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EDICIÓN No. 777-S2

Miércoles 29 de Agosto de 2012

ÍNDICE

CORTE CONSTITUCIONAL

PARA EL PERIODO DE TRANSICIÓN

SENTENCIAS: 227-12-SEP-CC: Acéptase la acción extraordinaria de protección planteada por la Dra. Andrea

Vanesa Izquierdo Duncán. 233-12-SEP-CC: Niégase la acción extraordinaria de protección planteada por Elio Fernando

Quintero Rodríguez.

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Quito, D. M., 21 de junio del 2012

SENTENCIA No. 227-12-SEP-CC

CASO No. 1212-11-EP

CORTE CONSTITUCIONAL PARA EL PERIODO DE TRANSICIÓN

Juez constitucional sustanciador: Dr. Patricio Herrera Betancourt I. ANTECEDENTES Resumen de admisibilidad La presente acción ha sido propuesta ante los jueces de la Sala de lo Laboral, Niñez y Adolescencia de la Corte Provincial de Justicia de Loja, por la Dra. Andrea Vanesa Izquierdo Duncán, apoderada y procuradora judicial del Ing. Jaime Guerrero Ruiz, ministro de Telecomunicaciones y presidente del Consejo Nacional de Telecomunicaciones, CONATEL, quien comparece fundamentada en los artículos 94 y 437 de la Constitución de la República y artículo 58 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, y deduce acción extraordinaria de protección, mediante la cual impugna la sentencia expedida en segunda instancia por los referidos jueces el 31 de mayo del 2011, dentro del juicio No. 301-2011 (acción de protección) propuesto por el señor Germán Ramiro Cueva Atarihuana, concesionario de la Radiodifusora ECOTEL, en contra del Consejo Nacional de Telecomunicaciones. De conformidad con el artículo 62 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, los procesos No. 0047-2011 (primera instancia) y 301-2011 (segunda instancia) fueron remitidos a esta Corte mediante oficio No. 105-SLNA-L de fecha 15 de julio del 2011, suscrito por la Dra. Maximina Toledo, secretaria relatora de la Sala de lo Laboral, Niñez y Adolescencia de la Corte Provincial de Justicia de Loja. El 18 de julio del 2011, la secretaria general de la Corte Constitucional, de conformidad con el artículo 17 del Reglamento de Sustanciación de Procesos de Competencia de la Corte Constitucional, certificó que no se ha presentado otra demanda con identidad de objeto y acción, conforme consta en la certificación que obra a fojas 3 del proceso. La Sala de Admisión de la Corte Constitucional, integrada por los doctores Edgar Zárate Zárate, Ruth Seni Pinoargote y Hernando Morales Vinueza, jueces constitucionales, mediante auto expedido el 13 de septiembre del 2011 a las 11h17, calificó y aceptó a trámite la acción propuesta, como se advierte de fojas 4 y vta. del proceso. Efectuado el sorteo correspondiente, de conformidad con el artículo 195 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional y artículo 18 del Reglamento de Sustanciación de Procesos de Competencia de la Corte Constitucional, correspondió al Dr. Hernando Morales Vinueza actuar como juez sustanciador, quien mediante providencia expedida el 8 de noviembre del 2011 a las 08h35 (fojas 9 y vta.), avocó conocimiento de la acción y dispuso notificar a los jueces de la Sala de lo Laboral, Niñez y Adolescencia de la Corte Provincial de Justicia de Loja, a fin de que presenten su informe de descargo debidamente motivado sobre los fundamentos de la presente acción, así como al señor Germán Cueva Atarihuana, por ser parte en la acción de protección en que se expidió la sentencia objeto de impugnación, y al procurador general del Estado, para los efectos previstos en el artículo 12 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional. Detalle de la acción propuesta Antecedentes de hecho y fundamentos de derecho La accionante, en lo principal, manifiesta que el derecho a la tutela judicial efectiva, expedita e imparcial se traduce en la posibilidad de que toda persona pueda acudir ante los órganos jurisdiccionales, a fin de obtener una decisión fundada en derecho sobre sus pretensiones; que dicho derecho no se traduce solo en la mera construcción de una sentencia, sino que el fallo debe ser argumentado, motivado y coherente. En la sentencia expedida por los jueces de la Sala de lo Laboral, Niñez y Adolescencia de la Corte Provincial de Justicia de Loja no se respetó el principio de inmediación, pues no se produjo la inmediata comunicación entre los jueces y las partes a través de la respectiva audiencia, misma que fue solicitada (por el CONATEL) el 23 de mayo del 2011 y negada el 24 de mayo de los mismos mes y año, tampoco se produjo la “evacuación de prueba y valoración de la prueba aportada al proceso”, con el argumento –que lo

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estima equivocado– de los jueces accionados, quienes señalaron que: “de conformidad con el Art. 86, literal e) de la Constitución de la República, no serán aplicables las normas procesales que tiendan a retardar su ágil despacho”. Los jueces accionados no han considerado que el artículo 75 de la Constitución consagra el derecho a la tutela efectiva y que “en ningún caso puede quedar en indefensión”, ni el principio de aplicación de los derechos previsto en el artículo 11 numerales 3, 5, 6 y 9 de la Constitución de la República. Añade que los jueces de la Sala de lo Laboral, Niñez y Adolescencia de la Corte Provincial de Justicia de Loja ponderaron como de mayor peso el principio de celeridad sobre el de inmediación, “enrumbando inconstitucionalmente a una sentencia en perjuicio de los derechos y garantías constitucionales de que goza el Estado ecuatoriano, en este caso el CONATEL”, ya que –afirma– se coartó el derecho a una inmediata comunicación que debe existir entre las partes y los jueces, a fin de poder argumentar y probar los hechos que determinen la ratificación de la improcedencia de la acción de protección propuesta pro el señor Germán Cueva Atarihuana en contra del CONATEL. Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional dispone que la Corte Provincial avocará conocimiento y resolverá por el mérito del proceso en el término de ocho días; mas, en el presente caso, el proceso subió a conocimiento del tribunal ad quem el 10 de mayo del 2011 pero se expidió la sentencia de segunda instancia el 31 de mayo del 2011, más allá de los ocho días previstos en la ley. Que el tribunal de alzada fue integrado por un juez que carecía de imparcialidad, pues el Dr. Fabián Sánchez Armijos, conjuez de la Segunda Sala de lo Laboral, Niñez y Adolescencia de la Corte Provincial de Justicia de Loja, al ser actualmente gerente y locutor de la Radio Ondas del Zamora Q2 98.1, que opera en la ciudad de Loja, emisora cuyo concesionario es el padre de dicho juez (Víctor Manuel Sánchez Bermeo), se excusó de conocer el proceso No. 301-2011, indicando que con el señor Cueva Atarihuana le une una relación de amistad por ejercer ambos funciones de radiodifusión en Loja; pero dicha excusa fue rechazada por los demás jueces, quienes alegaron que: “lo manifestado no es causal de excusa, motivo por el cual se lo deniega”, motivando que se expida una sentencia violatoria de derechos por falta de imparcialidad de uno de los jueces. Además que la sentencia impugnada no se encuentra debidamente motivada. En definitiva, la sentencia expedida por los jueces de la Sala de lo Laboral, Niñez y Adolescencia de la Corte Provincial de Justicia de Loja vulnera los derechos consagrados en los artículos 75, 76 numerales 1 y 7, literales c, k y l; 82 de la Constitución de la República. La referida sentencia atenta además contra las normas contenidas en los artículos 169, 281 numeral 10, 313, 316 de la Carta Magna. Petición concreta La accionante solicita que la Corte Constitucional declare la violación de los derechos constitucionales invocados y revoque la sentencia expedida por la Sala de lo Laboral, Niñez y Adolescencia de la Corte Provincial de Justicia de Loja el 31 de mayo del 2011, dentro del proceso de acción de protección No. 301-201, así como se cuantifique económicamente el daño causado al CONATEL, el cual se tramitará en la forma determinada en la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional. Contestación a la demanda Jueces de la Sala de lo Laboral, Niñez y Adolescencia de la Corte Provincial de Justicia de Loja, accionados Los señores: Dr. Leonardo Vélez Sánchez, Dr. Carlos Tandazo Román y Dr. Fabián Sánchez Armijos, jueces accionados en la presenta causa, mediante escrito que obra de fojas 24 a 27, exponen lo siguiente: Que el proceso No. 301-2011 correspondió conocer a la Sala por ellos integrada, mediante sorteo efectuado el 10 de mayo del 2011; que en dicha causa (acción de protección) el accionante Germán Cueva Atarihuana señaló que el Presidente del CONATEL, mediante Resolución RTV-126-03-CONATEL-2011, dio por terminada la concesión de frecuencia 107.7 a favor de ECOTEL RADIO y sus repetidoras en cuatro cantones, arrogándose funciones, pues ello es competencia de la Superintendencia de Telecomunicaciones, por lo cual interpuso acción de protección, impugnando la antedicha resolución. La Sala revocó el fallo del juez a quo (que rechazó la acción de protección) y en su lugar declaró con lugar la acción constitucional propuesta por Germán Cueva Atarihuana, pues estimó que el acto impugnado, que declaró la terminación anticipada la concesión de frecuencia a favor de ECOTEL RADIO y sus repetidoras, vulneró derechos constitucionales,

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entre ellos el de falta de motivación de la resolución, el derecho al trabajo, derecho de igualdad ante la ley y el derecho a la seguridad jurídica. Que no han vulnerado las garantías del debido proceso ni otros derechos constitucionales invocados por la legitimada activa; además, –afirman– no se han agotado los recursos ordinarios de aclaración o ampliación ni tampoco se han cumplido los requisitos que exige el artículo 61 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional para la procedencia de la acción extraordinaria de protección, por lo cual solicita que se sancione al abogado patrocinador de la accionante, de conformidad con el artículo 64 ibídem, pues estiman que la acción deducida carece de fundamento. Lic. Germán Ramiro Cueva Atarihuana, tercero interesado Mediante escrito que obra de fojas 75 a 86, comparece el Lic. Germán Ramiro Cueva Atarihuana, concesionario del sistema de radiodifusión denominado ECOTEL RADIO 107.7 en frecuencia modulada para la provincia de Loja, y expone que mediante oficio No. 0324-S-CONATEL-2011 del 18 de marzo del 2011, el secretario del CONATEL le notificó la resolución RTV-126-03-CONATEL-2011, por la cual el Ing. Javier Véliz Madinyá, presidente del CONATEL, resolvió desechar los medios de defensa de Germán Cueva Atarihuana contra la Resolución RTV-594-19-CONATEL- 2010 del 7 de octubre del 2010, ratificar la referida resolución y declarar la terminación anticipada y unilateral del contrato de concesión de la frecuencia 107.7 para la instalación y operación del sistema de radiodifusión denominada ECOTEL RADIO, con la matriz en la ciudad de Loja y cuatro repetidoras en los cantones Celica, Alamor, Pindal (107.7 MHz); Sozoranga, Macará (107.7 MHz); Gonzanamá, Cariamanga (107.7.MHz) y Saraguro (107.7 MHz), por haber incurrido en la causal de terminación de contrato establecida en el literal d del artículo 67 de la Ley de Radiodifusión y Televisión; además, se indica que esta resolución pone fin a la vía administrativa. La resolución del CONATEL debió ser motivada, indicando los recursos y acciones que contra la misma procedan, el órgano administrativo o judicial y el plazo en que deban presentarse dichos recursos, lo que no sucedió, dejándole en indefensión al declararse agotada la vía administrativa, cuando la Ley de Radiodifusión y Televisión prevé el recurso de revisión. Añade que de conformidad con el artículo 70 de la Ley de Radiodifusión y Televisión, la terminación de la concesión contratada será resuelta por el superintendente de Telecomunicaciones, pero que en su caso, tal decisión fue adoptada por el presidente del CONATEL, con lo cual estima que se vulneró la seguridad jurídica prevista en el artículo 82 de la Constitución de la República, sumado al hecho de que la resolución del CONATEL carecía de motivación, por lo que propuso acción de protección, la misma que fue rechazada en primera instancia por el juez cuarto de garantías penales de Loja, y al apelar dicho fallo, el mismo fue revocado por el tribunal ad quem, que aceptó su acción de protección. La acción extraordinaria de protección puede ser propuesta por cualquier ciudadano, y no por personas jurídicas; en el presente caso no existe violación de derechos constitucionales, pues en la acción de protección, la Corte Provincial debe resolver la causa subida en grado por los méritos del expediente y, solo de considerarlo necesario, podrá ordenar la práctica de elementos probatorios o convocar a audiencia (no es obligatorio). Entre las características de las garantías jurisdiccionales, previstas en el artículo 86 de la Constitución, se aprecia que estas tienen un procedimiento sencillo, rápido y eficaz, y que no serán aplicables las normas procesales que tiendan a retardar su ágil despacho, principio que fue expuesto por los jueces del tribunal ad quem al responder la petición del CONATEL para que se convoque a audiencia, pues es una facultad discrecional de los jueces. En lo referente a la supuesta falta de imparcialidad del tribunal ad quem, al estar integrado por un juez que previamente se había excusado y cuya excusa no fue aceptada por los demás jueces, se actuó con fundamento en lo dispuesto en el artículo 86 numeral 2 de la Constitución y artículo 23 del Código Orgánico de la Función Judicial, esto es, que a los jueces no les está permitido excusarse ni inhibirse de conocer las acciones de garantías jurisdiccionales. Por todo lo expuesto, señala que la sentencia impugnada no incurre en violación de los derechos constitucionales invocados por la legitimada activa, por lo que solicita que se rechace la presente acción extraordinaria de protección. Procuraduría General del Estado El Ab. Marcos Arteaga Valenzuela, director nacional de patrocinio y delegado del procurador general del Estado, mediante escrito que obra de fojas 21 del proceso, se limita a señalar casilla constitucional, sin emitir pronunciamiento alguno sobre los fundamentos de la presente acción extraordinaria de protección.

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II. CONSIDERACIONES Y FUNDAMENTOS DE LA CORTE CONSTITUCIONAL Competencia de la Corte Constitucional y validez del proceso La Corte Constitucional, para el periodo de transición, es competente para conocer y resolver sobre las acciones extraordinarias de protección contra sentencias, autos definitivos y resoluciones con fuerza de sentencia, de conformidad con lo previsto en los artículos 94 y 437 de la Constitución de la República, en concordancia con los artículos 63 y 191 numeral 2 literal d de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, artículo 3 numeral 8, literal b y el tercer inciso del artículo 35 del Reglamento de Sustanciación de Procesos de Competencia de la Corte Constitucional. La presente acción ha sido tramitada de conformidad con el ordenamiento jurídico constitucional y legal aplicable al caso, por lo que se declara su validez. Determinación de los problemas jurídicos 1. La sentencia dictada por la Sala de lo Laboral, Niñez y Adolescencia de la Corte Provincial de Justicia de Loja, ¿vulnera los derechos a la tutela judicial efectiva, al debido proceso y a la seguridad jurídica, previstos en los artículos 75, 76 numeral 1, y 82 de la Constitución de la República del Ecuador, respectivamente? 2. La sentencia dictada por la Sala de lo Laboral, Niñez y Adolescencia de la Corte Provincial de Justicia de Loja, ¿vulnera el derecho a la defensa, contenido en el artículo 76 numeral 7 de la Constitución de la República del Ecuador? Argumentación sobre los problemas jurídicos 1. La sentencia dictada por la Sala de lo Laboral, Niñez y Adolescencia de la Corte Provincial de Justicia de Loja, ¿vulnera los derechos a la tutela judicial efectiva, al debido proceso y a la seguridad jurídica, previstos en los artículos 75, 76 numeral 1 y 82 de la Constitución de la República del Ecuador, respectivamente? La accionante señala que la sentencia, al basarse únicamente en los recaudos procesales sin aceptar la solicitud de audiencia propuesta por ella y al no permitir emitir su opinión sobre un aspecto relevante en el proceso, se convirtió en el instrumento para la vulneración de sus derechos constitucionales a la tutela judicial efectiva, a la seguridad jurídica y a la garantía del debido proceso, relacionada con el cumplimiento de las normas y derechos de las partes. Los tres principios constitucionales mencionados están íntimamente relacionados con el accionar judicial en la protección de derechos, y su vulneración constituye condición sustantiva para la procedencia de la acción extraordinaria de protección, en tanto sirven como medio y fin de la protección de derechos en sede judicial. En tal sentido, es importante que esta Corte reflexione sobre su sentido y alcance. La tutela judicial efectiva se encuentra recogida como un derecho constitucional en el artículo 75 de la Norma Suprema, en los siguientes términos: “Art. 75.- Toda persona tiene derecho al acceso gratuito a la justicia y a la tutela efectiva, imparcial y expedita de sus derechos e intereses, con sujeción a los principios de inmediación y celeridad; en ningún caso quedará en indefensión…”1. 1. Constitución de la República del Ecuador, artículo 75. El artículo constitucional se halla en plena concordancia con las normas internacionales sobre derechos humanos, relacionadas con la protección judicial, contenidas en los artículos 8 numeral 1 y 25 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos y 14 numeral 1 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos; parte del corpus iuris del derecho, por disposición de los artículos 10, 11 numeral 3, 417, 424 y 426 de la Carta Fundamental. Todas las disposiciones citadas coinciden en reconocer una doble función al derecho a la tutela judicial efectiva, tanto como una garantía judicial, como un derecho para recurrir a la justicia. En tal sentido, esta Corte ha señalado que: “… el derecho a la tutela efectiva, imparcial y expedita de los derechos de las personas tiene relación con el derecho de acceso a los órganos jurisdiccionales para que, luego de un proceso que observe las garantías mínimas establecidas en

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la Constitución y la ley, se haga justicia; por tanto, se puede afirmar que su contenido es amplio y en éste se diferencian tres momentos: el primero relacionado con el acceso a la justicia, el segundo con el desarrollo del proceso en un tiempo razonable, y el tercero que tiene relación con la ejecución de la sentencia, esto es, acceso a la jurisdicción, debido proceso y eficacia de la sentencia”2. 2. Corte Constitucional, para el período de transición, sentencia No. 030-SCN-CC, Registro Oficial Suplemento No. 359, 10 de enero de 2011. En virtud de la aplicación del derecho a la tutela judicial efectiva, el irrespeto de las normas procesales que tenga repercusión en la decisión jurisdiccional debe ser corregido mediante la acción extraordinaria de protección. En otras palabras, dado que las formas deben estar articuladas al objetivo final de conseguir justicia material, la contravención a ellas, mientras efectivamente sirvan a dicho objetivo, comporta también una lesión al principio sustantivo que se pretendía tutelar. En cuanto al principio de seguridad jurídica y la obligación del cumplimiento de las normas y derechos de las partes, las disposiciones en las que se hallan recogidas, artículos 82 y 76 numeral 1 de la Constitución, señalan: “Art. 82.- El derecho a la seguridad jurídica se fundamenta en el respeto a la Constitución y en la existencia de normas jurídicas previas, claras, públicas y aplicadas por las autoridades competentes”3. 3. Constitución de la República del Ecuador, artículo 82. “Art. 76.- En todo proceso en el que se determinen derechos y obligaciones de cualquier orden, se asegurará el derecho al debido proceso que incluirá las siguientes garantías básicas: 1. Corresponde a toda autoridad administrativa o judicial, garantizar el cumplimiento de las normas y los derechos de las partes. Los artículos citados emplazan como condición necesaria para la satisfacción del principio de seguridad jurídica y el debido proceso, la preexistencia y estabilidad de las prescripciones normativas que componen el ordenamiento jurídico, tanto desde la perspectiva de su vigencia, como de su aplicación a casos concretos. También, los principios involucrados remiten a la coherencia interna de las normas jurídicas; si bien no completamente posible desde una visión estática del ordenamiento jurídico, sí alcanzable por medio de mecanismos que la propia Norma Fundamental prevé para la solución de antinomias o integración de lagunas jurídicas. La seguridad jurídica solamente se consigue cuando, al verificarse determinado supuesto fáctico, el ordenamiento jurídico responde con una solución que sea uniforme respecto de casos en que el mismo presupuesto se presente; mientras que la garantía de cumplimiento vincula la acción del organismo sustanciador a los componentes de dicho ordenamiento. Dicho lo anterior, huelgan mayores explicaciones respecto de por qué la seguridad jurídica y la obligación de aplicar normas y derechos constituyen pilares del Estado constitucional de derechos y justicia. Ambas garantías bajo estudio constituyen principios de carácter bidimensional, dependiendo de la fuente del derecho de la que se trate. Dado que la seguridad jurídica implica la preexistencia de cualquier norma, constituye en sí misma la reivindicación de las normas y los mecanismos judiciales establecidos como formas de garantía de la tutela judicial efectiva de los derechos, tanto si nacen de una norma contenida en la Carta Suprema, como en la legislación secundaria. Así, el principio puede ser protegido a través de su aplicación, tanto en sede constitucional como ordinaria, dependiendo de la fuente del derecho que se vea vulnerada. Al igual que la tutela judicial efectiva, la satisfacción del principio de seguridad jurídica y de la garantía de cumplimiento de las normas dependen en gran medida del responsable de la aplicación normativa. Si bien, de los organismos con potestad legisferante depende en primera instancia la preexistencia de tales normas, y por tanto, esta comporta per se una acción de garantía de los principios4, no es sino hasta que ella se concreta, que este cobra plena eficacia. Por ende, la no aplicación o aplicación defectuosa de normas contenidas en la Constitución de la República que contengan derechos constitucionales por parte de los organismos jurisdiccionales, trae ciertamente consigo la vulneración a la seguridad jurídica, a ser reparada por medio de la acción extraordinaria de protección. 4. Cfr., Ibid., artículo 84. Recordemos que el legislador, a través de su potestad, a la vez aplica las normas constitucionales que prescriben el procedimiento de formación de la Ley (“validez” formal, o “vigencia”), y desarrolla en las disposiciones que crea el contenido de dichas normas (“validez” material).

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Vertidos los argumentos expuestos, se puede concluir que cualquier autoridad judicial que vulnere un derecho constitucional, por ese solo hecho faltará a su obligación de tutelar los derechos, así como su accionar entrará en franca contradicción con su deber de garantizar el cumplimiento de las normas constitucionales, lesionando así la seguridad jurídica. En el caso sub iudice, ello implica que de verificarse la vulneración del derecho a la defensa que alega el accionante por parte de la Sala, esta Corte deberá declarar adicionalmente el quebrantamiento de la tutela judicial efectiva, la seguridad jurídica y la obligación de garantizar el cumplimiento de normas y derechos constitucionales. Ello es precisamente el objeto del siguiente problema jurídico, que la Corte pasará de inmediato a analizar. 2. La sentencia dictada por la Sala de lo Laboral, Niñez y Adolescencia de la Corte Provincial de Justicia de Loja, ¿vulneró el derecho a la defensa, contenido en el artículo 76 numeral 7 de la Constitución de la República del Ecuador? En el libelo que da inicio a la presente acción se indica que la Sala de lo Laboral, Niñez y Adolescencia de la Corte Provincial de Justicia de Loja, por medio de la providencia dictada el día 24 de mayo del 2011, le negó la posibilidad de presentar sus argumentos en audiencia pública, basándose en el principio de formalidad condicionada y la improcedencia de dicha diligencia por “… el estado en el que se encuentra el proceso”. Adicionalmente, se reclama que la providencia del 30 de mayo del 2011, en la que rechaza la solicitud de excusa por parte del Dr. Fabián Sánchez, no causó ejecutoria al momento en que la Sala dictó sentencia un día después. A juicio de la accionante, ambos hechos constituyen violaciones a elementos constitutivos del derecho a la defensa, que tuvieron repercusión en el contenido de la sentencia. Respecto de la providencia del 24 de mayo, alega que se vulneró el derecho a “…ser escuchado en el momento oportuno y en igualdad de condiciones” 5, así como la obligación de motivar su decisión6. En relación a la providencia del 30 de mayo del 2011, considera vulnerado el derecho a “ser juzgado por una jueza o juez independiente, imparcial y competente” 7. Adicionalmente, esta Corte estima importante, en razón del principio iura novit curia8, hacer el análisis de la segunda providencia y sus efectos en la sentencia, a la luz de la garantía de continuidad y permanencia del derecho a la defensa a lo largo del procedimiento9. 5. Constitución de la República del Ecuador, artículo 76.7.c). 6. Ibid., artículo 76.7.l). 7. Ibid., artículo 76.7.k). 8. Ley Orgánica de Garantías Jurisdicciónales y Control Constitucional, artículo 4.13. 9. Constitución de la República del Ecuador, artículo 76.7.a). Alegada violación al derecho a ser escuchado El ser escuchado en el tiempo oportuno y en igualdad de condiciones es un elemento del complejo denominado “debido proceso”, imprescindible para que este sea considerado justo. En un contexto constitucional como el adoptado por el Ecuador, se convierte en el mecanismo o vía más idónea para el ejercicio del derecho a la defensa. El derecho está vinculado con el principio de oralidad de los procesos, adoptado como norma general para la actuación de la administración de justicia10. Más aún, la oralidad, como mecanismo para viabilizar el derecho a ser escuchado, es una característica relevante de los procesos de garantías jurisdiccionales de los derechos constitucionales11. Precisamente, como ya se ha dicho, la alegación de la hoy accionante va encaminada a atacar la decisión de la Sala de no permitirle exponer sus argumentos de manera oral, por medio de la audiencia, por lo que será necesario dar luces sobre el contenido del derecho en el contexto del principio de oralidad, a fin de responder si el derecho se ha violado. 10. Ibid., artículo 167.6. “6. La sustanciación de los procesos en todas las materias, instancias, etapas y diligencias se llevará a cabo mediante el sistema oral, de acuerdo con los principios de concentración, contradicción y dispositivo”. 11. Constitución de la República del Ecuador, artículo 86.2.a). “El procedimiento (…) [s]erá oral en todas sus fases e instancias”. James Goldschmidt define a la oralidad como: “…el principio de que la resolución judicial puede basarse sólo en el material procesal proferido oralmente” 12. Ello significa que las actuaciones más relevantes de un procedimiento deben realizarse por medio de un proceso de audiencias. No obstante, como bien señala Enrique Véscovi, la diferencia entre procesos escriturales y orales no es de calidad, sino más bien de grado. Al respecto, señala: “…cuando hablamos de

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oralidad, lo hacemos para usar un término que es de común conocimiento y aceptación, aunque sabemos de antemano que prácticamente no hay régimen alguno de derecho positivo exclusivamente oral, sino que todos son mixtos”13. 12. James Goldschmidt, “Principios Generales del Proceso”, Serie “Clásicos de la Teoría General del Proceso”, vol. 1, Editorial Jurídica Universitaria, México, 2003, página 115. 13. Enrique Véscovi, “Teoría General del Proceso”, Temis, Bogotá, 1999, página 51. Las itálicas pertenecen al autor. La afirmación anterior llama a una reflexión sobre cómo el legislador puede determinar qué actuaciones requieren necesariamente ser evacuadas en audiencia y cuáles se pueden dar por escrito. La respuesta a dicha pregunta, para el caso de la acción de protección, se halla definida en la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional (En adelante LOGJCC), la cual prescribe en qué momento procesal la audiencia es requerida y en cuál su ocurrencia está supeditada a la voluntad jurisdiccional. Para el momento procesal en el que se genera la alegada violación, el proceso se hallaba en segunda instancia, el artículo 24 del mencionado cuerpo legal prevé lo siguiente: Art. 24.- Apelación.- Las partes podrán apelar en la misma audiencia o hasta tres días hábiles después de haber sido notificadas por escrito. La apelación será conocida por la Corte Provincial; si hubiere más de una sala, se radicará por sorteo. La interposición del recurso no suspende la ejecución de la sentencia, cuando el apelante fuere la persona o entidad accionada. Cuando hubiere más de una sala, la competencia se radicará por sorteo. La Corte Provincial avocará conocimiento y resolverá por el mérito del expediente en el término de ocho días. De considerarlo necesario, la jueza o juez podrá ordenar la práctica de elementos probatorios y convocar a audiencia, que deberá realizarse dentro de los siguientes ocho días hábiles; en estos casos, el término se suspende y corre a partir de la audiencia14. 14. LOGJCC, artículo 24. El resaltado pertenece a esta Corte. Es así que el legislador previó como primera opción el que se resuelva la apelación por el mérito del expediente y en caso de ser su criterio el que se necesiten nuevos elementos o se exponga oralmente el criterio sobre los ya presentados. Es decir, quedará en la opinión del juez si la práctica de la audiencia es necesaria o no. La base sobre la que se asienta tal criterio está constituida por los principios de celeridad y economía procesal; característica distintiva de los procesos de garantía jurisdiccional de los derechos constitucionales. Los mencionados principios determinan que la norma consienta en que prima facie, la sustanciación del proceso en primera instancia contempló todos los elementos que conforman la litis de la garantía jurisdiccional y que redundaría el permitir la práctica de la misma diligencia en segunda instancia. Es así que si el criterio de la Sala es que no existe necesidad de una nueva audiencia, por verificarse en el expediente que están presentes todos los elementos necesarios para dictar sentencia, esta no está obligada a autorizar la práctica de una nueva audiencia. Alegada violación la obligación de motivar Lo dicho en el acápite anterior, sin embargo, no exime totalmente al acto del control sobre su contenido, en tanto tenga repercusiones en la sentencia de segunda instancia. Al igual que toda otra decisión que afecta a los sujetos en el proceso, la providencia que niega la audiencia debió ser motivada, pues aunque la norma previera su discrecionalidad, esta debe ser reglada, a fin de no convertirse en arbitrariedad. El artículo 76 numeral 7 literal 1 de la Constitución de la República del Ecuador, consagra la obligación de los órganos de poder público de ser motivadas, de la siguiente forma: “Art. 76.- En todo proceso en donde se determinen derechos y obligaciones de cualquier orden, se asegurará el derecho al debido proceso que incluirá las siguientes garantías básicas: (…)l) Las resoluciones de los poderes públicos deberán ser motivadas. No habrá motivación si en la resolución no se enuncian las normas o principios jurídicos en que se funda y no se explica la pertinencia de su aplicación a los antecedentes de hecho. Los actos administrativos, resoluciones o fallos que no se encuentren debidamente motivados se considerarán nulos…”15. 15. Constitución de la República del Ecuador, artículo 76.7.l). La Corte Constitucional ha expresado en varias sentencias su criterio sobre el contenido del principio de la motivación. Así tenemos como en los casos acumulados 0023-09-EP, 0024-09-EP, y 0025-09-EP, se manifiesta:

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“Una de las tareas primordiales de fundamentar toda sentencia o acto administrativo es la de proporcionar un razonamiento lógico y, de cómo las normas y entidades normativas del ordenamiento jurídico encajan en las expectativas de solucionar los problemas o conflictos presentados, conformando de esta forma un derecho inherente al debido proceso, por el cual el Estado pone a disposición de la sociedad las razones de su decisión (…)”16. 16. Corte Constitucional, para el período de transición, sentencia No. 025-09-SEP-CC, casos 0023-09-EP, 0024-09-EP y 0025-09-EP, acumulados, Registro Oficial No. 50, 20 de octubre de 2009. Así, la motivación es condición para el efectivo goce de los derechos y el control social sobre la juridicidad de la actuación pública. Para que determinada resolución se halle correctamente motivada es necesario que la autoridad que tome la decisión exponga las razones que el Derecho le ofrece para adoptarla. Dicha exposición debe hacérsela de manera razonable, lógica y comprensible, así como mostrar cómo los enunciados normativos se adecuan a los deseos de solucionar los conflictos presentados. Una decisión razonable es aquella fundada en los principios constitucionales. La decisión lógica, por su lado, implica coherencia entre las premisas y la conclusión, así como entre esta y la decisión. Una decisión comprensible, por último, debe gozar de claridad en el lenguaje, con miras a su fiscalización por parte del gran auditorio social, más allá de las partes en conflicto. En el caso enjuiciado, la sentencia de segunda instancia basó su decisión en los recaudos procesales obtenidos por el juez a quo, sin que su negativa a considerar nuevos hechos o argumentos se base en la falta de necesidad, sino en la formalidad condicionada y el “estado del proceso”. Con tal motivación, se da a pensar que el juez, a pesar de considerar que no posee los elementos suficientes para tomar la decisión, se ve impedido legalmente a hacerlo, cuando, como hemos visto, el artículo 24 de la Ley aplicable le faculta plenamente a hacerlo, de considerarlo necesario. Esto afecta la pertinencia de la aplicación del derecho en la providencia y repercute en la plenitud de la decisión expresada en la sentencia. Por ende, la Sala no cumplió enteramente con su atribución de motivar en la sentencia impugnada. Alegada violación al derecho a un juez imparcial La garantía del derecho a la defensa, contenida en el artículo 76 numeral 7 literal k constituye, sin duda, el pilar fundamental de la acción jurisdiccional. Las decisiones adoptadas dentro de un proceso deben contar con la decisión de un juez que no esté invadido por presiones, sea a través del ejercicio del poder político o económico, sea el atinente a los afectos o desafectos nacidos de la interacción humana. Es así que la tutela de los derechos fundamentales debe gozar de la característica de ser imparcial para verse plenamente satisfecha17. Así, la imparcialidad se traduce en el principio de independencia interna y externa de los organismos de la función judicial18, y en instituciones jurídicas que constituyen instrumentos destinados a la salvaguarda de tal principio. Así, la obligación de proporcionar a los justiciables la actuación de un juez o jueza imparcial, se verifica no solo en los resultados, sino también y principalmente en los medios utilizados para lograrla. 17. Constitución de la República del Ecuador, artículo 75. 18. Ibid., artículo 168.1. Entre los varios mecanismos que el legislador ha previsto para defender el principio de imparcialidad judicial está la institución de la excusa. Tal es la importancia de la excusa como vía para garantizar el derecho a un juez imparcial, que la LOGJCC, en el inciso segundo de su artículo 7, la prevé como única causa para que un juez constitucional se rehúse a conocer determinada garantía jurisdiccional de los derechos constitucionales. Así, la figura de la excusa permite al juzgador eximirse de responsabilidad por incurrir en prohibiciones legales relacionadas con la imparcialidad. Tal es el caso del artículo 128 numeral 4 del Código Orgánico de la Función Judicial, citado por la accionante. De acuerdo con tal norma, los jueces se hallan impedidos de fallar en causas en las que una de las partes sea su “amigo íntimo”, entre otros. Así, si el criterio del juzgador es que, de fallar, se encontraría en tal prohibición, la excusa es el mecanismo para no incurrir en ella. En el caso sub judice, pese a que el Dr. Fabián Sánchez Armijos advirtió a la Sala la existencia de una relación de amistad con una de las partes, que afectaría la imparcialidad judicial, esta no la consideró, pues en su criterio: “…lo manifestado no es causal de excusa”. Cabría preguntarse, entonces, cómo debería proceder un juez que se sepa incurso en una prohibición de fallar, so pena de incurrir en una violación al derecho a un juez imparcial, sino es por medio de la excusa. En suma, la actuación de la Sala por medio de la providencia dictada el 30 de mayo del 2011 impidió que se ejerza el mecanismo previsto para asegurar la imparcialidad judicial y, por tanto, la sentencia se dictó con el voto de un

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juez que manifiestamente expresó su falta de imparcialidad en el caso. En conclusión, la Sala violó el derecho a un juez imparcial. Presunta violación a la garantía de continuidad y permanencia del derecho a la defensa A pesar de no haber sido alegada la vulneración a la garantía de continuidad y permanencia del derecho a la defensa, los hechos del caso presentados por la accionante permiten a esta Corte aplicar el principio iura novit curia, a fin de analizar lo sucedido en base a disposiciones constitucionales no mencionadas por las partes en el proceso. La garantía indicada se halla recogida en el artículo 76 numeral 7 literal a de la Norma Suprema, en los siguientes términos: “7. El derecho de las personas a la defensa incluirá las siguientes garantías: a) Nadie podrá ser privado del derecho a la defensa en ninguna etapa o grado del procedimiento” 19. 19. Constitución de la República del Ecuador, artículo 76.7.a). La continuidad y permanencia del derecho a la defensa dentro de un proceso jurisdiccional implica la obligación del juzgador de permitir a la parte la utilización de todas las herramientas constitucionalmente aceptables, previstas por la legislación, para exponer su posición sobre las distintas actuaciones procesales. La continuidad y permanencia tiene una función a la vez de fin y de medio para el efectivo ejercicio del derecho a la defensa, pues de irrespetarla, el afectado carecerá de tiempo o medios para atacar las pretensiones contrarias a sus derechos e intereses y no será escuchado en sus alegaciones. Se puede concluir entonces, que la garantía de continuidad y permanencia del derecho a la defensa no admite restricción o disminución alguna, so pena de incurrir en una violación al debido proceso constitucional. En la especie, no se permitió que transcurra el plazo fijado para la ejecutoria de la providencia en que se negó al señor Dr. Fabián Sánchez Armijos el excusarse del conocimiento de la causa, pues dicha providencia fue dictada el 30 de mayo del 2011 y la sentencia se emitió el día siguiente, es decir, el 31 de los mismos mes y año. En tal sentido, se privó a la accionante de la posibilidad de presentar sus objeciones a una providencia que, como se ha señalado en el acápite anterior, afectaba de manera directa su derecho a un juez imparcial y que tuvo repercusiones en la sentencia de segunda instancia. Por ende, se vio también afectado su derecho a la defensa en la garantía de continuidad y permanencia a lo largo del proceso. III. DECISIÓN En mérito de lo expuesto, administrando justicia constitucional y por mandato de la Constitución de la República del Ecuador, el Pleno de la Corte Constitucional, para el periodo de transición, expide la siguiente: SENTENCIA 1. Declarar vulnerados los derechos constitucionales a la tutela judicial efectiva, a la seguridad jurídica y al debido proceso, en la obligación de garantizar el cumplimiento de las normas y derechos de las partes, así como al derecho a la defensa, en las garantías de continuidad y permanencia, la garantía de un juez imparcial y la obligación de motivar, consagrados en los artículos 75, 82, 76 numerales 1 y 7, literales a, k y l, respectivamente, de la Constitución de la República. 2. Aceptar la acción extraordinaria de protección planteada. 3. Dejar sin efecto la sentencia del 31 de mayo del 2011, dictada por la Sala de lo Laboral, Niñez y Adolescencia de la Corte Provincial de Justicia de Loja, en la acción de protección No. 301-11. 4. Retrotraer la causa hasta el momento procesal en que se constató la vulneración de los derechos constitucionales, esto es, al momento de dictarse la sentencia. 5. Devolver el proceso a la Corte Provincial de Justicia de Loja para que, previo sorteo, otra Sala conozca y resuelva la causa, observando las garantías del debido proceso. 6. Notifíquese, publíquese y cúmplase. f.) Dr. Patricio Pazmiño Freire, Presidente.

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f.) Dra. Marcia Ramos Benalcázar, Secretaria General. Razón: Siento por tal, que la sentencia que antecede fue aprobada por el Pleno de la Corte Constitucional, para el período de transición, con seis votos de los doctores: Roberto Bhrunis Lemarie, Patricio Herrera Betancourt, Ruth Seni Pinoargote, Manuel Viteri Olvera, Edgar Zárate Zárate y Patricio Pazmiño Freire, con tres votos salvados de los doctores Alfonso Luz Yunes, Hernando Morales Vinueza, Fabián Sancho Lobato, en sesión extraordinaria del veintiuno de junio del dos mil doce. Lo certifico. f.) Dra. Marcia Ramos Benalcázar, Secretaria General. CORTE CONSTITUCIONAL.- Es fiel copia del original.-Revisado por: f.) Ilegible.- Quito, a 23 de agosto del 2012.-f.) Ilegible, Secretaría General. CASO No. 1212-11-EP VOTO SALVADO DE LOS JUECES CONSTITUCIONALES Doctores Alfonso Luz Yunes, Hernando Morales Vinueza y Fabián Sancho Lobato. I ANTECEDENTES: I.1.- RESUMEN DE ADMISIBILIDAD.- La presente acción ha sido propuesta ante los Jueces de la Sala de lo Laboral, Niñez y Adolescencia de la Corte Provincial de Justicia de Loja, por la Dra. Andrea Vanesa Izquierdo Duncán, Apoderada y Procuradora Judicial del Ing. Jaime Guerrero Ruiz, Ministro de Telecomunicaciones y Presidente del Consejo Nacional de Telecomunicaciones CONATEL, quien comparece fundamentada en los artículos 94 y 437 de la Constitución de la República y artículo 58 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, y deduce acción extraordinaria de protección, mediante la cual impugna la sentencia, expedida en segunda instancia por los referidos jueces el 31 de mayo de 2011, dentro del juicio No. 301-2011 (acción de protección) propuesto por el señor Germán Ramiro Cueva Atarihuana, concesionario de la Radiodifusora ECOTEL en contra del Consejo Nacional de Telecomunicaciones. De conformidad con el artículo 62 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, los procesos No. 0047-2011 (primera instancia) y 301-2011 (segunda instancia) fueron remitidos a esta Corte mediante Oficio No. 105-SLNA-L de fecha 15 de julio de 2011, suscrito por la Dra. Maximina Toledo, Secretaria Relatora de la Sala de lo Laboral, Niñez y Adolescencia de la Corte Provincial de Justicia de Loja. La Secretaria General de la Corte Constitucional, de conformidad con el artículo 17 del Reglamento de Sustanciación de Procesos de Competencia de la Corte Constitucional, certificó que no se ha presentado otra demanda con identidad de objeto y acción, conforme consta de la certificación que obra a fojas 3 del proceso. La Sala de Admisión de la Corte Constitucional, integrada por los Jueces Constitucionales: Dr. Edgar Zárate Zárate, Dra. Ruth Seni Pinoargote y Dr. Hernando Morales Vinueza, mediante auto expedido el 13 de septiembre de 2011 a las 11h17, calificó y aceptó a trámite la acción propuesta, como se advierte de fojas 4 y vta. del proceso. Efectuado el sorteo correspondiente, de conformidad con el artículo 195 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional y artículo 18 del Reglamento de Sustanciación de Procesos de Competencia de la Corte Constitucional, correspondió al Dr. Hernando Morales Vinueza actuar como Juez Sustanciador, quien mediante providencia expedida el 8 de noviembre de 2011 a las 08h35 (fojas 9 y vta.), avocó conocimiento de la acción y dispuso notificar a los jueces de la Sala de lo Laboral, Niñez y Adolescencia de la Corte Provincial de Justicia de Loja, a fin de que presenten su informe de descargo debidamente motivado sobre los fundamentos de la presente acción, así como al señor Germán Cueva Atarihuana, por ser parte en la acción de protección en que se expidió la sentencia objeto de impugnación, y al Procurador General del Estado, para los efectos previstos en el artículo 12 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional..

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I.2.- DETALLE DE LA ACCIÓN PROPUESTA.- I.2.1.- Antecedentes de hecho y fundamentos de derecho.- La accionante, en lo principal, manifiesta lo siguiente: Que el derecho a la tutela judicial efectiva, expedita e imparcial se traduce en la posibilidad de que toda persona pueda acudir ante los órganos jurisdiccionales, a fin de obtener una decisión fundada en derecho sobre sus pretensiones; que dicho derecho no se traduce solo en la mera construcción de una sentencia, sino que el fallo debe ser argumentado, motivado y coherente. Que en la sentencia expedida por los jueces de la Sala de lo Laboral, Niñez y Adolescencia de la Corte Provincial de Justicia de Loja no se respetó el principio de inmediación, pues no se produjo la inmediata comunicación entre los jueces y las partes a través de la respectiva audiencia, misma que fue solicitada (por el CONATEL) el 23 de mayo de 2011 y negada el 24 de mayo de los mismos mes y año, tampoco se produjo la “evacuación de prueba y valoración de la prueba aportada al proceso”, con el argumento -que lo estima equivocado- de los jueces accionados, quienes señalaron que “de conformidad con el Art. 86, literal e) de la Constitución de la República, no serán aplicables las normas procesales que tiendan a retardar su ágil despacho”. Que los jueces accionados no han considerado que el artículo 75 de la Constitución consagra el derecho a la tutela efectiva y que “en ningún caso puede quedar en indefensión”, ni el principio de aplicación de los derechos previsto en el artículo 11 numerales 3, 5, 6 y 9 de la Constitución de la República. Añade que los jueces de la Sala de lo Laboral, Niñez y Adolescencia de la Corte Provincial de Justicia de Loja ponderaron como de mayor peso el principio de celeridad sobre el de inmediación, “enrumbando inconstitucionalmente a una sentencia en perjuicio de los derechos y garantías constitucionales de que goza el Estado ecuatoriano, en este caso el CONATEL”, ya que -afirma- se coartó el derecho a una inmediata comunicación que debe existir entre las partes y los jueces, a fin de poder argumentar y probar los hechos que determinen la ratificación de la improcedencia de la acción de protección propuesta pro el señor Germán Cueva Atarihuana en contra del CONATEL. Que los jueces accionados ni siquiera aplicaron de manera correcta el principio de celeridad, pues el artículo 24 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional dispone que la Corte Provincial avocará conocimiento y resolverá por el mérito del proceso en el término de ocho días; mas, en el presente caso, el proceso subió a conocimiento del tribunal ad quem el 10 de mayo de 2011 pero se expidió la sentencia de segunda instancia el 31 de mayo de 2011, más allá de los ocho días previstos en la ley. Que el tribunal de alzada fue integrado por un juez que carecía de imparcialidad, pues el Dr. Fabián Sánchez Armijos, Conjuez de la Segunda Sala de lo Laboral, Niñez y Adolescencia de la Corte Provincial de Justicia de Loja, al ser actualmente Gerente y locutor de la Radio Ondas del Zamora Q2 98.1, que opera en la ciudad de Loja, emisora cuyo concesionario es el padre de dicho Juez (Víctor Manuel Sánchez Bermeo), se excusó de conocer el proceso No. 301-2011, indicando que con le señor Cueva Atarihuana le une una relación de amistad por ejercer ambos funciones de radiodifusión en Loja; pero dicha excusa fue rechazada por los demás jueces, quienes alegaron que “lo manifestado no es causal de excusa, motivo por el cual se lo deniega”, motivando que se expida una sentencia violatoria de derechos por falta de imparcialidad de uno de los jueces. Además que la sentencia impugnada no se encuentra debidamente motivada. Que, en definitiva, la sentencia expedida por los jueces de la Sala de lo Laboral, Niñez y Adolescencia de la Corte Provincial de Justicia de Loja vulnera los derechos consagrados en los artículos 75; 76 numerales 1 y 7, literales c), k) y l); 82 de la Constitución de la República. Que la referida sentencia atenta además contra las normas contenidas en los artículos 169, 281 numeral 10, 313, 316 de la Carta Magna. I.2.2.- Petición concreta.- La accionante solicita que la Corte Constitucional declare la violación de los derechos constitucionales invocados y revoque la sentencia expedida por la Sala Especializada de lo Laboral, Niñez y Adolescencia de la Corte Provincial de Justicia de Loja el 31 de mayo de 2011, dentro del proceso de acción de protección No. 301-201, así como se cuantifique económicamente el daño causado al CONATEL, el cual se tramitará en la forma determinada en la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional.

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II CONTESTACIÓN A LA DEMANDA II.1.- Jueces de la Sala de lo Laboral, Niñez y Adolescencia de la Corte Provincial de Justicia de Loja, accionados.- Los señores: Dr. Leonardo Vélez Sánchez, Dr. Carlos Tandazo Román y Dr. Fabián Sánchez Armijos, jueces accionados en la presenta causa, mediante escrito que obra de fojas 24 a 27, exponen lo siguiente: Que el proceso No. 301-2011 correspondió conocer a la Sala por ellos integrada, mediante sorteo efectuado el 10 de mayo de 2011; que en dicha causa (acción de protección) el accionante Germán Cueva Atarihuana señaló que el Presidente del CONATEL, mediante Resolución RTV-126-03-CONATEL-2011, dio por terminada la concesión de frecuencia 107.7 a favor de ECOTEL RADIO y sus repetidoras en cuatro cantones, arrogándose funciones, pues ello es competencia de la Superintendencia de Telecomunicaciones, por lo cual interpuso acción de protección, impugnando la antedicha resolución. Que la Sala revocó el fallo del juez a quo (que rechazó la acción de protección) y en su lugar declaró con lugar la acción constitucional propuesta por Germán Cueva Atarihuana, pues estimó que el acto impugnado, que declaró la terminación anticipada la concesión de frecuencia a favor de ECOTEL RADIO y sus repetidoras, vulneró derechos constitucionales, entre ellos el de falta de motivación de la resolución, el derecho al trabajo, derecho de igualdad ante la ley y el derecho a la seguridad jurídica. Que no han vulnerado las garantías del debido proceso ni otros derechos constitucionales invocados por la legitimada activa; además, afirman, no se ha agotado los recursos ordinarios de aclaración o ampliación ni tampoco se han cumplido los requisitos que exige el artículo 61 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional para la procedencia de la acción extraordinaria de protección., por lo cual solicita se sancione al abogado patrocinador de la accionante, de conformidad con el artículo 64 ibídem, pues estiman que la acción deducida carece de fundamento. II.2.- Lic. Germán Ramiro Cueva Atarihuana, tercero interesado.- Mediante escrito que obra de fojas 75 a 86, comparece el Lic. Germán Ramiro Cueva Atarihuana, concesionario del sistema de radiodifusión denominado ECOTEL RADIO 107.7 en frecuencia modulada para la provincia de Loja, y expone: Que mediante oficio No. 0324-S-CONATEL-2011 del 18 de marzo de 2011, el Secretario del CONATEL le notificó la Resolución RTV-126-03-CONATEL-2011, por la cual el Ing. Javier Véliz Madinyá, Presidente del CONATEL, resolvió desechar los medios de defensa de Germán Cueva Atarihuana contra la Resolución RTV-594-19-CONATEL- 2010 del 7 de octubre de 2010, ratificar la referida resolución y declarar la terminación anticipada y unilateral del contrato de concesión de la frecuencia 107.7 para la instalación y operación del sistema de radiodifusión denominada ECOTEL RADIO, con la matriz en la ciudad de Loja y cuatro repetidoras en los cantones Celica, Alamor, Pindal (107.7 MHz); Sozoranga, Macará (107.7 MHz); Gonzanamá, Cariamanga (107.7.MHz); y, Saraguro (107.7 MHz), por haber incurrido en la causal de terminación de contrato establecida en la letra d) del Art. 67 de la Ley de Radiodifusión y Televisión; además se indica que esta resolución pone fin a la vía administrativa. Que la resolución del CONATEL debió ser motivada, indicando los recursos y acciones que contra la misma procedan, el órgano administrativo o judicial y el plazo en que deban presentarse dichos recursos, lo que no sucedió, dejándole en indefensión al declararse agotada la vía administrativa, cuando la Ley de Radiodifusión y Televisión prevé el recurso de Revisión. Añade que, de conformidad con el artículo 70 de la Ley de Radiodifusión y Televisión, la terminación de la concesión contratada será resuelta por el Superintendente de Telecomunicaciones, pero que en su caso, tal decisión fue adoptada por el Presidente del CONATEL, con lo cual estima que se vulneró la seguridad jurídica prevista en el artículo 82 de la Constitución de la República, sumado al hecho de que la resolución del CONATEL carecía de motivación, por lo que propuso acción de protección, la misma que fue rechazada en primera instancia por el Juez Cuarto de Garantías Penales de Loja, y al apelar dicho fallo, el mismo fue revocado por el tribunal ad quem, que aceptó su acción de protección. Que la acción extraordinaria de protección puede ser propuesta por cualquier ciudadano o ciudadana, y no por personas jurídicas; que en el presente caso no existe violación de derechos constitucionales, pues en la acción de protección, la Corte Provincial debe resolver la causa subida en grado por los méritos del expediente y, solo de considerarlo necesario, podrá ordenar la práctica de elementos probatorios o convocar a audiencia (no es obligatorio).

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Que entre las características de las garantías jurisdiccionales, previstas en el artículo 86 de la Constitución, se aprecia que éstas tienen un procedimiento sencillo, rápido y eficaz, y que no serán aplicables las normas procesales que tiendan a retardar su ágil despacho, principio que fue expuesto por los jueces del tribunal ad quem al responder la petición del CONATEL para que se convoque a audiencia, pues es una facultad discrecional de los jueces. Que en lo referente a la supuesta falta de imparcialidad del tribunal ad quem, al estar integrado por un juez que previamente se había excusado y cuya excusa no fue aceptada por los demás jueces, se actuó con fundamento en lo dispuesto en el artículo 86 numeral 2 de la Constitución y artículo 23 del Código Orgánico de la Función Judicial, esto es, que a los jueces no les está permitido excusarse ni inhibirse de conocer las acciones de garantías jurisdiccionales. Por todo lo expuesto, señala que la sentencia impugnada no incurre en violación de los derechos constitucionales invocados por la legitimada activa, por lo que solicita se rechace la presente acción extraordinaria de protección. II.3.- Procuraduría General del Estado.- El Ab. Marcos Arteaga Valenzuela, Director Nacional de Patrocinio y Delegado del Procurador General del Estado, mediante escrito que obra de fojas 21 del proceso, se limita a señalar casilla constitucional, sin emitir pronunciamiento alguno sobre los fundamentos de la presente acción extraordinaria de protección. III CONSIDERACIONES DE LA CORTE CONSTITUCIONAL: III.1.- Competencia de la Corte Constitucional y validez del proceso.- La Corte Constitucional para el periodo de transición es competente para conocer y resolver la presente causa, de conformidad con lo previsto en los arts. 94, 429 y 437 de la Constitución de la República, en concordancia con el Art. 191, numeral 2, literal d) y Tercera Disposición Transitoria de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, y Art. 3, numeral 8, literal b) del Reglamento de Sustanciación de Procesos de Competencia de la Corte Constitucional. La presente acción ha sido tramitada de conformidad con el ordenamiento jurídico constitucional y legal aplicable al caso, por lo cual se declara su validez. III.2.- Objeto de la acción extraordinaria de protección.- El objeto de la acción extraordinaria de protección es el aseguramiento y efectividad de los derechos y garantías fundamentales, evitando un perjuicio irremediable, al incurrir el accionar de los jueces en violación de normas fundamentales, sea por acción u omisión, en una sentencia, auto o resolución, en ejercicio de su actividad jurisdiccional. No compete a la Corte Constitucional, emitir pronunciamiento alguno sobre el asunto controvertido en la acción de protección propuesta por el Lic. Germán Cueva Atarihuana (concesionario de frecuencia la 107.7 a favor de ECOTEL RADIO de la ciudad de Loja), esto es, determinar si la estación radial representada por dicho accionante incurrió o no en alguna infracción tipificada en la Ley de Radiodifusión y Televisión, ni determinar si el acto administrativo, por el cual declaró la terminación del contrato de concesión de frecuencia asignada a ECOTEL RADIO, constituye algún acto u omisión violatoria de derechos constitucionales por parte de la autoridad accionada en la aludida acción constitucional (Presidente del CONATEL), sino observar si, en la sustanciación de la acción de protección propuesta por Germán Ramiro Cueva Atarihuana existió vulneración del derecho al debido proceso y otros derechos constitucionales invocados por la legitimada activa (Dra. Andrea Vanessa Izquierdo Duncán), Apoderada y Procuradora Judicial del Ing. Jaime Guerrero Ruiz, Ministro de Telecomunicaciones y Presidente del CONATEL, pues éste es el objeto de la nueva garantía constitucional (acción extraordinaria de protección), que conlleva el control de constitucionalidad de las actuaciones de los jueces, que con anterioridad a la vigencia de la actual Constitución de la República se encontraban exentos del mismo; control que deviene del carácter normativo de la Carta Fundamental y del principio de supremacía constitucional, según el cual, toda autoridad se encuentra sujeta al control de constitucionalidad, mediante las diversas acciones de jurisdicción constitucional.

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III.3.- Problemas jurídicos a ser resueltos por la Corte Constitucional.- Para resolver sobre el fondo de la presente causa, la Corte Constitucional estima necesario sistematizar los argumentos planteados por el legitimado activo y por la tercera interesada, a fin de verificar si la sentencia impugnada vulnera o no los derechos constitucionales invocados por el accionante, a partir de los siguientes problemas jurídicos: a) La decisión judicial impugnada se encuentra en firme o ejecutoriada?; b) Cuál es la finalidad de la acción de protección de derechos constitucionales? c) La sentencia, objeto de impugnación, vulnera los derechos constitucionales invocados por la parte accionante? A partir del planteamiento de estos problemas jurídicos, la Corte Constitucional analiza la causa en los siguientes términos: a) La decisión judicial impugnada se encuentra en firme o ejecutoriada? El artículo 437 de la Constitución de la República establece que procede la acción extraordinaria de protección contra sentencias, autos o resoluciones firmes o ejecutoriadas, es decir aquellas decisiones judiciales sobre las cuales ya no caben recursos ordinarios ni extraordinarios previstos en el ordenamiento jurídico. Al respecto, se advierten que, en la acción de protección propuesta por el Lic. Germán Cueva Atarihuana, concesionario de la frecuencia 107.7 a favor de ECOTEL RADIO de la ciudad de Loja, en contra del Presidente del Consejo Nacional de Telecomunicaciones CONATEL, se agotó todas las instancias en la jurisdicción constitucional ordinaria, pues el fallo de primera instancia fue apelado por dicho accionante para ante la Corte Provincial de Justicia de Loja, cuya Sala de lo Laboral, Niñez y Adolescencia expidió la sentencia de fecha 31 de mayo de 2011 a las 15h12 (fojas 7 a 9 vta. del juicio No. 301-2011), la misma que es objeto de impugnación por parte de la legitimada activa (Dra. Andrea Vanessa Izquierdo Duncán, Apoderada y Procuradora Judicial del Ministro de Telecomunicaciones y Presidente del CONATEL), con lo cual se ha agotado el trámite de la causa en la jurisdicción ordinaria. En consecuencia, la acción extraordinaria de protección propuesta cumple una de las condiciones previstas en la Constitución de la República y la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional. b) Cuál es la finalidad de la acción de protección de derechos constitucionales? La Constitución de la República dispone que la acción de protección tiene por objeto “el amparo directo y eficaz de los derechos reconocidos en la Constitución” (Art. 88). Concordante con esta norma, el artículo 39 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional señala que dicha acción tiene por objeto “el amparo directo y eficaz de los derechos reconocidos en la Constitución y tratados internacionales sobre derechos humanos…”. Al proponer acción de protección el Lic. Germán Cueva Atarihuana, era obligación de los jueces, tanto de primera como de segunda instancia, verificar si la autoridad u organismo accionado expidió algún acto o incurrió en omisión violatoria de derechos constitucionales, ya que esa fue la afirmación hecha por el concesionario de la emisora ECOTEL RADIO (Germán Cueva Atarihuana), legitimado activo en la acción de protección propuesta contra el Presidente del CONATEL. En caso de declararse la vulneración de derechos, en la acción de protección, deben los jueces ordenar las medidas pertinentes para lograr la reparación integral de los derechos vulnerados, conforme lo previsto en el artículo 86 numeral 3 de la Constitución de la República. c) La sentencia, objeto de impugnación, vulnera los derechos constitucionales invocados por la parte accionante? La Corte Constitucional, en reiterados fallos, ha manifestado que la acción extraordinaria de protección no constituye una instancia adicional a las previstas en la jurisdicción ordinaria (aún en la jurisdicción constitucional ordinaria); por tanto, en observancia de dicha línea jurisprudencial, no le compete determinar si la el acto expedido por el Presidente del CONATEL impugnado por el Lic. Germán Cueva Atarihuana en la acción de protección propuesta contra dicha autoridad pública, constituyó un acto violatorio de derechos constitucionales, pues esta tarea corresponde -de manera privativa- a los jueces que conocieron y resolvieron la acción de protección, quienes, en la sentencia de segunda instancia, concluyeron que el acto impugnado (Resolución el Presidente del CONATEL), por el cual se declaró la

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terminación del contrato de concesión de frecuencia a favor de ECOTEL RADIO 107.7 y sus repetidoras en la provincia de Loja, transgredió derechos constitucionales, como “el derecho al trabajo, previsto en los Arts. 33 y 326; al debido proceso, consagrado en el Art. 76, numeral 7, literal m); ala igualdad ante la ley, previsto en el Art. 11.2; y, a la seguridad jurídica que prevé el Art. 82 de la Constitución de la República”. Consecuentemente, corresponde a la Corte Constitucional determinar si el fallo expedido por los jueces de la Sala de lo Laboral, Niñez y Adolescencia de la Corte Provincial de Justicia de Loja vulnera o no los derechos constitucionales invocados por la legitimada activa, específicamente los consagrados en los artículos 75 (tutela efectiva), 76 numerales 1 (garantizar el cumplimiento de las normas y los derechos de las partes), 7 literales c) (ser escuchado en el momento oportuno), k) (ser juzgados por jueces imparciales y competentes) y l) (motivación en las resoluciones); y 82 (derecho a la seguridad jurídica) de la Constitución de la República. En todo proceso judicial, ha de observarse estrictamente que se cumplan con las garantías del debido proceso conforme lo ordena el texto constitucional. Con el debido proceso no se trata de cumplir un trámite cualquiera o dar la apariencia ordenada y simplista de procedimientos reglados, donde importa más la forma que el contenido, sino de garantizar que no se prive a ningún individuo de la oportuna tutela de sus derechos fundamentales y que la sentencia que se dicte, en base a un proceso, sea fundada y en fiel cumplimiento de los principios supremos que se exigen en un Estado Constitucional de Derechos. El artículo 75 de la Constitución de la República dispone lo siguiente: Art. 75.- “Toda persona tiene derecho al acceso gratuito a la justicia y a la tutela efectiva, imparcial y expedita de sus derechos e intereses, con sujeción a los principios de inmediación y celeridad; en ningún caso quedará en indefensión. El incumplimiento de las resoluciones judiciales será sancionado por la ley”. De la revisión del proceso de acción de protección, propuesto por el Lic. Germán Ramiro Cueva Atarihuana en contra del Presidente del Consejo Nacional de Telecomunicaciones (CONATEL), se advierte que la autoridad accionada ha podido comparecer ante los jueces, tanto en primera, como en segunda instancia, sin limitaciones de ninguna clase; es decir, se ha garantizado su derecho de acceso a la justicia, sin que haya quedado en indefensión en ninguna etapa del proceso (acción de protección). El artículo 76 de la Constitución de la República establece una serie de garantías que hacen efectivo el derecho al debido proceso, entre ellas, la prevista en el numeral 1, invocada por el accionante, que dispone: “Art. 76.- En todo proceso en el que se determinen derechos y obligaciones de cualquier orden, se asegurará el derecho al debido proceso que incluirá las siguientes garantías básicas: 1.- Corresponde a toda autoridad administrativa o judicial, garantizar el cumplimiento de las normas y los derechos de las partes” Al sustanciar la acción de protección propuesta por el ciudadano Cueva Atarihuana, los jueces cumplieron el trámite y observaron las normas pertinentes que son propias de esta clase de acciones constitucionales, con lo cual se garantizó el derecho de las partes en igualdad de condiciones. En cuanto a la alegación de que se ha vulnerado el derecho a ser juzgado por jueces imparciales y competentes, la Corte estima necesario hacer las siguientes precisiones: a) El artículo 7 inciso segundo de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional (disposiciones comunes sobre las garantías jurisdiccionales de derechos constitucionales) dispone que la jueza o juez que deba conocer dichas acciones no podrá inhibirse, “sin perjuicio de las excusas a que hubiere lugar”; b) El conjuez, Dr. Fabián Sánchez Armijos, llamado a intervenir en el tribunal ad quem, mediante comunicación dirigida a los demás jueces de dicho tribunal (fojas 5 vta. del proceso 301-2011) hace saber que con el demandante (Germán Cueva Atarihuana) “me une, por similitud de actividades y por ejercer los dos, las funciones de Radiodifusión en Loja, una relación de amistad”, razón por la cual se excusó de intervenir en el referido proceso judicial; c) La causa invocada por el conjuez Sánchez Armijos no se halla prevista como motivo de excusa conforme lo previsto en los artículos 856 y 879 del Código de Procedimiento Civil; por tanto, estaba dotado de competencia para conocer y resolver el caso (acción de protección) sometido a su conocimiento. En consecuencia, no se ha afectado el derecho consagrado en el artículo 76 numeral 7 literal k) de la Carta Suprema de la República. Del examen de la sentencia de segunda instancia, objeto de la presente acción (fojas 7 a 9 vta. del proceso No. 301-2011), se advierte que la misma se encuentra formalmente estructurada por sus partes expositiva (antecedentes y fundamentos invocados por las partes), considerativa (argumentación jurídica en que se fundamentará la resolución) y resolutiva (decisión o resolución del caso sometido a su conocimiento). Desde el punto de vista material, dicha

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sentencia invoca las normas constitucionales y legales que rigen para la sustanciación de la acción de protección; es decir, se encuentra debidamente motivada, en los términos que exige el artículo 76 numeral 7 literal l) de la Constitución de la República. La principal alegación que hace la accionante es que los jueces de la Sala de lo Laboral, Niñez y Adolescencia de la Corte Provincial de Justicia de Loja, al conocer, en segunda instancia, la acción de protección (por apelación interpuesta por Germán Cueva Atarihuana), rechazó el pedido del CONATEL para que se convoque a audiencia pública, en la cual -asegura- podía haber presentado pruebas y efectuar las alegaciones en defensa de sus derechos. El artículo 24 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional señala que la Corte Provincial avocará conocimiento y resolverá por el mérito del expediente, y “de considerarlo necesario” podrá ordenar la práctica de elementos probatorios y convocar a audiencia. De lo expuesto se infiere que no es obligación de los jueces de alzada convocar a las partes a audiencia, pues se trata de una facultad discrecional; más aún si en primera instancia, las partes habían ya presentado sus respectivos medios probatorios. En consecuencia, la falta de convocatoria a la referida audiencia no constituye acto violatorio de derechos en contra del Consejo Nacional de Telecomunicaciones (CONATEL). Señala además la legitimada activa que, en segunda instancia, “no se produjo la valoración de la prueba aportada al proceso”. Al respecto, el artículo 62 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional señala como causal de inadmisión de la acción extraordinaria de protección: “(…) 5.- Que el fundamento de la acción no se refiera a la apreciación de la prueba por parte de la jueza o juez”. Ello tiene sustento en el hecho de que la acción extraordinaria de protección no constituye una instancia adicional a las previstas en la jurisdicción ordinaria, por lo que no compete a la Corte Constitucional discutir el fondo de la controversia, mucho menos se pretenderá que esta Corte analice y emita un pronunciamiento sobre las pruebas aportadas al proceso judicial (acción de protección), pues ello es facultad exclusiva de los jueces que, en el ejercicio de sus atribuciones jurisdiccionales, conocen las acciones sometidas a su conocimiento. En consecuencia, en el proceso judicial (acción de protección) seguido por el Lic. Germán Ramiro Cueva Atarihuana en contra del Presidente del Consejo Nacional de Telecomunicaciones (CONATEL), se ha respetado el derecho a la defensa y más garantías del debido proceso, por lo cual deviene en improcedente la presente acción extraordinaria de protección. IV DECISIÓN: En mérito de lo expuesto, ADMINISTRANDO JUSTICIA CONSTITUCIONAL Y POR MANDATO DE LA CONSTITUCIÓN DE LA REPÚBLICA DEL ECUADOR, la Corte Constitucional para el periodo de transición, expide la siguiente: SENTENCIA: 1.- Rechazar la acción extraordinaria de protección propuesta por la Dra. Andrea Vanesa Izquierdo Duncán, Apoderada y Procuradora Judicial del Ing. Jaime Guerrero Ruiz, Ministro de Telecomunicaciones y Presidente del Consejo Nacional de Telecomunicaciones CONATEL; y, 2.- Notificar y publicar la presente Sentencia en el Registro Oficial. f.) Dr. Alfonso Luz Yunes, Juez Constitucional. f.) Dr. Hernando Morales Vinueza, Juez Constitucional. f.) Dr. Fabián Sancho Lobato, Juez Constitucional. CORTE CONSTITUCIONAL.- Es fiel copia del original.-Revisado por: f.) Ilegible.- Quito, a 23 de agosto del 2012.-f.) Ilegible, Secretaría General.

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CAUSA 1212-11-EP Razón: Siento por tal, que la sentencia que antecede fue suscrita por el doctor Patricio Pazmiño Freire, Presidente de la Corte Constitucional, el día jueves 09 de agosto del dos mil doce.- Lo certifico. f.) Dr. Jaime Pozo Chamorro, Secretario General (E). CORTE CONSTITUCIONAL.- Es fiel copia del original.-Revisado por: f.) Ilegible.- Quito, a 23 de agosto del 2012.-f.) Ilegible, Secretaría General. Quito, D. M., 05 de julio del 2012

SENTENCIA No. 233-12-SEP-CC

CASO No. 1276-10-EP

CORTE CONSTITUCIONAL PARA EL PERIODO DE TRANSICIÓN

Juez sustanciador: Dr. Patricio Herrera Betancourt I. ANTECEDENTES El 01 de septiembre del 2010 a las 10h15, Elio Fernando Quintero Rodríguez propone acción extraordinaria de protección en contra de la sentencia de mayoría dictada por la Sala de lo Contencioso Administrativo de la Corte Nacional de Justicia del 03 de agosto del 2010 a las 15h00, notificada la misma fecha a partir de las 16h00, en el recurso de casación número 170-2007, suscrito por los doctores Manuel Yépez Andrade y Juan Morales Ordoñez, jueces nacionales, con el voto salvado del juez nacional doctor Freddy Ordóñez Bermeo. La Sala de lo Contencioso Administrativo de la Corte Nacional de Justicia, mediante providencia del 07 de septiembre del 2010 a las 15h01, dispuso notificar la demanda de la acción extraordinaria de protección al director general del Servicio de Rentas Internas, y enviar el expediente a la Corte Constitucional, habiéndose remitido mediante oficio No. 467-10-SCACN del 09 de septiembre del 2010, recibido por la Secretaría General de la Corte Constitucional, para el período de transición, el 10 de septiembre del 2010 a las 11h17. El secretario general de la Corte Constitucional, el 10 de septiembre del 2010 a las 17h16, certifica que no se ha presentado otra demanda con identidad de objeto y acción. El director general del Servicio de Rentas Internas, mediante escrito ingresado el 27 de septiembre del 2010 a las 15h54, compareció autorizando profesionales del derecho para efectuar “actuaciones necesarias para la defensa de los intereses”. La Sala de Admisión de la Corte Constitucional, para el periodo de transición, conformada por los doctores Patricio Herrera Betancourt, Roberto Bhrunis Lemarie y Hernando Morales Vinueza, jueces constitucionales, el 18 de enero del 2011 a las 09h48 avoca conocimiento de esta causa y luego de la revisión de la acción propuesta y de las piezas procesales adjuntas, la admite a trámite sin que implique un pronunciamiento de fondo respecto de la pretensión. En virtud del sorteo de rigor efectuado el 03 de marzo del 2011, conforme se desprende del oficio No. 172-CC-SG del 09 de marzo del 2011, la sustanciación de la causa correspondió al doctor Patricio Herrera Betancourt. El juez sustanciador, mediante providencia del 23 de marzo del 2011 a las 08h30, avocó conocimiento ordenando: notificar con el contenido de la demanda y providencia a los jueces integrantes de la Sala de lo Contencioso Administrativo de la Corte Nacional de Justicia, a fin de que presenten en el plazo de quince días un informe debidamente motivado de descargo sobre los argumentos que fundamenta la demanda; notificar con el contenido de la demanda y providencia al procurador general del Estado y al director general del Servicio de Rentas Internas; señalar para el 25 de abril del 2011 a las 10h00 la audiencia pública.

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Mediante escritos del 30 de marzo del 2011 a las 11h03, y del 05 de abril del 2011 a las 11h28, el director general del Servicio de Rentas Internas solicita “negar la acción propuesta” y apareja copia certificada que acredita la calidad en la que comparece. En escrito ingresado el 07 de abril del 2011 a las 09h27, el juez nacional, doctor Manuel Yépez Andrade (quien suscribió el fallo de mayoría de 03 de agosto del 2010 a las 15h00, objeto de la presente demanda) y por el conjuez, doctor Clotario Salinas Montaño (cuya participación no consta en la providencia demandada) integrantes de la Sala de lo Contencioso Administrativo de la Corte Nacional de Justicia, afirman: “la acción extraordinaria de protección presentada por Elio Fernando Quintero Rodríguez se endereza a solicitar que se deje sin efecto jurídico la sentencia de mayoría el 3 de agosto de 2010. Cabe señalar que no podemos hacer una nueva revisión del expediente para presentar el informe, toda vez que el mismo ya no reposa en este despacho por cuanto ya fue devuelto en su oportunidad procesal”. Mediante escrito ingresado el 07 de abril del 2011 a las 09h27, suscrito por el doctor Freddy Ordóñez Bermeo, juez nacional de la Sala de lo Contencioso Administrativo de la Corte Nacional de Justicia (quien emitió voto salvado al fallo de mayoría mencionado del 03 de agosto del 2010 a las 15h00), menciona en primera persona: “soy el autor del voto salvado en el juicio 170-07 que siguiera el recurrente en contra del Servicio de Rentas Internas, por lo que nada tengo que informar al respecto”. A la audiencia convocada para el 25 de abril del 2011, conforme la razón sentada por la actuaria designada en este caso, concurrieron los abogados en representación del accionante, del Servicio de Rentas Internas y de la Procuraduría General del Estado, haciéndose constar que no concurrieron los jueces integrantes de la Sala de lo Contencioso Administrativo de la Corte Nacional de Justicia y que: “Esta audiencia se suspende hasta cuando el Juez Sustan-ciador se forme criterio sobre la violación de los derechos”. En escrito ingresado el 25 de abril del 2011 a las 11h14, el accionante solicita en primera persona: “se repare mi derecho constitucional vulnerado”, escrito en cuya razón de recepción señala: “Anexa 2 anillados (365 fojas)” constando en la foja final del segundo anillado con sello de la Secretaría del Tribunal Distrital de lo Contencioso Administrativo de Guayaquil la siguiente razón: “CERTIFICO: Que las trescientos sesenta y siete fotocopias que anteceden son iguales a las que constan en el juicio contencioso administrativo No. 471-05-1. Guayaquil abril catorce de dos mil once. Ab. Miriam Flores Apolinario SECRETARIA RELATORA”; habiendo la actuaria designada en este caso, el 25 de abril del 2011 a las 15h26, sentado la razón: “dos anexos en trescientos setenta y siete fojas (367) que se incorporan al expediente constitucional”. Mediante escrito ingresado el 27 de abril del 2011 a las 09h23, el accionante legitimó a su abogado interviniente en la audiencia, a fin de “aprobar y ratificar en todas sus partes la intervención realizada”. En escrito ingresado el 27 de abril del 2011 a las 15h46, el director general del Servicio de Rentas Internas legitimó al abogado actuante en la audiencia, expresando: “ratifico la intervención…en la audiencia pública oral practicada”. Mediante escrito ingresado el 29 de abril del 2011 a las 14h35, el director nacional de patrocinio, delegado del procurador general del Estado, legitima al abogado compareciente manifestando: “ratifico la intervención… en la audiencia pública”. En providencia del 23 de mayo del 2011 a las 10h30, el juez sustanciador dispuso agregar los escritos ingresados y solicitar una aclaración del informe de los jueces nacionales de la Sala de lo Contencioso Tributario de la Corte Nacional de Justicia. Mediante providencia del 25 de julio del 2011 a las 17h13, el juez sustanciador, de conformidad con el artículo 14 incisos primero, tercera parte, y tercero de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, dispuso, para resolver mejor y formarse criterio, que el Tribunal Distrital No. 2 de lo Contencioso Administrativo de Guayaquil que tramitó el juicio contencioso administrativo No. 471-05-1 recurrido en casación No. 170-2007: “certifique documentadamente si el fallo de mayoría de la Sala de lo Contencioso Administrativo de la Corte Nacional de Justicia emitido el 03 de agosto de 2010 a las 15h00 además de ejecutoriado se encuentra ejecutado”. En escrito ingresado el 27 de julio del 2011 a las 11h25, el accionante, alegando que en este proceso ya fueron agregadas en copias certificadas de todo el juicio 471-05-1 tramitado en Tribunal Distrital No. 2 de lo Contencioso Administrativo de Guayaquil, solicitó: “revocar la providencia inmediata anterior y proceder a la reparación de mis derechos constitucionales que fueron conculcados”.

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Mediante providencia del 01 de agosto del 2011 a las 12h15, el juez sustanciador, considerando que el objeto de la providencia del 25 de julio del 2011 a las 17h13 no es contar con un nuevo ejemplar certificado del juicio No. 471-05-1, sino que el Tribunal Distrital No. 2 de lo Contencioso Administrativo de Guayaquil que tramitó dicho juicio contencioso administrativo, certifique documentadamente al Despacho de Sustanciación, el estado de dicha causa luego de la devolución con la ejecutoria de la Sala de lo Contencioso Administrativo de la Corte Nacional de Justicia, en razón de que lo sustancial en la justicia constitucional es que “la jueza o juez se forme criterio sobre la violación de los derechos” conforme el inciso tercero del artículo 14 de la LOGJCC, dispuso: “se considera improcedente el pedido de revocatoria presentado por el accionante el 27 de julio de 2011 a las 11h25, y en su lugar se confirma el requerimiento efectuado”. El Tribunal Distrital No. 2 de lo Contencioso Administrativo de Guayaquil, con oficio No. 1.079-TDCAG-11 del 02 de agosto del 2011, ingresado el 04 de agosto del 2011 a las 09h10, certifica que la decisión de casación impugnada “se encuentra ejecutada”. La presente acción extraordinaria de protección propuesta por Elio Fernando Quintero Rodríguez, se relaciona a su situación jurídica del pago de honorarios como depositario judicial de varios inmuebles dentro del procedimiento coactivo No. 27-2002, seguido por el Servicio de Rentas Internas en contra de Filanbanco S. A. en liquidación, en el cual se ha proseguido: Reclamo administrativo ante la autoridad tributaria que fue rechazado mediante oficio de la Dirección Regional Litoral Sur No. 1090120050DIR006341 del 28 de junio del 2005. Juicio contencioso administrativo No. 471-05-1 ante el Tribunal Distrital No. 2 de lo Contencioso Administrativo en Guayaquil, con sentencia que acepta la demanda emitida el 22 de agosto del 2006 a las 09h10 ejecutoriada, en el cual durante su fase de ejecución se presentó un informe pericial que calculó como monto de los honorarios en USD $ 135.968, 97, el mismo que fue parcialmente acogido por el tribunal en auto de 31 de enero del 2007 a las 08h35, que determinó como monto a pagar USD $ 17.502, 68, valor que fue impugnado mediante revocatoria que fue negada mediante auto del 13 de febrero del 2007 a las 09h30. Recurso de casación No. 170-2007 que fue rechazado por extemporáneo mediante fallo de mayoría de la Sala de lo Contencioso Administrativo de la Corte Nacional de Justicia de 03 de agosto del 2010 a las 15h00, impugnado en la presente acción extraordinaria de protección No. 1276-10-EP . Fundamentos del legitimado activo Elio Fernando Quintero Rodríguez, en su demanda presentada el 01 de septiembre del 2011 a las 10h15, aduce que siguió en el Tribunal de lo Contencioso Administrativo No. 2 de Guayaquil, el juicio No. 471-05 en contra del Servicio de Rentas Internas, en el cual obtuvo una sentencia a su favor, la misma que: “causó estado, pasó en autoridad de cosa juzgada”; habiendo dicho tribunal emitido el 31 de enero del 2007 un auto en el que acepta parcialmente el informe pericial, y dispone el pago de $17,502.68, durante la: “plena ejecución de la sentencia ejecutoriada dictada”. Afirma que para expresar su disconformidad con el auto, en uso de la facultad concedida en el artículo 289 del Código de Procedimiento Civil, interpuso el recurso horizontal de revocatoria, intentando que: “dicho tribunal rectifique su error al aplicar el contenido de la sentencia que previamente habían expedido y que pasó en autoridad de cosa juzgada”, puesto que no estaba frente a una sentencia que solo puede ser atacada horizontalmente por la vía de aclaración o ampliación: “sino ante un auto que sustanciaba el proceso de ejecución, como lo es el admitir un informe pericial”, ante lo cual, el Tribunal de lo Contencioso Administrativo No. 2 de Guayaquil le negó la solicitud de revocatoria expresando que lo hacía por “ no haber variado los fundamentos jurídicos que se dieron para expedir el auto de fecha 31 de enero de 2007 a las 08h35, no procede la petición de revocatoria solicitada por el actor”. Alega que posteriormente, ante la negativa de admitir su solicitud de revocatoria, esto es, en la fase de ejecución de la sentencia, interpuso recurso de casación, aplicando de forma expresa el inciso segundo del artículo 2 de la Ley de Casación, lo que significa que: “su censura o reproche no era contra la sentencia sino en contra de las providencias del 31 de enero de 2007 en que se acogió parcialmente el informe pericial, y la del 15 de febrero de 2007 que negó su pedido de revocatoria, por ser parte integrante o complemento de la primera”. Agrega que el propio Tribunal de lo Contencioso Administrativo No. 2 de Guayaquil, como tribunal de instancia, al examinar su recurso de casación: “lo aceptó en forma expresa”, y que la propia Sala de lo Contencioso Administrativo

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de la ex Corte Suprema de Justicia, el 22 de julio del 2008, admitió a trámite el recurso de casación, expresando que ha sido interpuesto “Dentro del término previsto en el artículo 5 de la Codificación de la Ley de Casación”. Añade que la actual Sala de lo Contencioso Administrativo de la Corte Nacional de Justicia, dicta sentencia mediante la cual le niega acceso a la justicia (tutela judicial efectiva) por mayoría de votos, expresando que el recurso de casación: “ha sido interpuesto en forma extemporánea”. Detalla que la violación a la tutela efectiva se produce por no apreciarse que la negativa del pedido de la revocatoria forma parte integrante o complemento de la providencia anterior, reflejado en: “el error garrafal de la Sala de lo Contencioso Administrativo al contabilizar los días a partir de la fecha de notificación del auto dictado el 31 de septiembre de 2007, cuando en la realidad debieron contabilizar a partir de la notificación del auto de fecha 15 de febrero de 2007”, con lo cual: “el estado vulneró su derecho a recurrir el fallo o resolución” y violó otros derechos: “negándose en forma expresa el acceso a la justicia y dejándolo en indefensión”. Expresa que tomando en consideración de que la sentencia dictada por el Tribunal Contencioso Administrativo No. 2 de Guayaquil en contra del Servicio de Rentas Internas, en el juicio No. 471-05, emitida a su favor, pasó en autoridad de cosa juzgada: “resulta obvio que no debió dictarse otra sentencia”; razón por la cual, la Sala de lo Contencioso Administrativo de la Corte Nacional, al percatarse de que se había recurrido vía casación un auto, al tenor de lo previsto en el artículo 16 de la Ley de Casación, debió expedir el que en su lugar correspondiere, no otra sentencia: “lo cual constituye sin lugar a dudas una violación al debido proceso y a la tutela judicial y contradice el más alto deber del Estado, que consiste en respetar y hacer respetar los derechos garantizados en la Constitución”. Evidencia que la Sala de lo Contencioso Administrativo de la Corte Nacional no cumplió tampoco con su obligación constitucional respecto del acceso a la justicia y a la tutela judicial efectiva, consagrada en el artículo 75: “esto es de ser imparcial y expedita, demorando el proceso en esa dependencia un poco más tres años”. Indica que en la sentencia definitiva dictada el día 03 de agosto del 2010 a las 15h00: “que se encuentra ejecutoriada”, los jueces de la Sala de lo Contencioso Administrativo de la Corte Nacional: “por mayoría de votos en forma inconstitucional rechazaron el recurso de casación interpuesto y confirmaron lo resuelto por el Tribunal a quo en el auto de 31 de enero de 2007”, vulnerando de forma grave e irreparable su derecho a la tutela judicial efectiva y las garantías del debido proceso al contener: “gravísimos errores de forma y de fondo, inclusive conceptuales”. Manifiesta que la casación fue interpuesta respecto de la providencia expedida en la fase de ejecución de la sentencia dictada por el Tribunal Distrital No. 2 de lo Contencioso Administrativo de Guayaquil, aplicando en forma expresa el inciso segundo del artículo 2 de la Ley de Casación, en definitiva: “su censura o reproche, no era contra la sentencia, sino contra un auto dictado en la fase de ejecución. La sentencia era firme y había pasado en autoridad de cosa juzgada”. Menciona que los jueces de la Sala de lo Contencioso Administrativo de la Corte Nacional de Justicia olvidaron el artículo 289 del Código de Procedimiento Civil, que manifiesta: “Los autos y decretos pueden aclarase, ampliarse, reformarse o revocarse, por el mismo juez que lo pronunció, si lo solicita alguna de las partes dentro del término fijado en al artículo 281”; mientras que el artículo 281 lo complementa, determinando que esas aclaraciones, ampliaciones, reformas o revocaciones deben solicitarse dentro de tres días. Recalca que de lo anterior se infiere un grosero error y violación constitucional de los jueces nacionales de la Sala de lo Contencioso Administrativo de la Corte Nacional de Justicia al momento de razonar su fallo, sustentándolo en la norma contenida en el artículo 5 de la Ley de Casación: “argumentando que el recurso debió interponerse dentro del término de cinco días posteriores a la notificación de la sentencia o del auto definitivo que niegue o acepte su ampliación o aclaración, pretendiendo enervar y olvidar, que ese auto podía ser atacado horizontalmente, atento a lo previsto en las normas legales de Código del Procedimiento Civil”. Reitera que el recurso de casación ha sido interpuesto en forma correcta: “esto es luego de agotado el recurso horizontal que la propia ley le permitía para resistir o reprochar los autos y decretos”. Señala que el artículo 16 de la Ley de Casación establece: “Si la Corte Suprema de Justicia encuentra procedente el recurso, casará la sentencia o auto de que se trate y expedirá el que en su lugar correspondiere, y por el mérito de los hechos establecidos en la sentencia o auto”, razón por la cual, al haberse interpuesto recurso de casación contra un auto dictado en la fase de ejecución, la Corte Nacional debía expedir un su lugar el auto que correspondiere.

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Solicita, tal como lo prevé la Constitución de la República, que se proceda a: “admitir la acción extraordinaria de protección interpuesta a efectos de solventar la violación grave de sus derechos constitucionales, así como para repararlos integralmente”. Pretensión El accionante solicita a la Corte Constitucional: “disponer como reparación a los derechos constitucionales vulnerados por los Jueces Nacionales de la Sala de lo Contencioso Administrativo de la Corte Nacional de Justicia, que se acepte el fallo o voto salvado dictado por el Doctor Freddy Ordóñez Bermeo el mismo que rechaza el recurso de casación interpuesto por la parte demandada, aceptando el que ha hecho valer el actor, disponiendo que el Director General del Servicio de Rentas Internas, dentro del término de cinco días, pague a Elio Fernando Quintero Rodríguez el valor constante en el informe del perito Lorenzo Parra Suárez, esto es la suma de $ 135,968.97 dólares, más los intereses legales, por cuanto su liquidación es coherente con el tenor literal del fallo que se ejecutaba”. El demandante, en su escrito ingresado el 25 de abril del 2011 a las 15h26, solicita que: “se repare su derecho fundamental vulnerado y el precepto constitucional agredido, de obtener una sentencia de fondo, motivada y fundamentada, para lo cual se deberá disponer que se acepte el fallo emitido por el Dr. Freddy Ordóñez Bermeo en su voto salvado, por ser el único que cumple con su obligación legal de casar la sentencia”. Derechos constitucionales que se consideran vulnerados por el fallo judicial impugnado A criterio del accionante, el fallo impugnado ha vulnerado los derechos consagrados en la Constitución, en su artículo 11 numeral 3 (aplicabilidad directa de los derechos establecidos en disposiciones constitucionales y del bloque de constitucionalidad), y numeral 9 (respeto de los derechos constitucionales como el más alto deber estatal), artículo 75 (tutela judicial efectiva), artículo 76 numeral 7 literal m (derecho a recurrir como garantía de la defensa dentro del debido proceso), y artículo 169 (sistema procesal que garantizará el debido proceso), así como en la Convención Interamericana sobre Derechos Humanos en su artículo 8 numeral 2 literal h (derecho a recurrir). Contestación a la demanda Planteamiento de los legitimados pasivos Los doctores Manuel Yépez Andrade y Clotario Salinas Montaño, juez y conjuez de la Sala de lo Contencioso Administrativo de la Corte Nacional de Justicia, mediante escrito ingresado el 07 de abril del 2011 a las 09h27, manifiestan: “la acción extraordinaria de protección presentada por Elio Fernando Quintero Rodríguez se endereza solicitar que se deje sin efecto jurídico la sentencia de mayoría expedida el 3 de agosto de 2010”, ante lo cual: “no pueden hacer una nueva revisión del expediente para presentar su informe, toda vez que el mismo ya no reposa en su despacho por cuanto ya fue devuelto en su oportunidad procesal”. El doctor Freddy Ordóñez Bermeo, juez de la Sala de lo Contencioso Administrativo de la Corte Nacional de Justicia, mediante escrito ingresado el 07 de abril del 2011 a las 09h27, señala: “soy el autor del voto salvado en el juicio No. 170/07 que siguiera el recurrente en contra del Servicio de Rentas Internas, por lo que nada tengo que informar al respecto”. Planteamiento de los terceros interesados Del Servicio de Rentas Internas El director general del Servicio de Rentas Internas, economista Carlos Marx Carrasco, mediante escrito ingresado el 30 de marzo del 2011 a las 11h03, afirma que la acción extraordinaria de protección exige una vulneración de derechos constitucionales que le asisten a las personas, pues, “no es un recurso ordinario que permita a las partes del proceso resolver cuestiones de mera legalidad”. Agrega que la afirmación del accionante de que la propia ex Sala de la Corte Suprema de Justicia admitió a trámite su recurso de casación y luego le niega el acceso a la justicia por haber sido interpuesto en forma extemporánea por error de la Sala de lo Contencioso Administrativo de la Corte Nacional de Justicia, al contabilizar los días a partir de la fecha de notificación del auto dictado el 31 de enero del 2007, cuando debió haberse contabilizado a partir de la notificación que negó su pedido de revocatoria, se fundamenta en una “presunta violación al derecho a la tutela judicial efectiva, el

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derecho a recurrir del fallo ante juez o tribunal superior, al debido proceso, y la Convención Americana de Derechos Humanos”. Añade respecto a la afirmación del accionante de que el propio Tribunal de Instancia el 06 de marzo del 2007, al examinar su recurso lo aceptó a trámite y que la Corte Suprema de Justicia el 22 de julio del 2008 admitió a trámite su recurso de casación, cabe manifestar que: “para la admisibilidad del Recurso de Casación cabe únicamente cumplir con los requisitos formales establecidos en el artículo 6 de la Codificación de la Ley de Casación, sin que tal concesión, admisión u otorgamiento, signifique una aceptación o pronunciamiento a favor de lo esgrimido en los fundamentos del recurso propuesto; ya que tal decisión se cristalizará en el fallo de casación, el cual se lo dictará en mérito de la doctrina, la ley y la jurisprudencia”. Expresa que la casación exige que su fundamentación sea clara, completa y estrictamente apegada a la lógica jurídica y los principios básicos que lo rigen, cuyo fin es anular un auto o sentencia judicial o auto definitivo que niegue o acepte su ampliación o aclaración, por fundarse en una incorrecta interpretación o aplicación de la ley o que han sido dictados con un procedimiento que no cumple las solemnidades legales, puesto que “el recurso de casación es de carácter extraordinario, formal y restrictivo”. Expone que en la interposición del recurso de casación de la parte actora dentro del juicio contencioso, solicita que: “se case la sentencia y auto complementario recurridos por los yerros o vicios que se observan con facilidad en ellos…”, evidenciándose una incongruencia jurídica, ya que lo que presuntamente impugna es el auto expedido el 31 de enero del 2007 a las 08h35 y no la sentencia pasada por autoridad de cosa juzgada expedida por el Tribunal de Instancia: “desnaturalizando el fondo de la interposición de su recurso de casación; y, en efecto, transgrediendo el artículo 6 de la Codificación de la Ley de Casación”. Indica que en el escrito de interposición del recurso de casación del accionante consta textualmente lo siguiente: “Posteriormente, esto es en la FASE DE EJECUCIÓN DE LA SENTENCIA, interpuse RECURSO DE CASACIÓN aplicando en forma expresa el inciso segundo del artículo 2 de la Ley de Casación, lo que significa que mi censura o reproche, no era contra la sentencia, sino con el auto dictado en la fase de ejecución. La sentencia era firme, había pasado en autoridad de cosa juzgada”, razón por la cual “en la presente acción extraordinaria de protección, el accionante pretende justificar la errada interposición del recurso de casación”. Manifiesta que la sentencia del 03 de agosto del 2010 a las 15h00, dictada por mayoría de votos por los jueces de la Sala de lo Contencioso Administrativo de la Corte Nacional de Justicia, mediante la cual se rechazan los recursos de casación interpuestos por las partes y ratifica lo resuelto por el tribunal en el auto del 31 de enero del 2007, goza de eficacia y validez jurídica en razón de que: “se ha respetado el derecho a la tutela judicial efectiva, el derecho a recurrir y al debido proceso”. Menciona que la Sala de lo Contencioso Administrativo de la Corte Nacional de Justicia emitió la sentencia del 03 de agosto del 2010 a las 15h00: “efectivizando el derecho a la tutela del accionante, garantizando el derecho a la defensa y observando el debido proceso”. Ratifica que bajo estas premisas, en la sustanciación del recurso de casación interpuesto por el recurrente: “dentro del proceso se observaron estrictamente, tanto la tutela efectiva como las garantías del debido proceso, toda vez que el hoy accionante, accedió a un órgano jurisdiccional como lo es la Corte Nacional de Justicia, vía efectiva, expedita e imparcial, otorgada por el Estado, para la correcta administración de justicia y que ha respetado los derechos constitucionales y legales del recurrente”. Reitera que en la especie, la sentencia del 03 de agosto del 2010 a las 15h00, objeto de la presente acción extraordinaria de protección, dictada por la Sala de lo Contencioso Administrativo de la Corte Nacional de Justicia en el recurso de casación del hoy accionante, Elio Fernando Quintero Rodríguez: “ha actuado con independencia y ajustada a Derecho al emitir su pronunciamiento”. Señala que los jueces de la Sala de lo Contencioso Administrativo de la Corte Nacional han procedido imparcialmente al emitir su resolución: “pues no existen elementos que permitan concluir que se hayan alejado de este principio, o inclusive de la ética”. Sostiene que dicha Sala ha actuado apegándose al cumplimiento de las normas y los derechos de las partes, puesto que en la resolución “existe la pertinencia de aplicación de las normas que fundan la decisión, motivándola como en derecho corresponde”.

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Solicita que en virtud de que no se han vulnerado los derechos a la tutela judicial efectiva, el derecho a recurrir y al debido proceso: “la Corte Constitucional deberá negar la acción propuesta”. De la Procuraduría General del Estado El abogado Marcos Arteaga Valenzuela, director nacional de patrocinio, delegado del procurador general del Estado, mediante escrito ingresado el 29 de abril del 2011 a las 14h35, manifiesta que comparece: “de acuerdo con los artículos 2 y 6 de la Ley Orgánica institucional, 3 y 4 de su reglamento orgánico funcional” y que ratifica “la intervención del doctor Bernardo Crespo Vega en la audiencia pública llevada a cabo el día lunes 25 de abril a partir de las 10h09”, profesional del derecho que según la razón actuarial intervino en la indicada audiencia, en lo principal señalando que la Ley de Casación determina que desde la sentencia o auto impugnado decurre el término para interponer el recurso de casación, y no desde la providencia que atiende su revocatoria, la misma que de ser interpuesta es a cuenta y riesgo del recurrente, pues no interrumpe el indicado término. II. CONSIDERACIONES Y FUNDAMENTOS DE LA CORTE CONSTITUCIONAL Competencia El Pleno de la Corte Constitucional, según las atribuciones establecidas en los artículos 94 y 437 de la Constitución, artículos 63 y 191 literal d de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, y artículos 35 y 39 del Reglamento de Sustanciación de Procesos de Competencia de la Corte Constitucional, publicado en el Registro Oficial No. 127 del 10 de febrero del 2010, es competente para conocer y pronunciarse sobre las acciones extraordinarias de protección, en este caso, la contenida en el proceso No. 1276-10-EP, con el fin de establecer si el fallo de mayoría dictado el 03 de agosto del 2010 a las 15h00, por la Sala de lo Contencioso Administrativo de la Corte Nacional de Justicia, dentro del recurso de casación No. 170-2007, ha violado o no sus derechos constitucionales. Por otra parte, esta acción es tramitada de conformidad con el ordenamiento constitucional, legal y reglamentario vigente, por lo que se declara su validez. Aclaración del caso concreto Del expediente se desprende que en el juicio 471-05-1 tramitado en el Tribunal Distrital No. 2 de lo Contencioso Administrativo de Guayaquil, seguido por Elio Fernando Quintero Rodríguez en contra del Servicio de Rentas Internas, demandando el pago de honorarios derivados del cumplimiento de sus tareas como depositario judicial, en el procedimiento coactivo No. 27-2002, se dictó sentencia favorable al accionante, misma que se encuentra ejecutoriada (sentencia emitida el 22 de agosto del 2006 a las 09h10, notificada el 23 de agosto del 2006 con razón de ejecutoria del 26 de septiembre del 2006, y providencia de ejecución contenida en auto del 10 de octubre del 2006 a las 09h50); habiéndose en su fase de ejecución presentando un informe pericial que calcula el monto a pagar por USD 135.968, 97, mismo que fue parcialmente acogido, ordenándose pagar la cantidad de USD 17.502, 68 (auto emitido el 31 de enero del 2007 a las 08h35 notificado el 02 de febrero del 2007), con el cual no estuvo de acuerdo el demandante que propuso recurso ordinario horizontal de revocatoria (escrito del 07 de febrero del 2007 a las 17h10), mismo que fue negado (auto del 13 de febrero del 2007 a las 09h30, notificado el 15 de febrero del 2007); ante lo cual, Elio Fernando Quintero Rodríguez (escrito del 22 de febrero del 2007 a las 17h27) y el director general del Servicio de Rentas Internas (escrito del 23 de febrero del 2007 a las 15h45), interpusieron sendos recursos extraordinarios de casación, que fueron concedidos por el Tribunal Distrital No. 2 de lo Contencioso Administrativo de Guayaquil (auto del 06 de marzo del 2007 a las 14h25) y una vez recibidos por la Sala de lo Contencioso Administrativo de la ex Corte Suprema de Justicia (razón del 13 de abril del 2007) fueron admitidos a trámite (auto del 22 de julio del 2008 a las 14h40), habiendo la Sala de lo Contencioso Administrativo de la Corte Nacional de Justicia rechazado y negado finalmente los recursos de casación interpuestos (fallo de mayoría emitido el 03 de agosto del 2010 a las 15h00, notificado el mismo día, im-pugnado en la presente acción extraordinaria de protección presentada el 01 de septiembre del 2010 a las 10h15). Como se advierte, la acción extraordinaria de protección planteada por Elio Fernando Quintero Rodríguez se propone en contra del fallo de mayoría emitido por la Sala de lo Contencioso Administrativo de la Corte Nacional de Justicia el 03 de agosto del 2010 a las 15h00, cuyo efecto es confirmar el auto emitido el 31 de enero del 2007 a las 08h35 por el Tribunal Distrital No. 2 de lo Contencioso Administrativo de Guayaquil, que ordenó al Servicio de Rentas Internas pagar al demandante la cantidad de USD 17.502, 68.

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Identificación de los problemas jurídicos a dilucidar En lo principal, los cargos en contra del fallo de mayoría de la Sala de lo Contencioso Administrativo de la Corte Nacional de Justicia del 03 de agosto del 2010 a las 15h00, es que habría vulnerado la tutela judicial efectiva y el derecho a recurrir como garantía del debido proceso que debe garantizar el sistema procesal, establecidas en disposiciones constitucionales de los artículos 75, 76 numeral 7 literal m, y 169) y del bloque de constitucio-nalidad (artículo 8 numeral 2 literal h de la Convención Interamericana de Derechos Humanos), al denegar justicia, eludiendo dictar una decisión sobre el fondo del asunto basado en la mera declaratoria de extemporaneidad del recurso de casación, cuando este previamente fue considerado interpuesto dentro del término legal en la concesión por Tribunal Distrital No. 2 de lo Contencioso Administrativo de Guayaquil en auto del 06 de marzo del 2007 a las 14h25, y en la admisión a trámite por la Sala de lo Contencioso Administrativo de la ex Corte Suprema de Justicia (auto del 22 de julio del 2008 a las 14h40). ¿Cabe de un recurso de casación que se encuentra en curso, “concedido” por el tribunal de instancia y “admitido a trámite” por la ex Corte Suprema de Justicia, un nuevo análisis de procedibilidad por parte de la actual Corte Nacional de Justicia, para su rechazo por extemporaneidad? El Tribunal Distrital No. 2 de lo Contencioso Administrativo de Guayaquil, en el auto del 06 de marzo del 2007 a las 14h25, estimó que los recursos de casación interpuestos por el Elio Fernando Quintero Rodríguez y por el Servicio de Rentas Internas “…han sido presentados dentro de los términos que para esos efectos establecen los artículos 5 de la Ley de Casación y 10 de la Procuraduría General del Estado…”, y la Sala de lo Contencioso Administrativo de la ex Corte Suprema de Justicia, en el auto del 22 de julio del 2008 a las 14h40, señaló que: “… Dentro del término previsto en el artículo 5 de la Codificación de la Ley de Casación, publicada en el Registro Oficial número 299, de 24 de marzo de 2004, el Licenciado Elio Fernando Quintero Rodríguez, y, dentro del término establecido en el artículo 10 de la Ley Orgánica de la Procuraduría General del Estado, publicada en el Registro Oficial número 312, de 13 de abril de 2004, el economista Carlos Marx Carrasco, en su calidad de Director General y representante legal del Servicio de Rentas Internas, interponen sendos recursos de casación…”. Ahora bien, corresponde analizar si lo expresado en su debido momento por el Tribunal Distrital No. 2 de lo Contencioso Administrativo de Guayaquil, que lo llevó determinar que los recursos de casación interpuestos satisfacen las exigencias para su admisibilidad: “…Por consiguiente se admiten… se lo concede…”, y por la Sala de lo Contencioso Administrativo de la ex Corte Suprema de Justicia que la condujo a establecer que: “…se admiten a trámite los recursos de casación interpuestos…”, constituyen pronunciamientos inalterables que impedían a la Sala de lo Contencioso Administrativo de la Corte Nacional de Justicia realizar un nuevo análisis de procedibilidad del recurso de casación, como ciertamente lo hizo mediante el fallo de mayoría emitido el 03 de agosto del 2010 a las 15h00, y disponer el rechazo del recurso de casación interpuesto por Elio Fernando Quintero Rodríguez por extemporáneo. Para lo cual se analizarán las disposiciones constitucionales de asignación de competencias a la Corte Nacional de Justicia (marco constitucional), en concordancia con las disposiciones legales que regulan a la casación (regulación legal), y la jurisprudencia emitida sobre la materia (aplicación jurisprudencial). Nuevo análisis de procedibilidad del recurso de casación por la Sala de lo Contencioso Administrativo de la Corte Nacional de Justicia En el fallo de mayoría, la Sala de lo Contencioso Administrativo de la Corte Nacional de Justicia emitido el 03 de agosto del 2010 a las 15h00, estimó que era competente para efectuar un nuevo análisis del recurso de casación que el Tribunal Distrital No. 2 de lo Contencioso Administrativo de Guayaquil “lo concede” y la Sala de lo Contencioso Administrativo de la ex Corte Suprema de Justicia, lo “admite a trámite”, al señalar que: “(…) PRIMERO: La Sala es competente para conocer y resolver este recurso en virtud de lo que dispone el numeral 1º del artículo 184 de la Constitución de la República y la Ley de Casación que regula su ejercicio.- SEGUNDO: En la tramitación del recurso se han observado todas las solemnidades inherentes a él, por lo que se declara su validez procesal.- TERCERO: La Ley que contiene los preceptos referentes a la nueva institución denominada casación, es la Ley de Casación, vigente a partir de mayo 18 de 1993, cuyo fin, entre otros, es indudablemente el control jurídico tanto de las normas positivas como de las objetivas, obteniendo que las normas jurídicas se apliquen correcta y oportunamente, manteniendo la unidad en las decisiones como garantía de certidumbre e igualdad para quienes son usuarios de la Administración de Justicia, evitando la desconfianza en la misma. De ahí que la doctrina y hoy ya nuestra jurisprudencia la otorgan ciertas características especiales, como el ser un recurso extraordinario, de estricto cumplimiento legal, técnico, restrictivo y de competencia únicamente del más alto Tribunal de Justicia. Por tanto para

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lograr los objetivos de la casación, las normas de la Ley de Casación deben ser observadas y cumplidas a cabalidad, tanto por los recurrentes que hacen o pretenden hacer uso de esta nueva institución, como por el Tribunal de Casación (…)”. Al respecto, cabe señalar que la Constitución de la República del Ecuador, publicada en el Registro Oficial No. 449 del 20 de octubre del 2008, establece como un órgano jurisdiccional de la Función Judicial a la Corte Nacional de Justicia (artículo 178 numeral 1) y que la ley determinará la organización, ámbito de competencia y funciones (artículo 178 inciso final), entre ellas para conocer los recursos de casación (artículo 184 numeral 1). En tanto que el Código Orgánico de la Función Judicial, COFJ, publicado en el Suplemento del Registro Oficial No. 544 del 09 de marzo del 2009 consagra a la Corte Nacional de Justicia como un órgano jurisdiccional (artículo 170), integrada por salas especializadas (artículo 183), las cuales conocerán los recursos de casación en materias de su especialidad (artículo 184), especificando que la Sala Especializada de lo Contencioso Administrativo de la Corte Nacional de Justicia conocerá los recursos de casación en las causas en materia administrativa (artículo 185 numeral 1), inclusive para los procesos que se encontraban en curso en la ex Corte Suprema de Justicia (disposición transitoria décima). El recurso de casación presentado por Elio Fernando Quintero Rodríguez en el juicio 471-05-1, fue interpuesto el 22 de febrero del 2007 a las 17h27, ante el Tribunal Distrital No. 2 de lo Contencioso Administrativo de Guayaquil que mediante auto del 06 de marzo del 2007 a las 14h25 “lo concede”, y luego lo remite a la ex Corte Suprema de Justicia, que lo recibe el 13 de abril del 2007, correspondiendo su conocimiento a la Sala de lo Contencioso Administrativo con el número 170-2007 , la misma que mediante auto del 22 de julio del 2008 a las 4h40, lo “admite a trámite”. El recurso de casación No. 170-2007 fue iniciado con anterioridad a la promulgación del Código Orgánico de la Función Judicial del 09 de marzo del 2009, por lo tanto le resulta aplicable su Disposición Transitoria Décima literal a, que expresamente señala: “Todos los procesos que se hayan iniciado con anterioridad a la vigencia de este Código y que se hallaban en curso en la Corte Suprema…pasarán según corresponda, a conocimiento de la Corte Nacional de Justicia… Las causas continuarán sustanciándose en el punto que hubieren quedado…”. Siendo así, se desprende que lo actuado por el Tribunal Distrital No. 2 de lo Contencioso Administrativo de Guayaquil y por la Sala de lo Contencioso Administrativo de la ex Corte Suprema de Justicia, en relación al recurso de casación No. 170-2007 en curso, no son pronunciamientos inalterables para la Sala de lo Contencioso Administrativo de la Corte Nacional de Justicia, la misma que en ejercicio de su competencia constitucional y legal se encontraba facultada para seguir sustanciándolo y emitir el fallo respectivo. Cabe señalar que desde la promulgación de la Ley de Casación mediante Ley No. 27, publicada en el Registro Oficial No. 192 del 18 de mayo de 1993, la jurisprudencia de casación determinó que la admisibilidad inicial efectuada por el juzgador de instancia no obliga al tribunal de casación, al apreciar que:“…El auto de admisibilidad del recurso de casación expedido por la Corte Superior, no obliga al Tribunal de Casación, de considerar éste, que es extemporáneo, o son inexactas o legales los fundamentos tomados en consideración en la providencia calificatoria de concederlo…”. (Auto de la Sala Única de lo Civil y Mercantil de la ex Corte Suprema de Justicia emitido en el caso No. 450-96 el 04 de diciembre de 1996 a las 16h30, publicado en el Registro Oficial No. 78 del 03 de junio de 1997). Con la reforma a la Ley de Casación promulgada en el Registro Oficial No. 39 del 08 de abril de 1997, la jurisprudencia de casación consideró que la facultad admisoria sobre la procedibilidad del recurso de casación efectuada por el juzgador de instancia (ad quo), puede ser revisada y corregida por el tribunal de casación (ad quem), al estimar que: “…la Sala revisará el análisis que el Tribunal de instancia efectuó del escrito de fundamentación para determinar si éste cumple o no con los cuatro requisitos que son indispensables para la procedibilidad del recurso extraordinario y supremo de casación…” (Resolución de la Primera Sala de lo Civil y Mercantil de la ex Corte Suprema de Justicia No. 372-2011 del 15 de noviembre del 2001 a las 10h35, publicado en el Registro Oficial No. 490 del 09 de enero del 2002); y que, “…El control del ejercicio de esta facultad admisoria se ejerce por el Tribunal de Casación en la forma que señalan los artículos 8 inciso final y 9 inciso final de la ley de materia, reformados por la ley promulgada en el R.O. Nro. 39 de 8 de abril de 1997…” (Auto de ampliación y aclaración de la Primera Sala de lo Civil y Mercantil de la ex Corte Suprema de Justicia a la Resolución No. 372-2011, emitido el 29 de noviembre del 2011 a las 10h40, publicado en el Registro Oficial No. 490 del 09 de enero del 2002). Con la promulgación de la Codificación de la Ley de Casación, publicada en el Suplemento del Registro Oficial No. 299 del 24 de marzo del 2004, la jurisprudencia de casación precisó que inclusive al interior del propio Tribunal de Casación es revisable la calificación inicial en el pronunciamiento final, al señalar: “…La calificación inicial efectuada por la Sala de Casación, puede ser revisada al momento de emitir pronunciamiento sobre lo principal…” (resolución de

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la Segunda Sala de lo Civil y Mercantil de la ex Corte Suprema de Justicia No. 54-04 del 10 de marzo del 2004 a las 15h00, publicada en el Registro Oficial No. 347 del 02 de junio del 2004). De tal manera que jurisprudencialmente, un recurso de casación inicialmente admitido puede ser finalmente desestimado, desechado o rechazado por improcedente, así: “…el recurso de casación tiene características de ser extraordinario, y de derecho estricto… esto está dado por el escrito en el cual se interpone el recurso de casación, más aún la interposición de él requiere de una serie de requisitos de procedibilidad, que están señalados en el Art. 6 de la Ley de Casación, de tal manera que la falta de cualquiera de ellos, impone su inadmisión, así se consagra el carácter formalista y formulista del recurso de casación al hacerse más rigurosa su técnica…” (Resoluciones de la Primera Sala de lo Civil y Mercantil de la ex Corte Suprema de Justicia No. 10-2005 del 21 de julio del 2005 a las 09h25, 17-2005 del 21 de febrero del 2005 a las 10h25, 21-2005 del 22 de febrero del 2005 a las 14h45, 23-2005 del 22 de febrero del 2005 a las 15h05, 24-2005 del 22 de febrero del 2005 a las 15h23, 25-2005 del 22 de febrero del 2005 a las 16h05 y 26-2005 del 22 de febrero del 2005 a las 16h31, todas publicadas en el Registro Oficial No. 59 del 13 de julio del 2005). En el nuevo contexto constitucional, la sentencia de la Corte Constitucional No. 012-09-SEP-CC del 14 de julio del 2009, publicada en el Suplemento del Registro Oficial No. 9 del 21 de agosto del 2009, señaló que la Corte Nacional de Justicia, como Tribunal de Casación, es el órgano cúspide de la pirámide judicial con facultad de corregir las actuaciones de los juzgadores dentro de la justicia ordinaria a través del recurso extraordinario de casación de procedibilidad limitada por causales determinadas y debidamente normadas en la Ley de Casación, al señalar: “… La Casación es un recurso extraordinario que tiene por objeto anular una sentencia judicial que contiene una incorrecta interpretación o aplicación de la ley o que ha sido dictada en un procedimiento que no ha cumplido las solemnidades legales. Su fallo le corresponde a un tribunal superior de justicia, habitualmente al de mayor jerarquía, como la anterior Corte Suprema de Justicia en nuestro país, actual Corte Nacional de Justicia. Las características de este recurso pueden ser resumidas en: Se trata de un recurso extraordinario, vale decir, la ley la admite excepcionalmente y contra determinadas resoluciones judiciales. Sus causas están previamente determinadas, las cuales se las puede agrupar básicamente en infracciones al procedimiento, es decir errores de forma (error in procedendo); e infracciones de Derecho, esto es errores de fondo (error in judicando). Tiene algunas limitaciones a su procedencia, entre otras, la cuantía, sobre todo en casos de derecho civil y los motivos que se pueden alegar. …es a la Corte Nacional de Justicia, anterior Corte Suprema de Justicia, como Tribunal de Casación, a la que le corresponde, por encontrarse en la cúspide la pirámide, mantener su control sobre los juzgadores inferiores… …Así concebida y entendida la Casación como un recurso extraordinario en la esfera judicial que tiene como su objetivo o razón de ser, el revisar los errores de procedimiento o errores judiciales de la sentencia, cabe precisar que este Recurso está debida y formalmente tratado en nuestro ordenamiento jurídico por una normativa específica creada para el efecto en la Ley de Casación…”. En suma, la “concesión” u admisión a trámite” inicial de un recurso de casación no imposibilita que la Sala Especializada de la Corte Nacional de Justicia, como Tribunal de Casación, dicte un fallo en el cual efectúe un nuevo análisis de procedibilidad para rechazarlo, pues es el órgano jurisdiccional cúspide de la pirámide judicial dentro de la justicia ordinaria con competencia constitucional y legal para el efecto. Rechazo del recurso de casación interpuesto por Elio Fernando Quintero Rodríguez por extemporáneo En el fallo de mayoría de Sala de lo Contencioso Administrativo de la Corte Nacional de Justicia emitido el 03 de agosto del 2010 a las 15h00, en relación a la temporalidad del recurso de casación interpuesto por Elio Fernando Quintero Rodríguez, estimó: “(…) CUARTO.- Con esta brevísima introducción, en el caso sub júdice, es necesario recordar lo que preceptúan el Art. 5 de la Ley de Casación: “TERMINO PARA LA INTERPOSICIÓN.- El recurso (de casación) deberá interponerse

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dentro del término de cinco días posteriores a la notificación del auto o sentencia o del auto definitivo que niegue o acepte su ampliación o aclaración. Los organismos y entidades del sector público tendrán el término de quince días”. Siendo una disposición absolutamente clara de la que no cabe interpretaciones, mucho menos extensivas, tanto más que se trata de una ley de orden público. Si ésta prescribe que el término para proponer la acción de casación, o lo que es lo mismo, interponer el recurso de casación de la sentencia o auto es de cinco días posteriores a su notificación o de notificación del auto definitivo que niegue o acepte su ampliación o aclaración, no puede presentarse al producirse otra circunstancia o hecho que la ley no ha mencionado, como el caso de solicitar su revocatoria; y en este sentido existen pronunciamientos de esta misma Sala. La disposición del Art. 5 de la Ley (ibídem) no es casual, es el producto de la reforma que introdujo el Congreso Nacional, luego de conocer los problemas que se estaban suscitando con la redacción original de dicho Art. 5 que decía: El recurso deberá interponerse dentro del plazo de 15 días hábiles posteriores a la notificación del auto o sentencia. Cuando un recurrente luego de ser negada la ampliación o aclaración, interponía el recurso de casación, era negada por extemporánea, pues habían ya transcurrido los 15 días hábiles que señalaba tal disposición. De ahí que el Congreso introdujo la reforma concediendo el término de 5 días posteriores a la notificación del auto o sentencia o del AUTO DEFINITIVO QUE NIEGUE O ACEPTE SU AMPLIACIÓN O ACLARACIÓN, reforma publicada en el Reg. Of. No. 39 de 8 de abril de 1997. QUINTO.- En el caso sub júdice, el auto se dicta el 31 de enero de 2007 y es notificado el 2 de febrero del mismo año; el recurso de casación por parte del actor se interpone el 22 de febrero de 2007, es decir cuando había trasncurrido con exceso el término de 5 días prescrito por el Art. 5 de la Ley de Casación (…)”. Efectivamente, como señala el fallo de mayoría, consta de los recaudos procesales que Elio Fernando Quintero Rodríguez, en la fase de ejecución de la sentencia ejecutoriada emitida por el Tribunal Distrital No. 2 de lo Contencioso Administrativo de Guayaquil, en virtud de que mediante auto emitido el 31 de enero del 2007 a las 08h35, notificado el 02 de febrero del 2007, fue parcialmente acogido por el tribunal el informe pericial que calcula el monto a pagar en USD 135.968, 97, ordenando el pago de USD 17.502, 68; presentó mediante escrito del 07 de febrero del 2007 a las 17h10 un recurso ordinario horizontal de revocatoria, mismo que mediante auto del 13 de febrero del 2007 a las 09h30, notificado el 15 de febrero del 2007, fue negado; del cual, mediante escrito del 22 de febrero del 2007 a las 17h27, interpuso recurso extraordinario vertical de casación. En definitiva, se aprecia que Elio Fernando Quintero Rodríguez no interpuso recurso de casación directamente del auto de ejecución (notificado el 02 de febrero del 2007), sino que optó por pedir su revocatoria (07 de febrero del 2007) y cuando esta fue negada (notificada el 15 de febrero del 2007) interpuso recurso de casación (22 de febrero del 2007); lo que a criterio del fallo de mayoría no se ajusta al contenido claro y expreso del artículo 5 de la Ley de Casación, que se refiere únicamente a la posibilidad de presentar como recurso ordinario horizontal a la ampliación y aclaración del auto o sentencia casable, mas no su revocatoria; en otras palabras, que una revocatoria presentada no suspende el término para recurrir en casación. Al respecto, cabe señalar que desde la promulgación de la Ley de Casación mediante Ley No. 27, publicada en el Registro Oficial No. 192 del 18 de mayo de 1993, la jurisprudencia de casación determinó que la temporalidad para interponer el recurso de casación decurre desde la notificación del auto o sentencia casable o desde la notificación de la providencia que atiende su ampliación o aclaración, sin mencionar a la revocatoria, al apreciar que: “… Según el Art. 5 de la Ley de Casación, el recurso de casación deberá interponerse dentro del plazo de quince días hábiles posteriores a la notificación del auto o sentencia. No obstante si se presenta una solicitud de ampliación o aclaración de la sentencia este plazo se ha de contar desde que se notifica el auto que decide el incidente…” (Auto de Sala Única de lo Civil y Comercial de la ex Corte Suprema de Justicia, emitido en el caso No. 672-95 el 22 de agosto de 1995 a las 16h20, publicado en el Registro Oficial No. 913 del 27 de marzo de 1996). En cuanto a esta temporalidad para la interposición del recurso de casación, la Reforma a la Ley de Casación, publicada en el Registro Oficial No. 39 del 08 de abril de 1997, reformó el artículo 5 de esta ley, disponiendo el término de 5 días para los recurrentes, y la Ley Orgánica de la Procuraduría General del Estado, publicada en Registro Oficial No. 372 del 19 de julio del 2001, en el artículo 10 estableció el término de 15 días para las entidades y organismos del sector público, términos que conforme al artículo 5 de la Ley de Casación reformado decurren desde la notificación del auto o sentencia casable o desde la notificación de la providencia que atiende su ampliación y aclaración, sin referirse a la revocatoria, habiendo la jurisprudencia de casación señalado que: “…cuando se ha presentado una solicitud de revocatoria, la misma que no interrumpe el término para presentar el recurso de casación…ya que la interposición indebida de un recurso no interrumpe los términos para las siguientes actuaciones procesales, y que no es procedente interponer sucesivamente los recursos horizontales, sino todos simultáneamente dentro del término que para el efecto la ley señala, y si no se lo hace, precluye el derecho para interponerlo…” (resolución de la Primera Sala de lo Civil y

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Mercantil de la ex Corte Suprema de Justicia No. 20-2002 del 31 de enero del 2002 a las 11h15, publicada en el Registro Oficial No. 571 del 08 de mayo del 2002). De tal forma que la Codificación de la Ley de Casación, publicada en el Suplemento del Registro Oficial No. 299 del 24 de marzo del 2004, en su artículo 5 vigente que regula la temporalidad del recurso de casación de manera clara y expresa, establece: “Art. 5.- TÉRMINOS PARA LA INTERPOSICIÓN.- El recurso deberá interponerse dentro del término de cinco días posteriores a la notificación del auto o sentencia o del auto definitivo que niegue o acepte su ampliación o aclaración. Los organismos y entidades del sector público tendrán el término de quince días”; y la Codificación de la Ley Orgánica de la Procuraduría General del Estado, publicada en el Registro Oficial No. 312 del 13 de abril del 2004, en el artículo 10 expresamente establece: “Art. 10.- Del recurso de casación.- Los organismos y entidades del sector público tendrán el término de quince días para interponer el recurso de casación, que deberá ser concedido con efecto suspensivo, sin la obligación de rendir caución”. Como se aprecia en dichas disposiciones, no se menciona ni refiere a la revocatoria. Siendo así, se desprende que si el recurrente plantea la revocatoria del auto o sentencia casable, cuando la ley sobre la materia se refiere únicamente a que es susceptible del recurso ordinario horizontal de ampliación o aclaración; y, no interpone directamente el recurso extraordinario vertical de casación (dentro del término legal contabilizado desde la notificación del auto o sentencia casable o desde la notificación de la providencia que atiende su ampliación o aclaración), el recurso de casación se torna en extemporáneo por preclusión, operando entonces su rechazo por improcedente. Evidenciándose en el presente caso que: a) Elio Fernando Quintero Rodríguez, respecto del auto de ejecución casable emitido el 31 de enero del 2007 a las 08h35 (notificado el viernes 02 de febrero del 2007), no interpuso el recurso de casación dentro del término de 5 días (que decurría desde el viernes 02 de febrero del 2007 hasta el viernes 09 de febrero del 2007), y en su lugar solicitó su revocatoria el 07 de febrero del 2007; cuya negativa, mediante auto del 13 de febrero del 2007 (notificada el jueves 15 de febrero del 2007), no interrumpió el término para interponer el recurso de casación, de modo que, presentado el recurso el 22 de febrero del 2007, resultaba ya extemporáneo por efectos de la preclusión, por lo que fue rechazado; y, b) El Servicio de Rentas Internas, mediante escrito presentado el 23 de febrero del 2007, oportunamente recurrió en casación del auto de ejecución casable emitido el 31 de enero del 2007 a las 08h35, notificado el viernes 02 de febrero del 2007; recurso de casación que fue interpuesto dentro del término de 15 días por tratarse de una entidad pública, el mismo que corría desde el viernes 02 de febrero del 2007 hasta el viernes 23 de febrero del 2007, recurso que en cuanto a su procedencia, no sido aceptado. En definitiva, que la Sala de lo Contencioso Administrativo de la Corte Nacional de Justicia, en fallo de mayoría del 03 de agosto del 2010 a las 15h00, haya revisado la admisibilidad inicial en relación a la temporalidad del recurso de casación interpuesto por Elio Fernando Quintero Rodríguez, guarda concordancia con el marco constitucional, regulación legal y aplicación jurisprudencial sobre el tema, y mal puede imputársele por tal situación la violación de la tutela judicial efectiva, o el derecho a recurrir como garantía del debido proceso que el sistema procesal debe garantizar, pues como Tribunal de Casación se encontraba jurídicamente facultado para emitir el fallo que rechazó dicho recurso por extemporáneo, cumpliendo de esta manera con sus deberes constitucionales de: “garantizar el cumplimiento de las normas y los derechos de las partes” (artículo 76 numeral 1 de la Constitución de la República; de aplicar la: “observancia del trámite propio de cada procedimiento” (artículo 76 numeral 3 parte final, Ibídem); de motivar el fallo, pues en este: “se enuncian las normas o principios jurídicos en que se funda... se explica la pertinencia de su aplicación a los antecedentes de hecho” (artículo 76 numeral 7 literal l, ibídem); así como de, efectivizar la seguridad jurídica que “…se fundamenta en el respeto a la Constitución y en la existencia de normas jurídicas previas, claras, públicas y aplicadas por las autoridades competentes.” (artículo 82 ibídem). Otras consideraciones Elio Fernando Quintero Rodríguez, el 01 de septiembre del 2010 a las 10h15, presentó ante la Sala de lo Contencioso Administrativo de la Corte Nacional de Justicia la presente acción extraordinaria de protección, en contra de la sentencia de mayoría dictada en el recurso de casación número 170-2007; sin embargo, luego de la mencionada interposición de la acción extraordinaria de protección, se advierte de la copia certificada de todo el expediente 471-05-1, incorporada por el propio accionante, que la decisión judicial impugnada, además de ejecutoriada, se encuentra ejecutada.

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¿Existe mérito para aceptar una acción extraordinaria de protección cuando la violación constitucional alegada no configura un agravio subsistente al momento de resolver? El Tribunal Distrital No. 2 de lo Contencioso Administrativo de Guayaquil, una vez retornado el expediente subido en grado, ha incorporado el fallo de casación de mayoría, su voto salvado y oficio de remisión (fojas 342 a 347 del expediente 471-05-1), mediante providencia del 08 de septiembre del 2010 a las 16h15, emitida por los jueces, Ab. Miguel Antepara Figueroa, Dra. Patricia Vintimilla Navarrete y Dr. José Pincay Romero, dispuso: “Póngase en conocimiento de las partes la recepción del proceso al que se acompaña la Ejecutoria de la Sala de lo Contencioso Administrativo de la Corte Nacional de Justicia la que rechaza “…tanto el recurso interpuesto por la parte actora, como el interpuesto por la parte demandada, confirmando lo resuelto por el Tribunal en que en auto de 31 de enero de 2007…”, por tanto corresponde disponer el cumplimiento de dicho auto en su parte pertinente se transcribe “…el Tribunal acoge parcialmente el informe pericial únicamente en lo que hace mención al detalle de los contratos de arrendamiento. Sin otras consideraciones, este Tribunal dispone que el Servicio de Rentas Internas en la interpuesta persona de su Director General dentro del término de 5 días pague a favor del actor las siguientes cantidades: $14.808,29, que es el 1.5 por ciento sobre la cantidad de $987.219.09, al que deberá adicionarse la suma de $2.694, 39, valores que totalizan la cantidad de $ 17.502,68 (DIECISIETE MIL QUINIENTOS DOS 68/100 DÓLARES DE LOS ESTADOS UNIDOS DE NORTEAMÉRICA)…”. En consecuencia, el Director General del Servicio de Rentas Internas en el término fijado de 5 días cumpla con el pago ordenado en el referido auto. NOTIFÍQUESE” (foja 348 del expediente 471-05-1 y foja 65 del expediente 1276-10-EP). El Servicio de Rentas Internas, mediante escrito del 15 de septiembre del 2010 a las 15h32, solicitó se le “conceda una prórroga de ocho días para dar cumplimiento”, en tanto que Elio Fernando Quintero Rodríguez, mediante escrito del 21 de septiembre del 2010 a las 09h16, solicitó que se: “siente una razón en la que conste si la demandada el SERVICIO DE RENTAS INTERNAS ha cumplido con el mandamiento de ejecución”; constando que el juez de sustanciación del Tribunal Distrital No. 2 de lo Contencioso Administrativo de Guayaquil, Ab. Miguel Antepara Figueroa, en providencia de 24 de septiembre de 2010 a las 17h00 “concede el término improrrogable de 8 días para que se dé cumplimiento” (fojas 349 a 351 del expediente 471-05-1). En escrito del 05 de octubre del 2010 a las 17h10, el SRI solicita: “que el actor presente ante esta judicatura la respectiva factura”; en escrito de Elio Fernando Quintero Rodríguez del 12 de octubre del 2010 a las 17h08, señala: “acompaño la factura solicitada”, constando que la jueza de sustanciación del Tribunal Distrital No. 2 de lo Contencioso Administrativo de Guayaquil, Dra. Patricia Vintimilla Navarrete, en providencia del 18 de octubre del 2010 a las 09h30, “corre traslado a cada una de las partes” (fojas 352 a 354 del expediente 471-05-1). Elio Fernando Quintero Rodríguez, mediante escrito del 25 de octubre del 2010 a las 11h25, solicita que se: “siente una razón en la que conste si la demandada EL SERVICIO DE RENTAS INTERNAS ha cumplido con el mandamiento de ejecución”; habiendo el juez de sustanciación del Tribunal Distrital No. 2 de lo Contencioso Administrativo de Guayaquil, Dr. José Pincay Romero, en providencia del 27 de octubre del 2010 a las 16h50, dispuesto que se: “siente razón si la parte demandada ha cumplido con el mandamiento de ejecución” (fojas 355 del expediente 471-05-1). El Servicio de Rentas Internas, mediante escrito del 09 de noviembre del 2010 a las 15h14, adjunta: “Comprobante Único de Registro en el cual se acredita el pago realizado a favor del Tribunal por un valor de $14.064,65 dólares de los Estados Unidos de Norteamérica, y el Comprobante de Retención No. 0007210 emitido por el Servicio de Rentas Internas por $3.438,03 dólares de los Estados Unidos de Norteamérica” (fojas 357 a 359 del expediente 471-05-1). El Tribunal Distrital No. 2 de lo Contencioso Administrativo de Guayaquil, mediante providencia del 16 de noviembre del 2010 a las 10h36, emitida por los por jueces Patricia Vintimilla Navarrete y José Pincay Romero, y conjuez Héctor Yerovi Kenide, dispuso: “…En lo principal, por cuanto consta de autos que el Director General del S.R.I. ha cumplido con el pago de la liquidación a favor del actor mediante transferencia a la cuenta de este Tribunal Distrital por la suma a recibir de CATORCE MIL SESENTA Y CUATRO 65/100 dólares americanos ($14064,55). Valor que será entregado accionante, mediante oficio que se remitirá al Banco Nacional de Fomento. Notifíquese” (foja 360 del expediente 471-05-1 y foja 66 del expediente 1276-10-EP). En el oficio del presidente del Tribunal Distrital No. 2 de lo Contencioso Administrativo de Guayaquil No. 1038-TDCA-10-471-05-1 del 10 diciembre del 2010 al Banco Nacional de Fomento, consta:

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“…Dentro del juicio contencioso administrativo No. 471-05-1 propuesto por el Lcdo. Elio Fernando Quintero Rodríguez, portador de cédula de ciudadanía No. 091441052-7, contra el Servicio de Rentas Internas, este Tribunal, han dispuesto, en providencia de 16 de noviembre de 2010 a las 10h35, lo que en su parte pertinente, a continuación se transcribe… …Acompaño copia certificada de la providencia referida y la fotocopia del comprobante único del registro. Lo que pongo a su conocimiento para que se cumpla con lo dispuesto por este Tribunal”. (foja 364 del expediente 471-05-1 y foja 67 del expediente 1276-10-EP). En el acta del 10 de diciembre del 2010 a las 10h05, suscrita por el presidente y secretaria del Tribunal Distrital No. 2 de lo Contencioso Administrativo de Guayaquil, y por Elio Fernando Quintero Rodríguez, consta lo siguiente: “JUICIO No. 475-05-1 En Guayaquil el día de hoy diez de Diciembre de dos mil diez a las diez horas cinco minutos ante el Juez abogado Miguel Antepara Figueroa, Presidente de este Tribunal e infrascrita Secretaria Relatora abogada Miriam Flores Apolinario, comparece el señor ELIO FERNANDO QUINTERO RODRÍGUEZ portador de cédula de ciudadanía No. 091441052-7 a efecto de cumplir con lo dispuesto por el Tribunal en providencia de dieciséis de Noviembre de dos mil diez esto es retirar el valor de CATORCE MIL SESENTA Y CUATRO 65/100 DÓLARES AMERICANOS para lo cual, se le entrega el oficio No. 1038- TDCAG-10-471-05-1 para que de la cuenta de este Tribunal que mantiene en el Banco Nacional de Fomento se le entregue el referido valor. En constancia suscribe el compareciente al pie de la presente. (Foja 365 del expediente 475-05-1) Esta situación se acredita del oficio No. 1.079-TDCAG-11 del 02 de agosto del 2011, ingresado el 04 de agosto del 2011 a las 09h10, en el cual los jueces del Tribunal Distrital No. 2 de lo Contencioso Administrativo de Guayaquil, doctores Patricia Vintimilla Navarrete y José Pincay Romero, y abogado Miguel Antepara Figueroa, señalan: “…En referencia a su providencia de 15 de Julio de 2011 a las 17h13 dictada dentro del caso No. 1276-10-EP…la que se relaciona al juicio contencioso administrativo No. 471-05-1 propuesto por el Ab. Elio Fernando Quintero Rodríguez contra el Servicio de Rentas Internas SRI y en la Sala Casacional el No. 170-2007 (Resolución No. 259-2010), debemos manifestar que se encuentra ejecutada conforme a las fotocopias certificadas que acompañamos…” (fojas 64 a 67 del expediente 1276-10-EP). En el presente caso se aprecia que el accionante presenta la acción extraordinaria de protección impugnado el fallo de casación mayoritario el 01 de septiembre del 2010, y luego acepta el pago del valor con el que aducía no estaba conforme el 10 de diciembre del 2010; sin advertir de tal hecho a la Corte Constitucional, permitiendo que la acción extraordinaria de protección sea admitida el 18 de enero del 2011, que sea haya avocado su conocimiento para la sustanciación correspondiente el 23 de marzo del 2011, tramitada en audiencia respectiva el 25 de abril del 2011. Es más, el accionante ingresa copias certificadas de todo el expediente que fueron incorporadas al proceso el 23 de mayo del 2011, pero ante el requerimiento para que el tribunal ejecutor informe sobre el estado de la causa, se opuso mediante pedido de revocatoria de 27 de julio del 2011, el que fue negado el 01 de agosto del 2011, habiéndose finalmente informado que el fallo impugnado se encuentra ejecutado el 04 de agosto del 2011. Al respecto, cabe señalar que esta Corte Constitucional, en sentencia No. 007-09-SEP-CC del 19 de mayo del 2009, publicada en el Suplemento del Registro Oficial No. 602 del 01 de junio del 2009, ha precisado que la violación constitucional alegada en el proceso debe causar un agravio que subsista al momento de resolver al señalar: “…En síntesis, se puede decir que la acción extraordinaria de protección procede… cuando el fallo cause agravio; cuando en el fallo se hayan violado, por acción u omisión, derechos reconocidos en la Constitución o Tratados Internacionales, referentes a derechos humanos o a las reglas del debido proceso… cuando estos requisitos subsistan al momento en que la Corte Constitucional resuelva; y cuando el fallo o auto impugnado, sea una sentencia o auto definitivo…” (Énfasis agregado). Como anteriormente se analizó, el fallo de casación mayoritario no incurre en la violación constitucional alegada por el accionante y además no configura un agravio subsistente al momento de resolver, puesto que el propio demandante ha aceptado el valor determinado en dicho fallo, de forma previa a la admisión y tramitación de la presente acción extraordinaria de protección, no advirtiendo de tal situación a esta Corte Constitucional, circunstancia que imposibilita a todas luces la operatividad del alcance propio de esta garantía, consistente en que de hallarse mérito, se deje sin efecto

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el fallo impugnado y se retrotraiga el proceso para su adecuación al marco constitucional, mas no la aceptación del voto salvado como aduce el accionante. En definitiva, resulta improcedente la aceptación de la presente acción extraordinaria de protección, puesto que por una parte no se verifica la violación constitucional alegada por el demandante, y por otra parte se aprecia que el propio legitimado activo ha aceptado el fallo judicial que se encontraba impugnando, recibiendo el valor con el cual aducía no estar de acuerdo, consolidando así la institución de la cosa juzgada y el principio de seguridad jurídica de la decisión judicial acusada. III. DECISIÓN En mérito de lo expuesto, administrando justicia constitucional y por mandato de la Constitución de la República del Ecuador, el Pleno de la Corte Constitucional, para el periodo de transición, expide la siguiente: SENTENCIA 1. Declarar que no existe vulneración de derechos constitucionales. 2. Negar la acción extraordinaria de protección planteada. 3. Notifíquese, publíquese y cúmplase. f.) Dr. Patricio Pazmiño Freire, Presidente. f.) Dr. Jaime Pozo Chamorro, Secretario General (e). Razón: Siento por tal, que la sentencia que antecede fue aprobada por el Pleno de la Corte Constitucional, para el período de transición, con seis votos de los doctores: Patricio Herrera Betancourt, Hernando Morales Vinueza, Ruth Seni Pinoargote, Fabián Sancho Lobato, Edgar Zárate Zárate y Patricio Pazmiño Freire, sin contar con la presencia de los doctores Roberto Bhrunis Lemarie, Alfonso Luz Yunes y Manuel Viteri Olvera, en sesión extraordinaria de cinco de julio del dos mil doce. Lo certifico. f.) Dr. Jaime Pozo Chamorro, Secretario General (e). CORTE CONSTITUCIONAL.- Es fiel copia del original.-Revisado por: f.) Ilegible.- Quito, a 23 de agosto del 2012.- f.) Ilegible, Secretaría General. CAUSA 1276-10-EP Razón: Siento por tal, que la sentencia que antecede fue suscrita por el doctor Patricio Pazmiño Freire, Presidente de la Corte Constitucional, el día lunes 13 de agosto de dos mil doce.- Lo certifico. f.) Dr. Jaime Pozo Chamorro, Secretario General (e). CORTE CONSTITUCIONAL.- Es fiel copia del original.-Revisado por: f.) Ilegible.- Quito, a 23 de agosto del 2012.-f.) Ilegible, Secretaría General.