rio por el dr. hugo leiva c

38
Hospital Clinico de Ninos Roberto d:\ Rio Clinica del 'Prof, S>croggie. Caja de Segaro Obligatorio. Seccion Madre y 'Nino. Por el Dr. HUGO LEIVA C. Medico residcnte y medico ad- : honorem del .Servicio dc TransflusionKs del Hospital CM in ico de Ninos Roberto del 'Rio. Medico de la Central de Transfusion Sanguines Infant!! de ;b Caja de Soguro Obligatorio. y por el Dr. MAX SCHEPELER V. Medico residtnte y medico ad-bono-rem del Setvicio de Transfusiones del Hospital Clinico di,- Kinos Roberto, del Rio. . . El objeto de este trabajo .es exponer la labor desarrolla- da durante el ano 1940 en el Servicio de Transfusiones la Clinica del Prof. Scroggie, Hospital Clinico da Ninos "Ro- berto del Rio", y en la Central de Transfusion Sanguinea Infantil, Seccion Madre y oNino; de la Caja de Seguro Obli- gatorio; y contribuir con nuestra experiencia al estudio de la tecnica y 'accidentes, de las indicacipnes mas frecuentes y de los resultados de la transfusion de .sangre en las enifsrme-da- des de la infancia, . Comenzaremos haciendo una 'breve resena hist6rica de la transfusion de sangre en el Hospital Roberto del Rio- En el ano 1921, el Prof. Arturo Scroggie utiliza, por primera vez en Chile, la hemoterapia en el nifio; hace la inyeccion intramuscular de pequenas dosis de sangre de uno de los pa'd'res, con el fin de levantar la inmunidad en los Tra'bajo de incorporaclon a la Sociedad de Pedialn.a.

Upload: others

Post on 30-Jul-2022

1 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: Rio Por el Dr. HUGO LEIVA C

Hospital Clinico de Ninos Roberto d:\ RioClinica del 'Prof, S>croggie.

Caja de Segaro Obligatorio.Seccion Madre y 'Nino.

Por el Dr. HUGO LEIVA C.Medico residcnte y medico ad-:honorem del .Servicio dc TransflusionKs del

Hospital CM in ico de Ninos Roberto del 'Rio.Medico de la Central de Transfusion Sanguines Infant!! de ;b Caja de Soguro

Obligatorio.

y por el Dr. MAX SCHEPELER V.Medico residtnte y medico ad-bono-rem del Setvicio de Transfusiones del

Hospital Clinico di,- Kinos Roberto, del Rio. . .

El objeto de este trabajo .es exponer la labor desarrolla-da durante el ano 1940 en el Servicio de Transfusiones d«la Clinica del Prof. Scroggie, Hospital Clinico da Ninos "Ro-berto del Rio", y en la Central de Transfusion SanguineaInfantil, Seccion Madre y oNino; de la Caja de Seguro Obli-gatorio; y contribuir con nuestra experiencia al estudio de latecnica y 'accidentes, de las indicacipnes mas frecuentes y delos resultados de la transfusion de .sangre en las enifsrme-da-des de la infancia, .

Comenzaremos haciendo una 'breve resena hist6rica dela transfusion de sangre en el Hospital Roberto del Rio-

En el ano 1921, el Prof. Arturo Scroggie utiliza, porprimera vez en Chile, la hemoterapia en el nifio; hace lainyeccion intramuscular de pequenas dosis de sangre de unode los pa'd'res, con el fin de levantar la inmunidad en los

Tra'bajo de incorporaclon a la Sociedad de Pedialn.a.

Page 2: Rio Por el Dr. HUGO LEIVA C

TRAiNSFUSION DE SANGRE EN PEDIAJ-RIA . 3 8 7

distroficos.-Era el ano 1922-, el Dr., N. Taborga presentasu Memoria sobre la hemoterapia e n ^ e l recien nacido.

El ano 1923 se intsnto-la inyeocion Lntrapetitoneal desangre. Este procedimiento se abandono despues de baber en-contrado sangre coagulada en el peritoneo, a raiz de una in-t^rvenjcion quirutfgka practicada varies dias despues de latransfusion intraperitoneal.

El ano 1925 se. hicieron las. primeras transfusiones in-travenosas en el lactante distrofico. No se hada :determina-cion de grupos sanguineos, y la sangre citratada se inyectabaa presion en el seno longitudinal superior, a traves de lafontanela anterior, con jeringa 'de 20 cc. Los resultados fue-ron tan malos, que d-espues de algunos ensayos se.renuncipal empleo de la transfusion «n el lactante.

E>esde el ano 1927 se recurre nuevamente a la trans-fusion, sin determinacion ,de grupas sanguineos y con lamisma tecnica, pero con mayores precauciones; $e inyectabauna pequena canridad de sangre y d^spues se esperaba. paraobser\rar la tole'rancia del enfermo, s i -este no presentaba nin-gun accidente, se terminaba la transfusion. Si Ibien es ciertoque hubo muchos casos fatales, algunos por probable in-compatibilidad de grupo y otros por hematoma intracranea-no, los resultados no fueron tan malos .como en la epocaanterior.

En el ano 1929, a raiz de la Memoria hecha por elDr. Hernan Sanhueza en la Maternidad de San Vicente, so-bre grupos sanguineos, el Dr. Alfonso Costa introdujo esteexamen en el Hospital, Al comienzo solo se hizo con finesde investigacion- Despues se aplico en las transfusiones delnino mayor, que comenzaron a hacerse en e-sta epoca. En ellactante siguieron .haci^ndose transfusiones sin determinar gru-pos, pues existia la conviccion de que este era incapaz deformar aglutininas espedficas.

Durante este misnio periodo y en vista de los fracasoaobservados con la- inyeccion intrasinusal, se tento nuava-mente la inyeccion intraperitoneal, para vblver a abando-.narla; porque ,en varias, autopiias se enco'ntro sangre eoa-gulada en el peritoneo, despues de .Varios dias de hab-er he-ch'ola transfusion. . v

En el curso del ano 19-30-, se comienza a hacer en formasistematica, la detetminacion de gtupos, previa a toda-trans-fusion. . . . . . .

Por otra parte, el Dr. Victor de la- Maz-a, -introduce

Page 3: Rio Por el Dr. HUGO LEIVA C

388 REVISTA CHILENA DE PEDIATRIA

ese ano una modificacion en la tecnica de la transfusion, queconsiste en la inyeccion lenta, no a presion sino por grave-dad, de la sangre extraida en jeringas de 50 6 100 cc. Evito,de esta manera, el peligro del hematoma intracraneano y losfenomenos de compresion cerebral consecutivos. En el ano1931, ideo un aparato de inmovilizacion para el lactante ytijo normas precisas sobre la tecnica de puncion del seno. Enma'rzo de 1932, el Or. de la Maza publica en "Archives delHospital de Ninos "Roberto del Rio", un trabajo sobre latecnica de la transfusion sanguinea en el lactante.

Con la tecnica descrita por el Dr. de la Maza, y con ayudade su aparato de inmovilizacion, se siguio empkando el re-curso de la transfusion, en forma regular-.

En el ano H :935, los Internos Sres, Hugo Leiva, ManuelNei'ra y Max Sdhepekr, modifican la tecnica de la transfu-sion y comienzan a utilizar en el lactante, las venas perife-ricas de los miembros, por puncion directa Por otra parte,en vez dz 'hacer la inyeccion de la sangre por gravedad. lohacen a presion, con jeringas de 50 a 150 cc-

En el ano 1936, el Dr. Hugo Leiva, pTesenta a la So-dedad Chilena de Pediatria, una comunicacion sobre los re-sultados obtenidos despues de un ano de labor en el empleode la fkboclisis continua y la transfusion de sangre en eltratamiento del sindrorrie toxico del lactante. Describe de-talladamente la tecnica de la puncion directa de las venassuperficiales y, entre las conclusiones, afirma que las venasperifericas de los miembros son accesibks a la puncion di-recta, en el 100 % de los casos, cualesquiera que sean laeda'd y el estado nutritive del lactante.

Como consecuencia logica del perfeccionami'ento de latecnica se pudo hacer un mayor numero de transfusiones porunidad de tiempo, lo que trajo tambien una mayor deman-da de las mismas.

Lkgamos asi a fines 'del ano 1937, epoca en que la exi-gencia de los distintos Servicios obligaron a centralizar estaatencion y a extenderla, por primera vez en Chik, a los en-fermos de policliTiico. Se creo, en esa forma, el Servicio deTransfusiones del Hospital "Roberto del Rio",

Posteriormente, en rnarzo de 1939, la Caja de SeguroObligatorio, que controla por intermedio de su Seccion Ma-'dre y Nino, mas o menos 20,000 lactantes en la ciudad deSantiago.se ye tamfcien en la necesidad de crear la Centralde Transfusion Sanguinea Infantil.

Page 4: Rio Por el Dr. HUGO LEIVA C

TRANSFUSION DE SANGRE EN PEDI ATRIA 389

Tecnica

La tecnica que describimos, es el fruto de nuestra ex-periencia de 6 anos de tra'bajo, en que hemos practicado ocontrolado mas de 18,000 trans'fusioncs en el nino.

Despues de haber ensayado la transfusion -directa y dehaber ^xperimentado los inconvenientes que su empleo tieneen el nino y sobre todo en el lactante, practicamo's exclusi-vamente la tranfusion mdirecta de san-gre fresca citratada.Consideramos que este procedimiento no presenta ningunadesvcntaja, comparado con aquel. Ademas, creemos habersimplifkado al miaximo la tecnica, compatible con la co-rrects ejecucion de la transfusion de sangre.

Determinacion de grupos sanguineos:

Usamos plasma citratado de los 'grupos II ( A ) , III (B)y IV (O) segun la clasificadon de Moss. Preferimos el plas-ma, porqu.a estudios comparatives nos ban demostrado quetiene un mayor poder sglutinante que el suero: ademas, supreparacion es mas facil .

Empleamos el procedimiento de Beth-Vincent-Tzanck-Para hacer la mezcla plasma-sangre utilizamos un^ placa deporcelana blanca con cxcavaciones; porque nos permite ha-cer una mezcla homogenea con mayor facilidad y apreciaren mejores condiciones cualquier reaccion en la suspensionde los globules, deibido al contraste.

La pTueba directa, que hacemos con plasma del receptory sangre del dador, la empleamos excepcionalmente y soloen los cases dudosos.

Para preparar el plasma extraemos la sangre, segun elmismo procedimiento que para la transfusion. En seguidadejamos sedimentar los globules o la centrrfugamos. El plas-ma asi obtenido lo mezclamos, para su conse'rvacion, conChinosol al 10 l/f en la proporcion de una 'gota por cadacentimetro cubico de plasma.

Preferimos preparar cada uno de nuestrps plasmas consangre de un solo dador, en que hayamos comprobado unalto poder aglutinante. Es necesario tene'r presente que, asicomo el tenor en a'glutininas varia de una persona a otra,tambien se observan fluctuaciones en la misma persona; poresto conviene hacer controles previos a la praparacion deplasma etalon. Ademis, es conveniente hacer controles perio-

Page 5: Rio Por el Dr. HUGO LEIVA C

390 REVISTA CHILENA OH PEDIATRIA

Foto N.'-' 1.—Material paora disbsir;miinaci6n die grupos,(Fctografia original).

dices del poder aglutinantc <ie los plasmas preparados; por-que todos 'experimentan, con mayor o menor rapidez, unadisminucion d-e esta propiedad, a medida que envejecen,

Durante el aiio 1940, hicimos 3444 det^rminaoonesde grupo y la frecuenda de los distintos grupos, fue la si-guiente;

Grupo "O" 2.080 60,399VGrupo "A" 1.019 29,59%Grupo "B" 255 7,609VGrupo "AB" 90 2.61 </<

Material de transfusion: (Foto N.9 2).

Jeringas de cristal de 50, 100 y 150 cc. Agujas inoxi-dables die bisel mediano y de 30 x .12/10 mm., para la ex-traccion de la sangre.

Citrato de so'dio neutro al 3,8%; usamos la solucionisotonica para evitar en lo posible la a;lteracion de los ele-.mentos figurados.

Page 6: Rio Por el Dr. HUGO LEIVA C

TRANSFUSION DE SANGRE EN PEDIATRIA 391

Jeringas de 2 cc% agujas inoxidafoles, de bisel corto yde 25 x 8/10 mm. para la puncion venosa del lactante; enel nifio mayor usamos agujas de 25 x 10/10 mm.

Un tubo de goma de 30 cm. de largo y una Have dehipodermoclisis, para con<ectar la jeringa ;de transfusion ala aguja del receptor.

Foto N.'1 2.—Material de transfusion.XFotografia original!).

Extraccion de la sangre: (Fotos Nos. 3 y 4).

Como vias de extraccion empleamos exclusivamente lasvenas del plie'gue del codo.

No usamos anestesia local en el dador, porque la prac-tica nos ha demostrado que es innectesaria. En jiosotrosmismos hemos experimentado que la puncion corrects pro-duce tanto dolor como la introduccion de la aguja hipoder-m iri

Page 7: Rio Por el Dr. HUGO LEIVA C

otn-O

Page 8: Rio Por el Dr. HUGO LEIVA C

TRANSFUSION DE SANGRE EN PEDIAXRIA 393

Con la aguja montada en la jcringa de 50, 100 o 150cc.f segun sea necesario, aspiramos la solucion d'e citrato desodio en la proporcion de una parte por nueve pa-rtes d-e.sangre que se t rasfunda.

Llenamos al maximo la vena etegida (ligadura delmiembro, movimientos activos y rrusajes). Una vez con-seguido esto, verificamos su situadon, direccion y profun-didad por medio dz la inspeccion y de la palpitacion y pro-cedemos a la puncion con un movimiento corto y rapido.Debemos procurar que la aguja penetre formando con lapiel, un angulo de unos 45- ; -en esta forma se evita un tra-yecto inutil y doloroso a traves de los tejidos. Al caer en ellumen de la vena 'se reouce, para mayor comodidad, esteangulo de puncion y se procede a la aspiracion de la sangre.

Preferimos .?! empleo de agujas re la t ivamente gruesas,porque nos permite una extraccion mas rapida. Con esto sedisminuyen al maximo las posibilidades de coagulacion dela sangre y s? evita al dador una maniobra prolongad^ qv.ees desagradable y que llcva muchas veces al sincope.

Una vez exCraida la cantidad necesaria d? sangre y dehaber hccho mas homog-i-nea la mczcla con cl citrato de so-dio, se adapta el tubo d? goma y se cxpulsa el aire de suinterior.

Inyeccion de la sangre:

Consideramos como vias normales de inyeccion, lasvenas del plie^ue del codo y las vena.s del dorso de la mano.ya (se trate de un 'rccien nacido, lactante o nino mayor. Soloexcepcionalmente recurrirnos a otras vias, ya sea cuanJo lasanteriores se ban inutilizado o cuando lo hemos hccbo porvi^ de cnsavo.

Para corr^borar 10 anterior, cxponemos los datos -^s-tadisticos tornados en el Hospital, donde dejamos constan-cia de la via de inyeccion en las 3,759 t ransfusiones p rac -ti.cadas en el afro 1940.

Pliegu3 del codo . . . 2.588Dorso de la mano . . . 1.078Safena interna a nivel del

maieolo 51 1.3 </<Yugulares externas 25 0,66/vRadial .. .' . 9 0 24 %Epicraneanas 8 0 .239r

Page 9: Rio Por el Dr. HUGO LEIVA C

REVISTA CHILENA DE PEDIATRIA

En las 2,323 transfusiones practicadas en la Caja deSeguro durante el ano 1940 (todas ellas en recien nacidosy lac tantes) , solo ihemos utilizado como via de inyeccionlas venas del pliegue del codo, dorso de la mano, safena in-tern a y radial.

Debarnos citar el hecho de que en dos ocasiones, en dosenfermos eel Policlinico del Hospital y en los cuales ya sehabian hecho varias transfusiones, fue imposible encontrarvia de inyeccion; antes que recurrir ,al seno longitudinal,preferimos esperar dos dias. En ambos enfermos pudimosterminal las series de transfusiones indicadas; en uno diezy en el otro cinco transfusiones.

En jeringas de 2 cc- montamos agujas de 25 x 8/10 mmo da 25 x 10/10 mm, se'gun se trate de un lactante o ninomayor respectivamente y aspiramos Vi cc, de la solucion d e -citrato de .sodio. Con estos elementos procedemos a la pun-cion venosa del receptor. Solo en casos excepcionales hemostenido que recurrir a agujas de menor calibre (7/10 y aun6/10 mm) .

Nos referiremos en forma exclusiva a la tecnica de lapuncion venosa en el recien nacido y lactante, ya que la delnino mayor no difiere practicamentc en nada de la del adulto.

Antes de proceder a la-puncion, es convenient^ hacerun rapido examen de las distintas vias ya expuestas parapoder elegir aquella que nos ofrezca rnayores posibilidadesde exito y evitar sufrimientos al nino,

En el nino distrotfico, como consecuencia de la dismi-nucion del paniculo adiposo, son facilmente accesibles a lainspaccion, gran numero de venas de los miembros. La faltade turgor de los tejidos las hace escurridizas, por lo que de-bemos tener especial cuidado de fijarlas en el momento dela puncion.

En el nino con paniculo a'diposo conservado son, engeneral, mis accesibles las venas del pliegue del codo; enestos casos, es la palpacion el unico guia que nos precisa lasituacion exacta de la vena.

En -el nino con edema, es indispensable rechazarlo, me-diante masaje suave, de la region donde pretendemos hacerla puncion. Generalmente esto se consigue con mayor facili-dad a nivel del pliegue del codo.

Los nines con trastornos circulatorios graves, colapsoperiferico o escleroedema, son los que presentan mayores di-'ficultades para la puncion. En ellos >es nec-esario recurrir,

Page 10: Rio Por el Dr. HUGO LEIVA C

TRAN'SFU'SION DE SANGftE EN PEDIATRIA

muchas veces, al bano caliente, ya sea local o general- Tarn-bien en estos casos, son las v-enas del pllegue del codo las que,por su mayor volumen y presion v-enosa, permiten con ma-yor frecuencia, la puncion.

Cuando hemos elegido la via de inyeccion, encargamosa un ayudante que inmovilice el miembro correspondientesobre un cojin duro (Foto N." 5) . En seguida preparamos

Foto N.v 5.—InmoTildza'Cian. del miernihro y p-ropara'cion die la ven-a.(Foitograifia origina1!).

la vena, es decir, procuramos llenarla al maximo medianteligadura de un segmento proximal y masaje; ademas preci-samos su situacion exacta y su grado de movilidad. Unavez localizada, debemos fijarla para evitar que se escurraante la aguja; esta fijacion adqukre especial importancia enlos ninos con disminucion o perdida del turgor.

'La puncion propismente tal -corJsta de dos tiempos:puncion de la piel, que se hace d-s acuerdo con lo expuestoen la extraccion (Foto. N.1-1 6).

Page 11: Rio Por el Dr. HUGO LEIVA C

396 REVISTA CHILENA DE PEDIATRIA

Ksta maniobo provoca, casi siempre, movlmi-entos ldedefensa, par lo cual uns vez atravesada la piel debernos ve-rifica* nuevamente la situacion de la vena. Guiados por lapalpacion llevamos la a'guja hasta tocar la vena; nos da-tnos cuenta d'e esto, tan to por el dedo guia, como por larzsistencia elastica qu^e ofrcce a la aguja. Con otro movi-miento corto y rapido se bace la puncion venosa propia-mente tal. En segu'ida, debcmos hacer avanzar la aguja dentrode la vena, tanto como sea po'sible, para asegurar la per-manent: ia en su intC'rior.

Esta maniobra :,e realiza empujando lenta y . s imul-taneamente el embolo y la jeringa llena de sangre por aspi-racion, sin imprimir ana -direction ds terminada. Con esteprocedimi^nto, a) mismo tiempo que avanza la aguja, lasparedes venosas se van distendien'do al maxiTio, con lo quose evita atravesar el vaso- Genaralmente se consigue su intro-duccion casi total y se obtiene la seguridad d? qua permanezca enel lumen, a pesar de los movimientos que ejecute el nino, (Fc-tos N.os 7 y 8) ,

Page 12: Rio Por el Dr. HUGO LEIVA C

TRANSFUSION DE SANGRE EN PEDIATlRIA 397

Page 13: Rio Por el Dr. HUGO LEIVA C

398 KEV1STA CHIIJENA DE PEDIATRIA

Retiramos la venda elastica y, para tener una mayorseguridad de una puncion !venosa correcta, podemo.s aspirare inyectar sangre una o varias veces.

Se desmonta rapidamente la jeringa para evitar que secoagule la san'gre en la aguja, y &e adapta la Have de hipo-dermoclisis; se abre esta y se comienza la inyecdon. (FotosN.os 9, 10, 11 y 12) .

Foto N." 9.—Transfusion en uoa vena (Je(•Fotogiraifia original).

pli-egus del codo.

La solucion co'locada en la jeringa nos per.nite d3ter-minar el momento precise en que la aguja penetra en la vena,pu-es en forma casi instantanea aparece sangre en la jerin-ga. (Foto N." 7). Si olA'i'damos este detalle nos exponemos

Page 14: Rio Por el Dr. HUGO LEIVA C

TRANSFUSION DE SANGRE EN PEDIATRIA

a atravesar la vena; porque la escasa presion venosa de .estospequenos vasos es incapaz de rechaza* -el embolo de una je-ringa vacia. Utilizamos jeringas cuyo embolo d-esliza fa-

Foto N." 10. en una vena dtel pliegneoriginal).

d-el Cc'do.

cilmente. Sin embargo, no es raro observar el hecho de queno aparezca sangre en el interior de la jeringa, a pesar de quela -aguja haya pen^trado en el lumen venoso, en nifios con co-lapso circulatorio o en venas de calibre muy pequeno. Solola practica permite utilizar estas punciones ciegas.

Page 15: Rio Por el Dr. HUGO LEIVA C

400 REVISTA CHILENA DE PEDIATRIA

Foto N.1-' 11,—Transfusion en una •vena del dorse ds la mano.(FC'togra.fia original).

Page 16: Rio Por el Dr. HUGO LEIVA C

TRANSFUSION DE SANGRE EN PEDIATRIA 401

Cantidad de la sangre y velocidad de inyeccion.

Consideramos que en las afecciones de caracter medicola sangrs transfundida actua principalmente en cuanto a ca~lidad y que, en general, es innecesario y a veces perjudicial;recurrir a las grandes dosis- Debemos tener presente que lacant idad total de sangre en el nino, es pequena, ya que, se~gun opinion de distintos autoras, oscila entre un 10,5 y un7,5 (/< del peso del cuerpo, o sea de 105 a 75 gramos porkilogramo de peso.

Es imposible fijar -normss precisas sobre la cantidadde sangrg y la velocidad de inyeccion* Estas dependeran devaries factores, principalmente de la naturaleza del cuadro,edad del enfermo, condiciones generales de nutricion y con-viiciones e.speciales del sistema circulatorio.

En la practica observamos que la cantidad de sangre yla velocidad de inyeccion, van estrec'hamente ligadas; a ma-yores dosis rektivas es necesario imprimk una m-enor velo-cidad. Como excepcion casi unica a esta regla practica, te-nemos las h^morragias.

En el recien nacido y lactante nuestras dosis fluctuanentre 5 y 20 cc por kilo de peso. En el nino mayor em-ple^rnos dcsis manores, ,entre 2 y 10 cc por kilo de peso,Como termino medio inyectamos al-rededor de 10 cc porkilo de pzso en el recien nacido y lactante, y alrededor de 5 cc.por kilo de peso en el nino mayor.

Estas dosis. relativamente pequenas, en relacion con lasque preconiz^n muchos autores, las compansamos en formaventajosa con. la repetition de las transfusiones. En general,hacemos series de 3 a 6 transfusiones >repetidas al principiocada 2, 3 o 4 dias. y despues con intervalos mayores.

Respecto a la velocidsd de inyeccion, debemos hac^respecial hincapie sobre la importancia que tienen las condi-ciones de adaptacion y suficiencia del sistema circulatorio delenfermo. En el recien nacido, debil congenito y prematuro,por el solo hecho de serlo, ddbemos practicar siempre unainyeccion lenta; si olvidamos esto podemos expone'rnos aaccidentes graves. En los procesos toxi-infecciosos o con insu-ficiencia circulatoria, debemos tomar iguales precauciones,por el peligro de una sobrecarga brusca en el trabajo del co-razo-n.

En general, llamamos inyeccion lenta a la que se hacca menos de 5 cc- por minuto, y rapida a la que se hace a masde 20 cc por minuto. La velocidad de inyeccion en nuestras

Page 17: Rio Por el Dr. HUGO LEIVA C

402 REVISTA CHILENA DE PEDIATRIA

transfusiones, fluctua entre 2 y 30 cc. por minuto; como ter-mino medio esta velocidad varia entre 10 y 15 cc. .por minuto,salvo los primeros 5 6 10 cc. que siempre se iny-2ctan mas len-tamente para evitar accidentes por una posible incompati-bilidad (prucba biologica de seguridad).

Tambien hemos practicado la transfusion gota a gotaen casos excepcicmales de insufidencia circulatoria grave; losresultados ban sido excelentes en lo que se refiere a su tole-rancia.

Dadores de sangre.

Los principales dadores son los padres; en seguida, enorden de frecuencia, los parientes y amigos; en ultimo terminolos dadores voluntarios del personal, que solo ocupamos encasos de urgencia. Segun nuestros datos estadisticos, en el 73 %de los enfermos atendidos fueron los padres los dadores, y so-lamente en un 27 % de los casos, fue necesario recurrir aotros dadores. Al hablar de los padres, nos referimos en formacasi exclusiva a la madre, que en mas del 90 (/c de estos casoges la que da la sangre.

El dador debe reunir dos requisites fundamentales: tenergrvpo sanguineo compatible con el receptor y ser sano, en es-

• pecial no sufrir ninguna eniermedad infectocontagiosa. A nos-otros nos basta que el grupo del dador sea compatible con eldel receptor, es decir, que los globulos rojos de aquel no sean

aglutinados por el plasma de este; porque no hemos obser-vado ninguna di'ferencia, en ningun sentido, con el empleode sangre del mismo grupo o simplemente compatible; aun-que teoricamente deberia ser mejor tolerada la sangre delmismo grupo-

Respecto a las condiciones de salud del dador. tienen es-pecial importancia por su frecuencia en nuestra clkntela hos-

pitalaria, la lues, la tuberculosis y la desnutricion. La lu-asccnstituye contraindicacion formal para utilizar la sangre deun dador, excepto en el nino luetico, en el que ,hay urgencia deh^cer una transfusion, ,y no se dispone de un dador sano. Enel Hospital Roberto del Rio, hacemos la reaccion de Kahn atodo dador. Rechazamos los dadores tuberculoses o muy des-nutridos, para no perjudicarlos en sus defensas organkas.

. El embarazo antes del sexto mes, la lactancia y el periodomenstrual, en personas bien constituidas, no constituyen con-traindicacion para dar sangre.

Respecto a la cantidad total de sangre que puede extraer-se a un dador, para una serie de transfusiones,. consideramos

Page 18: Rio Por el Dr. HUGO LEIVA C

TRANSFUSION DE SANGRE EN PEDIATRIA

que depende de su constitucion fisica y de las reac'ciones psi-quicas que experimente con la extraccion. Hemos visto per-sonas, que despues de pequenas extracciones, se sienten pro-fundamente afectadas y otras que, despues de haber dado has-ta 3,000 gramos de sangre en transfusiones repetidas cada 3 a 4dias, no experimentan ningun malestar, y en las cuales el estu-dio de su hemograma no dio alteraciones de importancia.

Preferimos hacer una serie de transfusiones en un enfer-mo, con sangre de un solo dador. Recurrimos a otra personacvundo el receptor ha demostrado tener una franca intoletan-•cia por la sangre de aquel o cuando le hemos extraido mas de500 cc como termino medio. Evitamos en lo posible-emplear••distintos dadcres en el mismo enfermo, porque hemos observado que estos cambios van generalmente acompanados de unamayor frecuencia de accidentes post-transfusionales.

En pacientes de ciertas enfermedades infecciosas, hemosutilizado sangre de dadores convalecientes, que hayan sufridola misma enfermedad o que hayan sido vacunados previamen-te contra ella. Los resultados obtenidos no fueron tan halaga-dores como los que esperabamos y consideramos que este es unproblema que debe estudiarse mas detenidamente.

Accidentes.

El estudio de este problema tiene una gran importancia.tarito desde el punto de vista de la investigacion cientifica, co-mo desde el punto de vista practico, Por una parte, porque :,uestudio comp'rende, probablemente,, parte del secreto de losmecanismos de accion de la transfusion, y porque el temor aestos accidentes decide, en muchas ocasiones, el empleo o node este recurso terapeutico.

En una sola ocasion, en el ano 1938, hemos observadoel shock por incompatibilidad de grupos sanguineos. Fue unshock que se prescnto en un lactante, durante la transfusion yque se fue agravando rapida y progresivamente despuesde terminada esta. Un error en la mezcla de los sueros etaloncon sangre del dador, dio lugar a una falsa interpretacion delg-rupo sanguineo de este, segun pudo comprobarse despues..bl enfermo se repuso de este accidente con tratamiento a basede estimulantes cardiovasculares.

En nuestro estudio nos referiremos en forma exclusivaa los accidentes que se presentan en la transfusion con sangrecompatible.

Page 19: Rio Por el Dr. HUGO LEIVA C

404 REVISTA CHILENA DE PEDIATRIA

En el nifio, estos accidentes son menos frecuentes que -211el adulto. For otra parte, se observa que, en general, su fre-cuencia aumenta en forma progresiva con la edad. Creemosque esta mayor frecuencia se deba al desarrollo y diferencia-cion, tambien progresivo, de sus funcion^s organicas, y enespecial al de .sus aglutininas.

El estudio estadistico de los accidentes posttransfunsio-nales en Ics enfermos hospitalizados, que quedan bajo vigi-lancia especial despues de practicada la transfusion, es el ?i-guiente, durante el ario 1940:

Enfermos atendidos 445Presentaron accidentes . . . . . . 9 2.02 */'Laaantes 270Presentaron accidentes 3 1,11 %Ninos1 mayores . . . . . . . . 175Presentaron accidentes 6 3,42 %

En los enfermos atendidos en el Policlinico del Hospitaly en la Caja de Seguro, la frecuencia que registra nuestra esta-distica, es menor aun. Creemos encontrar la explicacion de estadiferencia en el hecho de que probablemente algunos de los en-fermos que han presentado accidentes, no vuelven al Servido,por temor de sus familiares, a pesar de la advertencia que se leshace y de las recomendaciones (que se les da en forma sistemati-ca. Las condiciones materiales en que se atiende a estos enfer-mos, no permiten su vigilancia durante un tiempo mayor deuna hora.

Sin embargo, no es raro el caso en que es dificil precisarsi los sintomas que presenta cl enfermo despues de una trans-fusion, se deben a la afeccion de que padece o que hayan sidoprovocados por la transfusion.

En el estudio de los accidentes propios de la transfusionde sangre compatible creemos necesario distinguir: accidentesde causa mecanica y de causa desconocida.

Llamamos accidentes de causa mecanica a aquellos que sepresentan durante la transfusion y demuestran rntima relacioncon la cantidad de sangre transfundida y sobre todo con la ve-locidad de inyeccion. Son accidentes que dependen del medico.Se prssentan generaimente con ocasion de una inyeccion dema-siado rapida y, en especial, en el recien nacido, premature, de-bil congenito y distrofico grave; en cambio no los observamossi procedemos con las debidas precauciones,

Respecto a su cuadro clinico, podemos decir que comienza

Page 20: Rio Por el Dr. HUGO LEIVA C

TRANSFUSION DE SANGRE EN PEDIATRIA 405

con manifestaciones de intranquilidad; despues se agrega tos,a veces en accesos; el llanto se apaga, se hace ronco y la respi-racion se hace irregular; el pulso aumenta en frecuencia, dis-minuye en tension y a veces se hace irregular; sobrevienen perio-dos de apnea (el nifio queda en inspiracion profunda) acompa-nados de cianosis. En los casos mas graves, el pulso se hace im-perceptible, la apnea se prolon'ga con cianosis intensa y se agregarigidez muscular generalizada y sbnubilacion sensorial. Nohemos observado ningun caso que haya producido la muerte.

El tratamiento inmediato a la aparicion de los primerossintcmas, debe ccnsistir en disminuir la velocidad de inyec-cion o suspender la transfusion, segun la gravedad del cuadro;simultan-eamente se procedera a la respiracion art if icial y a lainyeccion de tonicos cardiacos.

Llamamos accidentes de causa desconocida a aquellos qucquedan fuera del co.ntrol del medico. Se presentan segun dosmodalidades diferentes: reaccion local y reaccion general.

La reaccion local no compromete el estado general delenfermo y su manifestacion mas frecuente es la urticaria, concaracteres comunes a la urticaria producida por otras causas.Generalmente aparece a los 15 6 30 minutos despues da ini-cisda la transfusion, pero en las transfusiones lentas, no esraro que comience durante la inyeccion de la sangre. Hemosdbservado que, a veces, esta urticaria se acompaiia en los lac-tantes de grandes evacuaciones liquidas. En otras ocasiones he-mos visto verdaderas formas de, edema fugaz, localizado pr1'^-cipalmente en los parpados. Tambien hemos visto aparecerinmediatamente despues de la transfusion, un rash generali-zado, rojo vivo, con sensacion dclorosa de la piel y sin sinto-mas generales.

Estos accident-es locales, desap.uecen espontaneamentea! cabo de algunas horas y no requieren ningun tratamientoespecial. Sin embargo, a veces estos accidentes se acompanan dehipertermia, intranquilidad o decaimiento.

La reaccion general la designamos con el nombre deshock posttransfusional, por ser la denominacidn mas corrien-ternente empleada

Clinicamente se presenta como un accidente brusco, querefleja una alteracion violenta de los mecanismos reguladores dela vida vegetativa. Su cuadro varia mucho segun sintomasque lo integren y la intensidad que alcance cada uno de ellos.Su gravedad oscila entre la sensacion pasajera de malestar 7la muerte subita.

Page 21: Rio Por el Dr. HUGO LEIVA C

406 REVISTA CHILENA DE PEDIATRIA

A pe-sar de las dificultades de clasificacion, en la prac-tica distinguimos dos variedades de shock: Ieve y grave.

El shock Ieve comienza alrcdedor de una hora despuesdc iniciada la transfusion y se caracteriza por el calofrio.Lo primero que llama la atencion son las manifestaciones dtcolapso circulatorio; el nino se pone palido, a veces ligera-mente cianotico; tiene tendencia a la hiportermia, con enfr ia-miento de las extremidades; el pulso se acelera y se hace masblando. En seguida sobreviene el calofrio propiamente tal; seacentuan los trastornos vasomotores y se agrega el alza ter-mica, de 1 a 29. El calofrio dura alrededor de 1 2 hora; el a l -za termica se mantiene hasta 2 6 3 boras despues, y su defer-vescencia se acompana de sudoracion profusa y de sueno pro-fundo. Fuera de la sensacion de frio, no hay otro sintomasubjestivo.

El shock grave, que es afortunadamente el menos. fre-cuente, se presenta, en general en forma mas inmediata. Su cua-dro clinico se caracteriza por la intensidad que alcanzan los sin-totnas descritos. El calofrio es violento; la tem.peratura puedealcanzar a 429; se presentan convu.lsiones intensas y vomitos.Los transtornos circulatorios predominan; hay gran enfria-miento; pulso f i l i forme, a veces imperceptible; la respiracion seacelera y se hace superficial ; la cianosis es muy marcada. A ye-ces, puede llegar a producirse el estado comatoso.

Como consecuencia de shock graves, hemos observadooliguria acentuada, y hemoglo-binuria, acompanada o no dcictericia y que dura de dos a cuatro dias.

En el nino mayor se agregan sintomas subjetivos, comodolor precorial, dolor lumbar, cefalea y aun sensacion de an-gustia.

El shock grave t e rmina generalmente con sudoracion"profusa, pero el enfermo queda en estado de gran postracion.

La duracion de este shock es muy variable, pero en ge-neral se prolonga mas que el Ieve. Tenemos casos en que se haconseguido dominarlo solo despues de 10 a 12 horas; lostrastornos circulatorios son los que tardan en desaparecer,

Un shock grave termino con la muerte de uno d-z nues-'tros enfermos. En todos estos casos, las pruebas experimen-

tales ds control nos han permitido eliminar la «xistencia deincompatibilidad en las sangre.s de dador y receptor.

El tratamiento del shock es sintomatico y se hace a basede estimulantes cardiovasculares y abrigo del enfermo. En los•casos d? gran hipertermia re:urrimo.s a la hidroterapia o a los

Page 22: Rio Por el Dr. HUGO LEIVA C

TRANSFUSION DE SANGRE EN PEOIAT'R'IA 407

antitermicos. A veces hay necesidad de emplear estimulantesdel centro respiratorio. .

•La etiopatogenia de estos accidentes posttransfusionaleses absolutamente desconocida. Se han invocado numerososfactores para tratar de explicarlos; pero la experiencia clinicanos demuestra que solo algunos de ellos parecen tener reh-cion con la produccion de estos accidentes.

El la reaccion local (ur t icar ia ) no hemos podido en-contrar ningun factor at cual pueda acusarse de intervenir ensu aparicion. Se presenta en determinados enfermos, con oca-sion de cada transfusion, o solamente en algunas de ellas,ya sea con sangre de uno o de varies dadores.

En cambio, en el shock creemos que tienen cierta parti-cipacion: la naturaleza del cuadro; en los procesos infecciososgraves, en especial en los que provocan grandes alzas febriles,es mas frecuente el shock. En la tifoidea.y empiemas pleura -les, siempre tememos este accidente. En todo proceso infec-cioso grave preferimos hacer la transfusion en las horas deldia en que la temperatura sea mas baja.

Dadores de sangre. Hemos ohservado que el cambio dedadores en un mismo enfermo aurrrenta la frecuencia del shock.En cambio, en las series hechas con un solo dador, nos consi-deramos protegidos en parte contra este accidente; porquc,aunque se haya producido reaccion con la primera t ransfu-sion, lo mas probable es que no se presente en las otras. Comocorsecuencia de lo expuesto. la segunda transfusion seria !averdadera clave para apreciar la tolerancia del enfermo, porla sa.ngre de un dador determinado. Es raro observar shockdespues de varias transfusiones bach as en iguales condiciones,con sangre del mismo dador y que haya sido bien toleradaanteriormente. El shock es mas f recuente en la primera trans-fusion con sangre de un dador: su frecuencia disminuye en lassiguientes.

Cantidad de sangre. Las transfusiones en dosis demasia-do altas se acompana.n con frecuencia de shock.

Velocidad de inyeccion. Existe una estrecha rclacioncrtre la inyeccion rapida de la sangre y la produccion del shock.L~ inyeccion lenta disminuye considerablemente las posibi-l icfpdes de que este se presente.

Estado de animo del enfermo. En el n ino temeroso odemasiado mimado observamos una mayor frecuencia deshock. Vcmos que los ninos atendidcs en su hogar, rodeadosdel afecto de los suyos, sufren este accidente en una pro-porcion mucho mayor que en los hospitalizados. Este factor

Page 23: Rio Por el Dr. HUGO LEIVA C

-408 RE VISTA CHILJBNA DE PBDI ATRIA

adquiere especial importancia en el nino neuropatico, en elcual es fundamental salber captarse su con'fianza.

En Los accidentes posttransfusionales, no atribuimosninguna importancia al citrato de sodio. Aun mas, tenemosvaiios casos de adultos con procesos infecciosos graves, en loscuales la transfusion de sangre pura, provoco reacciones tan vip-Icntas, que cbligaron a suspender este tratamknto. En cambio,todos ellos. toleraron, sin ninguna manifestadon clinica, lasangre fresca citratada. en iguales dosis y con los mismos da-dores em,pleados anteriormente.

Tampoco damos ninguna importancia al hecho de queel dador sea o no del mismo grupo del receptor; nos bastaque su sangre sea compatible con la de este. Al referirnos a losciadcres de sangre, expusimos ya que no hemos podido en-con trar ninguna diferencia en ningun sentido.

lAiun mas, no&gtros hemos empleado la transfusion deplasma san'guinzo en el tratamiento de ciertos sindromes dellactante y hemos llegado a inyectar hasta 50 cc por Kg. de pe-so de plasma de sangre grupo II (A) en enfermos grupo IV(O) sin que hayamos observado clinicamente ningun accidente:los examenes de laboratorio, tampoco evidenciaron ningunaalteracion. En cambio, hemos cbservado shock grave con plasmadel mismo grupo del receptor y en dosis menores. Estas yctras observaciones nos ban demostrado que las aglutininasespecificas del suero o plasma del dador, no tienen ningunaparticipacion en la produccion del shock.

En resumen, hay accidentes que dependen de la ~expe-riencia del medico que hace la transfusion, y otras que al pa-recer son resultado casi exclusive de la tolerancia individualdel receptor. Se trataria de una verdadera predisposicion in-dividual, a veces pasajera y otras permanente, y que en lapractica se manifiesta en formas tan diversas. que nos haceimposible su estudio. En un lactante, hemos observado reac-cion local y general intensas con la simple inyeccion intramus-cular de sangre; por el contrariov en un nino mavor, de gruposanguineo IV ( O ) , no se produjo ningun accidente despuesde una transfusion .practicada, por equivocacion, con sangregrupo II (A).

La modalidad tan personal de reaccionar del receptor eslo qu>^ constituye el gran enigma en toda transfusion.

Debemos tener presente que, a pesar de tomar todas lasprecaucicnes conocidas, jamas podemos estar seguros de queel enfermo no corre riesgo de un accidente- Todavia no dis-

Page 24: Rio Por el Dr. HUGO LEIVA C

TRANSFUSION DE SANGRE EN PEDIATRIA 409

ponemos de los medios prafilacticos que nos garanticen laabsoluta inocuidad de la transfusion.

Estudio- clinico.

De lo anteriormente expuesio se deduce que la transfu-sion de sangre es una intervencion delicada y no una simpleinyeccion intravencsa, como pudiera suponerse ,por la send-llez de su tecnica, Insistimos en que junto a los probables oseguros beneficios que ella pueda significar para el enfermo,existe siempre la posibilidad de un riesgo para el mismo. Deaqui que consideremos de especial irnportancia su estudio cli-iiico, para tratar de precisar sus indicaciones y resultados y nocaer en el error de exagerar sus virtudes o sus defectos.

La transfusion de sangre no es una panacea en Pedia-tria. Debemos reconocer que hay afecciones en las cuales suaccion es nula y a veces perjudicial; en otras constituye un va-lioso recurso coadyuvante del tratamiento, y en otras es labase ter^peutica fundamental, unica e irreemplazabk.

De esta diversifad de -resuludos surge espontaneamente,tc6mo actiia la sangre transferida?

La experiencia clinica y los trabajos de diversos investi-gadores, nos inducen a pensar que la accion se debe,, por unaparte, al apcrte de los elementos de la sangre inyectada y perctra, a la reacdon que provoca en el organismo que la recibe.

Su ingreso en la circulacion produce una accion mecani-ca: pcrque aumenta, en forma estable, el volumen de sangrecirculante; esto se observa especialmente en las hemorragias y£obre tcdo en las masivas. En estos casos, junto, a la accionmecanica, tambien tiene irnportancia el aporte de globulosrcjcs para los intercambios respiratorios y el de los elementcsfundamentals de la coagulacion para contribuir a la hemos-Lasia.

En ctrcs ca?cs, le atribuimos una accion especialmentetrofica, per el aporte de sus elementos nutritives, que van pre-paradcs o en via de transformadon para la asimilacion celularf a g u a , prcteinas, grasa, hidratos de carbono, sales, fermentos,vitaminas. hormonas, e t c . ) .

Por esto la empleamos en los trastornos nutritivos, tan-to agudos, como cronicos y, en especiaL en los cuadros gra-'ves en que el organismo demuestra su incapacidad para reali-zar eficientemente los complejos procesos del metabolismo.

Page 25: Rio Por el Dr. HUGO LEIVA C

410 REVISTA CHILENA DE PEDIATRIA

En las enfermedades infecciosas, principalmente del re-cien nacido y lactante, buscamos, ademas de su accion trofica,la ayuda da los anticuerpos, que en cantidad y calidad varia-bles posee la sangre del adulto. Creemos que este aporte deimmunisinas inespecificas y a*un especificas, debe tener im-.portancia para el organismo que no se defiende o lo hace enmalas condiciones, por no haber alcanzado un grado sufi-ciente de desarrollo en sus medios propios de defensa o haber-los agotado en su lucha contra la infeccion.

Es indiscutible que el ingreso de todos estos elementos aun organismo enfermo, no basta para aplicar los resultadosclinicos, y debemos suponer que la sangre inyectada provoca'reacciones qize le son propias a aquel.

Los trabajos experimentales de diversos autores corro-boran en p^rte la observacion clinica; en efecto, se ha demos-trado que la transfusion de sangre compatible, aun cuandono prcvoque ningun sintoma clinico, ni de lugar a la agluti-nacion y hemolisis, produce siempre fenomenos de coloido-clasia en los tejidos. Este shock coloidoclasico, provocado porel contacto de las proteinas sangu^neas del dador con las pro-teinas del receptor, se caracteriza por una floculacion, seguidade proteolisis celular, por una disminucion de la ^T-^'^--'de las proteinas, por una mayor fragilidad en la constitucionde estas y por una disminucion de la cohesion entre los coloi-des tisulares y el agua (Prof. Nina Medvedeka").

Se supone que este shock, que produce una verdaderadestruccion de proteinas tisulares, afecta princialmente a lasmicelas menos activas de la celula y de esta disgregacion sedesprenderian ciertas substancias que estimularian las funcio-nes celulares. Ademas, en los procesos infecciosos, los micro-bios y sus toxinas auedarian tambien expuestos a ser des-truidos por este shock coloidoclasico.

Tambien se (ha podido comprobar^ experimentalmente,que la transfusion de sangre es capaz de estimular la produc-cion de anticuerpos y de intensificar la actividad fagocitaria delos leucocitos.

Las consideraciones expuestas nos demuestran que haynumerosos factores a los cuales podemos atribuir la accionterapeutica de la transfusion de sangre, pero sus mecanismosintimos de accion, son todavia desconocidos.

Creemos que antes que la expenmentacion consiga rc-solver estos problemas, la observacion clinica ya habra deci-dido sobre la eficada de este tratamiento.

Page 26: Rio Por el Dr. HUGO LEIVA C

TRANSFUSION DE SANGRE EN PEDIATRIA 411

Antes de entrar. al estudio esquematico de los principalessindromes en que hemos practicado la transfusion de sangredurante el ano 1940, exponemos los dates estadistkos que serefieren a los enfermos inscritos, enfermos atendidos y trans-fusiones practicadas en los distintos meses del ano. Anotamosen columnas separadas, los datos relacionados con los enfer-mos hospitalizados, enfermos de Policlinico del Hospital yenfermos de la Caja de Seguro Obligatorio.

Enfermos inscritos.

Hospitalizados Policiini.:o Seguro Total

EneroFebreroMarzoAbrilMayoJunioJulioAgostoSetiembreOctubreNoviembreDiciembre

513639353427

. .. 29•4442

. .. 48. .. 69. .. 55

151804335

'101137372549

121102

94543151282257522745

112113

296170113121

7260

12313394

15230-2270

Totales 509 701 696 1,906

Del total de 1.906 enfermos inscritos solo se practicarontransfusiones en 1.688, lo que corresponde al 88,56 % delos enfermos inscritos.

Ete los enfermos no atendidos, el 28 % corresponde aenfermos hospitalizados y el 72 % a enfermos que seguianun tratamiento ambulatorio. La principal causa de no haber-seles practicado transfusiones fue falta de dador; ya sea, porla incompatibilidad de grupo, por haberse comprobado unalues, o por no haberse encontrado personas dkpuestas a darlessangre.

Otra causa, en los enfermos hospitalizados, es que el me-dico suspende a veces la indicacion de transfusiones despuesde haberse inscrito el enfermo y de haberse hecho los exame-nes previos. Por otra parte, en muchos ninos que no teniandador, no se solicitaron los dadores voluntarios; pues, por

Page 27: Rio Por el Dr. HUGO LEIVA C

412 REVISTA CHILENA-DE PEDIATRIA

el escaso numero de que disponemos, los reservamos para aque-llas indicaciones que consideramos de urgencia.

El porcentaje es mas alto en los enfermos ambulatorios,pues en ellos es mas dificil el control. Muchas veces, despuesde haber hecho los examenes, no vuelven por temor o por con-sejos de familiares o amigos, causas, estas, muy frecuentes ennuestro medio y que constituyen un serio obstaculo en elcumplimiento de las indicaciones terapeuticas dadas por elmedico.

Tramfusicnes practicadas.

Hospitalizados Policlinko Seguro Total

Enero .FebreroMarzoAbril .MayoJunioJulio . .AgostoSetiembreOctubreNoviembre . .Diciembre '

212178187161118124113138137183258273

353247154109492071897097

216202

32019612918410390

183169

72156358383

885621470454"270234367396279436812858

Tc-tales 2,082 1,677 2323 6,082

Si observamos estos dcs cuadros, nos llamara la aten-cion que tanto las cifras de enfermos inscritcs como las detiansfusiones practicadas, son mas altas en las mcses dev^rano fEnero, Febrero, Noviembre y Diciembre) y masb^jas en los rneses.d'e invierno (Mayo a Set iembra) . Tambienrepalta el hecho de que esta diferencia es mayor en los enfer -rnos que siguen su tratamiento ambulatorio (Policlinico delHcj-pital y Caja de Segurc).

Esta mayor frecuencia en los meses de verano, se debe alc^ trastornos nutritives agudos, que se presentan en formac^si exclunva en esta epoca. Del total de enfermos atendidosf 1 ,688) , 611 llegaron a nuestrcs Servicios por trastornosnutritives, agudos; en cambiq, en los demas sindromes, no seobserva una relacion tan estrecha con determinada epoca del

Page 28: Rio Por el Dr. HUGO LEIVA C

TRANSFUSION DE SANGRE EN PEDI ATRIA 413

ano; asi,- por ejemplo, a fines del ano 1940 tuvimos unaverdadera epidemia de bronconeumonia postcoqueluchosa.

Otro hecho que llama la atencion en el estudio de loscuadros, es la regularidad que se observa en las cifras de losdistintos meses del afio y que se refieren a enfermps hospita-lizados, hecho este que no necesita mayor explicacion.

Esquejna segun enfermedades.

Afecciones propias del recien nacido: 28 enfermos.

Consideramos que la transfusion de sangre es el trata-miento heroico en las hemorragias del recien nacido. Los re-sultados son menos brillantes y la accion es pasajera, cuandola hemorragia depende de procesos infecciosos. En estos casos,el resultado final, aueda subordinado a la gravedad de lainfeccion.

Recomendamcs las dosis de 10 a 20 cc. x kg. de peso,segun la intensidad de la hemorragia y las condiciones devitalidad del nifio. Generalmente, estas dosis bastan paracohibir la hemorragia y mejorar el estado general. La trans-fusion se podra repetir en el mismo dia, diariamente o cadados dias, segun haya necesidad.

En la ictericia grave, hemos observado casos con buenosresultados y otros, en los cuales la transfusion parece haberccntribuido a agravar el cuadro. Salvo en los casos con ane-mia intensa, creemos que seria mas eficaz la transfusion deplasma.

Los procesos infeccicsos del recien nacido constituy?nuna de las indicaciones perentcrias de la transfusion desangre. Este se explica faci lmente , si tenemos presente lascondiciones inmunobiologicas en esta epoca de la vida, ?nla cual, cualquiera infeccion, adquiere especial gravedad. Elempleo de la transfusion ha mejorado considerablemente elprcnosticc de estas afecciones. Actualmcnte se asccia al t ra-tami?nto con la sulfanilamida o sus derivados,

Freferimos las dosis pequenas, de 5 a 10 cc. x kg. depeso, v repetidas cada dos o tres dias,

Prematures: 39 enfermos.

Son enfermos que se trataron con transfusiones, exclu-sivamente per su condicion de prematuros.

Page 29: Rio Por el Dr. HUGO LEIVA C

414 REVISTA CHILENA DE PEDIATRIA

En la mayoria, se observe una influencia favorable sobresu desarrollo ponderal. La transfusion corrige rapidamentela anemia, que 'casi siempre presentan estos enfermos. Sinembargo, la principal accion que le atribuimos a la trans-fusion, es la de protegerlos en contra de las infecciones delmedio ambiente; bien sabemos que estas se desarrollan facil-mente en estos nifios, y que siempre adquieren caracteresgraves.

Prcferimos las dosis pequenas y distanciadas cada cua-tro o cinco dias, en series de 6 a 12 transfusiones. Solo enlos casos con anemia acentuada, aumentamos las dosis o dis-minuimos los intervalos. La inyeccion de la sangre ha de setsiempre lenta.

Diatesis: 41 enfermos.

La transfusion de sangre se indica en las diatesis, espc-cialmente en la neuropatica y exudativa, por cuanto contti-buye en muchos casos a corregir la trofolabilidad y a mejo-rar la inmunidad de estos enfermos.

12 lactantes neuropaticos llegaron a nuestros Serviciospor el estado de desnutrkion que habia provocado la irritabi-lidad del tractus gastro-intestinal (vornito, diarrea) y des-pues de haber fracasado las medidas dieteticas y medicamen-tosas corrientes.

Junto con la mejoria del estado general de la mayoriade estos enfermos, nos llamo la atencion, la influencia queejercio, en algunos de estos enfermos, sobre el sintoma vomi-to. Hemos visto la atenuacion marcada y aun la desapari-cion del vomito, despues He bacer dos o mas transfusiones;no sabemos si se ha tratado de una mera coincidencia o deconsecuencia de la transfusion.

29 lactantes exudativos llegaron por presentar infeccio-nes a repeticion y algnnos con grave compromise del estadogeneral.

La transfusion de sangre mejora la inmunidad, actua enmuchos de estos enfermos, sobre la hidrolabilidad y, a veces,atenua las manifestaciones de irritabilidad especial de la piely de 'las mucosas. Por el contrario, hemos observado algunoscasos de agravacion del estado general o de las manifestacio-nes exudativas, que coincidieron con las transfusiones prac-ticadas.

Creemos que en estos enfermos debe restringirse el-cm-pi eo de la transfusion a casos'muy senalados; porque si bien

Page 30: Rio Por el Dr. HUGO LEIVA C

TRANSFUSION DE SANGRiE EN PE-DIATlRIA 415

es cierto que mejora la inmunidad, y a veces la hidrolabili-dad, se com el pcligro de exacerbar las manifestadones exu-dativas.

Trastorntos nutritives cronicos: 296 enfermos.

En estos enfermos se practicaron transfusiones de sangreexclusivamente por su cuadro distrofico. Consideramos deinteres senalar el hecho de que en su casi totalidad, se trata-ba de procesos avanzados, incluso atrofia y descomposicion.

Debemos agregar que, ademas de estos 296 enfermos,tambien eran distroficos, mas del 80 % del total de lactantesque atendimos; pero estos presentaban otros procesos agrega-dos a su trastorno nutritivo cronico y hemos preferido cla-sificarlos, segiin la afeccion accidental,

La transfusion de sangre es de un valor indiscutible enel tratamiento de estos sindromes, y complementa el trata-mi-ento higienico-codietetico.

Es la distrofia el cuadro en el cual se manifiesta en for-ma mas acentuada la accion trofica de la sangre; en la ma-yoria de estos enfermos tiene una indudable influencia sobrela curva de peso. Tenemos casos en los cuales el regimen die-tetico habia fracasado y que experimentaron una franca me-joria despues de una serie de transfusiones. Debemos recalcarel hecho de que esta accion trofica es mas intensa y rapidaen las distrofias carenciales, con edemas.

Por otra parte, la transfusion determina una mejoriaevidente de la inmunidad de estos enfermos. Lo observamosen la curacion de los procesos banales tan rrecuentes en ellos(estados gripales a repeticion, piodermitis, etc) y en la pro-teccion que les confiere «n la evolucion de las infeccionesepidemicas (sarampion, coqueluche),

, Recomendamos encarecidamente la transfusion de san-gre en todos los trastornos nutritives cronicos graves y laindicacion sera mas perentoria, mientras mas avanzado estecl proceso.

Los resultados dependen del grado de evolucion delcuadro y son tanto mas halagadores, cuanto mas precoz seala indicacion. Hemos tenido muchos fracasos, dcbido preci-samente a que los enfermos llegan, en general, demasiadotarde a los centres medicos; pero, por otra parte, podriamoscitar varies casos que Megaton a nuestros Servicios con eldiagnostico de descomposicion y que indiscutiblemente lo-graron sobrevivir, gracias a las transfusiones.

Page 31: Rio Por el Dr. HUGO LEIVA C

4 1 6 REVISTA CHILJENA DE PEDIATRIA

Preferimos las tra.nsfusiones pequenas, alrededor de10 cc. x kg. de peso, y repetidas cada tres a cinto dias; adc-mas, es necesario hacer series de 6 a 12 transfusiones paraobtener el resultado que esperamos.

En las distrofias graves, la transfusion de sangre pre-senia ciertos inconvenientes. El Profesor Scroggie fue el pri-"mero en llamar la atencion sobre algunos sintomas clinicosque hacian sospechar ila existencia de una policitemia y queaparecia despues de varias transfusiones hechas con cortos in-tervalos (enrojecimiento intenso de las mucosas y de la pie!,trastornos vasomotores). El estudic del hemograma vino acorroborar estas sospechas.

La transfusion de sangre repetida, produce en las, distro-fias graves, un aumento considerable de los elementos figu-rados/ que afecta principalmente a los hematks. Por otraparte, observamos que estas policitemias aparecen, mas rap't-damente y son mas duraderas mientras mas grave es el cuadrodis-troHco.

Esta verdadera acumulacion de globules, obliga a ha,cerrepctidos hemogramas de control, cuyos resultados nos daranla pauta sobre la cantidad, frecuencia y numero de trans-fusiones.

La patogenia de estas policitemias • y repercusion quepuedan tener sobre el organismo, seran motivo de un estudioespecial durante el presente ano. Per el memento podemosdecir, que en varies casos, la policitemia ha ido acempanadade una agravacion del estado nutritive del enfermo.

De aqui que hayamos buscado la solucion de este pro-blema en la transfusion del plasma sanguineo; ?u rnsnor vis-cosidad permite inyectar dosis mucho maycres y repetirla•cuantas veces sea necesario, sin los inconvenientes obs^rvadoscon la s^ngre total.

Trastorncs mutritivos agudos:

En los trastcrncs nutritives agudcs hay, dos factoresque predominan y determinan la gravedad que estos cuadrosalcanzan en nuestra clientela hospitalaria: la deshidratacion yla infeccion. Corno ya lo expresamos, nuestros enfermos sondistroficos en un p.orcentaje muy elevado (mas del 80 '•( ) ;cste hecho explica faci lmente que la deshidratacion adquierecon frecuencia, caracteres graves. Per ctra parte, ila uifecc-ion.especialmente del tubo digestive, es la que determina en la

Page 32: Rio Por el Dr. HUGO LEIVA C

TRANSFUSION DE SANGRE EN PEDIATRIA 417

gran rna.yoria de los cases, estos procesos nutritives agudps.La primero que debe preocupar al medico es tratar de

regularizar el metabolismo acuoso del enfermo y en seguidacombatir la infeccion.

Si bien es cierto que la transfusion de sangre, por suaccion trofica e inmunobiologica, contribuye a este doble ob-jeto, en las deshidrataciones agudas graves, provoca un au-mento de la concentracion de los elementos sanguineos. Elestudio del hemograma practicado en forma sistematica, nosevita, como en las distrofcas graves, las consecuencias nefas-tas que pueda tener el aumento exagerado de esta, concen-tracion sanguinea.

Este problema es tambien materia de estudio en la CK-nica del Profesor Scroggie, y se ha empleado la transfusionde plasma sanguineo, en grandes dosis, .para combatir simul-taneamente'la deshidratacion y la infeccion, sin Ion inconve-nientes ex,puestos.

Dispepria: 105 enfermos.

La dispepsia leve no constituye por si sola una indka-cion de transfusion de sangre; pero debe recurrirse a ella enlas formas graves y en el nino distrofico, en cuyo organismo,que ya presenta alteraciones metabolicas, puede desencadenarseiacilmente el coma dispeptico.

Despues de la dieta hidrica, con administracion de li-quido por cualquiera de las vias usadas, iniciamos una seriede dos a cuatro transfusiones, en dosis de 10 a 15 cc. x kg.de peso y repetidas cada dos a cuatro dias.

Enterocolitis: 236 enfermos.

Son estos procesos los que producen por si solos, o dzs-cncadenando el sindrome toxico, la gran mortalidad ss'tival denuestros lactantes.

La experiencia nos ha demostrado que hasta el momen-to no existe ningiin medio terapeutico capaz de dominar es-tcs graves procesos infecciosos; de aqui que utilicemos latransfusion de sangre como el unico recurso que nos ofreceposibilidades de exito.

Por las razones expuestas y a pesar de los numerososfra.casos, recomendamos muy en especial el empleo sistematt-co de la transfusion en las enterocolitis. Como en todo pro-ceso infeccioso, es fundamental su indicacion precoz y dcbeahacerse series de cuatro a cinco, por lo menos; como en la

Page 33: Rio Por el Dr. HUGO LEIVA C

418 REVISTA CHILENA DE PEDIATRIA

dispepsia, empleados dosis de 10 a 15 cc. x kg. de peso y re-petidas al principle, cada .dos o tres dias, despues con inter-valos mayores.

Sindrome toxico: 270 enfermos.

Respecto a este cuadro, debemos insistir en la necesidadde hidratar al enfermo por cuajlquier procedimiento antes depracticar la transfusion. El empleo premature de la transfu-sion produce generalmente una agravacion del cuadro.

Despues de 12 a 24 horas de administrar liquido en can-tidad necesaria y tonicos cardio-vasculares, o sea, cuando_sehaya conseguido disminuir la concentracion sanguinea y mejo-rar la circulacion periferica, se procedera a practicar la trans-fusion de sangre en dosis de 10 a 15 cc. x kg. de peso. Alprincipio se repetira cada dos o tres dias, y despues mas dis-tanciadas, hasta que no se crea necesario su empleo o el he-mograma nos indfqi;^ una policitemia.

Los resultados obtenidos sou, en general, poco satisfac-torios; pero, debemos considerar que se trata de un sindromeque obedece al derrumbe total del metabolismo. Sin embar-go con la fleboclisis continua y la transfusion de sangre he-mos conseguido 'bajar la mortalidad en mas de un 20 °/< .

Bronconeumonias: 411 enfermos.

Son enfermos en los cuales se ha desarrollado la bronco-neumonia como consecuencia de afecciones catarrales de lasvias respiratorias superiores, muy frecuentes en el lactante du-rante los meses de inviefno, o como complicacion de enfer-medades infectocontagiosas (coqueluche, sarampionr grippe yvaricela).

Debemos tener presente que los cuadros bronconeumo-nicos aparecen siempre en organismos con escasa inmunidad.En el recien nacido.y en el lactante, sobre todo el distrofico,es de temer siempre su aparicion aun con motive de procesosaparentemente benignos. En el nino mayor, la desnutriciony las afecciones anergizantes, son - las que determinan sumayor frecuancia.

Asi se explica que empleemos la transfusion, de sangrecomo un- valioso recurso para mejorar las condiciones de lasdefensas organicas- La recomendamos en todos los procesosbronconeumonicos del nino d-istrofico y especialmente en

Page 34: Rio Por el Dr. HUGO LEIVA C

TRANSFUSION DE SANGRE EN PEDI ATRIA

aquellas formas que aparecen como complicacion de- la co-queluche, del sarampion y a >veces de la grippe ('bronconeu-moriias con focos diseminados y peribronquitis) ; porque enestos casos no dispon&mos de nirrgun otro medio terapeutkoque demuestre eficacia.

Despues de lo expUesto, se comprendera que -los resulta-dos depen'dan de las condiciones de resistencia del organLsmocuando aparece esta complicacion y de la indicacion oportu-na de la transfusion de s^ngre. En general estos resultadosson satisfactorios, y prueba de ello cs que, a pesar del augealcanzado por la quimioterapia, la transfusion sigue siendola base t-erapeutica fundamental en nuestra clientela hospi-talaria; lo refleja el gran numero ce enfermos atendidos poresta afeccion.

La transfusion deb^ hacerse en dosis pequenas, 5 a 10cc. por kg. de peso y repetirse cada dos o tres dias; nuestrasseries varfan de tres a seis transfusiones.

La insuficiencia circulatoria que suele presentarse en es-tos enfermos, no constituye contraindicacion formal para'hacer transfusiones. Cuando la insuficiencia es demasiadograve, podemos practicarlas, sin peligro de aumentar este trans-torno, con la administracion previa de tonicos cardiovascu-lares, con la inyeccion lenta y en dosis mas pequenas. Tam-bien hemos r-ecurrido, con exito, a la Sangria-transfusion; .comenzamos por extraer una cantidad igual o menor que Uque se va a inyectar e inmediatamante despues procedemos ala inyeccion. Empleamos la misma vl'a para am1ba.s manio-bras, o bien hacemos la extraccion en las v^nas del plieguecodo y la inyeccion en la safena interna; procedemos siempretan lentamente como &2a posible. Proscribimos en forma ab-soluta el empleo de las yugulares externas, por el peligro demuerte subita d-ebido a la posicion forzad^ en que es nacesa-rio colocar al enfermo.

Empiema pleural: 29 enfermos.

La transfusion es un coadyuvante valioso del tratamien-to medico quiriirgico y es el recurso 'mas eficaz de que dis-ponemos para estimular y mantener las defensas organicas enun proceso supurado cronico.

Actua sobre el estado general del enfermo, mejora elapetito y corrige la 'anemia tan frecuente y a veces intensa,que estos presentan.

Page 35: Rio Por el Dr. HUGO LEIVA C

420 REVISTA CHIDENA DE PEDIATRIA

Los resultados obtenidos dependen ide multiples facto-res agenos al medico, como son la edad del enfermo, germenproductor, g^nio epidemico y especialmente de las condicionesde resistencia del organismo enfermo en el rriomento de apa-recer esta complicacion; debemos recordar que el empiemapkural es frecuentemente consecutivo' a una bronconeumonia,que ya indica una inmunidad baja-

Como ,en la bronconeumonia recomendamos las, dosispequefias y repetidas, pero en series mayores, de 6 a 12 trans-fusiones.

Tambien hemos practicado transfusiones de sangre enotras afecciones 'broncopulmonares. Observamos que en laneumonia cronica, neumonia a focos sucesivos, bronconeumo-nia cronica, bronconeumonia recidivante y bronquitisrebelde, tiene una accion decisiva sobre la mejoria del cuadro,ya sea sola o asociada a la quimioterapia. En los abscesos pul-monares y -bronquiectasias los resultados no son tan brillantes,pero actua, como en el empiema pleural, sobre ^1 -astado ge-neral del entfermo.

Coqueluche grave: 60 enfermos.

Se trataba de cuadros no complicados, pero que adqui-rian grav*edad por pr^sentarse en nifios distroficos, con unasintomatologia intensa y con compromise del estado general.

Los resultados en estos enfermos ban - sido excelentes,Se observa mejoria rapida del estado general disminuye la ano-rexia, y lo que es sorprendente, atenua en forma franca, losaccesos de tos, tanto en intensidad como en frecu-sncia. Ademas,podemos decir que la casi totalidad de nuestros enfermos, nopresentaron complicacionas en el cur-so de esta afeccion, a pe-sar de las precarias condiciones nutritivas.

La transfusion de sangre debe indkarse en todo caso decoqueluche grave, esp?cialmente en el nino distrofico o cuandos-e teme una complicacion. Recomenda'mos las dosis de 10 a15 cc. x kg. de peso, repetidas cada tres a cinco dias.

Enfermedad reumatica: 31 enfermos.

Frent^ a la importancia cada dia mayor que la enfer-medad reumatica adtjuiere en nuestra Patologia infantil, y envista de los frecuentes fracasos de la terapeutica habitual, seha comenzado a emplear en la Clinica del Profesor Scroggie,la transfusion de sangre en el tratamiento de esta afeccion.

Page 36: Rio Por el Dr. HUGO LEIVA C

TRANSFUSION DE SANGRE EN PEDIATRIA 421

Todavia no esta-mos «n condiciones de sacar conclusipnessobre los resultados de esta t-erapeutka, por tener aun unescaso numero de enfermos tratados y por ser un problemaque actualnrente esta en -estudio.

En cambio, podemos afirmar que en ningun caso se bapodido observar una agravacion tie Ja sintomatologia; nisiquiera en aquellos que presentaban una insuficiencia circula-toria acentuada. Consideramos que no existe peligro de sobre-carga del trabajo cardiaco, si se toman las precauciones derigor.

Practicamos la inyeccion muy lentamente, en dosis de 2a 4 cc. x kg. de peso; re^etidas cada dos o tres dias y en seri-esde 6 a 10 transfusiones.

Tifoidea grave: 24 enfermos.

En la tifoidea grave o complicada es el recurso mas efi-caz de que disponemos para aumentar .las deffensas organicasy combatir en mejor forma la infeccion. Se observa un in-fluencia favorable sobre el estado general del enfermo y avcces parece que acorta el periodo febril.

Es ef tratamiento b*eroico en las hemorragias y en lasanemias que suelen presentar estos enfermos.

En la osteomielitis y sobre todo en la peritonitis ti-fica, los Tesultados ban sido nulos.

La miocarditis no constituye contraindicacion formalpara foacer transfusiones; pero debemos tener presente que lostifosos presentan con relativa frecutncia, shock posttransfu-sional. En estos enfermos es necesario extremar las precaucio-nes; salvo, en los casos de hemorragias, prefcrimos la trans-fusion en las horas d-el dia en que presentan una tempera-tura mas baja, en dosis de 2 a '10 cc. ,x kg. de peso, segun elgrado d« anemia y las condiciones circulatorias; se repetirancada uno, dos o tres dias.

Durante el periodo anfibolico de. esta .enfermedad, deberecurrirse a la transfusion solamente en casos de suma ne-cesidad, y debe -estarse siempre preparado para combatir lasviolentas reacciones termicas que es frecuente observar.

PJurias: 27 enfermos.

Son enfermos que han llegado a transfusiones exclusiva-mente por su piuria. Hemos observado muy buenos results-

Page 37: Rio Por el Dr. HUGO LEIVA C

422 REVISTA CHILENA DE PEDIATRIA

dos en las formas agudas, aim sin la administracion de sul-fanilamida o sus derivados- En las formas cronkas, qus ge-neralmiente se acompanan de un mayor compromiso del es-tado general constituye un coadyuvante efkiente de los de-mas tratamientos.

Recomsndamos las dosis de 10 a 20 cc. x kg. de pesopara combatir la an'emia, que con frscuencia presentan estosenfermos, especialmente en las formas cronicas.

Septicemias: 31 enfermos.

Incluirhos en este grupo la lues congenita grave, septi-cemica; procesos septkopiohemkos del lactantes distrofico;osteomielitis aguda y la escarlatina complkada, osea en superiodo septkemico.

Aun cuando los resultados no son skmpre satisfactorios,es indiscuti'gle su valor para aum>entar las defenses organicas.

Estas afacciones constituyen otra de las indicaciones .pe^rentorias de la transfusion de sangre, a pesar del exito al-canzado por la quimioterapia. Como en todo prooaso infec-ciceo, es fundamental la indicacion oportutna de la trans-fusion.

Enfermedades de la sangre: 20 enfermos.

Las anemias del lactante, especialmente del distrofico,mejcran rapidamente con la transfusion. Hemos visto fracasarel tratamiento de estas anemias, a base de b administracionde los elementos cuya carencia se cr-eia determinante del cua-drc; todos estos casos cedieron despues de dos o tr.es transfu-siones.

En los sindromes purpuricos, nos ha dado excelentes re-sultados como tratamiento sintomatico. Es el tratamrento herrcicp en las hemorragias y anemias graves de estos enfer-mos. En general usamos dosis de 5 a 10 cc. x kg. die peso, re-pstidas en series de 6 a 12 transfusiones-

En la hemofilia bastan, a veces, pequenas cantidades d?sangre para cohibir las hemorragias pero deb«n repetirse conmucha frecuenciar aun diariamente.

En las leucemias, los resultados han sido nulos, a pesarde las grandes dosis y del gran.numero de transfusiones quese ban ibecho «n estos enfermos.

Page 38: Rio Por el Dr. HUGO LEIVA C

TRANSFUSION DE SANGRE EN PEDlAllRlA All

Con esto creemos haber expu-esto los grandes cuadrosnosologicos en que sc ha empleado la transfusion de sangre,con mayor frecuencii durante el ano 1940 y haber becholos comentarios mas interesantes.

Nos quedarian 57 enfermos por clasificar, pero no loharemos, debido a la diversidad dz afecciones y al iescaso nu-mero de enfermos de cada una de ellas; en estas condicionesno nos consideramos eapacitados para sacar conclusiones, Suestudio, no tiene tampoco importancia practica que queremosdar a este trabajo.

(Antes de terminar deseamos insistir sobre los hechos si-guientes.

que en todos los enfermos tratados se uso sangro f res jacitratada, por considerarla de un valor terapeutko muy superior al de la san'gre conservada;

que en las afecciones del lactante, especialmente en lostrastornos nutritives agudos y cronicos,- debe estudiarse elhemograma antes de instituir el tratamiento con transfusio-nes de sangre; ademas, deben hacerse hemogramas periodi-cas de control para evitar se produzca una policitemia. Enpresencia de un caso con policitemia, en que se necesi'ta laaccion terapeutica de la sangre, debe recurrirse a la transfu-sion de plasma sanguineo.

que de los 1,688 enfermos tratados, 1,243 seguian sutratamiento en forma ambulatoria; en ellos se practi:aron4,000 transfusiones. Esto demuestra que la transfusion desangre ha llegado a ser un medio terapeutico al akanc-e delos enfermos que no pueden internarse por la' falta de capaci-dad de los hospitales o por la incomprension de su? familiares.