elementos nº 52. igualitarismo

93
8/22/2019 Elementos Nº 52. IGUALITARISMO http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-52-igualitarismo 1/93  Elementos de Metapolítica para una Civilización Europea Nº 52 LA UTOPÍA IGUALITARIA  CONTRA EL IGUALITARISMO UrKultur

Upload: sebastian-j-lorenz

Post on 08-Aug-2018

219 views

Category:

Documents


1 download

TRANSCRIPT

Page 1: Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

8/22/2019 Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-52-igualitarismo 1/93

 

Elementosde Metapolítica para una Civilización Europea Nº 52  

LA UTOPÍA IGUALITARIA  CONTRA EL IGUALITARISMO

UrKultur

Page 2: Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

8/22/2019 Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-52-igualitarismo 2/93

 

UrKulturhttp://urkultur-imperium-europa.blogspot.com.es/

Escuela de PensamientoMetapolítico NDR 

Elementosde Metapolítica para una

Civilización Europea

Director:

Sebastian J. Lorenz

[email protected]

Número 52

LA UTOPÍA IGUALITARIA 

CONTRA EL

IGUALITARISMO

SUMARIO

El totalitarismo igualitario,por Alain de Benoist, 3

Tradición e Igualitarismo,

por Laureano Luna, 7

Las falacias del igualitarismo,por Carlos Alberto Montaner, 17

La naturaleza subversiva deligualitarismo, por El Emboscado, 24

Igualitarismo y las élites,por Murray N. Rothbard, 28

La dogmática del igualitarismo,por José María Benavente Barreda, 41

Acerca de la democracia: el igualitarismo,por Eduard Alcántara, 46

Ciencia y desigualdad,por Denes Martos, 50

El igualitarismo democrático como triunfo

de la moral cristiano-nihilista enNietzsche, por Verónica Rosillo Pelayo, 53

Igualitarismo, democracia y plebeyismoen Ortega y Gasset,

por Alejandro de Haro Honrubia, 58

Las paradojas vinculadasal igualitarismo y la utopía,

por H.C.F. Mansilla, 62

Igualitarismo e Imperio,por William Marina, 68

El igualitarismo es una revuelta contra laNaturaleza, por Murray N. Rothbard, 83

El mito del igualitarismo,por Eugenio Vegas Latapie, 85

El igualitarismo de las masas, segúnSloterdijk, por Juan Malpartida, 92

Page 3: Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

8/22/2019 Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-52-igualitarismo 3/93

3

El totalitarismo igualitario ____________________________________ 

 Alain de Benoist 

El enigma totalitario: igualitarismo yeconomicismo

 El totalitarismo es a la vez uno de losfenómenos más característicos de nuestrotiempo y uno de los peor conocidos. Nuncaha sido desentrañado de manerasatisfactoria. Nunca se ha explicado

tampoco cómo un fenómeno que, con toda justicia, causa horror a la mayoria puede sera veces aceptado de modo duradero. Engeneral, los modernos análisis deltotaitarismo han tomado el relevo de unatradición que ve en el poder , en el peor de loscasos, un mal absoluto, y en el mejor un malnecesario, y que, desde Montesquieau yRousseau (y entre los “nuevos filósofos”),dedica sus glosas a la “tiranía” que hay engermen en toda autoridad y a la necesidad

de atar corto el afán de dominio. De acuerdocon esta teoría, el totalitarismo es elresultado de una simple extrapolación de laspropiedades del poder político. Se trata, encierto modo, de su inclinación natural.

En un libro que quedará como un hito(L´esprit totalitaire, Sirey, 1977), Claude Polin,maitre de conférences en la Sorbona, hamostrado el carácter simplista y erróneo desemejante idea. Al tratar de ver en quéconsiste exactamente ese despotismo de los

tiempos modernos que es el totalitarismo –definido como un sistema en que el terror esesencia y no accidente-, rechaza todas lasexplicaciones tradicionales

En efecto, el totalitarismo es ante todoun  fenómeno moderno. En el pasado, eldéspota no sentía celos de la actividad desus súbditos mientras ésta no afectase a supoder. Además, las sociedades tradicionestenían una “ideología” (en el sentido de

representación colectiva de sí mismas) queles era natural: se vivía cierta concepción delmundo de manera coextensa a todaactividad social, sin que fuera necesaria la

coerción para reproducirla. Hoy, lasideologías tienen conciencia de ser tales. Sinembargo, no constituyen por sí solas unaexplicación suficiente. Si la ideología nobasta para garantizar la adhesión de lasmasas, y así es evidente que hay tiranía,¿por qué se someten esas masas? Y sipromueve fe suficiente, ¿por qué la tiranía?

Para Polin, el totalitarismo no es frutonatural del ejercicio del poder, no debe nadaa la esencia de éste. Tampoco se trata de unhecho permanente de las pasiones humanas.El totalitarismo es  producto del espírituigualitario, y en especial del espíritu económicoque es su corolario obligado.

No es simple azar que el desarrollo deligualitarismo haya marchado paralelo al dela preocupación económica. Todomaterialismo es igualitario: “El culto a laigualdad es hijo del culto a la economía”. Noes la envidia la que suscita la competenciaen torno a los bienes económicos, sino esosbienes los que traen aparejada la envidiacomo efecto inmediato: sólo se tiene envidiade aquello que, por su propia naturaleza,puede ser compartido. Correlativamente, alsustraer al poder sus fines normales, sus

características propias y los límites que deellas se derivan, lo económico hadesnaturalizado a lo político. En este punto,todas las ideologías económicas, ya sean demercado o socialistas, se asemejan.Burgueses y socialistas no están de acuerdoen cuál es el mejor sistema económico, perosí en la virtud sociogénica de la actividadeconómica: la felicidad de todos vaesencialmente unida al bienestar material decada uno, la guerra contra la pobreza es el

quehacer humano por excelencia y, debido aello, la estructura social está en últimainstancia determinada por la economía. Laimplantación de un régimen económico librede contradicciones dará origen al régimendefinitivo de las sociedades humanas; eladvenimiento de una sociedad económicohará inútil la política, y el Estado acabarápor desaparecer o al menos por quedarreducido al papel de “gendarme”.

Tanto en el Este como en el Oeste, la

economía es el destino. Y lo curioso es quenadie plantea la cuestión fundamental: la delpapel “liberador” de la actividad económica.

Page 4: Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

8/22/2019 Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-52-igualitarismo 4/93

4

Los modernos, cualesquiera que sean susopciones, tienen de la economía una imagenresultado de una elección cuyos móvilesnunca se discuten. Podemos preguntarnos,dice Polin, si “la alienación humana de laque con tanta complacencia se habla ennuestros días no es por sí sola pruebasuficiente de una auténtica alienación, por laque el homo oeconomicus, precisamente porserlo, se ha vuelto incapaz de reflexionarsobre sí mismo, y, por razones queconstituyen el gran enigma de nuestrotiempo, va a buscar la clave de suhumanidad en aquello mismo que se la haarrebatado”.

Es cierto que no cabe la verdaderaigualdad si no la hay en las condiciones

materiales. Ahora bien, lo característico de laactividad económica es que deshace a cadapaso esa igualdad en cuya idea se basa. Deahí el profundo malestar que, según ClaudePolin, conduce al totalitarismo: eldespotismo moderno nace de la incapacidadde los regímenes “económicos” moderadospara resolver el problema de la desigualdad,al que deben sus principios. El totalitarismoes producto de la primacía de lo económicoy de las contradicciones que suscita entre

una aspiración igualitaria a la que se hallaintrínsecamente ligada y unasdesigualdades que no puede impedir y que,en cierta medida, ella misma provoca. Vistoasí, el totalitarismo no es otra cosa que laúltima etapa del economicismo: “Cuando seabre paso la conciencia de que ningunarevolución económica puede nada contra laeconomía, porque ésta da a un tiempo la sedde igualdad y la de desigualdad, la pasiónigualitaria tiende a la utopía terrorista”. En

otros términos, “el hombre totalitario es elhombre íntegralmente económico”. Es elhombre convertidof en un ser económico depies a cabeza, transformado en una cosa. 

Lejos de ser un baluarte contra eltotalitarismo, las democracias liberalesllevan en su seno las causas de suimplantacion. Las sociedades burguesas,explica Polin, se encuentran en peligro demuerte porque sólo puden oponerse

eficazmente a sus adversarios si se atraven aatacar a fondo unos postulados igualitariosy economizantes que son también los suyos.¿Acaso el socialismo no ataca a la sociedad

liberal apoyándose en los mismos principiosque sirvieron al liberalismo para acabar conel feudalismo? Las sociedades burguesas ylas socialistas se acusan mutuamente detraición … a unos postulados comunes. Deahí la mala conciencia de la sociedad demercado; de ahí también su vulnerabilidad,porque es en esa grieta donde la intelligentsia mete su cuña para apresurar el desenlace.Las sociedades liberales se encuentrandesarmadas ante unas facciones quepretenden aplicar sus mismos ideales demanera aún más rigurosa. “El burgués –dicePolin- se ve así condenado a deshacerprogresivamente su liberalismo parademostrar que no es lo que parece. No hayotro misterio en su autodestrucción, que esresultado de su misma naturaleza: no puededejar de ceder, porque no ve razones pararesistir; pero cada vez que cede, prueba conello que la verdad está del otro lado (…). Siel régimen burgués muere, es porque llevaen sí la causa de su ruina, que no es otra quesus mismos fines en la medida en que la granmayoría no ve la posibilidad dealcanzarlos”. Los socialismos sucedenentonces a las sociedades liberales. Perotropiezan a su vez con la imposibilidad

práctica de hacer buena la anunciadaigualdad. Entonces llega la hora deltotalitarismo.

La clave del enigma totalitario seencuentra en la necesaria reinterpretación delas relaciones entre lo político y loeconómico. Las únicas sociedades al abrigodel peligro totalitario serán aquellas que,basando su visión del mundo en ladiversidad, repudien para siempre la ilusiónigualitaria y la reducción de los fines

sociales a una obsesiva preocupacióneconómica.

La diferencia, idea antitotalitaria

La consigna de moda es “¡Viva ladiferencia!”. Desde la izquierda hasta laderecha, todo el mundo reivindica a más ymejor el “derecho a ser diferente” ¿Signo delos tiempos o política de “recuperación”?

Desde hace dos siglos, el mundo, el

mundo occidental vive bajo la enseña de unateoría “englobante”: el igualitarismo. Susraíces son muy antiguas. Hay quien creedescubrirlas en la protesta de los profetas de

Page 5: Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

8/22/2019 Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-52-igualitarismo 5/93

5

la Biblia contra el “orgullo” de lospoderosos. El cristianismo afirma, por vezprimera en Europa que, más allá de lascualidades y defectos de cada uno, todos loshombres son idénticos por esencia. Pero esaigualdad era sólo “ante Dios”. Ha hechofalta más de un milenio para que la idea bajea ras de tierra y las ideologías nos ofrezcansu versión “profana”.

Con la revolución de 1789 no sólocambia el paisaje social; también semodifican los objetivos que toda sociedadtiene el deber de fijarse. En adelante, ya sepuede implantar el paraíso en la tierra. Almenos eso se imaginan. Lo terrenal y laesperanza en el mañana sustituyen al másallá. Paralelamente, se afirma con fuerza la

igualdad de los hombres, no ya en la esferametafísica, sino en la muy concreta de losnegocios humanos.

La cébre declaración de 1791 proclamaque “los hombres nacen libres e iguales enderechos”. En cuanto a la “libertad” delnacimiento, se trata todavía de un piadosodeseo. En cuanto a la igualdad, la fórmula“iguales en derechos” introduce ciertarestricción, a partir de la cual va a elaborarse

la teoría del liberalismo clásico. Pero ahíaparexce también en germen otra idea, la deuna auténtica igualdad de condiciones, unaigualdad consumada en todos los terrenos.

Idea generosa, muy apropiada paraseducir a revolucionarios y pensadores, estáya presente en el siglo XVIII en los filósofosanglosajones y franceses. Se expresa enforma de una nueva antropología, unaantroplogía soñada, en la que el condicionaly el imperativo son conjugados

ingenuamente en indicativo. Locke afirmaque, al nacer, el espíritu de todo hombre esuna “tabla rasa”: las diferencias que entreellos observamos son exclusivamente frutodel medio. A su vez, Helvecio dice que “elespíritu, el genio yla virtud son producto dela instrucción”. Jean-Jacques Rousseauescribe en el Emilio: “La naturaleza ha hechoal hombre feliz y bueno, pero la sociedad lovuelve desgraciado”. Jaucourt proclama enla Enciclopedia: “La igualdad natural se basa

en la constitución de la naturaleza humana,común a todos los hombres, que nacen,crecen, viven y mueren de la misma manera

… De este principio resulta que todos loshombres son naturalmente libres”. El celoigualitario se nos revela así desde unprincipio como preñado de un nuevototalitarismo. Para los ideólogos del sigloXVIII (y quienes van a sucederles), loshombres son iguales porque su naturalezaes radicalmente la misma, siempre y en todaspartes. Son las desigualdades las queproducen las diferencias; y, en una sociedaden la que reine la igualdad, desaparecerán.

En adelante, la misión de los partidariosde la igualdad va a consistir en una“emancipación” de tipo universalista, que seresolverá en una radical negación de ladiversidad humana. Al proclamar lasupresión de la esclavitud, la Revolucióndeclara que los negros “son hombres comolos demás”. Expresión ambigua, queencierra a la vez una esperanza de liberacióny un peligro de despersonaización. Otrotanto ocurre con los judíos, a quienes losrevolucionarios proponen una emancipaciónbasada en la asimilación: lo tendrán todocomo ciudadanos, nada como pueblo.

Este mismo impulso moverá a lasrepúblicas hasta nuestros días. Noolvidemos que la colonización estabadestinada en teoría a hacer partícipes a los“indígenas” de los beneficios de lademocracia universal, considerada como el

único sistema de “progreso”. Fuimos a“civilizar” a los países del Tercer Mundocomo antes habíamos ido a“evangelizarlos”; para proponerles un

Page 6: Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

8/22/2019 Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-52-igualitarismo 6/93

6

modelo de vida, una estructura social, unmodeo de pensar que no eran necesriamentelos suyos. Al mismo tiempo, a impulsos del jacobinismo, se pasaba el rodillo igualador,acabando con las lenguas, las culturas y lastradiciones locales. En Bretaña, bajo la IIIRepública, estaba “prohibido escupir en elsuelo y hablar bretón”.

Es esta forma de igualitarismouniversalista la que hoy toca a su fin, trasdesembocar en un fracaso. No sólo nollegaron a ver la luz los monótonosfalansterios con que soñaban Fourier yBabeuf, sino que por todas partes hanresurgido las diferencias, a veces en lasformas más inesperadas. La descolonizaciónse ha hecho en nombre del “derecho de los

pueblos a disponer de sí mismos”. ¿Y qué eseste derecho sino la reivindicación para cadapueblo de la facultad de determinar sudestino en función de sus particularesobjetivos y sus propias normas? Dentro delos mismos Estados europeos, elrenacimiento y la afirmación de losregionalismos han sido provocados por undeseo análogo de arraigo, de particularismo,de rechazo de una “universalidad”niveladora y despersonalizante. “Aspiramos

a la identidad” –escribe el etólogo RobertoArdrey- “como la planta aspira a la luz”.

La vida moderna ha acentuado aún masesquilma las identidades personales ycolectivas. En las grandes ciudades, elanonimato se ha convertido en regla, y conél la dificultad para comunicarse, pararecibir lo que un hombre puede tener decomún con otros y lo que le distingue deellos. La aspiración a la “diferencia” que hoy

vemos en nuestras sociedades no es otracosa que un deseo, a veces confuso, deacabar con una civilización masificada, cadavez más unidimensional.

Por su parte, las ciencias, a medida quese desarrollaban, iban echando por tierra lahermosa antropología de los filósofos delsiglo XVIII. No sólo los hombres no son alnacer como “tabla rasa” o cera virgen, sinoque no hay un hombre igual a otro. Somostodos diferentes hasta en las fibras más

tenues de nuestro ser, y es incluso porquesomos desiguales por lo que existimos comotal especie humana. “La diversidad –dice

también Robert Ardrey- es la materia de laevolución, puesto que es entre la diversidadde los seres donde la selección natural llevaa cabo su elección”. Hans J. Eysenck,director del Instituto de Psiquiatría de laUniversidad de Londres, precisa: “No haymodo de hacer a los hombres iguales;semejante objetivo es absurdo en sí mismo,porque toda la biología se basa en ladiversidad. Es ella la que asegura lasupervivencia cuando, en el curso de laevolución, las condiciones cambian. Si todoslos seres fuesen iguales, no habríaposibilidad de cambio”.

Ya se trate de una evolución general dela opinión o del simple movimiento naturaldel saber, nos hallamos, pues, ante un

fenómeno irresistible, reflejado en la modadel “derecho a la diferencia”. Es también elfenómeno que las ideologías igualitarias yuniversalistas intentan hoy “recuperar” delmodo más burdo. En el verano de 1977, unode los temas para el examen final delbachillerato era: “Los hombres diferentes¿son desiguales?”. Observamos así como sedibuja una nueva táctica, yaabundantemente explotada. De creer aciertos teóricos y a un montón de

comentaristas, los hombres son todosdiferentes, pero iguales. Al parecer, ladiversidad no tiene nada que ver con ladesigualdad. Todos los hombres sondiferentes, pero, por así decirlo, igualmentediferentes.

Es bien sabido que las “revisiones” sellevan siempre a cabo por etapas. Pasar sintransición de la afirmación igualitaria alreconocimiento del hecho de la desigualdad

no podía dejar de acarrear reticencias ylamentaciones. Se busca entonces conciliar loirreconciliable. Se reconocen las diferencias,su naturaleza irreductible, eternamenterebelde a cualquier acondicionamiento enfunción de un esquema único, pero no porello deja de afirmarse que esas diferenciaspueden, no obstante, ser modificadas, queson de naturaleza transitoria y, sobre todo,que resulta “impensable” que “justifiquen”las jerarquías. Se trata sólo de un juego

(bastante ingenuo) de palabras. Decir quelos hombres son diferentes pero igualesequivale a decir que, a pesar de susdiferencias, se ha decidido considerarlos del

Page 7: Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

8/22/2019 Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-52-igualitarismo 7/93

7

mismo modo. Pero ello no significa que sean“iguales”.

Aquí es preciso abandonar el mundotranquilizador de los conceptos purosplatónicos. Una diferencia no es algoabstracto, sin relación con la realidad. Se

trata de una noción vivida. Ahora bien,desde el momento en que las diferencias sonefectivamente vividas, percibidas, comotales, y no sólo imaginadas, implicanperspectivas, clasificaciones y jerarquías. Nouna jerarquía única, que haría que unasociedad se pareciese a la lista de aprobadosdel politécnico, sino jerarquías múltiples,complejas, entremezcladas, que dan a lassociedades un carácter orgánico y vivo. Notodas las diferencias son jerarquizantes, pero

hay muchas que lo son. Los criterios de“clasificación” de los hombres soneminentemente variables según las esferas,las funciones, las épocas y los lugares, peroexisten siempre. “Varios seres iguales –habíadicho ya Juliuis Evola- no serían varios sinouno. Querer la igualdad de varios implicauna contradicción en los términos”.

Cierto que detrás de algunasafirmaciones interesadas sobre la “igualdad

en la diferencia” se oculta quizás unaintención menos confesable. Y un nuevopeligro totalitario. Juan Bautista Vico,inspirador de Montesquieu, decía: “Loshombres empiezan por querer la libertad delos cuerpos, después la de las almas; esdecir, la libertad de pensamiento, y laigualdad con los demás; más tarde quierensobrepasar a sus iguales, y por último,colocar a sus superiores por debajo de ellos”.

© Alain de Benoist, La nueva derecha, Planeta,Barcelona, 1982.

Tradición e Igualitarismo ____________________________________ 

 Laureano Luna

 Esta Modernidad tardía es la época dela no discriminación. Se trata de un “tic”obsesivo que hace que se torture al lenguajepara someterlo al igualitarismo perfecto oque esté mal vista la fabricación de pañalesespecíficos para niñas y niños. Y la obsesiónse presenta con un aparato coactivo materialy espiritual del que forma parte, amén de lasleyes de propaganda, el chantaje lingüístico,el sambenito: “racista”, “sexista”, etc.

Desconsiderando por un momento lanecesidad del capitalismo multinacional dehomogeneizar el modo humano de vida enel planeta y la triste reducción de laizquierda política a propagadora deldiscurso igualitarista que el capitalismonecesita, cabría preguntar: ¿No encierra ladecidida voluntad de erradicar toda

discriminación un evidente valor moral? Enotros términos: ¿No es este igualitarismoesencialmente concordante con laespiritualidad tradicional de las grandesreligiones y de su contenido metafísico yético?

Si dejásemos votar a mano alzada a unaconcurrencia numerosa veríamosprobablemente levantarse un mar de manosaprobando: ahí estarían las manos demuchos religiosos cristianos, de muchosizquierdistas, de muchos liberales y,seguramente, la mano de la gran masa de lostelevidentes. Entonces, dando paso alcoloquio, plantearíamos la siguientedificultad: si así es, ¿cómo es que lassociedades tradicionales inspiradas en talescorrientes religiosas y metafísicas no hansido igualitaristas? Se nos respondería confacilidad: por pura inconsecuencia con suesencia originaria, por debilidad ante los

ricos y poderosos. Si en este momentoadujésemos una segunda dificultad, como,por ejemplo: ¿Por qué entonces los grandesmovimientos igualitaristas modernos son

Page 8: Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

8/22/2019 Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-52-igualitarismo 8/93

8

antirreligiosos? Se nos respondería engeneral que precisamente por eso, porque lareligión ha traicionado históricamente sumensaje; además, porque la emancipación,la mayoría de edad del hombre, no necesitaya de la tutela de un dios para realizar laigualdad. Con facilidad pondríamos enmovimiento el entusiasmo igualitarista de lagente. Pero sólo de manera efímera; si derepente preguntásemos: “A propósito,señores, ¿qué fue del comunismo?”,reemplazaríamos el entusiasmo por unbrusco desconcierto.

“Señores –diríamos haciendo sonar unacampanilla-, tal vez sea el momento deplantearse esto con algo más de seriedad”.

I. El Orígen del Igualitarismo

La fuente última del igualitarismo nopuede estar más que en una cierta capacidadpara desconsiderar las determinacionesfinitas del ser humano, que siempre sondiferenciales. El igualitarismo es porconsiguiente un punto de vista, unaperspectiva que permite desatender lafinitud diferencial humana, sea declarándolainexistente, sea declarándola nosignificativa, lo que en realidad es una

forma de declararla inexistente. Se trata endefinitiva de centrar la atención en elconcepto abstracto de ser humanodesviándola de sus encarnaciones concretas:hombre, mujer, blanco, negro, amarillo,español, italiano, etc. En el pensamientometafísico occidental, no en la metafísicatradicional, esto se categoriza mediante lahipóstasis del concepto abstracto de“hombre” en una substancia humanaindeterminada que es un núcleo frente a sus

accidentes o determinaciones particulares:varón, hembra, blanco, negro...

Esta substancia humana es percibida anivel individual como “sujeto” o “yo”.Recuérdese que las palabras latinas“substantia” y “subiectum” son versionesdel griego “hypokeimenon”. El yo es lasubstancia de la vida psíquica y a ella sonatribuibles todos los predicados yaccidentes: yo soy hombre, mujer, blanco,

negro... en cualquier caso soy “yo”, siempresoy un “yo”, y ese yo permanece siempreidéntico a sí mismo, como perfectaautoconciencia o puro ser para sí, más allá

de todas las determinaciones contingentes.El igualitarismo consiste, pues, en lasubstitución del ser humano real por un yoindeterminado.

El origen último de la indeterminacióndel yo, y el origen último de toda

indeterminación, radica en la figura lógicade la autodeterminación a través de la autoreferencia. Desde el comienzo de la filosofíaoccidental, las paradojas lógicas por autoreferencia han constituido un escolloinsalvable a esa pretendida “completitud”de la razón discursiva en la que Occidenteha radicado buena parte de su esencia. Entrelos griegos hizo estragos la paradoja delmentiroso: “Epiménides el cretense afirmaque todos los cretenses mienten siempre”. B.

Russell encontró una paradoja análoga enteoría de conjuntos: “¿Se pertenece a símismo el conjunto de todos los conjuntosque no se pertenecen a sí mismos?”.Finalmente, Kurt Gödel demostró que todoslos modelos formales –como el quepretendieron Russell y Whitehead para laaritmética en Principia Matemática- resultanincompletos porque implican la existenciade verdades indemostrables en su interior:precisamente, verdades auto referentes. De

todo esto se deduce un principio: la autoreferencia, en razón discursiva, provocaindeterminación. Herbart había demostradotiempo ha que en la auto referenciaimplicada en la palabra yo había unasituación semejante. En general, podemoscomprender con facilidad que nada puededeterminarse a sí mismo: si la determinaciónde x depende de la determinación de x nosveremos envueltos en un regreso infinito alintentar determinar a x. Cuando la

conciencia se tiene a sí misma por objeto enla pura autoconciencia, carece en general detodo objeto que pueda determinarla. Estaindeterminación ideal –que se manifiesta encontradicciones y regresos infinitos en eldiscurso real del pensamiento- es la queaparece en la conciencia humana como lailusión de un yo puro indeterminado, que enrealidad es absolutamente imposible dadoque ningún ente real puede serindeterminado.

Esta indeterminación contenida en lafigura lógica de la autodeterminación porauto referencia es el hardware inconsciente

Page 9: Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

8/22/2019 Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-52-igualitarismo 9/93

9

que está detrás del igualitarismo, y con ellode toda ideología social contemporánea. Essin duda el resultado de una larga travesíahistórica que muestra hitos bienreconocibles. El dualismo de la metafísicagriega, con su división entre un mundosensible y un mundo inteligible, es el primerexpediente que permite colocar al hombremás allá de toda determinación histórica,social y biológica; el antinaturalismo judío;la concepción romana de la “persona” comosujeto de derecho, precedente del actualsujeto abstracto de deberes y derechos; elconcepto de “alma” humana en el Medievo;el antropocentrismo renacentista; laautoconciencia pura del “cogito” cartesiano;la concepción del hombre como nóumeno enla razón práctica kantiana, hasta lasideologías de la Ilustración, todos estosconstituyen pasos notables en el paulatinoacercamiento al puro yoísmocontemporáneo.

Ahora bien, ¿no coincide todo esto conla tradición espiritual? ¿No concuerda con laenseñanza cristiana? ¿No es cierto que unasociedad iniciática –la masonería- participóactivamente en la Revolución de 1789?

Desde el bando más o menosigualitarista hay muchos sectores dispuestosa contestar afirmativamente. Desde el bandoantiigualitarista –en la tradiciónnietzscheana- es frecuente la acusación a laesencia misma del cristianismo de no sermás que un precedente espiritualista deligualitarismo moderno. Es una postura quemantuvo incluso Julius Evola.

II. Tradición e Igualitarismo

¿Qué decir respecto de lo que suelellamarse “Tradición” con mayúscula y queengloba en una ortodoxia, real o sólopretendida, a autores contemporáneos comoAnanda Kentish Coomaraswamy, RenéGuénon, Titus Burkhardt, Frithjof Schuon, ya culturas y religiones como el Hinduismo,el Vedanta, el Budismo Zen, etc? El Vedantahindú, punto de referencia más común deesta tradición, habla efectivamente del SíMismo (“Atma”) que, constituyendo la

verdadera identidad del hombre, está másallá de toda determinación finita, y este temaes reconocido como el centro de lametafísica upanishádica. En el Zen es

recordada la expresión del maestro Lin Chi:“El hombre verdadero sin rango”, comodesignación de la verdadera naturalezabúdica del ser humano. Con frecuenciaresuena la sentencia de San Pablo: “ya nohay judíos ni griegos, ni hombres nimujeres...”

No cabe duda de que existe al menosuna analogía entre la consideraciónespiritual del ser humano propia de estastradiciones y el igualitarismo moderno. Apesar de ello subsisten los hechos de que:

1º) Muchas de estas tradiciones haninformado un orden social no igualitarista:desde las castas hindúes hasta el “mulier inecclesia taceat”.

2º) Estas tradiciones se muestran engeneral hostiles al espíritu del mundomoderno y esto es perfectamente manifiestoen los citados autores contemporáneos quequieren enmarcarse en la Tradición.

¿Se explican estos hechos como unapura inconsecuencia –probablementeinteresada- o es necesario buscar en otraparte la explicación?

Nuestra reflexión sobre el asunto nos

llevó en primer lugar a intentar comprendercómo se hacían compatibles, en el discursode las doctrinas tradicionales, la confesiónde esa instancia humana trascendente porencima de toda determinación diferencial yla ordenación social no igualitarista. Y larespuesta resultó bien sencilla. Momentosque se enfrentan como contradictorios sehacen compatibles ocupando nivelesdistintos, esto es, jerarquizándose. Lasdoctrinas tradicionales en general apuntan a

una concepción del hombre y del ser quereconoce en uno y otro una pluralidad deniveles. La interpretación que Guénon hacedel Vedanta, y que parece haber sidoampliamente aceptada en estos medios,comienza por distinguir entre“manifestación” y “no manifestación”dentro de las posibilidades del Absoluto; asu vez, dentro de la manifestación sedistingue entre manifestación informal –queparece corresponder a un mundo ideal o

“principial”, semejante al “Mundo III” dePopper- y manifestación formal. Esta últimacontiene la manifestación sutil –el ámbito

Page 10: Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

8/22/2019 Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-52-igualitarismo 10/93

10

mental o psíquico- y la manifestacióngrosera que es el nivel material que aparecea los sentidos externos. En el microcosmoshumano se distinguen en general losmismos niveles de manifestación y lo nomanifestado, pero aquí los niveles suelenpresentarse agrupados en tres instancias: ladel espíritu, la del alma, la del cuerpo. Engeneral, para nuestros propósitos, podemosconsiderar dos grandes dimensiones: la queestá más allá de toda finitud odeterminación –en el hombre es el“espíritu”- y la que está sometida a lascondiciones finitas de espacio y tiempo, queen el ser humano son el “alma” y el“cuerpo”. Y –esto es lo más importante- estadiversidad de niveles permite considerar lafinitud humana en una cierta esfera y lainfinitud en una esfera superior.Naturalmente, la ordenación social cae bajoel ámbito de la finitud y en consecuencia hade atender a la determinación diferencialhumana, de modo que no puede serigualitarista. Así, desde el punto de vista dela Tradición, el igualitarismo moderno no esmás que la consecuencia de haberclausurado el hiato entre dos nivelesdistintos y haber transportado los modos de

lo infinito sobre el nivel de lo finito.Esta transformación es reconocida en

general así desde el campo igualitaristacomo desde el campo antiigualitarista,tradicional o no. En general, el igualitarismoha interpretado esta modificación a travésde la teoría de las superestructuras: laigualdad espiritual era un sucedáneo de laigualdad material destinado a entretener lapresión a favor de ésta: el liberalismo habríahecho descender la igualdad desde lo

espiritual hasta lo político-jurídico, yposteriormente el comunismo la conduciríahasta el nivel mismo de la materialidadeconómica. Esta sería más o menos lainterpretación desde el igualitarismo másradical, el comunista.

El antiigualitarismo no tradicional, deraíz nietzscheana, reconoce que eligualitarismo cristiano era menos nocivoporque al mantenerse más allá de la realidad

natural y mundana contradecía ydeterioraba menos la naturaleza de éstaúltima; el igualitarismo moderno aparece

entonces como una “secularización” deligualitarismo cristiano.

Esta hipóstasis cada vez más profundade los modos de lo infinito sobre la esfera dela finitud humana tiene el efecto inevitablede desplazar esta finitud expulsándola de su

territorio, del ámbito mismo que lecorresponde. Aparece entonces como“racionalismo”, como sustitución abusiva delo real por lo ideal o lo racional, y puedepresentarse en cierto sentido como una“espiritualización” de la vida humana queincluso llega a tachar de “materialistas” lasetapas antecesoras en la Historia. Así, el“marxista heterodoxo” Henri Lefebvreafirmó en su día que sólo con el comunismoel espíritu vencería a la materia como motor

de la historia humana y ordenador de lasociedad.

¿Es, pues, esta hipóstasis una verdaderaespiritualización de la vida humana, unmovimiento semejante a la “encarnación delVerbo”, una vuelta histórica a la edad de oroprimitiva o algún tipo de redenciónefectiva? ¿Cómo debe juzgarse este procesodesde las perspectivas de la sana razón y dela Tradición?

Según la doctrina tradicional de lamultiplicidad de los estados del ser y de lanaturaleza específica de cada uno de ellos,las cosas y los conceptos no pueden pasar deuno a otro plano sin modificarse paraadaptarse a las condiciones generales delnivel de llegada. En consecuencia, eltraslado de los modos de lo infinito desde elnivel trascendente al que pertenecennaturalmente hasta el plano de lamanifestación finita no puede consistir en

una simple traslación hacia abajo, sino queha de ir acompañado de otrasmodificaciones. En primer lugar supondrá,como ya hemos dicho, una expulsión de loscontenidos naturales del nivel invadido: deahí la desconsideración de la finitudhumana. En segundo lugar se produce unadesnaturalización de lo hipostasiado, que esobligado a adoptar las formas de un nivelque no es el suyo: lo infinito, que no estásometido al número, aparece en el plano de

la sociedad humana pluralizado en unamultitud de yoes incondicionados que seconstituyen incondicionados que se

Page 11: Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

8/22/2019 Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-52-igualitarismo 11/93

11

constituyen como otros tantos infinitos,dando lugar así a la situación imposible dela existencia de muchos infinitos, de uninfinito múltiple. En tercer lugar, esteproceso se presentará como una inversiónde la doctrina tradicional, como una imagenespecular, en la medida en que tomará loque sólo es una proyección o un reflejo sobreotro plano por el ser real de lo infinito. Estainversión va necesariamente acompañada deuna subversión que resulta inevitable desdeel momento en que se han atribuido loscaracteres de lo Absoluto a una parcela de larealidad manifestada, desde el momento enque se concede infinitud al yo humanomismo. Por decirlo en una palabra: lasdimensiones relacionales y cualitativas del“campo” hacen que una traslación en suinterior implique una modificación quepuede ser a veces esencial.

Debemos detenernos un poco más en lanaturaleza de esta inversión. Todas lastradiciones espirituales afirman la existenciaen el hombre de lo incondicionado: esa es suesencia. Ese incondicionado estánecesariamente más allá de cualquierdeterminación particular. Pero eseincondicionado –que la tradición hindú

denomina Atman- no es colocado en elcampo de la pluralidad finita manifestada ypor tanto no la desplaza; se halla más allá dela multiplicidad y por tanto de ladeterminación: en la medida en que no esmúltiple, “Atman” es el fundamento de ladoctrina de la “Suprema Identidad”. Estadoctrina establece que desde la perspectivaadecuada la pluralidad de los seres esrigurosamente ilusoria, y esta afirmación esel tronco del “Advaita Vedanta”, el Vedanta

de la no-dualidad. La tradición hindúdistingue con precisión entre Atma y Jivatma, que designa la personalidadpsicofísica del ser humano vivo. Estadistinción impide que esta dimensiónpsicobiológica vea conculcados sus derechoscomo resultado de una invasión celestial.Con el mismo rigor se discierne entre Atmany ahamkara, que suelen, en este contexto,traducirse respectivamente por “Sí Mismo”y “Yo”. Ahamkara es la ilusión de laautoconciencia real; Atman es la verdaderaidentidad infinita que trasciende lo real.

Como consecuencia de esta cuidadosasegregación de niveles, la Tradición no hablade “igualdad de hombres”, sino de la“suprema identidad de todos los seres”. Enefecto, mientras que la igualdad sólo puedeconvenir a lo plural, la coincidencia deaquello que se halla más allá de todapluralidad no es igualdad, sino identidad.La distinción de planos permite a latradición metafísica aceptar la diferencia ysu juego en el ámbito de lo social –quepertenece a la finitud- rechazando elconcepto de igualdad de lo múltiple comouna imposibilidad que sólo ha podido nacerdel desconocimiento de las determinacionescualitativas del espacio.

El igualitarismo moderno se presenta así

no sólo como un formidable error, sino,además, como una inversión y unasubversión emparentada con el“luciferismo”. Es la rebelión del yo humanofinito –el “ego”- que se atribuye la infinituddel Sí Mismo y, en virtud de esa usurpación,se declara libre de todo tipo de vinculación ydeterminación. Esa desvinculación seexpresa también en el Non Serviamluciferino. Numerosos autores han señaladocomo esencia de la rebelión de Satanás la

anteposición del propio yo sobre el seruniversal al que todo ente finito se hallasometido por ley natural. He aquí, apropósito, unas palabras de San Agustín:

“La causa de la felicidad de los ángelesbuenos es que ellos se adhieren a lo queverdaderamente es; mientras que la causa dela miseria de los ángeles malos es que ellosse alejaron del ser y se volvieron hacia símismos, que no son el ser. Su pecado fue,

pues, el de soberbia.”El igualitarismo moderno no es, por

tanto, consanguíneo con los principios de laespiritualidad religiosa y tradicional, sinoque representa, más bien, la proyecciónhacia abajo y con ello la inversión y lasubversión de los principios espirituales.Varios autores tradicionales se hacen cargode este hecho. Partiendo de la idea de que lasustitución de Sí Mismo por el yo comportala sustitución de la identidad por la

igualdad y con ello, según hemos explicado,de la unidad por la pluralidad y de lacalidad por la cantidad. René Guénon, en su

Page 12: Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

8/22/2019 Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-52-igualitarismo 12/93

12

obra El Reino de la Cantidad y los Signos delos Tiempos se aproxima a estaproblemática. Este autor constata latendencia de la espiritualidad moderna areemplazar la suprema unidad cualificadapor la uniformidad de los átomos ínfimos ycarentes de cualidades. Recojamos algunospárrafos:

“Llegamos ahora a la siguienteconclusión: entre los individuos la cantidadhabrá de predominar sobre la cualidad tantomás cuanto más cerca se encuentren de noser en cierto modo más que simplesindividuos, más separados por ende losunos de los otros (...) Tal separación se limitaa hacer de los individuos otras tantas‘unidades’, en el sentido inferior de la

palabra, y de su conjunto una puramultiplicidad cuantitativa; en el caso límiteestos individuos no serían ya más que algocomparable a esos supuestos ‘átomos’ de losfísicos que carecen de toda determinacióncualitativa. Así, a pesar de que de hechonunca pueda ser alcanzado tal límite, ésta esla orientación que sigue el mundo actual.Nos bastará para mirar a nuestro alrededorpara darnos cuenta del esfuerzo general quese produce por doquier para reducirlo todo

cada vez más a la uniformidad, ya se tratede los propios hombres o de las cosas entrelas que viven; es evidente además que esteresultado no puede obtenerse más quesuprimiendo toda distinción cualitativa en lamedida de lo posible; sin embargo, tambiénmerece un comentario la extraña ilusión quehace a algunos tomar esta ‘uniformización’por una ‘unificación’ cuando en realidadsupone exactamente lo contrario, buenaprueba de lo cual es el hecho de implicar

aquélla una acentuación cada vez másevidente de la ‘separateidad’.

En el capítulo siguiente introduceGuénon el simbolismo del triángulo parailustrar esta relación:

“En cualquier caso se podría representargeométricamente el ámbito de que se tratepor medio de un triángulo cuyo vértice es elpolo esencial, y cuya base podría ser el polosustancial, es decir, volviendo a nuestro

punto, la pura cantidad concretada en lamultiplicidad de puntos pertenecientes adicha base por oposición al punto único que

sirve de vértice superior.” La figura muestracon claridad la relación de inversión yproyección de la unidad del Sí Mismo en lamultiplicidad de los yoes.

Líneas abajo menciona el autor elprincipio de Leibnitz de la “identidad de los

indiscernibles” según el cual no puedenexistir dos seres idénticos porque serían, deser idénticos, el mismo; principio este querestablece la igualdad en la unidad y másallá de la multiplicidad. De ahí que Guénonafirme “... que tal uniformidad nunca esverdaderamente realizable.” A pesar de estosostiene: “Este es el punto hacia el quetienden, desde un punto de vista puramentesocial, las concepciones ‘democráticas’ e‘igualitarias’ para las que todos los

individuos son equivalentes entre ellos...”.Un poco más adelante, en la misma

obra, compara el filósofo la anulación delindividuo en la Suprema Identidad con laanulación de la personalidad en la masanumérica: “Acabamos de decir que elindividuo se pierde en la ‘masa’ o que almenos tiende cada vez más a que así ocurra;pues bien, esta ‘confusión’ en el seno de lamultiplicidad cuantitativa corresponde una

vez más, por inversión, a la ‘fusión’ en launidad primigenia”. Y poco después: “Así,en razón de la extrema oposición que existeentre una y otra, tal confusión de los entesen la uniformidad aparece como unasiniestra y ‘satánica’ parodia de su fusión enla unidad.”

El proceso de progresivadescualificación e indistinción al que aludeGuénon repetidas veces, y que coincide conuna cuantificación –reducción a la pura

cantidad- y con un descenso hacia el polosubstancial del ser, coincide con laconcepción substancialista del yo humano ycon la indeterminación originada en la autoreferencia, que ya hemos dado comoestructura profunda de la mentalidadmoderna y que volveremos a considerar másadelante.

Por su parte, el autor italiano JuliusEvola dedicó un capítulo de su libro El

Misterio del Grial al proceso de inversión dela mentalidad tradicional en la mentalidadmoderna a propósito de la naturaleza de lamasonería. Según este autor, la organización

Page 13: Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

8/22/2019 Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-52-igualitarismo 13/93

13

en cuestión es ejemplo de la inversión puray simple de una herencia iniciáticatradicional en el racionalismo moderno. Laesencia de esta inversión radica en laatribución al hombre vulgar de la cualidadque sólo corresponde al iniciado. Enlenguaje metafísico, esta atribución viene acoincidir con la concesión al yo de ladignidad infinita del Sí Mismo, por más queel autor no toque aquí directamente estetema: “Ya en la llamada secta de losiluminados de Baviera tenemos un ejemplotípico de la inversión de tendencias, a la quehace poco hemos aludido. Ello resulta delmismo cambio experimentado por eltérmino ‘Iluminismo’, que, en su origen,estuvo relacionado con la idea de unailuminación espiritual superracional, peroque, sucesivamente, poco a poco, se hizo,por el contrario, sinónimo de racionalismo,de teorías de la ‘luz natural’, deantitradición. A este respecto, se puedehablar de un uso falseado y ‘subversivo’ delderecho propio del iniciado, del adepto. Eliniciado, si es verdaderamente tal, puedecolocarse más allá de las formas históricascontingentes de una tradición particular (...);finalmente, puede reivindicar para sí la

dignidad de un ser libre, porque se hadesligado de los vínculos de la naturalezainferior, humana. Del mismo modo, loslibres son también los semejantes, ycomunidad (sic) puede se concebida comouna confraternidad. Pues bien, hastamaterializar, laicizar y democratizar estosaspectos del derecho iniciático y traducirlosen términos individualísticos, por habersufrido los principios-base de las ideologíassubversivas y revolucionarias modernas

(sic). La luz de la mera razón humanasustituye a la iluminación y da origen a lasdestrucciones del libre examen y de la críticaprofana”.

Haciendo una referencia a LosProtocolos de los Sabios de Sión, con cuyaautenticidad, sin embargo, no secompromete aquí, escribe: “El presuntoImperio es sólo la suprema concretizaciónde la religión del hombre terrestrizado, quese ha convertido en última razón de símismo y que tiene a Dios por enemigo”.Esta conversión del hombre terrestre enúltima razón de sí mismo es, evidentemente,

una consecuencia de la atribución al serhumano finito de las cualidades del SíMismo infinito, atribución de la que sedesprende, como luego veremos, el ateísmomilitante.

Por su parte, Coomaraswamy se aplica

en distinguir el verdadero Yo (Atman, SíMismo) del yo de la individualidad finitadel que, haciendo una crítica al racionalismode la concepción vulgar, niega la verdaderaexistencia: “Todas nuestras tradicionesmetafísicas, sean la cristiana u otras,mantienen que ‘hay dos en nosotros’, estehombre y el Hombre en este hombre; y queesto es así es todavía una parte y parcela denuestro lenguaje hablado en el cual, porejemplo, la expresión ‘control de sí mismo’

implica que hay uno que controla y otrosujeto a controlar, pues sabemos que ‘nadaactúa sobre sí mismo’. De estos dos ‘símismos’, el hombre interior y el exterior, la‘personalidad’ psicofísica y la Personaverdadera, está construido el compuestohumano de cuerpo, alma y espíritu. De estosdos, por una parte el cuerpo y alma (omente), y por otra el espíritu, uno esmutable y mortal, el otro constante einmortal; una ‘deviene’, el otro ‘es’, y la

existencia del que no es sino que deviene, esprecisamente una ‘personificación’ o‘postulación’, puesto que no podemos decirde algo que nunca permanece lo mismo que‘es’. Y por necesario que pueda ser decir ‘yo’y ‘mío’ para los propósitos prácticos de lavida cotidiana, nuestro Ego de hecho no esnada más que un nombre para lo querealmente es sólo una secuencia decomportamientos observados”. Y más tarde:“No podemos tratar la doctrina del Ego

extensamente; diremos solamente que, encuanto al Maestro Eckhart y a los sufís serefiere, ‘Ego, la palabra Yo no es adecuadapara nadie excepto para Dios en sumismidad’”. En la atribución de un yo real ala finitud radica para este autor el ser de losatánico: “Es su orgullo (mâna, abhimâna,“oiema”, “oiesis”: opinión-de-sí-mismo,pago de sí mismo) la convicción satánica desu propia independencia (asmimâna,ahamkâra, el cogito ergo sum...)”.

Por su parte, Frithjof Schuon, en suensayo Castas y Razas nos recuerda queexiste una dimensión diferencial y una

Page 14: Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

8/22/2019 Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-52-igualitarismo 14/93

14

dimensión igualitaria de lo humano,legítimas ambas en la medida en queresponden a dos aspectos de la realidad: “Elsistema de las castas, como todas lasinstituciones sagradas, descansa en lanaturaleza de las cosas o, más precisamente,en un aspecto de ésta, en una realidad, puesque (sic) no puede dejar de manifestarse enciertas condiciones; la misma observaciónvale para el aspecto opuesto, el de laigualdad de los hombres ante Dios. Ensuma, para justificar el Sistema de castas,basta plantear la cuestión siguiente: ¿Existenla diversidad de calificaciones y la herencia?Si existen, el sistema de castas es posible ylegítimo. Y lo mismo para la ausencia decastas, donde ésta se imponetradicionalmente: ¿Son iguales los hombres,no tan sólo desde el punto de vista de laanimalidad, que no se discute, sino del desus fines últimos? Es seguro, pues todohombre tiene un alma inmortal; así pues, enalguna sociedad tradicional estaconsideración puede prevalecer sobre la dela diversidad de calificaciones (...) No cabeimaginar mayor divergencia que entre la jerarquización hindú y el nivelamientomusulmán, y sin embargo, no hay en ello

más que una diferencia de énfasis...”.Después de esta diferenciación de niveles,Schuon arremete contra el igualitarismomoderno: “La uniformización moderna, quehace que el mundo se estreche cada vez más,parece poder atenuar las diferencias raciales,al menos en el plano mental y sin hablar delas mezclas étnicas, y esto no tiene nada desorprendente si se piensa que estacivilización uniformizadora está en lasantípodas de una síntesis por arriba, es

decir, que se funda únicamente en lasnecesidades terrenas del hombre”.

Aquí tenemos de nuevo el tema deligualitarismo moderno en su uniformizaciónde lo múltiple como inversión de la unidadtrascendente. Creemos que queda con estosuficientemente expuesta la diferencia queexiste entre este igualitarismo y laespiritualidad tradicional.

III. Filosofía moderna e Igualitarismo

Hemos esbozado lo que podría ser unacrítica al igualitarismo desde el lenguaje dela Tradición. Quisiéramos ahora

introducirnos en el mismo tema con losmétodos y la perspectiva de la filosofíamoderna.

Al principio hacíamos radicar en laconcepción substancial del yo humano laindeterminación que hay que buscar

necesariamente para explicar el origen deligualitarismo: en efecto, sólo en ladesconsideración de todas lasdeterminaciones diferenciales puedefundarse el igualitarismo. Probablementecomo un reflejo del fundamento Absolutoque es Atman y que se halla más allá de todadeterminación finita, la razón discursivatiende a poner en la indeterminación elfundamento de todo ente particular, y así seorigina el concepto de substancia: la materia

(“materia prima”) es la substancia de losseres a los que accedemos por los sentidosexteriores y el yo es la substancia de la vidainterna. La indeterminación substancial es laimagen invertida de la determinaciónuniversal de Atman. Parece estar en lanaturaleza de la función causal de la razóndiscursiva el no satisfacerse jamás condeterminaciones particulares, el que estasaparezcan como contingentes y carentes derazón suficiente en sí mismas. La razón

suficiente debe buscarse legítimamente en ladeterminación universal. Ahora bien, larazón discursiva no contiene tal concepto, ycomo pretende constituirse en sistemacerrado, se ve obligada a poner comofundamento la pura indeterminación. Asínace el concepto de substancia comofundamento del ser. El origen del errorigualitarista se encuentra, por tanto, en lailegítima pretensión de la razón discursivade ponerse como modelo cerrado. La

importancia de este error aparecerá aún másclara en lo que sigue: es el mismo conato dela razón discursiva de encontrar en sí mismalo infinito el que la condena a producir unaparodia de la infinitud en la vacíaindeterminación del yo puro. Así se generaun infinito abstracto, lo que Hegel llamabaun “universal abstracto” o “negativo” queimplica la confusión de la perfectacualificación divina con la infinitudextensiva y numérica que nunca puede dehecho ser infinita sino sólo potencialmente,esto es, indefinida.

Page 15: Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

8/22/2019 Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-52-igualitarismo 15/93

15

La razón discursiva, así como el mundomanifestado al que conviene, estánincapacitados para la infinitud por lasencilla razón de que su ser, en cuantomanifestado, contiene una finitudconstitucional. Para adquirir infinitud, larazón discursiva tendría que ser capaz decerrarse a sí misma, esto es, de referirse a símisma para fundamentarse. Ahora bien,esto es precisamente lo que no puede hacer.Y la causa es la siguiente. Está en lanaturaleza de la razón discursiva el contenerla dualidad referente/referido que puedeaparecer en las formas de forma/materia,predicado/sujeto lingüístico, sujeto/objeto,etc., según la esfera epistemológica a la queestemos aludiendo. En virtud de esadivisión interna –que le presta su naturalezafinita-, la razón discursiva no puede referirsea sí misma, porque precisa de una materiaajena y previa sobre la que ejercer su funciónde referencia. La ausencia de esta materia ocontenido, única situación en la que seríaposible la auto referencia, deja al discurso enun formalismo vacío, es decir, cuando larazón discursiva intenta cazarse a sí mismasólo encuentra una cáscara vacía, puraindeterminación. Intente el lector decidir si

la siguiente oración afirma verdad o mentir:“esta oración es falsa”

Es la famosa paradoja del mentiroso.Con todo, la indeterminación es igual deobvia en esta auto referencia sincontradicción: “esta oración es verdadera”

También aquí es imposible decidir sobrela verdad o falsedad del enunciado. La autoreferencia está, pues, en el origen de lasparadojas lógicas, la paradoja del conjunto

de todos los conjuntos que no se contienen así mismos que descubrió Russel y otrassimilares que presentan la misma estructuraauto referente que el Teorema de Gödel.Kurt Gödel desarrolló una demostración deque el modelo en el que Russell y Whiteheadintentaron formalizar la aritmética resultabaincompleto: existía al menos un enunciadoverdadero que no podía demostrarse, y eseenunciado era, desde luego, auto referente.El Teorema de Gödel puede considerarse la

demostración de la incapacidad de la razóndiscursiva para cerrar su modelo. En lossistemas ideales, la auto referencia provocaindeterminación, pero, como ningún sistema

real puede ser indeterminado, la autoreferencia ha de ser imposible en ellos. Esoquiere decir que en la función mental dereferencia no puede darse la verdadera autoreferencia, o sea, que el yo es imposible.Ningún sujeto puede referirse a sí mismo,pensarse o captarse a sí mismo porque nocaptaría a la vez su captarse a sí mismo, ypor tanto no se captaría verdaderamentecomo es en el momento de la captación.Manfred Frank, en un libro reciente, hahecho una revisión de este problema –sinsolución- en la historia de la filosofíacontemporánea. Un gato no puede cogersela cola y una conciencia no puede tenerverdadera autoconciencia: podemos decirque necesitaría poder revolverse a velocidadinfinita, y en ningún sistema real estápermitida la velocidad infinita: en el sistemadel universo físico, por ejemplo, y según laRelatividad restringida, no puede superarsela velocidad de la luz.

Por tanto, el yo como figura real en lamente finita es imposible. ¿Cómo es queexiste el yo entonces? Creemos que sólo cabeuna respuesta: nunca como figura real sinosiempre como “estructura” ideal. Lanaturaleza ideal del yo explicaría que la

Tradición hablase de un solo yo –SupremaIdentidad- y su confusión con un ser real enla ideología moderna explicaría el postuladode la igualdad de una pluralidad indefinidade yoes. Los seres ideales no admitenmultiplicidad: el Teorema de Pitágoras esuno y el mismo aunque esté escrito en milpizarras. La confusión del yo con unaestructura real implica un error“formalista”, implica el creer que elreferente puede tenerse a sí mismo como

referido. El yo, pura relación consigo mismo,pura forma, al ser tenido por real desplaza elcontenido real de la personalidad humana –sus determinaciones de sexo, raza, cultura,etc.- y la vacía sustituyéndola por una puraforma. El relleno de la forma con pura formaes lo que provoca la indeterminación –siempre “ideal”- y permite el igualitarismo.

La simple distinción de niveles, laarticulación en instancias diferentes de lo

real y lo ideal, de lo material y lo formal,permitiría deshacer los equívocos deligualitarismo. Cuando, con voluntad deequidad, decimos que todos los hombres

Page 16: Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

8/22/2019 Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-52-igualitarismo 16/93

16

son iguales o todos los pueblos son iguales,no queremos decir que sean o deban sermaterialmente iguales, sino, en el fondo, quecada uno es igual de importante para símismo que cualquier otro, aunque esa formade la autoconciencia encierre en cada casoun contenido muy diferente: la forma de laauto referencia se ejecuta en cada caso sobreuna materia diferente; la presencia de esamateria impide el error formalista y laindeterminación aunque, lógicamente,impide a la vez que la auto referencia seaverdadera como real.

La auto referencia parece el fenómenodistintivo de nuestra cultura: no sólo laencontramos en el yoísmo, o en lasparadojas lógicas, o en Gödel, Escher, Bach;

está también en las relaciones deincertidumbre de Heisenberg, en laespeculación bursátil, en las expectativaseconómicas autoconfirmadas, en elformalismo de la democracia liberal. Estápor doquier. Es la gran falacia de laespiritualidad moderna y a la vez el límitedefinitivo de una cultura construida sobre lapretensión de la razón discursiva de cerrarsesobre sí misma soltando todo contenidofinito, en una parodia de la verdadera

infinitud. Es la figura madura delracionalismo moderno. Pero el intento de larazón discursiva de cerrarse sobre sí mismaen el bucle de auto referencia implica undejar de lado el contenido real finito al queesta razón tiene necesariamente que estarreferida; implica, en consecuencia, unadesatención de la finitud real y susubstitución por la pura forma. Cuando estevaciado se ha realizado sobre el concepto delhombre, aparece el yoísmo y, con él, el

igualitarismo. Ahora bien, el sello del yopretendido real no sólo desconsidera elcontenido real finito del hombre, sino queademás impide tenazmente la evoluciónhacia el verdadero Yo como se manifiesta enla Suprema Identidad. Por esta razón sehabla en todas las tradiciones espirituales dela necesidad de la aniquilación del yo comoetapa imprescindible para la realizaciónespiritual.

Esperamos que esta introducción delproblema en lo términos de la filosofíamoderna haya servido para demostrar laposibilidad de acercarse a la Tradición con

estos medios: jamás será posible acceder conel discurso al verdadero núcleo de laespiritualidad, en la medida en que éste sehalla más allá de todas las limitaciones de larazón finita, pero si se tiene en cuenta que larazón discursiva, incapaz de cerrarsepositivamente, sí es, con todo, capaz decerrarse negativamente, esto es, decomprender sus límites, no hay nadaextraño en que sea posible un tratamientofecundo de este problema en los términos dela Lógica y la filosofía modernas.

IV. Conclusión

El modelo yoísta, sobre el que estáconstruida toda la ideología moderna y conella nuestras instituciones sociales, es unaenorme falacia racionalista. No es elresultado perfeccionado, racionalizado osecularizado de la herencia de la tradiciónespiritual, sino más bien su imageninvertida. Eso no significa, sin embargo, queno conserve un ápice de la verdad espiritualoriginaria: la Tradición misma nos advierteque nada puede subsistir si no contiene lapresencia de la verdad en algún sentido y enalguna medida. El igualitarismo moderno esla imagen invertida, pero es la imagen de laSuprema Identidad. En el sentimientoigualitarista existe sin duda unareminiscencia del anhelo espiritual original,por muy desviado que haya sido, porparadójicas y desastrosas que resulten susconsecuencias.

La ideología de la modernidad sólopodrá ser superada si se asume, respeta ymejora la verdad que existe en ella, y laúnica manera de hacerlo es restituirla a sufuente originaria. Si el modelo del yo puro,

libre, igual y supremo ha proporcionado unparadigma ideológico a la ordenaciónpolítica y jurídica, universal y fácilmenteinteligible, elegante, formal y de aparienciaracional, un perfeccionamiento no podrávenir de cualquier formulación particular,contingente, voluntarista o arbitraria. Sóloun paradigma igualmente universal, pero deracionalidad superior, se constituirá enposibilidad de un verdadero paso adelante.En la constatación de que el racionalismo

moderno ha fracasado y de que su fracasoamenaza la racionalidad misma, debilitadaante la oscilación hacia el irracionalismo,

Page 17: Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

8/22/2019 Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-52-igualitarismo 17/93

17

puede ser oportuno el proponer que se tomeen consideración la doctrina de laespiritualidad tradicional. Es muy posibleque la única alternativa a la igualdaduniversal sea la Suprema Identidad. El idealde la infinitud del yo real quizá no puedaser substituido más que por el ideal de laevolución espiritual hacia el Yotrascendente; en la medida en que estaevolución es siempre personal y libre, esteideal se convierte en garantía de la libertadmás profunda; el ideal de universal equidadque pueda encerrar el igualitarismo esexpresado en su forma correcta por laSuprema Identidad; pero, además, estasformulaciones, al atenerse al orden real delas cosas, se verán libres de efectosparadójicos: sabrán hacer un sitio a losderechos de la finitud.

Por este camino tal vez lleguemos algúndía a las verdades del sentido común; aentender, por ejemplo, que lo equitativo noes que todos –en igualdad material-calcemos el mismo número de zapato, sino –en igualdad formal- que cada uno calce elsuyo. Podremos quizás entender en unsentido más correcto y más profundo laconocida prédica de San Pablo:

“Todos, pues, sois hijos de Dios por la feen Cristo Jesús. Porque cuantos en Cristohabéis sido bautizados, os habéis vestido deCristo. No hay ya judío ni griego, no haysiervo o libre, no hay varón o hembra,porque todos sois uno en Cristo Jesús.”(Gálatas 3, 26-28).

© Hespérides, nº 2, especial dedicado a laTradición.

Las falacias del igualitarismo

 _____________________________________ 

Carlos Alberto Montaner 

Comienzo este artículo aludiendo alúltimo tercio del siglo XVIII, cuando se forjónuestro mundo contemporáneo desde elpunto de vista político, jurídico, y, en granmedida, económico.

Parto de la base de que seguimos siendohijos de la Ilustración y del pensamiento de

hombres como John Locke, Montesquieu, elirreverente Voltaire y tal vez, sobre todo, delejemplo de la revolución americana.

Las ideas que pusieron en circulación, elEstado que entonces diseñaron –autoridadlimitada, poderes que se equilibran,constitucionalismo, partidos que compiten,alternancia en el poder, propiedad privada,mercado– y las actitudes que preconizaronpara sustituir al viejo régimen absolutista –meritocracia y competencia– mantienen

todavía una vigencia casi total.Hoy no sólo las 30 naciones más exitosas

del planeta se comportan, más o menos, conarreglo a ese modelo de Estado, sino resultaevidente que los países que abandonan lossistemas dictatoriales, generalmenteopresivos y estatistas, como la URSS y sussatélites, tratan de desplazarse en ladirección del tipo de gobierno creado por losestadounidenses.

Esa subordinación nuestra a unacosmovisión bicentenaria no debesorprendernos. Al fin y a la postre, todavíaviven en nosotros, y le dan forma y sentido anuestros juicios críticos, numerosos aspectosde las ideas de Platón o Aristóteles o losmilenarios principios morales del judeocristianismo.

Igualitarismo, desigualdades ydarwinismo psicológico 

En consonancia con esta observación,me atrevo a afirmar que el gran debateintelectual de Occidente en los dos últimos

Page 18: Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

8/22/2019 Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-52-igualitarismo 18/93

18

siglos gira en torno a las desigualdadeseconómicas y a los diferentes desempeñosde los individuos y, por tanto, de lassociedades.

Cuando en 1776 Adam Smith publicaLariqueza de las nacionesestá intentando

explicarse cómo y por qué ciertos países, yespecialmente Gran Bretaña, hanconseguido abandonar la pobreza.

La aparición de la obra coincideexactamente con la divulgación delaDeclaración de Independencia de EstadosUnidos escrita por Thomas Jefferson, dondese establece la igualdad esencial de todos loshombres. Dice el texto en uno de suspárrafos fundamentales:

“Sostenemos como evidentes por sí mismasdichas verdades: que todos los hombres soncreados iguales; que son dotados por su Creador de ciertos derechos inalienables; que entre estosestán la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad; que para garantizar estos derechos seinstituyen entre los hombres los gobiernos, quederivan sus poderes legítimos del consentimientode los gobernados”.

Pero en ese fragmento tan conocido delfamoso documento, radican los dos

elementos que constituyen la médula delproblema. Por una parte,todos los hombres soncreados iguales, mas por la otra, todos tienenderecho ala búsqueda de la felicidad. 

Sólo que la felicidad es un estadoanímico absolutamente subjetivo. Unapersona puede encontrar la felicidad orandoen el desierto, vestida de harapos, como losanacoretas, o puede hallarla en un palaceterodeado de riquezas materiales.

Puede sentirse feliz yrealizadotrabajandointensamente en pos de ciertos objetivosfilantrópicos, o, de lo contrario, dedicado alocio, a la contemplación o la vida lúdica.Todo depende de sus valores y de lasnecesidades psíquicas y emocionales queposea.

Precisamente, una de las causas delfracaso de las dictaduras totalitarias, y de losinmensos perjuicios que generan, ya sean las

de inspiración marxistas, o las fascistas, susprimas hermanas ideológicas, radica en quela clase dirigente en esos regímenes searroga el derecho a definir para todas las

personas cuáles son las características de lafelicidad y cómo cada uno debe vivir parapoder encontrarla.

No hay malestar mayor para cualquierciudadano que sufrir la arrogancia de unosfuncionarios, dueños de la verdad absoluta,

empeñados en negarnos lo que disfrutamosy exigirnos lo que detestamos,imponiéndonos sus gustos y preferencias entodos los órdenes de la existencia y en todoslos aspectos de la conducta, hasta tejer unacamisa de fuerza social en la que, comosuelen decir en los paraísos socialistas enuna frase teñida por la melancolía:todo lo queno está prohibido, es obligatorio.De ahí que enesos Estados no hay felicidad posible.

En ellos, buscar la felicidad propia, quees la única que existe, generalmente conducea uno de los cuatro destinos que los Estadostotalitarios les deparan a losciudadanosdesadaptados: la muerte, la cárcel,el exilio o la marginación social.

Vale la pena, en este punto, consignar laprimera falacia del igualitarismo:

El reconocimiento de que todas laspersonas tienen los mismos derechos noimplica que obtengan, y ni siquiera quedeseen, los mismos resultados. Los Estadosque tratan de uniformar los resultados,aunque estén llenos de buenas intenciones,lo que provocan es una profunda infelicidaden los ciudadanos sujetos a esas arbitrariasimposiciones.

Ante esta afirmación, no faltan quienesalegan que hay algo instintivo en la especiehumana que nos lleva a rechazar lasdiferencias en los modos y niveles de vida,

especialmente cuando contemplamospersonas rodeadas de riquezas frente a otrasque apenas pueden alimentarse.

En realidad, puede admitirse que, enefecto, existe un rechazo instintivo, pero noexactamente de los grados de riqueza, sinode la forma de adquirirla.

Se sabe, por experimentos con primates,esos parientes nuestros tan cercanos, quecuando la recompensa que reciben por la

misma conducta es diferente, el chimpancéagraviado enseña los colmillos y manifiestasu inconformidad.

Page 19: Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

8/22/2019 Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-52-igualitarismo 19/93

19

Por ejemplo, a dos chimpancés se lesenseña a la vez el mismo comportamiento ya cada uno se le da como premio dosplátanos cuando hacen correctamente lo quese les pide. Pero si, cuando repiten eltruco,uno recibe los dos plátanos y el otro sólouno, el que recibe la menor recompensasuele protestar.

Es posible, pues, hablar de una oscurapulsión hacia la justicia a la quellamaremosinstinto, pero se basa en elagravio comparativo de premiar a alguienarbitrariamente.

De alguna manera, el fin delabsolutismo y de la clase aristocráticaresponde a esa búsqueda instintiva de laequidad, pero la verdadera equidad noestaba fundada en el reparto igualitario delos bienes materiales, sino en la obtención derecompensas y distinciones comoconsecuencia de los méritos basados en elconocimiento, el trabajo, la eficacia, y lacompetencia entre personas y empresas.

La idea, muy norteamericana, de quenadie estaba por encima de la ley y nadie,por lo tanto, merecía privilegios, habíaarraigado en el corazón del nuevo Estado

gestado por los padres fundadores, alextremo de prohibir constitucionalmente laaceptación de rangos aristocráticos.

Habían llegado a formular ese principiopor razones éticas más que económicas, perolo cierto es que inesperadamente ahí estabael núcleo central del fenómeno deldesarrollo y la prosperidad crecientes:meritocracia y competencia.

Nadie reparó, o a nadie le importó, que

ambos factores, tanto la meritocracia comola competencia, no sólo inevitablementegeneraran desigualdades, sino que ésas eranlas causas del éxito.

La meritocracia crea un orden social quepremia y distingue a los que más saben, alos que mejor hacen su trabajo, a quienescumplen las reglas con más probidad.La meritocracia establece la supremacía delos mejores, lo que suele traducirse en un

mayor reconocimiento general y, porsupuesto, en más bienes materiales.

Ese orden social crea lo que en la culturainglesa llaman ganadoresy perdedores, pero es

posible que, cuando los triunfos no estánfundados en el capricho ni en laarbitrariedad, sino en el talento y el esfuerzoobjetivo de las personas, la aceptación de esa jerarquía también responda a nuestrosinstintos.

Al fin y al cabo, todos sabemos quedentro de nuestra psiquis se enfrentan dostendencias no siempre conciliables: por unaparte están las fuerzas centrípetas que nosunen al grupo (distintas formas detribalismo, como el nacionalismo o elvínculo afectivo a equipos deportivos), y dela otra, las fuerzas centrífugas que nos llevana tratar de fortalecer nuestro yo paradestacar nuestra individualidad y alejarnosdel grupo.

Esa fuerza centrífuga nos conduce acompetir con los demás y, cuando esextrema, cuando es patológica, se haceinsoportable y la llamamosnarcisismo. 

Para el narcisista, el otro hadesaparecido y la única función de losdemás seres humanos es ponerse a suservicio. Quien no lo hace es una especie detraidor. El narcisista carece de empatía y poreso es insoportable.

Por la otra punta del asunto, cuando laautoestima es muy baja, el individuo sufre.Se siente inferior a las personas que lorodean y ello le causa un hondo malestarpsicológico.

De ahí que podamos consignar otrafalacia del igualitarismo:

No es verdad que instintivamente laspersonas tiendan a procurar la igualdad. Sihay, realmente, una urgencia natural, éstanos lleva a destacarnos, a tratar de triunfar,a competir y a superar a los otros. Y estefenómeno, que pudiéramos calificarcomodarwinismo  psicológico, está en la raízdel desarrollo de las sociedades, aunque délugar a desequilibrios y desigualdades.Tratar de ahogarlo, como suelen hacer en lassociedades totalitarias, es una receta segurapara la infelicidad individual y para elfracaso colectivo.

El sueño americano y las desigualdades 

Uno de los conceptos que mejor resumeesta realidad es el que englobamos tras la

Page 20: Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

8/22/2019 Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-52-igualitarismo 20/93

20

frase “el sueño americano”. En rigor,pudiéramos sustituir esa expresión por otramás larga y más clara como “el deseonatural de toda persona razonable ylaboriosa a mejorar su nivel de vida con supropio y legítimo esfuerzo”.

En el pasado hubo unsueño argentino,cuando cientos de miles de inmigranteseuropeos se desplazaron al mayor y acasomejor dotado de los paíseshispanoamericanos.También hubo unsueñocubano, especialmente entre 1902 y 1930. Enese periodo, la inmigración europea, casitoda española, prácticamente duplicó a lapoblación nacional originalmente censadaen millón y medio de nativos.

Y, hasta hace poco, pudo hablarse deunsueño español, dado que en el curso depoco más de una década casi un millón dehispanoamericanos volvieron a su vieja casacultural en busca de un mejor destino.

Pero observemos de cerca ese impulso:el inmigrante busca oportunidadesparasepararsedel nivel social al que perteneceen su tribu de origen.

La audacia y ese fuego interior que lolleva a dejarlo todo, y a veces hasta jugarsela vida en una balsa, en una patera, ocolocándose en manos de un coyote, porlograr un mejor destino para él y para sufamilia, es una verdadera declaración deprincipios contra el igualitarismo.

Ese emigrante quiere ser distinto, quieresobresalir. Va a Estados Unidos porque nose trata de un sueño, sino de una realidad: élsabe que si trabaja duro y cumple las reglas,

logra integrar los niveles sociales medios delpaís.

No es un sueño: es un pacto no escrito.Un pacto abierto que lo autoriza a pensarque sus hijos, mejor educados y con totaldominio del idioma, pueden ascender por laamistosa ladera social del único país queconozco en el que los inmigrantes, nacidosen el exterior, aunque hablen el inglés concierto acento extranjero, a base de esfuerzo y

talento, pueden escalar las más altasposiciones en la esfera pública, como ha sidoel caso de Henry Kissinger, del exsenador

Mel Martínez o del exgobernador deCalifornia Arnold Schwarzenegger.

Es el caso, también, en la esfera privadade, triunfadores antológicos como RobertoGoizueta, un exiliado cubano que presidiócon un éxito extraordinario a Coca-Cola, la

empresa emblemática del capitalismonorteamericano, o George Soros, el magnatefinanciero nacido en Hungría y ciudadanode Estados Unidos, alguien capaz deestremecer el mercado o sacudir países consus compras y ventas de acciones, valores omonedas.

La falacia de los defensores deligualitarismo, quienes, paradójicamente,dicen ser pro-inmigrantes, es obvia:

Por definición, los inmigrantes son losmayores adversarios del igualitarismo.Quieren ser diferentes a la sociedad y algrupo que dejaron en su país de origen.Quieren escalar por la ladera económica.Buscan mejores condiciones de vida yreconocimiento social. Es absurdo percibir alos inmigrantes como pobres que buscanayuda pública. Lo que procuran esoportunidades para, precisamente, escaparde la manada.

La torcida ética del igualitarismo 

Durante milenios, y muy especialmentedesde la entronización del cristianismo enOccidente, fue muy frecuente la crítica aquienes detentaban el poder económico.

En esencia, la crítica a los poderosos sebasaba en dos consideraciones: la idea deque la riqueza no se expandía y el comerciode bienes y servicios era una especie desuma-cero. Lo que uno ganaba, otro loperdía.

La segunda consideración tenía másfundamento. Desde el surgimiento deestructuras sociales complejas comoconsecuencia del desarrollo de laagricultura, aparecieron los privilegios y lasdignidades.

La clase dirigente, esto es, el jefe, losguerreros y los chamanes, extraían unasrentas abusivas de los campesinos mediantela violencia y la coerción.

Era natural sentir esas obligacionescomo algo profundamente injusto.

Page 21: Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

8/22/2019 Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-52-igualitarismo 21/93

21

Cuando se incrementaron la producciónartesanal y, en consecuencia, el número decomerciantes, todos situados enburgosocentros urbanos, los privilegios seacentuaron.

Estos factores económicos pactaron con

la clase dirigente y crearon lo que el PremioNobel de Economía Douglass North llama“sociedades de acceso limitado”.

El dinero de los productores sostenía alos poderosos y el favor de los poderososincrementaba el dinero de los productores.Era difícil entrar en ese círculo vicioso –nunca mejor dicho– de los ganadores. 

Esa fórmula (que todavía perdura en lamayoría de los países del planeta) duró,

precisamente, hasta que en Estados Unidos,sin proponérselo, echaron las bases de unmodelo diferente de Estado, basado en laigualdad de derechos, la competencia y lameritocracia.

En Estados Unidos los privilegios eranmal vistos y todos debían colocarse bajo elimperio de la ley y la autoridad de laConstitución. Ganar con ventaja eracensurable y, muchas veces, constituía undelito.

No obstante, lo que cambió poco fue el juicio moral sobre quienes poseían lariqueza y los que nada tenían.

La visión ética siguió siendo la que seempleaba para juzgar a lassociedades de accesolimitado, sin advertir que comenzaban aforjarse (sigo con la denominación deDouglas North), sociedades de acceso abiertoenlas que el desempeño económico brotaba, engran medida, del esfuerzo y laresponsabilidad individuales.

En español se abrió paso una palabracargada de censura: había que transferirfondos a losdesposeídos. Es decir, a laspersonas a las que los otros, de algunamanera, les habían usurpado sus posesiones.

Por supuesto, era humanamentecorrecto a ayudar a quienes tenían grandesnecesidades, pero el planteamiento estabateñido por la culpabilidad, como si los quenada tenían fueran las víctimas de los quehabían creado y acumulado riquezas.

No entendían algo que José Martí, elmás ilustre de todos los cubanos, explicó ensu prólogo a un libro del autor Rafael CastroPalomino a fines del siglo XIX. Cito:

“Pero los pobres sin éxito en la vida, queenseñan el puño a los pobres que tuvieron éxito;

los trabajadores sin fortuna que se encienden enira contra los trabajadores con fortuna, son locosque quieren negar a la naturaleza humana ellegítimo uso de las facultades que vienen conella”. 

Se estableció entonces la idea de que lamanera justa de rescatar a los pobres de sumiseria era mediante las transferenciasconstantes de los poderosos a losmenesterosos.

Pero lo perjudicial de esas transferenciasno era, obviamente, que se usaran paraayudar a los pobres a superar suinferioridad económica mediante elaprendizaje o el apoyo a iniciativasempresariales, como sucede con losmicrocréditos, algo generalmente muypositivo, sino que, en muchos casos,especialmente en América Latina, seconvirtieron en instrumentos de los partidospolíticos populistas para fomentar el

clientelismo, con lo cual se perpetuaba elproblema en lugar de solucionarlo.

El PRI mexicano, tras ejercer el poderdurante siete décadas, mantenía en lapobreza, una pobreza agradecida, todo hayque decirlo, a más del 50% de la poblaciónque era, por cierto, donde obtenía su mayorrespaldo electoral.

Algo no muy diferente a lo que sucedeen Venezuela, donde la popularidad de

Hugo Chávez se sostiene en los sectores D yE de la población, los más pobres, cooptadosmediante una estrategia fatal deasistencialismo.

En todo caso, el fenómenodeltransferencismoha hecho metástasis haciaotras zonas de la convivencia y hoy afecta alas relaciones internacionales.

El esquema de pensamiento es similar:de la misma manera que muchas personas

creen que la pobreza de un vasto sector de lasociedad se debe a la riqueza de unos pocos,son legiones quienes suponen que la riquezade las naciones poderosas es producto de la

Page 22: Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

8/22/2019 Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-52-igualitarismo 22/93

22

explotación de las más débiles, lo que dictala necesidad de establecer transferenciasinternacionales para paliar este incalificableatropello.

En Naciones Unidas hasta se ha fijadoun porcentaje fijo del Producto Bruto

Nacional para cumplir con ese deber: el0.8%.

En realidad, esas transferencias,manejadas entre burocracias públicas, sirvende muy poco. En la década de los sesentadel siglo pasado América Latina, dentro dela llamada Alianza para el progreso, se tragótreinta mil millones de dólares sinresultados apreciables.

Y esto fue verdad incluso dentro del

campo socialista, donde se suponía que laplanificación centralizada manejara mejorlos recursos: sólo la pequeña Cuba fagocitóentre 60 y 100 mil millones de dólares desubsidio soviético –depende del economistaque saque la cuenta- durante los treinta añosque la Isla figuró como un satélite de Moscú.

La falacia de la política detransferencias, defendida por los partidariosdel igualitarismo, es inocultable:

Las transferencias de quienes tienen aquienes no tienen, ya sean personas o países,no alivian la pobreza, sino tienden aconvertirla en un problema crónico. Y larazón más evidente es que esos recursos losutilizan las clases políticas dirigentes paraamaestrar conciencias y llenar estómagosagradecidos.

Por otra parte, las transferencias poseenun potencial factor de disgregación cuandolos donantes sienten que son esquilmadospor los donados. Ese fenómeno lo vemos enla Unión Europea, donde un númerocreciente de electores de países comoAlemania u Holanda prefiere terminar conla alianza antes que continuar subsidiando asociedades que tienen actitudes diferenteshacia el trabajo y la responsabilidadindividual.

Esos electores piensan, con cierta razón,que si los griegos desean vivir como los

suecos, deben trabajar como ellos y noesperar que un flujo constante detransferencias los indulte del enorme

esfuerzo, disciplina y buen gobierno que ellorequiere.

La desigualdad y la competencia 

Otro de los caballos de batalla de lospartidarios del igualitarismo es ladesconfianza en la competencia y en el

progreso. Desconfían de la producciónextranjera porque, supuestamente, destruyepuestos de trabajo nacionales.

Es curiosísimo que quienes suelencalificarse como progresistas suelen serquienes con mayor virulencia se oponen alos cambios tecnológicos y a los avances dela ciencia, basados en la hipótesis, a vecescierta, de que sustituyen mano de obra.

No en balde, las sociedades dominadas

por esos progresistasson las quemenos progresan.

La verdad es que el progreso, al menosen una primera etapa, siempre generaperdedores.

La imprenta acabó con miles de copistasque devengaban su salario escribiendo amano, pero poco a poco fueron sustituidospor los obreros de artes gráficas.

La luz eléctrica casi liquida la enormeindustria de las velas y las cererías, masaceleró todos los procesos productivos,modificó los horarios de trabajo y creó milesde nuevas actividades.

Es tan obvio que el progreso terminapor beneficiarnos a todos, aunque a cortoplazo perjudique a algunos, que no vale lapena continuar dando ejemplos.

Pero el progreso se sostiene,

precisamente, en la desigualdad y en eldesequilibrio. Esa es su naturaleza.

Hay espíritus inquietos, desiguales, quese proponen hacer nuevas cosas, o hacer lasviejas cosas de manera diferente. Suelen serindividuos creativos, rompedores, que traencierto benévolo desasosiego a nuestraconvivencia.

 Joseph Schumpeter hablaba de ladestrucción creadora del mercado. Los

consumidores e inversionistas, con susrecursos y sus preferencias, destruían yconstruían empresas constantemente.

Page 23: Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

8/22/2019 Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-52-igualitarismo 23/93

23

Tenía razón. Y no era un fenómenoperverso, sino beneficioso. Es así comomejor se asigna el capital y, al cabo, comomás rendimiento produce, más empresasgenera, y con ellas más puestos de trabajo.

Hace unos días, nada menos queKodakse

declaró en bancarrota. La destruyeron latecnología digital y losteléfonosinteligentesque son, además,cámaras de fotografía.Kodakno supo o no pudo adaptarse a lostiempos modernos.Newsweek tampoco, y conesa revista cientos de diarios de papel ynumerosas editoriales han cerrado suspuertas.

Internet es una especie de gigantescotornado que arrasa y absorbe todo lo que sele acerca: periódicos, libros, música,escuelas, radio, televisión. Todo.Esos formidables cambios, naturalmente,conllevan altibajos. Dislocan la producción yla remuneración de los agentes económicos.

Pero también explican las diferencias deingresos. Quienes han tenido la suerte o lavisión de formar parte de las actividadespreferidas por el mercado, que suelen ser lasde tecnología punta, reciben mayores

beneficios.Por eso prosperan muchos individuos y

muchas empresas más allá de la media. Ypor eso, cuando en una sociedad proliferaneste tipo de empresas, no sólo elenriquecimiento individual y colectivo esostensible: también disminuyen lasdiferencias que separan a quienes tienenmás de quienes tienen menos.

La principal razón que explica por qué

elCoeficiente Ginide los países escandinavos ode Suiza es más justoque el de las nacioneslatinoamericanas o africanas, no radica en elalto nivel de impuestos que pagan losciudadanos de esos países, sino por lacalidad del tejido empresarial que poseen,hecho que posibilita el pago de salariosaltos. De donde se deduce y desmiente otrafalacia proclamada por los igualitaristas:

Si lo que se desea es reducir las

abismales diferencias que existen ennuestros países entre los que tienen más ylos que tienen menos, la fórmula esdesarrollar un tejido empresarial complejo y

moderno, con alto valor agregado, como hahecho Israel, por ejemplo, la nación que másempresas incuba y genera de acuerdo con supoblación, lo que implica darle una granimportancia a la tecnología y a la ciencia.

Termino con una observación inevitable:

no hay que luchar para que todos dispongandel mismo modo de vida. Eso escontraproducente, contra natura,empobrecedor. Hay que luchar para que laspersonas tengan una educación y unainformación adecuadas. Hay que inducir elcomportamiento individual responsablepara crear ciudadanos convencidos de queuna de sus tareas y obligaciones es sosteneral Estado, y no que el Estado los sostenga aellos.

La calidad de una sociedad, en suma, nose mide por el grado de igualdad que existaentre sus miembros, sino por lasposibilidades de vivir y crear riquezas enlibertad sin necesidad de la asistenciacolectiva. Se mide, en suma, por lasposibilidades que tienen los ciudadanos debuscar en ellas la felicidad individual.

Aquellos Estados que se ven obligados aasistir a una parte sustancial de los

ciudadanos, y no sólo a los que estánobjetivamente incapacitados, no son Estadosbenevolentes y generosos, sino Estadosfallidos precipitados a la violencia, el atraso,el desorden y la crispación creciente de lasociedad.

Eso es lo que nos ha enseñado lahistoria.

Page 24: Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

8/22/2019 Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-52-igualitarismo 24/93

24

La naturaleza subversivadel igualitarismo

 ____________________________________ 

 El Emboscado

 El humanismo constituyó elfundamento de la modernidad, siendo eligualitarismo la esencia de dicho fenómenoque, en el ámbito de la filosofía, sentaría lasnuevas bases que posteriormente buscaríansu proyección en el plano político y social.

La ruptura con el universo espiritual ydivino al que dio lugar el humanismo, hizoque el hombre pasara a ser el centro deluniverso y su referente último. Se rompió,entonces, la relación analógica entre elmundo divino y el humano, de manera quese le sustrajo al hombre su dimensióndivina, la cual perdió su carácter concreto derealidad natural. La fractura que se produjoentre ambos órdenes conllevó laabsolutización de lo humano, y con ello lasecularización del mundo y la sociedad, loque significó, en definitiva, la reducción dela realidad a categorías humanas fruto de laactividad cognoscitiva del hombre.

Frente al idealismo objetivo precedente,por el cual la realidad física no era más quela derivación de una realidad objetiva decarácter espiritual, el humanismo dio paso alidealismo subjetivo, para el cual el mundoúnicamente existe como representación

producida por la actividad cognoscitiva delhombre.

Si previamente el orden del mundohumano había descansado sobre unarealidad objetiva y trascendente de carácterno-humano, siendo la Verdad su máximaexpresión sobre la que, como principiorector, se fundaba y organizaba la vida en latierra, el advenimiento del humanismo situóese principio in interiore homine, con lo que la

Verdad fue reducida a categorías humanasperdiendo con ello su naturaleza original.

La relativización de la Verdad comoprincipio absoluto supuso el tránsito delconocimiento fidedigno al verosímil, basadoen las hipótesis y, por tanto, en la opiniónhumana. Subjetivizada y humanizada laVerdad, el conocimiento se limitó a losensorial, por cuanto negó cualquierrealidad o instancia superior que no tuvierasu origen en el pensamiento humano y queno fuera resultado de su propia experiencia.Esto supondría, en último término, negar laposibilidad de conocer la esencia de lascosas, entendida como realidad ideal decarácter independiente, inmutable yabsoluto que engendra y rige la realidadfísica. Todo el conocimiento partiríanecesariamente de la experiencia queproveen los sentidos, de modo que nada escognoscible en su naturaleza, en su propiaesencia.

Inevitablemente estos nuevosplanteamientos abocaron al materialismo, elcual terminaría imponiéndose comoconcepción del mundo, pues el hombre y larealidad quedaron desde entonces reducidasy limitadas a su plano físico y puramentematerial.

Como consecuencia de todo lo anterior,y profundamente ligado a la emergentefilosofía humanista, se produciría laimplantación del igualitarismo como nuevacategoría que, a partir de entonces, pasaría aregir todo el pensamiento modernooperando como nódulo central de la propiamodernidad. Y ello fue así en la medida enque el humanismo instituyó en el planofilosófico la unidad del género humano,pasando a ser concebido el hombre de forma

abstracta, como producto de la concienciahumana, al presuponer en este la existenciade una naturaleza inalienable común a todoslos hombres.

El resultado fue la igualación interior delos hombres, pues se les redujo al mínimocomún denominador que representa elhecho abstracto de ser simplementehombres. El hombre dejó de existir comopersona, es decir, como portador de unanaturaleza particular que le confería unas

determinadas capacidades que lo hacíanapto para desempeñar una labor concreta, lacual era integrada funcionalmente en la

Page 25: Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

8/22/2019 Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-52-igualitarismo 25/93

25

sociedad como un servicio que le prestaba;desde ese momento se convirtió en unindividuo cuyo sentido y lugar en el mundono viene dado por sus disposiciones innatas,que le proporcionaban clara conciencia de loque era, sino por su derecho de poder ser, anivel de principio, todo lo que cualquier otropueda también ser, estableciéndose comoúnica diferencia aquella que es conquistadapor el propio “esfuerzo” y “mérito”.

Se ejerció una nivelación social con laimplantación de iguales derechos y deberes,lo cual refleja la destrucción de un ordenfundado sobre las cualidades diferentes delos hombres, para establecerse unaorganización de la sociedad en la que elhombre, en tanto individuo, se diferencia de

los demás según aquellos logros que lereportan una mejor posición económica en laestructura social.

Rota la identidad que a nivel ontológicoexistía entre lo que el hombre era y lo quehacía, como individuo, se vio obligado adotarse de una razón de ser y, por tanto, aconstruirse a sí mismo a partir de aquellascreaciones que ha venido dando a nivelsocial, intelectual y moral con las que poder

proveer de un contenido y significado almovedizo Yo empírico, que ha sidodespojado de su naturaleza particular y, conella, de su propia personalidad que lo hacíacualitativamente diferente.

El tipo de libertad que ha emergido conla modernidad se correspondeperfectamente con las premisas igualitarias apartir de las que ha sido definido el hombre.La libertad moderna se entiende de formauniforme y abstracta, por cuanto es el

resultado de la implantación de una igualmoral social que se ha impuesto a todos enla misma medida. Es un tipo de libertad queestá orientada hacia lo útil e individual conel propósito de posibilitar la construcción deuno mismo. Se trata de una libertadnegativa, de no dependencia, por la que elhombre se hace a sí mismo en conformidadcon sus individuales aspiraciones,emprendiendo acciones movidas siemprepor factores temporales y particulares.

El hombre ya no es consideradopropiamente como un ser social sino comoun individuo, al igual que la sociedad no se

concibe ya como una realidad superior a lasuma de sus partes, sino por el contrariocomo suma gregaria de individuos. Cadacual persigue la consecución de sus propiosintereses y apetencias, el orden social através de sus leyes se ocupa de encauzar laactividad de los hombres. La consecuencialógica de una situación así es la existencia deluchas intestinas en el seno de la sociedad,provocadas por las pretensiones desupeditar lo social a lo individual. Se generaasí un contexto estructural de explotación enel que el conjunto de la sociedad es sometidaa los intereses individuales de una minoría,lo que desarrolla diferentes conflictosinternos en los que la riqueza sueleconstituir el principal motivo de división yenfrentamiento.

El individualismo conlleva ladespersonalización del hombre que, en elcontexto histórico actual, se desenvuelve enlos parámetros económicos impuestos por elmercado, asumiendo una mentalidad y unacultura consumista que lo abocan a unaforma de vida efímera y superficial. Esclavode ideales comerciales y de los diversosestereotipos promovidos por la publicidad,es un simple consumidor al que se inducen

permanentemente nuevas necesidades, loque conlleva su completa alienación y suvaciado interior, disolviéndose así en lapseudocultura dominante que enmascara laopresión económica a la que es sometido, almismo tiempo que provee de importantesbeneficios económicos a los explotadores. Deesta manera se afianza en el plano materialel igualitarismo, pues se expresa como laextensión de un único estilo de vida quecontribuye a la homogenización de la

población mundial.Como reacción a este pujante

individualismo hicieron su aparición losdiferentes totalitarismos que, inspirados porel mismo ideal igualitario, procedieron a lainstauración del colectivismo agudizandoaún más la despersonalización del hombrey, simultáneamente, profundizando elproceso de decadencia en curso. Lasupeditación completa del individuo a la

colectividad tiene como principal objetivo laabolición de las contradicciones internas, lasluchas intestinas que socavan la cohesiónsocial. Se trata, pues, de una unidad que es

Page 26: Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

8/22/2019 Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-52-igualitarismo 26/93

26

impuesta desde lo externo por un poderpolítico materialista que únicamente sabehacerse valer a sí mismo por medio de lafuerza.

Se parte, directa o indirectamente, de lapremisa de que todos los hombres son

iguales, variando en cada régimen político laforma particular bajo la cual se manifiestadicho axioma, lo que supone la conservaciónde una libertad indiferenciada a la vez quese trunca toda autonomía, procediendo aafianzar la igualación interior de loshombres que, a su vez, terminaproyectándose exteriormente con lacompleta subordinación al Estado. En estoscontextos todos los hombres son iguales porel simple hecho de pertenecer a una clase

social, a una raza, una nacionalidad, etc.,abocando al hombre a la condición de uninstrumento al servicio de alguna de estasrealidades. El Estado es, entonces, unaestructura política inerte, externa, que sepresenta como un fin en sí mismo, comoentidad laica sublimada y divinizada queactúa según criterios materialistas enfunción de los que orienta y organiza lasociedad.

El hombre ha tenido siempre lanecesidad de contar con realidadesuniversales que le sirvieran de marco dereferencia, que le permitieran integrar ladimensión individual en un contexto másvasto, necesidad que se agudizó con laruptura con el mundo divino del que conanterioridad había recabado los universalesque habían organizado su vida.Evidentemente, los nuevos universalestuvieron su origen en la conciencia humana

y, por influjo de la corriente igualitarista queinauguró el humanismo, tendieron aconstituir una secularización de losuniversales precedentes pero bajo una formamaterializada.

El complejo de Dios en el hombre produjoel humanismo, que hizo del propio hombreel principal universal de la nueva era a laque dio comienzo, instalándose como marcode referencia para el mundo. A este nuevoproceso le siguió un descreimiento hacia

toda verdad que no tuviera su origen en elpropio hombre, por lo que sólo aquello quederivara de su experiencia tras haber sido

previamente filtrado por la razón, puedellegar a establecerse como verdad universal.

La distinción antitética entre sujeto yobjeto, establecida por el pensamientohumanista, implantó el dualismo en torno alque toda la filosofía moderna pasaría a

desarrollarse. La atribución al hombre deuna naturaleza inalienable que,posteriormente, se concretaría en las formasapriorísticas inherentes a la conciencia, daríalugar a la aparición de los grandesuniversales modernos. Sobre esto seasentarían todas las formulaciones morales yfilosóficas que constituirían los cimientosteóricos de las sucesivas declaracionesuniversales hasta llegar a la actualdeclaración de los derechos humanos.

Los universales, como nuevascertidumbres establecidas por el hombre, noson más que la sublimación, en un nivelabstracto y filosófico, del principioigualitarista que los inspira. Su falsauniversalidad reside en que, en esencia, nose trata de universales sino de particulares,pues han sido un producto intelectual de laconciencia humana, la cual carece decualquier valor objetivo por sí misma. Es así

como hace su aparición el universalismoque, como fenómeno moderno basado enpremisas igualitaristas, aspira a lahomogeneización de la humanidaduniversalizando lo particular. Prueba detodo esto es el expansionismo occidentalque, basándose en sus propios universales,aspira a universalizar lo que tiene departicular, caracterizado en este caso por suvisión del mundo y el estilo de vida al queva asociado.

Los universales modernos son unacompleta inversión de los universales queles precedieron, cuyo origen se encontrabaen una realidad objetiva trascendente y no-humana. A esta diferencia cabe sumarleotra, aquella por la que la Verdad, comorealidad superior y universal, contiene en símisma lo particular, siendo lo particular laexpresión concreta de dicho principio que semanifiesta bajo una forma espacial, temporale históricamente determinada. Por el

contrario, los universales modernos, fruto dela opinión de los hombres pero disfrazadoscon los ropajes de la Verdad, son realidades

Page 27: Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

8/22/2019 Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-52-igualitarismo 27/93

27

particulares que se han universalizado y quepersiguen reducir todos los demásparticulares a las formas concretas de esarealidad particular que se ha erigido enuniversal. Esto es, ni más ni menos, que elproceso homogeneizador al que ha dadolugar la globalización.

Tras todo esto se descubre que lo quehoy, en los tiempos modernos, se conocecomo verdad es, sencillamente, la opiniónde los hombres que opera como instrumentode poder a su servicio, de manera que estadepende de quien la cuente. Así, quienposea el poder establecerá la forma por lacual deba interpretarse la verdad, de maneraque todos los demás la interpreten de lamisma forma. Por esta razón, en nombre de

la verdad se justifican determinados hechoshistóricos, se ejerce la dominación, laexplotación y la opresión.

El proceso de decadencia al que haarrastrado el humanismo con suantropocentrismo, ha llevado a la actualcivilización al más obtusohipersubjetivismo. La consecuencia de estoha sido el completo descreimiento por partedel hombre moderno, quien ya no cree en la

existencia de la verdad. No considera queesta exista, al menos, como realidad objetivamás allá de la voluntad humana, por lo quesu conocimiento se ha vuelto inaccesible,pues se encuentra sometida a diferentesinterpretaciones que responden a laspretensiones de cada cual por acceder alpoder.

El proceso disolvente de la modernidadha puesto fin a los universales, ya que todosellos se considera que tienen su origen en el

hombre, incluso aquellos universalespremodernos que inspiraron la vida en elmundo han sido reducidos a categoríashumanas, siendo vaciados del contenido ysignificado que los hacía legítimos por símismos.

El nihilismo es la parada final delproceso de decadencia. El igualitarismo hahecho que toda idea, todo punto de vista, altener un origen humano tengan también un

valor relativo ya que todos los hombres soniguales, de forma que todas las ideasconcebidas por ellos son igual de válidas. Enesta situación la vigencia de universales se

convierte en tarea imposible, y con ello segenera una falta de sentido, porque sinuniversales no existen tampoco valoressupremos ni un referente estable ypermanente en función del cual el hombrepueda y deba conducirse en la vida. A partirde aquí todo está permitido.

El existencialismo, como expresiónúltima del nihilismo en el ámbito filosófico,refleja claramente el vaciamiento del mundoy la toma de conciencia del sinsentido al queha conducido la modernidad, y másconcretamente el relativismo deligualitarismo. De este modo el mundoúnicamente existe como representacióncreada por el hombre, habiéndoleintroducido diferentes propiedades que por

sí mismo no tiene. Esto genera,inevitablemente, una experiencia particulardel mundo que la hace tan relativa comocualquier otra.

El resultado final es un completovoluntarismo, pues para el hombre elmundo y la vida no tienen más sentido y justificación que aquello que este quiera. Lasfilosofías del nihilismo centran toda suatención en torno al individuo y acentúan el

carácter disolvente del igualitarismo, puessocavan permanentemente cualquierposibilidad de establecer un universal, unAbsoluto, que rija la vida individual ycolectiva del hombre.

El igualitarismo instaura el relativismoen todos los ámbitos y esferas de la vidahumana. Asimismo, desprovee al hombre yal mundo de cualquier sentido. Es elfundamento de las sociedades abiertas en lasque el humanismo, como base filosófica,

rechaza todas las formas de Absolutos nocompatibles con la individualidad. Lacentralidad del individuo, la ausencia deteleología global en la acción y laracionalidad que conduce al hombre en labúsqueda de su máximo beneficio, son losprincipales rasgos de un tipo de sociedadque tiende a mundializarse.

La naturaleza subversiva deligualitarismo queda manifiesta con la

perpetuación de la esencia del presente,tanto a través de la conservación con la quese aspira a salvaguardar estructuras delpasado ya superadas, o cristalizándose bajo

Page 28: Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

8/22/2019 Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-52-igualitarismo 28/93

28

formas nuevas con las que continúamanifestándose. Las “revoluciones”modernas contribuyen a que se mantengatal estado de cosas, pues todas ellas han sidollevadas a cabo bajo el crisma deligualitarismo y no han supuesto unaruptura definitiva con la esencia delpresente. Este hecho ha impedido que larevolución, como proceso de vuelta alorigen, se haya desarrollado empujando loque está cayendo, acelerando el proceso dedisolución que conduzca al mundo hasta elpunto catártico con el que se de lugar a unnuevo comienzo.

Los verdaderos revolucionarios son,entonces, aquellos que, de una manera uotra, tengan como objetivo la instauración y

universalización del Absoluto, de la Verdadcomo principio rector sobre el que fundar yorganizar la vida en la tierra. Esto se resumeen la aspiración de poner fin aligualitarismo, para afirmar la naturaldesigualdad de los hombres cuya razón deser se encuentra en el servicio a la sociedady en la satisfacción de sus necesidades. Estosignifica restituir en el hombre la dimensióndivina que le corresponde. Losrevolucionarios son, en definitiva, los

enemigos de la sociedad abierta.

Igualitarismo y las elites ___________________________________ 

 Murray N. Rothbard 

La supuesta verdad manifiesta de laigualdad

U na de las más grandes glorias de lahumanidad es que, a diferencia de otrasespecies, cada individuo es único y, por lotanto, insustituible; cualesquiera sean lassemejanzas y los atributos comunes entre los

hombres, son sus diferencias las que nosllevan a honrar, celebrar o deplorar lascualidades o acciones de una persona enparticular1. Es esta diversidad, estaheterogeneidad de los seres humanos unode los atributos más destacados de lahumanidad. Esta heterogeneidadfundamental es lo que hace más curioso elpenetrante ideal moderno de la "igualdad".Pues "igualdad" significa "equivalencia" --dos entidades son "iguales" si y sólo si son la

misma cosa. X = y sólo si son idénticas o sondos entidades que son lo mismo en algúnatributo. Si x, y y z son "iguales en longitud",eso significa que cada una de ellas esidéntica en longitud, por ejemplo 1 metro.Entonces, la gente sólo puede ser "igual" entanto es idéntica en algún atributo: por lotanto, si Smith, Jones y Robinson midencada uno 1,80 m de altura, entonces son"iguales" en altura. Pero excepto en esoscasos especiales las personas son

heterogéneas y diversas, es decir, son"diferentes". La diversidad y, por lo tanto, ladesigualdad son entonces hechosfundamentales de la raza humana. Demanera que, ¿cómo explicamos la casiuniversal adoración contemporánea en eltemplo de la "igualdad", tanto así queprácticamente ha borrado otros fines yprincipios éticos? Y encabezando este cultohan estado filósofos, académicos y otroslíderes y miembros de las elites intelectuales,

seguidos por la tropa entera de "formadoresde opinión" de la sociedad moderna,incluyendo expertos, periodistas, ministros,

Page 29: Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

8/22/2019 Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-52-igualitarismo 29/93

29

maestros de escuelas públicas, consejeros,asesores de relaciones humanas y"terapeutas". Y sin embargo, debería ser casievidentemente claro que el esfuerzo enbúsqueda de la "igualdad" violaflagrantemente la naturaleza esencial de lahumanidad y que, por tanto, sólo se puedeperseguir, mucho menos intentar lograr,mediante el uso extremo de la coacción.

La veneración actual de la igualdad es,de hecho, una noción reciente en la historiadel pensamiento humano. Entre filósofos opensadores prominentes, la idea apenasexistía antes de mediados del siglo XVIII; siera mencionada, sólo se hacía como objetodel horror y la burla2. La naturalezaprofundamente anti-humana y

violentamente coactiva del igualitarismo fueclaramente mostrada en el altamenteinfluyente mito clásico de Procrustes, quienforzaba a los viajeros a acostarse en unacama y si eran muy largos les cortabaaquellas partes del cuerpo que sobresalían,mientras que a los que eran más pequeñosles estiraba las piernas. Por eso se le daba elnombre de Procrustes [el estirador] 3.

Uno de los pocos filósofos modernos

críticos de la igualdad argumentó quepodemos preguntar si un hombre es tan altocomo otro o podemos, como Procrustes,buscar establecer al respecto la igualdadentre todos los hombres4. Pero nuestrarespuesta fundamental a la pregunta de siexiste igualdad en el mundo real debe ser,claramente, que no y cualquier intento de"establecer la igualdad" sólo puededesencadenar las grotescas consecuencias decualquier esfuerzo Procrusteano. Entonces,

¿cómo no vamos a considerar el idealProcrusteano de la igualdad como nada másque monstruoso y antinatural? La siguientepregunta lógica es ¿por qué Procrustes eligeperseguir tal inhumano objetivo y que sólopuede guiarnos a desastrosos resultados?

En el contexto del mito griego,Procrustes sólo persigue un descabelladoobjetivo "estético", supuestamente siguiendosu propia estrella personal, respecto a quecada persona sea precisamente igual en

longitud a la de su cama. Y aun así, este tipode argumento nulo, esta suposición blandade que el ideal de la igualdad no necesita

 justificación es endémica entre losigualitarios. Así, el argumento deleconomista chicaguense Henry C. Simmonsa favor de un impuesto sobre la rentaprogresivo era que para él la desigualdad deingresos era claramente maligna y horrible5.Presumiblemente, Procrustes podría haberusado el mismo tipo de "argumento" encuanto a la "horrible" naturaleza de ladesigualdad de alturas, si se hubiesemolestado en escribir un ensayopromoviendo su programa igualitarioparticular. De hecho, muchos escritoressuponen que la igualdad es y debe ser el finsupremo de la sociedad y que apenas sinecesita algún argumento de apoyo, nisiquiera un frágil argumento de estéticapersonal. Robert Nisbet estaba y todavíaestá en lo correcto cuando escribió, hace dosdécadas, que es evidente que (...) la idea dela igualdad será soberana en lo que quedade este siglo en prácticamente todos loscírculos relacionados con las basesfilosóficas de la política pública (...) En elpasado, las ideas unificantes tendían a ser denaturaleza religiosa. Ciertamente hayseñales de que la igualdad se estátransformando en un aspecto sagrado entre

muchas mentes hoy en día, que estáadquiriendo rápidamente un carácterdogmático, al menos entre muchos filósofosy científicos sociales6.

El sociólogo de Oxford A. H. Halsey, dehecho, era incapaz de imaginarse ningunarazón, además de 'malevolencia', por la quealguien debiera oponerse a su programaigualitario. Presumiblemente esa"malevolencia" sólo podría ser diabólica7.

¿"Igualdad" en qué?Examinemos ahora el programa

igualitario más cuidadosamente:¿exactamente qué es lo que se debe hacerigual? La respuesta vieja o "clásica" era quedebían ser los ingresos monetarios. Sesuponía que los ingresos monetarios debíanhacerse iguales.

Superficialmente, esto parecía de cajón,pero rápidamente surgieron graves

dificultades. Así, ¿los ingresos igualesdeberían ser por persona o por hogar? Si lasesposas no trabajan, ¿debería el ingresoaumentarse proporcionalmente? ¿Debería

Page 30: Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

8/22/2019 Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-52-igualitarismo 30/93

30

forzarse a trabajar a los niños para que esténbajo el manto de la "igualdad", y de ser así, apartir de qué edad? Además, ¿no es tanimportante la riqueza como el ingresoanual? Si A y B cada uno gana 50.000 $anuales, pero A posee un patrimonio totalde 1.000.000 $ y B no posee casi nada, susiguales ingresos no reflejan en nada unaigualdad de posición financiera 8 . Pero si aA se le cobran impuestos más altos debido aesta acumulación, ¿no es esta unapenalización extra al ahorro? ¿Y cómo sedeben resolver estos problemas?

Pero, aun si dejamos de lado elproblema del patrimonio y nos enfocamosen los ingresos, ¿acaso pueden ser igualadosrealmente los ingresos? Desde luego, el ente

a ser igualado no puede ser simplemente elingreso monetario. El dinero es, después detodo, sólo un papel, una unidad de cuenta,de manera que el elemento a ser igualado nopuede ser un mero número abstracto, sinoque deben ser los bienes y servicios quepueden ser comprados con ese dinero. Eligualitario mundial (y sin duda el verdaderoigualitario no puede detenerse en la fronteranacional) no se preocupa con igualar totalesmonetarios, sino poder de compra real. De

manera que si A recibe un ingreso de 10.000Dracmas anuales y B gana 50.000 florines, eligualitario tendrá que averiguar cuantosflorines son en realidad iguales a un dracmaen poder de compra, antes que puedablandir su hacha igualadora correctamente.En pocas palabras, lo que los economistasllamar ingreso "real" y no meramenteingresos monetarios es lo que debe serigualado para todos.

Pero una vez que el igualitario haaceptado enfocarse en ingresos reales, se veatrapado en una maraña de problemasineludibles e insolubles. Pues, un grannúmero de bienes y servicios no sonhomogéneos y no pueden ser replicadospara todos. Uno de los bienes que un griegopuede consumir con sus dracmas es vivir opasar un buen tiempo en las Islas Griegas.Este servicio (de disfrutar continuamente delas Islas Griegas) está inevitablemente

prohibido para el húngaro, para elestadounidense y para todo el resto delmundo. Similarmente, cenar regularmenteen un café al aire libre en la ribera del

Danubio es un estimable servicio fuera delalcance de todos los que no vivimos enHungría.

¿Entonces, cómo se deben igualar losingresos reales en todo el Mundo? ¿Cómopueden ser medidos, mucho menos

comparados con otros servicios de laubicación por el igualitario, el disfrute de lasIslas Griegas o las cenas en el Danubio? Siyo soy nebrasqueño y las manipulacionescon las tasas de cambio supuestamente hanigualado mis ingresos con un húngaro,¿cómo se compara vivir en Nebraska convivir en Hungría? El panorama empeoracuando se contempla. Si el igualitarioconsidera que el disfrute del Danubio es dealguna manera superior al paisaje de Omaha

o de una granja en Nebraska, ¿exactamentebasándose en qué va a gravar el igualitarioal húngaro y a subsidiar al resto del mundo?¿Cómo va a medir en términos monetarios el"valor de cenar en el Danubio"?Obviamente, los estrictos rigores del ordennatural le previenen, a pesar de lo muchoque le gustaría hacerlo, mover físicamente elDanubio y parcelarlo equitativamente entretodos los habitantes del planeta. ¿Y qué de lagente que prefiere los paisajes y la vida en

una comunidad de granjas nebrasqueñas alajetreo de Budapest? ¿Quién, entonces, debeser gravado, quién subsidiado y con cuánto?

Quizás en medio de la desesperación, eligualitario puede retroceder a la visión quela ubicación de cada quien refleja suspreferencias y que, por lo tanto, podemossimplemente suponer que la ubicaciónpuede ser despreciada en la granreordenación igualitaria. Pero así como es

verdad que virtualmente cualquier lugar esamado por alguien, también es cierto quealgunas ubicaciones son altamentepreferidas a otras. Y el problema de laubicación ocurre dentro, así como entrepaíses. Es un hecho generalmente aceptadopor los residentes, así como por forasterosenvidiosos, que el área de la Bahía de SanFrancisco está mucho más cerca al ParaísoTerrenal -por el clima y la topografía- que,digamos, Virginia Occidental o Hoboken,

Nueva Jersey. ¿Por qué es entonces, queestos oscuros forasteros no se mudan haciael área de la Bahía? En primer lugar, muchosde ellos lo han hecho, pero para otros es

Page 31: Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

8/22/2019 Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-52-igualitarismo 31/93

31

prohibitivo por el hecho de su tamañorelativamente pequeño, lo cual (entre otrasmuchas restricciones impuestas por elhombre, tales como leyes de zonificación)limita severamente las oportunidades demigración. Así que, en nombre deligualitarismo, ¿deberíamos pechar con unimpuesto especial a los residentes del Áreade la Bahía y de otros determinados puntosparadisíacos, para reducir sus ingresospsíquicos de disfrute y luego subsidiar alresto de nosotros? ¿Y qué de vertersubsidios en Áreas Sombrías especialmentedesignadas como tales para, nuevamente,intentar igualar los ingresos reales? ¿Y cómose supone que el gobierno igualador va adeterminar cuánto ama la gente en general -y con más razón cada residente individual-vivir en el Área de la Bahía y cuánto ingresonegativo sufren por vivir en, digamos,Virginia Occidental o Hoboken?Obviamente, no le podemos preguntar a losvarios residentes cuánto aman u odian loslugares donde viven, pues los residentes decualquier área, desde San Francisco hastaHoboken, tienen todos los incentivos paramentir --para apurarse a proclamar cuántodesprecian el lugar en el que viven.

Y la ubicación es sólo uno de losejemplos más obvios de bienes y serviciosheterogéneos que no pueden ser igualados alo largo de la nación o el mundo.

Además, aun si la riqueza y los ingresosreales fueran igualados, ¿cómo se igualaríana las personas, sus habilidades, culturas yrasgos? Aun cuando la posición monetariade cada familia fuese la misma, ¿acaso nonacerían los niños en familias con

naturalezas, habilidades y cualidades muydiferentes? ¿No es eso --para usar un notoriotérmino igualitario-- "injusto"? Entonces,¿cómo puede hacerse a las familias iguales,es decir, uniformes? ¿No tiene una "injusta"ventaja un niño que nace dentro de unafamilia culta, inteligente y sabia, sobre elniño que nace en un hogar deshecho,ignorante y "disfuncional"? El igualitariodebe, en consecuencia, presionar más yproponer, tal como lo han hecho muchos

teóricos comunistas, la nacionalización detodos los niños al nacer, y su crianza enguarderías legales y estatales idénticas. Pero,ni siquiera así se puede lograr el objetivo de

la igualdad y la uniformidad. El molestoproblema de la ubicación seguirá en pié yuna guardería estatal en el Área de la Bahía,aunque sea igual en todos los demásaspectos a una ubicada en las tierras remotasdel centro de Pensilvania, todavía disfrutaráde inestimables ventajas, o como mínimo,diferencias inerradicables respecto a lasotras guarderías. Pero aparte de laubicación, la gente --los administradores,niñeras, profesores dentro y fuera de losvarios campamentos-- serán todosdiferentes, dándole así al niño unaexperiencia inevitablemente diferente ydesbaratando la búsqueda de la igualdadpara todos.

Desde luego, lavados de cerebro

apropiados, burocratización y larobotización y banalización del espíritu enlos campamentos estatales pueden ayudar areducir a todos los profesores y niñeras, asícomo a los niños, a un denominador máscomún, pero diferencias y ventajasinerradicables seguirán existiendo.

Y aun si, para propósitos del argumento,podemos asumir igualdad general deingresos y patrimonio, otras desigualdades

no sólo seguirán existiendo, sino que en unmundo de ingresos iguales, serán másevidentes e importantes a la hora de evaluara la gente. Diferencias de posición,diferencias de ocupación y diferencias en la jerarquía laboral y, en consecuencia, enstatus y prestigio se harán más importantes,ya que el ingreso o el patrimonio ya no seráncalibres para juzgar o clasificar a la gente.Las diferencias de prestigio entre médicos ocarpinteros, o entre ejecutivos y obreros, se

harán más acentuadas. Por supuesto, elprestigio laboral puede ser igualadoeliminando completamente toda clase de jerarquía, aboliendo todas lasorganizaciones, corporaciones, gruposvoluntarios, etc. Todo el mundo seráentonces igual en rango y en poder dedecisión. Las diferencias en prestigio sólopodrían ser eliminadas entrando en elparaíso marxista y aboliendo todaespecialización y división del trabajo entre

ocupaciones, de manera que cada quienharía de todo. Pero en ese tipo de economía,la raza humana se extinguiría con rapidezimpresionante9.

Page 32: Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

8/22/2019 Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-52-igualitarismo 32/93

32

La nueva elite coactiva

Cuando confrontamos al movimientoigualitario, comenzamos a encontrar lasprimeras contradicciones prácticas, no yalógicas, en el programa mismo: que suspromotores más resaltantes no están para

nada en las filas de los pobres y oprimidos,sino que son profesores de Harvard, Yale yOxford, así como otros líderes de las clasessociales privilegiadas y las poderosas elites.¿Qué tipo de igualitarismo es este? Si sesupone que este fenómeno encarna lapresunción masiva de una culpa liberal,entonces es curioso que no vemos a muypocos de esta auto-flagelante elitedesprendiéndose de sus bienes materiales,prestigio o condición para ir a vivir

humildemente y anónimamente entre lospobres y desposeídos. Todo lo contrario, noparecen tropezar ni un paso en su escaladahacia la riqueza, la fama y el poder. Encambio, invariablemente se regodean enfelicitaciones a sí mismos y a sus similarescolegas de la elevada moral en la que se hanenvuelto a sí mismos.

Quizás la respuesta a este acertijo resideen nuestro viejo amigo Procrustes. Comoningún par de personas es uniforme o"igual" en ningún sentido en la naturaleza, oen los resultados de una sociedad libre, paracrear y mantener semejante igualdad esnecesaria la imposición de una poderosaelite armada con el devastador poder de lacoerción. Pues el programa igualitarioclaramente requiere de una poderosa elitegobernante para empuñar las formidablesarmas de la coerción y hasta del terrornecesario para operar el torno Procrusteano:

para tratar de forzar a todo el mundo almolde igualitario. Por lo tanto, al menospara la elite gobernante, no hay "igualdad"aquí; sólo vastas desigualdades en poder,toma de decisiones e, indudablemente, deingresos y patrimonio también.

Así, el filósofo inglés Anthony Flewseñala que el ideal procrusteano tiene, comoestá destinado a tener, la más poderosaatracción para aquellos que juegan o esperan jugar en el futuro partes prominentes o

provechosas de la maquinaria de aplicación[del programa igualitario]. Flew nota queeste ideal procrusteano es la ideología

unificadora y justificadora de una claseascendente de asesores políticos y deprofesionales del bienestar público,agregando significativamente que estas sontodas personas al mismo tiempoinvolucradas en el negocio de hacerlacumplir [la ideología igualitaria] y que ledeben a ellos sus avances pasados yfuturos10.

Que la consecuencia necesaria delprograma igualitario es la decididamente noigualitaria creación de una despiadada elitefue reconocido y adoptado por el sociólogoinglés marxista-leninista Frank Parkin.Parkin concluye que El igualitarismo parecenecesitar de un sistema político en el que elestado es capaz de mantener a raya aquellos

grupos sociales u ocupacionales que, envirtud de sus destrezas, o atributospersonales o educativos, de otra formapodrían reclamar una partedesproporcionada de las recompensas de lasociedad. La manera más efectiva demantener dichos grupos a raya es negandoel derecho a organizarse políticamente, o deotra manera, socavar la igualdad social.Presumiblemente este es el razonamientobajo el caso Marxista-Leninista por un orden

basado en la dictadura del proletariado11.¿Pero como es que Parkin y su clase

igualitaria nunca parecen darse cuenta queeste asalto explícito sobre la "igualdadsocial" conlleva a grande desigualdades enpoder, autoridad para tomar decisiones e,inevitablemente, en ingresos y patrimonio?De hecho, ¿por qué esta preguntaaparentemente obvia nunca es planteadaentre ellos? ¿Podría ser que detrás de esto

hay hipocresía o simplemente engaño?La ley de hierro de las oligarquías

Una razón por la cual un programapolítico igualitario debe conducir a lainstalación de una nueva elite políticacoactiva es que las jerarquías ydesigualdades en el poder de decisión soninevitables en cualquier organizaciónhumana que logra cualquier grado éxito enel logro de sus objetivos.

Robert Michels fue el primero enobservar esta ley de hierro de lasoligarquías, al ver a los partidos

Page 33: Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

8/22/2019 Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-52-igualitarismo 33/93

33

socialdemócratas europeos a finales del sigloXIX, oficialmente comprometidos en laigualdad y la abolición de la división deltrabajo y en la práctica siendo conducidospor una pequeña elite gobernante. Y no haynada --fuera de las fantasías igualitarias--malo con este hecho humano universal, o leyde la naturaleza. En cualquier grupo uorganización va a surgir un núcleo deliderazgo de los más capaces, energéticos ycomprometidos con la organización; yoconozco, por ejemplo, una pequeña, peroexitosa sociedad musical voluntaria enNueva York. Aunque tiene una juntadirectiva electa anualmente por susmiembros, el grupo ha sido gobernado poraños por la benevolente pero absolutamenteautocrática mano de su presidente, unadama altamente inteligente e innovadora yque, aunque tiene empleo a tiempocompleto en otro lugar, es capaz y estádispuesta a dedicar una gran cantidad detiempo y energía a la organización. Hacealgunos años algunos descontentos retaronsu liderazgo, pero el reto fue derrotadofácilmente, ya que cada miembro racionalestaba completamente convencido de queella era absolutamente esencial para el éxito

de la organización.No sólo no hay nada malo con esta

situación, sino que ¡bendito sea el grupo enel que ese tipo de persona existe y puedepasar a primera plana! De hecho, enorganizaciones voluntarias o de mercado, lasubida al poder de los más hábiles yeficientes --la "elite natural", en términos jeffersonianos-- tiene todo de bueno. El votodemocrático --en su máxima expresióncuando los accionistas de una corporación

votan proporcionalmente a la parte de losactivos que poseen-- es sólosecundariamente útil como método paradesplazar aristócratas naturales o"monarcas" caídos en desgracia, o entérminos aristotélicos, que se han degradadode "monarcas" a "tiranos". El votodemocrático, por lo tanto, es aun en sumáxima expresión escasamente un bienprimario, mucho menos un bien en sí mismoa ser glorificado o hasta divinizado.

Durante un período a mediados de losaños 60, la Nueva Izquierda, antes dedegenerar en Estalinismo y estrambótica

violencia, estaba tratando de poner enpráctica una nueva teoría política: lademocracia participativa. La democraciaparticipativa sonaba libertaria, pues la ideaera que el gobierno de la mayoría --aun enuna organización privada y voluntaria-- es"coercitivo" y que, por lo tanto, todas lasdecisiones de semejante organización debenser despojadas de rasgos de dominiooligárquico. Cada miembro participaríaentonces igualmente, y además, cadamiembro tendría que dar su consentimientopara cada decisión. En cierto sentido, estaRegla de la Unanimidad presagió y eraanáloga a la Regla de la Unanimidad de James Buchanan y de la "economía delbienestar" de Pareto.

Un amigo mío daba clases sobre lahistoria de Vietnam en la Neo-IzquierdistaUniversidad Libre de Nueva York,originalmente una organización académicafundada por una joven pareja de sociólogos.La Universidad Libre se propuso gobernarsea sí misma sobre la base de los principios dela democracia participativa. El órgano degobierno, la junta de la Universidad Libre,en consecuencia, consistía en el "personal" --la pareja de sociólogos-- además de

cualesquiera estudiantes (quienes pagabanuna modesta matrícula) o profesores (adhonorem) que se molestaran en asistir a lasreuniones de la junta. Todos eran iguales, elpersonal fundador no era más poderoso quecualquier profesor o divagante estudiante.Todas las decisiones de la universidad erantomadas por la junta, desde los cursos quese impartían, asignaciones de salones, hastasi la universidad necesitaba o no un trabajode pintura y qué color se debía usar, nunca

votando, sino siempre por consensounánime.

Acá teníamos un experimentosociológico fascinante. No sólo --como erade esperarse-- muy pocas decisiones decualquier tipo eran tomadas, sino que las"sesiones de la junta" se alargabaninfinitamente, de manera que la sesión de la junta se expandió hasta convertirse en lavida misma --un tipo de situación sin salida

sartriana. Cuando mi amigo salía de lasperpetuas reuniones todos los días a las 5:00p.m. para irse a casa, era entonces acusadode abandonar las sesiones y de esa manera

Page 34: Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

8/22/2019 Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-52-igualitarismo 34/93

34

"traicionar al colectivo" y a la universidad alintentar vivir algún tipo de vida privadafuera de las reuniones. Quizás es esto lo quetienen en mente los actuales teóricosizquierdistas que exaltan la "vida pública" ylas "virtudes cívicas": ¡el abandono de lasvidas privadas a favor de laspermanentemente flotantes y "cívicamentevirtuosas" reuniones colectivas "de lacomunidad"!

No nos debería sorprender mucho larevelación que la Universidad Libre deNueva York no durara mucho. De hecho,rápidamente se degradó de unaorganización académica a la "enseñanza" dela astrología Neo-Izquierdista, cartas deltarot, gimnasia rítmica y pare usted de

contar, a medida que todos los académicoshuían del hombre común, o como una Leyde Gresham sociológica en plena acción. (Encuanto a la pareja fundadora, la mujerterminó en la cárcel por intentar sin éxitovolar un banco, mientras que el hombre,cada vez más con ojos vidriosos, en unaproeza de magia sociológica, se convencióde la noción que la única ocupación moralpara un sociólogo revolucionario era la dereparador de radios.)

Durante ese período la teoríaeducacional Neo-Izquierdista tambiénpermeó universidades más ortodoxas a lolargo del país. En aquellos días, la doctrinano era tanto que la enseñanza debiera ser"políticamente correcta", la relación normalprofesor-estudiante era malvada por serinherentemente desigual y jerárquica. Comose supone que el profesor sabe más que elestudiante, entonces la forma de educación

verdaderamente igualitaria y democrática,la forma de colocar al estudiante y alprofesor en igualdad de condiciones eseliminar por completo el contenido de loscursos y sentarse en una rueda a discutir los"sentimientos" del estudiante. No sólo sonlos sentimientos en cierto sentido iguales, almenos en el sentido que los sentimientos deuna persona no pueden ser considerados"superiores" a los de otra, sino que esossentimientos son supuestamente los únicos

temas relevantes para el estudiante. Unproblema surgido de esta doctrina es, desdeluego, ¿por qué deben los estudiantes, omejor dicho sus largamente sufridos padres,

pagar profesores calificados en elconocimiento de la economía, sociología, ocualquier otra cosa excepto en psicoterapia,para ponerse a charlar sobre lossentimientos del estudiante?

Institucionalizando la envidia

Como lo he discutido en otras ocasiones,al impulso igualitario, una vez concedidalegitimidad, no se le puede apaciguar. Si losingresos monetarios o reales son hechosiguales, o si hasta el poder de decisión esigualado, otras diferencias entre laspersonas se magnifican y se hacen irritantespara el igualitario: desigualdades enapariencia, inteligencia y asísucesivamente12. Sin embargo, hay unpunto intrigante: hay desigualdades quenunca parecen indignar a los igualitarios, asaber, desigualdades de ingreso entreaquellos que proporcionan directamenteservicios de consumo; notablemente atletas,actores de cine y televisión, artistas,novelistas, dramaturgos y roqueros. Quizáses esta la razón del poder persuasivo delfamoso ejemplo "Wilt Chamberlain" deRobert Nozick en favor de los ingresosdeterminados por el mercado. Hay dosexplicaciones posibles: (1) Que lo mismosigualitarios poseen estos valores de losconsumidores y son, por lo tanto,considerados como legítimos, o (2) queexcepto por los deportes, estos son camposreconocidos implícitamente comodominados hoy en día por formas deentretenimiento y arte que no necesitan detalento real. Las diferencias en ingresos son,por tanto, equivalentes a ganar la lotería ylos que se ganan la lotería son

universalmente alabados como"afortunados", sin asociarles envidia algunapor atributos superiores13.

El sociólogo alemán Helmut Schoeck haseñalado que el igualitarismo moderno esesencialmente una institucionalización de laenvidia. Al contrario de sociedades exitosaso funcionales, en las cuales la envidia esconsiderada como un sentimientovergonzoso, el igualitarismo establece unaactitud dominante que la excitación de la

envidia al manifestar alguna forma desuperioridad es considerada como el malmayor. O, como Schoeck lo pone, el más

Page 35: Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

8/22/2019 Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-52-igualitarismo 35/93

35

elevado valor es la "elusión de la envidia"14. De hecho, los anarco-comunistasexplícitamente buscan la eliminación de lapropiedad privada porque creen que ésta escausa de desigualdades y, por lo tanto, desentimientos de "envidia" y por ellos, es"causa" de crímenes violentos contraaquellos que tienen más propiedad. Pero talcomo Shoeck señala, entonces la igualdadeconómica no sería suficiente y debería serseguida por la uniformidad obligatoria deapariencias, inteligencia, etc.15 Pero aun enel caso en que todas las diferencias entreindividuos pudiesen ser erradicadas dealguna manera, agrega Schoeck, todavíapersistiría un elemento irreductible: la meraexistencia de la privacidad individual.Schoeck argumenta que si un hombrerealmente hace uso de su derecho a estarsolo, la molestia, la envidia y la desconfianzade sus conciudadanos serán estimuladas (...)Cualquiera que se aísle, que cierre lascortinas y pase algún tiempo fuera del rangode observación será siempre visto como unpotencial hereje, un esnob, unconspirador16. Luego de unos comentariosgraciosos sobre la sospecha del "pecado dela privacidad" en la cultura estadounidense,

particularmente en la extendidad política delas "puertas abiertas" entre los académicos,Schoeck vira hacia el kibbutz israelí y a suamplia y excesivamente adorado filósofo,Martin Buber. Buber mantenía que paraconformar una verdadera comunidad, losabsolutamente iguales miembros delkibbutz debían tener acceso mutuo entre sí yestar dispuestos para los otros. Tal comoSchoeck interpreta a Buber: una comunidadde iguales, donde nadie deba envidiar a

nadie no está garantizada por la simpleausencia de posesiones, sino que requiere laposesión mutua, en términos puramentehumanos (...) cada quien debe tener siemprepara todos los demás y cualquiera queacapare este tiempo, su tiempo libre y suprivacidad, se excluye a sí mismo.17

El nuevo igualitarismo grupal

Hasta ahora hemos estado discutiendolo que podría llamarse el igualitarismo

"clásico" o Antiguo, destinado a hacer atodos los individuos iguales en algúnsentido, generalmente en ingresos o enpatrimonio. Pero en años recientes todos

hemos estado sometidos a un floreciente yacelerado Nuevo Igualitarismo, que enfatizano que cada individuo debe ser igual, sinoque los ingresos, el prestigio o el estatus deuna aparentemente inacabable variedad de"grupos" deben ser hechos iguales entre sí.

A primera vista, podría parecer que elnuevo igualitarismo grupal es menosextremo y más realista que el viejo credoigualitario individualista. Pues, si cadaindividuo es realmente igual al resto eningresos, patrimonio o estatus, entonces sesigue lógicamente que cualquiersubconjunto de grupos de individuos serátambién igual. Desplazar el énfasis deligualitarismo individual hacia el grupal, porlo tanto, deberá implicar conformarse con

un grado menos severo de igualdad. Peroesta conclusión confunde completamente elpunto fundamental del igualitarismo, viejo onuevo. Ningún igualitario espera jamásestar realmente en un estado de igualdadabsoluta, ni mucho menos comienza suanálisis desde ese punto de partida.

Quizás podemos ilustrar la verdaderanaturaleza de la campaña por eligualitarismo y la relación entre el

movimiento viejo y el nuevo, enfocándonosno en sus patentemente absurdos yautocontradictorios supuestos objetivos deigualdad, como normalmente se hace, sinoen los medios necesarios para lograr dichosobjetivos: a saber, la llegada al poder delaparato estatal procrusteano, la nueva elitecoactiva. ¿Quiénes son la nueva eliteprocrusteana? Es decir, ¿cuáles grupos senecesitan para construir dicha elite? Por unaextraña coincidencia, la composición de

dichos grupos pareciera corresponder, casiuno a uno, con aquella gente que ha sidomás entusiasta sobre el igualitarismo através de los años: intelectuales, académicos,formadores de opinión, periodistas,escritores, la elite mediática, trabajadoressociales, burócratas, abogados, psicólogos,consultores personales y, especialmente parael siempre acelerado nuevo igualitarismogrupal, un auténtico ejército de "terapistas" yentrenadores de la sensibilidad. Además,

desde luego, de ideóĺogos e investigadorespara soñar y descubrir nuevos grupos quenecesiten igualación.

Page 36: Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

8/22/2019 Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-52-igualitarismo 36/93

36

Si estos grupos, de lo que muyinformalmente podría llamarse la"inteligentsia" [la elite intelectual], son lafuerza que impulsa la personificación delviejo y el nuevo igualitarismo, ¿cómo esperaesta minoría convencer a la mayoría delpúblico de que le entregue en sus manos unaparato de poder despótico? En primerlugar, los intelectuales comienzan con unaenorme ventaja, más allá de su relativapequeñez en número: ellos son dominantesdentro de la "clase formadora de opinión"que intenta dar forma a la opinión pública yfrecuentemente tiene éxito en esta tarea.Como es siempre el caso, el estado necesitael apoyo de la clase formadora de opiniónpara manipular el consentimiento delpúblico. En el igualitarismo viejo, lospotenciales gobernantes buscaban atraerhacia su campo, en primer lugar, a losaparentes beneficiarios del programaigualitario --los grupos de ingresosinferiores que serían recipientes de buenaparte de la transferencia, o el desplume delos ricos (parte de la transferencia desde losricos, por supuesto, iría hacia los cofres de lamisma elite procrusteana, los intermediariosde la transferencia igualitaria de la riqueza).

En cuanto a los saqueados ricos, estos seríaninducidos a apoyar el sistema,persuadiéndolos de que deben arrepentirsede su "culpa" por ser más ricos que susempobrecidos conciudadanos. La infusiónde culpa es un camino clásico parapersuadir a la rica víctima de entregar suriqueza sin ofrecer resistencia.

Por supuesto, cualquier éxito delprograma igualitario antiguo llevó a unaexpansión del número, la riqueza y el poder

de la nueva elite procrusteana, resultando enuna definición cada vez menor de losingresos de "los ricos" a ser saqueados y unacada vez mayor definición de "los pobres" aser subsidiados. Este proceso ha estado muyclaramente en funcionamiento en losEstados Unidos y en el mundo occidentaldurante el siglo XX. De estar confinado a lossectores de mayores ingresos, loscontribuyentes del impuesto sobre la rentahan descendido a los rangos de la muchomás numerosa clase media. Al mismotiempo, el "nivel de pobreza" a sersubsidiado y consentido ha marchado

constantemente hacia arriba, a medida quela "línea de pobreza" es constantementeaumentada y los subsidiados escalan desdelos muy pobres, hacia los desempleados,hasta los más opulentos "trabajadorespobres".

Desde el punto de vista de losigualitarios, sin embargo, la debilidad delantiguo igualitarismo yace en que sólo tieneuna categoría de beneficiario, "los pobres"comoquiera que se definan y una categoríade saqueados, "los ricos" (que ellos mismossean beneficiarios notables siempre seesconde discretamente tras el manto delaltruismo y la supuesta experticia. Quecualquier otro señale este punto esconsiderado poco caballeroso, o aun peor,

que está envuelto en la muy despreciada"teoría de conspiración histórica")18.

A la luz de este análisis, examinemos elnuevo igualitarismo grupal. Como todossabemos, los neo-igualitarios buscan grupos"oprimidos" que tengan menos ingresos,estatus o prestigiosos empleos que otros,quienes se convierten en los designados"opresores". En el izquierdismo clásico omarxismo, había sólo un supuesto "grupo

oprimido", el proletariado. Entonces lasesclusas fueron abiertas y las filas de losdesignados "oprimidos" o "víctimasacreditadas" han proliferado aparentementesin límites. Comenzó con los oprimidosnegros y luego, en rápida sucesión, habíamujeres, hispanos, indígenas, inmigrantes,inválidos, los jóvenes, los viejos, los enanos,los muy altos, los gordos, los sordos, y asísucesivamente ad infinitum. El punto es quela proliferación es, de hecho, infinita. Cada

individuo "pertenece" a una casi infinitavariedad de grupos o clases. Tome, porejemplo, al Sr. John Smith. Él puedepertenecer a un enorme número de clases,por ejemplo, a la de personas llamadas"Smith", personas llamadas "John", personasde 1,60 m de altura, personas de menos de 2m de altura, personas que viven en BattleCreek, Michigan, personas que viven alnorte de la línea Mason-Dixon, personas conun ingreso de..., etc. Y entre todas estas

clases, hay un número casi infinito depermutaciones. Se ha llegado al punto deque la única "teoría" de la "opresión"necesaria es si alguno de esos grupos tiene

Page 37: Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

8/22/2019 Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-52-igualitarismo 37/93

37

un ingreso, estatus o riqueza menor al deotros grupos. El grupo por debajo delpromedio, cualquiera que éste sea, esentonces por definición "discriminado" y,por lo tanto, designado como oprimido.Mientras que cualquier grupo sobre elpromedio es, por definición, eldiscriminador y, por consiguiente,nombrado opresor.

Cada nuevo descubrimiento de gruposoprimidos puede traerle a los igualitariosmás partidarios en su búsqueda del poder ytambién crea más opresores para hacersentir culpables. Todo lo que se necesitapara conseguir siempre nuevas fuentes deopresores son datos [estadísticos] ycomputadoras y, por supuesto,

investigadores del fenómeno --losinvestigadores mismos constituyendo felicesmiembros de la elite procrusteana19.

El encanto del igualitarismo grupal parala clase intelectual-tecnócrata-terapéutica-burocrática es, entonces, que proporcionauna casi infinita y acelerada oferta de gruposoprimidos para unirse alrededor de losesfuerzos políticos igualitarios.

Entonces, hay muchos más potenciales

partidarios que reunir alrededor de la causaque los que se podrían encontrar si sólo "lospobres" estuviesen siendo exhortados abuscar y promover sus "derechos". Y amedida que la causa se expande, desdeluego, hay una multiplicación de losempleos y una aceleración delfinanciamiento mediante impuestosfluyendo hacia las arcas de la elitegobernante procrusteana, una característicanada accidental del esfuerzo igualitario.

 Joseph Sobran escribió recientemente que enel léxico actual "necesidad" es el deseo de lagente de saquear la riqueza de otros,"avaricia" es el deseo de estos otros deconservar el dinero que se han ganado y"compasión" es la función de aquellos quenegocian la transferencia. La elitegobernante puede ser considerada la clase"compasiva profesional". Desde luego, esfácil ser visiblemente "compasivo" si otrosson forzados a pagar las cuentas.

Esta aceleración del nuevo igualitarismoconlleva, relativamente rápido, a problemasesenciales. En primer lugar está lo que Mises

llamaba "la agotamiento del fondo dereserva", es decir, los recursos disponiblespara ser saqueados para pagar por todo esto.Como corolario, paralelamente a esteagotamiento puede venir la reacciónviolenta, cuando los genuinamenteoprimidos -los saqueados, aquellos quealguna vez William Graham Sumner llamó"El Hombre Olvidado"- puedan hastiarse,rebelarse y sacudirse las cadenas que hanatado a este Gulliver y forzado a soportar lascada vez más pesadas cargas parasíticas.

La nueva elite igualitaria

Concluimos con una de las grandesparadojas de nuestro tiempo: que elpoderoso y normalmente indiscutible gritopor "igualdad" es conducido por eldecididamente anti-igualitario objetivo decabalgar sobre su espalda hacia el cada vezmás absoluto poder político, un triunfo quedesde luego convertiría a los mismosigualitarios en una elite gobernante eningresos y en riqueza, así como en poder.Tras las dulces, pero patentemente absurdas,peticiones de igualdad se encuentra undeseo despiadado de colocarse a sí mismosal tope de la nueva jerarquía del poder. Lanueva elite intelectual y terapéutica imponesu dominio en nombre de la "igualdad". Talcomo Antony Flew elocuentemente loplantea: la igualdad sirve como la ideologíaunificadora y justificadora de ciertos grupos(...) el ideal Procrusteano tiene, como estádestinado a tener, la más poderosa atracciónpara aquellos que juegan o esperan jugar enel futuro roles prominentes y provechososdentro de la maquinaria de su aplicación20.

En una crítica brillante y mordaz de la

actual ascendencia de los intelectualesliberales [socialdemócratas] de izquierda, elgran economista y sociólogo JosephSchumpeter, escribiendo apenas durante laSegunda Guerra Mundial, señalaba que elcapitalismo "burgués" de libre mercado delsiglo XIX, al barrer las estructuras políticasaristocráticas feudales y al retar el rol"irracional" de la religión y las virtudesheroicas a favor del utilitarismo, tontamentelogró destruir las defensas necesarias para

su propio orden de libre mercado.Schumpeter lo plantea vívidamente: La

Page 38: Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

8/22/2019 Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-52-igualitarismo 38/93

38

bolsa de valores es un pobre substituto parael Santo Grial. Schumpeter continúa:

La racionalidad capitalista no se deshacede impulsos sub o suprarracionales.Simplemente los hace salirse de sus cabalesal eliminar las limitaciones de la tradición

sagrada o semisagrada. En una sociedad quecarece de los medios, e incluso la voluntadde guiarlos, dichos impulsos se rebelarán(...) De la misma manera que el llamado porcredenciales utilitarias nunca ha sidodirigido a los reyes, señores y papas en unestado de ánimo judicial que aceptarían unarespuesta satisfactoria, el capitalismoenfrenta su juicio ante jueces que ya tienenla sentencia de muerte en sus bolsillos.Dichos jueces dictarán esta sentencia, sin

importar la defensa que puedan escuchar; elúnico logro que una defensa victoriosaquizás pueda producir es un cambio en laacusación.

El proceso capitalista, agregaSchumpeter, tiende a eliminar estratosprotectores, a deshacer sus propias defensas,a dispersar las guarniciones de sustrincheras. Además, el capitalismo crea unestado de ánimo crítico que, después de

destruir la autoridad moral de tantasinstituciones, al final se vuelve contra lasuya misma; el burgués se encuentra para suasombro con que la actitud racionalista no sedetiene ante las credenciales de reyes opapas, sino que pasa a atacar la propiedadprivada y el esquema entero de valoresburgueses.

En consecuencia, señala Schumpeter, lafortaleza burguesa se hace políticamenteindefendible. Pero, fortalezas indefensas

atraen agresiones, especialmente si hay ricosbotines en ellas (...) Sin duda es posible,durante algún tiempo, sobornarlas. Pero esterecurso falla apenas [los agresores] se dancuenta que pueden tenerlo todo.

Schumpeter nota que esta explicaciónpara la creciente hostilidad hacia elcapitalismo de libre mercado en una épocaen la que había traído al mundo libertades yprosperidad sin precedentes, es confirmada

por el impactante hecho que, había pocahostilidad [hacia el capitalismo de libremercado] en principio en tanto la posiciónburguesa estaba a salvo, aunque había

entonces muchas más razones para lahostilidad, esta se propagó pari passu con elderrumbamiento de las barreras protectoras21.

A la cabeza y en el centro nervioso delvigoroso empuje para tomar ventaja de esta

debilidad burguesa han estado losintelectuales izquierdistas, una clasemultiplicada vastamente por la prosperidaddel capitalismo y particularmente porcontinuos y vastos subsidiosgubernamentales a las escuelas públicas, laeducación formal y a las comunicacionesmodernas. Estos subsidios no sólo ayudarona crear una enorme clase de intelectuales,sino también les proporcionaron --así comoal aparato estatal-- por primera vez en la

historia las herramientas necesarias paraadoctrinar a la masa del público engeneral22. Además, como el orden de libremercado burgués está profundamentecomprometido con los derechos depropiedad privada y, en consecuencia, conla libertad de expresión y de prensa, por losmismos principios en el corazón de susistema, [los burgueses] se encuentranimposibilitados de "disciplinar" a losintelectuales, usando la frase de Schumpeter

meter en cintura a los intelectuales. Así, losintelectuales, criados en el seno de lasociedad capitalista de libre mercado, tomanla primera oportunidad para volversesalvajemente contra sus benefactores, pararoer las fundaciones de la sociedadcapitalista y, finalmente para organizar unacampaña por el poder, usando su virtualmonopolio del proceso de formación de laopinión [pública], mediante la perversióndel significado original de palabras como

"libertad", "derechos" e "igualdad".Quizás el aspecto más esperanzador de

este proceso es que, tal como el difuntosociólogo Christopher Lasch señalara en sunuevo trabajo, los valores, actitudes,principios y programas de la cada vez másarrogante elite intelectual izquierdista estántan fuera de sintonía, tan en conflicto con losde la masa del público estadounidense, queuna poderosa reacción contrarrevolucionaria

es probable que ocurra y, de hecho,pareciera estarse propagando rápidamenteen este momento a lo largo del país 23.

Page 39: Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

8/22/2019 Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-52-igualitarismo 39/93

39

En su brillante ensayo, Equality as aPolitical Weapon Samuel Francisgentilmente regaña a los opositoresconservadores del igualitarismo por gastaruna enorme cantidad de energía en críticasfilosóficas, históricas y antropológicas delconcepto y la doctrina de la igualdad. Todaesta crítica formal, por muy satisfactoria yreveladora, declara Francis, realmente le dade lejos al punto:

En un sentido, creo que ha sido hacerleña del árbol caído, más estrictamente, deun árbol de mentira, una bestia que existesólo en leyendas. El error, creo yo, es que ladoctrina formal de la igualdad es en símisma inexistente o al menos irrelevante 24.

¿Cómo así? La doctrina de la igualdades irrelevante, explica Francis, porque nadie,excepto quizás Pol Pot o Ben Wattenberg,realmente cree en ella y nadie, al menosentre aquellos que la profesan másruidosamente, está seriamente motivado porella. Aquí Francis cita al gran Pareto:

un sentimiento de igualdad (...) estárelacionado con el interés directo de losindividuos que están inclinados a escaparciertas desigualdades que no están a su

favor y a erigir nuevas desigualdades que síestén a su favor, siendo estas últimas suprincipal preocupación.

Entonces Francis señala que elverdadero significado de la doctrina de laigualdad, así como su verdadero podercomo fuerza social e ideológica, no puedeser contrarrestado con críticas meramenteformales. Pues, el verdadero significado dela doctrina de la igualdad es que sirve como

un arma política, para ser desenvainadacada vez que sea útil para derribar barreras --ya sean humanas o institucionales-- alpoder de aquellos grupos que la llevan en lacintura.

Por lo tanto, para montar una respuestaefectiva al reinante igualitarismo de nuestraépoca es necesario, pero apenas suficiente,demostrar lo absurdo, la naturaleza anti-científica, contradictoria de la doctrinaigualitaria, así como las desastrosas

consecuencias del programa igualitario.Todo eso está bien. Pero no capta lanaturaleza esencial, así como la refutación

más efectiva, del programa igualitario:exponerlo como una máscara de labúsqueda del poder de la elite izquierdista ymediática que gobierna actualmente. Ya queestas elites son las hasta ahora indiscutiblesclases formadoras de opinión en la sociedad,su dominio no puede ser desplazado hastaque el oprimido público, instintiva peroincipientemente opuesto a estas elites,aprecie la verdadera naturaleza de lasodiadas fuerzas que lo gobiernan. Para usarlas frases de Nueva Izquierda de finales delos años 60, la elite gobernante debe ser"desmitificada", "deslegitimada" y"desantificada". Nada puede avanzar más sudesantificación que la comprensión públicade la verdadera naturaleza de sus eslóganesigualitarios.

Notas

1. Me doy cuenta que los especialistas enabejas u hormigas señalarán la existencia dela división del trabajo entre varios grupos deestas especies, pero permanezco escépticorespecto a que una hormiga o abejaindividual tenga una "personalidad" dignade ser honrada, extrañada o denunciada.

2. Así, el gran filósofo árabe de finales

del siglo XI al-Ghazali denunciaba la idea dela igualdad obligada y advertía severamenteque el compartir la riqueza debía servoluntario. Véase S.M. Ghazafar y A.A.Islahi, The Economic Thought of an ArabScholastic: Abu Hamid al-Ghazali (1058-1111), History of Political Economy 22(Verano 1990): 381-403.

3. Antony Flew, The Politics ofProcrustes: Contradictions of Enforced

Equality (Buffalo, N.Y.: Prometheus Books,1981), frontispiece.

4. J.R. Lucas, Against Equality Again,Philosophy 52 (Julio 1977): 255.

5. Henry C. Simons, Personal IncomeTaxation (Chicago: University of ChicagoPress, 1938), p. 19.

6. Richard Nisbet, The Pursuit ofEquality, The Public Interest 35 (1974): 103,citado en Antony Flew, Politics of Procrustes

, p. 20.7. Citado en ibid., pp. 22, 187.

Page 40: Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

8/22/2019 Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-52-igualitarismo 40/93

40

8. El impuesto sobre la renta progresivo,una de las herramientas favoritas de losigualitarios para ayudar a igualar losingresos, desprecia la diferencia enpatrimonio. Como consecuencia, apenas sies excéntrico para multimillonarios conbajos ingresos anuales, apoyar impuestosprogresivos que paralizarían a susascendentes jóvenes competidores con altosingresos, pero poco patrimonio. VéaseLudwig von Mises, Human Action, 3rd rev.ed. (Chicago: Henry Regnery, 1966), p. 809.

9. Sobre el ideal marxista de la aboliciónde la división del trabajo, véase Murray N.Rothbard, Freedom, Inequality, Primitivism,and the Division of Labor (Menlo Park,Calif.: Institute for Humane Studies, 1971),

pp. 10-15 (reimpreso en 1991 por el InstitutoLudwig von Mises) y Paul Craig Roberts,Alienation and the Soviet Economy, 2ªedición (New York: Holmes and Meier,1990).

10. Flew, Politics of Procrustes, pp. 11-12, 62.

11. Frank Parkin, Class Inequality andPolitical Order (London: Paladin, 19721, p.183; citado en Flew, Politics of Procrustes,

pp. 63-64.12. Murray N. Rothbard, Freedom,

Inequality, Primitivism, and the Division ofLabor, 2ª ed. (1971; Auburn, Ala.: Ludwigvon Mises Institute, 1991); y Rothbard,Egalitarianism as a Revolt Against Nature,en Egalitarianism as a Revolt AgainstNature and Other Essays (Washington, D.C.:Libertarian Review Press, 1974), pp. 1-13.

13. Helmut Schoeck se refiere a la

absoluta igualdad de oportunidades queprevalece en un juego de azar, el cual, talcomo todos saben desde el principio, sólopuede ser ganado por unos pocos. Schoeckseñala que el ganador del premio gordo esmuy poco envidiado. Esto es debido a laverdadera igualdad de oportunidades y dela naturaleza absolutamente fortuita de laselección del ganador. Una esposa no sequejaría con su esposo por no habercomprado el boleto acertado de la lotería (...)

nadie podría sufrir seriamente de uncomplejo de inferioridad como resultado desus repetidos fracasos. Helmut Schoeck,

Envy: A Theory of Social Behavior (NewYork: Harcourt, Brace and World, 1970) p.240

14. Ibid. p. 151.

15. Para penetrantes ejemplos de estadistopía en obras de ficción, véase L. P.

Hartley, Facial Justice (London: HumishHamilton, 1960) y Kurt Vonnegut, Jr.,"Hamson Bergeron" (1961), en Welcome tothe Monkey House (New York: Dell, 1970),pp. 7-13.

16. Schoeck, Envy , p. 295.

17. Martin Buber Paths in Utopia(Boston, Beacon Press, 1958), pp. 144ff;Schoeck Envy pp. 298-99.

18. Me parece a mí que lo que senecesita para percibir estas relaciones no esuna altisonante "teoría", sino unadisposición a apartar las cortinas deofuscamiento, ver lo que en realidad estásucediendo y aceptar que el Emperador notiene ropa.

19. Sobre el nuevo igualitarismo grupal,véase Rothbard, Freedom, inequality andprimitivism, and the division of labor.

20. Flew, Politics of Procrustes, pp. 11-12.

21. Joseph A. Schumpeter, Capitalism,Socialism, and Democracy (New York:Harper & Bros., 1942), pp. 137, 143-44.

22. Para una discusión iluminante sobreel uso de tales subsidios y tecnologías porlas elites políticas y mediáticas paramanipular el apoyo de las masas, véaseBenjamin Ginsberg, The Captive Public:

How Mass Opinion Promotes State Power(New York: Basic Books, 1986), pp. 86-98.

23. Véase Christopher Lasch, The Revoltof the Elites, Harper's 289 (November 1994):3949.

24. Samuel Francis, Equality as aPolitical Weapon, Essays in PoliticalEconomy 10 (1991): El ensayo fuepresentado originalmente como una clase enla conferencia del Instituto Ludwig von

Mises sobre "Igualdad y la sociedad libre" enabril de 1991.

Page 41: Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

8/22/2019 Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-52-igualitarismo 41/93

41

La dogmática deligualitarismo

 _________________________________ 

 José María Benavente Barreda

Durante centurias, la sociedadoccidental ha tenido que aceptar unadogmática religiosa, cuya negaciónimplicaba persecuciones y castigosinquisitoriales. Esta situación parecía,afortunadamente, superada. Sin embargo,

de modo un tanto paradójico, la modernasociedad laica incurre en defectos parecidos,exigiendo la acatación de unos principios –igualmente dogmáticos– que, al parecer, sonincuestionables.

De algún modo estos dogmas hanvenido a sustituir a los de carácter religioso.Y ello porque implican una cuasi-religiónlaica. Mi tesis es que esta cuasi-religión laicaestá constituida, fundamentalmente, por el

ideario de las democracias delegadas.En los idearios de las democracias

occidentales existen diversos dogmasintocables –reflejados, sobre todo, en lasdistintas formulaciones de los DerechosHumanos–. Uno de estos dogmas es el de laigualdad, cuyo sentido inicial –desde laRevolución Francesa– se ha ido ampliando ydiluyendo, a la vez, de modo peligroso.

Vamos a analizar este dogma laico de la

igualdad a través de los siguientes pasos:1) Su contenido.

2) Las posibles falacias que puede haberen este dogma.

3) Las consecuencias que puedenderivarse de su aceptación como dogma.

4) Posibles soluciones.

1. Contenido.

En el contexto de las democraciasdelegadas, la igualdad implica,fundamentalmente, que todos somos iguales

ante la ley, puesto que estas democraciasson Estados de Derecho.

La Declaración Universal de losDerechos Humanos (1948) dice, en suprimer artículo, que «todos los sereshumanos nacen libres, iguales en dignidad y

derechos». Esta igualdad ante la Ley larecoge también la Constitución Española(1978), Capítulo Segundo, Artículo 14.

Sin embargo, la igualdad que seestablece como auténtico dogma, no selimita a la igualdad de derechos. Es curioso,y en cierto modo paradójico, que dentro deuna sociedad en la que se admite comoingrediente esencial la pluralidad ydiversidad (lingüística, política, ideológica,etc), se insista de modo tan unánime en quetodos somos iguales. ¿Qué significa esto?

Ante todo, parece significar que existe,aparte de la igualdad ante la Ley, unaigualdad metafísica: todos, por el hecho depertenecer al género humano, somosesencialmente iguales; cualquier insinuaciónde desigualdad –intelectual, sexual, racial,etc.–, suscita la más enérgica condena, con elmás puro estilo inquisitorial. Tenemosejemplos recientes en las polémicas que

suscitaron, hace un año aproximadamente,los libros del profesor Quintana, de laComplutense, y del profesor Colom, de laAutónoma, por proponer ideas noigualitaristas. No entro en si tenían o norazón en todas sus afirmaciones; el hecho esque, en el momento en que se habla deposibles desigualdades, la máquina de laInquisición Laica se pone en movimiento.

Pues bien, si se habla tanto de igualdad

metafísica, será por algo. Desde mi punto devista –en lo que sigue espero razonarlo–, seinsiste tanto en la igualdad metafísicaporque existe una desigualdad social. Paracompensar esta desigualdad social hasurgido otro concepto, el de igualdad deoportunidades, que sólo es posible si losseres humanos son iguales desde el puntode vista metafísico.

En efecto, en una estructura social declases, basada sobre todo en la economía, se

compensa –o se intenta compensar, al menoscomo declaración de intenciones– esta

Page 42: Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

8/22/2019 Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-52-igualitarismo 42/93

42

desigualdad de «partida» con el concepto de«igualdad de oportunidades».

Podemos resumir esta propuestaesquemática del contenido del dogmaigualitarista diciendo que, de la igualdadlegal –que es una exigencia de los Estados

de Derecho– se pasa, haciendoextrapolación, a la igualdad metafísica,porque sólo así se puede hablar, en unasociedad estamental, de igualdad deoportunidades.

2. Las posibles falacias deligualitarismo.

2.1. La falacia de la igualdad metafísica.

La primera falacia igualitarista –pienso–es la de carácter metafísico o igualdad de

naturaleza. Y esta dogmática se hace, enmuchas ocasiones, violentando las máspalmarias evidencias o, al menos, larazonabilidad de hipótesis contrarias.

Es evidente de toda evidencia –comodiría Ortega– que, desde el punto de vista delas características físicas individuales notodos somos iguales. Hay diferentes gradosde belleza, fortaleza, habilidades naturales;no cualquiera puede cantar como Plácido

Domingo –aunque le enseñen canto–, nisaltar como Carl Lewis, ni pasearse por unapasarela como Claudia Schiffer. Dice el viejorefrán español que «lo que natura non da,Salamanca non presta». Hay habilidades ycualidades que se heredan, y sólo se puedenmejorar, pero nunca enseñar. La educación,por perfecta que sea, tiene sus límites.

Entre las características físicas propiasde cada individuo, están también lasdenominadas «psíquicas», de modo especialeso es tan difuso que se entiende por«inteligencia». Precisamente esta difusión,esta cierta inaprehensibilidad de lo que esexactamente inteligencia, lleva a afirmar –sin excesiva crítica– que es una cualidadposeída por todos, de modoaproximadamente igual. Salvo en los casosde palmaria oligofrenia –como puede seralgún síndrome de Down–, da la impresiónde que la inteligencia es uno de esos bienesque la naturaleza ha repartido del modomás justo y equitativo. Y, sin embargo, nadamás lejos de la realidad. Existe un granporcentaje de personas –hombres y mujeres–

que, en una curva de distribución normal –campana de Gauss– ostentan unos índicesmedios, ni muy bajos ni muy altos; pero, delmismo modo que existe una minoría deinfradotados, también existe una minoría desuperdotados, e incluso de genios, con undesarrollo específico de alguno o algunos desus factores intelectuales.

No creo que esto sea discutible, almenos si nos atenemos a los hechos. Dondesí cabe sólo la hipótesis, es en el caso de lasdiferencias intelectuales étnicas. No sepuede afirmar que haya «razas inferiores»desde el punto de vista intelectual; perotampoco se puede afirmar, en plandogmático, que todas las razas son iguales.Esto se podría hacer desde una concepción

religiosa, si aceptamos que los hombrestodos descendemos de una sola parejainicial, creada directamente por Dios a suimagen y semejanza. Lo que no es lícito esque la dogmática laica traslade esta hipótesisal puro desarrollo evolutivo de lanaturaleza. Si aceptamos la teoría evolutiva–y esto ya parece incuestionable–, debemosaceptar, también, que el proceso dehominización y de cerebración creciente, noes un hecho único y aislado, sino que, al

parecer, se produjo en distintos puntos delplaneta, y en diversos momentos del tiempo.Y, si esto es así, pueden existir razas menosevolucionadas –subrayo el «pueden»–,porque su momento de hominización/cerebración fuera posterior en el tiempo. Noes que esto sea una evidencia, pero sí es unaposibilidad, avalada por los datoscientíficos, y como tal posibilidad hace queel dogma de la absoluta igualdad étnica nosea sostenible. Decir que una raza es menos

evolucionada no es negarle su carácterhumano fundamental, como no es negar aun niño su condición de persona por elhecho de no haber alcanzado el plenodesarrollo de sus facultades físicas ypsíquicas.

Pero hay más. Ateniéndonos a datospaleoantropológicos más recientes, es claroque en Europa y Asia coexistieron loshombres de Neanderthal y Cromagnon,

diferentes en sus características físicas y,muy posiblemente intelectuales. Al parecertambién, los neanderthales más recientes,más cercanos a nosotros, sufrieron un

Page 43: Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

8/22/2019 Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-52-igualitarismo 43/93

43

proceso involutivo, como testimonian losrestos hallados, con la consiguienteregresión de facultades. Por otra parte, laactual raza Tasmania de Australia, tienetodavía características propias de loshombres de neanderthal, lo que podríaexplicar su falta de capacidad adaptativa ysu estancamiento en costumbresprehistóricas.

Todo esto, aunque no evidencie la noigualdad de las razas, sí proyecta una dudarazonable sobre la dogmática igualitarista.Por eso, aunque alguien no acate estadogmática, no por eso debe ser declaradohereje ni quemado en la hoguera. La «cazade brujas» no debe continuar.

2.2. La falacia de la igualdad deoportunidades.

Hablar de igualdad de oportunidadesdentro de las sociedades estamentales,puede constituir una efectiva declaración debuena voluntad, pero también puede seruna fórmula, relativamente demagógica, quepermite encubrir, al menos de palabra, elhecho definitivo de que hay clases sociales, yque esta clasificación o estamentalización dela sociedad determina,casi siempre, el

porvenir de sus respectivos componentes.No voy a entrar en disquisiciones

sociológicas sobre las clases; disquisicionesque, por otra parte, lo único que suelenhacer es subdividir los estamentostradicionales, mostrar que existen –quizá–«fronteras» más difusas entre uno y otro,incluso de carácter económico; pero, endefinitiva, los mineros siguen picando aochocientos metros de profundidad y losmiembros del consejo de administración –que suelen ganar más–, no.

Para entendernos, y como marco dereferencia, hay tres estamentos básicos en lasdemocracias occidentales: las «clasesobreras», o clases trabajadoras –ya quetrabajar, lo que se dice trabajar, es sobretodo esfuerzo físico, más aún si implicariesgos–; las difusas «clases medias», quesuelen ocuparse del sector servicios, y las«clases altas», que son las que poseen el

poder económico o, si se prefiere, y ensentido amplio, los medios de producción.

Pues bien, no es lo mismo nacer en unau otra clase: la «igualdad de oportunidades»no pasa de ser –insisto, en el mejor de loscasos– una pía declaración de intenciones. Elmaestro Aranguren dejó escrito al respectolo siguiente: No todos los hombres queintegran una sociedad participan de lacultura social en el mismo grado. Suparticipación depende del lugar que ocupenen aquella: como dijimos antes, todacomunidad posee una estratificación. losmiembros del estrato superior poseen nosolamente el grado máximo de la culturaestablecida, sino también el poder y lariqueza. Esta estratificación ha tenido encada comunidad su propia génesis, pero losfactores determinantes suelen ser el valorfísico, la violencia y la astucia mucho másque el mérito moral. En mayor o menorgrado, según que en la comunidad de que setrate haya más o menos posibilidades demovilidad vertical, el acceso a los bienesmateriales, culturales y morales espredeterminado por el lugar que se ocupeen la escala social.

Los hijos del minero, del albañil o delpescador, tienen muchas más posibilidadesde seguir ejerciendo el oficio paterno que de

llegar a ser notarios, arquitectos, médicos o jueces. Es más, aunque la igualdadmetafísica fuese mayor de lo que realmentees, la desigualdad social seguiría siendo unfactor determinante; pasar de una clase aotra, sobre todo en sentido ascendente, esarchiproblemático.

Existen, por un lado, las dificultadeseconómicas –pese a que haya un sistema de«becas»–; y, por otro, culturales. Aunque el

obrero gane dinero –lo que contribuye aadormecer su conciencia de clase–, es obvioque tiene un ambiente cultural más pobre, loque influye de modo decisivo en el lenguajey en la capacidad de conceptuación/comprensión; los hijos del albañil, fontanero,pescador, etc., aunque puedan «tenerestudios», luchan en desventaja con los hijosde familias más acomodadas y/o cultas. Aigual cociente intelectual (CI), el hijo delingeniero tiene grandes posibilidades de ser,

a su vez, ingeniero, mientras que el hijo delminero es muy probable que acabe bajandoa la mina, o realizando cualquier otro oficio.

Page 44: Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

8/22/2019 Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-52-igualitarismo 44/93

44

La «igualdad de oportunidades» no esreal, porque si bien es cierto que existenpersonas capaces de ascender en la categoríasocial, estas personas suelen estarespecialmente dotadas –es decir, no son«iguales» a la mayoría–: tienen una especialcapacidad de esfuerzo y una no menorcapacidad intelectual. Sólo desde estossupuestos suele ser posible el«desclasamiento ascendente», lo que viene aratificar –si el análisis es correcto– la esencialdesigualdad metafísica.

Desde mi punto de vista, en susformulaciones más generales yomnicomprensivas, el dogma de la igualdades una falacia. Pero aún nos quedan porconsiderar las consecuencias que de él se

derivan.3. Consecuencias.

El dogma del igualitarismo natural(=metafísico) y social (=«igualdad deoportunidades»), que dista de ser evidente,tiene importantes repercusiones, tanto decarácter social como psicológico. Vamos aconsiderarlas por separado.

3.1. Consecuencias sociopolíticas.

Desde el punto de vista social –o, másprecisamente, político-social–, hablar deigualdad conlleva lo siguiente:

1) Por una parte, acabar con la«conciencia de clase». El igualitarismotiende a difuminar las diferencias, aconstituir una masa lo más homogéneaposible. Se fomenta, en el trato personal, elempleo del «tuteo», la supresión de antiguostratamientos de cortesía, etc. Seempequeñece, en lo posible, lo egregio y,por el contrario se magnifica lo que tienemenor importancia. Un caso paradigmáticoson las denominaciones grandilocuentes delos empleos y trabajos peor considerados;verbaliter tantum, por lo menos, se intentadignificar, unificar y homogeneizar.

2) Se tenderá a fomentar el colectivismo:el trabajo «en equipo», en el que sedifuminan las diferencias individuales; lapertenencia a «asociaciones», a apoyarse

siempre en el grupo –social, político, etc.–Buscado o no por el Poder, este«colectivismo», esta tendencia a lahomogeneidad, favorece sus intereses,

porque se consigue un cierto modo depensar «clónico » –grupal–, que permitepredecir/manejar la intención de voto.

3) Existirá un correlativo rechazo alindividualismo, y a todo lo que pretendadestacar como «excelente». («No hay nadie

mejor», «Nadie es imprescindible», etc.). (Escurioso, sin embargo, que junto a esterechazo por lo individual, exista también undeseo de afirmar la «individualidad única eirrepetible», que se expresa en las unánimescondenas al clonaje, cuando el verdaderoproblema es el clonaje psicológico, que losmass media, así como toda una «pedagogíaigualitarista» se empeñan en conseguir, casisiempre con éxito). En conjunto, igualar essiempre más cómodo para el Poder, tanto

para que las masas no se soliviantenexcesivamente, convencidas de que las«fronteras» estamentales se van diluyendo,como para contar con unos colectivos másprevisibles y, por tanto, manipulables.

3.2. Consecuencias psicológicas.

La insistencia en el igualitarismo, porotra parte, repercute también en losindividuos, no siempre de modo favorable.Y es que, aunque se habla de igualdad, a

todas horas, los individuos son cada vezmás o menos conscientes de suslimitaciones, y ello va a producir una cierta«esquizofrenia», es decir, una escisión entrelo que se les dice y la realidad.

1) Por eso, los seres humanos,conscientes de que no están todos dotadosde igual modo, tenderán a exigir que se lesexija cada vez menos. En efecto, si todossomos iguales, todos hemos de estar encondiciones de alcanzar los mismosobjetivos –académicos, profesionales–. Paraque el dogma de la igualdad se cumpla, nohay más remedio que «bajar el listón».(Personalmente, me comprometo a ir a lapróxima Olimpiada, en la modalidad desalto de altura, si sólo me exigen saltar, paraclasificarme, 60 centímetros).

2) Otra importante consecuencia deldogma igualitarista es que, al existir lateórica «igualdad de oportunidades»

(=cualquiera, si se esfuerza, puede llegar a loque se proponga), se genera un alto nivel defrustración, puesto que en la práctica esto no

Page 45: Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

8/22/2019 Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-52-igualitarismo 45/93

45

es así. Por eso, con la frustración, viene elresentimiento, el achacar a la «suerte», o al«amiguismo», los logros ajenos. Es posibleque, mientras los individuos están enperíodo escolar, se les pueda hacer creer –untanto demagógicamente– que son capaces dealcanzar idénticos logros; pero cuando llegael momento de la profesionalización, lateórica igualdad desaparece.

4. Las siempre difíciles «soluciones».

Todas estas consecuencias –y otras, queun análisis más pormenorizado pondrían derelieve–, vienen a mostrarnos que el dogmade la igualdad, llevado a sus extremasconsecuencias, es más peligroso quebeneficioso. La cuestión es si cabe, ante unasituación tan generalizada y, al parecer,comúnmente aceptada, adoptar algunaactitud constructiva y realmente operativa.

La solución más difícil –como siempresucede– es la de carácter social: ladesigualdad, muchas veces injusta, queviene determinada por la estamentalización.Cada vez se habla más de «libertad» ymenos de «justicia», con lo que se estáenmascarando el problema clave, que es elde las desigualdades sociales.

Al respecto cito de nuevo a Aranguren:«…toda la sociedad es injusta porque entoda sociedad el acceso a los bienes de todoorden está, en mayor o menor grado,condicionado por el puesto en que nace cadauno de sus miembros. Pero no todas lassociedades son igualmente injustas. Y, desdeeste punto de vista, quien con mayor razónmerece el calificativo de ‘bueno’ es quiencon más empeño lucha por la justicia». (Elsubrayado es mío).

Agotadas las «revoluciones» por losEstados de Derecho, las «sociedades delbienestar» y por el «estilo de vida»americano, siguen existiendo inmensasbolsas de pobreza, tanto en el TercerMundo, como en el Primer Mundo, y comoen el Segundo Mundo –del que nunca sehabla, pero al que pertenecemos bastantespaíses que seguimos proporcionando manode obra barata, amen de otras cosas, a los

realmente poderosos–. El hecho es que, semire por donde se mire, la Justicia –laolvidada virtud social, la virtud ética por

excelencia– sigue siendo el objetivoasintótico al que tender; si hay justicia, habrátambién libertad –la justa–; pero unaexaltación unilateral de la comunidadconduce, entre otros problemas, a lapotenciación del liberalismo económico –cuyas consecuencias las pagamos todos,incluso el aire que respiramos–.

Es cierto que abogar, así en abstracto,por una revitalización de la Justicia, no espara apuntar soluciones. Me gustaría, noobstante, aludir a la necesidad de unaeducación que permitiera a cada cualdesarrollar sus capacidades reales, por unaparte; y, por otra, que de acuerdo con estascapacidades reales, se desenvolviera su vidaprofesional, fuera cual fuera su «cuna». No

puedo desarrollar aquí esta utopía, pero sídejar constancia de ella.

Esto permitiría que, desde el punto devista psicológico, hubiera más salud mental;es preferible aceptar la desigualdad real, quelos individuos tiendan a una efectiva yrealista autovaloración, que sean conscientesde sus limitaciones o de sus excelencias, yque actúen en consecuencia. Laequiparación económica –a la que una

sociedad realmente justa debe tender–recogería, así, lo verdaderamente salvablede la igualdad: la igualdad de derechos;pero dejaría en su justo lugar las restantesdesigualdades, cuya dogmática defensa,como creo haber apuntado, no reporta, en elfondo, beneficios a las gentes y, sí muchos yvariados problemas.

© Acontecimiento, otoño de 1997.

Page 46: Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

8/22/2019 Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-52-igualitarismo 46/93

46

Acerca de la democracia:el igualitarismo

 _______________________________ 

 Eduard Alcántara

T omamos parte, hace algún tiempo, enun debate -en ocasiones en foro público y aveces de manera privada- alrededor deltema de la democracia. La importancia defijar la que creemos que debe ser nuestraposición ante este crucial tema nos ha

animado a publicar de manera conjunta elcontenido de los diferentes mensajes que, alrespecto, fuimos redactando, previa tarea dereagrupar y darle -cuando se hacíanecesario- un cierto orden.

Cuando se pretende poner aldescubierto a la impostura democrática no setiene por menos que desmontar el falso mitodel igualitarismo. Al igual que no es deextrañar que se traten temas como, porejemplo, el de los ´derechos y los deberes´

otorgables y exigibles a cada uno de losmiembros de una comunidad.

Ya veremos que la legítimaargumentación usada contra la ´sacrosanta´democracia dio pie a polemizar sobre otrasvarias cuestiones que le están íntimamenterelacionadas o antitéticamente enfrentadas.

Asimismo, y finalmente, en ocasionesse verá cómo tuvimos que pasar de tratarplanteamientos que estarían en el plano de

la cosmovisión que defendemos para pasaral terreno de los ejemplos concretos quetienen mucho que ver con situaciones demayor o menor actualidad.

……………………………..

El pueblo, la masa, no debe elegir asus representantes, pues el común de losmortales pocos conocimientos tendrá -porponer un par de ejemplos- demacroeconomía o de geoestrategia como

para decidir qué opción política o quécandidato defenderá mejor los intereses desu comunidad en estas materias. Codreanu,

en "La Guardia de Hierro", expone un par deejemplos ilustrativos a tal respecto. Aquél enel que nos dice que al general de tal divisiónmilitar no lo eligen los soldados por sufragiosino que lo hace su superioridad: comopuede serlo un staff de generales o unEstado Mayor que sí saben qué militar seráel más adecuado (de acuerdo a sus méritos ysus conocimientos militares en disciplinascomo la logística, la estratégica, la táctica, labalística,...) para ser ascendido a general. Oaquél otro en el que nos expone el hecho deque el reconocimiento de las cualidadespictóricas de un pintor (y su pase a la famaen la galería de la historia del arte) no lodetermina el pueblo sino que lo hacen losespecialistas en pintura, los críticos ypintores de reconocido prestigio.

Alguien nos ha puesto otro muyilustrativo al plantearnos que -siguiendo losrazonamientos de los prodemócratas- ¿porqué al rector de una Universidad no lo eligeel personal de limpieza de dichaUniversidad en lugar de elegirlo el claustrode profesores....?

El dirigente de una comunidad debede ser elegido entre sus iguales: ser un

"primus inter pares". No otro es elsignificado del vocablo "princeps"(primus...), el cual era elegido de entre ungrupo de nobles; de entre un grupo de"aristócratas" (de "aristos" =los mejores; éticay espiritualmente).

Además, existe una máximaTradicional por la cual siempre se tuvoclarísimo que existen dos tipos de hombres:una minoría que es capaz de gobernarse yde autodominarse a sí mismos (los ´señores

de sí mismo´ de los que habla el taoísmo) yuna mayoría que no es capaz de hacerlo y esesclava de sus debilidades, pasiones, bajosinstintos, miedos y pulsiones. Los primerosdeben de gobernar a los segundos y erigirseen faros y ejemplo para la vida de lossegundos.

Por todo ello, si el pueblo (demos) nodebe de elegir a sus dirigentes, hay querechazar a la democracia como sistema de

gobierno. Esto es, hay que serantidemócratas.

……………………………

Page 47: Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

8/22/2019 Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-52-igualitarismo 47/93

47

Alguien nos ha preguntado sobre siestamos seguros de defender lo jerárquico,inquiriéndonos, en tal sentido, si nos gustasoportar la bota que nos pisa o si toleramosla injusticia del rico o la prepotencia delpoderoso. Y nosotros no tenemos por másque responderle que estos ejemplos nadatienen que ver con la jerarquía, sino con suinversión; esto es, con la antijerarquía y latiranía. En la cúspide de todo normalordenamiento social no debe hallarse el másrico, el más corrupto o el más tirano, sino elmás justo. Y el más justo será aquel queaplique sus funciones y/o atributosgobernantes con la vara de medir de susentido -o condición- Trascendente.

……………………………

Sólo si la dirigencia de una comunidadrecae en aquéllos que tienen comofundamento de sus vidas lo Absoluto y,además, han logrado interiorizarlo ytransformarse ontológicamente podremosestar seguros de que la vía recta y noble seráel denominador común del devenir de dichacomunidad. Nada, pues, que ver con gruposde presión y fuerzas fácticas que tienencomo guía de su existencia, y de su accionar,

a la economía (las rentas, las plusvalías, losbeneficios bancarios y bursátiles,...).

..…………………………

Por su sola presencia y majestuosidad esidentificado el que debe de ser dirigente enun orden Tradicional. Su carisma vieneunido a su áurea espiritual. El consejo deancianos/sabios lo debe elegir.

En el Mundo Tradicional existían loscontrapoderes controladores de la acción de

gobierno: gerusía en Esparta, senado enRoma,... (sin obviar su función asesora).Además, los dirigentes no podían ocultar serla cabeza visible y responsable de sus actos.Como -así, más o menos textualmente-afirma Arturo Pérez Reverte en su obra "Elmaestro de esgrima" -y en boca delprotagonista- "prefiero que me gobierne Julio César a que lo haga el voto del tenderode la esquina, pues si lo hace el primero y nome gusta cómo lo hace lo puedo matar, pero

si lo hace el segundo ¿a quién le pidoresponsabilidades de un mal gobierno?". ¿Esresponsable, de ese mal gobierno,

exclusivamente el Gabinete ministerial?Igual no. Igual el responsable es el pueblo -el tendero de la esquina- que ha votadomayoritariamente al partido al cualpertenece dicho Gabinete, aunque elprograma que éste presentó a los comiciospudiera ser nefasto. ¿A quién, en un sistemademocrático, le pedimos, pues,responsabilidades políticas y, sobre todo,morales de una mala política?

..………………………

En las sociedades Tradicionales el/losdirigente/s tenía/n rostro/s y se sabía, portanto y con nitidez, a quién exigirleresponsabilidades; algo que queda muydifuso en los sistemas democráticos.

…………………………¿Qué tipo de gobernantes puede

deparar el sistema de sufragio universal?Pues, sencillamente, los que más dinerotengan para pagarse unas buenas campañaselectorales, los más vendidos y dóciles a unSistema que a través de su banca lesfinanciará dichas campañas, los másmentirosos a la hora de no tener cortapisasen ofrecerle el oro y el moro a sus posiblesvotantes,...

¿Es comparable esta opción de ser´gobernados´ por este tipo de político sinprincipios éticos, corrupto, egoísta y sinescrúpulos, a la opción de ser gobernado poralguien que a su función y/o atributoregiopolíticos una otras funciones y/oatributos sacros? Sin duda este último tipode gobernante enfocará siempre su laborpolítica al objetivo de aunar a su comunidadcon Lo Alto.

…………………………

Nada que ver la corrupción política que,en casos puntuales o en etapas postreras,pudo darse entre la clase dirigente de laRoma antigua con la corruptela connatural acualquier tipo de democracia, empezandopor sus supuestos "contrapoderes" políticosy judiciales. No vamos a relacionar lainnumerable cantidad de casos que, desde elinicio de la “Transición (=ruptura)

española” -desde 1.977-, se han dado tantoen el seno de los partidos del gobierno comoen el de los de la oposición, tanto a nivelnacional como a nivel autonómico; y, no

Page 48: Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

8/22/2019 Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-52-igualitarismo 48/93

48

digamos, municipal con los ingentes casosrelacionados con el urbanismo. Corrupciónque ha afectado y afecta a numerosos jueces(¡vaya contrapoderes!) prevaricando a favorde mafiosos o de protagonistas de estafasy/o "pelotazos" urbanísticos. Buena razóntenía Platón al afirmar que entre los sistemasde gobierno sólo había uno peor que el de lademocracia (se refería al de la tiranía). Sí, enpenúltima posición, por detrás dearistocracias o monarquías, timocracias yoligarquías. Y no olvidemos, además, que"las influencias de los ricos" a las quealguien ha aludido refiriéndose (de maneraequivocada) al Senado de la antigua Romase da, preeminentemente, en lasdemocracias, pues éstas estánideológicamente ligadas a un liberalismoque en lo económico se trasluce encapitalismo, por lo que, a las democraciasliberales (que son las democracias en suestado más puro), se las podría denominar´plutocracias´. Es la alta finanza y son lostruts, cártels, holdings, multinacionales ymonopolios los que, en ellas, gobiernan,teniendo a la clase política como títeres(gustosos de ello) de sus decisiones.

¡Es curioso ver la división de poderes de

la que podemos gozar en nuestra hispanademocracia, cuando observamos cómo alpoder judicial lo elige el ejecutivo! Esto es, alConsejo General del Poder Judicial lo eligeel gobierno de turno. ¡Lo independientesque podrán ser los jueces cuando elgobierno los ha elegido de acuerdo a lasinclinaciones políticas de los mismos (paraque concuerden con las del Ejecutivo)!; sinolvidar el hecho de que dichos jueces lestendrán que devolver al gobierno el favor

que éste les hizo al elegirlos.Sus exegetas afirman que si el gobierno

lo hace mal se le puede castigar con el voto.Primeramente, -decimos nosotros- hay quetener en cuenta que si lo hace mal perocontrola los mass media el pueblo-masa nova a ser consciente de ello y lo va a volver avotar de forma mayoritaria. Y en segundolugar, no hay que olvidar que si en unaselecciones gana la oposición las principales

directrices de gobierno no van a variar, pueslos grandes partidos son peones del Sistemademoplutocrático. Es lo mismo quegobiernen los conservadores o los laboristas

(en el Reino Unido) o los republicanos o losdemócratas (en EE.UU.) pues ni varía lapolítica exterior de estos países ni su políticamacroeconómica. Es igual que, en España,gobierne el PSOE o el PP, pues el aborto quelegalizó el PSOE de Felipe González lorespetó íntegramente el PP de José MaríaAznar cuando éste gobernó y el lacayismohacia los EE.UU. en materia de políticaexterior es semejante en ambos (unos losapoyaron en los Balcanes o en Irak y losotros lo apoyan en los Balcanes, Afganistáno en el Líbano). El PSOE pacta con los"nacionalistas" (=separatistas) y el PP deAznar también lo hizo en su primeralegislatura cuando no gobernó con mayoríaabsoluta e igualmente lo hizo y lo siguehaciendo en bastantes municipios (p. ej., deCataluña). En definitiva, nada varía: no hay,en democracia, alternativa posible para unmal gobierno. Sólo podrán gobernar lospartidos afines al Sistema, pues sólo elloscontarán con el apoyo del Gran Capital ytambién, y en consecuencia, de los mediosde comunicación de masas.

…………………………

No hay dos personas iguales en el

mundo: ni iguales en cuanto inteligencia ytalento, ni iguales en cuanto presteza, niiguales en cuanto a efectividad, ni iguales encuanto a honestidad, ni iguales en cuanto acapacidad de autodominio, ni iguales encuanto a fidelidad ni iguales en cuanto asentido de la disciplina, ni iguales en cuantoa austeridad, ni iguales en cuanto adesapegados de la materia,… Eligualitarismo es una falacia. Hay que estarcontra la igualdad y a favor de la equidad

(=a cada uno lo suyo; a cada uno lo que semerece y a cada uno asignarle la funciónpara la que es más apto).

El igualitarismo es uno de los falsosídolos levantados por la Ilustración. Eligualitarismo conduce a lahomogeneización, a la vulgaridad y a lamediocridad (igualar por lo bajo, porque lamasa no tiene cualidades ni aptitudes paraelevarse al nivel de los mejores y, por ende,no se puede igualar por lo alto).

Debemos estar en contra del sufragiouniversal, porque nos debemos negar a quese valoren nuestros supuestos poder y

Page 49: Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

8/22/2019 Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-52-igualitarismo 49/93

49

capacitación de elección por elprocedimiento de un voto que vale lo mismoque el voto de un desequilibrado, de uncorrupto, de un prevaricador, de unestafador, de un mentiroso compulsivo, deun ladrón, de alguien que tiene la desgraciade padecer el síndrome de Dawn o de undrogadicto o un alcohólico. Nos debemosnegar a que el poder de decisión de éstostenga tanta validez como el nuestro.Asimismo debemos ser conscientes de quehay personas cuyas aptitudes y cualidadesson superiores a las nuestras y de que, enconsecuencia, deberían de tener más poderdecisorio del que a nosotros nos deberíacorresponder. No hay dos seres iguales entodo el planeta. Decir lo contrario esdefender posturas contra NATURA y, aunmás, contrarias al sentido común. De todosmodos no deben de ser los parámetrosmarcados por la NATURAleza los quedeben de definir la superioridad de laspersonas, sino que deben de serlo losespirituales, por cuanto aquél que mayornivel de realización espiritual hayaconseguido habrá, igualmente, arribado a unmayor grado de desapego hacia todo lomaterial y, por tanto, será menos proclive a

caer en egoísmos y tentaciones que le incitena apropiarse de los bienes ajenos o a servirsedel poder para obrar a antojo.

Incluso (si se nos permite pulular porotros campos) es rebatible hasta laafirmación, que hemos leído, de que: "DIOSAPARTE, nadie es más que nadie." Y esrebatible si echamos mano a las certezas quesiempre postuló el Mundo de la Tradición.Como aquélla que consideraba al hombrecomo portador de la semilla de la

Trascendencia. Quien supiera despertar ydesarrollar dicha semilla podría llegar acompartir la misma esencia que la divinidade incluso superar la naturaleza de los entesno formales (dios o los dioses) del mundomanifestado (del Cosmos) hasta conseguirIdentificarse con el Principio Supremo quese halla en el origen, y más allá, de dichomundo manifestado (hablaríamos, entonces,del Despertar del que habla el budismo).

…………………………Resulta del todo ilegítimo un Sistema

político como el actual que otorga a todos

los ciudadanos el mismo poder a la hora deelegir a sus supuestos ´representantes´: "unhombre, un voto". Aparte de loconsustancialmente erróneo del sistema delsufragio universal ¿no es aberrante quetenga la misma validez la opinión (en formade papeleta introducida en una urna) de unapersona honrada, trabajadora, sabia y/ovirtuosa que la de un perturbado mental, deun explotador, de un usurero, de undesfalcador, de un degenerado, de undelincuente o de un vicioso?

…………………………

Aunque los deseos de uniformizaciónson siempre negativos es preferible laquimera de desear nivelar a un pueblo porlo alto (en valores del alma o psique como elespíritu de autosuperación, de sacrificio y desolidaridad o como la nobleza, la lealtad, lafidelidad, el honor o el valor) que por lo bajo(democracias: individuo-masaestandarizado, sin tradición ni identidad,que no tenga otras aspiraciones que las delconsumismo, el hedonismo, el confort y lavida muelle y laxa).

…………………………

Resulta imprescindible la necesidad deno menospreciar un principio tan básicopara el funcionamiento de cualquiercomunidad cual es el de la autoridad; tanligado al de la jerarquía y, en definitiva, alde la innata y adquirida (a lo largo de unavida de méritos y desméritos) desigualdaddel que emana.

………………………….

La dirigencia de una comunidad, másque para representar a la comunidad, debede estar para dirigirla y servirle dereferencia (ética y espiritual). Más que paraprometerle cosas y regalarle derechos debede estar para exigirle superación yparticipación esforzada en las empresascomunes; además de para imponerleobligaciones y deberes. Sólo asíengrandecerá anímica y espiritualmente asus miembros y a la comunidad como tal.No mal encaminado iba aquel lema de la

Italia mussoliniana que rezaba así: "creer,obedecer y combatir".

…………………………

Page 50: Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

8/22/2019 Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-52-igualitarismo 50/93

50

La Declaración Universal de losDerechos Humanos es fruto de unpensamiento Ilustrado al que debemos derechazar como origen de los malesconsecuentes que acarrea: liberalismo,democratismo, individualismo, capitalismo,marxismo, colectivismo,…Hay que hablarmenos de otorgar derechos y más de exigirel cumplimiento de obligaciones y deberes.

………………………...

El ´derecho a la diferencia´ (manifiestoen derechos tales como la libertad deexpresión, de pensamiento y de conciencia)del que habla la Declaración Universal deDerechos Humanos es irrisorio visto cómoestán de teledirigidos y manipulados (massmedia, sistemas “educativos”,…) elpensamiento y las inclinaciones de lahumanidad actual.

Ciencia y desigualdad _________________________________ 

Denes Martos

Desde los días del iluminismo y laEnciclopedia francesa este dogma harecorrido todo el mundo y durante variossiglos ha gozado de una aceptación casiuniversal. Regímenes políticos enteros sehan basado – al menos en sus proclamas –sobre esta afirmación y sería difícil hallarhoy en día un político o un intelectual que seatreva a contradecirla. El igualitarismo, paraconceptualizarlo en un término concreto, seha convertido en dogma de fe y le hasucedido lo mismo que a todos los dogmassimilares: ha adquirido cierta inmunidadfrente a los hechos reales que lo desafían yque señalan, irrecusablemente, suinconsistencia de fondo. Incluso suinconsistencia lógica porque, en rigor, ladesnudez y la desvalidez difícilmenteconstituyan parámetros válidos y suficientes

para determinar una igualdad esencial.Pero seamos ecuánimes. Para los

igualitaristas sinceros y razonables, eldogma de la igualdad de todos los sereshumanos no es tanto un hecho real como unideal a perseguir. Como hecho real, es obvioque no resiste el análisis ante las evidentes ymúltiples diferencias observables no sóloentre seres humanos de diferentes ámbitosentnoculturales sino hasta entre losmiembros de una misma comunidad.

Sencillamente es de observación directa quehasta en las comunidades de mayorhomogeneidad relativa es dado hallarvalientes y cobardes, inteligentes y tontos,honrados y deshonestos, músicos ymecánicos, filósofos y hombres de acción,artistas y artesanos. El igualitarismodogmático, sin embargo, barre a un costadotodos estos hechos afirmando conimperturbable optimismo que, si bien lacotidianeidad objetiva presenta diferenciasnotorias, en un plano superior dichasdiferencias serían irrelevantes.

Page 51: Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

8/22/2019 Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-52-igualitarismo 51/93

51

El único inconveniente en esto es quenunca se han establecido con una precisiónaceptable los alcances, la categoría y elámbito de este “plano superior”. Se dice, porejemplo, que somos iguales ante Dios; locual es una apelación válida a la Revelacióndivina pero, por desgracia, no sólo esempíricamente inverificable sino quetampoco tiene demasiada aplicabilidadpolítica práctica ya que, en todo caso, el juicio del Creador es inescrutable,impenetrable y – sobre todo – intransferible.O bien se nos dice que todos deben ser“iguales ante la ley”; lo cual en la praxisconcreta del Derecho no pasa de ser unaficción jurídica que, de aplicarse en formaestricta, conduciría a injusticias flagrantes yaque sería evidentemente injusto juzgar conel mismo criterio al hambriento y al saciado,al ignorante y al instruido, al imputable y alinimputable. No en vano todo sistema jurídico bien constituido evalúacuidadosamente circunstancias atenuantes oagravantes y hasta excepciones o exencionesen cada caso concreto dado. La tantas vecesmencionada igualdad ante la ley no pasa deser, en el mejor de los casos, la garantía –teórica – de obtener un juicio justo sin

distinciones previas.Para superar estas y similares

dificultades, el pensamiento igualitarista haintroducido en su léxico el concepto de la“igualdad esencial”. Pero con esto noshallamos ante un problema aun más serio ygrave que antes. Porque precisamente eneste ámbito de lo esencial – es decir: de loesencialmente humano y diferenciadorrespecto de los demás seres vivos – es dondecon menos estabilidad puede sostenerse el

igualitarismo.Si por igualdad esencial entendemos

una igualdad referida a cuestiones quesuperan lo básico y elemental, muy prontonos encontramos con la imposibilidad desostener la igualdad en absoluto. Sucedeque, justamente, si hay similitudesobservables en todos los seres humanos,éstas se encuentran en los niveles máselementales de la actividad del Hombre

siendo que, por el contrario, a medida enque avanzamos hacia esferas y estructurasde mayor complejidad y de mayorespecificidad humana, más y más nos

encontramos con marcadas diferenciaciones.Actividades básicas universales, tales comocomer, beber, dormir, vestir y alojarse sonfácilmente equiparables pero, a medida enque el análisis se aleja de ellas, lasdiferenciaciones son cada vez más notorias.Y esto se ha hecho evidente precisamente enel mundo postmoderno en donde unatecnología casi universalmente compartidapermite cubrir las necesidades básicas conprácticamente los mismos medios sin quepor ello se haya avanzado en formarelevante – es decir: más allá de modasmediáticas efímeras y superficiales – hacia lahomogeneización cultural y social con la quesoñaban los ideólogos antimonárquicosburgueses del Siglo XVIII y los socialistasdel XIX. No en vano Huntington concibió unchoque de civilizaciones como posible etapasubsiguiente a la Guerra Fría y, aunque susargumentos pueden ser debatibles, lapersistencia – y hasta la intensificación – dediferencias y desigualdades etnoculturales apesar de la nivelación tecno-industrial es unhecho de observación directa.

En el mejor de los casos, el concepto dela “igualdad esencial” podría pertenecer alámbito de la filosofía especulativa. Quizás al

ámbito de la teología y la metafísica, en unentorno de búsqueda de las causas o lascondiciones primeras y últimas accesibles alentendimiento humano. Pero en el ámbitode la sociología práctica, y más aun en el dela política real, el concepto no hallaprácticamente ninguna aplicabilidadconcreta digna de mención, más allá decierta predisposición genérica a la equidadque, en última instancia, no es más que unade las condiciones básicas y elementales de

todo criterio de justicia.De este modo, aun cuando en lo

político-ideológico se sigue afirmando eldogma del igualitarismo, en el ámbitocientífico de las últimas tres o cuatrodécadas han surgido muy serias y bienfundadas críticas. En cierto sentido, losorprendente es que estas críticas no hayansurgido antes porque, de hecho, lo queapareció con precisión estadística no es muy

distinto de lo que de un modo más intuitivose venía afirmando desde hace siglos y hastamilenios atrás. Las últimas investigacionescientíficas – no siempre muy publicitadas

Page 52: Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

8/22/2019 Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-52-igualitarismo 52/93

52

por el periodismo y a veces hastaescasamente recepcionadas por las cátedrasconvencionales – no dejan tan mal paradosni a Platón ni, incluso, a los pensadoresfranceses, alemanes y anglosajones de finesdel Siglo XIX y principios del XX. Encambio, es cada vez más evidente que lasconcepciones antropológicas, tanto deRousseau como de Marx y sus respectivasescuelas, requieren urgentemente unaprofunda revisión.

Esto es así porque, a pesar del discursodemagógico, mientras más profundizamosen las estructuras que hacen posible enabsoluto la convivencia en el marco de lacomplejidad socio-económica actual, másevidente se hace el papel decisivo e

insustituible de las élites en todos losámbitos. Precisamente una de lasdebilidades sustanciales de las democraciasmodernas – reconocida incluso por varios desus propios teóricos – es su escasa capacidadpara constituir élites realmente operantesfuera del campo estrictamente económico.La igualación forzada ha conducido – comoen realidad era bastante previsible – a unamediocridad sociocultural cuyos efectosaplastantes son cada vez más inocultables.

Los niveles de creatividad, cultura,personalidad y carácter han descendido enla misma medida en que ha aumentado lahipocresía, el hedonismo, el egoísmo y lavulgaridad. En última instancia,considerando las cosas en forma objetiva, elresultado no debería sorprender. Laigualdad, entendida como la entendieron losherederos liberales y socialistas delenciclopedismo francés, ha sido siempre elanhelo de los más rezagados y de los menos

capaces. La dinámica prometida por eligualitarismo fue de abajo hacia arriba y,puesto que se atascó por imposibilidadesfácticas insuperables, el resultadoconcretamente posible terminó siendo tansólo una nivelación hacia abajo. En realidad,era bastante predecible que sucediera así.Que los enanos quieran ser iguales algigante es comprensible; lo que todavía faltapor encontrar es un gigante que quiera serenano.

En las personas sinceras y de buenavoluntad la renuencia a desechar lospostulados igualitaristas se relaciona con la

confusión de los términos de equidad eigualdad y con la creencia que la igualdadconstituye el determinante necesario de la justicia social. Según esta creencia, el“elitismo” conspiraría contra una estructurasocial justa. De hecho, lo cierto es justamentelo contrario: la verdadera justicia socialpresupone necesariamente elreconocimiento del mérito. Recién unaarquitectura social construida con respetopor méritos y valores puede concebirse yaceptarse como fundamentalmente justaaunque más no sea porque, fuera de estemarco, es completamente imposibleconstruir un sistema satisfactorio y viable depremios y castigos.

A grandes rasgos, esto es lo que está

dejando en claro la investigación científicade las últimas décadas. Las cienciasempíricas avanzan decididamente en unadirección que, tarde o temprano, obligará auna revisión profunda del concepto deigualdad. En todo caso, los ideólogos deligualitarismo nos deben la respuesta a unapregunta sencilla y directa: ¿Por qué laigualdad es “buena” y la desigualdad es“mala”? Si la desigualdad es producto de lainjusticia, entonces lo realmente malo es esa

injusticia y la desigualdad sería tan sólo suconsecuencia agravante. Pero, en los casosen que no tiene relación con la injusticia, ladesigualdad es un hecho objetivo igual atoda una enorme serie de otros hechos queresponden simplemente a las leyes de lanaturaleza. El error de concepto está enrazonar al revés, partiendo de la hipótesisque la desigualdad es siempre producto dela injusticia, o quesiempre produce injusticias, lo cual es algo

que sencillamente no se condice con larealidad objetiva.

Por más fuegos artificiales deinterpretación matemática y relativizacionesfilosóficas que esgriman quienes todavíatratan de salvar al igualitarismo, lo concretoes que, científicamente hablando, el dogmaigualitario está herido de muerte. Sobrevivetodavía en la retórica política, en laargumentación periodística, en las

especulaciones intelectuales y en algunadiatriba académica.

Page 53: Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

8/22/2019 Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-52-igualitarismo 53/93

53

El igualitarismo democrático moderno como triunfo de la moral

cristiano-nihilista en Nietzsche

 ____________________________________ 

Verónica Rosillo Pelayo

1. Introducción

 En este artículo pretendo unacercamiento a la cuestión del igualitarismomoderno característico de la Europademocrática. A este respecto, y en relación al

diagnóstico nietzscheano de la decadenciapropia de la modernidad, el objetivo que sepersigue es del tratamiento del fenómenogeneralizado de la igualdad en sudimensión política. En este contexto, nosdetendremos, por un lado, en laconsideración de dicho ideal para tratar dedilucidar cuál es la esencia que lo conforma;mientras que, por otro, procuraremosofrecer un dibujo general acerca de losmotivos de su descomunal éxito en la

modernidad.Asimismo, pretendemos cavilar acerca

de la «sospechosa» similitud que Nietzscheencuentra entre los reclamos igualitaristaspropios de la Europa moderna y los valorescaracterísticos de la moral cristiano-nihilista.Se tratará, en resumidas cuentas, de ponerde relieve el hecho de que este valor —presentado en la Europa moderna bajo unsigno eminentemente político— no es, en su

fondo, sino uno de los valores propios de laestructura de poder de la Moral cristiano-nihilista. Un valor religioso que haconseguido su liderazgo entre la masaeuropea, a través de un proceso desecularización que lo ha insertado, entreotros, en el marco político.

2. El igualitarismo democráticomoderno

La sociedad y la cultura modernaspresentan, desde la óptica nietzscheana, uncuadro clínico innegablemente decadente.Una época en la que la tendenciapreponderante es la de la afirmación de la

enfermedad y la protección de los enfermosy desamparados como fruto del triunfo delos ideales altruistas que la Europa modernaabandera. A este respecto, el siglo XIXsupone, para Nietzsche, el avance delpensamiento «vulgar», esclavo ydemocrático, en la medida en que la masaigualada comienza a adquirir importancia yreconocimiento mediante el desarrollo detendencias igualitaristas o altruistas —decorte democrático— que persiguen la«supresión natural» de todo aquello quesobresalga por encima de la masa igualada.

Dicha tendencia se manifiesta en todaslas esferas sociales; una serie de ámbitos alos cuales haremos referencia brevemente,para posteriormente pasar a centrarnos en el

que verdaderamente ocupa nuestro estudio:el marco de lo político. Por citar algunas deestas dimensiones, por ejemplo, dentro delcampo científico-tecnológico, Nietzschedenuncia la glorificación moderna deltrabajo industrial. Una actividad impersonalfruto del desarrollo científico-tecnológicoque es hijo de la Revolución Industrial. Laexaltación del trabajo impersonal es, talcomo denuncia Nietzsche, una de las másvaloradas no sólo por los beneficios

económicos que genera, sino también en laesfera de lo comercial y, en definitiva, en eldesarrollo del sistema capitalista, cuyoobjetivo es el de la aglutinación de la masapara su posterior control o manipulación. Eneste contexto, es en el que Nietzschedenuncia que el espíritu científico avanzaunido, cada vez más, a un sentimiento deigualdad democrático que rechaza cualquierforma de jerarquización como al peor de susenemigos. A este respecto, la tecnología

como aplicación práctica de la cienciapersigue también este mismo objetivo, puesfacilita el progreso de la Humanidad en suconjunto a través de la nivelación de lasdeficiencias de cada individuo. La mismasituación se da, por ejemplo, en ámbitoscomo el de la educación y la cultura. Dentrode este frente los ataques se dirigen entreotros a la persona de Rousseau. ParaNietzsche, la figura de éste es sinónimo dedecadencia. Rousseau es, para estepensador, el representante moderno deSócrates, pues al igual que él, pretendeeliminar el mal del mundo mediante la

Page 54: Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

8/22/2019 Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-52-igualitarismo 54/93

54

implantación de la educación generalizada yla creación de instituciones que garanticen laigualdad, al mismo tiempo que aboga por lainclusión de la masa en los asuntos públicos—iniciativa que tiene su origen en ladoctrina socrática — y que desde laperspectiva nietzscheana no supone sino laconfirmación de la decadencia, pues:

«Educación superior» y gran númeroson cosas que de antemano secontradicen […] El hecho de que laeducación superior no sea ya unprivilegio —el democratismo de la«cultura general» la cual se ha vueltocomún […] nuestras escuelas«superiores», todas ellas, estánorganizadas para la mediocridad más

ambigua».A partir de fragmentos como este se

explica como, en opinión de Nietzsche, lapretendida ilustración y revolución suponenun retroceso hacia la barbarie y lavulgarización que, finalmente, acaba pordestruir la cultura y que garantiza eldominio de los ideales democráticos propiosdel tipo esclavo.

En esta misma línea, aunque dentro ya

del ámbito político, Nietzsche denuncia eldesarrollo imparable de corrientes políticasy de pensamiento como el Socialismo, elComunismo o la Democracia. Un hecho quecoincide «sospechosamente » con laprogresiva secularización de la Europamoderna y que surge como fruto deldesarrollo científico-tecnológico, de laapertura de fronteras no sólo intelectuales,sino también económicas, debido a lainstauración de una economía de mercado

basada en el comercio de importación-exportación, y, en general, al crecientefenómeno de la globalización que se desata apartir de esta serie de cambios.

Una serie de acontecimientos que, enopinión de este pensador, han deinterpretarse dentro de unas coordenadasdeterminadas. Para Nietzsche toda estasucesión de cambios socioeconómicos de laEuropa moderna se traducen en el

desarrollo y apogeo del igualitarismomoderno. Una expansión que se presenta ensociedad bajo un signo eminentementepolítico, pues es en el desarrollo del

Socialismo, Comunismo y en las iniciativasdemocráticas donde más amplia yexitosamente se puede observar la acogida yel triunfo este ideal. Un valor que losmovimientos políticos han sabido encauzarcon vistas a una mayor aglutinación de lamasa, es decir, de la mayoría, quien, por otraparte, nunca antes había sido tanreconocida. Un programa ideológico, endefinitiva, que emplea valores religiososcomo herramienta al servicio de unafinalidad extrarreligiosa, esto es: el dominiode la masa. Es aquí, donde las doctrinaspolíticas modernas cumplen con las másíntimas y secretas expectativas del grannúmero: de la muchedumbre. Una masaque, en este contexto, se ve profundamentereconocida e identificada con estosmovimientos políticos.

Este avance descarado de las clasesmedias y bajas al poder no sirve, en opiniónde este pensador, sino para corroborar elapogeo y expansión absoluta deligualitarismo moderno. Las críticas queNietzsche lanza contra los movimientos odoctrinas políticas se centran, prácticamenteen su mayoría, en la denuncia de latendencia igualitarista que es común a todos

ellos. No obstante, quizá las dos ideologíaspolíticas más atacadas sean: la democracialiberal y el socialismo, tal como puedeobservarse en gran parte de los aforismosdedicados a la política.

Para Nietzsche el desarrollo ypopularización de este fenómeno constituyeuna auténtica rebelión de esclavos, es decir,de individuos mediocres con fuerzasreactivas quienes, movidos por el

resentimiento frente a los que poseen elpoder, reclaman ahora derechos iguales conuna codicia desmedida. Por el contrario,desde su perspectiva, la buena constituciónde los individuos se fundamenta sobre labase de que la igualdad entre individuos noexiste y que toda moral democrática, hastaahora, no ha pretendido sino entorpecer eldesarrollo de individuos fuertes y facilitar laregeneración de inadaptados. Este es elmotivo que lleva a Nietzsche a entender los

reclamos de igualdad o de humanitarismocomo corruptos e innaturales, no sólo en susmetas sino también en sus procedimientos.Por tanto, lo que deja patente el auge de este

Page 55: Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

8/22/2019 Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-52-igualitarismo 55/93

55

tipo de iniciativas que exigen una nivelaciónartificial entre individuos, es simplemente ladebilidad de la sociedad moderna y de sucultura, pues su principio básico deigualdad no se corresponde con lairracionalidad del de la vida y su voluntadde dominio. En este contexto, es en el que setoma conciencia del hecho de quemovimientos político-sociales, típicos de lamodernidad, como el Socialismo o laDemocracia, cuyos principales instintospredominantes son los de la compasión y laigualdad, consuman los valores de la moralcristiana, sólo que con una apariencia máslaica. Estamos aquí, en suma, ante unproceso de secularización que se convierteen una experiencia legítimamente cristiana,pues se produce una liberación del Dios«fuerte» de la metafísica, pero en su lugar seinstaura un proceso de laicización que seconvierte en un redescubrimiento del núcleode la doctrina cristiana, a través del únicoprecepto no secularizable, esto es, la«Caritas» universal.

Pero ¿A qué se debe, entonces, el hechode que el igualitarismo democrático hayaalcanzado la supremacía en la modernidad,si es un principio opuesto a la irracionalidad

de la vida que poco entiende de justicia y dedemocracia? Y, por otro lado, ¿Qué valoresse encuentran ocultos tras el descomunaléxito de este ideal? La respuesta a estaencrucijada de interrogantes ha quedadoanteriormente esbozada. Todos los ámbitosde la modernidad que al comienzo de estepequeño estudio fueron descritos, incluidoel tema que nos ocupa, esto es, el de lapolítica, poseen una raíz común: la defensade la igualdad de los individuos, que en

cada una de las esferas descritas sematerializa a través de una serie de acciones,pero que, en síntesis, persigue el mismoobjetivo. ¿Cuáles son los motivos de estavictoria, entonces? El hecho de lasupremacía del igualitarismo como rasgo deidentidad, por excelencia, de nuestrotiempo, puede entenderse comoconsecuencia de una serie de hechoshistóricos precedentes, que, a modo deabono, preparan el terreno para elsurgimiento de este ideal. Uno de ellos seríael impacto causado por la Ilustración, queapuesta por la salida de la minoría de edad

de los seres humanos, a través delconocimiento racional, y la apertura de laeducación al pueblo. Un hecho que en elámbito político-intelectual dio como fruto eldesarrollo del enciclopedismo que pretendíaacercar la cultura y los derechos sociales alpueblo llano que, hasta entonces, habíaocupado un segundo plano. Este fenómeno,unido a otros dos como son: por un lado, laRevolución Francesa hacia finales del sigloXVIII —en la que, por primera vez, sereivindican los derechos fundamentales delos seres humanos— y, por otro, eldesarrollo de la llamada «Cuestión social»surgida a partir de las revueltas obrerascontra los patronos industriales durante laRevolución Industrial, dieron lugar alnacimiento de movimientos sociales y depensamiento que se materializaron enteorías, acciones y sistemas políticos talescomo, por ejemplo, el Socialismo o elDemocratismo que son duramentecensurados por Nietzsche en tanto quepersiguen el reclamo de derechos igualesentre los individuos.

No obstante, a pesar de que a simplevista el éxito de este ideal parece quedar justificado por esta serie de acontecimientos

históricos previos, para Nietzsche el triunfodel igualitarismo moderno, y en definitiva,de la masa o del gran número hay quebuscarlo en un ámbito concreto:

«El lento avance y ascenso de las capasmedias e inferiores (incluida aquí laclase baja, de cuerpo y espíritu), que yaantes de la Revolución Francesa estabaclaramente preludiada y que, aun sin laRevolución, hubiera encontrado

igualmente camino hacia delante —lapreponderancia, en suma, del rebañosobre todos los pastores y mansos—,trae consigo […]

La hipocresía moral (una forma dequerer distinguirse por la ética, peromediante las virtudes del rebaño:compasión, cuidados, moderación […]

Un verdadero cúmulo de condolencias ysatisfacciones compartidas (el bienestar

común, en grandes agrupaciones. Comolo tienen todos los animales que seorganizan en rebaños […]».

Page 56: Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

8/22/2019 Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-52-igualitarismo 56/93

56

Tal como si se tratase de un regalobellamente envuelto, Nietzsche sospechaque tras el precioso papel pintado de laigualdad democrática que defiende la masase esconde todo un mecanismo que actúa anivel subterráneo y que manipula todo loque en la superficie se muestra bajo unamáscara inocente. A este respecto, Nietzscheencuentra una extraña similitud o parecidoentre los reclamos igualitaristas propios demodernidad, por un lado, y los valorescaracterísticos de la «Moral de rebaño»(cristiano-nihilista), por otro. El siguientefragmento sobre el cristianismo y elsocialismo no deja lugar a dudas:

«El Evangelio. La noticia de que lafelicidad está abierta a los pobres y los

humildes, de que no hay más que hacerque liberarse de las instituciones […] delas clases superiores; en este sentido, laaparición del cristianismo no es más quela típica doctrina socialista.

En definitiva, lo que Nietzsche poneaquí de manifiesto es el hecho de que lavictoria del principio de la igualdad en lamodernidad no viene a significar, a lapostre, nada más que un nuevo triunfo de la

moral que en los últimos dos mil años hagobernado Europa: la moral cristiana. A esterespecto, la novedad consiste aquí en queesta vez, su victoria es menos perceptible aprimera vista, pues se lleva a cabo a travésde instituciones, programas de actuaciónetcétera todos ellos de apariencia laica. Estees el caso de movimientos o doctrinaspolíticas modernas como el socialismo,democracia, comunismo, etcétera. Enconcreto, lo que opera tras los distintos

ámbitos de la modernidad es una estructurade poder común que si no se muestradirectamente, si lo hace ocultándose tras lamáscara de la política —como es el caso quenos ocupa— o en otros ámbitos de nuestrasociedad como, por ejemplo, los descritos alcomienzo de este estudio —cultura yeducación, el ámbito de lo científico-tecnológico, etcétera—. Para Nietzsche esnecesario vislumbrar:

«La interconexión de todas las formas

de corrupción, y, entre ellas, no olvidarla corrupción cristiana (Pascal comotipo), ni la corrupción socialista-

comunista (una consecuencia de lacristiana) —la más alta concepción de lasociedad en los socialistas es desde elpunto de vista de las ciencias físicas ynaturales, la más baja en la jerarquía delas sociedades—; ni la corrupción del«más allá» […] Aquí no puede haberningún armisticio […] hay quedesenmascarar aún en todas partes lamedida cristiano-nihilista de valores ycombatirla bajo todos los disfraces enque se esconde».

A este respecto: ¿Qué es lo que seadivina, por consiguiente, bajo el triunfo dela igualdad? En opinión de Nietzsche, esclaro que lo que se oculta tras ella no es otracosa que la decadencia cristiano-nihilista

como síntoma generalizado de la época.Para este pensador, el hombre moderno senos presenta como un ser decrépito yagotado que evita la lucha y la guerra y que,por el contrario, busca la paz y latranquilidad. Todo ello como fruto de laimplantación gradual, en el transcurso de lahistoria, de una moralidad de laespiritualidad y la renuncia del propioindividuo a sí mismo que ha dado lugar a laexpansión de una sola estirpe: la de los

hombres débiles.Un tipo enfermo en el que sus instintos

naturales se hallan desproporcionados yfaltos de armonía, motivo por el cual esteespécimen exige el desarrollo de una éticaaltruista a todos los niveles sociales, esto es,el desarrollo e implantación de una moraligualitaria que nivele o suavice lasdiferencias entre individuos. Para Nietzsche:

«que el degenerado y el enfermo («el

cristiano») deb[an] tomar el mismo valorque el sano («el pagano») o un valormayor aún, si nos atenemos al juicioformulado por Pascal sobre la salud y laenfermedad […] esto es oponerse alcurso natural de la evolución haciendode la contranaturaleza una ley».

En este contexto es en el que se pone demanifiesto cuál es el motor que impulsa yestimula el desarrollo de la igualdad. Lo que

se esconde tras las ansias desmedidas deigualación democrática entre fuertes ydébiles no son otros sentimientos que: elodio, la impotencia, el miedo y el recelo ante

Page 57: Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

8/22/2019 Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-52-igualitarismo 57/93

57

todo lo distinto o superior a uno mismo, endefinitiva: el resentimiento. Este sentimientode raíz judeo-cristiana es, a la postre, el queopera bajo el rasgo de identidad propio de laEuropa moderna: la defensa de la Igualdad.En este punto, la crítica nietzscheana seencuentra especialmente dirigida, entreotros, al ámbito de la política. El siguientefragmento de Nietzsche ilustra esta idea:

«El socialista, el anarquista, el nihilista;consideran su existencia como algo cuyacausa debe ser de alguien, [en el hechode que] creen también poder soportarmejor su malestar y su malaconformación cuando encuentran aalguien a quien puedan echarle la culpa.El instinto de venganza y del

resentimiento aparece aquí, como unmedio para soportar la existencia».

En suma, el predominio y la exaltacióndel altruismo e igualitarismo son, desde laóptica de Nietzsche, consecuencia directadel predominio de la debilidad y del instintode venganza en favor de los desamparados,quienes se sirven de este tipo de iniciativaspara justificar su falta de poder y ladesconfianza en sí mismos. Así, por ejemplo:

«Cuando el socialista anhela conadmirable indignación la justicia, elderecho, los derechos iguales, seencuentra bajo la influencia de sudeficiente cultura que no sabecomprender las causas de susentimiento […] si se encontrase enmejores condiciones, es muy posible queno pensara así».

Llegados a este punto, fragmentos como

éste nos descubren un nuevo aspecto ocultotras la aparentemente inocente defensa de laigualdad que abandera Europa: el culto aligualitarismo moderno es, en este contexto,una forma específica de egoísmo. Enconcreto, nos referimos aquí al egoísmo delos desfavorecidos, quienes comoconsecuencia directa del avance yprotagonismo de la masa —de las capasmedias e inferiores— defienden ladebilidad, frente a todo lo superior.

«El instinto de venganza y delresentimiento aparece aquí, en los doscasos, como un medio de soportar la

existencia […] del mismo modo que lapreferencia concedida a la teoría y a lapráctica altruistas. El odio provenientedel egoísmo, ya sea el que nos es propio(en el cristiano) o el de los demás (elsocialista), se presenta así como unavalorización en la que predomina lavenganza; y considerado desde otroángulo, como un ardid del espíritu deconservación en los que sufren por elcrecimiento de sus sentimientos demutualidad y reciprocidad».

Aquí, la masa de los desfavorecidos seencuentra bajo el influjo de dos pasionescuya raíz más profunda se sitúa en la moral judeo-cristiana. Estas dos pasiones son: elresentimiento y la voluntad de venganza

hacia lo diferente a uno mismo. A partir deeste tipo de fragmentos se colige, por tanto,que, para Nietzsche, bajo las iniciativasigualitaristas o desinteresadas que propugnala política se esconden: en primer lugar elodio que proviene del egoísmo contra todolo que representa la superioridad; ensegundo lugar, este odio se materializa aquíen el espíritu de la venganza y elresentimiento hacia lo superior, que en elcaso del socialismo —y por extensión los

demás doctrinas políticas que compartencon él la defensa de la igualdad— semanifiesta como un instinto de conservaciónque busca soportar la existencia de losdesfavorecidos; y en último lugar, comosíntesis de los dos anteriores, se deduce que,en suma, la aparición de accionesdesinteresadas como el altruismo o eligualitarismo surgen bajo condicionesfisiológicas determinadas, esto es, a partir dela decadencia, la impotencia o la debilidad.

En definitiva, todo ello como fruto de laimplantación de una moral perversa ymanipuladora que, disfrazada, unas veces,de «Buena Nueva» y, otras, bajo la inocentedefensa política de la igualdad entreindividuos, asegura su dominio en todos losámbitos de la modernidad.

3. Conclusión

En base al recorrido realizado en estepequeño estudio, y a modo de colofón me

gustaría reseñar que, en primer lugar, elobjetivo que se ha perseguido durante estaexposición es el de poner de relieve el

Page 58: Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

8/22/2019 Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-52-igualitarismo 58/93

58

fenómeno generalizado de la igualdad en sudimensión política. En este punto, lo quehemos tratado de evidenciar es el hecho deque tras este valor existe todo un dispositivoque responde a una estructura de podercomún: la de la Moral cristiana. Una moralque, durante dos milenios, ha sabidoadaptarse a los cambios socio-históricos paracontinuar gobernando, a través de toda unaserie de resortes, y engranajes múltiples quehan permitido su expansión y su liderazgo,unas veces manifestándose de forma directa,esto es, como fenómeno religioso; y otrastantas, a través de disfraces o máscaras queocultan su rostro. Este es el caso de lamodernidad, en la que Nietzsche advierteque aún a pesar de la progresiva pérdida delsentimiento religioso, las sombras de éstesiguen estando vigentes bajo multitud devalores e ideales, como es el caso de ladefensa de la igualdad que abandera lapolítica moderna. Un emblema que sepresenta bajo un contexto laico, pero que,para Nietzsche, hay que interpretar dentrode las coordenadas de la moral cristiano-nihilista de valores. En suma, desde la ópticanietzscheana, es claro que, por un lado, ladefensa de la igualdad es un valor religioso,

que en tiempos de decadencia religiosa, haconseguido mantener su liderazgo entre lamasa, por medio de un proceso desecularización que lo ha insertado, entreotros ámbitos, en el marco de lo político; ypor otro, que el surgimiento de valoresdesinteresados e igualitaristas es tan sólouna consecuencia de la expansión de laestirpe débil fisiológicamente: la cristiana yque bajo estos valores subyacen: en primerlugar, el egoísmo de los débiles que luchan

por el reconocimiento de la igualdad; y ensegundo lugar, el resentimiento y el espíritude la venganza contra todo lo superior odistinto de uno mismo.

© Presente, pasado y futuro de la democracia,2009, pp. 203-212

Igualitarismo, democracia yplebeyismo en Ortega y Gasset

 ______________________________________ 

 Alejandro de Haro Honrubia

 El aristocratismo del pensamiento deOrtega se muestra plenamente contrario a lademocracia sin límites o masificada. Estetipo de democracia degenera enigualitarismo, en el axioma igualitario que,según afirma Sloterdijk, predica que todadistinción procede de la masaindiferenciada, la cual constituye  per definitionem una masa indistinta que albergaen su seno la más absoluta igualdad. Se tratade una igualdad aritmética o numérica quepredica lo mismo para todos en todo. Ladiferencia que no hace distinciones. He aquíel título lógico que define a la masa. Sermasa significa distinguirse sin hacerdistinción alguna. La indiferenciadiferenciada es así, pues, el misterio formal

de la masa y de su cultura. Sólo nospodemos distinguir de los demás bajo lacondición de que nuestros modos dedistinguirnos no supongan, como afirmaSloterdijk, una distinción real. Masa obliga.

El principio de la auténtica distinción esante todo, según Ortega, “un  pathos de ladistancia entre individuo e individuo”.Ortega reconoce la importancia que presentala diferencia de rango entre los espíritus otipos humanos en el cuerpo social. Pero las

masas se oponen a toda diferenciación osistema de rangos entre los hombres. Todoslos hombres somos iguales es el lema de lamasa. Los espíritus selectos tienen la claraintuición de que eternamente formarán unaminoría tolerada a veces […] Ortegaconstata el absoluto estado de igualdad ouniformidad global que anida en el corazónde la masa actual. A esto se une que en lasociedad contemporánea se ha producidouna situación de democratización global. Se

democratiza todo. La masa piensa que todoslos hombres tienen derecho a todo y a serconsiderados con igual nivel intelectual o

Page 59: Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

8/22/2019 Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-52-igualitarismo 59/93

59

moral. Es indudable que lo que máspreocupa a Ortega es que se nivelen lasinteligencias y no se reconozcan lasmanifiestas desigualdades reales existentesentre los hombres.

El acontecimiento más importante que

se desarrolla en el interior de la masa es, siseguimos a Elías Canneti, la descarga. Es elinstante en el que todos los que pertenecen aella se despojan de sus diferencias (de rango,posición social o propiedad) y se sienteniguales. Con la descarga ningún hombre esmás ni mejor que otros. En el interior de lamasa reina la igualdad. Se trata de unaigualdad absoluta e indiscutible, que jamáses puesta en duda por la masa misma. Elestado de la masa es un estado de absoluta o

desbordante igualdad. Uno se convierte enmasa por mor de esta igualdad. Unaexperiencia de igualdad que cada cualconoce a su manera a partir de la masa. Laigualdad se convierte en la meta principalde la masa o muchedumbre, en la quefinalmente desemboca; cualquier gritocomún, cualquier manifestación comúnexpresará, como reconoce Elías Canneti, esaigualdad de manera válida. Todos losindividuos reunidos en aglomeración son

masa, es decir, todos son iguales, Laigualdad vertebra el espíritu de las masas.Así de contundente podríamos decir que semuestra Ortega en más de una ocasión.

Este igualitarismo falaz e inherente a lamasa rebelde encuentra una comletaoposición por parte de Ortega. Éste censuratoda pretensión de conducir el principiodemocrático de igualdad más allá de laesfera jurídico-política, es decir, a otros

ámbitos vitales donde no es deseable. Losórdenes que deben quedar exceptuados delrégimen politico son, entre otros, el arte, laciencia, la religión, los valores morales, lossentimientos, etc. Pero la política cultural, lacientífica o la religiosa sí deberían serdemocráticas. El arte, la ciencia, la religión,no. En la determinación de sus contenidosno debe predominar la opinión pública, sinola opinión de los mejores, de los expertos.Cuando estas opiniones no se respetan nos

encontramos ante un régimen democráticoexasperado, frenético o fuera de sí, que llevaa considerar al hombre medio o vulgar lamedida de todas las cosas […] El triundo de

esa democracia morbosa o fuera de sí,frenética, ha tenido mucho que ver con larebelión de las masas de toda clase contra lacultura aristocrática. Una rebeliónacontecida a mediados del siglo XIX. Todaslas masas, con independencia de suprocedencia, se muestran conniventes coneste proceso de perversión moral oigualitario  plebeyismo a que conduce latiranía de la mayoría: “Toda interpretaciónsoi-disant democrática de un orden vital queno sea el derecho público es fatalmenteplebeyismo” […]

El plebeyismo conduce a la vulgaridad, alenvilecimiento y al embrutecimiento delhombre, y también posibilita el dominio deuna mediocridad uniformadora que asola

Occidente. Se trata de una preocupación queOrtega comparte con teóricos liberales comoHumboldt, Tocqueville o J.S. Mill, a quienescita Ortega en alguna que otra ocasión ensus obras.

El hombre masa contemporáneo es unbárbaro rebelde que promueve eldemocratismo radical y el plebeyismo igualitario.El hombre masa favorece la homogeneidady no la variedad de situaciones. Representa,por tanto, la tiranía de la mayoría. La tiraníade la mayoría es el corolario práctico de la

Page 60: Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

8/22/2019 Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-52-igualitarismo 60/93

60

democracia desbordada o no atenida alímite alguno. La más grave y peligrosaforma de despotismo es la que origina lademocracia, por el hecho de remover lasmás bajas capas de la sociedad y proceder auna nivelación. Esto lo captó muy bienOrtega. El mal de la democracia no está en eltriunfo de la cantidad, sino más bien en eltriunfo de la mala cantidad, que se revela enel número como a través de cualquier otramanifestación del espíritu democrático.

El sentimiento democrático hadegenerado en  plebeyismo. Quien se irrita alver tratados desigualmente a los iguales,pero no se inmuta al ver tratados igualmentea los desiguales no es, según Ortega,demócrata, es plebeyo. La época en que la

democracia era un sentimiento saludable yde impulso ascendente, pasó. Lo que hoy sellama democracia no es otra cosa que unamanifesta degeneración. Hay individuosque anhelan que a toda prisa se decrete laigualdad entre los hombres, pues laigualdad ante la ley no les basta. Para talesindividuos todos los hombres somos igualesen talento, sensibilidad, delicadeza y alturacordial. Cada día que tarda en realizarse estairrealizable nivelación “es una cruel jornada

para esas criaturas resentidas que se sabenfatalmente condenadas a formar la plebemoral e intelectual de nuestra especie”.

Es más legítimo un igualitarismo limitadoal ámbito político, compatible con unaconcepción no igualitaria, verdaderamentedemocrática de la sociedad en su conjunto.Se trata de defender la desigualdad real entrelos hombres. Una apuesta que no escontraria al espíritu democrático, pues

estatuye la igualdad de todos en el ámbitopolítico. La desigualdad humana y la democracia política no pueden ser incompatibles, salvo quese niegue la posibilidad misma de lademocracia. El ideal o valor democráticofundamental es la igualdad; pero elfundamento de la democracia es la libertad,lo que implica el reconocimiento de lasdesigualdades entre los hombres.

El exceso de democracia posibilita latiranía de la mayoría de toda clase o grupo y

el fin de las desigualdades. El democratismoconduce a la democracia a su extremorebajamiento. De este último fenómeno

también nos ha alertado Alexis deTocqueville en su obra La democracia en América. En este trabajo su autor, que escitado por Ortega, nos advierte del avanceirresistible de la democracia y de lospeligros que sobrevienen cuando esta últimaes abandonada a sus instintos salvajes.Cuanto hay de noble en el derechodemocrático, hay de innoble, afirma Ortega,“en la moral, las costumbres y el artedemocráticos”. La pasión de la democraciaradical es la igualdad, la nivelación uhomogeneización pura. La oclocracia odemocracia de masas conduce a un estadoprimitvo que se regocija en la igualdad o lamás absoluta uniformidad […]

La democracia no se fundamenta en la

igualdad de los talentos humanos, comopiensan los igualitarios. Un óptimo régimendemocrático ha de velar también por lasdesigualdades o jerarquías intelectuales ymorales entre los hombres. Lo ideal seríaconciliar la igualdad política o formal (nosustancial) y la excelencia en los demásámbitos de la vida social. La verticalidad, la jerarquía o la desigualdad han de prevaleceren aquellas esferas de la vida social que noson de derecho público. La excelencia

aparece bajo el signo de la meritocracia enaquellos ámbitos que trascienden el derechopolítico. Es de suyo conveniente instauraruna igualdad proporcional o proporcionada cuyocriterio es “lo mismo a los mismos”, es decir,cosas iguales a los iguales y desiguales a losdesiguales. Tratar a los iguales de modoigual y a los desiguales de modo desigual.La igualdad proporcional, como afirmaAristóteles, predica que los no iguales seantratados en proporción a la respectiva

diversidad. Igualdad, en este caso, es igual alo que es justo. De hecho la justicia tienecomo regla principal el suum cuique tributere,es decir, atribuir a cada uno lo suyo: noatribuir a cada uno lo mismo. Ortega semostraría partidario de este tipo de igualdadproporcional de oportunidades o social quefavorece la democracia. De la igualdadproporcional deriva el principio de igualdadde oportunidades: ofrecer a todos igualesoportunidades. Sin oportunidades iguales,vence o prevalece el privilegio: un estado dehecho o de fuerza sin valor. Es una tontería,como afirma Giovanni Sartori, denunciar la

Page 61: Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

8/22/2019 Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-52-igualitarismo 61/93

61

meritocracia como desigualdad. Ladesigualdad está en la meritocracia, enatribuir capacidades y talentos a quien nolos tiene.

La perversión moral a la que aludeOrtega deriva de la aplicación de la

igualdad aritmética allí donde no debeaplicarse. Lo ideal sería que la democracia seasentara en una poliarquía selectiva. Lasalud de la democracia radica en lameritocracia electiva. Ortega apuesta enalgunos puntos de su obra por unameritocracia. La igualdad que sirve a lasociedad es la igualdad de mérito(proporcional a las capacidades y talentos).La igualdad aritmética que hace iguales a losdesiguales, nivelando las capacidades

desiguales, es ls igualdad que hace mal atodos. La igualdad aritméticadesproporcionada (donde igual aparececomo idéntico), o más allá de la esferapolítica, empareja al individuo vulgar y alindividuo selecto.

El progresismo moral consiste tanto endenunciar las falsas desigualdades como enafinar el discernimiento de las efectivas oreales. Este conjunto de desigualdades reales

son aquellas que promociona la metafísicade la vida humana como realidad radical[…] En nuestro tiempo reina la fábula deque todos somos iguales. No hay nadiecivilmente privilegiado. El hombre medioaprende que todos los hombres son iguales.El igualitarismo que promueve el hombremasa se resuelve en el intento de haceruniforme la diversidad humana, dehacernos idénticos no sólo en los bienes,sino también, como afirma Karl Mannheim,

en el ser. Contra la ingenuidad igualitaria espreciso hacer notar que la jerarquización esel impulso esencial de la socialización.

Ortega constata que el igualitarismo esun mal que afecta a las sociedades modernasavanzadas. La sociedad occidental estáorganizada igualitariamente. Predomina unigualitarismo que se ha instalado en elcorazón de los hombres. El igualitarismo esun fenómeno típico de las sociedadesindustriales o postindustriales, donde el

individuo deviene en masa, en el sentido deque se encuentra inmerso en una red muyamplia de relaciones impersonales o

burocráticas que favorecen su extrañamientoo alienación. Los individuos pierden susdiferencias cualitativas. Pasan a ser todosiguales, indiferentes o intercambiables. Eligualitarismo provoca, por tanto, unsentimiento nuevo, a saber: si los hombrespiensan que no hay diferencias y que todosson iguales en todo, esto les hará pensar queson intercambiables en la cadena de lohumano. Este igualitarismo es perverso en elorden intelectual y moral. El dogma de laigualdad desenfrenada se convierte en unvehículo ideológico para encubrir las másbajas pasiones, tales como la envidia que esla pasión democrática por excelencia. Losindividuos excelentes manifiestan unascualidades excepcionales que les hacendiferentes sobre todo en un tiempo demasas. El igualitarismo masificador hacontribuido a la deserción de los individuosmás sobresalientes de su función rectora.Esto posibilita que individuos de condiciónmediocre o vulgar ocupen puestos dedirección política o logren reconocimientosocial por parte de las propias masas de lasque surgen.

Resumiendo, el aristocratismoorteguiano es compatible con la democracia,

siempre y cuando ésta sea conforme con laverticalidad y la desigualdad humana.Ortega afirma que los hombres sondesiguales. La democracia es un método oprocedimiento politico reglado que poseecarácter formal y que no tiene por intenciónni por designio, como afirma SánchezCámara, operar más allá del ámbito político- jurídico. La democracia, como la igualdadque predica (libertad en la ley) es un valorhorizontal y axiológicamente neutral, es

decir, pertenece, básicamente, a la esferahorizontal del campo político.

La democracia no es perjudicial por símisma. El principio de igualdad esencial detodos los seres humanos no implica por síuna nivelación mecánica, como tienentendencia a afirmar los críticos superficialesde la democracia. No quiere decir que todoslos hombres sean iguales en cuanto a suscualidades, méritos o dones, sino que todos

personifican el mismo principio ontológicode humanidad. La democracia no provocapor sí ningún tipo de nivelación mediocre.Predica como principio fundamental la

Page 62: Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

8/22/2019 Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-52-igualitarismo 62/93

62

igualdad política, aunque también laigualdad ontológica o esencial (igual adignidad) de todos los seres humanos. No seopone, cuando manifiesta un espíritusaludable, a lo que de desigual hay en loshombres, aun cuando teóricos comoNietzsche censuren, de forma metódica osistemática, todo régimen democrático.

La rebelión de las masas, sin embargo,significa el triunfo de la uniformidad y eligualitarismo. La rebelión de las masas no esotra cosa que la imposición del principiodemocrático de igualdad a todas aquellasesferas de la sociedad donde deberíanpredominar los rangos, la jerarquía o laverticalidad. La horizontalidad hatrascendido la esfera político-jurídica y se ha

instalado en otros ámbitos que no lecompeten […] Hoy gobierna el hombremasa en todos los ámbitos vitales. Y lo hacede forma tiránica. Esta actitud desafiante delhombre medio o masa constituye uno de lasmayores inmoralidades que puede padeceruna sociedad que abomina de laejemplaridad. La igualdad absoluta seríaalgo así como la aniquilación y la muerte dela vida espiritual. Vida es jerarquía ydesigualdad. Nada soporta peor una

sociedad que la abolición de las jerarquíasentre los individuos. La democracia es justacuando suprime injustas desigualdades yprivilegios. Mas no lo es cuando aspira acancelar los legítimos. Vivimos en la era deuna nivelación tan deseada como fracasada.Las leyes proclaman la igualdad jurídica,pero la vida estatuye, como afirma SánchezCámara, la desigualdad moral e intelectual.

© Extraído de “La dialéctica masa-minoría en lafilosofía de Ortega y Gasset”, Alejandro de HaroHonrubia, Universidad Castilla-La Mancha,2009.

Las paradojas vinculadas aligualitarismo y la utopía

 __________________________________ 

 H.C.F. Mansilla

Introducción

 Resulta interesante analizar un ciertorenacimiento del pensamiento utópico acomienzos del siglo XX, en conjunción condoctrinas muy difundidas del orden justo ydel igualitarismo social, por supuesto en el

marco de una constelación marcada por elproceso de modernización y globalización.Por cuestiones de calidad es conveniente ir ala fuente de las concepciones utópicas, puesya en la magna utopía platónica emergenítidamente el problema central: la creacióndel orden justo está estrechamenteconectada con la existencia de severas jerarquías sociales, con el surgimiento deuna élite política altamente privilegiada ycon la instauración de prácticas autoritarias

permanentes. Esta paradoja requiere de unintento de explicación.

Hay que examinar sobriamente lasdiferencias entre los proyectos de unigualitarismo utópico – como floreció en elsiglo XVI – y las prácticas cotidianas de losregímenes de reforma radical en el siglo XXI.Hay, sin embargo, dos elementosprimordiales que han permanecido vigentesy que enlazan ambos fenómenos a través del

tiempo: (a) la nostalgia en las clasespopulares por un retorno a una pretendidaEdad de Oro de la historia, que no conocíadiferencias sociales y donde prevalecía unasolidaridad generalizada, y (b) las destrezasde los gobiernos de los regímenes dereforma radical en la elaboración deideologías justificatorias, que racionalizan lanecesidad de jerarquías sociales y élitespolíticas en medio de un proyectopresuntamente igualitario. Estos factores

han aparecido con inusitada fuerza en elsiglo XX, sobre todo después de lasexperiencias aleccionadoras del socialismoreal en Europa, Asia y América Latina, lo

Page 63: Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

8/22/2019 Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-52-igualitarismo 63/93

63

que nos obliga a observar con escepticismoeste tipo de fenómenos. Pero, por otra parte,no podemos descuidar las causas de laenorme atracción que tienen aun poseen losproyectos igualitaristas y las imágenesutópicas en el Tercer Mundo yespecialmente en América Latina, causasque están vinculadas parcialmente con lacultura política tradicional y con lareligiosidad popular.

La tendencia contemporánea aligualitarismo se destaca por unaconsiderable aceptación de parte delcampesinado, de los sectores deurbanización reciente, de amplios grupos juveniles y de la población inmersa en laeconomía informal. Lo que podríamos

designar como la ideología del igualitarismoposee marcados elementos de religiosidadpopular, que se manifiestan en la esperanzamilenarista, en el anhelo de un orden justo,simple y fácilmente comprensible y en lossueños de una extendida solidaridadefectiva.

La consecución de la igualdad liminarrepresenta, sin embargo, sólo una parte deun asunto mucho más complejo. La praxis

cotidiana en las experiencias socialistas ypopulistas no ocurre —como los procesossociopolíticos en general— en una esferaracional, transparente y aséptica, sinohabitualmente en el terreno de la ambición,la codicia, la intriga y la concupiscencia. Laenvidia, que acompaña algunos de losaspectos más sombríos de aquellosregímenes, ha resultado ser una de laspasiones más fuertes y persistentes delgénero humano, que se expande a través de

todos los experimentos de reforma social,alcanzando también a los más radicales. Enlas experiencias políticas donde eligualitarismo constituyó la ideología oficial,se formaron paulatinamente nuevas élitescon amplias prerrogativas que lasdistinguían —y las alejaban— del pueblollano, y el surgimiento de estos estratosprivilegiados ha tenido que verdirectamente con factores social-psicológicoscomo los resentimientos de vieja data, la

envidia y la libido dominandi, factores queaparentemente no pueden ser eliminados enlos diferentes modelos de convivenciahumana.

Y, sin embargo, el igualitarismo sigueconstituyendo uno de los pilares básicos dela ideología y la propaganda de los modelossocialistas y populistas. La inclinación asuprimir prima facie las élites privilegiadasse combina con doctrinas de carácterutopista, las que, fuertemente influidas porun aura religiosa, presuponen un comienzoinmaculado de la historia humana, nocontaminado aun por la formación de clasessociales y diferencias económicas, uncomienzo, que al mismo tiempo determinala meta normativa a la cual debe llegar lahistoria de los hombres cuando se hayallegado a una auténtica redención socio-histórica. La poderosa visión de lasexperiencias revolucionarias —y su fuerzade atracción sobre pensadores refinados ytambién sobre espíritus románticos— tieneque ver con la recreación de un sustratotorreligioso: la combinación de Paraíso yApocalipsis, la mezcla de utopía arcaizantey tecnología moderna, la mixtura decreencias sencillas con los refinamientosteóricos del marxismo.

El igualitarismo del inicio debeconstituir, según estas teorías, elfundamento esencial del anhelado futuro.

En el curso de una evolución muy complejay enmarañada, este motivo deligualitarismo, que está muy arraigado en lasclases populares y, sobre todo, en lasconstrucciones teóricas de los intelectuales“progresistas”, se entremezcla conelementos revolucionarios de carácterteológico, con luchas políticasconvencionales y, por consiguiente,sórdidas, con anhelos de progreso material yasimismo con el surgimiento de nuevas

élites dirigentes. Las concepciones del orden justo abarcan el principio de la igualdadfundamental de los hombres y el postuladode la hermandad universal de los sereshumanos, que a menudo se combinan condoctrinas utopistas y con la esperanza deuna pronta redención social y cultural.

La hipótesis que subyace a este ensayoes la siguiente. Uno de los motivosprofundos  para el descontento masivo a

partir del siglo XVI en Europa Occidental ydesde el siglo XX en América Latina puedeser visto en el surgimiento de la modernidadsocio-cultural, proceso complejo que socava

Page 64: Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

8/22/2019 Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-52-igualitarismo 64/93

64

las antiguas seguridades y las sencillascertidumbres de la vida colectiva o, mejordicho, lo que las llamadas clases populareshan creído que son aquellas seguridades ycertidumbres. Uno de los caminos pararestituir las certezas anteriores ha sido ladoctrina del igualitarismo, que se combina amenudo con elementos mesiánico-religiosos,esperanzas milenaristas y concepcionesutopistas en torno a un futuro promisorioque reproduce aspectos centrales de unapresunta Edad de Oro de la fraternidad eigualdad fundamentales. Tantos losregímenes populistas como losexperimentos socialistas generan unaideología y una propaganda oficiales queenfatizan precisamente estos componentes.Ellas no se basan en las teoríascontemporáneas del derecho a la diferencia,la protección de minorías y elreconocimiento del Otro, como lopropugnan las posiciones actuales asociadasal comunitarismo. Por todo ello se puedeaseverar que las doctrinas populistas ysocialistas poseen un tinte algo anacrónico yhasta premoderno. En todos losexperimentos de estas características lapraxis cotidiana ha resultado muy diferente

y, sobre todo, más prosaica de lo imaginadopor los partidarios y simpatizantes de estascorrientes.

Los aspectos promisorios de las utopías

Los modelos de conformación utópicade la sociedad —diversos en sus orígenes eintención, diferentes en la solución futuraque plantean— tienen su fuerza y su verdaden una negación crítica del presente, aunqueeste rechazo sea en nombre de un porvenir

incierto y hasta fantástico. Arnhelm Neusüssseñaló acertadamente que la aversión contralas utopías no se dirige tanto a sus imágenesde un mañana mejor (por ejemplo: unproyecto socialista), sino al hecho de que lasutopías contienen una acerba crítica de lamediocridad presente en el ámbitocapitalista. Los utopistas plantearon lanecesidad de soluciones radicales fuera de laexistencia cotidiana del régimen jerárquicodel momento o del capitalismo ubicuo, y ese

aspecto radical es lo que define parcialmentea una utopía.

Es conveniente referirse al meollomismo de la utopía, es decir, al elementoquiliástico contenido en ella, que reproducebajo modos secularizados la creencia delApocalipsis judío en el advenimiento delmilenio: la reconciliación entre el Hombre yla naturaleza, la conversión del desierto enun jardín fructífero, la desaparición de losantagonismos y las contradicciones y elsurgimiento del Hombre redimido. Unaexistencia tal en inocencia, paz y júbiloeternos se acerca a la esfera divina, tanto porla imaginada magnificencia de la naturalezacomo por la proyectada eliminación de todadiscordia y la perennidad del placer.

El mundo del milenarismo reproduceocultas nostalgias por la estática, por el fin

de toda evolución y por la quietud despuésde fuertes crisis y revueltas; es un universodonde ya no pasa nada. La vida cotidiana enél podría ser calificada de sublime, perotambién de tediosa. La fundamentaciónmisma de las utopías tiene mucho que vercon motivos de evasión: sus autores lasconciben en épocas de desorden ydescomposición sociales, cuando lapoblación crece rápidamente, cuando losvínculos tradicionales se aflojan o se

rompen, cuando las distancias entre los ricosy los pobres se hacen más grandes o cuandose modifican profundamente los modos deproducción. Surge entonces un sentimientocolectivo de impotencia y de ansias demodificar el status quo, construyendo lasociedad perfecta, donde los justos gozaráneternamente de seguridad, abundancia ypaz. Es, por otra parte, el retorno a la Edadde Oro, concepción que comparten muchasculturas en torno al origen de la historia

humana. Todos los utopistas, incluyendo alos pensadores marxistas, toman por ciertala iniciación inmaculada de la historiahumana, la caída posterior en un orden máso menos pecaminoso y la redención futura,alcanzable por el esfuerzo humano. Losutopistas de tendencia socialista aseveranque mediante el conocimiento científico dela realidad el Hombre, como demiurgo enpequeña escala, creará un mundo mejor,sobre todo en base a una organización másapta. Este es el concepto casi mágico de lasutopías: todas las partes aisladas deluniverso y de la sociedad serán vinculadas

Page 65: Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

8/22/2019 Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-52-igualitarismo 65/93

65

entre sí para formar un todo armonioso ysistemático, y ante esta tarea inmensa lalibertad individual es considerada a menudocomo un estorbo inútil. La cohesión socialdeviene entonces el valor de orientación máselevado, conseguida generalmente pormedio de un aparato burocrático bastanteextenso y, sobre todo, lleno de las másvariadas prerrogativas. La totalidad de lavida queda sometida a los esquemas hartosencillos de una burocracia no limitadainstitucionalmente, al mismo tiempo que losobjetivos ulteriores de las utopías —desde lafelicidad perenne hasta la dominación delplaneta— se caracterizan por su inmodestia.Hay evidentemente una tensión entre lamezquindad de las metas políticasconcebidas para el interior de la futurasociedad utópica y lo fantástico de susgrandes designios a escala mundial.

Lo criticable de las utopías

Se debe enfatizar el hecho, curioso perocaracterístico, de que todos los proyectosutópicos cuentan con una clase dirigente,aunque compuesta de diferente modo: elúnico rasgo realista de las utopías. Esta es latemática central del presente ensayo: laparadoja que se genera cuando la teoría deligualitarismo liminar, la fraternidaduniversal y la esperanza mesiánica tiene queconvivir en la realidad con jerarquíassociales, privilegios políticos y prácticasrepresivas. El análisis de la literaturautopista nos da la clave: ya en el planoconceptual los autores de estos grandesproyectos subordinaron la igualdad y lafraternidad bajo elementos prosaicos comolos gobiernos autoritarios, la obediencia

irrestricta de parte de los ciudadanos y laatmósfera generalizada de temor yservilismo. El principio esperanza de ErnstBloch y su utopía socialista-religiosacoexistieron con la apología abierta de las jefaturas comunistas y sus procedimientostotalitarios que también llevó a cabo estepensador. Esta carencia de espíritu crítico-racional afectó a muchos intelectuales entodo el mundo; los casos de Georg Lukács yErnst Bloch son los más conocidos y

deplorables. Se trata de una especie detraición con respecto a la misión decisiva deun genuino pensador, que es resistir alpoder y sus tentaciones. Este proceder es

una posibilidad siempre latente, porque lainclinación por lo despótico está en nuestrasalmas. La fascinación que irradia eltotalitarismo tiene que ver con algunosaspectos protorreligiosos, a los que sonparticularmente sensibles los intelectuales:la unidad doctrinaria, la disciplina jerárquica de la iglesia secularizada, el sueñode hogar y fraternidad, la ilusión de lasolidaridad practicada.

Ahora bien, según la lógica de losmodelos utopistas, la clase dominante lo esprecisamente porque dispone de mayorsabiduría y valor que las otras para manejarla cosa pública, virtudes reforzadas por sudesinteresado amor a la comunidad. Ya queesta clase posee fundamentados títulos para

ejercer el gobierno, y más aún, para decidirlo que es bueno y malo, resulta insensato yhasta inmoral el poner en duda esasfacultades o el rebelarse contra el poder dela élite dirigente. El cuestionamiento de laestructura de poder viene a ser en lasutopías un pecado gravísimo y un delitopolítico mayúsculo. El disentir bajo esascircunstancias se transforma en unaestupidez y en un vicio, que deben sercastigados severamente. La condenación de

los opositores es total porque cometen elmás grave de los crímenes: contradicen elprincipio mismo de asociación y elmandamiento de unanimidad.

O dicho de otro modo: no se puedenegar los fines nobles y humanitariosperseguidos  por los utopistas, entre ellos elde crear un ámbito social apropiado para elflorecimiento de una verdadera igualdadfraternal entre los hombres, pero

simultáneamente no se puede pasar por altola recomendación de usar unos mediosdeplorables —como el uniformamiento de lasociedad y la coerción política— paraobtener tales objetivos. En casi todas lasutopías, el Estado tiene el derecho desuprimir toda manifestación deindividualismo. En cuanto a este últimopunto, no es casualidad que los proyectosutópicos prevean la construcción deciudades simétricas, donde no queda ni el

más leve trazo para una arquitectura quedifiera de las directivas oficiales o que sepermita un pequeño capricho. En talesmodelos la simetría urbana corresponde a

Page 66: Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

8/22/2019 Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-52-igualitarismo 66/93

66

las intenciones de la autoridad de controlartodo y a todos en forma irrestricta,reduciendo las convicciones y los interesespersonales a un solo molde de pensamientoy conducta, que concuerda con lapretendida igualación de las consciencias ylas opiniones, uniformidad constatable entodas las doctrinas utopistas, lo que a su vezlleva al “final del progreso”.

La utopía igualitarista no representa larealización de lo heterogéneo y diverso, sinode lo homogéneo y monótono; al igual quemuchos intentos revolucionarios, no intentala consecución de algo genuinamente nuevo,sino la restauración de un orden sencillo ysevero. La afición a las utopías es similar a lafascinación que ejercen las culturas de la

Edad de Piedra sobre los hastiadosintelectuales urbanos del mundotecnoburocrático: estos admiran a losaborígenes primitivos, que viven pobres,pero felices en un paraíso cerrado, sincontroversias de ningún tipo e iluminadospor el sentido pleno que irradia una prácticaideológico-religiosa elemental y por ellofácilmente comprensible. Es una especie denostalgia mística que añora la unión perfectacon la naturaleza, anhelo que posiblemente

esté aun escondido en el seno delsubconsciente colectivo. Y como muchasleyendas de la creación del universo nosenseñan, un único y curioso pecado —eldeseo de conocer y gozar— basta para que elHombre sea expulsado del frágil paraíso. “Elaspecto realmente terrorífico de unutopismo es que no existe ningún más allá,pues el Hombre ha arribado en Utopía a unestado de detención, con cada uno de susdeseos satisfechos, con cada uno de sus

instintos domesticados”. Lo utópico apareceentonces como la abolición de lo histórico ycontingente y, por ende, de lo genuinamentehumano.

El contexto socio-cultural y elsurgimiento de nuevas élites

Probablemente no existe una constanteantropológica que obligue de formainevitable a los seres humanos a construirestructuras permanentes de control social y

estratos dirigentes privilegiados en todos losordenamientos sociales, incluidos lossocialistas y populistas. Es casi inútil

indagar por las causas últimas de estaevolución universal.

Frente a esta constelación, signada poruna caracterización demasiado optimista dela naturaleza humana, es conveniente hacerla siguiente reflexión. El reconocimiento de

la índole ambivalente del Hombre podríasignificar un aporte —teórico y obviamenteprovisional— para entender mejor lacomplicada y persistente trama del poderpolítico, que se manifiesta como tal pordebajo del manto ideológico constituido porilusiones utópicas, doctrinas igualitaristas,programas comunistas y prácticaspopulistas. Es un lugar común el mencionarel hecho de que las estructuras dedominación resultaron ser particularmente

opresivas allí donde el dogma oficial habíaproclamado el fin de la lucha de clases, laeliminación de las diferencias sociales y laabolición del Estado como metas normativasde los designios revolucionarios. Basados enuna visión sobria y realista del ser humano yde sus modelos reiterativos decomportamiento, varios enfoques teóricosatribuyen a las masas una predisposiciónconstante a una “servidumbre voluntaria”.Teorías afines consideran que las élites

gubernamentales poseen una propensiónestable a una libido dominandi. Utopistas yrevolucionarios han exhibido a lo largo detoda la historia una curiosa y obstinadatendencia a dejarse fascinar por el poderpolítico y sus prerrogativas, ante todo por laposibilidad de poder disponer sobrehombres y recursos; los discursoslegitimatorios no han variado gran cosadesde los anabaptistas de Münster hasta lospreclaros pensadores al servicio del

socialismo científico en Cuba o Corea delNorte. Sigmund Freud vio acertadamenteque la libido dominandi y la capacidad deejercer constricciones sociales efectivas sinrecurrir necesariamente a la violenciamanifiesta están correlacionadas con lapsicología de las masas. El Hombre encuanto miembro de un grupo se comporta,en líneas generales, de manera diferente a lade un individuo aislado; la naturalezagregaria y maleable de las masas tiene quever con la relajación de los mecanismosinternos de control de los impulsos, con ladilución de la consciencia moral y del

Page 67: Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

8/22/2019 Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-52-igualitarismo 67/93

67

sentido de responsabilidad, con unsentimiento difuso de omnipotencia, con sucarácter cambiante y crédulo y finalmentecon la transposición del yo ideal a uncaudillo carismático.

Los grupos y cenáculos que luego

conforman la clase dirigente en regímenespopulistas  y socialistas provienenmayoritariamente de los estratos medios, yse distinguen a causa de una relaciónambivalente con respecto a las clases altastradicionales. Sienten envidia por su dinero,su poder y sus privilegios fácticos, ysimultáneamente anhelan su eliminación. O,de modo más realista, su suplantación. ErnstBloch describió adecuadamente estaambigüedad. Los representantes de las

clases altas serían como “ídolos” queencarnan las posibilidades del destino vital(riqueza, placeres, posición) que codician losmiembros de los otros estratos socialesmenos favorecidos. Al tomar el lugar de lasantiguas élites, las nuevas dirigenciaspopulistas y socialistas renuncian a losoropeles de aquellas, a los aspectosaristocráticos, a la estética tradicional y a losvalores de distinción de las clases altasdesplazadas, pero se apropian de los

factores centrales ya mencionados: el poder,el dinero y los privilegios fácticos. Ladoctrina del igualitarismo se transforma enun mecanismo ideológico con residuosfolklóricos, pero en uno muy efectivo desdela perspectiva instrumental de laconsolidación y preservación del poder.Pese a los principios del igualitarismo, lasnuevas élites políticas de los regímenesradicales se consagran, con una energíadigna de mejores fines, a la consecución de

intereses particulares, la adquisición deespacios políticos y prestigio social y, porsupuesto, la acumulación de dinero eingresos, aunque esto último no conllevenecesariamente el convertirse enpropietarios de medios de producción.

La “auto-organización de la envidia” —expresión de Wolfgang Kersting paradesignar el principal efecto deligualitarismo— se origina cuando los

astutos encubren sus “bajos motivos”mediante una estrategia que canta lasalabanzas de la igualdad social paraconseguir metas que traicionan a esta

última. El egoísmo particularista de lasnuevas élites va de la mano de la carencia decapacidades innovadoras en casi todas lasesferas, salvo en las destrezas para lamanipulación de las masas. Una vez en elgobierno, estas nuevas clases dirigentes sonconservadoras en el sentido de reproducirrutinas y convenciones de vieja data,dedicadas a la preservación del poder. Nohan mostrado, por ejemplo, ningunaoriginalidad en el tratamiento de asuntosecológicos, lo que tiene que ver directamentecon su incapacidad para concebir y analizartemáticas de largo plazo, que son, a menudoproblemas derivados de las limitacioneshumanas. En todos los experimentos delnuevo orden las dirigencias revolucionariasexhiben la misma arrogancia de las antiguasclases altas con respecto al pueblo llano, ymediante los privilegios fácticos establecenuna considerable distancia con respecto a lascapas sociales que dicen representar.

La relativa vigencia del populismo, laatracción que aun ejercen modelossocialistas sobre la opinión pública en elTercer Mundo y la continuada fortaleza dedoctrinas utopistas e igualitaristas tienenque ver, por un lado, con dilemas y

carencias que el sistema capitalista global noha podido resolver y, por otro, con lapervivencia de tradiciones culturalesfuertemente enraizadas en las sociedades.

Aunque los propagandistas de laigualdad y fraternidad universales hablande un futuro promisorio, reproducen yconsolidan un legado cultural del pasado, ensus actuaciones cotidianas ellos fomentan lasrutinas pretéritas.

© Extractos de “Las paradojas vinculadas aligualitarismo y la utopía. Observaciones críticassobre la formación de élites privilegiadas enregímenes de reforma radical”, de H.C.F.Mansilla, RIPS, Vol. 11, núm. 1, 2012.

Page 68: Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

8/22/2019 Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-52-igualitarismo 68/93

68

Igualitarismo e Imperio __________________________________ 

William Marina

 Alexis de Tocqueville predijo hace casiun siglo y medio que la creencia en el“principio de igualdad”, que era, a suentender, la característica más fundamentaly significativa de la vida norteamericana, sedifundiría con el tiempo por todo el mundo.Esa era de igualitarismo motivadoprincipalmente, según Tocqueville, por elsentimiento de envidia, ha empezado adespuntar.

En conceptos tales como “rebelión de lasmasas”, “rebaño”, “muchedumbre”, “deseode poder”, “robot alegre”, “culturasensible”, “centralización”,“burocratización” y “cesarismo”, variossociólogos captaron algunos de los perfilesde la actual época igualitaria. Sin embargo,el término imperio es el más preciso para

describir el paradigma histórico endesarrollo en que nos encontramos, el cualengloba los conceptos antes mencionados.

La preocupación de muchosintelectuales del siglo XX por el fenómenodel imperialismo -que era en otro tiempouna definición secundaria de imperio-, haoscurecido el significado original de éste. Amedida que la civilización occidental se alejadel imperialismo, enfrenta en su madurez, aligual que lo hicieron las civilizacionesromana y china, el dilema del imperio comoun estatismo asfixiante, centralizado yburocrático que a pesar de la abundanciamaterial y de la posibilidad de disfrutarampliamente del tiempo libre amenaza condespojar a la vida del goce de la libertad, dela creatividad y, finalmente, de susignificado mismo.

La igualdad, el igualitarismo, el imperioy la envidia, a los cuales nos referiremos

aquí como factores “I-E” (“I” de igualdad,igualitarismo e imperio y “E” de envidia),son, por consiguiente, aspectos claves de un

síndrome histórico dentro del cual hanevolucionado las civilizaciones.

Resulta difícil descubrir qué entendíanexactamente algunos escritores por lostérminos igualdad e igualitarismo. Sir JamesFitzjames Stephen, un escritor del siglo XIX

que criticaba el concepto de igualdad, selamentaba que “la igualdad es una palabratan amplia y tan vaga que casi carece desentido”. E incluso un defensor de la idea, R.W. Tawney, admitía que la palabra teníamás de un significado.

Aunque ambos términos suelenemplearse como si fuesen sinónimos,implican, en realidad, dos conceptosdiferentes y, por lo tanto, deberían utilizarsede manera tal que resulte clara dichadistinción. En la literatura sobre el tema, aunsus críticos más severos tienden a nooponerse a la igualdad cuando es aplicadaen dos áreas: la igualdad de oportunidades,en el sentido de que en una sociedad nodeben existir las castas, y la igualdad ante laley. La oposición se centra en torno a latentativa de extender la idea de igualdad aotras áreas, tales como el nivel de ingresos,la propiedad y el status. Algunos autores

trataron de introducir una diferenciacióncalificando a esa extensión de igualitarismo“radical” o “estricto”.

En vez de utilizar los términos igualdade igualitarismo en forma intercambiable, ode agregarles adjetivos calificativos,haremos aquí una distinción conceptualbásica entre igualdad - de oportunidades yante la ley -, la cual presupone que aunpueden existir diferencias en materia deingresos, propiedad y status, e

igualitarismo, esto es, el deseo de nivelar yerradicar así esas distinciones.

El filósofo John Rawls demostró en  ATheory of Justice la confusión que puedecausar la falta de una distinción clara entreestos dos conceptos. Rawls concluía uncapítulo sobre la envidia con un ataque a los“escritores conservadores” y sugería que elanhelo de igualdad no se basaba en laenvidia sino en un sentido de justicia.

Señalaba luego: “Existen sin duda formas deigualdad que nacen del sentimiento deenvidia. El igualitarismo estricto, es decir, ladoctrina que hace hincapié en una

Page 69: Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

8/22/2019 Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-52-igualitarismo 69/93

69

distribución igual de los bienes primarios,proviene posiblemente de esa inclinaciónnatural”.

Sin embargo, la admisión de este puntodebilitó el argumento de Rawls: el únicoejemplo que citaba de los “numerosos

escritores conservadores” era el de HelmutSchoeck. Sin embargo, Schoeck parecía estarde acuerdo en que la envidia se relacionabacon lo que Rawls llamaba “igualitarismoestricto”. Y aunque para Schoeck la envidiaera un factor en la demanda de igualdad deoportunidades y ante la ley, operaba comouna “función positiva y constructiva” que él,obviamente, aprobaba. Si bien no subrayabaexplícitamente la distinción que hacemosaquí entre igualdad e igualitarismo, se

aproximaba bastante al hablar de “unigualitarismo cada vez más fervoroso, que esuna falsa interpretación y una exageracióndel concepto de igualdad”. Schoeckconsideraba que el sentido de justicia - unaspecto del cual es el anhelo de gozar de laigualdad de oportunidades y la igualdadante la ley - se basaba en la legítima “envidiamotivada por la indignación”, a diferenciadel igualitarismo, que deriva directamentede la “envidia pura y simple”.

El igualitarismo tiene a menudo unaconnotación negativa aun entre losdefensores de la igualdad, como vimos, porejemplo, en el comentario de Rawls antescitado. Es difícil determinar si estaconnotación negativa proviene de laconciencia de una relación con la envidia yla nivelación o, en la mente de losnorteamericanos, de la asociación de laigualdad con la Declaración de la

Independencia, y de la égalité  con laviolencia de la Revolución Francesa. Es algoque simplemente “sentimos” al examinar laliteratura sobre el tema, debidofrecuentemente a la ausencia del términoigualitarismo, v.gr., en la Encyclopedia of tireSocial Sciences, o en la más nueva ydifundida International Encyclopedia of theSocial Sciences, en las cuales sólo se mencionael término igualdad.

Si este análisis es correcto, y dado el

compromiso de los norteamericanos con laigualdad, de oportunidades y ante la ley,cabe suponer que los defensores del

igualitarismo continuarán hablando deigualdad, con lo cual quieren significar quesu programa no difiere radicalmente deltradicional concepto de igualdad de losnorteamericanos, sino que es simplementeuna materialización de esa idea. Y, como eslógico presumir, los igualitarios prefieren eltérmino “desigualdad” -con su fuerteimplicación moral de que se ha violado la“justicia social”- a la palabra neutra“diferencia”.

La envidia es una parte de la condiciónhumana. Como factor en el desarrollohistórico y social sólo ahora ha empezado arecibir la atención que merecía desde hacemucho tiempo. Si bien Tocqueville noanalizó nunca en profundidad el

sentimiento de envidia, en algunos de suscomentarios llegó a considerarlo como laprincipal fuerza motivadora del impulsoigualitario. Sanford A. Lakoff hizo hincapiéen el mismo punto, algo descuidado hastaese entonces:

“Tocqueville trató de separar laexperiencia del odio violento desatadodurante el período revolucionario [francés]de la democracia misma, pero no tuvo

mucho éxito [...]. La democracia había sidoengendrada por la envidia y, segúnTocqueville, estaría manchada siempre conlos estigmas de su nacimiento. La revoluciónse justificaba desde el punto de vista de laética aristocrática, pero para el populachoque la llevaba a cabo, la principalmotivación era lisa y llanamente la envidia[...]. Cuando las turbas atacaban a losdetentadores de privilegios, en realidad noquerían protestar contra un desequilibrio,

sino conquistar para sí esos mismosprivilegios que siempre habían consideradointrínsecamente injustos”.

En este contexto, la envidia puededefinirse como un profundo sentimiento deodio y resentimiento hacia otra personadebido a algo que ésta posee y el envidiosono, a diferencia de los celos, esto es, elimperioso deseo de conservar para síaquello que uno posee. Este objeto deposesión abarca un amplio espectro que va

desde características físicas como la belleza,que el envidioso probablemente nuncallegará a poseer, hasta la riqueza, el status y

Page 70: Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

8/22/2019 Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-52-igualitarismo 70/93

70

el poder, los cuales deberían serredistribuidos, de acuerdo con el argumentoque suele invocar el envidioso, aunque amenudo sólo quiere conseguirlos para supropio provecho.

La envidia que suscitan las diferencias

creadas por la igualdad es un importantefactor en la demanda de igualitarismo, quees el precursor del imperio, es decir, lanecesidad de implantar un estado fuerte,burocrático y centralizado que lleve a caboel programa igualitario.

En, su definición original, el términoimperio se refería a un “estado burocráticocentralizado”. S. N. Eisenstadt señalaba alrespecto: “Su connotación básica, como sepone de manifiesto en el Imperium latino, esla existencia de un centro relativamentefuerte [...] que extiende su autoridad sobrevastos ámbitos territoriales”. Sin embargo,ha empezado a predominar una segundadefinición, asociada con la política delimperialismo, en la cual un estado poderosoejerce diversos tipos de controles sobre unestado más débil.

Algunos años atrás, William Langerexpresó su opinión acerca del uso un tanto

“laxo” y de la “mala reputación” de lapalabra imperialismo. Al enfatizar lasegunda definición, Langer reconocía que enel pasado ese término se asociaba “con ideasde poder dictatorial, gobiernos fuertementecentralizados, métodos arbitrarios deadministración y, en general, con ideas decesarismo y bonapartismo”.Lamentablemente, Langer llegaba a laconclusión de que esa definición era “ahoracasi obsoleta”.

A medida que la era del imperialismo -del control de Occidente sobre los pueblos ynaciones más débiles- se acerca a su fin, estiempo de retornar una vez más a ladefinición original de imperio, y reconocerque es uno de los problemas máspersistentes de la historia.

La conciencia de este problema entre lospensadores norteamericanos más lúcidosprecedió a la Revolución. Es sabido que los

Padres Fundadores leían a Montesquieu,cuyas ideas sobre la separación de lospoderes fueron una fuente importante para

la incorporación de esas ideas a laconstitución norteamericana. Algo menosconocido que El espíritu de las leyes fue sulibro Consideraciones sobre las causas de la grandeza de los romanos y de su declinación,publicado en 1734, el cual no sólo tuvoamplia difusión, sino que ejerció graninfluencia sobre Edward Gibbon y su obraThe Decline and Fall of the Roman Empire.

El problema giraba fundamentalmenteen torno a la posibilidad de crear unasociedad libre, con suficiente poder paradefenderse a sí misma sin desarrollar lastendencias centralizadoras y burocráticasque acosaron a las civilizaciones del mundoantiguo. Aunque los Padres Fundadoresestaban comprometidos con la idea de una

república, temían al mismo tiempo quefuera históricamente inevitable la disoluciónque conduciría al imperio, como habíaocurrido en Roma.

Ya en 1775, John Adams efectuó enNovanglus un análisis del imperio. Citando aAristóteles, Tito Livio y Harrington,señalaba:

“La Constitución británica se asemejamás a la constitución de una república que a

la de un imperio. Ellos definen unarepública como un gobierno de leyes, y node hombres [...]. Un imperio es undespotismo, y un emperador es un déspota,que no está sujeto a ninguna ley olimitación, sino a su propio albedrío: es unaextensión de la tiranía que va más allá de lamonarquía absoluta, porque, si bien lavoluntad de un monarca absoluto es ley, susedictos deben ser certificados por losparlamentos. Ni siquiera esta formalidad es

necesaria en un imperio”.El debate en torno al imperio continuó a

lo largo de los primeros años de la repúblicanorteamericana, pero quizá con menos rigorintelectual que el desplegado por lageneración de los Padres Fundadores. Losenemigos de Andrew Jackson veían en elgeneral a un César dictatorial, mientras quesus adversarios políticos, Henry Clay y JohnQuincy Adams, eran comparados con

Cicerón. Esta analogía demostró serembarazosa, sin embargo, cuando tambiénel partido whig propuso a generales como

Page 71: Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

8/22/2019 Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-52-igualitarismo 71/93

71

candidatos a la presidencia en la década de1830.

La creciente importancia del problemade la esclavitud tendió a oscurecer el debatesobre el imperio. Después de la Guerra deSecesión, el ex-vicepresidente de la

Confederación, Alexander Stephens, unhistoriador y teórico político cuyaclarividencia y discernimiento no hanrecibido el reconocimiento que merecen,llamó la atención sobre la guerra como unejemplo de la tendencia hacia el imperio y lacentralización:

“Si el centralismo ha de prevalecer alfin, si todo nuestro sistema de institucioneslibres creado por nuestros antepasadoscomunes ha de subvertirse y en su lugarhabrá de establecerse un imperio: si ésta hade ser la última escena de la gran tragediaque ahora se está desarrollando, podéistener la seguridad de que nosotros, loshombres del Sur, seremos absueltos, no sólopor nuestra propia conciencia, sino por el juicio de los hombres, de todaresponsabilidad por una catástrofe tanterrible, y de toda culpa por un crimen tangrande contra la humanidad”.

Cuando volvió a abrirse el debate en ladécada de 1890, se planteó esencialmente enfunción del imperialismo norteamericano deultramar. A este cambio de significado serefería Langer cuando analizaba el términoimperialismo. Sólo unos pocosantiimperialistas consideraron el debatesobre el imperialismo norteamericano deultramar como un aspecto del problema másamplio del imperio.

Por consiguiente, el imperio, como unadescripción del proceso de “centralizaciónburocrática”, recibió relativamente escasaatención durante casi todo el siglo XX. Sinembargo, aunque varios de nuestros críticossociales más agudos empleaban unaterminología diferente, describían, en elfondo, el proceso fundamental del imperio.Robert A. Nisbet llamó la atención sobre estaconvergencia de ideas:

“La relación entre la ‘centralización

administrativa’ de Tocqueville y lo queWeber llamaría ‘racionalización’ es, porsupuesto, muy estrecha. Ambos autores

percibían el conflicto entre la burocracia ylos impulsos democráticos que habíancontribuido a producirla [...]. La pintura quehace Tocqueville de la clase de despotismoque debían temer las naciones democráticases casi imposible de distinguir por su tenorde la que encontramos dos generacionesmás tarde en las melancólicas reflexiones deWeber sobre la racionalizaciónadministrativa. Para ambos, cualquierdespotismo futuro no emergeráprincipalmente de los individuos o losgrupos, sino del sistema democrático perse”.

Los términos utilizados tanto porTocqueville como por Weber eranprecisamente aquellos que históricamente

habían sido empleados en las descripcionesclásicas del imperio. El pensador que quizáscomprendió más claramente este procesofue el historiador y filósofo alemán OswaldSpengler. En su opinión, conceptos como“civilización”, “cesarismo” e “imperialismo”eran virtualmente sinónimos o, según suspropias palabras: “El imperialismo es lacivilización no adulterada”. No deja de seruna de las ironías de la historia queOccidente, con su creciente sentido de

poder, haya rechazado el conceptospengleriano de “decadencia”, porconsiderarlo irremediablemente erróneo.Sólo una sociedad literalmente“obsesionada” por el poder podía serincapaz de comprender lo que revelaba aunla lectura más superficial de la obra deSpengler: cuando éste habla de decadenciase refiere a la decadencia de la libertad y lacreatividad, mientras que el grado de poderinherente a la “civilización” es enorme.

 Juntamente con el desarrollo delsíndrome de los factores “I-E” se produce uncambio correspondiente en la fuente de losvalores o de la ley. En su esfuerzo porcomprender el origen del impulso hacia laigualdad, por ejemplo, y lo que en esteensayo llamamos igualitarismo,“Tocqueville no partía de la premisa de quela igualdad era un principio irreductible”.

La igualdad, el igualitarismo y la

democracia, v.gr., sea cual fuere la forma enque los definimos, son todos valoressecundarios o derivados: en otras palabras,

Page 72: Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

8/22/2019 Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-52-igualitarismo 72/93

72

son justificados como aspectos de unsistema más fundamental de valores o leyes.Sólo existen tres fuentes de las cualespueden derivar, en última instancia, losconceptos de valor o de ley. La primera deellas es la ley sobrenatural. Un valor o unaley lo es porque es una parte del plan deDios, comunicado al resto de la humanidada través de sus instrumentos especialmenteelegidos. La segunda fuente es el derechonatural o las leyes de la naturaleza. Algo esasí porque usando la razón, la experiencia yla experimentación, parece responder a lanaturaleza de las cosas o, en otras palabras,concuerda con la naturaleza tal como elhombre la entiende. La tercera fuente es elderecho positivo o la ley del estado. Una leyo un valor lo es simplemente porque lodecide así el estado. En las sociedadesrepublicanas o democráticas, talesdecisiones descansan en la voluntad de lamayoría, que es considerada el árbitro finalde aquello que está bien. Este juicio suelevincularse al mismo tiempo con elutilitarismo y el pragmatismo al sugerir quelo que está bien es aquello que parece“funcionar” adecuadamente para la mayoríao proporciona el mayor grado de felicidad

para el mayor número de personas.Si bien los tres conceptos de valor

existieron siempre en todas las sociedades, yalgunos pensadores trataron de combinarlosen una jerarquía coherente, tienden aadquirir prominencia en un ordenrelacionado con los factores “I-E”. Lassociedades inician su desarrollo con unsistema básico de valores derivado de la leysobrenatural. El derrumbe del feudalismo yel crecimiento de la igualdad se producen

debido al desarrollo del derecho natural.El igualitarismo y el imperio se

caracterizan por la creciente aceptación delderecho positivo y la creencia en el estadocomo fuente última de todo valor y toda ley.

La comprensión de los factores “I-E” ysu relación con las fuentes de valorproporciona una base a partir de la cual sepuede observar desde una perspectivahistórica el desarrollo de ese síndrome. El

anhelo de igualdad fue un factor esencialque condujo a la destrucción de lasrelaciones feudales y al desarrollo de

estructuras sociales más móviles y abiertas,que caracterizaron el surgimiento de lasgrandes civilizaciones a lo largo de lahistoria.

Desde el punto de vista funcional, dichaigualdad significó el desarrollo de un

mercado relativamente libre, en el cual losindividuos podían intercambiar ideas,bienes y servicios sin ninguna clase detrabas. Sin embargo, el talento y lainteligencia no se correlacionannecesariamente con la riqueza y el status, yno todo el mundo es capaz de ascender a lacúspide de la sociedad. Si bien el aumentogeneral de la abundancia eleva mucho elpromedio, la distancia entre el nivel más altoy el más bajo puede ampliarse

considerablemente.El igualitarismo latente en el impulso

hacia la igualdad empieza ahora a afirmarse.El argumento igualitario en pro de la“justicia social”, invocado por algunoslíderes religiosos, intelectuales laicos ypolíticos, es, en esencia, un programa que sebasa en la nivelación del ingreso, lapropiedad y el status, y se oponefundamentalmente a la idea de igualdad. La

continua demanda de una mayor igualdadsuele utilizarse como un conveniente temade discusión tras el cual el igualitarismopuede encubrir la verdadera naturaleza desu programa.

La búsqueda de justicia es impulsadapor la existencia de numerosos privilegioseconómicos y sociales derivados del antiguoy, en muchos casos, permanente acceso alaparato del estado de diversos grupos ointereses que operan en el seno de la

sociedad. Probablemente, algunosdefensores del igualitarismo son sinceroscuando proclaman su inquebrantable fe enque una sociedad más equitativa emergeráde un programa de nivelación puesto envigor por el estado, antes que delcercenamiento del poder del estado. Sinembargo, para muchos de esos defensores eligualitarismo enmascara, simplemente, elenvidioso deseo de reemplazar a aquellosque están en lo alto de la pirámide social,

independientemente de que la encumbradaposición que ocupan derive de privilegiosotorgados por el estado o resulte de un nivel

Page 73: Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

8/22/2019 Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-52-igualitarismo 73/93

73

superior de capacidad personal y/o de untrabajo duro, arduo y constante. A lo sumo,los igualitarios admitirán que dicho éxito sedebe sólo al factor “suerte”.

La pregunta significativa es la siguiente:¿Por qué un gran número de personas llega

a creer que la justicia sólo se puede alcanzarpor medio de la creciente intervención delestado? Esta creencia se debe, en granmedida, a la abrumadora aceptación delestado como fuente de los valores y de laley. La sociedad no sólo busca solucionesdentro del paradigma definido por elestado: también le resulta difícil considerarque el estatismo está en el centro delproblema.

La idea del estado emerge, como sucedecon ciertos aspectos de la economía demercado, con el derrumbe del feudalismo.Los estatistas desarrollan una política que enOccidente recibe el nombre demercantilismo, esto es, una política bajo lacual el estado permite la existencia de lapropiedad privada, pero quienes controlanel estado utilizan su poder para regular ydirigir la economía con el fin de asegurar elbienestar general de toda la sociedad. Con

monopolios o sin ellos, dicho sistema esinherentemente inestable y tiende aencaminarse hacia el sindicalismocorporativo, en el cual diversos intereseseconómicos se valen del estado para suspropios fines. La critica del sistema provienede tres fuentes: quienes quieren reformar elsistema para volver a un mercantilismoresponsable, quienes quieren reemplazar elsistema e ir más allá del mercantilismo parallegar a la abolición de la propiedad privada

en muchas áreas de la economía, y quienesconsideran que el problema básico es elcreciente poder del estado.

Mercado libre

Mercantilismo

Sindicalismo corporativo

Socialismo

Las cuatro economías políticas queacabamos de mencionar se comprenderán

mejor si representamos la economía, o elmercado, por una bola de billar negra y elestado por una bola de billar blanca. En elmodelo de mercado libre, el Estado no

interviene en la economía: su principalfunción consiste en mantener el imperio dela ley. En el modelo mercantilista, el impulsoparte de la bola política blanca y trata deutilizar la economía para asegurar el“bienestar general”. El área deinterpenetración, sea cual fuere sudimensión, se encuentra bajo el control delEstado. A la larga, el poder tiende a fluirhacia la burocracia que administra al estadoy a alejarse de los políticos. En el modelosindicalista corporativo, los intereseseconómicos definen en grado creciente elsistema. Hay que señalar, sin embargo, queéste es dominado por los interesescomprendidos dentro del área deinterpenetración y no por los que operantodavía en el área del mercado. En elmodelo socialista, el mercado ha sidoeliminado y está sujeto al control total de laautoridad política.

La democracia conduce obviamente aligualitarismo masivo, mientras que elgobierno representativo lleva al desarrollodel sindicalismo corporativo, porque laelección de representantes brinda a losintereses económicos la fácil oportunidad deejercer presión sobre el proceso legislativo a

través de su influencia y su dinero. Estoexplica la permanente atracción que sientenlos presuntos reformadores por la figura deun “César” que se colocaría por encima ymás allá de tales intereses. La capacidad delos intereses económicos de “comprar” elaparato mercantilista regulador empuja cadavez más a los reformadores hacia unaposición socialista.

Por lo tanto, el sistema tiende hacia el

imperio. El poder centralizado del estado seconsidera esencial para hacer frente a los“males” del sistema existente. Esto sugiere, asu vez, que hay una burocracia capaz demanejar una sociedad cada vez máscompleja. Tanto los políticos como losintelectuales consideran que esa burocraciaracionalizada basada en el mérito es elmedio adecuado para controlar el poder delos “intereses creados”. En última instancia,sin embargo, el objetivo de toda burocracia

es protegerse a sí misma por encima de todolo demás. Se genera entonces una lucha porel poder entre el gobernante, la burocracia,los intereses económicos y el pueblo en

Page 74: Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

8/22/2019 Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-52-igualitarismo 74/93

74

general, lucha que suele complicarse por laintervención de los militares como gruposeparado y distinto dentro del aparatoestatal.

La crisis se desencadena cuando laeconomía ya no es capaz de producir lo

suficiente para satisfacer el voraz apetito deaquellos grupos que tienen acceso al estado.El caso clásico es el de la China agraria,donde el sistema “exprimió” los recursosexistentes conduciendo a la crisis, la rebelióny la iniciación de un nuevo ciclo. La increíbleabundancia producida por laindustrialización puede posponer la crisis,pero no altera los perfiles fundamentales delproceso.

La idea de poder y de control fascina alos intelectuales y a los políticos. Como elmandarín, cuyas largas uñas revelaban suaversión al trabajo físico y su posibilidad deeludirlo, muchos políticos e intelectualesmuestran una aversión innata hacia laeconomía de mercado, con su énfasis en eltrabajo, el riesgo empresarial y el dinero.Através de la regulación económica, laburocracia racionalizada no sólo prometeseguridad y el fin de la injusticia, sino

también el cercenamiento de la “brutal” y“antisocial” competitividad concomitantecon el mercado libre. Uno de los grandesatractivos de la burocracia racional es que, aleliminar la competencia, promete tambiénerradicar la envidia. Pero al perder lasposibilidades de creatividad que le brinda elmercado libre, la burocracia no tiene ningúnmedio para definir el mérito. A lo sumo, seestablece un sistema de símbolos relevantes,como por ejemplo, los exámenes sobre la

doctrina de Confucio, o el doctorado en lospaíses de Occidente. Tales élites cada vez,más artificiales, o bien siguen siendoexclusivas, rechazando la igualdad ygenerando envidia, o bien rebajan el nivel delos estándares de excelencia (sean cualesfueren los que hayan conservado), enrespuesta a las continuas presionesigualitarias. Si bien el fin ostensible de laburocracia es inicialmente la promoción dela igualdad, termina por conducir

inevitablemente al igualitarismo. Porconsiguiente, los perfiles del imperio seentrelazan inexorablemente con la envidia yel igualitarismo. Podemos examinar todo el

síndrome de los factores “I-E” tal como sedesarrolló en la antigüedad en Grecia yRoma, en China y en los modernos países deOccidente, especialmente en los EstadosUnidos.

La idea de igualdad penetró en todo el

tejido de la sociedad griega. Alfred E.Zimmern hace notar al respecto: “Laigualdad de tierras y la igualdad dederechos eran tradiciones persistentes,profundamente arraigadas en la vida griega[...]. Pero esa igualdad respecto de las tierrasno se mantenía durante mucho tiempo [...] ymenos en una sociedad en la cual latradición de igualdad estaba fuertementedesarrollada”. Aunque la creencia en la leysobrenatural derivada de los dioses nunca

desapareció por completo, pasó a ocuparuna posición subordinada, o a combinarse,en los escritos de los grandes filósofos ydramaturgos, con la idea del derechonatural. La igualdad estaba atada a la leynatural, por ejemplo, en The Trojan Women,donde Jaeger señala que Eurípides “describela igualdad, base de la democracia, como laley, que se manifiesta cientos de veces en lanaturaleza, y a la que el hombre mismo nopuede escapar”.

Como Jenofonte, el famoso escritorToynbee brindó una fascinante visión delproceso en virtud del cual la igualdad seextendió incluso a la institución de laesclavitud. “Los esclavos [...] gozan de ungrado extremo de libertad en Atenas, dondees ilegal agredirlos, y no tienen obligaciónde ceder el paso a nadie [...]. El proletariadolibre no está mejor vestido que los esclavos[...] éstos pueden llevar una vida de lujo y en

algunos casos tienen una posición muyencumbrada.”.

La creciente igualdad dio lugar adiferencias cada vez mayores en la situacióneconómica, las cuales proporcionaron a suvez la base para un fuerte igualitarismo en elcual la envidia era un factor significativo. Elmovimiento culminó en una serie delegisladores “visionarios” que surgieron entoda Grecia, entre los cuales Licurgo deEsparta y Solón de Atenas son los más

conocidos. “En la obra de todos estoslegisladores podemos detectar unacaracterística común: el intento de restaurar

Page 75: Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

8/22/2019 Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-52-igualitarismo 75/93

75

la unidad del estado restringiendo el uso dela riqueza.” Y mientras que la elaboradafórmula igualitaria de Esparta prescribía nosólo el estilo de vida, sino hasta el tipo dealimentos que había que consumir, Atenasaplicaba también un código bastanteriguroso. Por otra parte, “en ambos casos elobjetivo era el mismo [...] remediar lasdesigualdades creadas por la riqueza [...] nosimplemente [...] [a través de las leyes] [...]sino haciendo que el rico se pareciera lo másposible al pobre.

La solución igualitaria de Licurgo fue unmonumental esfuerzo por hacer retrocederel reloj de la historia. La medida de su éxitoestá dada por el hecho de que Esparta llegóa ser el prototipo del estado militar

económicamente estancado. Licurgo creíaque “la concentración de la tierra en manosde los ricos” era la principal causa deldesorden que imperaba en, Esparta. Pararemediar esa situación proponía terminarcon “el lucro competitivo, la codicia y ellujo”. Por lo tanto, procedió a traspasar todala tierra a la polis para su redistribución, yentregó parcelas iguales a cada espartano.Como el dinero era la raíz de todos losmales, “retiró de la circulación todas las

monedas de oro y plata, emitiendo en sulugar una tosca moneda de hierro,demasiado pesada y difícil de manejar, cuyovalor era además tan pequeño quedesalentaba su acumulación o cualquier otrouso indebido”, como desarrollar, porejemplo, una amplia actividad comercial.

En tales circunstancias, se restringióseveramente la igualdad de oportunidades yla igualdad ante la ley en un mercado

relativamente libre. Incluso en Atenas, lapresunta aristocracia que defendieronPlatón y Aristóteles no era una aristocraciatradicional “sino sólo un conjunto deoligarquías temporarias que habían surgidoprincipalmente como una reacción ante lasdemocracias”. Simplemente estabaconstituida por “hombres adinerados que sehabían apoderado de la polis como un actode autodefensa. Estos oligarcas trataban deque el peso del estado recayera sobre los

demás, mientras se reservaban para sí suscargos jerárquicos y sus beneficios”. “Laigualdad ante la ley” -el slogan de losoligarcas-, era un enunciado vacío destinado

a enmascarar el control que ejercían sobre elestado para defender sus propios intereses.

En Historia de la guerra del PeloponesoTucídides relata brillantemente cómo laguerra se entrelazaba, tanto con la crisis delimperio como con el impulso igualitario de

las masas y de sus demagógicos líderesexpansionistas. No hay una descripción másvivida y ajustada de la degradación deAtenas y de la arrogancia del poder y delderecho positivo estatista característicos delimperio que el discurso que los ateniensesdirigieron a los melinos antes deconquistarlos, de exterminar a todos losvarones, vender como esclavos a mujeres yniños y establecerse en esa región:

“En cuanto a nosotros, no losimportunaremos con falsos pretextos [...] noles diremos que tenemos derecho aconservar nuestro imperio, o que ahora losatacamos debido al daño que ustedes noshan causado [...] no los importunaremos conun extenso discurso que no seria creído pornadie [...] puesto que ustedes saben tan biencomo nosotros que el derecho, en lostiempos que corren, es sólo un problema quese plantea entre iguales, es decir, entre

hombres que tienen igual poder, mientrasque los fuertes hacen lo que pueden, y losdébiles sufren lo que deben sufrir”.

En realidad, en el fraccionado mundo delos griegos, la libertad fue destruida muchoantes de que los conquistaran losmacedonios. El imperio de Alejandro erauna expansión militar que fue posible porun prolongado proceso evolutivo interno.

El largo período de la historia romana

ofrece un ejemplo aun más ilustrativo delfuncionamiento de los factores “I-E”. En elmundo antiguo, Roma se distinguió enépocas muy tempranas de su historia por laimportancia que daba al concepto dederecho. Hacia fines de la era helenísticaesto había producido una metamorfosis enla situación de las mujeres. La igualdad de lamujer trascendió el ámbito político,extendiéndose a la vida económica, y enalgunas ocupaciones como la plomería las

mujeres llegaron a predominar. La tasa dedivorcios aumentó muchísimo, y el poder“del pater familias, sacudido hasta suscimientos, finalmente fue barrido por

Page 76: Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

8/22/2019 Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-52-igualitarismo 76/93

76

completo”. “El manso y sumiso esposoromano se había convertido ya en unpersonaje de comedia en los heroicostiempos de la Segunda Guerra Púnica”. Estecambio en las relaciones familiares provocóla amarga protesta de Catón el Censor.“Todos los demás hombres dominan a lasmujeres, pero nosotros, los romanos, quedominamos a todos los hombres, somosdominados por nuestras mujeres.” Laigualdad había avanzado hasta el punto deque en las postrimerías del imperio la mujerque contraía matrimonio conservaba susbienes, y el hombre “ni siquiera teníaderecho, legalmente, al usufructo de losingresos o rentas provenientes de aquéllos”.

Como en el caso de Grecia, el creciente

grado de igualdad terminó por producirgrandes diferencias de riqueza. En la largalucha entre patricios y plebeyos por elcontrol del estado, empezó a tomar formaun programa igualitario. Con el transcursode los años se hicieron varios intentos, talescomo las leyes de Licinio Estolón y SextioLaterano del año 367 a.C., para poner unlímite a la posesión de riqueza, “pero estasleyes fueron ignoradas o violadas del mismomodo que siempre se hizo caso omiso de las

leyes suntuarias que trataban de restringir ellujo personal en materia de ropa, alimentos, joyas y carruajes”.

Después de la terminación de lasGuerras Púnicas el historiador Polibio hizouna evaluación pesimista que resultóprofética a la luz de la guerra civil siguiente,que se prolongó durante casi un siglo. Enefecto, escribió en el año 150 a.C. que unanación “después de evitar grandes peligros”

y de alcanzar “un alto grado de prosperidady poder incontestable” suele desarrollar “unestilo de vida ostentoso y extravagante” que“prueba el comienzo de un deterioro”. Elpueblo “llega a convencerse de que estásiendo engañado por algunos hombresmovidos por la codicia” y “en su apasionadoresentimiento [...] se negará a seguirobedeciendo por más tiempo, o acontentarse con compartir los mismospoderes con sus líderes, y exigirá para sí

todo el poder o gran parte de él”.La crisis se precipitó a raíz de los

esfuerzos realizados por Tiberio Graco en el

año 133 a.C. para restablecer las leyesagrarias de Licinio Estolón y SextioLaterano. La historia de la violenta guerracivil que se desencadenó debido a lasacciones de los Gracos y se prolongó enforma intermitente hasta el triunfo deAugusto César es, por supuesto, bienconocida. El problema en discusión eraquién controlaría el estado y con quépropósito. A la larga, la victoria fue paraaquellos que propugnaban la implantaciónde una política que prometía el reparto delrico botín de las guerras expansionistas, junto con un programa igualitario debienestar en el propio país. Julio César, porejemplo, “ayudó a los deudores en el año 49a.C., cancelando los intereses vencidos y nopagados, y los acreedores tuvieron queaceptar el pago de la propiedad tal comohabía sido valuada antes de la inflación”.Theodor Mommsen comentaba al respecto:“César hizo lo que pudo para moderar laterrible omnipotencia del capital”.

En el imperio, mientras el emperadortrataba de identificarse con los dioses y, porlo tanto, con la ley sobrenatural, era evidentepara los pensadores más lúcidos que el“derecho” descansaba esencialmente en el

César, en el poder del ejército y en el aparatoestatal. En cierto sentido, el imperio puedeentenderse mejor como un intento deoponerse a la larga era de violenciagenerada por el impulso igualitario. Elemperador procuraba equilibrar el deseoigualitario de nivelación de las masas con elcodicioso propósito de diversos gruposeconómicos de utilizar el estado paraobtener grandes riquezas y ponerlas a buenrecaudo recurriendo a la política de

contraponer esas fuerzas a las del ejército yla burocracia civil. A pesar de las enormestensiones generadas dentro de semejantesistema, y de la incapacidad del derechopositivo de proporcionar un adecuadocemento social, la estructura se mantuvodurante un tiempo increíblemente largo,pero al fin se desmoronó porque la crisis sevio exacerbada por presiones ajenas alimperio.

En el actual debate sobre laconveniencia de crear o no un ejércitovoluntario, la experiencia romanaproporciona algunas ideas útiles. En un

Page 77: Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

8/22/2019 Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-52-igualitarismo 77/93

77

amplio estudio sobre el ejército romano,Martin P. Nilsson señalaba: “Los antiguosestados eran como todas las repúblicas porcuanto tenían un sistema de servicioobligatorio universal”. Y agregaba:

“La transición del ejército romano de un

ejército basado en el servicio obligatorio aun ejército profesional, unas generacionesantes de la aparición de Augusto, fue elpreludio al paso de Roma de la formarepublicana a la monárquica [...]. El ejércitoya no abrigaba ningún sentimiento hacia elestado y sus ciudadanos: sólo se sentíaligado a la profesión, a los beneficios queésta le reportaba y al comandante que sabiacómo ejercer sobre él su influenciapersonal”.

El crecimiento de la “burocraciacentralizada” también explica en parte lacrisis del imperio. W. C. Beyer llega a lasiguiente conclusión:

“El servicio civil romano se convirtiópor fin en una carga gravosa y opresiva.También reglamentó excesivamente la vidaeconómica del pueblo, sometiéndolo al pagode pesados gravámenes destinados amantener a un creciente número de

funcionarios imperiales. Bajo esta doblefrustración, la ciudadanía romana sufrió elmismo derrumbe espiritual que abatió a suspredecesores egipcios bajo el reinado de losptolomeos. La industria y la agriculturalanguidecieron, la población disminuyó, eincluso el ejército se debilitó a tal punto queno pudo seguir conteniendo a los bárbarosque ejercían presión sobre las fronteras de lanación. En realidad, el servicio civil romano,que al principio había sido el principal

instrumento del imperio para asegurar lapaz y la prosperidad del mundo romanofue, en sus últimas etapas, una de lasprincipales causas de la caída del imperio”.

Los factores “I-E” y las cambiantesfuentes de valores se entrelazan con lasinterpretaciones de la caída de Romasugeridas por estudiosos como M.Rostovtzeff y Chester G. Starr. Rostovtzeffcomienza su análisis señalando: “Uno de los

fenómenos más notables de la vidaeconómica fue la rápida depreciación de lamoneda y el incremento todavía másacelerado de los precios”. Si la plata sufrió

una depreciación, el oro, literalmentehablando, desapareció. Se implantó unsistema de moneda “fiduciaria” que carecíaprácticamente de valor, y sólo era aceptadaporque el estado obligaba al pueblo ahacerlo. “La depreciación de la moneda serelacionaba estrechamente con el aumentode los artículos de primera necesidad.”

La carga impositiva y la confiscaciónafectaban especialmente a las ciudadesdonde se centraba el desarrollo económico.“Como es natural, los principalesperjudicados [...] eran los hombres que,aunque no muy ricos, pertenecían a la claseacomodada, y aquellos relativamentehonestos.” Rostovtzeff hacia notar, en unpasaje que recuerda el libro Atlas Shrugged,

escrito años más tarde por otra émigréerusa, Ayn Rand: “Esos hombres[pertenecientes a la clase media alta]perdieron sus bienes, fueron degradados ytuvieron que huir, viéndose obligados avivir ocultos en distintas partes del país”.Quienes lograban fama y fortuna dentro deese sistema “eran los hombres ricos einescrupulosos que tenían los medios y laastucia necesaria para sobornar a losfuncionarios y cimentar su propia

prosperidad a costa del infortunio de suscolegas más pobres y honrados”. Casi laúnica luz de esperanza era que hacia el sigloIV el aparato estatal y policial se habíavuelto tan inepto que era relativamente fácil“ocultarse” y retornar del exilio.

El estado se valía del ejército, compuestoen gran medida por campesinossemibárbaros, para atacar duramente a laclase empresarial urbana, responsable de la

mayor parte de la actividad económica.Lamentablemente, el ejército igualitario eracada vez más difícil de manejar. “Lasfuerzas impulsoras”, sostenía Rostovtzeff,“eran la envidia y el odio, pero el ejército notenía ningún programa positivo”. El ejércitollegó a darse cuenta de que compartía enmuy pequeña medida la riqueza adquirida ydefendida a menudo a través de susesfuerzos, y a costa de la muerte de muchosde sus soldados. En consecuencia, “la oscura

sumisión que durante siglos había sido lamodalidad típica” del soldado-campesino“fue transformándose gradualmente en unagudo sentimiento de odio y envidia” hacia

Page 78: Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

8/22/2019 Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-52-igualitarismo 78/93

78

los habitantes de la ciudad. Cuando elejército debía intervenir para sofocar algunarevuelta urbana, solía hacer más estragosque los que estaba destinado a prevenir.

Según la tesis de Rostovtzeff, “la envidiay el odio” hacia la ciudad fueron las causas

fundamentales, y “el antagonismo entre laciudad y el campo fue la principal fuerzaque impulsó la revolución social en el sigloIII”, la cual destruyó la estructura internadel imperio. Un análisis semejante - con ladiferencia de que no menciona en absolutoel sentimiento de envidia, y se inclina por lavictoria de las fuerzas del campo- es el queproponen hoy muchos revolucionarios delos países pobres, y se puso especialmentede manifiesto en el muy publicitado

discurso que pronunció hace algunos años ellíder chino, mariscal Lin Piao.

Los excesos de los campesinos-soldadosromanos no condujeron al triunfo de esegrupo incipiente. El sistema establecido porel emperador Diocleciano, quien “se elevódesde la esclavitud hasta la jerarquía real alos 39 años”, logró introducir algunaapariencia de orden. Empero, si la repúblicafue el primer acto del drama romano, y el

imperio el segundo, este tercer acto eraestructuralmente diferente, aunque todavíase empleaba el término imperio, y quizáseria más adecuado calificarlo de“despotismo oriental”. La nueva burocraciagobernante entabló muy pronto estrechasrelaciones con el sector “más rico ypoderoso” de la clase alta. “La clase que ibadesapareciendo era la clase media, integradapor los activos y frugales ciudadanos de lasmil ciudades del imperio, que constituían el

eslabón entre las clases alta y baja.” Es pocolo que se sabe de esta clase, salvo que “conel paso del tiempo estuvo cada vez másoprimida y, desde el punto de vistanumérico, se fue reduciendoprogresivamente”. Por lo tanto, “unmovimiento impulsado al comienzo por laenvidia y el odio, y que para alcanzar suspropósitos recurrió luego al asesinato y ladestrucción, terminó por hundirse en unadepresión espiritual tan profunda que

cualquier condición estable parecía serpreferible a ese interminable estado deanarquía”. Muchos aceptaron el colapsofinal del imperio “sin mayor pesar”, y otros,

que habían frecuentado a los hunos,consideraron que su sociedad era “muchomejor” que la de Roma.

Ni siquiera China, una sociedad quesegún la opinión de algunos desconocía lasideas de igualdad e igualitarismo, estaba

exenta del desarrollo del síndrome de losfactores “I-E”. En tiempos de la dinastíaCh'in, la antigua aristocracia feudal habíasido eliminada. El confucianismo, ellegalismo y el taoísmo fueron intentos dehacer frente al derrumbe del viejo orden.

La presión en favor de la igualdad deoportunidades y de la igualdad ante la leyfue un factor en este proceso. Mientras queel confucianismo y el legalismo aceptaban alestado, “no estaban de acuerdo en cuanto alproblema de elevar la ley a la universalidad[el punto de vista legalista]. No era lalegalidad la que dividía al confucianismo yal legalismo, sino la igualdad ante la ley”.Ambos sistemas iban más allá de unaorientación de los valores basada en la leysobrenatural. El confucianismo seaproximaba al derecho natural, puesto quesubrayaba la importancia de vivir “enarmonía” con la naturaleza, mientras que el

legalismo era el epítome del derechopositivo. Estas dos filosofías estatistas seoponían al taoísmo, el cual, aunquefuncionaba también dentro del marco de laley natural al enfatizar la idea de “elcamino”, rechazaba la idea del estado.Étienne Balazs calificaba el pensamiento detaoístas como Pao Ching-yen de“anarquismo libertario”. Lamentablemente,el enorme poder ejercido por el estadoempujó a los mejores pensadores taoístas

hacia una posición cada vez más nihilista.La igualdad ante la ley, prometida por

los legalistas, fue un importante factor en eltriunfo de esa idea, en la unificación delpaís, y en el establecimiento del imperio bajoShih Huang-ti. Con la fundación de unanueva dinastía y la repetición del ciclo a lolargo de los siglos, la redistribución de latierra a los campesinos continuó siendo unademanda constante.

Sea cual fuere el alcance de esaredistribución, pronto surgieron diferencias,ya que algunos hombres se ingeniaron paraacumular más riquezas que otros, sea

Page 79: Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

8/22/2019 Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-52-igualitarismo 79/93

79

gracias a sus propios esfuerzos o a través delacceso al aparato del estado. Esta situaciónprovocó resentimiento y envidia, lo cualreflejaba también la tensión existente entrela ciudad y el campo, que puede observarseasimismo en otras civilizaciones.

La orientación agraria de losconfucianos enfatizaba su “caballeresca”aversión a la economía de mercado libre.Esta aversión fue especialmente evidente enel caso de reformadores radicales comoWang An-shih, cuyo masivo programa deregulación estatal era una reacción a laurbanización y a la creciente economía demercado del siglo XI.

En su famoso “Memorial de las Diez MilPalabras”, Wang atacaba la opulencia y elmaterialismo cada vez más acentuados de lasociedad. Lamentablemente, los pobres nosólo “envidiaban” a los ricos: también seesforzaban por “emularlos”. La soluciónpropuesta por Wang, que nunca se llevó acabo plenamente, habría significado laimplantación de una economía dirigida quehubiera ido mucho más allá del ampliocontrol de los monopolios y la propiedadejercido ya por el estado. De acuerdo con un

plan masivo de nivelación igualitaria, Wangquería inspeccionar todas las mercaderías ycastigar a aquellas personas que producían“artículos inútiles, extravagantes o decarácter inmoral”. Con el aumento de losimpuestos, muchos de los artesanos ycomerciantes que fabricaban ycomercializaban esos artículos “se veríanobligados a regresar al campo” y de esemodo “no habría escasez de alimentos”.

Impresiona realmente no sólo la

perdurabilidad del imperio chino, sino laforma en que la burocracia confucianamantuvo el control, a pesar del cíclicoascenso y caída de las dinastías y de lasincursiones bárbaras. Esta continuidaddependió de dos factores: uno de ellos era lacomplejidad de la civilización ribereñachina; el otro, el sistema de exámenes. Enteoría, este sistema ofrecía igualdad deoportunidades a todos aquellos dotados desuficiente capacidad para formar parte de la

 jerarquía gobernante. En la práctica, esto noera así, porque se necesitaban años deestudius subsidiados para dominar las obras

literarias de los autores clásicos, las cualesconstituían el núcleo esencial de losexámenes. La presión igualitaria fueprobablemente el principal factor delgradual debilitamiento de los estándares deexcelencia y de la eventual introducción deun procedimiento por el cual se comprabansimplemente los títulos.

Sin embargo, los líderes confucianos noformaban un bloque homogéneo: estabandivididos en grupos cuyas ideas seaproximaban a las de Occidente. Radicalescomo Wang utilizaban la envidia y eligualitarismo presentes en la sociedad comoun medio de avanzar hacia un socialismo deestado virtualmente completo. Un segundogrupo reflejaba el deseo típicamente

mercantilista de controlar la economía enbien de la propia burocracia. El tercer grupose asemejaba a los políticos sindicalistascorporativos como representantes dedeterminados intereses económicos: susmiembros trataban de utilizar sus posicionespara acrecentar la fortuna del clan familiarque había costeado los estudios necesariospara los exámenes.

Balazs ha demostrado hasta qué punto

la burocracia confuciana funcionaba, debajode la retórica del humanismo, como unsistema de poder. La burocracia se apoderóde gran parte de la riqueza económicaproducida desde una base esencialmenteagraria, y en el curso del proceso contribuyóa acelerar la crisis, que conducehabitualmente al establecimiento de unanueva dinastía y de un nuevo ciclo. Fuenecesario crear una vasta red deinformadores y policías para controlar a la

sociedad.53 En tales condiciones, comoocurrió en Roma, la libertad y la creatividadlanguidecieron. En un rapto dedesesperación, el gran historiador Ssu-maCh'ien expresó su última voluntad en sutestamento, donde “denunciaba al estadoautocrático por las humillaciones queinfligía a sus súbditos, y analizaba con granlucidez si se debía recurrir o no al suicidiobajo un régimen despótico”.

Si enfocamos la historia de China desde

esta perspectiva, el régimen actual norepresenta una desviación del pasado, sino

Page 80: Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

8/22/2019 Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-52-igualitarismo 80/93

80

más bien su continuación, con un énfasismás acentuado en la tradición legalista.

Los perfiles de la civilización occidentalmuestran la misma tendencia. La sociedadinició su desarrollo en torno a un sistema devalores basado en el cristianismo y la ley

sobrenatural. El gradual desarrollo de lasciudades y de la economía de mercadoofreció en grado creciente igualdad deoportunidades y ante la ley. Estos cambiosfueron desiguales y no se extendieron a laszonas rurales, donde el sistema feudalsiguió existiendo, como lo prueban losnumerosos levantamientos de campesinosque tuvieron lugar en los siglos XIII y XIV,muchos de los cuales eran fomentados porlíderes religiosos que propugnaban un

programa de nivelación igualitaria. En elseno de la Iglesia, hombres como Tomás deAquino desarrollaron una síntesis de la leynatural y la ley sobrenatural. El avance de laciencia estimuló considerablemente eldesarrollo de un derecho natural secular,mientras que el surgimiento del estadonacional contribuyó al desarrollo delderecho positivo, y las tres fuentes sepusieron de manifiesto en diversascombinaciones.

Tanto el deseo de igualdad como eligualitarismo pueden observarse entre losgrupos que presionan en favor de un cambiosocial, desde las rebeliones campesinas delúltimo período medieval, hasta lasrevoluciones de la era moderna. En ciertamedida, el descubrimiento de América y loque Walter Prescott Webb llamó “la granfrontera” postergaron la crisis. Porconsiguiente, la tierra y las oportunidades

estaban a disposición de aquellos motivadospara aprovechar la ocasión de mejorar susituación. Henry Bamford Parkes sosteníaque el común denominador de todos loshombres que llegaron al Nuevo Mundo fueun factor psicológico: la decisión deabandonar el Viejo Mundo antes que aceptarlas constantes desigualdades del sistemaexistente, de tratar de reformarlo o derebelarse contra él. En otro libro he sugeridoque quienes eligieron en Estados Unidos la

“válvula de seguridad” de la fronterarepresentaban a los tipos de personas ygrupos que, de acuerdo con las teorías de lasociología de la revolución, probablemente

se habrían sublevado si no se les hubieraabierto la frontera de la oportunidad.

El principal mérito de Tocquevilleconsistió en reconocer, con extraordinariaperspicacia, que la igualdad era el carácterdistintivo esencial de la vida

norteamericana. La abundancia de tierras yla relativa incapacidad de los estadoseuropeos de recrear el feudalismo enAmérica ofrecían grandes oportunidades.Las vastas riquezas que fluían del NuevoMundo brindaban también, en algunamedida, cierta igualdad de oportunidadesen el Viejo Mundo, pero siempre dentro delsistema de privilegio existente. Si bien ungran porcentaje de los hombres que estabandispuestos a abandonar Europa abogaban

por la igualdad, entre quienes se quedaronen el Viejo Mundo había sin duda, dejando aun lado a los beneficiarios del sistema, unnúmero desproporcionadamente grande dedefensores del igualitarismo. Por ende, estocondujo en Europa a una polarización entreaquellos que querían valerse del estado paraproteger sus privilegios y quienes deseabanutilizar al estado para instituir un socialismoigualitario. Dentro de estos parámetros hatransitado el curso de la historia europea

moderna, culminando con el estadobenefactor burocrático o socialismo, quecaracteriza ahora a ese continente.

En Estados Unidos, la revolucióneliminó muchos de los vestigios delfeudalismo, que había sido trasplantado aeste lado del Atlántico. Sin embargo, elnacimiento de un estado americano significóque habría una lucha entre los diversosgrupos por el control del aparato estatal, con

el fin de utilizarlo para sus respectivosprogramas. Algunos líderes queríanreemplazar el mercantilismo británico poruna versión norteamericana de esa política.No simpatizaban en absoluto con ladescentralización o el mercantilismo a niveldel estado individual, surgido después de larevolución. La adopción de la Constituciónfacilitó considerablemente la tendencia haciala centralización, y varios fallos judicialescontribuyeron también a ese proceso. En

este periodo temprano de la historianorteamericana, las tendenciascentralizadoras alcanzaron su punto másalto durante la presidencia de John Quincy

Page 81: Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

8/22/2019 Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-52-igualitarismo 81/93

81

Adams. Como señalaba William ApplemanWilliams:

“En realidad, hacia 1826 el gobierno erael empresario más importante del país.Manejaba más fondos, empleaba más gente,compraba más mercaderías y prestaba más

capital operativo y de inversión quecualquier otra empresa. Para esasgeneraciones de hombres que creíanpresuntamente en gobiernos débiles yreducidos al mínimo posible los PadresFundadores y sus primeros descendientescrearon una institución relativamentegrande y activa [...] y el principio de ayudagubernamental a las compañías privadas nohabría de tener en ninguna esfera mayoraplicación que en el plan de concesiones de

tierras a los ferrocarriles, excepto, quizás, enlos subsidios directos e indirectos otorgadosa las grandes empresas corporativas durantela Primera y la Segunda Guerra Mundial”.

Los jacksonianos nunca revirtieron porcompleto este proceso, y su llamada políticade laissez faire tampoco fue internamentemuy coherente, ya que muchos de ellosestaban absolutamente dispuestos a haceruso del poder del estado para controlar a sus

esclavos y arrebatar las tierras a los indios.Sea como fuere la Guerra de Secesiónacrecentó de modo considerable lastendencias centralizadoras, y el grupodominante dentro del partido republicanoestaba integrado por muchos de los sectoreseconómicos que habían apoyado el “sistemanorteamericano” centralista (whiggista) deHenry Clay. En las postrimerías del sigloXIX, se formalizó la alianza del gobierno congrupos que representaban diversos intereses

comerciales. Los abusos del podercentralizado y el desprecio por la ley y elproceso constitucional se pusieronclaramente de manifiesto en el manejo de larevolución cubana por parte del presidenteWilliam McKinley, en la guerra con España,y en nuestra intervención en Filipinas a finesde la década de 1890. Estas accionesesclarecen, sin duda, la definición delimperio, sugerida por John Adams en 1775.

A medida que se reducía la esfera de

acción del mercado libre, la economíapolítica norteamericana fue adquiriendo engrado creciente, a partir de fines del siglo

XIX, un carácter sindicalista corporativo.Gabriel Kolko, entre otros, sostuvo que losintentos de los reformadores progresistas deservirse del gobierno para regular laactividad comercial lo que en este ensayodenominaríamos una solución mercantilista)tuvieron principalmente el respaldo de esossectores comerciales que se sentíanamenazados por la competencia deempresarios más pequeños y eficientes. Elfracaso de los esfuerzos de los trusts ycorporaciones para crear una protecciónmonopólica condujo a la implantación deregulaciones como un medio de reducir lacompetencia.

Los reformadores se sentían frustradosal ver que los sectores comerciales

dominaban el aparato regulador. Algunoshabían abrigado la esperanza de valerse delgobierno para restaurar la competencia(igualdad de oportunidades), mientras queotros querían acrecentar la intervencióngubernamental con el fin de lograr unaredistribución igualitaria.

Por consiguiente, el período final delsiglo XIX fue la cuna de la reformanorteamericana. Desde un punto de vista

libertario, podría argumentarse que lospeores abusos del sistema eran el resultadode la actitud del gobierno al apoyar o crearprivilegios cuya regulación formalizaba yperpetuaba. Dicha posición se habríaajustado a la tradición del derecho naturalpara subrayar el aspecto dinámico de laevolución antes que sus cualidades estáticas.Los llamados darwinistas sociales solíandefender el statu quo y la teoría de la“supervivencia de los más aptos”, no

obstante la evidencia de que él progreso erael resultado de la evolución de los “ineptos”,esto es, de los organismos que no seadaptaban a un medio dado y tenían quedesarrollar algo “nuevo” para sobrevivir.Los factores fundamentales eran el cambiodinámico y la adaptación antes que el statuquo. Sin embargo, los grandes reformadoresnorteamericanos rechazaron la idea delmercado libre y el derecho natural,volcándose en cambio hacia la regulación

gubernamental y el derecho positivo.Sectores de tres grupos -los

reformadores, los hombres de negocios y los

Page 82: Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

8/22/2019 Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-52-igualitarismo 82/93

82

políticos- contribuyeron al crecimiento delgobierno burocrático centralizado (imperio).A la regulación y al sistema de bienestar sesumaron las necesidades de una políticaexterior cada vez más imperial. Cada nuevacrisis, sea que se tratase de una guerraglobal o de tensiones económicas internasgeneradas por el sistema, aumentaba ladimensión de la estructura. La actual crisiseconómica es el resultado de la increíbleexpansión del gobierno en la década de1960, y de los gastos en materia de políticaexterior e interior. Si el gobierno hubierasido capaz de conseguir que la mayoría delos países del mundo estuviera atada aldólar, el sistema podría haberse sostenidomás tiempo, pero ese intento fracasó.Estados Unidos ha empezado a comprenderque el costo de mantener el “orden” en todomundo supera sus posibilidades de proveerlos recursos monetarios necesarios para esefin, y choca con la oposición de los jóvenesque se niegan a ser reclutados para defenderdicha causa.

El igualitarismo, baluarte del estadobenefactor, se caracteriza cada vez más porla continua lucha entre los intereseseconómicos, los políticos y la burocracia

para dominar el sistema imperial y obtenerbeneficios de él. Estamos presenciando losprimeros rounds de la agotadora lucha quese libró en Roma y China a lo largo demuchos siglos.

No disponemos aquí del espaciosuficiente para examinar las diversas formasen que el igualitarismo afectó el desarrollode la sociedad norteamericana. Algunas deellas son bastante sutiles, como, por ejemplo,

la relación del pensamiento igualitario con eléxito en los negocios y la educación, y lacreciente violencia en nuestra sociedad. Alcomentar el asesinato del presidente JamesGarfield en 1881, Alexander Stephens loatribuía a la firme creencia de que todo elmundo tenía derecho a triunfar en losnegocios y en la esfera educacional. Las“ambiciones” de muchos habían sido“excesivamente estimuladas” por encima desus respectivas capacidades. A raíz del

fracaso resultante se recurría a la violencia ya la desesperada búsqueda de notoriedadcomo sustituto parcial del éxito. ArthurBremer, el hombre que disparó su arma

contra el gobernador de Alabama, GeorgeWallace, en 1972, es un ejemplo bastantepatético de este igualitarismo frustrado. Porla lectura de su diario sabemos que a Bremerle tenía sin cuidado quién fue su víctima: unpersonaje más importante significabasimplemente más publicidad. A lo largo deese diario, Bremer se refiere constantementeal “fracaso”. El grado de odio hacia sí mismoes abrumador.66 Es probable que esta épocade igualitarismo sólo pueda conducir a unacreciente frustración y violencia cuandomuchos descubran que no pueden alcanzarel éxito que los igualitarios prometían porser un “derecho” de todos.

En un área como la de la educación, elfracaso puede evitarse rebajando

simplemente los estándares de excelencia.Esta degradación es el punto esencial de laactual crisis de la educación norteamericana,pero pocas veces se comenta este problema.En el nivel universitario, las escuelas malasy deficientes, sostenidas a menudo por elestado y sometidas fácilmente a la presiónpolítica igualitaria, desalojan a las buenasescuelas en una suerte de aplicación de laley de Gresham al área educativa. Laspresiones igualitarias de los estudiantes que

exigen el derecho a evaluar a sus maestros, ylas de los pares que se evalúan mutuamente,empujan el sistema hacia la burocratización,que socava y debilita el pensamiento libre yla creatividad. En Estados Unidos, la presióngubernamental tendiente a acrecentar eligualitarismo ha conducido alestablecimiento de cuotas para variosgrupos “minoritarios”, como las mujeres ylos negros. Tales políticas contradicen lastradicionales nociones norteamericanas de

igualdad de oportunidades e igualdad antela ley.

El arbitrario poder de la burocraciagubernamental centralizada impregna todoslos niveles de la vida norteamericana,sofocando la libertad y la iniciativa. Eldirector de la Oficina de Patentes, porejemplo, informó recientemente que porprimera vez se ha observado una acentuadadisminución de la tasa de patentes de

nuevas ideas e inventos.67 Hay motivospara sospechar que esta disminución no sedebe a que los norteamericanos se hayanvuelto de golpe menos inteligentes, sino a

Page 83: Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

8/22/2019 Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-52-igualitarismo 83/93

83

que la estructura de la regulacióngubernamental ha adquirido dimensionestan enormes que desalientan el desarrollo yla aplicación de nuevas ideas.Lamentablemente, esta tendencia se pone demanifiesto en momentos en que el gobiernoha creado o exacerbado problemas como elde la contaminación, cuya solución exigiránecesariamente un clima de libertad ycreatividad, sin las trabas o impedimentospropios de un rígido estatismo burocrático.

La historia de las civilizaciones nosenseña que todas las épocas caracterizadaspor el surgimiento del derecho positivo y elcrecimiento del estado experimentaron amenudo el derrumbe de los valores y de lafamilia junto con el vuelco hacia las drogas y

el sexo en un desesperado intento deencontrar algún sentido a la vida. Los casosde suicidio aumentan notablemente, enespecial entre algunos de los pensadoresmás lúcidos, como ocurrió con los estoicosde Roma.68 Es evidente que nuestra propiacivilización muestra ya aspectos de estacreciente esterilidad cultural concomitantecon el creciente bloqueo burocrático.

¿Podrá revertirse en Occidente la

tendencia histórica hacia el igualitarismo yel imperio que asolaron a otrascivilizaciones? Irónicamente, la esperanzareside quizás en las recurrentes crisiseconómicas de las naciones desarrolladas,cuyas economías se tambalean bajo elenorme peso de los subsidios, los gastos dedefensa, los programas de bienestar social yla burocracia. La continua incapacidad delgobierno para resolver esos problemaspuede conducir todavía a una reevaluación

de toda la situación, de modo tal que elderecho natural y el mercado libre asumanun nuevo e importante papel en la lucha porla libertad humana.

© Revista Libertas VI: 11 (Octubre 1989).Instituto Universitario ESEADE.

El igualitarismo es unarevuelta contra la Naturaleza 

 _____________________________________ 

 Murray N. Rothbard 

 Probablemente, la pregunta que másme han hecho -con cierta exasperación- enlos últimos años ha sido: “¿Por qué no temantienes fiel a la economía?”

Por diferentes razones, esa pregunta mela han hecho colegas economistas y otros

pensadores y activistas de diversasafiliaciones políticas: conservadores,izquierdistas y libertarios que están endesacuerdo conmigo en cuestiones dedoctrina política y se incomodan con uneconomista que está “fuera de sudisciplina.”.

Entre los economistas, esta pregunta esun triste reflejo de la hiper-especializaciónde los intelectuales de nuestro tiempo. Creo

que es evidente que poquísimos expertos eneconomía -incluso los más devotos- seinteresaron por la economía por fascinarleslas curvas de costo, clases de indiferencia yel resto de la parafernalia de la teoríaeconómica moderna. Casi por unanimidadse interesaron por la economía después deinteresarse por los problemas sociales ypolíticos y dándose cuenta de que losproblemas realmente políticos no puedenser resueltos sin el conocimiento de la

economía. Después de todo, si en realidadestuvieran interesados en las ecuaciones ytangentes en gráficas, se habrían convertidoen matemáticos y no gastando sus energíasen teorías económicas que son, a lo sumo,una aplicación de tercera categoría enmatemáticas.

Por desgracia, lo que suele ocurrir conestas personas es que, al aprender laestructura imponente de la teoríaeconómica, se fascinan tanto por las

minucias técnicas que pierden de vista losproblemas políticos y sociales que en unprincipio despertaron su interés. Esta

Page 84: Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

8/22/2019 Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-52-igualitarismo 84/93

84

fascinación se ve reforzada también por laestructura económica de la propia profesiónde economista (y todas las otras profesionesacadémicas): a saber, que el prestigio,premios y bonificaciones no son recogidospor la reflexión sobre los grandes temas,sino por mirar el corto plazo y convertirseen un experto de un problema técnicomenor.

Entre algunos economistas, estesíndrome fue llevado tan lejos quedesprecian cualquier atención a losproblemas políticos y económicos como unaimpureza degradante y vil, incluso si estaatención es dada por economistas que handejado su huella en el mundo deconocimientos técnicos. E incluso entre los

economistas que en realidad lidian frente aproblemas políticos, cualquier consideracióndedicada a temas extra-económicos másamplios como los derechos de propiedad, lanaturaleza del Estado o la importancia de la justicia es descartada como “metafísica” einadmisible.

No es casual, sin embargo, que loseconomistas con un espíritu más amplio ymás penetrante del siglo XX -hombres comoLudwig von Mises, Frank H. Caballero yF.A. Hayek- llegaran rápido a la conclusiónde que el dominio de la teoría económicapura no era suficiente, y que explorarproblemas relacionados y fundamentales dela filosofía, de la teoría política y la historiaera vital. En particular, señalaron que era

posible y de crucial importancia elaboraruna teoría sistemática más amplia, queabarcase la acción humana como un todo yque la economía ocupase un lugarconsistente pero alternativo.

En mi caso, el foco principal de mi

interés y mi trabajo durante las últimas tresdécadas ha sido parte de este enfoque másamplio -el liberalismo, que es la disciplinade la libertad. Porque creo que el liberalismoes de hecho una disciplina, una “ciencia”, silo prefieren, independiente, aunque poco seha desarrollado a lo largo del tiempo. Elliberalismo es una disciplina nueva ycreciente estrechamente relacionada conotras áreas de estudio de la acción humana:la economía, la filosofía, la teoría política, la

historia, e incluso -pero también no menosimportante- la biología. Todas estas áreasproporcionan variadas maneras en la base,el cuerpo y la aplicación de el libertarismo.Algún día, tal vez, la libertad y los “estudioslibertarios” serán reconocidos como unaparte independiente, pero relacionado con elcurrículo académico.

Este ensayo fue presentado en unaconferencia sobre la diferenciación humana

organizada por elInstitute for Humane

Studies, en Gstaad, Suiza, en el verano de1972. Los fundamentos de la razón y lalibertad son los hechos ineludibles de labiología humana; en particular el hecho deque cada individuo es una persona única,como ninguna otra en muchos aspectos. Si ladiversidad individual no fuera una reglauniversal, la defensa de la libertad sería muyfrágil. Después de todo, si los individuosson intercambiables, como los insectos, ¿por

qué alguien se molestaría en aprovechar almáximo cada oportunidad de desarrollar sumente y sus habilidades y su personalidadde manera tan completa como le seaposible? El ensayo identifica el horrorprimigenio del socialismo igualitario en unintento de eliminar la diversidad entre losindividuos y grupos. En resumen, refleja labase del liberalismo en el individualismo yla diversidad individual.

© Introducción a la Primera Edición del libroEgalitarianism as a Revolt Against Nature deMurray Rothbard. Traducido por Josep Purroy.

Page 85: Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

8/22/2019 Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-52-igualitarismo 85/93

85

El mito del igualitarismo ___________________________________ 

 Eugenio Vegas Latapie

 El igualitarismo postula la absolutaigualdad jurídica, política y social de todoslos hombres. Constituye un desarrollopatológico y monstruoso de un principioverdadero, siempre defendido y propagadopor la Iglesia Católica: el principio de laigualdad de naturaleza de todos loshombres.

El origen del mito o quimera deligualitarismo se esconde en la noche de lostiempos, quizá como eco difuminado delrecuerdo del Paraíso perdido por nuestrosprimeros padres. Platón, en "El Político",habla de una legendaria Edad de Oro, en laque los hombres estaban gobernados por ladivinidad en persona, sin precisar deconstitución política. Ningún hombre teníamujer ni hijos; los árboles Ies suministraban

frutos en abundancia sin necesidad decultivo, pues la tierra los producíaespontáneamente; vivían desnudos ydormían sobre el césped a campo raso.

Dos mil años más tarde Cervantes poneen labios de Don Quijote añoranzassemejantes a las recogidas por Platón. Así,en su discurso a los cabreros dice elcaballero de la Triste Figura: "Dichosa edady siglos dichosos aquellos a quien losantiguos pusieron nombre de dorados, y noporque en ellos el oro, que en esta nuestraedad de hierro tanto se estima, se alcanzaseen aquella venturosa sin fatiga alguna, sinoporque entonces los que en ella vivíanignoraban estas dos palabras de tuyo y mío.Eran en aquella santa edad todas las cosascomunes; a nadie le era necesario paraalcanzar su diario sustento tomar otrotrabajo que alzar la mano y alcanzarle de lasrobustas encinas, que liberalmente les

estaban convidando con su dulce ysazonado fruto ..." "Las solícitas y discretasabejas ofrecían a cualquier mano, sin interésalguno, la fértil cosecha de su dulcísimo

fruto. Los alcornoques les daban sus livianascortezas con que comenzaron a cubrir suscasas. La pesada reja del corvo arado no1abría la tierra, que ésta, sin ser fórzada,ofrecía con qué hartar, sustentar y deleitar alos hijos que entonces la poseían..."

Estos fantásticos sueños de unapretendida Edad de Oro eran totalmenteinofensivos, sin derivaciones prácticas deimportancia, meros productos de laimaginación desenfrenada de los forjadoresde utopías. Pero en el siglo XVIII, Juan Jacobo Rousseau y sus numerososseguidores lograron convencer a muchos desus crédulos lectores de la posibilidad derestaurar esa legendaria Edad de Oro,anterior al pretendido pacto social, en que

los hombres eran buenos por naturaleza, porno haber sido aún pervertidos por lasociedad, y vivían libres y felices, singobierno y sin propiedad, como lodemostraban esos buenos salvajes quedecían haber descubierto en remotosrincones de América. Muy linajudas damasy muchos que se creían filósofos seembelesaron con la imagen del "buensalvaje" y fue tema predilecto de los "salonesliterarios" y de las "sociedades de

pensamiento" divagar sobre ese bucólicoestado anterior al pacto social y sobre losmedios de arrastrar de raíz la sociedadexistente, para restablecer esa quimérica eidílica situación en que imperaba laigualdad absoluta y florecía sin obstáculoalguno la virtud natural de los hombres.

Desde entonces, aquel idealismomeramente imaginario e inofensivo secorvirtió en quimera propagada y

perseguida por visionarios y agitadores."Libertad, Igualdad, Fraternidad" fue ladivisa de la Revolución francesa. Laigualdad de derechos y la soberaníanacional fueron expresamente reconocidosen la Declaración de Derechos de 1789. Sinembargo, esa misma Declaración consagrabaal derecho de propiedad privada como underecho natural, imprescriptible (art. 2.10),inviolable y sagrado (art. 17), con lo que ladesigualdad económica quedaba

subsistente. En ejercicio de su libertadFrancisco Emilio (Gracchus) Babeuf lanzó su"Manifiesto de los iguales" y otros escritospropugnando el comunismo, que trató de

Page 86: Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

8/22/2019 Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-52-igualitarismo 86/93

86

llevar a la práctica, lo que le valió subir lasgradas de la guillotina en 1797. No obstantela cruenta represión, el ideal igualitaristasiguió extendiéndose, favorecido por lainfrahumana situación en que se vio sumidala clase obrera desde los albores de la eraindustrial, víctima indefensa de la avariciade la burguesía atea y capitalista al haberprohibido en 1791, la Ley Le Chapellier,toda asociación obrera. En junio de 1848muchos miles de obreros inspirados enideales igualitaristas murieron en las callesde París luchando desesperadamente contralas tropas de la recién nacida segundarepública francesa. El mismo año en queMarx y Engels lanzaron su famoso"Manifiesto" los ideólogos del comunismoya habían encontrado numerosos seguidoresdispuestos a luchar con todas sus fuerzaspara la implantación de sus teorías.

El igualitarismo

El igualitarismo se trata de justificarmediante razonamientos del tenor siguente:"La igualdad de los hombres es una leyestablecida por el mismo Dios. Todosnacemos llorando, todos morimossuspirando: la naturaleza no hace diferenciaentre pobres y ricos, plebeyos y nobles y lareligión nos enseña que todos tenemos unmismo origen y un mismo destino. Laigualdad es obra de Dios; la desigualdad esobra del hombre; sólo la maldad ha podidointroducir en el mundo esas horriblesdesigualdades de que es víctima el linajehumano; sólo la ignorancia y la ausencia delsentimiento de la propia dignidad hanpodido tolerarlas." Los párrafos quepreceden los pone el filósofo Balmes en

labios de un "declamador", y después dereconocer que hay en esas palabras errorescapitales y verdades palmarias las somete auna sencilla pero profunda crítica en elcapítulo XIV de su conocido libro "ElCriterio".

Coincide con el declamador pintado porBalmes el tristemente célebre abade deLamennais, precursor de la democraciacristiana, de quien son estas palabras: "Diosno ha hecho ni pequeños ni grandes, ni

dueños ni esclavos, ni reyes ni súbditos; hahecho a todos los hombres iguales. Peroentre los hombres, algunos tienen más

fuerza o cuerpo o espíritu o voluntad, y sonesos quienes intentan dominar a los otros,cuando el orgullo o la codicia ahogan enellos el amor a sus hermanos".

Los conceptos que preceden, y otrossemejantes, son indudablemente

halagadores a los oídos de las masas ytambién a los de gentes de mediocreformación o dominados por la envidia. Sinembargo, los más de ellos no resisten a unsencillo examen hecho a la luz del sentidocomún y de la razón natural.Entremezclados con algunas verdadesparciales, esos conceptos constituyen unaserie de principios falsos, imposibles derealización práctica, pero capaces de seduciry arrebatar a muchos que se sienten

ofendidos en su orgullo íntimo por laexistencia de cualquier desigualdad, tanto sies natural como si es adquirida o accidental.Todos los hombres, por haber heredado lanaturaleza caída de nuestros primerospadres, estamos propicios a caer en latentación que nos incita a rebelarnos contratoda superioridad. Claro es que la graciadivina puede fortalecer nuestra naturalezaviciada y preservarnos de caer en latentación. Pero para ser favorecidos con la

gracia, don gratuito de Dios, es necesarioque la pidamos con corazón puro ypongamos todos los medios precisos paraalcanzarla. Ahora bien, en el mundo actualtan naturalista y tan selvático son escasos losque impetran la gracia divina y, por elcontrario, son legión los que tienen comoúnico anhelo conseguir la felicidad en estavida, cosa que esperan alcanzar mediante lasreformas de las estructuras sociales yeconómicas.

Sería ciego quien no percibiera laexistencia de una enorme corrienteigualitarista que, impulsada por todos losmedios de comunicación social, amenazacon arrasar desde sus raíces lo que aúnsubsiste de civilización, para en su solarintentar la construcción de la ansiada ciudadigualitaria. Gracias al desarrollo industrial ya la igualdad económica, los igualitaristasesperan desterrar el viejo principio de que

este mundo es un valle de lágrimas para ensu lugar establecer un paraíso desacralizado,que hará realidad en esta vida el bienestar yla felicidad de sus moradores.

Page 87: Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

8/22/2019 Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-52-igualitarismo 87/93

87

Es evidente que la corriente igualitaristaes muy fuerte y que va adquiriendo unímpetu avasallador. Ivas fatalistas ycreyentes en la llamada corriente de laHistoria, consideran a ésta comoirreversible, siendo inútil luchar contra ella yproclaman que la actitud más prudente aadoptar frente a una corriente de este tipo esla de ponerse a su servicio, para encauzarlaen lo posible, ya que tales corrientes socialessiguen su marcha inexorable y llegan a sufinal siempre. Totalmente contraria es laposición de los que creemos que la Historiala hacen los hombres, que los pueblos son loque quieren sus gobernantes y que las ideasgobiernan a los pueblos. En efecto, laHistoria está llena de hechos quedemuestran que los hombres no son objetosinertes en el curso de los acontecimientos,sino sus sujetos activos. Ante cualquierfenómeno social o político que se produzcalo racional y lo prudente es someterlo a undetenido estudio, y si el juicio que se obtienees negativo, o sea que el fenómenocontemplado es malo, lo que procede escombatirlo hasta conseguir su destrucción.Así, al desplomarse en abril de 1931 losúltimos vestigios de la Monarquía liberal en

España, que no había impedido elnacimiento y desarrollo de las fuerzasrevolucionarias pero sí contenerlas porcierto tiempo, irrumpió en nuestra vidapública una corriente antirreligiosa yantisocial, tan vigorosa que hacía presagiarque nuestra patria fuera arrastrada a unasituación de anarquía y de crimeninstitucionalizados. Pero frente a esacorriente revolucionaria, que fue tambiéncalificada de irreversible e inexorable, se

irguieron una serie de hombres de proresueltos a combatirla denonadamente,incluso a precio de sangre, en torno a loscuales se aglutinaron muchos otrosespañoles resueltos a morir con la espada enla mano, mejor que contemplar la ruina desu templo y la destrucción de su pueblo, quelograron producir otra corrientecontrarrevolucionaria que al enfrentarse conla que venía disfrutando del monopolio dela calle y de los puestos oficiales dio lugar al

alzamiento que venció a la corrienterevolucionaria a precio de raudales desangre. Su ejemplo y el de incontableshéroes anónimos constituye un elocuente

mentís a quienes sustentan la teoría de lamarcha irreversible de la llamada corrientede la Historia. No recomendaré nuncabastante a este respecto la lectura de lamagistral exposición que sobre "el sentidode la Historia" pronunció Jean Madiran en laapertura del IV Congreso de Lausanne enabril de 1968.

Para poner de manifiesto con la mayorclaridad posible los errores fundamentalessobre los que se asienta el mito o quimeradel igualitarismo es necesario exponersumariamente lo que enseña el derechonatural y la doctrina pontificia sobre laigualdad de los hombres y sobre lasdesigualdades.

Igualdad de los hombres.

La doctrina católica ha sustentadosiempre que existe entre todos los hombresuna igualdad fundamental de naturaleza.Cada hombre, por el mero hecho de serlo,representa un valor trascendente y absoluto."Creó Dios al hombre a imagen suya, aimagen de Dios", nos enseña el primercapítulo del Génesis. La identidad de lanaturaleza humana constituye la igualdadnatural de los hombres como hombres y la

identidad de los derechos que nacen conaquella naturaleza forma la igualdad jurídica natural de todos los hombres. Poresta razón todos los hombres desde quenacen tienen un derecho igual a su vida, a sulibre inclinación respecto del Bien y adefender aquella vida y esta tendencia.

En efecto, todos los hombres nacen conun mismo fin que cumplir: la vida. Al tenertodos los hombres un mismo fin quecumplir, también tienen los mismosderechos o facultades indispensables paracumplir ese deber. Nadie, absolutamentenadie, puede privarles de esos derechos ofacultades, ya sea una persona individual,ya lo sea el Estado o cualquier otra personacolectiva. En el deber que tienen todos loshombres, sin distinción alguna, secomprenden sus deberes de conservar suexistencia. De estos deberes absolutos sederivan los derechos necesarios para

cumplirlos. El hombre tiene derechosporque tiene deberes.

Page 88: Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

8/22/2019 Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-52-igualitarismo 88/93

88

La doctrina católica constantemente haafirmado que existe una igualdadfundamental de naturaleza entre todos loshombres por tener todos un solo y mismoorigen. Pero por encima de esta igualdadfundamental de naturaleza la Iglesia enseñaque existe entre los cristianos una igualdadsuperior en el orden sobrenatural: unamisma fe, una misma esperanza, un mismodestino, un mismo bautismo y unos mismossacramentos. "No hay ya judío o griego —escribe San Pablo—, no hay siervo o libre, nohay varón o hembra, porque todos sois unoen Cristo-Jesús" (Gálatas, 2, 28).

Uno de los derechos fundamentales oinnatos que se derivan de la igualdadnatural de los hombres es el de ser

considerados como persona, o sea el de serreconocida y respetada la dignidad humana.Como quiera que este último término seviene empleando con enorme frecuencia,estimo de interés extenderme en algunasconsideraciones para precisar su verdaderosentido y cortar el paso a equívocas o falsasinterpretaciones del concepto de la tantraída y llevada dignidad de la personahumana.

 José Prisco, en su "Filosofía delDerecho", se consagra a exponer el "derechoa la dignidad personal" del que reproduzcolo siguiente: "El hombre tiene relaciones conlas casas y con las personas; y estasrelaciones reducidas a sus categoríasgenerales son las de medio y de fin. Lascosas tienen respecto del hombre la relaciónde medio y las personas entre sí la relaciónde fin. Por esto toda persona tiene el deberde tratar a las demás como seres dotados de

un fin propio, y ella a su vez tiene derecho aser reconocida como ente que tiene un finpropio, y no como medio a los fines de otros.Este es el derecho a la dignidad personal." Sinos atenemos al significado gramatical de lapalabra vemos que "digno" es ser merecedorde algo favorable o adverso —de ahí la frase"digno castigo a su perversidad"—, si biencuando se emplea la palabra de una maneraabsoluta se toma siempre en su acepciónfavorable y en contraposición de indigno. A

su vez la palabra "dignidad" significa lacalidad de digno. La dignidad está enrelación directa con los merecimientos yaumenta o disminuye según los méritos o

deméritos de cada persona. La dignidad sepuede empañar e incluso perder, pero bastaun punto de contrición para recuperarla.

La desigualdad de los hombres.

Admitida la igualdad natural de todoslos hombres en lo que respecta a su

naturaleza y a la igualdad de los derechosque se derivan de la misma, es forzosoreconocer seguidamente la existencia dedesigualdades naturales o accidentales quedistinguen a unos hombres de otros. Todohombre además de ser animal racional,característica común o todos los hombres,tiene otras cualidades peculiares a cada uno.No existe ni ha existido el hombre ideal, eltipo de hombre que podríamos llamar,metafóricamente, químicamente puro, sinninguna clase de diferencias individuales.Mucho se ha discutido en torno a la famosaafirmación de José de Maistre de que habíaconocido a italianos, franceses, rusos opersas, pero que jamás había encontrado alhombre. Ni el autor de Las veladas de SanPetersburgo, ni nadie, han podido jamásencontrar un hombre que sea tan sóloanimal racional, sin ningún carácterindividual capaz de distinguirle de sussemejantes, un hombre que no fuera enningún aspecto superior o inferior a otroshombres, qué no tuviera más que la esenciadel hombre.

El hombre abstracto no existe. Lanaturaleza humana se manifiesta siempre inconcreto, se individualiza en éste o en el otrohombre y, por eso, diferenciándose losindividuos humanos por cualidadesespecíficas, tanto físicas como morales,también se diferencian en sus derechos

individuales. Por el mero hecho de serhombre, todos los hombres tienen losderechos derivados de su naturalezahumana: tal es el derecho a la vida, elderecho de ser reconocido como persona, elderecho a cumplir libremente sus deberes.Pero, por el mero hecho de ser hombre, notienen todos los hombres el derecho, porejemplo, de ser titulares de una hipoteca, deun usufructo, de una servidumbre o de underecho de retracto. Estos y otros derechos

tan sólo corresponden a algunos hombres envirtud de títulos independientes de suabstracta cualidad de hombres.

Page 89: Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

8/22/2019 Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-52-igualitarismo 89/93

89

El que haya entre los hombres algo deinvariable, de irreductible, defundamentalmente igual, no quiere decirque exista entre ellos una igualdad absoluta.También todos los árboles tienen de igual yde común el ser plantas perennes, de troncoleñoso y elevado, que se ramifica a mayor omenor altura, pero se tendría por loco aquien sostuviera que por darse en todos losárboles esos caracteres comunes hay queconsiderar iguales a los pinos y a los chopos,a los eucaliptos y a los robles, etc. Claro esque este extremado ejemplo se refiere aárboles de distinta especie y que lasdesigualdades y diferencias son debidas asus diferencias específicas que distinguen alas distintas especies arbóreas. Peroreconocido esto, es un hecho que entre losmiles de millones de pinos o robles queexisten no es posible encontrar dos que seanexactamente iguales, ni siquiera dos hojasque sean exactamente iguales. Fue Leibnizquien afirmó que no existen en el universodos seres completamente iguales. Convienefijar la atención en que las desigualdades delejemplo que precede se producenexclusivamente por razón de sus diferenciasfísicas. También entre los hombres se dan

diferencias físicas que los distinguen. Unoshombres son altos y otros bajos; unos fuertesy otro débiles; unos tienen vista de lince yotros son miopes; unos tienen vozarmoniosa y potente y otros la tienen débil odesagradable, etc. Estas diferencias, porinjustas que les parezcan a los igualitaristas,son hechos reales y es imposibledesconocerlas en la vida práctica. Bastaapuntar la hipótesis de que se trate de crearun orfeón, un equipo de fútbol o una

orquesta para que resulte evidente la locuraque supondría reclutar sus componentes deespaldas a las dotes o facultades quediferencian a unos hombres de otros.

Pero entre los hombres, además de lasdiferencias respecto a las cualidades físicasexisten las diferencias procedentes de lasfacultades intelectuales y morales que tienenmayor importancia. En virtud del hechoevidente de la existencia de lasdesigualdades, sería irracional no tenerpresentes estas diferencias cuando seanecesario designar a alguien para eldesempeño de una función. Para ser médico,

ingeniero, arquitecto o abogado, serequieren unos diplomas especiales, pero,entre los que han obtenido un mismo título,también existen diferencias reales oaparentes que trascienden a la esfera social.Es constante el anhelo de los familiares delos enfermos en que éstos sean asistidos porlos médicos de mayor reputación.

Es un hecho palmario que entreprofesionales de la misma facultad existengrandes diferencias. Muy pocos son muybuenos, muchos son discretos, otrosmediocres, otros malos e incluso los haypésimos. Pero con ser grandes lasdesigualdades procedentes de la inteligenciao de la competencia profesional, aún sonmayores las derivadas de las cualidades

morales de los hombres. Unos sontrabajadores, otros negligentes y otrosociosos; unos son honrados, otros sinescrúpulos y otros delincuentes; unoscaritativos y otro crueles; unos tratan deimitar a Jesús y otros a Barrabás, elfavorecido por el sufragio popular en el másinjusto y elocuente plebiscito hecho por loshombres.

Al estudiar el problema de la igualdad y

desigualdad de los hombres, el filósofofrancés Jacques Maritain distingue tresposiciones: 1.a La puramente empirista o dela filosofía del esclavista; 2.a La puramenteidealista o de la filosofía del igualitarismo, y3.a La realista o de la filosofía auténtica de laigualdad.

El error empirista —según Maritain—no está en pensar que hay y que debe haberinevitablemente desigualdades individualesentre los hombres. Está en no ver y no

afirmar más que esto y en tenerprácticamente por nada la realidad y ladignidad de esta naturaleza o esencia quetodos los hombres tienen en común. A losojos de los adeptos de esta teoría lascategorías inferiores están hechasexclusivamente para servir. El beneficiomayor que pueden dispensarles los hombressuperiores es enseñarles a encontrar suplacer en la felicidad de aquellos a quienessirven y la mejor recompensa a su fidelidad.

Al error empirista se opone —ycontinúo exponiendo la opinión deMaritain— la deificación idealista de la

Page 90: Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

8/22/2019 Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-52-igualitarismo 90/93

90

igualdad. Para todos aquellos que piensan,sin saberlo, como puros idealistas, la unidadde la naturaleza humana es la de una ideasubsistente, la de un hombre en síerigiéndose por encima del tiempo y cuyosindividuos comprometidos en la vidaconcreta son sombras sin substancia. En estaconcepción puramente lógica, y noontològica, de la comunidad de esenciaentre las criaturas racionales, el Homoplatónicos absorbe y reabsorbe en él toda larealidad de los hombres; la igualdadespecífica entre ellos deviene real, es la únicaque tiene derecho a existir, es la únicareconocida por el espíritu. Lasdesigualdades naturales son minimizadas ylas desigualdades sociales no deben existir,ya que "el hombre en sí no puede serdesigual a sí mismo, está ultrajado en sudignidad esencial cada vez que unindividuo es desigual a otro, y, en definitiva,cada vez que un individuo difiere de otro. Elerror idealista a este respecto no es el pensarque hay una esencial igualdad de naturalezaentre los hombres; es el de no ver y noafirmar más que esto, haciendo refluir todala substancia humana en la sola especieabstracta y de tener por nada, en la práctica,

la naturaleza y la realidad de esasdesigualdades individuales que se inscribenen el mundo del singular y de la historia yque, a pesar del peso de dolor o de injusticiaque el pecado de los hombres o los vicios delas instituciones puede añadirles, son, en sí,tan necesarias al movimiento y aldesenvolvimiento de la vida humana comola diversidad de las partes lo es a laperfección de la flor o del poema."

La concepción realista del hombre

rechaza tanto la visión empirista como laidealista. La igualdad de naturaleza de loshombres no es ni una mera palabra ni laexigencia lógica de una especie abstractahipostasiada. Es ontológica y concreta. Perotambién son reales y concretas lasdesigualdades provenientes de los donesnaturales o de las virtudes adquiridas o delas condiciones sociales.

Emile Guerri, en su libro "La doctrine

sociale de l'Église", distingue cincocategorías de desigualdades según lasdiversas causas que las producen. En laprimera comprende las desigualdades que

califica de individuales: sexo, salud,inteligencia y talento; en la segunda lasderivadas de la diversidad de funciones dela sociedad; en la tercera las procedentes dela desigualdad de cultura, posición social,fortuna, etc.; en la cuarta agrupa lasdesigualdades que son consecuencia delpecado de los individuos, de los ventajistassin escrúpulos, inhumanos y que llegan portodos los medios; en la quinta coloca lasdesigualdades derivadas del desorden de lasociedad y de un mal reparto de la riqueza yde los bienes de la tierra. Guerry reconocecomo útiles y beneficiosas las desigualdadescomprendidas en las dos primerascategorías. En lo que se refiere a lasdiferencias de sexo afirma que"la naturalezales ha atribuido campos de actividad ypapeles distintos". Respecto a lasdesigualdades comprendidas en la terceracategoría, sin llegar a reprobarlasabiertamente, deja atisbar su disconfomidadal escribir que la doctrina social ofrece unprograma positivo tendente a disminuirlasprogresivamente. En cuanto a las queincluye en las categorías cuarta y quinta lasreprueba con vigor. Las opiniones que emiteel ilustre autor sobre las desigualdades

procedentes de la posesión de los bienes delespíritu y de la fortuna podrían ser objeto deaclaraciones e incluso de fundadasimpugnaciones. También merecería estudioespecial el tan manido tópico de la mala oinjusta distribución de la riqueza, que afuerza de repetirse indiscriminadamente,oportune atque importune, contribuye apropagar un estado de conciencia en lasmasas contra todos los poseedores deriquezas, sin distinguir si su adquisición ha

sido justa o injusta, ni el empleo que de lasmismas hace su titular.

Muchas y aleccionadorasconsideraciones se podrían hacer sobre losdiferentes tipos de desigualdades, pero melimitaré tan sólo a detenerme en una deellas; en la provocada por las desigualdadesde cuna o de familia en que se nace. Y loharé transcribiendo palabras inmensamentemás autorizadas que las que yo pudieraescribir.

"Las desigualdades sociales, incluso lasque están ligadas al nacimiento, soninevitables. La benigna naturaleza y la

Page 91: Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

8/22/2019 Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-52-igualitarismo 91/93

91

bendición de Dios a la humanidad, iluminany protegen a las cunas, las besan, pero no lasnivelan. Sucede lo mismo en las sociedadesmás inexorablemente niveladas. Jamás logróningún artificio ser bastante eficaz hasta elpunto de hacer que el hijo de un gran jefe,de un gran conductor de multitudes,permanezca en todo en el mismo estado queun obrero ciudadano perdido en el pueblo.Pero si tales disparidades inevitablespueden, si se miran de un modo pagano,parecer como una inflexible consecuencia delas fuerzas sociales y de la supremacíaconseguida por unos sobre otros, según lasleyes ciegas que se supone rigen la actividadhumana, y consumar el triunfo de algunos,así como el sacrificio de otros; por elcontrario, tales desigualdades no pueden serconsideradas sino como disposición deseadapor las mismas razones que explican lasdesigualdades en el interior de la familia y,por tanto, con el fin de unir más a loshombres entre sí […]

La sociedad sin clases.

Aunque el tema se presta a escribirlargas y documentadas páginas, en atencióna la índole de este trabajo me limitaré en estaocasión a exponer algunas sencillasindicaciones en torno a la quimera de lasociedad sin clases.

Los propugnadores de los sueñosigualitaristas han acuñado y puesto encirculación una serie de slogans, dotados degran capacidad subversiva por halagar laspasiones de las masas, tales como "la injustadistribución de la riqueza", "la igualdad deoportunidades", la total "seguridad social",garantizada por el Estado Providencia...

Esas y otras maravillas serán realidad, dicenellos, el día en que desaparezcan las actualesestructuras y sean sustituidas por lasociedad sin clases.

Casi la totalidad de los medios decomunicación social, y también las cátedrasy ambones, susurran, insinúan o proclamancon energía que todos los hombres seránfelices en este mundo tan pronto como seimplante la sociedad igualitaria

sustituyendo a la execrada sociedad clasista.Según ellos, todas las injusticias, miserias ydolores que han venido soportandopacientemente la inmensa mayoría de los

hombres se deben exclusivamente a laexistencia de las clases sociales.

Sin embargo, es un hecho constante queen todos los pueblos y en todos los tiemposha habido diferentes clases, comoconsecuencia necesaria de las desigualdades

económicas, culturales y profesionales desus miembros. Una sociedad sin clases esimposible físicamente, pues en tal hipótesisdejaría de haber Sociedad, produciéndose laanarquía, pero como a su vez ésta esimposible, inevitablemente sobrevendría unrégimen despótico y tiránico.

Es perfectamente concebible, ya que lahistoria demuestra repetidamente suposibilidad, que una clase dominante degobernantes o de propietarios sea extirpada.Basta recordar lo acaecido en Francia apartir de 1789, y en Rusia en 1917, en quesus clases directoras quedaron eliminadas yen enorme parte exterminadas. Peroinmediatamente de producirse esaaniquilación de una clase directora surgeotra que ocupa su lugar, desempeñando susfunciones y disfruta de las mismaspreeminencias que la anterior. En ningúnpaís comunista los gobernantes y jefes del

Partido son iguales, social yeconómicamente, a los gobernados.

El famoso libro "La nueva clase" delcomunista yugoslavo Milovan Djilas, nohace más que confirmar el fenómenoinevitable de la existencia de las clasessociales. Desde el punto de vista doctrinal,nada nuevo aporta ese libro, pero, encambio, constituye una elocuenteconfirmación práctica de que en Rusia y enlos países comunistas siguen existiendo

diferencias de clase. Leamos textualmentealgo de lo que escribe Djilas: "La nueva claseestá formada por aquellos que poseenprivilegios especiales y preferenciaseconómicas a causa del monopolioadministrativo que ejercen" ... "No todos losmiembros del partido son miembros de lanueva clase." ... "El partido hace la clase,pero la clase se desarrolla comoconsecuencia y utiliza al partido como base."... "Stalin declaró: "Si no hubiéramos creado

el aparato habríamos fracasado. Si hubierasustituido la palabra "aparato" por "clasenueva", todo habría sido más claro, la nueva

Page 92: Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

8/22/2019 Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-52-igualitarismo 92/93

92

clase nació por razones objetivas y por eldeseo, el talento y la acción de un dirigente";"... el hombre corriente considera alfuncionario comunista como un hombremuy rico y que no tiene que trabajar". "Lanueva clase es voraz e insaciable, como loera la burguesía. Pero no posee las virtudesde la frugalidad y la economía que poseía laburguesía. La nueva clase es tan exclusivacomo la aristocracia, pero sin el refinamientoy la caballerosidad orgullosa de laaristocracia".

Pueden clasificarse en dos grupos a lospartidarios de la igualdad y nivelaciónsocial. En el primero incluiremos a lospropugnadores de la destrucción de lasestructuras existentes por medios violentos

y revolucionarios, entre los que es forzosoincluir a quienes postulan la llamada"teología de la violencia". Interesa subrayarque, hasta el presente, en ningún país se haimplantado el comunismo por víasevolutivas o de sufragio mayoritario, sinoexclusivamente por vías de hechorevolucionario. En el segundo se puedenincluir a quienes pretenden conseguir suobjetivo por medios evolutivos y pacíficos.Entre los dos grupos no existe antagonismo

alguno de principio, ya que sólo difieren enlos medios a emplear, pero conviene teneren cuenta lo preciosa que es la colaboraciónde los pacíficos y evolucionistas para losrevolucionarios. En efecto, con mayor omenor lentitud van creando un clima, unestado de opinión, propicio al igualitarismoque va minando a las actuales clasesdominantes, hasta producirlas un estado dealetargamiento que en su momentoutilizarán los revolucionarios. Los slogans

comunistas a que antes he alulido vanconvirtiéndose en verdaderos dogmas queinconscientemente van introduciendo en labase de las instituciones fundamentales delEstado, a quién confían la capital misión dedestruir las actuales estructuras. El Estadoya no tiene como fines fundamentales los de justicia, moneda y fonsadera(mantenimiento del orden exterior einterior), sino que es además elmonopolizador de la beneficienda, de laeducación, de la producción..., y, además, ymuy destacadamente, el órgano de lanivelación social […]

El igualitarismo de las masassegún Sloterdijk

 ____________________________________ 

 Juan Malpartida

 Para el filósofo Peter Sloterdijk, lacaracterística que adopta la masa en nuestrotiempo es un fenómeno poco pensado apesar de ser radicalmente moderno, y por lotanto es causa y expresión de nuestrotiempo. Si Hegel pensó a comienzos delsiglo XIX que la sustancia adoptaba la forma

del sujeto, la novedad ha sido el rápidodesplazamiento hacia una masa que pareceposeer esta cualidad sustantiva.

A lo largo de El desprecio de las masas.Ensayo sobre las luchas culturales de la sociedadmoderna, Pre-Textos, Valencia, 2001) lanoción de masa, lejos de ser clara, desvelauna inquietante ambigüedad. Adulada ydespreciada, temida y usada, la masa es ladepositaria de nuestras esperanzas, pero

también la que suscita nuestro desdén: nosgustaría apartarnos y extraer nuestropeculiar sujeto, ese que se rige por su propiavoluntad, por sus propios deseos ypensamientos; pero la capacidad deabsorción de la masa nos dice que eso quetanto apreciamos individualmente es,precisamente, lo que somos todos. El origende este complejo igualitarismo estaría, segúnSloterdijk, en Thomas Hobbes (1588-1679):su reducción casuística del comportamiento

humano a un último resorte común, elmiedo, nos convierte a todos, esclavos yamos, en sujetos bajo sospecha. Unasospecha que a poco que se la desarrolletransforma la vertical noción estamental declases y privilegios, heredera de lamonarquía, en una realista y horizontal. Conel igualitarismo antropológico de Hobbes seinicia la abolición teórica de la nobleza. Elpaso siguiente lo da Spinoza (1632-1677).Para éste, el vulgus es una modificación (una

encarnación a pequeña escala) de lasustancia divina y por lo tanto habrá devolver a la totalidad de la que parte; sinembargo, cree en la necesidad de que la

Page 93: Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

8/22/2019 Elementos Nº 52. IGUALITARISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-52-igualitarismo 93/93

masa se autogobierne. Pero aún habría deconocer la masa otras vueltas de tuerca en suaventura de reconocimiento. Marx,siguiendo a Hegel y llevándolo al campopolítico que inauguraría el siglo XX,entendió que esa sustancia estaba vaciada desu contenido o, dicho de otra forma,alienada por la explotación. Se trata de unavisión materialista, sin duda: eleconomicismo de Marx supone una visiónde la sociedad regida por la ley deproducción. La masa proletaria produce unobjeto que no puede consumir, y lejos deafirmarla la niega. "El imperativo categóricorevolucionario —vuelvo a Sloterdijk—, siquería realizar la completa rebeliónantropológica, [aún tenía que] restituir lasustancia vaciada y explotada a la formacompleta del sujeto."

Este igualitarismo ha conocido,lógicamente, excepciones, y las másbrillantes quizás hayan sido las de Carlyle yNietzsche, espíritu éste antidemocrático queopuso el crecimiento de unos pocoscreadores a la satisfacción de la mayoría.(No podemos detenernos en una nota comoésta en Gabriel Tarde, Gustave Le Bon,Freud y otros.) El último eslabón decisivo lo

engarzó Martin Heidegger al desplazar enSer y tiempo (1922) la ideología hegeliana delespíritu hacia la existencia. AunqueSloterdijk lo ignora en su libro, debemosmencionar a Ortega y Gasset; pensó, almismo tiempo que el filósofo alemán, eldeslizamiento hacia la existencia comoterreno donde la persona se juega lo que vaa ser. El ser es, pues, un devenir que noscompete. También escribió Ortegatempranamente sobre la masa (La rebelión de

las masas se comenzó a publicar en 1927)

entra a valorar esa compleja obra, llena, porotra parte, de inexactitudes históricas yetnológicas, cuando no de una sorprendentecarencia de interpretación. Nos quedamos ala espera de ese ensayo que sin duda le debeal inquietante y lúcido escritor judío-alemán.Por lo pronto nos señala lo obvio: queCanetti enseña que la crítica al fenómenoreligioso (Marx), tan presente en losmovimientos de masa, ha de pasar por ladistinción "de las fuerzas de arrastre" con elfin de desembocar en una "clasificación delos buenos y malos fervores".

En definitiva, la emancipación delindividuo, por un lado, ha de insertarse enla masa (todos somos iguales, etc.); por elotro, ese mismo espíritu emancipatorio se ve

abocado a chocar contra la petición que todamasa exige, para su propia subsistencia, dederogación del sujeto que piensa por símismo y quiere sus propios deseos. A estepunto complejo es a donde quiere llegar esteensayo: a la tensión entre igualitarismo ydiferencia, a "la disputa que se libra en tornoa la legitimidad y procedencia de lasdistinciones en general". En definitiva: lamasificación igualitaria es un logroantinietzscheano que transforma la

diferencia vertical (aristocrática, ontológica)en diferencia horizontal; o dicho por elpropio Sloterdijk con agudeza: "en ladiferencia que no hace distinciones." Elelemento radical de la masa es, pues, laexistencia (que nos hace iguales), y por lotanto toda distinción es relativa ysecundaria. Este gran logro provocado porel cambio en el paradigma de la sustancia,tal como lo plantea Sloterdijk, contieneriesgos ante los cuales el individuo, que es

quien quiere el que de verdad puede