partido comunista (bolchevique) de la unión soviética; carta del cc del pc (b) us al cc del pcy,...

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  • Bitcora Marxista-Leninista

  • Carta del Comit Central del

    Partido Comunista (bolchevique) de la Unin Sovitica

    al camarada Tito y otros miembros del

    Comit Central del Partido Comunista de Yugoslavia

    27 de marzo de 1948

    Partido Comunista (bolchevique) de la Unin Sovitica

  • EDITORES

    Equipo de Bitcora Marxista-Leninista

    Editado el 28 de Mayo del 2014

    La presente edicin, sin nimo de lucro, no tiene ms que un objetivo,

    promover la comprensin de los fundamentos elementales del

    marxismo-leninismo como fuente de las ms avanzadas teoras de

    emancipacin proletaria:

    Henos aqu, construyendo los pilares de lo que ha de venir

  • Contenido

    Introduccin de Bitcora (M-L)----------------------------------------------pg.01

    Carta del Comit Central del Partido Comunista (bolchevique) de la Unin

    Sovitica al camarada Tito y otros miembros del Comit Central del Partido

    Comunista de Yugoslavia--------------------------------------------------------pg.04

  • 1

    Introduccin de Bitcora (M-L)

    Tenis en vuestras manos una de las tres famosas cartas emitidas por el Comit

    Central del Partido Comunista (bolchevique) de la Unin Sovitica al Comit

    Central del Partido Comunista de Yugoslavia durante los meses de marzo y

    mayo de 1948. En este caso la del 27 de marzo de ese mismo ao.

    En esta carta, se hablan de los problemas de posguerra entre la Unin Sovitica

    y Yugoslavia. El tema principal de la carta, era en lo referente a la retirada de los

    asesores civiles y militares soviticos de Yugoslavia por la constante

    obstaculizacin de las autoridades yugoslavas en el desempeo de su trabajo. El

    propio gobierno yugoslavo haba reconocido gran parte de los errores de estos

    procesos que no todos, e invitaba a la dirigencia sovitica a explicarse sobre

    otros temas que eran insatisfactorios para el gobierno sovitico en el ejercicio

    de las relaciones entre ambos pases. Es ah, donde inicia la valenta bolchevique

    de la dirigencia sovitica, y a causa de dicha invitacin, analizara y sealara

    muchas de las cuestionables actuaciones de los dirigentes yugoslavos incluidos

    sus mximos dirigentes, y en especial se da una serie de pautas a seguir para

    corregir los errores antimarxistas que los propios yugoslavos estaban

    cometiendo en cuestiones como la democracia del partido, el status del partido,

    la relacin del frente y el partido, la lucha de clases, la construccin del

    socialismo en el campo, las relaciones con los pases socialistas y la diferencia de

    estas con la de otros pases capitalistas, etc. Como se dice en la carta, dos veces,

    adems: estos hechos, como han sido mencionados, no tienen relacin con la

    retirada de los especialistas militares y civiles.

    Como se ira confirmando en las prximas cartas, los dirigentes yugoslavos no

    estaban dispuestos a reconocer ninguno de sus errores, de hecho, tanto antes de

    la actual carta como despus de la expulsin del Partido Comunista de

    Yugoslavia de la Kominform en junio de 1948, muchas de las barbaridades

    tericas antimarxistas, seran oficializadas y elevadas a axioma dentro del

    partido yugoslavo, formando el contenido terico de lo que se conocera como

    revisionismo yugoslavo, o simplemente titoismo.

    Sobra comentar que prcticamente todas las acusaciones del gobierno sovitico

    realizadas al gobierno yugoslavo incluyendo las ms fuertes y sonadas, se

    fueron cumpliendo. Un ejemplo sencillo; cuando en la carta se cita que los

    lderes soviticos estn al tanto de rumores antisoviticos que circulan entre

    los camaradas lderes en Yugoslavia y cita entre ellos a Milovan ilas, y se

    aade que estos bulos antisoviticos estn sacados del arsenal terico del

    trotskismo, no se dice nada exagerado, ya que en los prximos aos se

    encargaran de confirmar esto la propia prensa yugoslava al hablar de la Unin

  • 2

    Sovitica comparndola con la Alemania nazi, y a Stalin con Hitler. Milovan

    ilas calificaba en 1952 a la Unin Sovitica como:

    Objetivamente la gran potencia ms reaccionaria. (Agencia Yugoslava de

    Informacin; Directivas del Comit Central sobre las cuestiones actuales del

    socialismo, n10, enero-febrero 1952)

    A Stalin como:

    Un partidario del capitalismo de Estado y el jefe y gua espiritual y poltico

    de la dictadura burocrtica. (Agencia Yugoslava de Informacin; Directivas

    del Comit Central sobre las cuestiones actuales del socialismo, n10, enero-

    febrero 1952)

    Y sobre sus polticas afirmaba:

    Encontramos entre los hitlerianos teoras que, tanto por su contenido como

    por la prctica social que suponan, se parecen como dos gotas de agua a las

    teoras de Stalin. (Agencia Yugoslava de Informacin; Directivas del Comit

    Central sobre las cuestiones actuales del socialismo, n10, enero-febrero 1952)

    Otro ejemplo; igualmente cuando se cita en la carta los casos de espionaje

    realizado por las autoridades yugoslavas sobre los especialistas civiles y

    militares soviticos, no se dice nada que no se demostrara posteriormente en los

    casos de los juicios a Traicho Kostov en Bulgaria, Koi Xoxe en Albania, o Lszl

    Rajk en Hungra, y los casos de espionaje trazados por los yugoslavos.

    Estos hechos como era normal, hacan imposible que la Unin Sovitica

    mantuviera a ningn ciudadano suyo en Yugoslavia, bajo tales condiciones.

    Estas simples citas, confirman lo que el 27 de marzo de 1948 haba afirmado el

    gobierno sovitico sobre el tema principal de la carta; y daba la razn tambin, a

    la resolucin de la Kominform del 28 de junio de 1948:

    Todos estos hechos y otros semejantes atestiguan que los dirigentes del

    Partido Comunista de Yugoslavia han adoptado una posicin indigna de

    comunistas; los dirigentes yugoslavos han comenzado a identificar la poltica

    exterior de la Unin Sovitica con la de las potencias imperialistas y se

    conducen con respecto a la Unin Sovitica como con respecto a los Estados

    burgueses. Como consecuencia de esta actitud antisovitica, se ha difundido en

    el Comit Central del Partido Comunista de Yugoslavia una propaganda

    calumniosa sobre la degeneracin del Partido Comunista (bolchevique) de

    la Unin Sovitica sobre la degeneracin de la Unin Sovitica, etc, tomada

    del arsenal del trotskismo contrarrevolucionario. (Kominform; Sobre la

    situacin en el Partido Comunista de Yugoslavia, 28 de junio, 1948)

  • 3

    Es por tanto esta carta de 27 marzo de 1948 un primer contacto histrico del

    cual derivara finalmente en el descubrimiento total del revisionismo en el

    Partido Comunista de Yugoslavia, finalizando en la abierta polmica del Partido

    Comunista de Yugoslavia con los partidos comunistas de la Kominform.

    Histricamente todos los revisionistas y apologistas del imperialismo posterior

    han apoyado siempre al revisionismo yugoslavo en detrimento del resto de los

    partidos comunistas de la Kominform en esta pugna; estos elementos siempre

    se han puesto de lado de los revisionistas yugoslavos bien por: 1)

    desconocimiento de los principios de esta polmica; 2) por postureo para

    afianzar posiciones frente al jruschovismo en los aos de azote antistalinista; 3)

    para reconciliarse con el propio revisionismo yugoslavo.

    De ah que desde los revisionistas soviticos, chinos, eurocomunistas, rumanos,

    polacos, hngaros, y un larg etc. hayan aludido en este tema a apoyar a la

    Yugoslavia de Tito frente a lo que graciosamente calificaban de los errores de

    la Kominform manejada por el tirano Stalin.

    Hemos dejado, como nos es ya comn, unas anotaciones, para orientar al lector

    sobre ciertas figuras.

  • 4

    Partido Comunista (bolchevique) de la Unin Sovitica

    Carta del Comit Central del Partido Comunista

    (bolchevique) de la Unin Sovitica al camarada

    Tito y otros miembros del Comit Central del

    Partido Comunista de Yugoslavia

    Hemos recibido vuestra respuesta del 18 y 20 de marzo.

    Consideramos vuestra respuesta como incorrecta y por lo tanto completamente

    insatisfactoria.

    1) En la cuestin de Gagarinov [miembro de la misin sovitica de comercio en

    Yugoslavia Anotacin de Bitcora (M-L)] podemos considerarla como cerrada,

    ya que habis retirado vuestras acusaciones contra l, aunque seguimos

    considerando que eran calumniosas. La declaracin atribuida al camarada

    Krutikov [se refiere a Aleksei D. Krutikov, diputado sovitico del Ministerio de

    Comercio Exterior Anotacin de Bitcora (M-L)], de que el gobierno sovitico

    presuntamente se niega a establecer relaciones comerciales este ao, no es,

    como se ha podido ver, correspondido con los hechos, como Krutikov

    categricamente ha negando.

    2) En lo que respecta a la retirada de los asesores militares, las fuentes de

    nuestra informacin son las declaraciones de los representantes del Ministerio

    de las Fuerzas Armadas y los asesores militares mismos. Como es sabido,

    nuestros asesores militares fueron enviados a Yugoslavia bajo la peticin

    reiterada del gobierno yugoslavo, y fueron enviados muchos menos asesores de

    los que haban sido solicitados. Es por lo tanto obvio que el gobierno sovitico

    no desea forzar sus asesores sobre Yugoslavia.

    Despus, sin embargo, los lderes militares yugoslavos, entre ellos Koa Popovi,

    pensaron que era posible anunciar que era necesario reducir el nmero de

    asesores en un 60%. Ellos dieron varias razones para esto: algunos mantenan

    que los asesores soviticos eran demasiado caros para Yugoslavia; otros se

    apoyaron en que el Ejrcito Yugoslavo no necesitaba de la experiencia del

    Ejrcito Sovitico; algunos dijeron que las normas del Ejrcito Sovitico estaban

    anticuadas, estereotipadas y sin un valor para el Ejrcito Yugoslavo, y que no

    haba ninguna razn para pagar a los asesores soviticos ya que no haba un

    beneficio derivado de ello.

    A la luz de estos hechos podemos entender la bien conocida declaracin

    insultante hecha por Milovan ilas [cabeza del Departamento de Agitacin y

  • 5

    Propaganda del Partido Comunista de Yugoslavia. Idelogo del revisionismo

    yugoslavo hasta mediados de los 50 Anotacin de Bitcora (M-L)] acerca del

    Ejrcito Sovitico en una sesin del Comit Central del Partido Comunista de

    Yugoslavia, a saber que los oficiales soviticos eran, desde un punto de vista

    moral, inferiores a los oficiales del Ejrcito Britnico. Y como es sabido, esta

    declaracin antisovitica de ilas no conoci oposicin alguna de ningn otro

    miembro del Comit Central del Partido Comunista de Yugoslavia.

    Tambin, en lugar de buscar un acuerdo amistoso con el gobierno sovitico

    sobre la cuestin de los asesores militares soviticos, los lderes militares

    yugoslavos comenzaron a abusar de los asesores militares soviticos y a

    desacreditar al Ejrcito Sovitico.

    Es claro que en esta situacin estaba destinada a crear una atmsfera de

    hostilidad sobre los consejos militares soviticos. Sera ridculo pensar que el

    gobierno sovitico quiere consentir dejar a sus consejeros en Yugoslavia bajo

    tales condiciones. Desde el gobierno yugoslavo no se tomaron medidas para

    contrarrestar estos intentos de desacreditar al Ejrcito Sovitico, por lo que

    tiene responsabilidad de la situacin creada.

    3) Las fuentes de nuestra informacin principal que conducen a nuestra retirada

    de los especialistas civiles soviticos son, en la mayor parte, las declaraciones

    del embajador sovitico en Belgrado, Anatoly Lavrentiev, como tambin las

    propias declaraciones de los especialistas. Vuestra declaracin, que Zrzentic

    hizo al representante de comercio, Ledebev, de que los especialistas soviticos

    en su bsqueda de informacin econmica deberan solicitar tal informacin a

    las altas autoridades, a saber el Comit Central del Partido Comunista de

    Yugoslavia y el gobierno yugoslavo, no corresponde con la verdad. He ah el

    informe hecho por Lavrentiev durante el 9 de marzo:

    Srzentic, el asistente de Kidri en el Consejo Econmico, inform a Lebedev, el

    representante de comercio, de un decreto del gobierno que prohbe a los

    rganos estatales dar informacin a quin sea. Por lo tanto,

    independientemente de promesas anteriores, l no dio a Lebedev las

    indicaciones requeridas. Fue tarea de los rganos de la seguridad estatal

    ejercer el control en esta materia. Srzentic tambin dijo que Kidri

    personalmente intent hablar sobre esto con Ledebev. (Anatoly Lavrentiev;

    Informe, 8 de marzo de 1948)

    Como se puede ver en el informe de Lavrentivev, primero, Srzentic no hizo

    mencin a la posibilidad de obtener informacin econmica del Comit Central

    del Partido Comunista de Yugoslavia o del gobierno yugoslavo. En cualquier

    caso, sera ridculo pensar que sea necesario acercarse al Comit Central del

    Partido Comunista de Yugoslavia para toda la informacin econmica mientras

  • 6

    existe an los apropiados ministerios a partir de los cuales los especialistas

    soviticos haban obtenido la informacin necesaria directa.

    Segundo, se desprende del informe de Lavrentiev que contrariamente a lo que

    vosotros nos escribais es cierto, es decir que los rganos de seguridad estatales

    yugoslavos controlan y supervisan a los representantes soviticos en Yugoslavia.

    Uno podra hacer mencin que nos hemos encontrado con la misma prctica de

    supervisin secreta sobre los representantes soviticos en los Estados

    burgueses, aunque no en todos ellos. Tambin debe ser enfatizado que los

    agentes de seguridad yugoslavos no slo siguieron a los representantes

    soviticos, sino tambin a los representantes del Partido Comunista

    (bolchevique) de la Unin Sovitica en la Kominform, como el camarada Pavel

    Yudin. Sera ridculo pues, pensar que el gobierno sovitico dejara a sus

    especialistas civiles en estas circunstancias. Como se puede ver en este caso,

    tambin la responsabilidad por las condiciones creadas reside en el gobierno

    yugoslavo.

    4) En vuestra carta nos expresis el deseo de ser informados de otros hechos

    que causen la insatisfaccin sovitica y traben las relaciones entre la Unin

    Sovitica y Yugoslavia. Estos hechos actualmente existen, aunque estos no estn

    conectados con la retirada de los asesores militares y civiles. Consideramos

    necesario informaros de ello:

    a) Estamos al tanto de los rumores antisoviticos que circulan entre los

    camaradas lderes en Yugoslavia, por ejemplo sobre que la Unin Sovitica ha

    degenerado, que un gran poder chovinista ha rampado en la Unin

    Sovitica que la Unin Sovitica est tratando de dominar econmicamente a

    Yugoslavia y que la Kominform es un medio del Partido Comunista

    (bolchevique) de la Unin Sovitica para controlar a otros partidos etc. Estas

    declaraciones antisoviticas son normalmente camufladas bajo frases

    izquierdistas, como que el socialismo en la Unin Sovitica ha dejado de ser

    revolucionario. Fue naturalmente risible or estas declaraciones sobre el

    Partido Comunista (bolchevique) de la Unin Sovitica de parte de

    cuestionables marxistas como Milovan ilas, Svetozar Vukmanovi [General

    Vukmanovi; Ministro Adjunto del Ministerio de Defensa, nombrado Ministro

    de Minas en agosto de 1948 Anotacin de Bitcora (M-L)], Aleksandar

    Rankovi [General Rankovi, Ministro del Interior. En agosto de 1948

    nombrado Vice Primer ministro Anotacin de Bitcora (M-L)], Boris Kidri y

    otros. Sin embargo, el hecho es que tales rumores han estado circulando un

    largo tiempo entre muchos oficiales de alto rango yugoslavos, que ellos an

    estn circulando, y que ellos naturalmente estn creando una atmsfera

    antisovitica que est poniendo en peligro las relaciones entre el Partido

  • 7

    Comunista (bolchevique) de la Unin Sovitica y el Partido Comunista de

    Yugoslavia.

    Nosotros realmente admitimos que cada partido comunista, entre ellos el

    Partido Comunista de Yugoslavia, tenga derecho a criticar al Partido Comunista

    (bolchevique) de la Unin Sovitica, as como el Partido Comunista

    (bolchevique) de la Unin Sovitica tiene derecho a criticar a otros partidos

    comunistas. Pero el marxismo demanda que esa crtica sea puesta sobre la

    mesa, y no por debajo y calumniando, privndose as al criticado de la

    oportunidad de responder al crtico. Por lo tanto, las crticas de los oficiales

    yugoslavos nunca han sido abiertas ni honestas; han sido a la vez encubiertas y

    deshonestas y de una naturaleza hipcrita, porque, mientras se desacreditaba al

    Partido Comunista (bolchevique) de la Unin Sovitica por las espaldas, la

    publicidad fariseamente lo elevaba a las estrellas. As las crticas son

    transformadas en calumnias, en un intento de desacreditar al Partido

    Comunista (bolchevique) de la Unin Sovitica y ennegrecer el sistema

    sovitico.

    No tenemos dudas que las masas del Partido Comunista de Yugoslavia querran

    renegar de estas crticas como extraas y hostiles, si fueran puestas al tanto de

    ellas. Pensamos que esta es la razn porque los oficiales yugoslavos hacen estas

    crticas en secreto, a espaldas de las masas.

    Otra vez, uno podra hacer mencin que, cuando declar la guerra al Partido

    Comunista (bolchevique) de la Unin Sovitica, Trotski tambin lanz la

    acusacin al Partido Comunista (bolchevique) de la Unin Sovitica de que

    haba degenerado, como sufrimiento de la limitacin inherente a su estrecho

    nacionalismo de gran potencia. Naturalmente l camufl todo esto con slogans

    de izquierda a cerca de la revolucin mundial. Sin embargo, es bien sabido que

    Trotski fue quin acab degenerndose, y que cuando fue expuesto, se pas al

    campo de los jurados enemigos del Partido Comunista (bolchevique) de la

    Unin Sovitica y la Unin Sovitica. Es por eso que pensamos que la carrear

    poltica de Trotski es bastante instructivo.

    b) Estamos preocupados por las condiciones presentes del Partido Comunista

    de Yugoslavia. Estamos asombrados por el hecho de que el Partido Comunista

    de Yugoslavia, el cual es el partido lder, no est an completamente legalizado y

    todava mantiene un status semilegal. Las decisiones de los rganos del partido

    nunca son publicados en la prensa, tampoco estn los informes de las asambleas

    de partido.

    La democracia no es evidente dentro del propio Partido Comunista de

    Yugoslavia. El Partido Comunista de Yugoslavia, en su mayora, no ha sido

    electo sino cooptado. La crtica y la autocrtica dentro no existe o apenas existe.

  • 8

    Es caracterstico el hecho de que el Secretario de Organizacin del Comit

    Central del partido es el Ministro de Seguridad del Estado. En otros trminos,

    los cuadros del partido se someten de hecho a la vigilancia del Ministro de

    Seguridad del Estado. Segn la teora marxista, el partido debe controlar todos

    los rganos del Estado, incluido tambin el Ministerio de Seguridad del Estado,

    mientras que en Yugoslavia ocurre lo contrario, siendo el partido controlado de

    hecho por el Ministerio de Seguridad del Estado. Como se ve, esto explica que la

    iniciativa de las masas del partido en Yugoslavia no est al nivel requerido. Se

    comprende que no podemos considerar marxista-leninista y bolchevique tal

    forma de organizacin del partido comunista.

    En el Partido Comunista de Yugoslavia el espritu de la poltica de la lucha de

    clases est ausente. El aumento del nmero de los elementos capitalistas tanto

    en el campo como en la ciudad prosigue rpidamente, y la direccin del Partido

    no toma medidas para limitar a estos elementos. El Partido Comunista de

    Yugoslavia se adormece con la podrida teora oportunista de la integracin

    pacfica de los elementos capitalistas en el socialismo, tomada prestado de

    Bernstein, Vollmar, Bujarin [Eduard Bernstein y Georg Vollmar era lderes del

    Partido Socialdemcrata de Alemania; Nikoli Bujarin fue miembro del Partido

    Comunista (bolchevique) de la Unin Sovitica, ms tarde, a finales de los aos

    20, lder de la oposicin de derecha contrario a la lnea del gobierno sovitico

    encabezado por Stalin, autor de teoras sobre la integracin de los

    concesionistas la burguesa del capitalismo de Estado y los kulaks en el

    socialismo gradualmente y de modo pacfico Anotacin de Bitcora (M-L)].

    Acorde con la teora marxista-leninista el partido es considerado como la fuerza

    principal en el pas, que tiene su programa especfico y que no puede fundirse

    con las masas sin partido. En Yugoslavia por el contrario, el frente popular es

    considerado cabeza de fuerza principal y ah una intencin de disolver el partido

    dentro del frente. En su discurso a la II Conferencia del frente popular, el

    camarada Tito dijo:

    Tiene el Partido Comunista de Yugoslavia cualquier otro programa que el

    del frente popular? No, el partido no tiene ningn otro programa. El

    programa del frente popular es su programa. (Josip Broz Tito; Discurso

    en la II Conferencia del frente popular, 23 de septiembre de 1947)

    As pues, parece que en Yugoslavia esta increble teora de organizacin de

    partido es considerada una nueva teora. En realidad, no es nada nuevo. En

    Rusia, hace cuarenta aos, una parte de los mencheviques, propuso que el

    partido marxista se disolviera en un partido de organizacin de masas obreras

    sin partido y que el segundo debe suplantar al primero; la otra parte de los

    mencheviques proponan que el partido marxista se disolviera en un partido en

    las organizaciones de masas sin partido de obreros y campesinos, con esta

  • 9

    ltima organizacin suplantando al primero. Como se sabe, Lenin describi a

    estos mencheviques como maliciosos oportunistas y liquidadores del partido.

    c) No entendemos porque el espa ingls, Vladimir Velebit [este inform de su

    renuncia al Ministerio de Asuntos Exteriores en junio de 1948, y luego fue

    nombrado para la presidencia del Comit Federal Yugoslavo de Bienestar Social

    Anotacin de Bitcora (M-L)], an permanece en el Ministerio de Asuntos

    Exteriores de Yugoslavia como Primer Adjunto. Los camaradas yugoslavos

    saben que Velebit es un espa ingls. Ellos tambin saben que los

    representantes del gobierno sovitico consideran a Velebit un espa. Sin

    embargo, Velebit permanece en el puesto de Primer Adjunto del Ministerio de

    Asuntos Exteriores. Es posible que el gobierno yugoslavo tenga la intencin de

    usar a Velebit como un espa ingls. Como es sabido, los gobiernos burgueses

    piensan que es permisible tener espas de grandes Estados imperialistas en su

    personal con miras a garantizar su buena voluntad, e incluso querran aceptar

    para satisfacerles que sus pueblos estuvieran bajo el tutelaje de estos Estados

    para tal fin. Consideramos esta prctica como enteramente impermisible para

    marxistas. Sea como sea, el gobierno sovitica no puede colocar su

    correspondencia con el gobierno yugoslavo bajo el control de un espa ingls. Es

    comprensible pues, que mientras Velebit sea mantenido en el Ministerio de

    Asuntos Exteriores, el gobierno sovitico considere que se le coloca en una

    dificultosa situacin y niegue la posibilidad de continuar la correspondencia

    abierta con el gobierno yugoslavo a travs del Ministerio de Asuntos Exteriores.

    Estos son los hechos que estn causando la insatisfaccin del gobierno sovitico

    y del Comit Central del Partido Comunista (bolchevique) de la Unin Sovitica

    que ponen en peligro las relaciones entre la Unin Sovitica y Yugoslavia.

    Estos hechos, como han sido mencionados, no tienen relacin con la retirada de

    los especialistas militares y civiles. Sin embargo, ellos son un factor importante

    del empeoramiento de las relaciones entre los dos pases.

    FIN

  • Equipo de Bitcora (M-L)

    Bitcora Marxista-Leninista