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UN ESTADO A CRÉDITO DEUDAS Y CONFIGURACIÓN ESTATAL DE LA NUEVA GRANADA EN LA PRIMERA MITAD DEL SIGLO XIX Pilar López-Bejarano

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Los procesos de endeudamiento son una clave para la comprensión de la trayectoria histórica del Estado colombiano. A lo largo del siglo XIX, la deuda pública no significó simplemente una parte de su fiscalidad, sino su eje y su dinámica de funcionamiento: los recursos del Estado estuvieron sistemáticamente mediados por una serie de compromisos; vales, billetes y bonos que circularon respondiendo a intereses heterogéneos, públicos y privados. Esta situación implicó una formación estatal “a crédito” que terminó pagando con creces un funcionamiento que escapaba sistemáticamente a los reiterados intentos de planificación y de control. Este libro trata la época neogranadina del Estado colombiano, observando cómo los diversos endeudamientos crearon cadenas de interdependencia que estructuraron lo posible, lo necesario y lo contingente de su trayectoria; en él se busca comprender cómo, a la luz de sus deudas, se expresaron las complejidades que le dieron existencia.

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Los procesos de endeudamiento son una clave para la comprensión de la trayectoria histórica del Estado colombiano. A lo largo del siglo XIX, la deuda pública no significó simplemente una parte de su fiscalidad, sino su eje y su dinámica de funcionamiento: los recursos del Estado estuvieron sistemáticamente mediados por una serie de compromisos; vales, billetes y bonos que circularon respondiendo a intereses heterogéneos, públicos y privados. Esta situación implicó una formación estatal “a crédito” que terminó pagando con creces un funcionamiento que escapaba sistemáticamente a los reiterados intentos de planificación y de control.

Este libro trata la época neogranadina del Estado colombiano, observando cómo los diversos endeudamientos crearon cadenas de interdependencia que estructuraron lo posible, lo necesario y lo contingente de su trayectoria; en él se busca comprender cómo, a la luz de sus deudas, se expresaron las complejidades que le dieron existencia. En este camino de investigación, se abandona una lógica de causas y de consecuencias, de razones profundas o superficiales de explicación, para comprometerse con un análisis de procesos históricos en los que se superponen aspectos diversos para organizar configuraciones particulares.

Otros títulos publicados por la Editorial Pontificia Universidad Javeriana:

La fábrica del hombre. Historias de viajes y usos de los libros del Nuevo Reino de Granada en el siglo XVIIJosé Luis Guevara Salamanca

Masonería, Iglesía, Revolución e IndependenciaJosé Antonio Ferrer Benimeli, S. J.

Vitrolas, rocolas y radioteatros. Hábitos de escucha de la música popular en Medellín, 1930-1950Carolina Santamaría-Delgado

Pilar López-Bejarano

Es antropóloga (Universidad de los Andes) y doctora en Historia y Civilización (EHESS, París);�investigadora del proyecto State Building Latin America (European Research Council, Advanced Grant 230246); Investigadora asociada al Axe de Recherche État, Institutions et dynamiques sociales dans les Amériques, XVIIIe-XXIe siècle (Mondes Américains UMR 8168, CNRS-EHESS- Paris); miembro del “Grupo de Investigación en Imperios, Metrópolis y Sociedades Extraeuropeas (GRIMSE)” Universitat Pompeu Fabra, Barcelona; y catedrática de la Universidad del Rosario en Colombia.

Entre sus publicaciones sobre el tema se encuentran: “Organization and Uncertainty. The Administrative Dynamics of the Secretary of the Treasury of New Granada (1806-1851)” En Latin American Bureaucracy and State Building Process (1780-1860). Cambridge Scholars Publishing; “La hacienda pública neogranadina a la luz de sus deudas, primera mitad del siglo XIX”. Revista de Historia nº69, Universidad de Costa Rica; “La justicia de una deuda. El fuero eclesiástico y la deuda pública neogranadina en el período revolucionario”, Illes i Imperis, nº15, UPF; “Empréstitos para la guerra/entramados de la acción. Nueva Granada 1839-1842” En Las fuerzas de guerra en la construcción del Estado: América Latina, siglo XIX. Prohistoria, Rosario (Argentina).

UN ESTADO A CRÉDITOPilar López-Bejarano

UN ESTADO A CRÉDITODEUDAS Y CONFIGURACIÓN ESTATAL DE LA NUEVA GRANADA EN LA PRIMERA MITAD DEL SIGLO XIX

Pilar López-Bejarano

UN ESTADO A CRÉDITODeudas y configuración estatal de la Nueva Granada en la primera mitad del siglo xix

UN ESTADO A CRÉDITODeudas y configuración estatal de la Nueva Granada en la primera mitad del siglo xix

Pilar López-Bejarano

Reservados todos los derechos©PontificiaUniversidadJaveriana

© Pilar López-Bejarano

Primera edición: Bogotá, D.C., Abril del 2015

ISBN: 978-958-716-776-4

Número de ejemplares: 300

Impreso y hecho en Colombia

Printed and made in Colombia

EditorialPontificiaUniversidadJaverianaCarrera7.n.°37-25,oficina13-01Teléfono: 3208320 ext. 4752www.javeriana.edu.co/[email protected]

Corrección de estilo:María Paula Esguerra

Diseño de colecciónTangramatangramagrafica.com

Imagen de cubierta:Refranes castellanos en acción. Despacho Librería y Casa Editorial Hernando, S. A., 1924

Diagramación y montaje de cubierta: Nathalia Rodríguez G.

Impresión: Javegraf

López Bejarano, PilarUnestadoacrédito:deudasyconfiguraciónestataldelanuevagranadaenlaprimeramitaddelsigloXIX/PilarLópez-Bejarano.--1aed.--Bogotá:EditorialPontificiaUniversidadJaveriana,OperaEximia,2015.

274 p. : ilustraciones y tablas ; 24 cm.Incluyereferenciasbibliográficas.ISBN : 978-958-716-776-4

1.COLOMBIA–HISTORIA–SIGLOXIX.2.COLOMBIA–HISTORIA-GUERRADEINDEPENDENCIA,1810-1819.3.COLOMBIA–HISTORIA-GUERRASCIVILES,1830-1902.4.COLOMBIA–HISTORIA-COLONIA,1550-1810.I.PontificiaUniversidadJaveriana.

CDD 986.106 ed. 19

Catalogaciónenlapublicación-PontificiaUniversidadJaveriana.BibliotecaAlfonsoBorreroCabal,S.J.

opg. Marzo 20 / 2015

Prohibida la reproducción total o parcial de este material, sin autorización por escrito de laPontificiaUniversidadJaveriana.

ASOCIACIÓN DE UNIVERSIDADESCONFIADAS A LA COMPAÑIA DE JESÚS

EN AMÉRICA LATINA

MIEMBRO DE LA RED DE

EDITORIALES UNIVERSITARIAS

DE AUSJALwww.ausjal.org

Contenido

Introducción: el Estado a la luz de sus deudas 21

El tema y sus preguntas 22

Elementos de metodología 26

Olvidar el Estado para entender el Estado 26

La deuda como consecuencia vs. La deuda como dinámica 27

Delimitación temática y temporal 29

La deuda interna 29

La primera mitad del siglo xix 30

Contenido y estructura general 31

Primera Parte. El endeudamiento de la república 35

Capítulo 1. Del periodo revolucionario a la Nueva Granada:

continuidad y discontinuidad de la deuda pública 43

1811: deudas de censos y de consolidación en la Nueva Granada 48

La crisis de la monarquía y el endeudamiento 50

La justicia de una deuda 55

1826: los dineros a censo del gobierno antiguo y la deuda

de la República 62

Nota sobre la continuidad y la discontinuidad de la deuda pública 66

Capítulo 2. El endeudamiento republicano:

repercusiones institucionales de un proceso económico y social 69

La Nueva Granada y su deuda pública en la primera mitad

del siglo xix 70

La deuda pública en los procesos de estructuración

de la Secretaría de Hacienda 81

1822-1838: las comisiones 82

1838-1847: la deuda dentro del funcionamiento de la Secretaría 84

1849-1861: el proceso de descentralización administrativa

y el manejo de la deuda 86

Dinámica social en la administración de la Hacienda Pública 87

Capítulo 3. Las deudas en las Memorias de Hacienda:

informes, cuentas, clasificaciones y presupuestos 99

¿Cómo aparecen las deudas en las Memorias de Hacienda? 101

Clasificar 102

Contar 106

Programar 110

Las guerras y la planificación estatal 113

El gasto público en situación de guerra (1861) 117

Guerras y deudas 119

Segunda Parte.

Dinámicas sociales del endeudamiento estatal 127

Capítulo 4. Empréstitos para la guerra, entramados de la acción:

los dineros privados de la causa pública (1839-1842) 133

La Guerra de los Supremos, el gobierno y sus recursos 135

Los dineros privados de la causa pública 138

La fortuna de Judas Tadeo Landínez y los préstamos al gobierno 142

La bancarrota y el fin de la guerra 149

Capítulo 5. Préstamos forzosos y funcionamiento estatal:

lo cotidiano y lo excepcional 155

La revuelta del 17 de abril de 1854 156

El endeudamiento del año 1854 159

¿Cómo se recaudaba un préstamo forzoso? 162

¿Cómo se cobraba un vale de préstamo forzoso? 166

La circulación de vales y recibos 169

Los préstamos forzosos en la dinámica fiscal 172

Obligación, voluntad y compensación 174

Lo regular y lo excepcional 176

¿Préstamo forzoso o contribución directa? 178

Capítulo 6. Especulación, administración y política:

superposiciones e interdependencias 185

Negociantes, especuladores, administradores y políticos 186

Tramas de endeudamiento: dos redes neogranadinas del siglo xix 191

Los Montoya-Sáenz-Restrepo: tabaco, vales y privilegios 191

Los Mosquera-Arboleda-Herrán: bienes del Estado, deuda de

manumisión, suministros de guerra y fondos públicos 197

Los recursos del Estado: pagar y cobrar deudas 204

La delicada labor de cobrar 205

Circulación y superposición de deudas 209

Conclusiones: un Estado empeñado viviendo a crédito y sin crédito 215

El Estado y sus deudas (i) 216

Transacciones: confianza, crédito y tensiones de poder 222

Confianza y crédito 223

Tensiones de poder 226

El quién le debe a quién en la conformación del Estado 229

El Estado y sus deudas (ii) 232

Bibliografía 235

Anexos 259

Para Nicolás

La clave del camino, más que en sus bifurcaciones, su sospechoso comienzo o su dudoso final, está en el cáustico humor de su doble sentido. Siempre se llega, pero a otra parte.

RobeRto JuaRRoz

Poesía vertical xii - 15

Agradecimientos

Un proceso de investigación, de reflexión y de escritura es siempre una labor

compartida. En particular en este caso, ya que este trabajo se enmarca en un

proyecto latinoamericano de historia comparada1, proyecto financiado por

el European Research Council2, con sede en la Universidad Pompeu Fabra de

Barcelona. Con el grupo que se creó para el desarrollo del proyecto Investigamos

en red, compartimos los procesos de recolección de datos y de su sistematización,

comparamos situaciones de los distintos contextos latinoamericanos y europeos,

discutimos sobre temas comunes y disímiles. En este sentido, más que un agra-

decimiento, estas palabras son un reconocimiento a las personas con las que

compartí esta experiencia; ese proceso colectivo de investigación es parte consti-

tutiva de este libro. Fue la invitación del profesor Juan Carlos Garavaglia, nuestro

director, a hacer parte de este proyecto, lo que me llevó a interesarme en el siglo

xix, en la fiscalidad y en fenómenos tales como el crédito y el endeudamiento,

dejando de lado anteriores búsquedas que indagaban otros universos temáticos

y temporales. Hubo que volver a empezar, cambiar de coordenadas y navegar por

otros mares. Ahora, ya superadas las angustias y los desalientos del proceso, agra-

dezco profundamente el cambio de rumbo y el camino recorrido, lo aprendido en

estos años me va permitir volver a mis pesquisas con visiones más integrales de lo

social, más complejas y multidimensionales.

Hoy en día, frente a las tendencias que pretenden resultados sin invertir

en los procesos, que promulgan que lo importante no es cómo pensamos ni qué

pensamos, sino qué impacto podemos demostrar para acumular puntos y ganar

escalafones, es especialmente significativo un proyecto como este, en el que la

formación de una red de investigadores —de equipos de trabajo—, fue punto

central y componente de los resultados explícitamente buscados. El énfasis

latinoamericanista es un aspecto que hay que resaltar: en general las coope-

raciones científicas se realizan siguiendo ejes norte-sur y raramente tenemos

1 State Building Latin America. http://statebglat.upf.edu/2 Advanced Grant 230246

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la oportunidad de mirar al lado, de interactuar con investigadores de países

vecinos, de familiarizarnos con historiografías que comúnmente desconocemos.

Este esfuerzo, de pensar juntos los procesos de conformación estatal de la

región, con sus trayectorias compartidas y sus bifurcaciones locales tiene ya

seis libros colectivos publicados durante los cinco años que duró el proyecto y

nueve libros más, incluyendo el presente, están siendo publicados en Argen-

tina, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, España y Guatemala. Además de

los libros y como resultado de los regulares encuentros y seminarios, Mario

Etchechury, Juan Carlos Sarazúa, Pablo Rodríguez, Elvira López, Evangelina de

los Ríos, Viviana Velasco, Elisa Caselli, Clara Fábregat y Claudia Contente nos

hemos constituido en una red de cooperación y reflexión dentro de la cual ha sido

posible un espacio para otro pensamiento histórico, distinto de aquel de las histo-

rias patrias o nacionales, sobre temas políticamente delicados y complejos, como

son las conformaciones estatales durante el siglo xix latinoamericano.

En ese camino se escribió este libro. Dado que varias de las versiones

iniciales de algunos capítulos fueron discutidas en el seno del proyecto, y presen-

tadas en los distintos workshops y seminarios realizados entre el 2010 y el 2013

con expertos de América Latina y Europa, quiero agradecer los aportes hechos a

las ponencias presentadas por sus lectores y comentadores; en particular a Juan

Pro Ruiz, Juan Carlos Garavaglia, Gaetano Sabatini, Jorge Gelman, Raúl Fradkin,

Eduardo Zimmermann, Alejandro Rabinovich, Víctor Hugo Acuña, Marco Pala-

cios y a todo el conjunto de investigadores del proyecto que en las discusiones de

dichos encuentros dieron luces y detectaron problemas sobre no pocos aspectos

del amplio universo de la historia de la configuración estatal. Igualmente útiles

y certeros han sido los comentarios en encuentros más recientes con investiga-

dores en otros contextos, en particular con los colegas del Axe de Recherche État, Institutions et dynamiques sociales dans les Amériques, xviiie-xxie siècle (Mondes

Américains – ehess), así como las discusiones con Muriel Laurent, María

Eugenia Albornoz y Aude Argouse, los valiosos comentarios de los investigadores

con quienes compartí mesa en el último Congreso Latinoamericano de Historia

Económica (cladhe iv), a ellos va también mi reconocimiento.

La totalidad del libro es deudora —en contenido y forma— de la lectura

crítica que hicieron Elisa Caselli y Nicolás Buenaventura, sus sugerencias

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hicieron un poco más amena y fluida su lectura. En particular quiero reconocer

el interés con el que, a pesar de no ser su área de trabajo, Nicolás Buenaven-

tura aportó toda su inteligencia a lo largo de esta investigación y en sus diversos

aspectos: teóricos, retóricos, metodológicos. Contar con él ha sido decisivo en

este trabajo.

Agradezco a Luis Alfonso Castellanos y Nicolás Morales por el entusiasmo

y compromiso en la publicación de este libro, con ellos va también mi agradeci-

miento al equipo de la Editorial Javeriana.

Han tenido parte en este libro muchas más personas de las que aquí

nombro. En cinco años de investigación, de trabajo con archivos, de búsquedas

en bibliotecas, de discusiones, de escrituras y reescrituras, los aportes y encuen-

tros superan los límites de esta nota, lo cual no me impide dar pleno reconoci-

miento a sus aportes, ya lo dije antes, este libro resultó de una labor compartida

con muchos.

Finalmente quiero agradecerles a quienes que por interés en el tema,

por afectos compartidos, por antagonismos o desacuerdos, por ocio, por simple

curiosidad o hasta por equivocación, se interesen y lean este libro. En esas

lecturas es donde el camino empieza.

Presentación

Los procesos de endeudamiento son una clave para la comprensión de la trayec-

toria histórica del Estado colombiano. A lo largo del siglo xix, la deuda pública

no significó simplemente una parte de su fiscalidad, sino su eje y su dinámica de

funcionamiento; los recursos del Estado estuvieron sistemáticamente mediados

por una serie de compromisos: vales, billetes y bonos que circularon respon-

diendo a intereses heterogéneos, públicos y privados. Esta situación implicó

una formación estatal “a crédito” que terminó pagando con creces un funciona-

miento que escapaba sistemáticamente a los reiterados intentos de planificación

y de control. En este libro tratamos las décadas neogranadinas del Estado colom-

biano, observando cómo los diversos endeudamientos crearon cadenas de inter-

dependencia que estructuraron lo posible, lo necesario y lo contingente de su

trayectoria; buscamos comprender cómo, a la luz de sus deudas, se expresaron las

complejidades que le dieron existencia. En este camino abandonamos una lógica

de causas y de consecuencias, de razones profundas o superficiales de explica-

ción, para comprometernos con un análisis de procesos históricos en los que se

superponen aspectos diversos para organizar configuraciones particulares.

Introducción: el Estado a la luz de sus deudas

Para comprender la formación estatal colombiana durante la primera mitad del

siglo xix, hemos elegido descifrar el entramado de sus deudas. La historiografía

ha señalado con suficiente claridad el importante endeudamiento sobre el que

actuaron los gobiernos de este periodo. Las guerras de Independencia estuvieron

en el origen de este proceso de endeudamiento. Llegaron enseguida los bien

conocidos préstamos ingleses que definieron unos compromisos económicos con

consecuencias seculares. Al lado de sus vecinas latinoamericanas, la República

de la recién formada “Gran Colombia”, que comprendía entonces el territorio de

las actuales Venezuela, Ecuador, Panamá y Colombia, adquirió dos préstamos

consecutivos (en 1822 y en 1824), que representaron, en esa década, la mayor

cantidad de dinero prestado a gobiernos extranjeros en el mercado de capitales

en Londres: 6.750.000 libras esterlinas, que correspondieron al 15.5% del total

de estos préstamos ingleses para América y Europa.1 La historia que sigue tiene

el endeudamiento como una constante, entre guerras y necesidades administra-

tivas, entre deudas extranjeras y locales, los gobiernos decimonónicos basaron la

mayor parte de sus decisiones fiscales evitando, disimulando o reponiéndose de

una inminente bancarrota.

El endeudamiento estatal de la primera mitad del siglo xix será nuestro

terreno de estudio. En particular, nos interesaremos en aquellos procesos que

intervinieron en la definición del Estado decimonónico, ya que esta investigación

es resultado de un proyecto cuyo propósito central ha sido, justamente, indagar

sobre la conformación del Estado en América Latina. Ahora bien ¿por qué elegir

las deudas si lo que buscamos comprender es el Estado? Dos razones funda-

mentales nos llevaron a dar los primeros pasos en este sentido. La primera fue

1 Los otros porcentajes son los siguientes: América Latina con un 46.6% del total, distribuido en-tre México con un 14.7%, Brasil con el 7.3%, Argentina con el 2.3%, Chile con el 2.3%, la América Central con el 0.4% y Perú con el 4.2%. En Europa (53% del total) están: Dinamarca con el 12.6%, Rusia y Prusia con un 8% cada uno, Grecia con el 6.4%, Austria y Nápoles con un 5.7% cada uno y España y Portugal con un 3.4% respectivamente (Avella 2003, 190; véase también Dawson 1990).

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comprender por qué la conformación del Estado y los endeudamientos coinciden

de manera tan transparente; toda historia que hable de la formación del Estado

colombiano en el siglo xix empieza señalando los problemas fiscales y la crisis

económica que lleva al endeudamiento. Nos preguntamos, entonces, si más que

un telón de fondo económico no se trataba de la misma dinámica, si las deudas

no debían entenderse más allá de una consecuencia “natural” a la crisis. La

segunda razón fue de carácter metodológico: entender los endeudamientos como

entramados de relaciones o como interdependencias tanto económicas como

sociales, políticas o administrativas, permitía un acercamiento relacional de las

prácticas sobre las que se definieron las vías de formación del Estado-Nación

colombiano.

En el proceso de investigación, la perspectiva adoptada señaló más

caminos de los que pudimos recorrer. Una vez terminado el proyecto que dio

lugar a este estudio, constatamos que las posibilidades son mucho más amplias

que la aproximación puntual que hemos realizado. Aun así, con los aspectos

trabajados en torno a la formación del endeudamiento público, a su desarrollo y

continua resignificación, se llega a percibir la textura del entramado social más

amplio en el que se dieron estos endeudamientos: la trama social del Estado deci-

monónico, objeto de nuestras indagaciones iniciales.

El tema y sus preguntasEs una afirmación evidente que para el conjunto de las nacientes repúblicas

latinoamericanas, la deuda representa el eje y el engranaje de las finanzas de sus

Estados. En el caso colombiano, podríamos considerar la situación de endeuda-

miento estatal como una representación extrema del fenómeno, ya que no sola-

mente el Estado existe a crédito (por lo demás como todos los Estados modernos),

sino sobre un crédito que superaba con creces sus limitadas posibilidades econó-

micas. En este sentido, la imagen más cercana sería la de un Estado “prendado” o

“empeñado” que restringía notablemente sus capacidades y su estabilidad, dada

la relación obvia entre la fortaleza de los recursos del gobierno y el ejercicio de un

poder que le permitiera control y permanencia.

La historiografía colombiana que ha tratado el tema de la deuda pública, ya

sea de manera directa o indirecta, coincide en afirmar que la marcada pobreza de

este Estado representa la razón de ser de los procesos de endeudamiento y,

en general, no se intenta ir más lejos en el fenómeno.2 La evidencia parece caerse

2 Un buen resumen de estos estudios puede verse en Óscar Rodríguez y Decsi Arévalo, “La historiografía económica colombiana del siglo xix”, en Bernardo Tovar Zambrano, La historia al final del milenio: ensayos de historiografía colombiana y latinoamericana, t. i (Bogotá: Universidad Nacional, 1994, 187-241).

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INTRODUCCIóNde su propio peso: la necesidad de recursos es incuestionable y el abanico de

opciones limitado, no obstante, la conformación de la deuda pública parece más

compleja que simplemente “una respuesta natural a una situación de carencia

económica”, comprensible mediante el solo seguimiento de su monto frente a los

menguados recursos del Estado. Al entrar en el detalle de la historia en la que

se constituye la deuda pública, rápidamente se amplía la visión; más allá de las

razones financieras, se insinúan dinámicas de relaciones político-económicas,

institucionales, interpersonales o intergrupales. Aparecen interrogantes sobre lo

posible, lo necesario y lo contingente del endeudamiento estatal.3

Los estudios históricos sobre la deuda pública, como todo tema de inves-

tigación, han marcado ciclos de interés y picos de producción, han tenido

diferentes orientaciones en sus preguntas y diversos énfasis en sus enfoques.

Actualmente asistimos a un resurgimiento del interés por el tema, alimentado

sin duda por las discusiones provocadas por la crisis financiera de la última

década en Estados Unidos y en Europa. Este interés ha encontrado eco en una, no

tan reciente, crítica a los análisis de la economía clásica. En estos movimientos

la deuda se ha ubicado en el centro de los estudios académicos, ha suscitado el

interés de los medios de comunicación (prensa, libros de divulgación, entre-

vistas de radio, etc.); economistas, sociólogos, antropólogos e historiadores han

tratado el tema y han abierto considerablemente el espectro de perspectivas

posibles y de fenómenos relacionados.4 Todas estas aproximaciones han ido enri-

queciendo nuestra mirada sobre las deudas y los endeudamientos, no obstante,

nuestras intenciones son menos generales. Proponemos un acercamiento al

endeudamiento como modalidad de relación social y, a partir de esta posición

básica, entender el endeudamiento como camino de entrada para pensar la

complejidad de algunos vínculos entre personas, en medio de acciones y transac-

3 En la historia económica colombiana del siglo xix el análisis de Malcom Deas (1979) sigue siendo el planteamiento más sugerente en este sentido, a pesar de los treinta años que han pasado desde su publicación. Aunque el fenómeno de endeudamiento no ha sido eje de interés y debate en los estudios de historia económica, algunos trabajos puntuales realizan este ejercicio difícil, meritorio y necesario para entender las economías y las sociedades del pasado (véase Rojas 2000; Villaveces 2007; Junguito 1995; Pinto 2012).4 Citamos solo algunos trabajos en las diferentes disciplinas a modo indicativo y sin ninguna pretensión de exhaustividad: David Graeber, Dette, 5000 ans d’histoire (París: Editions les Liens qui Libèrent, 2013); Jean-Philippe Luis, “La dette publique et la reconfiguration des relations entre les financiers et l’État durant la derniere décenie de l’Ancien Régime espagnol (1823-1834)”, en Les financiers y la construction de l’État (Rennes: Presses Universitaires de Rennes, 2011); Gérard Béaur, Jean-Yves Grenier y Jean Andreau, La dette publique dan l’histoire (París: Comité por l’histoire économique et financière de la France, 2006); Jean Bouvier, “Pour une analyse sociale de la monnaie et du crédit : xixe-xxe”, Annales, Économies, Sociétés, Civilisations (1974): 813-826; Michel Aglietta y André Orléan, La monnaie souveraine (París: Odile Jacob, 1998); Florence Weber, “Forme de l’échange, circulation des objets et relation entre les personnes”, Hypothéses (2001a): 287-298; Bruno Théret, “Monnaie et dettes de vie”, L’Homme 190 (2009):153-170.

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ciones que van a ir definiendo un orden institucional: el del Estado colombiano

del siglo xix.

La relación histórica entre deuda pública y construcción del Estado

no es una propuesta nueva.5 En 2006 se publicó en Francia una compilación

resultado de un coloquio, cuyo propósito era mostrar y comprender la multipli-

cidad de formas que ha tomado, a través del tiempo y en diferentes lugares, el

endeudamiento del Estado (Béaur, Grenier y Andreau 2006). Como parámetro

de análisis en este encuentro de especialistas, el historiador francés Jean-Yves

Grenier propone una conceptualización sobre la deuda pública que, para nuestro

caso, nos sirve como punto de referencia y de cuestionamiento (Grenier 2006,

1-19). Según este autor, para hablar de deuda pública en relación con los Estados

modernos hay que tener presentes tres características:

1. La primera es que la deuda debe ser pública, es decir, que no debe

aparecer como el compromiso de una persona (príncipe o rey), sino

de una colectividad (ciudad o Estado). Esta dimensión pública dataría

su surgimiento y estaría señalando, al mismo tiempo, cierta forma de

abstracción y de unidad dentro de un contexto institucional.

2. La segunda característica es la continuidad, “la deuda pública no

existe sino a partir del momento en el que los compromisos adqui-

ridos por un monarca o un gobierno son, por principio, respetados

por sus sucesores” (Grenier 2006, 3). Las dificultades de la conti-

nuidad tendrían que ver con la perennidad del organismo que hace

el préstamo, con la lenta conquista de una estabilidad institucional y

con la tensión que existe entre, por un lado, el interés que expresan

los gobiernos por respetar los compromisos de sus predecesores,

persuadidos de que el crédito es una cosa que no puede obtenerse por

la fuerza, y por otro lado, la capacidad que muestran estos mismos

gobiernos de no respetar dichos compromisos, haciéndolo de modo

parcial o imponiéndoles nuevas condiciones, incluso retroactivas.

3. La tercera característica es el conocimiento de la deuda: “la noción

de deuda pública no encuentra completitud sino en la medida en la

que adquiere una relativa estabilidad y unidad. Ello supone que sea

bien identificada” (Grenier 2006, 5). Aquí entrarían en juego tanto

la posibilidad como la voluntad. La posibilidad, puesto que identifi-

carla y darle carácter institucional implica un desarrollo administra-

tivo particular, unas posibilidades y unas capacidades técnicas. Y la

voluntad, dada la tensión, particularmente en momentos de crisis,

5 Véase, por ejemplo, para el caso latinoamericano los trabajos de Liehr (1995; 1989) o para el caso europeo, los de Dubet (2008; 2011), Stasavage (2003) y Tilly (1992).

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INTRODUCCIóNentre la necesidad de proporcionar información a los prestamistas

para dar seguridad y la necesidad del secreto para no crear una

desconfianza general que haga caer todo el crédito del Estado.

Pública, continua, conocida, y relativamente unificada, parecen caracterís-

ticas un tanto evidentes y demasiado generales como para pretender el carácter

explicativo que supone una definición. Sin embargo, a la hora de confrontar las

realidades históricas específicas con las preguntas que se derivan de estas carac-

terísticas, resulta interesante constatar que lo que se supone evidente no lo es

tanto y que tomar estos puntos comunes de caracterización, lejos de definir un

“modelo de verdad”, ponen en juego las particularidades de los procesos locales

en los que surge, se imita o se impone un endeudamiento de carácter moderno.

Ahora bien, la necesidad de pensar cada proceso en relación con su propia

trayectoria no indica aún cómo vamos a tratar esta problemática. El mismo

Grenier plantea en su texto una pregunta que resulta particularmente pertinente

para esta investigación. Según el autor, partiendo de la constatación de que la

historiografía de los últimos años ha derrumbado las visiones teleológicas que

buscaban las causas y las razones del surgimiento de un Estado central e imper-

sonal, tal y como se lo representa a partir del siglo xix, y dado que las nuevas

historiografías insisten, al contrario, en la importancia de las redes personales,

las clientelas y las múltiples negociaciones locales en el funcionamiento de los

Estados: ¿cómo introducir, entonces, las finanzas públicas en esta nueva proble-

mática que, comparada con la precedente, se ha interesado poco en este aspecto

antes crucial? Considera Grenier que una posible vía es la de abordar la deuda

pública como un sistema financiero, cuya gestión se negocia entre el Estado, los

cuerpos intermediarios, los financistas y los grupos sociales influyentes. Y donde

los resultados de estos acuerdos dependerán de la relaciones de fuerza presentes

en un momento determinado (Grenier 2006, 19). En otras palabras, es necesario

incluir respuestas sociales y políticas en las problemáticas económicas; y pregun-

tarse acerca de la dimensión política e institucional de las deudas del Estado,

acerca de las consecuencias sociales de las transferencias de riquezas, o acerca de

la relación entre los préstamos y la circulación monetaria, entre los préstamos y

los impuestos, incluso y de manera más general, entre el tan buscado “desarrollo

económico de la nación” y el endeudamiento público.

En nuestro caso, resulta revelador hasta qué punto la construcción histó-

rica de lo que hoy se entiende por deuda pública, se inscribe en las entrañas

mismas del proceso de conformación del Estado. El hecho de que a lo largo del

siglo xix su dinámica fiscal haya estado mediada por compromisos, vales, billetes

y bonos de deuda, respondiendo a intereses heterogéneos, implicó, necesaria-

mente, una formación estatal singular; se terminó perpetuando una situación

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de “Estado prendado” (Villaveces 2005, 17), que pagaba con creces un funciona-

miento que escapaba a sus posibilidades de control.

Elementos de metodología

OlvidarelEstadoparaentenderelEstadoEn una entrevista con Roger Chartier, Pierre Bourdieu afirma que “empe-

zando por el Estado, no podemos encontrar el verdadero rol del Estado”, y

enseguida agrega: “el problema del Estado no puede formularse sino una vez

que se ha entendido cómo funcionan los campos en tensión que le dan exis-

tencia” (Bourdieu 1998, parte 4; Bourdieu 2012). Siguiendo este planteamiento,

nos proponemos olvidar el Estado, entendido como el modelo, el proyecto o el

resultado (Ingerflom 1997, 47), para entender el Estado desde su dinámica, su

proceso histórico y social de conformación, su forma de existencia en diferentes

momentos: “los campos en tensión que le dan existencia”. Bajo esta perspectiva,

ciertos temas o problemáticas recurrentes en la historiografía sobre el Estado

decimonónico pierden centralidad, pensamos en particular en el afán de decidir

cuándo empieza su “modernidad” y si se produce su modernización efectiva;

cuestionamientos que, evidentemente, parten del “Estado para entender el

Estado”. Igualmente, se evita una evaluación de ese pasado sobre las expecta-

tivas de una imagen actual, situación frecuente que trasluce las dificultades del

anacronismo.6 Entrar en el Estado a través de los laberintos de las relaciones de

endeudamiento, es una manera de olvidarlo para entenderlo bajo nuevas luces, ya

no en términos de hasta dónde se asemeja al modelo de lo que debería ser, sino en

la lógica de las relaciones que lo conforman como experiencia histórica.

Todo esto adquiere sentido en el momento de trabajar desde una perspec-tiva relacional (Emirbayer 1997, 281-317), esto es, con una serie de preguntas que se

interesan en los entramados de relaciones interpersonales, en los procesos y en sus

dinámicas. No es el tema aquí discutir las complejidades de la definición de lo rela-cional frente al conocimiento de lo social, simplemente diremos que se reconoce

y se puede rastrear en conocidas propuestas: pensamos en las cambiantes intrigas de Paul Veyne (1971), en la dinámica de interdependencias de Norbert Elias (1987)7,

6 Olvidar el Estado que resultó para poder entender su pasado, es también reconocer cierta distancia con ese pasado que lleva a que busquemos conocerlo en su singularidad histórica y no en la identidad que eficazmente ha creado el aprendizaje de las historias patrias. Esta distancia también permite considerar ese pasado con sus incertidumbres y sus contradicciones, sin llegar a reducirlo a un simple antecedente de una situación presente. Un desarrollo de esta problemática historiográfica en Colombia puede verse en Renán Silva (2014, caps. 2-4).7 Véanse también los trabajos de l’Interdisciplinary Figurational Reserch Network, disponibles en: http://www.norberteliasfoundation.nl/network/index.php

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INTRODUCCIóNen los campos en tensión o en la superposición de campos de Pierre Bourdieu

(1992), en la descripción densa de Clifford Geerz (1992, 19-40), en el pensamiento complejo de Edgard Morin ( 2005), o en la noción de dispositivos sociales de Michel

Foucault (2001, 299). Propuestas que encuentran lugar en numerosos trabajos

académicos de diferentes disciplinas. A pesar de su diversidad, tomamos de ellas

el principio común de pensar relacionalmente, abandonando explicaciones en

términos de sustancias o de estructuras. Igualmente, nuestra investigación le

presta especial atención a la complejidad, es decir, a lo heterogéneo que se super-

pone, a la necesaria movilidad de sentidos que conlleva toda acción humana.

La deuda como consecuencia vs. La deuda como dinámicaDe acuerdo con lo dicho anteriormente, la manera como nos aproximamos a la

deuda pública en su historicidad, depende en última instancia de cómo conce-

bimos el Estado; visión que a su vez depende de cómo pensamos lo social en su

devenir histórico. Si hoy nuestras preguntas sobre las deudas estatales van más

allá de buscar las causas económicas del déficit, es también porque entre las

distintas maneras de pensar el Estado hay visiones que dan lugar para nuevas

y más amplias consideraciones.8 En la historia del Estado moderno, como lo ha

señalado el historiador Antonio Manuel Hespanha, en las últimas décadas se

han dejado de lado los estudios clásicos de la historia institucional, de la admi-

nistración pública, del derecho legislativo y oficial, y las historias patrias; para-

lelamente se han integrado una serie de aspectos, entre ellos los imaginarios, la

organización doméstica, los espacios privados, el honor, las relaciones de clien-

tela y de fidelidad (Hespanha 2001, 11-22). Cambio que, a su vez, se ha articulado

con una relectura de la relegada historia política, institucional y económica,

integrando renovadas reflexiones y actitudes analíticas.9

En la estela de este pensamiento, actualmente es posible abordar el endeu-

damiento estatal como dinámica social y no solamente como resultado de un

8 Esto queda en evidencia en las diferentes perspectivas que, por ejemplo, presentan Dubet y Luis en su compilación: Les financiers y la construction de l’État (Rennes: Presses Universitaires de Rennes, 2011). 9 Por ejemplo, existe desde hace varios años una marcada tendencia hacia una “resocialización” de la economía, es decir, a pensarla en un sentido amplio y social (Bourdieu 2001). El ejemplo que indicamos anteriormente a propósito del libro La dette publique dans l’histoire, se enmarca en esta línea y se asocia a una antropología económica que viene desde los ya clásicos trabajos de Marcel Mauss (2007) y de Karl Polanyi (1998); con repercusiones en planteamientos más recien-tes como los de Clifford Geertz (2003) o los trabajos en francia de Florence Weber (2000; 2011; 2001). Lo encontramos también desde hace varios años en cierta economía que podríamos llamar humanista y en una renovada sociología económica (véase, por ejemplo, Hirschman 1986; Sen 1993; Granovetter 2000); y en una perspectiva aún más amplia (Boltanski y Thévenot 1991).

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“anormal desequilibrio”.10 Al hablar de dinámica hacemos referencia a la posibi-

lidad de considerar tanto las relaciones que genera el endeudamiento, como las

situaciones en que ubica a los implicados o las diferentes posiciones que puede

llevar a ocupar dentro de un entramado interinstitucional. En esta perspectiva,

uno de los primeros cambios consiste en ir más allá de las cifras y considerar la

deuda como “fenómeno social total”, según el conocido concepto del antropólogo

Marcel Mauss en su estudio sobre el don (2007). Así, buscamos incluir además

de los resultados cuantitativos, aquellos procesos que crearon dicha deuda, que

la reprodujeron o la redujeron; procesos que articularon acciones políticas, jurí-

dicas, interpersonales, culturales e institucionales, junto con las económicas

propiamente dichas. Afirmar que no nos centramos en los números, no significa

que el monto no sea importante, lo es incluso para comprender las interrela-

ciones sociales, los compromisos y los niveles de dependencia. “Si le debes a un

banco cien mil dólares tú tienes un problema, mientras que si le debes a un banco

cien millones de dólares, es el banco el que está en dificultades” (proverbio citado

por Greaber 2013, 7). Es decir, que la cantidad es un elemento constituyente del

tipo de relación que se establece, de los grados de dependencia y de las capaci-

dades de acción. En esta misma línea, se puede señalar que no es lo mismo deber

sobre la base de un crédito que entra en las posibilidades del deudor, que vivir

sobre la base de un sobreendeudamiento. El primero puede mejorar la inversión

de recursos, la situación económica general y las posibilidades de acción, mien-

tras que el segundo se puede transformar en un fardo que impide movilidad, que

condiciona cualquier acción. Entonces, ni el monto absoluto, ni el solo vínculo

social pueden entenderse aisladamente en una comprensión de sus dinámicas.

De este modo, el endeudamiento como dinámica implica no solo pregun-

tarse el cuánto, sino también el cómo. Es decir, considerar una serie de interac-

ciones que promovieron y reprodujeron dichos procesos: ¿qué papel cumplieron

los compromisos individuales y colectivos en los diferentes endeudamientos? ¿A

cuánto ascendieron las deudas? ¿Qué posibilidades de recaudación fiscal tenían

estos gobiernos? ¿Cuáles fueron las opciones (préstamos o impuestos) de recau-

dación estatal? ¿Cómo se estructuraron las posibilidades de acción, los intereses

públicos y los privados? ¿Qué organización generaron o impidieron los procesos

de endeudamiento? ¿Endeudamiento externo o interno? ¿Cómo se expresan las

presiones, negociaciones o imposiciones, llevadas en una dirección y no en otra?

Preguntas que, como ya indicábamos, nos permiten abordar el endeudamiento

como un fenómeno inserto en las complejidades de las acciones económicas y

sociales que le dieron existencia.

10 Visión del endeudamiento característica de una amplia historia económica. En Colombia véanse Meisel 2010; Meisel y Ramírez 2010; Kalmanovitz 2008.

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INTRODUCCIóNEsta es la dirección en la que buscamos avanzar. Conscientes de que no

podremos dar respuesta a todas las preguntas que puede suscitar una mirada

amplia y heterogénea como la que hemos planteado, es indispensable presentar

una delimitación temática y temporal, subrayando los puntos de interés y los

énfasis que han guiado y ordenado este estudio.

Delimitación temática y temporalDos grandes opciones marcan los límites más evidentes de este estudio: la primera

es la de dar prioridad a la deuda interna y la segunda es una opción temporal, que

define la primera mitad del siglo xix como nuestro periodo de estudio.

La deuda internaLas razones que nos llevan a interesarnos en la deuda interna, o “deuda domés-

tica” como también se la llamaba en la época, tienen que ver con la pregunta

sobre el Estado neogranadino que orienta esta investigación. Abordar la deuda

interna nos permitía captar el juego de intereses políticos y económicos locales

vehiculados en sus transacciones; a través de ella era posible acceder a un enca-

denamiento administrativo, que iba desde su manejo en las aduanas (junto con

la deuda externa), hasta la posición de los funcionarios que se encargaron de

recaudar los comunes préstamos forzosos a lo largo y ancho del territorio. Más

allá de la triada comerciantes-agiotistas-gobierno, la deuda interna involucró

otros actores en su existencia diversa y fragmentada: empréstitos a comerciantes,

préstamos voluntarios o forzosos a la población, sueldos atrasados de funciona-

rios civiles y militares, pagos de impuestos con papeles del Estado, suministros al

gobierno, compra de tierras y bienes nacionales a cambio de deuda, indemniza-

ción por la manumisión, etc.

La poca atención que la historiografía económica le ha prestado a la

deuda interna,11 se asocia sin duda con su evaluación en comparación a la deuda

11 Sobre la deuda interna del siglo xix no existe ningún trabajo publicado hasta la fecha. Hay una tesis de licenciatura en economía inédita (Ángela Milena Rojas, La deuda pública interna de Colombia durante el siglo xix (1840-1894), Universidad Nacional de Colombia, 2000) y un artículo de la misma autora a partir de este trabajo de grado (“Deuda pública interna, patrón metálico y guerras civiles: interconexiones institucionales, la Colombia del siglo xix”, Lecturas de Econo-mía 67 (2007): 195-224). Por su lado, Juanita Villaveces publicó como documento de trabajo un seguimiento de la deuda pública que incluye la deuda interna (“Formación de la deuda pública en Colombia 1821-1873”, en Serie documentos, borradores de investigación no. 84, Facultad de Economía, Universidad del Rosario de Bogotá, 2007) y José Joaquín Pinto presentó en 2012 una ponencia sobre la deuda pública en la Gran Colombia titulada “Los orígenes de la Deuda Pública en Colombia”, disponible en: http://www.aahe.fahce.unlp.edu.ar/jornadas-de-historia-economi-ca/iii-cladhe-xxiii-jhe/ponencias/Pinto.pdfSobre la deuda externa hay un mayor interés, véase por ejemplo la reciente compilación de Adol-fo Meisel y María Teresa Ramírez, Economía colombiana del siglo xix (Bogotá: fce / Banco de la

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externa, al lado de la cual siempre va a aparecer como un asunto de menor

importancia.12 Sin embargo, la subestimación de la deuda interna no se limita a

un asunto de perspectiva, también inciden sus propias características, entre ellas

el hecho de que en los informes del Estado no se dé cuenta completamente de

ella durante largo tiempo, así como el círculo de pagarla y volverse a endeudar,

el cual la hace aparecer como un monto relativamente constante e inmóvil

dentro de la estadística estatal. A través de una mirada atenta a los matices,

sostendremos en este estudio la significativa incidencia de la deuda interna en el

desempeño fiscal del Estado.

La primera mitad del siglo XIXEn cuanto a la opción temporal nos limitamos a las primeras décadas del siglo

xix. Entre Colonia y República estos años expresan una gran indefinición dentro

de la cual el seguimiento de su deuda es, en términos cuantitativos, eviden-

temente problemático.13 Observar las incertidumbres sobre las que se crea, la

continua renegociación que la transforma y las manipulaciones poco estanda-

rizadas en las que se maneja, permite, sin embargo, entender un proceso reve-

lador de los proyectos estatales que se impulsaron a lo largo del siglo, los cuales

tuvieron sustento en las trayectorias que se establecieron en estos primeros

cincuenta años de “indefiniciones” republicanas.

Estudiar cualquier periodo de transición trae consigo la dificultad de

definir con certeza dónde empieza y dónde termina, incluso cuando aclaramos

que estamos en un periodo de transición, persiste la dificultad de definir su inicio

y su final. Reconocer la dificultad no significa, de ningún modo, evitarla; las

necesidades de toda investigación exigen acotar un trabajo, que de otra manera

sería infinito. Tratándose de deudas, nos pareció lo más acertado referirnos a

las guerras como criterio de periodización. La deuda pública encontró un nuevo

ciclo con cada guerra. Esta afirmación sigue siendo pertinente aun cuando en el

trabajo de investigación realizado hayamos comprendido que la deuda interna

no es una simple consecuencia de las guerras. Tomando entonces las guerras

como hitos que actualizan los endeudamientos, nuestro trabajo empieza con las

República, 2010) y algunos trabajos específicos anteriores como el de Mauricio Avella, Anteceden-tes históricos de la deuda externa colombiana (Bogotá: Banco de la República, 2003), o el de Rober-to Junguito Bonnet, La deuda externa en el siglo xix (Bogotá: Tercer Mundo Editores, 1995).12 Para dar una idea de las proporciones numéricas entre deuda interna y deuda externa, en 1839 la deuda externa representaba el 80% de la deuda pública, porcentaje que tendió a aumen-tar. En el capítulo 2 trabajamos estas cifras y sus razones.13 Recientes estudios fiscales sobre las primeras décadas del siglo xix ponen de relieve, sin embargo, el poco interés que se ha puesto en consultar directamente los archivos de Hacienda, contentándose por lo común con tomar lo que dice (o no dice) el gobierno sobre estos datos en sus discursos o textos impresos (véase Pinto 2011, 289-340; Díaz 2013, 129-164; Muñoz Rodríguez 2010, 45-85).

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INTRODUCCIóNguerras de Independencia y concluye con la guerra que definió completamente

la organización política federal, ocurrida entre los años 1859 y 1862. Entre una y

otra, cuatro guerras más (ocurridas en 1830, 1839-1842, 1851 y 1854), establecen la

secuencia de endeudamientos que examinaremos.

La indeterminación del periodo estudiado no trae solo el problema de la

definición cronológica, tampoco es muy claro cómo debemos nombrarlo: ¿Nueva

Granada o Colombia? Durante el siglo xix, la actual Colombia fue centro de

varias unidades territoriales: 1) del virreinato de la Nueva Granada hasta 1810 y

entre 1816 y 1819; 2) de la República de Colombia (la Gran Colombia, 1820-1831,

siendo la Nueva Granada uno de sus departamentos); 3) de la República de la

Nueva Granada (1832-1858); 4) de la Confederación Granadina (1858-1861); 5) de

los Estados Unidos de Colombia (1861-1886); y 6) a partir de 1886, de la República

de Colombia. La historiografía del siglo xix habla normalmente de Colombia,

a pesar de que durante los primeros sesenta años el nombre que predominó fue

el de Nueva Granada. Por tratarse de un trabajo justamente sobre esta primera

mitad del siglo, usamos con mayor frecuencia la designación de Nueva Granada,

nombre con el que lo definieron cinco de las seis constituciones promulgadas en

las primeras décadas del siglo y origen del gentilicio neogranadino, con el que se

referían a sí mismos quienes allí habitaron en esa época.

Contenido y estructura generalCon este estudio queremos propiciar la formulación de nuevas preguntas acerca

de los procesos de endeudamiento y sus múltiples dimensiones, especialmente

su relación con la conformación estatal. Para esto hemos buscado apoyarnos en

documentos de archivo o publicaciones de la época para guiar el trabajo, de la

forma en que lo hemos definido en esta introducción.

Utilizamos varios tipos de documentos, oficiales y no oficiales, muchos

con carácter de informe económico como memorias e informes de Hacienda14,

contratos de empréstitos, contratos de suministros, registros de vales y recibos

de préstamos, etc. Igualmente, recurrimos a otros registros como discusiones

en las Cámaras, leyes y disposiciones, diversos informes civiles y militares,

etc., junto con memorias personales, pleitos judiciales, protestas y representa-

ciones de ciudadanos y prensa. En suma, trazos dispersos que podían aportar a

la comprensión del fenómeno social del endeudamiento público. Comprensión

que, como veremos, con frecuencia se aleja de la explicación llana, para incluir la

posibilidad de simplemente constatar la confusión, buscando entender el nivel de

14 Una de las características del proyecto SBLA, en el que se realizó esta investigación, es utili-zar como base de las diferentes investigaciones y punto de partida las Memorias de Hacienda en cada país.

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incertidumbre y de poca información certera en la que se movían quienes en su

actuar gestionaron las deudas del Estado.

Este trabajo se ordena en dos partes, cada una con tres capítulos. En la

primera parte se siguen los trazos correspondientes a la instalación institucional

de la dinámica de endeudamiento estatal, partiendo de prácticas coloniales,

hasta llegar, medio siglo más tarde, al endeudamiento como base de su fiscalidad.

La segunda parte incursiona en algunos casos en los que se puede percibir la

densidad de los tejidos sociales en los que se dan estos mismos endeudamientos.

Al inicio de cada parte hacemos una breve presentación de cada capítulo, para

facilitar la lectura y para resaltar la no tan evidente articulación de los diversos

aspectos que trae el endeudamiento en su desarrollo.

La exposición y el orden de los capítulos no son estrictamente crono-

lógicos, pero guardan cierto orden temporal, puesto que en una trayectoria el

orden de lo que va sucediendo hace parte de su explicación. Iniciamos, así, con la

Independencia y la Gran Colombia, continuamos con la división y conformación

de la Nueva Granada, luego abordamos la Guerra de los Supremos en la década

de 1840, el golpe de José María Melo en 1854 y, finalmente, el proceso que cierra

la existencia de la Nueva Granada e inaugura el pleno desarrollo de la experiencia

federal con los Estados Unidos de Colombia en 1863.

Cada capítulo, al tiempo que presenta un momento en la secuencia histó-

rica del endeudamiento, plantea una problemática. En el primero, la pregunta

es sobre la continuidad y discontinuidad entre Colonia y República, sobre lo

necesario que puede ser ver con otros ojos las supuestas “barreras” que imponen

los periodos y constatar que en realidad están llenas de fugas y continuidades.

En el segundo, se aborda el problema de la institucionalización, con sus compo-

nentes legal y orgánico, social e interpersonal, insertos en una lógica monetaria

particular, con sus herencias coloniales y sus innovaciones republicanas. En el

tercero, ponemos en discusión la principal fuente de información que se tiene

sobre la fiscalidad decimonónica (las Memorias de Hacienda), se analiza lo que

dicen y no dicen las cuentas oficiales y se observa el aprendizaje técnico que

significó para la administración llevar las cuentas de sus deudas para poder

programar rentas y gasto en sus presupuestos. En el cuarto, el problema es el de

las relaciones y las acciones sociales en un momento de confrontación bélica,

acerca de con quién y cómo se adquieren las deudas y las posibles consecuencias

de estos compromisos económicos. En el quinto, se plantea la dimensión coti-

diana y excepcional del endeudamiento, sobre el corto y el largo plazo, sobre la

opción entre el préstamo y el impuesto. Finalmente, en el sexto capítulo, propo-

nemos ver las superposiciones entre la administración, la especulación y la

política, como expresión de redes personales e intergrupales que en sus interac-

ciones recurren constantemente a diferentes tipos de endeudamientos cruzados

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INTRODUCCIóNy superpuestos, que se acotan y se posibilitan entre la necesidad y la oportunidad

de deudores y acreedores, creando un juego de tensiones en el que se decidió,

mediante encadenamientos de múltiples elecciones, la aplicación y el origen de

los recursos del Estado.

En suma, la propuesta de reconstitución de relaciones interpersonales

que traen las deudas, como “buen camino” de comprensión de los procesos esta-

tales, encarna el compromiso con una manera particular de entender tanto el

Estado como sus deudas, pues son dos visiones que se corresponden: las deudas

creando procesos de estatalidad y los procesos de estatalidad generando deudas.

En los seis capítulos que componen este trabajo iremos definiendo las implica-

ciones que presenta esta relación bajo la perspectiva propuesta, buscando en cada

caso concreto entender de qué manera “a la luz de sus deudas”, se expresan las

complejidades de la formación estatal colombiana en el siglo xix.

Los procesos de endeudamiento son una clave para la comprensión de la trayectoria histórica del Estado colombiano. A lo largo del siglo XIX, la deuda pública no significó simplemente una parte de su fiscalidad, sino su eje y su dinámica de funcionamiento: los recursos del Estado estuvieron sistemáticamente mediados por una serie de compromisos; vales, billetes y bonos que circularon respondiendo a intereses heterogéneos, públicos y privados. Esta situación implicó una formación estatal “a crédito” que terminó pagando con creces un funcionamiento que escapaba sistemáticamente a los reiterados intentos de planificación y de control.

Este libro trata la época neogranadina del Estado colombiano, observando cómo los diversos endeudamientos crearon cadenas de interdependencia que estructuraron lo posible, lo necesario y lo contingente de su trayectoria; en él se busca comprender cómo, a la luz de sus deudas, se expresaron las complejidades que le dieron existencia. En este camino de investigación, se abandona una lógica de causas y de consecuencias, de razones profundas o superficiales de explicación, para comprometerse con un análisis de procesos históricos en los que se superponen aspectos diversos para organizar configuraciones particulares.

Otros títulos publicados por la Editorial Pontificia Universidad Javeriana:

La fábrica del hombre. Historias de viajes y usos de los libros del Nuevo Reino de Granada en el siglo XVIIJosé Luis Guevara Salamanca

Masonería, Iglesía, Revolución e IndependenciaJosé Antonio Ferrer Benimeli, S. J.

Vitrolas, rocolas y radioteatros. Hábitos de escucha de la música popular en Medellín, 1930-1950Carolina Santamaría-Delgado

Pilar López-Bejarano

Es antropóloga (Universidad de los Andes) y doctora en Historia y Civilización (EHESS, París);�investigadora del proyecto State Building Latin America (European Research Council, Advanced Grant 230246); Investigadora asociada al Axe de Recherche État, Institutions et dynamiques sociales dans les Amériques, XVIIIe-XXIe siècle (Mondes Américains UMR 8168, CNRS-EHESS- Paris); miembro del “Grupo de Investigación en Imperios, Metrópolis y Sociedades Extraeuropeas (GRIMSE)” Universitat Pompeu Fabra, Barcelona; y catedrática de la Universidad del Rosario en Colombia.

Entre sus publicaciones sobre el tema se encuentran: “Organization and Uncertainty. The Administrative Dynamics of the Secretary of the Treasury of New Granada (1806-1851)” En Latin American Bureaucracy and State Building Process (1780-1860). Cambridge Scholars Publishing; “La hacienda pública neogranadina a la luz de sus deudas, primera mitad del siglo XIX”. Revista de Historia nº69, Universidad de Costa Rica; “La justicia de una deuda. El fuero eclesiástico y la deuda pública neogranadina en el período revolucionario”, Illes i Imperis, nº15, UPF; “Empréstitos para la guerra/entramados de la acción. Nueva Granada 1839-1842” En Las fuerzas de guerra en la construcción del Estado: América Latina, siglo XIX. Prohistoria, Rosario (Argentina).

UN ESTADO A CRÉDITOPilar López-Bejarano

UN ESTADO A CRÉDITODEUDAS Y CONFIGURACIÓN ESTATAL DE LA NUEVA GRANADA EN LA PRIMERA MITAD DEL SIGLO XIX

Pilar López-Bejarano