.

  • © el bosQue De la ViDa. Vista De conjunto. ZaDe & Vilà asociaDos.

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    aGatHos • año 2015 - número 2entrevista a Germán Zambrana-Delgado y Maricarmen Vilà i espino

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    La arquitectura ¿son los detalles? Por ejemplo abrir unaventana justo a la altura de unas camelias en un jardínpara que la señora de la casa pueda disfrutar de subelleza desde cualquier parte de la sala. Germán Zambrana-Delgado.Mies van der Rohe dejó co-mo uno de sus legados la frase «God is in the details» queplasmó con exquisita destreza en numerosas obras. Mediosiglo después Steve Jobs se ha transformado en un evan-gelizador de una forma de crear resumida en su frase «eléxito está en los detalles». Jobs consideraba que un orde-nador creado por auténticos artistas de la informática yelaborado cuidando hasta el más ínfimo de sus detalles,no era muy distinto de una escultura o de una pintura, porlo que una vez concluído, invitó a los 35 creadores deaquel Macintosh de 1982 a que firmaran su placa base«como unos artistas».

    Por supuesto que la arquitectura está en los detalles, po-dríamos citar innumerables ejemplos que lo confirman, des-de el Partenón a los Guggenheim de Wright y Gehry, pasan-do por Gaudí, Scarpa o Breuer. Este compromiso con lomínimo, nos obliga a pensar o mejor, a re-pensar cada ele-mento con profundo interés. Tomando el ejemplo de la ven-tana, esta constituye todo un universo arquitectónico. Nohablamos de tomar una ventana cualquiera en un murocualquiera, se trata de volver a pensar en lo que «es» unaventana, en redefinirla: ¿Qué se mira, cómo se mira? ¿Nossirve para ventilar o únicamente para iluminar? ¿Se mimeti-zará en el conjunto o procuraremos que sea un elementodistintivo? El acto de decidir su ubicación, su forma y dimen-siones, el sentido del giro o desplazamiento, el mecanismode cierre, la forma de la manecilla destinada a empujar otirar, su materialidad, peso, textura y color, la posición re-specto al muro, su orientación, etcétera. Recuerdo haberleído los acalorados debates entre Auguste Perret y Le Cor-busier acerca de si las ventanas que mejor iluminaban eranhorizontales o verticales.

    Paul Valéry en su obra «Eupalinos o el arquitecto» describiópor boca de Fedro ese amor por los detalles que profesabaEupalinos, decía que cortaba las tablillas al hilo de la vetacon el propósito de evitar que la humedad ascendiera porsus fibras y pudiera pudrir las vigas o que conocía cada unade las piedras con que construía su obra.

    Germán Zambrana-Delgado. Nuestra propuesta consistióen la creación de un «Bosque de la Vida» y ganamos el con-curso.

    Propusimos la creación de un lugar, que a diferencia de unedificio nunca estuviera cerrado ni física, ni visual, ni con-ceptualmente. Este «Bosque» estaría abierto al cambio, asípor ejemplo, una ofrenda floral no perturbaría el conjunto.Sería también un reloj natural capaz de registrar el paso deltiempo por la posición relativa del sol y un instrumento sono-ro que nos permitiría escuchar el viento, los trinos y los pa-sos que se aproximan.

    El lugar elegido fue un claro junto al embalse situado en unaladera próxima a los edificios del Campus de Leioa. El Bos-que de la Vida lo componen una veintena de árboles de ace-ro de 20 metros de altura, cada uno configurado siguiendoestrictas transformaciones geométricas de un mismo ele-mento. Sus troncos albergan unas bandejas destinadas adepositar las urnas, que quedan protegidas por puertas es-condidas. Las copas de estos árboles estructuran una cu-bierta de cielo y una suerte de paisaje sonoro creado con eltintineo de los filamentos de acero y el silbido modulado delviento al atravesar los tubos. En el suelo se dibuja un paisa-je con los alcorques vistos en perspectiva, los colores refle-jados desde lo alto y el plano de agua de la laguna.

    En el centro emplazamos un olivo milenario, como testigode la temporalidad del lugar y junto a él un banco de maderacomo metáfora de aquella barca que Dante convirtiera envehículo para el último viaje.

    La creación artística y el reconocimiento de la autoría,¿creen que serían materias de estudio para la escuela?Germán Zambrano-Delgado. Hay un proverbio chino quedice: Si estas planeando para un año, planta arroz; si estásplaneando para una década, plata árboles; si estás plane-ando para una vida entera, planta educación. Que los niños–y los no tan niños- aprendan el valor de la creación y desus autores impediría que padezcamos los problemas deri-vados de la ausencia de originalidad, entendida tanto comoorigen (autoría), como novedad (creatividad).

    Sin embargo no deberíamos caer en la peligrosa facilidadde considerar la enseñanza como responsabilidad única-mente del sistema reglado.

  • © capricHo. cañones De luZ. ZaDe & Vilà asociaDos.

  • © capricHo. Vista DesDe el jarDín. ZaDe & Vilà asociaDos.

  • © capricHo. interior. ZaDe & Vilà asociaDos.

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    aGatHos • año 2015 - número 2entrevista a Germán Zambrana-Delgado y Maricarmen Vilà i espino

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    Este debate, referido a la arquitectura no tiene la amplitud niprofundidad que se le da en el caso del diseño industrial.

    Maricarmen Vilà. Un caso que puede ejemplificar la com-plejidad que supone este tema es el de la Freedom Tower.Entre las obras presentadas al concurso para el edificiodestinado a ocupar el lugar de las torres gemelas en la«zona cero» de Nueva York, estaba la torre diseñada porDavid Childs socio de SOM, probablemente la firma de ar-quitectura más grande del mundo. Un estudiante de Yale,Thomas Shine acusó a Childs de plagio arguyendo que supropuesta era una copia de un proyecto suyo presentadoen 1999 como entrega final de curso, donde casualmentehabía asistido Childs como invitado. Lo novedoso del casoes que la petición de desestimación presentada por SOMfuera rechazada, con lo que una acusación de plagio enarquitectura alcanzó los titulares alrededor del mundo ysituó el tema del derecho de autor en la arquitectura comomateria de debate en el ámbito legal. El Tribunal exigió aldemandante la necesidad de demostrar que su diseñopodía ser considerado como obra original y a contin-uación, demostrar que la obra del demandado era unacopia. En el proceso la defensa alegó que un diseño es-quemático, como sería el caso de un proyecto estudiantil,no podía ser registrado. Para decidir si existía entre ambosdiseños un parecido que pudiera confundir se efectuaronpruebas con observadores imparciales. Finalmente el ca-so se cerró dos años después mediante un acuerdo entrepartes cuyos términos no han trascendido. Como nota cu-riosa, la demanda no exigía la modificación del proyecto ola paralización de la construcción sino una compensacióneconómica.

    Germán Zambrana-Delgado. Hay otros caso que se en-tendería fácilmente a través de una fotografía, por ejemplola demanda por violación de los derechos de autor presen-tada por los promotores del Burj Al Arab contra la TrumpTower de Panamá, que de haber sido aceptada, tal vezhabría podido afectar al Hotel W de Barcelona proyectadopor Ricardo Bofill –los tres edificios se asemejan a la vela deun barco–.

    ¿Cuándo usted planifica un edificio, un espacio, piensaen el espacio o en las personas que deben habitarlo?Germán Zambrana-Delgado. A diferencia del arte, la ar-quitectura es utilitaria. Para simplificar podemos decir que lavieja triada griega utilitas (función), firmitas (resistencia) yvenustas (belleza) aún pervive en el oficio de la creación ar-quitectónica, cuyo centro, objeto y razón es el ser humano,el habitante de nuestros edificios y ciudades. Se dice quelos edificios configuran las ciudades y los hombres; suenagrandilocuente, pero no debemos olvidar que el construir,como decía Heidegger, tiene como meta el habitar.

    Ya algún famoso arquitecto contemporáneo nos alertaba di-ciendo que la arquitectura es una aventura caótica, una es-pecie de peligroso coctel de omnipotencia e impotencia queenfrenta al arquitecto con peticiones arbitrarias basadas enparámetros ajenos, en países que apenas conoce y sobretemas que desconoce; que para colomo, tiene además latarea de resolver problemas que otros cerebros más capac-itados encuentran irresolubles (por si acaso, este arquitectoes Rem Koolhaas). Esto no debe sonar a disculpa o justifi-

    Maricarmen Vilà. Si lo considera oportuno, tal vez sería in-teresante introducir como nota al pie, un pequeño fragmen-to de ese bello texto. Véase la nota 1 al final de la entrevista.

    En una entrevista que Joanquin Soler Serrrano le hacea Borges, le pregunta quien cree que es mejor escritor,Cervantes o Quevedo, Borges le responde que posible-mente Quevedo habría hecho una buena corrección dela primera página del Quijote, pero nunca la habría podi-do escribir. En arquitectura ¿quiénes cree han escritoprimeras páginas?Germán Zambrana-Delgado. Qué gran idea traer a Borgespara hablar de arquitectura pues para algunos él mismo eraun arquitecto que construía con la palabra universos pobla-dos de caóticos laberintos e inconmensurables bibliotecas.

    Hay varias maneras de abordar esta pregunta. Si enten-demos esas primeras páginas como interpretaciones deuna obra ajena, estaríamos hablando de aquellos arquitec-tos que han adoptado como oficio la crítica arquitectónica.Hablaríamos de Leonardo Benévolo, Sigfrie Giedion, Man-fredo Tafuri, Colin Rowe o Kenneth Frampton, por citar al-gunos de los más conocidos, sin olvidar a aquellos que es-cribían y construían como Adolf Loos, Le Corbusier, AldoRossi o Rem Koolhaas. Es un tema complejo y apasionantepuesto que ellos al hablar de otras obras, han construido lahistoriografía de la arquitectura.

    Tuve la ocasión de tener como tutor en el doctorado en ar-quitectura de la ETSAB a Josep Quetglas, arquitecto mal-lorquín, amante de Walter Benjamin y extraordinario críticode la arquitectura. En ocasión de una visita suya al taller deEnric Miralles donde yo trabajaba, me acerqué a él motiva-do por la lectura de su escrito «Desertar las aulas» dondeen un apasionado discurso invitaba a abandonarlas, dejar-las vacías, para ir a las bibliotecas donde nos esperaban losmejores profesores: los libros. Un espíritu crítico cuya lec-tura podría revolucionar muchas ideas preconcebidas acer-ca de la arquitectura.

    Maricarmen Vilà. Existe una tendencia generalizada a con-siderar como arquitectura únicamente al arte de proyectar yconstruir edificios, pero no podemos soslayar la importanciade la crítica y sus aportaciones a la comprensión y el desar-rollo de la arquitectura, pues ésta no se entiende aislada desu entorno cultural.

    Germán Zambrana-Delgado. Alguien ya señaló que elcrítico es una especie de cirujano mágico que opera sin cor-tar nunca un tejido vivo.

    ¿Cuáles han sido los grandes plagios en la historia dela arquitectura?Germán Zambrana-Delgado. La copia, la coincidencia o lasimilitud es un territorio difuso, donde navegan la inspiracióncomo lícita y el plagio como desleal. Recuerdo la exposicióncomisariada por Juli Capella y Ramón Úbeda «COCOS,copias y coincidencias» (se publicó un libro con el mismo tí-tulo), que debatía estos temas en el territorio del diseño ybuscaba ser un aporte a la defensa de la originalidad y de lainnovación y a la comprensión del derecho a la propiedadintelectual.

  • E n t r e v i s t a

    cación de la fealdad y pobreza arquitectónica de nuestrasciudades, pero es un hecho que esta complejidad induce ala mayoría a elegir como mejor opción copiar lo conocido enlugar de aventurar nuevas ideas y soluciones-

    Bajo la visión creativa de nuestro oficio, es nuestro debercomo arquitectos pensar en las personas. Alvar Aalto con-sideraba que la vida no sería digna de vivir en nuestrascasas si nuestra arquitectura no satisfacía su motivo, que escrear un paraíso interior.

    Muy bello. Cuando compramos una vivienda, o la alqui-lamos, en qué cree que nos deberíamos fijar para quenos resultara habitable, cómoda, saludable. Germán Zambrana-Delgado. Respuesta rápida: Fijado unpresupuesto, buscar la mejor ubicación, la mejor ori-entación, la mejor calidad, la mayor amplitud y el mejor esta-do de conservación que se pueda pagar.

    Respuesta amplia: Tal vez deberíamos cuestionarnos cómoha sido posible que hayamos llegado a este punto en quenuestra vivienda, otrora casita amplia y luminosa, rodeadade su jardín y emplazada en un barrio a escala humana,limpio y seguro… haya pasado a ser un cubículo insertadoen algún anodino bloque de un desdibujado barrio de la ciu-dad. Adiós al jardín, al contacto con la naturaleza, a unabuena orientación o al sentido de vecindario. Ya no nos sor-prende que la normativa acepte los 35m2 como mínimohabitable en Barcelona o los 16m2 de los pisos mosquito deHong Kong. Reflexionar sobre esto debería ayudarnos atener un espíritu más crítico y menos pasivo ante lo que nosofrece la ciudad en materia de vivienda.

    Realmente su descripción es para temblar y casi aver-gonzarnos de lo poco críticos que somos las circun-stancias que se van conformando alrededor de lavivienda. Maricarmen, cuando creamos algún objeto, al-gún texto, algún cuadro o partitura… ¿cómo podemos

    asegurar que se nos reconozca la autoría, no hablo dedineros, hablo de autoría?De facto se puede hablar de presunción de autoría de unaobra cuando el autor aparece como tal en ella a través de sufirma, nombre o signo que lo identifique. En este caso, lacarga de la prueba de que una persona no es autor de laobra de la que dice ser, corresponderá a quien lo niega.

    Sin embargo, la Ley de la Propiedad Intelectual pone a dis-posición del creador el derecho, y no la obligación, de in-scribir su obra en el Registro de la Propiedad Intelectual. Es-ta inscripción sirve como prueba de autoría de la misma asícomo de los derechos de explotación que el autor se reser-va o cede en favor de terceros. Se trata de una prueba cuali-ficada de la existencia de los derechos inscritos y un mediohabitual de protegerlos.

    A ello añadiremos que los efectos de las inscripciones abar-can todo el territorio nacional tanto si se han practicado porun Registro Territorial (por ejemplo en Cataluña) como por elRegistro Central.

    Resulta aconsejable que todo creador proteja su obra y notransija ante la eventual circunstancia de que sus derechospuedan ser vulnerados. Una actitud firme de cada autor,coadyuvaría a crear un espíritu de mayor respeto por lacreación ajena.

    Germán Zambrana-Delgado. Deberíamos insistir en unaspecto que ya se mencionaba en una pregunta anterior,que más allá de las derivaciones del incumplimiento o la in-fracción de la Ley, es importante dedicar un mayor esfuerzoa la educación como recurso esencial para que el respeto alos derechos de autor no sea un concepto extraño o incom-prensible para la sociedad.

    Maricarmen, Germán, ha sido un placer. Gracias y queno se agote el deseo creativo ni la acción para llevarlo acabo.

    Gracias por invitarnos a participar de la familia Agathos.

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    año 2015 - número 2 • a G a t H o swww.revista-agathos.com

    NOTA 1:

    FEDRO.– Eupalinos daba la talla a sus preceptos. No descuidaba nada. Ordenaba cortar tablillas al hilo de la veta a fin de que, interpuestas entre las vigas y a obra dealbañilería en que cargaban, impidiesen a la humedad ascender por la fibra y, al embeberse en ellas, pudrirlas. Prestaba atenciones parecidas a todos los puntos sensi-bles del edificio. Se hubiera dicho que se trataba de su propio cuerpo. Durante el trabajo de construcción apenas salía de la obra. Estoy seguro de que se conocía todaslas piedras. Velaba por la precisión del corte; estudiaba minuciosamente cuantos medios se han imaginado para evitar que las aristas se descantillen y se altere la lim-pieza de las junturas. Ordenaba practicar cinceladuras, reservar burletes, biselar el mármol de los paramentos. Le dedicaba los cuidados más exquisitos a los enlucidosque hacía dar a muros de simple piedra.

    Pero todas esas delicadezas con miras a la duración del edificio eran poca cosa comparadas con las que gastaba en elaborar las emociones y vibraciones del alma delos futuros contempladores de su obra.

    Preparaba para la luz un instrumento incomparable que la difundiera, afectando formas inteligibles y propiedades casi musicales, por el espacio en que los mortales semueven. A semejanza de esos oradores y poetas en quienes pensabas hace un momento, también él, oh Sócrates, conocía la misteriosa virtud de las modulacionesimperceptibles. Ante una masa aligerada con delicadeza y en apariencia tan simple, ninguno se percataba de estar siendo conducido a una especie de beatitud por cur-vaturas insensibles, por inflexiones ínfimas y todopoderosas, y por las profundas combinaciones de regular e irregular que había introducido y disimulado, y vuelto casitan imperiosas como indefinibles. Ellas hacían pasar al espectador en movimiento, dócil a su invisible presencia, de visión en visión, y de vastos silencios a murmullosde placer a medida que avanzaba, retrocedía, se volvía a aproximar, y vagaba por el ámbito de influencia de la obra movido por ella, juguete de la sola admiración. Espreciso –decía este hombre de Megara–, que mi templo mueva a los hombres como les mueve el objeto amado.

    Valéry Paul, Eupalinos o el arquitecto / El alma y la danza. Traducción de José Luis Arantegui. Madrid: A. Machado Libros, S.A. Colección: La balsa de la Medusa. Segundaedición, 2004, p.22.