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Mesa temática: Nuevas Cartografías de los Feminismos del Sur.
UN ESTUDIO INICIAL SOBRE LA REVISTA FEMINISTA MUJER PÚBLICA
Mr. Gleidiane de Sousa Ferreira
Universidade Federal de Santa Catarina – SC – Brasil
Introducción
Este trabajo tiene el objetivo de apuntar algunas consideraciones
iniciales sobre la revista feminista Mujer Pública, producida y editada por el
grupo feminista Mujeres Creando en La Paz - Bolivia. Este grupo compuesto
de feministas anarquistas tiene como cuestión principal de su accionar
político: la producción de textos, artes y análisis socialesdesde el feminismo.
“Tomar la palabra” es una de las más importantes demandas políticas para
estas mujeres, pues que el “empoderamiento” de hablar por si propia es uno
de los desafíos buscados, entendiendo que no más es posible que la
capacidad y la posibilidad de nombrarse sea asignado a otras personas,
como los/as intelectuales y los/as militantes, ajenos de la vida de las
mujeres tercermundistas. La perspectiva anarquista que piensa la
importancia de la auto-gestión, así como la necesidad de producir análisis
distintos de los feminismos de las “tecnócratas de género”, posibilitaron la
propuesta de producción de la revista.
Mujer Públicaes materializada en ocho números con más de mil páginas
producidas alrededor de los últimos diez años, y tiene como eje central
constituirse un espacio de discusión feminista, en el cual diferentes
temáticas mundiales puedan ser analizadas desde una perspectiva
feminista.Pese sea producida en Bolivia, la revista cuenta con la colaboración
de feministas autónomas, artistas y académicas de diferentes países del
mundo, y la pluralidad de puntos de vistas puede ser comprendida como una
de sus características centrales. La crisis económica, el medio ambiente, los
contextos políticos, el amor, la violencia, el ecofeminismo, el colonialismo,
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las inmigraciones, además de muchas otras cuestiones, son algunos de los
temas reflexionados por el grupo y por sus distintas colaboradoras.
Mezclando críticas y acciones militantes desde las clases populares,
desde las mujeres indígenas, así como de las lesbianas y de todas las
mujeres tercermundistas comprendidas como inferiores, tanto por relaciones
sociales patriarcales como por el capital internacional, las producciones
textuales del grupo son fructíferas e indican posibilidades diversas para las
expresiones del feminismo del Cono Sur. Dicho esto, y desde una
perspectiva historiográfica, las preguntas que forman parte de los
cuestionamientos de este trabajo son: ¿Cuáles son las principales
representaciones del sujeto del feminismo construidas por este grupo? De
qué manera la revista presenta, o no, una visibilidad de un sujeto feminista
que se firma a partir de una crítica al colonialismo patriarcal de la
palabra?¿Cuáles son sus influencias y críticas centrales? ¿Es posible hablar
de una crítica y de una visibilidad “original” para el feminismo del Cono Sur
a partir de los escritos de esta revista? Pensar estas preguntas es el desafío
propuesto para esta comunicación.
Algunos diálogos teóricos
Fundado inicialmente por las activistas María Galindo y Julieta Paredes
en el año de 1992, en la ciudad de La Paz en Bolivia, emergía un grupo
feminista anarquista denominado Mujeres Creando. Este grupo buscaba
denunciar la forma como gran parte de los movimientos de izquierda y de
los grupos de militancia anarquista post dictaduras militares –construidos
mayormente por hombres – eran machistas y colocaban en el fondo las
luchas feministas y los debates de género. Después de veinte años de
combatividad, actualmente, este grupo aún es una referencia cuanto a los
debates y a la militancia feminista dentro del actual escenario político
boliviano, y también latinoamericano. Parte de esta referencia está
concentrada en la búsqueda constante de formas diversificadas de visibilizar
sus críticas sociales y culturales desde el feminismo, especialmente,
partiendo de una perspectiva anarquista.
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Durante dos décadas de existencia, una de las
principalescaracterísticas de militancia de esas mujeres es la producción y la
visibilidad de análisis sociales feministas, contraponiendo las diversas voces
mayoritarias de la crítica social – como los materialismos marxistas, los
estudios culturales y también los estudios post coloniales, por ejemplo –
que a menudo excluyen la perspectiva feminista como un análisis
social.1Partiendo de eso, la perspectiva defendida por ellas es lademarcación
de la óptica feminista como una “palabra” que ingresara en el cotidiano
político de la historia reciente de ese país. Proferir críticas a los diferentes
grupos de militancia bolivianos, a los feminismos de las llamadas
“tecnócratas de género”2, y también a las distintas cuestiones que juzgan
sostener las desigualdades entre las personas, es un esfuerzo buscado y
concretizado en sus distintas producciones a lo largo de los veinte años de
historia.
Para reflexionar sobre esos elementos empiezo con la clásica
pregunta: ¿Hablar sobre si es hoy una posibilidad para los sujetos
“subalternos”? Si sí, ¿cuáles son los lugares y los formatos cuya voz de
los(as) subalternos(as) puede ser escuchada? Como provocado por la
feminista indiana Gayatri. C. Spivak enPode o Subalternofalar?, este, en
especial la mujer subalterna, difícilmente dispone de un mecanismo de
desarrollo de “habla” para visibilizar su propia voz, o sea, de la constitución
de la posibilidad autónoma de “expresar” y “leer” a si propia(SPIVAK, 2012).
Pero, más importante que pensar el contenido de la “habla”, es pensar cómo
se habla. ¿Cómo tal proceso de habla se materializa? Cómo, de un punto de
vista feminista, podemos organizar procesos de “hablas” que puedan
1 Para pensar esta cuestión ver el texto de la filósofa Susan Bordo, “A feminista como o
Outro”, publicado en la Revista Estudos Feministas de Brasil, en el año de 2000. 2 Segundo María Galindo, una de las fundadoras del grupo, el término “tecnócratas de
género” se refiere a las feministas que privilegiaron una actuación militante desvinculada de
una crítica social más compleja, y que objetiva, a partir de la gestión pública y de “políticas
de inclusión”, revocar las desigualdades de género. Este término también puede ser
encontrado en algunas autoras que reflexionaron sobre los feminismos Latinoamericanos, y
su compleja relación conlas políticas públicas, y conlas diversas ONG que se fortalecieron
después de los períodos dictatoriales. (MONTECINOS, 2003).
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provocar “escuchas” que reflexionen sobre las distintas relaciones de poder
marcadoras de la vida de las personas, en especial, las mujeres subalternas?
Como lo sabemos, la prioridad atribuida al formato de la idea escrita, y
las distintas desigualdades que marcan el dominio de la palabra grafiada,
principalmente cuando nos referimos a los lugares del globo marcados por
procesos de colonización – cuya alfabetización, la autonomía y el
empoderamiento de la palabra y de los recursos para la divulgación de
ideas es centralizado enlas manos de pocos sujetos – “tomar la palabra” es
elemento marcadamente excluido de las experiencias de gran parte de los
sujetos subalternos(as) del mundo.
La escrita materializada en revista y periódico feminista, las
actividades en la calle – cuyo cuerpo es utilizado como escritura política –
los grafitis ylos medios de comunicación utilizados por el grupo Mujeres
Creando de forma autónoma y auto-gestionada, son maneras de buscar una
construcción creativa de diferentes formas de compartimientos de ideas, en
especial, de una idea de feminismo defendido por elcolectivo. Este
feminismo está profundamente marcado por la concepción de la autogestión
y de la visibilidad del feminismo como un movimiento social y también como
un lugar de producción de crítica social.3
La “toma de la palabra” como cuestión fundamental en el proceso de
construcción de la autonomía y de la producción del feminismo como una
crítica social y popular es parte del discurso aportado por el grupo Mujeres
Creando. En este sentido, este trabajo busca delinear algunas cuestiones
primeras sobre la producción crítica de este grupo de feministas en su
revista de producción internacional Mujer Pública, buscando articular
distintas indagaciones propuestas tanto por los estudios post coloniales,
como por las teorías feministas.
3Este elemento puede ser observado en las demás publicaciones organizadas por las
Mujeres Creando. Además de la revista estudiada en este artículo, el colectivo posee libros,
periódico quincenal, textos periodistas, manifiestos políticos, y también, producciones a
partir de otros lenguajes que pueden ser pensados como una tentativa plural y creativa de
producir crítica social.
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Aún según Spivak, la centralidad de aquellos que tienen autoridad de
“habla” está sostenida por la propia construcción teórica y metodológica del
análisis de los sujetos sociales, desarrollada de forma monolítica y
esencialista por la mayor parte de la intelectualidad de los grandes centros
de producción de conocimiento en el globo. Esa intelectualidad, mismo que
discursivamente comprometida con las clases populares y con la tentativa de
descentrar las visiones unilaterales sobre los sujetos sociales, estaba
caracterizada por esencialidades y por reafirmaciones de la posición
subalterna de los sujetos estudiados, además de también estar marcada por
la exclusión del sujeto femenino.Esto ocurre, especialmente, según la
autora, porque estos productores de conocimiento ocultan su posición de
habla como sujeto que produce el conocimiento (SPIVAK, 2012).
Partiendo de esas reflexiones es importante destacar, así como
afirmaron otras autoras sobre la importante de la mezcla teórica del
feminismo y de los estudios post coloniales, las potencialidades de las
diferentes cuestiones levantadas por estas dos perspectivas, en especial,
cuando se cruzan buscando problematizar sus ausencias. Como nos
dijoDeepikaBahri, reflexionando sobre ese diálogo,
A teoria feminista e a teoria pós-colonial se ocupam de
temas semelhantes de representação, voz, marginalidade
e da relação entre política e literatura. Visto que os dois
projetos empregam perspectivas multidisciplinares,
ambos estão atentos, pelo menos em princípio, ao
contexto histórico e às coordenadas geopolíticas do tema
em discussão. (...) Os estudos feministas e os estudos
pós-coloniais às vezesse encontram em uma relação
mutuamente investigativa einterativa entre si,
especialmente quando se tornam muitoespecíficos, por
exemplo, quando as perspectivas feministasfecham os
olhos a assuntos pertencentes ao colonialismo e àdivisão
internacional do trabalho e quando os estudos pós-
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coloniaisignoram a questão do gênero em sua análise.
(Bahri, 2013, p. 662)
Pensando reflexionar especialmente laproducción escrita materializada
enla revista Mujer Pública del grupoMujeresCreando, este texto busca seguir
un desafío de pensar estas cuestiones desde una articulación de esas
perspectivas teóricas. ¿Cómo podemos comprender esta producción desde
esos dos abordajes teóricos y metodológicos?
Eligiendo temas
La revista Mujer Pública es una de las variadas publicaciones
organizadas por el colectivo Mujeres Creando. Como dicho anteriormente,
estas mujeres se esforzaron por producir distintos materiales de crítica
feminista. Por lo tanto, Mujer Pública es una elaboración que más destaca la
relación internacional buscada por esas mujeres, y no propiamente una
producción que se refiera a la escrita de aquellas que componen el colectivo,
pese que existan muchos textos por ellas producidos.Este vehículo de escrita
feminista ha sidomaterializado por distintas manos ubicadas en diferentes
lugares del mundo. La traducción de textos, la visibilidad de los escritos
críticos de feministas autónomas, así como de las creaciones de las artistas
feministas son grandes características deesta producción.
Unas de las difíciles características de esta publicación es la ausencia de
las fechas de la producción de los materiales, características que deja el
trabajo de la historiadora un tanto difícil y bastante apoyado en los indicios
que aparecen a lo largo de sus ediciones. Pese esto, es posible decir que
emerge al final de los años 2000 con una propuesta de elaboración de algo a
nivel internacional, visibilizando la producción de diferentes mujeres del
mundo, partiendo de una relación política con aquellas mujeres y
producciones preocupadas por organizar críticas feministas basadas en
intersecciones de opresión.4Además de eso, el proyecto editorial de esta
4 La internacionalidad del periódico puede ser percibida tanto por las personas que escriben
el material, como también por su distribución. España, Bolivia, México, Argentina,
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publicación es bastante innovador pues que se aleja demasiado de los
formatos académicos – mismo que también exponga la producción de
feministas que actúan en este espacio – y se acerca al formato de revistas
semanales – con artículos de opinión, ejes centrales de la edición,
entrevistas, ejes secundarios y secciones artísticas, por ejemplo.Esta mezcla
del formato es bastante importante en la medida que presenta la revista
desde distintos lugares y perfiles de análisis sociales, que se suman para
proporcionar una comprensión de los temas abordados en el periódico.
Esta característica también está marcada por un ejercicio de
establecerperspectivas políticas que privilegien críticas sociales desde el
feminismo y que puedan tratar de temáticas de visibilidad internacional.
Ejemplo de esto son los temas elegidos como centrales de los ocho números
organizados hasta hoy. El amor, la globalización, la crisis política, el
ambiente, la memoria social, el sexo,la violencia, la inmigración, y otros
montones de temas, han sido debatidos como cuestiones centrales de las
ediciones y también discutidos de distintas maneras en el interior de la
revista. Relacionar la crítica social a un discurso desde el feminismo
posibilita analizar la forma como ellos son discutidos por otras perspectivas
de crítica social y cultural, y también, como se presentan en la dimensión
cotidiana de las personas. O sea, proporciona una versión feminista sobre
asuntos que tocan los diferentes niveles de la sociedad.
En el número seis, nombrado “Mujer Globalizada, naturaleza aniquilada”
estas cuestiones pueden ser bastante observadas, por ejemplo. Comprender
el tema de la naturaleza en las últimas décadas fue cuestión de gran
importancia para pensar lo que se indicó como globalización y también sus
distintas consecuencias para la sociedad. Pero, ¿qué es la naturaleza? Cómo
ella es interpretada por las diferentes sociedades y por su distintos grupos
sociales?, ¿Cuáles son los principales simbolismos que forman parte de las
Venezuela, Perú, Chile, El Salvador son algunos de los países donde existe venta de la
revista. Estas ventas ocurren especialmente en librerías alternativas y feministas. Otra
forma de acceso a las publicaciones son por pedidos por correo, ya que existe la
disponibilidad de contactos para solicitaciones por este recurso.
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concepciones de naturaleza? Cómo estas cuestiones pueden ser pensadas a
partir de los feminismos? La opción de esta edición de Mujer Públicaestá
marcada tanto por distintas formas con que diferentes feminismos
interpretan la naturaleza, como, por ejemplo, la perspectiva de las teologías
ecofeministas; y también, por pensar las distintas maneras que
peligrosamente las mujeres estuvieron relacionadas a la idea de naturaleza
en muchos contextos occidentales. En el texto nombrado “Ni la tierra, ni las
mujeres somos territorio de conquista”este abordaje,partiendo de una
perspectiva feminista, es presentado. Al analizar especialmente los discursos
indígenas acerca de la tierra y de la naturaleza, la feminista anarquista María
Galindo del colectivo Mujeres Creando, desarrolla una crítica tanto a los que
reflexionan críticamente el valor de la tierra en los discursos capitalista,
como también, a los discursos de grupos indígenas y campesinos que
relacionan mujeres, fecundidad y naturaleza. Dijo:
La conversión de la tierra, en mujer primero, y madre
después, aparece como una operación sospechosa de ser
primero una manera de extender sobre la tierra el mismo
tipo de dominación que se ejerce sobre el cuerpo de las
mujeres. Mujeres atadas a la tierra convertidas en cuerpo
fecundo a ser fertilizado y controlado; y la tierra al mismo
tiempo, convertida en mujer y su fecundidad a ser
interpretada como fecundidad feminizada bajo el dominio,
la interpretación y el control masculino. La reducción de
las mujeres y de la tierra a una misma entidad femenina
sacralizada en su fecundidad y en su capacidad materna
es una operación de dominación patriarcal. Es una trampa
simbólica que pesa como una lápida sobre los cuerpos de
cientos de miles de mujeres indígenas de diferentes
culturas que en sus cuerpos tienen que cumplir una
especie de mandato natural de maternidad y fusión con la
tierra. (…) Hay un paralelismo entre la madre y la
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naturaleza pero es sospechoso e indeseable, es un
paralelismo que nace de una relación de dominación
sobre las mujeres y la naturaleza al mismo tiempo.
Ni la tierra es mujer, ni las mujeres somos la tierra, ni la
naturaleza es madre reproductora de vida para el
hombre, ni nuestra fecundidad es naturaleza a ser
cumplida a voluntad masculina. (GALINDO, Mujer
Públicanº6, p.116)
La compleja relación entre mujer-tierra-fecundidad es discutida por esta
feminista señalando que los discursos sociales que se utilizan de esa
asociación son demasiadamente marcados por una visión patriarcal de
comprensión de la naturaleza. Este tipo de crítica va de encuentro a aquellas
perspectivas de organización de mujeres, y también de algunas feministas,
que buscan valorar esa asociación, de manera a no explorar una mirada que
desconfía críticamente de estas analogías. Un contrapunto interesante son
algunos de los movimientos rurales y campesinos en Latinoamérica que
desde los años de 1980 invierten en esta representación simbólica de las
mujeres. La historiadora brasileña Cristiani B. Silvareflexionó sobre este tipo
de asociación en el MST (Movimiento Sem Terra) en Brasil, destacando el
modo como las mujeres campesinas tenían sus “papeles sociales”
idealizados en una relación mujer-naturaleza-fecundidad. (SILVA, 2004, p.
91-92)
Es posible pensar que este tipo de crítica elaborada en la revista, y
también escrita por una editora de la revista, nos ayuda a pensar algunas
articulaciones entre feminismo e post colonialismo. La crítica a la asociación
mujer-naturaleza puede ser comprendida como un punto de diálogo entre
estas dos perspectivas, pues que frecuentemente es denunciada como una
comprensión eurocéntrica y patriarcal. De alguna manera es una forma de
apuntar estos problemas de concepción colonial, y también, de denunciarlas
tentativas de control sobre el cuerpo de las mujeres a partir de estos
simbolismos marcados y construidos por el género.
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La cuestión de la naturaleza es solamente un ejemplo, en medio a
muchos otros, de la opción por expresar críticas diversas desde el
feminismo, y esto apareciendo como línea editorial de la revista. En este
mismo número, mujeres indígenas de Latinoamérica, así como diferentes
pensadoras indianas ecofeministas forman parte de las voces que componen
los análisis críticos acerca del tema de la naturaleza. A pesar de las
diferencias que existen de interpretación entre ellas, es importante destacar
que la opción de publicación materializada en la revista es también valorar
esta multiplicidad.
Desde un punto de vista histórico es posible indicar que las temáticas
elegidas y desarrolladas en este vehículo nos indican la preocupación por
tratar de cuestiones que marcaron lagrande prensa internacional en este
período y que pudieron ser analizados a partir de una mirada del feminismo.
Los temas que se refieren a la sexualidad, a los problemas ambientales, las
intensas migraciones - especialmente de mujeres - para los centros
europeos y que están ampliamente relacionados al neoliberalismo del fin del
siglo XX - especialmente sufrido en Latinoamérica -, las guerras y las
xenofobias puntuaron muchas de las cuestiones políticas discutidas en los
distintos números de Mujer Pública.
En Bolivia, estas cuestiones también forman parte de muchos debates
de los movimientos sociales, ya que desde el momento de transición de las
dictaduras militares del país, las políticas neoliberales se introdujeron cada
vez más fuertes en la política reciente del país. Así como varios países del
Cono Sur, este país fue caracterizado por un largo período dictatorial (1964-
1982)5, por golpes de Estado e por varias formas de resistencia popular que
marcaron el escenario político desde la década de 1980. Durante ese
período, diversas movilizaciones sociales emergieron, principalmente
después del impacto das políticas neoliberales promovidas por los gobiernos
post dictaduras, que motivaron también la emergencia de movimientos
5 Es importante recordar que diferentemente de otros países del Cono-sur, los gobiernos
militares en Bolivia no existieron de forma ininterrumpa. Varios fueron los golpes y cambios
políticos durante el período de 1964-1982.
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sociales y de organizaciones políticas que trajeron nuevas pautas y nuevos
sujetos a los debates políticos en la Bolivia contemporánea. Pero tampoco el
feminismo autónomo a estas y a otras instituciones logró visibilidad y cierto
grado de organización, realidad que se va desarrollando a lo largo de los
últimos años, en especial, desde la década de 1990.
Además de las temáticas tratadas por la revista, componer una
publicación en que diferentes “puntos de vistas” puedan ser mostrados y que
muchas cuestiones puedan ser tratadas por el feminismo, es una manera de
proponer al mundo una produccióncon miradas múltiples, pero
profundamente dedicadas a la transformación amplia de la sociedad,
especialmente occidental y capitalista. Una mirada interseccional de las
posiciones de subalternidad puede ser observada en los distintos números
de la publicación. Mujeres indígenas, negras, lesbianas, mujeres situadas en
las localidades dichas del “tercer mundo”, mujeres que producen ciencia en
el mundo desde un punto de vista feministay que son a menudo
invisibilidades y olvidadas, son muchas de las que componen los escritos de
los ejes centrales de composición de la revista.
Otra importante característica de Mujer Pública es el soporte de otros
lenguajes más allá de la palabra escrita. Fotografías, dibujos, montajes y
objetos artísticos aportados en distintas técnicas, grafitis, películas,
imágenes teatrales etc., forman parte de todas sus ediciones. Un ejemplo
interesante son las tapas de los números, en especial, sus cubiertas traseras
que tienen el propósito de traer composiciones de artistas feministas.
Provocar el impacto visual en aquellos que por lo menos mantengan
contacto rápido con una edición, es elemento cultivado en su composición
artística. Como indicado anteriormente, la búsqueda por una “habla”
autónoma de la crítica feminista está marcada por distintos lenguajes,
característica que aparece en toda la militancia del grupo, y que en la revista
Mujer Pública se constituye en un proyecto gráfico que cuestiona los
estereotipos patriarcales, racistas y que marcan las demandas capitalistas de
producción artística.
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El cuestionamiento de patrones culturales, sociales y “patriarcales” de la
producción de arte emerge para las(os) lectoras(es) desde el primero
contacto. Pensando a partir de las cubiertas traseras colocadas arriba, la
estilística de la producción de la revista se remonta a distintas imágenes que
cuestionan simbolismos e ideas que aprisionan, oprimen y que se suman a la
invisibilidad de las mujeres en la sociedad. En los casos expuestos arriba, la
muñeca que remite al padrón irreal y marcado por las características racistas
6 Las imágenes se refieren a las traseras de la revistas 3, 4, 5, 6 y 7 respectivamente.
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de belleza, la negación a las religiones y a los raciocinios de sumisión de los
blancos sobrelos grupos que fueron “racializados” desde la colonización, la
producción técnica y cultural autónoma de muchas colaboradas de la revista
compusieron la opción de estas contratapas. Estas elecciones están
dispuestas tanto en las imágenes impresas, como en los textos interiores
que acompañan la explicación de la selección. Observando esta cuestión,
tomo de préstamo las palabras de la artista Carmela García sobre su
producción que está mostrada en la Mujer Pública número 3, nombrada
“¿Nos dice el feminismo algo sobre el amor?”. La obra trata de la muñeca de
circulación internacional “Barbie”, que aparece atada y rodeada por llamas
de fuego. Dijo la artista en texto dispuesto en Mujer Pública que:
El único sentido de la belleza, la inocencia y la bondad es
su destrucción.
Todas las niñas tienen una Barbie o una imitación de ella.
Una mujer delgada con los pechos urgentes, la cintura
estrecha, los muslos articulados, los ojos grandes y azules
con pestañas separadas y espesas, con los labios
entreabiertos, los dientes sonrientes y blancos,
pendientes en las orejas y el pelo largo, muy largo y a
menudo rubio platino o castaño claro. Todas las niñas
juegan con mujeres de plástico, perfectas, la viva imagen
de un deseo sin nombre ni sueño que todos sentimos (es
el deseo de ser como ellas o de tenerlas, o ambos), el que
todos somos víctimas culpables.
Quiero romperlo, el estereotipo de la mujer
imaginariamente ideal. Y a la vez reconocer con la rabia
del desacuerdo y de la imposibilidad, con la impotencia de
su destrucción que el estereotipo ha llegado lejos, que de
alguna manera está vivo habitando nuestro cuerpo al
atrapado, es también nuestra imaginación a la hora de
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describir escenarios y situaciones en el que él mismo se
desenvuelve. (GARCÍA, Mujer Pública, nº3)
La divulgación y análisis de trabajos artísticos producidos por
mujeres,constituyen gran parte de los números de Mujer Pública. La estética
contestadora de estereotipos, que busca desarrollar críticas sociales y
culturales,encuentra lugar en todo el proyecto gráfico de la revista. Es
posible observar que en las diferentes ediciones de la revista se busca dar
visibilidad a esas artistas, y también a través de ellas visibilizar la revista,
proporcionando un espacio en que esas hablen acerca de sus trabajos y
críticas, así como también dialoguen con el conjunto de la producción, o sea,
no sean parte aislada de voz feministaen una publicación.
Me gustaría volver, en este momento, para la pregunta suscitada en la
parte inicial de este trabajo acerca del sujeto político del feminismo, que
aparece representado en las producciones culturales de Mujeres Creando. Al
criticar estos aspectos patriarcales, liberales, racistas y heteronormativos de
diferentes grupos dominantes de la sociedad occidental, estas publicaciones
representan un sujeto político del feminismo conexo a una perspectiva que
desnaturaliza, de modo interssecional, las diferentes relaciones de poder. En
el caso citado aquí, en el cuestionamiento del cuerpo/imagen de la muñeca
“Barbie” hay, también, una representación de este sujeto político del
feminismo, mismo que marcado por la negación. El “nosotras” construido es
distinto de los estereotipos que marcan esta imagen de belleza, bondad e
inocencia. No somos representadas por esta imagen, ni tampoco queremos
serlo.
Arte, producción de análisis sociales, culturales y múltiples perspectivas
son la base de la producción y de la organización de este magacín.
Materializado desde los fines los 2000 esta iniciativa posee un gran esfuerzo
para producir un material feminista que construye críticas articuladas de las
opresiones que existenhistóricamente y que se reelaboran en el mundo. A
partir de esas cuestiones que parten tanto de los temas, de las voces y de
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los distintos formatos de producción crítica utilizados en esta
publicación,podemos preguntar: ¿Cómo se piensa la categoría mujeres
dentro de esa escrita producida a partir de varias manos del mundo? ¿Quién
son las compositoras de la revista, cuáles sus perspectivas teóricas y
políticas, y de qué manera estas personas pueden agruparse en la
producción de una revista de discusión feminista?
Pensando en posibles respuestas es importante decir primeramente que
uno de los atributosprincipales es la polisemia de perspectivas de autores –
estos en cantidad mucho menor -, y especialmente de autoras que
produjeron para los distinto números de la publicación. Mujeres ubicadas en
todos los continentes y que movilizan distintas perspectivas para construir
su abordaje feminista forman parte de los análisis publicados y/o traducidos
para la revista que es impresa en la lengua española.Pero es posible
indagar: ¿Sería la revista Mujer Pública una producción de carácter
postcolonial? Pese esté marcada por la colaboración de distintas feministas
del mundo, incluso aquellas que escriben desde un lugar geográfico
privilegiado, como la Europa y los Estados Unidos, ¿es posible pensar esta
producción como una expresión feminista post-colonial?
Los distintos elementos analizados desde las feministas situadas en los
lugares que vivieron más intensamente las políticas neoliberales, como la
Latinoamérica, pero también de aquellas que provienen de centros de poder
económico-político-cultural, son fundamentales para comprender la
producción de análisis que mezclan feminismo y post colonialidad. Esta
mezcla se sostiene no solamente por su carácter geográfico, pero también
por los sujetos que “hablan” y por la tentativa interseccional de pensar los
problemas del mundo. O sea, eso significa considerar tanto el lugar donde el
conocimiento es producido y como aparece sus posibilidades enunciativas;
las elecciones teóricas y metodológicas buscadas por quién produce; y
también, las posibilidades diversas de posiciones ocupadas por el sujeto que
enuncia, que está más allá de las identidades. Por eso, en este texto he
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buscado comprender esta publicación principalmente como un
“acontecimiento”, y menos a partir de un análisis de contenido.
Para pensar esta cuestión,una perspectiva interesante es partir de las
reflexiones de la feminista Gloria Anzaldúa sobre la idea de “mestiza”. Gloria
es una mujer chicana, pobre y que vivió toda su vida en la encrucijada de
distintas lenguas, culturas, razas, deseos, violencias, y partiendo de su
experiencia de vida construyó una idea de que la posición “ambigua”,
incompleta y muchas veces contradictoria, mucho tiene que enseñar a
aquellos(as) que insisten por la busca de coherencia, estabilidad,
continuidad y esencialidad en la vida de los(as) sujetos sociales. La
escritoradijo:
Como mestiza, eu não tenho país, minha terra natal me
despejou; no entanto, todos os países são meus porque
eu sou a irmã ou a amante potencial de todas as
mulheres. Como uma lésbica não tenho raça, meu próprio
povo me rejeita, mas sou de todas as raças porque a
“queer” em mim existe em todas as raças. Sou sem
cultura porque, como uma feminista, desafio as crenças
culturais/religiosas coletivas de origem masculina dos
indo-hispânicos e anglos; entretanto, tenho cultura
porque estou participando da criação de uma outra
cultura, uma nova história para explicar o mundo e a
nossa participação nele, um novo sistema de valores com
imagens e símbolos que nos conectam um/a ao/àe ao
planeta. Soyunamasamiento, sou um ato de juntar e unir
que não apenas produz uma criatura tanto da luz como da
escuridão, mas também uma criatura que questiona as
definições de luz e de escuro e dá-lhes novos significados.
(ANZALDÚA, 2005, p. 707-708)
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Esta definición nos ayuda a pensar las posibilidades de solidaridad
política y también teórica que se puede construir al pensar un sujeto del
feminismo – también productor de conocimiento –que no se constituye de
manera monolítica y esencialista, pero siempre posicionado enun lugar social
relacional y marcado, por supuesto, por inúmeras contradicciones. Pensar
los puntos de intersección de la crítica social y cultural es, en este sentido,
repensar que el “amasamiento” se constituye en algo transformador,
especialmente, por desestabilizar las pretensiones de coherencia de
identidades monolíticas y totalizantes. Además de eso, estas posiciones
teóricas que marcan los debates de la historia del pensamiento feminista
acerca de quién es y quién puede ser el sujeto del movimiento feminista, se
mezcla con una perspectiva post colonial que desenmascara las pretensiones
universales de las grandes narrativas sobre los sujetos oprimidos/as y
opresores/as.
Al pensar la producción localizada pero también internacional de la
revista feminista Mujer Publica, esto significa resaltar la complejidad que
significa comprender una producción autónoma, colectiva y materializada
con la intención de visibilizar políticamente los(as) sujetos que producen.
Esta complejidad se concretiza en la dificultad de observar una continuidad
de la producción, ya que los temas, las perspectivas y las personas
contribuyentes son variadas y múltiples. Esto significa entender que lo que
hay de gran importancia reflexiva sobre esta publicación, es pensar
justamente el valor de su elaboración como un lugar de producción de
conocimiento.
Es sabido que gran parte de los escritos feministas se referían a las
producciones de las mujeres de los grandes centros coloniales del
pensamiento y por eso mismo, marcada especialmente por la experiencia de
las mujeres blancas y occidentales. Es justamente al pensar la idea de
mujerescomo un sujeto descentrado, constituido a partir de la “mezcla” de
posiciones sociales, que el pensamiento teórico y metodológico de
intersección de categorías propone una parcialidad y un abordaje situacional
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de los análisis sociales. Por lo tanto esta intersección no debe estar marcada
por un “solapamiento de categorías”7como nos alerta María Lugoñes
(LUGOÑES, 2005), pero principalmente, por una posición relacional y
articulada de lasituación de constitución del sujeto, y por lo tanto, de su
pluralidad simultánea, como dijo Gloria Anzaldúa(ANZALDÚA, 2005).
En este sentido, entiendo que la iniciativa de publicación de una revista
feminista que busca construir - conjuntamente a una serie de otras acciones
materializadas por el grupo Mujeres Creando - una voz para las mujeres
organizadas en Bolivia, propone, al mismo paso, un diálogo con otras
perspectivas críticas de las opresiones, prioritariamente, el feminismo. En
termos de perspectivas teóricas y de lucha social, es algo sumamente
relevante. Ser mujer, negra, indígena, lesbiana, puta, tener una o varias
nacionalidades subalternasy venidas de largos procesos de colonización,
componer una religión no hegemónica, o poseer muchas de estas posiciones
al mismo tiempo, establece juegos de fuerzas y posibilidades distintas sobre
el proceso de “habla”. Junto a estas iniciativas sigue el intenso
cuestionamiento de las categorías modernas y monolíticas originadas en el
pensamiento eurocéntrico, y de este modo, posibilita una construcción
distinta de conocimiento. ¿Qué potencialidades este tipo de experiencia trae
para los principales debates de estudios post coloniales y de las teorías
feministas? Esta es un cuestión que no será respondida aquí, pero que invito
todos(as los(as) lectores(as) a pensar desde ahora.
7 La filósofa María Lugoñes discute la cuestión del solapamiento de categorías en el texto
“Multiculturalismo radical y feminismos de color” publicado en 2005. Partiendo de las
consideraciones de KimberléCrenshaw, María Lugoñes discute los problemas de presuponer
que las categorías de análisis pueden ser “separables”. Es sobre esa manera de comprender
la opresión de forma partida y desarticulada, o sea, desde una perspectiva categorial, que la
autora ve la importancia de pensar en forma de intersección. Dijo: “Ninguna crítica
conceptual del esencialismo característico del pensamiento categorial borrará la necesidad
de reconocer que las categorías son reales. Las categorías y el pensamiento categorial son
instrumentos de opresión. La opresión no puede borrarse conceptualmente. No es un error
presuponer las categorías de opresión en una interseccionalidad comprensiva. En realidad,
es necesario. Porque el fenómeno que estamos explicando consiste precisamente en la
ignorancia de la multiplicidad a través de lo categorial en vista de que no puede acreditar a
los que viven en la intersección de más de una categoría de opresión. (…) De forma
parecida, presuponer que las categorías de opresión son separables es aceptar los
presupuestos fundamentales tanto del racismo como de la opresión de género. Pero la
aceptación se hace con el propósito de reconocer la separación.” (LUGOÑES, 2005, p. 68)
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Finalmente, concluyo este trabajo no con muchas repuestas, pero como
algunas reflexiones sobre la importancia de pensar los sujetos sociales desde
una perspectiva no monolítica. Esto significa unejercicio continúo para todas
aquellas personas que se atreven a narrar la vida de grupos y de
sociedades. La revista Mujer Pública más que indicar una innovación de la
producción feminista, presenta en el escenario Latinoamericano una
posibilidad de producción feminista autónoma que proporciona una
comprensión compleja de la opresión y de los sujetos oprimidos. Y en
consecuencia de eso, las afiliaciones son cada vez más históricas y plurales.
Continuando con las consideraciones de María Lugoñescuando reivindica el
“multiculturalismo radical” del pensamiento, y finalizando este texto, es
importante decir que:
Los resistente marginalizados <<son familiares tanto con
el centro como con los márgenes>>, y de esa forma
están situados idealmente para <<deconstruir>> los
discursos dominantes o escasamente nacionales. Y porque
rechaza un <<concepto unificado, fijo y esencialista de
las identidades (o comunidades) como conjuntos
consolidados de prácticas, significados y experiencias>> y
ve las identidades como múltiples, inestables y situadas
históricamente, productos de la diferenciación en curso y
de identificaciones y pluralizaciones polimorfas, el
multiculturalismo policéntrico va más allá de las estrechas
definiciones de la política de la identidad. Abre el camino
para un afiliación informada sobre la base de deseos e
identificaciones sociales compartidos, afiliaciones que han
de ser construidas. (LUGOÑES, 2005, p. 72)
Esta construcción a que se refiere Lugoñes, parte también de los
formatos en que estas críticas son elaboradas. Como decían las Mujeres
Creando en uno de sus clásicos grafitis, “Diccionarios que engañan definen
hombre público como político y mujer pública como puta”, es interesante
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resaltar que en la Mujer Públicarevista,esta lógica es profanada. Ella se
construye como un ejercicio complejo de romper con estas concepciones, y en
este sentido, de tentar elaborar una voz feminista y post colonial. No por
acaso, la elección de este nombre visa desnaturalizar este tropo que piensa el
público como propiedad de pocos y proprio de un poder masculino. Esta Mujer
Pública es la búsqueda por una “habla” que pueda ser, al mismo tiempo,
pronunciada y escuchada por diferentes subalternas y “mestizas” del mundo.
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