de la guerra num-0

33

Upload: xav66ier

Post on 07-Feb-2016

28 views

Category:

Documents


1 download

TRANSCRIPT

Page 1: De La Guerra Num-0
Page 2: De La Guerra Num-0

Revista digital de historia militar modernay contemporánea

DIRECCIÓN (Revista)Esteban Soteras

DIRECCIÓN (Númerosmonográficos)José Ignacio Pasamar

REDACTOR JEFEFrancisco Medina

REDACTORESÁngel MuñozDavid NievaJosé Miguel Fernández

DISEÑO Y PAGINACIÓNEsteban SoterasCarlos De La Rocha

AGRADECIMIENTOS AJosé Manuel GilSatrapa1 (www.satrapa1.com)

Si desea contactar con nosotros, escriba uncorreo electrónico a siguiente direccion:

[email protected]

Todos los textos son propiedad de éstapublicación. Queda terminantementementeprohibida su reproducción sin permisoexpreso de la revista.

www.delaguerra.es

N.º 0AÑO I

MAYO 2006

1

Page 3: De La Guerra Num-0

SUMARIO

EDITORIAL Pag. 3

LOS ZEPELINES COMO ARMA DE ATAQUE Pag. 5

Historia, desde su creación hasta su abandono, de la aeronave que fuesinónimo de terror para la pobación civil durante la Gran Guerra

LA BATALLA DE PAVÍA Pag. 13

En los jardines cercanos a ésta ciudad italiana murió una forma de hacer laguerra que había durado siglos. La caballería pesada, el arma mas terribleen la Europa de la Edad Media, cedió el protagonismo a la infantería en elcampo de batalla.

FICHA TÉCNICA Pag. 20

El HMS Dreadnought: el navío que sirvió de ejemplo a todos los acorazadoscontruídos posteriormente gracias a su innovador diseño

LA CIUDADELA DE JACA Pag. 23

Primero castillo, luego ciudadela, la fortaleza de Jaca ha sido testigo yprotagonista de la historia militar de los últimos siglos.

EL CERCO DE CHOLM Pag. 29

Los soldados de la Wehrmacht, que pocas semanas antes habían recorridocon facilidad el terreno hacia Moscú, se ven obligados a defender éstapoblación de los decididos contraataques soviéticos en medio del cruelinvierno ruso.

20

25

2

Page 4: De La Guerra Num-0

EditorialEl presente proyecto es el fruto de una aventura en la que nos hemos embarcado varios estudiosos

de la Historia Militar, cada uno de los cuales ya hemos realizado nuestras primeras armas en el medio decomunicación por excelencia de nuestra era: Internet. Por lo tanto, hemos decidido aunar nuestros esfuerzosy experiencias para poner en marcha este proyecto, una revista de Historia Militar y, sobre la base de ésta,la creación de un Portal de Historia Militar que sirva de referencia para todos los aficionados de lenguaespañola. Sabemos que la empresa es ardua, quizás demasiado ambiciosa, pero creemos que vale la penaintentarlo.

Más aún si contemplamos el triste panorama de la Historia Militar en nuestro entorno lingüístico ylo comparamos con la multitud de portales y revistas que existen en otros idiomas, mayoritariamente eninglés. Es un proyecto ambicioso, lo sabemos, y es por ello que solicitamos la colaboración de todo aquel afi-cionado a la Historia Militar que desee participar, ya sea en la redacción de artículos para la revista o el por-tal o en cualquier otra actividad. Queremos y deseamos que ésta obra sea de todos, que cada uno aporte sugrano de arena, no importa en que forma o intensidad.

Como ya hemos mencionado, este portal y su revista nacen con una vocación de servicio para todala comunidad hispanohablante de aficionados a la Historia Militar. No va a ser un foro. Pese a que quizásmás adelante consideremos añadir ésta opción, opinamos que ya existe en nuestro idioma una amplia ofer-ta de sitios de debate que no tiene nada que envidiar a la existente en otras lenguas. Nuestro objetivo es otro:aspiramos a convertir a delaguerra.es en una gran enciclopedia online sobre Historia Militar. Para ello, apar-te de los mencionados artículos y revista, publicaremos traducciones de documentos, artículos y obras nodisponibles en nuestro idioma, críticas de libros y películas de temática militar y cualquier otro campo deinterés que se sugiera. Repetimos que para sacar adelante este proyecto es absolutamente indispensablevuestra colaboración. Creemos que es ya hora que los aficionados a la Historia Militar aunemos nuestrosesfuerzos y creemos un punto de encuentro para compartir información sobre nuestra común afición.

Con respecto al ámbito temporal, hemos decidido abarcar solamente las Edades Moderna yContemporánea, es decir, desde el momento que se comienza a generalizar el uso de la pólvora en los ejér-citos hasta la actualidad. Creemos que este ámbito cronológico es el que tiene mayor interés para la HistoriaMilitar, pues ha sido durante él cuando el armamento y el arte de la guerra han experimentado su mayorevolución. Ha sido también durante éste periodo cuando la guerra, desgraciadamente, ha alcanzado reper-cusiones a nivel mundial, sobre todo en los dos últimos siglos. Otra razón de peso que nos ha movido a cen-trarnos en este marco cronológico es que ya existen varios y excelentes portales y revistas sobre la HistoriaMilitar en las Edades Antigua y Media. A éste respecto, queremos expresar nuestro reconocimiento y agra-decimiento a Carlos, webmaster y creador del portal www.satrapa1.com y editor de la “Revista Digital deHistoria Antigua y Medieval”, por su magnífica labor de divulgación y su ayuda en la creación de éste nuevoproyecto.

En cuanto al nombre elegido, “De la guerra”, quiere venir a reconocer el papel de la guerra comomotor de la Historia, al tiempo que es un homenaje a a uno de los grandes pensadores militares, el generalprusiano Karl von Clausewitz, y a su obra fundamental. Somos conscientes de que en la actual moda de “lopolíticamente correcto” en la que vive instalada nuestra sociedad nuestro proyecto puede sonar caduco yreaccionario, pero es algo que no nos importa en absoluto. La guerra, en contra de lo que parece dictar éstamoda, es inherente al ser humano, a su historia y a su desarrollo. Negar este hecho, aparte de ser una fala-cia intelectual, es ignorar la importancia que ha tenido la guerra en el desarrollo cultural y tecnológico de laespecie humana.

Y es a ésta especie a quien corresponde , mediante el estudio y la comprensión de los hechos del pasa-do, extraer las lecciones pertinentes para evitar que tales tragedias y errores se repitan en el futuro. Todossabemos que la guerra implica dolor y sufrimiento, pero darle la espalda como realidad vinculada a la con-dición humana, aparte de ser un error, solamente serviría para que en los conflictos venideros tales horroresy sufimientos sean, si cabe, aún mayores que los pasados.

Como dijo von Clausewitz: “La guerra es la continuación de la política por otros medios”. Mal quenos pese, éste es un hecho perfectamente constatable a lo largo de toda la Historia.

3

Page 5: De La Guerra Num-0

EL CONDE ZEPPELIN

El conde Ferdinand Von Zeppelin nació en1.838 en la ciudad de Konstanz (Constanza), junto allago de mismo nombre y en el cual realizaría muchosde los vuelos de prueba de sus futuras creaciones.Estudió en la academia militar de Ludwigsburg y en launiversidad de Tübingen. Tras acabar sus estudios, sir-vió primero como observador militar en EstadosUnidos, fue durante este periodo donde tuvo su primercontacto con los globos (1) , ya de regreso nuevamen-te en Alemania tomó parte en la guerra franco-alemanade 1.870 – 1.871, en donde una vez más pudo observarel empleo de ingenios aerostáticos sobre París.

Se retiró del ejército en 1.891 con el rango degeneral de brigada. A partir de entonces se dedicó a laque siempre fue su gran pasión: los globos aerostáticos.La idea que rondaba su mente era simple pero ingenio-sa: ¿Por qué no cerrar varios globos en una estructurasemirrígida aerodinámica y dotarles de elementos dedirección y propulsión?

El conde Zeppelin, observando a uno de sus

artefactos en pruebas

El primer prototipo de un ingenio de talescaracterísticas fue finalizado y probado en Julio de1.900; los hermanos Wright no harían volar su famoso

primer avión hasta 1.903. Se denominó Luftschiff(Aeronave) Zeppelin 1, o LZ-1, para abreviar. El enor-me artefacto consiguió despegar, pero tuvo que aterri-zar tras 18 escasos minutos de vuelo.

Cinco años después, pese a las dificultadeseconómicas que suponía para el conde tener que finan-ciar los prototipos con su propio dinero, se construyó elLZ-2; el conde Zeppelin era un hombre tenaz. Perodurante su primer viaje, el LZ-2 también acabó en elsuelo al poco de emprender vuelo.

Para el LZ-3 y los dirigibles posteriores,Zeppelin delegó en el brillante ingeniero Ludwig Dürr,quien empezó a añadir innovaciones técnicas como losgrupos electrógenos, las aletas de compensacion y lostimones de profundidad; posteriormente, el LZ-4 seríael primer dirigible en realizar viajes a lo largo deAlemania. Pero durante una parada fue arrastrado porel viento y chocó contra un bosque; el hidrógeno deldirigible se inflamó a causa del impacto. Por primeravez, el liviano gas daba un aviso del peligro que entra-ñaba su empleo en los dirigibles. El helio, otro gas másligero que el aire, también se podía emplear, aunque sumayor densidad hacía que fuese capaz de levantarmenos carga util a igual volumen de hidrógeno y bas-tante mas difícil de conseguir en la Alemania de laépoca.

Zeppelin y sus colaboradores decidieron ren-dirse. Sin embargo, una espontánea aportación de fon-dos del pueblo alemán, el conde era un hombre muypopular entre sus conciudadanos, dotó a Zeppelin deingentes cantidades de dinero con las que proseguir susinvestigaciones. Gracias a ello, la Luftschiffbau

El LZ-1, el primer zepelín, en su primera

prueba

(1) El globo vuela gracias a que es más ligero que el aire. Va relleno deun gas (aire caliente, helio, hidrógeno..., cuya densidad es más pequeñaque la del aire que rodea al globo) que pesa menos que el propio aire. Alser el peso del globo menor que el empuje que sufre («...vertical, haciaarriba, e igual al peso de aire que el globo desaloja...») el globo se eleva,hasta que se establece el equilibrio de fuerzas: peso del globo, más pesode tripulantes, barquilla... etc = fuerza de empuje.

Por ESTEBAN SOTERAS

4

Page 6: De La Guerra Num-0

Zeppelin, construcciones aeronáuticas Zeppelin, com-pañía fundada por el conde para la fabricación de susaeronaves, prosiguió el desarrollo de los imponentesdirigibles, estos fueron destinados a vuelos de lujosobre toda Europa en los que gente dispuesta a pagaruna pequeña fortuna gozaba el privilegio de surcar elcielo del continente. Así, con pacíficos vuelos turísti-cos, transcurrieron los primeros años del siglo para losdirigibles... hasta que estalló la Gran Guerra.

DE VEHÍCULO DE PLACER A ARMA

OFENSIVA

Era evidente que el nuevo invento tenía ciertopotencial militar. De hecho, el primer dirigible media-namente exitoso, el LZ-3, entró en servicio en el ejérci-to alemán en 1909. En 1914, además de las tres navescomerciales que existían, había ocho dirigibles rígidosen toda Alemania empleados por el ejército. Tres ope-raban en la parte occidental del país y tres en territorosdel este. La marina tenía uno en Hamburgo y otro enconstrucción. Pero ninguno de éstos dirigibles estabarealmente preparado para la guerra.

El capitán del zepelín Sachsen, Ernst A.Lehmann, escribe sobre sus impresiones al estallar laguerra, tras ser movillizado : “(...) ¿Cómo se emplearí-an las aeronaves? Algunos de nosotros discutimoslargo y tendido el tema mientras esperábamos órdenesmás específicas. El Zeppelin no había figurando enninguno de los planes de guerra del estado mayor (…)Aunque Alemania, como otras naciones, había des-arrollado maniobras militares, y los militares teníanplanes exhaustivos sobre que hacer en caso de guerra,las aeronaves no se hallaban incluídas en ellos; a losmilitares no les gustaban como armas de guerra (…)Con todo, nosotros mismos no vimos todas las posibi-lidades militares. Nuestra experiencia y entrenamientose debían al vuelo en líneas comerciales”.

Las naves se enviaron al ataque tan prontocomo estuvieron alistadas para el combate. Sin embar-

go, se perdieron tres aeronaves en poco tiempo, debidoa que los zepelines fueron enviados realizar ataquescontra el grueso del ejército francés. La nutrida con-centración de fuego de fusilería de las tropas, unida alfuego de los cañones antiaéreos, hizo de los dirigiblesuna presa relativamente fácil. Los aviones tambiéntuvieron sus primeras oportunidades contra estosmonstruos voladores. Ya durante este primer enfrenta-miento se hizo patente para sus oponentes la necesidadde utilizar balas incendiarias en lugar de las convencio-nales,ya que estas solo producían pequeños escapes degas sin provocar la ignición del dirigible. Asimismo sehizo evidente que en el futuro sería mucho más pru-dente realizar incursiones nocturnas. En resumen, elzepelín, a pesar de sus posibilidades también estabamostrando graves carencias en su uso táctico.

El ejército intentó, con sus zepelines, el bom-bardeo sobre núcleos urbanos. Lieja, y Amberes, quefue víctima del primer raid nocturno de la historia, fue-ron atacadas Sin embargo, aún no existía siquiera untipo de bombas diseñadas específicamentes para serlanzadas desde los dirigibles, aunque en todas las basesde zepelines se había hecho buen acopio de obusesconvencionales en previsión de que el bombardeo seríala principal labor del nuevo arma.

No obstante, la marina del Kaiser tenía gran-des esperanzas depositadas en el nuevo ingenio, puessuponía una excelente manera de realizar reconoci-mientos aéreos sobre el mar. Hasta entonces se depen-día de los cruceros rápidos para éstas tareas, y la mari-na alemana no tenía muchos. Por lo tanto laKaisermarine fue la gran impulsora del uso militar delos zepelines, e incluso disponía de su propio programapara el diseño de dirigibles, no dependiente del ejérci-to. El capitán Peter Strasser fue el alma mater de éstoszepelines, diseñados para reconocimiento pero emple-ados también como armas de ataque sin problemaalguno.

LOS BOMBARDEOS

El L-6, adquirido por la marina alemana como unidad de exploración marítima

5

Page 7: De La Guerra Num-0

Durante 1914 la marina adquirió nuevas unida-des. El ingeniero aeronáutico Hugo Eckener fue elencargado de dirigir la construcción de un nuevo dise-ño de dirigible, con notables mejoras. Estas nuevasnaves fueron empleadas en un principio en reconoci-mientos del Mar del Norte, e incluso eran capaces deamerizar y entablar combate con navíos de superficie.

El éxito en tales misiónes hizo que laKaisermarine insistiera en el empleo de los dirigiblespara el bombardeo de Gran Bretaña, y el Kaiser, reacio

atacar ciudades enemigas. En palabras de Lehmann,“Mientras el alto mando deliberaba sobre el ataque aInglaterra con zepelines,, el pueblo clamaba insistente-mente por la destrucción absoluta de Londres y otrasciudades. Era lo que la gente esperaba. Desde el puntode vista moral, decían, estaba justificado a causa delbloqueo inglés a Alemania” Evidentemente, el poderofensivo de los zepelines estaba sobrevalorado, aunquesi se hubiesen autorizado ataques masivos con bombasincendiarias en vez de con explosivas, es posible quelos ataques hubiesen podido ser mucho más devastado-

en un principio, acabó cediendo. En Enero de 1915 seprodujo el primer bombardeo sobre territorio británico,con un exiguo balance de dos muertos y 16 heridos.

De éste modo, los dirigibles de la marina ale-mana se emplearon simultáneamente para patrullar elmar y para bombardear Gran Bretaña, aunque la fre-cuencia de ataques era bastante baja, alrededor de unocada 15 días: las misiones de los Zeppelines eran dema-siado dependientes de las condiciones meteorológicas.Sin embargo, la Kaisermarine seguía entusiasmada consus dirigibles y solicitó permiso al Kaiser para extenderlos bombardeos a la ciudad de Londres, ya que hastaentones no se había atacado directamente la capital bri-tánica sino tan sólo instalaciones militares costeras.Tras una serie de bombardeos del territorio alemán porparte de aviones franceses, el Kaiser finalmente acce-dió. El objetivo de éstas incursiones era, más que pro-vocar daños militares, interferir los sistemas de produc-ción y logístico enemigos en su propio territorio, bus-cando en un principio atacar lugares clave como diques,arsenales, estaciones de ferrocarril e incluso el mismobanco de Inglaterra. Más tarde se haría evidente que eracasi imposible conseguir semejante precisión en elbombardeo. Éstas misiones tambien eran una buenaforma de subir la moral a las tripulaciones asignadas alas aburridas tareas de reconocimiento.

Sin embargo, desde el punto de vista de lapoblación civil no había tanta reticencia a la idea de

res. Por otra parte, había órdenes expresas del propioKaiser de no atacar bajo ningún concepto lugares talescomo la abadía de Westminster o la residencia real, porello, las tripulaciones preferían atacar el extrarradiolondinenese y no arriesgarse a dañar uno de éstos luga-res.

Así, en Mayo de 1915 se produjo el primerbombardeo sobre la capital británica, con escasas bajasy daños materiales. Pero no seria hasta el 8 deSeptiembre cuando se produciría un ataque de grandesdimensiones sobre Londres, en el que se causaron gra-ves daños materiales y durante el cual un dirigible, el L-13, llegó incluso a bombardear la mismísima City lon-dinense. Éste ataque fue el de mayor balance destructi-vo de toda la contienda llevado a cabo por los zepelines,pero aún así los daños no fueron graves.

La capital francesa no se libró de los bombar-deos aéreos alemanes.En Marzo del mismo año comen-zaron los ataques sobre París. Sin embargo, para losalemanes era más simple bombardear Londres, pues elcamino que debían recorrer los dirigibles, pese a sercasi el doble de largo, era casi todo sobre el mar yterritorio amigo. Además, los franceses fueron más obs-tinados en la defensa de su capital. Por ello Londressiguió siendo el objetivo preferido de los leviatanes delKaiser.

En ésta misma época, Hindenburg, quien aúnveía grandes posibilidades en las aeronaves, intentó uti-

Un periódico francés refleja la noticia del bombardeo de Amberes por zepelines

6

Page 8: De La Guerra Num-0

El LZ-62, zepelín que realizó 115 misiones

sobre Inglaterra durante la 1GM

lizarlos en el frente ruso en ataques tácticos del mismomodo en que habían sido empleados al estallido de laguerra. Ocurrió lo mismo que entonces: los zepelines,a plena luz del día, volvieron a ser un blanco fantásti-co para las balas de los soldados. Pese a ello, la mediadocena de unidades que operaron en esta zona consi-guieron ciertos éxitos, pero no fueron en modo algunogolpes decisivos contra el enemigo

En 1916 el entusiasmo por las aeronavesdecreció algo. La pérdida de cuatro unidades sobre loscampos de batalla de Verdún supuso el fin del empleode los zepelines en los bombardeos tácticos y su usopor parte del ejército, que poseía una flota propia. Sinembargo, los ingenieros alemanes estaban proyectandonuevos modelos, más grandes y mejor equipados, paracontinuar con los prometedores bombardeos estratégi-cos.

EL PRIN-

CIPIO DEL

FIN

H a s t a1916, sólo sehabía logradoel derribo de unzepelín sobresuelo enemigo.Fue gracias aun avezadopiloto inglésque, duranteuna misión deb o m b a r d e ocontra las basesde los dirigi-bles - este tipode misiones erala única medidaseria que sehabía adoptadoconta los dirigi-bles hasta ese

momento- divisó al L -37, que volvía de una misión debombardeo sobre Londres. El teniente Warneford se lascompuso para seguir al dirigible, colocarse sobre él ysoltarle encima su carga de seis bombas, las cuales cau-saron la destrucción de la aeronave.

Sin embargo, éste intrépido ataque fue un inci-dente aislado. Hasta la fecha, los ingenios del Graf VonZeppelin habían llevado a cabo su misión de terror conimpunidad, pues las balas de las ametralladoras de losaviones sólo podían provocar pequenas fugas en losglobos de hidrógeno de los dirigibles. Además, éstos asu vez estaba equipados con ametralladores de defensacercana que hacían muy difícil la tarea de acercarse alaparato. Los británicos decidieron que era precisohacer algo más efectivo para acabar con las temiblesaeronaves alemanas.

Hacia el verano de 1916 todos los avionesingleses se encontraban armados con un nuevo tipo demunición incendiaria – dotada de fósforo- para susametralladoras. Estas balas podían aprovechar las fugasde gas provocadas por otros impactos para inflamar elhidrógeno fugado y convertir al zepelín en una antor-cha volante. En Septiembre de 1916 se consiguió el pri-mer derribo con ésta nueva táctica. Un avión británicoderribó un dirigible de un grupo de 12 que se dirigían arealizar un raid sobre las islas. Sin embargo, al almiran-tazgo alemán no se dejó afectar de momento por elderribo; el zepelín derribado, el SL-11 ( SL de Schutte-Lanz, la otra compañía, menos conocida, que fabricódirigibles en Alemania durante la Primera GuerraMundial) era un modelo viejo perteneciente al ejércitoy no uno de los más avanzados modelos de la marina.

Cráter creado por la bomba de un zepelín en París

7

Page 9: De La Guerra Num-0

Los tres grandes impulsores del zepelín

durante la Primera Guerra Mundial: En el

centro, el conde Zeppelin, padre de la criatura.

A la izquierda, Hugo Eckener, ingeniero encar-

gado del desarrollo de éstas aeronaves durante

la Gran Guerra .A la derecha, el capitán de fra-

gata Peter Strasser, conocido como der Führer

der Luftschiffe (El líder de las aeronaves) por

el empeño que puso durante toda la Gran

Guerra en el empleo del dirigible como arma

ofensiva.

Pero los británicos estaban empeñados en acabar conlos Childkillers – asesinos de niñós, nombre con el quese les bautizó tras los primeros raids-. Se habían cons-truído nuevos aeródromos y se dotó a las defensasantiaéreas de reflectores de búsqueda más potentes, alo que los alemanes respondieron pintando la panza delos dirigibles de negro, lo cual se puede decir que fueuno de los primeros usos del camuflaje en el aire.

Tres semanas más tarde la situación empeoró;dos de los doce dirigibles empeñados en una incursiónfueron derribados. Y esta vez sí eran modelos de lamarina de última generación. Además, los daños cau-sados por las bombas de los zepelines eran cada vezmenores. Y existía otro serio problema: la escasez detripulaciones entrenadas disponibles. Recordemos queal estallido de la guerra sólo había alrededor de unadecena de dirigibles en activo. El capitán Lehmannconocía muy bien el problema, pues él ya era piloto alestallar la guerra: “ Es preciso más de un año de expe-riencia para que un capitán pueda reaccionar antecualquier emergencia (...) Lo mismo sucede con el pri-mer oficial, el jefe de máquinas o el ingeniero jefe “Sin embargo, no había ni tiempo ni dirigibles paraemprender un programa eficaz de entrenamiento enmedio de la guerra. Las tripulaciones debían aprenderdurante las misiones donde cada ataque era una nuevalección vital.

El ejército alemán empezó a desilusionarsecon los ingenios del conde y empezó a pensar en el usode los nuevos aviones de bombardeo Gotha y Giant,que volando en formación y a la luz del día conseguíanunos resultados mucho mejores. La marina, no obstan-te, seguía confiando en sus aparatos. Su esperanza era

producir modelos que volasen más alto, allá donde losaviones no pudieran alcanzarlos. Esto llevó al desarro-llo de la una tercera generación de zepelines capaces desuperar los 7.000 metros de altitud durante sus vuelos.

Ello conllevó varios problemas: para poderalcanzar tal cota fue preciso reducir el peso por mediode eliminar parte de las armas de defensa del aparato.Además, el frío y la escasez de oxígeno a tales altitudessuponían un serio problema para el funcionamiento delos motores. La navegación era más complicada y lagran altura hacía los bombardeos menos precisos. Perotodo parecía compensarse por la inmunidad que, enteoría, confería a los dirigibles el vuelo a tales altitudes.De hecho, el primer ataque de éste tipo de aeronaves,lanzado en Octubre de 1917 , sólo fue detectado por losingleses cuando las bombas tocaron el suelo. No obs-tante, aunque los nuevos navíos eran capaces de alcan-zar grandes alturas, debían obviamente descender paraaterrizar. Los zepelines de éste primer ataque a alta cotafueron atacados aprovechando ésta circunstancia y lamitad de los dirigibles empeñados en el raid fuerondestruídos.

A partir de entonces, la carrera de los dirigiblesde combate cayó en picado, pues a lo dudoso de su efi-cacia se unieron una serie de explosiones fortuitas queacabaron con varios aparatos en tierra. En Agosto de1918 se intentó el último gran raid de los zepelinessobre Gran Bretaña. Fue un fracaso, pues para entonceslos aviones británicos ya eran capaces de alcanzar lasalturas a las que operaban los dirigibles. En ésta incur-sión murió el abanderado de los dirigibles en la marina:el capitán Strasser. Era el fin del globo dirigido comoarma ofensiva.

TRAS LA GUERRA

Estaba claro que el impacto de los zepelinesdurante la Gran Guerra había sido más psicológico quereal. Pese a que los daños que provocaban eran reduci-dos, su imponente tamaño y la posibilidad de ataque a

El USS Macon. Al fondo, su hangar.

8

Page 10: De La Guerra Num-0

los civiles en la retaguardia supusieron un fuerteimpacto. El zepelín inauguró lo que sería de uso habi-tual durante la siguiente guerra mundial: el bombardeoestratégico y de terror. Sin embargo, los daños causa-dos al enemigo eran considerablemente menores eco-nómicamente que los costes que había supuesto paraAlemania la construcción de las enormes aeronaves.Cada aeronave sólo podía llevar unos 1.000 Kg. debombas, capacidad similar a la de dos cazabombarde-ros de la 2GM. Además, de las 67 unidades construí-das, sólo 16 acabaron la guerra sin ser destruídas. Pesea todo, los aliados habían quedado tan impresionadospor la nueva arma que el Tratado de Versalles obligabaa Alemana a entegar todos los zepelines que le queda-ban, si bien la mayoría fueron destruidos ante tal pers-pectiva por sus propias tripulaciones .

Los Estados Unidos pensaron que podíanconstruir sus propios dirigibles, basándose en los dise-ños alemanes y con la ayuda del propio Eckener, quehabía asumido el control de la Zeppelin tras el falleci-miento del conde en 1917. Pero debían solventar suprincipal inconveniente: el empleo de hidrógeno. Noestaban obligados a construírlos con éste gas, puesellos disponían del helio necesario para hacer volardirigibles. Pese a que el helio obligaba a construiraeronaves mayores para la misma carga útil – o bien areducir ésta a igual tamaño – los americanos lo emple-aron, pensando que la mayor seguridad del helio lovalía.

El programa americano de zepelines parecíatener cierto éxito, e incluso se llegó a construír un diri-gible-portaaviones, el USS Macon, capaz de navegarcon 5 aviones que podían despegar y aterrizar en él –siempe y cuando el piloto fuese los suficientementetemerario para intentar tan arriesgada maniobra -.Noobstante, aunque los dirigibles americanos no ardieran,seguían siendo muy vulnerables a las inclemencias deltiempo y muchos acabaron estrellándose. Al final dedecidió abandonar el programa. Por su parte, laAlemania de posguerra de Weimar, y posteriormente la

de Hitler, intentó un tímido resurgimiento de su progra-ma de dirigibles a la sombra del norteamericano. Estosnuevos zepelines estarían destinados al transporte de

El Hindenburg explota sobre Nueva Jersey: el

futuro de zepelín ha muerto

pasajeros a grandes distancias.Tres grandes dirigibles fueron construídos:el

LZ-127 Graf Zeppelin, el LZ-l29 Hindenburg, y el LZ-l30 Graf Zeppelin II. El Graf Zeppelin, construído enlos años 20, se convirtió en el dirigible de mayor éxitohasta la fecha, consiguendo realizar 144 vuelos transo-ceánicos – e incluso una vuelta al mundo en 12 días -en los que el pasaje disfrutaba de una total tranqulidaddurante el vuelo. El éxito del Graf Zeppelin llevó a laconstrucción del grandioso Hindenburg en 1.936, unlujoso dirigible que se convirtió en uno de los iconosde la Alemania Nazi, pese a la reticencia de Eckener.En realidad se pensaba bautizarlo como Hitler, pero elFührer no quería que nada susceptible de ser destruídocon relativa facilidad llevase su nombre.

Sin embargo, el desastroso final delHindenburg en 1937 causó tal conmoción que se deci-dió terminar con el programa de dirigibles. El GrafZeppelin II no llegó a volar, y se desmanteló en 1940acabando con la carrera de una aeronave que tuvo cua-tro décadas de dudoso éxito.

ASPECTOS TÉCNICOS DE LOS

ZEPELINES

Armamento

Al comienzo de la guerra, la falta total de pre-visión en el empleo de los zepelines como arma ofen-siva hizo que no existiera ningún diseño específico debomba para ellos y las tripulaciones y equipos de lasbases tuvieron que ingeniárselas como pudieron. Laprimera solución adoptada fue usar directamente obu-

Bomba del tipo arrojado desde los zepelines

9

Page 11: De La Guerra Num-0

Vista trasera de un zepelín de la Gran Guerra.

Se puede ver el conjunto de timones de direc-

ción en la cola

ses de artillería con una sábana atada en su parte poste-rior que hiciese las veces de timón de dirección; unasolución sencilla pero eficaz.

Al poco tiempo se enviaron a las bases bombasdiseñadas específicamente para el bombardeo desdedirigibles; sin embargo, no fueron muy bien acogidas,pues eran en opinión de las tripulaciones menos efecti-vas que sus bombas improvisadas. También se empezóa investigar con bombas incendiarias, las cuales aún noexistían en el ejército alemán en 1914.Incluso se empe-zó a pensar en las medidas de defensa. La primera solu-ción adoptada, un tanto ingenua, fue colocar redessobre los techos de los edificios, que atrapasen labomba sin activar su espoleta. Pronto se hizo evidenteque tales redes eran inútiles. Posteriormente, se des-arrollaron bombas bastante similares a las empleadasen bombardeos aéreos de saturación que fueron lasempleadas hasta el final de la guerra.

Con respecto a las armas de autodefensa de lasaeronaves, en un principio se limitaron a los revólve-res y fusiles portados por la propia tripulación. Al pocotiempo se instalaron ametralladoras en las partes supe-rior e inferior del dirigible que cubrían casi todo elespacio alrededor de la nave; esto hacía para los avio-nes muy peligroso el intentar ataques directos, pues losametralladores del zepelín, situados en una nave muyestable, tenían muchas mejores oportunidades de acer-tar que los estresados pilotos.

Diseño

El primer zepelín de la historia, el LZ-1 sentólas bases de lo que serían los modelos siguentes:Constaba de 17 globos rellenos de hidrógeno y confina-dos en una estructura tubular rígida de unos 140 metrosde longitud cubierta por lona. El navío estaba goberna-do por timones situados en la parte frontal y trasera, y

se desplazaba gracias a dos hélices movidas por dosmotores Daimler de 15 caballos de potencia cada uno.Era capaz de llevar 5 pasajeros.

Todos los modelos siguentes eran básicamen-te mejoras de éste aparato, pero las ideas fundamenta-les no variaron. El esqueleto interior evolucionó de laestructura de madera primitiva a una mucho mejor deduralumino. Un dato curioso es que para la confecciónde las celdas interiores que portaban el gas se emplea-ba tripa de animal, por lo que toda la producciónnacional de éste material se convirtió en “artículo mili-tar”. La goma era más peligrosa, pues ésta almacenacarga electrostática y por consiguiente es capaz de pro-vocar chispas que incendiasen el hidrógeno mientrasque la tripa de cerdo no.

Se añadió una quilla con una pasarela que per-

Partes básicas de un zepelín

10

Page 12: De La Guerra Num-0

mitía a la tripulacion andar a lo largo de la aeronave;esta zona se convertiría en el lugar de almacenamientode bombas y en habitáculo de la tripulación. Se podíaacceder a la estructura interior para el mantenimientode las celdas de gas -grandes como casas- y para elacceso a la ametralladora situada en la parte superior.Cuando la tripulación accedía al interior del dirigible,debían portar batas especiales sin botones que evitasencualquier posibilidad de desgarrar las celdas, así comozapatillas de fieltro. Las reparaciones de las celdas enpleno vuelo eran auténticos trabajos de precisión.

Los motores siguieron en unas góndolas exter-nas colocadas lateralmente - demasiado altas para con-seguir una propulsión óptima, pero la localización eraobligada para evitar daños graves en aterrizajes deemergencia - en las que un operario debía aguantartemperaturas extremas para vigilar el correcto funcio-namiento de los motores. Éstos, de escasa potencia yfiabilidad en aquella época, sufrían mucho a causa delprolongado esfuerzo y las bajas temperaturas existentesa alta cota. El guiado de la nave se conseguía connumerosos timones direccionales dispuestos sobre todoen la cola de la nave y accionados por cables.

Góndola de observación empleada por los dirigi-

bles para no revelar la presencia de la aeronave

En tierra el aparato se amarraba a una torreespecial con un cabo atado al morro, por tanto, los apa-ratos no llegaban realmente a aterrizar nunca salvoemergencias. Sin embargo, podían amarar con relativafacilidad, y los dirigibles de la marina lo hicieron envarias ocasiones sin grandes problemas.

Un dispositivo curioso fue agregado a loszepelines de la marina. Se trataba de una estructurasimilar al fuselaje de un avión rechoncho en la que sealojaba a un observador. Éste artilugio se bajaba con uncable de unos 500 metros durante el vuelo, de formaque el zepelín quedase oculto por las nubes y sólo que-dase expuesta la cápsula. De este modo se podía obser-var el suelo sin riesgo de dejar el dirigible al descubier-to. El propio cable hacía las veces de hilo telefónico; deéste modo el observador podía informar a la tripulaciónde lo que veía.

A la hora de desplazarse, los zepelines eranmuy lentos y difíciles de maniobrar, muy vulnerables alviento, y establecer la navegación con ellos harto com-plicado. Podían ser atacados desde tierra con armasantiaéreas durante largos trechos con sólo montar lasarmas en automóviles. Asimismo, también estaban bas-tante expuestos en el aire, y su principal defensa contralos aviones consistía en intentar subir a altas cotas detal modo que éstos no pudiesen seguirlos. La falta demaniobralbilidad y la baja velocidad eran nuevamenteun grave impedimento para ello.

El diseño de dirigibles durante la guerra selimitó a mejorar lo ya existente, en vez de introducirideas nuevas, en parte debido a la falta de espíritu inno-vador y en parte a causa de la falta de tiempo parainvestigación y el desarrollo. Aún así, tras la guerra,pese a que se avanzó mucho en la fabricación de losdirigibles, la fragilidad inherente a éstas aeronaves hizoque pasaran a la historia de la aeronáutica militar afinales de los años 30.

Fotografía tomada desde un zepelín durante un raid sobre Londres

11

Page 13: De La Guerra Num-0

EEnn 11552255,, eenn llaa ccaammppiiññaa qquuee cciirrccuunnddaabbaa llaa cciiuuddaadd iittaalliiaannaa ddee PPaavvííaa,, ssee eennffrreennttaa--rroonn llooss eejjéérrcciittooss ddee CCaarrllooss VV yy FFrraanncciissccoo II ddee FFrraanncciiaa.. TTaammbbiiéénn ssee eennffrreennttaarroonnddooss mmooddooss ddee hhaacceerr yy eenntteennddeerr llaa gguueerrrraa,, eell mmooddeerrnnoo yy eell mmeeddiieevvaall.. LLaa ccaabbaallllee--rrííaa ffeeuuddaall aaggoonniizzóó yy mmuurriióó ttrraass eessttee nnuueevvoo ""CCrrééccyy"",, eevvoolluucciioonnaannddoo hhaacciiaa nnuuee--vvaass ffoorrmmaass ssuuppeeddiittaaddaass aa llaa iinnffaanntteerrííaa..

Corría el año 1515 cuando, Francisco I, nuevorey de Francia, inició una campaña contra las ciudadescantonales suizas que culminó con la derrota de lostemidos piqueros helvéticos en la batalla de Marignano.Una vez más, como venía ocurriendo desde el más ran-cio medioevo, una resolutiva, vistosa y aplastante cargade la reluciente caballería pesada francesa, la nobiliaria"gendarmería", había decidido el resultado de la batalla.

Dos años más tarde, 1517, un joven de miradaestrábica y complexión delgada, del cuál la nobleza cas-tellana recelaba hasta el punto de llegar a alzársele enarmas dos años más tarde, desembarcaba por error en elpuerto de Villaviciosa (debía hacerlo en el de Laredo)con intención de ser reconocido rey de Castilla, Aragóny Navarra. Ese joven era Carlos de Habsburgo, quesería coronado dos años más tarde en Aquisrgán comoemperador del Sacro Imperio Romano-Germánico conel nombre de Carlos V.

Estos dos monarcas habían heredado de susabuelos una serie de litigios en torno a los territorios dela península itálica que ya habían ocasionado variasguerras en tiempos de Luis XII y Fernando el Católico.Tras estos encontronazos bélicos la monarquía hispáni-ca había consolidado su presencia en Italia, merced a lasaplastantes victorias que sufrieron los franceses amanos del Gran Capitán en las batallas de Ceriñola(1503) y Garellano (1504). Aunque Francia había decli-nado hace tiempo en sus tentativas de apoderarse delpastel italiano, en aquellos tiempos un rosario de duca-dos y pequeños reinos prósperos y ricos, el de Valoisarmaba de nuevo a sus ejércitos para hacer valer susderechos sobre el Milanesado, a sangre y fuego si eranecesario.

Y, como era de prever, el conflicto estalló.Francisco I, que comenzaba a odiar al joven Carlos porhaber conseguido la corona del Sacro Imperio a la queél también aspiraba, mandó a Italia un poderoso ejérci-to al mando del general Lautrec, que llegó a sumar más

de 22.000 hombres, entre franceses, gascones, venecia-nos y mercenarios suizos. Este primer intento por libe-rar el Milanesado de la presencia de los imperiales fra-casó en una rápida batalla librada en las cercanías deMonza (1522), junto a un pequeño pueblo italiano lla-mado Bicoca. Los arcabuceros españoles, como habíaocurrido en tiempos del Gran Capitán, desequilibraronuna vez más la balanza, obteniendo la victoria con talfacilidad que los peninsulares incorporaron el vocablo"bicoca" a su lengua como sinónimo de cosa sencilla yque se consigue a poco precio.

Tras el fracaso de otro ejército, más numerosoque el primero (40.000 hombres) enviado al mando delalmirante Bonnivet y la fallida expedición imperial aMarsella, Francisco I quiso jugársela a una sola carta:la guerra definitiva por Milán. El rey cruzó los Alpesacompañado por toda la nobleza de Francia, sus gen-darmes, y un ejército compuesto por 14.000 suizos,16.000 lansquenetes y 10.000 franco-italianos. Losimperiales (tan solo 10.000 hombres) cedieron terrenoante semejante ejército, replegándose hacia Lodi. Soloun general español, el viejo navarro Antonio de Leiva,veterano de las guerras de Granada, hizo frente almonarca francés, atrincherándose tras los muros de laciudad de Pavía al mando de 2.000 españoles y 5.000lansquenetes leales a su emperador.

EELL EEJJÉÉRRCCIITTOO FFRRAANNCCÉÉSS

Tras la Guerra de los Cien años entre Francia eInglaterra (1336-1453), la monarquía francesa habíaadoptado un nuevo esquema organizativo, en el que sepotenciaba, en vista de las experiencias bélicas vividas,la combinación ganadora de artilleros, caballeros ypiqueros suizos.

PPoorrDDAAVVIIDD NNIIEEVVAA

12

Page 14: De La Guerra Num-0

EEsscceennaa ddee llaa bbaattaallllaa rreepprreesseennttaaddaa eenn uunn ttaappiizz

en la guerra de sitio dada la enorme potencia que impri-mía a los proyectiles (que eran de piedra -bolaños- o dehierro).

La "florida" caballería pesada del rey deFrancia, los "gendarmes", iba protegida de pies a cabe-za por una impresionante armadura de placas cuyo pesooscilaba entre 25 y 35 kilos, que sólo un hombre adine-rado, un terrateniente o un gran señor, podía costearse.Cada caballero iba acompañado por un cuchillero, a lagrupa, armado con lanza corta y cuchillo largo, dosballesteros a caballo, un paje y un mozo, por lo quecada compañía de ordenanza francesa estaba compues-ta por 100 caballeros, 100 escuderos, 200 ballesteros,100 pajes y los mozos, un capitán, un teniente, un aban-derado y pífanos y tambores (los pífanos eran una espe-cie de flautistas, cuyo instrumento, de procedencia

batalla, poniendo las cosas difíciles a los gendarmesacorazados. Se protegían con la llamada "armadura detres cuartos", compuesta por peto, espaldar, escarcelas(especie de faldillas metálicas cortas que protegían losmuslos y el abdomen) y una gran variedad de cascos yceladas (morriones, borgoñotas, capacetes...). Su arma-mento era sencillo pero completo: la pica (o una alabar-da), espada de una mano (no excedía el metro de longi-tud, para que pudiera desenvainarse con facilidad) yuna daga (de "riñones", de "orejas" o de "misericor-dia"). Los lansquenetes alemanes, temibles mercena-rios, eran un cuerpo instituido por Maximiliano I, abue-lo de Carlos V, regido por sus propias leyes, no vincu-lados a su señor sino por la paga que percibían. Sus tác-ticas de combate eran como las suizas, si bien introdu-cían nuevos elementos al cuadro de picas, tales como

dad artillera, ya que no era nimucho menos un factor desequi-librante en una batalla campal.El elevado tiempo de cebado yrecarga de las piezas, su erráticapuntería (se decía que había queestar predestinado para morirsede un cañonazo) y el calenta-miento de los tubos de bronce yhierro tras varios disparos con-vertían a la artillería en un armaimprecisa en el campo de bata-lla, si bien suplía sus carencias

La infantería francesaestaba en su mayor parte com-puesta por mercenarios suizos yalemanes. Los suizos, que habí-an revolucionado el arte de laguerra en el siglo anterior con eluso masivo de la pica (una enor-me lanza de fresno de 4 o 5metros con punta metálica -lamoharra-) de infantería, creandosólidos cuadros cerrados que,cual puercoespines, se movíanlentamente por los campos de

La artillería francesa era la más grande, temiday cohesionada de Europa. Los artilleros franceses eranexpertos en su oficio, y manejaban inmejorablemente lacomplicada maquinaria balística compuesta por multi-tud de calibres (por aquellos tiempos no existía unifor-midad entre las piezas, siendo estas a menudo de muydiferentes calibres). No debe engañarnos esta superiori-

suiza, marcaba el paso de los ejércitos de la época). Lasgens d'armes eran el alma del ejército francés, y el pesode la batalla recaía en su demoledora carga, apoyadosen sus estribos largos y con el cuerpo vencido haciadelante, apoyado en el arzón de su caballo (tambiénacorazado), tal y como venía sucediendo desde lostiempos de las cruzadas.

TTrraass llaass gguueerrrraass ddee IIttaalliiaa ddeellGGrraann CCaappiittáánn,, uunn vveerrddaaddeerrooccaammppoo ddee pprruueebbaass ppaarraa eellnnuueevvoo aarrmmaammeennttoo,, llooss iinnffaann--tteess eessppaaññoolleess ccoobbrraarroonn ffaammaaddee iinnvveenncciibblleess,, uunn mmeerreecciiddooeeppíítteettoo qquuee lleess aaccoommppaaññóódduurraannttee ssiigglloo yy mmeeddiioo

13

Page 15: De La Guerra Num-0

RReettrraattoo eeccuueessttrree ddee CCaarrllooss VV

los arcabuces o los montantes, enormes espadones dehoja zigzagueante que superaban los 2m y los 4kg depeso (se usaban para cortar las picas enemigas median-te una audaz y peligrosa maniobra que realizaban los"doblesueldo", unos soldados veteranos y aguerridosque percibían el doble de paga). Los alemanes, que eranlas tropas mercenarias más solicitadas y comunes enaquellas guerras, servían tanto al bando imperial comoal francés, aunque ello supusiera apartarse de sus jura-mentos a su señor natural (el emperador). Los lansque-netes al servicio de Francia, en número de 16.000, sedistinguían de sus homólogos imperiales por vestirsobre sus ya vistosas ropas mercenarias (con graciososacuchillados por doquier y sombreros emplumados deala ancha) una banda negra (razón por la que se los lla-maba "los bandas negras").

EELL EEJJÉÉRRCCIITTOO IIMMPPEERRIIAALL

Carlos V poseía un ejército formado por italianos, ale-manes y españoles, que difería del ejército francés enuna apuesta "arriesgada" por la infantería, relegando ala caballería a un mero complemento táctico.

Tras las guerras de Italia del Gran Capitán, unverdadero campo de pruebas para el nuevo armamento,los infantes españoles cobraron fama de invencibles, unmerecido epíteto que les acompañó durante siglo ymedio, hasta la decadencia de la casa de Austria y lapérdida de la hegemonía en Europa. La superioridad delsistema táctico español estribaba en una articulación dela coronelía (el núcleo básico del ejército) en pequeñascapitanías de 250 hombres, con un 1/3 de arcabucerospor cada 2/3 de piqueros, mandadas por un capitán, unalférez (portaestandarte) y un puñado de cabos. Había,como en el caso de los suizos, dos tipos de piqueros: elcoselete, ataviado con su armadura de tres cuartos y una

gran pica, se colocaba detrás de la "pica seca", un hom-bre armado con una pica más corta y protegido tan solopor una gola de acero o malla (una especie de medialuna que protegía el cuello). Al "calar" la pica había dosmétodos con una rodilla en el suelo y con el regatón dela lanza apoyado cerca del pie, formando un ángulo de45º (para combatir caballería), o colocar el arma recta,apoyada en el pecho y con la moharra mirando hacia elenemigo (para combatir a infantería).

Mención aparte requiere el arcabucero, untemido y aguerrido soldado que percibía un real más desueldo que sus homólogos piqueros, protegido a lamanera de los piqueros secos para ganar movilidad. Elarcabuz, cuya etimología procede probablemente delárabe al káduz (el tubo), era una primitiva arma defuego portátil, de avancarga, que tenía un sistema deignición consistente en un serpentín al que se fijaba unamecha de combustión lenta (que se hacía arder por losdos costados por si uno de ellos se apagaba) que, alaccionar el gatillo, se desplazaba hacia atrás. La mechaencendida tomaba contacto con la pólvora fina esparci-da en el "oído" del arma, que comunicaba con el tubode metal "el ánima" donde se hallaba aprisionada trasunos golpes de baqueta un puñado de pólvora gruesa(que se vertía desde el frasco de pólvora o de los estu-ches predosificados que en número de doce llevaba elarcabucero en bandolera, llamados "los doce apósto-les"), un taco (de papel) y una bala de plomo (un arca-bucero diestro podía recargar el arma en un minuto ymedio). La ignición provocaba que la bala saliera des-pedida un máximo de 100 metros, aunque era usual quelas descargas de arcabucería, por lo erráticas en su pun-tería, se realizaran a 50 metros o menos (para asegurarel blanco). El resto del equipo de los arcabuceros locomponía una cuchara de palo, un molde para fabricarsus propias balas, una espada española (toledana, viz-canía o de otra armería) con guarnición de lazo (enforma de S, para apoyar con seguridad un dedo en elrecazo, los primeros centímetros de la hoja, que estabansin afilar) o en cruz (la más común) y una daga de lostres tipos señalados anteriormente.

Aunque la caballería pesada (ataviada con vis-tosas armaduras estriadas al estilo "Maximiliano")existía en el ejército imperial, los jinetes ligeros espa-ñoles e italianos comenzaban a vislumbrarse como elcomplemento táctico perfecto a la infantería armada "ala suiza". Montando caballos veloces, estos jinetes (delárabe "zenete") basaban su fuerza en su movilidad, ensu capacidad de atacar y hostigar rápidamente para reti-rarse con presteza ejecutando vistosos requiebros,semejantes a los realizados por un rejoneador de toros,merced a sus estribos y a su forma de monta "a la jine-ta", con las piernas dobladas, que ofrecía un mayorcontrol del animal. La caballería y la artillería imperia-les jugaron en Pavía, como se verá, un papel importan-te como complementos tácticos de la infantería, de lacuál iba a depender la victoria.

14

Page 16: De La Guerra Num-0

LLAA BBAATTAALLLLAA

Francisco I había encontrado en el terco navarro undigno rival. El de Leyva, maestro en el arte del asedio,respondía a las minas francesas con contraminas, des-baratando los intentos francos de volar los muros dePavía. Los cañones franceses castigaban los muros deplaza, y la victoria parecía al alcance de mano cuandollegó al campamento una inquietante noticia: Los impe-riales habían reclutado 12.000 lansquenetes enAlemania, Carlos V reunía tropas para levantar el cerco.

En vista de la situación, el de Valois decidió

trarlo en abundancia? En el campamento de los france-ses que allí veis."

EEssttrraatteeggiiaa eejjeemmppllaarr

El ataque se desencadenó el 23 de febrero cuando, trasvarias semanas de hostigar al enemigo para acostum-brarle a las falsas alarmas, una compañía de zapadores"encamisados" (llamados así por llevar una camisablanca sobre el peto para distinguirse de noche, usadospara acciones nocturnas sorpresivas, tales como golpesde mano, escaramuzas o degollinas de soldados enemi-gos en el campamento rival) abrió una brecha en elmuro del parque.

dividir su ejército, ya que la capi-tulación de Pavía parecía cerca-na, pues comenzaba a arreciar elhambre entre los sitiados. Enviódos expediciones, una a Nápolesy otra a Génova, convencido deque entretendrían a los imperia-les hasta que la ciudad cayese.

En el campo imperial, lafalta de pagas hacía estragos, ylos lansquenetes del césar seamotinaron, pues era usual quereclamaran sus pagas antes delcombate, por contra de los espa-ñoles que solo las pedían una vez

Inmediatamente, un grupode arcabuceros españoles se colópor ella, escondiéndose en el cerca-no bosquecillo. Una hora y mediamás tarde, los 3.000 españoles eitalianos de la avanzadilla salierondel bosque y, pillando desprevenidaa la exigua guarnición del castillode Mirabello, tomaron la posición,haciéndose con el equipaje de losfranceses. En ese mismo momento,la caballería ligera francesa quepatrullaba por el muro entablócombate con la imperial y, con laayuda de un cuerpo de piquerossuizos del señor de Flourance, con-

ganada la batalla, para que nadie pudiera decir quepedían el dinero por miedo a batirse. Los generalesimperiales, al mando de Fernando Francisco de Áva-los, marqués de Pescara, un italiano criado a la españo-la y que amaba todo lo español (hasta el punto dehablar el castellano con su familia, que era italiana),salieron del bache pagando a las tropas con sus arcaspersonales, consiguiendo que los españoles combatie-ran de fiado para poder pagar a los alemanes. Hasta talpunto llegaba la fe de los ibéricos en su victoriosogeneral.

A mediados de enero, los generales de Carlos,el condestable de Borbón, Lannoy y Pescara marcha-ron sobre Pavía para forzar a Francisco I a levantar elcerco. Los ejércitos estaban equilibrados numérica-mente (unos 50.000 hombres por cada bando) cuandoel de Pescara plantó su campamento cerca de la mura-lla del parque, un muro que separaba el parque deMirabello, donde se hallaba el campo francés, de lasafueras de la ciudad. Volvieron a escasear los víveresen el campo imperial, mientras Francisco I dejaba eltiempo pasar, protegido por el muro y esperando que elejército de Carlos V se disolviera por falta de pagas.Una vez más, Pescara consiguió electrizar a sus solda-dos con el siguiente discurso: "Hijos míos, todo elpoder del emperador no basta para darnos mañana unsolo pan. ¿Sabéis el único sitio donde podemos encon-

siguió ponerla en fuga.Hacia las siete de la mañana, Francisco I, ente-

rado de la presencia de los imperiales en el parque, salea presentar batalla al mando de 900 gendarmes, 1.800arqueros a caballo (que eran también caballería pesa-da), 900 caballos ligeros y toda la infantería. Pescaradespliega a sus tropas, colocando dos escuadrones (doscoronelías al completo) de infantes españoles en el cen-

EEll mmaarrqquuééss ddee PPeessccaarraa oorrddee--nnóó aa llaa iinnffaanntteerrííaa eessppaaññoollaaqquuee aattaaccaarraa aa llaa ccaabbaalllleerrííaaffrraanncceessaa,, qquuee ssee eennccoonnttrraabbaaddeessoorrggaanniizzaaddaa yy qquuiieettaa ttrraassppoonneerr eenn ffuuggaa aa llooss jjiinneetteessiimmppeerriiaalleess.. CCoommeennzzaabbaa llaammaayyoorr mmaattaannzzaa ddee ccaabbaallllee--rrooss ddeessddee CCrrééccyy yy AAggiinnccoouurrtt

AArrccaabbuucceerroo eessppaaññoollMMiinniiaattuurraa ddee DDiieeggoo FFeerrnnáánnddeezz..

wwwwww..lliilliippuuttmmooddeell..ccoomm

15

Page 17: De La Guerra Num-0

LA BATALLA DE PAVIA: DESARROLLO

Las fuerzas imperiales de Lannoy, acampadas al este de Pavía, abren una brecha en la muralla norte , irrumpenen el recinto interior y toman por sorpresa el castillo de Mirabello. Las fuerzas francesas de Fleurange, situadascerca de la torre del Gallo, avanzan hacia el norte para contener a los imperiales, mientras las tropas comandadaspor el propio Francisco I se despliegan para presentar batalla: el escenario para la matanza está listo (mapa peque-ño). Las bajas sufridas por su infantería hacen que Francisco I se enfurezca y mande a su temible caballería a lacarga. Los gendarmes consiguen desbandar a los jinetes españoles, pero un hábil contraataque de la infantería impe-rial consigue acabar con la desorganizada caballería francesa. Tras ello, la victoria de Carlos I resultó inevitable.

16

Page 18: De La Guerra Num-0

LLaass ttrrooppaass aavvaannzzaann hhaacciiaa llaa bbaattaallllaa.. EEnn pprriimmeerr lluuggaarr,, llooss aarrccaabbuucceerrooss,, sseegguuiiddooss ddee llooss aallaabbaarrddeerrooss.. DDeettrrááss,,llaa ccaabbaalllleerrííaa

tro, la caballería en el ala derecha y los lansquenetes ale-manes en la izquierda. El combate comienza cuando loslansquenetes leales al emperador, a paso de tambor, seacercan a los suizos, y tras casi una hora de cruentísimocombate, llegan al cuerpo a cuerpo y consiguen poner alos helvéticos en fuga, que experimentan severas bajas.

EEll úúllttiimmoo CCrrééccyy

Enfurecido por la pérdida de su mejor infantería, con lavisión obstaculizada por la niebla que restringía la visiónefectiva a unos 100 metros (sumada al humo de la pólvo-ra de los cañones franceses, que estaban conteniendo alos imperiales tras la desbandada de los suizos), el rey deFrancia, tal y como había hecho en Marignano y a ima-gen de sus antecesores, aquellos orgullosos y caballeres-cos reyes que ocuparon el trono de San Luís, echando apatadas a los ingleses de su territorio, decidió que la tota-lidad de la caballería, más de 3.600 jinetes, cargara con-tra los imperiales. No había que dejar un español convida.

Carlos de Lannoy, al mando de 2.100 jinetespesados, cabalgó al encuentro del rey de Francia, tratan-do de detenerle. El choque es brutal. La orgullosa gen-darmería francesa, compuesta por 900 de los másencumbrados caballeros y mariscales del reino, revestidade acero, emplumada y blandiendo las temibles y grue-sas lanzas de caballería, diseñadas para matar o desarzo-nar a los caballeros enemigos, puso en fuga tras un cruelcombate a la caballería de Lannoy, que huyó en direcciónal bosque.

En ese crítico momento, mientras un cuerpo delansquenetes leales al emperador perseguía a Flourancey sus suizos, que se atrincheraron en la Torre del Gallo,Antonio de Leyva, mandando a los sitiados desde sucaballo a pesar de estar tan enfermo que no podía soste-nerse en su montura, salió de Pavía con sus 7.000 hom-bres, destruyendo el puente sobre el rio Ticino para cor-tar la retirada de los franceses, cayendo sobre el mariscalMontmorency y su escuadrón de suizos. En vista de esteinesperado suceso, el marqués de Pescara ordenó a lainfantería española que atacara a la caballería francesa,que se encontraba desorganizada y quieta tras poner enfuga a los jinetes imperiales. Comenzaba la mayormatanza de caballeros desde Crécy y Agincourt.

Francisco I ordenó cargar contra la infantería,pero lo hizo tarde, pues los piqueros, a golpe de tambor,acercaron el gigantesco puercoespín de aguzadas lanzasde fresno a la caballería francesa, mientras los arcabuce-ros salían de sus filas para hostigarles. En una brillantemaniobra, Francisco de Aválos dispuso a sus 1.500 arca-buceros españoles de modo que acribillaran a los caba-lleros franceses por el flanco derecho. Desorganizados,los gendarmes se dividieron en pequeños grupos, mien-tras que españoles y lansquenetes imperiales atacaron alos suizos y alemanes Bandas Negras que todavía seencontraban intactos. Un cruento combate de alemanescontra alemanes tuvo lugar en el flanco izquierdo impe-rial. Los de la banda negra pagaron cara su traición alemperador, pues fueron virtualmente aniquilados por suscompatriotas. Suizos y alemanes se retiraban hacia elTicino, abandonando a la infantería gascona (francesa) yal tren de artillería, que cayeron en manos imperiales.

17

Page 19: De La Guerra Num-0

EEll rreeyy pprreessoo

En medio del desorden, Francisco I cabalgóhacia sus tropas, arengándolas para que no se retiraran.Una bala de arcabuz derribó a su caballo. Como decí-an los españoles de la época "muerto el caballo, muer-to el caballero", pues consideraban a los corceles comocombatientes (frente a la mentalidad francesa, puesta aeste criterio). Un soldado raso, llamado Juan de

V podría haber deseado, fue caballerosamente escolta-do a la abadía de Pavía, donde fue confinado hasta queel emperador decidiese qué hacer con él. A Carlos, quese encontraba en España, le sorprendió gratamente lanoticia de la victoria, que tenía por incierta, y aún másla captura del rey francés. Francisco I de Francia fueconducido a Valencia y de allí a Madrid, donde fueencerrado en la Torre de los Lujanes y visitado por elemperador. El de Valois estuvo obligado, tras un añode prisión, a firmar las paz con España como condi-ción para poder regresar a París. No obstante, este

Urbieta, se acercó al rey caídoque se hallaba herido en el brazoe intentaba liberarse la pierna delpeso de su caballo muerto, lepuso la espada al cuello y lo hizopreso. La mayor parte de lanobleza francesa se hallabamuerta o había sido capturada.

Mientras los lansquene-tes imperiales daban cuenta delos suizos que se habían refugia-do en la Torre del Gallo y los sol-

"caballeroso" rey, que en lo suce-sivo declinaría dos ofertas delemperador para batirse cara acara, a muerte, solos ellos dos,escribió antes de firmar el tratadoun compromiso secreto por elcual declaraba nulo lo que élfuera obligado a firmar durantesu cautiverio por "coerción" desu enemigo.

Así las cosas, Francisco Ino hizo más que cruzar los piri-

UUnn ssoollddaaddoo rraassoo,, llllaammaaddoo JJuuaannddee UUrrbbiieettaa,, ssee aacceerrccóó aall rreeyyccaaííddoo qquuee ssee hhaallllaabbaa hheerriiddoo eenneell bbrraazzoo ee iinntteennttaabbaa lliibbeerraarrsseellaa ppiieerrnnaa ddeell ppeessoo ddee ssuu ccaabbaalllloommuueerrttoo,, llee ppuussoo llaa eessppaaddaa aallccuueelllloo yy lloo hhiizzoo pprreessoo

dados de Leyva perseguían a la infantería enemiga, queescapaba a través del río Ticino, Urbieta y dos de suscamaradas se disputaban los despojos de tan insigne pri-sionero. Fue La Motte, oficial del condestable deBorbón, el que lo reconoció y le prestó homenaje.Francisco se rindió a Lannoy entregándole su espada yuna manopla.

El rey de Francia, el mejor prisionero que Carlos

neos para volver a declararle la guerra a Carlos. Pudieraparecer con esto que el resultado de la batalla fue exiguo,pero también es cierto que en ese mismo momento lacaballería feudal francesa comenzó a morir y las corone-lías españolas (llamadas "tercios" a partir del 1534)impusieron el camino a seguir en el arte de la guerra,convirtiéndose en la máquina militar más poderosa deEuropa y América durante siglo y medio.

LLaa cciiuuddaadd ddee PPaavvííaa eenn eell ssiigglloo XXVVII.. AA llaa ddeerreecchhaa,, eell ccaasstteelllloo MMiirraabbeelllloo,, cceerrccaa ddeell ccuuaall ttuuvviieerroonnlluuggaarr llooss ccoommbbaatteess mmááss iinntteennssooss eennttrree ffrraanncceesseess ee iimmppeerriiaalleess

18

Page 20: De La Guerra Num-0

EL HMSDREADNOUGHT

El HMS Dreadnought fue el primer acorazado monocalibredel mundo y como tal, dio nombre a todos los acorazadosconstruidos en el mundo basados en su diseño.

Este buque nació gracias a las ideas teorizadaspor el Italiano Vittorio Cuniberti y que fueron tomadasmuy en cuenta por el Primer Lord del Mar Británico SirJohn Fisher, que condujeron a su creación y puesta enescena el 2 de Octubre de 1905, rompiendo todos losesquemas de construcción y records habidos y porhaber. El buque fue botado el 10 de Febrero de 1906 yfue entregado a la Royal Navy el 3 de Diciembre de1906, es decir desde que se coloco la primera planchahasta que el buque estuvo operativo solo pasaron 14meses.

CASCO Y SUPERESTRUCTURAS

El casco del “HMS Dreadnought” tenía unlargo castillo de proa que se continuaba hacia mediaeslora y permitía el tiro “en caza” de las torres princi-pales de 305mm (11”), las limpias líneas del casco lepermitían desarrollar 21 nudos con apenas 23.000 hp yle conferían una muy estable plataforma de tiro. Laproa seguía aun con el típico acabado en espolón y lapopa era del tipo “crucero”, la maniobrabilidad estabaasegurada por dos timones compensados a popa de las4 hélices. Uno de los “pequeños” defectos exteriores deesta unidad radicaba en la ubicación del palo de tipo“trípode”, situado justo detrás de la chimenea de proa,

lo que podía provocar dificultades para la realizarseñales con banderas y sobre todo para la efectividaddel vigía de la cofa. También la cercanía de la chime-nea de proa al puente de mando provocaba una defi-ciente habitabilidad del mismo, la altura metacéntricadel buque estaba a 1,54 mts sobre la línea de flotaciónque a pesar de ayudar a la estabilidad, provocaba unbreve adrizamiento durante el balanceo del casco conmar revuelta que provocaba fuertes golpes, los tripu-lantes no se sentían muy cómodos a bordo y se queja-ban continuamente de la mala habitabilidad del buque.

PROTECCIÓN

El 28% del peso a carga normal del buquecorrespondía a la protección: 5.000 tns. La protecciónde los pañoles de las torres centrales estaba compues-ta por mamparos internos de 500mm de grosor, mien-tras que los pañoles de las dos torres laterales solotenían un grosor de 102mm, el “talón de Aquiles”puesto que estaban muy expuestos en los costados delcasco. La protección subacuatica estaba a cargo de dosmamparos longitudinales, uno por banda, antitorpedospero no acorazados mientras que los mamparos trans-versales llegaban a una altura de 2,75 mts sobre lalínea de flotación y no tenían aberturas para puertasestancas, lo que le permitía “aguantar” el impacto de 2

El HMS Dreadnought poco después de su alistamiento en 1907

19

Page 21: De La Guerra Num-0

APARATOMOTOR

Este buque fue equipado con turbinas“Parsons” que proporcionaban, con un peso menor, lasmismas prestaciones que las máquinas alternativas quese montaban por aquel entonces. La colocación de estetipo de turbinas fue idea del propio Fisher y que contócon el apoyo de Parsons, el inventor. Pero elAlmirantazgo, que estaba preocupado por la disponibi-lidad de combustibles pesados, ordenó montar calderasde combustión mixta (carbón y gasoleo) lo que restóefectividad a la potencia suministrada.

El consumo medio por hora era de 17,5 tns a 23.000hp y 11 tns a 10.000 hp, las nuevas turbinas dieron unresultado tan espectacular que el propio diseñador delbuque, Foudre, no terminaba de creerse que con tanescasa potencia pudiera superar los 20 nudos, pero enlas pruebas de mar desarrollo 22,4 nudos con 24.700hp.

ARMAMENTO

La principal innovación no solo fue la maqui-naria montada, sino el armamento en sí. Compuestopor 10 cañones de 305/45mm (11”) en torres dobles,colocadas tres en crujía y dos laterales (una en cadaamura), desarrolladas para los acorazados clase “Lord

Nelson”. También se dio el inconveniente de que no sepodían utilizar todas las armas laterales en tiro longitu-dinal, por lo que solo podían disparar tanto en cazacomo en retirada 2 torres simultáneamente, una de cru-jía y una lateral. El armamento secundario lo formabancañones de 76/50mm, colocadas algunas sobre el techode las torres principales y el resto en distintas seccio-nes de la eslora. También contaba con 5 tlt (tuboslanza-torpedos) de 457mm y 23 torpedos, además con-taba con 6 torpedos de 356mm para ser usadas por lasembarcaciones auxiliares a vapor como lanchas torpe-deras pero que nunca fue aplicado.

ACTIVIDAD

El “HMS Dreadnought” fue el buque insigniadel jefe de la “Home Fleet” desde 1907 hasta 1912.Durante la I Guerra Mundial sirvió como buque insig-nia de la 4ª División de Buques de Batalla hasta 1916y tras la incursión alemana a Lowestoft fue transferidoa la desembocadura del Tamesis, siendo buque insigniade la 3ª División de Buques de Batalla hasta el fin dela guerra. En febrero de 1919 pasó a la reserva y fuevendido para el desguace en 1922.

Astilleros: Arsenal de PortsmouthPuesta en grada: 2 de Octubre de 1905Botadura: 10 de Febrero de 1906Alistamiento: 3 de Diciembre de 1906Baja: 31 de Marzo de 1920Desplazamiento normal: 17.900 tnsDesplazamiento a plena carga: 21.845 tnsEslora: 160,6 mtsManga: 25 mtsCalado: 8 mtsAparato motor: 18 calderas Babcock & Wilcox, 4 turbinas Parsons,

4 ejesPotencia: 23.000 hpVelocidad: 21 nudosCombustible: 2.900 tns de carbón, 1.120 tns de gasoleoAutonomía: 6.620 millas a 10 nudosArmamento: 10x305/45mm, 27x76/50mm, 5x457mm tltProtección: vertical max. 280mm, horizontal max. 76mm,

torres max. 280mm, puente max. 280mmDotación: 773 tripulantes

CARACTERÍSTICAS TÉCNICAS

TEXTO DEJOSÉ MIGUEL FERNÁNDEZ

20

Page 22: De La Guerra Num-0

Planta y alzado del Dreadnought. Las 10 piezas principales de 305mm se alojaban en 5torres gemelas; el resto de los cañones, de menor calbre, estaban dispuestos por todo elnavío.

Carga de munició para los cañonesprincipales.

El navío, en dique seco durante la I GuerraMundial

Detalle de la torre principal de proa, las piezas secundarias y el puente mando junto a lachimenea

21

Page 23: De La Guerra Num-0

Situada en pleno Pirineo, en la provincia deHuesca, al norte de la capital de la provincia y a más deochocientos metros sobre el nivel del mar. Asentada enel llano de Otero, está rodeada por dos ríos, Aragón yGas. El termino incluye 373,70 Km² y una poblaciónactual de 14.000 habitantes. Situada estratégicamenteen el cruce de dos grandes vías pirenaicas: la del canalde Berdún, que conduce a Navarra, y la antigua vía alBéarn, ruta hacia Francia.

HISTORIA DE JACA

Jaca fue el más importante núcleo de los jace-tanos (la Iacca romana). Tomada en 194 a. J.C. porMarco Publio Catón, se convirtió en lugar estratégicodel paso de los Pirineos. Fue tributaria de los árabes, yhasta el siglo IX estuvo gobernada por condes francos,a quienes sustituyó una dinastía indígena. En 1305 pasóa ser capital del incipiente reino aragonés. El reySancho Ramírez le otorgó en 1063 el fuero de pobla-ción, que atrajo a números francos de Béarn y deTolosa. Las peregrinaciones a través del camino deSantiago favorecieron el desarrollo de una florecienteeconomía urbana. Jaca poseyó el derecho de emisión demoneda (moneda jaquesa). Cuando el centro económi-co y político se traslado al valle del Ebro, cesó el des-arrollo de la ciudad. A principios del siglo XVII residí-an 400 habitantes, protegidos por una antigua murallaque la rodeaba.

LA FORTIFICACIÓN

Hasta el siglo XV, los castillos eran habitual-mente invulnerables. Solamente la traición, la sorpresao el hambre eran capaces de rendirlos. A mediados deese siglo las armas de fuego y en este caso la artillería,fueron capaces de abrir brecha en las murallas, lo queoriginó grandes cambios en el sistema de defensa y for-tificación. A consecuencia de ello las altas torres ymurallas fueron perdiendo altura, a la vez que se ensan-chaban sus muros, tratando de enterrarse en el terreno,rodeándose de un foso inundado o seco y construyendomuros más gruesos.

Esta fortificación mostraba la dificultad en losfuegos de la defensa, por lo que en el siglo XVI, se

impusieron las formas poligonales. Estas últimas forta-lezas tuvieron gran valor hasta el XVIII. Durante elsiglo XVI este modelo de Ciudadela era muy empleadaen los Países Bajos, en donde, si se disponía de aguasuficiente, los fosos eran inundados. Además de la deLieja, el Duque de Alba mandó construir otra enAmberes que más tarde fue demolida. Asimismo, la for-tificación semiderruida de Pamplona pertenece almismo tipo y en el continente americano se construye-ron varias muy parecidas, destacando la del Fuerte de S.Felipe en el Puerto de El Callao en Perú.

No obstante, estas fortalezas dejaron de serobstáculos insalvables, ideándose tácticas para batirlas.Siendo su creador el ingeniero francés Vauban Diseñóla táctica para rendirlas, destacando fuera de las mura-llas, obras defensivas y trabajos de aproximación, contrincheras paralelas y ramales encaminados hacia la for-taleza.

CIRCUNSTANCIAS

A principios del siglo XVI comenzaron a teneréxito los libros de Lutero. Los protestantes se asentaronen Burdeos, Montpellier, Lyon, etc. En 1555, Calvinose ocupó de las comunidades calvinistas francesas(hugonotes), que se desarrollaron principalmente por elsur de Francia. Entre 1562 y 1580 se produjeron sieteguerras religiosas, destacando la cuarta con su famosa“Noche de San Bartolomé”. El partido católico estabacapitaneado por los duques de Guisa y el cardenal deLorena, de la misma familia. Al mismo tiempo, elbando hugonote era comandado por Antonio deBorbón, rey consorte de Navarra y su hermano Enriquede Borbón, posteriormente rey de Navarra .

La octava guerra de religión (1585-98) llamadala de los tres Enriques, mostró como hechos más nota-bles, el asesinato del duque de Guisa y su hermano elcardenal, por orden del rey, que a su vez fue asesinado.Quedando como rey de los franceses Enrique deBorbón, rey de Navarra. En 1593 Enrique IV renegó delprotestantismo y entró en Paris. Su sentido político leacercó al partido católico, este hecho eliminó la ene-mistad con Felipe II. No obstante, los acontecimientosrecientes en el país vecino tuvieron gran consecuenciaen España. En el Pirineo central, se cerró la ruta jaco-bea, vía de ataque natural que discurre próxima y para-lela al río Aragón. Organizándose la defensa en Jaca

PorÁNGELMUÑOZ

22

Page 24: De La Guerra Num-0

Vista aérea de Jaca y su entorno

(1592) por el general Alfonso de Vargas. Entretanto, lasituación en Francia era sombría y el poder de los hugo-notes considerable, este ambiente hostil hizo considerara Felipe II construir una fortificación orientada a ladefensa del valle del río Aragón, cerrando así el princi-pal valle por donde podían entrar en España “ideasextrañas”. Como así sucedió en 1593, los hugonotesintentarán la invasión por el valle de Tena, pero fueronvencidos por el general Alfonso Vargas.

Estos hechos forzaron al general y con la apro-bación del rey, invadir el sur de Francia, territorio ocu-pado por los calvinistas. En la defensa del Pirineo cen-tral, mandó reforzar o construir fortificaciones en losprincipales valles y puertos. En aquella época prevale-cía la táctica defensiva, apoyada por magnificas fortale-zas casi invulnerables. Felipe II viejo y cansado de pro-blemas y luchas, quiso dejar solventada la frontera conFrancia, país trastornado por las guerras de religión.Adquiriendo en Jaca los terrenos que eran ocupados porcasas y la iglesia de Santa Mª de Burnao. Tal vez prima-dos por razones económicas, ya que se podían aprove-char almacenes sólidos y de gran capacidad construidosentre los siglos XI y XII por los comerciantes del"Burnao" (apócope de "Burgo Nuevo"). Asimismo erafactible convertir la vieja iglesia de Santa María enpuerta de acceso de gran robustez para construir la for-tificación.

LOS TRABAJOS DE FORTIFICACIÓN

El general Alfonso de Vargas contó con un grancolaborador en la defensa, el comendador de origen ita-liano Tiburcio Spanochi. Que tras algunas dudas inicia-les (desestimó la muralla que cercaba Jaca por obsole-ta), decidió la construcción del Castillo de San Pedro(antiguo nombre de la Ciudadela) en el paraje extramu-ros conocido como el "Burnao", Burgo NuevoRománico. Siendo su orientación hacia la frontera deFrancia. Las obras comenzaron en 1595, finalizandototalmente su construcción a mediados del XVII. Laguarnición formada por 250 soldados, estaba al mandode Juan de Velasco, que sería el primer "Teniente de

Rey" de la ciudadela y cuyo sepulcro se encuentra enla Capilla del Recinto. Contaban para la defensa conartillería corta y de tiro curvo ,combinada con morte-ros, obuses, morteretes y petardos. Toda la artilleríaestaba emplazada en la muralla.

El "área de combate" propiamente dicha estáformada por el obstáculo principal y por baluartes ymuralla. De fuera a dentro, el obstáculo presenta: gla-cis, con ligera pendiente totalmente despejada, cami-no de unión de las cinco plazas de armas, que consti-tuyen la primera línea de defensa exterior y foso, quecon su escarpa y contraescarpa, constituye la partemás fuerte y más difícil de superar. Este último, jamásestuvo inundado de agua.

Los baluartes artillados, cinco en total, unidospor un camino de ronda, así como el resto de la mura-lla son de grandes sillares que ocultan un muro deargamasa durísima, con un espesor de 2,5 metros en laparte más alta y hasta 4 metros abajo. La ingeniosa

Ilustración de época sobre la forma deasediar una ciudadela

organización de estos baluartes, dotados cada cual deseis piezas de Artillería de grueso calibre y de varias deporte menor, permitía hacer fuego de flanco hacia eladversario que trataba de escalar la muralla. Cada unode ellos cuenta también con tres garitas para el centine-la, que efectuaban sus relevos a través del camino deronda.

La plaza de armas, situada ante la puerta prin-cipal presenta muros con aspilleras para defensa inme-diata al otro lado del puente, parte del cual es levadizo.Este conjunto recibe el nombre de "caponera".

23

Page 25: De La Guerra Num-0

Zona de Jaca y su situación en Aragón.Jaca es un punto clave para el control de

los pasos pirenáicos entre Francia yEspaña

EL INTERIOR

Es muy posible, que la entrada actual de laciudadela sea de la antigua iglesia de Santa Mª deBurnao, de la que se conserva la espadaña. De1Palacio no hay ningún dato, pero en los sótanos exis-tentes en el primer edificio de la derecha que seencuentra al entrar, parece evidente que este fuera suemplazamiento. Los aleros y rejas también son de laépoca.

De acuerdo con los planos trazados porTiburcio Spanoqui, en el patio se construyeron cuarte-les independientes, quedando despejados los accesos alas poternas (abertura) y rampas de los baluartes, a lavez que en caso de incendio, dichos accesos hacían lasveces de cortafuegos. En la parte norte del castillo,entre la muralla y los antiguos cuarteles, se encuentrauna pequeña plaza desde la que se llega a una poternay un túnel de bajada al foso. También da a los antiguospolvorines. Separando los polvorines de1 muro, comomedida de seguridad y para evitar la humedad, hay unacámara de ventilación, magníficamente conservada.

Situado al suroeste de la fortaleza se encuentraun pequeño calabozo con doble puerta. Si se asciendea la parte alta de la muralla encontraremos el caminode ronda y los baluartes, pudiendo estudiarse el perfec-to flanqueo que había en todo el recinto, a la vez quese admira la sólida construcción de la fortaleza. Comodefensa exterior presenta sucesivamente un foso, con-traescarpa, camino cubierto, plaza de armas y glacis.Otra dependencia es una sala de armas grande y espa-ciosa, incendiada en el asedio sufrido por las tropas de

Espoz y Mina.

GUERRA DE LA INDEPENDENCIA

Pasaron los años, sin que haya nada destaca-ble de comentar, hasta la entrada del ejército francés aEspaña en 1808, siendo Jaca y su Ciudadela ocupadas.Al llegar las tropas francesas a la fortaleza, contabatan solo con 40 soldados, y la ciudad con sus viejasmurallas como defensa. Ante esta perspectiva, senegoció la entrega de la ciudad y su fortaleza al maris-cal Suchet, debido a la supuesta traición del padreagustino, José de la Consolación.

Una interpretación comenta que se introdujoen esta plaza el 8 de Marzo de 1809, convocó en juntaa las autoridades, y a varios religiosos, interponiendosu influencia para que se rindiesen, y que no consi-guiendo su objetivo por este medio, fomentó en secre-to la deserción y no quedando casi soldados hubo derendirse la plaza el 21 de Marzo.

Otra afirma, que después de capitularZaragoza en febrero de 1809, no fue perseguido comoa otros defensores, antes bien, el mariscal Lannes lenombró vocal de la nueva junta de la ciudad, siendocomisionado para ir a Jaca a proponer la rendición dela ciudad, reconociendo al nuevo rey José I. Esteencargo hirió sus sentimientos nacionales. Partió deZaragoza con la intención de exponer la no rendicióny si la defensa de Jaca y su fortaleza. Sin embargo, yal llegar a Ayerbe, supo de la entrega de la plaza.

ASEDIO A LA FORTALEZA

La auténtica historia militar de la Ciudadelaresulta, por lo demás, tan breve como paradójica, puesconstruida para defender la frontera de los ataquesfranceses, la única vez que entró en batalla fue duran-te la Guerra de Independencia y se hallaba ocupadapor franceses, mientras los españoles intentaban recu-perarla.

Al aproximarse el final de la guerra de la inde-pendencia, entre septiembre de 1813 y marzo de 1814.Jaca, y sobre todo la ciudadela, fueron sometidas a unbloqueo, guiado por el mariscal de campo, el coman-dante general de Navarra y el Alto Aragón, FranciscoEspoz y Mina. Al mando de la 8 división de Navarra,perteneciente al 4º ejercito de operaciones. Siendo losencargados del bloqueo y sitio de la ciudad y su forta-leza dos regimientos. El 5º al mando del coronelSebastián Fernández , y del 7º dirigido por el coman-dante Antonio Oro. Emplazaron el campamento baseen el pueblo próximo de Banaguás, hasta la conquistade Jaca. No fue un asedio nada fácil, la mayoría deltiempo, estuvieron envueltos en las nieves y hielos,siendo las tropas alimentadas a media ración y muchosdías a menos.

24

Page 26: De La Guerra Num-0

Partes principales de la ciudadela

SALIDAS FRANCESAS

La ciudadela estaba defendida por 676 hom-bres pertenecientes al 2º batallón cazadores de monta-ña y una potente fuerza artillera al mando del coman-dante de la fortificación Dessortis. Dando comienzo elasedio el 14 de septiembre, cuando cuatro compañíasdel 7º regimiento, se acercaron a las inmediaciones dela ciudadela, siendo rechazados por la fusilería y arti-llería francesa. Enseguida surgieron las primeras esca-ramuzas, como el día 30 del mismo mes, cuando losespañoles salieron a recorrer los alrededores de laplaza, encontrándose con un grupo de franceses. Estosal ver a sus compañeros en peligro, salieron de la plazacon más de 300 soldados dirigiéndose a la posiciónespañola siendo esta cercada, y viéndose obligada aabrir camino con la bayonetas para poder escapar delcerco, al llegar los refuerzos, persiguieron a los france-ses hasta las puertas de Jaca.

Continuaron las salidas francesas. El 11 deoctubre,100 hombres hicieron una descubierta, al tiem-po que sacaron a pastar el ganado encerrado en laCiudadela. Después de una refriega que se mantuvohasta la tarde, fueron obligados a refugiarse en la ciu-dad y fortificación. El día 28 una columna de 300 sol-dados se apoderó de las raciones para uno de los regi-mientos españoles y unas reses de ganado que pastore-aban por el campo.

El 11de noviembre los imperiales, se enteraronde que los sitiadores en ese momento contaban con solotres compañías, salieron 400 infantes con objeto dedesalojar a los españoles de su campamento enBaraguás. Consiguieron ocupar el puente que unía aeste pueblo. Tras una refriega, los franceses fueron des-alojados de el y obligados a retirarse en completa dis-persión, hasta encerrarse en la plaza.

TOMA DE JACA

La plaza fue tomada al asalto a las 5 de la

madrugada el día 8 de diciembre, por los dos regimien-tos de la división de Navarra, mandados por el tenien-te coronel Marcelino Oraá. Ordenó recoger todas lasescalas que había en los pueblos de alrededor parapoder alcanzar las altas murallas de la ciudad. A las cuatro de la madrugada y tras la señal de dostiros, el 5º regimiento asaltó la puerta de San Francisco,dirigiéndose seguidamente hacia la puerta de SantaOrosia, que por un camino unía la ciudad con la forta-leza, su objetivo era cortar la retirada a los 300 france-ses apostados en la iglesia de San Pedro y torres de lamuralla de la villa.

Otras compañías del mismo regimiento, entra-ron por torre del Castellar y la puerta de las Monjas,ocupando el convento de las Benitas que había a laizquierda, y tomando el control de la calle Mayor. Almismo tiempo, el 7º regimiento dio el asalto por lacapilla de Santa Orosia, pasando por detrás de laCatedral , incorporándose a las tropas que se dirigíanhacia puerta de Santa Orosia, salida de la ciudad haciala ciudadela. Otra sección del 7º irrumpió por la torrede San Juan, uniéndose con las compañías que habíanasaltado el convento de las Benitas. Mientras, y parallamar la atención de los franceses apostados en laCiudadela. Varias compañías del 7º regimiento hicieronfuego de distracción, una vez que entraron las tropas deasalto en Jaca.

Los franceses, huyeron bajo el temor de quedaratrapados dentro de la plaza, retirándose a la fortifica-ción. En solo quince minutos las tropas de asalto espa-ñolas tomaron el control total de Jaca. Quedando bajosu poder 41 prisioneros y 20 fusiles. Las perdidas, fue-ron de cuatro muertos y 18 heridos.

CONQUISTA DE LA CIUDADELA

Tras la ocupación de Jaca, las fuerzas hispanasse prepararon para asediar la Ciudadela. En forma deminas, caminos cubiertos y de circunvalación, para

25

Page 27: De La Guerra Num-0

impedir el fuego de laartillería francesa. Lacual, destruyó unabatería colocada porlos españoles en laermita de San Juan.Quedó demostradoque la artillería espa-ñola era claramenteinferior. El fuego arti-llero se prolongodurante varios días,siendo afectadasmuchas casas de lavilla. Sin embargo, y apesar de tener víveresy munición para dosmeses, los francesesentablaron negocia-ciones para llegar auna capitulación hon-rosa. La cual, fue fir-mada por ambas par-tes el 17 de febrero de1814. La guarniciónfrancesa fue escoltadapor tropas españolashasta la frontera conFrancia, con escasasbajas y permitiéndose-les ciertas concesionesincluidas en la capitu-

lación.

GUERRAS CAR-LISTAS

Jaca, y pese a la proxi-midad a los principa-les núcleos carlistas, laCiudadela, unida a lafalta de recursos,hicieron que fuera unobjetivo poco apeteci-ble, gozando los habi-

tantes de la villa de una relativa paz y tranquilidad.

RESTAURACIÓN DE LA CIUDADELA

Pasadas las guerras carlistas, Jaca no volvió aparticipar de forma directa y activa en acciones de gue-rra importantes. La fortaleza ha alojado a la comandan-cia militar, diversos servicios y destacamentos. El edi-ficio que empezó siendo una obra magnifica, con elpaso del tiempo fue quedándose anticuado y degrada-do. Fue declarado monumento artístico en 1951. Sin

embargo, en 1968, y gracias a la labor realizada por elcomandante militar de Jaca, general Gómez Oliveros,pudo ser restaurada. Sieno el artífice de las reformasnecesarias para el arreglo de la fortaleza. Contó con elapoyo de personas privadas y entidades. Su esfuerzo hallegado hasta nuestros días. El castillo de San Pedro oCiudadela de Jaca, es todavía de propiedad y uso mili-tar. Puede ser visitada por cualquier interesado. LaCiudadela sigue siendo una de las fortalezas de la edadmoderna más grandiosas e importantes de toda España.

El asedio de Jaca

26

Page 28: De La Guerra Num-0

A ello se unía el colapso general del sistemalogístico alemán, cuyas líneas de abastecimiento habí-an llegado al límite de su capacidad y descansabansobre la primitiva red de comunicaciones rusa

Otros dos factores que contribuyeron igual-mente al fracaso de la ofensiva alemana fueron la pre-matura llegada y la inusual dureza ese año de la esta-ción invernal, con temperaturas de hasta 40º bajo cero,y la llegada de tropas siberianas de refresco proceden-tes del Extremo Oriente.

La contraofensiva soviética provocó un replie-gue general del extendido y escasamente guarnecidofrente alemán. Las unidades de tanques y de caballeríasoviéticas penetraban por las brechas abiertas y avanza-ban profundamente en la retaguardia alemana, inva-diendo y destruyendo cuarteles generales, depósitos deintendencia, hospitales y demás instalaciones de reta-guardia. Ante el temor de ser completamente cercadas,las unidades alemanes iniciaron una frenética retiradaque no se convirtió en desbandada general, cuyas con-secuencias hubiesen sido catastróficas para la aventuraoriental alemana por la orden de Hitler del 16 dediciembre de no retroceder un paso. Esta famosa orden,si bien causó importantes bajas al Ejército Alemán, nocabe duda de que era lo correcto que tenía que hacersedadas las circunstancias. No obstante, su éxito fue unagravosa hipoteca para el Ejército Alemán en las futurascampañas, pues reforzó la creencia de Hitler en su con-cepto defensivo basado en la defensa a ultranza delterreno en detrimento de otros conceptos defensivoscon resultados catastróficos (por ejemplo, Stalingrado,las batallas del invierno soviético de 1943-1944,Normandía y Operación Bagration).

La contraofensiva de invierno soviética se des-arrolló en dos etapas distintas. La primera etapa, quecomenzó el 6 de diciembre y duró aproximadamente unmes, consistió en furiosos ataques rusos contra elGrupo de Ejércitos Centro. Estos ataques deberían dehacer retroceder a los alemanes de las puertas de Moscúy, de esta manera, destruir a los grupos panzer alema-

nes si era posible. Estos ataques penetraron las débileslíneas alemanas en varios puntos y obligaron a los tam-baleantes ejércitos alemanes a retroceder hacia el oestehasta que la orden de Hitler del 16 de diciembre frenóla retirada. A finales de diciembre, el frente se habíaestabilizado temporalmente, con la mayoría de las uni-dades alemanas en el sector central obligadas a formaruna defensas de puntos fuertes. Alentado por el éxito deestos primeros ataques, Stalin ordenó una nueva con-traofensiva aún mayor el 5 de enero de 1942. Estasegunda fase concentró grandes recursos soviéticoscontra, esta vez, los tres grupos de ejércitos alemanes ytenía como objetivo nada menos que la total destruc-ción de los ejércitos de la Wehrmacht en Rusia.

En el marco de este esfuerzo ofensivo soviéti-co, en el sector norte del frente ruso, el 3 Ejército deChoque, perteneciente al Frente Kalinin Soviético,atacó e hizo retroceder al XXXIX Cuerpo en el aladerecha del Grupo de Ejércitos Norte Alemán. El obje-tivo soviético era la estratégica ciudad de Cholm, situa-da en la confluencia de los ríos Lovat y Kunya. El terre-no alrededor de la ciudad era pantanoso, salvo unaestrecha franja de tierra firme sobre la cual se levanta-ba Cholm. Este área de tierra firme no solamente era unpuente terrestre a través de los pantanos sino tambiénera un cruce de carreteras norte-sur y este-oeste. Todoello convertía la posesión de Cholm como un importan-te objetivo estratégico para ambos bandos pues consti-tuía un punto de partida para cualquier ofensiva ulteriorde ambos bandos.

Cuando el XXXIX Cuerpo Alemán, al mandode von Arnim, se vio obligado a retroceder ante losduros golpes del 3 Ejército de Choque Soviético, dejóuna pequeña guarnición cuyo objetivo era defenderCholm. Von Arnim asumía que la ciudad quedaría ais-lada, pero creía que este aislamiento solamente duraríauna o dos semanas. La razón para esta valoración tanoptimista de von Arnim era que éste sabía que el Grupode Ejércitos Norte estaba planeando una contraofensi-va. Por esta razón, se consideró que para soportar un

En la primera semana de diciembre de 1941, la Operación “Tifón”, la ofensiva alemana cuyoobjetivo final era conquistar Moscú, se detuvo a pocos kilómetros de la capital soviéticapor una combinación de varios factores. En primer lugar, por el agotamiento de las unida-des de combate de la Wehrmacht, tanto de infantería como blindadas, en constante com-bate y sin apenas reemplazar las bajas desde el inicio de la Operación Barbarroja cuatromeses antes, el 22 de junio de 1941.

Por FRANCISCOMEDINA

27

Page 29: De La Guerra Num-0

Cuando von Arnim, se vioobligado a retroceder, dejóuna pequeña guarnicióncuyo objetivo era defenderCholm. Von Arnim asumíaque la ciudad quedaría ais-lada, pero creía que esteaislamiento solamenteduraría una o dos semanas.

cerco breve las unidades dejadas para guarnecerCholm, alrededor de 3.500 hombres, serían suficientespara defenderla. Al mando de la guarnición, que recibióposteriormente el nombre de “Grupo de CombateScherer”, fue nombrado el Mayor General TheodorScherer, comandante de la 281 División de Seguridad.

pocas armas pesadas disponibles no tenían suficientemunición, y el 123 Regimiento de Artillería fue utiliza-do como infantería durante el transcurso del asedio.

Siguiendo las órdenes de Hitler, el XXXIXCuerpo formó una posición de erizo a unos pocos kiló-metros de Cholm. Esta posición estaba pensada para

El núcleo principal de laguarnición de Cholm, estaba for-mado por las siguientes unidades:

· Partes de la 123 Divisiónde Infantería (416 Regimiento deInfantería, 123 Regimiento deArtillería).

· Partes de la recién llega-da al frente 218 División deInfantería (Estado Mayor y 13 y 14Compañías del 386 Regimiento deInfantería).

mantener un enlace físico con elGrupo de Combate Scherer mante-niendo abierta la carretera entre ellay Cholm. Para abastecer a la guarni-ción, se planeó una serie regular deconvoyes de suministros pero sola-mente la primera columna pudo lle-gar a su destino, entregar la carga yregresar. Una hora después delregreso de la primera columna, losesquiadores soviéticos cortaron lacarretera, aislando completamente aCholm. A pesar de este contratiem-

· Una Compañía Ciclista del 218 Batallón deReconocimiento.

· Jagdkommando 8 (Cazadores de Montaña)(Capitán Spittäler)

· Partes del Batallón de Policía de ReservaCholm.

· Una unidad ciclista de la Marina.

Muchas otras unidades o partes de unidades, ensu mayoría rezagadas, estuvieron presentes en la bolsa.Durante el transcurso del asedio, también afluyeron a labolsa unas cuantas tropas de refuerzo llevadas en avión,así como también las destinadas al K.G.z.b.V 172 (porejemplo, pilotos de planeadores). Las fuentes alemanesafirman que en torno a 60 unidades estuvieron repre-sentadas en la bolsa, variando el tamaño desde unida-des completas a partes o retazos de ellas. El organigra-ma de mando de la guarnición quedó establecido delsiguiente modo:

· Comandante: Mayor General Theodor Scherer (281División de Seguridad).· Mando de Combate:

·Tte Coronel Johannes Manitius.·Tte Coronel Hans Freiherr von Bodenhausen.·Mayor Grabs.

· Observadores de Artillería:·Tte Coronel Feist (536 Bat. Artillería Pesada).·Tte Dettmann (218 Reg. Artillería).

· Personal Médico:·Dr. Ocker Oberarzt.·Dr. Huck.

La guarnición apenas tenía armas pesadas, su arma-mento consistía en unos pocos cañones antitanques de37 milímetros, un cañón antitanque de 50 milímetros,unos cuantos morteros y ametralladoras y fusiles. Las

po, von Arnim estaba determinado a apoyar a la guarni-ción cercada, realizando ataques para aliviar la presiónsobre Cholm. Sin embargo, los vehículos blindados nopudieron circular por las carreteras cubiertas de hielo yla infantería, avanzando a través de la nieve que le lle-gaba hasta el pecho, hizo poco progreso. Von Arnimtuvo que asumir la amarga realidad de que Cholm esta-ba aislada, aunque seguía creyendo que esta situaciónsería meramente temporal. Esto sería el inicio de unasedio que duró 105 días, siendo el único contacto de laguarnición con el mundo exterior la telegrafía sin hilosy los lanzamientos aéreos.

Dentro de la bolsa, Scherer evaluó su situación.Constató que el área máxima que su escasa guarniciónpodía defender era un perímetro de 2 kilómetros cua-drados. Cholm era una pequeña ciudad de unos 10.000habitantes, dividida en dos por el río Lovat. La mayoría

Mayor General Theodor Scherer, jefe de la guarnición.

28

Page 30: De La Guerra Num-0

de sus edificios eran de madera, aunque había algunos,los mayores, construidos en piedra. Éstos incluían algu-nas casas de las autoridades locales, la iglesia(utilizadacomo punto de observación de la artillería) y la antiguaprisión rusa (llamada “GPU Gefangis”). Este último edi-ficio se convirtió en el principal puesto de defensa yresultó fundamental para proteger la ciudad. La bolsa deCholm se dividió en cuatro partes: Norte, Este, Sur yOeste. Los principales combates tuvieron lugar en laparte este, fue allí donde los alemanes perdieron elmayor terreno y, en consecuencia, donde sufrieron lamayor parte de las bajas mortales sufridas durante el ase-dio. Puesto que no tenían contacto terrestre con el restode las fuerzas alemanas, los defensores solamente conta-ban con los lanzamientos aéreos de suministros realiza-dos por los aviones de transporte de la Luftwaffe (laguarnición necesitaba de un promedio diario de 60 con-tenedores de suministros para sobre-vivir). No obstante,estos lanzamientos eran inexactos y gran parte de lossuministros caían en manos rusas. Para remediar estasituación, cherer ordenó la construcción de una pequeñapista de aterrizaje, cuya longitud de 70 metros y anchurade 25 metros era suficiente para que pudieran aterrizar ydespegar los aviones de transporte Ju-52. La Luftwaffeaceptó el desafío de transportar suministros y evacuarheridos de la bolsa. Pero esta operación tuvo corta dura-ción.

Al estar situada la pista de aterrizaje en “tierrade nadie”, los aviones de transporte pronto atrajeron laatención de las tropas enemigas, provocando grandesbajas entre las tropas desembarcadas y entre los aviones.Las pérdidas en aviones fueron demasiado elevadas -27aviones en el transcurso del asedio- para ser aceptadas yse recurrió a los planeadores tipo Go 242. Éstos eranremolcados por avión hasta un punto por encima deCholm y desde allí eran soltados para efectuarel aterrizaje en la pequeña pista de Cholm. cada vez quelos planeadores sobrevolaban el terreno, los alemanesrealizaban fuego de supresión mediante bombarderos enpicado Stuka o de artillería sobre las líneas soviéticas. Elprimer Go 242 aterrizó el 16 de febrero. Los planeadoresaterrizaban al anochecer o a primeras horas de la maña-na para aminorar el riesgo de ser atacados por los cazasenemigos. Aparte de transportar suministros, estos plane-adores también llevaban tropas de refuerzo. Así, entre el9 y el 12 de febrero, una compañía completa del 409 Reg.de Infantería fue transportada a la bolsa. Los pilotos deplaneadores, tras aterrizar, se convertían en tropas deinfantería, combatiendo lado a lado con la guarnición.Este cambio en el proceso de avituallamiento creó ungrave problema dentro de la bolsa, pues a partir de enton-ces cesó la evacuación de heridos graves, con lo cual losescasos edificios que quedaban en pie en Cholm se con-virtieron en hospitales repletos de heridos que tuvieronque sufrir y resistir durante el resto del

CChhoollmm dduurraannttee eell aasseeddiioo ddee 11994422

29

Page 31: De La Guerra Num-0

Las pérdidas en aviones fuerondemasiado elevadas y se recu-rrió a los planeadores tipo Go242. Éstos eran remolcados poravión hasta un punto por encimade Cholm y desde allí eran solta-dos para efectuar el aterrizajeen la pequeña pista improvisada

asedio. El esfuerzo de la Luftwaffe para reabastecer a

Cholm puede ser resumido en las siguientes estadísti-cas:

• 2.122 misiones voladas para lanzar contene-dores de suministro por unidades de He-111.

• De los 91 Ju-52 que volaron hacia Cholm(primera fase de la batalla), 27 fueron destruidos alre-dedor de la ciudad (aproximadamente el 30%).

• 81 planeadores fueron desplegados para rea-bastecer Cholm, de los cuales al menos 56 alcanzaronsu objetivo.

Para compensar la falta total de blindados, losalemanes colocaron un emplazamiento poco conven-

dentro y alrededor de la ciudad. Una vez que un blancoera identificado, un mensajero informaba del objetivoal operador de radio dentro de la bolsa (situado en elCuartel General), quien transmitía la información alGrupo Uckermann. Este proceso conllevaba una pérdi-da de tiempo, como mínimo de 10 minutos, e iba endetrimento de alcanzar blancos móviles debido al tiem-po transcurrido entre el avistamiento y el fuego.

Otro importante apoyo exterior procedía de laLuftwaffe, cuyas unidades de cazabombarderos y debombarderos, pertenecientes a la Luftflotte 1, atacabanlas posiciones enemigas cada vez que el tiempo lo per-mitía.

Un problema que se convirtió cada vez máscional de artillería en las afuerasde la ciudad, ubicación queresultó ser de gran valor duranteel curso del asedio. Esta posi-ción estaba al mando delGeneral Uckermann y fue cono-cida como “Grupo Uckermann”.El enclave artillero estaba situa-do a unos 10 kilómetros al oestede Cholm, en las proximidadesde Dubrowo-Tarakonovo. Elcarácter poco convencional deesta posición reside en que las

agudo según transcurrió la bata-lla fue la situación de los heri-dos. Como se ha mencionadoanteriormente, al principio secontaba con que los heridos gra-ves serían evacuados en losaviones de transporte que aterri-zaban en la bolsa (de hecho,estima que unos 700 heridospudieron ser evacuados de estaforma), pero como también seha mencionado esta solución se

Un planeador Go 242 totalmente destruido

baterías (pertenecientes al 218 Regimiento de Artilleríay al 536 Batallón de Artillería Pesada) estaban situadasdelante de la línea de frente alemana, una posición queprovocó una enorme cantidad de bajas entre los artille-ros, pero que era necesaria para pro-porcionar fuego decobertura a la guarnición de Cholm. Para dar una esti-mación del valor de esta posición en la defensa deCholm hay que mencionar que alrededor de 1.000 pro-yectiles de artillería podían ser disparados por día, locual proporcionaba un efectivo fuego de protección ala acosada guarnición.

El fuego de estas unidades de artillería estabacontrolado por dos oficiales de artillería desde el inte-rior de Cholm, los cuales volaron allí durante la faseinicial de la batalla. Estos oficiales eran el TenienteCoronel Feist (536 Batallón de Artillería Pesada) y elTeniente Joachim Dettmann (218 Regimiento deArtillería), ambos jugaron un papel fundamental alguiar el fuego de apoyo artillero. Su misión principalera identificar continuamente blancos rusos adecuados

convirtió en imposible según evolucionó la batalla.Como resulta-do, los heridos no pudieron ser evacua-dos y su número aumentó. Hay que mencionar que elnúmero de edificios donde los heridos podían ser lleva-dos llegó a ser muy pequeño pues la bolsa quedó muyreducida en tamaño ante la presión rusa, por lo que susituación llegó a ser dramática. Una vez que el princi-pal puesto sanitario (situado en la parte este) fue incen-diado y casi todos los edificios convertidos en ruinas,los heridos fueron transportados a la parte oeste, a lallamada “Haarnadelcurve”. La desventaja de esta zonaera que los edificios eran de madera y sin sótanos, porlo que cada vez que un proyectil explotaba cerca oalcanzaba alguno de los edificios no había protecciónpara los heridos. La tasa de mortandad entre las tropasalemanas fue muy elevada (muertos en combate alre-dedor del 25%) y el número de heridos llegó a serincluso mayor: alrededor de 2.220 (un mínimo del40%), estas cifras son solamente aproximadas puestoque las cifras exactas son desconocidas y hay que teneren cuenta que muchos de los heridos graves que sobre-vivieron a la batalla fallecieron poco después o queda-ron incapacitados de por vida.

Cholm quedó completamente cercada el 21 deenero y los primeros asaltos enemigos tuvieron lugardos días después. Antes se realizaron tanteos paraconocer la voluntad de la guarnición a resistir y tam-bién la potencia de fuego de los defensores. Los sovié-ticos llegaron a la conclusión de que la guarnición,aunque pequeña, lucharían hasta el final y decidieronaplastar al Grupo Scherer utilizando artillería pesada y

30

Page 32: De La Guerra Num-0

ataques de tanques. El primer gran ataque comenzó el23 de enero con un asalto blindado en el extremo oestedel perímetro que fracasó. Entonces, el ataque cambióhacia el lado este, cambió de dirección de nuevo yllegó desde el norte antes de, finalmente, atacar desdeel sur. Los soviéticos acompañaron estos asaltos con unintenso bombardeo de artillería sobre toda la ciudadcon el doble propósito de ablandar las posiciones ene-migas y destruir las casas de la ciudad para privar así alos alemanes de refugio contra el mal tiempo y los ata-ques enemigos. A falta de armas antitanques, los defen-sores rechazaron el asalto blindado levantando barrica-das en las que se colocaban artefactos explosivos quese detonaban por mecha. El modus operandi era elsiguiente: una vez que el vehículo en cabeza llegaba ala barricada y comenzaba a apartarla a un lado, losdefensores explosionaban la primitiva mina que destru-ía al tanque en cabeza y hacia retroceder al resto.Pocos días después, los defensores recibieron unrefuerzo imprevisto. Se trataba de un contingente de200 hombres pertenecientes a un batallón de ametralla-doras de montaña que, igualmen-te aislado, se habíaabierto paso a través de las líneas rusas.

El Ejército Rojo demostró una total falta deimaginación en las operaciones para reducir la bolsa deCholm. Los asaltos soviéticos eran lanzados enmomentos precisos sobre sectores previsibles, por loque cuando un ataque había sido rechazado en un lugar,los defensores sabían que no se haría otro en esa mismaárea durante un par de horas. Ello permitía al coman-dante trasladar a las tropas desde un sector donde elasalto había sido rechazado hacia otro sobre el cual sesabía por experiencia que se realizarían nuevos ata-ques. No obstante, aunque la defensa se mantuvoinquebrantable y la moral de los defensores se mantu-vo alta, los dos kilómetros de perímetro se encogieronbajo los continuos ataques hasta un área de sólo unkilómetro.

Von Arnim, el comandante del XXXIXCuerpo, preparó una nueva y gran operación de relevo,creando para ello un grupo de combate lo suficiente-

mente potente para abrirse paso hasta Cholm. Scherer,informado del intento de relevo, creó dos pequeñosgrupos de combate que situó en el lado oeste del perí-metro. El plan era que cuando von Arnim realizara suataque estos dos grupos avanzaría y contactarían con lacolumna de relevo.

Scherer eligió como punto de formación de susgrupos de combate una baja colina que domina-ba ellado oeste del perímetro que estaba en manos soviéti-cas. En primer lugar, se procedió a su captura, que fueefectuada por una patrulla de tropas de montaña. Unavez en manos alemanas la colina, una pequeña colum-na de porteadores llevó los suministros y municionesnecesarias para que los dos grupos de combate

Fuerzas de la guarnición preparándose paracontraatacar

emprendieran el intento de contacto. En este momen-to, el tiempo empezó a empeorar, lo cual afectó nega-tivamente a la operación de relevo. Aunque la distan-cia entre las posiciones de vanguardia del XXXIXCuerpo y Cholm era sólo de 15 kilómetros, los vehícu-los no pudieron avanzar por la carretera helada por loque los intentos de levantar el ase-dio recayeron sobrela infantería.

El primer objetivo de la columna de relevo eraocupar una colina, el Punto 72,7. Esta colina fue elescenario de varios días de sangrientos combates aun-que los alemanes no lograron desalojar a las tropassoviéticas de la cima de la colina. No obstante, graciasa estos ataques los alemanes habían conseguido unsaliente poco profundo que penetraba en las líneasrusas y desde cuyo punto más oriental los cañones ale-manes podían ahora apoyar a la guarnición de Cholm.

Según pasaban los días, la tensión sobre laacosada guarnición comenzó a pesar. El constantegoteo de bajas obligó a Scherer a retirarse a un períme-tro más corto. Ello significaba que, naturalmente, lanueva línea podía ser más fuertemente guarnecida perotambién significaba que los rusos tendrían una líneamás corta –y ellos gozaban de superioridad numérica.Durante días se sucedieron bombardeos de la artilleríapesada soviética seguidos por asaltos tras asaltos de

Patrulla Alemana en la parte este de la ciudad

31

Page 33: De La Guerra Num-0

Durante días se sucedieronbombardeos de la artilleríasoviética seguidos por asal-tos de blindados e infantería,todos ellos rechazados por losdefensores puesto que lossoviéticos seguían utilizandosu mismo patrón de ataque.

blindados e infantería, todos ellos rechazados por losdefensores puesto que los soviéticos seguían utilizandosu mismo patrón de ataque.

Estos continuos fracasos de las fuerzas rusasen aplastar la bolsa de Cholm llevaron a una ralentiza-ción de los esfuerzos soviéticos. El 23 de febrero –díadel Ejército Rojo- los soviéticos lanzaron una granofensiva. Toda una división de fusileros, precedidas portanques, atacó. Durante dos días, los rusos lanzaronoleada tras oleada hasta un total de 18 grandes ataquesy llegaron incluso a penetrar en diversos sectores de laciudad, capturando durantevarias horas la sede del GPU.Debido a las bajas sufridas enestos dos días de sangrientoscombates, los defensores tuvie-ron que retroceder a un nuevo ymás pequeño perímetro de sola-mente 200 por 500 metros deextensión.

Durante marzo, elXXXIX Cuerpo de von Arminformó columnas de relevo que

5 de mayo, la columna se puso de nuevo en movimien-to, esta vez apoyada por Stukas que bombardearon a lasformaciones soviéticas al oeste de Cholm. Ante eldoble ataque de los cazabombarderos y de la artillería,los soviéticos se dispersaron y huyeron y una hora des-pués la columna de relevo penetró en Cholm y enlazócon su guarnición.

Terminaba así 105 días de asedio, en el trans-curso de los cuales la guarnición, de apenas 4.000 hom-bres en total, habían resistido más de 100 grandes ata-ques soviéticos lanzados por un total de seis divisiones

de infantería, seis brigadas inde-pendientes de infantería y dosbrigadas de tanques. La guarni-ción había derribado dos avionesy destruidos 42 vehículos blinda-dos enemi-gos. Igualmente, reali-zó 10 grandes ataques de infante-ría y 43 contraataques. En elcurso de la batalla, las bajas ale-manas ascendieron a 1.550 muer-tos en combate y 2.200 heridos yel 5 de mayo, el día de su libera-

se abrieron paso hacia Cholm. Las condiciones delterreno y la tenaz resistencia rusa ralentizaron el pro-greso. Dentro de Cholm, la guarnición se inquietabaante la lentitud de la fuerza de socorro pues temía queel enlace no llegara a consumarse antes del esperadoasalto total soviético del primero de mayo. Para sorpre-sa del Grupo de Combate Schere, el primer ataquesoviético de ese día fue débil y rápidamente rechazado,perdiendo los soviéticos durante él cinco tanques. El 2de mayo, un nuevo e igualmente débil ataque fue rea-lizado y otros cuatro tanques rusos fueron destruidos.

El 3 de mayo, a las 4:50 horas, una columnadel 39 Cuerpo formada por blindados y el 411 Re-gimiento de Infantería al mando del Teniente CoronelHeinrich Tromm, se dispuso a levantar el asedio perofue detenida y rechazada. Al día siguiente, la columna,esta vez apoyada por cañones autopropulsados, atacóde nuevo. Este intento también fracasó, pero la infan-tería llegó a 1 kilómetro de la ciudad. Al amanecer del

Tromm, muerto en acción el 18 de junio a unos 2 kiló-metros al noroeste de Cholm y enterrado el 21 dejunio). Durante dos años más, la ciudad de Cholmestuvo en manos alemanas y fue abandonada en febre-ro de 1944 cuando las líneas alemanas se replegaron.Durante esto dos años, el combate nunca cesó pero laciudad pudo ser mantenida y los rusos no intentaronforzar una gran penetración en este punto del frente.

La ciudad tras el fin de la batalla

Medalla Conmemorativa de la Batalla

ción, el número de hombres aptos para el combate sereducía a sola-mente 1.200. Scherer y sus hombreshabían cumplido su misión de defender la estratégicaciu-dad de Cholm y su vital puente terrestre. Larecompensa para ellos fue una medalla de metal quellevaba el nombre del lugar que tan tenazmente habí-an defendido.

Para las tropas rodeadas, la lucha no terminóya que durante varios días más tuvieron que com-batirjunto con sus liberadores para estabilizar el frente(hasta aproximadamente mediados de junio), y estosdías de combate costaron la vida de muchos más sol-dados (entre ellos el Teniente Coronel Heinrich

32