filosofia de la mente cap 5

20
8/18/2019 Filosofia de La Mente Cap 5 http://slidepdf.com/reader/full/filosofia-de-la-mente-cap-5 1/20 Capítulo 5 LAINTELIGENCIA ANIMAL l Preliminares históricos y epistemológicos Dedicaremos ahora a lg un as p ág in as a la c ue st ió n de la inteligencia animal . En el cuadro de las investigaciones de las ciencias cognitivas, el estudio de la «mente animal » ocupa un lugar especial, con muchos vínculos co n la psicología cogni tiva. Una t em át ic a t íp ic a d e la f il os of ia de l a mente es la rela ción entre las « inteligencias » humana artificial y animal. Cada un o de estos ámbitos puede dar luz sobre los otros, siguiendo un método comparativo Los animales tienen un a sorpren- dente dimensión psíquica, descuidada po r la perspectiva pura mente fisiológica de la zoología tradicional. De lo visto en las páginas anteriores se entiende fácilmente el punto de vista en qu e se coloca este campo de estudio de la filosofia y de las ciencias de la mente. Las capacidades cognitivassuperioresde los animales demuestran un dinamismo de la experiencia que I Cfr., sobre el tema , D. R. GRlFFIN, M en ti a n imali cit.;] . L Cotn n, C. G.  oUL The  n imal  ind  cit.;]. VA UCLAlR inteUigence del an imal cit. ; M. MANZANEDO ,  c ogitativa delhombre y la i nteligencia de losanimale s « Angeli cum », 67 1990) , pp. 329-363. 267

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8/18/2019 Filosofia de La Mente Cap 5

http://slidepdf.com/reader/full/filosofia-de-la-mente-cap-5 1/20

Capítulo 5

LA INTELIGENCIA ANIMAL

l Preliminares históricos y epistemológicos

Dedicaremos

ahora

a lg un as p ág in as a la c ue st ió n de la

inteligencia animal . En el cuadro de las investigaciones de las

ciencias cognitivas, el estudio de la «mente animal» ocupa un

lugar especial,

con muchos

vínculos

con

la psicología cogni

tiva. Una tem ática típ ica d e la filosofia de la mente es la rela

ción

entre

las «inteligencias» humana artificial y animal. Cada

uno de estos ámbitos

puede dar

luz sobre los otros, siguiendo

un

método comparativo Los animales tienen

una sorpren-

dente dimensión psíquica, descuidada por la perspectiva pura

mente fisiológica de la zoología tradicional. De lo visto en las

páginas anteriores se entiende fácilmente el

punto

de vista

en

que se coloca este campo de estudio d e la filosofia y de las

ciencias de la mente. Las capacidades cognitivas superiores de

los animales demuestran un d in am ismo de la ex periencia que

I Cfr., sobre el tema , D. R. GRlFFIN,

Menti animali

cit.;] .

L

Cotn n, C.

G.  oUL The  nimal   ind 

cit.;].

VAUCLAlR L  inteUigence del an imal

cit.;

M.

MANZANEDO ,

  cogitativa del hombre

y

la inteligencia de losanimales «Angeli

cum

», 67 1990) ,

pp.

329-363.

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Filosofiade la mente

no es siempre fácil de distinguir respecto a lasformas elemen

tales de la inteligencia

humana con

respuestas teleológicas y

comunicativas y notables h

abilidad

es en la búsqueda de los

medios

oportunos

para la defensa o para la adquisición de un

bien incluso

con

alguna «creatividad ». Los

animal

es

están

,

además, dotados de cierta capacidad lingüística o comunica

tiva. Examinemos, pues, estos aspectos e intentemosllegar a al

gunas conclusiones, también

para

poder así valorar mejor la

potencia de la

mente humana.

En las culturas tradicionales, el hombre estaba en con

tacto directo con los animales. Algunos convivían con él y,

con

frecuencia, le eran úti les en el t rabajo o en la guerra. Algunos

eran criados

para

la alimentación o

eran

objeto de caza, mien

tras los animales salvajes solían constituir un a

amen

aza de la

que

el h

ombre trataba

de defenderse. En las religiones anti

guas , ciertos

anim

ales eran a veces sacralizados o se los desti

naba

a sacrificios

como

manifestación del cul to a Dios.

En la Sagrada Escri tura, los animales aparecen en algu

nas de estas perspectivas, aunque no son nunca objeto de idola

tría. En el  én si s el

hombre

se encuentra en una especial si

tuación de solid

aridad

con ellos Adán debe

impon

erles un

nornbre -; las especies animales son salvadas del diluvio

en

el

a rca de Noé). En el libro de Jobyen los l ib ros sapienciales , el

hombre se llena de estupor ante muchosanimales y eso le lleva

a la contemplación de la

pot

encia creadora de Dios . En ocasio

nes, las habilidades animales son ocasión para encontrar com

paraciones y en señ anzas morales  la f igura de las ovejas del

buen

pastor en el Evangelio, la pal

om

a como símbolo del Espí

ri tu Santo). En un a

línea

análoga, si

bien

muy diversa por su

conte

xto de

fond

o, se en

cuentran

las antiguas fábulas en que

los animales son

protagon

istas y son vistos de modo antropo-

mórfico, un poco como hoy se hace en los dibujos animados.

2 Cfr.

 n

2, 19

ss,

Cfr.

jb

39-41.

268

La inteligencia animal

Con Aristóteles surge un a actitud científica fisiológica

y psicológica) ante los

animale

s , Aristóteles y su

tradici

ón

reconocieron

en ellos un a

auténti

ca vida cognitiva y

tenden-

cial , con variadas emociones y con una inteligencia práctica

in stintiva. El

hombre

es

también un

animal ,

pero

dotado

de ra z

ón

,

por

lo q ue s up

er a

completam

ente

el reino zoo

lógico.

Con el

planteamiento

de Descartes y

de

la fisiología

moderna, los animales serán an alizados según principios fi

siológi cos, y a veces serán asimilados a «máquinas de terminis

tas» sin sensibilidad, ya

que

esta p

ertenecería

a la conciencia

y, po r t

anto

, solo al alma, consider

ada

exclusiva del hombre.

En el racionalismo, el

control

científico de la

naturaleza

de

bería implicar un

dominio

absoluto del hombre sob re los

animales.

Por otra parte, en los siglos   Yxx, la industrialización

y la

urb

anización alejan al

hombre

de la convivencia

con

los

animales, y mu chas especies corren

peligro de extinguirse o se

extinguen El trabajo animal como fuente de

ener

gía  caba

llos, bu eyes, asnos) se vuelve superfluo. Sigue siendo impor

tante , de t odos mod os, la ganadería para la

produ

cción ali

menticia, así como la presencia de-animales dom ésticos como

objeto de recreo , compañía y seguridad. Crece, en cambio, la

curiosidad cien tífica y p

opular

hacia los an imales como se ve

en la creación de zoológicos), mientras en el siglo xx empie

zan a

proliferar

los movimientos animalistas en un contexto

ecológico, con tintes a veces ideológicos en los que se pierde la

noc ión de la persona

humana

.

La

apro

ximación científica hacia los animales cambió

profundamente con Darwin. Más allá de la visión puramente

tipológica estática, los animales fueron

con

siderados en el dar

wini smo desde el

perfil

de la evolución de las especies, si-

4 Cfr.

De GenerationeAn imalium  De Partibus

 nim

lium   De Motu Ani-

malium 

269

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  ilosofía de la mente

guiendo

también un método naturalista psicológico

compa-

rado en el que se

delineaba

una visión continuista entre las fa-

cultades «mentales» de los animales, comprendiendo en esto

también

al hombre.

Contra

el excesivo

antropomorfismo de esta corriente

reaccionó la línea

 on u

ctista En el behaviorismo inicial Pav-

lov, Watson , la actividad animal ya

no

es explicada

según

fa-

cultades psíquicas superiores, sino solo con la mecánica de los

reflejos

condicionados.

La investigación se concentró en el

aprendizaje en base a estos reflejos. Este

fenómeno

se

reduce

a

un aprendizaje asociativo,

tanto

positivo

 estimulant

e

como

negativo

  inhibidor , como

vimos en el capítulo 4. Conforme

a la visión etológica posterior, la

percepción

del estímulo con-

dicionado es

un

desencadenante o pista inicial  cue en inglés ,

contingent

e y

aprendido

po r experiencia

 un o lo r

, un color,

un a señal . La pista susci ta una respuesta instintiva hacia la

que

el animal está

predi

spuesto,

con

la actuación de

determi-

nados

reflejos nutritivos, sexuales, agresivos, etc. .

Ante e

sta

forma elemental de superación

de

la pura

presentación de los

estímulos

naturales ya se adv ie rt e la po-

breza de nuestro lenguaje

psic

ológico

aplic

ado

a los

anima-

les. De hecho, cuando vemos qu e un perro se pone nervioso

o se

prepara para comer en

cu

anto

ve

ciertos

amagos de

su

dueño a una determinada hora, o cuando

escucha

una cam-

pana

 si ha sido

debidamente

condicionado ,

tenemos

la ten-

tación de decir: «el animal sabe

que

la

comid

a está

llegando

»,

o

« ompren e

ciertos signos».

Realmente

no sabe

nada

,

pero

su

capacidad

perceptiva

es asociativa,

incluyendo

una

memori

a,

po r

lo

que

el perro es capaz de

recibir

la

mediación

de ciertos

signos

concretos que

pueden

guiar

su

conducta

más allá de

las presentaciones

sensoriales inmediatamente naturales.

Gracias a

esta potencia

cognitiva, él puede

aprender,

si

bien

con

muchos límites, lo que es úti l o nocivo

para

su vida. Esta

es la

primera

forma de lo

que podríamo

s llamar «inteligencia

animal

».

270

La inteligencia animal

El condicionamiento in strum

ental

5, estudiado po r el

conductismo má

s

maduro

 Skinner

,

supone un

a

extensión

de la inteligencia práctica. Ahora se ve cómo los animales pue-

den aprender, espontáneamente

o

guiados

, a realizar ciertas

acciones de las

que

se sigue

un

beneficio

para

ellos

 po r

ejem-

plo, presionar

un a palanca

para

obtener

alimento o eje

cutar

una

serie articulada de actos . Este

modo

de

aprender

está vin-

cul

ado

a la experiencia en la

que

se

obra

en base a

pruebas

y

correcciones de errores, de

modo

que al final se establecen se-

cuencias consolidadas de acciones destinadas a un fin útil, en

el cuadro de la conducta

intencional

instintiva.

El conductismo abrió los

hori

zontes

del

aprendizaje ani-

mal . Sin

embargo , como

ya dij imos , los animales

pueden

aprender por

condicionamiento

solo lo que cabe en los cana-

les

de

los instintos propios

de

cada especie. Por ejemplo, se

puede

enseñar

a un ratón a presionar una palanca para recibir

alimento

,

pero no para

evitar

una

descarga elé ctrica,

porque

su modo innato de obtener alimento es el uso de sus extremi-

dades anteriore

s,

mientras que

,

para

huir, él

pondrá en

acto

otros movimientos motores, como saltar. Este hecho constituye

un

l ímite a los condicionamientos. En definitiva, los animales

pu

eden

aprender

a realizar actos que

concretan

su

conducta

orientada

instintivamente a ciertos fines y ya

encaminad

a, en

cierto

modo

, por esquemas innatos.

Los

etálogos

 Lorenz,

Tinbergen

, Von Frisch

afrontaron

el

comportami

ento animal con un a

persp

ectiva

s amplia

que

los conductistas.

Estudiaron muchas

especies

observando

la conducta

del

animal

no

solo en el laboratorio, sino en su há-

bitat natural.

Uno

de los puntos centrales de estos estudios fue

la

unidad

entre instinto y apr

endiz

aje, dos elementos que

no

se contraponen. El comportamiento

instintivo

innato ,

con

base genética, incluye una serie de capacidades cognitivas, re-

acciones

emoti

vas y manifestaciones

de u n

a conducta externa

5 Cfr.

 

capítulo 4, n . 2.

271

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Filosofia de la _

estereotipada. Posee, además,

una

flexibilidad y capacidad de

adaptación a ciertas variables ambientales, capaces de promo

ver un verdadero aprendizaje, a

menudo

, guiado por los pro

genitores en los primeros momentos de vida.

Elcarácter instintivo de la conducta animal no excluye la

dimensión cognitiva,

pu

es la

conducta

instintiva no es necesa

riamente automática e inconsciente. Los instintos de cuidar de

la prole, de defenderse de ataques, de buscar las presas, de apa

rearse sexualmente incluyen elementos cognitivos y emotivos

que entran en relación con el ambiente de modo flexible . Este

fenómeno tiene una vertiente neurológica, pues el aprendizaje

supone la creación de

una

configuración de circuitos nerviosos

que

luego

permanecen

c

omo

memoria

procediment

al.

El he cho de

que

como consecuencia de lo dicho ; el

animal se vea llevado a reali

zar acciones

tel eológicas en las

que él es capaz de reconocer

elementos

útiles  o no civos

hace

pensar

en un

comportamiento

«inteligente». Lo

que

pa

rece inteligente en el animal no es tanto lo

que

él

realiza

siempre del mismo

modo

, por maravilloso que sea  por ejem

plo , la organización social y el trabajo de las abejas , sino,

más bien, lo que él hace

porque

lo aprendió «por su cuent 

o

como

reacción úti l, quizá sorprendente

en una

situación

inesperada, como la hembra gorila  Bintijua que , en el zoo

lógico de Chicago en 1996, condujo a la

puerta

a un

niño

hu

man

o

que había

caído

en

la jaula, para

que

el gu

ardián

pu-

diera

recuperarlo.

La

p

sicologí

cognitiva

reconoció

aún

más clar

amente

la

pre

sencia de elementos cognitivos dinámicos en los animales

 representaciones, «map as» para orientarse  , útiles

para

la re

solución de problemas

nue

vos. Los an imales tendrían «repr e

sentaciones» de un

ambiente

o de un territorio, gracias a los

cuales pueden proyectar estrategias, evaluar distancias, mo

verse siguiendo los trayectos más breves, descubrir obj

etos

ocultos y comunicar a otros estas in

formaciones

, a

ef

ecto s

prá

cticos.

272

La inteligencia animal

Llegados a este punto, algunos

autore

s no

han tenido

dificultades en atr ibui r a los animales inteligencia, conciencia

elevada, cierta capacidad de generalización e incluso reflexión

y alguna forma de razonamiento práctico. En consecuencia, la

distinción esencial entre el h

ombre

y los animales se debilita.

Ant

e

es t

e

panorama

ci

entífi

co ,

parece important

e

tratar

de

clarificar el sentido en

que

usamos el lenguaje cognitivo y afec

tivo cuando lo aplicamos a los animales. Hay que superar la

crisis antropológica

que

se crea cuando no se sabe distinguir

entre la inteligencia humana y animal, sino por motivos acci

dentales que se reconducirían a un simple desarrollo gradual

cerebral o social.

2. En qué sentido hablamos de inteligencia animal

Los estudiosos de la vida animal a m

enudo

oscilan

entre

el

antropomorfismo

cu an do les asignan demasiado fácil

mente facultades racionales, y el reductivismo de con cebir su

mente como si fuera una especie de ordenador programado.

De ordinario, como h

emo

s sugerido, nos vemos llevados a re

conocer en los animales cierta intel igencia cuando manifies

tan una capacidad de respuesta creativa, por ejemplo, para re

solver nu evos problemas . En el cogni tivismo, la inteligencia

fue vista a menudo como la capacidad de re solv

er

problemas

 pr

o lem

solving .

Pero conviene estar atentos

ante

la interpretación que

damos de

una

pr

esunta

condu

cta

in t

eligente

anim

al. Es fácil

oscurecer los contextos, omiti r detalles, proponiendo descrip

cion es deso

rient

adoras, como sería

pensar

, por ejemplo,

que

,

por el

hecho

de

que

un mono o un perro manifiesten con ges

tos sus

des

eos de sa lir de casa, no s e

starían

«diciendo» que

«qui eren» sal ir a dar un paseo. Análogamente ,

podr

íamos

creer

que los animales realizan razonamientos

qu

e, en reali

dad , son nuest ros o que tienen conceptos solo porque recono-

273

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8/18/2019 Filosofia de La Mente Cap 5

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  ilosofía de la

 

t

 

cen categorías de objetos, como la capacidad de distinguir en

tre gatos, pájaros, hombres y otras especies.

La cuestión de la inteligencia de los animales se encua

dra en el tipo de su vida sensitiva, en el conjunto de sus facul

tades de imaginar, recordar, asociar, comunicar, así como en

sus inclinaciones específicas. Estas capacidades se realizan di

versamente en las especies y en los grupos particulares e indivi

duos, con frecuencia, en función del ambiente circunstante.

Para

entender

el fenómeno de la inteligencia animal

conviene no olvidar la

importancia

de la finalidad

en

el

mundo

de la vida.

Una

determinada finalidad presente

en

una

especie zoológica está vinculada a tipos estructurales anatómi

cos y funcionales. Estos tipos se comprenden

en

interacción

con el ambiente, con otras especies o bien con relación a los

individuos de una misma especie. Las actividades de los anima

les están, a menudo muy bien coordinadas espacio-temporal

mente

o de

modo

causal,

según

relaciones de instrumentali

dad, utilidad y finalidad. La vida orgánica, mucho antes que la

vida animal, exhibe ya

una

forma de «inteligencia inmanente»

que

sorprendía a los antiguosy

que

no raramente les brindaba

una base para sus teorías vitalistas, o bien constituía, más justa

mente , el núcleo de la argumentación

que

, a partir de un or

den «inteligente» en la naturaleza, se elevaba a la existencia de

una

Inteligencia superior creadora. Hablar de inteligencia ani

mal quiere decir, entonces,

reproponer

la temática de la finali

dad en la naturaleza. El comportamiento inteligente es, preci

samente, aquel

en

el que se demuestra

que

se obra

en

función

de fines y

que

se gestionan

una

serie de medios,

con

cierta va

riabilidad,

apuntando

a ellos.

La praxis de los vivientes es teleológica. La praxis animal

tiene que ver con las finalidades de la vida instintiva caza, de

fensa, construcción de madrigueras y nidos , de

una manera

cognitiva y emotiva, sin el automatismo de

una

máquina. Elfi

nalismo de las máquinas es extrínseco. El finalismo animal es

inmanente y no es del todo automático, pues está controlado,

274

La  nt eligencia  n m l

dentro

de ciertos márgenes, por la conciencia del animaly

por

sus capacidades asociativas.

Lo

que

nos

sorprende

como inteligente en los animales

es dobles:

l  Nivel de espe ie Los animales poseen mecanismos in

natos de

origen

genético

en

base a los cuales realizan opera

ciones muy complejas, como veremos más adelante. En oca

siones ostentan

una

increíble capacidad organizativa social,

como sucede en las abejas, en las cualesalgunas categorías es

tán dotadas de propiedades anatómicas destinadas al ejercicio

de ciertas funciones  en el hombre se da un fenómeno aná

logo en las diferencias de sexo . Estas características hicieron

pensar a algunos que ciertas especies tendrían una especie de

inteligencia superindividual, de la misma especie como totali

dad , la cual sería responsable de la distribución de propieda

des y relaciones especiales en los «miembros» de las socieda

des animales.

El relativo antifinalismo del principio selectivo natural

de Darwin atenuó la fuerza de la tesis de la inteligencia inma

nente de lavida, introduciendo un mecanismo «ciego» que su

pondría

ventajas

para

ciertas especies y que ser ía la causa de

sus «progresos» respecto a otras. La maravilla de la construc

ción de las colmenas,

en

las abejas, sería el fruto de una selec

ción natural a nivel genético. Pero la selección natural no es

incompatible con la intencionalidad de lavida animal, aunque

seguramente ignoramos muchos aspectos al respecto. Los

comportamientos «programados» de las abejas o de los casto

res

que

construyen diques

para proteger

sus guaridas se incor

poran

a su memoria innata gracias a circuitos cerebrales prefi

jados. Estamos

ante

una

espontaneidad

inteligente ofrecida

por

la naturaleza

con

base genética

adquirida

presumible-

 

Empleo aquí el término inteligente en un sentido analógico. A lo

largo de este capítulo resultará más preci so  l modo en que se ha interpretar

la inteligencia animal .

275

Page 6: Filosofia de La Mente Cap 5

8/18/2019 Filosofia de La Mente Cap 5

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Filosofia de la mente

mente mediante la selección natural y los demás factores que

l levaron alorigen de las especies.

2  Nivel individual

La conducta instintiva, en la medida

en que vasiendo más rica, se abre a más espacios indetermina

dos y menos rígidos, espacios favorables para una relativa crea

tividad del individuo y quizá de los

grupos

, obligados a apren

der

y a hacer uso de sus facultades superiores de una manera

útil , es más, forzados a resolver los problemas que pueden na

cer en ambientes adversos.

Un a variedad ambiental, en este sentido, puede ocasio

nar el nacimi

ento

de una nueva asociación cognitiva útil , so

bre la base de habilidades adquiridas y de potencialidades ins

t in tivas latentes. En los años 30

del

siglo pasado algunos

pájaros en Inglaterra aprendieron a abrir las botellas de leche

distribuidas a domicilio. Ellos ya sabían romper con el pico al

gunas cosas. Un nuevo contexto, una nueva

oportunid

ad, llevó

a estos animales a

aprender

algo nu evo,

pero

, evident

emente

,

no

por haber pen

sado de modo abstracto

que

«estas botellas

se

pueden

abrir y así conseguiremos beber leche- ,

El chimpancé de Kóhler de principios del siglo xx fue

un caso famoso de in teligencia animal. El simio , viendo el ali

mento

desde la ventana, sabía salir de casa

para

i r a buscarlo,

es decir, sabía moverse

en

un espacio en función de

un

obje

tivo. Es muy citado eld escubrimiento de K

óhler

sobre el modo

e n qu e u n ch impanc é encontró el modo de alcanzar el ali

mento lejano , uni endo dos palos o superponiendo cajas para

trep

ar encima y así

poder

asir el objeto deseado. El estudioso

alemán habló de cierta intuición intelig

ente

 Ein

sicht

del ani

mal

en

el momento en que de scubrió

una nue

va posibilidad.

7

En las siguientes páginas expondré algunos ejemplos significativos

de compo rtamiento animal inten

ciona

l, bien conoc idos por los etólogos .

Aunque la mención de estos casos pueda parecer ext

raña

al estilo filosófico

de este libro, la considero indispensable para hacer la exposición máscon

creta. Ellos son la base empírica para la inte rpretación filosófica de la inteli

gencia animal.

276

La inteligencia animal

Esta experiencia, sin embargo, debe contextualizarse mejor. El

animal había sido entrenado por largo tiempo en la tarea de

búsqued a de alimentos difíciles de alcanzar, aprovechando

para

ello algunasde sus cualidades innatas, como era la habili

dad de manipular palos incluso sin finalidad, de subirse a ban

cos y saltar

po r

juego.

En tales

contexto

s, resultaba más fácil

encontrar por casualidad cierta solución de un problema con

creto. Pero el simio no sabe aprovechar su descubrimiento

para proseguir en la misma línea de modo sistemático.

Este ejemplo es un caso de asociación inteligente, es de

cir,

una

asociación que sirve

par

a un objetivo, descubierta p

or

casualidad o en el cuadro de un ambiente que ofrece opo

rtu

nidades a los que ya poseen ciertas habilidades innatas o ad

quiridas. Así es como los animales pueden descubrir o apren

de r

estrategias úti les, basándose

en

su

experienci

a y no

mediante razonamientos abstractos. A veces, los «descubrido

res  

pueden

ser

imitados

por

otro

s

indi

viduos. En 1953, en

una isla del Japón se observó cómo un macaco había ap ren

dido a lavar con agualas patatas llenas de arenaque tenía

que

com er, una costumbre

qu

e l

en tamente

pasó

por

imitación a

otros macacos de la región.

De una

man

era sem ejante, los chimpancés, considera

dos los simios antropomorfos más inteligentes, saben prepa

rarse especiales ramitas, tallos, pajas, con tamaños adecuados,

para extraer termitas de sus nidos, no alcanzables con sus ma

nos. En este caso, la inteligencia asociativa llega a fabricar un

utensilio destinado a la caza. El

cont

exto favorable a este des

cubrimiento se relaciona

con

la costumbre de estos monos de

manipul

ar

cosas p

or juego por

ejemplo, en el laboratorio a

veces intentan introducir lápices en las tomas de electricidad .

En líneasgenerales, la praxis inteligente animal se mani

fiesta en los siguientes campos:

l. Cuando se

pr

esen tan dificultades, el anima l algunas

veces consigue resolver

un

problem de un modo no previsto en

los detal les a nivel de especie, p

or

ejemplo,

en

la

pred

ación o

277

Page 7: Filosofia de La Mente Cap 5

8/18/2019 Filosofia de La Mente Cap 5

http://slidepdf.com/reader/full/filosofia-de-la-mente-cap-5 7/20

Filosofiade la mente

en la defensa contra los predadores. Así, algunos animales «sa-

ben» matar a sus presas sumergiendo en agua p or u n tiempo

las cabezas de las víctimas.

2. En la elaboración

deutensilios

técnicos o

en

la construcción

denidosy madrigueras Los castores no solo construyen diques,

sino

que

saben repararlos

cuando

se

dañan

como

si

fueran

«pequeños ingenieros».

3. En la comunicación mediante señales  lenguaje animal)

en función de las relaciones «sociales» animales: cooperación

en el grupo relaciones con compañeros sexuales o con agreso-

res, competición

con

los rivales. A veces, los animales preten-

den engañar para

defenderse o atacar: crean falsas pistas, sa-

ben

disimular sus intenciones, se fingen

muertos para

evitar

ser devorados. Ciertos cantos animales tienen objetivos comu-

nicativos específicos. Algunos pájaros decoran sus nidos

para

atraer a las hembras.

  En las

relaciones sociales

algunos animales usan

una

forma de «inteligencia emocional».

Por

ejemplo, un gato o un

perro pueden

buscar la amistad con

un hombre

porque «intu-

yen» así la posibilidad de

encontrar

alimento seguro y protec-

ción. Cuando hay jerarquías sociales individuos dominantes y

subordinados), los animales 10 tienen

en

cuenta y reaccionan

diversamente ante cada uno , a veces, con astucia. Algunos ani-

males sufren mucho con la muerte de sus dueños o compañe-

ros. A fines de 2005 en Francia,

un

perro desfiguró la cara de

su dueña, que había ingerido barbitúricos

para

suicidarse, con

la finalidad

 conseguida

de despertarlas.

La creación de sitios de refugio o para la custodia de la

prole, la fabricación de utensilios elementales, la elaboración

de un a forma de lenguaje, incluso con cantos y «danzas», y

en

algunos casos la

formación

de

un a

«estructura social», así

como la creación de estrategias de predación, ataque o viajes

8 El perro fue matado y la mujer se hizo famosa porque recompuso

su cara con un trasplante facial.

  8

La inteligencia animal

migratorios, indican que en los animales, especialmente en los

que

consideramos superiores mamíferos, descollando en es-

peciallos primates, pero po r otro lado, también los insectos),

se

llega

a

crear

un amago de cultura que

preanuncia de

alguna

manera las creaciones culturales humanas. Se destacan tam-

bién variaciones de estos conatos culturales según las regiones

geográficas en que surgen. En algunos casos, como sucede en

los animales domésticos, las especies y los individuos

aprenden

a adaptarse a los ambientes humanos   po r ejemplo, ambientes

urbanos

, y así l legan a adquirir, si son domesticados, modos

de conducta aprendidos del hombre ,

La variabilidad funcional y adaptativa de las respuestas

animales inteligentes demuestra una especial plasticidad ner-

viosa y, naturalmente va a la par con una

adecuada

base neu-

ral, puesto que las facultades animales superiores,

como

vi-

mos

en los capítulos anteriores tienen en el cerebro su

órgano como

causa material. Sin embargo,

aunque

los anima-

les manifiestan, en general un crecimiento de sus capacida-

des cognitivas que va desde las especies elementales hasta las

más complejas, la línea de este crecimiento no se ha de tomar

en

un sentido demasiado unívoco. Más bien hay líneas de in-

teligencia, en las que las especies desarrollan ciertas caracte-

rísticas que

en

cambio, faltan en otras. Los insectos, los pe-

rros los

primates

no se disponen

en un a línea

unívoca de

progreso cognitivo los insectos sociales poseen un grado ele-

vadísimo de «inteligencia colectiva», inexistente en los mamí-

feros).

9 A comienzos del siglo xx, el famoso caballo llamado «el inteligente

Hans », en Alemania, parecía

responder

correctamente, con números preci-

sos de golpes de sus patas, a preguntas sobre operaciones aritméticas como

la sumao lamultiplicación. Más tarde sevioque el caballo advertía los movi-

mie?tos ~ n v o l u n t r o s de su amoque revelaban el momento crítico en que

debla dejar de dar golpes . Este caso demuestra la extraordinaria capacidad

comunicativa que puede

desarrollar

un animal con relación al hombre u

otros animales.

279

Page 8: Filosofia de La Mente Cap 5

8/18/2019 Filosofia de La Mente Cap 5

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 ilasofia de la mente

Por otra parte, los animalesadquieren potencia cognitiva

en la

medida

en

que

se lo permi te su cuerpo. Se

puede

crecer

en inteligencia práctica en cuanto a la vista o al olfato o en la

agilidad para los movimientos del cuerpo. Los monos, al tener

más libres las extremidades,

pueden

desarrollar habilidades in

teligentes con relación a sus capacidades prensiles

y

de manipu

lación de objetos. El

chimpancé

puede aprender a ir en bici

c le ta o a usa r

el

teclado de un ordenador. El perro no puede

adquirir estas habilidades

porque

su cuerpo no se lo permite.

En definitiva,

en

la vida

animal superior encontramos

anticipaciones del estilo de vida inteligente humano, en cam

pos

como

la cultura, la familia, la

atención

a la p ro le , el tra

bajo, el lenguaje, la edificación, las asociaciones cognitivas, la

socialidad, las

jerarquías pero deberíamos

poner todos estos

términos entre comillas). Sin embargo, los

animales no se

sepa-

ran nunca delassituaciones concretas

ni llegan

jamás

a

universali-

zar

en

el

sentido

fuerte,

para llegar

a

una

auténtica

abstrac

ción. Pueden

contar

hasta cierto límite,

pero

no elaboran la

noción abstracta

de

número,

de la que

nace

la

matemática

.

Pueden articular o coordinar símbolos, con «pseudo-gramáti

cas» (especialmente, si son educados por el hombre , pero no

dan

nunca el sal to hacia

una

verdadera gramática universal y

abstracta, con el uso de variables y reglas universales de cons

trucción de las secuencias simbólicas.

Losanimales no se maravil lan, no conocen el estupor ni

el

conocimiento

especulativo ni

el placer

de

conocer por

co

nocer, más allá de toda utilidad. No son capaces de reírse, pro

bablemente,

porque

la percepción de lo ridículo

contiene

una

dimensión desinteresada de agradable sorpresa

ante

algo ab

surdo sin daño . Escierto

quejuegan, pero

no lo hacen como

 

Reírse supone

haber

captado un elemento absurdo e inesperado

-n o racional- en lo que debería o se esperaría que fuera racional, normal

mente, sin que supongaun daño serio. o al menos quitándole importancia.

por lo cual resulta agradable. Por todo esto. reírse supone racionalidad en

sentido estricto.

280

 a ínteligencia anímal

un ejercicio consciente y guiado por reglas abstractas. Su

juego

es, más bien, un ejercicio instintivo agradable y divertido de

capacidades animales de todo tipo  por ejemplo, algunos ca

chorros «juegan» a morderse, sin hacerlo seriamente).

De lovistose sigue una consecuencia interesante con re

lación a la intel igencia de los homínidos

en

el

cuadro

-aún

po

blado por oscuridades e hipótesis- de la evolución de los pri

mates

que

desemboca en

el homo

sapiens

Las observaciones de

este capítulo nos llevan a ampliar nuestra habitual compren

siónde

las capacidades cognitivas de los animales. Ahora esta

mos más preparados para ver en-ciertas habilidades técnicas o

casiculturales de algunas especies de

homínidos

eventuales

formas superiores de inteligencia animal no necesariamente

caracterizadas

por

la universalidad

y

la abstracción (en conse

cuencia, los

homínidos

no serían verdaderos hombres, sino

solo animales).

En los

homínidos

observamos el

dominio

del fuego, el

descubrimiento de la alimentación con alimentos cocidos, el

desarrollo de una industria lítica, ciertas formas de socialidad,

el uso de la

sepultura

 pero sabemos que algunos animales

«lloran» a sus muertos y pueden también sepultarlos). Ante es

tas manifestaciones de una vida intencional elevada, surge con

frecuencia la pregunta sobre cuáles serían los signos de encon

trarnos ante una especie de homínidos a los

que pudiera

atri

b ~ í r s e l e s con certeza la racionalidad de rango espiritual pro

pIa de la persona humana. Naturalmente, este problema no

existe

para

el

que rehúsa

ver una distinción esencial

entre

el

hombre

y

el animal (materialismo).

En

respuesta

a es te interrogante, a mi entender, no

existe una operación

concreta y visible que

pueda considerarse

como racional con absoluta certeza. Todo lo visible, aunque

sea racional, siempre

podrá

ser fruto de operaciones ligadas a

la materialidad. Este

punto

vale para todo lo que hacen los ani

~ l e s

los homínidos y las máquinas informáticas. Para

juzgar

SI estamos ante la racionalidad abstracta y espiritual, tenemos

281

Page 9: Filosofia de La Mente Cap 5

8/18/2019 Filosofia de La Mente Cap 5

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Filosofía de la mente

que ir más al lá o «más

atrás»

de las operaciones concretas

para dar una mirada de conjunto al

dinamismo

del obrar ra

cional. Esta mirada

puede

dirigirse a ciertas

obras de la razón

que en

conjunto

demuestran la

presencia

activa de una activi

dad racional verdaderamente universal. Concretamente:

• El desarrollo de las ciencias y las artes presupone la rea

lización de

operaciones

intelectuales

y

universales. Las cien

cias

son

verdaderamente abstractas se

desarrollan

sin cesar

y

en toda dirección sin cerrarse en una especialidad o en una

forma concreta cultural o histórica. Lo mismo vale

para

todas

las formas de artes y tecnologías.

• Algo

semejante puede

decirse

respecto

al nacimiento

del

lenguaje articulado regulado por una auténtica gramática

con normas abstractas y universales. Es más el lenguaje hu-

mano es la primera forma de

técnica racional

abstracta y es la

premisa indispensable

que

posibilita el

nacimiento

de las

ciencias.

• La aparición de creencias y

actividades

especulativas

no

li

gadas

a problemas

animales concretos

es un signo

de

inteli

gencia universal y de espiritualidad. Las religiones las cosmo

visiones las narraciones

míticas

el culto a los muertos el

desarrollo

del arte destinado exclusivamente a la

contempla-

ción son

manifestaciones culturales ciertamente vinculadas al

hombre. En

cambio

las obras técnicas de los homínidos y su

socialidad

no nos permiten excluir

que todavía

sean

tan solo

animales superiores.

• El progreso

en

todas

las

direcciones sin clausuras en las es

pecializaciones

quizá ocasionado

al

principio

po r

eventos ca

suales pero luego planificado y ampliado es también signo de

una potencia

intelectual

no encadenada a la materialidad.

Este es el motivo po r el que el

hombre

es capaz de inventar

todo t ipo de técnicas

y

de mejorarlas al infinito-l.

Ves también

la causa

por

la que los hombres somos los únicos animales que

11

Cfr.el capítulo 3 n.  

282

La inteligencia  n m l

nos interesamos

po r

todas las inteligencias animales que de al

gunamanera

se

nos

aparecen como formas fragmentarias o es

pecializaciones

de

una inteligencia

que

en nuestra especie se

manifiesta en cambio

como

universal. El hombre no está es

tructuralmente especializado para realizar ningún tipo espe

cial de actividad o función. Adquirimos muchas especializacio

nes

pero no

nos agotamos

en

ellas

y

podemos superarlas

a

todas.

3. Obras «inteligentes» de los animales

Con el

propósito

de

ofrecer

un breve cuadro

de con-

junto de las capacidades inteligentes de los animales me refe

riré en primer lugar a su ámbito conductual «racional» para

pasar a ver luego algunas de sus capacidades cognitivas y ter

minar con la cuestión del lenguaje animal.

1 Búsqueda de alimento Los

animales

emplean diversas

estrategias para la localización selección abastecimiento y uti

lización de la comida. A veces

tienen

que tomar «decisiones no

programadas»

en

ambientes variables o cuando surgen dificul

tades. Los animales tienen

en

este sentido

una

especie de «es

quema de búsqueda»

innato

que a la vezes flexible ante la va

riedad

de circunstancias.

2 Predación La búsqueda de comida l leva a

menudo

a

cazar animales que pueden defenderse o que

tratan

de evitar

ser

víctimas de los

depredadores.

El comportamiento predato-

rio

supone

el

desarrollo

de la inteligencia práctica

tanto

para

el

predador

que tiene que localizar seguir y capturar a las pre

sas como para estas últimas que deben aprender a reconocer

los peligros

desarrollando

estrategias de defensa fuga escon

dite e incluso engaños. En muchas especies la actividad preda-

toria

y la

defensa

contra los depredadores se realiza

en

grupo.

Se introduce así un a «mentalidad colectiva» y un a forma de

«inteligencia social».

Nacen

los roles de

guía

y vigilancia la di-

283

Page 10: Filosofia de La Mente Cap 5

8/18/2019 Filosofia de La Mente Cap 5

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Fi oso ía de

 

m nt e

visión de tareas, la defensa «altruista » de la

prole.

El co m

portamiento de búsqueda alimenticia o de caza/defensa desa

rrolla la capacidad de

orientación

espacial y territorial  por

ejemplo,

con

amplias migraciones , y lo m is mo v ale para el

ocultamiento y almacenaje del material recogido   con l a nece

sidad de

recurrir

a «mapascognitivos»)12.

3  tensilios instrumentos

Muchos animales

-n o

solo los

primates, sino t ambién l as aves o lo s i nsectos- utilizan elemen

tos en contrados en el a mb ie nt e

como

in strumentos para atra

pa r al gún objeto de caza o para otros fine s. Se manifiesta así

un a modesta, pero significativa, inteligencia técnica. A veces,

los utensilios son pr eparados de algún modo. El

chimp

ancé es

capaz de romper ramas, quitándoles hojas y ramitas secunda

rias, para poder i ntr oducir el utensil io en un t ermi ter oy l uego

extraerlo y así comerse las termitas adheridas.

Las

aves utilizan

técnicas análogas para obtener comida no dir ectamente alcan

zable. Algunos arrendajos ve rd e s d e Tex as aprendieron a utili

za r trozos de papel de p er iódico colocados en sus j aul as,

para

así ar r ast r ar ali mento

no

alcanzable d e

otro

modo.

Alguna

s

garzas

reale

s capturan p eces

utilizando

como cebo , para

atraerlos, ramitas, hojas, plumas, insectos, lombrices, dejando

qu e estos objetos floten sobre la superficie del agua. A algunos

simios les gusta manipular objetos

por juego. Monos antropo

morfos f uer on adiestrados para saber utilizar   de un modo li

mitado, c om o es obvio) ciertos objetos artificiales construidos

po r el hombre, como

una

llave, una bicicleta o las teclas de un

ordenador. Cierto

s

animale

s fabrican

trampas

para la c az a

  como l as t el ar añas de l as arañas) .

 

Arquite tura Numerosas especies animalessaben cons

truir refugios , nidos, guaridas, manifestando, como de costum-

12

Lo s p ájaros «g uí as d e miel. o «indicadores», por ejemplo, con du

cen a o trosmamíferos, incluyendo al

hombre

, hasta el sitio

dond

e están las

colmenas de las abejas, es decir, ac ud en a ellos para un a tare a q ue no pue

d en ejecu tar po r sí solos, y es to s olo para conte

nta

rse lue go con co

mer

la

cera y laslar vas, un a vez que el hombre abrió la colmen a

y

recogió la miel.

 8

La inteligencia animal

br

e , cierta in vari

ancia

en el esquema fi jo de a cc ió n, j u n to a

una variabilidad en los detalles, s eg ún las circunstancias o los

lugares geográfi cos. A menudo saben ar reglar lo que se ha de s

t ru id o o arruinado. En el trabajo en

grup

o de constr ucción o

en la utilización de las obras hechas, muchos

animal

es exhi

ben cierta in teligencia social, con cooperación, división de ta

reas, dominanci a y subordinación.

Los casos más asombrosos de construcciones «arquitec

tónicas» se d an en l os i nsectos sociales. Es interesante observar

cómo trabaj an , por ejemplo, las hormigas obreras. Están dota

das de una anatomía diferenciada , apta para el desempe ño de

cie

rta

s fun ciones   custodia de l os huevos, defensa de la colo

nia , recogida del alimento) . Para

construir

l os nidos, las hor

migas tejedoras doblan las h ojas uniendo sus bordes, para lo

qu e se unen en grupos cooperativos qu e op eran sobre las ho

j as, las cual es sue le n ser más gr andes que sus cuerpos. En oca

siones ejecutan esta t ar eaform

ando

cadenas de obreras.

Son n otables ciertos hormigueros de termitas , con cá

maras para la reina, para los «recién nacidos», para almacenar

el alimento y «cultivarlo» de algún modo. Los ambientes inter

nos de los hormiguer os est án dotados de enseres para la venti

lación, la refri geración, la de fensa, el r ef uer zo de l as paredes y

los t echos. L a i ntel igenci a col ecti va de estos animales es sor

prendente:

cada ind ividuo ejecuta su tarea en el lu g

ar

y

tiempo

ade

cuados, en fun ción de un «proyecto

común

» en fa

vo r del g ru po . Las habilidades individuales se usan en benefi

cio de la

comunid

adl .

Citaré,

par

a acabar esta sección, el conocido ejemplo de

la ingeniería de los castores en la con strucción de

mad

rigueras,

refugios subt

er

ráneos, galerías, canales, laguitos y di ques. Uno

13

Son sorprendentes, para poner otro ejemplo, las «glorietas» cons

tru idas por los pájaros ja rdineros de Australia y Nueva Guinea, que sirv en a

los machos para atraer a las hemb ras. Las glorietasson decoradasco n flores

y todo tipo de obje tos, con la utilización «estética» de variedades de colores

  los machos dominantes destruyen los jardines de otros rivales más débiles).

 85

Page 11: Filosofia de La Mente Cap 5

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  ilosofia de la mente

de los objetivos de estos trabajos es la regulación del nivel de las

aguas de los lugares

donde

habitan, para lo

que

utilizan mate-

riales c

omo

troncos, ramaje,

barro por

ejemplo, si se produce

una inundación, el castor sabe excavar uno o más agujeros para

que

baje el nivel del agua) . Los castores

preparan

cuidadosa-

mente

sus construcciones (cortan leña, talan árboles, transpor-

tan

mat

eriales

por

los canales) , las vigilan y reparan, y saben re-

accionar ante las dificultades ambientales de modo flexible.

Saben también amontonar ramaje para montarse encima y al-

canzar objetos altos, como vimos

que

hacían algunos primates.

Estos comportamientos intencionales no son simples ni

están aislados. Se estructuran dentro de grandes objetivos, de

los que nacen conjuntos de tareas pequeñas muyvariadas, cada

una de las cuales requiere poner en práctica una cadena de ac-

ciones finalizadas, de

modo

coordinado con las actividades de

otros individuos y con una proyección de larga durac ión en el

tiempo, que es modificable o adaptable según el cambio de cir-

cunstancias o de lugar geográfico. Por supuesto, el animal que

actúasiguiendo estas estrategias no tiene «un plan de acción en

su m

en t

e», así como el animal

que

se

aparea

no «tiene en su

mente» los beneficios de la

reproducción para

su especie.

Existe un nivel natural propio de la especie, genéticamente de-

terminado, en virtud del cua l el animal posee una

dotación

anatómica y fisiológica y ciertas capacidades

en

funci

ón

del

bien de la comunidad. Yexiste un nivel intencional según el

cual el animal actúa movido por conocimientos y emociones,

pero sin «saber  

que

está sigui

end

o un plan superior «previsto»

por

la especie. No hace falta postular

una

«men te de la espe-

cie» para este nivel natural. Basta reconocer larealidad de la es-

pecie,

donde

se incluye un

orden

inteligible finalizado <.

14 Tampoco el hombre cuando nace como macho o hembra

y

descu-

bre sus inclinaciones sexuales, tien e «e n su men te» la división sexual como

elemen to estructural al servicio de su especie. Solo con la razó n reflexiona-

mos en estos ór denes de la naturaleza, que para los individuos son natural-

mente inco nscientes   trascienden sus deseossensitivos.

286

La inteligencia animal

Se podrá decir que estos órdenes naci

eron

gracias a los

mecanismos selectivos de la

naturale

za.

Podemos

aceptarlo .

Pero el resultado no es

meno

s digno de admiración. Esto signi-

fica que la selección natural, asociada a otros factores, ha sido

capaz de producir estas increíbles sociedades de hormigas y de

abejas

que

han

incorporado

un finalismo inmanente en su es-

pecie, y así en los demás casos que

hemo

s considerado. La me-

todol

ogía de la selección

natural por tanto

, debería verse

como una modalidad causal , de tipo material y no formal , ca-

paz de crea r de un modo contingente dinamismos autofinali-

zados contingentes. No hace falta postular una especie de pro-

grama vital

inherente

a la

natur

aleza evolutiva ni una «mente

inmanente

». En la naturaleza tomada en su conjunto en

suma, existe un orden contingente, no un caos. En el interior

de este orden dinámico, las especies y los organismos indivi-

duales están autofinalizados. Ellos se sirven de la armonía no

org

ánica del cosmos y del conjunto de las especies vivi

en t

es,

que tampoco está autofinalizado.

4. Antropologías naturalistas

Antes de considerar

otro

s aspectos de la inteligencia ani-

mal, qui siera

detenerme

brevem

en t

e en el sentido de estos es-

tudios etológicos, especialmente, con relación al hombre. En

la medida en que la vida de los animales se revela densa desde

el punto de vista cognitivo, emocional y social, las comparacio-

ne

s con el

hombre

se hacen más

tent

adoras. Sin embargo, así

como hemos de evitar el

antropomo

rfismo de proyectar sobre

los

comportamientos

animales nuestras categorías

humanas

 en

los castores podríamos ver laboriosos ingenieros, hidráuli-

cos, arquitectos, fieles jefes de familia; en las abejas y hormi-

gas, modelos políticos colectivistas), igualmente hay que evitar

concebir al hombre según el modelo de la vida

animal

ins-

tintiva. El paradigma evolucionista y genetista lleva, a veces, a

287

Page 12: Filosofia de La Mente Cap 5

8/18/2019 Filosofia de La Mente Cap 5

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Filosofíade la mente

algunos autoresa ver lavida

humana

casicomosi no fuese más

que

una

ulterior forma más compleja

en

el

juego entre

los ins

tintos y el aprendizaje selectivo. YaDarwin empezó la costum

bre

de hablar del

hombre

en la perspectiva de

una

antropolo

gía que ignora la elevación introducida por el espíritu en la

dimensión sensitiva humana.

En esta

línea

se colocaron

 

Monod, B. Skinner,

K.

Lo

renz, E. Wilson,   Dawkins y tantos otros.

Loren

  Graham

llama ampliativistas a estos

autores,

en contraposición a los

científicos

restrictivistas.

Estos últimos

mantienen

a la ciencia

lejos de los valores y significados filosóficos

(un

caso extremo

es el positivismo). Los ampliativistas,

en

cambio, ven

en

la

ciencia

-normalmente,

la biología- implicaciones sociales, po

líticas, antropológicas o éticas, sin la preocupación de invadir

el campo de la filosofía. Pero aquí está el

punto

problemático.

Hacer

pasar ideas filosóficas como sifueran científicas es ideo

logía, no filosofía.

Un caso paradigmático en este sentido es la

sociobiologia

de E. O. Wilson . Sus estudios plantean la aplicación de la teo

ría de la selección natural a los comportamientos sociales ani

males, determinados po r bases genéticas en interacción con el

ambiente

en

larguísimos

períodos

de tiempo.

Con

esta clave

interpretativa, se

podrían

explicar los comportamientos de los

insectos sociales,

entre

los cuales, algunos «se sacrifican» al

truísticamente

en

favor de la supervivencia de la especie. La

sociobiología-vinculada a la genética, la etología, la ecologíay

la

neurología-

proporcionaría los elementos

para explicar

comportamientos colectivos animales como la elección de los

compañeros

sexuales, la agresión, la

territorialidad

o la divi

sión del trabajo. El mismo

esquema

sería apl icable a la con-

15 Cfr. L. GRAHAM, Between Science and

Values

Columbia University

Press, Nueva York1981.

16 Cfr. sus obras Sociobiología Omega, Barcelona 1980; Sobre la natura

lezahumana

Círculo de Lectores, Barcelona 1997.

288

La inteligencia animal

ducta del hombre, ofreciéndose así

un

fundamento biológico

-e n

definitiva, reduccionist a- para los comportamientos socia

les y morales, por ejemplo,

con

relación a la criminalidad, las

guerras, el fenómeno del racismo o las conductas sexuales.

Los debates promovidos por esta concepción biologista

del

hombre

fueron numerosos. Los términos de las polémicas

suelen ser el

papel

del determinismogenético y del influjo am

biental o la extensión de las teorías sobre los animales al hom

bre. Fenómenos humanos y sociales como el nacionalismo, el

celibato, el matrimonio, la caridad o el voluntariado se afron

tan , de este modo, no en la perspectiva de la l iber tad

humana

y de las motivaciones personales y sociales, sino en

un

hori

zonte animal,

donde

son

determinantes

el papel de los genes,

los procesos selectivos y las presiones ambientales. Todo esto,

en

la visión evolucionista darwiniana, en definitiva, se orienta

rí a a la

preservación

de la e sp ec ie y al éxito

reproductivo.

Cuenta

como valor primario lo que tiene más eficacia adapta

tiva en

un

ambiente difícil y competitivo.

Hoy este

planteamiento

antropológico naturalista está

de moda. Se

emplean

categorías naturalistas homogéneas en

el estudio de las comunidades animales y humanas, con aplica

ciones a las sociedades primitivas, a los

grupos

étnicos y a fenó

menos sociales

contemporáneos.

El naturalismo materialista

de fines del siglo

XIX

se ha vuelto dominante

una

vez más. Los

best sellers de est e t ipo de

literatura

científica se multiplican,

como en los tiempos de Darwin.

Los estudios interdisciplinares sobre la vida intencional

de los animales

contienen

elementos atendibles,

pero

muchos

puntos siguen

siendo

todavía oscuros y la

realidad

es dema

siado compleja como para poder reducirla a esquemas rígidos

y unilaterales. Sin embargo, la simple transposición al hombre

de la perspectiva en

que

se

encuadra

la vida animal es insufi

ciente. De

ahí

se sigue

un

empobrecimiento de la antropolo

gía, sobre todo, del sentido de la libertad y la responsabilidad

humana.

La genética, incluyendo los

elementos

epigenéticos

289

Page 13: Filosofia de La Mente Cap 5

8/18/2019 Filosofia de La Mente Cap 5

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 ilosofía de la mente

del desarrollo físico y sen sitivo

del

organismo , no es capaz de

explicar las complejas motivaciones

del

comportamiento

hu-

mano en el campo de la amistad, el amor humano en sus ex

presiones más altas, la ciencia y el arte y

en

tantos otros aspec

tos de la vida cu lt

ur

al y social

del

hombre. Pensar

que

el

hombre obra principalmen te para preservar la e

spe

cie, para

sobrevivir y para tener

éxito

reproductivo es un a visión

mu

y

chata  y falsa) del hombre.

El desarrollo de la racionalidad, junto a la cultura, trans

f

orma

la base sen sitiva de nuestra personalidad e n una dimen

sión elevada al nivel de la p

ersona hum

ana . Lo qu e es domi-

nante en el hombre es la racionalidad y la voluntad, incluso en

los individuos que viven en función de sus inclinaciones sensi

bles bienestar físico, placeres, agresiones). Estas personas no se

parecen

,

hablando

en rigor, a los animales. Salvo excepciones

patológicas, cabría

decir

, más bien, qu e su

racionalidad

se ha

puesto

 l

servicio de los estratos sensibles de su personalidad. El

problema de estas personas no es de adaptación, como si fueran

animales. Su problema es, más bien , educativo y moral.

5. Aspectos cognitivos animales

a Percepción de configuraciones invariantes  típic s Ra

cion l

idad

práctic

Los animales no se limitan a recibir simples datos de los

sentidos. Ellos r

econocen

au t

énticas e

structuras percepti

vas

en

continuidad espacio-temp

ora

l, en la medida en que se familia

rizan

con

ellas y

en

relación a sus

nece

sidades sensibles. Sobre

la base de p rocesos de

condicionamiento

, el hombre puede

enseñarles

a percibir

nueva

s cosas. Estas percepciones inclu

yen asociaciones

también

de l

argo

alcance, en las que se reco

no c

en

relaciones entre signos y significados, o de tipo causal e

in strumental. Se sigue de aqu í un a fo rma de racionalidad

f

290

La inteligencia animal

práctica, con la apariencia de

poder

efectuar incluso razona

mientos

prácticos.

Estas rel

aciones

cogni tivas no

alcanzan un

nivel abs

tracto y universal. Podríamos

hablar

de «abstracción », en estos

casos, en el

sentido

d e q ue el reconocimiento perceptivo de

un

pattern

asociativo está separado de otras configuraciones o

del

fondo pe r

ceptivo. Así,

un

gato

reconoc

e la f igura de un pe

rro, o el t ipo «perro como diverso de otros tipos de cosas. Los

animales poseen

esquema

s perceptivos de muchos elem

entos

,

distintos de los auténticos conceptos. Es impropio llamar

con-

ceptual

a este

modo

natural de

conocer

. La gnoseología empi

rista, naturalmente, no p

ermite

discernir entre los esquemas

perceptivos y los conceptos.

Elre conocimiento animal de t ipos cosas, relaciones, ac

ciones) , en los individuos concretos y no fuera de ellos, está li

gado a

reaccion

es emotivas y a respuestas conductua les. La

percepción

selectiva

del ambiente

, junto a los

recuerdos

de ex

periencias pasadas (aprendizaje,

condici

onamientos adquiri

dos ), puede invitar

 l

animal a buscar activamente un t ipo de

objeto, con la posibilidad de

hacer

comparaciones en base a

las «ofe

rt

as» del ambiente.

Tra

s una fase explorativa más o me

nos complej a, la respuesta conductual podría ser un a

elección .

Cuando

la percepción incluye un a

serie

de aso

ciaciones ya aprendidas, la respuesta pr áctica del animal pa

rece «casi el

fruto

de

un

silogismo». Simbólicamente: el

ani

mal

pued

e aprender que, para obten

er

A, debe

ten er

B y que,

para

lograr B,

debe

realizar el acto C.

A

alguno

s

pichones

,

po r

ejemplo

, se les

enseñ

ó a reco

nocer f iguras de personas humanas

pro

yectadas

en

una panta

lla, diversas en tr e sí y me zcladas con muchas otras. El

pichón,

condicionado

po r

premios alimenticios, aprende a picar las fi

guras humanas. En otros experimentos aprenden a picar gru

pos de figuras iguales

con

ind ependencia de su

contenido

va-

17

Cfr.

 l

capítulo 4, n. 6.

291

Page 14: Filosofia de La Mente Cap 5

8/18/2019 Filosofia de La Mente Cap 5

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 i

losoiia de la mente

riable. No es que hayan adquirido los conceptos abstractos de

«igua  y «diverso», ni

que

realicen el raciocinio abstracto de

que

«si consigo picar figuras iguales, obtendré comida».

La capacidad de reconocer de modo

concreto

 y limi

tado estructuras o

relaciones geométricas

simples

nos

per

mite entender en qué sentido los animales pueden aprender a

contar es decir , a

reconocer

numeraciones concretas muy mo

destas, según los mecanismos mencionados. Por ejemplo, un

animal

puede

aprender a dar una respuesta selectiva ante di

versos números de objetos:

escoger

una caja si

tiene un

mero de

manchas

en la tapa;

picar

tres veces cuando ve do s

puntos iluminados. De modo análogo , pueden llegar a captar

alguna estructura temporal: por ejemplo, aprender a realizar

una acción a cierta hora.

  asociación aprendida puede transformase en una r -

 l que

el animal sigue

entre

muchas variaciones, a

menudo

,

para obtener un premio. No sería apropiado decir que aquí

está captando los principios de identidad, no contradicción o

de inferencia lógica, por mucho

que

reconozca de modo con

creto

cosas semejantes y diversas

con

independencia de su

contenido

,

siempre

en contextos l igados a su

experiencia

y

aprendizaje. El animal no tiene un

pensamiento

ni lógico ni

«prelógico», sino que

actúa simplemente según

asociaciones

significativas aprendidas. Solo en este sentido, algunos anima

les pueden

competir

con niños

en

ciertos estadios de Piaget

sobre el desarrollo de la intel igencia

en

los primeros años de

vida.

En los

experimento

s de los etólogos, el

premio obtenido

como resultado de la asociación suele ser el alimento, pero no

de modo exclusivo. Los animales pueden aprender

también

po r juego o

para

obedecer a una figura dominante, como ha

cen los

perros

domésticos

con

el

hombre.

Algunos aprenden

porjuego a imitar ciertas estructuras percibidas. Los delfines

pueden imitar los movimientos de tortugas, pingüinos u hom

bres. Por ejemplo, un delfín, viendo cómo una persona limpia

292

  a inteligencia animal

una

ventana puede empezar a

copiar

el gesto

usando

cual

quier

objeto.

b

econocimientos sociales

Los

animales

viven

e n u n

ambiente no meramente

fí-

sico, sino social e intersubjetiva,

donde entran enjuego

la co

municación

y la

interacción con

o tros suj et os de la misma u

otras especies. Ellos perciben caras, expresiones y símbolos, ac

titudes emotivas y conductuales, reaccionando con emociones

y respuestas adecuadas: acompañamiento seguimiento, cola

boración, intrusión, defensa, engaño, simulación, obediencia.

Los

reconocimientos

individuales más típicos de algu

nos animales se refieren a las relaciones de parentesco y a las

jerarquías de dominancia y subordinación. En muchas espe

cies, las madres reconocen a cada uno de sus cachorros y tie

nen con ellos una comunicación concreta, basada en gri tos y

gestos. Muchas

reconocen

a los cachorros de otros animales y

a sus progenitores. En los

grupos

socializados  por ejemplo,

entre los simios , algunos individuos son dominantes o jefes y

otros son subordinados, con relaciones consiguientes típicas

que nos sorprenden y nos causan gracia. Los animales subordi

nados pueden pedir clemencia o piedad a los dominantes,

que

a veces, en cambio, los molestan  por ejemplo, para robarles

algo .

Entre

los chimpancés, si se da una banana a un mono

joven dotado de poca autoridad, con el t iempo, este aprende a

esconderla

para

evitar

que

se la

roben

incluso con operacio

nes

para

despistar. Estos «robos» se

producen

también a nivel

de relaciones sexuales, con casos de «adulteri  y castigos infli

gidos por los dominantes a los monos «díscolos». Estas actitu

des «astutas» se producen también en las relaciones entre el

hombre y el animal  los

monos

son más díscolos que los pe

rros y, normalmente

nunca

l legan a

ser

domesticados del

todo . Con respecto a estos comportamientos, en la vida afee-

293

Page 15: Filosofia de La Mente Cap 5

8/18/2019 Filosofia de La Mente Cap 5

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Filosofía de la mente

tiva animal

encontramos

en consecuencia , celotipias, envi

dias, venganzas, rencores,

amor

, competici

ón

, humillaci

ón

, fu

ria, protección, caricias, desconfianza, tristeza, aislamiento, de

presión, jovialidad.

La observación de esta

dimensión

social, cognitiva y

afectiva

nos

produce un

impa

cto ,

pues prefigura comporta-

mientos

mu

y

humanos

. Se c

onfiguran

así

entre

los

ind

ividuos

actitudes que podrían parecer preéticas: pueden engañar, de

sobedecer, llorar, «roba  , «asesinar»

po r

venganza. Estas reac

ciones corresponden al ámbito que los clásicos llamaban pasio-

nal. Se habla , por

ejemplo

, de

altruismo

animal. Sin duda

existe

un

t ipo de altruismo en los animales, diverso según las

especies. Su valor no es moral , sino más bien pasional. Las ma

dres

se sacrifican por sus crías, los

animal

es se manifi

estan

afe cto unos a otros y sufren si

uno

de ellos está enfermo o

muere

; es fre cuente entre ellos el

comp

or tamiento del

groo-

ming que consiste en limpiar afectuosamen te al o tro . Los del

fines soco rren a los heridos de su especie y suelen ayudar a los

nadadores humanos que están en peligro de ahogarse, condu

ciéndolos delicadamente hasta la orilla.

Para indicar estas

dimen

siones cognitivo-emotivas de la

vida animal tenemos que utilizar una terminología antropo-

mórfica. Porotra parte, en todo

 

que estamos diciendo sobre

 

conocimiento, la emotividad y el compor tamiento, estos as

pectos psicológicos tienen un a vertiente neurológica, parecida

a lo que sucede en el hombre po r ejemplo, la lateralización

del lenguaje . La etología nos ha hecho descubrir que los ani

males «son más

humanos que

 

que

creí

amo

s»,

y

qu

e no sotros

«tenemos más animalidad que la

que

pensábamos». P

ero

no

olvidemos la

profunda

tesis de los clásicos: el hombre es sí un

animal pero

dotado

deuna razón universal. Nuestra vida pasional

podrá s er s em

ejante

a la de los animales , pero al mismo

tiempo, es inmensamente más rica. Además, con la razón y la

libertad podemos dominar y orientar convenientemente nues

tras inclinaciones, apetitos y emociones. Nuestra relativa cerca-

294

La inteligencia animal

nía a los animales, po r tanto , no debe ser fuente de descon

cierto Más bien es un motivo de admiración , que nos lleva a

conocer mejor nuestra pertenencia a la naturaleza y a ser cons

cientes de nuestra superioridad en

cuant

o somos pe rsonas, ca

paces de entender la realidad

ontológica

y de decidir con

plena libertad.

 

onciencia animal

Los animales tienen conciencia sensible, pu es sienten,

gozan, sufren , es

decir

, se sienten a sí mismos

como

sujetos

sensitivos corpóreos, así como reconocen a otros sujetos, hasta

el

punto

de s

entir

cariño o compasión por ellos. Algunos lle

gan incluso a r

econocer

su propia figur a reflejada. Tras una se

rie de exper iencias, ciertos simios antrop omorfos  chimpan

cés, orangutanes, gorilas

pueden

reconocerse a sí mismos al

verse en un espejo. Si reciben sin

dar

se cuenta una mancha en

la frente, algunos tienden a quitársela cuando la ven en un es

pejo, y pueden también usarlo para explorarse la ca ra la len

gua , la garganta, la nariz  . Todo esto no significa autoconcien

cia

en sentido fuerte El animal

pe rcib

e su

propio cuerpo

p

ero no

reflexiona sobre sí mismo

como

sujeto existente. No

tiene concien cia de su vida , sus instintos y su naturaleza. No

puede «objetivizarse - a sí mismo, tomándose como

un

todo

que

pueda

decirse «yo».

  Comunicación  lenguaje

animal

a

spectos

generales

Una de las

propiedad

es cognitivas

s importantes de

los animales es la capacidad de comunicación intencional me

diante formas simbólicas naturales, qu e de alguna manera pre-

295

Page 16: Filosofia de La Mente Cap 5

8/18/2019 Filosofia de La Mente Cap 5

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  ilosofia de

 a

m

  t

e

figuran el lenguaje humano. Los animales se comunican

entre

sí a través de gritos, gestos, señales sensitivas acústicas, visua

les, táctiles, olfativas),

en

contextos sociales y

en

función de sus

fines

intencionales

 dvertencias de peligro,

cortejo

sexual,

amenazas,

lamentos,

reclamos, señales de part ida para el

grupo .

Esta comunicación no alcanza

nunca

el nivel del diá

logo,

en

el

sentido

en

que

los

hombres

  o n v ~ r s n

entre

como un fin en sí mi smo . Pero tampoco se l imita a ser una

mera expresión emotiva, como los gritos de dolor.

La comunicación

animal

es

un

verdadero intercambio

emocional de

mensajes

quecontienen una información

y

se

emiten

con

finalidades prácticas Esto implica la

capacidad

del

animal

de

«intuir» psicológicamente lo que sucede en los otros la «teo

ría de la mente» de la que hablábamos antes),

por

ejemplo,

conocer

su estado emocional o prever

qué

están

por hacer

y

cómo podrían

reaccionar. Los

animales pueden

notar,

en

otros, signos de

amenaza

o querer manifestar sumisión o ha

cer un

pedido, así como un gato o

un

perro

pueden pedi r

algo a sus amos humanos. Como hemos dicho, en estos men

sajes,

algunos animales

a veces

pueden también simular

o

«quere  engañar.

Ellenguaje animal es un sistemade signos con valor aso

ciativo,

por

medio del cual, el individuo transmite informacio

nes o expresa emociones, provocando en los

que

le escuchan y

«entienden» una reacción emotiva, y así induciendo en ellos

respuestas conductuales. No es un lenguaje humano, porque

no es

un

sistema de signos que se

puedan

combinar libre

mente

según reglas convencionales gramática),

con

autono

mía abs trac ta respecto

a situaciones concretas. Po r este

motivo, el lenguaje animal, si bien admite una notable flexibi

lidad, relacionada con la variedad de circunstancias, no es

creativo al infinito, es decir, no lleva al parlante a producir in

definidas combinaciones con total arbitrariedad respecto a los

contextos

y a las finalidades, como, en cambio,

sucede

en el

hombre.

296

La inteLigencia animaL

Esto no significa que los lenguajes animales sean pobres

o

que

se construyan siempre a partir de pocos signos elemen

tales,

como

antes se creía. Al contrario, la investigación está

demostrando

cada vez

con

más fuerza

que

los lenguajes ani

males pueden ser muy ricos y versátiles. Los condicionamien

tos asociativos contienen muchas posibilidades. Hoy podemos

explicarnos mejor este

punto

gracias al desarrollo del conexio

nismo.

Los lenguajes animales, en

general,

son innatos, pero

para poder desarrollarse tienen necesidad de la experiencia y

de una forma de «educació  por ejemplo, escuchando a los

progenitores

e imitándoles . Los animales

pueden también

aprender

a comunicarse mediante condicionamientos, como

seve

cuando

el hombre les

enseña

nuevas asociaciones signifi

cativas. Por otro lado, el lenguaje animal tiene, obviamente,

una base neural, en la

que

se manifiestan los fenómenos de la

lateralización y las localizaciones.

Por

todo

lo dicho, el hombre puede comunicarse con

los animales -algo más que obvio- y,en ciertos casos, puede

enseñarles un lenguaje «artificial»,

adecuado

a su lógica aso

ciativa. Los

resultados

más o menos exitosos de

esta

ense

ñanza, como sucede con otras capacidades cognitivas, son va

riables

en los sujetos, tiempos y

situaciones.

Podemos

medirlos con métodos estadísticos. Mediante preguntas y res

puestas, se

puede

verificar la medida

en que un animal

ha

aprendido

un lenguaje. Se considera un buen resultado obte

ne r respuestas correctas en un 70 u 80 . Este punto está en

sintonía con

el

carácter

conexionista

de

la lógica asociativa

de los animales.

 

ipos

de comunicación

El lenguaje animal está constituido

por

signos naturales,

pero también «arbitrarios», en el sentido de

que pueden

crear-

297

Page 17: Filosofia de La Mente Cap 5

8/18/2019 Filosofia de La Mente Cap 5

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  ilosofía de la mente

se conexiones significativas lejanas de su fuente natural de ori

gen, tanto

en

el espacio

como en

el t iempo

 por

tanto, con sig

nos estables, separadosde la impresión de cada momento . La

comunicación más natural , es decir , más inmediata o «prelin

güística», se produce

en

las relaciones gestuales

espontáneas

de la convivencia. Así la madre, estando en relación inmediata

con sus cachorros, les va «educando» mediante sencillas mani

pulaciones, llamadas o gestos que pueden provocar reacciones

o inducir conductas imitativas. De este modo les enseña a estar

atentos, a saber usar bien los utensil ios o a caminar. Muchos

gestos del cortejo sexual son también una forma

inmediata

de

comunicación.

El t ipo de lenguaje

empleado po r

las especies animales

depende de su constitución anatómica y neurofisiológica. Los

insectos, aves o mamíferos util izan medios de comunicación

muy diversos. El lenguaje animal más semejante al nuestro se

basa en la emisión intencional de sonidos significativos: gritos,

gruñidos, cantos de las aves. Los gritos de algunos simios pue

den ser señales de advertencia a los demás,

por

ejemplo, alar

mas ante algún peligro , o llamadas hacia cierta conducta,

como también los chill idos del pájaro «guía de la miel» preten

den guiar al

hombre

hacia una colmena. Estas señales pueden

variar según el rol social (la

madre

emite un grito típico diri

gido

a sus crías). Ciertos

cantos

de los gal los

proferidos

a la

vista de alimentos preferidos están en función de la presencia

de las hembras (gallinas). Esto significa que el

tipo

de «pú

blico» influye sobre el lenguaje animal. Los loros,

como

sabe

mos, imitan de modo sorprendente los sonidos humanos. No

pueden hacerlo así los simios, carentes de cuerdas vocales,

po r

18

En los circopitecosverdes (África) se descubrieron tres clases de

alarma ante los predadores:

una

selanza a lavista de mamíferoscarnívoros e

induce la respuesta de trepar a los árboles; otra, emitida en presencia de

águilas peligrosas, lleva a refugiarse en la vegetación espesa; la tercera, ante

la cercanía de serpientes, provoca la reacción de

permanecer

de pie sobre

las patas posteriores, para mirar por losalrededores,

298

  inteligencia animal

lo

que

el investigador,

cuando

es el caso,

debe

enseñarles len

guajes artificiales no acústicos.

En las abe ja s y

hormigas

encontramos una comunica

ción simbólica especialmente sofisticada. Las

danzas

de las

abejas, según su sentido horario o antihorario y su r itmo, in

tensidad y otros detalles, dan informaciones sobre los alimen

tos buscados (distancia, orientación, cualidad) o bien sobre los

sitios en que se puede construir una

nueva

colmena

que

se

está buscando, y a la vez invi tan a otras abejasa ocuparse de la

búsqueda del alimento o inducen otras respuestas. Las infor

maciones que van llegando a este respecto son múltiples. Por

tanto, esas señales no provocan respuestas automáticas, sino

que dan lugar a procesos «decisionales» del grupo, que necesi

tan

de ciertos t iempos. Las redes de comunicación de los in

sectos sociales

ponen

en juego todas sus capacidades cogniti

vas y emotivas, de

una

manera tan sorprendente que ni aun

hoy conseguimos explicárnoslas del todo.

e engu jes enseñ dos a

los

animales

El hombre ha conseguido enseñar a algunos animales

ciertos sistemas de símbolos, para poder

interactuar

con ellos

de

modo

intencional, como, por otra parte, se hizo desde siem

pre, de un

modo

más sencillo, con los animales domésticos.

Delfines y leones marinos llegaron así a aprender

un

lenguaje

basado en gestos -semejantes a los usados con los

sordomudos-

correspondientes a objetos, lugares, posiciones y acciones. Con

este medio comunicativo, el

hombre puede mandar

y ser obe

decido por estos animales. No parece correcto pretender que

así los delfines aprenderían

una

sintaxis, salvo que se use este

término e n u n

sentido

amplio. Ellos pueden, sencillamente,

entender el significado de una breve serie concatenada de se

ñales

que,

traducida en la lengua humana, sería

como

decir,

por ejemplo, «ahora toca con la cola el tubo que está a tu dere-

299

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8/18/2019 Filosofia de La Mente Cap 5

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  ilosofia de la mente

cha», Siempre en esta línea, podemos enseñar a estos animales

un vocabulario constituido

por

«nombres- de objetos, «adjeti

vos»  po r ejemplo, nombres de colores y «verbos»de acciones.

Estas denominaciones son antropomórficas. El animal

no

aprende una

verdadera gramática.

Aprende -aunque

el

hecho

es, ciertamente,

una maravilla- una «proto-gramática»

limi

tada, sin reglas universales y abstractas.

Mediante largosaños de experimentos, se ha conseguido

condicionar a loros

paraque

respondieran a preguntas del tipo:

«¿de qué color es esto? », «¿cuántos objetos hay

aquí?»

 hasta

cierto

número .

O bien

para que

respondieran a preguntas so

bre objetos semejantes y diversos: «¿qué hay en común en estos

objetos?»  respuesta: «el color»; o: «nada» . También para que

dijeran «no» en situaciones de rechazo. Son conocidas en este

campo las investigaciones de Irene Pepperberg.

Situaciones experimentales semejantes

fueron

prepara

das con simios antropomorfos. Los cónyuges Gardner, en los

años

70 y80 del siglo xx ,

entrenaron

durante

muchosaños

a la

chimpancé hembra Washoe para que se comunicara mediante

elementos del

lenguaje de los sordomudos. El animal podía re

ferirse a ciertos objetos o acciones familiares. Podía,

en

este

sentido , pedir algunas cosas.

Aprendió

el signo correspon

diente

a

abrir

para pedir

que

se

abriera una puerta,

pero más

tarde

también el grifo del agua,

un

l ib ro o una caja. De

modo

semejante,

Premack

enseñó un t ipo de lenguaje a un grupo de

chimpancés, utilizando fichas de

plástico

 vlexicogramas»

con

formas y colores diversos, capaces de constituir un «lé

xico». Las fichas podían d isponerse de modo secuencial. So

bre esta base, se podía establecer un breve «diálogo» con el si

mio,

por

ejemplo, para decirle: «si Sara -nombre de la simia

agarra una

manzana, María la

experimentadora

le dará un

chocolatín », obteniendo un

resultado

positivo. A la discrimi

nación de objetos se une

aquí

la comprensión

de

un rudi

mento de lenguaje con la apariencia de un a sintaxis y hasta

del uso de un nexo lógico condicional .

300

La inteligencia animal

En otro proyecto, Sue Savage-Rumbaugh y

Duane

Rum

baugh utilizaron un teclado,

para que una

serie de chimpancés

pudieran

presionar las teclas correctas

con

el f in de

obtener

ali

mento o expresar otros deseos. En una fase más compleja, algu

nos simios aprendieron a pulsar teclas para solicitar ciertos ins

trumentos

-con

la posibilidad de

elegir

varios instrumentos

mostrados, ya conocidos

por

los animales-,

con

los cuales po

dían

obtener

comida por ejemplo, abriendo una caja con el

instrumento escogido . A un nivel todavía más difícil,

apren

dieron

a pedir el aparejo a

otro

simio comunicación colabora

tiva , compartiendo luego con él la comida conseguida.

Un

chimpancé

pigmeo -o

bonobo-

llamado Kanzi,

desde los seismeses de edad, estaba en compañía de su madre,

la única

que

fue entrenada en la

mencionada

investigación .

Después de cierto tiempo se vio que Kanzi ,

sin

un

adiestra

miento especial ,

había

aprendido

po r

su cuenta -por observa

ción-

a u sa r

bien

el teclado, en ausencia de la

madre

, incluso

con una

modesta

productividad «original». Luego sevio

que

el

aprendizaje en los tiempos críticos iniciales favorecía la velo

c idad y a lcance de lo que el animal podía

aprender.

En

otros

experimentos realizados po r Woodruff y Premack, los simios

acudían al hombre como intermediario para obtener alimento

no

accesible, con

siguiendo descubrir por experiencia

al que

les engañaba y al que les dec ía la verdad a este le

tenían

con

fianza .

d Los lím t s del lenguaje animal

La temática del lenguaje quizá es la

que

más sugiere el

alto nivel al que puede llegar la inteligencia animal. Hemos de

ser cautos, sin embargo,

ante

la int

erpretación

de los lenguajes

animales, porque cierta proyección

antropomórfica

es inevita

ble

po r

la falta de categorías específicas para

comprender

el

mundo

de la v ida

intencional

pre-racional. En este

terreno

,

301

Page 19: Filosofia de La Mente Cap 5

8/18/2019 Filosofia de La Mente Cap 5

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Filosofia de la mente

más que en ot ros , a veces existen prejuicios ideológicos (ani

malismo, materialismo) , en los que se asoma la ideade que , en

el fondo , la diferencia

entre

los animales superiores y el hom

bre

sería solo una cuestión gradual o cultural. Por

otra

parte,

como dijimos más arriba, sise presupone una concepción em

pirista

del

conocimiento, no hay modo de detectar una dife

renciae sencial

entre

el conocimiento animal y el

humano.

Los lenguajes animales manifiestan la extraordinaria ri

queza de lavida

inten

cional, cognitiva, emotiva y comunicativa

pre-racional, Encontramos en ellos elementos que prefiguran

nuestro lenguaje, con cierta «semántica», «un esbozo de sinta

xis», «cierta creatividad», pero

siempr

e a nivel

rudimentario.

Podemos hacer

comparaciones

tambi

én

con bases experi-

mentales y estadísticas, con el comportamiento lingüístico in

maduro

de los niños. Podemos pensar, sin demostrarlo de ver

dad, que el lenguaje humano habría nacido como un a forma

de evolución a

partir

de los lenguajes de los homínidos. Pero

las diferencias abismales

entr

e los lenguajes de los animales y

del hombre subsisten.

Nue

stro lenguaje no es un s imp le per

feccionamiento

de

los

medios

comunicativos animales (más

amplio , más veloz) , sino

que

supone otro género de comunica

ción ,

aunque

utilice como materia o plataforma de base la ca

pacidad sensitiva de asociar signos de modo intencional, gra

cias a la memoria y la imaginación. El lenguaje

humano

es de

otro

géne

ro

porque

expresa un pensamiento universal.

Los investigadores tienden a sugerir a menudo que las

diferencias entre el lenguaje del

hombre

y del animal serían

solo graduales. Sesubrayan más las semejanzas que las diferen

cias

profundas.

Naturalmente ,

mu

chos estudiosos son cons

cientes de la facilidad con

que

se

pu ede

atribuir al animal la

capacidad de comprender como sucedió con el engaño del

«inteligente Hans», y procuran po r todos los medios evitar es

tos errores. Desde luego, la complejidad de los lenguajes y ac

ciones que ciertos animales consiguen aprender con

nuestra

ayuda es

sorprendente.

Sin embargo, la convivencia humana

302

La

  t

eligencia animal

con animales especialmente sensibles siempre ha «elevado » a

estos últimos a niveles en que

han

llegado a aprend

er

muchas

cosas que no

habrían

conseguido de haber sido dejados a su

suerte en la selva.

Pero

las aprenden de

un

modo más bien pa

sivo. Un simio

puede

usar un t

eclado para

comunicar algo ,

pero nunca tendrá

la iniciativa de crea r un lenguaje escrito.

El

punto

esencial es el siguiente.

Los lenguajes animales

aunque hayan sido

 prend

idosdelhom re están siempre ligados a si-

tuaciones co

ncre

tas dirigidas a fines interesantes para los animales

Esos lenguajes progresan, a veces, con cierta

espontaneidad

,

pero

en un a medida

mod

esta, de carácter adaptativo. Los ani

males usan el lenguaje con cierta flexibilidad,

pero

no sobre

pasan la «lógica asociativa», la misma lógica que hemos conse

guido

r ep ro du ci r c on los

métodos

conexionistas de

computación. El radio de alcance de estas asociaciones puede

ser enorme pensemos en las redes sinápticas-, y esto ayuda al

animal a no quedarse vinculado a la inmediatez del aquí y el

ahor

a. P

ero

estamos siempre a nivel de

rede

s sensitivas, mate

rialesyconcretas ,

El lenguaje

humano

remite, en cambio, a una objetiva

ción racional

que

permite la sep r ción completa de

 

lengua res-

pecto a toda situación materialdada  De aquí nace la arbitrarie

dad absoluta de los significados semánticos, la universalidad

de las regl as sintácticasy laapertura sin fin de los usos pragmá

ticos. Estas características

con

stituyen el sentido

profundo

del

lenguaje humano.

El fenómeno de nuestro lenguaje seha de ver en su con

junto

,

no e n

frases aisladas, esto es, considerando de modo

global las estructuras de las lenguas creadas por el hombre, sus

usos y nuestra capacidad de crear gramáticas al infinito. Así se

19 Para entender este punto hay qu e considerar al lenguaje en la

per

spectiva del pensamiento

metafísico,

Si limitamos la indagación a las rea

lizaciones empíricas, no podremos distinguirlo de una estructuraasociativa.

Por esto, elconductismo no fue capaz de elaborar una teoría lingüística cog

nitiva.

303

Page 20: Filosofia de La Mente Cap 5

8/18/2019 Filosofia de La Mente Cap 5

http://slidepdf.com/reader/full/filosofia-de-la-mente-cap-5 20/20

 ilosofi de l mente

comprende

po r

qué

el

hombre

es capaz de aprender cualquier

lenguaje

sensitivo

animal,

y también po r qué puede enseñar

lenguas no de modo

espontáneo

e inconsciente sino creando

gramáticas. Es este un o de los aspectos de

nuestra

auto-

conciencia lingüística.

La potencia simbólica del

hombre

es universal infinita y

autoconsciente. El

hombre puede

usar

el simbolismo gramati-

cal s in res tr icciones . Es capaz de inventar lenguajes formales

con una finalidad solo deductiva  como hace

en

la matemática

y la lóg ica y también puede crear instrumentos simbólicos

como los l ib ros y los ordenadores. Además, permanece libre

ante

estas objetivaciones pues siempre puede hacer otras más.

El

hombre

se deleita

en

el lenguaje con una finalidad estética

y contemplativa no l igada a las funciones de adaptación al am-

biente. En definitiva

en

el lenguaje el hombre expresa su per-

sona. Los lenguajes animales en cambio son manifestaciones

de su vida sensitiva.

304

Capítulo 6

TECNOLOGÍA DE LA INTELIGENCIA

1. Ontología de los objetos artificiales

Comenzamos

este

l ib ro con

el

problema

de

los

actos

humanos, encuadrados

en

la

complejidad

de los n iveles de

la vida humana  actos neurovegetativos psicosomáticos yes-

pirituales . En el capítulo 3 n. 9 presenté un a visión pano-

rámica de

los

elementos que

entran

en juego en

el creci-

miento de la

inteligencia ambiente, herencia,

hábitos .

Algunos de estos elementos son creaciones culturales, no se-

res vivientes ni personas humanas  la primera creación artís-

t ica es el

lenguaje .

Viene así a constituirse

un ámbito

«post-

natural»  una

ciudad,

un a biblioteca, un parque ,

en

el que

vivimos y

con

el que

interactuamos:

la

cultura.

Ella

nos

sirve

de mediadora para comunicarnos

con

las

demás

personas

y

como medio

para obrar

sobre

la

naturaleza

más allá de nues-

tras capacidades

puramente

somáticas. Nuestro cuerpo ele-

vado

t iene necesidad de un «ambiente elevado» El mundo

de los objetos artificiales

y

culturales es

como

una

prolonga-

ción «obje tivada» de nuestro cerebro y de nuestras capacida-

des motoras.

305