del provincial, p. louis studer, o.m.i.vmusa.org/oblates/oblateworldspanishfebruary18a.pdf ·...

32
Del Provincial, P. Louis Studer, O.M.I. Estimados amigos de los Oblatos, Los pobres se dirigen al norte, por lo que los Oblatos van hacia el sur, a su encuentro. Tal fue la imagen que vino a mi mente recientemente al reunirme con el Arzobispo Francisco Moreno de Tijuana, México y presentarle un plan sobre el cambio de nuestra participación en su diócesis. Habíamos decidido devolver a la arquidiócesis algunas de nuestras iglesias mejor establecidas, que se habían vuelto muy confortables para los Oblatos. Es difícil describir como “muy confortable” a alguna de nuestras iglesias de misión en Tijuana. Los edificios y capillas son muy sencillos, algunas incluso de material de construcción desechado. En años recientes algunas de estas comunidades se han vuelto más auto-suficientes. Los laicos en ellas participan ahora activamente en la catequesis y formación en la fe. Este crecimiento nos llevó a decidir dejar algunos de estos vecindarios, en busca de lugares con mayor necesidad. Es por ello que los Oblatos nos dirigimos ahora hacia el sur. Estaremos trabajando con los pobres que llegan al área; personas del sur de México y América Central carentes de posesiones, padres en desesperada búsqueda de empleo, familias huyendo de gobiernos represivos. En el viaje de los Oblatos al sur, ustedes van con nosotros. Sus oraciones y apoyo son vitales y nos permiten ir a territorios de misión donde pocos desean estar. Juntos cumplimos las indicaciones de nuestro fundador Oblato, San Eugenio de Mazenod, de “no dejar de intentar algo por el Reino de Dios”. Agradezco sinceramente su generosidad y su deseo de caminar a nuestro lado en este nuevo trayecto. P. Louis Studer, O.M.I. Provincial, Provincia de los Estados Unidos

Upload: phamduong

Post on 05-Oct-2018

212 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Del Provincial, P. Louis Studer, O.M.I.

Estimados amigos de los Oblatos,

Los pobres se dirigen al norte, por lo que los Oblatos van hacia el sur, a su encuentro.

Tal fue la imagen que vino a mi mente recientemente al reunirme con el Arzobispo Francisco

Moreno de Tijuana, México y presentarle un plan sobre el cambio de nuestra participación en su

diócesis. Habíamos decidido devolver a la arquidiócesis algunas de nuestras iglesias mejor

establecidas, que se habían vuelto muy confortables para los Oblatos.

Es difícil describir como “muy confortable” a alguna de nuestras iglesias de misión en Tijuana.

Los edificios y capillas son muy sencillos, algunas incluso de material de construcción

desechado. En años recientes algunas de estas comunidades se han vuelto más auto-suficientes.

Los laicos en ellas participan ahora activamente en la catequesis y formación en la fe. Este

crecimiento nos llevó a decidir dejar algunos de estos vecindarios, en busca de lugares con

mayor necesidad.

Es por ello que los Oblatos nos dirigimos ahora hacia el sur. Estaremos trabajando con los

pobres que llegan al área; personas del sur de México y América Central carentes de posesiones,

padres en desesperada búsqueda de empleo, familias huyendo de gobiernos represivos.

En el viaje de los Oblatos al sur, ustedes van con nosotros. Sus oraciones y apoyo son vitales y

nos permiten ir a territorios de misión donde pocos desean estar. Juntos cumplimos las

indicaciones de nuestro fundador Oblato, San Eugenio de Mazenod, de “no dejar de intentar algo

por el Reino de Dios”.

Agradezco sinceramente su generosidad y su deseo de caminar a nuestro lado en este nuevo

trayecto.

P. Louis Studer, O.M.I.

Provincial, Provincia de los Estados Unidos

Llevando la Vida Misionera al Extremo

El Padre Roger Bergkamp, O.M.I. es gran conocedor del cambio climático.

Durante su estancia como misionero en Brasil, el P. Roger nunca tuvo una cabra. Actualmente,

como misionero en Alaska, necesita una la mayor parte del año.

Aunque su entorno y ropa pueden haber tenido un cambio dramático en sus 52 años como

sacerdote Misionero Oblato, el espíritu misionero del P. Roger ha permanecido sin cambios:

encontrar a los necesitados y hacer de sus vidas algo mejor.

El Padre Roger nació en 1937 en Arkansas City, Kansas. Creció en una granja cuidando ganado

vacuno, porcino y gallinas. Cuando estaba en el 8° grado hubo una gran sequía en Arkansas City,

por lo que el padre del P. Roger se empleó como carpintero y el P. Roger dejó la escuela por un

año para atender la granja.

Habiendo perdido un año de escuela y en realidad sin mucho interés en ella, el adolescente se

sentía atrapado. Un Oblato llegó de visita a su área preguntando si algún joven estaría interesado

en el seminario y el P. Roger vio la oportunidad de dejar la granja y su huella en el mundo. Solo

ocho días después de la llegada del sacerdote de vocaciones a Arkansas City, el P. Roger iba

camino al Seminario Menor de los Oblatos, Our Lady of the Ozarks, en Carthage, Missouri.

El trayecto al sacerdocio no fue siempre sencillo. A los 18 años el P. Roger sufrió una

enfermedad debilitante desconocida que inflamó las articulaciones de sus piernas. Tuvo que

utilizar muletas por un año y debían extraerle periódicamente líquido de las articulaciones. En

ese año de confinamiento, el P. Roger se volvió introspectivo, tratando de saber a qué le llamaba

Dios en su vida.

Después de su ordenación en 1964, el P. Roger solicitó ir a la misión Oblata en Recife, Brasil,

pero sus superiores consideraron que era muy arriesgado para un joven sacerdote. Era una época

difícil para los Oblatos en Brasil, acosados por el gobierno debido a su decidido apoyo a los

pobres.

Su primera asignación fue como profesor en el escolasticado de los Oblatos en Mississippi y

posteriormente como Director Vocacional para el Medio Oeste. En 1972, al ser asignado a la

Parroquia St. Thomas Aquinas en International Falls, Minnesota tuvo su primera experiencia del

cambio climático. Conocida como “la Hielera de la Nación”, en International Falls la

temperatura máxima en promedio en enero es de 15°F y una mínima promedio de -6°F.

El Padre Roger trabajó nueve años en St. Thomas Aquinas, incluyendo seis años como

pastor. En esa época se incrementó la participación de los laicos en la parroquia y se comenzó el

programa TEC (Teens Encounter Christ/Encuentro de Jóvenes con Cristo) y programas de

Encuentros Matrimoniales.

En 1981, a los 44 años, por fin obtuvo la asignación que había

soñado desde su niñez – Recife, Brasil, ciudad al norte de la costa de

Brasil, que sería su casa por más de 20 años.

“Brasil me cambió para siempre,” dijo el P. Roger. “durante mi

estancia en el país me convertí en alguien muy diferente, creo que en

una mejor persona.”

No es difícil encontrar a los pobres en Recife. En las áreas urbanas

habitan en las favelas, donde las casas son un poco más que

albergues improvisados de materiales de construcción desechados.

En el campo, muchos viven en pequeñas comunidades de

trabajadores de plantaciones de caña. El Padre Roger se sentía en

casa en ambos lugares.

En Recife, los Oblatos se habían hecho legendarios como campeones de los pobres.

Constantemente se pronunciaban en contra de quienes estaban en el poder y se aprovechaban de

los menos afortunados. El P. Roger se unió de inmediato, protestando contra las agencias

gubernamentales, compañías de suministros y privadas. Fue expulsado varias veces y se atrajo

algunos enemigos, pero consiguió muchos más admiradores.

Al dejar Recife para ir a trabajar con los granjeros en las plantaciones en Jussaral (Jerusalén),

realizó protestas en contra de los acaudalados dueños de las plantaciones, quienes vivían en

mansiones, mientras sus trabajadores tenían viviendas de una sola habitación con pisos de tierra,

sin electricidad ni agua potable. A pesar de su pobreza extrema, al P. Roger le sorprendía ver

cómo las familias aún encontraban mucha alegría en sus vidas.

“Al trabajar en Brasil logré un mejor sentido de la humanidad global,” dijo el P. Roger. “El

estilo de vida de los brasileños y su forma de celebrar la vida a menudo son más cercanos al

Evangelio que en los Estados Unidos. Muy a menudo en los E.U. el valor de la vida se equipara

al éxito; en Brasil, se equipara a la felicidad.”

El P. Roger conoció a muchas personas en Brasil a las que consideraba santos vivientes. Una de

ellas era una señora llamada Colletta.

Colletta, originaria de Francia llegó a Brasil como enfermera y eventualmente se estableció en

Jussaral, donde se enfocó a mejorar la vida de las mujeres pobres y de las jóvenes. Construyó

escuelas y dio albergue a los niños de la calle.

El Padre Roger ayudó a Colletta tanto como le fue posible en sus ministerios, incluso construyó

una pequeña capilla detrás de la casa de Colletta. Con frecuencia Colletta y el P. Roger estaban

en la capilla rezando y planeando cómo llevar justicia a los pobres en Jussaral.

La última vez que vi a Colletta me pidió la Eucaristía,” dijo el P. Roger. “¡Tomé su rostro en

mis manos y le dije, ‘Colletta, tú eres la Eucaristía!’ Con una gran sonrisa me dio un abrazo…

¡qué momento de Dios!”.

Tras más de 20 años de “Momentos de Dios” en Brasil, el P. Roger decidió que era hora de

volver al norte, muy al norte. Después de un breve período en International Falls, aceptó el reto

de trabajar en la Península Kenai en Alaska.

Los Oblatos llegaron a la Península Kenai en 2007. Antes de su llegada, no había ningún

sacerdote que viviera o trabajara de forma permanente en la península, con cuatro parroquias

católicas.

Actualmente el P. Roger es parte de un grupo de Oblatos que rotan entre cuatro parroquias.

Viajar puede ser un problema, pues solo hay un camino principal en la Península y las parroquias

pueden estar a más de 160 km de distancia.

El activista surgido en el P. Roger en Brasil resurgió en Alaska y gran parte de su actividad se

enfoca en temas del medio ambiente. Las grandes compañías de petróleo y madera han mostrado

poco interés en las regulaciones ambientales. La pesca excesiva de parte de las grandes

compañías ha ocasionado un gran daño a la población de peces y creado muchas dificultades a

los pescadores locales a pequeña escala.

En las parroquias, el P. Roger ha enfocado mucho de su trabajo en llegar a las personas fuera de

la sociedad. Participa activamente en programas con personas con problemas de drogas y

alcohol. Da consejo a los prisioneros y promueve programas para evitar la violencia doméstica y

el suicidio.

Además, el Padre Roger supervisa un ministerio de hombres en el que un pequeño grupo su

reúne todos los viernes por la mañana para encontrar formas de mejorar sus vidas. El grupo toca

temas como la educación infantil y la búsqueda de empleo, además de cómo mejorar su vida

espiritual.

“Veo mi trabajo sencillamente como de ayuda a las personas para solucionar sus problemas,”

dijo el P. Roger. “Si es posible resolver algún problema a través de la fe, ofrezco mi ayuda de

esa forma. Si puede hacerse de forma diferente, lo intentamos. Deseo ayudar en cualquier forma

que funcione”.

Resolver problemas es algo que el P. Roger Bergkamp ha hecho a través de toda su vida. Desde

una granja en Kansas, hasta los barrios de Brasil, a las áreas silvestres de Alaska; siempre ha

resuelto problemas. Puede no haber cambiado al mundo, pero ha sido muy importante para

miles de personas que fueron bendecidas por su ministerio.

Una vida repleta de Momentos de Dios

Un Ancla en Alaska

El P. Tom Killeen O.M.I. fue Nombrado Ciudadano del Año

El P. Tom Killeen cursaba el 8° grado y era feliz trabajando en la granja de su tío en

Independence, Missouri; además, le emocionaba mucho una niña de su clase. Pero al llegar un

sacerdote Oblato a su salón para dar una plática, su vida cambió para siempre. “El Oblato

comenzó a hablar acerca de los esquimales y del Ártico,” dijo el P. Tom. “Y justo en ese

momento olvidé a la niña y le dije a mi mamá que sería sacerdote.”

Un año después de ser ordenado, el P. Tom fue asignado para establecer una misión en

Groenlandia. Después de años de trabajo, el P. Tom se encontró navegando en un pequeño bote a

lo largo de la costa de Groenlandia tres o cuatro veces al año para atender a las ocho familias

católicas en esa remota área.

En los meses de invierno era imposible utilizar el bote, por lo que el P. Tom y los demás Oblatos

que trabajaban en Groenlandia decidieron tratar de llegar por avión a los católicos. En unos

pocos meses en 1966, el P. Tom reunió suficiente para adquirir un avión, obtuvo su licencia y

volvió a Groenlandia. Desafortunadamente, el P. Tom se accidentó en el avión en dos ocasiones

y frustró su esfuerzo.

En 1967 decidió alejarse por un tiempo de la misión en Groenlandia, uniéndose al Ejército. En

ese tiempo trabajó en Vietnam, la Zona Desmilitarizada en Corea y finalmente en Alemania. Uno

de sus compañeros Oblatos le rogó volver a Groenlandia. Aceptando, fue trabajador social para

un club de jóvenes por los siguientes siete años. Al ser reemplazado por otro Oblato en 1982, el

P. Tom volvió al Ejército por 13 años más.

A los 62 años el Padre Tom se “retiró” y fue enviado como párroco a Leadville, Colorado. Los

nueve años que estuvo ahí fueron especiales. Cuando el obispo de la diócesis solicitó a otra

orden de sacerdotes trabajar en esa región montañosa, el P. Tom se encontró buscando otro hogar

en un lugar de clima frío.Y así, a los 70 años de edad, fue enviado a Cordova, Alaska. Aunque

se le considera estar en un “ministerio de poca actividad,” no disminuye el ritmo. Ahora, a la

mitad de sus 80, sigue celebrando Misa a diario y supervisa las actividades de la parroquia. Le

enorgullece estar disponible para sus feligreses y amigos… y ellos están orgullosos de

él. Recientemente Elizabeth Collins, Asistente Administrativa en la Escuela Primaria Mt.

Eccless en Cordova, nominó al P. Tom como Ciudadano del Año de Cordova.

A continuación, está su discurso al entregar la distinción al P. Tom:

“Este año, el reconocimiento como Ciudadano del Año es para una de las últimas personas que

quisieran ser reconocidas por la labor que realizan, aunque probablemente una de las que más lo

merecen.

“Desde el día que lo conocí he tenido la suerte de formar una hermosa relación con él. Esta

persona ha sido mi ancla en los tiempos buenos y los difíciles. Ha sido y es una fuente constante

de amor en mi vida, e igual he recibido su apoyo contínuo y devoto. Es el epítome de una

persona bondadosa, cariñosa y comprensiva. Encuentra a las personas donde se encuentran en

sus vidas, sin juzgarlos. Es compasivo y bien intencionado en su interrelación con las personas.

“Sin importar en lo que creas o las elecciones hechas en tu vida personal, esta persona siempre

está dispuesta a escuchar, a dar consejo y confirmar las maravillosas cosas que la vida tiene para

ofrecerte. En lo personal, no he visto que haya rechazado a nadie. Su deseo de ayudar a la gente

y su compromiso con nuestra comunidad excede por mucho el de cualquier persona que haya

conocido. Todos los días me esfuerzo, esperando poder seguir su ejemplo y lograr una diferencia

en la vida de las personas.

“Así que la persona que me enseñó a ser increíble en vez de solo buena, quien hizo notar que no

todos tienen que caerme bien, sino que debo solo amarlos, la persona que me apoya

continuamente y a esta comunidad, la persona que hace a todos sentirse como una estrella de

rock… por favor únanseme a reconocer al Ciudadano del Año de este año, el P. Tom.”

El trabajo de los Oblatos con los Refugiados de Guerra en Camerún

El

Hermano Ernest Mbemba, O.M.I. es director del programa de Justicia, Paz e Integridad de la

Creación en Camerún. Describe a continuación su ministerio con los refugiados de guerra

pobres:

“Pikba es una aldea de refugiados de guerra cerca de Poli y parte del territorio de nuestra

parroquia. Debido a la falta de caminos, el acceso a la aldea solo es posible en motocicleta,

complicándolo aún más en la época de lluvias.

A principios de 2014 los refugiados de guerra (cameruneses) de la frontera con Nigeria al norte

de Camerún se vieron forzados a abandonar sus aldeas por las incursiones terroristas de la secta

islamista Boko Haram. Casi todas sus casas fueron quemadas y sus propiedades saqueadas.

Muchos perdieron miembros de sus familias. Llegaron a vivir en esta aldea, donde el Lamido

(jefe musulmán) cacique, les dio una pequeña porción de terreno.

Esta es la comunidad de desplazados que visito, compartiendo sus dificultades, llevando

consuelo y encontrando juntos soluciones para mejorar su condición de vida como refugiados de

guerra. Carecen de todo: escuela, centro de salud, tierra de labranza y agua potable. Además,

muchos de ellos no tienen documentos oficiales (actas de nacimiento y tarjeta nacional de

identidad). Me he acercado en varias ocasiones a las autoridades administrativas y municipales

del lugar. Estamos comenzando a encontrar soluciones para algunos de ellos.

Acerca de la escuela. Después de algunas peticiones, pude obtener el reconocimiento oficial

para una escuela que había sido establecida en nuestra área. Comenzó a funcionar al iniciar el

año escolar. Al fin cerca de 300 niños en edad escolar (número en aumento constante) pueden ir

a la escuela. Sin embargo, no tenemos personal. Estuve en contacto con dos maestros, jóvenes

feligreses que habían terminado los estudios como profesores y accedieron a trabajar con el

director, único maestro enviado por la oficina central. Con el apoyo de los Oblatos, ya se

construyeron tres albergues de madera y paja que servirán como salones de clase.

En cuanto al agua, los refugiados la obtienen de estanques que comparten con los animales

domésticos. En consecuencia, hay muchas enfermedades causadas por el agua y desean perforar

pozos que no requieran mantenimiento.

La gran mayoría de los adultos y casi todos los jóvenes y niños no cuentan con certificados de

nacimiento ni tarjeta nacional de identidad (se perdieron durante los ataques a sus

aldeas). Comencé a negociar con las autoridades de Lagdo para obtener estos importantes

documentos, pero el procedimiento tarda mucho tiempo y requiere varios viajes entre Poli y

Lagdo. Esperamos poder lograrlo, pues casi 450 personas están en la misma situación.

Respecto a la tierra de cultivo, me reuní con el Lamido del distrito de Gouna, dependiente del de

Pikba, para conversar respecto a la situación de la tierra de labranza. Prometió enviar a sus

colaboradores al lugar para incrementar el área de terreno asignado. Como dicen: “La tierra de

cultivo es su recurso principal; de no sembrar, tampoco tendrán alimento.”

Las condiciones de vida de estas personas podrían mejorar mucho más al encontrar soluciones

decisivas y permanentes para los problemas descritos.

Celebración del 50 Aniversario en la India

La Misión de los Oblatos en la India fue fundada hace 50 años, por el entonces Provincial de Sri

Lanka, el P. Anthony Fernando, O.M.I. Los primeros dos misioneros Oblatos, los Padres

Emmanuel Mariampillai y Stanislaus Philips, llegaron a la India el 29 de junio de 1968. Fueron

instalados oficialmente en una sencilla ceremonia por el Arzobispo de Madras-Mylapore, Muy

Rev. Dr. R. Arulappa, el 1° de julio de 1968.

Desde entonces, el objetivo de los Oblatos ha sido trabajar por la armonía religiosa en la India.

Por largo tiempo el país ha sido conocido por la diversidad de su población diseminada en miles

de sectas basadas en reducidos antecedentes religiosos y étnicos.

“Crecemos y vivimos como ‘Oblatos indios,’ no como Oblatos de origen Tamil, Telugu, Hindi ni

ninguna otra fuerza de división, casta, idioma o color,” dijo el P. Francis Nallappan, O.M.I.

antiguo Provincial de la Provincia india St. Eugene. “Respetamos y dialogamos con las personas

de todas las religiones y culturas. Se trata de un gran llamado para nosotros como Oblatos.”

Parte del logro de la armonía de los Oblatos fue a causa de la necesidad, pues solo el dos

porciento de la gente en la India son cristianos. Sin embargo, una razón más importante fue vivir

el carisma Oblato de servir a los más pobres y abandonados, sin importar su religión o cultura.

La congregación de los Oblatos en la India ha tenido un crecimiento contínuo desde 1968 y en

2010 fue elevada a Provincia. Actualmente hay cerca de 100 sacerdotes y hermanos Oblatos

trabajando en el país. Las vocaciones son sólidas, con más de 20 seminaristas indios y más de

100 estudiantes en primera formación.

“El inicio de nuevas misiones es una clara señal del crecimiento y dinamismo de nuestro carisma

misionero”, dijo el P. Francis. “La diversidad cultural en esas nuevas áreas crea una verdadera

identidad india para los Oblatos.”

El Provincial actual de la Provincia de la India, el P. Chinnappan Sandhappan, escribió en el

boletín de la provincia, BORN, una carta anunciando la inauguración de la celebración por todo

un año de los 50 años de la presencia de los Misioneros Oblatos de María Inmaculada en este

vasto país.

A continuación, encontramos algunos fragmentos de su carta:

Mis queridos hermanos Oblatos, ¡saludos en el Señor! Al haber concluido de manera efectiva la

celebración del bicentenario de nuestra congregación en abril de 2017, los Oblatos en la India

damos un paso a otro acontecimiento en la historia de nuestra Provincia: el 50 aniversario de

nuestra presencia Oblata en esta tierra de diversidad en la lengua, la cultura y la fe. Este

Aniversario de Oro fue inaugurado el 29 de junio de 2017 en nuestra misión pionera en

Kancheepuram. Las diferentes etapas de celebración continuarán a nivel de comunidad,

parroquia, misión y formación/formativo hasta el 28 de junio de 2018.

Al conmemorar este importante suceso, reflexionemos en nuestros corazones sobre el legado

forjado en la fe, recordando que, “Si el Señor no construye la casa, en vano se esfuerzan los

albañiles” (Salmo 127/1). Damos gracias a Dios por las innumerables formas en que ha

fortalecido a nuestra provincia en su peregrinación con los pobres en sus muchos rostros y por

otorgarnos hombres comprometidos, dedicados y dispuestos a servir en formas variadas a las

necesidades de la provincia. Su generosidad ha permitido a nuestra provincia abrir nuevas y

florecientes misiones y comunidades en diferentes partes de la India.

En esta ocasión de alegría, recordamos con sincera gratitud a nuestros primeros misioneros de

Sri Lanka, que sembraron las semillas del carisma Oblato sin cansancio a través de su celo

misionero y compromiso, y a los muchos Misioneros Oblatos que les siguieron. También

recordamos y agradecemos a Dios por todos nuestros benefactores (Oblatos y no-Oblatos), a los

Asociados Misioneros (AMMI), a los amigos y bienhechores que nos han apoyado a lo largo de

los últimos 50 años de forma contínua a través de su ayuda financiera, oraciones y aliento en

nuestra misión a los pobres, los más abandonados, a los niños, jóvenes, mujeres y mayores. Les

recordamos con gratitud, reconociéndoles continuamente en nuestra oraciones.

Les pedimos recordar en sus oraciones a los Oblatos en la India al celebrar este importante 50

Aniversario. Hemos crecido a pasos agigantados, y Dios mediante, continuaremos creciendo y

traspasando fronteras en los 50 años por venir.

El Huerto Oblato Galilee Ayuda a los Pobres Rurales en las Filipinas

En un lugar muy remoto de las Filipinas existe un lugar llamado Galilee.

Localizado en Bugwam, Antipas, el Huerto Oblata Galilee es un lugar auto-suficiente en un

ambiente agrícola limpio, ecológico, libre de contaminación y de químicos. Además, tiene la

particularidad de varias empresas agrícolas, que incluye la agro-silvicultura, lácteos de cabra y

estanques de peces.

El Huerto Oblato Galilee fue creado por el P. Yves Caroff, O.M.I. llegado de las Filipinas en

1981. Originario y criado en la región agrícola de Francia, combinó su apostolado misionero

evangélico con ayuda a su gente para mejorar la calidad material de vida a través de una mejor

tecnología agrícola.

El ánimo misionero del Padre Caroff provino de su trabajo con la gente del

altiplano, ayudándoles por generaciones en lograr hacer más productiva su tierra, iniciando el

Huerto Oblato Galilee en junio de 1993.

Así fue como el P. Caroff comenzó a ondular colinas y arroyos, llegando a completar 9.2

hectáreas. El terreno había estado abandonado por muchos años y se encontraba cubierto de

maleza. La prioridad en la fase inicial fue el desarrollo de los manantiales. Se cubrieron las

alcantarillas y el agua fue llevada a través de mangueras a una reserva. Más adelante se excavó

un pozo artesiano para obtener agua limpia.

Actualmente cerca del 80 por ciento del terreno es productivo con estanques de peces, arrozales

y árboles frutales, así como otros tipos de árboles y cosechas. Los arroyos antes improductivos

fueron convertidos en estanques donde se produce tilapia. Las laderas antes áridas ahora tienen

árboles de madera dura (que cubren las necesidades de la granja) y árboles de mango, limón,

plátano y papaya. Hay dos arrozales y varias parcelas de legumbres y otras cosechas, además de

cultivos comerciales y vegetales.

La granja cría varios tipos de ganado, incluyendo cabras lecheras, vacuno, porcino, conejos,

gallinas y caballos. La producción del huerto es vendida en el mercado del pueblo o adquirida

por personas que llegan a él. Recientemente el huerto comenzó a procesar carne y fruta: jamón,

salchicha, jalea y mermeladas.

En el Huerto Oblato Oblata Galilee trabajan cerca de 40 granjeros. Siete de ellos son empleados

regulares y los demás eventuales. Sus familias viven en la granja o en la cercanía. Pertenecen a

diferentes grupos étnicos y diversas religiones.

La granja cuenta con 15 estructuras, incluyendo varios pequeños graneros para el ganado, una

escuela, una clínica atendida por una partera, un dormitorio para visitantes, la planta procesadora

y una pequeña capilla.

En los últimos años, el Huerto Oblato Galilee se ha convertido en un lugar favorito de visita para

los granjeros y niños de las escuelas cercanas. Incluso llegan algunos visitantes ocasionales de

lugares lejanos y hasta de otros países.

El huerto también proporciona capacitación contínua en el lugar para su personal o de otros

centros agrícolas del país. Hay además un modesto programa de becas (veterinaria y ciencia

agrícola) para algunos jóvenes elegidos para prepararlos y asumir más adelante un papel de

liderazgo en el proyecto. La fundación ayuda también a sus colaboradores que no cuentan con

tierras para comprar algunas hectáreas y desarrollarlas siguiendo los métodos del Huerto Oblato

Galilee.

El fundamento del Huerto Oblato Galilee ha sido consistente por casi 25 años. Los Oblatos y sus

colaboradores consideran que la existencia de algún tipo de modesto centro agrícola en las áreas

aisladas como Bugwak, puede ser una gran contribución para llevar esperanza y desarrollo a los

granjeros pobres y aislados, que conforman uno de los grupos sociales más descuidados y pobres

en el país.

El Padre Johan Finney, O.M.I. comparte algunas fotografías de su misión en Bangladesh.

Actualmente hay 34 Misioneros Oblatos trabajando en el país, incluyendo a 1 obispo, 26

sacerdotes y 7 escolásticos. Mucho del trabajo de los Oblatos se concentra en las necesidades de

quienes viven en las aldeas rurales.

Festejado Oblato – P. Sherman Wall, O.M.I. 60 Años de

Sacerdocio

En los últimos 60 años la vida de miles de personas ha

mejorado gracias al P. Sherman Wall, O.M.I, aunque el

modesto sacerdote no disfruta la alabanza. Puede

resumir sus 60 años como sacerdote en una sencilla

frase – no se trata de mí.

El P. Sherman ha sido sacerdote y porrista en el

pequeño pueblo de Ozark en Willow Springs, Missouri,

desde hace 32 años. Es Pastor de la Parroquia Sacred

Heart y la iglesia de Misión St. Joseph. La parroquia es

pequeña, con cerca de 100 familias, aunque con un gran

impacto en la comunidad.

En 1986 el P. Sherman y sus feligreses deseaban ayudar

en forma importante a los pobres en la comunidad. Howell County es uno de los más pobres en

Missouri, con más del 20%.

La parroquia abrió una despensa y tienda de ahorro llamada MUNCH (Missourians United to

Combat Hunger/Gente de Missouri Unida Contra el Hambre). Comenzaron a distribuir

alimentos una vez al mes a algunas familias necesitadas, pero la ayuda necesaria era mayor de lo

esperado. Pronto agrandaron el edificio y el ministerio para ayudar a cientos de familias cada

mes.

Hoy en día cerca de 50 voluntarios colectan y distribuyen alimentos a los pobres. Además,

colectan y reparan ropa donada y artículos del hogar que se venden en la tienda. MUNCH ayuda

también a las familias con emergencia en sus deudas de servicios domésticos.

“El mes pasado atendimos 540 casas, el mes más ocupado hasta ahora,” dijo el P. Sherman.

Además de ayudar a los pobres en su comunidad, el P. Sherman también atiende las necesidades

espirituales de sus feligreses. Aunque no son muchos, el P. Sherman comenta que sus feligreses

son muy entusiastas, generosos y dedicados.

Su dedicación incluye mantener abierta la iglesia de Misión St. Joseph en la comunidad cercana

de White Church. Saint Joseph fue abierta el 25 de marzo de 1886, siendo la primera comunidad

católica en Howell County.

La pequeña iglesia se localiza entre robles y nogales y es aún el punto central del área de White

Church. Es un recordatorio de las primeras familias católicas que se establecieron en el lugar,

llevando con ellos la pasión por su fe y su comunidad. Al igual que su pastor, la iglesia de misión

ha soportado el paso del tiempo.

El P. Sherman comenta que como la iglesia St. Joseph, la vida en Ozarks ha sido increíblemente

estable en los 32 años que ha trabajado ahí. Sigue siendo el sacerdote campirano con un

particular corte de pelo chato al frente y amado por la gente del área, por su humildad en su

ministerio.

A su reciente cena de celebración de 60 años de sacerdocio en la que todos aportaron algo,

asistieron más de 300 personas de la parroquia y de la comunidad para agradecer al P. Sherman

su dedicación a la gente de Willow Springs. Aunque el Padre Sherman agradeció todas las

palabras de agradecimiento, se sintió algo extraño con las alabanzas acerca de su importancia

para la comunidad.A los 86 años, El P. Sherman aún trata de definir su “descripción de

trabajo.” Con excelente salud, espera seguir en Willow Springs por muchos años más,

atendiendo las necesidades espirituales y físicas de su prójimo.

Cuando algún día deje Willow Springs, el P. Sherman prefiere que no haya alboroto. No desea

que su nombre sea colocado en ningún edificio y definitivamente no desea que la gente recuerde

la “iglesia del Padre” o el “proyecto del Padre”, pues nunca se trató del P. Sherman, sino de la

comunidad.

El legado del Padre Sherman en Willow Springs será de compasión y fe, con un sencillo

recordatorio: nunca se trató de él

El Cardenal más Reciente es Parte de la Familia Oblata

Técnicamente, el Cardenal Louis-Marie Ling Mangkhanekhoun de Laos no es un

Misionero Oblato. En la realidad, ha sido parte de la familia Oblata desde que nació.

“Siempre, desde mi bautismo, ha habido un Oblato en mi vida,” dijo el Cardenal Ling. “Ellos

me formaron y mi herencia espiritual y espíritu de servicio proviene de ellos.”

El 21 de mayo de 2017 el Papa Francisco nombró Cardenal al poco conocido obispo de

Laos. En ese entonces el Cardenal Ling era Vicario Apostólico de Pakse y Administrador

Apostólico de Vientiane. Fue el primer cardenal de Laos, país comunista, donde los católicos

han sido perseguidos por generaciones. Solo hay cerca de 45,000 católicos en todo el país y no

hay diócesis. El nombramiento del Papa de un Cardenal laosiano sorprendió a todos, en especial

a quien recibió el honor.

“Alguien me llamó por teléfono diciendo ‘felicitaciones, Obispo, ¡el Papa lo eligió Cardenal! Y

contesté ‘no le creo.’ Creí que se trataba de una broma. Sin embargo, inmediatamente después

de la primera llamada hubo muchas otras y pensé que tal vez era verdad. Después chequé en

internet si se trababa de mí y encontré mi nombre”.

El Cardenal Ling nació en Bonha-Louang, Laos en 1944. Fue bautizado y educado por

sacerdotes Oblatos franceses. Su madre se convirtió al catolicismo y la familia era muy pobre.

“Recuerdo que nunca me fue posible pagar mi colegiatura,” comentó el Cardenal Ling. “Así que

los Oblatos, que eran mis párrocos, se hacían encargaban de ello. Aprendí de ellos que llevar el

Evangelio no se trata solo de palabras, sino del testimonio de nuestra propia vida. Los misioneros

Oblatos eran muy buenos, ejemplos de ello. Siempre me preguntaba ‘¿por qué hacían todas esas

cosas?’ Pero después de algún tiempo me dije algo más, ‘haz tú lo mismo.’ Lo que los

misioneros Oblatos hicieron fue darme la convicción de que debo servir a la gente”.

El Cardenal Ling estudió para el sacerdocio en un seminario que fundaron los Oblatos en la

ciudad de Parksane. Al incrementarse la guerra en Vietnam y llegar a Laos, los católicos fueron

el objetivo de los comunistas, asesinando a seis Oblatos, incluso al párroco que inspiró al

Cardenal Ling cuando niño. El joven seminarista fue enviado a Canadá para estudiar en el

Voluntas Dei, un instituto fundado por otro Oblato, el P. Louis-Marie Parent, O.M.I. Más

adelante fue ordenado sacerdote en la comunidad de Voluntas Dei.

En 1970 el Cardenal Ling se encontraba de nuevo en Laos como Diácono y le solicitaron

predicar un retiro en una aldea llamada Ban Na Phong. Con él estaban dos catequistas, Luc Sy y

Misam Pho Inpeng. Al terminar el retiro, el Cardenal Ling experimentó el momento más

terrorífico e importante de su vida.

“Los tres fuimos juntos y terminamos nuestra misión. Pasamos la noche en el lugar y al día

siguiente queríamos regresar a Vang Vieng. No había transporte, por lo que subimos a un

camión militar. No lejos de la aldea donde habíamos permanecido, tal vez a solo dos kilómetros,

fuimos emboscados. Había cerca de 14 personas en el camión y siete u ocho fueron

asesinados. Luc Sy and Misan murieron en el lugar.”

“De alguna forma escapé a la aldea y volví después a

buscar a mis amigos. Fueron enterrados al lado del

camino sin ataúd, por instrucciones de los militares,

aunque deseábamos sepultarlos en la aldea. Tuve

otro momento difícil – darles las tristes noticias a sus

familias, algo realmente difícil. Nunca olvidaré lo

que sucedió”.

“Fue en realidad ese incidente lo que me cambió. En

ese momento en que estaba ocultándome solo,

aunque aún rodeado de los hombres armados, algo

embonó en mi corazón. ¿Por qué sobreviví?

Comencé a reflexionar. Dios me hizo ver que quería

que sirviera a su pueblo en una forma especial. Me

dije, ‘A partir de hoy seré sacerdote.’ Tuve la

certeza de que Dios me llamaba a ser sacerdote. Es

muy interesante que la decisión fuera el resultado del

momento más terrible de mi vida.”

Dos años después, el Cardenal Ling fue ordenado en

una apresurada ceremonia en un campo de refugiados. Después trabajó como sacerdote, siempre

bajo una cuidadosa vigilancia y muchas veces acosado por los comunistas. En 1984 los

comunistas se cansaron del sacerdote de los pobres y lo enviaron a un campo de re-educación. El

Cardenal Ling pasó tres años en trabajos forzados.

Después de su liberación, el Cardenal Ling retomó su ministerio como sacerdote. En 2001 fue

nombrado para dirigir el Vicariato de Pakse y le serían encomendados más puestos de liderazgo

en la Iglesia católica de Laos. Actualmente, incluso como Cardenal, sigue siendo parte de la

familia Oblata, ayudando a supervisar a un pequeño grupo de Oblatos que trabajan en una

docena de parroquias o estaciones de misión con los pobres.“Les digo a los Oblatos que sean

Oblatos. Vayan a los suburbios. Esa es su identidad. Es por ello que digo que un Oblato debe

ser un Oblato,” dijo el Cardenal Ling. “¿Por qué me eligió el Papa? Tal vez porque insiste en la

dimensión misionera de la Iglesia. El Papa Francisco y yo deseamos ver a la Iglesia en los

suburbios, una Iglesia de los pobres, una Iglesia que sea misionera.”

Los Oblatos Conservan la Cultura Hmong en Minnesota

¿Cómo es que una iglesia que lleva el nombre del santo patrón de Irlanda, localizada en St. Paul,

Minnesota, puede convertirse en el punto central de proyección a un grupo étnico de Laos? Se

trata de la evidencia de la diversidad del ministerio de los Misioneros Oblatos.

La Parroquia St. Patrick de los Oblatos es el hogar de una próspera comunidad de personas de

herencia Hmong. Los Hmong es un grupo étnico de Laos evangelizados en los 1950 y ´60 por

misioneros católicos, incluyendo a los Misioneros Oblatos. Los Hmong apoyaron a los Estados

Unidos durante la guerra de Vietnam, por lo que fueron perseguidos por los comunistas al

apropiarse de Laos. Muchos Hmong huyeron del país y miles siguieron el camino a Minnesota.

Bajo la dirección del P. Daniel Taillez, O.M.I. los Oblatos llegaron a la comunidad Hmong en St.

Paul, no solo para ayudar en sus necesidades espirituales, sino además para ayudarles a preservar

su cultura. El P. Dan había sido misionero con los Hmong en Laos hasta que los comunistas lo

obligaron a dejar el país.

El P. Dan fundó la Asociación Nacional Americana Hmong en St. Paul y elaboró libros de

oración, himnarios y otros materiales de culto para ellos. La organización sigue vigente hoy en

día y colabora con comunidades católicas en todo Estados Unidos para mejorar sus ministerios

con los Hmong.

El Padre Dan trabajó 20 años con los Hmong en St. Paul y durante ese tiempo bautizó a más de

500 de ellos. En 2002 el P. Dan volvió a Asia para hacerse cargo de la programación para los

Hmong en Radio Veritas, que transmite para todo el Sureste de Asia.

En St. Paul, la comunidad Hmong celebró recientemente un nuevo ministerio con la creación del

primer capítulo de Asociados Oblatos Hmong en la Parroquia St. Patrick, de la cual ocho

personas se convirtieron en Asociados Oblatos. Como Asociados Oblatos, se reúnen

regularmente para rezar y estudiar el carisma de los Misioneros Oblatos. Además, se encargan de

los pobres a través de obras de servicio individuales y colectivas.

Recordando el pasado, haciendo del presente algo mejor y conservando la cultura para el futuro,

los Misioneros Oblatos y los Hmong han sido una bendición mutua por muchos años y

continuarán siéndolo con esperanza, amor y compasión.

“Gracias por atraernos a esta iglesia.”

Recientemente, el Doctor Sia Lo, feligrés de la Parroquia St. Patrick en St. Paul, Minnesota

escribió este testimonio sobre el P. Harry Winter, O.M.I. y los demás Oblatos que trabajan con

la comunidad Hmong del lugar.

“A nombre de la congregación católica Hmong aquí en St. Patrick, deseo agradecerle P. Harry, el

habernos atraído a este iglesia. Sin usted, podríamos no estar aquí hoy, así que muchas gracias

por todo lo que ha hecho para encontrarnos un hogar.

Como usted, hace aproximadamente un siglo, otros sacerdotes Oblatos de Francia llegaron con

nuestra gente en la selva de Laos, arriesgando sus vidas para encontrarnos. Una vez que llegaron

a nosotros, tomaron el tiempo para aprender nuestra cultura y costumbres y así poder enseñarnos

realmente sobre el Señor y Salvador Jesucristo.

Al encontrarnos no teníamos un lenguaje escrito, por lo que lo crearon para nosotros. Utilizando

caracteres romanos, desarrollaron por vez primera nuestro idioma escrito. Hoy en día todos los

Hmong alrededor del mundo podemos comunicarnos entre nosotros y escribir nuestro

agradecimiento a nuestros sacerdotes Oblatos. De hecho, cada vez que escribo en Hmong, no

puedo evitar pensar en ellos. (El P. Yves Bertrais, O.M.I. fue autor del primer diccionario

Hmong-Francés publicado en 1964.)

Cuando nos refugiamos en Tailandia, la Iglesia católica fue de suma importancia al llevar a

nuestra gente a los E.U. y a Minnesota. Fue la caridad de la Iglesia católica la que proporcionó

ropa y alimentos a muchas de nuestras familias, hasta que pudimos ocuparnos de nosotros, por lo

que tenemos una gran deuda con usted y con la Iglesia católica.

Pero de todo lo bueno que la Iglesia católica ha hecho por nosotros, estamos sumamente

agradecidos por nuestros sacerdotes Oblatos y en especial hoy, a usted, P. Harry, por ser quienes

son, verdaderos representantes de Cristo en la tierra. A través de Cristo limpian nuestras almas

cada domingo con agua bendita que nos protege del mal. A través de Cristo nos han enseñado la

bendición del Cielo y el verdadero propósito de la vida. A través del poder de Cristo, nos han

llevado más cerca de Dios, lo que no podemos agradecerles lo suficiente”.

Caminos Oblatos

Los Oblatos Expanden el Ministerio con los

Indígenas

Los Misioneros Oblatos en las Filipinas abrieron

una Oficina para los Pueblos Indígenas al sur de

Upi, Maguindano, como una forma de extender su

ministerio con algunos de los pueblos más

oprimidos.

“La Oficina de Ministerio a los Pueblos Indígenas es una señal visible del compromiso contínuo

de los Oblatos por trabajar con los desfavorecidos y de recordarnos que nadie es tan poco como

para no ser incluido y amado”, dijo el F. Boyet Palomo, O.M.I.

Uno de los temas principales del trabajo de los Oblatos con los pueblos indígenas, es ayudar a los

jóvenes a terminar la escuela preparatoria. En la mayoría de las escuelas en las Filipinas hay

pocos o ningún estudiante indígena. En contraste, en la Escuela Notre Dame de los Oblatos en

Kulaman, 288 de los 720 estudiantes son indígenas.

Oblato llamado a la Congregación Vaticana

El Vaticano anunció en septiembre que el P. Ryszard Szmydki, O.M.I. de Polonia ha sido

nombrado nuevo sub-secretario de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos.

El Padre Szmydki fue superior de la Provincia Oblata de Polonia por dos mandatos. Su trabajo

misionero incluye dos años en Camerún.

El objetivo de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos es transmitir y diseminar la

fe alrededor del mundo. Además, su responsabilidad específica es coordinar y guiar los

diferentes esfuerzos misioneros e iniciativas de toda la Iglesia.

Dedicación del Centro McLean

En noviembre fue inaugurado el Centro McLean para el Estudio de la Cultura y los Valores, en

la Universidad Católica de América en Washington, D.C. El centro recibió el nombre del P.

George McLean, O.M.I. fundador del Consejo Internacional para la Investigación de los Valores

y la Filosofía.

El Padre McLean, fallecido en 2016, fue un autor aclamado internacionalmente, coordinador de

talleres que promovieron el diálogo y la comunicación entre las personas de diferentes religiones

y culturas. Fue autor y co-autor de 25 libros y casi 100 artículos, además de impartir cientos de

conferencias en todo el mundo.

Semblanza de un Benefactor

Sally Gomez-Jung fue Profesora de Educación Pastoral

en la Facultad Oblata de Teología en San Antonio,

Texas. Es también Asociada Oblata, colaboradora laica,

que a través de la oración y difusión presta ayuda a los

ministerios de los Misioneros Oblatos. Sally escribe y

comparte a continuación sobre una visita que realizó

recientemente a Puerto Rico para visitar a miembros de

su familia y a los Oblatos, que siguen teniendo muchas

dificultades al recuperarse del huracán María.

¡Bendito sea el Dios de la misericordia y compasión,

que escucha el clamor de los pobres!

Mamá está bien, aunque algo desorientada por todo lo

que está sucediendo. La casa de adultos mayores tiene

agua, pero la electricidad es intermitente, dependiente

cada vez más del generador que es solo para

emergencias. En el asilo he ayudado doblando ropa, en la cocina, como estilista, ayudando en el

comedor, alimentando a los residentes en cama, trabajando en el dispensario seleccionando

medicina y ayudando a mamá. Me levanto a las 5:00 a.m. para rezar y alistarme para ir a ayudar

a mamá a bañarse y estar lista para la Misa. La visito varias veces al día y vuelvo a las 4:00 p.m.

para darle de comer y prepararla para ir a dormir. ¡Doy gracias a Dios por este tiempo con ella,

que es invaluable!

Quisiera compartir con ustedes algunas de las experiencias vividas y lo que he aprendido.

El jueves pasado tuve una hermosa reunión con un sacerdote Oblato. Más tarde en la mañana fui

con dos sacerdotes a Utuado, un pequeño pueblo en el centro de la isla, rodeado de montañas. La

lluvia arrastró un puente, dejando aisladas a veinticuatro familias del resto del pueblo. No podía

creerlo al ver la devastación real.

Fuimos a la iglesia en la plaza y pude reunirme con algunos miembros de la parroquia. La gente

se reunió solidariamente en la iglesia para escuchar Misa y tratar de encontrar esperanza en su

situación. Sólo tenían dos linternas y esperaban que al terminar la Misa aún hubiera luz de día

para ir a casa. Se veían exhaustos. Lo normal en su vida diaria ahora era hacer filas. Una de las

señoras me dijo que se iba a dormir esperando se tratara de una pesadilla y despertara al día

siguiente, pero la realidad es que despierta a la misma rutina de nuevo. Filas, sin agua, sin

electricidad y poca esperanza de que mejore pronto.

La tarde del sábado fui a La Perla, una de las áreas más pobres en San Juan. Al haber entregado

al sacerdote un donativo para esa comunidad, deseaban conocerme y que rezara con la

comunidad. Fue una experiencia muy conmovedora. Al llegar a la comunidad, justo junto al mar,

había una larga fila de personas esperando agua, hielo y comida.

Nos abrimos paso a una capilla muy modesta que no afectó el huracán. Vi muchas casas

totalmente destruidas por la tormenta. Había pocas personas en la capilla. Se había tenido que

adelantar la hora de la Misa pues no había electricidad y el sol se ponía más temprano. La gente

me recibió muy cálidamente y escuché sus comentarios de lo que habían pasado. Pedí que mi

presencia les recordara que hay gente en el continente que no solo pide por ellos, sino que dan

ayuda con sus donativos. Les hablé de la generosidad de ustedes.

Por favor sigan pidiendo por la gente en Puerto Rico. La recuperación para los 3.3 millones de

personas será difícil y larga, ¡pero ponemos nuestra confianza en la providencia de Dios – y en

quienes la encarnan! Deseo bendiciones a todos ustedes y agradezco su compañía en el viaje..

Devastación tras el Huracán María

El Padre Mariano Martínez, O.M.I. comparte el impacto del huracán María a los Oblatos en

Puerto Rico y cómo aún continúan los esfuerzos por la recuperación.

Estamos bien relativamente. Estamos cansados y no podemos dormir por el saqueo y la

delincuencia. Se dañaron los cimientos de la escuela y la parroquia. Existe mucha desolación y

temor; todo se ha derrumbado: no funciona ninguno de los sistemas – salud, transporte,

electricidad, agua, etc.

Nuestra casa sobrevivió, algunas puertas salieron volando y entró el agua. Nadábamos en

nuestras camas, pero todo está bien. En general la gente está afligida y llorosa.

Nos dicen que nunca habían visto nada igual. La violencia estalla en quienes están desesperados

por agua y comida; la situación se vuelve opresiva. El gobierno hace lo que puede, pero la

emergencia sobrepasa a sus posibilidades. Hay gente sin medios de comunicación y las presas

están reventando, poniendo en peligro a los pueblos, que deben evacuarse. Habrán de pasar

muchos, muchos meses antes de que todo vuelva a parecer normal. Muchos jóvenes migran del

país.

Pedimos a todos seguir acompañándonos con sus oraciones y en la solidaridad que sea posible.

Encontrando la Felicidad Entre los Oblatos

Hace cinco años, Joseph Saukani tuvo que tomar una difícil decisión

sobre su futuro. Era un exitoso jugador profesional de soccer en

Zambia, aunque al mismo tiempo la Iglesia le hacía un fuerte

llamado.

Todos sus amigos le decían que siguiera en el soccer, con el que

podría obtener mucho dinero. Después de una visita con los Oblatos,

Joseph decidió que debía escuchar a su corazón.

“Dejé el soccer e ingresé al programa de formación de los Oblatos,”

dijo Joseph. “Debía ser feliz y con los Oblatos era de lo más

feliz. Nunca he lamentado mi decisión.”

Joseph nació en 1990 en Kabwe, Provincia Central de Zambia. Sus

padres tuvieron diez hijos y él es el noveno. De niño, Joseph fue acólito por muchos años y su

interacción con los sacerdotes sembró en él un sentimiento de un posible llamado a la vida

religiosa.

“Cuando estudiaba primaria sentí el llamado al sacerdocio por primera vez. Entonces no era muy

fuerte, aunque siguió creciendo con la edad,” dijo Joseph. “Para cuando terminé la secundaria

mi vocación era ya muy fuerte.”

Aunque algo se interpuso al llamado a la vida religiosa – el soccer.

Joseph era un jugador estrella de soccer en la preparatoria y el dinero y la fama de una carrera

profesional era difícil de dejar pasar. Joseph jugó soccer de forma profesional por cinco años,

pero siempre había un sentimiento persistente de que la vida debía ser más que dedicarse a un

deporte.

Un antiguo novicio de los Oblatos, Nchimunya Bbuyumba Haakdakata, presentó a Joseph con el

P. Ron Walker, O.M.I., Director Vocacional de los Oblatos en Zambia. Estuvieron en contacto

por dos años, hasta que Joseph decidió que era hora de dejar el soccer y seguir su llamado al

sacerdocio.

Joseph fue novicio el año pasado en el Noviciado Oblato en Godfrey, Illinois. Al terminar su

año de noviciado, Joseph volvió a África para continuar sus estudios en el Instituto St. Joseph de

los Oblatos en Cedar, Sudáfrica.

Con solo 27 años, la vida personal y espiritual de Joseph lo han llevado alrededor del mundo, a

muchos entornos diferentes; dice que se encuentra ahora en un muy buen lugar, pues es feliz

“La vida es acerca de ser feliz,” dijo Joseph. “Elegí la vida con los Oblatos, que confío me hará

tan feliz como puedo ser.”

Seis Jóvenes se Unen al Noviciado Oblato

El Noviciado Oblato en Godfrey, Illinois dio la

bienvenida recientemente a seis jóvenes, quienes

pasarán un año en oración, estudio y contemplación de

la vida religiosa.

Lázaro Leal es de Brownsville, Texas. Su trayecto vocacional dio un gran paso al participar en

el ministerio en el campus de la Universidad Our Lady of the Lake en San Antonio, Texas. Joey

Methe es originario de Canadá y fue inspirado por los Oblatos cuando trabajó cuatro años como

parte del equipo pastoral en en Santuario Oblato de Notre Dame du Cap.

También se unieron al Noviciado Oblato Stephen Cheon y Sarath Kumar

Thangaprakasam. Stephen es de Australia, donde asistió al Colegio Mazenod, que dirigen los

Oblatos. Sarath proviene de la India y se sintió atraído a los Oblatos por su dedicación a los

pobres y su devoción a la Virgen María.

También forman parte de la comunidad del noviciado dos novicios de Zambia. Michael Kabazo

creció en una parroquia Oblata y comenzó a considerar ser sacerdote cuando era acólito, en 5°

grado. Wilbroad Kapembwa proviene de la parroquia Mary Immaculate de los Oblatos en

Lusaka, donde fue inspirado por su apoyo y celo incondicional al predicar a Jesucristo a los

pobress.

Año por las Vocaciones Oblatas

El 8 de diciembre, los Misioneros Oblatos dieron inicio a un “Año por las Vocaciones Oblatas”,

en el que se les alienta a enfocarse en sus diferentes ministerios vocacionales en todo el mundo,

además de solicitar a sus amigos y benefactores pedir por un aumento en la vocación con los

Oblatos.

Este “Año por la Vocación Oblata” se apoya en el llamado del Papa Francisco de un año

dedicado a la “Juventud, Fe y Discernimiento de la Vocación.” El Santo Padre ha lanzado un

reto a los Oblatos, de comprometerse al trabajo vocacional en vista de las necesidades de la

Iglesia.

“El campo misionero actual parece expandirse a diario,” dijo el Papa Francisco durante una

audiencia con los Oblatos. “Se les necesita, se requiere de su valor misionero, de su disposición

de llevar a todos la Buena Nueva que libera y reconforta”.