metodología catequística para niños - baixardoc

10
Metodología catequística para niños Cómo dar catequesis hoy Luis M. Benavides

Upload: others

Post on 03-Jul-2022

1 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: Metodología catequística para niños - BAIXARDOC

Metodología catequística para niños Cómo dar catequesis hoy

Luis M. Benavides

Page 2: Metodología catequística para niños - BAIXARDOC

™- J H H H r M VMMM^MMMMH ii •i

Metodología catequística para niños

Cómo dar catequesis hoy

Luis M. Benavides

P P C

Page 3: Metodología catequística para niños - BAIXARDOC

Nada obsta a la Fe y Moral católicas para su publicación.

Sr. Pbro. CRISTIAN JOSÉ RAMÍREZ, Censor

Puede imprimirse.

S. E. R. Mons. JOAQUÍN MARIANO SUCUNZA

Vicario General del Arzobispado de Buenos Aires

Buenos Aires, 6 de diciembre de 2004

Edición: Herminio Otero Revisión y adaptación: Alipio Rozas Diseño: Estudio SM

Pablo Núñez

© Luis M. Benavides © 2005, PPC, Editorial y Distribuidora, SA

Impresores, 15 Urbanización Prado del Espino 28660 Boadilla del Monte (Madrid) [email protected] www.ppc-editorial.com

ISBN 84-288-1943-2 Depósito legal: M-17605-2005 Fabricado en España / Made in Spain

Imprenta SM

Queda prohibida, salvo excepción prevista en la Ley, cualquier forma de reproducción, distribución, co-municación pública y transformación de esta obra sin contar con la autorización de los titulares de su pro-piedad intelectual. La infracción de los derechos de difusión de la obra puede ser constitutiva de delito contra la propiedad intelectual (arts. 270 y ss. del Código Penal). El Centro Español de Derechos Reprográ-ficos vela por el respeto de los citados derechos.

A todos los niños que me mostraron

cómo es el Reino de Dios.

...Y a todos aquellos adultos que, sin querer,

me enseñaron a complicarlo un poco.

A Liliana,

mi esposa e inseparable compañera;

sin su apoyo, paciencia y ternura,

esta obra no hubiera sido posible.

Page 4: Metodología catequística para niños - BAIXARDOC

CONTENIDO

Metodología catequística para niños

Una experiencia reflexionada

1. Jesús catequista:

hacia una espiritualidad catequística

2. El método catequístico

3. La catequesis de niños 4. Programación y planif icación anual

de la catequesis

5. Planificación y preparación de cada encuentro catequístico

6. La iniciación al silencio y a la oración

7. La iniciación l i túrgica de los niños

8. Los niños y la palabra de Dios

9. Psicología evolut iva y religiosa del niño

Una catequesis viva para contagiar la fe

Bibliografía

La catequesis en Internet

PRÓLOGO

Metodología catequística para niños

Es una alegría presentar una obra tan necesaria y esperada por to-dos los que trabajan en la catequesis y pastoral con niños. El texto es muy completo y resultará muy enriquecedor para la formación y la ta-rea diaria del catequista de niños.

El título de un libro tiene una gran importancia. Es lo primero que se lee, es el rostro de la obra, es el carné de identidad que posibilita el primer contacto con el autor.

Creo que a Luis Benavides lo que más le ha costado es encontrar el título para su escrito. Porque tiene un título que esconde más de lo que dice, pero que, quizás, es el más apropiado. Puesto que la inten-ción del autor, es compartir con el lector toda su larga y fecunda tra-yectoria como catequista y formador de catequistas.

Y en este sentido, estamos ante un verdadero tratado de Metodo-logía catequística para niños. Metodología con mayúscula, que supe-ra largamente una didáctica de la catequesis, evitando en todo mo-mento caer en la tentación facilista de las de recetas y fórmulas salvadoras, pero que, al mismo tiempo, posee una gran utilidad prác-tica tanto para quienes se inician en el arte de la catequesis de niños como para quienes desean sistematizar los conocimientos y experien-cias obtenidos a lo largo del tiempo.

Hay en esta Metodología catequística para niños una profunda re-flexión sobre la pedagogía de la fe, que evoca y presupone las grandes cuestiones de la catequética contemporánea.

Hay en esta Metodología catequística una permanente alusión a la psicología evolutiva, a la sociología religiosa, que permite inculturar en estos tiempos nuevos el arte -siempre d i f íc i l - de comunicar un "acontecimiento y una doctrina de vida".

Pero si hay algo que hace original a la obra es la inseparabilidad que la misma tiene con su autor. No es ciertamente un libro testimonial. Sin embargo el texto está preñado de la vida e historia personal. Luis

7

Page 5: Metodología catequística para niños - BAIXARDOC

Benavides escribe lo vivido, y su vida se hace libro. Y se nota que esta obra sobre Metodología catequística para niños está compuesta por un apasionado maestro-catequista.

• Maestro, porque Luis Benavides nació para el aula y en ella vive, se apasiona, experimenta y reflexiona.

• Maestro también porque ya tiene en su vida mucho rodaje en el arte de acompañar la formación de otros catequistas.

• Maestro porque la experiencia de lo vivido, le permite liberarse de falsas dialécticas y discusiones trasnochadas, para ofrecernos con la sencillez y la síntesis de los sabios, aquellas certezas e in-tuiciones que permiten a la catequesis ser arte y ciencia.

Estoy seguro que esta obra será de gran utilidad para una verdade-ra iniciación en el arte de acompañar la fe, de quienes se descubren llamados a uno de los ministerios más antiguos de la Iglesia: el de la catequesis de niños.

Pbro. ALEJANDRO JOSÉ PUIGGARI

Secretario de la Comisión Episcopal de Catequesis y Director Nacional de Catequesis de Argentina

8

INTRODUCCIÓN

Una experiencia reflexionada

Queridos catequistas y agentes de pastoral:

Cierta vez, en un encuentro de catequesis, Juan Alberto, un niño de siete años, me preguntó:

—Amén, ¿es el "apellido" del Espíritu Santo?

Todos los que de alguna manera u otra trabajamos con niños, nos hemos encontrado con situaciones como la anterior o parecidas y, no nos queda otra cosa que sonreír y admirarnos ante el misterio de la vida, envuelto en pañales de inocencia.

• Una experiencia reflexionada

No podemos dejar de dar gracias a Dios Padre por permitirnos com-partir este tesoro inapreciable que son los niños. Somos privilegiados porque estamos en contacto con la vida misma, en una de sus mani-festaciones más hermosas: los niños. Precisamente, son ellos quienes rescatan en nosotros los adultos, las ganas de jugar, las canciones, las dudas, la sencillez, la alegría; en síntesis: el gusto por la vida.

Creo con sinceridad que existen pocas experiencias tan hermosas y enriquecedoras como el hecho de guiar y acompañar a los niños du-rante su despertar a la vida; y, mucho más, cuando se trata de ini-ciarlos en la fe, en la misma vida de Dios.

• La catequesis, un ministerio

La catequesis de niños no es una tarea menor; es un ministerio que tiene un carácter propio. La tarea catequística exige amor y profundo respeto al niño, el cual tiene derecho a una presentación sencilla y auténtica de la fe cristiana.

Ser catequista de niños es un don, una llamada y un regalo del Pa-dre. Los niños exigen total donación de sí, una entrega generosa y una permanente atención; pero como contrapartida, quienes tenemos la di-cha de trabajar con niños sabemos que todos estos esfuerzos se ven, a la larga, ampliamente recompensados.

9

Page 6: Metodología catequística para niños - BAIXARDOC

• Este libro: reflexión más experiencia

El presente libro es el fruto de muchos años de reflexión y dedica-ción a la catequesis de niños. De alguna manera, este libro es el re-sultado del trabajo en conjunto de muchos otros catequistas y agen-tes de pastoral, con los que el buen Dios me ha dado la oportunidad de compartir esta maravillosa tarea, a lo largo de mi vida. A ellos va también mi reconocimiento.

Mi idea ha sido recoger en este libro parte de la problemática cate-quística infantil. He tratado de ser lo más exhaustivo posible, sobre todo en lo que respecta a los aspectos metodológicos, pedagógicos y organizativos de la catequesis.

• Para vosotros, catequistas

El libro está pensado básicamente para los catequistas. Por eso, uti-lizo un lenguaje sencillo y llano; ofrezco recursos asequibles a todos aquellos que ejercen, de alguna manera u otra, el ministerio de la ca-tequesis de niños.

Mi intención es que esta obra sirva de apoyo, consulta y orientación para todos los catequistas, que día a día, trabajan por extender el Reino de Dios entre los más pequeños. También, ofrezco con este tex-to un instrumento que ayude a pensar y a organizar mejor la cate-quesis. Espero que sea útil.

Este libro no aspira a ser un tratado de catequética para teólogos y pastoralistas, sino más bien una pequeña aportación a la tarea evan-gélica y diaria de la Iglesia. De todos modos, queda planteada la ne-cesidad de seguir profundizando en la reflexión teológica y pastoral aplicada a la catequesis de niños.

Asimismo, quiero alentar y agradecer en nombre de Dios y de la Igle-sia, todo lo que se hace por extender su Reino, especialmente entre los más pequeños.

Finalmente, espero que todas estas reflexiones ayuden a todos los que acompañamos a los niños en su caminar hacia Dios y que, día a día, testimoniemos con alegría a Aquel que nos amó y nos eligió para ser sus discípulos a lo largo y a lo ancho de todo el mundo...

Luis M. BENAVIOES

10

CAPÍTULO I

JESÚS CATEQUISTA: HACIA UNA ESPIRITUALIDAD CATEQUÍSTICA

| | jESÚS, EL .MMQ.^.?^|QM!i[A___ Existe un hecho maravilloso: Dios interviene en la vida y hace irrup-

ción en la historia de los hombres para establecer su Reino. Dios actúa y salva al mundo por Jesucristo.

Dios se hace presente en medio de nosotros, de manera plena y de-finitiva, a través de su Hijo Jesús. (Le 2,10-11; jn 1,1-18; Hch 2,22-36; 13,16-41; 1 Jn 1,1-14).

Jesucristo es el centro vital del universo. Por Él somos, nos movemos y existimos, según reza san Pabío. Jesús mismo es el mensaje de salva-ción, la Palabra eterna hecha carne. Él revela y transmite su Palabra, es decir, él mismo se entrega a nosotros por amor.

Jesús es el primer y único catequista, es el catequista. Nadie mejor que Él para enseñarnos a transmitir su propia Palabra.

Por esto, dirigiremos la mirada atenta a la forma en que Él procla-maba y anunciaba su Palabra o, dicho de otra manera, a la forma en que Jesús catequizaba.

Nada mejor que analizar cómo actuaba Jesús en su predicación, para darnos una idea de cómo hacerlo nosotros. Él es el modelo, el proto-tipo, el perfil ideal de todo catequista, y en Él debemos apoyarnos para que nuestra labor dé sus frutos.

H JESÚS Y !AiAMARJTANA____^

Entre todos los textos tan ricos que la Palabra de Dios nos ofrece, existe un pasaje evangélico que siempre me ha emocionado y conmo-vido: es el encuentro de Jesús con la samaritana.

Fascina seguir de cerca el proceso que realiza jesús al ayudar a la samaritana a encontrarse consigo misma, con Él y con sus hermanos.

11

Page 7: Metodología catequística para niños - BAIXARDOC

Tomamos este texto como punto de partida para la reflexión y el análisis de la actuación catequética de Jesús.

• El relato

El episodio de la samaritana es narrado solo por Juan (Jn 4,1-30 y 39-42). Contiene una riqueza, una profundidad y un conocimiento de la rea-lidad humana como solo Jesús podía tenerlo.

Sugiero que realicen una lectura pausada y atenta del texto. Imagí-nense la situación, los movimientos, la ubicación geográfica, el tono de voz, la cadencia; pero sobre todo, centren la atención en las ac-ciones de Jesús, en su modo de encarar una situación tan delicada.

• El texto

Los fariseos se enteraron de que Jesús bautizaba y atraía más discí-pulos que Juan.

El Señor, al saberlo, decidió abandonar la región de Judea y volvió a Galilea. Para eso, tenía que pasar por el país de Samaría. Llegó a un

pueblo llamado Sicar, en la tierra que el patriarca Jacob había dado a su hijo José. Allí se encuentra el pozo de Jacob. Jesús, cansado de la caminata, se sentó sin más, al borde del pozo. Era cerca del mediodía. Una mujer samaritana llegó para sacar agua, y jesús le dijo:

—Dame de beber.

En ese momento se habían ido sus discípulos al pueblo a hacer com-pras. La samaritana le dijo: —¿Cómo tú, que eres judío, me pides de beber a mí, que soy una mu-jer samaritana?

(Hay que saber que los judíos no se comunican con los samaritanos.) Jesús le contestó:

—Si conocieras lo que Dios te quiere dar, y quién es el que te pide de beber, tú misma me pedirías a mí. Y yo te daría agua viva. Ella le dijo:

—Señor, no tienes con qué sacar agua y este pozo es profundo, ¿dón-de vas a conseguir esa agua viva? ¿Eres, acaso, más poderoso que nuestro antepasado Jacob, que nos dio este pozo, del cual bebió él, su familia y sus antepasados?

12

Jesús le contestó: —El que bebe de esta agua, vuelve a tener sed, pero el que beba del agua que yo le daré, no volverá a tener sed. Porque el agua que yo le daré, se hará en él manantial de agua que brotará para la vida eterna. La mujer le dijo:

—Señor, dame de esa agua para que no sufra más sed, ni tenga que volver aquí a sacarla. Jesús le dijo: —Anda a buscar a tu marido y vuelve acá. La mujer le contestó: —No tengo marido. Jesús le dijo:

—Es verdad lo que dices, que no tienes marido, has tenido cinco ma-ridos, y el que ahora tienes tampoco es tu marido. —Señor, contestó la mujer, veo que eres un profeta. Nuestros padres siempre vinieron a este cerro para adorar a Dios y ustedes los judíos ¿no dicen que hay que adorar en Jerusalén?

Jesús le dijo: —Créeme, mujer, que llega la hora en que ni en este cerro, ni tam-poco en Jerusalén, adorarán al Padre. Vosotros, los samaritanos, ado-ráis lo que no conocéis, mientras que nosotros los judíos conocemos lo que adoramos porque la salvación viene de los judíos. Pero llega la hora, y ya estamos en ella, en la que los verdaderos adoradores ado-rarán al Padre en Espíritu y en Verdad. Porque ésos son los adorado-res que busca el Padre. Dios es Espíritu y los que lo adoran deben adorarlo en Espíritu y en Verdad. La mujer contestó:

—Yo sé que el Cristo está por venir. Cuando él venga nos aclarará todo,

jesús le dijo:

—Ese soy yo, el que te está hablando. En ese preciso momento llegaron los discípulos y se admiraron al ver-lo hablar con una samaritana. Pero ninguno le preguntó para qué ni por qué hablaba con ella. La mujer dejó allí el cántaro y corrió al pueblo a decirle a la gente: —Venid a ver a un hombre que me ha dicho todo lo que yo he hecho.

13

Page 8: Metodología catequística para niños - BAIXARDOC

¿Acaso será este el Cristo?

Salieron entonces del pueblo y fueron a verlo.

En este pueblo, muchos samaritanos creyeron en Él por las palabras de la mujer que decía: "Él me descubrió todo lo que yo había hecho". Vinieron donde él y le pidieron que se quedara con ellos. Y se estuvo allí dos días. Y en el pueblo mucha más gente creyó en él al oír su pa-labra. Y le decían a la mujer:

—Ya no creemos por lo que tú contaste. Nosotros mismos lo hemos oído y estamos convencidos de que este es verdaderamente el Salva-dor del mundo. (Jn 4,5-30)

• La estructura

Para entender mejor el proceso catequístico seguido por Jesús vamos a desmenuzar y analizar detenidamente el diálogo entre Jesús y la sa-maritana.

Jesús se encuentra fatigado y cansado en el pozo de Jacob, con la mujer. El encuentro junto a los pozos y manantiales, en la Biblia, es un símbolo de la vida que Dios da, especialmente en los tiempos mesiáni-cos. (Gen 24,10ss; Ex 2,15ss; Gen 26,19-22; Is 2,3; Jer 2,13).

Por otra parte, los pozos en aquella época, solían quedar a unos ki-lómetros del pueblo. La gente (por lo general, las mujeres) tenía que llegarse a los pozos varias veces al día llevando el agua en cántaros grandes y, por lo tanto, de gran peso. En esa situación, se encuentran Jesús y la samaritana.

Comienza un "diálogo de sordos" en el que Jesús va paulatinamente entrando en contacto con la mujer hasta poder comunicarle su pala-bra. Nos detendremos en ese diálogo para analizar el contenido del mismo:

—Dame de beber.

LA SAMARITANA

I —¿Cómo tú, que eres judío, me pides de beber a mí, que soy samaritana?...

14

LA SAMARITANA m

— ...Si conocieras el don de Dios y quién es el que dice: "Dame de beber", tú misma se lo hubieras pedido y él te habría dado agua viva.

—El que bebe de esta agua vuelve a tener sed, pero el que beba del agua que yo le daré, no volverá jamás a tener sed.

-Ve y llama a tu marido.

Jesús continuó: —Es verdad lo que dices, que no tienes marido, has tenido cinco y el que tienes ahora tampoco es tu marido.

—...ni aquí ni en Jerusalén... Los verdaderos adoradores, adorarán al Padre en Espíritu y en Verdad.

—¡Ese soy yo, el que habla contigo!

—Señor, no tienes nada para sacar el agua y el pozo es profundo. ¿De dónde sacas esa agua viva? ¿Eres acaso más poderoso que nuestro padre Jacob?...

—Dame de esa agua para que no sufra más sed, ni tenga que volver aquí a sacarla.

—No tengo marido...

—Señor, veo que eres un profeta... Pero ¿dónde adorar a Dios, aquí o en Jerusalén?

—Yo sé que el Cristo está por venir. Cuando él venga nos aclarará todo.

La mujer dejó su cántaro y corrió a la ciudad y dijo a la gente:

—¡Vengan a ver a un hombre que me ha dicho todo lo que he hecho!

¿No será el Mesías?

Salieron entonces de la ciudad y fueron a su encuentro... Muchos sa-maritanos creyeron en él por las palabras de la mujer...

Muchos más creyeron en él a causa de su palabra y decían a la mujer:

—Ya no creemos por lo que has dicho, nosotros mismos lo hemos oído y sabemos que él es verdaderamente el Salvador del mundo.

15

Page 9: Metodología catequística para niños - BAIXARDOC

Q EL PROCESO METODOLÓGICO DE JESÚS

1 Respetar _a la p e r s j o n a _ _ _ _ _ ^ ^

Es fascinante ver cuál fue el proceso que utilizó Jesús para llegar al corazón de la samaritana.

*• La samaritana tenía su historia, sus creencias, su manera de rela-cionarse con los otros, su propia forma de vida. Pero era una mu-jer bloqueada, vivía en la inseguridad de no contar con nadie, ni si-quiera con ella misma.

*• Ella no sabía ni podía crecer como persona. Estaba totalmente alie-nada ante sí misma, ante los demás y ante el Dios-viviente. Se ha-bía transformado en un lugar de paso, para los hombres; de odio para las mujeres y en un motivo de escándalo para la comunidad. Era una mujer adúltera.

• Jesús no se escandaliza ante tal realidad. Muy por el contrario, la respeta y ama profundamente, hasta tal punto que decide ayudar a la mujer a reencontrarse con su historia. En una palabra: la hace crecer como persona, porque la ama y quiere su felicidad.

*- Por eso, él toma la iniciativa, da el primer paso y luego procede de-licada y respetuosamente. Sin apremios, pero con marcada insis-tencia; sin cesar de llevarla por los caminos del amor y las exigen-cias de una vida mejor.

La primera lección que da Jesús a los catequistas es la de amar y res-petar profundamente la realidad de los catequizandos, en nuestro caso, los niños, no imponiéndoles nada, sino acercándolos al amor de Dios.

2 Proceso catequét ico

Evidentemente Jesús no habla, en los Evangelios, de un método ca-tequístico, pero sí podemos percibir una manera de obrar, una "peda-gogía", una "metodología" que le es propia y que la utiliza con fre-cuencia.

En el encuentro con la samaritana, el proceso utilizado por Jesús po-dría resumirse así (cfr. el gráfico del diálogo con la samaritana):

16

H Jesús parte de una real idad: la s i tuación existencial de la samaritana

• Jesús ama y conoce profundamente la realidad de la samaritana.

»• Lentamente, y de acuerdo con el ritmo que ella misma impone, la va enfrentado con su propia realidad.

• Si de entrada, Jesús se hubiera presentado como el Mesías, lo más probable es que la mujer le hubiese partido el cántaro en la cabeza...

2 Jesús anuncia su palabra: "Yo soy el Cr is to"

*• Esta Palabra es transformadora, viviente, operante. Genera un cam-bio de vida, un cambio en el corazón. Jesús mismo es la Palabra he-cha carne (Jn 1,1-18), esperada desde todos los tiempos y procla-mada por los profetas.

• Esta Palabra opera la salvación y la redención en los humanos con una fuerza extraordinaria. Por eso mismo, operó un cambio funda-mental en la samaritana.

3 Se produce un cambio de vida o respuesta v i ta l

• La mujer sacudida por el amor de Dios, tocada y sanada por la Pa-labra de Dios, se encuentra y acepta a sí misma. Esto le permite des-cubrirse, abrirse a los demás y al Otro (el Dios-viviente). Hasta tal punto cambia su vida, después del encuentro con jesús, que ya no le importa su pasado, sino que se lanza definitivamente hacia la vida plena.

• La samaritana no solo vuelve corriendo a su pueblo -dejando el cán-taro y con él, su vida anterior- sino que irrumpe llena de vida en la realidad cotidiana de su gente.

• De tal forma que se ve transformada: pasa de ser una mujer blo-queada a una mujer liberada de su carga, capaz de amar y de ser amada y, quizás, por primera vez en su vida, escuchada.

• La samaritana pasa de ser discípula (seguidora) de Jesús a conver-tirse en apóstol (testigo o anunciadora) de la Buena Noticia, es de-cir, se transforma en catequista: lleva sus hermanos hasta Jesús.

17

Page 10: Metodología catequística para niños - BAIXARDOC

*• De esa manera, se convierte en el puente para que sus hermanos conozcan a jesús y, luego, ellos mismos lo reconozcan como el Sal-vador, transformándose, a su vez, en discípulos del Maestro y nue-vos apóstoles de su mensaje.

Q APLICACIONES A LA CATEQUESIS

La experiencia catequética^

Y esta es la experiencia que se viene transmitiendo de persona a per-sona, de corazón a corazón, de padres a hijos, de catequistas a cate-quizandos, desde hace dos mil años en el seno de la Iglesia y hasta lle-gar a todos los confines de la tierra.

La transmisión de la fe cristiana es ante todo el anuncio de Jesucristo para llegar a una fe personal en Él. Desde el principio, los primeros discípulos ardieron en deseos de anun-ciar a Cristo:

"No podemos nosotros dejar de hablar de lo que hemos visto y oído" (Hch 4,20).

Y ellos mismos invitan a los hombres de todos los tiempos, a entrar la alegría de su comunión con Cristo:

Lo que existía desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que contemplamos y tocaron nuestras manos acerca de la Palabra de vida -pues la Vida se manifestó, y nosotros la hemos visto y damos testimonio y os anunciamos la vida eterna, que estaba con el Padre y se nos manifestó-, lo que hemos visto y oído, os lo anunciamos, para que también vosotros estéis en comunión con nosotros. Y nosotros estamos en comunión con el Padre y con su Hijo, Jesucristo. Os escribimos esto para que vuestro gozo sea completo...

1 Juan 1,1-4

18

JDinámiea del catequista

Así se conforma, lo que podríamos llamar la dinámica del discípulo-apóstol, es decir, la dinámica del catequista, que podríamos resumir de la siguiente manera:

Jesús

(discípula) LA SAMARITANA

(apóstol)

(discípulos) SUS HERMANOS SAMARITANOS

(apóstoles)

(discípulos) A OTROS

(apóstoles)

19