dossier todo es pintura

TODO ES PINTURA

(LA PINTURA VA A VOLVER)

18 junio 2016septiembre

2016

AlmaroGonzalo Fuentes

Adrián OlivaresBea Sánchez

José Luis Valverde

Comisariado:Pedro Alarcón

casasostoa.es

Todo es pintura y La pintura va a volver son dos lemas que acaban constituyendo un juego circular y complementario, un título intercambiable que pone en conexión dos proyectos expositivos en uno, que los hace encontrar vasos comunicantes y convierten esta última muestra de la temporada en una celebración.

Todo es pintura

Todo es pintura quiere ser una instantánea rápida del ejercicio de la pintura en una selección de jóvenes artistas afincados y formados en Málaga. Es por tanto, y fundamentalmente, un ejercicio de observación del medio inmediato; un empeño por conocer las derivas procesuales de unos artistas que se encuentran trazando propuestas de interés a través de la pintura. En ese panorama hemos encontrado el trabajo de Almaro, Gonzalo Fuentes, Adrián Olivares y José Luis Valverde; en plena consciencia de que hay otras referencias muy interesantes en el mismo ecosistema pero que, por la proporción del proyecto, había que limitarse a una escueta selección.

A estos pintores no les une el argumento. En este caso el centro es la propia pintura. Lejos de vertebrar sus indagaciones en el asunto de la misma -el tema-, se encuentran inmersos en la gramática, la sintaxis, y hasta podríamos decir, la cocina pictórica. Aquí se ha trabajado desde el espacio, formulándoles la invitación particular de que lo tomasen y partiesen del mismo. Toda la obra ha sido realizada ex profeso, y en gran medida constituye algún tipo de reflexión hacia o desde el lugar.

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Así, por ejemplo, José Luis Valverde (Málaga, 1987) fue invitado a retomar el ejercicio de la naturaleza muerta en el comedor de la casa, de manera que la propia pintura Huile de poison, Gran nocturno III se entendiese como una interpretación del espacio. Una serie de lienzos acaba trazando una suerte de estudio en torno a algunos objetos del propio menaje doméstico, completando un círculo de referencias a lo habitado sin dejar de negar de la imagen, y que la pintura no sea otra cosa que pintura.

Gonzalo Fuentes (Málaga, 1991), por su parte, encontró en el estudio de la casa el lugar perfecto para la solvencia de sus vértices arquitectónicos. La obra que presenta en esta exposición, Estudio, remite directamente a la casa de un arquitecto, disponiendo así una ventana hacia otro espacio mediante la ilusión de un trampantojo. La luz natural, la propia ventana del estudio de Casa Sostoa y el cromatismo de su biblioteca obtienen su eco en esta propuesta expandida, pues algunas de las líneas acaban por propagarse de forma física en el espacio.

Almaro (Málaga, 1991), mediante un conjunto de obras de pequeño formato, nos plantea un recorrido zigzagueante desde el vestíbulo hacia el propio distribuidor. El centro de interés aquí es la luz íntima de los dispositivos electrónicos, que interesan como espejo, como reflejo, como fuente de luz y como propio campo de color. Así, por ejemplo, dos de las piezas se enfrentan una a otra en una especie de videoconferencia pictórica.

Adrián Olivares (Benalmádena, 1990), al fin, es el único que ha presentado una obra absolutamente autónoma, gracias a un gran formato de resolución paisajística. No obstante, y aún planteando un espacio sinuoso y fluido que guía un certero recorrido visual a través del cuadro, un importante peso en el mismo parecen constituirlo unas masas de impronta gestual que interfieren en el paisaje como supuesta vegetación, y que sin embargo aluden directamente al propio ejercicio pictórico.

TODO ES PINTURA



2016



José Luis Valverde


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TODO ES PINTURA



2016



José Luis Valverde


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La pintura va a volver

En el dormitorio de invitados de Casa Sostoa encontramos, por otro lado, el proyecto de intervención que Bea Sánchez (Jaen, 1986) ha configurado como gabinete pictórico. Fundamentalmente, La pintura va a volver (lema extraído del título de una de las piezas) es un engranaje metaartístico en el que lo verbal adquiere verdadera carta de naturaleza. La artista ha conseguido reunir un corpus de trabajos (algunas de las piezas procedentes ya de colecciones particulares) en el que resume toda una filosofía.

La situación del/la artista en su medio, así como una visión desde el empoderamiento femenino, consiguen configurar un todo vibrante que nos apela. Bea Sánchez orbita en una técnica virtuosa del óleo, meticulosamente acabada, rayana en una estética por momentos kitsch, deliberadamente en oposición a la mayoría de las derivas pictóricas actuales.



Sobre Casa Sostoa

*CASA SOSTOA es el domicilio particular de Pedro Alarcón. Traspasando una fina línea entre lo doméstico y lo museístico/expositivo, esta casa se permite la licencia poética de ofrecerse "como centro de arte". Así, la experiencia de cercanía con la obra de arte pretende ser despojada de los convencionalismos que rodean a los espacios expositivos de carácter oficial. El modelo es el espíritu de la kunsthauss -casa del arte-, propiciando el diálogo junto y en torno a la obra de arte. Así, los propios artistas provocan encuentros con su público, generándose un programa de actividades en que se cede todo el protagonismo a la obra y sus creadores. Además, diversos espacios de la casa son ofrecidos como lugar de experimentación, dando lugar a intervenciones específicas y proyectos que se nutren de una interpretación del espacio. De este modo podemos afirmar que, como centro de arte que aspira a ser, esta casa es también laboratorio para el arte. *Pedro Alarcón Ramírez es historiador del arte, trabaja en la actualidad como docente y ha escrito crítica de arte contemporáneo en publicaciones especializadas. Su debut como comisario tuvo lugar en 'Hasta que la muerte nos separe ,́ exposición inaugural del proyecto Casa Sostoa, en noviembre de 2013.

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