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UNIDAD 5
LA ESTRUCTURA Y LOS ORGANISMOS ECONÓMICOS
LA INTEGRACIÓN ECONÓMICA
Lo que hoy se conoce como globalización es un proceso cuyos orígenes deben rastrearse en las manifestaciones económicas, políticas y sociales del último cuarto del siglo XX: preocupación de incluir al Tercer Mundo dentro del contexto internacional, fin de la Guerra Fría, proliferación de armas nucleares, aumento de movimientos e instituciones a nivel mundial, aparición de graves problemas de orden multicultural y poliétnico, y búsqueda de satisfacción a los derechos civiles, entre otros.
La globalización es definida por sus promotores como una tendencia a la igualación “hacia arriba” en el comportamiento de las distintas economías nacionales, y con ese simple razonamiento se propone un camino, en el cual cualquier economía abierta, y con sus mercados libres de toda presencia estatal, tiene como destino natural un funcionamiento semejante al del capitalismo desarrollado, a través de espectaculares saltos hacia el primer mundo.
El proyecto globalizador se fue consolidando durante los años que van de 1960 a 1990. La globalización pretende equilibrar las relaciones entre producción mundial, comercio, inversión extranjera y producto interno bruto (PIB), mediante la participación del mayor número posible de la población mundial. Sin embargo, en la práctica esto no se lleva a efecto porque un número reducido de personas tiene en sus manos el control casi absoluto, y evita la participación de las grandes masas en la supuestamente benéfica globalización.
Como una necesidad de adecuarse a la nueva política internacional, fue indispensable la búsqueda de nuevas modalidades comerciales. Durante las negociaciones de la denominada Ronda de Uruguay, que finalizaron el 14 de abril de 1994 en la ciudad de Marrakesh, luego de ocho años de trabajo, se decidió que el GATT fuera sustituido por la Organización Mundial de Comercio (OMC), la cual empezó a funcionar a partir del 1 de enero de 1995.
Entre las propuestas de mayor significación, se buscaba ofrecer condiciones favorables a las naciones poco desarrolladas, y que todos los países tuvieran normas similares y regulaciones equitativas a través de decisiones multilaterales. El primer paso de dicha instancia sería convocar a negociaciones relacionadas con el comercio, los problemas laborales y la protección del medio ambiente, además de la promoción del desarrollo sustentable.
La integración económica puede definirse como la organización de un grupo de países con el fin de mejorar el intercambio comercial en el marco de sus territorios. Los objetivos principales son la eliminación de los obstáculos al comercio y a la libre circulación de bienes, mercancías y personas; la reducción de los costos de transporte, así como la implementación de políticas comunes en distintos sectores de la economía.
La integración en bloques supone privilegiar el comercio por proximidad o contigüidad física, por lo que se establecen también tarifas o aranceles externos a los países no miembros. Al establecerse políticas comunes para distintos sectores de la actividad económica, incluso para el área educativa, se busca no sólo incrementar el comercio entre los países miembros, sino también alivianar los riesgos que generan situaciones de incertidumbre en la economía global.
Por eso, es importante que los acuerdos firmados se respeten y que no tienda a privilegiarse más a unos países que a otros. De todos modos, las desigualdades internas existen, incluso en el bloque europeo, que es el más antiguo.
Los mecanismos de integración económica se ‘asan en diferentes convenios acordados entre los países para permitir un mayor grado de cooperación económica por la reducción le las barreras arancelarias y no arancelarias. Pueden distinguirse
ÁREA DE ARANCELES PREFERENCIALES: se caracteriza por la reducción de aranceles entre dos o más países. Esta reducción cubre apenas algunos pocos productos.
ÁREA DE LIBRE COMERCIO: se caracteriza por la reducción parcial total de aranceles entre los miembros que integran el bloque; cada país conserva sus aranceles externos en relación con los miembros. El libre comercio entre los países socios queda imitado a los productos que contengan pocos o ningún componente importados de afuera del área.
UNIÓN ADUANERA: se caracteriza por la liberación del comercio recíproco de todos los bienes producidos por los socios y la adopción de una política arancelaria común en relación con el resto del mundo. Las normas arancelarias son comunes.
MERCADO COMÚN: se caracteriza por la libre circulación de bienes, servicios y factores; además, por la utilización de un arancel exterior común. Los países miembros deben armonizar sus políticas nacionales para garantizarla libre movilidad del trabajo y del capital.
UNIÓN ECONÓMICA: es el grado más elevado de integración. Se caracteriza por conformar un mercado común donde, además, existe una
moneda única y total armonización de las políticas económicas de los países miembros.
El proceso europeo de integración también tuvo un significado económico y
político, que iba mucho más allá de un tratado de cooperación. Se trataba de crear
un nuevo espacio económico, un “mercado común”, en una escala comparable a
la de los Estados Unidos. Este proceso, largo y complicado, sirvió como modelo
para los tímidos intentos de integración regional desarrollados en otras regiones
del mundo a partir de los años 60.
En épocas más recientes, el fin de la Guerra Fría y la globalización de la economía
dieron nuevo significado a los procesos de integración. Así, cada día cobran más
importancia los intentos de unir recursos y ampliar mercados para competir en una
economía capitalista global.
Para poner en práctica los procesos de integración se realizan acuerdos
entre dos países (bilaterales) o entre más países (multilaterales), tendientes
a facilitar el comercio exterior. Según el grado de profundidad de esos
acuerdos, se pueden distinguir varios niveles.
Área de preferencia arancelaria: se establece entre dos o más países que
se conceden mutuamente una reducción arancelaria en ciertos productos.
Zona (o área) de libre comercio (ZLC): supone la eliminación de todos los
aranceles entre los países integrantes del acuerdo, pero conservando cada
uno sus aranceles externos con respecto a terceros países. m Unión
aduanera: supone la liberalización del comercio de todos los bienes
producidos por los países socios y la adopción de un arancel externo
común (AEC).
Mercado común: es un espacio unificado por la libre circulación de bienes,
servicios, capitales y personas entre los países socios. Además, sus
miembros adoptan un arancel externo común. Es una etapa más compleja
porque supone armonizar las políticas macroeconómicas, fiscales,
salariales, sociales, etcétera.
Unión económica: es el más alto grado de integración, es un mercado
común donde existe una moneda común. Supone transferir una serie de
atribuciones de los gobiernos nacionales a organismos supranacionales
creados a fin de poder armonizar las políticas.
EL ACUERDO GENERAL DE ARANCELES Y COMERCIO.
El GATT es un convenio internacional firmado por 23 países en 1947 para
fomentar la liberalización del Comercio exterior. El GATT es la una Organización
internacional más conocida por su nombre en inglés: General Agreement on
Tariffs and Trade, con sede en Ginebra. Se creó como reacción en contra del
Proteccionismo que prevaleció en la década de los 30 y de las restricciones que,
en la práctica, se originaban en los numerosos acuerdos bilaterales a través de los
cuales se trató de incentivar el Comercio Internacional pero que en el hecho se
transformaron en elementos de rigidización. El secretario de Estado de Estados
Unidos, Cordell Huid lanzó en 1934 un llamado para un Programa de Comercio
Recíproco, capaz de remover los obstáculos al Intercambio e inspirado en la idea
de que el Comercio libre de trabas está en exacta correspondencia con la paz, los
Aranceles altos, las barreras comerciales y la Competencia desleal están en
exacta correspondencia con la guerra.
Este llamado no pudo fructificar sino después del término de la II Guerra Mundial,
cuando en 1947 se firmó la Carta de La Habana (Ver Carta de la Habana),* la que
a su vez tampoco logró aplicarse. El mismo año 1947 se produce un acuerdo
internacional por el cual veintitrés países firman en Ginebra el Acuerdo General
sobre Aranceles y Comercio (GATT) que contiene la totalidad de lo que había sido
el Título IV de la Carta de la Habana. El objetivo del GATT es promover el
Comercio Internacional suprimiendo gravámenes y restricciones, lo que debe
hacerse a través de negociaciones o ruedas. Difiere de la Carta de la Habana en
cuanto no constituye un organismo permanente capaz de promover la
liberalización del Comercio.
Los países miembros se obligan a negociar en estas ruedas y entre ellos se aplica
el régimen de la nación más favorecida, que hace que las franquicias convenidas
sean extensivas a todos los países miembros. Otro principio fundamental del
GATT es el de no discriminación, que prohíbe la discriminación en el Comercio
entre países (a lo que también va dirigido el tratamiento de nación más
favorecida). Sin Embargo, la discriminación es admitida cuando forma parte de un
Acuerdo de Integración.
El GATT demostró ser una herramienta útil para negociar reducciones tarifarias y
también en disminuir las restricciones para-arancelarias al Comercio a través de
acuerdos, denominados códigos, que se refieren a materias tales como Dumping,
Valores Aduaneros, Compras del Sector Público, etc. El GATT no incluye
mecanismos coercitivos para los casos de infracciones, sino un sistema de
paneles en los cuales se realizan consultas que terminan en recomendaciones y
eventual legitimación de contramedidas por el país adjudicado.
La aplicación del GATT se ha traducido en expansión del comercio mundial. Esto
se ha logrado en ocho ruedas de negociaciones, la última de las cuales fue la
Ronda Uruguay, iniciada en 1986, y que culminó recién en abril de 1994 con la
firma del Acuerdo de Marrakesh (Marruecos) por 124 países, en el que el GATT es
reemplazado por la Organización Mundial de Comercio, OMC.
LA ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE COMERCIO
La Organización Mundial del Comercio puede verse desde distintas perspectivas.
Es una Organización para la apertura del comercio. Es un foro para que los
gobiernos negocien acuerdos comerciales. Es un lugar en el que pueden resolver
sus diferencias comerciales. Aplica un sistema de normas comerciales. En lo
fundamental, la OMC es un lugar al que los gobiernos Miembros acuden para
tratar de resolver los problemas comerciales que tienen unos con otros.
La OMC nació como consecuencia de unas negociaciones, y todo lo que hace
resulta de negociaciones. El grueso del trabajo actual de la OMC proviene de las
negociaciones mantenidas en el período 1986-1994, la llamada Ronda Uruguay, y
de anteriores negociaciones en el marco del Acuerdo General sobre Aranceles
Aduaneros y Comercio (GATT). La OMC es actualmente el foro de nuevas
negociaciones en el marco del “Programa de Doha para el Desarrollo”, iniciado en
2001.
Cuando los países han tenido que hacer frente a obstáculos al comercio y han
querido que se reduzcan, las negociaciones han contribuido a abrir los mercados
al comercio. Sin embargo, la labor de la OMC no se circunscribe a la apertura de
los mercados, y en algunos casos sus normas permiten mantener obstáculos
comerciales, por ejemplo para proteger a los consumidores o para impedir la
propagación de enfermedades.
Constituyen el núcleo de la OMC los denominados Acuerdos de la OMC,
negociados y firmados por la mayoría de los países que mantienen intercambios
comerciales. Esos documentos establecen las normas jurídicas fundamentales del
comercio internacional. Son en lo esencial contratos que obligan a los gobiernos a
mantener sus políticas comerciales dentro de límites convenidos. Son negociados
y firmados por los gobiernos, pero su finalidad es ayudar a los productores de
bienes y servicios, a los exportadores y a los importadores a desarrollar sus
actividades, si bien permitiendo que los gobiernos alcancen objetivos sociales y
ambientales.
El propósito primordial del sistema es contribuir a que el comercio fluya con la
mayor libertad posible, sin que se produzcan efectos secundarios no deseables,
porque eso es importante para el desarrollo económico y el bienestar. Esto
conlleva en parte la eliminación de obstáculos. También requiere asegurarse de
que los particulares, las empresas y los gobiernos conozcan cuáles son las
normas que rigen el comercio en las distintas partes del mundo, de manera que
puedan confiar en que las políticas no experimentarán cambios abruptos. En otras
palabras, las normas tienen que ser “transparentes” y previsibles.
Las relaciones comerciales conllevan a menudo intereses contrapuestos. Los
acuerdos, incluidos los negociados laboriosamente en el sistema de la OMC,
tienen muchas veces que ser interpretados. La forma más armoniosa de resolver
estas diferencias es mediante un procedimiento imparcial basado en un
fundamento jurídico convenido. Ese es el propósito del sistema de solución de
diferencias integrado en los Acuerdos de la OMC.