director - universidad católica de salta · jurídicas de la universidad católica de salta, es un...

119

Upload: others

Post on 18-Mar-2020

2 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: Director - Universidad Católica de Salta · Jurídicas de la Universidad Católica de Salta, es un viejo anhelo de esta comunidad jurídica universitaria. Las posibilidades que nos
Page 2: Director - Universidad Católica de Salta · Jurídicas de la Universidad Católica de Salta, es un viejo anhelo de esta comunidad jurídica universitaria. Las posibilidades que nos

2

Director: Martin Plaza Consejo Editorial: Renato Rabbi Baldi Abel Cornejo María Cristina Garros Martinez José Ignacio Saravia Toledo Victor Toledo Omar Carranza Encargados del Sector Jurisprudencia: Marcela von Fischer Derecho Público Victoria Mossman Derecho Privado Derecho Penal Luciano Ignacio Martini Resolución nro. 459/II de la FCJ del 07.11.11

Page 3: Director - Universidad Católica de Salta · Jurídicas de la Universidad Católica de Salta, es un viejo anhelo de esta comunidad jurídica universitaria. Las posibilidades que nos

3

Índice

Nota Editorial ................................................................................................... 5

Artículos ............................................................................................................ 7

EL SOLVE ET REPETE Y LAS MULTAS TRIBUTARIAS EN LA JURISPRUDENCIA DE LA CORTE DE JUSTICIA DE SALTA ........................ 7

Autor: Sebastián P. Espeche

1.- Introducción ............................................................................................ 7

2.- El solve et repete .................................................................................... 8

3.- La constitucionalidad del solve et repete ...............................................10

4.- El Pacto de San José de Costa Rica y el solve et repete ......................11

5.- La doctrina de la Corte de Justicia de Salta ...........................................14

6.- La atenuación del del solve et repete ....................................................15

7.- Las multas y el solve et repete ..............................................................16

APUNTES SOBRE LA ENSEÑANZA DEL DERECHO...................................18

Autor: Armando J. Isasmendi

1. La ideología del derecho de la modernidad. .....................................19

2. La crisis del derecho moderno. .........................................................27

3. Las concepciones “no modernas” .....................................................33

4. El impacto en la enseñanza del derecho ..........................................37

CAPACIDAD DE LOS DEMENTES Y DE LOS DISMINUIDOS EN SUS FACULTADES MENTALES............................................................................42

Autor: Beatriz Escudero de Quintana

Introducción: ...............................................................................................42

Sistema del Código Civil .............................................................................43

La Ley 17.711 .............................................................................................45

Desarrollos jurisprudenciales y doctrinarios posteriores .............................47

INFLUENCIAS DE LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS DE LA INFORMACIÓN Y LAS COMUNICACIONES (TIC) EN EL ÁMBITO PÚBLICO ...........................54

Autor: Gabriel Chibán

DEBERES CONSTITUCIONALES .................................................................64

Autor: Tania Busch Venthur

1. Generalidades. .......................................................................................64

2. Algunas cuestiones relacionadas con la idea de deber constitucional ....65

3. Concepto de deber constitucional. ..........................................................70

4. Exigibilidad de los deberes constitucionales. ..........................................71

5. Importancia de los deberes constitucionales. .........................................76

Page 4: Director - Universidad Católica de Salta · Jurídicas de la Universidad Católica de Salta, es un viejo anhelo de esta comunidad jurídica universitaria. Las posibilidades que nos

4

6. Deberes en la Constitución chilena. ........................................................78

Bibliografía .................................................................................................81

¿POSITIVIZACIÓN DE LOS DERECHOS NATURALES PARA DEJAR ATRÁS LA POLÉMICA “IUSNATURALISMO-IUSPOSITIVISMO”?: OTRO INTENTO INSUFICIENTE EN LA ETERNA LUCHA POR EL DERECHO JUSTO ..........83

Autor: Renato Rabbi-Baldi Cabanillas

I. ¿Una polémica persistente? ....................................................................83

II. La positivización de los derechos humanos como modo de evitar la polémica .....................................................................................................85

III. La positivización de los derechos humanos como “victoria” del iusnaturalismo ............................................................................................87

IV. La positivización de los derechos humanos como restauración del legalismo iusnaturalista “moderno” .............................................................90

V. ¿”Victoria” o “derrota” definitivas del iusnaturalismo? .............................92

VI. La respuesta del iusnaturalismo clásico: positivización prima facie; sistema abierto y pluralismo en las fuentes del derecho .............................93

VII. Iusnaturalismo clásico y praxis humana: la búsqueda de la justicia posible ........................................................................................................95

VIII. Conclusiones provisionales ............................................................... 102

Reseñas de libros .......................................................................................... 106

BREVE RESEÑA DEL LIBRO “LÍMITES A LAS REFORMAS CONSTITUCIONALES” (de Ignacio Colombo) ............................................. 106

Autor: Jorge Reinaldo Vanossi

Marco teórico de la obra, de la constitución formal a la material ............... 107

Soberanía de la ley vs. Soberanía del pueblo: .......................................... 109

Introducción a la tesis: .............................................................................. 111

Proemio de Jorge Reinaldo Vanossi a la obra: ......................................... 116

Page 5: Director - Universidad Católica de Salta · Jurídicas de la Universidad Católica de Salta, es un viejo anhelo de esta comunidad jurídica universitaria. Las posibilidades que nos

5

Nota Editorial

La publicación de una Revista Jurídica de la Facultad de Ciencias

Jurídicas de la Universidad Católica de Salta, es un viejo anhelo de esta comunidad jurídica universitaria. Las posibilidades que nos brinda la informática, en cuanto a amplitud de difusión, y posibilidades de edición, nos permite finalmente llevar a cabo esta obra.

La pregunta obligada seria porque una nueva revista jurídica, o más bien porque una revista jurídica de la Facultad de Ciencias Jurídicas de la UCASAL. Una primera respuesta contempla lo genérico del planteamiento, y tiene que ver con la tradición de aporte de las revistas jurídicas en el mundo del derecho, mientras que la segunda, tiene que ver con lo particular, con lo lugareño, con lo comarcal, y también con la ausencia de una tradición de revistas jurídicas salteñas.

En su carácter general, se puede considerar la revista jurídica como el nervio del mundo del derecho en los siglos XIX y XX, puesto que allí se han debatido los grandes temas, con una libertad formal que no permitía el tratado o el manual. También la hospitalidad de temas que posibilita el formato revista, permite alternar artículos de las distintas ramas del derecho, sin por eso alterar una unidad temática o científica.

Carlos Octavio Bunge, en 1895 , celebrando la reaparición de la Revista Jurídica y de Ciencias Sociales que se publicaba en Buenos Aires, decía que “ No siempre el libro basta para las necesidades de publicidad de los adelantos científicos y sociales; él tiene un rol marcado , análogo es verdad , pero no idéntico al de la revista; el foro excita la confección de estudios jurídicos serios, abstractos , mas rara vez los produce directamente; la cátedra y las conferencias tiene caracteres singulares por lo cual son solo adecuadas para determinadas disertaciones ; la prensa puede tan solo estimular de un modo absolutamente indirecto el desarrollo y la difusión del derecho ; queda pues , la revista , quien tiene también su fin útil y necesario , imprescindible para el adelanto y el progreso de todas y cada una de las ciencias , el cual no es , en general , otro que el de dar publicidad conveniente a las monografías , a los estudios especiales, minucioso y detallados , y las doctrinas nuevas y locales.

Hay , dentro de la jurisprudencia , ciertas propagandas, ciertas teorías, ciertas ideas nuevas a las cuales ni la prensa, ni la cátedra , ni las conferencias , ni el foro, ni el libro aun , presenta campo apropiado para que se siembren, fecundicen, germine , se desarrollen, se cultiven , se ramifiquen y den sus benéficos frutos: necesitan para ello del auxilio de la revista. Las polémicas jurídicas serias y meditadas tienen en ella amplísimo espacio para efectuarse; mucho mas elástico y accesible que las páginas del libro, mucho más puro y desinteresado que el foro, mucho más sólido y seguro que la palabra hablada, en fin, mucho más científico que el periódico. Cooperar, pues al progreso y al sostenimiento de una publicación del carácter de la Revista Jurídica es cooperar al progreso y a la difusión del ciencia del derecho”.

Vale la cita larga y completa, por la precisión, claridad de ideas, e ilustración del objetivo y búsqueda de la revista jurídica-.

Hemos hablado también del carácter particular y local. Constituye esta categoría un componente esencial de la revista. Si bien la ciencia jurídica es universal, la realización del derecho es particular, y en ese sentido las

Page 6: Director - Universidad Católica de Salta · Jurídicas de la Universidad Católica de Salta, es un viejo anhelo de esta comunidad jurídica universitaria. Las posibilidades que nos

6

singularidades de nuestra tierra y su gente, ameritan de sobra apoyar un pie en su personalidad.

Hemos hablado de ausencia de tradición de revistas jurídicas en Salta, y quiero hacer dos honrosas excepciones con Doctrina Jurídica, y la ya extinta Economía y Justicia.

La propuesta entonces es participar del debate jurídico, que en definitiva es el de la construcción de una sociedad más justa, a partir de ideas, polémicas, innovaciones y conjeturas. Aspiramos a ese aporte.

Martín Plaza

Page 7: Director - Universidad Católica de Salta · Jurídicas de la Universidad Católica de Salta, es un viejo anhelo de esta comunidad jurídica universitaria. Las posibilidades que nos

7

Artículos

EL SOLVE ET REPETE Y LAS MULTAS TRIBUTARIAS EN LA JURISPRUDENCIA DE LA CORTE DE JUSTICIA DE SALTA

Autor: Sebastián P. Espeche

1.- Introducción

El precedente dictado por la Corte de Justicia de Salta, en los autos

“AEROLÍNEAS ARGENTINAS S.A. (A.R.S.A.) VS. PROVINCIA DE SALTA

(DIRECCIÓN GENERAL DE RENTAS) – RECURSO DE APELACIÓN” (C.J.S.,

Registro: Tomo 140: 575/622, sentencia de fecha 22 de Diciembre de 2009),

ratifica la doctrina de la causa “WESTERN GECO S.A. VS. PROVINCIA DE

SALTA (DIRECCIÓN GENERAL DE RENTAS) – RECURSO DE APELACIÓN”

(C.J.S., Registro: Tomo 139: 751/796, sentencia de fecha 30 de Noviembre de

2009), en la cual considera aplicable el solve et repete a las multas de

naturaleza tributaria regidas por el Código Fiscal.

De los hechos de la causa, surge que AEROLÍNEAS ARGENTINAS S.A.

promovió una demanda contenciosa administrativa para que se revoque la

sanción de multa (art. 42 inc. 2 del Código Fiscal) aplicada por la Dirección

General de Rentas, ratificada también por el Ministerio de Finanzas y Obras

Públicas, requiriendo la habilitación de la instancia sin el previo pago de la multa

y solicitando una medida cautelar para que esta no se ejecute hasta tanto

recayese sentencia definitiva, lo que fue rechazado por el Juzgado Contencioso

Administrativo.

Contra este auto interlocutorio, que desestimó la medida cautelar

peticionada e intimó a la actora para que proceda hacer efectivo el pago de la

multa impuesta por la Dirección General de Rentas bajo apercibimiento de

declarar la inadmisibilidad formal de la demanda, se interpuso recurso de

apelación ante la Corte de Justicia de Salta, conforme lo dispone el art. 3 de la

Ley Nº 6.569, el que fue rechazado por el Máximo Tribunal de la provincia.

Adelantamos nuestra opinión en el sentido, que no compartimos el voto

de la mayoría y si los de la minoría, ya que el solve et repete, en modo alguno

Page 8: Director - Universidad Católica de Salta · Jurídicas de la Universidad Católica de Salta, es un viejo anhelo de esta comunidad jurídica universitaria. Las posibilidades que nos

8

puede resultar de aplicación a las multas tributarias, pues este requisito de

admisibilidad de la demanda, no surge del texto del art. 71 del Código Fiscal y

además resulta contrario a normas constitucionales, debiendo “Los poderes

públicos y los habitantes estar obligados a conformarse a ella, no obstante

cualquier disposición en contrario que contengan las leyes o los reglamentos”

(conf. Art. 31 de la Constitución Nacional y art. 86 de la Constitución de Salta).

2.- El solve et repete

Como nos explica Billardi, en un excelente trabajo sobre el tema en

cuestión, en general la doctrina caracteriza a la figura como el principio en virtud

del cual no es admisible controvertir la pretensión tributaria (o un crédito del

Estado, en su acepción más amplia) en sede judicial sin el previo pago de ella.

La aplicación de dicha regla determina una inversión del proceso de

conocimiento, “por el cual se impone el pago del tributo antes que se decida si

éste es pertinente, invirtiendo así las habituales normas del proceso que hacen

preceder el juicio de ejecución”.1

El principio "solve et repete" resulta posible definirlo, como aquel principio

en virtud del cual no es posible controvertir judicialmente los tributos o multas sin

previo pago de los mismos. Ello importa supeditar la acción ante instancias

superiores o, en particular, ante la justicia, contra el acto administrativo de

determinación del impuesto, a la previa satisfacción del monto del gravamen.2

El origen de este instituto se remonta al derecho romano, en tiempos de

la República, donde el edicto del pretor invirtió el orden normal del

procedimiento, convirtiendo a los contribuyentes en actores para llegar a la

declaración de ilegitimidad de la pignoris causa otorgada a los publicanos. Más

adelante en el tiempo, reaparece en el art. 6° de la ley italiana de 1865, sobre

contencioso administrativo, y a partir de allí, se hace presente en la legislación

de algunas otras naciones3, entre ellas la República Argentina y la República

1 Cristan J. Billardi, “Solve et Repete”, Ed. Ad – Hoc, pág. 104.

2 Dino Jarach, "Constitucionalidad del principio solve et repete", L. I. t. XXXIX, p. 169.

3 GIULIANI FONROUGE, Carlos M., Derecho Financiero, novena edición, Buenos Aires, La Ley

2004, pág. 841.

Page 9: Director - Universidad Católica de Salta · Jurídicas de la Universidad Católica de Salta, es un viejo anhelo de esta comunidad jurídica universitaria. Las posibilidades que nos

9

Oriental del Uruguay, pero cabe señalar que no se encuentra receptado por los

ordenamientos de la gran mayoría de los países.4

En nuestro país la regla solve et repete comienza a aplicarse a partir del

fallo de la Corte Suprema de Justicia, hacia fines del siglo XIX, in re "Procurador

Fiscal de la Provincia de San Juan c. Sucursal del Banco Nacional" , (Fallos: 17-

207), en el que, refiriéndose a impuestos provinciales, dijo: "No hay otro medio

de llegar a la justicia nacional cuando se alega que el impuesto es

inconstitucional, que apelar en última instancia por ante la Corte Suprema, o

poner demanda contra la provincia, después de pagar el impuesto, con las

reservas convenientes”.

También han contribuido a dicha formulación pretoriana los decisorios

que expresaron: "Los contribuyentes no pueden sustraerse de la acción

administrativa ni de la jurisdicción de los jueces locales encargados de hacer

efectivo dicho impuesto, y sólo pagando éste con la correspondiente protesta,

pueden ocurrir a los jueces de su fuero para pedir la devolución de lo

indebidamente pagado". (Fallos: 31-103; 79-17).

La legislación tributaria argentina, receptando la doctrina de la Corte,

incorporó la regla a la Ley Nº 11.683, que mantuvo plena vigencia hasta la

creación del Tribunal Fiscal de la Nación, por la ley 15.265 que estableció en el

art. 21 la suspensión de la intimación de pago respectiva, cuando se recurría

ante sus estrados, "salvo por la parte que el contribuyente consintiera

expresamente en su escrito, la que deberá cumplirse en la forma establecida en

la ley".

El sove et repete, fue incorporado con posterioridad a nivel provincial, en

la mayoría de los Códigos Fiscales provinciales, estando receptado en el Código

Fiscal de Salta (TEXTO ORDENADO POR DECRETO N° 2.039/05) en su actual

art. 71.

4 RODRIGUEZ USE, Guillermo F., "Personas jurídicas y tributación", en CASAS, José Osvaldo

(coord.), Derechos Humanos y Tributación, Revista Jurídica de Buenos Aires, Buenos Aires,

Abeledo-Perrot, 2001, pág. 528.

Page 10: Director - Universidad Católica de Salta · Jurídicas de la Universidad Católica de Salta, es un viejo anhelo de esta comunidad jurídica universitaria. Las posibilidades que nos

10

3.- La constitucionalidad del solve et repete

En nuestra opinión, el solve et repete se contrapone a las garantías

resguardadas en la Constitución Nacional y Constitución Provincial de igualdad

y defensa en juicio.

La violación al principio de igualdad, surge porque la regla solve et

repete, discrimina entre las personas que pueden pagar el impuesto que

pretenden discutir y quienes no pueden hacerlo, por no disponer de los medios

suficientes para efectuar el pago, ni puede obtenerlos con facilidad. En este

sentido se ha pronunciado la Corte Constitucional Italiana en la ya famosa

sentencia del 24 de marzo de 1961, que declara la inconstitucionalidad de la

regla solve et repete por la clara violación que importa a la igualdad de hecho y

de derecho de todos los ciudadanos, en lo concerniente a exigir y obtener tutela

jurisdiccional.5

En cuanto a la defensa en juicio, tiene establecido nuestra Constitución

Nacional en su art. 18 que: “…Es inviolable la defensa en juicio de la persona y

de los derechos…” y en el mismo articulado de la Constitución Provincial se

especifica que: “… Es inviolable la defensa de la persona y sus derechos en

sede judicial, administrativa y en el seno de las entidades de derecho privado.”

En efecto, no puede considerarse inviolable la defensa en juicio, si para

garantizarse el acceso al poder judicial, independiente e imparcial a diferencia

del administrativo, con el fin de discutir o revisar los actos emanados de la

administración tributaria, se debe pagar previamente los conceptos reclamados

por el fisco.

Como señala Spisso6 "El principio de ejecutoriedad del acto

administrativo, sin ningún contrapeso, es inconstitucional por conculcar el

principio de la tutela judicial efectiva. En un estado de derecho, en que las

personas no son súbditos, deviene inadmisible la obligación de pago de una

deuda fiscal determinada por la administración, sin que exista la posibilidad de

que un tribunal de justicia evalúe siquiera la procedencia de la suspensión de la

intimación formulada por el organismo fiscal". Seguidamente agrega que "El

5 Citado por CASAS, José Osvaldo, "El Tribunal Fiscal de la Nación y el principio de solve et

repete", en Tribunal Fiscal de la Nación. 40 Años, Buenos Aires, Asociación Argentina de

Estudios Fiscales, 2000, pág. 368 y sig. 6 SPISSO, Rodolfo R., Derecho constitucional tributario, segunda edición, Buenos Aires, Editorial

Depalma, 2000, pág. 536.

Page 11: Director - Universidad Católica de Salta · Jurídicas de la Universidad Católica de Salta, es un viejo anhelo de esta comunidad jurídica universitaria. Las posibilidades que nos

11

solve et repete, al excluir la posibilidad de ese contralor judicial efectivo,

erigiéndose en un presupuesto necesario para tener habilitada la instancia

judicial, resulta inconstitucional".

No existe ninguna justificación legal o recaudatoria que sostenga en la

actualidad el principio del solve et repete, este requisito previo de acceso a la

justicia debe ser dejado sin efecto en los ordenamientos fiscales, pues con el

mismo se deniega el acceso a la justicia y se afecta el derecho de defensa en

juicio que son los baluartes y pilares de nuestra organización institucional.

Por otro lado, el solve et repete es utilizado, en algunos casos por el

fisco, no para preservar la renta pública, sino para coaccionar a los

contribuyentes al pago de tributos que se apartan del principio de reserva de ley

en materia tributaria. En estas situaciones, y cuando resulte prima facie

acreditada la ilegalidad de la determinación de oficio llevada a cabo por el

organismo fiscal, la justicia debe dejar sin efecto este rigorismo formal y habilitar

la instancia judicial.

4.- El Pacto de San José de Costa Rica y el solve et repete

La "Convención Americana sobre Derechos Humanos" o llamado Pacto

de San josé de Costa Rica , fue promulgado por la Ley Nº 23.054, y a partir de la

reforma constitucional del año 1994 alcanza, junto a otros tratados, rango

constitucional, mediante su inclusión en el art. 75, inc. 22, de la Constitución

Nacional. El art. 8, párrafo primero, señala que: "Toda persona tiene derecho a

ser oída, con las debidas garantías y dentro de un plazo razonable, por un juez o

tribunal competente, independiente e imparcial, establecido con anterioridad por

la ley, en la sustanciación de cualquier acusación penal formulada contra ella, o

para la determinación de sus derechos y obligaciones de orden civil, laboral,

fiscal o de cualquier otro carácter".

Es explicita y clara la intención de los estados al suscribir este tratado en

cuanto a que la garantía del derecho a la defensa debe ser concedido sin

condiciones ni obstáculos de ninguna especie, no pudiéndose admitir, sin

contradecir el Pacto, que para acceder a la justicia resulte de aplicación el solve

et repete, y condicionar la discusión de las deudas reclamadas por el fisco en la

justicia a su previo cumplimiento.

Page 12: Director - Universidad Católica de Salta · Jurídicas de la Universidad Católica de Salta, es un viejo anhelo de esta comunidad jurídica universitaria. Las posibilidades que nos

12

Valdés Costa considera que el principio "solve et repete" es incompatible

con la Convención, en razón de que el libre acceso a la justicia con las debidas

garantías, que consagra el art. 8, no puede ser ejercido en igualdad de

condiciones si para ello es necesario disponer de los recaudos para pagar

previamente los importes que reclama la administración. Esa discriminación

agrega el autor citado- viola el art. 14 del Pacto, que establece que todas las

personas son iguales ante la ley, lo que les da derecho sin distingo alguno a

igual protección de la ley7. En virtud de la incorporación del Pacto en la

constitución nacional, otorgándole jerarquía constitucional, este deroga el

principio de "solve el repete", por lo que cualquier norma que lo ampare es

inconstitucional, en igual sentido, Villegas dice que: "Cuando el Tratado señala

que las personas tienen derecho a ser oídas por un juez o tribunal competente,

independiente e imparcial, para la determinación de sus derechos y obligaciones

de carácter fiscal, está indicando que ese derecho garantizado a la defensa debe

ser concedido sin condiciones ni obstáculos de ninguna especie. El derecho

debe ser el de juzgamiento dentro de un plazo razonable, por un juez o tribunal

perteneciente al Poder Judicial. Esto último se desprende del título mencionado

art. 8º, que se refiere, inequívocamente, a garantías judiciales".8

Sin embargo, ha expresado la Corte Suprema de Justicia de la Nación en

los autos “MICROOMNIBUS BARRANCAS DE BELGRANO S.A.”, sentencia de

fecha 21 de diciembre de 1989 (Fallos: 312:490) que:“Del texto del artículo 8º,

inciso 1), de la Convención Americana de Derechos Humanos (Pacto de San

José de Costa Rica), aprobado por la ley 23054, aparece claramente que dicha

norma no requiere de una reglamentación interna ulterior para ser aplicada a las

controversias judiciales. No obstante, ello no autoriza a concluir que las leyes

impugnadas en autos resulten violatorias del artículo 8º, inciso 1), de la citada

convención, toda vez que el apelante ni siquiera ha alegado que le fuera

imposible, debido al excesivo monto del depósito, interponer el recurso de

apelación previsto en la legislación cuestionada, de tal forma de impedir real y

efectivamente el ejercicio de su derecho.”

7 Ramón Valdés Costa, Protección de los derechos del contribuyente a nivel internacional, en DF,

XLIV pág. 411/412. 8 Héctor B. Villegas, "Curso de Finanzas, Derecho Financiero y Tributario", 5º ed., Depalma,

1994, pág. 463.

Page 13: Director - Universidad Católica de Salta · Jurídicas de la Universidad Católica de Salta, es un viejo anhelo de esta comunidad jurídica universitaria. Las posibilidades que nos

13

En cuanto a las personas jurídicas, explica Corti9, su inclusión al ámbito

de protección de la Convención Americana sobre Derechos Humanos: "Si bien

en su literalidad las cláusulas internacionales aluden a las personas físicas, es

de ponderar que las mismas no admiten una interpretación aislada sino

sistemática con el resto del ordenamiento, en armonía con las "Normas de

interpretación" adoptadas por el art. 29 de la Convención Americana sobre

Derechos Humanos, al prescribir que: ninguna disposición de la presente

Convención puede ser interpretada en el sentido de... b) limitar el goce y el

ejercicio de cualquier derecho o libertad que pueda estar reconocido de acuerdo

con las leyes de cualquiera de los Estados Partes o de acuerdo con otra

convención en que sea parte uno de dichos Estados".

Continúa el citado autor: "en tales condiciones, la extensión a las

personas jurídicas o colectivas de la garantía judicial en trato resulta de rigor en

la República Argentina, habida cuenta que la Corte Suprema de la Nación,

intérprete final de la Constitución Nacional, reconoce derechos humanos en

cabeza de las personas jurídicas".

Dentro de la jurisprudencia, el reconocimiento de la aplicación del Pacto a

las personas jurídicas, en un pronunciamiento posterior a su

constitucionalización, es en la causa “Expreso Sudoeste S.A.. c/ Provincia de

Buenos Aires", sentencia del 27/12/97 (Fallos 319:3415): "3°) Que, según resulta

de la doctrina establecida por esta Corte en el caso "Microómnibus Barrancas de

Belgrano" (Fallos: 312-2490), los alcances que cabe otorgar a lo dispuesto por el

art. 8°, inc. 1° de la Convención Americana sobre Derechos Humanos -a la que

el inc. 22 del art. 75 de la Constitución Nacional otorga jerarquía constitucional-

son equivalentes, en relación con el principio solve et repete , a los fijados por la

jurisprudencia del Tribunal, elaborada con mucha antelación a dicho tratado, con

fundamento en el derecho de defensa garantizado por el art. 18 de la

Constitución nacional.

4°) Que, en tal sentido, y como lo ha fijado la aludida jurisprudencia -

aplicable tanto a las personas físicas como a las de existencia ideal- las

excepciones admitidas respecto de la validez constitucional de las normas que

requieren el pago previo de las obligaciones fiscales como requisito para la

9 Cfr. CORTI, Arístides H. M., "Acerca de la incidencia de los tratados internacionales en materia

fiscal y penal fiscal a partir de la reforma constitucional Santa Fe-Paraná 1994", Doctrina

Tributaria Errepar, t. XV, pp. 373-374.

Page 14: Director - Universidad Católica de Salta · Jurídicas de la Universidad Católica de Salta, es un viejo anhelo de esta comunidad jurídica universitaria. Las posibilidades que nos

14

intervención judicial, contemplan, fundamentalmente, situaciones patrimoniales

concretas de los particulares, a fin de evitar que ese previo pago se traduzca -a

causa de la falta comprobada e inculpable de medios pertinentes para enfrentar

la erogación- en un real menoscabo de la defensa en juicio (conf. doctrina de

Fallos: 285-302, entre otros)".

5.- La doctrina de la Corte de Justicia de Salta

En el fallo en comentario, el voto mayoritario de los Dres. María Rosa I.

Ayala, Gustavo Adolfo Ferraris, María Cristina Garros Martínez Guillermo Alberto

Posadas y Guillermo Alberto Catalano, explican la jurisprudencia de la Corte de

Justicia de Salta, la que siempre se manifiesta en consonancia con la de la Corte

Suprema de Justicia de la Nación (Tomo 107:253; 109:623; 117:609 y 124

:1005), considerando constitucional el solve et repete.

Por su parte el Dr. Sergio Fabián Vittar, trata la inconstitucionalidad del

solve et repete en base a las explicaciones brindadas por la doctrina,

principalmente la de Rodolfo Spisso, dejando entreveer que se pronuncia por su

inconstitucionalidad.

Es categórico el Dr. Abel Cornejo en su opinión sobre la

inconstitucionalidad: “Empero, el „solve et repete‟ indudablemente es

incompatible con Convención Americana sobre Derechos Humanos, en razón de

que su aplicación sin cortapisas, restringe o acaso impide el libre acceso a la

justicia con las debidas garantías que consagra el art. 8º; vulnera el principio de

igualdad ante la ley, porque coloca al Fisco en posición exorbitante respecto del

contribuyente, a lo que se suma que sin éste no tiene recursos económicos, la

posibilidad de recurrir le quedaría vedada, tal como acertadamente lo señala

Spisso (En la Convención Americana sobre Derechos Humanos y su incidencia

en materia tributaria, en la ley, 1988,C - 4).

Conculca, asimismo, la razonabilidad de la ley, al no existir adecuación ni

proporción entre el medio empleado y el fin que se persigue, pues como antes se

dijo la acción de ejecución queda expedita, sin perjuicio de que el contribuyente

pueda entablar su reclamo por un imperativo de justicia que así lo exige dentro

del Estado de Derecho. Si la acción ejecutiva queda expedita, no se afecta

tampoco la normal percepción de la renta pública”

Page 15: Director - Universidad Católica de Salta · Jurídicas de la Universidad Católica de Salta, es un viejo anhelo de esta comunidad jurídica universitaria. Las posibilidades que nos

15

6.- La atenuación del del solve et repete

Si bien es cierto que el art. 28 del C.P.C.A., en concordancia con el art.

71 del Código Fiscal aplicable específicamente a la materia tributaria, establecen

el llamado principio del “solve et repete” como condición procesal de

admisibilidad de la acción contenciosa administrativa, no lo es menos que

nuestra Corte de Justicia de Salta, siguiendo el criterio sentado por la Corte

Suprema de Justicia de la Nación, ha admitido su desplazamiento en

determinados supuestos. En esa inteligencia, y morigerando un exceso de

formalismo, ha sentado un principio directriz en la materia al expresar que las

causas de inadmisibilidad deben interpretarse “razonablemente en favor de la

habilitación de la instancia” (t.65:967/982).

En la jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia se reitera que la

atenuación del solve et repete, en eventuales supuestos de excepción que

involucren situaciones patrimoniales concretas de los obligados.

Así, se ha dicho que: "Si bien es cierto que se ha admitido reiteradamente

que la exigencia de depósitos previstos como requisito de viabilidad de los

recursos de apelación no es contrario a los derechos de igualdad y defensa en

juicio, también lo es que esta Corte ha aceptado la posibilidad de atenuar el

rigorismo del principio solve et repete en eventuales supuestos de excepción que

involucren situaciones patrimoniales concretas de los obligados, a fin de evitar

que ese pago previo se traduzca en un real menoscabo de derechos" (C.S.J., in

re "López, Iván Alberto c. A.N.Se.S. s/Impugnación de deuda (D.N.R.P.)",

10/10/2000, Impuestos, 2001-A, pág. 489; "Asociación Israelita de Beneficencia

y Socorros Mutos Ezrha c. D.G.I. s/Impugnación de Deuda (D.N.R.P.),

09/03/1999.)

En la causa “Centro Diagnóstico de Virus S.R.L. c/ Administración

Federal de Ingresos Públicos – DGI” (C.S.J.N. 2/8/2005): “… 4°) Que si bien se

ha aceptado reiteradamente que la exigencia de depósitos previstos como

requisito de viabilidad de los recursos de apelación no es contraria a los

derechos de igualdad y defensa en juicio (Fallos: 155:96; 261:101; 278:188;

307:1753), también lo es que -con no menor reiteración- se ha admitido la

posibilidad de atenuar el rigorismo del principio solve et repete en eventuales

supuestos de excepción que involucren situaciones patrimoniales concretas de

Page 16: Director - Universidad Católica de Salta · Jurídicas de la Universidad Católica de Salta, es un viejo anhelo de esta comunidad jurídica universitaria. Las posibilidades que nos

16

los obligados, a fin de evitar que el pago previo se traduzca en un real

menoscabo de garantías que cuentan con protección constitucional (Fallos:

285:302 y 322:337). 5°) Que en este orden de ideas, y en razón de que el monto

del depósito asciende a $ 522.981,87 y que resulta exorbitante con relación al

capital social de la empresa -$ 10.000-, surge prima facie acreditada la

imposibilidad de hacer frente a dicha suma, por lo que no cabe condicionar la

procedencia del estudio de la apelación al aludido requisito, pues ello importaría

afectar el derecho de defensa en juicio con vulneración de lo dispuesto por el

Artículo 18 de la Constitución Nacional.”

En este sentido, se ha expedido la Corte de Justicia de Salta en la causa

“WESTERN GECO” y “AEROLINEAS” en el voto de la mayoría.

En tales condiciones, si bien es cierto que el art. 28 del C.P.C.A., en

concordancia con el art. 71 del Código Fiscal, establecen el llamado principio del

“solve et repete” como condición procesal de admisibilidad de la acción

intentada, no lo es menos que debe admitirse su morigeración y desplazamiento

en situaciones concretaras patrimoniales de los contribuyentes, de forma tal que

no se traduzca en un menoscabo del derecho de defensa en juicio (art. 18 de la

Constitución Nacional).

Por ello, si bien en nuestra opinión el solve et repete resulta

inconstitucional, los tribunales de justicia no deben atenerse al rigorismo formal

de este precepto como lo ha hecho en reiteradas oportunidades la Corte

Suprema de Justicia de la Nación y, en el caso concreto, pueden habilitar la

instancia judicial cuando el mismo constituya una restricción inadmisible para el

acceso a la justicia.

7.- Las multas y el solve et repete

En las causas “WESTERN GECO” y “AEROLINEAS” el voto de la

mayoría, considera aplicable el solve et repete a las multas tributarias regidas

por el Código Fiscal (art. 37, 38, 39, 42 inc. 2), lo que consideramos

desacertado.

Si bien es cierto como bien lo referencia en su voto el Dr. Guillermo

Alberto Catalano, que la Corte Suprema de Justicia de la Nación, ha hecho

“extensiva su aplicación a los importes reclamados en concepto de multas

Page 17: Director - Universidad Católica de Salta · Jurídicas de la Universidad Católica de Salta, es un viejo anhelo de esta comunidad jurídica universitaria. Las posibilidades que nos

17

(Fallos, 316:2206; 328:2938, entre otros)”, debe tenerse en cuento que esta

extensión la ha realizado con sustento en lo dispuesto por los art. 15 de la Ley

Nº 18.820 (modif. por art. 15 de la Ley Nº 23.473) y art. 12 de la Ley Nº 21.864

(modif. por art. 34 Ley Nº 23.659)y art. 39 bis, inc. B, del Decreto Ley Nº 1285/58

(modif. por art. 26 de la Ley Nº 24.463.

En efecto, mas allá de la discusión sobre su constitucionalidad, la

aplicación del solve et repete a las multas debe surgir de una expresa

disposición legal.

Consideramos desafortunado que el voto de la mayoría analice la

constitucionalidad del solve et repete a las multas, sin previamente analizar si

este requisito de admisibilidad de la demanda contenciosa se manifiesta

expresamente del art. 28 del C.P.C.A. y 71 del Código Fiscal.

El art. 71 del Código Fiscal, norma especial y posterior al art. 28 C.P.C.A.,

dice que: “Las Resoluciones del Ministro de Hacienda y Obras Públicas y las

decisiones emanadas del Gobernador de la Provincia serán definitivas,

quedando a salvo el derecho de los recurrentes para entablar acción judicial por

repetición, previo cumplimiento de las obligaciones fiscales establecidas

incluyendo sus accesorios, y determinadas en la instancia administrativa.” – el

destacado me pertenece-.

Por “accesorios” se entienden los intereses resarcitorios (art. 36 del

Código Fiscal) pero no así las multas (arts. 37, 38, 39, 42 inc. 2 y 85 inc. 3 del

Código Fiscal) que tienen naturaleza penal y, como consecuencia de ello,

responden al principio de inocencia (art. 18 de la C.N.), el que se afecta de

aplicarse una sanción penal sin que exista sentencia firme en la que se condene

al contribuyente o responsable.

Debe quedar en claro, que las multas tributarias no son accesorias de la

deuda por impuestos, pues no hace a la existencia de la otra, esta nace y se

extingue con independencia de la “deuda” tributaria propiamente dicha, de ahí

que la multa, a diferencia de los intereses, bajo ningún punto de vista pueda ser

considerada un “accesorio” del principal, por lo que el legislador la excluyó

expresamente del solve et repete.

En tal sentido, recomendamos la atenta lectura del voto del Dr. Sergio

Fabián Vittar, en las causas “WESTERN GECO” y “AEROLINEAS”, quién analiza

estas cuestiones con profundidad, examinando sistemáticamente las normas del

Page 18: Director - Universidad Católica de Salta · Jurídicas de la Universidad Católica de Salta, es un viejo anhelo de esta comunidad jurídica universitaria. Las posibilidades que nos

18

Código Fiscal actualmente vigentes y las que fueran derogadas, como así

también en consonancia con la jurisprudencia anterior de la Corte de Justicia de

Salta.

También el voto del Dr. Abel Cornejo quién con suma claridad intelectual

enseña que “en el caso de autos, de formularse una distinción respecto de la

operatividad del principio en cuestión. Conforme la mejor doctrina, parecería que

cuando se trata de incumplimiento, mora en el pago del tributo o deficiencias en

su percepción, cabe duda que debe pagarse para deducir la acción judicial, pero

requerir ese mismo pago ante la imposición de una sanción administrativa,

importaría, sin más, vulnerar la posibilidad de acceso a la justicia o lo que es aún

peor tarifar dicho acceso conforme a un requisito patrimonial, que como tal de

ningún modo está previsto ni en la Constitución Nacional, ni en la Ley

Fundamental de la Provincia. (…)Quiere decir, entonces que la imposición de

una multa que, por lo demás, es una sanción administrativa de naturaleza penal,

la cual no integra el hecho imponible y como tal la obligación tributaria, de ningún

modo puede resultar un impedimento para que su pago previo se erija en un

requisito de admisibilidad de la demanda, que por lo demás el ordenamiento

ritual no prevé, sino una jurisprudencia vetusta y anacrónica que conculca

severamente las garantía más elemental de un Estado de Derecho como lo es el

libre acceso a la jurisdicción.”

En conclusión, entendemos que debe revisarse en fallos posteriores la

doctrina sentada por la Corte de Justicia de Salta respecto a la aplicación del

principio del solve et repete a las multas, pues este no surge explícitamente de la

voluntad legislativa plasmada en el art. 71 del Código Fiscal, debiéndose tener

especialmente en cuenta que estamos en presencia de una sanción de

naturaleza penal, condenándose al contribuyente previamente, sin que haya

tenido un juicio con las debidas garantías exigidas por la Constitución Nacional,

Tratados Internacionales de Derechos Humanos y Constitución de la Provincia

de Salta.

APUNTES SOBRE LA ENSEÑANZA DEL DERECHO

Autor: Armando J. Isasmendi

Galileo le escribía a Kepler: “Aquí en Padua está el principal profesor de filosofía, a quien repetida y urgentemente ha solicitado que mire la luna y los planetas

Page 19: Director - Universidad Católica de Salta · Jurídicas de la Universidad Católica de Salta, es un viejo anhelo de esta comunidad jurídica universitaria. Las posibilidades que nos

19

usando mi telescopio, pero rehúsa tercamente hacerlo. Por qué no está usted aquí? ¡Como nos reiríamos al escuchar tan gloriosa insensatez!!!! Y así poder presenciar la elaboración de argumentos lógicos que realiza el profesor de filosofía de Pisa ante el Gran Duque como si fueran conjuros mágicos para cautivar … a los planetas y sacarlos del firmamento.”

Los programas actuales de enseñanza del derecho han seguido en

términos generales los diseños elaborados en la primera década del siglo

pasado, mientras aún reinaba en todo su esplendor la tradición legalista, es

decir, aquel pensamiento generalizado según el cual el derecho mantenía una

correspondencia estricta con la ley positiva del sistema republicano dictada por

el Poder Legislativo, ejecutada por el Poder Ejecutivo, y aplicada por el Poder

Judicial en cada caso concreto que se le presentaba en sus estrados en el

contexto de un caso judicial. El derecho de la modernidad arraiga en esa

ideología política principalmente.

Me propongo referirme a este punto central en la enseñanza del derecho

porque es el objeto propio sobre el cual se trabaja. Y luego brevemente a los

cambios de metodología que la modificación del objeto exige.

1. La ideología del derecho de la modernidad.

El punto de inflexión que da nacimiento a la ideología del derecho

moderno se sitúa en Grocio10. Antes de Grocio el derecho, el ius de los romanos

no era la norma sino el resultado de un juicio cuya virtud consistía en descubrir

un equilibrio en el seno de las relaciones de alteridad y de los intereses, y ese

objeto de conocimiento condicionaba un método para su acceso; el

descubrimiento de lo justo es siempre en ese contexto una aporía, y por eso

necesita de un método de conocimiento flexible y de resultado probable.

Después de Grocio el derecho deja de ser una cosa, el ius, para convertirse en

una norma producto de la razón y de la voluntad; ya no se encuentra más en el

mundo histórico, sino en el mundo de la propia razón inmanente de los

modernos, y por lo tanto al ser su propio producto puede ser objeto de un

método de conocimiento al modo racional. El resultado, el desafío ya no es una

aporía, sino un posibilidad de certeza.

10 .-) Wieacker Franz, Historia del Derecho Privado de la Edad Moderna, Ed. Aguilar, Madrid, 1957, p. 218.

Page 20: Director - Universidad Católica de Salta · Jurídicas de la Universidad Católica de Salta, es un viejo anhelo de esta comunidad jurídica universitaria. Las posibilidades que nos

20

Debe ubicarse a Grocio - contemporáneo de Descartes - como el

fundador de la ciencia jurídica moderna, en similar sentido y alcance a como se

sostiene que Descartes es el padre de la filosofía moderna11. Quiero decir en el

sentido de que recogiendo ideas sembradas y abonadas antes de él,

germinadas en su tiempo en el medio del proceso cultural que le es

contemporáneo y respondiendo a determinadas necesidades, elabora una

síntesis de tal vigor y consonancia, que rompe con las estructuras tradicionales

ya debilitadas, forjando una nueva concepción, en este caso del derecho.

No es el momento de desarrollar el pensamiento jurídico de Grocio en

sus detalles. Cabe puntualizar en qué consiste sintéticamente su concepción: a)

preocupación por el método, escogiendo el deductivo de la matemática

contrariamente al método inductivo que era el propio del derecho clásico

(búsqueda de certeza, claridad, evidencia y seguridad)12; b) la opción por la

“razón procesal o razón subjetiva” en sustitución de la “razón sustantiva o razón

objetiva”” ; c) la sustitución del orden natural objetivo de las cosas y del ser con

su consistencia propia, su sentido de verdad y su orientación hacia un fin, por

una “naturaleza subjetiva” que no se descubre de la observación de los seres,

sino de la “concatenación” de principios internos al hombre, obtenidos a priori de

la razón subjetiva-procesal ("Así como los matemáticos consideran las figuras

abstractas de los cuerpos, yo declaro querer tratar el derecho prescindiendo de

todo hecho particular” 13) ; d) el derecho natural ya no es más el “ ” de

Aristóteles, el “ius” de los romanos, como el medium rei que se descubre en la

naturaleza de las cosas y de las relaciones humanas, por el contrario ahora es

una deducción lógica de la razón a priori que da por resultado una norma

abstracta y general aplicable a todas las situaciones; e) el derecho positivo es de

contenido voluntarista y el fundamento de las obligaciones jurídicas es el

consentimiento14.

11 .-) Hirschberger J., Historia de la Filosofía del Derecho., t. II. 12 .-) Responde a la necesidad del hombre de ése tiempo de anclar en algún punto la seguridad perdida como

consecuencia del quiebre del orden antiguo, cuya manifestación primera tuvo lugar en el Renacimiento donde

se perdió el "centro cósmico" y el teocentrismo, y la segunda en la Reforma protestante que rompió el sistema

de referencia teológico inaugurando las "guerras de religión" de consecuencias profundas en el ámbito del

pensamiento (Rabbi-Baldi Cabanillas, Renato, La Filosofía Jurídica de M. Villey, Ed. Eunsa, p. 191). En

cuanto a la pérdida del "centro" puede verse Villoro Luis, El pensamiento moderno, FCE. 13 .-) Citado por Fraile, Historia de la filosofía, BAC, III, p. 543. 14 .-) Vigo Rodolfo Luis, Visión crítica de la historia de la filosofía del derecho, p. 64.

Page 21: Director - Universidad Católica de Salta · Jurídicas de la Universidad Católica de Salta, es un viejo anhelo de esta comunidad jurídica universitaria. Las posibilidades que nos

21

No puede negarse que hay en Grocio una yuxtaposición de racionalismo

y voluntarismo que se manifiesta como una tensión entre el primado de la razón

y las tesis voluntaristas15 . En rigor lo que resulta de Grocio como consecuencia

del racionalismo subjetivista es una fractura del derecho como unidad ontológica

tal como se concibe en la doctrina clásica, como consecuencia de la visión

“normativa”. El derecho objetivo no será más lo que es “realmente justo y

descubierto por los juristas", sino lo que es conforme a la ley y

consecuentemente se corresponde “formalmente” con la ley, y la ley en todo

caso será justa en la medida que sea “procesalmente” correcta. La ciencia del

derecho ya no tiene más por objeto la realidad concreta y el descubrir en ella la

relación justa, sino que sus ojos enfocarán ahora las normas. El derecho se

emancipa del hecho y determina el punto de partida de la nueva ciencia que será

la “naturaleza del hombre” de la cual la razón puede deducir matemáticamente

todo lo demás.

En esta concepción, la relación del derecho positivo con el derecho

natural cambia radicalmente, se hace externa y jerárquica, pierden la relación

intrínseca que hasta entonces les era consustancial. El derecho natural es lo que

el hombre conoce por la sola fuerza de la razón y por ése mismo instrumento

deduce desde los primeros principios creando las normas abstractas (primado de

la razón). El derecho positivo en cambio es un acto exclusivo de la voluntad.

Ontológicamente son dos cosas distintas y separadas, cada una tiene su ser

propio más allá de que tengan o no correspondencia entre ellos. En el derecho

clásico lo que no es justo - en el sentido de justo sustancial - no es derecho. En

el derecho de las normas de Grocio el derecho natural actúa desde fuera como

referencia moral, no tiene existencia real sino en la medida que el derecho

positivo se adecua a él.

La voluntad ha conquistado el cetro en un doble sentido y es la piedra

angular del sistema. Primero porque a través de la razón deduce Grocio que el

querer vivir en sociedad - appetitus societatis - es el fundamento de todo el

edifico del derecho. Como consecuencia de ello, el querer da lugar a la regla de

la cual deben derivarse los restantes principios y normas, y en consecuencia por

un lado toda obligación solamente puede surgir de una acto de voluntad, y por

15 .-) Welzel Hans, Introducción a la filosofía del derecho, p. 132, citado por Vigo. Asimismo puede verse

Rabbi-Baldi Cabanillas, op. cit., p. 188 nota 348 quien defiende la tesis del primado de la razón en Grocio.

Page 22: Director - Universidad Católica de Salta · Jurídicas de la Universidad Católica de Salta, es un viejo anhelo de esta comunidad jurídica universitaria. Las posibilidades que nos

22

otro lado, todos los pactos voluntariamente concluidos deben ser obligatorios. En

segundo lugar, el derecho positivo solamente puede ser voluntario, a punto que

Grocio lo llama así. Tanto en derecho privado como en derecho internacional

toda obligación surge de un acto de voluntad, de un consentimiento expreso o

tácito. La regla pacta sunt servanda ya no tendrá un sentido de razón objetiva

encadenado al orden de las cosas y de las relaciones entre los hombres del cual

en todo caso podía derivarse su obligatoriedad, ahora tendrá exclusivamente un

fundamento voluntarista normativo resultante del poder de vincularse16.

Este poder jurígeno será la base del contractualismo moderno tanto en el

derecho público como en el derecho privado. Grocio es el camino por donde se

introducen en el derecho moderno lo que hasta entonces habían sido meras

digresiones escolares y disputas académicas. Tal como puede leerse en los

“Prolegómenos”, se introducen los tres grandes principios de conducta que

habrán de ser el triángulo del derecho privado: “.. es menester abstenerse

religiosamente del bien del otro ... se está obligado a mantener lo prometido ...

se debe reparar el daño causado ...”, principios que los códigos civiles al estilo

napoleónico habrán de convertir en normas jurídicas, es decir de normas

16 .-) Grocio cita expresamente y con admiración a Suarez de la segunda escolástica. Muchos autores como

Villey y Vincent por ejemplo ubican el voluntarismo jurídico a partir de Suarez. En el pensamiento

tradicional, dice Vincent, el valor surge a consecuencia del ser, y el carácter normativo de la razón surge de su

capacidad de conocer el orden real; el conocimiento del bien funda el deber; el ordenamiento del ser humano

a su bien natural determina sus obligaciones naturales; el orden del mismo ser humano al bien común de la

sociedad política, funda sus obligaciones sociales; en todos los casos la obligación está fundada sobre la

realidad del bien. Por ello la ley natural y la ley positiva tienen la misma naturaleza ya que ambos órdenes son

ordenamientos de la razón. En la medida que la voluntad - subordinada por esencia al bien - no se

corresponda con el bien que la razón prescribe, su producto no será una ley ni será derecho. En Suárez, estas

relaciones son distintas. Una ley contraria al derecho natural es nula, pero por una relación exterior a la ley

positiva en razón de la superioridad de la voluntad del autor de la ley natural por sobre la voluntad del autor

de la ley positiva. El elemento específico de la ley es su voluntad y no su racionalidad, y critica

específicamente en este punto la doctrina de la ordenación racional de Tomás. La razón pierde su carácter

normativo que se traslado a la voluntad de modo que el acto propio de la ley viene a ser desde ahora el

imperium antes que su participación en un orden racional. El orden natural deja de ser un orden de existencia

y queda relegado a un orden de esencias de referencia (Vincent, A., Génesis y desarrollo del voluntarismo

jurídico, Bs. As., Ghersi 1978, ps. 22 y ss.). No sabemos si Grocio tuvo presentes a Scotto y Ockam, pero

vale la pena señalar la identidad de pensamiento en algunas frases del mismo cuño, como por ejemplo "... no

tanto Dios quiere alguna cosa por ser justa, sino que es justo porque Dios lo quiere ... ", o también, "...

Derecho es lo que Dios ha hecho saber que El quiere ... " (citado por Fasso en Historia de la Filosofía del

Derecho, Madrid 1979, t. II, p. 70). Villey por su parte sostiene que el scottismo y el nominalismo tenían en

España fuertes influencias y reconoce en sus escolásticos una huella marcada y que por su intermedio la ley

moral ha invadido nuevamente el derecho trastocando la función del jurista que a partir de ellos es el

intérprete y el aplicador de la ley moral denominada derecho natural, obra de la contrareforma ávida de

afirmar el primado de la teología. Y por precaución afectarán abrigarse bajo el patronato de Santo Tomás,

intento en el que sin duda han triunfado: "... la segunda escolástica me ha parecido el caballo de Troya que

ha introducido en la doctrina católica - pretendidamente tomista - el moralismo y el clericalismo de los

adversarios de Santo Tomás" (El Derecho, perspectiva griega, judía y cristiana. Ed. Ghersi, p. 80).

Page 23: Director - Universidad Católica de Salta · Jurídicas de la Universidad Católica de Salta, es un viejo anhelo de esta comunidad jurídica universitaria. Las posibilidades que nos

23

morales a conductas exigibles con vis coactiva17. A partir de Grocio, todos los

teóricos del derecho, tanto por el lado de la filosofía política como por el lado de

la ciencia del derecho habrán de desarrollar estas concepciones. En la filosofía

política y la filosofía del derecho se pasará por Hobbes, Locke, Rousseau,

Leibniz y tantos otros. Y la ciencia del derecho manifestará estas influencias

pasando por Puffendorf, Wolf, Domat, Pothier y tantos otros de la escuela

exegética y luego Savigny y sus derivados los pandectistas con Windscheid a la

cabeza.

Esta filosofía desembocó en la formulación propiamente del derecho

moderno y sus dos grandes corrientes de positivistas y naturalistas, pero ambos

con el mismo cuño en orden a la concepción de la definición del derecho y de los

métodos. El derecho moderno se define por la reducción del fenómeno jurídico a

la norma, sea esta positiva o natural. El método para el conocimiento de esta

norma es en todo caso un método al modo geométrico o matemático, cuyo eje

es el silogismo deductivo a través de razonamientos encadenados y a partir de

premisas fijas, en donde lo que importa en todo caso es la corrección formal del

razonamiento o consecuencia, y que en cierto modo se desentiende del

resultado.

La historia de la ciencia del derecho registra como dos manifestaciones

paradigmáticas de esta concepción y de su consiguiente metodología de manejo

del derecho, la escuela de la exégesis y la jurisprudencia de conceptos.

En un comentario del Cours de Droit Civil Français de Aubry y Rau,

considerada la obra maestra de la exégesis, dice Bonnecase quizá el mayor

historiador de la escuela: "Lo que constituye el mérito particular de la obra, lo

puede asegurar una autoridad cada vez mayor, es la solidez de su doctrina, la

sobriedad de su exposición, la deducción inflexible de todas las consecuencias

jurídicas de un principio poseído... Todas las soluciones están contenidas en

germen, en un conjunto de principios formulados con rigor matemático y tan

íntimamente soldados entre sí, que forman un verdadero edifico jurídico..." al

tiempo que recuerda el autor que en realidad Aubry estudió matemáticas y que

sólo cediendo al deseo de sus padres tomó los estudios de derecho18. A

17 .-) Dice C. Sanz en Reflexiones ius-filosóficas en torno a la problemática actual del contrato (La Ley 1978-

D-sec. doctrina, p. 945 nota 47) que si pensamos en la estructura de nuestro código se verá que tales

principios son los ejes sobre los que gira todo el sistema. Y recuerda los as. 1109, 2506 y 1197. 18 .-) J. Bonnecase, La Escuela de la Exégesis en el Derecho Civil, México 1944, ps. 89 y 90.

Page 24: Director - Universidad Católica de Salta · Jurídicas de la Universidad Católica de Salta, es un viejo anhelo de esta comunidad jurídica universitaria. Las posibilidades que nos

24

Troplong lo llama Bonnecase el filósofo de la exégesis y cita a su biógrafo Dufour

según el cual, "Portalis, hablando como legislador, decía: interroguemos la

historia, ella es la física experimental de la jurisprudencia..."19 . Y pone en boca

de Marcadé lo siguiente: "He emprendido este trabajo para sustituir la autoridad

de las tradiciones por el razonamiento; las ideas convencionales por ideas

lógicamente apreciadas"20. Las citas podrían multiplicarse21 y su coincidencia

conceptual ilumina una convicción cultural de gran fuerza y que por ser tal - es

decir cultural -, coincide con los paradigmas del tiempo histórico en el que se

gestó22, y que en materia de metodología jurídica se apoya en un postulado al

modo geométrico y concluye en una racionalismo constructivista rígido. El que a

su vez es tributario de una filosofía positivista que define el objeto formal del

conocimiento jurídico como el texto legal. En este sentido me adelanto a decir

que confunde el punto de partida y el punto de llegada del razonamiento jurídico.

En el desiderátum máximo de esta concepción, el juez es apenas un

autómata que controla determinadas reglas técnicas y de procedimiento y aplica

la norma que ha dictado el legislador, sin demasiado espacio de opciones. En tal

sentido el juez no crea derecho ni hace política, sino que se limita a tomar

conciencia del derecho que encuentra ya hecho por obra del legislador. De allí

que cuando Napoleón se enteró de que el Código civil francés que se había

dictado a impulsos de su genio, empezaba a ser “interpretado” por los juristas,

exclamara vencido, “mi código ha muerto”.

19 .-) Bonecase, cit. p. 126. 20 .-) Bonnecase, op. cit., p. 179. 21 .-) "No conozco el derecho civil, sólo enseña el Código de Napoleón" de Bugnet entre las más famosas, o

"Mi divisa, mi profesión de fé, es la siguiente: los textos ante todo" citado por Geny, o "Los códigos no dejan

la cuestión al arbitrio del intérprete; este no tiene por misión hacer el derecho: el derecho está hecho. Los

intérpretes hacen mal en quejarse, pues si el derecho ha llegado a ser un mar de dudas, ellos son los

culpables. Si tuvieran más respeto por el texto del Código, no habría controversias..." (Laurent), o también

Montesquieu en el Espíritu de las Leyes (Ed. Claridad Bs. As. 1977 p. 117) dijo: "En los estados despóticos

no hay leyes, el juez es guía de si mismo. En los estados republicanos es de rigor ajustarse a la letra de la

ley... los jueces de la nación no son ni más ni menos que la boca que pronuncia las palabras de la ley, seres

inanimados que no pueden mitigar la fuerza y el rigor de la ley misma". 22 .-) Valga la pena como ejemplo de esta convicción recordar el decreto orgánico de 16-24 de agosto de 1790

que a fin de evitar que el Poder Judicial invadiera la esfera que se consideraba propia del Poder Legislativo, y

que se apartara en lo más mínimo de la estricta aplicación literal de la ley dispuso reservar exclusivamente a

la Asamblea Legislativa la propia tarea de interpretación de la ley creando además la institución del référé

legislativo y ordenando a los jueces a remitir al legislador la resolución de una cuestión jurídica.

Posteriormente créo el Tribunal de Casación, dependiente del Poder Legislativo cuya función era justamente

la vigilancia estricta y severa del mecanismo judicial en aplicación de las leyes, con la misión de anular las

sentencias que violaran el texto de la ley. El propio Tribunal en ciertos casos debía pedir la "interpretación

oficial y obligatoria" del Poder Legislativo (Geny, Método de Interpretación y Fuentes en Derecho Privado

Positivo, Madrid, Ed. Reus, ps. 79 y ss.)

Page 25: Director - Universidad Católica de Salta · Jurídicas de la Universidad Católica de Salta, es un viejo anhelo de esta comunidad jurídica universitaria. Las posibilidades que nos

25

Mientras esta filosofía hundía sus raíces en Francia, una sintonía

semejante se hacía escuchar en los países alemanes dando lugar a lo que se

llama la jurisprudencia de conceptos, es decir la ciencia jurídica conceptualista,

una forma más del dogmatismo jurídico. En realidad su distinción principal con el

conceptualismo francés, no es propiamente su conceptualismo - a punto que

algún autor indica que también la ciencia francesa de la exégesis es una forma

de la jurisprudencia de conceptos23 -, sino las fuentes del derecho. La dogmática

francesa se vincula al iusnaturalismo racionalista moderno, y en tal sentido es

voluntarista en el sentido de la suficiencia de la autonomía del sujeto de modo

que la fuente del derecho es inmanente y da lugar al derecho positivo a través

del proceso legislativo de la voluntad general. En cambio el conceptualismo

teutón es una derivación de la escuela histórica del derecho encarnada en

aquéllos gigantes que fueron Hugo y Savigny que se esforzaron por construir el

sistema jurídico a partir del derecho romano que vivía en el espíritu del pueblo; el

punto de partida en todo caso no fué inmanentista sin trascendente al sujeto

formulador del derecho. Más adelante fué en realidad Ihering quien fundó el

método y Putcha y Windsheid quienes lo tradujeron en un refinamiento lógico

que se llamó la "pandectística" en homenaje a la obra máxima del último de los

nombrados, Las Pandectas.

En realidad, la tarea de Ihering fué la de crear un método específico de

conocimiento del derecho a fin de manejarlo de un modo más o menos

previsible. Pero a diferencia de la exégesis le concedió a la jurisprudencia -

entendida como ciencia tal como se denomina entre los alemanes -, la noble

tarea de la aplicación e interpretación del derecho positivo. Precisamente a fin de

apuntalar esta función es que se afana en desarrollar instrumentos científicos

que lo hagan previsible y uniforme. Para ello desarrolla distintas escalas

describiendo primero los elementos de la materia jurídica - cuerpos jurídicos -,

luego la construcción jurídica y sus reglas, para llegar finalmente al sistema

jurídico como un resultado de la construcción. El sistema es la transformación de

la materia jurídica en un producto más aprehensible que descubre sus rastros

más profundos e íntimos permitiendo su plasticidad.

Ihering confesaba que su ideal era la confección de un "alfabeto jurídico"

aunque se hacía cargo de la imposibilidad de la tarea. Al parecer quien tomó la

23 .-) Hernandez Gil, Metodología de la Ciencia del Derecho, p. 82.

Page 26: Director - Universidad Católica de Salta · Jurídicas de la Universidad Católica de Salta, es un viejo anhelo de esta comunidad jurídica universitaria. Las posibilidades que nos

26

posta fué Windsheid que aplicó una poderosa agudeza analítica en juego

simultáneo con capacidad sintética a la materia jurídica, mediante el uso

exclusivo de los conceptos como medios de comprensión y de expresión de las

normas jurídicas, con una severidad lógica implacable. Ello combinado con una

preferente inclinación al derecho romano clásico como fuente y materia de

trabajo, y con olvido de los orígenes de la escuela histórica, que había sido un

intento de articular el derecho romano en el espíritu del pueblo germano, fieles a

la tradición romántica. La jurisprudencia tiene por objeto desarrollar los

conceptos contenidos en las normas. Hay dos grandes categorías de conceptos.

Una la de los que tienen por objeto los presupuestos de hechos de los derechos

(negocio jurídico, testamento), y otra la de los que tienen por objeto los derechos

mismos o algo que pueda predicarse de ellos (propiedad, usufructo, obligación).

La construcción jurídica consiste en reconducir una relación jurídica a los

conceptos en los cuales se funda. Siendo este el objeto formal, el método es

naturalmente geométrico, lógico matemático y su pretensión es arribar a un

resultado verdadero y no solo razonable.

Estas formulaciones dominaron todo el siglo XIX en el desarrollo de la

ciencia jurídica y hasta recientemente tuvieron su proyección en la escuela de

Viena. No obstante ya en el siglo XIX se notó una reacción como producto

precisamente de los resultados a que conducían en la vida del derecho, las

derivaciones de estas metodologías cerradas. Reacciones que naturalmente

tradujeron una revisión de los puntos de partida metodológicos y de la

identificación del objeto formal del derecho.

A través del segundo Ihering se puede vislumbrar con claridad el espíritu

de esta reacción de fines de siglo. El mismo Ihering del Espíritu del Derecho

Romano que había fundado de algún modo una teoría del método incorporando

la construcción y el sistema a la jurisprudencia, se rebela ante las derivaciones

de su obra en poder de los pandectistas, dejándonos en una memorable pieza

sarcástica los fundamentos de una nueva tendencia que recupera la

jurisprudencia de las fauces de la lógica matemática24.

24 Cito párrafos inolvidables del último capítulo de Jurisprudencia en broma y en serio - publicado en 1884

en Alemania, traducción al español en Ed. de la Rev. de Derecho Privado, Madrid 1933 - , titulado El cielo de

los Conceptos Jurídicos, seleccionados por su fuerza expresiva en orden a la crítica de la jurisprudencia de

conceptos: "Yo me había muerto. Un halo luminoso rodeó mi espíritu al abandonar el cuerpo...el ángel que

lo recibe le dice: Como tu eres un romanista, vas destinado al cielo de los conceptos jurídicos. En él

encontrarás de nuevo todos aquéllos que durante tu existencia terrenal tanto te han preocupado. Pero no en

Page 27: Director - Universidad Católica de Salta · Jurídicas de la Universidad Católica de Salta, es un viejo anhelo de esta comunidad jurídica universitaria. Las posibilidades que nos

27

Y bien, en línea con esta concepción de la cual es tributario todo el

derecho occidental de los siglos XIX y XX, también nuestro derecho estuvo

adherido a estas ideologías. Razón por la cual nuestras escuelas de derecho

enseñaron este derecho y diseñaron sus planes de estudios en línea con estas

concepciones, y así permanecen hasta hoy. En nuestras escuelas se recibe una

formación teórica del derecho como sistema deductivo compuesto por normas –

ciencias dogmáticas del derecho -, y en ínfima medida algunas facultades han

introducido algún desarrollo del derecho visto como en realidad se ejerce, esto

es como un “arte” plagado de estrategias y tácticas para arribar a determinados

resultados, porciones de todos modos limitadas a la sociología jurídica y a

alguna criminología, cuando se incluyen25.

2. La crisis del derecho moderno.

Esta ideología inicial planteada en sus extremos, en verdad nunca tuvo

una vida tan estrictamente articulada con los propósitos de sus inspiradores. Y

ello como gran parte de los sueños del racionalismo, por no responder a la

dinámica de la vida social. No obstante, la matriz del paradigma tuvo vigencia

hasta bien entrado el siglo XX y sobre estos postulados se elaboraron las

su configuración incompleta, con las deformaciones que el legislador y los prácticos les imprimen, sino en su

plena e inmaculada pureza, con toda su ideal hermosura. Aquí son premiados los teóricos de la

jurisprudencia por los servicios que les han prestado a los conceptos en la tierra; aquí, ellos que solamente

los vieron en una forma velada, los descubren con entera claridad, los contemplan cara a cara, y tratan con

ellos como con sus iguales. Las cuestiones para las que en vano buscaron una solución durante su existencia

terrenal, son contestadas aquí y resueltas por los propios conceptos. No hay ya enigmas en el derecho civil,

la construcción de la herencia yacente, o de la obligación correal, los derechos sobre derechos, la naturaleza

de la posesión, la diferencia entre precario y comodato, la prenda de cosas propias, y cualquiera otro

problemas que puedan ocurrirse y que a los hijos de la ciencia tanto han dado que hacer en su peregrinación

por la tierra están aquí resueltos. … - ...¿ donde van los prácticos?.... - Tienen su más allá especial, pero

pertenece todavía al sistema solar. El sol hace lucir allí sus rayos y existe aire atmosférico, apropiado para

las duras construcciones de un práctico, de la misma manera que sería inadecuado para los conceptos; allí

domina aún una vida como la de la tierra: en una palabra, el práctico encuentra allí todas las limitaciones

de la existencia terrena. No podría respirar en el cielo teórico, ni podría avanzar un paso de su lugar, como

quiera que sus ojos no están hechos para la profunda oscuridad que allí domina. - Luego, ¿ se trata de

un lugar oscuro ?. - Completamente. Allí reina la noche más profunda. Los astros que se encuentran en este

más allá no pertenecen al sistema solar y no reciben ni un rayo de sol. El sol es la fuente de la vida toda,

pero los conceptos nada tienen que ver con la vida, y necesitan de un mundo que exista solo para ellos,

alejado de cualquier contacto con la vida". -... -... En el mundo de los conceptos que tienes ante

ti, no existe la vida en el sentido vuestro, no existe más que el imperio de los pensamientos y conceptos

abstractos, que independientemente del mundo real, se han formado por el camino lógico de la generatio

equívoca y repudian todo contacto con el mundo real. "

25 .-) Russo E.A., Teoría general del Derecho, Ab. Perrot, p. 334.

Page 28: Director - Universidad Católica de Salta · Jurídicas de la Universidad Católica de Salta, es un viejo anhelo de esta comunidad jurídica universitaria. Las posibilidades que nos

28

primeras doctrinas de la interpretación del derecho que sin cuestionar las bases

fundacionales de la nueva estructura, lograron a través de innumerables

ficciones, permitir su supervivencia haciendo flexible el edificio de modo que

pudiera adaptarse al objeto al que debía servir que es siempre el de encontrar

soluciones aceptables a los problemas humanos y sociales que pretende regular

y contener.

La más ingeniosa de las doctrinas – que aún hoy subiste con gran

extraña vitalidad – es la pretensión de búsqueda de la “intención del legislador”

como patrón de investigación para desentrañar el sentido de la norma y articular

su aplicación al caso concreto de modo que la solución resuene más o menos

aceptable para sus destinatarios y el mundo al que pertenece el intérprete. Allí

van la teoría de la interpretación literal, luego la sistemática, y la de mayor

audacia la del método de la libre investigación científica de Geny que es un

punto de inflexión.

Desde fines del siglo XIX y durante todo el siglo XX, se ha desarrollado

una fuerte ofensiva contra el dogmatismo jurídico en cualquiera de sus formas.

Los párrafos incomparables de Ihering son todo un símbolo de esta tendencia.

Entre los más conocidos se mencionan la escuela de libre investigación científica

de Geny, la experiencia práctica de Holmes, la jurisprudencia de intereses en

Alemania construida a partir del último Ihering – en contrapunto con la

jurisprudencia de conceptos -, la jurisprudencia sociológica de Pound y Cardozo

en EE.UU. En este marco se inscribe la resurrección de la dialéctica, entre cuyos

exponentes están Perelman, Viehweg, Tuolmin, Atienza, Olleros, Alexy. Otras

innovaciones en la caracterización del objeto y del método de interpretación han

avanzado de la mano de Tarello, Larenz, Recasens Siches, Hart, Dworkin,

Ferrajoli, etc. Entre nosotros se destacan Cossio, Nino, Vigo, Massini, Cárcova,

Guibourg, Rabbi Baldi, Lorenzetti, entre otros muchos que a partir de la segunda

mitad del siglo XX han desarrollado doctrinas e investigaciones que responden al

nuevo paradigma en cuyo marco circula el derecho en la vida de las sociedades

actuales26, en franco apartamiento de las antiguas doctrinas de la dogmática, y

en el reconocimiento de la función judicial como función creadora de derecho, de

26 .-) Para una reseña de estas doctrinas véase Recasens Siches, Nueva Filosofía de la Interpretación del

Derecho, Ed. Porrúa, México 1973; M. Atienza, Las razones del Derecho, ed. Palestra; L. Prieto Sanchis,

Interpretación jurídica y creación judicial del derecho. Ed. Temis; R. Rabbi Baldi, Teoría del Derecho, Ed.

Abaco; C. Nino, Introducción al análisis del derecho, Astrea, cap. V y VI.

Page 29: Director - Universidad Católica de Salta · Jurídicas de la Universidad Católica de Salta, es un viejo anhelo de esta comunidad jurídica universitaria. Las posibilidades que nos

29

la decisión judicial como una norma ex novo, cuyos límites se tratan ahora de

establecer, ya que no es la ley la que habla por boca del juez, sino en todo caso

es el juez el que hace el derecho del caso con apoyo en la ley y en otras

dimensiones del mundo jurídico. Hay un reconocimiento de que el mundo jurídico

no se agota ni mucho menos en la ley y que por lo tanto el método de su

creación no es en cualquier caso el deductivo científico, sino que reconoce un

método propio vinculado a la especificidad del saber desarrollado, al decir de

Viehweg, el derecho no pertenece a la lógica apodíctica sino a la argumentación

“tópica”, porque las respuestas que busca no son la “veritas” sino la

“adaecuatio”.

Por lo demás, esta evolución se corresponde con la propia crisis de los

paradigmas de la modernidad en todos los campos del pensamiento, como

proyecto de imponer la razón como norma trascendental a la sociedad. Quizá

haya sido la teoría crítica de la escuela de Frankfurt la que formuló la tesis que

tuvo mayor resonancia en torno a la crisis de los postulados de la modernidad.

Pero ya antes, en lo que es el período de entreguerras, desde la literatura y la

plástica se imponen las vanguardias que implican una ruptura en el modo de

abordaje de la secuencia forma-objeto en las que la forma adquiere una carácter

decisivo y definitoria del arte mismo, independizándose del tema como eje de la

manifestación artística, estando el tema vinculado a la representación de un

objeto de razón, y en vez se destaca la primacía de la forma, objeto surrealista

independiente de la razón instrumental propia de la modernidad, que adquiere

autonomía y protagonismo.

Lo que desvela a los napoleónicos es el dogma de la ley como única

fuente de producción normativa. En el origen de la implantación de la teoría hay

como siempre una cuestión de poder. Uno de los elementos definitorios del

Estado de Derecho decimonónico es el monopolio de producción normativa por

el poder legislativo que en el origen histórico del sistema en Francia

correspondía al cuerpo ocupado por la revolución, contrariamente al cuerpo

judicial que de algún modo permanecía en manos del los adherentes al Anciene

Regime. Sin embargo, a través del siglo XIX, y ante la insuficiencia del postulado

por los problemas de funcionamiento lingüístico que presenta el dogma – y aún

antes de las modernas teorías analíticas -, los juristas inventaron la

“interpretación” literal y sistemática, como un modo de seguir sosteniendo la

Page 30: Director - Universidad Católica de Salta · Jurídicas de la Universidad Católica de Salta, es un viejo anhelo de esta comunidad jurídica universitaria. Las posibilidades que nos

30

formulación de la teoría27, y no obstante permitir el funcionamiento mismo del

sistema. Esa labor “interpretativa” permitió la supervivencia de la dogmática en

sus distintas modulaciones, aunque nadie adhiera seriamente a los postulados

originales. La teoría interpretativa supone con fe inquebrantable, que al juez le

está vedado “crear” derecho, que su función es meramente ordenadora del

proceso a los efectos de la aplicación estricta de la norma legal.

Desde fines del siglo XIX y durante todo el siglo XX se desarrollaron

teorías sustitutivas de este poderoso dogma.

En primer lugar la teoría normativa – que tuvo incidencia en algunas de

nuestras escuelas de derecho -, vino a significar una especie de “recreación” del

modelo napoleónico para dotar de racionalidad a ese Estado contra el que el

irracionalismo venía ganado demasiadas batallas, para que la legalidad recobrar

legitimidad cancelando el sabor de la arbitrariedad, y presentar nuevamente al

Derecho en articulación con la razón. Del sistema deductivo cerrado del modelo

de la ley napoleónica se pasa a un modelo también deductivo – es la misma

matriz -, pero se le confiere un dinamismo a través de la idea nueva de la

“norma”, se prescinde de las sagradas “palabras de la ley” y se radica el sistema

en el concepto de “norma”, término al que se le confiere un nuevo sentido. La

norma ahora adquiere el significado objetivo de un acto de voluntad que tiene

como límite que el resultado de la operación deductiva sea compatible con el

sistema. Las premisas del nuevo razonamiento son un enunciado legal, la

costumbre, el sistema legal, y en ése marco ejerce su voluntad la decisión

judicial, con tal que el resultado finalmente obtenido sea resistido por las

premisas. De tal modo quedaría acotado el subjetivismo y la arbitrariedad y

resulta coherente un cambio de orientación de la jurisprudencia, ya que ésta deja

de ser correcta o incorrecta – verdad o no verdad -, ya que mientras sean

compatibles con las premisas, hay más de una interpretación que resulta

válida28.

27 .-) Con gran agudeza Cossio había sostenido (LL t. 108, p. 1088 y ss), que los llamados métodos de

interpretación de la ley no eran recursos de naturaleza cognitiva como se pretendía, sino ideológicos que

sirvieron a la burguesía para consolidar y controlar su dominación. 28 .-) Russo M.A., Teoría General del Derecho, Abeledo Perrot, p. 254; asimismo Bobbio N., Teoría General

del Derecho, Temis, Bogotá, 1992, p. 9. La teoría pura del derecho y su intento de aislar el mundo del

derecho como mundo normativo excluyente corresponde a esta línea de pensamiento: la decisión judicial es

ejercicio de poder en el marco de las atribuciones concatenadas del sistema normativo, es conocimiento y

sobre todo voluntad y en su marco referencial, los contenidos de las normas pueden variar y ser igualmente

válidos.

Page 31: Director - Universidad Católica de Salta · Jurídicas de la Universidad Católica de Salta, es un viejo anhelo de esta comunidad jurídica universitaria. Las posibilidades que nos

31

Puede señalarse que la crisis del modelo racionalista de la dogmática,

tanto en su versión originaria como en los esfuerzos normativistas por

perfeccionarlo, puede apreciarse en varios frentes:

a) las contradicciones internas (lagunas, abuso del derecho, vigencia de

preceptos inconstitucionales, carácter no lógico formal de las normas

derogatorias);

b) incapacidad para dar cuenta de ciertos fenómenos cotidianos

(movimientos sociales, emergencias económicas, desobediencia civil, objeción

de conciencia, función creadora de los jueces);

c) la pérdida de vigencia de las grandes clasificaciones tales como

Derecho Privado y Derecho Público (en el Derecho Privado ya hay mucha

desigualdad de “poderes” lo que afecta la autonomía como eje de sus

regulaciones, y en el Derecho Público hay más necesidad del concurso de los

sujetos de colaboración no estatales, lo que exige importar técnicas del derecho

de iguales de la esfera privada);

d) descodificación del Derecho Privado y progresivo regreso de la

estructura de los Códigos a la desestructura de las recopilaciones y su

consiguiente ausencia de sistema y ruptura de la pretendida claridad de la ley

sistematizada en los códigos29;

e) pluralismo de las fuentes del derecho y quiebre del paradigma de

poder del monopolio estatal de producción normativa, por el contrario, hay

fuentes del derecho en el microsistema de la empresa, en la lex mercatoria

internacional, en los contrato inmunes (fenómeno denominado “fuga del

Derecho”, en el microsistema del consumidor, en la dispersión del derecho de

daños, en el derecho del mundo digital y el problema de las nuevas categorías

de espacio-tiempo;

f) la valorización del multiculturalismo impacta en el proyecto

unificador de la legislación de la modernidad, en el carácter “general” que define

a la ley, y otro tanto ocurre en la atención sectorial en muchos sectores de la

29 .-) Cito a Tau Anzóategui en su La codificación en la Argentina, un párrafo del conde de Cabarrus de 1803

sobre las recopilaciones, según el cual ellas son “… una mole inmensa de teocracia, republicanismo,

despostismo militar, anarquía feudal, de errores antiguos y extravagancias modernas …”. Que bien lejos

está de la pretensión moderna expresada por Andrés Bello respecto del código civil, que “podrá andar

entonces en manos de todos, podrá ser consultado por cada ciudadano en los casos dudosos, y servirle de

guía en el desempeño de sus obligaciones”.

Page 32: Director - Universidad Católica de Salta · Jurídicas de la Universidad Católica de Salta, es un viejo anhelo de esta comunidad jurídica universitaria. Las posibilidades que nos

32

economía, lo que conlleva una especie de fragmentación de derechos y

privilegios que modifica el perfil del compromiso igualitario;

g) desvalorización del carácter “imperativo” de la ley, que se

manifiesta en la aparición y rutina de conductas que parecen establecerse sobre

la idea de que la ley es una regla que puede desconocerse circunstancialmente,

como si estuviera revestida de una condición de adaptabilidad a ciertas

circunstancias subjetivas o coyunturales. Fenómeno que tiene su correlato en la

convicción compartida de que si las leyes y los reglamentos se cumplieran todos

estrictamente la sociedad dejaría de funcionar (trabajo a reglamento p. ej.,).

h) la feudalización de los autosuficientes30, es decir de los grupos

que reniegan de la vinculación con el Estado porque solo les reporta cargas y

costos, sin beneficios. En tal sentido por un lado las clases altas y media altas

que privatizan la vida en comunidad con la consiguiente privatización de todo el

sistema de servicios y regulaciones de convivencia. Por otro lado las clases

marginales ya sea por pobreza o por delincuencia que conforman verdaderos

guetos o ínsulas sociales donde no alcanza la mano de la ley o del estado

(ejemplo la denuncia de los curas villeros sobre la legalización de hecho del

tráfico de drogas en las villas de Buenos Aires).

i) la cuestión de la incognoscibilidad del derecho ha tomado cuerpo

seriamente a razón de las dificultades reales aún para los expertos para conocer

el derecho vigente31. Ello así no solamente por la inflación legislativa sino

asimismo por la pérdida de entidad de la ley para definir lo que es derecho.

j) la ley deja de ser el centro y deja lugar a los principios del

derecho, cuya caracterización a su vez desata una inacabada polémica;

k) la aparición del neoconstitucionalismo conmociona las base del

sistema, ya que se universaliza el juicio constitucional, los derechos humanos se

tornan operativos directamente, la soberanía de la constituciones se quiebra con

el derecho internacional de los tratados.

l) las democracias formales avanzan hacia las democracias

sustanciales, que abre el espectro del consenso, de la presencia de las mayorías

en infinitas instancias y no solamente en las instancias de decisión formal;

30 .-) Galbraith J.K., La cultura de la satisfacción. 31 .-) Cárcova C.M., La opacidad del derecho, Trotta, Madrid, 1998, ensayo en el que se ha ocupado

largamente del tema.

Page 33: Director - Universidad Católica de Salta · Jurídicas de la Universidad Católica de Salta, es un viejo anhelo de esta comunidad jurídica universitaria. Las posibilidades que nos

33

3. Las concepciones “no modernas”

Las particularidades señaladas en la dinámica del mundo del derecho

impactan permanentemente en la dimensión del pensamiento acerca de la idea

que tenemos del derecho y de su eficacia como elemento de control o

regulación social, lo que ha llevado desde hace tiempo a tratar de escapar del

cepo de la racionalidad moderna y buscar otros caminos teóricos que permitan

un ensamble más adecuado entre los problemas que la rigidez del método

moderno no permite y el objetivo de un sistema controlable de reglas, más o

menos previsible.

Por un lado una concepción hermética como el normativismo se muestra

insuficiente y desarticulada con el conjunto y la morfología de los problemas

existentes que se presentan en los tribunales de justicia y en la especulación

anticipatoria de los juristas. Por el otro, un sistema absolutamente abierto se

muestrea disfuncional e imprevisible, y por lo mismo impediente de aspirar a un

resultado adecuado de justicia. En cualquier caso, caído el paradigma de la ley y

el modelo deductivo, hay que encontrar nuevos criterios de validación del

discurso jurídico, de lo contrario, cualquier argumentación puede parecer

legítima aunque esté sustentada solamente en la subjetividad del intérprete32.

En esta búsqueda es que se han fatigado los teóricos y muchas

jurisprudencias en el último medio siglo al menos. Se agrupan bajo el común

denominador de aceptar el retiro de la racionalidad moderna en el sentido que

hemos señalado, como criterio de construcción del derecho y de interpretación.

La teoría crítica del derecho, tributaria de la teoría crítica de la Escuela de

Frankfurt, postula la observación del fenómeno jurídico en vinculación

32 .-) Entre los criterios que empleamos diariamente para describir o aplicar el sistema jurídico,

consideramos que los textos legales, fácilmente verificables (criterios tipo 1), adquieren una importancia

central, pero nos reservamos el derecho de atribuirles distintos significados y hasta de contradecirlos a partir

de otro grupo de criterios (los criterios tipo 2). Aunque muchos compartimos ciertos criterios del tipo 2, tal

acuerdo es parcialmente aleatorio, sobre todo frente a los casos concretos, y las divergencias no pueden

zanjarse tan fácilmente como las relativas al tipo 1, en especial porque la identificación de los criterios del

tipo 2 depende de otros criterios (tipo 3) que tampoco se hallan sometidos a un referato indiscutible. Sin

embargo, no tenemos dudas en hacer ciencia del derecho (descripción de una realidad jurídica) sin pensar casi

nunca en los criterios del tipo 3, que damos sin embargo por sentados, y postulando nuestros propios criterios

del tipo 2 como si integraran derechamente los criterios del tipo 1, bajo la nomenclatura de derechos y

principios. El punto se complica por la técnica empleada crecientemente para establecer los criterios del tipo

1: en lugar de establecer llanamente lo que debe hacerse (lo que el legislador o el constituyente quieren que

hagamos), los textos normativos tienden a enunciar objetivos y derechos genéricos, con lo que delegan aún

más en el intérprete la labor de decidir las controversias y lo instan a esgrimir las vagas palabras de la ley

como si fueran confirmaciones precisas de sus propias valoraciones. De este modo, una sobredosis de buenas

intenciones acaba por privarnos de las pobres certezas que habíamos logrado construir (Ricardo Guibourg).

Page 34: Director - Universidad Católica de Salta · Jurídicas de la Universidad Católica de Salta, es un viejo anhelo de esta comunidad jurídica universitaria. Las posibilidades que nos

34

permanente con los procesos histórico-sociales, desde una racionalidad

específica que articula dialécticamente la teoría con la praxis de modo tal que el

pensamiento teórico no sólo describe el objeto sino que al hacerlo lo afecta y co-

determina. De tal modo la teoría se orienta a una revisión del dogmatismo

jurídico racionalista y de la enseñanza e investigación del fenómeno jurídico

orientándola hacia la emancipación del sujeto histórico sometido por el Derecho

Institucional. Hay una raigambre marxista evidente, no obstante hay que

destacar como una dato decisivo y novedoso, el cuestionamiento del paradigma

gnoseológico clásico de distinción entre sujeto cognoscente y objeto

cognoscible, entre teoría y praxis, entre conocer y hacer, para concluir que en

cualquier caso de trata de una sola actividad que a la vez que describe el

fenómeno, influye en el mismo acto en su reformulación conceptual y práctica.

En el caso del Derecho, se borran las fronteras entre proposiciones descriptivas

y prescriptivas.

La mencionamos acá porque tuvo una cierta penetración en las escuelas

de derecho de los países centrales. No obstante, a la hora del balance, hay que

decir que sus armas principales quedaron dirigidas hacia el

desenmascaramiento de la versión oficial de la legitimación estatal, y sus

partidarios terminando dirigiendo su atención hacia proyectos al servicio de

políticas progresistas, explotando que su crítica desnudaba oportunidades,

debilidades y flexibilidades del sistema jurídico. No obstante, la penetración del

espíritu crítico del sistema legal y las herramientas teóricas en muchas escuelas

durante la década de los años sesenta, si bien no alcanzó el grado de un nuevo

estatuto epistemológico – más allá del despertar del pensamiento problemático -,

de todos modos el movimiento dejó huellas en las maneras del encarar el

fenómeno jurídico33, tales como:

a) Aproximación al sistema legal con un sentido crítico sin el estigma

de racionalizarlo para justificarlo, lo que permite saltar una valla a

la hora de la transmisión del saber, y enseñar en todo caso las

habilidades propios del arte, antes que su justificación ideológica.

b) La aceptación de que el sistema jurídico no es simple ni pleno,

sino una jungla en movimiento constante, y por lo tanto que hay

33 .-) Robert W. Gordon, La Teoría crítica del Derecho como método de enseñanza del derecho, en el

libro La enseñanza del derecho y el ejercicio de la abogacía, M. Bhomer, Gedisa, p. 155.

Page 35: Director - Universidad Católica de Salta · Jurídicas de la Universidad Católica de Salta, es un viejo anhelo de esta comunidad jurídica universitaria. Las posibilidades que nos

35

muchas alternativas que son coherentes con las premisas

operativas del sistema y sus reglas de procesamiento, no obstante

sólo algunas pocas son aceptables en un momento dado.

c) Este abordaje abre el camino hacia la enseñanza y la práctica de

los argumentos en vez de las soluciones, en los cuales se

entrenan los futuros abogados.

También debe mencionarse en esta reseña a la Teoría Sistémica de N.

Luhman, que si bien es una teoría general de lo social, no obstante, el Derecho

encuentra en su marco un espacio diferenciado. Reconoce influencia en la

Teoría Crítica en el cuestionamiento de la racionalidad vigente, asimismo en la

sociología de Talcott Parsons en el sentido de que las acciones individuales sólo

adquieren sentido en relación al sistema al que pertenecen, y finalmente en la

Teoría General de los Sistemas de von Bertalanffy.

En Luhman, el sistema deja de ser un recurso teórico como método de

interpretación de la realidad, sino una propiedad del objeto que el teórico

describe, de allí que su definición no pasa por el orden de sus elementos –

concepto tradicional -, sino como una reducción de la complejidad del entorno, y

como tal es un determinante de sentido. “un dato real, que en el entorno posee

una polisemia infinita, y por ello, inaprehensible, resulta significativo por su

incorporación dentro del sistema, merced al rescate de algunos sentidos

privilegiados en relación con el todo… Los sistemas sociales mediante su

sentido constituyen simultáneamente sus límites y sus posibilidades de

atribución de acciones. Esta atribución no necesita ser exclusiva… ”34. Entre el

dato y el sistema así entendido circula una dinámica recíproca de sentido que es

preciso desentrañar, sin subordinación alguna de medios a los fines. Esta

dinámica autoreferencial es la que supera los pantanos de los sistemas

deductivos.

A su vez, desde la Teoría analítica del lenguaje se han hecho importantes

aportes en orden a señalar las dificultades y aporías existentes a la hora de

postular la posibilidad de un derecho previo al caso que sea posible conocer y

aplicar, precisamente por la textura abierta del lenguaje en el que el derecho se

expresa. El lenguaje como forma de comunicación, emplea signos que son

34

.-) Russo M.A., Teoría General del Derecho, p. 270.

Page 36: Director - Universidad Católica de Salta · Jurídicas de la Universidad Católica de Salta, es un viejo anhelo de esta comunidad jurídica universitaria. Las posibilidades que nos

36

decodificados y significados en forma no siempre semejante entre emisor y

receptor35.

Con todo, la Teoría de la Argumentación Jurídica ha adquirido a nuestro

juicio un desarrollo justificado en el último medio siglo, y mantiene su

consistencia en sus diferentes variantes, perfilándose con capacidad para

orientar criterios validantes de la decisión judicial.

La piedra angular de la teoría es haber escapado de la lógica apodíctica y

haber recalado en la lógica problemática. Viehweg redescubrió esta categoría

del “pensar de tipo problemático” en un estudio que hizo público por primera vez

en una conferencia pronunciada en la Universidad de Maguncia en 1950, y que

luego devino en un breve aunque intenso ensayo publicado como Tópica y

Jurisprudencia en 1953 36. Los resultados más importantes del trabajo según su

autor son:

a) La tópica es una técnica del pensamiento problemático que fue

desenvuelta por la retórica y que es el desarrollo de una contextura

espiritual y que se distingue en una forma inequívoca del espíritu

deductivo sistemático;

b) La tópica se encuentra en el ius civile, en el mos italicus, en la

doctrina civilista actual y seguramente en otros campos.

c) Los esfuerzos para desconectar de la tópica a la jurisprudencia en los

tiempos modernos, han tenido escaso éxito.

d) De allí que la jurisprudencia deba ser entendida como un

procedimientos especial de discusión de problemas,

e) Los esfuerzos de la ciencia del derecho actual debieran estar dirigidos

a configurar este procedimiento del modo más claro posible.

Posteriormente Perelman seguía un camino semejante apoyándose en la

retórica aristotélica, en el sentido de que el discurso jurídico está orientado a

lograr la adhesión del auditorio, técnica que exige la utilización de determinado

tipo de argumentos que generalizables y no basados en un interés específico.

35

.-) Guibourg R., La interpretación del derecho desde el punto de vista analítico, Jurisprudencia

Argentina, Separata sobre interpretación y argumentación jurídica, año 2009-III- 36

.-) Nos valemos de la primera edición de Taurus, con prólogo de García de Enterría.

Page 37: Director - Universidad Católica de Salta · Jurídicas de la Universidad Católica de Salta, es un viejo anhelo de esta comunidad jurídica universitaria. Las posibilidades que nos

37

Esta condición ejerce el control sobre el discurso judicial en relación con la

capacidad del argumento para convencer al auditorio de su universo de

pertenencia. Con lo cual poco importa la “verdad” , sino en todo caso la paz

social sería el objetivo del derecho. Y es un sistema de referencia intersubjetiva y

dialógica.

A su vez Robert Alexy ha alcanzado últimamente un mayor refinamiento y

fuerza de convicción en las investigaciones sobre el método de la

argumentación, que él denomina la teoría del discurso jurídico, al que ubica

dentro del género del discurso práctico, junto a la moral, la política, etc., siendo

sus notas distintivas: a) es procedimental, b) es institucional porque se desarrolla

en instituciones tales como el Parlamento, la organización judicial, la academia,

las agencias; c) tiene más restricciones que el discurso práctico general ya que

debe atenerse a las normas, a los precedentes, a las opiniones, y a los

argumentos derivados37.

Por último hay que mencionar por su desarrollo en los últimos tiempos,

las posibilidades de construir una teoría argumentativa del discurso jurídico en

torno de las investigaciones filosóficas de la hermenéutica moderna. En tal

sentido Rabbi-Baldi hace un aporte trascendente en una nota publicada en 2009

haciendo un breve reseña del pensamiento de Gadamer en este punto, con

referencia al caso Kot de la CSJ como un posible ejemplo de interpretación

hermenéutica de la norma constitucional38.

4. El impacto en la enseñanza del derecho

Este recorrido ligero por el pensamiento sobre el mundo jurídico pretende

demostrar que los cimientos del edificio han sufrido desde la codificación y sus

sustentos ideológicos, hasta el pluralismo jurídico actual, una conmoción

importante.

Hay que señalar por cierto que la legalidad napoleónica ha marcado con

fuego una impronta de la que se han nutrido generaciones enteras de juristas

durante los siglos XIX y XX. Más allá de la ficción que ella importa, habida

37

.-) R. Alexy, Teoría de la Argumentación Jurídica., Madrid 1998. 38

.-) Rabbi-Baldi Cabanillas, Renato, Un análisis hermenéutico de la comprensión jurídica,

Jurisp. Arg. Separata 2009-III

Page 38: Director - Universidad Católica de Salta · Jurídicas de la Universidad Católica de Salta, es un viejo anhelo de esta comunidad jurídica universitaria. Las posibilidades que nos

38

cuenta los errores teoréticos de sus postulados esenciales, no obstante ello, ha

sobrevivido por la fuerza inicial con la que impuso el cambio social y la

dominación a la que respondió, por la habilidad para recrear sus bases de

sustentación sin renegar de ellas, hasta que la realidad impuso sus fueros, y

desde hacen al menos cincuenta años se bate en franca retirada para dejar paso

al derecho como lo que en realidad es, es decir un arte de solución de conflictos

a través del ius, del ajuste del conflicto en un resultado adecuado sobre la base

de una lógica del problema que implica una referencia por círculos concéntricos

a tópicos y puntos de vistas, a normas y precedentes, a la persuasión del

auditorio de pertenencia, ir y venir una y otra vez hasta encontrar ese resultado

adecuado.

Esto es lo que hacen los jueces y abogados todos los días, y lo que

hicieron siempre, por cierto que a través de las distintas ficciones en la época

dorada de la codificación lo hacían solapadamente a través de los distintos

métodos de “interpretación” de la ley, y forzadamente le hacían decir a la ley lo

que ellos querían que diga. Hasta llegar a hoy que nadie cree ya en la ficción y

paralelamente no hay criterio que valide discurso alguno más que la habilidad y

sensatez que en muchos casos está ausente.

Desde estas convicciones también se formaron los planes de estudios y

las metodologías de enseñanza, en cuyo seno en la inmensa mayoría de los

casos, al menos entre nosotros, se siguen utilizando los parámetros clásicos del

sistema deductivo, del aprendizaje de la ley y alguna jurisprudencia, de la

doctrina que lo comenta con el juicio de valor si el resultado es correcto o

incorrecto – de acuerdo a la preferencia del autor -, es decir si determinado fallo

o comentario está o no de acuerdo con la “ley”, según el sistema deductivo.

Durante todo el ciclo de formación y aprendizaje, el futuro abogado aprende a

argumentar en función de este esquema, y así va asimilando los ejes temáticos

de cada rama del derecho positivo a tenor de esta estructura mental. Y las

habilidades que desarrolla son las habilidades del sistema deductivo.

Este despropósito tiene no pocas consecuencias en muchos aspectos

vinculados al inapropiado desarrollo de las habilidades profesionales adecuadas.

Principalmente en que deja al abogado novel sin herramientas adecuadas para

el mundo real del derecho de modo que de entrada le pasa lo que al personaje

borgeano en Las Ruinas Circulares, “El propósito que lo guiaba no era imposible

Page 39: Director - Universidad Católica de Salta · Jurídicas de la Universidad Católica de Salta, es un viejo anhelo de esta comunidad jurídica universitaria. Las posibilidades que nos

39

aunque si sobrenatural. Quería soñar un hombre: quería soñarlo con integridad

minuciosa e imponerlo a la realidad…”, y después de mucho andar por el

sistema deductivo, las exigencias de la vida finalmente le van mostrando la

ficción, y proporcionando habilidades más o menos rústicas de acuerdo a su

propio talento y experiencia, que le permiten enfrentar mejor próximos desafíos.

Un debate auténtico en las escuelas de derecho debería asumir estos

cambios y avanzar en el sentido de pensar las modificaciones en la currícula, en

los contenidos y en la metodología de transmisión del saber.

En la currícula porque ya no puede estructurarse las materias en función

del los códigos y sus secuencias, sino en función de áreas disciplinares. Por

caso un área de derecho privado, otra de derecho del Estado, otra de derecho

punitivo, y otra de formación general. Esas áreas no deberían “llenarse” con

derecho positivo, sino servir de entrenamiento en el que se “muestra” el derecho

positivo a través de problemas y de una lógica binaria de argumentos. Un grupo

de argumentos formales, y otro grupo de contra-argumentos sustentados en

lógica democrática, en teoría crítica del derecho, en consecuencialismo, en

análisis económico, de tal modo que se oponen en pares unos a otros. Así

podrían verse por ejemplo los contratos, la relación de consumo, los conflictos

societarios, la cuestión falencial, el derecho patrimonial y otras áreas. Del mismo

modo en el derecho punitivo pondríamos en pares los tipos penales y sus

garantías vinculados a los problemas del multiculturalismo, la objeción de

conciencia, el terrorismo en sus muchas facetas incluido el desafío del derecho

penal del enemigo o la imputabilidad objetiva. Las instituciones de la familia

permiten un vivo contraste entre la norma positiva y las nuevas exigencias de la

autonomía del individuo para las decisiones vinculadas a su cuerpo y su vida,

tales como los problemas de bioética, de las modernas tecnologías para la

supervivencia o la gestación, los problemas de género y sexualidad. Cada área

del derecho positivo clásico está enfrentada a enormes desafíos de dinámica y

cambio permanente en función de los cambios de las sociedades en las que el

derecho está destinado a vivir y convivir, y debe hacerlo desde la lógica del

problema.

Por cierto que esto exige un debate porque es un cambio copernicano, y

desde ya que tenemos que empezar de a poco, asumiendo con convicción lo

que es posible ver a través de telescopio y evitando el síndrome de Padua a que

Page 40: Director - Universidad Católica de Salta · Jurídicas de la Universidad Católica de Salta, es un viejo anhelo de esta comunidad jurídica universitaria. Las posibilidades que nos

40

me refiero en el copete. Una vez enfocado el telescopio habrá que disponerse

para las acciones consecuentes que pasarán por la clausura de los contenidos

deductivistas y su el sustitución por consignas de aprendizaje en las que se haga

un ejercicio permanente del caso como método de enseñanza. Y cuando

decimos caso, no nos referimos a un conjunto de jurisprudencias que se citan y

memorizan a la manera de la ley positiva. Nos referimos a una práctica socrática

de solución de casos simples y complejos, imaginarios o reales que los alumnos

deben hacer en forma permanente y sostenida para adquirir las habilidades y

herramientas adecuadas que luego le permitan el desarrollo del discurso jurídico.

Habrá que aprovechar asimismo la posibilidad real de acceso a la

información a través de las TICS de modo tal que los datos de referencia para el

desarrollo del discurso están a la mano y ya no es precisa la retención masiva de

datos sino la habilidad de la búsqueda de los elementos referenciales del

discurso. Habilidad que deberá desarrollarse a través de una práctica específica

e intensa de los bancos de datos digitales y otras herramientas de las TICS.

Una observación más es que este tipo de de saberes y habilidades al

reducir la carga teórica se adquiere a través del ejercicio y no a través de la

clase magistral. El alumno aprende haciendo a través de prueba y error, el

alumno pregunta e inquiere y el profesor orienta, muestra el camino y evita

transmitir verdades apodícticas, porque no las hay. Lo que hay es una forma de

discurso, un procedimiento, un conjunto de elementos de referencia, y un

objetivo final de solución convincente y adecuada al mundo de referencia.

En suma, la aceptación cabal del cambio del objeto de estudio que

resultaría de mirar por el telescopio, traería como consecuencia necesaria en

orden a la enseñanza, una inmediata aceptación de la necesidad de cambiar los

tres grandes ejes de la enseñanza, que son la currícula, los contenidos y la

metodología, en orden a dotar al abogado de herramientas y habilidades

específicas para el pensar de tipo problemático. A partir de esas definiciones

habría que trabajar para la transición en la formación de los cuadros docentes y

sus líderes en un proceso de mediano plazo.

ARMANDO J. ISASMENDI

Decano de la FCJ Ucasal

SALTA, 30.09.11

Page 41: Director - Universidad Católica de Salta · Jurídicas de la Universidad Católica de Salta, es un viejo anhelo de esta comunidad jurídica universitaria. Las posibilidades que nos

41

Page 42: Director - Universidad Católica de Salta · Jurídicas de la Universidad Católica de Salta, es un viejo anhelo de esta comunidad jurídica universitaria. Las posibilidades que nos

42

CAPACIDAD DE LOS DEMENTES Y DE LOS DISMINUIDOS EN SUS FACULTADES MENTALES

Desde el Código Civil a la Ley

Autor: Beatriz Escudero de Quintana

Introducción:

El daño cerebral es uno de los más terribles que puede sufrir el hombre

pues genera una disminución existencial en el sujeto; esta deficiencia, que

puede ser más o menos grave, requiere una respuesta por parte del derecho.

Esa respuesta ha variado a lo largo del tiempo y el espacio, existiendo

dos actitudes básicas posibles: abstención y acción. “Que la familia del demente

se ocupe de él, o bien que quede librado a la suerte. A lo sumo el Estado podrá

entrar a tomar cartas en el asunto a partir del momento en que el sujeto haya

dañado a alguien o que sea muy inminente el peligro de que lo haga”39

La postura opuesta, a su vez, puede plasmarse en diversas actitudes:

represiva, protectoria y respetuosa. La primera de ellas se basa en la

consideración del insano como una anomalía social, un estigma de la familia y

en la creencia de que tratar a un loco es, en la mayor parte de los casos, una

pérdida de tiempo. Por ello se los encierra en instituciones que son verdaderos

depósitos de insanos, se los aísla de los demás hombres: el tratamiento que

reciban en esas instituciones variará desde una actitud caritativa en la que se

procura que vivan su vida “lo mejor posible” hasta una postura decididamente

represiva que importa la colocación de camisas de fuerza, encierros en solitarios,

etc.

La segunda posición, que podemos denominar protectoria o paternalista,

importa el convencimiento de que los avances de la ciencia y la siquiatría

permiten obtener, en muchas ocasiones la curación del insano y en que, aún en

el caso de los dementes incurables, pueden vivir una vida “feliz” siempre que

39

Ricardo Rabinovich-Berkman. Derecho civil Parte general. Buenos Aires: Astrea, 2000.470

Page 43: Director - Universidad Católica de Salta · Jurídicas de la Universidad Católica de Salta, es un viejo anhelo de esta comunidad jurídica universitaria. Las posibilidades que nos

43

estén rodeados de los cuidados necesarios para ello. Sin embargo, el derecho

no los considera con igualdad de aptitudes que la generalidad de las personas y,

por ello, los incapacita, privándolos del derecho a administrar y disponer de sus

bienes y de su persona: tal el sistema de nuestro Código.

Hacia fines del siglo pasado, la actitud frente a quienes sufren de

padecimientos mentales ha experimentado un nuevo giro, se ha vuelto

respetuosa de la singularidad de los enfermos mentales. Se presume la

capacidad de hecho de todas las personas, incluso de aquellas que tienen algún

padecimiento mental, se les garantiza, en tanto ello sea posible, el ejercicio

personal de sus derechos restringiendo al mínimo las restricciones a la

capacidad de obrar. Esta es la orientación seguida por la Ley 26567.

Sistema del Código Civil

Tres son los aspectos principales que deben considerarse al momento

de analizar este tema:

- qué personas contaban con protección especial en razón de una

disminución en sus facultades

- en qué consistía esa protección especial

- cuál era el alcance de la incapacidad que el Código imponía al demente

declarado.

En relación a las dos primeras cuestiones debemos mencionar los

artículos 141 y 468 que disponían:

“Se declaran dementes los individuos de uno y otro sexo que se hallen en

estado habitual de manía, demencia o imbecilidad, aunque tengan intervalos

lúcidos, o la manía sea parcial”

“Se da curador al mayor de edad incapaz de administrar sus bienes”

La doctrina criticó el artículo 141 por cuanto utilizaba para la

caracterización de los enfermos mentales una clasificación que pronto quedó

Page 44: Director - Universidad Católica de Salta · Jurídicas de la Universidad Católica de Salta, es un viejo anhelo de esta comunidad jurídica universitaria. Las posibilidades que nos

44

atrasada frente a la evolución científica; sin embargo, en general se optaba por

una interpretación amplia del artículo y se admitía la interdicción para quienes

padecieran de cualquier tipo de enfermedad mental.

Discrepaban, sin embargo, los autores en cuanto a la forma de interpretar

ambos artículos, habiéndose desarrollado tres teorías principales:

- Molinas y Rojas entendían que el codificador había optado por un criterio

puramente médico, autorizando la declaración de incapacidad con la sola

comprobación de la existencia de una enfermedad mental típica.40

- Salvat, Orgaz, Busso, Borda y Llambías, entre otros, postulaban que en

el régimen del código sólo cabía la interdicción por demencia cuando

existía una enfermedad mental típica que incidiera en la vida de relación

del insano. Adoptaban, pues, el criterio biológico-jurídico en el

entendimiento de que sólo puede incapacitarse a quien por padecer de

alguna dolencia mental se encuentra inhibido de administrar sus bienes y

señalaban que una enfermedad mental carente de incidencia en la

interrelación del insano con otros hombres o en la administración de sus

bienes no interesa al derecho.41

- Finalmente, cabe hacer mención del criterio del Dr. Spota, quien

propiciaba el sistema económico social para la declaración de interdicción

con apoyo en lo dispuesto por el artículo 468, al que desvinculaba del

141. De conformidad a este criterio procedía la interdicción respecto de

cualquier persona que adoleciera de una minusvalía o limitación síquica,

física o volitiva que le impidiera u obstaculizara seriamente el gobierno de

sí misma o la administración de sus bienes. Esto es, aún no padeciendo

de enfermedad mental podría haberse declarado la interdicción. 42

Quienes se encontraban en un “estado fronterizo”, los ancianos y quienes

adolecían de minusvalías físicas, aún cuando estuvieren en una situación de

40

Molinas, Alberto “Incapacidad civil de los insanos mentales” y Rojas, Nerio “La psiquiatría en

la legislación civil”, cit. por Llambías, Jorge Joaquín Tratado de Derecho Civil Parte General. Bs.

As. Perrot, 1978. 478 41

Llambías, op cit. 479 42

Rivera, Julio César. Instituciones de Derecho Civil. Buenos Aires: Abeledo Perrot, 1994.429

Page 45: Director - Universidad Católica de Salta · Jurídicas de la Universidad Católica de Salta, es un viejo anhelo de esta comunidad jurídica universitaria. Las posibilidades que nos

45

inferioridad respecto de la generalidad de las personas no contaban en el

régimen del Código Civil con protección especial alguna.

Respecto de la segunda cuestión, esto es el alcance de las limitaciones

impuestas a quienes eran declarados dementes, el Codificador adoptó el criterio

más severo ya que en el art. 54 inc c) los declaró incapaces absolutos de hecho

y, concordantemente, previó la designación de un curador para que los

representara en sus relaciones con terceros y cuidara de su persona. Por otra

parte, sancionó con nulidad los actos jurídicos que el insano celebrase después

de la interdicción (nulidad relativa) y previó la posibilidad de anular los actos

anteriores cuando la demencia era notoria en la época en la cual fueran

ejecutados (en caso de solicitarse la nulidad en vida del demente) o cuando la

demencia surgía del propio acto, se probaba la mala fe del contratante o el acto

se hubiere consumado después de la sentencia de interdicción (caso de

demandarse la nulidad después de muerto el insano).

En el régimen del código, pues, no existían grises, las personas estaban

clasificadas solo en dos categorías, según fueran sanos o enfermos mentales,

esto es, una persona mayor era capaz o incapaz absoluto de hecho. En el primer

supuesto no contaba con protección especial alguna del derecho ya que no

existía la posibilidad de restringir parcialmente la capacidad de una persona: “se

omitía considerar la situación intermedia, la de los llamados fronterizos o

semialienados, esto es, de aquellas personas que padecen, por causas

cualquiera, una disminución de sus facultades o bien anomalías psicopáticas

que han de contemplarse para organizar su protección legal…”43

La Ley 17.711

Al reformarse el Código Civil en el año 1.969 se introdujeron importantes

cambios en la materia que nos ocupa. Por una parte, en el nuevo artículo 141

quedó aclarada la cuestión de qué personas podían ser declaradas interdictas

por causa de enfermedad mental: solamente aquellas que padecían una

43

José A. Buteler Cáceres. Manual de Derecho Civil – Parte General. Córdoba: Advocatus,.147

Page 46: Director - Universidad Católica de Salta · Jurídicas de la Universidad Católica de Salta, es un viejo anhelo de esta comunidad jurídica universitaria. Las posibilidades que nos

46

enfermedad mental típica que incidiera en la vida de relación; esto es, se adopta

definitivamente el criterio biológico jurídico como fundante de la interdicción.

Por otra parte, se introdujo el art. 152 bis, que prevé la inhabilitación de

las personas que, sin padecer de enfermedad mental en las condiciones

prescriptas para su interdicción, adolecen de una disminución en sus facultades

que puede traducirse en perjuicios patrimoniales para el sujeto y,

consecuentemente, para su familia. A través de esta institución se asegura al

inhabilitado -que continúa siendo una persona capaz- la asistencia de un

curador, que debe concurrir con su consentimiento para la realización de actos

de disposición y aquellos de administración que fueran señalados en la

sentencia de inhabilitación.

Esta norma, una de las más felices innovaciones de la ley 17.711, vino a

llenar el vacío normativo señalado ut supra en relación a personas que, si bien

dotadas de discernimiento, se encuentran en una situación tal (por una

disminución de sus facultades físicas o síquicas, por el abuso del alcohol o las

drogas o por un vicio en su voluntad que los induce a gastar en demasía) que

del ejercicio pleno de su capacidad pueden derivarse daños a su patrimonio.

La Ley 17.711 no introdujo modificación alguna en el régimen de

capacidad de los dementes interdictos: decretada la interdicción, el sujeto se

convertía en una persona incapaz absoluta de hecho y se designaba un curador

que actuaba en carácter de representante en el ejercicio de todos los derechos

del incapaz; la interdicción perduraba hasta la muerte del insano si no mediaba

sentencia de rehabilitación, que debía dictarse después de un procedimiento

similar al utilizado para la declaración de demencia. Si el interdicto celebraba

algún acto jurídico en violación de su incapacidad, el acto era nulo, de nulidad

relativa. La ley en comentario introdujo, sin embargo, una protección para quien

contrataba con el demente cuando la enfermedad no era notoria, estableciendo

que la nulidad no podía hacerse valer contra cocontratante de buena fé y a título

oneroso (art. 473 CC).

Tal disposición ha sido criticada por la doctrina en el entendimiento de

que deja sin protección al insano y no concuerda con el régimen general de las

Page 47: Director - Universidad Católica de Salta · Jurídicas de la Universidad Católica de Salta, es un viejo anhelo de esta comunidad jurídica universitaria. Las posibilidades que nos

47

nulidades y sus efectos entre partes y frente a terceros. Algunos autores

entendieron, por ello, que “cuando habla del contratante de buena fe y a título

oneroso, se refiere, no a la parte que se vinculó con el demente, sino a los

verdaderos terceros, o subsiguientes adquirentes de derechos personales o

reales, ajenos a ese primer acto…” 44

Desarrollos jurisprudenciales y doctrinarios posteriores

La severidad del régimen legal instaurado, que en muchas ocasiones

importaba una innecesaria restricción a la capacidad de los interdictos y por ello,

una afección a sus derechos humanos motivó la reacción de la doctrina que

sostuvo la necesidad de limitar la incapacidad; se fundaba la postura reseñada

en que el régimen vigente restringía lo que podía respetarse y, de esa forma,

arrasaba con las posibilidades de autoconstrucción con que cuentan casi todas

las personas que padecen enfermedades mentales; se señalana que la

interdicción, en algunos casos, se parecía más a una sanción que a una medida

de protección. Se postulaba -entre otros autores por Cifuentes y Rabinovich

Berkhman- la conveniencia de la implantación de un sistema que permitiera

interdicciones parciales.

También el proyecto de Código Civil del año 1.998 flexibilizaba la regla de

la incapacidad de los dementes, autorizando al juez a determinar la extensión y

límites de la incapacidad.

Algunos fallos se inclinaron por esta postura. Podemos mencionar, entre

otros, la sentencia que el Juzgado en lo Civil y Comercial de Federación – Entre

Ríos emitió en la causa “S., J. A. s/inhabilitación”,45 donde se expresara: “…en

este caso es evidente que no alcanza con la voluntad complementaria de un

eventual curador para tutelar los intereses de J. A. S., pues hay actos complejos

que directamente no los comprende, de allí que no necesita un complemento

volitivo, sino directamente requiere que otro con control judicial disponga por sí…

no es suficiente garantía, ni protección para los actos complejos la figura de la

44

Cifuentes, Santos. Elementos de Derecho Civil Parte General. Capital Federal: Astrea.194 45

Sentencia de fecha 18/05/07

Page 48: Director - Universidad Católica de Salta · Jurídicas de la Universidad Católica de Salta, es un viejo anhelo de esta comunidad jurídica universitaria. Las posibilidades que nos

48

inhabilitación, pues no lo protege contra los errores y malos manejos del curador.

Por otra parte, tampoco se justifica la declaración de su incapacidad pues

numerosos actos sí los puede realizar, sin necesidad de que su voluntad sea

complementada. Por ello considero que una aplicación exegética de las normas

sobre capacidad civil, en este caso, importaría hacer operar al derecho como un

verdadero obstáculo para el cambio social…No puede dejar de soslayarse que

nuestra Constitución Nacional y los tratados internacionales a los que ha

adherido nuestro país, disponen claramente principios aplicables en el sub-case,

tal el de igualdad, no discriminación y progresividad social…atendiendo a la

edad actual del interesado, y el nivel o grado de enfermedad, la aptitud que

posee para entender, y comprender ciertas acciones tal como da cuenta el

informe médico …deben disponerse las medidas protectorias que sean

constitucionalmente adecuadas a su situación, dando una nómina de actos para

los cuales se lo declara incapaz, todo ello sujeto a ulteriores modificaciones si el

desarrollo científico aporta nuevos elementos o el propio desarrollo de S.

aconsejen modificar este status…”

En similar sentido, la Cámara Nacional Civil, Sala C 46 confirmó un fallo

de primera instancia donde, ante la solicitud de rehabilitación de un demente

interdicto internado, presentada por la directora del establecimiento, se denegó

lo peticionado pero se autorizó al demente a trabajar como empleado contratado

en la Clínica, a percibir su remuneración y administrar el sueldo que allí reciba.

Entre los fundamentos de la sentencia de primera instancia pueden destacarse:

“La ley defiende al incapaz por enfermedad mental de dos formas: por

adición…y por sustracción (privándolo de los derechos a dirigir su persona y

administrar sus bienes…) Este último modo de protegerlo (la sustracción) debe

ser usado con mucha, muchísima prudencia, porque en el preciso instante en

que la sustracción de derechos esenciales deja de ser necesaria para proteger a

la sociedad o a un hombre, comienza a violarse su dignidad, a envilecerlo y

consiguientemente a enfermarlo”

46

“Del V., J. L.”, sentencia del 12 de agosto de 1985, publicada en LL-1985-E, 47

Page 49: Director - Universidad Católica de Salta · Jurídicas de la Universidad Católica de Salta, es un viejo anhelo de esta comunidad jurídica universitaria. Las posibilidades que nos

49

“…quien puede lo más puede lo menos. Si el juez puede privar a una

persona de dirigirse a sí misma y de administrar sus bienes en forma total,

también puede hacerlo parcialmente. Entre la capacidad total, y la incapacidad

total, existen infinitos grados, matices y circunstancias. El juez, entre la

protección debida y la represión indebida, debe –y puede- buscar el punto justo

donde la persona y la sociedad queden amparadas…”

“Uno de esos puntos intermedios es la inhabilitación…, pero no es el

único…Hoy en día, entonces, la evolución de las ciencias y del derecho mismo

permite afirmar que sin evadirse del art. 141 del Cód. Civ., el juez puede

restringir la capacidad de un hombre en cualquier punto intermedio entre el todo

y la nada”

Todo este desarrollo doctrinario y jurisprudencial encontró concreción

legislativa en la norma sancionada el 25 de noviembre de 2010, que redefine el

tema de la locura y su tratamiento en Argentina. En concordancia con los

lineamientos científicos y jurídicos más modernos, considera a la demencia

como un problema multifacético, con aspectos históricos, socioeconómicos,

culturales, biológicos y psicológicos y enfatiza la importancia del trabajo

interdisciplinario para su diagnóstico y tratamiento. Con el declarado objetivo de

asegurar el derecho a la protección de la salud mental y el pleno goce de los

derechos humanos a las personas con padecimientos mentales, introdujo dos

modificaciones importantes en el Código Civil.

Por una parte, introdujo el artículo 152 ter que prescribe “Las

declaraciones judiciales de inhabilitación o incapacidad deberán fundarse en un

examen de facultativos conformado por evaluaciones interdisciplinarias. No

podrán extenderse por más de TRES (3) años y deberán especificar las

funciones y actos que se limitan, procurando que la afectación de la autonomía

personal sea la menor posible.”

Modificó, asimismo, el artículo 482, el que quedó redactado: “No podrá

ser privado de su libertad personal el declarado incapaz por causa de

enfermedad mental o adicciones, salvo en los casos de riesgo cierto e inminente

para sí o para terceros, quien deberá ser debidamente evaluado por un equipo

Page 50: Director - Universidad Católica de Salta · Jurídicas de la Universidad Católica de Salta, es un viejo anhelo de esta comunidad jurídica universitaria. Las posibilidades que nos

50

interdisciplinario del servicio asistencial con posterior aprobación y control

judicial.

Las autoridades públicas deberán disponer el traslado a un establecimiento de

salud para su evaluación a las personas que por padecer enfermedades

mentales o adicciones se encuentren en riesgo cierto e inminente para sí o para

terceros.

A pedido de las personas enumeradas en el artículo 144 el juez podrá, previa

información sumaria, disponer la evaluación de un equipo interdisciplinario de

salud para las personas que se encuentren afectadas de enfermedades

mentales y adicciones, que requieran asistencia en establecimientos adecuados

aunque no justifiquen la declaración de incapacidad o inhabilidad.”

Como consecuencia de tales modificaciones introducidas y de lo

prescripto en distintos artículos de la ley en comentario, podemos concluir que el

actual régimen de capacidad de las personas con padecimientos mentales o

adicciones tiene las siguientes características:

a) Se presume la capacidad de todas las personas, incluso de aquellas con

padecimientos mentales.

b) La existencia de diagnóstico en el campo de la salud mental no autoriza

la presunción de riesgo de daño o incapacidad.

c) Se reafirma el criterio biológico jurídico para la interdicción o inhabilitación

de las personas.

d) Toda restricción a la capacidad de una persona requiere de una

sentencia judicial, que sólo puede dictarse luego de un proceso judicial

en el que además del dictamen médico exigido por el art. 142 CC, se de

intervención a un equipo interdisciplinario.

e) Se mantiene la diferencia entre el régimen de interdicción y de

inhabilitación. El primero determina una incapacidad de hecho, total o

parcial, y el nombramiento de un representante. El segundo mantiene la

capacidad de hecho del inhabilitado pero lo somete a un régimen de

asistencia para la realización de determinados actos. En ambos

supuestos, los actos celebrados en violación de la restricción a la

capacidad, originan la nulidad relativa de los mismos.

Page 51: Director - Universidad Católica de Salta · Jurídicas de la Universidad Católica de Salta, es un viejo anhelo de esta comunidad jurídica universitaria. Las posibilidades que nos

51

f) Las interdicciones o inhabilitaciones no pueden extenderse por un

período superior a los tres años.

g) La sentencia de interdicción o inhabilitación debe precisar las funciones o

actos que se limitan, procurando que la afectación de la autonomía

personal sea la menor posible.

h) En el caso de enfermedad mental, se mantienen las obligaciones del

curador en lo relativo a la protección de la persona y la vigilancia de que

reciba el tratamiento más adecuado a su estado de salud.

i) El enfermo mental o adicto tiene el derecho a ser informado de manera

adecuada y comprensible de los derechos que lo asisten y de todo lo

inherente a su salud y tratamiento

j) El enfermo mental tiene el derecho de tomar decisiones relacionadas con

su atención o tratamiento dentro de sus posibilidades

Respecto del tratamiento de las enfermedades mentales, la Ley establece

algunos principios importantes, que pueden resumirse:

a) Las internaciones son un recurso terapéutico altamente restrictivo y debe

considerarse como una técnica de última opción que no debe extenderse

más de lo necesario; esto es, quien padece enfermedad mental o

adicciones no puede ser privado de su libertad personal, salvo el caso de

riesgo cierto o inminente para sí o para terceros.

b) Se incluyen importantes regulaciones para controlar la internación de

pacientes psiquiátricos, especialmente cuando ésta es involuntaria: para

internar a alguien contra su voluntad se necesitará un dictamen firmado

por al menos dos autoridades médicas no asociadas al paciente que será

sometido a control judicial dentro de las 48 horas; el mismo juez deberá

solicitar informes periódicos del paciente cada 30 días para confirmar si

su situación sigue ameritando la internación; pasados 90 días de

internación, el paciente deberá ser evaluado por un nuevo equipo

interdisciplinario para considerar si resulta necesario continuar con la

internación.

c) En el supuesto de internación el insano o su representante legal tienen

derecho a designar abogado y, en caso de carecer de recursos

Page 52: Director - Universidad Católica de Salta · Jurídicas de la Universidad Católica de Salta, es un viejo anhelo de esta comunidad jurídica universitaria. Las posibilidades que nos

52

económicos a que el estado le proporcione uno desde el momento de su

internación.

Un factor importante en el régimen de atención de las personas con

padecimientos mentales lo constituye la creación del denominado “Órgano de

Revisión”, cuya misión es la de proteger los derechos humanos de los usuarios

de los servicios de salud mental. Dicho organismo depende del Ministerio

Público de la Defensa y, entre sus atribuciones se encuentran las de:

- requerir información a las instituciones públicas y privadas que permita

evaluar las condiciones en que se realizan los tratamientos

- supervisar de oficio o por denuncia de particulares las condiciones de

internación por razones de salud mental, en el ámbito público y privado;

- requerir la intervención judicial ante situaciones irregulares;

- controlar el cumplimiento de la presente ley, en particular en lo atinente al

resguardo de los derechos humanos de los usuarios del sistema de salud

mental;

- velar por el cumplimiento de los derechos de las personas en procesos

de declaración de inhabilidad y durante la vigencia de dichas sentencias.

Como se desprende de las enunciaciones anteriores, la nueva ley exige

muchos cambios en infraestructura, organización y capacitación; pero sobre

todo, busca lograr un cambio de actitud en el tratamiento de los pacientes

siquiátricas, tanto desde el punto de vista jurídico cuanto médico: se trata de

tener presente que quien sufre problemas mentales es esencialmente una

persona y que constituye un derecho humano fundamental de los enfermos

mentales el que su padecimiento mental no sea considerado un estado

inmodificable.

En resumen, como señalara la Cámara de Apelación en lo Civil y

Comercial de Necochea “el fin esencial del proceso de salud mental es la

protección, rehabilitación y reinserción de la persona en el medio social en el que

actúa y no medidas que tienden al exclusivo cuidado de su patrimonio… es

necesario reconocer la diversidad de las personas discapacitadas brindándoles

igualdad de oportunidades y posibilidades a fin de que participen en la vida

Page 53: Director - Universidad Católica de Salta · Jurídicas de la Universidad Católica de Salta, es un viejo anhelo de esta comunidad jurídica universitaria. Las posibilidades que nos

53

social, sin restricciones que motivadas en esa discapacidad tengan por

consecuencia obstaculizar o dejar sin efecto el reconocimiento, goce o ejercicio,

en igualdad de condiciones, de todos los derechos humanos y libertades

fundamentales tanto en el ámbito político como en el económico, social, cultural,

civil o de otro tipo”.47

Beatriz Escudero de Quintana

Titular (I) de la Cátedra de Derecho Civil – Parte General

47

CNCiv. Necochea, Bs.As. “Z., A. s. Inhabilitación”, sentencia de fecha 18 de octubre de 2010,

publicada en Rubinzal on line RC J 3665/11

Page 54: Director - Universidad Católica de Salta · Jurídicas de la Universidad Católica de Salta, es un viejo anhelo de esta comunidad jurídica universitaria. Las posibilidades que nos

54

INFLUENCIAS DE LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS DE LA INFORMACIÓN Y LAS COMUNICACIONES (TIC) EN EL ÁMBITO PÚBLICO

Autor: Gabriel Chibán

El tránsito hacia la Sociedad de la Información plantea transformaciones

sin precedentes para el Estado, como así también para el Gobierno como su

elemento constitutivo y por ende del Derecho que le sirve de sustento.

Esta situación, que ya no podemos seguir considerándola como

novedosa, es percibida desde lo gubernamental como una gran oportunidad

para avanzar en el proceso de reforma y modernización del Estado.

Así, las TICs contribuyen a la diversidad, calidad y expansión de las

telecomunicaciones, lo que representa un reto para la estructura de servicios

establecidos dentro del gobierno. A medida que aumentan las posibilidades de

ofrecer servicios públicos e información de importancia en línea, el acceso de

todos los ciudadanos a las páginas web de la administración resulta tan

importante o aún más que el acceso físico a las instalaciones donde se

encuentran las oficinas públicas, integrando de esta forma a todas las personas,

particularmente a las que cuentas con necesidades especiales o que residen en

lugares alejados de los principales centros administrativos, y generando así una

reducción considerable de los tiempos y calidad de respuesta.

Resulta evidente que con las TIC‟s se genera una nueva relación entre el

Estado y el administrado o ciudadano, basta sólo con considerar que la actual

tecnología permite que pueda obtenerse información e interactuar en forma

remota y simultánea con el Gobierno, en un esquema de 24 horas al día los 365

días del año, para concluir que se produce un cambio revolucionario en viejos

paradigma tales como los de “días y horas hábiles”, “plazos administrativos”,

“notificaciones”, “vistas y traslados”, “publicidad de actos”, “expediente en papel”,

entre otros muchos otros elementos.

En tal sentido, mediante las tecnologías emergentes y la consiguiente

adaptación del procedimiento administrativo, nace una nueva lógica procesal y la

necesidad de tener una renovada visión del “cómo” en la prestación de los

Page 55: Director - Universidad Católica de Salta · Jurídicas de la Universidad Católica de Salta, es un viejo anhelo de esta comunidad jurídica universitaria. Las posibilidades que nos

55

servicios estatales, puesto que el uso de las TIC‟s no implica digitalizar los viejos

procesos, sino fundamentalmente generar nuevos y distintos procesos

adaptados a las nuevas tecnologías, lo que implica una tarea de mucho

provecho para el desarrollo de los servicios.

Por lo tanto, hoy los líderes se enfrentan al reto de transformar el Estado

en un sistema de gobierno apropiado para los tiempos digitales. La alternativa se

llama e-government -un gobierno que trabaja en red- en el cual la tecnología

informática proporciona transparencia a los procesos, con tecnologías que

facilitan nuevos tipos de colaboración por medio de las redes. La idea del

gobierno electrónico es que todos los procesos de interacción gubernamental

ocurran en la red, por medio de una sola vía, desde los procesos de licitación, la

compra y la entrega hasta el pago de los materiales y servicios.

Aquí radica la relevancia del conjunto de aplicaciones de e-government,

ya que brinda la posibilidad a las administraciones y organizaciones

gubernamentales de todos los niveles de acceder a cualquier tipo de datos

convirtiéndolos en información útil, mostrando en Internet aplicaciones de nueva

generación, facilitando tanto las gestiones internas de las entidades

gubernamentales como la relación con su principal cliente, la población.

Disponer de información completa y confiable en el momento oportuno,

constituye un elemento esencial para garantizar la gestión eficaz y eficiente de

los recursos de cualquier tipo de organización, de igual forma permite mejorar la

calidad de los servicios que presta y adecuarse constantemente al entorno que

lo rodea. De este entorno no escapan las organizaciones gubernamentales, ya

que una administración adecuada de la información que permita planificar,

desarrollar y mantener sistemas de información eficientes, que ayuden o faciliten

el cumplimiento de los objetivos y funciones de la administración pública,

generará un crecimiento a pasos agigantados de la calidad de vida de los

ciudadanos, así como un incremento globalizado de los conocimientos a través

de una nueva gama de experiencias en formato digital.

Con el crecimiento exponencial del volumen de información a manejar en

la administración, aumenta la necesidad de disponer de una tecnología que

Page 56: Director - Universidad Católica de Salta · Jurídicas de la Universidad Católica de Salta, es un viejo anhelo de esta comunidad jurídica universitaria. Las posibilidades que nos

56

soporte dinámica y eficientemente el funcionamiento normal de las distintas

áreas o departamentos que la constituyen.

La posibilidad de que la administración pública sea capaz de gestionar

positivamente todos los cambios que trae consigo la revolución tecnológica

plantea la necesidad de la formación de un nuevo tipo de liderazgo con

capacidad para asimilar las nuevas formas de concebir y ejecutar la gestión

pública y la gobernabilidad local; con capacidad de formular visiones

compartidas cada vez más amplias y heterogéneas; y, en definitiva, con

capacidad de catalizar el proceso de aprendizaje positivo que imponen los

desafíos actuales.

Asimismo, debe propenderse al desarrollo de habilidades para el diseño,

implementación y evaluación de iniciativas orientadas al tránsito hacia el

gobierno electrónico tanto en el contexto del proceso de reforma y

modernización del Estado, como en el marco de proceso de desarrollo local

integral.

En este orden, es dable tener presente también la importancia de

desarrollar habilidades de liderazgo con las que catalizar los procesos de

aprendizaje colectivo que imponen los actuales desafíos tecnológicos en los

Organismos del Estado.

Por su parte, no resulta inoficioso hacer notar que el e-gov es una

“herramienta” y no un fin en si mismo, por lo que deviene de gran importancia

elaborar su conceptualización en el marco del contexto local sobre el cual se va

a trabajar, por cuanto dicho contexto determinará e influirá en su diseño y

utilización, teniendo siempre en la mira que el propósito de operar en la web, es

mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, organizaciones y empresas

permitiendo la tramitación de manera remota o virtual, ahorrando traslados,

tiempo y recursos.

En orden a la conceptualización del e-gov, resulta sumamente interesante

la sugerida por Gartner Research and Advisory Services, en cuanto habla de

Page 57: Director - Universidad Católica de Salta · Jurídicas de la Universidad Católica de Salta, es un viejo anhelo de esta comunidad jurídica universitaria. Las posibilidades que nos

57

transformación de las relaciones internas y externas del sector público, mediante

operaciones vía Internet y otras tecnologías de la información y comunicación

que permitan optimizar la entrega de servicios del gobierno, la participación de

los distritos y los procesos de gobierno interior. También resulta importante el

concepto brindado por la Oficina de Modernización de Chile en cuanto entiende

que al e-gov como el uso de las TICs por parte de las instituciones de gobierno,

para mejorar cualitativamente los servicios e información ofrecidos a los

ciudadanos, aumentar la eficiencia y la eficacia de la gestión pública e

incrementar sustantivamente la transparencia del sector público y la participación

ciudadana.

Se pueden señalar muchas ventajas del e-gov, tales como una mayor

eficiencia y eficacia del Estado, la optimización de los procesos internos y

externos de la Administración Pública, la entrega de mejores productos y

servicios, la comunicación más fluida con otros organismos -tanto públicos como

privados- y fundamentalmente con los ciudadanos o clientes-usuarios. Sin

perjuicio de ello, no es dable dejar de pensar en los potenciales riesgos, tales

como: el gasto desmesurado o no planificado en las nuevas tecnologías en

desmedro de otras áreas, el descuido por parte del Estado de otras acciones

que también resultan importantes y necesarias para la ciudadanía, la exclusión

de determinados grupos o sectores sociales, entre otros.

Por lo tanto, las ventajas como los riesgos deberán ser analizados y

proyectados por los Estados al momento de elaborar sus políticas estratégicas,

de acuerdo a sus posibilidades y características locales, ya que de esto en

buena parte, dependerá el éxito y la eficiencia de sus gobiernos electrónicos.

Es claro que los mayores y mejores beneficios del e-gov, los

encontraremos entre aquellas personas que no cuentan con las vías

tradicionales de acceso a la gestión de la administración pública, puesto que

para quien tiene acceso físico al gobierno, la herramienta del e-gov sólo le

servirá como una vía nueva más, que probablemente sea más eficiente.

Por su parte, para la implementación de un proyecto de e-gov,

corresponde liminarmente identificar el marco general desde el cual es posible

Page 58: Director - Universidad Católica de Salta · Jurídicas de la Universidad Católica de Salta, es un viejo anhelo de esta comunidad jurídica universitaria. Las posibilidades que nos

58

realizar la aproximación a un proyecto, para así estar en condiciones de definir,

delimitar y fundamentar los principales aspectos a considerar en una iniciativa de

gobierno electrónico. Asimismo, además de la disponibilidad tecnológica, la

convicción -por parte de los Gobiernos y sus funcionarios- sobre las bondades

de esta herramienta, resultan de trascendental importancia, lo que debe

expresarse a través de la decisión política firme, la participación de las entidades

de la Sociedad Civil, de los ciudadanos y la disponibilidad de recursos –humanos

y materiales- suficientes para hacer frente a políticas de magnitud.

No debemos olvidar que en los últimos tiempos, gran parte de los

habitantes -aunque no la totalidad- nos fuimos internando cada vez más en lo

que podríamos denominar una “sociedad electrónica”, de modo tal que hoy no

nos resulta para nada extraño contar con más de 100 canales de televisión, de

estar informados de lo que pasa en cualquier lugar del mundo al instante, de

poder calentar nuestra comida en un horno de microondas o de participar de una

clase dictada por videoconferencia desde cualquier punto remoto del mundo. Del

mismo modo, con la misma facilidad y naturalidad nos iremos habituando a

relaciones fluidas con las diversas formas de gobierno electrónico, tanto como

usuarios internos de la herramienta, cuanto como ciudadanos que exigiremos de

mejores y mayores servicios del Estado.

En tal sentido, en nuestra realidad local no podríamos diseñar un

proyecto de e-gov serio si no tenemos en cuenta nuestras diversidades, ya que

contamos con lugares con acceso a la mejor tecnología de punta y localidades

donde tal acceso no resulta para nada evidente. En materia de e-gov, casi todo

está por hacerse, pudiendo afirmarse que la carencia de entorno legal y

regulatorio específicos, son más un estímulo para avanzar que un impedimento

al desarrollo.

El umbral existente entre las poblaciones aisladas y las grandes

metrópolis colmadas de modernismo, será ampliamente reducido con el uso

eficiente de los recursos tecnológicos, y generará un salto importante sobre el

obstáculo del subdesarrollo.

De la visión de los líderes dependerá que nos mantengamos en la

cúspide de la ola de la actualización tecnológica. No cabe duda, que estamos en

Page 59: Director - Universidad Católica de Salta · Jurídicas de la Universidad Católica de Salta, es un viejo anhelo de esta comunidad jurídica universitaria. Las posibilidades que nos

59

una época de transición, hasta tal punto que se puede decir que lo único seguro

en el futuro es el cambio.

Lo antes expresado no debe desalentarnos, es más, creo que de

nosotros depende que el e-gov se convierta en la herramienta que estabamos

necesitando para sortear las barreras de tiempo y espacio que nos separan,

permitiendo -por vez primera- que conciudadanos con dificultad de acceso a los

“lugares físicos de decisión”, tengan acceso virtual, real, efectivo y eficiente a los

distintos servicios estatales a los que hoy no acceden o lo hacen con dificultad.

La temática es amplia e interesante y nos muestra que un manejo

adecuado de los recursos tecnológicos con que contamos en la actualidad –

negándonos a la mera copia o al cómodo benchmarking- nos permitirá realizar

una profunda “Transformación” en beneficio de los ciudadanos.

Asimismo, cabe hacer notar que una gran proporción de las funciones

estatales se concretan en la Capital de Salta, por lo tanto, la mayor parte de la

gente que hoy tiene acceso al e-gov de Salta, donde se registran

aproximadamente 500.000 visitas mensuales al sitio web de la Municipalidad de

Salta, tiene además las vías tradicionales también idóneas para interactuar con

el Estado, mientras que quienes tienen dificultades para el acceso físico al

Estado, poseen muy pocas vías para hacer uso del actual modelo de e-gov.

En el marco antes indicado, acercar la Administración a los ciudadanos

es uno de los objetivos y funciones estratégicas más importantes del e-gov,

siendo necesario poner acento en el acceso amplio y equitativo, de modo tal que

tal acceso no sea sólo una vía más para los que hoy ya lo hacen por los medios

tradicionales, sino fundamentalmente para dar acceso a aquellos que hoy lo

tienen dificultado o directamente no lo tienen por razones espaciales,

temporales, económicas o culturales.

Muchas son las personas que deben ser protagonistas en la

implementación del e-gov. Al respecto entiendo que los grupos de trabajo que se

formen no tienen que ser integrados solamente por especialistas, sino que

Page 60: Director - Universidad Católica de Salta · Jurídicas de la Universidad Católica de Salta, es un viejo anhelo de esta comunidad jurídica universitaria. Las posibilidades que nos

60

deben estar constituidos por agentes que conozcan del funcionamiento del

Estado tradicional, de representantes de la Sociedad Civil que se interesen por

lo Público y por el aporte de todo ciudadano que quiera sumar sus aportes.

En cuanto al monitoreo, control y evaluación del sistema, es propio a la

gestión de calidad, que la participación ciudadana también sea convocada para

realizar el seguimiento de las cartas de servicios, y para ello es conveniente

utilizar las TIC para captar la percepción de los ciudadanos respecto del grado

de cumplimiento de los compromisos, con una disposición de tiempo superior y

más capacidad de reflexión. En tal sentido, será necesario mejorar el sistema de

evaluación de la Administración Pública y reglamentar lo pertinente a las cartas

de servicios, a través de la implantación de técnicas de gestión de calidad

tipificadas.

Por su parte, entiendo que resulta de gran importancia el dictado de

normas e instructivos oficiales que determinen normas básicas y estándares en

la materia de seguimiento obligatorio en materia de e-gov, impulsadas por un

programa que se dedique a la temática del Modernización del Estado, el que a

su vez deberá consensuar criterios con un Comité de Tecnologías de la

Información formado por representantes de los distintos organismo públicos con

presencia en la web.

En cuanto a las políticas de acceso a las TIC, corresponde que el Estado

realice un máximo esfuerzo para seguir invirtiendo en tecnología, de modo de

seguir avanzando en las fases de desarrollo, puesto que está ampliamente

probado que los ahorros que pueden obtenerse justifican ampliamente la

inversión razonable que haya que realizarse.

En cuanto a la capacitación en el manejo de las TIC, la situación es

menos conflictiva, puesto que la gran mayoría de las personas jóvenes, menores

de 30 años o nativos digitales, se manejan y operan con gran fluidez y

naturalidad. En cuanto a las personas más afectadas cronológicamente por la

brecha digital, corresponde instrumentar programas de capacitación en

coordinación, ya sea a través de cursos formales o a través del envío de

expertos y pasantes al interior de la Administración, los que instruirán sobre el

Page 61: Director - Universidad Católica de Salta · Jurídicas de la Universidad Católica de Salta, es un viejo anhelo de esta comunidad jurídica universitaria. Las posibilidades que nos

61

uso de las nuevas herramientas, también en forma natural y espontánea. Hago

notar que este proceso ya fue probado en Salta con buenos resultados, siendo

de remarcar que los viejos empleados casi no recuerdan el día que le retiraron

su antigua máquina de escribir y comenzaron a escribir en un teclado, frente a

un monitor, en red, con una base importante de archivos y datos.

En los ámbitos con dificultad de acceso a las TIC, tanto urbanos cuanto

rurales, hay que poner en práctica soluciones creativas que permitan el acceso

de las distintas personas que requieran de la información o interacción; ya sea a

través de centros comunitarios con ayuda del Estado, de ONG, de municipios, de

escuelas, de comisarías u hospitales, con el objeto de que cada PC en red, sea

una verdadera y efectiva Mesa de Entradas del Gobierno.

También resulta interesante en esta materia la experiencia comparada,

de donde pueden aprenderse estrategias de conectividad, generalmente

basadas en la inversión pública y a través de convenios con el sector privado,

que han demostrado –en muchos casos - bondades al obtener: ahorros de

costos, tiempo, mecanismos complementarios, mayor productividad en la

administración de la cadena de suministro y mejor atención a través de la

administración de relaciones conllevando finalmente a la satisfacción del

ciudadano.

Aprovechar los avances de la tecnología informática y de las

telecomunicaciones para lograr que el aparato público esté siempre presente

para el servicio de los ciudadanos, ha pasado de ser de un planteamiento teórico

a una realidad que se puede constatar y emplear cuando así se decida.

Por su parte, resulta asimismo importante hacer notar una vez más que,

el uso de las nuevas tecnologías aplicadas el e-gov, no implica digitalizar los

viejos procesos en papel, sino que requiere de la generación de nuevos

procesos. A los fines de un simple ejemplo de lo antes expuesto se puede

mencionar el caso del pago de haberes al personal, cuestión también aplicable

al sector privado. Nadie puede negar que fuera un progreso pasar del pago de

los sueldos en efectivo al pago en cheques, pero en realidad el cambio no era

Page 62: Director - Universidad Católica de Salta · Jurídicas de la Universidad Católica de Salta, es un viejo anhelo de esta comunidad jurídica universitaria. Las posibilidades que nos

62

esencial, pues se pasaba de la entrega del cash, con todas las dificultades que

ello implicaba, a la entrega de un papel de comercio. Luego se pasó al pago de

los haberes mediante depósito bancario, lo que implicaba un nuevo avance no

esencial ya que se contaba con la simple disponibilidad del dinero en una

cuenta. Pero la verdadera reingeniería del proceso, bajo la lógica de las TIC‟s se

produjo cuando los bancos implementaron el uso electrónico de las tarjetas de

débito de esas Cuentas Sueldo. A partir de allí, apareció y pasó a formar parte

natural de nuestra la vida cotidiana el “cajero automático”, las “compras y pago

con debito”, “las transferencias electrónicas”, “la acreditación incluso en días

inhábiles”, “las operaciones vía web”, en definitiva la disponibilidad del dinero

electrónico para transacciones seguras en todo momento y lugar, cuestión que

en realidad era ya sí una verdadera reingeniería del proceso y el comienzo de un

cambio mental.

Pueden mencionarse otros muchos ejemplos locales de proyectos

gubernamentales con TIC‟s, como la implementación del Sistema de

Emergencias, informaciones catastrales y de boletines oficiales, información y

transacciones impositivas, censos comerciales, informatización administrativa,

sistematización de documentos, voto electrónico o sistemas Georeferenciados

de Microdatos que implican verdaderas reingenierías de procesos, pero el

tratamiento de esos programas exceden el contenido de este limitado informe.

Por otro lado, para una implementación seria de la propuesta, será

necesario debatir y estudiar, al menos, sobre la siguiente temática mínima:

1. Los desafíos del Estado en la Sociedad de la Información y el

Conocimiento.

2. El acceso a las TICS‟s y la conectividad en red como un “derecho in fieri”

de los ciudadanos.

3. Fundamentos y aplicaciones de la Nueva Gestión Pública.

4. El Gobierno Electrónico y su contribución a la modernización del Estado.

5. La Sociedad en Redes y el desarrollo organizacional.

6. La democracia electrónica y la sociedad civil.

7. Planificación estratégica para el cambio en la administración pública.

8. Habilidades directas en el Estado.

Page 63: Director - Universidad Católica de Salta · Jurídicas de la Universidad Católica de Salta, es un viejo anhelo de esta comunidad jurídica universitaria. Las posibilidades que nos

63

9. Negociación y resolución de conflictos.

10. La comunicación electrónica en y con la administración pública.

11. Formulación, gestión y evaluación permanente de proyectos para el

sector público.

12. La brecha digital en los espacios locales.

13. Globalización y Localidad (GLOCAL)

14. El gobierno multinivel.

15. E-Business para pequeños y micro empresarios.

16. Modelos de gestión de infocentros comunitarios.

Por último, puede decirse que -aunque el concepto acuñado como e-gov

es relativamente reciente- el mismo ha existido en las Administraciones Públicas

siempre que han existido esquemas de trabajo informatizado, pero ahora con el

advenimiento generalizado de Internet, el empleo de las tecnologías asociadas

se han robustecido y pasado a ser más una herramienta de rediseño

organizacional que una herramienta exclusivamente tecnológica.

Experiencias en el mundo, han venido confirmando por qué este

planteamiento de Modernización del Sector Público es toda una realidad, casos

como los de Singapur, Reino Unido, Australia, Nueva Zelanda, Canadá, Brasil,

Chile, Estados Unidos, entre otros países, se están consolidando, en la medida

que van alcanzando sus objetivos inmediatos y sentando las bases para

adoptarlo de manera definitiva como una opción viable para la ciudadanía.

Es claro que no hay modelos ni esquemas que se hayan trasladado de

un país a otro, cada entidad gubernamental, debe diseñar su propio Programa

de Gobierno Electrónico de acuerdo a sus propias condiciones, cultura, marco

legal, desarrollo organizacional y tecnológico.

Gabriel Chibán, Agosto 2011

Page 64: Director - Universidad Católica de Salta · Jurídicas de la Universidad Católica de Salta, es un viejo anhelo de esta comunidad jurídica universitaria. Las posibilidades que nos

64

DEBERES CONSTITUCIONALES

Autor: Tania Busch Venthur

RESUMEN: El artículo trata sobre la noción de deber constitucional y el sentido

normativo que tiene el establecimiento de deberes de los particulares

directamente por la Carta Fundamental. Si bien estos requieren desarrollo

legislativo para su concreción, la ausencia de este no significa que las normas

constitucionales que los establecen carezcan de consecuencias jurídicas.

PALABRAS CLAVE: Deberes Constitucionales – Eficacia Directa de la Constitución

– Mandato al Legislador.

1. Generalidades.

El tema de los deberes jurídicos en general, y en particular de los

deberes constitucionales, es un asunto que ha recibido poca atención en

doctrina. Si bien es usual que las constituciones contengan un catálogo de

“derechos y deberes” o que los manuales del ramo utilicen la expresión

“derechos y deberes”, lo cierto es que la doctrina parece utilizar la frase como

mero adorno o giro del lenguaje, sin detenerse en los deberes más que como

una referencia al artículo que los establece, y por regla general, sin efectuar un

pronunciamiento sustantivo sobre el sentido normativo de establecer deberes en

la Constitución.

El relativo silencio de la literatura jurídica sobre el fenómeno de la

sujeción puede encontrar distintas explicaciones. DIEZ PICAZO ha señalado que

al ser la idea de deber subordinada al concepto primario en el terreno jurídico,

que es el poder o tener derecho, se explica su escaso estudio. Otra respuesta

ofrece el colombiano ESCRUCERÍA MAYOLO48, para quien el débil desarrollo de la

teoría de los deberes constitucionales se entiende por su menor importancia

bajo el paradigma del Estado liberal, que hace énfasis en los derechos

* Licenciada en Ciencias Jurídicas y Sociales, Universidad de Concepción. Abogada. Doctoranda en

Derecho, Pontificia Universidad Católica de Chile. Correo electrónico [email protected]

48 ESCRUCERÍA: 2010.

Page 65: Director - Universidad Católica de Salta · Jurídicas de la Universidad Católica de Salta, es un viejo anhelo de esta comunidad jurídica universitaria. Las posibilidades que nos

65

individuales con el objeto de rodear a la persona de garantías contra el ejercicio

del poder político. En esta concepción, explica, los deberes eran considerados

preceptos de naturaleza moral o cívicos, no exigibles jurídicamente. La evolución

del Estado liberal y su tránsito al Estado social de Derecho, junto a la idea de la

fuerza normativa de la Constitución, ha modificado la importancia jurídica de la

incorporación de deberes a los textos constitucionales, otorgándoles una

significación mayor. No obstante, desde temprano se ha entendido que el sujeto,

así como es titular de derechos, tiene también deberes y obligaciones

imprescindibles para la convivencia social.

La aparición de los deberes en el constitucionalismo tiene su primer

antecedente positivo en la Constitución francesa de 1795, del año III, que

estableció una “Declaración de derechos y deberes del ciudadano” que contenía

un catálogo de nueve deberes. Más adelante, encontramos también deberes en

las constituciones de Weimar o la Constitución española de 1931. Actualmente,

y a modo de ejemplo, contemplan deberes constitucionales de los particulares

las constituciones de Italia, Alemania, Portugal y España. En el ámbito

latinoamericano, entre otras, establecen deberes las constituciones de

Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, Uruguay, y Perú.

Si la Carta Fundamental es fuente de derecho directamente aplicable, no

puede considerarse irrelevante la cuestión de determinar el específico sentido

normativo del establecimiento de deberes a los particulares por el texto

constitucional. ¿Puede la eficacia directa de la Constitución extenderse al punto

de prescribir conductas? ¿Genera efectos vinculantes para los particulares la

enunciación de un deber en el texto constitucional? ¿Cuál es la función que

cumplen las normas constitucionales que enuncian deberes? Las líneas que

siguen intentan dar luces sobre las cuestiones enunciadas.

2. Algunas cuestiones relacionadas con la idea de deber constitucional

2. 1. El concepto deber jurídico.

La idea de deber jurídico no ha logrado hasta hoy, perfilarse de un modo

preciso y claro. La existencia misma de los deberes jurídicos es controvertida,

habiendo quienes consideran que el concepto de deber no corresponde al

Page 66: Director - Universidad Católica de Salta · Jurídicas de la Universidad Católica de Salta, es un viejo anhelo de esta comunidad jurídica universitaria. Las posibilidades que nos

66

ámbito del derecho sino a la moral. Otros aceptan la existencia de deberes de

naturaleza jurídica, pero sin que exista unanimidad doctrinaria en cuanto al

sentido que debe atribuirse al término “deber”. En general, quienes aceptan la

existencia de deberes jurídicos distinguen la idea de deber de la idea de

obligación, distinción para la que es utilizada una multiplicidad de criterios entre

los autores. La exposición de todas estas doctrinas excede los ámbitos de esta

investigación49. Sin más pretensiones que clarificar los conceptos a utilizar, se

entenderá para los efectos de este trabajo lo que parece ser la doctrina

mayoritaria. En general el deber pone de relieve una obligación moral no

acompañada por una sanción publicista, a diferencia de una obligación jurídica,

que en cambio si la prevé50. Así, aceptando la existencia de los deberes

jurídicos, y distinguiéndolos de las obligaciones, entenderé que una norma

establece un deber cuando impone una conducta a un sujeto, sin que se

reconozca jurídicamente a otro sujeto como titular de un derecho subjetivo

correlativo, es decir sin que exista otro sujeto jurídicamente facultado para exigir

judicialmente, de manera directa, su cumplimiento. En contrario, entenderemos

que una norma establece una obligación cuando la conducta prescrita por la

norma al sujeto puede ser exigida judicialmente por otro sujeto a quien se

reconoce como titular de un derecho correlativo.

2.2. El concepto de deber constitucional en sentido amplio.

Deber constitucional en su acepción más amplia es aquel que se

caracteriza por su fuente normativa, es decir, todo deber que se establece por el

texto constitucional.

La escasez de literatura sobre el tema de los deberes constituciones, y la

disparidad de su tratamiento doctrinario, hace que bajo ese título se traten

diversos fenómenos relativos a la sujeción de los particulares al texto

constitucional. Asimismo, conceptos relacionados como la idea “deberes

fundamentales” o los “deberes humanos”, se utilizan en ocasiones haciendo

49 Para una exposición de las diversas doctrinas sobre el concepto de “deber” Ver PECES-BARBA

MARTÍNEZ, Gregorio. “Los deberes fundamentales” Cuadernos de Filosofía del Derecho N°4 Pág. 329 – 341. También ver PÜSCHEL, Lorna (2007): “Deberes constitucionales estatales en materia ambiental”. Pág. 7-13.

50 LANCHESTER: 2010: 71.

Page 67: Director - Universidad Católica de Salta · Jurídicas de la Universidad Católica de Salta, es un viejo anhelo de esta comunidad jurídica universitaria. Las posibilidades que nos

67

referencia a cuestiones diversas del punto que trato en este trabajo, y otras

como sinónimos del mismo. Esto obliga a algunas precisiones previas a

determinar el sentido normativo de los deberes constitucionales propiamente

tales.

2.2.a. El deber de obediencia o de sujeción a la Constitución.

En Chile el deber de obediencia o de sujeción a la Constitución se

establece en el artículo 6 que señala “los preceptos de esta Constitución obligan

tanto a los titulares o integrantes de dichos órganos como a toda persona,

institución o grupo”.

De este artículo se desprende una sujeción integral de las personas a la

Constitución. En doctrina chilena, MOLINA GUAITA entiende que contempla un

deber constitucional para los habitantes de la República consistente en que

nadie dentro del territorio chileno puede pretender eximirse del cumplimiento de

la legalidad vigente.51

En realidad este no es en sentido estricto, un deber constitucional. Los

deberes constitucionales prescriben al individuo una conducta determinada, en

un sentido material concreto. Más bien se trata de un elemento propio de todo

Estado de Derecho. Señala REQUEJO PAGÉS, comentando el deber de sujeción

establecido en el artículo 9 N° 1 de la Constitución española52, que la

enunciación de este deber es innecesaria puesto que la sola existencia del

ordenamiento jurídico supone, por definición, el sometimiento a sus imperativos.

2.2.b. Deberes constitucionales derivados del efecto horizontal de los derechos fundamentales.

En líneas muy gruesas, el efecto horizontal o Druttwirkung53 consiste en

estimar que los derechos fundamentales no sólo se han de comprender como

límites de la acción del Estado, sino que se tienen también frente a los

particulares y pueden ser exigidos a éstos judicialmente para el caso de ser

transgredidos. La idea se vincula al tema de los deberes constitucionales pues

se ha entendido que serían el correlato de los derechos fundamentales, de los

51 MOLINA: 2006: 273.

52 El artículo 9 N°1 de la Constitución española establece “Los ciudadanos y los poderes públicos están sujetos a la Constitución y al resto del ordenamiento jurídico.”

53 Doctrina desarrollada en Alemania y que ha llegado hasta nosotros con la señalada nomenclatura.

Page 68: Director - Universidad Católica de Salta · Jurídicas de la Universidad Católica de Salta, es un viejo anhelo de esta comunidad jurídica universitaria. Las posibilidades que nos

68

cuales se derivaría el deber de los demás a respetar tales derechos, sin que

medie intervención de poderes públicos. En Chile la doctrina ha aceptado

mayoritariamente, y sin demasiada discusión al respecto, el efecto directamente

vinculante de los derechos fundamentales respecto de los particulares.54 Esto ha

sido así por la configuración de disposiciones constitucionales cómo el artículo 6

inciso segundo o la amplia redacción del artículo 2055 que consagra la Acción de

Protección.

Al formular el concepto de deber jurídico a utilizar dije que éste es aquel

que proviene de una norma que prescribe a un sujeto una conducta

determinada, sin que exista otro sujeto que tenga un derecho correlativo que le

permita exigir el cumplimiento de dicha conducta para el caso de la

inobservancia. Optar por este concepto de deber implica descartar la

identificación de los deberes constitucionales con la “otra cara” del efecto

horizontal de los derechos fundamentales.

2.2.c. Deberes humanos y deberes fundamentales.

PECES-BARBA señala que son deberes fundamentales aquellos deberes

jurídicos que se refieren a dimensiones básicas de la vida del hombre en

sociedad, a bienes de primordial importancia, a la satisfacción de necesidades

básicas o que afectan a sectores especialmente importantes para la

organización y el funcionamiento de las instituciones públicas, o al ejercicio de

derechos fundamentales, generalmente en el ámbito constitucional.56

Característico del deber fundamental para este autor es que su ejercicio tiene

54 No obstante existen autores que niegan que los derechos fundamentales puedan directamente obligar a los particulares; Eduardo Aldunate y Rodrigo Correa, por señalar sólo algunos. La discusión doctrinaria sobre el punto se encuentra hoy abierta.

55 El artículo 20 señala “El que por causa de actos u omisiones arbitrarios o ilegales sufra privación, perturbación o amenaza en el legítimo ejercicio de los derechos y garantías establecidos en el artículo 19, números 1º, 2º, 3º inciso quinto, 4º, 5º, 6º, 9º inciso final, 11º,12º, 13º, 15º, 16º en lo relativo a la libertad de trabajo y al derecho a su libre elección y libre contratación, y a lo establecido en el inciso cuarto, 19º, 21º, 22º, 23º, 24°, y 25º podrá ocurrir por sí o por cualquiera a su nombre, a la Corte de Apelaciones respectiva, la que adoptará de inmediato las providencias que juzgue necesarias para restablecer el imperio del derecho y asegurar la debida protección del afectado, sin perjuicio de los demás derechos que pueda hacer valer ante la autoridad o los tribunales correspondientes.

Procederá, también, el recurso de protección en el caso del Nº8º del artículo 19, cuando el derecho a vivir en un medio ambiente libre de contaminación sea afectado por un acto u omisión ilegal imputable a una autoridad o persona determinada.”

56 PECES-BARBA: 2010: 336.

Page 69: Director - Universidad Católica de Salta · Jurídicas de la Universidad Católica de Salta, es un viejo anhelo de esta comunidad jurídica universitaria. Las posibilidades que nos

69

una dimensión de utilidad general, y beneficia al conjunto de los ciudadanos y al

Estado.

También se habla de “deberes humanos”. Generalmente el término se

utiliza en relación con tratados de derechos humanos que también establecen

deberes, y el uso de esta nomenclatura enfatiza su aspecto ético. Así se refiere

Héctor GROS ESPIELL a los deberes que establecen diversos instrumentos

internacionales de Derechos Humanos.57 Lo mismo el uruguayo Emilio BIASCO,

quien señala “a primera vista, el abordaje de los denominados deberes humanos

sugiere la incursión en una zona obscura de las conductas humanas, prejuicio

éste, que resulta ampliamente refutado por la realidad jurídica, si tenemos en

cuenta que numerosos deberes humanos, en lugar de implicar sufrimientos o

privaciones ilegítimas a sus destinatarios constituyen verdaderos mecanismos

propulsores del principio de solidaridad, en sociedades que -como casi todas las

contemporáneas- se encuentran inficionadas teórica y prácticamente por

comportamientos que agreden sistemáticamente y sin disculpa plausibles, la

dignidad de los seres humanos.”58.

2.2.d. Deberes constitucionales dirigidos a los poderes públicos.

Hay quienes entienden por deber constitucional aquellos deberes que las

constituciones establecen y que tienen como destinatarios a los poderes

públicos, al Estado. En Chile, Lorna PÜSCHEL, siguiendo la doctrina planteada

por el español Santiago VARELA, señala que los deberes constitucionales

“estatales” son los únicos que existen. Más adelante se volverá sobre el punto.

57 La Declaración Universal de Derechos Humanos de 1948 en su artículo 29 número 1 señala “Toda persona tiene deberes respecto de la comunidad puesto que sólo en ella puede desarrollar libre y plenamente su personalidad”. El preámbulo de la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre, de abril de 1948 señala “el cumplimiento del deber de cada uno es exigencia del derecho de todos. Si los derechos exaltan la libertad individual, los deberes expresan la dignidad de esa libertad. Los deberes de orden jurídico presuponen otros, de orden moral, que los apoyan conceptualmente y los fundamentan.” Y en su capítulo segundo establece un catálogo de deberes. Asimismo la Convención Americana de Derechos Humanos establece deberes en su artículo 32 una correlación entre deberes y derechos señalando que “1. Toda persona tiene deberes para con la familia, la comunidad y la humanidad. 2. Los derechos de cada persona están limitados por los derechos de los demás, por la seguridad de todos y por las justas exigencias del bien común, en una sociedad democrática. “La Carta Africana dedica su capítulo II de la parte primera al establecimiento de deberes.

58 BIASCO: 2010.

Page 70: Director - Universidad Católica de Salta · Jurídicas de la Universidad Católica de Salta, es un viejo anhelo de esta comunidad jurídica universitaria. Las posibilidades que nos

70

2.2.e. Deberes constitucionales propiamente tales.

Despejado algo el camino y hechas las precisiones respecto de lo que en

este trabajo no se entenderá por deberes constitucionales, continuaré con el

tratamiento de los deberes constitucionales propiamente tales o en sentido

estricto.

3. Concepto de deber constitucional.

Debido a la falta de uniformidad con que la doctrina trata este tema,

cuesta encontrar un único concepto de deber constitucional y las definiciones

existentes difieren entre sí. Veré algunos conceptos dados por la doctrina para

luego perfilar lo que en este trabajo se entiende por deber constitucional.

LANCHESTER señala que el adjetivo “constitucionales” junto al sustantivo

“deberes” indica comportamientos que el ordenamiento considera como jurídica

y/o políticamente apreciables. Estos, dice, se dirigen a los sujetos privados

(particular o grupos) o a públicos. Para los primeros, el deber caracterizado por

la existencia de una sanción constituye una obligación, para los segundos se

conecta a una competencia.59 Para este autor, para que el deber constitucional

sea realmente un deber jurídico, debe establecerse una sanción para el caso de

su incumplimiento.

REQUEJO PAGÉS dice que deberes constitucionales son aquellas

específicas obligaciones que, desde la Constitución como norma primera del

derecho positivo, se imponen singularmente a los poderes públicos y a los

individuos.

Iván ESCRUCERÍA señala que los deberes constitucionales son aquellas

conductas o comportamientos de carácter público, exigibles por la ley a la

persona o al ciudadano, que imponen prestaciones físicas o económicas y que

afectan, en consecuencia, la esfera de su libertad personal.

RUBIO LLORENTE señala que deberes constitucionales en sentido estricto

son sólo aquellos que la Constitución impone como deberes frente al Estado,

como elementos del status general de sujeción al poder. Para construir el

59 LANCHESTER: 2010: 72.

Page 71: Director - Universidad Católica de Salta · Jurídicas de la Universidad Católica de Salta, es un viejo anhelo de esta comunidad jurídica universitaria. Las posibilidades que nos

71

concepto de deber constitucional, señala este autor, no ha de atenderse al

hecho de que la Constitución ocupe la palabra deber sino a su autonomía -no

simple consecuencia directa de derechos, institutos o de potestades que la

Constitución atribuye- y al hecho de pesar por igual sobre todos los sometidos al

poder del Estado.

Por su parte, PAUNEL CHULVI caracteriza a los deberes constitucionales

de la siguiente forma: “a) los deberes constitucionales consisten en prestaciones

de orden físico o económico que afectan la esfera individual, constituyendo

excepciones al principio general de autonomía de la persona. b) la noción de

deber implica la prescripción de una conducta sin que la conducta contraria sea

la condición de una sanción. c) no se corresponden con ningún derecho

subjetivo correlativo”60

Considerandos estos conceptos, para efectos de este trabajo, entenderé

por deber constitucional propiamente tal o deber constitucional en sentido

estricto, aquel que la Constitución impone a los particulares, prescribiendo una

conducta determinada, y que no es contrapartida del derecho fundamental de

otro sujeto. Los elementos del deber constitucional entonces son: a) que el texto

constitucional prescriba la observancia de una conducta; b) que la prescripción

de esta conducta se dirija a los particulares; y c) que dicha conducta no esté

prescrita por ser correlato del ejercicio de un derecho fundamental, sino

directamente y por si misma.

4. Exigibilidad de los deberes constitucionales.

Si la Constitución establece directamente una sanción por el

incumplimiento de los deberes establecidos, entonces la cuestión de la

exigibilidad no reviste mayor problema. Asimismo, si la Constitución, luego de

consagrar un deber constitucional, reenvía expresamente la cuestión al

legislador, estableciendo que la forma de cumplimiento del deber y las sanciones

por su incumplimiento, serán reguladas por la ley, el tema tampoco reviste mayor

interés. La cuestión se torna interesante cuando el deber constitucional

simplemente se enuncia por la Carta Fundamental, sin señalar cuál será la

60 PAUNEL: 2000: 28.

Page 72: Director - Universidad Católica de Salta · Jurídicas de la Universidad Católica de Salta, es un viejo anhelo de esta comunidad jurídica universitaria. Las posibilidades que nos

72

consecuencia jurídica de su consagración. Es el punto que trataré en los

párrafos que siguen.

4.1. El establecimiento de deberes en la Constitución constituye un mandato al legislador.

Para que los deberes enunciados por la Constitución sean exigibles a los

particulares requieren del desarrollo legislativo. En general, los autores coinciden

en que la Constitución, al no establecer sanciones para el caso del

incumplimiento, hace necesaria la intervención legislativa para que la norma de

rango legal concretice el deber, imponiendo una sanción para el evento de la

inobservancia. En ocasiones, el texto constitucional al establecer el deber,

acto seguido remite al legislador, señalando que la ley determinará las

condiciones de ejercicio y las sanciones que deriven del deber consagrado.

Otras veces, la norma sólo se limita a señalar los deberes sin añadir más. En

ambos casos, la conducta prescrita por la norma constitucional sólo será exigible

previa actuación del legislador.

Santiago VARELA explica que lo que implica necesariamente cada deber

proclamado por la Constitución es un desarrollo legislativo. Enseña que los

deberes son mandatos al legislador: lo que originan las normas constitucionales

relativas a los deberes no es tanto una expectativa de comportamientos privados

como una expectativa de actuación por parte de los poderes públicos. En este

mismo sentido se pronuncia REQUEJO PAGÉS quien dice “los deberes

constitucionales no tienen por destinatarios, estrictamente, a los individuos sino

al poder público llamado a imponer unas obligaciones cuya existencia encuentra

así en la Constitución un fundamento legitimador suficiente, y al tiempo, unas

pautas indisponibles acerca del posible alcance del deber constitucional una vez

perfilado definitivamente por el poder público.”61 Los deberes constitucionales

dirigidos a los individuos se reducen en su contenido hasta identificarse con

unas obligaciones muy concretas: aquellas que, enunciadas en la Constitución,

sólo se erigen en verdaderas obligaciones una vez configuradas por el poder

legislativo. De este modo, se puede concebir a los deberes constitucionales

como mandatos dirigidos al legislador para que la imposición definitiva de

determinados deberes sólo se articule en el marco de ciertas garantías. Los

61 REQUEJO: 1996: 19112.

Page 73: Director - Universidad Católica de Salta · Jurídicas de la Universidad Católica de Salta, es un viejo anhelo de esta comunidad jurídica universitaria. Las posibilidades que nos

73

deberes son una proposición jurídica incompleta que ha de ser completada por

la concreción legislativa, que preverá una sanción para el caso de su

inobservancia. REQUEJO concluye que los deberes constitucionales vienen a

cumplir el mismo cometido que los derechos fundamentales: someter a

determinados límites materiales el ejercicio de la potestad normativa del poder

público y resume “el deber constitucional, en suma, no es más que la expresión

de la obligación/habilitación constitucional, para el poder público, de crear

deberes individuales desde el respeto a determinados principios, también

constitucionales”.62 En el mismo sentido se pronuncia RUBIO LLORENTE, quien

señala que los preceptos que enuncian deberes constitucionales “tienen como

destinatario inmediato al legislador, pues del enunciado constitucional no deriva

directamente obligación alguna cuyo cumplimientos pueda ser coactivamente

forzado mediante la imposición de una sanción”63.

El modo en que la Constitución enuncie cada deber constitucional

determinará el grado de libertad que se otorgará al legislador para configurar los

deberes y sus sanciones, pero no debe olvidarse que la falta de desarrollo de la

Constitución no implica que ésta carezca de fuerza normativa, o ausencia de

consecuencias jurídicas. Establecido un deber en la Carta Fundamental, los

poderes públicos se encuentran vinculados por éste y habrán de dar aplicación

al mandato constitucional, desarrollando la normativa pertinente. No obstante, de

lo expuesto se concluye que la aplicación directa de la Constitución no alcanza a

las conductas de los particulares, sin desarrollo legislativo previo.

4.2 Importancia del establecimiento de la formula del Estado social en relación con los deberes constitucionales.

Como se adelantó al comienzo de este trabajo, en la concepción del

Estado liberal los derechos revisten una notoria preeminencia sobre los deberes,

pero con el paso al Estado social, los deberes aumentan su importancia. Es así

como en países que recogen en sus constituciones el principio de solidaridad, lo

señalado respecto de la exigibilidad de los deberes ha de ser matizado.

ESCRUCERÍA MAYOLO, comentando la jurisprudencia de la Corte

Constitucional colombiana, explica que la concepción social del Estado de

62 Ídem.

63 RUBIO: 2001: 21.

Page 74: Director - Universidad Católica de Salta · Jurídicas de la Universidad Católica de Salta, es un viejo anhelo de esta comunidad jurídica universitaria. Las posibilidades que nos

74

Derecho, fundado en la solidaridad, se traduce en la vigencia inmediata de los

derechos fundamentales, pero también en la sanción constitucional al

incumplimiento de los deberes constitucionales. La Corte Constitucional

colombiana ha aclarado en que los deberes constitucionales son patrones

generales de conducta social deseable, que se concretan en acciones u

omisiones de las personas, y cuya obligatoriedad sólo es exigible, en principio, a

través de las vías ordinarias de defensa judicial de los derechos, cuando tales

deberes se encuentran desarrollados en una ley que consagre las particulares

acciones u omisiones en que cada uno de ellos se materializa socialmente. Si tal

desarrollo legal no se ha dado, tampoco pueden exigirse directamente las

acciones u omisiones en que se concreta el deber genérico.

No obstante, del que la Constitución colombiana erija a la solidaridad en

fundamento de la organización estatal, la justicia constitucional de dicho país ha

reconocido que, en algunos eventos, los deberes constitucionales constituyen

normas de aplicación inmediata que pueden ser exigidos directamente. Se trata

de aquellos casos en los cuales una evidente transgresión del principio de

solidaridad origina la vulneración o amenaza de los derechos fundamentales de

otras personas.64 Ha señalado que cuando se incumple con un deber genérico, y

tal infracción de la norma superior acarrea una violación o grave amenaza contra

un derecho fundamental, la efectividad del derecho -e indirectamente, el

cumplimiento del deber-, sí son exigibles judicialmente por vía de tutela65 .y que

esto exige la intervención oportuna de los jueces constitucionales para impedir la

consumación de un perjuicio irremediable. En estos casos, al juez de tutela le

corresponde evaluar si la acción u omisión, que constituye simultáneamente un

incumplimiento de los deberes constitucionales, vulnera o amenaza un derecho

fundamental, y si la ley habilita la procedencia de la acción de tutela contra el

particular. En caso afirmativo, el juez podrá hacer exigible inmediatamente los

deberes consagrados en la Constitución, con miras a la protección efectiva de

los derechos fundamentales.66

64 El artículo 95 N°2 de la Constitución colombiana señala que “son deberes de la personal y del ciudadano… 2. Obrar conforme al principio de solidaridad social, respondiendo con acciones humanitarias ante situaciones que pongan en peligro la vida o salud de las personas”.

65 La tutela colombiana equivale al amparo español o el recurso de protección.

66 Esta argumentación se puede encontrar en las sentencias T-125 de 1994 y T-36 de 1995. El primer caso trataba de un padre anciano y en situación de abandono, que interpuso una acción de tutela en

Page 75: Director - Universidad Católica de Salta · Jurídicas de la Universidad Católica de Salta, es un viejo anhelo de esta comunidad jurídica universitaria. Las posibilidades que nos

75

Por su parte, el profesor uruguayo Emilio BIASCO ha señalado que un

análisis de las normas de la Constitución de Uruguay hace concluir que a los

principios constitucionales que establecen los denominados derechos de

libertad, se contrapone el principio de solidaridad que impone el cumplimiento de

deberes de solidaridad política, económica, social y familiar. Dicha Constitución

contempla numerosos deberes, los que pueden incluso ampliarse a otros

implícitos derivados de la naturaleza humana o de la forma republicana de

gobierno, conforme lo señalado en el artículo 7267. BIASCO estima que deben

considerarse superadas las posiciones doctrinales que dan primacía a los

derechos por sobre los deberes y que otorgan a la libertad contenidos

antiestatales. En la Constitución uruguaya, explica, los deberes aparecen en

general como límite al ejercicio de los derechos, los que habrán de desarrollarse

dentro de los límites que los deberes constitucionales de solidaridad les

imponen, pudiendo restringirse las libertades en la medida necesaria para el

cumplimiento de los mencionados deberes.

razón de que su hijo vendió un inmueble de propiedad de la sucesión quedada a la muerte de su mujer y madre del hijo. Solicita por vía de tutela que se obligue al hijo a informar sobre el negocio jurídico celebrado y que se haga exigible judicialmente en su favor el pago de la parte del precio que le corresponde por concepto de sus derechos sobre el bien objeto de la compraventa. La Corte Constitucional colombiana consideró que si bien este caso parece de materia exclusivamente contractual, se revela como constitucionalmente relevante ya que en el caso la vida y salud del interesado dependen de la conducta de quien se encuentra obligado a asistir y proteger a la persona de tercera edad, y por eso la acción de tutela es procedente contra ese particular, como mecanismo transitorio para evitar un perjuicio irremediable. Afirma la sentencia “las omisiones de los particulares, en especial a sus deberes de asistencia familiar, pueden atentar gravemente contra los derechos constitucionales. En dichas circunstancias, si se demuestra el incumplimiento del deber constitucional, y la inminencia del daño que éste ocasiona, se justifica plenamente la intervención judicial transitoria para la tutela de derechos fundamentales”. Esta sentencia desarrolla latamente el tema del concepto, exigibilidad, e incumplimiento de los deberes constitucionales. El segundo caso versaba sobre dos ancianos que vivían en un pequeño campo que cultivaban por sus propias manos y al cual se accedía a través de otro predio sobre el cual estaba constituida una servidumbre de tránsito. Los ancianos transitaban por el predio con un burro que cargaba los productos de su campo. Ante esto el dueño del predio sirviente cerró el camino y arguyó que el sendero que atravesaba su finca estaba destinado al tránsito de personas y no de animales, y que el paso del burro erosionaba su terreno. Sobre esto la corte Constitucional resolvió que la actuación de cierre del camino, que obligó a los ancianos a arrastrarse bajo el alambrado y a cargar los productos por si mismos, “sobrepasa el ámbito del derecho real de servidumbre y deviene en una violación del derecho fundamental a la dignidad humana, en un desconocimiento del deber de solidaridad exigible a todo individuo en un Estado Social de Derecho, y obliga al juez de tutela a hacer efectiva la especial protección que otorga nuestra Carta Política a las personas de tercera edad”. Disponibles en http://www.corteconstitucional.gov.co

67 El artículo 72 de la Constitución uruguaya señala “La enumeración de derechos, deberes y garantías hecha por la Constitución, no excluye los otros que son inherentes a la personalidad humana o se derivan de la forma republicana de gobierno.”

Page 76: Director - Universidad Católica de Salta · Jurídicas de la Universidad Católica de Salta, es un viejo anhelo de esta comunidad jurídica universitaria. Las posibilidades que nos

76

5. Importancia de los deberes constitucionales.

De la constatación que los deberes constitucionales no son exigibles a los

particulares sin desarrollo legislativo que los concrete, alguna doctrina ha

sostenido que los preceptos constitucionales que prescriben conductas para los

particulares serían normas superfluas o irrelevantes.

Santiago VARELA señala, siguiendo a KELSEN, que analizados los deberes

que se proclaman en la Constitución se llega a la conclusión que como intentos

de vincular las conductas individuales son “elementos jurídicamente

irrelevantes”. Para VARELA es distintivo del concepto de deberes

constitucionales el que para la efectividad de estos se requiere siempre de un

desarrollo legislativo previo y en eso se distinguen de los derechos

fundamentales. No son generadoras de deberes jurídicos para las personas68,

pero se utiliza esta fórmula con el sentido de reforzar que son conductas moral o

socialmente deseables. Señala VARELA que lo que encierra el deber

constitucional es una serie de criterios para la organización y orientación del

poder sancionador, unas directivas a los poderes públicos para que éstos

impongan las sanciones que hagan eficaz esa exigencia metajurídica de

conductas privadas. Así, señala que el establecimiento de deberes tiene un

significado ideológico.

No obstante el tratamiento doctrinario más reciente se resiste a descartar

sin más el tema. RUBIO LLORENTE advierte que no basta para agotar el asunto el

concluir que los deberes constitucionales son una categoría inútil y prescindible.

No es posible explicar la enunciación de deberes en la Constitución como un

simple capricho del constituyente o mera recepción rutinaria de una tradición

carente de sentido, afirma el autor español. En los sistemas donde existe control

de constitucionalidad, las cláusulas materiales de la Constitución, tanto las que

enuncian derechos como las que indican deberes, hacen que la validez de la ley

ya no dependa de su modo de producción sino también de su contenido y

materia. Si la necesidad de concretizar el enunciado constitucional bastase para

considerar a éste como jurídicamente irrelevante, tan irrelevante como los

68 Varela sigue el concepto de deber de Kelsen quien sostiene que tiene un deber y está jurídicamente obligado el individuo que puede cometer con su conducta un acto ilícito, pudiendo así producir la sanción, y a su vez puede evitar la sanción realizando la conducta opuesta, que es el contenido de su deber. La idea de sanción y coactividad del derecho es esencial en esta concepción.

Page 77: Director - Universidad Católica de Salta · Jurídicas de la Universidad Católica de Salta, es un viejo anhelo de esta comunidad jurídica universitaria. Las posibilidades que nos

77

enunciados de deberes serían los enunciados de derechos que comportan un

deber de prestación. Para RUBIO LLORENTE, entre los enunciados de derechos y

enunciados de deberes hay una equivalencia funcional en términos de que son

vías mediante las cuales legisladores y jueces se ven forzados a dar entrada en

el ordenamiento, como contenidos jurídicamente válidos, a contenidos cuya

racionalidad viene dada de su inserción en una teoría política, en un

determinado paradigma político existente en una sociedad dada, entendido éste

como una concepción completa de la relación entre los individuos y el poder que

subyace al texto constitucional. Esta deberá servir de guía al legislador en su

desarrollo del texto constitucional.

En el mismo sentido se pronuncia PAUNER CHULVI quien afirma no puede

cuestionarse el carácter jurídico de los deberes ni calificarlos como irrelevantes

por el hecho de que los preceptos constitucionales no sean directamente

aplicables, debido al indiscutido carácter normativo que hoy se otorga a la

Constitución, que obliga a considerarla como verdadero derecho y no como una

serie de normas programáticas. Fundándose en el artículo 9 N° 1 de la

Constitución española que establece el deber de sujeción, destaca que el

carácter normativo de la Constitución hace de ella vinculante no sólo para los

poderes públicos sin también a los particulares y en sus normas pueden

fundarse las pretensiones que se ejerciten ante los tribunales. No ha de

confundirse, dice PAUNER, la naturaleza de una norma con su grado de

concreción, y advierte que el deber de sujeción a la Constitución alcanza a todos

los preceptos de ésta, sin excepciones.

Por su parte, Iván ESCRUCERÍA explica que los deberes constitucionales

resultan relevantes pues el que comprendan una habilitación al legislador para

su desarrollo no obsta a que constituyen un criterio hermenéutico indispensable

para la delimitación de los derechos fundamentales. Explica el autor colombiano

que existe una relación de complementariedad entre derechos y deberes que

exige del intérprete constitucional una lectura que actualice el contenido de las

libertades en general, pero que, a la vez, obligue a la persona a asumir las

responsabilidades derivadas de la vida en comunidad.

De esta suerte se concluye que el hecho de que la Constitución no llegue

a vincular directamente a los particulares al enunciar deberes, no significa que su

Page 78: Director - Universidad Católica de Salta · Jurídicas de la Universidad Católica de Salta, es un viejo anhelo de esta comunidad jurídica universitaria. Las posibilidades que nos

78

fuerza normativa no surta efecto. Cuando el texto constitucional establece

deberes habilita y mandata al legislador para su desarrollo, delimita el campo de

acción del legislador, legitimando la sanción que la ley pueda imponer y

estableciendo un contenido material en la Constitución que ninguna norma legal

podrá contravenir, ya sea la norma que se establece para desarrollar el deber

constitucional u otra que trate sobre una materia diversa. También en materia de

interpretación los deberes constitucionales pueden constituir un parámetro, sobre

todo desde que se plantea que todo el ordenamiento jurídico ha de interpretarse

conforme a la Carta Fundamental.

6. Deberes en la Constitución chilena.

En la Constitución de 1980 en el Capítulo III denominado “De los

Derechos y Deberes Constitucionales, el artículo 22 establece:

“Todo habitante de la República debe respeto a Chile y a sus emblemas

nacionales.

Los chilenos tienen el deber fundamental de honrar a la patria, de

defender su soberanía y de contribuir a preservar la seguridad nacional y los

valores esenciales de la tradición chilena.

El servicio militar y demás cargas personales que imponga la ley son

obligatorios en los términos y formas que ésta determine.

Los chilenos en estado de cargar armas deberán hallarse inscritos en los

Registros Militares, si no están legalmente exceptuados.”

Comparada con otras constituciones, los deberes que establece la

Constitución chilena son escasos en número. Asimismo, en Chile el concepto de

Estado social no se recoge en el texto constitucional. Esto puede en parte

explicar la prácticamente inexistente atención que han recibido los deberes

constitucionales por parte de la doctrina chilena, que en general no se ha

ocupado de precisar su sentido normativo. Muchos de los textos de Derecho

Constitucional apenas mencionan los deberes existentes, limitándose a señalar

que son deberes u obligaciones que pesan sobre toda persona por el hecho de

habitar en Chile, sea temporal o definitivamente, como también trata de deberes

aplicables sólo a los chilenos, o como MOLINA, se limitan a señalar que el

Page 79: Director - Universidad Católica de Salta · Jurídicas de la Universidad Católica de Salta, es un viejo anhelo de esta comunidad jurídica universitaria. Las posibilidades que nos

79

propósito del constituyente al establecer los deberes constitucionales ha sido

“llamar la atención que en la sociedad política, no es posible concebir los

derechos sin los deberes, que tan importantes son los unos como los otros, que

no es admisible exaltar los derechos con olvido de las responsabilidades

correlativas”69.

Hace excepción a lo dicho el trabajo de Lorna PÜSCHEL, quien se ha

ocupado del sentido normativo de los deberes constitucionales a propósito de

los deberes estatales en materia ambiental. PÜSCHEL entiende por deber

constitucional aquella prescripción constitucional de actuación dirigida al Estado,

a los órganos estatales en general, o a un órgano o autoridad determinada que

ejerce potestad pública. Excluye a los particulares, pues señala que el deber

jurídico necesariamente lleva aparejado un efecto jurídico en caso de

incumplimiento, lo que no acaecería respecto de los deberes constitucionales.

Para ella es necesario detectar a quién va dirigido el efecto jurídico en caso de

incumplimiento de un deber para determinar cual es el destinatario del mismo.

Comentando el artículo 22 de la Constitución señala “A primera vista, los

destinatarios de este precepto son los habitantes de la República y los chilenos.

Sin embargo, en ambos casos, el incumplimiento de las conductas prescritas no

genera absolutamente ningún efecto jurídico respecto de dichos habitantes o

chileno, a menos que se dicte una ley que así lo disponga. Este mismo precepto

constitucional, ejemplificador de los destinatarios de un deber, es útil para

plantear la siguiente tesis: los deberes constitucionales sólo están dirigidos a

quienes ejercen potestad pública. En consecuencia, las conductas que se

establecen como deberes dirigidos a los habitantes de la República o a los

chilenos, son en realidad deberes dirigidos al o a los órganos públicos que

corresponda.” 70

Es necesario un mayor tratamiento doctrinario de los deberes

mencionados en el artículo 22. A propósito de la objeción de conciencia, el deber

de cumplir con el servicio militar ha recibido algo de atención pero dista mucho

de ser suficiente. No se ha estudiado, por ejemplo, en qué consiste el deber de

respeto a Chile y sus emblemas nacionales o cómo han de hacerse efectivos los

69 MOLINA: 2006: 272

70 PÜSCHEL: 2007: 15.

Page 80: Director - Universidad Católica de Salta · Jurídicas de la Universidad Católica de Salta, es un viejo anhelo de esta comunidad jurídica universitaria. Las posibilidades que nos

80

deberes de honrar a la patria, defender la soberanía y de contribuir a preservar la

seguridad nacional, ni cuáles son, quien determina, o cómo se pueden preservar

los valores esenciales de la tradición chilena.

Tampoco la jurisprudencia chilena se ha pronunciado sobre el sentido

normativo del artículo 22, y hasta donde se ha investigado por este trabajo, no

ha recibido aplicación jurisprudencial.

Como se ha visto, los preceptos constitucionales que establecen deberes,

además de constituir un mandato al legislador y definir la orientación que este ha

de seguir en el desarrollo legislativo, son contenidos materiales de la

Constitución que pueden erigirse en parámetros de restricción de derechos

fundamentales y herramienta interpretativa. De este modo, constitucionalizar

conceptos como “valores esenciales de la tradición chilena” y “honrar a la patria”

no es en absoluto irrelevante. La eventual aplicación que estos pudieran recibir

como parámetros de restricción de derechos podría ser cuestionable desde una

perspectiva democrática, en el contexto de una sociedad plural, que creo, debe

tener el espacio para discutir cuales son los límites de los derechos

fundamentales en la vida en sociedad.71 Asimismo, su establecimiento es una

cuestión al menos compleja en un Estado en cuyo territorio existen

reivindicaciones de pueblos originarios que se ven a sí mismos como una

nación, y que demandan reconocimiento como tal.

Problemas como los expresados, indican que no es posible descartar la

importancia de estos preceptos como normas como irrelevantes o meras

declaraciones. Hasta hoy, doctrina y la jurisprudencia no parecen haber reparado

mayormente en la contundencia de significado que los deberes y conceptos

utilizados en el artículo 22 de la Constitución pueden entrañar. Es perfectamente

posible que nuestros deberes constitucionales reciban aplicación como

obstáculo para la constitucionalidad de alguna norma legal, criterio de

interpretación o de limitación de derechos fundamentales o para la hermenéutica

de normas infraconstitucionales. Es de concluir entonces, que el derecho público

chileno encuentra en el artículo 22, una importante tarea pendiente.

71 Estoy pensando, por ejemplo, que en Chile una cuestión como los límites de los usos de los emblemas nacionales y la libertad de expresión, como se dio en Estados Unidos, se encontraría fuera del debate, pues ya estaría constitucionalmente establecido, al mismo nivel normativo, la existencia de un deber constitucional de honrar la bandera.

Page 81: Director - Universidad Católica de Salta · Jurídicas de la Universidad Católica de Salta, es un viejo anhelo de esta comunidad jurídica universitaria. Las posibilidades que nos

81

Bibliografía

ALDUNATE LIZAMA, Eduardo (2008): Derechos fundamentales. Editorial Legal

Publishing.

BASE DE DATOS POLÍTICOS DE LAS AMÉRICAS. (2006) Deberes del ciudadano.

Estudio Constitucional Comparativo. [Internet]. Centro de Estudios

Latinoamericanos, Escuela de Servicio Exterior, Universidad de Georgetown. En:

http://pdba.georgetown.edu/Comp/Derechos/deberes.html. 21 de octubre 111.

BIASCO, Emilio. “Introducción al estudio de los deberes constitucionales”

Disponible en http://www.ccee.edu.uy/ensenian/catderpu/material/humanos.pdf

[fecha de consulta: 7 de mayo de 2010].

DIEZ-PICAZO, Luis. (1999): Experiencias jurídicas y teoría del derecho. Tercera

Edición. Ariel. Barcelona.

ESCRUCERÍA MAYOLO, Iván. “Deberes Constitucionales” Disponible en

http://www.scribd.com/doc/16932885/deberes-constitucionales [fecha de

consulta: 7 de mayo de 2010]

GROS ESPIELL, Héctor (1988): “Derechos y Deberes Humanos” En Estudios

sobre Derechos Humanos Vol. II. Disponible en

http://www.bibliojuridica.org/libros/libro.htm?l=2030 [fecha de consulta: 4 de junio

de 2010].

LANCHESTER, Fulco (2010): “Los Deberes Constitucionales en el derecho

Comparado” Revista de Derecho Constitucional Europeo Año 7 Número 13.

Enero-junio. Pág. 67-81.

MOLINA GUAITA, Hernán (2006): Derecho Constitucional. Editorial Lexis Nexis.

PAUNER CHULVI, Cristina (2000): El deber constitucional de constribuir al

sostenimiento de los gastos públicos. Tesis doctoral dirigida por los profesores

Rosario García Mahamut y Artemi Rallo Lombarte. Universitat Jaume I.

Disponible en http://www.tdr.cesca.es/TESIS_UJI/AVAILABLE/TDX-0730108-

120005//pauner.pdf [fecha de consulta: 5 de mayo de 2010]

Page 82: Director - Universidad Católica de Salta · Jurídicas de la Universidad Católica de Salta, es un viejo anhelo de esta comunidad jurídica universitaria. Las posibilidades que nos

82

PECES-BARBA MARTÍNEZ, Gregorio. “Los deberes fundamentales” Cuadernos de

Filosofía del Derecho N°4 Pág. 329 – 341. Disponible en

http://213.0.4.19/servlet/SirveObras/12837218659036051876657/cuaderno4/Dox

a4_19.pdf [fecha de consulta: 6 de mayo de 2010]

PÜSCHEL, Lorna (2007): “Deberes constitucionales estatales en materia

ambiental”. Memorial para optar al grado de Licenciado en Ciencias Jurídicas y

Sociales. Pontifica Universidad Católica de Valparaíso. Profesor guía Eduardo

Aldunate Lizama.

REQUEJO PAGÉS, J.L. “Deberes constitucionales” en CALAYATUD PÉREZ, Emilio.

(1996): Diccionario Jurídico Básico. Vol. II. Editorial Comares. Pág. 1910 -1912.

RUBIO LLORENTE, Francisco (2001): “Los deberes constitucionales” Revista

Española de Derecho Constitucional Año 21 N° 62. Pág. 11- 56.

VARELA DÍAZ, Santiago (1982): “La idea de deber constitucional” Revista

Española de Derecho Constitucional. Año 2 Número 4. Enero-abril. Pág. 69-96.

Page 83: Director - Universidad Católica de Salta · Jurídicas de la Universidad Católica de Salta, es un viejo anhelo de esta comunidad jurídica universitaria. Las posibilidades que nos

83

¿POSITIVIZACIÓN DE LOS DERECHOS NATURALES PARA DEJAR ATRÁS LA POLÉMICA “IUSNATURALISMO-IUSPOSITIVISMO”?: OTRO INTENTO INSUFICIENTE EN LA ETERNA LUCHA POR EL DERECHO JUSTO

Autor: Renato Rabbi-Baldi Cabanillas

I. ¿Una polémica persistente?

Tal vez resulte un tanto sorprendente considerar que, si se mira la historia

con cierto detalle, la polémica planteada en el título de este papel tiene poco de

eterna y mucho de reciente. En rigor, los elementos naturales y positivos del

derecho coexistieron desde siempre en un único derecho72 al que se puede

denominar “institucional” o, si se admite cierta provocación, “positivo”73. Esa fue

la tónica de la tradición greco-romana74 y sobre ella, durante largos siglos, se

estructuró el ius commune que hizo de esa coexistencia su rasgo distintivo, sin

que ello hubiera supuesto algún genero de tensión o disputa con escuela o

teoría alguna75. Y si bien la denodada búsqueda de positivar criterios de “justicia

material” por parte de la teoría iusnaturalista “moderna” es consecuencia de una

virulenta polémica con el poder político de entonces, ella responde, al contrario

de lo que mayoritariamente suele decirse, más al plano de la fundamentación

última del derecho, que al de la estructura del sistema jurídico o, si se prefiere, al

de las fuentes del derecho, cuestión ésta francamente menor si se la compara

72

Así Hervada, Javier, Introducción crítica al derecho natural, Eunsa, Pamplona, 6°, 1990, esp. pp. 79-115. Cfr, más sintéticamente, Tinant, Eduardo, “La positividad del derecho natural”, Boletín de la Asociación Argentina de Filosofía del Derecho, 2, 13, La Plata, 1984, pp. 3-4. 73

Cfr mi Teoría del Derecho, Ábaco, Buenos Aires, 2009, 2° edición corregida y aumentada, esp. pp. 226-228, en el que se advierte la influencia del citado Hervada y, en menor medida, de Ollero y de Serna, éste último, a la vez, influenciado por Mac Cormick. Cfr en este sentido Ollero, Andrés, “España: límites del normativismo a la luz de la jurisprudencia constitucional sobre igualdad” y Serna, Pedro, “Sobre las respuestas al positivismo jurídico”, ambos en Rabbi-Baldi Cabanillas, Renato (coord.), Las razones del derecho natural. Perspectivas teóricas y metodológicas ante la crisis del positivismo jurídico, Ábaco, Buenos Aires, 2008, 2°, respectivamente, pp. 441-458 y pp. 115-142. 74

Cito, entre otros ejemplos, Aristóteles, Ética a Nicómaco, 1134 b 18-32 y Retórica, 1373 b 5-13; y Cicerón, Las Leyes, 1, 17. 75

Cfr por todos Zuleta Puceiro, Teoría del derecho. Una visión crítica, Depalma, Buenos Aires, 1987, esp. pp. 109 ss.

Page 84: Director - Universidad Católica de Salta · Jurídicas de la Universidad Católica de Salta, es un viejo anhelo de esta comunidad jurídica universitaria. Las posibilidades que nos

84

con la anterior76. De ahí que la terca polémica “derecho natural-iuspositivismo”

es más bien un producto de la modernidad, esto es, del momento de la

positivización de los derechos naturales y positivos con la Codificación, que es

cuando la Dogmática jurídica creyó ver concluido el proceso que el racionalismo

había elaborado durante los siglos precedentes en defensa de los derechos de

las personas. Si éstos últimos, en efecto, se habían asegurado en códigos

completos y perfectos, nada más quedaba por señalar. Así, casos como el de

Antígona en Grecia, o el de Lucrecia en Roma, según memora Cicerón77, no

resultan ya pertinentes como consciencia crítica del derecho positivo, por cuanto

éste ya no es sólo legal, sino, además, justo y es esa la razón por la que la

disputa fue tan ferozmente criticada. Ella era, en verdad, innecesaria.

Sin embargo, esa perspectiva fue tan sólo, apoderándome libremente de

una expresión de Kaufmann, un “episodio”78. Pronto, en el propio siglo XIX, se

echó de menos esa idea de “justicia material” y ésta regresó a los ordenamientos

jurídicos y a la reflexión teórica a través de fuentes y nombres diversos: equidad;

epikeia; principios generales del derecho; usos y costumbres, etc., respecto de

los primeros; idea de “fin”; “derecho libre”; “libre investigación científica”; etc.,

respecto de los segundos79). Y si fue importante, ya en el siglo XX, la obra de

Kelsen, no menor fue la reacción contraria luego de 1945. En este sentido,

Gadamer –un filósofo puro, esto es, un no jurista- es categórico: “el positivismo

legal, al que le gustaría poder reducir toda la realidad jurídica al derecho positivo

76

Sigo en esto la tesis de Kantarowicz, Hermann, en su opúsculo “Las épocas en la ciencia del derecho”, reproducido en Radbruch, Gustav, Introducción a la filosofía del derecho, FCE, Madrid, 1974, pp. 109 ss. y de Guzmán Brito, Alejandro, “Introducción”, en Domingo, Rafael (ed.), Juristas universales. Juristas modernos, Marcial Pons, Madrid, 2004, pp. 59-76. De ahí que, a mi ver con acierto, Ferreira da Cunha, Paulo, “El derecho natural. Historia e Ideología”, en Rabbi-Baldi Cabanillas (coord.), nota 2, pp. 61-62 sugiere relativizar la tensa distinción trazada (entre otros por Villey) entre las tradiciones “moderna” y “clásica” del derecho natural. 77

Cfr, respectivamente, Sófocles, Antígona, en Tragedias (introducción de José S. Lasso de la Vega, traducción y notas de A. Alamillo), Gredos, Madrid, 3° reimp., 1981, 449-459 y Cicerón, Las Leyes (traducción e introducción por A. D‟ Ors), Instituto de Estudios Políticos, Madrid, 1970, 1, 17, 46, p. 123. 78

Kaufmann, Arthur, “El renacimiento del derecho natural de la posguerra y lo que fue de él” (del alemán por A. Guardia Clausi), en Rabbi-Baldi Cabanillas (coord.), Las razones…, cit. nota 2, p. 357. 79

Cfr en relación con los ordenamientos jurídicos, los supuestos que en mi Teoría del Derecho, ob. cit. nota 2, pp. 181-185, he denominado como “ejemplos de codificación ecléctica”, tal el caso de, entre otros, los códigos de Austria; Argentina y, más tarde, Suiza. En cuanto a los ensayos téoricos, son clásicos y bien conocidos los de Ihering; Geny o el citado Kantarowicz, entre otros.

Page 85: Director - Universidad Católica de Salta · Jurídicas de la Universidad Católica de Salta, es un viejo anhelo de esta comunidad jurídica universitaria. Las posibilidades que nos

85

y a su correcta aplicación, no parece que tenga actualmente ni un solo partidario.

La distancia entre la generalidad de la ley y la situación jurídica concreta que

plantea cada caso particular es esencialmente insuperable. Al parecer ni siquiera

bastaría con pensar, en una dogmática ideal, que la fuerza productora del

derecho inherente al caso particular está predeterminada lógicamente, en el

sentido de que cabría imaginar una dogmática que contuviese al menos en

potencia todas las verdades jurídicas en un sistema coherente. La sola „idea‟ de

tal dogmática completa parece absurda, y eso sin tener en cuenta que de hecho

la capacidad creadora de derecho de cada caso está constantemente

preparando la base a nuevas codificaciones”80.

Es seguro que esta frase no concita la adhesión de todos lo teóricos81

pero, sospecho, sí, del grueso (si no de todos) los prácticos. Los recientes casos

jurisprudenciales sobre graves delitos contra los derechos humanos en Alemania

y la Argentina a los que me referiré más abajo parecen abrirse paso en ese

sentido.

II. La positivización de los derechos humanos como modo de evitar la polémica

El persistente deseo de evitar el debate “derecho natural-iuspositivismo”

que, preciso es puntualizarlo, aparentemente sólo preocuparía al positivismo

(algo que, de suyo, invitar a la reflexión82), parece haber encontrado un refugio

seguro en la ostensible positivización de los “derechos humanos”. Acaso el

ejemplo más significativo de esta posición sea Norberto Bobbio, quien sin ningún

80

Gadamer, Hans Georg, Verdad y método, Fundamentos de una hermenéutica filosófica (del alemán por A. Aparicio y R. de Agapito), Sígueme, Salamanca, 6°, p. 613 (el énfasis se ha añadido). 81

Paradigmáticamente a favor: Atienza, Manuel/Ruiz Manero, Juan, “Dejemos atrás el positivismo jurídico”, en Ramos Pascua, J. A y Rodilla González, M. A., El positivismo jurídico a exámen. Estudios en homenaje a José Delgado Pinto, Universidad, Salmanca, 1996. En contra, Bulygin, Eugenio, “Mi filosofía del derecho”, discurso de investidura como doctor honoris causa, Universidad de Alicante, 30/5/08 (wwww.ua.es). 82

Cfr, a ese respecto, Farrell, Martín D., “¿Discusión entre el derecho natural y el positivismo jurídico?”, Doxa, 21-II, Alicante, 1998, pp. 121-128, y Squella, Agustín, “¿Por qué se vuelve a hablar de derecho natural?”, Anuario de Filosofia Jurídico y Social, 17, Abeledo Perrot, Buenos Aires, 1997, pp. 201-219. Crítico de éste último, Orrego Sánchez, Cristóbal, “¿Podría no hablarse de derecho natural alguna vez? Réplica al profesor Squella”, en, del mismo autor, Analítica del derecho justo. La crisis del positivismo jurídico y la crítica del derecho natural, UNAM, México, 2005, pp. 99-140.

Page 86: Director - Universidad Católica de Salta · Jurídicas de la Universidad Católica de Salta, es un viejo anhelo de esta comunidad jurídica universitaria. Las posibilidades que nos

86

eufemismo llamó a dejar de lado todo intento de fundamentación de dichos

derechos para, en todo caso, aunar fuerzas en torno de su efectiva concreción

histórica83.

La postura del profesor de Turín mereció justos reproches. En primer

lugar, como fue puntualizado por Hervada, dicha posición contradice el sentido

semántico de los textos internacionales (y también de los nacionales) de

protección de los derechos humanos, los que, paradigmáticamente, señalan que

éstos son “inherentes”; “esenciales”; “inalienables” o “intrínsecos” a las personas,

esto es, que no son una concesión graciosa del poder público, sino que éste

último, atento reconocer su carácter de naturales (pues no otra cosa entrañan las

afirmaciones recién mencionadas), por tal motivo los incluye dentro del sistema

jurídico84. Y, en segundo término, como fue señalado por Robles85 –en directa

respuesta a Bobbio-, resulta inadmisible que, precisamente un teórico del

derecho como el profesor turines soslaye la necesidad de fundamentar aquello

que se postula como un artículo de primera necesidad. La crítica del autor

español es difícilmente rebatible: “el fundamento de los derechos humanos

constituye realmente un problema, y además un problema que no podemos

eludir. Y esto por varias razones. La primera, porque es absurdo defender unos

valores y no saber por qué. La segunda, porque dicho porqué o fundamento

delimita el contenido concreto, en una u otra dirección, de los derechos

humanos. La tercera, porque resulta francamente ridículo e inaceptable que

nosotros, los teóricos, presentemos teorías sobre los derechos sin

fundamentarlas. Y, por último, la cuarta, porque para llevar a la práctica dichos

derechos es preciso, por lo menos, tener ideas claras. A la primera la

83

Bobbio, Norberto, “Sobre el fundamento de los derechos del hombre”, en él mismo, El Problema de la guerra y las vías de la paz, Barcelona, 1982, passim. 84

Cfr Hervada, “Problemas que una nota esencial de los derechos humanos plantea a la filosofía del derecho”, Persona y Derecho, Pamplona, IX, 1982. Entre otros ejemplos, repárese, en el Siglo XX, en la Declaración Universal de los Derechos Humanos (“dignidad intrínseca” y “derechos inalienables”); en la Convención Americana de Derechos Humanos, (“derechos esenciales”) y, en el Siglo XVIII, en la Declaración del Buen Pueblo de Virginia (“derechos inherentes”) y en la Declaración de Derechos del Hombre y del Ciudadano (“derechos naturales, inalienables y sagrados”). A propósito de un enfoque semejante en la Corte Suprema, cfr mi estudio, “Los derechos humanos como derechos anteriores o preexistentes: un examen a partir de la jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia de la Nación”, El Derecho, Buenos Aires, 175-816. 85

Robles, Gregorio, Los derechos fundamentales y la ética en la sociedad actual, Civitas, Madrid, 1992, pp. 11 ss.

Page 87: Director - Universidad Católica de Salta · Jurídicas de la Universidad Católica de Salta, es un viejo anhelo de esta comunidad jurídica universitaria. Las posibilidades que nos

87

llamaremos razón ética, a la segunda la razón lógica, a la tercera la razón teórica

y a la cuarta la razón pragmática”86.

Acaso por la contundencia de las críticas expuestas, la tesis bobbiana no

parece haber tenido mayor predicamento. Ella, sin embargo, deja entrever algo

no menor: existen derechos fundamentales, esto es, inherentes, esenciales,

inalienables o intrínsecos a las personas que las sociedades deben resguardar.

Si bien la comunidad internacional puede, por hipótesis, soslayar su

fundamentación, ¿no entraña esto último, por más que no se lo quiera admitir –y

esa tal vez sea la intención de Bobbio87- una resonante “victoria” del

iusnaturalismo que “vuelve” por sus fueros a los ordenamientos jurídicos,

precisamente para recordarnos aquellos principios o criterios que vale la pena

defender, esto es, que marcan la diferencia entre un orden jurídico justo y otro

que no lo es?

III. La positivización de los derechos humanos como “victoria” del iusnaturalismo

La pregunta-proposición recién expuesta parece haber tenido cierto eco

en la comunidad científica, a la que se le hace difícil desconocer la evidente

semántica iusnaturalista de los textos internacionales y nacionales de protección

de los derechos humanos. Empero, ello no supone abrir las puertas de par en

par al “derecho suprapositivo que ejecuta lo justo caso a caso” pues ello

supondría que “pierde su medida”88, esto es, que se ha caído en la indeseada

inseguridad jurídica. Una vez más, pues, el límite es el derecho “positivo”

plasmado por los señalados textos internacionales y nacionales de protección de

los derechos humanos, aunque las diferencias con Bobbio son netas. En efecto;

mientras en éste último el recurso a esos documentos se impone por la

trascendencia de los derechos que consagra, en la doctrina que a continuación

citaré la apelación a aquellos es debida, además, a una trascendencia

86

Ibid., p. 12 (el énfasis corresponde al original). 87

Digo tal vez porque, como es sabido, Bobbio en Giusnaturalismo e positivismo giuridico, Di Comunitá, Milano, 1977, pp. 12-13, afirma que es posible ser positivista desde el punto de vista de la ciencia del derecho e iusnaturalista desde el de la ideología. 88

Hassemer, Winfried, “Derecho natural en el derecho constitucional” (del alemán por J. Brague Camazano), Anuario Iberoamericano de Justicia Constitucional, 7, 2003, p. 288.

Page 88: Director - Universidad Católica de Salta · Jurídicas de la Universidad Católica de Salta, es un viejo anhelo de esta comunidad jurídica universitaria. Las posibilidades que nos

88

fundamentada en un origen que ya no se esconde, sino que se explicita, más

allá de la adhesión personal (o no) a esa tesis por parte de quienes la formulan:

el carácter iusnaturalista de los textos en cuestión.

Al respecto, me serviré de la opinión de tres distinguidos académicos del

ámbito penal y civil, quienes, coincidentemente, intervinieron como jueces de la

más alta instancia de sus respectivos países en los trascendentes casos

aludidos más arriba: Winfried Hassemer; Eugenio Zaffaroni y Ricardo

Lorenzzetti.

1. El profesor alemán –también catedrático de Filosofía del Derecho- se

ha ocupado del asunto a partir de la exégesis de la famosa “fórmula de

Radbruch” que Alexy ha sintetizado bajo la proposición “la injusticia extrema no

es derecho”89. Hassemer reconoce que “la fórmula radbruchiana ha aflojado las

cadenas del positivismo legal” y “ha hecho posible un lenguaje en el que (…)

cabe preguntarse si no hay parámetros conforme a los cuales puede hablarse –

con bendición científica- de leyes injustas”. De esta manera, añade, “no puede

haber ninguna duda” de que con la fórmula “se argumenta antipositivistamente” y

“se construye” en una clave de derecho natural, horizonte bajo el cual “ha hecho

su carrera”90. Con todo, el autor es categórico en cuanto a que “defiendo la tesis

de que el recurso fundamentado a esta fórmula ya no es hoy conveniente”, por

“los desarrollos que se han producido en nuestro círculo cultural desde el artículo

de Radbruch de 1946 en el Derecho internacional, en el Derecho constitucional y

en el derecho penal”91. Dichos desarrollos se ciñen a la referida positivación de

las normas protectorias de los derechos humanos, de modo que, para

Hassemer, tal es la respuesta brindada, a propósito de los casos sobre los

“guardianes del muro” por parte de los tribunales intervinientes92. Entre otros, la

sentencia del Tribunal Constitucional Federal “de forma clara ha determinado

89

Alexy, Robert, “Una defensa de la fórmula de Radbruch”, en Vigo, Rodolfo, La injusticia extrema no es derecho. De Radbruch a Alexy, La Ley, Buenos Aires, 2004, esp. p. 229. 90

Hassemer, nota 16, pp. 287 y 289. 91

Ibid., p. 290. 92

Las principales sentencias de este proceso pueden leerse, en castellano, en la obra citada en la nota 17. En cuanto al debate que ésta suscitó, en dicho volumen se encuentra, además del trabajo de Alexy más arriba mencionado, el de Sodero, Eduardo, “Reflexiones filosóficas sobre el caso de los Guardianes del Muro”, pp. 289-326. Cfr, asimismo, la bibliografía citada por Hassemer en la nota 6 del estudio que aquí se comenta.

Page 89: Director - Universidad Católica de Salta · Jurídicas de la Universidad Católica de Salta, es un viejo anhelo de esta comunidad jurídica universitaria. Las posibilidades que nos

89

que no se necesita recurso a principios jurídicos suprapositivos, sino que basta

partir de las valoraciones que la propia República Democrática Alemana ha

expresado en sus preceptos penales”93. ¿De qué preceptos se trata?. Hassemer

responde: “si se aceptan las Convenciones internacionales para la protección de

los derechos humanos de que era parte la República Democrática Alemana, se

muestra algo así como una tabla de un moderno „Derecho natural positivizado‟:

un paraguas normativo amplio, en algunos puntos incluso abundante, sobre los

derechos humanos que han sido lesionados por los tiros, las minas y el dejar

desangrarse a las víctimas en la frontera de la República Democrática

Alemana”94.

La cita es rotunda: los documentos que Bobbio aspira a ver concretados

en la práctica debido a una relevancia que, sin embargo, evita desentrañar,

Hassemer la devela sin más: ellos son “derecho natural positivizado”.

2. El razonamiento de los jueces Zaffaroni y Lorenzzetti en la causa

“Simón”95, a propósito de la trascendente disputa en torno de la

constitucionalidad de las denominadas leyes de “obediencia debida” y “punto

final” dictadas en la República Argentina en 1987, se articula de manera muy

semejante al trabajo recién citado de Hassemer. En relación con el debate que

tuvo lugar en el Congreso Federal en torno de la declaración de nulidad de

dichas normas, expresan “que no han faltado apelaciones abiertas al derecho

natural”96. De ahí que “la invocación de fuentes jurídicas supralegales siempre

obliga a volver la vista al drama alemán de la posguerra y muy especialmente al

debate que en su tiempo se generó”97. Dicho debate, añade, que refleja “el

estado espiritual de la ciencia jurídica alemana” de ese entonces, estuvo

marcado “en gran medida” por “la polémica sobre la llamada „vuelta‟ o „giro‟ de

Gustav Radbruch expresado en [el] breve artículo de 1946”98, al que ya se había

referido Hassemer. Al igual que éste último, ambos jueces expresan cierto recelo

respecto de la apelación a un “derecho supralegal”, ya que su “invocación para

desconocer límites de legalidad siempre es peligrosa, pues todo depende de

93

Hassemer, nota 16, p. 291. 94

Ibid., p. 292 (el énfasis se ha añadido). 95

CSJN, Fallos: 328:2056 (14/06/2005). 96

Ibid, voto del juez Zaffaroni, consid. 25, primer párrafo. 97

Ibid., consid. 25, tercer párrafo. 98

Ibid., consid. 25, cuarto párrafo.

Page 90: Director - Universidad Católica de Salta · Jurídicas de la Universidad Católica de Salta, es un viejo anhelo de esta comunidad jurídica universitaria. Las posibilidades que nos

90

quién establezca lo que es o se pretende natural”99. De cualquier modo, como

Hassemer, consideran que “cabe advertir que media una notoria diferencia entre

el momento en que este debate tuvo lugar y el presente”100, la que viene dada

por la expansión del sistema internacional y por la consolidación del sistema

nacional de protección de los derechos humanos. Así, ya “no es necesario

perderse en las alturas de la supralegalidad, cuando el derecho internacional de

los derechos humanos, que forma un plexo único con el derecho nacional,

confirmado por el inc. 22 del art. 75 de la Constitución Nacional, hace ineficaces

las leyes” en cuestión101. De ahí que, concluye, “este último fenómeno de

positivización de los derechos humanos en el derecho internacional, como

reaseguro de sus positivizaciones nacionales, es lo que hizo perder buena parte

del sentido práctico al clásico debate entre iusnaturalismo y iuspositivismo…”102.

La afirmación recién citada, como la referencia hassemeriana

anteriormente citada, es igualmente concluyente: los documentos que Bobbio

pide llevar a la práctica son consecuencia del debate iusnaturalismo-

iuspositivismo, de modo que su positivización es el resultado concreto de tal

disputa o, mejor, de la necesidad “de poner límites al poder estatal desde lo

supralegal…”103.

IV. La positivización de los derechos humanos como restauración del legalismo iusnaturalista “moderno”

Al final del punto II, a propósito de la tesis de Bobbio, había planteado en

tono de pregunta, si ella no representaba una victoria “implícita” del

99

Ibid., consid. 25, primer párrafo. El juez Lorenzzetti expresa: “la invocación de un derecho supra legal para desconocer límites de legalidad no permtie aventar los riesgos que la experiencia histórica ha revelado, ya que hay numerosas versiones del derecho natural” (consid. 18, 2° párr.). 100

Ibid., voto del juez Zaffaroni, consid. 25, sexto párrafo y voto del juez Lorenzzetti, consid. 18, párr. 3°. 101

Ibid., voto del juez Zaffaroni, consid. 25, octavo párrafo. El juez Lorenzzetti, consid. 28, párr. 6°, señala: “…el derecho natural, el que no es necesario invocar, por las razones ya apuntadas (…) ya que el derecho internacional de los derechos humanos, que forma un plexo único con el derecho nacional, confirmado por el inc. 22 del art. 75 de la Constitución Nacional, hace ineficaces las leyes que la ley 25.779 declara nulas”. 102

Ibid., voto del juez Zaffaroni, consid. 25, séptimo párrafo y voto del juez Lorenzzetti, consid. 18, párr. 4°. 103

Ibid., voto del juez Zaffaroni, consid. 25, loc. cit. y voto del juez Lorenzzetti, consid. 18, loc. cit.

Page 91: Director - Universidad Católica de Salta · Jurídicas de la Universidad Católica de Salta, es un viejo anhelo de esta comunidad jurídica universitaria. Las posibilidades que nos

91

iusnaturalismo. Con lo dicho en III pareciera que se está ante un triunfo

“explícito” de esta corriente.

Sin embargo, conviene precisar que el referido proceso más bien señala

la consolidación de una perspectiva legalista del derecho tal y como es dable

advertir de las citadas palabras de Hassemer de que tal positivización entraña

“algo así como una tabla de un moderno „derecho natural positivizado‟”.

Desde luego, estoy pronto a conceder que se trata de un legalismo

diverso del de la tradición positivista decimonónica. Hoy por hoy, ya no son más

de recibo expresiones como las de Berghom o Kelsen para quienes,

respectivamente, “la ley más infame debe ser reconocida como obligatoria con

tal que desde el punto de vista formal se haya dictado correctamente”, y

“cualquier contenido puede ser derecho”104.

De ahí que se está ante un “legalismo iusnaturalista”, ya que, si bien se

mira, lo descrito remite al ideario codificador de la teoría “moderna” del derecho

natural, el cual se ve coronado en los textos nacionales de protección de los

derechos humanos de los siglos XVIII y XIX, y que llevó a Hegel a afirmar –

respecto de la declaración francesa, pero su proposición es válida para todo ese

movimiento de ideas- de que aquella testimonia el “momento en que los filósofos

se hacen legisladores”105. Y eso es lo que también transmiten –al cabo de los

descalabros del siglo XX que los citados votos de Zaffaroni y Lorenzzetti

describen parcialmente- las versiones internacionales y nacionales de esos

documentos de esa centuria.

Vistas las cosas desde la perspectiva de la teoría de las fuentes del

derecho, con la positivización bajo examen se continúa con el modelo unitario

(por oposición al pluralismo típico del iusnaturalismo “clásico” al que se aludirá

en seguida y, por tanto, de la citada tradición del ius commune) del legalismo

decimonónico, pero con la importante salvedad de que como el supuesto de la

lex corrupta (esto es, de un legislador irracional y manifestamente injusto) ya no

es un mero supuesto téorico106, su contenido no puede permanecer disponible

para quienes crean las leyes: se está ante un unitarismo de base iusnaturalista.

104

Tomo las referencias de mi Teoría del Derecho, cit. en nota 2, p. 97, nota 8. 105

Hegel, G.W.F., Vorlesungen über die Philosophie der Geschichte, Fromman, Stuttgart, 1961, p. 556. 106

Sumamente ilustrativo al respecto es la reflexión de Kaufmann, cit. nota 7, pp. 360-361

Page 92: Director - Universidad Católica de Salta · Jurídicas de la Universidad Católica de Salta, es un viejo anhelo de esta comunidad jurídica universitaria. Las posibilidades que nos

92

V. ¿”Victoria” o “derrota” definitivas del iusnaturalismo?

Las consideraciones precedentes parecerían preanunciar una rotunda

victoria del iusnaturalismo. Sin embargo, eso sería precipitado y, en todo caso,

no contemplaría la riqueza de esta perspectiva teórica. Conviene, pues, ir por

partes.

Por de pronto, obsérvense los siguientes tópicos: la ablación del clítoris;

la lapidación de mujeres adúlteras; las desigualdades hereditarias o en punto a

la tenencia de hijos de padres divorciados; el tratamiento carcelario dispensado a

personas y grupos; el status del no nacido anencefálico o del nasciturus, por no

citar sino algunos ejemplos: ¿no plantean cuestiones intensamente disputadas

en países que suscribrieron los referidos textos internacionales de protección de

los derechos humanos? ¿solucionan, entonces, tales textos, los problemas

recién planteados o muchos otros que el lector conoce de sobra? La respuesta

negativa se impone.

La pretensión contraria fue la ingenuidad de la teoría “moderna” del

derecho natural que colapsó, inexorablemente, en el legalismo positivista y ello

acaso sella la derrota definitiva de ambas perspectivas.

Es que, si se observa con atención, el iusnaturalismo racionalista quedó

inerme ante, para decirlo con Dworkin, la resolución de “casos difíciles” o, como

puntualiza Atienza, “casos trágicos”, esto es, asuntos en que se invocaban,

competitivamente, derechos de primer orden y respecto de los cuales los textos

positivizados de ordinario no suministran alternativa alguna107. ¿Cuál debía

primar y por qué?.

Las cosas, por supuesto, no fueron distintas para el positivismo legalista

aunque, a diferencia de la teoría precedente, aquél nunca había ambicionado

dotar de una respuesta pertinente a todas las situaciones de la vida. Antes bien;

siempre había reconocido que el discrecionalismo es la inexorable salida ante

esos casos “difíciles” o “trágicos”.

107

Cfr, respectivamente, Dworkin, Ronald, Taking rights seriously, Duckworth, London, 1977, esp. pp. 14-130 y Atienza, Manuel, “Sobre lo razonable en el derecho”, Revista Española de Derecho Constitucional, 9, 27, 1989, pp. 93-110.

Page 93: Director - Universidad Católica de Salta · Jurídicas de la Universidad Católica de Salta, es un viejo anhelo de esta comunidad jurídica universitaria. Las posibilidades que nos

93

Al respecto, tal vez la única diferencia entre los “viejos” y los “nuevos”

positivistas haya sido -si se sigue la opinión de Hart-, que los primeros

infravaloraron la “importancia” de la discrecionalidad. Empero, el actual

reconocimiento de tal relevancia en modo alguno salva su existencia pues “los

poderes de creación jurídica de los jueces requeridos para regular esos casos

[difíciles] a medida que aparece son diferentes de los poderes del legislador:

desde el momento en que tales poderes son ejercidos sólo para disponer sobre

un caso particular, el juez no puede usarlos para proponer códigos o reformas de

largo alcance”. Como se advierte, se trata, en la mejor de las hipótesis, de un

empleo acotado de la discrecionalidad, pero no de su ausencia. Es más; el obrar

del juez prácticamente no reconoce ningún parámetro objetivo pues Hart sólo se

ciñe a indicarle que no actúe “arbitrariamente”, sino de conformidad con “razones

generales”, tal y como actuaría “un legislador consciente”, aunque –advierte-,

ello supone decidir “según sus propias creencias y valores”, los que pueden

diferir de otros jueces ante situaciones similares108.

Sea, pues, que se esté ante la imposibilidad de adoptar una decisión

(como en el caso del iusnaturalismo racionalista); sea que se trate de una

pluralidad indiferenciada de decisiones (como en los supuestos del positivismo

legalista, “viejo” y “nuevo”), parece claro que la idea de justicia material -que es

la que está detrás de los referidos textos protecctorios de los derechos humanos-

queda a la deriva.

VI. La respuesta del iusnaturalismo clásico: positivización prima facie; sistema abierto y pluralismo en las fuentes del derecho

Creer que el iusnaturalismo se reduce a la escuela “moderna” o aceptar

la versión “clásica” pero leerla con ojos racionalistas fue siempre una tentación

positivista, ya para dejar atrás el tan trajinado debate entre esas escuelas; ya, en

algunos casos (por lo demás, no tan infrecuentes), por indisimulable ignorancia.

Sin embargo, esta actitud ya no es posible, cuanto menos, desde la formidable

tarea de “rehabilitación” de sus postulados y autores centrales a partir de

108 Hart, Herbert L. A., “El nuevo desafío al positivismo jurídico” (del inglés por L. Hierro,

F. Laporta y J. R. Páramo), Sistema, 36, Madrid, 1980, pp. 8-9.

Page 94: Director - Universidad Católica de Salta · Jurídicas de la Universidad Católica de Salta, es un viejo anhelo de esta comunidad jurídica universitaria. Las posibilidades que nos

94

1945109. Dicha tradición, desde las ya citadas obras de Sófocles y Aristóteles,

pasando por la labor de los jurisperitos romanos y medioevales y, con matices,

muchos de los autores modernos, siempre tuvo como inexorable que los textos

son sólo un punto de partida y que la positivización es siempre una labor

inconclusa. Y ello no por un capricho o a raíz de la renuncia al empleo de la

razón, sino, simplemente, por reconocer la riqueza de la naturaleza de las cosas

y la complejidad de la naturaleza humana, aspectos éstos que no siempre

permiten una lineal resolución de las diversas alternativas de la vida social. Es

que, por mucho que la razón se afane por desarrollar una “metodología”, esto es,

una sistematización de las conductas humanas, este esfuerzo es incapaz de dar

acaba cuenta del ser del hombre. Tales afanes, si bien mostraron a partir de los

trabajos del iusnaturalismo racionalista -prolongados, más tarde por el

positivismo legalista (piénsese en los desarrollos de las escuelas de la

“Exégesis” en Francia y de los “Conceptos” en Alemania)-, un sofisticado

desarrollo de la razón teórica, paralelamente evidenciaron una inquietante

ausencia de la razón práctica, la cual, como escribe Gadamer, fue

“deslegitimada”110, es decir, perdió el carácter “científico” en el estrecho sentido

exigido por el positivismo para gozar de tal estatuto.

Por el contrario, el empleo de la razón práctica a través de la

emblemáticas figuras greco-romanas del phronibus y del jurisprudente no solo

evitó varado ante los complejos asuntos de la vida y entregarse al peligroso

recurso a la discrecionalidad, sino que dotó a su proceder de un inequívoco

carácter científico, en tanto que sede de un obrar moral o virtuoso –el “agere” de

los romanos y no, meramente, el “facere” del conocimiento técnico o poiético-,

defendible a través de argumentos dotados de intrínseca plausibilidad. De ahí

que la razón práctica no sea un concepto “redundante”, como lo calificó

displicentemente Christian Wolff o “autocontradictoria”, como escribieron, más

tarde, Kelsen o Ross, sino una dimensión plena de sentido que se “legitima” en

el esforzado trabajo de ponderación de cada caso, a partir de considerar las

exigencias universales de la persona (que el racionalismo y el positivismo, al

positivizarlas, las creyeron pétreas y concluidas) para, recién desde ahí y en

109

La palabra “rehabilitación” es debida a una famosa obra coordinada por Martin Riedel, Zur Rehabilitirung der praktischen Philosophie, Freiburg, 1972, dedicada al estudio de este tópico. 110

Gadamer, nota 9, p. 647.

Page 95: Director - Universidad Católica de Salta · Jurídicas de la Universidad Católica de Salta, es un viejo anhelo de esta comunidad jurídica universitaria. Las posibilidades que nos

95

diálogo con las particularidades de la vida, arribar a la justicia material concreta,

esto es, al ius suum de cada quien111. Hay, pues, una construcción prudencial

del derecho concreto basada en un rico contenido de razones que, pienso, dista

mucho de una simple aplicación legal lógico-deductiva y, menos, un mero

discrecionalismo. En palabras de Gadamer, “aquí lo particular concreto” (el caso

bajo análisis) “aparece como (…) un momento siempre determinante del

contenido de lo general” (los bienes básicos que se procura defender)112.

Esta modo de trabajo no entraña tener siempre una única respuesta

posible porque, como ya escribió Aristóteles, la realidad de la vida es

“irregular”113. Sin embargo, como precisa agudamente D‟ Agostino, “la

inagotabilidad de sentido que se ofrece en la interpretación” entraña que “un

sentido inagotable es un sentido que, lejos de no tener valor, tiene un valor

inagotable”114. De ahí que si la realidad de la vida es difícil de comprender en su

totalidad (y esto también vale, como es claro, para los textos normativos), es no

obstante posible, a través de dicho esfuerzo constructivo y, a la vez, crítico,

arribar a variadas respuestas (en el sentido de razonables, legales y justas)115. Y

esto, desde la perspectiva de las fuentes del derecho, genera un sistema

“abierto” porque aquéllas son plurales. La positivización es, entonces, siempre

provisoria.

VII. Iusnaturalismo clásico y praxis humana: la búsqueda de la justicia posible

111

Sobre toda esta cuestión –incluidas las referencias de los autores citados- me he ocupado extensamente en los siguientes trabajos: “El derecho como saber práctico y los derechos humanos como su última ratio”, en Rabbi-Baldi Cabanillas (coord.), Los derechos individuales ante el interés general. Análisis de casos jurisprudenciales relevantes, Ábaco, Buenos Aires, 1998, pp. 15-54 y “El derecho natural como núcleo de la realidad jurídica”, en Rabbi-Baldi Cabanillas (coord.), Las razones…, cit. nota 2, pp. 197-220. 112

Gadamer, nota 9, p. 648. 113

Aristóteles, Ética a Nicómaco, 1137 b 15-25. 114

D‟ Agostino, Francesco, “Hermenéutica y derecho natural” (del italiano por Dora Pentimalli), en Rabbi-Baldi Cabanillas (coord.), Las razones…, cit. nota 2, pp. 352-353. 115

Un planteamiento contrario, aún dentro de la tradición hermenéutica en la que se formulan estas expresiones, es el de Streck, Lenio Luiz, Verdade e consenso. Constituicao, Hermeneutica e Teorias Discursivas. Da possibilidade a necessidade de respostas correctas em Direito, Lumen Iuris, Rio de Janeiro, 2009, esp. caps, 8, 10, 11 y 12.

Page 96: Director - Universidad Católica de Salta · Jurídicas de la Universidad Católica de Salta, es un viejo anhelo de esta comunidad jurídica universitaria. Las posibilidades que nos

96

La tarea “legitimadora” de la razón práctica es especialmente visible,

dentro del amplio radio de las ciencias del “espíritu” o “morales”, en el campo del

derecho. Los recientes casos jurisprudenciales sobre graves delitos de lesa

humanidad juzgados en la Argentina y en la República Federal de Alemania

ilustran con claridad (y también, dramáticamente, pues se trata de casos

“difíciles” o “trágicos”) esta cuestión. Los temas controvertidos que se presentan

en esos expedientes son numerosos. En lo que sigue escogeré para el análisis

uno no menor: el alcance del principio de no retroactividad de la ley penal.

Aquí se advierte una dialéctica entre proposiciones de inocultable

raigambre iusnaturalista. En efecto; la regla “nulla poena sine praevia lege”

constituye una de las principales garantías procesales y sustanciales

pergeñadas a favor de las personas y debidas a la preocupación de los teóricos

de la “moderna” teoría del derecho natural. Desde entonces, se halla presente

tanto en los textos internacionales de protección de los derechos humanos,

como en los nacionales.

Pero, al mismo tiempo, también se halla en dichos documentos, y forma

parte de una tradición incluso más dilatada en el tiempo, la protección de la

persona frente a graves delitos. No otra cosa, es el “ius gentium” invocado por

ambas sentencias el cual, como escribe Gayo, su primer configurador histórico,

es “aquello que la razón natural estableció entre todos los hombres”116. Andando

el tiempo, y tras realizar un sutil cambio a dicha definición para, de tal modo,

crear hacia 1532 el derecho internacional público, Francisco de Vitoria escribió

que el derecho de gentes “es derecho natural o se deriva del derecho natural”117.

En la actualidad, la protección contra los delitos que cercenan el “ius gentium” se

estructura en torno de la figura del “ius cogens”, esto es, la observancia por parte

“de la comunidad internacional de Estados (…) de aquellas reglas generales de

derecho cuya inobservancia puede afectar la esencia misma del sistema

legal”118.

116

Gayo, Instituciones, I, 2, 1. 117

Vitoria, Francisco de, Relectio de Indis, CSIC, Madrid, 1987, p. 102. 118

CSJN, Fallos: 318:2148 (2/11/1995), voto de los jueces Nazareno y Moliné O Connor, citado por la mayoría en la mencionada causa “Arancibia Clavel”. La Constitución argentina recoge este precepto en su art. 102 actual 118-, incorporado en 1853: “…cuando [un delito] se cometa fuera de los límites de la Nación, contra el Derecho de Gentes, el Congreso determinará por una ley especial el lugar en que haya de seguirse el juicio”.

Page 97: Director - Universidad Católica de Salta · Jurídicas de la Universidad Católica de Salta, es un viejo anhelo de esta comunidad jurídica universitaria. Las posibilidades que nos

97

1. Alemania

El Tribunal Constitucional Federal Alemán, por unanimidad –y luego, el

Tribunal Europeo de Derechos Humanos- confirmó la decisión de las anteriores

instancias que habían condenado tanto a soldados que dieron muerte a

personas que procuraban huir de la entonces República Democrática de

Alemania con destino a Alemania Occidental, como a funcionarios superiores del

gobierno de aquél país.

En lo esencial, los acusados arguyeron que “el acto debería ser juzgado

según el derecho de la R.D.A. válido al momento del hecho”. De este modo,

“colisionaría con la prohibición de retroactividad el hecho de que la Corte

Suprema federal haya interpretado a posteriori la causa de justificación del art.

27 de la Ley de Fronteras [“el uso de armas de fuego está justificado para

impedir la inmediata perpetración o continuación de una infracción penal que

según las circunstancias se presenta como un crimen”] de un modo diferente a

como habría correspondido en la praxis estatal de la R.D.A. al momento del

hecho para así justificar la punibilidad. La apelación de la Corte Suprema Federal

a la llamada “fórmula de Radbruch” significaría en definitiva el recurso al

Derecho Natural supraordenado (este énfasis, como los siguientes, son añadidos

a fin de señalar los puntos de discordia en los argumentos de las partes y de los

tribunales), Ese recurso podría haber sido correcto para el no-Derecho

nacionalsocialista. Aquel „Unrechtssystem‟ no sería comparable en absoluto con

los sucesos en la R.D.A. que el sentir occidental valoraría como no-Derecho. La

interpretación de la causa de justificación asumida por la Corte Suprema Federal

se desentendería de la función de protección constitucional del art. 103, 2°

párrafo de la Ley Fundamental [“un acto sólo podrá ser penado si su punibilidad

estaba establecida por ley anterior a la comisión del acto”]”119. Abundando, se

señaló también que dicha causa de justificación no podía negarse con arreglo a

la existencia de “convenciones internacionales y tratados del derecho de

gentes”, entre otras razones porque algunos de dichos tratados no constituían,

en rigor, “derecho interno de la R.D.A.”120.

119

BverGE 95, 96, (24/10/1996), “Mauerschützen” (“Guardianes del Muro”), según la traducción de Eduardo R. Sodero, en Vigo, nota 18, p. 84. 120

Ibid., p. 88.

Page 98: Director - Universidad Católica de Salta · Jurídicas de la Universidad Católica de Salta, es un viejo anhelo de esta comunidad jurídica universitaria. Las posibilidades que nos

98

Las quejas no fueron admitidas. El tribunal estructuró su respuesta del

modo siguiente: a) la prohibición de retroactividad del Derecho Penal

garantizada por el art. 103, 2º párr. “es absoluta”; b) dicho precepto “también

exige que una causa de justificación legalmente reglada al cometerse el hecho

continúe aplicándose si ella hubiese sido suprimida al momento del proceso

penal”, bien que “para las causas de justificación no vale (…) la estricta „reserva

de la ley‟121; c) “el art. 103, 2º párr. es una expresión del principio del Estado de

Derecho”, pero este principio “también contiene como una de las ideas

conductoras de la Ley Fundamental la exigencia de justicia material”122; d) “el art.

103, 2º párr. tiene a la vista como caso típico que el acto sea cometida y juzgado

en el ámbito de aplicación del Derecho Penal sustancial de la República Federal

de Alemania modelado según la Ley Fundamental”123; e) “Por cierto que esta

situación jurídica, conforme a la cual la República Federal ha de ejercitar su

poder punitivo basándose en el Derecho de un estado que no hizo efectivos ni la

democracia, ni las división de poderes, ni los derechos humanos, puede conducir

a un conflicto entre las irrenunciables exigencias del Estado de Derecho

contenidas en la Ley Fundamental y la prohibición absoluta de irretroactividad

del art. 103, 2º párr.”, pues ésta última “encuentra su justificación constitucional

en el principio de confianza, que alcanza a las leyes penales, cuando ellas son

dictadas por un legislador democrático sujeto a los derechos fundamentales. Ese

especial principio de confianza desaparece cuando el otro Estado, aunque

establece tipos penales para el ámbito de los más graves injustos criminales, al

mismo tiempo ha excluido su punibilidad para ciertos sectores a través de

causas de justificación, exhortando precisamente –por encima de las normas

escritas- a esos injustos, encubriéndolos y menospreciando así de manera grave

los derechos humanos generalmente reconocidos por la comunidad

internacional. De este modo, el portador del poder estatal estableció una extrema

injusticia estatal que solo puede imponerse mientras exista de hecho el poder

estatal responsable de ella”; f) “En esta situación muy especial, el mandato de

justicia material (…) prohíbe la aplicación de una causa de justificación de este

121

Ibid., p. 92. 122

Ibid., p. 91. 123

Ibid., p. 92.

Page 99: Director - Universidad Católica de Salta · Jurídicas de la Universidad Católica de Salta, es un viejo anhelo de esta comunidad jurídica universitaria. Las posibilidades que nos

99

tipo. La estricta protección de la confianza a través del art. 103, 2º párr. debe

entonces retroceder”124.

2. Argentina

En la causa “Arancibia Clavel” la Corte Suprema de Justicia de la Nación,

tras señalar que la conducta incriminada, que tuvo lugar en 1974, constituye un

crimen de lesa humanidad y, en consecuencia, resulta imprescriptible, se planteó

-atento que la aprobación por parte de la Argentina de la “Convención sobre la

Imprescriptibilidad de los Crímenes de Guerra y de los Crímenes de lesa

humanidad” ocurrió en 1995 (siendo elevado el documento a jerarquía

constitucional en 2003)-, si la cuestión relativa a la aplicación de dicha regla “se

aplicaría al sub lite retroactivamente o si ello lesiona el principio nulla poena sine

lege”125.

Con sustento en el citado art. 118 de la Constitución, la mayoría del

Tribunal entiende que la mencionada convención “sólo afirma la

imprescriptibilidad, lo que importa el reconocimiento de una norma ya vigente

(ius cogens) en función del derecho internacional público de origen

consuetudinario” (consid. 26; énfasis añadido). Para la Corte, ello obedece a que

“la convención constituye la culminación de un largo proceso que comenzó en

los primeros años de la década de 1960 cuando la prescripción amenazaba con

convertirse en fuente de impunidad de los crímenes practicados durante la

segunda guerra mundial” (consid. 27), tal y como lo afirma el Preámbulo del

tratado y varias de sus disposiciones internas (confr., al respecto, consid. 26).

Desde esta perspectiva “así como es posible afirmar que la costumbre

internacional ya consideraba imprescriptibles los crímenes contra la humanidad

con anterioridad a la convención, también esta costumbre era materia común del

derecho internacional con anterioridad a la incorporación de la convención al

derecho interno” (consid. 29). Por ello, añade, “en el marco de esta evolución del

derecho internacional de los derechos humanos”, la Convención “ha

representado únicamente la cristalización de principios ya vigentes para nuestro

Estado Nacional como parte de la Comunidad Internacional” (consid. 32; énfasis

124

Ibid., p. 93. 125

CSJN, Fallos: 327:3294 (24/8/04).

Page 100: Director - Universidad Católica de Salta · Jurídicas de la Universidad Católica de Salta, es un viejo anhelo de esta comunidad jurídica universitaria. Las posibilidades que nos

100

añadido). De ahí que, en conclusión, “los hechos por los cuales se condenó a

Arancibia Clavel ya eran imprescriptibles para el derecho internacional al

momento de cometerse, con lo no se da una aplicación retroactiva de la

convención, sino que ésta ya era la regla por costumbre internacional vigente

desde la década del `60, a la cual adhería el Estado argentino” (consid. 33,

énfasis añadido).

La argumentación mayoritaria es diáfana: siguiendo a Alexy en su

interpretación de la fórmula de Radbruch, puede decirse que la convención bajo

examen, esto es, la “lex scripta”, no es sino la “afirmación” o “cristalización” de

una norma consuetudinaria ya vigente, esto es, de un “ius praevium”126. En este

contexto, es irrelevante que la convención haya sido aprobada por el estado

argentino en 1995, pues tal ley ya era, a título de costumbre, derecho. Es fácil

advertir, desde la perspectiva de las fuentes, el “pluralismo” normativo y, desde

una visión sistemática, la presencia de un ordenamiento “abierto” y, por tanto, de

una postivización prima facie, ya que en un sistema de tal índole, ésta última es,

de suyo, siempre inconclusa. Pero es también sencillo advertir la presencia de

un derecho natural (el “ius praevium” de Alexy) detrás de ese “lex scripta” que

era la convención citada bajo examen bajo el formato de una “regla por

costumbre internacional vigente desde la década del ‟60, la cual adhería el

Estado argentino”.

Si bien la mayoría omite efectuar una referencia expresa al derecho

natural, quienes no tuvieron mayor reparo en explicitarlo fueron los votos en

disidencia de esa sentencia. A juicio del juez Belluscio, no “se puede admitir que

en virtud del ius cogens la imprescriptibilidad de la acción penal por delitos de

lesa humanidad rigiera en la Argentina al tiempo de cometerse los hechos que

se pretende incriminar”, pues no cabe derivar tal conclusión de lo dispuesto por

el art. 118 en tanto “no resultaría posible acudir a principios indefinidos

supuestamente derivados del „derecho de gentes‟ pues al momento de la

comisión de los hechos faltaba la norma específica –por supuesto, que vinculara

a la República Argentina- que estableciera una determinada sanción…” (consid.

16, 1º párr.). Y añade: “la aplicación de los principios y normas del derecho de

gentes, entendido como todo aquello que constituye parte esencial de la

conciencia contemporánea y colectiva de los pueblos civilizados y, por vía de

126

Alexy, nota 18, p. 250.

Page 101: Director - Universidad Católica de Salta · Jurídicas de la Universidad Católica de Salta, es un viejo anhelo de esta comunidad jurídica universitaria. Las posibilidades que nos

101

ésta, la declaración de imprescriptibilidad de las penas correspondientes a

hechos anteriores al dictado de las normas nacionales mediante las cuales la

Argentina (…) se adhirió a él, equivaldría a regirse por un derecho natural,

suprapositivo, constituido por criterios de justicia no previstos en el derecho

vigente al tiempo de los hechos de cuyo juzgamiento se trata…” (consid. cit., 2º

párr.).

En mi opinión, y a pesar de las enfáticas palabras del juez Belluscio, ni la

mayoría ni la disidencia escapan de la tradición del derecho natural, bien que el

modo como los votos se articulan dejan traslucir diversas influencias. Así, tengo

para mí que la tradición “clásica” del derecho natural late en el voto mayoritario,

pues su razonamiento dista en grado sumo de ser meramente legalista

(característica común tanto al positivismo como al racionalisma iusnaturalista),

sino que se abre a un pluralismo de fuentes entre las que destaca la costumbre

internacional. Ahora bien: la referencia de la mayoría no se agota en cualquier

costumbre, sino que recurre al “ius cogens”, esto es, a ese conjunto de principios

moldeados por la comunidad internacional al cabo de procesos necesariamente

extensos y que revelan amplios debates y confluencias de preocupaciones que

tienen como norte salvaguardar “la esencia misma del sistema legal”. Si se

vuelve la mirada a Radbruch, podría traducirse el dictum recién expuesto como

la preocupación del profesor alemán por garantizar “la igualdad, que constituye

el núcleo de la justicia” o, en palabras de Alexy, el “ius praevium”.

Por su parte, las referencias de la disidencia se corresponden con la

tradición “moderna”. En efecto; las reglas de los textos nacionales e

internacionales defendidas en el voto (nulla poena sine lege y, por tanto, la

prohibición de aplicar normas ex post facto) testimonian, como se anticipó, la

positivización de los principios del derecho natural en su faceta racionalista, la

cual reclama una estricta aplicación al caso de especie siempre que se

configuren los supuestos previstos por la norma. Por eso, como escribieron los

jueces Belluscio y Levene en su disidencia en la causa “Priebke”, “muchos siglos

de sangre y dolor ha costado a la humanidad el reconocimiento de principios

como el nulla poena sine lege consagrado en el art. 18 de nuestra Constitución

para que pueda dejárselo a un lado mediante una construcción basada en un

derecho consuetudinario que no se evidencia como imperativo, y que (…)

implicaría marchar a contramano de la civilización, sujetando la protección de la

Page 102: Director - Universidad Católica de Salta · Jurídicas de la Universidad Católica de Salta, es un viejo anhelo de esta comunidad jurídica universitaria. Las posibilidades que nos

102

libertad personal de aquel cuya conducta no puede ser encuadrada en la ley

previa al arbitrio de una seudo interpretación que puede llevar a excesos

insospechados”127.

En este punto se advierte la plenitud de sentido que también trasunta la

disidencia (al igual que los recursos deducidos en el primer caso aquí expuesto),

más allá, claro está, de sus notorias diferencias con la mayoría, las que

comprenden, entre muchos argumentos, en cuanto aquí interesa, la diversa

manera de concretar el contenido iusnaturalista del voto (esto es, la distinta

defensa de ciertas garantías básicas de la persona); la simplificación de las

fuentes del derecho, al extremo de centralizarlas en torno de las leyes y, por

tanto, el carácter eminentemente “cerrado” del sistema jurídico.

VIII. Conclusiones provisionales

Si todas las respuestas aquí examinadas (la de los recurrentes en

“Guardianes” y la decisión del tribunal alemán; y la mayoría y la disidencia en la

corte argentina) testimonian la “victoria” de las tesis iusnaturalistas en algunas de

sus diversas manifestaciones históricas, ¿cuál de ellas es la mejor en términos

de “justicia material” que es lo que desde siempre ha importado a esta corriente

de pensamiento? ¿Cómo se compatibiliza, pues, la respuesta unánime en

“Guardianes del Muro” o de la mayoría en “Arancibia Clavel” con él principio

“nullum crime, nulla poena sine lege praevia”? Porque si no hay duda de que en

ambos casos se configuraron graves crímenes (por lo que hay un “no derecho”),

también es claro que, formalmente, hubo una causa de justificación en un caso y

una ausencia de tipo penal legalmente consagrado en el otro.

Mucho se ha escrito sobre las diversas técnicas de interpretación de los

derechos constitucionales en aras a lograr una respuesta satisfactoria a la

pregunta recién expuesta, por lo que aquí nada se dirá al respecto. Por el

contrario, el objetivo de estas líneas se ciñe a presentar las siguientes tesis

meramente provisionales:

a) la positivización de los derechos humanos, lejos de lo que muchos

creen o aspiran, no cierra ningún debate en torno del contenido y concreta

127

CSJN, Fallos: 318:2148, disidencia de los jueces Belluscio y Levene, consid. 8º.

Page 103: Director - Universidad Católica de Salta · Jurídicas de la Universidad Católica de Salta, es un viejo anhelo de esta comunidad jurídica universitaria. Las posibilidades que nos

103

dimensión de tales derechos. Obsérvese, en efecto, que si cabe esperar un

debate intenso entre tradiciones diversas (la ablación del clítoris, vista por ojos

occidentales, o por quienes pertenecen a comunidades donde tradicionalmente

aquélla se practica); no es menor el que se observa al interior de espacios con

valores en líneas generales comunes (como sucede con el caso del aborto, el

que es tensamente controvertido en Occidente);

b) desde luego, el debate no concluye sino que, antes bien, se actualiza

si, como escriben Zaffaroni y Lorenzzetti en su citado en voto en la causa

“Simón”, “el proceso de positivización (…) se revierte en el futuro”, por lo que

“nada garantiza” que ello nunca vaya a ocurrir de modo que, de producirse tal

circunstancia, el debate entre derecho natural e iuspositivismo que la

positivización había hecho perder “buena parte del sentido práctico”, renace

nuevamente o recupera su “importancia teórica” y “sus consecuencias

prácticas”128. A pesar de algunas ambivalencias, Hassemer se pronuncia de

manera semejante cuando, al final del trabajo ya citado, expone que “tampoco la

codificación más densa de los derechos humanos podrá hace supefluo este

mensaje de cualquier Derecho natural: que el derecho positivo siempre debe

quedar expuesto a una crítica desde la justicia”129.

En el ámbito occidental, la conclusión recién expuesta puede

ejemplificarse con la situación carcelaria y las garantías constitucionales de los

presos en Guantánamo y con el ya mencionado caso del aborto. En nuestras

comunidades se ha señalado de manera prácticamente unánime que el caso de

la cárcel norteamericana supuso una severa regresión en términos del resguardo

de los derechos humanos130 y es de celebrar que el recambio de autoridades en

los Estados Unidos haya modificado esa lamentable situación. Sin embargo, las

políticas en favor de la extensión del aborto prácticamente sin límite temporal

alguno (como es el supuesto denominado “partial birth abortion” en los Estados

Unidos) son intensamente debatidas respecto de si constituyen (como

personalmente lo creo) una regresión que pone entre paréntesis el derecho

128

CSJN, Fallos: 328:2056 (14/06/2005), voto del juez Zaffaroni, consid. 25, séptimo párrafo. 129

Hassemer, nota 16, p. 293 130

Cfr, por todos, Adeodato, Joao Mauricio, “El derecho como norma ética. Diferenciación y tolerancia en la Modernidad”, en Rabbi-Baldi Cabanillas (coord.), Las razones…, cit. nota 2, pp. 83-84.

Page 104: Director - Universidad Católica de Salta · Jurídicas de la Universidad Católica de Salta, es un viejo anhelo de esta comunidad jurídica universitaria. Las posibilidades que nos

104

básico a la vida del nasciturus, o si no lo es, sin que ello implique ignorar otros

supuestos en que (como también lo creo), la vida del nasciturus puede ceder

ante el peligro para la vida de la madre131;

c) dicho debate no puede ser otro que el de una “racionalidad crítica”,

para apropiarme de una expresión de Apel o Habermas. Es que ha sido

“racionalmente crítico” el proceso que desembocó en la positivización del

derecho natural, a partir del siglo XVIII en adelante, así debe ser el que de aquí

en más discierna nuevos “bienes básicos” o proteja los existentes, sea de las

regresiones consignadas en la letra “b”; sea de las habituales ponderaciones de

los derechos positivizados pero que “compiten” en la praxis de una “sociedad

abierta”.

Dicho de otro modo: ya no puede haber espacio para el simple recurso

positivista a la “discrecionalidad” y, menos, para un non liquet ahora de cuño

racionalista. La hora del siglo XXI exige un trabajo intelectual mancomunado en

torno del develamiento y garantía de los núcleos esenciales de los derechos de

las personas en las complejas situaciones en que éstas actúan. El racionalismo

ignoró la peculiaridad de ese proceso (Kant, en su Crítica de la capacidad de

juicio, como lo mostró Hegel y, luego, Gadamer, es acaso el ejemplo más

significativo de lo expuesto) y ese malentendido afectó irremediablemente al

positivismo. Ambos se refugiaron en los textos escritos y en la tranquilidad de

espíritu que proporciona su permanente positivización. Empero, ésta nunca fue

completa y, aún así, jamás pudo dar cuenta de la extrema riqueza y peculiaridad

del referido proceso en el que, como sintetiza el citado Gadamer, desde

Aristóteles, “la generalidad bajo la que se subsume una particularidad sigue

determinándose en virtud de ésta”132. No se trata, por cierto, de una labor

sencilla. Ambos elementos (exigencias básicas de las personas y situaciones de

la vida) deben ser traídos a consideración –como fue la propuesta de la razón

práctica- en un proceso ascendente y franco; una suerte de “espiral” (como ha

131

Mas detalles sobre este asunto, precisamente al hilo de la técnica de interpretación de los derechos constitucionales, en mi Teoría del Derecho, Ábaco, Buenos Aires, 2008, pp. 295-296. 132

Gadamer, nota 9, p. 648.

Page 105: Director - Universidad Católica de Salta · Jurídicas de la Universidad Católica de Salta, es un viejo anhelo de esta comunidad jurídica universitaria. Las posibilidades que nos

105

escrito luminosamente Hassemer133) argumentativo, nunca concluido y siempre

guiado por la idea general de una justicia concreta. En eso reside el desafío del

S. XXI aunque, en definitiva, ha sido el desafío de siempre. Y ahí está la única

“victoria” que interesa alcanzar.

Renato Rabbi-Baldi Cabanillas

133

La expresión “espiral hermenéutica”, como superación semántica (no conceptual) de la idea del “círculo hermenéutico” fue acuñada por Hassemer en su Tatbestand und Typus. Untersuchungen zur strafrechtlichen Hermeneutik, tal y como refiere Kaufmann, Arthur, “La espiral hermenéutica” en él mismo, Hermenéutica y Derecho (edición a cargo de A. Ollero y J. A. Santos), Comares, Granada, 2007, pp. 141-145.

Page 106: Director - Universidad Católica de Salta · Jurídicas de la Universidad Católica de Salta, es un viejo anhelo de esta comunidad jurídica universitaria. Las posibilidades que nos

106

Reseñas de libros

BREVE RESEÑA DEL LIBRO “LÍMITES A LAS REFORMAS CONSTITUCIONALES” (de Ignacio Colombo)

Teoría de las cláusulas pétreas, de Ignacio Colombo Murúa, editorial Astrea, Bs. As., año 2011.

Autor: Jorge Reinaldo Vanossi

El libro estudia pormenorizadamente la temática de los límites a las

reformas constitucionales y las profundas cuestiones teóricas vinculadas. Las

preguntas que surgen al respecto son diversas: ¿Pueden las normas

constitucionales positivas establecer límites infranqueables al poder? ¿Puede el

derecho modelar a la realidad? ¿Qué debe prevalecer, la soberanía del pueblo o

la soberanía de la ley? ¿Qué sucede en Constituciones que carecen de límites

positivos –como la argentina- y que permiten la reforma total de su articulado?

¿Todo es reformable? ¿Hay ciertos límites implícitos?, etc.

La cuestión es dilemática, ya que, por un lado, si se establecen

contenidos normativos infranqueables (por ejemplo, el sistema republicano en

las constituciones de Francia e Italia, el régimen federal en la de Brasil)

parecería resentirse gravemente el principio de soberanía del pueblo, pues se

estaría atando al soberano a una norma que nunca podría modificar (ni aún

reuniendo un consenso unánime). Pero, por otro lado, si se habilita la

modificación absoluta de las constituciones parecería afectarse el principio de

soberanía de la ley, pues la ley dependería exclusivamente de la voluntad

mayoritaria, y toda modificación, incluso aquellas que subviertan el orden

constitucional, debería ser aceptada. Esta compleja cuestión es abordada de

manera acabada en la presente obra.

Consecuentemente se replantean, desde una perspectiva novedosa, las

teorías del poder constituyente y de la reforma constitucional. Asimismo se

realiza un estudio de derecho comparado, analizando doctrina y jurisprudencia

nacional e internacional al respecto.

Page 107: Director - Universidad Católica de Salta · Jurídicas de la Universidad Católica de Salta, es un viejo anhelo de esta comunidad jurídica universitaria. Las posibilidades que nos

107

Marco teórico de la obra, de la constitución formal a la material Marcaremos en los próximos párrafos cuáles son las principales aporías

teóricas que se abordan en la obra.

Antes de la segunda guerra mundial estaban en boga las teorías

adjetivas de la democracia. La democracia era concebida de manera formal, es

decir, era un sistema que debía limitarse a fijar las reglas del juego para que se

pudieran tomar decisiones. Las constituciones, consecuentemente con esta idea,

debían reducirse a fijar carriles formales para que cualquier ideología, por

contradictoria que fuera, pudiera desplazarse por ellos. Cualquier contenido

querido por la voluntad democrática, reducida a la regla de la mayoría, debía

constitucionalizarse sin límite alguno.

La constitución de la república de Weimar fue una buen ejemplo del

paradigma de constitución formal, ella permitió sin reparos que una ideología

totalmente antidemocrática, como lo era la nacionalsocialista, llegara al poder

por mecanismos constitucionales y democráticos y luego, en el poder, sin violar

disposición constitucional alguna, fuera modificando el régimen de uno

democrático a uno autoritario. En la Alemania pre-nazi Goebbels había

proclamado que su partido tomaría el Parlamento: “para paralizar el espíritu de

Weimar con su propio apoyo. Si la democracia es lo suficientemente tonta como

para darnos dietas y transportes gratis, es cosa suya. ¡Venimos como enemigos!

Como el lobo sobre el rebaño de ovejas, así es como venimos”134. La

democracia no podía defenderse a sí misma, y había sido ella misma el germen

de su propia destrucción. Esto marcaba el auge del formalismo irrestricto.

La Constitución-procedimiento estaba padeciendo las consecuencias más

temidas de su implementación práctica. La doctrina jurídica empezó a buscar las

causas para la distorsión del régimen weimeriano. Mayoritariamente se tendió a

señalar que estas provinieron de ciertas características fundamentales del propio

ordenamiento constitucional Alemán. Así se acusó al texto de 1919 de un

relativismo positivista acompañado de un cierto “indiferentismo axiológico”, que

134

Citado por K. STERN, Derecho del Estado de la República Federal Alemana, CEC, Madrid,

1987. p. 385.

Page 108: Director - Universidad Católica de Salta · Jurídicas de la Universidad Católica de Salta, es un viejo anhelo de esta comunidad jurídica universitaria. Las posibilidades que nos

108

habría permitido el ascenso al poder del partido nacionalsocialista por la simple

regla de la mayoría.

Es interesante reparar en que la reacción al formalismo –que luego se

extendió a todo el constitucionalismo internacional- haya sido impulsada

principalmente por la misma doctrina alemana, y que tal reacción se haya

cristalizado en la Ley Fundamental de Bonn, norma constitucional alemana que

reemplazó a la de Weimar. Esta Ley Fundamental es plena de contenidos

axiológicos y pétreos. Este nuevo texto apareció impregnado de influencias

iusnaturalistas, que encontraron múltiples manifestaciones, entre otras, en la

proclamación de que la dignidad humana es “intangible” (art. 11), los derechos

humanos “inviolables e inalienables” (art. 12) y la consideración final de que son

irreformables de los principios contenidos en los artículos 1 y 20 (dignidad,

derechos, estructura federal, soberanía del pueblo). Incluso la doctrina alemana

fue aún más lejos, y desde ese momento comenzó a debatirse la posibilidad

(que luego fue puesta en práctica por los tribunales) de declarar

“inconstitucionales” a ciertos preceptos de la propia Constitución.

Los horrores del Reich llevaron a replantear la cuestión, los sistemas

constitucionales debían limitar al poder, debían evitar que ciertos principios

(como el republicano, la dignidad de la persona, la división de poderes, etc.)

pudieran ser subvertidos por reglas mayoritarias. Es así que la democracia y la

constitución se sustancializan, empiezan a tener contenidos fijos que en ningún

caso podrían ser modificados, así surgen las cláusulas intangibles, como

mecanismos normativos incluidos en las leyes fundamentales con la finalidad de

evitar su modificación. Si se entiende que la democracia tiene un importante

contenido material axiológico, parecerían más justificados los mecanismos de

defensa de tales valores frente a las opciones que pretendan subvertirlos,

aunque lo intenten a través de las mismas herramientas que el propio sistema

prevé.

No obstante la cuestión no se zanjó definitivamente, pues en las

sociedades actuales uno de los principios que se protege vuelve a formalizar el

sistema, es decir, a abrirlo, es que entre los valores que debe defender la

Page 109: Director - Universidad Católica de Salta · Jurídicas de la Universidad Católica de Salta, es un viejo anhelo de esta comunidad jurídica universitaria. Las posibilidades que nos

109

democracia está, casi paradojalmente, y en posición destacada, “la libertad y el

pluralismo político” y, siendo así, no puede más que concluirse que “las

constituciones democráticas han de conllevar un cierto grado de apertura frente

a las tendencias contrarias al orden constitucional vigente, siempre que las

mismas traten de conseguir sus objetivos procedimientos democráticos.

Soberanía de la ley vs. Soberanía del pueblo: Lo que late de fondo en esta discusión es el tema de la tensión entre el

principio de soberanía de la ley y el de soberanía del pueblo, una que privilegia

la decisión democrática de la mayoría, la otra que promueve el respeto irrestricto

a la ley, a la separación de poderes y a los ideales republicanos.

Y es que nuestra tesis hace insoslayable recorrer las líneas básicas de

esta polémica, pues las cláusulas pétreas se presentan como un límite insalvable

al legislador democrático al fundamentarse, al parecer, en una concepción de

supremacía del principio de legalidad por sobre el de soberanía popular.

Las normas intangibles no podrían ser reformuladas ni aún con el

consenso de la unanimidad de la población, con lo cual se estaría en una tensión

absoluta con los elementos democráticos presentes en el constitucionalismo

moderno.

Los ordenamientos actuales asientan su validez en los principios de

constitucionalidad y democracia. Una importante corriente doctrinaria señala que

entre estos dos principios, que a primera vista parecerían complementarios, se

produce, en realidad, una fuerte tensión135.

135

Incluso algunos autores señalan que esta contradicción no debe ser resuelta, sino que es,

justamente, la que posibilita la democracia misma. La belga Mouffe señala que es esa tensión

paradójica la que posibilita que se estructuren sistemas pluralistas y democráticos: “la

visualización de la dinámica política liberal democrática como el espacio de una paradoja cuyo

efecto estriba en impedir tanto el cierre total como la diseminación completa… es una

visualización que abre muchas posibilidades interesantes. Sin duda, al impedir el pleno

desarrollo de sus respectivas lógicas, esta articulación representa un obstáculo para su

completa realización; tanto la perfecta libertad como la perfecta igualdad se vuelven

imposibles. Sin embargo, esta es la condición de posibilidad misma para una forma pluralista

de coexistencia humana en la que puedan existir y ejercerse los derechos, donde la libertad y la

Page 110: Director - Universidad Católica de Salta · Jurídicas de la Universidad Católica de Salta, es un viejo anhelo de esta comunidad jurídica universitaria. Las posibilidades que nos

110

Se remarca que los principios referidos provienen, en realidad, de

tradiciones diferentes, una de las cuales sostiene el ideal de la libertad, de la

protección de los derechos fundamentales y de la limitación al poder; la otra, en

cambio, esgrime la primacía de la decisión mayoritaria y el principio de igualdad.

En este sentido leemos a Mouffe: “Por un lado tenemos la tradición liberal

constituida por el imperio de la ley, la defensa de los derechos humanos y el

respeto a la libertad individual; por otro, la tradición democrática cuyas ideas

principales son las de igualdad, identidad entre gobernantes y gobernados y

soberanía popular. No existe una relación necesaria entre estas dos tradiciones

distintas, sólo una imbricación histórica contingente. A través de esta

imbricación, tal como le gusta subrayar a C.B. Mac Pherson, el liberalismo se

democratizó y la democracia se liberalizó”136.

Creemos que la tensión realmente ha existido y que no es acertado dar

por sentado el vínculo entre el constitucionalismo y la democracia, la historia nos

demuestra que, en ocasiones, han operado como principios contrapuestos137.

Pese a ello, tanto el constitucionalismo actual como la democracia moderna han

evolucionado mucho y se han ido acercando y armonizado recíprocamente, al

punto que la democracia ya no puede reducirse, bajo ningún punto de vista, al

simple mayoritarismo (tanto que parece más adecuado, en la actualidad, hablar

de una “democracia constitucional”, concepto que se enfrenta al ya superado de

“democracia tumultuaria” o “de masas”138), como tampoco puede identificarse,

igualdad puedan arreglárselas para coexistir en algún modo” Mouffe Chantal, La paradoja

democrática, Gedisa, Barcelona, España, 2003., p. 27. 136

Mouffe, Chantal, ob. Cit., p. 20. 137

En el mismo inicio del constitucionalismo se advirtió con claridad la tensión de estos

elementos, así, tal como relata KÄGI, en los debates de la Convención de Filadelfia y en “The

Federalist” la antinomia estaba claramente presente. Si bien para los “Padres” era un dogma

indiscutible que el poder estatal derivara del “popular government”, al mismo tiempo se

concentraron fuertemente en asegurar la primacía de la Constitución frente a las voluntades de

las mayorías circunstanciales. Como siempre se destaca en “The Federalist”, no querían una

“democracia” sino una “república”. También en la Revolución Francesa los teóricos se

enfrentaron a esta antinomia. Por un lado se erguía la figura de Montesquieu, defensor a

ultranza de la ley, y, por el otro, el pensador apasionado por la democracia radical, Rosseau.

Así como en la Constitución liberal de 1791 se refleja todo el “Espíritu de las Leyes”, los

creadores de la Constitución de 1793 (radical-democrática) eran fieles y dóciles adeptos al

Contrato Social. CF., ob. cit., p. 202. 138

Tal es la expresión utilizada, por ejemplo, por Kägi, Werner, La Constitución como

ordenamiento jurídico fundamental del Estado, traducción de Sergio Díaz Ricci y Juan José

Reyven, Dykinson S.L., Madrid, 2005.

Page 111: Director - Universidad Católica de Salta · Jurídicas de la Universidad Católica de Salta, es un viejo anhelo de esta comunidad jurídica universitaria. Las posibilidades que nos

111

sin más, al liberalismo radical con el constitucionalismo (pues el

constitucionalismo actual está impregnado de derechos sociales y de

democracia).

Introducción a la tesis: El análisis de lo estático y lo dinámico en el fenómeno constitucional es

una de esas apasionantes cuestiones jurídicas cargadas de aporías, además de

ser un tema en el que confluyen con fuerza aspectos jurídicos, filosóficos,

sociológicos y políticos. De allí la envergadura de la tarea. Ante este panorama

la ambición de la tesis no puede ser sino limitada. Así nos daremos por

satisfechos si alcanzamos a presentar con claridad el problema de las cláusulas

pétreas desde una óptica sistemática y brindar una propuesta de interpretación

de este tipo de disposiciones.

El problema de las cláusulas intangibles aparenta ser una cuestión

extremadamente específica, pero cuando se empieza con a andar el camino

rápidamente se advierte que su abordaje requiere el tratamiento previo de

diversas cuestiones fundamentales y generales de teoría constitucional.

Utilizando una metáfora ilustrativa podemos señalar que ellas se presentan como

la “punta de un iceberg” de gran amplitud y complejidad conceptual. Veremos,

mientras desarrollemos la tarea, si podemos ir descubriendo y esclareciendo el

entramado de elementos sobre el que una teoría sistemática de las

disposiciones pétreas debe asentarse.

La cuestión de las cláusulas pétreas está inscripta dentro de la temática

más genérica de los límites a las reformas constitucionales. El de los límites

constitucionales es un tema amplio que admite diversos enfoques y matices.

Nosotros nos centraremos específicamente en el tema de las cláusulas

intangibles, empresa que nos parece valiosa, porque ellas, por su particular

naturaleza, generan una serie de problemas cuya adecuada solución requerirá

repensar e, incluso, redefinir, una serie de nociones que se han ido incorporado

a la dogmática constitucional.

Page 112: Director - Universidad Católica de Salta · Jurídicas de la Universidad Católica de Salta, es un viejo anhelo de esta comunidad jurídica universitaria. Las posibilidades que nos

112

Dichas nociones –a veces receptadas de manera a-crítica– se

encuentran en la base de la teoría de los límites a las reformas en general e,

incluso, de otras temáticas fundamentales para el derecho constitucional. Es

decir, el estudio de estas particulares cláusulas nos llevará, primero a indagar

sobre los límites constitucionales en general y, luego, a redefinir nociones

clásicas de la dogmática constitucional. Esta indagación resultará necesaria,

pues para saber si puede existir este tipo de normas en los ordenamientos

jurídicos debemos definir, previamente, si el “andamiaje conceptual” sobre el que

se asentarán las “resiste”.

Así, en nuestra tesis, revisaremos conceptos clásicos como los de poder

constituyente originario y derivado, el de reforma constitucional e, incluso, la

noción misma de Constitución (la “material” y la “formal”). También, el abordaje

de estas normas inmutables (que se mantienen indisponibles frente a cualquier

voluntad, incluso la del pueblo) nos conminará a que tomemos posición dentro

del actual debate democrático, en donde se suelen enfrentar los defensores del

principio de soberanía de la ley con los defensores de la soberanía irrestricta del

pueblo.

Como hemos dicho, el tema de las cláusulas pétreas nos enfrentará con

cuestiones que se refieren a la naturaleza misma del derecho. Así, el encuentro

con aparentes normas irreformables nos conducirá a reflexionar sobre lo

inmutable y lo dinámico en el fenómeno jurídico. Este se trata, sin dudas, de un

binomio que siempre ha estado presente en el pensamiento de los juristas.

La norma se presenta, a primera vista, como una estructura estática,

mientras que la realidad que se intenta modelar, es evidentemente dinámica.

Diremos, en esa línea, que será fundamental entender que, detrás del tema de

los límites a la reforma, está presente el debate más genérico sobre la

naturaleza de la relación entre el derecho y la realidad. Es la pregunta de si el

derecho puede moldear a la realidad o si sólo debe adaptarse a ella,

siguiéndola139.

139

Hesse nos dice que este es el problema “nuclear de la Teoría Constitucional, el problema

fundamental de toda sociología del Derecho y del Estado”, y agraga que “la determinación de la

Page 113: Director - Universidad Católica de Salta · Jurídicas de la Universidad Católica de Salta, es un viejo anhelo de esta comunidad jurídica universitaria. Las posibilidades que nos

113

Presentando el problema podemos señalar que es claro que cuando el

orden jurídico no establece límites a las reformas él mismo es pensado como un

mecanismo formal, como una herramienta que se va adaptando a las dinámicas

realidades político-sociales. Cuando la sociedad cambia su organización interna

la normativa debe, paralelamente, modificarse. Si nos basamos en esta posición

no debe haber, en los ordenamientos, preceptos que obstaculicen la adecuación

de las normas a la realidad. La realidad es indefectiblemente dinámica, cambia

constantemente, por lo tanto, el derecho debe ser una estructura flexible para

que pueda “seguir” a los hechos. Dentro de este esquema serían impensables y

carecerían de sentido las cláusulas pétreas.

Cuando, por el contrario, existen límites normativos a las reformas, el

derecho es pensado como una herramienta para modelar la realidad, para

establecer contenidos a los cuales debe ajustarse el comportamiento de la

sociedad. Esta última postura presenta con claridad la función deontológica que

debe cumplir el derecho, como ciencia de lo justo –tal como la entendieron los

antiguos–. Acá sí debe haber un “adelantamiento” del ordenamiento a la

realidad, pues el derecho debe indicar la dirección a la que deben orientarse las

acciones sociales. Es claro que dentro de este esquema debe debatirse el tema

de las cláusulas pétreas.

La discusión no es sencilla, pues debe pensarse en los distintos matices

que podría revestir esta “guía”. ¿Es una guía que se basa en valores inmutables

y, por ende, ella misma contiene aspectos inamovibles? ¿Muta de acuerdo al

cambio de las finalidades expresadas por la sociedad?, etc.

De lo dicho anteriormente se deriva la cuestión de lo fáctico-sociológico

frente a lo normativo-deontológico. Tema que Hesse planteó en términos de

“normalidad” y “normatividad”. Las cláusulas pétreas, claramente, parten de una

visión deontológica que se asienta en la premisa de que el derecho puede

regular a la realidad.

realación entre “realidad” y “normas”, entre “normalidad” y “normatividad” en el Derecho

Constitucional no se halla resuelto por entero”, Hesse, Konrad, Escritos de Derecho

Constitucional, CEC, Madrid, 1983, p. 106.

Page 114: Director - Universidad Católica de Salta · Jurídicas de la Universidad Católica de Salta, es un viejo anhelo de esta comunidad jurídica universitaria. Las posibilidades que nos

114

Veremos que la mayoría de la doctrina que niega eficacia a este tipo de

cláusulas parte, por el contrario, de una noción “sociológica” del derecho, esta

es, la que considera que el derecho no es más de lo que fácticamente ocurre en

la sociedad. Dicho de otra manera, para estas posiciones, el derecho es la real

configuración de la sociedad.

El objetivo último de la tesis, además de la redefinición conceptual que

hemos mencionado, será indicar si realmente son normas viables tanto desde el

punto de vista jurídico como desde el punto de vista político. La respuesta a este

interrogante surgirá de un análisis formal y otro material de las mencionadas

cláusulas.

Desde el punto de vista formal el análisis es interesante ya que ellas

presentan características únicas si se las compara formalmente con las demás

normas del sistema. Hay que tener en cuenta que ellas constituyen normas

inmodificables. En ellas se detiene cualquier proceso formal que se intente.

El análisis de la estructura particular de las cláusulas pétreas nos revela

un tipo de normas positivas límites, es decir, que no pueden ser justificadas

intrasistemáticamente. Esto nos estaría indicando que el formalismo encuentra,

en las cláusulas pétreas, dilemas e incoherencias que no puede resolver con sus

propios postulados.

Al existir normas positivas (y, por lo tanto, formales) con contenidos

inmodificables, sólo es lícito concluir que estos contenidos consagrados son de

una importancia insoslayable. Estas cláusulas invalidan la posibilidad de hablar

de una Constitución-procedimiento.

Por consiguiente, del análisis estructural de este tipo de cláusulas, debe

desecharse in limine el formalismo y buscar en el Derecho Natural, en los

principios generales del derecho, o en teorías como la del decisionismo, los

fundamentos a este tipo normativo positivo. Dicho de otra forma, estas

disposiciones positivas nos llevan necesariamente afuera del sistema positivo

para encontrar algún tipo de fundamento extra o metapositivo para ellas. Allí

Page 115: Director - Universidad Católica de Salta · Jurídicas de la Universidad Católica de Salta, es un viejo anhelo de esta comunidad jurídica universitaria. Las posibilidades que nos

115

radica la riqueza del análisis de este tipo de cláusulas, pues nos ponen de lleno

en los límites de la positividad.

Desde el punto de vista material el análisis es también muy rico, ya que al

ser cláusulas de contenido inmodificable y de rango constitucional (que

establecen cuestiones de organización política y principios y valores que

pretenden ser erigidos como permanentes), se cruzan elementos jurídicos con

políticos y filosóficos. ¿Cuáles son esos contenidos esenciales que no podrían

ser modificados? ¿Por qué motivo éstos son inmodificables? ¿Qué podría pasar

si llegaran a modificarse?, son algunas de las preguntas que surgen de

inmediato.

Otro punto esencial en el que desembocará la presente tesis es el de la

técnica legislativa a emplear. Cuando se legislan normas se debe, sin dudas,

tener en cuenta la técnica empleada para ello, pues al incorporarse una

disposición nueva a un sistema uniforme, ésta debe guardar coherencia con el

resto. Además, el legislador debe prever los efectos que la nueva norma

generará en su interacción con las demás prescripciones del ordenamiento (se

deben evitar, entre otros, los problemas de antinomia, lagunas, redundancias,

etc.).

En cuanto a nuestro tema, el abordaje desde la óptica de la técnica

legislativa será rico desde distintos ángulos. Por un lado indagaremos sobre si es

recomendable positivizar como pétreos principios jurídicos –como los

provenientes, por ejemplo, del derecho natural–, por otro lado, señalaremos el

error de legislar como inmutables contenidos que son esencialmente dinámicos.

En esa línea descubriremos que muchas de las cláusulas intangibles esgrimen

contenidos políticos. Ellas generalmente obedecen, –según nos muestra la

historia– a impulsos políticos en donde la técnica parece haber sido descuidada

debido a los apuros circunstanciales del poder. La técnica utilizada en esos

casos es claramente deficiente, pues “lo político” es, en esencia, mutable.

Cambiadas las ideologías debe cambiar el ordenamiento.

Page 116: Director - Universidad Católica de Salta · Jurídicas de la Universidad Católica de Salta, es un viejo anhelo de esta comunidad jurídica universitaria. Las posibilidades que nos

116

Por lo demás, consideramos que el mismo aspecto de inamovilidad que

revisten las cláusulas pétreas debería ser un tema de reflexión en cuanto a la

técnica empleada, ¿es realmente bueno, desde la técnica legislativa, que existan

normas formales de contenido inamovible? Este será uno de los principales

interrogantes a contestar.

El análisis de la cuestión dentro del derecho argentino nos revelará que,

en la doctrina nacional, existe cierta confusión conceptual que resulta

conveniente aclarar. Así, advertiremos que los doctrinarios suelen hablar de

“contenidos pétreos”, “cláusulas pétreas”, “límites implícitos” y “declaraciones

genéricas” como si se trataran de supuestos idénticos, cuando en realidad se

trata de fenómenos distintos que diferen en cuanto a sus efectos jurídicos. En

nuestro país también surge el debate sobre la cuestión de la revisión total,

aparentemente avalada por el art. 30 de nuestra C.N. ¿Todo puede ser revisado

y modificado en nuestra Constitución? Nosotros, sobre la base de las

aclaraciones conceptuales que realizaremos previamente, tomaremos posición

en el debate.

Todas estas problemáticas son abordadas en la obra, en donde se

intenta dar una respuesta sistemática y completa a todas las aporías que hemos

ido mencionando en esta pequeña reseña.

Proemio de Jorge Reinaldo Vanossi a la obra:

A MANERA PROEMIAL

Es una tarea grata y estimulante, más allá de cualquier presunción de un

compromiso formal, la presentación de un prefacio o prólogo a la Tesis de

Doctorado de Ignacio Colombo, por parte del suscripto, que ya tuvo el altísimo

honor de oficiar como padrino de tan brillante doctorando. Por ello mismo, las

palabras que a continuación obran en la presente, brotan con espontaneidad y

están inspiradas en un acto de justicia y reconocimiento al notable trabajo

asumido por Ignacio Colombo, que al cabo de esforzados años de estudio e

investigación culminó con la presentación de un sesudo aporte que enriquece –

Page 117: Director - Universidad Católica de Salta · Jurídicas de la Universidad Católica de Salta, es un viejo anhelo de esta comunidad jurídica universitaria. Las posibilidades que nos

117

cualitativa y cuantitativamente- la bibliografía sobre el tema, tan cuidadosamente

elegido.

En efecto, los lectores de este libro encontrarán en su sistematizado

contenido el abordaje de uno de los puntos más delicados de la teoría

constitucional, al enlazar en un “miraje” coherente y profundo, los contenidos y

las formas que presenta la sustancia misma del poder constituyente y su

inevitable relacionamiento con las denominadas cláusulas pétreas o contenidos

inmodificables de esa ley fundamental que suele recibir el nombre de

Constitución o Ley Suprema según los criterios preferidos por los legisladores

constituyentes en cada Estado y según sus circunstancias.

No es un dato menor ni elegido al azar, el tema de esta Tesis. Si bien la

literatura constitucional cuenta con títulos variados que incursionaron en el

“intríngulis” de la cuestión, no es sobreabundante este nuevo enfoque que nos

ofrece Ignacio Colombo: por el contrario, pone sobre el tapete el estado actual

de la cuestión, con una metodología rigurosa y abarcativa, aplicando un lenguaje

de impecable precisión en la técnica constitucional; a todo lo cual acompaña las

versiones más recientes que provienen de los estudios de derecho comparado –

o, mejor dicho,- de las herramientas que suministra el “método comparado” al

servicio de una visión más cabal de la problemática constituyente. Los

estudiosos de este apasionante ítem del Derecho no podrán prescindir del

enjundioso trabajo de este joven y ya destacado especialista en la materia, que

se percata del dato básico y elemental consistente en que el manejo teorético

del iusconstitucionalismo –desde su triunfal advenimiento con las grandes

revoluciones democráticas- reposa esencialmente en tres pilares: la doctrina del

poder constituyente (Sieyès), la doctrina de la representación política del pueblo

(Sieyès) y la premonición cierta de la necesidad de un régimen de control de la

supremacía constitucional (también el abate Sieyès). Los siglos XIX y XX se

encargarían de confirmar que las “claves de bóveda” de ese trío basal se

engendran –directa o dilatadamente- en las transformaciones políticas

acontecidas en Inglaterra, en las ex-colonias devenidas independientes en los

EE.UU. de América y en los acontecimientos suscitados a partir de la Revolución

Francesa. El poder constituyente, en primer lugar, es pues la competencia de las

competencias (sic).

Page 118: Director - Universidad Católica de Salta · Jurídicas de la Universidad Católica de Salta, es un viejo anhelo de esta comunidad jurídica universitaria. Las posibilidades que nos

118

A partir de la aseveración dogmática y axiomática de que todos los

poderes tienen límites y topan con limitaciones, es consecuentemente admisible

que el constituyente no sea absoluto o ilimitado, pues de serlo como soberano

total, recaeríamos en la misma degeneración que provocara el despotismo

absolutista, contra el cual surgió la sana reacción del Estado de Derecho en

democracia y con Constitución, para paliar tanto el exceso cuanto la desviación

de poder.

La base o inspiración del sistema así pergeñado encontró –y conserva-

sustento en una premisa matajurídica y supranormativa, que es el punto

arcóntico atinente a la “eminente dignidad de la persona humana” (Pico de la

Mirandola), que es el fundamento justificativo del orden constitucional como

presupuesto para el aseguramiento de los derechos y garantías que crean un

ámbito de libertad en el que se desenvuelven los beneficios de la seguridad en

sus diversas facetas (seguridad personal, seguridad jurídica, seguridad social,

etc.). En ese cuadro, la inmanencia y la trascendencia de ciertos “principios”

fundacionales, no es cuestión de capricho o de ambición de historicidad

reconocida, sino que se trata de las piezas funcionales que alimentan y

retroalimentan la dinámica evolutiva y perfeccionista de los regímenes

constitucionales de Libertad y Derecho; y que no se puede prescindir de ellas

pues su debilitamiento o su desesperación ocasionarían el fatal resultado de la

extinción del aparato de garantías que benefician a todos, siempre y cuando lo

custodien entre todos, gobernantes y gobernados. Los jueces tienen en este

tramo del proceso de la legalidad constitucional un enorme rol que cumplir, no

sólo en cuanto a la protección de índole normativa sino también como instancia

superior de preservación de los valores, principios y declaraciones que contienen

las Constituciones como sustrato ético de la persona humana y consideradas un

fin en sí misma: así lo marca el Preámbulo de nuestra Constitución Nacional y

muchos términos que se hallan en su articulado liminar, que hacen de la

sustancia del ser humano que sea lo que es y no otra cosa.

La posible y dramática contradicción entre la “petrificación” y la

“supremacía del constituyente” es una trama que –como otras tantas- nos

aproxima a la “cuadratura del círculo, del mismo modo que el consabido

interrogante quid custodet custodem, que tan aciagas respuestas ha provocado,

Page 119: Director - Universidad Católica de Salta · Jurídicas de la Universidad Católica de Salta, es un viejo anhelo de esta comunidad jurídica universitaria. Las posibilidades que nos

119

casi siempre remitiendo a más dudas o a nuevos interrogantes. Hay que resaltar

el análisis profundo de Ignacio Colombo, a cuya lógica de pensamiento y la

copiosa ilustración que nutre su sabiduría, le debemos reflexiones sólidas que

ayudan potentemente a desbrozar las malezas de oscuridad y de confusión que

rodean este terreno. Por tales razones celebro con entusiasmo la publicación del

libro: me aventuro a predecir que se convertirá en un clásico de la teoría

constituyente que, al cabo de los debates que se entablen, aparecerán otras

contribuciones, inspiradas en la Tesis de Ignacio Colombo: la evolución del

pensamiento es así; no surge a borbotones sino a pasos sucesivos en que

paulatinamente se sedimentan las ideas y de allí en más se motorizan nuevos

enviones que adquieren el ritmo de una renovación, cuyo constante flujo y reflujo

marca los tiempos de la historia.

Es nuestro deseo que el promisorio e inquieto estudioso Ignacio

Colombo, convertido hoy en una vigorosa realidad productiva, prosiga su

trayectoria universitaria y académica con frecuentes y fecundas obras de este

nivel y jerarquía, que dan testimonio que, a su formación jurídica –que es

ciencia-, se une un abrevar de cultura que brota de raíces filosóficas de genuinas

fuentes. Si me cabe agregar algo más, no lo añado deliberadamente, para no

distraer la curiosidad y el interés de los lectores, que sacarán sus propias

conclusiones. De mi parte, como señal de estímulo, le grito con alma de amigo,

al joven Ignacio, la exhortación de Goethe: “¡Adelante, adelante, por sobre las

tumbas, siempre adelante!”.

Jorge Reinaldo Vanossi

Buenos Aires, 2010

En lo personal, debo reiterar mi confesión: no hubiera podido concretar el primer tomo de mi

Teoría Constitucional (subtitulado “Teoría Constituyente”) si no hubiese conocido “El Poder

Constituyente” de Carlos Sánchez Viamonte y los autores alemanes de Teoría del Estado que nos

llegaban merced a traducciones de Esapaña.