UNIVERSIDADE ESTADUAL DE CAMPINAS
INSTITUTO DE ECONOMIA
MANUEL FELIPE MARTINEZ MANTILLA
EFECTOS DE LA GLOBALIZACIÓN EN EL MERCADO DE TRABAJO Y LA DISTRIBUCIÓN FUNCIONAL DEL
INGRESO EN COLOMBIA
(EFEITOS DA GLOBALIZAÇÃO NO MERCADO DE TRABALHO E NA DISTRIBUIÇÃO FUNCIONAL DA RENDA
NA COLOMBIA)
Campinas 2019
UNIVERSIDADE ESTADUAL DE CAMPINAS
INSTITUTO DE ECONOMIA
MANUEL FELIPE MARTINEZ MANTILLA
EFECTOS DE LA GLOBALIZACIÓN EN EL MERCADO DE TRABAJO Y LA DISTRIBUCIÓN FUNCIONAL DEL
INGRESO EN COLOMBIA
(EFEITOS DA GLOBALIZAÇÃO NO MERCADO DE TRABALHO E NA DISTRIBUIÇÃO FUNCIONAL DA RENDA
NA COLOMBIA)
Prof. Dr. Pedro Linhares Rossi – orientador
Dissertação de Mestrado apresentada ao Programa de Pós-Graduação em Desenvolvimento Econômico do Instituto de Economia da Universidade Estadual de Campinas para obtenção do título de Mestre em Desenvolvimento Econômico, área de Economia Social e do Trabalho.
ESTE EXEMPLAR CORRESPONDE À VERSÃO FINAL DA DISSERTAÇÃO DEFENDIDA PELO ALUNO MANUEL FELIPE MARTINEZ MANTILLA, ORIENTADO PELO PROF. DR. PEDRO LINHARES ROSSI.
Campinas 2019
Ficha catalográfica
Universidade Estadual de Campinas
Biblioteca do Instituto de Economia
Mirian Clavico Alves – CRB 8/8708
Martinez Mantilla, Manuel Felipe, 1991-
M366e Efectos de la globalización en el mercado de trabajo y la
distribución funcional del ingreso en Colombia / Manuel Felipe
Martinez Mantilla. – Campinas, SP : [s.n.], 2019.
Orientador: Pedro Linhares Rossi.
Dissertação (mestrado) – Universidade Estadual de Campinas, Instituto de
Economia.
1. Globalização. 2. Mercado de trabalho - Colômbia. 3. Renda -
Distribuição. I. Rossi, Pedro Linhares, 1981-. II. Universidade Estadual
de Campinas. Instituto de Economia. III. Título.
Informações para Biblioteca Digital
Título em outro idioma: Efeitos da globalização no mercado de trabalho e na
distribuição funcional da renda na Colômbia
Palavras-chave em inglês:
Globalization
Labor market - Colômbia
Income distribution
Área de concentração: Economia Social e do
Trabalho Titulação: Mestre em Desenvolvimento
Econômico Banca examinadora:
Pedro Linhares Rossi [Orientador]
Paulo Eduardo de Andrade Baltar
Antonio Correa de Larcerda
Data de defesa: 27-02-2019
Programa de Pós-Graduação: Desenvolvimento Econômico Identificação e informações acadêmicas do(a) aluno(a)
-ORCID do autor: https://orcid.org/0000-0002-4646-3700
-Currículo Lattes do autor:http://lattes.cnpq.br/5103239971886851
UNIVERSIDADE ESTADUAL DE CAMPINAS
INSTITUTO DE ECONOMIA
MANUEL FELIPE MARTINEZ MANTILLA
EFECTOS DE LA GLOBALIZACIÓN EN EL MERCADO DE TRABAJO Y LA DISTRIBUCIÓN FUNCIONAL DEL
INGRESO EN COLOMBIA
(EFEITOS DA GLOBALIZAÇÃO NO MERCADO DE TRABALHO E NA DISTRIBUIÇÃO FUNCIONAL DA RENDA
NA COLOMBIA)
Prof. Dr. Pedro Linhares Rossi – orientador
Defendida em 27/02/2019
COMISSÃO JULGADORA
Prof. Dr. Pedro Linhares Rossi - Presidente Universidade Estadual de Campinas (UNICAMP)
Prof. Dr. Paulo Eduardo de Andrade Baltar Universidade Estadual de Campinas (UNICAMP) Prof. Dr. Antonio Correa de Lacerda Pontifícia Universidade Católica de São Paulo (PUC/SP)
A Ata de Defesa, assinada pelos membros da Comissão Examinadora, consta no processo de vida acadêmica do aluno.
A mis padres y hermana:
Por su apoyo incondicional,
su lucha cotidiana inspiradora y
ser el motivo de todos mis esfuerzos.
AGRADECIMIENTOS
El proceso de elaboración de esta disertación no hubiera sido posible sin el apoyo
incondicional de mis padres, Guillermo y Pilar, quienes siempre brindaron su soporte
permanente en cada una de las etapas a lo largo de casi dos años de trabajo. Agradezco a mi
hermana por su preocupación y consejos constante. A toda mi familia que será siempre la
base fundamental de cada paso que demos en la vida. Este esfuerzo y resultado fue por
ustedes, me siento feliz de poder recompensar un poco de todo el amor que me han ofrecido
durante toda la vida. A mis panas de toda la vida David, Moreno, Zurdo, Canas, Negro,
Pipe y Ana les agradezco por la amistad y compañía a pesar de la distancia. A mis
camaradas del MOIR Aurelio, Federico, Mateo, Carlos, Natalia, Libardo, Beto, Tache,
Ximena y todos los demás con los que continuaré luchando hombro a hombro por una
profunda transformación de Colombia. Este trabajo es una contribución a nuestra
interpretación política sobre la dominación imperialista en Colombia y las consecuencias
sobre la clase trabajadora.
Quedaré eternamente agradecido al pueblo brasilero que me recibió con los brazos abiertos,
me acogió como uno más y me dio cariño en cada momento, especialmente cuando mas
sentía saudades de mi país y los míos. A Brasil le debo grandes enseñanzas y aprendizajes
de vida. En el proceso académico, agradezco el apoyo, la confianza y la amistad de mi
orientador Pedro Rossi, que junto con los profesores como Jose Dari Krein, Bruno de
Conti, Paulo Baltar, André Biancarelli, y todos los profesores del CECON y CESIT y
aquellos que en sus aulas y conversaciones me ayudaron en un intenso proceso de re-
aprender la economía, entenderla desde una visión realmente heterodoxa. A la Coordenação
de Aperfeiçoamento de Pessoal de Nível Superior, CAPES, por su apoyo parcial durante el
tiempo de estudios de la maestría.
Si de algo me siento feliz en este tiempo en Brasil ha sido conocer y construir amistades
profundas que tengo la seguridad que prevalecerán en el tiempo y espacio: Marcelo,
Ezequiel, Carlos, Douglas, Grazi, Renan, João, Pietro, Ricardo, Lucas, Camilo, Escada,
Bruno y todos con los que de alguno u otra forma compartimos ideas, risas y momentos
eternos. A Ana Flávia por la lealtad y cariño. A todos los cracks del grandioso V de Várzea:
Zeca, Vitor, Gui, Chico, Cattan, Xandão, Noia, Cesar, Uriel y todos aquellos que entre
dribles y risas forjamos cada miércoles un compañerismo solido fuera de la cancha. A mis
amigos de la República: Rafa, Pri, Lari, Cami, Will y Alfredo con quienes convivi durante
dos años.
A todos ustedes y los que posiblemente se me están pasado en el momento, les agradezco
infinitamente. Espero aprovechar todavía más con ustedes las hermosas tierras de Brasil
durante los próximos años del doctorado. Obrigado, muito obrigado.
RESUMO
O trabalho tem como objetivo analisar os efeitos da financierização e as assimetrias
financeiras, macroeconômicas e produtivas da globalização e estabelecer os canais de
transmissão com as mudanças no mercado de trabalho em economias periféricas,
particularmente na economia colombiana. Nesse sentido, essas transformações são
avaliadas na economia colombiana nesse período (1990-2017), com base em uma
periodização definida a partir das reformas macroeconômicas e trabalhistas
realizadas. Para isso, se estimam equações em modelos econométricos de séries
temporais que relacionam a parcela dos salários ou Wage Share (entendida como uma
variável que captura informações relevantes das mudanças no mercado de trabalho)
com variáveis explicativas associadas à globalização financeira, produtiva e comercial,
bem como variáveis de controle representativas das relações de trabalho que
determinam a remuneração salarial. Os resultados indicam os efeitos negativos e de
longo prazo da globalização (especialmente nas esferas financeira e macroeconômica)
sobre a distribuição funcional da renda na Colômbia. Os resultados mostram uma
correlação positiva entre a participação da indústria e da agricultura com o Wage
Share, que indica que a estrutura setorial e trabalhista são elementos relevantes na
distribuição de renda.
Palavras-chave: Globalização, financierização, mercado de trabalho, Wage Share,
Colômbia.
ABSTRACT
The purpose of the work is to analyze the effects of financialization and the financial,
macroeconomic and productive asymmetries of globalization and to establish
transmission channels with changes in the labor market in peripheral economies,
particularly in the Colombian economy. In that sense, these transformations are
evaluated in the Colombian economy during this period (1990-2017), based on a
periodization defined from the macroeconomic and labor reforms carried out. For this
purpose, equations are estimated in econometric models of time series that Wage
Share (understood as a variable that captures relevant information of labor market
transformations) with explanatory variables associated with financial, productive and
commercial globalization, as well as control representative variables of the work
relationships that determine the salary remuneration. The results indicate the
negative and long-term effects of globalization (especially in its financial and
macroeconomic spheres) on the functional distribution of income in Colombia. In
addition, the results show a positive correlation between the participation of industry
and agriculture with the Wage Share, which indicates that the sectoral and labor
structure are relevant elements in the distribution of income.
Keywords: Globalization, financialization, labor market, Wage Share, Colombia.
RESUMEN
El trabajo tiene como propósito analizar los efectos de la financiarización y las asimetrías
financieras, macroeconómicas y productivas de la globalización y establecer los canales de
transmisión con los cambios en el mercado de trabajo en las economías periféricas,
particularmente en la economía colombiana. En ese sentido, se evalúan dichas
transformaciones en la económica colombiana durante ese periodo (1990-2017), basado en
una periodización definida a partir de las reformas macroeconomías y laborales realizadas.
Para tal propósito, se estiman ecuaciones en modelos econométricos de series temporales
que relacionan la participación de los salarios o Wage Share (entendida como una variable
que captura información relevante de las transformaciones del mercado laboral) con
variables explicativas asociadas a la globalización financiera, productiva y comercial, así
como variables de control representativas de las relaciones laborales determinantes de la
remuneración salarial. Los resultados indican efectos negativos y de largo plazo de la
globalización (especialmente en las esferas financiera y macroeconómica) en la distribución
funcional del ingreso en Colombia. A si mismo los resultados evidencian una correlación
positiva entre la participación de la industria y el agro con el Wage Share, lo que indica que
la estructura sectorial y laboral son elementos relevantes en la distribución del ingreso.
Palabras clave: Globalización, financiarización, mercado de trabajo, Wage Share,
Colombia.
SUMARIO DE GRÁFICOS GRÁFICO 1: CICLOS DE LIQUIDEZ INTERNACIONAL ................................................................................................................... 39 GRÁFICO 2: WAGE SHARE EN PAÍSES CENTRALES (IZQUIERDA), WAGE SHARE EN PAÍSES PERIFÉRICOS
(DERECHA) Y CRECIMIENTO DE LA PRODUCTIVIDAD Y LOS SALARIOS EN EL MUNDO (ABAJO) ..................... 52 GRÁFICO 3: CRECIMIENTO DEL PIB REAL (%)……………………………………………………………………………………………77
GRÁFICO 4: ÍNDICE DE TASA DE CAMBIO REAL ................................................................................................................... 77 GRÁFICO 5: TASA DE INTERÉS DE COLOCACIÓN…………………………………………………………………………………………..77
GRÁFICO 6: TASA DE INFLACIÓN ANUAL …………………………………………………………………………………………..77 GRÁFICO 7: ÍNDICES DE GLOBALIZACIÓN FINANCIERA Y COMERCIAL PARA COLOMBIA ........................................................... 78 GRÁFICO 8: PARTICIPACIÓN DE LA INDUSTRIA Y LA AGRICULTURA EN EL PIB ........................................................................... 78 GRÁFICO 9: TASA GENERAL DE PARTICIPACIÓN, TASA DE OCUPACIÓN Y TASA DE DESOCUPACIÓN (%) ........... 100 GRÁFICO 10: TASA DE DESEMPLEO DESESTACIONALIZADO (TOTAL NACIONAL). (1981-I A 2018-III) .............. 102 GRÁFICO 11: CREACIÓN DE EMPLEOS POR TRIMESTRE (TOTAL NACIONAL) (1981-I A 2018-III) ........................... 103 GRÁFICO 12: NUMERO DE INACTIVOS, INACTIVOS/OCUPADOS (%) E INACTIVOS POR RAZONES ECONÓMICAS (%)
(2001-I A 2018-III) .............................................................................................................................................................. 104 GRÁFICO 13: EMPLEO VULNERABLE (1982-I A 2018-III) .................................................................................................... 104 GRÁFICO 14: TASAS DE INFORMALIDAD (GEIH -23 CIUDADES) (2007-I A 2018-III) ................................................. 105 GRÁFICO 15: CREACIÓN DE EMPLEO FORMAL E INFORMAL (GEIH -23 CIUDADES) (2007 A 2018) ........................ 107 GRÁFICO 16: CREACIÓN DE EMPLEO FORMAL E INFORMAL EN LA INDUSTRIA Y EL COMERCIO (GEIH – 23
CIUDADES) (2007 A 2018) ................................................................................................................................................. 108 GRÁFICO 17: ASALARIADOS QUE APORTAN AL SISTEMA PENSIONAL POR QUINTILES (2014) ................................... 108 GRÁFICO 18: ESTRUCTURA SECTORIAL DEL EMPLEO EN 2018 ........................................................................................... 110 GRÁFICO 19: SALARIOS REALES MENSUALES POR SECTOR ECONÓMICO (1988-I A 2017-IV) .................................. 111 GRÁFICO 20: TASA DE SUBEMPLEO (1984 A 2018) ................................................................................................................ 112 GRÁFICO 21: ÍNDICE DE PRODUCTIVIDAD LABORAL E ÍNDICE DE SALARIO REAL ....................................................... 118 GRÁFICO 22: TASAS DE CRECIMIENTO DEL ÍNDICE DE SALARIOS REAL Y LA PRODUCTIVIDAD LABORAL POR
PERIODOS ................................................................................................................................................................................ 118 GRÁFICO 23: PARTICIPACIÓN SALARIAL AJUSTADA EN COLOMBIA (1981-I A 2009-IV) ........................................... 120 GRÁFICO 24: VARIABLES EN NIVEL PARA COLOMBIA (1994Q1-2017Q4) ..................................................................... 135 GRÁFICO 25: FUNCIÓN IMPULSO-RESPUESTA DEL KOFF EN EL WAGE SHARE ............................................................ 139 GRÁFICO 26: FUNCIÓN IMPULSO-RESPUESTA DE LA TCN EN EL WAGE SHARE ........................................................... 141 GRÁFICO 27: FUNCIÓN IMPULSO-RESPUESTA DE LA TASA DE DESEMPLEO EN EL WAGE SHARE ........................... 144 GRÁFICO 28: FUNCIÓN IMPULSO-RESPUESTA DE KOFC EN EL WAGE SHARE .............................................................. 148 GRÁFICO 29: FUNCIÓN IMPULSO-RESPUESTA DE AGROPIB EN EL WAGE SHARE ...................................................... 148 GRÁFICO 30: FUNCIÓN IMPULSO RESPUESTA DEL INDPIB EN EL WAGE SHARE ......................................................... 149
SUMARIO DE CUADROS CUADRO 1: PROMEDIOS DE SALARIOS REALES MENSUALES POR SECTOR ($COP) ....................................................... 112 CUADRO 2: RESUMEN DE TRABAJOS EMPÍRICOS SOBRE GLOBALIZACIÓN Y WAGE SHARE. ..................................... 127 CUADRO 3: RESUMEN DE LAS ESFERAS DE LA GLOBALIZACIÓN Y CANALES DE TRANSMISIÓN ................................ 130 CUADRO 4: VARIABLES USADAS EN LA ESTIMACIÓN DE LOS MODELOS .......................................................................... 134 CUADRO 5: RESULTADOS DE LOS ESTIMADORES PARA ECUACIÓN DEL WSA EN EL MODELO 1. ............................. 144 CUADRO 6: DESCOMPOSICIÓN DE LA VARIANZA PARA WSA EN EL MODELO 1 ............................................................ 145 CUADRO 7: RESULTADOS DE LOS ESTIMADORES PARA ECUACIÓN DEL WSA EN EL MODELO 2. ............................. 149 CUADRO 8: DESCOMPOSICIÓN DE LA VARIANZA DEL WSA EN EL MODELO 2. .............................................................. 150
SUMARIO DE ESQUEMAS ESQUEMA 1: RESUMEN DE LOS CANALES DE LA GLOBALIZACIÓN Y EFECTOS EN EL MERCADO DE TRABAJO Y
WAGE SHARE .................................................................................................................................................. 129
LISTA DE ABREVIATURAS Y SIGLAS
DANE Departamento Administrativo Nacional de Estadística
OCDE Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico
TLC Tratado de Libre Comercio
CGV Cadenas Globales de Valor
UNCTAC Conferencia de las Naciones Unidas Sobre Comercio y
Desarrollo
SMI Sistema Monetario Internacional
FED Federal Reserve Board - Reserva Federal de los Estados
Unidos
OIT Organización Internacional del Trabajo
PIB Producto Interno Bruto
BM Banco Mundial
FMI Fondo Monetario Internacional
ISI Industrialización por sustitución de importaciones
DNP Departamento Nacional de Estadística
CEPAL Comisión Económica para América Latina y el Caribe
BanRep Banco de la República de Colombia
IVA Impuesto de Valor Agregado
CST Código Sustantivo del Trabajo
IED Inversión Extranjera Directa
TES Títulos de Tesorería del Estado
DTF Depósito a Término Fijo
CDT Certificado de depósito a término
FOGAFIN Fondo de Garantías de Instituciones Financieras
SPNF Sistema Público No Financiero
EHF Enfermedad Holandesa Financiera
CDS Credit Default Swaps
CTA Cooperativas de Trabajo Asociado
EST Empresas de Servicios Temporales
GEIH Gran Encuesta Integrada de Hogares
VAR Vector Autorregresivo
SUMARIO
INTRODUCCIÓN ........................................................................................................................................ 14
CAPITULO I: ELEMENTOS TEÓRICOS DE LOS EFECTOS DE LA GLOBALIZACIÓN EN EL
MERCADO DE TRABAJO Y DISTRIBUCIÓN FUNCIONAL DEL INGRESO EN ECONOMIAS
PERIFÉRICAS. ............................................................................................................................................ 20
1.1 Presentación ................................................................................................................................... 20
1.2 Globalización .................................................................................................................................. 21
1.3Financiarización ............................................................................................................................. 27
1.4 Globalización y Jerarquía Monetaria .................................................................................... 31
1.4.1 Globalización y su dimensión Financiera .................................................................... 35
1.4.2 Globalización y su dimensión Macroeconómica ....................................................... 40
1.5 Globalización y su dimensión Productiva ........................................................................... 42
1.6 Globalización y efectos en el mercado de trabajo en economías periféricas ........ 47
1.6.1 Aspectos generales: Las diversas teorías que abordan los efectos de la
globalización en el mercado de trabajo. .................................................................................. 53
1.6.2 Efectos de la financiarización ........................................................................................... 56
1.6.3 Efectos de la asimetría financiera ................................................................................... 60
1.6.4 Efectos de la asimetría macroeconómica .................................................................... 64
1.6.5 Efectos de la asimetría productiva ................................................................................. 67
1.7Conclusión ........................................................................................................................................ 71
CAPITULO II: ETAPAS DE GLOBALIZACIÓN, MERCADO LABORAL Y DISTRIBUCIÓN
FUNCIONAL DEL INGRESO EN COLOMBIA.................................................................................... 73
2.1Presentación .................................................................................................................................... 73
2.2 Etapas de la globalización en Colombia ............................................................................... 75
2.2.1 Primera etapa preliminar (1975 - 1990) ..................................................................... 79
2.2.2 Segunda etapa de liberalización (1991 – 2002) ....................................................... 84
2.2.3 Tercera etapa de consolidación neoliberal (2003 – 2018) ................................... 90
2.3. Efectos en el mercado de trabajo .......................................................................................... 98
2.4. Efectos en la distribución funcional del ingreso ............................................................115
2.5 Conclusión .....................................................................................................................................121
CAPITULO III: ESTIMACIÓN DE LOS EFECTOS DE LA GLOBALIZACIÓN EN EL WAGE
SHARE DE COLOMBIA (1994-2017). .............................................................................................122
3.1. Presentación ................................................................................................................................122
3.2. Revisión de literatura...............................................................................................................123
3.3 Canales de transmisión ............................................................................................................128
3.4 Variables ........................................................................................................................................131
3.5 Estimación y resultados ...........................................................................................................136
3.5.1 Resultados Modelo 1: ........................................................................................................137
3.5.2 Resultados Modelo 2: ........................................................................................................145
3.6 Consideraciones finales ............................................................................................................151
CONCLUSIÓN ...........................................................................................................................................155
BIBLIOGRAFÍA ........................................................................................................................................159
Anexo 1: Pruebas de Raíz Unitaria ..................................................................................................167
Anexo 2: Descomposición de la varianza de las variables .....................................................169
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INTRODUCCIÓN
Las grandes transformaciones económicas ocurridas durante el periodo de la
globalización han sido ampliamente estudiadas durante las últimas cuatro décadas,
abarcando una gran variedad de asuntos relacionados a los efectos en el crecimiento, el
comportamiento de las variables macroeconómicas, los impactos en la distribución del
ingreso y la trayectoria del desarrollo de los países. Innumerables estudios alineados a la
teoría tradicional del comercio internacional asumieron que era posible una convergencia
en los niveles de desarrollo entre los países, acompañados por equilibrios en las tasas de
crecimiento, acumulación de capital y rendimiento del trabajo. La realidad de los hechos
demostró que tal predicción no se cumplió y por el contrario, profundizó la heterogeneidad
y desigualdad entre las naciones y dentro de ellas. Tanto en los países desarrollados como
en los subdesarrollados se experimentó un evidente deterioro en las condiciones sociales y
laborales de la población excluida de un patrón de acumulación que promueve la
autovalorización del capital, la liberalización de los mercados y la desregulación de las
instituciones.
De forma similar a la mayoría de los países latinoamericanos, el régimen
macroeconómico asumido en Colombia desde las reformas de estabilización a finales de la
década de 1980 y posterior apertura económica a comienzos de 1990, determinó un
comportamiento de la demanda agregada y de las principales variables económicas, que se
caracterizaron por una mayor volatilidad, inestabilidad y vulnerabilidad externa
acompañadas por cambios profundos en las relaciones sociales y laborales que de ellas se
derivan. El proceso de globalización resultó en una permanente deficiencia de demanda,
desindustrialización prematura y decadencia de la capacidad agrícola, las cuales están
asociadas a la proliferación de la precariedad laboral, superior al promedio de la región.
Durante las últimas tres décadas, la tasa de desempleo se mantuvo en una media de 15% y
con una alta informalidad que varía entre 45 y 50%. El porcentaje de trabajadores
remunerados con respecto al total de fuerza laboral activa, pasó de 67,7% en 1992 a 49% en
2017 como consecuencia del aumento en la intermediación y tercerización en la
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contratación laboral, lo que aumentó el empleo vulnerable (trabajo no remunerado, auto
empleo y cuenta propia) del 28% al 46% en un intervalo temporal de 25 años. De la misma
forma la creación de empleo formal, industrial y agrícola disminuyó rápidamente durante el
mismo periodo (DANE, 2018).
En ese marco este trabajo consiste en analizar los efectos de la financiarización y las
asimetrías financieras, macroeconómicas y productivas de la globalización y establecer los
canales de transmisión con los cambios en el mercado de trabajo en las economías
periféricas, particularmente en la economía colombiana entre 1990 y 2017. En ese sentido,
se pretende evaluar dichas transformaciones en la económica colombiana durante ese
periodo, basado en una periodización definida a partir de las reformas realizadas. Para tal
propósito, se estiman ecuaciones en modelos econométricos de series temporales que
relacionan la participación de los salarios (entendida como una variable que captura
información relevante de las transformaciones del mercado laboral) con variables
explicativas asociadas a la globalización financiera, productiva y comercial, así como
variables de control representativas de las relaciones laborales determinantes de la
remuneración salarial.
Tomando como referencia teórica los avances desarrollados por la Escuela de
Campinas junto con otros académicos latinoamericanos y colombianos, el trabajo procura
contribuir al estudio de los efectos de la globalización en países periféricos desde un
abordaje heterodoxo principalmente modelos de conflicto distributivo post keynesiano. De
esta manera se pretende avanzar en tres aspectos de dicho campo de estudio: primero,
aplicar el abordaje teórico de la jerarquía monetaria realizado para otros países periféricos
en el estudio de caso de la economía colombiana; segundo, aportar algunos elementos sobre
los efectos en el mercado de trabajo en económicas periféricas al abordaje de jerarquía
monetaria; tercero, avanzar en el análisis heterodoxo del mercado laboral colombiano, que
en términos generales ha sido estudiado fundamentalmente desde el maisnstream
económico.
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De esta manera, el trabajo se divide en 3 capítulos, además de esta introducción y
las conclusiones. El primer capítulo se concentra en describir la globalización económica
como un periodo histórico donde se configuran transformaciones en el patrón de
acumulación de capital basado en la financiarización con profundos efectos en los
mercados, instituciones, empresas, bancos y familias, así como en la gestión de la riqueza y
la distribución de los lucros entre los agentes económicos. Paralelamente a la
financiarización, en la era de la globalización se da un proceso de internacionalización del
capital en el marco de un nuevo Sistema Monetario jerarquizado donde existe una moneda
clave –el dólar-, monedas centrales –euro, por ejemplo-, y monedas periféricas –peso
colombiano, real brasilero, entre otras- que definen las características en la inserción de las
económicas en el proceso de globalización. La jerarquía monetaria configura asimetrías
entre los países en dos dimensiones: la financiera, la cual está asociada a los ciclos de
liquidez internacional que determinan las condiciones en la inserción de las economías y
los efectos de los flujos de capital; la macroeconómica, que define el comportamiento de la
tasa de interés y de cambio –altamente volátiles en economías periféricas-, así como el
espacio en la aplicación de políticas económicas; Por último, la asimetría productiva,
determinada por la división internacional de la producción, que se da partir de las
estrategias financieras de grandes corporaciones en Cadenas Globales de Valor. En seguida,
se describen los mecanismos de trasmisión de la financiarización y de dichas asimetrías al
mercado de trabajo y la distribución funcional del ingreso para economías periféricas, a
partir de los cambios en el poder de negociación del trabajo con respeto al capital y las
transformaciones en las instituciones laborales.
En el segundo capítulo, se realiza un análisis descriptivo de las variables
macroeconómicas y del mercado de trabajo en Colombia entre 1975 y 2018, con el objetivo
de especificar las características de la inserción periférica a la globalización y las
evidencias del deterioro en las condiciones laborales de la población colombiana. De esta
manera, el análisis de divide en un periodización en tres etapas a partir de las reformas
aplicadas y los ciclos económicos: una primera etapa se inicia con las reformas de
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liberalización financiera que comenzó a mediados de la década de 1970, seguidas por el
proceso de ―estabilización‖ de la crisis de la deuda externa. La segunda etapa se inicia con
la apertura económica de 1990 y se entiende como un periodo de consolidación del modelo
neoliberal, el cual se extiende hasta la crisis económica de 1999. La tercera etapa comenzó
en la primera década del siglo XXI con la profundización de la apertura en la cuenta de
capitales y firma de Tratados de Libre Comercio, principalmente con Estados Unidos y la
Unión Europea, la adhesión de Colombia a la Organización para la Cooperación y el
Desarrollo Económico (OCDE). Esta etapa se extiende hasta la actualidad (2018). En cada
una de ellas se han realizado regresivas reformas laborales, pensionales y tributarias que
han impactado las relaciones laborales y las cargas de trabajo, funciones, remuneraciones,
tipos de contratación, aportes tributarios, entre muchos otros que han configurado un
cuadro de precarización y desigualdad del ingreso.
En el tercer capítulo se presenta un ejercicio metodológico de los efectos de la
globalización en la distribución funcional del ingreso. Por medio de la estimación de
modelos econométricos en series temporales se capturan los efectos en el Wage Share de la
globalización económica –medida que incluye la globalización financiera y comercial-, así
como los impactos de la tasa de cambio, la tasa de desempleo, la participación sectorial de
la agricultura y la industria en el PIB entre otras variables de control relevantes. El trabajo
se suma a los estudios realizados por Dünhaupt (2013), Onaran (2017) y Stockhammer
(2018), entre otros, que recientemente han desarrollado fundamentales aportes a este
campo de investigación, agregando elementos desde la óptica de la periferia. Los resultados
apuntan a que la globalización en su esfera financiera y macroeconómica (relacionada a la
tasa de cambio) tienen un efecto negativo y significativo sobre la participación de los
salarios en el PIB, lo que demuestra una correlación negativa con la remuneración del
trabajo y la distribución funcional del ingreso. A su vez, la participación de la agricultura
como la industria en el PIB presenta una relación directamente proporcional al Wage Share.
En la última parte del trabajo se concluye y describen algunas implicaciones de
política económica. En general se encuentra la globalización afecta las condiciones
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laborales en la periferia por varios mecanismos: asimetrías en la fuerza de negociación del
trabajo frente al capital, cambios en las estrategias de las grandes corporaciones y Cadenas
Globales de Valor en la gestión de la riqueza y sus activos en detrimento de la creación de
empleos formales, una menor participación de la remuneración al trabajo en el margen de
ganancia (proceso conocido como ―Race to the Bottom‖), sustitución de producción y
trabajo nacionales por productos intermedios importados, especialización productiva en
sectores primarios –reprimarización- que reconfigura la estructura laboral del país hacia
una economía de servicios de baja productividad y contenido tecnológico, volatilidad en la
tasa de cambio y de interés que impacta, por un lado vía salarios reales las remuneraciones
de los trabajadores, y por otro vía créditos y costos las empresas nacionales –especialmente
pequeñas y medianas- y de las familias, donde se concentra la mayoría del empleo del país.
Así mismo se demuestra que las instituciones laborales son determinantes
fundamentales del mercado de trabajo: la densidad sindical, el salario mínimo, las
negociaciones colectivas, políticas tributarias, entre otras, pueden definir la tendencia y el
comportamiento laboral de un país e inclusive la trayectoria del crecimiento económico y
de la demanda agregada. En concreto, las trasformaciones económicas y laborales de
Colombia en las últimas 4 décadas han determinado un cuadro donde los salarios no
acompañan el crecimiento de los precios y la productividad laboral, lo que ha configurado
un deterioro en la distribución funcional del ingreso.
P á g i n a | 19
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CAPITULO I: ELEMENTOS TEÓRICOS DE LOS EFECTOS DE LA
GLOBALIZACIÓN EN EL MERCADO DE TRABAJO Y DISTRIBUCIÓN
FUNCIONAL DEL INGRESO EN ECONOMIAS PERIFÉRICAS.
1.1 Presentación
El estudio sobre los efectos de la globalización en el mercado de trabajo en
economías periféricas requiere inexorablemente comprender las transformaciones
económicas esenciales del capitalismo contemporáneo. El término ―globalización‖ ha sido
ampliamente usado y difundido como un proceso ―natural e irreversible‖ de una mayor
competencia internacional entre las empresas y los países, que al final de cuentas genera
una convergencia en los niveles de desarrollo económico, tasas de crecimiento y
productividad de los factores.
Ante dicha visión dominante o del mainstream económico, existen visiones
heterodoxas solidas que dan relevancia a la metamorfosis del capital y de las categorías
económicas en el transcurso histórico del capitalismo. Este trabajo se basa en el análisis e
interpretación de la segunda visión, con un especial énfasis en la perspectiva de los países
periféricos. Para ello, se considera importante aclarar que el concepto de globalización se
entiende como un periodo histórico que inicia hacia finales de la década de 1980,
caracterizado por un aumento de los flujos comerciales y financieros, también por un
conjunto de cambios cualitativos como la liberalización financiera y la desregulación de los
mercados, dentro de un nuevo patrón de riqueza que se concentra en los lucros de la esfera
financiera, denominado financiarización. De esta manera, aquí se entiende que la
financiarización y la globalización son procesos integrales, orgánicos, de una misma
transformación morfológica del capital. En este capítulo se pretende distinguir los
conceptos de ―globalización‖ y ―financiarización‖ dado que en las secciones siguientes se
analizan los efectos específicos de cada uno de estos procesos en el mercado de trabajo y la
distribución funcional del ingreso.
De esta manera, el capítulo se divide en 5 secciones, además de esta presentación:
en la segunda, se aborda el concepto de globalización y se avanza hacia los significados de
centro y periferia en el capitalismo contemporáneo; en la tercera sección se analizan varias
P á g i n a | 21
conceptualizaciones de la financiarización; en la cuarta se profundiza en el concepto de
jerarquía monetaria y las asimetrías financiera y macroeconómica derivadas del Sistema
Monetario Internacional actual; en la quinta sección se estudia la asimetría productiva y la
actual división internacional del trabajo y la producción dominadas por las Cadenas
Globales de Valor. En la sexta sección se abordan los efectos de la financiarización, las
asimetrías financiera, macroeconómica y productiva en el mercado de trabajo de las
economías periféricas y finalmente, en la séptima se concluye.
1.2 Globalización
El contexto económico mundial caracterizado por liberalización del comercio y de
los capitales con su resultante aumento exponencial de los flujos comerciales, financieros y
monetarios, cambios en los regímenes macroeconómicos y de tipos de cambio,
conformación de grandes conglomerados financieros y productivos, así como crisis y
sobresaltos económicos cada vez más frecuentes con elevados niveles de desempleo y
precariedad laboral a lo largo y ancho del mundo, tiene causas estructurales que
inexorablemente deben ser analizadas para la comprensión general del funcionamiento del
capitalismo contemporáneo.
Carneiro (2008) va resumir dichas causas estructurales a partir de la formación de
un nuevo orden internacional y de la jerarquía de los países, como producto de un doble
movimiento: del capital (economía) e de los Estados Nacionales (política). Para él, basado
en Tavares y Belluzo (2004), esos dos movimientos no son necesariamente convergentes ni
complementarios, pero en el periodo de la globalización su convergencia produjo el
dominio americano basado en el poder político-militar y en la superioridad económico-
financiera traducida en la consolidación del dólar como moneda de reserva mundial.
Este trabajo defiende la hipótesis que todos esos trazos característicos derivan de un
nuevo régimen mundial de acumulación, cuyo funcionamiento depende de las prioridades
del capital privado altamente concentrado –en su forma dominante, la financiera y en su
aplicación en la producción de bienes y servicios-, manteniéndose bajo la forma de dinero
P á g i n a | 22
obteniendo rendimiento y lucro como tal. La metamorfosis del capital hacia sus formas más
compleja y flexible implica la necesidad de expandirse mundialmente. La expansión del
capital tiene su expresión más general en la apropiación privada de la riqueza y en la
vocación compulsiva para la acumulación sin límites, que se expresa en su forma más
general: el dinero (BELLUZZO y GALIPOLO, 2017).
Belluzzo (2013) sintetiza dicha metamorfosis del capital a partir de las categorías
económicas en Marx, quien muestra que el dinero transformado en capital – origen y
finalidad de la circulación y la producción capitalistas en una economía monetaria
representado en el circuito Dinero-Mercancía-Dinero‘- no solo exige la sumisión real del
trabajo el dominio de las fuerzas productivas, sino también impone a los trabajadores los
dictámenes del incesante proceso de acumulación de la riqueza en su forma abstracta. De
esta manera, Belluzzo (2013) plantea que:
―La acumulación de más dinero (o plus-dinero) mediante el uso del dinero para capturar
más valor bajo la forma monetaria es también un movimiento de abstracción real que
culmina en las formas ―desarrolladas‖ (y más concretas) del capital a interés, del dinero de
crédito o del capital ficticio. En esas formas, el dinero-capital realiza su valorización y
ensaya incrementar su valor sin la mediación de la mercancía de la fuerza de trabajo. Así, D-
M-D‘ se convierte en D-D‘‖. (BELLUZZO; 2013).
A lo largo del desarrollo de cada paso del capitalismo, existe una redefinición de las
categorías hacia una mayor complejidad y flexibilidad, donde el capital en su forma de
dinero se aleja de la esfera productiva (capital industrial) y se integra hacia la esfera
financiera (capital financiero), en donde la circulación monetaria se realiza en la búsqueda
de lucros también monetarios (BRAGA et al, 2017). Dicha circulación se da paralelamente
a una centralización promovida por el capital a interés, esto es, por el capital replicado bajo
la forma de capital-propiedad, donde la sociedad anónima supone necesariamente la
transferencia de poder del capital industrial para el capital financiero, en cuanto forma
superior del control de las decisiones (BELLUZZO, 2013).
En ese proceso se va consolidando un capitalismo trustificado bajo el dominio de la
clase financiera, que concentra el poder monetario y así domina las relaciones
P á g i n a | 23
intersectoriales e internacionales. La expansión de los lucros obliga a la búsqueda de
mercados externos para las mercancías e inversiones, o sea la exportación financiera del
capital. La internacionalización del capital se da a partir de la estructura de grandes
empresas trasnacionales y condensa los mecanismos anteriores: mercantiles, industriales y
financieros, con el acompañamiento de Estados imperiales en todas sus fases (TAVARES y
BELLUZZO, 2004). Las grandes corporaciones modernas orientan la competencia
capitalista desarrollando un conjunto de estrategias que les permite la expansión mediante
la reparación inicial de los departamentos de producción y ventas, y posteriormente,
mediante la ocupación de diversos mercados y, más recientemente por medio de la
―deslocalización‖ de la manufactura para las regiones de menor costo y de la utilización
intensiva del outsourcing. (BELLUZZO, 2013)
Entendidas las transformaciones morfológicas del capital es posible definir la
globalización como una etapa más avanzada del proceso histórico de internacionalización y
de la integración de la economía mundial capitalista comandado por Estados Unidos
(COUTINHO, 1995), en la que se da la reafirmación del capital financiero (CARNEIRO,
2007) iniciada tras la crisis del régimen de Bretton Woods. Larceda (2003), define la
globalización como la significativa expansión del comercio internacional y de los flujos de
capitales, todo eso acompañado por un excepcional avance tecnológico, especialmente de
las telecomunicaciones e informática, que ocurre intensamente desde los años 80. Es decir,
la globalización se entiende como un proceso fundado en una dimensión dominante, la
financiera, y en otra, subordinada, la productiva1 (CARNIERO, 2007). Así mismo, la
globalización es la etapa resultante de la interacción de dos movimientos básicos: en el
plano doméstico de la progresiva liberalización financiera y en el plano internacional de la
1Según la UNCTAD (2001), un rasgo particular de la globalización contemporánea en comparación con
etapas anteriores como, por ejemplo, la de la vigencia del patrón oro, es la preeminencia de la integración
financiera. Esta última se manifiesta en el despegue de los flujos de capitales de los de mercancías y servicios.
Aunque se produce simultáneamente pero en intensidad distinta, una integración financiera y otra productiva,
la primera posee autonomía relativa ante la segunda y traduce la búsqueda de nuevas formas e instrumentos
de valorización de la riqueza financiera. La magnitud de los flujos de capitales en sus diversas modalidades y
su desproporcionada y creciente dimensión ante los flujos de mercancías y servicios constituye un buen
indicador de la intensidad del proceso.
P á g i n a | 24
creciente movilidad de los capitales (CARNIERO, 1999). La denominada globalización
puede ser caracterizada como un orden económico mundial en el que se eliminan
progresivamente las restricciones a la movilidad de los capitales (CARNEIRO, 1999;
CHESNAIS 1996). Concretamente esto se tradujo en el aumento continuo de las
transacciones cambiarias y de los flujos brutos de capitales internacional. Carneiro (1999)
concuerda con Helleiner (1994), al considerar que esa movilidad no puede ser entendida
como un resultado natural del desarrollo o fruto del progreso tecnológico. Por el contrario,
la libre movilidad de los capitales resulta de iniciativas concretas del Estado en consonancia
con los intereses de determinados grupos económicos en el proceso de financiarización.
Para Belluzzo y Galipolo (2017) la globalización, entendida como la desregulación
financiera y la apertura de las cuentas de capital en un nuevo orden económico mundial,
promovieron:
1) el crecimiento continuo de los flujos brutos de capitales entre las economías nacionales,
sobre todo para el mercado estadounidense; 2) la valorización del dólar intensificó la
migración de la producción manufacturera a los países de bajo costo de la mano de obra; 3)
el agravamiento de la competencia entre las grandes empresas impulsó la nueva distribución
espacial de la producción globalizada; 4) la redistribución espacial de la industria
manufacturera fue acompañada de la hiperindustrialización, es decir, de la rápida
introducción de los métodos y tecnologías ahorradoras de mano de obra en la manufactura,
la agricultura y los servicios; 5) la formación de burbujas sucesivas de valorización de los
activos reales y financieros apoyada en el apalancamiento financiero; 6) la insignificante
evolución de los ingresos de los trabajadores en los países centrales cada vez más
"precarizados" acompañó la reducción de la pobreza en la periferia en proceso de
industrialización; 7) la consiguiente ampliación de las desigualdades en la distribución de la
renta y de la riqueza; 8) el endeudamiento excesivo de las familias en los Estados Unidos y
en la periferia europea; 9) la degradación de los sistemas progresivos de tributación y el
encogimiento de la protección social; 10) la persistencia de déficit fiscales alentados y la
expansión de las deudas de los gobiernos; 11) las metamorfosis de la riqueza imponen la
predominancia de la lógica rentista (BELLUZZO y GALÍPOLO, 2017).
Para Larcerda (2003), la globalización tornó a los mercados más volátiles,
generando una enorme inestabilidad en las decisiones de consumo e inversión. La
extrapolación de ese proceso más allá de las fronteras nacionales, hace que el efecto de
contagio se amplíe, de forma que crisis localizadas tiene cada vez mayor influencia en el
desempeño de las economías nacionales.
En este sentido, la globalización financiera se refiere a la eliminación de barreras
internas entre los diferentes segmentos de los mercados financieros y a la interpenetración
P á g i n a | 25
de los mercados monetarios y financieros nacionales, así como su integración en los
mercados globalizados. En esta concepción, la liberación económica y desregulación fueron
prerrequisitos indispensables del nuevo patrón sistémico de la riqueza y la acumulación
financiera – en que las operaciones con activos financieros reciben la mayor importancia en
la gestión de la riqueza de los agentes económicos-, donde las trasnacionales e inversores
institucionales se constituyen en los beneficiaros más importantes. Larcerda (2003) plantea
que el proceso de financiarización de las economías capitalistas extrapoló las fronteras
nacionales, configurándose en un fenómeno internacional, magnificado por la liberalización
de los mercados cambiarios y desregulación de los flujos de capitales. Es decir, este
proceso no se restringió a espacios nacionales, una vez que hubo un aumento significativo
de la transnacionalización de las aplicaciones financieras, facilitadas por la liberalización
cambial y de capitales. Es decir, en términos más simples, la financiarización y
globalización son dos caras de una misma moneda.
Finalmente, es preciso mencionar que el proceso de globalización los conceptos de
centro y periferia, desarrollados inicialmente por Prebisch (2000) se consideran vigentes y
por tanto, serán usados a lo largo de este trabajo. En ese sentido, en este trabajo se apoyará
en el esfuerzo de esquematización y actualización de dichos conceptos en el capitalismo
contemporáneo realizado por Leite (2017).
Para Leite (2017), la definición de centro y periferia envuelve los siguientes
aspectos principales:
(i) El centro tiene capacidad de innovación, posee liderazgo tecnológico,
internaliza y comanda la irradiación del progreso técnico. Las etapas de
mayor intensidad tecnológica, o de más complejidad, los procesos de
innovación y mayor apropiación y generación de valor agregado continúan
en el centro. Las economías periféricas, cuyo papel en la división
internacional del trabajo es el de ofrecer materias primas, o de bajo
contenido tecnológico, se encuentran con una inserción subordinada y
dependiente de la generación del progreso técnico en el exterior.
(ii) El centro también tiene capacidad para dinamizar su periferia. El centro
puede contagiar el crecimiento en su periferia y generar volatilidad. Por
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medio de la importación de materias primas, insumos, o bienes finales, una
economía es capaz de dinamizar, o impactar su periferia recíproca. No sólo a
través del efecto quantum de las importaciones, sino también es capaz de
impactar los precios relativos y, así, generar volatilidad en la periferia. La
periferia, a su vez, es vulnerable a la dinámica del centro, con fuertes límites
para reaccionar a los impactos externos adversos.
(iii) Una economía central tiene una moneda convertible en el sistema monetario
internacional y la consiguiente capacidad de financiar su desarrollo, así
como de su periferia, o por diversas razones, de producir ciclos de liquidez
en los mercados internacionales. La posesión de una moneda convertible
confiere la capacidad de financiar déficits de balance de pagos, privilegio
que los periféricos no poseen, capacidad de mando financiero en el espacio
internacional, además de mejor capacidad de estabilizar variables
macroeconómicas como las tasas de cambio e interés. Por su parte, la
capacidad de políticas macro anticíclicas está más limitada en la periferia,
dada la dificultad de sostener tasas de interés más bajas o déficits en la
balanza de pagos, ante crisis internacionales y necesidad de políticas fiscales
expansionistas. Los países periféricos son vulnerables estructuralmente a su
condición de no tener moneda convertible.
(iv) El centro también presenta capacidad político-militar. La constitución de un
centro requiere una serie de elementos que aseguran la capacidad de
subordinar a la periferia, incluyendo la superioridad militar.
(v) Una economía central es aquella que en su ascenso industrial, monetario,
financiero y militar alcanza mayor homogeneización de su estructura
productiva y social. Al contrario, la periferia posee estructuras económicas
heterogéneas, coexistiendo métodos y procesos productivos de alta
productividad con baja productividad, excedentes de mano de obra, y, por lo
tanto, con mayores dificultades en hacer que el crecimiento económico se
traduzca en mejores salarios.
P á g i n a | 27
1.3Financiarización
Mencionado de forma general, en esta sección se pretende detallar y profundizar en
algunos conceptos relacionados a la financiarización que serán de utilidad para comprender
los mecanismos de trasmisión con el mercado de trabajo en páginas posteriores (sección
1.6).
El colapso del acuerdo de Bretton Woods en 1971 implicó no sólo los cambios en
las relaciones económicas internacionales, sino también el funcionamiento del capitalismo
(ARRIGHI, 1994). Como ya fue mencionado, la liberalización de los flujos de capital y la
desregulación e integración de los mercados financieros bajo la hegemonía americana,
originan un nuevo patrón sistémico de la riqueza (financiarización), en que las operaciones
con activos financieros reciben la mayor importancia en la gestión de la riqueza por parte
de los bancos, otras instituciones financieras, pero también las empresas y las familias
(BRAGA et al, 2017). La financiarización, por ende, es el patrón de riqueza que concentra
sus ganancias en la esfera financiera como un aspecto estructural de un sistema mundial
que tiende a expandir la flexibilidad y liquidez de la riqueza en su proceso de valorización,
considerando los procesos de centralización y concentración del capital (BRAGA et al,
2017).
En una definición similar, Epstein (2001) afirma que ―la financiarización se refiere a
la creciente importancia de los mercados financieros, motivos financieros, instituciones
financieras y élites financieras en las operaciones de la economía y sus instituciones
gobernantes, tanto a nivel nacional como internacional‖. Por su parte, la financiarización
para Krippner (2005) se define como ―un patrón de acumulación en el cual los beneficios
aumentan y se acumulan principalmente a través de canales financieros, estando por encima
del comercio o la producción de mercancías‖. Para Palley (2007), quien, desde una
tradición más post-keynesiana, argumenta que la financiarización es ―un proceso donde los
mercados financieros, las instituciones financieras y las élites financieras ganan una gran
influencia sobre la política económica y los resultados económicos‖. Para Palley (2007), los
cambios de la financiarización en el sistema económico se dan aniveles macro y micro y
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sus principales implicaciones son: ―(1) una elevada significancia del sector financiero en
relación con el sector real; (2) transferencias del ingreso del sector real al sector financiero;
y (3) una contribución a la creciente desigualdad en el ingreso y el estancamiento de
salario‖. Desde una visión marxista Duménil & Lévy (2011), definen la financiarización
como la ―expansión de instituciones financieras y mecanismos (con las correspondientes
masas de activos y de deudas) asociados a los procesos de innovación financiera, y por otra
parte a la imposición de criterios gerenciales enfocados en la creación de valor para el
accionista‖.
Autores como Stockhammer (2012) y Lavoie (2012) apoyan la idea de que la
financiarización presenta tanto aspectos microeconómicos como macroeconómicos, y por
lo tanto esta se manifiesta sobre los comportamientos de diversos actores como hogares,
trabajadores, firmas e instituciones financieras. Incluso las políticas macroeconómicas
seguidas por los gobiernos y los bancos centrales responden a una mayor presión de las
finanzas.
Con el dominio generalizado de las finanzas en las decisiones de préstamos y gastos
de las empresas y las familias, se presentan mayores fluctuaciones en los estoques de
riqueza actuales y esperados, que por su vez, atienden a las variaciones en los precios de los
recursos y activos financieros. Dicho en otras palabras, la financiarización establece nuevas
formas de definir, administrar y realizar la riqueza, que afecta las decisiones de gastos de
los principales actores económicos, permitiéndoles una ampliación de sus portafolios y
oportunidades de inversión (BRAGA et al, 2017).
La búsqueda incesante del lucro por medio de la negociación de activos financieros
en los mercados secundarios, torna una fracción creciente de los activos en capital ficticio,
que a su vez convierte a la riqueza cada vez más abstracta, puramente financiera, en la
interacción entre monedas, crédito y activos inmobiliarios, entre otros. Por ende, la
remuneración del capital por interés monetario pasa a ser la forman dominante y se
P á g i n a | 29
establece como el retorno mínimo de cualquier capital, lo que determina las normas de
valorización a ella. Aquí, la remuneración financiera es un aspecto estructural de un sistema
que tiende a expandir la flexibilidad de la riqueza en su proceso de valorización. Los
valores, títulos, acciones, entre otras, ―no son meras duplicaciones o representaciones del
capital existente, sino formas ―separadas‖ de existencia del capital y pasan a contaminar el
proceso de evaluación de la riqueza en la esfera real‖ (BELLUZZO, 2013)
En su movimiento de valorización, el capital financiero tiende a arrastrar el capital
en funciones (por ejemplo el capital industrial), para el frenesí especulativo de la creación
contable de capital ficticio en la obtención de lucros por interés (BELLUZZO, 2013). Con
la desregulación financiera se evidenció que la naturaleza intrínsecamente especulativa del
capital ficticio se apoderó de la gestión empresarial, dominada por holdings y grupo de
accionistas, que imponen practicas destinadas a aumentar la participación de los activos
financieros y otorgar mayor peso al poder de los accionistas, que buscan una mayor
rentabilidad por medio de los dividendos en el mínimo plazo. La dominación de la
―creación de valor‖ en la esfera financiera expresa el poder el accionista y expande la
competencia entre las empresas en la búsqueda de ganancias especulativas de corto plazo,
dentro de un mercado de activos líquidos que permiten la constante reestructuración de las
carteras -mediante diversas innovaciones financieras como la securitización- por parte los
administradores de los fondos financieros colectivos (BRAGA et al, 2017). El sistema de
crédito funciona como catalizador de este proceso, ya que dispone –por medio de los
bancos e intermediaros financieros- los recursos destinados a la obtención de rendimientos
financieros. La evaluación de la ―calidad‖ de dicho préstamo por parte de los bancos e
instituciones financieras se convierte central en los criterios de valoración de la riqueza de
los agentes en su capacidad de administrar sus balances (BELLUZZO, 2013).
Las decisiones de los gastos de las familias también se ven afectadas por las
oscilaciones en los precios de los activos financieros, dado que estas ahora también
disponen de un patrimonio financiero –acciones, cuotas en fondos mutuos y de pensiones-
que se suman al inmobiliario y el crédito (BRAGA et al, 2017). La valorización y
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desvalorización de su patrimonio afecta las decisiones de consumo de las familias y de
inversión en las empresas. En ambos casos, la ilusión de una mayor riqueza en las fases de
expansión, conocida como ―efecto riqueza‖, aumenta significativamente la posibilidad de
endeudamiento (BELLUZZO, 2013). Un mayor apalancamiento de los gastos es permitido
por parte de los bancos e instituciones financieras por esa percepción de capitalización
acelerada de sus activos financieros, colocando los balances de las empresas y las familias
en posiciones cada vez más inestables y vulnerables, que puede llevar a una crisis
económica (MINSKY, 1992).
La dimensión de la financiarización, también se refiere al hecho de una apreciación
y a la depreciación de los activos financieros sea ahora cada vez más crucial para las
decisiones de inversión y consumo, así como el crecimiento económico. El capital ficticio y
las transacciones monetarias derivadas, se tornan determinantes en las decisiones de gasto,
lo que incrementa aún más el proceso de inflación y deflación de activos, cada vez más
recurrentes, exacerbando la inestabilidad intrínseca del capitalismo, una vez que las rentas y
prestamos de las empresas y familias son más sensibles a las fluctuaciones actuales y
esperadas de los precios de los activos financieros (BRAGA el al 2017).
En términos generales se puede afirmar que la financiarización marcó las estrategias
de todos los agentes privados relevantes, condiciono las operaciones de las finanzas –
privadas pero también públicas- y cambio la dinámica macroeconómica. Como patrón
sistémico de la riqueza, resultó en una mayor inestabilidad, reforzando características
propias del capitalismo, como los movimientos de expansión y también de contracción. En
ese proceso, algunos grupos –generalmente los financieros y trasnacionales- se benefician
más que otros, elevando considerablemente la desigualdad social(BRAGA el al 2017;
BELLUZZO, 2013).
P á g i n a | 31
1.4 Globalización y Jerarquía Monetaria
Los eventos cruciales ocurridos en la década de 1970 como el colapso de Bretton
Woods (BW) en 1971/73, la crisis del petróleo en 1973 y el choque de las tasas de interés
en 1979, están estrechamente relacionados con las políticas de recuperación hegemónica de
los Estados Unidos en el plano geoeconómico (diplomacia del dólar fuerte) y en el plano
geopolítico (diplomacia de las armas) que modificaron profundamente el funcionamiento
de las relaciones internacionales a comienzos de la década de 1980, etapa determinante en
el proceso de internacionalización del capital (PRATES, 2005). Un aspecto particular de
este proceso, cualitativamente muy significativo, es la integración de los mercados
financieros y el colapso de BW con tasas de cambio fijas, que induce a una mayor
disposición para la tenencia diversificada de monedas y el uso especulativo en los mercados
cambiarios, acompañado por la desregulación financiera interna, el desmantelamiento de
los controles de capital y el rápido desarrollo de los mercados financieros internacionales –
principalmente de derivados y mercados de capitales relacionados con proceso de
securitización-. De esta manera se configura un contexto mundial caracterizado una mayor
volatilidad en las tasas de cambio flexibles, tasas de interés y precios de los activos, sujetos
a grandes fluctuaciones de corto plazo, y al mismo tiempo por un alto grado de contagio,
con turbulencias financieras que se expanden del epicentro del sistema hacia países y
mercados que aparentemente no tienen relación con el problema original. (ANDRADE Y
PRATES, 2013)
Las tres funciones del dinero -a saber: medio de pago, unidad de cuenta y reserva de
valor-, solo pueden ser cumplidas por algunas monedas en el ámbito internacional,
configurando un sistema jerarquizado entre las monedas convertibles e inconvertibles,
donde la moneda clave del sistema históricamente ha sido la del país hegemónico, en este
caso el dólar. El actual Sistema Monetario Internacional (SMI) se construye a partir de un
régimen de cambio flexible, libre movilidad de capitales y una moneda clave como el dólar
que tiene como características su capacidad ―fiduciaria, flexible y financiera‖ (PRATES,
P á g i n a | 32
2005), sustentado en el tamaño y poder de la economía americana, su relevancia en el
escenario geopolítico internacional y la fortaleza militar estratégica.
De Conti y Prates (2016), clasificaron las monedas en el actual SMI de acuerdo a su
capacidad de cumplir las funciones del dinero en el ámbito internacional de la siguiente
manera: 1) en el centro, el dólar norteamericano, la moneda clave del sistema, ii) el euro,
que goza de un uso internacional consolidado, pero sin llegar al estatus del dólar, iii) las
otras monedas centrales (como la libra y el yen japonés), que cumplen funciones en el
plano internacional pero de manera menos relevante y iv) el grupo denominado como
monedas periféricas, que son aquellas que no cumplen las funciones monetarias a nivel
internacional y en algunos casos ni siquiera en el entorno doméstico.
En el contexto de una economía financiarizada y jerarquizada en su SMI, los
agentes e inversionistas internacionales buscan diversificar sus carteras en relación a sus
activos, los mercados donde operan y las monedas con que realizan sus transacciones. De
esa manera, existe una participación más fragmentada de varias monedas que les permite a
los agentes privados e inversionistas institucionales asignar la combinación de su riqueza
que maximice sus lucros y rendimiento, dada una preferencia por la liquidez2
. La
globalización financiera abrió múltiples opciones para dichos agentes, una vez que facilitó
las inversiones en el exterior y en mercados secundarios raramente accedidos en el pasado.
Ahora, los agentes realizan la asignación de sus carteras contemplando, por un lado la
capacidad de reservar valor que garantizan algunas pocas monedas en el ámbito
internacional (dólar, libra, euro y yen, por ejemplo) y por el otro, el rendimiento financiero
potencial en monedas que se aprecian (principalmente monedas de países periféricos). En
este sentido, las operaciones con monedas periféricas pueden ser vistas –y en efecto lo son-
2 Desde la perspectiva keynesiana, la liquidez se entiende como la capacidad de ser intercambiado un activo
por un medio de pago, incurriendo en el mínimo costo de tiempo y capital. En el ámbito internacional, se
refiere a la capacidad de intercambio por un medio de pago internacional, la cual es una función típica de las
monedas de países centrales en el SMI. (De Conti y Prates, 2016).
P á g i n a | 33
como operaciones especulativas en vez de operaciones en las cuales esas monedas cumplen
la función de reserva de valor (DE CONTI y PRATES, 2016).
De acuerdo con De Conti y Prates (2016), en el actual contexto de mercados
financieros liberalizados, los intervalos entre esos dos movimientos de reasignación de
carteras (compra de moneda en apreciación y retorno a la moneda clave), son cada vez más
cortos y contribuyen para una mayor volatilidad de los flujos de capital e inestabilidad en
las finanzas internacionales. Esos movimientos dependen fundamentalmente de las
expectativas en el movimiento de los precios de las monedas y el grado de aversión al
riesgo que están en disposición de asumir los agentes. Así, en tiempos de creciente
incertidumbre, las monedas de países periféricos (que tienen un menor premio de liquidez),
son los primeros en ser ―desechados‖ o ―descartados‖ en el ―vuelo de calidad‖ (o sea para
activos denominados en moneda clave). Ese comportamiento de los agentes hacia monedas
centrales puede llegar a ser masiva e instantánea, lo que configuraría un ―comportamiento
de manada‖, dejando a la economías en evidente fragilidad y vulnerabilidad externa (DE
CONTI, PRATES y PLIHON, 2014).
Por otro lado, en situaciones marcadas por exceso de liquidez internacional y mayor
apetito por el riesgo, o voluntad de apostar contra un futuro incierto (menor preferencia por
la liquidez) por que las convenciones y expectativas sobre la trayectoria futura de la
economía son más optimistas y las tasas de interés en los países centrales son menores, los
―activos emergentes‖ incorporan una alta valorización esperada que compensa su menor
premio de liquidez (DE CONTI y PRATES, 2016). En ese momento el rendimiento o
retorno esperado torna a estos activos altamente demandados por los inversionistas
internacionales.
De esta manera, las expectativas de los inversionistas en relación a los movimientos
de los precios de los activos determinan tanto la trayectoria de las tasas de cambio, como
los precios actuales de esos activos. Lo que explica la volatilidad de las tasas de cambio
P á g i n a | 34
fluctuantes en el ambiente post-BW es que están altamente influenciadas por el apetito de
los inversionistas internacionales por los lucros de capital en el corto plazo. Cambios
súbitos en las expectativas en relación a los movimientos futuros de las tasas de cambio,
generan cambios rápidos en los precios actuales (DE CONTI, PRATES y PLIHON, 2014).
De ahí que la jerarquía monetaria crea una alta volatilidad estructural en las
economías periféricas, tornándolas especialmente vulnerables a la fuga de capitales y sus
mercados de cambio más susceptibles a los flujos volátiles de corto plazo. En consecuencia,
las tasas de interés en estas economías tienden a ser elevadas (con respecto al centro) y
volátiles en la media que su construcción es dependiente de otros tres factores (exógenos):
i) la tasa de interés de referencia internacional, en este caso la de Estados Unidos que es
determinada por la autoridad monetaria –FED- , ii) el riesgo soberano o riesgo país,
definido por las calificadoras de riesgo internacionales, el cual está en función del ciclo de
liquidez y de crédito internacional y iii) las expectativas de valorización/desvalorización del
tipo de cambio, sujeto a la especulación y volatilidad estructural (CARNEIRO, 2008).
Existen a su vez factores políticos/históricos e institucionales de los países que determinan
el nivel y el grado de volatilidad de las tasas de interés en las economías(DE CONTI,
PRATES y PLIHON, 2014).
Para Carneiro (2008), la trasmisión de las características inherentes a la
inconvertibilidad a los mercados locales vía tasa de interés elevada y volátil, acentúa el
riesgo de la actividad financiera y el despliegue de plazos, llevando a una alta preferencia
por la liquidez interna. En ese sentido,
―la apertura financiera en los países periféricos no solo evidencia la inconvertibilidad sino
también acentúa la inestabilidad monetaria ―de afuera para adentro‖, con consecuencias
significativas sobre el costo del crédito a corto plazo y la ausencia de financiamiento de
largo plazo en moneda local‖. (CARNIERO, 2008)
Resumiendo, de la jerarquía del Sistema Monetario se derivan asimetrías en las
dimensiones financiera y macroeconómica según la posición de la moneda doméstica en el
ámbito internacional. La lógica de los flujos de capital direccionados a los países
P á g i n a | 35
emergentes, que dependen de fuentes exógenas, tornan a los países periféricos
permanentemente vulnerables a la reversión en los ciclos económicos y de liquidez
internacional o a cambios en la política economía del centro. La asimetría financiera,
entonces, se refiere a la inserción marginal pero determinante de los países periféricos a los
flujos globales de capital. La asimetría monetaria y financiera se refuerzan mutuamente y
tiene importantes consecuencias en el manejo de la política macroeconómica: los mercados
cambiarios son profundamente vulnerables a la volatilidad inherente de los flujos de
capital, una vez que son residuales pero significativos en relación al tamaño de los
mercados, imponiendo restricciones para el manejo autónomo y soberano de la tasa de
cambio. Lo mismo ocurre con la tasa de interés doméstica, la cual presenta un nivel elevado
con respecto al centro y comportamientos volátiles, dada su determinación por variables
exógenas, como la expectativa cambiaria (ANDRADE y PRATES, 2013).
La asimetría productiva se da en función de división internacional de la producción,
basada en el proceso de centralización y concentración del capital y las estrategias
financieras y de inversión de las grandes corporaciones a partir de la deslocalización
operativa en búsqueda de una mayor valorización del capital y distribución de dividendos
para los accionistas. A continuación se pretende profundizar en algunos elementos
fundamentales de dichas asimetrías, las cuales son determinantes para establecer los
mecanismos de trasmisión con el mercado de trabajo y la distribución funcional del ingreso.
1.4.1 Globalización y su dimensión Financiera
En la época de la globalización se desarrollan ciclos de liquidez internacional,
entendidos como fases de expansión y contracción de la capacidad de los agentes de
convertir los activos en dinero/capital sin perder valor monetario (BIANCARELLI, 2007).
Dicho en otros términos, los flujos de capital se conciben como la decisión de asignación de
riqueza y creación de activos/pasivos financieros, motivados por la búsqueda de
diversificación de cartera y rendimiento financiero (BIANCARELLI, 2007). Así, los flujos
de capital varían conforme a una combinación de factores externos e internos de las
P á g i n a | 36
economías. Según Biancarelli (2007) e Rey (2015), entre los factores externos se encuentra
la propensión al riesgo o preferencia por la liquidez por parte de los agentes globales, las
condiciones de rentabilidad en los países emisores de monedas convertibles y la política
monetaria del centro que determina el ciclo financiero global al afectar el apalancamiento
de los bancos globales y el crédito en el sistema financiero internacional. También existen
condicionantes internos como la libre entrada y salida de capitales, tasa de rentabilidad,
diferenciales de tasas de interés, las políticas economías aplicadas en las economías
periféricas y la consolidación de instituciones soberanas. La combinación de una elevada
propensión al riesgo, en condiciones propicias y rentables, propiciará la aplicación de
inversiones en destinos más arriesgados y lucrativos en economías emisoras de monedas
inconvertibles. De esa manera, las condiciones locales de estas economías son importantes
pero subordinadas en la construcción de las fases de expansión como en las fases de
contracción del ciclo. (BIANCARELLI, 2007; REY, 2015).
La condición estructural de los países periféricos de inconvertibilidad monetaria y
como receptores de flujos de capital, tienen profundas consecuencias económicas en los
ciclos internacionales de capital. De manera general, en cuanto una economía periférica se
encuentre más abierta y su sistema financiero se encuentre más liberalizado, mayor será su
vinculación de sus finanzas domésticas con las fluctuaciones internacionales
(BIANCARELLI, 2007). Dependiendo de la estructura de los activos y pasivos, esas
economías se verán afectadas principalmente en las cuentas externas, pero también en los
macro precios (tasa de cambio, tasa de interés e inflación) y en las finanzas domesticas a
partir de las oscilaciones en los ciclos de liquidez, que tiene como característica inherente la
inestabilidad y la naturaleza especulativa.
Más específicamente, las fuentes de vulnerabilidad de las economías periféricas a los
movimientos de los ciclos de expansión y contracción se pueden resumir en tres grandes
áreas:
P á g i n a | 37
Desequilibrios macroeconómicos: En los periodos de expansión, los aumentos los
flujos de capital para las economías emergentes pueden producir una revaluación
del tipo de cambio, afectando las exportaciones (encarecidas) y las importaciones
(abaratadas), alterando así la cuenta corriente (AKYUS, 2011). En este caso se
pueden dar dos efectos simultáneos en economías periféricas: por un lado se
incrementan las exportaciones de commodities (principalmente) lo que genera
saldos en las transacciones corrientes positivos. Sin embargo, este proceso puede
estar asociado a una reprimarización regresiva de la estructura productiva nacional
(CARNIERO, 2005, AKYUS, 2011). Por otro lado, las importaciones de bienes
intermedios y finales aumentan, lo que genera presiones negativas en las
transacciones corrientes y además puede aumentar la dependencia de las
importaciones en el proceso productivo y de consumo del país. En los periodos de
reversión del ciclo, junto a los flujos de capital, los precios de los commodities, el
comercio mundial y la propia economía mundial se contraen, aumentando el
desequilibrio en las transacciones corrientes lo que puede redundar en déficit en la
cuenta corriente de la balanza de pagos (BIANCARELLI, 2007). Los movimientos
de la tasa de cambio están sujetos a un proceso de especulación en la fase
ascendente del ciclo de liquidez que valoriza la moneda y la desvaloriza en la fase
de reversión (ROSSI, BIANCARELLI Y DE CONTI, 2013).
Fragilidad financiera: En los periodos de expansión del ciclo financiero global en
los flujos de capital es acompañado por el aumento del crédito y de los precios de
los activos, los cuales están denominados en moneda local. Al mismo tiempo, los
agentes domésticos acumulan pasivos externos en moneda extranjera financiados
por el boom crediticio. La valorización del tipo de cambio favorece el balance
patrimonial de los deudores en dólares y su credibilidad, dado que se reduce la
carga de la deuda y el flujo de pago, creando un mayor espacio para el
endeudamiento, alargando el boom de crédito(BORIO et al., 2011; ADJVIEV,
2016). Desde la óptica del sector bancario, el fortalecimiento de los balances de los
tomadores reduce su riesgo de crédito, expande su capacidad de financiamiento y
permite mayor apalancamiento (BIANCARELLI et al, 2017). El canal de riesgo
P á g i n a | 38
cambiario aparece en la medida que la ampliación del crédito efectivo otorgado por
los bancos a los tomadores locales presenta una desacoplamiento cambiario (entre
los activos precificados en moneda local y los pasivos en moneda extranjera)
cuando aparece la desvalorización del tipo de cambio. En la reversión del ciclo se
contrae el crédito (inclusive de manera abrupta), reforzando la dificultad financiera
de los deudores (vencimiento de balances patrimoniales) y de los bancos, generando
fragilidad financiera que pueden resultar en crisis3
(ADVJIEV, 2016;
BIANCARELLI et al, 2017). Estos movimientos pueden ser mejor identificados por
los flujos brutos de capital4, ya que muestra el grado de endeudamiento externo de
las naciones deudoras y la fragilidad resultante de la acumulación de activos y
pasivos en moneda extranjera. Eso no quiere decir que los flujos líquidos sean
irrelevantes: los equilibrios de las cuentas corrientes son fundamentales para la
sustentabilidad a largo plazo de la posición de los activos líquidos externos. (REY,
2015)
Exposición al contagio internacional: La expansión de flujos de capital y de crédito
pueden producir burbujas de los precios de los activos en la medida que los bancos
asumen deudas en el exterior para financiar préstamos domésticos, al mismo tiempo
que la tasa de interés de largo plazo se reduce. La relación entre flujos de capital y
el mercado de activos se fortalece con una mayor presencia de extranjeros en los
mercados domésticos no sólo por medio de inversiones de cartera, sino también por
entradas de capital tradicionalmente contabilizadas en la Inversión Extranjera
Directa (IED), como adquisición de empresas existentes o inversión en inmuebles,
que pueden inflar los precios de los activos, con graves consecuencias
macroeconómicas en la fase de reversión del ciclo (BIANCARELLI, 2007; 2017).
3 Contrario a los modelos macroeconómicos convencionales, en este caso la tasa de cambio flotante no aísla
la economía doméstica a los choques monetarios externos. Para ampliar en el asunto ver Bruno y Shin (2014)
y literatura sobre balance-sheet effects.
4 Flujos brutos de capital: Estrictamente hablando, las entradas y salidas brutas de capital se refieren a flujos
de una vía sin compensar ningún capital que fluya en la dirección opuesta. Se refiere a la sumatoria de flujos
en IED, Portafolio, Deuda, entre otros, es decir de activos y pasivos contraídos en un periodo determinado.
P á g i n a | 39
Una mayor inestabilidad económica se da por el impacto de los flujos de capital en
los mercados domésticos de títulos y un mayor riesgo de exposición de contagio
internacional, ampliada por la creciente diversificación de cartera de los agentes
tanto internacionales en mercados locales, como residentes nacionales en mercados
externos (AVDJIEV, 2016). Inclusive se podría decir que el ingreso de capitales no
garantizan o contribuyen al desarrollo porque no hay ninguna garantía de que los
déficits en cuenta corriente sean financiados y mucho menos, canalizados hacia
proyectos de inversión más adecuados (BIANCARELLI, 2007).
En síntesis, las economías de países periféricos quedan subordinadas a dos vectores
principales que generan inestabilidad y motivan la especulación en medio de un típico ciclo
de fragilidad financiera: aumento de la integración financiera de largo plazo acompañado
de fuertes oscilaciones de corto plazo (BIANCARELLI, 2007).
GRÁFICO 1: CICLOS DE LIQUIDEZ INTERNACIONAL
Fuente: Datos suministrados por Rossi (2016), basado en el IIF.
0%
1%
2%
3%
4%
5%
6%
7%
8%
9%
0
200
400
600
800
1000
1200
1400
1990 1992 1994 1996 1998 2000 2002 2004 2006 2008 2010 2012 2014f
US$
bil
lon
es
US$ Billones (eje izquierdo) % PIB (eje derecho)
P á g i n a | 40
Biancarelli (2007 y 2017) identifica dos grandes ciclos de liquidez en el periodo de
la globalización financiera; el primero de 1990 a 2002 –compuesto por la fase de expansión
entre 1990 y 1997 y una fase de contracción entre 1998 y 2002-. El segundo comienza en
2003 hasta los inicios de la crisis internacional en 2008. El autor denomina el 2008 como
una ―parada súbita‖ que cierra el ciclo, una ―retomada súbita‖ entre 2009 y 2010, una
―post-bonanza‖ entre 2011 e inicio de 2014, seguida por una ―doble tempestad‖ a partir de
ese año. Es probable que después de la crisis de 2008, los ciclos presenten una mayor
frecuencia temporal, acompañado por una mayor intensidad o amplitud, dada su naturaleza
inestable y especulativa.
1.4.2 Globalización y su dimensión Macroeconómica
La jerarquía monetaria y la asimetría financiera en la globalización implican
asimetría macroeconómica, en la medida que existen diferentes grados de autonomía de
política económica según la posición de los países en el SMI. En palabras de Rey (2015),
―siempre que el capital es libremente móvil, el ciclo financiero global restringe las políticas
monetarias nacionales, independientemente del régimen cambiario‖. Eso implica que el
famoso trilema de política económica5 es transformado en un dilema por el ciclo financiero
global: en un país periférico una vez la cuenta de capital este liberalizada, restringe en sí
misma la autonomía de política monetaria, independientemente de cualquier régimen
cambiario en vigor (REY, 2015). Dicho en otras palabras, las tasas de cambio fluctuantes
no pueden aislar las economías del ciclo financiero global, cuando el capital es móvil (DE
CONTI, PRATES E PLIHON, 2014; FLASSBECK, 2001)
5 Basado en el modelo IS-LM, la Trinidad imposible sugiere que es imposible obtener al mismo tiempo los
tres objetivos económicos simultáneos: Controlar el tipo de cambio, control de capitales, autonomía de
política monetaria.
P á g i n a | 41
En ese sentido, la ausencia de soberanía macroeconómica en los países periféricos,
resultante se la inconvertibilidad y baja liquidez internacional de sus monedas (de
naturaleza cíclica y condicional), se manifiesta en i) el nivel de la tasa de interés y ii) la
volatilidad de las tasas de cambio y de interés (DE CONTI, PRATES E PLIHON, 2014).
Sobre el primer elemento ya se mencionó que el nivel de la tasa de interés
domestica depende de diversos factores (tasa de interés de referencia internacional, riesgo
soberano, expectativas de variación cambiaria y elementos políticos/históricos de los
países), que están vinculados a la política económica del centro del sistema, la jerarquía
monetaria del SMI, a la preferencia por la liquidez de los agentes internacionales y apenas
algunos componentes guardan relación con las características de la economía nacional
(riesgo soberano y elementos políticos/históricos), lo que impide su alteración por medio de
políticas macroeconómicas autónomas (DE CONTI, PRATES E PLIHON, 2014). De ahí
que las tasas de interés en los países periféricos tengan, en general, elevados niveles y un
comportamiento volátil, dada la naturaleza de sus componentes, principalmente de la tasa
de cambio. Ese comportamiento se refuerza en la medida que desvalorizaciones del tipo de
cambio tienen efectos en los precios, y si el país tiene un régimen monetario de inflación
objetivo, presiona una elevación de las tasas de interés para corregir dicho efecto
inflacionario (DE CONTI, PRATES E PLIHON, 2014).
En el caso de la dinámica volátil de las tasas de cambio depende de cuatro factores:
i) el grado de apertura financiera, ii) la jerarquía de la moneda, ii) los ciclos de liquidez
internacional y iii) las operaciones de carry trade6(DE CONTI, BIANCARELLI, ROSSI,
2013). La condición periférica de las monedas determina la exposición a los flujos de
capital y a su subordinación a la decisión de portafolios de los agentes financieros, en lo
que se puede denominar un proceso de ―financiarización de la tasa de cambio‖, donde las
6 Según Rossi (2016), el termino Carry Trade es una ―estrategia financiera que busca usufructuar el
diferencial de tasas de interés entre dos monedas, donde se asume un pasivo o una posición vendida en la
moneda de bajos intereses y, simultáneamente, un activo o una posición comprada en la moneda de altos
intereses. […] La ganancia final depende del comportamiento de la tasa de cambio en las dos monedas en una
operación de naturaleza especulativa, dado que la variación cambiaria no es conocida ex-ante‖.
P á g i n a | 42
variaciones cambiarias cada vez son más desasociadas a los fundamentos
macroeconómicos. (ROSSI, 2016).
La combinación de estos factores define un comportamiento cíclico de la tasa de
cambio, donde el carry trade tiende a apreciar las monedas periféricas durante los periodos
de liquidez internacional y a depreciar en los momentos de reversión del ciclo (ROSSI,
2016). Como destaca Rossi (2016), el movimiento de la tasa de cambio ocurre de manera
asimétrica: en los momentos de expansión, la apreciación se da de manera lenta, gradual y
prologada, mientras en la fase de contracción es generalmente la depreciación de las
monedas es abrupta. En general, se puede decir que los ciclos de liquidez determinan la
tendencia de la tasa de cambio y el diferencial de juros (factor del carry trade), determina
la amplitud del ciclo (DE CONTI, BIANCARELLI y ROSSI, 2013).
La ausencia de soberanía monetaria implica un menor margen de maniobra de las
autoridades domesticas para controlar la tasa de cambio, la tasa de interés y los precios.
Este elemento es particularmente importante en periodos de crisis financieras inducidas por
factores externos como los cambios en las políticas económicas del centro y movimientos
en los ciclos internacionales de liquidez. Los países periféricos quedan desprovistos de
instrumentos para control la volatilidad cambiaria, la fuga de capitales, procesos
inflacionarios, entre otros. En el marco de un régimen de control inflacionario, la solución
se dará por medio de la contracción de la demanda, la producción y el empleo(DE CONTI,
PRATES E PLIHON, 2014).
1.5 Globalización y su dimensión Productiva
Las grandes trasformaciones de la economía mundial en medio de un sistema
monetario jerarquizado y en el contexto de un régimen macroeconómico global de
acumulación dominado por el capital financiero, la lógica financiera asume un papel
predominante en las estrategias de las empresas trasnacionales (TCN). La desregulación de
P á g i n a | 43
los mercados financieros y multiplicación de las innovaciones financieras, impulsaron la
trasformación de las trasnacionales, que pueden ser definidas como grupos financieros con
actividades industriales. Estas desempeñan un papel decisivo en la remodelación de la
división internacional de la producción y del comercio internacionales, especialmente
desde los cambios en sus estrategias de internacionalización y expansión del capital que
pueden ser analizadas con la conformación de las Cadenas Globales de Valor (CGV). De
manera que las asimetrías productivas y tecnológicas observadas en la economía mundial
son una dimensión clave para considerar los límites y posibilidades para el avance o
retroceso de estructuras productivas en países periféricos (SEFARTI, 2011; HIRATUKA &
SARTI, 2017).
Ante una acelerada reestructuración productiva e industrial a escala global, Lacerda
(2003), llama la atención sobre la creciente participación de las Inversiones Extranjeras
Directas (IED) que fueron motivados desde los años 80 en gran parte por las fusiones y
adquisiciones, la privatización, el aumento del coeficiente del comercio externo, entre otras.
A su vez, el sector servicios ganó una nueva dimensión, dadas las nuevas formas de
generación de riqueza. El proceso de internacionalización de la producción, que avanzó
sustancialmente a partir de los años 80, provocó transformaciones en el plano tecnológico,
organizacional y financiero, que viene intensificado la concentración y centralizaciones del
capital a escala mundial. (LACERDA, 2003)
Se pretende llamar la atención sobre las transformaciones de la estructura
productiva asimétrica mundial y al mismo tiempo reafirmar la importancia de los factores
macroeconómicos internos, dinámica productiva y tecnológica domésticas para el
desarrollo de aparatos industriales en los países periféricos en el actual contexto de
globalización y dominio de las CGV. Tal como enfatiza Chesnais (1996), las asimetrías
productivas y tecnológicas están condicionadas en gran medida por la forma como el
proceso de competencia ultrapasa las fronteras nacionales y se modifica a partir de la
interacción entre las estrategias de los grandes oligopolios mundiales y las políticas de los
Estados Nacionales. De esa manera, los factores internos son modificados a partir de las
P á g i n a | 44
transformaciones de las estrategias de las TNC al ―integrarse‖ desde una posición de
control central a la dinámica de acumulación en los países periféricos.
La reconfiguración en las estrategias globales de las TNC en las actividades
productivas, los cambios en la gestión financiera y en las formas de operación internacional
fue liderada por las corporaciones americanas, presionadas por la fuerte competencia
llevada a cabo por las empresas de Europa continental y Japón. La profundización y
ampliación de las oportunidades financieras abiertas por los cambios radicales en el nuevo
escenario monetario internacional en la décadas de 1980 y 1990, junto con el gobierno de
los accionistas y la ―creación de valor‖ en la esfera financiera, permitió el desarrollo de la
valorización global del capital7 (HIRATUKA & SARTI, 2017). En la estructura productiva
se observó una intensa desvertericalización, con la fragmentación de actividades e
internacionalización de etapas productivas con el objetivo de reducir los costos, elevar las
ganancias de economías a escala, viabilizadas por la ampliación de mercados y por la
gestión coordinada de actividades geográficamente dispersas (SEFARTI, 2011)
El proceso de producción paso a ocurrir crecientemente bajo la forma de redes
internacionales, integrando diferentes países y empresas, realizando etapas de la cadena de
valor bajo la coordinación de grandes corporaciones. La búsqueda de costos laborales
mínimos junto con los procesos productivos desintegrados a partir de la tercerización o el
offshoring de actividades reflejan que la fragmentación de los procesos de la producción en
las CGV, tiene como el objetivo la apropiación de valor y captación de rentas. Las grandes
organizaciones son capaces de controlar una porción significativa del proceso de creación
de valor, no solo del creado internamente (en subsidiarias y filiales) sino también del que se
realiza fuera de sus cadenas, por medio del control de mercado y las barreras de entrada
(SEFARTI, 2008).
7 Se entiende valorización global del capital en dos sentidos: primero, en relación al hecho que para las TNC
el mundo entero se convirtió en un ―campo de juego‖ para ubicar y aplicar son actividades y procesos. En
segundo lugar, los principales gerentes de los holdings financieros reciben una amplia gama de modalidades
para la valorización de recursos financieros de la TNC. (SEFARTI, 2011)
P á g i n a | 45
En la apropiación interna de valor, las CGV están ligadas en los procesos de
producción y distribución de productos y servicios. Esa condición estableció una jerarquía
en las relaciones, donde unas pocas empresas oligopólicas se encuentran en la parte
superior de la cadena, controlando la tecnología, los derechos de propiedad y de patentes, el
manejo del desing, branding y marketing, y la relación con los vendedores y distribuidores,
que venden sus productos de marca en sus locales (físicos o virtuales). Estos son los
procesos donde se concentra las actividades más lucrativas del negocio. En la parte inferior
de la cadena de valor, las empresas subcontratadas entran en una fuerte competencia entre
sí para ofrecer a las empresas de primera línea los menores costos de producción y entrega
para un componente especifico (como bienes intermedios) o un producto acabado (COX y
WARTENBE, 2018).
ESQUEMA1: CURVA DE LA SONRISA
Fuente: OCDE (2013)
Las corporaciones en la parte superior de la cadena mantienen las relaciones
económicas con los agentes financieros (bancos, actores institucionales, entre otros) para
establecer las conexiones políticas y económicas esenciales para la consolidación de los
procesos. Estas cadenas también se valen de gobiernos y organizaciones comerciales y
financieras multilaterales, por medio de acuerdos comerciales, para facilitar los términos y
las condiciones necesarios para el funcionamiento rentable y estable de las CGV (COX y
WARTENBE, 2018).
P á g i n a | 46
La creciente concentración financiera en el dominio del conocimiento y los avances
tecnológicos por parte de las grandes TNC se basa en la existencia de fuertes barreras a la
entrada, lo que impide el ingreso de nuevos competidores e implementación de procesos
catching-up, aumentando las asimetrías productivas y tecnológicas entre el centro y la
periferia (HIRATUKA & SARTI, 2017). Las corporaciones buscan reforzar sus activos
intangibles por medio del control de patrones tecnológicos en la adquisición de activos de
competidores estratégicos a través de un proceso intenso de fusiones y adquisiciones, así
como de derechos de propiedad intelectual y patentes altamente favorables para sus
intereses, que imponen a los países y empresas en negociaciones multilaterales o bilaterales
en acuerdos de comerciales y de protección la inversión que les proveen de privilegios para
dominar el mercado, la producción y el comercio internacional (COX y WARTENBE,
2018). Dichas corporaciones usan también estrategias como la apropiación de avances
tecnológicos por medio de los créditos financieros y de propiedad que controlan con la
renta que le deben pagar a ella las empresas innovadoras (SEFARTI, 2008). Esos proceso
se encuentran en función de la financiarización de las empresas no financieras, utilizando
los activos intangibles para la apropiación de valor por medio del precio de las acciones y
reorientando los gastos en Investigación y Desarrollo en actividades no científicas, que
queda subyugado a la especulación inherente de las TNC (HIRATUKA e SARTI, 2017)
Con el control de las actividades más lucrativas, los costos son empujados para
abajo en la cadena a través del dominio de la tecnología avanzada y automatización de los
procesos, con la situación adicional que los trabajadores están segmentados dentro de la
cadena por medio de una configuración geográfica y espacial segmentada que refuerza la
extracción de lucro de la parte interior hasta la parte superior de la cadena. La
concentración en la propiedad intelectual en el norte global y la dispersión de la
manufactura de bajo costo en el sur global (especialmente en China y demás países
asiáticos), el fabricante subcontratado desempeña el papel de mediados dentro de la
jerarquía del proceso. Eso significa que los lucros suben en esa estructura dominada en la
parte superior, mientras el riesgo y el ajuste se hace en la parte inferior (COX y
WARTENBE, 2018)
P á g i n a | 47
1.6 Globalización y efectos en el mercado de trabajo en economías periféricas
En esta sección se pretende profundizar en los efectos de la globalización en sus
diversas dimensiones sobre el mercado de trabajo y distribución funcional, haciendo un
especial énfasis en las economías periféricas. Los mecanismos de trasmisión aquí
propuestos son apenas una aproximación entre las interpretaciones teóricas de globalización
del capital, la jerarquía monetaria con sus asimetrías resultantes y las transformaciones en
el mercado del trabajo, las cuales todavía tienen un enorme espacio para avanzar en futuras
investigaciones al respecto. El reto consiste en definir un marco teórico que consiga
comprender los vínculos en cada dimensión de la globalización, lo cual resulta complejo
entendiendo que se está trata de un proceso económico integral, que se modifica
paralelamente en todas sus partes y elementos esenciales.
Desde la década de 1980 se dieron transformaciones en la estructura económica que
establecieron las bases del funcionamiento del sistema en su integralidad. Las nuevas
formas financieras contribuyeron a aumentar el poder de las corporaciones
internacionalizadas y al mismo tiempo lograron aumentar la productividad por
espectaculares avances tecnológicos, que sustentaron su competitividad global, la cual fue
acompañada por la intensificación en el trabajo, que desembocaron en un ―terremoto‖ en el
mercado de trabajo: el aumento del desempleo en el mundo desarrollado y aumento de la
intensificación y grado de explotación donde se deslocalizó la producción manufacturera,
orientadas por los cambios en las estrategias de las grandes corporaciones (empresas en red,
centralización de funciones y tercerización de actividades).
Así, el mayor poder de las corporaciones sobre la masa de trabajadores transformó
la correlación de fuerzas en el conflicto distributivo, empujando los salarios hacia abajo
(BALTAR y KREIN, 2013). La apertura de los mercados y la intensidad de la competencia
coexisten con la tendencia de monopolios que debilitan la fuerza de los sindicatos y de los
trabajadores autónomos, eliminando derechos sociales y económicos de los trabajadores,
considerados un obstáculo para la operación de las leyes de la competencia (STREECK,
P á g i n a | 48
2013). Por ejemplo el valor del accionista cambio la ingeniería administrativa de las
empresas, estimulando la flexibilización. El desempeño empresarial se tornó rehén del
―corto prazismo‖ de los mercados financieros y la reducción de costos (BELLUZZO,
2013). La precarización, tercerización y flexibilización de las relaciones laborales no poden
ser obstaculizadas o reglamentadas por los gobiernos nacionales por ―eventuales perdidas‖
de las empresas extranjeras que pueden demandar a los Estados por modificaciones en sus
expectativas de lucro, apoyados en acuerdos de inversión y de libre comercio. Al final, la
―ruptura del contrato social‖ de la remuneración de los factores equivalente a su
productividad se presenta en todo el mundo (BELLUZZO y GALIPOLO, 2017). La
productividad crece por encima de la remuneración al trabajo y en consecuencia, la
participación de los salarios en el PIB (o Wage Share) decrece tanto en los países
desarrollados como en los periféricos (ver gráfico 2) (BELLUZZO, 2013; SARMIENTO,
2014)
En ese sentido, la variable Wage Share (WS) es un buen medidor de estos eventos,
dado que captura cambios relevantes en el mercado de trabajo y a su vez, por definición, la
distribución funcional del ingreso. Si bien ha habido un creciente cuerpo de investigación
reciente sobre las causas de la disminución del WS en las economías centrales, los análisis
de la dinámica de la participación salarial en las economías periféricas son escasos.
Además, la literatura existente se basa en datos agregados en análisis conjunto de países y
no proporciona un análisis específico relevante para el contexto de las economías
periféricas (RODRIGUEZ y JAYADEV, 2010)8
8 El Wage Share tiene otras ventajas en la interpretación económica de las transformaciones en la era de la
globalización, sin omitir otros indicadores relevantes como la distribución personal del ingreso. Lo interesante
es que al examinar las remuneraciones de los factores implica comparar los rendimientos de la actividad
laboral con respecto al capital, lo cual ha sido sujeto de supuestos o predicciones teóricas implícitas o
explicitas en los modelos macroeconómicos convencionales. En la literatura del mainstrem (por ejemplo la
función Cobb-Douglas) se asume un rendimiento constantes de los factores a lo largo del tiempo, incluso en
modelos dinámicos (RODRIGUEZ y JAVADEV, 2010).
P á g i n a | 49
En términos de la contabilidad nacional, el Wage Share se define como la
participación de la remuneración del trabajo en el Producto Interno Bruto. En el capítulo 3
se realiza una discusión sobre las posibles subestimaciones que tendría este indicador en
economías periféricas, dado que una parte relevante de los ingresos de la sociedad se da en
sectores informales y como ingresos de trabajares independientes, por lo que es importante
tener en cuenta el ingreso mixto de las familias.
Basado en los modelos post-keynesianos, es posible comprender los determinantes
del Wage Share y la interacción con otras variables económicas relevantes. Utilizando
como referencia teórica la distribución srraffiana, elaborado formalmente por Pivetti
(1991), el ingreso se distribuye entre la participación del capital y la participación de los
salarios, conforme es presentado por Haluska (2016) de la siguiente manera:
1 = 𝑟 𝐾
𝑌 +
𝑊
𝑃 𝐿
𝑌
Donde,
r es la tasa de lucro, K es el stock capital, Y es el producto, W es el salario nominal, P es el
precio, L es la cantidad de trabajo empleada. Dicho en otros términos, el ingreso se
distribuye entre la participación del capital, compuesta por una tasa de lucro del capital y la
relación capital-producto, y la participación del trabajo, compuesta por el salario real y la
inversa del producto por trabajador 𝐿
𝑌=
1
𝜆 , es decir, la productividad es representada por
𝜆 =𝑌
𝐿. Según esta interpretación, una vez determinada la tasa de lucro y dadas las
condiciones técnicas (capital-producto y productividad), el salario real queda determinado
de manera residual (PIVETTI, 1991).
Siendo m la margen de lucro real, es posible expresar la distribución funcional entre
lucros y salarios, representados por (1-w) y (w), respectivamente, como sigue:
P á g i n a | 50
𝑤 = 1
1 + 𝑚 =
𝑊𝑃
𝑌𝐿
=
𝑊𝑃
𝜆
1 − 𝑤 = 𝑚
1 + 𝑚=
𝐾
𝑌𝑟
Tomando únicamente la ecuación de w, se puede decir que la participación de los
salarios en el ingreso (Wage Share) es una relación inversa a la margen de lucro (que
depende del grado de monopolio, principalmente). De igual manera, se puede entender el
Wage Share como la relación directa con respecto del salario real e inversa con la
productividad laboral. Con el objetivo de facilitar la interpretación, se puede reescribir las
relaciones entre dichas variables en términos logarítmicos:
𝐿𝑛 𝑤 = 𝐿𝑛 𝑊
𝑃 − 𝐿𝑛 𝜆
𝐿𝑛 𝑤 = 𝐿𝑛 𝑊 − 𝐿𝑛 𝑃 − 𝐿𝑛(𝜆)
Es decir, el Wage Share depende del salario nominal, el nivel de precios y la
productividad laboral. El comportamiento de w dependerá del crecimiento de los salarios
nominales con respecto a la inflación y el aumento de la productividad en un periodo
determinado.
Siguiendo con las relaciones teóricas realizadas por Haluska (2016), basado en
Pivetti (1991), la tasa de crecimiento del salario nominal 𝑤 dependerá de tres factores
principales: a) el grado de inercia en relación a la inflación pasada(𝑑𝑤𝜋𝑡−1), b) de la
sensibilidad de la tasa de crecimiento nominal en relación a la tasa de desempleo(𝑏𝑈𝑡), c)
del poder de negociación de los trabajadores(𝑐𝑤) que es determinado por factores políticos
e instituciones de carácter mas estructural. O sea, la tasa de crecimiento de los salarios
nominales se puede reescribir:
𝑤 = 𝑑𝑤𝜋𝑡−1 − 𝑏𝑈𝑡 + 𝑐𝑤
P á g i n a | 51
Es posible suponer que en la mayoría de casos el factor de inercia de la inflación
pasada sea 𝑑𝑤 < 1, es decir, que los trabajadores no consigan indexar plenamente (𝑑𝑤 = 1)
y que los trabajadores no pueden obtener automáticamente los reajustes iguales a la
inflación del periodo anterior. De esa manera, los reajustes salariales tendrán un factor de
aumento por la inflación pasada y el resto, dependerá del poder de negociación y la tasa de
desempleo. Es decir, ―el grado de inercia es independiente del conflicto distributivo una vez
que el poder de negociación puede darse tanto en términos de obtener ganancias salariares
por encima de la inflación como garantizar un mayor grado de inercia de los salarios en
relación a la inflación pasada‖ (HALUSKA, 2016).
En cuanto a los precios, basados en los modelos kaleckianos, la distribución del
ingreso funcional en la economía está sujeta a la fijación activa de precios de las empresas,
los cuales se definen a partir de los costos fijos y variables más una tasa de lucro esperada.
En los mercados de bienes con competencia imperfecta, las empresas aumentan los costos
variables unitarios (que se supone que permanecen constantes hasta su plena capacidad),
dependiendo de su grado de monopolio. Los costos variables unitarios consisten en costos
de mano de obra directa y costos de materia prima unitarios. Además, para incluir el
comercio internacional, se supone que las materias primas y los productos semiacabados se
importan al menos en parte (HEIN, 2012). Kalecki (1954) distingue cuatro determinantes
del grado de monopolio, es decir, el margen de ganancia: grado de concentración del
mercado; competencia no relacionada con precios, sino con el poder de ventas; ganancias
retenidas y distribución de intereses y dividendos como gastos; el poder de sindicalización
y organización de los trabajadores.
Por su parte, la productividad𝜆, depende de los factores técnicos de producción y de
la cantidad de mano de obra empleada en el proceso. Su crecimiento dependerá de los
avances tecnológicos y de las técnicas de producción, así como del grado de sustitución en
la relación capital-trabajo, 𝐾 𝐿 .
P á g i n a | 52
En las sección 1.6 se presentaran los canales por los cuales la globalización afecta e
influye (directa o indirectamente) sobre estas variables (salario real, productividad, salario
nominal, precios y poder de negociación) que alteran el Wage Share en las economías,
específicamente sobre las periféricas. En las secciones 2.3 y 2.4, se presentan algunas
evidencias que pueden indicar efectos de la globalización en la economía colombiana.
GRÁFICO2: WAGE SHARE EN PAÍSES CENTRALES (IZQUIERDA), WAGE SHARE EN PAÍSES
PERIFÉRICOS (DERECHA) Y CRECIMIENTO DE LA PRODUCTIVIDAD Y LOS SALARIOS EN EL
MUNDO (ABAJO)
Fuente: Gráficos de Wage Share9 tomados de Stockhammer (2017), basado en AMECO. Gráfico
productividad y salarios tomado de Worstall (2016).
9 Nota: ADV significa promedio no ponderado de países de altos ingresos de la OCDE. DVP3: promedio no
ponderado de México, Corea del Sur y Turquía; DVP5: promedio no ponderado de China, Kenia, México,
Corea del Sur y Turquía; DVP16: promedio no ponderado de Argentina, Brasil, Chile, China, Costa Rica,
Kenia, México, Namibia, Omán, Panamá, Perú, Rusia, Sudáfrica, Corea del Sur, Tailandia y Turquía
P á g i n a | 53
1.6.1 Aspectos generales: Las diversas teorías que abordan los efectos de la globalización
en el mercado de trabajo.
Las teorías que explican los vínculos y canales por los que la globalización afecta el
mercado de trabajo y la remuneración salarial se dividen en dos grupos. En primer lugar se
encuentra el enfoque ortodoxo que presenta dos versiones principales: la teoría de comercio
internacional convencional, basada en los teoremas de Heckscher-Ohlin y Stolper-
Samuelson y la teoría neoclásica moderna, que considera los cambios tecnológicos y en los
precios relativos como los principales impulsores de la distribución del ingreso y
resultantes remuneraciones a los factores (CE 2007; FMI 2007). De otro lado, se
encuentran las teorías heterodoxas, donde se destaca el enfoque de la Economía Política
(STOCKHAMMER, 2017; LAVOIE, 2014; BURKE Y EPSTEIN, 2001), sustentada en los
modelos de conflicto distributivo post-keynesiano. Este enfoque destaca los efectos de la
globalización en el cambio del equilibrio de las relaciones de poder entre el trabajo y el
capital. En desarrollos teóricos más recientes se han incorporado diversas líneas de
investigación a este enfoque, como los estudios que incluyen la financiarización
(DUNHAUPT 2013; STOCKHAMMER 2009), la liberalización de la cuenta de capitales
(DIWAN 2001, HARRISON 2002, LEE Y JAYADEV 2005), la reducción del estado de
bienestar y el declive de los sindicatos (BENGTSSON 2014; HANCKE 2012; KRISTAL
2010), el cambio tecnológico excluyente (GHOSH, 2005), entre otros que han consolidado
y alimentado este enfoque, donde tiene lugar este trabajo.
El enfoque heterodoxo de la Economía Política enfatiza en la asimetría entre las
opciones de salida del capital frente al trabajo debido a un aumento en la movilidad del
capital, generando un aumento en la elasticidad de la demanda laboral a los ciclos de
crecimiento económico y las posibilidades del capital para reubicar o tercerizar las
actividades, lo que debilita el poder de negociación del trabajo, resultando en un sesgo
distributivo en la era de la globalización y especialmente en las etapas de crisis
(STOCKHAMMER, 2017). Mientras los trabajadores tienen que competir más
intensamente para atraer el capital, las mayores presiones competitivas internacionales
P á g i n a | 54
hacen que el capital este menos dispuesto a ceder a las demandas salariales (BURKE y
EPSTEIN, 2001). El cambio en el equilibrio de las relaciones de poder a favor del capital a
través de la desregulación del mercado laboral ha llevado a efectos de reducción salarial y
transferida la presión de la competencia internacional del capital al trabajo (LAVOIE,
2014; STOCKHAMMER, 2017; HARRISON, 2002)
Con el fin de probar los efectos de los diversos canales por los que la globalización
y las crisis pueden afectar la participación del trabajo, este trabajo utiliza las
interpretaciones post-keynesianas de conflicto distributivo en una economía abierta, donde
la distribución se determina a través de la negociación salarial de los trabajadores y la
fijación de los precios es definida por las empresas (en función del grado de monopolio) y
la productividad10
.
El modelo de distribución (por ejemplo, ROWTHORN, 1977; ARESTIS, 1986)
explica el cambio en los costos laborales y el proceso inflacionario como resultado de la
negociación en el mercado laboral, donde existe un conflicto de intereses entre el trabajo y
el capital. Al incorporar los efectos de la globalización, se espera una alteración en los
conflictos distributivos en un determinado nivel de actividad económica, generando un
deterioro en el poder de negociación de los trabajadores y en la distribución salarial, dado
que la integración en la economía global (comercio internacional, IED, activos y pasivos
externos, etc) afecta la demanda efectiva y en consecuencia, el nivel de empleo y los
salarios, así como los precios, la productividad y el poder de negociación laboral. La
redistribución de los salarios y las ganancias se nutre de la demanda por consumo, dadas
diferentes propensiones a ahorrar de los rentistas, gerentes y trabajadores, lo que afecta la
10
En los modelos kaleckianos de distribución y crecimiento, la distribución funcional del ingreso está sujeta a
la fijación activa de precios de las empresas. En los mercados de bienes con competencia imperfecta, las
empresas aumentan los costos variables unitarios (que se supone que permanecen constantes hasta su plena
capacidad), dependiendo de su grado de monopolio. Kalecki (1954) distingue entre tres o cuatro
determinantes del grado de monopolio, es decir, el margen de ganancia: grado de la concentración de
mercado, la competencia no basada en precios, el pagos de intereses y dividendos (HEIN, 2010; HEIN y VAN
TREECK, 2010) y el poder de los sindicatos (DUNHAUPT, 2013).
P á g i n a | 55
demanda agregada y por tanto el crecimiento (HEIN y VAN TREECK, 2010; HEIN, 2010).
De igual forma, la redistribución también afecta la inversión de las empresas a través de las
ganancias unitarias y la capacidad instalada.
En síntesis, la globalización afecta el mercado de trabajo por medio de las
alteraciones en el poder de negociación del trabajo con respecto al capital, lo que le impone
condiciones para determinar la capacidad (o incapacidad) de los trabajadores de indexar los
salarios a la inflación y a la productividad laboral, lo que tiene efectos en la distribución
funcional, la demanda agregada y crecimiento económico.
Los canales por los que la globalización afecta el equilibrio de poder en el conflicto
distributivo entre el capital y el trabajo se pueden categorizar en factores directos e
indirectos. Los factores directos están asociados a la fuerza de negociación de los
trabajadores y el capital, mientras que los factores indirectos reflejan las opciones de salida
de los factores al margen de la negociación (GUSCHANSKI y ONARAN, 2017).
En primer lugar se considera la desregulación de las instituciones laborales y la
flexibilización de las relaciones de trabajo (en las funciones, jornadas y remuneración),
como fuente directa del debilitamiento de la posición negociadora de los trabajadores
(BALTAR y KREIN, 2013; BLANCHARD y GIAVAZZI, 2003). El surgimiento del
neoliberalismo y la reducción del Estado de bienestar, de seguridad social y en general del
gasto público en prestaciones sociales en el mundo también se considera un determinante
en la caída de la participación salarial (DUNHAUPT, 2013; DUMENIL y LEVY, 2004;
GUSCHANSKI y ONARAN, 2017). De igual forma, la desigualdad en la distribución del
ingreso personal puede tener un impacto negativo en la distribución del ingreso funcional,
en la medida que afecta el dominio sobre los recursos y las relaciones de poder. (DAUDEY
y GARCÍA-PEÑALOSA, 2007).
P á g i n a | 56
En las teorías de economía política también es considerado el impacto de la relación
capital-producto en la participación salarial. Si las empresas tienen un objetivo de tasa de
ganancia, un aumento en el stock de capital se asociará con un incremento en la
productividad que no es compensado en los salarios para mantener la tasa de ganancia
constante (LAVOIE, 2014; BHADURI, 2006). Además, si el cambio tecnológico facilita el
reemplazo de los trabajadores por máquinas, aumenta la amenaza de despido y por lo tanto
reduce el poder de negociación del trabajo. Por lo tanto, el enfoque de economía política
también considera un efecto social del cambio tecnológico (MARGLIN, 1974). De manera
que si las ganancias de productividad resultantes del cambio tecnológico no se reflejan en
los salarios, los salarios y la participación salarial se verán afectados adversamente, no solo
para los trabajadores no calificados, sino también para los calificados (KRISTAL, 2010;
ONARAN, 2009).
En cuanto los canales indirectos, diversos estudios recientes se basan la hipótesis de
que la globalización y la crisis disminuyó el poder de negociación del trabajo con respecto
al capital y contribuyó a una disminución de la participación salarial en las economías
periféricas a través de la financiarización, la liberalización de la cuenta de capitales, la
integración en las Cadenas Globales de Valor, la apertura comercial, los procesos de
reestructuración sectorial (desindustrialización y reprimarización), entre otros
(GUSCHANSKI y ONARAN, 2017). A continuación se detallan algunos de los canales de
trasmisión por los que la globalización afecta el mercado de trabajo en economías
periféricas.
1.6.2 Efectos de la financiarización
Recientemente se han desarrollado diversos estudios que evalúan los efectos de la
financiarización en el mercado de trabajo y la remuneración agregada de los trabajadores,
evidenciando que existe una fuerte asociación entre las transformaciones en la gestión de la
riqueza y la disminución del poder de negociación del trabajo frente al capital. Si bien la
mayoría de los estudios sobre financiarización se refieren a sus efectos en las decisiones de
P á g i n a | 57
inversión de las empresas (STOCKHAMMER, 2004; TORI Y ONARAN, 2017), gobierno
corporativo y empleo (LAZONICK Y O'SULLIVAN, 2000), el cambio del papel de los
activos y pasivos financieros para los hogares (HEIN, 2012) y las implicaciones de la
desregulación financiera en la estabilidad financiera (LAPAVITSAS, 2009; GUTTMAN,
2016), algunos han considerado los efectos en el mercado de trabajo y la participación
salarial. Por ejemplo Hein (2015) presenta la discusión teórica elaborada sobre el impacto
de la financiarización en la participación salarial desde una perspectiva kaleckiana. Jayadev
(2007), Kohler, Guschanski y Stockhammer, (2018), Dünhaupt (2013, 2016), y
Guschanski y Onaran (2017), entre otros (ver la sección 3.2) ofrecen evidencia
econométrica sobre el efecto de la financiarización en la distribución del ingreso funcional.
En todos ellos, la financiarización se ha analizado dentro de la teoría heterodoxa de la
economía política, basados en modelos formales de negociación, en los que se supone que
las empresas operan en mercados oligopólicos (con algún grado de monopolio y margen de
ganancia) y pueden apropiarse de rentas cuya distribución depende de la posición relativa
de negociación de las empresas y los trabajadores. El argumento central de los estudios
consiste en que el aumento de los ingresos financieros de las sociedades no financieras
(incluidos los ingresos por intereses, los dividendos y las ganancias de capital) supone una
mayor capacidad de la empresa para capturar ganancias sin emplear trabajadores en un
contexto de mercado de trabajo flexibilizado y desregularizado, lo que resulta en una menor
participación de las remuneraciones salariales en el ingreso nacional.
En un valioso esfuerzo por resumir los efectos de la financiarización en el mercado de
trabajo y la remuneración de los trabajadores a nivel agregado, Kohler, Guschanski y
Stockhammer (2018) presentan tres canales diferentes11
, que bien pueden ser
complementados con los trabajos de Dunhaupt (2013) y Guschanski y Onaran (2017),
quienes son pioneros y referentes en el asunto. Los canales son: a) Aumento de pagos
11
De acuerdo con la organización del presente documento, la globalización financiera se tratará de manera
independiente a los canales de la financiarización propuestos por Kohler, Guschanski y Stockhammer (2018).
P á g i n a | 58
financieros de las empresas no financieras, b) Mayor competencia en los mercados de
capital y c) Mayor deuda de los hogares.
a) En los modelos kaleckianos contemporáneos (HEIN, 2015) se asume que las empresas
fijan los precios basados en los costos unitarios más un margen de ganancia, de acuerdo
con el grado de monopolio. Un aumento en el margen aumentará los precios reducirá
los salarios reales y de ese modo aumentará la participación de los beneficios. Incluso
existe la posibilidad de que el margen aumente con el aumento de los costos generales,
siempre que las empresas posean un poder de mercado para responder a dicho
incremento. Por su parte, la financiarización afecta la participación salarial porque los
pagos financieros de las empresas no financieras constituyen costos indirectos
financieros que pueden llevar a un aumento en los costos unitarios de los empresarios.
Debido a la ―creación de valor‖ para el accionista se presiona a las empresas a mantener
precios crecientes de las acciones, aumentar los pagos de dividendos e intereses,
contraer deudas para la recompra de acciones, entre otras. La ―creación de valor‖ para
los accionistas se convirtió en el mantra de las corporaciones modernas y cambió el
enfoque de gestión hacia el ―corto-prazismo‖ por medio de la renta variable
(LAZONICK y O'SULLIVAN, 2000). Por ejemplo, Lazonick (2014) argumenta
explícitamente que el exceso de lucros por ganancias de productividad en las últimas
décadas se utilizó para recompra de acciones en lugar de aumentos salariales, lo que
resulta en la divergencia de los salarios reales y la productividad que subyace a la
disminución de la participación laboral en mercados de trabajo flexibles y desregulados.
Por lo tanto, este canal asume una lucha de poder entre los rentistas y los capitalistas
industriales que eventualmente se resuelve a expensas de los trabajadores.
b) En la literatura de la financiarización se ha argumentado que con el aumento del poder
accionario, las estrategias de las empresas han pasado de "retener y reinvertir" a
"reducir y distribuir", con un enfoque en las ganancias de capital a corto plazo a
expensas de largo inversión a largo plazo (LAZONICK y O'SULLIVAN, 2000). La
financiarización ha aumentado la presión sobre las empresas a medida que los mercados
P á g i n a | 59
de capitales se han vuelto más competitivos, con efectos negativos para los
trabajadores. El proceso de securitización y comercio de productos derivados de los
inversores financieros orientados a corto plazo llevó a una creciente importancia de la
valoración (arbitraje) de los valores y títulos en los mercados secundarios. Mediante la
fijación de precios (precificación) de los activos financieros, la eficiencia económica de
una empresa se cuantifica objetivamente y, por lo tanto, es conmensurable con otros
precios monetarios. Esto pone a las empresas bajo presión para garantizar una
apreciación de sus acciones (BRYAN et al., 2009). Como el precio de los valores es una
función de la eficiencia interna de la empresa, este proceso provocará una reducción
despiadada de los costos, especialmente la supresión de los salarios, pero también la
intensificación del trabajo, para lo cual es indispensable mercados laborales flexibles
(LAPAVITSAS, 2009). Otro canal por el que se ve afectado el trabajo en este proceso
de fusiones y adquisiciones hostiles, que debilita la posición negociadora de los
trabajadores. El creciente número de filiales y opciones de lucro para el capital le
permite subcontratar o cerrar partes relevantes del proceso de producción, antes que
aceptar demandas de los trabajadores. Por ejemplo, si se organiza una huelga en el
sector empresarial principal, la empresa continúa obteniendo beneficios en la división
financiera. (LAZONICK y O'SULLIVAN, 2000).
c) El crecimiento de la deuda de los hogares ha venido en aumento desde hace cuatro
décadas, lo que ha generado numeroso estudios sobre los cambios en la distribución
funcional y el endeudamiento de los hogares. Barba y Pivetti (2009) y Stockhammer
(2015) argumentan que a medida que los salarios cayeron los trabajadores trataron de
mantener los niveles de consumo a través del financiamiento de la deuda. Panico et al
(2012) presentan un modelo de dos clases con un sector bancario para analizar las
consecuencias distributivas del aumento en el consumo de trabajadores financiados con
deuda debido a un acceso más fácil al crédito. En el modelo, la participación en los
beneficios aumenta cuando la tasa de crecimiento de los préstamos a los trabajadores
excede la tasa de crecimiento de los salarios totales. La suposición crucial en el
argumento no es el préstamo en sí, sino el aumento del consumo autónomo de la clase
trabajadora. No es el nivel de deuda de los hogares lo que importa, sino el aumento
P á g i n a | 60
exógeno del consumo en relación con el ingreso. Los cambios en la deuda son el
resultado, no la causa del proceso. También hay una literatura empírica sobre
vulnerabilidad financiera referente a la incapacidad financiera de los hogares para
cubrir los gastos mensuales de consumo básico, la incapacidad para cumplir con las
obligaciones de pago inesperadas y la acumulación de atrasos (ANDERLONI et al,
2012). Finalmente, el aumento de los ingresos financieros, la gestión de cartera y el
consumo financiado mediante deuda de la clase media trabajadora podía implicar que
incida en su participación en acciones colectivas para demandar por salarios más altos,
ya que aumenta el costo de pérdida del empleo, alteradas también por modificaciones
en la legislación laboral de los países (KIM et al, 2017).
1.6.3 Efectos de la asimetría financiera
Los diversos canales por los que la globalización financiera puede afectar el
mercado de trabajo en economías periféricas se han desarrollado a partir de los cambios en
la economía mundial desde la década de 1980, a saber: eliminación de los controles de
capital, tasas de cambio flexibles y abolición de las barreras comerciales, junto a
instituciones macroeconómicas guiadas por el control de la inflación y el equilibrio fiscal.
El aumento de los flujos brutos de capital y el comportamiento cíclico a partir de los
cambios en la preferencia por la liquidez internacional tiene efectos en los desequilibrios
macroeconómicos, la inestabilidad financiera y la vulnerabilidad externa en las economías
periféricas.
En cuanto a los canales generales que la globalización en su dimensión financiera
puede afectar el mercado de trabajo es deteriorando el poder de negociación de los
trabajadores en la medida que el capital tiene mayor capacidad de movilidad y reubicar su
aplicación, aumentado el poder relativo de negociación vis-a-vis con el trabajo (DIWAN,
2001; HARRISON; 2002). En efecto, diversos estudios han demostrado empíricamente
que la ausencia de restricciones a la cuenta de capital se asocia con un deterioro en las
condiciones laborales de los trabajadores y una menor participación del trabajo en el PIB
(LEE Y JAYADEV, 2005; OIT, 2008 y 2011).
P á g i n a | 61
Otros se han concentrado en los efectos de la inversión extranjera directa (IED) y las
condiciones favorables para la entrada de capital, los cuales coinciden con los bajos salarios
en las economías receptoras (HARRISON, 2002). La IED puede tener un impacto en el
poder de negociación de los trabajadores debido al aumento de las empresas
multinacionales, que puede socavar la capacidad organizativa de los trabajadores y por
tanto su poder de negociación (BRADY Y WALLACE, 2000; CHOI, 2001). En el mismo
sentido, Pollin (2000) plantea que la ampliación del ejército de reserva de desempleados
permite que los empleadores pueden suprimir los reclamos salariales de los trabajadores al
amenazar con trasladarse a países de bajos salarios (DUNHAUPT, 2013).
Con el fin de comprender dichos efectos en las economías periféricas, la
interpretación teórica basada en conflictos distributivos es apropiada. Los modelos
macroeconómicos neo-kaleckianos con competencia imperfecta, establecen que los precios
son formados por un margen de lucro (o mark-up) sobre los costos unitarios nominales del
trabajo y otros insumos. En economía cerrada, el mark-up deseado por las empresas se
considera exógeno, de modo que los cambios en los salarios, la productividad del trabajo o
los precios de otros insumos, se convierten en cambios proporcionales del nivel de precios
de los productos para mantener el margen. En economía abierta, es de esperar que exista
competencia externa al menos en los sectores transables, lo que implica que cambios en los
precios relativos alterados por movimientos en la tasa de cambio, tenga implicaciones en el
margen de lucro de las empresas (BHADURI y MARGLIN, 1990)
De acuerdo con Teixeira y Carvalho (2015), siguiendo la contribución de Blecker
(2008), en los periodos de revaluación del tipo de cambio se reduce el margen de las
empresas locales en la medida que aumenta la penetración de las importaciones y se reduce
el coeficiente de las exportaciones, lo que está asociado a una menor competitividad por la
diferencia de precios internos y externos. En los periodos de devaluación, por su parte,
eleva los costos de los insumos importados lo que lleva a las empresas a enfrentar un trade-
off: las empresas deciden mantener el margen aumentando los precios y conseguir el lucro
deseado o sacrifican una parte del margen manteniendo los precios, lo que podría significar
P á g i n a | 62
un aumento en la participación del mercado. En cualquiera de los dos momentos, las
empresas van a insistir en reducir los costos del trabajo (salarios), aumentar la
productividad del trabajo y del capital o presionar una política fiscal expansiva, para
compensar la pérdida de competitividad. Como ya se mencionó, la globalización aumenta
el poder de negociación del capital frente al trabajo, lo que puede resultar en una
combinación de las tres soluciones, es decir, represión salarial, aumento de productividad y
aumento del déficit fiscal.
Sarmiento (2014), basado en la experiencia colombiana, establece que la apertura
económica induce a los países periféricos entrar en una abierta competencia por bajar
salarios para compensar la menor productividad relativa con respecto a los países centrales.
En modelos de libre flujo de capitales que induce a la revaluación en periodos crecientes
del ciclo internacional de capital, abarata los bienes foráneos e induce una sustitución de
mano de obra por bienes de capital y por materias primas importadas. Como el aumento de
las importaciones determina un incremento de la producción mayor que la reducción de los
costos laborales, la remuneración salarial disminuye. En este caso se establece un doble
efecto en la economía: por un lado, se tiene una deficiencia de demanda efectiva generada
por el crecimiento de la productividad por encima de los salarios y por otro, se crea un
déficit en cuenta corriente por el aumento de las importaciones abaratadas y el
desplazamiento de los sectores transables como la industria y la agricultura. Ambos efectos
intentan ser compensados por la expansión del crédito para adquirir los bienes extranjeros12
–que infla los precios de los activos-, el aumento del déficit fiscal y el endeudamiento.
Siguiendo con la argumentación de Sarmiento (2014), la deficiencia de demanda
efectiva generada por un desequilibrio entre los ingresos del capital y los gastos del trabajo,
12
Según Sarmiento (2014), en este proceso no todos los sectores se benefician de la misma manera: en los
sectores en que la canasta de consumo está más representada por importaciones se benefician más, como los
importadores de bienes de capital, materias primas y bienes intermedios que son abaratadas y sustituyen la
mano de obra. De esa manera, se eleva la productividad por encima del salario y aumenta la heterogeneidad
estructural.
P á g i n a | 63
hace que persista una estructura de baja capacidad instalada de los factores, dadas las tasas
de propensión al ahorro de cada uno. La diferencia entre ingresos y gastos es captada por el
capital, que sin demanda efectiva para sus productos, busca la rentabilidad en la
especulación y valorización de activos. De otro lado, la especialización en sectores de baja
productividad –como la minería y los servicios- inducida por la globalización productiva,
traslada la mano de obra en dichos sectores los cuales se caracterizan por salarios inferiores
a la productividad promedio de la economía. El deterioro de la calidad en el empleo se da
porque la mayoría de la ocupación se genera en la informalidad, con contratos flexibles, de
tiempo parcial y tercerizados.
Resumiendo, en los periodos crecientes de los ciclos internacionales de liquidez, la
revaluación del tipo de cambio induce una expansión de las importaciones de bienes
transables y déficit en balanza de pagos que contrae la demanda interna, la producción se
concentra en los sectores como minería y en los no transables que se caracterizan por una
baja elasticidad de la oferta, aumentando los precios. A su vez, la expansión del crédito
aumenta los precios de los activos, inflando una burbuja que en algún momento estalla
cuando se presenta algún evento que modifique las expectativas de los agentes. Las
acciones para contener la inflación y la expansión del crédito se hace con políticas
contractivas (como aumentar la tasa de interés) que precipita la recesión. La disminución de
las divisas causa devaluación y alza en la tasa de interés, frenando el proceso e
incentivando la especulación cambiaria. Por su parte, la fragilidad financiera de las
empresas por el desacoplamiento cambiario entre los activos precificados en moneda local
y pasivos en moneda extranjera, resultan en una abrupta contracción del crédito y
vencimiento de los balances patrimoniales y obligaciones financieras, lo que induce a las
empresas a trasladar dichos riesgos a los trabajadores.
En la reversión del ciclo, se presenta una salida de capitales que genera devaluación
del tipo de cambio, reduce los salarios reales y deteriora el consumo que frena la actividad
productiva. En la devaluación los ingresos del capital se reducen, persiste la informalidad y
baja capacidad instalada. De manera que en ambos casos se impacta la participación de los
P á g i n a | 64
salarios en el PIB: en periodos de revaluación del tipo de cambio, aumentan los ingresos del
capital por el incremento de la productividad por encima de los salarios y la sustitución de
mano de obra por importaciones abaratadas (efecto cantidad) y en la devaluación, se
reducen los ingresos del capital y el salario real, precipitando la recesión y profundizando la
deficiencia de demanda efectiva (efecto precio).
1.6.4 Efectos de la asimetría macroeconómica
Los canales de la asimetría macroeconómica están asociados a los efectos de la
globalización financiera antes analizada y se manifiesta en la ausencia de soberanía en el
manejo de las políticas económicas, la volatilidad del tipo de cambio y de la tasa de interés.
La incapacidad por controlar la inestabilidad financiera y vulnerabilidad externa pueden
resultar en crisis que incrementan los efectos negativos en el mercado del trabajo.
Diversos estudios han analizados los efectos de las crisis en la participación salarial
encontrando que durante esos periodos la disminución del crecimiento y el poder de
negociación de los trabajadores junto con los choques inflacionarios han resultado en una
considerable disminución de la participación salarial (ONARAN, 2009). Blecker (2012)
sostiene que un aumento en el costo de los insumos intermedios, por ejemplo debido a una
devaluación del tipo de cambio, induce un proceso de negociación entre capital y trabajo.
El efecto es especialmente sensible en países donde la dependencia de las importaciones de
bienes intermedios y de capital es alta. A medida que cada parte intenta trasladar los costos
adicionales a la otra parte, la inflación aumenta. En el intento de controlar la inflación, la
autoridad monetaria aumenta la tasa de interés, precipitando a la contracción de la demanda
y la producción. El proceso deriva en una reducción sensible en los salarios reales y en la
productividad del trabajo, tanto en la generación de valor agregado como en el empleo13
.
13 El proceso generalmente es acompañado reasignaciones sectoriales durante la crisis, entre sectores
transables y no transables. Si los sectores difieren en sus intensidades de capital, esta reasignación
puede alterar la participación agregada del trabajo en el ingreso (TEIMOURI Y NAGHSH, 2014)
P á g i n a | 65
De esta manera, los movimientos de la tasa de cambio tienen efectos tanto en los
salarios reales como en la distribución funcional del ingreso. De acuerdo con Brancaccio
(2014) la devaluación o desvalorización de la moneda aumenta el precio de los bienes
importados y, por lo tanto, conduce -en el caso de los salarios nominales que permanecen
rígidos o se adaptan solo parcialmente y después de algún retraso- a una caída en los
salarios reales y una reducción de la participación salarial en el PIB. Estos resultados son
confirmados por análisis post-keynesianos más recientes, donde la magnitud estimada del
efecto de la devaluación sobre los salarios y la distribución se da en función de la
dependencia de las importaciones de la economía, la capacidad de las empresas para
reflejar los cambios en los precios de importación a los consumidores y la incapacidad de
los trabajadores para indexar los salarios a la inflación (ONARAN, 2009; BLECKER,
2012).
Dado que la propensión al consumo es más alta para los salarios que para las
ganancias del capital, el efecto de la devaluación en la distribución puede causar una
posible reducción duradera de la demanda agregada y la producción. Estudios recientes han
demostrado que, en algunos casos, esta contracción puede superar la expansión esperada
que resulta de una mayor competitividad de los bienes nacionales y las exportaciones
(HEIN y VOGEL, 2008). Los conflictos distributivos se agudizan en periodos de crisis
económicas, que se presentan con mayor frecuencia e intensidad ante la posibilidad de
contagio financiero y vulnerabilidad externa de las economías periféricas. Durante las crisis
cambiarias y monetarias, la disminución del crecimiento económico y del poder de
negociación de los trabajadores es acompañado por choques inflacionarios que contribuyen
a la disminución de la participación salarial, no solo durante los años de recesión, sino
durante algunos periodos posteriores, dadas las ―cicatrices‖ distributivas. (DIWAN; 2001).
En el caso de los efectos de la tasa de interés, Moreno (2014) plantea que los
cambios de esta se reflejan esencialmente en la distribución del ingreso entre trabajadores,
capitalistas y rentistas. En el corto plazo, la tasa de interés puede generar una redistribución
entre rentistas y capitalistas, ya que las empresas absorben los impactos. En el largo plazo,
cuando se espera que el efecto sea permanente, las empresas ajustaran sus márgenes de
P á g i n a | 66
ganancia, lo que reduce el salario real y la participación de los trabajadores en el ingreso
nacional (MOORE, 1989; PIVETTI, 2008).De esta manera, el aumento de las tasas de
interés reduce la demanda agregada y las empresas disminuyen el empleo, las
organizaciones sindicales verán reducido su poder de negociación como consecuencia del
mayor desempleo y mayor flexibilización y desregulación del mercado de trabajo, lo que
conduce a que los salarios crezcan por debajo de la productividad, reduciendo de esta
manera la participación de los trabajadores en el ingreso (MORENO, 2014).
Es decir, el resultado es consecuencia de las tensiones distributivas en el mercado
laboral y en el de bienes:
―En el primero se resuelve mediante un proceso de negociación entre
organizaciones de trabajadores y empresarios. Dependiendo de las condiciones
institucionales y del grado de flexibilidad del mercado, los trabajadores tendrán
mayores o menores grados de libertad para fijar los salarios acorde con los cambios
en la productividad‖. En el segundo caso, dependerá del grado de monopolio de las
empresas, es decir, de la capacidad que tienen las firmas para ajustar los precios y
su margen de ganancia ante cambios exógenos que afectan sus costos variables,
como aumentos de la tasa de interés, devaluaciones y aumentos de salarios
(MORENO, 2014).
En consecuencia, la participación del trabajo cae sensiblemente durante las crisis
financieras, lo que implica transferencias del valor de la mano de obra al capital durante los
años de la crisis. En otros estudios se ha demostrado que las crisis dejan ―cicatrices
distributivas‖, en las que se produce una recuperación económica en entre uno y dos años
después de la crisis, sin embargo, la caída en la participación salarial por lo general
continua durante dos o incluso tres años más (DIWAN; 2001).
Según Diwan (2001) la disminución durante una crisis puede explicarse en parte por
el grado de apalancamiento en el país, la naturaleza de su estructura financiera y la apertura
de sus regímenes de comercio y capital, poniendo de relieve características de
subordinación de los países periféricos en el Sistema Monetario Internacional y su posición
en la jerarquía monetaria y las asimetrías resultantes de ella. Adicional a la mencionada
capacidad del capital de trasladarse a donde obtenga la mayor tasa de lucro en comparación
P á g i n a | 67
con tasa de interés internacional más una prima que compense el riesgo –generalmente un
―vuelo de calidad‖ hacia la moneda de reserva-, es importante considerar los efectos de
choques macroeconómicos de corto plazo generado por oscilaciones en los ciclos
internacionales de capital, la aversión al riesgo de los agentes, fluctuaciones en los precios
internacionales de commodities, modificaciones en la política monetaria del centro y
riesgos de contagio financiero.
En los hallazgos obtenidos por Diwan (2001), se muestra como dichos choques
tienen una fuerte incidencia en el reparto final entre el capital y el trabajo durante la crisis.
Los trabajadores perderán más cuando los rendimientos de capital tiendan a aumentar para
compensar el riesgo, como ocurre cuando los siniestros están denominados en moneda
extranjera o reaccionan súbitamente ante eventos de corto plazo. En ese sentido, la
remuneración de los trabajadores caerá más durante las crisis en los países donde la deuda
externa y M1 son elevados en condiciones iniciales y además los agregados monetarios más
volátiles y susceptibles de especulación como el M2, el M3 y capitales de alto riesgo son
significativos. En estas condiciones de inestabilidad financiera, las probabilidades y
frecuencia de crisis económicas en los países con estas características tienen mayores
impactos en la distribución funcional del ingreso en detrimento de los trabajadores.
1.6.5 Efectos de la asimetría productiva
Los canales por los que la globalización en la dimensión productiva afecta el
mercado de trabajo están relacionados a las transformaciones experimentadas en la gestión
y organización de las grandes empresas trasnacionales, la expansión de las Cadenas
Globales de Valor y los efectos en las estructuras productivas domesticas de los países
periféricos. Todos ellos se asocian a lo que la literatura ha denominado “Race to the
bottom” o carrera hacia el fondo, haciendo referencia a la competencia internacional entre
los países y las empresas para reducir salarios y desregulación de instituciones y leyes
laborales en el mundo.
P á g i n a | 68
En la literatura se han identificado por lo menos tres canales a través de los cuales
las CGV, en el proceso de deslocalización de tareas de las economías centrales a las
emergentes, pueden afectar negativamente la participación salarial (ONARAN Y
GUSCHANSKI, 2018; UNCAD, 2017; AUTOR et al, 2017; COX y WARTENBE, 2018).
El primer canal sugiere que la integración en las CGV aumenta la asimetría entre las
opciones del capital frente al trabajo debido a una mayor movilidad del primero, presenta
un aumento en la elasticidad de la demanda laboral con respecto a los ciclos de crecimiento
económico y crece la amenaza del capital para reubicar o tercerizar su aplicación, lo que
presiona el poder de negociación del trabajo y genera un sesgo distributivo. Mientras que
los trabajadores tienen que competir más fuerte para atraer capital, las mayores presiones
competitivas internacionales están haciendo que el capital esté menos dispuesto a acomodar
las demandas salariales, lo que lleva a una carrera hacia el fondo.
En segundo lugar, la integración a la CGV y la apertura comercial tiene un doble
efecto sobre la estructura empresarial y productiva de los países. Por un lado, la apertura
comercial puede aumentar la presión competitiva sobre las empresas domésticas. Es más
probable que esto ocurra en el caso del comercio de bienes intermedios, donde existen
mecanismos establecidos para licitar a bajo costo de producción entre las empresas
proveedoras que forman parte de la CGV de una corporación multinacional (ANNER, et
al., 2005). La reducción en el margen de beneficio debido a la competencia puede hacer que
las empresas sean menos complacientes en términos de las demandas salariales de los
trabajadores y el capital intentará recuperar su parte reduciendo los costos laborales. Por
otro lado se da un proceso en el que las empresas trasnacionales controlan las actividades
más lucrativas de la CGV y dejan a las los fabricantes de insumos y bienes intermedios las
actividades de menor lucro y por tanto, con una reducción en su margen de ganancia que
intentará ser compensada con reducciones en los costos del trabajo, induciendo por otro
camino a la misma carrera hacia el fondo.
Sin embargo, la integración a la CGV y la apertura comercial toma la forma de
integración vertical de corporaciones multinacionales, lo que ha llevado a una mayor
P á g i n a | 69
concentración en lugar de una mayor competencia. Un mayor grado de concentración de
mercado o de monopolio –en términos kaleckianos- permite a las empresas maximizar el
margen de ganancia y trasladar a los precios un aumento en los costos, lo que reducirá la
participación salarial (JOSKOW, 2008). Ese grado de concentración depende en gran parte
por las barreras de entrada del mercado que surgen por características intrínsecas de la
tecnología dominante y de los factores institucionales (SYLOS-LABINI, 1969). La
hipótesis de las superstars firms14
(AUTOR et al, 2017) vincula la disminución de la
participación laboral con un aumento en la concentración del mercado por el surgimiento
de estas empresas altamente productivas que crecen más rápido que sus competidores
debido a su alto contenido tecnológico y menores participaciones del trabajo –generado un
proceso conocido como ―el que gana lleva más‖-. El progreso tecnológico puede facilitar
cambios instituciones y organizacionales que aumentan el poder de mercado y expansión de
CGV, los cuales son mecanismos que debilitan los poderes reguladores de los Estados
Nacionales e hicieron que el trabajo local sea más precario, junto a una erosión del poder de
negociación de los trabajadores en la era de la globalización (UNCAD, 2017).
Otro canal discutido en la literatura (MEDEIROS, 2016; CANO, 2014) está
relacionado a la estrategia de crecimiento, estructura productiva y distribución funcional del
ingreso. Para Medeiros (2016), los países que no se encuentran integrados a la CGV
(principalmente países primerio-exportadores latinoamericanos y africanos), se presentó un
difuso crecimiento económico, especialización regresiva (reprimarización) que fue
acompañado (especialmente en la primera década del siglo XXI) por mayores flujos de
capitales y mejora en los precios relativos (términos de intercambio) de los commodities,
que generó una trayectoria de crecimiento insustentable y desindustrialización prematura
(CANO, 2014), en donde las mayores exportaciones de bienes primarios se realiza con un
mayor endeudamiento externo y por consiguiente mayor vulnerabilidad e inestabilidad
financiera y económica.
14 Estas son empresas que según Autor et al (2017) están localizadas principalmente en las industrias
de alta tecnología, con elevadas productividades y economías de escala (en servicios de on-line y
plataformas de software) y controlan las redes intensivas en información y comunicación.
P á g i n a | 70
Para Medeiros (2016) la especialización regresiva en sectores primarios tiene
efectos diversos sobre el mercado de trabajo, los salarios reales y la participación salarial de
las económicas. Por ejemplo, los países con estructuras productivas poco diversificadas y
con mercados internos exiguos, basan su competitividad externa por medio de la reducción
de costos laborales que generan una reducción del Wage Share, a pesar de alteraciones en la
productividad laboral o en la elasticidad demanda de las exportaciones netas. Medeiros
(2016), se basa en Blecker (1989) para afirmar que es especialmente en la economía abierta
en que el conflicto entre competitividad (costo de trabajo) y los salarios reales se impone.
La caída de las márgenes de lucro generada de un aumento de los salarios reales puede
tornar algunas exportaciones no lucrativas y el incremento de los precios puede hacerlas no
competitivas, y viceversa15
. Por otro lado, debido a la relación inversa entre la tasa de
cambio y el salario real, las revalorizaciones poseen un efecto recesivo a menos que ocurra
con una gran expansión de las exportaciones y declino de las importaciones, ambas
derivadas de una elasticidad-precio de las exportaciones e importaciones de la economía,
que depende en gran parte de la estructura productiva.
Así, las estructuras productivas pueden determinar o condicionar las trayectorias de
los mercados laborales y la distribución funcional del ingreso al abrir sus economías a la
liberalización comercial y de capitales. El autor insiste en que las estructuras productivas y
las estrategias de crecimiento pueden tener efectos diversos en la distribución del ingreso
15 La idea más general de competitividad en precios, según Medeiros (2016), es basada en el costo
unitario del trabajo (CUT). EL CUT puede ser expresado por una razón entre la masa salarial (W) y el
valor agregado (VA), multiplicados por la razón entre el deflactor del PIB (p) y la tasa de cambio (e):
𝐶𝑈𝑇 = 𝑊
𝑉𝐴
𝑝
𝑒
La primera razón 𝑊
𝑉𝐴 es la participación salarial contable. Suponiendo esta razón constante, la
competitividad puede aumentar (caer) con la desvalorización (valorización) de la tasa de cambio real.
Como hay un fuerte efecto de la tasa nominal de cambio sobre los precios, una desvalorización de la
tasa real de cambio, implica en una caída del salario real 𝑊
𝑝 (en la hipótesis que el índice de precios al
consumo es similar al índice de precios del PIB). La elevación del salario real, en línea con el VA,
mantiene el CUT constante.
P á g i n a | 71
dependiendo de la participación de sectores de alto valor agregado y absorción de mano de
obra hacia adelante y hacia atrás (encadenamientos productivos).
De esta manera, países que no participan de las CGV, son altamente dependientes
de las exportaciones de productos primarios, con mercados internos exiguos y con escaza
participación de sectores productivos, tienen a trasladar parte de la mano de obra a sectores
informales menos competitivos, de menor productividad, menores salarios, lo que puede
deteriorar el mercado de trabajo y la distribución funcional del ingreso.
1.7 Conclusión
En este capítulo se definió la globalización económica como un periodo histórico
donde se configuran transformaciones en el patrón de acumulación de capital basado en la
financiarización con profundos efectos en los mercados, instituciones, empresas, bancos y
familias, así como en la gestión de la riqueza y la distribución de los lucros entre los
agentes económicos. Paralelamente a la financiarización, en la era de la globalización se da
un proceso de internacionalización del capital en el marco de un nuevo Sistema Monetario
jerarquizado donde existe una moneda clave –el dólar-, monedas centrales –euro, por
ejemplo-, y monedas periféricas –peso colombiano, real brasilero, entre otras- que definen
las características en la inserción de las económicas en la globalización. La jerarquía
monetaria configura asimetrías entre los países en dos dimensiones: la financiera, la cual
está asociada a los ciclos de liquidez internacional que determinan las condiciones en la
inserción de las economías y los efectos de los flujos de capital; la macroeconómica, que
define el comportamiento de la tasa de interés y de cambio –altamente volátiles en
economías periféricas-, así como el espacio en la aplicación de políticas económicas; Por
último, la asimetría productiva, determinada por la división internacional de la producción
partir de las estrategias financieras de grandes corporaciones en Cadenas Globales de Valor
que tienen un importante efecto en l configuración de la estructura productiva de los países
periféricos, en muchos casos especializados en sectores primarios (reprimarización).
P á g i n a | 72
En general se percibe que la globalización modificó el poder de negociación entre el
trabajo y el capital, profundizó la asimetría en beneficio del segundo, que consiguió
trasladar los costos y riesgos a partir de la desregulación de las instituciones laborales y la
represión salarial. La expansión de la informalidad, proliferación de contratos laborales
temporales de baja calidad, basados en la tercerización e intermediación, entre otros, fueron
las formas que la flexibilización de la fuerza de trabajo tomó como consecuencia de la
mayor movilidad del capital en la era de la globalización. Los canales por los que la
financiarización y globalización en sus dimensiones financiera, macroeconomía y
productiva impactan el mercado de trabajo y la distribución funcional de la riqueza en los
países periféricos pueden resumirse en conflictos distributivos que deterioran la posición
relativa del trabajo: la maximización del accionista, el arbitraje de los especuladores en
mercados secundarios, el aumento de las deudas de las familias, la volatilidad del tipo de
cambio generado por los ciclos de liquidez y la inestabilidad estructural que configura un
cuadro de deficiencia de demanda agregada y desequilibrios macroeconómicos que se
resuelven a expensas de los trabajadores durante las crisis económicas por medio de
políticas monetarias contractivas (reforzando las elevadas y volátiles tasas de interés en
economías periféricas), que dejan cicatrices distributivas por algunos años posteriores, una
carrera hacia el fondo en la competencia mundial por ofrecer los menores costos laborales y
una reestructuración sectorial a favor de los sectores de menor productividad acompañada
de una acelerada desindustrialización.
P á g i n a | 73
CAPITULO II: ETAPAS DE GLOBALIZACIÓN, MERCADO LABORAL Y
DISTRIBUCIÓN FUNCIONAL DEL INGRESO EN COLOMBIA
2.1 Presentación
Las transformaciones económicas acontecidas a lo largo de las últimas décadas
tanto en el plano internacional como local, determinan las condiciones y conductas de los
agentes económicos, sus relaciones y toma de decisiones. Desde la quiebra de Bretton
Woods hasta la actualidad, el capitalismo contemporáneo ha sufrido constantes
modificaciones en todas sus esferas que imponen comportamientos y tendencias a los
mercados e instituciones. La etapa de la globalización en la que se desarrolla un patrón de
acumulación del capital conocido como financiarización, se basa en la desregulación de los
mercados, la eliminación de barreras comerciales y al flujo de capitales, que condiciona las
relaciones sociales y productivas entre los factores.
Desde la década de 1980 se dieron transformaciones en la estructura económica que
establecieron las bases del funcionamiento del sistema en su integralidad. Como se analizó
en el Capítulo I, las nuevas formas financieras contribuyeron a aumentar el poder de las
corporaciones internacionalizadas y al mismo tiempo lograron aumentar la productividad
por espectaculares avances tecnológicos, que sustentaron su competitividad global, la cual
fue acompañada por la intensificación en el trabajo, que desembocaron en un ―terremoto‖
en el mercado de trabajo: el aumento del desempleo en el mundo desarrollado y aumento de
la intensificación y grado de explotación donde se deslocalizó la producción manufacturera,
orientadas por los cambios en las estrategias de las grandes corporaciones (empresas en red,
centralización de funciones y tercerización de actividades).
Así, el mayor poder de las corporaciones sobre la masa de trabajadores transformó
la correlación de fuerzas en el conflicto distributivo, empujando los salarios hacia abajo. La
apertura de los mercados y la intensidad de la competencia coexisten con la tendencia de
monopolios que debilitan la fuerza de los sindicatos y de los trabajadores autónomos,
P á g i n a | 74
eliminando derechos sociales y económicos de los trabajadores, considerados un obstáculo
para la operación de las leyes de la competencia. Al final, la ―ruptura del contrato social‖ de
la remuneración de los factores equivalente a su productividad se presenta en todo el
mundo (BELLUZZO y GALIPOLO, 2017). La productividad crece por encima de la
remuneración al trabajo y en consecuencia, la participación de los salarios en el PIB (o
Wage Share) decrece tanto en los países desarrollados como en los periféricos
(STOCKHAMMER, 2017).
Este capítulo pretende analizar los efectos de la globalización en el mercado de
trabajo y en la distribución funcional del ingreso en Colombia. Para tal propósito, se realiza
un análisis descriptivo de la trayectoria de las diversas variables macroeconómicas a los
largo de 3 periodos de la globalización: i) etapa preliminar que comienza con las primeras
reformas de ajuste en la década de 1980, ii) etapa de apertura económica con inicio en
1990, en la que se realizan todas las reformas inspiradas en el Consenso de Washington,
hasta la crisis económica de 1999, iii) una etapa de consolidación y profundización de las
reformas neoliberales desde 2000 hasta la actualidad. En cada una de ellas se analizan y
describen los diferentes cambios en las políticas macroeconómicas, regímenes monetarios,
cambiarios y tributarios, así como mudanzas en la legislación laboral y pensional de los
trabajadores en Colombia (Sección 2.2).
Finalmente se realiza un análisis descriptivo de las principales variables del mercado de
trabajo, evidenciando los efectos de la globalización en las relaciones laborales y calidad de
los empleos y remuneraciones durante la periodización previamente definida (Sección 2.3).
A su vez, se estudia el comportamiento de la participación salarial en PIB (medida de
distribución funcional del ingreso) como una variable de resultado que absorbe información
de los cambios en el mercado de trabajo como el menor poder de negociación del trabajo
frente al capital y la incapacidad de indexar el crecimiento de los salarios a la inflación y la
productividad del trabajo (Sección 2.4). En la última sección se detallan las
consideraciones finales y conclusiones.
P á g i n a | 75
2.2 Etapas de la globalización en Colombia
Las profundas transformaciones por las que ha pasado la economía colombiana a lo
largo de las ultimas 4 décadas se pueden periodizar a partir de diferentes criterios como las
olas de las reformas de liberalización y flexibilización, las etapas de la financiarización y
los ciclos de crecimiento económico. En varios estudios e investigaciones recientes sobre la
economía colombiana durante la globalización, coinciden por lo menos en tres etapas: una
etapa preliminar que comienza desde las primeras reformas de ajuste en los años 80 hasta el
final de esa misma década, una segunda etapa que inicia con las reformas de apertura en
1990 y termina con la crisis económica de 1999, y finalmente una que se inicia en los años
2000 y se extiende hasta la actualidad.
La periodización propuesta coincide con las definidas por Guevara (2015), Moreno
(2017), Ocampo (2015) y Suarez (2015). En el primer caso, Guevara (2015) define eras o
momentos históricos del desarrollo de la financiarización, identificando las dimensiones
problemáticas en los cambios del sector financiero en periodos similares a los tratados en
este capítulo.
Por su parte, Moreno (2017), basado en la clasificación de los patrones de
acumulación propuestos por Joan Robinson (1962) periodiza la historia económica de
Colombia en 4 edades: la edad de platino galopante (años 70), donde la tasa de inversión y
productividad mantiene elevadas tasas de crecimiento, la edad de plomo (años 80) la
productividad se estanca y la inversión se reduce hasta la mitad de la década perdida
cuando se aplican políticas macroeconómicas de ajuste y una maxidevaluación del tipo de
cambio, y la edad de platino incipiente (años 90 y 2000), donde la productividad e
inversión se recuperan pero con una especialización regresiva y una ampliación en la
diferencia entre productividad y salarios, haciendo de la economía colombiana una de las
mas desiguales del mundo (MORENO, 2017).
P á g i n a | 76
A su vez, Ocampo (2015) define las etapas históricas a partir de los ciclos de
crecimiento económico y del desarrollo del sistema financiero en Colombia en una primera
etapa (1974 a 1990) de auge y crisis de un modelo de desarrollo financiero, una segunda
(1990 a 2003) de liberalización, auge y colapso financiero, y finalmente una tercera etapa
(2004 a 2014) donde, según Ocampo (2015), se da la gran expansión de la banca privada.
Finalmente, Suarez (2015) periodiza las reformas neoliberales en tres ondas: la
primera, donde se realizaron reformas de ajuste en la década perdida y posteriormente las
reformas del Consenso de Washington hasta la crisis del 99, la segunda que se caracteriza
por las reformas del modelo de ―confianza inversionista― donde se coloca al capital
extranjero como variable de cierre se desarrolla en los años 2000 hasta 2014 y una tercera
ola de reformas neoliberales que se inicia con el ingreso de Colombia a la OCDE, que
fortalece las anteriores olas, buscando nuevas rentas para el gran capital y más plusvalía.
Basado en dichas fuentes, a continuación se analizan los principales cambios en las
políticas macroeconómicas y definición de regímenes monetarios, cambiarios, tributarios y
laborales con sus respectivas variables claves durante los periodos señalados. De esta
manera, la periodización se realiza a partir de elementos cualitativos y cuantitativos que se
transforman (puntos de inflexión) a lo largo de los periodos como: ciclos económicos
(periodos de auge y crisis), etapas de la financiarización (transformaciones en el sistema
financiero y en las decisiones de los agentes e instituciones), reformas de liberalización
económica y flexibilización laboral y periodos políticos presidenciales. En los gráficos 3, 4,
5, 6, 7 y 8 se resume el comportamiento de las principales variables macroeconómicas del
país.
P á g i n a | 77
GRÁFICO 3: CRECIMIENTO DEL PIB REAL (%) GRÁFICO 4: ÍNDICE DE TASA DE CAMBIO REAL
GRÁFICO 5: TASA DE INTERÉS DE COLOCACIÓN GRÁFICO 6: TASA DE INFLACIÓN ANUAL
Fuentes: Elaboración propia, con base en DANE (2018), DNP (2018) y BanRep (2018)
P á g i n a | 78
GRÁFICO7: ÍNDICES DE GLOBALIZACIÓN FINANCIERA Y COMERCIAL PARA COLOMBIA
Fuente: Elaboración propia, con base en Gygli, Savina, Florian Haelg, Niklas Potrafke and Jan-Egbert Sturm (2018)
GRÁFICO 8: PARTICIPACIÓN DE LA INDUSTRIA Y LA AGRICULTURA EN EL PIB
Fuente: Elaboración propia, con base en DANE (2018)
-0,1
6E-16
0,1
0,2
0,3
0,4
0,5
0,6
KOF Globalización Financiera KOF Globalización Comercial
0%
5%
10%
15%
20%
25%
30%
INDPIB AGROPIB
P á g i n a | 79
2.2.1 Primera etapa preliminar (1975 - 1990)
Este primer periodo se considera como una etapa de transición del anterior modelo
de desarrollo basado en la Industrialización por Sustitución de Importaciones (ISI) hacia el
modelo de liberalización económica que se impuso en la década de los noventa. Durante el
año 1974 y el periodo 1979-1980 se dieron las primeras medidas de liberalización y
desregulación financiera, que coinciden con decisiones de política económica durante una
coyuntura macroeconómica internacional y nacional favorable relacionadas con la bonanza
de la segunda mitad de la década de los setentas. El ciclo financiero experimentado entre
termina en la primera mitad de los ochentas, cuando las condiciones externas e internas se
deterioran rápidamente, precipitando una aguda crisis en la primera mitad de la década,
seguida de una lenta e inestable recuperación, dando origen a la denominadas ―década
perdida‖, que va hasta el inicio del segundo periodo.
La doble función del Banco Central como banco de fomento y de emisión que le
serian encargadas a la autoridad monetaria con el propósito política económica de ―la
estabilidad de los precios, el crecimiento del producto y mayores niveles de empleo‖
(OCAMPO, 2015) durante el primer periodo de la ISI (1950 a 1974), aún mantenía al
comienzo de los 70 un sistema financiero con fuerte intervención estatal y control de la
tasas de interés , altos niveles de encaje e inversiones obligatorias en títulos del gobierno
que eran acompañadas con los créditos de fomento direccionados que en su conjunto,
permitían una acumulación de capital, la concentración y consolidación de grupos
económicos nacionales manteniendo estructuras hereditarias y elevación en la
concentración de activos y de la desigualdad en la distribución (MISAS, 2002;
GUEVARA, 2015).
Sin embargo, desde 1973 Ronald McKinnon escribiría Money and Capital in
Economic Development, cuestionando los controles a las tasas de interés, las políticas de
canalización del crédito y el estricto manejo de los encajes monetarios. La influencia de
McKinnon en los herederos de la política pública colombiana, seria plasmada en su visita
P á g i n a | 80
en 1974 cuando recomendó: 1) acortamiento de las tasas de interés entre activos
financieros, 2) elevación de las tasas de interés para reflejar ―la escases‖ de capital en
Colombia, y 3) la eliminación de la inflación por medio de control monetario. A partir de
1974, Colombia comenzaría el abandono del intervencionismo y proteccionismo, para
comenzar a adoptar las recomendaciones de la Escuela de Chicago (GUEVARA, 2015).
La bonanza cafetera que inició a mediados de 1975 fue generada, entre otras
razones, por la abundancia de capital internacional y elevación de los precios y una mejoría
en los términos de intercambio del país hasta 1977. Las políticas macroeconómicas previas
orientadas a contener la inflación, como el ajuste del gasto público, elevación de tributos y
de las tasas de interés (y liberalización de otras tasas de interés) que junto a la devaluación
del tipo de cambio, fueron complementadas por unas nuevas políticas de ajuste orientadas a
la esterilización del ―exceso‖ de divisas en la acumulación de reservas internacionales. Al
mismo tiempo se permitió de creación de instituciones financieras con bajos niveles de
capital y altos niveles de captación, generando una notoria fragilidad para el sistema
financiero (GUEVARA, 2015).
Por medio del ―ahorro forzoso‖, las autoridades económicas del país controlaron el
tipo de cambio y la inflación a partir de la moderación el efecto expansivo monetario de la
acumulación de reservas. Los rígidos controles al endeudamiento externo (público y
privado), permitían controlar el crédito y mantener la contención monetaria. Al mismo
tiempo las reformas financieras permitieron una espiral de circulación financiera que
aceleró el proceso de centralización y concentración de capital, apoyado en una elevación
de la tasa de interés que modifico las tasas de rentabilidad e incentivando la transferencia
de sectores productivos hacia el financiero (GUEVARA, 2015). Los intentos de
profundizar del sector financiero y transferencia de sectores productivos hacia el financiero,
junto con los comportamientos especulativos de la bonanza, corresponden a elementos
preliminares de un proceso de financiarización de la economía colombiana, que sería
confirmada en el espiral de circulación financiera sin acumulación de capital de nuevos
activos en la segunda mitad de la década de los 70, como es planteado por Misas (2002).
P á g i n a | 81
En términos generales, el periodo 1975 a 1980, la demanda agregada y actividad
económica fueron favorables a los choques externos positivos que persistieron ante las
medidas anticíclicas aplicadas, generando un crecimiento económico promedio anual de
5,7% en el periodo. El crecimiento fue acompañado por una inflación moderada con
respecto a los índices históricos (22,5%), un balance del gobierno Central y del Sector
Publico (-0,5% y -1%, respectivamente) y de cuenta corriente en balanza de pagos en
equilibrio y una tasa de cambio real apreciada durante ese periodo (20% entre 1975 y 1980)
(OCAMPO, 2015).
Desde 1978, en la administración de Turbay Ayala (1978 – 1982), se inició un
proceso expansionista en lo fiscal, de endeudamiento externo y de liberalización moderada
de importaciones en lo externo, manteniendo la contracción monetaria pero con un
instrumento nuevo: la venta de títulos del Banco de la República en Operaciones de
Mercado Abierto (OMA) que permitían la liberalización de las tasas de interés y reducción
de encajes monetarios, siguiendo con un proceso de profundización financiera.
Como consecuencia, en un entorno de auge de financiamiento internacional,
Colombia aumento su endeudamiento externo aunque de manera tardía16
(a diferencia de
México, Brasil y Argentina), que sería agravado por el choque de las tasas de interés de la
Reserva Federal de EEUU en 1979, lo que triplicó la deuda externa de US$ 5.000 millones
en 1978 a US$ 16.000 en 1986 (OCAMPO, 2015). Ante un panorama de elevadas tasas de
interés en EEUU, la reversión y restricción de los flujos de capital internacional, generó un
profundo deterioro en las cuentas externas e internas, que fue acompañado por una pérdida
en la confianza de las instituciones financieras extranjeras en la capacidad de pago de los
16 Vallejo (1986) plantea que la crisis de la deuda externa tuvo como elementos diferenciales el bajo
coeficiente de endeudamiento, un desequilibrio fiscal de menores proporciones y la afortunada
bonanza cafetera de 1986 como aspectos que soportaron los embates de la crisis. Por otro lado, existen
interpretaciones que incluyen, por ejemplo, los efectos de las transferencias en dólares de los negocios
ilícitos como el narcotráfico, que vivía un apogeo en esa época. Sarmiento (1990), estima que el
narcotráfico pudo contribuir entre 3 y 4% al PIB durante la década de los 80.
P á g i n a | 82
países de la región. Ni la política fiscal expansiva, ni el auge de financiamiento, ni el ciclo
de crédito que lo acompañó, se tradujo en un mayor crecimiento económico, por el
contrario, la economía se contrajo en 1982 para un crecimiento de 1% (año que es
declarada la moratoria mexicana), dando inicio a la crisis.
El acelerado y profundo deterioro de la cuenta corriente (que pasó de un superávit
de 2% en 1977 a un déficit de 7% en 1983), fue acompañado por el inicio de una
devaluación del tipo de cambio real (entre 1982 y 1986 se depreció 45%). La inflación
regresó con mayor fuerza, en un contexto de inestabilidad, surgimiento de déficits externo y
menores precios del café. La crisis fue, entonces, una combinación toxica entre una mayor
flexibilidad financiera y de endeudamiento sin control, deterioro del sector real de la
economía en los sectores estratégicos como la agricultura y la industria, una menor
capacidad exportadora dependiente de los precios internacionales de productos básicos, lo
que llevó a la economía a una contracción severa de la demanda junto a elevadas tasas de
interés (presionadas por una menor liquidez), que se llamó un efecto tijera, puesto que el las
empresas enfrentan una sin salida en la financiación y en la demanda por sus productos.
Esta situación fragilizó los balances patrimoniales de las empresas, la estructura de activos
y pasivos se vio afectada por un menor acceso a liquidez para pagar sus obligaciones.
Las políticas de ajuste a la crisis de deuda externa fueron basadas en una mayor
elevación de la tasa de interés, alimentada por las incertidumbres en los mercados de
capitales internacionales restringidos y por la liberalización interna que se mantuvo; un
ajuste fiscal moderado con la creación del Impuesto al Valor Agregado (IVA); reversión de
la apertura comercial con elevación de aranceles a la importación; un mayor control de
capitales y una aceleración de la devaluación del tipo de cambio para equilibrar la balanza
de pagos y transferir recursos para el pago de las obligaciones internacionales, junto con
una fuerte pérdida de reservas internacionales. Todas las políticas fueron recomendaciones
directas del Fondo Monetario Internacional con el fin de garantizar el pago y
reestructuración de la deuda externa.
P á g i n a | 83
Por otro lado, el Estado creó instrumentos e instituciones para el salvamento y
nacionalización de instituciones financieras para tratar de recuperar la confianza y la
tranquilidad de los ahorradores. Al mismo tiempo,
―el afán especulativo por parte de los grupos financieros por controlar otro tipo de
firmas bajo su dominio llevó a muchos banqueros a la figura antiética de los
autopréstamos, una figura donde fundamentalmente se canalizaba el ahorro privado
de una institución financiera hacia las necesidades personales o empresariales de
otras ramas o firmas del grupo‖ (GUEVARA, 2015).
La década terminaría con una mediocre recuperación sustentada en una mini
bonanza cafetera en 1986, una mayor concentración de capitales basada en la figura de
autopréstamos y motivada por políticas contra la represión financiera que terminaron por
favorecer la especulación y la consolidación de ventajas, una evidente incapacidad de las
instituciones económicas por controlar las mayores fluctuaciones de los flujos de capital
internacional y una mayor liberalización financiera que generó una fuerte presión sobre la
tasa de interés y la fragilidad de los balances de las empresas y las familias. En 1989 se
presenta el colapso del pacto de cuotas del Acuerdo Internacional del Café, lo que lleva a
que el precio internacional del grano sea determinado en las Bolsas de Valores
internacionales y commodities sujeto a la especulación, lo que obliga al gobierno acelerar
una fuerte devaluación del tipo de cambio para mantener la competitividad de las
exportaciones e intentar equilibrar la Cuenta Corriente de la Balanza de Pagos, pero al
mismo tiempo generando un proceso inflacionario (32,4% en 1990).
En cuanto al mercado de trabajo, es importante aclarar que en la década de los
setenta y ochenta, aun se mantenían las instituciones laborales activas creadas entre las
décadas de los treinta y sesenta, que permitían el cumplimiento del Código Sustantivo del
Trabajo, beneficios salariales dominicales y festivos, horas extras, estabilidad del empleo,
indemnización ante despidos injustificados, ampliación del fuero sindical, generando
mejores condiciones para el poder de negociación. Sin embargo, la estructura social y
P á g i n a | 84
laboral en Colombia fragmentada, desigual y estructuralmente heterogénea, permitía que
los beneficios sociales y salariales (convenciones colectivas que permitían negociar el
salario con base a la inflación pasada y participación en las ganancias de productividad)
abarcaran solo una parte de la clase trabajadora en grandes empresas y del Estado (sector
―moderno‖), mientras la mayoría reforzaba el carácter informal y poco competitivo de las
peques y medianas empresas (sector ―atrasado‖) (MISAS, 2002).
Sin embargo, durante la ―década perdida‖ se evidenció una productividad estancada, un
menor salario real, empeoramiento de la distribución del ingreso y de la riqueza, todas ellas
profundizadas por las políticas macroeconomías de ajuste, que generan mayor tensión del
conflicto distributivo (inflación) con desempleo, que no favoreció pretensiones de los
trabajadores durante esa década (MORENO, 2017). A su vez, altas tasas de interés y
maxidevaluaciones del tipo de cambio, incrementaron los problemas en la distribución y
participación del trabajo en el ingreso nacional (Wage Share). Sarmiento (1989) insiste en
que las altas tasas de interés implican bajos salarios sobre todo cuando en un contexto
nacional el precio de los bienes de capital depende significativamente de las importaciones.
2.2.2 Segunda etapa de liberalización (1991 – 2002)
La última década del siglo XX traería reformas políticas y económicas profundas
que transformaron la estructura productiva, financiera y laboral de Colombia. La crisis de la
deuda externa en América Latina de la década anterior y la crisis financiera local, crearon
un contexto para el viraje neoliberal bajo las recomendaciones condensadas en el Consenso
de Washington. Dichas reformas se materializaron durante los primeros cinco años de los
noventa, principalmente en una nueva Constitución política en 1991 (consideradas las
reformas de primera generación) y posteriormente en sucesivas reformas entre 1993 y 1996
(reformas de segunda generación).
P á g i n a | 85
Conforme Misas(2002), Ocampo (2015) y Guevara(2015) plantean, las reformas
estaban orientadas, en esencia, a la determinación de la autonomía del Banco de la
República, estableciendo como única responsabilidad el control de la inflación, basado en
una visión abiertamente monetarista; una liberalización y desregulación de la cuenta de
capital y financiera acorde al libre flujo de capitales del Sistema Monetario Internacional y
al auge del ciclo financiero internacional; una apertura comercial fuerte y rápida basada en
una reforma arancelaria; la flexibilización del control de cambios con la creación de un
mercado libre y otro regulado de divisas, para eliminar el monopolio y centralización del
BanRep en la realización de transacciones en el mercado cambiario, que abrió la
posibilidad para operaciones especulativas contra el peso colombiano; una disciplina fiscal,
definiendo prioridades del gasto público focalizada junto con reformas tributarias
regresivas; mayor garantía a los derechos de propiedad y masivas privatizaciones de
empresas estatales, la banca pública y otros servicios sociales como las pensiones que
entran a tener un control parcial y creciente por parte de capitales financieros nacionales y
extranjeros; una reforma laboral (ley 50 de 1990) que inició un largo pero intenso camino
hacia la flexibilización del mercado laboral (que se analizará en detalle en las próximas
secciones). Todos estos elementos permiten confirmar que en esta etapa se consolida la
financiarización de la economía colombiana, ingresando ―formalmente‖ a la globalización
(MISAS, 2002; OCAMPO, 2015; GUEVARA, 2015).
La liberalización financiera coincide con un ciclo de auge de flujos de capital
internacional a comienzos de la década de los noventa que termina en violentas crisis
financieras y cambiarias que se extenderían a gran parte de las economías periféricas a
partir entre 1994 y 2001. En este punto es importante insistir que el proceso de
globalización y financiarización se da de manera diferenciada entre países periféricos y
centrales. En los países periféricos, el proceso inicial se da con la liberalización de la cuenta
de capital y financiera, mientras en los países centrales se da en el corazón de las
instituciones financieras y grandes corporaciones (GARCÍA ARIAS, 2015).
P á g i n a | 86
En ese sentido, determinar las etapas del comportamiento de los flujos de capital en
Colombia, permiten comprender el ciclo económico y financiero que terminó en la mayor
crisis de la historia del país en 1999, el cual se encuentra estrechamente vinculado con la
liberalización económica.
Una primera etapa comprende el periodo de 1990 a 1997, en el que se evidencian
crecientes flujos de capital al país, con entradas significativas de capitales a corto plazo
entre 1993 y 1995, acompañados por fuertes entradas de capital vía Inversión Extranjera
Directa y endeudamiento externo entre 1996 y 1997. Vale la pena resaltar que una parte
importante de estos capitales entro al país como parte de los procesos de privatización de
esta época en sectores como el bancario, el energético y las telecomunicaciones.
Una segunda etapa está asociada a la salida de flujos de capital después de 1998 y se
prolonga hasta 2002. Estos diferentes flujos de capital y en especial los de corto plazo
abandonan el país con las crisis asiáticas y rusas del 97 y 98 de la mano de la crisis política
del Gobierno de la época y el deterioro en los términos de intercambio. Este contexto que
agrava la situación macroeconómica del país es parte de los elementos de la crisis de 1999.
Este comportamiento cíclico de la cuenta de capitales muestra la dimensión de la
asimetría financiera y la financiarización en economías periféricas, en donde el auge
problemático de la finanza en las que los flujos financieros de corto plazo y de
endeudamiento externo generan un ―boom‖ temporal que desencadena estructuras más
riesgosas a la Minsky (1992) y por lo tanto terminan en ―bust‖ como en 1999. En efecto, el
auge de flujos de capital, junto con las reformas financieras y bancarias engendró un boom
de crédito inestable: la relación de Cartera sobre el PIB creció entre desde el 20% en 1990 a
casi 35% del PIB en 1998 (GUEVARA, 2015).
Las políticas macroeconómicas para enfrentar la inflación heredada de la década de
los 80, fue una combinación de apertura comercial fuerte con una intervención masiva del
P á g i n a | 87
BanRep a través de la venta de títulos en Operaciones de Mercado Abierto para
contrarrestar los efectos monetarios de acumulación de reservas al comienzo de la década,
terminaron en una contracción de la demanda agregada y un crecimiento Stop and Go. Otro
resultado fue el inicio de una revaluación del tipo de cambio, generada por una mayor
entrada de flujos de capital y decisiones de política del BanRep hacia una mayor
flexibilidad controlada del tipo de cambio (a parir de 1994) y ampliación de la base
monetaria, manteniendo elevadas tasas de interés (OCAMPO, 2015).
Desde 1992, Colombia acumularía crecientes déficits en cuenta corriente (en niveles
de 7% del PIB entre el 93 y el 98) junto a una revaluación real del tipo de cambio regresiva
(30% entre 1992 y 1997) que afectaría estructuralmente a los sectores productivos
nacionales por el consecuente abaratamiento de las importaciones. Las crisis asiática y rusa,
encontraron a Colombia en una situación inestable y frágil por una sobrevaluación del tipo
de cambio, altos déficit en cuenta corriente, acelerado endeudamiento externo (US$ 17.278
millones en 1992 a US$ 36.825 millones en 1999) y altas tasas de interés (la tasa de interés
activa llego a 20% en 1998 y la pasiva a 10% en el mismo año. La tasa de interés
interbancaria se elevó a 50% en 1999 y la de intervención del Banco de la República a
33%). Por otro lado, el endeudamiento interno crecía aceleradamente por colocaciones de
Títulos de Tesorería (TES) que garantizaba menores riesgos y altas rentabilidades por las
altas tasas de interés. Los altos niveles de endeudamiento junto a los choques de tasa de
interés golpearon fuertemente los balances del gobierno, al elevarse el servicio de la deuda
interna y externa.
La introducción de una banda cambiaria para controlar el tipo de cambio trató de
evitar una devaluación recesiva y las presiones inflacionarias, fue contrarrestada por los
fuertes ataques especulativos contra el peso colombiano. Esto llevó al BanRep a elevar las
tasas de interés a uno de los niveles más altos de la historia, reforzando las presiones
recesivas. Los actores rentistas financieros bajo continúas operaciones especulativas de
compras de divisas en busca de ganancia financiera, generó inestabilidad y una respuesta
agresiva por parte de la autoridad monetaria con efectos adversos sobre las personas con
P á g i n a | 88
deudas indexadas a tasa DTF (Depósito a Término Fijo)17
, que llegó a 35% en agosto de
1998. También se verían perjudicados quienes tenían deudas y pasivos en dólares, dada una
fuerte devaluación real del tipo de cambio (cerca del 30% entre 1997 y 2000) (OCAMPO,
2015; GUEVARA, 2015).
Según Misas (2002), la elevación de la tasa de interés ―dio lugar a un proceso de
endeudamiento inestable para muchos deudores (especialmente hipotecas de vivienda), a un
aumento de la cartera mala dentro del total de las instituciones financieras, a la disminución
de sus tasas de rentabilidad y provisiones insuficientes para amparar los créditos malos y
problemas de liquidez‖. Esta situación llevó a Colombia a declarar la emergencia
económica en 1999, entrando en la mayor crisis de su historia: el PIB cayó 4,5%, el
desempleo se elevó al 20% y expandiendo la informalidad a niveles superiores al 40%. La
desindustrialización y quiebra del sector agropecuario fueron intensas y perdieron
significativa participación el producto nacional (la industria pasó del 22 al 14% entre 1992
y el 2000 mientras la agricultura del 22 al 7% en el mismo periodo). El PIB per cápita tan
solo se recuperaría a los niveles de 1997 en el 2003, por esa razón este periodo de
consolidación de la financiarización y globalización se extiende hasta ese año.
Las políticas y gestión de la crisis financiera estuvieron basadas, al comienzo en
medidas de asistencia a los deudores entre las que se encontraban alivio a las personas que
tenían grandes deudas hipotecarias, operaciones de compra de cartera, reliquidaciones de
créditos de vivienda, así como recursos para el Fondo de Garantías de Instituciones
Financieras (FOGAFIN) para sanear el sector financiero. Al mismo tiempo, el Fondo
Monetario Internacional (FMI) establecería acuerdos para iniciar un agresivo ajuste fiscal
basado en políticas de austeridad, especialmente enfocadas al recorte de recursos a los entes
territoriales, ampliación de la base del impuesto de renta de personas naturales, extinción de
17
La DTF es una tasa o porcentaje muy utilizada, principalmente en el sistema financiero. Se calcula como el
promedio ponderado de las diferentes tasas de interés de captación utilizadas por los bancos, corporaciones
financieras, corporaciones de ahorro y vivienda y compañías de financiamiento comercial para calcular los
intereses que reconocerán a los certificados de depósito a término (CDT) con duración de 90 días.
P á g i n a | 89
bancos públicos y una nueva ola de privatizaciones, todas orientadas al cumplimiento en los
pagos de interés de la deuda pública (interna y externa). El país entraría en una ―trampa‖ de
endeudamiento dado que ―paga para endeudarse y se endeuda para pagar‖, una espiral que
arrasa con los salarios, las ganancias productivas y absorbe el ahorro (privatizaciones
incluidas), al pago cumplido de la deuda (SUAREZ, 2002).
En cuanto al mercado del trabajo, como ya se mencionó antes, entre las reformas del
comienzo de la década, se encuentra la ley 50/1990 que inició un intenso proceso de
flexibilización, principalmente de la contratación temporal de mano de obra, la facilitación
del despido después de diez años de antigüedad del trabajador, a cambio de una mayor
indemnización y sujeta en cualquier caso a la demostración de "justa causa" del despido, y
la eliminación de los sobrecostos que implicaba el anterior régimen de cesantías. La
reforma sustituyó el anterior sistema por uno de ahorro forzoso en fondos de cesantía para
nuevos trabajadores, y permitió la negociación entre la empresa y los trabajadores antiguos
para trasladarlos al nuevo régimen a cambio de una indemnización. En ese periodo también
se firmó la ley 550 de 1999, la cual sirvió para suprimir numerosas convenciones colectivas
y facilitar despidos masivos. Uno de los efectos inmediatos de estas modificaciones fue el
aumento de la participación del empleo temporal en el empleo total urbano, que pasó de
15,8% a 20% entre 1990 y 1997 (OCAMPO et al, 2000).
Para Moreno (2017), esta fue una década de la edad platino incipiente, en la que se
presenta una presión inflacionaria en los primeros años, que fue corregida con políticas
monetarias restrictivas y que se consolida con el esquema de inflación targeting, lo que
consolida un patrón de desigualdad permanente, con altas tasas de interés y un desempleo
de dos dígitos, que menoscaba profundamente el poder de negociación del trabajo en estos
años como consecuencia de la flexibilización laboral. Esto permitió que la brecha entre la
productividad y los salarios se ampliara de manera muy significativa, haciendo de la
economía colombiana una de las más desiguales del mundo.
P á g i n a | 90
2.2.3 Tercera etapa de consolidación neoliberal (2003 – 2018)
El último periodo que inicia en 2003 y se extiende hasta la actualidad, corresponde a
la etapa de consolidación del modelo neoliberal a diferencia de varios países de América
Latina como Brasil, Argentina, Bolivia, Ecuador y Venezuela, quienes establecieron
políticas económicas y sociales que se alejaron (unos más que otros) de las orientaciones de
los organismos multilaterales y determinaciones de los grandes centros mundiales.
Colombia, junto a México, Perú y Chile, entre otros, profundizó las reformas de
liberalización económica por medio de acuerdos y planes multilaterales que determinaron
el comportamiento macroeconómico y del mercado laboral durante los últimos 15 años.
Tanto en los gobiernos de Álvaro Uribe Vélez (2002-2010) como de Juan Manuel Santos
(2010-2018), ―la política económica central fue la adecuación de la economía nacional a las
necesidades del capital financiero internacional, demandantes del máximo lucro posible con
el mínimo riesgo, la cual se denominó „Confianza Inversionista‟‖ (SUAREZ, 2010).
Esta etapa coincide con una fuerte expansión del ciclo de capitales el cual fue
creciente durante todo el periodo, con una pequeña interrupción durante la crisis del
Atlántico Norte (2008-2009), pero que retomo su trayectoria en los siguientes años. Ligado
a la fase creciente del ciclo de liquidez internacional, los precios de los commodities
registraron un boom de precios altos que se mantuvieron hasta el 2014, cuanto el precio del
barril de petróleo cayó de cerca de US$ 110 a menos de UD$ 40. Lo mismo sucedió con
precios de otras materias primas como el carbón, níquel y oro. Estas tendencias
retroalimentaron las dinámicas de financiarización en un contexto de elevadas inversiones
(directas y de portafolio) asociadas al sector minero-energético del país y al sector
financiero. Como ya se mencionó, el proceso de globalización en Colombia fue afianzado
con Tratados de Libre Comercio (TLC) y el ingreso del país a la OCDE en 2018.
En este periodo, Colombia firmó una serie de ―documentos estratégicos‖ que
determinaron su política económica ―adecuada por el Departamento de Estado de Estados
Unidos, modelada por el FMI y administrada por el Banco Mundial‖ (SUAREZ, 2010), lo
P á g i n a | 91
que llevó a la economía nacional ser un producto “Made in USA” en una etapa de
―recolonización de una nación estratégica y de importancia continental para los intereses de
los Estados Unidos‖ (SUAREZ, 2010). Comenzando con el Plan Colombia diseñado en
Washington al amparo de la lucha contra el narcotráfico y los grupos armados (sin
significativos resultados), abarcó casi todos los aspectos esenciales en las esferas
económica, política y de las instituciones públicas. El objetivo económico del Plan se
cumplió a cabalidad, dado que incluía negociaciones y acuerdos con el FMI, austeridad
fiscal, ampliación del IVA, congelamiento de salarios de servidores públicos, reformas a la
seguridad social, una mayor liberalización del sector financiero, nuevas privatizaciones de
empresas estratégicas, mayor apertura comercial y de la cuenta de capitales, etc. La
financiación del Plan Colombia fue 71% aportada en títulos de deuda del país, 26% de
cooperación de Estados Unidos y 3% de cooperación de otros países, que en contrapartida
le permitió a diversas firmas norteamericanas obtener lucrativos contratos (especialmente
en seguridad y defensa) (SUAREZ, 2010).
En los tres acuerdos con el FMI (1999-2002, 2003-2004, 2005-2006), se
establecieron un conjunto de políticas económicas detalladas para crear las condiciones y
asegurar que el capital financiero extranjero, gozara de plenas garantías, tanto en la
inversión como en la remisión de utilidades. Reformas tributarias orientadas a al aumento
de los impuestos indirectos, la creación de reglas fiscales, nuevas privatizaciones de
entidades públicas territoriales y bancos, reformas a la seguridad social y al sistema de
salud (en un proceso de privatización desde la ley 100/93), entre otras, fueron cumplidas
rigurosamente y evaluadas permanentemente por parte de los organismos multilaterales.
En el mismo sentido, en un documento del BM “Colombia 2006-2010: Una
ventana de oportunidad”, se instauraron las bases políticas y económicas para adecuar al
país a los Tratados de Libre Comercio que firmaría con Estados Unidos, Europa, Corea del
Sur, entre otros. En él se recomienda reducir nuevamente las transferencias a entes
territoriales, ampliar la base del impuesto del IVA y de renta para personas naturales y
reducir las cargas tributarias al capital, mayor profundización financiera, profundizar la
P á g i n a | 92
flexibilización laboral, entre otras. Al mismo tiempo crea ―políticas sociales‖
asistencialistas y focalizadas para intentar aliviar parcial y temporalmente las secuelas
sociales de las políticas económicas regresivas. Finalmente, entre 2014 y 2018 se realizaron
reformas (tributarias, laborales, comerciales, entre otras) orientadas a alinear la economía
nacional para ingresar a la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico
(OCDE) que consolida el intenso y obediente proceso de recolonización económica y
política. Una nueva legislación se adecuaría a este propósito durante los años del periodo
analizado (SUAREZ, 2010).
En la política macroeconómica, sobresale la flexibilidad del tipo de cambio (desde
1999) que presentó una fuerte y constante revaluación experimentada durante el 2003 y
2014 (revaluación real del 48%) por el masivo ingreso de capitales (IED, portafolio y
endeudamiento externo). En el frente externo, la economía colombiana presentó déficits en
cuenta corriente de la balanza de pagos muy significativos durante todo el periodo (en 2016
llegó a 7,5% del PIB, el más alto en la historia), lo que deterioró la posición de la inversión
internacional al acumular crecientes pasivos externos (stocks) que crean condiciones de
inestabilidad y permanente desequilibrio externo e interno. Las importaciones abaratadas
afectaron aún más los productores de bienes transables, agudizando el proceso de
desindustrialización y desagriarización del país.
El crecimiento del PIB y de la demanda agregada se mantuvo con características de
Stop and Go, fundamentado principalmente en el boom de los precios de los commodities,
exportaciones hacia Venezuela (hasta 2006) y remesas de colombianos en el exterior. La
inflación se mantuvo baja, hasta que en 2014 los precios del petróleo y otros commodities
se desplomaron, lo que inevitablemente generó un proceso de devaluación real del 40%
acompañado por la especulación del tipo de cambio que aceleró la inflación entre 2015 y
2017 (en su punto más alto, llego a 8,1% en agosto de 2016). Como respuesta, el BanRep
aumento la tasa de interés (se mantuve en 7,75% entre agosto y diciembre de 2016), lo que
contrajo la demanda agregada y deterioró la producción anémica y el empleo precarizado.
P á g i n a | 93
La explosión del endeudamiento (externo e interno, público y privado) ha sido una
característica del periodo, creando condiciones de inestabilidad estructural en la gestión del
Estado colombiano. Según información del Banco de la República, aumentó 227% entre
2003 y 2017, al pasar de US$ 38 mil millones a US$ 124 mil millones, que corresponde al
40% del PIB. En este caso, es significativo que ha crecido más rápido la deuda de corto
plazo (428%) que la de largo plazo (208%), al mismo tiempo que los sectores privados, se
endeudaron más que el sector público (290% vs 192%). El pago de interés y amortizaciones
al capital ha sido de US$ 169 mil millones entre 2003 y 2017, lo que indica que Colombia
entró al círculo vicioso del deudor que ―paga para endeudarse y se endeuda para pagar‖.
Por su parte, la deuda (interna y externa) del Sector Público no Financiero (SPNF),
ha crecido 255% entre 2003 y 2017, para llegar a una cifra récord de 500 billones de pesos
que corresponde al 55% del PIB. En ella el 60% corresponde a deuda interna y el 40% a
deuda externa (en dólares). La deuda interna, principalmente en bonos y títulos, se
encuentra en manos de bancos privados, fondos de cesantías y pensiones privados y fondos
extranjeros (75 billones de pesos en septiembre de 2018, cerca del 30% de la deuda
pública). Todos estos elementos han generado una fuerte presión en el manejo fiscal y
presupuestal del gobierno, dado que el peso del servicio a la deuda se ha mantenido entre el
25 y 30% desde el 2006 como el principal rubro de los gastos anuales. Esto ha llevado a
sucesivas reformas tributarias tendientes a aumentar los ingresos tributarios principalmente
por medio de impuestos indirectos (IVA), sobretasa a la gasolina e impuestos directos como
renta a personas naturales. Los aumentos en dichos impuestos ha compensado la reducción
de impuestos directos (renta y otros) a las personas jurídicas (empresas).
Este también fue un periodo de fuerte concentración y extranjerización del sector
financiero, basado en la figura de la multibanca, es decir una entidad que agrupa diversas
servicios financieros, dejando tras los bancos especializados y específicos (crédito
hipotecario, comercial, de consumo, microcrédito, etc) El tercer momento de
P á g i n a | 94
financiarización en Colombia tiene como uno de los elemento claves, la fuerte tendencia a
realizar fusiones y adquisiciones que dan lugar a la conformación de actores financieros
muy fuertes en manos de los principales grupos económicos del país (Grupo AVAL y
Grupo Empresarial Antioqueño –GEA). Según Contreras (2012), la concentración (de la
cartera, utilidades, activos, del sector se dio de manera vertiginosa entre 2005 y 2017,
configurando una oligopolización de la banca, imponiendo elevadas barreras de entrada y
mayores costos para los usuarios, por medio de los elevados márgenes de intermediación
que aún persisten. A su vez, estos conglomerados financieros que controlan los fondos
privados de pensiones, las fiduciarias, medios de comunicación, entre otros, han encontrado
en las operaciones de Carry Trade la obtención de elevados márgenes de ganancia a partir
de la abundancia de capitales extranjeros durante el periodo. En un contexto de altos
niveles de endeudamiento, altos márgenes de intermediación, concentración bancaria en
manos de grupos económicos, y posibles escenarios futuros de fragilidad financiera, no se
descarta una fuerte crisis en este tercer momento de financiarización en Colombia.
(GUEVARA, 2015)
En otros estudios más recientes, se ha analizado la economía colombiana como el
ejemplo de un proceso macroeconómico conocido como la Enfermedad Holandesa
Financiera (EHF), desarrollado por Alberto Botta (2015a, 2015b). En su contribución,
parte de los conceptos de Enfermedad Holandesa tradicionales18
, pero considera los efectos
de abundantes flujos de capital aplicados a los recursos naturales sobre la estabilidad
macroeconómica de las economías receptoras. Para Botta (2015a), los flujos de capital
(IED e Inversión de portafolio) dirigidas a los recursos naturales de los países en desarrollo
afectan directamente su estructura productiva (y, en consecuencia, su potencial de
18 De acuerdo con Botta (2015a), la literatura sobre la enfermedad holandesa por lo general la describe
como un fenómeno real de la economía. En otras palabras, el auge de los recursos naturales o los
enormes flujos de Inversión Extranjera tienden a aumentar el gasto interno y alterar los precios
relativos nacionales en favor de los bienes no comerciables. Esta apreciación del tipo de cambio real
tiene un impacto negativo en el desarrollo de los sectores transables no tradicionales, reduciendo su
rentabilidad y competitividad. Es probable que se lleve a cabo un proceso de desindustrialización, que
posiblemente reduzca el potencial de crecimiento a largo plazo (Ver Sachs y Warner 1995, 2001; Ros
2001).
P á g i n a | 95
crecimiento), pero también afectan el equilibrio de su equilibrio externo. En un régimen de
tipo de cambio flexible, por ejemplo, la inversión extranjera a largo plazo puede inducir la
apreciación del tipo de cambio. La apreciación del tipo de cambio, que es primero nominal
y luego real, puede atraer inversiones de cartera adicionales al reducir los riesgos percibidos
de los países o aumentar las expectativas de ganancias de capital. Las entradas de capital de
cartera, a su vez, retroalimentan la dinámica del tipo de cambio y pueden llevar a una
apreciación aún mayor.
Dos escenarios indeseables pueden surgir de este proceso. Primero, la apreciación
del tipo de cambio afecta la rentabilidad de la manufactura nacional, reduce su
competitividad externa y probablemente la lleva a perder peso con respecto al sector de
recursos naturales. Esto corresponde a lo que generalmente se reivindica con los modelos
de enfermedad holandeses tradicionales, aunque en este caso lo determinarán los
mecanismos financieros y monetarios, es decir, los nominales, en lugar de los reales.
Segundo, y quizás más relevante, la espiral económica mencionada anteriormente
puede revertirse abruptamente si los agentes económicos evalúan la acumulación de deuda
externa y la apreciación del tipo de cambio como procesos insostenibles. Las rápidas
inversiones de capital, el colapso de la tasa de cambio y la inestabilidad macroeconómica
representan el riesgo potencial de crecimiento a largo plazo, y el desarrollo del sector
manufacturero en particular, ya que las inversiones productivas en el sector empresarial real
suelen ser muy sensibles a los ciclos boom-and-bost. A largo plazo, la EHF pueden
eventualmente llevar a una desaceleración permanente en la tasa de crecimiento de la
productividad laboral y en el ritmo del desarrollo económico.
Botta y otros autores (2015b) contrastaron sus hipótesis en un estudio de caso de la
economía colombiana, encontrando lo siguiente: (1) la existencia de una enfermedad
holandesa tradicional se debe a un gran aumento de las exportaciones mineras y una
P á g i n a | 96
apreciación significativa del tipo de cambio19
; (2) un aumento masivo de la inversión
extranjera directa, particularmente en el sector minero; (3) una política monetaria bastante
pasiva, que permite la apreciación profunda y constante del tipo de cambio, reforzada por el
incremento en la inversión de portafolio; (4) una gran distribución de dividendos de
Colombia al resto del mundo y la acumulación de pasivos financieros externos
insostenibles.
Además de esos hechos comprobados, los autores llaman la atención de los efectos
macroeconómicos de los flujos de capital que financian este proceso, dado que generan una
fuerte fragilidad financiera e inestabilidad económica. Al final, la economía colombiana
sufrió una fuerte desindustrialización con un aumento significativo de la deuda y pasivos
externos. En los años recientes, la repatriación de las ganancias de los inversionistas
extranjeros en el sector de la energía (así como el creciente déficit comercial de la industria
manufacturera) llevó a un deterioro en la cuenta corriente (en 2016 llegó a un máximo
histórico de 7,5% del PIB), de modo que la balanza de pagos se volvió negativa. El "boom"
se convirtió en un "bust" y, con tímidas intervenciones del BanRep, el tipo de cambio se
depreció, tal como ocurrió entre 2015 y 2017.
La inestabilidad financiera y el desequilibrio macroeconómico generado por la
acumulación de pasivos y deuda externa durante este periodo, con características evidentes
de un proceso de Enfermedad Holandesa Financiera, se ve agravado por los ataques
especulativos contra el peso colombiano que refuerzan los movimientos volátiles del tipo
de cambio.
Conforme explica Rossi (2016), las acciones orientadas a ganancias especulativas
son motivadas por los diferenciales de tasas de interés (internos y externos) y determinadas
por el comportamiento de la tasa de cambio entre la moneda periférica y el dólar
americano, en la compra y venta de activos y pasivos.
19
Ver Martínez (2014), Goda y Torres (2013) y Clavijo (2012).
P á g i n a | 97
Este proceso conocido como carry trade fue comprobado en un estudio del Banco
de la República realizado por Gamboa (2016), al encontrar que se realizaron este tipo de
operaciones durante el 2007, 2008 y 2012, en un periodo de estudio que comienzo en
marzo de 2003 y termina en marzo de 2015. Existen claros indicios que estas operaciones
aumentaron durante los años 2015 y 2018, cuando las expectativas de depreciación del tipo
de cambio (caída en los precios del petróleo) y el diferencial de la tasa de interés (para
controlar la inflación) aumentaron en estos años. Estos ataques especulativos intensificaron
los ciclos volátiles del tipo de cambio en Colombia y son elementos desestabilizadores de la
economía nacional. En mayo de 2018, el Banco de la República definió un nuevo régimen
cambiario que corresponde a una mayor flexibilización y liberalización de las operaciones
con divisas, al permitir la completa apertura en las operaciones de cambio a todos los
agentes nacionales y extranjeros sin importantes límites ni restricciones. Permite y
reglamenta (de manera flexible) las operaciones con derivados financieros y cambiarios,
Credit Default Swaps (CDS), endeudamiento e inversiones extranjeras, etc., lo que puede
generar mayores riesgos desestabilizadores en los próximos años.
En lo relacionado al mercado laboral, este fue el periodo donde se dio la mayor
flexibilización del trabajo en modificaciones profundas al Código Sustantivo del Trabajo
(CST) y en reformas constitucionales como las leyes 789 de 2002 (Reforma Laboral) y la
Ley 797 del mismo año (Reforma pensional) que trajeron mayores medidas de
desregulación asociadas a menores pagos de horas extras nocturnas (Solo después de las
10pm), festivos e indemnizaciones y a la vez elevación de la edad de pensión y mayores
montos en los aportes pensionales. Otras modificaciones como la creación de Zonas francas
laborales, el remplazo del contrato laboral por el contrato civil individual o a través de
cooperativas, para vincular trabajadores sin prestaciones sociales, reducciones de
indemnizaciones por despidos sin justa causa, eliminación de prestaciones extralegales de
los regímenes especiales (docentes, militares, empleados públicos), entre otras. Se
flexibilizó el contrato de aprendizaje, estipulando que la remuneración no es salarial y que
se puede fijar hasta en un 75% del salario mínimo. El decreto 1233 de 2008, formalizó las
P á g i n a | 98
Cooperativas de Trabajo Asociado (CTA), las cuales funcionan como tercerizadoras, que
legalizan trabajos sin jornada, ni estabilidad y derechos laborales, haciendo los ingresos
laborales 42% inferiores a los trabajadores contratados formalmente, dado que las empresas
no están obligadas a pagar primas, cesantías, pensión, EPS, riesgos profesionales y cajas de
compensación familiar (SUAREZ, 2010). En el decreto 1210 de 2008, se modificaron
artículos sobre la declaratoria de ilegalidad de huelga. En el Decreto 583 de 2016, se
legalizó la figura de tercerización (inclusive en actividades misionales o actividades fin),
condicionando a la simple notificación formal al trabajador de la decisión de la patronal de
cambiar la forma de vinculación, bajo el supuesto de buena fe y de respeto de los derechos
constitucionales y legales de los trabajadores, que en el contexto se traducen como la
liquidación del contrato directo (AHUMADA, 2017).
El gobierno de Iván Duque (2018-2022) inició una agresiva ofensiva para la aprobación
de reformas laboral, pensional y tributaria, entre otras, que van en el mismo sentido de la
flexibilización. En cuanto a la reforma laboral, se ha planteado un salario mínimo por
regiones, por profesiones, aumentar la edad de pensión, aumentar las semanas de cotización
para la jubilación, ampliar las CTA y formas de tercerización, entre otras, que socavan el
poder de negociación de los trabajadores y reducen su capacidad de exigencias salariales y
sociales.
2.3. Efectos en el mercado de trabajo
Las profundas transformaciones que sufrió la economía colombiana en el periodo de
la globalización durante las tres etapas analizadas anteriormente, configuran un marco en el
que la trayectoria del mercado de trabajo se desenvuelve. Tal como fue demostrado en la
sección anterior, las oleadas de reformas en la política macroeconómica coincidentes con
las etapas del proceso de globalización, fueron acompañadas por reformas laborales,
pensionales y tributarias que flexibilizaron el mercado de trabajo y desregularon las
cláusulas establecidas en el Código Sustantivo del Trabajo, desnaturalizando el contrato
laboral. En esta sección se realiza un análisis descriptivo de las principales variables del
P á g i n a | 99
mercado de trabajo en Colombia20
, con el objetivo de demostrar que tanto las reformas
macroeconómicas como las laborales en el periodo de la globalización ha deteriorado el
mercado de trabajo porque 1) ha generado menores puestos de trabajo, 2) el empleo que se
crea no reduce las elevadas tasas de informalidad, 3) el empleo es de menor calidad (una
porción elevada de empleados vulnerables y subempleados), 4) el empleo se crea en
sectores de menores salarios, principalmente comercio, 5) menores remuneraciones
relativas a la productividad y 6) una mayor desigualdad personal y funcional. A
continuación se presentan elementos que sustentan dichas características.
En el contexto internacional, Colombia presenta los peores índices e indicadores
laborales al comparar con los países de la OCDE y otros países de la región. Por ejemplo, a
pesar de que la tasa de desempleo en Colombia mostró una reducción importante al pasar
de 15,6% en 2002 a 9,5% en 2018, las cifras más recientes se mantienen muy por encima
del promedio de la OCDE en esta variable (5,8%), y solo son superadas por las de Grecia,
España, Italia y Turquía (FEDESARROLLO, 2018) y levemente superior al promedio de
América Latina (8,8%) según datos de la OIT. Sin embargo, las diferencias más notorias
entre Colombia y los demás países de la OCDE no residen sin embargo en los indicadores
de participación laboral, ocupación y desempleo, sino en los correspondientes a la
informalidad. Los niveles de informalidad laboral de Colombia se encuentran incluso por
encima de los de muchos países en vía de desarrollo y de América Latina y el Caribe. La
informalidad es alta tanto para el caso de aquellas personas empleadas como para las que
trabajan por cuenta propia. El nivel de informalidad en empleados en Colombia alcanzó
42% (DANE), mientras que en países como Chile fue inferior al 10%. Por su parte, la
informalidad en trabajadores cuenta propia alcanzó 80%. Los trabajadores de cuenta propia
corresponden a cerca del 52% de los ocupados totales, lo que constituye un mercado laboral
altamente informalizado y vulnerable, dado que en general, los trabajadores informales
carecen de seguridad social, acrecentando los problemas de desigualdad y pobreza.
20 Las estadísticas del mercado de trabajo en Colombia se encuentran basadas en distintas Encuestas de
Hogares que han sido modificadas a lo largo del tiempo, lo que dificulta su análisis, interpretación y
comparación. Sin embargo, en algunos casos se optó por comparar tasas a pesar de que la base de las
Encuestas haya cambiado (número de ciudades) o en otros casos se usaron bases de datos de
investigadores que han realizado empalmes con rigor técnico como Pulido (2012).
P á g i n a | 100
Adicionalmente, en Colombia no existe un seguro contra el desempleo como los de la
mayoría de los países de la OCDE y en algunos de América Latina, al mismo tiempo que en
Colombia el sistema pensional en su mayoría se encuentra privatizado.
Las características básicas del mercado de trabajo en Colombia son las siguientes: la
tasa general de participación (TGP) creció de 55% a 67% entre 1884 y 2018 en las 23
ciudades que se realiza la Gran Encuesta Integrada de Hogares (GEIH) realizada por el
DANE. De estos, 23 millones de personas se encuentran ocupados en 2018. La tasa de
ocupación pasó de 47,9% en 1984 a 59% en 2018. Por su parte, la población desocupada es
de 2,3 millones en el 2018, que corresponde a una tasa de desocupación del 10%.
GRÁFICO 9: TASA GENERAL DE PARTICIPACIÓN, TASA DE OCUPACIÓN Y TASA DE
DESOCUPACIÓN (%)
Fuente: Elaboración propia, con base en DANE (2018)
En cuanto la tasa de desempleo (total nacional-23 ciudades), se encuentra que la
proporción de desocupados sobre el total de la fuerza de trabajo se ha mantenido alta
durante las tres etapas de la globalización en Colombia. En el grafico 10se aprecia como en
la década de los 80, la tasa de desempleo fue en promedio 11,4%, en la década de los 90 de
10,8% y en las siguientes se elevó el promedio a una tasa de 12,8%. El pico más alto de
desempleo en el periodo analizado corresponde a diciembre de 2000, como consecuencia
de la aguda crisis económica vivía en 1999.
0,0
10,0
20,0
30,0
40,0
50,0
60,0
70,0
80,0
TGP TO TD
P á g i n a | 101
El comportamiento del desempleo en Colombia evidencia que: 1) un elevado
número de desocupados en la economía, que es mayor al promedio de la región, 2) el
desempleo presenta una alta sensibilidad ante los ciclos económicos, dado que la tasa de
desocupación crece rápidamente a elevadas tasas en periodos de crisis económica como a
mediados de la década de los 80 (década perdida) y especialmente a finales de la década de
los 90 y comienzo de la primera década del siglo XXI. 3) la tasa de desocupación del país
presenta una alta elasticidad ante los ciclos económicos y se comporta de manera
asimétrica: por ejemplo, el desempleo creció de 8,7% en 1995 a 20,5% en 1999, es decir en
5 años creció cerca de 12 puntos porcentuales, mientras que en la recuperación, tardó 14
años (de 1999 a 2013) para retornar a una tasa de 9,62%.
A manera de hipótesis, se puede decir que la economía colombiana presenta rasgos
característicos de una economía periférica, al mostrar un comportamiento caracterizado por
un desempleo elevado, elástico al ciclo económico y asimétrico en cuanto a su
deterioro/recuperación. Eso podría evidenciar una mayor vulnerabilidad del mercado de
trabajo ante el deterioro de las condiciones económicas externas e internas basadas en los
ciclos internacionales de capital (asimetría financiera), la incapacidad de las autoridades
económicas para contrarrestar esos impactos (asimetría macroeconómica) y los efectos
sectoriales y productivos de una división internacional del trabajo dominada por las CGV
(asimetría productiva), dentro de un nuevo patrón de acumulación del capital
(financiarización).
P á g i n a | 102
GRÁFICO 10: TASA DE DESEMPLEO DESESTACIONALIZADO (TOTAL NACIONAL).
(1981-I A 2018-III)
Fuente: Pulido (2011) y DANE (2018), elaboración propia.
En el gráfico 11 se muestra la creación de empleos trimestral (diferencia de
trimestre a trimestre) de la economía colombiana. Se evidencia que la capacidad de generar
puestos de trabajo ha pasado de 125 mil por trimestre en la década de los 80 a 54 mil en la
década de los 90. En las décadas siguientes se observa una recuperación en la creación de
empleos llegando a 103 mil por trimestre entre 1999 y 2013, sin embargo, en los últimos
años (2014-2018), con una tasa de crecimiento económico menor a 2%, la creación de
empleos se redujo considerablemente a 72 mil por trimestre.
11,4%
10,8%12,8%
0
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0,1
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8
P á g i n a | 103
GRÁFICO 11: CREACIÓN DE EMPLEOS POR TRIMESTRE (TOTAL NACIONAL)
(1981-I A 2018-III)
Fuente: Pulido (2012) y DANE (2018). Elaboración propia.
Tanto la tasa de desempleo como la creación de puestos de trabajo son alteradas
significativamente por una mayor tasa de trabajadores inactivos en la economía. En el
periodo de 2001-I a 2018-III (única serie disponible en el DANE, 2018) como se muestra
en el gráfico 12, se evidencia que el número de inactivos pasó de 11,7 millones de personas
a 14,2 millones. Al comparar el número de inactivos con el número de ocupados, se
encuentra que en 2001 esta proporción fue de 71%, se elevó a 84% en 2007-2008 y después
cae a niveles de 65% entre 2012 y 2018. Según una reciente encuesta del DANE sobre esta
población, se observa que entre el 43 y 45% de los inactivos (que trabajaron el último año)
dejaron y desistieron de buscar trabajo por razones económicas (despido, trabajo
insatisfactorio, cierre o dificultades de la empresa, trabajo temporal terminado). Es decir,
una porción significativa de la población trabajadores de Colombia, ha dejado de buscar
trabajo durante los últimos años por razones económicas (conocidos como ―desahuciados‖)
alterando las tasas de desempleo y de ocupación del país.
-550
-350
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50
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7
P á g i n a | 104
GRÁFICO 12: NUMERO DE INACTIVOS, INACTIVOS/OCUPADOS (%) E INACTIVOS POR
RAZONES ECONÓMICAS (%)
(2001-I A 2018-III)
Fuente: DANE (2018). Elaboración propia.
GRÁFICO 13: EMPLEO VULNERABLE
(1982-I A 2018-III)
Fuente: DANE (2018) y DNP (2018). Elaboración propia.
La creación de empleo en Colombia cada vez más se hace en condiciones de
vulnerabilidad que muy probablemente son empleos precarios. La tasa de empleo
vulnerable (trabajadores por cuenta propia, empleados domésticos y no remunerados sobre
el total de ocupados) muestra una tendencia creciente a lo largo del horizonte temporal
0
0,1
0,2
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16
Inactivos (Miles) Inactivos/Ocupados (%, Eje derecho)
Inactivos (Razones Economicas)
0,2
0,3
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0,5
19
82
Empleo Vulnerable (7 Ciudades-ENH) Empleo Vulnerable (13 Ciudades-ENH)
Empleo Vulnerable (23 Ciudades-GEIH)
P á g i n a | 105
analizado (1982-I a 2018-III), pasando de 34% en 1982 a 43% en 2018 como se muestra en
el gráfico 13. Si bien la trayectoria no es continua y las bases de información de las
diferentes encuestas (Encuesta Nacional de Hogares para 7 y 13 ciudades, GEIH para 23
ciudades), se evidencia un deterioro en la generación de puestos de trabajo. La tasa de
empleo vulnerable creció significativamente (de niveles de 32% en a mediados de la década
de los 90 a niveles superiores del 40% en las décadas siguientes), asociados con las leyes de
flexibilización laboral (ley 50/90, ley 789/03 y decretos 1233/08 y 583/16). Las
modificaciones al Código Sustantivo del Trabajo junto con la creación de Cooperativas de
Trabajo Asociado y después la legalidad de diferentes figuras de tercerización laboral,
condicionaron a los trabajadores, especialmente lo de cuenta propia o independientes que
corresponden al 38% de los ocupados (2018), a condiciones de precarización e
informalidad. En efecto, el 80% de los trabajadores de cuenta propia es informal (DANE,
2018).
GRÁFICO 14: TASAS DE INFORMALIDAD (GEIH -23 CIUDADES)
(2007-I A 2018-III)
Fuente: DANE (2018). Elaboración propia
En el grafico 14se muestra la trayectoria de las tasas de informalidad laboral entre
2007-I y 2018-III, donde se observa que se reduce en dicho periodo pero persisten elevados
niveles de informalidad (63% en 2018). Como ya se había mencionado, el país presenta uno
de las tasas de informalidad más elevadas de América Latina, que en 2018 presentaba una
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0,45
0,5
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17
20
18
Tasa Informalidad (DANE) Tasa Informalidad (Afiliación SS)
P á g i n a | 106
tasa del 53% (OIT, 2018). Si se analizan las tasas de informalidad según la definición del
DANE21
, se muestra que esta se mantuvo en promedio alrededor del 50% en ese periodo,
con una reducción a partir de 2013. Los niveles de informalidad son críticos si se toma
como referencia la afiliación de trabajadores a la seguridad social (aportantes al régimen de
pensiones), ya que esta llegaría a niveles de 65% en promedio entre 2007 y 2018, a pesar de
las modificaciones a las leyes laborales que obligan a los trabajadores a cotizar a salud y
pensión, así estos sean trabajadores por cuenta propia22
. Según la OIT23
en 1992 la tasa de
informalidad en Colombia era de 45% en 1992, luego creció a niveles de 55% en el 2002 y
comenzó a caer lentamente hasta llegar a 47% en 2017. Es decir, la persistencia de
informalidad laboral en Colombia se encuentra en niveles similares a los del comienzo de la
década de las reformas de flexibilización y tercerización del trabajo.
Cuando se analiza la creación de empleo formal e informal anual (gráfico 15), se
observa que entre 2007 y 2018,se crearon empleos formales e informales en una proporción
similar (en promedio, por cada dos puestos de trabajos que se crean, uno es informal y otro
formal)lo que podría evidenciar la escaza capacidad de la economía de quebrar con los
circuitos económicos informales que prevalecen en la estructura productiva nacional. Vale
21 Según el DANE (2018), un trabajador informal se consideran a las personas que durante el período
de referencia se encontraban en una de las siguientes situaciones: 1. Los empleados particulares y los
obreros que laboran en establecimientos, negocios o empresas que ocupen hasta cinco personas en
todas sus agencias y sucursales, incluyendo al patrono y/o socio; 2. Los trabajadores familiares sin
remuneración en empresas de cinco trabajadores o menos; 3. Los trabajadores sin remuneración en
empresas o negocios de otros hogares; 4. Los empleados domésticos en empresas de cinco trabajadores
o menos; 5. Los jornaleros o peones en empresas de cinco trabajadores o menos; 6. Los trabajadores
por cuenta propia que laboran en establecimientos hasta cinco personas, excepto los independientes
profesionales; 7. Los patrones o empleadores en empresas de cinco trabajadores o menos; 8. Se
excluyen los obreros o empleados del gobierno.
22 A partir de la vigencia de la ley 100 de 1993, modificada por la ley 797 de 2003, los colombianos
vinculados por contrato de trabajo están obligados a cotizar al sistema general de seguridad social, esto
es pensión, salud y riesgos laborales. Quienes trabajan con contratos por prestación de servicios tienen
esta obligatoriedad con el sistema también.
23 La OIT define la tasa de informalidad según los criterios de categoría ocupacional, tamaño del
establecimiento (hasta cinco trabajadores) y nivel educativo. La tasa se construyó en base a las
encuestas de siete principales ciudades del país entre 1992 y 2000 y luego basado en las trece
principales ciudades desde 2001 (OIT, 2018).
P á g i n a | 107
la pena destacar que en el año 2018, se destruyeron 74 mil empleos informales, lo que
puede indicar una fuerte desaceleración en la economía colombiana (crecimiento menor al
2%) y debilidad en la creación de empleos, que se manifiesta en un mayor despido de
trabajadores informales, siendo los más vulnerables en condiciones de mayor flexibilidad
laboral.
GRÁFICO 15: CREACIÓN DE EMPLEO FORMAL E INFORMAL (GEIH -23 CIUDADES)
(2007A 2018)
Fuente: DANE (2018). Elaboración propia.
Esta característica del mercado de trabajo de Colombia también se evidencia en la
creación/destrucción de trabajo analizada sectorialmente. En el gráfico 16, se muestra como
anualmente, la mayoría del empleo se creó en los sectores de comercio y servicios y en una
menor proporción en los sectores de industria, agro, construcción y servicios públicos A su
vez, se muestra que la creación de empleo informal se da en una proporción aproximada de
uno a uno entre los dos grupos de sectores, mientras que en el empleo formal se están
creando más en los sectores de comercio y servicios, donde la informalidad es cercana al
67%.
-200
0
200
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1.000
2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016 2017 2018
Informales Formales
P á g i n a | 108
GRÁFICO 16: CREACIÓN DE EMPLEO FORMAL E INFORMAL EN LA INDUSTRIA Y EL
COMERCIO (GEIH – 23 CIUDADES)
(2007A 2018)
Fuente: Elaboración propia, con base en DANE (2018)
GRÁFICO 17: ASALARIADOS QUE APORTAN AL SISTEMA PENSIONAL POR QUINTILES
(2014)
Fuente: Elaboración propia, con base en CEPAL (2018)
En el Gráfico 17 se muestra el aporte de los asalariados al sistema pensional por
quintiles y zonas (nacional, urbana y rural) en el año 2014. Es evidente que la tasa de
formalización es casi nula en los quintiles de menores ingresos, especialmente en el sector
rural (por ejemplo, en el quintil 1 de ese sector, tan solo aportaron 1,7% de los asalariados).
0,0
10,0
20,0
30,0
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50,0
60,0
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90,0
1 2 3 4 5
Total Nacional Urbano Rural
P á g i n a | 109
Es puede significar que la tasa de informalidad nacional sea mucho mayor a la
contabilizada por el DANE en la GEIH de 23 ciudades (grafico 14). En promedio, tan solo
el 20% de los asalariados del sector rural aportan al sistema pensional en contraste con el
57% del sector urbano.
Esta situación ha creado una estructura sectorial del empleo muy concentrada en el
sector servicios, donde se encuentra el 64,3% de la fuerza de trabajo (2014). El sector
agropecuario y la industria han reducido considerablemente su participación hasta llegar a
36% (16% agro y 20% industria-incluye construcción), cuando a comienzos de la década de
los 90 era cerca del 46% (26% agro y 21.6% industria). Al analizar la evolución del empleo
sectorial más desagregada entre 2002 y 2017, se puede ver en el gráfico 18 que el sector
comercio emplea el 27% en 2017 (vs 25% en 2002), la industria -sin construcción- emplea
el 11.8% (vs 13,4 en 2002) y la construcción 6,2% (vs 4,8% en 2002). La estructura
sectorial del empleo es ampliamente concentrada en sectores de comercio y servicios,
mientras la participación del empleo agrícola e manufacturero ha disminuido
ostensiblemente.
En el Gráfico 19 se muestran la evolución de los salarios reales mensuales en pesos
colombianos de 2008 por sectores entre 1988 y 2017. Se evidencia que en todos los
sectores excepto el de intermediación financiera y servicios, los salarios se redujeron. La
crisis de 1999 fue un punto de inflexión que colocó los salarios en un nivel inferior al
presentado en la las décadas de los 80 y 90. En general los salarios se mantienen estables
después de la crisis. En el cuadro 1, se muestra que el sector de intermediación financiera
presenta los mayores salarios (COP$ 1´476 mil), seguido por los servicios y
transporte/comunicaciones (aproximadamente 1 millón de pesos mensuales). Los sectores
que más redujeron los salarios entre los periodos de 1990-1999 vs 1999-2017 fueron
construcción (31%), comercio (23%), transporte/comunicaciones (14%) e industria (13%).
Finalmente, al analizar las tasas de subempleo24
(gráfico 20) se encuentra una
tendencia creciente, especialmente desde 1996, cuando esta llegaba al 14% en promedio
24 A partir del 2001, el DANE (2018), presenta los datos de subempleo diferenciando el subempleo
objetivo y subjetivo: Subempleo subjetivo: se refiere al simple deseo manifestado por el trabajador de
mejorar sus ingresos, el número de horas trabajadas o tener una labor más propia de sus personales
P á g i n a | 110
(entre 1984 y 1996). A partir de ese año, la tasa de subempleo se elevó a 22% en el 2000 y
luego, se mantuvo en niveles promedio del 30% entre 2001 y 2018. Para 2018 la tasa de
subempleo fue de 26,3%, y se encuentra que la mayoría (23%) del subempleo en Colombia
se da por ingresos, es decir, por personas que desean o buscan cambiar su situación actual
de empleo, con objeto de mejorar sus ingresos limitados (DANE, 2018).
GRÁFICO 18: ESTRUCTURA SECTORIAL DEL EMPLEO EN 2018
Fuente: DANE (2018). Elaboración propia.
competencias. Subempleo objetivo: comprende a quienes tienen el deseo, pero además han hecho una
gestión para materializar su aspiración y están en disposición de efectuar el cambio. Subempleo por
insuficiencia de horas: ocupados que desean trabajar más horas ya sea en su empleo principal o
secundario y tienen una jornada inferior a 48 horas semanales; Condiciones de empleo inadecuado; Por
competencias: puede incluir todas las personas que trabajan y que durante el período de referencia,
desean o buscan cambiar su situación de empleo actual para utilizar mejor sus competencias
profesionales y están disponibles para ello; Por ingresos: puede incluir todas las personas ocupadas
que, durante el período de referencia, deseaban o buscaban cambiar su situación actual de empleo, con
objeto de mejorar sus ingresos limitados.
P á g i n a | 111
GRÁFICO 19: SALARIOS REALES MENSUALES POR SECTOR ECONÓMICO (1988-I A 2017-IV)
Fuente: Elaboración propia con base en DNP (2018)
P á g i n a | 112
CUADRO 1: PROMEDIOS DE SALARIOS REALES MENSUALES POR SECTOR ($COP)
Fuente: Elaboración propia, con base en DNP (2018)
En síntesis, el mercado de trabajo en Colombia muestra las siguientes características
en su trayectoria histórica, especialmente después de las reformas macroeconómicas de
liberalización y flexibilización laboral: Existe una tasa de desempleo alta, que muestra una
elevada elasticidad a los ciclos económicos y asimetría en los periodos de
crisis/recuperación; la creación de empleos trimestralmente es cada vez más reducida y el
empleo que se genera, en una alta proporción, se hace en condiciones de vulnerabilidad y
precariedad, por los altos niveles de informalidad y empleo por cuenta propia, en sectores
comerciales y servicios, manteniendo elevadas tasas de informalidad y subempleo,
haciendo del mercado de trabajo colombiano uno de los más precarios de América Latina.
GRÁFICO 20: TASA DE SUBEMPLEO
(1984 A 2018)
Fuente: DANE (2018) y DNP (2018). Elaboración propia.
9
14
19
24
29
34
Periodos Años Industria Construcción Comercio Int. Financiera Trans/Comunicación Servicios
1 1988-1990 949.637 1.021.677 992.357 1.210.310 1.051.937 933.722
2 1990-1999 1.023.932 1.116.463 1.039.641 1.337.555 1.100.155 1.048.869
3 1999-2017 903.792 766.380 801.249 1.579.633 948.371 1.135.382
4 1988-2017 946.872 899.073 892.623 1.476.537 1.005.089 1.094.439
(3-2) Crecimiento -12% -31% -23% 18% -14% 8%
P á g i n a | 113
Este panorama de precarización en el mercado de trabajo colombiano concuerda con
el deterioro y mayor fragilidad de las instituciones y organizaciones de los trabajadores, es
decir los sindicatos. La flexibilización de la reglamentación del trabajo ha sido una de las
causas más importantes en el debilitamiento de las estructuras sindicales y por tanto de las
condiciones laborales en el país. De esta manera, la segmentación del mercado laboral, la
cultura y la violencia en contra de las organizaciones sindicales y las repetidas violaciones
de los derechos de libertad sindical, impiden la consolidación de organizaciones que
representen los intereses de los trabajadores en un entorno laboral en donde predominan la
informalidad y los contratos no estandarizados. Por otra parte, la subcontratación afecta la
habilidad de los trabajadores para organizarse en un sindicato, en la medida en que reduce
el número de empleados que puede negociar directamente con la compañía.
Efectivamente, de acuerdo con Urrutia (2016), la densidad sindical (trabajadores
afiliados a organizaciones sindicales sobre el total de la fuerza de trabajo) pasó de 13,4% en
1965 a 4% en 2012. Estas cifras difieren de las estimadas por la OCDE (2016), de acuerdo
con la cual la densidad sindical estimada para Colombia en 2014 es de 9,2% del total de
trabajadores asalariados (incluyendo formales e informales), pero unas y otras coinciden en
que Colombia tiene niveles de sindicalización bajos para estándares internacionales. De
acuerdo con la OCDE (2016), en efecto, Colombia se ubica en el extremo inferior de los
países miembros de esa organización. La densidad sindical colombiana se ubica por debajo
incluso de los dos países de América Latina que hacen parte de la OCDE (Chile y México).
Según el SISLAB (Escuela Nacional Sindical –ENS), en 2005 la tasa de
sindicalización era de 4,9% y en diciembre de 2017 era de 4,5%, al pasar de 831 mil
afiliados a 1,028 (un millón 28 mil) afiliados en 2017. La cantidad de afiliados a sindicatos
(23%) crece más lentamente que los trabajadores ocupados (33%). En 2005 habían 2.768
sindicatos y en 2017 5.523, lo que no significa mayor capacidad de negociación, sino por el
contrario puede mostrar una mayor dispersión de la fuerza sindical. De hecho, el número de
negociaciones colectivas (convenciones colectivas, pactos sindicales o contratos sindicales)
en 1994 fueron 917, en 2005 436 y en 611 en el 2016. En cuanto al número de acciones
P á g i n a | 114
colectivas (huelgas, paralizaciones, paros, marchas, etc) creció de 89 casos en 2006 a 384
en 2017, sin que significara una mejoría en las condiciones de trabajo como se evidencia en
las cifras analizadas en esta sección. Para diciembre de 2017, el 49% de los sindicatos eran
de gremio, 23% de empresa y 27% de industria. El 52% de los sindicatos eran del sector
privado y el 48% del sector público. El 26% de los sindicatos corresponde al sector
educación, 11% a la administración pública, 11% a la salud y servicios sociales, 11,7% a la
industria manufacturera. Por otro lado, el 9% de los sindicatos son del sector comercial,
1,6% en actividades inmobiliarias, 0,77% en construcción y servicios menos de 2% (ENS,
2018).
Como ya fue mencionado, una de las principales causas del deterioro en las condiciones
de trabajo y la menor capacidad de negociación de los sindicatos (menor densidad sindical)
es el fenómeno de la tercerización. En Colombia la tercerización se dio a partir de los
decretos 1233/08 y 583/16 que legalizaron esta figura de contratación (AHUMADA, 2017),
en todo tipo de actividades, especialmente en las administrativas y financieras, de recursos
humanos, servicio al cliente y servicios de tecnología. Según información de las Centrales
Obreras del país, esta forma de contratación laboral precaria afectaría a cerca del 50% de la
Población Económicamente Activa a través de Cooperativas de Trabajo Asociado (CTA),
Empresas de Servicios Temporales (EST) (donde hay 5 millones de trabajadores), Contrato
de Prestación de Servicios, Sociedades Anónimas Simples, informalidad laboral, contrato
sindical y de aprendices, entre otras (CEDETRABAJO, 2016). La contratación laboral a
través de terceros se ha extendido fuertemente en las últimas dos décadas. En efecto, de
acuerdo con Parra (2012), en este periodo la proporción de trabajadores indirectos -aquellos
que laboran para una empresa distinta a la que los contrata- se triplicó en la industria
manufacturera colombiana. Para el año 2010, en el caso de las firmas manufactureras, el
41% del empleo es temporal, del cual el 58% es tercerizado. La remuneración de los
trabajadores temporales indirectos es, en promedio, un 33% menor que la de los temporales
directos y un 37% menor que la de los trabajadores con contrato indefinido
(FEDESARROLLO, 2017).
P á g i n a | 115
2.4. Efectos en la distribución funcional del ingreso
El proceso de globalización en Colombia en las tres etapas analizadas y las reformas
de flexibilización laboral y modificaciones en el marcado de trabajo hacia una mayor
precarización y desregulación han tenido impactos en la distribución funcional del ingreso.
En esta sección se pretende analizar los efectos de la globalización y las políticas
económicas de la liberalización económica en el conflicto distributivo entre el trabajo y el
capital.
Los mecanismos teóricos (capítulo I) analizados previamente y las modificaciones
de la política económica (sección 2.2) y del mercado de trabajo (sección 2.3), permiten
resumir los efectos de las asimetrías financieras, macroeconómicas y productivas en la
distribución del ingreso en Colombia de la siguiente manera:
El proceso de globalización y financiarización, que liberalizó y desregularizó los
mercados financieros, comerciales y del trabajo, generó una mayor concentración y
centralización del capital al mismo tiempo que amplió sus ciclos internacionales dentro de
un nuevo Sistema Monetario Internacional jerarquizado, de libre movilidad de capitales y
tasas de cambio flexibles. Los periodos de abundancia y escasez de capital internacional
tienen profundos efectos sobre el comportamiento de las economías periféricas al generar
inestabilidad y fragilidad financiera, desequilibrios macroeconómicos y presiones en el
manejo autónomo de las variables de política económica principales como los son la tasa de
cambio y la tasa de interés. Las volatilidades de la tasa de cambio en dichos ciclos de
capital se presentan de manera asimétrica, como destaca Rossi (2016): en los momentos de
expansión, la apreciación se da de manera lenta, gradual y prologada, mientras en la fase de
contracción es generalmente la depreciación de las monedas es abrupta. Estos movimientos
tienen efectos en los salarios reales, los cuales se dan en función del salario nominal, la
inflación, la dependencia de las importaciones de la economía, la capacidad de las empresas
para reflejar los cambios en los precios de importación a los consumidores y la incapacidad
P á g i n a | 116
de los trabajadores para indexar los salarios a la inflación y la productividad laboral
(ONARAN, 2009; BLECKER, 2012).
Los mecanismos de ajuste ante choques externos de las autoridades monetarias, que
dependen del acuerdo institucional establecido (que en caso colombiano es del control de la
inflación como objetivo central), tienen consecuencias en el conflicto distributivo entre el
trabajo y el capital. Los ciclos financieros de boom-bust pueden terminar en una fuerte
devaluación del tipo de cambio (por una masiva fuga de capitales y/o restricciones
financieras internacionales) que genera presiones inflacionarias (como aconteció
previamente a las crisis del 84 y 99 en Colombia) que tiene como respuesta el aumento de
la tasa de interés por parte del banco central, como ocurrió en Colombia en los periodos de
crisis económica. Esta situación puede llevar a las empresas ajustar sus márgenes de
ganancia, lo que reduce el salario real y la participación de los trabajadores en el ingreso
nacional (MOORE, 1989 y PIVETTI, 2008). Del mismo modo, si el aumento de las tasas
de interés reduce la demanda agregada y las empresas disminuyen el empleo, las
organizaciones sindicales verán reducido su poder de negociación como consecuencia del
mayor desempleo, mayor flexibilización y desregulación del mercado de trabajo, lo que
conduce a que los salarios crezcan por debajo de la productividad, reduciendo de esta
manera la participación de los trabajadores en el ingreso (MORENO, 2014).
Es decir, el resultado es consecuencia de las tensiones distributivas en el mercado
laboral y en el de bienes:
―En el primero se resuelve mediante un proceso de negociación entre
organizaciones de trabajadores y empresarios. Dependiendo de las condiciones
institucionales y del grado de flexibilidad del mercado, los trabajadores tendrán
mayores o menores grados de libertad para fijar los salarios acorde con los cambios
en la productividad‖. En el segundo caso, dependerá del grado de monopolio de las
empresas, es decir, de la capacidad que tienen las firmas para ajustar los precios y
su margen de ganancia ante cambios exógenos que afectan sus costos variables,
como aumentos de la tasa de interés, devaluaciones y aumentos de salarios
(MORENO, 2014).
Para Moreno (2014), en ―Colombia las decisiones de la Junta del Banco de la
República promovieron claramente un patrón regresivo de la distribución del ingreso a
P á g i n a | 117
favor de los poseedores de riqueza‖. En el periodo de análisis, se ha podido demostrar que
la orientación de las acciones del emisor desde mediados de la década de los setentas
(primera etapa de financiarización y globalización) ha estado fundamentadas en la
ideología monetarista del control de la inflación mediante la manipulación de la oferta de
dinero. ―Sin importar si la meta intermedia sea la base monetaria, M1, M2 o M3 o la tasa de
interés de corto plazo, el Banco central colombiano ha sido un agente activo para
contrarrestar las presiones inflacionarias (distributivas) utilizando todos los instrumentos a
su discreción‖ (MORENO, 2014).
La desinflación en Colombia se ha logrado gracias a que los salarios reales de los
trabajadores han crecido por debajo de la productividad durante varios periodos, mientras
que el poder de las agremiaciones sindicales se ha debilitado progresivamente como
consecuencia de la flexibilización laboral y el surgimiento de tasas de desempleo de dos
dígitos, especialmente después de la crisis de 1999. En el gráfico 21 se presenta la
evolución del índice de productividad media del trabajo y del salario real de la economía.
Se puede constatar con facilidad que durante la mayoría del periodo disponible, el salario
real creció por debajo de la productividad. Los datos son una contribución de Pulido
(2011), quien tuvo en cuenta los cambios metodológicos incorporados por el DANE y el
Banco de la República para el período 1981-2009.
P á g i n a | 118
GRÁFICO 21: ÍNDICE DE PRODUCTIVIDAD LABORAL E ÍNDICE DE SALARIO REAL
(1981-I A 2009-IV. 1981=100)
Fuente: Elaboración propia, basado en Pulido (2011)
GRÁFICO 22: TASAS DE CRECIMIENTO DEL ÍNDICE DE SALARIOS REAL Y LA
PRODUCTIVIDAD LABORAL POR PERIODOS
Fuente: Elaboración propia, basado en Pulido (2011)
Como es evidente en los gráfico 21 y 22, los índices de productividad y de salarios
reales se mantuvieron próximos pero en un menor nivel durante la década perdida de los
60
70
80
90
100
110
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Indice de Productividad Laboral Indice de Salario Real
-0,50
-0,40
-0,30
-0,20
-0,10
-
0,10
0,20
0,30
0,40
1981-1989 1990-1999 2000-2009 1981-2009
Productividad Salario Real
P á g i n a | 119
años 80 (primera etapa de globalización), cuando en la productividad se redujo 36% y los
salarios 48%, como consecuencia de la crisis económica y de las respuestas contractivas del
Banco de la República para contrarrestar la inflación.
Para el inicio de la década de los 90 (segunda etapa de globalización), que coincide
con las reformas de liberalización económica y de flexibilización laboral, la brecha de los
dos índices se amplía a más de 10 puntos porcentuales en 1991. Entre 1993 y 1997, cuando
se da un proceso de expansión económica en un contexto de abundancia de capital
internacional (revaluación del tipo de cambio y baja inflación), no se ve reflejado en el
crecimiento de la productividad y los salarios. La primera crece tan solo 10%, mientras los
salarios prácticamente se estancaron durante una década. Al final de la década, se muestra
una leve recuperación de la productividad, sin el mismo comportamiento de los salarios.
Durante la recesión de final de siglo XX, el Banco de la República adelantó una
fuerte política monetaria contractiva para defender la banda cambiaria. La consecuencia de
las altas tasas de interés y de la desinflación, alteró profundamente el conflicto distributivo.
Desde entonces, los salarios han estado creciendo por debajo de la productividad (38% vs
24% en el periodo), lo que se refuerza y se mantiene durante el régimen de inflación
objetivo.
La elevación de la productividad y los salarios en este periodo pueden estar
relacionados a un ciclo de capitales expansivo que elevó los precios de los commodities
acompañados por una mejoría en los términos de intercambio, una fuerte revaluación del
tipo de cambio, que incrementó artificialmente el salario real. Sin embargo, las reformas
laborales de flexibilización, la desregulación y tercerización laboral, las altas tasas de
desempleo, las mayores tasas de empleo vulnerable y subempleo, la fuerte
desindustrialización, la regresión productiva y la concentración del empleo en sectores
comerciales y de servicios, en un contexto de Enfermedad Holandesa Financiera, han
P á g i n a | 120
minado drásticamente el poder de negociación de los trabajadores, ajustando el ritmo de
crecimiento de los salarios por debajo de las ganancias de productividad.
Claramente, la política económica en Colombia durante la globalización ha contribuido
al deterioro de la distribución funcional del ingreso en contra los trabajadores y de la vasta
mayoría de la sociedad colombiana. En todo el periodo (1981-2009), los salarios
decrecieron en términos reales 7% y la productividad tan solo creció 5%. Como se muestra
en el gráfico 23, la participación de los salarios en el PIB se redujo desde mediados de los
años 80, presentó una mejoría en el periodo de expansión del 92 al 97, se mantuvo
relativamente constante hasta la crisis de 1999, cuando inició una acelerada caída hasta el
2008. Se espera que el comportamiento reciente sea de una mayor caída, dado que desde el
2014 los precios del petróleo se desplomaron, generando una fuerte devaluación del tipo de
cambio (35% entre 2014 y 2017) y una inflación por encima entre 8 y 9% entre 2015 y
2016, que tuvo como respuesta una agresiva política contractiva del Banco de la República
que elevó las tasas de interés de 4,5 a 7,5% en el mismo periodo.
GRÁFICO 23: PARTICIPACIÓN SALARIAL AJUSTADA EN COLOMBIA
(1981-I A 2009-IV)
Fuente: Elaboración propia, basado en Pulido (2011)
0,4
0,42
0,44
0,46
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9
P á g i n a | 121
2.5 Conclusión
El proceso de globalización en Colombia significó cambios profundos en el
mercado de trabajo y en la distribución funcional del ingreso. A lo largo de las últimas
cuatro décadas se han dado 3 olas de reformas de liberalización económica y flexibilización
laboral, en las cuales se presentan las características propias de los efectos de la
globalización en las economías periféricas por medio de las 4 esferas en ese texto
analizadas: la financiarización, la asimetría financiera, la asimetría financiera
macroeconómica y la asimetría productiva. Estos canales, en su conjunto, permiten aportar
elementos de las causas de la precarización en el mercado de trabajo y de la desigualdad en
el país.
Por medio de un análisis descriptivo de las principales variables del mercado de
trabajo, fue posible demostrar que tanto las reformas macroeconómicas, como las laborales
en el período de la globalización, generaron menos empleos, cada vez más informales y de
menor calidad, con una proporción creciente de empleados vulnerables y subempleados,
con menores remuneraciones relativas y mayor desigualdad.
Estas condiciones deterioraron la distribución funcional de la renta al reducir la
participación de los salarios en el PIB, como resultado de un menor poder de negociación
del trabajo que impide indexar el crecimiento de los salarios reales a la productividad del
trabajo.
En el capítulo III se realiza una estimación de los efectos de la globalización en el
Wage Share en Colombia como una aproximación de un aspecto especifico del mercado de
trabajo en Colombia con la intención de cuantificar estadísticamente los impactos de las
asimetrías financiera, macroeconómica y productiva abordadas teóricamente en el capítulo
I.
P á g i n a | 122
CAPITULO III: ESTIMACIÓN DE LOS EFECTOS DE LA GLOBALIZACIÓN EN EL
WAGE SHARE DE COLOMBIA (1994-2017).
3.1. Presentación
La participación de los salarios en el PIB ha disminuido tanto en los países centrales
como en los periféricos desde los años ochenta. Si bien ha habido un creciente cuerpo de
investigación reciente sobre las causas de la disminución de la participación salarial en las
economías avanzadas, los análisis de la dinámica del Wage Share en las economías
periféricas son escasos. En trabajos recientes se han abordado análisis específicos
relevantes a partir de estimaciones en datos panel de un conjunto de economías, pero sin
proporcionar un análisis específico relevante para la dinámica temporal de una economía en
particular en el proceso de globalización. Este capítulo presenta un análisis econométrico
de los determinantes de la participación salarial utilizando un modelo de series temporales
estimando modelos de Vectores Autorregresivos (VAR) para la economía colombiana entre
1994 y 2017.
La atención del trabajo se centra en los efectos de las asimetrías en las esferas
financiera, macroeconómica y productiva de la globalización, abordadas en el capítulo I
(sección 1.6) en la participación salarial de Colombia. Con el fin de probar los efectos de
los diversos canales por los que la globalización puede afectar la participación salarial, el
documento se basa en un modelo de conflictos distributivos post-keynesiano para una
economía abierta donde la distribución se determina a través de la negociación salarial de
los trabajadores, la fijación de precios por las empresas y mejoras en la productividad. Para
ello, las variables escogidas así como el intervalo temporal están vinculadas con las
transformaciones económicas y laborales analizadas en el capítulo II.
Hay cuatro conjuntos de variables que afectan la distribución funcional del ingreso:
(1) el grado de integración financiera y comercial de la economía, medidas en índices de
globalización que pueden afectar el poder de negociación del trabajo y conducir a un
P á g i n a | 123
deterioro de distribución funcional del ingreso; (2) los choques cambiarios medidos por las
variaciones de la Tasa de Cambio que pueden alterar los salarios reales y la remuneración
agregada de los trabajadores; (3) variables asociadas a los cambios de la estructura sectorial
y productiva de la economía que impactan la matriz de empleo; (4) variables de control que
miden el poder de negociación de los trabajadores como la tasa de desempleo, así como
variables binarias que captan los efectos de las crisis económicas y de las reformas
laborales que tienen efectos distributivos.
De esta manera, este capítulo presenta una aproximación de un aspecto específico
del mercado de trabajo en Colombia (Wage Share) con la intención de cuantificar
estadísticamente los impactos de las asimetrías financiera, macroeconómica y productiva
abordadas teóricamente en el capítulo I y analizadas histórica y descriptivamente en el
capítulo II.
Los resultados indican que existen efectos negativos de las variables asociadas a la
globalización financiera y comercial, así como de las variaciones en el tipo de cambio
nominal en el Wage Share, evidenciando un deterioro en la distribución funcional del
ingreso. Por otro lado, los hallazgos sugieren que la participación agregada de los salarios
en el PIB muestra una relación directamente proporcional con la participación del sector
industrial y agropecuario en la economía. Del mismo modo, existen algunos indicios que
muestran que tanto las crisis económicas como las reformas laborales y pensionales se
asocian negativamente con el Wage Share en el periodo de análisis. Los resultados aportan
algunas evidencias sobre los mecanismos de transmisión asociados a una reducción en el
poder de negociación de los trabajadores frente al capital globalizado.
3.2. Revisión de literatura
Diversos estudios empíricos han aportado valiosas pruebas sobre los efectos de la
globalización en la participación del trabajo un conjunto de países centrales y periféricos,
evidenciando que la caída secular de la participación laboral en el mundo es especialmente
P á g i n a | 124
marcada para los países que han experimentado crisis financieras y grandes oscilaciones en
el tipo de cambio y de la tasa de interés (DIWAN, 2001; HARRISON, 2002; LEE Y
JAYADEV, 2005). Los flujos brutos de capital y las condiciones favorables para la entrada
de capital coinciden con los bajos salarios debido a la reducción de los controles de capital,
la depreciación de los tipos de cambio y una disminución del poder de negociación de la
mano de obra (LEE Y JAYADEV, 2005). Con respecto al comercio, Harrison (2002)
encuentra una conexión negativa entre la participación del comercio en el PIB y la
participación del trabajo. Por su parte, Diwan (2001) argumenta además que el impacto
negativo presenta mayor intensidad en periodos de crisis económica, donde los conflictos
distributivos son más agudos. En trabajos más recientes, se hallaron nuevas evidencias
sobre los efectos negativos de la globalización en el Wage Share y se aportaron elementos
fundamentales en este campo de investigación al incluir los efectos de la financiarización
como patrón de acumulación del capital y la participación de las economías en las Cadenas
Globales de Valor (ONARAN, 2017; GUSCHANSKI Y ONARAN, 2017; DÜNHAUPT,
2013).
En el cuadro 2 se resumen los trabajos más relevantes realizados en este campo de
investigación, en los que se afirma que la globalización afecta directamente el poder de
negociación ya que aumenta las opciones de salida para el capital. Varias contribuciones
coinciden en que la liberalización financiera durante los años ochenta y noventa y, por lo
tanto, una mayor movilidad del capital es uno de los elementos centrales de la
financiarización (STOCKHAMMER, 2013). La OIT (2008) ha vinculado una medida de
facto de la globalización financiera, en la que se incluyen los activos más los pasivos
externos como proporción del PIB, con una disminución de la participación salarial
mediante la erosión del poder de negociación de los trabajadores frente a capital.
Stockhammer (2009) analiza los efectos de la globalización financiera, la
globalización comercial y de las instituciones del mercado laboral, así como también de las
variables de asociadas al avance tecnológico para una muestra de 15 países de la OCDE
durante el período 1982-2003. La OIT (2011) indica sobre los efectos negativos
P á g i n a | 125
estadísticamente significativos de la globalización financiera en la participación salarial de
una muestra de 16 países de altos ingresos durante el período 1981-2005. Stockhammer
(2017) ofrece un análisis para una muestra más amplia de 71 países en desarrollo y
avanzados para el período 1980-2000, en el que se evidencia que la globalización financiera
y la apertura comercial tienen el efecto negativo más fuerte sobre el Wage Share.
Guschanski y Onaran (2017) evalúan estas hipótesis econométricamente utilizando
un conjunto de datos sectoriales para siete economías emergentes (Brasil, China, India,
Indonesia, México, Corea del Sur, Turquía) para el período 1995-2009, evidenciando
efectos diferenciados entre los trabajadores calificados y no calificados dentro del sector
industrial y de servicios. Sus hallazgos indican efectos negativos estadísticamente
significativos de la globalización y la integración en las Cadenas Globales de Valor (CGV).
Dunhaupt (2013) realiza un estudio econométrico en datos panel para una muestra de 13
países de la OCDE (Australia, Bélgica, Dinamarca, Francia, Finlandia, Alemania, Italia,
Japón, Países Bajos, Noruega, Suecia, el Reino Unido y los EE. UU.) abarcando un periodo
de 1986 hasta 2007. Su contribución fue evidenciar un efecto negativo del aumento de los
ingresos financieros de las sociedades no financieras (incluidos los ingresos por intereses,
los dividendos y las ganancias de capital) sobre la participación salarial agregada de las
economías analizadas.
Finalmente, el trabajo realizado por Onaran (2009) sobre el vínculo de la
globalización, las crisis y el Wage Share para México, Turquía y Corea del Sur, aportando
evidencias sobre los efectos negativos de la globalización en la distribución funcional del
ingreso. En su modelo incluyen la Tasa de Cambio nominal como variable explicativa y
encuentran un impacto negativo estadísticamente significativo con el Wage Share. De igual
forma, Brancaccio y Garbellini (2014), realizan un estudio de 28 países seleccionados
donde examinan los efectos de las devaluaciones del tipo de cambio nominal en los salarios
reales y el Wage Share durante el período 1980-2013. Sus hallazgos indican que las fuertes
devaluaciones asociadas a periodos de crisis generalmente demuestran una correlación
significativa con una reducción en los salarios reales y la participación salarial.
P á g i n a | 126
Para el caso colombiano no existen trabajos sobre este campo de investigación. Los
trabajos realizados sobre la distribución funcional del ingreso consisten en determinar si la
economía nacional tiene un crecimiento de la demanda liderada por los salarios o por los
beneficios, basado en la tradicional contribución de Bhaduri y Marglin (1990). Loaiza et al
(2017), llegan a la conclusión que los salarios orientan el crecimiento económico de
Colombia durante el período de estudio, a partir de estimaciones de un modelo VAR.
El enfoque teórico de estos trabajos se distancia de las teorías tradicionales de
comercio internacional como la propuesta por Heckscher-Ohlin-Samuelson o las
interpretaciones sobre los efectos del cambio técnico y la elasticidad de sustitución entre los
factores productivos capital-trabajo del Banco Mundial. Por otro lado, el enfoque de
economía política enfatiza la asimetría entre las opciones de salida del capital frente al
trabajo debido al aumento en la movilidad del capital (STOCKHAMMER, 2013), el
consiguiente aumento en la elasticidad de la demanda laboral (BURKE y EPSTEIN, 2001)
y la amenaza del capital para reubicar o tercerizar como los factores principales, que
presiona el poder de negociación del trabajo y genera un sesgo distributivo en los resultados
de la globalización así como de las crisis (LEE Y JAYADEV, 2005; HARRISON, 2002).
Los países en la globalización enfrentan una intensa competencia por aumentar la
productividad y reducir salarios lo que coincide con una menor disposición del capital,
especialmente financiero, a negociar las demandas salariales, llevando la economía mundial
a una carrera hacia el fondo, proceso conocido como “Race to the Bottom”.
El modelo post-keynesiano de conflicto distributivo usado en este trabajo explica el
cambio en los costos laborales y el proceso inflacionario como resultado de la negociación
en el mercado laboral, que da lugar a un conflicto de intereses entre el trabajo y el capital
(ROWTHORN, 1977; ARESTIS, 1986), bastante diferente del modelo neoclásico, donde la
tecnología y las preferencias determinan los rendimientos relativos a los factores de
producción.
P á g i n a | 127
CUADRO 2: RESUMEN DE TRABAJOS EMPÍRICOS SOBRE GLOBALIZACIÓN Y WAGE SHARE.
Trabajo Variable
Dependiente
Variables Explicativas Método de
Estimación
Muestra y
periodo de
análisis
Hallazgos principales Globalización Otras
Rodrik (1998) w/p Cap_Lib Y/L, YPC, DEMO,
OPEN DATOS PANEL: 5YA
N: 100
T: 1960-94
Mayor apertura de capitales,
menor salario real.
Diwan (2001) WS CAPCON CRISIS, VAR.
CONTROL DATOS PANEL: 5YA
N: 123
T: 1975-1990
Caída del WS em crisis y años
posteriores
Harrison (2002) WS CAPCON, IED KL, Y, FX, OPEN,
CC, GC, FDI
DATOS PANEL: EF;
IV; 5YA; long-diff
N: 100
T: 1960-1997
CAPCON: Positivo y
significativo.
Jayadev (2007) WS CAO, LRIR TXT, OPEN, CC, GC DATOS PANEL: FE;
5YA
N > 100
T: 1972-1995
CAO: negativo y significativo
LRIR: positivo y significativo
Stockhammer (2009) WS FINGLOB, LRIR
ICT, KL, OPEN,
TW, UD, PMR, EPL,
TOT, BRR, INV
DATOS PANEL: 5YA
(FE);5YA
(FE2); FD
N = 15
T: 1982-2003
FINGLOB: negativo y
significativo
Onaran (2009) WS Ind IED, TCN CRISIS, VAR.
CONTROL SUR
N = 3
T: 1972 – 2003
IED: negativo y significativo
TCN/CRISIS: negativo y
significativo
OIT (2011) WS FINGLOB
KL, OPEN, UD,
BRR, TW, EPL,
YW, OW, Y, FX,
LRIR
DATOS PANEL: FE N = 16
T: 1981-2005
FINGLOB: positivo y
significativo
Dünhaupt (2013) WS DIVPAY, INTPAY OPEN, IED, PM, U,
UD, STR, GC
DATOS PANEL: FE2;
FD
N = 13
T: 1986 – 2007
DIVPAY, DIVPAY+INTPAY:
negativo y significativo
OPEN/IED: Negativo y
significativo
Brancaccio y
Garbellini (2014) WS y w/p TCN
CRISIS, VAR.
CONTROL DATOS PANEL: FE
N = 28
T:1980-2013
TCN: negativo y significativo
CRISIS: Negativo y significativo
FMI (2017) WS FINGLOB
PC, OPEN, GVC;
UD; TXC; EPL;
PMR
DATOS PANEL: long-
diff (with FE);5YA
(with FE)
N=50 countries
N=129
(sectores)
T: 1991-2014
FINGLOB: negativo y
significativo por estimación a
nivel 127país/sector
Stockhammer (2017) WS (Private
Sector) FINGLOB
ICT, KL, OPEN,
TOT, GC, UD, GRW
DATOS PANEL: FE;
FD; 5YA; GMM
N = 28
T: 1980-2000
FINGLOB: negativo y
significativo
Guschanski y
Onararan (2017) WS FINGLOB
KI, ITC, GRW, U,
UD, OPEN, IED,
IMP
GMM N = 7
T:1995 – 2005
FINGLOB: negativo y
significativo
Nota: Abreviaturas de variables25
25CAO: apertura de la cuenta de capital; CAPCON: controles de capital; CRISIS: crisis monetaria; DIVPAY:
pagos de dividendos; EPL: legislación de protección laboral; IED: inversión extranjera directa; FINGLOB:
globalización financiera; TCN: tipo de cambio nominal; GC: consumo del gobierno; GRW: crecimiento del
PIB; GVC: enlaces de la cadena de valor global; IMP: penetración de las importaciones; INTPAY: pagos de
P á g i n a | 128
3.3 Canales de transmisión
Conforme a lo presentado en el capítulo I, los canales por los cuales la globalización
altera las asimetrías de negociación entre el trabajo y el capital en una economía periférica
están relacionados a las características intrínsecas y su estructura económica y monetaria
derivada. Dichos canales se pueden dividir en cuatro grandes áreas: (1) la financiarización,
como patrón sistémico de acumulación en la globalización; las dos asimetrías de la
globalización derivadas de la integración dependiente de las economías periféricas en el
actual Sistema Monetaria Internacional jerarquizado (2) asimetría financiera, (3) asimetría
macroeconómica y por último, (4) asimetría productiva, como consecuencia de la división
internacional de la producción y el control de las CGV. En todas ellas, se entiende que las
modificaciones en la legislación laboral y de seguridad socialhacia una mayor flexibilidad
determinan la trayectoria y condiciones del mercado de trabajo que alteran el poder de
negociación del trabajo y por ende su participación en la distribución funcional.
(BELLUZZO, 2017; BALTAR y KREIN, 2013). De esta manera las modificaciones en la
legislación laboral y pensional tienen efectos distributivos directos sobre el Wage Share. En
el cuadro 3 se resumen los canales de transmisión de la globalización en el mercado de
trabajo y la participación funcional del ingreso. En el esquema 1 se resume las relaciones
entre la globalización con los canales propuestos.
intereses; KL: relación capital-trabajo; LRIR: tasa de interés real a largo plazo; OPNEN: apertura comercial;
PC: precio relativo de la inversión (deflactor de capital / IPC); PM: precios de importación; TOT: términos de
intercambio; U: tasa de desempleo; UD: densidad de unión; VA: valor agregado; WR: tasa salarial; WS:
participación salarial; Y: PIB por trabajador; Abreviatura de métodos econométricos y propiedades de
muestra: 5YA: promedios de 5 años; FD: primer estimador de diferencia; FE: dentro del estimador (efectos
fijos de sección transversal); FE2: efectos fijos de sección transversal y de período; GLS: mínimos cuadrados
generalizados; GMM: método generalizado de momentos; long-diff: cambios anualizados a largo plazo entre
10 años o más; IV: estimación de variables instrumentales utilizando retardos como instrumentos; N: número
de secciones transversales; MCO: mínimos cuadrados ordinarios; T: período de tiempo.
P á g i n a | 129
ESQUEMA 2: RESUMEN DE LOS CANALES DE LA GLOBALIZACIÓN Y EFECTOS EN EL
MERCADO DE TRABAJO Y WAGE SHARE
Fuente: Elaboración propia.
En el cuadro3, se resumen los principales puntos de las 4 dimensiones mencionadas en
el capítulo I y los principales canales de transmisión. Como se trata apenas de un resumen,
no se incluyen importantes mecanismos por lo que la globalización puede afectar el
mercado de trabajo y la participación del trabajo en el PIB. Por ejemplo, no se ha abordado
el gasto autónomo del Estado, especialmente el relacionado a gastos sociales como salud y
educación los cuales funcionan como ingresos complementarios a las remuneraciones de
los asalariados (DUNHAUPT, 2013). De igual forma, la política tributaria y su naturaleza
en la distribución de las cargas impositivas entre el trabajo y el capital tienen importantes
efectos en la distribución funcional del ingreso.
Mercado de trabajo y
Wage Share
P á g i n a | 130
CUADRO 3: RESUMEN DE LAS ESFERAS DE LA GLOBALIZACIÓN Y CANALES DE
TRANSMISIÓN
DIMENSIÓN PUNTOS PRINCIPALES CANALES PRINCIPALES
Financiarización
Nuevo patrón de
acumulación del
capital.
Centralización y
concentración del
capital.
Dominio de las
finanzas en las
decisiones de los
agentes.
Arbitraje en los
mercados financieros
de los activos y
pasivos.
Maximización del valor
del accionista.
Distribución de
dividendos e intereses
como costos indirectos
que afectan el margen de
lucro.
Arbitraje e evaluación de la
eficiencia financiera de las
ENF.
Endeudamiento de las
familias (efecto riqueza y
menor poder de
negociación)
Asimetría Financiera*
Ciclos de liquidez
internacional.
Inconvertibilidad de
las monedas y flujos
brutos de capital.
Desequilibrios macro.
Fragilidad financiera.
Contagio internacional.
Movilidad del capital y
asimetría en el poder de
negociación.
Trade off de las
empresas por lucro o
participación de
mercado.
Represión salarial, aumento
de la productividad del
trabajo, deficiencia de la
Demanda Agregada y déficit
en la cuenta corriente.
Salarios reales, WS, nivel y
calidad del empleo.
Asimetría
Macroeconómica*
Ausencia de soberanía
en las políticas
económicas.
Nivel y volatilidad de la
tasa de interés.
Volatilidad y
especulación de la tasa
de cambio.
Efectos distributivos de
la tasa de cambio
(salarios reales, bienes
importados, precios)
Tasa de interés
contractiva (control
inflacionario).
Cicatrices distributivas de la
crisis.
Especulación financiera y
frecuencia de las crises.
Salarios reales, WS, nivel y
calidad del empleo.
Asimetría Productiva
Expansión e
internacionalización
del capital (TCN).
Fragmentación y
desverticalización.
Apropiación del valor
en las CGV
Control y dominación
de las finanzas y los
avances tecnológicos.
Race to the bottom:
competencia mundial por
bajar salarios y costos de
producción.
Presión competitiva y
margen de lucro reducida en
proveedores.
Especialización regresiva y
efectos en la estructura de
empleo.
Nota: * significa que las dimensiones son determinadas por la jerarquía monetaria.
Fuente: Elaboración propia.
P á g i n a | 131
Con el objetivo de comprobar los efectos de la globalización en el mercado de trabajo
de Colombia, específicamente en la remuneración agregada de los trabajadores en
proporción al PIB, se procedió a estimar un modelo de series temporales a partir de
variables representativas de cada canal aquí analizado incluyendo variables exógenas que
capturan información relevante como las crisis económicas y las reformas laborales y
pensionales.
3.4 Variables
Las variables de series temporales escogidas para la estimación del modelo VAR
fueron seleccionadas y construidas a partir de la información histórica disponible en las
fuentes oficiales como el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), el
Banco de la República de Colombia y el Departamento Nacional de Planeación (DNP). Las
variables históricas se construyeron a partir de las cuentas nacionales anuales o trimestrales
y fueron (en la mayoría de casos) empalmadas según la metodología propuesta por la
CEPAL (2008)26
, con el objetivo de obtener series largas, continuas y con una mayor
frecuencia.
En primer lugar se construyó la serie Wage Share como la remuneración de los
trabajadores en proporción al Producto Interno Bruto a precios corrientes. Al respecto de
esta variable, existen varias críticas sobre la subestimación contable de esa proporción al
desconsiderar los salarios y rentas de los trabajadores independientes, informales y de
cuenta propia que es contabilizada en el ingreso mixto de las familias. En línea con el
método sugerido por Gollin (2002), se calcula la remuneración salarial ajustada (Wage
26En cuanto a los agregados corrientes (valores nominales), fueron ajustados a través de la aplicación
exponencial de las diferencias entre el valor corriente de referencia y el valor corriente estimado
inicialmente. El ajuste exponencial permite ajustar el total de la diferencia para el año de referencia y la
aplicación de un ajuste nulo para el año base inicial. El ajuste se hace distribuyendo la diferencia
geométricamente entre los valores pasados de acuerdo con la siguiente formula:
P á g i n a | 132
Share Ajust) como la proporción de la remuneración de los asalariados agregada más el
ingreso mixto de las familias con respecto al PIB en pesos corrientes. Si bien el método no
es perfecto y presenta muchas críticas, es un buen indicador para medir la distribución
funcional del ingreso en países periféricos (FELIPE y SIPIN, 2004; JETIN y KURT, 2011).
Adicionalmente, la variable Wage Share que se encuentra originalmente en una frecuencia
anual, fue trimestralizada por medio del método Denton (1971) utilizando la productividad
como variable de referencia.
Las variables asociadas a la globalización se construyeron a partir del Índice de
globalización KOF, presentado por Dreher (2006) y actualizado en Dreher et al. (2008),
que mide la globalización en la dimensión económica, social y política de casi todos los
países del mundo desde 1970. Se ha convertido en el índice de globalización más utilizado
en la literatura (POTRAFKE, 2015). Para el objetivo de este trabajo se tomó únicamente las
variables asociadas a la globalización económica, divida entre los índices de globalización
financiera y de globalización comercial. De acuerdo con Gygli, Savina, Florian Haelg and
Jan-Egbert Sturm (2018), en el Índice de Globalización Financiera (KOFF) se incluyen los
siguientes elementos: la sumatoria de los stocks de activos y pasivos de la Inversión
Extranjera Directa, la sumatoria de los stocks de activos y pasivos de Inversión Externa de
Portafolio, suma de las entradas y salidas de valores de deuda de cartera internacional, así
como de préstamos y depósitos bancarios internacionales, Reservas Internacionales, que
incluyen divisas, tenencias de DEG y posición de reserva en el FMI y la suma de los
ingresos de capital y trabajo a los ciudadanos extranjeros27
.
El Índice de Globalización Comercial (KOFC) lo componen: la suma de las
exportaciones e importaciones en bienes y de servicios, así como un Índice de
concentración de Herfindahl-Hirschman para el comercio de bienes, construido como el
promedio de la suma de cuadrados de las acciones de los socios comerciales en las
27
Todos los datos están en proporción al PIB y la fuente es la base de datos estadística del FMI/IIP y datos
históricos de EWN.
P á g i n a | 133
exportaciones e importaciones totales (invertidas)28
. Tanto KOFF como KOFC, fueron
trimestralizadas por el método Denton (1971), utilizando el PIB mundial como variable de
referencia.
La variable del Tasa de Cambio Nominal (TCN) se construyó a partir de la
información disponible en el Banco de la República de Colombia. De igual forma se
construyó la variable de Índice de Tasa de Cambio Real (ITCR) con el objetivo de
comparar los efectos en la participación salarial en PIB incluyendo o descontando la
inflación presente. Por razones teóricas se escogió la TCN para una mejor interpretación de
los resultados dado el efecto de inflacionario de la desvalorización cambiara en los salarios
reales.
La Tasa de Desempleo (TD) es un proxy del poder de negociación de los
trabajadores y es la variable más utilizada por tener una mayor disponibilidad de datos
(STOCKHAMMER, 2016). Se espera que el desempleo este negativamente relacionado
con la participación salarial dado que una mayor desocupación de la economía conduce a la
moderación salarial e indica que tiene una influencia persistente en el poder de negociación
de los trabajadores (DUNHAUPT, 2013).
Las variables asociadas a la agricultura (AGROPIB) y la industria (INDPIB)
corresponden a la proporción trimestral del valor agregado de cada sector en el Producto
Interno Bruto (PIB). Se espera que la participación del sector agropecuario e industrial en el
PIB capture la transformación estructural y en la matriz del empleo y por ende en la
participación laboral.
Finalmente, se construyeron dos variables binarias y exógenas que capturan
información relevante para la estimación del modelo: (1) la variable CRISIS que asume 1 en
periodos donde la desvalorización cambiaria fue superior a 20% y 0 en los otros periodos,
siguiendo con la metodología aplicada por Diwan (2001) y Onaran (2009). Los periodos de
crisis son: 1999-Q3, 2002-Q3, 2008-Q4, 2015-Q3. (2) la variable REFORMAS que asume
1 en los periodos que se realizaron reformas laborales y/o pensionales y 0 en el resto de
periodos. Los años en que se realizaron las reformas fueron: 1994 (aplicación de la reforma
28
Los datos están en proporción al PIB y la fuente de Información es World Bank WDI (2017).
P á g i n a | 134
a seguridad social – Ley 100/1993), 2002 (Reforma Laboral – Ley 798/2002) y 2003
(Reforma Pensional - Ley 787/2003) y 2016 (Reforma laboral de tercerización – Decreto
583/2016).
Con el objetivo de aplicar un modelo VAR de series temporales, se procedió a
verificar la estacionalidad o no estacionalidad de las series por medio de test de Raíz
Unitaria que se resumen en el Anexo I.
CUADRO 4: VARIABLES USADAS EN LA ESTIMACIÓN DE LOS MODELOS
Variable Ecuación Fuente Frecuencia
Wage Share Ajustado 𝑊𝑆𝐴 =
𝑅𝐴 + 𝐼𝑀𝐻
𝑃𝐼𝐵
DNP, BANREP,
DANE
Trimestral (Metodo Extrapolación
Denton)
KOFF (Globalización
Financiera) 𝐾𝑂𝐹𝐹 = 𝑆𝐼𝐸 + 𝑆𝐴𝑃𝐸 + 𝐴𝑃𝐷
KOF Swiss Economic
Institute
Trimestral (Metodo Extrapolación
Denton)
TCN (Tasa de Cambio
Nominal) 𝑇𝐶𝑁 =
$𝐶𝑂𝑃
$𝑈𝐷
BANREP, DNP Mensual
TD (Tasa de Desempleo) 𝑇𝐷 =
𝐷𝑒𝑠𝑒𝑚𝑝𝑙𝑒𝑎𝑑𝑜𝑠
𝑃𝐸𝐴
DANE, DNP Trimestral
KOFC (Globalización
Comercial) 𝐾𝑂𝐹𝐶 = 𝑆𝐸 + 𝑆𝑀 + 𝐼𝐻𝐻
KOF Swiss Economic
Institute
Trimestral (Metodo Extrapolación
Denton)
AGROPIB (Part. Agro) 𝐴𝐺𝑅𝑂𝑃𝐼𝐵 =
𝑉𝐴 𝐴𝑔𝑟𝑜
𝑃𝐼𝐵
DANE Trimestral
INDPIB (Part. Industria) 𝐼𝑁𝐷𝑃𝐼𝐵 =
𝑉𝐴 𝐼𝑛𝑑𝑢𝑠𝑡𝑟𝑖𝑎
𝑃𝐼𝐵
DANE Trimestral
CRISIS 0 𝑇𝐶𝑁 < 20%1 𝑇𝐶𝑁 > 20%
BANREP (Elab.
Propia)
(Binaria)
REFORMAS 0 𝑁𝑜 𝑅𝑒𝑓𝑜𝑟𝑚𝑎𝑠1 𝑅𝑒𝑓𝑜𝑟𝑚𝑎𝑠
Elab. Propia (Binaria)
Nota: RA = Remuneración de los asalariados; IMH = Ingreso Mixto de los Hogares; SIE = Stock Inversión
extranjera y de Portafolio; SAPE = Stock de Activos y pasivos Extranjeros, APD = Activos y Pasivos de
Deuda; PEA = Población Económicamente Activa; SE = Suma Exportaciones; SM = Suma Importaciones;
IHH = Índice de Concentración IHH; VA = Valor Agregado.
P á g i n a | 135
GRÁFICO 24: VARIABLES EN NIVEL PARA COLOMBIA (1994Q1-2017Q4)
Fuente: Elaboración propia con base en información del DANE, BANREP y DNP.
P á g i n a | 136
3.5 Estimación y resultados
Esta sección se presenta la estimación y resultados empíricos de la estimación del
modelo VAR29
. Se escogió la estimación de un modelo VAR con el objetivo de analizar los
efectos temporales de la globalización en el Wage Share en una economía en particular, en
este caso la colombiana. A diferencia de la mayoría de los trabajos realizados en este
campo, en donde se usan generalmente modelos de datos en panel, este trabajo sigue las
estrategias de estimación realizadas por Onaran (2009) y Guschanski y Onaran (2017),
quienes utilizan modelos SUR y GMM. Las variables usadas en esos trabajos coinciden con
las especificadas en la sección anterior (3.4).
Se adoptó una estrategia de estimación que comienza con la especificación más
general y se avanzó hacia los modelos más parsimoniosos y ajustados a la corrección de
errores, analizado por medio de pruebas de raíz unitaria, heterocedasticidad,
autocorrelación, estabilidad de los parámetros, correlación serial y test de varianza de los
residuos y normalidad de los mismos.
Se procedió a estimar dos modelos que incluyan variables relevantes que se
aproximen a los canales de transmisión de la globalización (definidos en la sección 3 de
este capítulo) en la distribución funcional del ingreso de Colombia en el periodo 1994-Q1
a 2017-Q4 teniendo en consideración las siguientes variables endógenas definidas
teóricamente: Wage Share Ajustado (WSA), Índice de Globalización Financiera (KOFF),
Índice de Globalización Comercial (KOFC), Tasa de Cambio Nominal (TCN), Tasa de
Desempleo (TD), Participación del PIB Agropecuario (AGROPIB), PIB Industrial
(INDPIB) y las dos variables binarias exógenas CRISIS y REFORMAS. Las variables WSA,
KOFF, KOFC, TCN y AGROPIB son estacionarias o Integradas de orden cero, mientras
29El procedimiento para estimar un modelo VAR consiste en la identificación del modelo a través de los
criterios de información, especialmente el criterio de información Schwartz, que tiende a presentar un modelo
más parsimonioso (Enders, 2015); su estimación a través de MCO; análisis del comportamiento de los
residuos; y, finalmente, la interpretación de los resultados.
P á g i n a | 137
que INDPIB y la TD tienen una raíz unitaria o son integradas de orden uno, por lo que se
toma la primera diferencia y corregir problemas de correlaciones espurias entre las
variables temporales. En la identificación de los modelos se asume que son VAR de orden
2, dados los criterios de información AIC, BIC y HQ que cumple con los requisitos de
parsimonia. De igual forma se procedió a una ordenación de las variables teniendo en
cuenta las relaciones teóricas y de endogeneidad de las variables.
Si bien en los modelos VAR se asume que las variables son endógenas y se obtienen
ecuaciones donde cada una de ellas es la variable dependiente y las demás (incluyendo los
rezagos) hacen parte de las variables explicativas, en esta estimación se pretende analizar
únicamente la variable de interés: Wage Share Ajustado. En segundo lugar, se optó por
estimar dos modelos VAR con el objetivo de diferenciar los efectos de las asimetrías
financiera y monetaria de la asimetría productiva, comercial y sectorial en la distribución
funcional del ingreso. En ese sentido, las ecuaciones de interés en forma reducida (sin los
rezagos) de los dos modelos son las siguientes:
Ecuación Modelo 1:
𝑊𝑆𝐴𝑡 = 𝛼0 + 𝛼1𝐾𝑂𝐹𝐹𝑡 + 𝛼2𝑇𝐶𝑁𝑡 + 𝛼3𝐷 𝑇𝐷 𝑡 + 𝛼4𝐶𝑅𝐼𝑆𝐼𝑆 + 𝛼5𝑅𝐸𝐹𝑂𝑅𝑀𝐴𝑆 + 𝜀𝑡
Ecuación Modelo 2:
𝑊𝑆𝐴𝑡 = 𝛽0 + 𝛽1𝐾𝑂𝐹𝐶𝑡 + 𝛽2𝐴𝐺𝑅𝑂𝑡 + 𝛽3𝐼𝑁𝐷𝑡 + 𝛽4𝐶𝑅𝐼𝑆𝐼𝑆 + 𝛽5𝑅𝐸𝐹𝑂𝑅𝑀𝐴𝑆 + 𝜇𝑡
3.5.1 Resultados Modelo 1:
Los resultados obtenidos en el primer modelo indican algunas evidencias sobre los
efectos de las asimetrías financieras y macroeconómicas sobre el Wage Share Ajustado de
la economía colombiana en el periodo de análisis. De igual forma se incluyen variables que
representan el poder de negociación de los trabajadores como la Tasa de Desempleo y las
P á g i n a | 138
variables exógenas mencionadas previamente. En general, los resultados apuntan un efecto
negativo en el mediano y largo plazo de la globalización financiera, la Tasa de Cambio
Nominal y en menor medida la tasa de desempleo.
De acuerdo con las funciones Impulso-Respuesta resultantes del modelo, es posible
observar un fuerte y sostenido efecto negativo del Índice de Globalización financiera
(KOFF) en la distribución funcional del ingreso, en línea con los hallazgos de diversos
trabajos anteriores, lo cuales plantean que el principal efecto de la asimetría financiera se da
por el deterioro en el poder de negociación de los trabajadores en la medida que el capital
tiene mayor capacidad de movilidad y reubicar su aplicación, aumentado el poder relativo
de negociación vis-a-vis con el trabajo (DIWAN, 2001; HARRISON; 2002). Los
resultados coinciden condiversos estudios que han demostrado empíricamente una
correlación entre la ausencia de restricciones a la cuenta de capital y el deterioro de las
condiciones laborales de los trabajadores y una menor participación del trabajo en el PIB
(LEE Y JAYADEV, 2005; OIT, 2008 y 2011). Los resultados son consistentes con los
hallazgos de trabajos más recientes que incluyen variables asociadas a la globalización
financiera y su efecto negativo en el Wage Share en economías desarrolladas y
subdesarrolladas (KOHLER, GUSCHANSKI Y STOCKHAMMER, 2018; DUNHAUPT,
2013; ONARAN, 2009). El resultado evidencia también que en el corto plazo existe un
débil efecto positivo que después es ampliamente superado por el efecto contrario. A su
turno, si el análisis se realiza por medio de los parámetros estimados del modelo, existe
evidencia estadística que el efecto se da a partir del segundo rezago temporal de la variable
KOFF en el Wage Share. El resultado es razonable teniendo en cuenta que los efectos de
una mayor apertura financiera no se dan contemporáneamente en la distribución del
ingreso, sino que están fuertemente asociados al comportamiento y naturaleza de los flujos
internacionales de capital y sus impactos en la capacidad de negociación relativa del
trabajo, que se va deteriorando en la medida que el capital tiene mayor capacidad de
movilidad y reubicar su aplicación.
Además, el resultado puede estar asociado a los efectos de los flujos de capital
destructivos sobre el capital nacional, lo que, por una parte, reduce aún más el poder de
negociación de la mano de obra en estas empresas y, por otra, destruye empleos en las
P á g i n a | 139
pequeñas empresas nacionales, que ya no pueden competir en la medida que ven reducido
su margen de ganancia (ONARAN, 2009). En el mismo sentido, si la naturaleza y
composición sectorial de la IED se da en sectores de alta intensidad de capital y baja
capacidad de generación de empleo calificado y formal con bajos costos laborales, como en
la minería y servicios en el caso colombiano, puede incidir negativamente en la
participación agregada de la economía.
GRÁFICO 25: FUNCIÓN IMPULSO-RESPUESTA DEL KOFF EN EL WAGE SHARE
Fuente: Elaboración propia, basado en los resultados del modelo VAR.
Dicho resultado también coincide con las hallazgos del capítulo II (sección 2.3 y
2.4) en donde se evidenció que el comportamiento del Wage Share estuvo asociado a los
las fases de expansión y contracción de los ciclos de capital, los cuales alimentaron los
desequilibrios macroeconómicos, la vulnerabilidad externa y la inestabilidad financiera,
generando alteraciones en el margen de lucro de las empresas, la inflación, los salarios
reales, el desempleo y el poder de negociación de los trabajadores. Las reformas de
liberalización económica que profundizaron la apertura de capitales en el país,
acompañados de las reformas de flexibilización laboral, se asocian con la incapacidad de
los trabajadores de indexar los salarios a la productividad y la inflación, lo que deteriora la
distribución funcional del ingreso en detrimento del trabajo.
P á g i n a | 140
En cuanto a los efectos de la Tasa de Cambio Nominal en el Wage Share, se puede
apreciar un efecto similar al de la globalización financiera: un leve efecto positivo en el
corto plazo seguido de un fuerte y persistente efecto negativo en el mediano y largo plazo.
De igual modo, el resultado puede indicar que los efectos de la desvalorización cambiaria
son asimétricos: las condiciones específicas de la economía colombiana y los parámetros
iníciales determinan un efecto negativo mayor a los efectos positivos en la mayor
competitividad de los bienes exportados.
El resultado apunta a que los efectos de una desvalorización o devaluación
cambiaria, que en el caso de la economía colombiana suelen ser abruptos y en periodos de
tiempo relativamente cortos como consecuencia de la contracción de los ciclos de liquidez
y la especulación cambiaria30
(GAMBOA-ESTRADA, 2016), genera un aumento en el
precio de los bienes importados y, por lo tanto, conduce a una caída en los salarios reales y
una reducción de la participación salarial en el PIB. El efecto leve y positivo en el corto
plazo puede estar asociado al ajuste de los salarios nominales a los salarios reales después
de algún rezago temporal (BRANCACCIO, 2014). Los resultados coinciden con Blecker
(2012), quien sostiene que un aumento en el costo de los insumos intermedios, por ejemplo
debido a una devaluación del tipo de cambio, induce un proceso de negociación entre
capital y trabajo. El efecto es especialmente sensible en países donde la dependencia de las
importaciones de bienes intermedios y de capital es alta. A medida que cada parte intenta
trasladar los costos adicionales a la otra parte, la inflación aumenta. En el intento de
controlar la inflación, la autoridad monetaria aumenta la tasa de interés, precipitando a la
contracción de la demanda y la producción. El proceso deriva en una reducción sensible en
los salarios reales y en la productividad del trabajo, tanto en la generación de valor
agregado como en el empleo (para profundizar en este punto ver sección 1.6.2)
30En Gamboa-Estrada (2016) se evidencia que los agentes no residentes podrían haber efectuado operaciones
carry trade en 2007, 2008 y 2012 en Colombia. Mediante regresiones de variables instrumentales y modelos
vectoriales autorregresivos (VAR) se encuentra evidencia de que altos diferenciales de tasas de interés están
estrechamente relacionados con episodios de turbulencia cambiaria en Colombia.
P á g i n a | 141
El resultado para la economía colombiana coincide con los hallazgos de los estudios
post-keynesianos en los que el efecto total de la Tasa de Cambio Nominal se da en función
de la dependencia de las importaciones de la economía, la capacidad de las empresas para
reflejar los cambios en los precios de importación a los consumidores y la incapacidad de
los trabajadores para indexar los salarios a la inflación (ONARAN, 2009; BLECKER,
2012). En efecto, la economía colombiana presenta una tasa de Penetración de
importaciones elevada relativamente a su tamaño, llegando a niveles del 45%. A su vez, las
empresas tiene una alta capacidad para trasladar los precios a los consumidores al
incrementar los precios que se manifiesta en la alta correlación entre las devaluaciones del
tipo de cambio y la inflación (lo que supone un alto grado de monopolio), mientras que los
trabajadores se encuentran vinculados laboralmente, en la mayoría de casos, por medio de
contratos flexibles y sin poder de negociación como consecuencia de reformas laborales
que degradan las relaciones laborales estables y el poder de organización y movilización de
los sindicatos, como se vio en el capítulo II (secciones 2.3 y 2.4).
GRÁFICO 26: FUNCIÓN IMPULSO-RESPUESTA DE LA TCN EN EL WAGE SHARE
Fuente: Elaboración propia, basado en los resultados del modelo VAR.
Con el objetivo de realizar un análisis integrado de la globalización financiera y la
Tasa de Cambio Nominal, elementos estrechamente vinculados entre sí, es válido señalar
P á g i n a | 142
las interpretaciones teóricas que conciben los efectos en las economías periféricas en un
sentido más amplio y estructural. Para Sarmiento (2014),en los periodos crecientes de los
ciclos internacionales de liquidez, la economía colombiana presentó una revaluación del
tipo de cambio que indujo una expansión de las importaciones de bienes transables y déficit
en balanza de pagos que contrajo tanto el margen de ganancia de las empresas como la
demanda interna de la economía. La composición de los capitales extranjeros determinaron
un perfil productivo concentrado en sectores de baja elasticidad de la oferta, como la
minería y los servicios, lo que incrementó los precios de los activos que fueron inflados aún
más por la expansión del crédito que generó burbujas que estallaron en las crisis de 1982 y
1999.
Las acciones de política económica para contener la inflación y la expansión del
crédito se hizo con políticas contractivas que precipitaron la recesión (elevación la tasa de
interés, la cual a su vez, es una variable redistributiva, conforme se vio en la sección 1.6.4 y
2.4). La disminución de las divisas causó devaluación y alza en la tasa de interés, lo que
frenó el proceso e incentivó la especulación cambiaria. Por su parte, la fragilidad financiera
de las empresas por el desacoplamiento cambiario entre los activos precificados en moneda
local y pasivos en moneda extranjera, resultaron en una abrupta contracción del crédito y
vencimiento de los balances patrimoniales y obligaciones financieras, lo que indujo a las
empresas a trasladar dichos riesgos a los trabajadores, como se observa en los periodos
posteriores a la crisis, dejando cicatrices distributivas. En la reversión de los ciclos, se
presentó una salida de capitales que generó devaluación del tipo de cambio, lo que redujo
los salarios reales con respecto a la productividad, en un contexto de flexibilidad y
precarización laboral.
La función impulso-respuesta de la Tasa de Desempleo en el Wage Share indica un
efecto positivo en el corto y mediano plazo y levente negativo en el largo plazo. Este
resultado es opuesto al esperado teóricamente31
y puede estar asociado a algunas
31Dado que a través de la globalización, los trabajadores con bajos salarios en los países en desarrollo y
emergentes amplían el "ejército de reserva de desempleados", el poder de negociación de los trabajadores no
calificados se frena adicionalmente. Por lo tanto, los empleadores pueden suprimir los reclamos salariales de
los trabajadores amenazándolos con mudarse a países de bajos salarios (POLLIN, 2000). Se esperaría que un
P á g i n a | 143
características de la variable: en primer lugar, la metodología de Encuestas Nacionales fue
cambiando durante el periodo de análisis incluyendo ciudades en la muestra censal que
puede tener impactos en la dinámica temporal de la serie. En segundo lugar, la tasa de
desempleo se ha reducido desde el año 2009 como consecuencia de un aumento en los
trabajadores inactivos y no por una mayor generación de empleo en la economía (Farné,
2016), lo que no corresponde exactamente con un aumento en el poder de negociación de
los trabajadores, que es la función que cumple esta variable proxy en el modelo. En efecto,
la población inactiva por razones económicas en Colombia es elevada (ver sección 2.3) lo
que puede sesgar la variable usada en la estimación.
Empero, los estimadores de las variables binarias exógenas como CRISIS y
REFORMAS no fueron estadísticamente significativas. Sin embargo, el signo de estos
puede dar algún indicio sobre el efecto negativo de las reformas y las crisis cambiarias en el
Wage Share. Por un lado, las crisis agudizan los conflictos distributivos entre el capital y el
trabajo, periodos donde el primero tiene mayor capacidad relativa de trasladar los costos al
segundo. En cuanto a las reformas, que en todos los casos han estado orientadas a una
mayor flexibilidad y reducción de los costos salariales y no salariales, tienen una fuerte
incidencia negativa en el poder de negociación, organización y movilización de los
trabajadores. En próximas investigaciones se intentará mejorar la estimación de estas
variables procurando una estimación más eficaz en su significancia.
Los resultados del rezago en el segundo periodo para el WSA también podrían
indicar que existe una histéresis de la variable dependiente, explicado tanto por las
variables endógenas como de las exógenas, lo que podría evidenciar que existen ―cicatrices
distributivas‖ después de periodos de crecimiento y contracción de los ciclos
internacionales de capital, devaluaciones fuertes y abruptas del tipo de cambio nominal, las
crisis y las reformas laborales y pensionales. El resultado es consistente con los hallazgos
de Diwan (2001).
mayor desempleo conduce a la moderación salarial y tiene una influencia persistente en el poder de
negociación de los trabajadores.
P á g i n a | 144
GRÁFICO 27: FUNCIÓN IMPULSO-RESPUESTA DE LA TASA DE DESEMPLEO EN EL WAGE
SHARE
Fuente: Elaboración propia, basado en el resultados del modelo VAR.
CUADRO 5: RESULTADOS DE LOS ESTIMADORES PARA ECUACIÓN DEL WSA EN EL
MODELO 1.
Variables Estimate Std. Error T value Prob.
WSA(t-1) 1,041 0,137 7,590 4,51e-11 ***
KOFF(t-1) 0,095 0,104 0,912 0,364
TCN (t-1) 0,042 0,034 1,239 0,219
DTD(t-1) 0,014 0,022 0,621 0,536
WSA(t-2) -0,107 0,147 -0,730 0,467
KOFF(t-2) -0,121 0,111 -1,086 0,281
TCN(t-2) -0,039 0,033 -1,193 0,236
DTD(t-2) 0,028 0,023 1,229 0,222
const -0,073 0,119 -0,613 0,541
CRISIS -0,003 0,009 -0,333 0,740
REFORMAS -0,004 0,006 -0,695 0,489
Nota: Nivel de significancia ‗***‘ 0.001 ‗**‘ 0.01 ‗*‘ 0.05 ‗.‘ 0.1.
Fuente: Elaboración propia, basado en los resultados del modelo VAR.
P á g i n a | 145
Finalmente, también se analizó la descomposición de la varianza de las variables
endógenas del modelo 1, teniendo como principal interés la variable WSA. En el cuadro 6
se aprecia como el WSA está asociada en el largo plazo con la variable KOFF y en una
menor medida con la TCN. La variable más exógena del modelo es la TD que en teoría
depende de otras variables explicativas asociadas a la demanda efectiva y a la
oferta/demanda de trabajo, entre otras.
CUADRO 6: DESCOMPOSICIÓN DE LA VARIANZA PARA WSA EN EL MODELO 1
Choque WSA KOFF TCN DTD
1 100,00 0,00 0,00 0,00
10 96,15 0,94 1,06 1,84
20 92,92 4,41 1,23 1,45
30 84,17 12,02 2,67 1,15
40 77,11 17,89 3,95 1,04
50 72,63 21,57 4,80 1,00
Fuente: Elaboración propia, basado en los resultados del modelo VAR.
3.5.2 Resultados Modelo 2:
Los resultados del modelo 2, asociados a la asimetría productiva/comercial y a
estructura sectorial de Colombia en el período de análisis presentan algunas evidencias
sobre los efectos diferenciados de una reprimarización productiva derivada de la
globalización económica y la escaza inserción del país como proveedor de materias primas
en las Cadenas Globales de Valor, controladas por grandes corporaciones trasnacionales.
En general los resultados muestran que la globalización comercial tiene impactos
contradictorios en el Wage Share, lo que podría explicarse por los efectos diferenciados y
opuestos de las exportaciones e importaciones de bienes y servicios en demanda agregada y
en los salarios de los trabajadores. Por su parte, se evidencia un fuerte y persistente efecto
positivo de la participación del sector agropecuario e industrial en el PIB, es decir, existe
una fuerte correlación directamente proporcional entre la producción de estos sectores con
la distribución funcional del ingreso, presumiblemente por transformaciones en la matriz
P á g i n a | 146
sectorial del empleo. Es decir, se evidencia que la estructura productiva y del empleo es
importante en la distribución funcional del ingreso, conforme a lo discutido en la sección
1.5.5.
La función impulso-respuesta del Índice de Globalización Comercial (KOFC)
muestra resultados aparentemente heterogéneos sobre el Wage Share Ajustado. En el
gráfico 28, se precia que la en un primer momento la apertura comercial puede tener un
efecto levemente positivo en la distribución funcional y de inmediato comienza tener un
efecto negativo que se convierte oscilante en el tiempo, hasta llegar a un valor constante
cercano a cero, pero negativo. El resultado puede concordar con otros estudios que
diferenciaron los efectos de las exportaciones y las importaciones agregadas en la
participación salarial. Para Onaran (2009) en un estudio sobre los efectos de la
globalización en le Wage Share en México, Turquía y Corea del Sur encuentra que un
aumento de las exportaciones tiene un efecto negativo en la participación salarial a largo
plazo, y el efecto es económicamente significativo: -0.20 en México y -0.27 en Turquía. En
Corea, los efectos a largo plazo de las exportaciones son insignificantes. Finalmente, en
todos los países las importaciones son insignificantes a largo plazo. De esta manera, la
autora concluye que el auge de las exportaciones manufactureras ha tenido un efecto
negativo en la participación salarial en México y Turquía. Dichos efectos negativos son
mayores a los beneficios obtenidos por medio de una mayor. Incluso, la autora alerta como
las antiguas ventajas comparativas en la producción bienes intensivos en mano de obra
poco calificada de los países de ingresos medianos, como México y Turquía, están siendo
desafiadas por competencia de los países con salarios más bajos, como China e India, en los
mercados de comercio mundial. Sin embargo, en el caso de Corea la existencia de políticas
industriales y la dependencia de nuevas inversiones y aumentos de productividad, así como
la especialización en industrias más calificadas y de mayor valor agregado, al menos
previene las presiones competitivas negativas sobre los salarios. (ONARAN, 2009)
En otros estudios analizan de forma estructural los efectos de la integración de las
Cadenas Globales de Valor en economías periféricas, llegando a la conclusión que estas
deterioran el poder de negociación de los trabajadores. Para Guschanski y Onaran (2017),
en un estudio sobre los determinantes del Wage Share en economías periféricas, hallaron
P á g i n a | 147
que la expansión de las CGV tuvo un impacto negativo en la participación salarial. Para
ellos, la deslocalización en las economías avanzadas ejerce una presión a la baja en la
participación salarial en estos países, mientras que los trabajadores en las economías
emergentes, el destino de las tareas deslocalizadas, también están perdiendo con respecto al
capital.
De acuerdo con Guschanski y Onaran (2017) y las contribuciones de Medeiros
(2016), la caída en el WS puede estar asociado a tres razones fundamentales: (1) la
integración a las cadenas de valor globales puede llevar a la supresión de los aumentos
salariales en las economías emergentes a medida que los países intentan aumentar su
competitividad en términos de costos laborales. (2) la integración vertical podría aumentar
la cuota de mercado de la empresa, reducir la competencia y, por lo tanto, aumentar el
margen de lucro, reduciendo la participación de los salarios. (3) las ganancias de eficiencia
a través de las CGV pueden aumentar las ganancias, que sin embargo no se comparten con
la mano de obra. Todos estos mecanismos sugieren un debilitamiento del poder de
negociación del trabajo debido a cambios institucionales y a una mayor capacidad de
movilidad del capital vis-a-vis el trabajo.
Por su parte, las funciones impulso-respuesta de la participación del sector
agropecuario e industrial en el PIB corresponden claramente a lo esperado teóricamente:
una mayor producción y generación de valor agregado de estos sectores está relacionado
estrechamente con su capacidad de absorción de mano de obra. A su vez estos sectores,
especialmente la industria, tienen elevadas productividades -tres veces más que los
servicios y el comercio en el caso de Colombia según Sarmiento (2014)- y en general
presentan remuneraciones por encima del promedio de la economía. De igual forma, el
resultado coincide con las contribuciones de Medeiros (2016), quien plantea la importancia
de las estructuras productivas, las cuales pueden determinar o condicionar las trayectorias
de los mercados laborales y la distribución funcional del ingreso al abrir sus economías a la
liberalización comercial y de capitales. Este hecho es relevante para la economía
colombiana, dado que esta sufrió una especialización regresiva y desindustrialización
prematura (MARTINEZ, 2014), llevando al traslado de la mano de obra a sectores
informales menos competitivos, de menor productividad, menores salarios, lo que puede ser
P á g i n a | 148
un elemento que explique el deterioro del mercado de trabajo y la distribución funcional del
ingreso.
GRÁFICO 28: FUNCIÓN IMPULSO-RESPUESTA DE KOFC EN EL WAGE SHARE
Fuente: Elaboración propia, basado en los resultados del modelo VAR
GRÁFICO 29: FUNCIÓN IMPULSO-RESPUESTA DE AGROPIB EN EL WAGE SHARE
Fuente: Elaboración propia, basado en los resultados del modelo VAR
P á g i n a | 149
GRÁFICO 30: FUNCIÓN IMPULSO RESPUESTA DEL INDPIB EN EL WAGE SHARE
Fuente: Elaboración propia, basado en los resultados del modelo VAR
Estos sectores estratégicos tienen una elevada capacidad de arrastre en la economía
como producto de sus fuertes vínculos y encadenamientos hacia atrás y hacia adelante. Es
decir, son sectores son fuertes multiplicadores que pueden elevar la participación de los
salarios agregados en el PIB dado un nivel de capacidad instalada y productividad de los
factores. El resultado concuerda con los hallazgos obtenidos por Stockhammer (2013) en
un análisis econométrico en datos panel donde encuentra una contribución positiva del
efecto conjunto de los dos sectores a la participación salarial de alrededor 0,75% para 43
economías periféricas.
CUADRO 7: RESULTADOS DE LOS ESTIMADORES PARA ECUACIÓN DEL WSA EN EL
MODELO 2.
Variables Estimate Std. Error T value Prob.
WSA(t-1) 0,983 0,120 8,172 3,19e-12 ***
KOFF(t-1) 0,080 0,056 1,428 0,157
AGROPIB(t-1) 0,081 0,051 1,593 0,115
DINDPIB(t-1) 0,042 0,062 0,681 0,498
WSA(t-2) -0,111 0,130 -0,858 0,394
KOF(t-2) -0,090 0,057 -1,581 0,118
P á g i n a | 150
AGROPIB(t-2) -0,055 0,050 -1,107 0,272
DINDPIB(t-2) 0,058 0,063 0,928 0,356
const -0,019 0,065 -0,294 0,769
CRISIS 0,005 0,009 0,608 0,545
REFORMAS -0,005 0,005 -0,982 0,329
Fuente: Elaboración propia, basado en el resultados del modelo VAR.
Al analizar los resultados de los estimadores del modelo 2, se encuentra que la
variable binaria exógena REFORMAS mantiene un signo negativo, lo que podría dar
indicios sobre el deterior en el poder de negociación de los trabajadores de los cambios
legislativos en materia laboral y pensional en el periodo de análisis. Sin embargo la variable
no es significativa. Finalmente al analizar la descomposición de la varianza de la variable
de interés en el modelo 2, se observa que esta relaciona con la participación del Agro en el
PIB y en menor medida con el Índice de Globalización Comercial y la participación de la
industria en el PIB.
CUADRO 8: DESCOMPOSICIÓN DE LA VARIANZA DEL WSA EN EL MODELO 2.
Choque WSA KOFC AGROPIB INDPIB
1 100,00 0,00 0,00 0,00
10 91,49 2,11 4,72 1,67
20 85,04 2,66 10,60 1,69
30 82,18 2,31 13,77 1,74
40 80,35 2,09 15,80 1,76
50 79,25 1,95 17,03 1,77
Fuente: Elaboración propia, basado en los resultados del modelo VAR.
P á g i n a | 151
3.6 Consideraciones finales
El propósito del trabajo fue analizar los efectos de la globalización en la distribución
funcional del ingreso medida por la participación salarial en Colombia entre 1994 y 2017.
En efecto, se procedió a estimar dos modelos econométricos de series temporales usando un
Vectores Autor regresivos (VAR) de grado 2 en el que se incluyeron variables endógenas
como el Wage Share Ajustado, índices de Globalización Financiera y Comercial, la Tasa de
Cambio Nominal, la Tasa de Desempleo y la participación del sector agropecuario e
industrial en el PIB, junto con dos variables exógenas que capturan los efectos de las crisis
económicas y las reformas laborales y pensionales realizadas en Colombia en el periodo de
análisis.
Los resultados apuntan a un efecto negativo de la globalización en la distribución
funcional del ingreso, especialmente en las esferas financiera y macroeconómica. En el
primer caso, se observó un fuerte y sostenido efecto negativo del Índice de Globalización
financiera (KOFF) en la distribución funcional del ingreso, en línea con los hallazgos de
diversos trabajos anteriores, lo cuales plantean que el principal efecto de la asimetría
financiera se da por el deterioro en el poder de negociación de los trabajadores en la medida
que el capital tiene mayor capacidad de movilidad y reubicar su aplicación, aumentado el
poder relativo de negociación vis-a-vis con el trabajo (DIWAN, 2001; HARRISON; 2002).
Los resultados coinciden condiversos estudios que han demostrado empíricamente una
correlación entre la ausencia de restricciones a la cuenta de capital y el deterioro de las
condiciones laborales de los trabajadores y una menor participación del trabajo en el PIB
(LEE Y JAYADEV, 2005; OIT, 2008 y 2011). Los resultados son consistentes con los
hallazgos de trabajos más recientes que incluyen variables asociadas a la globalización
financiera y su efecto negativo en el Wage Share en economías desarrolladas y
subdesarrolladas (KOHLER, GUSCHANSKI Y STOCKHAMMER, 2018; DUNHAUPT,
2013; ONARAN, 2009).
En cuanto a los resultados de la asimetría macroeconomía, relacionada con los
efectos de la Tasa de Cambio Nominal en el Wage Share, se pudo evidenciar un efecto
similar al de la globalización financiera: un leve efecto positivo en el corto plazo seguido
de un fuerte y persistente efecto negativo en el mediano y largo plazo. El resultado puede
P á g i n a | 152
indicar que los efectos de la desvalorización cambiaria son asimétricos: las condiciones
específicas de la economía colombiana y los parámetros iníciales determinan un efecto
negativo mayor a los efectos positivos en la mayor competitividad de los bienes exportados.
El resultado apunta a que los efectos de una desvalorización o devaluación
cambiaria, que en el caso de la economía colombiana suelen ser abruptos y en periodos de
tiempo relativamente cortos como consecuencia de la contracción de los ciclos de liquidez
y la especulación cambiaria (GAMBOA-ESTRADA, 2016), genera un aumento en el
precio de los bienes importados y, por lo tanto, conduce a una caída en los salarios reales y
una reducción de la participación salarial en el PIB. El resultado para la economía
colombiana coincide con los hallazgos de los estudios post-keynesianos en los que el efecto
total de la Tasa de Cambio Nominal se da en función de la dependencia de las
importaciones de la economía, la capacidad de las empresas para reflejar los cambios en los
precios de importación a los consumidores y la incapacidad de los trabajadores para indexar
los salarios a la inflación (ONARAN, 2009; BLECKER, 2012). En efecto, la economía
colombiana presenta una tasa de Penetración de importaciones elevada relativamente a su
tamaño, llegando a niveles del 45%. A su vez, las empresas tiene una alta capacidad para
trasladar los precios a los consumidores al incrementar los precios que se manifiesta en la
alta correlación entre las devaluaciones del tipo de cambio y la inflación (lo que supone un
alto grado de monopolio), mientras que los trabajadores se encuentran vinculados
laboralmente, en la mayoría de casos, por medio de contratos flexibles y sin poder de
negociación como consecuencia de reformas laborales que degradan las relaciones
laborales estables y el poder de organización y movilización de los sindicatos, como se vio
en el capítulo II (secciones 2.3 y 2.4).
En la esfera comercial muestra un efecto levemente negativo y oscilante. El
resultado puede concordar con otros estudios que diferenciaron los efectos de las
exportaciones y las importaciones agregadas en la participación salarial. Para Onaran
(2009) en un estudio sobre los efectos de la globalización en le Wage Share en México,
Turquía y Corea del Sur encuentra que un aumento de las exportaciones tiene un efecto
negativo en la participación salarial a largo plazo, y el efecto es económicamente
significativo: -0.20 en México y -0.27 en Turquía. En Corea, los efectos a largo plazo de las
P á g i n a | 153
exportaciones son insignificantes. Es decir, los efectos comerciales dependen de la
estructura productiva y laboral de cada país. Los efectos de la apertura comercial no se dan
de forma homogénea, como efectivamente lo muestra el caso colombiano.
En lo referente a la estructura sectorial, se observa una relación directamente
proporcional entre la participación de los sectores agrícola e industrial y la participación
agregada de los salarios en el PIB, lo que podría estar vinculado a transformaciones en la
matriz de empleo del país. N efecto, el resultado coincide con las contribuciones de
Medeiros (2016), quien plantea la importancia de las estructuras productivas, las cuales
pueden determinar o condicionar las trayectorias de los mercados laborales y la distribución
funcional del ingreso al abrir sus economías a la liberalización comercial y de capitales.
Este hecho es relevante para la economía colombiana, dado que esta sufrió una
especialización regresiva y desindustrialización prematura (MARTINEZ, 2014), llevando al
traslado de la mano de obra a sectores informales menos competitivos, de menor
productividad, menores salarios, lo que puede ser un elemento que explique el deterioro del
mercado de trabajo y la distribución funcional del ingreso (ver sección 2.3)
En trabajos posteriores se procederá estimar especificaciones que determinen
teóricamente las relaciones entre las variables con la construcción de matrices de
restricciones y de esa manera elaborar un VAR Estructural con un mejor ajuste de los
resultados y los residuos del modelo. De igual forma, es posible avanzar en la inclusión de
otras variables asociadas a procesos específicos de financiarización de empresas no
financieras, otras medidas de poder de negociación de los trabajadores e inserción en las
Cadenas Globales de Valor, entre otras.
P á g i n a | 154
P á g i n a | 155
CONCLUSIÓN
A largo del presente trabajo se definió la globalización económica como un periodo
histórico donde se configuran transformaciones en el patrón de acumulación de capital
basado en la financiarización con profundos efectos sobre los mercados, instituciones,
empresas, bancos y familias, así como en la gestión de la riqueza y la distribución de los
lucros entre los agentes económicos. Paralelamente a la financiarización, en la era de la
globalización se da un proceso de internacionalización del capital en el marco de un nuevo
Sistema Monetario jerarquizado donde existe una moneda clave –el dólar-, monedas
centrales –euro, por ejemplo-, y monedas periféricas –peso colombiano, real brasilero, entre
otras- que definen las características en la inserción de las económicas en la globalización.
La jerarquía monetaria configura asimetrías entre los países en dos dimensiones: la
financiera, la cual está asociada a los ciclos de liquidez internacional que determinan las
condiciones en la inserción de las economías y los efectos de los flujos de capital; la
macroeconómica, que define el comportamiento de la tasa de interés y de cambio –
altamente volátiles en economías periféricas-, así como el espacio en la aplicación de
políticas económicas. Por último, la asimetría productiva, determinada por la división
internacional de la producción partir de las estrategias financieras de grandes corporaciones
en Cadenas Globales de Valor que tienen un importante efecto en la estructura productiva
de los países periféricos, en muchos casos especializados en sectores primarios
(reprimarización).
En general, el trabajo describió los canales por lo que la globalización modifica el
poder de negociación entre el trabajo y el capital en beneficio del segundo, lo que implica
trasladar los costos y riesgos a partir de la desregulación de las instituciones laborales y la
represión salarial. La expansión de la informalidad, proliferación de contratos laborales
temporales de baja calidad, basados en la tercerización e intermediación, entre otros, fueron
las formas que la flexibilización de la fuerza de trabajo tomó como consecuencia de la
mayor movilidad del capital en la era de la globalización. Los canales por los que la
financiarización y globalización en sus dimensiones financiera, macroeconomía y
productiva impactan el mercado de trabajo y la distribución funcional de la riqueza en los
países periféricos pueden resumirse en conflictos distributivos que deterioran la posición
P á g i n a | 156
relativa del trabajo: la maximización del accionista, el arbitraje de los especuladores en
mercados secundarios, el aumento de las deudas de las familias, la volatilidad del tipo de
cambio generado por los ciclos de liquidez y la inestabilidad estructural que configura un
cuadro de deficiencia de demanda agregada y desequilibrios macroeconómicos que se
resuelven a expensas de los trabajadores durante las crisis económicas por medio de
políticas monetarias contractivas (reforzando las elevadas y volátiles tasas de interés en
economías periféricas), que dejan cicatrices distributivas por algunos años posteriores, una
carrera hacia el fondo en la competencia mundial por ofrecer los menores costos laborales y
una reestructuración sectorial a favor de los sectores de menor productividad acompañada
de una acelerada desindustrialización.
De esta manera, se pueden establecer las siguientes conclusiones del trabajo:
1) El proceso de globalización en Colombia significó cambios profundos en el mercado de
trabajo y en la distribución funcional del ingreso. A lo largo de las últimas cuatro
décadas se han dado 3 olas de reformas de liberalización económica y flexibilización
laboral, en las cuales se presentan las características propias de los efectos de la
globalización en las economías periféricas por medio de los canales previamente
mencionados, los cuales, en su conjunto, permiten aportar elementos de las causas de la
precarización en el mercado de trabajo y de la desigualdad en el país.
2) Por medio de un análisis descriptivo de las principales variables del mercado de trabajo,
fue posible demostrar que tanto las reformas macroeconómicas, como las laborales en
el período de la globalización, generaron menos empleos, cada vez más informales y de
menor calidad, con una proporción creciente de empleados vulnerables y subempleados,
con menores remuneraciones relativas y mayor desigualdad. Estas condiciones
deterioraron la distribución funcional de la renta al reducir la participación de los
salarios en el PIB, como resultado de un menor poder de negociación del trabajo que
impide indexar el crecimiento de los salarios reales a la productividad del trabajo.
3) Con el propósito de estudiar los efectos de la globalización en la distribución funcional
del ingreso, se procedió a estimar dos modelos econométricos de series temporales
usando un Vectores Autor regresivos (VAR) de grado 2 en el que se incluyeron
variables endógenas como el Wage Share Ajustado, índices de Globalización
P á g i n a | 157
Financiera y Comercial(como proxy de la asimetría financiera), la Tasa de Cambio
Nominal (como proxy de la asimetría macroeconómica), la Tasa de Desempleo (como
proxy del poder de negociación de los trabajadores) y la participación del sector
agropecuario e industrial en el PIB (como proxy de la asimetría productiva), junto con
dos variables exógenas que intentaron capturar los efectos de las crisis económicas y las
reformas laborales/pensionales realizadas en Colombia en el periodo de análisis.
4) Los resultados apuntan a un efecto negativo de la globalización en la distribución
funcional del ingreso, especialmente en las esferas financiera y macroeconómica. En el
primer caso, se observó un fuerte y sostenido efecto negativo del Índice de
Globalización financiera (KOFF) en la distribución funcional del ingreso, en línea con
los hallazgos de diversos trabajos anteriores, lo cuales plantean que el principal efecto
de la asimetría financiera se da por el deterioro en el poder de negociación de los
trabajadores en la medida que el capital tiene mayor capacidad de movilidad y reubicar
su aplicación, aumentado el poder relativo de negociación vis-a-vis con el trabajo
(DIWAN, 2001; HARRISON; 2002). Los resultados coinciden condiversos estudios
que han demostrado empíricamente una correlación entre la ausencia de restricciones a
la cuenta de capital y el deterioro de las condiciones laborales de los trabajadores y una
menor participación del trabajo en el PIB (LEE Y JAYADEV, 2005; OIT, 2008 y
2011). Los resultados son consistentes con los hallazgos de trabajos más recientes que
incluyen variables asociadas a la globalización financiera y su efecto negativo en el
Wage Share en economías desarrolladas y subdesarrolladas (KOHLER,
GUSCHANSKI Y STOCKHAMMER, 2018; DUNHAUPT, 2013; ONARAN, 2009).
5) En cuanto a los efectos de la asimetría macroeconómica, referente a la Tasa de Cambio,
se pudo evidenciar un efecto similar al de la globalización financiera: un leve efecto
positivo en el corto plazo seguido de un fuerte y persistente efecto negativo en el
mediano y largo plazo. El resultado puede indicar que los efectos de la desvalorización
cambiaria son asimétricos: las condiciones específicas de la economía colombiana y los
parámetros iniciales determinan un efecto negativo mayor a los efectos positivos en la
mayor competitividad de los bienes exportados. El resultado para la economía
colombiana coincide con los hallazgos de los estudios post-keynesianos en los que el
efecto total de la Tasa de Cambio Nominal se da en función de la dependencia de las
P á g i n a | 158
importaciones de la economía, la capacidad de las empresas para reflejar los cambios en
los precios de importación a los consumidores y la incapacidad de los trabajadores para
indexar los salarios a la inflación (ONARAN, 2009; BLECKER, 2012).
6) Los resultados en la esfera comercial muestra un efecto levente negativo pero ambiguo,
lo que podría estar relacionado a los efectos heterogéneos de las importaciones y
exportaciones en la distribución funcional del ingreso. En lo referente a la estructura
sectorial, se observa una relación directamente proporcional entre la participación de los
sectores agrícola e industrial y la participación agregada de los salarios en el PIB, lo que
podría estar vinculado a transformaciones a la estructura productiva y de la matriz de
empleo del país.
P á g i n a | 159
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P á g i n a | 167
Anexo 1: Pruebas de Raíz Unitaria
PRUEBAS DE RAIZ UNITARIA PARA SERIE LABOR SHARE COLOMBIA (1994Q1-2017Q4)
TEST TENDENCIA-
INTERCEPTO
INTERCEPTO NONE # LAGS CONCLUSION
DFA -2,420 -1,560 -1,150 0 La variable es
estacionaria I(0) a una
significancia del 5% -3,45 -2,89 -1,95 0
PP -2,610 -1,600 3 La variable tiene una RU
I(1) -3,457 -2,892 3
KPSS 0,2509 2,079 3 La variable es
estacionaria I(0) a una
significancia del 5% 0,146 0,463 3
QED -5,530 -5,580 -5,775 1 La variable es
estacionaria I(0) a una
significancia del 5% -4,8 -4,42 -5,08 1
PRUEBAS DE RAIZ UNITARIA PARA GLOBALIZACION FINANCIERA (1994Q1-2017Q4)
TEST TENDENCIA-
INTERCEPTO
INTERCEPTO NONE # LAGS CONCLUSION
DFA -2,200 -0,090 -2,180 2 La variable es
estacionaria I(0) a una
significancia del 5% -3,45 -2,89 -1,95 2
PP -2,250 -0,400 3 La variable es
estacionaria I(0) a una
significancia del 5% -3,457 -2,892 3
KPSS 0,23 2,240 3 La variable es
estacionaria I(0) a una
significancia del 5% 0,146 0,463 3
QED -3,090 -2,800 -2,900 1 La variable no presenta
quiebra estructural -4,8 -4,42 -5,08 1
PRUEBAS DE RAIZ UNITARIA PARA GLOBALIZACION COMERCIAL (1994Q1-2017Q4)
TEST TENDENCIA-
INTERCEPTO
INTERCEPTO NONE # LAGS CONCLUSION
DFA -3,690 -1,890 -0,670 1 La variable es
estacionaria I(0) a una
significancia del 5% -3,45 -2,89 -1,95 1
PP -2,400 -1,410 3 La variable tiene una RU
I(1) -3,457 -2,892 3
KPSS 0,33 1,660 3 La variable es
estacionaria I(0) a una
significancia del 5% 0,146 0,463 3
QED -5,580 -5,500 -5,500 1 La variable es
estacionaria I(0) a una
significancia del 5% -4,8 -4,42 -5,08 1
PRUEBAS DE RAIZ UNITARIA PARA TASA DE CAMBIO (1994Q1-2017Q4)
TEST TENDENCIA-
INTERCEPTO
INTERCEPTO NONE # LAGS CONCLUSION
DFA -1,990 -2,150 2,320 1 La variable es
estacionaria I(0) a una
significancia del 5% -3,45 -2,89 -1,95 1
PP -1,770 -2,060 1 La variable tiene una RU
P á g i n a | 168
-3,457 -2,892 1 I(1)
KPSS 0,41 1,200 3 La variable es
estacionaria I(0) a una
significancia del 5% 0,146 0,463 3
QED -2,670 -2,990 -2,620 1 La variable no presenta
quiebra estructural -4,8 -4,42 -5,08 1
PRUEBAS DE RAIZ UNITARIA PARA TASA DE DESEMPLEO (1994Q1-2017Q4)
TEST TENDENCIA-
INTERCEPTO
INTERCEPTO NONE # LAGS CONCLUSION
DFA -3,120 -1,150 -0,270 1 La variable tiene una RU
I(1) -3,45 -2,89 -1,95 1
PP -2,540 -1,390 3 La variable tiene una RU
I(1) -3,457 -2,892 3
KPSS -0,31 -0,910 3 La variable es
estacionaria I(0) a una
significancia del 5% 0,146 0,463 3
QED -3,547 -4,027 -5,031 1 La variable no presenta
quiebra estructural -4,8 -4,42 -5,08 1
TESTES DE RAIZ UNITARIA PARA AGRO/PIB (1994Q1-2017Q4)
TEST TENDENCIA-
INTERCEPTO
INTERCEPTO NONE # LAGS CONCLUSION
DFA -1,530 -2,800 -2,160 3 La variable es
estacionaria I(0) a una
significancia del 5% -3,45 -2,89 -1,95 3
PP -1,120 -2,160 3 La variable es
estacionaria I(0) a una
significancia del 5% -3,457 -2,892 3
KPSS 0,37 2,330 3 La variable es
estacionaria I(0) a una
significancia del 5% 0,146 0,463 3
QED -3,970 -3,830 -4,000 1 La variable no presenta
quiebra estructural -4,8 -4,42 -5,08 1
TESTES DE RAIZ UNITARIA PARA INDUSTRIA/PIB (1994Q1-2017Q4)
TEST TENDENCIA-
INTERCEPTO
INTERCEPTO NONE # LAGS CONCLUSION
DFA -1,430 -0,007 1,470 3 La variable tiene una RU
I(1) -3,45 -2,89 -1,95 3
PP -1,780 -0,650 3 La variable tiene una RU
I(1) -3,457 -2,892 3
KPSS 0,47 1,870 3 La variable tiene una RU
I(1) 0,146 0,463 3
QED -5,510 -5,410 -3,950 1 La variable es
estacionaria I(0) a una
significancia del 5% -4,8 -4,42 -5,08 1
P á g i n a | 169
Anexo 2: Descomposición de la varianza de las variables
Descomposición de la varianza WSA
Choque WSA KOFF TCN DTD
1 100,00 0,00 0,00 0,00
10 96,15 0,94 1,06 1,84
20 92,92 4,41 1,23 1,45
30 84,17 12,02 2,67 1,15
40 77,11 17,89 3,95 1,04
50 72,63 21,57 4,80 1,00
Descomposición de la varianza KOFF
Choque WSA KOFF TCN DTD
1 76,65 23,35 0,00 0,00
10 26,22 66,56 5,66 1,55
20 30,38 61,06 7,30 1,26
30 32,88 58,20 7,84 1,07
40 33,14 57,53 8,33 1,00
50 32,87 57,45 8,70 0,98
Descomposición de la varianza TCN
Choque WSA KOFF TCN DTD
1 0,09 16,62 83,29 0,00
10 9,24 39,68 50,06 1,02
20 10,72 53,32 33,14 2,81
30 11,04 54,76 31,02 3,18
40 11,30 54,71 30,77 3,22
50 11,43 54,63 30,72 3,22
Descomposición de la varianza DTD
Choque WSA KOFF TCN DTD
1 0,41 0,73 1,17 97,69
10 4,05 0,80 3,04 92,11
20 4,78 2,32 3,68 89,22
30 5,16 3,25 3,92 87,67
40 5,30 3,33 3,94 87,43
50 5,35 3,33 3,94 87,38
Descomposición de la varianza WSA
Choque WSA KOFC AGROPIB INDPIB
1 100,00 0,00 0,00 0,00
10 91,49 2,11 4,72 1,67
20 85,04 2,66 10,60 1,69
30 82,18 2,31 13,77 1,74
40 80,35 2,09 15,80 1,76
50 79,25 1,95 17,03 1,77
P á g i n a | 170
Descomposición de la varianza KOFC
Choque WSA KOFC AGROPIB INDPIB
1 52,90 47,10 0,00 0,00
10 32,90 55,99 10,77 0,33
20 34,50 51,88 13,00 0,62
30 37,52 46,57 15,17 0,74
40 39,52 43,38 16,28 0,82
50 40,81 41,14 17,17 0,88
Descomposición de la varianza INDPIB
Choque WSA KOFC AGROPIB INDPIB
1 5,60 2,93 0,29 91,18
10 5,86 2,86 0,58 90,69
20 6,05 2,87 0,63 90,45
30 6,14 2,87 0,66 90,33
40 6,20 2,87 0,69 90,24
50 6,24 2,87 0,72 90,17